LA CRISIS ENERGÉTICA AGREGARÍA 2 PUNTOS PORCENTUALES A LA INFLACIÓN MINORISTA EN 2004…
LA INFLACIÓN SE ACELERA, PERO SIN DESCONTROL SÍNTESIS ECONÓMICA FINANCIERA SEMANAL DE LA FUNDACION CAPITAL BUENOS AIRES, 7 DE JUNIO DE 2004
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RESUMEN EJECUTIVO
LA CRISIS ENERGÉTICA AGREGARÍA 2 PUNTOS PORCENTUALES A LA INFLACIÓN MINORISTA EN 2004…
LA INFLACIÓN SE ACELERA, PERO SIN DESCONTROL 1. Evolución de la inflación minorista en los primeros cinco meses del año El Indice de Precios al Consumidor (IPC) acumuló una suba del 2,7%, en los primeros cinco meses del presente año. Los rubros que más contribuyeron a la acumulación son: Alimentos y Bebidas, que explicó el 34% del total acumulado en los primeros cinco meses del año, Vivienda el 18% y Atención Médica el 13%. En menor medida, vale destacar el desempeño del rubro Indumentaria, y Transporte y Comunicaciones, los cuales en conjunto explicaron casi un 20% de la suba de precios para el período, o sea, cerca del 85% de la suba de los precios minoristas fue explicada por la performance de solo cinco sectores.
No obstante, los primeros cinco meses del año deberían dividirse en dos períodos bien diferenciados: el bimestre enero/febrero y el período marzo/mayo, lapso en el cual se evidenció un alza de precios más significativa. A partir del mes de marzo, se añadieron a característicos movimientos estacionales, aumentos autorizados por el gobierno que impactaron a lo largo de abril y con menor intensidad en mayo último, acumulando en este lapso de tres meses un aumento de precios del 2,2%; rompiendo claramente con la tendencia que preponderó en el Índice a lo largo de los 12 meses transcurridos entre marzo03/febrero04 e iniciando una trayectoria, que creemos se mantendrá en el resto del año. Con el último dato de mayo, la inflación minorista si anualizámos los primeros cinco meses asciende a 6,6%, lo que indicaría un piso inflacionario para el corriente año; mientras que al mes de febrero este guarismo (la anualización del primer bimestre) ascendía a tan solo 3,1% anual. 2. Impacto de la crisis energética en la evolución de precios del corriente año. Es posible tratar de cuantificar preliminarmente y con infamación acotada, cuál sería el impacto de la suba de las tarifas tanto industriales como residenciales en los precios, teniendo en cuenta tanto el efecto directo como el indirecto, que produce el aumento de tarifas en los Indices Mayorista (IPIM) y Minorista (IPC)1. En lo que respecta al IPIM, el efecto directo del aumento tarifario se debe al incremento de los precios del rubro energético. Por su parte, el efecto indirecto corresponde al aumento de los precios de la Producción local como resultado del impacto de la suba de la cuenta “Energía” en la estructura de costos de los diferentes sectores. En cuanto al IPC, el incremento resultante de la recomposición tarifaria, impacta 1
Los supuestos principales del modelo desarrollado por FC son: 9 Aumento del Gas en Boca de Pozo y del MWh generado hasta la "Normalización": 135% 9 Aumento de Tarifas de los segmentos Transporte+Distribución: Residenciales = 19,5% (equivale al IPC acumulado 2004-2006 pero con subas sólo a partir de 2005). No Residenciales = 29% (el doble del IPIM acumulado 2004-2005; repartido 15% en 2004 y el resto en 2005) 9 Impacto del insumo energético en la estructura de costos de las empresas (potencial trasladado a precio) = 5% 9 Supuesto de Pass-through (traslado) del IPIM al IPC = 60%
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indirectamente a través del aumento de los productos consumidos y directamente por vía del incremento de las tarifas residenciales (que en este caso particular se asume efectiva a partir de 2005). De esta manera, la “normalización” de los mercados gasífero y eléctrico generaría en 2004 aumentos adicionales de precios mayoristas y minoristas de 3,3 puntos porcentuales y 2,0 p.p. respectivamente. La desagregación por efectos directos e indirectos se presenta en la tabla siguiente:
Es importante destacar que esto constituye la inflación “adicional” correspondiente únicamente a la readecuación energética. 3. Proyección de la inflación minorista para el presente año 2004 La trayectoria estimada de la inflación minorista para la segunda mitad del año 2004, se encuentra más en sintonía con lo ocurrido en el lapso marzo/mayo, que con el comportamiento inflacionario del período enero/febrero. Así las cosas, aunque no se logre evitar una aceleración inflacionaria en lo que resta del año (no es difícil pensar que en una economía estabilizada macroeconómicamente, cualquier avance en materia de sinceramiento en los frentes pendientes, se reflejará en una tracción al alza de los precios) se conseguiría que la aceleración opere de manera gradual y ordenada, tratando de esa manera, de no ahogar el crecimiento económico. Los factores explicativos de la aceleración inflacionaria son fundamentalmente los siguientes: En primer lugar, los márgenes de comercialización continuarán en el segundo semestre del año con su paulatina recomposición, con el consumo como motor de la demanda doméstica. En otro orden, cerca de la mitad de los sectores industriales operan cerca de su máxima capacidad de producción, los cuales muy probablemente ajustarán a lo largo del año sus posiciones de “cuellos de botella”, vía precios y no cantidades. Por otro lado, algunos precios administrados de la economía, como los combustibles, se encuentran relacionados con la cotización internacional del petróleo, que continua en ascenso y sin perspectivas de bajar considerablemente en el mediano plazo. A pesar de que se haya logrado frenar un avance más significativo de los mismos en el mercado interno2, no es una política sostenible en el tiempo mientras exista una distorsión importante de esos precios en el ámbito doméstico y en el contexto de una crisis energética, lo cual implica una latente presión al alza de los precios, que en algún momento de lo que resta del año se tendrá que convalidar, con sus efectos indirectos más significativos sobre la evolución del resto de los precios de la economía. Por último. se ha encarado una recomposición paulatina de los salarios privados y públicos, y se prevé a lo largo del corriente año una tendencia creciente en ambos sectores, a medida que continúe la mejora en el ritmo de actividad económica y descienda la tasa de desempleo. Por lo pronto, este proceso natural de reacomodamiento de precios, no implica de por sí un descontrol inflacionario, en la medida que continuando con una política económica “racional” y “gradualista”, las autoridades permitan que este proceso de reajustes de precios relativos opere de forma ordenada y paulatina en la economía, “soltando” gradualmente las presiones contenidas a lo largo del tiempo. De esta manera, y habiendo identificado anteriormente el impacto en los precios minoristas que supone la existencia de la crisis energética en el presente año, la Fundación Capital estima un rango de inflación que se situaría entre el 8% y 9% anual para todo el año 2004. 4. Impacto de la inflación en las variables sociales Nuestro país continúa en emergencia social, con un nivel de pobreza que alcanza a casi la mitad de la población; a pesar de que en los últimos meses los indicadores sociales hayan mostrado una significativa mejora. Es en este frente, el social, donde una menor inflación produce más beneficios. A pesar de encontrarse el poder adquisitivo y el nivel de salario real por debajo de los registros característicos del período de convertibilidad, es necesario hacer una lectura que desagregue el lapso de tiempo desde entonces transcurrido en dos grandes períodos: 2002 y 2003/04. 2
