El arte de vivir – Comentario temático de Proverbios por (clasificación de A. Kuen, varias traducciones y comentarios)

Oliver Py II. Dios es soberano

(para la INTRODUCCIÓN general al comentario temático de Proverbios, vea los prolegómenos de los capítulos XXV o XIX, publicados anteriormente)

II. Dios es soberano El Señor lo sabe todo 1. El Señor (hwhy YAVE cf. II.9) ve lo que ocurre en todo lugar: observa todos los hombres: malos y buenos. (15.3) (RVA) ¶ Los ojos de Jehovah están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos. (DRB) ¶ Los ojos del Eterno están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos. (JER) ¶ En todo lugar los ojos de Yahveh, observando a los malos y a los buenos. (TOB) ¶ Los ojos del Señor están por todas partes, mirando a los malos y a los buenos. // 5.21; Job 34.21-22; Sal 11.4; Jer 16.17; 23.24; 32.19; 2Cró 16.9; Heb 4.13

Observación: En cuanto a la última palabra, bwj TOV bueno/bien, así comenta Woodcock: “Las palabras hebreas bwj y sus derivados, designan una gran variedad de lo que es bueno. A menudo conllevan el significado ético del bien. El Señor observa a los buenos y a los malos (aquí). Un hombre bueno obtiene el favor del Señor (12.2/XVII.2). Los hombres malos se inclinan en presencia de los buenos, que son justos (14.19/XIX.17). Todo buen camino implica lo que es justo y equitativo (2.9/V.23). Caminar por las sendas de los hombres buenos es seguir los caminos de los justos (2.20/V.34). Designan también lo que es provechoso. El sabio se asegura una buena reputación (3.4/XXXI.4). El que busca el bien halla el favor (11.27/XVII.3). Los que planean el bien encuentran amor y fidelidad (14.22/XV.18). Una esposa sabia es fuente de bien para su marido (18.22/XXVIII.10; 31.12/XXVIII.17), beneficio económico incluido (31.18/XXVIII.23). Adquirir la sabiduría trae sana (buena) enseñanza (4.2/VII.2) y buen entendimiento (13.15/IX.18). Los que siguen la instrucción y aman el entendimiento prosperan (Lit. encuentran el bien; 16.20/IV.1; 19.8/IX.10). Y esta prosperidad (NdT. bwj se trad. a menudo por felicidad) trae galardón (13.21-22/XVIII.6+XXXIV.38). La palabras trad. bueno/bien describen también una actitud feliz, positiva y animosa. El corazón contento (bueno) está siempre en fiesta (15.15/XIX.43). Esta actitud tan sana es una buena medicina (17.22/XIX.5). Una palabra buena y animosa reanima (12.25/XIX.6), trae alegría (15.23/XXV.3), salud (15.30/XIV.6), y refrigerio (25.25/XXV.13). Palabras positivas y de aliento producirán buenas cosas (12.14/III.22). Los sabios usan su conocimiento de manera competente (15.2/XXV.5). El generoso (Lit. con un `buen ojo´) será bendecido (22.9/XIX.14). La miel

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es buena al paladar (24.13/IX.22). `Bueno´ se emplea a menudo en la comparación para indicar que una cosa es mejor que otra (p.ej. 15.1617/XXXIV.27+XXVIII.2).” (Woodcock) (bwj cf.II.1) En Proverbios la palabra bwj TOV aparece 61 veces (AT: 495): 2.9,20; 3.4,14,27; 4.2; 8.11,19; 11.23.27; 12.2,9,14,25; 13.2,15,21,22; 14.14,19,22; 15.3,15,16,17,23,30; 16.8,16,19,20,29,32; 17.1,20,26; 18.5,22; 19.1,2,8,22; 20.23; 21.9,19; 22.1,9; 24.13,23,25; 25.7,24,25,27; 27.5,10; 28.6,10,21; 31.12,18. “Los ojos del Señor están en todo lugar, vigilando (MN: él observa) a los buenos y a los malos (NVI). ¡Que este Dios que lo ve todo sea adorado! Su inspección del universo es tan meticulosa, exacta e incansable. El primer indicio de apostasía es el miedo de verse en su presencia. Los impíos intentan olvidar esto y a menudo tienen éxito al excluir a Dios de sus pensamientos. Sin embargo, pese a todos sus esfuerzos para esconderse, el Señor sí que les ve. Sus ojos… están en todo lugar. El Cielo, el infierno, y los lugares secretos de la tierra están plenamente abiertos para él. Ve el mal, sea el del rey en su trono o en el palacio, sea el siervo entregándose a un pecado secreto. Sí, será posible cerrar y tapar una casa para que no entre ningún rayo del sol, pero no es posible sustraerse a los ojos de Dios. Sólo un insensato temerario piensa que puede esconderse de Dios. Pensar que esto se puede lograr es la raíz secreta del ateismo. Los ojos del Señor ven también a los buenos. El los ve en las privaciones materiales, en sus tiempos a solas, en sus profundas aflicciones. Penetra los muros de las prisiones. Está con ellos en el horno y en la tempestad. Su ojo les guía y así pueden regresar a salvo a su hogar. Dios `llena el infierno de su severidad, el cielo de su gloria y su pueblo de su gracia´ (Charnock). Entonces, ¿cómo voy a encontrar a estos ojos? ¿Lo haré como un rebelde o como un hijo? ¿Me inspiran terror o amor? Este pensamiento deslumbrante de este ojo que todo lo escudriña se ve equilibrado con creces por la visión del gran Sumo Sacerdote, que cubre y purifica de toda deficiencia y contaminación, abogando y manteniendo mi aceptación, más allá de todo desánimo (Heb 4.13-14).” (Bridges) Si “todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta” (Heb 4.13), las cosas son bien distintas entre • •

los que no le conocen personalmente (los malos) y los que aceptaron a Cristo en su vida (los buenos) y tienen “un

gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios” (Heb 4.14).

