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1. LA PINTURA EGIPCIA Seguramente no existe una civilización más misteriosa que la egipcia, sus pirámides descomunales, sus ritos mortuorios, sus momias, sus faraones, su extraordinaria duración... Realmente todo es singular en Egipto, la civilización faraónica duró 3000 años con una gran uniformidad. Ha sido, con mucho, la cultura más longeva. Además, sus monumentos nos fascinan por su grandiosidad; piedras enormes usadas a millones para construir tumbas, sepulturas gigantes llenas de ajuares riquísimos y de secretos celosamente guardados. Se analiza la pintura egipcia mediante tres bellos ejemplos procedentes de sepulturas. Las más interesantes muestras pictóricas las encontramos durante el Imperio Nuevo (sobre todo las dinastías XVIII y XIX) en los hipogeos (tumbas excavadas en roca) de la necrópolis de Tebas, una verdadera ciudad de los muertos, con los famosos valles de los reyes y de las reinas. Aunque todas estas tumbas fueron violadas y saqueadas ya en la antigüedad y hemos perdido así sus ajuares (y las momias), conservan los frescos pintados en sus muros. Hasta tal punto era un problema la seguridad de las necrópolis, que se encontró en esta zona un agujero con las momias de los más grandes faraones. Era la única manera de preservarlas de los saqueadores ya que los ajuares (salvo la tumba intacta de Tutankamon) desaparecían con rapidez. Era muy frecuente que los artistas egipcios pintaran los bajorrelieves aunque a veces aparece sólo la pintura sobre las paredes. La pintura egipcia no tiene preocupación por el arte o la estética sino que se trata de una escritura, un conjunto de mensajes destinados a conseguir el favor de los dioses, la vida de ultratumba, la salvación eterna, etc. La temática es variada pero podemos diferenciar dos corrientes principales: 1. En las sepulturas de dignatarios, escribas y nobles tenemos pinturas desenfadadas e incluso cómicas y con complicidad, que tocan temas domésticos, tareas agrícolas, pesca, expediciones bélicas, etc.
2. En las tumbas de grandes faraones los temas son casi únicamente religiosos, ofrendas de diversos productos del faraón a distintas divinidades, el juicio de Osiris, jeroglíficos con el nombre del faraón, etc. Son pinturas muy serias y hieráticas. A nivel técnico lo primero que nos llama la atención son los convencionalismos de la pintura egipcia, puedes fijarte en que la cara va de perfil pero el ojo de frente, los hombros de frente y las caderas de ¾, los pies de perfil y, lo más chocante, dos manos y dos pies del mismo lado, es decir, dos manos derechas o dos manos izquierdas. Esto es así porque los egipcios conseguían de esta manera reflejar toda la esencia principal del personaje como si se le viese simultáneamente desde varios puntos de vista. El color es vivo y variado y siempre rellena un contorno negro previo. Las pinturas son frescos, es decir, aplicadas directamente sobre los muros. En cuanto a las modas, todo muy moderno, transparencias, pechos al aire, escotes vertiginosos, cabellos con rastas, brazaletes, collares... Los egipcios tenían en un elevado concepto la estética y la higiene corporal, llegando en este campo a un gran refinamiento, las egipcias y los egipcios usaban cremas, ungüentos, perfumes y se depilaban todo el cuerpo.
LA DIOSA HATHOR Y EL FARAÓN SETI I. (1294-1279 A.C.). En este bajorrelieve, procedente de la tumba de Seti I en el valle de los reyes de la necrópolis tebana, el faraón Seti I (dinastía XIX), padre del popular Ramsés II, está a la derecha en una escena interpretada como sus desposorios místicos con la diosa Hathor (diosa-vaca) que siempre se pinta con cuernos y que aparece a la izquierda. La diosa se acerca al faraón y lo ata con su cinturón místico, lo que ha sido interpretado como que lo adopta bajo su protección. Hay que señalar que muchos dioses egipcios tienen cabeza de animal (Halcón, cocodrilo, Ibis, gato, etc.). Los detalles de esta obra son muy bonitos, los pendientes de cobra de la diosa, los elegantes vestidos, algunos de ellos con transparencias, las pelucas, las sandalias, la pintura facial y los jeroglíficos en la parte superior. El color es contenido y cuidado en los contrastes. Aparecen todos los convencionalismos tradicionales de la pintura egipcia como puedes comprobar. Como curiosidad, la momia de Seti I es una de las mejor conservadas del antiguo Egipto, y fue hallada en el agujero-escondite citado antes. Lo habitual en los saqueos de tumbas era que los violadores actuasen con contundencia, no respetando ni siquiera las momias (soportes fundamentales para la vida en el más
allá), quedando en ocasiones troceadas, estropeadas o tiradas al estercolero. Contemplando esta momia en el museo de El Cairo se siente la emoción de estar ante un faraón que reinó hace más de tres mil años.