El precio del petróleo está cerca de los u$s 40 por barril, y el acuerdo entre el gobierno y las petroleras, pactado hasta el 31de julio posee un precio testigo de u$s 32,5 por barril. Síntesis Financiera Semanal – Página 2
En principio, durante el año 2002 la brusca devaluación del tipo de cambio (238%) fue un factor fundamental para la aceleración inflacionaria; la cual se materializó en un contexto de derrumbe del producto bruto interno del 11%, acompañado por una significativa destrucción de empleos, una caída del salario real cercana al 25% y registros récord de pobreza e indigencia. En ese período, el traslado de la devaluación a precios, se verificó con mayor fuerza en los precios mayoristas que en los minoristas, así como también en el valor de la Canasta Básica Alimentaria, ya que ambos, los precios mayoristas y los alimentos incluidos en la canasta básica, se encuentran altamente relacionados a la trayectoria del tipo de cambio. Por el contrario, y como ocurre siempre, lleva más tiempo reconstruir las variables sociales, que el tiempo que llevó destruirlas: El 2003 comenzó con un proceso de reactivación económica que determinó un crecimiento vigoroso del PBI de casi 9%, con inflación mínima (alza de 3,7% para los precios minoristas y de 2% para los precios mayoristas); lo cual posibilitó una importante recuperación del salario real (8%), y una importante creación de empleos, a diferencia de lo ocurrido en el año 2002. Por último, el valor de la canasta CBA se mantuvo constante y el de la canasta CBT (que incluye bienes y servicios no alimentarios como son vestimenta, transporte, educación, salud, etc.) registró incluso un leve descenso (-0,4%). Entrando en el sexto mes del año 2004, podría afirmarse que esta recomposición paulatina de los indicadores sociales parece continuar en el presente año, aunque con menor intensidad. El crecimiento económico será significativo en el 2004 (alrededor del 7%), pero los mayores registros inflacionarios, determinarán que la intensidad de recuperación del salario real sea menor (cercana al 4%). La evolución de las CBA y CBT, dependerá en gran medida de la trayectoria de los precios de los productos básicos, siendo posible que finalicen el año con un leve aumento por sobre lo obtenido en el 2003. Desde la Fundación Capital creemos que la aceleración de precios prevista para el corriente año 2004, será una realidad, pero el mantenimiento de la estabilidad inflacionaria, mediante la prudente ejecución de las políticas económicas (política monetaria con sesgo expansivo y políticas fiscal y comercial notablemente superavitarias, y una relación tipo de cambio/inflación no traumática), también será un dato económico.
Economistas e Investigadores Seniors Carlos Pérez Guillermo Corzo Fabio Rodríguez Eduardo Rodríguez Diez Jimena Calvo Gabriela Nudel Carlos Pallordet
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LA CRISIS ENERGÉTICA AGREGARÍA 2 PUNTOS PORCENTUALES A LA INFLACIÓN MINORISTA EN 2004…
LA INFLACIÓN SE ACELERA, PERO SIN DESCONTROL 1. Evolución de la inflación minorista en los primeros cinco meses del año El Indice de Precios al Consumidor (IPC) acumuló una suba del 2,7%, en los primeros cinco meses del presente año. Los rubros que más contribuyeron a la acumulación son: Alimentos y Bebidas, que explicó el 34% del total acumulado en los primeros cinco meses del año, Vivienda el 18% y Atención Médica el 13%. En menor medida, vale destacar el desempeño del rubro Indumentaria, y Transporte y Comunicaciones, los cuales en conjunto explicaron casi un 20% de la suba de precios para el período, o sea, cerca del 85% de la suba de los precios minoristas fue explicada por la performance de solo cinco sectores.
