ISIS: el nuevo start up estatal de medio oriente. Abstract: El Estado Islámico de Siria y el Levante es uno de los principales temas de la agenda internacional y tiene una repercusión constante en los medios de comunicación. Existe gran cantidad de artículos especializados que analizan a este fenómeno como un grupo insurgente que aplica tácticas terroristas, sin embargo, poco se ha escrito sobre el ISIS como un proto estado. El objetivo de este trabajo es describir las propias características de estatalidad que presenta el Daesh (ISIS, en árabe). Entre ellas podemos encontrar: la conformación de una identidad ciudadana, la administración de un territorio específico, el monopolio de las fuerzas de coerción, el mantenimiento de un ejército regular y el impartir justicia. Para este trabajo se utilizarán distintas teorías provenientes del derecho internacional público, la teoría política, la política comparada y las relaciones internacionales. Será también menester para este trabajo realizar un abordaje de la situación acontecida en medio oriente en los últimos años. Encontramos como determinantes del surgimiento del Estado Islámico, por un lado, la primavera árabe, principalmente en su manifestación en la guerra civil siria. Por otra parte, la guerra en Iraq y la caída del régimen de Saddam Hussein, así como las diferencias étnicas y políticas, y los conflictos internos propios de Iraq que derivaron en que fuera un Estado fallido. De esta forma podremos concluir que esta nueva amenaza no responde únicamente a un grupo que aplica tácticas terroristas sino a la posible conformación de un estado que altere la geopolítica de Medio Oriente. Será importante destacar las implicancias geográficas, políticas y económicas de este fenómeno para comprender por qué luego de dos años no se ha podido encontrar una solución eficiente para combatir a este proto estado. Entender la naturaleza del conflicto y entender al ISIS como un proceso de conformación estatal permitirá entonces diseñar un nuevo marco estratégico en la lucha contra esta amenaza a la seguridad internacional.

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La historia reciente de Irak Para empezar a hablar de ISIS como proto-estado, primero hay que remontarse a los antecedentes que condujeron a su constitución y analizar la situación social y política en la que se encontraba Irak en esos momentos. El 20 de marzo de 2003, desde la Oficina Oval de la Casa Blanca, el presidente George W. Bush declaraba oficialmente la guerra contra Irak en respuesta al ataque a las Torres Gemelas que se había perpetrado dos años antes. La meta era desmantelar la red terrorista Al-Qaeda y capturar a su líder, Osama Bin Laden, como así también, de acuerdo a los informes de inteligencia, encontrar las armas de destrucción masiva que escondía el gobierno de Saddam Hussein i. Poco después, el gobierno iraquí sería derrocado. Bagdad pasaría a estar bajo control de las tropas estadounidenses. De esta manera, George W. Bush reafirmaba su victoria en suelo iraquí desde el portaviones Abraham Lincoln, detrás del cual podía verse un cartel anunciando “Misión cumplida” ii. No obstante, la verdadera misión estaba a punto de empezar. El escenario en que se había convertido la ciudad de Bagdad, con las tropas estadounidenses desplegadas y el régimen de Hussein derrocado, fomentó concentraciones insurgentes y atentados en todo el país., Uno de estos atentados tuvo por blanco la sede de la ONU en Bagdad, en el que murieron 17 personas y un centenar resultó herido. Las tropas tuvieron que contener dichas manifestaciones. iii Luego de quince meses de iniciada la operación en busca de Osama Bin Laden y las armas de destrucción masiva que escondía Irak —operación que terminaría con el derrocamiento del gobierno de Saddam Hussein—, Estados Unidos dejó la soberanía de Irak en manos de los nuevos mandatarios que estarían a cargo del país. No obstante, más tarde, los iraquíes acudirían a las urnas para decidir quién estaría al frente del país, desafiando las amenazas de muerte proferidas por los insurgentes. Esa fue una fecha histórica debido a que eran las primeras elecciones libres después de 50 años. En ellas se votó primero un gobierno transitorio y luego, en el 2006, tener al frente al primer ministro Nouri al-Maliki, quien fue electo por el pueblo iraquí. 2

A diferencia de Saddam Hussein, perteneciente a la etnia suní, Nouri al-Maliki pertenecía a la etnia chiita. Su orientación religiosa y el hecho de que Maliki fuese alguien cercano al gobierno de Estados Unidos, provocó que el sector sunita demostrara su desaprobación frente al nuevo primer ministro elegido democráticamente. En 2010, con la elección de Barack Obama y la situación interna más controlada, las tropas estadounidenses se retiraron de Irak, La imagen de Maliki y Obama dándose la mano parecía sellar un conflicto de años —desatado a partir del ataque a las Torres Gemelas—, y dar paso así a una nueva etapa en los vínculos entre Irak y Estados Unidos. Entretanto, la red extremista Al-Qaeda continuaba su reinado de terror. Desde 2006, seguía siendo el principal agente del enfrentamiento entre la minoría sunita y la mayoría chiita. Ese año, Al-Qaeda se había opuesto a la creación de una constitución sancionada por el gobierno temporario, con Estados Unidos como patrocinante, amenazando a los ciudadanos que fueran a votar. Ese mismo año, se confirmaría el ISI (“Islamic State of Irak”), la primera forma del actual ISIS.

