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Historia de la Fotografía Las propiedades físicas de la luz hacen que ésta pueda dirigirse en forma de rayos a través de un pequeño agujero, reflejar una imagen punto a punto y, al transmitirse en linea recta, proyectarla de forma invertida en la pared contraria del material Este fenómeno fue ya observado por Aristóteles 300 años a.C, utilizado por Al-Hazem para crear la primera cámara oscura en el siglo XI y estudiado por leonardo da Vinci en el siglo XVI en relación con la perspectiva pictórica, pues el primer uso de este invento fue como útil para dibujar. La cámara oscura es el primer antecedente tanto de la cámara fotográfica como del proyector de vídeo, diapositivas y cine.
Proyector de Athanasius Kircher, precursor de la linterna mágica. La cámara oscura como instrumento para dibujar en el renacimiento
La Linterna mágica que no es mas que una caja de la que surge un haz de luz que pasa por una imagen transparente se complicó cuando se le colocaron ruedas que, al alejarse y acercarse producían imágenes de diversos tamaños. En la actualidad podemos verlo en juegos para niños pero en el pasado fueron una importante revolución en un mundo en el que no existía la cámara fotográfica, ni la televisión ni ninguna de las tecnologías que ahora conocemos. Pero el avance definitivo en el mundo de la imagen se debe a la fotografía, que surgió en el siglo XIX. Los inventos y experimentos de Niepce, Daguerre y Fox Talbot dieron lugar a la primera "impresión" de la imagen a causa de la luz en material sensible. La fotografía en principio fue concebida mas como un experimento químico que como arte. Joseph Nicéphore. Niépce es un completo desconocido para el gran público. Una circunstancia chocante dado que este inventor francés ha pasado a los anales de la historia como el autor de la primera fotografía permanente de la que se tiene constancia. Comenzó a experimentar en este campo en 1793, cuando apenas contaba con 28 años, pero a pesar de que en ocasiones lograba capturar imágenes, éstas se oscurecían rápidamente. No fue hasta 1825 cuando consiguió hacer la que es considerada como la primera fotografía de la historia. La realizó sobre un grabado del siglo XVII en el que aparece un hombre tirando de un caballo:
Sólo un año después hizo la primera fotografía en la que aparece un paisaje natural de fondo. Conocida como” La cour du domaine du Gras”, esta instantánea permaneció en el olvido durante décadas hasta que en 1952 Helmut Gernsheim la compró y Kodak realizó una copia. Desde 1973 los derechos pertenecen a la Universidad de Texas y en la actualidad se exhibe en el Harry Ransom Humanities Research Center, situado en la ciudad estadounidense de Austin.
Siguiendo con las curiosidades, la primera fotografía en la que apareció un ser humano fue tomada por Louis Daguerre a finales de 1838 o principios de 1839. La imagen se titula Boulevard du Temple y en ella sale un hombre en la esquina inferior izquierda que se está limpiando las botas. La fotografía fue evolucionando de complicadas técnicas hasta la llegada de la pequeña cámara de KODAK, que permitía al usuario conseguir una instantánea con solo apretar un botón y la introducción en el mercado del carrete de película fotográfica en 1888. lo que provocó la sustitución de las placas de cristal empleadas hasta el momento.
Con la evolución de las técnicas fotográficas se consigue que el tiempo de exposición de la imagen a la luz tras el disparo sea cada vez menor y la complejidad de los equipos, cada vez mayor. Por eso se hace posible la fotografía, y posteriormente las tomas cinematográficas, en primera línea de batalla. La llegada de la cámara Leica o el formato réflex SLR de 35 mm supondrán una revolución en el reporterismo fotográfico. Pero no será hasta 1923 cuando se extienda el uso de la fotografía al ámbito doméstico.
Nombre: Cámara fotográfica LEICA Autor: Oskar BarnackFecha: 1913-1925
Barnack, ingeniero de precisión alemán, que principalmente fabricaba micoroscopios, ideó la cámara en 1913 por propia iniciativa. Padecía asma y se propuso crear una cámara ligera para uso propio y evitar la molestia de tener que trabajar con un trípode y con placas de vidrio de 13 y 18 cms. Utilizó por primera vez negativos de 24 milímetros para fotografía, el mismo material que se utilizaba entonces para cine. Significó el primer paso hacia la cámara de pequeño formato. Hasta 1925 no se intrudujo en el mercado y obtuvo un éxito inmediato. Los principios básicos de la cámaras modernas derivan de este modelo. Película protegida de la esposición lumínica dentro du un cartucho, 36 negativos por película, ópticas fabulosas, obturador de plano focal, lente retráctil y posteriormente lentes intercambiables. La cámara LEICA fijó un estandar que se mantiene vigente. SISTEMAS DE CAPTACIÓN Y TRATAMIENTO DE IMÁGENES FIJAS. Una cámara fotográfica es un dispositivo de captación de imágenes fijas, al igual que lo es una cámara digital, lo único que cambia es el tio de lenguaje y el soporte de almacenamiento. La fotografía analógica si se almacena en condiciones de luminosidad, temperatura y humedad adecuadas, puede utilizarse durante siglos, ya sea película negativa, papel o película de diapositivas. La fotografía digital se almacena en tarjetas de memoria, discos compactos u otros dispositivos de almacenamiento de datos digitales
El sistema de captación es idéntico, solo que en la cámara analógica el material fotosensible está dispuesto a modo de emulsión química sobre un soporte físico como es la película y todo el procedimiento es mecánico. En el proceso de captación digital el material fotosensible cubre una superficie electrónica (llamada CCD) realizada con un material metálico, como el óxido de silicio. Hasta ahí todo es igual; la luz atraviesa el objetivo y sensibiliza, punto a punto, línea a línea, según se trate de claridad u oscuridad, el material sensible. Una vez captada la imagen, en la película fotográfica esa imagen deberá procesarse químicamente en un laboratorio a través de un proceso casi artesanal, para conseguir revelar y fijar la imagen a fin de poder almacenarla. Si la película está tratada con los colorantes específicos, la imagen captada tendrá también la información de color. En el caso del sistema digital, la cámara puede contar con tres CCD o bien tres filtros de los tres colores básicos, siendo la primera opción la más profesional.
