GEOGRAFÍA DE LA VEGETACIÓN DE LAS COLADAS DOMÁTICAS DEL ATRIO DE LAS CAÑADAS DEL TEIDE (TENERIFE. I. CANARIAS)

Serie Geográfica - Biogeografía: Distribuciones, Dinámicas y Diversidad Número 13 - 2006: 43 - 64 ISSN: 1136 - 5277 GEOGRAFÍA DE LA VEGETACIÓN DE LA
Author:  Sandra Godoy Palma

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Serie Geográfica - Biogeografía: Distribuciones, Dinámicas y Diversidad Número 13 - 2006: 43 - 64

ISSN: 1136 - 5277

GEOGRAFÍA DE LA VEGETACIÓN DE LAS COLADAS DOMÁTICAS DEL ATRIO DE LAS CAÑADAS DEL TEIDE (TENERIFE. I. CANARIAS)

Mª Eugenia Arozena Concepción Esther Beltrán Yanes

Fecha de Recepción: 10 de Abril de 2006 Fecha de Aceptación: 23 de Junio de 2006

Departamento de Geografía Facultad de Geografía e Historia Campus de Guajara, s/n La Laguna - 38071 Santa Cruz de Tenerife Tfno.: 922317747 - Fax: 922317723 [email protected] [email protected]

RESUMEN El principal condicionante de la geografía del matorral del Parque Nacional del Teide es la geomorfología, y los rasgos de las coladas domáticas del atrio oriental de Las Cañadas constituyen un magnífico ejemplo de esta relación. La estructura morfológica de estas corrientes lávicas es variable y determina diferentes tipos de microtopografías y distintas granulometrías superficiales que dificultan o favorecen, según los casos, la colonización vegetal y siempre condicionan las características del matorral. El resultado es un complejo mosaico de tipos de vegetación diferenciados por su nivel de continuidad, su grado de recubrimiento, su composición florística y la importancia relativa de los taxones mejor representados.

Palabras Clave: Matorral de cumbre, colonización vegetal, coladas domáticas, depósitos subplinianos, Parque Nacional del Teide, Tenerife, Islas Canarias.

ABSTRACT The main factor of the geography of the Teide National Park scrub is the geomorphology and the features of the oriental atrium domes lava flows of Las Cañadas constitute a magnificent example of this relationship. The morphologic structure of these lava flows is variable and it

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Mª Eugenia Arozena Concepción y Esther Beltrán Yanes Geografía de la Vegetación de las Coladas Domáticas del Atrio de las Cañadas del Teide (Tenerife - I. Canarias)

determines different microtopography and different superficial grains that hinder or they favours, according to the cases, the plant colonization and always condition the characteristics of the scrub. The result is a complex mosaic of vegetation types differed by its level of continuity, its covering degree, its plant composition and the relative importance of the represented better taxons.

Key words: Sumit scrub, plant colonization, domes lava flows, subplinian fall deposits, Teide National Park, Tenerife, Canary Islands.

les formas y estructuras en relación con su

LA RELACIÓN ENTRE LAS CARACTERÍSTICAS DE LA VEGETACIÓN Y LAS FORMAS DE RELIEVE DEL TEIDE

extensión como en el Parque Nacional del

Aunque desde el punto de vista florístico el

nicos que arman el área cimera de la isla -el

Parque Nacional del Teide tiene un gran inte-

antiguo edificio de Las Cañadas, el Atrio,

rés por su elevada proporción de endemis-

correspondiente a la base de la caldera vol-

mos regionales, insulares y locales, la vegeta-

cánica, y el estratovolcán gemelo del Teide-

ción que vive en él tiene un protagonismo

Pico Viejo-, y a gran escala, donde a toda

relativo frente a la rotunda contribución de

una serie de elementos volcánicos (agujas,

las formas volcánicas a la fisonomía de este

domos, conos, cráteres, campos de pómez,

espacio. Las formas de vida vegetal respon-

coladas en bloques, cordadas, en planchas,

den al estrés térmico e hídrico derivado de

tubos, jameos, túmulos, canales lávicos, etc.)

las características climáticas del alto Tenerife

hay que unir las derivadas de su desmantela-

con una fisonomía dominantemente arbusti-

miento (torrentes, llanos endorreicos, abani-

va, que sólo matiza la apariencia de este

cos aluviales).

Teide. La diversidad de elementos geomorfológicos es palpable a pequeña escala, con la definición de los grandes conjuntos volcá-

territorio y no enmascara su morfología. En conjunto, es un matorral característico de la

El matorral no resta protagonismo a estas for-

alta montaña mediterránea, pero incorpora

mas sino que, al contrario, a través de sus

elementos de gran originalidad fisonómica,

diferentes grados de continuidad y recubri-

como las especies del género Echium, que

miento, así como de sus variadas combina-

evocan la imagen de la vegetación de los

ciones de especies florísticas, pone énfasis en

pisos más elevados de la montaña tropical,

los rasgos geomorfológicos, resaltando y ayu-

indicando el carácter geográfico de transi-

dando a definir la geografía de las formas de

ción latitudinal de esta alta montaña situada

relieve. Únicamente durante la floración pri-

en el Atlántico.

maveral, la cubierta vegetal deja de ser una discontinua veladura verde y adquiere una

En pocos lugares del mundo el relieve volcánico ofrece la cantidad de matices, materia-

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mayor relevancia fisonómica.

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Las especies florísticas más habituales son

plares dispersos de cedros (Juniperus cedrus),

Spartocytisus supranubius, Pterocephalus

pinos (Pinus canariensis) y moralitos (Rhamnus

lasiospermus,

integrifolia).

