ZAMORA, 27 DE NOVIEMBRE DE 2011
dominical delfinario
El crimen del bebé DELFíN RODRÍGUEZ
José Carrillo Rector de la Universidad Complutense de Madrid, catedrático de Matemática Aplicada
«Ninguna sociedad está por encima de su sistema educativo»
Rutas a pie por tierras de Zamora
A la gran ciudad de la Maya en Quintanilla del Monte
Diputación vieja, donde se asentaba el Gobierno Civil.
La batalla más liberal de Zamora El enfrentamiento entre Genaro Alas y Claudio Moyano determinó la pronta marcha del padre de Clarín de la provincia zamorana
LA OPINION-EL CORREO / Domingo, 27 de noviembre de 2011
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Claudio Moyano.
Leopoldo Alas.
Cuando
Moyano dejó a Zamora sin Alas El enfrentamiento abierto entre el diputado toresano y el padre de Clarín, nombrado gobernador civil de la provincia hace ahora 160 años, determinó la corta estancia de la familia en tierra zamorana ✒ Marisol López «Me nacieron en Zamora». La frase autobiográfica de Leopoldo Alas, «Clarín», ha sido excusa histórica para sostener toda suerte de interpretaciones sobre la relación entre el escritor y su tierra natal. Sin embargo, existen datos ligados a la vida de su padre, Genaro García Alas, nombrado gobernador de Zamora hace ahora 160 años, que indican la influencia de algo más que el azar a la hora de determinar la cuna del autor de «La Regenta». El nombramiento de Genaro García Alas como gobernador de Zamora fue un encargo político claro para un hombre de confianza del Gobierno de Bravo Murillo: debía acabar con la cada vez más ostensible influencia del diputado por Toro Claudio Moyano. Y sería Moyano quien determinaría a su vez que la estancia de la familia de Clarín en Zamora resultara tan efímera, apenas dos años. Genaro García Alas y Suárez de la Vega había nacido en Carreño (Asturias). Pertenecía a una familia terrateniente y poseía distinciones como la de caballero de la Orden Militar de San Mauricio y San Lázaro de Cerdeña. En 1844 se casó con Leocadia Ureña y Cadanes, asturiana (aunque su padre ejerció el cargo de gobernador en León), con la que tendría cinco hijos. Leopoldo, el cuarto del matrimonio, nacería en Zamora. El padre de Clarín había sido alcalde de su pueblo natal y desempeñó varios cargos políticos en Asturias y en Madrid (llegó a ser secretario honorario de Su Majestad). Su actividad política estuvo vinculada al destino de su gran amigo, José Posada Herrera, profesor de Economía de la Universidad de Oviedo y que en 1846 llegó a ostentar el cargo de secretario del Consejo de Estado, de forma que
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Genaro Alas llegó a la capital con el encargo de acabar con el creciente poder del zamorano y consiguió hacerle perder las elecciones de 1853. En la batalla no dudó en enfrentarse al obispo Manso Las biografías de Clarín sitúan erróneamente el nacimiento del escritor en una calle de la Pina que nunca existió en Zamora. El alumbramiento tuvo lugar en la Rúa, donde se encontraba el edificio gubernamental Como liberal, se preocupó de garantizar la escolarización de los niños de la provincia
le resultaría sencillo influir en el Ministerio de Gobernación para conseguir el nombramiento de Alas en Zamora, según explica el biógrafo de Clarín, Yvan Lessorgues. Existe un cierto vacío documental sobre la figura del progenitor de Leopoldo Alas en sus años zamoranos, puesto que la documentación correspondiente a la época en el Gobierno Civil de la provincia fue quemada. Sobre este hecho, los historiadores locales mantienen dos teorías, una de ellas la mera costumbre de utilizar papel viejo como combustible y otra, la de que la documentación habría ardido en la pira que improvisaron las autoridades franquistas a la muerte del dictador. Sea como fuere, ni siquiera los descendientes actuales de la familia conservan un retrato para conocer el aspecto físico de Genaro García Alas. Adolfo Posada, íntimo amigo de Clarín, lo presenta como un «caballero de noble porte y señorial continente, de aventajada estatura y muy hombre de mundo». Los escritos de índole administrativa que dejó hablan de un hombre de carácter recto, hasta el punto de que una de las bisnietas de Clarín, Ana Cristina Tolivar Alas, se atreve a barruntar, a la luz de las investigaciones realizadas sobre la obra literaria de su antepasado, que ese difícil temperamento se adivina en las figuras paternas que retrata Leopoldo Alas en sus primeros relatos. En su filiación, Genaro prescindió de parte de su primer apellido, el García, firmando siempre como Genaro Alas. Sin embargo, el apellido reaparece en las partidas de nacimiento y bautismo del futuro escritor, inscrito como Leopoldo Enrique García Alas, lo que no ocurre, por ejemplo, con el primogénito, Genaro. Su filiación política, dentro de la corriente moderada de los liberales, sí que queda
patente a lo largo de su carrera profesional. La regente María Cristina lo nombró gobernador de Zamora el 30 de junio de 1851 y el correspondiente Real Decreto fue publicado el 11 de julio en el Boletín Oficial de la Provincia: «(…) Vengo en nombrar gobernador de la provincia de Zamora a D. Genaro Alas, gobernador que ha sido en comisión de la provincia de Lugo», reza el anuncio inserto. El 18 de julio, ya aparece un artículo de oficio donde se anuncia su llegada a la capital zamorana y el lunes, 21 de julio, se publica otro escrito en el que se dirige a las autoridades locales y a los zamoranos en general. En él se declara «lisonjeado con hallarme al frente de una provincia pacífica cuyos habitantes son ventajosamente distinguidos por su honradez proverbial». Genaro Alas llega a la provincia, sumida ya en plena decadencia, con un ideario liberal claro. Ello incluye la pretensión de modernizar y agilizar la administración y se dirige de forma clara a las autoridades zamoranas que quedan bajo su supervisión: «El servicio público y consiguientemente la conveniencia de los particulares exige la rapidez mayor posible en la instrucción y terminación de los negocios administrativos. En este concepto recomiendo a los alcaldes y ayuntamientos el más breve despacho de los que estén bajo sus atribuciones y de los informes, datos y noticias que se les pidan o diligencias que se les cometan. Todo retraso en este particular lo tendré como indisculpable». Si la situación administrativa se acercaba al caos, el estado de las cuentas municipales no era mucho mejor. Una de las obligaciones del gobernador era impulsar el aumento de las rentas del Tesoro, algo que, afirmaba, «procuraré sin embargo se verifique sin vejámenes y sin acudir a medidas de coacción,
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Plano de 1851 de José Pérez donde se señala el punto correspondiente al antiguo Gobierno Civil de Zamora en lo que hoy es Ramos Carrión. Abajo, partida de nacimiento de «Clarín» en el registro municipal abierto bajo el mandato de su padre.
para mí siempre repugnantes cuando no están muy motivadas». Pero en ese mismo discurso se adivinan rasgos de esa recta moralidad sobre la que se asientan los escasos datos acerca de la personalidad de Genaro Alas: «Los tratos ilícitos que produzcan escándalo o perturbación en las familias, el desprecio de nuestra religión y su culto, la embriaguez habitual, la vagancia y todo cuanto pueda perjudicar a las buenas costumbres ha de ser corregido instantáneamente, y cuando la acción de la autoridad local no baste al efecto deberá interpretar la mía o la de los tribunales de justicia». Como liberal convencido defendía el progreso social a través de la educación universal. De hecho, el núcleo político del que procede de Oviedo, tal y como explica el historiador Miguel Ángel Mateos, generaría una importante corriente de pensamiento político dentro del liberalismo y serviría de germen a la Institución Libre de Enseñanza. Y así, exhorta a las autoridades municipales a vigilar la correcta escolarización de los zamoranos. «Una buena educación del niño es lo que más influye en alejar al hombre del vicio, deben pues los alcaldes inspeccionar las escuelas públicas del territorio municipal que administran e
invitar a los padres de familia a que lleven sus hijos a ellas». En el poco tiempo que estuvo al frente del Gobierno Civil de Zamora dedicó esfuerzos a avanzar en las maltrechas comunicaciones
entre Zamora y Benavente, como parte de la vía de unión con León y Asturias, una ruta, la de la Plata, que ya entonces se consideraba crucial para el comercio de productos zamoranos como el trigo o los vinos. Al terminar su etapa en la provincia, numerosos tramos de dicho camino se encontraban en obras o en trabajos de explanación. Es autor, además, de informes sobre la condición de Zamora como plaza fuerte que se conservan en el Archivo Militar de Madrid, y en los que se ponía ya de manifiesto la pérdida de dicha condición por la capital zamorana. Informes como el suyo y de sus sucesores labraron el futuro derribo de las murallas, años más tarde. Entre la fecha de llegada a Zamora de la familia Alas Ureña a Zamora hasta el nacimiento de Leopoldo Alas «Clarín» apenas transcurren los nueve meses preceptivos de embarazo de su madre, Leocadia. El nacimiento se produjo a las cinco y media de la tarde en la sede del Gobierno Civil. En las biografías dedicadas al escritor se atribuye, erróneamente, la dirección a una calle de la Pina que jamás existió en la capital zamorana, tal y como asegura el historiador José Andrés Casquero. Lo más seguro es que el alumbramiento se produjera en la antigua casona que ocupara el solar sobre el cual se levanta actual-
mente el antiguo Palacio de la Diputación. Un error en la transcripción o de lectura habría confundido Pina con lo que en verdad debería figurar: calle Rúa (entonces ese tramo aún no se conocía como Ramos Carrión, el compositor zamorano futuro amigo íntimo de Clarín y que vivía justo enfrente del palacete). El hecho de que la partida de bautismo se recoja el lugar del nacimiento como la parroquia de San Juan, en la vecina Plaza Mayor, y la coincidencia de los planos dibujados en las memorias del sucesor de Alas en el Gobierno Civil de Zamora, Antonio Guerola, con el de la ciudad obra del arquitecto José Pérez de 1851, avalan esta teoría. El nacimiento de su hijo tuvo también relevancia en el papel administrativo del progenitor. Hasta entonces sólo existían registros de los nacimientos a través de los libros de bautismo de las parroquias. Pero bajo el gobierno de Genaro Alas se puso en marcha una inscripción municipal, de forma que Clarín fue uno de los primeros niños zamoranos que figuran en el antecedente del registro civil, tal y como explica el director del Archivo Provincial de Zamora, Florián Ferrero. Aunque la verdadera función del gobernador en aquella época tenía mucho más que ver con la de jefe político. Es posible, por la coincidencia en el tiempo, que desde el Gobierno Civil de Zamora, se vigilaran ya los pasos de un joven ingeniero que había llegado a la provincia con la misión de trazar el tren de comunicación con Galicia: Práxedes Mateo Sagasta, por la condición de masón del futuro líder de los progresistas, señala Mateos, y porque ya entonces sus actividades seguramente no se circunscribían exclusivamente al ámbito de su profesión. Sin embargo, la misión encomendada expresamente por el Gobierno era el control de un hombre del mismo sector moderado en el que militaba Alas. Claudio Moyano había desafiado a Bravo Murillo y lo había tachado de inmoral cuando el Gobierno extremó sus posiciones hacia posturas más autoritarias. El zamorano era uno de los mayores rentistas de la provincia, acumulaba poder económico y político, por lo que la determinación fue clara: debía perder las elecciones celebradas en 1853 a favor de otro diputado del distrito de Toro, Braulio Rodríguez. Para controlar los comicios, Genaro Alas se sirvió de un funcionario, José Emilio de Santos, según relata Antonio Guerola: «Habiéndose puesto el señor Moyano en abierta y personal oposición (…), el señor Alas recibió la poco envidiable comisión de destruir la influencia moyanista y vencerla a toda costa en las elecciones de principios de 1853. Ruda fue su batalla, pero el Gobierno venció sacando a su candidato, don Braulio Rodríguez, hijo también de Toro, en contra del señor Moyano». Fiel a su espíritu de entrega en el trabajo, Alas no dudó ni siquiera en enfrentarse con el obispo de Zamora, Rafael Manso, durante aquella disputa política: impuso una multa al administrador diocesano, Antonio Casaseca, «progresista juicioso y representante moyanista en Zamora», según describe Antonio Guerola: «Puesto en abierta lucha con mi antecesor Alas, ocurrió una cuestión de bienes del clero en la cual Casaseca desobedeció al gobernador y éste le impuso una multa de 500 reales. El obispo reclamó diciendo que Casaseca no había hecho más que seguir sus instrucciones y que si pagaba la multa la pagaría el obispo. Nada bastó: Alas solo vio una cuestión de elecciones y la multa se pagó». A Guerola le tocaría después condonar la multa. Porque Moyano distaba mucho de estar políticamente muerto. En agosto de 1853 fue nombrado ministro de Fomento en el nuevo gobierno del general Lersundi. El primer acto del zamorano fue trasladar a Genaro Alas a Teruel, aunque su familia todavía permanecería unos meses en la capital zamorana. «Pude dejarle cesante, pero me contenté con trasladarle, porque no quiero reacciones ni venganzas», se jactó el futuro promotor de la Ley de Instrucción Pública. La política había provocado que a Clarín lo nacieran en Zamora y la política dejó a Zamora sin Alas.