Tipos de cámaras Cámaras compactas: -son fáciles de usar, para uso aficionado (fácil manejo, todo integrado) su control y creatividad es bastante limitada . no tienen visor, se encuadran por pantalla . son pequeñas en tamaño y en sensor
Cámaras bridge o intermedias: . para uso aficionado (fácil manejo, todo integrado) . permiten un mayor control de ajustes así como posibilidades creativas. . Visores simbólicos, se encuadra por pantalla. . el sensor es algo mayor
Cámaras réflex SLR /DSLR: . para uso desde aficionado hasta profesional (según gama) . ofrecen un control absoluto de ajustes y posibilidades creativas . visor réflex . tiene ópticas intercambiables . y una amplia gama de accesorios . los sensores grandes lo que permite más calidad y nitidez . para el uso de estas cámaras precisamos conocimientos de fotografía Cámaras de medio formato . para uso profesional . los sensores son muy grandes lo que nos lleva a obtener una altísima calidad . todos sus componentes y accesorios son de máxima calidad . sus precios son muy altos . son muy profesionales. Se usan mucho en publicidad, en fotografías de viajes, etc.
Cámara técnica o de banco óptico: . para uso profesional de alto nivel: correcciones y movimientos . tienen placas de película de gran tamaño . han caído en desuso ya que ahora se utilizan cámaras digitales y como mucho se usan adaptadores
Otras cámaras . TLR (twin lens reflex) . lomografía (ver http://bit.ly/9rBEpF) . instantáneas (Polaroid) . telemétricas (la mítica Leica) . panorámicas . estereoscópicas . acuáticas . estenopeicas (pinhole)
INSTANTANEA
TLR
PANORÁMICA ESTEREOSCÓPICA
ACUÁTICA
La cámara fotográfica Cámara reflex digital
Cámara reflex analógica
El mecanismo de captación de imagen de una cámara fotográfica puede parecer complejo pero en realidad es bastante sencillo. Hemos pasado, a lo largo de la historia, de una cámara oscura sin lente con un material fotosensible “analógico” a una máquina digital con un sistema complejo, pero que al fin y al cabo se basan en el mismo principio, la gestión de la luz. La luz es la pieza fundamental de la fotografía. La imagen la captamos gracias a la luz que reflejan los objetos. Sin luz no hay imagen. El proceso es simple. Tenemos un motivo a fotografiar. Miramos a través del visor analógico de la cámara y encuadramos. El hecho de poder ver a través del visor se da porque existe un espejo, entre el objetivo y el sensor, que refleja la imagen recibida por el objetivo a un pentaprisma interno situado en la parte superior interna de la cámara (debajo del flash en las cámaras reflex que lo tengan). Este pentaprisma redirige la luz hacia el visor, de tal modo que podemos ver en tiempo real lo que el objetivo recibe.
Dentro de cada objetivo existen una serie de lentes encadenadas que gestionan ese rayo de luz. El rayo atraviesa, en el centro del objetivo aproximadamente, un diafragma (controlado por nosotros) que se compone de una serie de palas que se cierran sobre si mismas para regular el tamaño del agujero que forman y dejar pasar así más o menos luz.
