JOSÉ LUIS MAZARÍO. Caos y armonía. Inauguración: Viernes, 9 de mayo, a las 8 de la tarde. GALERÍA SIBONEY del 9 de mayo al 10 de junio

JOSÉ LUIS MAZARÍO Caos y armonía Inauguración: Viernes, 9 de mayo, a las 8 de la tarde. GALERÍA SIBONEY del 9 de mayo al 10 de junio Visitas: de lun

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Caracas, 9 de mayo de 2011
Santa Misa de apertura - Asamblea de la CONVER Caracas, 9 de mayo de 2011 Queridos hermanos y hermanas, Superiores Mayores de la Conferencia Venezol

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JOSÉ LUIS MAZARÍO Caos y armonía

Inauguración: Viernes, 9 de mayo, a las 8 de la tarde.

GALERÍA SIBONEY del 9 de mayo al 10 de junio Visitas: de lunes a sábado y de 6 a 9,30 SANTANDER 2008 www.galeriasiboney.com [email protected]

A Enrique Carpintero, Miguel Pérez Peña, Leopoldo Rodríguez Alcalde y Gonzalo Sánchez, que por ahí andan.

Nube del paraíso. 2007. Óleo sobre tabla. 20 x 20 cm.

LA MIRADA Y SUS VÍNCULOS

Si en el principio fue el caos y de él surgió esa realidad más o menos armónica que llamamos universo, puede decirse que el estudio de Mazarío dialoga, de alguna manera, con ese mito de los orígenes.Tablas amontonadas en un vértigo de superposiciones cubistas, estanterías que no se sabe en dónde empiezan o acaban, superficies con todo tipo de objetos dispuestos en varios estratos de sedimentación, paredes en algunos trechos acribilladas por picotazos de pintura, cortinas como olvidadas de sí y de su remota claridad, y en medio de todo ello el artista que va creando mundo. El estudio se asoma, desde cierta altura, a un paisaje urbano con monte a lo lejos, es decir, se abre a un amplio panorama, pero no recuerdo cuadros de Mazarío que me sugieran el espacio que contemplamos desde el ventanal. Por eso me lo imagino en tal ámbito como al eremita en su cueva o como al hombre prehistórico en la suya, abstraído de todo, centrado sólo en sí.

En uno de los cuadros de esta exposición, el propio acto de evocar lo que se desea o se añora se impone como lo más real y lo más sobresaliente del conjunto, algo que arroja pistas sobre lo que acontece en esas cuatro paredes. Y algo también que ayuda El recuerdo. 2007. Óleo/tabla. 40 x 40 cm. a entender por qué este arte escapa de todo realismo plano, frío y simplemente fotográfico, para crear en cambio una realidad viva, una nueva realidad, con el desconcierto y la emoción que transmite el proceso de ir rescatándola poco a poco de un fondo. Pero he querido empezar hablando del caos, de la superposición de elementos y del polvo que invaden el estudio del pintor porque me sirven también para entender la propia argamasa de su pintura. Giorgio Morandi dejaba que el polvo tamizase de tiempo los objetos que repetía de forma obsesiva en sus cuadros. Quizás fue esa la esencia que los llenó de vida, que les quitó corporeidad y los dejó inscritos en un puro discurrir, en un desvanecimiento perpetuo sin el que no se entiende su misterio profundo. En Mazarío, imantado por la atmósfera en que crea, se ven también las cosas,

los paisajes, las personas como deshilachándose en el aire, en muy sutil tensión, como en un leve forcejeo que lleva a todo a querer sobrepasar sus límites. Hace buena, así, una famosa frase del propio Morandi:“nada es más abstracto que el mundo visible”. Es ése un elemento, creo yo, indispensable para entender esta obra y que está, de muy diversas maneras y en muy distintos grados, en los ejemplos de arte que más admiro: en los bisontes (ya sugeridos) de Altamira, en Las meninas o Las hilanderas deVelázquez, en el Padre Carrión de Zurbarán que hay en el Monasterio de Guadalupe, en La mujer con una balanza de Vermeer, en el Perro enterrado en la arena de Goya, en Lluvia, vapor y velocidad de Turner, pero también en lo más poderoso de Mark Rothko, de Edward Hopper o de Sean Scully. En todos estos casos que acabo de citar encuentro en los cuadros una íntima vibración que contribuye a dotarlos de un mayor resplandor simbólico. Son cuadros en los que la pintura, más allá de todo afán de representación, quiere empezar a decirse a sí misma. Lo que percibe el ojo se profundiza aún más por lo que casi se empieza a oír, pues no olvidemos que el oído es nuestro sentido más espiritual, como nos recordaba Juan de la Cruz, uniendo como nadie en su poesía la imagen y el movimiento. Ahora bien, ya que he traído todo esto al hilo del metafísico italiano, va a ser el artista boloñés el que me sirva, desde la perspectiva plástica

