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“Jesú s nos invita a seguirlo siendo testigos de su misericordia” Viernes 1 de Julio de 2016 Invocación al Espíritu Santo: Espíritu Santo, tú eres el aliento del Padre y del Hijo en la eternidad dichosa; tú nos has sido enviado por Jesús para hacernos comprender lo que él nos ha dicho y guiarnos hacia la verdad completa; tú eres para nosotros aliento de vida, aliento creador, aliento santificador; tú eres quien renueva todas las cosas. Humildemente te pedimos que nos animes y habites en nosotros, en cada uno de nuestros hogares, para que podamos vivir en verdadera familia como un lugar de amor, un camino de felicidad y un medio de santidad. Amén. Lectura a) Texto: Mt 9, 9-13 9 Cuando se iba de allí, vio Jesús a un hombre que se llamaba Mateo, sentado en la oficina de impuestos, y le dijo: -Sígueme. El se levantó y lo siguió. 10después mientras Jesús estaba sentado a la mesa en casa de Mateo, muchos recaudadores de impuestos y pecadores vinieron y se sentaron con él y sus discípulos. 11Al verlo los fariseos, preguntaban a sus discípulos: -¿Por qué su maestro come con los recaudadores de impuestos y los pecadores? 12Lo oyó Jesús y les dijo: -No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. 13Entiendan bien qué significa: misericordia quiero y no sacrificios; porque yo no he venido a llamar a los justos sino a los pecadores. Palabra del Señor. (Se lee el texto dos veces o más hasta que lo hayamos comprendido) b) Indicaciones para la lectura: El texto nos muestra cómo el poder de Jesús para perdonar los pecados, está muy relacionado con su cercanía a los pecadores. La respuesta de Mateo, un recaudador de impuestos, a la llamada que Jesús le hace es inmediata, como la de los primeros discípulos. La comida de Jesús con los fariseos quiere hacernos ver que el amor de Dios es incondicionalmente ofrecido a todos. Meditación Cuando se iba de allí, vio Jesús a un hombre que se llamaba Mateo, sentado en la oficina de impuestos, y le dijo: -Sígueme. El se levantó y lo siguió. Después de una serie de milagros, viene un nuevo acontecimiento, es la invitación directa de Jesús a Mateo a seguirlo como ser un nuevo discípulo, Mateo es un recaudador del prefecto romano en Judea con un salario mensual por cobrar impuestos a los judíos en beneficio de los romanos, aún así no duda a la llamada que Jesús le hace e inmediatamente lo sigue, con un gesto de apertura a lo que Jesús le quiera proponer, es reflejo de una llamada a la vocación que no pone excusas, la respuesta es radical e incondicional. Seguramente Dios nos llama a cada miembro de la familia a una vocación específica con el objetivo de estar en su presencia, necesitamos responder con firmeza sin regatear o pensárnosla dos veces en lo que nos pide. Después mientras Jesús estaba sentado a la mesa en casa de Mateo, muchos recaudadores de impuestos y pecadores vinieron y se sentaron con él y sus discípulos. Jesús dedica el tiempo a la elección que ha hecho en Mateo, sentándose a la mesa con él como signo de su interés y apertura al diálogo, además de extender su palabra y su presencia a las ovejas descarriadas de Israel; pero ya no es sólo Mateo, sino más de los recaudadores y de los pecadores quienes se sienten atraídos por la presencia de Jesús. Es éste el Jesús que nos invita a acompañarlo en la mesa de la Eucaristía, no importando lo buenos o pecadores que seamos, lo que le interesa es dialogar con nosotros y compartir la mesa con Él, aunque sea los domingos. Al verlo los fariseos, preguntaban a sus discípulos: -¿Por qué su maestro come con los recaudadores de impuestos y los pecadores? El judaísmo tenía normas precisas sobre el tipo de alimentos que debía comerse, hasta el tipo de lugares y personas con quien se debía compartir, esto servía para saber quiénes estaban dentro y quiénes fuera del grupo,
además la relación de la mesa significaba una íntima comunión de vida ente Dios; el comportamiento de Jesús y sus discípulos resulta llamativo a los ojos de los fariseos, Jesús rompía con lo establecido al hacer esto. Para la mayoría, el que compartía la mesa con los recaudadores era tenido por comilón y borracho, sin embargo para Jesús estas comidas expresaban su misericordia y la cercanía de Dios hacia los más alejados, recordando que el amor de Dios es incondicional para todos. Lo oyó Jesús y les dijo: -No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. 13 Entiendan bien qué significa: misericordia quiero y no sacrificios; porque yo no he venido a llamar a los justos sino a los pecadores. Jesús contesta por los suyos por medio de dos frases, la primera la dice por sentido común, la segunda del profeta Oseas, con ambas aclaraciones Jesús explicita y aclara su misión junto a la gente al decirles que no ha venido a llamar a los justos sino a los pecadores. Ahora Mateo quien antes era un pecador, se convierte en un testigo de la misericordia de Dios. Esa es nuestra vida y nuestro reto, sentirnos perdonados por Dios y ser testigos de esa misericordia que ha derramado en nuestra vida por puro amor. Oración Señor Jesús, agradecemos que te hayas hecho presente hoy en la mesa de nuestra vida, nos has invitado a seguirte y no hemos dudado en hacerlo, confiados en que tu corazón misericordioso no mira nuestras podredumbres sino es para limpiarlas y motivarnos a ser hombres nuevos, testigos de tu misericordia en nuestras vidas, queremos ir tras de ti dejando todos nuestros intereses, nuestros egoísmos y cosas que nos atan a seguirte, queremos ser nuevos discípulos desde nuestras familias, a fin de motivar nuestra sociedad y aquellos que aun no se animan a seguirte desde cualquier estado de vida. Contemplación Catic. 520: Toda su vida, Jesús se muestra como nuestro modelo: Él es el “hombre perfecto” que nos invita a ser sus discípulos y a seguirle: con su anonadamiento, nos ha dado un ejemplo que imitar; con su oración atrae a la oración; con su pobreza, llama a aceptar libremente la privación y las persecuciones. 545: Jesús invita a los pecadores al banquete del Reino: “No he venido a llamar a los justos sino a pecadores” (Mc 2, 17). Les invita a la conversión, sin la cual no se puede entrar en el Reino, pero les muestra de palabra y con hechos la misericordia sin límites de su Padre hacia ellos y la inmensa “alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta” (Lc 15, 7). La prueba suprema de este amor será el sacrificio de su propia vida “para remisión de los pecados” (Mt 26, 28) Compromiso Daré gracias a Dios por su cercanía y el llamado que ha hecho a mi vida, cualquiera que sea mi estado de vida, ya sea como casado, soltero o vida consagrada. Pediré por tantos jóvenes que aún se encuentran indecisos de su vocación para que Dios les muestre el camino que ha elegido para ellos y sepan responderle con una vida digna.
Jesú s como camino de felicidad auté ntica Sábado 2 de Julio de 2016 Oración breve: Haz que descienda en mi entendimiento el espíritu de verdad, para que me guie por el camino de la salvación, hoy al acercarme a tu palabra, quiero que me hables como en el Antiguo Testamento a Moisés, que en tu silencio encuentre tu palabra. Amén. LECTIO a) Texto. (Mt, 9, 14-15) 14
Se le acercaron entonces los discípulos de Juan y le preguntaron: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan? 15Jesús les contestó: ¿Es que pueden estar tristes los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Llegarán un día en que les quitarán al novio; entonces ayunarán. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús. (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b) Indicaciones para la lectura. Mateo responde a la situación que vivía su comunidad mostrando que Jesús es el Mesías, explicando que la Iglesia ha heredado la misión de Israel, e invitando a los cristianos a vivir según las enseñanzas de Jesús. Las comparaciones con que Jesús responde a los enviados de Juan subrayan el comienzo de una situación nueva (reino) que es incompatible con lo viejo (judaísmo). Lo nuevo rompe los estrechos moldes de lo viejo. Recordemos que Jesús todavía no hace la elección de sus apóstoles, es por esos que algunos discípulos de Juan el Bautista eran: Pedro y Juan. Meditación 14 Se le acercaron entonces los discípulos de Juan y le preguntaron: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan? Es aquí donde Jesús dará el giro del pensamiento religioso, ya que cambiará el modo de pensar de los judíos y se estará revelando como el mesías. 15 Jesús les contestó: ¿Es que pueden estar tristes los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Llegarán un día en que les quitarán al novio; entonces ayunarán. Cuando Jesús hace referencia al novio, significa que él lo es, porque en la boda el centro te atención sin duda son los novios, es por eso que Jesús les hace notar que cuando él está en presente ante ellos, es para que vean que la fiesta del reino esta instaurada, que se alegren porque ha llegado el momento del arrepentimiento y de la felicidad. La palabra ayuno en esta perícopa significa (tristeza) porque cuando les quiten a Jesús, los seguidores se pondrán tristes. Oración: Señor Jesús, hoy he descubierto que solo tú, puedes dar la alegría de mi vida, por eso te pido que nunca te alejes de mí y de mi familia, para así poder seguirte y ganar la eterna salvación que nos has prometido, también te pido que cuando este triste tú seas mi bastón para poderme levantar y no quedarme estancado, esto te lo pido con una firme fe, que he puesto en ti. Todo esto te lo pido tú que vives y reinas en la Unidad del padre y del Espíritu santo, por los siglos de los siglos. Amén. Contemplación 27: El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, por que el hombre ha sido creado por Dios y para Dios; y Dios no cesa de atraer el hombre hacia sí y sólo en Dios encontrará el hombre la verdad y la dicha que no cesa de buscar. (CATIC). 30: … Dios no cesa de llamar a todo hombre a buscarle para que viva y encuentre la dicha, Pero esta búsqueda exige del hombre todo el esfuerzo de su inteligencia, la rectitud de su voluntad, , y también el testimonio de otros que le enseñen a buscar a Dios.
30: …él anuncia la buena noticia del Reino a los pobres y a los pecadores. Por esto, nosotros, como discípulos de Jesús y misioneros, queremos y debemos proclamar el Evangelio, que es Cristo mismo. Anunciamos a nuestros pueblos que Dios nos ama, que su existencia no es una amenaza para el hombre, que está cerca con el poder salvador y liberador de su Reino, que nos acompaña en la tribulación, que alienta incesantemente nuestra esperanza en medio de todas las pruebas… (DA). Compromiso A lo largo de la historia del hombre, sea visto que el fin principal es buscar algo que lo deje conforme en su vida, ha esto le llamamos “felicidad” hoy nosotros los cristianos estamos llamados a buscar esa felicidad que sea revelado con la venida de Jesucristo, para poder dar testimonio de vida y así muchas personas crean que Cristo está vivo y presente en estos días de tanta duda de fe.
“El Reino de Dios nos da la Fuerza del Mensaje y el poder para luchar contra el demonio” Domingo 3 de Julio de 2016 Invocación al Espíritu Santo: Espíritu Santo, inúndame como el agua, riega todo mi ser con el agua viva de la gracia purificadora, haciendo reverdecer en mí todo lo árido y seco. Penétrame como el viento que arrastre todo lo que esté de más en mi vida. Impúlsame como viento impetuoso que arranque de mí todas las falsas seguridades; que disipe mis oscuridades; y llene de santo calor todo lo frío; devuélveme la vida llenándome de una auténtica y sana alegría. Así sea. Lectura a) Texto: Lc 10, 1-12. 17-20 1 Después de esto, el Señor designó a otros setenta (y dos) y los envió por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde él pensaba ir. 2Y les dio estas instrucciones: -La cosecha es abundante, pero los obreros pocos. Rueguen, por tanto, al dueño que envíe obreros a su cosecha. 3¡Pónganse en camino! Sepan que los envío como corderos en medio de lobos. 4No lleven bolsa, ni morral ni sandalias, ni saluden a nadie por el camino. 5Cuando entren en una casa, digan primero: Paz a esta casa. 6Si hay allí gente de paz, sus paz recaerá sobre ellos; si no, regresará a ustedes. 7Quédense en esa casa, y coman y beban de lo que tengan, porque el obrero tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. 8Si al entrar en un pueblo, los reciben bien, coman lo que les presenten. 9Sanen a los enfermos que haya en él, y anúncienles: Está llegando a ustedes el reino de Dios. 10Pero si entran en un pueblo y no los reciben bien, salgan a la plaza y digan: 11Hasta el polvo de su pueblo que se nos ha pegado a los pies lo sacudimos sobre ustedes en señal de protesta. Pero sepan de todas formas que está llegando el reino de Dios. 12Les digo que el día del juicio será más tolerable para Sodoma que para ese pueblo. 17Los setenta (y dos) regresaron llenos de alegría, diciendo: -Señor hasta los demonios se nos sometían en tu nombre. 18Jesús les dijo: -He visto a Satanás cayendo del cielo como un rayo. 19Les he dado poder para pisotear serpientes y escorpiones, y para dominar toda potencia enemiga, y nada los podrá dañar. 20Sin embargo, no se alegren de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo. Palabra del Señor. (Se lee el texto dos veces o más hasta que lo hayamos comprendido) b) Indicaciones para la lectura: Lucas nos habla de la misión de los discípulos. En este caso son más numerosos. San Lucas sabe que la misión universal no empezará hasta después de pascua, la presencia simbólica del número setenta y dos muestra que dicha misión ha comenzado ya en la vida de Jesús. Jesús envía de dos en dos para que su testimonio tenga el valor jurídico que pedía la ley. Rechazar a Jesús tendrá consecuencias irreparables. Con la certeza de la victoria de Jesús sobre el mal, sus discípulos llevan a cabo la misión que él les ha encomendado. A pesar de todo, Jesús pone en guardia a sus discípulos contra toda idea de dominio, dándoles la confianza de que vencerán en su nombre. Meditación Después de esto, el Señor designó a otros setenta (y dos) y los envió por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde él pensaba ir. El texto se refiere con claridad a la Misión. Los discípulos no son dueños de la Buena Nueva, son portavoces de Jesús por eso pueden ir a donde él pensaba ir. Son enviados de dos en dos para dar testimonio de que son comunidad, a diferencia uno sólo. Estamos llamados ir a donde Dios nos mande, pero nunca aislados o encerrados en nuestros propios intereses, sino con toda disponibilidad para saber convivir con el otro y desde ahí dar testimonio de unidad y comunidad. Y les dio estas instrucciones: -La
cosecha es abundante, pero los obreros pocos. Rueguen, por tanto, al dueño que envíe obreros a su cosecha. Los discípulos deben escuchar al Maestro antes de entrar en la misión, las instrucciones para la misión los comprometen seriamente, haciéndoles ver que no es tarea fácil, y que no depende todo de ellos, sino de que estén en continua comunicación con aquél a que están sirviendo y por quien trabajan, como ejemplo re refiere a los obreros y al dueño. Es necesario que estemos en oración, en un continuo hacer la voluntad del Padre para no creer que con nuestras propias fuerzas lo podremos hacer todo. ¡Pónganse en camino! Sepan que los envío como corderos en medio de lobos. Jesús impulsa a sus discípulos a ponerse en marcha, sin detenimiento, pero si con la advertencia de que la misión es tarea difícil y peligrosa, ante tales adversidades tendrán que estar atentos y no desfallecer. Jesús no nos promete facilidades en su seguimiento, se requiere esfuerzo y tenacidad, así como estar preparados en los momentos de prueba. No lleven bolsa, ni morral ni sandalias, ni saluden a nadie por el camino. Los discípulos y discípulas de Jesús no pueden llevar nada para el camino, únicamente la paz que los identificará, deben con esto mostrar su confianza en la hospitalidad y el recibimiento de la gente, es un reto y una invitación para que las comunidades reciban a los discípulos con en sus hogares, con la misma fraternidad de familia del Reino de Dios. Jesús nos invita a hacer comunidad, a recibir a quien nos trae su Palabra y recibirlos en nuestras vidas, a fin de ser una verdadera y única familia de Dios. Cuando entren en una casa, digan primero: Paz a esta casa. Si hay allí gente de paz, sus paz recaerá sobre ellos; si no, regresará a ustedes. Lo primero que transmite el discípulo y que lo identifica como enviado de Dios, es la paz. Pero ésta paz que ofrecen, está en plena disposición de ser recibida o no, se trata de esa libertad al recibir la Palabra, si alguien no la recibe, el discípulo continúa su camino, pues no se puede perder tiempo en cosas que no pertenecen a la misión. Quédense en esa casa, y coman y beban de lo que tengan, porque el obrero tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. La comunidad está llamada a compartir, el discípulo tiene que convivir de manera estable, participar de la vida y del trabajo de la gente, así como vivir de lo que la gente le ofrece a cambio, pues también tienen derecho al salario. Jesús nos llama a no ir por el mundo acumulando bienes, sino que compartamos aquello que nos va dando, con los más necesitados. Si al entrar en un pueblo, los reciben bien, coman lo que les presenten. Estar en comunión es compartir también la mesa, esto iba en contra de leyes judías, no pueden vivir y comer separados, en necesario instaurar la ley de Dios que nos invita a esta con el otro y compartir la intimidad de Dios. Permanezcamos como familia que somos, en unidad, en fraternidad, siendo signos de este nuevo pueblo que Dios quiere instaurar. Sanen a los enfermos que haya en él, y anúncienles: Está llegando a ustedes el reino de Dios. Los discípulos tienen como primer mandato cuidar de los excluidos, ocuparse de los enfermos, anunciándoles que la sanación ha llegado a sus vidas, pero sobre todo el Reino de Dios, que los incluye de nuevo a la comunidad. Nosotros debemos ser en nuestra familia y comunidades los primeros signos visibles de que el Reino de Dios está llegando, ¿cómo?, preocupándonos por las familias más necesitadas de nuestra comunidad, por los que más sufren, y que nosotros bien sabes necesitan de nuestra ayuda. Pero si entran en un pueblo y no los reciben bien, salgan a la plaza y digan: Hasta el polvo de su pueblo que se nos ha pegado a los pies lo sacudimos sobre ustedes en señal de protesta. Pero sepan de todas formas que está llegando el reino de Dios. El sacudirse los pies es gesto de lo que les espera por no recibir el mensaje de Jesús, no como una imposición, sino como una propuestas. A pesar de ello el Reino está llegando para quienes lo quieran recibir. Recibamos el Reino de Dios en nuestras vidas, fomentando la paz, la unión familiar, la escucha y compañía con el que más nos necesitan. Les digo que el día del juicio será más tolerable para Sodoma que para ese pueblo. El rechazar el reino de Dios será fatal, pues traerá el castigo a ejemplo de las ciudades que quebrantaron la hospitalidad y no aceptaron el reino de Dios. Los setenta (y dos) regresaron llenos de alegría, diciendo: -Señor hasta los demonios se nos sometían en tu nombre. Jesús les dijo: -He visto a Satanás cayendo del cielo como un rayo. Esto no lo han hecho los discípulos por su propia cuenta, sino porque el poder de Dios, que los motiva para estar alegres porque saben que el Reino de Dios ya está presente y actuando; por este poder Dios y a la llegada del Reino el poder de Satanás está derrotado y no tiene validez sobre los que han recibido a el mensaje de Jesús. Si somos verdaderos discípulos, capaces de llevar la Palabra de Jesús primero a nuestras vidas, a nuestras familias y a nuestra comunidad, tengamos la certeza de que ninguna tentación nos vencerá, pues Dios nos da la facultad y el poder de vencer contra el demonio. Les he dado poder para pisotear serpientes y escorpiones, y para dominar toda potencia enemiga, y nada los podrá dañar. El poder de Jesús es poder que hace experimentar ante las asechanzas del demonio, y nos protege. Como cristianos que somos, estamos llamados a impedir el poder de Satanas en nuestros hogares, en el mundo entero, confiados en que Dios ya lo ha vencido y nos da la fuerza para hacerlo nosotros. Luchemos contra la desunión
familiar, los pleitos, y la poca fraternidad que a veces tenemos con el otro. Sin embargo, no se alegren de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo. La verdadera alegría consiste no en salir ilesos, sino en el hecho de sentirnos amados por Dios. Los que tienen el nombre en el libro de la vida son los que hacen la voluntad de Dios, y Dios pone éstos nombres en su corazón. Esmerémonos pues, por vivir atentos a lo que Dios quiere de nuestras vidas, no en una simple lucha contra el mal, sino estar unidos a la voluntad de Dios, la que nos debe motivar. Oración Señor Jesús, te agradecemos porque al estar presente en tu Palabra, nos recuerdas el gran amor que nos tienes, y nos llamas a ser verdaderos discípulos y testigos misioneros de tu evangelio en medio de nuestras comunidades, más no quieres que la predicación de tu Palabra sea en ambiente de individualismo y soledad, sino sentirnos acompañados por ti en la presencia de los que nos rodean, siendo testimonio vivo de comunidad. Nos pides ser valientes ante las acechanzas del enemigo, y confiar en que tu presencia entre nosotros nos dará la fuerza necesaria para hacer tu voluntad, y desde ahí vencer las tentaciones y todo aquello que pudiera separarnos de ti. Contemplación 854. Por su propia misión, “la Iglesia avanza junto con toda la humanidad y experimenta la misma suerte terrena del mundo, y existe como fermento y alma de la sociedad humana, que debe ser renovada en Cristo y transformada en familia de Dios. El esfuerzo exige entonces la paciencia. Comienza con el anuncio del Evangelio a los pueblos y a los grupos que aún no creen en Cristo; continúa con el establecimiento de comunidades cristianas, “signo de la presencia de Dios en el mundo” (…) en este proceso no faltarán también los fracasos. 2701. La oración vocal es un elemento indispensable de la vida cristiana. A los discípulos, atraídos por la oración silenciosa de su Maestro, éste les enseña una oración vocal: el “Padre Nuestro”. Jesús no solamente ha rezado las oraciones litúrgicas de la sinagoga; los Evangelios nos lo presentan elevando la voz para expresar su oración personal, desde la bendición exultante del Padre, hasta la agonía del Getsemaní. Compromiso Me esforzaré por vivir bien y llevar un buen trato con aquellos familiares, amigos, vecinos que más trabajo me cuesta, a fin de hacer una verdadera comunidad y ser testimonio vivo de lo que Jesús pide de mí. También me acercaré a algún grupo de pastoral en mi parroquia, para ver de qué manera puedo contribuir a la misión evangelizadora de la Iglesia.