Cuando se aprieta el disparador hasta la mitad, el objetivo (si está en modo automático) enfoca y coloca las lentes para que el enfoque sea efectivo. Cuando se termina de pulsar el disparador, el espejo del que hablábamos, se levanta, y deja el sensor al aire libre sólo protegido por el obturador (que también controlamos nosotros). El obturador actúa como una persiana que puede abrirse o cerrarse con mayor velocidad para dejar pasar luz durante más o menos tiempo (dependiendo de nuestras necesidades el tiempo será mayor o menor según el efecto que queramos obtener, dependiendo de los parámetros diafragma e ISO, que analizaremos más adelante). Esa luz pasa directamente al sensor, que recoge la luz y la convierte en señales eléctricas que son procesadas en el procesador. Si disparamos en JPG la propia camara realizará un postproceso interno regulando el contraste, tono, saturación… de tal forma que perderemos control sobre el resultado final de la imagen. Sin embargo, si disparamos en RAW generaremos un archivo mucho más pesado, pero que evitará este postproceso automático creando un archivo con muy poca o ninguna compresión, que nos dejará mucha libertad para ser posprocesado mediante software externo ampliándonos mucho el abanico de posibilidades. Tres mecanismos de control básicos para obtener una foto nítida y bien expuesta 1.- El anillo de enfoque: Está situado en el objetivo. Al girarlo modificamos la distancia entre la lente y el plano de la película o el sensor digital. De esta forma logramos poner a foco el objeto fotografiado, que de otra manera saldría desenfocado al formarse su imagen en un plano anterior o posterior al de la película. 2.- El diafragma: Es el agujero por el cual entra la luz. En las cámaras réflex es un anillo formado por unas laminillas metálicas que permiten variar el diámetro de la abertura y regular de esta manera la cantidad de luz que entra. 3.- El obturador: Cuando pulsamos el botón de disparo estamos accionando el obturador. Suelen ser dos cortinillas que se abren y se cierran durante unas fracciones de segundo. El obturador controla el tiempo durante el cual se impresionará la película o el sensor digital.
Partes de una cámara reflex 1-Partes de la cámara réflex electrónica 2-Partes de una cámara réflex análoga mecánica 3-Partes de una cámara réflex digital
Las tres partes principales de una cámara son: Objetivo, cuerpo y soporte fotosensible.
El Objetivo El objetivo es un paquete de lentillas dispuestas de tal manera que permiten el paso de la luz hacia la cámara proyectándola en su interior para conformar la imagen fotográfica. El Cuerpo Es la parte de la cámara que sostiene al lente y que contiene el mecanismo que nos permite ver lo que éste proyecta. En la mayoría de los casos, también alberga y nos permite controlar el soporte fotosensible, ya sea un sensor electrónico o la película. El soporte fotosensible Es aquél que termina capturando la imagen que proyecta el lente y que en un estado latente contiene la posterior fotografía que puede ser vista mediante post-procesado digital o revelado químico. El Objetivo Para entender al objetivo, se debe comprender que éste se describe a si mismo por su distancia focal, esto esa la distancia en milímetros entre el plano focal y el centro óptico del lente cuando éste se encuentra enfocado al infinito.
Así, tenemos objetivos de focal fija (una sóla longitud focal) y lentes de focal variable (zoom). Lente focal fija
Lente focal variable (zoom)
Relación distancia focal / ángulo de visión
Para identificarlos, los lentes de focal fija llevan impresos en su cubierta la distancia en milímetros de la focal. Un objetivo que diga 50mm, nos dice que es un del tipo de focal fija y que su longitud focal es “normal”.
Aquellos que lleven dos valores en milímetros, son de distancia focal variable, y cada uno de los valores representa la distancia focal mínima y máxima respectivamente. Un objetivo que diga 70mm – 210mm, nos dice que la menor distancia focal es de 70mm y la mayor de 120mm. Además de que podemos controlar el lente mediante un dispositivo de anillo las distancias focales intermedias. Las aperturas o valores del diafragma de un objetivo, se representan con números "f "; con menor número f, mayor es la abertura.
Esquema para entender la profundidad de campo de un obetivo, a mayor número f, mayor es rango de distancia en la imagen que aparece enfocada.
El Cuerpo La parte de la cámara que soporta el lente, recibe el nombre de cuerpo y nos permite ver la información que está dejando pasar el lente. En las cámaras digitales, casi todo los controles de la cámara en su totalidad, se en encuentran en el cuerpo. En las cámaras análogas, los controles del lente quedan relegados a él mismo. Lo más importante del cuerpo para la composición de la imagen, es el mecanismo que nos permite ver lo que nos da el lente. Ya sea mediante un sistema réflex análogo o digital, o bien telemétrico, debemos entender las características de estos sistemas para poder crear una imagen fiel a lo que queremos representar. Lo segundo más importante es que el cuerpo contiene el soporte fotosensible. En las cámaras análogas, contiene un depósito para el paso de la película tras el lente. También nos permite rebobinar la película, controla la sensibilidad del fotómetro y nos permite arrastrar la película luego de cada toma, además de activar el obturador En las cámaras digitales, contiene un receptáculo para el chip sensor o CCD, que también recibe la luz proveniente del lente. En ambos tipos, en el formato reflex, se encuentra el espejo, quizás la pieza más delicada, pues trata de un verdadero “traductor” entre lo que esta afuera y nuestro ojo. Cualquier variación de ángulo de él perjudica enormemente el resultado final. Dependiendo de la marca, hay cuerpos de cámara de aluminio, plástico y otros materiales que pueden determinar su peso o estabilidad. Es importante mantener con cuidado el cuerpo de la cámara pues en él se encuentra todo el mecanismo móvil que permite su correcto funcionamiento. El chip CCD El tercer elemento más importante en el cuerpo de la cámara, es el obturador. Se trata del elemento en la cámara que regula el tiempo que la luz permanece sobre el soporte sensible. El macanismo que regula este obturador, es el disparador, el botón que presionamos para tomar la fotografía. El disparador no sólo regula el obturador, sino que también levanta el espejo que permitirá que la luz se proyecte sobre el soporte foto sensible. En las cámaras digitales, además, regula la abertura del diafragma. Los hay de cortinillas situados frente al sensor o película, y los de cortinilla en forma de anillo que se ubican en el objetivo. Mientras más rápida la velocidad de obturación más fácil se hace capturar el movimiento. Sin embargo, como una obturación rápida implica menos tiempo de luz en el soporte fotosensible, también significa que la imagen perderá luminosidad.
