LA ORACIÓN Y LA PALABRA DE DIOS EN LA VIDA Y OBRA DE P. ANTONIO Y P. MARCO CAVANIS

Postulación del Instituto Cavanis LA ORACIÓN Y LA PALABRA DE DIOS EN LA VIDA Y OBRA DE P. ANTONIO Y P. MARCO CAVANIS CONGREGACIÓN DE LAS ESCUELAS DE

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Postulación del Instituto Cavanis

LA ORACIÓN Y LA PALABRA DE DIOS EN LA VIDA Y OBRA DE P. ANTONIO Y P. MARCO CAVANIS

CONGREGACIÓN DE LAS ESCUELAS DE CARIDAD INSTITUTO CAVANIS 2

LA ORACIÓN EN LA VIDA Y OBRA DE P. ANTONIO Y P. MARCO CAVANIS

PRIMERA PARTE El Espíritu de Oración El Padre Antonio Vieira, gran misionero jesuíta, en uno de sus Sermones, se preguntaba por qué Jesús dormía en la barca de los Apóstoles, mientras se desataba la tempestad sobre el lago de Galilea? Él mismo se da la respuesta: Porque Jesús antes de elegir los apóstoles había orado durante una noche entera por ellos, por lo tanto, los apóstoles podían estar tranquilos, no habría ocurrido nada de grave a ninguno de ellos. El gran predicador enseña con esta simple reflexión, dos cosas importantes acerca de la oración: es Jesús que ora por nosotros y su oración es eficáz. En el librillo “Nuestra Oración”, de la Congregación de las Escuelas de la Caridad, son citados dos pensamientos de los Fundadores, el Padre Antonio y el Padre Antonio Cavanis, acerca del “espíritu de oración”. Son pensamientos que transmiten, con claridad, la “práctica” del espíritu de oración de ellos como estílo de vida. El primer pensamiento es del Padre Antonio: -

“¿Sabes qué cosa significa espíritu de oración? Entiéndelo así: Como el alma es la que comunica la vida al cuerpo, así el espíritu a la oración; y como el alma infunde la vida a cada parte, hasta la más mínima del cuerpo, y sin ninguna interrupción ni un instante, así es la oración animada por el espíritu. Espíritu de oración significa vivir de la oración, no se puede vivir sin oración, vivir siempre de oración, hasta el punto que sea necesaria al corazón como la respiración, y así de sentido y transforme, aunque no parece a primera vista, todas las acciones de nuestra vida”.

-

El segundo pensamiento es del Padre Marco y sintetiza en pocas palabras todo un programa esencial y evangélico acerca del espíritu de oración: orar siempre, según la exhortación de Jesús; orar con fe en la bondad y misericordia del Padre: orar con confianza robusta, siempre creciente:

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“Continúen orando, y su confianza en Dios sea siempre más robusta”.

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A estos pensamientos de los fundadores Cavanis acerca del espíritu de oración, hacen eco las Constitucuones fundada por ellos. En dos Constituciones el espíritu de oración es presentado como acción del Espíritu Santo y como actitud filial de comunión con el Padre en Cristo Jesús:

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“ El Espíritu que habita en nosotros testifica a nuestro espíritu que somos hijos de Dios: Él intercede con insistencia por los creyentes, porque, reunidos en un solo cuerpo en Cristo, nos transformamos en ofrenda viva a gloria del Padre. Vivan todos la oración como experiencia de comunión con el Padre, el cual nos convoca cada día y nos da la gracia de bendecirlo y de crecer en la caridad” (Constitución 15).

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“ Cada congregado busque de orar siempre, sin cansarse jamás, según la aspiración de nuestros Padres: Te pido, Señor, de siempre poder orar en mi corazón. Cada quien renueve con frecuencia la purísima intención de agradar solo a Dios, se recuerde de la divina presencia y, favoreciendo la acción del Espíritu, busque de gustar las realidades sobrenaturales, para que entre las vicisitudes de este mundo su corazón esté siempre fijo donde están las verdaderas alegrías” (Constitución 16). 3

La oración: vida de la Iglesia y del cristiano En el Evangelio de San Juan el contenido de la oración, según las enseñanzas de Jesús, es definida con la palabra “alegría”: “Pidan y obtendrán, para que la alegría de ustedes sea plena (16, 24). En el libro de los Hechos de los Apóstoles, en los primeros capítulos, se encuentra el hermoso retrato de la primera comunidad cristiana, amalgamada y robustecia propiamente de la oración: “Eran perseverantes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión fraterna, en el compartir el pan y en la oración” (Hch 2, 42). No hay necesidad de muchas explicaciones para comprender la participación asidua en la enseñanza de los apóstoles, la vitalidad de la comunión fraterna y la disponibilidad al compartir están ligadas desde la concordia en la oración. Paolo VI dijo en una audiencia en el mes de julio de 1966 que: “La Iglesia tiene como objetivo principal el de enseñar a orar”; Juan Pablo II añadió, años después: “Tenemos la necesidad de un cristianismo que se distinga ante todo en el arte de la oración” (NMI 32). La oración es un componente esencial de la vida de Jesús y para nosotros los cristianos es la condición por excelencia de la Gracia y la mejor disposición para obtenerla, para conservarla y para acrecentarla. Para vivir en la gracia debemos orar, para obtener el Espíritu Santo debemos orar. El Padre da con certeza, el Espíritu Santo a cuantos se lo piden. A través de la oración el cristiano, como Jesús, vive en la búsqueda constante de la escucha y la sintonía de la voluntad del Padre. Los Padres Antonio y Marco Cavanis han hecho del espíritu de oración su estilo de vida, han respirado oración y han enseñado a orar orando con fe viva y “robusta”. El espíritu de oración era en ellos la “pietas”, la búsqueda filial del rostro del Señor, de su voluntad, la aceptación gozosa de su Reino.Orar significaba “reestablecer el primado de Dios respecto a cada iniciativa o actividad humana, el primado de Jesucristo sobre la Iglesia, es aquello de la gracia sobre la moral, aquello de la persona sobre la estructura, aquello de la interioridad sobre lo exterior. El primado del ser sobre el tener” (Card. C.M. Martini). Si nos preguntamos, hoy en día, a los Padres Antonio y Marco Cavanis: Por qué orar? Nos responderían, inmediatamente: para vivir. Para vivir como hijos de Dios es necesario orar recibiendo el don del “espíritu de oración” que es el amor de Dios derramado en el corazón del hombre. Orar, por lo tanto, es dejarse amar de Dios y vivir es transmitir el don del amor recibido. El amor nace del encuentro del hombre con el amor de Dios. Orando se nace al amor, se crece y se transmite el amor. Quien no ora es como quien no quiere respirar, según el P. Antonio, está en peligro de muerte, “no se puede vivir sin oración”. Así pensaba también el filósofo danés S. Kierkegaard que escribió en su Diario: “Justamente los antiguos decían que orar es respirar. Aquí se ve cuanto es estúpido preguntarse ¿“por qué”? ¿Por qué yo respiro? Porque de lo contario moriría. Así es la oración”. El filósofo danés es contemporáneo de los Cavanis y respira la misma espiritualidad cristiana típica del siglo XIX, que luego es la espiritualidad de los Padres de la Iglesia. En tiempos más recientes el teólogo del Vaticano II P. Yves Congar añadió: “Con la oración recibimos el oxígeno para respirar. Con los sacramentos nos alimentamos. Primero del alimento, sin embargo, está la respiración y la respiración es la oración”. “Orar no es una imposición, es un don; no es una constricción, es una posibilidad; no es un peso, es una alegría. La oración es la respiración del alma. Debe abrazar todo lo que forma parte de nuestra vida. Todo debe encontrar en ella la propia voz” (G. Ravasi-Mattutino). Los Padres de la Iglesia ven siempre en nuestro respiro una imagen del respiro de Dios que nos transforma. Nosotros de hecho no podemos distinguir más nuestra respiración de la respiración de Dios, solo sentimos su efecto transformador. “Nuestro miedo viene transformado en confianza, nuestra cobardía en coraje, nuestra debilidad en fortaleza. La respiración tranquila produce en el hombre la calma, la respiración impetuosa o violenta oscurece el espíritu si trato de respirar tranquilamente, me siento mas tranquilo interiormente, mis pensamientos y mis sentimientos encuentran un momento de paz” (Anselm Grun). 4

Orar es descubrir de ser amados, “Es a Dios, por lo tanto, a quiense deberían escribir las únicas cartas de amor” (Etty Hillesum). Cuando se descubre que dentro de nosotros hay un pozo profundo y en este pozo está Dios con el agua de su amor infinito, entonces nos convencemos que el Señor nos enrriquece con su amor para luego distribuirlo a manos llenas. La vida se convierte en un diálogo ininterrumpido con el Señor, un gran y único diálogo. El P. Antonio y el P. Marco, según los estílos literarios propios del tiempo de ellos, imaginan también que alguien les pueda hacer la pregunta: ¿Cómo orar? Yo no sé orar. Dan una respuesta muy simple y obvia, tomada de la vida de Jesús tal y como es presentada en los Evangelios: Respondo: Comienza a dar un poco de tu tiempo a Dios, como Jesús buscaba de dar de su tiempo al Padre. Al inicio, lo imporante no es que este tiempo sea tanto, sino que tú se lo des fielmente, como Jesús lo daba fielmente, aunque de noche, al Padre. Entonces la oración se convierte en “vida de oración” “de tal forma que de sentido y transforme, también donde no parece a primera vista, todas las acciones de nuestra vida”. El fruto de la oración, don del Señor, será entonces “poder siempre orar”, siempre ser visitados por el Señor que todo protege, todo perdona, todo ilumina, todo salva en nuestra vida diaria. Y, como el profeta Elías, aprenderemos a no “buscarlo en el viento, en el terremoto o en el fuego”, en signos de triunfo, de grandeza humana o de fuerza, sino en la voz del silencio, y en su Palabra (cfr 1Re 19, 12). En esta relación de amor hecha oración “la confianza en el Señor se hace siempre mas robusta”, dice el P. Marco. Se comprende, entonces, que el espíritu de la oración no es buscar respuestas del Señor sino confiar en él y ponerse a su disposición y todas las interrogantes, incluyendo aquellas más inquietantes, que nos acompañan día a día, se disolverán como la nieve al sol y en el corazón entra una gran paz, “se haga en todo y siempre la voluntad de Dios” (EMM VIII 128). La paz de saberse y sentirse en “buenas manos”, las del Padre Nuestro. Los Cavanis como todos los santos y como cada uno de nosotros han debido afrontar muchas luchas y dificultades durante sus vidas. No siempre fueron capaces de hacer callar la confusión y el drama de los acontecimientos y de las pérdidas, han sentido la fatiga de la perseverancia en llevar adelante la Obra que el Señor les había encomendado. Pero continuaron a tener fe, a alimentar con la fe la esperanza y continuaron a dar a Dios la única cosa que podemos verdaderamente dar: la fidelidad a la oración. Oración como escucha del Señor, “shemà Israel”: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo” (Ap 3, 20), como disponibilidad a abrir y a recibirlo, no se ora en primer lugar para ser escuchado sino para escuchar la voluntad de Dios. Dios no tiene necesidad de ser informado, no está al servicio de nuestros proyectos y conoce mejor que nosotros de lo que necesitamos. Querer utilizar a Dios para sí mismo es siempre una manera equivocada para comenzar un diálogo o encuentro. Sin la escucha no existe diálogo: “Habla Señor que tu siervo te escucha” (1Sam 3, 10). Donde no hay escucha de Dios, la oración tiende a convertirse en una actividad humana, y es obligada a alimentarse de fórmulas a través de las cuales se busca la propia seguridad y satisfacción. Oración como escucha, pero ¿de Quién? Y ¿de qué cosa? Verdadero protagonista de la oración es entonces el Espíritu Santo que el Padre da a aquellos se lo piden, habita en el corazón del hombre y grita, Abba, Padre y testimonia a nuestro espíritu que somos hijos de Dios (cfr. Lc 11, 13; Gal 4, 6; Rm 8, 16; Const. 15). No oramos a la Santísima Trinidad, sino más bien oramos en la Santísima Trinidad. Oración: obra de la fe Oración siempre confiada en la Providencia, aquella de los Cavanis: “buenas oraciones, mientras tanto, y sepan que todo saldrá bien, aquí continuamos a orar constantemente, y ustedes estén seguros y tengan la más grande confianza. Les basta saber que en ambos casos se hace oración contínua”, sabían que Dios es fiel y no hace jamás una prueba sin dar también la salida. Dios es 5

Padre, jamás está lejos, ausente, sordo o mudo cuando el hombre desde la profundidad de su ser lo invoca. Ni siquiera cuando el hombre en los límites de su fuerza pide a Dios Padre, como hacen el Salmista y Jesús: ¿por qué me has abandonado?”. Este “por qué” se lo han planteado también los Cavanis como una irreprimible exigencia de comprender. Aquello que hace sufrir no es solo el mal que nos golpea, sino el hecho de no poder comprender por qué nos golpea. Y esto vale para todos, sea para quien tiene fe como para aquellos que no tienen el don de la fe. Esto porque, para aquellos que tienen fe, están en Dios, en su Presencia, por lo tanto la respuesta vendrá. Los Cavanis sabían esperar, en la esperanza, los retardos del Señor y luego explotaban de alegría:¡El Señor nos ha escuchado, nos ha dado respuesta! Muchas oraciones parecen ser no escuchadas y no sabemos el por qué. No depende de la intensidad, ni de la sinceridad de quien ora. Sabemos solo que el Señor sabe primero de lo que necesitamos antes que se lo pidamos (Mt 6, 8) y todo aquello que pidan al Padre, en mi nombre, Él se los concederá, dice Jesús. Dios Padre nos sigue paso a paso y también en las situaciones más desesperadas puede hacernos soñar, como Jacob (Gen 28, 12) una escalera que se apoya sobre la tierra, mientras que su extremo alcanza (toca) el cielo. El Señor es por siempre “salida de seguridad”. El P. Antonio y el P. Marco Cavanis oran no solo con la fe de ser escuchados por el Señor en las necesidades de la Obra sino que oran al Señor por ellos mismos y lo invocan como Padre que perdona sus pecados. En las prédicas para los Ejercicios Espirituales son innumerables los pasos que hacen referencia a la conciencia del pecado, al arrepentimiento, al perdón de los pecados. De este modo el P. Antonio: En el Sacramento de la Penitencia Jesús viene a nosotros como Sabiduría, Justicia, Santificación y Redención (cfr. 1Co 1, 30). Sabiduría cuando nos examinamos porque nos hace ver el mal que hemos hecho. Giustizia cuando reconocemos porque nos infunde arrepentimiento y propósito. Santificación cuando venimos perdonados, porque nos restituye la gracia que nos santifica. Redención, cuando hacemos penitencia, porque él nos compensa con su infinita misericordia” (E.E. II 47). Y luego la alegría del perdón recibido se hace oración de extrema confidencia filial: “Aquí, Señor, ahora te doy mas infinitamente de aquello que te he quitado con mi pecado: te ofrezco Jesús en cambio de mi que soy un hombre, te ofrezco todos los méritos de tu Hijo en cambio de mis pecados. Pero tú Padre me dirás: ¿pero tú que cosa me das? Entonces yo te digo: Jesús es mio porque tú me lo has dado y él mismo se ha donado a mi. El derecho que tengo sobre él se apoya en este don y es un derecho ¡muy justo! Acepto este don, y luego te lo restituiré en cambio de mi mismo, él es infinitamente más bueno de cuanto yo sea malo” (E.E. II 48). Pero ¿por qué hoy este espíritu de oración filial es así raro? “Hablar de pecado, hoy, significa hablar de algo que el hombre contemporáneo tiende a negar o a ignorar. Él se siente y se considera víctima más que pecador. Proclama más voluntariamente su inocencia que su culpa. Y esto es una de las paradojas de nuestro tiempo: de un lado tenemos cada día bajo los ojos manifestaciones macroscópicas del mal (que la Biblia llama pecado) del otro lado nadie asume la responsabilidad. Hay el pecado, pero no hay la confesión del pecado. El pecado se extiende, pero parece que nadie lo hace. Valdría ciertamente la pena preguntarse ¿por qué la conciencia de pecado se ha disuelto tan ampliamente en el hombre contemporáneo, que es mucho más consciente de su inocencia que de su responsabilidad y de su culpa. La razón principal va sin duda buscada en la volatilización de la realidad de Dios, por lo tanto en la irrelevancia, para el hombre contemporáneo, de su voluntad, de la ley, que él cree de poder impunemente infringir con sus comportamientos. No hay conciencia de pecado porque no nos sentimos comparados, medidos y también juzgados de un Otro respecto a nosotros; somos nosotros los únicos jueces de nosotros mismos, y por lo tanto fácilmente nos absolvemos” (P. Ricca, Delante de Dios). 6