“La fe como un grano de mostaza” Lunes 4 de Julio de 2016 Invocación al Espíritu Santo: Inflama nuestros corazones de tu amor, e ilumina nuestro entendimiento, para que acercándonos a tu Palabra crezca en nosotros el don de la fe que has puesto en nuestros corazones, y así demos fruto abundante en medio de nuestras familias. Por Cristo nuestro Señor. Amén. Lectura a) Texto: Mt 9, 18-26 1 Jesús dijo a sus discípulos: -Es inevitable que haya ocasiones de pecado; pero ¡ay de quien las provoque! 2 Más le valdría que le colgaran al cuello una piedra de molino y lo tiraran al mar, antes que ser ocasión de pecado para uno de estos pequeños. 3 ¡Estén atentos! Si tu hermano llega a pecar, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo. 4 Y si peca contra ti siete veces al día, y otras siete viene a decirte: “Me arrepiento”, perdónalo. 5Los apóstoles dijeron al Señor: -Auméntanos la fe. 6Y el Señor dijo: -Si tuvieran fe, aunque sólo fuera como un grano de mostaza, dirían a ese árbol: “arráncate y trasplántate al mar”, y les obedecería. Palabra del Señor. (Se lee el texto dos veces o más hasta que lo hayamos comprendido) b) Indicaciones para la lectura Lucas reúne aquí varias palabras de Jesús que tiene una fuerte vinculación con la vida comunitaria: evitar las ocasiones de tropiezo para los demás, acrecentar la actitud de perdón, tomar conciencia de la fe y servir con humildad. Según las instrucciones tienen un denominador común: el servicio al reino que sólo es posible desde la fe. Meditación Jesús dijo a sus discípulos: -Es inevitable que haya ocasiones de pecado; pero ¡ay de quien las provoque! Más le valdría que le colgaran al cuello una piedra de molino y lo tiraran al mar, antes que ser ocasión de pecado para uno de estos pequeños. En este párrafo Lucas en su llamado Evangelio de la misericordia pone en labios de Jesús el tema del pecado, y sin alarmarse reconoce esta realidad latente en el hombre, reconociendo la ocasión de pecar a la que estamos expuestos. Pero en este sentido Jesús es claro y concreto al condenar a aquellos que provocan que otros pequen. En este sentido, todos los que nos llamamos cristianos estamos invitados a ser ocasión de salvación y no de condenación para los demás, y más aún, estas palabras comprometen a aquellos que ocupan un lugar en la conducción de una familia, de una empresa o de la Iglesia, porque no sólo han de dar cuenta de ellos, sino de aquellos que le fueron encomendados. ¡Estén atentos! Si tu hermano llega a pecar, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo. Y si peca contra ti siete veces al día, y otras siete viene a decirte: “Me arrepiento”, perdónalo. Jesús nos invita a estar atentos y nos invita a la corrección fraterna, y a algo nada sencillo: perdonar. Este perdón no tiene medidas ni límites. Los apóstoles dijeron al Señor: -Auméntanos la fe. Y el Señor dijo: -Si tuvieran fe, aunque sólo fuera como un grano de mostaza, dirían a ese árbol: “arráncate y trasplántate al mar”, y les obedecería. Inmediatamente después de que los discípulos han recibido el mandato de perdonar, le piden a Jesús fe. Y cómo no, pues no podría ser de otra manera ya que humanamente el perdón resulta complicado y es necesario pedir ese don. Queda claro en este párrafo que si queremos aprender a perdonar el único modo de hacerlo es desde la fe. Para perdonar hay que estar en constante contacto con Dios, hay que perdonar desde la fe, porque de otra forma no sabremos perdonar ni sabernos perdonados. Los que creemos sabemos que la fe es un don de ahí que hemos de pedirla constantemente, y que si siendo pequeña es capaz de alcanzar grandes cosas, pensemos en lo que Dios podrá obrar si dejamos que esa fe crezca y madure en nuestro corazón. Oración
Aumenta Señor en nuestras vidas el don de la fe que nos has dado para que nuestras acciones estén encaminadas hacia ti, y sobre todo cuando parece que lo que nos pides es imposible, como lo es el del perdón. Así sea. Contemplación Catic. 161. El Catecismo de la Iglesia nos recuerda: “Creer en Cristo Jesús y en Aquel que lo envió para salvarnos es necesario para obtener esa salvación. Puesto que sin la fe es imposible agradar a Dios y llegara a participar en la condición de sus hijos, nadie es justificado sin ella y nadie, a no ser que haya perseverado en ella hasta el fin”. Contemplemos como la fe que los discípulos piden que Jesús aumente no sólo tiene que ver con la vida eterna, sino con la vida terrena. La fe es toda una realidad para la existencia del hombre que requiere de la ayuda de Dios en todo momento. Compromiso Comprometámonos a esforzarnos por perdonar incluso los pequeños o insignificantes detalle, pero siempre desde la fe.
“Seamos buenos pastores, testigos y misioneros de la misericordia de Dios” Martes 5 de Julio de 2016 Invocación al Espíritu Santo: Ven Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don en tus dones esplendidos; luz que penetra las almas; fuente de mayor consuelo. Ven dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre, si Tú le faltas por dentro; mira el poder el pecado, cuando envías tu aliento. Amén. Lectura a) Texto: Mt 9, 32-38 32 Mientras los ciegos se iban, le presentaron a un hombre mudo poseído por un demonio. 33 Jesús expulsó al demonio y el mudo comenzó a hablar. Y la gente decía maravillada: Jamás se ha visto nada igual en Israel. 34Pero los fariseos decían: -Expulsa demonios con el poder del príncipe de los demonios. 35Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas judías, anunciando la buena noticia del reino y sanando todas las enfermedades y dolencias. 36 Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y desorientados como ovejas sin pastor. 37Entonces dijo a sus discípulos: - La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. 38Rueguen por tanto al dueño de la cosecha que envíe obreros a recogerla. Palabra del Señor. (Se lee el texto dos veces o más hasta que lo hayamos comprendido) b) Indicaciones para la lectura: Las Palabras y signos de Jesús, ponen de manifiesto el estado en que se encuentra Israel. El proyecto de Jesús contrasta con la situación de un pueblo cansado, desorientado y disperso, que inspira compasión, y hace evidente la necesidad de pastores que le anuncien el reino y lo saquen de su lamentable situación. Meditación Mientras los ciegos se iban, le presentaron a un hombre mudo poseído por un demonio. Con seguridad la gente había comenzado a creer en Jesús, reconocían que era verdaderamente el Hijo de Dios y tenían fe en que sólo Él podía reincorporarlos a la sociedad, por eso no dudaron en presentar a este hombre mudo poseído por un demonio confiados en que quedaría sano; las enfermedades no sólo eran corporales, en el fondo eran manifestaciones de desprecio y exclusión o abandono de sus familiares para quien las padecía, pues se tenía la creencia de que eran signo de un castigo de Dios por el pecado. Dios nos pone los medios para volver a Él y apartar de nosotros todo aquello que nos esclaviza y no nos deja proclamarlo como nuestro Dios. Jesús expulsó al demonio y el mudo comenzó a hablar. Y la gente decía maravillada: - Jamás se ha visto nada igual en Israel. Jesús no excluyó ni abandonó a aquél hombre, sino todo lo contrario, lo recibió con misericordia pues reconocía todo lo que había padecido, sabía que al recibirlo con ternura y aliviar sus padecimientos con amor sería lo que fortalecería las relaciones humanas más fraternas en aquella comunidad. El mudo recobró el habla, era preciso que lo hiciera para anunciar los prodigios de Dios, mientras que la gente que se ha venido formando por la práctica de la misericordia de Jesús, proclama con admiración algo muy cercano a la confesión de fe: “Jamás se ha visto cosa igual”, con esto reconocen la novedad absoluta de la obra salvífica de Jesús. Jesús libera de permanecer mudos ante su gracia y nos da suficiente razones para ser testigos de sus prodigios, de la vida, la salud, la familia que nos da. Pero los fariseos decían: -Expulsa demonios con el poder del príncipe de los demonios. Contraria a la actitud de la gente fue la de los fariseos, cuya reacción es de desconfianza y malicia, no podían negar los prodigios de Jesús porque la gente era testigo de ellos, por lo tanto trataban de
desacreditarlo argumentando que era poder del demonio. Reconozcamos los milagros que Dios obra en nuestras vidas, desde la vida que a diario nos da, y el alimento que no nos falta, sabiendo que no es obra de la casualidad, sino regalo de Dios que no se olvida de nosotros. Jesús recorría todos los pueblos y aldeas, enseñando en las sinagogas judías, anunciando la buena noticia del reino y sanando todas las enfermedades y dolencias. Recordemos que para Matero Jesús es un misionero de la misericordia, se ve el empeño de Jesús por reunir al nuevo pueblo de Dios. Este versículo nos recuerda el tema central de la misión, el cual es la Buena Nueva del Reino anunciado con palabras y acciones poderosas a favor de la vida, sin limitar el territorio, sino que es para todos los pueblos y ciudades. Es motivo para salir de nuestros individualismos, de nuestros egoísmos, y ponernos en marcha para todos aquellos que nos necesitan, acompañándolos en sus sufrimientos, en sus alegrías, a fin de hacer comunidad. Al ver a la gente, sintió compasión de ellos, porque estaban cansados y desorientados como ovejas sin pastor. Ahora se nos presenta el “sujeto de la misión”, los más cansados y desorientados, aquellos que más necesitan que llegue el Reino a sus vidas, ante una multitud golpeada y desamparada , herida y esparcida en el campo de batalla que es la vida, Jesús se percata de la situación y esto mueve su corazón. Jesús no nos deja desamparados, cuando más alejados nos sentimos, cansados y desorientados por los problemas de la vida, Jesús mira nuestra soledad y nos abraza con corazón compasivo. Entonces dijo a sus discípulos: - La cosecha es abundante, pero los obreros son pocos. Rueguen por tanto al dueño de la cosecha que envíe obreros a recogerla. Jesús comparte a sus discípulos su preocupación y la compasión que lo animan a hacer algo por todos estos destinatarios de la misión, es así que emprende la acción y envía a misioneros que instauren la justicia del Reino. Jesús pide rogar a Dios para que más hombres valientes ayuden en la tarea de reunir, sanar y conducir a todos los dispersos por el camino de Dios. Oración Te agradecemos Señor Jesús porque nos das la faculta de escuchar tu Palabra y no permanecer mudos, sino anunciarla a los más necesitados mediante un ejemplo de vida, y testimonio de fe; tu Palabra nos compromete a ser verdaderos obreros en tu viña a fin de atraer a tu corazón compasivo a los más necesitados de tu misericordia, a todos los dispersos, cansados y hambrientos. Ayúdanos a ser verdaderos testigos del Reino, a tener un corazón compasivo a ejemplo del tuyo, sobre todo en medio de una sociedad golpeada por los crímenes, la inseguridad, los asaltos, que esto nos motive a no cansarnos de luchar por la justicia y el bienestar de la sociedad, comenzando por hacer que reine la justicia en nuestros hogares. Contemplación Catic. 851: El motivo de la misión. Del amor de Dios por todos los hombres la Iglesia ha sacado en todo tiempo la obligación y la fuerza de su impulso misionero: “porque el amor de Cristo nos apremia…” (2 Co 5, 14). En efecto, “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento plenos de la verdad” (1 Tm 2, 4). La salvación se encuentra en la verdad. Los que obedecen a la moción del Espíritu de verdad están ya en el camino de la salvación; pero la Iglesia, a quien esta verdad ha sido confiada, debe ir al encuentro de los que la buscan para ofrecérsela. Porque cree en el designio universal de salvación, la Iglesia debe ser misionera. 2044: La fidelidad de los bautizados es una condición primordial para el anuncio del Evangelio y para la misión de la Iglesia en el mundo. Para manifestar ante los hombres su fuerza de verdad y de irradiación, el mensaje de la salvación debe ser autentificado por el testimonio de vida de los cristianos. “El mismo testimonio de la vida cristiana y las obras buenas realizadas con espíritu sobrenatural son eficaces para atraer a los hombres a la fe y a Dios”. Compromiso El día de hoy me comprometeré con mi oración y con un donativo o ayuda en especie por aquellos hombres y mujeres que se encuentran en países de misiones donde el Reino de Dios aún no se hace del todo presente.
“Llamados a ser discı́pulos del Reino de Dios” Miércoles 6 de Julio de 2016 Invocación al Espíritu Santo: Espíritu Santo, inúndame como el agua, riega todo mi ser con el agua viva de la gracia purificadora, haciendo reverdecer en mí todo lo árido y seco. Penétrame como el viento que arrastre todo lo que esté de más en mi vida. Impúlsame como viento impetuoso que arranque de mí todas las falsas seguridades; que disipe mis oscuridades; llene de santo calor todo lo frío; devuélveme la vida llenándome de una auténtica y sana alegría. Lectura a) Texto: Mt 10, 1-7 1 Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio poder para expulsar espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias. 2 Los nombres de los doce apóstoles son: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; luego Santiago el hijo de Zebedeo y su hermano Juan; 3 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Santiago, el hijo de Alfeo, y Tadeo; 4 Simón el cananeo, y Judas Iscariote, el que lo entregó. 5 A estos Doce los envió Jesús con las siguientes instrucciones: -No transiten por regiones de paganos ni entren en los pueblos de Samaría. 6 Vayan más bien en busca de ovejas perdidas del pueblo de Israel. 7 Vayan y proclamen que está llegando el reino de los cielos. Palabra del Señor. (Se lee el texto dos veces o más hasta que lo hayamos comprendido) b) Indicaciones para la lectura: El Evangelio de hoy y el inicio del Sermón de la Misión, manifiesta tres asuntos específicos: el llamado de los discípulos, la lista de los doce apóstoles que van a ser los destinatarios del sermón de la misión, y el envío de los doce. Se reúnen las instrucciones básicas para la misión, el espacio, el contenido y cómo debe realizarse. Como signo de su autenticidad reciben el poder de realizar los signos que el mismo Jesús realiza. Meditación Jesús llamó a sus doce discípulos y les dio poder para expulsar espíritus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias. Los doce discípulos representan las tribus de Israel, éstos serán las columnas que sostendrán el nuevo pueblo de Dios. La misión de los discípulos es seguir a Jesús, formando comunidad con Él y realizando su misma misión: al curar toda clase de enfermedades y dolencias, así los signos visibles avalarían sus palabras. Dios nos continúa llamando a seguirlo, sólo basta decirle sí y formar con Él un nuevo pueblo, una nueva familia que sebe hacer comunidad al recibir principalmente a los más necesitados. Los nombres de los doce apóstoles son: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; luego Santiago el hijo de Zebedeo y su hermano Juan; 3 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el recaudador de impuestos; Santiago, el hijo de Alfeo, y Tadeo; 4 Simón el cananeo, y Judas Iscariote, el que lo entregó. La mayor parte de los nombres de los doce apóstoles viene del Antiguo Testamento. Esto revela el deseo de Jesús y de la gente por rehacer la historia desde su principio. Primero nombra a Simón, en quien sostendrá el pilar de su nuevo pueblo. Jesús nos habla por nuestro nombre, y nos designa una función específica, pero sobre todo nos invita a renovarnos como familia, y comunidad, así llevar a nuestro hogar los valores del Reino como verdaderos discípulos, que saben escuchar su nombre por parte del Maestro. A estos Doce los envió Jesús con las siguientes instrucciones: -No transiten por regiones de paganos ni entren en los pueblos de Samaría. Pareciera curioso que Jesús pone límites a la misión. Históricamente la misión de Jesús y sus apóstoles comenzó por Israel, la Buena Nueva debía ser primero transmitida a los judíos, ellos son los primeros en recibir la oferta de salvación mesiánica realizada en Cristo, esto desde la perspectiva del pueblo que Dios había elegido como suyo, y en él nos vemos representados todos. Vayan más bien en busca de ovejas perdidas del pueblo de Israel. Se trata de buscar a todos los que pertenecen a este nuevo pueblo que Dios quiere congregar, reunir a todos los excluidos y los que se han apartado del rebaño, a fin de que todos estén unidos para recibir el Reino de Dios y ser conducidos por el único
Pastor. Jesús nos llama unirnos a la comunidad, a ir en busca de aquellos que aún no lo conocen y ser testimonio de fraternidad ante los que nos rodean; saludar con alegría a los que quizá no nos caen muy bien, a tratar dignamente a todos los de nuestros hogares y juntos salir a ser testigos ante los más necesitados, que de seguro han de ser muchos en nuestra comunidad. Vayan y proclamen que está llegando el reino de los cielos. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien a los leprosos, expulsen a los demonios; gratis lo han recibido, entréguenlo también gratis. El anuncio de la llegada del reino ha de ir acompañado de curaciones y signos. La llegada del reino está ligada íntimamente con la llegada de Jesús. Todo lo que harán los discípulos lo realizarán en nombre de Dios, sin constituirse dueños de los prodigios, sino recordando que es el reino de Dios quien se los concede, por tanto es necesario que lo pongan a los demás como un servicio, una entrega gratuita. Dios ha dado mucho y nos pide que de eso que nos ha dado lo compartamos con los demás, el alimento, el cuidado, hasta el mismo tiempo en la escucha de alguien que quiera sentirse escuchado. Oración Agradecemos tu presencia entre nosotros, el llamado que nos has hecho por medio de tu Palabra que es vivía y eficaz, hemos escuchado tu nombre y no hemos dudado en seguirse confiados a que serás tú quien guie nuestros pasos, iremos a donde tú nos digas, a fin de predicar que tu reino está entre nosotros y así como nos has llamado, quieres que seamos instrumentos con nuestro testimonio para que llames a muchos más a servirte, desde aquí, en nuestro trabajo, estudio, familia. Ayúdanos a volver hacia a ti a todos aquellos que aún se encuentran dispersos y no te conocen, que aquellos dones que nos has dado los ofrezcamos con generosidad sin querer recibir nada a cambio, sólo tu presencia y tu gracia. Amén. Contemplación Catic. 2475. Los discípulos de Cristo se han “han revestido del hombre nuevo, creado según Dios en la justicia y santidad” (Ef 4, 24) Desechando la mentira (Ef 4, 25), deben rechazar dota malicia y todo engaño, hipocresías, envidias y toda clase de maledicencias. Compromiso El día de hoy, por medio del rezo del rosario, pediré al Señor que me ilumine mi vocación sea cual sea la que Él tenga para mí, a fin de agradarle con mi vida.
“Ser testigos de la presencia del reino confiados en la providencia” Jueves 7 de Julio de 2016 Invocación al Espíritu Santo: Bienvenido seas Paráclito eterno que con tus dones nos nutres y recreas. Lluevan tus bendiciones sobre nuestros contritos corazones. Si alguna vez caemos, Tú ven a levantarnos, y guíanos y alúmbranos si no vemos, y si el pecho se enfría, ven y tu calor santo a él envía. Ven y fortalécenos, si alguna vez nuestro valor flaquea y tu ley enderece, el pie, si se ladea, si tímido se para o titubea. El fuego centellante, que sobre los Apóstoles ardía, al pecho de diamante, al alma seca y fría ablande y dé calor en este día. Y unidos y enlazados en tus lazo, amor omnipotente, de pueblos apartados haz una sola gente, un corazón, un alma solamente. Amén. Lectura a) Texto: Mt 10, 7-15 7 Vayan y proclamen que está llegando el reino de los cielos. 8Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien a los leprosos, expulsen a los demonios; gratis lo han recibido, entréguenlo también gratis. 9No lleven oro ni plata ni dinero en el bolsillo; 10ni morral para el camino ni dos túnicas ni sandalias ni bastón; porque el obrero tiene derecho a su sustento. 11Cuando lleguen a cualquier pueblo, averigüen quién hay en él digno de recibirlos y quédense en su casa hasta que se vayan. 12Al entrar en la casa, saluden, 13y si lo merecen, la paz de su saludo permanecerá con ellos; si no, regresará a ustedes. 14Si no los reciben ni escuchan su mensaje, salgan de esa casa o de ese pueblo y sacúdanse el polvo de los pies. 15Les aseguro que el día del juicio será más llevadero para Sodoma y Gomorra que para ese pueblo. Palabra del Señor. (Se lee el texto dos veces o más hasta que lo hayamos comprendido) b) Indicaciones para la lectura: En este texto están reunidas las instrucciones básicas para la misión: su contenido, lo que exige de los apóstoles y cómo debe realizarse. Como signo de su autenticidad reciben el poder de realizar los signos que el mimo Jesús realiza. El pueblo elegido rechaza el anuncio de Jesús, y al rechazar a Jesús renuncian a la misión que los profetas les habían asignado. Es entonces cuando los doce apóstoles se convierten en pilares del nuevo Israel, cuya misión es anunciar esta buena noticia a todos los pueblos. Reciben el encargo de anunciar la cercanía de Jesús con las palabras y signos, compartiendo la misión. Meditación Vayan y proclamen que está llegando el reino de los cielos. El objetivo principal de la misión es anunciar el Reino de Dios, y las tareas del Reino son el ejercicio sublime de la misericordia. Los apóstoles como delegados que son de Jesús, al ser enviados tienen la responsabilidad de actuar como el maestro lo hace siendo garantías de la liberación entre los más necesitados. De la misma manera estamos llamados como miembros de la Iglesia que somos a ser mensajeros y signos de liberación en estos tiempos, ejemplo vivo del reino de Dios entre nosotros. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien a los leprosos, expulsen a los demonios; gratis lo han recibido, entréguenlo también gratis. Para Jesús no basta con entregar a sus apóstoles el mensaje que deben transmitir, es necesario que el estilo de vida vaya de acuerdo a esa proclamación. Los signos de la presencia del reino son claros, por eso se necesitan gestos concretos realizados de manera gratuita, esto significa que los discípulos tienen que acoger dentro de la comunidad a los excluidos, a los más necesitados. Tenemos que ser portadores y distribuidos eficaces de los dones que Dios nos regala mediante hechos concretos: tener caridad con los pobres de nuestra comunidad, dar un gesto de aceptación a los rechazados, estar con los que sufren. No lleven oro ni plata ni dinero en el bolsillo; no llevar nada por el camino, sobre todo cosas de gran
valor como en este caso lo son el oro y la plata, pues pueden desviar la intención del apóstol. ni morral para el camino ni dos túnicas ni sandalias ni bastón; porque el obrero tiene derecho a su sustento. Ni siquiera cosas personales, es necesario que el discípulo confíe en la hospitalidad de la gente, que será bien recibido y participará en la vida y en el trabajo de la gente del lugar donde vaya así sobrevivirá con aquello que le darán a cambio de su esfuerzo. Con esto el discípulo tiene que confiar en el compartir, rechazando toda exclusión o individualismo que se vivía en esos tiempos. Los católicos debemos ser gente entregada no sólo al trabajo pastoral sino en el trabajo de nuestra vida diaria, con ello no sólo recibimos un pago para sobrevivir, sino que debemos ser capaces de crear ambientes de amistad más sólidos y sinceros en nuestras comunidades, donde el compartir con el otro los momentos buenos y los no tan buenos sean signo de que estamos aprendiendo a hacer comunidad. Cuando lleguen a cualquier pueblo, averigüen quién hay en él digno de recibirlos y quédense en su casa hasta que se vayan. Los discípulos no deben de andar de casa en casa, sino procurar una estabilidad en la convivencia por eso deben de buscar lugares estables donde haya personas pacíficas con el fin de dar verdadero testimonio de convivencia, a diferencia de lo que se vivía en ese tiempo (exclusión, individualismo) y ser signos vivos del reino de Dios por medio de estos hechos concretos, como la ayuda mutua y el compartir con los del hogar lo que tenemos, haciéndonos servidores de los padres, de los hermanos, de los hijos. Al entrar en la casa, saluden, y si lo merecen, la paz de su saludo permanecerá con ellos; si no, regresará a ustedes. Lo primero en hacer es compartir la paz en la comunidad, una paz que era bendición para todo aquél que sabía recibir el mensaje de Jesús, pues el reino de Dios había llegado a ellos y sería permanente, de lo contrario esa bendición sería llevada a otros lados. El mensaje de Jesús no es una imposición sino una propuesta, por tanto tenemos libremente la opción de aceptarlo y recibir esa bendición en nuestras vidas o simplemente dejarlo ir y continuar viviendo en el pecado, el vicio, la desesperación. Si no los reciben ni escuchan su mensaje, salgan de esa casa o de ese pueblo y sacúdanse el polvo de los pies. El gesto de sacudirse los pies era un anticipo de lo que les esperaba por rechazar a Jesús, no se trata de una maldición, más bien es una libre opción que han tomado de vivir sin Jesús quien viene a traerles la vivencia de los valores comunitarios: la hospitalidad, vivir en comunión, recibir a los rechazados; así los que rechazan esto rechazan una oportunidad de rehacer su vida, renovar la Alianza con Dios. Seamos capaces de recibir el cambio que Dios nos propone en nuestras vidas aceptándolo a ser parte de ella. Les aseguro que el día del juicio será más llevadero para Sodoma y Gomorra que para ese pueblo. El rechazar el reino de Dios será fatal, pues traerá el castigo a ejemplo de las ciudades que quebrantaron la hospitalidad y no aceptaron el reino de Dios. Oración Gracias Señor Jesús porque una vez más nos has hablado por medio de tu Palabra y nos invitas a ser verdaderos discípulos propagadores de tu mensaje salvífico, necesitamos ser signos visibles de tu Reino de amor por medio de actos concretos que sean fruto de todas las gracias abundantes que hemos recibido por medio de tu llamado. Que esto nos motive a no confiar en nuestras fuerzas sino cobijarnos a tu providencia y así ser guiados a cualquier lugar, a toda persona que necesite de tu consuelo y de tu abrazo, a fin de llevar la paz y la concordia a los que aún se sientes excluidos, sembrando las semillas de tu reino en la convivencia fraterna de todos los hombres que te acepten en su corazón. Amén. Contemplación Catic. 305: Jesús pide un abandono filial en la providencia del Padre celestial que cuida de las más pequeñas necesidades de sus hijos: “No andéis pues preocupados diciendo: ¿qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber? (…) Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura” (Mt 6, 31-33). 322: Cristo nos invita al abandono filial en la providencia de nuestro Padre celestial y el apóstol san Pedro insiste: “Confiadle todas vuestras preocupaciones pues él cuida de vosotros” (1 Pe 5, 7). Compromiso Visitaré a algún preso o persona enferma de mi comunidad, llevándole algo de alimento o cosa que pudiera necesitar, pediré por ella a Dios encomendándosela con frecuencia en oración.