No obstante, los primeros cinco meses del año deberían dividirse en dos períodos bien diferenciados: el bimestre enero/febrero y el período marzo/mayo, lapso en el cual se evidenció un alza de precios más significativa. En el primer bimestre del año 2004, la inflación minorista tan solo aumentó un 0,5%. En grandes líneas, el IPC se vio impulsado en estos primeros dos meses fundamentalmente por componentes estacionales (subas en Esparcimiento, Vivienda y Atención Médica y bajas en Indumentaria y Educación), continuando con la trayectoria de estabilidad que manifestaran los precios a lo largo del 2003; tal como lo exhibe claramente el siguiente gráfico:
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A partir del mes de marzo, se añadieron a característicos movimientos estacionales, aumentos autorizados por el gobierno que impactaron a lo largo de abril y con menor intensidad en mayo último, acumulando en este lapso de tres meses un aumento de precios del 2,2%; rompiendo claramente con la tendencia que preponderó en el Indice a lo largo de los 12 meses transcurridos entre marzo03/febrero04 e iniciando una trayectoria, que creemos se mantendrá en el resto del año. La performance del tercer, cuarto y quinto mes del año resulta ser una combinación de factores que fueron ajustes de una única vez (aumento de cuota en medicina prepaga, aumento de tarifas de taxis, alza en las cuotas de escuelas privadas, alza en cigarrillos, entre otros) avalados por el gobierno; estacionales (turismo, indumentaria y verduras, útiles escolares) y algunos componentes que podrían repetir las subas en los próximos meses, fundamentalmente concentrado en alimentos y bebidas (excluyendo frutas y verduras) que explicó cerca de un tercio de la inflación acumulada en lo que va del año, influenciados por el aumento en el costo de los insumos energéticos. Con el último dato de mayo, la inflación minorista si anualizamos los primeros cinco meses asciende a 6,6%, lo que indicaría un piso inflacionario para el corriente año; mientras que al mes de febrero este guarismo (la anualización del primer bimestre) ascendía a tan solo 3,1% anual. 2. Impacto de la crisis energética en la evolución de precios del corriente año. Dada la importancia que tienen las estructuras de costos en la determinación de los precios, se hace necesario tratar de cuantificar, el posible impacto que la crisis energética podría tener en la evolución de precios del corriente año. Más allá de los efectos que la crisis energética está teniendo sobre los niveles de producción industrial, el que se haya declarado la “emergencia energética” en los primeros meses del año, hizo inevitable la recomposición de los ingresos del sector cuyo ajuste se venía dilatando desde hace tiempo. En efecto, el 22 de Abril se firmó el acuerdo entre el gobierno y las petroleras para recomponer el precio del gas en boca de pozo, autorizando un incremento promedio del 40%. Este aumento ya está vigente para los consumos adicionales que las industrias requieran y que de acuerdo al decreto 181 deben contratar directamente con las petroleras. A partir de Agosto de 2004, el contrato de las empresas con consumos superiores a 9.000 m3 con las petroleras se ampliará a Síntesis Financiera Semanal – Página 5
todo el suministro. Adicionalmente se prevén 3 alzas posteriores para el precio del gas en boca de pozo de 18,5% cada una en Octubre de 2004, y luego en Mayo y Julio del año 2005. De esta manera, el aumento final del precio del gas producido rondaría el 135%. No obstante, el aumento de la tarifa final de las industrias será significativamente menor, ya que debe tenerse en cuenta que la misma se compone de la suma de tres segmentos del sector: generación, transporte y distribución. Si bien aún no se han renegociado las tarifas de los dos últimos, se estima que los aumentos que el Gobierno estaría dispuesto a autorizar son mucho menores, no superando la barrera del 30%. Respecto de la energía eléctrica, el panorama es similar. Aún cuando la prioridad es “normalizar” el mercado gasífero, el margen para continuar dilatando la recomposición de los ingresos del sector eléctrico es acotado. La información transcendida es sustancialmente menor, pero se especula con un aumento similar al del sector gasífero tanto en lo que respecta al segmento generación (el MWh pasaría a costar alrededor de 25 US$); así como también los segmentos transporte y distribución. En cuanto a los plazos, el sendero de aumentos de precios podría replicar el esquema del mercado de gas. De esta manera, es posible tratar de cuantificar preliminarmente y con información acotada, cuál sería el impacto de la suba de las tarifas tanto industriales como residenciales en los precios, teniendo en cuenta tanto el efecto directo como el indirecto, que produce el aumento de tarifas en 3 los Indices Mayorista (IPIM) y Minorista (IPC) . En lo que respecta al IPIM, el efecto directo del aumento tarifario se debe al incremento de los precios del rubro energético. Por su parte, el efecto indirecto corresponde al aumento de los precios de la Producción local como resultado del impacto de la suba de la cuenta “Energía” en la estructura de costos de los diferentes sectores. En cuanto al IPC, el incremento resultante de la recomposición tarifaria, impacta indirectamente a través del aumento de los productos consumidos y directamente por vía del incremento de las tarifas residenciales (que en este caso particular se asume efectiva a partir de 2005). De esta manera, la “normalización” de los mercados gasífero y eléctrico generaría en 2004 aumentos adicionales de precios mayoristas y minoristas de 3,3 puntos porcentuales y 2,0 p.p. respectivamente. La desagregación por efectos directos e indirectos se presenta en la tabla siguiente:
Es importante destacar que esto constituye la inflación “adicional” correspondiente únicamente a la readecuación energética. Por último cabe señalar que, para fin de 2006, momento en que la “normalización” debería estar finalizada, la readecuación de las estructuras de costos desde el inicio de la crisis, habría sumado por si sola un adicional inflacionario de 7,6 puntos porcentuales en los precios mayoristas y de 6,4 puntos porcentuales en precios minoristas.
