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La Fragua de los tiempos, nov. 6 del 2006, No. 709 Destructores del patrimonio arquitectónico de Chihuahua En la historiografía chihuahuense uno de los segmentos más interesantes y menos estudiado es el que abarca los años de 1885 a 1915. Se trata de tres décadas en las que floreció y murió dramáticamente la gran industria de la capital del estado. Plantas textiles, fábricas de ropa, fundiciones y un gran número de empresas medianas desaparecieron del escenario y las únicas huellas que quedaron fueron algunas de las portentosas instalaciones. Sin lugar a duda, una de las mas importantes de estas empresas fue la Industrial Mexicana, registrada por Enrique Creel, Tomás Fletcher y Francisco Fletcher el 9 de diciembre de 1890 ante el notario público Jesús Ulloa. Para comprender la importancia que esta empresa adquirió en unos meses, transcribimos a continuación una parte de la nota que se publicó en el periódico El Norte del día 22 de octubre de 1891: “En la Industrial Mexicána solo se elabora en la actualidad el fierro colado y los resultados han sido muy satisfactorios. Tiene la fábrica en actividad tres motores de vapor con una potencia de ochenta caballos [...] y el artículo que en mayor escala se ha fabricado ha sido maquinaria para minas. Últimamente se envió una gran maquinaria para Chicago, la cual por su calidad y eficacia ha resultado superior á la que se construye en la República vecina. Las maquinarias hasta ahora construidas son las siguientes: Para la Compañía de Cerro Colorado; con cien caballos de fuerza y capacidad para moler quinientas cargas de metal diariamente. Para la mina “La Gloria” igual a la anterior. Para la hacienda del Potrero; con ciento cincuenta caballos de fuerza y capacidad para moler trescientas cincuenta cargas diarias. Para la Compañía de Santa Eulalia, con capacidad para moler trescientas veinte cargas diarias; y para las minas del Potrero, del Refugio, de Santa Juliana; North American Mining Co. del Parral, La Cía. Minera de Yoquivo, los señores Francisco Siqueiros e hijos de Jesús María, el señor Miguel Domínguez del Parral, la mina Realidad del mismo lugar, el señor Graham de la Barranca, el señor Manuel Chávez de Batopilas, el señor J. R. Darroch de Jesús María, y para algunas otras negociaciones. Se han fabricado además varias máquinas de izar. Ahora está construyendo también la fábrica, en grande escala, estufas para usos domésticos que han resultado de excelente calidad... En vista del buen resultado que ha dado el negocio, el director ha resuelto ensancharlo y abarcar la otra rama de la industria del fierro, o sea la elaboración del fierro estiado. En la actualidad están ya construyéndose los edificios, que darán una gran amplitud a esta importante fábrica. Con esta mejora, la fábrica duplicará su importancia. El director espera que la obra estará completa en dos o tres meses. Cuando esto suceda, la maquinaria empleada en la Industrial Mexicana tendrá en actividad trescientos cincuenta caballos de fuerza... Una gran parte de la maquinaria, que se va a establecer, ha sido construida en a misma fundición; sin embargo ha sido necesario pedir la restante a los Estados Unidos. Está ya en camino y ocupa veinte furgones.