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Fermoselle en la historia
Jardines del castillo, hoy abandonados. / Foto Arribas.
✒ Manuel Rivera Lozano El castillo o fortaleza de Fermoselle ha sido uno de los temas predilectos de nuestro estudio y especial investigación así como contenido frecuente de nuestras informaciones en este diario y podemos añadir que no será ésta la última vez porque vendrán posteriormente otras nuevas. La tropa o guarnición militar asignada a la plaza fuerte de la villa ya ha sido motivo de referencia en otras ocasiones, pero hoy lo hacemos de nuevo presentando un documentocontrato del suministro de víveres. Veamos: «En 7 de octubre de 1788. Sépase cómo yo, Manuel Mayor Santos, vecino de la villa de Fermoselle, provincia de esta ciudad de Zamora, estante al presente en ella, en la forma que más firme sea por derecho digo: Que por cuanto ha tratado y convenido con don Clemente-María Rodríguez, director de la Provisión de Víveres de este Ejército, lo que se suministra por el Banco Nacional de San Carlos bajo de ciertas condiciones, fabricaré y suministraré por mí mismo las raciones de pan de munición y fanegas de cebada que correspondan y necesite la tropa que exista o transite por dicha villa y pueblos de su inmediación por tiempo y espacio de 2 años, que dieron en 10 de septiembre próximo pasado de este presente año y habrá de concluir en fin de agosto de 1790. Por tanto en aquella vía y forma que más haya lugar en derecho y por el tenor de este instrumento otorgo: Que me obligo a fabricar y suministrar todas las raciones de pan y fanegas de cebada que sean necesarias a la tropa que subsista o transite por la citada villa y pueblos de su inmediación por el referido término de los 2 años, bajo de las condiciones siguientes: 1.ª Que las fanegas de trigo que se contemplen necesarias para dicha fábrica y suministro se le han de entregar por esta Dirección de Zamora en esta plaza, de común calidad de esta tierra y no ha de poder solicitar el citado Manuel Mayor Santos otro mejor ni pedir daños ni perjuicios con pretexto de no haber sido el trigo que se le entregare de mejor calidad, más limpio, seco, añejo o nuevo, pues desde luego se ha de conformar en recibir de la expresada clase. 2.ª Que todos los gastos de alquiler, de horno, leña, maquila, agua, acribaduras y demás
Contrato del suministro a la guarnición del Castillo de la villa que se originen para la fabricación y suministro del pan y cebada han de ser de cuenta y riesgo de dicho Manuel y su satisfacción y los ha de pagar durante el tiempo de esta contrata. 3.ª Que igualmente ha de ser de su cuenta y riesgo la conducción de dichas fanegas de trigo que se entreguen para el citado fin desde esta ciudad a la referida villa de Fermoselle pagándosele por vía de porte 5 reales de vellón por fanega. Y en el caso de que tenga más utilidad a la Provisión comprar dicho trigo en la misma villa o sus inmediaciones ha de ser también de cuenta del citado Manuel su conducción por el porte en que se convenga con el Director de Zamora. 4.ª Que dicha fábrica y suministro de raciones de pan de munición ha de ser igualmente de su cuenta y riesgo y también la de cebada y ha de responder de cualquier falta o queja legítima que produzca la tropa porque en este caso ha de quedar la Provisión indemne de toda responsabilidad y no ha poder pretender se le entreguen más fanegas de trigo ni de cebada que las que acredite haber suministrado con recibos legítimos de la tropa.
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Manuel Mayor Santos ha convenido con don Clemente-María Rodríguez, director de la Provisión de Víveres del Ejército, fabricar y suministrar las raciones de pan de munición y fanegas de cebada que necesite la tropa acuartelada
5.ª Que por cada una de las dichas fanegas de trigo que le entreguen por la Provisión medidas por el pote de Ávila, bien sea en los almacenes que tiene esta ciudad o en las paneras de algunas personas particulares a quienes haya comprado en ella y sus arrabales o en otro cualquier particular, que se ha de dar 57 raciones de pan de munición de a libra y media castellanas cada una, de buena calidad sin dar lugar a que por la tropa se produzca queja alguna pena de responder a ella, a cuyo respeto se ha de hacer la cuenta a dicho Manuel para abonarle las fanegas de trigo que importe el suministro que acreditase en los términos prevenidos. 6.ª Que si proveyese el tránsito o establecimiento de alguna tropa de caballería en dicha villa ha de ser de su cuenta y riesgo el suministro de cebada que se le encargara igualmente por la Dirección de Zamora, siendo de cuenta de dicho Manuel su conducción por el porte en que se convenga con el Director, sobre cuyo particular se observará lo mismo que va provenido en cuanto al trigo en la condición 3.ª. 7.ª Que celebrada que sea dicha escritura se han de entregar por la Provisión al citado Manuel Mayor cuatro costales o sacos para tener las harinas, de los cuales ha de ceder el correspondiente recibo con expresión de su valor para que concluido el tiempo de la contrata los devuelva a la Provisión con el importe de los menoscabos que tengan y si tuviesen más valor se le reintegrará la Provisión. Y consecuente con las nominadas condiciones y cada una de ellas subinsertas me obligo con mi persona y bienes muebles y raíces, presentes y futuros a que fabricaré y suministraré las raciones de pan de munición y fanegas de cebada que pertenezcan y necesite la tropa estante en dicha villa y pueblos de su inmediación en los términos, modo, forma, calidad y condiciones que expresan las que van insertas bajo de aquella responsabilidad u obligación que citan y por el expresado término de los 3 años, los cuales dicha condición guardaré y
cumpliré sin darle otro sentido ni interpretación más que aquel que literalmente por ella suena, en cuyos términos lo ha tratado y convenido con dicho señor director, sin que haya de dar otra fianza alguna. Y yo el referido don Clemente Rodríguez, que a lo contenido en esta escritura he estado y estoy presente, otorga: Que como tal director de Provisión a cuyo cargo está lo acepto en todo y por todo según y como en ella y en cada una de dichas condiciones se contiene, obligando en la forma que puedo los bienes, rentas y efectos de dicha Real Provisión a que cumpliré con la entrega de granos y demás que por dichas condiciones se debe ejecutar, sin que falte cosa alguna, pena de ser responsable a los daños, perjuicios y menoscabos que se causasen y las costas y ambos por lo que así toca damos poder a las justicias y jueces de S. M., a quienes nos sometemos y por especial al del señor intendente general que es o fuere de este Ejército y demás jueces. Y por firme lo otorgamos ante el presente escribano en la ciudad de Zamora, siendo testigos Toribio Plaza, Tomás Conde y Juan García Mozo, vecinos y residentes en ella y los otorgantes a quien yo el escribano doy fe conozco, lo firmó el que supo y por el que dijo no saber, a su ruego, lo hizo uno de los testigos. Firmas. Ante mí: Juan Gómez de Rojas». (1) El fermosellano Manuel Mayor Santos se compromete a fabricar y suministrar las raciones de pan necesarias para la tropa destinada en la fortaleza de la villa así como la cebada que necesite el ganado caballar a su servicio en la propia localidad o los pueblos de su inmediación. Un pan genéricamente denominado en el argot militar como de munición, el que se daba a los soldados, penados o presos fabricado por lo común en grandes cantidades y que tenía que cumplir con la medidas y peso reglamentario. Este suministro se obliga por un tiempo cierto de 2 años, que abarcaba desde el primero de septiembre de 1788 hasta el último día de agosto de 1790. El pacto del acuerdo de la contrata se hace con Don Clemente-María Rodríguez en calidad de director de la oficina provincial de Provisión de Víveres del Ejército y de cuyo abono debería responder el entonces Banco Nacional de San Carlos, hoy Banco de España. Que el trigo o cebada en cuestión se hará entrega en la ciudad de Zamora y de la calidad común propia de esta tierra, por lo que no podrá pedir otro mejor ni solicitar daños o perjuicios. Que todos los gastos que se originen para la fabricación y distribución del pan y de la cebada, tales como alquiler de dependencias, horno, leña, maquila (porción de grano o harina que corresponde al molinero por la molienda), agua, selección o criba del cereal serán de cuenta del otorgante, haciendo constancia que los pagará en el propio tiempo de la contrata. También figura como responsabilidad de nuestro paisano la conducción del grano desde Zamora hasta la villa, recibiendo a cambio 5 reales por fanega (12 celemines o 48 cuartillos y equivalente a 55,5 litros de capacidad). Se hace responsable nuestro contratista del buen reparto del referido pan de munición y de la cebada así como de su falta o de cualquier queja a que dé lugar la tropa, renunciando expresamente a pedir más cantidad en todo caso que la que justifique con los recibos legítimos de lo suministrado. Se especifica que las referidas fanegas de trigo que se entreguen en la Provisión estarán medidas por el pote de Ávila, unidad de medida reconocida en toda Castilla la Vieja y León y de cada una de ellas se han de dar 57 raciones de a libra y media castellanas (la libra se dividía en 16 onzas y equivalía a 460 gramos de peso y cada onza se dividía en 16 adarmes) del ya citado pan de munición de buena calidad en evitación de quejas de la tropa. Fuente: (1) A. H. P. Z. A. Notariales n.º 2.405. Folio 371. Año 1788.
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Aquellas curiosidades del pasado Monumento a los Caídos en el parque de San Martín. Años 70.