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2. El Señor (hwhy YAVE cf. II.9) ve todo lo que ocurre en el lugar de los muertos y en el abismo de perdición, ¡cuánto más los corazones de los hombres están descubiertos delante de Él! (15.11) (RVA) ¶ El Seol y el Abadón están delante de Jehovah; ¡cuánto más los corazones de los hombres! (DRB) ¶ El Seol y el abismo están delante del Eterno, ¡cuánto más los corazones de los hijos de los hombres! (JER) ¶ Seol y perdición están ante Yahveh; ¡cuánto más los corazones de los hombres! (TOB) ¶ El Lugar de los muertos y el Abismo están delante del Señor, ¡cuánto más los corazones de los seres humanos! // 27.20; Job 26.6; Sal 7.9; 139.8; Jer 17.10; 2Cró 6.30; Jn 2.24-25; 21.17; Heb 4.13; Apo 1.18; 2.23

“Si ante el Señor están el sepulcro y la muerte, ¡cuánto más el corazón humano! (NVI). Otra vez vemos a un Dios omnisciente y omnipresente. La muerte y la destrucción (NIV), cada rincón del vasto Hades, la morada de los muertos y el lugar de los condenados, están abiertos ante el Señor (NIV). Entonces pues, ¡cuánto más están abiertos los corazones de los hombres! ¿Se entregarían los hombres a sus vanos pensamientos, sus nimiedades, sus impurezas si creyesen de verdad que el Señor escudriña los corazones? Tu corazón es como un libro abierto ante el Señor que no se rebajará para aceptar ocupar un lugar segundario. Debes eliminar este disfraz de falsedad. El pecador consciente retrocede ante tan espantosa visión. Pero el creyente camina impávido a la visión de este fuego consumidor. Los pecados, conocidos por el Padre, están cubiertos por su justicia.” (Bridges) “(…) aún el lugar más inaccesible y misterioso del universo está delante de Yavé. ¡Cuánto más el corazón del hombre! Encontramos pensamientos parecidos en Sal 139.8: “Si subiera a los cielos, allí estas tú; y si en el Seol hiciera mi estrado, allí tú estás.” y en Eclesiástico 42.18: “El sondea el abismo y el corazón humano, y sus secretos cálculos penetra. Pues el Altísimo todo saber conoce, y fija sus ojos en las señales de los tiempos” (JER).” (Clifford) “Infierno y Abismo están patentes a Dios, ¡cuánto más el corazón humano! (BP). (…) Eso se dice de los corazones humanos en general. Otra colección hará una excepción para el corazón del rey, semejante en profundidad a lo alto del cielo y a lo hondo de la tierra (25.3/XXXVI.1). Una aliteración ingeniosa empareja Nwdba ABADON (abismo) y Mda-ynb BENEI ADAM (hijos de los hombres).” (Schökel) 3. El Señor, quien es justo, está atento a lo que ocurre en la morada de los malos y precipita a los perversos en la desdicha. (21.12) (RVA) ¶ El justo observa la casa del impío; cómo los impíos son arruinados por el mal.

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Oliver Py (clasificación de A. Kuen, varias traducciones y comentarios) II. Dios es soberano (DRB) ¶ Hay un justo que considera atentamente la casa del malvado, vuelca (Plo cf. XXVI.17) a los malvados en la desgracia (er cf.XV.11). (JER) ¶ El Justo observa la casa del malvado, y arroja (precipita) a los malvados a la desgracia (LA: llevando al impío a la ruina). (TOB) ¶ El justo presta atención al clan de los malvados, empujándoles en la desgracia. (NC) ¶ El justo considera la casa del impío y precipita a los impíos en la desventura. (MN) ¶ El justo advierte cómo la casa del injusto precipita al injusto en la ruina. // 11.3-5; 13.6; 14.32; Job 5.3; 8.15; 18.14-21; 21.28-30; 27.18-23; Sal 37.35-36; 52.5-7; Os 14.9; Am 4.11; Hab 2.9-11; Abd 1.4,6,13,18; Gén 19.29; 1Cor 10.5; 2Ped 2.4-9; 3.6-7

Observación: Clifford pregunta: “¿Quién es el qydu TSADIK justo? ¿Un hombre o Dios (El Justo)?” La 2ª parte del v. parece suponer que Dios es el sujeto. “Se argumenta para la primera opción que todas las versiones antiguas suponían aquí un sujeto humano, y que “el Justo¨ se usa para Dios únicamente en Is 24.16 en el AT. La razón para identificar justo con Yahveh es que en otros contrastes malvado/justo en Proverbios el justo nunca hace algo contra el malvado (NdT. de allí la ingeniosa trad. (MN) donde es la casa misma del injusto que le precipita en la ruina). Es más bien Dios quien le castiga. Además, el sujeto del verbo Plo SALAF `trastornar´ es siempre Yahveh en Proverbios (13.6/XXXIV.2; 19.3/XVI.7).” (Clifford) LXX ha leído twbl LIBOT (KARDIAS, `corazones´) en vez de tybl LEBEIT casa. “El justo se fija en la casa del malvado, y ve cuando éste acaba en la ruina (NVI). La obra de la providencia nos deja a menudo atónitos. La prosperidad de los malos es una afrenta a la fe y puede suscitar pensamientos severos en cuanto a Dios (Sal 73.2-14). Pero cuando el hombre que confía en el Señor mira con los ojos de la fe, ve más allá de la deslumbrante gloria del momento presente. Cuando consideras atentamente la casa del malvado, no observarás sólo su esplendor sino que reflexionarás también acerca de su fin. Su prosperidad tiene los días contados, su destrucción está asegurada. Todo esto se entiende por la fe.” (Bridges) “Uno Justo observa la casa del malvado: precipita al malvado en la ruina (BP; //El honrado observa cómo la casa del malvado precipita al malvado en la ruina. Trad. adicional alternativa de Schökel que no se decanta por una interpretación u otra). 4. El Señor (hwhy YAVE cf. II.9) vigila toda la conducta de un hombre, le observa por donde quiere que vaya. (5.21; para 5.22-23 ver XVIII.14-15) “Nuestros caminos están a la vista del Señor; él examina todas nuestras sendas (NVI). Esta verdad no detiene a los hombres de sus caminos. El ateismo práctico es la raíz de la depravación humana (Sal 14.1-3). El ojo de otra persona, incluso de un niño, es un freno para el pecador; mas el pensamiento de Dios que lo ve todo, incluso si llega a su mente, no le alarma, ni le convence, ni le detiene”. (Bridges)