del contraste, para arrojar nueva luz en el universo pictórico de Mazarío. Para empezar, José Luis Mazarío no podría convertir en uno de los ejes de su cosmovisión unos jarrones vacíos o unos simples vasos. Y no podría, intuyo, por carácter, por temperamento, por su modo de entender la forma de ser y Interior con lilas. 2005. de estar en el mundo. Ese“esÓleo/tabla. 50 x 41 cm. tallido de la vacuidad”, del que hablaba Severo Sarduy, se encuentra en las antípodas de sus preocupaciones. Su territorio es otro bien distinto, pues su mirada busca vínculos de mucho más voltaje. Pensemos, por ejemplo, en uno de los motivos más recurrentes de su obra: la aparición de todo tipo de jarrones y vasos, sí, pero casi siempre con flores, delicadísimas flores, que sabe recrear en una fusión y confusión de misterio, belleza y verdad de todo punto admirables. En esta dirección, sólo las inverosímiles Ramas de un almendro en flor, que Vincent Van Gogh pintó para su sobrino, han conseguido impresionarme tanto. Sin duda éste constituye uno de los vínculos o anclajes más poderosos de la mirada en la que estoy intentando indagar y los argumentos que avalan esa fuerte convicción los encuen-

tro en varios frentes. Hay interiores con flores en donde éstas adquieren tal poder de irradiación que acaban descomponiendo su entorno, de modo que ventanas, puertas y paredes pierden su rectitud estrictamente racionalista y sucumben a un cubismo casi onírico u órfico, por utilizar la famosa expresión de Apollinaire. Pero, además, muchas de ellas, en nuevo salto irracional, hacen que las mesas en que reposan se olviden de su condición de mesas y se abran como ventanas o asciendan a repisas, con mucho de hornacinas, en donde resplandecen sus pétalos como el más sencillo y venerable de los ídolos. Ese elemento foco que atrapa nuestra percepción, porque desde su elevación previa a visión es capaz de deconstruir lo circundante, se deja sentir muy a menudo en estos cuadros y suele mostrarse íntimamente ligado con lo esencial de la vida.“Para huir, muy pronto quedarán / tan sólo las ventanas de la infancia”, decía un poema de Joan Margarit que Mazarío puso al frente de un catálogo suyo titulado Días de verano.“El caballo azul”le hacía entonces un guiño doble a Antonio Machado y a Marc Chagall. Como ahora, en“Día de fiesta”, la placidez, la pura despreocupación de dejarse vivir toma cuerpo en un grupo de figuras donde destaca una adolescente balthusiana. La fascinación con que Rilke se acerca a los acróbatas en una de Las elegías de Duino (“en torno a este centro, / la rosa del mirar florece y se deshoja”) es de la misma estirpe que la que lleva al pintor a plasmar carpas,

Día de fiesta. 2007. Óleo sobre tabla. 40 x 60 cm.

equilibristas o tiovivos que cifran la ingravidez, el vuelo de la materia y la ausencia absoluta de la idea del tiempo. La atracción por lo que vive y se expresa en plenitud abre la espita a veces de cierto fauvismo. El color en esas ocasiones toma el mando absoluto y se independiza, el cuadro puede ser una brecha abierta en un rojo intenso, los árboles pueden estar más cerca de ser antorchas que árboles, los caminos pueden cruzar sin nadie como el más vertiginoso de los bólidos. Y de la misma manera que el movimiento circense y la delicadeza de un florero establecen entre sí vasos comunicantes, la plenitud puede evocarse en esa pura explosión de dinamismo o en la quietud de una mujer oriental

junto al agua (hay un reflejo en ella digno del Turner último), que le hace desear al que la contempla seguir el ejemplo de Paul Gauguin. Más simbolista que nunca veo a Mazarío en estos cuadros. En algunos de ellos con iconografía religiosa incluida que me sorprende y que comprendo a la vez, pues alguien que es capaz de pintar el puro enigma de la luz como él sabe hacerlo sólo puede acabar acercándose a ese ámbito evocando Anunciaciones y, otra vez, el origen, la creación gozosa del principio.También le veo con la seguridad del que se puede permitir homenajear a maestros como a algunos de

El arroyo. 2007. Óleo sobre lienzo. 70 x 97 cm.