Descurainia

bourgaeana,

Adenocarpus viscosus, Erysimum scoparium, Argyranthemum teneriffae, Echium wildpretii,

La asociación tan estrecha que hoy se obser-

E. auberianum, Nepeta teydea, Scrophularia

va entre los componentes morfológico y

glabrata, Cheirolophus teydis, Carlina salici-

vegetal del paisaje se ha ido incrementando

folia, Tolpis webbii, Andryala pinnatifida, Viola

desde que la declaración de este espacio

cheiranthyfolia, Pimpinella cumbrae, Ferula

como parque nacional supuso la supresión

linkii, Micromeria sp., Lotus sp. y Sideritis sp.

del aprovechamiento ganadero. La coinci-

Diferentes combinaciones de algunas de

dencia de la visión de los viajeros y científicos

ellas caracterizan formas, ambientes y luga-

de los siglos XIX y XX (Humboldt, 1995; Von

res concretos, pero por sus propias dimensio-

Buch, 2004;

nes, por su abundancia, por su capacidad

pecto a la existencia de una escasísima

de adaptación a variadas situaciones ecoló-

cubierta vegetal constituida casi exclusiva-

gicas o bien por su originalidad morfológica y

mente por el retamar, así como las referen-

cromática, las que tienen una mayor impron-

cias al estado de la vegetación en los traba-

ta paisajística son la retama (Spartocytisus

jos botánicos y geográficos de la segunda

supranubius), la hierba pajonera (Descurainia

mitad del S. XX (Martínez de Pison y

bourgaeana),

cumbre

Quirantes, 1981; Rivas Martínez et al., 1993a;

(Pterocephalus lasiospermus), el codeso

Rivas Martínez et al., 1993b; Wildpret y Martin

(Adenocarpus viscosus) y los tajinastes

Osorio, 1996; Martín Ososrio y Widpret, 1999),

(Echium wildpretii y E. auberianum).

nos indican que en los últimos 50 años ha

el

rosalillo

de

Fernández Navarro, 1916) res-

tenido lugar una progresiva ocupación biolóLa gran variedad de formas volcánicas origi-

gica, en cuyo proceso se han ido perfilando

nales o remodeladas por la erosión, con sus

una gran diversidad de hábitat y de nichos

diferentes cronologías, las contrastadas masi-

ecológicos que aún no han terminado de

vidad, continuidad superficial y fragmenta-

definirse

ción de las estructuras rocosas, las diferentes

desde el punto de vista científico El Teide no

situaciones topográficas relativas, los distintos

sólo es un volcán laboratorio, sino que tam-

niveles de inclinación del terreno, los des-

bién constituye un modelo excepcional de

iguales grados de intensidad, actual y pasa-

dinámica del paisaje vegetal de la montaña

da, de los procesos torrenciales, periglaciares

subtropical en territorio volcánico.

fitogeográficamente.

Por

ello,

y de gravedad, ejercen un efecto ecológico tan poderoso que difuminan la influencia

Con esta investigación se ha pretendido

directa de las variaciones climáticas locales.

establecer el grado de relación que existe

Son, por tanto, las formas de relieve las que

hoy entre las múltiples manifestaciones del

determinan fundamentalmente la geografía

matorral y las características morfológicas de

de la vegetación del parque nacional,

las coladas domáticas del atrio del Teide. Se

desde el denso matorral pluriespecífico hasta

trata, por tanto, de un estudio eco-fitogeo-

las paredes rocosas sólo pobladas por ejem-

gráfico, realizado a través de un trabajo de

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Mª Eugenia Arozena Concepción y Esther Beltrán Yanes Geografía de la Vegetación de las Coladas Domáticas del Atrio de las Cañadas del Teide (Tenerife - I. Canarias)

campo basado en una observación detalla-

el más reciente de los dos, y se sitúan en la

da de las variaciones espaciales de diversos

base meridional del volcán y fuera de su

aspectos fisonómicos y de la composición

falda (Figura 1). Sus coladas se derraman en

florística del matorral, con un énfasis particu-

abanicos masivos y presentan rasgos morfo-

lar en los cambios de la importancia relativa

lógicos propios de su gran viscosidad y

de las especies y de la localización de cada

potencia, como los llamativos arcos de

una de ellas respecto a las características del

empuje y los bordes altos y abruptos. En

sustrato.

ambos domos son visibles distintos derrames que se superponen y/o se yuxtaponen, indicando una actividad repetida en el tiempo (Martínez de Pisón y Quirantes, 1981).

LAS FORMAS DE RELIEVE DEL ATRIO ORIENTAL DE LAS CAÑADAS

Montaña Blanca es un cúmulo domo poste-

Como consecuencia de la evolución de las

oriental del Teide. Sus caracteres morfológi-

características eruptivas del estratovolcán

cos resultan de una sucesión de fases de

Teide-Pico Viejo, aparece una fase tardía de

actividad eruptiva, con un primer momento

extrusión de domos que se emplazan en

de desarrollo del domo por crecimiento inter-

áreas de debilidad del edificio, como la

no, pero también con derrames de coladas

base, las laderas bajas o los collados. Los

hacia el S, E y N, seguido por otros de activi-

domos son extrusiones o intrusiones someras

dad subpliniana (Ablay et al., 1995), con

de lava viscosa, que se acumula en o cerca

obturación y fases explosivas en las que se

del conducto de emisión, y que pueden dar

expulsan gran cantidad de piroclastos pumí-

lugar a estructuras muy variadas, en general

ticos y, por último, una serie de nuevos derra-

de morfología prominente.

