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DEL NACIMIENTO A LOS TRES AÑOS Guía para padres que hacen planes para criar a sus hijos pequeños
Presentada por Servicios del Tribunal Familiar del Condado de Multnomah Diciembre de 2013
Prólogo ¿Quiénes somos?
Servicios del Tribunal Familiar es una agencia de servicios sociales administrada por la División de Servicios Juveniles del Departamento de Justicia Comunitaria. Brinda servicios gratuitos o de bajo costo a los padres del condado de Multnomah, Oregón, que pasan por un divorcio o una separación. Nuestra misión es proteger a los niños y padres de los efectos dañinos del conflicto que surge de la separación y el divorcio. Entre los servicios que ofrecemos se incluyen: apoyo para crear planes de paternidad, mediación para padres en desacuerdo sobre los arreglos para el cuidado de los niños, evaluaciones de custodia ordenadas por el tribunal, visitas supervisadas y servicios de intercambio para familias con un historial de violencia doméstica, clases de educación de padres para padres con problemas de tiempo de custodia y de paternidad ante el tribunal, así como servicios para padres que tienen dificultades para ver a sus hijos en ausencia de una orden del tribunal.
Honramos a los padres y a las familias Existe una gran diversidad entre los padres y las familias. Los niños son criados y salen adelante en hogares encabezados por padres de sexos opuestos, padres del mismo sexo, abuelos, padres que viven separados y comparten la paternidad, y padres que ejercen su paternidad solos. En la medida de lo posible, nos comprometemos a usar un lenguaje incluyente que respete a todos los padres.
Reconocemos a los padres solos Sabemos que muchos padres separados, divorciados y solteros ejercen la paternidad sin la ayuda o participación del otro padre. Los llamamos padres solos en vez de padres solteros porque estos últimos todavía tienen a un copadre que ayuda en la crianza del niño. Algunas secciones de este libro se centran en aspectos que los copadres deben considerar; sin embargo, esperamos que una buena parte del material también sea de utilidad para los padres solos.
Nos concentramos en los puntos fuertes y la resistencia Uno de los hallazgos más importantes de la investigación sobre familias que enfrentan la separación y el divorcio es que la mayoría de los niños se recupera después de las transiciones familiares. Los padres pueden hacer muchas cosas para reducir el impacto que el divorcio o la separación puede tener en los hijos.
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Contenido Prólogo……………………………………………………………………….. Introducción………………………………………………………………... Apego……..……………………………………………………………………. Problemas de apego………………………………………………………. Programas de apego y de tiempo de paternidad ………………… Importancia de la participación de los padres………………………. Seguir en contacto cuando su hijo no vive con usted…………….. Apoyar el vínculo del padre no residente…………………………….. El asunto de la pernoctación……………………………………………. Signos de angustia………………………………………………………….. Preparar al niño para las transiciones…………………………………. Advertencia sobre TV, redes sociales y niños pequeños…………. Resumen……………………………………………………………………… Modelos de planes de tiempo de paternidad………………………… Modelo de registro de comunicación entre copadres…………….. Recursos…………………………………………………………………….. Referencias……………………………………………………………………
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Introducción ¿Por qué tener un manual especial sobre niños recién nacidos a tres años? Los primeros tres años de vida de un niño son cruciales para su salud, felicidad y crecimiento futuros. Durante estos años, el niño aprende mucho más que a caminar, hablar y seguir indicaciones. Su cerebro crece de tal manera que los ayudará a enfrentar el estrés, a aprender, a ser saludables y a mantener una relación estrecha con otras personas en el futuro. Los padres que terminan su relación durante ese periodo de la vida de su hijo deben tomar decisiones complejas respecto al mejor horario para el niño. Es difícil equilibrar las necesidades de un niño pequeño con el deseo de cada uno de los padres de pasar el mayor tiempo posible con él. Los expertos en niños han dedicado mucho tiempo a estudiar a niños pequeños cuyos padres no están juntos, y han tratado de identificar los mejores planes y horarios para los niños que se encuentran en esta situación. A veces los expertos no se ponen de acuerdo y esto puede ser confuso para los padres. La buena noticia es que los expertos coinciden en algunos aspectos importantes; están de acuerdo en que los niños necesitan: Cuidado seguro, predecible de un adulto o adultos sensibles Contacto frecuente y significativo con dos padres seguros Protección contra la tensión, los conflictos y la violencia Confortación brindada por una figura de apego cuando están contrariados Planes que cambien cuando sus necesidades cambien
¿Cómo puede este manual ayudarme a mí y a mi hijo? El presente manual ayuda a los padres de niños pequeños que se están divorciando, separando o que tal vez nunca han vivido juntos, a tomar decisiones informadas en relación con los horarios del tiempo de paternidad.
Hablaremos del apego y la importancia de cada uno de los padres en la vida del niño. Abordaremos la cuestión de la pernoctación para los niños pequeños y todo aquello que hay que considerar para tomar decisiones al respecto. Buscaremos signos de angustia en los niños pequeños y la diferencia entre respuestas normales y respuestas preocupantes al estrés. Compartiremos modelos de planes y recursos de modo que se tenga un lugar donde empezar.
Este manual aborda la investigación que se ha realizado sobre estos temas. Se verá que en ocasiones la investigación encuentra diferentes respuestas a las mismas preguntas. Hay muchas razones para ello, pero sobre todo se demuestra que no existe un plan universal que satisfaga todas las necesidades de los niños. Téngalo en mente: Este manual le brinda un amplio panorama de cosas en qué pensar al desarrollar
su plan. Puede ser que el plan no satisfaga las necesidades específicas del niño. Si tiene dudas sobre las necesidades especiales de su hijo, debe hablar con su médico o con un terapeuta infantil. Así mismo, debe consultar a un abogado si tiene dudas sobre cómo podría afectar su caso legal esta información. 3
Apego
¿Qué es el apego?
El vínculo que un niño establece con una figura de apego primaria es el elemento esencial de casi todos los demás pasos importantes en el crecimiento.
Un infante humano no puede sobrevivir sin alguien que lo alimente y le brinde protección y afecto. Debido a ello, los bebés nacen con un instinto y una necesidad muy fuertes de establecer vínculos con un cuidador. Apego es la palabra utilizada para describir el vínculo emocional duradero y profundo entre un niño y al menos un cuidador. En su primer año, el niño desarrolla un sólido vínculo de apego con la persona que por vez primera sintió consistente, segura y reconfortante. Esta persona suele ser un padre o alguien que tiene al niño bajo su cuidado la mayor parte del tiempo, y se le llama figura de apego primaria. Aun cuando el niño esté al cuidado de más de una persona, por lo general tendrá un apego primario a uno de los cuidadores durante su infancia.
Por qué es importante el apego...