Jesú s instruye a sus Apó stoles Viernes 8 de Julio de 2016 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Oración del Papa Juan XXIII Espíritu Santo, perfecciona la obra que Jesús comenzó en mí. Apura para mí el tiempo de una vida llena de tu Espíritu. Mortifica en mí la presunción natural. Quiero ser sencillo, lleno de amor de Dios y constantemente generoso. Que ninguna fuerza humana me impida hacer honora mi vocación cristiana. Que ningún interés, por descuido mío, vaya contra la justicia. Que ningún egoísmo reduzca en mí los espacios infinitos del amor. Todo sea grande en mí. También el culto a la verdad y la prontitud en mi deber hasta la muerte. Que la efusión de tu Espíritu de amor venga sobre mí, sobre la Iglesia y sobre el mundo entero. LECTURA a) Texto. Mateo 10, 16-23 16 Yo los envío como ovejas en medio de lobos. Sean, pues, astutos como serpientes y sencillos como palomas. 17 No se fíen de la gente, porque los entregaran a los tribunales y los azotarán en las sinagogas. 18Serán llevados por mi causa ante gobernadores y reyes, para que den testimonio ante ellos y los paganos. 19Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo hablarán, ni qué dirán. Dios mismo les sugerirá en ese momento lo que tienen que decir, 20pues no serán ustedes los que hablen, sino que el Espíritu del Padre hablará a través de ustedes. 21 Entonces el hermano entregará al hermano a la muerte, y el padre al hijo; se levantarán los hijos contra los padres y los matarán. 22Todos los odiaran por mi causa, pero el que persevere hasta el final, ese se salvará. 23 Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra; les aseguro que no conseguirán recorrer todas las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del hombre. (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b) Indicaciones del Texto Las instrucciones que Jesús dirige a sus discípulos anunciándoles las dificultades que les esperan reflejan la experiencia de los primeros misioneros cristianos. En ellas, la suerte de los mensajeros del evangelio se vincula a la del mismo Jesús: como él serán llevados a los tribunales e incluso a la muerte. La acción del Espíritu Santo forma parte importante en el contenido del texto pues Jesús deja entrever que es de éste Espíritu de quien recibirán la fuerza para anunciarlo a pesar de las tribulaciones, será él, quien tomando los labios del apóstol, hable a los corazones en donde parece reinar el pecado, y guiando su corazón por el camino del bien, encuentre la esperanza de la vida eterna en aquel que, padeciendo incluso la muerte, nos abrió las puertas de la Gloria. MEDITACIÓN DEL DE TEXTO 16 Yo los envío como ovejas en medio de lobos. Sean, pues, astutos como serpientes y sencillos como palomas. Jesús advierte, a todo aquel que lo siga, los riesgos de aceptar el mandato misionero. El mundo al que los envía, es diferente en época sí pero semejante en situación pues era consciente del rechazo con el que se topaba su mensaje, pero ante esta situación pide a sus discípulos sepan moverse con astucia pero sobre todo con la sencillez de las palomas, sencillez con la que el vivió.
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No se fíen de la gente, porque los entregaran a los tribunales y los azotarán en las sinagogas. 18Serán llevados por mi causa ante gobernadores y reyes, para que den testimonio ante ellos y los paganos. 19Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo hablarán, ni qué dirán. Dios mismo les sugerirá en ese momento lo que tienen que decir, 20pues no serán ustedes los que hablen, sino que el Espíritu del Padre hablará a través de ustedes. Ese no se fíen, no es para crear desconfianza para con las gentes, sino que es para advertir que mas de alguno los llevará a comparecer ante las autoridades. Permaneced tranquilos, no se preocupen por el que dirán, sepan que el espíritu que habita en ustedes será quien hable a esos hombres. El espíritu que a partir de la ascensión de Cristo viene a nuestras vidas para guiarlas por el camino que conduce a Aquel que nos prometió la patria eterna. 21 Entonces el hermano entregará al hermano a la muerte, y el padre al hijo; se levantarán los hijos contra los padres y los matarán. 22Todos los odiaran por mi causa, pero el que persevere hasta el final, ese se salvará. El que persevera alcanza, dice el refrán y lo dice Jesús aunque él se refiera a la Salvación. Parecería contradictorio el mensaje de Jesús pues en lugar de ofrecer paz trae división, guerra, muerte, pero es una división que brota de los hombres necios que no comprenden el mensaje divino que escuchan. Ser cristiano de verdad, ser discípulo autentico de Cristo, nunca ha sido fácil y tampoco lo es hoy. Pero la fe no nos permite ser pesimistas. Aunque el camino de Jesús y sus apóstoles, y el nuestro con ellos, no fué ni es habitualmente una senda de rosas, su final no es la nada ni el fracaso. Para quienes siguen con fe a Jesús, un tenaz optimismo los alienta, pues si el nos hace participes de su destino, este nos llevará a las últimas consecuencias: por la cruz a la gloria de la resurrección. 23 Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra; les aseguro que no conseguirán recorrer todas las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del hombre Jesús los invita a que su actividad misionera no pare por cuestiones de no aceptación o rechazo, a pesar de eso anima y pide aprovechen la circunstancia para salir a otros lugares a predicar su Palabra. ORACIÓN Te doy gracias Señor por haber pensado en mí para llamarme testigo de tu evangelio y de tu amor. Ante ti me reconozco débil y temeroso al mundo que malogra mi testimonio de cristiano. Fiado en tu palabra y en la fuerza de tu Espíritu quiero demostrar que te conozco y te amo. Lo mismo en la adversidad que en la vida diaria haremos nuestro estilo sencillo, alegre y servicial, para poder testimoniar nuestra fe, esperanza a base de comprensión, entrega, solidaridad y comunión de vida y destino con mis hermanos los hombres. CONTEMPLACIÓN Desde la primera evangelización hasta los tiempos recientes, la Iglesia ha experimentado luces y sombras. Escribió páginas de nuestra historia de gran sabiduría y santidad. Sufrió también tiempos difíciles, tanto por acosos y persecuciones, como por las debilidades, compromisos mundanos e incoherencias, en otras palabras, por el pecado de sus hijos, que desdibujaron la novedad del Evangelio, la luminosidad de la verdad y la práctica de la justicia y de la caridad. Sin embargo, lo más decisivo en la Iglesia es siempre la acción santa de su Señor (DA 5). La Fortaleza asegura la firmeza en las dificultades y la constancia en la búsqueda del bien, llegando incluso a la capacidad de aceptar el eventual sacrificio de la propia vida por una causa justa. (CEC 382). De entre todas mis ocupaciones del día, dedicaré un momento en silencio a la oración, en la que haré consiente la presencia del Espíritu Santo en mi vida y le pediré la gracia de llegar a ser verdadero testigo de Cristo con los que me rodean y en mí vivir cotidiano.
No tengan miedo a los que matan el cuerpo Sábado 9 de Julio de 2016 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Espíritu Santo, Tu que me aclaras todo, que iluminas todos los caminos para que yo alcance mi ideal. Tú que me das el don Divino de perdonar y olvidar el mal que me hacen y que en todos los instantes de mi vida estás conmigo. Quiero en este corto diálogo agradecerte por todo y confirmar que nunca quiero separarme de Ti, por mayor que sea la ilusión material. Deseo estar contigo y todos mis seres queridos en la gloria perpetua. Gracias por tu misericordia para conmigo y los míos. Gracias Dios mío. LECTURA a) Texto Mateo 10, 24-33 24 El discípulo no es más que su maestro; ni el siervo más que su señor. 25 Basta con que el discípulo sea como su maestro, y el siervo como su señor. Si al dueño de la casa lo llamaron Belzebú, ¡cuánto más a los de su familia! 26 Así pues, no les tengan miedo; porque no hay nada oculto que no vaya a manifestarse, nada secreto que no vaya a saberse. 27 Lo que yo les digo en la oscuridad, díganlo a plena luz; lo que escuchen al oído, proclámenlo desde las azoteas. 28 No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden quitar la vida; teman más bien al que puede destruir al hombre entero en el fuego que no se apaga. 29 ¿No se vende un par de pájaros por muy poco dinero? Y sin embargo ni uno de ellos cae en tierra sin que lo permita el Padre. 30 En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. 31 No teman, pues ustedes valen más que los pájaros. 32 Si alguno está de mi parte ante los hombres, también yo estaré de su parte en presencia de mi Padre que está en los cielos; 33 pero a quien me niegue ante los hombres, yo también lo negaré en presencia de mi Padre que está en los cielos. (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b) Indicaciones del Texto La persecución no debe desanimar a los mensajeros del evangelio. La triple exhortación: no teman, introduce tres motivos de confianza: la fuerza del evangelio es imparable; cualquier pérdida solo puede ser parcial; Dios cuidará de ellos. Todo eso debe animar a los discípulos a dar siempre testimonio de Jesús. MEDITACIÓN DEL DE TEXTO 24 El discípulo no es más que su maestro; ni el siervo más que su señor. 25 Basta con que el discípulo sea como su maestro, y el siervo como su señor. Si al dueño de la casa lo llamaron Belzebú, ¡cuánto más a los de su familia! El discípulo es presentado aquí como quien comprende el mensaje del Señor Jesús. Con estas palabras se invita al discípulo a superar el miedo que trae la persecución. 26 Así pues, no les tengan miedo; porque no hay nada oculto que no vaya a manifestarse, nada secreto que no vaya a saberse. 27 Lo que yo les digo en la oscuridad, díganlo a plena luz; lo que escuchen al oído, proclámenlo desde las azoteas. Jesús mismo da ejemplo de valentía y es por eso que se atreve a pedirles esa misma valentía a sus discípulos, les pide que el miedo no sea un impedimento en la proclamación de la Buena Nueva, haciendo público lo que estaba oculto.
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No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden quitar la vida; teman más bien al que puede destruir al hombre entero en el fuego que no se apaga. Es un estar dispuestos a perder la vida del cuerpo, si con esto vamos a conseguir la gloria por la vida del alma, que es la eternidad. Teman mas bien al mal, expresado en el pecado que es quien puede llevar al alma a su condena, al fuego eterno. 29 ¿No se vende un par de pájaros por muy poco dinero? Y sin embargo ni uno de ellos cae en tierra sin que lo permita el Padre. 30 En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. 31 No teman, pues ustedes valen más que los pájaros. Es una invitación a tener una fe inquebrantable en Dios, que es Padre, que es providente para con sus hijos. Es un llamado a la plena confianza en Dios que será quien valla poniendo los medios para que el Reino sea implantado en la tierra. 32 Si alguno está de mi parte ante los hombres, también yo estaré de su parte en presencia de mi Padre que está en los cielos; 33 pero a quien me niegue ante los hombres, yo también lo negaré en presencia de mi Padre que está en los cielos. Tenemos la certeza de que, si somos fieles hasta el final, el Señor no nos abandonará. El siempre camina con nosotros, aunque no lo percibamos fácilmente. ORACIÓN Hoy reconocemos ante ti, Dios Padre nuestro, que múltiples temores y dudas nos invaden: miedo de la vida, miedo de nuestro destino, miedo de confesar nuestra fe ante la gente. Pero tu Jesús nos dices: No tengan miedo a nadie; su suerte fue la mía, y yo estoy con ustedes. Señor haznos fuertes a la presión ambiental para que no claudiquemos en nuestras convicciones. Danos valentía para ser testigos de tu Reino, y amor para acompañar a nuestros hermanos en la difícil conquista del sentido de la vida. Amén. CONTEMPLACIÓN El Señor nos dice: “No tengan miedo” (Mt 28, 5). Como a las mujeres en la mañana de la Resurrección. Nos alientan los signos de la victoria de Cristo resucitado, mientras suplicamos la gracia de la conversión y mantenemos viva la esperanza que no defrauda. Lo que nos define no son las circunstancias dramáticas de la vida, ni los desafíos de la sociedad, ni las tareas que debemos emprender, sino ante todo el amor recibido del Padre gracias a Jesucristo por la unción del Espíritu Santo. (Cfr. DA 14) Hoy me comprometo a anunciar con mis obras tu voz que resuena en mi interior respetando a mi familia como espacio donde se vive la fraternidad y escuela de amor cristiana, por que más de alguna vez me he avergonzado de ser católico.
Jesú s ¿Quié n es mi pró jimo? Domingo 10 de Julio de 2016 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Oración del Cardenal Verdier Oh Espíritu Santo. Amor del Padre, y del Hijo, inspírame siempre lo que debo pensar, lo que debo decir, cómo debo decirlo, lo que debo callar, cómo debo actuar, lo que debo hacer, para gloria de Dios, bien de las almas y mi propia Santificación. Espíritu Santo, Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, gracia y eficacia para hablar. Dame acierto al empezar dirección al progresar y perfección al acabar. Amén. LECTURA a) Texto. Lucas 10, 25-37: 25 Se levanto entonces un experto en la ley y le dijo para tenderle una trampa: - Maestro, ¿qué debo hacer para obtener la vida eterna? 26 Jesús le contestó: - ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella? 27 El maestro de la ley respondió: - Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo (Dt 6 5; Lv 19 18). 28 Jesús le dijo: - Has respondido correctamente. Haz eso y vivirás. 29 Pero él, queriendo justificarse, pregunto a Jesús: - ¿Y quién es mi prójimo? 30 Jesús le respondió: - Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos asaltantes que, después de despojarlo y golpearlo sin piedad, se alejaron dejándolo medio muerto. 31 Un sacerdote bajaba casualmente por aquel camino y, al verlo, se desvió y pasó de largo. 32 Igualmente un levita que pasó por aquel lugar, al verlo, se desvió y pasó de largo. 33 Pero un samaritano que iba de viaje, al llegar junto a él y verlo, sintió lastima. 34 Se acercó y le vendó las heridas después de habérselas limpiado con aceite y vino; luego lo montó en su cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él. 35 Al día siguiente, sacó unas monedas y se las dio al encargado, diciendo; “Cuida de él, y lo que gastes de más te lo pagaré a mi regreso”. 36 ¿Quien de los tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los asaltantes? 37 El otro contestó: - El que tuvo compasión de él.
Jesús le dijo: - Vete y haz tú lo mismo. (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b) Indicaciones del Texto El dialogo con un letrado o jurista le sirve a Lucas para introducir la parábola del “buen samaritano” que solo él nos ha conservado. Según un antiguo que quiso interpretar la parábola del buen Samaritano, el hombre que descendía de Jerusalén a Jericó representa a Adán, Jerusalén el paraíso, Jericó el mundo, los ladrones las fuerzas hostiles, el sacerdote la Ley, el levita los profetas, el Samaritano Cristo. Por otro lado, las heridas simbolizan la desobediencia, la montura el propio cuerpo del Señor….Y la promesa de volver, hecha por el samaritano, figura, según este intérprete, la segunda venida del Señor…. Este Samaritano "lleva nuestros pecados" (Mt 8,17) y sufre por nosotros. El lleva al moribundo y lo conduce a un albergue, es decir dentro de la Iglesia. MEDITACIÓN DEL DE TEXTO 25 Se levantó entonces un experto en la ley y le dijo para tenderle una trampa: - Maestro, ¿qué debo hacer para obtener la vida eterna? Surge la pregunta de un personaje, quien conoce la ley y la enseña, por lo tanto tiene muchos conceptos de lo que es la ley y de lo que pide Dios. Aun así hace la pregunta a Jesús aunque él ya tiene una respuesta, la Ley. Ya no necesita la respuesta que le da la ley si no la de Jesús, significa que en Jesús descubre la respuesta a su pregunta, también que Jesús posee la vida eterna. 26 Jesús le contestó: - ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella? Jesús le responde con otra pregunta, algunos lo interpretan como si la trampa que pensaba poner el maestro de la ley le hubiera sido regresada. 27 El maestro de la ley respondió: - Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo (Dt 6 5; Lv 19 18). 28 Jesús le dijo: - Has respondido correctamente. Haz eso y vivirás. Este hombre en su respuesta hace un resumen que para los primeros cristianos resulta importante. Busca el maestro que Jesús perfeccione la ley antigua y Jesús la perfecciona con la parábola. 29 Pero él, queriendo justificarse, pregunto a Jesús: - ¿Y quién es mi prójimo? 30 Jesús le respondió: - Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos asaltantes que, después de despojarlo y golpearlo sin piedad, se alejaron dejándolo medio muerto. 31 Un sacerdote bajaba casualmente por aquel camino y, al verlo, se desvió y pasó de largo. 32 Igualmente un levita que pasó por aquel lugar, al verlo, se desvió y pasó de largo. 33 Pero un samaritano que iba de viaje, al llegar junto a él y verlo, sintió lastima. 34 Se acercó y le vendó las heridas después de habérselas limpiado con aceite y vino; luego lo montó en su cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él. 35 Al día siguiente, sacó unas monedas y se las dio al encargado, diciendo; “Cuida de él, y lo que gastes de más te lo pagaré a mi regreso”. Jericó bíblicamente es considerada como ciudad de pecado, retirada de la gracia divina, un oasis en medio del desierto y Jerusalén la Ciudad Santa. El hombre baja purificado de Jerusalén, el tesoro que posee es la gracia de Dios, limpio de pecado. Perder la gracia era como perder la vida. En los asaltantes descubrimos al demonio, pues le ha robado ese tesoro. El samaritano, nada tiene que ver con el templo de Jerusalén, se les odia, se les rechaza, ellos tienen su propio templo, sin embargo es él quien se compadece de este hombre. La actitud de este es la compasión ante los padecimientos del doliente.
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¿Quién de los tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los asaltantes? No es aquel que se preocupa de lo exterior, como prójimo tengo responsabilidad de ayudar al otro para que encuentre la gracia, que alcance la salvación. El verdadero prójimo es el que conoce la herida del otro y lo levanta y ayuda a sanar. 37 El otro contestó: - El que tuvo compasión de él. Jesús le dijo: - Vete y haz tú lo mismo. Jesús le dice ve y sé tú el samaritano, el prójimo de los que te rodean. ORACIÓN Te alabo Dios de amor por haberme creado a tu imagen y semejanza, por haber colocado ese mismo amor en mi corazón, amor que me pide salir al encuentro de quienes me has dado por hermanos, amor que se hizo para ser compartido. Te pido me des siempre fuerza para ponerme encamino, para esforzarme en caminar con mi prójimo, para preocuparme de sus necesidades, de su salvación, para que un día podamos gozar de tu divina presencia para contemplarte en tu gloria. Así sea. CONTEMPLACIÓN Iluminados por Cristo, el sufrimiento, la injusticia y la cruz nos interpelan a vivir como Iglesia samaritana, recordando que “la evangelización ha ido unida siempre a la promoción humana y a la auténtica liberación cristiana” Damos gracias a Dios y nos alegramos por la fe, la solidaridad y la alegría, características de nuestros pueblos trasmitidas a lo largo del tiempo por las abuelas y los abuelos, las madres y los padres, los catequistas, los rezadores y tantas personas anónimas cuya caridad ha mantenido viva la esperanza en medio de las injusticias y adversidades. (DA. 26) Consciente de que a diario me encuentro con Jesús en el camino de la vida pidiendo de mi ayuda, haré una visita a algún familiar, amigo o vecino enfermo con la intención de acompañar en su dolor y apoyar en la medida de lo posible en sus necesidades. ¿Qué clase de samaritano soy?
Só lo Cristo es el que puede darnos la verdadera felicidad y la paz. Lunes 11 de Julio de 2016 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO P. José Kentenich Espíritu Santo, eres el alma de mi alma, te adoro humildemente. Ilumíname, fortifícame, guíame, consuélame. Y en cuanto corresponde al plan eterno Padre Dios revélame tus deseos. Dame a conocer lo que el Amor eterno desea en mí. Dame a conocer lo que debo realizar. Dame a conocer lo que debo sufrir. Dame a conocer lo que con silenciosa modestia y en oración, debo aceptar, cargar y soportar. Sí, Espíritu Santo, dame a conocer tu voluntad y la voluntad del Padre. Pues toda mi vida no quiero ser otra cosa que un continuado perpetuo Sí a los deseos y al querer del eterno Padre Dios. LECTURA a) Texto. Mateo 10, 34 - 11, 1: 34 No piensen que he venido a traer paz a la tierra; no he venido a traer paz, sino discordia. 35 Porque he venido a separar al hijo de su padre, a la hija de su madre, a la nuera de la suegra; 36 los enemigos de cada uno serán los de su casa. 37 El que ama a su padre o a su a su madre más que a mí no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. 38 El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. 39 El que quiera conservar la vida, la perderá, y el que la pierda por mí, la conservará. 40 El que los recibe a ustedes, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. 41 el que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa de profeta; el que recibe a un justo por ser justo, recibirá recompensa de justo; 42 y quien dé un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños sólo porque es discípulo mío, les aseguro que no se quedará sin recompensa. 1 Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue a enseñar y proclamar el mensaje en los pueblos de la región. (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b) Indicaciones del Texto El profeta Miqueas (7,6) denunciaba el orden social. Mateo lo aplica a la conmoción que va a provocar la opción cristiana. Porque la lealtad de Jesús ha de superar cualquier otra, aun familiar; será la incondicional. No es que Jesús provoque la guerra, sino que su mensaje provoca hostilidad de los que lo rechazan; son ellos quienes empuñan la espada. MEDITACIÓN DEL DE TEXTO 34 No piensen que he venido a traer paz a la tierra; no he venido a traer paz, sino discordia. 35 Porque he venido a separar al hijo de su padre, a la hija de su madre, a la nuera de la suegra; 36 los enemigos de cada uno serán los de su casa.
Peculiar vocación recibida; y también hemos de amar y respetar -en teoría y en la práctica- a los padres que Dios nos ha dado, con quienes tenemos una deuda tan grande. Pero el amor a los padres no puede anteponerse al amor a Dios. 37 El que ama a su padre o a su a su madre más que amí no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. El Señor pide un seguimiento que lleva consigo una total entrega; los padres, para saber que sus hijos son de Dios ante todo, y que Él tiene derecho a disponer de ellos, aunque en alguna ocasión esto suponga un sacrificio grande a los padres 38 El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. 39 El que quiera conservar la vida, la perderá, y el que la pierda por mí, la conservará. Al Señor sólo se le puede seguir con la libertad nacida del desprendimiento más pleno: libertad de corazón, que no anda prendido en melancolías y añoranzas, en flojos sentimientos que conducen a una entrega a medias; libertad también que conlleva la necesaria autonomía para cumplirla voluntad de Dios. 40 El que los recibe a ustedes, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. 41 el que recibe a un profeta por ser profeta, recibirá recompensa de profeta; el que recibe a un justo por ser justo, recibirá recompensa de justo; 42 y quien dé un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños sólo porque es discípulo mío, les aseguro que no se quedará sin recompensa. Dios no se queda con nada, y cualquier manifestación de amor, por muy sencilla que sea para con los que él ha elegido, tendrá al final su recompensa, Dios nos la pagará como él lo sabe hacer, regresándonos el ciento por uno en gracias y bendiciones. 1 Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue a enseñar y proclamar el mensaje en los pueblos de la región. Nos muestra el interés de parte Jesús por instruir a quienes serían sus sucesores en la tierra y al mismo tiempo también nos muestra un Jesús que no descansa para cumplir la voluntad del Padre que es anunciar su Palabra, no solo en los pueblos cercanos a él y en los que fue bien recibido, sino que se lanza a todos sin saber cómo será la respuesta. ¿Qué otra prueba del amor a los hombres querrían sus apóstoles sino está de salir a anunciar el mensaje de Dios, su amor? ORACIÓN Bendito seas Padre, porque Cristo nos enseñó el camino que por la muerte lleva a la vida. Con su ejemplo nos mostró la uta del seguimiento, siendo el primero en la opción total por el Reino y adelantándose en entregar la vida para ganarla. Haznos, Señor, discípulos dignos de él. Ayúdanos a hacer nuestros sus criterios y actitudes para liberarnos de nuestro yo mezquino y estéril. Concédenos entender por su palabra y ejemplo que la medida de nuestra libertad es la capacidad de amar y de ascesis evangélica. ¡Ayúdanos, Señor, con tu gracia! CONTEMPLACIÓN Identificarse con Jesucristo es también compartir su destino: “Donde yo esté estará también el que me sirve” (Jn 12, 26). El cristiano corre la misma suerte del Señor, incluso hasta la cruz: “Si alguno quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga”(Mc 8, 34). Nos alienta el testimonio de tantos misioneros y mártires de ayer y de hoy en nuestros pueblos que han llegado a compartir la cruz de Cristo hasta la entrega de su vida. (DA. 140) Investigaré cuales son las obras de misericordia corporales y me esforzaré en poner en práctica una de ellas, o todas, para con los que me rodean en mi familia, trabajo, calle, etc.