Anunciación (a Isabel Baquedano). 2007. Óleo sobre tabla. 30 x 30 cm.

los citados, (a Zurbarán, por ejemplo, en “Punta Dorotea”, con un oro muy suyo), sin que se ponga nunca en peligro su inconfundible personalidad. Los vínculos de cercanía y querencia que esta mirada necesita establecer con lo que pinta hacen que se maneje

Punta Dorotea. 2008. Óleo sobre tabla. 30 x 60 cm.

mejor en las cortas y medias distancias. No estamos ante alguien que se deje tentar por los grandes horizontes, en donde la mirada es fácil que pierda pie o caiga en lo solemne. Quizás ello influya en que tienda a ver en las playas y marinas de Mazarío una presencia a menudo amenazadora, el fatalismo de lo que no acierta a explicarse, que él se esfuerza en atenuar redondeando, casi meciendo, esos paisajes, recogiéndolos en sí. De alguna manera, por eso, siento que alguAbandonamiento. 2007. Óleo/tabla. 30 x 30 cm.

Paisaje onírico. 2007. Óleo sobre tabla. 30 x 60 cm.

nas de sus marinas más inolvidables y desasosegantes estaban preparándoles el camino hacia las Vanitas de esta exposición. Con“Cerezo y cráneo”quiero cerrar el círculo de mis divagaciones. “Yo sé que olí un jazmín en la infancia una tarde, y no existió la tarde”, dejó escrito una vez Francisco Brines en uno de sus más memorables poemas,“Desde Bassai y el mar de Oliva”. Sólo quien ama con intensidad la vida puede acercarse a la muerte como lo hacen Brines o este pintor. En“Cerezo y cráneo”un cerezo, cuya parte más superflua se transparenta y se funde en noche, muestra sus flores encendidas como astros, y el cráneo, así, sobre un verde con cierto aire irreal, parece quedar invitado a idéntica metamorfosis. “Man’s mind grown venerable in the unreal”, afirmó Wallace Stevens. Desde ese espacio de indeterminación crea

Mazarío sus cuadros, desde una metafísica apegada al gozo de los sentidos o, lo que es lo mismo, desde un vínculo tan estrecho con lo físico que acaba por dotar a lo físico de un temblor y un fulgor que lo trasciende.

LORENZO OLIVÁN

Luz, florero y cráneo. 2007. Óleo/tabla. 20 x 20 cm.

Puerto cantábrico. 2007. Óleo sobre tabla. 30 x 20 cm.

El malecón. 2007. Óleo sobre tabla. 30 x 40 cm.

La fuente. 2007. Óleo sobre tabla. 40 x 50 cm.

La antigua cala. 2007. Óleo sobre tabla. 41,5 x 50 cm.

La ría. 2007. Óleo sobre tabla. 30 x 50 cm.

Los amantes de la luna llena. 2007. Óleo sobre tabla. 40 x 40 cm.

El mantel rojo. 2007. Óleo sobre tabla. 50 x 30 cm.

Interior con luz de sol. 2008. Óleo sobre tabla. 30 x 40 cm.

Las cinco. (A Leopoldo Rodríguez Alcalde). 2007. Óleo sobre tabla. 40 x 40 cm.

El embarcadero rosa. 2007. Óleo sobre lienzo. 50 x 50 cm.

El alto de Santa Casilda. 2008. Óleo sobre tabla. 40 x 60 cm.

Tiovivo. 2008. Óleo sobre tabla. 30 x 30 cm.

La carpa blanca. 2007. Óleo sobre tabla. 50 x 61 cm.

Anunciación II. 2007. Óleo sobre tabla. 60 x 45 cm.

La llegada. 2007. Óleo sobre tabla. 40 x 40 cm.

Bosque fauve. 2007. Óleo sobre lienzo. 46 x 30 cm.

Barcas al sol. 2008. Óleo sobre tabla. 20 x 40 cm.

Le chat noir. 2007. Óleo sobre lienzo. 84 x 65 cm.

Nocturno contenido. 2008. Óleo sobre tabla. 30 x 30 cm. El manantial. 2007. Óleo sobre lienzo. 97 x 70 cm.

Cerezo y cráneo II. 2008. Óleo sobre tabla. 60 x 40 cm.

Pintura de bosque y río. 2008. Óleo sobre tabla. 33 x 22 cm.

