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LA GUERRA DE VIETNAM Comienzo de la guerra Las primeras noticias comenzaron a llegar al Pen-tágono hacia las 8 de la mañana, hora de Washington. En Vietnam eran entonces las 8 de la tarde del mismo día: martes 4 de agosto de 1964. Las infor-maciones, si bien incompletas y confusas, indicaban que se estaba librando un combate naval en el golfo de Tonkín, junto a las costas de Vietnam del Norte. Hacia las 10 de la mañana, se supo en Washington que dos destructores estadounidenses, el Maddox y el C. Turner Joy, habían sido atacados por lanchas patrulleras nor-vietnamitas. Esporádicamente llegaban nuevos datos y, hacia el mediodía. el presidente Lyndon Johnson convocó a sus consejeros con el fin de decidir la actitud a tomar. Poco después de las 6 de la tarde, Johnson convoco en la Casa Blanca a algunos líderes del Congreso para informales, tanto del incidente como de su propósito dc bombardear las instalaciones costeras de Vietnam del Norte. El presidente exigió también una resolución oficial que declarara que tales represalias eran refrendadas por el pleno del Congreso. Los líderes, tanto del partido demócrata como del republicano, lo garantizaron así, y antes de la medianoche bombarderos de los Estados Unidos, pertenecientes a los portaaviones ConsteUutioi; y Tkonderog atacaban los objetivos que se les habían asignado. Al día siguiente, en una teosa atmósfera. se reunieron los comités senatoriales de Relaciones Exteriores. De la reunión se saco la decisión de dar control a Johnson para hacer la guerra, incluso sin llegar a declararla. Aunque la decisión fue mayoritaria, Johnson aseguró que la participación de Estados Unidos sería limitada, el no enviaría a la juventud americana a luchar por la juventud asiática. Horas después de la intervención del Senado, la Cá-mara de Representantes aprobaba la misma decisión con el voto unánime de los 416 congresistas presentes, y la resolución del golfo de Tonkín asumió fuerza de ley. Más aún: habría de transformarse en el único fun-damento legal para la masiva acción bélica que seguiría. Sin advertirlo, el Congreso autorizaba la guerra exterior más prolongada y polémica de la historia de la nación. Origen de la Guerra
Desde una perspectiva más amplia, la resolución del golfo de Tonkín no significaba tanto el comienzo de una guerra como el remate de una política cuyo origen se remontaba a más de diez años. Los Estados Unidos se ha-llaban implicados en los asuntos del sudeste asiático des-de el comienzo de los años cincuenta, cuando Francia lu-chaba en vano por conservar el control de Vietnam, que ejercía desde el siglo XIX. La lucha por expulsar a los franceses era mantenida por el Vietminh, movimiento guerrillero nacionalista, que había 1
encabezado la resis-tencia vietnamita contra los japoneses durante la Se-gunda Guerra Mundial. Su líder era Ho Chi Minh, a quien incluso sus adversarios reconocían como la figura más popular del país. Los Estados Unidos veían con preocupación el comunismo del dirigente, el cual estaba decidido no solamente a derrotar a los franceses, sino también a establecer en Vietnam un gobierno marxista unificado e independiente. Los Estados Unidos no intervinieron directamente en la guerra de Indochina, impedidos por circunstancias de régimen interno, pero otorgaron a los franceses una creciente ayuda económica hasta financiar, en 1954, casi totalmente la contienda. El resultado, no obstante, fue precario. Después de siete años de esfuerzos, Fran-cia se mostraba aún incapaz de exterminar al omnipre-sente y escurridizo Vietminh. A principios de 1954 los franceses fracasaron en su intento de romper el penoso asedio a que estuvo sometida su importante plaza fuerte de Dien Bien Phu y finalmente se rindieron. En abril de aquel mismo año se convocó en Ginebra una conferencia de paz, de 14 naciones. para elaborar una solución política para Vietnam. Se acordó la división temporal del país tomando el paralelo 17 como línea de separación: Vietnam del Norte quedó bajo el régimen comunista y Vietnam del Sur en manos del Gobierno de Saigón. Pero los acontecimientos no se desarrollaron tal como se habían previsto. A mediados de 1954, Bao Dai llamó a Ngo Dinh Diem, miembro de una influyente familia católica, para que formara gobierno en Saigón. Apoyado por los Estados Unidos y, en especial, por el pre-sidente Dwight D. Eisenhower, Diem se propuso conso-lidar su autoridad