Agradecer a Dios por todos sus dones recibidos Martes 12 de Julio de 2016 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Jesús mío, Tú que enviaste al prometido del Padre sobre María Santísima y los Apóstoles, y luego lo enviaste sobre nosotros en el Bautismo y la Confirmación, sigue enviándolo constantemente a mi corazón y a mi vida, para que pueda conocer cuánto me ama el Padre protegiéndome siempre con su providencia amorosa. Así sea. LECTURA a) Texto. Mateo 11, 20-24: 20 Entonces Jesús se puso a reprender a las ciudades en las que había hecho la mayoría de sus milagros, porque no se habían convertido: 21 - ¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y Sidón se hubieran hecho los milagros realizados en ustedes, hace tiempo que, vestidas de penitencia y sentadas sobre ceniza, se habrían convertido. 22 Por eso les digo que el día del juicio será más tolerable para Tiro y Sidón que para ustedes. 23 Y tú, Cafarnaúm, ¿te elevarás hasta el cielo? ¡Hasta el abismo te hundirás! Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros realizados en ti, hoy seguiría en pie. 24 Por eso les digo que el día del juicio será más llevadero para Sodoma que para ti. (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b) Indicaciones del Texto Las palabras de Jesús contraponen la actitud de las ciudades paganas que reciben y aceptan el mensaje del reino, y el pueblo judío que lo rechaza. Los habitantes de Cafarnaúm, Betsaida y Corazaín fueron testigos de muchas acciones milagrosas de Jesús que señalaban la cercanía del reinado de Dios. Sin embargo, no se abrieron a Él. Jesús se lamenta por semejante actitud. En cambio, aquellos pueblos paganos simbolizados por Tiro y Sidón sí comprendieron que los milagros realizados por el Señor eran signos evidentes de la llegada del reino. Ellos se abrieron al mensaje de salvación. Al abandonar Nazaret, Jesús escogió Cafarnaúm como lugar de residencia. A veces en el Evangelio se le llama su ciudad. Desde allí irradió su predicación a Galilea y a toda Palestina. Es posible que Jesús se hospedara en casa de Pedro y que hiciese de ella el centro de sus salidas apostólicas por toda la región. Es muy probable que no exista otro sitio en el que Jesús hiciera tantos milagros como en esta población. En la orilla norte del lago de Genezaret, no lejos de Cafarnaúm, estaban situadas dos florecientes ciudades en las que Jesús también realizó muchísimos milagros. A pesar de tantos signos, de tantas bendiciones, de tanta misericordia, las gentes de estos lugares no se convirtieron al paso de Jesús. MEDITACIÓN DEL DE TEXTO 20 Entonces Jesús se puso a reprender a las ciudades en las que había hecho la mayoría de sus milagros, porque no se habían convertido: Como el padre corrige a sus hijos, si con dureza pero también por amor, así vemos la actitud de Jesús que manifiesta en esa amonestación su dolor por la falta de fe de aquellos que viendo semejantes signos no han creído, ni en él ni en Aquel que lo ha enviado. 21 - ¡Ay de ti, Corazaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y Sidón se hubieran hecho los milagros realizados en ustedes, hace tiempo que, vestidas de penitencia y sentadas sobre ceniza, se habrían convertido.
Parecería una comparación entre aquellas ciudades que no tuvieron las mismas oportunidades de arrepentirse ni de ver los milagros que en otras se hicieron al por mayor. ¡Tantas gracias y tantos milagros realizados! Y, sin embargo, muchos habitantes de aquellas comarcas no cambiaron, no se arrepintieron de sus pecados. Incluso se rebelaron contra el Señor. Son incontables los momentos y situaciones en los que el Señor se ha parado a nuestro lado para curarnos, para bendecirnos, para alentarnos en el bien. Muchas atenciones hemos recibido de parte del Señor. Y espera de nosotros correspondencia, arrepentimiento sincero de nuestras faltas, aborrecer el pecado venial deliberado, todo aquello que de alguna manera nos separa de Él, porque la gracia derramada ha sido mucha 22 Por eso les digo que el día del juicio será más tolerable para Tiro y Sidón que para ustedes. El Señor pronunciaría estas palabras con pena, al ver que en sus habitantes no calaba la gracia derramada a manos llenas. 23 Y tú, Cafarnaúm, ¿te elevarás hasta el cielo? ¡Hasta el abismo te hundirás! Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros realizados en ti, hoy seguiría en pie. 24 Por eso les digo que el día del juicio será más llevadero para Sodoma que para ti. La ciudad de Cafarnaúm, han llegado a decir que es la ciudad favorita de Jesús, es para quien guarda el reproche más duro al compararla con Sodoma, que junto con Gomorra, era el prototipo bíblico de incredulidad y pecado. El orgullo de Cafarnaúm es tan grande como lo será su hundimiento. ORACIÓN Hoy nos humillamos ante ti, Señor Dios nuestro, porque nuestro corazón está endurecido en el mal a pesar de las continuas muestras de amor. Ábrenos, Señor, los ojos para vernos como somos, y el oído para escuchar tu llamada a la conversión, decidiéndonos con gozo por los valores del Reino. Renuévanos con tu Espíritu en la opción bautismal para avanzar cada día en la conversión cristiana, pues la meta que nos señalas esta siempre más allá. Para eso, danos el espíritu joven del evangelio a fin de crecer más y más como personas y como cristianos. CONTEMPLACIÓN La naturaleza misma del cristianismo consiste, por lo tanto, en reconocerla presencia de Jesucristo y seguirlo. Ésa fue la hermosa experiencia de aquellos primeros discípulos que, encontrando a Jesús, quedaron fascinados y llenos de estupor ante la excepcionalidad de quien les hablaba, ante el modo cómo los trataba, correspondiendo al hambre y sed de vida que había en sus corazones. El evangelista Juan nos ha dejado plasmado el impacto que produjo la persona de Jesús en los dos primeros discípulos que lo encontraron, Juan y Andrés. (DA. 244) En actitud de agradecimiento y en la medida de lo posible participaré de la Sagrada Eucaristía en este día, teniendo en cuenta todo cuanto se me ha dado gratuitamente de parte de Dios, reconociendo en cada una de estas cosas la Salvación que Jesús me ofrece.
Al humilde y sencillo Dios lo colma de gracias Miércoles 13 de Julio de 2016 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Jesús mío, Tú me enviaste al Espíritu Santo, y por eso creo firmemente en el amor que me ofreces sin dudar jamás de tu misericordia y ternura. Abre mis oídos y mi inteligencia para que pueda comprender tu Palabra, y sostenerme para que pueda ser testigo fiel en todas partes y que contagie a todos tu Evangelio con mis palabras avaladas con mis obras, Así sea. LECTURA a) Texto. Mateo 11, 25-27: 25 Entonces Jesús dijo: - Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y prudentes, y se las has dado a conocer a los sencillos. 26 Sí, Padre, así te ha parecido bien. 27 Todo me la ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, y al Padre lo conoce sólo el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar. (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b) Indicaciones del Texto En este texto se destaca como una cima, estrecha y altísima, esta ternura de la espiritualidad intima de Jesús; testimonio de la predilección del Padre, de su sentimiento como hijo y de la misión soberana que ha recibido. Como en Isaías 29, 14, los prodigios de Dios confunden la sabiduría de los sabios. Nos describe como la relación filial de Jesús con el Padre es única. MEDITACIÓN DEL DE TEXTO 25 Entonces Jesús dijo: - Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y prudentes, y se las has dado a conocer a los sencillos. Jesús da gracias a su Padre por las personas sencillas y humildes. Son estas personas, llamadas “pequeñuelos”, las que escuchan su Palabra, las que comparten su amistad, las que creen en su Persona y se fían de Él. Hoy, en los inicios del siglo XXI, estos “pequeñuelos” siguen alegrando a Cristo: son las personas buenas que, desafiando las corrientes de incredulidad y de progreso orgullosamente humano, se persignan con fe ante un crucifijo, se arrodillan ante la Eucaristía y siempre tienen en sus labios expresiones heredadas de un cristianismo puro y fuerte: “Si Dios lo quiere”, “Dios mediante”, “Bendito sea Dios”, “Ve con Dios”, etc. 26 Sí, Padre, así te ha parecido bien. Cumplir la voluntad del Padre siempre fue la primera intención de Jesús, lo vemos hasta el momento de su pasión y muerte, no le importo que debía hacer para cumplirla y agradar a quien lo había enviado. Nunca la cuestiono, la asumió y la acepto, en ella encontraba su plena y máxima realización. 27 Todo me la ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, y al Padre lo conoce sólo el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar. El Hijo conoce al Padre con el mismo conocimiento con que el Padre conoce al Hijo. Jamás se ha dado ni se dará una intimidad más perfecta. Jesús está declarando con estas palabras su divinidad. Ese conocimiento de Dios solo se da en la cercanía con Cristo, es él el puente que une nuestra persona con la divinidad. Este conocimiento nos hace saber Jesús que es un don y una gracia por parte de Dios pues solo se lo da a quien él se lo quiera revelar. ORACIÓN
Bendito seas, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque, mediante la sabiduría de la fe y del amor, revelas a los pequeños lo que se oculta a los grandes, e iluminas con tu luz z los sencillos que te buscan. Prepara y abre, Señor, nuestro corazón para escuchar y entender tu palabra de vida, para captar los signos de tu amor y tu ternura, para caldearnos con el fuego de tu Espíritu, para conocerte como Padre y a Jesús como hermano, para amar al prójimo y vivir contigo para siempre. CONTEMPLACIÓN Entre los aspectos positivos de este cambio cultural, aparece el valor fundamental de la persona, de su conciencia y experiencia, la búsqueda del sentido de la vida y la trascendencia. El fracaso de las ideologías dominantes, para dar respuesta a la búsqueda más profunda del significado de la vida, ha permitido que emerja como valor la sencillez y el reconocimiento en lo débil y lo pequeño de la existencia, con una gran capacidad y potencial que no puede ser minusvalorado. Este énfasis en el aprecio de la persona abre nuevos horizontes, donde la tradición cristiana adquiere un renovado valor, sobre todo cuando se reconoce en el Verbo encarnado que nace en un pesebre y asume una condición humilde, de pobre. (DA. 52) El Pueblo de los "pobres" (cf. So 2, 3; Sal 22, 27; 34, 3; Is 49, 13; 61, 1; etc.), los humildes y los mansos, totalmente entregados a los designios misteriosos de Dios, los que esperan la justicia, no de los hombres sino del Mesías, todo esto es, finalmente, la gran obra de la Misión escondida del Espíritu Santo durante el tiempo de las Promesas para preparar la venida de Cristo. Esta es la calidad de corazón del Pueblo, purificado e iluminado por el Espíritu, que se expresa en los Salmos. En estos pobres, el Espíritu prepara para el Señor "un pueblo bien dispuesto" (CIC 716). Así el Espíritu Santo puede servirse de los más humildes para iluminar a los sabios y los más elevados en dignidad (CIC 2038). En esta semana visitaré a mis parientes más cercanos y les trataré con docilidad y ternura.
El yugo del Señ or es llevadero Jueves 14 de Julio de 2016 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Espíritu Santo, me abandono en tus manos, haz de mí lo que quieras. Por todo lo que hagas en mí te doy gracias. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, con tal que tu voluntad se haga en mí y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Dios mío. Pongo mi alma en tus manos, te la doy, Dios mío con todo el amor de mi corazón, porque te amo, y es para mí una necesidad de amor el darme, el entregarme en tus manos sin medida, con infinita confianza. Así sea. LECTURA a) Texto. Mateo 11, 28-30: 28 Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados, y yo los aliviaré. 29 Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy sencillo y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus vidas. 30 Porque mi yugo es suave y mi carga ligera. (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b) Indicaciones del Texto La palabra de Jesús es muy parecida a la invitación a hacerse discípulos de la sabiduría, que leemos en los libros sapienciales: venid a mí (Eclo 24, 19; 51, 23); tomad mi yugo (Eclo 6, 24-25; 51, 26); encontraréis descanso (Eclo 6, 28). Entre los fariseos se hablaba de tomar el yugo de l aley para referirse a la decisión de tomar la ley como norma de vida. Este yugo se había convertido en un pesado fardo para el pueblo. Por eso Jesús invita a los sencillos a que se hagan discípulos suyos, siguiendo sus pasos en obediencia filial a la voluntad del Padre. La aceptación y el rechazo de Jesús seguía siendo un hecho en tiempos del evangelista, el cual, a través de este párrafo dirige una invitación a los cristianos de su época para que acojan con sencillez a Jesús, y vivan siempre unidos a él, teniéndole como modelo y maestro. MEDITACIÓN DEL DE TEXTO 28 Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados, y yo los aliviaré. Esto es lo mejor. Lo que El está esperando con ilusión. Quiere tenernos cerca. Acercarse a Cristo es buscarlo en la oración, en los sacramentos, y en todos los momentos de nuestra vida. Basta dirigir por un instante nuestro pensamiento a El, cuando vemos a una persona necesitada, cuando escuchamos por qué rumbos camina el mundo... y ya estamos a su lado. 29 Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy sencillo y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus vidas. Quien le busca con sinceridad, no se va con las manos vacías. No regresa por el mismo camino. La imagen del Señor se queda más grabada en nosotros. Y el corazón es entonces más fuerte para imitarlo en nuestra vida. 30 Porque mi yugo es suave y mi carga ligera. Además, El nos promete que así hallaremos nuestro descanso. Encontraremos alivio a nuestras preocupaciones, inquietudes y sufrimientos. Es un yugo que a diferencia del de los judíos resulta liviano, jamás fácil pero tampoco imposible de llevar. ORACIÓN Gloria a ti, Señor Jesús, porque nos dices: vengan a mí todos los cansados y agobiados; yo les aliviaré y encontraré su descanso, porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.
Gracias porque tu ley se basa en la amistad y en el amor, que crean libertad y confianza, liberándonos de una religión triste y estéril. Gracias porque manso y humilde de corazón, comienzas por abrir el Reino a los sencillos, invitándoles después a la justicia del mismo a la plena fidelidad, que se resume en amar. CONTEMPLACIÓN En este nuevo contexto social, la realidad se ha vuelto para el ser humano cada vez más opaca y compleja. Esto quiere decir que cualquier persona individual necesita siempre más información, si quiere ejercer sobre la realidad el señorío a que por vocación está llamada. Esto nos ha enseñado a mirar la realidad con más humildad, sabiendo que ella es más grande y compleja que las simplificaciones con que solíamos verla en un pasado aún no demasiado lejano y que, en muchos casos, introdujeron conflictos en la sociedad, dejando muchas heridas que aún no logran cicatrizar. (DA. 36). La vida nueva de Jesucristo toca al ser humano entero y desarrolla en plenitud la existencia humana “en su dimensión personal, familiar, social y cultural”. Para ello, hace falta entrar en un proceso de cambio que transfigure los variados aspectos de la propia vida. Sólo así, manifestaremos que la vida en Cristo sana, fortalece y humaniza. Porque “Él es el Viviente, que camina a nuestro lado, descubriéndonos el sentido de los acontecimientos, del dolor y de la muerte, de la alegría y de la fiesta”. La vida en Cristo incluye la alegría de comer juntos, el entusiasmo por progresar, el gusto de trabajar y de aprender, el gozo de servir a quien nos necesite, el contacto con la naturaleza, el entusiasmo de los proyectos comunitarios, el placer de una sexualidad vivida según el Evangelio, y todas las cosas que el Padre nos regala como signos de su amor sincero. Podemos encontrar al Señor en medio de las alegrías de nuestra limitada existencia y, así, brota una gratitud sincera. (DA. 356) Ya por la noche antes de acostarme, realizare un sincero examen de conciencia en el que reconoceré la pesada carga que tiene sobre mi persona el pecado y me propondré participar del sacramento de la reconciliación lo más pronto posible.
Cuando no hay misericordia, ayudar a los demá s es un molesto peso. Viernes 15 de Julio de 2016 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Espíritu Santo, a nuestras existencias les falta el fuego, la luz, la vitalidad, la fortaleza, el empuje, el entusiasmo espiritual y tu Paz; estamos sedientos de Ti, de tu presencia y de tu río de vida. Danos por el corazón de María, lo que ella tiene tan abundantemente. Así sea. LECTURA a) Texto. Mateo 12, 1-8: 1 En una ocasión Jesús caminaba a través de unos campos sembrados. Era sábado. Sus discípulos sintieron hambre y se pusieron a cortar espigas y a comerlas. 2 Los fariseos, al ver lo que hacían, le dijeron: - ¿No te das cuenta de que tus discípulos hacen algo que no está permitido hacer en sábado? 3 Jesús les respondió: - ¿No han leído lo que hizo David cuando sintió hambre él y sus compañeros: 4 cómo entró en el templo de Dios y comió los panes de la ofrenda que ni a él ni a los suyos les estaba permitido comer, sino solo a los sacerdotes? 5 ¿Tampoco han leído en la ley que en sábado los sacerdotes del templo pueden quebrantar el precepto del sábado quedando sin culpa? 6 Pues yo les digo que aquí hay alguien más importante que el templo. 7 Si supieran lo que significa: quiero amor y no sacrificios (Os 6 6), no condenarían a los inocentes. 8 Porque el Hijo del hombre es señor del sábado. (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b) Indicaciones del Texto En este capítulo nos describe el autor la creciente hostilidad de los fariseos contra Jesús. Las controversias resultantes sirven para aclarar aspectos de la misión y acción de Jesús. Se trata del sábado, el origen del poder de hacer milagros, la exigencia de un signo que compruebe la misión. Los fariseos acusan a Jesús de permitir que sus discípulos violen el sábado. Precepto del Decálogo (20,10). Según la ley, quebrantarlo merecía la pena capital. Jesús responderá con un relato de David y sus soldados (1Sam. 21, 2-7), que al parecer, quebrantan la prohibición de Lv. 24,5-9. Sabe que no se atreverán a criticar al rey David. MEDITACIÓN DEL DE TEXTO 1 En una ocasión Jesús caminaba a través de unos campos sembrados. Era sábado. Sus discípulos sintieron hambre y se pusieron a cortar espigas y a comerlas. Jesús no se ha molestado con sus discípulos porque hacen algo “prohibido” en sábado. En realidad el descanso sabático era una imagen del descanso que el hombre debe encontrar en el Corazón de Cristo. Por eso lo que los discípulos hacen para él no tiene importancia. 2 Los fariseos, al ver lo que hacían, le dijeron: - ¿No te das cuenta de que tus discípulos hacen algo que no está permitido hacer en sábado? Los fariseos, creyendo “guardar” el sábado fielmente, cometen la atrocidad de juzgar con sus lenguas a los demás, quebrantando realmente el día consagrado a Dios con sus venenosas palabras y su impuro corazón. Jesucristo les muestra que el centro de la ley: el amor.
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Jesús les respondió: - ¿No han leído lo que hizo David cuando sintió hambre él y sus compañeros: 4 cómo entró en el templo de Dios y comió los panes de la ofrenda que ni a él ni a los suyos les estaba permitido comer, sino solo a los sacerdotes? 5 ¿Tampoco han leído en la ley que en sábado los sacerdotes del templo pueden quebrantar el precepto del sábado quedando sin culpa? Los sacerdotes eran los únicos que podían tener acceso al pan del templo porque ellos estaban purificados. Para Mateo es importante guardar los preceptos que ya están inscritos por la ley de Moisés en la conciencia de Israel. Mateo presenta a Jesús como Señor de tal manera que él tiene a ser el Señor del sábado, el dueño del sábado, el señor del descanso, la imagen de quien reposa cuando está cansado. 6 Pues yo les digo que aquí hay alguien más importante que el templo. La importancia del templo es porque en ese lugar habita Dios, lo sagrado, lo santo, a él se le debe todo sacrificio por tantas infidelidades y por motivo de agradarle, se cumplen con los preceptos y más aun con las ofrendas preestablecidas. Sin embargo la enseñanza que Jesús trae corresponde a una oblación de vida en el espíritu. Lo importante no se encuentra en las paredes del templo sino en la santificación del hombre por ser templo del espíritu santo. 7 Si supieran lo que significa: quiero amor y no sacrificios (Os 6 6), no condenarían a los inocentes. La invitación a Jesús es conocer y acercarse al amor del Padre. Agradar al Padre no consiste en convertirme en victimario de mi hermano que va a ser sacrificado. Al contrario el amor es auténtica donación de la persona hacia sus hermanos, no busca víctimas, no busca sacrificios, no busca ofrendas superficiales sino amor continuo original y autentico, nacido desde el interior de la persona que hace entrar en sintonía con el amor del Padre. 8 Porque el Hijo del hombre es señor del sábado. Si Mateo presenta a Jesús como señor es porque deja de ser la ley la que rija al hombre, ahora Jesús será la medida del amor quien regirá a todo hombre que experiemente su misericordia. ORACIÓN Glorificado seas, Padre, porque Cristo nos liberó de la esclavitud de la ley para vivir en la libertad de los hijos de Dios que se dejan guiar por tu espíritu. Toda tu gracia y tu verdad nos vienen por Jesucristo, que nos constituyó en pueblo para tu gloria y servicio. Jesús nos propuso una religión liberadora, que es: adoración en espíritu y en verdad, culto vivo en la fe. El fue el sí total a tu voluntad, y él es nuestra ley. Concédenos seguir su ejemplo por la obediencia de la fe, para poder celebrar contigo tu eterno día de fiesta, Amén. CONTEMPLACIÓN El llamamiento que hace Jesús, el Maestro, conlleva una gran novedad. En la antigüedad, los maestros invitaban a sus discípulos a vincularse con algo trascendente, y los maestros de la Ley les proponían la adhesión a la Ley de Moisés. Jesús invita a encontrarnos con Él y a que nos vinculemos estrechamente a Él, porque es la fuente de la vida (cf. Jn 15, 5-15) y sólo Él tiene palabras de vida eterna (cf. Jn 6, 68). En la convivencia cotidiana con Jesús y en la confrontación con los seguidores de otros maestros, los discípulos pronto descubren dos cosas del todo originales en la relación con Jesús. Por una parte, no fueron ellos los que escogieron a su maestro fue Cristo quien los eligió. De otra parte, ellos no fueron convocados para algo (purificarse, aprender la Ley…), sino para Alguien, elegidos para vincularse íntimamente a su Persona (cf. Mc1, 17; 2, 14).Jesús los eligió para “que estuvieran con Él y enviarlos a predicar” (Mc 3, 14), para que lo siguieran con la finalidad de “ser de Él” y formar parte “de los suyos” y participar de su misión. El discípulo experimenta que la vinculación íntima con Jesús en el grupo de los suyos es participación de la Vida salida de las entrañas del Padre, es formarse para asumir su mismo estilo de vida y sus mismas motivaciones (cf. Lc 6, 40b), correr su misma suerte y hacerse cargo de su misión de hacer nuevas todas las cosas. (DA. 131) Me comprometo a saber descansar y distribuir mis espacios del día para dar mejor fruto en mi desempeño como cristiano en mi vida ordinaria.
