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Bloque Espiritual N° 92
Jesucristo – El Poderoso Conquistador Leemos en Romanos 8:31-39, “¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas? ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió, y más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de Aquél que nos amó. Por lo cual estoy seguro que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra criatura nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” Aquí algunos extractos del mensajero de Dios para este tiempo: Jesucristo, el poderoso conquistador, que conquistó toda tentación, todo hábito, todo lo que el diablo puso al hombre, Él lo conquistó. Conquistó toda enfermedad, conquistó todo pecado, toda tentación, Él conquisto la muerte, hades y el sepulcro. El poseyó todas las puertas de la tentación. Él era la simiente real prometida de Abraham (Génesis 22:14-17). [1]
Cuando Satanás llevó a Jesús a la cumbre de la montaña para tentarlo, le mostró todos los reinos del mundo (Mat. 4:1-11). Ahora, esos eran todos los que eran y todos lo que serían los reinos de todo el mundo. Y le dijo: “Estos son míos y yo hago con ellos lo que yo quiero. Los puede hacer que peleen uno contra el otro, los puedo hacer que hagan esto y lo otro.” Satanás reclamó los reinos del mundo, así que podemos ver como la avaricia y el egoísmo entró a la política. ¿Ven? Podemos ver entonces como está en la iglesia y sus líderes, como la avaricia y egoísmo entra en la iglesia. [2] Fíjense, cada edad de la iglesia, lo mismo tuvieron que vencer ellos, algunos de cada edad de la iglesia vencieron la tentación de esa edad. Yo tengo las Escrituras aquí; no pienso que en verdad tengamos tiempo para hacerlo. Pero sabemos, cada una de las edades de la iglesia.
¿Ven?, como dije en el principio, Ud. nace derrotado. Y ese nacimiento nunca puede traerte a Vida, porque Ud. nace derrotado. Y Ud. está en un mundo derrotado, entre gente derrotada entre credos derrotados, denominaciones derrotadas. Ud. tiene que llegar a la victoria de alguna manera. Jesús nos dio el ejemplo de cómo hacerlo. Ahora, nosotros queremos saber cómo vencer. Jesús nos dijo cómo hacerlo. ¿Ven?, humildad, ciñéndose con una toalla, y lavó los pies de los discípulos, y los limpió. El mismo Dios del Cielo se humilló a Sí mismo. Nosotros no queremos ser humillados. Esa es la razón que las mujeres no quieren que su cabello crezca ¿ven?, la razón que ellas no quieren vestirse como las damas deben de vestir, lo mismo los hombres no quieren... ¿Ven?, es la misma cosa. Ellos se sienten humillados. Pero Jesús constantemente... Miren quién era Él. La grandeza se humilla a sí misma. La gracia se humilla a sí misma; la grandeza. Yo he tenido el privilegio de conocer algunos grandes hombres. Y son estos tipos que tienen un cambio de ropa y cincuenta centavos en sus bolsillos y... para hacer ruido, ese es el tipo que piensa que él es algo cuando no es nada. Pero yo he estado con grandes hombres, yo estoy hablando de grandes hombres, que están entre hombres con las mangas raídas, los puños; y ellos lo hacen pensar que Ud. es la gran persona. ¿Ven?, la grandeza es humildad. ¡No se olviden de eso, iglesia! La grandeza es expresada en humildad, no cuán amable Ud. pueda ser... Yo no estoy hablando de ser sucio; yo estoy hablando de ser humilde en espíritu. ¿Ven? Yo no estoy