Story Transcript
i^
i
Núm.20-73 H
^ii^^
LOS GLADIOLOS JOSE SALMERON DE DIEGO Agente de Extensión Agraria
MIN1STERIODEAGRICULTURA
LOS GLADIOLOS
Se encuentra esta planta entre las de floración estival, que pueden verse en los jardines. No es corriente verlos formando parte de macizos regulares, pues sus tallos largos y erectos son demasiado rígidos para poder asociarse con otras plantas y su esbelta silueta perjudicaría la homogeneidad de la composición. Sin embargo, causan un efecto brillantísimo formando manchas de diez o quince plantas, pues proporcionan colorido, sobre todo en aquellos lugares donde hay plantas de primavera que ya no tienen flor al llegar el verano. De todas formas la utilización primordial de los gladiolos es para flor cortada, ya que son un elemento decorativo único para el adorno de jarrones, terrinas y otros modelos de los que las floristerías hacen un verdadero arte floral. DESCRIPCION Esta pla,nta es originaria de la costa Sudafricana y del Mediterráneo oriental. Ya se cultivaba en la época de los griegos y de los romanos como lo demuestran el que aparecen dibujadas en los frescos de Pompeya. Sin embargo, las actuales plantas tienen poca semejanza con aquellas, porque
Fig. I.-Planta de gladiulu recién arrencada ^^ m^^; Irando todo ;u ,i,tema subterréneo: raíce., bulbo ^ bulbillo,.
casi todas las existentes son híbridos conseguidos a través del tiempo. Pertenecen a la familia de las Iridáceas y son bulbosas cuyas flores aparecen en verano, aunque como veremos, mediante el forzado pueden hacerse florecer en otras épocas. Poseen unas hojas puntiagudas de color verde más o menos claro con nervios muy destacados. Producen un tallo floral de 0,70 a 1,50 metros de longitud en cuyo extremo se asienta la inflorescencia en espiga con un número variable de flores grandes, coloreadas y vistosas, colocadas todas a un mismo lado. Su parte subterránea es un bulbo, aunque por su especial estructura se le suele llamar ^^cormo" por algunos floricultores. Este bulbo está formado por varias capas o túnicas de las cuales las más externas se secan y forman una especie de cubierta que cubre a las siguientes que son más o menos
-arosáceas. A medida que el bulbo crece y se agranda se va aplastando y tomando forma de disco. Antes de seguir adelante con la plantación y otras labores y cuidados creemos necesario aclarar bien cual es el ciclo biológico de los gladiolos y la diferencia que existe entre un bulbo de tamaño normal o"cormo" y un bulbillo y su formación. Fara ello partamos de un bulbo normal que plantaremos en el terreno. A1 cabo de cierto tiempo este bulbo brotará y dará lugar a un tallo con sus hojas, floreciendo a su debido tiempo. Mientras que todas estas transformaciones se van operando en la superficie y en el aire, en la base del tallo se va produciendo un nuevo bulbo, algo más grande y aplastado que el que se plantó inicialmente. Este nuevo bulbo es el que servirá para la plantación de la primavera siguiente, cuando se recoja según ciertos cuidados de los que hablaremos más tarde. Si se examina atentamente este nuevo bulbo se observa en la parte superior del mismo, y en su centro, una cicatriz
Hig. 2.-El bulbo está formado por varia; capa, o túnicas, de las que ^a, más esten;as se secan ^- forman una especie de cubier^a.
1,
f ig. 3.-ftulbn,. de ^li•unte^, ed^^de.: l, hull^i^ ju^^en lo m^^^^irandu los rc,tos del ^aII^^ ^^ la, cema^. EI I^ípiz indic^ la ^^eme principal yue pruducirá el nue^'o ^allo.