Los investigadores han dedicado más de 40 años a estudiar la importancia del apego. Ahora sabemos que el crucial desarrollo temprano del cerebro depende de un apego seguro (se abundará al respecto más adelante). El vínculo que un niño establece con una figura de apego primaria es el elemento esencial de casi todos los demás pasos importantes en el crecimiento. El cerebro infantil duplica su volumen entre el nacimiento y los 12 meses. La interacción entre un infante y su figura de apego primaria es clave en ese momento del crecimiento. Otras relaciones de apego también desempeñan un importante papel. El apego seguro da al niño un sentido de seguridad y confianza en sí mismo, lo prepara para transitar por las gozosas y desafiantes experiencias de la vida, y finalmente lo hace resistente, es decir, lo convierte en un niño que puede “recuperarse” de situaciones difíciles, superar daños emocionales y enfrentar nuevos retos. La investigación nos dice que los niños con un apego seguro son más capaces de confiar y sentirse cerca de los demás; controlar sentimientos difíciles; sentirse bien consigo mismos; preocuparse por los sentimientos de otras personas; aprender y desempeñarse bien en la escuela; ser curiosos y creativos; ser flexibles, resolver problemas y adaptarse a nuevas situaciones; pensar antes de actuar por impulso;
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ser más independientes; tener mejores habilidades sociales.
¿Entonces qué es el “apego seguro”?
El apego seguro ocurre cuando un padre proporciona, de manera sistemática y predecible, respuestas atentas y sensibles a su hijo, especialmente cuando el niño está
emocionado o molesto. Los niños con apegos seguros saben que pueden depender de la figura de apego para recibir ayuda cuando estén contrariados y compartir sus emociones cuando estén felices. El apego seguro se fundamenta en un mutuo dar y tomar entre el niño y el padre. El niño envía una señal de atención (como llorar o sonreír). El padre lee la señal correctamente y responde satisfaciendo las necesidades del niño. Los comportamientos receptivos que ayudan a configurar el apego incluyen: alimentar, sostener en brazos, acariciar, reconfortar, tranquilizar, bañar y otros comportamientos relacionados con el cuidado.
¿Cómo identificar el apego seguro en los bebés?
Alrededor de los ocho meses de edad, un infante con un apego seguro comenzará a inquietarse si su figura de apego no está a la vista. Esta respuesta se llama ansiedad de separación. La ansiedad de separación es normal en esta etapa de la vida. También es importante lo que el niño hace cuando la figura de apego regresa. Un infante con un apego seguro es feliz y puede aceptar ser reconfortado por esa figura de apego. En otras Los comportamientos palabras, el niño con un apego seguro mantiene un relacionados con el cuidado vínculo suficientemente fuerte para sentirse ayudan a los infantes a crear inquieto cuando la figura de apego se aleja, pero apegos seguros. también tiene suficiente confianza en dicha figura como para relajarse y ser reconfortado cuando la figura de apego vuelve. Los niños con apegos seguros pueden ser reconfortados hasta cierto punto por otras personas, pero por lo general prefieren que lo haga su figura de apego primaria.
Confianza = Regulación emocional…
El proceso de disgustarse y de ser después reconfortado por el contacto con la figura de apego primaria es como los infantes aprenden a calmarse y a regular (controlar) sus emociones. El término para esta capacidad es regulación emocional. Dicha capacidad nos permite entender y aceptar nuestras emociones, usar medios saludables para manejarlas y mantenernos funcionando aún bajo estrés. En gran medida, una buena salud mental y emocional depende de esta capacidad de regulación emocional.
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¿Cómo identificar el apego seguro en los niños pequeños?
Cuando el niño inicia su segundo año de vida, se vuelve más independiente física y emocionalmente. Durante este segundo año las partes del cerebro relacionadas con el habla entrarán en operación, y hacia el fin del tercer año la mayoría de los niños habrá comenzado a hablar y a practicar el uso del baño. Ésta es una época activa y complicada para los niños y sus padres. Explorar (¡entrometerse en todo!) y probar su paciencia diciendo “no” son algunas de las formas en que un niño pequeño ensaya sus nuevas destrezas y desarrolla un sentido independiente de su yo. Los pequeñines tienen un fuerte deseo de hacer cosas “¡por mí mismo!” Al mismo tiempo, aún necesitan sentirse cerca de su figura de apego. Esto crea una tensión interna y puede llevar a severas explosiones emocionales. Es lo que a veces la gente llama “los terribles dos”. Un pequeño con apego seguro por lo general explorará su entorno con emoción y curiosidad, pero también buscará el contacto frecuente con su figura de apego. El vínculo de apego que generó la confianza el primer año ahora se convierte en una base segura en la que un niño pequeño se apoyará mientras explora el mundo exterior así como sus sentimientos y deseos. Piense en cómo los niños de esta edad juegan por sí mismos, quieren comer sin ayuda, etc., pero aún le llevan sus juguetes para que los vea y los sostenga cuando están cansados, lastimados o molestos. ¡También desean que usted comparta su alegría y emoción por el mundo que los rodea!
Los niños pueden tener más de una figura de apego
El apego se desarrolla a lo largo de la vida, desde antes del nacimiento (ahora hay evidencia de
que el apego a la madre comienza en el útero, durante el tercer trimestre de embarazo) hasta la
El vínculo de apego que generó la confianza el primer año ahora se convierte en una base segura en la que un niño pequeño se apoyará mientras explora el mundo exterior así como sus sentimientos y deseos.
adultez. Sabemos que los infantes establecen un vínculo con una figura de apego primaria durante los primeros meses de vida. Actualmente algunos expertos consideran que los niños comienzan a desarrollar otros apegos fuertes desde los tres meses de edad. Estos otros apegos suelen establecerse con personas que pasan mucho tiempo con el niño y le brindan un cuidado cálido, receptivo. Con frecuencia es el otro padre, y en ocasiones es un abuelo, un hermano u otro cuidador. Estas relaciones brindan al niño interacciones positivas, amorosas con los demás. Los infantes muestran una angustia
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extrema si pierden contacto con una figura de apego primaria. Ellos también responden con tristeza si pierden contacto con otras figuras de apego importantes.
