Story Transcript
La falta de instalaciones deportivas en Río Gallegos Marcelo Martín Pardo*
Resumen El crecimiento de la ciudad de Río Gallegos instala en la agenda pública el problema de la cantidad de espacios destinados a las actividades deportivas. En este trabajo se parte de la hipótesis de que la ausencia de espacios públicos para realizar deportes en los nuevos complejos habitacionales obedece a políticas públicas inadecuadas y a proyectos educativos endebles.
Palabras clave: deportes – políticas públicas – Río Gallegos
Introducción Un foco que se convirtió en recurrente tema de conversación en el último tiempo fue la alarmante carencia de instalaciones deportivas en la ciudad. Es posible que la falta de política pública y la carencia de una adecuada, coherente y medianamente ambiciosa política deportiva, tengan su causa en un proyecto global endeble. Muchas veces nuestras autoridades – cualquiera sea el color político - ven al deporte como algo secundario o accesorio y es tan importante como la educación y el alimento, porque con el deporte, entre otras cosas, se puede formar personas de bien. Además el deporte es un derecho colectivo del que pueden surgir talentos y tiene un efecto tan beneficioso en la salud como la asistencia sanitaria. Practicar alguna disciplina, sea cual fuere, es lo que les gustaría hacer a cientos de riogalleguenses, pero existe un problema que hace que muchos no puedan permitírselo: la falta de espacio físico en sus barrios. En Río Gallegos, hace apenas unos años, había cuatro gimnasios municipales: Juan Bautista Rocha, 17 de Octubre, Luis “Lucho” Fernández y Benjamín Verón, para algo más de sesenta mil habitantes. Hoy, con casi el doble de esa población, siguen estando los mismos centros deportivos comunales, ni uno más ni uno menos; pero con un agravante, salvo el 17 de Octubre, del barrio 499 Viviendas, que fue reconstruido a nuevo luego del voraz incendio que lo redujo a cenizas en 2005, ninguno de los escenarios fue ampliado o tuvo grandes reformas. Todo se circunscribió a “lavados de cara” (sobre todo en épocas de vacaciones de verano) como trabajos de pintura, iluminación y mantenimiento de interiores. Este preocupante cuadro de situación se agrava si se le suman los pedidos para la utilización de los gimnasios que se multiplicaron por decenas en el último tiempo. Así, elevan notas a la Municipalidad diferentes instituciones deportivas como AFuSa, Liga de Fútbol Sur o CRiGaL, pero también lo hacen gremios, organismos estatales, organizaciones barriales, ONGs, empresas petroleras y siguen las firmas. Todo esto sin contar las actividades internas de carácter social que habitualmente organiza cada centro y que muchas veces están incluidas en el calendario anual (es decir que no se pueden suspender). De esta forma, con los gimnasios colapsados ante tanta demanda, cientos de niños y jóvenes de entre 5 y 15 años, carecen de lugares donde hacer algo de deporte cuando salen del colegio. En la Municipalidad son conscientes y reconocen que la situación los desbordó hace rato, pero insisten en que no están en condiciones de encarar con recursos propios la construcción de un nuevo gimnasio o la ampliación de los cuatro existentes. La pobreza franciscana es tal que, por lo bajo, algunos confiesan que para las corridas atléticas los números de los competidores son los mismos que se usaron en 2001 cuando Santa Cruz fue sede de los Juegos de la Araucanía. Esas pecheras terminaron quedando para la Municipalidad, que de tanto en tanto les da uso y abuso.