FRESCO DE NEFERTARI. (1300-1225 A.C.). Valle de las reinas. La esposa favorita de Ramsés II (tenía otras) tiene un tumba espectacular en el valle de las reinas de Luxor. Este hipogeo posee una de los mejores conjuntos de pinturas de todo el imperio nuevo y han sido recientemente restaurados. La diosa Isis, esposa de Osiris y madre de Horus, lleva de la mano a Nefertari, que luce un precioso vestido de lino blanco con cubre-hombros y rico pectoral. Sobre la cabeza porta un complicado tocado. La diosa aparece con un ceñido vestido y nos muestra una figura espectacular, un tipazo, vamos. Diversos jeroglíficos (escritura ideográfica, es decir, se dibuja lo que se quiere representar) explican la escena. En la cartela central, el nombre de la reina en jeroglífico. Los detalles son portentosos y muy trabajados como se puede apreciar en los dibujos de los tejidos y en la bisutería.
RAMSÉS I CON HORUS Y ANUBIS (XIX dinastía. Valle de los reyes).
Esta obra, procedente de la tumba de este faraón en el valle de los reyes de la necrópolis tebana reproduce otra escena funeraria con Ramsés I entre el dios halcón (Horus) hijo de Osiris e Isis y el dios chacal, Anubis dios de los muertos y del más allá. Las dos divinidades cogen de la mano al faraón y llevan su otra mano a los hombros de Ramsés. Fíjate en que en todos los pies se ve siempre el dedo gordo, que las manos son del mismo lado y en el resto de los convencionalismos que hemos señalado antes. Otra cosita en que ya habrás reparado es en lo morenos que están los personajes masculinos en esta obra por contraposición a las chicas de los ejemplos anteriores, esto se explica por los cánones de belleza de la época y porque una mujer morena lo era por su trabajo en el campo, luego era pobre. Ramsés lleva el Klaft sobre la cabeza junto con el Uraeus (cobra) y todo ello seguro que lo conoces de los disfraces de egipcios en carnaval. El colorido es muy intenso y variado, lo que aporta frescura y vistosidad a la escena.
2. EL QUATTROCENTO EN FLORENCIA (RENACIMIENTO) El renacimiento italiano es dividido por los estudiosos en dos periodos: Quattrocento (siglo XV) y Cinquecento (siglo XVI). Pues bien, nuestros protagonistas pertenecen al periodo inicial, un siglo caracterizado por la innovación y el descubrimiento, la inquietud cultural y el interés por el hombre (antropocentrismo). Los pintores de esta época indagan en la luz, el color, las anatomías, el paisaje, y, sobre todo, en la perspectiva y la sensación de realismo. Autores como Massaccio, Ucello, Bellini, Verrochio, Mantenga, Pollaiuolo y otros, reflejan en su pintura la corporeidad de los personajes, sus rasgos personales, fondos pictóricos bastante realistas y creíbles y estudian afanosamente las proporciones, la armonía en la composición y la distribución de los volúmenes. La ciudad de Florencia es la capital del arte renacentista del Quattocento, gracias al desarrollo económico y al apoyo de numerosos mecenas, sobre todo la familia de los Médicis. Uno de los más interesantes pintores de este periodo es Botticelli (1445-1510), pintor florentino que además de lo habitual en los pintores de su época, trató con singular maestría la sensualidad femenina encuadrada en temas mitológicos de la antigüedad clásica. Son muy destacables sus trazos elegantes y la fuerza expresiva de sus líneas. Botticelli realizó muchas obras, pero las que ves aquí son las más conocidas y apreciadas. Tanto el nacimiento de Venus como la Alegoría de la primavera son obras muy celebradas como logros estéticos y mitológicos. Fra Angélico (1418-1455) es el autor de una pintura sencilla y simple, todavía con rasgos goticistas, pero que ya muestra, en el dibujo y en el color, el naciente renacimiento. Los gestos de sus personajes son elegantes y exquisitos así como sus vestimentas. Ghirlandaio (1449-1494) destaca por su detallismo y cuidado realismo.
