INSTINTO. Guionista: Gerald Di Pego (basada en la novela de Daniel Quinn Ishmael )

INSTINTO FICHA TÉCNICA Director: Jonathan Turteltaub Guionista: Gerald Di Pego (basada en la novela de Daniel Quinn “Ishmael”) Intérpretes: Anthony

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MADRID EN LA NOVELA HISTÓRICA MADRID EN LA NOVELA HISTÓRICA Presentación .................................................................3 Época

BRIBONA. -Minx- JULIA QUINN
Bribona Julia Quinn ___________________________________________________________________ BRIBONA -Minx- JULIA QUINN 1 Bribona Julia Quinn ________

Story Transcript

INSTINTO

FICHA TÉCNICA

Director: Jonathan Turteltaub Guionista: Gerald Di Pego (basada en la novela de Daniel Quinn “Ishmael”) Intérpretes: Anthony Hopkins, Cuba Gooding Jr., Donald Sutherland, Maura Tierney, George Dzundza Música: Danny Elfman Fotografía: Philippe Rousselot Año: EEUU 1999

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COMENTARIO

Instinto es una película que se estrenó en 1999 y que fue dirigida por Jon Turteltaub. Este director nacido en Nueva York es Licenciado en Filosofía y Letras y doctorado en the USC Film School. Jon es un excelente realizador al igual que su padre Saul Turteltaub, (productor de televisión de gran éxito); también es un director y productor de cine solvente que suele tener buena acogida por parte del público con las obras que realiza. Incluso en televisión ha hecho contribuciones especiales en series que le han valido premios y reconocimientos. Ha dirigido entre otras films, “Phenomenon”, “Mientras dormías” o “Cool Runnings”. Instinto está basada en la novela de Daniel Quinn “Ishmael”. Gerald Di Pego hace un guión muy libre de este magnífico libro que en su día recibió el Premio que otorga la “Sociedad Turner Tomorrow”, para aquellos autores que intentan buscar soluciones creativas y positivas a los problemas globales. Una de las bazas con las que cuenta el film son los actores, como el brillante Anthony Hopkins en el papel del Doctor y Primatólogo Ethan Powell; Hopkins es un actor de cine y teatro británico, nacido en Gales. Entre sus interpretaciones se encuentran “El hombre elefante”, “Leyendas de pasión”, “Lo que queda del día”. Ha ganado un Oscar, un Emmy y un Globo de Oro entre otros premios. En la película que nos ocupa, el éxito de su anterior actuación en el “El silencio de los corderos” (1991) pesa demasiado y esta intervención no acaba de convencer, aunque tiene momentos de gran brillantez, sobre todo la secuencia en la hermosa selva de Ruanda acompañado de primates, con una magnífica fotografía que impacta por su realidad y belleza. No podía ser menos si viene de la mano del prestigioso director de fotografía francés Philippe Rousselot, que es el artífice de las imágenes de films tan emblemáticos como “La Reina Margot” (ganó un César), y “El oso” de JeanJacques Annaud (nominado a los premios César y BAFTA). Muy lograda es la interpretación de Cuba Gooding Jr, un actor nacido en el Bronx neoyorquino en 1968. Interpreta al psiquiatra Theo Caulder. Recibió un Oscar al mejor actor de reparto en 1996 por su intervención en la película “Jerry Maguire”. Completa el elenco el veterano Donald Sutherland en el papel de Doctor que trabaja en la University of Miami y que ejerce de jefe de Cuba Gooding, Ben Hillard. Sutherland es un actor canadiense nacido en 1935, que se trasladó a Londres para continuar sus estudios en la Academia de Música y Arte Dramático de Londres. Consiguió papeles en películas de terror. Sus primeros éxitos fueron “Doce del Patíbulo”, “M.A.S.H” (comedia hilarante de Robert Altman) y “Los violentos de Kelly”. La película comienza en África, el exótico y deslumbrante continente negro, en una cárcel de Ruanda donde el Dr. Ethan Powell está preso por asesinato. Ha transcurrido un año desde su detención y ahora es trasladado a otra cárcel para enfermos mentales con tendencias criminales en Miami. En esta ciudad,