El secreto mesiá nico de Jesú s Sábado 16 de Julio de 2016 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Espíritu Santo, tú que ofreciste la sangre de Cristo al Padre para purificar nuestras conciencias de las obras muertas y dar culto al Dios vivo, fortalécenos para que acudamos siempre a Cristo como salvador que nos redimió con su muerte y resurrección; y conduce a la Iglesia hacia la pascua futura, hacia la pascua eterna. Así sea. LECTURA a) Texto. Mateo 12, 14-21: 14 Pero los fariseos, al salir, se pusieron a planear el modo de acabar con él. 15 Jesús lo supo y se alejó de allí. Lo siguieron muchos y los sanó a todos, 16 advirtiéndoles que no dijeran que había sido él. 17 Así se cumplió lo anunciado por el profeta Isaías: 18 Este es mi siervo, a quien elegí; mi amado en quien me complazco; derramaré mi espiritu sobre él, y anunciará el derecho a las naciones. 19 No discutirá, ni gritará; no se oirá en las plazas su voz. 20 No se romperá la caña resquebrajada ni apagará la mecha que apenas arde, hasta que haga triunfar la justicia. 21 En él pondrán las naciones su esperanza (Is 42, 1-4) (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b) Indicaciones del Texto MEDITACIÓN DEL DE TEXTO 14 Pero los fariseos, al salir, se pusieron a planear el modo de acabar con él. Querer terminar con el proyecto de un hombre es muy fácil, bastaría con ejercer la ley y se ahogarían todos los proyectos inquietantes de la persona, sin embargo cuando el proyecto es de Dios la ley no alcanza a abarbar todo el proyecto divino. Aquí es donde comienza la experiencia prefigurada de lo que será la pasión de Cristo, un hombre condenado bajo una ley que no alcanza a abarcar la misericordia. Es imposible exterminar la misericordia de Dios movidos por los deseos perversos del corazón. 15 Jesús lo supo y se alejó de allí. Lo siguieron muchos y los sanó a todos, 16 advirtiéndoles que no dijeran que había sido él. Jesús se aleja de la perversidad porque sabe que en ellos su semilla amorosa en ellos no dará frutos, mas aun aquellos que le reconocen como dador de vida se acercan a él para ser sanados y al mismo tiempo restablecidos en una nueva vida de amor y misericordia, participando así del plan divino que Dios otorga a la humanidad. 17 Así se cumplió lo anunciado por el profeta Isaías: 18 Este es mi siervo, a quien elegí; mi amado en quien me complazco; derramaré mi espíritu sobre él, y anunciará el derecho a las naciones. 19 No discutirá, ni gritará; no se oirá en las plazas su voz. 20 No se romperá la caña resquebrajada ni apagará la mecha que apenas arde, hasta que haga triunfar la justicia. 21 En él pondrán las naciones su esperanza (Is 42, 1-4) El mesías anunciado por el profeta Isaías llega a su cumplimiento en Jesucristo de tal manera que el secreto mesiánico prefigurado en Jesús cada persona lo tiene que ir descubriendo en secreto. La vivencia de
Jesús como mesías no se da por el chisme o por comentarios de otros sino por la experiencia personal e integradora de la intimidad de la persona. Basta con que quede una chispa humeante, una esperanza para que el mismo Cristo encienda la llama del amor en la persona para que así pueda contemplar los misterios divinos. ORACIÓN Gracias, Padre, porque Jesús fue tu ungido, tu servidor paciente, manso y humilde de corazón que vino a implantar tu ley de amor en el mundo y lograr la liberación de los pobres y oprimidos. Señor Jesús, enséñanos tu estilo para servir y amar a los humildes, a los marginados y a los débiles. Así podremos revelar a los hermanos tu nombre y la fuerza del Reino en la debilidad del amor. CONTEMPLACIÓN Dios ama nuestras familias, a pesar de tantas heridas y divisiones. La presencia invocada de Cristo a través de la oración en familia nos ayuda a superar los problemas, a sanar las heridas y abre caminos de esperanza. (DA. 119) Me comprometo a dar esperanza con mis palabras a los que son más pequeños que yo.
Escoger la mejor parte… Domingo 17 de Julio de 2016 INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Dios todopoderoso y eterno, que con amor generoso desbordas los méritos y deseos de los que te suplican; derrama sobre nosotros tu misericordia, para que libres nuestra conciencia de toda inquietud y nos concedas aun aquello que no nos atrevemos a pedir. Por nuestro Señor. LECTURA a. Texto: Lc 10, 38-42 38 Mientras iban caminando, Jesús entró en un pueblo, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. 39Tenía Marta una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. 40Marta, en cambio, estaba atareada con todo el servicio de la casa; así que se acercó a Jesús y le dijo: Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola para servir? Dile que me ayude. 41Pero el Señor le contestó: Marta, Marta, andas inquieta y preocupada por muchas cosas, 42cuando en realidad una sola es necesaria. María ha elegido la mejor parte, y nadie se la quitará. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) a. Indicaciones para la lectura Con este episodio se inicia la instrucción de Jesús sobre la oración, que es uno de los temas sobre los que Lucas insiste especialmente. No se trata aquí de la opresión entre la acción y la contemplación, sino de dejar bien claro que la escucha de la palabra de Jesús es el comienzo absoluto de la vida de todo creyente. Meditación Mientras iban caminando, Jesús entró en un pueblo, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. La escena es profundamente humana. Cristo es huésped de esta familia amiga. Jesús entra en un poblado y es acogido por sus viejos amigos Marta y María. Jesús no es sólo el primer enviado del Padre, sino también el que, por ser Él la Palabra única del Padre, reúne a los hombres, en nuestro caso los miembros de la familia de Betania. Si es verdad que hay muchos servicios que llevar a cabo, como la acogida y atención a las necesidades de los demás, es aún más cierto que lo que es insustituible es la escucha de la Palabra. Aquí, el relato de Lucas es al mismo tiempo un hecho real y algo ideal. Empieza con la acogida por parte de Marta. Tenía Marta una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. María se encuentra en la actitud propia del discípulo, sentada a los pies de Jesús y atenta a escuchar su Palabra. Esta actitud de María resulta extraordinaria, porque en el judaísmo del tiempo de Jesús no estaba permitido a una mujer asistir a la escuela de un maestro. María, gusta y saborea el misterio de la palabra. Mostrándose receptiva a la misma, encarna la atención activa, propia de quien sigue los pasos de Jesús. Pues esa escucha no queda en ocio improductivo, sino que pasa a la acción generosa y da abundantes frutos. Marta, en cambio, estaba atareada con todo el servicio de la casa; así que se acercó a Jesús y le dijo: Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola para servir? Dile que me ayude. La acogida de Marta se convertirá en breve en un súper activismo: la mujer está “tensa”, dividida por las múltiples ocupaciones; está tan ocupada que no consigue abastecer las múltiples ocupaciones domésticas. La gran cantidad de actividades, comprensible por tratarse de un huésped singular, sin embargo resulta desproporcionada, hasta el punto de impedirle vivir lo esencial justo en el momento en que Jesús se presenta en su casa. Su preocupación es legítima, pero pronto se convierte en ansia, un estado de ánimo no conveniente para acoger a un amigo. Pero el Señor le contestó: Marta, Marta, andas inquieta y preocupada por muchas cosas, cuando en realidad una sola es necesaria. María ha elegido la mejor parte, y nadie se la quitará. Relacionar el servicio y la escucha. Su
servicio de acogida es muy positivo, pero resulta perjudicado por el estado ansioso con que lo realiza. El evangelista deja ver al lector que no hay contradicción entre la diaconía de la mesa y la de la Palabra, pero pretende presentar el servicio en relación con la escucha. Marta, al no haber relacionado la actitud espiritual del servicio con la de la escucha, se siente abandonada por su hermana y en vez de dialogar con María se queja al Maestro. Atrapada en su soledad, se enfada con Jesús que parece permanecer indiferente ante su problema (“¿No te importa…?”) y con la hermana (“que me ha dejado sola en el trabajo”). En su respuesta, Jesús no la reprocha ni la crítica, pero busca ayudar a Marta a recuperar lo que es esencial en aquel momento: escuchar al maestro. La invita a escoger la parte única y prioritaria que María ha escogido espontáneamente. El episodio nos alerta sobre un peligro siempre frecuente en la vida del cristiano: los afanes, el ansia y el activismo pueden apartar de la comunión con Cristo y con la comunidad. El peligro aparece de manera muy sutil, porque con frecuencia las preocupaciones materiales que se realizan con ansia las consideramos una forma de servicio. Lo que preocupa a Lucas es que en nuestras comunidades no se descuide la prioridad que hay que dar a la Palabra de Dios y a su escucha. Es necesario que, antes de servir a los otros, los familiares y la comunidad eclesial sean servidos por Cristo con su Palabra de gracia. Cuando estamos inmersos en las tareas cuotidianas, como Marta, olvidamos que el Señor quiere cuidar de nosotros. Por el contrario, es necesario poner en manos de Jesús y de Dios todas nuestras preocupaciones. Oración Gloria a ti, Señor Jesús. Tú supiste unir en equilibrio exacto la contemplación y la acción, dándonos ejemplo de oración y comunicación con Dios y de entrega generosa a la liberación de los hombres. Queremos dedicar tiempo, silencio y atención para escuchar y asimilar tu palabra, como María, buscando ante todo tu Reino y tu justicia. Ayúdanos en este empeño y concédenos, Señor, la diligencia y la servicialidad acogedora de Marta, lo mismo respecto de ti y de tu palabra de vida que de nuestros hermanos, los hombres más necesitados. Contemplación En la contemplación de la Palabra de Dios encontramos como motivación algunos números del Catecismo de la Iglesia Católica: * Este Reino se manifiesta a los hombres en las palabras, en las obras y en la presencia de Cristo. Acoger la palabra de Jesús es acoger el Reino. El germen y el comienzo del Reino son el pequeño rebaño de los que Jesús ha venido a convocar en torno suyo y de los que él mismo es el Pastor. Constituyen la verdadera familia de Jesús. A los que reunió así en torno suyo, les enseñó no sólo una nueva manera de obrar, sino también una oración propia. (764) El Señor hoy me invita a ser más servicial en este día y junto con ello a leer la Sagrada Escritura y escuchar la voz del Maestro.
Una señ al del cielo Lunes 18 de Julio de 2016 Invocación al Espíritu Santo Escúchanos, Espíritu Santo, Tú que eres nuestro amigo. Tú que estás siempre cerca de nosotros: llena nuestros corazones de tu amor. Te damos gracias, Oh Padre, porque cuando Jesús volvió contigo nos enviaste al Espíritu Santo para que ocupara su puesto. Aunque no podemos verle, sabemos que está actuando en el mundo; en todo lo que es bueno y santo, y en nuestras vidas para que cumplamos tu voluntad. Envíanos al Espíritu Santo, te rogamos, para que moldee nuestras vidas Y nos guíe siempre. Amén. 2) Lectura Del Evangelio según Mateo 12,38-42 Entonces le interpelaron algunos escribas y fariseos: «Maestro, queremos ver un signo hecho por ti.» Mas él les respondió: «¡Generación malvada y adúltera! Un signo pide, y no se le dará otro signo que el signo del profeta Jonás. Porque de la misma manera que Jonás estuvo en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así también el Hijo del hombre estará en el seno de la tierra tres días y tres noches. Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás. La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón. Indicaciones para la lectura • El evangelio de hoy nos relata una discusión entre Jesús y las autoridades religiosas de la época. Esta vez son los doctores de la ley quienes piden a Jesús que haga una señal para ellos. Jesús había realizado ya muchas señales: había curado al leproso (Mt 8,1-4), al empleado del centurión (Mt 8,5-13), a la suegra de Pedro (Mt 8,14-15), a los enfermos y poseídos de la ciudad (Mt 8,16), había calmado la tempestad (Mt 8,23-27), había expulsado los demonios (Mt 8,28-34) y había hecho muchos otros milagros. La gente, viendo las señales, reconoció en Jesús al Siervo de Yahvé (Mt 8,17; 12,17-21). Pero los doctores y los fariseos no fueron capaces de percibir el significado de tantas señales que Jesús había realizado. Ellos querían algo diferente. 3) meditación Los doctores y los fariseos piden una señal. Los fariseos llegan y dicen a Jesús: "Maestro, queremos ver una señal realizada por ti". Quieren que Jesús realice para ellos una señal, un milagro para que puedan examinar y verificar si Jesús es o no el enviado por Dios según lo imaginaban y esperaban. Quieren someterle a prueba. Quieren que Jesús se someta a sus criterios para que puedan enmarcarlo dentro del esquema de su mesianismo. No hay en ellos apertura para una posible conversión. No habían entendido nada de todo lo que Jesús había hecho.
La respuesta de Jesús: la señal de Jonás. Jesús no se somete a la petición de las autoridades religiosas, pues no hay sinceridad en su petición. "¡Generación malvada y adúltera! Un signo pide, y no se le dará otro signo que el signo del profeta Jonás¡”. Estas palabras profieren un juicio muy fuerte respecto a los doctores y a los fariseos. Evocan el oráculo de Oseas que denunciaba a la gente como esposa infiel y adúltera (Os 2,4). El evangelio de Marcos dice que Jesús, ante la petición de los fariseos, suelta un profundo suspiro (Mc 8,12), probablemente de disgusto y de tristeza ante una ceguera tan grande. Pues de nada sirve mostrar un cuadro bonito a aquel que no quiere abrir los ojos. ¡Quien cierra los ojos no puede ver! La única señal que se les dará es la señal de Jonás. Aquí hay algo más que Jonás. Jesús apunta hacia el futuro: “Así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del cetáceo, así también el Hijo del Hombre pasará tres días y tres noches en el seno de la tierra”. Es decir, la única señal será la resurrección de Jesús, que se prolongará en la resurrección de sus seguidores. Esta es la señal que, en el futuro, se dará a los doctores y a los fariseos. Se confrontarán con el hecho de que Jesús, será por ellos condenado a muerte, y a una muerte de cruz, y Dios le resucitará y le seguirá resucitando de muchas maneras en los que creerán en él, por ejemplo, le resucitará en el testimonio de los apóstoles, “personas iletradas” que tuvieron el valor de enfrentarse a las autoridades anunciando la resurrección de Jesús (Hech 4,13). ¡Lo que convierte es el testimonio! No los milagros: “Los ninivitas se levantarán en el Juicio con esta generación y la condenarán; porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay algo más que Jonás.”. La gente de Nínive se convirtió ante el testimonio de la predicación de Jonás y denunció la incredulidad de los doctores y de los fariseos. Pues “aquí hay algo más que Jonás”. Aquí hay algo más que Salomón. La alusión a la conversión de la gente de Nínive se asocia y hace recordar el episodio de la Reina de Sabá: “La reina del Mediodía se levantará en el Juicio con esta generación y la condenará; porque ella vino de los confines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay algo más que Salomón.". Esta evocación casi ocasional del episodio de la Reina de Sabá que reconoció la sabiduría de Salomón, muestra cómo se usaba la Biblia en aquel tiempo. Era por asociación. La regla principal de la interpretación era ésta: “La Biblia se explica por la Biblia”. Hasta hoy, ésta es una de las normas más importantes para la interpretación de la Biblia, sobre todo para la lectura orante de la Palabra de Dios. 4) Oración final Pues tu amor Señor es mejor que la vida, por eso mis labios te alaban, así quiero bendecirte en mi vida, levantar mis manos en tu nombre. (Sal 63,4-5) 5) Contemplación CIC 2016 Los hijos de esta Santa Madre Iglesia esperan justamente la gracia de la perseverancia final y de la recompensa de Dios, su Padre, por las obras buenas realizadas con su gracia en comunión con Jesús. Siguiendo la misma norma de vida, los creyentes comparten la bienaventurada esperanza de aquéllos a los que la misericordia divina congrega en la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que baja del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia ataviada para su esposo.
Mi compromiso: Realizar un acto de esperanza en la sociedad, como una sociedad que puede ser transformada en Cristo.
¿Quié n es mi madre y quié nes son mis hermanos? Martes 19 de Julio de 2016 Mt 12, 46-50 Invocación al Espíritu santo Oh Espíritu Santo, alma de mi alma, te adoro; ilumíname, guíame, fortifícame, consuélame, dime que debo hacer, ordéname. Concédeme someterme a todo lo que quieras de mí, y aceptar todo lo que permitas que me suceda. Hazme solamente conocer y cumplir tu voluntad. Amén Lectura a) Texto 46 En aquel tiempo, Jesús estaba hablando a la gente, cuando llegaron su madre y sus hermanos. Se habían quedado afuera y trataban de hablar con él. 47Alguien le dijo: ¡Oye! ahí fuera están tu madre y tus hermanos que quieren hablar contigo. 48 Respondió Jesús al que se lo decía: ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?. 49Y señalando con la mano a sus discípulos, dijo: Éstos son mi madre y mis hermanos. 50El que cumple la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre. (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b) Indicaciones para la lectura Al final de esta sección cargada de controversia y oposición, Jesús presenta a los discípulos como su verdadera familia. No son los lazos de sangre ni de historia común los que unen a los discípulos, sino su vinculación con Jesús y su deseo de cumplir la voluntad del Padre. Meditación 46 En aquel tiempo, Jesús estaba hablando a la gente, cuando llegaron su madre y sus hermanos. Se habían quedado afuera y trataban de hablar con él. Hay mucha gente queriendo hablar con Jesús, acercarse a Él, pero el simple hecho de ser “pariente” de Cristo, les hace pensar quizá, que tienen derecho de entrar a verlo, de estar en su presencia, gozar de Él, mucho antes que todos pero Jesús dará lo que se necesita para ser de la verdadera familia de Cristo. 47 Alguien le dijo: ¡Oye! ahí fuera están tu madre y tus hermanos que quieren hablar contigo. 48Respondió Jesús al que se lo decía: ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? 49Y señalando con la mano a sus discípulos, dijo: Éstos son mi madre y mis hermanos. Cuando llegan y le dicen quienes quieren hablar con Él, Jesús lanza una pregunta, ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? Y señala a quienes en verdad pueden estar entre la familia, los seres más cercanos, más queridos, quienes cumplen la voluntad del Padre. Parece que el Señor tenga una actitud despectiva hacia María. No es así. Lo que Jesús quiere dejar claro aquí es que ante sus ojos, los ojos de Dios, el valor de la persona no reside en el hecho de la carne y de la sangre, sino en la disposición espiritual de acogida de la voluntad de Dios. Cualquiera hubiera pensado que el Señor, como buen hijo, hubiera dejado todo para atender a los suyos. Realmente nada impide pensar que debió atender a su madre con premura y atención. Sin embargo, el texto evangélico no nos señala una gracia que sólo correspondía a los suyos sino que nos deja la enseñanza que quiere sacar el Señor. ¿Quién ha estado más dispuesto a realizar la voluntad de Dios que María? «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra», Él bien sabía, María es modelo por excelencia de quien cumple la voluntad de Dios. 50 El que cumple la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre. Al cumplir la voluntad de Dios con fe, crece en nosotros el parentesco divino con el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo y con todos los hombres que tienen el Espíritu de Dios. Nos convertimos, unos para otros, en padres, madres y hermanos. Se necesita entonces un proceso para hacer nuestra la Palabra de Dios, en ella está la voluntad de Dios, para que los frutos del evangelio se muestren en nosotros cada día que pase. Es necesario que quien quiera ser discípulo tenga una fe fuerte, una esperanza alegre y una caridad ardiente y así en verdad ser un verdadero hermano de Cristo, un verdadero discípulo suyo. Oración Señor Jesús, un deseo arde en mi corazón, un deseo profundo que sólo Tú puedes llenar, quiero acercarme a ti, oír de ti, saborear de ti. Quiero ser discípulo tuyo, amigo tuyo, hermano tuyo, dame fe, fortaleza y valentía para escuchar tu Palabra y hacerla vida conmigo y con quienes están a mi lado. Que el auxilio de tu santísima madre, la Virgen María, nos acompañe siempre y nos guíen en el cumplimiento de tu voluntad así como ella supo hacerlo por excelencia. Amén. Contemplación “Este Reino se manifiesta a los hombres en las palabras, en las obras y en la presencia de Cristo". Acoger la palabra de Jesús es acoger "el Reino”. El germen y el comienzo del Reino son el "pequeño rebaño", de los que Jesús ha venido a convocar en torno suyo y de los que él mismo es el pastor. Constituyen la verdadera familia de Jesús. A los que reunió así en torno suyo, les enseñó no sólo una nueva "manera de obrar", sino también una oración propia. (CATIC 764) Hacerse discípulo de Jesús es aceptar la invitación a pertenecer a la familia de Dios, a vivir en conformidad con su manera de vivir: "El que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, éste es mi hermano, mi hermana y mi madre". (CATIC 2233) Pensaré el día hoy cómo puedo cumplir la Voluntad de Dios en este día ordinario, para que descubriendo cómo puedo hacerlo todo, según la enseñanza de Jesús, pueda convertirlo en día extraordinario, de la misma manera que lo hacen los verdaderos hermanos de Jesús.
“Cayeron en tierra buena y dieron fruto” Miércoles 20 de Julio de 2016 Mt 13, 1-9 Invocación al Espíritu santo Espíritu de fe, otórganos no vacilar en nuestra fe y vivir siempre con las enseñanzas de Cristo, e iluminados por tus santas inspiraciones. Espíritu Santo fuente de luz, ilumíname. Amén Lectura a) Texto 1 Aquel día salió Jesús de su casa y se sentó a las orillas del lago. 2Se reunió en torno a él mucha gente, tanta que subió a una barca y se sentó, mientras la gente se quedaba de pie a la orilla. 3Y les habló de muchas cosas en parábolas. Decía: -Salió el sembrador a sembrar. 4Al sembrar, unas semillas cayeron al borde del camino; vinieron los pájaros y se las comieron. 5Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra; brotaron enseguida porque la tierra era poco profunda, 6pero cuando salió el sol se marchitó la planta y se secó porque no tenía raíz. 7Otras cayeron entre la maleza, y cuando la maleza creció las ahogó. 8Finalmente unas cayeron en tierra buena y dieron fruto: un grano dio cien, otro setenta, otro treinta. 9 El que tenga oídos que oiga. (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b) Indicaciones para la lectura El centro de interés de la parábola del sembrador está en la magnífica cosecha que produce la semilla que cae en tierra buena. Es probable que esta parábola fuera pronunciada por Jesús para responder a las objeciones de los que no veían llagar el Reino anunciado por él. Jesús invita a poner la mirada en la grandiosa cosecha final diciéndoles: ¡Ánimo! ¡No hay que desanimarse! A pesar del fracaso aparente, es imposible frenar la llegada del reino, y el resultado final será sorprendente e incalculable. Meditación 1 Aquel día salió Jesús de su casa y se sentó a las orillas del lago. 2Se reunió en torno a él mucha gente, tanta que subió a una barca y se sentó, mientras la gente se quedaba de pie a la orilla. Aquí el mismo Jesús ya sale a hacer lo que quiere explicarles, Jesús salió, va al encuentro de los hombres a esparcir semillas, el sembrador va a sembrar, espera depositar semillas, que sean acogidas y esa semilla produzca fruto. 3 Y les habló de muchas cosas en parábolas. Decía: -Salió el sembrador a sembrar. Lo que hacemos no es solo obra nuestra, sino también de Dios, actuamos nosotros y la gracia de Dios, la obra buena es nuestra pero también es de Dios. 4 Al sembrar, unas semillas cayeron al borde del camino; vinieron los pájaros y se las comieron. 5Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra; brotaron enseguida porque la tierra era poco profunda, 6pero cuando salió el sol se marchitó la planta y se secó porque no tenía raíz. 7Otras cayeron entre la maleza, y cuando la maleza creció las ahogó. La semilla es la palabra proclamada, y el sembrador es Él mismo, Jesús. Éste no busca sembrar en el mejor de los terrenos para asegurarse la mejor de las cosechas. Él ha venido para que todos “tengan vida y la tenga en abundancia” (Jn 10,10). Por eso no escatima en esparcir puñados generosos de semillas donde sea. La tierra se ara para que se suelte y sea capaz de recibir las semillas, el corazón humano es como la tierra, debe prepararse. Pero el corazón puede hacerse también duro como la roca. 8 Finalmente unas cayeron en tierra buena y dieron fruto: un grano dio cien, otro setenta, otro treinta. Una cosecha del siete por uno ya era muy buena, el escritor pone estas cantidades, esto resultó sorprendente para los oyentes de Jesús, este es el detalle que los haría reflexionar. La semilla da frutos sólo si cae en tierra buena. Y el fruto será tanto más abundante cuanto mejor sea el terreno en donde caiga. La semilla de la Palabra de Dios sólo es fecunda allí donde encuentra un alma bien
dispuesta y unas condiciones espirituales adecuadas. Dios siembra todos los días a manos llenas en tu alma su gracia divina. ¿Cuántos frutos está dando esta semilla en tu vida? Oración Señor Jesús, hoy quiero hacer mías las palabras del profeta Jeremías: “Cuando se presentaban tus palabras, yo las devoraba, tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque yo soy llamado con tu Nombre, Señor, Dios de los ejércitos”. Dame el don de la fe cada día más para no hacer oído sordo a tu voz, esa semilla que a Diario siembras en mí y pueda recibirla en tierra buena y así dar frutos agradables a ti. Amén Contemplación Todos los hombres están llamados a entrar en el Reino. Anunciado en primer lugar a los hijos de Israel (cf. Mt 10, 5-7), este reino mesiánico está destinado a acoger a los hombres de todas las naciones (cf. Mt 8, 11; 28, 19). Para entrar en él, es necesario acoger la palabra de Jesús. La palabra de Dios se compara a una semilla sembrada en el campo. El Reino pertenece a los pobres y a los pequeños, es decir a los que lo acogen con un corazón humilde. Jesús llama a entrar en el Reino a través de las parábolas, rasgo típico de su enseñanza. Por medio de ellas invita al banquete del Reino, pero exige también una elección radical para alcanzar el Reino, es necesario darlo; las palabras no bastan, hacen falta obras. Las parábolas son como un espejo para el hombre: ¿acoge la palabra como un suelo duro o como una buena tierra (cf. Mt 13, 3-9)? ¿Qué hace con los talentos recibidos (Mt 25, 1430)? Jesús y la presencia del Reino en este mundo están secretamente en el corazón de las parábolas. Es preciso entrar en el Reino, es decir, hacerse discípulo de Cristo para "conocer los Misterios del Reino de los cielos". Para los que están "fuera" (Mc 4, 11), la enseñanza de las parábolas es algo enigmático (cf. Mt 13, 10-15). (CATIC 543–546). Hoy tomaré un tiempo, iré a un lugar tranquilo y repasaré meditaré este texto del profeta Jeremías: “Cuando se presentaban tus palabras, yo las devoraba, tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque yo soy llamado con tu Nombre, Señor, Dios de los ejércitos” (Jr 15,16).
