La portada y contraportada muestran un fotograma de la pelicula "2001: Odisea del espacio", dirigida por Stanley Kubrick (1968)

La portada y contraportada muestran un fotograma de la pelicula "2001: Odisea del espacio", dirigida por Stanley Kubrick (1968). Dicho fotograma ilust

1 downloads 73 Views 16MB Size

Story Transcript

La portada y contraportada muestran un fotograma de la pelicula "2001: Odisea del espacio", dirigida por Stanley Kubrick (1968). Dicho fotograma ilustra la acción de un homínido descubriendo la potencialidad de una herramienta.

4

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

prefacio 5

…… el que trabaja con las manos es un obrero, el que trabaja con las manos y la cabeza es un artesano pero el que trabaja con las manos, la cabeza y el corazón es un artista. Joan Mª Poll i Alabart (Maestro y poeta)

6

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

resumen

7

Resumen La Semántica del Producto (SP) se puede definir como el estudio de las cualidades simbólicas de los productos y la aplicación de su conocimiento al diseño industrial. En definitiva, presta atención al significado que tiene un producto para un usuario, incluyendo en ello las relaciones entre usuario y producto o las expectativas que puedan provocar. En la presente tesis se proponen nuevas aportaciones orientadas al diseño de herramientas mediante la SP. Para ello, en primer lugar se han revisado las aportaciones de la SP al diseño de productos de consumo. Como resultado de la revisión se ha comprobado el hecho de que la aplicación de la SP en el diseño de los productos de consumo permite contemplar las necesidades y deseos de los usuarios obteniendo productos más atractivos y significativos para ellos. Pero, sobre todo, se ha detectado que la aplicación de la SP en productos comerciales e industriales, como es el caso de las herramientas, es prácticamente nula. A partir de dicha constatación, la tesis persigue como objetivo principal determinar la conveniencia de aplicar la SP a productos comerciales, demostrando su validez al menos para algunas herramientas como los centros de mecanizado y martillos. Además, dada la diversidad de perfiles de usuarios que interaccionan con estas herramientas, se plantea también conocer cómo individuos de diferentes perfiles perciben las herramientas y se relacionan con ellas. Por último, y dado que en la elección o compra de productos pueden existir diferentes niveles de interacción, se plantea estudiar la integración de las posibles modalidades sensoriales con las que interaccionan los usuarios de herramientas y valorar el efecto de dicha integración. Lo que se pretende es original y pertinente para el diseño y desarrollo de herramientas significativas y funcionales así como para su implantación en el ciclo de diseño. Como método de trabajo para encontrar la forma de utilizar la SP en productos comerciales, y para comprobar las ventajas que aporta, se han diseñado y ejecutado cuatro estudios. El primero estudia la percepción de centros de mecanizado (como ejemplo representativo de máquinas automatizadas y flexibles) por distintos perfiles de usuarios. El segundo ha consistido en desarrollar un proceso de recopilación, selección y clasificación de descriptores utilizados para evaluar la semántica de martillos. El tercer estudio ha consistido en estudiar las diferencias y semejanzas en la percepción de un conjunto de martillos con cuatro perfiles de usuarios: profesionales, aficionados al bricolaje, estudiantes y diseñadores. El cuarto se centra en las diferencias de percepción que aparecen según el grado de interacción y tipo de modalidad sensorial interviniente con los martillos evaluados: ver una foto, ver la herramienta al natural, tocarla y usarla. Los resultados muestran que aplicar la SP a herramientas (productos de consumo) es interesante y pertinente. Se ha comprobado que las diferentes configuraciones de herramientas son percibidas de distinto modo y que la experiencia de los

8

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

participantes, su implicación con el producto y la modalidad sensorial interviniente influyen en la percepción que los participantes tienen de las herramientas. Esto sugiere que la SP puede contribuir en mejorar el diseño de herramientas y en especial la percepción que de ellas tienen los usuarios.

resumen 9

Summary Product Semantics (PS) can be defined as the study of the symbolic qualities of products and the application of this knowledge to industrial design. In short, it pays attention to the meaning that a product has for a user, including the relationships between user and product or the expectancies that products can trigger. In this thesis, new contributions aimed at designing tools by way of PS are proposed. At this end, we first reviewed the contributions of PS to the design of consumer products. As a result of this review, it has been shown that the application of PS in the design of consumer products allows considering users’ needs and desires to obtain more attractive and meaningful to them. But mostly, it was found that the application of PS in commercial and industrial products, as it is the case of tools, is practically inexistent. From this finding, the thesis pursues as its main objective to determine the convenience of applying PS to commercial products, demonstrating its validity at least for some tools such as hammers and machining centers. Moreover, given the diversity of user’s profiles interacting with these tools, it is also considered how individuals with different profiles perceive the tools and relate to them. Finally, and given that when selecting or buying products different levels of interactions may occur, the integration of sensory modalities with which tool users interact is studied and the effect of such integration assessed. This aim is original and relevant for the design and development of meaningful and functional tools as well as to its implementation in the design cycle. As a working method to find out how to use PS in commercial products and check its advantages, four studies have been designed and executed. The first study deals with the machining center’s perception (as a representative example of automated and flexible machines) by different user profiles. The second one has served to develop a process to gather, select and sort the descriptors used to evaluate the semantics of hammers. The third study has consisted in studying the differences and similarities in the perception of a set of hammers with four different types of users: professionals, do-it-yourself enthusiasts, students and designers. The fourth one focuses in the different perceptions achieved depending of the level of interaction and type of sensory modality used with the assessed hammers: viewing a photo, seeing the real tool, touching it and using it. The results show that applying PS for tools (consumer products) is interesting and relevant. It has been shown that different tool settings are perceived different and that the experience of participants, their involvement with the product and the interacting sensory modality influence the perception that participant experience from the tools. This suggests that PS can contribute to the improvement of the design of tools and, especially, the perception that users have of them.

10

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

índice 11

Índice Prefacio ................................................................................................................................................... 5 Resumen .................................................................................................................................................7 Índice ......................................................................................................................................................11 Abreviaturas.........................................................................................................................................15

Capítulo 1 Introducción 1.1 Contexto ........................................................................................................................................19 1.2. Diseño de herramientas orientado al usuario ..................................................................20 1.3 ¿Qué es la semántica del producto? (SP) ............................................................................21 1.4 Aplicación de la medición del significado al diseño de herramientas ....................23 1.5 Estructura de la tesis ..................................................................................................................24

Capítulo 2 Revisión bibliográfica 2.1 La participación del objeto o producto en la construcción del significado ...........29 2.1.1 Tipos de productos ...........................................................................................................30 2.1.2 Funciones del producto .................................................................................................31 2.1.2.1 Las funciones prácticas o de uso ......................................................................32 2.1.2.2 Las funciones estético-formales .......................................................................33 2.1.2.3 Las funciones indicativas .....................................................................................33 2.1.2.4 Las funciones simbólicas .....................................................................................34 2.1.3 Producto y comunicación ..............................................................................................34 2.1.3.1 El objeto como signo de un sistema semiológico ......................................34 2.1.3.2 Dimensiones del sistema semiológico ...........................................................35 2.1.3.3 El objeto como un todo coherente ..................................................................36 2.1.3.4 Participación del producto en la vida social .................................................37 2.1.4 Alfabeto perceptivo para el diseño del producto .................................................38 2.2. La participación del usuario en la construcción del significado ...............................39 2.2.1 Los sentidos: paso previo en el contacto y encuentro con la realidad ..........42 2.2.2 La manifestación y encuentro con la realidad a través del lenguaje y la cultura .....................................................................................................................................43 2.2.3 Necesidades y deseos .....................................................................................................45 2.2.4 Intereses, valores, normas y actitudes ......................................................................46 2.2.5 La respuesta emocional ante el producto ...............................................................47 2.2.6 La participación de la experiencia ..............................................................................49 2.3 La influencia de factores extrínsecos o coyunturales ....................................................50 2.3.1 La percepción de la calidad y la influencia del Marketing ..................................51 2.3.2 Punto de venta e intervención sensorial ..................................................................52 2.4 Semántica del producto (SP) Concepto y aplicaciones .................................................53 2.4.1 Orígenes y concepto de la SP ......................................................................................54 2.4.2 La medida del significado: El diferencial semántico (DS) ...................................54

12

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

2.4.3 Construcción del diferencial semántico ..................................................................56 2.4.4 Ámbitos de aplicación del diferencial semántico .................................................58 2.4.5 Aportaciones de la SP al diseño orientado al usuario ..........................................59 2.4.6 El lenguaje de los agentes del diseño .......................................................................60 2.5 Diseño de herramientas orientado al usuario ...................................................................61 2.6 Conclusiones..................................................................................................................................62

Capítulo 3 Objetivos y estrategias metodológicas 3.1 Introducción ................................................................................................................................. 71 3.2 Objetivo principal .......................................................................................................................71 3.3 Objetivos específicos ................................................................................................................72 3.4 Estrategias metodológicas .......................................................................................................73

Capítulo 4 Desarrollo y validación de experiencias 4.1 Aplicación de la SP a productos comerciales: centros de mecanizado ......................79 4.1.1 Introducción .......................................................................................................................81 4.1.2 Metodología .......................................................................................................................81 4.1.2.1 Selección de descriptores ....................................................................................81 4.1.2.2 Selección de estímulos .........................................................................................82 4.1.2.3 Selección de participantes ..................................................................................83 4.1.2.4 Desarrollo de la experiencia ..............................................................................84 4.1.2.5 Análisis de los resultados .....................................................................................85 4.1.3 Resultados ...........................................................................................................................87 4.1.3.1 Percepción global de los centros de mecanizado ......................................87 4.1.3.2 Valoración por grupo de usuarios ....................................................................90 4.1.3.3 Descripción factorial de la percepción de los centros de mecanizado ......................................................................................................................91 4.1.4 Conclusiones ......................................................................................................................93 4.2 Sobre la selección y clasificación de los descriptores en la construcción de un DS ..............................................................................................................95 4.2.1 Introducción .......................................................................................................................97 4.2.2 Estudio preliminar: una aproximación a la jerarquía de descriptores ...........97 4.2.3 Desarrollo y aplicación de una metodología de jerarquización de descriptores...........................................................................................................................101 4.2.3.1 Obtención de los descriptores iniciales .......................................................102 4.2.3.2 Selección de los descriptores ..........................................................................102 4.2.3.3 Selección de imágenes de martillos ............................................................104 4.2.3.4 Características de los participantes ...............................................................105 4.2.3.5 Análisis de los resultados ..................................................................................106 4.2.4 Resultados..........................................................................................................................109 4.2.4.1 Obtención de los descriptores positivos .....................................................109 4.2.4.2 Reducción según etapa de diseño .................................................................110

índice 13

4.2.5 Conclusiones ....................................................................................................................113 4.3 Estructura perceptiva de los martillos y diferencias entre perfiles ...........................115 4.3.1 Introducción .....................................................................................................................117 4.3.2 Metodología .....................................................................................................................117 4.3.2.1 Selección de descriptores .................................................................................117 4.3.2.2 Selección de herramientas ...............................................................................118 4.3.2.3 Características de los participantes ..............................................................118 4.3.2.4 Desarrollo de la experiencia ............................................................................119 4.3.2.5 Análisis de los resultados ..................................................................................120 4.3.3 Resultados .........................................................................................................................123 4.3.3.1 Descripción global de los martillos ..............................................................123 4.3.3.2 Descripción factorial de la percepción de los martillos .........................126 4.3.3.3 Evaluación de los martillos por grupo de usuarios .................................128 4.3.3.4 Descripción factorial por grupo de usuarios...............................................130 4.3.4 Conclusiones ....................................................................................................................131 4.4 Influencia de la modalidad sensorial y el tipo de intervención en la percepción de un producto ...................................................................................................133 4.4.1 Introducción .....................................................................................................................135 4.4.2 Metodología .....................................................................................................................135 4.4.2.1 Definición del espacio semántico ..................................................................135 4.4.2.2 Selección de los martillos ..................................................................................136 4.4.2.3 Selección de participantes ................................................................................137 4.4.2.4 Procedimiento .......................................................................................................138 4.4.2.5 Análisis de los resultados ..................................................................................139 4.4.3 Resultados .........................................................................................................................142 4.4.3.1 Análisis factorial inicial........................................................................................142 4.4.3.2 Análisis de la integración sensorial: comparación por fases................144 4.4.3.3 Análisis de la influencia de la experiencia del usuario: factores por grupos de usuarios....................................................................................147 4.4.3.4 Análisis de la integración sensorial: estabilidad de factores ..................154 4.4.4 Discusión ...........................................................................................................................156 4.4.5 Conclusiones ....................................................................................................................159

Capítulo 5 Conclusiones y desarrollos futuros 5.1 Conclusiones.................................................................................................................................163 5.1.1 Conclusiones relativas a la revisión bibliográfica ................................................163 5.1.2 Conclusiones relativas a los resultados obtenidos..............................................164 5.2 Desarrollos futuros ...................................................................................................................167 5.3 Publicaciones científicas obtenidas a partir de la tesis ................................................170

Referencias .............................................................................................................................173

14

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Anexos ..........................................................................................................................................190 Anexo 1 Resultados estadísticos de la Validación 1..............................................................193 Anexo 2 Resultados estadísticos de la Validación 2 .............................................................209 Anexo 3 Resultados estadísticos de la Validación 3 .............................................................241 Anexo 4 Resultados estadísticos de la Validación 4 .............................................................259

abreviaturas 15

Abreviaturas ACJ Análisis de Conglomerados Jerárquicos AF Análisis Factorial ANOVA Análisis de Varianza CM Centro de Mecanizado DS Diferencial Semántico HSD Honestly Significant Difference Ingeniería Kansei IK Integración Multisensorial IMS KMO Kaiser-Meyer-Olkin KrusKal-Wallis KW Kolmogorov-Smirnov KS Semántica del Producto SP VD Variable Dependiente VI Variable Independiente

16

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

18

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Máquina de corte. Fundación Escuela de Ingenieros de Bilbao 1997. Leonardo da Vinci, el ingeniero. Andoni Iriondo editor. pp 147-150.

 

La imagen fue realizada por Leonardo de Vinci y representa una máquina de corte. Puede considerarse como un antepasado de las modernas máquinas de producción automáticas. Se han combinado dos tipos de elementos, por otro lado un sistema de elevación y caía de un martillo de cabeza cortante y un sistema de tornillo-tuerca.

capítulo 1. Introducción 19

1.1 Contexto Mi interés por la Semántica del Producto (SP) viene desde el primer contacto indirecto con dicha disciplina, que tiene lugar al realizar el curso de doctorado “Semiología Gráfica”. En este curso se planteaba, a partir de la obra de Jacques Bertin - La Grafique et le traitement graphique de l’information (1977)-, la necesidad de utilizar un lenguaje gráfico para el adecuado tratamiento, presentación y comunicación de la información científico-técnica. Como trabajo de aquel curso profundicé en semiótica y semiología a partir de las aportaciones de Charles S. Peirce y Ferdinand de Saussure respectivamente. Descubrí la importancia que tiene la construcción de cualquier enunciado comunicacional para que el usuario otorgue el correcto significado. Y el objeto no está exento de ello. Esto me llevó al contexto social en el que el objeto aparece como mediador de las relaciones entre hombre y entorno -como señala Abraham Moles en su Teoría de los objetos (1975)- y entra a condicionar e influir en el sistema cultural de sus usuarios, tal como se desprende de las aportaciones de Jean Baudrillard con su “Sistema de los objetos” (1981). Pero, sobre todo, lo que emerge de aquel trabajo es que el objeto es el soporte de un significado, que satisface una función y que sustenta además una ideología de la sociedad, como señala Roland Barthes en su “Semántica del objeto” (1993). Finalizado el curso de doctorado y en la preparación del DEA (Diploma de Estudios Avanzados), las lecturas de Bernard E. Bürdek (1994) y Danielle Quarante (1992) me permitieron conectar la especulación dialéctica del objeto con su concreción fabril. De la mano de la escuela finlandesa de Susann Vihma (1992) (1995) y Rune Monö (1997), los términos semiótica, producto y diseño se relacionan y se vinculan configurando el andamiaje de la SP. Fruto de todo ello es mi primera publicación: ”Aportaciones de la Semántica del Producto al diseño de productos orientados al usuario”, (Mondragón, 2002), que viene a ser el germen de la presente tesis. A partir de aquí, y a través de Mitsuo Nagamachi (1995) (2002) -y su nuevo enfoque denominado “Ingeniería Kansei” (IK), “una tecnología ergonómica para el desarrollo del producto y orientada al usuario”—, y de Shin-Wen Hsiao (1997) (1998) (2004) -con sus aportaciones acerca de la semántica y la forma del producto, creatividad e innovación- he llegado a la convicción de que los productos en general son portadores de significados, y de que despiertan en el usuario emociones y sentimientos que condicionan el nivel de relación. Como consecuencia de mi interés por la SP he descubierto que este aspecto no ha sido estudiado ni desarrollado en el ámbito de las herramientas, es más, he apreciado una cierta tendencia a creer que las metodologías de diseño centradas en el usuario podían no ser ni necesarias ni útiles en el caso de productos comerciales. De ahí la trascendencia e importancia de comprobar que las herramientas también son portadoras de significados y capaces de desarrollar emociones y sentimientos.

20

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Además del interés, existía la oportunidad, puesto que el campo de investigación del área de Expresión Gráfica en la Ingeniería y del grupo de trabajo de “Biomecánica y Ergonomía” del departamento de Ingeniería Mecánica y Construcción en la que mis tutores desarrollan su actividad, se dedica en una de sus líneas al diseño ergonómico de herramientas. Dicha oportunidad quedaba reforzada por la participación en un proyecto de investigación del Plan Nacional de I+D+i (Ref. DPI2005-07150), con la participación de la empresa de herramientas BELLOTA. Así pues, el interés y la oportunidad dieron lugar al planteamiento de una tesis que aborda un aspecto importante en el diseño de herramientas: el valor del significado atribuido a herramientas y su connotación afectiva emocional. El problema que aborda la tesis tiene particular importancia por su posterior inclusión en el ciclo de diseño. Satisface, por tanto, una necesidad, y a buen seguro, contribuirá a la mejora del diseño de herramientas para profesionales y usuarios en general.

1.2 Diseño de herramientas orientado al usuario El término diseño ha estado relacionado durante mucho tiempo con el arte. Hoy, sin embargo, el diseño está generalmente considerado como una actividad racional susceptible de ser planificada y dividida en fases o etapas. Tal como señala Hubka, (1993) el diseño de ingeniería es el proceso en el que se aplican técnicas variadas y principios científicos con el propósito de definir un dispositivo, un proceso o un sistema hasta un nivel de detalle que permita su realización física. En nuestro caso, el dispositivo no es otro que una herramienta. Etimológicamente, el término herramienta proviene del latín “ferramenta”, y es definido por el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (DRAE) como instrumento o utensilio. En su uso común, no obstante, se considera que herramienta es el objeto que facilita una tarea y que precisa la aplicación de una energía o manipulación por parte de un usuario. La vinculación de las herramientas con el ser humano es primordial, pues se convierten en una prolongación más del cuerpo humano que permite facilitar la tarea o actividad con menor esfuerzo y mayor eficacia. La importancia de esta vinculación es tal que en el ámbito del diseño se toma el cuerpo como la base para la interrelación y experiencia con los productos (Van Rompay et al., 2005). Además, debemos señalar que las herramientas nos ayudan a transformar el medio y a progresar en la vida. Como señala Mumford (1971), convierten la energía en trabajo e incrementan las capacidades mecánicas y sensoriales en el ser humano. A manera de ilustración de la simbiosis entre herramienta y usuario, podemos considerar que la mano es quizás el diseño de la herramienta más transcendente y versátil de la perfecta máquina que es el ser humano. Actúa de pinza, golpea y arrastra, sujeta o manipula y es recipiente o parasol. Señala e indica y actúa como instrumento de medida siendo fina, exacta y sensible. Así, el diseño de herramientas se ocupa de definir, desarrollar y fabricar un utensilio

capítulo 1. Introducción 21

adecuado para una tarea y acorde con principios antropométricos, de seguridad y usabilidad que satisfagan las necesidades y requisitos funcionales demandados por el usuario. Hasta la fecha, las metodologías de desarrollo de productos con participación del usuario se han centrado principalmente en la solución de problemas funcionales, asociados a una función determinada, cuantificable y percibida como tal por el usuario (Page et al., 2001). Por ejemplo, los estudios ergonómicos de herramientas han sido frecuentes en los últimos años, porque su aplicación en su diseño ayuda a conseguir herramientas más cómodas y eficientes para trabajar, y más saludables a largo plazo. Las herramientas mal diseñadas para el trabajador o para la tarea pueden originar, además de una disminución del rendimiento de la tarea, un aumento del riesgo de lesiones. Pero, los estudios ergonómicos sobre herramientas desarrollados hasta la fecha se han basado principalmente en la medición de parámetros fundamentalmente biomecánicos (posturas, fuerzas y vibraciones), y han incluido a veces la medición de la comodidad utilizando tests subjetivos sobre la percepción de molestias o incomodidad (Andersson, 1990; Kilbom et al., 1993; Sperling et al., 1993; Kadefors et al., 1993; Bohlemann et al., 1994; Kadefors y Sperling, 1998; etc.). A este respecto cabe destacar que el grupo de Biomecánica y Ergonomía de la Universitat Jaume I de Castelló ha desarrollado metodologías de ensayo de herramientas desde un enfoque global de evaluación (Vergara et al., 1997; Pérez et al., 1997; Pérez et al., 1998; Vergara et al., 2004). Otros aspectos del diseño de herramientas no han recibido la misma atención. Cuando se diseñan productos maduros, que han sido objeto de estudios biomecánicos y ergonómicos en numerosas ocasiones, como son las herramientas, los aspectos funcionales, pese a ser de vital importancia si no están bien resueltos, dejan paso a otro tipo de valores percibidos por los usuarios. A modo de ejemplo, ante dos herramientas de idénticas especificaciones técnicas para realizar la tarea objetivo y que cumplen de igual manera las exigencias de la normativa vigente sobre seguridad, una de ellas puede ser percibida por el usuario como insegura. La consecuencia será que el usuario estará poco preocupado por producir y más preocupado por su seguridad. Todo lo expuesto permite plantear la hipótesis de que implementar los planteamientos de los métodos para medir el significado de productos en el estudio y diseño de herramientas supondrá una mejora en el diseño que deberá ser percibida por los usuarios.

1.3 ¿Qué es la semántica del producto? (SP) El término semántica, etimológicamente del griego semantikós, significativo, puede definirse como el estudio del significado. De hecho, en el área de la lingüística, la semántica hace referencia al estudio del significado de las palabras, frases y textos.

22

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

El término producto, del latín productus, participio pasivo, o de productum, participio de producere, significa hacer salir, criar. Se entiende como resultado de la fabricación o elaboración de una cosa útil. Tradicionalmente, el producto es considerado como un bien tangible, aunque hoy el concepto se aplica también a servicios (bancarios, mensajería, mantenimiento, soporte,….) con valor económico y obtenidos por una organización del trabajo. Por lo tanto, producto es un “bien”, resultado del homo faber, diseñado y fabricado en un tiempo y en un lugar y que tiene como finalidad satisfacer una necesidad. La unión de ambos términos conforma el concepto “Semántica del Producto” (SP), que fue definido por Krippendorff y Butter (1984) como el estudio de las cualidades simbólicas de formas hechas por el hombre en el contexto de su uso y la aplicación de su conocimiento para el diseño industrial. La SP no sustituye, sino que complementa a las metodologías de diseño más “tradicionales”, que se encargan de resolver los aspectos funcionales. Presta atención a las relaciones y expectativas del usuario, es decir, considera al producto como un portador de mensajes, compuesto de formas y funciones, capaz de generar recuerdos, deseos, emociones y sentimientos. Así pues, la SP trata de que los diseñadores industriales utilicen conscientemente los significados de los productos con el fin de obtener nuevos productos pensados para el usuario. Pero ¿cómo medir el significado de los productos? Se parte de que todos los objetos o productos industriales, como señaló Barthes (1993), deben ser considerados como signos de lo que hacen, y lo que hacen les otorga una significación. En este proceso intervienen los sujetos, el significante o soporte, que es el producto en sí -unas tijeras, supongamos- y el significado, es decir la actividad y función -cortan papel-. El significante asociado con el significado da lugar al signo, que, en este caso representaría a unas tijeras domésticas, industriales o de juguete, según lo perciba el sujeto a la vista del contraste de su experiencia con los atributos, características y dimensiones técnico funcionales que posee dicho signo. Entre los componentes del signo pueden establecerse tres tipos de relaciones: la sintaxis -establece las relaciones formales, vincula las partes, su forma, su orden y su composición-, la semántica -relaciona el signo con su significado, nos proporciona el sentido de los objetos, subraya lo emotivo- y la pragmática -relaciona el signo con el sujeto: es la dimensión de la lógica, el uso, la función, el grado de éxito, el destino-. Tradicionalmente, las dimensiones sintáctica y pragmática están completamente desarrolladas y aplicadas en los productos comerciales, es decir, que los ingenieros tienen un conocimiento apropiado para elegir los materiales para diseñar la geometría de las diferentes piezas a ensamblar y para seleccionar los elementos estándar adecuados para conformar los requisitos establecidos en el diseño. Sin embargo, los métodos para implementar la dimensión semántica no están tan desarrollados. Uno de los trabajos más tempranos para medir el significado de los productos es el de Diferencial Semántico (DS), (Osgood et al., 1976): ante un objeto o imagen del mismo se solicita a un grupo de sujetos que emitan un juicio subjetivo. El juicio se

capítulo 1. Introducción 23

hace sobre pares de adjetivos opuestos (por ejemplo cómodo/incómodo) y según una escala con graduación numérica. Su posterior tratamiento y cuantificación permite obtener una valoración perceptiva de la cuestión estudiada. La aplicación de la medición del significado al diseño de productos de consumo hasta la fecha es amplia e interminable, baste como ejemplo su aplicación en mobiliario urbano (Maurer et al., 1992), en sillas de oficina (Hsiao y Chen, 1997), automóviles (Hsiao y Wang, 1998),en el diseño de mascotas para juegos deportivos (Lin et al., 1999), teléfonos de sobremesa (Hsu et al., 2000), en productos electrónicos (Chuang y Ma, 2001), teléfonos móviles (Chuang et al., 2001), en impresoras (Chang y Van, 2003), copas de mesa (Petiot y Yannou, 2003), picaportes (Hsiao y Tsai, 2005), calzado (Alcántara et al., 2005), productos inmobiliarios (Llinares y Page, 2007) o altavoces de computadora (Artacho et al., 2008). La aplicación en productos comerciales e industriales se centra exclusivamente en los estudios de asientos para maquinaria de obras públicas (Nakada, 1997), en el estudio de confort en herramientas (Kuijt-Evers et al., 2004) o en interruptores de máquinas (Shutte y Eklund, 2005). En la actualidad, las nuevas propuestas definidas como “Diseño orientado al usuario” o el “Diseño emocional” incorporan las demandas y preferencias del usuario en el proceso de diseño. La IK (Ingeniería Kansei), es fiel exponente de este planteamiento: se trata de una tecnología ergonómica para el desarrollo del producto orientada a las necesidades y sentimientos del consumidor. La IK permite producir nuevos productos basados en los deseos y demandas del consumidor. Hay, por tanto, expectativas razonables para pensar que la incorporación de dichas metodologías puede ser trasladada al diseño de herramientas. En otras palabras, el usuario ya no sólo valora en un producto su funcionalidad, usabilidad, seguridad y adecuado precio, sino también las emociones y sentimientos que le aporta, el grado de equilibrio logrado y el sentido que su posesión le otorga en el sistema social al que pertenece. Para medir estas percepciones deben utilizarse procedimientos de medida específicos, y los planteamientos de la SP pueden dar respuesta a esta necesidad.

1.4 Aplicación de la medición del significado al diseño de herramientas El éxito contrastado de la SP en productos de consumo, además de su casi nula aplicación en productos comerciales, hace pensar que la aplicación de la SP a herramientas podría producir un considerable y positivo avance en su diseño, que permitiría incorporar la dimensión semántica, una dimensión de la que adolece este campo. Por otra parte, el usuario de herramientas no solo es aquel que pertenece a un entorno productivo. Las nuevas tendencias sociales nacidas del estado del bienestar y del tiempo libre, los nuevos consumidores de los grandes centros de bricolaje, los estudiantes de enseñanzas técnicas y profesionales así como los aficionados en

24

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

general, conforman nuevos perfiles de usuarios de herramientas. Existen diferencias individuales como resultado del desarrollo de las disposiciones biológicas heredadas y de la interacción en un entorno social concreto. También influyen las competencias académicas, profesionales y laborales que desarrollamos en nuestro quehacer. Todos estos factores constituyen variables que conforman nuestro dominio cognitivo y emocional y configuran diversos perfiles de usuarios. Por todo lo expuesto cabe concluir, en lo que se refiere a la aplicación de la medición del significado al diseño de herramientas, lo siguiente: • que las necesidades subjetivas y emocionales del usuario son detectables y definibles, y susceptibles, por tanto, de incorporarse en el proceso de diseño, garantizando así la participación del usuario. • que existen métodos relativos a la medición del significado de los productos de consumo bien definidos. • que actualmente la aplicación de métodos relativos a la medición del significado en el diseño de productos comerciales y, en especial, a herramientas es prácticamente nula. • que no hay evidencias que impidan estudiar las herramientas como productos comerciales con los planteamientos de los métodos de la medición del significado utilizados en los productos de consumo, por tanto cabe investigar cómo puede hacerse y qué puede aportar la medición del significado en el diseño de herramientas. • que las herramientas son bienes consumibles por diversos perfiles de usuarios, que es posible que atribuyan a las herramientas diferentes significados. Este hecho constituye un aspecto interesante y primordial que, si bien puede implicar una limitación en la aplicación de los métodos de medición del significado, es justamente un reto y objetivo fundamental para acomodar los deseos y demandas de todos los usuarios. En consecuencia, puesto que el desarrollo científico y técnico de la medición del significado en los productos de consumo es amplio y considerable, y dado que las aportaciones realizadas son interesantes y beneficiosas, se presenta como factible y deseable la aplicación e inclusión de la medición del significado en el diseño de herramientas.

1.5 Estructura de la tesis El método de trabajo seguido para comprobar que la medición del significado en el diseño de herramientas es factible y beneficiosa ha consistido en diseñar y ejecutar diferentes estudios encaminados a validar las distintas hipótesis.

capítulo 1. Introducción 25

Así, a lo largo de la tesis se estudian dos tipos de herramientas muy diferentes entre sí. En los inicios de la tesis y con el fin de poder comprobar que la SP era pertinente y aplicable en herramientas se escogió un centro de mecanizado, es decir, una herramienta automatizada y flexible utilizada en industrias transformadoras. Una primera razón para escoger los centros de mecanizado es que se trata de productos a los que tradicionalmente no se les ha asignado ninguna vinculación con aspectos no funcionales. Una segunda razón es la diversidad de perfiles de “usuarios” que se relacionan con estas máquinas: operadores, preparadores y gestores. El operador precisa más destreza en procedimientos que conocimientos cognitivos para su interacción. El preparador o técnico especialista, precisa un elevado dominio de conocimientos científico-técnicos, que le convierten en usuario con alto nivel cognitivo. Y el gestor ve en la máquina herramienta una forma o estrategia de abaratar tiempos y costes, facilitar la calidad y ampliar ganancias añadiendo valor a su producto. Tras concluir el estudio de los centros de mecanizado, y dado que se deseaba obtener la máxima generalización para contemplar las infinitas tipologías de herramientas y los diversos perfiles de usuarios, se buscó una herramienta muy diferente y se escogió el martillo. Se eligió por ser una herramienta manual: la energía física y nivel cognitivo que se precisa para su uso es fácilmente asumible por cualquier usuario. Posee un alto nivel de especialización para un orfebre, chapista o picapedrero y a la vez flexibilidad según sea utilizado por un aficionado para romper una nuez o introducir un taco. Es, por tanto, una herramienta que atañe tanto al ámbito comercial como al del consumo, así como transversal a cualquier edad, formación y status (aficionado, estudiante o jubilado). Estudiando herramientas tan distintas se ha pretendido que las metodologías apropiadas para diseñarlas sean representativas de los dos casos extremos que se pueden presentar. Además, cubren tanto el ámbito del consumo como el comercial. Finalmente, han permitido observar y contrastar el significado que los distintos perfiles de usuarios otorgan a las herramientas. En tercer lugar, para comprobar la influencia de los diferentes tipos de usuarios se desarrolló un experimento orientado a medir las diferencias de percepción entre distintos perfiles de usuarios. Por último, se diseñó y ejecutó un cuarto estudio encaminado a determinar las diferencias de percepción según el grado de interacción y tipo de modalidad sensorial interviniente. El contenido de la tesis se explica y se organiza a lo largo de cinco capítulos, a saber: El capítulo 1 explica la trayectoria y el contexto investigador, científico, técnico y conceptual del tema de la tesis. Pone énfasis en la originalidad del tema y en

26 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

la relevancia del mismo para su inclusión en el ciclo de diseño y productivo de herramientas. El capítulo 2 describe la revisión bibliográfica realizada y fija las innovaciones y avances que afectan a los objetivos planteados. El capítulo 3 enuncia el objetivo general y los objetivos específicos que se pretenden alcanzar. También se describen brevemente las estrategias metodológicas empleadas. El capítulo 4 presenta los estudios realizados para la validación de los objetivos planteados. Se especifica el proceso, material, métodos y resultados alcanzados. Estas validaciones constituyen la fase experimental y, a modo de resumen, han consistido en: • La primera validación describe y estudia la percepción de centros de mecanizado (como ejemplo representativos de máquinas automatizadas y flexibles). Distingue distintos perfiles de usuarios: gestores, profesores universitarios especialistas en procesos de gestión y producción y operadores. • La segunda validación ha consistido en describir y desarrollar, a partir de una taxonomía de “adjetivos semánticos”, el proceso de obtención, selección y clasificación de descriptores para un DS de martillos. • La tercera validación ha consistido en describir y estudiar tanto las diferencias como semejanzas en la percepción de un conjunto diverso de martillos con cuatro perfiles de usuarios: profesionales, aficionados, estudiantes y diseñadores. • La cuarta validación ha consistido en describir y estudiar las diferencias de percepción según el grado de interacción y según el tipo de modalidad sensorial interviniente -ver una foto, ver la herramienta al natural, tocarla y usarla- que tenían tres perfiles de usuarios: profesionales, aficionados y estudiantes. El capítulo 5, finalmente, presenta las conclusiones alcanzadas y a los resultados obtenidos. Plantea, además, futuras aplicaciones. Por último detalla las publicaciones derivadas del trabajo de esta tesis. Considero que los resultados contribuirán al diseño y desarrollo de herramientas, permitiendo una mejora en la interacción significativa y emocional del usuario, asimismo deseo destacar mi compromiso de completar la divulgación de los resultados obtenidos a la comunidad científica y académica. Por otra parte, confío en que lo alcanzado interaccione con otros agentes y profesionales, también que se permeabilice en otros campos y saberes de manera que haga posible la extrapolación a otros productos y contextos, así como la implementación en los procesos establecidos en el ciclo productivo de la ingeniería.

28

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Torre de Babel. Manuscrito del siglo XV La Torre de Babel. Iluminación del manuscrito MMW, 10 A 12 = San Agustín. La ciudad de Dios, c. 14101412. Folio 93v. Koninklijke Bibliotheek. La Haya. http://jmmlimia.wordpress.com/category/cultura/page/3/  

capítulo2. Revision bibliográfica 29

En este capítulo se presenta el estado del arte de la Semántica del Producto (SP), atendiendo a cinco apartados y unas conclusiones finales, a saber: 1.- La participación del objeto o producto en la construcción del significado. 2.- La participación del usuario en la construcción del significado. 3.- La influencia de factores extrínsecos o coyunturales. 4.- Semántica del producto, conceptos y aplicaciones. 5.- Diseño de herramientas orientado al usuario.

2.1 La participación del objeto o producto en la construcción del significado Según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), el término objeto significa arrojado contra, cosa que existe fuera de nosotros mismos, cosa colocada, y de carácter material: es decir, todo lo que se ofrece a la vista y afecta a los sentidos. Por lo general, el término objeto es utilizado en ciencias sociales y denota a todo aquello que puede ser materia de conocimiento o sensibilidad de parte de un sujeto (DRAE) y se refiere a cualquier cosa con entidad. El término producto se refiere a la cosa producida y desarrollada en el ámbito de la ingeniería del diseño y fabricación. Se comercializa y en manos del usuario se convierte en instrumento para satisfacer una necesidad. Interactúa en nuestras vidas, condiciona y configura nuestra actividad y que nos sitúa en ámbitos de convivencia. A lo largo del texto se utilizará preferentemente el término producto salvo en los casos en que por necesidad semántica o por respetar al contexto del autor que se cite se utilizará objeto. Hechas estas precisiones, se describen a continuación las principales aportaciones bibliográficas de la relación del producto como elemento de comunicación cuyo fin es el de justificar los principales rasgos del producto relevantes para la construcción del significado: • Se revisan los tipos de productos y los intentos de configurar una taxonomía de los objetos, para comprobar que no existe hasta la fecha ninguna taxonomía con validez universal. (Su argumentación y justificación queda descrita en el epígrafe 2.1.1) • Se analizan las funciones del producto, y se justifica que el modelo teórico de Gross (véase Bürdek, 1994) —que considera la funciones de uso, estético-formales, indicativas y simbólicas— nos permite aproximarnos a una explicación razonada

30

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

de las funciones que puede desempeñar un producto. (Su argumentación y justificación queda descrita en el epígrafe 2.1.2 y sus respectivos subapartados) • Se justifican las relaciones entre el producto y la comunicación. Se expone la necesidad de considerar al objeto como un signo y, por tanto, sujeto a un sistema semiológico constituido por tres dimensiones: sintáctica, semántica y pragmática. Pese a ello se argumenta que el objeto se percibe como un todo coherente y que participa en la vida social del individuo. (Su argumentación y justificación queda descrita en el epígrafe 2.1.3 y sus respectivos subapartados) • Y por último, se revisan los trabajos que han indagado, con poco éxito, sobre el modo de obtener un alfabeto perceptivo que haga corresponder un conjunto de palabras con un conjunto de formas y características de un producto. Aunque el problema del alfabeto perceptivo está lejos de conseguirse, hay aproximaciones interesantes al respecto. En concreto, se enumeran los aspectos que inciden en la variable estética y los factores o dimensiones subyacentes entre el usuario y la estética del producto. (Su argumentación y justificación queda descrita en el epígrafe 2.1.4) De todo ello se concluye que: 1) no hay una taxonomía reconocida para clasificar a los productos, aunque la distinción que aportamos entre productos de consumo y productos comerciales es relevante para el objetivo de la presente tesis; 2) los objetos no solo poseen funciones prácticas sino también estéticas, indicativas orientándonos en su uso, y especialmente simbólicas conectándonos con los valores del contexto socio-cultural; 3) todo objeto es un todo coherente y participa en la vida social del usuario, por tanto es un vehículo para la comunicación, y 4) forma y función están interrelacionadas, por tanto han de sintonizarse para la correcta lectura y significación que realizará el usuario.

2.1.1 Tipos de productos Definir y clasificar ha sido siempre un objetivo de todas las ciencias y ámbitos de actividad, y el de los objetos o productos no está exento de esa necesidad. (Moles et al., 1971). En 1968 se publicaba la primera edición en francés del libro de Jean Baudrillard El sistema de los objetos (1981), en el que el autor postulaba que “los objetos cotidianos proliferan, las necesidades se multiplican, la producción acelera su nacimiento y su muerte, y nos falta un vocabulario para nombrarlos”, indicando con ello el exacerbado crecimiento del número y tipos de objetos. Al respecto, y en un intento de configurar una taxonomía de objetos, el mismo Baudrillard (1981) a lo largo de su libro habla ya del objeto industrial frente al artesanal, y Moles (1975) según su experiencia inmediata los considera consumibles, tal como el periódico o la lata de conserva o no consumibles, tal como el plato o la silla. El mismo Moles los clasifica también en función de la escala humana, (átomo,

capítulo 2. Revisión bibliográfica 31

microbio, vestido, coche…), o en cuanto a su percepción táctil en cuatro tipos, en primer lugar aquellos objetos en los que se penetra tal como la casa, coche, es decir, maxiobjetos; en un segundo lugar aquellos objetos de nuestra talla o semimóviles, como los muebles, es decir en la esfera del gesto; en un tercer lugar los objetos sostenidos por los precedentes y que pueden cogerse con la mano como los platos, vasos, libros. Y finalmente los microobjetos que se toman entre dedos, tales como la pluma, llavero o encendedor. También Hsiao y Chen (2006) considera tres categorías de producto en función del tamaño: grandes (automóviles), medianos (sofás) y pequeños (hervidores). Por otro lado, en un intento de clasificación según las relaciones psicológicas con el usuario, A.G. Rao (1984), apuntó cinco categorías de productos: para necesidades diarias, para necesidades familiares, de uso profesional, para el sector público y de finalidad religiosa o ritual. Otros autores, los clasifican en tres categorías en función del beneficio que producen, a saber: productos dirigidos al usuario; productos dirigidos a la tecnología y productos mezcla de ambos (Ulrich y Eppinger, 1995). Algunos autores, como Moles (1975), plantean una clasificación según su complejidad funcional (dimensión de sus usos) o estructural (dimensión cuantitativa de elementos). Page et al. (2001) denomina “productos de alta cultura” a los generados a partir de la Ingeniería Kansei y Chang et al. (2007) cita los productos maduros para referirse a teléfonos móviles o automóviles. En la literatura científica abunda la denominación de productos dirigidos a usuarios para ámbitos específicos. Se distinguen los productos comerciales, a los que algunos autores como Hultink (1997) denominan industriales, frente a los denominados de consumo o cotidianos (Kanis, 1998), que son para satisfacer necesidades para todos. A este respecto la norma ISO 20282-1 habla de productos cotidianos y Martínez et al. (2007) de utilitarios frente a los productos hedonistas. Concluimos que, tal como muestra la variedad de clasificaciones propuestas, no existe hasta la fecha ninguna taxonomía con validez universal. Concluimos también que la clasificación más relevante para el objetivo de la presente tesis es la que distingue entre los que nosotros denominamos productos comerciales y de consumo. Consideramos como productos comerciales a las herramientas ubicadas y utilizadas en entornos productivos e industriales, y como productos de consumo, a las herramientas que satisfacen una necesidad personal en el ámbito de lo privado.

2.1.2 Funciones del producto Si ponemos el énfasis en las funciones del producto, adoptamos una metodología funcionalista. Bürdek (1994) adoptó una diferenciación de las funciones específicas del diseño y un modelo conceptual que había sido inicialmente propuesto por Jochen Gros en su obra Grundlagen einer Theorie der Producktsparche (En alemán, Fundamentos de una teoría comunicativa del producto, Gros, 1983), y que ha

32

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

demostrado su validez desde hace años (ver figura 2.1). Es decir, todo producto satisface la necesidad requerida por el usuario y también nos comunica otros aspectos que completan su función y que condicionan el significado que le atribuimos.



Figura 2.1 Adaptación del modelo de las funciones de un producto, tomado de Bernhard E. Bürdek.

Si bien este modelo teórico puede tacharse de simple, posee un carácter interpretativo que nos permite aproximarnos a una explicación razonada de las funciones que puede desempeñar un producto. Asimismo permite ilustrar la necesidad de poseer un lenguaje común para la correcta significación de las funciones que posee todo producto. A continuación se describe el significado de cada una de estas funciones y se reseñan aquellas referencias que consideramos más relevantes en el estudio de las mismas. 2.1.2.1 Las funciones prácticas o de uso Que el martillo golpea, la tijera corta y la grapadora une no cabe la menor duda. Y que sus agarres permiten y facilitan su uso, tampoco. Pero también podemos afirmar que no todos los usuarios usarán de la misma forma el agarre de dichas herramientas y en consecuencia no lograrán el uso óptimo de ellas. Como señaló Gibson (1974), “un sujeto tiene que encontrar un sitio para sentarse antes de sentarse a pensar”. De la misma manera podemos conjeturar que el objeto ha de comunicar qué debe hacer el usuario y cómo usarse antes de ser usado. Con respecto a las funciones prácticas de un producto, cabe destacar las aportaciones de Karl Krippendorff (1989) las cuales tienen relación con lo que Gibson (1979) denomina “affordances”, definidas como la capacidad de sugerir su uso, o prestaciones en el sentido de cómo podría utilizarse el objeto (Norman, 1990). La usabilidad ha sido desarrollada ampliamente por Nielsen (1993) para el desarrollo de interfaces. Pero en el ámbito de los productos, y con el fin de de evaluar la usabilidad objetivamente, es la norma ISO 9241 [ISO 9241-11,1998] la que ha establecido un sistema de medidas cuantitativas que permiten describir la óptima interacción del usuario con el producto.

capítulo 2. Revisión bibliográfica 33

2.1.2.2 Las funciones estético-formales Hacen referencia a los aspectos que pueden considerarse independientes del significado de su contenido (Bürdek, 1994). En terminología semiológica, como veremos, hacen referencia a la sintaxis, es decir, a la forma. Partiendo del funcionalismo, se empleó el concepto de diseño aditivo, para indicar un producto hecho a base de la reunión de diferentes piezas (inicios de la industrialización). Con posterioridad, alrededor de los 60, apareció el diseño integrativo, que se caracterizó por la transición de formas: es decir, los componentes ya no se separan, sino que se conectan formalmente. Finalmente, en el diseño integral domina la forma, y a ella se subordina el resto de elementos. En la figura 2.2 se muestran ejemplos del tipo de diseño utilizados en esas herramientas. aditivo

integrativo

integral

Figura 2.2 Martillos y grapadoras diversas que expresan el tipo de diseño utilizado.

2.1.2.3 Las funciones indicativas Se relacionan con las funciones prácticas de un producto, visualizan, limitan o indican el proceso o camino a seguir para una determinada acción facilitando el uso o explicando su manejo. Las interacciones entre materiales, color, textura, construcción, manejo y especificaciones técnicas son también factores de las funciones indicativas. En la figura 2.3 se muestran algunas de las estrategias indicativas, planteadas por Richard Fischer (en su obra “La función indicativa”, en Fachbereich Produktgestltung, ed. al cuidado de la Escuela Superior de Diseño, Offenbach, 1978) (Bürdek, 1994) aplicadas a un mando de vídeo. Delimitación Contraste Estructuras superficiales Formación de grupos Contraste de colores Orientación Solidez Estabilidad Versatilidad y ajustabilidad Manejo Precisión Relación con el cuerpo

Figura 2.3 Carátula de mando a distancia en la que se observan algunas de las estrategias formales para presentar, entre otras, las funciones indicativas: delimitación, formación de grupos, contraste de colores.

34

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

En un estudio realizado por Langrish y Huang (1996) se encontraron estereotipos de formas que indicaban al usuario la función que debía realizar. Por ejemplo una palanca le “dice” al usuario “empújame”, una rosca “gírame” o una ranura “introdúceme”. 2.1.2.4 Las funciones simbólicas La aproximación a las funciones simbólicas es un aspecto que tiene que ver con la cultura y el individuo. Los significados simbólicos sólo se pueden extraer del contexto sociocultural en cuestión, y remiten a diversos contextos, de manera que funcionan como mensajes de fondo. Como ejemplo, las diferentes tijeras (figura 4) conllevan un contexto y perfil profesional diferente.

 

Figura 2.4 Los productos deben satisfacer exigencias funcionales o ergonómicas, pero también han de simbolizar el perfil y la categoría profesional de su usuario.

Así, los productos se convierten, por medio de asociaciones mentales, en símbolos de su contexto de uso según la situación histórica y cultural en que se encuentren. En consecuencia, puede decirse que en las funciones simbólicas del producto destaca el contexto sociocultural y sus valores imperantes.

2.1.3 Producto y comunicación Desde que nacemos el objeto o producto constituye uno de los datos primarios del contacto del individuo con el mundo. Es fruto de una cultura, y satisface una necesidad. Posee un carácter pasivo e independiente y unas dimensiones acorde con la escala humana. Dota a nuestra existencia de conciencia, nos propone aprendizajes, emociones y sentimientos, y sometido a nuestra voluntad, nos acompaña en cualquier proceso relacional. Veamos pues cómo el producto se conforma en nuestras vidas. 2.1.3.1 El objeto como signo de un sistema semiológico A cualquier tipo de manifestación se le denomina señal o signo, y evoca o representa en el entendimiento una idea de otra cosa. Fue C.S. Peirce (1839-1914) quien acuñó el término semiótica y Ferdinand de Saussure (1857-1913) el de semiología. En ambos casos, su función es el estudio de los signos en la sociedad, atribuyendo el Diccionario de la Real Academia Española idéntico sentido a ambos términos. El uso de uno u otro término a lo largo del texto se utilizará respetando la fuente o el autor que lo cita.

capítulo 2. Revisión bibliográfica 35

Partimos de que la semiología tiene por objeto todos los sistemas de signos: las imágenes, los gestos, los sonidos, los objetos, etc. Si bien los objetos no constituyen un lenguaje formalmente, al menos, son un sistema de significación. Aceptamos que los objetos y productos industriales son signos y, por tanto, dependen de un sistema semiológico. Así pues, el objeto participa en nuestra vida e interviene en los procesos comunicativos representando o sustituyendo una idea. Como señala Quarante (1992), “si consideramos un objeto como una de nuestras ideas y representamos todos los efectos imaginables a ese objeto, entonces nuestra idea de objeto es la suma de las ideas de todos sus efectos”, es decir, nuestra idea de objeto es el conjunto de previsiones de utilización. En dicho sistema semiológico intervienen tres elementos, lo que Peirce (citado por Quarante, 1992), distingue como las tres categorías del signo: los sujetos (interpretante), la cosa significada (objeto) y el representante o significante (signo tal como se presenta). 2.1.3.2 Dimensiones del sistema semiológico Tal como estableció Morris en su obra Foundations of the Theory os Signs (1938) (citado por Bürdek 1994), la semiótica posee tres dimensiones. Hay autores que a dichas dimensiones las denominan factores (Guiraud, 1960) o niveles (Pignitari, 1977), pero parece más adecuado en el ámbito del diseño utilizar el término dimensiones, como señala Quarante (1992). La sintaxis, la semántica y la pragmática conforman las tres dimensiones del sistema. • La sintaxis es el conjunto de relaciones que existe entre las unidades (palabras, signos, símbolos, piezas, componentes). Es la estructura del producto, un conjunto geométrico y organizado en el espacio. Se ocupará de la composición de las relaciones, combinaciones y ordenación de las partes (cada una de ellas a su vez es un signo). La sintaxis prioriza lo tecnológico, en el sentido de que describe normativamente los elementos que forman el sistema. En la figura 2.5 se puede ver la descripción semiológica de un cúter.

sintaxis signo

pragmática

semántica

Cabeza universal Suavidad de la zona de agarre Se suministra con tres cuchillas Para cortes de precisión ................................................