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El origen del ISIS

El ISIS (“Islamic State of Irak and Syria”) puede ser considerado un nuevo grupo terrorista surgido como una facción de la red Al-Qaeda. No obstante, decir que es un simple grupo terrorista es minimizar lo que éste realmente es y representa. Quizás, la mejor forma de definirlo en términos simples sería catalogarlo como un grupo islamista extremo que tiene como meta la creación de un califato.

Tal vez podrían justificar por qué les parece importante citar la opinión pública. O podrían comentar cómo se presenta a ISIS en los medios, para producir estos malentendidos. Excepto, claro, si hay especialistas que también piensen estas cosas, en cuyo caso, deberían citarlos.] La opinión pública calificó al ISIS como Al-Qaeda pero más radical. Esto podría haber sido válido hasta cierto momento. Pero en febrero de 2014 el actual líder de Al-Qaeda, Ayman al-Zawahiri, decidió dar por terminada la relación que existía entre ambos grupos, los cuales estaban unidos más por intereses mutuos que una ideología o una metodología en común. iv Para entender de dónde viene el ISIS debemos remontarnos al campamento de detención Bucca. En el 2004, este campamento era controlado por Estados Unidos y servía como centro de detención para los distintos insurgentes y yihaidistas que eran capturados por las tropas estadounidenses durante su intervención en Irak. A ese campamento de detención eran trasladados prisioneros de varios grupos iraquíes y es ahí donde se empieza a gestar la concepción del “ISI” que luego, con la inclusión de Siria, se convertiría en el ISIS. v

El documental Frontline: Rise of Isis vi señala a Estados Unidos como responsable directo del establecimiento del ISIS. Una vez que el gobierno de Saddam Hussein fue derrocado no se logró incluir a todos los grupos étnicos en la dinámica política iraquí. Dada esa situación,, el ISIS vio una oportunidad para surgir, organizando y reclutando extremistas sunitas. 4

Entre esos reclutas se encontraba el actual líder del ISIS: Abu Bakr al-Baghdadi. Otro factor importante para la creación y expansión del ISIS fue la ayuda que prestó EEUU al Free Syrian Army (FSA) vii, el ejército que combatía, en Siria, al gobierno de Bashar Al Assad. Las armas que suministraban Estados Unidos y otros aliados al FSA terminarían en posesión del EI. El FSA termina uniéndose al ISIS, engrosando así las líneas del ejército, suministrando armas y aprovechando el entrenamiento que el “Free Syrian Army” recibía de Estados Unidos. viii Para entender el rápido crecimiento del EI es necesario dividir el análisis en tres ejes: el económico, el sociopolítico y el militar. En el plano económico, el ISIS tuvo un rápido crecimiento gracias a la de los campos petrolíferos iraquíes y sirios que generan un estimado de 3 millones de dólares por día por la venta de crudo en el mercado negro. ix Otras formas de financiamiento que hemos de mencionar son: el secuestro extorsivo (principalmente de periodistas y otros ciudadanos de la Unión Europa), el crimen organizado con base en las ciudades que el ISIS administra (tomando bancos y recibiendo pagos para proteger habitantes que no profesan el islam ) así como donaciones por parte de algunos sectores simpatizantes. x En el ámbito militar, un factor determinante fue la ya mencionada unión del ISI con el FSA —respaldado por EEUU en su guerra contra el gobierno alauita sirio—. Asimismo, en Irak había armamento militar de Estados Unidos —especialmente tanques o Humvees—, que habían quedado de la intervención iniciada en 2003. Este armamento nunca se llevó de vuelta a suelo norteamericano, por lo cual fue tomado por el ISIS xi. El ejército de Irak, que había sido re-estructurado por decisión del ex presidente George W. Bush, fue otro factor que contribuyó al crecimiento del ISIS. Si bien sus miembros estaban entrenados y tenían las armas necesarias, muchos de ellos no se sentían motivados para cumplir con sus tareas. En su momento, el ejército de Irak había estado compuesto por oficiales leales a Saddam Hussein. Una vez derrocado Hussein, esos oficiales —que a su vez contaban con la lealtad

