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SÃ−mbolos en el Libro VI de la Eneida: Luz, Agua y Fuego Podemos decir que el espacio representado por Virgilio en el Libro VI de la Eneida es simbólico porque, mediante su interpretación, se le atribuyen múltiples sentidos. El descenso de Eneas por el Infierno resume todo un pasado literario, a la vez que filosófico y religioso e histórico. Subrayó Norden la contribución del orfismo y atribuyó gran importancia a la influencia pitagórica o mejor dicho órfico-pitagórica. Virgilio es poeta y al mismo tiempo filósofo, de este modo se convierte en depositario de secretos trascendentales. Necesitaba disimular sus pensamientos mediante la ficción para que el vulgo no descubriera ciertos conocimientos; y los intelectuales como él guardaban silencio sobre los dogmas esenciales. Se dedicó al estudio de la medicina y la matemática, disciplinas que estaban bajo la influencia de Pitágoras. Y el pitagorismo era sobre todo una gran escuela mÃ−stica y tenÃ−a muchos puntos de contacto con las religiones de Misterios. Es de creerse que los estudios de medicina realizados por Virgilio contribuyeran a acercarlo a las religiones de Misterios y en particular a la órfica y a la de Eleusis. Las ceremonias de Misterios daban al iniciado la ilusión de traspasar los lÃ−mites de la humanidad, de penetrar en el mundo sobrenatural, de unirse a la divinidad y revelar las realidades de ultratumba. Luz: desde épocas remotas se consideraba la luz como sÃ−mbolo de vida y de creación, relacionándola con el Sol, la estrella que posibilita la supervivencia en la Tierra. Espacios: * El libro VI comienza con la llegada de las naves de Eneas a las costas de Cumas y un grupo de jóvenes saltan hacia la playa: “Fogoso tropel de mancebos salta a la rivera hesperia” pág 109 “Iuuenum manus emicat ardens litus in Hesperium” En él se desarrolla una imagen simbólica porque el verbo e + mico apunta a tres campos: en la época Imperial significaba saltar, de la significación original, brillar desde, resplandecer y también alude a la expansión. Y también se encuentra “ardens” adjetivo que viene del verbo “ardeo”: ardiente. Entonces podemos decir que, existen dos posibles traducciones para este pasaje: “el tropel de jóvenes ardientes salta” o “el tropel brillante de jóvenes resplandece” porque los jóvenes troyanos traen consigo ánimos ardientes de fundar su nuevo pueblo. * Inmediatamente, cuando Eneas y la Sibila entran en la profunda caverna se sumergen en la oscuridad: “Solos iban en la nocturna oscuridad, cruzando los desiertos y mustios reinos de Dite (…)” pág 155. “Esta es la mansión de las sombras, del Sueño y de la soporÃ−fera Noche” pág 117 Es para Eneas la bajada a los Infiernos algo asÃ− como una unción, como una iniciación en los Grandes Misterios. Para el iniciado esta prueba equivalÃ−a a una muerte en la que después renacÃ−a a una nueva vida. Plutarco recuerda que este procedimiento también lo llevaban a cabo los mistos: éstos eran sumergidos en las tinieblas antes de asistir a los maravillosos espectáculos de los Misterios. 1
Pero al entrar en los Campos ElÃ−sios el paisaje se modifica: “Ya un aire más puro viste aquellos campos de brillante luz, ya aquellos sitios tienen su sol y sus estrellas” pág 123 Al respecto Plutarco, historiador, biógrafo y ensayista griego, aclara que: “Morir es iniciarse en los Grandes Misterios (…), pero en seguida de morir entramos en praderas deliciosas donde se respira el aire más puro (…), ahÃ− es que el hombre, ya perfecto por su nueva iniciación, vuelto a la libertad es realmente dueño de sÃ− mismo” * En la procesión de los Héroes que van a ser la futura descendencia de Eneas aparece César Augusto del cual se dice lo siguiente: “à se, ése será el héroe que tantas veces te fue prometido. Cesar Augusto del linaje de los Dioses, que por segunda vez hará nacer los Siglos de Oro en el Lacio, en esos campos en que