A la hora de buscar paliativos, ni siquiera alcanzan los playones que en verano están saturados por gente de todas las edades. Sin embargo, por los reiterados casos de vandalismo y la falta de mantenimiento adecuado, hoy muchos de esos espacios públicos carecen de aros y el piso está lleno de “cráteres” que pueden ocasionar lesiones graves. Es cierto que el municipio en su momento encaró firmas de convenios con instituciones privadas y establecimientos educacionales. El objetivo estaba claro: tratar de descomprimir los vetustos gimnasios municipales, llevando actividades y usuarios a lugares con más espacio pero, sobre todo, con horas libres para ser cubiertas. De tal manera, en épocas de colonias de vacaciones los chicos pudieron jugar en el Club Hípico Río Gallegos, las chacras de Bancruz e Hispano Americano, por citar algunos casos puntuales. La salud y, por extensión, el deporte, son derechos fundamentales de la persona: todo el mundo debería poder practicarlo a precios ínfimos. Lamentablemente en Río Gallegos eso se complica, ya que muchas familias no están en condiciones de hacer frente a la cuota mensual de un club privado. Por todo esto se hace necesaria una mayor participación del Estado provincial (como sucedió con la reconstrucción del 17 de Octubre) para que no tengamos que decir que ese Estado dejó de cumplir los roles que debía cumplir. Al deporte lo ven como algo accesorio y es tan importante como la educación y el alimento, porque con el deporte se puede formar personas de bien. Una muestra del desinterés de los gobernantes de turno se observa en los nuevos complejos habitacionales en los que no aparecen lugares destinados a la construcción de un gimnasio. Pero no sólo no se tuvo en cuenta este aspecto, en esos barrios tampoco habría cabida para una salita de primeros auxilios, un destacamento policial y ni hablar de un cuartel de Bomberos. Gallegos creció una barbaridad en apenas una década, pero parece que no todos se enteraron. Por lo tanto, no sería utópico soñar con que los precios de los gimnasios privados deban ser simbólicos, como mucho para cubrir costos (o incluso menos, ya que es un servicio que en realidad pagamos mediante los impuestos), para que todo el mundo pueda practicar la disciplina que le guste. Con esa medida ganaríamos todos. Hace algunos días en un acto realizado en la localidad de Gobernador Gregores, (distante unos 500 kilómetros de Río Gallegos) el gobernador Daniel Peralta anunció con bombos y platillos el lanzamiento de un Plan Estratégico de Obras de Infraestructura para el período 2008/2011. En dicha ceremonia el mandatario afirmó que en los próximos tres años se invertirán cerca de 300 millones de pesos y que de ser necesario, se utilizarían parte de los fondos repatriados que hoy se encuentran depositados en el Banco Nación. Sin embargo de las 150 obras proyectadas, la ciudad capital no fue beneficiada con ninguna. Para Caleta Olivia (700 kilómetros al norte de Río Gallegos), por ejemplo se anunciaron 10 obras.
A todo esto en la capital se aguardaba con expectativas el anuncio para la construcción de un natatorio. No obstante parece que los riogalleguenses, se quedarán con las ganas. Se habla de respaldar al deporte con la construcción de gimnasios y dotar a la ciudad de la infraestructura necesaria para impulsar actividades deportivo-recreativas. Pero acá todavía se sigue esperando la ampliación del gimnasio Verón y la construcción de un natatorio. En tal sentido hace dos años se rubricó un convenio entre la provincia y el municipio para realizar dichos trabajos, incluso se abrieron procesos licitatorios y hasta se preadjudicaron los proyectos. Sin embargo nada ha cambiado en el vetusto Benjamín Verón ubicado en el corazón del populoso barrio Gaucho Rivero. La única pileta por ahora, es la que ven los futbolistas en la cancha del Boxing cuando quieren que les cobren penal. Triste sería suponer que esta demora con las obras en Río Gallegos tengan que ver con un supuesto enojo del ex presidente Néstor Kirchner, verdadero hombre fuerte de la provincia, más allá de que dejó de ser gobernador hace casi seis años, por todo lo que sucedió en Santa Cruz en 2007. De hecho, cuando todavía era el Jefe de Estado, Kirchner decidió reemplazar al gobernador Carlos Sancho, en medio de una fuerte crisis política derivada de reclamos salariales de los docentes y los empleados estatales. El mal manejo policial, que derivó en choques que habían dejado una treintena heridos, provocó la decisión de la Casa Rosada. Esta medida contrastó con la posición que el Gobierno había sostenido el día anterior, cuando acusó a los manifestantes