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de sus soldados—, fueron separados de su cargo. Fue así como se nombraron nuevos oficiales a cargo de los rangos de mayor jerarquía. Desmotivados los soldados por esta situación, los enlistados en el ejército iraquí, fueron disminuyendo cada vez más, para de esta forma ceder fácilmente ante el ISIS y que éstos se apoderen del material que Estados Unidos brindó como apoyo al ejército de Irak. xiiEl tercer y último factor —y probablemente el más importante— que contribuyó al crecimiento del ISIS, es el factor sociopolítico. En el 2006, Nouri al-Maliki era Primer Ministro de Irak. De etnia chií y no suní como Hussein, el nuevo mandatario persiguió a esta minoría (35% de la población iraquí). Como si no fuese suficiente, Maliki se encargó de sembrar rencor en la población sunita al emitir políticas que tenían una clara tendencia ventajosa para los chiitas xiii.

Lamentablemente, las protestas pacíficas de la población sunita, terminaron en la adopción, por parte del gobierno de Maliki de tácticas contra-insurgentes, entre ellas, la represión violenta, el encarcelamiento y aun el asesinato de algunos líderes suníes. Esta situación motivó que,, a la llegada del ISIS, el sector sunita se sintiera identificado con sus propuestas y se pusiera a su disposición para combatir a los gobiernos que los reprimían y llegar a fundar un califato que los representara, en el que fuera posible sancionar sus propias leyes, crear sus propios impuestos, nombrar a sus jueces, acuñar su propia moneda y publicar sus revistas de propaganda, entre otras cosas. Enumerados todos estos factores, se entiende por qué el ISIS llegó a crecer tan rápido y tan efectivamente. Con el avance del EI tomando territorios y con un número de fieles cada vez más numeroso,, el grupo llegó a proclamar, en junio de 2014, la fundación del Estado del Califato Islámico xiv.Habían ido tomando ciudades importantes, entre ellas la icónica ciudad de Mosul, la segunda ciudad más poblada de Irak, además de otras com Tikrit, al-Qaim, Fallujah y Ramadi. Más aún: no se limitaron a Irak sino que continuaron hasta asentarse en parte de Siria, en donde ya tomaron control de la histórica ciudad de Palmira, xv

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El fenómeno del ISIS llegó a producir un impacto a nivel internacional de dos formas muy sorprendentes. Por un lado está el hecho de que constantemente se televisan noticias sobre los avances alcanzados. Esto resulta contraproducente para los países invadidos, ya que ayuda a crear una percepción de fuerza imparable, lo que no hace sino sumar adherentes a sus filas xvi. El otro impacto que resulta sorprendente es cómo muchos musulmanes de regiones ajenas a Medio Oriente, —ya sea Australia, China, Rusia u otros países de Europa occidental se adhieren a las filas del EI. Los servicios de Inteligencia de Estados Unidos estiman que cerca de 15.000 soldados del Daesh son extranjeros que se acercan hasta las zonas controladas por éste para integrarse a sus filas,, dejando atrás a sus familiares y hasta el modo de vida que llevaban hasta entonces. Muchos de ellos, incluso, cursaban estudios universitarios. xvii En cuanto a Occidente, Estados Unidos es quien lidera el frente de resistencia contra el EI. Mucho se ha dicho sobre la política exterior de Obama, a tal punto que el mismo pueblo estadounidense ha culpado a Obama de no estar haciendo nada eficaz contra esta amenaza. Lo cierto es que,, aun si todavía ISIS no fue eliminado, ,se están tomando medidas para contenerlo. Los constantes ataques aéreos estadounidenses con la utilización de drones son el método corriente en la lucha contra el Estado Islámico xviii. Si bien hubo un éxito relativo con estas técnicas, aún no ha resultado en una victoria contundente que lograra desmantelar la amenaza del ISIS.

Con un ejército de aproximadamente 30.000 personas, territorios bajo su control, leyes y jueces propios, impuestos que se recaudan a diario, control de campos de petróleo, un califato liderado por Abu Bakr al-Baghdadi, símbolos notorios —tales como bandera e himno propio— y la representación del pueblo sunita, la pregunta es: ¿es ISIS realmente un proto-estado?