De profesional Seguro Alta calidad Moderno ...................

Figura 2.5. Descripción semiológica de un cúter.

36

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

• La semántica nos proporciona el sentido de los objetos y nos permite transmitir una doble información: denotación (el significado, su sentido e inteligibilidad) y connotación (el valor social de la imagen, el rango, la carga simbólica, seducción visual). Entra en el campo de las emociones que produce el producto cuando interactúa con el usuario y los sentimientos que desarrolla. Si observamos la figura 2.6, denota que nos encontramos ante dos grapadoras, pero connota que frente a una profesional y moderna está una clásica y de sobremesa. Si observamos la figura 2.7 denota que estamos ante dos taladros manuales y automáticos pero uno connota pesadez y cierta repelencia frente al otro mucho más ligero y atractivo.

Figura 2.6 Grapadora profesional y moderna (izquierda) frente a la de sobremesa y clásica (derecha).

Figura 2.7 Taladro manual pesado y repelente (izquierda) frente a ligero y atractivo (derecha).

• La pragmática, fi nalmente, es la dimensión de la lógica, la función, el destino práctico del objeto, sus leyes funcionales, el uso que le damos, el grado de éxito. Se corresponde con las informaciones técnicas, las características y la descripción comercial, así como con los servicios y prestaciones que el usuario demanda. 2.1.3.3 El objeto como un todo coherente Como indica Bochenski (1979), las tres dimensiones del sistema semiológico presentan una determinada vinculación: la dimensión pragmática supone la semántica y la sintáctica, y a su vez la semántica supone la sintáctica. En cambio, la relación sintáctica no supone las otras dos. Además es posible estudiar la semántica sin atender a la pragmática.

capítulo 2. Revisión bibliográfica 37

Por todo ello, en la concepción y diseño de un producto se han de tener en cuenta los datos tecnológicos, la ordenación de sus componentes, la relación producto/ usuario, sus prestaciones, su significación y su carga simbólica. Es decir, la manera en que será aceptado, percibido y comprendido. Un producto bien pensado debería ser un todo coherente, tal como señala Quarante (1992). Si sólo se concede prioridad a una de sus dimensiones, se corre el riesgo de llegar a soluciones desequilibradas, a soluciones que presenten desigualdades o irregularidades (disfunciones), debido a que se ha otorgado un peso excesivo a una dimensión en detrimento de las demás. Según se prime una u otra dimensión llegamos al formalismo (sintaxis), al estilismo (semántica) o al funcionalismo (pragmática). Al respecto Crilly et al. (2004) formuló tres categorías para describir la respuesta cognitiva a la apariencia del producto: la impresión estética, la interpretación semántica y la asociación simbólica. Dichas categorías tienen un paralelismo con los niveles de diseño que plantea Norman (2007): el nivel visceral corresponde a la apariencia, la impresión estética, los rasgos, las características físicas (sintaxis); el nivel conductual se basa en el uso, la función, la comprensibilidad, el placer, la efectividad del uso (pragmática), mientras que el nivel reflexivo corresponde con la imagen de uno mismo, la satisfacción, se centra en el mensaje, en la cultura, en los recuerdos del usuario, en la autoimagen y lo que pensarán de él, en el significado (semántica), en fin. 2.1.3.4 Participación del producto en la vida social A nadie se le escapa que la captación sensorial de las cualidades morfológicas de un producto, la valoración de sus funciones y las emociones que nos desencadena se da por la lectura e interpretación que hacemos de él en un entorno determinado. Como señala Demirbilek y Sener (2003) un producto nunca puede ser contextualmente neutro, de una u otra manera participa activa o silenciosamente mediando en nuestras relaciones. De su potencial comunicativo resulta interesante la aportación de Crilly et al. (2008), clasificando al producto en cinco categorías: como un texto, como parte de un sistema de señales, como instrumento de persuasión o discusión, como un componente de interacción social y como un mensaje entre emisor receptor. Como también señala A. Moles (1975), todo objeto es un medio para la comunicación, y en su rol se distinguen diversos aspectos: es portador de formas, es un signo, es un soporte de información que aporta reacciones y estimula reflejos, es facilitador del contacto que la persona mantiene con los demás y, por otra parte, permite la socialización y el aprendizaje de conductas sociales en el acto de comprar y consumir. Así pues, en ese contexto social aparece el objeto como mediador de las relaciones entre hombre y sociedad (Moles, 1975; Baudrillard, 1981; Barthes, 1993; Bürdek, 1994). Pero también la vinculación emocional de los usuarios con los objetos, sus

38

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

percepciones culturales y sus sistemas sociales de valores, proporcionan una ayuda valiosa para la comprensión de las necesidades de los usuarios (McDonagh-Philip et al., 2002). Por ejemplo, el usuario de AUDI en Alemania, señala Bürdeck (1994) es conservador de mediana edad, en USA es el automóvil preferido por los yuppis, y en Méjico es el símbolo de la alta tecnología. En este sentido, Desmet (2003) destaca que los japoneses sienten más admiración, satisfacción y fascinación por los modelos de coches que los holandeses. Todas estas aportaciones otorgan al objeto un componente social y por ende comunicativo representando la concreción de acciones del hombre en la sociedad.

2.1.4 Alfabeto perceptivo para el diseño del producto Ya hemos visto que todo producto precisa un equilibrio entre sus funciones. Así pues, forma y función han de subrogarse al significado para satisfacer las demandas y deseos del usuario. Pero, uno de los problemas de diseñar es que no existe un “diccionario de significados” (Bürdek, 1994), en el que a cada elemento de un producto le corresponda un significado. En efecto, como señala Crozier (1994), las respuestas de un individuo ante los productos, están influenciadas por la apariencia del producto (incluyendo tamaño, forma y color), así como por sus significados en el contexto cultural en que se sitúan y las funciones que desempeñan. De este modo, los consumidores esperan que los productos aporten además una satisfacción psicológica (Baxter, 1995) y expresen una imagen emocional (Jordan, 2000). Por tanto, poseer un código o alfabeto universal que hiciera corresponder un conjunto de palabras con un conjunto de formas y características de un producto sería muy atractivo y eficaz para los equipos de diseño. Aunque el problema del alfabeto perceptivo está lejos de conseguirse, hay aproximaciones interesantes: Como señala Baxter (1995) un producto es atractivo debido al reconocimiento con otros utilizados anteriormente, por una atracción funcional aparente que difiere de la función real, por una atracción simbólica, y finalmente por la atracción intrínseca. Así pues, la atracción como variable estética está condicionada por diversidad de aspectos, destacan: el tipo de producto (Van Bremen et al., 1999; Chang et al., 2007), la composición y relación de los elementos de la forma que posee el producto (Espe, 1992; Hsiao y Chen, 1997; Nakada, 1997; Hsiao y Wang, 1998; Chen y Chuang, 2003; Lai et al., 2005; Schütte 2005; Chang y Van, 2003), el tipo de material (Espe, 1992; Maurer et al.,1992), el color (Caivano, 1995; Grandis, 1985; Christofol, 1996; Chiazzari, 1999; Van Laar et al., 2002; Gual, 2008) o la textura (Lo y Chuang, 2003; Barnes et al., 2004; (Crochemore y Nesa, 2004; Choi y Jun, 2007; de Haro, 2007). Pero también encontramos aspectos no tan visibles tal como las relaciones morfológicas del producto con la percepción de rasgos del rostro humano (Windhager et al., 2008), la utilización de la sección áurea (Hsiao y Choi, 2004) o la consideración de los principios de la Gestalt (Proctor y Van Zandt, 1994).

capítulo 2. Revisión bibliográfica 39

La influencia de los aspectos señalados ha sido estudiada y expuesta por diversidad de autores y con diferentes productos pero sin llegar a conclusiones definitivas y concluyentes. No obstante, algunas aportaciones son interesantes para su consideración en el diseño de herramientas y en la explicación de la construcción del significado de ellas. Para Hsiao y Chen (2006) todo producto posee unas dimensiones subyacentes que despiertan en el usuario una respuesta afectiva según cuatro factores: el “factor moda”, el “factor emoción”, el “factor complejidad” y el “factor potencia”. Todos los factores pueden ser explicados por características de forma significativas, lo que Hsiao denominó significant shape features, salvo el factor moda puesto que ésta es más abstracta y se relaciona con el significado simbólico y con sensaciones placenteras. Para Chang et al. (2007) el atractivo de la forma puede describir mediante cinco dimensiones o factores latentes: el sentimiento estético, la novedad y moda, adecuación a la identidad, la función aparente y, el factor simbólico. Por último, para Lin et al. (1996) la explicación de la interacción simbólica usuario-producto puede realizarse a partir de dos factores: el primer factor denominado de percepción, es decir, la función del producto (práctico-decorativo), la personalidad del producto (típico-diferente) y la creatividad del producto (creativo-conservador); el segundo factor denominado de evaluación, es decir de preferencia a la creatividad en el diseño, tendencia práctico/decorativa y el valor del color. De todo ello se desprende que la estética, la interpretación semántica y la asociación simbólica así como el tipo y la función del producto son algunos de los aspectos a considerar. Se resume y afirma que los objetos agradables en términos estéticos nos habilitan para trabajar mejor, y si nos hacen sentir bien resultan más fáciles de manejar (Norman, 2007). También queda claro que ciertas características se perciben mediante sentidos que actúan antes de tocar (principalmente el color), mientras que otras características no se perciben hasta que no se entra en contacto con el objeto. Por tanto, la modalidad sensorial está relacionada con la percepción. Siendo un aspecto no estudiado en el diseño de herramientas, se considera de interés para el desarrollo de la tesis.

2.2 La participación del usuario en la construcción del significado En el apartado anterior hemos visto que sintonizar el lenguaje del producto con el de los seres humanos es complejo. Ahora nos centramos en el problema de sintonizar los lenguajes de los diferentes sujetos que intervienen en el proceso. En efecto, para la eficaz determinación de la relación usuario-producto, la interrelación de las funciones descritas en el punto anterior debe formalizarse a partir de un lenguaje común entre usuarios y otros agentes que participan en el diseño. Su importancia es conocida y reconocida pero parece complejo todavía sintonizar los lenguajes de los diseñadores con los de los usuarios.

40

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

De la trascendencia del lenguaje aplicado al diseño hay literatura interesante. Los diseñadores o los expertos en marketing, como señala Giannini y Monti (2003), utilizan cada uno un lenguaje diferente para comunicar aspectos relativos al diseño. Conceptos como la estética, el consumidor, la semiótica, la semántica o lo simbólico, entre otros, (Crilly et al., 2004) pueden resultar confusos. Es importante, pues, establecer definiciones precisas. El mismo Crilly apunta que a veces se desarrolla un nuevo lenguaje para conceptos que ya han sido descritos. Parece claro, por tanto, como sugiere Macdonald (1998), que el lenguaje de los profesionales de los factores humanos y el que utilizan los diseñadores para compartir ideas e información podría mejorarse. Si bien puede resultar humorística, la figura 2.8 caricaturiza como un proceso no sintonizado, es decir, carente de un significado común y compartido, puede producir transcripciones diferentes. Es decir, los distintos agentes que participan en el proceso de diseño leen, interpretan y comunican por medio del lenguaje las distintas percepciones o requerimientos que un usuario desea o requiere de un producto. El vendedor, diseñador o ingeniero de fabricación configura, a partir de su realidad, la de los otros.

Figura 2.8 Ilustración humorística de como distintos agentes que participan en el proceso de diseño describen un vehículo definido por un usuario como vehículo individual, para trasladarse de un lugar a otro por medio del propio impulso y guiado por medio de un manillar.

Es evidente que las necesidades y preferencias del usuario son preocupaciones primordiales en el desarrollo del producto. Para acercarse a las necesidades del usuario, tal como señalan R. Lin et al. (1996), los diseñadores tienen que explicitar los significados connotativos (lo que dicen sin verse) y denotativos (lo que dicen al verlos) de sus productos. El reto es sintonizar el modelo conceptual del diseñador con el modelo mental del usuario, como apunta Norman (2007). Pero ello no es tarea fácil, cada uno de los contextos o mundos en que nos situamos (familiar, laboral, el acto de compra, etc.), lo podemos considerar como un conjunto de realidades físicas y psicológicas, a las que únicamente atribuimos un significado en la medida en que cada uno de nosotros tomamos conciencia de esa realidad, en términos de su representación. Ese mundo entendido como la realidad absoluta —“lo real“, como la describe Lacan o “el todo” como lo denomina Bertalanffy (1976)— que no puede ser medido, ni verbalizado: es una red de interconexiones multidimensional, invisible y compleja (Moriello y Fritz, 2008), configurada por formas, tamaños, colores,

capítulo 2. Revisión bibliográfica 41

texturas, etc. y transformada en objetos y representaciones mentales. En la medida que interactuamos en esa realidad, obtenemos una experiencia que nos permite reelaborar nuevas representaciones. Por otro lado disponemos de una realidad inicial e interior, que está conformada por la interrelación de nuestra dimensión biológica y por el entorno socio-cultural en el que vivimos. Una mínima parte de aquella realidad exterior o absoluta se convertirá en estímulo captado por nuestros sentidos. Tras un corto pero complejo proceso, la mente genera una realidad ampliada y propia del momento (tiempo) y del contexto (espacio), lo que permite transformar aquella realidad inicial e interior. En palabras de de Haro (2008a), aquella realidad inicial transformada y ampliada en propia, está “disponible, configurada y utilizable”. La transición de una a otra realidad se da en un proceso singular, dinámico y permanente. Como señala de Haro la realidad (mi mundo) sería la interpretación que hace la persona de lo real (el universo). Este paso a la realidad propia está construido a través de factores o filtros que posee el individuo. Por tanto, es evidente que el usuario construye el significado siempre. Lo que ocurre es que diferentes usuarios construyen diferentes significados. Y, aun peor, que aun no tenemos todas las claves para desvelar como se produce ese proceso. En consecuencia, los diseñadores no saben cómo deben diseñar para desencadenar la construcción de significado que les interesa. Nótese que lo que pretendemos no es enseñar al usuario a construir el significado, sino enseñar al diseñador cómo construye el usuario los significados, para que el diseñador pueda utilizar ese conocimiento diseñando objetos que acaben transmitiendo el significado que pretenda el diseñador. Así, pues, el usuario es el otro polo en la construcción del significado. Sabemos que en la relación que establecemos con los objetos participan, factores cognoscitivos, intelectuales, psico-fisiológicos y emocionales, que pertenecen a variantes individuales y participan con intensidad variable e individualizada (Quarante, 1992). Su análisis es complejo, pero su conocimiento nos permite orientar nuestras actividades y facilitar en parte una explicación para conocer como se construye el significado y el comportamiento que los individuos realizamos con los objetos. En la literatura científica de la SP destacan principalmente un conjunto de aspectos que se han considerado en la presente tesis. A saber: • El primer contacto que realizamos con el entorno es por medio de los sentidos, siendo un conjunto de realidades físicas y psicológicas difíciles de medir y verbalizar que todavía posee interrogantes, en especial en el paso del estímulo a la percepción consciente. (Su argumentación y justificación queda descrita en el epígrafe 2.2.1) • La captación de estímulos sensoriales toma sentido solo en la medida que se sintonizan con nuestra realidad interior, con lo que conocemos, y se configuran a partir del lenguaje y la cultura. (Su argumentación y justificación queda descrita en el epígrafe 2.2.2)

42

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

• El individuo adquiere y atribuye el significado del objeto afectado por sus necesidades y deseos. (Su argumentación y justificación queda descrita en el epígrafe 2.2.3) • El entorno social constituido por valores y normas inciden también en el usuario, configurándole una actitud que le condiciona en la relación con el objeto. (Su argumentación y justificación queda descrita en el epígrafe 2.2.4 ) • Y no podemos dejar de lado que en la construcción del significado debemos considerar la respuesta emocional que se manifiesta y se desencadena ante un acontecimiento e influye en los pensamientos y conductas y determina sentimientos. (Su argumentación y justificación queda descrita en el epígrafe 2.2.5) • Finalmente la participación y destilación de estos factores constituyen y modelan una experiencia que describe diversidad de perfiles de usuarios y que se traslada a la toma de decisiones y afectan a la construcción del significado. (Su argumentación y justificación queda descrita en el epígrafe 2.2.6) A partir de estos aspectos se ha visto que 1) la percepción consciente está todavía por esclarecer, no obstante parece ser que la diversidad de estímulos provenientes del objeto y entorno configuran patrones neurales que se instalan en nuestra experiencia y nos permite responder a posteriori ante acontecimientos similares. 2) En dicha construcción participa el lenguaje y la cultura en la que se ubica objeto y usuario, 3) condicionado además por las necesidades y los deseos internos y 4) por los valores y normas imperantes en la sociedad. 5) Pero además participa al unísono la respuesta emocional ante los acontecimientos y queda impresa en nuestra experiencia a través de estados del cuerpo y mente que denominamos sentimientos y que nos permiten valorar y responder ante las situaciones en las que nos encontramos. 6) La interacción de estos aspectos conforma una diversidad de perfiles de usuarios que deben ser atendidos. Pasemos a continuación a argumentar y justificar los aspectos citados.

2.2.1 Los sentidos: paso previo en el contacto y encuentro con la realidad. A través de los sentidos realizamos el primer encuentro que establecemos con la realidad y nos proporcionan diferentes aspectos de ella. Los sentidos son transversales, lo que significa que están vinculados y son interdependientes unos con otros en distintos aspectos denominados multinivel (del órgano al cerebro), multimodal (por medio de cada sentido) y multidimensional (en cuanto a las dimensiones del cuerpo, mente y espíritu) (de Haro, 2008b). Así, nuestra mano, tan importante en la aprehensión de herramientas, es susceptible de captar, además de una presión o textura, otros aspectos, como la belleza, la funcionalidad o la seguridad. El contacto sensorial es un proceso complejo influenciado por filtros filogenéticos, ontogénicos, ecogénicos, sociogénicos y geogénicos que nos condicionan (de Haro, 2008a). Por ejemplo, la específica franja de operatividad de cada sentido o

capítulo 2. Revisión bibliográfica 43

la comunicación no verbal, la motivación, la atención o las emociones son algunos de los aspectos que se manifiestan como filtros que limitan la comprensión de la realidad. Todos esos filtros, sin embargo, cabe entenderlos como mecanismos de protección y de defensa creados por nuestra propia naturaleza para preservar y no deteriorar nuestro equilibrio interno. Se trataría, de un proceso por el cual el cerebro ha aprendido evolutivamente a discriminar del caos sólo aquello que requiere para sobrevivir, en realidad, afuera hay todo un caos lleno de cosas que nuestro cerebro no percibe porque no tiene necesidad de hacerlo para sobrevivir (Llinás, 2005). Posterior al contacto sensorial se estable un encuentro, es decir, una percepción consciente. Este proceso perceptivo puede entenderse como la transformación de la energía captada por los sentidos en señales nerviosas que informan de formas, colores, tamaños, etc, y que en contraste con lo que tenemos le denominamos concepto y lo definimos como manzana, martillo o ratón. El paso del estímulo al concepto, es todavía una incógnita, pero se asimila a una caja negra, de entrada y salida, definida como esquemas (Piaget, 1960; Mclelland y Rumelhart, 1986), modelo mental (Jhonson-Laird, 2000), constructos personales para Kelly (Botella, 1998; Feixas, 2001) o modelo conceptual (Norman, 2007) según postura científica. En ella se da una correspondencia psicofísica entre información y experiencia y que genera la percepción consciente. Y se da por el conjunto de detectores sensoriales situados por todo nuestro cuerpo y ayudan a construir patrones neurales que cartografían la interacción comprehensiva del organismo con el objeto a lo largo de sus muchas dimensiones (Damasio, 2005). Así pues a cada objeto le corresponde un patrón neural. Lo importante es que forma parte de nuestra estructura biológica, conforma el percibir, repercute en nuestra conducta y construye e interpreta los sucesos otorgándoles significado. No obstante hay esperanzas de que esa “caja negra” vaya desvelándose. Actualmente es posible rastrear ampliamente el cerebro y vincular actividades neuronales con tareas cognitivas, psicológicas o emocionales. En este sentido, se ha desvelado la existencia de la integración multisensorial en casi todas las áreas de la corteza (Bosch, 2007) y se afirma que la cooperación entre sentidos fortalece la percepción de un acontecimiento, mejora la respuesta y produce un fuerte efecto en los sentimientos y emociones (Picard, 1997). En definitiva, la participación de los sentidos es el paso previo y necesario en la construcción del significado y por tanto es necesario tenerla en cuenta, aunque sea poco conocida.

2.2.2. La manifestación y encuentro con la realidad a través del lenguaje y la cultura El lenguaje es una capacidad de representación simbólica que hace posible la comprensión y expresión de cuanto nos acontece, y que permite crear, desarrollar

44

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

y comunicar pensamientos y sentimientos, de manera que media en nuestras relaciones. La mayoría de teorías psicológicas y sociales vinculan al lenguaje con la construcción del significado y con las coordinaciones con el resto de individuos. El lenguaje nos permite evaluar y clasificar lo que acontece. Nos guía en el pensamiento: entender y pensar a partir del lenguaje es posible porque hemos internalizado palabras con significados y sentidos ya construidos que volvemos a construir y modificar. Por otro lado, el lenguaje posee limitaciones, actúa trasladando el mundo exterior a nuestro interior. Asimismo está sometido constantemente a una resignificación y, por ende, resemantización según el contexto y la relación que se establezca entre los individuos, es lo que Maturana (1995) designa como el “lenguajear”. El lenguaje posee, además, la grandeza de permitir la superación de la percepción del momento. Como señala Ruiz (2003), por medio del lenguaje podemos vivir el nivel de la experiencia inmediata y el de la explicación, como una dimensión de ordenamiento autorreferencial. Así el lenguaje nos otorga conciencia, nos presenta al momento el objeto y lo acontecido en el pasado. De este modo, al hacer presente las cosas que no lo están, el lenguaje enriquece la percepción. Otra de las riquezas que posee el lenguaje es la de mediador e inductor de relaciones. En cierta manera, las lenguas están creadas para adaptarse a la realidad del mundo en el que existen, ya que sólo los hablantes pueden ver en su realidad diferencias que resultan de suma importancia para su convivencia. Lo destacable es que “cada uno de nosotros” es constituido por percepciones individuales que deben de ser “traducidas”, es decir consensuadas, en términos de nuestras relaciones con los otros. Hay una “construcción” social de la realidad y una “construcción” individual. La realidad es por lo tanto individual y social, concreta y traducida en términos de lenguaje(s). Precisamente cuando Maturana (1996) habla de “lo social” se refiere a que nosotros los seres humanos existimos como tales en el lenguaje. Por esta razón, los sistemas sociales son sistemas de coordinaciones de acciones en el lenguaje, esto es, son redes de conversaciones, y participamos en diferentes sistemas sociales porque en nuestras conversaciones poseemos “dominios cognoscitivos diferentes”, como afirma Maturana. La cultura así considerada no es solo el acervo espiritual como señala Rodolfo Kusch (1977) es también una red de conversaciones que definen un modelo de vivir, e involucra un modo de actuar, un modo de emocionar, y un modo de crecer en el actuar (Maturana, 1995). La cultura es construida y específica, y distingue a los miembros de un grupo (MacDonald, 1998) a partir del mismo lenguaje. A la vista de ello podemos considerar que el lenguaje es creador de un mundo simbólico, de una cultura, de un sistema social, y con ello modela un mundo de objetos empíricos que llamamos realidad. En este sentido, los nombres de objetos y productos —tal como explica Moles (1975)— tienen una fuerte carga connotativa

capítulo 2. Revisión bibliográfica 45

según las evocaciones que inspiran, por ejemplo, en los nombres de su marca, o en lo ”slogans” comerciales. El lenguaje, así, se considera como un sistema de significados, y funciona como un medio de comunicación instrumental. Así, la interrelación, individuo, lenguaje y cultura también se traslada al objeto; los raperos, emo’s, frikis, yuppis, metrosexuales, singles o jubilados son expresiones que constituyen la identidad de la diversidad de grupos sociales, que incluye costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas de ser y sistemas de creencias y a esta identidad acompañan los objetos con los cuales los individuos se identifican. En conclusión, la cultura cabe entenderse como de un tiempo y de un lugar, de quienes la construyen y de quienes la usan, y es transmitida por un sistema de códigos sociales expresados con determinados signos, un sistema que se reestructura en la medida en que sus “usuarios” manipulan la cultura y la reconstruyen con nuevos objetos. Así vista, la cultura afecta a cualquier proceso de significación y, por tanto, también al objeto.

2.2.3 Necesidades y deseos Las necesidades humanas son disposiciones de índole transversal que, tal como se clasifican en la muy conocida pirámide de Maslow (Una teoría sobre la motivación humana, en inglés, A Theory of Human Motivation, 1943), atañen a cinco ámbitos: necesidades fisiológicas, de seguridad, sociales o de pertenencia, de reconocimiento o de amor y de autorrealización. Como consumidores, establecemos también una jerarquía de las necesidades en lo que se refiere a los productos, como señala Jordan (1995): se persigue en primer lugar la funcionalidad, después la usabilidad, y finalmente el placer. El aspecto hedonista en concreto lo desarrolla Tiger (1992), que diferencia y establece cuatro tipos de placeres que puede despertar un objeto: físico, social, psíquico e ideológico. Por otro lado, nos encontramos con los deseos, que no están vinculados a las carencias, como la necesidad. Los deseos son consecuencia de las prácticas sociales y culturales y es en este punto donde la publicidad juega un papel trascendental, en tanto que consigue que se asocie al producto un significado con valor social. En ese aspecto es interesante señalar la secuencia por la cual establecemos esa relación íntima y personal con los objetos. En concreto Moles (1974) estableció cinco estadios que condicionan la conducta: su inicio está en desear el objeto, que puede tratarse de un deseo prolongado, de una necesidad o de un deseo compulsivo; le sigue querer el objeto, una vez poseído y explorado se acostumbra uno a él y se le mantiene en buen estado; pasado el tiempo se produce una desvalorización cognitiva, y llegado el momento el individuo emite un juicio respecto a él y lo reemplaza. En ese ir y venir entre la necesidad y el deseo entra en acción nuestra autoestima, la cual asociamos con aquello que tenemos y en consecuencia con lo que valemos. Los objetos se convierten así en un medio de promoción social y por ende de poder.

46

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Quizás las herramientas están más cerca de las necesidades que de los deseos. Ante el objetivo de “tengo que unir”, se presenta la necesidad de disponer de un “martillo”, y a partir de ahí entra quizás el deseo de un “Bellota”, un “Hilti” o un “Stanley”, con el fin de alcanzar un estatus, un poder o un éxito, o simplemente por emular aquello que sabemos posee un significado especial. Pero en el proceso de significación o en la toma de una decisión participan y entran en acción, sin embargo, otros múltiples factores.

2.2.4 Intereses, valores, normas y actitudes Profundizando un poco más en el proceso de construcción del significado, nos encontramos con otros factores intrínsecos a la naturaleza humana, no siempre fáciles de discriminar y difíciles de valorar. En su participación concertada y dinámica nos influyen y predisponen en las respuestas ante los objetos y situaciones. Uno de ellos es el relativo al interés ante una situación o acontecimiento, lo que Zaichkowsky (1985) define como un “constructo” que denomina “involvement”, es decir, implicación, participación o relación emocional. Otros autores como Fenech y Borg (2006) hablan de otros factores tal como los concerns, que incluyen goals, standards, attitudes, es decir, los objetivos, las normas o valores, y las actitudes, aspectos que se contemplan en el modelo de emociones que genera un producto propuesto por Desmet (2002) y Desmet y Hekkert (2002). Los valores son creencias individuales, principios normativos de conducta que provocan determinadas actitudes o —como señala Macdonald (1998)— tendencias generales a preferir determinadas situaciones, tales como el respeto a los otros, la cooperación o la responsabilidad. Las normas son pautas de conducta o criterios de actuación que derivan de unos valores determinados: no fumar en lugares públicos o sacar el billete, por ejemplo. Las actitudes, finalmente, se han de entender como una disposición interna a valorar favorable o desfavorablemente una situación, un hecho o una creencia (como el respeto a la naturaleza, la tolerancia al criterio ajeno, etc.). Así pues, y dado que las respuestas son el resultado de un proceso de valoración en que el producto se vincula a intereses subyacentes, como afirman Desmet, Hekkert y Hillen (2004), estos factores intrínsecos han de ser conocidos (McDonagh et al., 2002) para ayudar al diseñador a aumentar la comprensión de las necesidades de los usuarios más allá de lo funcional y facilitar una significación acorde con sus expectativas. Un interesante planteamiento que aúna los valores del usuario con los atributos del producto es el propuesto por Gutman (1982), que lo denomina encadenamiento cognitivo. En 1975, Young y Feigin definieron parte de los elementos que actualmente se utilizan en el encadenamiento cognitivo. Observaron que los consumidores asociaban atributos de los productos a una serie de beneficios manifiestos, y que de ellos emanaban otros más abstractos y personales: los valores. El ensamblaje de estas asociaciones teje una red o encadenamiento de beneficios latentes para cada

capítulo 2. Revisión bibliográfica 47

individuo. Un ejemplo se muestra en la figura 2.9.

Figura 2.9 Proceso de conversión de las características técnicas y funcionales en beneficios y en valores.

El desarrollo y análisis del encadenamiento cognitivo se inicia en Francia a partir de P. Valette-Florence (1994), que aporta una explicación al modelo de la estructura cognitiva puesta en práctica por cada usuario en su universo psico-social cuando consume un producto y por tanto participa en la construcción del significado.

2.2.5 La respuesta emocional ante el producto Si bien no es objeto de estudio en esta tesis determinar y medir la respuesta emocional, no se puede obviar la importancia e influencia de dicha respuesta en la construcción del significado. Y dado que en múltiples puntos se ha hablado de la emoción, quede expresado mi concepto y postura ante ella. Hoy sabemos que no solo la estructura cognitiva participa en la construcción del significado: las emociones han entrado en nuestras vidas convirtiéndose en las partituras de nuestras relaciones, decisiones, pensamientos y conductas, incluso en el ámbito de la Ingeniería, como calificativo de una nueva manera de entender al diseño y el desarrollo del producto, que se define como “Ingeniería Emocional” (IE). Un extenso estudio se encuentra en Kleinginna et al. (1981). En torno a la emoción se han utilizado ciertos términos como sinónimos: el afecto, el estado de ánimo, también denominado humor o mood estate (Limonero, 2003), el temperamento o el sentimiento (Nagamachi, 1995; Damasio, 2005), la felicidad y el placer (Demirbilek y Sener, 2003). La cuestión es que el afecto, la emoción y el sentimiento se consideran expresiones para indicar distintas etapas cognitivas que establecemos con el producto (Khalid, 2006). La relación de la SP y el placer, como una manifestación de la emoción, fue propuesta por Jordan y Mcdonald (1998), con el fin de establecer un vínculo entre las propiedades del producto y los beneficios emocionales, hedonistas y prácticos que los productos pueden aportar, a partir del esquema de los cuatro placeres (fisiológico, social, psicológico e ideológico). Khalid (2006), añade el placer reflejo, como aquel que tiene que ver con el reflejo en nuestro conocimiento y experiencias. Es lo que Damasio (2005) define como sentimiento (un estado del cuerpo unido a la idea del

48

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

acontecimiento). Así pues, la propuesta de Jordan supone que los productos deben incorporar más allá de la usabilidad un placer. En conclusión, como señala Maturana (1997), cuando hablamos de afectos o sentimientos, lo que hacemos es manifestar la evaluación de nuestras emociones. Hay consenso en que la emoción es un proceso desencadenado por la valoración de una situación, (Fernández, 1995; Norman, 2007; Petri y Govern, 2009), o por un pensamiento interno (Damasio, 2005). En dicho proceso se producen desequilibrios (Palmero et al., 2006) y alteraciones en la actividad fisiológica del organismo que desencadena un complejo de respuestas, que conforman un patrón concreto dentro de un proceso (Damasio, 2005), que constituyen distintas dinámicas corporales que especifican distintos dominios de relaciones posibles y viene a ser el fundamento en que se da el vivir relacional de un individuo (Maturana, 1995). Las respuestas emocionales quedan definidas y representadas, como señala Moltó (1999), por dos dimensiones bipolares de la estructura afectiva: la “valencia afectiva” rango entre agradable a lo desagradable y el arousal o nivel de activación, “alertación” como la define Pinillos (1981), rango que va desde la excitación a la calma. La diferencia de intensidad o gradación entre las emociones, como señala Limonero (2003), se manifiesta en el lenguaje. Así, por ejemplo, la rabia es más intensa que la ira, mientras que la irritación presenta intensidad más baja. ¿Cómo clasificar las emociones, definirlas o cuantificarlas? Hay consenso en considerar a las emociones como resultado de factores relacionados (Palmero et al., 2006). El modelo de Russell que considera la “valencia afectiva” y el “arousal”, así como las aportaciones de Watson y Tellegen, que aportan el “Afecto positivo / Afecto negativo” que completan el modelo de Russell, dan lugar a un modelo circular (ver figura 2.10) (Limonero, 2003) que estaría entre los que más apoyo han recibido.

capítulo 2. Revisión bibliográfica 49

Fig. 2.10 Modelo circular de las emociones, Se pueden apreciar les dimensiones “Activación” “Agradable-Desagradable” propuestas por Russell y la aportación de Watson y Tellegen en la dimensión “Afecto positivo-Afecto negativo. Tomado y adaptado de J. Limonero, Motivación y emoción (2003).

Así pues nos encontramos con tantas emociones como estados afectivos. Al respecto hay un cierto consenso en afirmar la existencia de emociones básicas y otras complejas. Las primeras nos han permitido evolucionar y superar estados de peligro y las complejas suponen, como señala Elster (2001), una evaluación positiva o negativa de nuestra conducta o carácter, o de los de otra persona. Damasio (2005) las denomina sociales, y son difíciles de reconocer. Esta sucinta y condensada exposición del estado emocional como proceso que participa en nuestras vidas y en especial en la toma de decisiones permite aventurar un nuevo planteamiento que queda fuera del alcance de la presente tesis, pero lleva a pensar que el diseño de productos conllevará necesariamente nuevos retos que permitan al individuo otorgar con un menor esfuerzo el significado apropiado a sus deseos y necesidades así como una mayor satisfacción en la interacción con el producto en cuestión.

2.2.6 La participación de la experiencia Finalmente hay que destacar la importancia que tiene la experiencia vivida, que condicionada por la edad (Chang y Shin, 2003), el género (Lin et al., 1996) y conformada por la formación (Smets y Overbeeke, 1995; Hsu et al., 2000), y los trasfondos culturales, (Kao et al., 2003; Desmet, 2003; Crilly et al., 2004; Choi y Jun, 2007), entre otros factores, marcan diferencias que atenúan o acrecientan la percepción que se

50

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

tiene de un producto. Por ejemplo, jóvenes estudiantes de primaria, de secundaria, bachillerato o universitarios fueron estudiados por Chang (2003) sobre la percepción de la forma de los móviles. Sus resultados concluyen que los estudiantes de primaria y secundaria pueden ser considerados como grupo único frente a bachilleres y universitarios. Chang observó que, a mayor edad, se posee una mayor capacidad para discriminar la forma y viceversa. También la experiencia afectiva es diferente entre culturas para un mismo objeto, y así lo especifica Seva y Helander (2009) en un estudio entre usuarios de móviles de Singapur y de Filipinas. Las diferencias de percepción entre diseñadores y usuarios es un tema de gran interés (Smets y Overbeeke, 1995; Lin et al., 1999; Chang y Van, 2003; Hsu et al., 2000). Este último es el más interesante: investigó las diferencias en la percepción de la forma de teléfonos entre diseñadores y usuarios, El resultado reveló que existen muchas diferencias entre las percepciones de los diseñadores y de los usuarios respecto de los mismos objetos reales y sus interpretaciones de las mismas imágenes-palabras. Valga como ejemplo que de los cinco teléfonos preferidos por diseñadores y usuarios sólo dos coinciden. Y mientras que los diseñadores prefieren el adjetivo “estilo elegante” los usuarios prefieren “estilo moderno y con buen aspecto”. Obviamente, son las necesidades de los usuarios, así como sus preferencias, lo que se ha de tener en cuenta. El reto está en transferir las necesidades del usuario a especificaciones técnicas y de diseño: se trata de reducir discrepancias y adoptar un enfoque centrado en el usuario (aún a costa de un elevado coste económico, que parece ser el gran hándicap). También Langrish y Lin (1991) demostraron que enseñar SP a estudiantes de diseño podría producir un efecto identificable en el diseño de la forma. Un proyecto sobre extintores produjo diseños que fueron evaluados por un grupo de usuarios: los alumnos que habían recibido formación sobre SP obtuvieron notas significativamente más altas en el apartado “fácil de usar” que las del grupo de control.

2.3 La influencia de factores extrínsecos o coyunturales. En el apartado anterior se ha expuesto el complejo y variado número de factores intrínsecos al individuo que intervienen en la construcción del significado. Pero aún quedan otros factores que de forma lejana y silenciosa participan también en la relación entre el usuario y el producto, y en consecuencia amplían aún más la compleja construcción del significado. Efectivamente, en la relación entre el usuario y el producto interfieren una serie de factores extrínsecos o coyunturales, no permanentes y cambiantes, que son decisivos a lo largo de un periodo de tiempo. Entre esos factores destacan, entre otros, el concepto de calidad, el marketing, el punto de venta, el precio o el valor.

capítulo 2. Revisión bibliográfica 51

Si bien estos factores no son objeto directo del tema de la tesis veremos que inciden pasivamente y desarrollan en el usuario un proceso evaluativo del producto que le influye y le condiciona en la toma de decisiones. Por tanto su interés se sitúa en cuanto que se encuentran participando en la construcción del significado puesto que: • Todo producto posee un valor para el usuario y un precio para el mercado que influyen en la percepción que se tiene del producto y en ello participan técnicas del ámbito comercial que condicionan nuestras percepciones. (Su argumentación y justificación queda descrita en el epígrafe 2.3.1) • El lugar y la configuración del contexto donde se sitúa objeto y usuario así como la presentación según el tipo de modalidad sensorial y tipo de interacción con que evaluamos el objeto influye en su percepción. (Su argumentación y justificación queda descrita en el epígrafe 2.3.2) A partir de lo expuesto, se concluye que la conexión entre los aspectos formales y funcionales de un objeto queda condicionada por las estrategias comerciales y por el tipo de modalidad sensorial con la cual interactuamos en su precompra y/o compra. Aspecto que debe integrarse en el diseño y configuración del producto para su correcta percepción por el usuario. Por lo tanto es de nuestro interés.

2.3.1 La percepción de la calidad y la influencia del marketing Se sabe que el producto provoca sentimientos en la pre-compra distintos a los de la post-compra, tal como señala Seva y Helander (2009), y que un aspecto importante es la percepción del consumidor con respecto al precio, calidad y valor de un producto. Zeithaml (1998), sin embargo, afirma que las investigaciones acerca de estos conceptos y sus relaciones han proporcionado pocos hallazgos concluyentes. En algunos productos, la percepción de la calidad puede desencadenarse en interacción con otros aspectos. Así, Verdú (2004), al valorar la percepción de la calidad del vino tinto, sugiere dos tipos de valoraciones para los productos comestibles: uno para atributos intrínsecos (aplicado al vino: el color, sabor, percepción tánica) y otros de carácter extrínseco (origen, imagen, presentación). Cabe pensar que la percepción de la calidad depende de diferentes factores o atributos y que para cada producto o tipo de producto esos factores pueden ser muy variados, siendo algunos de ellos directamente relacionados con el entorno en que se presenta el estímulo (factores extrínsecos). Parece importante que para conectar las opiniones del usuario y expectativas de la empresa en cuanto a la percepción de calidad hay que sintonizar los significados que atribuyen ambos e identificar los atributos. Dado el carácter dinámico de la percepción de la calidad, Zeithaml (1998) sugiere controlarla a lo largo del tiempo. De ahí que la identificación e integración de las tendencias en el diseño del producto, se perciba de gran importancia en el aspecto comunicativo que posee el producto y

52

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

de la filosofía de la SP (Boucchard et al., 1999). Por otro lado, es sabido —como indica Nebenzahl y Jaffe (1996)— que el valor percibido de un producto es una media ponderada de los valores de su marca percibida. Por ello cada día va tomando más auge el denominado Brandig Emocional (BE), término que define un nuevo paradigma para conectar las marcas emocionalmente con los consumidores. Aporta, como afirma Gobé (2005), credibilidad y personalidad a las marcas, basándose en la confianza de cara al público. Como afirma Robertson (2006), las marcas sólo existen en la mente de los consumidores —son intangibles—, y por tanto la habilidad para utilizar palabras, imágenes, sonidos y experiencias para atraer la atención y cambiar el comportamiento tendrá éxito. Desde esta perspectiva el neuro-marketing (Wikipedia, 2008) aplica técnicas pertenecientes a las neurociencias al ámbito de la mercadotecnia, estudiando los efectos que la publicidad tiene en el cerebro humano. Se están acuñando incluso nuevos términos, como “neuro-ergonomics” (Parasuraman, 2008), para señalar el potencial completo de estas nuevas áreas.

2.3.2 Punto de venta e intervención sensorial Finalmente, conviene señalar que no todos los productos son percibidos por los mismos sentidos, y que no todos los productos poseen el mismo valor para el usuario. Nuestros sentidos obtienen una información sensorial que, junto al conocimiento previo y la experiencia, nos guían en la lectura y en su examen. Si la proximidad de presentación y la de interacción (Shütte, 05) lo permiten, podremos valorar otras dimensiones del producto que consideramos atractivas y satisfacer nuestro interés. No debe ser lo mismo la percepción del mango de un martillo en un expositor que en un blíster o en la mano con el papel protector o sin él. En los estudios ergonómicos clásicos, en los que se miden tanto impresiones subjetivas como parámetros objetivos, los resultados se recogen no solo después de haber visto el producto, sino después de tocarlo y usarlo. Sin embargo, en los estudios de semántica del producto, las evaluaciones se realizan tras observar el producto o, en la mayoría de los casos, una simple fotografía de él (Hsu et al., 2000; Chuang y Ma, 2001; Petiot y Yannou, 2004; Mondragón et al., 2005; Cheng y Chang, 2009). Incluso estudios que analizan la emoción con medidas objetivas como EMG y la respuesta galvánica de la piel (Laparra-Hernández et al., 2009) utilizan solo intervención visual. Solo en algunos casos el examen se amplía a otros sentidos (Schütte y Eklund, 2005). Algunos estudios comparan diferentes formas de percepción visual (Artacho et al., 2008), pero pocos incluyen al sentido del tacto (Barnes et al., 2004; Choi y Jun, 2007; Wellings et al., 2008) y muchos menos tienen en cuenta el olfato o gusto, principalmente los referidos a productos alimenticios (Booth et al., 2003; Szczesniak, 2002). La modalidad sensorial participante y su tipo de intervención son determinantes para la aprehensión de todas las características. Se sabe que los productos susceptibles

capítulo 2. Revisión bibliográfica 53

de ser más atractivos para más sentidos resultan ser potencialmente más exitosos para el usuario, como apunta Lindstrom (2005). En un estudio con estufas, Wikström (citada por Shütte, 2005) encontró cambios significativos en la evaluación en los participantes que usaban la estufa frente a los que únicamente la miraban. Por otro lado, las ventas tienen lugar ahora en un mayor número de escenarios (venta por correo, comercio electrónico, tiendas especializadas, etc.), y esto implica diferentes formas de interacción con el producto antes de ser comprado. La integración sensorial juega un papel importante en la respuesta del usuario y guía su percepción, además de tener una influenza en su éxito comercial (Crilly et al., 2004). De hecho, algunos estudios que examinan los mecanismos neuronales durante la percepción sensorial (Bosch, 2007) muestran que la cooperación entre sentidos, o la integración multisensorial, refuerza la percepción de cualquier suceso y mejora la capacidad del individuo para responder a los estímulos. Así pues, la manera en que un producto se presenta (modalidad sensorial) y la manera en que interactuamos con él, (tipo de intervención) pueden jugar un papel importante para su aprehensión por parte del usuario.

2.4 Semántica del producto (SP): concepto y aplicaciones En este apartado, vamos a revisar brevemente los orígenes de la SP, para seguir analizando aquellos aspectos de su estado del arte que inciden en el desarrollo de la tesis. Destacan principalmente los siguientes aspectos: • La SP estudia las cualidades simbólicas de los productos y su aplicación en el diseño industrial. La SP tiene su origen en la teoría comunicativa del producto. (Su argumentación y justificación queda descrita en el epígrafe 2.4.1) • El Diferencial Semántico (DS) es uno de los principales métodos utilizados en el diseño de productos para medir la percepción que los consumidores tienen de un producto.(Su argumentación y justificación queda descrita en el epígrafe 2.4.2) • La construcción de un DS presenta aspectos críticos, como la forma, elección y tamaño del conjunto de descriptores. (Su argumentación y justificación queda descrita en el epígrafe 2.4.3) • La utilización de la SP es amplia y diversa (ámbito de la salud, escolar o social) y su aplicación al diseño es amplia e interminable (mobiliario, automóviles, teléfonos, calzado, etc.), pero la aplicación en productos comerciales e industriales es limitada. (Su argumentación y justificación queda descrita en el epígrafe 2.4.4) • Existen aportaciones notables de la SP al diseño orientado al usuario. Hasta la fecha, se ha utilizado la SP para estudiar aspectos importantes, destacando la facilidad de uso, la interacción usuario-producto y las diferencias de percepción entre diseñadores y usuarios. Así como la importancia que el objeto posee en

54

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

la interacción y la comunicación entre el ambiente, los usuarios y sus acciones (affordances). (Su argumentación y justificación queda descrita en el epígrafe 2.4.5) • Finalmente la SP sigue teniendo aspectos que necesitan ser mejorados. En especial la trascendencia del lenguaje entre el usuario y la diversidad de agentes que participan en el diseño. (Su argumentación y justificación queda descrita en el epígrafe 2.4.6) A partir de su estudio podemos afirmar: 1) que la medición del significado sigue siendo un fenómeno complejo, pero que se puede medir en alguna de sus dimensiones, en concreto la valoración subjetiva que un usuario tiene de un objeto. 2) Para ello se utiliza entre otros instrumentos el Diferencial Semántico. 3) No obstante, quedan aspectos a solucionar tal como el proceso para la selección de descriptores, la selección del número adecuado según etapa de diseño y la selección del descriptor que represente a un conjunto de ellos. 4) Se ha visto su gran utilidad en productos de consumo, aunque es escasa su aplicación en productos comerciales. 5) No hay duda que la SP contribuye con interesantes aportaciones, en especial, a la interacción usuario –producto y la facilidad de uso con el producto. 6) Quedan por definir las diferencias entre la percepción de diseñadores y usuarios, y por fijar el lenguaje con el que ambos se relacionan.

2.4.1 Orígenes y concepto de la SP Aunque algunos autores localizan y datan el origen de la SP en la República Federal de Alemania, a principios de los años 70, esta concepción del diseño empezó a implantarse desde USA, de la mano de R. I. Blaich (director de diseño de Phillips en los años 80). Fueron Krippendorff y Butter (1984) quienes definieron la SP como el estudio de las cualidades simbólicas de formas hechas por el hombre en el contexto de su uso y la aplicación de su conocimiento para el diseño industrial. El mismo Krippendorff (1989) ampliaba su definición al señalar que la SP es un nuevo estado de la conciencia de la antigua definición de que los objetos tienen no sólo funciones físicas, sino que también llevan sus instrucciones de uso, cumplen las funciones simbólicas representadas y constituyen el medio ambiente simbólico en el que vive la gente. La SP no se presenta como un nuevo estilo, sino como un sistema en el que se puede originar y expresar, con diferentes lenguajes, una comunicación, y en especial, una comunicación emocional. Este planteamiento sobre la SP fue recogido por la revista Design Issues (Krippendorff, 1989b) y puso de manifiesto el potencial creativo que se podía extraer con este concepto aplicado a productos electrónicos.

