Año 1 / Número 1 / Julio 2006
La formacion del habla como arte
La Rosa de Paracelso
(cuento de Jorge Luis Borges)
¿que es la antroposofia?
El ser humano: sintesis maravillosa de los tres reinos de la naturaleza y “algo más”
Sol de oro es una publicación de la comunidad educativa homónima, cuyo objetivo es tender lazos entre padres, maestros y amigos, para juntos hacer cada vez mas consciente la tarea de guiar y acompañar el desarrollo del ser humano.
Julio 2006, Nro. 1 ● Dirección, coordinación editorial y redacción: Fernanda Páez Deymonnaz, Virginia Argerich y Lucas Molina● Diseño y diagramación: Martín Eschoyez | www.epanimation.com.ar ● Arte de tapa y contratapa: Carina Giulio ● Corrección: Norma Ferro ● Contacto:
[email protected] ● Agradecemos la colaboración de los padres del jardín y primaria Sol de Oro.
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Editorial
¡Hola queridos amigos! ¿Cómo están? Nosotros más que contentos con este nuevo espacio que con mucho esfuerzo y perseverancia hoy logramos por fin concretar; estamos ansiosos de poder comunicarnos, investigar, proponer, buscar, imaginar algo diferente, más acorde a nuestras necesidades dentro de esta realidad que nos toca vivir. Queremos contarles que esta revista surge como parte de una propuesta autogestiva del grupo de padres de la Comunidad Educativa Sol de Oro, buscando sostener tanto económica como ideológicamente nuestro proyecto educativo y de vida, abriendo este espacio de intercambio y dándoles la bienvenida e invitándolos a construir un mundo mejor, más cooperativo, profundo y espiritual. Los saludamos con un fuerte abrazo y desde ya, muchas gracias.
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La formacion del habla como arte La comunicación en la actualidad a través de la palabra: existe realmente? Si nos ponemos a reflexionar sobre el proceso del habla y del escuchar que permite a los hombres la comunicación, llegamos a la siguiente conclusión: el ser humano cuando habla, se manifiesta totalmete, se muestra tal cual es; y cuando escucha tiene que aprender a abrir un espacio en su alma; crear un silencio que le permita percibir sin interferencias el hablar y la expresión del otro ser humano. Luego, desde ese silencio surge una respuesta que va al encuentro de un espacio de silencio en el otro. Así logramos la comunicación entre los seres humanos y podemos transmitir nuestros pensamientos, sentimientos, ideales, inquietudes; en fin, todo lo que nos mueve y conmueve. Pero hoy en día este proceso no siempre se da así. La verdadera comunicación corre peligro de perderse. El hombre habla por hablar, sin demasiada conciencia de lo que dice y sin responder lo que el otro necesita escuchar. A ésto se agrega que va perdiendo también la capacidad
Pintura de Xul Solar
de crear el silencio que posibilita el escuchar verdadero. El oído está constantemente expuesto a ruidos mecánicos; a voces o música que le llega a través de aparatos electrónicos y/o eléctricos, y esta influencia constante va anestesiando el sentido del oído. Con el tiempo el hombre se da cuenta que hay muchísimos sonidos y palabras que escapan a su conciencia. Se sabe que una persona que nace sorda, difícilmente pueda llegar a hablar, pero el que tiene la facultad de oír, va quedando “sordo” 4
con estas influencias cotidianas de sonidos que escapan a su conciencia, pues en realidad estas influencias son “mudas”, no tienen nada de sustancial que comunicarle. El alma se satura de impresiones y pierde la capacidad de crear el verdadero silencio que tiende el puente hacia el otro ser. El hablar y el escuchar se van convirtiendo en algo mecánico, desprovisto de espíritu y de la vida. Este proceso de deterioro comienza ya en la niñez. Los niños aprenden imitando todo lo que perciben a su alrededor, y esta imitación es tan comprometida que el contenido de sus percepciones llega a plasmar no sólo su alma, sino tambíén sus órganos físicos. La responsabilidad de los educadores es ser para ellos un digno ejemplo de ser imitado.