La oración hacía crecer en los Cavanis la libertad del miedo, el coraje, la audacia que no navega a vista de seguridades humanas y la fidelidad a los jóvenes que Dios les confiaba a ellos, cada día, siempre más numerosos. La oración era el alma de la vida fraterna y de misión de ellos. “Una oración individual e íntima que nos hace sordos al grito del hermano, no es oración. Si ves un hombre de oración que no tiene respeto por los demás, maldice los hermanos, habla obcenidades, calumnias, chismes, insinúa sospechas, aquellas oraciones son blasfemias. Muchos hombres de oración tienen la impresión de convertirse en ciudadanos de las nubes, tanto de no ser ni siquiera tocados de los terremotos de la tierra” (A. Pronzato, Ho voglia di pregare, 1974). Más oraban más sentían misericordia “por tanta pobre juventud dispersa”, más tenían hambre y sed de justicia por todos, más se hacían encargo de los sufrimientos de los demás “para completar en ellos lo que faltaba a la Pasión del Señor por el bien de su cuerpo que es la Iglesia”. El espíritu de oración los llenaba de los dones del Espíritu: “amor, alegría, paz, paciencia, benevolencia, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí mismo” (Gal 5, 22). En el espíritu de oración, en particular el P. Marco percibió siempre la urgencia de llevar el Evangelio, la instrucción y la educación a todos los jóvenes del mundo, porque todos tenían derecho y necesidad de ello. Oraba y aumentaba en él, según la palabra del apóstol Pablo “la preocupación” por todos los jóvenes del mundo y de toda la Iglesia. Los Cavanis no solo han deseado para todos, en particular los jóvenes, el don del espíritu de oración, pero orando, sin cansarse, han enseñado a orar. Leyendo sus escritos y los testimonios de los jóvenes que el Señor les confiaba a ellos se percibe que las numerosas “prácticas de piedad” no eran impuestas por ellos sino propuestas y deseadas por los jóvenes. El espíritu de oración y las prácticas de piedad tenían la finalidad de conservar y hacer crecer la gracia de Dios en los jóvenes. Así también las numerosas exhortaciones, a veces muy fuertes, sobre la Pasión del Señor,sobre el sacramento de la Penitencia o sobre la fuga del pecado, tienen como objetivo el valorizar al máximo la gracia de Dios, el vivir en la gracia de Dios que es seimpre gracia de caro precio. Por el contrario: “Gracia a buen mercado es predicar el perdón sin exigir el arrepentimiento, es celebrar el bautismo sin ejercitar la disciplina de la vida, dar la comunión sin la confesión de los pecados, la absolución sin la contrición. Gracia a buen mercado es gracia sin discipulado, gracia sin cruz, gracia sin Jesucristo viviente, encarnado” (D. Bonhoeffer, Sequela). La oración y las oraciones El espíritu de oración, las oraciones personales y comunitarias, las jaculatorias son, en los Cavanis, el ritmo de la oración-respiración. Respiran y oran, oran porque respiran y la respiración del alma se convierte en anhelo y adoración de la presencia y voluntad de Dios: “Oraciones por caridad, oraciones y gran confianza en el Benedicto Año Mariano” (EMM II 437), “¡Ánimo porque eres llevado en alto por la oració!” (EMM II 452). Cuando escriben o hablan con personas de cada clase social piden siempre de ser sostenidos por la oración de los demás, tienen confianza en la oración de los sencillos y en la oración hecha con el corazón, en espíritu y verdad: “Me encuentro en la necesidad de las oraciones de ustedes y de los demás para que el Señor me inspire en el momento aquello que debo decir” (EMM III 179). El espíritu de oración es siempre acompañado de una vida misionera, virtuosa, humilde y servicial: “Recordemos que la palma siempre se conquista con la santa perseverancia, por tanto, no nos cansemos de insistir en la humildad y en el fervor de la oración” (EMM V 73). ¿Qué sería de una vida sin oración? Sería sin sentido: ¡Pobre de mí si me falta la ayuda de la oración” (EMM VI 68). La oración nace de la confianza absoluta en el Señor, por ello como San José de Calasanz, Santo Patrono del Instituto repetía frecuentemente: ¡“Dejemos que haga Dios!”. Para los Cavanis la oración es también deber de cada cristiano: es necesario orar siempre (Lc 11, 9). Para losn sacerdotes el espíritu de oración “es necesario en todo: en el ministerio, en los 7

estudios, en la convivencia con los laicos, en las acciones simples y cotidianas e incluso en los momentos de descanso y diversión” (E.E. I 34). La oración debe prepararse: “Antes de la oración prepara tu alma con el arrepentimiento y la humildad porque la oración del humilde supera las nubes y va al cielo” (Ecc 35, 21) (ibidem). Aquellos que oran, generalmente enseñan a orar. Como base en su acción educativa los Cavanis ponen también la oración, un “apego cariñoso a la suavidad (ternura) de la Palabra de Dios”, la devoción eucarística y mariana y “forman grupos selectos de jóvenes que generosamente se dedican a la rezo del santo rosario, a un quince minutos de meditación, al exámen de conciencia y a otros tipos de oraciones, cada día” (Pos. CXIX). También el estudio debe hacerse oración, oración a la Verdad que es Jesús para formar y perseverar en un comportamiento justo y virtuoso. Decían a los jóvenes: Saber leer y estudiar como oración es saber hacer fructificar lo que se lee. Quien ora se convierte en una persona que con alegría transmite transmite serenidad y seguridad. Así han sido los Cavanis, en medio de tantas pruebas y dificultades, así han enseñado: “Estén siempre contentos. Orando continuamente, y en cada circunstancia agradeciendo al Señor (1Tes 5, 18); “Estén despiertos y oren sin cansarse. Tendrán así la fuerza de superar todos los males” (Lc 21, 36). Las horas pasadas en “soledad” con el Señor no era y no debe ser tiempo perdido. Esta soledad es la patria de los fuertes y el mismo silencio es su oración. La devoción: expresiones concretas del espíritu de oración Los Cavanis han sido hombres y educadores extremadamente prácticos. La vida de los Cavanis, hijos buenos de Nuestro Padre, es la historia del espíritu de oración filial de ellos. El padre Antonio en las prédicas de los Ejercicios Espírituales explicaba y enseñaba como rezar el Padre Nuestro, la oración que Jesús ha enseñado a los Apóstoles. Con cuanta alegría el padre Antonio comentaba y explicaba el padre Nuestro. Del padre Marco, decía un testigo ocular: “Fruto del espíritu de oración del cual vivía el padre Marco, era la simplicidad del ojo interior, la pureza de intención, por lo cual no quería, ni buscaba sino a Dios y su amable voluntad” (Pos. LXVIII). El padre Antonio “no hacía otra cosa que elevar su mente a Dios” (Pos. CXIII). Las devociones o “prácticas de piedad” como dice la misma palabra práctica interpretan en lo concreto de la vida cotidiana el espíritu de oración, para que el mismo espíritu no permaneciera como algo vago y la oración no fuera evasión de la realidad. Por lo tanto, la práctica del rosario, de las novenas a la Virgen María o a los Santos, las horas de adoración, las coronas de flores, los oficinas de la cuna del Niño Jesús, y otras prácicas de piedad,formaban poco a poco el espíritu de oración. Las devociones de los Cavanis eran aquellas típicas de la espiritualidad del siglo XIX, vivídas con fe sencilla, profunda e intensamente afectiva. Reflejan en la vida cotidiana y en el apostolado el espíritu de oración que se hace Caridad, es decir, amor de Dios que se hace acción apostólica, según el decir popular: “quien practica la Caridad jamás va a la caridad, porque vive de la Caridad” (ir a la caridad, en el lenguaje popular significa pedir limosna). Devotamente y con corazón sencillo han enseñado las devociones fundamentales de la espiritualidad cristiana: La Eucaristía Jesús, Sacerdote, Altar y Cordero, rostro y corazón visible de Padre, único mediador entre Dios y los hombres. El que se ofrece a sí mismo por la Salvación del mundo. Misterio pascual, muerte y resurrección, vida donada para que todos tengan vida en abundancia, misterio de la Caridad que es Dios mismo. Devoción grande al Cuerpo de Jesús, a su Pasión y al Crucifijo, siempre misterio de la Caridad. Sobre el Crucifijo escribe el padre Antonio: “ Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen, dice Jesús. Primero Jesús calla pero cuando está en la cruz se convierte nuevamente en maestro celeste que nos instruye y ora. Ora también por nosotros porque también 8

nosotros lo hemos crucificado sin saber lo que estabamos haciendo. Tengo sed, es sed de almas y de sufrir por la salvación de la humanidad. Pero muchos se covertirán por la predicación de los Apóstoles, pero aun tiene sed. Muchos por medio de los Fundadores de órdenes religiosas, pero aun tiene sed. Millones serán los mártires, pero aun tiene sed. Quiere pues a todos aquellos que todavía son pecadores. Por esto no se sacia jamás, todavía tiene sed” (E.E. II 31-32). La oración hecha amor a Jesús, para saciar su sed, debe ser: dominante, celosa y con firmeza para la salvación de tanta juventud pobre y dispersa. La celebración de la Eucaristía, la participación a la celebración de la Eucaritía, era el inicio y el centro de la vida cotidiana de ellos. La Eucaristía es definida, desde la joven edad de ellos: “Paz que nada tiene por igual, raro premio, amor dulce y modesto para encuentros dulces y diálogos santos (Pos. Pag. 85). A la edad de quince años ya el joven Marco Cavanis escribía una poesía sobre la Eucaristía, usando estas palabras y sentimientos: “Cuerpo amado del Señor, amor pío y tierno” (ibidem). En un tiempo en el cual la relación con la Eucaristía era vivída en un modo bastante diferente de como es hoy, y “la comunión era practicada como el gran don de la unión de Cristo al alma virtuosa” (T. Goffi, Nella fraternità del Sangue di Cristo), los Fundadores Cavanis no vacilaron en proponer a los jóvenes la Eucaristía diaria, “y la práctica de visitar el Santísimo Sacramento cuando sea expuesto a la adoración pública en las comunidades vecinas, pero en las horas en las cuales hay pocos adoradores o incluso ninguno, como son la hora del almuerzo y del reposo y son las horas más incómodas de todo el día” (EMM I 289). El padre Marco ya a los dieciséis años compuso una poesía “Sobre el agustinismo sacramento de la Eucaristía”, para “exaltar el infinito amor de Jesús en el instituir este adorable Sacramento” (ibidem). Poco más de veinte años se inscribió en la Confraternidad del Santísimo Sacramento y en la Compañía del Sagrado Corazón de Jesús. Escribe el padre Casara testigo ocular de la vida de los Fundadores, a cerca del padre Antonio: “A uno que abriéndole el corazón le manifestaba lo que por varios días lo disturbaba, el padre Antonio dijo: ¿No te basta la Santa Misa que celebras cada día para tranquilizarte y recuperar la paz y la alegría?”...”La celebración de la santa Misa era el consuelo más preciado que podría tener aquí en la tierra, y ser privado de ésta su más amargo dolor. Era siempre compenetrado de todo lo que celebraba, todo absorto en meditación ferviente. No escuchaba a nadie, no decía palabra, no dirigía la mirada si no por verdadera necesidad” (Pos. 246; 882; 871-872). Su estilo de vida en lo cotidiano era profundamente modelado sobre el misterio eucarístico: donar la vida con serenidad, constancia, coraje, con paciencia y alegría, porque como frecuentemente decían: “El Señor ama a quien dona con alegría”. La Eucaristía fue traducida por ellos como la presencia eficaz de Cristo, en fuente y culmen de la vida cristiana y sacerdotal. La oración filial y eucarística era: estar a la dependencia del Padre como hijos amados. La Eucaristía es una "fórmula de vida". (Juan Pablo II). La fórmula de vida para los Cavanis es la Eucaristía como un estilo de vida según los "mismos sentimientos de Cristo". Dando gracias al Padre de quien procede todo don perfecto y cada paternidad. Sentimiento de gratitud por la donación silenciosa del "tomad y comed". Sentimiento de pertenencia a Jesús, a los jóvenes así como Él tiene un sentimiento de pertenencia al Padre y a la humanidad, en cuyas manos se ha entregado: "Esto es mi cuerpo, esta es mi sangre, haced esto en memoria de mí." En un tiempo en que los cambios sociales y culturales rápidos están debilitando el sentido de la memoria y expone a los jóvenes en riesgo de perder el contacto con sus raíces, estamos llamados a ser "hombres del recuerdo fiel". Como sacerdotes somos los celebrantes y los guardianes del misterio de la fe en Jesús. Hagamos esto en la medida en que nos sorprendamos todos los días del misterio de la vida presente en los jóvenes y en los niños. El educador /formador es el que, a pesar del paso de los años, continua irradiando juventud contagiando a cuantos encuentra en su camino: Subiré al altar del Señor, el Señor que da alegría a mi juventud. El día de la celebración de la Eucaristía por excelencia es el domingo. Para los fundadores era un día para dedicarse totalmente al Señor mediante la participación en la vida de la Iglesia y las diversas celebraciones y, sobre todo, a las "obras de caridad" para traducir en la práctica la celebración Eucarística. 9

La Palabra de Dios La Palabra de Dios asimilada, vivída en el Espíritu Santo, porque es Palabra del Padre, es Palabra necesaria para la vida cotidiana, como la respiración, es Palabra gustada en toda su suavidad, es Palabra enseñada, sin poses y citas, con espontaneidad y naturaleza desconcertante. Antonio y Marco leen y aprenden la Palabra de Dios desde una edad temprana, haciendo de ésta el alimento espiritual de cada día. Antiguo y Nuevo Testamento, son vivídos "en el santo temor del Señor", con una actitud de sabiduría. En ella, a imitación del salmista, encuentran la alegría del servicio y el "reposo que el Señor da a sus amigos". En la Liturgia de las Horas, la Palabra de Dios se debe orar: dignamente, con cuidado, devotamente. Escribe P. Casara "un solo texto de la Escritura, les bastaba a ellos para meditar durante más de una hora". En este sentido la vida del P. Antonio, continuamente alimentada por la Palabra de Dios, escribe el P. Da Col en 1858, año de la muerte del Fundador: "Me arrodillé junto a su cama, implorando su bendición paterna. Él me bendijo con gran expansión de afecto, y me bendijo expresamente y de forma espontánea a todos los hermanos que voy a tener conmigo. Entonces, cuando pensé que todo había terminado, de pronto tuvo algunos arrebatos de cariño paternal con expresiones tomadas de la Sagrada Escritura que me conmovieron y confortaron profundamente"(Pos. 758). Para los Cavanis la Palabra de Dios y la lectura espiritual alimentan el espíritu de oración porque hacen crecer el gusto por las cosas de Dios: "Por favor, se lea con atención, se busque la emoción del corazón, en una palabra, se busque en el leer el sabor, no ya el saber, es decir, la sustancia "(PAA Discursos inéditos, 105). También el P. Casara añade sobre cómo el padre Antonio celebra la Liturgia de las Horas, "Para recitar bien el Breviario recuerdate siempre de quien nos vienen los Salmos, los Cantares, las oraciones de las cuales es compuesto, y asegurate de orar con ese cariño con el que fueron escritos; inflamados del espíritu de los profetas, de María, la Iglesia, encendidos de aquel fuego y de aquel ardor” (ibidem). Y añade: El Oficio es oración pública, excelente, angelical, divina porque es dirigida a Dios y se hace con palabras y afectos divinos, por tanto se debe rezar dignamente el Oficio Divino, con atención, devoción" (ES 111-112). En las citas y subrayados de la Biblia, los Cavanis reflejan la propia sensibilidad y personalidad. Frecuente en el padre Marco las citaciones que exhortan a la fortaleza, a la constancia, al coraje para hacer frente a las diversas iniciativas y tomar decisiones. En el padre Antonio son frecuentes las referencias a la voluntad de Dios, a la caridad, a la mansedumbre. Común en los dos hermanos las citas sobre la fe, la esperanza, la paciencia. La Querida Madre María Maravilla de Dios, la Amada Madre María, la expresión de la bondad maternal del Padre. "Abogada poderoso, compasivo, que quiere salvar a todos sus hijos, sus ojos siempre se dirigieron a sus hijos, para que no caigan y si caen para correr en su ayuda y levantarlos. Y como en las bodas de Caná sin ser solicitada viene al rescate de sus hijos, ¿cuánto más no lo hará con aquellos que la invocan" (ES I 19-20). La maternidad concedida a María por el Padre es el reflejo más claro de la Paternidad de Dios. Su presencia, discreta y segura, omnipresente y acompaña toda la vida de Antonio y Marco Cavanis. Todas las obras y las empresas pasan y son puestas bajo su protección. De los padres, junto con el nombre de Antonio y Marco, han recibido el nombre de María! Ella es el modelo de la Iglesia, Pueblo de Dios, que purifica a sí misma para ser sin mancha y pura. Ella es el modelo de todo cristiano "Sub tuum praesidium" bajo tu protección, oh María, ellos se colocan a si mismos y, siempre, a todos los niños y jóvenes del mundo. La devoción mariana es algo tan familiar en Antonio y Marco Cavanis donde todo respira aroma de familia, similar a la devoción que tenían por su madre, la señora Cristina. En realidad, como diría Dante, por los Cavanis, María fue: "...de la esperanza, fuente de vida." 10