en el sur. En octubre de 1955, des-pués de eliminar a todo discrepante dentro y fuera del ejército, Diem derrocó a Bao Dai y se nombró a si mismo presidente de la República de Vietnam. Al año siguiente canceló las elecciones previstas, al ver refor-zado su régimen con el creciente apoyo de los Estados Unidos. Hacia finales de 1955, unos 600 instructores norteamericanos entrenaban a las tropas sudvietnami-tas, y durante los cinco años siguientes, más del 75 por ciento de la ayuda estadounidense a Saigón fue desti-nado al ejército y a la policía secreta de Diem. Complicación del Conflicto Como consecuencia de la partición de 1954, unos 90.000 soldados del Vietminh (muchos de ellos nacidos al sur del paralelo 17) se retiraron al norte de la línea diviso-ria, tal como lo exigía el acuerdo de Ginebra. Otros, sin embargo, regresaron a sus aldeas del sur; algunos con el fin de llevar a cabo actividades propagandísticas y la mayoría, simplemente. para permanecer a la espera de la reunificación. No obstante, Diem siguió considerándolos como una amenaza mortal, y a lo largo de 1956 y de 1957 desencadenó una campaña de restricción de li-bertades, encarcelamientos y terror que destruyó los úl-timos restos del Vietminh en el sur. Al mismo tiempo, sin embargo, un importante núcleo de guerrilleros comunistas perfectamente adiestrados consiguió burlar a las tropas de Diem y a la policía secreta, escondiéndose en los mismos bosques y zonas pantanosas que habían utilizado como refugio durante la guerra contra los fran-ceses. Durante los tres años siguientes, los rebeldes se reagruparon y organizaron para la resistencia. Asaltaron los cuarteles del gobierno en busca de armas, reclutaron nuevos militantes y organizaron comités revoluciona-rios en las aldeas de todo el país. Finalmente, en di-ciembre de 1960, crearon el Frente de Liberación Na-cional (FLN) como palanca política de la rebelión. El brazo armado del movimiento llegó a ser conocido como Vietcong. Aunque el FLN fue a menudo acusado por los go-biernos de Saigón y de los Estados Unidos de estar con-trolado por Vietnam del Norte, constituía esencialmente una fuerza autóctona de Vietnam del Sur. A finales de 1961, los Servicios de Inteligencia norteamericanos es-timaban que un 80 o un 90 por ciento de los 15.000 hombres reclutados por el FLN procedían del sur, y que la mayor parte de sus armas no habían sido cedidas por Hanoi, sino sustraídas de los puestos avanzados del ejército de la República de Vietnam. Mientras se intensificaba la guerra de guerrillas, las fuerzas de Diem se mostraban cada vez menos capaces de dominar a los rebeldes y se solicitaba urgentemente a Washington que enviara más ayuda. El presidente John F. Kennedy, temeroso de las repercusiones de una vic-toria comunista, decidió intervenir con mayor energía. 2
A finales de l96l había en Vietnam del Sur 900 instruc-tores militares; un año más tarde, su número superaba los 11.000, y el material pesado era muy considerable. El Vietcong, sin embargo, continuó obteniendo victo-rias sobre las tropas del gobierno y se hizo con el con-trol de extensas zonas por todo el país. Además, las medidas de seguridad cada vez más represivas de Diem promovidas en su mayor parte por su hermano Ngo Dinh Nhu, le granjeaban la aversión de grandes sectores de la población del país. En las ciudades, cientos de políticos e intelectuales no comunistas, de casi todas las tendencias, eran detenidos a la menor muestra de dis-conformidad. En provincias, fueron abolidas las elec-ciones municipales y los representantes del gobierno se nombraban exclusivamente en virtud de la lealtad de-mostrada a Diem y a su familia. Al fin, la creciente animadversión salió al descu-bierto, provocada por un levantamiento de fieles budis-tas en mayo de 1963. En un mes, las manifestaciones, espectacularmente subrayadas por la autoinmolación de varios monjes budistas, se propagaron a través del país y atrajeron la atención del mundo sobre la política dictatorial de Diem. El levantamiento, que no pudo sofocarse, asestó el golpe de gracia al régimen de Diem, ya muy desasistido del apoyo de Washington. Al comenzar el otoño se hizo saber discretamente a algunos generales del ejército sudvietnamita que los Estados Unidos no se opondrían a un golpe de estado, y el 1 de noviembre de 1963 el régimen fue derribado sin apenas resistencia. A la mañana siguiente, mientras las multitudes celebraban el acontecimiento en las calles