Definiciones preliminares. Estatalidad y Estado: La necesidad de un marco para caracterizar al ISIS

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Dentro de la problemática del ISIS, se puede identificar la necesidad de caracterizar el nuevo fenómeno de la política de Medio Oriente. Partiendo de la tesis “Isis: El nuevo Star Up estatal de Medio Oriente” pasaremos a delimitar los conceptos de Estatalidad y Estado. Oszlak (1982) xix recurre a cuatro características principales a la hora de definir la estatalidad: “1) la capacidad de externalizar su poder, obteniendo reconocimiento como unidad soberana dentro de un sistema de relaciones interestatales; 2) la capacidad de institucionalizar su autoridad, imponiendo una estructura de relaciones de poder que garantice su monopolio sobre los medios organizados de coerción; 3) la capacidad de diferenciar su control, a través de la creación de un conjunto funcionalmente diferenciado de instituciones públicas con reconocida legitimidad para extraer establemente recursos de la sociedad civil, con cierto grado de profesionalización de sus funcionarios y cierta medida de control centralizado sobre sus variadas actividades y; 4) la capacidad de internalizar una identidad colectiva, mediante la emisión de símbolos que refuerzan sentimientos de pertenencia y solidaridad social y permiten, en consecuencia, el control ideológico como mecanismo de dominación.” Por su parte Weber (1979) xx define al Estado moderno como “…una asociación de dominación con carácter institucional que ha tratado, con éxito, de monopolizar dentro de un territorio la violencia física legítima como medio de dominación y que, a este fin, ha reunido todos los medios materiales en manos de su dirigente y ha expropiado a todos los funcionarios estamentales que antes disponían de ellos por derecho propio, sustituyéndolos con sus propias jerarquías supremas”. O’Donnel (S/f) xxi agrega: “Entiendo por Estado el componente específicamente político de la dominación en una sociedad territorialmente delimitada. Por dominación (o poder) entiendo la capacidad, actual y potencial, de imponer regularmente la voluntad sobre otros, incluso, pero no necesariamente, contra su resistencia.” La dominación es de carácter relacional y asimétrico surgida del control diferencial de ciertos recursos tales como la coerción física, los recursos económicos, los recursos de información y el control ideológico. Asímismo Barboza (2008) xxii define a los elementos del Estado en La población, el territorio, el gobierno y la soberanía 8

La población es definida como los que habitan de forma permanente el territorio, sean nacionales o extranjeros, ejerciendo una supremacía personal vinculada a la nacionalidad o territorial por permanecer en el territorio. El territorio es el ámbito dentro del cual el Estado ejerce una competencia general y exclusiva. La competencia es general ya que éste “intenta satisfacer las necesidades de su población” y es exclusiva porque “excluye la competencia de otro Estado o sujeto internacional en su territorio”. El gobierno es la representación del mismo, es decir, son los titulares del poder estatal. Por último, menciona la soberanía, entendida como el poder por encima de todos los otros. Para el derecho internacional público, el reconocimiento del Estado difiere según qué teoría se tenga en cuenta. La primera de ellas es la denominada teoría constitutiva, basada en la escuela voluntarista, que establece que únicamente la voluntad de otro Estado puede crear nuevos sujetos con capacidad en el plano internacional. La segunda es la teoría declarativa, que establece que “el reconocimiento de un Estado no es un acto constitutivo, sino declarativo. El Estado existe por sí mismo, y el reconocimiento no es sino la comprobación de esa existencia.”

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El desarrollo institucional del ISIS Teniendo en cuenta los elementos del Estado propuesto por Barboza (2008) “Territorio, Población, Gobierno y Soberanía” sería posible encontrar en el ISIS ciertos elementos que coincidentes con su teoría. El Estado Islámico de Siria y el Levante ha logrado generar un desarrollo institucional incipiente en el territorio que administra. Sin embargo, aunque sea incipiente, acusa ciertas características propias del desarrollo institucional estatal. March y Revkin (2015) xxiii en referencia a la estructura legal y la capacidad de impartir justicia remarcan “Isis aims to establish legality for itself, from its very ‘constitutional’ foundations to its narrowest public policies”. A continuación agregan: “ISIS has established both sharia courts for unexceptional Islamic rulings over civil and some criminal matters and other kinds of courts that deal with military discipline or complaints from the population, including grievances against ISIS fighters”. El artículo periodístico también recalca que el sistema legal que impera dentro del territorio bajo control del ISIS establece las relaciones entre el gobierno y la población, los sistemas de control institucional y cómo el consejo de la Shura es capaz de remover al califa de su cargo en caso de no cumplir con sus obligaciones. Asímismo remarca que existen diferentes obligaciones que se aplican a los musulmanes y a aquellos que no profesan el islam. Además, se articularon leyes que regulan la propiedad y la tierra, la guerra y la economía. También importa recalcar que el ISIS cuenta con dos tipos de “policías” distintas para hacer cumplir la ley. La primera de ellas es la “policía islámica”, responsable del cumplimiento de la ley y la seguridad pública. La segunda es la policía referente a la moral religiosa llamada “hisba”. En referencia a los tribunales, se han establecido tribunales oficiales en Siria, Iraq y Libia. El sistema judicial está dividido en 3 grandes áreas. La primera es la encargada de recibir los reclamos contra los oficiales públicos y combatientes del ISIS; la segunda, son los tribunales islámicos que incluyen la Corte Suprema de Mosul, que lidian con las violaciones a las leyes del ISIS y asuntos gubernamentales. Y la última “Diwan al-Hisba” que oficia en crímenes referentes a la policía de la moral.