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en la University of Miami Department of Psychiatry, Powell impartía clases, y será el Departamento que dirige el Dr. Ben Hillard el que se va a hacer cargo de su caso. Dicha misión la llevará a cabo el ambicioso y sobresaliente Dr. Theo Caulder, que ve aquí una oportunidad de relanzar su carrera y su libro, en un caso de especial importancia por tratarse de un miembro que pertenecía al cuerpo docente. Durante el tiempo que el Dr. Powell estuvo en la cárcel de Ruanda no pronunció una sola palabra, este es otro nuevo reto para el Dr. Caulder al que en un principio solo conceden tres días de trabajo para hacer una evaluación. Pero Caulder también quiere conseguir hacerle hablar, para que le explique qué le impulsó a matar. Su superior el Dr. Ben Hillard le explica que Ethan Powell trabajaba en la Universidad de Miami en el Departamento de Antropología y que desapareció en África, mató a dos agentes forestales con una estaca de madera e hirió a otros tres. El Dr. Hillard subraya a Caulder: “A ver, vive con los animales, se comporta como ellos, se vuelve uno de ellos, ¿Cómo es posible?”. Theo se documenta con revistas de aquel año que hablan del suceso: …”el célebre antropólogo y primatólogo Ethan Powell fue declarado desparecido en octubre de 1994”. La prensa de Ruanda también dijo: “Lost man guilty of slaughter”, “El hombre perdido culpable de la matanza”. Caulder está entusiasmado porque no se parece a ningún caso conocido hasta hora, ya que cabe la posibilidad, según los guardabosques, de que viviera con los gorilas en las montañas durante dos años formando parte de su grupo. A la mañana siguiente el Dr. Caulder acude a su primera entrevista con Ethan Powell en la prisión “Harmony Bay Correccional Facility”. Se encuentra con una persona con la que apenas puede hablar debido a la excesiva medicación, pero que aún demuestra su fuerza y su violencia si le provocas. A pesar de tantas resistencias y de tener que atender a los demás presos del pabellón según el acuerdo al que ha llegado la Universidad con el Gobernador de la prisión, el Dr. Theo Caulder sigue ilusionado y vuelve una segunda vez a entrevistar a Powell. Caulder también tiene que enfrentarse en la cárcel a la desidia y los métodos obsoletos que priman en el recinto de más de mil presos cuando solo hay cabida para setecientos. Existen guardianes sin escrúpulos como el guardia Daks (John Ashton), que utiliza ciertos juegos crueles para entretener a los presos consiguiendo así generarles más violencia. La sensibilidad del Dr. Caulder por hacer las cosas bien choca con la inoperancia del personal de la cárcel y con los médicos, que se han entregado a la rutina y a salir del paso día a día. En las siguientes entrevistas Caulder ha logrado bajarle la medicación a su paciente y Powell se encuentra más predispuesto a hablar, de esta forma se inicia una incipiente curiosidad por parte de ambos que al final hará que cada uno sea aprendiz y maestro del otro. En las palabras del Dr. Powell hay inteligencia y desprecio hacía la raza humana, y Caulder deja de lado su ambición para dedicarse en cuerpo y alma a conocer a este hombre enigmático, violento, fuerte, que tiene tanto que decir y del que está seguro, puede aprender cosas que ningún libro le va a enseñar.

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Llega el esperado momento en que el Dr. Theo Caulder pregunta al Dr. Ethan Powell que le describa sus vivencias en África. Powell bucea en sus recuerdos y habla con emoción: Theo: Describe lo que ves. Ethan: Los volcanes de Virunga, los grandes bosques del Visoke, ¡qué belleza! Hay un terreno más llano y más allá un río, en medio está mi campamento base. Está muy bien. Mi tienda…Sí, ahí está.

