LA EDUCACIÓN DE LAS PERSONAS CON AUTISMOS A TRAVÉS DEL MEDIO ACUÁTICO

ISSN 1696-7208 Revista número 8 de Abril de 2004 LA EDUCACIÓN DE LAS PERSONAS CON AUTISMOS A TRAVÉS DEL MEDIO ACUÁTICO NOEMÍ CASTILLA GUTIÉRREZ RESU

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TEMA 8 LAS PERSONAS NOS RELACIONAMOS CON EL MEDIO NATURAL
UNIDAD DIDÁCTICA ADAPTADA CIENCIAS SOCIALES, GEOGRAFÍA E HISTORIA 1º ESO TEMA 8 LAS PERSONAS NOS RELACIONAMOS CON EL MEDIO NATURAL ÍNDICE 1.- EL PAIS

Las personas con Síndrome de
035-037MINUSVAL 14/12/05 19:08 Página 35 OBSERVATORIODE LA DISCAPACIDAD Coordinador de esta sección: Javier Salgado ANA MADRIGAL Dirección General

Personas Físicas con Actividades. alternativa respecto de las Personas Morales
Personas Físicas con Actividades Empresariales una Empresariales, alternativa respecto de las Personas Morales C P C JAIME GOYTORTUA BORES M.F. C.P.

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ISSN 1696-7208 Revista número 8 de Abril de 2004

LA EDUCACIÓN DE LAS PERSONAS CON AUTISMOS A TRAVÉS DEL MEDIO ACUÁTICO NOEMÍ CASTILLA GUTIÉRREZ

RESUMEN: Tras una experiencia con adultos con autismo en el medio acuático, hemos observado los numerosos beneficios que les aporta este medio y, cómo, debido a ellos, podemos ir más allá de la mera enseñanza de la Natación.

INTRODUCCIÓN

La natación es uno de los deportes que pueden practicar la mayoría de las personas sin tener en cuenta la edad ya que dentro del agua se tiene un bajo impacto sobre las distintas partes de nuestro cuerpo, reduciendo al máximo la tensión de los huesos y las articulaciones. Las sensaciones que, a todos, nos produce la práctica de cualquier actividad acuática es de bienestar en general, siendo este un punto de partida por lo que elegimos este medio para trabajar otras áreas educativas como son la interrelación social, la comunicación y la autonomía personal. A partir de numerosas investigaciones y de nuestra propia experiencia, sabemos que con las personas con autismo el trabajo de aula les resulta bastante cansino, puesto que su atención se encuentra afectada y suelen buscar cualquier excusa, distracción o descuido, para acabar la actividad pronto. También sabemos que difícilmente se comunican para expresar sus sentimientos, ni mantienen el contacto con las demás personas durante tiempo prolongado. Es por ello que conseguimos llevar a la práctica un programa de natación para los adultos de la asociación Autismo Granada, con la idea de trabajar en un medio grato y lúdico para ellos, aquellas áreas que resultaban más dificultosas trabajar en el aula. Con tan sólo seis meses de aplicación se obtuvieron resultados observacionales de notoria congruencia con los beneficios que numerosos autores indican sobre el medio acuático, y que conllevaron a un trabajo

mucho más amplio, sobre la comunicación , la socialización y la autonomía. Partimos de un análisis de todos los beneficios y los comparamos con las necesidades que presentan en general, las personas con autismo. A partir de éste análisis elaboramos un programa adaptado al cuadro autista en general e individualizado en cada uno de los participantes. A continuación lo llevamos a la práctica entre todos los educadores del centro, junto con numeroso personal voluntario. Los resultados los pudimos observar desde la primera semana, pero fuimos evaluando mensualmente y anotando todas las variaciones. Igualmente, el propio programa fue evaluado y se fue modificando sobre la marcha en aquellos aspectos que veíamos oportunos, siempre en busca de la mejora para la obtención del mayor número posible de beneficios.

FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA DEL PROGRAMA La relación de los beneficios que podemos extraer del medio acuático, nombrados por diversos autores, y que pueden incidir en la mejora de algunos de los trastornos ejecutorios característicos del cuadro autista son los siguientes:

§ Mejora la postura corporal. Las posiciones horizontales, tan comunes en el medio acuático, así como el fenómeno de ingravidez, supone una descarga extraordinaria de la columna vertebral, al mismo tiempo que la necesidad de mantener la postura, ayudará a la tonificación adecuada de toda la musculatura corporal (Jardí, 1998). Como bien mencionó James Russell (1999), en su estudio sobre las características del trastorno ejecutivo en el autismo, los tics y la discinesia producen una serie de conductas repetitivas, creando malos hábitos posturales que podrían incidir en una incorrecta postura corporal que les llevaría a atrofias y malestares generales a nivel muscular y articular. § Alivia tensiones. El efecto relajante que provoca la actividad realizada en el agua a cierta temperatura, disminuye los espasmos musculares (Kolian, C. y Ariyoshi, M.,1999). Una buena relajación muscular permitirá a la musculatura disponer de un tono adecuado para la ejecución de posibles tareas motrices (Jardí, 1998). Los movimientos estereotipados y las autoagresiones características del autismo, provocan en el individuo una tensión tanto física como psíquica que le impiden la realización adecuada y relajada de otra tarea, por tanto, trabajar la relajación con estos chicos será de vital importancia para trabajos posteriores y para el propio disfrute personal del individuo.

§ Genera estados de ánimo positivos. La ingravidez producida en la inmersión es la principal causa positiva sobre la relajación de los músculos que se transmite, indiscutiblemente, a la psicología del individuo y su estado de ánimo (Jardí, 1998). Numerosos autores estudiosos del autismo han mencionado la afectación en el estado de ánimo de estos individuos ante la incapacidad de comprender el mundo social que les rodea, reaccionando con las autoagresiones y con las conductas repetitivas (Baron Cohen, 1989; Carruthers, 1996); U. Frith, 1989). § Ayuda a mejorar estados de ansiedad y aliviar síntomas de depresión. Nuevamente hacemos mención de la relajación que produce el trabajo en este medio que incide en la consecución de un nivel óptimo de equilibrio psicológico en el individuo (Jardí, 1998). A nivel psicológico tiene grandes beneficios y/o repercusiones, aportando una serie de facilidades de trabajo en el agua que se traducen en una mayor focalización hacia el ejercicio y no tanto hacia el propio dolor (Kolian C., Ariyoshi, M.,1999). En el caso del autismo, la repetición de la conducta y de la actividad es un rasgo del comportamiento normal, sobre todo en la infancia, aunque también en situaciones de aburrimiento y ansiedad (Lissovoy, 1962, kravitz y Boehm, 1971; Lindsay y cols., 1982; Mitchell y Erches, 1977; Rago y Case, 1978; Sallustro y Atwell, 1978; Soussignon y cols., 1988;

Telen, 1979 y1981; Werry y cols., 1983). Por tanto, la lucha contra la ansiedad tendrá una repercusión bastante positiva en estos chicos. § Relaja la excesiva tonicidad muscular de la tarea diaria. La experimenta de acciones en situaciones de ingravidez a las que normalmente no estamos acostumbrados, enriquecerán nuestra capacidad de movimiento y, mejorarán, al mismo tiempo, nuestros patrones motores, haciéndonos más capaces de afrontar situaciones motrices nuevas (Jardí, 1998). Aporta una mayor movilidad articular, facilidad y libertad de movimientos con menos esfuerzo (Kolian C., Ariyoshi, M.,1999). Los chicos autistas suelen caracterizarse, según James Russell (1999), por la realización de compulsiones o actos estereotipados que se ejecutan en respuesta a una obsesión con el fin de apartar o evitar una aparente amenaza o desastre inminente, a veces con movimientos tensos y bruscos, de manera que será crucial trabajar la relajación muscular en estos chicos, para que afronten el resto de la actividad diaria partiendo de una base muscular relajada que le impida la realización de dichos actos compulsivos y de las propias autoagresiones. § Estimula el crecimiento y el desarrollo físico-psíquico. Las actividades motrices en el agua y con el agua son un buen remedio para