Problemas de apego Apego inseguro
Los niños pueden desarrollar estilos de apego que les causarán problemas más adelante. Se desarrolla un apego inseguro cuando un niño establece un vínculo con un cuidador, pero no se siente sistemáticamente entendido o protegido por él. Esto puede ocurrir cuando un cuidador en algunas ocasiones entiende lo que el niño necesita y responde, pero en otras no. Puede suceder también cuando un cuidador se angustia demasiado o rechaza al niño. En todas estas situaciones, el niño aprende que no puede confiar sistemáticamente en el padre para que sus necesidades sean cumplidas. Es posible que un pequeño con un apego inseguro a un cuidador primario evite la cercanía y la conexión emocional (apego inseguro elusivo) o se muestre inseguro y preocupado de si puede depender del cuidador (apego inseguro ambivalente). Los niños con apegos inseguros tienen mayores probabilidades de hacer berrinches frecuentes y prolongados, ser propensos a accidentes e impulsivos, y buscar atención desesperadamente. Muestran una baja tolerancia a la frustración hacia los años escolares, tienen problemas en la escuela y conductuales en años posteriores, y finalmente luchan por establecer relaciones satisfactorias con adultos.
Apego desorganizado
El apego desorganizado constituye el problema de apego más grave. Sucede cuando un padre actúa en una forma que intimida o abruma el sistema de adaptación del pequeño. El niño se encuentra en la desvalida posición de tener que confiar en una persona atemorizante o dañina. Quien debía ser un refugio de tranquilidad y seguridad se convierte en una fuente de terror de la cual el pequeño desea escapar. Esto deja al niño sin un lugar que le dé seguridad emocional y sin posibilidades de crear confianza. Los niños cuya figura de apego primaria abusa de ellos o les infunde temor debido a violencia doméstica, adicción o enfermedad mental no tratada, es más probable que tengan apegos desorganizados. En estas situaciones, es común que los infantes no desarrollen la capacidad para autorregularse. Sus problemas emocionales y conductuales suelen ser más severos y difíciles de eliminar que los padecidos por los niños con apego inseguro. Los investigadores han encontrado que los niños con apego desorganizado tienen más probabilidades de enfrentar serios problemas de salud mental y de relaciones en la adultez. Téngalo en mente: El niño con apego inseguro a un padre que no es la figura de apego primaria puede sin embargo beneficiarse del contacto con el padre, pero tal vez necesite más apoyo. Cuando se desarrolla un plan de tiempo parental para un niño con un padre que no responde sistemáticamente a sus necesidades, hay que pensar 7 en cómo apoyar y tranquilizar al pequeño.
Programas de apego y de tiempo de paternidad ¿Cómo influye el factor del apego en las decisiones sobre los programas de tiempo de paternidad?
La ciencia ha mostrado que una parte del desarrollo cerebral que ocurre en los primeros años de vida sólo puede suceder cuando el niño es muy pequeño y su cerebro aún se encuentra en formación. Durante la primera infancia parece haber “ventanas” de oportunidad para aprender que no se abren después. Por ejemplo, los niños que no escuchan lenguaje hablado durante sus primeros años, pueden perder posteriormente la capacidad de aprender a hablar. El sistema de apego del niño es fundamental durante este periodo de crecimiento cerebral. La ciencia muestra que los niños aprenden de las personas por las que sienten apego dos o tres veces más rápido que como aprenden de otros. Los expertos piensan que perturbar el apego durante los primeros años puede tener más consecuencias negativas que eventos sucedidos en años posteriores. Para un niño pequeño cuyos padres están separados, hay muchas fuentes potenciales de tensión. Es posible que el niño se separe de su figura de apego primaria en determinados periodos de tiempo. Si estos periodos son demasiado frecuentes o prolongados, pueden tener un efecto negativo en el desarrollo del apego seguro. Durante una separación de los padres, el niño se ve expuesto a más conflictos parentales, tensión o, en algunos casos, violencia. Los padres del niño pueden estar tensos y menos disponibles emocionalmente. También existe la posible pérdida de contacto con el padre no residente (el padre que pasa menos tiempo con el niño). Aun si el padre no residente no es la figura de apego primaria, el niño resentirá la pérdida si el vínculo con él es fuerte. La investigación muestra que la participación de ambos padres en la vida del pequeño, con excepción de un padre peligroso o abusivo, es un importante factor de éxito en los niños. También sabemos que si bien el apego primario es un proceso de desarrollo crucial, el apego al otro padre se vuelve igualmente importante a medida que el niño crece.
Téngalo en mente: Cuando hay violencia doméstica, enfermedad mental grave no tratada o un copadre ausente, estos pasos son difíciles e incluso imposibles de lograr. Los planes parentales pueden verse diferentes. Más adelante hablaremos de algunos de estos escenarios.
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Usted puede hacer mucho para proteger a su hijo durante una separación o un divorcio… Si su hijo ya tiene un apego seguro, está en condiciones de tolerar algunos de los cambios que sobrevengan al divorcio y la separación. Después de años de observar a padres que viven en casas separadas, se ha visto que existen muchas cosas que protegen a los infantes y niños pequeños durante el proceso de separación. Por ejemplo, los padres pueden… comprometerse a proteger el sistema de apego en desarrollo del niño asegurándose de que el infante tenga muchas oportunidades y tiempo para conectarse con su figura de apego primaria y reagruparse emocionalmente. trabajar para reducir el conflicto y la tensión durante las transiciones. decidir ser flexibles para establecer un horario en torno a las necesidades del niño. obtener apoyo de modo que estén emocionalmente disponibles para responder al niño.
respaldar y estimular el vínculo del niño con el otro padre.
concentrarse en las necesidades de desarrollo del niño más que en lo que es “justo” para los padres.
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Importancia de la participación de los padres El sexo y los padres
Los niños casi siempre se desempeñan mejor cuando tienen acceso a padres seguros, participativos. En esta sección
se abordarán algunos puntos de la investigación que respalda la participación de los dos padres en la vida del niño. En el pasado, buena parte de la investigación se centraba en las “mamás” y los “papás”. Cuando hablamos de la investigación que trata sólo de las mamás o sólo de los papás, empleamos estos términos. De lo contrario, tratamos de usar términos neutrales en cuanto al sexo en la medida de lo posible. Tenga en mente que los estudios de madres y padres incluían a grandes grupos de padres. El resultado eran generalizaciones muy amplias acerca del comportamiento masculino o femenino de los padres. Recuerde que, definitivamente, el sexo no es el único factor en las habilidades de crianza. Las madres y los padres tienen habilidades únicas como individuos, y pueden o no corresponder a los patrones descritos más adelante.
¿Cómo contribuyen las madres y los padres al desarrollo del niño?