JOSÉ LUIS MAZARÍO Castel de Cabra (Teruel), 1963 Licenciado en la Facultad de Bellas Artes del País Vasco. 1982/87 Vive y trabaja en Santander, Cantabria EXPOSICIONES INDIVIDUALES 1985 En torno a la figura humana. Centro Cultural Doctor Madrazo, Santander 1988 Galeria Siboney, Santander 1989 ARCO’89. Stand Galería Siboney, Madrid Galería A Ua Crag, Aranda de Duero. Burgos 1990 Galeria Siboney, Santander 1991 Galería Delpasaje, Valladolid 1992 Galeria Siboney, Santander 1993 Paisajes. Sala Robayera. Ayuntamiento de Miengo, Cantabria 1994 Diciembre. Galería My Name is Lolita Art, Valencia 1996 Desde Gandarilla. Galería Didáctica, San Vicente de la Barquera. Cantabria 1997 Pinturas para el invierno. (Junto a Emilio González Sainz) Galería Carmen de la Calle, Jerez de la Frontera. Cádiz, 1999 El luar. Galería Estampa, Madrid 2000 Dibujos. Galería Pedroso, Noja. Cantabria Dudas y Pasiones. Galería Estampa, Madrid Carboncillos. Galería Siboney, Santander 2002 El estudio. Galería Estampa, Madrid 2003 Pasear. Galería Siboney, Santander 2006 Pequeños óleos sobre tabla. Galería Dieciseis, San Sebastian Días de verano. Galería Estampa, Madrid 2007 Despacio. Centro Cultural Caja Cantabria, Santander 2008 Caos y armonía. Galería Siboney, Santander EXPOSICIONES COLECTIVAS (últimas) 1994 ARCO’94. Stand Galería Siboney, Madrid Ingenio y enigma. Galeria L`homme-qui-rit, Bruselas La Cueva de Alí Baba. Galería El Caballo de Troya, Madrid 1995 Foro Atlántico de Arte Contemporáneo. Santiago, Galicia X Años en la Trinchera del Norte. Galeria Siboney, Santander Tratamientos del Paisaje. Colegio de Odontólogos, Santander Punto de Partida. Palacio de Sobrellano, Comillas. Cantabria 1996 What a wonderfuld world. Centro Cultural Caja Cantabria, Santander I Muestra de Artistas de la Enseñanza. Itinerante, Cantabria VII Bienal Nacional Ciudad de Oviedo. Museo de Bellas Artes de Oviedo El Puente de la Visión. Museo de Bellas Artes de Santander 1997 ARCO’97. Stand Galería Siboney, Madrid El Cuarto de Ser. Galeria Siboney, Santander

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Viacrucis. Sala de la Universidad de Cantabria, Santander ARCO’98. Stand Galería Siboney, Madrid II Muestra de Artistas de la Enseñanza Sala de la Universidad de Cantabria, Santander Resonancias 123321. Museo Municipal de Beranga, Cantabria Pintura Atlántica. Galería J. M. Lumbreras, Bilbao ARTÍSSIMA. Stand Galería Siboney, Turín. Italia Recicla-Arte. Sala de Exposiciones la Vidriera, Maliaño. Cantabria El Equipo de casa. Galería Siboney, Santander ARCO’99. Stand Galería Siboney, Madrid El gran sofá. Galería Siboney, Santander Art a l’Hotel. Hotel Inglés, stand Galería Siboney, Valencia Mirar Madrid. Casa de Vacas, Madrid Canción de la figuras. Museo de la Academia de Bellas Artes, Madrid ARCO’00. Stand Galería Siboney, Madrid Solsticio. Sala Mauro Muriedas, Torrelavega. Cantabria Memoria de un fin de siglo. Miradas simultáneas. Museo de Bellas Artes, y Sala Luz Norte, Santander ARTELISBOA’00. Stand Galería Siboney, Lisboa Juego de Bodegones. Galería Guillermo de Osma, Madrid Donde la ciudad pierde su nombre. Galería Sandunga, Granada ARTELISBOA’01. Stand Galería Siboney, Lisboa ARCO’02. Stand Galería Siboney, Madrid Alma del Norte. Mercado del Este, Santander ARTELISBOA’02. Stand Galería Siboney, Lisboa Pieza a pieza. Instituto Cervantes. (Itinerante) ARCO’03. Stand Galería Estampa y Galería Siboney, Madrid ARTELISBOA’03, Stand Galería Siboney, Lisboa ARCO’04. Stand Galería Siboney, Madrid XVII Bienal de Pintura de Zamora El Circo, Galería Estampa. Madrid Figuras y figuraciones. Galería Juan Amiano, Pamplona ARCO’05. Stand Gobierno de Cantabria y Galería Siboney, Madrid Otra Figuración, nuevas realidades.. Casa del Cordón, Burgos Greatest Hits. Galería Siboney, Santander ARTESANTANDER’06. Stand Galería Siboney, Santander Comprometidos con el arte. Del oeste al Cervantes. Caja Cantabria, Torrelavega Aspace Cantabria XXV años. Galería Silió, Santander Colección Caja Cantabria. Fondos de Artes Plásticas Centro Cultural Caja Cantabria, Santander Escenas de película. Galería Estampa, Madrid El circo en el arte español. Museo Esteban Vicente. Segovia

Edita: Galería Siboney

Texto: Lorenzo Oliván

Fotografía: Gelo Bustamante

Cuidado a la edición: The Great Tupolev

Imprime: Imprenta J. Martínez

Depósito legal: SA-238-2008

Agradecimientos: a María Gómez

Imagen cubierta: Jardín de Marián en Llano. 2007. Óleo sobre tabla. 30 x 30 cm.

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