ALEGORÍA DE LA PRIMAVERA. SANDRO BOTTICELLI. (1482). Composición muy cuidada y compensada, con personajes distribuidos sabiamente por el espacio. Es un cuadro de enorme formato (2,03 x 3,14) y de tema mitológico. Sobre un bello jardín de frutales, sembrado de flores aparece la diosa Flora, mensajera de la primavera, que va esparciendo flores por donde pasa, ella misma está repleta de ellas. Junto a ella está Céfiro, dios del viento, Venus vestida en el centro de la composición, las tres Gracias danzan cogidas de las manos y el dios Mercurio mira hacia arriba con su cetro en alto. Observa la delicadeza de gestos y posturas y algunos detalles muy modernos como las transparencias de los vestidos. Toda la escena sucede en un precioso jardín y las figuras parecen flotar ingrávidas. Las interpretaciones sobre esta obra son diversas puesto que es bastante enigmática. Algunos aseguran que los personajes desde la derecha hacia la izquierda son los meses desde Febrero (Céfiro) hasta Septiembre (Mercurio). Para otros el cuadro sería la alegoría de la relación amorosa entre Juliano de Médicis y Simonetta Vespucci, que sería la Venus central. La interpretación más original es la ecológica, ya que aseguran sus defensores que el cuadro es un canto al equilibrio entre los seres humanos y el entorno natural.
EL NACIMIENTO DE VENUS. SANDRO BOTTICELLI (1485). Obra muy popular y reproducida, símbolo de la belleza y la sensualidad. Venus, diosa de la belleza, llega en una concha a la costa. Desnuda, tapada solamente con una espléndida cabellera, es empujada por Eolo y Céfiro (los vientos) que soplan sobre ella mientras Flora la espera para arroparla con un bello manto a su llegada a la orilla. Resulta interesante comprobar cómo todavía existen entre los pintores de esta época ciertos desajustes perspécticos como la inadecuación de
tamaño personajes-paisaje o la simplificación de la olas marinas como simples líneas curvas blancas. Destacable es la calidad de representación de la hierba y las flores y el claroscuro de zonas iluminadas en contraste con otras en penumbra.
LA ANUNCIACIÓN. FRA ANGÉLICO. (1420). Este lienzo del Museo del Prado es un poema a la dulzura y la gracia. El ángel se arrodilla delante de la Virgen, que, sumisa y dulce, escucha la buena nueva. Un bello pórtico acoge la escena y subraya la perspectiva con sus bóvedas y arcos. En el lado izquierdo, Adán y Eva son expulsados del paraíso. Ya están vestidos y el ángel los echa de un maravilloso jardín lleno de detalles botánicos; flores y frutos lo decoran. Puedes recrearte en los vestidos de los personajes, llenos de preciosismo, en los estudios perspécticos del espacio y en la tridimensionalidad de los cuerpos. Fra-angélico, fraile dominico, toca temas casi exclusivamente religiosos y conserva todavía resabios goticistas junto con aspectos ya claramente renacentistas. La elegancia decorativa y un estilo realista refuerzan las expresiones de devoción muy logradas en los personajes.
RETRATO DE GHIRLANDAIO.1488.
GIOVANNA
TORNABUONI.
Doménico di Tommaso, llamado Ghirlandaio es otro de los pintores florentinos del Quattrocento. Nació en Florencia en 1449 y moriría en la misma capital toscana en 1494. Conoció a Leonardo y a Rafael y tocó diversas temáticas pero tratadas todas con lujo y refinamiento. Como retratista es esta su obra más celebrada. En ella vemos a la bella Giovanna, elegante y sofisticada, retratada de perfil, lo que magnifica su distinción, y ricamente vestida. El cuadro es un canto a las virtudes de la muchacha: las cuentas de coral simbolizan el amor a Cristo, el libro su sabiduría y cultura y las joyas su elevada posición social. El perfil recortado sobre fondo neutro realza la prestancia de la joven Tornabuoni, que, por cierto, la pobre moriría ese mismo año. En la cartela podemos leer en latín " ¿podría el arte retratar su carácter?”.
