La Belleza: un valor de transitoriedad

La Belleza: un valor de transitoriedad Harto ya de alabar tu piel dorada Tus externas y muchas perfecciones Canto al jardín azul de tus pulmones y a

8 downloads 129 Views 305KB Size

Recommend Stories


TEOLOGÍA DE LA BELLEZA
PAOLO PIFANO TEOLOGÍA DE LA BELLEZA Siempre, a lo largo de la historia, las actitudes éticas han estado enfrentadas a las estéticas. La síntesis perf

Museo de Bellas Artes, Badajoz UN ENCUENTRO CON LA BELLEZA
ESTUDIO ARQUITECTURA HAGO Museo de Bellas Artes, Badajoz UN ENCUENTRO CON LA BELLEZA Foto: Fernando Alda 56 promateriales En 1920, en unos salone

LA BELLEZA EN MATEMÁTICAS
SIGMA 31 LA BELLEZA EN MATEMÁTICAS Alberto Bagazgoitia (*) “Señores, esto es completamente cierto, es absolutamente paradójico; no podemos entenderlo

Story Transcript

La Belleza: un valor de transitoriedad

Harto ya de alabar tu piel dorada Tus externas y muchas perfecciones Canto al jardín azul de tus pulmones y a tu tráquea elegante y anillada canto a tu masa intestinal rosada al bazo, al páncreas. a los epiplones al doble filtro gris de tus riñones y a tu matriz profunda y renovada “Soneto de tus vísceras” Baldomero Fernández Moreno

Freud señala: ―El hecho de que el tiempo se nos acabe, es precisamente lo que da su valor a la belleza, la que nos ofrece la naturaleza o lo que celebra el artista en su obra‖. - De esta manera, Freud, consiente por adelantado en la separación que implica el trabajo del duelo. – En la vida, soportamos los duelos preparándonos para la muerte…del otro. No hay inscripción de la propia muerte en el inconsciente. Presentaré el caso de una joven mujer, que habiendo consagrado su vida a la permanente y desesperada búsqueda de perfección y belleza, sostenía una mascarada que daba sentido a su propio ser femenino. Fallido intento de recubrir el -no tener falode la mujer, a modo de causar el deseo del Otro., al incurrir en prácticas que finalmente le provocaron una enfermedad grave que ocasionó su muerte. ..Vicisitudes de un cuerpo frágil y castigado, Reflexiones acerca de nuestra posición como analistas, frente a lo sorpresivo y enigmático de la muerte de un analizante

Recibí una mujer joven, muy atractiva, alta, llamativa, pero con un cuerpo de líneas más bien masculinas- Su forma de vestir, sus gestos, los temas que traía, se asemejaban más a las problemáticas de una adolescente que a las de una mujer adulta.. Extremadamente preocupada por su aspecto físico, pasaba días, horas, semanas enteras dedicada a temas de estética, de moda, al arreglo de su pelo, a la búsqueda de un par de

jeans hasta dar con el indicado. Horas en el salón de peluquería, porque su flequillo, había quedado o demasiado largo, o demasiado corto. Lo mismo para las extensiones de su largo cabello . .Los entrenamientos en el gimnasio eran durísimos y su obsesión, era que se ―Le vieran los huesos‖- Sorprendente.-‖ La pasión por los huesos‖—como la denomina Recalcati es una pasión que se consuma en el espejo. La pasión por la propia imagen esquelética , es una pasión que convierte el ideal del cuerpo delgado en un verdadero objeto fetiche. Además, como también se señala, la función de la moda en la mujer, es precisamente la de encubrir la ausencia del falo, que caracteriza el cuerpo femenino a través de una falinizacion de su semblante.. La belleza de la delgadez, parece dirigirse al deseo solo cuando invalida las formas sexuales del cuerpo , posición que se encarna en las ―maniquíes ―de la moda.- Ser miradas pero no tocadas-. El cuerpo delgado se convierte en icono de un ideal de belleza, que se separa del cuerpo sexual. El cuerpo delgado, ―custodia‖ el secreto de la femineidad. que se abstrae de la dimensión del cuerpo como cuerpo de goce y del intercambio sexual.. Carácter ―fetichista‖ de la pasión anoréxica, por la imagen esquelética del cuerpo. El hecho de que el cuerpo engorde, es decir adquiera formas femeninas, se convierte en una fuente de angustia