hablando de no bañarse y de no asearse. Uds. deberían de hacer eso; Uds. saben eso. ¿Ven? Pero yo estoy hablando acerca de humildad, humildad genuina, no algo que es pretendido, algo que es, que es verdadera humildad. Jesús nos dijo cómo hacerlo. Él venció. "Vencer" significa "soportar la prueba", correcto, como los Santos de antaño lo hicieron, como Jesús lo hizo. En medio de todos Sus enemigos, Él soportó la prueba. En todo lo que Él fue probado, Él la soportó. Al encararse con la enfermedad, y Él siendo el Mesías, Él los sanó. Al encararse con la muerte, Él la trajo a vida otra vez. Al encararse con el Calvario, Su propia muerte, Él lo venció rindiéndose a Sí mismo. ¿Cómo? Por la Palabra. Él dijo: “Destruyan este templo, y Yo lo levantaré en tres días”. La Palabra así lo dijo. ¿Ven? Y al encararse con la muerte Él la derrotó; Él venció la muerte. Al encararse con el infierno Él derrotó al infierno y venció el infierno. ¡Sí! Al encararse con la sepultura Él venció la sepultura. ¿Cómo? Todo por medio de la Palabra y humildad. ¡Oh, hermano! Ese es el Hombre verdadero. Ese es el que debe ser su ejemplo. ¿Ven? Él derrotó todo, lo venció. La Biblia dice que Él – Jesucristo – fue tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Él fue tentado por la bebida; Él fue tentado por mujeres; Él
fue tentado en todo lo que podía ser tentado. Él fue tentado en todo lo que nosotros somos; Él era un hombre. Y aún así Ud. no podía señalarlo con el dedo. Sí, señor. ‘Vencer’, significa “reconocer al diablo en cada uno de sus trucos”. Mucha gente dice que no hay diablo; que es sólo un pensamiento. ¡No crean Uds. eso! Hay un diablo real. Él es tan real como Uds. lo son, como cualquiera, un diablo real. ¡Y Uds. deben reconocerlo como real! Uds. deben saber que él es un diablo. Y entonces, al mismo tiempo que Ud. lo reconoce a él y sabe que él es un diablo, y que él está en contra suya, entonces, para vencer Ud. debe reconocer que el Dios que está en Ud. es más grande y poderoso que él, que el que está en Ud. ya lo venció a él, y por Su gracia Ud. es más que un rival para él. ¡Amén! Eso es vencer verdaderamente (I Juan 4:4). Ud. mira atrás y dice: “Yo estoy haciendo esto, y estoy haciendo eso”. Entonces oh, oh, Ud. está derrotado. Pero no hay condenación para aquellos quienes están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu. Entonces Ud. se da cuenta que ha vencido, y que Ud. sabe que él es un diablo. Ud. no puede decir: “Yo tengo una enfermedad, y yo no creo que es una enfermedad”. ¡Oh, sí!, es una enfermedad. Ud. tiene cáncer y Ud. no cree que sea un cáncer; es un cáncer. Es un cáncer. Pero recuerde que más grande es el que está en Ud. que el que está en el mundo. Ud. debe de darse cuenta que el Espíritu Santo que está en Ud. ya ha vencido esta cosa. Y Él está en Ud., y Ud. puede vencer por Él. Eso es exactamente algo sensato. Así es exactamente de la manera que las Escrituras están escritas: Vencedores. El Dios que está en Ud. es más grande que el que está en él. El dios del mundo no es tan grande como el Dios del Cielo el cual está en Ud. Tanto como la oscuridad puede estar en la presencia de la luz... Ahora, la oscuridad no puede estar en la presencia de la luz. A mí no me interesa cuán oscuro esté; la luz la desvanecerá. No puede estar. ¡Gloria! Pero Ud. tome tanta oscuridad como pueda, y trate de pararse contra