Escribe P. Antonio "María es un mar inmenso en el que no se llega a encontrar el fondo, una mina inagotable de ingresos de oro que por cuanto oro se obtenga siempre produce de manera creciente" (PAA Discursos inéditos, 109). En 1824 y luego en 1826 establecieron "un año entero dedicado a la Santísima Virgen María, denominado Año Mariano" (Pos. LXX). Fundan en Venecia una Congregación Mariana, aseguran que la devoción a la Inmaculada "es una de las principales devociones del Instituto, cultivada desde la época del noviciado ". En el Instituto Cavanis, a partir de los Fundadores se dirige la oración a María como a la "Querida Madre María”. Es atribuido al padre Marco esta hermosa oración: "¡Oh, querida Madre María, vuelve hacia nosotros, pecadores, tu mirada de bondad y ten misericordia de nosotros y de nuestros sufrimientos en el que nos encontramos. Ora a tu Divino Hijo, para que nos ayude con su gracia, para que podamos participar, con más fervor, en nuestra santificación y en la de los demás. Oh querida Madre María, te pedimos, no mires nuestra indignidad, sino a tu dulcisimo amor materno y pide por nosotros al Señor la buena gracia de ver crecer nuestro Instituto, para la mayor gloria de Dios y para la salvación de la pobre juventud. Oh querida Madre María, tú eres tan poderosa contra la violencia del mal, detén con tu fuerza materna la terrible tragedia que hace el demonio de tantos pobres jóvenes. Sostiene con tu protección incansable, nuestra misión educativa para reunirlos, guardarlos y dirigirlos a la bondad y a la patria celestial ". Con nuestra frecuencia nuestros Padres cerraban sus sermones con la oración para pedir la intercesión de la Virgen María o del santo del cual se celebraba la fiesta. Aquí está una hermosa oración a Nuestra Señora del joven sacerdote el padre Antonio Cavanis para la fiesta de la Natividad de María: "Oh gran Reina del cielo, Virgen pura, Madre excelsa de Dios Hombre, María, hoy quiero honrarte y llamarte por este nombre: Niña Amable, bella esperanza para nuestra mayor felicidad. Tu nacimiento al mundo ha traído para todos y también para mí la salvación! Te lo digo, sinceramente, Amable Niña, a mi me trae gozo tu nacimiento más que el mio. Mi nacimiento, sin ti, habría sido un paso de la nada a un mar de sufrimiento. Pero tú naciste y yo espero que mi nada será cambiado en alegría eterna en el cielo "(PAA Discursos inéditos 112. La Iglesia Madre santa y pecadora, la familia y la casa del Padre y en ella los ángeles, los Padres de la Iglesia, los santos patronos, en particular, San José de Calasanz. Iglesia fecunda madre de muchos hijos, como dice la Escritura. Así viven Antonio y Marco Cavanis y de ella se sienten hijos. Generados en ella por el bautismo, educado en ella por el don de la fe, con el apoyo, como en una familia, de los sacramentos. Aman esta Iglesia concreta y no idealizada, Cuerpo de Cristo, el Papa, el Magisterio apostólico, pueblo de Dios, y a ella se dedican con responsabilidad y amor filial, defendiéndola, en tiempos de grandes contrastes, como el buen pastor defiende su rebaño. Iglesia maestra por vocación y misión, porque todos los discípulos de Jesús son enviados a "enseñar todo" lo que Jesús enseñó y mandó a enseñar y testificar. Maestra, porque a los Apóstoles y a sus sucesores Jesús confió la tarea de discernimiento y vigilancia, para ser siervos de todos, y hermanos menores. Maestra porque a Pedro, el Papa, Jesús, que vino para servir y no para ser servido, ha confiado la exigente tarea: servir y confirmar a sus hermanos en la fe, la esperanza y la caridad. Al igual que Jesús, el Papa, los obispos tienen que decir: "Estos eran 11

tuyos oh padre, y tú me los diste, y ninguno de ellos se perdió ...". Iglesia de los santos y de pecadores. Iglesia de San José de Calasanz y los que, como José de Calasanz, como ángeles de la guarda, dedican su vida a los pequeños y a los últimos con un estilo particular de servicio, de humildad y de pobreza: San Felipe Neri, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier, San Luis Gonzaga. San José de Calasanz y los Cavanis han instituido, bajo la acción del Espíritu Santo, que la pobreza mayor y más sorprendente es la falta de una "familia como iglesia doméstica", la falta de un mundo de relaciones afectivas sanas y profundas, la falta de un "La educación que permite experimentar cómo Dios es bueno, ve y provee las necesidades de sus hijos. José de Calasanz, movido por el Espíritu Santo, deja su tierra natal, al igual que Abraham, y se encuentra con la tierra prometida que debe amar y servir: los niños y los jóvenes. "Conocí a la mejor manera de servir a Dios, dedicándome a la educación de niños y jóvenes y no dejarlo por nada del mundo." Incluso Antonio y Marco Cavanis, dejan su hogar y su seguridad. Venden de todo, como el jóven del Evangelio, siguen a Jesús y encontran el tesoro escondido en el campo de los niños y jóvenes escondidos en el campo de la indiferencia y el abandono. El precio a pagar, la Cruz de soportar, por este servicio en la Iglesia, son muy pesados. Pero la oración siempre los sostiene. Calasanz afronta a todo, como el viejo Job, no se lamenta porque ama. La confianza ilimitada en Dios, lo consoló y caminar sin miedo. Las jaculatorias Las jaculatorias, como su nombre lo indica, es un acto de profundo amor a Dios. Un laico que conocia bien al padre Marco, un día le escribió a Santa Magdalena de Canossa: "El amor de Dios de don Marco es una cosa maravillosa" (Pos. LXVI). Los viajes largos e incómodos que caracterizaron la vida de P. Marco Cavanis no le permitieron dedicar tranquilamente tiempo para la oración que él tanto amaba y quería. A menudo, en sus viajes, P. Marco andaba a rezar a los Santuarios, llegó incluso a hacer una lista de los visitados, y en este sentido su visita a orar y visitarlos, a veces con gran sacrificio, escribió: "Aquí, en el Santuario se tratan nuestras cosas mejor que en cualquier otro lugar "(ibid.). A pesar de todo y de todas las muchas dificultades físicas y viajes logísticos eran para él oportunidades favorables para vivir en unión con Dios y de la oración se manifiesta por medio de jaculatorias que transformaron el esfuerzo humilde y valiente en la acción apostólica. Los niños y los jóvenes, sobre todo hoy, que luchan por encontrar tiempo para la oración y la paz en la oración. Para esto ya en su tiempo Antonio y Marco Cavanis insistió para enseñarles las jaculatorias: "... quien recita el Rosario, quien el Oficio de la Virgen, quien hizo uso de la jaculatoria, que, como ustedes saben, empezar desde el fondo de mi corazón y son bien aceptados por el Señor "(el EMM 375). Las jaculatorias más bellas y las más frecuentes, por lo general recitadas en latín por los sacerdotes Cavanis son: "Te pido, Señor, y te rogaré de poder siempre orar, como tú sabes, y cómo tú quieres que debo orar." Esta jaculatoria presenta la oración como una "necesidad vital". Piden al Señor de poder vivir de la oración, la oración es siempre respirar para vivir. La oración que se hace, momento a momento, lo que Dios quiere y cómo lo quiere. "Sea alabada por siempre exaltada, la más justa, muy alta voluntad amabilísima de Dios en todas las cosas." Y "la más frecuente en todos los escritos y en todos los testimonios. Con respecto a esta jaculatoria que el padre Antonio y el padre Marco repiten continuamente, P. Casara añadió a P. Antonio, lo siguiente: "Las palabras que se repetían con amor genuino y digno de ser amado en todas las cosas." Hacer la voluntad del Padre, y que sea lo más queridos hijos, esta es la oración de Cavanis. Para ello: "No debes preocuparte demasiado, diciendo: ¿Qué comeremos? ¿Qué hemos de beber? ¿Cómo nos cubriremos? Son los otros, los que no confían en Dios como hijos, a buscar siempre todas estas cosas. Tu Padre que está en el cielo y sabe que tenéis 12

necesidad de todas estas cosas. Tù busca el Reino de Dios y hacer su voluntad, todo lo demás se dará de más" (Mateo 6: 31-33). "Que se haga tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra" (Pos. LXVII). Su jaculatoria más frecuente, escribió P. Marco a los hermanos y los jóvenes, que esta debe ser una de las primeras oraciones del Padrenuestro, que Jesús nos enseñó. “Jesús, sea para mí Jesús, sálvame! Dulcísimo Jesús, no seas mi juez sino mi salvador ". Orar es un don de la misericordia de Dios no oren por temor, sino para que sean tocados y transformados por la bondad de Dios. "Dios sabe, Dios quiere, Dios puede, no nos hace falta nada! Todo depende de Dios ". Esta aspiración es la más clara expresión de su confianza total en Dios y en su Providencia amorosa. ¡Alabado sea Jesucristo. Bendito seas ". Este fue el saludo que se invitó a los congregantes marianos tener entre sí y con los padres. "Señor, en esta hora, tu eres mi única fuerza." Y "Esta es la hermosa oración bíblica de Judith, con frecuencia en el corazón y en los labios de P. Marco cuando tuvo que hacer frente a las muchas y penosas dificultades de la burocracia. "Todo depende de Dios y estemos seguros en sus brazos amorosos." Los Cavanis sabían que las pruebas eran sólo la anticipación de una intervención paternal del Señor resucitado y vivificado. "Perseveremos y veremos la ayuda del Señor sobre nosotros." Repitian esta hermosa invocación de la unidad bíblica del espíritu y la fe con el Santo, San José de Calasanz. "¡Oh, rey del cielo, eres también el Rey de mi corazón: poseeme todo." Comenta el padre Marcos: "digamos frecuentemente esta bella jaculatoria y caminaremos verdaderamente por el camino de la santidad" (EMM V 495). "En cuanto agrada al Señor, esto es lo que sucede. Bendito sea el nombre del Señor ". Es una aceptación de la fe para vivir en unión con el Señor y sentir la presencia paterna para no perder valor y seguir luchando. (Pos.246) Sobre el camino de los santos de Oriente y Occidente que le encantaba repetir una fórmula breve para la concentración y la paz de la mente, por ejemplo: "Señor, ten piedad, Señor, lo que quieras y como sabes, Señor, ven en mi ayuda ...", los Cavanis trataron de acostumbrarse a los novicios y estudiantes a la llamada jaculatoria del día, una para cada día de la semana. Es el sentimiento de la presencia de Dios que nos hace invocar al Señor por medio de las jaculatorias. Los Cavanis rezaban a la presencia de Dios, educaban a los jóvenes al sentimiento de la presencia de Dios, a través de las "prácticas piadosas" que se llevarán a cabo por los propios jóvenes en los diversos movimientos y asociaciones a las que pertenecían. El P. Marco sobre el joven diácono Angelo Battesti primer fallecido del Instituto fallecido, que murió a los 25 años, pone de manifiesto en la vida del jóven, lo siguiente: "Su alegría fueron las oraciones, el uso de las jaculatorias frecuentes, cuando oró fue absorto en la presencia del Señor ... celoso de mantener su espíritu en unión con Dios ..." (EMM III 655). También el P. Marco en su carta de participación en la muerte de otro sacerdote de la Congregación escribe de esta manera sobre el joven muerto Giovanni: "... él estaba enamorado de la piedad ... El mérito esencial de la piedad se integraban las cualidades de un talento no común ..." (EMM VI 18). En la vida de los Cavanis era fuerte el sentimiento de la presencia del Señor, incluso cuando lo único que podía hablar de la ausencia de Dios, sus deseos y sentimientos eran los del Salmo 139: 13

Señor, tú me has excrutas y me conoces; me siento o me levanto y lo sabes. Desde la distancia, ya sabes mis planes; te das cuenta si camino o si me detengo, ya sabes cada paso. Yo no he abierto la boca Y ya sabes lo que quiero decir. Estas a mis espaldas, y estás frente a mi; pones tu mano sobre mí! Es estupendo para es tu conocimiento, está más allá de mi comprensión ... Tù has dado forma al corazón, tú me hiciste en el vientre de mi madre. Alabo al Señor, que me hizo como un prodigio ... Ni siquiera había nacido aún y ya me veias. En tu libro estaban escritos mis días, fijado antes de siquiera existir. ¡Cuán preciosos me son tus pensamientos! ¿Qué tan grande es el número, oh Dios! Cuento: son más de la arena. Cuando me levanto, todavía estoy contigo ". La fe no es tener los ojos cerrados, pero hay que abrirlos para comenzar a ver y sentir la presencia del Señor. Esta presencia echa fuera el temor, trae paz y genera confianza. En la presencia de Dios, aprendemos a vivir, actitud difícil de aprender si tù no sientes su presencia, si tù no encuentras en él el sentido de la vida. La presencia del Señor es un refugio seguro en las dificultades, de generación en generación (Salmo 90). Así, pues, orando los Cavanis con el salmista: "Muestra piedad a sus siervos. Sàcianos en la mañana con tu gracia y nos alegraremos, regocíjate todos nuestros días. Alégranos en proporción a los días que nos afligiste, y los años que hemos sufrido tribulación. Tú mostraste tu obra a tus siervos y tu gloria sobre sus hijos. La gracia del Señor sea con nosotros y haga prosperas la obra de nuestras manos, sí, la obra de nuestras manos hazlas crecer estables "(Sal 90). “No quien dice Señor, Señor, entra en el Reino de los cielos, sino aquel que hace la voluntad de mi Padre que està en los cielos” Lo que distingue a la verdadera oración desde el simple movimiento de los labios es la fe expresada en la acción. El Señor es confiable! Dios está ahí y escucha, pero no "ver" o "nos vemos" porque se tiene miedo y su relación con él no es filial y entonces no hay relacion. "El miedo llamó a la puerta. La fe fue a abrir. No había nadie "(L. Santucci). Pero, ¿qué fe? La fe que da a Dios el primer lugar en tu vida. La fe que nos arriesagr y afrontar hostilidades e incomprensiones porque una fe que no arriesga nada nunca crece. "Cuando un hombre baja la cabeza y dice: He perdido mi fe, el Señor baja la cabeza y dice, he perdido a un hombre!" los Cavanis segun el ejemplo de San José de Calasanz han arriesgado todo y han "vendido" a causa el Reino y tiene encomendada el espíritu de oración hasta el punto de la "vida de oración, y no puede vivir sin la oración." Se han hecho la oración. Ellos oraron "con" y "para" los chicos que visitaron su obra, rezando por todos los jóvenes de acuerdo a la Palabra de Jesús: "Mas no ruego 14

solo por estos mis discípulos, sino también oro por los demás, para aquellos que creerán en mí después de escuchar la palabra de ellos "(Jn 17, 20). El Papa Benedicto XVI con motivo del 40 º aniversario del Decreto Caritatis Perfectae, señalando que sólo una vida consagrada bien formada en el espíritu de la oración es capaz de responder a los desafíos de la época, a cargo de cada religioso, y en particular en la Vida Consagrada en el "servicio autoridad" cada congregación, cuida de no perder el aceite de oración y una auténtica vida fraterna, la búsqueda constante de la voluntad de Dios. Las palabras del Papa nos recuerdan la parábola evangélica de las "vírgenes prudentes y las vírgenes necias", que vniendo carecer de aceite, las lámparas de las cinco vírgenes necias tienen que salir pues no tienen de reservas de aceite. A falta de la oración la vida consagrada corre lentamente y se apaga. Si un cristiano no se forma en la prudencia de tomar el aceite consigo, es muy fácil que las lámparas de la vocación y el carisma se apaguen y asi anden en la vida cristiana y religiosa en oscuridad y sin sentido, sin vida fraterna, sin la búsqueda diaria de la voluntad de Dios. En tiempos de crisis y el cansancio, a quienes pediremos un poco de "aceite"?, a los que viven con nosotros? Y si nos responden, como las vírgenes prudentes, si ya no hay aceite, vayan a comprar? Vaya a "comprar a los vendedores a medianoche? ... "Y la puerta de la sala del banquete fue cerrada." Juan Pablo II en su documento "Caminar desde Cristo", escribe: "La sociedad de hoy espera ver consagrada en la reflexión concreta de Cristo y su amor a todas las personas sin distinción alguna y adjetivos calificativos", y se pregunta cómo es posible esto sin una profunda vida de oración. La espiritualidad y el carisma vivido en el espíritu de oración, al igual que Antonio y Marco Cavanis, son el reflejo de Cristo. Cuando no hay un espíritu de oración, aceite en la lámpara, hay menos entusiasmo y compromiso con la misión. Se dice: los laicos "llevan a cabo las obras" de los religiosos, y enseñan a otras personas con la vida, incluso espiritualmente, los niños y los jóvenes. Pero si las luces de los religiosos se han disminuido, se han apagado y no tienen más aceite en frascos, que va a transmitir a los laicos? Continùa Juan Pablo II: "Dada la crisis religiosa actual, presente en gran parte de la sociedad, las personas consagradas, sobre todo hoy en día, se ven obligados a buscar nuevas formas de presencia y de plantear algunas preguntas sobre el sentido de su identidad y su futuro" . Sin el carisma y la identidad no hay futuro para los religiosos. El futuro no es para asegurarse el destino de las "obras" para bien o para mal o que sigan funcionando. El carisma Cavanis la educación cristiana de los jóvenes no son sólo los Cavanis pero pertenece en primer lugar, como todo don a la Iglesia y a los jóvenes, a los "queridos hijos", como se dice, con la bondad y la alegría, los Fundadores Cavnis. En la parábola del Evangelio que se ha mencionado anteriormente son los protagonistas las cinco vírgenes necias, incluso las cinco vírgenes prudentes. Estas tienen aceite en sus vasijas de reserva. Siente la urgencia de poner este aceite en las lámparas y volver a encender. Las vírgenes sabias son aquellos, religiosos y laicos, que están sujetos al espíritu de oración y discernimiento están constantemente en la propuesta misionera de Jesús, asumiendo cada vez más en la responsabilidad mutua, como una propuesta explícita de la evangelización en "una estructura social caracterizada de la irrelevancia de la fe, la privatización de la religión, la disolución de la familia, por la ruptura de los anillos de la transmisión de la fe y los valores ". Van más allá de "una cierta timidez que es probable que se cierre en la enseñanza apostólica o simplemente entretenimiento y ofrecer en cambio una verdadera educación pastoral" capaz de llevar a las personas jóvenes, como dicen las Constituciones y el proyecto educativo Cavanis, a "una relación personal con Cristo ", que no es otra sino el espíritu de oración. Ser cristiano significa hoy, más que nunca, comporta tomar decisiones y opciones de calidad. Es urgente enfocar con claridad y convicción, a una vida vivida por todos los cristianos, en un espíritu de oración, como una vocación a la santidad, la formación y la autoformación a la 15