La investigación muestra que las madres y los padres interactúan con sus hijos en formas ligeramente distintas, y cada uno puede contribuir a un desarrollo sano. Los padres del sexo femenino tienden a exhibir con más frecuencia comportamientos cálidos, tranquilizantes y reconfortantes. A menudo son más capaces de leer la comunicación no verbal y conectarse con el estado emocional del otro. Estas formas de conectarse aumentan el desarrollo del cerebro derecho en los infantes. El desarrollo de esta parte del cerebro es crucial para las relaciones sociales y emocionales. El apego madre-hijo parece afectar la capacidad del niño de acercarse a los demás y manejar la ansiedad en la infancia temprana y la posterior. Los padres tienden a ser más físicos y estimulantes cuando interactúan con los niños pequeños. A menudo llevan a sus hijos hacia el exterior y permiten más libertad de explorar a los bebés. Los padres del sexo masculino a menudo favorecen las actividades prácticas, educativas, y utilizan juguetes de una manera que expande el mundo del niño. El juego del padre con el niño es un modelo de control de sí mismo que ayuda a los niños a reconocer las claves emocionales de los demás. El apego al padre también influye en la forma como un niño pequeño controla los comportamientos agresivos.
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Un promedio de un tercio de los niños de padres separados pierden contacto con uno de los padres, por lo general el papá.
Las madres suelen estar más próximas al niño, vigilándolo y ayudándolo con las tareas. Los padres tienden a dar un paso atrás y a mostrar menos angustia respecto a la seguridad, aunque muchos tranquilizan y alientan al niño para que controle la ansiedad y continúe con una tarea. Esta combinación de respuestas ayuda al infante a desarrollar un equilibrio entre independencia y sentido de seguridad.
¿Qué impacto tiene la participación de un padre seguro, cuidador?
Pocos padres que pasan por una separación o un divorcio piensan en cortar el contacto con el papá. Sin embargo, en promedio un tercio de los niños de hogares separados pierden contacto con uno de los padres, por lo general el papá, debido a lo cual los estudios se han centrado en los papás. Cuando la seguridad no es un problema, los niños con padres seguros, participativos, han mostrado:
Mayores logros educativos a lo largo de la vida. Están listos para la
Mejor desempeño en destrezas cognitivas como capacidad de lenguaje,
escuela más pronto y permanecen más tiempo en ella; el desempeño escolar en general es mejor; un estudio encontró que los niños con una participación significativa de los padres tuvieron 43% más probabilidades de obtener principalmente calificaciones de A y un tercio menos probabilidades de repetir el grado.
pensamiento y resolución de problemas.
Niveles más altos de funcionamiento social y emocional. Tienden a hacer
Los hijos de padres participativos tienen más probabilidades de obtener calificaciones de “A”.
amistades más sólidas y duraderas a lo largo de su vida, y muestran una mayor capacidad para respetar los sentimientos de los demás; las niñas tienen una autoestima más alta y más fe en su capacidad de mantener relaciones de largo plazo; los chicos tienen menos comportamientos agresivos.
Menos problemas conductuales. Usan drogas y alcohol con menos
Mayor seguridad financiera. Los padres participativos tienen más
frecuencia, y las niñas tienen menos probabilidades de experimentar un embarazo adolescente; los niños tienen menos probabilidades de estar en el sistema de justicia juvenil.
probabilidades de apoyar financieramente a sus hijos y de cumplir con la obligación de respaldar a los niños.
Téngalo en mente: Los estudios del impacto de los padres participativos incluyen al padre que no es perfecto y puede tener un déficit de habilidades. Por lo general no incluye al padre que tiene un historial de violencia, adicción a las drogas o problemas serios de salud mental no tratados.
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¿Qué pasa con otros tipos de escenarios de crianza?
Los estudios sobre los beneficios de la participación de los dos padres se han centrado en la comparación de los padres varón y mujer. Sin embargo, muchos estudios han comparado a los niños criados por padres del mismo sexo con niños criados por padres de sexos opuestos. Por encima de todo, la investigación muestra que los niños
criados por padres del mismo sexo cálidos, cariñosos tienen tanto éxito como aquellos educados por padres cariñosos de sexos opuestos. Por desgracia, hay
muy poca investigación específica que compare a padres del mismo sexo separados o divorciados con padres de sexos opuestos que pasan por la separación o el divorcio. Esperamos que muchos de los beneficios de tener a padres de sexos opuestos que participan en la vida del niño después de la separación también estén presentes en los niños con padres del mismo sexo que se han separado o divorciado.
Se han realizado muchos estudios sobre niños educados en hogares de un padre solo. Estos estudios a menudo incluyen aspectos negativos respecto a la forma como los niños sin dos padres se desempeñan como adultos. Cuando los expertos profundizaron en su búsqueda, notaron que algunos de los “problemas” de los niños criados por un solo padre pueden estar más relacionados con las dificultades financieras de educar solo a un hijo que con el sencillo hecho de ser un padre solo. Además, muchos de los estudios incluían a padres solos con otros tipos de problemas (como adicción o enfermedad mental no tratada) que pueden tener un efecto negativo en los niños.
Padre solo
Vs.
Dos padres
Más recientemente, los investigadores adoptaron un enfoque fresco y buscaron factores de resistencia (protectora) en niños que viven en hogares de un solo padre. Notaron que muchos niños con padres solos son saludables y están bien adaptados. Dichos estudios revelan que los niños con un buen desempeño en hogares de un solo padre presentan algunos de los siguientes rasgos: Relaciones positivas con otros adultos seguros que los apoyan o aconsejan Fuerte compromiso con su desempeño en el ámbito escolar y la educación Padres con buenas habilidades de crianza Apego seguro al padre que los cría Relación con compañeros positivos y en actividades extracurriculares Comunidades seguras y libres de violencia Padres con buenas redes de apoyo sociales
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Seguir en contacto cuando su hijo no vive con usted ¿Por qué algunos padres no residentes se alejan de sus hijos? Sabemos que los padres aman a sus hijos; entonces, ¿por qué algunos padres “se retiran”? Los padres revelan varios aspectos relacionados con el porqué de su alejamiento…
Sentimientos de culpa o de ineptitud como padre. Los
Volver a casarse o a tener una pareja dentro del primer año posterior a la separación. El tiempo que los niños necesitan para adaptarse a un divorcio o
padres que salen de relaciones tradicionales pueden sentirse menos competentes en las funciones relacionadas con el cuidado del niño. Luchan por encontrar la forma de entrar en la vida académica y social de sus hijos. Las madres que abandonan a sus hijos cuando salen de una relación sienten una intensa culpa. Su familia o su comunidad puede juzgarlas duramente.
una separación fácilmente puede extenderse dos años. Su necesidad de una atención no dividida de los padres durante este tiempo es imperiosa. El setenta y cinco por ciento (75%) de los padres divorciados se casan nuevamente en un lapso de tres años. Los que se vuelven a casar cuando los niños están muy pequeños tienen más probabilidades de perder el contacto.
Mudarse a un lugar que está a más de 120 kilómetros de distancia.
Cuando un padre vive a más de una hora en auto de su hijo, la logística y los horarios son más problemáticos. Es posible que los niños protesten por ser arrancados de su barrio y sus amigos. Los padres no residentes pueden sentir que tienen menos contacto con el niño en la vida diaria.