El combustible que se va a usar principalmente en los nuevos trabajos, es el gas hidrógeno carbonado. Con el fin de elaborarlo, la negociación tiene una poderosa bomba para llevar el agua a los tanques, la cual produce seis mil galones por hora y está calculado que en la fábrica se consumirán cuarenta mil galones diarios. Abarcando el establecimiento, como va a hacerlo, esa otra rama de la industria del fierro, se fabricarán muy pronto en Chihuahua una multitud de esterfactos que al presente tenemos que importar del extranjero casi en su totalidad, como son: fierro laminado, varillas, teleras, sartenes, ollas, prensas, planchas, molinos de maíz, clavos, herrajes, tornillos, tuercas, llaves, válvulas y otra multitud de objetos de uso general, que en la actualidad tenemos que comprar fuera del país. También se elaborará el bronce y se fabricarán campanas, cañones, parque metálico, etc. Otro artículo casi nuevo en el país, que se producirá en la negociación serán los ladrillos refractarios. A menos de una legua de esta ciudad, tuvo el dueño de la fábrica la fortuna de encontrar un abundante depósito de tierra refractaria de suprema calidad, hecho que prueba lo que al principio indicamos, esto es: que tenemos en el país multitud de riquezas que no aprovechamos por falta de actividad y de espíritu de empresa. El señor Enrique C. Creel, dueño principal de establecimiento, calcula con fundamento, que el año próximo el producto de la venta de artefactos de la fundición, ascenderá, cuando menos, a medio millón de pesos.1 El alumbrado de que se hace uso en la fábrica es la luz eléctrica incandescente. Mucho celebramos el buen éxito que ha tenido el negocio... quizá esto sirva para estimular el espíritu de empresa tan abatido entre nosotros, y ojalá que así suceda; pues la prosperidad real y duradera de un país estriba sobre todo en una industria floreciente.” Escribimos, al iniciar este artículo, que la Industrial Mexicana había terminado dramáticamente porque después de ser confiscada en diciembre de 1913, el general Villa utilizó parte de las instalaciones para producir parque, así como para acuñar monedas de oro y plata, luego, meses después, a principios del año 1914, el general Villa encargó a Estados Unidos maquinaria para instalar una fábrica en toda forma, pero según testimonios de personas de edad avanzada esto no se pudo realizar por causa de las derrotas villistas de 1915. No obstante que no disponemos de fuentes documentales también recogemos la versión de que a finales del año siguiente, durante los días de la invasión norteamericana (expedición punitiva de 1916) los norteamericanos destruyeron buena parte de la maquinaria de la Compañía Industrial Mexicana con el propósito de impedir que el general Villa pudiera utilizarlas con fines militares, es decir para la fabricación de parque y armamento. Algunos años después, entre 1918 y 1920 los españoles Tomás Fernández Blanco y José Fernández Martínez, formaron la Compañía harinera Río Florido, que tenía molinos en Chihuahua, Camargo, Jiménez y Parral. Después compraron los terrenos de la Compañía Industrial Mexicana y allí construyeron primero la Harinera de Chihuahua y mas adelante, entre 1930 y 1940 también levantaron allí el edificio industrial de Avenas de Chihuahua perteneciente también a los Fernández. A pesar de todos estos cambios lo que quedó de los viejos edificios de la Industrial Mexicana fueron respetados durante casi cien años pero recientemente un consorcio capitalista compró 1
para tener una mejor idea del significado de estas ganancias hay que decir que la inversión inicial de la planta se calculó en trscientos mil pesos
todo el terreno y hace unas semanas inició las actividades de demolición y ya empezaron a tumbar edificios. De seguir este proceso va a desaparecer del paisaje urbano de la ciudad de Chihuahua lo único que quedaba de esta gran empresa y eso, no puede ser. Es una afrenta contra el patrimonio y la cultura de los chihuahuenses porque en este lugar están las condiciones ideales para conservar algo de lo que fue el enclave industrial mas importante que tuvo esta ciudad: la Casa Redonda actualmente convertida en Museo de Arte, algunas instalaciones de la Compañía Industrial Mexicana, así como los edificios de Harinera y Avenas de Chihuahua.