Punto final al estraperlo Corría 1952 y finaliza el racionamiento de alimentos, después de más de una década soportándolo ● Ese mismo año Franco visita la ciudad llegando en tren desde Puebla de Sanabria, dando así por inaugurada la línea férrea ● Promulgada la ley de Concentración Parcelaria ✒ José-Manuel García Rubio
guel Mihura, fundador del semanario satírico «La Codorniz», aquella lejana década de los Continuando un capítulo más recordando años, cincuenta triunfaba en teatros con sus curiosidades acaecidas en nuestra ciudad, aquel obras: «Tres sombreros de copa»; «El caso de otoño de 1951, en la mañana del llamado Día la señora estupenda»; «Maribel y la extraña fade los Caídos, en el viejo paseo de San Martín, milia». Por aquellos días de 1952 el régimen se da fue inaugurado el monumento a estos, para lo cual se había construido una gran cruz de gra- cuenta que las propiedades en el mundo agranito gris, que colocada bajo el arco conocido rio están demasiado divididas, motivo por el por todos los zamoranos como Puerta del Pes- cual los labradores pierden mucho tiempo en cado, formaban el mismo. En cuanto a citada desplazarse de unas fincas a otras para realizar cruz, hoy está en el interior del cementerio de sus labores. Esto unido a las dificultades para emplear la maquinaria moderna, fue motivo de San Atilano. Hacía tres años que a pesar de las dificulta- promulgar la Ley de Concentración Parcelaria; des para muchos, otros tenían la cuestión eco- en la cual se indicaba que llegaría tal ordenanómica tan resuelta que hasta se permitían el ción rural a los municipios en que los solicitantes fueran como mílujo de hacer aquello llanimo el 60% de propiemado turismo, palabra tarios. No sé qué entonces en desuso. El hubiera ocurrido con matrimonio catalán don otro régimen que no Rafael Santos Torreolla fuera autoritario, pues al y esposa, en visita realimenos en nuestra prozada a nuestra ciudad vincia hubo grandes tres años antes, entre las problemas con el tema compras realizadas efecde reparto y unificación, tuaron la de una manta bien porque algunos no zamorana que les entuquerían perder la parcesiasmó por su colorido. lica a la que tanto cariño Según parece, la pareja, tenían por venir de pabastante viajera, se trasdres y abuelos; o bien ladaron a Italia llevando porque no estaban de consigo la citada manta, acuerdo con lo que le la cual causó tal admirahabían dado y creían ción que se animaron a Franco visita Zamora en 1943. que el vecino había salipresentarla en la Exposido beneficiado. ción Trienal de Milán de En 1951 y en la mañana Aquel 1952 quedó trabajos de artesanía a la marcado para la historia cual acudieron centena- del llamado Día de los de curiosidades por ser res de obras. Fue tal la Caídos, en el viejo paseo el año en que finalizó el admiración que causó a de San Martín, fue racionamiento de alitodos los visitantes y al mentos, después de más jurado, que dio por re- inaugurado el de una década soportánsultado el premio, comu- monumento, para lo cual dolo. Se acababa el esnicado al Sr. Torreolla a traperlo y abuso de través del Ministerio de se había levantado una Asuntos Exteriores, en gran cruz de granito gris, aquellos indeseables, a veces protegidos por las escrito que expresaba lo que colocada bajo el arco altas esferas del sistema; siguiente: «Habiéndose estraperlistas que se enrecibido en este Departa- conocido por los riquecieron a costa de mento noticias de las re- zamoranos como Puerta las necesidades del puecompensas distribuidas blo liso y llano. por los jurados de la Ex- del Pescado, integraba Llegamos a las curioposición Trienal de Mi- la construcción sidades de 1952, año en lán, me complazco en que Franco volvió a vimanifestar a usted que sitar nuestra ciudad. Vilos tejidos españoles no en tren desde Puebla “Manta Zamorana” han de Sanabria, efectuando sido premiados con meel viaje inaugural de la dalla de plata. Lo que de línea férrea; siendo reciorden del ministro de bido en los andenes de Asuntos Exteriores, parla nueva estación por toticipo a usted para su codas las autoridades, junnocimiento y satisfactamente con bandas de ción». música, una Compañía El periodista, humodel Regimiento Toledo rista y dramaturgo Mi-
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y una Centuria de Falange Española. A pesar de ser viernes fue celebrada fiesta general, amaneciendo las calles principales engalanadas de colgaduras, gallardetes y arcos triunfales. Hacia mediodía bajaba el general del tren, cuyo andén se encontraba alfombrado hasta la puerta de salida. Todos los alrededores estaban abarrotados de público, incluidos los promontorios que entonces había en ambos lados de la subida a Tres Cruces. El Caudillo se dirigió al salto de Castro, efectuando su inauguración, donde almorzó. En cuanto a su esposa e hija, se quedaron ambas en la ciudad visitando la Catedral y jardines del Castillo de extremo a extremo, contemplando ambas panorámicas. Posteriormente se dirigieron a la Plaza Mayor, que abarrotada de público, hicieron salir a la pareja a saludar desde los balcones del Ayuntamiento. Aquel septiembre del 52 tuvo lugar una curiosa y muy importante inauguración para aquel cercano futuro de la ciudad; fue llamado Sanatorio de Ginecología del doctor D. Pedro Almendral, el cual además de reunir el máximo de comodidades del momento, tenía también las más modernas instalaciones, que ayudaron a venir al mundo a muchos zamoranitos durante varias décadas. Situado en calle Lope de Vega, aquel día acompañaron al doctor Almendral: don Dacio Crespo, director de Beneficencia; don Segundo Puente Veloso, presidente del Colegio de Médicos; y otros compañeros. Don Pedro finalizó el acto inaugural pronunciando las palabras siguientes: «Esto es lo único que he pretendido. Aquí estoy dis-
puesto a seguir mi vida profesional con las mismas normas de sencillez y modestia, sin orgullos de ninguna clase, que son lo peor para el médico; y con el afán de seguir esos ejemplos de tantos excelentes médicos como Zamora ha tenido y como los que ahora me acompañan». Con la llegada de 1953 corren rumores en la ciudad, al igual que en el resto de España, que Ramón J. Sender, vinculado al movimiento anarquista y con ideología republicana, publicó en el exilio una comprometedora novela contra el régimen establecido, cuyo argumento consistía en un desgarrado relato sobre la Guerra Civil, en el cual un tal Paco el del molino había intentado durante la república modernizar el sistema de arrendamiento de fincas, algo que perjudicada a los ricos propietarios; causa suficiente para que al estallar la guerra su vida corriese peligro, motivo por el que decide huir y esconderse para que dichos perjudicados propietarios no lo encontrasen. Pero el cura del pueblo, sabiendo su escondite, lo desveló, al mismo tiempo de conseguir que se entregue y a cambio le promete que no le sucedería nada; ocurriéndole todo lo contrario, pues en cuanto cayó en manos de los fascistas, estos lo asesinaron. Finaliza la novela en la iglesia, diciendo dicho cura una misa por el pobre infortunado que en su día había intentado ayudar a los arrendatarios agricultores. El acto fue pagado por los tres propietarios más ricos del pueblo. En principio esta novela fue prohibida su publicación en España, hasta que llegado el año 1960 salió a la venta con el título «Réquiem por un campesino español».
VI / dominical LA OPINION-EL CORREO / Domingo, 27 de noviembre de 2011 A TODAS LA VÍCTIMAS DEL MALTRATO. OJALÁ ESTA LACRA SEA PRONTO UN MAL SUEÑO.
delfinario DELFÍN RODRÍGUEZ
El crimen del bebé ACABO DE REGRESAR DE MADRID. EN EL METRO ME ENCONTRÉ CON UN ESPECTÁCULO DANTESCO. LO VIVÍ CON ANGUSTIA Y UN FINAL INESPERADO. VEAN LO QUE PASÓ.
La frase «El tiempo es el mejor autor: siempre encuentra el final perfecto» CHARLES CHAPLIN (ACTOR BRITÁNICO)
Hacía mucho tiempo que no entraba en el metro de Madrid. Ni tan siquiera recordaba los pies hinchados de los transeúntes, el aroma de las bocas con halitosis y el cante de los alerones de la gente que entra en los vagones apilados como ganado. El billete había subido una enormidad y los carteles que anunciaban viajes fantásticos eran luminosos, mucho más modernos. Todo había cambiado. Todo menos los mendigos que permanecían tirados por las esquinas tratando de sortear la crisis frente a los esputos de los que llevan el sabor amargo de un café en la boca. En uno de los rincones había una familia entera. Una señora con pañuelo al cuello, un marido —supongo yo— exhibiendo una pata de madera como si fuera un trofeo y un niño envuelto en siete mantas con la carita muy brillante, como sacada lustre con vaselina. El resto del cuerpo no se sabe. Sólo se veía su frente impertérrita al frío que viajaba entre los traqueteos de los trenes. El pobrecito lloraba. Lloraba sin cesar como si le hubieran dado cuerda. Tuve el impulso ese de los paletos que entramos por primera vez en el metro de darle diez euros o comprarle un cartón de leche caliente. Pero mi economía no está para dar nada ni los cartones de leche vienen con resistencias eléctricas que den calor al contenido. Entre los mendicantes había negrazos de uno noventa vendiendo gafas de sol para este tiempo entre brumas. No es fácil que nadie les comprara nada, pero ellos allí estaban, al acecho de sus piezas como si fueran cazadores de rececho. De pronto, una desbandada. Fue como si un perro perdiguero se hubiera metido entre el trigo y hubiera espantado a todas las perdices. Gente corriendo por aquí y por allá. Gente recogiendo las mantas y huyendo despavoridos. Gente… Miré al hueco del niño. Seguía allí. El hueco y el niño. Pero los padres no. Aquellos ventajistas que utilizaban a su retoño para dar pena y pescar cuatro perras en aquel río revuelto de miserias habían salido de estampida. Oí un fuerte ruido metálico. Volví la cabeza. No era metálico. Era la pata de madera del desalmado. Rodaba por la escalera mecánica que llevaba a las vías inferiores del metro. El inválido bajaba a velocidad de vértigo. Qué hijo de la gran puta. No era cojo. Solo era un truco. Un señuelo para recaudar,
«Oí un ruido. Volví la cabeza. Era la pata de madera del desalmado. Rodaba por la escalera mecánica que llevaba a las vías del metro»
«¡Qué hijos de puta!, murmuró y luego, sin encomendarse a Dios ni al diablo, arrojó al bebé a un enorme cesto de mimbre»
para arañar, junto al llanto del niño, los corazones de la gente de buena voluntad. Le grité, no sé por qué: ¡Ehhh, el niño! Pero nadie respondió. Un par de policías vestidos de azul se acercaron a mí. No se moleste usted, me dijeron, son mendigos, se dedican a pedir y a robar carteras… Los policías se dieron la vuelta y se fueron. No reaccioné. Al momento sus dos anchas espaldas eran como aquellas pizarras enceradas que teníamos en las escuelas de los pueblos para escribir y hacer cuentas. ¿Y el niño? ¿Nadie se molestaba por el niño? Miré hacia aquel bulto en el suelo. Seguía llorando desconsoladamente. Nadie le prestaba atención. Me acerqué a él. Lo tomé en mis brazos y lo levanté. Lo acerqué a mi pecho para darle calor. Y ahora, qué. Ya me dirán qué podía hacer con un niño que no era mío. Pues eso: buscar la comisaría más próxima y entregarlo a la autoridad. Lo que me parecía obsceno, un acto de repugnante dejación de funciones fue lo que hicieron aquellos dos policías que no le prestaron atención al pequeño. Quizás podría denunciarlos también. Caminé sin rumbo golpeando la espalda del bebé para tratar de consolarlo. No había manera. Al fin vi a lo lejos el cartel de una comisaría. Me dirigí allí. El llanto del niño fue amainando gracias a mis caricias, haciéndose más metálico, más ronco. Era como si el niño hubiese adquirido una bronquitis aguda. Pobre hijo.