3. EL CLAROSCURO BARROCO El estilo Barroco se dio en Europa en los siglos XVII y XVIII y se extendió también por Iberoamérica llevado por los españoles. Surgió como reacción frente al arte renacentista, muy formal, normativo y desnudo; el barroco es lo contrario: contrastes acusados, gran libertad creativa, exageraciones pasionales y teatralidad. Uno de los aspectos pictóricos más aparentes y meritorios del estilo barroco es el claroscuro, llamado a veces tenebrismo. Consiste en hacer incidir la luz sobre objetos y personajes, creando unos efectos potenciados de luces y sombras que determinan una atmósfera y una perspectiva que llaman mucho la atención. En épocas antiguas, las escenas se representaban sin tener en cuenta la luz y su contrario: la sombra. Es realmente difícil pintar los efectos lumínicos ya que son muy sutiles y obligan a matizar finamente la gama tonal de los colores, más apagados o más encendidos según la incidencia de la luz sobre ellos. Existen también las dificultades añadidas de diferenciar la luz natural de la luz artificial y de definir el foco emisor de luz (cenital, lateral, central, etc.) En el barroco la luz se hace muy efectista y no importa que refleje fidedignamente la realidad. Importa más lo impactante, los contrastes brutales entre luces y sombras y la iluminación exagerada de lo que se desea resaltar, un personaje, un objeto, una estancia…El claroscuro lo podemos encontrar en otros periodos artísticos pero nunca tan subrayado como en el barroco. En ocasiones la diferencia entre superficies iluminadas y no iluminadas es total, apareciendo por ejemplo un rostro o un cuerpo bañado en luz y un fondo negro. Sabemos que esto no se da en la realidad puesto que las transiciones luz-sombra son más progresivas y matizadas, pero los artistas barrocos persiguen lo exagerado y brusco, convirtiendo esas transiciones en completos contrastes de algo muy iluminado y lo de al lado totalmente oscuro. Esta técnica permite resaltar lo que se desea y centrar la atención del espectador sobre ello, sin distracciones ni dispersiones. En esta exposición puedes deleitarte con cuadros de grandes maestros barrocos del claroscuro: Caravaggio, Vermeer, Velázquez y Rembrandt. En todos ellos ves atmósferas mágicas y envolventes protagonizadas por la luz y sus efectos. Observa que en, ciertos casos, esos efectos nos acentúan la sensación de profundidad y tridimensionalidad, engaño visual muy necesario en la pintura. Diferenciar los distintos planos con iluminación diferente crea la ilusión de espacio físico y corporeidad de los personajes y objetos. ¿No te parece que incluso puedes respirar ese aire y ver el polvo flotando iluminado por los haces de luz?
LA MUCHACHA DE LA PERLA. VERMEER. Fondo negro para resaltar la belleza y la sensualidad de esta joven sorprendida por el pintor en una pose muy favorecedora. Sus labios carnosos, su mirada intensa, su misterioso turbante y los juegos luces-sombras nos descubren un cuadro enigmático que incluso ha inspirado un libro y una película.
CRISTO CRUCIFICADO. VELÁZQUEZ Espectacular y primorosa representación de Jesucristo, verdadero compendio de todo lo que debe inspirarnos: lástima, compasión, ternura…El gran pintor sevillano retrató una magistral media cara y la otra la cubrió con una dramática melena. El fondo negro y un cristo bañado en luz dramatizan todavía más un escena ya de por sí trágica.
LOS MÚSICOS. CARAVAGGIO Jóvenes con instrumentos musicales, partituras, en definitiva, música. La música tiene mucho de espiritualidad, de sentimiento y por ello Caravaggio pinta un cupido (a la izquierda en segundo plano) para subrayar el sentido de cortejo amoroso que la música resalta. Luces y sombras acusadas, paños espectaculares rojos y blancos y sentido general de teatralidad en la gesticulación son los ingredientes que puedes ver en esta obra.