mes y formación de domos menores extrui-

rior a los dos anteriores y situado en la falda

dos desde fisuras sobre el mismo cúmuloAsociado al edificio Teide-Pico Viejo, existe

domo principal. Montaña Rajada es coetá-

un conjunto de edificios volcánicos periféri-

neo de M. Blanca, pero anterior a sus últimas

cos considerados de carácter domático.

erupciones fisurales. El domo propiamente

Estos aparatos emitieron grandes volúmenes

dicho está formado por coladas de lava cor-

de lava de moderado contenido en sílice

tas, muy potentes, anchas y divergentes a

(traquitas y fonolitas), fluidos viscosos y fríos

partir de la cúpula, que se forman en las pri-

que, a pesar de estos caracteres, se alejan

meras fases de su actividad, mientras que los

de su cráter de emisión y suelen presentar

derrames recientes son más largos y adquie-

una morfología de canales con una vía cen-

ren gran amplitud hacia el S y ESE (Romero et

tral de flujo y muros laterales de enfriamiento

al., 2006).

que pueden llegar a tener decenas de metros de altura (Romero et al., 2006).

El atrio oriental de Las Cañadas ofrece, por tanto, un paisaje con dominante geomorfo-

Los domos más antiguos del atrio son el

lógico, eminentemente volcánico y con for-

Volcán del Depósito y Montaña Majúa, éste

mas directas, sin apenas retoques por parte

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Figura 1.- Localización de los aparatos domáticos del atrio oriental de Las Cañadas y dirección de los principales derrames lávicos.1. Volcán del depósito; 2. Montaña Majúa; 3. Montaña Blanca; 4. Montaña Rajada.

de los agentes erosivos. Las formas más lla-

aparecer configurando por sí solas determi-

mativas son los derrames lávicos, que se digi-

nadas unidades lávicas, o disponerse de

tan o se disponen en abanico al entrar en el

forma combinada en un solo flujo; encontrar-

atrio y se entrelazan, yuxtaponen y superpo-

se prácticamente sepultadas bajo espesas

nen hasta constituir un relieve de aparente

capas de depósitos subplinianos de pómez o

disposición caótica, que sólo se pierde cuan-

mostrar un leve recubrimiento por éstos, mos-

do se observa desde una cierta distancia. Los

trar canales de drenaje o arcos de empuje,

tipos morfológicos de los derrames corres-

lo que acentúa aún más visualmente la

ponden a coladas en bloques masivos polié-

diversidad existente (Romero et al., 2006).

dricos, de grandes proporciones, rematados por una costra escoriácea, caótica, fuertemente soldada y separados por grietas de gran tamaño; aparecen también coladas espesas de bloques de menores dimensiones, con formas en pináculo, agujas, o incluso con caracteres esféricos, a veces separados por grietas; existen además coladas con fragmentos escoriáceos o angulosos de menor tamaño, muy semejantes a las coladas aa. Todas estas formas pueden, además,

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b) Concentraciones locales de Spartocytisus

LAS DISTINTAS EXPRESIONES DE LA VEGETACIÓN EN LAS COLADAS DOMÁTICAS

supranubius con ejemplares aislados de

La vegetación de las coladas domáticas

distingue por su pobreza florística y su escaso

tiene una relevancia paisajística escasa,

recubrimiento se localiza también en los

menor que en otros lugares del parque

derrames de lava de los conjuntos domáti-

nacional, y para poder apreciar alguna

cos. Las superficies lávicas de rocas hetero-

variación espacial la observación ha de ser

métricas y de considerable tamaño imponen

bastante más cercana que la necesaria

una limitada presencia de la vegetación,

para obtener resultados geomorfológicos

que se reduce a pocos ejemplares de

semejantes. Aun así, los cambios que se pue-

Spartocytisus supranubius, Argyranthemum

den observar a ese nivel de detalle son los

teneriffae o Tolpis webii. Este tipo de vegeta-

relativos a la conjunción de los rasgos fisonó-

ción arbustiva se reconoce en algunas de las

micos más elementales: el grado de presen-

coladas de Montaña Blanca y Montaña

cia de cormófitos, su porte, su nivel de recu-

Rajada.

Argyranthemum teneriffae y de Tolpis webbii. Otra de las expresiones del retamar que se

brimiento y sus características relativas a la continuidad espacial. Por ello para reconocer las pautas del orden espacial de la vege-

c) Matorral de Spartocytisus supranubius,

tación de las coladas domáticas del atrio

Argyranthemum teneriffae, Descurainia bour-

oriental es imprescindible recurrir a un análisis

gaeana, Nepeta teydea y Scrophularia gla-

muy detallado que permita combinar los

brata.

aspectos fisonómicos señalados con los taxo-

La

nes florísticos integrantes del matorral, sobre

Spartocytisus supranubius, a la que se añade

todo con la importancia relativa de cada

la presencia variable de las demás especies,

una de ellas en las distintas situaciones.

permite hablar de un matorral que puede

abundancia

de

ejemplares

de

alcanzar localmente una cobertura del 80%. Este tipo de vegetación caracteriza un sector a) Elementos dispersos de Spartocytisus

de una colada domática del atrio oriental.

supranubius. Este tipo de vegetación se adapta a una morfología lávica de coladas domáticas en

d) Concentraciones locales de Adenocarpus

bloques. Las dificultades de acumulación

viscosus.

superficial de finos determinan el bajo grado

En el conjunto de Las Cañadas, los codesos

de cobertura de esta manifestación vegetal.