Domingo, 27 de noviembre de 2011 / LA OPINION-EL CORREO
dominical / VII Puerta óptima dominical
Maricón el que no baile
Entré en la comisaría y busqué el mostrador de las denuncias. Me atendió una señorita muy amable. El niño dio unos últimos suspiros, como unos estertores, y quedó en silencio. Menos mal. Aquel llanto me estaba poniendo muy nervioso. La señorita amable me indicó la puerta del comisario. Me dirigí allí. Alcé la mano para llamar con los nudillos y en ese preciso momento entraron los dos policías que habían espantado a los vendedores y menesterosos y abandonado al bebé. Volví al mostrador de la señorita y señalándoles, le grité: ¡y a ellos, también quiero denunciar a ese par de policías sin corazón!... Todos los presentes comenzaron a reírse de mí. Entonces comprendí. Nadie testificaría a mi favor. Sería inútil denunciarles en su propio feudo. Allí mandaban ellos.Yo no era más que un pobre pueblerino con afán de hacer el bien. Me resigné. Volví a la puerta del comisario apretando a mi pobre niño en los brazos. Una voz ronca me mandó avanzar. Pasé. El comisario se puso en pie. Era gordo como un muñeco de Michelín. Tenía el pelo largo por detrás y era calvo por delante. Salió de su mesa y se puso a un metro de mí. Me preguntó por mi nombre y se lo dije. Él entonces me respondió:
—Ay, Delfinario, Delfinario, hombre de Dios, como se ve que no es usted de aquí… Me quedé perplejo. No sabía a qué se refería. No tardaría en averiguarlo cuando, lleno de estupor, vi como el comisario se acercaba a mí alargando las manos a mi niño: —Traiga para acá, hombre, traiga para acá… Me atreví a decirle al tiempo que le alargaba al niño: tenga cuidado, está dormidito.Y él me respondió: «¡Y tan dormidito. Como que no respira!». El corazón me dio un vuelco. El niño estaba muerto. Aquel bebé que hacía unos minutos sollozaba en mis brazos había muerto y yo sin enterarme… Cogió al pequeño sin mucho miramiento, le descubrió la cabecita y meneó la cabeza en gesto de desaprobación. ¡Qué hijos de puta!, murmuró y luego, sin encomendarse a Dios ni al diablo, arrojó al bebé a un enorme cesto de mimbre. En un impulso natural me abalancé sobre él. Pero qué hace, policía inútil… Lo agarré por la solapa y lo zarandeé violentamente. Luego corrí al gran cesto a rescatar al pequeño. Necesitaba un masaje cardíaco que reactivara su corazón. Lo cogí de nuevo en brazos al tiempo que se abría la puerta del comisario. Los dos policías asesi-
nos y la señorita de recepción aparecieron ante mí riendo a grandes carcajadas. Estaba furioso, indignado. El comisario me mandó desnudar al niño. Obedecí. Lo destapé del todo y ante mi enorme asombro pude ver su carita de vaselina. En ella bailaba un ojo sujeto por un alambre de muelle. Dios mío, qué era aquello… Seguí desnudándolo. El comisario se acercó a mí, ahora muy serio. El bebé solo tenía una cabecita enganchada con una cuerda a un pequeño hatillo de papeles. Eran del «ABC». Lo sé porque en el lomo tenían dos grapas. El comisario susurró: —Este muñeco es de segunda mano. A estos la cuerda le dura poco. Ya no ponen cuidado ni en arreglarle los ojos. El oficio está degenerando… Y comencé a comprender. La gente, para pedir, se las ingenia hasta extremos incomprensibles. Arrojé el muñeco al cesto de la basura y le estreché la mano al comisario. Me dio las gracias. Dijo que, como yo, tenían dos o tres por semana. Que aunque se rieran, era muy hermoso. Que triste el día en que alguien como yo no fuera a su comisaría aunque fuera con un muñeco de goma…
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La Federación Valenciana de Lesbianas y Gays ha pedido que se promulgue una ley que prohíba la canción «Maricón el que no baile». Yo estoy con ellos. Creo que es vejatoria, atentatoria contra los más elementales derechos de un colectivo que ya ha sufrido demasiado la intransigencia. Sin embargo, me parece ardua tarea. Prohibir el «maricón…» es como querer ponerle cerco al campo. Porque no es una canción en sí. Es un «hijoputa» que explota en la cara de un inocente cuyos padres no solo son conocidos, sino respetados. La cancionilla se ha convertido en una especie de «dicho» que no lleva aparejado ánimo alguno de injuriar ni ofender, sino de incitar al baile. Nadie, desde luego, podrá prohibir la música. Y no prohibiéndose la música, nadie podrá impedir que, siquiera mentalmente, se susurre la letra. Que, por cierto, tampoco se debe a ningún autor conocido, sino a la malaleche o afán de divertimiento del pueblo llano. Maricón el que no baile, catalán el que no bote… Las oleadas de ofensas debidas al acervo popular son imparables y en cada región toma una connotación diferente. Tampoco tienen la intencionalidad que, a veces, tratamos de darle cogiéndonosla con papel de fumar. Tomando la cosa como lo que debiera ser, una anécdota, se me ocurre pensar que a lo mejor don Francisco podría pedir que se prohibiera el Paquito el chocolatero por sentir que las reiteradas inclinaciones lo zahieren. Cómo prohibir el himno nacional, porque alguien le adose una letra chusca que insulte el buen nombre de la Patria. Estoy con la Federación, pero no pueden prohibir una canción que en realidad no existe más que como manifestación popular, por muy chusca que esta sea. Yo no creo que, quien la canta, lo haga con el fin de hacer apología de la homofobia. Por supuesto que sería deseable que esta se prohibiera, pero lo dicho. Difícil ponerle cascabel a este gato... Dicho con ánimo «jocandi», que es el mejor de los ánimos para decir las cosas, con afán de quitar hierro a las cosas, es como si la Federación de ganaderos pidiera que no se cantara «la cabra, la cabra, la puta de la cabra» por ser atentatoria al buen nombre del lanar. O que protestara Asunción porque denigran su vino, que no es blanco ni tinto ni tiene color. Si nos ponemos a prohibir chascarrillos populares, España perdería parte de su alma. Fíjense si protesta el colectivo de novias. Tendríamos que borrar del romancero amoroso la estrofilla: «Cuando paso por tu puerta/ paro la burra y escucho/ y oigo decir a tu madre/ que eres gorda y comes mucho...». O esa otra: «Las chavalas de mi barrio/ usan bragas de hojalata/ lo que no saben sus madres/ es que usamos abrelatas». O qué decir del colectivo de las suegras, tan denostadas siempre: «Desde que salió la moda/ de tirar suegras al mar/ la mía, la tía pescueza/ está aprendiendo a nadar…». Y ni te cuento la protesta de la Federación de hijos de madre desconocida. Pedirían que se prohibiera: «Ya llegó el verano/, ya llegó la fruta/ y el que no se agache/ es un hijoputa». Ya ves. El que no se agache, hijoputa. Yo creo que la Federación debiera pensar que, la desafortunada letra lo único que quiere es incitar al baile. O pregonar que los heteros con mejores bailarines que los gays. Con todo mi respeto, no creo que quiera decir mucho más. Que ya es mucho decir.
VIII / dominical
LA OPINION-EL CORREO / Domingo, 27 de noviembre de 2011
Rutas a pie por tierras DE ZAMORA ✒ Texto
Nos vamos en esta ocasión al reborde oriental de la provincia, a Quintanilla del Monte, uno de los pueblos más característicos de la Tierra de Campos zamorana. Esta comarca, a pesar del dominio de paisajes sobrios y despejados, colma su grandiosa desnudez con una intensa emotividad. En todo momento hemos de saber que su verdadero interés queda disimulado a una visión superficial y rutinaria. Por ello, buscaremos los encantos de una historia fecunda y de una enjuta belleza que esperan escondidos entre tanta aparente uniformidad. El destino elegido, ese Quintanilla del Monte citado, es localidad situada a unos cinco kilómetros al este de Villalpando. Desde esa villa principal la carretera arranca de las proximidades de la monumental Puerta de San Andrés. Tendremos ocasión así de admirar esa antigua entrada al cerco amurallado, una de las edificaciones militares más suntuosas de todas las que existen en nuestras tierras. Después, tras haber recorrido ya más de dos kilómetros, nos sorprenderá a mano derecha un recio paredón que se yergue solitario en el medio de los sembrados. Es el único vestigio que perdura del desolado de Amaldos, aldea que quedó yerma en el siglo XVII. Tal muro formó parte del campanario de su desaparecida iglesia, consagrada al Salvador. Inquieta ahora su precario equilibrio, ya que su base se halla muy corroída, debilitada al haber arrancado piedras de ella. Amenaza que vaya a derrumbarse de un momento a otro, perdiéndose para siempre. Dada la horizontalidad del terreno, Quintanilla se hace presente ya desde lejos. Percibiremos una visión confusa del conjunto que se va haciendo más precisa según nos acercamos. Dos inmuebles sobresalen sobre el resto de edificios del núcleo urbano. El uno es el depósito del agua, tan esquemático y funcional que solo posee interés utilitario. Por eso, las preferencias se concentran bien rápido en el otro punto que descuella, el antiguo templo parroquial y hacia él nos dirigimos anhelantes. Al llegar a sus proximidades comprobaremos que, a pesar de su evidente grandeza, su estado actual es el de ruina. Tal realidad es una doliente herida clavada en la sensibilidad de los vecinos, los cuales añoran su riqueza y suntuosidad cuando aún se hallaba íntegro. Un incendio sucedido el 15 de mayo de 1975 provocó la pérdida de su retablo mayor, formado por valiosas pinturas y luego, un intento mal planificado de restauración causó el hundimiento de las techumbres, dejando al monumento malparado y en total abandono. Aunque las cubiertas se hallan desplomadas, los muros resisten sólidos y la espadaña mantiene la arrogancia originaria, alzada sobre la fachada del hastial. Dada la ausencia de canteras de piedra en el término, utilizaron como elementos de obra los cantos que aparecen al arar en ciertos pagos. Tramaron tan precarios materiales con pericia, utilizando gruesas llagas de mortero. Para la portada se reservó una arenisca de mejor calidad, dispuesta en un par de archivoltas apuntadas, con las que se enmar-
y fotos: Javier Sainz
La gran ciudad de la Maya en Quintanilla del Monte (Tierra de Campos)
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Dada la horizontalidad del terreno, Quintanilla se hace presente ya desde lejos. Percibiremos una visión confusa del conjunto que se va haciendo más precisa según nos acercamos Desde las iglesias llegamos, tras pocos pasos, a las proximidades de la laguna de la Cárcaba, zona húmeda que se ubica al norte del casco urbano. Es un espacio cubierto de cañaverales que en origen debió de ser un meandro abandonado del arroyo de Bustillo
ca un arco de acceso de la misma forma. Haciendo de soportes vemos parejas de columnas, rematadas por capiteles decorados con grandes y esquemáticas hojas que se doblan en las puntas. Surgió así una interesante obra gótica, posiblemente del siglo XIV, vestigio de un templo primitivo que debió de ampliarse más tarde hasta conseguir las grandes dimensiones que ahora se aprecian. Debido al tremendo esfuerzo económico que se precisaba para reparar ese recinto de cultos ancestral, tras el derrumbe se optó por construir una iglesia nueva, ubicada a pocos pasos de la antigua. Surgió así un edificio de ladrillo de líneas modernas, bien resuelto, dotado de una pequeña torre. No hay duda que resulta cómodo y funcional, pero carece del ensueño y la prestancia de su antecesor. En un rincón bien cercano se ubica un viejo pozo del que antaño se surtieron los vecinos para aprovisionarse de agua. A él acudían las mujeres con cántaros y con herradas, en un ir y venir presuroso que contrasta con la permanente soledad de nuestros días. Lo que ahora se ve es un perfecto brocal de piedra, formado por sillares bien encajados. Al quedar inútil y sin servicio, para evitar accidentes se ha cerrado su boca con una placa de cemento. Desde las iglesias llegamos, tras pocos pasos, a las proximidades de la laguna de la Cárcaba, zona húmeda que se ubica al norte del casco urbano. Es un espacio cubierto de caña-
Domingo, 27 de noviembre de 2011 / LA OPINION-EL CORREO
dominical / IX
Distancia desde Zamora: 57 km Longitud total del trayecto: 9 km Tiempo aproximado: 3 horas Dificultad: Baja (caminos monótonos) Detalles de interés: Paraje legendario, panorámicas despejadas, núcleo urbano singular, monumentos religiosos, arquitectura tradicional.
