LA LÍRICA RENACENTISTA. SIGLO XVI 1. CARACTERÍSTICAS BÁSICAS

Jesús Gallego Montero DEPARTAMENTO DE LENGUA Y LITERATURA LITERATURA. 1º BACHILLERATO LA LÍRICA RENACENTISTA. SIGLO XVI 1. CARACTERÍSTICAS BÁSICAS 1.
Author:  Jaime Bustos Pinto

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DEPARTAMENTO DE LENGUA Y LITERATURA LITERATURA. 1º BACHILLERATO LA LÍRICA RENACENTISTA. SIGLO XVI 1. CARACTERÍSTICAS BÁSICAS 1.1. INICIO DE LA POESÍA RENACENTISTA EN ESPAÑA 1526 es una fecha simbólica para la literatura española, porque en Granada, con motivo de las bodas reales y la estancia del emperador Carlos en la ciudad, coincide con los italianos Castiglione (embajador del Papa) y Andrea Navagiero (embajador italiano), el poeta español JUAN BOSCÁN, que será animado por el segundo a utilizar en castellano las formas métricas italianas. A partir de esta fecha, la poesía española culta iniciará el paso definitivo hacia los presupuestos vitales del Renacimiento. 1.2. RENOVACIÓN DE LAS FORMAS MÉTRICAS 1.2.1. A modo de recuerdo: la renovación formal de la poesía renacentista es, antes de nada, renovación métrica. Recordemos que, a finales de la Edad Media, los tipos de versos más empleados eran el octosílabo y el verso de arte mayor castellano. El primero era el más utilizado, el verso español por excelencia, empleado sobre todo en la lírica tradicional (por ejemplo: Romancero) y en la poesía de cancionero. En cuanto a las estrofas, la copla castellana, cuarteta, redondilla y la copla de pie quebrado eran las más representativas de la poesía española de fines del siglo XV. 1.2.2. A partir de 1526, las formas métricas italianas entran en España: - VERSOS: el cambio formal más visible es la introducción del verso endecasílabo, según los modelos italianos, combinado a veces con pentasílabos o heptasílabos. El endecasílabo, en sus distintas variedades, con sus dimensiones y variedad de acentos, se plegaba con facilidad al nuevo concepto de poesía, cuyos valores supremos serán la culta naturalidad y la verdad delicada de los sentimientos. - ESTROFAS: con estos versos, Boscán y Garcilaso introducen también las nuevas estrofas de origen italiano: soneto, lira, estancia, octava real y tercetos encadenados, y subgéneros como la égloga, la epístola, la canción, la elegía y la oda.

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1.2.3. Advertencia: la entrada de las formas métricas renacentistas en España no implica la desaparición de las formas métricas tradicionales españolas que se daban en la Edad Media. Como ha demostrado José Manuel Blecua, la métrica española tradicional que, antes de la llegada del Renacimiento, era empleada en lírica tradicional, romancero, poesía culta del XV y el Cancionero General de Hernando del Castillo, se seguirá utilizando en el siglo XVI e incluso en el XVII1. Por tanto, ambas formas, las típicamente españolas y las italianas, son empleadas conjuntamente en el Renacimiento español. Todo esto puede quedar resumido con la siguiente frase: En la España renacentista se produce, desde el punto de vista poético, una maravillosa mezcla de TRADICIONALIDAD y ORIGINALIDAD. 1.3. LOS TEMAS POÉTICOS RENACENTISTAS 1.3.1. El tema del AMOR: Petrarquismo y Neoplatonismo - PETRARQUISMO: en la lírica renacentista fue posiblemente el tema del amor el más tratado, concebido a la manera de Petrarca (1304-1374), quien partía de una teorización del amor cortés desde los principios de la filosofía neoplatónica, según las cuales la armonía engendra la belleza y la felicidad, mientras que el dolor, el desconcierto y el desorden. Petrarca, con su Canzonieri, ofrecía a los poetas renacentistas un diario poético autobiográfico que podría ser imitado. Dividió su Canzonieri en poesías in vita y poesías in morte (vida y muerte de la amada, Laura), con un poema prólogo y otro poema que hacía las veces de epílogo. Este cancionero se consideró su diario poético autobiográfico, con la referencia absoluta a la amada Laura. Los poetas renacentistas (especialmente Garcilaso), imitarán este modelo petrarquista de “libro de poemas de amor” o “diario poético”, tanto en la forma como en temas e ideología, haciendo alusión a sus respectivas amadas. - NEOPLATONISMO: se trata de un concepto de raigambre filosófica que afecta al tema del amor renacentista. Se considera la belleza externa de la amada como emanación de su belleza interior, que, a su vez, es reflejo de la belleza divina. Esta concepción amorosa entra en España especialmente a través de dos obras: El Cortesano de Baltasar de Castiglione y los Diálogos de amor de León Hebreo, quienes desarrollan la filosofía neoplatónica en sus obras. En estas, los motivos fundamentales son: 1) la enajenación del amante, quien no vive en sí mismo, sino en la amada; 2) el amor es muerte