cobran importancia en sustratos compuestos

Desde el punto de vista de su distribución,

por piroclastos, pero con cierto grado de

una de sus características más llamativas es

equilibrio, sobre coladas de fragmentos

cierta repetición espacial, ya que suele com-

escoriáceos, y en depósitos relativamente

binarse con otros tipos de vegetación para

estabilizados. Por este motivo, en los derra-

crear particulares mosaicos que configuran

mes lávicos del atrio oriental las concentra-

distintas unidades de paisaje vegetal.

ciones de Adenocarpus viscosus se recono-

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cen sólo en determinados sectores y no con-

riffae y Descurainia bourgaeana. Estos rasgos

siguen un destacado desarrollo superficial,

de la vegetación se explican por la masivi-

pero en algunos casos forman parte, junto a

dad de la roca y las dificultades para la acu-

otras manifestaciones arbustivas, de mosai-

mulación superficial de fracción fina que

cos de vegetación característicos de estas

impone la superficie muy fracturada de estas

formas construidas por erupciones sálicas.

coladas.

e) Matorral de elementos jóvenes de

h) Ejemplares aislados de Erysimum scopa-

Pterocephalus lasiospermus

rium, Nepeta teydea, Echium auberianum y

Las agrupaciones de plántulas y ejemplares

Viola cheiranthifolia.

jóvenes de Pterocephalus lasiospermus cons-

En las potentes acumulaciones de pumitas

tituyen un tipo de vegetación característica

cercanas a las bocas eruptivas de Montaña

de los recuencos y llanos intralávicos rellenos

Blanca y Montaña Rajada se desarrolla una

de pumitas o cubiertos de escorias, típicos de

vegetación muy rala, de elementos aislados

coladas domáticas.

de Nepeta teydea, Echium auberianum, Erysimum scoparium, Viola cheiranthifolia, Descurainia bourgaeana y, puntualmente,

f) Matorral abierto de Pterocephalus lasios-

de Silene nocteolens. Llama la atención la

permus,

significativa variedad florística que presenta

Adenocarpus

viscosus

y

Spartocytisus supranubius.

a pesar de que su recubrimiento no supera el

El matorral caracterizado por la abundancia

5% de la superficie.

de Pterocephalus lasiospermus, pero integrado además por Adenocarpus viscosus y Spartocytisus supranubius, se relaciona con

i) Ejemplares dispersos de Juniperus cedrus.

las superficies pumíticas que recubren en

Esta especie, característica junto a Rhamnus

algunos lugares las coladas domáticas. Se

integrifolia, de los cejos rocosos de la pared

trata de un matorral con un recubrimiento

de Las Cañadas, puede prosperar en los

discontinuo que oscila por lo general entre

escarpes pedregosos de hasta 20-30 m de

20-40% de la superficie.

altura de los frentes y de los bordes de las coladas domáticas. Así lo atestiguan algunos ejemplares de muy diferente edad que viven

g) Ejemplares dispersos de Argyranthemum

en los derrames de Montaña Rajada y

teneriffae,

Montaña Blanca.

Scrophularia

glabrata

y

Descourainia bourgaeana. Sobre los materiales lávicos recientes de naturaleza sálica y, concretamente, en sectores con morfología en bloques, apenas se distingue vegetación, salvo algunas plantas de pequeño tamaño y muy aisladas de Scrophularia glabrata, Argyranthemum tene-

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Mª Eugenia Arozena Concepción y Esther Beltrán Yanes Geografía de la Vegetación de las Coladas Domáticas del Atrio de las Cañadas del Teide (Tenerife - I. Canarias)

variaciones espaciales de la vegetación por

LA ORGANIZACIÓN ESPA- reducirlas a lo que realmente corresponde a CIAL DE LOS TIPOS DE modificaciones puntuales del hábitat. VEGETACIÓN Y LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS 1. Aparente ausencia de corCOLADAS mófitos en coladas recientes en Los diversos tipos de vegetación que existen

bloques

en el sector oriental del atrio de Las Cañadas

Los derrames más recientes de Montaña

se yuxtaponen y se combinan espacialmen-

Blanca y de Montaña Rajada, y de un modo

te. Algunos de ellos definen por sí solos la

particular los que discurrieron hacia el sur de

vegetación de algunos lugares, pero es más

esta alineación de edificios domáticos, tie-

frecuente que se entremezclen, tejiendo uni-

nen todavía una morfología muy fresca. Son

dades propias de sectores concretos. De

coladas muy masivas, de superficies irregula-

este modo, considerando la totalidad del

res, con grandes bloques separados por pro-

parque nacional, en el área de las coladas

fundas grietas y sin recubrimiento de piedra

domáticas del atrio oriental de Las Cañadas,

pómez. Los bloques rocosos de grandes

el matorral de cumbres se caracteriza por

dimensiones, la gran profundidad de las grie-

constituir un mosaico de teselas de superficie

tas, las agudas aristas de brillante obsidiana,

variable, que se alternan con ritmos espacia-

los voluminosos frentes, etc., son los rasgos

les muy diferentes. Ellas reflejan perfecta-

típicos de este tipo de colada lávica (Figura

mente la complejidad de la geografía de la

2). En algunas de ellas, como las conocidas

vegetación del parque nacional y de este

por los expresivos topónimos del Tabonal

sector en particular, sin que se pierda el

Negro o el Valle de Las Piedras Arrancadas,

auténtico significado geográfico de las

hay que observar de una vez la totalidad del

Figura 2.- Aparente ausencia de cormófitos en coladas recientes en bloques.