El cuerpo se estructura a partir de la aportación de la imagen. Es la imagen la que estructura el cuerpo, es la imagen que el otro le prevee ,la que ‖remienda‖ los fragmentos del cuerpo ofreciendo al sujeto una Gestalt positiva, un rasgo a través del cual poder reconocerse en su propia particularidad. La mascarada recubre el no tener falo de la mujer, y su finalidad es la de causar el deseo del Otro. Las mascaradas son maniobras de falinización del cuerpo, tendientes a elevarlo a la dignidad del significante del deseo del Otro. La mascarada histérica en particular, es una degradación de la mascarada femenina, ya que la histérica si no recurre a la mascarada, pierde el sentido de su propio ser . La infancia de Ana, estaba signada por un lado, por una madre muy fría, nada afectiva, insatisfecha y problemática, y por otro lado, por un amor, ―devoción‖ (confesado por ella) hacia un padre, que era cariñoso con ella, pero también, demasiado sometido a los caprichos de su esposa. Sabemos que la madre es objeto vital por excelencia, polo de las primeras emociones sensuales, figura que cautiva la nostalgia esencial del hablante ser, el símbolo mismo del amor. Sin embargo los recuerdos de ésta por lo general, están impregnados de angustias y de reproches. Imperativa, posesiva u obscena, o indiferente, fría, y mortífera. Demasiado acá, o demasiado allá, demasiado atenta o demasiado distante, la madre es el lugar de un insondable enigma y de una oscura amenaza. Incluso hasta puede llegar a producir estragos , cuando se trata de una hija Cuando Ana cumple 8 años nace otra hermana mujer. Episodio doblemente traumático, no solo por la decepción edípica, sino también porque esta niñita pasa a ser decididamente la predilecta de la madre. A medida que crecía, Ana se transformaba en

una adolescente realmente atractiva, la madre no dejaba de criticarla, ―sacate eso, te queda horrible‖ ― pareces un elefante‖, ―no llores que se te hincha la cara‖. .Atravesada por este discurso materno, Ana se tornaba, una adolescente insegura, angustiada, ocupada por cierto sobrepeso, La madre escondía algunos alimentos, que sin embargo le permitía comer a la hermana. Esto incitaba un deseo voraz por los mismos. Vemos aquí en sus albores, la gestación de lo que las convenciones diagnósticas llaman ―Trastornos de la Conducta Alimentaria‖ – Sus desafortunados vínculos con los hombres, desembocaron, muy tempranamente en un matrimonio, casi forzado, con el fin de huir de la casa materna. Se casa, y al poco tiempo su esposo comienza a tratarla con indiferencia, no la mira, no quiere tener relaciones sexuales. Pasa así cierto tiempo, finalmente se divorcia de este hombre que se revela al tiempo como homosexual. Luego del divorcio, vuelve a la casa materna, de la cual- nunca más saldrá- . A sus 21 años muere su padre víctima de un cáncer, y allí, desapareciendo esa porción de mirada afectiva del padre , Ana queda a solas con su madre, y entonces comienza verdaderamente un desbarranque emocional. . Una espiral patológica de conductas compulsivas: ingiere ―anfetaminas‖, también diuréticos, .una serie de medicamentos auto prescriptos que muchas veces oculta. Se torna selectiva con la comida, su alimentación resulta precaria, e insuficiente. A eso se le suman permanentes y compulsivas prácticas quirúrgicas, inyecciones de‖ botox‖, o de productos que le proveen distintas ―esteticistas‖ que consulta frecuentemente. En esa alocada carrera en pos de ― La Belleza‖, quimérica e inalcanzable, las modalidades se tornan progresivamente autodestructivas. Dichas compulsiones, imposibles de parar se presentaban en forma casi desafiantes, eran uno de los obstáculos más importantes en lo referente a lo transferencial. Sabemos de las dificultades, y de los fracasos en la posibilidad de realizar un tratamiento tanto en el campo de los consumos problemáticos de drogas; así como en el de casos graves de anorexias. Dificultades que se presentan en la clínica contemporánea. Cuando recibimos a alguien que nos consulta por sus problemas con el consumo de sustancias, o por los temas relacionados a trastornos alimentarios, o en general, nos encontramos que lo que trae en su pedido no constituye un síntoma – en el sentido que este tiene para el psicoanálisis-. No aparece de entrada en su discurso algo que no sepa, que desconozca, que ignore, o que escape a su entendimiento, sobre el motivo que lo lleva a consumir o a no poder parar en este caso esas prácticas. Habitualmente se trata de algo que les molesta, hasta cierto punto, pero que también los satisface. Por lo cual no queda para nada claro de entrada cuál es la demanda, tampoco les resulta sencillo entrar en, o establecer transferencia., o ésta se establece de manera muy lábil. Y este es un problema clínico, ya que sin transferencia es difícil, por no decir imposible, que algo del psicoanálisis pueda operar. Falta aquí la triada de la neurosis: síntoma-demanda-transferencia.