de mover al mundo: El gerente de un negocio por ej., maneja y mueve toda su empresa desde el sillón de su escritorio, usando la palabra en llamadas telefónicas, faxes, cartas, etc. Una simple orden suya involucra a otros seres humanos. El médico sana al enfermo gracias a que es capaz de hablar y de trasmitirle así un remedio para su enfermedad. Los novios frente al altar se dicen las palabras “si, quiero” y ese “si” tiene la furza de unirlos para toda la vida. Cualquier cosa que decimos pone en movimiento hechos, sentimientos, ideas. Con la palabra el hombre es capaz de enseñar, persuadir, rezar, cantar, aconsejar, consolar, escribir cuentos, poemas. Es capaz de hacer el bien, pero también el mal: con la palabra puede mentir, ofender, discutir, escribir malos poemas o libros. El principio del Ev. de Juan dice: “En el pricipio era el verbo (el logos, la palabra), y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios. Este era en el principio como Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas
La palabra En sus orígenes, la palabra tenía fueza creadora. Segun el Génesis, Dios creó al mundo con la palabra: ”y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz”(Gen. 1.3) Esta fuerza original se manifiesta, aunque más débilmente, en la actualidad. Imaginemos por un momento cómo la palabra es capaz
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no resplandecieron contra ella” (Juan 1,1-5). La palabra le fue dada al hombre de la misma forma que le fue dado el cuerpo físico, su alma, su espíritu, y todo el mundo que lo rodea y sobre el cual anda su camino. La palabra acompaña al hombre en su realización de su camino interior, en el forjado de su destino. El hombre es un ser libre: En él está la decisión de restituirle a la palabra el espíritu, o dejarla morir en la abstracción, en lo maquinal, en lo mecánico.
la cual podemos imaginar obrando en el rompimiento de las olas o en las corrientes submarinas. Este trabajo podemos llevarlo a cabo con cada una de las consonantes del abecedario, e iremos así lentamente acercándonos a la esencia de cada una de ellas, descubriendo entonces que las consonantes tienen fuerza plasmadora que dan contorno y forma a las cosas. Las vocales en cambio son los sonidos que usa el hombre para expresar sus sentimientos; cuando siente asombro dice ¡ah! u ¡oh! cuando se asusta dice ¡uh!, etc. Las vocales salen del alma del hombre hacia el mundo. Cada fonema es una realidad en sí misma, existe fuera e independientemete del hombre y se combina con otros de acuerdo a las más diversas leyes.
Los sonidos La lengua se compone de 29 fonemas (en algún idioma son a veces más, a veces menos), que se dividen en consonantes y vocales. Con solamente estos 29 fonemas, se escriben las más maravillosas obras de la literatura. Nuestro propio nombre surge de la misma fuente. Escuchamos los más hermosas canciones gracias a estos fonemas. Esto nos deja vislumbrar que en cada letra vive una realidad que por el momento escapa a nuestra conciencia, pero a la cual el hombre puede acercarse. Tomemos un ejemplo: la palabra “mar”: si nos sumergimos en el sonido M, si tratamos de percibir la resonancia que tiene esa letra en nosotros, podemos quizás llegar a descubrirla en el mundo que nos rodea; en el caso del ejemplo que nos ocupa, podemos ver la M en el movimiento de las olas al llegar a la orilla, también en la marea. Algo semejante ocurre con la R, a
La formacion del habla como arte El camino que nos toca recorrer, es el de de restituirle a la palabra su fuerza original. Es allí donde nos encontramos con este arte de formación del habla. A principio de siglo Rudolf y Marie Steiner crearon la euritmia, el arte que hace visible en el escenario, gracias a diferentes movimientos y desplazamientos en el espacio, el lenguaje y la música. Comenzaron a formar a algunas personas en el arte de la recitación y declamación para acompañar la euritmia en el escenario. Por otra parte hubo actores que se les acercaron preguntando si se podía volcar la antroposofía en 6