2.4.2 La medida del significado: el diferencial semántico (DS) Hablar de significado es hablar de conocimiento y conocer —como afirma Maturana (1997)— que es un fenómeno que precisa una compleja teoría biológica muy consistente para ser estudiado y conocido. Como señaló Osgood et al. (1976), el

capítulo 2. Revisión bibliográfica 55

término significado parece connotar, al menos, algo predominantemente inmaterial, más semejante a “idea” y “alma” que a estímulos y respuestas observables. Pero es evidente que hace referencia, como señalaba Osgood et al. (1976), a algún proceso o estado implícito que debe inferirse de las cosas observables. Otorgar significado es una elaboración personal y sujeta al contexto. Y, además, en función del producto de que se trate, los descriptores del producto pueden entenderse de una forma u otra. Un ejemplo: la calificación como “duro” de un martillo puede asociarse a calidad, mientras que esa misma calificación para otro producto como una silla puede ser sinónimo de poca calidad. ¿Cómo averiguar el significado que un usuario otorga a un producto? La respuesta aceptada comúnmente es que los usuarios deben comunicar a los diseñadores los significados percibidos en los productos. Para ello, se debe establecer una vía de comunicación verbal apropiada. Algunos psicólogos se han preocupado por establecer las propiedades semánticas de cada palabra. Un trabajo pionero en este campo fue The Measurement of Meaning (1957), de Osgood, Suci y Tannenbaum: se trataba de un estudio del significado afectivo, es decir, de las reacciones emocionales que acompañan a una palabra. Cada palabra fue sometida a un test al que llamaron diferencial semántico (DS). En la actualidad el DS es uno de los principales métodos utilizados para medir la percepción que los consumidores tienen de un objeto. Ante un objeto o imagen del mismo se solicita a un sujeto que emita un juicio subjetivo. El juicio se hace sobre pares de descriptores o adjetivos opuestos (por ejemplo clásico/moderno) y según una escala con graduación numérica. El DS no aporta información sobre el significado básico de una palabra, sino sobre las percepciones que la palabra genera. Su aplicación en la SP se basa está precisamente en que por medio de palabras con significado emocional leemos y entendemos los objetos, y con el DS captamos la percepción que el usuario tiene de un producto. Alrededor del diferencial semántico —también denominado “semántica diferencial” por Page et al. (2001) del término “semantic differential”—, se encuentran los términos “espacio semántico” y “perfil semántico”. El “espacio semántico”, coincidiendo con Delin et al. (2007), es el rango de palabras que se utiliza para describir un producto, aquellas que definen ideas similares, y configuran ejes independientes, como señala Page et al. (2001). En cambio el “perfil semántico”, siguiendo a Quarante (1992), es el resultado del cálculo con los datos obtenidos a partir de las contestaciones realizadas por el usuario al diferencial semántico. Con la representación de los perfiles semánticos pueden realizarse comparaciones entre distintos productos, perfiles de usuarios o entre descriptores del diferencial. El DS es especialmente útil en las etapas de estudios preliminares (Quarante, 1992) y de fabricabilidad de prototipos, porque puede ayudar en el proceso de selección de la mejor solución de diseño y puede guiar la elección de los requisitos apropiados. La razón es que aglutina los puntos de vista de los diferentes ámbitos que participan

56

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

en el diseño: ingeniería, producción, ventas, marketing. El DS permite, como señala Company et al. (2004), variar el nivel de detalle según la fase de diseño en que nos encontremos. También es útil para analizar gamas de productos, para comparar productos de diferentes competidores o perfiles de usuarios, y para descubrir el significado que tiene para el usuario la imagen de un producto. Por tanto, es útil para desarrollar las estrategias convenientes para su lanzamiento comercial.

2.4.3 Construcción del diferencial semántico El proceso de búsqueda, selección y reducción de descriptores en un DS es un proceso clave para expresar la percepción que se tiene de un objeto o de un parámetro de diseño de ese objeto, que es en nuestro caso de una herramienta. Los descriptores son, en definitiva, la concreción de las percepciones, pensamientos y emociones que finalmente se medirán, y en ese sentido determinan el éxito de la aplicación del método. Uno de los aspectos más críticos es la elección de los descriptores o adjetivos apropiados para obtener la información deseada sobre el producto. Normalmente, los trabajos publicados describen con poca precisión este aspecto —basta consultar unos cuantos como Nakada (1997); Hsu et al. (2000); Petiot y Yannou (2004) o Barnes et al. (2004) –, que a menudo se basa en un criterio subjetivo del investigador/ diseñador que aplica el método. No obstante, hay aportaciones al respecto: Nagamachi (1995) sugiere que los descriptores sean obtenidos del contexto, de los usuarios potenciales y de los diseñadores. En cuanto al contexto pueden obtenerse de tiendas especializadas, revistas comerciales y especializadas del ámbito técnico y científico, catálogos industriales o comerciales, manuales de fabricación, montaje o mantenimiento y webs (de empresas, de ventas o de ámbitos auxiliares) o blogs, etc.. Por lo que respecta al usuario, Delin et al. (2007) señala la importancia de realizar observaciones. Hay que considerar que estos procesos son largos y de evaluación compleja, por la dificultad de tener equipo con “empatía” para comprender al consumidor. Pero también pueden obtenerse a partir de otros ámbitos (Delin et al., 2007), en términos de las cualidades funcionales del producto, en función de sus características formales y del sistema de valores que los propietarios de la marca atribuyen a sus compradores. Otro aspecto a tener en cuenta es el relativo al contexto social reinante, de ahí que el análisis de tendencias (Bouchard, 1999) como estrategia para innovar y competir pueda aportar también nuevos descriptores, y no solo en cuanto a las tendencias del producto, sino de las conductas y relaciones sociales. Finalmente, las innovaciones funcionales que pueda presentar un producto pueden aportar descriptores interesantes. En cuanto al número de descriptores utilizados, existe también una gran variedad en los trabajos publicados. Si bien el número inicial de descriptores puede situarse en

capítulo 2. Revisión bibliográfica 57

más de 100, la confección final puede quedar reducida, por ejemplo, a 6 descriptores cuando se aplica a impresoras (Chang y Van, 2003), a 14 cuando se trata de mobiliario urbano (Maurer et al., 1992), a 24 si se refiere a teléfonos móviles (Chuang y Ma, 2001) o puede llegar a 67 en un estudio acerca de la influencia del modo de representación gráfica sobre la percepción del producto (Artacho et al., 2008). Por tanto, no hay un criterio único para la selección del número de descriptores. Por otra parte, en función del producto de que se trate, los descriptores pueden entenderse de una forma u otra. Por ello es necesario disponer de una colección de adjetivos diferente para cada producto o herramienta, que permita seleccionar los distintos niveles de detalle requeridos en cada momento. En cuanto a la forma y estructura gráfica del cuestionario, puede tomar muchas presentaciones. La escala Likert (EL) es una de las más utilizadas, junto con la escala del Diferencial Semántico. En la escala Likert se especifica el nivel de acuerdo o de desacuerdo con una única palabra o frase. En cuanto al rango la escala Likert presenta por lo general cinco niveles de respuesta, el sujeto puntúa del 1 (totalmente en desacuerdo, o incorrecto, o falso, o de mala calidad, etc.) al 5 (totalmente de acuerdo, o correcto, o verdadero, o bueno, o de buena calidad, etc.) en cada una de las preguntas que se le pasan en un cuestionario. Así, por ejemplo, Alcántara et al. (2005) lo aplica a un DS para el diseño de calzado, Spielholz et al. (2001) para evaluar lijadoras orbitales o Kuijt-Evers et al. (2005) para evaluar el confort de herramientas. Incluso podemos encontrar cuestionarios mucho más elaborados para evaluar una variedad de reacciones de los usuarios y opiniones (p. e. ¿qué piensa de este color?), incluso también capta sus puntos de vista y opiniones a través de preguntas más cerradas (¿compraría este producto?) (McDonagh et al., 2002). La escala del DS es semejante a la escala Likert, pero en este caso el criterio no viene dado por una proposición, sino por dos categorías situadas en los extremos, es decir, la presentación es bipolar. El DS más tradicional —por ejemplo el presentado por Nakada (1997), utilizado para evaluar las percepciones de un asiento de maquinaria de construcción— presenta una escala métrica exacta de 5 alternativas. En cambio, Delin (2007) presenta 7 alternativas para envases, y Hsiao y Lin (2002) presentan 10 valoraciones numéricas decimales para la evaluación de monitores. Incluso Schütte, para el diseño de conmutadores para vehículos, utiliza dos tipos de presentaciones: por un lado, la VAS (Escala Visual-Análoga), en la cual el sujeto puntúa en un rango sin calificación numérica del descriptor, señalando el grado de acuerdo o desacuerdo. La otra presentación adquiere la forma tradicional, en la que se utiliza una escala de siete rangos. Finalmente, hay que señalar que existen otras combinaciones —como la que presenta Hsiao y Wang (1998) para el diseño de formas de automóviles o Barnes (2004) para evaluar superficies de cristal—, en las que cada valoración numérica conlleva además una valoración cualitativa. Como se ha visto, no hay un único criterio para la creación y elaboración de un DS. En la actualidad, no hay documentación ni proceso sistemático y repetible de definición de un conjunto de descriptores apropiado, como señala Delin et al. (2007).

58

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

En nuestras propias investigaciones, entre otras destacan, (Company et al., 2004; Mondragón et al., 2005; Vergara et al., 2006; Vergara et al., 2007; Vergara et al., 2011) hemos tomado el que muestra la figura 2.11 en el que se presentan los descriptores y sus antónimos y una valoración de 0 - 3 para cada uno. 3 D1 D2 D3 D4 D5

Alta tecnología Limitado Fácil de manejar Difícil de limpiar Inaccesible

2

1

0

1

2

3 Tradicional Inteligente Difícil de manejar Fácil de limpiar Accesible

Figura 11 Estructura del Diferencial Semántico utilizado en nuestras investigaciones Figura 2.11 Estructura del Diferencial Semántico utilizado en nuestras investigaciones.

Esta forma permite:

Hemos adoptado esta solución porque entendemos que aporta las siguientes

*ventajas: que la escala de 0 – 3 es suficiente y adecuada para discriminar la contribución del descriptor en la evaluación del producto, en sustitución de mucho, bastante o poco, ** facilitar la interpretación un sólo descriptorpara en contra de una frase descriptiva, del La escala (0-3) es suficon ciente y adecuada discriminar la contribución *descriptor no condiciona al usuariodel al producto, mostrar en descriptores valores positivos en la evaluación en ambos sustitución de mucho, bastante o poco,y simétricos, ** facilita al encasillar la casilla de valoración, facilitalalacontestación interpretación con un sólo descriptor en contra de una frase descriptiva, * otorgarle la tranquilidad de no existir un descriptor mejor que otro al presentar cada * facilita laaleatoriamente contestación al la ecasilla de valoración, descriptor enencasillar la derecha izquierda.

 $  ' * otorga la tranquilidad de no ”sugerir” descriptores buenos y malos, al presentar cada descriptor aleatoriamente en la derecha e izquierda y mostrar valores positivos  $ para ambos.

El DS es utilizado en múltiples estudios y ámbitos: área clínica y de la salud, 2.4.4 Ámbitos de aplicación del diferencial semántico (diagnóstico, personalidad, afectividad,..), estudios de desarrollo evolutivo (autoimagen, desarrollo infantil, vejez,…), ámbito escolar (adaptación, logros), o social (actitudes, El DS es utilizado percepción, emoción).en múltiples estudios y ámbitos: área clínica y de la salud, (diagnóstico, personalidad, afectividad,..), estudios de desarrollo evolutivo (autoimagen, escolar (adaptación, o Su aplicación desarrollo al diseño infantil, también vejez,…), es ampliaámbito e interminable: baste comologros), ejemplo social (actitudes, percepción, emoción). mencionar su aplicación en mobiliario urbano (Maurer 1992), en impresoras (Chang

2003), en productos electrónicos (Chuang 2001a), en sillas de oficina (Hsiao 1997), Su aplicación al diseño también es amplia e interminable: baste como ejemplo automóviles (Hsiao 1998), teléfonos móviles (Chuang 2001b), teléfonos de sobremesa mencionar su aplicación en mobiliario urbano (Maurer et al., 1992), en impresoras (Hsu 2000), copas de mesa (Petiot 2003), incluso en el diseño de mascotas para (Chang y Shin, 2003), en productos electrónicos (Chuang y Ma, 2001), en sillas de juegos (Lin 1999) o en calzado (Alcantara oficinadeportivos (Hsiao y Chen, 1997), automóviles (Hsiao y2005). Wang, 1998), teléfonos móviles (Chuang et al., 2001), teléfonos de sobremesa (Hsu et al., 2000), copas de mesa (Petiot

La aplicación en incluso productos industriales limita deportivos a los estudios de y Yannou, 2003), en comerciales el diseño deemascotas parasejuegos (Lin et maquinaria de obras públicas (Nakada, 1997), del confort en herramientas (Kuijt-Evers, al.,1999) o en calzado (Alcantara et al., 2005). 1997), de interruptores de máquinas (Shutte, 2005), de máquinas herramientas (Mondragón, y de martillos (Vergara, e2007). La aplicación2005) en productos comerciales industriales se limita a los estudios de

maquinaria de obras públicas (Nakada, 1997), del confort en herramientas (Kuijt     & Evers, 1997), de interruptores de máquinas (Shutte, 2005), de máquinas herramientas     (Mondragón et al., 2005) y de martillos (Vergara et al. ,2007).

A continuación se muestran algunas de las principales aportaciones de la SP que interesan al diseño orientado al usuario.

capítulo 2. Revisión bibliográfica 59

2.4.5 Aportaciones de la SP al diseño orientado al usuario A continuación se muestran algunas de las principales aportaciones de la SP que interesan al diseño orientado al usuario. La facilidad de uso, o usabilidad, para productos cotidianos o de uso diario está descrita por la norma ISO 20282. La facilidad de uso incide en las relaciones que se pueden mantener con el producto, siendo un requisito importante para que un producto sea aceptado por los consumidores (Kwahk y Han, 2002). La SP y la facilidad de uso ha sido estudiadas por Langrish y Huang (1996) y revelaron que los usuarios expresan cada vez más insatisfacción cuando tienen dificultades para usar nuevos productos. Parece ser que dicha dificultad de uso es atribuida a la llegada de la microelectrónica y nuevos materiales junto a nuevos procesos de fabricación. Todo esto ha contribuido a la eliminación de restricciones tecnológicas. Estas restricciones formaban un lenguaje tecnológico conocido por el usuario y le facilitaba su relación con el producto: así, una rueda dice “gírame” y una palanca “empújame”, mientras que las huellas de una rosca interior en un metal prensado nos decían “enróscame”. Una inadecuada innovación tecnológica frente a su facilidad de uso comporta un rechazo en el usuario. La innovación ha de descansar en propuestas acordes con lo que es tradicional en el producto y a la vez con lo que el usuario sabe. Al respecto, son interesantes los trabajos de Han et al. (2000) (2001) y Kwahk y Han (2002) para la evaluación de la usabilidad aplicada a productos audiovisuales. Para facilitar el buen uso hay que diseñar productos eficaces, es decir, que hagan lo que se espera de ellos, que lo hagan bien y, además, que sean para el usuario agradables en el uso. Otro aspecto estudiado por la SP es la interacción usuario – producto tradicionalmente estudiada y descrita por la ergonomía y aplicada a diversidad de ámbitos, mobiliario de cocina (Leborgne et al., 2001), evaluación de la comodidad en sillas (Helander y Zhang 1997) o a la evaluación de herramientas (Vergara et al., 2004) entre otros. Pero el tema es de gran interés pues ofrece además la posibilidad de conocer los factores a través de los cuales los usuarios reconocen y se implican con los productos. La incorporación de las necesidades y del comportamiento del usuario en el diseño del producto es asunto de larga tradición. Maurer, et al. (1992) se plantearon si los aspectos expresivos del diseño afectan a la interrelación usuario-producto. Concluyeron que la semántica de la forma del mobiliario urbano no consiste simplemente en una combinación de elementos formales, sino que las necesidades ergonómicas y conductuales de la gente influyen en la experiencia de la forma. Otra aportación importante de la SP es el concepto “affordances”, término acuñado por Gibson (1979) como “lo que provee el ambiente”, “indica posibilidad de acción” “algo invariante que está ahí para ser percibido” y “no es otorgado por la necesidad

60

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

del observador”, es decir las affordances revelan las acciones realizables y asigna la relación intrínseca y objetiva entre ambiente e individuo (Norman, 1990), es decir, indica la potencialidad perceptible del entorno que soporta la acción pretendida por el sujeto sin requerir memoria, inferencia, o interpretación (You y Chen, 2007). A primera vista, los conceptos de affordances y la SP son similares (You y Chen, 2007), porque ambos discuten la interacción y la comunicación entre el ambiente, sus objetos y los usuarios y sus acciones. En su teoría de SP (Krippendorff 1989b) usó las affordances como una de las dimensiones semánticas para describir el significado operacional de objetos. No obstante la SP y las affordances se complementan (You y Chen, 2007), pero poseen diferencias en cuanto que la SP necesita procesar la información por medio de una interpretación cognitiva, mientras que las affordances posibilitan la acción basada en condiciones objetivas. En cuanto a los métodos de implementación, la SP utiliza la metáfora, la ironía, asociaciones o convenciones. Por el contrario, las affordances utilizan datos ergonómicos o antropométricos para modificar el producto y obtener la utilidad deseada. Mientras que la SP propone diferentes niveles de significación, las affordances presentan propiedades reconocibles y directas. El usuario en la SP se relaciona según las necesidades, el contexto y su referente cultural frente a una relación basada en las propiedades intrínsecas del ambiente que proponen las affordances. Si bien el diseñador en la SP no tiene un total control sobre la interpretación de usuario, en las affordances puede manipular las propiedades con el fin de obtener diferentes respuestas.

2.4.6 El lenguaje de los agentes del diseño Ya se ha visto que reviste mucha importancia conocer el tipo de lenguaje y la terminología que utiliza el usuario para saber qué opinión y percepción tiene del producto. Delin et al. (2007) propone un proceso asistido por inteligencia artificial que asegura descriptores precisos para el desarrollo del DS. En su caso, lo aplica a un envase de producto de limpieza, cabe pensar que sería perfectamente trasladable a herramientas. Dong (2007) también desarrolla técnicas lingüísticas computacionales para el análisis de la comunicación basada en el lenguaje, incluyendo la documentación sobre diseño y las transcripciones del discurso que desarrollan los agentes en el proceso del diseño. En este sentido, el Análisis de la Semántica Latente (LSA) se ha mostrado como una técnica eficiente, tanto para modelar la adquisición y representación del conocimiento humano como para diversas aplicaciones en el ámbito de la industria lingüística. Es un modelo computacional que aprovecha un fenómeno que se suele cumplir en el lenguaje natural: las palabras del mismo campo semántico suelen aparecer juntas o en similares contextos. Lo que hace el LSA es eliminar el ruido que está presente en las relaciones entre términos y documentos y es debido a la gran variabilidad de uso de términos para expresar un mismo referente (Jorge y Botana 2006). Una de sus virtudes, como afirma Jorge y Botana (2007), es la clasificación de textos en categorías semánticas previamente establecidas. Esta nueva herramienta

capítulo 2. Revisión bibliográfica 61

contribuirá, a buen seguro, a un ajuste entre usuario y equipo de diseño, al menos en términos del uso del lenguaje.

2.5 Diseño de herramientas orientado al usuario A continuación se expone en qué medida se encuentra el diseño e ingeniería del producto aplicado al diseño de herramientas orientado al usuario. Nuestro interés es valorar que los resultados que se obtengan puedan introducirse en el ciclo productivo actual. En concreto se destaca que: El diseño de productos orientados al usuario está estudiado desde diversidad de propuestas conceptuales como pueden ser, Manufactured pleasures (Crozier, 1994) Product Semantics (Vhima, 1995), Design for Product Understanding (Monö, 1997), Design of Pleasurable Products( (Jordan, 2000), Designing Emotions (Desmet, 2002), Emotional Design (Norman, 2004), Sensuous Association Method (Hsiao y Choi, 2004), Citarasa (Khalid 2005). Una buena recopilación de técnicas para el desarrollo de productos innovadores orientados al usuario están recogidas por Page et al. (2001). A partir de ellas se han desarrollado métodos de evaluación de necesidades, deseos y aspiraciones por medio de cuestionarios tal como el perfil de personalidad del producto, los paneles de ánimo o la evaluación visual del producto (McDonagh, 2002) incluso la medición de respuestas del sujeto en su componente fisiológica (ritmo cardiaco, presión sanguínea) (Norman, 2007), (Laparra et al., 2009), y la evaluación de cambios conductuales y expresivos tales como la postura, expresión facial o vocalización. También la respuesta emocional ante un producto puede ser medida por medio de instrumentos tales como el PrEMO (Desmet, 2003), Emotion Tool 2.0 o el LEMtool (Van Hout, 2008) y la experiencia afectiva por medio de la escala (PANAS) de afecto positivo y negativo (Seva y Helander, 2009). También desde el ámbito mercadotécnico se destaca e identifica un conjunto apropiado de descriptores de la emoción en el consumo, el CES (Set of comsumption descriptors) (Richis, 1997). Estudios más actuales (Laros y Steekamp, 2005), aplicados en productos de comida, mantienen una estructura jerárquica de emociones y sugieren que las emociones básicas proporcionan más información sobre los sentimientos del consumidor. Señalan que los atributos del producto causan una intensa experiencia emocional, pero también causa un efecto emocional el ambiente, el vendedor y la publicidad (Seva et al., 2007). Otro método alternativo interesante en el diseño orientado al usuario es la ingeniería Citarasa, nacida al amparo del proyecto europeo CATER (Computerized Automotive Technology Reconfiguration: System for Reverse Engineering and Mass Customization) (http://www.itec10.de/mm/S01_Dangelmaier_Manfred.pdf ), CATER es una iniciativa de investigación desarrollada por la Comisión Europea que enfoca su atención al desarrollo de nuevos métodos y herramientas basados en tecnologías innovadoras (ICT).

62

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Estos métodos alternativos, sin embargo, no se han considerado suficientemente maduros para ser contemplados en la presente tesis. En contadas ocasiones se los ha aplicado a los productos dirigidos a profesionales, como es el caso de máquinas de construcción (Nakada, 1997) o interruptores de máquinas (Schütte y Eklund, 2005). Es, quizás, la Ingeniería Kansei (Nagamachi, 1995) la que se presenta como la más robusta y completa para el desarrollo de productos significativos y funcionales pues permite captar las necesidades emocionales de los usuarios y establecer modelos de predicción matemáticos para relacionar las características de los productos con esas necesidades. Y en ella participa significativamente el significado que otorga un usuario a un producto. Por tanto, la aportación que se hace desde la tesis forma parte de dicha Ingeniería y contribuye a su desarrollo. Cabe preguntare: ¿Qué aportaciones ha realizado la SP al diseño de herramientas? Prácticamente ninguna de la que se tenga constancia. Así es, al hablar del diseño de herramientas la gran mayoría de estudios sólo consideran sus aspectos técnicos, ergonómicos y funcionales, por ejemplo la evaluación de la usabilidad entre lijadoras orbitales (Spielholz, et al., 2001), los efectos del revestimiento en las hojas de herramientas cortantes (Päivvinen y Heinimaa, 2003), la percepción subjetiva del peso al ver la tarea o al realizarla (Yang et al.,1998), o incluso en la percepción de presión de la superficie en la mano (Johansson et al., 1999) e incluso métodos de análisis del trabajo con herramientas al amparo del Proyecto Europeo Hand Tools (Peterson et al., 2000). En toda la bibliografía consultada relativa a herramientas manuales, sólo los trabajos de Vergara et al. (2007) (2010) aplica la IK a martillos con el fin de predecir opiniones de usuarios a partir de las características de ellos y demuestran que las emociones tienen una base objetiva. Y los trabajos de Kuijt et al. (2004) (2005) (2007) relativos a la influencia de factores en la comodidad ponen de manifiesto la existencia de factores relativos a la SP. En concreto, Kuijt observó en serruchos, destornilladores y pinceles que la apariencia de la herramienta definida por su carácter profesional, estilo, color agradable y aspecto sólido tenían alguna participación en su percepción. Por otra parte, la apariencia se consideró un aspecto secundario en lo que respecta a la comodidad. Creemos que eso es un error y que el diseño de herramientas ha de incorporar los aspectos simbólicos y semánticos. Es por ello que el interés y los resultados que se obtengan contribuirán a buen seguro en la mejora del diseño de herramientas.

2.6 Conclusiones A lo largo del capítulo se ha podido ver que: 1.- El objeto o producto participa en la construcción del significado. A) El usuario actual sabe perfectamente que la tecnología y la calidad de

capítulo 2. Revisión bibliográfica 63

los productos incorporan las características técnicas, ergonómicas y de seguridad necesarias para el desempeño funcional del producto. No sólo valora funcionalidad, usabilidad o precio, sino también las emociones y sentimientos que le genera su posesión así como la pertenencia a una posición social. 2.- El usuario participa en la construcción del significado. A) Las valoraciones y respuestas del individuo se fundamentan en la construcción del significado que hace de su realidad. Esta realidad es captada por los sentidos y procesada por dos estructuras que rigen nuestra actividad: la cognitiva y la emocional. Ambas estructuras actúan entrelazadas y al unísono, sintonizadas no sólo por sistemas y procesos pertenecientes al componente bioquímico y neurofisiológico de la naturaleza humana, sino también por componentes cognitivos y conductuales provenientes de la experiencia y del aprendizaje, de las necesidades y deseos, de los valores y actitudes, así como de la cultura y el estilo de vida que desarrollamos en nuestro contexto, además de factores coyunturales proyectados por el medio social y comercial. B) Hablar de significado es hablar de conocimiento y conlleva aceptar que es un fenómeno que precisa de una compleja teoría biológica: construir el significado implica poseer referencias del hecho u objeto en cuestión, tomar conciencia de él y poseer capacidad de representarlo. Nuestra naturaleza biológica heredada, el desarrollo cognitivo, la experiencia, y nuestro acervo social y cultural contribuyen y participan en la construcción del significado. C) El conocimiento obtenido es consensuado y articulado por el lenguaje, vivido por las emociones e interiorizado en los sentimientos. Por medio del conocimiento podemos responder a los acontecimientos, configurar interacciones consensuadas con otros y especificar el mundo de los objetos que nos identifica en un contexto social y cultural determinado. De este modo, mi competencia profesional, mi afición al bricolaje o mi pertenencia a un club social están determinados en parte por los objetos que los configuran. En consecuencia, el dominio y conocimiento de estos objetos nos permite transitar por diversidad de entornos, así como modelar las relaciones que establecemos. 3.- Hay factores extrínsecos o coyunturales que influyen en la construcción del significado: la conexión entre los aspectos formales y funcionales de un objeto queda condicionada por las estrategias comerciales y por el tipo de modalidad sensorial con la cual interactuamos en su precompra y/o compra. A) El tipo de interacción con que evaluamos el objeto influye en su percepción. El problema se encuentra en conocer qué efecto produce la diversidad de modalidades sensoriales cuando interactuamos con las herramientas en su evaluación, pre-compra, compra o uso.

64

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

4- La Semántica del Producto se presenta como un método que enfatiza el lenguaje comunicativo del producto y presta atención a las relaciones y expectativas que un individuo, en un contexto determinado, establece con un objeto. A) Para lograr que los productos armonicen uso y función, se conecten con las demandas del usuario y conformen un producto equilibrado y coherente, existen diferentes metodologías que permiten una mejora sustancial de la calidad y una total adecuación a los requerimientos funcionales que precisa. Estas metodologías han demostrado incluso su capacidad para aportar valores tanto emocionales como afectivos, y han generado cierto éxito en el diseño de productos de consumo. Sin embargo, no se ha aplicado a productos comerciales dirigidos a profesionales, como son consideradas las herramientas. B) Actualmente es posible conocer el significado atribuido a productos de consumo por sus usuarios mediante la SP y medirlo con el DS. Por tanto, se considera factible que su aplicación a herramientas resulte beneficiosa. 5.- Finalmente entiendo que las herramientas son también productos, signos, prolongaciones de nuestro cuerpo, operadores que activan y ponen en marcha actividades y acciones que satisfacen una necesidad. Contribuyen a nuestro vivir social. Sus morfologías se presentan como mensajes susceptibles de ser construidos y leídos. Además no sólo comunican qué pueden hacer o cómo deben usarse, sino que expresan también una postura intelectual, social y tecnológica del tiempo y lugar donde se encuentran, y pueden conectarse con el contexto socio-cultural donde se ubica el usuario. A partir de lo desarrollado a lo largo del capítulo y del resumen expuesto se puede concluir que: 1º.-Queda justificada la oportunidad de aplicar la SP por la inexistencia de aportaciones en el ámbito de herramientas, detectadas y expresadas a lo largo de la introducción y epígrafe 2.5. Pero no solo por ello sino también porque las herramientas son objetos que participan en nuestras vidas configurando nuestras relaciones y expectativas sociales tal como quedo manifestado en el epígrafe 2.1. 2º.-Se ha visto que la SP ha sido aplicada con éxito en el diseño de productos de consumo, a lo largo de la introducción de la tesis así como en el epígrafe 2.4, quizás porque tradicionalmente a estos productos se les exige que proporcionen, además de funcionalidad, otros valores más “afectivos” para el usuario. En aplicación a productos de consumo, se ha visto que la SP aporta beneficios. La SP facilita a los agentes que participan en el diseño poder incorporar las necesidades y deseos de los usuarios, predecir su respuesta y facilitar la interacción funcional y significativa con el producto, así como provocar emociones y respuestas positivas que satisfagan sus demandas, aspectos importantes, como se vio a lo largo del epígrafe 2.2. 3º.- A lo largo de la introducción se destacó la importancia de la concepción y diseño

capítulo 2. Revisión bibliográfica 65

de los productos, en el epígrafe 2.1 se especificaron las funciones que desempeña todo producto y en 2.5 las metodologías y herramientas actúales para el diseño e ingeniería de producto. En su diseño y desarrollo no hay problemas para definir y obtener las dimensiones y características técnicas y funcionales, existen para ello perfiles de profesionales y diversidad de tecnologías de gestión y fabricación para su consecución. Pero su dimensión semántica requiere una mayor atención si se pretende que todo producto sea un todo coherente que satisfaga las necesidades y deseos del usuario, si bien hay metodologías, expuestas en el epígrafe 2.6, que muestran dicha posibilidad, queda por extenderlas a las herramientas, por tanto la contribución que se obtenga de la tesis será, a buen seguro, positiva. 4º.- Fundamentalmente, el diseño de herramientas se ha realizado a partir de estudios ergonómicos basados en la medición de parámetros biomecánicos con incorporación de la medición de la comodidad y usabilidad mediante test subjetivos sobre su percepción como se expresó en la introducción de la tesis En lo que se refiere a productos comerciales, pocos trabajos han evidenciado la utilización de la SP para su concepción y desarrollo. En el caso de herramientas esta utilización es totalmente nula, aspecto detectado en el epígrafe 2.5, por lo que su aplicación puede al menos mantener —y a buen seguro mejorar— su percepción. Por lo expuesto entiendo que es una oportunidad aplicar la SP a productos comerciales, en el ámbito de las herramientas. 5º.- En el epígrafe 2.4 se especificó que el DS es utilizado en la SP para medir la percepción que los consumidores tienen de un producto. Se mostró que uno de los aspectos más críticos de él es la elección de los descriptores o adjetivos apropiados para obtener la información deseada sobre el producto. Normalmente, los trabajos publicados describen con poca precisión este aspecto, que a menudo supone un criterio subjetivo del investigador o diseñador que aplica el método. Sin embargo, este es uno de los principales aspectos a resolver, pues una buena selección de descriptores determinará el nivel de éxito del estudio o diseño. 6º.- En cuanto al número de descriptores utilizados, existe también una gran variedad entre los trabajos publicados. Un exceso de descriptores puede dificultar la interpretación de los resultados, o incluso aburrir al encuestado, mientras que un número reducido de descriptores puede dejar de lado percepciones y significados necesarios para la interpretación global. Además, tampoco es deseable una lista cerrada de descriptores para todos los estudios: dependiendo de la herramientas y de la fase de diseño en la que se está, es posible que necesitemos un mayor o menor nivel de detalle de descriptores y, en consecuencia, un mayor o menor número de ellos. 7º.- En el epígrafe 2.2 y 2.3 se expuso la importancia que posee el lenguaje para la interrelación usuario producto en un contexto socio-cultural determinado y su implicación en la construcción del significado. Así pues el instrumento por el cual obtenemos la información subjetiva que posee el usuario ha de estar familiarizado y conectarse con sus esquemas mentales y experiencia, es decir, con lo que sabe y

66

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

como lo expresa. En consecuencia ha de estar presente y contemplarse al realizar un DS. 8º.- Por otra parte, en función del tipo de herramienta de que se trate, los descriptores pueden entenderse de una forma u otra: un martillo duro puede asociarse a calidad, en tanto que si unas tijeras de cirujano son consideradas duras, puede ser sinónimo de poca calidad. De ahí que sea necesario disponer de una colección de descriptores apropiados para cada herramienta, que permita seleccionar los distintos niveles de detalle requeridos en cada momento. En conclusión, para el desarrollo de estudios semánticos sería deseable disponer de un proceso de selección de descriptores estructurado y con diferente nivel de detalle según fase de diseño, aspecto que no se contempla en las metodologías para el diseño del producto ni en el diseño de herramientas visto en los epígrafes 2.4 y 2.5, y a ser posible con un criterio de selección objetivo — entendiendo por tal que no dependiesen del investigador / diseñador—, de forma que pudiera ser aplicada a cada tipo de producto. 9º.- Las diferencias entre individuos son incuestionables y dependen, en parte, de lo que experimentamos y aprendemos de nuestro entorno. En el epígrafe 2.2 se expusieron algunos de los factores por los cuales se configuran la diversidad de perfiles de usuarios. El tratamiento a la diversidad de usuarios contribuye a dar respuesta a sus diferentes necesidades y deseos. Este tratamiento facilita la significación de las herramientas y, por lo tanto, se deben incorporar las experiencias y conocimientos previos que posee el usuario. Las competencias profesionales, experiencias previas, estructuras cognitivas, conductuales y emotivas han de ser también atendidas y consideradas. 10º.-Pero también se han de considerar no sólo las diferencias en función de los tipos de “usuarios” (profesionales, aficionados, estudiantes, comerciales, diseñadores, etc.), sino también en función de su nivel de interacción (gestión, preparación, control o ejecución de una tarea). 11º.- En el caso de las herramientas, no se han estudiado las diferencias entre distintos niveles de experiencia con el producto, factor que afecta en gran medida a lo que pensamos y sentimos con respecto a ese producto. Se plantea, por tanto, la necesidad de conocer las diferencias perceptivas con respecto a las herramientas en función de los diferentes tipos de usuarios a los que van destinados los productos, dependiendo de su nivel y tipo de experiencia con el producto. 12º.-Al usuario asalariado le es impuesta la herramienta, y presenta únicamente necesidad funcional para la tarea requerida. En el usuario aficionado o el profesional libre se da el deseo de elegir. Es un reto considerar ambas situaciones para que sus resultados puedan integrarse en el proceso de diseño de herramientas.

capítulo 2. Revisión bibliográfica 67

13º.- El tratamiento a la diversidad de usuarios nos lleva también al tratamiento de la herramienta como “bien de consumo” o como “bien comercial” justificado en el epígrafe 2.1. Considerarlas como “bien de consumo” implica satisfacer demandas funcionales, características ergonómicas y deseos de cada uno de los tipos de usuario. Y estudiarlas como “bien comercial” implica, no sólo satisfacer los requisitos citados, sino también satisfacer al gestor o técnico en lo que demande para su entorno productivo y, en especial, en su dimensión pragmática. Queda justificado contemplar en la SP el tratamiento a la diversidad de perfiles de usuarios de herramientas consideradas tanto como productos comerciales como de consumo. 14º.- En el desarrollo del epígrafe 2.2 se concluyó que los sentidos son los encargados de contactar con la realidad exterior. No son mecanismos de gran exactitud, pero presentan un alto grado de transversalidad y, por tanto, precisan ser entendidos y atendidos desde su integración multisensorial, lo que implica una vinculación e interdependencia que permite obtener diferentes aspectos de una realidad. 15º.- Durante el proceso perceptivo hay una correspondencia psicofísica entre información y la experiencia del usuario con lo que se genera la percepción consciente. Su vinculación no ha sido experimentada con herramientas, por tanto, se considera su interés para explorarlo, lo cual no ha sido experimentado hasta el momento. 16º.- Se ha visto que en las evaluaciones ergonómicas clásicas se utilizan tanto medidas subjetivas como parámetros objetivos. Un factor común en todas las evaluaciones es que las valoraciones se realizan tras haber, no sólo visto, sino tocado y utilizado el producto. Por el contrario, en los trabajos de productos orientados al significado, al placer o a las emociones, las valoraciones se realizan tras la observación o bien del producto real o, en la mayoría de los casos, de una imagen del mismo, así se contempla en la mayoría de trabajos que desarrollan el DS expuesto en el epígrafe 2.4. En ninguno de los trabajos se profundiza en la importancia de la integración sensorial del usuario en la percepción y valoración de los atributos del producto. 17º.-Cabe señalar que la primera toma de contacto visual del usuario con el objeto le permite valorar no solo aspectos estéticos, semánticos y simbólicos, sino también aspectos relacionados con el uso y función. Es aquí donde la integración sensorial juega un importante papel en la respuesta del usuario, guiando la percepción y evaluación del producto. 18º.- Los avances actuales han permitido encontrar actividades neuronales y vincularlas con tareas cognitivas, psicológicas y emocionales, y han desvelado así la existencia de una integración multisensorial (IMS). Los estudios de los mecanismos neuronales durante la percepción sensorial desvelan que la cooperación entre sentidos, es decir, la integración multisensorial fortalece la percepción y mejora la capacidad de respuesta del individuo frente al estímulo. Se sabe, además, que los productos susceptibles de ser más atractivos para más sentidos producen un fuerte

68

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

efecto en los sentimientos y emociones, y resultan ser potencialmente más exitosos para el usuario. Conclusión compleja y difícil de concretar, pero situada en la naturaleza humana, si bien su estudio queda en el ámbito de otras ciencias y profesionales, hay que considerarla y tenerla presente para futuros estudios y avances en ese ámbito. 19º.- Los factores extrínsecos expuestos en el epígrafe 2.3 deben ser considerados para comprobar la influencia que tienen, en especial en cuanto a la intervención de la modalidad participante en la evaluación del producto. Los actuales escenarios de venta son cada vez más diversos (venta por catálogo, e-commerce, tiendas especializadas, etc.) y que dan lugar a diferentes interacciones con el producto a través de la compra. Así pues, se plantea la necesidad de determinar las incidencias de la IMS en la percepción de herramientas para poder evaluar el efecto de las diferentes modalidades de interacción en la valoración semántica que se hace de esas herramientas. A partir de lo expuesto posiblemente se podrán trabajar más aspectos y detectar mas necesidades que inciden en el desarrollo de la SP aplicada al diseño de herramientas. Pero con el fin de acotar y configurar un trabajo coherente y factible de desarrollar, la tesis se ha organizado a partir de las cuatro necesidades expuestas arriba que permiten formular en el próximo capítulo los objetivos que se pretenden alcanzar.

70

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Vulcano forjando los rayos de Júpiter. Pedro Pablo Rubens (Bélgica, 15771640). Óleo sobre lienzo, 181 x 98. Madrid, Museo Nacional del Prado. http://www.blogodisea.com/2010/vulcano-o-hefesto/mitologia-griega/  

capítulo 3. Objetivos y estrategias metodológicas

71

3.1 Introducción En el capitulo anterior se ha descrito el estado del arte de la SP. En sus conclusiones se planteó la validez e importancia de la SP para conocer la percepción que tienen los usuarios cuando interactúan con los productos de consumo. Se vio la pertinencia de su utilización para ayudar a los agentes que intervienen en el diseño y desarrollo de los productos y su posible aplicación al diseño de herramientas. Se señaló, además, que en la construcción del significado participan diversidad de componentes que atañen, entre otros y en especial, a la naturaleza humana y que se trata de un estudio complejo e interdisciplinar. Finalmente, se valoraba la posibilidad de obtener —con instrumentos elaborados para tal efecto— la manifestación cognitiva y la experiencia subjetiva del usuario en su relación con los productos, con el fin de conocer la percepción de ellos. Se concluyó exponiendo la existencia de necesidades que precisaban ser atendidas para profundizar en las aportaciones de la SP al diseño de herramientas y ampliar su desarrollo y que son objeto de la presente tesis: 1º.- Valorar la pertinencia de la SP aplicada a productos comerciales, demostrando su validez, al menos, para algunas herramientas. 2º.- Desarrollar un proceso para la construcción y aplicación de un DS que permita seleccionar y clasificar descriptores con diferentes niveles de detalle y que no dependan del investigador-diseñador. 3º.- Estudiar las diferencias en la percepción de herramientas debidas a la diversidad de perfiles de usuarios, consideradas como productos comerciales y de consumo. 4º.- Determinar las incidencias de la integración multisensorial en la percepción de herramientas y evaluar el efecto de las diferentes modalidades de interacción en la valoración de herramientas. Como consecuencia, se podrá confirmar la incidencia de la SP en el ámbito de algunas herramientas y obtener procesos y estrategias para aportar de manera generalizada la aplicación de la SP en el diseño de ellas. Se confía, por tanto, en contribuir al desarrollo, mejora e innovación de este tipo de productos comerciales. A partir de estas premisas se plantea un objetivo general que se desglosa en cuatro objetivos específicos.

3.2 Objetivo principal Como objetivo principal se plantea: Analizar la pertinencia y aplicación de la SP en el ámbito de las herramientas, con el fin de conocer e incorporar en su diseño las necesidades y deseos de los

72

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

usuarios. Con ello, se trata de contribuir al desempeño profesional de los agentes que participan en el diseño y desarrollo de herramientas y en consecuencia se espera mejorar el bienestar y relación funcional del usuario con ellas.

3.3 Objetivos específicos A fin de alcanzar el objetivo principal expuesto, se ha realizado una búsqueda bibliográfica y un conjunto de experiencias. La búsqueda bibliográfica ha dado lugar al análisis del estado del arte que ha sido descrito en el capítulo 2. Las experiencias que se detallan en el capítulo 4 permiten desarrollar los siguientes objetivos específicos: 1º.- Aplicar la SP a productos comerciales. Se trata de alcanzar los siguientes propósitos: 1.1 Plantear si es factible aplicar los métodos centrados en el usuario que utilizan SP a productos comerciales, en concreto a herramientas automatizadas y flexibles tales como un centro de mecanizado. Su desarrollo se expone en la experimentación número 1. La validación se expone en las conclusiones. 1.2 Plantear si es factible aplicar los métodos centrados en el usuario que utilizan SP a productos comerciales, en concreto, a herramientas manuales tales como un martillo. Su desarrollo se expone en las experimentaciones 2 y 3. La validación se expone en las conclusiones. 2º.- Desarrollar un proceso para la selección y elección de descriptores de un DS aplicado a la medición del significado de herramientas. Se trata de alcanzar los siguientes propósitos: 2.1 Implementar las técnicas estadísticas del análisis multivariante en el ámbito del diseño y desarrollo de herramientas. Su desarrollo se expone en las experimentaciones 2 y 3. La validación se expone en las conclusiones. 2.2 Valorar las ventajas de trabajar con diferentes niveles de detalle y elaborar estrategias para seleccionar y elegir descriptores de herramientas atendiendo al nivel de detalle requerido según la etapa de diseño. Su desarrollo se expone en la experimentación número 2. La validación se expone en las conclusiones. 3º.- Estudiar las diferencias en la percepción de herramientas debidas a la diversidad

capítulo 3. Objetivos y estrategias metodológicas 73

de perfiles de usuarios. 3.1 Describir las diferencias perceptivas entre distintos perfiles de usuarios de herramientas comerciales, en concreto centros de mecanizado. Su desarrollo se expone la experimentación número 1. La validación se expone en las conclusiones. 3.2 Describir las diferencias perceptivas entre distintos perfiles de usuarios de herramientas comerciales y de consumo , en concreto martillos. Su desarrollo se expone en la experimentación número 3. La validación se expone en las conclusiones. 4º.- Desarrollar y evaluar la incidencia que tiene la modalidad sensorial (ver y tocar) y el tipo de intervención sensorial (ver foto, ver la herramienta, tocarla y usarla) en la percepción de herramientas. 4.1 Describir el modelo factorial que describe la percepción de las herramientas (en concreto martillos) a partir de la integración multisensorial. Su desarrollo se expone en la experimentación 4. La validación se expone en las conclusiones. 4.2 Valorar la existencia de diferencias perceptuales entre las distintas intervenciones sensoriales. Su desarrollo se expone en la experimentación 4. La validación se expone en las conclusiones. 4.3 Valorar la existencia de diferencias preceptúales entre la experiencia de los distintos perfiles de usuarios. Su desarrollo se expone en la experimentación 4. La validación se expone en las conclusiones.

3.4 Estrategias metodológicas Para alcanzar los objetivos propuestos se han definido una serie de estrategias metodológicas dispuestas en actividades y recursos que —con la adecuada ordenación, flexibilidad y adaptación— han permitido el desarrollo de cada una de las experimentaciones realizadas y expuestas en el capítulo 4. Previamente, tal como se ha descrito en el capítulo 2, la revisión bibliográfica ha incluido la revisión de los trabajos relativos a la SP, y especialmente un análisis de su evolución, de la metodología empleada y de la aplicación de la SP en ámbitos y

74

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

productos. Para ello se ha recurrido a las principales revistas de campos científicotécnicos relativos a la ergonomía y el diseño. En la bibliografía se citan estas revistas, así como los manuales estudiados. La selección de instrumentos y técnicas para la captura y tratamiento de información, se hizo en paralelo y se orientó para conseguir el objetivo que se perseguía. La gestión de entrevistas y elaboración de los cuestionarios para la captura de datos se centró en los perfiles que requería cada una de las validaciones a efectuar, descritas de manera pormenorizada en el capítulo 4. Otras técnicas que se utilizaron fueron escogidas apoyándose en el análisis resultante de la fase de revisión bibliográfica. Las que han implicado una mayor atención han sido las estadísticas. Finalmente, entre las aplicaciones informáticas utilizadas para desarrollar las estrategias metodológicas, cabe destacar que el tratamiento estadístico de los datos se ha realizado por medio del paquete informático SPSS v.14, v8. Del paquete informático Microsoft OFFICE se utilizó la hoja de cálculo Excel, el tratamiento de texto Word y el de presentación PowerPoint.

76

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Tríptico de la Anunciación (Tríptico de Mérode). Robert Campin 1425 1430. Panel Gótico. 64,5 cm x 117 cm. Museo Metropolitano de arte de Nueva York. En la parte derecha del tríptico se observa a San José trabajando

 

http://es.wikipedia.org/wiki/ Tr%C3%ADptico_de_la_ Anunciaci%C3%B3n

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 77

Introducción En este capítulo se exponen las experimentaciones que han permitido desarrollar y validar los objetivos propuestos. En concreto se presentan cuatro experiencias que se han desarrollado desde inicios del 2003 hasta mediados del 2008. La experiencia nº 1 plantea y desarrolla la aplicación de la SP a un tipo de producto comercial muy diferente a los típicos en los que se aplica la SP: las herramientas automatizadas y flexibles. El objetivo es comprobar si los métodos de diseño centrados en el usuario que utilizan SP son susceptibles de ser aplicados también a productos comerciales. Los resultados preliminares de esta experiencia se presentaron en el congreso “7th International Research/Expert Conference: Trends in the development of machinery and associated technology” TMT 2003 LLoret de Mar, a través de la comunicación titulada “Strategies and approaches to the product design Directed to the user”, y han sido publicados en la revista “International Journal of Industrial Ergonomics 35 (2005) 1021-1029” a través del artículo “Semantic Differential applied to the evaluation of machine tool design“. La experiencia nº 2 plantea y desarrolla un proceso para la construcción de un Diferencial Semántico (DS) de herramientas atendiendo al nivel de detalle requerido según la etapa de diseño. Se pretende definir una secuencia de acciones que permita la reducción de descriptores a diferentes niveles de detalle según la etapa de diseño. Los resultados de esta experiencia se presentaron en el congreso “VIII International Congress on Project Engineering” Bilbao 2004 a través de la comunicación de título “Contributions to Product Semantics Taxonomy”, que fue premiada con el Research Scholarship “Rafael Escolá”. También se presentó al “X Congreso Internacional de Ingeniería de Proyectos”Valencia, 2006 a través de la comunicación de título “Aplicación de la semántica de productos al diseño de herramientas manuales. Estudio piloto para la selección de semánticos en martillos”. La experiencia nº 3 plantea y desarrolla la aplicación de la SP a productos que pueden considerarse simultáneamente comerciales y de consumo, los martillos. Se pretende determinar si existen diferencias perceptivas entre distintos perfiles de usuarios, valorando y describiendo el modelo explicativo que subyace debajo de cada uno de los perfiles de usuarios. Los resultados de esta experiencia se presentaron en el congreso “International Conference on Engineering Design, ICED’07” 2007 Paris, a través de la comunicación titulada “User profile differences in semantic design. Application to hand tools”. Finalmente, la experiencia nº 4 plantea y desarrolla la incidencia que tiene la modalidad de intervención sensorial, y su integración multisensorial (IMS), en la percepción de herramientas. El objetivo es determinar la existencia de diferencias perceptivas entre las distintas modalidades intervinientes y su integración en la percepción de un martillo. Los resultados de esta experiencia han sido publicados en la revista “Applied Ergonomics 42 (2011) 652-664 a través del artículo “Perception of products by progressive multisensory integration. A study on hammers”.

78

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

SP

80

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Martillo pilón a presión de aire. Plano de patente de D. Rafael Palomo Gil. Fecha de solicitud 09/02/1955. http://patentados.com/invento/martillo-pilon-a-presion-de-aire.html  

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 81

4.1.1 Introducción En esta primera experimentación se analiza si es factible aplicar los métodos centrados en el usuario que utilizan SP a productos comerciales tales como un centro de mecanizado (CM), considerado como una herramienta automatizada y flexible. Se han elegido los centros de mecanizado por ser un producto meramente comercial y ubicado tanto en medianas como en grandes empresas, y también por ser un producto singular en cuanto a los diferentes perfiles de usuarios que interaccionan con él, principalmente gestores, técnicos cualificados y operadores. Se pretende encontrar el valor de los descriptores que hacen explícito lo que el usuario percibe y usa para juzgar cada máquina. A partir de ello valorar si existen diferencias perceptivas entre herramientas así como entre los distintos perfiles de usuarios con quienes interactúan.