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El Señor reina 5. El corazón de los reyes está en las manos del Señor (hwhy YAVE cf. II.9) como canales de agua corriente: lo dirige como Él quiere. (21.1) (RVA) ¶ Como una corriente de agua es el corazón del rey en la mano de Jehovah, quien lo conduce a todo lo que quiere. (DRB) ¶ El corazón de un rey, en la mano del Eterno, es un arroyo (Lit. es arroyos de agua); lo inclina a todo lo que le plazca. (JER) ¶ Corriente de agua es el corazón del rey en la mano de Yahve (BP: es una acequia), que él dirige como quiere (que lo inclina por todas partes a su antojo). // 16.1,9; 20.24; Sal 105.25; 106.46; Is 43.19; 44.27; Dan 4.35; Esd 7.27-28; Neh 1.11; 2.4; Hec 7.10; Apo 16.12

“En las manos del Señor el corazón del rey es como un río: sigue el curso que el Señor le ha trazado (NVI). La mayoría de la gente que medita sobre la vida reconoce que Dios está detrás de todo. Con la materia inerte actúa mediante la fuerza física; con los animales salvajes, por el instinto y los apetitos; con los seres inteligentes, por las motivaciones de acuerdo con sus facultades; con su pueblo redimido, por la influencia de la gracia. Este proverbio nos recuerda uno de los aspectos de su cuidado providencial. La verdad general, enunciada previamente, que el hombre es totalmente dependiente de Dios es ilustrado por el corazón del rey, que está bajo el control de Dios. Una corriente de agua es un buen símil para describir el fenómeno. Empieza como una sencilla fuente que apenas puede hacer girar un molino de mano para moler grano para un día. Pero a medida que se ve engullido por la confluencia de otras corrientes grandes y pequeñas, es capaz de hacer funcionar cientos de molinos proveyendo alimento para miles de personas. Así pues, los pensamientos del corazón del rey son, al principio, una sola idea para el bien de sus súbditos, que luego crece hasta llegar a su cumplimiento. Porque, después de todo, los grandes Soberanos dirigen las prescripciones más despóticas – todos los proyectos políticos – para sus propios fines, de la misma manera que una corriente de agua fluye por el canal. Hay aquí una alusión evidente a los canales construidos para distribuir el agua a fin de poder irrigar las huertas y los campos. La corriente de agua fluye naturalmente según lo va dirigiendo el canal. Dios dirige el corazón del rey como siendo su agente responsable, sin interferir con la libertad moral de su voluntad. La historia de nuestra bendita – si bien ahora difamada – Reforma muestra el mismo control soberano del corazón del rey. Enrique VIII fue usado

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como instrumento, y su piadoso hijo como agente deliberado, para llevar a cabo esta gran empresa. Recordarlo nos anima, en todos los apuros de la vida de la iglesia a volver nuestra mirada a su gran Cabeza y a gozarnos pensando que en lugar de los reyes, es el rey de reyes que reina.” (Bridges) “`Arroyos de agua´ se mencionan en Is 32.2 y Prov 5.16 en un sentido positivo – aguas que fertilizan extensiones áridas. Así también la expresión similar en Is 30.25. Es preciso una gran habilidad y poder para dirigir el agua, que se trate de las aguas cósmicas de la creación en sus esferas respectivas o de llevar el agua para que fertilice la tierra árida. El agua por su naturaleza es “caótico” – poderoso y escurridizo. Es preciso también una gran habilidad para dirigir el corazón de un rey, porque la mente del rey es inescrutable y fuera del control humano. Sin embargo, Dios controla las aguas y el corazón del rey con facilidad. Se compara la sabiduría al agua en Prov 18.4 y 20.5. Se asocia el agua a Ea (Enki), el Dios de la sabiduría de Mesopotamia. “Corazón” apunta al dicho siguiente” (cf. XIX.41). (Clifford) “Las decisiones de un rey están controladas por Dios. El v. emplea el paralelismo sintáctico para desarrollar esta idea: el primer hemistiquio afirma que las decisiones (corazón) del rey están bajo el control de Dios (en la mano), y el segundo explica que dirige el rey a su antojo. El segundo hemistiquio aclara el símil del corazón comparándolo a un arroyo. Como el granjero canaliza el agua donde quiere y regula su caudal, así obra el Señor para con el rey. No existe entonces ningún líder humano que sea supremo o absoluto; o, para decirle de otro modo, el Señor es realmente el Rey de reyes, las Escrituras proporcionan muchos ejemplo de esta verdad (Esd 7.21; Is 10.6s; 41.2-4; Dan 2.21, Juan 19.11).” (Ross) 6. La manera de actuar del Señor (hwhy YAVE cf. II.9) es una fortaleza para el hombre íntegro, pero un tema de espanto para los que hacen el mal. (10.29) (RVA) ¶ Jehovah es la fortaleza del íntegro de camino, pero es espanto para los que obran maldad. (DRB) ¶ El camino del Eterno es la fuerza para el hombre íntegro (BP: cabal), pero es ruina para los obreros de iniquidad. (JER) ¶ Fortaleza es para el íntegro la senda de Yahveh; pero ruina (BP: es terror) para los malhechores. // Job 31.3; Sal 1.6; 36.12; 37.20; 84.7; 92.7; Is 40.31; Zac 10.12; Mt 7.22-23; Lc 13.26-27; Rom 2.8-9; Fil 4.13

Observación: Como lo muestran las traducciones, el hebreo es ambiguo; se puede entender que el sujeto es el Señor o bien el camino del Señor (TOB).