Escala de obturación de un objetivo. El soporte fotosensible El soporte en la cámara es la película, una tira de soporte de acetato con una goma en su superficie que contiene sales de plata sensibles a la luz y que reaccionan químicamente con un proceso de revelado que como resultado final dará una imagen negativa en el caso de que la película sea de este tipo o positiva en caso de que sea del tipo diapositiva. En la cámara digital tenemos reemplazando a la película un chip, compuesto de elementos fotoeléctricos que reciben la luz, enviando señales eléctricas a un procesador que las traduce en información binaria para después componer la imagen en base a información de luz y croma. Esquema de funcionamiento del chip CCD Aunque el formato análogo presenta una escasez de material y de cámaras, hay indudables ventajas en usar un formato de película. Muchos dicen que su resultado es notoriamente comparable con el digital en cuanto a la calidad de la imagen. Por alguna razón estamos más acostumbrados a asimilar el ruido de la imagen análoga (grano) al ruido de la imagen digital (pixel). La fotografía digital ha tenido una avance considerable en mejora de resolución y rapidez de toma, sin embargo, cada una de estas mejoras va aumentando el valor del producto y accesibilidad. Por otro lado siempre está presente la posibilidad de que los formatos de almacenamiento cambien, lo que hace incompatible un tipo de almacenamiento con distintos tipo de cámara. No así la película, que sirve para cualquier cámara. Pero sin duda que la mejor ventaja del formato digital esta en su rapidez de control y su capacidad para reducir espacio de almacenaje. A su vez, es su peor desventaja, ya que no nos permite tomarnos el tiempo necesario para pensar una mejor toma en base a mejores decisiones. LOS MODOS DE EXPOSICIÓN SEMIAUTOMÁTICOS Y MANUAL DE LAS CÁMARAS DIGITALES Cuando uno coge una cámara por primera vez y ve tantos botones se puede volver loco, pero en el 99% de los casos optará por el modo automático, especialmente si no tiene ni idea de para qué sirven el resto. Generalmente en todas las cámaras encontramos varios modos automáticos que, en teoría, sirven para cosas como deporte, nocturna, macro… En este artículo no hablaremos de esos modos de exposición, ya que son automáticos y lo que queremos en la web es ayudar a usar los manuales. Los modos de exposición semiautomáticos y manual no se encuentran en todas las cámaras. Normalmente solo están en las DSLR, CSC y Compactas avanzadas. ¿Cuáles son estos modos de exposición? •M: Manual •Av: Prioridad de apertura •Tv: Prioridad de obturación •P: Program Mode •A-Dep: Automatic Depth of field A continuación desgranaremos cada modo y veremos cuando y cómo usarlos. A-Dep: Automatic Depth of field Este modo de exposición no es muy usado, pero si que es muy útil en algunas circunstancias específicas, por lo que se agradece su inclusión. Básicamente sirve para lograr tener en foco distintos objetos, personas, etc… que se encuentren en diversos planos. Por tanto, podemos deducir que este modo de exposición juega con el foco y la profundidad de campo.