la luz una vez, y vea lo que sucede. Ese que está en Ud., es Luz. Y el que está en el mundo es oscuridad. Así la Luz ha probado vencer la oscuridad. Y un hombre que está en Cristo y sabe que él ha vencido las cosas del mundo, ¡amén!, el mundo ya no tiene más ataduras sobre Ud. en lo absoluto, Ud. es libre. “Andad en la Luz así como Él está en la Luz, y la Sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado, y tenemos comunión unos con otros para siempre” (I Juan 1:7). Allí lo tiene. Él que está en Ud. es más grande que el que está en el mundo. Ahora, si Ud. mira atrás, y Ud. está condenado, entonces Ud. todavía está en el mundo. Pero si Ud. está viviendo por encima de eso, entonces Él que está en Ud. lo ha guiado a Ud. por encima de las tinieblas. Como el lirio, él está por encima de
la oscuridad del lodo. Él está por encima de la oscuridad de las aguas lodosas. Él está en la luz, reflejando la belleza que fue puesta en él antes que él saliera del lodo. ¡Amén! Ahora, yo me siento como un Cristiano que grita. Lo que estaba allí adentro por Dios en el principio, se abrió camino, venció. Venció el forro; venció el lodo; venció las aguas. Venció todo, y era un vencedor y reflejó la belleza y la gloria de Dios. De esa manera lo hace cada creyente. De esa manera lo hizo Noé. De esa manera lo hizo Lot. Miren en qué lió él estaba metido. De esa manera lo hizo Moisés. De esa manera lo hizo Josué. De esa manera lo hizo Daniel. De esa manera lo hicieron Sadrac, Mesac. De esa manera lo hizo Juan el Bautista, Zacarías y Elizabet. De esa manera Simeón, de esa manera Ana, cada uno de ellos lo hicieron. Ellos vencieron el lodo que estaba alrededor de ellos y adentro de ellos, levantaron sus rostros por encima de la cosa y resplandecieron la gloria de Dios. Eso es lo que hace un verdadero Cristiano. Recuerden, Jesús nos mostró cómo se hace. Cuarenta días de tentación. Él fue tentado más allá de lo que cualquier hombre pudiera ser tentado, en la tentación de Jesucristo. Ahora, fíjense; Él nos mostró cómo se hace. ¿Cómo lo hizo Él? Por la Palabra. Así fue cómo Él lo hizo, porque Él era la Palabra. Jesús dijo: “Si vosotros permanecéis en Mí, y Mis Palabras en vosotros...” (Juan 15:7), Uds. regresan a la Palabra otra vez, la Palabra de promesa. ¿Cuál es la Palabra de promesa para cada Cristiano? “Mayor es Él que está en vosotros que el que está en el mundo”. Entonces, ¿cómo puedo yo vencer? No yo, pero la Palabra que está en mí. La Palabra es Dios. Entonces yo venzo las cosas del mundo, porque es la Palabra dentro de mí. “Si vosotros permanecéis en Mí, y Mis Palabras en vosotros, pedid lo que deseáis” (Juan 15:7). Sólo continúen avanzando. Uds. están llegando a la cima, sin duda alguna. ¿Ven? Uds. tienen que llegar a la cima. En cuarenta días de tentación, Él venció por la Palabra de Dios. Yo quiero enfatizar algo aquí sólo por unos cuantos minutos. Satanás lo atacó a Él con tres grandes asaltos en esa tentación. Fíjense, siempre es en esos tres. No olviden esto. Él lo atacó a Él con tres grandes asaltos desde el más grande hasta el más pequeño. El trató lo mejor que pudo para conquistarlo, pero Él era la Palabra. ¡Amén! ¿Qué usó Él? A Sí mismo, la Palabra. Los tres grandes ataques de Satanás, o asaltos contra Él, pero Él los enfrentó con la Palabra. Cada ataque, Él lo logró con la Palabra (fíjense en esto ahora), desde el más grande hasta el más pequeño. Con lo primero que él lo atacó, fue que usará Su gran poder. Pero Él sabía que Él era la Palabra; Él sabía Su posición. ¿Creen Uds. que Él lo sabía? “Yo soy el Hijo del hombre”. Él sabía Su posición. Y Satanás vino y quería que Él usará Su propio poder en Sí mismo para que Él se alimentara. Él quería que Él mismo se alimentara; Él tenía hambre. Un hombre con hambre, puede