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J.M. Blecua, “Corrientes poéticas en el siglo XVI”, en Sobre poesía de la Edad de Oro, Madrid, Gredos, 1970, pp. 1124.

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voluntaria, dulce y amarga a amada. Pues bien, los poetas neoplátonico del amor y lo código del amor cortés ya vasallático, etc.).

la vez; 3) el amante, un ser desdeñado por la renacentistas recogerán este concepto mezclarán en sus poemas de amor con el existente (adulterio, amor secreto, lenguaje

1.3.2. Dos TÓPICOS POÉTICOS: el carpe diem y el beatus ille: Son dos temas poéticos muy utilizados en el Renacimiento. - Carpe diem (‘coge el día’, ‘vive el día, el presente’): al hombre renacentista le atraía también el goce sensual de la belleza femenina; es por eso por lo que con frecuencia el deseo de goce se manifiesta a través del tema del carpe diem (tema tratado anteriormente por el poeta Horacio, s. I a.C.), a veces tratado con cierta melancolía. Lo veremos en Garcilaso, quien se pregunta sobre la fugacidad de la belleza y la vida, que simboliza en la rosa. La juventud y la hermosura son, como su amada, algo efímero que un viento helado, una lluvia otoñal, o un excesivo ardor, van a destruir. - Beatus ille (‘feliz aquel...’): con este tópico, el poeta renacentista vuelve a tratar el sentimiento de goce, pero esta vez ya no a través de la visión de la amada, sino a través de la contemplación de la naturaleza, en la que el poeta se siente feliz. Lo veremos en Fray Luis de León. 1.3.3. El tema de la NATURALEZA: el Renacimiento concedió una gran importancia a la descripción de la naturaleza, no por su valor intrínseco, sino por su relación con los sentimientos que en ella se desarrollan. Los poetas renacentistas tratarán el tema de la naturaleza haciendo alusión al tópico literario del locus amoenus (lugar ideal con una naturaleza vivificadora). En este lugar idealizado, aparece el deseo de una anhelada Edad de Oro (falta de injusticias, dolor, hambre, eterna juventud, etc.), donde los pastores, las pastoras y las ninfas son los protagonistas. 1.3.4. TEMAS MITOLÓGICOS: los poetas renacentistas sienten nostalgia por el pasado clásico y recurren a la mitología, especialmente a la grecolatina. Generalmente los argumentos mitológicos se extraían de una obra de Ovidio, Las metamorfosis. El hecho de que los poetas del Renacimiento eligiesen la mitología como temática de su producción poética se debió a ser ésta uno de los núcleos más relacionados con la cultura clásica y, por tanto, con la tradición humanística. Las fábulas

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mitológicas eran, pues, recreadas por los poetas renacentistas con el fin de potenciar una historia personal. 1.3.5. POESÍA METAFÍSICA Y EXISTENCIAL (ASCÉTICA Y MÍSTICA): Durante la segunda mitad del siglo XVI, se produce una traslación de los temas amorosos y paganos al terreno de lo divino. Surge así la poesía religiosa, metafísica y existencial que veremos en Fray Luis de León, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús.