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derrame para reconocer elementos morfoló-

por materiales de origen torrencial, proce-

gicos como los arcos de empuje, los muros

dentes de alguna forma topográfica sobre-

laterales de enfriamiento con sus pasillos aso-

saliente a la que se ha adosado el derrame

ciados, o los potentes lóbulos laterales y fron-

lávico, o donde el flujo domático rodea

tales, pues la gran rugosidad de la superficie

parte de una forma previa -islote-. En estos

desdibuja estas formas en la observación de

casos existen manchas de un matorral algo

detalle. Incluso, hay casos, como el Tabonal

más cerrado, propio de depósitos sedimen-

Negro, en los que los arcos de empuje están

tarios o de coladas de diferente morfología

muy apretados y poco definidos; sólo se per-

superficial o de mayor antigüedad.

ciben lo necesario para conocer la dirección del flujo, pero no hay pasillos ni rellanos inter-

Sólo en los derrubios de los taludes de los bor-

medios.

des externos de las coladas se puede observar un matorral muy abierto -20-30%- y dis-

La presencia de cormófitos en este tipo de

continuo, integrado en su mayor parte por

sustrato es inapreciable. Son espacios abso-

Pterocephalus lasiospermus y por algún

lutamente minerales, en los que las escorias

ejemplar de Spartocytisus supranubius y

volcánicas y la fracción fina se acumulan en

Descurainia bourgaeana.

el fondo de las grietas y oquedades, a donde

alguna fisura de las caras de los bloques se

2. Matorral muy discontinuo en coladas recientes con depósitos pumíticos locales

advierte algún ejemplar de pequeño porte y

Los flujos domáticos anteriores a las últimas

muy aislado de Argyranthemum teneriffae,

proyecciones de pómez y situados en la tra-

Scrophularia glabrata o Descurainia bour-

yectoria de éstas tienen acumulaciones

gaeana. En algunos de estos derrames, las

locales de este tipo de piroclastos que se

formas estructurales mayores, como los

concentran en las líneas más deprimidas de

muros laterales de enfriamiento u hondona-

los arcos de empuje y en los pasillos que limi-

das poco sobresalientes, generadas por la

tan hacia el interior los muros laterales de

presión ligera del borde de la colada con

enfriamiento. Estas concentraciones son más

algún obstáculo, permiten la presencia de

numerosas y extensas y desdibujan en mayor

estrechos corredores escoriáceos con menos

medida la morfología de las coladas cerca

oquedades,

desarrollan

de las bocas eruptivas, hasta desaparecer

Pterocephalus lasiospermus, Spartocytisus

en la amplia curvatura del frente, donde la

supranubius, Descurainia bourgaeana y

afluencia de pumitas ha sido menor y donde

Adenocarpus viscosus en variadas proporcio-

no se reconocen pasillos internos ni rellanos,

nes, alcanzando aquí la vegetación el máxi-

pues no existen formas indicativas del flujo.

llegan las semillas pero no la luz. Sólo en oquedades escoriáceas superficiales o en

donde

se

mo recubrimiento apreciable en estas coladas (10-15%).

Las áreas más próximas a las bocas tienen una vegetación con unos rasgos y una orga-

Estos rasgos generales se alteran localmente

nización espacial similares a los de otros tipos

allí donde las coladas domáticas se recubren

de coladas - tipo 4. Mosaico de matorrales

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Mª Eugenia Arozena Concepción y Esther Beltrán Yanes Geografía de la Vegetación de las Coladas Domáticas del Atrio de las Cañadas del Teide (Tenerife - I. Canarias)

en coladas de edad media con estrechos

en menor número pero con mayor porte,

pasillos de pómez-, pero la mayor parte de la

entre los bloques más pequeños. El recubri-

superficie de estos flujos lávicos tiene una

miento del matorral en estas pequeñas "islas"

morfología superficial de bloques de gran

puede alcanzar un 20% de su superficie, pero

tamaño y muy aristosos sin vegetación apa-

en el conjunto del derrame lávico es muy

rente. Sólo al entrar en ellos se descubre

inferior al 5% (Figura 3).

entre los bloques algún ejemplar muy disper-

ma joven que sale de las grietas que a veces

3. Matorral localmente cerrado en colada de edad media sin pómez

rompen las superficies masivas de los bloques

Por la propia dinámica relacionada con el

de roca. La existencia de lugares con ele-

carácter viscoso de la lava, no es habitual

mentos rocosos de menores proporciones, y

que en las coladas domáticas se produzcan

por tanto cavidades también más pequeñas,

variaciones morfológicas a lo largo de su

provoca la presencia de acumulaciones

recorrido. Por ello, cuando existen se deben

puntuales de escorias, de muy escasa super-

a la presencia de bruscos cambios de pen-

ficie, de planta fundamentalmente lineal y

diente o de obstáculos al flujo -pueden ser los

de distribución muy irregular, que retienen los

muros laterales de enfriamiento del propio

fragmentos de pómez en superficie. Así, la

derrame o algún impedimento topográfico

gran irregularidad topográfica de la superfi-

externo- que producen un amontonamiento

cie de las coladas causa la existencia de islo-

lávico que desdibuja los elementos morfoes-

tes ecológicos, no visibles desde el exterior,

tructurales característicos (Romero et al.,

con concentraciones de Pterocephalus

2006). Estas alteraciones morfológicas se tra-

lasiospermus sobre las pumitas y de Erysimum

ducen en modificaciones de la microtopo-

scoparium y Spartocytisus supranubius, ésta

grafía que afectan sólo parcialmente a algu-

so y de poco porte de Scrophularia glabrata y de Nepeta teydea, así como alguna reta-

Figura 3.- Matorral muy discontinuo en coladas recientes con acumulaciones locales de pómez.