Conflicto en curso con el otro padre. Con el tiempo, la tensión emocional y
Distanciamiento. El padre residente u otra persona importante en la vida del
Problemas de vida. Si el padre no residente está luchando contra una adicción
psicológica de la batalla sin tregua cobra su cuota y es posible que los padres no residentes decidan que los niños estarán mejor si ellos no se encuentran cerca. niño habla mal del otro padre y se muda para limitar su contacto.
o una enfermedad mental, es un vagabundo o está en la cárcel, el problema de continuar con el contacto se agrava.
Lo que los padres no residentes pueden hacer para fortalecer el apego…
A los padres no residentes les preocupa la capacidad de establecer vínculos con su hijo si tienen pocas o ninguna oportunidad de pasar la noche juntos. La frecuencia y calidad del tiempo pasado con un niño es importante, sin importar si el infante pasa la noche con el padre. Recuerde que los niños desarrollan apegos con cuidadores que de manera sistemática les brindan un ambiente seguro, tranquilo, formativo y receptivo. Los padres que adoptan rutinariamente comportamientos receptivos con su hijo crearán un apego más sólido.
Los comportamientos receptivos incluyen:
Hacerse cargo de las necesidades básicas del niño: alimentación, baño, cambio de ropa Reconfortar al niño cuando esté enfermo o molesto: abrazarlo, cargarlo, mecerlo Ayudar al niño a alistarse para ir dormir o para tomar una siesta: leerle, lavarle los dientes y otros rituales del momento 14de dormir Sostener y hablar al niño; o jugar un juego imaginativo con el pequeño
Es útil ser sensible a la preocupación del padre residente por la separación del niño. Esto puede ser difícil de lograr en medio de un divorcio o separación, cuando la confianza es baja y los malos sentimientos, altos. Finalmente, vale la pena el esfuerzo. Los estudios muestran que cuando un padre residente confía en que el niño va a estar bien atendido por el otro padre, tiene más probabilidades de apoyar la relación. La confianza permite al padre residente relajarse y dejar saber al niño que la transición al otro padre es segura.
He aquí algunas formas de crear confianza con su copadre:
Tomar una clase para padres como “Los años increíbles” a fin de tener más conocimientos y habilidades para el cuidado del niño pequeño.
Estar abierto a recibir información del padre residente acerca de las rutinas, las necesidades y las preferencias del niño.
Informar al padre residente cómo se comportó el niño cuando estuvo con usted, por ejemplo en: comidas, siestas, toma de medicinas o cambios en la salud.
Asegurarse de que su espacio sea seguro para un niño pequeño y permitir al otro padre visitar y ver que ese espacio esté listo para su hijo.
Lo que los padres no residentes pueden hacer para estar en contacto…
Un primer paso para estar en contacto con su hijo es crear una relación de trabajo respetuosa con el otro padre. Por lo general, para lograr esto es necesario separar los sentimientos por el otro padre de los que se tienen por el hijo. Tratar al otro padre con respeto y manejar los conflictos enseña al niño comportamientos saludables. La investigación muestra que cuando el respeto por una figura de apego primaria está ausente, los niños tienen más probabilidades de ser ansiosos, retraídos o antisociales. Si el conflicto es ligero y el padre residente se siente respetado, hay más oportunidades de comunicación, participación y conexión. Algunas de las principales formas de estar en contacto con la vida diaria del niño pequeño, aun cuando éste no se encuentre con usted, son: Asistir a las citas con el doctor Participar en grupos de juego o en actividades preescolares Dejarlo y recogerlo en la guardería o en la institución de preescolar Siempre que sea posible, ofrecer ayuda al padre residente brindando atención temporal, transporte a las citas u otro apoyo Evitar el involucramiento excesivo en el trabajo o una nueva relación Ser confiable; faltar a las visitas programadas envía un mensaje a su hijo y al otro padre de que el tiempo con el niño no es importante
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Los padres que viven lejos o que no pueden tener mucho contacto personal con su hijo podrían considerar:
Programar llamadas telefónicas regulares o sesiones de Skype o face time; con sólo decir unas cuantas palabras a un infante o a un niño pequeño es suficiente para establecer el reconocimiento. Los niños de esta edad tienen un espectro de atención increíblemente corto. El hecho de que no puedan pasar más de 30 segundos en el teléfono no significa que no deseen comunicarse con usted. Dar fotos al otro padre para que las vea con el niño.
Obsequiar al niño un muñeco de peluche con un chip de voz al que se le pueda grabar “Te quiero” u otros mensajes breves.
Enviar por correo a su hijo tarjetas, cartas, videocintas de usted y otros momentos que le permitan saber que está pensando en él. Usted puede estar pensando en su hijo todo el tiempo, pero su hijo no lo sabrá a menos que se lo demuestre.
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Apoyar el vínculo del padre no residente Lo que los padres residentes pueden hacer para fortalecer la participación del padre no residente…
Los padres residentes deben separar los sentimientos negativos hacia el otro padre de la necesidad de un niño de permanecer en contacto con esa persona. A continuación se describen algunas formas en que los padres residentes pueden apoyar el vínculo del niño con el otro padre y al mismo tiempo ayudarse a sí mismos para no preocuparse cuando su hijo está lejos de ellos.
Comparta sus conocimientos con el padre que tiene menos experiencia práctica. En vez de criticar, “¡En su vida ha cambiado un pañal”!, trate de compartir sus habilidades e información en relación con las necesidades y preferencias del niño.
Estimule el contacto frecuente con el padre no residente para aumentar la seguridad y el apego del niño a él.
Trate al otro padre con respeto; es más probable que acepte sus consejos si se siente respetado.
Consiga apoyo para enfrentar su temor a alejarse de su hijo.
Recabe información sobre la angustia infantil normal o anormal para no reaccionar exageradamente a la angustia normal durante las transiciones.
Evite conflictos frente a su hijo; el conflicto hace que su hijo se angustie más en las transiciones.
Trate de no saltar a conclusiones acerca del otro padre con base en el comportamiento o los comentarios del niño. Aclarar una duda con el otro padre puede revelar que su hijo está molesto por razones normales; ¡tal vez no le da helado en el desayuno!
Incluya al otro padre como contacto en los formularios médicos, dentales, de guardería y escolares. Por ley (Estatutos Modificados de Oregón 107.154), ambos padres tienen el derecho a recibir información acerca de la escuela de su hijo, de su salud médica y mental, y de expedientes juveniles sin importar la situación de la custodia, a menos que un tribunal ordene lo contrario.
Considere usar una libreta para comunicar información importante de una parte a otra sobre cómo estuvo el día para el infante o el niño pequeño. En la
contraportada de este manual se encuentra el Modelo de registro de comunicación entre copadres.