¿Cómo trabaja? Imaginemos que tenemos una persona en primer plano que queremos que salga perfectamente enfocada y, detrás de ella hay otras personas haciendo alguna cosa que también queremos enfocadas. Lo lógico sería usar un nºf muy cerrado (f16, por ejemplo). Sin embargo, si usamos este modo, la cámara decidirá por nosotros cual es la apertura óptima para tener todo en perfecto foco. Para ello situaremos los puntos de interés que queremos enfocados en los distintos puntos de enfoque de la cámara y ella sola se encargará de ajustar tanto la apertura de diafragma como la velocidad de obturación. Esto funciona en muchas ocasiones, pero no siempre. Dependerá de la distancia entre los planos que queremos enfocados, la distancia hiperfocal del objetivo, etc… Como vemos es un programa bastante automático, pero en cierto modo también es manual, ya que en cualquier momento podemos girar la rueda del dial y se moverán los valores. También podemos ajustar el ISO. P: Programa Mode: Este modo de exposición manual es considerado por muchos como el ideal para empezar a dar el salto del automático al manual, ya que es semi automático. En este caso la cámara ajusta tanto la velocidad de obturación como la apertura del diafragma, pero en todo momento podemos cambiar la velocidad y la apertura, así como otros parámetros como el ISO. En este aspecto se parece mucho al anterior modo, pero este permite más creatividad. Se suele usar mucho cuando no hay demasiado tiempo para ajustar todo en manual y no nos queremos perder la foto, siempre y cuando dispongamos de una buena luz. Tv: Prioridad de obturación: Es un modo que se recomienda mucho para fotografía de acción, ya que controlamos al 100% la velocidad de obturación y la cámara se encarga de ajustar tanto el ISO como la apertura de diafragma para tener una exposición correcta. De este modo podemos poner una velocidad alta para que podamos captar el movimiento de la acción, por ejemplo, un mate de baloncesto. De igual modo sirve para lo contrario. En caso de que queramos captar movimiento, por ejemplo en una carrera para dar sensación de movimiento, podremos seleccionar una velocidad bajar y, de este modo, lograr efectos interesantes. Av: Apertura de diafragma: Este es, junto con el modo M, mi favorito. Nos permite ajustar la apertura de diafragma que deseemos y, de forma automática, la cámara selecciona la velocidad de obturación e ISO adecuados para una correcta exposición. De este modo podemos seleccionar una apertura tipo f2.8 para desenfocar mucho un fondo o una apertura f16 para tener una gran profundidad de campo en un paisaje. Es un modo que permite jugar mucho con los desenfoques y, por ello, es un modo que nos da mucho juego. M: Manual Como su nombre indica es 100% manual en todos los aspectos. Gracias a este modo podemos controlar la velocidad de obturación, la apertura del diafragma y el valor ISO. Sin duda es el modo que más cosas nos permite hacer con la cámara y que, de hecho, permite hacer lo que los anteriores modos, pero de forma manual. Es el modo más preciso de todos y en el que más podemos ajustar el resultado buscado. Pero si estás buscando velocidad quizás no sea el modo más indicado si tienes que andar ajustando parámetros. Por eso siempre es bueno tener una idea de qué nos podemos encontrar y tener la cámara preparada. ¿Cómo? Por ejemplo, si vamos por la calle y nos interesa fotografiar personas, nos interesará congelarlas, pero a la vez lograr un buen desenfoque de fondo. Para ello dejaremos una apertura amplia seleccionada (f2, 2.8, 3, 3.5…) y un valor ISO que nos permita movernos tanto en zonas de sombra como de luz, como por ejemplo, ISO 400. Así ya solamente tendremos que ajustar la velocidad según el lugar donde esté la persona.
Perder le miedo al manual: Es fácil perderse un poco con tanto modo de exposición. Y si pasas de automático a manual puedes sentirte frustrado al ver que no consigues lo que buscas. Pero no te des por vencido, cada vez que lo intentas estás más cerca de mejorar y lograr buenos disparos. Si no te atreves a empezar directamente con el manual ve usando los modos semiautomáticos de la cámara y practicando con la velocidad y la apertura de diafragma. Cuando creas que has entendido para qué sirve y cómo usar cada ajuste en según qué situaciones empieza a intentarlo en modo manual. Verás que no es tan complicado y que al final ya no querrás salir del modo manual.
EL RITMO EN FOTOGRAFÍA El ritmo consiste en la repetición rítmica de líneas y formas. Por lo general, dichas repecticiones producen una sensación agradable para el ojo humano. El ritmo llama la atención por si mismo y puede ayudarnos a estructurar la imagen. De hecho, en algunos casos, el ritmo puede llegar a convertirse en el tema principal de la fotografía.
No obstante, hay que utilizar el ritmo con moderación. El abuso del ritmo puede hacernos caer en la monotonía y aburrimiento. Podemos resolver este problema podemos introducir un elemento que rompa la monotonía de la fotografía y aporte interés a nuestra imagen. El uso del ritmo como elemento secundario es muy recomendable y suele dar fantásticos resultados.
LAS 13 REGLAS DE COMPOSICIÓN FOTOGRÁFICA FUNDAMENTALES QUE DEBERÍAS CONOCER ¿Cual es la diferencia entre una buena y una mala fotografía? Asumiendo que los colores han salido correctamente al imprimirla y la exposición y el enfoque son correctos, existen una serie de elementos sobre los que los fotógrafos hablan continuamente al evaluar una foto, que son las “reglas de composición”. Dependiendo de con quien hablemos, nos darán unas reglas u otras. En el siguiente artículo repasamos algunas de las más relevantes a modo de resumen. 1. Identifica el centro de interés Cada fotografía tiene (o debería tener) un centro de interés. ¿De qué es la foto? ¿Es una fotografía de tu novia? ¿Es una fotografía de las pirámides de Egipto?Debería ser obvio para cualquiera que mire una fotografía saber de qué es la foto. Es lo que se denomina el centro de interés. Aunque se denomine centro, el centro de interés no tiene que ser necesariamente el objeto que esté en en el centro de la foto ni ser el objeto que ocupa la mayor parte de la imagen. Es la primera regla de una buena composición, ya que es la más importante. Simplemente decide antes de disparar el motivo sobre el que quieres tomar la fotografía. Todo lo que hay que hacer a partir de ahí es enfocar el elemento sobre el que queremos centrar el interés. 2. Rellena el encuadre (Fill the frame) Esta regla puede parecer bastante obvia, pero lo cierto es que muchas veces fallamos al aplicarla. Si queremos contar algo en una foto, ocupemos la mayor parte con ese “algo”, asegurándonos que se convierte de este modo en el centro de atención. Además, de este modo eliminamos posibles elementos que resten atención. Es un fallo demasiado común el querer sacar demasiadas cosas en una única foto. Al final, lo que conseguimos es que no quede demasiado claro qué es lo que queríamos enseñar. Ante la duda de si algo debe salir o no en la foto, quitalo. 3. Apóyate en las líneas Las líneas son un elemento de importancia vital en las artes visuales. Las líneas nos aportan formas y contornos. Con las líneas dirigimos la mirada del espectador de una parte de la foto a otra. Cuando vayas avanzando en el mundo de la fotografía podrás comprobar cómo las líneas son uno de los elementos más eficaces a la hora de dirigir la mirada de quien contempla nuestras fotos hacia donde queremos que mire. Las líneas horizontales, verticales y diagonales son elementos compositivos que aportan significado a las imágenes. Un tipo especial de líneas son las líneas convergentes. Son las líneas paralelas que, por el efecto de la distancia, acaban convergiendo en un mismo punto.