En este momento es cuando el director nos envuelve en una de las secuencias más mágicas de la película con unos planos bellísimos. Cada fotograma es más majestuoso que el anterior, te impregnas de amor hacía la selva, la naturaleza, los volcanes y los misteriosos y sorprendentes gorilas de espalda plateada. La música de coros navega a través de las montañas, las fotos parecen congeladas para dar paso a otras con tonos rojizos, azules… La vida en la cárcel es dura, Powell sigue con su mutismo hacía los demás compañeros, sin embargo protege a los presos más débiles de una forma apenas imperceptible para los guardias. A pesar de estar esposado de pies y manos cuando sale al patio cubierto, su presencia impone. En los escasos ratos que le quedan libres el Dr. Caulder visita a la hija del Dr. Powell, Lyn Powell (Maura Tierney), fotógrafa de profesión. Theo quiere conocer más profundamente, de la mano de ella, la personalidad de Powell, saber que tipo de relación tenía con su mujer, conocer su despacho, sus cosas y que su hija le cuente el por qué del distanciamiento entre ambos. Lyn le entrega fotografías de su padre en África, de su tienda y de ella siendo pequeña; con estas herramientas el Dr. Caulder pretende activar los recuerdos de Powell y transmitirle deseos de vivir, de hablar, de participar en su mejoría.

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Incluso ahora que aún no se ha iniciado ninguna relación entre ambos doctores, Theo es capaz de entender a Ethan como ser humano, de ponerse en su piel y de acercarse a la angustia de un hombre enjaulado como si fuese un animal salvaje, de sus escasas ganas de hablar ante personas que no van a saber lo que quiere decir por más que lo explique. Caulder le propone reducir la medicación si colabora y Powell comienza a hablar de la selva, y de sus descubrimientos con los gorilas: “Creí que mi presencia los ponía nerviosos, pero no era eso, era la cámara lo que sobraba, de manera que dejé de utilizarla, entonces fue cuando empecé a verlos por primera vez. Me preguntaba si me echarían de menos cuando me iba por la noche. ¿Echarían de menos a aquel hombre que los observaba desde fuera de su círculo? ¿Pensarían en mi? Yo pensaba en ellos, los echaba de menos y me gustaban, incluso los necesitaba. Cada día parecían permitir que me acercara un poco más. Mi lento viaje hacía ellos me emocionaba. Me sentía un privilegiado. En cierto modo me sentía como si regresara a algo que hacía tiempo había perdido y que solo entonces recordaba. Y ocurrió sin más. Ya no me encontraba fuera del grupo. No falte un solo día, caminaba kilómetros hasta encontrarlos y permanecía más tiempo con ellos. Allí en lo más profundo de aquellos bosques, lejos de todo cuanto conoces, lejos de todo cuanto te han enseñado en la escuela o en los libros, en las canciones o en los poemas encuentras la paz, la afinidad, la armonía, incluso la seguridad. Es más peligroso pasar un solo día en cualquier ciudad que vivir siempre en aquellos bosques ¿Lo entiendes? Vivís en la confusión”. Después de estas conmovedoras palabras dichas por un hombre que ha tenido la valentía de querer comprender y amar a unos seres de los que formamos parte, que son nuestro pasado, Theo evoluciona, se va desidentificando de sus modelos de creencias hasta empatizar con el Dr. al que entiende. Siente en su interior un amor hacía él y hacía los animales de los que habla. Acepta que en realidad formamos parte del mismo Universo, del mismo Plan de Dios. Quedan pocos días para que el Dr. Caulder concluya su evaluación, el Gobernador de la cárcel le ha restringido el tiempo debido a sus métodos poco ortodoxos que trastocan la pasividad e inoperancia por la que se rige dicho recinto. Por lo que el Doctor apura al máximo y trata de sacar las últimas palabras al Dr. Powell, las más importantes, aquellas donde dirá por qué mató a otros hombres: Ethan: ¿Tan interesante soy? Theo: Vivió como un animal durante dos años. Ethan: Un hombre que convive con animales. Viví como vivían los humanos hace cien mil años. Entonces los humanos sabíamos vivir en el mundo. Yo era como ustedes, creía en el control. Theo: Cierto control es necesario. Ethan: ¡Ah, si! Theo: Los gorilas le dejaron quedarse, se convirtió en uno de ellos. Ethan: (furioso) ¿Me escucha? No me convertí en un gorila. Ellos aceptaron a un hombre como parte de la familia. Ese es el milagro.