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Los supuestos principales del modelo desarrollado por FC son: 9 Aumento del Gas en Boca de Pozo y del MWh generado hasta la "Normalización": 135% 9 Aumento de Tarifas de los segmentos Transporte+Distribución: Residenciales = 19,5% (equivale al IPC acumulado 2004-2006 pero con subas sólo a partir de 2005). No Residenciales = 29% (el doble del IPIM acumulado 2004-2005; repartido 15% en 2004 y el resto en 2005) 9 Impacto del insumo energético en la estructura de costos de las empresas (potencial trasladado a precio) = 5% 9 Supuesto de Pass-through (traslado) del IPIM al IPC = 60%
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3. Proyección de la inflación minorista para el presente año 2004 Mirando hacia adelante y con los primeros cinco meses del año ya transcurridos, resulta interesante analizar que factores de presión se encuentran detrás de la evolución inflacionaria en lo que resta del presente año. Para eso, es necesario recordar la dificultad que supone hacer “oídos sordos” a reclamos sobre postergación de precios y estructuras de costos que se encuentran aún rezagados, en una economía que crece por segundo año consecutivo; encuadrándose lo anterior en un proceso más amplio de reacomodamiento de precios relativos de la economía en general. Es por esto mismo que estimamos muy poco probable que en los meses venideros se verifiquen registros inflacionarios tan acotados como los exhibidos en el primer bimestre del corriente año.
Tal como lo demuestra el gráfico, la trayectoria estimada de la inflación minorista para la segunda mitad del año 2004, se encuentra más en sintonía con lo ocurrido en el lapso marzo/mayo, que con el comportamiento inflacionario del período enero/febrero. Así las cosas, aunque no se logre evitar una aceleración inflacionaria en lo que resta del año (no es difícil pensar que en una economía estabilizada macroeconómicamente, cualquier avance en materia de sinceramiento en los frentes pendientes, se reflejará en una tracción al alza de los precios) se conseguiría que la aceleración opere de manera gradual y ordenada, tratando de esa manera, de no ahogar el crecimiento económico. Los factores explicativos de la aceleración inflacionaria son fundamentalmente los siguientes: En primer lugar, los márgenes de comercialización continuarán en el segundo semestre del año con su paulatina recomposición, con el consumo como motor de la demanda doméstica. Lo anterior convalidaría un aumento de precios en el corto plazo, que en principio se manifestaría en los sectores mayormente orientados al mercado interno (fundamentalmente el sector servicios), que resignaron mayor margen de ganancia para mantenerse a flote. En cuanto al manejo de la política monetaria, la misma se encuentra dentro de márgenes más estrechos para actuar, con un riesgo latente por el lado de la emisión monetaria, al intervenir asiduamente en el mercado de cambios para mantener el tipo de cambio nominal en un rango de 2,9/3,0 pesos por dólar mediante la compra de la divisa norteamericana y esterilizar parte del total emitido mediante las Lebacs. A su vez la gestión de política monetaria sería más ajustada por el hecho de que en el presente año comenzará a operar el esperado repunte del crédito, y con este, el multiplicador monetario, aumentando así la creación secundaria de dinero (aunque más no sea marginalmente), componente inexistente tanto en el 2002 como en el año 2003.