A1 año siguiente, los bulbos nacidos de los bulbillos se siembran otra vez, esta vez en líneas separadas de 50-60 centímetros micntras que la separación entre bulbos es de seis a siete centímetros en la línea. De esta manera, viene produciéndosc de 300.000 a 350.000 nuevos bulbos por he^tárea. Después de este segundo año de cultivo ya existen muchos bulbos con tamaño suficiente para ser plantados al año siguiente y florecer. Los que todavía quedan de tamaño pequeño se vuelven a plantar un año más de la misma manera. A1 igual que en otras plantas bulbosas o tuberosas en e] gladiolo la recogida del órgano encar^ado de reproducir la planta tiene una gran importancia. Por ello vamos a dedicar unas líneas a los cuidados que hay que tomar para ello, no se debe de olvidar que existen explotaciones dedicadas sólo a la producción de bulbos. En primer lugar, una vez que las flores se han pasado hay que proceder a cortar los tallos florales. Esta operación no es necesaria en los cultivos dedicados a flor cortada. A continuación y llegado el mes de octubre, con el tiempo frío, se procede a cortar todos los tallos de la planta hasta unos 30 centímetros de altura sobre el terreno y seguidamente se sacan del suelo los bulbos dejándolos allí hasta que se sequen un poco. Después se sacuden de toda la tierra que puedan tener adherida, se terminan de recortar los tallos dejando sólo unos tres-cuatro centímetros de los mismos y se resguardan de las inclemencias del tiempo, en un local cerrado pero aireado para que terminen de perder la humedad y comiencen a madurar. De esta manera las cubiertas externas del bulbo se secan y al mismo tiempo se favorece la cicatrización de las heridas que hayan podido producirse. En esta desecación el bulbo pierde del 20 al 25 por 100 de su peso primitivo, pero hay que tener mucho cuidado para que la pérdida de peso no sobrepase el 30 por 100, pues entonces el bulbo sufre grandes transformaciones con perjuicio de la floración posterior. A1 cabo de unos días de estar secándose, se forma una costra acorchada entre el nuevo y el primitivo bulbo.
-SUn mes después aproximadamente se recortan los restos de tallos que tenía el bulbo ant.iguo ^^ se procede al mismo tiempo a quitar el bulbo viejo que se encontrará arrugado rajo el nuevo. Seguidamente sc extienden los bulbos en bandejas, pero no amontonados, sino ocupando una sola fila, para conservarlos hasta marzo en un local sano y con temperatura de unos 5" C. Para conseguir una mejor aireación, que les es fundamental, conviene que las bandejas tengan el fondo de tela metálica, pues así les entra aire por todas partes. Para su comercialización los bulbos se clasifican según su perímetro, y se denominan por el número que expresa esa circunferencia en centímetros. Así los números 6-8 indican bulbos que tienen de seis a ocho centímetros de circunferencia. Los más utilizados en cultivos para flor cortada son los 10-12 ó 14-16, los superiores a estos tamaños se guardan para cultivos forzados pues, cuanto mayor es el bulbo tienen más probabilidades de producir y, además, adelantan la fec!:a de flt^ra: ión.
FiK. 5.-Ui,tintoti tipos de órganos reproductore; del ^ladiolu: l, bulbo ^^iejo, obsérvese el nue^•u bulbo en la parte haja; ?^^ ^ ^ . I^ulbo, jb^^enes en creci miento; -1, bulbilln..
FiK.
6.-Bulbu de t;^m^^iin 16-1i+ apro^imadamenir,.
La clasificación ^^ calibrado de los bulbos puede hacerse a mano, aunque también existen máquinas para efectuar el trabajo más racionalmente, sobre todo en las grandes explotaciones dedicadas a la producción de bulbos para la venta.
PLANTACION La plantación de los gladiolos se efectúa durante el invierno, desde diciembre a abril y aún después, según las distintas especies y variedades que se deseen plantar, así como el sistema de cultivo que se si^a o el clima de la región. El marco de plantación para obtener flor cortada puede ir desde 10 a 15 centímetros entre plantas dentro de la línea hasta 20-25 centímetros y con una separación entre líneas de 15-20 centímetros según la categoría de flor que se quiera obtener. La profundidad a que deben de plantarse los bulbos es unos 8-10 centímetros. Haciéndolo de esta manera, en general, y con condiciones meteorológicas medias, al cabo de unos cien días desde la plantación se inicia la floración, o sea, que para las variedades tempranas esto suele ocurrir en abril o mayo continuando para otras variedades hasta noviembre. Debe de prestarse mucha atención en la plantación para no sólo conseguir una buena floración, sino poder obtener al mismo tiempo un buen bulbo capaz de prolongar la especie en el año siguiente, sin necesidad de tener que comprar bulbos nuevos.