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Theo: ¿Por qué acabó todo en asesinato? Ethan: Hubo muchos asesinatos. No quiero que me ayude, quiero que me escuche y que luego lo comparta con sus amigos más íntimos. Theo: ¿Por qué cree que lo que sabe es diferente de lo que saben otros? Ethan: Porque mis maestros fueron otros. En su siguiente visita el Dr. Caulder acude directamente a la celda del Powell, los guardias dicen que se ha vuelto loco, ha dibujado todas las paredes con un enorme mapa, el mapa de la civilización:

Theo: ¿Qué estás dibujando? Ethan: La historia de la humanidad, la verdadera historia sin ficción ni mentiras. África hace dos millones de años, homínidos que emigraron hace 10.000 años. La civilización, tú. Theo: ¿Ese soy yo? Ethan: Sí, tú y yo. Nosotros. Los saqueadores. Theo: ¿Quiénes son los de azul? Ethan: Sociedades tribales, cazadores, recolectores, agricultores. Nunca mataban a más animales de los que precisaban, ni trabajaban más tierra de la que necesitaban. Luchaban, pero no provocaban guerras. Jamás exterminaban. Tenían un lugar en el mundo, es más, formaban parte de él y lo compartían. Nosotros lo cambiamos todo. Theo: Entonces, ¿Deberíamos volver atrás? ¿Qué deberíamos hacer?, ¿Deberíamos destruir las ciudades, marcharnos a la jungla? Ethan: Ese es un argumento estúpido. Averígualo tú. Yo estoy ocupado. Solo deberíamos renunciar a una cosa, a la dominación. El mundo no es nuestro. No somos reyes ni dioses, ¿Sabremos renunciar? ¿Tan valioso resulta el control? ¿Tan tentador ser un dios?

Como último recurso para entender a este misterioso hombre y hacer una evaluación para el día del juicio y sacarlo de la cárcel, el Dr. Caulder necesita

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comprender su violencia y demostrar que ésta ha desaparecido. Para ello pide llevar al Dr. Powell a un zoológico cercano donde este último trabajó en su época de profesor y donde hay un viejo gorila macho que ayudó a capturar. Cree que de esta forma Powell le explicará lo que sucedió realmente en la selva el día de los asesinatos. Delante de la jaula donde languidece de tristeza el gorila al que él puso de nombre Goliath, el Dr. Ethan Powell relata cómo los cazadores los localizaron

y comenzaron a matar indiscriminadamente a gorilas adultos, crías con sus madres, jóvenes machos, incluso asesinaron al viejo gorila que los protegía a todos incluido a él y del que dice: “es una sensación maravillosa que alguien vele por ti”. Ethan enfurecido mató a dos hombres e hirió a otros tres, hasta que lo redujeron, fue en esos momentos de ira y desesperación cuando su mirada se cruzó con los ojos del gorila jefe de la manada muriendo con la cabeza apoyada en el suelo, el macho de espalda plateada. Su amigo. En esa última mirada Ethan encontró tolerancia y aceptación por parte del gorila ante la masacre. Theo conmovido por esta historia comprende que Ethan solo defendía a su familia. Antes de marcharse del zoológico, Powell abre la jaula donde está Goliath, pero éste sigue en su sitio sin apenas moverse, y comenta: Powell: Él ya se ha rendido. Ahora cree que la libertad es algo que soñó. Theo: ¿Y tú, te has rendido? Porque ahora tenemos posibilidades de sacarte de aquí y solo necesito lo que me has contado. Ethan no contesta. Regresan a la cárcel donde Theo ha concertado una cita para que padre e hija vuelvan a reencontrarse.