de Saigón, Diem y su hermano Nhu aparecieron en un templo. Se les hizo salir de su refugio y fueron fusilados. La Violencia Aumenta El líder del golpe, general Duong Van Minh, fue de-puesto al cabo de tres meses, y durante el año y medio siguiente varios regímenes ineptos se sucedieron en el ejercicio del poder. Fue en medio de esta confusión cuando se aprobó por el Congreso de los Estados Uni-dos la resolución del golfo de Tonkín. Pero hasta la inauguración de su segundo mandato en enero de 1965. el presidente Johnson no comenzó a ejercer la total au-toridad que se le había otorgado. Ya en febrero, los Es-tados Unidos efectuaron bombardeos aéreos contra las posiciones enemigas, al norte y al sur de la zona desmi-litarizada, y el 2 de marzo, Johnson inició una campaña de bombardeos sobre Vietnam del Norte que se carac-terizaría por su duración, dureza e insistencia. Dentro de la misma semana se dio otro paso espectacular: el 8 de marzo, 3.500 infantes de marina de los Estados Uni-dos desembarcaron en Da Nang: eran las primeras tro-pas de combate norteamericanas que llegaban al Viet-nam. Enviados a petición del general William Westmo-reland (designado comandante en jefe de las fuerzas de los Estados Unidos en Vietnam en junio de 1964) los infantes de marina tenían por único objetivo la protec-ción de la base aérea norteamericana de Da Nang. Pero en mayo el Vietcong lanzó una ofensiva que diezmó las fuerzas sudvietnamitas y la reacción de Westmoreland fue pedir a los Estados Unidos el envío masivo e inmediato de tropas. Su exigencia fue atendida y la escalada bélica se desató. En agosto de 1965 había en Vietnam del Sur 90.000 soldados norteamericanos; a finales del año, el numero se elevo bruscamente a 184.000. Los Estados Unidos estaban ahora comprometidos en una dura guerra (aunque ni declarada), y durante los tres años siguientes la escalada continuó hasta implicar, en 1968, a un ejército de más de 540.000 hombres. Pero incluso esta masiva inyección de fuerzas armadas, unida a unos bombardeos muy intensos, se mostró impotente. El Vietcong, como el Vietminh, resulto ser un enemigo hábil, tenaz y escurridizo. Pertrechado ahora con armamento de la Unión Soviética y China, estaba preparado para grandes pérdidas, y parecía decidido a no cejar en su empeño hasta que los norteamericanos comprendieran que la guerra ya no merecía el coste de continuarla. La Ofensiva del Tet
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Finalmente, la opinión pública de los Estados Unidos comenzó a cuestionarse la oportunidad de este lejano conflicto. En l965, la Administración Johnson se com-prometió a devolver a sus hogares a los jóvenes nor-teamericanos para Navidad; y en 1966 se refería a Vietnam con expresiones como dar un giro a la situación o llegar al final del túnel. Pero los gastos cre-cían sin cesar, las bajas continuaban en aumento y la lucha se prolongaba. Al mismo tiempo, los informes de la prensa sobre la inoperancia de las tropas de Vietnam del Sur, así como la corrupción desatada y métodos dic-tatoriales del régimen de Nguyen Cao Ky, instalado en Saigón a mediados de l965, hicieron que los ciudadanos de Estados Unidos se preguntaran con insistencia qué clase de gobierno defendían sus tropas. Ya en 1967, el movimiento por la paz en los Estados Unidos había adquirido inmenso eco a todo lo largo y ancho del país. A principios de 1968, el presidente Johnson perdió la última oportunidad de justificar su política, al producirse el acontecimiento más repentino e inesperado de la guerra: la ofensiva del Tet. El 30 de enero de 1968 (primer día del Tet, es decir, el año nuevo lunar) el Vietcong y los norvietnamitas iniciaron un asalto masivo y general contra casi todas las ciu-dades y aldeas de Vietnam del Sur. En las primeras horas de la campaña, el enemigo penetró hasta el centro de Saigón y llegó a ocupar algún tiempo los terrenos de la Embajada de los Estados Unidos. En otras zonas ocurrieron hechos análogos: cinco importantes ciuda-des, 36 capitales de provincia y 64 cabezas de distrito estuvieron a merced del enemigo durante etapas de di-versa duración. A mediados de marzo, después de seis semanas de encarnizados combates, la calma relativa volvió. Aun-que la ofensiva del Tet no consiguió derribar al gobierno de Saigón, su impacto fue arrollador sobre la opinión pública de los Estados Unidos. En pocas semanas va-rios órganos de prensa de primera magnitud y determi-nados