verales que en origen debió de ser un meandro abandonado del arroyo de Bustillo o Ahogaborricos, cauce fluvial, afluente del Valderaduey, que drena el término local. Existe constancia documental que allí ocurrió un hecho luctuoso durante la Guerra de la Independencia. Una moza del lugar fue violada por dos soldados del ejército napoleónico. Ante esa afrenta, el hermano de la muchacha, persiguió a los abusadores y con la ayuda de otros hombres consiguió matar a uno de ellos. Advertidos los mandos de militar asesinado, enviaron un destacamento en son de venganza. Amedrentados, los habitantes buscaron escondite donde pudieron, ocultándose muchos de ellos entre los carrizos de la laguna. Allí fueron descubiertos y atacados con sables. Murieron cuatro de ellos e hirieron muchos más. Al lado de esos espacios acuáticos quedan las campas que antaño fueron aprovechadas como eras. En una de ellas se mantiene en buen estado un chozo de tapial. Es el único conservado de los diversos que existieron. Eran chamizos utilizados para guarecerse mientras trillaban y para guardar los aperos y herramientas. Se les denomina hornos, sin duda por su forma cupular tan característica. Un poco más hacia el oriente se alza un magnífico palomar, ejemplo admirable de ese tipo de construcciones tan peculiares de la comarca. Este de aquí posee planta cuadrada, se cubre con tejadillos escalonados y dispone de cresterías ornamentales. Después de
conocer los principales atractivos de la localidad, es preciso realizar un paseo sosegado por sus calles. Veremos así un núcleo urbano bien cuidado, formado por viviendas mantenidas con esmero, muchas de ellas nuevas o dignamente acondicionadas. Llega ya el momento de realizar el itinerario que tenemos programado por el término. Iniciamos la marcha saliendo hacia el sur por la bien marcada pista que parte en esa dirección, el tradicional itinerario de Cotanes. El paisaje se abre en todas las direcciones, carente de obstáculos orográficos. Dado lo despejado del terreno siempre nos intrigó dónde estaría ese «Monte» que proporcionó apellido al lugar. Tal calificativo adoptóse para distinguir a esta Quintanilla de su sinónima «del Olmo», tan cercana. Pero al avanzar por aquí, apreciamos con sorpresa que sí perdura el bosque originario, o al menos un retazo de él. Lo descubrimos tras avanzar algo más de un kilómetro y descender a un vallejo recorrido por el arroyo del Viso. Allá, en las suaves cuestas fronteras se extiende un viejo encinar, parte sin duda del antaño extensísimo Monte el Raso. Contiguo se alza el cerro de San Marcos, de especial significado en el costumbrismo local. Antes subían hasta él en rogativa el día de la fiesta de ese santo y ahora lo hacen el llamado domingo tortillero, fin de semana anterior al domingo de ramos. En una bifurcación optamos por la ruta de la izquierda, la más transitada. Atravesamos después el citado arro-
A la izquierda arriba, casco urbano de Quintanilla del Monte. De arriba abajo, las dos iglesias, vista panorámica de la localidad desde la lejanía y Teso Grande de la Maya. A la izquierda, portada de la iglesia antigua.
yo y en el primer empalme al que llegamos continuamos por el ramal que de allí nace, virando otra vez hacia la izquierda. Dentro ya de ese camino, lo seguimos un gran trecho. No lo abandonamos, cruzamos perpendicularmente otra transitada pista que viene directa desde el pueblo y avanzamos hacia adelante para pasar junto a una solitaria nave ganadera. Recorremos un largo zigzag, en el que hemos de descender a una pequeña vaguada para subir a continuación por la ladera de frente. Un vértice geodésico que asoma allá arriba ha de servirnos como guía y referencia. Junto a él existe un cruce, en el que tenemos que marchar, una vez más, por el ramal de la izquierda. Bajamos de nuevo al valle del ya conocido arroyo del Viso y, esta vez a mano diestra, cerca de una especie de cantera o barranca, tomaremos un carril que se dirige hacia un cerro que se destaca en el horizonte. Alcanzamos su cima, sabiendo que sobre ella afirman que se asentó la legendaria, casi mítica, gran ciudad de la Maya. Sin duda es un viejo desolado enaltecido por la imaginación popular, pues no existen testimonios ni documentales ni arqueológicos que señalen un asentamiento humano populoso. Cuentan que fue fundado en tiempo de los celtas y engrandecido por los romanos, los cuales lo denominaron Maya Appia, Maya la Rica. Acusan a los bárbaros como sus destructores, pues se cebaron con su opulencia, arrasando toda la urbe para no resurgir ya nunca más. Por ahí aparecieron ciertos huesos al arar, pertenecientes a la que fuera alguna de sus necrópolis. Desde este otero, conocido como el Teso Grande de la Maya, se siente con fuerza la esencia de la comarca. Estamos justo en el reborde de la provincia, tocando tierras de Santa Eufemia del Arroyo y de Cabreros del Monte, localidades ya vallisoletanas. La desnudez paisajística aparece como absoluta, sucediéndose las parcelas unas tras otras, sin obstáculos que alteren sus rígidas formas geométricas. Apreciamos a la vez la soledad del paraje y, ante la desmesura del entorno, la propia insignificancia personal. Si de verdad aquí existió un núcleo pujante nada queda que lo testimonie. El tiempo aventó la supuesta obra humana, para devolverla al suelo del que salió, hasta borrarla de la superficie. Llega ya el momento del regreso. Retrocedemos por donde vinimos hasta el último cruce, retornando desde allí directamente al pueblo. Cuando coronamos un repecho postrero surge ante nosotros la planicie que recorre el río Valderaduey y los pueblos asentados sobre ella. Como más cercano distinguimos a Quintanilla del Monte. Por detrás, aparecen Villamayor, Quintanilla del Olmo, Prado, Villalpando… a modo de breves irregularidades dispersas por la llanada. Resta todavía un buen trecho para alcanzar el pueblo. Cerca ya de las casas, al lado del camino se abre la Laguna de la Fuente, un redondel acuático que sirvió, y aún se utiliza, como abrevadero para los rebaños. Es el retazo final de campo libre, antes de rodearnos del amparo de las casas.
LA OPINION-EL CORREO / Domingo, 27 de noviembre de 2011
X / dominical
José Carrillo Rector de la Universidad Complutense de Madrid, catedrático de Matemática Aplicada
«Ninguna sociedad está por encima de s u sistema educativo» «“Bolonia” se ha hecho a coste cero y eso no lleva a una mejor Universidad, sino a más problemas» ● «Todo el mundo sabe de qué pie cojeo, pero tengo un perfil académico potente» ✒ Elvira Bobo, Madrid
El nuevo rector —«Magnífico», según reza el protocolo— tiene un leve acento francés herencia de su infancia y años universitarios en su París natal. Se conduce con una descuidada elegancia natural y ha aparcado temporalmente su cátedra de Matemática Aplicada que obtuvo a los 36 años para dirigir una de las universidades más potentes y emblemáticas del país. José Carrillo, cuya vocación en política universitaria cuenta ya con una larga trayectoria — ha sido vicerrector de Innovación de la Complutense y decano de su Facultad de Ciencias Matemáticas—, ha llegado al rectorado tras una campaña de las más duras que se recuerdan: politizada como pocas porque José es hijo de don Santiago —Carrillo— y marcada por la situación de crisis que en la Complutense se agudiza con una deuda millonaria. Quizá por eso comienza la entrevista hablando de dinero. Quizá por eso en su página web cuelga la hoja de gastos de la campaña electoral, ajustada milimétricamente como la de un ama de casa en apuros. Quizá por eso la noche electoral, cuando ya se sabía ganador, en su cuartel general en Matemáticas no hubo una gran fiesta: moderación en gestos y en gastos, unas pocas latas de refrescos y salchichón servido en platos de plástico. Carrillo no ha hecho un equipo a su medida, sino a la medida de la Universidad: «Hay miembros de mi equipo que no me votaron». Discreto y sosegante, templado, de hablar quedo, generoso con su tiempo, mostrándose durante la entrevista como si no tuviera cientos de cosas que hacer. Pausado, relajado, parece imposible alterarle, como al mítico «hombre tranquilo», pero se confiesa «peleón». Recientemente ha inaugurado un monumento en homenaje a las Brigadas Internacionales, acompañado por su padre, en plena ciudad universitaria y ha desatado la polémica, al poner a aquellos hombres como modelo para los jóvenes. Pero entre presupuestos y proyectos académicos habla en cuanto puede de su hija Ana y cuenta que acaba de descubrir una afición tardía: el dibujo. —¿Qué le dijo don Santiago cuando ganó las elecciones? —No recuerdo las palabras, me felicitó. Dos días antes de la votación me preguntó: «¿Eres consciente de dónde te metes?». —Casi seis meses desde que fue elegido el 13 de abril, ¿cuál ha sido la primera línea de trabajo? —Realmente tomé posesión el 3 de junio. Cuatro meses son poco porque además ha habido un corte de verano. Estamos elaborando el plan de eficiencia económica por no llamarlo recortes. Claro que hay que hacer recortes porque hay gastos innecesarios que se pueden ahorrar. Pero además contiene tres ideas: gastar menos, gastar mejor y, a la vez, ingresar más. Se puede hacer lo mismo y por mucho menos dinero, con recursos propios. —El problema económico de la Complutense, con una deuda millonaria, es una de sus prioridades, ¿qué propone?
—Ir generando las estructuras que nos permitan tener fuentes de ingresos permanentes que sean complementarias. Se va a poner en marcha la asociación de ex alumnos y amigos de la Complutense. Es la idea de fund raising, de captación de fondos. En muchísimas reuniones de personas relevantes, si preguntas, un buen porcentaje han sido alumnos de la Complutense, banqueros, ministros, empresarios... se trata de plantear que la Universidad les dio algo y eso puede tener un retorno. Pretendemos mantener el vínculo, crear esa idea que existe en otras universidades de tradición, de pertenencia, de estar orgulloso de haber estado en la Complutense. —Es incrementar los ingresos a través de financiación privada, ¿puede sonar peligroso? —A mí no me produce ninguna urticaria que eso ocurra si eso me permite solucionar problemas de esta Universidad. Sin traspasar jamás la raya infranqueable de la autonomía de la Universidad a la hora de decidir las investigaciones o los proyectos. Por un lado, una empresa puede esponsorizar con su logo la Complutense y, por otro lado, queremos incrementar proyectos más concretos, de investigación, de asesoramiento. La Administración en Madrid es de un tamaño bestial, ayuntamientos, ministerios... y en la Universidad tenemos capacidad para asesorarles en muchísimos campos. La gente que se contrata como asesores la hemos formado nosotros en muchos casos, se trata de reabrir proyectos de asesoramiento con las administraciones, proyectos de investigación con empresas que pueden solicitar a la Universidad un estudio concreto que les interese, contratos siempre con objetivos concretos e investigación consensuada. A partir de ahí el equipo de investigación es autónomo. La primera fase de informatización de mi departamento la hice con un proyecto así. Hay muchos ámbitos de la química, la medicina, las matemáticas, la física en que podemos trabajar con empresas aportando innovación, investigación, desarrollo de forma que ellas obtienen luego mayores beneficios y a nosotros nos permite formar doctores y colocarlos. Realmente en este país formamos doctores, cuando la única empresa que utiliza doctores es la Universidad. La gente hace doctorados para meterse a profesor. Se trata así de ir abriendo puertas para los investigadores en la empresa. —Estrenó su cargo en pleno movimiento 15-M, ¿se hubiera pasado por Sol de haber sido un rostro anónimo? —Sí, seguramente. Muchos de mis amigos han estado. La última manifestación que he ido fue para pedir el referéndum para el cambio constitucional. El 15-M, aunque no estoy de acuerdo con todo, me parece un movimiento muy interesante. Responde a una realidad y es que los partidos y los sindicatos no han sido capaces de dar una respuesta a los problemas de déficit democrático, que no es que el Gobierno haga cosas que no tiene que hacer, es que no hace cosas que tiene que hacer, porque ha perdido prerrogativas en el ámbito financiero, económico, y esas políticas se
El rector José Carrillo.