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El día en el que tiene lugar la vista oral donde comparece el Dr. Ethan Powell, un nuevo acontecimiento lo echará todo a perder. Mientras espera que lo lleven hasta la sala, el agresivo guardia Dacks, que se ha visto varias veces humillado por Powell lo zarandea e insulta y la violencia en Ethan hace su aparición. Arremete contra él y éste es reducido y esposado. De nuevo vuelve el mutismo y todas sus posibilidades de salir de allí se esfuman. El Dr. Theo Caulder sabe que ya no habrá una segunda vez y lo visita en la cárcel para despedirse. Siente que las palabras que le dirige a Ethan son traídas desde su alma y que él ya no es el mismo: “Una vez me hiciste una pregunta, ¿Qué te mantiene tan tenso y angustiado cuando te despiertas sudando en plena noche? ¿Quieres saberlo? No es el trabajo, me gusta trabajar. ¡Es el juego! ¡El juego Ethan! Y qué bien se me da. Me aseguraba de caer bien a los de arriba, por la noche repasaba la lista en mi cabeza: ¿Caigo bien al doctor Jefferson? ¿Caigo bien a todos los que puedan ayudarme? ¿Caigo bien a los que podrían hacerme daño? Nadie creía que yo fuera un perdedor, yo no ofendía a nadie, a ningún amigo. Pero me enseñaste a vivir al margen del juego, me has enseñado a vivir. ¿Y sabes lo qué me asusta aún más?, que estoy volviendo a caer en el juego, ¿Y quieres saber lo qué de verdad sucede? Intento decirte que te echaré de menos, intento no despedirme de ti. ¡Mírame!”. Theo se aleja de la sala llorando. A los pocos día el Dr. Theo Caulder regresa a la cárcel llamado por el Gobernador. Powell se ha escapado y ha dejado una nota para él: “Querido Theo: lamento no estar ahí para despedirme, tenías razón, la libertad no es solo un sueño, está ahí, al otro lado de esos muros que nosotros mismo construimos. Gracias por darme esperanza y devolverme a mi hija”. Tu amigo Ethan

En la siguiente escena Ethan ya está en la selva, seguramente en busca de los hermosos gorilas de espalda plateada.

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Como dije al principio del comentario, la película “Instinto”, está basada en un libro excepcional, “Ismael” de Daniel Quinn, editorial Artime. Ha sido un auténtico descubrimiento encontrar un relato honesto, sencillo en su lenguaje y sabio en su contenido sobre nuestra historia, orígenes, de quiénes somos y hacia dónde nos estamos dirigiendo y qué estamos haciendo con el planeta Tierra. Son trece capítulos repletos de diálogos entre un alumno y un maestro que invito a leer. Al abrir la primera página del libro te encuentras con este singular anuncio:

MAESTRO busca alumno. Ha de tener verdadero deseo de salvar el mundo. Presentarse personalmente.

“Ismael es una historia de esperanza. Creo que tenemos un destino mucho más fino y más emocionante que conquistar y gobernar el mundo. En Ismael la vida habla con la voz de un gorila” Daniel Quinn

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PROYECTO GRAN SIMIO Para los que aún no conocen “El Proyecto Gran Simio” (PGS), decirles que fue fundado en 1993, y que se trata de una organización compuesta de primatólogos, psicólogos, filósofos y otros expertos, que promueven una Declaración de los Derechos de los Grandes Simios (chimpancés, gorilas, bonobos y orangutanes), con el beneplácito de las Naciones Unidas. Se trata de otorgar derechos morales y legales a los grandes simios, que incluiría el derecho a la vida, a la protección de la libertad individual, prohibición de la tortura, exigiendo también la liberación de los simios en cautividad. Se basa en los descubrimientos que apoyan la capacidad de estos primates de poseer racionalidad y autoconsciencia, y la capacidad de tener consciencia de ellos mismos como entidades distintas con un pasado y un futuro. El “Proyecto Gran Simio España” lo preside el Naturalista Joaquín Araújo.

Internet. Las imágenes de este texto están extraídas de Internet y son propiedad de: Epistheme-tonydemoya.blogspot decine21.com elojoeducado.blogspot.com pepeactive.com elrincondelascuatropat…

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