4.1.2 Metodología Para llevar a cabo el objetivo planteado se construyó un DS (Diferencial Semántico) que fue valorado por gestores de producción, técnicos cualificados -en nuestro caso profesores universitarios con amplia experiencia en procesos de fabricación y gestión de proyectos- y operadores de máquinas herramientas. Tras el trabajo de campo pertinente se procedió a su tratamiento estadístico para valorar la percepción de los CM y de los descriptores por los diferentes perfiles de usuarios. 4.1.2.1 Selección de descriptores La búsqueda de descriptores se realizó a partir de revistas científicas especializadas, catálogos y sitios web de diversas empresas. En una primera aproximación se encontraron más de 100 descriptores, todos ellos relacionados con las características de centros de mecanizado. A fin de reducir el número de descriptores, se aplicaron diferentes filtros. En primer lugar, se eliminaron aquellos descriptores que por su significado e información se encontraban en las especificaciones y eran susceptibles de ser valorados objetivamente. Se trataba, mayoritariamente, de dimensiones sintácticas (tales como carros fabricados en aluminio fundido, mesa en cruz, nº de herramientas, aceleración 10m/seg2, husillo de 8000 r.p.m., etc.). Con esta primera reducción se obtuvieron 36 descriptores. Aquellos descriptores con significado afín como, “poderoso, potente”, o “confort de manejo, cómodo, confortable”, se redujeron a una sola palabra. Con los 22 descriptores restantes, dos ingenieros expertos en procesos de fabricación realizaron un ensayo preliminar para eliminar los descriptores menos relevantes, quedando finalmente los 18 descriptores que se muestran en la tabla 4.1.1.

82

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Tabla 4.1.1. Formulario que muestra los pares opuestos de descriptores.

Para evitar prejuicios, en el formulario mostrado en la tabla 4.1.1 se emplearon únicamente escalas positivas. El rango era (0-3) para cada uno de los descriptores opuestos pertenecientes al mismo par. Sin embargo, para analizar los resultados, cada par de descriptores ha sido referenciado por un parámetro comprendido en el rango +3 a –3. Donde +3 significa máxima valoración para el descriptor de la izquierda y –3 significa máxima valoración para el descriptor de la derecha. 4.1.2.2 Selección de estímulos Las imágenes de los centros de mecanizado fueron obtenidas también de los sitios web de diversas empresas. Se seleccionaron imágenes con buena calidad. Las 68 imágenes seleccionadas se clasificaron según los siguientes criterios: • Disposición del centro de mecanizado: vertical u horizontal. • Topología (forma global): integrado (aproximadamente una sola forma reconocible) o aditivo (muchas formas juntas formando un todo). • Color. • Situación del panel de control: aéreo o integrado. • Forma en que aparecían las puertas en la imagen: abiertas o cerradas. Este criterio fue establecido por sugerencia de un ingeniero de procesos, pues argumentó que la observación del cabezal, o no, podía aportar información que influyera en la valoración.

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 83

• Punto de vista de la imagen: si era sólo frontal o frontal derecha o bien frontal izquierda. • La visibilidad del sistema de eliminación de virutas. Dado el elevado número de imágenes se procedió a reducirlas. En una primera etapa se seleccionaron únicamente los centros de mecanizado verticales cuyas puertas aparecieran cerradas en la imagen. Tras varias selecciones, se eligieron las 12 imágenes más heterogéneas. Con las 12 imágenes resultantes y los 18 descriptores, se pidió a un ingeniero de diseño experto en máquinas y sistemas de fabricación que escogiera los CM más diversos y representativos. Se seleccionaron finalmente 9 imágenes, que se muestran en la figura 4.1.1. Se eliminaron de las imágenes las marcas comerciales para evitar juicios a priori, y las figuras se colocaron en orden aleatorio en los formularios, tal como queda expuesto en el anexo V1.1.

Fig. 4.1.1 Imágenes seleccionadas.

4.1.2.3 Selección de participantes Para confeccionar la muestra de participantes se seleccionaron tres tipos de perfiles:

84

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

gestores de producción, técnicos cualificados y operadores de centros de mecanizado. En la tabla 4.1.2 se ve la distribución de la muestra por grupos y sectores. Tabla 4.1.2 Perfil y distribución de la muestra.

Los gestores de producción y operadores fueron seleccionados, por su experiencia productiva, entre cinco empresas distintas de la provincia de Castellón que utilizaban en su proceso productivo centros de mecanizado: tres del sector de la fabricación de moldes para azulejos cerámicos, una del sector de fabricación de maquinaria de impresión y la última del sector de radiadores de automoción. Las competencias profesionales de los gestores de producción eran el diseño, organización, gestión y control del proceso de producción, y ocasionalmente tomar decisiones para la compra de maquinaria. La experiencia en centros de mecanizado de los participantes estaba en el rango de 3 a 40 años, con una experiencia media de 13 años, similar en todos los perfiles. Todos los operadores estaban habituados a usar al menos máquinas herramientas tradicionales. En la tabla 4.1.3 se muestra el número y experiencia en el perfil correspondiente. Tabla 4.1.3: Perfil de la experiencia de los participantes.

Los técnicos cualificados se escogieron entre profesores universitarios especialistas en la gestión y procesos de fabricación con experiencia en la enseñanza y en proyectos de investigación y desarrollo en la industria. Pertenecían a tres universidades públicas: la Politécnica de Valencia, la Politécnica de Catalunya y la Jaume I de Castellón. 4.1.2.4 Desarrollo de la experiencia

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 85

La tabla 4.1.1 muestra la disposición final del formulario, que se complementaba con cada una de las figuras de alta calidad y en color de los centros de mecanizado (CM). En el anexo V1.1 se muestra un ejemplo del cuestionario en el que se observa la disposición de las preguntas y la fotografía así como el tamaño y calidad de la misma. Todos los encuestados contestaron al cuestionario para todas las imágenes por lo que se recogieron un total de 315 (35 x 9) encuestas. El gestor principal de producción de cada empresa fue informado de los detalles de la encuesta, los objetivos, el proceso y las tareas a realizar y el tiempo esperado para cumplimentar el cuestionario. La selección de los restantes gestores y operadores se dejaba a cargo del gestor principal entrevistado, recomendándole la selección según el perfil requerido. Al cabo del tiempo estipulado, se recogieron los cuestionarios cumplimentados. 4.1.2.5 Análisis de resultados Una vez finalizado el trabajo de campo se procedió a su tratamiento estadístico. Partimos de la hipótesis de que el tipo de usuario (Variable independiente) y tipo de centro de mecanizado (Variable independiente) son causa y producen un efecto en la valoración del descriptor (Variable dependiente). Es decir, la percepción de cada uno de los centros de mecanizado será distinta según el tipo de usuario (causa) y se manifestará con una mayor o menor puntuación (efecto) en sus descriptores. Para dicha validación se realizaron diferentes análisis que se plantean a continuación: 1.- Percepción global de los centros de mecanizado Se realizó un análisis exploratorio a partir de los valores máximo, mínimo y medio de los descriptores, y se procedió a observar las diferencias entre centros de mecanizado. Se consideró el rango (valor máximo menos valor mínimo) por cada uno de los descriptores, con el fin de estimar su idoneidad en la valoración de los centros de mecanizado. Se realizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov para cada una de las variables dependientes sin diferenciar tipos de centros ni tipos de usuarios, es decir, con todos los casos, con el fin de comprobar el grado de ajuste de ellas y una distribución normal (Echeverria, 1982). La prueba K-S aportó que ninguna variable se ajustaba a una distribución normal. En el anexo V1.2 se muestran los resultados detallados de la prueba. También se realizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov con las variables de cada uno de los centros de mecanizado, para comprobar el grado de ajuste de los descriptores con una distribución normal. En ningún caso las variables se ajustaban a una distribución normal. En el anexo V1.3 se muestran los resultados detallados de la prueba. En consecuencia para averiguar y contrastar las diferencias entre centros de

86

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

mecanizado según los descriptores se utilizó la prueba no paramétrica H de KruskalWallis. En el anexo V1.4 se muestran los resultados detallados de la prueba. Para conocer las dependencias entre variables se utilizó el coeficiente de correlación “tau” de Kendall por ser un coeficiente de correlación no paramétrico, siendo los datos susceptibles de convertirse en rangos, y además al poseer las variables pocos niveles, el coeficiente de Kendall es menos sensible a los empates de rangos frente a otros coeficientes como el de Spearman. Para la decisión del tamaño muestral se estima la prueba K-W como una opción no paramétrica al ANOVA con un factor. Por tanto según Cohen (1992) para este tipo de análisis y una potencia del 80% para detectar efectos medianos (25% la desviación estándar) y con nivel de significación α = 0.05 para nueve grupos, se precisa una tamaño muestral de 28 por grupo1. En nuestro caso el tamaño es de 35. 2.- Valoración por grupo de usuarios Para comprobar las diferencias de valoración de los CM entre los diferentes perfiles de usuarios, se realizó en primer lugar la prueba Kolmogorov-Smirnov para cada una de las muestras de los perfiles de usuarios y se observó que dichas muestras tampoco se ajustaban a una distribución normal. En el anexo V1.5 se muestran los resultados detallados de la prueba. En consecuencia para averiguar y contrastar las diferencias entre perfiles de usuarios se utilizó la prueba no paramétrica H de Kruskal-Wallis. Su idoneidad también se confirma, como señalan Downie y Heath (1979), por ser las muestras pequeñas, desiguales e independientes. En el anexo V1.6 se muestran los resultados detallados de la prueba. Para efectuar las comparaciones entre perfiles y analizar cuáles difieren entre sí se utilizó la corrección de Bonferonni para controlar la tasa de error. Puesto que son tres los perfiles, se precisaron hacer tres comparaciones lo que llevó a basar las decisiones en un nivel de significación α = 0.05 / 3 = 0,017. Se consideró que dos grupos difieren significativamente cuando el nivel crítico obtenido fue igual o menor de 0,017. En el anexo V1.6 se muestran los resultados detallados de la prueba Para la estimación del tamaño muestral se estima la prueba K-W como una opción no paramétrica al ANOVA con un factor. Por tanto según Cohen (1992) para este tipo de análisis y una potencia 0,80 para detectar efectos medianos y con nivel de significación α = 0.05 se precisa una tamaño muestral de 53 casos por grupo1. El tamaño mínimo en nuestra experimentación es de 72, que corresponde a la muestra de profesores, frente a 126 de los operadores y 117 a los gestores.

1 Calculado con G*Power 3.1. Faul, F.; Erdfelder, E.; Lang, A.-G.; Buchner, A. G*Power 3: A flexible statistical power analysis program for the social, behavioral, and biomedical sciences. Behavior Research Methods, 2007, 39 (2), 175-191.

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 87

3º.- Descripción factorial de la percepción de los centros de mecanizado A partir del elevado número de correlaciones observadas entre las variables dependientes (descriptores) se realizó un análisis factorial, para describir un modelo que especificara las relaciones entre descriptores y los posibles factores latentes. En su aplicación se cumplieron los supuestos previos del AF, tal como señala Hair et al. (2000). Se comprobó la interdependencia entre variables (prueba de esfericidad de Bartlett para p 0,7). Para la extracción de factores se utilizó el método de análisis de componentes principales con rotación Varimax, que aporta una separación más clara de factores y facilita una mejor interpretación, conservando aquellos factores con autovalores > 1. En el anexo V1.7 se muestran los resultados detallados de la prueba.

4.1.3 Resultados 4.1.3.1 Percepción global de los centros de mecanizado En la tabla 4.1.4 se muestran los valores medios de los descriptores para cada centro de mecanizado, comparados con los valores medios globales y ordenados según el rango. Los rangos obtenidos en cada uno de los descriptores por centro de mecanizado, permiten aceptar inicialmente que los centros de mecanizado se perciben distintos. Se observa la existencia de descriptores con rangos altos y por tanto con valores extremos que permiten considerar la existencia de variabilidad en la percepción de los CM a partir de una fotografía, tal como Silencioso D18, Seguro D16, Potente D13, Compacto D7, Sencillo D8, Confortable D12 y Fácil manejar D3, frente a otros con rangos pequeños tal como, Eficiente D9, Accesible D5, Flexible D10 y Fácil de limpiar D4. El análisis de los resultados demuestra que los CM seleccionados para el estudio son en general percibidos positivamente. Las características mejor valoradas están representadas por los descriptores D1 Alta tecnología, D16 Seguro, D2 Inteligente, D11 Fiable, D9 Eficiente, D17 Duradero y D15 Alta calidad y hacen referencia a la competencia funcional y a la calidad de los CM. Por otro lado las características peor valoradas, aunque de media global positiva, están representadas por los descriptores D4 Fácil de limpiar, D5 Accesible, D12 Confortable, D8 Sencillo y D10 Flexible que hacen referencia a los aspectos relacionados con la interacción hombre-máquina. Se han encontrado diferencias estadísticamente significativas a partir de la prueba no paramétrica H de Kruskal-Wallis en la percepción de los diferentes centros de mecanizado para 14 de los 18 descriptores. La tabla 4.1.5 muestra las diferencias estadísticamente significativas obtenidas. En el anexo V1.4 se muestran los resultados detallados de la prueba.

88

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Tabla 4.1.4 Valores medios de los descriptores (D) para cada centro de mecanizado (CM) en orden descendente por la columna de rango.

Tabla 4.1.5 Diferencias estadísticamente significativas de los centros de mecanizado según los descriptores.

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 89

También se ve que los diferentes centros de mecanizado poseen características morfológicas que permiten percibir con mayor puntuación unos descriptores frente a otros. A este respecto se desprende la existencia de centros de mecanizado que aglutinan un mayor número de descriptores percibidos con las mayores y menores puntuaciones: destacan dos centros que concentran 10 descriptores con los valores más altos de los 18, y otros dos centros concentran 12 descriptores con los valores menores. Como aclaración, en la figura 4.1.2, se muestran los centros de mecanizado CM 4 y CM 9 (columna de la izquierda), que concentran la mayoría de los descriptores mejor valorados, y los centros de mecanizado CM 7 y CM 3 (columna de la derecha) con los descriptores peor valorados.

Fig. 4.1.2 Percepción de los centros de mecanizado según las puntuaciones obtenidas en los descriptores.

Otro aspecto importante es determinar la existencia de relaciones entre las variables (descriptores) con el fin de determinar algún tipo de dependencia. El cálculo del coeficiente de correlación de “tau” de Kendall nos muestra (ver tabla 4.1.6) un elevado número de correlaciones entre los descriptores con valores pequeños y moderados pero significativos (sombreados en gris). Lo que nos permite pensar en la existencia de factores latentes y por tanto de la pertinencia de realizar un análisis factorial.

90

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Tabla 4.1.6 Coeficientes de correlación de Kendall entre descriptores. Las casillas en gris corresponden a correlaciones estadísticamente significativas (α < 0,05; los valores en negrita corresponden a α < 0,01).

4.1.3.2 Valoración por grupo de usuarios Un análisis global de los resultados indica que los centros de mecanizado elegidos tienen una percepción global positiva por los distintos grupos de usuarios, destacándose algunos de ellos sobre los demás. La figura 4.1.3 muestra los valores medios de los descriptores obtenidos por cada uno de los perfiles.



Figura 4.1.3 Media global comparada con la media de cada perfil.

Se observan diferencias de puntuación de los descriptores en cada uno de los perfiles de usuarios. Los profesores tienden a puntuar más alto que el resto de perfiles en 14 descriptores. Por el contrario, los operadores puntúan por debajo de los demás en 13 descriptores. La puntuación de los gestores se sitúa cerca de la media para la mayoría de descriptores.

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias

91

Las diferencias en la percepción de los diferentes grupos de usuarios son estadísticamente significativas en 6 de los descriptores. Se muestran en la tabla 4.1.7, (* = a < 0.05; ** = a < 0.01 según la prueba no paramétrica de H de Kruskal-Wallis) y en la figura 4.1.3 remarcados en rojo. En el anexo V1.6 se muestran los resultados detallados de la prueba. Tabla 4.1.7 Descriptores significativos según perfiles.

Estas diferencias pueden atribuirse a la experiencia, implicación y la distancia física con la que interaccionan los diferentes perfiles. Los descriptores D4 Fácil de limpiar, D5 Accesible, D6 Robusto y D13 Potente presentan aspectos sensoriales (espacio, tamaño, ruido, tacto) que se dan a diario en el puesto de trabajo del operador, en oposición a los profesores y por tanto estos descriptores están mucho más instalados en la experiencia de los operadores. Dicha experiencia puede contribuir a que tales usuarios discriminen y valoren con mayor rigor, es decir con menor puntuación, aquellos descriptores que les resultan más familiares, incluso cuando se deben limitar a valorar el centro de mecanizado por medio de una imagen. En cambio los descriptores D1 Alta tecnología y D2 Inteligente poseen rasgos y cualidades más abstractas y sujetas a aspectos menos sensoriales y más cognitivos, quizás por ello la experiencia de los gestores, frente a los operadores, les permiten discriminarlos y valorarlos con mayor rigor, es decir con menor puntuación, a partir de una información tan limitada como una simple imagen. Podría ser también porque el operador conoce más la máquina que ha usado, mientras que el gestor, al tener que tomar decisiones de compra está más al día de nuevos productos y no valora tan alto estos descriptores. Los profesores frente a los gestores difieren en los descriptores D5 Accesible y D6 Robusto. Posiblemente la diversidad de competencias del profesor y del gestor en el diseño y ejecución del control y gestión de procesos les permite discriminar dichos descriptores con puntuación diferente. Se desprende que los operadores parecen ser más críticos en la puntuación de aquellos descriptores relacionados con el bienestar laboral y la salud, tales como D6 Robusto, y en otros relacionados con la interacción funcional, tales como D4 Fácil de limpiar y D5 Accesibilidad. 4.1.3.3 Descripción factorial de la percepción de los centros de mecanizado

92

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Para conocer si existe una estructura latente en la percepción de los CM por los usuarios se realizó un AF. Dicho análisis aportó una estructura simple definida por cinco factores con una varianza total explicada del 71,49 %. La tabla 4.1.8 muestra dicha estructura. Sólo se muestran las cargas factoriales superiores a 0,4. En el anexo V1.7 se muestran los resultados completos. Tabla 4.1.8 Componentes de los factores rotados. Semuestran sólo aquellos valores >0.4. en negrita los valores > 0.5.

La estructura factorial queda definida en primer lugar por el factor 1, que incluye 8 descriptores que expresan las “características morfológicas” del CM, mediante robusto, estable y compacto y su “aptitud técnica” por potente, de calidad y duradero, y con menor carga factorial por eficiente y fiable, por todo ello lo podríamos denominar factor calidad El factor 2 describe la “competencia funcional” que se le requiere a la herramienta, lo que es capaz de hacer, su dimensión pragmática y podríamos definir por el factor funcionalidad. El factor 3 queda definido por descriptores que favorecen la óptima salud laboral, y podríamos definirlo como el factor confortabilidad. Los dos últimos factores se refieren a la interacción “hombremáquina”, el factor 4 corresponde a la interacción física, es decir, la accesibilidad necesaria para su control y mantenimiento, por tanto define el factor accesibilidad, y el factor 5 describe la sencillez y fácil manejo, lo que podríamos definir como factor usabilidad, es decir, una interacción funcional de componente cognitivo.

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 93

4.1.4 Conclusiones Los CM, como producto meramente comercial, son susceptibles de aplicarles estudios de SP. Las diferencias de percepción obtenidas para las diferentes configuraciones de los CM del estudio así lo demuestran. Aunque se puede aplicar la SP, hay percepciones más fáciles de extraer. A excepción de los descriptores, Fácil de limpiar, Accesible, Eficiente y Flexible, el resto son percibidos y valorados de forma diferenciada y permiten la descripción de los CM. En este sentido, se observan diferentes configuraciones que son percibidas de forma distinta, destacando algunas con alta valoración en algunos descriptores y que las distingue de otras. Por ejemplo, los resultados de la figura 4.1.2 podrían indicar que cuando un centro de mecanizado es integrado o posee como máximo dos cuerpos que sobresalen de la forma globalmente percibida favorece la opinión de robustez, estabilidad, o fiabilidad, mientras que la posición aérea o integrada del control no es un atributo que influya. Esta hipótesis debería probarse en un estudio más profundo con un mayor número de imágenes y encuestados. Existen diferencias de percepción entre los diferentes perfiles que participaron en la experiencia. Cabe pensar que estas diferencias se deben a la experiencia previa, implicación e interacción funcional. Los operadores otorgan una mayor puntuación en los descriptores relativos a la competencia funcional del CM. En cambio, los profesores se destacan en una mayor puntuación en algunos de los descriptores relativos a la potencia y accesibilidad, contrariamente a como lo hacen los operadores. Los gestores se encuentran en puntuaciones intermedias entre profesores y operadores. Los factores por los cuales se perciben y se valoran los productos comerciales del tipo de un CM son 5: los dos primeros se refieren a lo que son y se espera de ellos destaca el factor calidad y el factor funcionalidad, el resto se refieren a aspectos del ámbito ergonómico, uno referido a la salud laboral, el factor confortabilidad, los otros dos vinculados a la interacción “hombre-máquina”: uno a la interacción física, el factor accesibilidad y otro a la interacción cognitiva, factor de usabilidad o facilidad de manejo. Estos resultados muestran que la técnica de diseño orientado al usuario del Diferencial Semántico puede ser aplicada al diseño de máquinas herramientas. A este respecto, las investigaciones futuras deben ir encaminadas a la obtención de los atributos de diseño de los CM que contribuyen positiva o negativamente a las distintas opiniones expresadas. Es sabido que el diseño y desarrollo de productos como los centros de mecanizado, involucran factores específicos del tipo de una inversión económica, una producción más corta y rápida y una mayor complejidad del producto frente a los de consumo. Todos estos factores dificultan el uso de la SP. Sin embargo, la conclusión conduce a la hipótesis de que la aplicación de Semántica de Productos traerá más ventajas que desventajas, al igual que en los productos menos comerciales y más de consumo.

94

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

96

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Cinco pies de herramientas. 1962. Jim Dine. Óleo sobre lienzo sin imprimir con listón de madera montado y 32 herramientas colgadas de alcayatas. 141,2 x 152,9 x 11 cm. Colección Sidney y Harriet Janis. The Museum of Modern Art. Nueva York. USA.

 

http://www.epdlp.com/cuadro. php?id=292

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 97

4.2.1 Introducción En esta segunda experimentación se plantea desarrollar un proceso para seleccionar y clasificar descriptores de productos atendiendo al nivel de detalle requerido según la etapa de diseño. Consideramos al adjetivo como el término que determina o califica una cualidad de un producto. Y a los descriptores al conjunto de adjetivos bipolares (antónimos) que permiten definir, en mayor o menor grado, las percepciones que un usuario atribuye al producto. La búsqueda de descriptores se refiere a su recopilación y obtención en los diferentes ámbitos donde se sitúa un producto, lo que se denomina “espacio semántico”. Por otro lado la selección atiende a la depuración de descriptores semejantes, inadecuados y sinónimos. Y la clasificación se refiere a la agrupación de los descriptores en unidades semejantes y homogéneas, lo que se denomina clusters, conglomerados, grupos o clases. Finalmente la partición, como se verá, se refiere a la obtención del número de grupos adecuado al nivel de detalle requerido según la etapa de diseño objeto de estudio. No obstante en algún punto del discurso se usará al término descriptor, como al adjetivo que cualifica o determina, pero sin expresar su antónimo. Para poder llevar a cabo el objetivo planteado se desarrollan dos estudios. El primer estudio plantea realizar directamente una organización jerárquica de los descriptores de productos de consumo recopilados de diferentes estudios de SP. Se pretende con ello demostrar la viabilidad e interés de una organización jerárquica de los descriptores. Sin embargo esta organización jerárquica no satisface a todos los productos ni presenta la posibilidad de clasificación según el nivel de detalle requerido desde un punto de vista objetivo. Y es precisamente eso lo que llevó a desarrollar un segundo estudio con el fin de definir un proceso que ayude a conocer la estructura del universo semántico de descriptores para un producto dado y su posibilidad de clasificación y partición según diferentes niveles de detalle. A continuación se describen estos dos estudios y se comentan sus resultados.

4.2.2 Estudio preliminar: una aproximación a la jerarquía de descriptores En este primer intento de estructurar los descriptores que se utilizan en el DS se partió de una serie de descriptores del “lenguaje de uso” de algunos tipos particulares de productos recopilados de la bibliografía y que se resumen a continuación. La figura 4.2.1 incluye adjetivos de estudios en los que se define la “imagen” del producto con la cual se va a obtener información del usuario. La figura 4.2.2 contiene descriptores de diferentes autores para diferentes productos.

98

aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Figura 4.2.1 Adjetivos propuestos por diferentes autores en imágenes de productos.

Figura 4.2.2 Pares de descriptores propuestos por diferentes autores en DS de distintos productos.

El planteamiento del nivel de detalle requerido según el proceso de diseño en el que se encuentre (conceptual, funcional, fabricación…) deben influir en la elección de los descriptores. Por tanto, a partir de los descriptores obtenidos en las investigaciones citadas, se presenta una clasificación tosca de los descriptores semánticos divididos en tres dimensiones y dispuestos jerárquicamente en diferentes niveles (figura 4.2.3). Sirve como una demostración inicial de la viabilidad e interés de una organización jerárquica de los descriptores. Como parte del objetivo de una taxonomía general, consideramos los descriptores divididos en tres dimensiones y organizados jerárquicamente en diferentes niveles. Los descriptores se han dispuesto en tres dimensiones principales que miden lo buenos, bonitos y baratos que son los productos. Estas dimensiones a priori pueden parecer excesivamente simplistas, pero un estudio más a fondo de las mismas permite identificarlas con las tres dimensiones relacionales de los signos ya descritas: pragmática, semántica y sintáctica, respectivamente. La medida de la calidad, o lo buenos que son los productos, está más desarrollada que las otras dos dimensiones. De hecho, muchos requisitos de calidad son cuantificables

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 99

en términos de especificaciones y parámetros. Sin embargo, hay algunos aspectos de calidad que son difíciles de cuantificar en términos de algunas especificaciones técnicas, principalmente aquellos que están encadenados a la bondad percibida. Estos aspectos se consideran a través de los descriptores. La segunda dimensión, es decir, lo bonitos que son los productos no fue considerada formalmente en el pasado, y se convirtió en objeto de estudio con el diseño orientado al usuario o actualmente definido como diseño emocional. Finalmente, lo barato es la tercera dimensión clásica de lo que un producto debería ser, y, por tanto, también se considera aquí. Sin embargo, debemos enfatizar que recibe usualmente menos atención, dado que es bastante más difícil considerar esta dimensión durante las primeras fases del diseño. Algunas veces, los precios son requisitos (por ejemplo, “diseñar un coche de 9000 €”), y se quedan al margen del diseño semántico. Otras veces, las estrategias de mercadotecnia fijan los precios solamente después de que el diseño ha acabado, y, por tanto, no influye directamente en el proceso de diseño. Para validar las tres dimensiones definidas arriba, se ha tratado de asociar los descriptores encontrados en la literatura (figuras 4.2.1 y 4.2.2) con una de las tres dimensiones. Es más, se han dispuesto en un árbol jerárquico. Los resultados se muestran en la figura 4.2.3, en la que se presentan todos los descriptores.

100 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Figura 4.2.3. Nivel de detalle de los descriptores.

Aunque se falló en el intento de encajar en la organización jerárquica todos los descriptores hallados en la búsqueda previa, se consiguió encajar muchos de ellos. Por supuesto, la figura 4.2.3 muestra una estructura jerárquica muy tosca, y está sólo parcialmente rellenada. En otras palabras, aún se tiene que hacer mucho trabajo para refinar esa clasificación. Por ejemplo, hay relaciones cruzadas obvias (tal como, la razón calidad/precio) que tienen que ser consideradas. Sin embargo, algunas tendencias son visibles en la figura 4.2.3: • Muchos de los descriptores pertenecen efectivamente a una de las tres dimensiones. Es más, encontramos que aquellos que no puede colocarse

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 101

claramente en una única dimensión son útiles para discriminar entre diferentes dimensiones. Por ejemplo, los pares “decorativo/práctico” o alguna de sus variantes (“racional/apasionado”, “racional/emocional”) pueden discriminar con claridad productos donde la bondad domina claramente sobre la belleza, o viceversa (figura 4.2.4).

Figura 4.2.4. Pares de adjetivos semánticos que discriminan entre dimensiones.

• La organización jerárquica de los descriptores resulta “natural” y esta opinión se ve reforzada por los resultados del estudio. • En la clasifi cación, y a fi n de distinguir entre aquellos descriptores que detectan percepciones generales o particulares, se han ordenado los descriptores como generales, intermedios o particulares. De este modo, se permiten diferentes niveles de detalle, dependiendo del propósito concreto de cada cuestionario. • También es obvio que se ha prestado más atención a algunas dimensiones que a otras, y se debe trabajar a fin de rellenar la estructura completa. Finalmente, podemos ver que se pueden considerar diferentes niveles de detalle para permitir tanto estudios sencillos y/o iniciales como estudios completos cuando se precisen. A fin de extender la estrategia del nivel de detalle mencionada, se deben elegir descriptores más genéricos, cada uno de los cuales debe resumir diferentes subgrupos de descriptores más detallados. El propósito del sub-agrupamiento es permitir pruebas más toscas, válidas para detectar las sensibilidades de los usuarios potenciales, antes de que el refinamiento nos dé una “firma” detallada o perfil del producto candidato. Este nivel de detalle creciente evita la fatiga de la población sometida a la prueba y acelera el proceso de conocer la opinión de los usuarios. 4.2.3 Desarrollo y aplicación de unproceso de jerarquización de descriptores La organización jerárquica obtenida en el primer estudio no satisface a todos los productos ni presenta la posibilidad de clasificación según el nivel de detalle requerido desde un punto de vista científico y justificado. Y es precisamente eso lo que llevó a desarrollar un proceso completo que ayude a conocer la estructura

102 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

del universo semántico de descriptores para un producto dado y su posibilidad de clasificación según el nivel de detalle requerido. Como aplicación práctica se intentó buscar un producto que pudiera ser considerado tanto producto de consumo como producto más profesional o comercial, de forma que la aplicación de estudios semánticos a este tipo de producto ayudase a establecer en qué medida estas metodologías son útiles también para productos comerciales, si existen diferencias en la aplicación de las mismas para cada tipo de producto y si existen diferencias en función del nivel de experiencia con el producto de los usuarios. Las herramientas manuales son un producto que puede estar destinado tanto a aficionados (producto de consumo) como a profesionales (producto comercial), En concreto, se eligió el martillo como producto de estudio dado también el interés de la empresa participante en el proyecto de investigación (BELLOTA S.A.). Se pretendía por tanto desarrollar y poner a punto un proceso que permitiera clasificar el universo semántico de un producto evitando la subjetividad del investigador, de forma que se pudieran reducir con diferentes niveles de detalle el número de descriptivos utilizados en los estudios semánticos. Tras estudiar las diferentes posibilidades, el proceso que se propone consiste en la realización de un estudio semántico previo para cada producto utilizando un conjunto amplio de descriptores (tras una selección eliminando los que son claramente equivalentes), y de un análisis posterior de estos resultados utilizando el análisis de conglomerados jerárquico (ACJ) para determinar la estructura jerárquica de los descriptores y los niveles recomendados de detalle. A continuación se describe este proceso aplicado a martillos. 4.2.3.1 Obtención de los descriptores iniciales (Espacio Semántico Inicial) Para la búsqueda se consultaron webs que representaban a 19 empresas y 21 puntos de venta así como a 9 revistas científicas de diseño y ergonomía, (Ver anexo V2.1) extrayéndose más de 500 frases que describen características, funciones y aplicaciones. La importancia de esta revisión no reside exclusivamente en la búsqueda de descriptores, sino en que también permite ver, entender y descubrir la estructura y complejidad del campo objeto de estudio. En una primera selección se eliminaron los repetidos y se redujo a 328 el número de descriptores. 4.2.3.2 Selección de los descriptores. A partir de los 328 se realizó una reducción de frases, por ejemplo, “se puede utilizar en múltiples situaciones” por “multiuso”, “con él se puede impulsar una gran fuerza” por “potente”, quedando 213 los descriptores que definían el espacio semántico inicial de los martillos, siendo la base material para el trabajo de la depuración posterior. A partir de los 213 descriptores se realizó un análisis semiótico y agrupación de características asignando los descriptores a cada una de las clases expuestas en la tabla 4.2.1 con el fin de valorar las dimensiones del espacio semántico.

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 103

Tabla 4.2.1 Distribución de descriptores seleccionados según agrupación características y análisis semiótico.

Como se observa los descriptores referentes al análisis semiótico concentran la mayor información (57,75 %) seguidos por las características del mango (25,35). Tras esta primera aproximación se detecta que las dimensiones sintáctica, semántica y pragmática, es decir su morfología, el significado y la funcionalidad del martillo así como las características del mango, concentran el mayor número de descriptores. A partir de esta distribución en la que se define las dimensiones del espacio semántico de los martillos se desarrolló la depuración final. En dicha depuración o selección se descartaron aquellos que hacían referencia exclusiva a partes específicas o aquellos que no se consideraban adecuados para definir un martillo, tal como “garantizado” o “distinguido”. Se agruparon por similitud para eliminar aquellos que son universalmente aceptados como equivalentes (por ejemplo -Irrompible, tenaz, duro- o –universal, general, multiuso-, -eficaz, efectivo, eficiente- o -cómodo, confortable), quedando en 92. Aún así se consideró bastante amplio y se redujo los descriptores en 48 (por ejemplo -de estilo y estético- o – universal y general- en uno de ellos) buscando el compromiso entre no perder significados y no cansar demasiado. Posteriormente se introdujeron cuatro más por la importancia vista en otros estudios de diferenciales semánticos aplicados a otros objetos de consumo (Innovador/Convencional; Juvenil/Maduro; Femenino/ Masculino y Complejo/Sencillo) quedando un total de 52. En la tabla 4.2.2 se exponen los descriptotes seleccionados.

104 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Tabla 4.2.2 Distribución de descriptores seleccionados.

4.2.3.3 Selección de imágenes de martillos A partir de un gran banco de imágenes obtenidas de catálogos comerciales y páginas web se descartaron las que no poseían calidad suficiente y las que no presentaban las características del martillo de una manera suficientemente clara. Se pretendía buscar imágenes de martillos lo más diferentes entre sí. De entre las que representaban martillos iguales pero de distinto tamaño o en los que cambiaba sutilmente la forma o el color, se seleccionó una sola de ellas. En total se seleccionaron inicialmente con estos criterios 248 imágenes. De las 248 imágenes de martillos se realizó una selección por formas y utilidad, y se seleccionaron 11 clases de martillos (ver tabla 4.2.3). En paralelo, se realizó una clasificación (ver anexo V2.2) en función de 15 características (formas de cabeza, tipos de uñas, forma de unión cabeza mango, secciones del mango, etc.) que nos permitieron realizar una selección más rigurosa para describir el universo de martillos. Las características quedaban descritas considerando al martillo constituido por dos partes, cabeza y mango.

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 105

Tabla 4.2.3 Clases y cantidad de martillos obtenidos y seleccionados.

De todas estas clases se seleccionaron aquellos que se consideraban que representaban el mayor universo de martillos. Se intentó mantener una representación semejante al universo de imágenes obtenidas tal como se observa en la tabla 4.2.3, y se seleccionaron aquellos que por su posición reflejaban lo mejor posible sus dimensiones y características tanto dimensionales como funcionales. En la figura 4.2.5 se muestra los 89 martillos escogidos.

4.2.3.4 Características de los participantes La muestra de participantes estaba constituida por 89 alumnos universitarios de 2º Curso de Ingeniería Técnica de Diseño Industrial. Todos ellos voluntarios, 51 chicas y 38 chicos, edades entre 18 y 33 años, de media 21. Todos ellos habían usado alguna vez un martillo, y un 40% de ellos, los usa ‘bastante’. Un 42% ha comprado un martillo en alguna ocasión. Cada uno de los participantes opinó sobre uno de los martillos seleccionados y sólo se le mostró esa fotografía. Los descriptores se ordenaron de forma aleatoria en cada una de las encuestas. En el anexo V2.3 se muestra un ejemplo del cuestionario para uno de los martillos donde se puede observar el tamaño y calidad de las imágenes utilizadas.

106 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Figura 4.2.5. Selección final de martillos.

4.2.3.5 Análisis de resultados 1.- Selección del análisis y sus parámetros Para realizar la clasificación de los descriptores con diferente nivel de detalle se utiliza

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 107

el Análisis de Conglomerados Jerárquicos (ACJ). Los análisis de conglomerados (Hair et al., 2000) son técnicas de análisis multivariante que permiten la clasificación de elementos en grupos, conglomerados o clusters, de forma que cada elemento es muy parecido a los que hay en su propio conglomerado atendiendo a algún criterio de selección determinado, de manera que los grupos resultantes tienen un alto grado de homogeneidad interna (elementos similares dentro de cada grupo) y un alto grado de heterogeneidad externa (diferencias apreciables entre grupos). Los procedimientos de aglomeración jerárquicos consisten en la construcción de una estructura en forma de árbol. El proceso empieza agrupando los dos elementos (descriptores) más cercanos (en función del criterio especificado) generando así el primer conglomerado. En el paso siguiente, este conglomerado se trata como un único elemento y se une de nuevo al elemento más próximo, y así sucesivamente hasta que todos los elementos iniciales pertenecen a un mismo conglomerado. A la representación gráfica del árbol de conglomerados así formado se la denomina dendrograma. Su representación queda definida en primer lugar por la agrupación entre los elementos, que se mide según la similitud que existe entre ellos a partir de medidas de distancia, de correlación o de asociación (Hair et al., 2000), y en segundo lugar por el método de clasificación para la confección de los conglomerados a escoger el apropiado según la problemática tratada. En el caso que nos ocupa lo que se busca es detectar ‘patrones’ en la contestación, no se busca agrupar descriptores a los que se contesta de todos los martillos valores más similares, sino detectar descriptores con el mismo patrón de respuesta a los distintos martillos. Y con ello encontrar descriptores que con distinta palabra signifiquen lo mismo para el usuario. Por ejemplo, como se verá en el posterior análisis, con robusto y macizo, esbelto y agradable o con diseño e innovador. Por ello se escoge una medida de similitud, denominada también de correspondencia o parecido como apunta Hair et al., (2000). Sería un error utilizar una medida de distancia, ya que los martillos son muy diferentes entre sí y las valoraciones de cada descriptor son muy diferentes en consecuencia. Las medidas de distancia agruparían descriptivos a los que se contesta valores similares de todos los martillos. Como medida de similitud se elige el coseno del ángulo formado por los vectores de las variables (descriptores) en el espacio dimensional de los casos. La medida del coseno es la misma expresión que la del coeficiente de correlación pero sin centrar las variables (López y Lozares, 2000). Además el coeficiente de correlación discrimina menos que el coseno a la hora de establecer diferencias entre variables, pues el coseno se basa en los datos originales y por tanto emplea las desviaciones al origen mientras que el coeficiente de correlación usa los datos centrados y por tanto las desviaciones respecto a la media (Gallardo, 2011). La obtención de alto valor del coseno indica similitud y valor bajo indica falta de ella. Como tratamiento de los nuevos conglomerados se utiliza el del centroide, ya que es un método robusto que se ve poco afectado por los valores atípicos (Hair et al., 2000).

108 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

No hay que perder de vista que el ACJ es una técnica exploratoria que permite plantear ideas y construir hipótesis que expliquen el comportamiento de la variables estudiadas. Y además, es sabido que la solución final dependerá de la opción elegida, por lo que es conveniente tener en cuenta las particularidades de cada elección en función de los objetivos del estudio, ya que los resultados pueden llegar a ser muy sensibles al método utilizado. Como afirma Hair (2000) el análisis Cluster, debido a su falta de base estadística para inferir de la población, tiene una mayor necesidad de aplicarse varias veces bajo condiciones cambiantes y recomienda utilizar varios métodos que permitan demostrar la validez de la solución obtenida. Por ello se realizaron otros análisis, por ejemplo con el coeficiente de correlación y método de centroide. Se obtuvieron semejantes historiales de conglomeración, las pequeñas diferencias sólo afectan al orden de las etapas en que se combinaban los conglomerados y en la configuración de ellos con unos u otros descriptores. 2º.-Obtención del descriptor positivo En la formulación del diferencial semántico, se distribuyeron los descriptores de cada pareja indistintamente entre las dos columnas de la izquierda y de la derecha, es decir, distribuyendo las valoraciones que podrían considerarse positivas (o las negativas) en ambas columnas y dando una puntuación en valor absoluto para no influir en la opinión del encuestado. Sin embargo, para proceder al análisis, es necesario asignar una puntuación numérica positiva o negativa a cada uno de los descriptores del par. Esta decisión puede ser simple en algunos de los pares de descriptores, por ejemplo ‘alta calidad’, ‘cómodo’ o ‘atractivo’ serían claramente positivos mientras que ‘baja calidad’, ‘incómodo’ o ‘repelente’ negativos. Sin embargo, esta misma decisión sobre otros como ‘juvenil/maduro’ o ‘femenino/masculino’ no es tan obvia, podría depender del producto en cuestión. Por este motivo, se hizo un primer ACJ utilizando dos variables (o elementos a clasificar) por cada pregunta, una por cada uno de los descriptores simples utilizados, es decir para cada adjetivo, dando la siguiente valoración numérica: para el ejemplo de contestación de la figura 4.2.6 la variable ‘agradable’ tendrá una puntuación de +2 y la variable ‘desagradable’ de -2.

Figura 4.2.6 Ejemplo de contestación para un diferencial semántico.

Este primer análisis permite detectar cuáles son los descriptores positivos para este producto; primer resultado interesante que se obtiene de aplicar este proceso. La estructura jerárquica que se obtendrá es la misma para las que resultan positivas como para las negativas, uniéndose ambas al final. Esto resulta obvio ya que el coseno entre las dos variables de cada pareja inicial tendrá un valor de -1 y los datos de cosenos entre cada dos son los mismos. Por ejemplo para los descriptores moderno/ clásico y atractivo/repelente, el coseno entre moderno/atractivo (0,621) será igual al coseno entre los descriptores clásico/repelente (0,621) pero también tendremos que el coseno entre moderno/repelente (-0,621) será el mismo que entre clásico/ atractivo (-0,621). De todas las agrupaciones posibles las primeras que se agruparán serán aquellas en la que se agrupen valoraciones ‘positivas’ o valoraciones ‘negativas.’

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 109

En el anexo V2.4 se muestra la matriz de los cosenos, el historial de conglomeración y las agrupaciones obtenidas. 3º.- Reducción según etapa de diseño Para la selección de los diferentes niveles de detalle se realizó el ACJ únicamente con los descriptores positivos para estudiar la estructura jerárquica de los descriptores. En el ACJ, al realizarse las agrupaciones de una en una, la estructura de árbol resultante permitiría en principio quedarse con cualquier número de descriptores de entre un mínimo y el total de descriptores utilizado. Sin embargo, hay que tener en cuenta otra cuestión para determinar el número recomendado de grupos a formar. Si se examina la similitud (por medio del coseno en el método que estamos aplicando) existente entre los dos elementos que se agrupan en cada paso, ésta variará de unos pasos a otros. Cuando los valores sucesivos entre dos pasos consecutivos dan un salto súbito puede ser un buen indicio de corte, ya que se puede entender que se estaban agrupando elementos muy similares hasta ese momento y en ese paso los elementos o conglomerados que se agrupan ya no resultan tan similares. Por este motivo sólo se recomendaría un número concreto de ‘cortes’, aquellos en los que el salto es suficientemente grande o no es excesivamente pequeño. En el anexo V2.5 se muestra el historial de conglomeración y el dendrograma obtenido. Existen trabajos descritos en la bibliografía (Hsu et al., 2000; Choi y Jun, 2007) que utilizan el ACJ para reducir el número de descriptivos, sin embargo lo utilizan con un proceso experimental diferente. Hsu et al., (2000), además de no especificar los parámetros del análisis, proponen el ‘corte’ de forma un tanto subjetiva como ‘un compromiso entre el número de evaluaciones y la precisión requerida…’, lo cual es razonable, pero nuestra propuesta es más completa y exacta. Choi y Jun (2007) utilizan como criterio de proximidad la distancia euclídea ya que no utilizan productos diferentes sino dos niveles de textura además de que sólo proponen un nivel de corte.

4.2.4 Resultados 4.2.4.1 Obtención de los descriptores positivos Los descriptores positivos, de acuerdo al primer ACJ realizado con las variables duplicadas se muestran en la tabla 4.2.4. De los 52 inicialmente seleccionados, sólo se muestran los 35 con los que se desarrolla el presente estudio, Se descartaron para futuros trabajos aquellos descriptores que difícilmente pueden valorarse a través de una imagen del martillo, sin siquiera haberlo tocado, la mayoría hacían referencia a aspectos prácticos (clava fácilmente / no clava fácilmente; vibra / no vibra; cansa /no cansa, etc.) y que en este nivel de análisis no se consideraban necesarios. A destacar como percibidos positivamente aquellos de los que podría haber duda: femenino, fino, juvenil y sofisticado. En el anexo V2.4 se muestran los resultados detallados de la prueba.

110 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Tabla 4.2.4 Descriptivos positivos, de acuerdo al primer ACJ realizado con las variables duplicadas..

4.2.4.2 Reducción según etapa de diseño En la figura 4.2.7 se muestra el dendrograma de los conglomerados formados. Cada descriptor se acompaña del número que lo identifica en la columna conglomerados que se combinan, que se describe en el historial de conglomeración (ver tabla 4.2.5) En dicho historial podemos ver que las etapas 17 y 34 (marcadas en rojo) presentan el salto de correlación de mayor valor (superior a 0,1), por tanto estos puntos serían en los que se recomendaría “cortar” como primera opción (se han marcado con línea gruesa en la figura del dendrograma e identificadas en su parte inferior). Estos cortes nos dejarían 19 y 2 grupos respectivamente. En el anexo V2.5, se muestran los resultados detallados de la prueba. Si fuera necesario otro nivel de detalle se podría ‘cortar’ en las etapas 15, 19, 23, 27, 31, 33 ó 34 en las que hay un salto mayor de 0.05 (se han marcado también pero con línea discontinua en el dendrograma). Estos cortes nos dejarían un número de grupos de 21, 17, 13, 9, 5, 3, ó 2 respectivamente. Sin embargo no tendría sentido ‘cortar’ en etapas como la 4, 5, 7, 9, 14, etc., en las que no hay un salto considerable.

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 111

Figura 4.2.7 Dendrograma resultado del análisis de conglomerados jerárquicos (ACJ).

El paso siguiente para utilizar los resultados de este estudio en otros con diferentes niveles de detalle sería decidir para cada corte descrito el semántico que sustituye a cada uno de los grupos formados. En el caso de dejar un número elevado de grupos este paso no suele ser demasiado difícil. Por ejemplo, los 19 grupos se podrían etiquetar por medio de los siguientes descriptores: Bien acabado, Proporcionado, Atractivo, Agradable, Fuerte, Resistente, Duradero, Robusto, Bueno, Cómodo, Alta calidad, Irrompible, Sofisticado, Profesional, Seguro, Fino, Femenino, De diseño y Moderno.

112 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas



Tabla 4.2.5 Historial de conglomeración resultado del ACJ.

Sin embargo, al considerar un número muy reducido de grupos, como la reducción a 2 únicos grupos, la decisión resulta aparentemente algo más compleja. Para nuestro caso podríamos resumir el primero de ellos en ‘De Calidad’, agrupando todo lo relacionado con su forma y su función: morfología, acabado, prestaciones e interacción con el usuario. Mientras que el segundo se podría resumir como ‘Innovador’, agrupando el sentimiento que provoca la pertenencia es decir la profesionalidad, status, moda o distinción. No obstante, en nuestro caso, resulta mucho más interesante la partición en la etapa 33 ya que se asemeja a la taxonomía jarárquica propuesta inicialmente. En ella se observan tres grupos. El primer constituido por descriptores que indican lo “Bonito”, un segundo grupo lo constituyen descriptores que enfatizan lo “Bueno” y el tercer grupo lo constituyen descriptores que describen lo “Innovador” del producto. En

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 113

este tercer grupo aparece la dimensión propuesta como “Barato”, descrita aquí por el adjetivo positivo “Caro” y que agrupado con Sofisticado y el resto de descriptores (Moderno, Innovador, De Diseño, etc..) conforman lo que podríamos definir como “Moda”. Dimensión, como se vio (Hsiao y Chen, 2006) abstracta y relacionada con un significado simbólico. Que la moda e innovación sean caras a nadie actualmente le sorprende. La estructura jerárquica en forma de árbol, tiene la ventaja adicional de permitir seleccionar descriptores para realizar estudios semánticos singulares. Por ejemplo, si se desease un mayor detalle en el aspecto estético, se podría, utilizar los 8 primeros descriptores del grupo que se obtiene en la partición 33.