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Siempre he sido protestón, cuando uno no está contento ha de protestar, pero hay que seguir unos cauces para que no se vaya de las manos las dictan. Yo me pregunto quién ha elegido el FMI o el Banco Mundial o los mercados que están dictando esas políticas. Y me imagino que igual que yo se lo pregunta mucha gente. En muchas cosas estaría de acuerdo. No hay muchos movimientos comparables. La debilidad del 15M es que hay demasiadas propuestas que resulta difícil asumir en su conjunto, pero temas como la ley electoral es algo que canta desde hace 35 años. La ley D’Hont introduce correctivos que hace que los partidos pequeños estén infrarrepresentados y los grandes sobrerrepresentados. Eso genera estabilidad política, pero no deja de ser un déficit. Yo siempre he sido protestón, cuando uno no está contento ha de protestar, pero hay que seguir unos cauces para que no se vaya de las manos. Los movimientos sindicales y políticos deben conseguir que se transformen en avances, y un avance es una ley que cambie la sociedad a través de conquistas concretas. Si no quedan verdaderos cambios, logros sociales, es como el 68, ¿qué quedó? En junio ganó De Gaulle con mayoría absoluta. —Dijo que se presentaba a rector porque algo fallaba en la Universidad. —Yo fui parte del primer equipo de Carlos Berzosa, incluso en los años previos a 2003, contribuí bastante a cambiar las tornas en esta Universidad. Contribuí a crear las condiciones para que hubiera una candidatura progresista, pero ese impulso en el primer mandato de Berzosa se ha
roto. Fue la razón por la que opté por no seguir en ese equipo. En el proyecto que se diseñó se han hecho cosas que no se deberían haber hecho, se tenían que haber corregido defectos antes de llegar a esta situación. —Por ejemplo. —En lo económico, el rector en 2007 repetía en los actos que había sido rector en vacas flacas (2003 -2007) y que en vacas gordas quería seguir para poder hacer cosas. Yo me enteré por los periódicos de que debíamos 150 millones de euros, le dije a Carlos que por qué no habían desmentido esa noticia. Me dijo que era verdad. No se informó a tiempo de esta situación. Lo razonable no es esperar a que eso llegue, hay un problema estructural, un presupuesto deficitario y hay que tomar medidas para corregirlo. Pero el primer plan de equilibrio se hace cuando ya se deben 150 millones. No se trata ahora de mirar atrás, sino de corregir eso, estamos en ello y en mirar al futuro. Si el plan de Berzosa hubiera salido bien, yo no me hubiera presentado. Me presento porque aquel proyecto que yo defendía se ha torcido. No sólo por el tema económico, sino porque éste era un campus sin rumbo. —Su campaña ha sido muy sobria, muy austera. —Sobriedad porque he tenido un gran equipo y mucha ayuda gratuita. Conseguimos que los carteles nos los hicieran en Leganés baratísimos, salían tirados. La campaña electoral está subvencionada, eso está en los estatutos, teníamos 3.000 euros para la primera vuelta y 3.000 para la segunda y al final sobraron más de 400 euros y los devolvimos. Los gastos nuestros, comidas, la web, etcétera, los pagaba yo. Fuimos sobrios y además hemos tenido mucha ayuda de estudiantes, profesores, personal de servicio. —Ha sido una campaña electoral realmente dura, se polarizó mucho entre los dos candidatos; ¿acabó muy politizada? —¡Todo el mundo sabe de qué pie cojeo!, pero tengo un perfil académico bastante potente. Soy profesor, investigador. Se dijo que yo había
Domingo, 27 de noviembre de 2011 / LA OPINION-EL CORREO tachado al otro candidato de extrema derecha, cuando realmente dije que era la derecha extrema, pero él se había autodefinido como requeté. Hubo tweets diciendo que yo no estaría en la Complu, sino en Paracuellos cortando cabezas... Yo creo que hay que utilizar otro tipo de discurso. Nosotros no quisimos consignas ni argumentos personales en ese sentido, y ¡claro que había cosas que sacar!, pero no quisimos usarlo. El día de las elecciones repartieron octavillas en la avenida Complutense con fotos de Esperanza Aguirre llamando a votar al otro candidato, asociándolo directamente al PP. Aun así tuve un buen resultado. Su apuesta fue ganar por estudiantes en la segunda vuelta y trajeron a los alumnos a votar en autocares. —La participación creció en esta campaña y eso que un estudiante medio no está muy al tanto de la política universitaria, ¿es así? —Llegamos al 24%, en la segunda vuelta votaron más de 11.000 estudiantes. Pero a veces los alumnos no saben qué es un departamento, para qué sirve un rector. Además piensan que los cambios de rector se verán cuando ellos casi ya no sean universitarios. Les afecta el rector que está en el momento, pero no el que van a votar. —En la Complutense, ¿el personal docente es consciente de que desde que está Carrillo hay ciertas conductas que ya no valen? —Estamos en ese proceso, el cambio tiene que ser profundo, también de hábitos. Si hay deuda, es porque nos la hemos gastado todos, no ha habido desfalco. Corregir eso no consiste en que el rector gaste menos, yo no paso facturas de mis comidas; si no me invitan, invito yo. Gastar menos implica apagar la luz cuando uno sale del despacho, se trata de un esfuerzo de todos. —La política universitaria esta contagiada de la nacional, ¿se podría decir que la Complutense es ahora de izquierdas? —La Complutense es plural, hay gente de derechas y de izquierdas, como hay creyentes, no creyentes... —¿Y en su equipo? —En mi equipo hay gente que ha votado a muchos candidatos, otros no han votado, hay personas que estaban aquí antes y las hemos mantenido. He hecho un equipo donde en general la gente es progresista, pero en un sentido amplio. El criterio es la calidad, que la gente trabaje bien. Sólo se exige que desarrolle el programa y creo que lo están haciendo bien. Se trata de dirigir esta Universidad para que mejore en su docencia, en su investigación y en su trascendencia social, que sea un servicio público. Yo soy de izquierdas, pero si alguien de derechas se apunta a este trabajo estoy encantado. —¿Afectará en algo el cambio de gobierno tras las elecciones? —Eso habría que preguntárselo al próximo gobierno: ¿van a cambiar ustedes la política universitaria? Yo espero que cunda la sensatez y eso llama a hacer lo que hacen los gobiernos franceses, alemanes, que no son particularmente peligrosos izquierdistas y están apostando en este momento por la Universidad, y eso es lo que tenemos que hacer en España. No es una cuestión de derecha o izquierda, sino de visión de futuro. Si queremos realmente cambiar el modelo económico y no vivir del ladrillo y del turismo, tenemos que apostar en algún momento por la ciencia y el conocimiento, y, si no, la próxima crisis será peor y dejaremos el Primer Mundo, seremos Tercer Mundo. No podemos seguir creyendo que estamos en el Primer Mundo para
siempre. No hay ninguna sociedad que esté por encima de su sistema educativo. La salud, por ejemplo, está vinculada al nivel educacional. Cuando se habla de países emergentes, son aquellos que están apostando entre otras cosas por su educación, su investigación. —¿«Bolonia» ayuda o lastra? —«Bolonia» tendría que ayudar a eso precisamente, apostar por la Universidad y dar una unidad mayor a lo que era una unión económica, ampliando a una visión cultural y de conocimiento. La cuestión es que «Bolonia» en España se ha hecho a coste cero, el presupuesto de las universidades se ha ido mermando y «Bolonia» a coste cero no lleva a mejorar la Universidad, sino que lleva a más problemas, más trabajo para los profesores, situación de colapso, clases que se supone que han de ser de atención directa al alumno y están masificadas... —Es un cambio radical en el concepto de la Universidad. —Totalmente, pero no es cuestión de que antes fuera mucho mejor. Antes la Universidad formaba a las élites gobernantes, ahora forma profesionales, aunque sea por razones espurias, porque el sistema económico necesita que uno de cada tres puestos sea universitario. Pero la consecuencia es que la cultura se desarrolla, somos más sabios, más cultos. Hace 35 años el nivel de analfabetismo en este país era altísimo. Es un aspecto positivo. El profesorado es vocacional, nadie está en la Universidad dando clase porque gane una fortuna, muchos de nosotros podríamos ganar mucho más fuera de esta Universidad, incluso siendo rector, hay cincuenta personas que cobran el doble que el rector. Hay más investigación, eso es positivo, la Universidad ahora cumple un papel distinto en el sistema productivo. —¿Se está llegando a una especialización exagerada? —Hoy en día la ciencia es muy especializada, pero eso cada vez se contrasta más con equipos transversales, donde hay varias especialidades. En Matemáticas, que es mi área, se publican cada diez años más de un millón de artículos de investigación. No lo puedes saber todo, pero tienes que saber lo suficiente de una materia como para poderte orientar. Además lo que se investiga en Matemáticas mañana se puede aplicar a células madre, por ejemplo. Pero está claro que no estamos en un modelo humanista. —¿Han quedado aparcadas sus Matemáticas y la labor docente? —Este año no tengo carga docente y creo que no es bueno porque a uno se le mueren las neuronas, la cabeza en eso es como el cuerpo, si uno se queda inmóvil durante seis meses no puede ni levantarse. La falta de actividad durante los cuatro años de un mandato atrofia. Lo digo por experiencia, me pasó en mi mandato de vicerrector, cuando volví me costó un montón. Cosas que en Matemáticas las hacía sin pensar, me volvían a costar, los automatismos se pierden, no es bueno dejarlo. Tengo muy poco tiempo, pero trato de dar una conferencia de vez en cuando, leer artículos de investigación, aunque sean artículos propios. —¿Al rector le queda tiempo para tener vida personal, aficiones...? —Aficiones pocas, pero saco tiempo para leer, ocuparme de la niña, la bicicleta, que debería sacarla más a menudo. Poco, porque los fines de semana tengo que preparar la semana.