Recalcati, como así también otros autores trabajan este tema de manera clara y precisa, hablan de ―nuevos síntomas‖, o ―nuevas presentaciones clínicas‖, para referirse a una serie de problemas actuales que, entre otros, incluyen a las toxicomanías, las anorexias y las bulimias. Estas ―nuevas presentaciones clínicas‖ nos hacen pensar que no son reductibles a la lógica del síntoma neurótico, en el cual quien consulta, a menudo puede ubicar cierto punto de desconocimiento en su padecimiento, y que esto implique una demanda y que busque un saber supuesto a un sujeto – habitualmente, dirigido a quien consulta. El mismo Freud habla de que en un análisis hay dos etapas, la primera consiste en recoger todo lo que se pueda saber sobre el sujeto, y la segunda, en doblegar las resistencias que todavía siguen en pie aunque el sujeto sepa ya muchas cosas.acerca de si mismo .

Ana, convive con su madre, las peleas son continuas, muchas veces por temas de comida. La madre se enoja si ella come cualquier cosa que estaba en la heladera. Sin embargo, pasa horas en la cocina elaborando platos para la hermana que vive en otra casa con su pareja. Estas diferencias, afectan a Ana, ―llenándola‖ de broncas odios y tristezas. En un momento, se reencuentra con un novio de la adolescencia, con el que comienza una relación. Este hombre al poco tiempo se muestra agresivo, posesivo, belicoso, no se sabe muy bien de qué trabaja. Vive en una ciudad del interior, lleva un arma en el auto, un personaje bastante siniestro, con el que Ana tiene una relación muy conflictiva durante un año, y finalmente logra separarse de él. Coincidentemente, consulta por fuertes dolores en el abdomen. Y luego de estudios exhaustivos..aparece el diagnóstico de ―Cáncer de páncreas‖. Una noticia difícil de procesar, para Ana, e igualmente, para mí como terapeuta. El páncreas es una glándula con forma de hoja, de aproximadamente 13 centímetros de longitud. Está rodeado por la porción baja del estómago y por el duodeno (la primera parte del intestino delgado que conecta con el estómago). Tiene dos funciones principales: la secreción al duodeno de líquidos con enzimas digestivas y la secreción de las hormonas insulina y glucagón, las cuales son necesarias para metabolizar el azúcar. Este órgano también secreta sustancias que neutralizan el ácido proveniente del estómago. Los problemas en el páncreas pueden conducir a muchas complicaciones de salud. Entre ellas: Pancreatitis o inflamación del páncreas. Fibrosis quística. Cáncer de páncreas. Algunos muy agresivos con mal pronóstico y otros tipos de tumores que tienen mejor predicción de vida. Lamentablemente el que aquejó a Ana fue uno de los más graves El proceso de deterioro fue muy rápido. En pocos meses y luego de varias internaciones Ana muere. Esta muerte me sorprende, y me coloca como analista frente a lo enigmático de la vida y de la muerte. De la propia y la de un analizante

