JORNADA: Violencia machista • Factores sociológicos que la estimulan • Como viven esta situación las mujeres que son objeto de agresividad y violencia. • Como repercute en los/as hijos/as que se ven inmersos en estos ambientes.

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Resumen de las intervenciones de los ponentes de la mesa

Lídia Guinart, la Regidora de Polítiques d'Igualtat, Innovació i Universitat del Ajuntament de Sta. Coloma de Gramanet.

La violencia machista es una grave vulneración de los derechos de la mujer. Dijo que el ajuntament ofrecía a las mujeres afectadas por la violencia una primera acojida con ayuda psicológica. También han iniciado un plan de coheducación y atención sobre indicadores de relaciones abusivas a las escuelas desde niveles de niños de los primeros cursos de primaria. El objtivo es promover un cambio cultural. Han realizado ya 75 talleres sobre el tema.

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Es una cuestión preocupante que entre las edades de 15 y 18 años ya se constate el 9,2% de actos de violencia. Otro factor a cuidar es que sólo el 35% de estudiantes ven los celos como algo negativo. El 28% de adolescentes no ven la actitud de dominio del chico como un factor de riesgo. En los últimos 30 años, en España ya suman 2.500.000 las mujeres que han sido víctimas de algún acto de violencia. Actualmente la cifra es de 600.000 y el 72% no lo denuncia. En lo que va de año ya han muerto 47 mujeres en manos de sus parejas. La violencia machista impacta en la mujer por la acumulación y reiteración de actos de vejación y violencia. Un problema que dificulta la lucha contra esta lacra es la falta de criterio en la valoración de pequeños actos violentos que van incrementándose en el tiempo y la dependencia emocional y muchas veces también económica del agresor. Con frecuencia el agresor no es percibido como alguien detestable porque fácilmente proyecta una buena imágen social: simpático, carismático, con ciertos rasgos de lider y de protector. Debajo se esconde una personalidad enfermiza, narcisista y dominadora.

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Elisabet Moreno, psicóloga del Centre d’Informació i Recursos per a Dones (CIRD)

El abordaje terapeútico que desarrolla su servicio, contempla un muy completo y que permite identificar una serie de factores que condicionan el problema de violencia.

anàlisis

Analizan: o o o o o

Edad de la mujer Posible dependencia del marido País y cultura de orígen Si tuvo o no experiencias de abuso en su infancia Si con anterioridad a su actual relación fue objeto de malos tratos.

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o o o o

o Su estabilidad psicológica: anàlisis de síntomas que puedan identificar su madurez o precariedad emocional. o Ideas sobre cómo cree ella que debe ser la relación de pareja, en qué consiste el amor y la relación familiar. o Cuál es su nivel cultural e intelectual, especialmente cuál es su nivel de inteligencia emocional: • Miedo a la soledad • Miedo al rechazo social • Baja autoestima e imágen • Etc. Variables económicas (puede o no ser autónoma, puede hacerse cargo el alimento de los hijos. Posible dependencia de substancias tóxicas (alcohol, drogas, tabaco,..) Factores posibles de ayuda social Les aportan asesoramiento sobre qué pueden hacer y cómo actuar en cada caso.

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Noemí Nuñez, psicòloga de l’Àrea de Reparació i Atenció a la Víctima.

Desarrollan tres programas: 1. Atención doméstica a la víctima. Peritage sobre las características de la relación, cómo vive la víctima su situación. Consecuencias que puedan derivarse. Constatación de si los hijos son también víctimas de violencia por parte de los padres. 2. Atención directa a la víctima en actos de violencia. (9.000 órdenes de protección practicadas). La identificación puede ser por derivación del juez o por derivación de otros servicios.

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Hacen un acompañamiento a la mujer, informándole de sus derechos y impulsando que sea la propia mujer quien haga la denuncia pero asesorándola para que este hecho no provoque una situación de riesgo. Es interesante destacar que muchas veces la mujer maltratada va a hacer su exposición de hechos con sentimientos de culpa. Esto dificulta la esteriorización del problema. 3. Impulsan medidas de protección y atención emocional, ayudándoles sobre cómo autoprotegerse y perder el miedo. Cuando procede coordinan contactos con presos, personas que han sido juzgadas por su comportamiento violento. Han constatado que la relación de malos tratos se inicia ya en la primera relación de pareja. En 1996, la OMS, señaló que la violencia de género constituía un factor determinante en el deterioro de la salud y la estimulación de enfermedades. Procuran ayudar a la mujer víctima a activar el “yo puedo”, mediante una relación de empatía que hace que la víctima sienta que es comprendida. También le ayudan a relaciones positivas con su entorno.

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Exposición Mossos Escuadra de la Oficina d’atenció a les víctimes dels Mossos d’Esquadra de Sta. Coloma de Gramenet

Expusieron el protocolo de actuación, destacando la dimensión humana de su trabajo. No lo limitan a registrar la denuncia sino que acompañan a la víctima al hospital si procede. También hacen un seguimiento del proceso y de la víctima, efectuando visitas-sorpresa al domicilio cuando pasan el nivel de mujeres protegidas, 200 actualment, para asegurarse de que no se han sucedido nuevos episodios de violencia. Intentan crear un ambiente tranquilizante para la mujer, le intentan trasmitir que ellos están de su parte, que no la dejarán sola y que la ajudarán. Hacen notificación de sus derechos a la mujer y cuando hay una intervención judicial acompañan a la víctima. El perfil sociológico suele ser bajo, de parejas sin recursos, mayoritariamente de orígen sudamericano y marroquies.

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Destacaron que un 20% de los malos tratos provienen de padre o de algún hermano.