hacer cualquier cosa. Él robará, defraudará, mendigará, pedirá prestado, cualquier cosa. ¿Ven?, Él tenía hambre. Y Satanás usó su primer gran asalto sobre Él, para que tomara el poder que se le había dado a Él para vencer, y que lo usara para Él mismo. Él no lo usó para Él mismo. ¡No! Él lo usó para otros. Correcto. Él lo usó para otros, no para Él mismo; no era para Él. Aunque Él podía haberío hecho, Él seguramente podía haberío hecho. ¿Pero ven cómo se pone el diablo? El diablo quiere que Ud. lo obedezca. El obedeció solamente lo que el Padre dijo que se hiciera. Correcto. Pero Satanás dijo: “Escrito está, a Sus ángeles mandará acerca de...” (Lucas 4:513, Mat. 4:5-7) Él dijo: “Sí, pero también escrito está”. Allí lo tienen Uds. ¿Ven?, Él sabía quién era Él. El pensamiento va más profundo de lo que se escribió. ¿Ven?, es inspiración. El grano está por dentro, es lo que realmente es. Aunque Él podía haberío hecho, no lo hizo. Pero Él nunca prestó atención a las proposiciones de Satanás. Ahora, aquí está una cosa buena. ¿Ven?, muchas veces Satanás puede tomarlo, y cuando Ud. piensa que está haciendo la voluntad de Dios, y puede hacerle una proposición, y Ud. la aceptará. Sí, señor. Seguro que él puede. Ahora, tomemos por ejemplo, como a nuestras hermanas. Ellas son bonitas, y él puede llevarlas a un punto en donde Uds. dejan su cabello crecer y Uds. sin pensarlo, se mira muy bien en Uds., y cuando menos piensan, Uds. como que se empiezan a sentir un poquito altivas, un poquito vanidosas. Algunos de Uds. hombres, Uds. saben lo que yo quiero decir. ¿Ven?, y él puede tomar esa misma cosa y proponérsela a Uds. Correcto. ¿Ven? Uds. tienen que vencer eso. Sólo recuerden, Uds. están viviendo para Dios. Uds. tienen un objetivo, y ese es Jesucristo. Fuera de eso, no hay nada más que importe; Ese es Él. Luego, en segundo lugar, para la familia de Uds.; luego en tercero lugar, para Uds.; pero primero, para Dios, y sigue, para la familia de Uds, y luego, para Uds. Uds. son el número tres; eso es el fin del camino. Uds. se ponen al fin; Él lo hizo. Miren lo que Él podía haber hecho, dijo: “Yo pudiera pedir a Mi Padre, hablarle a Él, e inmediatamente Él pudiera enviarme doce legiones de Ángeles”, cuando uno de ellos pudiera destruir al mundo. Dijo: “Si Mi Reino fuera de este mundo Mis súbditos hubieran peleado, pero Mi Reino es de lo alto”. Allí lo tienen Uds. ¿Ven?, Él pudiera haber hecho eso, pero Él no lo hizo. ¿Ven? Aunque Él podía haberío hecho, nunca escuchó la proposición de Satanás. Ahora, ¿han oído Uds. a gente decir: “Si Ud. cree que hay un sanador Divino... Si Ud. es un sanador Divino... Vaya traiga a su sanador Divino; yo tengo aquí un hombre enfermo; me gustaría ver que lo sane”. ¿Ven a ese mismo diablo? Él está tratando de hacerle una proposición a Ud. ¿Ven? Él