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Por último, es necesario destacar que el Daesh cuenta con un servicio penitenciario propio en las ciudades de Raqqa y Aleppo Es interesante destacar otras cuestiones propias que hacen a la institucionalidad del ISIS. Entre ellas podemos mencionar 3 elementos que parecen relevantes a la hora de recalcar los pasos dados en materia de instituciones por el Estado Islámico. En primer lugar las políticas públicas que hacen a la identidad de las personas. En los territorios controlados por el EI, el gobierno islamista reparte tanto partidas de nacimiento como documentos xxiv de identidad. Si se tiene en cuenta que en la modernidad el brindar identidad es tarea propia de los Estados, se puede observar un esbozo [sería más bien un esbozo que un vestigio] de estatalidad en estos casos. Como se ha dicho anteriormente, el Daesh brinda partidas de nacimiento a los recién nacidos como así también documentos de identidad que tienen validez al interior del mismo. El Estado es el único capaz de brindar identidad a sus ciudadanos y en ambos casos el ISIS ha comprendido esa función estatal. La tercera cuestión —no menos importante— es la capacidad que tiene el ISIS de acuñar moneda xxv. Entendiendo la moneda como un acto soberano, propio de la regulación de la economía de un Estado a través de la política monetaria, es importante destacar que acuñar el “Dinar Islámico” hace a la vida institucional del Estado Islámico de Siria y Levante. En una suerte de Banco Central, el ISIS desarrolló el Tesoro del Estado Islámico, lo que le permite acuñar moneda y manejar la política monetaria y cambiaria dentro del territorio que administra.

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ISIS: un proto-estado como start up en Medio Oriente No reconocer las características del ISIS en materia de estatalidad a través de las negativas sería un gran error a la hora de evaluar las dimensiones del fenómeno en Medio Oriente. Especificar elementos para disminuir el grado de estatalidad del ISIS, tales como la carencia de reconocimiento internacional, choca de pleno con las ideas propuestas por Samuel Huntington (S/F) xxvi en “el orden político en las sociedades en cambio” que especifica que el reconocimiento por parte de un gobierno extranjero es coyuntural en la conformación del Estado moderno. De esta forma se puede descartar una de las primeras dudas a la estatalidad del ISIS. Creer que la falta de reconocimiento por parte de los Estados hacia el Daesh modifica su condición de proto-estado sería incurrir en un importante error. Más adelante en este trabajo se explicarán las implicancias geopolíticas de reconocer a ISIS como un Estado y por qué no se lo realiza. Sin embargo quedará en claro a lo largo de este trabajo que el ISIS posee elementos que lo convierten en un proto-estado. En segundo lugar puede surgir una crítica en relación a la cuestión territorial. Se puede argumentar que el Estado Islámico no posee un territorio totalmente definido. Si bien esto tiene cierto grado de veracidad, se puede sugerir que en el último año, el EI administra en forma ininterrumpida las ciudades de Mosul, la capital del Daesh, Fallujah, Ramadi, Al Qaim y Rutba en Iraq y las ciudades sirias de Palmira, Raqqa y Tabqah, y se encuentra en enfrentamiento territorial por las ciudades de Alepo, Kobane y Deir al Zor en Siria. Es así entonces que la segunda gran crítica que se puede referir a la presunta estatalidad del ISIS también es infundada. Con las posibles críticas ya aclaradas, se comenzará a explicar por qué el ISIS puede ser considerado un proto-estado y cuáles son sus características de estatalidad. Foreing Affairs en marzo del 2015 publicó un ensayo de Audrey Kurth Cronnin (2015) xxvii titulado “Isis Is Not a Terrorist Group”. Cronin es la primera especialista en Relaciones Internacionales en modificar la categorización del ISIS, describiéndolo como un proceso de conformación estatal, con elementos propios de un proto-estado y desafiando las principales tendencias de caracterizar a éste como un grupo que únicamente aplica tácticas terroristas. “ISIS, boasts some 30,000 fighters, holds territory in both Iraq and Syria, maintains extensive military capabilities, controls lines of communication, commands

