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LA DINÁMICA DE BLOQUES Y LAS CRISIS DE LA GUERRA FRÍA LA ONU En el año 1945, las grandes potencias vencedoras de la guerra, celebran la Conferencia de San Francisco, con objeto de poner en marcha uno de los acuerdos alcanzados en la Conferencia de Yalta relativo a la formación de una Organización de las Naciones Unidas (ONU) que reemplazase de manera más eficaz a la fracasada Sociedad de Naciones. El nuevo organismo internacional nacía con los mismos objetivos que el anterior: hacer respetar los Derechos Humanos, sustituir la guerra por la diplomacia en las relaciones internacionales y, sobre todo, garantizar el nuevo orden internacional nacido de la guerra. Para ellos se dotaba de una Asamblea General formada por todos los países miembros y que debería tomar las decisiones por mayoría de dos tercios, un Consejo de Seguridad que actuaría como órgano ejecutivo, formado por once miembros, seis de ellos elegidos por la Asamblea General y los otros cinco permanentes: Estados Unidos, Unión Soviética, China, Reino Unido y Francia. La cabeza visible de la ONU sería su Secretario General, con sede, como la propia Asamblea, en la ciudad de Nueva York. Además, la ONU contaría con un tribunal Internacional de Justicia, con sede en La Haya y una serie de organismos, agencias y comisiones especializados en diversos temas, como la OIT (Organización Internacional del Trabajo), OMS (Organización Mundial de la Salud), UNESCO (para la educación y la cultura), UNICEF (Para la protección de la infancia), etc. LAS CRISIS DE LA GUERRA FRÍA El enfrentamiento entre los dos bloques, el socialista y el capitalista, no llegó a manifestarse en una guerra abierta, que dada la acumulación de arsenales nucleares mucho más destructivos que las bombas de Hiroshima y Nagasaki, hubiera tenido consecuencias catastróficas. En lugar de ello, movieron sus piezas en el terreno internacional para tratar de fortalecer sus posiciones en todos los continentes, esto trajo como consecuencia la proliferación de conflictos localizados donde los contendientes eran patrocinados por el bloque respectivo. Desde el final de la Segunda Guerra Mundial y hasta los años setenta se suceden decenas de estos conflictos y tensiones, de entre los que destacamos por su importancia los siguientes.
Berlín (1948-‐1949) El primer conflicto se inició recién acabada la guerra y tuvo como escenario la capital alemana. Alemania había quedado dividida en cuatro zonas de ocupación, francesa, británica, estadounidense y soviética respectivamente; dentro de la zona soviética se encontraba la capital, Berlín, que por su importancia quedó dividida de la misma manera. En 1948 las potencias occidentales decidieron unificar sus tres zonas de ocupación y crear en ellas la República Federal de Alemania, de la que formaría parte el territorio correspondiente a sus zonas de ocupación en Berlín (Berlín occidental), lo que fue interpretado por la URSS como una violación de los acuerdos suscritos en Postdam. Como represalia, los soviéticos decretaron el bloqueo de Berlín occidental, que quedó así aislado y sin posibilidades de abastecimiento desde occidente. la respuesta estadounidense fue establecer un gigantesco puente aéreo para abastecer Berlín, que se prolongó desde el 26 de junio de 1948 hasta el 6 de octubre de 1949. En mayo de ese año había quedado definitivamente constituida la RFA y en octubre los soviéticos concluyeron el bloqueo y dieron respuesta formando la República Democrática Alemana, de orientación socialista. A partir del año 1948, Berlín se convirtió en escenario de nuevas crisis, como consecuencia de la huida de ciudadanos de la Alemania socialista al Berlín occidental, de donde pasaban ya a la Alemania capitalista, entre estos ciudadanos abundaban los intelectuales y científicos, con el perjuicio consiguiente para el país. Las autoridades de la RDA decidieron resolver el problema edificando en 1961, un muro de separación entre los sectores orientales y los occidentales, los cuales quedaron de esta manera rodeados y aislados dentro de la Alemania socialista. Corea (1950-‐1953) Tras la retirada japonesa de la Península de Corea, el país quedó dividido, como Alemania, en dos zonas de influencia: la soviética al norte del paralelo 38º y la estadounidense al sur. El 25 de junio de 1950, los coreanos del norte invadieron el sur, lo que provocó la inmediata intervención estadounidense. Estados Unidos envió tropas y aprovechó la ausencia de la URSS en el Consejo de Seguridad de la ONU para que este organismo aprobara una condena de la invasión y la formación de una fuerza multinacional (mayoritariamente estadounidense) para repeler el ataque de las tropas del norte. Las tropas estadounidenses hicieron retroceder a las norcoreanas más al norte del paralelo 38º e incluso ocuparon su capital, lo que dio lugar a la intervención de la República Popular China. El riesgo de un conflicto nuclear llevó a las superpotencias a la mesa de negociaciones y a firmar un acuerdo el 27 de julio de 1953 que restablecía la situación anterior a la