de ser los promotores de la violencia y “autoherirse”. Por pedido expreso del entonces Presidente, Sancho firmó su renuncia indeclinable al cargo y dejaba otra vez sellada la suerte de la convulsionada provincia después de la renuncia – meses antes - de Sergio Acevedo. En lugar de Sancho asumió Daniel Peralta, un hombre de confianza de Kirchner, pero que no pertenece a su círculo más íntimo. Los hechos Todo comenzó con una protesta docente por mejoras salariales y condiciones dignas de trabajo. Pero en definitiva, aquellos cambios no tenían que ver, exclusivamente, con demandas laborales y económicas que detonaron el conflicto docente y colocaron a los estatales a la vanguardia de la protesta: había un reclamo de mayor apertura y transparencia en la vida pública. Ese reclamo se instaló con una fuerza llamativa y terminó llevándose puesto a un gobernador “títere”. Pero volviendo a las demoradas ampliación del gimnasio Verón y la construcción del natatorio, lo peor es que dichas obras que ya estaban licitadas y preadjudicadas datan de 2006 por lo que hoy están desvalorizados por el tiempo transcurrido. Algunos hasta ironizan con que el monto que antes alcanzaba para la apertura de la pileta hoy no alcanzaría ni para comprar una “Pelopincho” para el patio de la casa. Otro aspecto a tener en cuenta es que mientras los diputados oficialistas dieron el visto
bueno al proyecto del plan Estratégico de Obras de Infraestructura 2008/2011, la oposición votó en contra argumentando que no posee el detalle de las obras que serán ejecutadas y en qué presupuestos entrarán. Al margen de supuestas chicanas políticas, lo importante es que el plan permita el avance para el bienestar de los niños, jóvenes y adultos de Santa Cruz. Las obras no deben ser para un partido político. "Es la hora de globalizar la cultura" asegura García Canclini que sugiere pasar página en la discusión sobre las relaciones entre las naciones. La visibilidad y el respeto a las culturas nacionales serían el contrapunto a la globalización económica. Escritor, profesor e investigador, García Canclini es un experto en globalización. Desde su visión resumir la globalización al dominio (norte)americano sobre la cultura es una forma de homogeneizar el pensamiento. El escritor considera que hay que pasar la página de esta discusión y valorar e incentivar la llamada globalización cultural. García Canclini señala que la juventud de hoy en día no se interesan por la historia y se mantienen indiferentes ante quien habla de futuro. Por otro lado, los gobiernos no escuchan a los jóvenes. El resultado es una pérdida del sentido social y de identidad. Igualmente insistiendo con esto de globalizar, sería bueno que las autoridades provinciales y municipales entendieran de una vez que el deporte es un derecho colectivo del que pueden surgir talentos; que el deporte tiene un efecto tan beneficioso en la salud como la asistencia sanitaria (de hecho, el estilo de vida y la práctica de ejercicio físico es una parte importantísima de lo que entenderíamos por “estilo de vida”). El deporte como manifestación cultural se constituye entonces como un elemento determinante de la calidad de vida y la utilización activa y participativa del tiempo libre en la sociedad riogalleguense lo que lleva a pensar que el deporte debe ser una alternativa para la solución de problemas sociales. Sin embargo los sistemas deportivos provinciales ni viven, ni pueden vivir aislados, forman parte de sistemas en el país y lo que le da una connotación sistémica, en la cual se involucran aspectos globalizantes a estos entornos como son la economía, la política, la religión, sin los cuales no se podría desarrollar su razón de ser. Por fortuna hay pruebas de que las autoridades comienzan a comprender la importancia del deporte en la formación de nuestros niños y jóvenes y lo frustrante que puede resultar el participar en una competencia sin estar preparados. En definitiva este parece ser el camino a transitar al hacer partícipe a todos los actores y referentes del deporte para lograr mayores y mejores resultados entendiendo que un chico que hace deportes se aleja de la droga, intercambia y crece socialmente aportando positivamente a la sociedad que todos esperamos, deseamos y merecemos en Santa Cruz. El deporte en sus múltiples manifestaciones, se ha convertido en nuestro tiempo en una de las actividades con mayor capacidad movilización y convocatoria social. Igualmente se constituye en un elemento fundamental del sector educativo y su práctica es importante en el mantenimiento de la salud y como factor que facilita la reconstrucción del tejido social.