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En otro orden, cerca de la mitad de los sectores industriales operan cerca de su máxima capacidad de producción, los cuales muy probablemente ajustarán a lo largo del año sus posiciones de “cuellos de botella”, vía precios y no cantidades. Por otro lado, algunos precios administrados de la economía, como los combustibles, se encuentran relacionados con la cotización internacional del petróleo, que continua en ascenso y sin perspectivas de bajar considerablemente en el mediano plazo. A pesar de que se haya logrado frenar un avance más significativo de los mismos en el mercado interno4, no es una política sostenible en el tiempo mientras exista una distorsión importante de esos precios en el ámbito doméstico y en el contexto de una crisis energética, lo cual implica una latente presión al alza de los precios, que en algún momento de lo que resta del año se tendrá que convalidar, con sus efectos indirectos más significativos sobre la evolución del resto de los precios de la economía. Por último. se ha encarado una recomposición paulatina de los salarios privados y públicos, y se prevé a lo largo del corriente año una tendencia creciente en ambos sectores, a medida que continúe la mejora en el ritmo de actividad económica y descienda la tasa de desempleo. En conclusión, ya sea por la existencia de varios aumentos de precios en el área de servicios (privados, públicos o semiregulados), a punto de concretarse o al menos muy cerca de obtener algún tipo de reacomodamiento, o por un mayor traslado de precios mayoristas a minoristas, prevemos un aumento del ritmo de crecimiento de precios minoristas para los próximos meses del 2004. Desde Fundación Capital, creemos que será una aceleración dentro de márgenes acotados, por la existencia de estabilidad cambiaria y de una conducción de las políticas monetaria y fiscal sumamente prudentes. Por lo pronto, este proceso natural de reacomodamiento de precios, no implica de por sí un descontrol inflacionario, en la medida que continuando con una política económica “racional” y “gradualista”, las autoridades permitan que este proceso de reajustes de precios relativos opere de forma ordenada y paulatina en la economía, “soltando” gradualmente las presiones contenidas a lo largo del tiempo. De esta manera, y habiendo identificado anteriormente el impacto en los precios minoristas que supone la existencia de la crisis energética en el presente año, la Fundación Capital estima un rango de inflación que se situaría entre el 8% y 9% anual para todo el año 2004 . 4. Impacto de la inflación en los frentes económicos claves Al ser la inflación una variable clave en la vida económica de cualquier país, su evolución tiene impacto sobre una variedad de frentes económicos; más aún en el caso Argentino, que continúa en el proceso de un ajuste macroeconómico por la salida de un tipo de cambio fijo. A continuación el análisis: a) Nuestro país continúa en emergencia social, con un nivel de pobreza que alcanza a casi la mitad de la población; a pesar de que en los últimos meses los indicadores sociales hayan mostrado una significativa mejora. Es en este frente, el social, donde una menor inflación produce más beneficios. A pesar de encontrarse el poder adquisitivo y el nivel de salario real por debajo de los registros característicos del período de convertibilidad, es necesario hacer una lectura que desagregue el lapso de tiempo desde entonces transcurrido en dos grandes períodos: 2002 y 2003/04.