Separe los sentimientos negativos hacia el otro padre de la necesidad del niño de estar en contacto con esa persona.
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El asunto de la pernoctación ¿Por qué existe tanta confusión en lo relativo a la pernoctación?
La mayoría de los padres saben lo importante que es el apego seguro para el desarrollo del niño, y a menudo se preocupan por la separación del infante de la figura de apego primaria. El sistema de apego del infante (la necesidad de estar cerca de la figura de apego primaria por razones de seguridad y bienestar) se activa ante las amenazas de peligro. Estas “amenazas” pueden incluir la separación de la figura de apego o estar solo en la oscuridad, por ejemplo a la hora de dormir. Ambas pueden ocurrir cuando el niño pasa la noche lejos del padre residente. Si las rutinas de cuidado son caóticas, o si el niño no es capaz de reconectarse con la figura de apego primaria lo suficiente para “reiniciar” su sistema de apego, el pequeño puede sentir más estrés por ese padre y extrañarlo profundamente. El cerebro del niño crónicamente estresado libera químicos que pueden dañar su desarrollo. Por esa razón los padres deben estar atentos a la forma como el niño maneja la situación de estar lejos de la figura de apego. También es útil que los niños tengan rutinas estables, tranquilizadoras para ir a la cama. El trato sensible del padre y las rutinas de apoyo ayudan al chico a relajarse, a sentirse seguro, a mantener un apego saludable y a dormir lo necesario para estar saludable y feliz (¡en vez de ser un gruñón!).
¿Los infantes o niños menores de tres años deben pasar la noche en casa del otro padre?
Ésta es una pregunta cuya respuesta ha tomado mucho tiempo a los investigadores. Según algunos expertos, los estudios muestran que los infantes no experimentan efectos negativos por pernoctar en casa del padre no residente. Además, indican que la pernoctación puede aumentar el vínculo con el padre no residente, así como el compromiso del padre no residente con el niño. Otros expertos piensan que separar a un infante de una figura de apego primaria debido a pernoctaciones demasiado largas o frecuentes puede ser dañino. Los hallazgos, dicen ellos, sugieren que los infantes con pernoctaciones frecuentes (una vez a la semana o más) padecen más angustia con su figura de apego primaria y se muestran más irritables y preocupados por la separación de su cuidador primario en comparación con niños que pasan la mayor parte del tiempo al cuidado de un padre.
¿Entonces que deben hacer los padres?
No hay una respuesta clara, sencilla, universal para todos los padres. En este punto, no sabemos con certeza si las pernoctaciones tienen un efecto negativo o positivo en los niños pequeños. Los padres deben más bien considerar otros muchos factores cuando toman decisiones respecto a la pernoctación y el tiempo de paternidad para los niños pequeños.
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He aquí las “diez primeras” preguntas para considerar cuando se piensa en las pernoctaciones y los planes de crianza en general… 1. ¿Cuál es el historial de apego del niño con cada uno de los padres? ¿A quién de los padres es más probable que el niño acuda cuando se siente molesto, lastimado, enfermo o cuando se despierta a media noche? ¿Su hijo responde de la misma forma o de manera diferente a cada uno de ustedes? Ésta es una pregunta difícil para los padres. Sea honesto por el bien de su hijo. Recuerde que el apego primario está relacionado con la edad. Es el cimiento de todos los demás apegos.
2. ¿Qué comportamientos y papeles en el cuidado tuvieron antes de la separación o divorcio? ¿Cuál fue el papel de cada uno al atender a su hijo en las diversas actividades diarias y las rutinas nocturnas, como bañarlo, cambiarle los pañales, alimentarlo, jugar con él y llevarlo a dormir? ¿Vivieron como padres y compartieron el cuidado del niño?
3. ¿Cuáles son sus habilidades como padres? ¿Cuáles son sus puntos fuertes y sus debilidades en la crianza? ¿Qué es lo que usted o el otro padre todavía está aprendiendo? ¿Cómo podría ayudar al otro padre a desarrollar esas habilidades en beneficio de su hijo? Piense en un plan para hacer el mejor uso de sus habilidades. 4. ¿Cuál es el temperamento de su hijo? ¿Cómo enfrenta el
niño el cambio y la transición? Algunos niños necesitan más la rutina y se angustian con facilidad cuando los horarios y el entorno cambian. Otros infantes son más flexibles y se adaptan con relativa facilidad a los cambios en la rutina. El niño menos flexible tal vez luche para adaptarse a horarios variables para dormir, comer, bañarse y otras rutinas regulares entre los dos hogares.
5. ¿Qué nivel de conflicto existe entre usted y el otro padre? Durante la
separación o el divorcio, es normal que exista cierto conflicto. Sin embargo, los niños expuestos a altos niveles de conflicto sienten más angustia con los intercambios. Si el conflicto agudo es crónico, la tensión puede tener efectos negativos duraderos en el ánimo y el comportamiento del niño. Los padres que tienen conflictos necesitan planear cómo controlar la exposición del niño. Si hay discusiones habituales en los intercambios, piensen en alguna forma de minimizar el contacto personal, por ejemplo recurriendo, en la medida de lo posible, a una tercera persona o a un entorno de guardería para realizar el intercambio.
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Muchos padres que tienen conflictos serios minimizan la exposición del niño practicando un estilo de paternidad paralela que limita la cantidad de contacto y discusión con el otro padre. Cada uno de los padres hace las cosas a su manera durante el tiempo que le corresponde. Este arreglo no es ideal para mantener la regularidad entre los hogares, pero es mucho mejor que exponer al niño a un conflicto en curso.
6. ¿Usted y el otro padre tienen una buena comunicación? La rutina y la
regularidad son importantes para los niños pequeños. Su hijo se desempeñará mejor entre los dos hogares si usted y el otro padre comparten información sobre cuestiones como la hora de dormir y las rutinas de comida, los alimentos favoritos, las enfermedades, el entrenamiento para usar el baño y nuevos objetivos, entre otros. Si su capacidad para comunicar directamente estas cuestiones al otro padre no es la que usted quisiera, considere usar una libreta que viaje de un lado al otro con su hijo, en la cual se documenten estos eventos (vea el “Modelo de registro de comunicación entre copadres” en la contraportada de este manual).
7. ¿Su hijo tiene necesidades especiales? Un niño con cólicos, problemas
sensoriales u otras afecciones puede minar la fortaleza física y emocional de los padres. Si éstos satisfacen de manera eficiente las necesidades especiales del niño, esto será de utilidad para cuando llegue el momento de crear un plan que les permita a ambos tener un respiro. En ocasiones sólo uno de los padres tiene la paciencia y el tiempo necesarios para cuidar al infante. Si usted se encuentra en esa situación, es importante crear una red de recurso y pedir ayuda cuando sea necesario. Los niños con necesidades especiales pueden verse más afectados por las transiciones o la alteración del apego.