Imposible no contextualizar John Kenneth Galbraith nació en Canadá el 15 de octubre de 1908 y murió en Estados Unidos el 29 de abril de 2006. Señalaba que la economía no existe fuera de contexto, aparte de la vida contemporánea económica y política que le da forma ni los intereses implícitos e explícitos que la conforman según sus necesidades. Ex profesor de la Universidad de Harvard, no responde al estereotipo de economista norteamericano, por sus ideas iconoclastas sobre la economía y prácticas de sus pares. Su mayor preocupación no era el análisis econométrico o teoría económica, sino analizar las consecuencias de la política económica en la sociedad y la economía política, en una forma accesible y eliminando gran parte del tecnicismo utilizado por los economistas. Tal como afirmaba John Maynard Keynes (Cambridge 5 de junio de 1883 - Firley, 21 de abril 1946) las ideas económicas guían la política. Pero las ideas también son hijas de la política y de los intereses que la sirven. El largo alcance de la historia establece otra verdad. Se trata del modo en que los cambios de la vida económica y de las instituciones. Retomando el plano doméstico, una buena gestión debe delinear políticas de deporte, Escolar, Comunitario, Social y Federado, teniendo como base la proyección al mediano y alto rendimiento para obtener la tan ansiada mejor performance en el plano Regional y Binacional. Evidentemente de todo este ciclo, la capitalización del resultado final necesariamente será el deporte Federado, para lo que las instituciones madres deberán estar organizadas para que sus actores se capaciten y sus programas puedan ser acompañados por la Secretaria de Deportes. Confiemos en que así sea. John Maynard Keynes, defendía la planificación económica desde el Estado. “Puedo estar influido por lo que me parece ser justicia y buen sentido, pero la guerra de clases me encontrará del lado de la educada burguesía”, decía. En el caso de España, el presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero está muy influenciado por políticos socialdemócratas muy templados como es su vicepresidente segundo, Pedro Solbes, y sobre todo el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que defienden la ortodoxia económica y tratan por todos los medios de evitar que la política gubernamental se deslice por la peligrosa pendiente del intervencionismo estatal. Por su parte el líder de la oposición ibérica, Rajoy también está muy templada por los planteamientos de su portavoz económico, Cristóbal Montoro, que aunque defiende propuestas liberales y de libre mercado, evita verbalizar un discurso mercantilista por miedo al rechazo que pueda tener en amplias capas populares. Keynes al igual que Zapatero y Rajoy, defienden el mismo objetivo. Evitar que la crisis se convierta en una recesión económica que acabe dañando el sistema democrático. Es decir, encontrar la mejor ecuación entre libertad y prosperidad, aunque los caminos que postulan son radicalmente distintos. Keynes, a través de su revolucionaria teoría general del empleo, el interés y el dinero (1936), puso las bases para entender y ordenar el
funcionamiento de la economía. Esta es la razón por la que se le considera el padre de la macroeconomía. Fue él quien definió términos como producto interior bruto, tasa de desempleo, inflación, etcétera. Su planteamiento es que cuando el libre mercado inevitablemente comete excesos, se traducen en disfunciones, que se traducen en cracs bursátiles, crisis económicas, desempleo y pobreza. Por tanto, son los estados quienes tienen que intervenir para poner reglas y restablecer el funcionamiento del mercado. De acuerdo con su teoría, cuando una sociedad entra en una grave crisis, tienen que ser los estados quienes pidan el dinero prestado e inviertan grandes cantidades de recursos para paliar la situación. Por una parte propugna destinar el dinero público a garantizar las necesidades básicas de las personas - seguro de desempleo, sanidad o educación-. De hecho, sus planteamientos dieron lugar al nacimiento del Estado de bienestar en Europa y al New Deal que puso en marcha Roosevelt en EE. UU. Paralelamente creía que tiene que ser el Estado quien realice las inversiones en infraestructuras para hacer de locomotora y superar la crisis. En definitiva, más gasto y, fundamentalmente, más regulación para dar confianza y evitar que se reproduzcan los excesos del mercado. El precio que pagar por estas políticas es un fuerte déficit y deuda pública y el aumento el desempleo. Por esta razón, defendía mantener una política presupuestaria anticíclica. De tal manera que en etapas de crisis el Estado se endeudase y en momentos de bonanza acumulara superávit. La Gran Depresión causada por el crac bursátil de 1929, la Segunda Guerra Mundial y la pobreza que se produjo en la posguerra consagraron