SOLUCIONES A LOS PASATIEMPOS
dominical / XI
Pilates
Seguimos
enriqueciéndonos El Pilates originariamente fue creado para hombres que también necesitan activar su cuerpo ✒ Nieves Álvarez (*) Otro gran maestro que estuvo con nosotros en Barcelona, el Dr. PETER FIASCA, fundador de «Classical Pilates». Empezó a estudiar el método en el 1988 en el estudio Wee – Tal Hom de Nueva York. En 1997 empezó a entrenar con Romana Kryzanowska en Drago’s Gym certificándose en 1998. Durante muchos años, Peter ha mantenido su entrenamiento y formación con los Master Trainers como Jay Grimes y Kathy Grant. PETER FIASCA, nos enseñó y nos mostró en sus seminarios, que el Pilates también es para hombres, y que originariamente «el Pilates fue creado para hombres», existen ejercicios específicos para ellos, porque los hombres tienen necesidades también específicas, el fortalecimiento del cuello, de los brazos, ejercicios para abrir el pecho, estiramiento de toda la cadena muscular posterior y sobre todo nos mostró como modifica él algunos de los ejercicios del repertorio clásico, teniendo en cuenta esas necesidades específicas para lograr un entrenamiento completo y un desarrollo muscular armónico. Gracias a las posibilidades del Método Pilates podemos ajustar las sesiones para cubrir dichas necesidades. Generalmente en los hombres hay que hacer hincapié en
la flexibilización y estiramiento de determinados grupos musculares: pectorales, isquiotibiales, glúteos... Las necesidades de flexibilización variarán en función del cliente pero generalmente la cadena posterior de los miembros inferiores, aductores, cuádriceps y flexores de hombro suelen estar acortados. En los ejercicios del protocolo haremos la flexibilización progresivamente, concienciando los límites para no forzar la musculatura. Este apartado requiere paciencia y tenacidad. También en la finalización de las clases podemos hacer estiramientos analíticos de dichos músculos o de toda la cadena. Otro de los apartados es trabajar la articulación de la columna con ejercicios como «half-roll down» (colchoneta, pared) para flexibilizar la columna y liberar la pelvis. También el «swan-prep» es bueno de cara a articular en extensión y potenciar la musculatura extensora de la espalda. En los entrenamientos hay que trabajar especialmente la flexibilidad pero es cierto que al público masculino le gusta notar el trabajo muscular con mucha intensidad. 1. Para trabajar la resistencia: realizaremos los ejercicios en precisión. Aguantar determinadas posturas para trabajar la estabilización-disociación y hacer énfasis en el control central. 2. Para notar más la musculatura podemos poner más resistencia en los ejercicios. 3. Precisión en la ejecución
para potenciar realmente la musculatura deseada. Joseph Pilates fue un duro boxeador, gimnasta y deportista en general que creó inicialmente su sistema de preparación física para hombres, es por esto, que el Pilates es sobre todo «vigoroso» y que es fundamental trabajar la coordinación y variar los ritmos para retar a un hombre fuerte. En la actualidad, el 70% de los jugadores de fútbol americano profesionales utilizan Pilates en sus entrenamientos... y usted también debería hacerlo. Pilates contribuirá a aliviarle el dolor de espalda, a incrementar su fuerza física, a estirar las zonas tensas de los músculos posteriores del muslo y de las regiones lumbar y pectoral, y le proporcionará más vigor, estabilidad y flexibilidad. El seminario al que asistimos estaba diseñado para TODA clase de hombres: el deportista, el fanático de los deportes, el que hace ejercicio ocasionalmente, el que se dedica al «sillón-bol» y quiere cambiar, y el lesionado. Si practica algún deporte o hace ejercicio con regularidad, verá que Pilates es un método de entrenamiento cruzado excelente. Con Pilates podrá mejorar la coordinación, el control y el equilibrio, además de incrementar su concentración mental. Si es una persona sedentaria, Pilates le ofrece un programa flexible de ejercicios cuya dureza va aumentando a medida que lo hace su fuerza. Únase a nosotros y entenderá por qué los hombres de verdad hacen Pilates.
Recuerda, no por hacer los movimientos bruscos coges más fuerza. Controla el movimiento y además de potenciar conservarás tus músculos durante más años (*) Especialista en Pilates. Centro Pilates.
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LA OPINION-EL CORREO / Domingo, 27 de noviembre de 2011
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LA OPINION-EL CORREO / Domingo, 27 de noviembre de 2011
En forma
Recortar o podar ✒ Martín Caicoya Médico Mientras el estado de salud de los ciudadanos mejora día a día, aunque de manera lenta, se percibe que el sistema sanitario se deteriora. No es una contradicción porque todos sabemos que influye más en la salud el comportamiento individual que todos los esfuerzos tecnológicos del sistema. Y aunque todavía estamos lejos de conseguir que la mayoría de los ciudadanos elijan y consigan vivir saludablemente, avanzamos poco a poco hacía ese objetivo. Y hay que celebrar el impacto en la salud de los grandes avances tecnológicos ocurridos en los últimos veinticinco años. Son tecnologías muy caras: una contracción del gasto puede amenazar su supervivencia. No es de extrañar que el público piense que algo está pasando. Me lo decía una persona tras pasar por urgencias: «Una doctora muy joven vio algo en la radiografía que no sabía lo que era. Se la llevó a no sé dónde y a la vuelta me dijo que no había nada de importancia. No sé, ahora están con eso del ahorro... ¿Y si es algo malo y no me lo quieren decir? Estoy pensando en ir a un médico privado». No hay duda de que es difícil mantener este nivel de gasto sanitario con los menguados ingresos fiscales del Estado español. No es que en España esté disparado el gasto sanitario (es de los más bajos de Europa), es que si queremos mantenerlo, tendremos que recortar aún más en otras partidas y eso es cada vez más complicado. Yo creo, y tengo datos que lo confirman, que la calidad, de momento, no está deteriorada y si se logra hacer las cosas medianamente bien, puede incluso mejorar. Todos los países tienen problemas con el gasto sanitario, independientemente del sistema organizativo, y ninguno dio con la solución para evitar su imparable crecimiento o para recortarlo de una manera sensata y saludable. Lo más simple es reducir el presupuesto de las partidas que son fáciles de recortar, pero eso no asegura que se recorte lo más innecesario o inútil. Sabemos que hay despilfarro. Hay médicos que gastan, 10, 20 hasta 30 veces más que sus compañeros para atender la misma patología con resultados semejantes o incluso peores. Porque hacer más no siempre es
mejor. Es más, suele ser perjudicial: ninguna actuación médica está exenta de riesgo. Algunos analistas, yo creo que exageran, colocan la yatrogenia como una de las 5 principales causas de muerte. Se denomina yatrogenia a los daños producidos como resultado de los actos médicos. Por ejemplo, el 5% de las personas medicadas tiene alto riesgo de complicaciones por las interacciones entre los fármacos que toman. Una intervención para corregirlo ahorraría salud y dinero. Debe de ser muy difícil porque en casi ningún país se consigue.
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Influye más en la salud el comportamiento individual que todos los esfuerzos tecnológicos del sistema Es curioso que en el país más liberal del mundo, EE UU, los médicos que trabajan dentro de organizaciones no tengan libertad absoluta para decidir el tratamiento. Se someten a protocolos que permiten, naturalmente, una cierta capacidad de elección dentro de las opciones que son adecuadas. En los casos excepcionales, pueden realizar intervenciones excepcionales, siempre que las justifiquen. Pero se tiene que aprobar previamente. Supongo que en un centro privado, donde una buena parte de pacientes procede de seguros, se vigilará que el coste de la atención no supere el acuerdo que tenga con el pagador. Algunos, inevitablemente, costarán más de lo que pagan, pero en la media han de costar menos; de otra forma entrarían en bancarrota. No sé por qué en la sanidad pública hay esa resistencia a establecer protocolos consensuados y basados en el mejor conocimiento que aseguren la atención más adecuada con el menor consumo, o el consumo justo y necesario. Eso es bueno para
el paciente, para el médico —que evita de esta forma las posibles demandas de mala práctica— y para el sistema. Quizá la Administración no impulsa esta estrategia con la debida energía y entusiasmo y la suficiente perseverancia; es posible que los médicos sientan que les colocan un uniforme que impide ver enfermos para tratar sólo enfermedades, y no cabe duda de que las organizaciones sindicales y profesionales no sólo no ayudan sino que se suelen oponer a todo lo que huela a recortes, de la libertad de los médicos o de las opciones de los enfermos.
Lo mismo que un árbol bien podado dará más frutos, creo que la sanidad precisa una buena poda para vivificarla. De esta forma, la crisis se convierte en una oportunidad para mejorar el sistema. Ése es el desafío al que nos enfrentamos todos. Los pacientes y ciudadanos deben modular sus exigencias y aceptar que no todo es necesario ni posible. Los profesionales tienen que limitarse a hacer sólo lo que hay que hacer y los administradores deben conducir esa oferta y vigilar que se haga correctamente. Cada uno con su parcela de responsabilidad, y no es pequeña la de la prensa.
Domingo, 27 de noviembre de 2011 / LA OPINION-EL CORREO
dominical / XV
Consultorio jurídico —Simplificado. —Unión de Expertos contables. Descuento de Flujos de Fondos: —Free Cash Flow (Flujo de caja libre). —Dividendos. —Capital Cash Flow.
Pero, ¿cuánto vale mi
empresa?
Olvidándonos de las grandes corporaciones y ateniéndonos a las pequeñas y medianas compañías, cuando un emprendedor se plantea valorar su sociedad se identifica con venderla, sin embargo existen otras razones por las que conviene conocer su valor ✒ Ángel Macías (*) Si es usted empresario, sabrá sin duda, lo importante que su empresa es para usted. ¿Pero realmente tiene una idea fundamentada del valor objetivo de la misma? ¿Se ha planteado alguna vez esta pregunta? ¿Cambiaría de algún modo su estilo de gestión si conociera este dato? ¿Necesita esa información para algo? Olvidándonos de las grandes corporaciones cotizadas en bolsa y ateniéndonos a las pequeñas, medianas y pequeñas-grandes empresas, cuando un empresario se plantea el porqué realizar un estudio y valoración en profundidad de su empresa, habitualmente lo identifica con la idea o necesidad de venderla. Sin embargo, existen muchas otras circunstancias y razones por las que conviene conocer cuánto vale el que suele ser el elemento más importante de nuestro patrimonio.
deudamiento, distribuir en dividendos altos porcentajes del beneficio obtenido, etc. —Contar con una valoración actualizada permite medir el impacto de las decisiones sobre la creación y destrucción de valor. Identificar los principales elementos de creación de valor y también aquellos que lo destruyen.
Para qué valorar la empresa
Valor y precio
—Es un instrumento muy útil a la hora de distribuir una herencia o redactar un testamento. Tener una valoración correctamente elaborada simplifica estas acciones y evita enfrentamientos y situaciones de incertidumbre que perjudican el funcionamiento ordinario de la compañía. Facilita así mismo la comparación de las acciones o participaciones de la empresa con cualesquiera otros bienes patrimoniales, ayudando en esa transición en la que terminan su vida tantas empresas familiares. —Ayuda en la toma de decisiones estratégicas sobre la continuidad de la actividad empresarial. Deberíamos tomarlo como un paso obligatorio antes de adoptar decisiones como crecer orgánicamente, abrir nuevos centros, comprar otras empresas o fusionarse. —Es esencial para una buena planificación estratégica. Decidir qué productos o líneas de negocio, lanzamos, mantenemos o abandonamos. También antes de realizar inversiones extraordinarias, incrementar el en-
Una empresa tiene distinto valor para el vendedor y para el comprador. Incluso será muy distinto para uno u otro comprador, en función de la motivación en que se asiente su intención de invertir: Adquirir una empresa del mismo o relacionado sector para crecer en tamaño, facturación, cuota de mercado o beneficio. Eliminar competencia. Diversificar la actividad y el riesgo propios entrando en nuevos sectores. etc. En cada situación, el comprador hará una valoración diferente de la misma empresa, con una importante carga subjetiva, derivada de su particular percepción sobre el futuro de la empresa o del sector, de su estrategia, de la previsión de economías de escala, logro de sinergias… Por todo esto, en muchas ocasiones el valor poco tiene que ver con el precio al que finalmente se realiza la transacción. La negociación se sustancia en el encaje de la cifra máxima que el comprador está dispuesto a pagar y la valoración mínima que el vendedor está dispuesto a aceptar por aquello que
¿QUÉ
Los métodos del primer grupo, que se centran en las partidas del Balance de la sociedad, se denominan también métodos estáticos y en ellos se analiza el valor de acuerdo a la situación de la empresa en una determinada fecha, sin tener en cuenta la evolución futura esperada de los resultados. Sobre ellos nos vamos a extender brevemente en este artículo. El resto tienen la consideración de dinámicos y valoran elementos dinámicos como la organización y estructura de la compañía, tamaño y madurez del mercado, inversiones previstas, previsiones comerciales, etc. Analizan de una forma más amplia y profunda la complejidad intrínseca de cualquier empresa. A ellos, sobre todo, los del segundo y cuarto grupo, por ser los más utilizados y los más correctos desde un punto de vista técnico, dedicaremos pronto otro artículo.