Dichosos los que creen Jueves 21 de Julio de 2016 ORACIÓN Señor: Hoy quiero escuchar tu voz pero falta silencio a mi alrededor. Enséñame a estar callado y escuchar atento tu voz. Que tu palabra ilumine mi vida, que tu palabra me comprometa y me haga vivir en tu presencia. Aun no te conozco. No sé apenas nada del evangelio. Quiero ser tu amigo ¡Y me preocupo tan poco de ti! Tú vienes hoy a visitarme y me invitas a abrir la puerta de mi corazón. Desde lo profundo de mi ser te espero y te grito: ¡Ven Señor Jesús! LECTIO Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda. Del Evangelio según Mateo 13,10-17 Y acercándose los discípulos le dijeron: «¿Por qué les hablas en parábolas?» Él les respondió: « Es que a ustedes se les ha dado conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. En ellos se cumple la profecía de Isaías: Oír, oirán, pero no entenderán, mirar, mirarán, pero no verán. Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado; no sea que vean con sus ojos, con sus oídos oigan, con su corazón entiendan y se conviertan, y yo los sane. «¡Pero dichosos su ojos, porque ven, y sus oídos, porque oyen! Pues les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron. Indicaciones para la lectura El Capítulo 13 nos presenta el Sermón de las Parábolas. Siguiendo el texto de Marcos (Mc 4,1-34), Mateo omitió la parábola de la semilla que germina sola (Mc 4,26-29), amplió la discusión sobre el porqué de las parábolas (Mt 13,10-17) y aumentó las parábolas del trigo y la cizaña (Mt 13,24-30), de la levadura (Mt 13,33), del tesoro (Mt 13,44), de la perla (Mt 13,45-46) y de la red (Mt 13,47-50). Junto con las parábolas del sembrador (Mt 13,4-11) y del grano de mostaza (Mt 13,31-32), son en todo siete parábolas las del Sermón de las Parábolas (Mt 13,1-50). MEDITACION En el evangelio de Marcos los discípulos piden una explicación de las parábolas (Mc 4,10). Aquí en Mateo, la perspectiva es otra. Quieren saber por qué Jesús, cuando habla a la multitud, sólo habla en parábolas: "¿Por qué usas parábolas para hablar con ellos?" ¿Cuál es el motivo de esta diferencia? A ustedes les es dado conocer el misterio del Reino. Jesús responde: "«Es que a ustedes se les ha dado conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará. ”. ¿Por qué a los apóstoles era dado conocer y a los otros no? Una comparación para ayudar en la comprensión. Dos personas escuchan a la madre que enseña sobre algo: "quien ama, no corta no cose…”. Una de las dos personas que escucha es hija y la otra no lo es. La hija entiende y la otra no entiende nada. ¿Por qué? Porque en casa de la madre, la expresión "cortar y coser" significaba calumniar. Así, la enseñanza de la madre ayuda a la hija a que entienda mejor cómo practicar el amor. Crece en ella aquello que ya sabía. A quien tiene se le dará y le sobrará. La otra persona no entendió nada y perdió hasta lo poco que pensaba entender respecto del amor y del ‘cortar y coser’. Se quedó confusa y
no consiguió entender qué tenía que ver el amor con ‘cortar y coser’. Quien no tiene, aún aquello que tiene se le quitará. Una parábola revela y esconde ¡al mismo tiempo! Revela para “los de dentro”, que aceptan a Jesús como Mesías Siervo. Esconde para los que insisten en decir que el Mesías será y debe ser un Rey Glorioso. Estos entienden las imágenes de la parábola, pero no llegan a entender su significado. En cuanto a los discípulos, crecen en aquello que ya saben respecto del Mesías. Los otros no entienden nada y pierden hasta lo poco que pensaban saber sobre el Reino y el Mesías. La realización de la profecía de Isaías. Como la otra vez (Mt 12,18-21), en esta reacción diferente de la gente y de los fariseos ante la enseñanza de las parábolas, Mateo ve de nuevo una realización de la profecía de Isaías. Dichosos los ojos que ven lo que están viendo. Todo esto explica la frase final: “«¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron.” Las parábolas: una nueva manera de hablar a la gente sobre Dios. La gente queda impresionada con la manera que Jesús tiene de enseñar. “¡Una nueva enseñanza! ¡Dada con autoridad! ¡Diferente a la de los escribas!” (Mc 7,28). Jesús tenía una capacidad muy grande de encontrar imágenes bien sencillas para comparar las cosas de Dios con las cosas de la vida que el pueblo conocía y experimentaba en su lucha diaria para sobrevivir. Esto supone dos cosas: estar por dentro de las cosas de la vida de la gente, y estar por dentro de las cosas de Dios, del Reino de Dios. En algunas parábolas acontecen cosas que no acostumbran acontecer en la vida. Por ejemplo, ¿dónde se vio un pastor de cien ovejas que abandona a las noventa y nueve para encontrar aquella única que se perdió? (Lc 15,4) ¿Dónde se vio a un padre que acoge con una fiesta al hijo que ha malgastado todos sus bienes, sin decirle una palabra de reproche? (Lc 15,20-24). ¿Dónde se vio a un samaritano ser mejor que el levita y el sacerdote? (Lc 10,29-37). La parábola induce a pensar. Nos lleva a implicarnos en la historia desde nuestra propia experiencia de vida. Hace que nuestra experiencia nos lleve a descubrir que Dios está presente en lo cotidiano de nuestra vida. La parábola es una forma participativa de enseñar, de educar. No nos da todo cambiado en un minuto. No hace saber, sino que hace descubrir. La parábola cambia la mirada, hace que la persona sea contemplativa, observadora de la realidad. Aquí está la novedad de la enseñanza de las parábolas de Jesús, distinta de la de los doctores que enseñaban que Dios se manifestaba sólo en la observancia de la Ley. Para Jesús “el Reino no es fruto de observancia. ¡El Reino está presente en medio de ustedes!” (Lc 17,21). Pero los oyentes no siempre lo perciben. ORACIÓN Salmo 53,3-6.8-9 Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder. Oh Dios, escucha mi súplica, atiende a mis palabras; porque unos insolentes se alzan contra mí, y hombres violentos me persiguen a muerte, sin tener presente a Dios. Pero Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida. Te ofreceré un sacrificio voluntario, dando gracias a tu nombre, que es bueno; porque me libraste del peligro, y he visto la derrota de mis enemigos. Contemplación CIC 2657 El espíritu Santo nos enseña a celebrar la liturgia esperando el retorno de Cristo, nos educa para orar en la esperanza. Inversamente, la oración de la Iglesia y la oración personal alimentan en nosotros la esperanza. Los salmos muy particularmente, con su lenguaje concreto y variado, nos enseñan a fijar nuestra esperanza. Mi compromiso: Descubrir la presencia de Dios en lo ordinario de mi vida
“He visto al Señ or” Viernes 22 de Julio de 2016 Jn 20, 1-2. 11-18 Invocación al Espíritu santo Rey celeste, Espíritu Consolador, Espíritu de Verdad, que estás presente en todas partes y lo llenas todo, tesoro de todo bien y fuente de la vida, ven, habita en nosotros, purifícanos y sálvanos, Tú que eres bueno. Lectura a) Texto 1 El primer día de la semana muy temprano, antes que saliera el sol, María Magdalena vino al sepulcro. Cuando vio que habían retirado la piedra que tapaba la entrada, 2fue corriendo adonde estaban Simón Pedro y el otro discípulo a quien Jesús tanto quería y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto. 11María, en cambio, se quedó allí, junto al sepulcro, llorando. Sin dejar de llorar, volvió a asomarse al sepulcro. 12 Entonces vio dos ángeles, vestidos de blanco, sentados en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. 13Los ángeles le preguntaron: -Mujer, ¿por qué lloras? Ella contestó: Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto. 14Dicho esto, se volvió hacia atrás y vio a Jesús, que estaba allí, pero no lo reconoció. 15Jesús le preguntó: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién estás buscando? Ella, creyendo que era el jardinero, le contestó: Señor, si te lo has llevado tú, dime dónde lo has puesto y yo misma iré a recogerlo. 16Entonces Jesús le dijo: ¡María! Ella se acercó a él y exclamó en arameo: -¡Rabboni! (que quiere decir Maestro). 17Jesús le dijo: No me retengas, porque todavía no he subido a mi Padre; anda, ve y di a mis hermanos que voy a mi Padre que es el Padre de ustedes; a mi Dios, que es también su Dios. 18María Magdalena se fue corriendo a donde estaban los discípulos y les anunció: He visto al Señor. Y les contó lo que Jesús le había dicho. (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b) Indicaciones para la lectura A diferencia de los otros evangelistas, en el evangelio de Juan, María aparece sola con el resucitado en un encuentro privilegiado. El relato trata de completar el relato de la tumba vacía. La preocupación de María es encontrar el cuerpo de Jesús y el resultado es el encuentro con el mismo Jesús a quien reconoce después de llamarla por su nombre. En las apariciones, igual que en la tumba vacía, es necesaria la fe para reconocer a Jesús resucitado. Meditación 1 El primer día de la semana muy temprano, antes que saliera el sol, María Magdalena vino al sepulcro. María es una de los tres que permanecieron junto a la cruz, ha esperado todo el sábado y la noche del día siguiente, pero se levanta impaciente de madrugada, aun está es su mundo “oscuro” de la cruz al sepulcro. 11 María, en cambio, se quedó allí, junto al sepulcro, llorando. Sin dejar de llorar, volvió a asomarse al sepulcro. Mientras los dos discípulos regresan a casa dejando atrás la tumba vacía con sus vendas por el suelo, María permanece sumida en lágrimas junto a la tumba, está aferrada a lo que de alguna manera le transmite todavía una cercanía a Jesús. Pero ahora el dolor es doble: según ella se han robado el cadáver del Señor. María da un paso importante en su camino de fe cuando es capaz de mirar dentro del sepulcro, saliendo así de su emoción y cuando comienza a decir lo que siente. 12 Entonces vio dos ángeles, vestidos de blanco, sentados en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. 13Los ángeles le preguntaron: -Mujer, ¿por qué lloras? Ella contestó: Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto.
Primero la interrogan los dos ángeles que están sentados sobre el sepulcro: “Mujer, ¿por qué lloras?”. En su respuesta se nota todavía un hilo de esperanza: cree que el asunto se va a solucionar pronto apenas recupere el cadáver 14 Dicho esto, se volvió hacia atrás y vio a Jesús, que estaba allí, pero no lo reconoció. 15Jesús le preguntó: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién estás buscando? Ella, creyendo que era el jardinero. Luego la interroga el mismo Jesús a quien ella no reconoce. Esta vez la pregunta tiene un nuevo elemento: “¿A quién buscas?”. Esta pregunta aparece al comienzo y al final del camino de discipulado. El asunto no es un “qué” sino un “quién”, una persona, una relación viva que hace falta. María va siendo poco a poco conducida al núcleo del misterio. Le contestó: Señor, si te lo has llevado tú, dime dónde lo has puesto y yo misma iré a recogerlo. 16 Entonces Jesús le dijo: ¡María! Ella se acercó a él y exclamó en arameo: -¡Rabboni! (que quiere decir Maestro). La respuesta de María refleja entonces todo su amor: “yo misma iré a recogerlo”. Y es aquí donde se revela Jesús llamándola, como el Buen Pastor, por su propio nombre: “María”. Ella comprende y lo reconoce, un título que –en el evangelio de Juan- solamente los discípulos usan para dirigirse a Jesús. Jesús y la Magdalena se llaman como lo hacían antes de la muerte de Jesús. La relación entre Jesús y sus amigos no cambia, aunque físicamente no estará con ellos, seguirá esa estrecha relación del maestro con el discípulo. Este diálogo es la respuesta a un llamado. Es en el reconocimiento de su voz que se da el verdadero reconocimiento de Jesús. Esta voz nos llama en todas las circunstancias y encuentros de la vida en los cuales, si tenemos viva la llama del amor, estaremos en capacidad de leer en los signos un toque del esplendor de Jesús en todas las cosas. 17 Jesús le dijo: No me retengas, porque todavía no he subido a mi Padre; anda, ve y di a mis hermanos que voy a mi Padre que es el Padre de ustedes; a mi Dios, que es también su Dios. 18María Magdalena se fue corriendo a donde estaban los discípulos y les anunció: He visto al Señor. Y les contó lo que Jesús le había dicho. María cae a los pies de Jesús para abrazarlo, el intento de retener a Jesús parece indicar la voluntad de permanecer aferrada al Jesús que conoció en su etapa terrena. Pero Jesús la lleva ahora a mirar hacia el futuro de la relación, la envía con los discípulos. Jesús entonces está en la última etapa de su camino. María y los discípulos están invitados a recorrerlo. He aquí una nueva revelación del Resucitado: los discípulos saben que Dios también es su Padre y que través de este Padre ellos están unidos a Jesús como hermanos. María es cada uno de nosotros frente al dolor, a las desgracias que nos desaniman. En las lágrimas de María están las lágrimas de cada uno de nosotros, signo de nuestra debilidad. Lloramos porque nos topamos con la barrera de nuestras limitaciones, con el crudo hecho de que hay cosas que, por más que queramos, no podemos cambiar. Lloramos porque nos sentimos incapaces de los signos del resucitado, porque no vemos un camino de salida a nuestras angustias, a nuestras inquietudes más profundas, a nuestras preguntas serias. Oración “¿Qué has visto de camino, María en la mañana? ‘A mi Señor glorioso, la tumba abandonada, los ángeles testigos, sudarios y mortaja. ¡Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!’”. Jesús, que mi amistad contigo sea tan fuerte y tan profunda que, como María Magdalena, sea capaz de reconocerte en mi vida. Limpia las lágrimas de mis ojos que impiden ver el mundo, un mundo en el que estás presente, y poder disfrutar de los beneficios de tu resurrección. Amén Contemplación El misterio de la resurrección de Cristo es un acontecimiento real que tuvo manifestaciones históricamente comprobadas como lo atestigua el Nuevo Testamento. María Magdalena y las santas mujeres, que venían de embalsamar el cuerpo de Jesús fueron las primeras en encontrar al Resucitado. Jesús se apareció en seguida a los apóstoles, primero a Pedro, después a los Doce. Pedro, llamado a confirmar en la fe a sus hermanos, ve por tanto al Resucitado antes que los demás y sobre su testimonio es sobre el que la comunidad exclama: “¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón!”. Ante estos testimonios es imposible interpretar la Resurrección de Cristo fuera del orden físico, y no reconocerlo como un hecho histórico. (CATIC 639-643) Haré una visita al Santísimo y pediré que me de la gracia de poder reconocerlo en todos los acontecimientos diarios de mi vida.
“Quemen la cizañ a y el trigo jú ntenlo en mi granero” Sábado 23 de Julio de 2016 Mt 13, 24-30 Invocación al Espíritu santo Espíritu Santo, Tú nos renuevas para que ya no amarguemos nuestro corazón con rencores, celos, envidias inmovilizándonos por la indiferencia y el egoísmo que nos hace esclavos de los vicios y malos hábitos. Llénanos de esperanza, de fortaleza y de alegría en medio de las dificultades, como nuevas criaturas. Así sea. Lectura a) Texto 24 Jesús les propuso esta otra parábola: Con el reino de los cielos sucede lo mismo que con un hombre que sembró buena semilla en su campo. 25Mientras todos dormían, vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo, y se fue. 26Y cuando creció la planta y se formó la espiga, apareció también la cizaña. 27 Entonces los siervos vinieron a decir al amo: “Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo es posible que tenga cizaña?”. 28Él les respondió: “Lo ha hecho un enemigo”. Le dijeron: “¿Quieres que vayamos a arrancarla?”. 29ÉI les dijo: “No, no sea que, al arrancar la cizaña, arranquen también con ella el trigo. 30Dejen que ambos crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha; entonces diré a los trabajadores: Recojan primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, pero el trigo júntenlo en mi granero”. (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b) Indicaciones para la lectura El centro de esta parábola es la pregunta de los criados al propietario del campo: ¿Deben proceder sin más dilación a arrancar la cizaña? La cosa no es tan sencilla, pues ambas plantas se parecen mucho al principio. Por eso el dueño les pide esperar hasta el tiempo de la cosecha, expresión profética que se refiere a la intervención de Dios como juez. Mientras tanto el Reino de Dios se hace presente en la historia humana, creciendo como el trigo en medio de la cizaña que le resta fuerza y disminuye su fruto, pero no obstante logra abrirse paso la plenitud al final de los tiempos. Meditación 24 Jesús les propuso esta otra parábola: Con el reino de los cielos sucede lo mismo que con un hombre que sembró buena semilla en su campo. El evangelio de hoy nos pone frente a una realidad frecuente que llevamos dentro, la impaciencia. Jesús nos enseña a ver más allá a partir de este caso y a tomar actitudes en consonancia con la manera como acontece el Reino de los Cielos en el mundo. 25 Mientras todos dormían, vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo, y se fue. 26Y cuando creció la planta y se formó la espiga, apareció también la cizaña. En la vida diaria, se mezclan, continuamente, el bien y el mal, el Evangelio y el pecado. La actitud lógica sería acabar con esta situación, tal como lo pretenden los criados. El trigo y la cizaña pueden estar juntas durante mucho tiempo pero al final serán separadas. 27 Entonces los siervos vinieron a decir al amo: “Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo es posible que tenga cizaña?”. 28Él les respondió: “Lo ha hecho un enemigo”. Le dijeron: “¿Quieres que vayamos a arrancarla?”. Así pues, se trata de sentirnos llamados a descubrir las señales del Reino de Dios para hacerlo crecer más. Y, por otro lado, no favorecer nada que ayude a contentarnos en la mediocridad. El hecho de vivir en una mezcla de bien y mal no debe impedir el avanzar en nuestra vida espiritual, lo contrario sería convertir nuestro trigo en cizaña. Es imposible crecer de otro modo, ni podemos buscar el Reino en ningún otro lugar que en esta sociedad en la que estamos. Nuestra tarea será hacer que crezca el Reino de Dios.
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ÉI les dijo: “No, no sea que, al arrancar la cizaña, arranquen también con ella el trigo. La paciencia de Dios es infinita, espera hasta el último momento, como un padre bueno, la posibilidad del cambio. Esta parábola nos deja una bellísima lección sobre la paciencia así como el patrón, Dios le da tiempo a cada persona para que recapacite, y con esta actitud estará esperando por su conversión hasta el final. Lo mismo debemos hacer con nuestros hermanos con los cuales hemos perdido la paciencia por su reticencia en el pecado: hay que insistir, darle una oportunidad, esperar por su conversión. 30 Dejen que ambos crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha; entonces diré a los trabajadores: Recojan primero la cizaña y átenla en manojos para quemarla, pero el trigo júntenlo en mi granero”. Por el destino final que tiene cada una de las plantas se comprende que con las decisiones y acciones de cada persona se pone en juego el propio futuro, el destino final. Por lo tanto hay que ser responsables con la vida. La parábola nos enseña que aquí en la tierra todo se da mezclado, al lado de los buenos están los malos. Esta convivencia continuará pero esto no debe desanimar a los discípulos: de ninguna manera deberán ceder ante los ataques del mal, por el contrario tendrán que mantener una vigilancia activa y sostener un esfuerzo grande de evangelización. Es claro que no da lo mismo ser trigo que cizaña. De ahí que al final de los tiempos se hará un juicio, el trigo se almacenará y la cizaña será quemada. Oración Te damos gracias Dios del cielo y de la tierra por el inmenso amor que tienes por toda tu obra. Hoy de manera especial te pedimos que nos ayudes a saber identificar el trigo de la cizaña en nuestras vidas, para que nuestras acciones sean solamente frutos gratos a Ti. Gracias porque aguardas en la puerta, como el Padre ansioso el regreso del hijo a casa, siempre fiel y con la esperanza de que nosotros tus hijos, volvamos a tu casa. Concedeos la gracia d ela paciencia para poder llevar, a ejemplo tuyo nuestra vida diaria. Amén Contemplación “Mientras que Cristo, santo, inocente, sin mancha, no conoció el pecado, sino que vino solamente a expiar los pecados del pueblo, la Iglesia, abrazando en su seno a los pecadores, es a la vez santa y siempre necesitada de purificación y busca sin cesar la conversión y la renovación". Todos los miembros de la Iglesia, incluso sus ministros, deben reconocerse pecadores. En todos, la cizaña del pecado todavía se encuentra mezclada con la buena semilla del Evangelio hasta el fin de los tiempos. La Iglesia, pues, congrega a pecadores alcanzados ya por la salvación de Cristo, pero aún en vías de santificación. (CATIC 827)
Hoy me esforzaré por no clasificar a personas y sus actitudes como buenas o malas, sino pedir a Dios la luz para que puedan descubrir si son frutos son granos gratos a Dios o cizaña que será quemada.
Maestro, queremos ver una señ al hecha por ti Domingo 24 de Julio de 2016 Lc 11, 1-14 Invocación al Espíritu santo Recibe, ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que te hago en este día para que te dignes ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones: mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza y todo el amor de mi corazón. Amén. Lectura a) Texto 38 En aquel tiempo, algunos maestros de la ley y fariseos le dijeron: Maestro, queremos ver una señal hecha por ti. 39Jesús les respondió: Esta generación malvada e infiel reclama una señal, pero no tendrá otra señal que la señal del profeta Jonás. 40 Pues así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez, así estará el Hijo del hombre estará tres días y tres noches en el corazón de la tierra. 41Los ninivitas se levantarán en el Juicio contra esta generación y la condenarán; porque ellos hicieron penitencia al escuchar la predicación de Jonás, y aquí hay alguien más importante que Jonás. 42La reina del sur se levantará en el Juicio contra esta generación y la condenará; porque ella vino del extremo de la tierra a oír la sabiduría de Salomón; y aquí hay alguien que es más importante que Salomón. (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b) Indicaciones para la lectura Hoy contemplamos en el Evangelio a algunos maestros de la Ley y fariseos deseando que Jesús demuestre su procedencia divina con una señal prodigiosa, ya había realizado muchas, suficientes para mostrar no solamente que venía de Dios, sino que era Dios. Esta invitación suena a tentación pero Jesús no cae en ella. Más bien remite al signo definitivo de su resurrección, y pone el ejemplo de la conversión de Nínive por la predicación de Jonás, y el de la reina del sur que vino a contemplar la sabiduría de Salomón. Jesús es el signo que están pidiendo pero no saben descubrirlo. Meditación Maestro, queremos ver una señal hecha por ti. Los que hacen la pregunta siguen cegados, Jesús reprocha la dureza de corazón. El escritor hace una llamada de atención para que no sean de corazón duro y descubran la Verdad que está presente ante ellos, la Verdad de Dios, Jesús, el Hijo de Dios, el Mesías. Pues así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez, así estará el Hijo del hombre estará tres días y tres noches en el corazón de la tierra. Jesús, con tono profético, tomando ocasión de una señal prodigiosa del Antiguo Testamento, anuncia su muerte, sepultura y resurrección. Echar a Jonás al mar es sepultarlo, enviarlo al reino de la muerte, pero el pez que se traga a Jonás no lo mata, sino que lo devuelve a la vida, sale lleno de vida. El agua es el elemento que da la vida, esta se convierte en sepulcro a causa del pecado, pero esta volverá a su naturaleza original por medio de la redención de Cristo. Jonás es símbolo de esto, y la prefiguración de la muerte y la resurrección están claras en el relato. Los ninivitas se levantarán en el Juicio contra esta generación y la condenarán; porque ellos hicieron penitencia al escuchar la predicación de Jonás, y aquí hay alguien más importante que Jonás: Los de Nínive, por la conversión y la penitencia, recobraron la amistad con Dios. También nosotros, por la conversión, la penitencia y el bautismo, hemos sido sepultados con Cristo, y vivimos por Él y en Él, ahora y por siempre, habiendo dado un verdadero paso “pascual”: paso de muerte a vida, del pecado a la gracia. Liberados de la esclavitud del demonio, llegamos a ser hijos de Dios. Oración
Señor Jesús, qué gran prodigio, tanto el de la Pascua de Jesús como el de la nuestra por el bautismo. Nadie los ha visto, ya que Jesús salió del sepulcro, lleno de vida, y nosotros del pecado, llenos de vida divina. Ayúdanos a creer y vivir evitando caer en la incredulidad de quienes quieren ver para creer, o de los que quisieran ver a la Iglesia sin la debilidad de los humanos que la componemos. Que nos baste el hecho Pascual de Cristo, que tiene grandes consecuencias en todos los humanos y en toda la creación. Te pido la gracia de poder imitar a tu santísima madre, la Virgen María se confió de la Palabra de Dios, y no tuvo que correr al sepulcro para embalsamar el cuerpo de su Hijo y para comprobar el sepulcro vacío: simplemente primero creyó y después “vio”. Contemplación Jesús acompaña s Palabra con signos para atestiguar que el Reino está presente en Él, el Mesías. Los signos que realiza testimonian que el Padre lo ha enviado, invitan a creer en Jesús. La venida del Reino de Dios es la derrota de la muerte, del pecado, de Satanás. (CATIC 547-505) Creer en Dios significa para el hombre adherirse a Dios mismo, confiando plenamente en Él y dando pleno asentimiento a todas las verdades por Él reveladas, porque Dios es la Verdad. Significa creer en un solo Dios en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. (CATIC 150-152, 176-178)
Hoy pediré a Dios el don de la fe, que me conceda una fe firme, sólida, fuerte, que sea un total abandono a Él, a su Palabra, a su Providencia. Que me dé la fortaleza y la valentía de imitar a la Virgen María, modelo perfecto de abandono y confianza en Dios.