a Keynes y a sus planteamientos que quedaron plasmados en los acuerdos de Bretton Woods, que dieron nacimiento al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional y al Estado de bienestar. Sin embargo, treinta años de planificación estatal, burocracia regulatoria y aversión al riesgo fueron empobreciendo las sociedades que habían abrazado el socialismo o la economía social de mercado. Estas crisis, unidas a la globalización de los mercados, hicieron florecer con una fuerza inusitada una nueva revolución capitalista. Como si fueran fichas de dominó, fueron cayendo las economías planificadas que vieron en el mercantilismo la tabla de salvación de sus problemas. Así paso desde Rusia hasta China, pasando por Latinoamérica, India, los países del Sudeste Asiático, sin olvidar los países del Este de Europa. La caída del muro de Berlín se convirtió en el símbolo del llamado socialismo científico y con él el declive de la socialdemocracia y el Estado de bienestar. Reino Unido, Alemania, Italia o España fueron privatizando las empresas públicas y reduciendo el papel del Estado en la economía. Ronald Reagan en EE. UU. y Margaret Thatcher en Gran Bretaña encarnaron la nueva revolución capitalista. Esta llegó a su máxima expresión en los New Com que han asesorado en la última década a los gobiernos republicanos de George W. Bush y llevaron la autorregulación de los mercados financieros a su máxima expresión. El resultado fueron una serie de crisis financieras en cadena - México, Argentina, Tailandia o Corea del Sur- que han desembocaron en el crac del sistema financiero mundial en octubre. Paradójicamente esto es lo que ha hecho virar de nuevo a todos los gobiernos del mundo hacia los planteamientos de Keynes. Ha sido el
primer ministro británico, el laborista Gordon Brown, quien ha propuesto nacionalizar los bancos británicos en crisis. Hasta el propio presidente de EE. UU., George W. Bush, ha tenido que optar por la intervención salvaje desde el Estado para frenar la crisis sistémica y evitar que la recesión se convierta en depresión. La traducción en España de esta batalla ideológica para definir cuáles son los mecanismos del control económico se ha puesto de manifiesto en las fórmulas para superar la crisis. El Gobierno socialista de Zapatero ha apostado por incrementar fuertemente las ayudas públicas al desempleo y las pensiones. Inversiones para infraestructuras, ayudas públicas a las viviendas y avales al sistema financiero. Su planteamiento es que el Estado haga de colchón social mientras la economía se ajusta. A modo de conclusión Es posible que la falta de política pública, que hace que, por ejemplo, no se tengan en cuenta espacios fundamentales en los nuevos complejos habitacionales, tenga su causa en un proyecto global endeble. De cualquier manera es responsabilidad de toda la sociedad civil emprender con pujanza la imprescindible tarea de ayudar a recapacitar a quienes nos gobiernan. El deporte hermana a los pueblos y es un puente para la integración de las culturas sería bueno que no se perdieran estos aspectos por falta de política deportiva. Pero está claro que la ausencia de una seria, coherente y medianamente ambiciosa política deportiva afecta todo el país. En Río Gallegos los chicos practican 3,6 horas semanales de deporte fuera del colegio, cuando en otras naciones más desarrolladas los valores llegan a 11 horas. Lo más grave es que la conclusión a la que se podría arribar sugiera que la realidad marca una falta de dirección política del Gobierno en materia deportiva. Por fortuna, no todo está perdido dado que hay pruebas de que las autoridades comienzan a comprender la importancia del deporte en la formación de los niños y jóvenes y lo frustrante que puede resultar el participar en una competencia sin estar preparados. Podría decirse que ese parece ser el camino: hacer partícipes a todos los actores y referentes del deporte para lograr mayores y mejores resultados, entendiendo que un chico que hace deportes se aleja de la droga, intercambia y crece socialmente aportando positivamente a la sociedad que todos esperamos, deseamos y merecemos en Santa Cruz. Una buena gestión debe delinear políticas para el deporte, Escolar, Comunitario, Social y Federado, buscando un mediano y alto rendimiento para proyectarse en el plano Regional y Binacional. De todo este ciclo, la capitalización del resultado final necesariamente será el deporte Federado, para lo que las instituciones madre deberán buscar que sus actores se capaciten y que sus programas puedan ser acompañados por la Secretaría de Deportes. Confiemos en que así será.
*** * Marcelo Martín Pardo: es alumno de Comunicación Social de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral. El presente trabajo se presentó en el del Seminario de Pensamiento Contemporaneo (2008).