4.2.5 Conclusiones Se ha desarrollado y aplicado un proceso para la reducción y clasificación del universo semántico de productos que se ha aplicado al caso de los martillos. Dicho proceso consiste en la realización de un estudio previo para cada producto utilizando el universo ‘completo’ de descriptores (tras una selección eliminando los que son claramente equivalentes), y de un análisis posterior de estos resultados utilizando el análisis de conglomerados jerárquico (ACJ) para determinar la estructura jerárquica de los descriptores y los niveles recomendados de detalle. Durante el estudio previo del producto se valora positivamente que el análisis semiótico y la agrupación de características de la herramienta contribuyen a describir el campo objeto de estudio y han facilitado la selección de descriptores y de imágenes. La utilización del ACJ posee dos ventajas: la primera ventaja es que permite la obtención del adjetivo positivo para cada par de descriptores necesarios para realizar un análisis del diferencial semántico. Otra de las ventajas del proceso propuesto es que permite seleccionar diferente número de descriptores y por tanto plantear estudios con niveles de detalle apropiados para las diferentes fases del proceso de diseño. En este sentido el análisis de conglomerados jerárquicos es una técnica válida para detectar dependencias mutuas y validar las estructuras jerárquicas de los descriptores o de las imágenes utilizadas. Además permite también seleccionar descriptores para realizar estudios específicos relativos a un ámbito concreto utilizando sólo los descriptores del grupo objeto de estudio. Además el proceso permite reducir la subjetividad del diseñador/investigador en la selección de descriptores. En el caso concreto de la aplicación a martillos se proponen hasta 7 niveles de detalle diferentes con 2, 3, 5, 9, 13, 17, 19 ó 21 grupos. Para aplicar estudios con estos diferentes niveles de detalle es necesario sustituir los descriptores por otros que los representen, pero cuanto mayor es el nivel de reducción de los mismos, la dificultad lingüística de resumirlos en uno sólo aumenta. Para su aplicación se debería comprobar la adecuada selección de los descriptores sustituidos. Y especialmente saber cuál es la partición ideal para el nivel de detalle que se requiere en una etapa de diseño conceptual, funcional o para el posicionamiento comercial del producto.

114 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Las dos últimas particiones, etapas 33 y 34, han permitido demostrar que la taxonomía jerárquica inicial es válida. El grupo de descriptores que conforma la calidad como dimensión “Bueno” y el grupo de descriptores que conforma la innovación como “Bonito” están presentes en la percepción de herramientas como la estudiada. Los descriptores que definen la dimensión “Barato”, definida en el caso de los martillos por “Caro” queda agrupada con la dimensión definida como “Moda”.

116 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

La fragua de Vulcano. Diego Velázquez 1630. Óleo sobre lienzo, 223 cm x 290 cm. Museo del Prado Madrid.  

http://www.epdlp.com/cuadro.php?id=771

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 117

4.3.1 Introducción En esta experiencia se plantea la pertinencia de los métodos orientados al usuario que utilizan SP para productos comerciales y de consumo. En particular en martillos, puesto que es un caso singular de herramientas manuales, y porque muestran la propiedad interesante de ser tanto producto comercial como de consumo dependiendo del grupo de la población a que va dirigido. En efecto, como producto comercial está sujeto a determinadas normas y requisitos. Por lo general el comprador casi nunca es el usuario final. Como producto de consumo precisa requisitos y condiciones requeridas exclusivamente por el comprador que si es el usuario final siendo generalmente un aficionado. En cualquier caso las herramientas deben poseer la funcionalidad requerida. Pero no todos los usuarios percibirán las características técnicas y funcionales del mismo modo y con el mismo valor. Así pues, la herramienta martillo se configura como herramienta comercial y de consumo según actividad a realizar y perfil de usuario. Satisfacer a ambos ha de ser considerado en el proceso de diseño. Por tanto es importante averiguar y conocer qué estructura perceptiva poseen los usuarios de martillos y qué diferencias hay entre los distintos perfiles de usuarios. Ello permitirá adecuar y concretar en el proceso de diseño las demandas de los diferentes tipos de usuarios.

4.3.2 Metodología Para llevar a cabo el objetivo planteado se utilizó un DS con 19 descriptores y 10 martillos que fue valorado por 48 sujetos pertenecientes a cuatro perfiles: estudiantes de enseñanzas técnico profesionales, profesionales expertos, usuarios ocasionales o aficionados e Ingenieros Técnicos de Diseño Industrial. Tras el trabajo de campo se procedió a un análisis exploratorio y a su tratamiento estadístico para valorar la percepción de los martillos por los diferentes perfiles de usuarios. Por medio de un análisis factorial se valoró la estructura perceptiva que se tiene de los martillos y las diferencias entre perfiles de usuarios. 4.3.2.1 Selección de descriptores A partir del estudio previo realizado en la experiencia nº 2 para la selección de descriptores se ha utilizado la partición en la que se obtienen 19 descriptores para la construcción del DS. Por los objetivos establecidos escogemos esta partición y no otra puesto que se considera la más adecuada para el nivel de detalle requerido. Los 19 descriptores se muestran en la tabla 4.3.1. Los descriptores de la columna derecha son los positivos.

118 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Tabla 4.3.1 Sistema reducido de 19 pares de descriptores.

4.3.2.2 Selección de herramientas A partir de la clasificación tipológica y funcional de martillos realizada en la validación nº 2 se seleccionaron 10 martillos representativos del universo formal de esas herramientas. En esta ocasión se disponía de todos los martillos reales de forma que la calidad y tamaño relativo de las imágenes podía ser controlada. En la figura 4.3.1 se muestra una foto de los martillos utilizados. A partir de ellos se realizaron fotografías en formato A4 de alta calidad y a la misma escala de los mismos.

Figura 4.3.1 Fotos de los martillos utilizados para este estudio.

4.3.2.3 Características de los participantes Se consideraron cuatro muestras diferentes, representantes de cuatro perfiles o

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 119

grupos sociales diferentes: 1. Estudiantes: estudiantes de enseñanzas técnico-profesionales de las especialidades de carpintería, chapa y pintura, y técnicos de mantenimiento de maquinaria y servicios. Es decir, futuros especialistas y técnicos cualificados usuarios directos de herramientas durante su proceso de aprendizaje. 2. Profesionales: especialistas actuales con competencia y experiencia probada en el uso de herramientas manuales y en procedimientos industriales de la fabricación mecánica, instalaciones eléctricas, carpintería y mantenimiento de servicios. 3. Aficionados: usuarios ocasionales de herramientas manuales con formaciones (bachillerato, diplomados, licenciados) y profesiones (docentes, conserjes, médicos…) diversas y con una cierta experiencia en bricolaje y otras tareas que requieren el uso de las herramientas. 4. Diseñadores: finalmente el último perfil está constituido por Ingenieros Técnicos en Diseño Industrial con competencias en diseño y desarrollo de nuevos productos. En la tabla 4.3.2 se muestran las características principales de los individuos que constituyen la muestra. Tabla 4.3.2 Características principales de los 48 sujetos de la muestra.

4.3.2.4 Desarrollo de la experiencia Todos los sujetos fueron informados de la finalidad de la experiencia y participaron voluntariamente. Para reducir el cansancio, se agruparon los 48 sujetos que participaron en el experimento en 24 parejas. Para cada par de sujetos (del mismo grupo), se ordenaron aleatoriamente los 10 martillos y luego, un sujeto evaluó los 5 primeros martillos y el otro los otros 5. En total se hicieron 240 encuestas, 24 por martillo. También se ordenaron aleatoriamente las parejas de descriptores para cada prueba. Se utilizaron 7 niveles de evaluación (fig. 4.3.2) sin signos negativos y se dispuso aleatoriamente la posición por columnas de los dos antónimos de cada par de descriptores. Una vez que el sujeto había visto las 5 fotos, contestaba al cuestionario de cada martillo en el orden indicado. En el anexo V3.1 se muestra el formato completo del DS utilizado.

120 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Figura 4.3.2 Forma del DS utilizado.

Al final del proceso los participantes fueron gratificados con obsequios. 4.3.2.5 Análisis de los resultados Una vez finalizado el trabajo de campo se procedió a su tratamiento estadístico. Partimos de la hipótesis que el tipo de usuario (Variable independiente) y tipo de martillo (Variable independiente) son causa y producen un efecto en la valoración del descriptor (Variable dependiente). Es decir, la percepción de cada uno de los martillos será distinta según el tipo de usuario (causa) y se manifestará con una mayor o menor puntuación (efecto) en sus descriptores. Para dicha validación se realizaron diferentes análisis que se plantean a continuación: 1.- Percepción global de los martillos Para la valoración de la percepción de los martillos se realizó un análisis exploratorio a partir de los valores medios de los descriptores. Se consideró el rango (valor máximo menos valor mínimo) por cada uno de los descriptores, con el fin de estimar su idoneidad en la valoración de los martillos. Se realizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov para cada una de las variables (descriptores), sin diferenciar tipos de martillos ni tipos de usuarios, es decir, con todos

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 121

los casos, con el fin de comprobar el grado de ajuste entre ellas y una distribución normal (Echeverria, 1982). La prueba K-S aportó que ninguna variable se ajustaba a una distribución normal. En el anexo V3.2 se muestran los resultados detallados de la prueba. También se realizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov para cada una de las variables con cada uno de martillos, para comprobar el grado de ajuste de los descriptores con una distribución normal. En este caso la prueba K-S aportó que las variables del martillo 10 se ajustaban a una distribución normal. Pero no ocurría lo mismo con el resto de martillos, por ejemplo para el martillo 5 se ajustaban catorce variables, para el martillo 9 solo ocho variables y para el martillo 3 tan solo cuatro variables. Esta diversidad desaconseja considerar que las variables para cada martillo se ajustan a una distribución normal. En el anexo V3.3 se muestran los resultados detallados de la prueba. En consecuencia para averiguar y contrastar las diferencias entre descriptores se utilizó la prueba no paramétrica H de Kruskal-Wallis. En el anexo V3.4 se muestran los resultados detallados de la prueba. Para conocer las dependencias entre variables se utilizó el coeficiente de correlación “tau” de Kendall por ser un coeficiente de correlación no paramétrico, siendo los datos susceptibles de convertirse en rangos, y además al poseer las variables pocos niveles, el coeficiente de Kendall es menos sensible a los empates de rangos frente a otros coeficientes como el de Spearman. Para decidir el tamaño muestral se estima la prueba Kruscal-Wallis como una opción no paramétrica al ANOVA de un factor. Según Cohen (1992) para este tipo de análisis y una potencia del 80% para detectar efectos medianos (25% la desviación estándar) y con nivel de significación α = 0.05, para diez grupos se precisa una tamaño muestral de 26 por grupo. En nuestro caso el tamaño es de 24 encuestados por martillo. 2.- Descripción factorial de la percepción de los martillos A partir del elevado número de correlaciones observadas entre las variables independientes (descriptores) se realizó un análisis factorial para describir un modelo que especificara las relaciones entre descriptores y los posibles factores latentes. En su aplicación se cumplieron los supuestos previos del AF, tal como señala Hair et al. (2000). Se comprobó la interdependencia entre variables (prueba de esfericidad de Bartlett para p 0,7). Para la extracción de factores se utilizó el método de análisis de componentes principales con rotación Varimax, que aporta una separación más clara de factores y facilita una mejor interpretación, conservando aquellos factores con autovalores > 1. En el anexo V3.5 se muestran los resultados detallados de la prueba. 3.-Valoración por grupos de usuarios Para la valoración de diferencias entre los distintos perfiles de usuarios se realizó un

122 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

análisis exploratorio a partir de los valores medios de los descriptores por perfil de usuario. Se realizó en primer lugar la prueba Kolmogorov-Smirnov para cada una de las variables de las muestras de los perfiles de usuarios y se observó que dichas muestras tampoco se ajustaban a una distribución normal. En concreto para el perfil de profesores se ajustaban solo tres variables, dos para aficionados, siete para estudiantes y seis variables para diseñadores. En el anexo V3.6 se muestran los resultados detallados de la prueba. Por tanto para averiguar y valorar las diferencias de los descriptores según los perfiles de usuarios se utilizól la prueba no paramétrica H de Kruskal-Wallis. Su idoneidad también se confirma, como señalan Downie y Heath (1979), por ser las muestras pequeñas e independientes. Para efectuar las comparaciones entre perfiles y analizar cuáles difieren entre sí se utilizó la corrección de Bonferonni para controlar la tasa de error. Puesto que son cuatro los perfiles, se precisaron hacer seis comparaciones lo que llevó a basar las decisiones en un nivel de significación α = 0.05 / 6 = 0,0083. Se consideró que dos grupos difieren significativamente cuando el nivel crítico obtenido fue igual o menor de 0,0083. En el anexo V3.7 se muestran los resultados detallados de la prueba. Para la estimación del tamaño muestral, según Cohen (1992), para este tipo de análisis y una potencia 0,80 para detectar efectos medianos y con nivel de significación α = 0.05, se precisa una tamaño muestral mínimo de 45 casos por grupo. El tamaño en nuestra experimentación es de 60 encuestas por perfil. (12 sujetos x 5 martillos) 4.- Descripción factorial por grupo de usuarios Para comparar las diferencias entre valoraciones por grupos de usuarios se utilizaron tanto las valoraciones de los descriptores como las puntuaciones normalizadas de los factores (ejes semánticos). Como el experimento es equilibrado en cuanto a los grupos de usuarios y martillos los factores deberían tener media 0 para todos los grupos de usuarios, si no existiesen diferencias entre los grupos. Sin embargo, si un grupo tiene un valor medio positivo para un factor, esto significa que el grupo ha sobreestimado este criterio (y es más positivo al evaluar el factor) en comparación con los otros grupos, que son más críticos, más exigentes con ese factor. Se planteó realizar un ANOVA de un factor (VD: Ejes semánticos, Factor= Grupo de usuarios). Dado que las muestras son independientes y aleatorias se paso a comprobar el resto de supuestos para la realización del ANOVA. Para ello, en primer lugar, se realizó la prueba Kolmogorov-Smirnov para cada una de las variables. En segundo lugar se calculó el estadístico de Levene para comprobar la homogeneidad de varianzas. En el anexo V3.8 se muestran los resultados detallados de ambas pruebas. Dichos resultados muestran que todas las variables excepto el eje semántico Social (F2) se ajustan a una distribución normal. Y en el estadístico de Levene todas las variables salvo el eje Funcional (F1) muestran homogeneidad de varianzas.

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 123

No obstante ante el incumplimiento en parte de los supuestos para el ANOVA se realizó también la prueba no paramétrica de Kruscal-Wallis, pues contrasta hipótesis análogas a la prueba de ANOVA de un factor y además no precisa condiciones de validez tan exigentes. En el anexo V3.9 se muestran los resultados detallados de las pruebas.

4.3.3 Resultados 4.3.3.1 Descripción global de los martillos En la tabla 4.3.3 se muestran los valores medios por descriptor y martillo. Como era de esperar, los diferentes martillos poseen características morfológicas que permiten percibir con mayor puntuación unos descriptores frente a otros, ya que fueron seleccionados para ser representativos del universo de los martillos. Destacan descriptores con puntuaciones altas en aspectos funcionales y de calidad (resistencia, duradero, fuerte, bueno, etc.) y bajas en aspectos relativos a la imagen social (de diseño, moderno, sofisticado, etc.). Tabla 4.3.3 Valores medios de los descriptores por martillo.

124 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Se han encontrado diferencias estadísticamente significativas (p < 0,001) en la percepción de los diferentes martillos en todos los descriptores a partir de la prueba no paramétrica H de Kruskal-Wallis, (variable a contrastar = descriptores; variable de agrupación = martillos). En el anexo V3.4 se muestran los resultados detallados de la prueba. Se observa que las distintas configuraciones de los martillos son percibidas con distinto criterio por los usuarios, destacando martillos con buenas puntuaciones medias (M3 y M9) en todos sus descriptores. En la figura 4.3.3 se muestra la comparativa de ellos con el valor promedio de toda la muestra de martillos.

Figura 4.3.3 Valoraciones medias de todos los descriptores para los martillos con puntuaciones por encima del valor romedio.

Figura 4.3.4 Valoraciones medias de todos los descriptores para los martillos con puntuaciones por debajo del valor promedio.

Sin embargo, las diferencias entre martillos no tienen el mismo orden de magnitud si se analizan individualmente para cada descriptor. La tabla 4.3.4 recoge las diferencias entre las valoraciones medias y los rangos de los diferentes descriptores. Se han ordenado los descriptores de mayor a menor diferencia.

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 125

Tabla 4.3.4 Valor medio, máximo, mínimo y rango de los valores medios de los martillos para cada descriptor ordenados por rango. *

Los rangos más amplios de valoraciones medias de martillos se presentan para los descriptores Moderno, De diseño, y Sofisticado, es decir aquellos que tienen una relación más cercana con la imagen social de los martillos. Estos aspectos parecen ser más fáciles de evaluar a partir de una fotografía que otros. Los rangos más bajos son para los descriptores Femenino, Seguro, Resistente, Duradero, Fuerte e Irrompible. Los descriptores Resistente, Seguro, Duradero, Fuerte e Irrompible se relacionan más con el aspecto funcional de los martillos, y por tanto, son más difíciles de ser evaluados solamente a partir de una fotografía, sin poder tocarlos, ni usarlos. Los sujetos no pueden distinguir diferencias en estos descriptores entre martillos tan fácilmente, a menos que tengan experiencia anterior con martillos muy similares. El descriptor Femenino/Masculino (D17) ha resultado difícil de evaluar para los martillos (de hecho muchas respuestas fueron 0), quizás porque los martillos son considerados principalmente como productos comerciales y resulta difícil asignarle una puntuación de género. Además, el descriptor Femenino/Masculino posee correlaciones muy bajas cercanas a cero (-0,20 ≤ 0 ≤ 0,20) en 14 descriptores (tabla 4.3.5), es decir, es una variable sin relación con el resto y por tanto carente de sentido. A la vista de este resultado, se recomienda no utilizar este descriptor en los estudios de este tipo de productos. Es por ello que en análisis posteriores no se utiliza. Al respecto es importante determinar la existencia de relaciones entre las variables

126 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

(descriptores) con el fin de determinar algún tipo de dependencia. El cálculo del coeficiente de correlación de “tau” de Kendall nos muestra (ver tabla 4.3.5) un elevado número de correlaciones entre los descriptores con valores moderados pero significativos (sombreados en gris). Lo que nos permite pensar en la existencia de factores latentes y por tanto de la pertinencia de realizar un análisis factorial. Tabla 4.3.5 Coeficientes de correlación de Kendall entre descriptores. Las casillas en gris corresponden a correlaciones estadísticamente significativas (α < 0,05, los valores en negrita corresponden a α < 0,01.

4.3.3.2 Descripción factorial de la percepción de los martillos Para conocer si existe una estructura latente en la percepción de los martillos por los usuarios se realizó un AF. Dicho AF se realizó sin la inclusión del descriptor Femenino/Masculino por los motivos expuestos con anterioridad (escasa percepción y relación con el resto de descriptores y en consecuencia dificultad de ser evaluado en martillos). Se extrajeron cuatro factores con autovalores > 1 que representan algo más del 75 % de la varianza. La tabla 4.3.6 recoge para cada factor los descriptores con carga superior a 0,5. En el anexo V3.5 se muestran los resultados completos.

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 127

Tabla 4.3.6. Componentes de los factores rotados. Se muestran aquellos valores con valores > 0,5.

El factor 1 incluye a 8 descriptores que se relacionan con lo fuerte, robusto, resistente, duradero e irrompible que se estiman los martillos y describen junto a los descriptores alta calidad, profesional y bueno las características técnicas y funcionales de los martillos, por eso puede ser interpretado como el factor funcional o calidad. Este factor, también aparece en primer lugar en el estudio de los centros de mecanizado expuesto en la validación 1. Incluso coinciden en tres de los descriptores (Robusto, Resistente y Alta calidad) que definen ambos factores. Y aún más, por su significado este factor quedaría emparentado con la dimensión “Bueno” de la taxonomía jerárquica expuesta en la validación 2. El factor 2 está formado por 4 descriptores que describen las expectativas que representa la posesión del martillo, de diseño, moderno, sofisticado y fino, pudiéndose interpretar como el factor social o de innovación, es decir, la imagen o significado social que evoca el martillo en el usuario (Krippendorff, 2006). Aparece aquí un aspecto que no existía en la ingeniería clásica: los productos comerciales que aportan estatus. Además los descriptores que conforman este factor, poseen los rangos más altos, que indican la existencia de morfologías opuestas que permiten discriminarlos

128 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

sustancialmente. Por tanto, se puede intentar sacar una conclusión provisional: quizá convendría hacer un estudio más detallado para comprobar si se trata de una cuarta dimensión independiente, o una dimensión “desgajada” y dependiente de “bonito” de la taxonomía jerárquica expuesta en la validación 2. El factor 3 incluye 6 descriptores relacionados con la morfología y aspecto formal, proporcionado, agradable, atractivo, cómodo y bien acabado de los martillos, así que puede ser considerado como el factor estético. Factor que puede considerarse semejante a la dimensión Bonito de la taxonomía jerárquica expuesta en validación 2. Y finalmente el factor 4 (el más débil, con tan sólo 8,4% de varianza explicada) se compone de 2 descriptores, cómodo y seguro, relacionados con la interacción del usuario con el martillo, y por eso se considera como el factor ergonómico. Posee semejanzas con el homónimo en el estudio de los centros de mecanizado, expuesto en la validación 1. Incluso coinciden en dos de los descriptores, Cómodo y Seguro que definen ambos factores. 4.3.3.3 Valoración de los martillos por grupos de usuarios La figura 4.3.5 muestra el perfil medio de todos los martillos por cada grupo de usuarios. Estos perfiles representan patrones paralelos muy similares para los aficionados, los profesionales y los estudiantes aunque con valores más altos para los aficionados y más bajos para los estudiantes por una menor capacidad de discriminar las cualidades de los martillos explicadas por los descriptores, que podría ser debida a su edad y menor experiencia. El perfil de los diseñadores es diferente: parecen ser más negativos en lo que concierne a los aspectos estéticos y ergonómicos, y más positivos en lo que se refiere a aspectos funcionales. Sin embargo, hay que remarcar que las diferencias son pequeñas, siendo estadísticamente significativas solamente en 2 descriptores. Se muestran en la tabla 4.3.7 (* = α < 0,05 según la prueba no paramétrica de H de Kruskal-Wallis) y en la figura 4.3.5 marcados en rojo. En el anexo V3.7 se muestran los resultados completos. Tabla 4.3.7 Descriptores significativos según perfiles.

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 129

Figura 4.3.5 Valoración media de los martillos para cada descriptor por grupo de usuarios

En cuanto a cada uno de los martillos, la figura 4.3.6 muestra una comparativa entre las valoraciones de los martillos según cada grupo de usuarios. Estos perfiles presentan patrones similares al perfil comentado anteriormente. En general, el perfil de los diseñadores es el más diferente del resto, los aficionados son más positivos y los estudiantes más negativos, situándose los profesionales en una situación intermedia.

Figura 4.3.6 Valoración media para todos los descriptores de cada martillo por perfil de usuarios.

130 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Las mayores diferencias de percepción entre grupos de usuarios se dan en los martillos 2, 8 y 9, mientras que las menores diferencias se dan en el martillo mejor valorado, el 3, y en los peor valorados 6, 7 y 10. En consecuencia podemos afirmar en primer lugar que hay configuraciones que permiten una percepción semejante para todos los perfiles, al margen de la formación y experiencia de cada uno. Parece desprenderse que lo bonito y lo bueno en términos de la taxonomía jerárquica presentada es transversal al perfil de usuario y no precisa excesiva formación y experiencia para su percepción. Y en segundo lugar sí que hay configuraciones que son diferentes por los perfiles consecuencia de la formación y experiencia. 4.3.3.4 Descripción factorial por grupo de usuarios Solo se han encontrado diferencias significativas (prueba no paramétrica H de Kruscal-Wallis y ANOVA de un factor) en la valoración del factor 4 ergonómico. En el anexo V3.9 se muestran los resultados completos de ambas pruebas. Se desprende que los diferentes perfiles de usuarios perciben características diferentes en los martillos que les permiten valorar y discriminar este factor. En la figura 4.3.7 que describe el perfil factorial para cada tipo de usuario, se observa que sólo el factor social presenta un perfil plano, lo que significa que no existirán diferencias entre los grupos en lo que concierne a este aspecto. Es decir, la moda o significado social que evocan los martillos son percibidas de un modo semejante por los cuatro perfiles quizás a que la moda no requiere experiencia por ser algo pasajero y coyuntural estando presente en cualquier ambiente y capa social.

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 131

Figura 4.3.7 Puntuaciones factoriales medias para cada tipo de usuarios.

Los estudiantes y los diseñadores son más críticos con el factor estético que los profesionales y los aficionados. Es decir, profesionales y aficionados consideran que a la función estética del martillo está mejor resuelta en los martillos analizados, ya que valorando los mismos martillos en un diseño equilibrado, los estudiantes y los diseñadores los han evaluado como menos estéticos que los otros dos grupos. El factor ergonómico es evaluado negativamente por los diseñadores y algo también por los profesionales, mientras que para aficionados y estudiantes la evaluación es positiva. Esto significa que los diseñadores y los profesionales exigen más del aspecto ergonómico de los martillos que el resto de grupos. La causa puede ser, en el caso de los diseñadores sus conocimientos y competencias en ergonomía, y para los profesionales, sus experiencias y la importancia que conceden a la comodidad y seguridad. Finalmente el factor funcional es evaluado negativamente por los estudiantes (probablemente debido a sus carencias de experiencia con una gran variedad de martillos), y positivamente por los aficionados y los diseñadores, porque conceden menos importancia a este aspecto que los profesionales.

4.3.4 Conclusiones Se corrobora de nuevo que las herramientas manuales, como productos comerciales, son portadores de rasgos que favorecen una percepción de significados diferentes para cada martillo. Sin embargo, en esta ocasión, se ha puesto de manifiesto la dificultad de evaluar algunos de los descriptores utilizados. Algunos pueden resultar más difíciles de evaluar por ser un tipo de producto más comercial que de consumo (Masculino/ Femenino) y otros por la dificultad de ser evaluados a través de una simple fotografía (seguro, resistente, duradero, fuerte, etc.) Estos últimos posiblemente requieran de un nivel de interacción mayor que la simple visión de una fotografía para ser más fácilmente distinguidos y apreciados. Este aspecto es corroborado en la siguiente validación. La estructura perceptiva del usuario de martillos se describe por cuatro factores, destacando con una mayor contribución el factor funcional y de calidad que describe las características técnicas y funcionales. El segundo factor denominado social o de innovación describe las expectativas que genera la posesión del martillo. El tercer factor denominado estético conforma su morfología y aspecto. Finalmente el cuarto factor, el ergonómico, representa la interacción del usuario con el producto. De la estructura perceptiva obtenida se desprende que la taxonomía jerárquica presentada en la validación 2 es válida. En efecto, el factor funcional y de calidad está vinculado, junto al factor ergonómico a la dimensión “Bueno”. Así mismo el tercer factor denominado estético se vincula al de “Bonito”, incluso cabe pensar que junto al

132 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

factor social o de innovación se complementan y contribuyen con un valor añadido que hasta ahora no se contemplaba en la concepción del diseño de herramientas. Se ha visto que los distintos grupos de usuarios perciben de forma distinta los atributos de los productos y todos deben ser tenidos en cuenta de forma diferenciada. Las menores diferencias aparecieron en los atributos y rasgos relacionados con “la imagen social” y con “la estética”, atributos que se ven menos influenciados por la experiencia previa de los usuarios. Las mayores diferencias se observaron para los atributos “funcionales” y “ergonómicos”, en donde la experiencia de los usuarios puede influir más. Las diferencias observadas pueden utilizarse para enfocar los estudios semánticos a aquellos grupos de usuarios más sensibles a los atributos que se deseen medir.

134 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

La Fragua. Francisco de Goya 1819. Pintura al óleo, 191 x 121 cm. Colección Frick, Nueva York. http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Goya_Forge.jpg

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 135

4.4.1 Introducción En esta cuarta experimentación se plantea, comprobar la influencia que tiene la modalidad sensorial (visual y táctil) así como el tipo de intervención o nivel de interacción (ver fotografía, ver producto real, tocarlo y usarlo) en la percepción de un producto. Para ello se plantea un experimento en el que se va introduciendo de forma progresiva la interacción con el producto a través de los diferentes sentidos. Se ha elegido como producto una herramienta manual, un martillo, y tres tipos de perfiles de usuarios, profesionales, aficionados y estudiantes de enseñanzas técnicas y profesionales. Se estudia a cada usuario a través de la progresiva interacción con el producto a través de cuatro fases o escenarios. Se pretende observar y valorar las diferencias perceptivas de los usuarios a lo largo de las fases por las que transitan y comparar las diferencias entre los perfiles de usuarios a partir de su grado de experiencia.

4.4.2 Metodología Al igual que en las fases previas el producto seleccionado para el experimento son las herramientas manuales y en concreto los martillos, ya que se trata de un producto comercial y de consumo, también de un producto maduro, que ha sido objeto de estudios biomecánicos y ergonómicos (Kadefors et al., 1993; Spielholz et al., 2001; Groenesteijn et al., 2004; Kuijt-Evers et al., 2004). Dado que la experiencia previa del usuario influye en la percepción, se consideran distintos grupos de usuarios con distinto grado de experiencia: profesionales, aficionados y estudiantes de enseñanzas técnicas y profesionales. Para comprobar la influencia del tipo de interacción entre usuario y producto en la percepción del producto se planteó un experimento en el que se fuera introduciendo de forma progresiva, la interacción con el producto a través de los diferentes sentidos. El estudio se realizó en cuatro fases en las cuales el participante llegaba a un nivel de interacción diferente: ver una fotografía, ver el martillo, tocar el martillo sin usar y usar el martillo. Las mediciones se realizaron mediante opiniones subjetivas por medio de un DS. Se seleccionaron 8 martillos para el estudio, y participaron 12 sujetos pertenecientes a tres grupos de usuarios con distinto grado de experiencia. A continuación se presenta con detalle el material y método empleado para dicho análisis. 4.4.2.1 Definición del espacio semántico Para la elaboración del DS (ver anexo V4.1) se utilizó el encontrado en la partición de la validación nº 2 en la etapa 17 constituido por 19 descriptores. En esta experiencia se añadieron nuevos descriptores susceptibles de ser mejor evaluados por las modalidades sensoriales que se utilizan. (No vibra - Vibra; Clava fácilmente - No clava fácilmente; Antirrebote - Rebota; Adherente - Deslizante; Ligero - Pesado, Duro –

136 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Blando; Eficaz – Ineficaz)). El total de descriptores utilizados se expone en la tabla 4.4.1 Tabla 4.4.1 Descriptores utilizados en el DS.

4.4.2.2 Selección de martillos A partir de un amplio banco de imágenes de martillos, utilizados en la validación de la experiencia 2, se seleccionaron martillos que pudieran utilizarse en todas las fases del estudio, con una misma función en la última fase (clavar clavos en madera), aunque no fuera ésta su función específica. Se seleccionaron martillos con tipologías lo más variadas posible. La figura 4.4.1 muestra los 8 martillos seleccionados para el estudio.

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 137

Figura 4.4.1. Martillos seleccionados para el estudio.

4.4.2.3 Selección de participantes En la experiencia participaron 12 sujetos, 4 de cada uno de los siguientes grupos de usuarios con distinto grado de experiencia: 1) técnicos profesionales de mantenimiento industrial, técnicos de servicios de instalaciones y técnicos de carpintería (Profesionales); 2) usuarios con experiencia en bricolaje pero que no se dedican profesionalmente a ello (Aficionados) y 3) estudiantes de enseñanzas técnicoprofesionales de carpintería y mueble, mantenimiento de equipos industriales y reparación de vehículos (Estudiantes). La tabla 4.4.2 muestra las características de los participantes. Tabla 4.4.2: Perfil y distribución de la muestra

Aunque todos los sujetos habían usado martillos presentaban diferentes niveles de experiencia y esto llevaría a percepciones diferentes. Por ello se quiso conocer la implicación o interés de los perfiles de usuarios que participan en la experimentación, es decir, cuánto está un sujeto involucrado con un producto, y en nuestro caso con martillos. Para ello se utilizó una versión simplificada del Inventario Personal de Implicación de Zaichkowsky (Zaichkowsky, 1985) con 17 pares de ítems traducidos al español y fue administrado a 32 sujetos de cuatro perfiles (ver anexo V4.2). Por un lado a profesionales, aficionados y estudiantes similares a los que participaban en la experimentación y por otro lado a un cuarto grupo de sujetos no perteneciente a grupos relacionados con martillos. La edad y la distribución de estos grupos fueron similares a los de la experimentación.

138 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Los resultados mostraron que el grado de implicación de los grupos fue muy diferente. Como podría esperarse la implicación es un concepto relativo para estos grupos: Los profesionales presentaron un grado alto de ella (puntuación media de 5,63 sobre una grupos: Los profesionales presentaron un grado alto de ella (puntuación media de 5,63 escala de 1 a 7), aficionados y estudiantes presentaron una puntuación media alta sobre una escala de 1 a 7), aficionados y estudiantes presentaron una puntuación (una puntuación media de 4,93 y 4,89, respectivamente) y el grupo de otros presentó media alta (una puntuación media de 4,93 y 4,98, respectivamente) y el grupo de otros una implicación baja (puntuación media de 3,48). En el anexo V4.2 se muestran los presentó unaobtenidos. participación baja (puntuación media de 3,48. resultados

Para baja se se sitúa sitúa con con una una puntuación puntuación por ParaZaichkowsky Zaichkowskyuna unaparticipación implicación baja por debajo debajo de de 3,45; la participación alta estaría con una puntuación sobre 5,55 y una participación 3,45; la implicación alta estaría con una puntuación sobre 5,55 y una implicación de de término medio se se situaría alrededor de de la puntuación de 4,5. Por Por ello ello consideramos que término medio situaría alrededor la puntuación de 4,5. consideramos los sujetos que participan poseen poseen un interés implicación media altamedia con los que los sujetos que participan un ointerés o implicación altamartillos. con los Por lo que hace que seque pueden obtenerobtener resultados significativos en el estudio. martillos. Esto suponer hace suponer se pueden resultados significativos en el estudio.

   31&(',/,(051 4.4.2.4. Procedimiento

El estudio se realizó en cuatro fases en las cuales el participante llegaba a un nivel de interacción 4.4.2). evitar el cansancio, las llegaba 12 personas que El estudio diferente se realizó (figura en cuatro fasesPara en las cuales el participante a un nivel participaron en eldiferente experimento fueron divididas en 6elpares (ambos del que par de interacción (figura 4.4.2). Para evitar cansancio, lasmiembros 12 personas participaron ende el experimento fueron en 6 pares (ambos miembros del mismo perfil usuarios). Para cada divididas par de sujetos se mezclaron al azar losdel 8 par del mismo perfil delos usuarios). Para cada par de individuo sujetos sey mezclaron martillos y se asignaron 4 primeros martillos a un los otros 4 al al azar otro.los Los8 martillos y se asignaron los 4 primeros individuo y lospero otros 4 al otro. martillos que evaluó cada sujeto fueron losmartillos mismos aenuntodas las fases el orden de Los martillos que evaluó cada sujeto fueron los mismos en todas las fases, pero el evaluación en cada fase fue aleatorizado. Al finalizar cada fase de interacción con orden de evaluación en cada fase fue aleatorio. Al finalizar cada fase de interacción todos los martillos asignados, el sujeto respondía a todas las preguntas del DS de cada con todos losdeterminado martillos asignados, el sujeto respondía a todas del DS de martillo en un orden, aleatorizado para cada fase. las En preguntas total para cada fase cada martillo en un determinado orden, aleatorio para cada fase. En cada fase cada y sujeto se evaluó 4 martillos, en total se hicieron 48 encuestas, 6 por martillo y fase. sujeto evaluó 4 martillos, en total se hicieron 48 encuestas, 6 por martillo y fase. Fase 1

Fase 2

Fase 3

Fase 4

Figura 4.4.2 Niveles de interacción sensorial según fase de estudio. ,*63$   

En la Fase 1 se utilizaron fotografías a color de los martillos impresas a la misma

En la Fase 1 se utilizaron fotografías a color de los martillos impresas a la misma escala sobre un fondo blanco en formato A4. Una vez que el sujeto había observado escala sobre un fondo blanco en formato A4. Una vez que el sujeto había observado las cuatro fotografías de los martillos respondía al DS. En la Fase 2 los martillos se las cuatro fotografías de los martillos respondía al DS. En la Fase 2 los martillos se situaban en una mesa sobre una manta de color neutro. El sujeto podía mirar los situaban unano mesa sobre tocar. una manta neutro.a la El Fase sujeto podíaesta mirar martillosenpero los podía La Fasede3 color era similar 2 pero vezlos el martillos pero no los podía tocar. La Fase 3 era similar a la Fase 2 pero esta vez el usuario podía tocar los martillos sin ninguna limitación, incluso mientras contestaba usuario tocar los ningunautilizaba limitación, mientras contestaba al al test. podía Finalmente, en martillos la Fase 4,sin el usuario losincluso martillos realizando con cada test. Finalmente, en la Fase 4, el usuario utilizaba los martillos realizando con cada uno uno de ellos cuatro acciones de clavar clavos en madera, combinando dos posiciones de ellos cuatro acciones de clavar clavos en madera, combinando dos posiciones y dos tipos de clavos. Las dos posiciones fueron: con orientación horizontal sobre una mesa a 95 cm de altura desde el suelo y con orientación vertical entre alturas desde 142 cm

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 139

y dos tipos de clavos. Las dos posiciones fueron: con orientación horizontal sobre una mesa a 95 cm de altura desde el suelo y con orientación vertical entre alturas desde 142 cm a 162 cm, según la preferida por el participante. Los clavos eran similares en grosor y forma de la cabeza, pero variaban en longitud: de 2 y 3.5 cm. El orden de los descriptores para cada una de las 192 encuestas fue aleatorio y de forma distinta para cada una de las encuestas. Se utilizaron los 7 niveles de evaluación y también la posición de los descriptivos por columnas fue aleatoria. Cada una de las fases se realizó en aproximadamente 20 minutos por sujeto, excepto la fase 4 que consumía alrededor de 45 minutos. Entre cada dos fases consecutivas para cada sujeto transcurrió al menos una semana. Al final del proceso cada sujeto fue gratificado con unos obsequios. 4.4.2.5. Análisis de los resultados Una vez finalizado el trabajo de campo se procedió a su tratamiento estadístico. Partimos de la hipótesis de que el tipo de usuario (Variable independiente) y tipo de martillo (Variable independiente) son causa y producen un efecto en la valoración del descriptor (Variable dependiente). Pero también se considera que dicha valoración quedará condicionada según la modalidad sensorial (Variable independiente, -fases-) con la que se encuentre el sujeto durante la evaluación de los descriptores. Nos encontramos ante una situación experimental multivariable con 3 variables explicativas (tipo usuario, tipo de martillo y modalidad sensorial) y una variable criterio o experimental (descriptor). Si bien, tradicionalmente el diseño multivariable requiere varias variables dependientes de modo que para cada sujeto se toman varios registros, la situación nuestra puede considerarse multivariable. Me refiero a que estamos ante un diseño de medidas repetidas en que se registra un mismo indicador a lo largo de unas fases. Estrictamente no puede considerarse multivariable pues es la misma respuesta la que se mide a lo largo de diversos niveles. No obstante desde un punto de vista formal el diseño de medidas repetidas puede ser considerado como una estructura multivariable y sometido a los análisis multivariables típicos y a un ANOVA (Arnau et al., 1991) con suposición, eso sí, del cumplimiento de normalidad y homogeneidad de varianzas. Inicialmente se realizó un análisis exploratorio de los datos a partir de los valores máximo, mínimo y medio de los descriptores y se procedió a observar las diferencias entre descriptores. Se consideró el rango por cada uno de los descriptores, con el fin de estimar su idoneidad en la valoración de los martillos. Se observa la existencia de rangos altos y por tanto valores extremos que permiten considerar la existencia de variabilidad en la percepción de los martillos. También se tuvieron en cuenta los valores de la media, desviación típica y varianza de los descriptores en las distintas fases y para los perfiles de usuarios, observándose varianzas similares entre las situaciones experimentales, lo cual hace pensar en el cumplimiento del supuesto de homogeneidad de varianza. En el anexo V4.3 se muestran los resultados detallados de la prueba.

140 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Se realizó la prueba de Kolmogorov-Smirnov para cada una de las variables dependientes (Descriptores), las fases y los perfiles con el fin de comprobar el grado de ajuste con una distribución normal. La prueba K-S aportó la existencia de variables que en algunas distribuciones se ajustaban a una distribución normal frente a otras que no se ajustaban. En el anexo V4.4 se muestran los resultados detallados de la prueba. Para conocer las dependencias entre variables se utilizó el coeficiente de correlación “tau” de Kendall que es un coeficiente de correlación no paramétrico. Los datos pueden convertirse en rangos, y además al poseer las variables pocos niveles, el coeficiente de Kendall es menos sensible a los empates de rangos frente a otros coeficientes como el de Spearman. En el anexo V4.5 se muestran los resultados detallados de la prueba. Dado que el número de variables es considerable y existe un alto número de correlaciones significativas se valora la pertinencia de un Análisis Factorial para detectar dimensiones latentes. A partir de la hipótesis planteada, de la situación experimental expuesta y del análisis exploratorio se ejecutaron los siguientes análisis: 1.- Estructura perceptiva a partir del espacio semántico En primer lugar se realizó un Análisis Factorial (AF) con las 192 encuestas que evalúan los 25 descriptores. Con el AF se trata de reducir los datos a una estructura más manejable y comprensible, siguiendo el principio de estructura simple propuesto por Thurstone. A partir del buen número de correlaciones superiores a 0,30 se estima conveniente un AF. Se consideraron los indicadores de la bondad del AF, (Hair et al., 2000) tanto el índice de esfericidad de Bartlett como la medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin. En la extracción de factores se utilizó el método de análisis de componentes principales con rotación Varimax, que aporta una separación más clara de factores y facilita una mejor interpretación. Se seleccionaron los factores con autovalores > 1 y con descriptores de carga > 0,4. Las puntuaciones de los factores obtenidos se utilizaron en el estudio como variables dependientes en los análisis que siguen. En el anexo V4.6 se muestran los resultados detallados de la prueba. 2.- Análisis de la integración de fases (integración sensorial) en la percepción de los factores. Se pretende evaluar el efecto de la integración de cada fase, considerada la variable independiente, sobre las puntuaciones factoriales obtenidas en el primer AF, consideradas como variable dependiente. Para ello se realiza un ANOVA con medidas repetidas. Las medidas que se repiten son las puntuaciones factoriales (VD). Para ello se define un diseño con un único factor que denominamos “fase” (VI) y constituida por cuatro niveles que corresponden a cada una de las intervenciones sensoriales (f1 ver foto, f2 ver martillo, f3 tocar y f4 usar). Se pretende rechazar la hipótesis nula

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 141

de igualdad de medias y concluir que la integración sensorial, desarrollada a través de cada una de las fases, incide en las puntuaciones factoriales. Para su contraste se utiliza la Lambda de Wilks. Por un lado se valoran los supuestos estadísticos para aplicar el ANOVA. Para la comprobación de la normalidad se utiliza la prueba de Kolmogorov_Smirnov. Dado que el factor “fase” posee cuatro niveles se comprueba si en dichos datos se cumple el supuesto de esfericidad (homogeneidad de varianzas de las diferencias entre los pares de niveles) por medio de la W de Mauchly. En caso de rechazar la hipótesis de esfericidad se aplica el índice corrector Épsilon (en condiciones de esfericidad perfecta Épsilon vale 1). El programa utilizado para los contrastes estadísticos SPSS v18 ofrece varias estimaciones de Épsilon, en nuestro caso como alternativa a Lambda de Wilks se toma la de Greenhouse-Geisser por considerarse más conservadora. En el anexo V4.7 se muestran los resultados detallados de las pruebas. Por otro lado también se pretende evaluar si existen diferencias significativas en las puntuaciones factoriales obtenidas entre las distintas fases, es decir comparar dos a dos los distintos niveles del factor fase (f1-f2, f1-f3, etc.). En esta situación la probabilidad de error tipo I (error que se comete cuando se rechaza la hipótesis nula, siendo cierta) aumenta con el número de contrastes. Por ello, se utiliza la corrección de Bonferroni basada en la estimación marginal de medias. Por último según Cohen (1992), para este tipo de análisis y una potencia del 80% para detectar efectos medianos (25% la desviación típica) y con un nivel de significación α = 0.05 se precisa un tamaño muestral de 45 casos. En nuestro caso el tamaño de la muestra usado es de 48 (12 sujetos x 4 fases). 3.- Análisis de las diferencias entre perfiles de usuarios En un primer estudio se pretende evaluar el efecto perfil de usuario, considerado como variable independiente, sobre las puntuaciones factoriales obtenidas en el AF inicial (Factor), consideradas como variable dependiente. Para ello se utiliza un ANOVA de un factor con todos los datos de las cuatro fases. Dicho factor es el perfil de usuario (VI) (P = profesionales, A = aficionados y E = estudiantes). Se desea analizar las diferencias globales entre grupos de usuarios y rechazar la hipótesis de igualdad de medias y concluir que las medias poblacionales comparadas no son iguales. En nuestro caso si se acepta la hipótesis alternativa indicará que el perfil de usuario incide en la valoración de la característica evaluada. En este análisis la comparación entre pares de perfiles (P-A; P-E, etc.) se realiza por medio del procedimiento HSD de Tukey considerado de mayor potencia que otros. Del mismo modo que en el análisis anterior se valoran los supuestos estadísticos para aplicar el ANOVA. Se utilizan idénticas pruebas. En el anexo V4.8 se muestran los resultados detallados de las pruebas para este estudio. Según Cohen (1992), para este tipo de análisis y una potencia del 80% para detectar efectos medianos (25% la desviación típica) y con un nivel de significación α = 0.05

142 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

se precisa un tamaño muestral de 159 casos. En nuestro caso el tamaño de la muestra usado es de 192. A partir de la situación experimental del primer estudio se hace un segundo con ANOVA de medidas repetidas. En este caso se pretende evaluar el efecto de la integración de cada fase, considerada la variable independiente, sobre las puntuaciones factoriales obtenidas de AF (Factor), consideradas variable dependiente, incluyendo a los grupos de usuarios como efecto entre las fases. Con los Factores significativos obtenidos se procederá a comparar entre que fases hay diferencias. En este análisis la comparación entre pares de fases se realiza por medio del procedimiento HSD de Tukey y se utiliza la corrección de Bonferroni para contrastar la diferencia entre fases. 4.- Análisis de la estabilidad de factores a través de la IMS. Se analizó también la estabilidad de los factores por fases. Es decir, se desea saber qué factores constituyen cada una de las fases y apreciar su variabilidad según intervención sensorial participante. Para ello se realizó un AF para cada fase, por el método de Componentes Principales con rotación Varimax pero en este caso se fijó el número de factores en 6, el mismo que había sido obtenido para el AF con todos los datos. Con ello se pretendía rastrear la forma en que los descriptores se van agrupando en función del nivel de interacción y comparar esas agrupaciones de los descriptivos por fases entre sí y con la agrupación del análisis global.

4.4.3 Resultados 4.4.3.1 Análisis factorial inicial En el AF inicial, con todas las encuestas de los 25 descriptores, se extrajeron 6 Factores con eigenvalues >1. En los indicadores de la bondad del análisis la prueba de esfericidad de Barlett fue significativa (p < 0,000) y en la medida de adecuación muestral de KMO se obtuvo un valor de 0,903. En consecuencia la matriz de correlaciones presenta “intercorrelación” por lo que es adecuado y conveniente el AF. La proporción de varianza explicada por los Factores en cada variable (comunalidad) fueron superiores a 0,642, salvo para Duro / Blando = 0,562 y Proporcionado / Desproporcionado = 0,566, y la varianza total explicada por el modelo fue del 76,3%. Los resultados de los componentes de cada Factor se muestran en la tabla 4.4.3.

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 143

Tabla 4.4.3. Componentes de los Factores rotados. Sólo se muestran las cargas > 0.4 y en negrilla valores > 0.05.

Los seis Factores semánticos podrían explicarse como sigue: F1. Calidad-Robustez. Este primer Factor incluye descriptores relacionados con la calidad del martillo (alta calidad, bueno, bien acabado, duradero) y su robustez (resistente, fuerte, robusto, irrompible). También incluye otros descriptores relacionados con el aspecto más profesional del producto (adherente, duro) y otras dos que participan también en otros factores (seguro y eficaz). Todo ello se percibe como un único eje semántico, que asocia la calidad con la robustez y la profesionalidad. F2. Ergonomía-Estética. Este Factor aglutina descriptores relacionados con la apariencia del martillo (atractivo, agradable, proporcionado) con otros más relacionados con la ergonomía del producto (cómodo, seguro). Se perciben como un único eje semántico, asociando la apariencia agradable con la comodidad y

144 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

seguridad de uso. F3. Innovación. Este Factor agrupa tres descriptores relacionados con la innovación y el diseño del martillo, es decir, su percepción social o moda (moderno, de diseño, sofisticado). F4. Ligereza. Agrupa dos descriptores que hacen referencia al peso que posee el martillo, en concreto a su ligereza (ligero, fino). F5. Efectos dinámicos. El quinto Factor aglutina dos aspectos relacionados con las características dinámicas del producto en su uso (no vibra, no rebota). F6. Eficacia. Finalmente, este último Factor agrupa dos descriptores relacionados con su funcionalidad, es decir el grado de eficacia del uso del martillo (eficaz, clava fácil). 4.4.3.2 Análisis de la integración sensorial: comparación de fases En el cumplimiento del supuesto de normalidad solo se incumple en las puntuaciones del Factor F5 Efectos dinámicos en su fase 4 (p= 0,043 ≤ 0,05). Para comprobar la homogeneidad de las varianzas se utiliza el test de Mauchly. Este muestra que tan solo el Factor 5 Efectos dinámicos (p = 0,93 > 0,05) cumple con el supuesto de esfericidad, es decir, respeta la igualdad de varianzas de las diferencias entre fases. En consecuencia para dicho Factor se utilizará el estadístico de Lambda de Wilks para contrastar la hipótesis nula de igualdad de medias. En cambio para el resto de Factores se utilizará el índice corrector de Greenhouse-Geisser. En la tabla 4.4.4 se muestran los resultados obtenidos de los Factores significativos y de las comparaciones por fases realizadas según Bonferroni. La figura 4.4.3 muestra la evolución de la media y su intervalo de confianza para cada Factor a lo largo de las distintas fases de interacción.