está tratando que Ud. lo escuche a él en lugar de a Dios. Pero un siervo verdadero, genuino de Dios, escuchará y verá lo que dice el Padre primero. ¿Cómo vencer? Tomando la Palabra, la promesa, en humildad, caminar humildemente. Oh, cuando esa trompeta suene, Uds. pueden enterrarme en el mar, pero la trompeta me despertará. Un día yo me iré al hogar. ¡Amén! Hasta ese entonces yo continuaré luchando, llevando esta cruz, manteniendo mis ojos no en la gente, sino allá en el Calvario; porque Él fue mi Ejemplo; Él mostró cómo hacerlo. Y Su ejemplo gustosamente lo seguimos día tras día. Jesús nos dijo cómo vencer. Él no únicamente nos dijo, sino que nos mostró cómo se hizo. Él nos dirigió. Tú nos mostraste cómo hacerlo; recibir la Palabra dentro de nosotros y estar seguros de aferrarnos a esa Palabra, “Escrito está”, en cada tentación, pero ser humildes, caminar humildemente. Entonces hemos conquistado por medio de Él, por medio de Su poder, el cual ya ha conquistado a nuestro enemigo. Y la única cosa que tenemos qué hacer es solamente caminar humildemente con fe creyendo eso y con nuestra placa de identificación del Espíritu Santo, y Satanás tiene que moverse. [3] Él – Jesucristo – conquistó a cada diablo, a cada poder sobre la tierra, que vino en contra de Él, sólo con la Palabra del Padre. Cada tentación que Satanás le dio a Él, Él reprendió a Satanás; no con Sus propios poderes que Él tenía, sino con la Palabra de Dios. “¡Escrito está…! ¡Escrito está…! ¡Escrito está…!”. Porque Él era la Palabra. Cuando Satanás atacó a Eva, ella no era la Palabra, así que ella falló. Cuando él atacó a Moisés, hizo la misma cosa. Pero cuando él dio contra este Hijo de Dios, Él tenía 10,000 voltios. Le tumbó las plumas sueltas, cuando Él regresó y dijo: “Escrito está, ‘el hombre no vivirá solamente de pan, mas de toda Palabra que sale de la boca de Dios’”. Allí estaba ese Hijo Varón hecho carne. La Palabra Eterna de Dios, ¡Él mismo manifestado en un Cuerpo de carne aquí en la tierra, para representar la Palabra! [4] Se nos ha enseñado a “resistir al diablo, y él huirá de nosotros” (Santiago 4:7). Ahora, “resistir” es simplemente “rechazarlo”; sencillamente resístalo, es “simplemente darle la espalda e irse”. Dios ha dicho una cierta cosa; sin importar lo que él esté intentando decirle, Ud. ni siquiera le presta atención. Ud.... sus oídos están sordos a cualquier otra cosa excepto a lo que dice el Espíritu. ¿Ven? “Él que tiene oído (que escucha, tiene fe), vea lo que el Espíritu dice a las iglesias”; el que tiene el poste receptor para escuchar, que capta lo que el Espíritu dice a las iglesias (Apoc. 3:22). [5] Al Hermano Branham le hicieron está pregunta:
“Yo soy salvo y he sido bautizado en el Nombre de Jesucristo, pero ¿cómo me puedo librar de un espíritu de terquedad del cual no me he podido librar?” Bien, mi hermana o hermano Cristiano, quienquiera que sea, ahora, por lo regular cuando uno encuentra gente que tienen espíritus de terquedad, por lo general es un complejo que causa esto, que lo han heredado de la madre, del padre, del tío, de la tía o de la abuela, del abuelo, de alguien así. Y si Ud. siguiera su descendencia, encontraría...Ahora, lo tengo por experiencia, bajo discernimiento, porque me he encontrado casos en la plataforma, miles que tenían ese espíritu. Y cuando menos pienso, estoy siguiendo el rastro de ese espíritu por discernimiento y me doy cuenta que hubo un abuelo, que hubo una abuela, que hubo alguien allá atrás, y Ud. heredó eso por naturaleza. Terquedad no