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El precio del petróleo está cerca de los u$s 40 por barril, y el acuerdo entre el gobierno y las petroleras, pactado hasta el 31de julio posee un precio testigo de u$s 32,5 por barril. Síntesis Financiera Semanal – Página 8
En principio, durante el año 2002 la brusca devaluación del tipo de cambio (238%) fue un factor fundamental para la aceleración inflacionaria; la cual se materializó en un contexto de derrumbe del producto bruto interno del 11%, acompañado por una significativa destrucción de empleos, una caída del salario real cercana al 25% y registros récord de pobreza e indigencia. En ese período, el traslado de la devaluación a precios, se verificó con mayor fuerza en los precios mayoristas que en los minoristas, así como también en el valor de la Canasta Básica Alimentaria, ya que ambos, los precios mayoristas y los alimentos incluidos en la canasta básica, se encuentran altamente relacionados a la trayectoria del tipo de cambio. Por el contrario, y como ocurre siempre, lleva más tiempo reconstruir las variables sociales, que el tiempo que llevó destruirlas: El 2003 comenzó con un proceso de reactivación económica que determinó un crecimiento vigoroso del PBI de casi 9%, con inflación mínima (alza de 3,7% para los precios minoristas y de 2% para los precios mayoristas); lo cual posibilitó una importante recuperación del salario real (8%), y una importante creación de empleos, a diferencia de lo ocurrido en el año 2002. Por último, el valor de la canasta CBA se mantuvo constante y el de la canasta CBT (que incluye bienes y servicios no alimentarios como son vestimenta, transporte, educación, salud, etc.) registró incluso un leve descenso (-0,4%). Entrando en el sexto mes del año 2004, podría afirmarse que esta recomposición paulatina de los indicadores sociales parece continuar en el presente año, aunque con menor intensidad. El crecimiento económico será significativo en el 2004 (alrededor del 7%), pero los mayores registros inflacionarios, determinarán que la intensidad de recuperación del salario real sea menor (cercana al 4%). La evolución de las CBA y CBT, dependerá en gran medida de la trayectoria de los precios de los productos básicos, siendo posible que finalicen el año con un leve aumento por sobre lo obtenido en el 2003. Vale la pena aclarar, que luego de analizar el impacto de la inflación sobre las variables sociales, el impacto en el resto de los frentes es a todas luces marginal: b) En las variables financieras, ciertamente mayor inflación no ayuda al ya bajo rendimiento de los depósitos, que asimismo se ven perjudicados por el impuesto al cheque que les resta rentabilidad, situación que se evidencia con la migración de los últimos meses de depósitos a plazos fijos a transaccionales. c) En el frente fiscal es el único donde mayores registros inflacionarios tendrían una mejora marginal, incrementando el volumen de superavit primario, siempre y cuando se pueda contener el gasto público. d) Por último, en el frente comercial, mayor inflación significa un tipo de cambio real más bajo, y por tanto menor competitividad, efecto que se aminora notablemente dado el abultado superavit comercial presente que tiene la Argentina.
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El monitoreo de la evolución inflacionaria resulta clave en el sentido que un salto muy grande podría afectar las expectativas de los agentes y con esto llegar a cambiar el actual buen clima económico que reina sobre nuestro país. Asimismo es necesario seguir de cerca las respuestas que las autoridades económicas den a este nuevo contexto de mayor inflación, mediante las políticas monetarias y fiscal. Desde la Fundación Capital creemos que la aceleración de precios prevista para el corriente año 2004, será una realidad, pero el mantenimiento de la estabilidad inflacionaria, mediante la prudente ejecución de las políticas económicas (política monetaria con sesgo expansivo y políticas fiscal y comercial notablemente superavitarias, y una relación tipo de cambio/inflación no traumática), también será un dato económico.
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Reservas Líquidas del BCRA (*) Período Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre
2001 25.984 25.998 24.039 22.188 20.791 20.429 19.063 15.445 18.750 19.609 17.678 14.815
2002 14.538 13.749 13.328 14.459 11.112 9.911 9.224 9.012 9.373 9.558 9.884 10.258
Estos datos corresponden a promedios mensuales. (*) Cifras en millones de dólares.
2003 9.933 9.652 10.373 10.588 11.087 11.763 12.774 13.402 12.454 13.547 13.285 13.822
2004 14.484 15.009 13.507 15.255 16.042
Últimos 20 días hábiles jue, 29-abr-04 15.656 vie, 30-abr-04 15.763 sáb, 01-may-04 15.763 dom, 02-may-04 15.763 lun, 03-may-04 15.853 mar, 04-may-04 15.965 mié, 05-may-04 16.021 jue, 06-may-04 16.054 vie, 07-may-04 16.008 sáb, 08-may-04 16.008 dom, 09-may-04 16.008 lun, 10-may-04 15.966 mar, 11-may-04 16.021 mié, 12-may-04 16.126 jue, 13-may-04 16.161 vie, 14-may-04 16.216 sáb, 15-may-04 16.216 dom, 16-may-04 16.216 lun, 17-may-04 16.154 mar, 18-may-04 16.228
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