santidad. Antonio y Marco Cavanis propusieron, sin dudarlo, la formación como un camino hacia la santidad normal para todos: educadores y jóvenes. Si los educadores no saben què tipo de santidad proponer a los jóvenes, tal vez, es porque han perdido su sabor o han perdido el valor cristiano de los mayores desafíos. La santidad debe ser tratando de preparar y vivir como "honestos ciudadanos y buenos cristianos". Buenos cristianos, no a la buena, diría Cavanis. Santos "periódicos" que son como la cantidad de sal en la comida. El cristiano está llamado a la vocación bautismal, a renunciar a los "ídolos y sus seducciones" y abrazar el Dios vivo y sus ideales, en esta sociedad que tiene muchos ídolos y casi sin grandes ideales. No puede pararse con un pie en ambos zapatos! La renuncia que desenmascara "ídolos" es elegida porque tiene un sentido de la libertad y el amor por causa del reino de Dios es elegida con el fin de formar un alma profunda, incluso a la vida de los demás es elegido para salir de la espiral de ritos y costumbres, la elección es para deshacerse de narcisismo cada vez más emergente, es la elección de la perseverancia en el espíritu de oración. Es necesario abandonar el "hombre viejo" para ponerse en el "hombre nuevo". Renunciamos a lo que degrada la dignidad humana. Educación para la renuncia "promueve a los jóvenes un sentido de la responsabilidad fundamental, por lo que hacemos elecciones libres y justas, aprender a abrirse a las exigencias de la solidaridad con todos los hombres, seguir una cultura de paz." (Cavanis proyecto educativo) "No todos están obligados a aprender, pero todos están obligados a vivir bien ". La oración es gratuita, es desarmarse y tomar la posición y las palabras del publicano en el templo, ten piedad de mí, Señor, que soy un hombre pecador. Este humilde actitud y conciencia de sus propias limitaciones y la insuficiencia siempre acompaña el espíritu de oración de los Cavanis. No pedir, porque las cosas que se dan por la misericordia del Señor. Para los Cavanis el camino del espíritu de la oración es de signo opuesto: orar para vaciar y hacer espacio en ellos la voluntad de Dios y su misericordia. "Si la contraseña no es la posesión, pero pèrdida? Si la plenitud no está en el dominio, sino en la humildad del servicio? Si, en lugar de las máquinas casi perfectas inmerso en un mundo sin fin, éramos sólo niños en busca de la carretera que conduce de vuelta a la casa del Padre? Y si la felicidad era regresar "(Susanna Tamaro). Las lámparas necesitan aceite para producir luz, el aceite de la oración. Pero los hombres en el mundo en que vivimos, quieren probar este aceite? Al parecer no. Ellos necesitan ser alimentados con una cierta cantidad de admiración, como el fariseo en el templo, de pie delante del altar, y no de rodillas en humildad, como el publicano. Cuando no son muy admirados, mueren. El orgullo ha seguido el hambre de títulos, y muchos hombres, privados, a menudo con razón, de estos premios se entristecen, se deprimen y se apagan, así como las lámparas sin aceite. Para Cavanis el espíritu de oración los llevó todos los días en la dirección presentado por Jesús: "Guardaos de hacer buenas obras delante de los hombres, para ser vistos por ellos, sino porque los hombres vean vuestras buenas obras y glorifiquen al Padre que está en los cielos" . Hay hoy en día, mucha gente que teme, no está claramente decidida, a "prestar" su vida a Dios y la edificación de su Reino a través de la humildad alimentada por el espíritu de oración. Un miedo que se deriva del hecho de que no se conoce a Dios como un Padre amoroso y absolutamente fiable! Y no se conoce, tal vez porque no se propone y se presenta a los niños y jóvenes como un buen Padre que no merecen, pero que les ama y acepta como a hijos: "La educación de los jóvenes debe ser sobre tres cosas: el cuerpo, el talento y el corazón, pero este último es el más importante, y por lo tanto es el trabajo más esencial de una institución sabia ... que Dios quiere nuestro bien él nunca pidió a nadie la cabeza, pero si el corazón. " Y el corazón se forma a través del espíritu de oración.

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SEGUNDA PARTE "Vuestro Padre sabe lo que necesitas ..." (Mt 6, 32) "Echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros" (1 Pedro 5: 5-7) La vida espiritual de Antonio y Marco Cavanis se basa en la certeza de la fe: "El Padre sabe lo que necesito ...". Él nos guía por el laberinto de nuestros pensamientos, emociones, sentimientos, en todas las circunstancias y con amor infinito. ¿Por qué tener miedo? "No te afanes, pues ..." (Mt 06:30), como la pupila del ojo el Señor te defiende. Las preocupaciones excesivas tienen un efecto destructivo en nuestra vida cotidiana .. El Padre responde, pues, a nuestras preocupaciones con el don de su Espíritu, el espíritu de oración que da sentido a todos los aspectos de la vida y nos enseña la disciplina de la oración, en virtud de la cual, si es bien aprendida, nuestros problemas pueden perder gradualmente su dominio sobre nosotros y así podemos dedicarnos por entero a la "única necesaria". Desde 1802, año en el que comienzan su labor apostólica, los Cavanis se han enfrentado a una lucha cuesta arriba. Con el paso de los años, las dificultades, las incomprensiones, las pruebas de todo tipo y la misma misión ha poner una prueba en su salud física. Pero nunca han perdido la paz, la esperanza, la confianza y el buen humor. Su vida espiritual y su fervor se vieron reforzadas por el paso de los años, gracias a la forma en que se han ocupado de la vida fielmente todos los días, de sentirse, más que nunca, en las "manos amorosas de la Divina Providencia". "Aquellos que no buscan una vida espiritual no se dan cuenta y viven de las impresiones en vivo, leer periódicos, escuchar los sonidos, ruidos, televisión, pasando de una a otra de estas cosas en un torbellino constante de la imaginación, fantasías, deseos, la extinguiendo una visión con la visión sucesiva ... "(Carlo M. Martini) La vida espiritual tiene como punto de partida el descubrir en todas las cosas las huellas de Dios, incluso en los limites y en las heridas. No hay nada en la vida que no tiene sentido y no puede ser transformada por Dios. Para entender esto hay que quitarse las "sandalias", como lo hizo Moisés ante la zarza ardiente. "El arbusto es considerado por los israelitas sin valor, inútil, como una planta seca en el borde del desierto" (A. Grun). La zarza ardiente que no se consumía en el desierto de la vida, que parece inútil, arde y nos muestra la presencia de Dios, la vida espiritual, nos enseñan los Cavanis, puede tener sentido sólo si se vive a través de las alegrías y las penas del "aquí y ahora ". Por lo tanto, es necesario observar cuidadosamente la forma de pensar, hablar, sentir, actuar, momento a momento, día tras día sin apuntar al éxito a cualquier precio. Para aquellos que quieren todo el éxito en la vida se convierte rápidamente, vacía y estéril. "Señor, tú sabes que yo no merezco esa confianza, tú conoces mi debilidad, mi pobreza, mi imprudencia, mi irresponsabilidad ... Seràs tù, si quieres, quien me va a devolver la confianza. Esta actitud penitencial para descubrir lo poco que valemos, lo poco que somos dignos para el ministerio del Reino de Dios, la llamada a amar, lo poco que somos altruista, desinteresados, por el contrario, cuanto somos egoístas, narcisistas, encerrados en nosotros mismos, preocupados por la figura, ansioso de ser amado, de ser aceptado, en lugar de ser creadores de la bondad "(Carlo M. Martini). Los primeros compañeros misioneros de P. Antonio y P. Marco habían aprendido muy bien el arte de la serenidad y la confianza. Mientras continúa, sin embargo, para alimentar a una vaga sensación de insatisfacción interior, huyendo y enmascarando la melancolía generalizada sellada dentro de nosotros, nunca seremos la "gente de paz", sino sólo personas ocupadas, insatisfechas y más o menos resignados. 1. Ocupados. Incluso los Cavanis, como Marta en el Evangelio se preocupaban por "muchas cosas". Pero al igual que María nunca han perdido de vista "la única cosa necesaria". Nosotros, hoy, tenemos muchas cosas que hacer. Estar ocupado se ha convertido en un "símbolo de status". La gente piensa que siempre estamos ocupados y tenemos tantas cosas en la cabeza. A menudo, más de una persona dice: "Supongo que tiene mucho que hacer, como siempre ..." y considerar esto como un cumplido. Estar ocupado es equivalente a "ser 17

importante"! Unas cuantas llamadas telefónicas comenzar con el subrayado: Sé que estás ocupado, pero tendrías un minuto para mí "Dando a entender la idea de que un minuto con una persona con una agenda muy ocupada, es mucho más importante que una hora para que alguien que tiene poco de hacer. Tener una oficina, el trabajo se ha convertido en un importante medio si no la forma de identificarse. Pero aún más esclavizante de llenarse de tareas o puestos de trabajo son preocupaciones. Siendo medio pre-ocupados significa llenar el espacio y el tiempo, incluso antes de estar dentro. Muchos de nuestros sufrimientos son preocupaciones relacionadas, el miedo de no ser capaz de manejar el futuro, no ser capaz de encontrar una respuesta a estas preguntas existenciales que han sido simbolizados por Jesús en las preguntas: "¿Qué comeremos, qué beberemos? ¿Qué vamos a llevar ...? (Mt 6, 30-33). Preocupaciones "básico" que añadir a las preocupaciones creadas sobre la sociedad en que vivimos. Vivimos en un ambiente siempre de emergencia: las voces excitadas de los periodistas de la televisión, la preferencia para las noticias de miedo, los crímenes más crueles, los comportamientos perversos, crean una atmósfera de muerte inminente. En este ambiente se agrega a la avalancha de anuncios sutilmente inteligentes: si usted no compra esto si no lo haces ... así que aumenta nuestro nerviosismo, sensación de inferioridad, preocupaciones. Al final, sin poder, terminamos pensando, ¿y si me gustaría dejar de preocuparme? Todo se arruinó! Luego tratemos cada vez de intentar de ... preocuparnos simepre menos! 2. Insatisfecho y resignado. En este círculo vicioso estamos con la sensación de que nos hace falta algo. Entonces brota aquí y allá otros sentimientos, aburrimiento, tristeza, resentimiento, agresividad, depresión. Para desenmascarar o eliminarlos tratamos y terminamos de ocuparnos o tener de que preocuparse cada vez más, busca a alguien confiable para el cual "seas importante", alguien que te "entiende" el amigo que te "aprecia" ... y todo el asunto se convierte en un grito desesperado por encontrar lo que somos proporciona satisfacción inmediata, que afloja nuestra tensión, que temporalmente nos dan la sensación de ser importante. Si nos encontramos con este "alguien" nos encontramos con él en una verbosidad compulsiva e incontrolada, si no encontramos nos cerramos en un silencio pesado y agresivo. Nos encontramos que continuamente bailamos con su música, nos hacemos dependiente de él, al haber empatado la felicidad al juicio que él nos da. Es en esta situación en que se está ocupado, pero insatisfecho aparece Jesús con su invitacion, a no afanarse y preocuparse, a ser honesto y confesar que nuestra existencia nómada, fragmentada y peligrosamente desequilibrada, necesita una atención espiritual, "Buscad primero el Reino de Dios y su justicia ... ". El Señor no trata de cambiar el tipo de actividades, o que abandonemos nuestro mundo en su conjunto, ni para cambiar los informes de misión o aflojar el ritmo. Jesús habla de un cambio de corazón, pide una disposición diferente del corazón. Lo que importa es la dirección del corazón, a donde el corazón està orientado, y de que cosa el corazón está lleno. Cuando somos atacados y dominados por los quehaceres y preocupaciones significa que nuestro corazón "reside" en el lugar equivocado y que está lleno sólo de nosotros mismos y no de Dios, Jesús estaba tan cargado por las actividades que podrían incluso difícil de encontrar un poco de tiempo para comer o estar solo. Véase, por ejemplo, en Marcos 1, 32-39. Es evidente que Jesús tuvo una vida muy completa y con muchos problemas, pero al mismo tiempo que buscaba y quería una sola cosa "para hacer la voluntad del Padre" no quería buscar su propia gloria o él mismo, sino para construir el Reino del Padre. La pobreza, sufrimientos, luchas, e incluso a veces la oscuridad del alma han sido parte de cada día de la vida apostólica de los Cavanis. Tal fue también la forma en que Dios ha escogido para limpiarlos. Pero su vida no era el aburrimiento, el resentimiento, la depresión, la autocompasión, el narcisismo. Ellos continuaron viviendo sólo para aquel que murió y resucitó, entendieron que la fijación de su corazón en el Reino de Dios no es la manera de ganar premios o para llegar a ser necesarios para que las cosas funcionen, sino que simplemente murieron a sí mismos como un grano de trigo. 18

Los Cavanis nos enseñaron las principales disciplinas que nos pueden ayudar si queremos que las preocupaciones aminoren el poder sobre nosotros, permitiendo al Señor de guíarnos a la verdadera libertad, la libertad de ser nosotros mismos. Jesús advierte, ya que es difícil entrar en la dinámica del Reino sin deshacernos de nosotros mismos (cf. Mc 10, 24, Mt 16, 24). La primera disciplina es liberarnos de nosotros mismos. Es imposible vivir una vida espiritual, si tù no aprendes esta disciplina. Si tù no tienes la libertad de ser tù mismo de "escuchar" siempre el mismo yo con tus compromisos y tus preocupaciones, y no la Palabra de Dios La segunda disciplina es escuchar la Palabra de Dios; sin la Palabra de Dios, la vida se vuelve absurda. En esta palabra encontramos las surdus palabra latina que por supuesto significa sordo. Tenemos que aprender a escuchar con atención a Dios que nos habla continuamente pero que no podemos escuchar porque estamos demasiado ocupados y preocupados. Si aprendemos a dar tiempo y atención a la Palabra de Dios, nuestras vidas se vuelven obedientes a su Palabra de Vida. La tercera disciplina es la vida escondida con Cristo en Dios Padre. La "vida oculta" no es simplemente la respuesta inmediata a una vida llena de tensiones y preocupaciones, es mucho más: es el único espacio y tiempo que nos damos no para escapar de la realidad ... siempre ocupados en muchas cosas! En la "vida oculta" parece contrario a nuestros deseos, nos sentimos tentados a escapar, pero somos demasiado importantes, siempre hay que estar unidos por teléfono con la gente y los problemas, que siempre debe ser accesible ... porque tenemos que resolver las cosas. No nos sentimos "siervos inútiles"! La vida escondida con Cristo en Dios también se está preparando para lo que ellos llaman "la oración viviente", el "no se puede vivir sin la oración", es decir, sin la comunión con Dios y con los hermanos. Sin la vida escondida con Cristo en Dios, la comunión se convierte en una palabra "amable" y no algo decisivo en la vida cotidiana. Esta comunión tiene poco que ver con la compatibilidad mutua o con el genérico e ingenuo "cuidado". Es sobre todo la liberación de todas las tendencias de la competencia o rivalidad, de cualquier sentimiento de inferioridad o de indemnización; es obediencia practicada en la Palabra de Dios, la hora y el lugar de reunión, donde la única competencia posible es que se sea el último y el servidor de todos. Sin embargo, si continuamos a preocuparnos y ser infelices porque no somos servidos, entendidos, y comprendidos ... siempre estaremos encerrados en nosotros mismos y todavía muy lejos de la "única cosa necesaria", la paz interior y la comunión. Vamos a seguir como Marta dijo a Jesús: "Señor, ¿puedes decirle a mi hermana ..." o mi hermano ... Así los Cavanis nos enseñan que la santidad no es un logro sino una gracia! No es la ambición de ser santos que nos hace tal, sino abrir los "ojos" y ver al Salvador. La vida espiritual es la sabiduría de la cruz y la vida escondida con Cristo en el Padre, es la fuerza del amor que se renueva el perdón, en la misericordia de las relaciones fraternales y de solidaridad, alegría del servicio más humilde y a los humildes. Se caracteriza por una actitud de escucha y obediencia al Señor típicamente mariano. La Virgen Maria está en la Iglesia como la presencia de la madurez espiritual incomparable. "Pues, confianza total en la oración, con la certeza de obtener el Espíritu Santo. Este es un excelente regalo. Nosotros, como advierte San Pablo, no sabemos qué pedir, no sabemos cuál es el don del Espíritu Santo, pero lo conseguimos. Y es, de hecho, un espíritu filial, es la presencia de la fuerza de Dios el Padre en nosotros ... que nos permite perseverar, para crecer y de purificarnos en la filiación divina"(CM Martini).

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CREO EN LA ORACIÓN YO CREO que la oración no es todo, pero que todo debe comenzar con la oración: porque la inteligencia humana es demasiado corta y la voluntad del hombre es demasiado débil, porque el hombre que actúa sin Dios nunca darà lo mejor de sí mismo. YO CREO que Jesucristo, que nos da el Padre Nuestro, ha querido enseñar que la oración es el amor. YO CREO que la oración no necesita palabras, porque el amor no necesita palabras. YO CREO que se puede orar en silencio, sufrimiento, trabajando, pero el silencio es la oración sólo si se ama, el sufrimiento es la oración sólo si se ama, el trabajo es la oración sólo si se ama. YO CREO que nunca sabremos con certeza si nuestra oración es o no es. Pero hay una prueba infalible de la oración: si crecemos en el amor, crecemos en el desapego de todo mal, si crecemos en fidelidad a la voluntad de Dios YO CREO aprender a orar sólo quien aprende a estar en silencio ante Dios y escucharlo. YO CREO aprender a orar sólo los que aprenden a resistir el silencio de Dios YO CREO que cada día tenemos que pedirle al Señor por el don de ser capaz de orar siempre, el que aprende a orar aprende a vivir.