El má s importante es aquel quien sirve y se humilla ante los demá s Lunes 25 de Julio de 2016 INVOCACION AL ESPIRITU SANTO: Oh Espíritu Santo: Amor del Padre y del Hijo: Inspíranos siempre lo que debemos hacer y lo que debemos decir lo que debemos pensar, para procurar tu gloria y el bien de las almas. Amén. LECTURA: a. Texto: Mateo 20, 17- 28 17 Cuando Jesús subía a Jerusalén, tomo consigo a los doce discípulos aparte y les dijo por el camino: 18 - Miren, estamos subiendo a Jerusalén. Allí el Hijo del hombre va a ser entregado a los jefes de los sacerdotes y maestros de la ley, que lo condenaran a muerte, 19 y lo entregaran a los paganos, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; pero al tercer día resucitara. 20 Entonces, la madre de lo Zebedeos se acercó a Jesús con su hijos y se arrodillo para pedirle un favor. 21 El le pregunto: -¿Qué quieres? Ella contesto: -Manda que estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y otro a tu izquierda cuando tú reines. 22 Jesús les respondió: -No saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz de amargura que yo voy a beber? Ellos dijeron: -Si, podemos. 23 Jesús les respondió: -Beberán mi cáliz, pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, sino que es para quienes lo ha reservado mi Padre. 24Al oír aquello, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos. 25 Pero Jesús los llamo y les dijo: -Ustedes saben que los jefes de las naciones las gobiernan tiránicamente y que los dirigentes las oprimen.26 No debe ser así entre ustedes. El que quiera ser importante entre ustedes, sea su servidor, 27 y el que quiera ser el primero, que sea su esclavo. 28 De la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por todos. Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús. (Se Lee el texto dos veces o más hasta que lo hayamos comprendido) b. Indicaciones para la lectura: El último anuncio de la pasión introduce la enseñanza de Jesús acerca del servicio. La actitud de Jesús camino a Jerusalén para entregar sus vidas contrasta con el egoísmo de los Zebedeos, que buscan ser importantes. Los discípulos no han entendido el anuncio de la pasión, es por eso necesaria una actitud de servicio. MEDITACION Cuando Jesús subía a Jerusalén, tomo consigo a los doce discípulos aparte y les dijo por el camino: Jesús al tomar aparte a los doce apóstoles les da a manifestar un gran mensaje de confianza, es por ellos que se los dice a sus amigos, ya no siervos posteriormente apóstoles enviados, Miren, estamos subiendo a Jerusalén. Allí el Hijo del hombre va a ser entregado a los jefes de los sacerdotes y maestros de la ley, que lo condenaran a muerte, y lo entregaran a los paganos, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; pero al tercer día resucitara. Este es el tercer anuncio de su muerte, el mensaje de la pasión no es muy entendido para los discípulos, sin embargo ellos al ver lo que pasa lo comprenden con el tiempo. Entonces, la madre de los Zebedeos se acercó a Jesús con sus hijos y se arrodillo para pedirle un favor. Es interesante la actitud de la madre de los Zebedeos (Santiago y Juan), el hecho de arrodillarse para pedirle un favor pone de manifiesto que aquella mujer sabía quién era Jesús, y que a sus hijos, el arrodillarse es signo de veneración de respeto. Él le pregunto: -¿Qué quieres? Ella contesto: -Manda que estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y otro a tu izquierda cuando tú reines. Jesús sabía que quería algo por la forma en que ella se le acerco
El favor que ella le pide es por Hijos, quizá ella creía que ellos se merecían gran favor por haberlo seguido, ella buscaba los puestos de honor para sus hijos, Jesús les respondió: -No saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz de amargura que yo voy a beber? Ellos dijeron: -Si, podemos. La respuesta de Jesús es muy clara, Jesús les pone una condición, y vuelve a mencionar lo que le va a suceder, quizá ellos no tenían ni la mínima idea de lo que Jesús sufriría en Jerusalén, por eso respondieron que si, se alcanza a notar un egoísmo en los dos hermanos, junto con su madre. Jesús les respondió: -Beberán mi cáliz, pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, sino que es para quienes lo ha reservado mi Padre. Jesús les da por su lado, quizá podrán sufrir lo mismo por esos puestos de honor peo Jesús les niega este favor ya que no es el quien lo otorga es decir no es el dueño, sino es su Padre, estos puestos de honor ya están reservados, a aquellos que los merecen es decir para Jesús mismo quien está sentado a la derecha del padre, no es para los que se quieren sentir importantes, sino para aquel que se humillo hasta el extremo y que salva a todos los hombres con su sufrimiento. Al oír aquello, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos. La indignación de los demás discípulos es fruto del egoísmo y del querer ser los primeros, pero ellos todavía no entienden la respuesta de los dos hermanos, pudo haber sido una respuesta solo para querer apropiarse de los puestos de honor, sin embargo los otros diez también quisieran estar a la derecha y a la izquierda de Jesús, también esto es envidia de los demás por querer ser los más importantes. Pero Jesús los llamo y les dijo: -Ustedes saben que los jefes de las naciones las gobiernan tiránicamente y que los dirigentes las oprimen.26 No debe ser así entre ustedes. El que quiera ser importante entre ustedes, sea su servidor. Jesús reprende sus actitud egoísta pone de ejemplo la actitud tiránica y egoísta de los gobernantes que no piensan en los demás, Jesús les muestra una actitud contraria a la de los gobernantes, una actitud cristiana y muy humana, el ser el servidor de los demás quizá para el hombre sea el último puesto pero para Dios es la mejor actitud ya que apagamos nuestro egoísmo y beneficiamos al que nos rodea. Los apóstoles están aprendiendo en el camino. Y el que quiera ser el primero, que sea su esclavo. El primero no es aquel que se sienta a la derecha de Jesús, es aquel que es esclavo de los demás , es decir que se pone y ve las necesidades del que lo rodea, sin embargo para eso hay que humillarse y ver que el otro es mi hermano y necesita de mi. De la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por todos. Concluimos nuestra meditación poniendo por ejemplo de servicio a Jesús, el que vino a servir a toda la humanidad hasta el punto de dar su propia vida pro toda la humanidad. ORACION Señor Jesús en ocasiones nuestro egoísmo no ciega y queremos puestos principales aquí en la tierra y no sabemos buscar puestos de honor en el cielo, ayúdanos a ver que los verdaderos puestos de honor están allá, queremos que tu nos ilumines y que nos hagas ver que el más importante es aquel quien sirve a los demás, ayúdanos ha morir a nosotros mismos y dar vida en los demás, Amen CONTEMPLACION En el documento de Aparecida, nos dice 42. Que él se humano no le asusta la diversidad sino que lo que le asusta es no lograr reunir el conjunto de todos estos significados de la realidad, la persona busca siempre la verdad de sus ser que ilumina la realidad de tal modo que pueda desenvolverse con libertad y alegría. En el catecismo de la Iglesia Católica 872. Por su regeneración en Cristo se da entre todos los fieles una verdadera igualdad en cuanto a la dignidad y acción, en virtud de la cual todos, según su propia condición y oficio, cooperan a la edificación del Cuerpo de Cristo. COMPROMISO Pondré en el Señor mis anhelos, mi trabajo cotidiano y confiare en el que todo saldrá Bien hoy y siempre, le rezare un Padre nuestro poniendo en el todo mi ser.
Dichosos los que creen Martes 26 de Julio de 2016 ORACIÓN Señor: Hoy quiero escuchar tu voz pero falta silencio a mi alrededor. Enséñame a estar callado y escuchar atento tu voz. Que tu palabra ilumine mi vida, que tu palabra me comprometa y me haga vivir en tu presencia. Aun no te conozco. No sé apenas nada del evangelio. Quiero ser tu amigo ¡Y me preocupo tan poco de ti! Tú vienes hoy a visitarme y me invitas a abrir la puerta de mi corazón. Desde lo profundo de mi ser te espero y te grito: ¡Ven Señor Jesús! LECTIO Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda. Del Evangelio según Mateo 13,10-17 Y acercándose los discípulos le dijeron: «¿Por qué les hablas en parábolas?» Él les respondió: « Es que a ustedes se les ha dado conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Por eso les hablo en parábolas, porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. En ellos se cumple la profecía de Isaías: Oír, oirán, pero no entenderán, mirar, mirarán, pero no verán. Porque se ha embotado el corazón de este pueblo, han hecho duros sus oídos, y sus ojos han cerrado; no sea que vean con sus ojos, con sus oídos oigan, con su corazón entiendan y se conviertan, y yo los sane. «¡Pero dichosos su ojos, porque ven, y sus oídos, porque oyen! Pues les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron. Indicaciones para la lectura El Capítulo 13 nos presenta el Sermón de las Parábolas. Siguiendo el texto de Marcos (Mc 4,1-34), Mateo omitió la parábola de la semilla que germina sola (Mc 4,26-29), amplió la discusión sobre el porqué de las parábolas (Mt 13,10-17) y aumentó las parábolas del trigo y la cizaña (Mt 13,24-30), de la levadura (Mt 13,33), del tesoro (Mt 13,44), de la perla (Mt 13,45-46) y de la red (Mt 13,47-50). Junto con las parábolas del sembrador (Mt 13,4-11) y del grano de mostaza (Mt 13,31-32), son en todo siete parábolas las del Sermón de las Parábolas (Mt 13,1-50). MEDITACION En el evangelio de Marcos los discípulos piden una explicación de las parábolas (Mc 4,10). Aquí en Mateo, la perspectiva es otra. Quieren saber por qué Jesús, cuando habla a la multitud, sólo habla en parábolas: "¿Por qué usas parábolas para hablar con ellos?" ¿Cuál es el motivo de esta diferencia? A ustedes les es dado conocer el misterio del Reino. Jesús responde: "«Es que a ustedes se les ha dado conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene se le dará y le sobrará; pero a quien no tiene, aun lo que tiene se le quitará. ”. ¿Por qué a los apóstoles era dado conocer y a los otros no? Una comparación para ayudar en la comprensión. Dos personas escuchan a la madre que enseña sobre algo: "quien ama, no corta no cose…”. Una de las dos personas que escucha es hija y la otra no lo es. La hija entiende y la otra no entiende nada. ¿Por qué? Porque en casa de la madre, la expresión "cortar y coser" significaba calumniar. Así, la enseñanza de la madre ayuda a la hija a que entienda mejor cómo practicar el amor. Crece en ella aquello que ya sabía. A quien tiene se le dará y le sobrará. La otra persona no entendió nada y perdió hasta lo poco que pensaba entender respecto del amor y del ‘cortar y coser’. Se quedó confusa y
no consiguió entender qué tenía que ver el amor con ‘cortar y coser’. Quien no tiene, aún aquello que tiene se le quitará. Una parábola revela y esconde ¡al mismo tiempo! Revela para “los de dentro”, que aceptan a Jesús como Mesías Siervo. Esconde para los que insisten en decir que el Mesías será y debe ser un Rey Glorioso. Estos entienden las imágenes de la parábola, pero no llegan a entender su significado. En cuanto a los discípulos, crecen en aquello que ya saben respecto del Mesías. Los otros no entienden nada y pierden hasta lo poco que pensaban saber sobre el Reino y el Mesías. La realización de la profecía de Isaías. Como la otra vez (Mt 12,18-21), en esta reacción diferente de la gente y de los fariseos ante la enseñanza de las parábolas, Mateo ve de nuevo una realización de la profecía de Isaías. Dichosos los ojos que ven lo que están viendo. Todo esto explica la frase final: “«¡Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron.” Las parábolas: una nueva manera de hablar a la gente sobre Dios. La gente queda impresionada con la manera que Jesús tiene de enseñar. “¡Una nueva enseñanza! ¡Dada con autoridad! ¡Diferente a la de los escribas!” (Mc 7,28). Jesús tenía una capacidad muy grande de encontrar imágenes bien sencillas para comparar las cosas de Dios con las cosas de la vida que el pueblo conocía y experimentaba en su lucha diaria para sobrevivir. Esto supone dos cosas: estar por dentro de las cosas de la vida de la gente, y estar por dentro de las cosas de Dios, del Reino de Dios. En algunas parábolas acontecen cosas que no acostumbran acontecer en la vida. Por ejemplo, ¿dónde se vio un pastor de cien ovejas que abandona a las noventa y nueve para encontrar aquella única que se perdió? (Lc 15,4) ¿Dónde se vio a un padre que acoge con una fiesta al hijo que ha malgastado todos sus bienes, sin decirle una palabra de reproche? (Lc 15,20-24). ¿Dónde se vio a un samaritano ser mejor que el levita y el sacerdote? (Lc 10,29-37). La parábola induce a pensar. Nos lleva a implicarnos en la historia desde nuestra propia experiencia de vida. Hace que nuestra experiencia nos lleve a descubrir que Dios está presente en lo cotidiano de nuestra vida. La parábola es una forma participativa de enseñar, de educar. No nos da todo cambiado en un minuto. No hace saber, sino que hace descubrir. La parábola cambia la mirada, hace que la persona sea contemplativa, observadora de la realidad. Aquí está la novedad de la enseñanza de las parábolas de Jesús, distinta de la de los doctores que enseñaban que Dios se manifestaba sólo en la observancia de la Ley. Para Jesús “el Reino no es fruto de observancia. ¡El Reino está presente en medio de ustedes!” (Lc 17,21). Pero los oyentes no siempre lo perciben. ORACIÓN Salmo 53,3-6.8-9 Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu poder. Oh Dios, escucha mi súplica, atiende a mis palabras; porque unos insolentes se alzan contra mí, y hombres violentos me persiguen a muerte, sin tener presente a Dios. Pero Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida. Te ofreceré un sacrificio voluntario, dando gracias a tu nombre, que es bueno; porque me libraste del peligro, y he visto la derrota de mis enemigos. Contemplación CIC 2657 El espíritu Santo nos enseña a celebrar la liturgia esperando el retorno de Cristo, nos educa para orar en la esperanza. Inversamente, la oración de la Iglesia y la oración personal alimentan en nosotros la esperanza. Los salmos muy particularmente, con su lenguaje concreto y variado, nos enseñan a fijar nuestra esperanza. Mi compromiso: Descubrir la presencia de Dios en lo ordinario de mi vida
“El Reino vale la pena” Miércoles 27 de Julio de 2016 Mt 13,44-46 Invocación al Espíritu santo Espíritu Santo, Tú que ofreciste la sangre de Cristo al Padre para purificar nuestras conciencias de las obras muertas, y dar culto al Dios vivo; fortalécenos para que acudamos siempre a Cristo como Salvador que nos redimió con su muerte y resurrección, concédenos mantener siempre nuestra fe en Él y en lo que nos tiene prometido. Así sea. Lectura a) Texto 44 Sucede con el reino de los cielos lo mismo que con un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo deja oculto y, lleno de alegría, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo. 45También sucede con el reino de los cielos lo mismo que con un comerciante que busca perlas finas, y que, 46al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra. (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) b) Indicaciones para la lectura Mateo reúne dos parábolas gemelas. El acento recae en la reacción de los protagonistas ante un descubrimiento maravilloso. Mateo invita a los cristianos, que ya han descubierto el reino, a que vivan su opción con radicalidad y con alegría, pues una vez descubierto el reino todo lo demás carece de valor. Meditación 44 Sucede con el reino de los cielos lo mismo que con un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo deja oculto y, lleno de alegría, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo. La enseñanza que da Jesús, nos explica como por un tesoro que se encuentra se vende todo lo que se tiene para adquirir el campo en el que se oculta. Así también para adquirir el Reino, la persona se ha de desprender y debe vender todo lo que sea obstáculo para obtenerlo y entonces ingresar en él. En efecto el que encuentra un tesoro como este, el Reino de los Cielos, debe dejarlo todo por él, y renunciar con alegría a lo que tiene terrenalmente, es indudable, que no podemos comparar los bienes terrestres con la posesión de Dios. Alcanzar el Reino requiere buscarlo con interés y esfuerzo, hasta el punto de vender todo lo que uno posee. Esta es la mejor inversión de su vida, así también el cristiano desde que encuentra el reino. En adelante donde esté su tesoro estará su corazón. El gozo que provoca este tesoro que es el Reino y apreciar su valor, solo se consigue por medio del discernimiento y la sabiduría que Dios infunde en quien la pide en su oración ya que la opción hecha requiere no pocas renuncias. 45 También sucede con el reino de los cielos lo mismo que con un comerciante que busca perlas finas, y que, 46al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra. El Reino de los cielos no es semejante al comerciante, sino a la perla. El comerciante en un día, en su búsqueda, encuentra una excepcional, y vende todo lo que tiene para comprarla. La enseñanza de Jesús, al igual que la parábola anterior, nos enseña que hay que dejar todo lo que sea obstáculo para ingresar en el Reino. Se busca positivamente lo bueno, pero el reino es lo mejor. En la primera parábola, el tesoro se halla por casualidad y en la segunda, se encuentre buscando la perla, que por lo demás no deja ser algo casual, sin embargo lo que se pide en esta enseñanza es que se debe dejar todo lo que impida ingresar en el Reino. La perla y el tesoro es poder creer en Dios, tener fe, sin embargo para muchos es una alegre vivencia sino que al contrario ven la fe como un cúmulo de obligaciones, un legalismo que cumplir, y no una fuente de
libertad interior de quien ama a Dios y su prójimo. Creer y amar serán para el cristiano su mayor tesoro, al estilo de Jesús, entregar la vida para encontrarla y sin dejar de pedir, que venga su reino. Oración Llenos del gozo de saber que hay un tesoro esperando para nosotros te suplicamos señor nos des la capacidad de poder encontrar este tesoro en tu Evangelio, en la Eucaristía, en tu querida y amada Iglesia, en ellos está el tesoro escondido, la perla fina del reino por quien vale la pena dejar todo, dejar el hombre viejo para ser hombres nuevos en Cristo. Inunda nuestro corazón para ser capaces de descubrir este tesoro del reino que podemos disfrutar desde ahora y queremos gozar en la eternidad. Amén. Contemplación En la oración del Señor, se trata principalmente de la venida final del Reino de Dios por medio del retorno de Cristo (cf Tt 2, 13). Pero este deseo no distrae a la Iglesia de su misión en este mundo, más bien la compromete. Porque desde Pentecostés, la venida del Reino es obra del Espíritu del Señor "a fin de santificar todas las cosas llevando a plenitud su obra en el mundo" (MR, plegaria eucarística IV). "El Reino de Dios es justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo" (Rm 14, 17). Los últimos tiempos en los que estamos son los de la efusión del Espíritu Santo. Desde entonces está entablado un combate decisivo entre "la carne" y el Espíritu (cf Ga 5, 16-25). (CATIC 2816-2819) Hoy me desprenderé de algo que no necesite o a lo cual esté muy apegado para seguir a Cristo con un corazón más libre.
El reino de los cielos Jueves 28 de Julio de 2016 Oración Ven Espíritu Santo, entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vació del hombre si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Amen a) Lectura del texto Mateo 13,47-53 «También es semejante el Reino de los Cielos a una red que se echa en el mar y recoge peces de todas clases; y cuando está llena, la sacan a la orilla, se sientan, y recogen en cestos los buenos y tiran los malos. Así sucederá al fin del mundo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos y los echarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. «¿Habéis entendido todo esto?» Dícenle: «Sí.» Y él les dijo: «Así, todo escriba que se ha hecho discípulo del Reino de los Cielos es semejante al dueño de una casa que saca de su arca cosas nuevas y cosas viejas.» Y sucedió que, cuando acabó Jesús estas parábolas, partió de allí. b) Indicaciones para la lectura (Se lee el texto dos o más veces hasta que se comprenda) Jesús garantiza de forma absoluta que sus discípulos lo descubrirán como el Hijo del hombre, es decir, camino hacia el Padre, punto de unión entre el cielo y la tierra. Meditación Hoy, el Evangelio constituye una llamada vital a la conversión. Jesús no nos ahorra la dureza de la realidad: «Saldrán los ángeles, separarán a los malos de entre los justos y los echarán en el horno de fuego» (Mt 13,49-50). ¡La advertencia es clara! No podemos quedarnos dormidos. Ahora debemos optar libremente: o buscamos a Dios y el bien con todas nuestras fuerzas, o colocamos nuestra vida en el precipicio de la muerte. O estamos con Cristo o estamos contra Él. Convertirse significa, en este caso, optar totalmente por pertenecer a los justos y llevar una vida digna de hijos. Sin embargo, tenemos en nuestro interior la experiencia del pecado: vemos el bien que deberíamos hacer y en cambio obramos el mal; ¿cómo intentamos dar una verdadera unidad a nuestras vidas? Nosotros solos no podemos hacer mucho. Sólo si nos ponemos en manos de Dios podremos lograr hacer el bien y pertenecer a los justos. «Por el hecho de no estar seguros del tiempo en que vendrá nuestro Juez, debemos vivir cada jornada como si nos tuviera que juzgar al día siguiente» (San Jerónimo). Esta frase es una invitación a vivir con intensidad y responsabilidad nuestro ser cristiano. No se trata de tener miedo, sino de vivir en la esperanza este tiempo que es de gracia, alabanza y gloria. Cristo nos enseña el camino de nuestra propia glorificación. Cristo es el camino del hombre, por tanto, nuestra salvación, nuestra felicidad y todo lo que podamos imaginar pasa por Él. Y si todo lo tenemos en Cristo, no podemos dejar de amar a la Iglesia que nos lo muestra y es su cuerpo místico. Contra las visiones puramente humanas de esta realidad es necesario que recuperemos la visión divino-espiritual: ¡nada mejor que Cristo y que el cumplimiento de su voluntad! Oración Señor te pedimos que nos ayudes a sacar y dar siempre lo mejor de nosotros y desechar todo aquello que nos lleva a la perdición, mal humor, egoísmo, intolerancia, orgullo, soberbia… Que andemos siempre con nuestro mejor traje, el del último día, aquél que nos tendríamos que poner ante la más importante de las visitas que podríamos recibir…¡Qué más gran visita que Tú! Contemplación
La historia la humanidad, a la que Dios nunca abandona, trascurre bajo su mirada compasiva. Dios ha amado tanto nuestro mundo que nos ha dado a su Hijo. Él anuncia la buena noticia del Reino a los pobres y a los pecadores. Por esto, nosotros, como discípulos de Jesús, misioneros, queremos y debemos proclamar el Evangelio, que es Cristo mismo. Anunciamos a nuestros pueblos que Dios nos ama, que su existencia no es una amenaza para el hombre, que está cerca con el poder salvador y liberador de su Reino, que nos acompaña en la tribulación, que alienta incesantemente nuestra esperanza en medio de todas las pruebas. Los cristianos somos portadores de buenas noticias para la humanidad y no profetas de desventuras. (Aparecida, 30) Mi compromiso Hare un alto en mi vida y recordaré a que personas e ofendido con mi comportamiento y las visitare y les pediré perdón.