el arte dramático. Respondieron a estas inquietudes, comenzaron a dar conferencias y a escribir libros sobre este arte. Se presentó la necesidad de volcarlo también a la pedagogía. Trabajaron con maestros, creando ejercicios adecuados a sus necesidades. El arte de la formación del habla se practica por medio de ejercicios cuya finalidad es hacer gimnasia con el órgano de fonación (dientes, lengua, paladar, garganta, labios, cuerdas vocales) para lograr una mejor articulación y una mejor respiración. Ejercitándose, el hombre logra ir acercándose al sonido objetivo de cada letra. A la vez, va descubriéndose y conociéndose a sí mismo. Estos ejercicios son el camino para restituir nuevamente a cada fonema su chispa de vida espiritual. Si el hombre se refuerza en esa dirección dejará de lado el concepto personal subjetivo de cada cosa, para ir dejando traslucir el
concepto real objetivo. En el castellano se usan los ejercicios creados por una formadora del habla que viajaba todos todos los años a Méjico, para trabajar allí con gente interesada. En la Argentina se comenzó con este trabajo hace 14 años con un sacerdote de la comunidad de cristianos. Desde entonces se aplica y practica en los más diversos ámbitos; escuelas Waldorf, seminarios pedagógicos Waldorf, coros hablados, recitales para euritmia, teatro, cursos y clases individuales. Yendo al encuentro de estas fuerzas que viven en el lenguaje, aprendiendo a usarlas de una forma plenamente consciente, es como ellas también vendrán a nuestro hablar y escuchar estará impregnado de conciencia. Sólo en este campo y de ésta manera es como los hombres lograrán Fuente: revista Perceval - año 2 número 5 issn nº 0329-0646
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¿que es la antroposofia? “Es un sendero de conocimiento que quisiera conducir a la espiritualidad en el universo...” Rudolf Steiner
Introduccion Su creador, el filósofo austríaco Rudolf Steiner, trasladó el principio de la experiencia, fundamental en toda ciencia, hacia el interior, como una ampliación, y así formuló las bases para implementar la espiritualidad en las cosas de la vida cotidiana.
En primer lugar, analicemos etimológicamente la palabra “antroposofía”, que podría llegar a sonar “difícil”. “Antropo” se refiere al género humano, dado que el término griego “anthropos” quiere decir hombre, humano. “Sofía” proviene de otro vocablo griego, ”sophia”, que significa “sabiduria”. Por lo tanto, hablamos de una “sabiduria del hombre” y de esta forma enunciamos una filosofía de vida, una manera de ver e interpretar el mundo a partir de una profunda observación del ser humano, que excede largamente su cuerpo físico, penetrando en su alma y su espíritu. La Antroposofía es una cosmovisión que permite descubrir las relaciones entre la naturaleza, el hombre y el cosmos. Existe como tal desde hace ya un siglo y se desarrolla principalmente en el centro de Europa.
¿Quien fue Rudolf Steiner? Rudolf Steiner fue, en realidad, un científico, un filósofo, un pedagogo, un artista y un místico ( entendiendo por “mistici” aquella actividad que trata de develar los misterios ocultos a los sentidos meramente físicos). Nacido en 1861 en Austria, vivió desde muy joven la polaridad entre ciencia y espíritu. De pequeño descubrió que podía percibir un mundo suprasensible al que los demás no tenían acceso; a la vez, le apasionaba
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la geometría y sentía una profunda devoción por la obra divina. En su adolescencia profundizó en forma brillante los contenidos de la filosofía y de la ciencia de su época y como adulto inició su propia obra, al tiempo que frecuentaba regularmente las reuniones sociales y culturales donde se debatían las nuevas ideas de su tiempo. Una característica saliente de su biografía es su vocación de escuchar siempre y muy atentamente a todos aquellos contemporáneos que disentían radicalmente de sus concepciones del mundo y de la existencia, para conocer a fondo esa particular modalidad del pensar que los había conducido a elaborar dichas conclusiones. Con el correr del tiempo, Rudolf Steiner elabora una gnoseología (teoría del conocimiento) basada en la obra de Goethe -cuyos escritos tradujo, en su totalidad- para apoyar la creación de una ciencia Espiritual. Es obvio, entonces, que el creador de la Antroposofía hablaba, en su época, de una ciencia que admiraba, y de un mundo espiritual que percibía. ¡Su propósito de vida fue describir a Dios en la ciencia... y en la religión!