8. ¿Hay un historial de violencia doméstica? Los
niños pequeños expuestos a la violencia doméstica se encuentran en riesgo de ver afectado negativamente el desarrollo del cerebro. El temor y la tensión crónicos que existen en un hogar donde hay violencia hace peligrar el sistema de apego del niño. Algunos estudios muestran que los niños expuestos a violencia doméstica tienen más problemas de salud mental que los niños que experimentan otras formas de abuso. En muchos
estados, incluido Oregón, abusar de la pareja cuando el niño está presente es un grave crimen. Si usted y sus hijos han padecido violencia doméstica, entonces la seguridad es prioritaria. Los planes de paternidad centrados en la seguridad pueden brindar un contacto seguro, significativo entre un padre y su hijo y minimizar el riesgo de violencia en el futuro. Los planes centrados en la seguridad pueden incluir una multiplicidad de opciones, desde lugares de intercambio público seguros hasta tiempo de paternidad supervisado profesionalmente. En la guía de
recursos, ubicada en la contraportada de este libro, hay más información y recursos para padres que han experimentado violencia doméstica.
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9. ¿Usted o el otro padre tienen problemas serios con su funcionamiento? Un padre con una adicción activa o no tratada, enfermedad mental u otro problema grave en el funcionamiento diario, es probable que no pueda responder todo el tiempo a las necesidades de cuidado de un infante o un niño pequeño. Además, un padre inmerso en esa lucha tal vez entre y salga de la vida del niño, con el consecuente daño al vínculo entre ese padre y el niño y la alteración del apego. Como ocurre con la violencia doméstica, muchas de las opciones de los planes de paternidad centrados en la seguridad pueden aplicarse a estas situaciones.
10. ¿Cómo cree que reaccionará su hijo a su plan? Pregúntese cómo se sentiría si, al igual que su hijo, fuera recogido y trasladado de una casa a la otra varias veces a la semana? ¿Cómo sería si, lo mismo que un bebé, no entendiera a dónde va o cuándo va a regresar? ¿Qué lo haría sentir más cómodo y seguro?
Si contesta la mayoría de estas preguntas de manera positiva, su hijo está en buenas condiciones para pernoctar con el padre no residente. Más adelante en este manual abundaremos sobre cómo hacer la transición de los niños pequeños a la pernoctación en un lugar distante y qué hay que observar. Si tiene respuestas negativas o dudas en algunas de estas áreas, es conveniente pensar muy detenidamente en el tiempo de pernoctación. En situaciones en las que hay problemas con el apego, las habilidades y el temperamento del niño, pasar a menudo tiempo diurno con el otro padre puede ayudar a éste a desarrollar habilidades y al niño a crear apego. De cualquier manera, es importante que usted y el otro padre noten cómo se desempeña su hijo. Observen si hay signos de angustia serios (vea “Signos de angustia” en la siguiente sección), y prepárense para acelerar o reducir la velocidad si es necesario, procurando no reaccionar exageradamente a la angustia normal.
Recuerde: ¡No hay un plan de crianza claro, sencillo, universal!
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Signos de angustia La angustia normal es predecible e inofensiva para los niños pequeños; sin embargo,
los niveles anormalmente altos de angustia pueden dañar el vínculo de apego, la estabilidad emocional y el desarrollo cerebral del niño. Algunos programas de
tiempo y situaciones de crianza pueden exponer al niño pequeño a niveles de angustia crónicos, altos.
¿Cómo saber si la angustia de mi hijo es normal?
He aquí algunos signos que podrían ayudar a los padres a conocer la diferencia entre los niveles de angustia normales y los problemáticos. Ansiedad por separación normal
Ansiedad por separación problemática
El niño llora o expresa sentimientos negativos cuando se separa de usted, pero se calma después de unos minutos, una vez que usted se encuentra fuera de su vista.
El niño llora o expresa sentimientos negativos cuando se separa de usted, pero no se calma después de unos minutos y se muestra cada vez más enojado e inconsolable.
Respuestas normales al reencuentro
Respuestas problemáticas al reencuentro
El niño está feliz cuando vuelve con usted, lo saluda con afecto y acepta la calidez y el cariño que usted le brinda.
El niño está enojado, inconsolable o apagado (adormecido y distante) cuando vuelve a usted, y no acepta que se le tranquilice. En algunos casos puede dar la espalda, golpear o expresar sentimientos negativos extremos hacia usted.
Comportamiento normal de búsqueda de la seguridad
Comportamiento hipervigilante
El niño desea más seguridad de usted, lo sigue más cercanamente, quiere sujetarle la mano, necesita recibir más abrazos, tener una atención extra, etc. Esto se da aproximadamente el primer día o después del regreso, pero se desvanece con gran rapidez cuando el niño queda a su cargo.
El niño es hipervigilante (observa constantemente): ve dónde está usted, sin poder dejarlo fuera de su mirada en los momentos en que suele estar dispuesto al contacto: debe ser cargado constantemente (sin poder ponerlo en el suelo), se sujeta por días, lo sigue al baño, no quiere quedarse en la guardería o con la abuela, no puede jugar solo, etcétera.
Regresión ligera y de corto plazo
Regresión seria y de largo plazo
El niño usa un “lenguaje de bebé” o quiere que usted haga cosas para él que ya aprendió a hacer por cuenta propia, pero sólo por un breve tiempo. Puede ser redirigido hacia un comportamiento más apropiado a la edad.
El niño pierde habilidades que había aprendido antes, como balbucear, rodar, gatear o caminar, usar el orinal o utilizar el lenguaje. Estas habilidades desaparecen por días o semanas cada vez.
Expresión normal de sentimientos
Problemas con la expresión de sentimientos
El niño expresa una amplia gama de sentimientos: felicidad, tristeza, enojo, etc., y los sentimientos parecer ser acordes a la situación.
Los sentimientos del niño se adormecen (se insensibilizan y retraen) o se salen de proporción en relación con el evento que disparó el sentimiento. El niño pierde interés en el entorno o sus actividades, o está siempre lloroso, molesto o triste.
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Comportamientos normales El niño hace berrinches, dice “no” con más frecuencia, se muestra irritable y enojado, no sigue instrucciones, riñe con compañeros, pero se reagrupa después de un día aproximadamente.
comportamientos preocupantes El niño muestra un comportamiento extremo: se lastima a sí mismo y a otros, o a las mascotas; juega y mancha con heces; destruye objetos favoritos o juguetes. Los comportamientos negativos normales se vuelven crónicos o empiezan a escalar.