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LA PALABRA DE DIOS EN LA VIDA Y EN LA OBRA DE P. ANTONIO E P. MARCO CAVANIS “Por esta causa también yo no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero” (Ef 1, 16-21). En ocasión del Año paulino (2008-2009) y en el recuerdo del Sínodo de los Obispos sobre la “Palabra de Dios en la vida y en la Misión de la Iglesia” (octubre 2008), recordemos la vida de los Venerables, P. Antonio y P. Marco Cavanis, para descubrir cuánto y cómo la Palabra de Dios ha estado presente en sus vidas y en su misión. Los Padres sinodales, en el mensaje final al Pueblo de Dios, han propuesto vivir la Biblia como “un camino espiritual” en cuatro etapas o como si fuese cuatro puntos cardinales de orientación: “la Voz Divina, el Rostro, la Casa y el Camino.” La voz Divina resuena en los origenes de la creación. Y una voz que da origen a las maravillas del universo y penetra en la historia humana herida del pecado y cubierta del dolor y de la muerte. La Palabra de Dios tiene un poder creador y se hace palabras, voz humana. El universo humano es fundado sobre palabras humanas de comprender y de estudiar, así mismo, custodian al interno la luz de la verdad divina que solo con el Espirtiu Santo podemos vivir y contemplar. El tercer punto cardinal es la Casa, la Chiesa,construida sobre cuatro columnas ideales: la enseñanza (catequesis), la fracción del pan (Eucaristía), la oración biblica y la comunión fraterna. La cuarta etapa es el Camino. Sobre este camino va la Palabra de Dios y la historia humana, y el camino de hoy es también la comunicación informática, televisiva y virtual. La Biblia debe entrar en las familias, en las escuelas…en cada ámbito cultural, particularmente allá donde resuena el grito de los opresores y el lamento de los infelices. Ella tiene por vértice la cruz de donde irradia la luz de la Pascua, de la esperanza y de la fe: “ la fe es digna del compromiso de la vida y de la muerte. Creer significa: colocar la propia vida en el espacio de la Palabra de Dios; unir la propia vida y la propia suerte a esta Palabra; estar dispuesto a sacrificar el propio prestigio, a negar la posesión de sí y del propio tiempo para la Palabra de Dios” (Benedicto XVI). Los padres Antonio y Marco Cavanis, movidos por el Espíritu Santo a “hacer su parte” en la misión de evangelizar, al inicio del siglo XIX en la Iglesia particular de Venezia, viendo la triste realidad de los jóvenes, esperando que no suceda algo peor, sino guidos por la Palabra del Señor, se hacen “siervos de la Palabra” e inician, en la parroquia de santa Ines, el 2 de mayo de 1802 21

con nueve jóvenes, una pequeña congregación Mariana “para una reforma de sus costumbres…despertando un afectuoso elemento a la suavidad de la Palabra de Dios” (EMM, vol I, pag. 266). El amor por sus “queridos hijitos”, apasionado, muy paterno, abierto totalmente para el sacrificio de sí mismo y para su dedicación sacerdotal y educativa, pasó por medio de estos diez jóvenes, “empobrecidos” de la falta educación familiar y por los cuales, los Cavanis pierden literalmente la cabeza y el corazón. No ven otra cosa que a ellos, su bien y el seguir con temor su crecimiento. Su amor a los jóvenes se hacía notar a través de pequeños detalles cada día y tenía como fin a aquellos que habían estado confiados a la Palabra de Dios, los niños, y los jóvenes: toma este hijo mio y edúcalo por mí (cfr. Es 2). El afectuoso elemento de la dulzura de la Palabra de Dios, en cada momento de la vida, hace sentirse como hijos de Dios, Padre bueno. “Dios ve y provee”, dice la Sagrada Escritura; Dios ve y provee con fe, al pueblo cristiano. Dios veía la necesidad de la juventud más pobre, a través de los ojos limpios del P.Antonio y Dios proveía por medio de las manos trabajadoras del P. Marco, hermanos elegídos del Señor y enviádos para ser fieles testimonios de su amor entre los niños y los jóvenes, por medio del amor paterno. “Verdaderos padres de la juventud”, testimonios de compasión, como estilo de vida, elegido y enseñado por Jesús; en el tiempo de ahora, de carencia de paternidad y, en un tiempo y en una sociedad como la nuestra actualmente, habituada a no buscarla mas. Así se expresa un día el Cardenal Monico, Patriarca de Venezia, en la presencia humilde de los Cavanis que lo escuchaban: “luminosísima prueba del valor de una obra son ciertamente las múltiples concordancias testimonianzas que cumplen las autoridades, especialmente si son de diversas naturalezas…pero cúal institución puede presumir de que los documentos de mayor autoridad y más numerosas que ésta? Teniendo pequeños y oscuros inicios en un tiempo de universal agitación, en la cual no se tomaba en cuenta proteger las nuevas instituciones, sino a destruirlas juntos a las antiguas, parecía que debía morir en su nacimiento, y que los primeros días de su existencia deberían andar confundido con los últimos”. Por qué su obra no ha muerto? Porque es fundada sobre Palabra del Señor: dejad que los niños vengan a mí. Los Cavanis, en una época dificil, sobre el signo de la esperanza cristian y com una visión que se hará más clara con el pasar del tiempo, por medio de la lectura sabia y la escucha de la Palabra del Señor, llevando adelante una obra “educativa global que alcanza el cuerpo, los sentimientos, los sueños y los protege del futuro, del pensamiento racional, como las locuras. Las palabras hacen comprensible la imagen y la fantansía, pero con el uso pueden perder su significado y caer en la prohibición, pueden decir siempre menos o nada. Aunque la Palabra subsiste en la eternidad. A veces en la educación de la juventud y en la enseñanza hay un déficit de palabras. Pueden faltar, a veces, las verdaderas razones que apoyan las palabras humanas. Para los Cavanis la “palabra humana que nos hace iguales”, así como “la escuela que hace los jóvenes todos iguales” era solo un medio contingente para hacer conocer, trasmitir y meter en práctica la Palabra, para transformar en hombres/ciudadanos y en buenos cristianos, a tantos jóvenes que hasta ahora no habían podido conventirse plenamente, según la libertad y recta consciencia. Dedicarse enteramente a la educación corrían el riesgo de no amar poco a los muchachos sino de amarlo demasiado. Solo quien cree y ama a Dios puede amar tanto y de un amor puro “los hijos hechos por medio de los sacramentos y de la Palabra”. Los Cavanis sacerdotes, padres, y por ello, maestros, han utilizado el saber como servicio al crecimiento cultural y espiritual de la juventud, sin imponerse sobre ellos, o sobre su pubertad. Su acción educativa de liberación se ha estructurado, al mismo tiempo, sobre su fuerza y debilidad de las palabras humanas, usadas para enseñar, según lineas maestras recolectadas de la lectura amorosa y constante de la Palabra de Dios que, a su tiempo, les formaba y estimulaba: - A la ejemplariedad de la vida y a una visión positiva de la misión educativa: “Conviene que siempre se pueda decir: sean imitadores mio como yo soy de Cristo” (1 Cor 11,1) “…les he 22

dado ejemplo para que como he hecho, asi mismo hagan ustedes” (Jn 13,15- Ejercicios espirituales I 15) . Su hablar a los jóvenes ha sido “siempre con gracia lleno de sabiduría” (Col 4,6; pidiendo humildemente a los jóvenes “oren también por nosotros para que Dios nos abra la puerta de la predicación y podamos anunciar el misterio de Cristo” (Col 4,3). - A la autoridad paterna, que se manifiesta como competencia en la enseñanza y en la fuerza del espíritu de evangelización. Veían como el apóstol Felipe, en el episodio del libro de los Hechos de los Apóspoles: “Felipe, oyó al eunuco leer al profeta Isaías, y dijo: entiendes lo que estás leyendo? Responde: y cómo puedo entender si nadie me instruye?- Y luego invitó a Felipe a que subiera y sentara con él”(Hch 8, 30-31). Los Cavanis entran en la vida de los jóvenes como evangelistas, ycon ellos y para ellos para explicaar y dar testimonio de la Palabra de Dios. - Al amor gratuito y total a Dios Padre, a la verdadera amistad fraterna, a la “máxima protección” y a la alegre atención que tanto conquistaba a los jóvenes, sin embargo, a veces, la falta de adhesión espontánea a las propuestas de proyectos educativos cristianos y muy exigentes. La dulzura de la Palabra de Dios se convirtió en dulzura en una relación paternal con los jóvenes. “Revestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de bondad, humildad, mansedumbre, paciencia” (Col 3,12). - Con respecto a la libetad responsable: cuando finalmente los jóvenes han aprendido a volar por medio de la testimonianza y de las enseñanzas, los dejan partir para el viaje de la vida, para que sean en el mundo “buenos cristianos y óptimos ciudadanos”, los confían a Dios y a la Palabra de su gracia que tiene el poder de edificar…” (At 20-32). Con ellos mantienen contactos paternales y con invitos amorosos les llaman hacer anualmente los “santos ejercicios y la revisión de vida sobre la Palabra de Dios”. Como verdaderos padres y madres, los Cavanis, asumen la comida de la Palabra y con ello nutren los hijos. La Palabra de Dios es repartida, consumada, distribuida y compartida”. - Algunos pensamientos “SOBRE LA PALABRA DE DIOS”, que encontramos en los escritos y apuntes del P. Antonio Cavanis, santo y humilde predicador de Ejercicios espirituales, nos hacen entender cuál era su relación íntima con la Palabra de Dios y cómo entraban al servicio de la misma Palabra para enseñarla. Estàn convencidos de que el Espìritu Santo no actua solo en aquellos que escribieron los textos sagrados, sino también actúa en aquellos que leen los textos sagrados. Escuchar, orar en grupo la Palabra de Dios, para que el aprendizaje de la vida espiritual requiere disciplina de la vida común, dejar que los jóvenes hicieran su parte en la organización, han sido los signos que expresan su convicción: “el Espíritu Santo sopla donde quiere”. La Iglesia tenía necesidad de jóvenes y ninguno les podía conquistar mejor que otros jóvenes, formados en la escuela de la Palabra. Así escribe el P. Antonio: “La Palabra de Dios es un remedio contra la ignorancia y lacorrupción de la voluntad. Dios podría enseñarnos guiándonos internamente sólo El, como ha hecho con los profetas, además, con nosotros quiere hacerlo por medio de otros hombres. Así ejercitan también la voluntad. Jesucristo en persona baja del Cielo a convertir a san Pablo con su propia voz, y para instruirlo lo envió donde Ananías su discípulo. –Escucha hija y mira (S1 44,11) dice a la Iglesia, es decir, a cada fiel, escucha quien te instruye, y luego verías que primero no me conocías. Además dicen otros: tenemos la fe. Y yo dico: - Su Palabra al revelarse ilumina, da sabiduría al sencillo- (Salmo 118-130). No basta sólo la fe que hemos recibido en el bautismo, para obrar 23

bien, se requiere aún el reconocimiento de este don, y de todo lo que la ley de Dios quiera de nosotros. La ley del Señor es perfecta y consuela el alma (Salmo 18,8). La Palabra de Dios corrige el desorden de la voluntad de aquello que la corrumpe. Si ustedes llegase oirme hablar del juicio, infierno, etc., si se asustaran sus pasiones, y finalmente huyen de ese pecho, donde no encuentran paz. La Palabra de Dios convierte precisamente muchas naciones bárbaras y distorcionadas. Pero él dice que no: Esos fueron los apóstoles y otros santos. Respondo: No es la voz de varón, sino de Dios que convierte. - La Palabra de Dios es viva y eficaz - (Heb. 4:12). La Palabra de Dios es viva porque tiene la virtud siempre de operar, y es eficaz, ya que reduce la frecuencia de la energía en el momento, y te hace actuar, y su vida y la eficacia se basan en las subvenciones que Dios en esta ocasión, más que en cualquier otro, se extiende por el corazón. Es cierto que Dios está de acuerdo con los predicadores más sagrado más dispuestos a trabajar, pero no siempre se une a esta ley, ni tenemos que esperar a lo que dice el hombre, sino lo que Dios dice, que habla del hombre. Usted toma el dinero de cualquier persona, cualquier bien si son defectuosos en sí mismo? Así que tenemos que tomar las palabras de los predicadores. Pero no veo ese resultado por la Palabra de Dios. No veo por qué no escuchas, o no está de acuerdo, o no me importa. ¿Escucha usted porque usted quiere dormir tranquilo en la culpa. Por los demás no escuchan porque creen que no es necesario. Pero la Palabra de Dios está llena de virtud. - El Señor tronó con voz potente - (Sal 67,34). Y entonces ¿dónde está la luz? Sólo en las cosas de la tierra. Aquellos que no escuchan el sermón reciben daño mayor de aquel que hace la Iglesia a los rebeldes. La Iglesia no impide que cualquiera pueda escuchar el sermón. La Palabra de Dios no es aceptada por aquellos que quieren algo nuevo e inusual, y de hecho hay que decir lomismo. Quiero hacerlo. También quiero hablar. S. Juan Crisóstomo habla alto, una anciana le dijo: Ten piedad de nosotros: No entiendo lo que dices. A partir de entonces se inclinó siempre para ser entendido por los más ignorantes. Otros no quieren sentirse regañados. Ellos quieren escuchar sólo la misericordia de Dios, nunca contra el baile, las malas prácticas, etc. Pero el hecho es que cuando uno sufre es una señal de que no es saludable. Usted puede imprimir con el hierro frío en la cera, pero no en la madera. Otros se burlarán, creyendo demasiado en sentido estricto, esto sigue siendo una piedra de tropiezo para otros. A otros no les prestan atención, porque tienen el corazón en cosas muy diferentes. Otros son aburridos, pero queremos escuchar la palabra de Dios y creemos que es una gran pérdida no escuchar el sermón. De la Palabra Divina no se tiene cuidado por aquellos que, después de que él lo escucha, no refleja más arriba. Usted tiene que pensar en ello, hablar de ello en casa, hablando con los que no han oído hablar. No es suficiente que la comida es saludable, porque la enfermera, está de acuerdo en que todavía es bien masticado. Tienes que escapar de los peligros. Está amenazada castigo de Dios para los Predicadores: He aquí vienen días, dice Jehová, en los cuales enviaré hambre a la tierra, pero no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra del Señor (Amós 8:11). ¡Oh, qué hambre terrible! Los signos de una severa derrota no son los enfrentamientos armados, pero los embajadores de recuerdo. (La Vida Espiritual - PAA, de Escritos ES Vol. II, p 89-91 -. AICV, b 14, GO, pp 51-53). Las raíces del ser y la existencia del hombre se encuentran en la Palabra de Dios En la Palabra de Dios que vino a la existencia, vivimos, y nos movemos, y somos (cf. Hch 17, 28). Los Cavanis han recibido el conocimiento y el amor por la Palabra del Señor, de su familia. Se convierten en adultos, de acuerdo con el ejemplo bíblico de que apoyó en el padre que enseña 24

la Palabra de Dios a sus hijos, enviado gratuitamente, como padres y no como los maestros, lo que habían recibido, sin exigir nada a cambio, sin ostentación ", sin buscar su propio interés ", como St. Paul advierte a hablar de la Caridad. Este estilo no se improvisa, no se da por sentado, se alimenta cada día con "la vida escondida con Cristo en Dios", en la alegría de la ascesis espiritual que requiere sobre todo amor por la Palabra de experimentar toda la dulzura. Y es aquel “apego afectivo a la dulzura de la Palabra de Dios ", que P. Antonio joven sacerdote y director de la Congregación Mariana de la parroquia de St. Agnes en Venecia, colocaron como un destino para los jóvenes de la misma Congregación. Sin duda, la lectura / y la oración con la Palabra de Dios, hecha con y por los jóvenes fue el camino recorrido por Cavanis para evangelizar y dio muchas vocaciones sacerdotales y religiosas a la Iglesia en Venecia. “Señor, no te quedes en silencio, porque si no me hablas yo me siento morir” (Salmo 27: 1-3). La Palabra de Dios, para los Cavanis, más que un libro es una persona que habla: es Jesús, el Verbo del Padre. Proclama la Palabra de Dios, ya que se envía a proclamar: “Somos embajadores de Cristo”. (EMM VI 67). El recogimiento habitual que les caracteriza, favorecian vivir absortos en la Palabra de Dios, amada, orada, contemplada y testimoniada. Su temperamento discreto y reflexivo se inspiró en una familia y en una ciudad, Venecia, que por su propia naturaleza se vistió en silencio y no de ruidos. Es difícil hoy en día imaginar o entender este entorno de la familia y la ciudad, porque vivimos en un entorno familiar y social en el que todo el mundo parece vivir en el sonido ruidoso. Cuando parece que nadie escucha a nadie, y las palabras se desvanecen pronto y van como las modas. Los Cavanis han aprendido a escuchar y a hacer silencio. Ellos pacientemente sean educados a si mismo para descubrir el contenido secreto de la única Palabra que cuenta y con la perseverancia que han aprendido a “sufrirla”, para saborearla, y la plantan todos los días de su vida, tales como la buena semilla. “Estemos en silencio antes de escuchar la Palabra para que nuestros pensamientos ya han recurrido a la Palabra. Estemos en silencio después de escuchar la Palabra, ya que aún nos habla, vive y mora en nosotros. Vamos a estar en silencio en la mañana temprano porque Dios debe tener la primera palabra. Estemos en silencio antes de ir a la cama, porque la última palabra la tiene Dios perezcamos por causa de la Palabra “ (Dietrich Bonhoeffer). Lo hicieron “silencio”, dejando que su estilo de vida para hablar y mostrar que la Palabra de Dios es viva y eficaz, y penetra profundamente en los que la reciben con fe. Incluso para el P. Marco, aunque siempre fue tomado por viajes misioneros, la Palabra del Señor era lo que era el maná para el pueblo de Israel en el desierto: viático, la comida principal que debía mantenerse para alimentar a una asignación de racionamiento, don del Padre a sus hijos. La Palabra del Señor ha educado a nuestros Fundadores y ha “tirado fuera” desde su interior, el conocimiento de sí, el conocimiento de Dios Padre; les ha abierto el camino seguro para conocer, a través del servicio, a miles de adolescentes y jóvenes a leer ,unidos , a la luz de la fe, la realidad del mundo. Para sus hijos espirituales y jóvenes, el P. Antonio y P. Marco recomiendan la lectura diaria de la Palabra de Dios (C 16 / a y 16 / s). Tenían la Palabra en carne y sangre y brotaba de la “abundancia del corazón (Lc 6, 45). Sabían por experiencia que la vida cristiana no se hace fecunda sin la Palabra de vida eterna. La vida cristiana no es evangelizada todos los días de la Palabra de Dios, es como un callejón sin seguro punto de referencia, un camino a la merced de las intuiciones de tiempo y superficie de los gustos. La Palabra de Dios enseña, educa y forma y se debe poner en un verdadero diálogo con la historia y la vida de cada día y de cada persona. Se ilumina la mente y el corazón se forma, se 25