- 10 -
Por eso a la hora de hacer la plantación el bulbo debe prepararse convenientemente, pues de ello depende la altura que tome en el tallo floral, la zona de las flores, la anchura de las mismas, el número de ellas, etc. Por otra parte, cuanto más sanos y gruesos sean, más bonitas y vistosas serán las flores. Antes de proceder a plantar los bulbos hay que quitarles la envoltura seca que los rodea y examinarlos cuidadosamente para determinar el estado sanitario, desechando desde el principio todos aquellos que presenten signos de enfermedad o podredumbre. La finalidad de quitar la cubierta seca es evitar posteriormente enfermedades, en especial la fusariosis. Si al plantar se observa que el bulbo presenta varias yemas unidas, hay que quitarlas y dejar sólo la central. Estas yemas sobrantes se quitarán con la mano si se encuentran sólo superpuestas unas con otras o con la ayuda de una navaja de injertar, si estuviesen incrustadas en los replieg^ues del bulbo. De esta manera toda la savia del bulbo la recibe una sola yema con lo que se consigue una mejor floración y un buen bulbo para el año siguiente. Unicamente en caso de bulbos excesivamente gruesos puede dejarse dos yemas
Fig. 7.-Distancia a que deben quedar las plantas para el cultivo de
Flor co-tada.
Pig. R.-Plantación de eladiulo, e^n er^i>; las plantas hace poco tiempn yue han nacido.
centrales para así obtener dos tallos florales y dos bulbos. Igualmente, se quitarán las yemas laterales y las de la base, pues éstas no producirán más que tallos secundarios que no son capaces de florecer y cuando lo hacen las flores que dan no merecen la pena, mientras que agotarán el bulbo de tal manera que no producirá otro bulbo capaz de ser plantado con éxito. Muy importante, sobre todo para la obtención de flor cortada es recurrir a los bulbos de variedades afines en su época de floración y proceder a la plantación de manera escalonada. Para ello se pueden distinguir tres grupos de variedades a plantar en épocas diferentes: - Variedades de floración temprana. -- Variedades de floración media.
- Variedades de floración tardía. Es muy importante conocer en que grupo se sitúan las variedades que se quieren plantar, pues una planta^ión fuera de época rompe el ciclo vegetativo normal y produce alteraciones, ya sea en la floración del año produciendo tallos
más cortos o flores menos bonitas, ya sea en la formación del bulbo para el año siguiente. Para obtener los mejores resultados es preciso plantar las variedades tempranas de mediados de febrero a mediados de abril ; florecerán unos cien días después de su puesta en tierra. Las variedades medias se plantarán durante abril, mientras que las tardías puede hacerse en mayo. De esta manera se tendrá un escalonamiento en la floración desde finales de junio a septiembre aproximadamente. Si se quiere prolongar la floración más ailá de septiembre, es preciso plantar en junio bulbos de variedades tardías conservadas en cámaras frías para evitar su germinación, pero en este caso no se obtienen bulbos para multiplicar al año siguiente y sólo se consigue la floración del año.
CULTIVO El gladiolo no es una planta muy exigente en cuanto al suelo, pues lo mismo va en terrenos arenosos que en terrenos fuertes. Ahora bien, si el terreno no es el apropiado la producción de bulbos se resiente; por ello lo mejor es utili^ zar un terreno arenoso que facilite la penetración de las raíces y permita la formación de un nuevo bulbo. Sin embargo, para el período de eng^rosamiento de los bulbillos da muy buenos resultados un suelo de aluvión más o menos arenoso y con subsuelo cascajoso. Cualquiera que sea la tierra utilizada conviene que el terreno haya sido fuertemente estercolado, aunque esta estercoladura, que debe ser de unas 30 toneladas por hectá^ rea, se aportará en el cultivo anterior de la alternativa, pues si se estercolan los gladiolos pueden aparecer ataques de Fusarium.