Jesú s y Lá zaro Viernes 29 de Julio de 2016 JN 11,19-27 ORACIÓN: Señor, envía tu Espíritu Santo sobre nosotros para que podamos escuchar con atención tu Palabra, hacerla vida con nuestras obras y ser así, testimonio de tu amor. Espíritu Santo, fuente de luz: ilumínanos. LECTURA: Se lee el texto evangélico, dos o tres veces, repasando mentalmente el escenario, los gestos y la intención del escritor. 19 “Muchos judíos habían ido a Betania para consolar a Marta y María por la muerte de su hermano. 20 Tan pronto como Marta se enteró que llegaba Jesús, salió a su encuentro; María se quedó en casa. 21 Marta dijo a Jesús: -Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. 22 Pero, aún así, yo sé que todo lo que pidas a Dios, Él te lo concederá. 23 Jesús le respondió: -Tu hermano resucitará. 24 Marta le dijo: -Ya sé que resucitará cuando tenga lugar la resurrección de los muertos, al final de los tiempos. 25 Entonces Jesús afirmó: -Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; 26 y todo el que esté vivo y crea en mí, jamás morirá. ¿Crees esto? 27 Ella contestó: -Sí, Señor; yo creo que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios que tenía que venir a este mundo”. Palabra del Señor: Gloria a Ti, Señor Jesús. Indicaciones para la lectura: Jesús se manifiesta abiertamente como el que tiene el poder sobre la muerte: Él es la resurrección y la vida. Estas palabras expresan el sentido sobre la misión de Jesús que es la de comunicar a los hombres la vida en plenitud. El diálogo con Marta va creciendo hasta convertirse en modelo de los que creen en Jesús incluso en los momentos más dramáticos y adversos de la vida. MEDITACIÓN: La intención es repasar el pasaje evangélico, versículo por versículo y así, captar de mejor manera el mensaje que se nos quiere transmitir. “Muchos judíos habían ido a Betania para consolar a Marta y María por la muerte de su hermano. La muerte de una persona siempre conmueve y estremece a la comunidad; es el momento de brindar apoyo, compañía y solidaridad. Todos alguna vez hemos experimentado la pérdida de un ser querido y la necesidad de que alguien nos consuele y nos acompañe. Tan pronto como Marta se enteró que llegaba Jesús, salió a su encuentro; María se quedó en casa. Marta se entera que Jesús se va acercando y sin pensarlo, sale a su encuentro; María, sin embargo, se quedó en casa. Sólo vamos al encuentro de alguien cuando sabemos o confiamos en que en esa persona encontraremos algo que nos haga sentir bien o nos brinde un poco de paz. Podemos imaginar la tristeza y la desesperación de Marta, al saber que su querido hermano ha muerto, le avisan que Jesús está cerca y sale a encontrarlo, sin duda, con el deseo de que Él le brinde paz y consuelo. Marta dijo a Jesús: -Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Al estar frente a Jesús, Marta le expresa lo que siente, lo que piensa y lo que ella cree que hubiera pasado si Jesús hubiera estado ahí; llama la atención, de manera especial, la confianza que Marta tenía en Jesús, al decir estas palabras. Ella sabe y cree firmemente que la presencia de Jesús, habría bastado para que su hermano no muriera. Pero, aún así, yo sé que todo lo que pidas a Dios, Él te lo concederá. Es tal la confianza y la fe que Marta tiene en Jesús, que a pesar de que Él no estaba presente en el momento de la muerte de su hermano, ella confía en que basta que Jesús pida algo a Dios y Él se lo va a conceder. La fe de
Marta es una fe a toda prueba: por un lado es consciente de que Jesús no es exclusivo de ella ni de nadie y que si no estuvo ahí en el momento de la muerte de Lázaro, fue porque estaba ocupado en otras cosas, pero aún así, confía y cree en Él. Jesús le respondió: -Tu hermano resucitará. Jesús escucha tranquilamente lo que Marta le dice; Él sabe que sus palabras no son un reproche o un reclamo, simplemente expresan el sentir y el dolor de una hermana por su hermano. Ante esas circunstancias, Él le dice: tu hermano resucitará, es decir, “ten fe, confía”. Marta le dijo: -Ya sé que resucitará cuando tenga lugar la resurrección de los muertos, al final de los tiempos. Marta sabe sobre la resurrección y cree en ella; no es ajena a la doctrina que Jesús había anunciado y que afirmaba que quien creyera en su Palabra, resucitaría junto con Él. No sabía con certeza cuando llegaría ese día, pero esperaba en él; escucha lo que Jesús le dice, pero sabe que ese día aún no está próximo, que aún falta para que llegue. Entonces Jesús afirmó: -Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; La afirmación de Jesús es la reafirmación de lo que ya había dicho a sus discípulos. Él es el Mesías esperado; no es como los demás, en Él está la resurrección y la vida, es más: Él mismo es la resurrección y la vida; nadie que crea en Él, morirá. Esta es la fe que sostiene y alienta nuestra esperanza: Él no miente y sus palabras no nos engañan. y todo el que esté vivo y crea en mí, jamás morirá. ¿Crees esto? Las palabras que Jesús dirige a Marta, pueden ser dirigidas también a nosotros; muchas veces nos cuesta entender cuando muere algún familiar nuestro y buscamos una y mil respuestas, cuando lo único que tenemos que hacer es confiar en Dios y creer firmemente en que así como Él resucitó a Jesús, de igual modo lo hará con nuestros familiares. Si creemos en Jesús, no moriremos, es algo que Él mismo nos asegura. Ella contestó: -Sí, Señor; yo creo que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios que tenía que venir a este mundo”. Marta tiene plena confianza en lo que Jesús le dice; sus palabras reafirman esa fe que ha depositado en Él, ella sabe en quien está confiando y ya no duda; lo reconoce como el Hijo de Dios y sabe que su misión en el mundo no es para condenarlo, sino para salvarlo. ORACION: Es el momento de convertir en oración lo que el Señor nos ha transmitido a través del texto evangélico. El episodio narrado en este trozo del evangelio, nos muestra una fe firme, clara y decidida. La fe que Marta tenía en Jesús, es un gran ejemplo para todos nosotros; así debe ser nuestra fe, sin dudas, sin titubeos. Señor, aumenta nuestra fe y nuestra confianza en Ti; en los momentos difíciles y en las circunstancias adversas, ayúdanos a poner en Ti nuestras vidas, nuestros problemas y nuestras dificultades; cuando nos sintamos solos, tristes o agobiados por momentos difíciles, recuérdanos que no estamos solos, que Tú vas con nosotros y que confiando en Ti, no hay nada que temer. CONTEMPLACIÓN: Para el cristiano, la vida no termina con la muerte, pues gracias a Cristo, la muerte cristiana tiene un sentido positivo (CATIC 1010); el mismo San Pablo lo afirma cuando dice “para mí la vida es Cristo y morir una ganancia”. En la muerte, Dios llama al hombre hacia sí, como decía Santa Teresa de Jesús “yo quiero ver a Dios y para verlo, es necesario morir”; la muerte es el fin de la peregrinación terrena del hombre, del tiempo de gracia y de misericordia que Dios le ofrece para realizar su vida terrena según el designio divino y decidir su último destino (CATIC 1013), recordando que Jesús también murió y por su muerte venció a la muere, abriendo así a todos los hombres la posibilidad de la salvación (CATIC 1019), reavivemos pues nuestra fe confiando en Cristo Jesús. Terminamos esta Lectio Divina, haciendo un profundo espacio de silencio que nos permita dialogar con Dios y pedirle que aumente nuestra fe y que aprendamos a descubrir su presencia en medio de las adversidades.
Muerte de Juan el Bautista Sábado 30 de Julio de 2016 Mt 14, 1-12 ORACIÓN: Señor, nos congregamos en tu nombre, dispuestos a escuchar tu Palabra, pero somos conscientes de que no basta escucharla, sino que debemos aprender a llevarla dentro de nosotros para que la vayamos convirtiendo en nuestra forma de actuar y vivir según esa Palabra que Tú nos transmites. Espíritu Santo, fuente de luz: ilumínanos. LECTURA: Se lee el texto evangélico, dos o tres veces, repasando mentalmente el escenario, los gestos y la intención del escritor. 1 Por entonces, el rey Herodes oyó hablar de Jesús, 2 y dijo a sus consejeros: -Es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos; por eso actúan en él los poderes milagrosos. 3 Y es que Herodes había detenido a Juan, lo había encarcelado y lo había metido en la cárcel, por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo. 4 Pues Juan le decía: -No te es lícito tenerla por mujer. 5 Y, aunque quería matarlo, tuvo miedo al pueblo, que lo tenía por profeta. 6 El día que se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en público y agradó tanto a Herodes 7 que éste juró darle lo que pidiera. 8 Ella, instigada por su madre, le dijo: -Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista. 9 El rey se entristeció, pero por no romper el juramento que había hecho ante los invitados, mandó que se la dieran, 10 ordenando que le cortaran la cabeza a Juan en la cárcel. 11 Trajeron la cabeza en una bandeja y se la dieron a la muchacha, la cual a su vez se la llevó a su madre. 12 Después vinieron sus discípulos, recogieron el cadáver, lo sepultaron y fueron a contárselo a Jesús. Palabra del Señor: Gloria a Ti, Señor Jesús. Indicaciones para la lectura: MEDITACIÓN: La intención es repasar el pasaje evangélico, versículo por versículo y así, captar de mejor manera el mensaje que se nos quiere transmitir. Por entonces, el rey Herodes oyó hablar de Jesús, La persona de Jesús y sus actitudes van creciendo de tal modo, que en todas partes se escucha hablar sobre Jesús y hasta oídos de Herodes llegan los rumores. y dijo a sus consejeros: -Es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos; por eso actúan en él los poderes milagrosos. Herodes cree que Jesús es Juan, el Bautista y que por ese motivo, realiza milagros; podría pensarse que Herodes reconoce en la persona de Jesús, algo divino; la realidad es que en el fondo, Herodes tenía miedo y al presencia de Jesús lo inquietaba a tal grado que reúne a sus consejeros para expresarles lo que piensa y quizá, buscando que ellos pudieran aconsejarlo o asesorarlo. Y es que Herodes había detenido a Juan, lo había encarcelado y lo había metido en la cárcel, por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo. El miedo o el temor que Herodes experimentaba era porque recordaba que él había mandado detener a Juan y lo había encarcelado; no es que él hubiera tenido motivos para hacerlo, pero lo hizo motivado por Herodías, la mujer con la que él vivía; ella a su vez, era la mujer de su hermano Filipo, es decir, su cuñada. Pues Juan le decía: -No te es lícito tenerla por mujer. Esa era la situación por la que Juan amonestaba a Herodes, diciéndole que no le era permitido tener por mujer a su propia cuñada, pues no sólo era una falta el que vivieran juntos sin estar casados, sino que encima de todo, ella era su cuñada, por lo que también estaba faltando a su propio hermano al obstinarse en esa relación ilícita. Y, aunque quería matarlo, tuvo miedo al pueblo, que lo tenía por profeta. Herodías, su cuñada y ahora su amante, odiaba a Juan porque juzgaba su relación con Herodes y aprovechaba cualquier oportunidad para decirle a Herodes que Juan no tenía ningún motivo para juzgarlos. A Herodes tampoco le
agradaba que Juan lo amonestara y las palabras de Herodías surtieron efecto, por lo cual, Herodes quería matar a Juan, pero temía que el pueblo se volviera en su contra, puesto que todos reconocían a Juan como un profeta. El día que se celebraba el cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó en público y agradó tanto a Herodes El día que Herodías esperaba para acabar con Juan, llegó precisamente con la celebración del cumpleaños de Herodes; la ambientación nos ubica en el momento en que Salomé, la hija de Herodías, danza frente al público, cautivándolos con sus movimientos; parece ser que su presentación fue todo un éxito y agradó hasta al mismo Herodes, que estaba fascinado con esa danza. que éste juró darle lo que pidiera. Herodes estaba tan contento que no midió las consecuencias de sus actos y en un arranque de euforia, llama a Salomé y ante todos, jura darle todo aquello que ella le pidiera como una recompensa al momento tan agradable que les había hecho pasar a él y a sus invitados. Ella, instigada por su madre, le dijo: -Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista. Salomé, ante la propuesta de Herodes, no sabe que responder o que pedirle; sabe que puede conseguir lo que quiera, pero decide pedir consejo a Herodías, su madre. Ésta, aprovecha la oportunidad y la convence para que le pida la cabeza de Juan, el Bautista El rey se entristeció, pero por no romper el juramento que había hecho ante los invitados, mandó que se la dieran, Cuando Salomé expresa su deseo a Herodes, éste se da cuenta del error que cometió al hacerle ese juramento; siente tristeza porque ante todo, le gustaba escuchar a Juan, a pesar de que lo amonestara, pero por el juramento que había hecho ante los presentes no le queda otra salida que cumplir su palabra. ordenando que le cortaran la cabeza a Juan en la cárcel. Herodes se arrepiente de lo que hizo, pero teme quedar mal ante sus invitados y es por eso que aunque no deseara matar a Juan, obligado por las circunstancias, manda que vayan a la cárcel y le corten la cabeza a Juan. Trajeron la cabeza en una bandeja y se la dieron a la muchacha, la cual a su vez se la llevó a su madre. Sus sirvientes cumplen con su orden y unos minutos después, vuelven con la cabeza de Juan sobre una bandeja y se la entregan a Salomé, quien a su vez, se la lleva a Herodías. Podemos imaginar la cara de satisfacción de Herodías al tener frente a sí, la cabeza de quien la acusaba; ahora nadie más lo hará. Después vinieron sus discípulos, recogieron el cadáver, lo sepultaron y fueron a contárselo a Jesús. Se puede contrastar la maldad de Herodías que supo aprovechar la situación, con la caridad y lealtad de los discípulos de Juan, quienes al enterarse de su muerte, van a recoger su cadáver para darle sepultura y luego van a contárselo a Jesús, pues consideran necesario que Él lo sepa. ORACION: Es el momento de convertir en oración lo que el Señor nos ha transmitido a través del texto evangélico. La experiencia nos demuestra que muchas veces se viven o se cometen injusticias, como sucede en este trozo del Evangelio. Es por eso que debemos pedirle al Señor que nos ayude a ser coherentes con nuestros actos y no anteponer nuestros actos a lo que nos digan o sugieran los demás; no podemos permitir que otros decidan por nosotros, ni que interfieran en nuestras decisiones. Señor, ayúdanos a ser justos y honestos en nuestras actitudes, buscando siempre el bien de los demás. CONTEMPLACIÓN: El texto que hemos reflexionado nos presenta una cruel injusticia cometida contra la persona de Juan, el Bautista y nos damos cuenta de cómo el pecado convierte a los hombres en cómplices unos de otros, hace reinar entre ellos la concupiscencia, la violencia y la injusticia (CATIC 1869); el pecado es un acto contrario a la razón que lesiona la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana (CATIC 1872); la actitud de los personajes nos recuerda que una mala acción lleva a la violencia y la injusticia prohibidas por el quinto precepto (CATIC 2534) y esto acarrea consecuencias nefastas, sin olvidar que aunque el pecado es un acto personal, todos tenemos una responsabilidad en los pecados cometidos cuando cooperamos a ellos (CATIC 1868).
Terminamos esta Lectio Divina, comprometiéndonos a evitar todo tipo de injusticia con nuestros familiares, amigos o la comunidad en la que vivo y esforzarnos, por hacer alguna obra de caridad entre los que nos rodean.
La confianza en la riqueza Domingo 31 de Julio de 2016
Lc 12, 13-21 ORACIÓN: Señor, ilumina nuestra mente para que podamos entender tu mensaje y abrir nuestro corazón para que reines en él y vayamos alejando de nosotros todo afán o anhelo de riqueza y así, estemos dispuestos a seguirte con sinceridad. Espíritu Santo, fuente de luz: ilumínanos. 1.- LECTURA: 13 Uno de entre la gente le dijo: -Maestro, di a mi hermano que reparta conmigo la herencia. 14 Jesús le dijo: -Amigo, ¿quién me ha hecho juez o mediador de ustedes? 15 Y añadió: -Tengan mucho cuidado con toda clase de avaricia; que aunque se nade en la abundancia, la vida no depende de las riquezas. 16 Les dijo una parábola: -Había un hombre rico, cuyos campos dieron una gran cosecha. 17 Entonces empezó a pensar: “¿Qué puedo hacer? Porque no tengo dónde almacenar mi cosecha”. 18 Y se dijo: “Ya sé lo que haré; derribaré mis graneros, construiré otros más grandes, almacenaré en ellos todas mis cosechas y mis bienes, 19 y me diré: Ahora ya tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y diviértete”. 20 pero Dios le dijo: “¡Torpe! Esta misma noche morirás. ¿Para quién será todo lo que has almacenado?”. 21 Así le sucede a quien atesora para sí, en lugar de hacerse rico a los ojos de Dios. Palabra del Señor: Gloria a Ti, Señor Jesús. Se lee el texto evangélico, dos o tres veces, repasando mentalmente el escenario, los gestos y la intención del escritor. Indicaciones para la lectura: Jesús nos advierte que el dinero y las posesiones no proporcionan la verdadera vida, sino que más bien pueden ser un obstáculo para obtenerla. La parábola es una advertencia dirigida a quienes como el rico confiado en su riqueza, no se preocupan por enriquecerse ante Dios. 2.- MEDITACIÓN: La intención es repasar el pasaje evangélico, versículo por versículo y así, captar de mejor manera el mensaje que se nos quiere transmitir. Uno de entre la gente le dijo: -Maestro, di a mi hermano que reparta conmigo la herencia. La cuestión sobre la repartición de las herencias familiares siempre ha acarreado problemas, dificultades y hasta separación entre las familias; no es extraño escuchar que hermanos, tíos y demás han dejado de dirigirse la palabra por el simple hecho de que no quedaron conforme con la repartición de herencias. Parece ser que éste era un caso de esos, en el que uno de los afectados se acerca a Jesús para pedirle que interceda ante su hermano y así, él reparta su herencia con él. Jesús le dijo: -Amigo, ¿quién me ha hecho juez o mediador de ustedes? La respuesta de Jesús es clara y sin rodeos, ¿por qué lo considera como un juez entre él y su hermano? Podríamos pensar que la fama de Jesús empieza a extenderse y algunos se dan cuenta de que habla con la verdad y es justo en sus acciones, motivo por el que podríamos suponer que esta persona acude a Él, en espera de que resuelva justamente su situación; para Jesús hubiera sido fácil arreglar este problema y ganarse así el aprecio de esta persona, pero sabemos que esa no era la intención de Jesús, sino que se le reconociera como el Hijo de Dios y es por eso que aunque esta persona espera que le ayude, Él le responde con esta pregunta interesante que podríamos interpretar como: ¿cuál es el verdadero motivo por el que me buscas o qué esperas de mí? Y añadió: -Tengan mucho cuidado con toda clase de avaricia; que aunque se nade en la abundancia, la vida no depende de las riquezas. El texto no nos dice ni nos aclara si esta persona estaba obrando bien, es decir, si era sincero y estaba buscando la justicia o actuaba movido por la avaricia; quizá Jesús sí conocía sus verdaderas intenciones y por eso le advierte que no se deje engañar por la avaricia en cualquiera de sus manifestaciones; añade además, que se convenza de que aunque se posean muchas riquezas, eso no asegura nuestra felicidad; muchas veces se cree que al tener muchos bienes, se alcanza la felicidad, pero los bienes no aseguran nada y la verdadera felicidad no consiste en tener muchos bienes o riquezas. Les dijo una parábola: -Había un hombre rico, cuyos campos dieron una gran cosecha. Para ilustrar mejor la situación, Jesús cuenta una parábola que habla sobre un hombre inmensamente rico que invertía su dinero en sus
campos y sembradíos, en espera de obtener buenas cosechas y por lo tanto, más riquezas, como sucedió en esa ocasión en que obtuvo una abundante cosecha. Entonces empezó a pensar: “¿Qué puedo hacer? Porque no tengo dónde almacenar mi cosecha”. Como sus bienes y sus riquezas ya eran muchos, al ver la cosecha que se había obtenido ese año, se puso pensar en dónde podría almacenar tan abundante cosecha; podemos suponer que los años pasados también habían sido de buena cosecha por lo que sus graneros o los lugares donde guardaba sus cosechas debían estar llenos. Y se dijo: “Ya sé lo que haré; derribaré mis graneros, construiré otros más grandes, almacenaré en ellos todas mis cosechas y mis bienes, Tal parece que este rico ha encontrado la solución al problema que se le presenta y podríamos imaginar que una de las soluciones pudiera haber sido la de repartir alguna parte de sus cosechas con los más necesitados o por lo menos, venderla a un precio más accesible y así, tener espacio para guardar la nueva cosecha o buscar alguna otra solución; para él, la mejor solución es la de construir otros graneros para tener más espacio donde guardar la cosecha. Tal pareciera que esa es la meta de todos aquellos que poseen bienes: el obtener más y más ganancias, sin preocupares por otra cosa que no sea la de encontrar la forma de aumentar sus riquezas. y me diré: Ahora ya tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y diviértete”. Por el texto, podemos imaginar que esta persona tenía tantos bienes que él mismo se dice: “ya no hay porque preocuparse, tengo la vida resuelta por varios años; ya no tengo que trabajar, pues con los bienes acumulados tengo la vida asegurada, por lo tanto, me dedicaré a disfrutar la vida comiendo, bebiendo y divirtiéndome”. pero Dios le dijo: “¡Torpe! Esta misma noche morirás. ¿Para quién será todo lo que has almacenado?”. Mientras pensaba y planeaba la construcción de sus nuevos graneros, Dios le habla y le dice: “torpe, insensato; ¿crees que ya tienes todo arreglado y asegurado? Pues para que veas, esta misma noche acabará tu vida y con ella, todos tus proyectos y dime ¿ya pensaste qué va a pasar con todos tus bienes, quién va a disfrutar de todo lo que durante tiempo acaparaste o guardaste sin compartir con los demás?” Así le sucede a quien atesora para sí, en lugar de hacerse rico a los ojos de Dios. Es lo que pasa con quien vive esforzándose por ganar y ganar dinero, sin tener tiempo ni para disfrutar de la vida o compartir el tiempo con los demás; se dice que cuando en las parábolas de Jesús, el protagonista o los personajes principales no tienen nombre, es precisamente con la intención de que cada uno de nosotros nos podamos identificar o reconocer con ese personaje; este pasaje puede ser uno de ellos y debe cuestionarnos sobre la manera en que nos estamos esforzando por hacernos ricos a los ojos de Dios o reflexionar sobre si vivimos sólo preocupados por lo material, sin pensar en lo que es verdaderamente importante. 3.- ORACION: Es el momento de convertir en oración lo que el Señor nos ha transmitido a través del texto evangélico. Señor, tu Palabra nos invita a reflexionar sobre la manera en que disfrutamos de los bienes que poseemos o si vivimos obsesionados con tener y tener, sin detenernos a disfrutar de lo que ya tenemos porque sólo pensamos en lo que quisiéramos tener. ¿Sí tenemos tiempo para platicar, convivir con nuestra familia y compartir los problemas, las alegrías y los momentos agradables o sólo estamos pensando en el trabajo, las ocupaciones o los problemas que tenemos? ¿nos angustiamos demasiado por la situación económica, a tal grado que descuidamos otros espacios como son lo espiritual, lo humano y lo familiar? ¿por qué cosas nos esforzamos cada día o en qué ponemos nuestra confianza? 4.- CONTEMPLACIÓN: Tu Palabra Señor, nos enseña que la verdadera dicha no reside ni en la riqueza o el bienestar, ni en la gloria humana o el poder. (CATIC 1723); las bienaventuranzas nos enseñan el fin último al que Dios nos llama: el reino, la visión de Dios; (CATIC 1726) es por eso que Jesús exhorta a sus discípulos a preferirle a Él respecto a todo y a todos y les propone “renunciar a todos sus bienes” por Él y por el Evangelio (CATIC 2544) esa es también la invitación para nosotros: confiar en que Dios no nos dejará solos nunca; el abandono en la providencia del Padre del cielo libera de la inquietud por lo que sucederá el día de mañana. (CATIC 2547).
Terminamos esta Lectio Divina, haciendo el firme propósito de no buscar las riquezas de la tierra, sino aquellas que nos conducirán a alcanzar los bienes eternos. Que nuestro afán sea el de obtener los bienes que nos ayuden a acercarnos a Dios y obtener así, la verdadera felicidad.