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La palabra Krd DEREK camino es muy frecuente en el AT (706 menciones) ocurre 75 veces en Proverbios. No es de extrañarnos esta frecuencia, es la metáfora más común que se refiere a la manera de ser, a la forma de actuar. 21.15b/XVI.9b es una copia del segundo hemistiquio. “El camino del Señor es refugio de los justos y ruina de los malhechores (NVI). Acercarse al camino del Señor fortaleció al íntegro Nicodemo. Gracias a la fuerza del Señor, el creyente más débil avanzará y no desfallecerá. Cuando miramos a nuestros recursos propios, puede que “desesperemos de poder alejar el pecado de nuestros corazones tanto como de hacerse precipitar montañas en el mar con nuestros dedos” (Reynolds). Sin embargo, ninguno de nosotros debemos alejarnos de la confesión que todo lo podemos a través de Cristo que nos fortalece (Fil 4.13).” (Bridges) “El camino del Señor (NIV) se refiere a la administración divina y providencial de la vida. Por tanto la justicia divina será seguridad para el justo y desgracia para el malvado.” (Ross) 7. Es el Señor (hwhy YAVE cf. II.9) que marca el camino del hombre. ¿Cómo podría un mortal entender adónde va? (20.24) (RVA) ¶ De Jehovah son los pasos del hombre; ¿cómo podrá el hombre, por sí solo, entender su camino? (DRB) ¶ Los pasos del hombre provienen del Eterno; y ¿cómo podría un hombre entender su propio camino? (JER) ¶ De Yahveh dependen (Yahvé dirige) los pasos del hombre: ¿cómo puede el hombre comprender (BP: discernir) su camino? // 14.8; 16.9; Sal 25.4,12; 37.23; Is 10.6-7; Jer 10.23; Dan 5.23; Hec 17.28;

“Los pasos del hombre los dirige el Señor. ¿Cómo puede el hombre entender su propio camino? (NVI). Tenemos aquí dos principios básicos: el poder de control y soberanía de Dios, y la absoluta dependencia e impotencia del hombre. No hay aquí ni violación de la libertad por un lado, ni excusa para la pereza por otro lado. El hombre actúa a menudo como si fuera el amo de su propia situación, como si sus pasos fueran suyos. O bien, teniendo la idea perniciosa que todo acontecimiento está predeterminado, se queda sentado sin hacer nada, en vez de trabajar con diligencia para poder llevar a cabo los propósitos del Señor. Ahora bien, el humilde creyente usa su libertad en un espíritu de dependencia de Dios. Sus pasos … los dirige el Señor que inspira su esfuerzo y le corona de éxito. Necesitamos decirle al Señor que confiamos en su sabiduría, su bondad, y su fiel cuidado. Oh Señor, guíame, sostenme, no me abandones. San Agustín menciona las oraciones bañadas en lágrimas de su piadosa madre cuando viajaba de Cártago a Italia. Le preocupaba que al no estar más bajo su influencia materna, se enfangaría todavía más en el pecado. Pero al final, este viaje preparó el camino para su providencial conversión. “En

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tu consejo escondido y profundo,” escribía San Agustín, “escuchando la esencia de su mayor deseo, no le concediste lo que te pidió en esta ocasión, para cumplir en mi lo que siempre te pedía”.” (Bridges) “El control de Dios sobre nuestras vidas supera nuestra humana comprensión. El proverbio contiene una afirmación y luego una pregunta retórica basada sobre ella: los “pasos de un hombre poderoso” [rbgydeum MITSADEI-GAVER; NIV, los pasos de un hombre] son del Señor – ¿cómo, entonces, puede uno discernir o conocer (NIV; Nyby IAVIN) su camino? ¿Cómo puede uno engañarse pensando que no necesita al Señor cuando aún las actividades de un hombre fuerte son preparadas por Dios? (Ver, p.ej., Gén 50.20; ver también 3.6/III.15 para el consejo apropiado detrás de esta verdad.) McKane dice: “A lo largo de la senda de la vida, ningún hombre puede caminar con una seguridad iluminada por su juicio bien elaborado y por la penetración de su poder intelectual. Depende de Yavé por cada paso en su camino, y sin la luz de Dios sobre su camino su viaje se ve privado de una guía segura y de la luz del propósito” (p.5467).” (Ross) 8. Numerosos son los que buscan el favor del jefe, pero es el Eterno (hwhy YAVE cf. II.9) quien fija el derecho de cada uno. (29.26) (RVA) ¶ Muchos buscan el favor del gobernante, pero de Jehovah proviene el derecho de cada uno (LA: del Señor viene la justicia para el hombre). (DRB) ¶ Muchos buscan el rostro del gobernador, pero el justo juicio de un hombre viene del Eterno. (JER) ¶ Son muchos los que buscan el favor del jefe, pero es Yahveh que juzga a cada uno. (BP) ¶ Muchos buscan el favor del que manda, pero la sentencia viene de Dios. // 16.7; 19.6,21; 21.1; Sal 20.9; 62.12; Is 46.9-11; Dan 4.35; Gén 43.14; Esd 7.27-28; Neh 1.11; Est 4.16

“Muchos buscan el favor del gobernante, pero la sentencia del hombre la dicta el Señor (NVI). A la luz de este proverbio, debemos buscar a Dios como nuestro Amigo. Es un fundamento sólido para nuestra fe. Empieza con Dios; todo juicio está en sus manos. Déjale que Él escoge y disponga de tus circunstancias. Considera todo lo que ocurre como procediendo de Él. Como lo dijo Tomás a Kempis, “Como quieras, lo que quieras, cuando quieras.” Es el camino más corto y más seguro para la paz. ¡Sólo cree!” (Bridges)

El hombre propone, Dios dispone.