2. TEXTOS TRADICIONALIDAD Y ORIGINALIDAD (Garcilaso de la Vega2) A) COPLA VIII Nadie puede ser dichoso, señora, ni desdichado, sino que os haya mirado. Porque la gloria de veros en ese punto se quita que se piensa mereceros; así que sin conoceros, nadie puede ser dichoso, señora, ni desdichado, sino que os haya mirado. Garcilaso de la Vega, ed. cit., p. 11.

B) SONETO V Escrito está en mi alma vuestro gesto y cuanto yo escribir de vos deseo: vos sola lo escribistes; yo lo leo, tan solo, que aun de vos me guardo en esto En esto estoy y estaré siempre puesto, que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo de tanto bien lo que no entiendo creo, tomando ya la fe por presupuesto. Yo no nascí sino para quereros; mi alma os cortado a su medida; por hábito del alma misma os quiero; cuanto tengo confieso yo deberos; por vos nací, por vos tengo la vida, por vos he de morir y por vos muero. Garcilaso de la Vega, ed. cit., p. 17.

COMENTARIO Los dos poemas anteriores son de Garcilaso de la Vega. Obsérvese la forma tan distinta de ambos ante el tratamiento del tema del amor. En el texto A, Garcilaso, alejado de las formas renacentistas, emplea la copla castellana típica de la poesía cancioneril del siglo XV, con versos octosílabos. En el texto B, Garcilaso ha

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Los textos citados de Garcilaso corresponde a la ed. de Bienvenido Morros, con estudio preliminar de Rafael Lapesa, Obra poética y textos en prosa, Barcelona, Crítica, 1995.

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asimilado la poesía renacentista procedente de Italia, con base en el soneto y el verso endecasílabo italiano. CARPE DIEM y BEATUS ILLE (Garcilaso) SONETO XXIII En tanto que de rosa y azucena se muestra la color en vuestro gesto, y que vuestro mirar ardiente, honesto, con clara luz la tempestad serena; y en tanto que’l cabello, que en la vena del oro se escogió, con vuelo presto por el hermoso cuello blanco, enhiesto, el viento mueve, esparce y desordena: coged de vuestra alegre primavera el dulce fruto, antes que el tiempo airado cubra de nieve la hermosa cumbre. Marchitará la rosa el viento helado, Todo lo mudará la edad ligera Por no hacer mudanza en su costumbre. Garcilaso de la Vega, ed. cit., p. 43. COMENTARIO Como dice Bienvenido Morros en nota a este poema (p. 43), “El soneto de Garcilaso desarrolla el tópico del collige, virgo, rosas y el carpe diem: la invitación a una muchacha a gozar de su juvenil belleza, antes de la llegada de la vejez. El canon de la belleza femenina se cifraba en los colores rojo y blanco, que compendiaban la sensualidad (la rosa) y la honestidad (la azucena)”. Obsérvese la estructura anafórica de los dos cuartetos que forman la descripción del rostro de la amada, frente a la forma imperativa del primer terceto, en donde comienza el carpe diem, y la reflexión final en el segundo terceto junto a la nota cargada de pesimismo. LA NATURALEZA (Garcilaso Ëgloga I) Con mi llorar las piedras enternecen su natural dureza y la quebrantan; los árboles parece que se inclinan; las aves que me escuchan, cuando cantan, con diferente voz se condolecen

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y mi morir cantando me adevinan; las fieras que reclinan su cuerpo fatigado dejan el sosegado sueño por escuchar mi llanto triste. Tú sola contra mí te endureciste, los ojos aun siquiera no volviendo a los que tú hiciste salir, sin duelo, lágrimas corriendo. Garcilaso, ed. cit., p. 130. TEMAS MITOLÓGICOS (Garcilaso) SONETO XIII A Dafne ya los brazos le crecían y en luengos ramos vueltos se mostraban; en verdes hojas vi que se tornaban los cabellos que el oro escurecían: de áspera corteza se cubrían los tiernos miembros que aun bullendo se estaban; los blancos pies en tierra se hincaban y en torcidas raíces se volvían. Aquel que fue la causa de tal daño, a fuerza de llorar, crecer hacía este árbol, que con lágrimas regaba. ¡Oh miserable estado, oh mal tamaño, que con llorarla crezca cada día la causa y la razón por que lloraba!