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infrastructure, funds itself, and engages in sophisticated military operations” y continúa explicando “ISIS seeks to control territory and create a ‘pure’ Sunni Islamist state governed by a brutal interpretation of sharia”. Asimismo es interesante la postura de Kurth Cronnin ya que estipula que el Daesh no caería con el asesinato de sus líderes ya que posee un sistema complejo de estructuras administrativas que lo convierten en un pseudo estado. Por otra parte, sostiene que el mantener un territorio le permitió tener una economía propia basada en la venta de crudo y fue capaz de instaurar un sistema impositivo. Si se utilizan las definiciones antes propuestas se podrá profundizar la línea de análisis expuesta anteriormente. Teniendo en cuenta la definición de estatalidad de Ozlack (1982) se podrá identificar, en referencia al segundo punto —“la capacidad de institucionalizar su autoridad, imponiendo una estructura de relaciones de poder que garantice su monopolio sobre los medios organizados de coerción”. Esta característica es comprobable en la estructura del ISIS, ya que ha sido capaz de crear un ejército regular como ya ha sido caracterizado por Kurth Cronnin (2015) además de haber logrado institucionalizar dos policías distintas. Asimismo fue capaz de crear una serie de instituciones legales, como las diversas cortes mencionadas en el desarrollo institucional del Daesh, que son capaces de hacer cumplir la ley. Es importante destacar el desarrollo jerárquico del ISIS, ya que no sólo se sustenta en el califa, sino que tiene otra serie de instituciones, como la Shura, capaces de ejercer gobierno al punto de poder destituir al propio califa. Es importante destacar esta cuestión, ya que a diferencia de los grupos insurgentes, que cuando la cabeza es neutralizada se desmiembran, el EI ha logrado construir una serie de instituciones que responden a la estructura de un gobierno sin la centralidad propia de un líder. En segundo lugar, Ozlack recalca como requisito de la institucionalidad: “la capacidad de diferenciar su control, a través de la creación de un conjunto funcionalmente diferenciado de instituciones públicas con reconocida legitimidad para extraer establemente recursos de la sociedad civil, con cierto grado de profesionalización de sus funcionarios y cierta medida de control centralizado sobre sus variadas actividades”. El Estado Islámico posee hoy en día un sistema impositivo que grava las transacciones comerciales, la propiedad sobre la tierra e inclusive el derecho de inmigración. A su vez, el ISIS ha sido capaz de desarrollar una política monetaria a través de la creación de una moneda propia. De esta

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forma logra no sólo un control centralizado sobre sus actividades, sino que posee una capacidad directa de influir sobre la economía de los territorios que controla. La tercera variable que propone Ozlack: “la capacidad de internalizar una identidad colectiva, mediante la emisión de símbolos que refuerzan sentimientos de pertenencia y solidaridad social y permiten, en consecuencia, el control ideológico como mecanismo de dominación” se puede identificar en dos aspectos fundamentales. El proto-estado en cuestión ha tomado dos medidas fundamentales a la hora de conformar una identidad colectiva. Hoy en día, el EI no sólo proporciona partidas de nacimiento, sino que también proporciona documentos de identidad. Si se tiene en cuenta esta variable propuesta por el teórico argentino, se puede identificar estas cuestiones como la capacidad de internalizar una identidad colectiva. Asimismo, cabe destacar el papel fundamental de la religión. En el caso del Estado Islámico, la religión adquiere una importancia fundamental a la hora de reforzar los lazos de pertenencia y solidaridad. Esta situación no sólo sucede con los migrantes hacia el EI desde Occidente, sino que también ha sido de gran importancia a la hora de canalizar la población suní iraquí. Ya ha sido expuesto en el trabajo que la exclusión de la vida política de la población suní tras la caída del régimen de Saddam Hussein contribuyó en gran medida a la conformación del EI. Cabe destacar que parte del ejército regular del ISIS se compone de tropas profesionales —generales y miembros del servicio de inteligencia iraquí cercanos al círculo de Hussein. Por lo tanto, además de la religión, el conflicto étnico en Irak ha contribuido a la conformación de sentimientos de pertenencia y solidaridad social, ya que dentro del proto-estado la pertenencia a la etnia suní es mayoritaria. Si se utiliza la definición weberiana de Estado, también se puede observar ciertas cercanías de la realidad cotidiana del Daesh con las definiciones teóricas. En los territorios administrados por el Estado Islámico se ha conformado un monopolio de las fuerzas de coerción. El EI es el único capaz de ejercer la fuerza en estos territorios y ha logrado legitimar ese poder. De esta forma, pese a que ciertos territorios están todavía en pugna, en casos como Raqqa o Mosul se ha conformado un verdadero monopolio legítimo y ésta es tanto de facto, ya que el éste es el único capaz de ejercerla, como de jure, legalmente son los únicos habilitados para ejercerla.