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9. El hombre es amo de las resoluciones de su corazón, pero el que tiene la última palabra, es el Señor (hwhy YAVE cf. II.9). (16.1) (RVA) ¶ Del hombre son los planes del corazón, pero de Jehovah es la respuesta de la lengua. (DRB) ¶ La preparación del corazón es del hombre, pero del Eterno es la respuesta de la lengua. (JER) ¶ Al hombre los planes del corazón, pero de Yahveh, la respuesta. (BP) ¶ El hombre se prepara por dentro, el Señor le pone la respuesta en los labios. // 19.21; 20.24; 21.1; Sal 10.17; Jer 1.7-9; 10.23; 32.39-40: Ez 36.26-27; Ex 4.11-12,15; 2Cró 18.31; Esd 7.27; Neh 1.11; Mt 10.19-20; Lc 12.11-15; 2Cor 8.16; Fil 2.13; Stg 1.16-18

Observación: LXX 16.1-9 difiere mucho del TM. 11 veces se menciona el nombre de Yavé (o Yahveh) en este capítulo 16, todo un record (el que le sigue son los capítulos 3 y 15 con 9 menciones cada uno), pero este nombre divino es muy empleado por los autores inspirados de nuestro libro, hay casi 90 menciones: 1.7,29; 2.5,6; 3.5,7,9,11,12,19,26,32,33; 5.21; 6.16; 8.13,22,35; 9.10; 10.3,22,27,29; 11.1,20; 12.2,22; 14.2,26,27; 15.3,8,9,11,16,25,26,29,33; 16.1,2,3,4,5,6,7,9,11,20,33; 17.3,15; 18.10,22; 19.3,14,17,21,23; 20.10,12,22,23,24,27; 21.1,2,3,30,31; 22.2,4,12,14,19,23; 23.17,18; 24.18,21; 25.22; 28.5,25; 29.13,25,26; 30.9; 31.30. En contraste, para todo el libro, se emplean sólo 6 veces el nombre genérico Myhla ELOHIM Dios: 2.5,17; 3.4; 25.2; 30.5,9 (para las dos últimas citas dos variantes, respectivamente: hwla ELOAH y yhla ELOHAI). Whybray nos da una breves palabras introductorias muy pertinentes en cuanto al capítulo 16 en su conjunto, que presentaremos, pese a ser éste un comentario temático, para no olvidar el contexto (peligro de los estudios temáticos). “Incluso más que en el capítulo 15, este capítulo está dominado por los proverbios que incluyen el nombre de Yahveh (NdT. Yahveh-proverbs, Lit. `proverbios-Yahveh´; expresión empleada para indicar la presencia del tetragrama divino hwhy). En los vv. 1-9 cada v. excepto uno (v.8/XXXIV.28) es un proverbio que contiene el nombre de Yahveh, y el v. final (16.33/II.13) incluye también el tetragrama, y es un v. que hace eco al v. 1, formando así un marco para el capítulo. Los vv. 11 (XXXIV.16) y 20 (IV.2) incluyen también este nombre divino. Los vv. 1-9 son seguidos inmediatamente por una segunda serie (vv. 10-15) de la que cada v. salvo uno (v.11; XXXIV.16) es un proverbio de la realeza. Es evidente que estas dos series, que ocupan casi la mitad del capítulo, han sido colocadas deliberadamente. Debemos apuntar que sus temas respectivos se entremezclan en los vv. 9-12, donde tenemos la secuencia proverbio-Yahveh, proverbio real, proverbio-Yahveh, proverbio real. Podemos decir con casi total certeza que esta doble serie de proverbios ha sido colocada a propósito en el lugar central del libro: La Masora señala que el v. central del libro es 16.17/XXI.8. Esta ordenación refleja claramente la labor editorial subrayando para los lectores la importancia central de estas declaraciones acerca de Yahveh, acerca del rey, y,

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implícitamente, acerca de la relaciones entre ambos. Se proporciona con 15.33/III.8 un nexo de unión entre los capítulos 15 y 16. Se ha apuntado con frecuencia que los capítulos 16.1 – 22.16 difieren en su forma de los capítulos 10-15. En los primeros mencionados prevalecen los paralelismos de sinónimo, mientras que en los capítulos 10-15 dominan los paralelismos antitéticos. Pero sea cual fuera el origen de esta diferencia en la historia de la composición del libro, no hay señal de una ruptura en el texto tal como lo conocemos.” (Whybray) “El hombre propone y Dios dispone (NVI); Las preparaciones del corazón en el hombre, y la respuesta de la lengua, vienen del Señor (KJV). La gran pregunta se debate aquí: ¿quién es el que se mueve primero en la obra de la conversión? ¿Puede el hombre preparar su propio corazón a la gracia de Dios? Este proverbio nos enseña que el Señor quita la piedra del corazón para que pueda sentir; el Señor atrae el corazón de manera que pueda seguir; el Señor da vida al corazón, para que pueda vivir. El Señor abre el corazón, para que pueda marcarlo del sello de su propia ley y moldearlo a su propia imagen. Esta obra empieza en Dios. No que venimos primero y luego somos enseñados, sino primero aprendemos, y luego venimos. La gracia de Dios a la vez va delante de nosotros y coopera a nuestra salvación. ¿Deberíamos pues esperar ociosamente hasta que Dios empiece a obrar? ¡Lejos de ello! Debemos actuar, pero en dependencia de Dios. Dios no obra fuera de nosotros sino con nosotros, a través de nosotros, en nosotros y por nosotros. Y actuamos en él. Nuestra parte es obedecer; de él es la fuerza. Da vida a nuestras acciones. Sus mandamientos no implican que tenemos el poder de obedecer, sino nuestra dependencia de él para conseguir la gracia de la obediencia. “La obra, en cuanto que deber, es nuestra; pero como realización, es de Dios. Dios da lo que requiere, y sus promesas son el fundamento de nuestras realizaciones (Obispo Reynold). Nuestras obras no son la causa sino el efecto de su gracia. Nunca podrían venir de nosotros hasta que Dios no las haya primero preparadas en nosotros. Este hábito de dependencia debe seguir hasta el final de nuestra vida. No podemos prepararnos más a nosotros mismos después de haber recibido la gracia que lo podíamos antes de haberla recibida. Jerónimo decía, “Mendigo para poder recibir; y cuando he recibido, mendigo nuevamente.” La dependencia no es una excusa para la indolencia sino es la fuente de energía de la acción.” (Bridges) “Podemos soñar con proyectos, pero su realización no depende de nuestra capacidad.” (Clifford)