posibles

deficiencias

esqueléticas

que

contribuyen

intrínsecamente al bienestar físico y psíquico (Jardí, 1998). Como

bien hemos ido nombrando anteriormente, el autismo es una afección en la que se producen una serie de tensiones físicas y psíquicas en su incomprensión del mundo social en el que vive, de manera que todo beneficio en este ámbito le resultará de gran utilidad, no solo en los niños pequeños, sino en todos y cada uno de los chicos aunque sea más lento el proceso, por muy mayor que sea. § Mejora el desarrollo psicomotor. La mayor parte de los trabajos realizados en el medio acuático van a mejorar, sin lugar a dudas, la coordinación, de manera que se mejora las conexiones nerviosas, la armonía en los movimientos y la correcta correlación de órdenes nerviosas y respuestas musculares, que será consecuencia del trabajo físico que incidirá notablemente en la eficacia del movimiento (Jardí, 1998). Como bien describe Angel Riviere, el autismo se caracteriza por el predominio masivo de conductas sin propósito: correteo sin metas o ambulaciones sin sentido, de manera que pierde el control voluntario de sus propias acciones. Así, con el medio acuático, se trabaja la coordinación mente y cuerpo, teniendo repercusiones positivas en el entrenamiento del control del propio cuerpo (acciones voluntarias). § Favorece la autoestima. Conocimiento del propio cuerpo, mostrando nuestros cuerpos en trajes de baño ante todos, desinhibiéndonos y aceptándonos, eliminado pudores y miedo. El programa acuático les

permitirá ganar una mayor autoconfianza a medida que van progresando (Kolian C., Ariyoshi, M.,1999).

Metodología Se trata de ir más allá de la mera enseñanza del estilo natatorio o de la natación en general. Se trata de abarcar otras áreas o disciplinas aprovechando la necesidad de contacto y de atención que muestran todos los chicos o chicas dentro del medio acuático. Por tanto, trabajaremos cara a cara, la comunicación constante, durante la primera parte de cada sesión; la interrelación social con el resto de los compañeros, en una segunda parte dedicada al trabajo en grupo (juego de pases con la pelota, por ejemplo); la tercera parte será de total relajación con o sin material; y, finalmente, trabajar los hábitos de higiene con la recogida del material y la ducha individual. La metodología específica que seguiremos a lo largo de toda la puesta en práctica de este programa será la de modificación de conducta, puesto que, según numerosos estudiosos del tema (Bautista, 1990; Marchesi, Coll y Palacios,2000; Riviere, 2001), es la más efectiva para la educación del niño autista. Según ésta debemos buscar la máxima de refuerzos posibles, y dentro de los refuerzos lo general será el refuerzo continuo, que para los niños autistas es aquello que aumenta la probabilidad

de que la conducta se vuelva a repetir. Se trata de moldear la conducta del niño a través de los refuerzos y no del castigo. Concretando algo más, podríamos enumerar las siguientes estrategias básicas metodológicas más importantes en estos casos (Riviere, 2001): - Métodos educativos estructurados y basados en los conocimientos desarrollados por la modificación de la conducta. - Métodos funcionales y con una definición explícita de sistemas para la generalización. - Deben implicar a la familia y a la comunidad. - Sistema de enseñanza intensivo y precoz (atención especializada e intensiva desde edades muy tempranas) - Procesos de aprendizajes sin errores, no por ensayo-error. - Presentar tareas sólo cuando el niño atienda y de forma clara. - Presentar tareas cuyos requisitos están previamente adquiridos y que se adapten bien al nivel evolutivo y las capacidades del niño. - Emplear

procedimientos

de

ayuda

y

proporcionar

reforzadores

contingentes, inmediatos y potentes. - Refuerzo de aproximaciones al objeto educativo deseado, de manera que el niño pueda elegir los materiales educativos necesarios. - Uso de tareas y materiales variados. - Empleo de refuerzos naturales y mezcla de actividades ya dominadas con otras en proceso de adquisición.

Los educadores deben señalar el desarrollo de los trechos positivos de la personalidad del niño autista, que difícilmente tiene comportamientos sociales en la cual está involucrado, y además por la escasa imagen que casi siempre tienen de sí mismo. En general, siguiendo las recomendaciones de Marchesi, Coll y Palacios (2000) y de Ángel Riviere (2001), el educador o profesional que trabaje en el medio acuático con el niño autista debe realizar las siguientes funciones, primordiales para la mejora de las características de estos chicos anteriormente mencionadas: - Planificar el aprendizaje del niño, adaptándolo a sus características personales. Los métodos observacionales más o menos estructurados y los cuestionarios exhaustivos son los medios que nos pueden proporcionar mayor información. - Evitar hacer planificaciones con problemas (ejercicios o actividades complejas para su nivel de descodificación de la información) - Capacidad de prever las posibles respuestas de los niños, así como sus dificultades. Según el esquema básico del condicionamiento operante, tenemos el estímulo discriminativo, conducta donde debemos prever lo que pueda hacer el niño y nuestra conducta en relación a la suya debe estar planificada. - Relacionarse con el niño de forma fácil, para que entienda perfectamente la información que se le pretende transmitir.

