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Fidel Castro En Cuba. Fidel Castro Ruiz nació el 13 de agosto de 1926 en una granja de la localidad de Mayari, Cuba. Hijo de inmigrantes españoles, asistió a buenas escuelas católicas en Santiago de Cuba y La Habana. En 1945 entró en la universidad de La Habana graduándose en derecho, año en el que decidió afiliarse al partido del Pueblo Cubano. En 1952 Fulgencio Batista se hizo con el control del gobierno y estableció una dictadura. Ese mismo año Castro se convirtió en el líder del grupo Movimiento, colectividad antigubernamental que organizaron varias acciones contra la dictadura, una de las cuales hizo que Castro fuese encarcelado. Sus ideas políticas fueron tachadas de nacionalistas, antiimperialistas, y reformistas. En el juicio Castro se hizo cargo de su propia defensa, utilizando un discurso (La historia me absolverá) que más tarde se convirtió en una muy importante consigna política para los revolucionarios. Tras quince años de prisión, fue puesto en libertad en 1955. Este año se exilió en Estados Unidos, y más tarde en México donde fundó el Movimiento 26 de julio, reorganizó a los rebeldes, y estableció comunicación con el revolucionario argentino Ernesto Che Guevara. Castro demostraba un amplio poder político, convencido de que tenía un deber histórico para cambiar su país.
En noviembre de 1956 regresaría a Cuba con el apoyo de ochenta y dos hombres. La movilización liderada por Fidel Castro recibió el apoyo de la mayoría del campesinado. La isla estaba por aquella época completamente entregada al capitalismo estadounidense. En 1958 la guerrilla castrista había acabado prácticamente con la resistencia del ejército de Batista. El 1 de enero de 1959, Castro entró en La Habana respaldado por el partido socialista, triunfando así la revolución popular, y declarándose primer ministro cubano. El nuevo gobierno adoptó medidas como la creación de un ejército nacional y la alfabetización de la población. Se inició una profunda reforma agraria con la anexión de importantes intereses de los Estados Unidos, lo que, unida a la política comunista del nuevo régimen cubano provocó la ruptura de relaciones diplomáticas con Estados Unidos. Esto provocó el exilio de numerosos ricos cubanos, que veían sus intereses seriamente amenazados.
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Cuba se volvió hacia la otra gran potencia mundial de aquel momento. Se llegaron a muchos acuerdos sobre armamentos, créditos y alimentos con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) lo que distanció más aún las posturas del régimen castrista de las ideas políticas norteamericanos. En 1961 la agencia norteamericana CIA junto con cubanos exiliados en Florida intentó la invasión de Cuba desembarcando en la Bahía de Cochinos. Esta ofensiva resultó un fracaso ya que los golpistas pedían el apoyo del pueblo, pero éste no les correspondió. Desde entonces Cuba se convirtió en una república socialista, y Castro se alineó abiertamente con la URSS. En 1962, ante la fuerte oposición de Estados Unidos que se veía amenazado de forma directa por su máximo rival en la Guerra Fría, Castro permitió a la URSS situar en Cuba misiles nucleares. La situación que se vivió esos días fue extremadamente tensa ya que se trató de un largo tira y afloja entre los dos países más poderosos, con el peligro de una inminente guerra nuclear. La llamada crisis de los misiles de Cuba concluyó tras la celebración de las negociaciones, con Castro como figura relevante, entre el presidente estadounidense John Kennedy, y el máximo dirigente soviético Nikita Kruschev. Pero si por algo ha sobresalido Cuba en los últimos años es por subsistir a la enorme presión internacional, anticomunista y a favor de una clara democracia. El régimen cubano, junto al gobierno de China, Corea del Norte y Vietnam, son los únicos ejemplos de comunismo vivos en el mundo de hoy. Fidel Castro ha seguido siempre fiel a sus ideas y ha tachado más de una vez al sistema capitalista de otros países de hipócritas y extorsionadores. También ha declarado reiteradamente que en Cuba sí que existe una democracia aunque esta siga un modelo distinto al convencional. Son muchos los que se preguntan cómo es posible que un país como Cuba, que ha sobrevivido a un doble bloqueo y una clara guerra económica y política impuesta por la potencia más poderosa del mundo, sin la ayuda de ningún crédito o ayuda internacional de ningún tipo haya podido salir adelante de manera notable. Problemas internacionales, tales como el potente embargo estadounidense, con leyes como la ley Helms Burton oponiéndose al levantamiento del bloqueo económico más largo de toda la historia y al que numerosos países de la ONU se oponen. Organización que ha sido en ocasiones fuertemente
criticada por Castro debido a acciones que ha llevado a cabo como la denuncia de la falta de libertad de expresión y pensamiento recientemente realizada contra el régimen castrista. Denuncia a la cual Castro definió, como es habitual, como un nuevo acto de hipocresía y hostilidad de Estados Unidos contra Cuba. Otro de los mayores problemas de la sociedad cubana de los últimos años, y que ha sido noticia gracias a la aventura internacional del pequeño niño balsero Elián González, es el problema de la emigración de cubanos anticastristas a las costas de Florida, propiciada por leyes como la llamada ley de Ajuste Cubano que permite a todo emigrante cubano recibir derecho de residencia en estados unidos siempre que alcance tierra estadounidense. Medidas como estas aumentaron el alcance del éxodo de familias cubanas a Estados Unidos de manera precaria e ilegal. Dando lugar a mayores discusiones entre los gobiernos de ambos países, y altercados fomentados por la oposición al régimen tanto de dentro como de fuera de la isla los cuales son descritos por castro como instrumentos de la política estadounidense contra el pueblo cubano. 2
El enfrentamiento abierto de Fidel Castro contra Estados Unidos es lo que básicamente le han convertido en un mito para muchas personas, puesto que no se puede subestimar el increíble mérito de haber luchado tanto tiempo contra la más grande potencia mundial. Cuando hoy en día, con más de setenta años, se le pregunta al comandante por su posible sucesión, éste contesta con extrema claridad lo que podría considerarse el resumen de toda una vida. Cuando un carácter rebelde me llevó al arriesgado oficio de luchador revolucionario que nadie me impuso, sabía también que era poco probable que sobreviviera mucho tiempo. No era Jefe de Estado y sí un hombre muy común. No heredé cargo alguno ni soy Rey, no necesito por tanto preparar sucesor, () nunca sería para evitar el trauma de una transición caótica. () La transición de un sistema social a otro se viene haciendo desde hace más de cuarenta años.
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