Orquesta Sinfónica de Puebla | 18 de septiembre 2010

Sábado 18 de Septiembre de 2010.

San Pedro Museo de Arte 18:00 hs.

En coordinación con la Asociación Arquitectos UPAEP

Gala Conmemorativa del Bicentenario del Inicio del Movimiento de Independencia y

Entrega de Premios a lo más destacado en la Educación, Arte y Cultura

Programa

- Fanfarria. Alfredo Ibarra

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- Concerto grosso. Eduardo Angulo

Entrada

Pavana para algunos difuntos

Huapango bacorro

Minueto con Alzheimer

Cha-cha tango

Intermedio

- Tres Piezas para Orquesta Opus “Que”. Antonio Hernández

Mpis Mpas

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El Vals del Payaso Triste

Chotonitos

  

     

- Los Combates de Celaya. Samuel M. Lozano

Arreglos Ernesto Reynoso

- La Rielera. Samuel M. Lozano

Arreglos Ernesto Reynoso

-Ya no me vengas a llorar. Samuel M. Lozano

Arreglos Alejandro Rosas Momox

-Una noche serena y obscura. Samuel M. Lozano

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Arreglos Víctor Mendoza Teutle

-Incidental Suite No. 3, Pueblos. Helio Huesca

 

 

 

 

- Estrellita. Manuel M. Ponce

- Historia de un amor. Carlos Eleta Almarán

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Solistas:         

Miguel Ángel Villanueva, flauta

Magda Rey, Soprano

Alfredo Ibarra. Director Artístico

EDUARDO ANGULO (1954)

Concerto grosso

Entrada

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Pavana para algunos difuntos

Huapango bacorro

Minueto con Alzheimer

Cha-cha tango

Por lo general, cuando se habla de un concerto grosso, vienen a la memoria (y al oído) ciertas características básicas de esta forma musical propia del barroco:

- Contraposición de un pequeño grupo de instrumentos solistas (llamado concertino) frente al resto de la orquesta ( ripieno ).

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- Estructura en varios movimientos (no necesariamente tres, como el concierto barroco para un solista).

- Incorporación de movimientos (casi siempre los movimientos externos) en forma fugada.

A la luz de esto, es evidente que el compositor mexicano Eduardo Angulo no suele apegarse con rigor fanático a los parámetros formales tradicionales (aunque los ha estudiado y los conoce a fondo), como lo comprueban las características de su Concerto grosso. Se trata de un concierto para flauta y pequeña orquesta, que le fue encargado por el flautista Miguel Ángel Villanueva. La cantidad y variedad de obras que Angulo ha escrito para Villanueva es una muestra cabal de la colaboración cercana y fructífera entre el compositor y el flautista:

-          Concierto para flauta y orquesta

-          Doble concierto, para flauta y arpa

-          El flautista de Hamelin, para flauta y orquesta

-          Cuatro danzas sibilinas, para flauta, viola y arpa

-          Eólica, para cuatro flautas

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-          El ruiseñor, para flauta y orquesta

-          Concierto para flauta y percusiones

Cabe aquí comentar que toda esta música para flauta de Eduardo Angulo está siendo grabada en la serie discográfica Realismo mágico, del sello Urtext, de la cual se han grabado a la fecha (verano de 2008) los dos primeros volúmenes, quedando pendientes otros dos.

Es el propio Eduardo Angulo quien hace esta breve descripción de su Concerto grosso:

Más que nada, la idea fue escribir algo muy a la antigua, sobre todo en función de la dotación reducida. Desde hace tiempo yo tenía ganas de escribir algo con clavecín, para hacer una especie de continuo, pero un continuo raro. Es un Concerto grosso a la antigua, pero escrito en el siglo XXI; una obra muy mexicana, que contiene mucho humor. Comienza con una Entrada , como llegar a un pueblito mexicano de otro siglo, donde uno es recibido con fiesta, gallos, guajolotes, etc. El segundo movimiento es la Pavana para algunos difuntos, donde realizo un homenaje a Fauré y a Ravel a través de esta forma de danza. El tercer movimiento es un Huapango bacorro , que como no es exactamente barroco, pues es bacorro. Un huapango con clavecín, muy mexicano y a la vez antiguo. Parte de la historia de esta obra es que el clavecinista es un músico que sólo sabe tocar el cha-cha-chá, y de pronto lo ponen a tocar el continuo en una orquesta; esto es puro realismo mágico. Viene después un Minueto con Alzheimer . Hay que imaginarse que es un minueto que está siendo narrado por la abuelita, pero se le olvida todo, se pierde, ya no sabe ni cómo se llama. El quinto movimiento es el Cha-cha tango , una clara mezcla de cha-cha-chá y tango, pero tocado por una orquesta barroca. Mi Concerto grosso termina con

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La graciosa huída , que es una polka muy rápida, muy mexicana. Es la hora en que empieza a llover y todo mundo corre a refugiarse del agua. Todo esto me lo imagino muy pueblerino, muy mexicano, allá por el siglo XVIII.

Como complemento de esta descripción, Eduardo Angulo afirma que ha escrito una parte muy demandante para la flauta solista, y que las partes de la orquesta son también bastante complejas. Además de la flauta solista, el Concerto grosso de Angulo incluye un oboe, dos cornos, cuerdas y clavecín. Dedicado a Miguel Ángel Villanueva, este Concerto grosso recibe su estreno absoluto el 9 de septiembre de 2008, con el propio Villanueva como solista y la Milenium Sinfonieta dirigida por Jesús Medina. Este concierto, que además del estreno de la obra de Angulo incluye sendas obras de Eugenio Toussaint (1954) y Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), representa a la vez la primera presentación de la recién formada Milenium Sinfonieta.

ALFREDO IBARRA

Fanfarria

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El perfil profesional de Alfredo Ibarra como director de orquesta presenta hitos ciertamente interesantes, que inician con su preparación en el Conservatorio Nacional de Música con Istvan Horvath. Después, Ibarra perfecciona su oficio en Europa, principalmente en Holanda y Alemania, estudiando en Maastricht con Anton Kersjes y en Munich con el legendario Sergiu Celibidache. En 1996 inicia en Alemania una serie de grabaciones con la Filarmónica de Ingolstadt, orquesta que lo nombra su director huésped principal. Participa en el Concurso Kiril Kondrashin, en la capital holandesa, y llega a la fase semifinal. Recibe el Premio Nacional de la Juventud junto con la Orquesta Superior de Música. Su carrera en Europa se desarrolla a través de su labor como director en Holanda (la Avanti-Kapel de Maastricht) y en Italia (la Orquesta de Santa Cecilia en Roma). En México, la Orquesta Sinfónica de Michoacán lo tuvo como su director artístico durante una década. Alfredo Ibarra funda la Orquesta Ars Viva de México, y entre sus labores como director artístico destacan las que ha desarrollado con la Orquesta Sinfónica de Naucalpan, la Orquesta de la Escuela Superior de Música, la Orquesta del Teatro de Aguascalientes, la Orquesta de la Escuela de Música de la Universidad de Zacatecas. Alfredo Ibarra también ha dirigido ópera, y en campo de la música vocal destaca asimismo su labor como director titular del Coro de la Universidad Nacional Autónoma de México. En la actualidad (otoño del 2010) es director de la Orquesta Sinfónica de Coyoacán y de la Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla.

Alfredo Ibarra cuenta que abordó la composición de su Fanfarria para orquesta cuando iniciaba su carrera como director, siendo asistente en la Sinfónica de Naucalpan. La orquesta preparaba una grabación y el director quiso probar sus armas como compositor proponiendo una obra para ser incluida en el disco. Diversas circunstancias impidieron que la nueva obra se incluyera en la grabación, pero poco después la orquesta la estrenó en un concierto, y resultó tan exitosa que el gerente del conjunto sinfónico decretó que cada concierto se iniciara con la Fanfarria de Alfredo Ibarra. El director-compositor (quien estudió composición con Humberto Hernández Medrano) comenta que dirigió su Fanfarria con la orquesta Avanti-Kapel de la ciudad holandesa de Maastricht, y que su obra tuvo un buen recibimiento de los músicos y el público. Ibarra describe su Fanfarria con estas palabras:

Mi Fanfarria es una marcha en forma ternaria, y la parte central es dramáticamente contrastante, tanto en tempo como en carácter. Por ello, varias personas han comentado que más que una marcha parece un pequeño poema sinfónico. Más ayá de esta observación, sí concebí la obra como una pieza de vigor. Le tengo mucho cariño, porque con ella el compositor le ayudó a abrirse paso al director de orquesta. En ocasiones, suele ocurrir a la inversa.

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A propósito de la naturaleza de la fanfarria, en el Diccionario Técnico de la Música, de Don Felipe Pedrell, se lee la siguiente definición, evidentemente rústica:

Fanfara (it.) Fanfare (fr.). Equivale á la voz española sonería, especie de aire militar ó de caza, corto y brillante, ejecutado, ordinariamente, por clarines, trompetas, trompas de caza, etc. Orquesta ó grupo de tocadores de instrumentos de viento metálicos: es una banda militar, á veces, ó un grupo poco numeroso sin instrumentos de lengüeta ni de percusión.

Que quede constancia, pues, de que esta definición del concepto “fanfarria” no es muy común, ya que prácticamente todas las demás definiciones consultadas se refieren a la fanfarria solamente como un género, y no como un conjunto instrumental. No deja de ser interesante, por ejemplo, el hecho de que algunas de esas definiciones afirman que en sus inicios las fanfarrias eran improvisadas por los grupos de timbalistas y trompetistas de las cortes europeas, que en ocasiones eran llamados de improviso para adornar alguna ocasión ceremonial u honrar a algún noble personaje o algún dignatario. Con el paso del tiempo, las fanfarrias comenzaron a ser escritas y, casi sin excepción, compuestas para ocasiones muy específicas. En este caso están, entre muchas otras, la Fanfarria para un nuevo teatro de Igor Stravinski (1882-1971), dedicada a la inauguración del Teatro Estatal de Nueva York, o la veintena de fanfarrias encargadas por Eugene Goosens a diversos compositores estadunidenses y británicos para motivar a los ejércitos aliados durante la Segunda Guerra Mundial Dicho de otra manera: es muy difícil encontrar fanfarrias abstractas, sin una motivación celebratoria particular.

Para concluir, digamos que Alfredo Ibarra ha realizado un buen número de arreglos orquestales para prácticamente todas las orquestas de las que ha sido director. En este campo, el director-compositor ha trabajado sobre todo a partir de piezas de música local, y recuerda

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particularmente los arreglos realizados para las orquestas de Michoacán y Aguascalientes.

MIGUEL ÁNGEL VILLANUEVA

Flautista

Es, actualmente, el flautista más activo como solista en México y uno de los más importantes generadores de música nueva para su instrumento. Sus grabaciones y estrenos incluyen obras para flauta y orquesta dedicadas a él por compositores como Eduardo Angulo (obra integral para flauta, sello URTEXT), Eugenio Toussaint, Lucía Álvarez, Patricia Moya, Horacio Uribe, Hugo Rosales, René Torres y Roberto Peña, además de obras de música de cámara de diversos autores nacionales y extranjeros. Ha sido invitado como solista por importantes orquestas en todo el país, así como en Francia y Alemania. Su actividad concertística lo ha llevado a presentarse en Francia, Alemania, Inglaterra, Irlanda, República Checa, Austria, Eslovaquia, EUA, Canadá y México. Su trabajo ha sido motivo de numerosas entrevistas en la prensa escrita, así como en programas radiofónicos y de televisión.

 En 2003 fue seleccionado por el FONCA para realizar una residencia artística en el Banff Centre, en Alberta, Canadá. Ha participado como recitalista invitado en la National Flute Convention de EUA y en el World Harp Congress.