Los fierros en la lumbre
El martes 24 de octubre, el vocero de la presidencia, señor Rubén Aguilar, anunció a los mexicanos que el presidente Fox decidió suspender el desfile conmemorativo del 20 de noviembre y que en su lugar se realizará un acto (palaciego) en la residencia oficial de Los Pinos. Dijo también Aguilar, que Fox ha decidido involucrarse de lleno en el festejo, dándole un nuevo carácter , haciendo de este un acto cívico que permita revalorar su sentido histórico porque, según el presidente: “se trata de replantear la pertinencia de mantener “viejos ritos” y revalorar su “sentido histórico” al tenor de los “nuevos códigos políticos” (porque) el país está inmerso en un proceso de profundas transformaciones que nos conducen hacia la consolidación de nuestra vida democrática” ¿Que podemos decir respecto a este cambio decretado por el presidente? La mayoría de los presidentes de la dinastía del PRI, desde Venustiano Carranza hasta José López Portillo se erigieron en “hijos de la revolución” y todos usaron el tema de este movimiento como bandera protectora, como justificación y pretexto universal para reeditar una especie de autoritarismo porfiriano, por eso en los casi ochenta años de dictadura y monopolio electoral y en los tres nombres que asumió este partido la palabra “revolución” apareció invariablemente en las siglas sobre fondo verde blanco y colorado: Partido Nacional Revolucionario; Partido de la Revolución Mexicana y Partido Revolucionario Institucional. Sin embargo Miguel de la Madrid (1982-1988), luego Salinas (1988-1994) y Zedillo (19942000), se encargaron de finiquitar los principios que durante años se habían sustentado por el gobierno como cosa sagrada, como promesa y compromiso irrevocables de la revolución . Y no lo hicieron nada más por su gusto, fueron las nuevas reglas impuestas desde el Fondo Monetario Internacional y desde el gobierno de los Estados Unidos, como condición principal para que México entrara a la era de la modernización y la globalización en marcha. Así fue como poco a poco se llevaron a cabo las reformas de la Constitución en los artículos de mayor contenido popular, en aquellos que cada 20 de noviembre exaltaban los políticos como “logros” de la revolución de 1910, sirvan solo como un ligero ejemplo los siguientes: Primero fueron las reformas al artículo Tercero por donde se abrieron de par en par las puertas a la educación privada lo cual no era una novedad pues desde siempre los gobiernos de la revolución “toleraron” y apoyaron la existencia de un gran número de instituciones educativas privadas, así como de diversas ordenes religiosas pero este tipo de escuelas estaban mas o menos sujetas a un control por parte de la Secretaría de Educación Pública y no era cosa sencilla la autorización de nuevos centros educativos particulares. En los últimos años se han roto los controles y han proliferado por todo el país las escuelas privadas que en la mayoría de los casos no reúnen los requisitos mas elementales, hacen a un
lado los programas oficiales, “educan” a los niños de manera muy diferente a como se hace en las escuelas oficiales y poco a poco se ha revertido la correlación entre uno y otro tipo de escuelas. Pareciera que ahora el gobierno federal está más interesado en apoyar el desarrollo de la educación privada que sus propias instituciones. A mediano y a largo plazo lo que esto significa es que, desde las escuelas, se están generando nuevos elementos de divisionismo entre los mexicanos, como si fueran pocos los que ya desde hace años ejercen una influencia perniciosa para los intereses de la patria. Segundo.- Se reformó el artículo 27, referente a la reforma agraria y al régimen de la propiedad de la tierra, esto con el objetivo de que los ejidatarios pudieran vender sus parcelas individualmente provocándose con ello una nueva forma de acaparamiento de las mejores tierras del país. Junto con estas reformas a la Constitución, el gobierno también fue abandonando algunos de los programas tradicionales de apoyo al campesino, provocando la incosteabilidad de las siembras tradicionales, provocando una mayor dependencia del extranjero, incluso en el suministro de granos como el trigo, fríjol y maíz. Pero fue principalmente la entrada de México al Tratado de Libre Comercio lo que provocó la ruina de la producción agrícola nacional, pues las condiciones de competencia son radicalmente desiguales y desventajosas para los campesinos mexicanos frente a los productores norteamericanos quienes cuentan con grandes apoyos y subsidios por parte de su gobierno. Tercero.-- En lo referente al artículo 123, que normaba las relaciones entre el capital y el trabajo, se emprendieron reformas que dejaron a la deriva a los trabajadores sindicalizados, así como a los no sindicalizados. En muchas empresas se derogaron los contratos colectivos de trabajo y se echaron para abajo prestaciones que se habían logrado con el esfuerzo de muchos años, fue el caso de todas las secciones del Sindicato Minero. Durante los últimos veinte años, los trabajadores mexicanos han sido abandonados por el gobierno, la implantación de las empresas maquiladoras vino a provocar el desmantelamiento de los principales ordenamientos que regulaban las relaciones laborales. Antes el concepto de salario mínimo se refería a la mínima cantidad que un trabajador requería para sostener modestamente a su familia, con muchas privacidades pero con dignidad, ahora el concepto “salario mínimo” es solo un referente que le sirve a los patrones para pagar lo que se les da la gana. Vaya un simple ejemplo, el salario mínimo actual en Chihuahua es de menos de cincuenta pesos diarios lo que equivaldría en números redondos a trescientos cincuenta a la semana. Pues bien, un peón de la construcción anda ganando actualmente entre mil doscientos y mil quinientos pesos semanales. Estos son algunos de los ejemplos concretos de como los gobiernos “neoliberales” priístas se distanciaron de la doctrina de la revolución y de la Constitución de 1917. El presidente Fox se siguió en línea recta, consolidó todas las reformas que habían emprendido los gobiernos anteriores y llevó al país a una situación de dependencia con los Estados Unidos que nunca antes se había visto. Así pues, la suspensión del desfile del 20 de noviembre no es mas que un paso mas para borrar, para eliminar, lo poco que quedaba de aquella doctrina que, desde los tiempos de Carranza hasta los de José López Portillo, había prevalecido invariable en el discurso de gobierno.