―Cualquier paciente puede morir…también cualquier analista…no es fácil de tolerar, pero no puede ignorarse. No hay dirección de la cura sin ese riesgo del duelo del que Freud no dejó de advertir ni de advertirse. No hay vacunas para las inconsistencias de la vida‖( M Gerez.) El duelo es un gran enigma del que todo sujeto prefiere apartarse, pero solo puede sostenerse una cura si no se tiene horror a la transitoriedad. ―No hay inscripción de la propia muerte en el inconsciente‖ ―Hemos manifestado la inequívoca tendencia a hacer a un lado la muerte, a eliminarla de la vida. Hemos intentado matarla con el silencio (…) la muerte propia no se puede concebir, tan pronto intentamos hacerlo, podemos notar que en verdad sobrevivimos como observadores (…) en el fondo nadie cree en su propia muerte, o lo que viene a ser lo mismo, en el inconsciente de cada uno de nosotros está convencido de su inmortalidad. S. Freud, 1915, Cuando Ana muere,, me comunico con su hermana, quien me confirma que ella seguía consumiendo varios medicamentos, hecho que ocultaba, en el análisis, funcionando este ocultamiento, como una modalidad de disputar y retener algo de ese goce mortífero. En el proceso de duelo que se inició, y en las reflexiones que siguieron a esa muerte fueron esclarecedoras las palabras de Freud en una entrevista realizada `por un periodista en 1926 llamada ― El valor de la vida‖ . Dice:- Es posible que la muerte en sí no sea una necesidad biológica. Tal vez morimos porque deseamos morir. Así como el amor o el odio por una persona viven en nuestro pecho al mismo tiempo, así también toda la vida conjuga el deseo de la propia destrucción. Del mismo modo como un pequeño elástico tiende a asumir la forma original, así también toda materia viva, consciente o inconscientemente, busca readquirir la completa, la absoluta inercia de la existencia inorgánica. El impulso de vida o el impulso de muerte habitan lado a lado dentro nuestro. La muerte es la compañera del Amor. Ellos juntos rigen el mundo. Esto es lo que dice mi libro: "Más allá del principio del placer". En el comienzo del psicoanálisis se suponía que el Amor tenía toda la importancia. Ahora sabemos que la Muerte es igualmente importante. Biológicamente, todo ser vivo, no importa cuán intensamente la vida arda dentro de él, ansía el Nirvana, la cesación de la "fiebre llamada vivir". El deseo puede ser encubierto por digresiones, no obstante, el objetivo último de la vida es la propia extinción. La humanidad no escoge el suicidio porque la ley de su ser desaprueba la vía directa para su fin. La vida tiene que completar su ciclo de existencia. En todo ser normal, la pulsión de vida es fuerte, lo bastante para contrabalancear la pulsión de muerte, pero en el final, ésta resulta más fuerte. Podemos entretenernos con la fantasía de que la muerte nos llega por nuestra propia voluntad. Sería más posible que no pudiéramos vencer a la muerte porque en realidad ella es un aliado dentro de nosotros. En este sentido (añadió Freud con una sonrisa) puede ser justificado decir que toda muerte es un suicidio disfrazado.-

Ana buscaba desesperadamente una forma de belleza, de perfección imposible, esto que la conducía indefectiblemente a la frustración. Nunca alcanzaba, no había forma de colmar ese anhelo. Platón intentaba hacer una representación del mundo en forma piramidal, en cuya cúspide no había lugar para cosas ni objetos, solo para ideas. La idea de la bondad, de la honestidad, de la belleza, etc. son puntos hacia el cual el ser puede tender, pero, justamente porque son ideas, nunca se pueden alcanzar. En el mundo podremos ver la belleza, pero sólo adentrándonos en ella podremos conocer la belleza verdadera, que es aquella que reside en el espíritu. Lo terrenal, la belleza del mundo, es tan solo una manifestación de tal belleza Refiriendose a esta dice Dostoyevsky:: ― La belleza, es terrible porque no se la puede definir, ya que Dios nos propone solo enigmas. ― En el terreno de la belleza, luchan Dios y el Diablo, y su campo de batalla es el corazón del hombre— Toda la hermosura de la naturaleza, toda belleza humana está destinada a desaparecer. Todo lo amado y admirado, carece de valor por la transitoriedad a la que está condenado. Sin embargo Freud, redobla la apuesta y dice que por el contrario: el valor de la transitoriedad es la escasez en el tiempo, y que esto debería tornarlo más apreciable

Pensemos en esta temática. ¿Cuándo una mujer es bella? Cuando puede inventar con ese vacío que la habita, su propio estilo de ser mujer y gozar allí. Para eso es necesario dar un valor preciado al goce femenino que surge de ese vacío, un saber hacer con eso. La posibilidad que tiene una mujer de lucir su belleza femenina no depende de la cara bonita, ni de su cuerpo, ni de la edad que tenga: es imprescindible soltarse de los cánones anatómicos para pasar a otra cosa. Una mujer bella es quien puede enlazar el goce femenino con el fálico en un movimiento constante y distinto. Cada situación de la vida requiere diferentes modos de hacer, y no todas logran realizar ese movimiento, ya sea en el contexto de un análisis, o fuera de él. Acompañe a Ana en los penosos meses que precedieron a su muerte y presencié con mucho pesar, el triste destino de una joven mujer, que buscando‖ LA‖ belleza, encontró la muerte.

Monica Mocchiutti Morelli -Buenos Aires Argentina-

Bibliografia S. Freud ― La Transitoriedad‖ Obras Completas Ed Amorrortu S. Freud ― De guerra y de muerte Temas de actualidad ― Obras Completas Ed Amorrortu Massimo Recalcati ―Clínica del vacío‖ Anorexias, dependencias psicosis.Ed Sintesis Lacan ―La relación de Objeto‖ Seminario. Ed Paidos. Marta Gerez Ambertin ―Imperativos del Superyó‖ Ed. Lugar Colette Soler ― Lo que Lacan dijo de las Mujeres‖ Ed Paidos. J. David Nasio ―Mi Cuerpo y sus imágenes‖ Ed Paidos.

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.