- Tener actitud directiva: Guiar y dirigir su aprendizaje. - Tener en cuenta las dificultades de su aprendizaje. - Animarles a superar las dificultades.

Objetivos Los objetivos generales que nos planteamos para todo el grupo serán los siguientes: - Trabajar la comunicación con el diálogo constante educador-alumno. - Adquirir y trabajar la interrelación social partiendo de la relación entre los propios alumnos. - Aprender a cooperar con el compañero y ayudarle en la realización de los ejercicios. - Adquirir las destrezas necesarias para conseguir la mayor autonomía posible dentro del medio acuático, estableciendo patrones de conducta coordinados en beneficio del desarrollo neuromuscular. - Conseguir relajarse y controlar este estado. - Adquirir y afianzar los hábitos de higiene personal de manera que puedan transferirlo a su vida cotidiana, más allá del recinto o piscina.

Contenidos - Comunicación - Interrelación Social.

- Autonomía personal. - Relajación. - Adquisición de Hábitos de Higiene generales y personales - Coordinación en los ejercicios natatorios. - Cooperación en el trabajo en grupo con los distintos materiales (principalmente la pelota). - Utilización de diferentes materiales de flotación - Inmersiones y control de la respiración.

Evaluación A partir de los objetivos generales y específicos planteados, se prepararan una fichas individuales evaluativas que nos servirán para ir controlando la evolución de cada niño. Dichas fichas se irán pasando una vez al mes al monitor con el que esté trabajando. Por supuesto, habrá una carpeta de anotaciones donde cada monitor deberá ir apuntando el día exacto en el qué se produzca un nuevo avance o la aparición de una nueva conducta, ya sea positiva o negativa, realizando una descripción detallada de la misma.

Resultados

Con la presentación de dichos beneficios, iremos aportando los datos observacionales extraídos y que los corroboran a partir de nuestra experiencia durante los seis meses de aplicación de este programa. - Mejora la postura corporal. En nuestro programa hemos podido observar cómo los muchachos y muchachas participantes se sentían dentro del medio acuático mucho más sueltos y libres en sus movimientos, e incluso, hemos apreciado cómo la tonificación muscular a aumentado y sus cuerpos son algo más atléticos, a lo largo de estos seis meses de programa; sobre todo en los chicos que más a menudo acudían a la actividad en piscina (tres horas a la semana) - Alivia tensiones. Durante el periodo de tiempo que se encuentran dentro de la piscina, observamos cómo dejan de realizar sus estereotipias, autoagresiones y sus rutinas habituales. Sólo las volvemos a observar cuando se les agrega algún problema, externo o interno, fuera de lo común, como han sido los dolores de muela o de cabeza, el fuerte viento que azotaba a la cubierta de la piscina o el manejo forzado por parte del educador, entre otros. Por tanto, podremos decir, que durante la puesta en práctica de nuestro programa, aplicado con la metodología correcta, hemos observado la falta de autoagresión y movimientos rutinarios en todos los chicos. - Genera estados de ánimo positivos. Con nuestros chicos hemos visto este resultado desde diversos puntos de vista. Por un lado, aquel