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vegetales usados en la pintura de las cúpulas. Así creó una arquitectura, una escultura y una pintura nuevas, y su correspondientes técnicas. El edificio fue destruido por el fuego diez años más tarde. Sin embargo, en manera alguna pertenece al pasado, porque aquel principio de metamorfosis fue aplicado igualmente al edificio que se levanta en el mismo sitio del primero. Tal como lo expusiera el propio Steiner en su filosofía de la libertad, los hombres pueden unirse para una labor común aun en tiempos en los que todo se derrumba. Y esto quedó demostrado entre los años 1914 y 1918, azotados por la primera Guerra Mundial, cuando personas de diecisiete naciones trabajaron pacíficamente en la construcción del primer Goetheanum. Durante la Segunda Guerra Mundial fue llevada adelante la actual construcción. En la Navidad de 1923, Rudolf Steiner dio nueva forma a la Sociedad Antroposófica; él mismo asumió la presidencia y organizó la Universidad del Goetheanum en diversas secciones: Antrposofía General, pedagogía, Artes Musicales y de la palabra (formación de la palabra y euritmia), Artes Plásticas, Medicina, Ciencias Naturales (con laboratorio de biología y un Círculo para
Asi se reunían dos concepciones arquetípicas del pensar humano desrrolladas en Occidente: “ no hay nada en la experiencia que no haya estado previamente en el pensamiento (mundo de las ideas).” Platón “no puede haber nada en el pensamiento que no haya estado primero en la experiencia.” Aristóteles Rudolf Steiner escribió cuatro dramas inciáticos, que fueron representados en Munich, y para los cuales luego fue erigido, por encargo de la sociedad Antroposófica, el Goetheanum, en Dornach, Suiza. Este edificio, comenzado en 1913, dio testimonio del genio artístico-creador de Steiner. Un principio orgánico, el pricipio de la metamorfosis, dominaba enteramente la construcción, desde ls base de hormigón hasta las dos cúpulas entrecortadas y los demás detalles: los marcos, las manijas de las puertas... hasta construyó un taller para el tallado de los vidrios coloreados de las ventanas e inventó un método químico para la preparación de colores 10
la investigación Agricola), Ciencias Matemático-Astronómicas, Ciencias Sociales, investigación Espirituales de la juventud, bellas letras, etcétera. Rudolf Steiner falleció el 30 de marzo de 1925. A pesar del padecimiento de una enfermedad física, hasta sus últimos días trabajó en pro del desarrollo espiritual de la humanidad, obra que quedó expresada en sus conferencias (alrededor de seis mil) y en unos setenta libros (mas otros menores). Fuente: Antroposofía, una conquista espiritual de nuestra época - Roberto Crottogini - Ed. Kier.
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El ser humano: una sintesis maravillosa de los tres reinos de la naturaleza y “algo más” Desde la tierna infancia oimos hablar de los “reinos de la naturaleza”, pero seguramente nunca nos mostraron la relación profunda entre dichos reinos y nuestra propio ser humano.
permitió un desarrolo técnico importante para la raza humana; el peligro reside no en desconocer esto sino en trasladar este universo de lo mensurable al ámbito de lo viviente. Siguiendo este análisis podemos reconocer la presencia del reino mineral, en cualquier ser humano; en sus dientes, su esqueleto, en una artrosis, en todos aquellos aspectos característicos por lo sólido, lo duro, lo rígido.