Fig 4.4.3 Evolución del valor medio del factor entre fases (nivel de interacción).

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 145

 ,*   71.6&,>0'(.7$.13/(',1'(.)$&513(053()$4(40,7(.'(,05(3$&&,>0

V8

17

 Fig 4.4.3 Evolución del valor medio del factor entre fases (nivel de interacción).

146 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas





 Fig 4.4.3 Evolución del valor medio del factor entre fases (nivel de interacción). ,*   71.6&,>0'(.7$.13/(',1'(.)$&513(053()$4(40,7(.'(,05(3$&&,>0

La tabla 4.4.4 resume las diferencias significativas encontradas por fase y las diferencias significativas en las comparaciones entre fases por medio de ANOVA de medidas repetidas. Tabla 4.4.4 Resultados de los ANOVAs de medidas repetidas para cada Factor. En la primera columna se muestra el p-valor utilizando el estadístico de contraste de Lambda de Wilks (con * se marcan los valores estimados por medio del GreenhouseGeisser). El resto de columnas muestran el p-valor por cada una de las comparaciones por fases realizado según Bonferroni. En negrita se muestran los valores significativos para α ≤ 0.05.

V8

18

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 147

Los Factores que realmente se ven afectados por el nivel de interacción son F2 Ergonomía-Estética, F4 Ligereza y F5 Efectos dinámicos. Los mayores cambios aparecen entre la fase 1 (ver fotografía) y la fase 4 (usar) en la Ligereza y Efectos dinámicos y en F2 Ergonomía-Estética entre fases 3 y 4. En F1 Calidad-Robustez, F3 Innovación y F6 Eficacia no se aprecian diferencias significativas entre ninguna de las fases. Este es un resultado igualmente importante del estudio, ya que la calidad, robustez o eficacia de uso no parecen verse afectadas por el nivel de interacción sensorial, por lo que su valoración puede realizarse también por el nivel más simple de interacción, al menos si los participantes en el estudio tienen un mínimo de experiencia con el producto, como suele ser habitual en este tipo de estudios. El F2 Ergonomía-Estética parece que se ve algo afectado por la interacción, no habiendo diferencia alguna entre las primeras fases, sólo cambia realmente cuando se toca y usa el producto (fases 3-4). Este Factor incluye los descriptores Proporcionado y Seguro entre otros. Estos descriptores pueden ser también difíciles de prever en un martillo hasta que se usa realmente. La percepción de F4 Ligereza cambia en cuanto se ve el producto al natural (las diferencias son entre la primera fase y las demás), pero se mantiene a partir de ahí, es decir, que ni siquiera cuando se toca cambia la percepción de la ligereza con respecto a ver el producto. Los martillos se perciben mucho más ligeros en una fotografía. Esto puede deberse a que la percepción del tamaño global del producto, y por tanto de su peso, puede ser errónea a partir de una fotografía. Aunque las fotografías estaban representadas a la misma escala para todos los martillos y en ellas no existía ningún producto o escala gráfica de referencia con el que el usuario pudiera hacerse una idea del tamaño global. Los Efectos dinámicos F5, como era esperable, cambian sólo cuando se usa el producto (las diferencias son entre la última fase y todas las demás). Esto puede explicarse porque al usuario le resulta muy difícil prever cómo se va a comportar cualquier producto hasta que no es utilizado. 4.4.3.3 Análisis de la influencia de la experiencia del usuario: factores por grupo de usuarios Se cumple el supuesto de normalidad en todas las situaciones experimentales a excepción de las puntuaciones del F1 Calidad-Robustez del perfil de los profesionales (p = 0,40 ≤ 0,05) y en F3 Innovación de los Aficionados (p = 0,40 ≤ 0,05). No se considera una grave violación y consideramos que se cumple el supuesto de normalidad. En cuanto a la homogeneidad de varianzas, el estadístico de Levene muestra que todos los Factores salvo F2 Ergonomía-Estética (p = 0,994 > 0,05) no cumplen con la homogeneidad de varianza. Tampoco se considera un incumplimiento grave pues por un lado los grupos son de idéntico tamaño y por otro como indica Morales (2009) la mayor de las varianzas que se da, que es en el F4 de los Profesionales

148 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

(s2 = 1,508), no supera en tres veces (s2 = máx. = 1,554) a la varianza más pequeña (s2 = 0,518 que se da en los Aficionados de F1. Además tanto con el método de Tukey como el de Games-Howel, no asumiendo varianzas iguales, se obtienen idénticos resultados. No obstante para corroborar los resultados se utiliza el método de Welch como alternativa robusta al ANOVA. En el anexo V4.8 se encuentran los resultados de las pruebas descritas. La figura 4.4.4 muestra la evolución de la media y sus intervalos de confianza para cada uno los Factores y grupos de usuarios. La tabla 4.4.5 muestra las diferencias significativas de los ANOVAs y las comparaciones por grupo de usuarios Tabla 4.4.5 Resultados de los ANOVAs de un factor (usuario). En la primera columna se dan los p-valor significativos para cada Factor y grupo de usuarios con el estadístico F. En el resto de columnas se muestran las comparaciones por pares utilizando el HSD de Tukey. En negrita se muestran los valores significativos para α > 0.05.

Se observan diferencias significativas en F2, F4 y F5 en el grupo de los estudiantes y ninguna diferencia entre el resto de usuarios. En el F2 Ergonomía-Estética hay diferencias significativas a favor de los profesionales frente a los estudiantes, evaluando más positivamente lo agradable, seguro y confortable a los martillos. También se encuentran diferencias significativas entre ellos en F4 Ligereza puesto que los profesionales evalúan a los martillos como más pesados. También existen diferencias significativas entre estudiantes y aficionados en la evaluación de F5 Efectos dinámicos siendo los estudiantes más críticos, evaluando negativamente dichos efectos. No se han encontrado diferencias significativas en F1 Calidad-Robustez, F3 Innovación y F6 Eficacia. Las mayores diferencias entre grupos para estos Factores fueron de 0,3 y el estudio no posee suficiente potencia para detectar diferencias pequeñas que sean significativas. La menor diferencia entre usuarios se da en la valoración de F3 Innovación.

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 149

2

Fig 4.4.4 Evolución del valor medio del Factor según perfil de usuario (nivel de interacción.

150 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Fig 4.4.4 Evolución del valor medio del Factor según perfil de usuario (nivel de interacción)

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 151

En la tabla 4.4.6 se muestran los ANOVAs de medidas repetidas de un factor (fase) incluyendo el efecto del perfil de usuarios para cada Factor. Se muestran los valores significativos en negrita. En la primera columna se muestran los valores significativos de la variable fase. En la segunda, muestra los resultados de la interacción fase por grupos y en la tercera el efecto de la variable perfil de usuarios entre ellos. Las gráficas en la figura 4.4.5 muestran para cada Factor la evolución de su media en cada fase según el perfil de usuarios. Tabla 4.4.6 Resultados de los ANOVAs de medidas repetidas para cada factor con inclusión del efecto entre perfiles. Se muestra el p-valor según el estadístico de contraste de Lambda de Wilks (con * se marcan los valores estimados por medio del Greenhouse-Geisser). En negrita se muestran los valores significativos para α ≤ 0.05.

Cuando se incluye el grupo del usuario en el ANOVA, los Factores afectados por el nivel de interacción equivalen a los mismos que en el análisis 2, es decir el F2 ErgonomíaEstética (p = 0,014), F4 Ligereza (p = 0,000) y F5 Efectos Dinámicos (p = 0,018). La interacción fase por perfil de usuarios solo muestra diferencias significativas para F4 Ligereza (p = 0,032). Esto quiere decir que los cambios observados entre las fases para este Factor no son lo mismo para cada perfil de usuarios. Como se puede ver en la figura 4.4.5, los profesionales presentan un patrón diferente de cambio en la percepción de ligereza que otros perfiles. Todos muestran una valoración semejante en todas las fases, pero los Profesionales consideran los martillos más pesados al verlos físicamente. Entre perfiles solo hay diferencias en F5 Efectos Dinámicos (p = 0,027), y las comparaciones por pares, ver tabla 4.4.5, solo muestra dichas diferencias entre Aficionados y Estudiantes (p = 0,000). En la tabla 4.4.7 se resumen los valores significativos obtenidos en la comparación por pares de los factores significativos en los ANOVAs objeto de estudio. Tabla 4.4.7 Resultados de la comparación entre fases de los Factores, con HSD de Tukey, en los ANOVA de medidas repetidas para los Factores significativos obtenidos y expuestos en la tabla 4.4.6. En negrita se muestran los valores significativos para α ≤ 0.05.

Los cambios observados entre fases y entre fases incluyendo el perfil de usuario son también idénticos. El F2 Ergonomía-Estética solo se ve afectado al tocarlos (f3) y usarlos (f4). Mientras que la integración sensorial influye en la percepción de

152 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

F4 Ligereza en cada una de las intervenciones. También los efectos dinámicos se perciben con diferencias al ver (f1 y f2) y usar (f4).

Fig 4.4.5 Evolución del valor medio del factor según grupos de usuario (nivel de interacción).

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 153

,*  71.6&,>0'(.7$.13/(',1'(.)$&5134(*?0*36214'(646$3,10,7(.'(,05(3$&&,>0 Fig 4.4.5 Evolución del valor medio del factor según grupos de usuario (nivel de interacción) .

154 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

4.4.3.4 Análisis de la integración sensorial: estabilidad de factores La figura 4.4.6 muestra gráficamente la constitución de los diferentes Factores en cada fase y su transitividad a lo largo de ellas. Para diferenciar el concepto Factor, como el obtenido en el AF final y que explica el modelo, del grupo de descriptores que se agrupan paulatinamente en cada AF de fase, se utilizará el término “Concepto” para designarlos. El AF se realizó con los datos de cada una de las fases y con 6 Factores, resultando significativo en cada una de las cuatro fases, con porcentajes de varianza explicada superiores al 77%, y todos los eigenvalues mayores de 1. Para facilidad de interpretación no se muestran las contribuciones cuantitativas de cada variable en cada Factor, sino que se muestran sombreadas las casillas en las que las variables contribuyen significativamente al factor con al menos el 80% de la carga del mayor descriptor y siempre superior a 0,4. Los conceptos Calidad y Robustez se mantienen estables a lo largo de las distintas fases, salvo en la fase 3 en la que la aprehensión táctil separa a los descriptores que se refieren al concepto Robustez, aunque alguna variable siga contribuyendo a ambos. En el resto de fases aparecen agrupadas aunque algunos descriptores contribuyan a varios conceptos, como es el caso de Bien Acabado que en la fase 4 participa también con los descriptores que definen el concepto Estética. A la Calidad y Robustez se unen en ocasiones algunos descriptores complejos, como Seguro, que no acaba de situarse u otros difíciles de ubicar en fases tempranas de interacción como los descriptores No vibra, Antirrebote y Eficaz, cuya valoración requiere un mayor integración sensorial. El concepto Estética aparece aislado y puro tan sólo en la fase 2 y se une definitivamente a Ergonomía formando un único concepto en las fases 3 y 4, siendo la interacción táctil la que dictamina la integración en un solo concepto y futuro factor de ambos aspectos. Sin embargo el concepto Ergonomía no es estable, sus descriptores se agrupan en las primeras fases con factores dispares. Por ejemplo el descriptor Seguro, no se estabiliza de forma única en ningún concepto, y no se asocia solo a Ergonomía y Estética sino también a conceptos diversos como la Eficacia, Ligereza y Calidad. La escurridiza transitividad del descriptor Seguro se puede entender a merced del tipo de estímulo en que se presente. En nuestro caso se puede explicar por la insuficiente interacción realizada, lo cual no ha permitido un buen juicio de la seguridad que atañe a los martillos. Posiblemente se precisa mucho más tiempo y acciones para ser percibido en un único concepto.

Ergonomía y Estética sino también a conceptos diversos como la Eficacia, Ligereza y Calidad. La escurridiza transitividad del descriptor Seguro se puede entender a merced del tipo de estímulo en que se presente. En nuestro caso se puede explicar por la insuficiente interacción realizada, lo cual no ha permitido un buen juicio de la seguridad 4. Desarrollo y validación de experiencias 155 que atañe a los martillos. Posiblemente secapítulo precisa mucho más tiempo y acciones para ser percibido en un único concepto.

Fig. 4.4.6 Constitución de los diferentes factores y su transitividad a lo largo de las distintas fases. El AF de cada fase se ha ,*   1045,56&,>0'(.14',)(3(05(4)$&513(494653$04,5,7,'$'$.1.$3*1'(.$4',45,05$4)$4(4.'(&$'$ realizado con sus datos. Los epígrafes I II III IV y V representan cada uno de los factores. )$4(4(+$3($.,:$'1&10464'$51414(2=*3$)(4"9"3(23(4(05$0&$'$601'(.14)$&513(4

El concepto Innovación aparece siempre como puro, se agrupa de la misma forma

El concepto Innovación aparece siempre como puro, se agrupa de la misma forma en en todas las fases y además aparece siempre en segundo o tercer lugar con un alto todas las fases y además siempre en segundo o tercer lugar un alto porcentaje de varianza. Es elaparece concepto más estable, el menos afectado porcon el tipo de porcentaje de varianza. Es el concepto más estable, el menos afectado por el tipo de interacción convirtiéndose en un factor puro. interacción convirtiéndose en un factor puro. Los descriptores del concepto Ligereza se unen siempre en uno mismo

Los descriptores deldelconcepto Ligereza se unen En siempre en fase unose asocia mismo independientemente nivel de intervención sensorial. la primera independientemente del nivel de formar intervención sensorial. En laasociándose primera fasela se asocia con los Efectos dinámicos para un único concepto, Ligereza con los Efectos para un únicoEsconcepto, asociándose la Ligereza del del martillo condinámicos la ausencia de formar estos efectos. a partir de ver el martillo al natural martillo la ausencia de estos aparecen efectos. Es a partirdisociados, de ver el martillo (Fase (Fase 2) con cuando estos conceptos siempre siendoallosnatural antónimos 2) cuandoy estos aparecen siempre disociados, siendoque los laantónimos pesado basto conceptos los percibidos en dicha fase. Cabe pensar Pesadez pesado es un exclusivamente martillo En la Fase cuando yconcepto basto lospercibido percibidos en dicha fase.cuando Cabe el pensar queeslavisto. Pesadez es un4, concepto se usa el martillo, el descriptor Fino se asocia también con el concepto de Estética y Ergonomía.

Los descriptores que constituyen el concepto Efectos dinámicos aparecen siempre unidos, pero no aparecen como un concepto único y aislado hasta que se usa el producto. Hasta entonces se agrupan a los conceptos de Calidad, Robustez y o Ligereza, quizá por los motivos expuestos arriba. V8

15

156 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Finalmente, y como era esperable por explicar menor varianza, el último concepto Eficacia es el menos estable. Tan sólo en dos fases aparecen unidas entre sí los descriptores que lo forman y además en una de ellas contribuyendo a varios conceptos. Como se ha comentado más arriba, al tratarse de conceptos relacionados con el uso precisan de más tiempo e interacción para ser percibidas y constituirse como un único concepto.

4.4.4 Discusión Del AF inicial se han extraído 6 Factores: Calidad-Robustez, Ergonomía-Estética, Innovación, Ligereza, Efectos dinámicos y Eficacia. Del análisis realizado para estudiar el efecto del nivel de interacción en la valoración de estos Factores se ha comprobado que el nivel de interacción afecta fundamentalmente a la Ligereza y a los Efectos dinámicos, y en menor medida a la Ergonomía-Estética. Los martillos se perciben mucho más ligeros en una fotografía que en el resto de modalidades de interacción, debiéndose esta diferencia a una errónea percepción del tamaño global del producto en la fotografía. El nivel de interacción también afecta a los Efectos dinámicos, cambian sólo cuando se usa el producto. La simple aprehensión manual no es suficiente para una fiel valoración, es muy difícil prever cómo se va a comportar un producto hasta que no es usado. Algo similar ocurre con la Ergonomía-Estética, en donde la percepción de la seguridad y proporciones del martillo cambian a peores valoraciones tras utilizar el producto. La hipótesis inicialmente planteada por la que la valoración perceptiva se ve afectada por la modalidad sensorial y el nivel de interacción queda confirmada, al menos en la percepción de la Ligereza, los Efectos dinámicos y la Ergonomía-Estética. En dichos Factores se incluyen aspectos relacionados con su ergonomía y facilidad de uso. Por tanto la percepción de muchos de esos aspectos puede verse reducida pues mayoritariamente en su valoración no se usa el producto. En general, no resultan significativas las diferencias entre modalidades de interacción en la Innovación, tampoco se aprecian diferencias significativas en la CalidadRobustez y la Eficacia. Contrariamente a lo que cabría esperar estos Factores no parecen verse afectados por el nivel de interacción sensorial, ni siquiera cuando se usa el producto, al menos en las condiciones de realización de este estudio. Por lo tanto, estos factores pueden ser perfectamente valorados también a través de cualquier modalidad de interacción. Se plantea quizás un estudio con mayor número de usuarios y mayor potencia para detectar diferencias más sutiles. Según Crilly et al. (2004), aspectos como la calidad o la comodidad pueden ser percibidos visualmente, no obstante con la herramientas hemos observado que características y aspectos relacionados con la interacción física entre usuarios y productos, tal como la comodidad o la ligereza, sí son afectados durante su evaluación por la modalidad sensorial y el tipo de interacción.

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 157

Parte de estos resultados cuestionan la fiabilidad de utilizar exclusivamente estímulo visual para evaluar aspectos que pueden ser afectados por el tipo de interacción sensorial tal como la percepción de la facilidad de uso, la comodidad, la ergonomía o la ligereza. Vistos estos resultados, y dependiendo de la importancia que pueda tener cada aspecto en la valoración global del producto (calidad, innovación, aspectos relativos al uso, etc.), la forma de presentación para la venta del producto (catálogo, envases que muestren o no el producto, o sin envase) debe considerarse con cautela. Por ejemplo, en venta por catálogo, siempre que la imagen sea de suficiente nitidez y calidad, la percepción de la innovación y la calidad no cambiará cuando el comprador reciba el producto, por lo que la imagen de la empresa no se verá afectada. Ahora bien, un aspecto importante en la valoración del producto como puede ser la ligereza, puede verse afectada en una venta por catálogo si no va acompañada de datos que permitan percibir adecuadamente el tamaño y el peso del producto, ya sean datos numéricos o de fotografías del producto inmerso en ambientes de tamaño conocido, ya que con la simple observación de la imagen no se perciben las affordances. La experiencia del usuario afecta a la evaluación de los martillos. Los profesionales parecen más exigentes al valorar la ligereza y esperan martillos más ligeros. Esto puede ser debido a que, si bien todos los tipos de usuarios les resulta dificultoso juzgar el tamaño del martillo hasta que se ven físicamente, los profesionales quizás evalúan, debido al uso más continuado del martillo el efecto acumulado del peso a lo largo de una jornada de trabajo. El resto de usuarios usan esporádicamente el martillo y por tanto por su experiencia no pueden considerar el uso continuado. Por tanto los profesionales consideran una pequeña diferencia en el peso como un aspecto importante. Es destacable que los Aficionados siempre se sitúan con puntuación intermedia entre los Profesionales y Estudiantes en F1, F2, F3 y F4 y destacan sobre ellos con puntuaciones positivas en F5 Efectos dinámicos y F6 Eficacia. En este caso su escasa experiencia y positivos resultados de su trabajo con martillos puede favorecer la positiva valoración. Resultados similares obtuvo Saurer et al. (2009) en pruebas de usabilidad aplicadas a barredoras industriales. Para estos, los expertos son capaces de predecir situaciones en futuros escenarios de trabajo e identifican más problemas que los no expertos. En nuestro caso los estudiantes, considerados como no expertos, fueron más críticos en la evaluación de los Efectos dinámicos. Quizás por falta de experiencia son más cautelosos y evalúan a los martillos, en especial en las primeras fases, como peores. En general, estas diferencias entre niveles de interacción por grupos de usuarios se deben a los diferentes niveles de experiencia y conocimiento de los martillos, en unos casos por lo que se espera de ellos (una mayor ligereza y eficacia para ser utilizados de forma continuada para los Profesionales) en otros por lo que se desconoce de ellos (posibles efectos dinámicos, comodidad y seguridad en el uso que no se espera hasta que se usa). Este resultado está en conformidad con otros estudios que han mostrado diferencias

158 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

en la percepción de productos debidos a la edad (Chang et al., 2003), a los aspectos culturales (Seva y Helander, 2009) o debido a la relación del diseñador o el usuario con el producto, (Hsu et al., 2000), aunque este estudio se ocupa de la diferencia en la percepción entre niveles de experiencia en términos del uso. Otro hecho que parece darse es que, ciertos conceptos requieren un determinado nivel de interacción para ser percibidos de forma diferenciada. Hasta que ese nivel de interacción (que puede ser diferente para cada concepto) no es alcanzado, se suelen asociar estos conceptos con los que valoran al producto de una forma global. Es el caso del primer Factor que aglutina conceptos de calidad, robustez y profesionalidad entre otros, o del segundo Factor que agrupa conceptos relacionados con la apariencia del martillo y la ergonomía. Sin embargo, el análisis de la estabilidad de los Factores por fases desvela que la forma de aglutinarse de estos conceptos va cambiando, y en algún momento u otro del nivel de interacción estos conceptos se separan y se perciben como únicos. Por ejemplo, aunque para un martillo es lógico que puedan asociarse la calidad y la robustez, en la fase 3, cuando se incorpora la interacción táctil, el concepto de robustez se percibe de forma diferenciada, porque se pueden valorar matices de las texturas, materiales y peso del martillo, que permiten diferenciar ese concepto del Factor más genérico de calidad. Otro ejemplo es el de los Efectos Dinámicos que no aparecen como Factor independiente hasta que no se tiene la suficiente interacción con el producto (en este caso de uso) para percibirlo de forma diferenciada al concepto más genérico de calidad. El caso de la Eficacia es similar. Parece que al no tener suficiente nivel de interacción sensorial con el producto son conceptos difíciles de valorar en sí mismos, por lo que se les asigna una puntuación global, de ahí que se agrupen siempre con el primer Factor, que explica la mayor cantidad de varianza. Este resultado refuerza la idea que los estudios realizados aplicando el diferencial semántico pueden ser diferentes según el nivel de interacción que se utilice. Al margen de todo lo obtenido la Innovación parece ser un Factor más estable, pues se percibe independientemente de la experiencia que tenga el usuario y del nivel de interacción que se dé. Smets y Overbeeke (1995) remarcaron la importancia de que la apariencia de un producto ha de ser congruente con otros aspectos sensoriales de su producto. Fenko et al. (2010) mostraron que la modalidad sensorial más importante en el acto de la compra es la visual. Así pues si un aspecto particular de un producto es muy importante para su concepción y está vinculado con la interacción física, la congruencia entre su apariencia y el modo en que será percibido por los sentidos es crucial para su éxito. Si se desea una efectiva y duradera impresión del producto, su percepción por medio de una foto o presencia física, no debería presentar incongruencias para el comprador al menos en cuanto a los atributos importantes, como son los aspectos ergonómicos en las herramientas manuales.

capítulo 4. Desarrollo y validación de experiencias 159

4.4.5 Conclusiones Ha quedado en evidencia que la modalidad sensorial (visual o háptico) y el nivel de interacción (ver una foto, ver el producto real, tocar el producto y usarlo) puede tener un efecto significativo en la percepción del producto, y que los aspectos que se relacionan con la ergonomía y su facilidad de uso se perciben según diferentes etapas de interacción. A partir de un DS de 25 descriptores un AF se han obtenido seis Factores que explican como percibimos los martillos: Calidad-Robustez, Ergonomía-Estética, Innovación, Ligereza, Efectos dinámicos y Eficacia. Los Factores más sensibles al nivel de interacción fueron la Ergonomía-Estética, la Ligereza y los Efectos Dinámicos. La Innovación, Calidad-Robustez y la Eficacia no están aparentemente afectadas por la integración sensorial, al menos en la situación experimental realizada. El nivel de interacción afecta la percepción del martillo según el Factor. Ver el martillo al natural o a través de una foto afecta la percepción de la Ligereza y el uso del martillo cambia la percepción de su Ergonomía y de los Efectos dinámicos. Suponemos que para realizar la evaluación de otros productos el tipo de interacción sensorial afectará en su percepción, si bien los factores y el nivel de interacción pueden ser diferentes. El agrupamiento de los descriptores en Factores cambia según el nivel de interacción, es decir, algunas percepciones son muy estables y otras no. En martillos, la Innovación es un Factor exclusivo e independiente del tipo de intervención, en cambio los Efectos dinámicos se perciben como un único Factor solo cuando se ha logrado un cierto nivel de interacción. Por tanto los estudios con DS de un mismo producto pueden tener resultados diferentes según el tipo de intervención con la que interactúen los usuarios con el producto durante su evaluación. Se desprende también del estudio que en la percepción participan significativamente la experiencia y las expectativas del usuario. En los martillos las diferencias observadas por dichas variables se obtienen en la Ergonomía-Estética, la Ligereza y los Efectos dinámicos, al menos con los tipos de usuarios que han participado. Para acabar cabe esperar que estas conclusiones puedan ser útiles para implementar estrategias de ventas y sean una guía para escoger el nivel de interacción apropiado para enfatizar las características del producto haciendo la apariencia del producto congruente con otras percepciones.

160 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

162 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

El Forjador. Josep Llimona 1914..Piedra de Montjuïc 2,47 x 1,11 x 1,03 m. Ubicada en Plaza de Catalunya Barcelona. http://esculturayarte.com/015105/El-Forjador-en-Barcelona.html

capítulo 5. Conclusiones y desarrollos futuros 163

En este último capítulo se resume el trabajo desarrollado en el marco de la Tesis y se exponen las conclusiones más relevantes. Asimismo se destacan las aportaciones originales e innovadoras. Además se plantean posibles líneas de estudio, que podrían completar y ampliar algunos aspectos de interés relativos al diseño de herramientas y por extensión su aplicación en otros tipos de productos.

5.1 Conclusiones 5.1.1 Conclusiones relativas a la revisión bibliográfica En este punto se exponen los hallazgos más importantes obtenidos de la revisión bibliográfica que por su interés y relevancia se han contemplado a lo largo de la Tesis y se consideran importantes para desarrollos futuros. 1. El estudio y desarrollo de la SP aplicado a herramientas es escaso. Los resultados obtenidos hasta ahora muestran la necesidad de seguir investigando en este ámbito. Las contribuciones que se obtengan a buen seguro contribuirán a la mejora del diseño de herramientas y en consecuencia al uso y bienestar del usuario. 2. Se ha detectado que la SP precisa del estudio y el trabajo de equipos integrados y multidisciplinares. La diversidad de aspectos que posee la SP lo hace necesario. La confluencia de equipos y disciplinas diversas, permite entender y actuar con una postura abierta y constructiva a la comprensión de cómo elaboramos el significado y en especial el relacionado con las herramientas. 3. La construcción del significado queda todavía lejos de alcanzar un óptimo entendimiento, la naturaleza humana es compleja y su conocimiento precisa diversidad de ciencias. Por tanto se hace necesario estar atento a los nuevos avances especialmente en el campo de las neurociencias y de las ciencias cognitivas. 4. La investigación comercial y el Marketing han aportado un concepto de escasa aplicación en la SP pero de sumo interés para el desarrollo de ella. Dicho concepto es el denominado constructo “involvement”, el cual permite medir el interés o implicación que un usuario tiene con un producto. Esto permite seleccionar a usuarios significativos para el objeto de estudio que se precise. 5. El lenguaje y las emociones son dos manifestaciones que caracterizan la naturaleza humana y hasta ahora no se han considerado al unísono con suficiente peso en el estudio y desarrollo del diseño del producto y mucho menos en el de las herramientas. Su consideración en el trabajo de la tesis, si bien ha sido escaso,

164 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

ha contribuido a conocer mejor como nos relacionamos con los productos en general y con las herramientas en particular.

5.1.2 Conclusiones relativas a los resultados obtenidos A lo largo del estudio del estado del arte de la SP desarrollado en el capítulo 2 se atendieron cinco apartados: 1.- La participación del objeto o producto en la construcción del significado. 2.- La participación del usuario en la construcción del significado. 3.- La influencia de factores extrínsecos o coyunturales. 4.- Semántica del producto, conceptos y aplicaciones. 5.- Diseño de herramientas orientado al usuario. A partir del estudio e interrelación entre cada uno ellos se detectaron cuatro necesidades expuestas en el capítulo 2. Con el fin de poder conocer que requisitos o argumentos se precisan para satisfacer dichas necesidades se formularon los objetivos expuestos en el capítulo 3. Para su desarrollo y validación se formularon cuatro experiencias que se describen en el capítulo 4. A partir de ellas se han obtenido una serie de resultados que permiten comprobar si las necesidades detectadas han sido satisfechas. El doctorando considera que los resultados son válidos y aceptables, en consecuencia describe y expone las conclusiones de esta Tesis para su aprobación, o en su caso proceder a su reconsideración: A saber: (I) A partir de la primera necesidad por la cual se considera la oportunidad de aplicar la SP a productos comerciales en el ámbito de las herramientas, desarrollada en las validaciones 1 y 3 y los resultados obtenidos se concluye que: 1. Se ha observado que los centros de mecanizado CM, como producto meramente comercial, son susceptibles de aplicarles estudios de SP. Las diferencias de percepción obtenidas por medio del DS, en los perfiles de usuarios que participaron, para las diferentes configuraciones de los CM del estudio así lo demuestran. 2. Los factores por los cuales se perciben y se valoran los productos comerciales del tipo de un CM, para los perfiles estudiados, son descritos por medio de los términos: Calidad, Funcionalidad, Confortabilidad, Accesibilidad y Usabilidad. 3. Se corrobora también que las herramientas manuales, tal como un martillo,

capítulo 5. Conclusiones y desarrollos futuros 165

como productos comerciales, son también portadores de rasgos que favorecen una percepción de significados diferentes para cada martillo según el tipo de usuario y por tanto son también susceptibles de aplicarles estudios de SP. 4. Los factores por los cuales se perciben y se valoran los productos comerciales del tipo de un martillo, para los perfiles estudiados, son descritos por medio de los términos: Calidad-Funcionalidad, Social o Innovación, Estética y Ergonomía. 5. Se ha visto que hay descriptores más difíciles de valorar que otros: en los CM debido quizás a la falta de interacción con un CM, o en el caso de martillos por ser un tipo de producto más comercial que de consumo o también por la dificultad de evaluar a través de una simple fotografía. 6. El diseño y desarrollo de productos como los CM, involucran factores específicos del tipo de una inversión económica, una producción más corta y rápida y una mayor complejidad del producto frente a los de consumo. Todos estos factores dificultan el uso de la SP. Sin embargo, creemos que la aplicación de la SP traerá más ventajas que desventajas, al igual que en los productos menos comerciales y más de consumo. (II) En la segunda necesidad se planteaba que, para el desarrollo de estudios semánticos sería deseable disponer de un proceso de selección de descriptores estructurado y con diferente nivel de detalle según fase de diseño, y a ser posible con un criterio de selección objetivo de forma que pudiera ser aplicado a cada tipo de producto. A partir de la validación 2 y los resultados obtenidos se concluye que: 1. Se ha desarrollado un proceso de selección de descriptores a partir del análisis de conglomerados jerárquico (ACJ), el cual permite determinar la estructura jerárquica de los descriptores y los niveles recomendados de detalle según la fase de diseño en que se encuentre. 2. Los niveles de detalle se observan a partir de un salto súbito en el dendrograma obtenido. Dicho salto se da cuando se deja de valorar la similitud entre descriptores, pues cabe entender que se agrupan descriptores muy similares hasta ese momento. El salto súbito se determina y queda medido por el coeficiente de similaridad obtenido en el historial de conglomeración del ACJ. 3. Además se ha podido obtener el adjetivo positivo para cada par de descriptores necesarios para realizar un análisis del DS, y ello se ha realizado, a partir de un ACJ, contemplando por separado el conjunto del par de adjetivos que conforma el descriptor. 4. El proceso de obtención del adjetivo positivo de un descriptor junto al criterio para la selección del nivel de detalle permite reducir la subjetividad del diseñador/ investigador, sin anular su capacidad de decisión cuando lo estime conveniente. 5. Consecuencia de los niveles de detalle obtenidos pueden seleccionarse

166 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

conjuntos de descriptores para realizar estudios específicos relativos a un ámbito concreto, por ejemplo la calidad o la ergonomía. 6. No obstante queda todavía por solucionar el problema de la elección del descriptor resultante, en el momento de substituir un conjunto de descriptores por uno solo cuando nos encontramos en la reducción de los diferentes niveles de detalle. Además, la dificultad lingüística de resumir aumenta cuanto mayor es el nivel de reducción. (III) En la tercera necesidad quedó justificado contemplar en la SP el tratamiento a la diversidad de perfiles de usuarios de herramientas consideradas tanto como productos comerciales como de consumo. A partir de la validación 1 y 3 y de los resultados obtenidos se concluye que: 1. Se ha visto que los distintos grupos de usuarios perciben de forma distinta los atributos de los productos. Las diferencias observadas pueden utilizarse para enfocar los estudios semánticos a aquellos grupos de usuarios más sensibles a los atributos que se deseen medir. 2. Las diferencias se deben a la experiencia previa, implicación con la herramienta e interacción funcional. 3. Un aspecto en común entre los diferentes perfiles es que consideran Calidad y Funcionalidad como los principales factores en la valoración de las herramientas, al menos en las estudiadas. 4. Los operadores de CM otorgan una mayor puntuación en los descriptores relativos a la competencia funcional del CM. En cambio, los profesores se destacan en una mayor puntuación en algunos de los descriptores relativos a la potencia y accesibilidad, contrariamente a como lo hacen los operadores. (IV) Finalmente se planteaba la necesidad de determinar las incidencias de la IMS en la percepción de herramientas, para poder evaluar el efecto de las diferentes modalidades de interacción en la valoración semántica que se hace de martillos. A partir de la validación 4 y de los resultados obtenidos se concluye que: 1. Ha quedado en evidencia que la modalidad sensorial y el nivel de interacción pueden tener un efecto significativo en la percepción del producto. En efecto, según el nivel de integración el agrupamiento de descriptores en factores cambia, es decir, algunas percepciones son independientes y estables frente a otras que no lo son. 2. La integración multisensorial del usuario con el martillo queda descrita por seis factores: Calidad-Robustez, Ergonomía-Estética, Innovación, Ligereza, Efectos dinámicos y Eficacia. 3. Los factores más sensibles al nivel de interacción fueron la Ergonomía-Estética,

capítulo 5. Conclusiones y desarrollos futuros 167

la Ligereza y los Efectos Dinámicos. La Innovación, Calidad-Robustez y Eficacia no están aparentemente afectadas por la integración sensorial, al menos en la situación experimental realizada. 4. Ver el martillo al natural o a través de una foto afecta la percepción de la Ligereza y el uso del martillo cambia la percepción de su Ergonomía y de los Efectos dinámicos. 5. En martillos, la Innovación es un factor exclusivo e independiente del tipo de intervención, en cambio los Efectos dinámicos se perciben como un único factor solo cuando se ha logrado un cierto nivel de interacción. 6. En general, existen diferencias entre niveles de interacción por grupos de usuarios y se deben a los diferentes niveles de experiencia y conocimiento de los martillos. En los martillos las diferencias observadas por dichas variables se obtienen en la Ergonomía-Estética, la Ligereza y los Efectos dinámicos, al menos con los tipos de usuarios que han participado. 7. Los profesionales parecen más exigentes al valorar la Ligereza y esperan martillos más ligeros. 8. Es destacable que los Aficionados siempre se sitúan con puntuación intermedia entre los Profesionales y Estudiantes en todos los factores pero destacan sobre ellos con puntuaciones positivas en Efectos dinámicos y Eficacia. 9. Suponemos que para realizar la evaluación de otros productos el tipo de interacción sensorial afectará en su percepción, si bien los factores y el nivel de interacción pueden ser diferentes. Por tanto los estudios con DS de un mismo producto pueden tener resultados diferentes.

5.2 Desarrollos futuros A lo largo del desarrollo de los trabajos y actividades que constituyen esta Tesis, se han identificado una serie de estudios futuros que podrían completar el trabajo desarrollado, así como aportar cuestiones de interés relacionadas con el ámbito de la investigación llevada a cabo hasta el momento. Dichos estudios se enmarcan en cuatro ámbitos definidos de la siguiente manera: 1º.- Ampliación del marco referencial de la SP: aplicación a herramientas portables automáticas y a otras de contextos específicos. Los centros de mecanizado son herramientas complejas y ubicadas en empresas catalogadas de media o alta tecnología, siendo manipuladas por operadores preparados. En cambio los martillos son herramientas manuales que se sitúan en entornos productivos o de servicios que precisan escasa preparación. Por otro lado están los usuarios aficionados que utilizan el martillo en ámbito personal y precisan

168 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

también escasa preparación. Entre estas dos herramientas se encuentra un tipo de herramienta portable y automática, transversal a diversos contextos y usuarios y que requieren algo de preparación para su uso, me estoy refiriendo a la taladradora, lijadora o destornillador. Su estudio permitiría disponer, concretar y cerrar un marco referencial de la SP aplicado a herramientas más amplio que el actual. Disponer del citado marco referencial permitiría trabajar en el diseño de herramientas ubicadas en campos específicos de alta profesionalidad como la cirugía avanzada, manipulación a distancia, microelectrónica y en actividades peligrosas o de alta precisión que precisan trasmitir al usuario algo más que calidad y funcionalidad de la herramienta. 2º.- Desarrollo de un alfabeto perceptivo para el diseño significativo y funcional de herramientas. En las dos herramientas estudiadas se han observado diferentes configuraciones que son percibidas de forma distinta, destacando algunas con alta valoración que las distingue de otras. Durante la búsqueda bibliográfica ya se planteó que la forma y aspecto de un producto así como su composición y la relación entre los elementos que lo conforman junto al estado superficial influían en la percepción que se tenía de él. En este sentido son escasas las contribuciones, salvo las desarrolladas por Vergara et al. (2007) (2010), para diagnosticar en qué medida una característica o elemento formal influyen en una u otra manera para atribuir a un centro de mecanizado o martillo la suficiente robustez, seguridad o atractivo necesario para que el usuario pueda considerarla de su interés. Al respecto, la Ingeniería Kansei se presenta como una metodología suficientemente madura y experimentada para ser aplicada al unísono con el marco semántico desarrollado. Se tiene la total convicción de que dicha asociación llevará más éxitos que fracasos en el diseño de herramientas. 3º.- Elaboración de una técnica para la creación y utilización de descriptores significativos. Es sabido, que el Análisis de la Semántica Latente es una incipiente pero prometedora metodología proveniente de la lingüística computacional. Aprovecha un fenómeno que se suele cumplir en el lenguaje natural: las palabras del mismo campo semántico suelen aparecer juntas o en similares contextos. A partir de dicho principio y de las aportaciones que realiza en el campo del diseño de la usabilidad nos lleva a pensar en una posible contribución al problema detectado. A lo largo de la tesis no se ha podido encontrar respuesta a todo. Sigue existiendo un

capítulo 5. Conclusiones y desarrollos futuros 169

problema en la aplicación del ACJ y del AF en el momento de atribuir mediante un descriptor el significado correcto al conglomerado o factor obtenido. En efecto, la agrupación de variables que se obtienen en el dendrograma y su partición según nivel de detalle precisa de un descriptor que defina significativamente la agrupación obtenida. Algo similar ocurre ante la reducción de variables a un menor número no observable de factores que se realiza en el AF. En ambos es necesario sustituir los descriptores por otros que los representen, pero cuanto mayor es el nivel de reducción de los mismos, la dificultad lingüística de resumirlos en uno sólo aumenta. Se hace pues necesario disponer de una metodología o técnica que subsane dicha deficiencia. Por otra parte, ya se explicó, como señalaba Maturana, que la pertenencia a un sistema social y por extensión el significado que atribuimos a los objetos que lo constituyen, viene acompañada por un sistema de coordinaciones de acciones en el lenguaje. Por tanto la elección de un descriptor adecuado para una acción puede no resultar una decisión baladí. No olvidemos que producto, marca y presentación de producto conforman un todo integrado. El uso de uno u otro descriptor determinan un mensaje que, por ejemplo, definen un tipo de estrategia comercial o las características de la apariencia del producto que pueden resultar inconsistentes con las demandas del usuario. Así pues el modelo mental del diseñador, gestor, publicista o del comercial de un producto debe sintonizarse, al menos con idéntica terminología lingüística, con el del usuario al menos para llevarnos a imaginar que percepción desarrollará el usuario ante el producto. 4º.- Definición de un enfoque o marco explicativo de la relación usuario producto. Finalmente y no por ello menos importante, cabe preguntarse: ¿Se puede explicar la relación usuario-producto? He llegado al convencimiento de que sí, o al menos se puede plantear un enfoque o esquema relacional de carácter abierto, no dogmático y aplicable a cualquier localización espacio-temporal. No se pretende enunciar un planteamiento único ni prescriptivo ni tan siquiera un intento de explicación causa-efecto. Se desea poseer un marco explicativo que contemple la diversidad de aspectos que confluyen en la relación usuario-producto, explicados a lo largo de la Tesis, y permita al menos aplicarse al ámbito de la enseñanza de la Ingeniería del Diseño con el fin de que el estudiante tenga donde situarse, transitar, dialogar y proponer alternativas a su actividad. Para el desarrollo de dicho planteamiento se partirá de lo propuesto en la Tesis, en especial a considerar que la realidad de un usuario es una construcción de la interacción de sus factores intrínsecos y las posibilidades del entorno. Las ideas que posee él se reconstruyen y se transforman debido al éxito logrado y se adoptan siempre y cuando tengan un significado cognitivo y emocional. Se da transformación y cambio si lo nuevo posee significado y funcionalidad para su vida.

170 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Para el desarrollo de este planteamiento se partirá de la Teoría de los Constructos Personales desarrollada por George A. Kelly. En su postulado afirma que “Los procesos de una persona se canalizan psicológicamente por las formas en que anticipa los acontecimientos”. Para Kelly el ser humano es interpretativo y actúa como un científico, diseñando y contrastando hipótesis. Considera la conducta como una forma de poner a prueba las creencias del individuo. Así la conducta es el experimento como la hipótesis es al “constructo”. Para Kelly los constructos son patrones o plantillas que crea y que intenta fijar sobre las realidades de las que su mundo se compone. El constructo es una dimensión evaluativa, es la manera de percibir, construir e interpretar los sucesos. Tiene pues un cierto paralelismo con los factores que constituidos por descriptores definen, en nuestro caso, la interpretación de las herramientas. Esta sucinta exposición muestra el interés que me mueve en establecer una sinergia entre la Psicología de los Constructos Personales de Kelly y el marco referencial de la Semántica del Producto planteado a lo largo de esta Tesis.

5.3 Publicaciones científicas obtenidas a partir de la tesis Mondragón, S., 2002. “Aportaciones de la semántica del producto al diseño de productos orientados al usuario”. XIV Congreso Internacional de Ingeniería Gráfica, Santander 5-7 de junio. Resúmenes y CD Rom en Actas XIV Congreso Internacional de Ingeniería Gráfica (ISBN 84-699-8559-0), página 821. http://departamentos.unican.es/digteg/ingegraf/cd/ponencias/317.pdf. Mondragón S., Company P. and Vergara, M., 2003. “Strategies and approaches to user-oriented product design”. TMT 2003. 7th International Research/Expert Conference “Trends in the Development of Machinery and Associated Technology”. LLoret de Mar, Barcelona, Spain, 15-16 september. Proceedings of the 7th International Research/ Expert Conference “Trends in the Development of Machinery and Associated Technology” TMT, 2003 (ISBN 9958-617-18-8), pp. 573-576. Company P., Vergara M. y Mondragón S., 2004. “Contributions to product semantics taxonomy”. VIII Congreso Internacional de Ingeniería de Proyectos, Bilbao, 6, 7 y 8 de octubre. Premiada con el Research Scholarship “Rafael Escolá” (http://www.aeipro. com/) Mondragón S., Company P. and Vergara M., 2005. Semantic Differential applied to User-Centred Machine Tool Design. International Journal of Industrial Ergonomics (ISSN 0169-8141). Vol. 35, No 11. pp. 1021-1029. doi:10.1016/j.ergon.2005.05.001 Mondragón S., Vergara M. y Company P., 2006. “Diferencial semántico: una herramienta al servicio del diseño emocional de máquinas herramientas”. XVIII Congreso Internacional de Ingeniería Gráfica, Barcelona, 31 de mayo, 1 y 2 de junio. Resúmenes y CD Rom en Actas XVIII Congreso Internacional de Ingeniería Gráfica (ISBN

capítulo 5. Conclusiones y desarrollos futuros 171

84-689-8593-7), página 124. Vergara M., Mondragón S., Sancho X, Company P. y Pérez A., 2006. Aplicación de la semántica de productos al diseño de herramientas manuales. Estudio piloto para la selección de semánticos en martillos”. X Congreso Internacional de Ingeniería de Proyectos, Valencia, 13-15 de septiembre. Vergara M., Mondragón S., Sancho-Bru J., Company P. and Perez-Gonzalez A., 2007. User Profile Differences in Semantic Design. Application to Hand Tools. International Conference on Engineering Design, ICED’07 Cite des sciences et de l’industri. Paris, France. 28 - 31 August. Vergara, M., Lupi, L., Mondragón, S., Sancho-Bru, J., 2007. Descripción de un proceso de ingeniería Kansei aplicado a martillos. XI Congreso de Ingeniería de Proyectos. Lugo, 26, 27 y 28 de Septiembre. Agost, M. J., Vergara, M., Mondragón, S., 2008. Propuesta conceptual para la consideración de las emociones del cliente en el diseño de productos. XII Congreso Internacional de Ingeniería de Proyectos. Zaragoza 9, 10 y 11 de julio. pp 504.515 Vergara M., Mondragón S., 2008. Ingeniería Kansei: Una potente metodología aplicada al diseño emocional. En: Creación de emociones, significados y experiencias. Revista Faz 2. Julio. http://www.revistafaz.org/index_n2.html Vergara, M., Sancho Bru, J., Mondragón, S. 2010. A Kansei Engineering study applied to hammers with special attention to the selection of semantics. International Conference on Kansei Engineering and Emotion Research KEER. Mayo. Paris. Proceedings pp.78-87 Vergara, V., Mondragón, S., Sancho-Bru, J.L., Company, P., Agost, M.J. 2011. Perception of products by progressive multisensory integration, a study on hammers. Applied Ergonomics 42. pp 652-664.

doi:10.1016/j.apergo.2010.09.014

172 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

174 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Azulejo de oficio “Cantero”.