congresistas, anteriormente considerados como halcones, criticaron abiertamente la guerra por vez primera. El apoyo popular a la política de Johnson descendió al 35 por ciento en las encuestas de opinión. En las elecciones primarias para la presidencia, celebradas en New Hampshire el mes de marzo, la campaña en pro de la paz obtuvo el 42 por ciento de los votos. Unos días después, el senador Robert F. Kennedy anunció que también él disputaría a Johnson la candidatura demócrata. Finalmente, el presidente no tobo otro remedio que ceder. El 31 de marzo de 1968 apareció ante las pantallas de televisión para exponer una importante iniciativa de paz: todos los bombardeos sobre Vietnam del Norte, por encima del paralelo 20, cesarían inmediatamente con el objetivo de inducir a Hanoi a iniciar conversaciones de paz. Al final de su alocución, Johnson sorprendió al país con su anuncio de no presentarse a la reelección. Hanoi se mostró dispuesto a comenzar unas negociaciones y el 13 de mayo se inauguraban las conversaciones en París. Durante algunos meses no hubo progreso alguno, pero a pesar de todo y realizando un gran esfuerzo por salir de punto muerto antes de las elecciones, Johnson dio la orden de suspender todos los bombardeos sobre Vietnam del Norte, el 31 de octubre de 1968. Cinco días después, Richard M. Nixon derrotaba por escaso margen a Hubert H.Humphrey en las elecciones presidenciales. Durante la campaña, Nixon aseguró tener un plan secreto para acabar con la guerra, y cuando en 1969 tomo posesión de su cargo, los norteamericanos previeron rápidos logros en pro a la paz. Nixon en el Poder Nixon abordó el proceso conocido como vietnamización del conflicto consistente en la progresiva aunque lenta reducción de las fuerzas estadounidenses, desmoralizadas por acciones propias que probaban la exasperación de la situación, como la matanza indiscriminada de civiles en la aldea de My Lai en marzo de 1968, y por los avances del enemigo apoyado por fuerzas de países vecinos como las del Pathet Lao de Laos. En 1972 se produjo una definitiva ofensiva por parte de las defensas norvietnamitas, que ocuparon sucesivamente Quang Tri, Hue y Da Nang, si bien en esa fase del conflicto las operaciones aéreas estadounidenses sobre Hanoi, el puerto Haiphong y otros centros del norte alcanzaron uno de sus más altos 4
grados de intensidad. Las conversaciones de paz de París, anteriormente interrumpidas y reanudadas por el secretario de estado de los Estados Unidos, Henry Kissinger, y el enviado norvietnamita Le Duc Tho, concluyeron en enero de 1973 con la retirada estadounidense y el reconocimiento del estado de Vietnam encargado en el Gobierno Revolucionario Provisional. Sin embargo, el fin de la guerra aún se retrasaría 2 años cuando, ante la desbandada del ejército sudvietnamita derrotado, las fuerzas revolucionarias ocuparon Saigón sin combatir. El 30 de abril de 1975 el gobierno de Vietnam del sur firmó la rendición incondicional (el presidente Thieu había abandonado el país poco antes) y un año más tarde, el 2 de julio de 1976, el estado fue reunificado como República Socialista de Vietnam. Resumen Como resultado de ocho años de guerra, se estima que murieron más de dos millones de vietnamitas, tres millones fueron heridos y cientos de miles de niños quedaron huérfanos. Se ha calculado la población refugiada en 12 millones de personas. Entre abril de 1975 y julio de 1982 1.218.000 refugiados aproximadamente fueron reasentados en más de 16 países. Otros 500.000, los llamados boat people, intentaron huir de Vietnam por mar, aunque según ciertas estimaciones, murió entre el 10 y 15% de éstos y los que sobrevivieron se enfrentaron más tarde con las trabas y cuotas de inmigración incluso en aquellos países que habían aceptado acogerlos. En la guerra de Vietnam murieron 57.685 estadounidenses y unos 153.303 fueron heridos. En el momento del acuerdo de alto el fuego había 587 prisioneros de guerra entre militares y civiles todos fueron posteriormente liberados. Una estimación actualizada no oficial calcula que todavía quedan unos 2.500 desaparecidos.
Ho Chi Minh
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Protesta budista: en la imagen un monje se prende fuego como signo de protesta Westmoreland Saigón 1968: El jefe de Policia Nguyen Ngoc Loan ejecuta a un sospechoso de pertenecer al Vietcong
Protestas contra la guerra de Vietnam
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