construye la familia y la comunidad cristiana, la estructura de la empresa de acuerdo a los criterios del Reino de Dios, pero para que esto ocurra es necesario que haya un deseo de parte de cada uno, a la espera, con hambre o la sed de la Palabra. Entonces la Palabra se “descubre”, inquieta, le hace interrogarse y le llena de misericordia, permanece en ustedes y en ustedes “les hace caer en cuenta para lo que fueron enviado”; que transforma y alienta en ti la fuerza del peregrino envíado, se convierte en “el pan compartido para la vida del mundo.” “El poder del Evangelio altera los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida” (EN 19). La fuerza del Evangelio encuentra en su “debilidad” en el Cristo crucificado, en el escándalo y necedad de la predicación, como diría S. Pablo. Los Cavanis han predicado, enseñado y repetido para sí mismos y para los jóvenes: “la coraza de fe y de amor, y por yelmo la esperanza de la salvación” (1 Tesalonicenses 5:08). Por lo tanto, a pesar de la persecución, la supresión de las órdenes y congregaciones religiosas, la incautación de los bienes, las prohibiciones, “la publicación de este edicto nadie se autorice, y se atreven a abrir una escuela en lectura, escritura y aritmética, ciencias o establecer, bajo cualquier nombre o título, internados o colegios de educación especial sin el permiso previo del Imperial Royal Gobierno central “(DecretoIRG, 1804), los Cavanis, protegidos por la Palabra del Señor, se pusieron en camino, y la misión que el Señor les mostró. Y a la interrogante “con cuales títulos sea ejercida la escuela” responden: “El título al que se presta a cultivar la juventud es sagrado porque proviene de un sentimiento de caridad,” es la caridad activa, que viene de la obediencia a la Palabra de Dios. En 1820, ante del decreto del Virrey, un residente de Milán escribió: “esto que quería a los presbíteros hermanos Cavanis que deben limitar sus cuidados, que los jóvenes deben asistir a las escuelas públicas cercanas al gimnasio, mientras que para otros chicos recogicos, destinados a los oficios y las artes útiles, sería dominado cada estudio...” El P. Antonio respondió con hechos, preparando colaboradores a la misión educativa: “a través de la oración y el estudio, y el ejercicio para adquirir los conocimientos propios de la institución, para habituarles que el sufrimiento es necesario para el desempeño, a conocer las industrias y las delicadas preocupaciones en la que concuerdan con la cultura difícil de los jóvenes, que necesitan alguna ayuda, y a su vez un espíritu de generosa y ardiente caridad ... “, e instaron a la comunidad a” estar alegres en el Señor siempre, una vez más se alegrará en el Señor “(EMM VI 142). Vivir la Palabra de Dios y no sólo de pan A través de los escritos de los fundadores, los escritos inéditos del P. Antonio en “Ejercicios espirituales” y el testimonio del P. Sebastiano Casara, se pueden reconstruir, en la actualidad, la forma en la que se refirieron a la Palabra de Dios, el uso al que estaban haciendo y, en particular, su gran amor por la misma Palabra. En la primera mitad de 1800 la formación bíblica era muy modesta. El Evangelio era leído más, que por otra cosa, para la educación moral y la edificación. La Palabra de Dios no fue transmitida mecánicamente, sino comunicada al estilo de “generación en generación” bíblica con el objetivo de lograr “la sabiduría del corazón.” Habían constituido la palabra contada desde la voz de los padres de familia como “historia sagrada”. La madre, aunque noble, era analfabeta, y luego simplemente contaba la “historia sagrada”, como la había escuchado. Además, “el interés en la Palabra de Dios no está separada de su deseo y el placer de escuchar un buen sermón ...” (Positio p. 42).

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Luego continuaron el estudio de la Palabra en el colegio de los dominicos, al lado de su casa, y han aprendido a leer y a citar la Biblia al estilo de los Padres de la Iglesia, tanto del Antiguo como el Nuevo Testamento. La Biblia, “Historia Sagrada”, se convertirá más y más en historia sagrada de la vida cotidiana, en la enseñanza del catecismo a los niños de su parroquia, en la formación de los jóvenes de la Congre-gación Mariana, en la predicación y la enseñanza a los jóvenes: “Los pequeños piden pan, y no hay equien les dé“(EMM V 600). La Palabra de Dios funda la Iglesia, funda la vida y el comportamiento de cada cristiano. Pero ¿de qué sirve saber todo de la Biblia y no entender nada? ¿Qué significa saber o hablar, en la catequesis, que Dios es el perfectisimo, si esto no tiene ninguna relación con nuestras propias vidas? A partir de estas preguntas ha nacido en su “método de la Doctrina Cristiana”, para mostrar que hay posibilidad de fructífera relación entre la Biblia y la vida cotidiana, entre el mundo y el tiempo en el que vivimos y los personajes bíblicos. Los personajes bíblicos se han hecho las mismas preguntas nuestras: el significado del nacimiento y de la muerte, del dolor, de la libertad de conciencia, de la felicidad, del futuro. Su predicación fue “compartir el pan de la Palabra” y obras de caridad: “El que es bueno con los pobres, pide prestado a Dios, y Dios le recompensará” (Prov. 19, 17) (EMM VII 20); transmite esperanza a los jóvenes “, porque “esperanza prolongada enferma el corazón” (Prov. 13,12) (EMM VII 118), “Jesús vio la gran multitud, su corazón se llenó de compasión por ellos, porque estaban como ovejas sin pastor” (Mc 6,34). Las “ovejas sin pastor” eran “ la juventud dispersa” así como Jesús “comenzó a enseñarles muchas cosas”, así los Cavanis comienzan a enseñar. Se dedican a los jóvenes, en primer lugar, porque son hijos de Dios Padre! “Transcurrido hoy el primer domingo de Adviento, comienzo del año eclesiástico, se da inicio en el oratorio a un nuevo ejercicio de la misericordia ... por primera vez introdujo el traje después del recreo en el jardín, los jóvenes se reunían en el oratorio, y allí escuchaban un breve sermón... Se acordaba que el discurso fuese sobre un hecho de la historia sagrada, simplemente se expone con mayor claridad, y con la adición de una reflexión moral útil, el discurso que iba hacer expuesto e interpretado por uno de los jóvenes en las escuelas. Por primera vez, el mismo director realiza la introducción ... “(El EMM 384). Estamos en 1810, y en la formación a la vida cristiana los Cavanis hacen no solo espacio a la Biblia, sino la “ponen a disposición”, en este sentido, a los jóvenes, como “historia sagrada” y en la que hay que preparar y exponer la reflexión “claramente” y aprender de ella, para ellos y para sus compañeros de equipo. En 1813, en el estudio y en el amor a la Palabra de Dios, se da un paso adelante, animados por una sugerencia providencial: “Después de haber llevado a cabo la propuesta de Mónaco benedictino, el P. Ignacio Oddo, el fructuoso y efectivo ejercicio de meditación cada noche de un capítulo de la Sagrada Escritura, se establece un nuevo método para continuar este estudio. Habían visto que era muy difícil estar bien preparados, en medio de tantas ocupaciones, para hablar sobre un capítulo entero de la Biblia, y que la multiplicidad de las cosas dichas rapidamente llevaban el efecto de poco frutos. Se creía muy difícil tomar en sus manos la Biblicus Thesaurus, y hacer comentarios, parte por parte, sobre el texto que recoge cada miembro de la conferencia, de tomar ciertas reflexiones en las noches más bellas encontradas, así mismo como en los SS. Padres y registrar por escrito, por lo que el estudio era más discreto y más fácil, y con más ventajas, ya que las explicacio-nes recogidas se pueden conservar y servir; cada vez que fue nece-sario hacer uso de los diversos textos explicados “(El EMM 400). Antonio y Marco Cavanis no sólo cuidaban, como buenos educadores, con respecto a la metodología del estudio de la Sagrada Escritura, sino que se refieren principalmente a que el 27

estudio era “más favorable” para el crecimiento espiritual de los niños que siguen siendo los principales protagonistas, bajo la guía del Espíritu Santo y de sus profesores, el conocimiento amoroso de la Biblia. La “querida viña” como a veces llamaban a su obra con clara referencia al Evangelio, viva de la Palabra. Leyendo la página antes citada y en la reflexión sobre esta experiencia a distancia pero hermosa del amor y el estudio de la Palabra de Dios, se encontrará con facilidad en la investigación y en un pensamiento expresado en el reciente Sínodo de los Obispos sobre “La Palabra de Dios en la Vida y Misión de la Iglesia: “En cuanto a la transmisión de la fe a los jóvenes, nuestra preocupación es poner en relación con la Iglesia, y más concretamente con las parroquias, la sed espiritual de aquellos que vienen a Taizé. Recibidos en un clima de confianza que puedan descubrir que Dios habita en ellos ya, aun cuando su fe es débil. El hermano Roger buscó hacer más accesible la Liturgia de las Horas en nuestra comunidad monástica de varias maneras: - hacer amigos en el lugar de oración - la lectura de los textos bíblicos breves, conservando el más difícil para una catequesis que tiene lugar fuera de la oración comunitaria - hacer un largo silencio después de la lectura, de ocho a diez minutos, para que, luego, cantar la misma frase de la Escritura o de la tradición - tienen hermanos o sacerdotes disponibles, todas las noches para la confesión y escuchar a los jóvenes que desean expresar algo de sí mismos, colocarse todos los viernes por la noche frente a la cruz descansando sobre el suelo y, con un gesto simbólico, encomendar a Cristo sus cargas y sufrimientos del mundo personales “(Hermano Alois, Taizé Community Osservatore Romano 17.10.2008) . Orando la Palabra significa vivir según la Palabra Cuando realmente se ora con la Palabra de Dios, se ve la luz a su paso, que crece en el corazón de esperanza y confianza. Si quieres ayudar a alguien ora, parecen decir los Cavanis. Orar con los niños y las niñas como tarea y deber de la paternidad, dijeron e hicieron los Cavanis. Se les enseña que la Palabra de Dios es “comida” que alimenta y les permite recuperar sus fuerzas. El profeta Elías, agotado y perdido en el desierto, le dice el Señor: “come y bebe, porque el camino es todavía largo.” La Palabra de Dios es “agua viva” que restaura, “lluvia” que baja del cielo y no vuelven allá sin haber fecundado la tierra para dar fruto. “Esta mañana, celebré la Santa Misa por el éxito de las comunidades que fueron confiadas a mí, paso a leer y en la epístola encuentro esas hermosas palabras: tirar toda vuestra ansiedad sobre el Señor, porque Él tiene cuidado de vosotros. “Te aseguro que yo penetro hasta el corazón, y sentí un corazón de león “(EMM II 217). La Palabra de Dios es una “luz” que ilumina el camino de la vida para no perder la orientación, y enviados a caminar más y con mayor confianza, que es una “luz” para la mente, porque la verdad es que se encuentran, no se pliegan a sus propósitos: “Me consuela verme tan humillado y vivir ciegamente en manos de la Providencia adorable. Sí, Señor, estoy en tus manos, convierteme a ti “(EMM II 326). Los Cavanis escribían en italiano y citaban los textos bíblicos por lo general en Latino y no siempre con la citación del capítulo y los versículos. La Palabra de Dios fluía naturalmente, era tan asimilada y vivida. La “lámpara” se encontraba en su conciencia y se encendía de inmediato, sin necesidad de “cazar” citas en el texto de la Biblia. 28

Cuando usted no “entienda” los acontecimientos de su vida, se confían al Señor, pidiendo luz en su mente y su corazón. Tomando el ejemplo de la Virgen María, que quería que todo sucediera de acuerdo a la Palabra: “Así como le agrada al Señor, sea hecho. Bendito sea el nombre del Señor. Llegó el decreto en su totalidad amargo y negativo; y después de una terrible tormenta de tres años, habiamos naufrado en el puerto. Adoramos las divinas provisiones “(EMM II 396) ...” sobre su coraje, es llevado por las oraciones: recuerde que ahora tiene una deuda de más conciencia, que a menudo se recita la hermosa oración: “fortitudinem meam ad te custodiam” ... para custodiar revitalizar el espíritu y las fuerzas debilitadas en el trabajo “(EMM II 454) ....” Si aceptamos las cosas buenas de parte del Señor, ¿por qué no aceptar las adversidades? “(EMM III 560). Incontables veces hablan y escriben palabras de consuelo y con gran seguridad de la Biblia: “Yo sé a quién he creído” (EMM III 473). Como buenos venecianos sabían que esto hace que sea difícil para remar en aguas turbulentas, pero incluso en estos casos, es posible percibir la presencia del Señor, que siempre ve todo: “ hacían más difícil remar” (EMM IV 166). Aconsejaba a todos a recibir la Palabra, para no perder la dirección del barco de la vida, “sus corazones se fijan en la verdadera alegría” (EMM IV 260), y ahora: “No te canses de hacer bien, sin desistir, a su debido tiempo cosecharemos buenos frutos”(G1 6,09) (EMM 568 V). La Palabra de Dios “educa y forma”, a la Iglesia y a los discípulos de Jesús. La escucha amorosa de la Palabra del Señor era para los Cavanis como entrar en el Corazón de Cristo, a través de la herida del amor extremo, para ser discípulos cuidadosos, y luego salir por la misma puerta, para ser enviados como apóstoles, para predicar y enseñar: “Quiera el Señor que yo hablase de acuerdo a los conocimientos y el pensamiento de una manera digna de los dones recibidos, porque él es el guía de la sabiduría y la sabia guía que reciben de él. En su poder, nosotros y nuestras palabras, son todo entendimiento y nuestra capacidad “(Sb 7, 15-16). En el corazón de la Palabra de Dios está el misterio de la Iglesia, formada por esta Palabra. El P. Antonio escribe una interesante paráfrasis de Pr 31, 10 a 31, versículo por versículo del texto bíblico: La mujer fuerte. “La mujer fuerte, escribe el P. Antonio, es la Iglesia. Fuerte porque es fortificada por el novio que es Cristo y fecunda los hijos. En ella confía el corazón de su marido, confía en el corazón de Cristo. Ella procura la lana y el lino para trabajar, porque está escrito: “cuando la vea desnuda, la cubriré” (Is 58, 7), y también se dice: “. La lana de las ovejas de los pobres se ha calentado”. La mujer fuerte, la Iglesia, es como un barco mercante que trae riquezas y cosas preciosas, y tiene que ser impermeable al agua para la riqueza y el poder mundano. Ella se levanta cuando aún es de noche, la Iglesia siempre rescata a todos, incluso por la noche, para distribuir alimentos a los necesitados, a los más pequeños, los más débiles. Siempre extiende su mano a los pobres y necesitados. Está escrito: “No dejes tu mano abierta para tomar, y se cierre en vez de donar” (Ecl 4, 31) Pero, Cristo también tiene las manos abiertas en la cruz. No teme el frío porque todo el mundo en su casa se vestía de púrpura, caridad hacia Dios y el prójimo. Hizo “varias alfombras”, hay muchos ministerios en la Iglesia. Fuerza y honor son su túnica, abre su boca con sabiduría celestial y no come el pan de balde en las obras, ya que cumple con lo que enseña la boca y escucha con el oído. Sus hijos la llaman bienaventurada, porque es misericordiosa y aun más bendecida por estar cubiertas con la inmortalidad y la paz; en las palabras de Isaías 32, 18 “Mi pueblo habitará en asilos de paz, en habitaciones seguras, y en las casas tranquilas.” Engañosa es la gracia y vana la belleza, pero la Iglesia, que teme al Señor, ella es hermosa en una belleza diferente, la lealtad a su marido, Jesús “. 29

El P. Antonio sigue una metodología de la lectura de la querida Biblia de frente a los Padres de la Iglesia, “el Espíritu Santo le da vida a la palabra y pone el libro en el misterio más amplio, de la Encarnación y de la Iglesia. Así, gracias al Espíritu, la Palabra de Dios es en realidad litúrgica y profética, es anuncio antes de ser primero libro, es el testimonio del Espíritu Santo en la presencia de Cristo “(La Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia, 15 b). Muchas veces, en su predicación eligen un “personaje bíblico” de la historia sagrada y este personaje se convierte en el mensaje del Señor para guiar el comportamiento de grandes y pequeños, jóvenes y ancianos. Nos recuerdan que la vida humana es una historia y que la Revelación ha ocurrido a través de la historia humana: - “Tengo como ángel protector al ángel del Apocalipsis que sostiene un pie en el suelo y otra en el mar, porque yo estoy con mi corazón dividido entre el Mar Adriático y los vieneses tierra ...” (EMM III 212). - “Nosotros regresaremos y a Dios suplicaremos, volveremos a decir como Judith: Dame fuerza Señor en esta hora” (ibid. 218). - “Si el Señor le permitió a Gedeón dar aviso a los soldados: “qui formidolosus et timidus est, revertatur”, también tengo que decir que con tanta incertidumbre e inquietud que pensé que no estaba dispuesto a unirse a nosotros ... pero” si alguien quiere estar con el Señor, únase a mí “(EMM V 409). - “Con amargura digo a menudo con el profeta Jeremías, que son consumidos por las lágrimas en mis ojos, mis entrañas se estremesen, mi rabia se desborda por la destrucción de la capital de mi pueblo, mientras pequeños y niños de pecho desfallecen en las calles de la ciudad “(Lam 2, 11) - “Por supuesto, leemos en la Sagrada Escritura, como el pueblo de Israel, temeroso de la orilla de un arroyo que veía tambalearse y enfrentarse al enemigo, y en ese momento sólo el corazón generoso de Macabeo, que pasó primero aquellas aguas, dio alma a todos: vidit et populum et trepidantem transfretandum torrentem, ut trasfretavit primus; Viderunt et eum et transierunt mensaje eum (1 Mac 16,6) (EMM VI 238). - La naturaleza sugiere una inmersión en la Biblia: “... Yo estaba casi siempre por debajo sentado y enterrado en las montañas, sin hacer nada más que a menudo repitiendo el cántico: Benedicite omnia opera Domini Domino, ya que no hay otros valles y montañas ...” (ibid. 248). Orar la Palabra, orar con la Palabra Los Cavanis eran hombres de oración bíblica. Ellos nos enseñaron a orar orando la Palabra de Dios en las celebraciones eucarísticas, en la fidelidad a la Liturgia de las Horas y la lectura diaria de la Biblia “, con la cabeza descubierta”: “Señor, delante de ti están todos mis deseos, y mi suspiro no es para ti oculto “(Sal 37). El espíritu de oración era tan natural como respirar, y estaban firmemente convencido de que sin la oración no hay vida cristiana, ni fecundo apostolado. Dijo el P. Antonio: “La oración nos hace semejantes a nubes y fertilizantes como Marta y María, juntas.” Los contemplativos en acción: “¿Ora usted? La oración no es un arte es un sentimiento... no requiere de talento, no hay duda del conocimiento, presupone la fe. 30