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“Este proverbio nos hace entrever como Dios confunde aún a los sabios”. (Ross) 10.El hombre propone y escoge su camino, Dios dispone, y guía sus pasos. (16.9) (RVA) ¶ El corazón del hombre traza su camino, pero Jehovah dirige sus pasos. (DRB) ¶ El corazón del hombre propone su camino, pero el Eterno dispone sus pasos. (JER) ¶ El corazón del hombre medita su camino, pero es Yahveh quien asegura sus pasos. // 16.1; 20.24; 21.30; Sal 37.23; Is 46.10; Jer 10.23

“El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor (NVI). Una buena descripción del gobierno soberano de Dios. Resulta un misterio inescrutable el modo en el que Dios cumple su propósito preestablecido con agentes dotados de libre albedrío. El hombre privado de voluntad propia es una máquina. Dios sin sus propósitos inmutables deja de ser Dios. Como agentes dotados de razón pensamos, consultamos, actuamos libremente. Somos agentes dependientes, y el Señor usa de su propio poder permitiendo, denegando, o favoreciendo nuestras acciones. De esta forma el hombre propone y Dios dispone. El hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor. Dios da órdenes a nuestra voluntad sin infringir nuestra libertad y sin que dejemos de ser criaturas responsables. Pues, mientras actuamos como queremos, debemos darle cuentas. La doctrina de la providencia no es como la doctrina de la Trinidad, que debemos aceptar por fe. La experiencia nos proporciona evidencias de la providencia divina, aún en todas las pequeñas circunstancias que forman las piezas del plan divino. Un asunto de trabajo cotidiano, dejarse llevar por la curiosidad, la adquisición de un bien necesario, irse de viaje – todas estas cosas están inter-conectadas para dar resultados de trascendental importancia. Y a menudo cuando nuestra meta nos parece totalmente clara, descubrimos que nuestros propios planes están obstaculizados por dificultades inesperadas, y que se presenta una insospechada puerta abierta en una dirección diametralmente opuesta. Finalmente podemos reconocer que el Señor nos ha guiado por un itinerario directo. Así encontramos nuestra felicidad y seguridad abandonando nuestra voluntad a nuestro Guía celestial. Él conoce todo el camino; conoce el final desde el principio”. (Bridges) “El hombre planea su camino, el Señor dirige los pasos (BP). Es parecido al anterior (NdT. Schökel alude a 16.3/IV.12). Sobre todo teniendo en cuenta que Krd DEREJ (camino) puede significar viaje. Uno planea un viaje con precisión de detalles, y se echa a caminar. Desde ese momento el Señor va acompañando, dirigiendo y afirmando cada paso del hombre. El proverbio presenta plásticamente el carácter dinámico de proceso. No es un golpe de dados, que decide en un instante, sino el largo camino paso a paso. Siendo

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igual el verbo de 16.9 y de 16.3, Nwk KUN, resulta: el Señor, que da firmeza a los planes, da firmeza a cada paso de su ejecución.” (Schökel) Siguiendo el hilo de este pensamiento de Schökel entendemos mejor la fuerte amonestación de Santiago 4.13-16: “…iremos a tal ciudad, pasaremos allí un año, haremos negocio y ganaremos dinero”…deberíais decir más bien: si el Señor quiere viviremos y haremos esto o aquello. En cambio, ahora os gloriáis alardeando. Y toda jactancia semejante es mala (BP).

11.El hombre lleva muchos proyectos en su corazón, pero es el diseño (hue cf. V.6) del Eterno (hwhy YAVE cf. II.9) que se lleva a cabo. (19.21) (RVA) ¶ Muchos planes hay en el corazón del hombre, pero sólo el propósito de Jehovah se cumplirá. (DRB) ¶ Hay muchos pensamientos (twbsxm cf. XV.7) en el corazón de un hombre; pero el consejo del Eterno, éste se cumplirá. (JER) ¶ Muchos proyectos en el corazón del hombre, pero sólo el plan de Yahveh se realiza (pero es el designio de Yahvé que permanece firme). (BP) ¶ El hombre medita muchos planes, pero se cumple el designio del Señor. // 12.2; 16.1,9; 21.1,30; Job 23.13; Ecl 7.29; Sal 21.11; 33.10; 83.4; Is 7.6-7; 14.24,26-27; 46.10; Dan 4.35; 11.24-25; Gén 37.19-20; 45.4-8; 50.20; Est 9.25; Mat 26.4-5; 27.63-64; Hec 4.27-28; 5.38-39; Ef 1.11; Heb 6.17-18; 1Ped 2.8; Juda 1.4