Por lo que acabamos de decir se sobreentiende que el gla-
- 13 --
diolo ha de entrar a formar parte de una alternativa de manera que los bulbos no vuelvan al mismo terreno hasta, por lo menos, 5-6 años después; en caso contrario se hace necesaria la renovación total cada año de los bulbos para sembrar. Durante los años de rotación la tierra puede estar ocupada por otras plantas como cereales, judías y, con frecuencia, patatas, que suele ser casi siempre el cultivo que antecede al gladiolo con lo que se beneficia del fuerte estercolado. Además del abono orgánico que hemos mencionado también debe de añadirse abono mineral, aunque la cantidad de cada uno de los abonos dependerá de las condiciones del lugar y del análisis del terreno, así como del tipo de cultivo que se desee efectuar. Así con bulbos gruesos para flor cortada la dosis de abonado y clase del mismo será distinta que sí lo que queremos es que los bulbillos alcancen su tamaño comercial. Tanto en un caso como en otro el abono debe de añadirse al terreno con suficiente anticipación para que no ejerza acción depresiva sobre la primera fase del cultivo. El nitrógeno necesario para el cultivo del gladiolo hay que utilizarlo con sumo cuidado, pues su abuso puede facilitar un ataque dc Fusarium. Por ello es una buena medida aportarlo en cobertera a medida que la planta lo va necesitando. En suelo arenoso y como complemento pueden ne-
Fig. 9.-Si el suelu no está bien abonado suelen producir se desf^ses e ❑ el culti^^o.
H^. IU.-fJ .+bunado para el culti^'u de bulbillus comu los de la (ieura dehen hacerse con suficiente ^uiticipación.
cesitarse unos 90 kg.iHa. aportados en el momento del desarrollo del nuevo bulbo y poco antes y poco después de la formación de la espiga floral. En cuanto al fósforo, salvo en suelos muy pobres en este elemento, deben de hacerse aportes muy moderados. Lo mismo ocurre con la potasa. E n Francia s e vienen utilizando: Superfosfato 500-600 kg./Ha. ; Sulfato potásico 500 kg./Ha.; Sulfato amónico 400 kg./Ha., la mitad tres-cuatro semanas después de la plantaeión, y el resto a las seis o siete semanas de la plantación. En Israel, el abonado que viene utilizándose es: Superfosfato 500 kg./Ha. ; Sulfato de potasa 500 kg./Ha. ; Sulfato amónico 500 kg./Ha., este último repartido en tres partes iguales. La primera al alcanzar la primera hoja los 15 c°ntímetros de altura; la segunda, a la aparición de la quinta hoja y la tercera y última cuando sale la espiga floral. En Holanda y en suelo muy arenoso se usa un compuesto 6-18-12 a razón de 1.050 kg./Ha. A las tres semanas de la plantación se echan 210 kg./Ha. de amonitro, y tres semanas después se añaden otros 210 kg./Ha. de amonitro. Después de cortar las flores es conveniente repartir sobre el terreno unos 200 kg^./Ha. de sulfato amónico, regando a continuacióa^.
Una operación muy aconsejable es el entutorado de las plantas, pues de esta manera se evita que un viento vio-
- 15 -
lento, una fuerte lluvia de tormenta o una granizada pueda quebrar los tallos y desenterrar el bulbo; por otra parte, de esta manera se consigue que los tallos queden rr^uy derechos. La época apropiada para efectuar el entutorado es cuando la planta ha alcanzado unos 50 centímetros de altura. Esta operación puede hacerse individualmente o por medio de alambres tendidos horizontalmente a lo largo de las filas de plantas y a los que se atan los tallos con rafia, juncos o material plástico. Además de estas consideraciones generales hay que tener en cuenta otras en los distintos casos particulares.
Cultivo para la producción de flor cortada Para flor cortada el cultivo requiere ciertas condiciones. Así se plantarán bulbillos que hayan alcanzado de 8 a 10 centímetros y bulbos de 14-16. Los bulbos de mayor tamaño se utilizan para floraciones tempranas, pues de esta manera las varas florales son más vistosas y fuertes. Con esta finalidad la plantación puede hacerse al aire libre o bien bajo cubierto.