RONDA DE NOCHE. REMBRANDT Ya conoces esta maravilla del Rijmuseum de Ámsterdam. Rembrandt Van Rijn es otro de los maestros del claroscuro y aquí lo ves claramente. Fíjate si está bien hecho el contraste de zonas iluminadas y zonas en penumbra que es muy difícil saber si la escena se desarrolla en un interior o en la calle. Los personajes son del gremio de arcabuceros pero también está un personaje femenino misterioso bañado en luz. Recréate en las enseñas, las armas, los ropajes, todo resulta de un realismo muy sugerente.
4. LOS EXPRESIONISMOS. FIGURATIVO Y ABSTRACTO El expresionismo figurativo fue un movimiento artístico vinculado sobre todo al mundo nórdico y germánico que tiene sus raíces en el mundo alemán antiguo y en el movimiento romántico del XIX. Con estos precedentes ya puedes comprender que lo esencial del expresionismo va a ser la pasión, una pasión creciente y radical, ligada a la historia de la recién creada nación alemana y a su virulenta historia. El expresionismo alemán conoció dos diferentes grupos:
• Die Brücke (el puente) con Kirchner y Heckel. Propugnaban un arte como expresión directa de la vida, inmediata y personal, pura y violenta. Admiraban la escultura africana primitiva y a Van Gogh. Son pintores caracterizados por vidas azarosas y desequilibradas que propiciaron un arte exagerado en sus rasgos y colores. • Der Blaue Reiter (El jinete azul) con Kandinsky, Marc y Macke. Pintores procedentes de Baviera y muy preocupados por la relación de la pintura con la música y todas las formas de creación. Muy intelectuales, buscaron la sensación espiritual del arte. A este grupo acabó uniéndose Paul Klee. Otro expresionismo es el llamado abstracto, posterior en el tiempo y diferente en las formas. Los máximos representantes fueron Marc Rothko y Jackson Pollock. En sus obras lo importante, lo único es el color. Ya no hay contornos, ni figuras ni objetos. La subjetividad del autor y su impulso creativo primario son los exclusivos motores en sus cuadros.
Wassily Kandinsky (1866-1944) Comenzó como pintor figurativo y terminó siendo abstracto. Ruso de nacimiento se trasladó a Alemania y sus paisajes urbanos los puedes ver aquí, plenos de colores fulgurantes y de pinceladas vigorosas. Lo importante no son los detalles sino el concepto general, de ahí que las figuras no aparezcan más que como conjuntos de manchas de color. Resulta muy representativa esta explosión cromática en el mundo germánico, muy dado al extremismo y a la visión exagerada de las cosas. En esta exposición puedes deleitarte con tres paisajes urbanos de Munich (Baviera), ciudad en la que Kandinsky vivió varios años.
MURNAU, CASAS EN EL OBERMARKT. En este rincón urbano se respira tranquilidad y sosiego. Kandinsky pinta con gruesos trazos y una gran variedad de colores pero siempre fuertes y chillones. El conjunto forma un resultado impactante y estético, muy decorativo. A pesar de la supuesta irrealidad de los colores, fíjate que no están tan lejos de lo habitual.
SALIDA DE JOHACHIMSTRASSE.
LA
El expresionismo se caracteriza por una gran fuerza expresiva que domina a la imitación de la realidad, de forma que ésta se nos muestra alterada. Los motivos representados son como caricaturas, fantasmales y grotescos. Son las deformaciones emocionales de lo natural que expresan angustia, desasosiego y una realidad espectral. El colorido es variado e intenso. Contempla tranquilamente el cuadro “Salida de la Johannistrasse” y verás todo lo indicado. Se pueden identificar las formas, casas, calle, viandantes, pero están cambiados con respecto a un modelo natural, la luz y el color estallan y transforman la realidad.
LA LUDWIGSKIRCHE.
Vista del pórtico de esta iglesia muniquesa con la multitud entrando al templo. La multiplicidad de puntos de color hace de esta obra una fiesta para la vista. Se trata de una procesión que sale del templo con un paso y la gente espera devotamente su paso. Observa los vestidos, sombreros y pamelas, paraguas....y todo a pesar de la supuesta zafiedad en la representación de los detalles.