 

http://www.ceramicaveronica.com/catalogo3.php?menu=33

referencias 175

Alcántara, E., Artacho, M.A., González, J.C., García, A.C., 2005. Application of product semantics to footwear design. Part I - Identification of footwear semantic space applying diferential semantics. Int J Ind Ergon 35 (8), 713–725. Andersson E R, 1990. Design and Testing of a Vibration Attenuating Handle. Int. Journal of Industrial Ergonomic, 6(2) 119-125. Arnau, J., Blanco, A., Losada, J.L., 1991. Estimación de la precisión de un diseño multivariable de medidas repetidas. Anales de psicología 7 (1) 85-104. Artacho, M.A., Diego, J.A., Alcaide, J., 2008. Influence of the mode of graphical representation on the perception of product aesthetic and emotional features: An exploratory study. Int J Ind Ergon 38 (11-12), 942-952. Barnes, C.J., Childs, T.H.C., Henson, B., Southee, C.H., 2004. Surface finish and touch—a case study in a new human factors tribology. Wear 257 (7-8), 740–750. Barthes, R., 1993. Semántica del objeto. La aventura semiológica. Editorial Paidós, Barcelona pp. 245- 255 Baudrillard, J., 1981. El sistema de los objetos. Siglo Veintiuno Editores, Madrid. Baxter, M. 1995. Product Design: a Practical Guide to Systematic Methods of New Product Developmen., Chapman & Hall, London. Bertalanffy, Ludwig Von, 1976. Teoría General De Los Sistemas. Fondo de Cultura Económica, México. Bertin, J., 1977. La graphique et le traitement grafique de l’information. Flammarion. Bochenski, J.M., 1979. Los métodos actuales del pensamiento. Ediciones Rialp, Madrid. Bohlemann, J., Kluth, K., Kotzbauer, K., Strasser, H., 1994. Ergonomic Assessment Of Handle Desing By Means Of Electromyography And Subjective Rating. Applied ergonomics 25(6) 346-354. Booth, D.A., Earl, T., Mobini, S., 2003. Perceptual channels for the texture of a food. Appetite 40 (1), 69–76. Bosch, M., 2007. Viendo sonidos y oyendo imágenes: integración multisensorial. Primera parte: fenómenos sorprendentes y antiguas hipótesis. Percepnet. http://www. percepnet.com/cien09_07.htm (Consultado 2/08/11) Bosch, M., 2007. Viendo sonidos y oyendo imágenes: integración multisensorial. Segunda parte: Búsqueda y Captura de Redes. Multisensoriales. Percepnet. http:// www.percepnet.com/cien11_07.htm (Consultado 2/08/11)

176 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Botella, L., Feixas, G., 1998. La teoría de los constructos personales: Aplicaciones a la práctica psicológica. Laertes., Barcelona. Bouchard, C., Christofol, H., Roussel, B., Auvray, L., Aoussat, A., 1999. Identification and integration of product design trends. Proceedings International Conference on Engineering Design Vol. 2. pp 1147-1150. Bürdek, B.E., 1994. Diseño. Historia, teoría y práctica del diseño industrial. Gustavo Gili, España. Caivano, J.L., 1995. Color y semiótica: Un camino en dos direcciones. En Cruzeiro Semiótico nº 22725. pp 251- 266. Chang, C-C., Shin, Y-Y., 2003. A diferential study on the product form percepctions of different age group users. 6th Asian Design Conference International Tsukuba. http://www.idemployee.id.tue.nl/g.w.m.rauterberg/conferences/CD_doNotOpen/ ADC/final_paper/755.pdf (Consultado 29/08/11) Chang, H-C., Lai, H-H., Chang Y-M., 2007. A measurement scale for evaluating the attractiveness of a passenger car form aimed at young consumers. International Journal of Industrial Ergonomics, 37, 21-30. Chang, W.C., Van, Y.T., 2003. Researching design trends for the redesign of product form. Design Studies 24, 173–180. Chen, C-C., Chuang, M-C., 2003. A Users’ Kansei Evaluation System Based on Product Form Features and Feature Composition. 6th Asian Design Conference International Tsukuba. Cheng, H-Y., Chang, Y-M., 2009. Extraction of product form features critical to determining consumers’ perceptions of product image using a numerical definitionbased systematic approach. Int J Ind Ergon 39 (1), 133–145. Chiazzari, S., 1999. Color. Blume, Barcelona. Choi, K., Jun, C., 2007. A systematic approach to the Kansei factors of tactile sense regarding the surface roughness. Appl Ergon 38 (1), 53-63. Christofol, H., Aoussat, A., Duchamp, R., 1996. L’analyse de contenu iconoque – un outils de rrésentation pour le concepteur de la coloration du produit. Design Recherche nº8. Paris. Avril 96, 25-34 Chuang, M.C., Ma, Y.C., 2001. Expressing the expected product images in product design of micro-electronic products. International Journal of Industrial Ergonomics 27, 233-245.

referencias 177

Chuang, M.C., Chang, C.C. and Hsu, S.H., 2001. Perceptual factors underlying user preferences toward product form of mobile phones. International Journal of Industrial Ergonomics 27, 247-258. Cohen, J., 1992. A Power Primer. Psychological Bulletin, 112 (1), 155-159 Company, P. Vergara, M. Mondragón, S., 2004. Contribuciones a la taxonomía de la semántica de Productos. VIII Congreso Internacional de Ingeniería de Proyectos y III ICEC-IPMA. Bilbao Crilly, N., Moultrie, J., Clarkson P.J., 2004. Seeing things: consumer response to the visual domain in product design. Des. Studies 25 (6), 547–577. Crilly, N., Good, D. Matravers D., Clarkson, P.J., 2008. Design as communication: exploring the validity and utility of relating intention to interpretation. Design Studies 29, 425–457. Crochemore, S., Nesa D., 2004. The use of the sensory analysis to the perception of materials : How to objectivice tactile perceptions in products design?. SAGE 2004(b) Renault SAS. Crozier, R., 1994. Manufactured pleasures: psychological responses to desing. University Press, Manchester. Damasio, A., 2005. En busca de Spinoza. Crítica, Barcelona Davis, F., 2006. La comunicación no verbal. Alianza, Madrid de Haro, J.L., 2007. Sensorialidad básica (4): la diversidad táctil. http://www.percepnet. com/perc10_07.htm (Consultado 29/08/11) de Haro, J.L., 2008a. Del Big Bang al Chanel nº5. Ontology Studies 8, 131-139, de Haro, J.L., 2008b. La alimentación “ingenua”, en papeles de cocina. Euro-Toques. Diálogos de la cocina II. http://www.dialogosdecocina.com/2009/documentos/archivos/papeles/ papelescocina%20IV%20def.pdf … (Consultado 8/08/2011) Delin, J., Sharoff, S., Lillford, S., Barnes, C., 2007. Linguistic support for concep selection decisions. Artificial Intelligencie for Engineering Design. Analysis and Manufacturing 21, 123-135. Demirbilek, O., Sener, B., 2003. Product design, semantics and emotional response. Ergonomics, Vol 46, nº 13/14, 1346 – 1360. Desmet, P., 2002. Designing Emotions. Delf University of Technology.

178 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Desmet, P., Hekkert, P., 2002. The basis of product emotions, En: W.Green and P.Jordan (Eds.), Pleasure with products, beyond usability, 60-68, London: Taylor & Francis Desmet, P.M.A., 2003. Multilayered Model of Product Emotions. The design journal 6 (2), 4-13 Desmet, P.M.A., Hekkert, P., Hillen, M.G., 2004. Values and emotions; an empirical investigation in the relationship between emotional responses to products and human values. Techné: Design Wisdom 5th European Academy of Design conference, Barcelona, Spain. De Grandis, L., 1985. Teoría y uso del color. Cátedra, Madrid Dong, A., 2007. The enactment of design through language. Des. Studies 28 (1), 5-21. Downie, N.M., Heath, R.W., 1979. Métodos estadísticos aplicados. Ediciones del Castillo, Madrid. Echeverria, B., 1982. Estadística aplicada a las ciencias humanas. Daimon, Barcelona. Elster, J., 2001. Sobre las pasiones humanas. Emoción, adicción y conducta humana. Paidós, Barcelona Espe, H., 1992. Symbolic qualities of watches. En Susann Vihma (Eds), Object and Images-Studies in Desing and Advertising. University of Industrial Arts Helsinki, 8693. 124-131. Faul, F., Erdfelder, E., Lang, A.-G., Buchner, A., 2007. A flexible statistical power analysis program for the social, behavioral, and biomedical sciences. Behavior Research Methods, 39 (2), 175-191 Feixas, G., 2001. La psicología de los constructos personales: Textos escogidos de George A. Kelly. Paidós, Barcelona. Fenech O.C., Borg J.C., 2006. A model of human sensations as a basis for “design for producte motion” support. International Design Conference-Design 2006. DubrovnikCroatia, 705-712. Fenech O.C., Borg J.C., 2007. Exploiting Emotions for Successful Product Design, Proceedings of the 16th International Conference on Engineering Design, Paris, France, 2007. Fenko, A., Schifferstein, H.N.J., Hekkert, P., 2010. Shifts in sensory dominance between various stages of user–product interactions. Appl Ergon 41 (1), 34-40. Fernandez, A.E., 1995. Manual de motivación y emoción. Centro de Estudios Ramón Areces, Madrid.

referencias 179

Gallardo, F.J., 2010. Medidas de asociación. cluster-2.pdf (Consultado 29/08/2011

http://www.ugr.es/~gallardo/pdf/

Giannini, F., Monti, M., 2003. Design intent-oriented modelling tools for aesthetic design. WSCG’2003, February 3-7, 2003, Plzen, Czech Republic. Journal of WSCG, Vol.11. Gibson, J.J., 1979. The theory of affordances. The ecological approach to visual perception. Houghton Hifflin, Boston. Gibson, J.J., 1974. La percepción del mundo visual. .Ediciones Infinito, Buenos Aires. Guiraud, P., 1960. La semántica. Fondo de Cultura Económica, México Gobé, M., 2005. Branding Emocional, Barcelona. Groenesteijn, L., Eikhout, S.M., Vink, P., 2004. One set of pliers for more tasks in installation work: the effects on (dis)comfort and productivity. Appl Ergon. 35 (5), 485492. Gros, J., 1983. Grundlagen einer Theorie der Producktsparche (En alemán, Fundamentos de una teoría comunicativa del producto). Escuela Superior de Diseño, Offenbach. Gual, E., 2008. El color en el lenguaje. Vimar, Valencia. Gutman, J., 1982. A means-end chain model based on consumer categorization processes. Journal of marketing 46 (2), 60-70. Han, S-H., Yun, M-H., Kim, K-J., Jiyoung Kwahk, J., 2000. Evaluation of product usability: development and validation of usability dimensions and design elements based on empirical models. International Journal of Industrial Ergonomics 2, 477-488 Han S-H., Yun,M-H., Kwahk, J., Hong, S-W., 2001. Usability of consumer electronic products. International Journal of Industrial Ergonomics 28, 143–151 Hair, J.F., Anderson, R.E., Tatham, R.L., Black, W.C., 2000. Análisis multivariante. Prentice Hall. Madrid. Helander, M.G., Zhang, L., 1997. Field Studies of comfort and discomfort in sitting. Ergonomics, 1997, 40 (9), 895-915. Hsiao, S-W., Chen, C.H., 1997. A semantic and shape grammar based approach for product design. Design Studies 18, 275–296. Hsiao, S-W., Wang, H.P., 1998. Applying the semantic transformation method to product form design. Design Studies 19, 309–330.

180 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Hsiao, S-W., Liu,M.C.,2002. A morphing method for shape generation and image prediction in product design. Design Studies 23, 533–556. Hsiao, S-W., Chou, J-R., 2004. A creativity-based design process for innovative product design. International Journal of Industrial Ergonomics 34, 421–443. Hsiao, S-W., Tsai, H-C., 2005. Applying a hybrid approach based on fuzzy neural network and genetic algorithm to product form design. Design Studies 35, 411–428. Hsiao, K-A., Chen, L-L., 2006. Fundamental dimensions of affective responses to product shapes. International Journal of Industrial Ergonomics 36, 553–564. Hsu, S.H., Chuang, M.C., Chang, C.C., 2000. A semantic differential study of designers’ and users’ product form perception. International Journal of Industrial Ergonomics 25, 375–391. Hubka, W., 1993. Engineering Design: General Procedural Model of Engineering. Design, Zurich: Heurista. Hultink, E.J., 1997. Launch Strategies and New Product Performance. PhD Dissertation, Delft University of Technology. Johansson, l., Kjellberg, A., Kilbom, A., Gäzz, G., 1999. Perception of surface pressure applied to the hand. Ergonomics, 42 (10), 1274 -1282 Jhonson-Laird, P.N. 2000. El ordenador y la mente. Paidós transiciones, Barcelona. Jordan, P. W., Macdonald A.S., 1998. Pleasure and Product Semantics. Contemporary Ergonomics. Hanson M.A. (ed) Taylor and Francis, London, pp 551-555. Jordan, P. W., Servas, M., 1995. Pleasure in product use: Beyond usability. In Robertson, (ed.). Contemporary Ergonomics. Taylor and Francis, London., 341-346. Jordan, P.W.. 2000. Designing pleasurable Products. Taylor &Francis, London. Jorge y Botana, G., 2006 El Análisis de la Semántica Latente y su aportación a los estudios de Usabilidad. En: No Solo Usabilidad, nº 5. Jorge y Botana, G., Olmos R., José A. León J.A., 2007. Análisis de la Semántica Latente (LSA) y estimación automática de las intenciones del usuario en diálogos de telefonía (call routing. Revista Faz 1, 53-66. Kadefors, R., Areskoug, A., Dahlman, S., Kilbom, A., Sperling, L., Wikström, L., Öster, J., 1993. An Approach To Ergonomics Evaluation Of Hand Tools. Applied Ergonomics 24(3) 203-211.

referencias 181

Kadefors, R., Sperling, L., 1998. Ergonomic Evaluation of Work with Hand Held Powered Tools: The Cube Model Applied. En ‘Global Ergonomics’, ed. Scott, Bridger & Charteris, Elsevier 393-396. Kanis, H., 1998. Usage centred research for everyday product design. Applied Ergonomics 29, (I), 75-82. Kao J-C., Kamaike, M., Nagao, T. 2003. Study for style image evaluation of scooters in taiwan and china -a comparative study on formation elements and image analysis of scooters. 6th Asian Design Conference International Tsukuba. Khalid, H.M., 2005. Computerized automotive technology reconfiguration (CATER) system for reverse engineering and mass customization. Euro Malaysia IST Call 5 FP6 Proposal, July 22, Damai Sciences,Kuala Lumpur, Malaysia. Khalid H.M., 2006. Embracing diversity in user needs for affective design. Applied Ergonomics 37, 409–418 Kilbom, A., Mäkäräinen, M., Sperling, L., Kadefors, R., Liedberg, L., 1993. Tool Design, User Characteristics And Performance: A Case Study On Plate-Shears. Applied ergonomics, 24 (3), 221-230. Kleinginna, P.R., Kleinginna, A.M., 1981. A categorized list of emotion definitions, with suggestions for consensual definition. Motivation and Emotion 5, 345-379. Krippendorff, K., Butter, R., 1984. Product semantics: exploring the symbolic qualities of form. Innovation. Spring: 4-9. Krippendorff, K.. 1989. Product semantics: A triangulation and four Design Theories. Proceedings of the 1989 Products Semantics Conference. University of Industrial Arts. Helsinki. Krippendorff, K., 1989b. On the essential contexts of artifacts or on the proposition that “design is making sense (of things)”. Design Issues, Vol 5, Nº 2, 9-39 Krippendorff, K., 2006. The semantic turn, a new foundation for design. Taylor & Francis, Boca Raton Kuijt-Evers, L.F.M., Groenesteijn, L., de Looze, M.P., Vink, P., 2004. Identifying factors of comfort in using hand tools. Applied Ergonomics 35 (5), 453-458 Kuijt-Evers, L.F.M., Twisk, J., Groenesteijn, L., de Looze, M.P., Vink, P., 2005. Identifying predictors of comfort and discomfort in using hand tools. Ergonomics 48 (6), 692-702 Kuijt-Evers, L.F.M., Vink, P., de Looze, M.P., 2007. Comfort predictors for different kinds of hand tools: Differences and similarities. International Journal of Industrial

182 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Ergonomics, 37, 73-84. Kusch, R., 1977. El pensamiento indígena y popular en América. Hachette, Buenos Aires. Kwahk, J., Han, S-H., 2002. A methodology for evaluating the usability of audiovisual consumer electronic products. Applied Ergonomics 33 (5), 419-431. Lai, H-H., Chang, Y-M., Hua- Chang, H.C., 2005. A robust design approach for enhancing the feeling quality of a product: a car profile case study. International Journal of Industrial Ergonomics 35, 445–460 Langrish, J., Lin, S.H., 1991. The use of product semantics in design education. Proceedings of the second conference on product semantics. University of Industrial Arts. 1991 Helsinki. Langrish, J., Huang, C., 1996. Product semantics and ease of use. The Design Management Institute. 8th International Forum on Design Management Research & education. November 1996. Barcelona. Laparra-Hernández, J., Belda-Lois, J.M., Medina, E., Campos, N., Poveda, R., 2009. EMG and GSR signals for evaluating user’s perception of different types of ceramic flooring. Int J Ind Ergon 39 (2), 326-332. Laros, F.L.M., Steenkamp, J.B., 2005. Emotions in consumer behaviour: a hierarchical approach. Journal of Business 58, 1437-1445. Lebbon, Ch., McDonagh-Philp, D., 2000. Exploring the Emotional Relationship between Users and Products. Proc. of Designing for the 21st Century. An International Conference on Universal Design. 2000 http://www.adaptenv.org/21century/ proceedings4.php) Leborgne, C., Roussel, B., et al., 2001. Ergonomics as a nasset in kitchen furniture design. Design methods for performance and sustainability: 13th International Conference on Engineering Desing 2001 Glasgow. Limonero J. (2003). Motivación y emoción. UOC, Barcelona Lin, R.T., 1992. An application of the semantic differential to icon desing. Proceedings of Human Factors Society 36th Annual Meeting, 336-340. Lin, R.T., Lin, C.Y., Wong, J. 1996. An application of multidimensional scaling in products semantics. International Journal of Industrial Ergonomics 18 (2-3), 193-204. Lin, S. H., 1996. Applied product semantics: studies of the use of product semantics in the practice of new product design. Institute of Advanced Studies. Manchester Metropolitan University.

referencias 183

Lin, R., Lin, P.C., Ko, K.J., 1999. A study of cognitive human factors in mascot design. International Journal of Industrial Ergonomics 23, 107–122. Lindstrom, M., 2005. Brand Sense: Build powerful brands through touch, taste, smell, sight and sound. Free Press, New York. Lo, I., Chuang, M.C., 2003. The Effect of Texture of Lacquer Coating on the Kansei Evaluation of Plastic Products. Proceedings of the 6th Asian Design International Conference, ADC 2003. Tsukuba. http://www.idemployee.id.tue.nl/g.w.m.rauterberg/ conferences/CD_doNotOpen/ADC/final_paper/553.pdf (Consultado 29/08/11) López, P. Lozares, C., 2000. Anàlisis multivariable de dades estadístiques. Materials 93. UAB. Barcelona. Llinares, C., Page, A., 2007: Application of product differential semantics to quantify purchaser perceptions in housing assessment. Building and Environment 42, 24882497. Llinás, R., 2005. El cerebro y el mito del yo. Editorial Norma, Bogotá. Macdonald A.S., 1999. Aesthetic intelligence: A cultural tool for engineering designers. Proceedings of International Conference on Engineering Design. Munich. Volum 1, 297-300. Macdonald A.S., 1998. Developing a qualitative sense. Human factors in consumer products. Edit by Neville Stanton. Taylor & Francis Ltd., UK. 175–191 Martínez, E., Montaner, T., Pina, J.M., 2007. Estrategia de promoción e imagen de marca: influencia del tipo de promoción, de la notoriedad de la marca y de la congruencia de beneficios. Revista Española de Investigación de Marketing ESIC 11 (1), 27-51. Maturana, H., 1995. La realidad: ¿objetiva o construida? I Fundamentos biológicos de la realidad. Anthopos Editorial, Barcelona. Maturana, H., 1996. La realidad: ¿objetiva o construida? II Fundamentos biológicos del conocimiento. Anthopos Editorial, Barcelona. Maturana, H., 1997. Emociones y lenguaje en educación y política. Dolmen, Chile. Maturana, H., 2004. De máquinas y seres vivos. Edit. Lumen, Argentina. Maurer, C., Overbeke, C.J., Smets, G., 1992. The semantics of street furniture. En Susann Vihma (Eds), Object and Images-Studies in Desing and Advertising. University of Industrial Arts Helsinki, 86-93. McDonagh, D., Bruseberg, A., Haslam, C., 2002. Visual Product evaluation: exploring users emotional relationships with products. Applied Ergonomics 33, 231-240.

184 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

McLelland, J.L., Rumelhart, D.E., 1986. Parallel distributed processing: Explorations in the microstruvture of cognition. MIT Press/Bradfod Books. Cambridge, MA. Moles, A., 1975. Teoría de los objetos. Editorial Gustavo Gili, Barcelona Moles, A., Baudrillard, J., Boudon, P., Van Lier H., Wahl, E., Morin, V., 1991. Los Objetos. Colección Comunicaciones nº 13. Editorial Tiempo Moderno, Buenos Aires. Moltó, J., 1999. Un nuevo método para el estudio experimental de la emociones. Revista de Psicologia Genral y Aplicada 52 (1), 55-87. Mondragón, S., 2002. Aportaciones de la semántica del producto al diseño de productos orientados al usuario. XIV Congreso Internacional de Ingeniería Gráfica. Santander. Mondragón, S., Company, P., Vergara, M., 2005. Semantic Differential applied to User-Centred Machine Tool Design. International Journal of Industrial Ergonomics 35 (11), 1021-1029. Monö, R., 1997. Design for product understanding: the aesthetics of design from a semiotic approach. Liber, Stockholm, Sweden. Morales, P., 2011. Introducción al Análisis de Varianza. http://www.upcomillas.es/personal/peter/analisisdevarianza/ANOVAIntroduccion. pdf (Consultado 30/9/11) Moriello, S., Fritz, W., 2008. La realidad es una compleja red de interconexiones. http:// www.tendencias21.net/La-Realidad-es-una-compleja-red-de-interconexiones_ a1030.html (Consultado 30/08/11). Mumford, L., 1971. Técnica y civilización. Alianza Universidad, Madrid. Nagamachi, M., 1995. Kansey engineering: A new ergonomic consumer-orientated technology for consumer development. International Journal of Industrial Ergonomics 15 (1), 3-11. Nagamachi, M., 2002. Kansei as powerful consumer-oriented technology for product development. International Journal of Industrial Ergonomics 33, 289–294. Nakada, K., 1997. Kansei Engineering research on the design of construction machinery. International Journal of Industrial Ergonomics 19, 129–146. Nebenzahl, I.R., Jaffe, E.D., 1996. Measuring the joint effect of brand and country image in consumer evaluation of global products. International Marketing Review 13 (4), 5-22. Nielsen, J., 1993. Usability Engineering. Jhon Wiley & Sons.

referencias 185

Norman, D.A., 1990. Psicología de los objetos cotidianos. Nerea, Madrid. Norman, D.A.. 2004. Emotional Design: Why We Love (or Hate) Everyday Things. Basic Books, New York. Norman, D.A, 2007. Diseño Emocional. Paidós, Barcelona. Osgood, Ch.E., Suci, G.J., Tannenbaum, P.H. 1976: La medida del signifiado. Editorial Gredos, Madrid. Palmero, F., Guerrero, C., Gómez, C., Carpi, A., 2006. Certezas y controversias en el estudio de la emoción. REME Vol. IX, nº 23-24. Page, A., Porcar, R., Such, M.J., Solaz, J., Blasco, V., 2001. Nuevas técnicas para el desarrollo de productos innovadores orientados al usuario. Instituto de Biomecánica de Valencia. Päivinen, M., Heinimaa, T., 2003. The effects of different hand tool blade coatings on force demands when cutting wood. International Journal of Industrial Ergonomics 32, 139–146. Parasuraman, R., Wilson, G.F., 2008. Putting the Brain to Work: Neuroergonomics Past, Present, and Future Human Factors. The Journal of the Human Factors and Ergonomics Society 50 (3), 468-474. Park, S-H., Kamaike, M., Nagao, T., 2003. A Study of the Expression in the Front View Design of a Passenger. 6th Asian Design Conference International Tsukuba, Octuber, 2003 http://www.idemployee.id.tue.nl/g.w.m.rauterberg/conferences/CD_ doNotOpen/ADC/final_paper/437.pdf (Consultado 30/08/11) Pérez, A., Vergara, M., Sancho, J., 1997. Metodología para la evaluación de herramientas manuales desde el punto de vista ergonómico y biomecánico. XII Congreso Nacional de Ingeniería de Proyectos. Sevilla, Noviembre 1997. Pérez, A., Vergara, M., Sancho, J.L., 1998. Evaluación del diseño de destornilladores y alicates desde el punto de vista ergonómico. Anales XIII Congreso Nacional de Ingeniería Mecánica. Terrassa, Diciembre 1998. Peterson, P., Wakula, J., Landau, K., 1999/2000. Development of a hand tool work analysis method (HTWAM). Occupational Ergonomics 2 (3), 137-150. Petiot, J.F., Yannou, B. 2003. How to comprehend and asses product semantics – A proposal for an integrated methodology. International Conference on Engineering Design 2003. ICED 03. Stockholm. Petiot, J.F., Yannou, B., 2004. Measuring costumer perceptions for a better comprehension, specification and assessment of products semantics. International

186 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Journal of Industrial Ergonomics 33, 507-525. Petri, H.L., Govern, J.M., 2009. Motivación: Teoría, investigación y aplicaciones. Thomson. Piaget, J., 1960. Psicología de la Inteligencia. Psique. Buenos Aires. Picard, R., 1997. Affective Computing. MIT Press. Cambridge, MA. Pignatari, D., 1977. Información, lenguaje, Comunicación. Gustavo Gili, Barcelona. Pinillos, J.L., 1981. La mente Humana. Alianza Universidad. Proctor, R.W., Van Zandt, T., 1994. Human factors in simple and complex systems. Allyn and Bacon Press, Cambridge, MA Quarante, D., 1992. Diseño Industrial 1. Elementos introductorios. Ed. CEAC, Barcelona. Quarante, D., 1992. Diseño Industrial 2. Elementos teóricos. Ed. CEAC, Barcelona. Rao, A.G., 1984. Expression as a basis of new form in industrial design. En Abhikalpa. The Journal of Industrial Design Centre 1. Powai Bombay. Richis, M.L., 1997. Measuring emotions in the consumption experience. Journal of consumer research 24, 127-146 Robertson, A., 2006. Las marcas solo existen en la mente de los consumidores. El País (30/7/06). Negocios,12. Ruiz, A., 2003. La organización de significado que caracteriza la experiencia humana en la cultura occidental contemporanea. http://www.inteco.cl/articulos/019/texto_esp. htm. (Consultado 06.05.08). Sauer, J., Sonderegger, A., 2009. The influence of prototype fidelity and aesthetics of design in usability tests: Effects on user behaviour, subjective evaluation and emotion. Appl Ergon 40 (4), 670–677. Schütte, S., Eklund, J., 2005. Design of rocker switches for work-vehicles-an application of Kansei Engineering. Applied Ergonomics 36, 557-567. Schütte, S., 2005. Engineering Emotional Values in Product Design – Kansei Engineering in Development. Linköping Universitet, Institute of Technology, 2005. Seva, R.R., Duh, H.B., Helander, M.G., 2007. The marketing implications of affective product design. Applied Ergonomics 38, 723–731.

referencias 187

Seva, R.R., Helander, M.G., 2009. The influence of cellular phone attributes on users’ affective experiences: A cultural comparison. Int J Ind Ergon 39 (2), 341-346. Smets, G.C.J., Overbeeke, C.J., 1995. Expressing tastes in packages. Design Studies 16, 349-365. Smets, G J.F., 1989. Perceptual meaning. Design Issues V (2), 86-99. Sonderegger, A., Sauer, J., 2010. The influence of design aesthetics in usability testing: Effects on user performance and perceived usability. Applied Ergonomics 41 (3), 403– 410. Sperling, L., Dahlman, S., Wikström, L., Kilbom, A., Kadefors, R., 1993. A Cube Model For The Classification Of Work With Hand Tools And The Formulation Of Functional Requirements. Applied Ergonomics 24 (3), 212-220. Spielholz, P., Bao, S., Howard, N., 2001. A Practical Method for Ergonomic and Usability Evaluation of Hand Tools: A Comparison of Three Random Orbital Sander Configurations. Appl Occup Environ Hyg 16 (11), 1043–1048. Szczesniak, A.S., 2002. Texture is a sensory property. Food Qual. Prefer. 13 (4), 215-225. Tiger, L., 1992. The Pursuit of Pleasure. Boston, Little, Brown& Company. Ulrich, K.T., Eppinger, S.D., 1995. Product Design and Development. First ed. McGrawHill, Inc. Valette, F.P., 1994. Introduction a l’analyse des chaînages cognitifs. Recherche et application en marketing 9 (1), 93-118. Van Breemen, E.J.J., Sudijono, S., Horváth, I., 1999. A contribution to finding the relationship between shape characteristics and aesthetic appreciation of selected products. International conference on Engineering design, ICED 99 Munich. Van Hout, M., 2008. Comprendiendo, midiendo, diseñando (para la) emoción. FAZ. http://www.revistafaz.org/articulos_2/Faz_creacion_emociones_web.pdf. Consultado (2.08.2011) Van Laar, D. L., Deshe, O., 2002. Evaluation of a visual layering methodology for colour coding control room displays. Journal of Applied Ergonomics, 33, 371-377. Van Rompay, T., Hekkert, P., Muller, W., 2005. The bodily basis of product experience. Design Studies 26 (4), 359-377. Verdú, A.J., Llorens, F.J., Montes M.M., 2004. Measuring perceptions of quality in food products: the case of red wine. Food Quality and Preference 15, 453–469.

188 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Vergara, M., Pérez, A., Sancho, J., 1997. Diseño ergonómico de herramientas manuales: resultados de un estudio de campo. XII Congreso Nacional de Ingeniería de Proyectos. Sevilla, Noviembre. Vergara, M., Sancho-Bru, J.L., Rodríguez, P.J., Pérez-González, A., Sánchez-Marín, F.T., 2004. Design of power tools: results of a field study. En . de Waard, K.A. Brookhuis, and C.M. Weikert. (EdsHuman Factors in Design Maastricht, the Netherlands: Shaker Publishing. Vergara, M., Mondragón, S., Sancho-Bru, J., Company-Calleja, P., PérezGonzález, A., 2006. Aplicación de la semántica de productos al diseño de herramientas manuales. Estudio piloto para la selección de semánticos en martillos. X International Congress on Project Engineering. Valencia, Septiembre 2006, 803-812. (Editorial de la Universidad Politécnica de Valencia). Vergara, M.; Mondragón, S.; Sancho Bru, J.L., Company P.; Pérez-González, A. 2007. User Profile differences in semantic design. Application to hand tools. 16 th international Conference on Engineering Design. ICED 07 Paris. Vergara, M., Sancho Bru, J., Mondragón, S. 2010. A Kansei Engineering study applied to hammers with special attention to the selection of semantics. International Conference on Kansei Engineering and Emotion Research KEER. Mayo. Paris. Proceedings pp.78-87 Vergara, V., Mondragón, S., Sancho-Bru, J.L., Company, P., Agost, M.J. 2011. Perception of products by progressive multisensory integration, a study on hammers. Applied Ergonomics 42. pp 652-664. Vihma S., 1992: Objects and images. University of Industrial Arts Helsinki. Vihma S., 1995: Products as representations. A semiotic and aesthetic study of design products University of Art and Design Helsinki. Wellings, T., Williams, M.A., Pitts, M., 2008. Customer perception of switch-feel in luxury sports utility vehicles. Food Qual. Prefer. 19 (8), 737-746. Windhager, S., Slice, Slice, D.E., Schaefer, K., Oberzaucher E., Thorstensen, T., and Grammer, K., 2008. Face to Face. The Perception of Automotive Designs. Human Nature Volume 19, Number 4, 331-346. Yang Y-N., Karwowski W., Lee Y-H. 1998. Load heaviness and perceived weight lifted: Implications of human cognition for setting design limits in manual lifting tasks. Occupational Ergonomics 1(4), 291–303. You, H.C., Chen, K., 2007. Applications of affordance and semantics in product design. Design Studies 28 (1), 23-38.

referencias 189

Young, S., Feigin, B., 1975. Using the benefit chain for improved strategy formulations. Journal of Marketing. 72-74. 1975 Zaichkowsky, J., 1985. Measuring the involvement construct. J Consumer Res, 12(3), 341-352. Zeithaml, V. A., 1998. Consumer Perceptions of Price, Quality, and Value: A Means-End Model and Synthesis of Evidence. Journal of Marketing, 52:3, 2-22.

190 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

192 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Herramienta primaria. Hierro fundido y madera. 36” x 13” x 3,5”.  

http://www.designmartus.com/#metal-work/1

Alta tecnología Inteligente Fácil de manejar Fácil de limpiar Accesible Robusto Compacto Sencillo Eficiente Flexible Fiable Confortable Potente Estable De alta calidad Seguro Duradero Silencioso

3

2

1

0

* Debido al formato del documento el ejemplo que se presenta es menor que el formato original el cual era A4

Fig. 1

Ejemplo del Diferencial Semántico *

Anexo V1.1

1

2

3 Tradicional Limitado Difícil de manejar Difícil de limpiar Inaccesible Ligero Inconsistente Complejo Ineficiente Rígido Inseguro Incómodo Débil Inestable De baja calidad Peligroso Efímero Ruidoso

anexos 195

p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad y concluimos que todas las variables (descriptores D1 al D18) no se ajustan a una distribución normal

Resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del grado de ajuste a una distribución normal para todas las variables (descriptores).

Anexo V1.2

196 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

35

34

D2

35

D3 35

D4

,388

35

35

35

D6 35

D7

,012

,186

,024

* p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad

Sig. asintót. (bilateral)

,035

35

D8 35

D9 34

D10 35

D11 35

D12 35

D13 35

D14 35

D15

35

D16

35

D17

35

D18

,035

,097

,023

,017

,215

,074

,194

,080

,009

,066

,007

,006

,008

,163

,104

,007

,104

,016

,003

,068

,173

,031

,180

,223

,035

,079

35

35

35

,031

,088

,371

35

35

35

35

35

,030

,007

,028

,013

,080

,376

1,452 1,685 1,462 1,588 1,269 ,912

35

35

35

35

35

,180

,139

,005

,103

,039

1,097 1,155 1,740 1,219 1,402

35

1,400 1,119 1,215 1,676 1,216 1,550 1,792 1,300 1,107 1,444 1,097 1,046 1,423 1,270

,040

1,400 1,119 1,215 1,676 1,216 1,550 1,792 1,300 1,107 1,444 1,097 1,046 1,423 1,270

,038

1,407 1,423 1,231 1,498 1,541 1,055 1,285 1,079 1,269 1,637 1,306 1,685 1,716 1,669

35

D5

CM 3 Z de Kolmogorov-Smirnov 1,605 1,089 1,487 1,420 1,446 1,249 ,916

35

N

,032

N

,002

1,473 1,895 1,439 ,904

Sig. asintót. (bilateral)

CM 2 Z de Kolmogorov-Smirnov ,026

,386

1,473 1,895 1,439 ,904

,002

N

,059

,047

Sig. asintót. (bilateral)

CM 1 Z de Kolmogorov-Smirnov 1,369 1,329 1,889 ,905

N

D1

Resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del grado de ajuste a una distribución normal para todas las variables (descriptores) de los centros de mecanizado (CM)

Anexo V1.3

anexos 197

35

35

D2 34

D3 35

D4 35

D5 35

D6 35

D7 35

D8 35

D9 35

D10 35

D11 35

D12 35

D13 35

D14

35

D15

35

D16

35

D17

35

D18

35

N

35

,026 34

,050 35

,022 34

,089 35

,016 35

,023

35

N

35

,062 35

,039 34

,077

,023

,026

,164

* p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad

Sig. asintót. (bilateral)

,422

CM 6 Z de Kolmogorov-Smirnov 1,496 1,471 1,118 ,879

,058

Sig. asintót. (bilateral) 35

,015 35

,306

,183

,081

,558

1,093 1,266 ,791

34

,146

CM 5 Z de Kolmogorov-Smirnov 1,330 1,318 1,404 1,275 1,143 1,566 ,968

,027

Sig. asintót. (bilateral) 35

,026 35

,211 35

,002 35

,019 35

,014

35

,003

35

,019

35

,013

35

,020

35

,081

35

,037 35

,074 35

,159

35

,112

35

,013

35

,050

35

,108

35

,063

35

,014

35

,053

,134

,070

,116

,084

,046

,038

,106

,042

,171

,204

,589

1,163 1,294 1,193 1,259 1,375 1,408 1,212 1,391 1,109 1,068 ,773

35

,217

1,053 1,414 1,283 1,125 1,200 1,589 1,359 1,209 1,315 1,573 1,347

35

,067

CM 4 Z de Kolmogorov-Smirnov 1,468 1,474 1,360 1,501 1,247 1,551 1,495 1,302 1,470 1,060 1,836 1,529 1,575 1,785 1,522 1,585 1,514 1,266

N

D1

Resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del grado de ajuste a una distribución normal para todas las variables (descriptores) de los centros de mecanizado (CM)

(Continuación) Anexo V 1.3

198 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

35

35

D2 34

D3 34

D4

35

N

35

,031 35

,005 35

,271 34

,362

,923

35

D5

35

,367

,919

35

D6 35

D8 35

D9 35

D10 35

D11 35

D12 35

D13

35

,119 35

,009 35

,244 35

,197 35

,263 35

,162 35

,098

35

N

35

,007 35

,007 35

,217 35

,070 35

,150 35

,088 34

,004 35

,018 35

,111 35

,018

35

,163

35

,322

,053

,006

,005

* p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad

Sig. asintót. (bilateral)

,106

,034

,216

,025

,044

,052

,044

,042

,068

,290

CM 9 Z de Kolmogorov-Smirnov 1,348 1,709 1,722 1,212 1,425 1,055 1,478 1,382 1,349 1,381 1,390 1,299 ,982

,061

Sig. asintót. (bilateral)

35

D14 35

D15

35

,531

35

D17

35

,150

35

,522

1,138 ,814

35

D16

35

,363

,922

35

D18

35

,077

35

,095

35

,057

35

,064

,168

,017

,011

,069

,010

1,113 1,547 1,618 1,297 1,625

35

,222

1,048 1,277 1,233 1,333 1,311

35

,243

1,187 1,638 1,025 1,076 1,006 1,121 1,227 1,026 ,808

34

D7

CM 8 Z de Kolmogorov-Smirnov 1,321 1,679 1,678 1,053 1,295 1,137 1,250 1,775 1,538 1,202 1,535 1,120 ,954

,065

Sig. asintót. (bilateral)

CM 7 Z de Kolmogorov-Smirnov 1,309 1,444 1,739 ,999

N

D1

Resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del grado de ajuste a una distribución normal para todas las variables (descriptores) de los centros de mecanizado (CM)

(Continuación) Anexo V1.3

anexos 199

*D2

*D3

D4

D5

*D6

*D7

*D8

D9

D10

*D11

*D12

*D13

*D14

*D15

*D16

*D17

*D18

,000

Sig. asintót.

,000

8

,000

8

8

8

,698 ,459 ,002

8 ,000

8 ,000

8 ,114

8 ,196

8 ,006

8 ,001

8 ,000

8 ,000

8 ,000

8 ,000

8 ,009

8

,000

8

Variable dependiente: Descriptores Variable de agrupación: Centros de mecanizado * p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de que todas las variables proceden de idéntica población, en este caso las variables (D1, D2, D3, D6, D7, D8, D11, D12, D13, D14, D15, D16, D17 y D18) no proceden de la población original, por tanto se acepta la hipótesis alternativa que existen diferencias significativas, es decir, los descriptores señalados inciden en la diferencia de los centros de mecanizado.

8

gl

Chi-cuadrado 47,15 35,84 39,14 5,55 7,74 24,17 53,13 34,16 12,95 11,11 21,63 26,21 43,35 42,86 33,83 48,97 20,39 61,65

*D1

Resultados de las pruebas de Kruskal-Wallis: diferencias de la percepción de los centros de mecanizado

Anexo V1.4

200 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

126

125

126

D8 125

D9 126

D10 126

D11 126

D12 126

D13 126

D14

126

D15

125

D16

72

71

72

72

72

72

117

117

116

117

116

117

117

117

117

117

117

117

117

3,072 2,971 3,184 1,685 2,337 2,283 2,107 3,502 2,666 2,661 2,691 2,551 2,196 2,844 1,868 2,812 2,022 2,952

116

0,000 0,000 0,000 0,007 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,002 0,000 0,001 0,000

115

1,929 1,989 1,491

72

Sig. asintót. (bilateral)

116

1,96

72

Z de Kolmogorov-Smirnov

117

1,926 2,11

72

117

72

N

72

1,807 1,528 2,025 1,755 2,079 1,53

72

0,005 0,020 0,000 0,006 0,001 0,000 0,003 0,019 0,001 0,004 0,000 0,019 0,001 0,000 0,001 0,001 0,001 0,023

72

Sig. asintót. (bilateral)

72

1,519 2,223 1,712 1,955 2,46

72

1,72

72

2,318

126

D18

Z de Kolmogorov-Smirnov

72

2,53

126

D17

72

124

D7

N

124

D6

0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,001 0,000 0,000 0,001 0,001 0,000 0,000 0,000 0,000

124

D5

Sig. asintót. (bilateral)

125

D4

2,364 2,608 2,651 2,461 2,267 2,091 2,246 2,431 2,168 1,975 2,097 2,076 2,017 1,942 2,353 2,3

126

D3

Z de Kolmogorov-Smirnov

N

D2

* p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad

O

P

G

D1

G = Gestores de producción, P Profesores, O = Operadores

Resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del grado de ajuste a una distribución normal para todas las variables (descriptores) según los perfiles de usuarios

Anexo V1.5

anexos 201

D8

D9

D10 D11 D12 D13* D14 D15 D16 D17 D18

2

,062 ,002

2

2

,009 ,001

2

2

2

2

2

2

2

,309 ,126 ,827 ,723 ,587 ,270 ,014

2

2

2

2

,123 ,196 ,840 ,117 ,425

2

Prueba de Kruskal-Wallis Variable de agrupación: Perfil de usuario * p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de que todas las variables proceden de idéntica población, en este caso las variables (D1, D2, D4, D5, D6 y D13) no proceden de la población original, por tanto se acepta la hipótesis alternativa que existen diferencias significativas entre descriptores según el tipo de perfil de usuario.

2

,027 ,001

D7

Sig. asintót.

D6* 4,18 3,26 0,35 4,29 1,71

D5*

2

D4*

2

D3

gl

D2*

Chi-cuadrado 7,25 13,15 5,55 12,15 9,47 13,25 2,35 4,14 0,38 0,65 1,07 2,62 8,50

D1*

Diferencias estadísticamente significativas de perfiles según los descriptores

Anexo V1.6

202 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

D8

D9

D10

D11

D12

D13

D14

D15

D16

D17

D18

1

1

1

1

1

1

1

1

1

1

1

1

1

1

0,012 0,198 0,387 0,799 0,962 0,455 0,137 0,025 0,071 0,259 0,691 0,468 0,459

1

Prueba de Kruskal-Wallis Variable de agrupación: Perfil de usuarios 1 gestores y 2 profesores * Utilizando la corrección de Bonferroni α / 3 ≤ 0.017 si p ≤ 0,017 rechazamos la hipótesis de que todas las variables proceden de idéntica población, en este caso las variables (D5 y D6) no proceden de la población original, por tanto se acepta la hipótesis alternativa que existen diferencias significativas entre gestores y profesores en los descriptores señalados.

1

0,953 0,457 0,505 0,066 0,01

D7

Sig. asintót.

*D6 1,653 0,748 0,065 0,002 0,558 2,208 5,003 3,268 1,275 0,158 0,527 0,549

*D5

1

D4

1

D3

gl

D2

Chi-cuadrado 0,003 0,554 0,445 3,391 6,603 6,34

D1

Diferencias estadísticamente significativas entre perfiles (1 gestores y 2 profesores) según los descriptores

(Continuación) Anexo V1.6

anexos 203

D2

D3

*D4

*D5

*D6

D7

D8

D9

D10

D11

D12

*D13

D14

D15

D16

D17

D18

1

1

1

0,143 0,1

1

1

1

1

1

1

1

1

0,564 0,574 0,307 0,153 0,003 0,061 0,064 0,57

1

1

0,044 0,711

1

Prueba de Kruskal-Wallis Variable de agrupación: Perfil de usuarios y 2 profesores y 3 operador * Utilizando la corrección de Bonferroni α / 3 ≤ 0.017 si p ≤ 0,017 rechazamos la hipótesis de que todas las variables proceden de idéntica población, en este caso las variables (D4, D5, D6 y D13) no proceden de la población original, por tanto se acepta la hipótesis alternativa que existen diferencias significativas entre profesores y operadores en los descriptores señalados.

1

0,029 0,026 0,179 0,001 0,004 0

1

Sig. asintót.

1

1

gl

Chi-cuadrado 4,785 4,951 1,805 11,24 8,466 13,6 2,142 2,71 0,333 0,316 1,043 2,045 8,552 3,511 3,442 0,322 4,042 0,137

D1

Diferencias estadísticamente significativas entre perfiles (2 profesor y 3 operador) según los descriptores

(Continuación) Anexo V1.6

204 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

D7

D8

D9

D10

D11

D12

D13

D14

D15

D16

D17

D18

0,02

1

1

1

1

1

1

0,04 0,587 0,213 0,872 0,093 0,67

1

1

1

1

1

1

1

1

1

0,441 0,717 0,962 0,576 0,808 0,469 0,783 0,159 0,197

1

Prueba de Kruskal-Wallis Variable de agrupación: Perfil de usuarios 1 gestor y 3 operador * Utilizando la corrección de Bonferroni α / 3 ≤ 0.017 si p ≤ 0,017 rechazamos la hipótesis de que todas las variables proceden de idéntica población, en este caso las variables (D1 y D2) no proceden de la población original, por tanto se acepta la hipótesis alternativa que existen diferencias significativas entre gestores y operadores en los descriptores señalados.

1

0,017 0

D6

Sig. asintót.