 Paralelamente a su actividad como concertista, es Coordinador General de la CONVENCIÓN INTERNACIONAL DE FLAUTA TRANSVERSA, creador y Director Artístico del CONCURSO NACIONAL DE FLAUTA TRANSVERSA y profesor titular de flauta transversa en los niveles de Iniciación Musical, Propedéutico, Licenciatura y Posgrado en la Escuela Nacional de Música de la UNAM. Durante cuatro años fue profesor residente en el Stratford International Flute Festival,

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en Inglaterra. Ha sido invitado a participar, en marzo de 2010, como concertista y profesor en el International Flute Choir Festival at Fresno Pacific, EUA.

 Miguel Ángel Villanueva inició sus estudios musicales en la Escuela Nacional de Música de la UNAM bajo la dirección de Roxana Lara, Héctor Jaramillo, Luisa Durón y Néstor Castañeda. Posteriormente los continuó y concluyó en l’École Normale de Musique de Paris y en el Conservatoire de National de Région de Saint-Maur, Francia, donde obtuvo el Diploma Superior de Ejecución y la Medalla de Oro respectivamente, siendo sus maestros Jacques Royer (Orquesta de París), Ida Ribera (Asistente de J. P. Rampal), Shigenori Kudo (Solista Internacional) y Michel Moraguès (Orquesta Nacional de Francia).

 En 2009 publicó su tercer disco, Amatzinac, con obras para flauta y orquesta de Moncayo y otros autores mexicanos, bajo la dirección de Jesús Medina. Actualmente trabaja en la grabación del volumen III de la serie Realismo Mágico con conciertos para flauta y orquesta de Eduardo Angulo. Recientemente grabó las obras “El Flautista de Hamelin” y “El Ruiseñor” de Eduardo Angulo, como solista de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México bajo la dirección de Jesús Medina.

SAMUEL M. LOZANO (1891-1977)

Los combates de Celaya

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La rielera

Ya no me vengas a llorar

Una noche serena y obscura

La escasa información biográfica que circula respecto a Samuel M. Lozano (al parecer, la “M” es de Margarito) suele tomar la forma de una muy compacta ficha en la que se mencionan sus dos ocupaciones principales: compositor y revolucionario, no necesariamente en ese orden. Lozano fue originario de Cuernavaca. Al parecer, sus primeras composiciones datan de alrededor de 1905. Fue víctima de la leva, es decir, de la conscripción militar forzosa, y trasladado al norte del país en plena guerra revolucionaria. Incrustado en el ejército villista después de su captura, se convirtió en el narrador y cronista de batallas, hechos notables y gestas heroicas de su tiempo. En algunas fuentes, sobre todo extranjeras, se afirma que Lozano fue el corridista personal de Pancho Villa. Samuel M. Lozano fue autor de canciones y corridos como La Marieta, La rielera, Tampico hermoso, Una noche serena y oscura, Ya no me vengas a llorar, Una mañana de horas negras, Alta y delgadita, Mi gusto es, Persecución de Villa, Corrido de la muerte de Emiliano Zapata y La Senaida ingrata. La obra de Lozano ha sido interpretada por músicos como Ezequiel Peña, Antonio Aguilar, la Banda El Recodo, Lorenzo de Monteclaro, la Banda de Tlayacapan, el Conjunto Villa del Mar, Los Dos Reales, Lucha Moreno, Lucha Villa, los Hermanos Jiménez, los Hermanos Záizar, Vicente Fernández, Los Tigres del Norte, el grupo folklórico irlandés The Chieftains, el guitarrista y compositor estadunidense Ry Cooder y muchos otros.

En la colección titulada Corridos de la Revolución Mexicana, de Eduardo Guerrero y Cesar Macazaga Ordoño se encuentran publicados varios corridos de Samuel M. Lozano: Canto a Madero, Los crímenes del tirano, Verdaderos detalles del asesinato del Gral. Francisco Villa, Caída de Carranza por el Plan de agua Prieta, La nueva rebelión, Muerte de Marcial Cavazos y La muerte del General Obregón.

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