Reino mineral y cuerpo fisico La primera sensación que experimentamos ante su presencia es la dureza, la solidez, la rigidez, lo aparentemente inmutable muy caliente o frío según la presencia del dios Helio (el sol). nuestro modo de conocimiento y su enseñanza, hará con una visión cientifíca-técnica, un análisis con predominio del intelecto abstracto, olvidándose del desarrollo de la percepción supra-sensible de este mundo mineral. Sin duda esta visión científica,
Cuerpo fisico Para presentar a éste debemos situarnos en el momento de su muerte. Frente a esta transformación que es la muerte, algo se esfuma desaparece el movimiento, llega el endurecimiento y ya no se puede controlar el elemento líquido, el cuerpo se seca y aparece la
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putrefacción. Una vez desaparecido ese “algo” que nos muestra la imposibilidad del organismo de mantener su forma, su identidad. Desde el punto de vista científico, el cuerpo físico se renueva totalmente cada cinco o seis años, en el plano celular, molecular y atómico; los llamados fuerza formativos serán los encargados de edificar constantemente nuestro cuerpo físico. Todas las leyes naturales que rigen lo acuoso, gaseoso y calórico actuán en el cuerpo físico y son los mismos que imperan en la naturaleza, siendo en el hombre modificados por cada individualidad. Es interesante ejemplificar esto: el hierro, como integrante del reino mineral inerte, responde normalmente a la atracción de un campo magnético; sin embargo, si aplicamos este campo de fuerzas al organismo vivo, los átomos de hierro que integran los glóbulos rojos de la sangre no responden a dicho campo, abordando su función normal. Es decir que en el individuo viviente actúan fuerzas que sustraen al átomo de hierro de las leyes exteriores de la naturaleza, para someterlo a otras leyes, propias de la vida.
De acuerdo con esto un átomo de hierro inerte no es igual a un atomo de hierro “viviendo” en un ser humano. Nuestra actitud meditativa frente al cuerpo sin vida nos permite además presenciar como la naturaleza, destruye o desintegra esa forma humana. De ello se deduce que lo vital en el hombre constantemente lucha por arrancar la estructura corporal de las garras de la muerte. Deben existir para lograrlo, una organización de fuerzas de tal magnetismo que permita reunir las sustancias terrenas necesarias para construir el organismo material y mantenerlo constantemente vivo. Este presenta a lo viviente en un eterno proceso de sustración del armazón mineral y su tendencia a regresar a lo inanimado o inerte. La antroposofía considera al hombre como posedor de cuatro cuerpos, el cuerpo físico, el cuerpo etérico, astral y el yo. He aquí la presentación del primer cuerpo, el físico; en otra edición se presentará el cuerpo etérico.
Fuente: Antroposofía, una conquista espiritual de nuestra época - Roberto Crottogini - Ed. Kier.
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Conceptos Antroposoficos sobre la fiebre Si queremos comprender la fiebre, debemos observar en relación con las demás formas de expresión del calor. Aquí el calor demuestra ser no solamente algo que puede ser “medido” con el termómetro, sino que tambíen es expresión de actividad anímica y espiritual. Así percibimos cierta “calidez” al contemplar a un persona amada, de la misma manera, al “chispazo” de una idea y en el entusiasmo por un ideal, el calor puede hacerse sentir hasta en la punta de los pies. Nuestra potencialidad física y espiritual dependen de un estado óptimo de calor de aproximadamente 37º, que el cuerpo mantiene gracias a su capacidad de termoregulación. En el organismo humano, el calor regulado por la circulación sanguinea coopera decididamente en la determinación de los procesos metabólicos. De la
existencia de un ambito térmico adecuado depende si algo “ continua fluyendo”, se “deposita”, si una sustancia es eliminada pr exalación o por combustión... Contemplado de este modo,el calor no solo es expresión de nuestra actividad corporales y anímicas, sino tambié su mediador. Por ello debemos considerar la totalidad de los procesos térmicos, tanto físicos como anímicos, como “organismos térmicos”, porque en ellos existe una acción recíproca y una compenetración como en el organismo viviente... La fiebre es una modificación de aquellas estructuras térmicas, que trascurre en forma de crisis y puede ser provocada por causas diversas. En los niños son fiestas de cumpleaños, viajes prolongados, un frente de tormenta, un enfriamiento previo etc.