SONETO XII Si para refrenar este deseo loco, imposible, vano, temeroso, y guarecer de un mal tan peligroso, que es darme a entender yo lo que no creo, no me aprovecha verme cual me veo, o muy aventurado o muy medroso, en tanta confusión que nunca oso fiar el mal de mí que lo poseo, ¿qué me ha de aprovechar ver la pintura d’aquel que con las alas derretidas, cayendo, fama y nombre al mar ha dado, y la del que su fuego y su locura llora entre aquellas plantas conocidas, apenas en el agua resfrïado?

Garcilaso, ed. cit., p. 28. Garcilaso, ed. cit., p. 27. COMENTARIO El soneto XIII de Garcilaso solo se entiende a partir del conocido mito de Dafne y Apolo que aparece en Las metamorfosis de Ovidio. Dafne, herida

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con la flecha del desdén y acosada por Apolo, se convirtió en laurel cuando el dios estaba a punto de alcanzarla. Los cuartetos se limitan a describir la metamorfosis de la ninfa Dafne en laurel, mientras que los tercetos reproducen la escena de Apolo llorando sobre el árbol, a lo que no sólo se ha atribuido el valor emblemático del sufrimiento amoroso, sino también el de la propia poesía. Piénsese también en el valor simbólico que pueden tener estos versos en el mismo Garcilaso: la fábula de Dafne y Apolo puede simbolizar el fracaso amoroso entre el poeta y su amor, Isabel Freire. En cambio, en los dos últimos tercetos del soneto XII, Garcilaso alude a los mitos de Ícaro y Faetonte. El poeta se identifica con Ícaro, porque alza su vuelo peligrosamente hacia el sol –suma luz, suma belleza, como la dama-, y la cera de sus alas se derretirá y caerá al mar. Con Faetonte, porque pretendió conducir el carro del sol, y el yo poético intenta en vano acercarse a la dama, conseguir algo de ella.

3. GARCILASO DE LA VEGA VIDA - Nació en Toledo (1501) y murió en Niza (1536) a causa de las heridas sufridas durante el ataque a la fortaleza de Muy (Provenza). - Encarna el ideal renacentista: soldado y hombre de letras. - En 1525 se casó con Elena de Zúñiga; tuvo tres hijos. Pero el matrimonio no le da la felicidad, como se refleja en su poesía, en la que no cita nunca a su mujer. - Poco después de casarse conoció a Isabel Freyre, dama de la Emperatriz, de la que se enamoró (no fue correspondido). Esta mujer será la musa de sus poesías. - El poeta alude a su amada constantemente en sus poemas, unas veces con alusiones mitológicas y otras con nombres encubiertos (Belisa y Elisa). - El matrimonio de Isabel con otro caballero y su muerte prematura producen en el poeta un sentimiento profundo de dolor que se refleja en su poesía. OBRA 1) Su obra es muy reducida, pero muy importante en el paso de nuestra poesía medieval a la renacentista, adoptando temas y formas procedentes del Renacimiento italiano. Así, por ejemplo, desde el punto de vista de la forma cambia el verso tradicional español (octosílabo) por el endecasílabo de gusto renacentista y llega a aclimatar en la poesía española el soneto.

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2) Escribió treinta y ocho SONETOS cuya temática es el amor que produce dolor. Cinco CANCIONES, dos ELEGÍAS y tres ÉGLOGAS (en las que unos pastores dialogan sobre el amor a orillas del río Tajo). 3) Su trayectoria, trazada por Rafael Lapesa, se podría resumir de la siguiente manera: a) Una poesía de comienzos, situada en la línea de los cancioneros del XV. b) Una poesía de asimilación petrarquista a partir de 1526. c) Un inigualable equilibrio entre emoción y perfección en su poética desde su estancia en Nápoles. d) Una última etapa en donde aspira el neoplatonismo puro y la valoración positiva y sensorial de la realidad. ESTILO - Garcilaso es lo contrario al ideal de los grandes poetas del XV, como Mena o Santillana. - Garcilaso muestra un ideal de poesía NATURAL y NO AFECTADA (esto es, como hecha sin esfuerzo, sin grandes alardes formales). - Emplea, pues, el lenguaje normal que emplean los cortesanos educados. - Es considerado el primer poeta español moderno, tanto por la fuerza de su lirismo, como por su lenguaje.