E. KIRCHNER (1880-1938) Sus formas son angulosas, inspiradas en el cubismo y sus líneas gruesas y rectas. Sus temas son paisajes urbanos y chicas mirando escaparates o moviéndose por las calles. Por tanto, el movimiento y la luz, reflejadas en los colores son los motores de la obra de Kirchner.
FRANZIE ANTE UNA SILLA TALLADA La fiereza de los colores y su excentricidad marcan mucho los personajes. Los trazos son vigorosos y la luz es muy intensa. Normalmente en países del norte, muy oscuros debido a la latitud, la gente es muy dada a representarlo todo luminoso y colorista.
ERICH HECKEL (1883-1976) TEJADOS ROJOS. Y no sólo los tejados sino también el cielo y algunas plantas. Tres colores son el esqueleto de la composición: rojo, verde y azul. Y en base a este simple esquema, Heckel consigue un paisaje efectista y atrayente, original e impactante. Disfrútalo y piensa lo bien que quedaría en tu dormitorio.
5. SURREALISMO. PINTURA SURREALISTA El Surrealismo comienza en 1924 en París con la publicación del "Manifiesto Surrealista" de André Breton, quien estimaba que la situación histórica de posguerra exigía un arte nuevo que indagara en lo más profundo del ser humano para comprender al hombre en su totalidad. Siendo conocedor de Freud pensó en la posibilidad que ofrecía el psicoanálisis como método de creación artística. Para los surrealistas la obra nace del automatismo puro, es decir, cualquier forma de expresión en la que la mente no ejerza ningún tipo de control. Intentan plasmar por medio de formas abstractas o figurativas simbólicas las imágenes de la realidad más profunda del ser humano, el subconsciente y el mundo de los sueños. Para lo que utilizan recursos como: animación de lo inanimado, aislamiento de fragmentos anatómicos, elementos incongruentes, metamorfosis, máquinas fantásticas, relaciones entre desnudos y maquinaria, evocación del caos, representación de autómatas, de espasmos y de perspectivas vacías. El pensamiento oculto y prohibido será una fuente de inspiración, en el erotismo descubren realidades oníricas, y el sexo será tratado de forma impúdica. Se interesaron además por el arte de los pueblos primitivos, el arte de los niños y de los dementes. Preferirán los títulos largos, equívocos, misteriosos, lo que significa que importaba más el asunto que la propia realización. SALVADOR DALÍ (1904-1989) Dalí es más escandaloso y extravagante de todo el grupo. Sus cuadros presentan figuras imposibles fruto de su imaginación. Le caracteriza la provocación y su método "paranoico-crítico". Su primera etapa surrealista es furiosa y ácida, las formas se alargan, se descomponen o resultan de apariencia equívoca. Utilizará alusiones al sexo y la paranoia. La sangre es más dulce que la miel, La persistencia de la memoria, El ángelus arquitectónico o Premonición de la Guerra Civil. También son característicos sus relojes blandos, sus altas y destacadas figuras sobre un lejano horizonte y las vistas de Cadaqués. Más adelante su estilo se hará más barroco en Leda atómica y en El Cristo de San Juan de la Cruz, donde el sentido de la composición y del espacio es más clásico, pero siempre inquietante. Su pintura resulta excepcional en sus calidades plásticas por la corrección en el dibujo y por la presencia de la luz, transparente y limpia. El Surrealismo se extenderá desde 1924 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.