Es una ciencia que está en los libros. El libro en el que existe la regla de la oración es el corazón .... La oración no puede ser un sustituta, adecuada para otra cosa. Todo lo demás puede ser imposible para el hombre, pero nunca es imposible levantar nuestros ojos y corazones a Dios. “ María, la Madre de Jesús, es para los Cavanis la “Madre querida” y el modelo de la oración, no sólo basta con decir “Señor, Señor”, sino en hacer “la voluntad del Padre.” Por medio de una fuerte devoción a la Virgen, el P. Antonio y el P. Marco han destacado, sobre todo, el espíritu de la oración de la Virgen, como la plena disponibilidad para hacer la voluntad del Señor que quiere que todos se salven: la salvación de las almas, la salvación de la juventud, esta era la voluntad de Dios “ hacer “su voluntad, el Señor llamó al Cavanis: “Oh Madre de misericordia, recuerda que la piedad se utiliza con los indignos. Te pedimos por todos, oren por mí. Dígale a su hijo que quiero salvar y escuchará “. La oración, según los Cavanis, nace de la Palabra de Dios en un corazón libre de sufrimiento sincero y libre del apego a los bienes materiales. Y “la oración de” los pobres que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica. “ Por ello, siempre se puede orar. Los efectos que las cosas materiales no claras,no pueden ocupar todo tu corazón y todo el tiempo en la vida del hombre. Ayer y hoy, sin querer generalizar, se quejan diciendo que los jóvenes están “vacíos”. Los Cavanis, al contrario dicen: Yo diría que tal vez estaban vacíos! El verdadero problema es que los jóvenes están “full”: lleno de cosas, lleno de sueños relacionados con la posesión de cosas materiales, dinero, poder ... Sólo la Palabra de Dios puede hacer “vivir” y enriquecer el corazón humano y llenarlo con valores y los ideales, porque es sólida y transmite seguridad. El deseo de “poseer” que endurece el corazón y evita en la oración, la hospitalidad y la escucha de la Palabra. Dijo el P. Antonio que el apego a los bienes materiales: - “Arrastra insensiblemente” y no deja lugar a la Palabra de Dios, se necesita mucha vigilancia para desenmascarar a este deseo y arrancarlo dentro del corazón. - “Se dilata sin medida”, por lo que se necesita ascetismo constante de la liberación y el desapego de las cosas materiales. No se limite a hacer algo de vez en cuando. - “Crece como un vicio, incluso en la vejez” nunca completamente gratis, siempre hay que luchar con humildad y docilidad a mantener la conciencia del corazón. El desapego y la libertad de las cosas materiales no es una condición lamentable que se somete a su pesar, no es un fin en sí mismo, sino que tiene como objetivo mantener el corazón libre y escuchar la Palabra de Dios para orar y cómo llegar a ser y seguir siendo pobre, con los pobres, para servir de ejemplo a Jesús amor pleno y fiel a Dios y al prójimo. Por esto proponen la libertad y la pobreza de corazón como “el tesoro y la defensa firme de verdad que no tiene precio… (Cost.33):” ¿Qué religión es esto? O más bien con ese título se puede llamar a los cristianos? Si miro a los ricos ... hay suavidad en sus habitaciones y en su abundancia armario, en sus oficinas preciosidad, guardias perpetuas en sus puertas porque no hay ni siquiera el grito de los pobres venido a pedir misericordia ... y su gobierno es extender las necesitadas sobras ... Usted ama a los pobres. Bien se interpone entre ellos, y hablan como pobres o como compañeros, no más de ellos. Se adquiere más de los pobres, a veces, que de ellos. Servimos acuerdo con las enfermedades, en sus necesidades ... “. Los Cavanis, contemplativos en la acción, son maestros de la vida espiritual y la paz interior, siempre escuchan la voluntad del Señor y totalmente abandonados en la Providencia de Dios. La “angustia y sufrimiento” no les preocupan tanto; y nunca han perdido la paz con Dios, con los demás, con nosotros mismos. El estrés y la angustia pueden, incluso, ocupar espacio para la 31

Palabra de Dios en el corazón humano. Por esto decían a todos de conservarse libres: “No buscar honores ... no os preocupéis por placer ... no se preocupen por eso ...” lo “material” corta las alas a la acción y generosidad gratuita y hace “pesado” del corazón que no puede conseguir más “sabiduría” para escuchar y practicar “con provecho la Palabra divina, que es la fuerza de la fe, fuente pura y perenne de vida espiritual” (Nor. 16 / e). La Palabra de Dios nos ofrece el conocimiento sapiencial de sí mismos y de discernimiento A través de la oración Bíblica, liberados de las cosas materiales, puede servir libremente a los demás, y llegar al auto-conocimiento, discernimiento y amor: “Nosotros no sabemos realmente amarnos y menos sabemos amar a Dios.” El discernimiento que viene de la Palabra de Dios es necesario para conocer el estado de vida o para guiar a los demás a descubrir su propia vocación. El camino es largo, se necesita tiempo y paciencia, la perseverancia, la lealtad y la dedicación a la investigación: “Si usted tiene que darse prisa para coger las uvas agrias y beber vino, se podría decir, espera un poco, y en lugar de tener un poco de vino de mala calidad, podría tener uno más dulce y duradero “. Con el discernimiento entramos en el misterio de Dios y del hombre. Es un camino que vale la pena recorrer. “que yo te conozca, Señor, y que yo me conozca, este doble conocimiento está envuelto en la oscuridad casi inagotable.” ¿Dónde aprender este conocimiento? ¿En qué escuela? “Esta escuela es la soledad.” En esta soledad no estaba solo. ¿Qué maestro? Alguien siempre está con nosotros, nos guía, nos ilumina, nos refresca, nos enseña cómo dominar: “El Espíritu Santo no tiene necesidad como el resto de los profesores de buscar provisiones, sino que las da.” ¿Qué materias se estudian? “La santidad de corazón, la verdad de las palabras y la justicia de las obras: Revístanse de Jesucristo” (Romanos 13,14). Y añade: el P. Antonio para cuantos proclaman la Palabra: “aprende lo que enseña la Palabra de Dios, de hecho, de los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría ... porque él es el mensajero del Señor” (Mal. 2,07). Los Cavanis sugieren: “acuerdénse de sus dirigentes, que les anunciaron la Palabra de Dios; tengan en cuenta cómo culminaron su vida e imiten su fe” (Hebreos 13,7). “Escuchamos, pues, la Palabra de Dios y observemosla en el aspecto de la comparación de la locura de los hombres ... recibir la Revelación para vivir según la fe, la esperanza y la caridad, y así: purificar la moral, poner en las acciones cotidianas en el camino correcto, la dirección de las tendencias del corazón humano a Dios, el bien supremo, el propósito último de nuestros pensamientos , de nuestras acciones y nuestros deseos ... aprender de la oración, la fuente de donde fluyen todas las gracias y dones de Dios hecho hombre “. (Discourses of inédito el P. Antonio Angelo Cavanis para la Congregación Mariana et al. -. Vol. I) La Palabra de Dios crea la vida fraterna La Palabra de Dios es protagonista en la vida fraterna en comunidad y en la misión de construir la fraternidad. Para ello, los Cavanis a menudo proponen la meditación del capítulo 13 de la primera Carta de San Pablo a los Corintios. Toda la carta es un reflejo de una vibrante comunidad cristiana, sino también problemática. En la misma descripción de la “Cena del Señor” para ver los diferentes componentes sociales, con la arrogancia de los ricos y la humillación de los pobres por la cual la “cena” ya no era una expresión de unidad y amor. El “pan” de la “cena” divide cuando no se comparte. La fuente de la fraternidad es la profesión de fe y compromiso común en el amor. “Como Jesús durante su vida terrena, habló, actuó y salvó a través de su cuerpo físico, por lo que ahora 32

funciona y se comunica a través de la Iglesia, que es el cuerpo de Cristo resucitado en la historia” (G. Ravasi). La comunidad cristiana es un testimonio de Cristo, si en ella reina el agape, el amor-caridad que es el camino de Dios frente al hombre que se deja amar por el Señor. El hombre que es amado por el Señor es “piedra viva” y la edificación de la comunidad sólo es posible con piedras vivas. Si se desactivan las virtudes humanas religiosas y se apaga el agape se Eclipsarían. No se cuentan, entonces, las citas de otros textos de la Escritura que le animan a hacer todo lo posible a la vista de la unidad, la armonía y la fraternidad. Un buen conocimiento de sí mismos, que la Palabra de Dios facilita y pone en práctica, y da lugar a un derecho positivo de sí mismo y construye la vida comunitaria, pero sin idealismo basado en sentimientos maduros y motivaciones espirituales sólidos: “Un hermano que es ayudado por un hermano es como una fortaleza inexpugnable “(Prov. 18:19). Comentando las palabras de San Bernardo sobre la vida de la comunidad: “en él, la gente vive con más pureza, más raramente cae, se levanta más fácilmente, avanzan con más cautela, reanuda las fuerzas más rápidamente, con mayor seguridad se va al descanso, muere con más confianza, se purifica más rápidamente, recibiendo importantes premios “... esto es lo que el P. Antonio decía: “Para amar y estimar la vida de la comunidad y mantener por cierto los bienes que ella produce; escapar de todo privilegio…; preferir los ejercicios de la vida de la Comunidad a las prácticas privadas ...; prevenirse unos con otros en los honores, simpatizarse entre sí en el auxilio ayudándonos unos a otros y tratarnos con caridad en todas las cosas ... Los colores finales y toques más finos que la imagen y la estatua perfecta. “Cuando el P. Marco regresa a Viena después de un viaje agotador y largo, es recibido con la celebración de la comunidad y la bienvenida correrá a cargo de cinco adornos elegantes con frases de la Sagrada Escritura: -

La caridad es paciente, es amable, todo lo sufre, todo lo soporta (1 Corintios 13,04). Hemos estado amorosos entre vosotros, como una madre nutre y cuida a sus hijos ... porque te habías convertido en muy querida. (1 Tesalonicenses 2,07). En el silencio y la esperanza es su fuerza (I 30:15). Eran buenos hombres cuyos méritos no será olvidado ... siempre se mantendrá la descendencia y la gloria no será borrado (ECL 44, 10-12). Los que enseñan la justicia brillarán como estrellas por toda la eternidad (Dn 12, 3). Bienaventurado el que tiene misericordia del pobre (Prov. 11,21) (EMM VI 174).

Los Cavanis no ocultan las dificultades que implica la vida fraterna, sino que, siendo la vida fraterna una elección libre, hay que invertir con perseverancia y sin perder nunca de vista el objetivo: “Un peregrino no hace el camino más agradable, sino más vertical, un navegante no ansía el viento más agradable, sino el más adecuado para su objetivo, una persona enferma no pide el medicamento más dulce, sino el más saludable a su mal “porque” santificados por la obediencia a la verdad sinceramente se aman unos a otros como hermanos, intensamente, a corazón sincero, después de haber nacido de nuevo, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra viva y permanente de Dios (1 Pedro 1, 22-23). La Palabra de Dios enseña a la mente y es el corazón La misión apostólica entre los jóvenes es acción del Espíritu Santo que guía a través de la Palabra. El P. Sebastiano Casara, formado en la escuela del P. Antonio y P. Marco desde una edad muy joven, le servirá, como lo hicieron los fundadores, el mismo texto del capítulo 13 de la primera Carta de San Pablo a los Corintios, para explicar cómo debe ser vivida por la 33

“comunidad educativa”, la misión de la educación cristiana de la juventud: “con la mayor caridad y la disponibilidad”. En este sentido, el P. Antonio agregó: “El Amor respondió:. Soy el autor e intérprete de todo esto, el gran amor con que Dios nos amó ... (Ef 2, 4)” Pero cómo transmitir a los jóvenes la imagen de Dios Padre bueno que nos ama y nos enseña a amar? Los Cavanis primero soñaron y luego se pusieron a “hacer un catecismo que era más familiar e instructivo” (EMM El 360 y 400), a partir de la Sagrada Escritura y la historia sagrada, sirviendose del “Biblicus Tesauro” y pequeñas observaciones, parte por parte, la Biblia. Habrían constatado con tristeza que “La doctrina de la parroquia estaba en el mayor desorden”, y la comunidad parroquial, como su ciudad de Venecia, vivió en peleas y divisiones. Para rehacer un tejido de unidad y hermandad tuvo que comenzar “ reuniendo a los pobres jóvenes dispersos”. Reunen a un grupo de jóvenes más maduros, una vez al mes, para capacitar a los catequistas y animarlos a “ejercer la misión con entusiasmo.” Multiplican, sin desanimarse por los obstáculos y la escasez de frutas, “instrucción religiosa frecuente ... conferencias espirituales” a través de “catecismos muy claros y familiares” (EMM II 409-574). Según la necesidad, usan con creatividad, todos los medios para tener éxito en la atracción de los jóvenes: “Entre los diversos medios ... uno, que por lo general da mucho fruto, y que tiene un montón de ellos (jóvenes) hasta unas pocas horas la noche en los días festivos, es la de tener una espiritual conferencia en la que se van explicando de una manera muy clara, familiar y agradable diversos temas de la moral del Evangelio ... “. No quieren una juventud pasiva. Si el joven se convierte en silencio, no participa y no manfiesta, es motivo de preocupación: significa que el corazón está en otra parte, y la Iglesia no despierta interés. Los jóvenes deben permanecer siempre en camino, participar, hacerse activos y responsables, especialmente con los más humildes y necesitados. Para esto los jóvenes deben ser los que preparen y hagan las “conferencias” y las reflexiones sobre la Palabra de Dios para sus compañeros. Incluso hoy en día podemos ver que cuando el compromiso con la educación y la catequesis bíblica se toman en serio y se persigue con celo misionero, con humildad y dedicación, en el gran proyecto de la nueva evangelización, la vida cristiana soporta los desafíos del tiempo y, muchas veces, prospera. Los Cavanis escribieron: “Otros carecen de trabajo cuanto pueden, porque no pueden hacerlo con ese aplauso con el que otros lo hagan. Este es el orgullo. Quieren ser alabado, y Dios no tiene nada que ver, es como si se tratara de uno más ... ““ ... la perfección no consiste en el esplendor exterior de las empresas magnánimas que hacen aparecer grande ante los ojos de los hombres, pero a pesar de ser grande ante los ojos de Dios y hacer lo que Dios quiere, y que la forma en que quiere que se haga “(EMM VI 1506),” para que después de poner las bases y no pudiendo terminar, todos los que lo vean comiencen a burlarse y decir aquí que él comenzó a edificar y no pudo acabar “(Lucas 14). “Invertir en la educación cristiana de la juventud”, como lo han hecho en los últimos Cavanis, parece haberse convertido, en la actualidad, la compañía casi tragicómico. Según muchos educadores, frente a “la sonrisa de la colección de primavera-verano o modales rodajas de chicos que son bribones raza”, ¿qué puede hacer? A pesar de la frustración de muchos educadores, el problema debe ser abordado con la confianza en la Palabra y en las palabras, además, con un gran sentido de buen humor. Es cierto que se encuentran educadores y padres de familia que no tienen “moral” a veces, para corregir a los 34

niños y siempre, incluso si no tienen nada importante que decir que el presupuesto de la “buena” que hacen. Siguiendo el dicho popular: tal es el vicio de los descalzos, que aunque teniendo poco dinero, compran un sombrero. De vez en cuando, sin embargo, se encuentan educadores valientes como los Cavanis que en condiciones casi prohibitivas, fuertes en la Palabra, están de ministros de la enseñanza a través de palabras. “Pedid a Dios todos los días estos milagros sensacionales es una buena cosa, pero dicen que como vía ordinaria, para que sea la justificación de parte tanto incoherente de nuestro ministerio, es tan grande como una herejía de no creer en la gracia” (Don L. Milani). Si no siempre se puede hacer “cristiano” por la escuela, por lo menos usted será capaz de hacerlos hombres que es el primer paso a seguir para ser creyentes. Quien no confía en ellos y sus escuelas, los Cavanis dijeron que no tenían ningún interés en hacer otra porque el bien y la cultura no crecen para cantidades, sino para la multiplicación. Era necesario multiplicar los educadores y la participación de las familias y de ellos mismos en el proceso educativo de los jóvenes. Juventud: “Lean cuidadosamente lean con método, lean con el corazón, en una palabra, busque el sabor y no sólo para saber ... de esta manera, el esfuerzo será pequeño, pero muy bien y la fruta que nadie usurpa el gran don de la libertad ... resistir fuertes en la fe y la Palabra del Señor sea siempre la lámpara para los pies. “ (Discourses of inédito ven.le P. Antonio Angelo Cavanis para la Congregación Mariana et al. -. Vol. I). Pero hoy todavía mantienen estas exhortaciones? ¿Cuál es la situación de la educación? Así la describió Andrei Rajky en el “Foro Europeo de las Escuelas Pías”: “El hedonismo, bajo la influencia del consumo de masas, se ha convertido en el valor central de nuestra cultura. El postmodernismo se inicia desde el momento en que las nuevas formas de comportamiento no provocan más escándalo, y se permite cualquier tipo de estimulación de los sentidos. El posmodernismo, en este sentido, se manifiesta como la democratización del hedonismo, una santificación general de la novedad, el fin del conflicto entre los valores reconocidos y los valores vividos. La ideología de la amenaza que los obliga a recurrir a soluciones con prisa ... La educación y el aprendizaje no se presetan y no se perciben mas como una propuesta, un valor atractivo, que es el de desear y de la cual tener alegría, sino sólo como un medio de defensa que se debe utilizar para mantener la red del mundo de los objetuales y funcionalistas. El utilitarismo en la educación rompe las relaciones educativas tradicionales, aplana el conocimiento reduciéndola a un conjunto de informaciones útiles y presenta la moral a una habilidad jurídoca, capacidad de manipulación social y corrección política. Los alumnos y los padres identifican el éxito en la escuela con el éxito de la vida imaginando el futuro de los niños como una amenaza para la cual hay que prepararlos. La intención de estudiar y aprender como un “arma”, han sido pequeños, incluso en la forma en que gastan su tiempo libre (danza, fútbol, tenis, natación ...). Cada concepto debe ser “útil” y eficaz, las escuelas se vuelven agencias de educación que proporcionan ciertos “productos” y reportan una economía rentabilidad. En el sistema de la educación y el estudio se ha establecido una jerarquía utilitarista, en la que los programas ya no se dividen de acuerdo a la dificultad de la ciencia o la orientación científica o aportación humanística, sino de acuerdo a lucratividad, entonces la pregunta y la evaluación de los ex alumnos en el mercado laboral. La posición de un maestro es aún más paradójica, ya que ayuda al estudiante a ser “más afortunado” que él en la elección de la profesión ... “. En este contexto, y sin la guía de la Palabra de Dios, la educación del corazón donde terminará? Y quien, en su caso, debería hacerlo con el ejemplo la vida? 35