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Este organismo térmico anteriormente citado, es portador de la naturaleza del yo del hombre (concepto Antroposófico de los 4 cuerpos). Como toda enfermedad también es acompañada por una alteración del organismo témico, el yo siempre es afectado y “comprometido” directamente: A raiz de esto, luego de una enfermedad febril, los padres suelen descubrir un nuevo rasgo en su hijo; la fiebre ha ayudado al yo a “adecuar” mejor el cuerpo heredado a su propia actividad. De manera tal que dentro de él pueda expresarse mejor de acuerdo consigo mismo. Quien encuentre lógica esta interpretación acompañará los episodios febriles de sus hijos con otro grado de interés y ya no los considerará una desgracia. Más bien le parecerán la oportunidad que tiene la voluntad del niño para individualizarse a partir de su propio calor -o sea el representate de su yo- con su cuerpo. Este efecto de la fiebre en el cuerpo es absolutamente comparable con una pedagogía positiva en el ámbito anímico, el niño ha aprendido algo por
su propio esfuerzo... La actitud desesperada e irreflexiva de algunos padres que ante el aumento de temperatura de unos pocos grados dan al niño un antifebril, práctica común en nestra sociedad impide al organismo que aprenda a manejar la enfermedad, a ello se agrega que en el caso grave a ese organismo le faltará “elasticidad” y ”entrenamento” para comportarse con desafío más difíciles que las infecciones febriles. Quien para proceder a la terapéutica se orienta según la situación del desarrollo del niño, rechazará tanto la administración indiscriminada de paliativos y medicamentos antifebriles, como el eludirlos por principios. Es óptimo transitar un proceso febril, con una colaboración crítica entre padres y médicos, orientada individualmente hacia cada niño.
Fuente: Pediatria para la familia - Wolfgang Goerel y Michaela Glockler - Ed. Epidauro.
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La Rosa de Paracelso Jorge Luis Borges
En su taller, que abarcaba las dos habitaciones del sótano, Paracelso pidió a su Dios, a su indeterminado Dios, a cualquier Dios, que le enviara un discípulo. Atardecía. El escaso fuego de la chimenea arrojaba sombras irregulares. Levantarse para encender la lámpara de hierro era demasiado trabajo. Paracelso, distraído por la fatiga, olvidó su plegaria. La noche había borrado los polvorientos alambiques y el atanor cuando golpearon la puerta. El hombre, soñoliento. se levantó, ascendió la breve escalera de caracol y abrió una de las hojas. Entró un desconocido. También estaba muy cansado. Paracelso le indicó un banco; el otro se sentó y esperó. Durante un tiempo no cambiaron palabra. El maestro fue el primero que habló. -Recuerdo caras del Occidente y caras del Oriente- dijo no sin cierta pompa-. No recuerdo la tuya. ¿Quien eres y qué deseas de mí? -Mi nombre es lo de menos- replicó el otro-. Tres días y res noches he caminado para entrar en tu casa. Quiero ser tu discípulo, Te traigo todos mis haberes.- Sacó un talego y lo volcó sobre la mesa. Las monedas eran muchas y de oro. Lo hizo con la mano derecha. Paracelso le había dado la espalda para encender la làmpara. Cuando se dio vuelta advirtió que la mano izquierda sostenía una rosa. la rosa lo inquietó. Se recostó, juntó la punta de los dedos 16
y dijo: -Me crees capaz de elaborar la piedra que trueca todos los elementos en oro y me ofreces oro. No es oro lo que busco, y si el oro te importa, no serás nunca mi discípulo. -El oro no me importa- respondió el otro-. Estas monedas no son más que una prueba de mi voluntad de trabajo. Quiero que me enseñes el Arte. Quiero recorrer a tu lado el camino que conduce a la piedra. Pracelso dijo con lentitud: -El camino es la piedra. El punto de partida es la piedra. Si no entiendes estas palabras, no has empezado aún a entender. Cada paso que darás es la meta. El otro lo miró con recelo. Dijo con voz distinta: -pero, ¿hay una meta? Paraselso se rió. -Mis detractores, que no son menos numerosos que estúpidos, dicen que no y me llaman un impostor. No les doy la razón, pero no es imposible que sea un iluso. Sé que “hay” un camino. Hubo un silencio, y dijo el otro: -estoy listo a recorrerlo contigo, aunque debamos caminar muchos años. Déjame cruzar el divisar siquiera de lejos la tierra prometida, aunque los astros no me dejen pisarla. Quiero una prueba antes de emprender el camino.