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Preparar al niño para las transiciones Los niños menores de dos años tienen una capacidad limitada para recordar pasado
un tiempo. Esta parte de la memoria no se ha desarrollado aún en el cerebro. No tienen capacidad para imaginar el futuro, así que no pueden predecir el retorno de una figura de apego. Los niños menores de dos años son sumamente sensibles a las rutinas, que les dan una sensación de seguridad y confianza. Además, no tienen suficientes habilidades de lenguaje para decirle cómo están y pedirle lo que necesitan. Esto significa que los padres deben poner atención al comportamiento del niño y anticipar sus necesidades. Con los niños menores de dos años, considere lo siguiente:
Programe oportunidades para tener tiempo de paternidad frecuente pero breve, ya que los niños menores de dos años necesitan un contacto
frecuente para establecer el vínculo, pero pueden estresarse si están lejos de una figura de apego primaria demasiado tiempo. Puede ser útil que el niño pase algunas horas varias veces a la semana (por lo menos dos o tres) con el padre no residente. Los bebés y los niños pequeños tal vez no toleren pernoctar lejos de su figura de apego primaria y del ambiente familiar.
Trate de igualar los horarios de comer, de dormir la siesta y de tener actividad a fin de minimizar la cantidad de cambios que su hijo tenga que manejar.
Comparta artículos de comodidad como una sábana favorita, un chupete, un muñeco de peluche, una canción grabada u otro objeto que su hijo use para tranquilizarse.
Si está considerando pernoctaciones… o Tómese su tiempo. Demasiadas veces, y demasiado pronto, podrían
retrasar el proceso si ello hace que el niño tema la separación y se resista a pernoctar.
o
Comience con siestas. Las siestas permiten que el niño “practique” el
acto de dormir y despertar bajo la atención de un padre sin tener que lidiar con la oscuridad o largas horas lejos de la figura de apego primaria.
o
Ayúdense mutuamente para ayudar al niño. Es conveniente para todos que las pernoctaciones tengan un buen desarrollo. Puede ser útil
que la figura de apego primaria visite el espacio del otro padre y ayude algunas veces a preparar al niño para la siesta o para dormir en la noche. Esto puede garantizar al niño que está bien.
o Dispóngase a dar un paso atrás. Su hijo le hará saber si las cosas van demasiado rápido. Es difícil dar un paso atrás, pero es importante ser sensible a las necesidades de su hijo. Un niño puede pasar mucho tiempo con un padre sin pernoctar. Recuerde que ese paso atrás puede ser temporal y ayudar a que las cosas caminen una vez que el niño haya tenido la oportunidad de establecerse.
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Los niños de dos y tres años tienen una mayor capacidad para recordar y un sentido
del tiempo más desarrollado aunque más limitado en comparación con niños mayores o adultos. Pueden pasar más tiempo lejos de alguno de sus cuidadores, pero tal vez aún sufran de ansiedad de separación de la figura de apego primaria por largos periodos. El tiempo regular, frecuente con ambos padres aún es importante. Los niños de esta edad están más conscientes de los cambios en su vida y pueden ser más resistentes al cambio que cuando eran menores. Para los niños mayores de dos años, considere lo siguiente:
Programe oportunidades parentales más largas pero aún frecuentes.
Los niños de esta edad a menudo pueden tolerar un día o dos lejos de un padre, pero lo extrañan y se sienten estresados si el tiempo se prolonga. Algunos pueden tolerar las pernoctaciones, mientras que otros siguen angustiándose por dormir lejos de la figura de apego primaria. Ayúdelo a prepararse para las transiciones. Es útil establecer una rutina para las transiciones. Así mismo, atendiendo a las capacidades verbales y de tiempo del niño, es conveniente decirle unas horas antes que la próxima transición se acerca. Además, asegurarle que lo verá de nuevo, que él está bien y predecir que pasarán un buen rato es tranquilizador. ¡Cuide lo que dice! Aun antes de que puedan hablar, los pequeños entienden lo que usted dice. También reaccionan a su tono de voz. A esta edad, los niños pequeños idealizan y se identifican fuertemente con cada uno de los padres. Imaginan que usted es perfecto. Criticar al otro padre puede dañar la autoestima de un pequeño y la confianza en cada uno de ustedes.
Trate de igualar los horarios de comer, de dormir la siesta y de tener actividad para minimizar la cantidad de cambio que el niño tiene que manejar.
Esto aún es importante para los niños pequeños ya que algunos de ellos son todavía más sensibles al cambio que los infantes. Pueden volverse ansiosos, rígidos o irritables cuando las rutinas no son predecibles. Comparta artículos de comodidad como una sábana favorita, un chupete, un muñeco de peluche, una canción grabada u otro artículo que su hijo use para tranquilizarse. A esta edad las películas y el face time o Skype también pueden ser tranquilizantes. Prepárese para adaptarse y comunicar. El crecimiento y desarrollo del lenguaje y los centros de memoria del niño es significativo. El avance del pequeño puede ser rápido. Lo que comía ayer, hoy lo detesta. Su “sabanita” favorita es cosa del pasado, pero no puede dejar al perro fuera de su vista. Antes se dormían con una caricia en la espalda y ahora quieren cuento tras cuento. Los padres deben estar listos para hacer ajustes y hablar entre sí acerca de los cambios de humor, deseos y hábitos del pequeño. Las vacaciones y las ocasiones especiales cuentan. A esta edad los niños están conscientes de las ocasiones especiales y las vacaciones, que son largas y mágicas en su mundo. Considere estos eventos cuando haga su plan. Los niños de más edad pueden usar un calendario y circular el día que verán al otro padre, o la celebración de un día festivo.
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Los estudios han encontrado que hacia la edad de cuatro años los niños con dos hogares seguros y familiares por lo general muestran menos signos negativos en acuerdos que implican múltiples pernoctaciones y mucho tiempo con cada padre. Los expertos creen que a esta edad un niño con un apego saludable puede tranquilizarse por sí solo, anticipar el retorno de un padre, pedir lo que necesite y entender lo suficiente acerca del tiempo para predecir el reencuentro con el otro padre.
A la edad de cuatro años los niños con dos hogares seguros por lo general no muestran signos negativos cuando pasan muchas noches con cada padre.
Téngalo en mente: Los niños tienen más probabilidades de mostrar sus reacciones negativas al estrés cuando están con la figura de apego primaria. Esto se debe a que se sienten más seguros con esta persona y porque los niños pequeños creen que la figura de apego primaria es responsable de los sentimientos buenos y malos.
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Los infantes de hoy suelen comenzar a ver televisión a los cuatro meses de edad. La investigación muestra que ver TV o estar mucho tiempo frente a la pantalla puede incidir en cuánto aprende el niño y con qué rapidez. A continuación se presentan algunos hechos importantes acerca de su hijo y el uso de los medios.
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