El balance como base de valoración
SABES DE…?
—Tengo una hija de 19 años a la que abono mensualmente una pensión, ya que estoy divorciado de mi mujer. Me he enterado de que mi hija va a trabajar el mes que viene como azafata de congresos. Como va a cobrar por ello, ¿puedo no pasarle la pensión ese mes? —Las medidas reguladoras de la separación o divorcio habrán sido establecidas por sentencia firme o por convenio
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vende. En éste último también influyen con frecuencia elementos subjetivos, fundamentalmente emocionales.
¿Cuál es el método adecuado para la valoración? Teniendo en cuenta lo reseñado, parecería imposible lograr un criterio de valoración que pueda ser comúnmente aceptado, que responda a criterios objetivos, parametrice los diferentes elementos que componen el valor de la empresa y cuyo resultado pueda ser comparable con el resto de empresas de un determinado sector o mercado. Sin embargo, existen múltiples métodos de valoración aceptados, que alinearemos en cuatro grandes grupos en función de qué base toman para el estudio: Métodos en función del Balance de la sociedad: —Valor contable. —Valor contable ajustado. —Valor de liquidación. —Valor sustancial. Métodos que parten de múltiplos en función de la cuenta de resultados: —PER. (Múltiplo del Beneficio Neto). —EBITDA. (Múltiplo del Beneficio antes de impuestos, intereses y amortizaciones). —Ventas. En función del fondo de comercio (Goodwill en la terminología internacional). —Clásico.
regulador según el caso. Efectivamente estas medidas pueden ser modificadas si se produce un cambio en las circunstancias familiares, aunque dicha modificación sólo puede realizarse mediante una nueva sentencia judicial. Para llevarlo a cabo es necesario incoar un procedimiento de modificación de medidas, que es un procedimiento declarativo especial regulado por la Ley de Enjuiciamiento Civil. No obstante, lo más importante es que se requiere que las circunstancias que hayan sido modificadas sean relevantes y duraderas.
COORDINADA POR
ÁNGEL MACÍAS.
Estos métodos detectan el «valor contable» de las acciones de la compañía en función de los recursos propios, es decir, de la suma de capital social y reservas obligatorias y voluntarias. Como el valor contable raramente coincide con el valor real de mercado, habitualmente se utiliza el que se denomina «valor contable ajustado». Las partidas de activo (elementos de inmovilizado, deudores…), se ajustan a su valor de mercado actualizado (habitualmente más alto). De ese valor se resta el pasivo exigible (en este caso coincide con el valor contable) y resulta el valor contable ajustado. Otros dos valores a los que podemos llegar a través del análisis del Balance, son el «valor de liquidación» y «el valor sustancial». El valor liquidativo sería el resultante de restar al patrimonio neto los costes de la liquidación de la empresa, tras la venta de sus activos y la cancelación de sus deudas. En cuanto al valor sustancial, resulta del cálculo de lo que costaría, partiendo de cero, la creación de una empresa equivalente a la que se está valorando hasta ponerla en las mismas circunstancias que tiene ésta. Como decimos, ninguno de estos métodos es adecuado para cumplir con los objetivos normalmente buscados, por lo que en la práctica no se utilizan más que desde un punto de vista académico. (*) Abogado de AB IURE Abogados
Así, el artículo 775 de la Ley de Enjuiciamiento Civil dice que: «los cónyuges podrán solicitar del tribunal la modificación de las medidas convenidas por los cónyuges o de las adoptadas en defecto de acuerdo, siempre que hayan variado sustancialmente las circunstancias tenidas en cuenta al aprobarlas o acordarlas». Un trabajo de un mes no parece una modificación sustancial de las circunstancias, por lo que, salvo que esa nueva situación laboral se consolide, deberá seguir pasándole la pensión a su hija.
ABOGADO. DIRECTOR DE ABIURE ABOGADOS.
LA OPINION-EL CORREO / Domingo, 27 de noviembre de 2011
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Ángel Sastre, de Villaralbo al martirio No existen santos menores, el zamorano dio su vida por su fe, asesinado durante la Guerra Civil en Paracuellos del Jarama, un extremo que puede condicionar su aceptación popular como mártir ✒ Francisco Abad (*) El 25 de octubre de 1992 tuve la oportunidad de asistir a la Beatificación del hermano Ángel Sastre en Roma. No me movieron en ese momento especiales motivos de devoción. Era una buena excusa para conocer parte de Italia acompañando a un grupo de gente de Villaralbo, lugar de nacimiento del beato. Claro que para la inmensa mayoría de sus habitantes pasó desapercibido aquel acontecimiento. Entonces y ahora la figura del beato es ignorada tanto en su pueblo natal como en su Diócesis de Zamora donde solo resuena su nombre de vez en cuando en las Letanías que se proclaman en las celebraciones solemnes. El ritual así lo exige. En la Misa de Beatificación concelebraron con el Papa el Obispo de Zamora y el párroco de Villaralbo. A otro sacerdote y a mí nos situó nuestro Obispo en el lugar reservado a los familiares de los nuevos Beatos. El Obispo, sin saberlo, había acertado en el sitio que me correspondía. Mi padre me dijo más tarde que teníamos lazos familiares con el hermano Ángel por parte de mi abuela paterna. Es por mi padre, de la misma edad que él, como me enteré un poco de su vida. Lo que más recordaba era su origen humilde. Me decía: «si nosotros éramos pobres, mucho más pobres eran ellos». En la pequeña biografía de Ángel Sastre de Vicente Bécares publicada con motivo de su Beatificación no hace otra cosa el autor que señalar lo que mi padre me contaba. Ángel quedó huérfano de padre muy pronto, murieron dos hermanos, y a los diez años ingresa con otros tres hermanos en el Hospicio de Zamora. Parece ser que su madre, Blasa, sólo podía atender a una hija discapacitada que quedó a su lado. En el orfanato su comportamiento es reconocido como «excelente», puede que ya vieran en él las profundas raíces cristianas a las que más tarde se mantuvo tan fiel. A los 16 ó 17 años sale y decide hacer el servicio militar. Lo destinan en Melilla. Decide al volver a Villaralbo y, cumplido el servicio militar, ser religioso. Desde Valladolid camina a pie hasta Ciempozuelos, donde solicita ser admitido en la Orden de San Juan de Dios el 12 de marzo de 1936. El 2 de junio toma el hábito de novicio. Todos sabemos que corrían malos tiempos por España en aquellos años. Ángel los iba a vivir con mucha intensidad. La situación era difícil. Los superiores de Ángel, recibiendo malas noticias de otros lugares, ofrecen la oportunidad a los más jóvenes de buscar refugio fuera del convento. Algunos así lo hacen, pocos. La mayoría responde: «donde estén nuestros hermanos allí estaremos nosotros». Ángel era uno de ellos. Los sucesos de aquel verano del 36 se sucedieron con rapidez. En agos-
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En el momento de su Beatificación (año 1992) y ahora la figura del beato es ignorada tanto en su pueblo natal como en su Diócesis de Zamora donde solo resuena su nombre de vez en cuando en las Letanías que se proclaman en las celebraciones solemnes. El ritual así lo exige.
to detienen a los hermanos, que son asesinados tres meses mas tarde en Paracuellos del Jarama. Ángel dio la vida por su fe en Cristo en la mañana del 28 de noviembre. Este día celebramos su fiesta litúrgica y bien pudiéramos recordarlo entre nosotros un poco más. Si su martirio hubiera sucedido en otra época y en otro lugar sobrarían méritos para honrarle como se merece, pero tuvo la mala suerte de ser en España y en el 36 y todo lo tiene en contra. Parece ser que estos hombres no merecieron ni merecen un pequeño espacio en la multitud de obras cinematográficas sobre aquellos años de nuestros grandes maestros del Cine. Y esto sólo por mencionar algo muy popular. Eso sí, eran solo unos pobres frailes inocentes que servían a los enfermos. Todos somos responsables de este olvido. Yo mismo no me he atrevido a decir nada sobre él, incluso pienso que este escrito no me atraerá excesivas simpatías. La mayoría de los cristianos no quiere faltar a lo «políticamente correcto» y ni siquiera se pronuncia. Otros, más situados en sus ideologías,
rechazan de plano a estos mártires que murieron a manos de los republicanos que supuestamente eran «amigos de los pobres». Sería como aceptar que los que ellos consideraban «buenos» fueron injustos y asesinos. Para otros, de distinto signo, el hermano Ángel, «pobre de solemnidad», «le falta clase para ser santo», «era un pobre desgraciado que no merece ningún interés». En fin, todo esto explica la falta de reconocimiento en muchos, tanto en su entorno eclesial como social. Un signo tan solo es ver los que acuden en su pueblo a la Misa de su fiesta. No existen santos menores y el hermano Ángel es un santo como Dios manda, y nunca mejor dicho en este caso. Su vida y su muerte son testimonio de fidelidad a Cristo y a la Iglesia. Debiéramos pensar cómo responderíamos cada uno de nosotros en situaciones semejantes. Él decidió ser religioso y consagrar su juventud al servicio de los enfermos y los necesitados. Supo estar con los suyos en momentos de persecución y sobre todo entregó la vida por su fe pudiendo librarse de la muerte (ya que a los más jóvenes se les ofrecía al final apuntarse al combate de la guerra evitando la ejecución). Ángel solo tenía 20 años. Yo me pregunto: ¿un joven que decide ser religioso con honestidad es culpable de algo para ser ejecutado sin contemplaciones? A uno de los testigos de ese final le impresionaba como iban los hermanos: «no se quejan, ni gimen, solo rezan y cantan, van a la muerte con mucho valor, perdonando, y se despiden unos a otros con el saludo “hasta el cielo” y “ánimo, Dios nos espera”». ¿Cómo es posible que algunos se avergüencen de estos mártires? Debemos agradecer a Dios este don que nos ha dado en la vida y testimonio del hermano Ángel. Su corta vida estuvo llena de heroísmo, entrega y fe. Tomó a Dios en serio, sirvió a los pobres y fue testigo de la fe hasta dar la vida, ¿qué más se puede pedir? Creo de verdad que a todos nos puede ayudar su testimonio. A tantos jóvenes despistados hoy en día puede ser una luz en medio de un mundo descreído y olvidado de Dios. Es muy difícil llegar a su altura, pero su recuerdo nos puede impulsar a ser fieles a nuestros compromisos cristianos. Según algunos, aunque otros lo consideren exagerado, no estamos lejos de parecidas persecuciones como las vividas por nuestro hermano. Sin olvidar que a día de hoy esa persecución a la fe cristiana es ya real en algunos lugares de nuestro mundo. Muchos cristianos, por el hecho de serlo, son marginados, perseguidos y algunos asesinados. No es algo que sucedió en el pasado. Eso sí, sigue sin ser una preocupación importante y no sale en las primeras noticias del Telediario. (*) Párroco de San Isidro (Benavente)