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O’Donnel (s/f) remarca la importancia del control diferencial de ciertos recursos como los de coerción física, recursos económicos, recursos de información y control ideológico. Nuevamente, la definición del teórico concuerda con la realidad diaria en los territorios del Daesh. Éste, como ya ha sido remarcado, detenta un control diferencial sobre los recursos coercitivos, entre ellas un ejército regular y policías propias, también lo hace sobre los recursos económicos a través de las cargas impositivas y la moneda, así como la utilización de recursos petrolíferos para fortalecer su economía y los recursos sobre la información se hacen evidentes en la utilización de los medios electrónicos, diarios y canales de youtube entre otros como mecanismos de propaganda oficial. También se comprueban algunos de los elementos que propone Barboza (2008) propios de los Estados, entre ellos, el del territorio como característica principal de un Estado. Si bien hay posiciones en pugna, existe un territorio permanente hace más de un año, sobre todo si se tiene en cuenta que la capital del Estado Islámico sería Mosul. En segundo lugar, también se cumplen algunas de las características señaladas por Micallef (2015)xxviii, como la de contar con una población estable. En efecto, el Estado Islámico no sólo administra un territorio de 80 mil millas cuadradas, sino que además tendría una población estable cercana a las 10 millones de personas. En tercer lugar, que se ha formado un gobierno basado en dos grandes instituciones: en primer lugar, el califa mismo, cabeza del poder ejecutivo, y en segundo término, la shura, con poder suficiente para destituir al ejecutivo, y de una importancia superlativa a la hora de confeccionar un corpus legal basado en la religión. Finalmente, la soberanía, —entendida como el poder por encima de los otros, es decir el poder sobre cualquier otro ente dentro del mismo Estado—, se comprueba en el hecho de que no existe una pugna por el poder dentro del Estado Islámico. El EI es soberano sobre su territorio sin que existan fuerzas capaces de confrontarlo. El único enfrentamiento que se puede suscitar es por el territorio entre el EI e Iraq o Siria pero, en el territorio establecido por el EI nadie atenta contra la capacidad del Estado de ejercer sus actividades cotidianas.

La problemática del reconocimiento y las posibles alternativas Las diferentes alternativas en la lucha contra el ISIS conllevan diferentes implicancias en el plano internacional. 15

En primer lugar, se analizará la presente estrategia basada en la contención a través de los ataques aéreos llevados a cabo por la coalición llamada “Combined Joined Task Force Operation Inherent Desolve” y el financiamiento, asesoría y entrenamiento militar junto con la provisión de material bélico al ejército regular iraquí en territorio de Irak y la campaña aérea sobre territorio sirio. En referencia a este punto, cabe destacar que, por razones políticas, las estrategias que se aplica en Iraq y Siria son distintas. Mientras que el gobierno mesopotámico es cercano al presidente Barak Obama, el presidente Bashar al-Assad se encuentra en las antípodas del gobierno estadounidense. Desde el comienzo de la guerra civil en Siria, Estados Unidos y la Unión Europea se distanciaron del gobierno sirio. Como marcado opositor, el gobierno alauita se ha mostrado públicamente en desacuerdo con el accionar occidental y constantemente acusa a la coalición de Occidente de financiar grupos insurgentes que actúan dentro de su territorio. De esta manera, la única posibilidad de acción sobre territorio sirio son los bombardeos aéreos de dudosa legalidad. La guerra en el territorio iraquí se lleva a cabo de diferente forma. Gracias a la cercanía entre los gobiernos occidentales con el gobierno chiita iraquí permite no sólo aplicar una estrategia de ataques selectivos, sino que le permite acciones como las antes mencionadas. Cabe destacar que, como explica Kurth Cronnin (2015), al tener una estructura cuasi estatal, asesinar a los miembros de la cúpula del ISIS no será suficiente ya que tiene previstos mecanismos de traspaso del poder para su estructura administrativa. Otra posible acción, que sostienen tanto Kurth Cronnin como Peter Weber (2014) xxix es la intervención directa a través del despliegue de tropas de la coalición en los territorios del EI. Si bien es cierto que esta sería una manera plausible de desarticular las estructuras internas del Estado Islámico como así también de recuperar los territorios y recobrar el control sobre los recursos estratégicos de la zona que hasta hoy en día son la principal fuente de comercio exterior, el despliegue de tropas también acarrearía una variedad de problemas. Para intervenir militarmente la región, amparándose en el derecho internacional se deberían dar una serie de factores. Uno de ellos consistiría en el pedido explícito de los Estados afectados por la invasión del Estado Islámico a sus territorios. Visto y considerando la 16