antiguamente reinó Saturno, es él que llevará su imperio más allá de los Garamantas y de los Indios, a regiones situadas más allá de donde brillan los astros, fuera de los caminos del año y del sol, donde el celÃ−fero Atlante hace girar sobre sus hombros la esfera tachonada de lucientes estrellas”. “Tú, ¡oh Máximo! Ganado tiempo conseguirás salvar la República” “(…) tú ¡oh Romano! atiende a gobernar los pueblos; ésas serán tus artes y también imponer condiciones de paz, perdonar a los vencidos, derribar a los soberbios”. pág 129. Augusto hará renacer los Siglos de Oro: esto recuerda el Mito de las Edades de HesÃ−odo, en donde los hombres vivÃ−an sin ninguna preocupación o dolor. La paz augustea y la restauración de la República. transmite esta sensación Este discurso resume una alabanza que el poeta ofrece al Princeps, también le dice cuál es la misión de Roma y que es lo que debÃ−a procurar para su Imperio. Anquises comenta a su hijo que él es el hombre prometido; en realidad no le habla a Eneas sino a los romanos. Objetos: * Para poder ingresar al Infierno Eneas tiene que llevar un Ramo de Oro a Perséfone. Según la Sibila, está oculto en un frondoso árbol entre los valles: “Bajo la opaca copa de un árbol se oculta un ramo, cuyas hojas y flexible tallo son de oro, el cual está consagrado a la Juno Infernal, todo el bosque lo oculta y las sombras lo encierran entre tenebrosos valles” pág 112. En esta imagen se establece la relación sombra/tinieblas. La oposición entre luz/oscuridad, vida/muerte. La ofrenda se puede explicar de la siguiente manera: el muérdago, porque renueva su follaje en el invierno simboliza la muerte; el que se apodera de él se adueña a su vez de la muerte. La naturaleza muere al llegar el invierno, pero ésta implica su resurrección, y el muérdago que renueva sus hojas en invierno es, a la vez, sÃ−mbolo de Vida y de Muerte. Teniendo en cuenta quien recibe el regalo, Proserpina, de la cual se distinguen dos personalidades: es diosa de la Muerte cuando vive en los Infiernos, y diosa de la Vida después que ha vuelto a la luz. Es el muérdago, entonces, una partÃ−cula de Vida que el visitador ofrece a la diosa y a su vez le garantiza el retorno al mundo de los vivos. Sostienen Frazer y Norden que el muérdago no es de origen vegetal: 2
“…sic leni crepitabat brattea uento” “…asÃ− crepitaba su hoja al suave viento” La palabra brattea significa “hoja de metal”, sugiere una hoja recortada y modelada en forma de ramo. Por otra parte el verbo “crepitare” no es adecuado para expresar el zumbido de una frondosidad natural. El concepto que tiene Virgilio es de un Ramo metálico. Agua: se le atribuyen al agua capacidades para limpiar y borrar las manchas. Sumergirse en ella trae consigo un doble significado: retornar a los orÃ−genes y limpiar las culpas. Representa la muerte y la sepultura, la vida y la resurrección. Cuando hundimos nuestra cabeza en el agua, como en un sepulcro, el hombre viejo resulta inmerso y enterrado, cuando salimos del agua aparece el hombre nuevo. * Se utiliza el agua como medio de purificación para lavar el cadáver de Miseno, asÃ− como también para limpiar a los troyanos en esta ceremonia sagrada: “Unos ponen el agua a la lumbre en calderas de bronce y lavan y perfuman el frÃ−o cadáver entre grandes lamentos (…)”. “Corineo encerró las cenizas en una urna de bronce; en seguida, con un ramo de feliz olivo, roció tres veces a sus compañeros con una agua purificadora y pronunció las últimas oraciones” pág 114. * Eneas antes de entrar en la morada de Proserpina se lava con agua, Virgilio quiso representar con este lavado la lustración y la gran importancia que tenÃ−an las purificaciones de agua en los Pequeños Misterios. Según Magnien los mistos se lavaban con agua una vez, al terminar la primera parte de la iniciación en los Grandes Misterios, la fase de las pruebas. *Para llegar a los distintos lugares del Infierno tiene que atravesar