4. Trabaja el flujo Después de las líneas, podemos tratar el flujo. El flujo es el modo en el que la mirada del espectador se desplaza de una parte de la fotografía a otra. Una manera de definir el flujo de una fotografía es mediante el uso de líneas. Pueden ser horizontales, verticales, diagonales, convergentes o divergentes. A veces el flujo creado por las líneas es nítido y claro, como los laterales de un edificio que convergen hacia el cielo), o pueden ser menos obvias. Sin embargo, la mirada del espectador debería ser capaz de recorrer los elementos de una parte a otra de la imagen. El flujo crea la ilusión de movimiento (o ausencia de movimiento si se desea). Las líneas diagonales se consideran generalmente más “dinámicas”, mientras que las líneas horizontales y verticales se consideran más “estáticas”. Un equilibrio cuidadoso de elementos estáticos y dinámicos dará un sentido global de movimiento a tus fotografías. 5. Juega con la dirección La dirección es similar al flujo. También crea la ilusión de movimiento. Si hay algo en la fotografía que parezca estar en movimiento, tiene una dirección en la que se mueve. Un ejemplo de esto son las luces de peatones de un semáforo. Cuando está en rojo para los peatones, la figura representa un peatón inmóvil, con las piernas juntas y los brazos bajados. Visualmente, no tiene ninguna apariencia de estar en movimiento. Sin embargo, la figura del peatón en verde que permite cruzar tiene una dirección en la cual se está moviendo. La dirección en fotografía se puede cerar de muchas maneras. Una figura a punto de cruzar una calle puede transmitir movimiento aunque la veamos estática y no se muevan sus brazos y sus pies, porque podemos imaginarla un segundo después cruzando la calle. Del mismo modo, un coche que aparece cortado en el lado izquierdo de una fotografía en la que solo se ve su parte delantera, podemos imaginarlo un segundo después al lado derecho de la foto. 6. Los elementos repetidos La repetición de algún elemento (unos globos, unos pájaros), dan un sentido de relación de distintas partes de una imagen. Por ejemplo, una bandada de pájaros pueden estar moviendose en grupo por el aire, definiendo formas interesantes en el cielo y añadiendo información sobre la dirección de la fotografía. En algunas ocasiones puede aportar factores psicológicos, como el sentido de la unión y el compañerismo.
7. Los colores siempre dicen algo Existen dos tipos de colores, los cálidos y los fríos. Los rojos, naranjas y amarillos forman parte de la gama de colores cálidos. Los azules, verdes y violetas forman parte de la banda de colores fríos. Existen muchos elementos psicológicos ligados a los colores. Por poner un ejemplo, los azules se consideran colores tranquilos, mientras que lo rojos son más temperamentales. Existe mucha literatura al respecto de la psicología del color, por lo simplemente resumiremos que el color tiene una importancia determinante en la composición. En materia de colores hay que prestar atención también al contraste. El contraste se define como la diferencia de luminosidad entre las partes más claras y más oscuras de nuesta foto.