cuestión política en Siria, esta solución sería inviable para los territorios sirios. Sin menospreciar la propia negativa del gobierno sirio al despliegue de tropas en su territorio, se debe recordar la presencia de la base naval rusa en Tartus. Por lo cual, Rusia también vería como un inconveniente la presencia de tropas aliadas en Siria, ya que podría ser una amenaza para esta base estratégica, sobre todo con la tensión que existe entre Estados Unidos y Europa con Moscú. Por el contrario, dentro del territorio iraquí sí se podrían desplegar tropas aliadas para combatir al ISIS. Sin embargo, como explica Dov Zakheim (2014) xxx esto implicaría dos grandes conflictos: uno, que la presencia de tropas de la coalición, sumada a la mala imagen dejada tras la última intervención en territorios mesopotámicos, podría fomentar el reclutamiento del ISIS y la suma de aun más adeptos a sus filas. También podría generar una división aún mayor en el seno de la política iraquí, aumentando aún más el riesgo de que surjan nuevos grupos islamistas. El segundo conflicto radica en los costos operativos del despliegue. Estados Unidos se encuentra manteniendo una constante discusión sobre cuestiones presupuestarias. De tomar este camino, sus gastos militares podrían ascender a 3 billones de dólares xxxi y recrudecer aún más las controversias que están teniendo lugar entre demócratas y republicanos. Otra forma de intervenir militarmente es a través del reconocimiento del ISIS como un Estado y aplicando el derecho internacional público, de modo de entender los ataques del Daesh como un casus bellis, tal como propone Weber (2014). Sin embargo, esta solución también presenta dificultades, pues para constituir un casus bellis habría que reconocer el Estado Islámico como tal y proceder a la consecuente concesión de sus derechos y obligaciones. De esta manera, el EI también tendría el derecho de aplicar la legítima defensa. Asimismo el EI, tendrá soberanía sobre el territorio ya que se lo reconocería como estado, lo que significa que aunque caiga el gobierno el territorio seguirá perteneciendo al Estado Islámico. Esto conlleva a que no se podrá erradicar el Daesh y por otra parte, se estará legitimando de jure un desmembramiento territorial sirio e iraquí que aconteció de facto. Conclusiones.

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Continuar con la tesis expuesta por varios sectores, como el académico y la prensa entre otros, es minimizar la problemática en cuestión. Partiendo del título de Audrey Kurth Cronnin, “ISIS no es un grupo terrorista”, entendemos que las características de estatalidad presentes en el grupo en cuestión resulta sumamente importante para reformular las tácticas a utilizar para contrarrestar y eliminar su influencia. Como se ha mencionado, las tácticas antes utilizadas contra grupos terroristas son insuficientes y hasta contraproducentes una vez que se intenta volverlas contra ISIS. Entendiendo la proto-estatalidad del Daesh se puede entender que el simple asesinato de Abu Bakr al-Baghdadi o de otros líderes no será suficiente para terminar con el problema en cuestión. Lo que se sugiere es reformular el abanico de alternativas. Para esto será necesario implementar medidas que dificulten la obtención de recursos económicos, que combatan de frente el poderío militar del EI así como crear una serie de instituciones civiles y políticas que favorezcan a la gobernanza del gobierno iraquí. Asimismo, se ha establecido en este trabajo que si bien desplegar tropas sería una medida que favorecería el avance aliado contra el Daesh, este hecho tendría profundas implicancias políticas y económicas para todos los involucrados. Si bien las preguntas que puedan derivarse de esta reformulación conceptual del ISIS pueden tener respuestas aún sin contestar, será el primer paso para un reconocimiento efectivo de la problemática existente, de modo de partir de ahí para recomenzar a estudiar las estrategias que podrían adoptarse. Será entonces una cuestión de tiempo que los encargados de diseñar nuevas políticas se vean confinados a una dicotomía aún más estrecha: o bien minimizando al Estado Islámico o bien adoptar las medidas necesarias para terminar con el proto-estado en cuestión antes que éste termine de configurarse como un Estado propiamente dicho. Los costos se irán incrementando a medida que pase el tiempo, por lo que cada vez resultará aún más poder tomar una decisión contundente.

Anexos: Distribución del poder al interior del EI. Fuente: CNN

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Financiamiento del ISIS. Fuente: The Wall Street Journal

Vías de exportación del petróleo. Fuente: Stockhouse. Guardian Graphics. 20

REFERENCIAS: 21

i

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