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-¿Cuándo?-dijo con inquietud Paracelso. -Ahora mismo- dijo con brusca decisión el discípulo. Habían empezado hablando en latín; ahora, en Alemán. El muchacho elevó en el aire la rosa. -es fama- dijo -que puedes quemar una rosa y hacerla resurgir de las cenizas, por obra de tu arte. Déjame ser testigo de ese prodigio. Eso te pido, y te daré después mi vida entera. -Eres muy crédulo- dijo el maestro-. No he menester de la credulidad; exijo la fe. El otro insistió.- Precisamente porque no soy crédulo quiero ver con mis ojos la aniquilación y la resurrección de la rosa. Paracelso la habia tomado y al hablar jugaba con ella. -Eres crédulo- Dijo -. ¿Dices que soy capaz de destruirla?. -Nadie es incapaz de destruirla- Dijo el dicípulo.
-Estás equivocado. ¿Crees, por ventura, que algo puede ser devuelto a la nada? ¿Crees que el primer Adán en el paraíso pudo haber destruido una sola flor o una brizna de hierba? Paracelso se habia puesto de pie. -¿En qué otro sitio estamos? ¿Crees que la divinidad puede crear un sitio que no sea el paraíso? ¿Crees que la caída es otra cosa que ignorar que estamos en el paraíso?. Una rosa puede quemarse- Dijo con desafío el dicípulo. -Aun queda fuego en la chimenea- Dijo Paracelso.- Si arrojaras esta rosa a las brasas, creerías que ha sido consumida y que la ceniza es verdadera. Te digo que la rosa es eterna y que sólo su apariencia puede cambiar. Me bastaría una palabra para que la vieras de nuevo. -¿Una palabra?- Dijo con extrañeza el discípulo-. El atanor está apagado y estan llenos de polvo los alambiques. ¿Qué harías para que resurgiera? Paracelso le miró con tristeza. -El atanor está apagado- Repitió -y están llenos de polvo los alambiques. En este tramo de mi larga jornada uso de otros instrumentos. -No me atrevo a preguntar cuáles son Dijo el otro con astucia o con humildad. -Hablo del que usó la divinidad para 18
crear los cielos y la tierra y el invisible Paraíso en que estamos y que el pecado original nos oculta. Hablo de la Palabra que nos enseña la ciencia de la cábala. El discípulo dijo con frialdad: -Te pido la merced de mostrarme la desaparición y aparición de la rosa. No me importa que operes con alquitaras o con el Verbo. Paracelso reflexionó. Al cabo dijo: -Si yo lo hiciera, dirías que se trata de una apariencia impuesta por la magia de tus ojos. El prodigio no te daría la fe que buscas. Deja pues la rosa. El joven lo miró, siempre receloso. El maestro alzó la voz y le dijo: -Además, ¿quién eres tú para entrar en la casa de un maestro y exigirle un prodigio? ¿Qué has hecho para merecer semejante don? El otro replico tembloroso: -Ya sé que no he hecho nada. Te pido en nombre de los muchos años que estudiaré a tu sombra que me deje ver la ceniza y después la rosa. No te pediré nada mas. Creeré el testimonio de mis ojos. Tomó con brusquedad la rosa encarnada que Paracelso había dejado sobre el pupitre y la arrojó a las llamas. El color se perdió y sólo quedó un poco de cenizas. Durante un instante infinito esperó las palabras y el milagro. Paracelso no se había inmutado. Dijo con curiosa llaneza: -Todos los médicos y todos los boticarios de Basilea afirman que soy
un embaucador. Quizá están en lo cierto. Ahí está la ceniza que fue la rosa y que no lo será. El muchacho sintió vergüenza. Paracelso era un charlatán o un mero visionario y él, un intruso, había franqueado su puerta y lo obligaba ahora a confesar que sus famosas artes mágicas eran vanas. Se arrodilló, y le dijo: -He obrado imperdonablemente. Me ha faltado la fe, que el Señor exigía de los creyentes. Deja que siga viendo la ceniza. Volveré cuando sea más fuerte y seré tu discípulo y al cabo del Camino veré la rosa. Hablaba con genuina pasión, pero esa pasión era la piedad que le inspiraba el viejo maestro, tan venerado, tan agredido, tan insigne y por ende tan hueco. ¿Quién era él, Johannes Grisebach, para descubrir con mano sacrílega que detrás de la máscara no había nadie? Dejarle las monedas de oro sería una limosna. Las retomó al salir. Paracelso lo acompañó hasta el pie de la escalera y le dijo que en esa casa siempre sería bienvenido. Ambos sabían que no volverían a verse. Paracelso se quedó solo. Antes de apagar la lámpara y de sentarse en el fatigado sillón, volcó el tenue puñado de ceniza en la mano cóncava y dijo una palabra en voz baja. La rosa resurgió. Fuente: Jorge L. Borges, Obras Completas, ed. Emecé.