“El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del Señor (NVI). Tenemos aquí un bonito contraste entre el hombre y Dios, mostrando la gran diferencia entre el gusano y su Hacedor. Los planes más serios del hombre no son nada si los comparamos a los de Dios. Y es el proyecto de Dios que prevalece. Porque los planes del hombre están lleno de alteraciones y al final son estériles. Pero el consejo de Dios es inmutable, y permanecerá para siempre. Es vano intentar luchar contra Dios. Nuestra libertad no interfiere con su designio secreto. Y debemos tener cuidado de no resistir a su voluntad manifiesta. Mientras su providencia escoge nuestro destino, que su Palabra discipline nuestros deseos como la mejor manera de llevarlos a cabo. Porque todo está transparente arriba, si bien abajo se amontonan las nubes. Todo está muy tranquilo en el cielo, si bien se desatan tormentas en la tierra. No hay confusión allí. Uno solo reina. Cada propósito llegará al fin planeado”. (Bridges) El rey Saúl es un vivo ejemplo de la locura y de lo autodestructivo que es resistir contra Dios y no doblegarse a su voluntad. El primer rey de Israel es un triste paradigma reflejando la desdicha de todos los que se aferran a cumplir lo que les da la real gana. No quiso aceptar dejar sus proyectos. El reinaría y su hijo después de él, a su muerte. No David. No quiso aceptar dejar su trono. Una hipótesis que explicaría por qué Jonathan no luchó contra Goliat (pues 1Sam 14.6 nos revela que tenía el coraje para hacerlo) es la falta de fe de su padre que no creía que podría vencerlo, que

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se aferraba a la idea que tenía que sucederle y posiblemente le prohibió luchar contra el campeón filisteo (la mala fe tiene muchos recursos adicionales también, podría además justificar que no podía casarse con su propia hermana). Es impresionante ver lo patético del caso de Saúl. El acto heroico de David y su posterior protagonismo, que él mismo fomenta, desencadenará sus celos contra él. Todo lo que hace resistiendo a la voluntad de Dios se tuerce contra él y esta actitud le hace caer en un absurdo celo asesino. Recordamos el consejo ignaciano: “Poner los medios como si todo dependiera de nosotros; dejárselo a Dios como si todo dependiera de él”. 12.Podéis poner los arneses al caballo para el día del combate, pero la victoria depende del Eterno (hwhy YAVE cf. II.9). (21.31; cf. 21.30/III.1) (RVA) El caballo es alistado para el día de la batalla, pero de Jehovah proviene la victoria. (DRB) El caballo es preparado para el día de la batalla, pero la liberación es del Eterno. (JER) Se prepara (equipa; BP: apareja; NC: Apréstase) el caballo para el día del combate, pero la victoria es de Yahveh (le pertenece). // Ecl 9.17; Sal 3.3,8; 20.7; 33.17-18; 68.20; 144.10; 147.10; Is 31.1

“Se alista al caballo para el día de la batalla, pero la victoria depende del Señor (NVI). Puede ser usado legitimadamente el caballo como medio defensivo. Pero no debemos depositar nunca nuestra confianza en el material bélico. Emplear los medios, pero no hacer de ellos ídolos. Los que ponen su confianza en ellos caerán. Los que recuerdan que su seguridad estás en el Señor quedarán en pie. Cuando se trata de combate espiritual, es todavía más importante tener una fe activa y depender de Dios”. (Bridges) Al hilo de este pensamiento de Bridges, y pensando a la oración (tema de IV.8-12) como medio predilecto del combate espiritual, queremos recordar que si la oración eficaz del justo puede mucho (Stg 5.16b), no debemos hacer de ella un ídolo. El que puede mucho no es la oración sino el Señor. Lo que hace su eficacia es la fe activa (que pide y confía) en este Señor y la dependencia de Él. Sino podemos caer en una caricatura que deshonra a Dios y que se parece más a la magia que a otra cosa, pues el medio se convierte en ídolo y en aberración, la fe en la fe. El pagano Nabucodonosor nos lo advierte: `torcer* el brazo de Dios´ no se hace, como dice en sustancia en Dan 4.35. (*trad. Lit. del arameo: `¿Hay alguién que le puede pegar sobre la mano? (hdyb axmy IEMAJE VIDE)´, RV: No hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?. Elberfelder: Nadie puede oponerse a su mano. Según Delitzsch es una expresión “derivada de la costumbre de pegar a los niños en la mano como castigo”. O sea impedir, presionar o manipular a Dios es imposible. Atreverse a hacerlo es de insensatos. No olvidemos nunca el ejemplo del mismísimo Hijo de Dios: `Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya´ (Luc 22.42b).

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13.Se echan las suertes en el faldón del sacerdote, pero es del Señor (hwhy YAVE cf. II.9) que depende toda decisión. (16.33) (RVA) ¶ Las suertes se echan en el regazo, pero a Jehovah pertenece toda su decisión. (DRB) ¶ Las suertes se echan (BP: agitan) en el regazo, pero toda decisión es de parte del Eterno. (JER) ¶ Se echan las suertes en el seno, pero la decisión (BP: sentencia) viene de Yahveh (deYahveh depende el juicio). // Núm 26.55; Jos 7.14; 18.5,10; 1Sam 14.41-42; Neh 11.1; Jon 1.7; Hec 1.26

Observación: Comp. Hec 1.26. “Las suertes se echan sobre la mesa, pero el veredicto proviene del Señor (NVI). La instructiva lección que aprendemos de este proverbio es que no hay desperdicio en las circunstancias más anodinas. ¿A quién se le escapa ver la mano de Dios, tan maravillosa, en las contingencias más casuales en apariencia, destronando toda causa segundaria para cumplir Su voluntad mientras obran las suyas? “Cuando los reinos, cual pelotas de tenis, sufren los raquetazos de las circunstancias, ningún acontecimiento podrá escapar de los límites de la divina providencia. Ninguno, ni los más pequeños están debajo de ella. Ningún pajarillo cae a tierra sin ella. Ningún cabello, pues ella los toma en cuenta” (Polhill). ” (Bridges) 14.No te jactes de lo que harás mañana, porque ni siquiera sabes (edy cf. XII.1) lo que hoy acontecerá. (27.1) (RVA) ¶ No te jactes del día de mañana, porque no sabes qué dará de sí el día. (DRB) ¶ No te gloríes del día de mañana, porque no sabes lo que un día engendrará. (JER) ¶ No te regocijes (felicites) por el día de mañana, porque no sabes (LA: que traerá el día) lo que deparará el día de hoy. (TOB) ¶ No te congratules por el día de mañana porque no sabes lo que (NC: dará de sí.) hoy dará a luz. // Sal 95.7; Is 56.12; 1Sam 28.19; Lc 12.19-20; 2Cor 6.2; Stg 4.13-16