La Palabra de Dios alimenta la vida y la colaboración en la misión Ya hemos visto que en los escritos de los Cavanis innumerables citas tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo. Los temas favoritos de la Biblia que se mencionan son: la confianza, la esperanza, la confianza en la Providencia, la generosidad, la misericordia del Señor, la cruz, la paciencia, la voluntad de Dios, la oración, la alegría y el coraje, la fortaleza, constancia. Las citas se relacionan con mayor frecuencia y más numerosas, sin duda, en las cartas de San Pablo. El P. Marco, en particular, cita al Apóstol de los Gentiles, un viajero incansable y misionero, porque veía en él un ejemplo a seguir y un santo para imitar: “Más de lo que yo más recuerdo de S. Pablo en esta aflicción, por lo que me consuela mucho de su ejemplo y sus santas palabras: “Yo voy a Jerusalén, sin saber lo que allí me sucederá ... Solo sé que prisiones y tribulaciones me esperan ... pero nada me importa mi vida, ni es para mi estimable, con tal de llevar a término mi carrera .. “(Hechos 20: 22-25 - EMM IV 350). Los largos viajes misioneros, la búsqueda constante de colaboradores en la acción misionera, maneras cariñosas y llenas de confianza que San Pablo tenía con la gente, todos están en la vida del P. Marco Cavanis. En particular, hay una gran similitud entre S. Pablo y P. Marco, en un esfuerzo para construir una “red” de colaboradores elegidos y dispuestos para difundir el Evangelio. En el P. Marco es importante la relación de respeto con los diversos colaboradores, sacerdotes y laicos, hombres y mujeres, “Maestros y Profesores de la Caridad” (como él los llama), benefactores y autoridad. Es una red de colaboradores que, a veces, como las redes de los apóstoles, se descompone y hay que adaptarse y renovarse. Un ejemplo entre muchos. “Esta mañana, un tal señor Ottaviano Maina profesor de Bellas Artes se presenta al Director con una carta, ofreciendose a hacer gratuitamente la escuela de práctica Geometría, Diseño y Arquitectura, Civil y darle también gratis a los escolares las herramientas necesarias para el estudio ... Se dedicó con tal fervor, así como a la escuela para otros servicios necesarios para la obra, sin contar las dificultades de la carretera lejos de su hogar “(El EMM 399). El Maina fue también uno de los catequistas que fueron con el P. Marco para hacer catequesis en la Iglesia de S. Maria del Rosario (ibid.). La red para atrapar los peces, es quizás el más bello cuadro del Evangelio y de traducir, aún hoy, la misión confiada por Jesús a la Iglesia. “Echad vuestras redes para pescar” es la llamada / fin de que el Señor da a algunos hombres, cansados y decepcionados, después de una noche de trabajo completamente inútil: “Pescamos toda la noche y no hemos pescado nada.” Jesús, al inicio de su actividad misionera llamaba a seguir unos pescadores y ellos “dejaron sus redes y lo siguieron”. Jesús quería hacer de ellos “pescadores de hombres.” La “geografía humana” de la pesca no ha cambiado mucho desde el tiempo de Jesús hasta nuestros días. La Iglesia sigue pidiendo a todos los cristianos, de acuerdo con la vocación bautismal, a participar activamente en este trabajo duro para llegar a ser “pescadores de hombres.” Hoy, como ayer, dentro de la Iglesia, muchos cristianos hacen la desafortunada experiencia de ir a pescar, pero “no se llevan nada.” Por tanto, debemos tener el coraje y la fe de “despegue” y vayan a “alta mar”. Si uno escucha la Palabra y la vida de Jesús, con humilde discernimiento, se puede ver en varias parábolas evangélicas, entre el pastor y las ovejas, hay un vínculo de intimidad entre los agricultores y los productos agrícolas existe una relación causa / efecto, pero entre el pescador y el pescado, todo es impredecible: “Hemos trabajado toda la noche, sin tener nada, pero ... se dispuso a lanzar la red, ... y tomo una cantidad tan grande de peces que las redes se rompían y ... gran asombro se llevó Pedro y a los que estaban con él.

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“Para los educadores ese “alta mar” son los jóvenes y la “red” para atrapar a los jóvenes se hace especialmente entre los jóvenes. Así pensaban ayer los Cavanis y es así hoy. “En la Iglesia nadie es nuestro objeto, un evento o un paciente para el tratamiento, muchos menos los jóvenes. Así que no tiene sentido sentarse a la mesa y pensar cómo vencerlos o cómo crear confianza: debe ser un regalo, un don. Son personas que están delante de nosotros, con la que buscamos la colaboración y el intercambio. Los jóvenes tienen algo que decirnos. Ellos son la Iglesia, independientemente de si están de acuerdo o en desacuerdo con nuestros pensamientos y nuestras ideas y preceptos eclesiásticos. Este diálogo, a la par, y no de la parte superior e inferior y viceversa, proporciona dinamismo a la Iglesia. De esta manera, la frenética búsqueda de respuestas a los problemas del hombre moderno tiene lugar en el corazón de la Iglesia “(Cardenal Martini CM). En este Año Paulino, se invita a todos los cristianos a tomar como ejemplo misionero “pescador de hombres”, al Apóstol Pablo. Nos Cavanis, así como tomamos como ejemplo S. Pablo también quieren tomar el ejemplo de nuestro P. Marco Cavanis. La “red” que Pablo “tiró” con valentía y perseverancia, se hizo de la fe sin miedo, el amor por la Palabra de intimidad con el que las órdenes para poner en marcha la red de trayectos largos y laboriosos, de sufrimiento, de los riesgos y peligros “Hemos tenido el valor ... para anunciaros el evangelio de Dios con gran combate” (1 Tesalonicenses 2:2-5). Este fue el caso también del P. Marco. Se formuló la red misionera de Pablo, sobre todo, las personas y las relaciones francas y sinceras: “hecho, nunca palabras lisonjeras, como sabéis” (ibid.). Estaba hecha de encuentros y desencuentros con personas de todo orientación social y religiosa. Pablo con habilidad y visión de futuro, construía y reparaba todo el tiempo, esta red misionera, compuesta por miembros del personal estaba de amigos, discípulos, jóvenes y ancianos, la comunidad, donde estaban unidos en la misma fe diferentes culturas y pueblos. Lo mismo que hicieron los Cavanis entre las alegrías y decepciones, y los malentendidos entre gestos ejemplares de gratitud y mayor dedicación del personal, bienhechores y amigos. El libro de los Hechos y las cartas de Pablo muestran los nombres de estos hermanos y hermanas que han acompañado y ayudado más al Apóstol. Hay tantos y tantos! Algunos muy conocidos, otros no tanto. ¿Son estas las personas que ganan menos conocidos, como ahora, la más extendida y la más necesaria de la red misionera de la Iglesia. En los escritos del Nuevo Testamento, a menudo, Pablo cita los nombres y los títulos y tareas que distinguen a estas personas, especialmente las mujeres a las que el apóstol aparece liberar en comparación con la cultura greco-judía-romana. Pablo también es muy decidido y riguroso a la hora de poner orden en las comunidades fundadas por él o fundada por otros misioneros. En la primera carta a los Corintios, por ejemplo, critica lo que él llama “carnal”, porque “la envidia y contienda” cerda, no de “colaboradores de Dios” o hablando chismes e incluso criticar, pero bastante atractivo y de trabajo eficaz. Incluso en el tiempo de Pablo la mentira era poderosa en el mundo, y la verdad se pagaba con el sufrimiento y quien quería evitarla, tenerla lejos, tenía lejos la verdad y por lo tanto la vida y el amor. No es difícil reconstruir el perfil social de las mujeres y los hombres que Pablo conoció como colaboradores en la misión y para las que confían la responsabilidad y tareas claramente definidas. Esta reconstrucción puede ser útil para el discernimiento en cuanto a la colaboración misionera de los laicos en la Iglesia de hoy. El modo de relacionarse el Apóstol con la gente es muy claro en sus cartas: la salud, se refiere a su condición y confía la tarea de poner en marcha la “red”. Él confía en su personal. He aquí algunos ejemplos: “nuestra hermana Febe, diaconisa de la iglesia de Cencreas ... Prisca y Aquila (su esposo), mis colaboradores en Cristo ... María, que 37

ha trabajado tan duro para ti ... Andrónico y Junia mis parientes y compañeros de prisión, ocupan un lugar destacado entre los apóstoles que estaban en Cristo antes que yo ... Expanded, amado mío en el Señor ... a Urbano, nuestro colaborador en Cristo, ya mi querido Estaquis ...... Apeles, que ha sido aprobado en Cristo ... bien de la familia de Aristóbulo ... mi pariente Herodión de esos ... casa de Narciso ... Trifena ya Trifosa están ocupados por el Señor, ... a la amada Pérsida, que ha trabajado mucho por el Señor ... Rufus escogido en el Señor, y a su madre y mía ... Asíncrito, Phlegon, Hermes, Petroba , Hermas ya los hermanos que están con ellos ... filólogo y Julia, a Nereo ya su hermana, a Olimpas ... saluda Timoteo, mi colaborador, y Lucio, Jasón, ... Tercer Sosipatro que escribió esta carta ... Gayo, hospedador mío y de toda la comunidad ... Erasto, tesorero de la ciudad, y el hermano Cuarto ... “(cf. Rm 16, 1-16). Y en la última carta breve a Filemón, escribe: “nuestro querido colaborador Filemón, Apia a su hermana, a Arquipo nuestro compañero de milicia, ya la iglesia que se reúne en su casa ... y Onésimo ... hermano amado, mayormente para mí ... Epafras, compañero de prisiones por Cristo Jesús, Marcos, Aristarco, Demas y Lucas ... mis compañeros de trabajo “. Todas estas personas son partes concretas de la red misionera, han dado la bienvenida a Pablo en sus hogares, según este argumento, se han iniciado o se han llevado a cabo la obra misionera iniciada por Pablo, se han puesto a disposición del evangelio, sus productos y sus capacidades y de inteligencia de tiempo, dirigen las comunidades y enseñaron el Evangelio a los niños y adultos que asistieron a sus propios hogares. Algunos, como Priscila y su esposo, quien acompañó a Pablo en sus viajes, que sufrieron con él los peligros de todo tipo. Todos se unieron con él en la alegría y en el dolor, han trabajado intensamente con el único propósito de dar a conocer el nombre de Jesús, que murió y resucitó por la salvación de la humanidad. Pablo reconoce Junias como “digno apóstol” (cfr.Rm 16.7), capaz, y luego a tejer relaciones rentables y ser capaz de echar la red de colaboración misionera con el arte y la eficacia. Pero en la vida y ministerio de Pablo está también Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que después de ser bautizada junto con su familia, invita al apóstol y sus compañeros Timoteo y Silas a su casa: “Si me has juzgado para ser fieles al Señor, vengan a hospedarse en mi casa. Y nos obligó “(Hch 16,11-15). La casa de Lidia se convierte en un lugar de encuentro para una pequeña comunidad cristiana. Al escribir a los filipenses, Pablo recordó más tarde a Evodia y Síntique, que “insta a llevarse bien” y que “habían luchado con él por el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida” (Filipenses 4: 2-3). La Iglesia en Europa nació de estos cristianos. Pablo, quien es considerado el último de los apóstoles, un “aborto involuntario” sabe que no puede hacer nada sin Cristo, sino incluso sin esta red de colaboradores, en especial los hombres y las mujeres que se ven menos, porque Dios “elige aquello que no cuenta “para confundir el orgullo y la presunción de los que se consideran protagonista solitario de todo y siempre. S. Pablo llamó “queridos compañeros de trabajo por el Evangelio.” Siguiendo el ejemplo de Jesús, Pablo se enteró de que la “debilidad” es la fuerza, lo lleva al encuentro del otro, igualdad, fraternidad y romper todas las paredes de división (cf. Ef 2, 14). Y la dimensión o el aspecto “Mariano” de la Iglesia en el misterio de la salvación, como María y con María, en cuyo seno el Verbo se hizo carne, se convirtió en la fragilidad humana. Hoy en día en la Iglesia y en la Congregación es una necesidad urgente para salir de la “clandestinidad” esta red de gratuidad misionera, la solidaridad apostólica para hacer frutos más duraderos y tangibles de la comunión en favor de la vida, la honestidad, el compromiso cívico, de autenticidad del diálogo entre las culturas y los pueblos y, en especial, la verdad y la educación y la formación de nuevas generaciones de jóvenes y niños. “La congregación acoge como hermanos en la Sangre de Cristo, con el título de Laicos Cavanis, aquellos laicos que tienen un fuerte sentido de pertenencia, después de un camino de formación...se han 38

comprometido a compartir con la espiritualidad religiosa, el carisma y la misión de los Fundadores a operar de conformidad con el espíritu y la finalidad del Instituto “(Cost.63). Escribe S. Agustín: “Es importante entender que la plenitud de la ley, como de todas las Escrituras divinas, es el amor ... ¿Quién cree que entiende las Escrituras, o al menos una parte de ellas, sin llevar a cabo la construcción, a través de su inteligencia este doble amor a Dios y al prójimo, demuestra de no tenerlos todavía entendidas “(S. Augustinus, De Doctrina Christiana, I, 35-39). La Palabra de Dios es el ambiente más natural para el hombre y su historia. En la Palabra de Dios, el ser humano se purifica y se puede madurar todas las dimensiones de su personalidad, sus sentimientos se encienden, hay cada vez más conciencia y en plenitud, la sabiduría. Se puede predecir fácilmente que en un futuro próximo, para hacer frente a una disminución de la tensión misionera, guiados por la Palabra de Dios, se incrementará la colaboración entre sacerdotes misioneros, religiosos y laicos, y muchos andamios que tenían separado el sacerdocio, la vida religiosa y los laicos, terminará la espera también de San Agustín: “El arquitecto construye con los andamios temporales la casa que sige siendo”. Se empieza a comprender que para alcanzar este objetivo, necesita que nosotros seamos una convivencia de vida de religiosos y laicos. Antes de que una actividad se gestione, conjuntamente, hay una vida para vivir juntos según un carisma específico, para aprender la verdadera solidaridad cristiana que es contraria a la lógica del éxito y el “crecimiento infinito”, que consume recursos y destruye el planeta y objetivo lugar a una disminución en el consumo, a un reparto más justo, el único paso a la esperanza de un futuro sostenible para todos. Este reparto más justo a través del don de sí mismos y de sus bienes, al igual que los Cavanis, de acuerdo a la Palabra de Dios: “En cuanto a la ofrenda para los santos, hagan como yo mandé también a las iglesias de Galacia. En el primer día de la semana (domingo) aporte cada uno lo que haya podido ahorrar y no esperen que yo llegue para hacer las colectas(1 Cor 16, 1-2) ... Puedo dar testimonio que dieron de acuerdo a sus posibilidades y también, más allá de sus medios, espontáneamente, nos pedían con insistencia la gracia de participar en este servicio a los hermanos ...”(2 Cor 8, 3 y ss.) ¿Qué futuro para la misión y las misiones? Por lo menos, en Occidente, el futuro de la misión no se estructurá en torno a las grandes obras, sino en “estar firmes sobre la cruz” (E Stein), religiosos y laicos, hombres y mujeres, un futuro de humildad, de realizaciones, pequeños, en cuanto a las estructuras externas, pero grande para el tamaño y la experiencia de la Palabra de Dios.

Abreviaturas: 1. Pos. = Positio. Documento fundamental para el proceso de beatificación. 2. EMM = Cartas y Memorias - 8 volúmenes. 3. Constituciones = Constituciones y las normas de la Congregación de las Escuelas de la Caridad. 4. E.E. = Ejercicios Espirituales - Colección de sermones y homilías patrones de PAA 5. PAA = discursos inéditos, discursos inéditos a la Congregación Mariana.

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INDICE LA ORACIÓN EN LA VIDA Y OBRA DE P. ANTONIO Y P. MARCO CAVANIS PRIMERA PARTE El Espíritu de Oración La oración: vida de la Iglesia y del cristiano Oración: obra de la fe La oración y las oraciones La devoción: expresiones concretas del espíritu de oración SEGUNDA PARTE "Vuestro Padre sabe lo que necesitas ..." (Mt 6, 32) "Echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros" (1 Pedro 5: 5-7) LA PALABRA DE DIOS EN LA VIDA Y EN LA OBRA DE P. ANTONIO E P. MARCO CAVANIS Las raíces del ser y la existencia del hombre se encuentran en la Palabra de Dios Vivir la Palabra de Dios y no sólo de pan Orando la Palabra significa vivir según la Palabra Orar la Palabra, orar con la Palabra La Palabra de Dios nos ofrece el conocimiento sapiencial de sí mismos y de discernimiento La Palabra de Dios crea la vida fraterna La Palabra de Dios enseña a la mente y es el corazón La Palabra de Dios alimenta la vida y la colaboración en la misión ABBREVIATURAS

CURIA GENERALIZIA ISTITUTO CAVANIS V. CASILINA, 600 00177 ROMA 40

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