8. El interés de los grupos de tres Parece existir una percepción especial de los números impares en fotografía, y en especial de los grupos de tres elementos. Un único elemento puede transmitir soledad o aislamiento, con dos elementos una foto puede quedar demasiado bien equilibrada y estática, y cuatro elementos pueden resultar demasiados para distribuir. Por algún motivo que no se explicar, a las personas nogusta el número 3. En fotografía suele funcionar la agrupación de tres elementos como centro de interés. 9. La regla de los tercios Si nos fijamos en obras de arte en cualquier museo, podremos comprobar que si dividimos un cuadro en cuadrículas de igual tamaño de 3×3, las cuatro intersecciones de las cuadrículas dentro del cuadro marcan los puntos de interés. Trazando esta cuadrícula imaginaria sobre la mayoría de las obras nos daremos cuenta de que elementos fundamentales del cuadro recaen sobre esas intersecciones: ventanas y puertas, ojos, líneas de horizonte, picos de montañas, … Está comprobado que llevando nuestro punto de interés a uno de esos cuatro puntos conseguimos una imagen mucho más interesante. En este sentido, reseñar que existen cámaras que permiten visualizar en su LCD una rejilla (grid en inglés) para trabajar con los tercios, por lo que os animo a que reviseis el manual de vuestra cámara si considerais que os puede ayudar a la hora de mejorar la composición. 10. El espacio negativo Se considera espacio negativo los grandes espacios vacíos, normalmente en blanco o negro, dentro de una fotografía, normalmente a un lado. El alejamiento del elemento central de la imagen, rellenando el resto de la foto de un espacio vacío nos permite transmitir una información adicional de soledad, aislamiento o calma a la imagen. 11. Trabajando las tres dimensiones: frente y fondo El contenido del frente y del fondo de una foto es importante. Tanto en el fondo como en el frente tienen aplicación otros elementos compositivos como los colores o las líneas. Lo importante en el frente y en el fondo es que no haya demasiados detalles que puedan distraer la vista del espectador del centro de interés. La mejor herramienta con la que contamos para marcar la diferencia entre el frente y el fondo de nuestras fotos es la profundidad de campo. Gracias a la apertura del diafragma que utilicemos a la hora de hacer fotografías, conseguiremos mayor o menor nitidez en el fondo.
12. El enmarcado natural Existen elementos que pueden ayudar a poner un marco al centro de interés de la foto. Algunos de estos elementos son muy claros, tapandcompletamente parte de la foto, como puertas, ventanas o puentes. Otros actúan de una forma menos clara, simplemente orientando nuestra vista. Es el caso de las señales de tráfico o las ramas de los árboles, … Cualquier elemento que “encierre” el centro de interés nos permitirá enmarcar la foto, dirigiendo la atención hacia el elemento deseado. 13. Las curvas en S Las curvas en “S” son un elemento muy recurrente en fotografía. Está relacionado con la sensualidad. También transmiten moviento y ayudan a conducir la mirada. En la vida cotidiana encontramos muchos recursos que nos permiten aplicar curvas en “S” en nuestras fotografías. Una carretera, un camino, el curso de un río, … Son elementos visuales muy potentes que dan interés a la fotografía. FOTOGRAFÍA EN BLANCO Y NEGRO, OTRA FORMA DE VER LA REALIDAD Cuando vemos una imagen en blanco y negro, esta adquiere un carácter especial, nos atrae como un imán, no todas las imágenes pueden ser tomadas en blanco y negro, pero está claro que esta técnica imprime simplicidad, nitidez, concreción, austeridad, atemporalidad y elegancia a la imagen. En los inicios de la fotografía las imágenes que se conseguían eran monocromáticas debido a que con procesos químicos se podía "revelar" las zonas de la imagen que habían estado expuestas a la luz , de hecho era un juego de luces y sombras. Durante un largo tiempo así continuó hasta que se empezaron a conseguir las primeras imágenes en color, primero de una manera tímida hasta alcanzar una fidelidad de color muy alta. Hasta la década de los 60 del siglo pasado era habitual tener las copias fotográficas en blanco y negro ya que los procesos de color eran nuevos y mucho más caros. A nivel amateur el blanco y negro empezó a perder su popularidad en el momento que los procesos y materiales para la fotografía en color se estandarizaron y disminuyeron sus precios, de manera que cualquiera podía conseguir unas realistas fotos a todo color. El proceso de cambio del blanco y negro al color sería parecido a lo que ocurrió con el advenimiento de las emisiones de televisión en color y la progresiva sustitución de los aparatos de blanco y negro por las nuevas y flamantes televisiones en color de la época. Estos procesos pasaban cómo normales y el abandono de las imágenes en blanco y negro podía parecer definitivo y considerado como una cosa del pasado. Nada más lejos de la realidad. La fotografía en blanco y negro pasó a tener un estatus más elitista y su utilización estaba más reservada a aquellos fotógrafos que querían dar un sentido más artístico y creativo a sus obras, como Robert Mapplethorpe. Llegó un momento que los laboratorios que todavía trabajaban el blanco y negro eran pocos y además era más caro que los procesados en color. Muchos fotógrafos que apreciaban el blanco y negro se procesaban sus películas y copias fotográficas en laboratorios caseros. Hoy día podemos continuar realizando este proceso químico en casa, pero para ello hay que disparar en película, tener una ampliadora, y un pequeño espacio estanco a la luz destinado al laboratorio químico. Es una experiencia muy agradable y enriquecedora, pero hay que tener en cuenta que los químicos hay que desecharlos en un punto verde.