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Cancuna (cancion de cuna 1990)
RE % Es una canción pa’mi changuito MIm7 % que se va a ir a dormir LA7 LA7/9a soñar con duendes y angelitos SIm que andan por ahí
Lua, lua, lua, lua, lua de mi corazón Por los bordecitos de la cuna que te canto yo
SIm SIm7 Es una canción para la luna Mim6+ que quiere ir a pasear FA#7 % por los bordecitos de la cuna SIm LA7 y te va a cuidar.
Lua, lua, lua, lua, lua de mi corazón Por los bordecitos de la cuna SIm FA#7 SIm que ya se dur-mió.
“Canciones” Eduardo Allende
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Frente a tus temores
Sabríamos de las plantas y de todo el sufrimiento que les cuesta a las raíces conseguir el alimento.
Seguirá cayendo el agua mansamente desde el cielo sobre el lomo de la tierra y los juncos del estero.
Veríamos pajaritos, remando con el esfuerzo que les mantiene en el aire la dirección de su vuelo.
Seguirán nomás los pastos en su lento brotar quieto, obedeciendo a los ciclos de veranos y de inviernos.
Sabríamos de la luz que el sol derrama en el suelo y alcanza para alumbrar hasta la cruz de los muertos.
Madurarán los frutales y nacerán los terneros, los trigales serán pan y los rastrojos, barbechos.
Lo mío es sólo una parte, un pedazo de lo nuestro, que no le quita el valor que siempre lo tendrá entero.
La vida se siente fuerte porque anida en lo pequeño, y desde allí se construye con soles, lluvias y vientos.
Si una nube tapa al sol no estoy a oscuras por eso, ya que siempre habrá otra nube que me dará su reflejo.
¡Qué poco decide el hombre por más que se muestre inquieto! Las cosas son para el hombre, ...si el hombre guarda su puesto.
Si abriéramos la ventana cuando vemos todo negro, sabríamos que en el mundo es ancho y grande el misterio.
Si abriéramos la ventana cuando vemos todo negro, sabríamos que en el mundo hay algo más que lo nuestro.
Mamerto Menapace - “Madera verde” - editora patria grande, 1989
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Oracion de un niño Señor, esta noche te pido algo especial: Conviérteme en un televisor. Quisiera ocupar su lugar, para poder vivir lo que el televisor en mi casa. Tener un cuarto especial para mí. Congregar a todos los miembros de mi familia a mi alrededor. Ser el centro de atención al que todos quieren escuchar, sin ser interrumpidos ni cuestionados. Que me tomen en serio cuando hablo. Sentir el cuidado especial inmediato que recibe el televisor cuando algo no le funciona. Tener la compañía de mi papá cuando llega a casa, aunque venga cansado del trabajo. Que mi mamá me busque cuando esté sola y aburrida, en lugar de ignorarme. Que mis hermanos se peleeen para estar comigo. Divertirlos a todos, aunque a veces no les diga nada. Vivir la sensación de que lo dejen todo por pasar algunos momentos a mi lado. Señor, no te pido mucho. Todo esto lo vive cualquier televisor.
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Arte de tapa y contratapa: Carina Giulio, acuarela oriental.
Comunidad Educativa
Jardin de infancia y primaria “Los primeros siete años son los años dorados, luego serán plateados y finalmente tendrán que ser de hierro. Pero el oro de la primera infancia brillará a través de toda la vida.” Jacob Streit Informes: Mazzini 50, esq. Formosa., Bº Las Malvinas. Tel.: (03541) 420745 / Silvana: (03541) 156 15080 / Fernanda: (03541) 155 27755 Email:
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