los rÃ−os que se le van presentando. Aguas Negativas: Aorno: antes de entrar a la caverna, ésta aparece rodeada de aguas negras y pestilentes del Averno. Era la primera muestra del escalofriante paisaje que se encontraba en el interior: “HabÃ−a cerca de allÃ− una profunda caverna, que habrÃ−a en las peñas su espantosa boca, defendida por un lago negro y por las tinieblas de los bosques, sobre la cual no podÃ−a ave alguna tender impunemente el vuelo: tan fétidos eran los vapores que de su horrible centro se exhalaban (…)” pág 114. Aqueronte: este rÃ−o es el medio por el cual las almas de los que han sido sepultados deben cruzar para llegar a la morada de los muertos. Sus aguas lÃ−vidas y estáticas representan la retención, sus turbios remolinos transmiten las faltas cometidas por las almas que esperan en las orillas. La ausencia de luz alude al temor y la incertidumbre de los penitentes. El estancamiento de las aguas refleja las impurezas, las culpas que cargan las almas transformándose en un medio de desesperación. Se trata aquÃ− del Î²Ï Ï”Î²Î¿Ï”Î¿Ï… que simboliza la vida impura y en el que eran sumergidas, según la creencia órfica, las almas de los no iniciados. Estigia: es un lago afluente del Aqueronte, allÃ− se encuentran las almas de los suicidas: “Cerca de allÃ− están los desdichados que, vencidos de la desesperación y aborreciendo la luz del dÃ−a, se quitaron la vida con su propia mano (…) ¡Pero los hados no lo consienten y las tristes aguas de lago estigio, con sus nueve revueltas, los enlazan y sujetan en aquel odioso pantano! pág 119.
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En cuanto a las nueve revueltas Servio, autor de un libro de comentarios sobre Virgilio, In tria Virgilii Opera Expositio, entiende como las nueve esferas que rodean el Hades, es decir, la atmósfera terrestre. Es una grandiosa visión cósmica. Para Virgilio la Estigia se identifica con el Cosmos. Tal doctrina hubo de ser elaborada por los teólogos órficos. Flegetón: Es el rÃ−o de llamas que rodea al Tártaro: “Vuélvese entonces Eneas y ve al pie de una roca que se extiende a la izquierda una gran fortaleza, rodeada de triple murallas, que el rápido Flegetón , rÃ−o del Tártaro, circunda de ardientes llamas, arrastrando en su corriente resonantes peñas” pág 121. Las llamas tienen una finalidad purificadora y eliminadora de las fuerzas del mal. AsÃ− como también alude a la eternidad, teniendo en cuenta las llamas como destrucción del tiempo. Aguas Positivas: Leteo: este rÃ−o se encuentra en los Campos Elisios y es el sÃ−mbolo de lo naciente porque brinda a las almas la pureza que se requiere para comenzar una nueva vida. En él el alma surge renovada: “Eneas en tanto ve en una cañada un apartado bosque lleno de gárrulas enramadas, plácido retiro que baña el rÃ−o Leteo (…). Estas almas, están destinadas por el hado a animar otros cuerpos, están bebiendo en las tranquilas aguas del Leteo el completo olvido de lo pasado” pág 124-125 Estos rÃ−os demuestran las diferencias de luz-oscuridad existentes en el Infierno. Fuego: Al fuego se asignaron significados de regeneración, purificación y de acción fecunda e iluminadora. Los Pitagóricos creÃ−an que en el corazón del Universo hay un fuego central y de él proviene la formación de los cuerpos celestes. * En las páginas iniciales del Libro VI al saltar los hombres a la rivera hesperia se dice lo siguiente: “(…) unos sacan las chispas escondidas en las entrañas del pedernal (…)” pág 109 “(…) quaerit pars semina flammae abstrusa in uenis silicis…” La acción de los troyanos es profundamente simbólica porque los griegos traen la nueva cultura que ha de nacer, la luz de su cultura, y mediante este procedimiento la complementan con el fuego indÃ−gena, aquél esta escondido en el sÃ−lice, áspero y sencillo, al igual que los primitivos romanos. * El fuego se utiliza como medio de purificación en los funerales de Miseno y en los sacrificios