Una vez llegada y afianzada la fotografía digital la posibilidad de trabajar en blanco y negro no ha desaparecido, al contrario, es más fácil que nunca ya que podemos trabajar en blanco y negro con fotografías que hayamos tomado en color y que luego en un posterior procesado la convirtamos a una imagen monocromática de blanco y negro. La mayoría de cámaras digitales actuales nos permiten tomar imágenes directamente en blanco y negro, aunque sería más preciso decir en escala de grises. El único inconveniente de disparar las fotos directamente en blanco y negro desde las funcionalidades de la propia cámara, es que esa fotografía no tiene toda la rica información de color en su fichero y nunca más podríamos recuperar esa información de los colores reales de dicha imagen. Por contra, una imagen tomada en color siempre podrá ser convertida a blanco y negro en cualquier momento. Además, muchas cámaras ya incorporan el formato Raw, desde el cual es todavía más fácil conseguir los contrastes y luminancias deseadas, también el revelado por software tendrá muchas más posibilidades ya que una imagen tomada en color tiene muchísima más información que después podremos interpretar en luminosidad. Hasta podríamos hacer una simulación de lo que antiguamente se conseguía usando filtros de color (amarillo, verde y rojo) al tomar fotos en película negativa: usando el filtro amarillo y disparando con negativo en blanco y negro, se conseguían cielos más oscuros; con un filtro rojo, rojos más claros. Los filtros para blanco y negro aclaraban su mismo color y oscurecían el contrario... ahora esto se puede conseguir en el revelado de la imagen Raw, o simplemente al convertirla a blanco y negro. EL COLOR EN LA FOTOGRAFÍA En toda composición bien organizada, el matiz, así como su saturación y luminosidad están establecidas de tal modo que forman entre si un conjunto equilibrado. Además cualquiera de estos parámetros son fácilmente modificables desde software de edición digital y es específico sobre archivos RAW. Los colores complementarios A cada color le corresponde su complementario, el opuesto en el círculo cromático. Son colores que se intensifican mutuamente. Y es que al parecer la visualización persistente de un color primario fatiga las zonas sensibles de dicho color en el cerebro y el ojo fabrica el complementario como defensa al cansancio producido. Al cambiar la vista hacia otra zona hace que aparezca la post-imagen en su color complementario durante algunos segundo . Prueba a cerrar los ojos fuertemente tras mirar durante unos segundos tu pantalla y verás la de colorines que aparecen en tu retina. Por ello trata de que los elementos que forman parte de la fotografía cumplan dicha condición siempre que puedas. Por ejemplo en fondo natural verde, una mariquita que es roja siempre funciona mucho mejor que un insecto negro o amarillo.
Gamas de color frías y cálidas Si partimos nuestro círculo cromático en dos, observaremos como queda a la derecha una serie de colores a los que llamaremos cálido y otros a la izquierda, los fríos. La gama de colores calientes a los comprendidos entre los amarillos y los rojos y los fríos a las gamas de verdes y azules. Con independencia de su explicación científica, lo que nos interesa comprobar en fotografía, es que los colores calientes dan la impresión de avanzar y los fríos de retroceder, los primeros salen al exterior, los segundo se repliegan. Los grandes artistas han sabido utilizar estos efectos transformando la extensión estática en espacio dinámico sin recurrir a la profundidad o al modelado.
Psicología del Color En el lenguaje visual de la fotografía, el color también puede jugar una importante labor psicológica y esta está marcada fuertemente por la cultura. Así sabemos todos que hay colores cercanos al amor y la violencia ( rojo ) o de pureza ( blanco ), que existen grises triste y naranjas acogedores… Se puede llegar a convertir en un juego muy entretenido el de asociar o no estos colores al contenido de la fotografía que has hecho. Y por último os dejo con una bonita reflexión acerca del color que dijo un tal Berger, que era pintor: “Los colores existen en virtud de una lógica que les es propia y constituyen el espacio que necesitan para expresarse. No se les podría exigir pues que reproduzcan la realidad y menos aun que obedezcan a nuestros prejuicios. Corresponde al espectador situarse en la lógica que ellos plantean y en la que, si se entra, adquieren poder de lenguaje” El color puede ayudar a contar historias (visualmente) y puede ser utilizado para comunicarse a un nivel emocional. La parte de la emoción es muy, muy importante. Es más, se podría decir que el color es el principal factor al hacer que una foto se sienta emocionante, alegre, melancólica, misteriosa o tal vez o un poco sombría. Algunos términos que podríamos pensar para asociar con colores en la fotografía son colores que armonizan, colores que contrastan, colores múltiples o colores complementarios. Pensemos acerca de cómo el color afecta a la imagen y al igual que con cualquier cosa, experimentemos! Si nos acordamos de los fundamentos de la composición, iluminación y el color o la falta de el, generalmente tendremos éxito en la creación de una fotografía fantástica sin la necesidad de editar constantemente. Hagamos que nuestras imágenes se destaquen, creemos algo nuevo e inusual. Cualquiera puede editar una imagen genérica, pero se necesita un artista para hacer imágenes fantásticas sin tener que editarlas. Veamos con qué se relacionan generalmente los colores psicológicamente, de manera que podamos aplicarlos de mejor manera en nuestra fotografía: •Azul: paz, tranquilidad, frío, armonía, limpieza, cielo y agua. •Violeta: Realeza, nobleza, espiritualidad, misterio, floral y sabiduría. •Rojo: Emoción, deseo, energía, calor, intensidad y pasión. •Naranja: Energía, equilibrio, entusiasmo, calidez y vitalidad. •Amarillo: Alegría, felicidad, optimismo, sol y amistad. •Verde: Naturaleza, medio ambiente, salud, suerte, renovación y fertilidad.