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Figura 4.- Matorral relativamente cerrado en colada de edad media sin pómez.

nas coladas, ocupando espacios de exten-

de topografía relativa más baja, directamen-

sión variable, y provocan la presencia de un

te proporcionadas por la morfología volcáni-

matorral de características singulares.

ca y que hoy sirven de vías de escorrentía muy esporádica. Este sector apenas presen-

Alguna colada de la fase intermedia de M.

ta depósitos pumíticos, por su relativa lejanía

Blanca muestra una superficie suficientemen-

del foco emisor y porque las pequeñas acu-

te amplia como para que esta situación fito-

mulaciones que existen están cubiertas por

geográfica pueda ser considerada como

escorias (Figura 4).

una unidad espacial más, aunque se repita en otros puntos de escaso significado espa-

Sobre este sustrato lávico se localiza el mato-

cial para la escala de análisis de este traba-

rral de mayor recubrimiento local de las cola-

jo. La clara estructura en arcos de empuje

das domáticas del atrio oriental de Las

que caracteriza el arranque y el área distal

Cañadas (80%). La especie dominante y que

de la colada aparece desorganizada en su

proporciona ese nivel de recubrimiento es

parte central, de manera que no existen

Spartocytisus supranubius, que ocupa un 40-

rellanos o pasillos entre las franjas rocosas

50% de la superficie rocosa y adquiere mayor

sobresalientes. Es una superficie accidenta-

densidad y continuidad en las áreas deprimi-

da de carácter pétreo, muy escoriácea, con

das lineales. La composición florística no es

grandes desniveles, pero sin grandes bloques

muy diferente a la de la situación tratada

ni profundas grietas. Además, su relativa anti-

anteriormente -2. Matorral muy discontinuo

güedad ha favorecido la meteorización de

en coladas recientes con depósitos pumíti-

sus elementos morfológicos más sobresalien-

cos locales-, con presencia variable de

tes y la acumulación de escorias y fragmen-

Descurainia bourgaeana, Argyranthemum

tos de lava en las oquedades y en las líneas

teneriffae y Erysimum scoparium, pero con la

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Mª Eugenia Arozena Concepción y Esther Beltrán Yanes Geografía de la Vegetación de las Coladas Domáticas del Atrio de las Cañadas del Teide (Tenerife - I. Canarias)

diferencia del marcado protagonismo de

embargo, salvo en los casos particulares cita-

Spartocytisus supranubius y de la escasez de

dos, la relativa antigüedad de estas formas

Pterocephalus lasiospermus, muy abundan-

hace que la presencia de vegetación en las

te, sin embargo en los derrubios del talud del

áreas rocosas sea superior que en los flujos

borde de la colada.

más modernos, pues han ido perdiendo su marcada aspereza y hay muchas escorias

4. Mosaico de matorrales en coladas de edad media con estrechos pasillos de pómez

desprendidas y fragmentos rocosos rellenan-

La vegetación de estos derrames lávicos pre-

vegetación (Figura 5).

do los huecos más pequeños, aumentando así las oportunidades de prosperidad de la

senta una organización regular en franjas alternantes de matorral en hondonadas lon-

En los sustratos pétreos, la superficie más fre-

gitudinales, transversales a la dirección gene-

cuente ocupada por el matorral es el 30-40%

ral del flujo, y de ejemplares muy aislados de

de la superficie analizada. La especie domi-

especies relativamente rupícolas en los aflo-

nante es Spartocytisus supranubius, de la que

ramientos rocosos paralelos. Este orden, así

se pueden encontrar ejemplares de gran

como las variaciones del nivel de recubri-

recubrimiento individual; la segunda en

miento y de la composición florística se rela-

importancia es Descurainia bourgaena,

cionan con coladas domáticas de diferente

seguida de Argyranthemum teneriffae y de

edad, pero casi todas pertenecientes a una

Scrophularia glabrata, y, con una represen-

fase intermedia, previa a las principales emi-

tación muy inferior, Erysimum scoparium y

siones pumíticas de Montaña Blanca, es

Tolpis webbii. En los estrechos pasillos cubier-

decir, anteriores a 2.020 b.p. (Ablay et al.,

tos con una capa poco espesa de pumitas

1995). La morfología de las coladas también

se desarrollan importantes poblaciones de

tiene un papel determinante en la configura-

Pterocephalus lasiospermus, que caracteri-

ción del mosaico vegetal, pues un rasgo

zan por sí solas estos ambientes en la mayor

común a todas ellas es la existencia de arcos

parte de los casos, alcanzando un recubri-

de empuje muy bien definidos. Incluso en los

miento del 50%. Con ella conviven algunos

derrames más modernos, como el arranque

ejemplares muy aislados de Spartocytisus

de alguna colada en bloques de Montaña

supranubius y de Descurainia bourgaeana

Rajada o la última de Montaña Majúa, se

allí donde hay escorias dispersas superpues-

observa un paisaje vegetal muy similar al de

tas a la pómez o sobresalen fragmentos

las inmediatamente más antiguas, con la

rocosos de la superficie de ésta. Pero estos

única diferencia de que los pasillos son aún

pasillos y rellanos pueden presentar varian-

más estrechos y más discontinuos.

tes, pues en los más próximos a los focos de proyección de pumitas, como ocurre en

Debido a que en estas coladas las líneas

alguna colada vertida al sur desde Montaña

pétreas sobresalientes de los arcos de empu-

Blanca, Pterocephalus lasiospermus tiene un

je tienen una mayor superficie que los rella-

protagonismo marcadamente inferior y es

nos, cabría esperar que el recubrimiento

sustituida por Adenocarpus viscosus. A veces,

general de la vegetación fuera bajo. Sin

el arranque de estos flujos ha sido superpues-

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Serie Geográfica - Biogeografía: Distribuciones, Dinámicas y Diversidad Número 13 - 2006: 43 - 64