que realizó Eneas en honor a los dioses infernales antes de entrar en la caverna: “(…) otros se colocan debajo del gran féretro y ¡triste ministerio! Volviendo los ojos le aplican las teas, según la costumbre patria. Todo arde al momento (…)”. “En seguida erige los altares para los sacrificios nocturnos que han de hacerse al rey estigio y pone el las llamas las entrañas enteras de los novillos (…)”pág 114. * Para poder recuperar su pureza original las almas tenÃ−an que pasar por una serie de purificaciones, que podÃ−an ser por medio del aire, fuego o agua. HabrÃ−a sido Onomácrito, compilador de oráculos griego, el autor de la doctrina órfica del pecado original por la caÃ−da del alma en el cuerpo. Y para liberarla de su servidumbre corporal, imponÃ−a la religión órfica la limpieza del alma a fin de obtener la salvación en el 4
más allá. * Cuando Eneas le pregunta a su padre cómo las almas una ves purificadas pueden volver a la tierra, Anquises le responde lo siguiente: “Desde el principio del mundo, un mismo espÃ−ritu interior anima el cielo y la tierra (…) ese espÃ−ritu mueve la materia y se mezcla al gran conjunto de todas las cosas (…). Esas emanaciones del alma universal conservan su Ã−gneo vigor y su celeste origen mientras no están cautivas en toscos cuerpos y no las embotan terrenas ligaduras y miembros destinados a morir (…). Ni aún cuando en su último dÃ−a las abandona la vida, desaparecen del todo las carnales miserias que necesariamente ha infiltrado en ellas (…) por eso arrostran la prueba de los castigos y expÃ−an con suplicios las antiguas culpas. Unas suspendidas en el espacio, están expuestas a los vanos vientos; otras lavan en el profundo abismo las manchas de las que están infestadas o se purifican en el fuego. Todos los manes padecemos algún castigo, después de lo cual se nos envÃ−a a los espaciosos Elisios Campos, mansión feliz, que alcanzamos pocos y a que no se llega hasta que un larguÃ−simo periodo, cumplido el orden de los tiempos, ha borrado las manchas inherentes al alma y la ha dejado reducida sólo a su etérea esencia y al puro fuego de su primitivo origen. Cumplido un perÃ−odo de mil años, un dios las convoca, junto al rÃ−o Leteo, a fin de que tornen a la tierra, olvidadas de lo pasado y renazca en ellas el deseo de volver a habitar en humanos cuerpos” pág 125. Con esto, Virgilio trazó la historia de la formación del mundo y la aparición del hombre bajo su aspecto cósmico; ahora es bajo su aspecto filosófico que expresa su concepción de la esencia del mundo, como fundamento de la exposición del destino del alma. En esta cosmologÃ−a se presenta la doctrina del estoicismo con el sistema del Anima Mundi, que pone en movimiento todo el universo como “alma del mundo” que genera toda la realidad en tanto manifestación y expansión del principio Ã−gneo. También se incluye la doctrina órfica-filosófica de la transmigración de las almas o metempsicosis por la cual las almas se renuevan en nuevos cuerpos y en el “longa dies” en ese gran dÃ−a al cabo del cual, según Anquises, las almas recobran su pureza original, se puede reconocer el ciclo de diez mil años, el Gran Año Mundial en el cual todo el mundo se renueva completamente. Importancia del Descenso a los Infiernos: Al decender Eneas por el Averno se ha convertido en un héroe superior, porque ya es conocedor del destino del alma, sus reencarnaciones terrestres y el origen del mundo, que lo hace acercar a la divinidad. Y su apoteosis final es lo que constituÃ−a el verdadero objeto de los Misterios. Como habÃ−a dicho Olimpiadoro “el objeto de las teletai es hacer remontar a las almas hacia ese fin de donde bajaron en el principio”. Posee ya Eneas la plenitud de la ciencia y de la perfección, el conocimiento del misterio del mundo y de la esencia divina, lo que lo habilita para la trascendental misión que lo espera en el mundo de los vivos.
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