crisis y consolidaba la existencia de dos estados independientes, uno capitalista aliado de Washington y otro socialista, aliado de Moscú, divididos por el paralelo 38º. Hungría y Suez (1956) En 1956 tuvieron lugar de forma casi simultánea dos crisis: en el mes de julio, el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser (aliado de los soviéticos) decretó la nacionalización del canal de Suez, hasta entonces controlado por británicos y franceses. Aprovechando la crisis abierta, Israel (aliado del bloque occidental), atacó Egipto, mientras Gran Bretaña y Francia a su vez, enviaban tropas a la zona. Nuevamente para evitar un enfrentamiento abierto, Estados Unidos presionó a Israel, Francia y Gran Bretaña para que abandonaran las zonas ocupadas y se retornara a la situación previa a la crisis. En octubre del mismo año se produjo una sublevación anticomunista en Hungría que se zanjó con la intervención del Ejército Soviético y el aplastamiento de la revuelta. Cuba (1962) En enero de 1959 la dictadura de Batista en Cuba, amparada por Estados Unidos, se hundió frente a un movimiento revolucionario de carácter nacionalista, anti-‐imperialista y vagamente socialista dirigido por Fidel Castro. En los dos años siguientes, la hostilidad norteamericana contra el gobierno revolucionario, junto con el fortalecimiento de los sectores marxistas que habían participado en el derrocamiento de la dictadura, propiciaron un acercamiento cada vez mayor de Cuba al bloque socialista, que culminó en 1961 con la declaración oficial del carácter socialista de la revolución. Amenazada por Estados Unidos, que intentó la invasión de la isla, Cuba estableció en 1962 acuerdos con la URSS para emplazar en suelo cubano misiles portadores de cabeza nuclear. Al detectarse por aviones espía la construcción de los silos y rampas de lanzamiento, los Estados Unidos decidieron someter a Cuba a un bloqueo naval que impidiese la llegada del material militar soviético. La negativa de la URSS a permitir que sus barcos fuesen inspeccionados y la de Estados Unidos a permitirles el paso, colocó al mundo al borde de la guerra nuclear. Finalmente, los dirigentes de ambas potencias, Kennedy y Kuschev, alcanzaron un acuerdo para resolver la crisis, por el que los soviéticos renunciaban a emplazar sus misiles en Cuba si Estados Unidos renunciaba a invadir la isla.
Checoslovaquia (1968) En 1968, el Partido Comunista de Checoslovaquia, dirigido por Alexander Dubcek, inició una apertura política tendente a reducir el control del Partido sobre la vida social, política y económica del país; se decretó una liberalización de los medios de comunicación y la legalización de organizaciones políticas y sindicales hasta entonces clandestinas. La URSS entendió este apartamiento de la ortodoxia soviética como una amenaza para la continuidad del régimen socialista en Checoslovaquia, de lo que derivaría una importante debilitación del bloque en su conjunto. En consecuencia, se decidió la intervención militar del Pacto de Varsovia, que restauró el modelo previo a las reformas. Vietnam (1955-‐1975) Durante la Segunda Guerra Mundial, las colonias francesas en Indochina habían sido ocupadas por los japoneses que fueron combatidos por guerrillas nacionales, algunas de ellas de orientación marxista. Al acabar la guerra, en el norte de Vietnam se hace con el poder el Partido Comunista, fundado y dirigido por Ho Chi Minh, que proclama la República Democrática de Vietnam, de carácter socialista y aliada de la URSS. Francia trató de recuperar el control de la zona y en los años siguientes lanzó una guerra que concluyó en 1954 con la derrota de las tropas francesas en Dien Bien Phu. Los acuerdos de Ginebra sancionaron el fin del conflicto, que se zanjaba con el establecimiento en la antigua Indochina francesa de cuatro estados independientes: Laos, Camboya, Vietnam del Norte (comunista) y Vietnam del Sur (capitalista) divididos estos últimos por el paralelo 17º. Poco después, nace en Vietnam del Sur un nuevo movimiento guerrillero de ideología comunista, el Vietcong, que pretende la unificación con el norte. Ante el peligro de expansión comunista en la zona, Estados Unidos decidió apoyar al gobierno de Vietnam del Sur en su lucha contra la guerrilla. Este apoyo se fue convirtiendo progresivamente en una intervención directa, en la que Estados Unidos llegó a contar con más de medio millón de soldados en la región. La guerrilla del Vietcong, por su parte, recibía la ayuda del norte así como de China y la URSS. La guerra se extendió a los países vecinos (Laos y Camboya) y Estados Unidos, tras perder más de 50.000 soldados, se vio obligado a iniciar conversaciones de paz. En 1973 el Tratado de París determinó el cese de la intervención norteamericana, que fue seguido inmediatamente por la caída del gobierno de Vietnam del Sur, y la unificación de todo Vietnam en un sólo estado socialista.
Afganistán (1978-‐1988) A finales de los años setenta, un movimiento revolucionario derrocó al rey afgano y estableció en el país un régimen socialista aliado de la URSS. Rápidamente aparecieron movimientos islamistas que intentaron derrocar al nuevo gobierno, movimientos que se nutrieron de una ayuda masiva en armas, dinero y suministros por parte de los Estados unidos y sus aliados en la zona, particularmente Arabia Saudí y Pakistán, países de donde además procedían buena parte de los integrantes de estas guerrillas. Ante el riesgo de hundimiento del régimen socialista, la URSS decide intervenir militarmente en diciembre de 1979, dando inicio a un conflicto que entró en una nueva fase a partir de 1988. En este año, cuando ya la URSS se encuentra en proceso de descomposición, se produce la retirada del ejército soviético y la caída inmediata del país en manos de las guerrillas islámicas.