ISSN: 1136 - 5277

Figura 5.- Vista general y detalle del mosaico de matorrales en coladas de edad media con pasillos estrechos de pumitas.

to por otro inmediatamente posterior y con

vegetación, pues Pterocephalus lasiosper-

los mismos rasgos morfológicos, de manera

mus se mantiene sólo en sus bordes.

que sólo introduce un marcado desnivel

de mayor extensión que los pasillos, que fun-

5. Mosaico de matorrales en coladas antiguas con pasillos anchos de pumitas

cionan como áreas endorreicas, y cuyos sec-

Las coladas del Volcán del Depósito y las

tores centrales suelen estar desprovistos de

más antiguas de Montaña Majúa, Montaña

topográfico en el frente y los bordes del más reciente. Al pie de éste hay llanos de pumitas

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Mª Eugenia Arozena Concepción y Esther Beltrán Yanes Geografía de la Vegetación de las Coladas Domáticas del Atrio de las Cañadas del Teide (Tenerife - I. Canarias)

Blanca y Montaña Rajada rellenan la mayor

todo donde la roca es más compacta; tam-

parte del fondo del atrio, constituyendo la

bién hay Scrophularia glabrata y, más excep-

base sobre la que discurren los derrames más

cionalmente, Descurainia bourgaeana y

modernos, que no las cubren totalmente y

Nepeta teydea. Donde el afloramiento roco-

cuya vegetación ya se ha tratado. Son dife-

so es más escoriáceo y hay más fragmentos

rentes niveles domáticos muy potentes y

sueltos, aunque sin continuidad de finos en

superpuestos, que, a modo de terrazas esca-

superficie, puede haber un matorral abierto

lonadas, configuran un palimpsesto en el que

de Spartocytisus supranubius y Carlina salici-

están decapitados por los más recientes y

folia,

que, a su vez, sólo dejan ver las partes dista-

Scrophularia glabrata, que recubre un 40-

les de los más antiguos, de manera que de

50% de la superficie; en su base, donde se

todos ellos sólo se reconocen fragmentos.

acumulan fragmentos más pequeños, hay

acompañadas

aquí

y

allá

de

Pterocephalus lasiospermus, cuyos ejemplaTodos estos sectores tienen en común las

res ascienden más cuanto más derruida está

características del sustrato, la morfología y los

la colada y hay más finos. En la orla externa

rasgos del matorral. Al tratarse de las coladas

de los rellanos de pumitas hay un matorral

más antiguas, sus formas estructurales meno-

relativamente cerrado (60%) dominado por

res han desaparecido y de los marcados

Pterocephalus lasiospermus, seguido de

arcos de empuje que debieron tener sólo se

Spartocytisus supranubius, y al que se incor-

conservan alineaciones rocosas poco sobre-

pora algún ejemplar joven de Adenocarpus

salientes y más distantes entre sí cuanto más

viscosus. Pero este hecho no debe forzar la

cerca están de los cráteres. También se debe

valoración del recubrimiento de estos pasi-

a su situación cronológica relativa el hecho

llos, pues las áreas centrales de los rellanos

de que la mayor parte presenten un impor-

están desprovistas de vegetación. Parece

tante recubrimiento de pumitas, de mayor

que el aumento de espesor de la capa de

continuidad y espesor en las áreas próximas

pómez en estas situaciones no favorece la

a los puntos de proyección de éstas, llegan-

presencia de Pterocephalus lasiospermus,

do a configurar ondulados mares de pumitas

que en estas amplias formas sólo tiende a

de los que frecuente y regularmente sobresa-

avanzar hacia el centro donde las pumitas

len crestas de roca in situ paralelas entre sí y

están recubiertas por un enlosado de peque-

que corresponden a los puntos más altos de

ñas escorias. A pesar de que puntualmente

los arcos de empuje. De manera general, y a

el grado de cobertura del matorral puede ser

diferencia de las coladas tratadas anterior-

relativamente alto, el recubrimiento general

mente, los pasillos pumíticos tienen una

en este tipo de coladas es bajo, pues no

anchura superior a la de las alineaciones de

supera el 20-30%.

roca, y ello crea variaciones en las características del matorral (Figura 6).

Hay sectores de gran espesor y continuidad de las pumitas, con muy poca roca in situ, y

En las interrupciones rocosas de la superficie

donde aquéllas están cubiertas por mucha

pumítica destaca por su recubrimiento indivi-

escoria y piedra suelta de pequeño tamaño,

dual Spartocytisus supranubius (10%), sobre

procedentes de afloramientos puntuales.

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Figura 6.- Vista general y detalle del mosaico de matorrales en coladas antiguas con pasillos anchos de pumitas.

Aquí el matorral tiene una cobertura general

del atrio. En este caso no son las pumitas las

mayor (40%) y algo más de continuidad y

que determinan la alternancia espacial de

Spartocytissus supranubius adquiere una pro-

tipos de vegetación pues, aunque las emisio-

porción similar a la de Pterocephalus lasios-

nes de piroclastos subplinianos fueron poste-

permus, asociándose a las acumulaciones

riores, afectaron escasamente a estas super-

de roca, mientras que la segunda forma

ficies lávicas debido a la situación marginal

pequeños grupos, algo abiertos, de ejempla-

de este domo al área de influencia de las

res jóvenes en torno a los fragmentos rocosos

proyecciones explosivas. Lo determinante

más pequeños.

aquí es la antigüedad de las coladas y su forma dominante en arcos de empuje, cuya

Estas características del mosaico se mantie-

meteorización ha favorecido la acumulación

nen en la mayor parte de las coladas del

de escorias, gravas y finos en los amplios

Volcán del Depósito, el domo más antiguo

rellanos intermedios.