Observación: Santiago razona inspirándose de este v. en una vigorosa exhortación en Stg 4.13-14. “No te jactes del día de mañana, porque no sabes lo que el día traerá (NVI). El universo no presenta un panorama más desolador que el de un anciano con un pie en la tumba, perdiendo todo lo que tenía en el mundo, e infinitamente más en la eternidad. Un rato más, y ya se ha ido. El Cielo y el infierno no son cosas de poca importancia. (NdT. Bridges compara a continuación el proverbio hebreo con un proverbio inglés todavía más condensado - en 7 palabras en vez de 10 en heb. - “Tomorrow presumed upon, today neglected ruins all”, que se podría trad.: “Al presumir sobre el día de mañana, uno lo arruina todo por desperdiciar el día de hoy”). ¿Se estimaría tanto los placeres de la tierra si no existiera una dependencia secreta en el día de mañana? Por cierto, pensar así me sostendrá cuando los pierde. La sombra sólo pasó; el cuerpo de mi

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felicidad permanece inamovible. Recuerda que “este mundo es el gran laboratorio para perfeccionar las almas para el mundo venidero.” (Sir M. Hale)” (Bridges) “No te gloríes del mañana, no sabes lo que engendra el día (BP). Uno echa sus cuentas confiando al futuro méritos y realizaciones y venturas: lo que hará y lo que será. Se las promete felices, como si pidiera prestado al mañana,. Pero cada día llega preñado de sucesos y circunstancias que no controlamos, “no contamos con la huéspeda”. ¿Será niño o niña? Hasta que no salga a la luz del día, no lo sabemos. Inútil prometerse un descendiente varón o un mañana venturoso. El hombre no puede alabarse a sí mismo tomando al futuro por aliado, porque el futuro es un extraño. El proverbio presenta dos aspectos: al echar las cuentas para el futuro hay que dejar un ancho margen para lo imprevisto, y no hay que alabarse antes de tiempo (NdT. ver también el famoso refrán popular: “No hay que vender la piel del oso antes de haberlo cazado”). Veamos algunas variaciones sobre esos dos temas: “Uno se hace rico a fuerza de privaciones, y le toca esta recompensa: cuando dice: “Ahora puedo descansar, ahora comeré de mis pensiones”, no sabe cuánto pasará hasta que lo deje a otro y muera” (Eclesiástico 11.18-19). Algo semejante dice Luc 12.20; y Stg 4.13: Vamos ahora con los que dicen: “Hoy mismo o mañana salimos para tal o cual ciudad, nos pasamos allí un año negociando y nos hacemos ricos”. Y eso sin tener idea de lo que va a ser de vosotros mañana. La doctrina del

“gloriarse”, debida e indebidamente, es central en Pablo, pero referida más al pasado, a los méritos adquiridos, que al futuro. Nuestro refrán dice: “Nadie se alabe hasta que acabe”. La instrucción de Amenemope se fija especialmente en los cambios de fortuna. Así, en el capítulo 5: VI,5 No digas: “Hoy es como mañana”, ¿cómo acabará esto? VII,2 Llega el mañana, el hoy ha pasado: la hondura es ahora superficie del agua. Más terminante el nuestro: “Hasta muertos y enterrados no seáis alabados”.”(Schökel) Ver también 27.2/XX.27 que sigue el tema de gloriarse/alabarse. Nos gustó la trad. interconfessional en catalá: No cantis victòria per demà, que no saps què et porta l’avui. No cantes victoria por el mañana, pues no sabes lo que hoy te traerá.

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BIBLIOGRAFÍA “L’art de vivre selon Dieu – Les Proverbes par thèmes” por Alfred Kuen. Editions Emmaüs, 2ª éd. 1982 “Proverbs” por Charles Bridges, “The Crossway Classic Commentaries”, (primera publicación 1864). Crossway books, 2001 “Proverbios” por Derek Quinde. Comentarios Didaqué de la serie Tyndale Old Testament Commentaries 1964. Ediciones Certeza 1975 “Proverbios” por L.Alonso Schökel / J.Vichez. Nueva Biblia Española. Madrid: Ediciones Cristiandad, 1984 “Proverbs” por Roland E. Murphy de la serie “Word Biblical Commentary”. Thomas Nelson Publishers, Nashville, 1998 “Commentary on the Old Testament”, volume VI, por F. Delitzsch. (1872) Eerdmans, Grand Rapids, Michigan, reprinted 1982 “Proverbs” por Allen P. Ross de la serie “The Expositor’s Bible Commentary”. Zondervan Publishing House, Gran Rapid Michigan, 1991 “Proverbs” por Richard J. Clifford de la serie “The Old Testament Library”. Westminster John Knox Press, Louisville, Kentuchy, 1999 “The book of Proverbs” por Roger N. Whybray de la serie New Century Bible Commentary. Cambridge University Press, Cambridge, 1994 “Bible Study Commentary: Proverbs” por Eldon G. Woodcock. Zondervan, 1988 “Hebrew-Chaldee Lexicon to the Old Testament” por William Gesenius. (1847) Baker Book House, Grand Rapids, Michigan, 1979