muchacho autista de nivel medio cuya obsesión es su sobrepeso, cómo se siente extraordinariamente bien, animado y alegre, cuando termina su hora de nado, al pensar que ha perdido una serie de calorías y que, por tanto, ese día comerá tranquilo sus platos habituales. Por otro lado, tenemos a otros que agreden constantemente al educador, bien por llamar su atención o bien por que sienten algo que no pueden expresar; estos chicos, cuando salen de la piscina, tras la ducha final, se comienzan a relajar, e incluso se llegan a dormir rápidamente en el coche mientras volvemos al centro, demostrándonos así su bienestar en general. - Ayuda a mejorar estados de ansiedad y aliviar síntomas de depresión Igualmente, si numerosos autores achacan a la ansiedad como causante de los hábitos rutinizados y estereotipias, podemos intuir que si durante la actividad acuática no se dan estas conductas, será porque en este medio se reduce dicha ansiedad. - Relaja la excesiva tonicidad muscular de la tarea diaria. Durante el día a día de nuestra puesta en práctica, hemos ido observando cómo, por regla general, terminan más relajados. Lo comprobamos en el vestuario, mientras se visten; también en el auto, mientras volvemos al centro; e incluso la mayoría de las veces, al llegar al centro, el clima es mucho menos tenso. Esto no significa que repercuta hasta el punto de evitar durante ese día o posteriores las rutinas, los estados de ansiedad o las

estereotipias; no debemos olvidar que son conductas autistas y que suelen estar provocadas por situaciones externas, en la mayoría de los casos, que no comprenden y que varían, por tanto, esto es algo que no podremos controlar sólo con el trabajo terapéutico dentro del agua; esto abarcaría un trabajo mucho más coordinado desde diversos campos terapéuticos. - Estimula el crecimiento y el desarrollo físico-psíquico. En nuestro caso, hemos observado avances, pero concretamente podríamos hablar de un caso bastante grave, en el que sólo se trabaja la relajación y la pinza para que aprenda a agarrar cosas o a agarrarse a alguien. Con esta persona hemos conseguido que mantenga durante mayor tiempo el agarre de la mando mientras pasea -que antes tendía a soltar constantemente-. - Mejora el desarrollo psicomotor . Por supuesto, esto lo hemos trabajado con los objetivos propiamente natatorios, pues no se trataba sólo de la autonomía en el medio, sino de la consecución de unos movimientos coordinados que les permitiese un trabajo neuronal más funcional y una reorganización cerebral, ante la

inutilidad que supone el caótico

desorden en la activación de sus neuronas cerebrales. Esto es algo sobre lo que trabajamos pero cuyos resultados no son fácilmente observables y que, por tanto, en investigaciones futuras podremos comprobar más exhaustivamente.

- Favorece la autoestima. Hay casos concretos donde hemos podido apreciar más directamente la consecución de este objetivo, debido a su alto nivel de expresión. Es tal el caso de un muchacho concreto que le gustaba ver cómo su bañador le iba quedando más grande, sintiéndose mejor con su cuerpo y, por tanto, consigo mismo, repercutiendo directamente en su estado de ánimo posterior.

Conclusión tras 6 meses de trabajo en la piscina No podemos asegurar que el avance, por pequeño que sea, se deba exclusivamente al trabajo realizado en la piscina, puesto que no hemos llevado a cabo una investigación exhaustiva para ello, pero sí podemos decir que hemos observado y apreciado una mejoría general, que con un trabajo coordinado desde los diferentes ámbitos de intervención y con los diversos profesionales, se podría conseguir un gran avance con estos muchachos y muchachas. La realidad de la piscina, y por ello su gran aportación, es que nos permite trabajar durante, al menos, una hora seguida, cara a cara con estos chicos y chicas. Esto es algo a resaltar puesto que muchas de estas personas, dado sus problemas atencionales, no suelen aguantar mucho tiempo en las sesiones de aula o, en general, en las sesiones externas. El tiempo es variable en cada uno de ellos, desde 10 minutos hasta la misma hora que son capaces de aguantar los más avanzados. Sin embargo en el

agua todos se nivelan, y mantienen hasta una hora de trabajo de cara al educador. Esto nos da la facilidad para ir más allá de los objetivos propiamente natatorios. Nos permite trabajar el diálogo y la interrelación social, como base para numerosos ámbitos de intervención (logopedia, trabajos de teoría de la mente, psicología, sociología....); en definitiva, en este medio, y sólo en este medio, te buscan, te necesitan y te acompañan constantemente, permitiéndonos trabajar desde un punto de vista interdisciplinar, yendo mucho más allá de la mera enseñanza de la Natación. Además esto nos permite conocerlos más a fondo, de manera que podremos apreciar cualquier indicio de comunicación, ya sea oral o corporal. Y eso, nos llevará a un trabajo más completo e íntegro con cada persona, de forma totalmente individualizada.

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