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Mª Eugenia Arozena Concepción y Esther Beltrán Yanes Geografía de la Vegetación de las Coladas Domáticas del Atrio de las Cañadas del Teide (Tenerife - I. Canarias)

En los lugares más abruptos de los saltos roco-

cia de afloramientos rocosos lineales y pasi-

sos correspondientes a los bordes de colada,

llos pumíticos perpendiculares a la dirección

la vegetación se abre mucho y se puede

de las coladas y que sean los muros laterales

encontrar algún ejemplar de Juniperus

de enfriamiento, con sus corredores longitudi-

cedrus. En el conjunto del parque nacional,

nales inmediatos, así como los flujos internos

esta especie suele aparecer preferentemen-

los que condicionen la distribución del mato-

te en los escarpes rocosos de la pared de Las

rral (Figura 7).

Cañadas, pero, aunque de una manera excepcional, aparece tanto en estas cola-

La conexión de las superficies rocosas bajo la

das como en alguna de las más modernas

continua y fina capa de pumitas favorece la

de Montaña Rajada.

presencia de Spartocytisus supranubius y, por tanto, una relativa continuidad del matorral y

6. Mosaico de matorrales en coladas de edad media recubiertas de pómez

un recubrimiento general del 25-30%, que en

En el transcurso de su largo período de activi-

tan precisa como en las coladas meridiona-

dad eruptiva, Montaña Blanca también emi-

les, de manera que Spartocytisus supranubius

tió derrames lávicos en dirección norte, que

está en todas las situaciones microtopográfi-

caracterizan el paisaje de una ancha franja

cas y de sustrato, modificando simplemente

de dirección NNE-SSW en el sector septentrio-

su importancia relativa en el conjunto. En los

nal del atrio. Se reconocen al menos cinco

lugares de mayor potencia de pómez esta

flujos superpuestos y yuxtapuestos que, por su

especie comparte el territorio con ejempla-

morfología y características de la capa de

res jóvenes de Adenocarpus viscosus y de

pómez, permiten reconocer dos fases de

Pterocephalus lasiospermus. Por tanto, el

emisión diferenciadas. El recubrimiento de

matorral está integrado por las mismas espe-

pumitas es el más extenso, continuo y poten-

cies principales que en algunos pasillos pumí-

te de todo el atrio y se debe a la orientación

ticos de las coladas meridionales, la diferen-

hacia el norte de la columna eruptiva de M.

cia está en que hay muchos menos ejempla-

Blanca (Felpeto, 2002) durante un episodio

res de Pterocephalus lasiospermus, mientras

eruptivo posterior a la emisión de las coladas

que hay algo más de Adenocarpus viscosus

más antiguas de este sector y coetáneo o

y Spartocytisus supranubius está mucho

posterior a la de las más recientes.

mejor representada. Donde la roca está

los casos extremos es del 10 y del 50%. Aquí no existe una selección espacial de taxones

escasamente cubierta de pumita, esta últiLas coladas más modernas son las que se

ma especie tiene un protagonismo muy des-

sitúan en el sector occidental y se reconocen

tacado y está acompañada de Descurainia

dos derrames superpuestos. En ellas la capa

bourgaeana y de ejemplares dispersos de

de pumitas tiene un espesor medio de 0,17 m

Erysimum scoparium y de Scrophularia gla-

(Felpeto, 2002), siendo algo superior en los

brata.

rellanos poco evidentes y estrechos de sus arcos de empuje muy poco definidos. Ello ha contribuido a que aquí no exista la alternan-

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ISSN: 1136 - 5277

Figura 7.- Vista general y detalle del mosaico de matorrales en coladas antiguas con pasillos anchos de pumitas.

7. Matorral abierto en coladas antiguas con gran recubrimiento de pumitas

sólo pequeñas líneas de roca muy disconti-

El paisaje del sector oriental está caracteriza-

algo más marcados (Tabla 1).

nuas, correspondientes a arcos de empuje apenas visibles y bordes laterales de coladas,

do por amplias superficies suaves con sustrato pumítico, pues la espesa capa de pómez

En estas superficies suavemente onduladas,

-0,25-0,67 m (Felpeto, 2002)- oculta casi total-

sin límite rocoso, el matorral se ordena

mente los elementos estructurales mayores

siguiendo la topografía relativa y el espesor

de las coladas, de las que por tanto casi no

de la capa pumítica. En la áreas más aleja-

hay evidencia de su morfología superficial,

das de M. Blanca el matorral es abierto (25-

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Mª Eugenia Arozena Concepción y Esther Beltrán Yanes Geografía de la Vegetación de las Coladas Domáticas del Atrio de las Cañadas del Teide (Tenerife - I. Canarias) 4. Mosaico de 8. Aparente 1. Aparente 2. Matorral muy 3. Matorral 5. Mosaico de 6. Mosaico de 7. Matorral matorrales en ausencia de Unidad ausencia de discontinuo en localmente matorrales en abierto en coladas de edad matorrales en cormófitos en espacial cormófitos en coladas recientes cerrado en coladas antiguas colada de edad coladas antiguas coladas de edad media con de vegetación coladas recientes con depósitos colada de edad con pasillos media con gran estrechos media totalmente en bloques pumíticos locales media sin pómez anchos recubiertas de recubrimiento de pasillos de recubiertas de pumitas pómez pumitas pumitas de pómez Recubrimiento general (%)

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