Jordi Giró, president de CONFAVC Jordi Giró explicó de qué manera des del movimiento vecinal se estaba trabajando la lucha por erradicar esta “lacra social”. Concretamente detalló que la Confederació d’Asociacions Veïnals de Catalunya (CONFAVC), des del 2008 estaba desarrollando el proyecto “Eines contra la violencia masclista” en algunos municipios, des de las asociaciones vecinales. Un proyecto que tiene el objetivo de crear una red de mujeres involucradas en los barrios que puedan dar asesoramiento y acompañar a las víctimas de la violencia machista en los servicios especializados como son los servicios sociales, la asistencia jurídica y policial, entre otros recursos que han

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creado las administraciones públicas. Un proyecto que también se explicó con el pase de la càpsula audiovisual de la Fundació CONFAVC “ Des dels barris lluitem contra la violència masclista”. Giró también insistió en qué en muchas ocasiones son los vecinos y las vecinas los más próximos a las víctimas, y que pueden y deberían ser un colchón efectivo y de ayuda a estas mujeres maltratadas. Además hizo hincapié, a partir de su experiencia personal, que la lucha contra las desigualdades de género tiene que empezar a partir de una educación no sexista des del hogar y la escuela. El presidente de la CONFAVC terminó su intervención alentando a trabajar, conjuntamente con las administraciones, en la sensibilización contra la violencia machista, porque “había mucho trabajo por hacer” y en éste se tenía que involucrar toda la sociedad.

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Jordi Balcells, director de Aula Actual Además de la mujer, en la violencia machista hay otras víctimas: los hijos. El problema principal es su impotencia a la hora de hacer frente al problema que les afecta. Su falta de experiencia y de madurez emocional hace que vivan las situaciones de tensión entre sus padres con mucha inseguridad, mucho miedo y mucha tensión. También quedan afectados por un fuerte sentimiento de soledad al observar que sus padres, implicados en su propio conflicto e incapaces de resolverlo, les queda poco margen para atender de manera adecuada las necesidades de los hijos.

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Con frecuencia el clima familiar enrarecido crea malas relaciones entre todos los miembros ya que ni los padres saben manejar las alteraciones de comportamiento de los hijos como intento de llamar la atención, ni los hijos saben como reaccionar a los comportaments iregulares i a veces patologicos, especialmente del padre. El miedo suele acompanyar la convivencia.con sus progenitores. También con frecuencia los hijos pueden convertirse fácilmente en objeto de manipulación emocional, sobre todo por parte del padre agresor (seducción, sobreprotecció como pretexto de ganar-se su apoyo, descalificación de la madre, intento del padre de justificar su violencia contra la madre en fallos y defectos de ésta. Uno de los síndromes es la alineación parental..) Si se compara con los padres afectuosos de otros niños, ellos se sienten perdedores. Su autoestima decae. Pueden sentir tristeza, celos y envidia. Otros transtornos que se han detectado en menores, hijos de padres objeto de violencia machista son: - Ataques de asma, - Insomnio, enuresis, ecopresis - Pesadillas nocturnas - En niños pequeños pueden darse ataques de pánico y terror en mementos de agresión física - Los niños introvertidos i atemorizados, son candidatos a ser víctimas de bullying en primaria. También pueden pasar a ser maltratadores en niveles de estudios superiores, en la etapa de la adolescencia. Es muy frecuente que acusen problemas en sus estudios o que incluso abandonen prematuramente su escolarización. Y se vayan convirtiendo en niños gamberros, maleducados, desafiantes... porque ellos no tienen un espacio en el que desarrollar los valores, ni suficiente nivel de calidez afectiva. Se sienten solos en casa i también fuera de ella.

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La acumulación de impactos negativos va dejando en su inconsciente sedimentos de pobreza personal, de falta de afecto, de desvalorización, de ser persona de poco valor para sus propios padres....Esto condiciona su capacidad para interpretar adecuadamente su ralidad, para crecer i desarrollar-se mentalmente y para saber tomar buenas decisiones. En la construcción de su proyecto de vida. En relación a los modelos parentales, tienen mucha confusión a la hora de integrarles en su interior: rechazo, intento de comprensión del problema, sobreprotección a la madre, no desear romper bruscamente con el padre ya que ellos no son víctimas. Hay también el riesgo de percibir como patrón conductual, que ser débil no es bueno, que es mejor imponerse. Pueden ver al padre como referente de dominio y de poder. En esta fase de identificación con algún modelo, si el padre gana influencia en la mente del hijo, hay el riesgo de pérdida de sensibilización moral. Es cuando poco a poco puede ir convirtiéndose en un potencial agresor. Es su autodestrucción condicionada por experiencias traumáticas de violencia. Pueden también buscar protección fuera de casa juntándose con otros perdedores, implicándose en el consumo abusivo de drogas y alcohol y convirtiéndose en seguidor de bandas juveniles. ¿Qué podemos hacer? Debemos lamentar que actualmente no se afronta suficientemente la atención hijos de maltratadores desde una perspectiva de derecho a la infancia. Los expertos denuncian falta de especialistas en ayuda psicológica directa.

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Es necesario incrementar la formación y coordinación entre los diversos actores y servicios que intervienen en los procesos de violencia de género: juristas, sanitarios, policías y educadores. Deberíamos incentivar y valorar las organizaciones de voluntarios que intervienen en los casos de violencia. Harían falta grupos de voluntarios capacitados en crear experiencias de relación entre las madres maltratadas y los voluntarios mediante un vínculo de mucha calidez, de mucha cercanía emocional para que se integren como un factor positivo en el inconsciente de los niños de padres afectados de violencia y esto les ayude a desarrollar la esperanza en el futuro y la convicción de que no están solos y que finalmente van a poder vivir un futuro normalizado y positivo.

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