Fig. II.-EI cultivo de gladiolos para flor cortada puede hacerse al aire libre o bajo cubierta.
I i^. I_'.- -L^„ in^ rniadern, ,un !n, lueare, meí, aptu, para el c nlti^ ri f^^rzadu.
Cultivo forzado Los bulbos para forzado se plantan primeramente en cajoneras en los invernaderos húmedos y con temperaturas de unos 20". Se mantienen allí hasta que sale el brote. La plantación definitiva se efectúa en invernadero caliente durante el mes de enero.
CLAtiIi; ICACIO:^ Podemos clasificar los gladiolos, según la época de plantación, en gladiolos de plantación otoñal y^ladiolos de plantación primaveral. Pertenecen al primer grupo: Gladiolo " Coh^illea" es una variedad de floración temprana, con una altura de tallo de 0,70 metros y flores de unos seis centímetros de diámetro. Puede cultivarse forzado en invernadero. Gladiolos enanos este tipo tiene una altura de 0,5 metros con fiores de colores muy variados. Hay muchos híbridos. Su floración es muy temprana. El tamaño de sus flores no es tan pequeño como su nombre parece indicar, pues llegan a alcanzar los cinco-seis centímetros de diámetro.
Fi±:.
13.-Fl^x de aadi^^l^^ ^^bieniila en cul^n^. (unadu de in^ernaden^.
Como una subdivisión de los anteriores están los conocidos como gladiolos "Butterfly". Fueron descubiertos por los holandeses que buscaban conseguir flores más pequeñas, ya que las otras variedades presentaban ciertas dificultades a la hora de confeccionar adornos florales. Gladiolos de flores ^randes es un tipc tnuy vigoroso de tallos muy fuertes, rígidos y con un tamatio de 1 a 1,60 metros. Los flores, de 8-10 centímetros de diámetro, se disponen muy apretadas en los tallos. Según la época de plantación florecen de julio a octubre. Hay un ^ran número de híbridos y son los más conocidos por los aficionados a las flores. Gladiolos primulinos, su tallo es más ligero que los de anteriores, con las flores menos apretadas sobre el tallo y de tamaño algo menor; sin embargo. su conjunto es de gran ele^ancia y colorido vistoso y variado. Florecen en la mismo época de los gladiolos de ^randes flores. Este tipo de gladiolo provicne de las hibridaciones llevadas a cabo sobre Gladiolus primulinus, originario de Africa.
PLAGAti Y ENFEKMEUADES Entre las plagas más corrientes que atacan a esta planta se en^ uentran los trips. Estos deben combatirse durante el almacenado de los bulbos en el almacén durante el invierno, a. base de espolvoreos con HCH, pues durante esta época estos insectos se esconden en las g^rietas de la madera de los
cajones y almacenes. Si aparecen sobre los cultivos, puede efectuarse pulverizaciones con esteres fosforados. Pueden atacar a las hojas, tallos e incluso flores. La fusariosis es. sin duda, la cnfermedad que más daño ocasiona a este cultivo, pues produce la podredumbre del bulbo. Puede prevenirse esta enfermedad bañando los bulbos antes de la siembra en un producto organofosforado y efectuando el "pelado^^ antes de la plantación. La roya también causa daños y se manifiesta por la aparición de manchas amarillentas sobre las hojas. Para combatirla puede utilizarse pulverizaciones con fungicidas.
COMERCIALIZ:^CIO\ La corta de flores para su venta debe efectuarse cuando las dos o tres primeras flores de la base de la espiga han iniciado su apertura. De esta manera, todas las flores que se encuentran sobre el tallo terminarán de abrirse si el tallo se coloca en un iarrón o búcaro con agua. Además, haciéndolo de esta manera el bulbo conservará reservas suficientes para ser plantado el año si5uiente. De todas formas, como indicamos, si las flores no se cortan para la decoración de adornos fiorales, deben cortarse una vez que la fioración haya casi terminado.
Fi;. 1-4.-:^I realizar la plantacibn de lu; hnlbns deben qui^ar^e las ^únicas, part^ e^'itar podre