4. LA POESÍA RENACENTISTA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVI CUESTIONES PREVIAS Durante la segunda mitad del siglo XVI, la poesía española sigue los pasos de los poetas italianizantes (Garcilaso, Juan Boscán y otros), es decir, un tipo de poesía renacentista marcada por el petrarquismo y el neoplatonismo y caracterizada por ser poesía profana. Al mismo tiempo, en esta segunda mitad comienza a desarrollarse un tipo de poesía religiosa cuyas figuras más importantes son Fray Luis de León, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. El cambio en la poesía renacentista hay que entenderlo a través de un acontecimiento histórico: la Contrarreforma católica generada en el Concilio de Trento a mediados de siglo. España se encierra en sí misma para evitar cualquier contagio protestante, la Inquisición es cada vez más influyente en la vida de los españoles y nuestro país vive la vida religiosa con mayor profundidad. Todo esto origina, desde el punto de vista poético, dos posturas religiosas que seguirán los poetas renacentistas:

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Ascetismo: es una forma de vida religiosa que trata de perfeccionar a las personas exhortando al cumplimiento estricto de las obligaciones cristianas e instruyéndolas en ello. Cuenta con autores como Fray Luis de León. Mística: es una forma de vida religiosa que trata de expresar los prodigios que algunos privilegiados experimentan en el alma al entrar en amorosa comunicación con Dios. El ejemplo inmediato es San Juan de la Cruz. El misticismo, es decir, la aspiración a la unión divina en vida existe en la humanidad desde muy antiguo; así en la India (dentro del hinduismo), en la antigua China (taoísmo), en la antigua Grecia (orfismo), en el sufismo musulmán, o en pensadores como Filón (siglo I). El misticismo cristiano arranca en la Edad Media y en España tuvo un desarrollo espectacular con las figuras citadas, sobre todo porque estos poetas lograron la unión con Dios a través del lenguaje. El proceso místico: sólo accesible a unos pocos elegidos, se desarrolla mediante tres fases o vías: 1) la purgativa (es la fase ascética, caracterizada por el retiro del “mundanal ruido”); 2) la iluminativa (en la que el alma recibe el conocimiento divino); 3) y la unitiva (el alma se funde con Dios y es invadida por un gozo inefable, es decir, que no se puede expresar con palabras, de ahí que un poeta como San Juan de la Cruz tienda a expresar esta última fase mística con abundante simbología).

FRAY LUIS DE LEÓN Fray Luis ocupa con Garcilaso la cumbre del renacimiento poético español. No llegó a ser un místico, ya que sólo alcanzó la primera vía del proceso místico, la purgativa o ascética. VIDA - Fray Luis de León nació en Belmonte (Cuenca) en 1527, en le seno de una familia de conversos. - Tras estudiar en Madrid, Valladolid y Salamanca, ingresó en la orden de los agustinos. - En 1561 obtuvo la cátedra de Santo Tomás en la Universidad de Salamanca. La tradicional pugna por las cátedras entre las órdenes de agustinos y dominicos favoreció las envidiosas intrigas de dos dominicos, Fray Bartolomé de Medina y León de Castro, que llevaron a Fray Luis a la cárcel inquisitorial de Valladolid en 1572, bajo las siguientes acusaciones:

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a) Se le acusó de haber desautorizado el texto de la Vulgata (versión latina de la Biblia). b) Haber difundido una traducción castellana de El cantar de los cantares, a pesar de la prohibición. - Tras cuatro largos años en prisión, el Santo Oficio lo declaró inocente. Cuando regresó a las aulas de Salamanca, comenzó su primera clase con la famosa frase de “Decíamos ayer...” Murió en 1591. OBRA POÉTICA - Su obra poética es escasa: consiste en menos de cuarenta poemas, que no llegó a publicar. - Fray Luis comenzó imitando los sonetos de Petrarca; pero aquello no satisfacía su espíritu austero. - Su poesía sigue entonces un camino en el que anhela la VIDA SENCILLA Y NATURAL, como antesala de la VIDA DEL CIELO. - Con respecto a la forma, Fray Luis utiliza frecuentemente el subgénero lírico de la oda, de raigambre clásica, imitando a poetas latinos que ya utilizaron la oda como Horacio. En las odas utiliza la lira garcilasiana como vehículo métrico. OBRA EN PROSA - Tradujo el Cantar de los cantares bíblico, con el fin de que pudiera conocerlo su prima monja Isabel Osorio. - Durante muchos años, se aplicó a escribir la Exposición del libro de Job, su obra más extensa, que es traducción u comentario de ese libro de la Biblia: en las penalidades y en la fe de Job, podía ver un precedente de su propia vida. - Otras obras: La perfecta casada y De los nombres de Cristo, ambas publicadas en 1583. Esta última es la más bella, obra que se desarrolla mediante un diálogo entre frailes agustinos reunidos en una finca que la orden poseía cercana a Salamanca (“La Flecha”). ESTILO El estilo de Fray Luis se ajusta a la norma renacentista de naturalidad y no afectación. En sus obras domina la armonía, con un equilibrio hermoso entre contenido y forma, algo que aprendió de los clásicos latinos que imitaba. SAN JUAN DE LA CRUZ VIDA - Juan de Yepes y Álvarez nació en Fontiveros (Ávila) en 1532, en el seno de una familia pobre, lo que le llevó a trabajar como enfermero en el Hospital de Medina del Campo.

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Estudió en los jesuitas hasta que ingresó en el Colegio de los Carmelitas con el nombre de Fray Juan de Santo Matías. Después estudió en Salamanca y fue ordenado en 1567, año en que conoció a Santa Teresa. Realizó fundaciones de conventos. En 1577 sus compañeros de orden lo encerraron en un convento de Toledo, donde San Juan concibió sus poemas. Del encarcelamiento pudo evadirse a los ocho meses.

OBRA Su obra poética es de exclusiva temática religiosa. Sus escritos líricos (por los que ocupa un puesto excelso en la poesía mundial) son muy pocos: unos veinte poemas, de los cuales seis u ocho, de naturaleza mística, son prueba del milagro creativo que se produce en San Juan. Los poemas fundamentales de San Juan de la Cruz son: 1) Cántico espiritual: Consta de cuarenta liras garcilasianas (aBabB), en las cuales el alma (La Esposa), como pastora enamorada, busca a Cristo (el Esposo), a través de las tres vías místicas hasta el instante sublime de la unión mística. 2) Noche oscura del alma: Formado por ocho liras garcilasianas, en las cuales el alma enamorada (la Amada) abandona de noche su casa (es decir, los afanes mundanos) y sale a unirse con el Amado. 3) Llama de amor viva: Constituido por cuatro estrofas. Con ellas San Juan describe el gozo intenso de la unión. - En estos tres poemas abundan los símbolos y las metáforas, no fácilmente entendibles, ya que los fenómenos místicos, al ser inefables, no se pueden definir mediante el lenguaje ordinario. - Para San Juan la poesía no es solo una simple afición: es una forma de vivir, su forma de vivir. Él no busca con sus poemas la fama o el deseo de ser reconocido como poeta. Él necesita la poesía para vivir y comunicarse con Dios. - Conoce perfectamente la Biblia; precisamente el Cantar de los cantares bíblico, obra asignada a Salomón, será la fuente principal de su maravilloso Cántico espiritual. El Cantar de los cantares le proporcionaba toda una simbología erótica que sirvió para desarrollar el encuentro amoroso y místico entre el alma (Esposa) y el amado (Dios).

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5. BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA ALONSO, Dámaso, Poesía española. Ensayo de métodos y límites estilísticos. Garcilaso, Fray Luis de León, San Juan de la Cruz, Góngora, Lope de Vega, Quevedo, Madrid, Gredos, 19665, 5.ª reimpresión. BLECUA, José Manuel, “Corrientes poéticas en el siglo XVI”, en Sobre poesía de la Edad de Oro, Madrid, Gredos, 1970. PRIETO, Antonio, La poesía española del siglo XVI, Madrid, Cátedra, 19912. VEGA, Garcilaso de la, Obra poética y textos en prosa, ed. Bienvenido Morros, Barcelona, Crítica, 1995.

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