EL ENIGMA SIN FIN Fue pintado este cuadro en 1.938 y es la composición más representativa del anamorfismo, teoría pictórica que según Dalí consistía en la confusión de la formas. Dicho más claramente, nuestro sentido de la vista no es infalible y podemos jugar con él si nos apetece, y eso es lo que se nos propone en este cuadro. Si nos lo permites, vamos a guiarte en el descubrimiento de los enigmas de este cuadro, ¡vamos allá! : 1. contempla la totalidad de la obra y fíjate que parece un conjunto de motivos inconexos y nada claros, puede ser que, si eres muy avispado, hayas descubierto alguna cosilla. A ver si estás en lo cierto. 2. descubre una mujer sentada de espaldas en una playa cosiendo unas redes de pesca y al lado de una barca. 3. mira a ver ahora un filósofo echado y en actitud de pensar. 4. el rostro de "un cíclope estúpido". 5. un galgo. 6. una mandolina. 7. una copa con peras y dos higos sobre una mesa. 8. una bestia legendaria. 9. cabeza de Gala (su mujer). Sorprendente ¿verdad? Pues todas estas formas se entrelazan sin interrupción sobre el escenario del paisaje y nosotros acabamos de hacer un ejercicio de delirio paranoico-asociativo (en expresión de Dalí). Ha consistido en obligar a nuestra vista a seleccionar, discriminar y elegir un solo tema cada vez, desdeñando los otros que están en el cuadro pero que debemos olvidarlos por un momento para conseguir ver individualizado el tema propuesto. Tal vez tengas la sensación de haber hecho algo nuevo pero, en
realidad, tu vista lo hace a diario y no eres consciente de ello , p.e.: si pasa ante ti una chica o chico espectacular, seguro que sólo tienes ojos para él/ella y no ves nada más, aunque también esté ahí.
PERSISTENCIA MEMORIA.
DE
LA
En 1.931 Dalí pinta este tema onírico muy conocido. Al fondo aparecen muy iluminados los acantilados de Port-Lligat (Gerona). En primer plano, mucho más en penumbra, tenemos una serie de tres "relojes blandos" (tema recurrente en Dalí) que parecen estar derritiéndose. Cada uno tiene una hora distinta y un cuarto reloj es de bolsillo, en este caso colocado al revés y cubierto de hormigas (símbolo de la podredumbre y putrefacción para Dalí). Todo es una alegoría de la subjetividad del tiempo y de la diferencia entre el tiempo de reloj y el tiempo biológico o subjetivo. Puedes observar una mosca y su reflejo sobre uno de los relojes. El paisaje está muerto, sólo una rama seca y tonos ocres lo conforman, pero como soporte de uno de los relojes tenemos una imaginativa figura con pestañas y nariz, puede ser el propio Dalí en forma de ameba, durmiendo, ya que en los recuerdos y en el sueño, las formas se confunden. Al final, la memoria de nuestras vivencias y recuerdos pervive por encima del tiempo.
EL GRAN MASTURBADOR. Una noche Dalí está sólo en casa pues Gala, su mujer, ha ido al cine. Su recuerdo de ella es tan fuerte que no puede contenerse y se masturba pensando en su amada. Este episodio es la razón originaria de este cuadro pintado en 1.929. La figura central vuelve a ser el autorretrato de Dalí, como una ameba, con pestañas sobresalientes, durmiendo colocado de perfil. De él surge la figura de una hermosa mujer cuya boca se acerca a un unos atributos sexuales masculinos. El lirio al lado de la mujer significa pureza (para él la masturbación era la relación sexual más pura). Un saltamontes, animal que le daba pavor, tiene al abdomen lleno de hormigas (símbolo de su próximo fin), el anzuelo simboliza la atadura con la familia, el león el deseo sexual, las piedras su pasado y la figura aislada la soledad. En esta escena de sugerencias múltiples encontramos las obsesiones persistentes en la vida del pintor, como el sexo, la muerte, el amor, el cuerpo humano, el tiempo, la opresión de la moral tradicional y la asociación de imágenes de acuerdo con el psicoanálisis de Freud...
6. ÚLTIMAS TENDENCIAS Con el título “últimas tendencias” nos referimos a estilos artísticos acaecidos después de la Segunda Guerra Mundial ya que a los de la primera mitad del siglo XX se les denomina vanguardias históricas. El arte contemporáneo se caracteriza, y especialmente en pintura, por un sinfín de novedades, originalidades e incluso provocaciones en orden a conseguir impactar al espectador, en sentido positivo o negativo, tanto da, lo importante es no pasar desapercibido. Cualquier soporte es válido para expresarse y muchas veces encontramos extravagancias que suponen cierto escándalo al principio, pero que finalmente siempre todo , con el paso del tiempo, acaba siendo admitido como clásico. Se usan ordenadores, vídeos, pantallas, aparatos multimedia y todo aquello susceptible de ser usado como elemento artístico, el propio cuerpo humano, lámparas de neón, productos industriales, etc. Además de Europa, los E.E.U.U. se convierten por primera vez en origen de estilos artísticos de vanguardia e incluso de escuelas artísticas con varios pintores. El fenómeno de la globalización, tan comentado hoy, ya comenzó en el mundo artístico en los años sesenta, lo que pone de manifiesto el carácter innovador y pionero adelantado a su tiempo del arte y sus creadores. En esta exposición hemos recogido varias tendencias artísticas recientes: informalismo, arte pop y nueva figuración.