¿Debe preocuparnos esta situación? Consideramos que no, este paso del presidente Fox ubica las cosas en su verdadero valor histórico, la revolución deja de ser bandera demagógica y el pueblo debe tomar en sus manos las celebraciones, pero no con desfiles deportivos sino recordando los ideales de los magonistas, de los zapatistas, de los villistas. Que el 20 de noviembre se transforme en una celebración genuina, popular y que los espurios celebren en privado, no la revolución sino la usurpación de hace cien años y la actual. Pero también esto debe servir para reflexionar mucho, para pensar nuestra historia nacional de otra manera, desde otra perspectiva. Para ello tenemos que remitirnos a las etapas anteriores a la revolución de 1910, debemos replantearnos cual fue la relación entre estas tres etapas: la reforma liberal, la lucha contra la dictadura porfiriana y la llamada revolución. Hemos sustentado en otros artículos de esta misma página que históricamente los mexicanos nos quedamos huérfanos del patrimonio intelectual del siglo XIX, nos olvidamos de las ideas republicanas que le dieron sustento y fortaleza a los gobiernos de Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada, pero este no fue un olvido natural y fortuito, la Constitución de 1917 borró del escenario político e intelectual a su antecedente inmediato, la Constitución de 1857. La Constitución del 57 fue el fruto del pensamiento mas avanzado de los liberales, de los republicanos de la medianía del siglo XIX, fue un documento genuino perfectamente identificado con los anhelos revolucionarios del siglo XIX. En cambio, la Constitución de 1917, fue un documento improvisado fruto de la maniobra política de Venustiano Carranza cuyo objetivo fue apuntalar su poder y derrotar la oposición del villismo y del zapatismo. Claro que con esto no pretendemos subestimar las aportaciones de los intelectuales que contribuyeron en la redacción de esta Constitución, pero también consideramos que esas aportaciones se podían haber incluido a la Constitución de 1857. Nuestra sugerencia es de que al eliminarse la Constitución de 1857, se hizo a un lado también el soporte ideológico e histórico que le había dado lugar; se hizo a un lado o se refundió en los cajones de la burocracia la obra intelectual de Mora, Zarco, Ocampo, Otero, Lafraga, Ramírez el nigromante, de Gómez Farías, de Matías Romero, del propio Juárez, etc. Cómo un punto de referencia interesante es bueno recordar que durante la dictadura porfiriana se sucedieron una tras otra las insurrecciones en todo el país y de manera invariable todos estos movimientos reclamaron el respeto a la Constitución de 1857; no hubo un solo pronunciamiento en el sentido de que se derogara y se redactara una nueva. En los días actuales, cuando se decide eliminar el desfile deportivo del 20 de noviembre se habla mucho de la necesidad de una nueva Constitución, tal vez sí pero no olvidemos que los intereses que puede representar esa nueva constitución, no son los mismos entre los dueños del capital y los del pueblo, es decir, entre los intereses de la mayoría de los mexicanos que pensamos en la defensa de esa Patria y los que andan vendiendo esta Patria al mejor postor.