es de Dios. Y la única manera de deshacerse de eso, es que uno tiene que tener fe para conquistar eso, que Ud. es un Cristiano. Ud. es un hijo o una hija de Dios, cualquiera que Ud. sea, y Ud. nunca será capaz de simplemente reprenderlo y reprenderlo y reprenderlo. Es como estar provocando a una serpiente de cascabel, que está allí lista para morderlo. Si Ud. la ignora y se aparta de ella, no puede dañarlo. Así que cuando Ud. sienta que Ud. tiene un espíritu de terquedad, ponga la cosa en el altar, y crea en Dios que la cosa está muerta y Ud. nunca la tendrá jamás, y siga adelante y nunca más le ponga atención a eso, y la cosa lo dejará. “Resistid al Diablo, y huirá de vosotros”, esto es: “apartarse rápidamente”. Así que eso sería mi consejo de cómo vencerlo. Nosotros vencemos al Diablo por fe. Así es como nosotros vencemos todo mal, por fe. [6]
El Apóstol Pablo dijo en Gálatas 2:19-20, “Porque yo por la ley soy muerto a la ley, a fin de que viva para Dios. Con Cristo estoy juntamente crucificado; mas vivo, ya no yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” Ahora eso somos nosotros. Cualquier hombre está sujeto a errores. Él está sujeto a un error porque él es humano. Él está sujeto a las violaciones de las leyes de Dios, y está sujeto a muchas cosas, porque Satán lo tienta y él sólo es un ser humano. Y si Dios aún levantara Sus manos, él fallaría. Eso es todo. Yo he oído a gente decir: “Oh Satán no puede hacer eso.” Sí, Ud. sólo deje que Dios levante Su mano una vez y vigile lo que sucede. Yo constantemente pido: “Dios, no lo envíes, ten misericordia de mí. Mantenlo alejado de mí." Ud. vea. Yo necesito la misericordia de Dios. Y nosotros todos necesitamos eso. [7]
Pagó su precio; concluyó la cuestión. Sus pecados siendo como la grana son tan blancos como la nieve; siendo rojos como el carmesí, son tan blancos como la lana. Entonces Uds. no tienen pecado. Uds. están perfectamente sin pecado. No importa lo que Uds. hicieron o lo que Uds. hagan, Uds. todavía están sin pecado. Mientras hayan aceptado a Jesucristo como su Salvador, sus pecados son perdonados. Todo lo que es perdonado, es remitido, y se ha olvidado al respecto. Entonces, ¿qué es lo que hace? Les da a Uds., después de esa condición, Su Espíritu para que lo sigan a Él, y hacer lo que El hizo para otros que están siguiendo adelante. [8] Referencias: [1] "El Poderoso Conquistador" (58-0110, Chicago), par. 44 [2] "El Verdadero Sello De Pascua" (Vol.14 No.3), par. 90 [3] "Como Puedo Vencer" (Vol.4 No.12), par. 91-92 / 100-121 / 178-179 / 181 [4] "Dolores De Parto" (Vol.3 No.4), par. 107-108 [5] "Fe Perfecta" (Vol.6 No.11), par. 115 [6] "Dios Siendo Malentendido", C.O.D., Q-No. 137, par. 46-48 [7] "Influencia" (Vol.18 No. 9, 63-1114), par. 83-84 [8] "Aquel Día En El Calvario" (Vol.2 No.5), pg. 14-15
“Bloque Espiritual” – Boletín de la Palabra Revelada de esta hora, es presentado a Ud. por: Gerd Rodewald, Friedenstr. 69, D-75328 Schömberg, Alemania www.biblebelievers.de, Fax: (+49) 72 35 33 06 Publicado por “Publicaciones Palabra Hablada” del Perú, América del Sur “…viene uno con un Mensaje que cuadra perfectamente con la Biblia, y una obra rápida dará la vuelta a la tierra. Las simientes saldrán en los periódicos, en material de lectura, hasta que cada Simiente predestinada de Dios lo haya escuchado.” [Hno. Branham en C.O.D., 62-0527, pár. 179]