FRANCIS BACON. FIGURA TUMBADA. NUEVA FIGURACIÓN. Bacon (1909-1992) es el pintor característico de la corriente denominada nueva figuración europea tras la guerra. En realidad es una parte del informalismo, que tuvo mucho éxito en todo el mundo. Bacon reivindica el aspecto informe de la materia huyendo de formas artísticas concretas. Es la plasmación de un periodo histórico angustioso, con una Europa destrozada por la guerra y afrontando el difícil trago de la posguerra. Los cuadros de Bacon muestran aspectos repulsivos del cuerpo y el rostro humanos, con brutales deformaciones y cambios de color, llegando a veces a pensar que nos encontramos ante figuras de cadáveres. Otras veces, Bacon partiendo de cuadros antiguos, los reinterpreta según su particular visión. Son conocidas sus versiones sobre el retrato de Inocencio X de Velázquez. En esta "Figura tumbada", el cuerpo femenino es una masa informe de carne mal distribuida y de aspecto repugnante. Yace en postura estirada sobre un diván siendo la antítesis de la sensualidad.
MUJER EN EL BAÑO. ROY LICHTENSTEIN. ARTE POP. Roy Lichtenstein (1923-) junto con Andy Warhol es la figura más representativa del Pop Art, tendencia caracterizada por la producción en serie destinada a la masa consumista con temas sencillos de fácil comprensión. Este arte desprende una sensación de banalidad, inmediatez ye incluso frivolidad. En el caso de Lichtenstein, su originalidad más destacable es la ampliación de viñetas de cómics a grandes formatos como si se tratase de gran arte. Sin embargo hay una segunda lectura, un punto de ironía en la denuncia de una sociedad simplista y acomodada, manipulada por los grandes poderes económicos y teledirigida en sus gustos, modas y aficiones. En “Mujer en el baño”, el pintor refleja con mucho salero una escena simple como si de un anuncio publicitario se tratara. Dibujo nítido y relleno de color junto con ciertas concesiones a la sensualidad y la invitación a la buena vida forman la trama de este cuadro del museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.
CRUCIFIXIÓN. ANTONIO SAURA. INFORMALISMO ESPAÑOL. Una crucifixión abstracta pero fácilmente reconocible (brazos, manos, cruz, cabeza). Saura presenta la tensión, la violencia y el dolor mediante líneas gruesas, blancas, grises y negras que entran en conflicto entre sí y desvelan la inquietud y el desasosiego que la escena nos provoca. La ausencia de color y el chorreo de la pintura acentúan aún más esa sensación de desgarro y crispación. Los brochazos de Saura conforman seres monstruosos que nos hablan de horribles torturas y sufrimientos. Este pintor nacido en Huesca en 1930 es un gran representante del informalismo aplicando las corrientes internacionales procedentes de Estados Unidos y una cierta identidad española. Saura murió en 1999.
MUJER Y PÁJAROS EN LA NOCHE. JOAN MIRÓ. Los cuadros de este pintor catalán son muy conocidos porque sus propuestas son muy simples y claras: trazos gruesos en negro y rellenos de colores vivos, rojo, verde, amarillo y azul. Realmente hay que conocer su lenguaje personal para entender sus cuadros, pero esto no es difícil, incluso podemos, en un esfuerzo de imaginación, identificar las figuras que él pinta en sus obras. En este caso, la mujer y los pájaros los vemos rodeados por un potente y bello colorido. Miró ha sabido enganchar tan bien con el gusto contemporáneo, que sus propuestas han llegado a ser logos promocionales de indudable fuerza expresiva (el de España turística por ejemplo). Muchos críticos de arte consideran que Miró de inspira en arte de los pueblos primitivos. Por ello sus temas son reiterativos: mujer, pájaro, estrellas, noche y poco más.