D5

1

D4

gl

D3

5,736 12,84 5,446 4,22 0,296 1,554 0,026 2,823 0,182 0,595 0,131 0,002 0,313 0,059 0,525 0,076 1,982 1,668

*D2

Chicuadrado

*D1

Diferencias estadísticamente significativas entre perfiles (1 gestor y 3 operador) según los descriptores

(Continuación) Anexo V1.6

anexos 205

206 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Anexo V1.7 Resultados del Análisis Factorial de los centros de mecanizado Descriptivos

anexos 207

(continuación) Anexo V1.7 Resultados de la varianza total explicada

Método de extracción: Análisis de Componentes principales

208 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

(continuación) Anexo V1.7 Matriz de componentes rotados

Método de extracción: Análisis de componentes principales Método de rotación: Normalización Varimax con Kaiser La rotación ha convergido en 10 iteraciones

Anexo 2 Resultados estadísticos de la Validación 2

210 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

anexos 211

Anexo V2.1 Relación de páginas WEB consultadas para la obtención de descriptores e imágenes de los martillos

http://www.amazon.com/ >> Tools & Home Improvement >> Hammer http://www.stanleytools.com/ >>Products >> Striking & Struck Tools http://www.barcotools.com/ >>Catalog >> Barco Industries http://www.leevalley.com/us/ >>Wood working>>Hammers http://www.vaughanmfg.com/ >> Tool center >> Products http://www.usag.it/index.htm >>Martelli e scalpelli http://www.facom.fr/fr/home.php >>Catalogue >>Martellerie http://www.pbswisstools.com/no_cache/es.html >>herramientas de percusión http://www-de.wera.de/ >>Produkte>>Schonhämmer http://www.truper.com/catalogo2010/indice.php >> Martillos http://www.bellota.com/home.jsp >> Catálogo>> Martillería http://www.estwing.com/ >>Products >>Hammers http://www.lowes.com/ >>Departments>>Tools>>Hand tools http://www.mehr-als-werkzeug.de/page/homepage/detail.jsf >> Tools >>Hammers http://www.stiletto.com/ >> Striking tools http://www.picard-hammer.de/en/home.html >> Hammers http://www.bahco.com/asp/front/index.asp?lngStructureID=1098&lngMenuID= 1127 >>catalogue http://www.halder-inc.com/ >>Soft-face mallets https://www.kobalttools.com/ >>Menu >>hand tools http://www.truper.com/acerca_ing.php >> Catálogo>>Martillos http://www.blacksmithsdepot.com/ >>Hammers (Revisión realizada el 27/12/2010)

212 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

(Continuación) Anexo V2.1 Artículos consultados para la selección de descriptores PAIV00 Minna Päivinen., Mika Haapalainen and Markku Mattila Ergonomic design criteria for pruning shears. Occupational Ergonomics 2(3) (1999/2000) 163–177. Podadoras HAAP00 Mika Haapalainen, Jouni Kivistö-Rahnasto and Markku Mattila Ergonomic design of non-powered hand tool: An application of quality function deployment (QFD) Occupational Ergonomics 2(3) (1999/2000) 179–189. Herramientas manuales, Podadoras WAKU00 Jurij Wakula., Thomas Beckmann, Michael Hett and Kurt Landau Ergonomic analysis of grapevine pruning and wine harvesting to define work and hand tools design requirements. Occupational Ergonomics 2(3) (1999/2000) 151–161 Podadoras PETE00 Peter Peterson, Jurij Wakula and Kurt Landau. Development of a hand tool work analysis method (HTWAM) Occupational Ergonomics 2(3) (1999/2000) 137–150. Herramientas manuales SPIE01 Peregrin Spielholz, Stephen Bao, and Ninica Howard A Practical Method for Ergonomic and Usability: Evaluation of Hand Tools: A Comparison of Three Random Orbital Sander Configurations. Applied Occupational and Environmental Hygiene Volume 16(11): 1043–1048, 2001. Lijadoras orbitales ROQU04 Yves Roquelaurea,*, Fabian D’Espagnacb, Yves Delamarreb, Dominique Penneau-Fontbonnea Biomechanical assessment ofnew hand-powered pruning shears. Applied Ergonomics 35 (2004) 179–182 Podadoras KAYI04 Berman Kayis and Nivit Charoenchai Development of a KnowledgeBased System for Nonpowered Hand Tools (TOOL EXPERT): Part I—The Scientific Basis Human Factors and Ergonomics in Manufacturing, Vol. 14 (3) 257–268 (2004). Herramientas manuales KUIJ04 L.F.M. Kuijt-Evers,*, L.Groenesteijn , M.P. de Looze, P.Vink Identifying factors of comfort in using hand tools Applied Ergonomics 35 (2004) 453–458. Herramientas manuals, destornilladores y alicates KUIJ05 L.F.M. Kuijt-Evers, J. Twisk L.Groenesteijn , M.P. de Looze, P.Vink Identifying predictors of comfort and discomfort in using hand tools Ergonomics, Vol 48, Nº 6 15 mayo 2005, 692-702. Herramientas manuales, destornilladores

anexos 213

Anexo V2.2

Anexo V2.2

Clasificación de las característicasde de martillos Clasificación de las características martillos FORMA DE LAS BOCAS SIMÉTRICA NO SIMÉTRICA FORMA DE LAS BOCAS

SIMÉTRICA

Constante

NO SIMÉTRICA

BOCAS (SECCIÓN longitudinal) Divergente

Convergente

214 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Circular

único

Metal

BOCAS (SECCIÓN transversal) Prismática o Cuadrada

BOCAS ( Material)

BOCAS ( Material) Goma

Distinto

Plástico

anexos 215

Maciza

BOCA (Tipo)

Aligerada

216 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Pasante

UNIÓN CABEZA MANGO Ciega

Integrada

anexos 217

Punta

Plana

UÑAS Curva

Partida

Plana y Punta

Partida

Plana

Partida

Plana

Punta

Plana

Partida

Entera

Entera

Redondas

218 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

MANGOS (Sección longitudinal) Constante Variable

Circular

MANGOS (Sección tranversal) Rectangular

Elíptica

anexos 219

Con cuello

Igual mango

MANGOS

Sin cuello

MANGOS (Material de agarre) Con material

Pintado

220 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Madera

TIPO DE MATERIAL DE AGARRE Goma Pintado

Con TEXTURA

TEXTURA DE AGARRE

Otros

Sin TEXTURA

anexos 221

Anexo V2.3 Ejemplo de cuestionario ERGONOMÍA DIFERENCIAL SEMÁNTICO Edad:___ Sexo:___ Titulación:_______________ ID:[email protected] ¿Has comprado alguna vez algún martillo? NO SI ¿Has usado alguna vez un martillo?: Nunca Alguna vez Bastante

Matriz de similitudes entre adjetivos (cosenos) para la obtención del adjetivo positivo

Anexo V 2.4

222 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Matriz de similitudes entre adjetivos (cosenos) para la obtención del adjetivo positivo

(continuación) Anexo V 2.4

anexos 223

Matriz de similitudes entre adjetivos (cosenos) para la obtención del adjetivo positivo

(continuación) Anexo V 2.4

224 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Matriz de similitudes entre adjetivos (cosenos) para la obtención del adjetivo positivo

(continuación) Anexo V 2.4

anexos 225

Matriz de similitudes entre adjetivos (cosenos) para la obtención del adjetivo positivo

(continuación) Anexo V 2.4

226 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Matriz de similitudes entre adjetivos (cosenos) para la obtención del adjetivo positivo

(continuación) Anexo V 2.4

anexos 227

Matriz de similitudes entre adjetivos (cosenos) para la obtención del adjetivo positivo

(continuación) Anexo V 2.4

228 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Matriz de similitudes entre adjetivos (cosenos) para la obtención del adjetivo positivo

(continuación) Anexo V 2.4

anexos 229

Matriz de similitudes entre adjetivos (cosenos) para la obtención del adjetivo positivo

(continuación) Anexo V 2.4

230 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Matriz de similitudes entre adjetivos (cosenos) para la obtención del adjetivo positivo

(continuación) Anexo V 2.4

anexos 231

Matriz de similitudes entre adjetivos (cosenos) para la obtención del adjetivo positivo

(continuación) Anexo V 2.4

232 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Matriz de similitudes entre adjetivos (cosenos) para la obtención del adjetivo positivo

(continuación) Anexo V 2.4

anexos 233

234 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Anexo V2.4 (continuación) Anexo V 2.4

Historial Historialde deconglomeración conglomeraciónpara paralalaobtención obtencióndel deladjetivo adjetivopositivo positivo Conglomerado que se combina Etapa

Coeficientes Conglomerado Conglomerado 1 2

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36

55 20 48 13 37 2 47 12 57 22 46 11 51 16 42 7 40 5 38 3 30 35 37 2 36 1 44 9 68 33 50 15 42 7 53 18

56 21 49 14 67 32 64 29 63 28 52 17 58 23 62 27 66 31 43 8 70 65 39 4 60 25 45 10 69 34 51 16 54 19 59 24

Etapa en la que el conglomerado aparece por primera vez Conglomerado Conglomerado 1 2

,867 ,867 ,844 ,844 ,819 ,819 ,813 ,813 ,808 ,808 ,743 ,743 ,740 ,740 ,699 ,699 ,698 ,698 ,657 ,657 ,638 ,638 ,599 ,599 ,580 ,580 ,523 ,523 ,471 ,471 ,441 ,441 ,432 ,432 ,394 ,394

0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 5 6 0 0 0 0 0 0 0 0 15 16 0 0

0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 13 14 0 0 0 0

Próxima etapa

49 50 37 38 23 24 41 42 37 38 47 48 31 32 33 34 43 44 41 42 40 39 53 54 51 52 55 56 43 44 49 50 57 58 45 46

anexos 235

Anexo V2.4 (continuación) Anexo V 2.4

Historial Historialde deconglomeración conglomeraciónpara paralalaobtención obtencióndel deladjetivo adjetivopositivo positivo Conglomerado que se combina Etapa

Coeficientes Conglomerado Conglomerado 1 2

37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69

48 13 35 6 38 3 40 5 53 18 46 11 50 15 36 1 35 2 38 3 42 7 38 3 36 1 2 35 36 1 35 1 1

57 22 41 30 47 12 68 33 61 26 48 13 55 20 53 18 37 6 44 9 46 11 50 15 38 3 5 40 42 7 36 2 35

Etapa en la que el conglomerado aparece por primera vez Conglomerado Conglomerado 1 2

,373 ,373 ,363 ,363 ,292 ,292 ,232 ,232 ,220 ,220 ,216 ,216 ,197 ,197 ,159 ,159 ,094 ,094 ,093 ,093 ,084 ,084 ,008 ,008 -,046 -,046 -,053 -,053 -,113 -,113 -,266 -,266 -,685

3 4 22 0 19 20 17 18 35 36 11 12 31 32 25 26 39 24 41 42 33 34 55 56 51 52 54 53 61 62 64 66 68

9 10 0 21 7 8 29 30 0 0 37 38 1 2 45 46 23 40 27 28 47 48 49 50 59 60 44 43 57 58 65 63 67

Próxima etapa

47 48 53 54 55 56 64 63 51 52 57 58 59 60 61 62 64 63 59 60 65 66 61 62 65 66 68 67 67 68 69 69 0

236 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Anexo V2.4 (continuación) Anexo V 2.4 Dendrograma de los adjetivos negativos Dendrograma de los adjetivos negativos Métodode deconglomeración conglomeraciónAgrupación Agrupaciónpor porcentroides centroides Método Medidade desimilitud similitudcoseno coseno Medida

anexos 237

(Continuación) Anexo V2.4 Dendrograma de los adjetivos positivos Método de conglomeración Agrupación por centroides Medida de similitud coseno

238 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Anexo V2.5 Historial de conglomeración del ACJ para la partición

Etapa 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34

Conglomerado que se combina Conglomerado Conglomerado 1 2 21 22 14 15 3 33 13 30 23 29 12 18 17 24 8 28 6 32 4 9 1 31 2 26 5 34 10 11 20 25 16 19 7 27 8 35 14 23 3 5 16 17 4 13 12 21 2 20 1 7 6 10 12 16 8 14 4 6 1 3 2 12 2 8 1 4 1 2

Coeficientes 1,00 ,983 ,965 ,962 ,958 ,912 ,909 ,880 ,879 ,850 ,836 ,795 ,759 ,754 ,685 ,683 ,551 ,535 ,457 ,422 ,407 ,399 ,342 ,321 ,311 ,265 ,175 ,169 ,160 ,121 ,055 ,016 -,034 -,134

Etapa en la que el conglomerado aparece por primera vez Conglomerado Conglomerado 1 2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 8 0 2 5 3 13 16 7 10 4 6 1 12 15 11 17 9 14 23 21 18 19 22 26 25 20 24 27 31 28 30 29 33 32

Próxima etapa 23 19 20 22 19 23 21 18 26 22 25 24 20 26 24 21 25 28 28 30 27 29 27 31 30 29 31 32 33 33 32 34 34 0

anexos 239

Anexo V2.5

(continuación) Anexo V 2.5 Dendrograma para la partición Dendrograma de los adjetivos negativos Método de conglomeración Agrupación por centroides Medida de similitud coseno Método de conglomeración Agrupación por centroides Medida de similitud coseno

240 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Anexo 3 Resultados estadísticos de la Validación 3

242 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

anexos 243

Anexo V3.1 Formato del Diferencial Semántico utilizado

Id. Usuario: Id. Herramienta:

....................... ....................... 3

2

1

0

1

2

3

Repelente

Atractivo

Efímero

Duradero

De diseño

Convencional

Irrompible

Rompible

Clásico

Moderno

Sofisticado

Simple

Peligroso

Seguro

Bueno

Malo

Baja calidad

Alta calidad

Femenino

Masculino

Basto

Fino

De bricolaje

Profesional

Endeble

Robusto

Mal acabado

Bien acabado

Proporcionado

Desproporcionado

Nada resistente

Resistente

Fuerte

Débil

Desagradable

Agradable

Incómodo

Cómodo

¿Cuánto pagaría por este martillo? < 6€ 1

6-12 € 2

12-24€ 3

24-48€

>48€

4

5

p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad y concluimos que todas las variables (descriptores D1 al D19) no se ajustan a una distribución normal

Resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del grado de ajuste a una distribución normal para todas las variables (descriptores).

Anexo V 3.2

244 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

24

24

N

24

D3

24

,185

24

,324

1,090 ,953

24

D2

24

,360

,924

24

D4

24

,568

,786

24

D5

24

,195

,199

24

,068

24

,175

24

,209 24

,161 24

,359 24

24

,355

24

D10 24

D11

24

,109 24

,249 24

,271

1,207 1,020 ,999

24

D9

24

,165 24

,266 24

,041 24

,096 24

,429

1,117 1,004 1,396 1,232 ,874

24

,703

,928

24

D8 24

D13 24

D14 24

D15

24

,355

,928

24

,039

24

,466

,850

24

,100

24

,428

24

,450

,860

24

D16

24

,049

24

,021

24

,317

1,362 1,507 ,959

24

,107

1,403 1,225 1,210 ,875

24

D12

24

D18

24

,416

,884

24

,097

24

,142

1,150

24

,018

1,231 1,537

24

D17

,008

,122

,004

* p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad * p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad

Sig. asintót. (bilateral)

,024

,054

,145

,039

,034

,033

,033

,043

,032

,012

,029

,059

,008

,016

,002

M 3 Z de Kolmogorov-Smirnov 1,661 1,183 1,753 1,484 1,344 1,145 1,404 1,429 1,435 1,430 1,386 1,436 1,597 1,454 1,327 1,659 1,552 1,840

N

Sig. asintót. (bilateral)

24

D7

1,079 ,705

24

D6

M 2 Z de Kolmogorov-Smirnov 1,300 1,073 1,104 1,062 1,122 ,925

,318

Sig. asintót. (bilateral)

M 1 Z de Kolmogorov-Smirnov ,958

N

D1

Resultados Resultadosde delalaprueba pruebade deKolmogorov-Smirnov Kolmogorov-Smirnovpara paralalacomprobación comprobacióndel delgrado gradode deajuste ajusteaauna unadistribución distribuciónnormal normalpara paratodas todaslas las variables variables(descriptores) (descriptores)para paracada cadauno unode delos losmartillos martillos

(Continuación) Anexo V3.3 Anexo V 3.3

anexos 245

24

24

N

24

D3 24

D4 24

D5

24

N

24

,222

24

,100

,327

24

,148

,244

,277

1,025 ,993

24

,021

* p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad

Sig. asintót. (bilateral)

M 6 Z de Kolmogorov-Smirnov ,951

,019

Sig. asintót. (bilateral)

24

D6 24

D7 24

D8 24

D9

24

,195 24

,155

24

,480

24

24

,256 24

,100 24

,438

24

,065 24

,614

1,309 ,758

24

D11

24

,021 24

,007 24

,182

,198

,077

,139

,037

,048

,064

,096

,322

24

D13 24

D14

24

,265

24

,313

24

,469

,847

24

,391

,080

,072

,250

24

D17

24

,210

,320

24

D18

24

,192

24

,030

24

,473

24

,542

,048

,065

,332

1,364 1,308 ,946

24

,227

,801

24

,027

1,082 1,447 1,466

24

D16

1,062 1,042 ,845

24

,658

,731

24

D15

1,268 1,290 1,020 ,957

24

,373

,962

24

,027

1,005 1,464 ,901

24

D12

1,507 1,684 1,094 ,915

24

,427

24

D10

1,075 1,276 1,155 1,415 1,367 1,312 1,233 ,955

24

,082

24

24

,096

1,013 1,225 ,868

,072

,043

1,048 1,225 1,079 1,131 1,385 1,290 1,232 ,876

24

D2

M 5 Z de Kolmogorov-Smirnov 1,523 1,507 1,141 1,263 ,840

,554

Sig. asintót. (bilateral)

M 4 Z de Kolmogorov-Smirnov ,794

N

D1

Resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del grado de ajuste a una distribución normal para todas las variables (descriptores) para cada uno de los martillos

(Continuación) Anexo V3.3

246 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

24

N

24

,129 24

,725

24

D9

24

,139 24

,601

1,154 ,766

24

D8

24

,358 24

,034 24

,425

24

,168

23

,023

24

,864

1,491 ,600

24

,117

24

,699

24

D18

24

,050

24

,431

1,359 ,873

24

D17

24

,181

24

,238

24

,057

24

,204

1,095 1,031 1,333 1,068

24

,375

,707

24

D16

,558

,274

24

24

,006 24

,023

,160

,250

,178

,445

1,123 1,019 1,100 ,864

24

,317

* p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad

Sig. asintót. (bilateral)

,996

24

,050

,318

,958

24

,136

,350

,932

24

,078

,401

,894

24

,010 24

,175

,069

,487

1,298 ,836

24

,008

,301

,972

24

,023

,271

,999

24

,144

,271

,999

24

,082

,373

,915

24

,068

,450

,860

24

,016

24

,182

,143

,639

1,148 ,743

24

,034

24

24

,402

24

D15

N

24

,092

24

D14

1,192 1,112 ,913

24

D13

,003

24

,046

24

,453

,858

24

D12

1,429 ,877

24

,332

,946

23

D11

1,782 1,694 1,494 1,159 1,275 1,621 1,669 1,104 1,497 1,147 1,263 1,300 1,554 1,425 1,095

24

,152

,926

24

,440

,867

24

D10

,038

24

,106

1,211 1,135 1,372 1,241 ,893

24

24

D7

1,171 ,692

24

D6

Sig. asintót. (bilateral)

24

,377

,912

24

,421

,880

24

D5

Z de Kolmogorov-Smirnov 1,408 1,358 ,959

24

24

,314

,054

Sig. asintót. (bilateral)

,468

,961

24

Z de Kolmogorov-Smirnov 1,342 ,848

24

24

,373

N

,251

,191

24

,280

24

D4

Sig. asintót. (bilateral)

24

D3

1,084 1,018 ,915

24

D2

Z de Kolmogorov-Smirnov ,991

N

M10 Z de Kolmogorov-Smirnov ,791

M9

M8

M7

D1

Resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del grado de ajuste a una distribución normal para todas las variables (descriptores) para cada uno de los martillos

(Continuación) Anexo V3.3

anexos 247

9

,000

gl

Sig. asintót.

,000

9

39,70

D2

,000

9

91,84

D3

,000

9

75,42

D4

,000

9

69,51

D5

,000

9

45,50

D6

,000

9

38,65

D7

,000

9

71,69

D8

,000

9

65,55

D9

,000

9

87,86

D10

,000

9

74,70

D11

,000

9

48,53

D12

,000

9

134,8

D13

,000

9

56,98

D14

,000

9

34,66

D15

,000

9

98,72

D16

,000

9

141,8

D17

,000

9

129,6

D18

Variable dependiente: Descriptores Variable dependiente: de agrupación:Descriptores ID herramienta Variable de agrupación: ID herramienta p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de que todas las variables proceden de idéntica población, en este caso todas las variables no proceden de la población poriginal, ≤ 0,05 rechazamos hipótesis de que alternativa todas las variables proceden de idéntica población, en este caso todas las variables no proceden de la población por tanto se la acepta la hipótesis existen diferencias significativas entre descriptores original, por tanto se acepta la hipótesis alternativa existen diferencias significativas entre descriptores

80,47

Chi-cuadrado

D1

Resultadosde delalaprueba pruebade deKruskal-Wallis: Kruskal-Wallis:diferencias diferenciasentre entrevariables variables(descriptores) (descriptores) Resultados

(Continuación) Anexo V3.4 Anexo V 3.4

248 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

anexos 249

Anexo V3.5 Resultados del Análisis Factorial para la percepción de los martillos

Descriptivos KMO y prueba de Bartlett Medida de adecuación

,919

muestral de Kaiser-MeyerOlkin. Prueba de

Chi-

esfericidad

cuadrado

de Bartlett

aproximado

3266,220

gl

153

Sig.

,000

250 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

(Continuación) Anexo V3.5 Varianza total explicada Autovalores iniciales Componente

Suma de las saturaciones al cuadrado de la rotación % % de la % Total acumulado varianza acumulado 43,652 5,321 29,559 29,559

1

7,857

% de la varianza 43,652

2

3,250

18,056

61,708

3,654

20,301

49,860

3

1,694

9,410

71,117

3,086

17,142

67,002

4

,777

4,317

75,435

1,518

8,433

75,435

5

,691

3,838

79,273

6

,532

2,957

82,230

7

,480

2,669

84,899

8

,382

2,124

87,023

9

,368

2,045

89,068

10

,325

1,803

90,870

11

,294

1,636

92,506

12

,263

1,461

93,968

13

,217

1,203

95,171

14

,202

1,122

96,293

15

,187

1,041

97,334

16

,184

1,021

98,355

17

,162

,900

99,256

18

,134

,744

100,000

Total

Método de extracción: Análisis de Componentes principales

anexos 251

(Continuación) Anexo V3.5 Matriz de componentes rotados

Fuerte / Débil

Componente 1 2 ,890 ,037

Robusto / Endeble

,874

-,050

,146

-,115

Resistente / Nada resistente

,853

,047

,119

,151

Duradero / Efímero

,853

,043

,150

,269

Irrompible / Rompible

,804

,087

,099

,093

Alta calidad / Baja calidad

,718

,359

,363

,139

Profesional / De bricolaje

,615

,277

,029

,119

Bueno / Malo

,604

,223

,534

,156

De diseño / Convencional

,128

,909

,116

,043

Moderno / Clásico

,118

,887

,070

,107

Sofisticado / Simple

,173

,886

,172

,021

Fino / Basto

-,194

,594

,366

,441

Proporcionado / Desproporcionado Agradable / Desagradable

,256

-,219

,749

,089

,110

,393

,745

,210

Atractivo / Repelente

,197

,445

,734

,049

3 ,166

4 -,057

Cómodo / Incómodo

,087

,183

,612

,555

Bien acabado / Mal acabado

,313

,435

,553

,271

Seguro / Peligroso

,290

,099

,237

,834

Método de extracción: Análisis de componentes principales Método de rotación: Normalización Varimax con Kaiser La rotación ha convergido en 5 iteraciones

,375

,387

,308

,263

,052

,170

,278

,142

-,036

,012

-,002

,539

,323

,302

,354

,236

,547

D4

D5

D6

D7

D8

D9

D10 ,485

D11 ,575

D12 ,301

D13 ,444

D14 ,341

D15 ,346

D16 ,403

D17 ,022

D18 ,392

D19 ,379

,378

,416

,023

,414

,336

,237

,449

,238

,487

,439

,513

,208

,260

,239

,242

,661

1,000

D3

,337

,368

,094

,462

,388

,212

,404

,223

,445

,482

,463

,152

,250

,221

,194

1,000

D4

,096

,139

-,229

-,031

,218

,411

,174

,604

,566

,130

,504

,737

,655

,665

1,000

D5

,131

,135

-,177

,017

,287

,391

,143

,640

,525

,182

,475

,619

,713

1,000

D6

,130

,155

-,132

,043

,362

,440

,155

,653

,563

,233

,500

,586

1,000

D7

,045

,059

-,254

-,100

,200

,414

,107

,533

,518

,102

,449

1,000

D8

,269

,256

-,071

,241

,359

,432

,302

,424

,660

,412

1,000

D9

,254

,231

,058

,400

,441

,183

,256

,153

,374

1,000

D10

,344

,355

-,084

,217

,366

,450

,409

,527

1,000

D11

Casillas con valores ennegrecidos corresponde a correlaciones no significativas Casilla en blanco correlación significativa α = 0,01 (bilateral) Casilla en gris correlación significativa α = 0,05 (bilateral)

,281

,318

,276

,254

,373

,327

,541

D3

1,000

1,000

,317

D2

D2

D1

D1

Correlaciones tau de Kendall entre descriptores

(Continuación) Anexo V3.5

,159

,162

-,140

-,001

,269

,322

,197

1,000

D12

,645

,697

,203

,444

,183

,267

1,000

D13

,241

,252

-,183

,107

,289

1,000

D14

,191

,161

-,029

,297

1,000

D15

,407

,443

,293

1,000

D16

,149

,168

1,000

D17

,706

1,000

D18

1,000

D19

252 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Z de KolmogorovSmirnov Sig. asintót. (bilateral)

N

Z de KolmogorovSmirnov Sig. asintót. (bilateral)

N

60

60

D3 60

D4 60

D5 60

D6 60

D7 60

D8 60

D9 60

D10 59

D11 60

D12 60

D13 60

D14 60

D15 60

D16

60

D17

60

D18

60

,000

60

,087 60

,016 60

,008 60

,006 60

,002 60

,012 60

,017 60

,006 60

,016 60

,054 60

,039 60

,005

60

,005

60

,020

60

,050

60

,035

60

,001

60

,088 60

,027 60

,002 60

,005 60

,008 60

,007 60

,002 60

,000 60

,018

60

,010

59

,033

60

,031

60

,001

60

,013

60

,007

60

,092

60

,023 60

,003 60

,020 60

,032 60

,004

60

,015

60

,122

60

,055

60

,056

60

,014

60

,025

,013

,163

,367

,023

,009

,012

,039

,081

,031

,017

,001

,016

,349

,014

60

,052

,005

60

,119

1,571 1,495 1,647 1,600 1,405 1,266 1,445 1,549 2,002 1,550 ,933

60

,022

1,733 1,583 1,119 ,919

60

,016

60

,108

60

,227

,064

,008

,150

1,311 1,667 1,138

60

,021

1,552 1,499 1,188 1,351 1,492 1,795 1,518 1,437 1,759 1,563 1,182 1,342 1,338 1,579 1,477 1,508 1,207 1,043

60

,004

1,748 2,000 1,249 1,470 1,872 1,724 1,671 1,692 1,895 2,609 1,538 1,628 1,433 1,443 1,926 1,590 1,671 1,240

60

,007

1,682 2,072 1,253 1,553 1,655 1,703 1,858 1,598 1,549 1,715 1,558 1,342 1,404 1,742 1,745 1,513 1,357 1,420

60

D2

p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad

Diseñadores

Estudianetes tes

Aficionados

Z de KolmogorovSmirnov Sig. asintót. (bilateral)

N

Z de Profesionales KolmogorovSmirnov Sig. asintót. (bilateral)

N

D1

Resultados Kolmogorov-Smirnov para la la comprobación deldel grado dede ajuste a una distribución normal para todas laslas variResultadosdedelalaprueba pruebadede Kolmogorov-Smirnov para comprobación grado ajuste a una distribución normal para todas ables (descriptores) para cada uno de losde perfiles de usuarios. variables (descriptores) para cada uno los perfiles de usuarios

Anexo V V3.3 3.6 Anexo

anexos 253

,329

Sig. asintót.

,261

3

4,00

D3

,261

3

4,00

D4

,109

3

6,06

D5

,292

3

3,73

D6

,066

3

7,19

D7

,217

3

4,45

D8

,651

3

1,63

D9

,388

3

3,02

D10

,281

3

3,82

D11

,023

3

9,48

D12

,592

3

1,90

D13

,669

3

1,55

D14

D16

,003

3 ,805

3

13,94 ,98

D15

,501

3

2,36

D17

,400

3

2,94

D18

Variable dependiente: Descriptores Variable de agrupación: Grupo de usuarios p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de que todas las variables proceden de idéntica población, en este caso las variables D12 (p = 0,023) y D15 (p = 0,003) no procede de la población original, por tanto se acepta la hipótesis alternativa existen diferencias significativas entre descriptores, es decir, solo los descriptores D12 y D15 inciden en la diferenciación de perfiles.

,096

6,34

3

3

gl

D2

Chi-cuadrado 3,43

D1

Resultados de las pruebas de Kruskal-Wallis: diferencias de la percepción de los martillos entre perfiles de usuarios

Anexo V3.7

254 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

1

,345

gl

Sig. asintót.

,675

1

,176

D2

,856

1

,033

D3

,798

1

,065

D4

D6

,068

1 ,389

1

3,324 ,742

D5

D8

D9

,113

1 ,073

1 ,989

1

2,509 3,213 ,000

D7

,674

1

,177

D10

D12

D13

D14

D15

D16

,118

1 ,006

1 ,289

1 ,287

1 ,074

1 ,692

1

2,445 7,646 1,123 1,132 3,197 ,157

D11

,682

1

,168

D17

,956

1

,003

D18

1

,428

gl

Sig. asintót.

D3

D4

D5

,056

1 ,140

1 ,165

1 ,638

1

3,651 2,180 1,931 ,221

D2

,338

1

,917

D6

,356

1

,850

D7

,927

1

,008

D8

D10

D11

,189

1

,083

1

,672

1

1,728 3,002 ,179

D9

,658

1

,196

D12

,968

1

,002

D13

,873

1

,026

D14

D16

,000

1

,602

1

12,358 ,273

D15

D18

,255

1

,475

1

1,295 ,509

D17

≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de que todas las variables proceden de idéntica población, en este caso las variables D15 (p = 0,000) y no procede de la población original, por tanto se acepta la hipótesis alternativa existen diferencias significativas en ese descriptor, es decir, solo el descriptor D15 incide en diferenciar los dos perfiles.

,627

Chi-cuadrado

D1

Resultados de las pruebas de Kruskal-Wallis: diferencias de la percepción de los martillos entre perfil 2 (Aficionado) y perfil 4 (Diseñador)

p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de que todas las variables proceden de idéntica población, en este caso las variables D12 (p = 0,006) no procede de la población original, por tanto se acepta la hipótesis alternativa existen diferencias significativas en ese descriptor, es decir, solo el descriptor D12, incide en diferenciar los dos perfiles.

,891

Chi-cuadrado

D1

Resultados de la prueba de Kruskal-Wallis: diferencias de la percepción de los martillos entre perfil 4 (Diseñador) y perfil 3 (Estudiante)

Anexo V3.7 (continuación) Anexo V 3.7

anexos 255

1,168

,131

Z de Kolmogorov-Smirnov

Sig. asintót. (bilateral) ,013

1,584

238

F2 Social

,556

,793

238

F3 Estético

,736

,685

238

F4 Ergonómico

2,595

1,718

F4 Ergonómico

3

3

3

3

234

234

234

234

gl2

,164

,053

,412

,013

Sig.

p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de homogeneidad de varianzas y concluimos que la variable eje semántico F1 Funcional incumple el supuesto de igualdad de varianza, por tanto los factores F2 F3 y F4 poseen varianzas homogéneas.

,960

F3 Estético

3,666

F2 Social

* F1 Funcional

Estadístico de gl1 Levene

Prueba de homogeneidad de las varianza para las variables (Ejes semánticos)

p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad y concluimos que la variable eje semántico F2 Social no se ajusta a una distribución normal

238

N

F1 Funcional

Resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del grado de ajuste a una distribución normal de las variables (Ejes semánticos)

Anexo V3.8

256 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

3

,195

Gl

Sig. asintót.

,962

3

,290

Factor 2 Social

,239

3

4,216

Factor 3 Estética

,016

3

10,264

Factor 4 Ergonómico

Variable dependiente: Ejes semánticos Variable de agrupación: Grupo de usuario p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de que todas las variables proceden de idéntica población, en este caso la variable factor 4 Ergonómico (p = 0,016) no procede de la población original, por tanto se acepta la hipótesis alternativa existen diferencias significativas en dicho factor.

4,698

Chi-cuadrado

Factor 1 Funcional

Resultados de la prueba de Kruskal-Wallis: diferencias entre variables (perfiles semánticos)

Anexo V3.9

anexos 257

8,317

228,683

237,000

Intra-grupos

Total

237,000

Total

Inter-grupos

233,242

Intra-grupos

237,000

3,758

236,589

Total

Inter-grupos

,411

237,000

Total

Intra-grupos

231,160

Intra-grupos

Inter-grupos

5,840

Inter-grupos

237

234

3

237

234

3

237

234

3

237

234

3

gl

,977

2,772

,997

1,253

1,011

,137

,988

1,947

Media cuadrática

2,837

1,257

,136

1,971

F

,039

,290

,939

,119

Sig.

Variable dependiente: Ejes semánticos Factor: Perfil de usuario p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de que en todos las variables las medias son iguales, en este caso el eje semántico 4 Ergonómico (p = 0,039) su media difiere del resto de variables.

F4 Ergonómico

F3 Estético

F2 Social

F1 Funcional

Suma de cuadrados

Resultados de la ANOVA de un factor (perfil de usuario) entre variables (perfiles semánticos)

(continuación) Anexo V3.9

258 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Anexo 4 Resultados estadísticos de la Validación 4

260 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

anexos 261

Anexo V4.1 Formato del Diferencial Semántico utilizado Id. Usuario: Id. Herramienta: Fase: 3

2

1

0

1

2

3

Convencional Rebota Vibra Desproporcionado De bricolaje Repelente Ligero Nada resistente Simple Baja calidad Deslizante Agradable Débil Duro Eficaz Irrompible Mal acabado Robusto Cómodo Bueno Efímero Peligroso Clásico Fino Clava fácilmente

De diseño Antirrebote No vibra Proporcionado Profesional Atractivo Pesado Resistente Sofisticado Alta calidad Adherente Desagradable Fuerte Blando Ineficaz Rompible Bien acabado Endeble Incómodo Malo Duradero Seguro Moderno Basto No clava fácilmente

¿Cuánto pagaría por este martillo? < 6€ 1



6-12 € 2

12-24€ 3

>48 €

24-48€ 4

5

El formato en que se presentaba el DF era A4, por tanto el tamaño y formato estaba acomodado a las dimensiones de él.

262 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Anexo V 4.2 Formato de la versión simplificada del Inventario Personal de Implicación

Inventario Personal de Implicación

Características de la muestra que participó en la contestación del

(Continuación) Anexo V4.2

anexos 263

Comparación de los valores del Inventario Personal de Implicación según Zaichkowsky y la versión simplificada utilizada

Valor medio del Inventario Personal de Implicación por Perfiles de usuarios

(Continuación) Anexo V4.2

264 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

anexos 265

Anexo V 4.3 Análisis exploratorio de los datos de los descriptores

266 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

(Continuación) Anexo V 4.3 Análisis exploratorio de los datos de las fases

anexos 267

(Continuación) Anexo V 4.3 Análisis exploratorio de los datos de los perfiles

268 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Anexo V 4.4 Resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del grado de ajuste de los descriptores a una distribución normal

p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad y concluimos que todas las variables (descriptores D1, al D25) no se ajustan a una distribución normal

anexos 269

(Continuación) Anexo V4.3 (Continuación) Anexo V 4.4 Resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del Resultados de la prueba dede Kolmogorov-Smirnov la comprobación grado de ajuste del perfil Profesionales a una para distribución normal del grado de ajuste del perfil de Profesionales a una distribución normal Diferencias más extremas Perfil Profesionales

N

Z de KolmoAbsoluta Positiva Negativa Smirnov

Sig. asintót. (bilateral)

D1 Bien acabado / Mal

64

,319

,218

-,319

2,554

,000

D2 Proporcionado / Des

64

,302

,157

-,302

2,412

,000

D3 Atractivo / Repelente

64

,217

,130

-,217

1,733

,005

D4 Agradable / Des

64

,327

,164

-,327

2,613

,000

D5 Fuerte / Débil

64

,281

,175

-,281

2,246

,000

D6 Resistente / Nada

64

,271

,200

-,271

2,164

,000

D7 Duradero / Efímero

64

,263

,194

-,263

2,102

,000

D8 Robusto / Endeble

64

,262

,196

-,262

2,094

,000

D9 Bueno / Malo

64

,304

,227

-,304

2,430

,000

D10 Cómodo / Incómodo 63

,274

,170

-,274

2,177

,000

D11 Alta calidad / Baja

64

,294

,215

-,294

2,355

,000

D12 Irrompible / Rom

63

,291

,152

-,291

2,307

,000

D13 Sofisticado / Simple

64

,170

,170

-,156

1,362

,049

D14 Profesional / Bricol

64

,232

,159

-,232

1,852

,002

D15 Seguro / Inseguro

64

,222

,150

-,222

1,774

,004

D16 Fino / Basto

64

,166

,166

-,145

1,324

,060

D17 De diseño / Conven

64

,236

,158

-,236

1,888

,002

D18 Moderno / Clásico

64

,236

,154

-,236

1,885

,002

D19 Duro / Blando

63

,238

,161

-,238

1,891

,002

D20 Adherente / Desli

64

,275

,214

-,275

2,199

,000

D21 Pesado / Ligero

63

,199

,181

-,199

1,582

,013

D22 Clava fácilmente /

64

,213

,213

-,196

1,706

,006

D23 Antirrebote / Reb

64

,278

,164

-,278

2,227

,000

D24 Eficaz / Ineficaz

64

,241

,175

-,241

1,930

,001

D25 No vibra / Vibra

64

,255

,172

-,255

2,041

,000

p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad y concluimos que todas las variables

descriptor D16) no se ajustan a una distribución normal que todas las variables p(excepto ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad y concluimos (excepto descriptor D16) no se ajustan a una distribución normal

270 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

(Continuación) Anexo V 4.4 (Continuación) Anexo V4.3 Resultados de de Kolmogorov-Smirnov para para la comprobación del grado delalaprueba prueba de Kolmogorov-Smirnov la comprobación delde ajuste delajuste perfil de a una distribución normal normal grado de delAficionados perfil de Aficionados a una distribución Diferencias más extremas Perfil Aficionados

N

Z de KolmoAbsoluta Positiva Negativa Smirnov

Sig. asintót. (bilateral)

D1 Bien acabado / Mal

64

,264

,147

-,264

2,115

,000

D2 Proporcionado / Des

64

,290

,132

-,290

2,317

,000

D3 Atractivo / Repelente 64

,225

,119

-,225

1,801

,003

D4 Agradable / Des

64

,245

,114

-,245

1,962

,001

D5 Fuerte / Débil

64

,221

,116

-,221

1,768

,004

D6 Resistente / Nada

64

,248

,127

-,248

1,987

,001

D7 Duradero / Efímero

64

,256

,140

-,256

2,048

,000

D8 Robusto / Endeble

64

,210

,118

-,210

1,677

,007

D9 Bueno / Malo

64

,236

,123

-,236

1,890

,002

D10 Cómodo / Incóm

64

,237

,157

-,237

1,897

,001

D11 Alta calidad / Baja

64

,293

,145

-,293

2,347

,000

D12 Irrompible / Romp

64

,228

,173

-,228

1,826

,003

D13 Sofisticado / Simple 64

,248

,167

-,248

1,985

,001

D14 Profesional / Bricol

64

,189

,121

-,189

1,508

,021

D15 Seguro / Inseguro

64

,206

,154

-,206

1,647

,009

D16 Fino / Basto

64

,226

,149

-,226

1,811

,003

D17 De diseño / Conven 64

,238

,155

-,238

1,907

,001

D18 Moderno / Clásico

64

,239

,160

-,239

1,913

,001

D19 Duro / Blando

64

,200

,128

-,200

1,601

,012

D20 Adherente / Desli

64

,252

,163

-,252

2,016

,001

D21 Pesado / Ligero

64

,190

,190

-,137

1,522

,019

D22 Clava fácilmente /

64

,223

,106

-,223

1,785

,003

D23 Antirrebote / Reb

64

,174

,162

-,174

1,389

,042

D24 Eficaz / Ineficaz

64

,227

,132

-,227

1,819

,003

D25 No vibra / Vibra

64

,221

,107

-,221

1,767

,004

p la hipótesis de normalidad normalidadyyconcluimos concluimosque quetodas todaslaslasvariables variables p≤ ≤ 0,05 0,05 rechazamos rechazamos la hipótesis de (descriptores D1 al D25) no se ajustan a una distribución normal (descriptores D1 al D25) no se ajustan a una distribución normal

anexos 271

(Continuación) Anexo V4.3 (Continuación) Anexo V 4.4 Resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del Resultados de la prueba dede Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del grado de grado de ajuste del perfil Estudiantes a una distribución normal ajuste del perfil de Estudiantes a una distribución normal Diferencias más extremas Perfil Estudiantes

N

Z de KolmoAbsoluta Positiva Negativa Smirnov

Sig. asintót. (bilateral)

D1 Bien acabado / Mal

64

,237

,151

-,237

1,899

,001

D2 Proporcionado / Des

64

,244

,158

-,244

1,955

,001

D3 Atractivo / Repelente 63

,177

,177

-,164

1,404

,039

D4 Agradable / Des

64

,212

,212

-,194

1,694

,006

D5 Fuerte / Débil

64

,240

,182

-,240

1,921

,001

D6 Resistente / Nada

64

,180

,152

-,180

1,443

,031

D7 Duradero / Efímero

64

,225

,119

-,225

1,802

,003

D8 Robusto / Endeble

64

,187

,167

-,187

1,494

,023

D9 Bueno / Malo

64

,229

,121

-,229

1,832

,002

D10 Cómodo / Incóm

64

,225

,130

-,225

1,804

,003

D11 Alta calidad / Baja

64

,223

,129

-,223

1,786

,003

D12 Irrompible / Rompi

63

,231

,194

-,231

1,833

,002

D13 Sofisticado / Simple 63

,202

,195

-,202

1,606

,012

D14 Profesional / Bricol

64

,205

,205

-,185

1,640

,009

D15 Seguro / Inseguro

64

,222

,153

-,222

1,773

,004

D16 Fino / Basto

64

,178

,110

-,178

1,421

,035

D17 De diseño / Conven 64

,248

,120

-,248

1,984

,001

D18 Moderno / Clásico

64

,236

,163

-,236

1,891

,002

D19 Duro / Blando

64

,213

,146

-,213

1,707

,006

D20 Adherente / Desli

64

,191

,130

-,191

1,526

,019

D21 Pesado / Ligero

64

,159

,154

-,159

1,275

,077

D22 Clava fácilmente /

64

,187

,104

-,187

1,495

,023

D23 Antirrebote / Reb

64

,230

,230

-,140

1,839

,002

D24 Eficaz / Ineficaz

64

,177

,164

-,177

1,412

,037

D25 No vibra / Vibra

64

,184

,184

-,160

1,474

,026

0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad y concluimos que todas las variables pp≤≤0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad y concluimos que todas las variables (excepto descritor D21) no se ajustan a una distribución normal (excepto descritor D21) no se ajustan a una distribución normal

272 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

(Continuación) Anexo V4.34 Resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del grado de ajuste de la Fase 1 a una distribución normal Fase 1

N

Diferencias más extremas Absoluta Positiva Negativa

Z de Kolmo- Sig. asintót. Smirnov (bilateral)

D1 Bien acabado / Mal

48

,281

,194

-,281

1,944

,001

D2 Proporcionado / Des

48

,289

,131

-,289

2,004

,001

D3 Atractivo / Repelente 48

,180

,111

-,180

1,250

,088

D4 Agradable / Des

48

,251

,126

-,251

1,737

,005

D5 Fuerte / Débil

48

,210

,139

-,210

1,457

,029

D6 Resistente / Nada

48

,201

,129

-,201

1,393

,041

D7 Duradero / Efímero

48

,261

,124

-,261

1,805

,003

D8 Robusto / Endeble

48

,198

,127

-,198

1,370

,047

D9 Bueno / Malo

48

,255

,166

-,255

1,768

,004

D10 Cómodo / Incóm

47

,220

,147

-,220

1,511

,021

D11 Alta calidad / Baja

48

,286

,158

-,286

1,982

,001

D12 Irrompible / Rompi

47

,219

,168

-,219

1,502

,022

D13 Sofisticado / Simple 48

,168

,166

-,168

1,163

,134

D14 Profesional / Bricol

,193

,128

-,193

1,338

,056

48

D15 Seguro / Inseguro

48

,207

,142

-,207

1,433

,033

D16 Fino / Basto

48

,232

,115

-,232

1,607

,011

D17 De diseño / Conven 48

,275

,166

-,275

1,902

,001

D18 Moderno / Clásico

48

,249

,168

-,249

1,726

,005

D19 Duro / Blando

47

,188

,107

-,188

1,287

,073

D20 Adherente / Desli

48

,225

,174

-,225

1,558

,016

D21 Pesado / Ligero

48

,250

,250

-,152

1,734

,005

D22 Clava fácilmente /

48

,170

,126

-,170

1,181

,123

D23 Antirrebote / Reb

48

,169

,169

-,123

1,169

,130*

D24 Eficaz / Ineficaz

48

,193

,108

-,193

1,335

,057

D25 No vibra / Vibra

48

,164

,126

-,164

1,139

,149*

p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad y concluimos que las variables (excepto descriptores D3, D13, D14, D19, D22, D23, D24 y D25) no se ajustan a una distribución normal

anexos 273

4 (Continuación) Anexo V4.3 Resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del grado de ajuste de la Fase 2 a una distribución normal

Fase 2

N

Diferencias más extremas Absoluta Positiva Negativa

Z de Kolmo- Sig. asintót. Smirnov (bilateral)

D1 Bien acabado / Mal

48

,306

,200

-,306

2,119

,000

D2 Proporcionado / Des

48

,314

,138

-,314

2,176

,000

D3 Atractivo / Repelente 48

,212

,102

-,212

1,468

,027

D4 Agradable / Des

48

,240

,135

-,240

1,659

,008

D5 Fuerte / Débil

48

,243

,151

-,243

1,680

,007

D6 Resistente / Nada

48

,193

,118

-,193

1,335

,057

D7 Duradero / Efímero

48

,231

,132

-,231

1,600

,012

D8 Robusto / Endeble

48

,198

,104

-,198

1,370

,047

D9 Bueno / Malo

48

,238

,147

-,238

1,647

,009

D10 Cómodo / Incóm

48

,273

,137

-,273

1,891

,002

D11 Alta calidad / Baja

48

,225

,130

-,225

1,556

,016

D12 Irrompible / Rompi

48

,207

,167

-,207

1,435

,033

D13 Sofisticado / Simple 48

,225

,174

-,225

1,561

,015

D14 Profesional / Bricol

,181

,145

-,181

1,254

,086

48

D15 Seguro / Inseguro

48

,199

,121

-,199

1,379

,045

D16 Fino / Basto

48

,162

,145

-,162

1,124

,160

D17 De diseño / Conven 48

,180

,131

-,180

1,248

,089

D18 Moderno / Clásico

48

,216

,144

-,216

1,499

,022

D19 Duro / Blando

48

,218

,127

-,218

1,511

,021

D20 Adherente / Desli

48

,227

,164

-,227

1,574

,014

D21 Pesado / Ligero

47

,228

,152

-,228

1,565

,015

D22 Clava fácilmente /

48

,240

,129

-,240

1,665

,008

D23 Antirrebote / Reb

48

,211

,159

-,211

1,458

,028

D24 Eficaz / Ineficaz

48

,217

,119

-,217

1,501

,022

D25 No vibra / Vibra

48

,199

,174

-,199

1,379

,045

p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad y concluimos que todas las variables (excepto descriptores D6,D14,D16 y D17) no se ajustan a una distribución normal

274 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

4 (Continuación) Anexo V4.3 Resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del grado de ajuste de la Fase 3 a una distribución normal Fase 3

N

Diferencias más extremas Absoluta Positiva Negativa

Z de Kolmo- Sig. asintót. Smirnov (bilateral)

D1 Bien acabado / Mal

48

,246

,146

-,246

1,706

,006

D2 Proporcionado / Des

48

,327

,138

-,327

2,266

,000

D3 Atractivo / Repelente 48

,210

,112

-,210

1,454

,029

D4 Agradable / Des

48

,241

,113

-,241

1,673

,007

D5 Fuerte / Débil

48

,290

,148

-,290

2,008

,001

D6 Resistente / Nada

48

,257

,164

-,257

1,777

,004

D7 Duradero / Efímero

48

,271

,156

-,271

1,877

,002

D8 Robusto / Endeble

48

,210

,127

-,210

1,455

,029

D9 Bueno / Malo

48

,245

,148

-,245

1,698

,006

D10 Cómodo / Incóm

48

,281

,180

-,281

1,944

,001

D11 Alta calidad / Baja

48

,262

,150

-,262

1,818

,003

D12 Irrompible / Rompi

47

,203

,157

-,203

1,392

,042

D13 Sofisticado / Simple 48

,194

,194

-,181

1,346

,053

D14 Profesional / Bricol

,188

,130

-,188

1,299

,068

48

D15 Seguro / Inseguro

48

,235

,140

-,235

1,631

,010

D16 Fino / Basto

48

,198

,154

-,198

1,373

,046

D17 De diseño / Conven 48

,248

,140

-,248

1,720

,005

D18 Moderno / Clásico

48

,249

,154

-,249

1,723

,005

D19 Duro / Blando

48

,212

,103

-,212

1,472

,026

D20 Adherente / Desli

48

,232

,160

-,232

1,609

,011

D21 Pesado / Ligero

48

,147

,146

-,147

1,016

,254

D22 Clava fácilmente /

48

,144

,134

-,144

,998

,272

D23 Antirrebote / Reb

48

,245

,134

-,245

1,698

,006

D24 Eficaz / Ineficaz

48

,216

,121

-,216

1,499

,022

D25 No vibra / Vibra

48

,184

,133

-,184

1,272

,078

p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad y concluimos que todas las variables (excepto descriptores D13, D14, D21, D22, y D25) no se ajustan a una distribución normal

anexos 275

(Continuación) Anexo V4.3 4 Resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del grado de ajuste de la Fase 2 a una distribución normal Fase 4

N

Diferencias más extremas Absoluta Positiva Negativa

Z de Kolmo- Sig. asintót. Smirnov (bilateral)

D1 Bien acabado / Mal

48

,242

,142

-,242

1,676

,007

D2 Proporcionado / Des

48

,176

,173

-,176

1,222

,101

D3 Atractivo / Repelente 47

,196

,123

-,196

1,345

,054

D4 Agradable / Des

48

,224

,109

-,224

1,552

,016

D5 Fuerte / Débil

48

,239

,155

-,239

1,653

,008

D6 Resistente / Nada

48

,268

,130

-,268

1,855

,002

D7 Duradero / Efímero

48

,205

,126

-,205

1,423

,035

D8 Robusto / Endeble

48

,248

,117

-,248

1,716

,006

D9 Bueno / Malo

48

,259

,149

-,259

1,793

,003

D10 Cómodo / Incóm

48

,196

,161

-,196

1,356

,051

D11 Alta calidad / Baja

48

,287

,159

-,287

1,986

,001

D12 Irrompible / Rompi

48

,240

,124

-,240

1,660

,008

D13 Sofisticado / Simple 47

,164

,164

-,156

1,122

,161

D14 Profesional / Bricol

,195

,185

-,195

1,351

,052

48

D15 Seguro / Inseguro

48

,208

,208

-,200

1,444

,031

D16 Fino / Basto

48

,154

,154

-,143

1,065

,207

D17 De diseño / Conven 48

,236

,184

-,236

1,636

,009

D18 Moderno / Clásico

48

,252

,194

-,252

1,743

,005

D19 Duro / Blando

48

,264

,153

-,264

1,827

,003

D20 Adherente / Desli

48

,257

,161

-,257

1,782

,003

D21 Pesado / Ligero

48

,199

,166

-,199

1,377

,045

D22 Clava fácilmente /

48

,224

,176

-,224

1,552

,016

D23 Antirrebote / Reb

48

,202

,167

-,202

1,398

,040

D24 Eficaz / Ineficaz

48

,222

,222

-,192

1,538

,018

D25 No vibra / Vibra

48

,234

,170

-,234

1,618

,011

p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad y concluimos que todas las variables (excepto descriptores D2, D3, D10, D13, D14 y D16) no se ajustan a una distribución normal

276 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

AnexoVV4.4 Anexo 4.5 Coeficientes de correlación de Kendall entre descriptores

D1 D2 D3 D4 D5 D6 D7 D8 D9 D10 D11 D12 D13 D14 D15 D16 D17 D18 D19 D20 D21 D22 D23 D24 D25

Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral)

D1 1,000 . ,406 ,000 ,464 ,000 ,431 ,000 ,498 ,000 ,524 ,000 ,574 ,000 ,418 ,000 ,684 ,000 ,471 ,000 ,651 ,000 ,497 ,000 ,239 ,000 ,447 ,000 ,431 ,000 ,205 ,000 ,279 ,000 ,277 ,000 ,293 ,000 ,544 ,000 -,105 ,065 ,149 ,010 ,425 ,000 ,393 ,000 ,356 ,000

D2

D3

D4

D5

D6

D7

D8

D9

D10

D11

D12

1,000 . ,352 ,000 ,401 ,000 ,276 ,000 ,269 ,000 ,294 ,000 ,218 ,000 ,376 ,000 ,498 ,000 ,277 ,000 ,219 ,000 -,038 ,504 ,269 ,000 ,423 ,000 ,216 ,000 ,025 ,660 ,039 ,493 ,148 ,010 ,313 ,000 -,179 ,002 ,179 ,002 ,248 ,000 ,310 ,000 ,225 ,000

1,000 . ,643 ,000 ,208 ,000 ,299 ,000 ,267 ,000 ,200 ,000 ,398 ,000 ,438 ,000 ,344 ,000 ,242 ,000 ,227 ,000 ,315 ,000 ,329 ,000 ,314 ,000 ,299 ,000 ,264 ,000 ,114 ,048 ,333 ,000 -,113 ,045 ,070 ,215 ,209 ,000 ,222 ,000 ,223 ,000

1,000 . ,260 ,000 ,287 ,000 ,239 ,000 ,194 ,001 ,408 ,000 ,463 ,000 ,357 ,000 ,239 ,000 ,103 ,069 ,302 ,000 ,401 ,000 ,312 ,000 ,197 ,001 ,237 ,000 ,077 ,183 ,321 ,000 -,153 ,007 ,136 ,016 ,275 ,000 ,326 ,000 ,236 ,000

1,000 . ,738 ,000 ,677 ,000 ,769 ,000 ,568 ,000 ,341 ,000 ,570 ,000 ,638 ,000 ,194 ,001 ,563 ,000 ,369 ,000 -,144 ,011 ,161 ,005 ,213 ,000 ,512 ,000 ,520 ,000 ,197 ,001 ,277 ,000 ,387 ,000 ,453 ,000 ,388 ,000

1,000 . ,751 ,000 ,713 ,000 ,636 ,000 ,372 ,000 ,654 ,000 ,677 ,000 ,234 ,000 ,559 ,000 ,400 ,000 -,029 ,607 ,233 ,000 ,290 ,000 ,472 ,000 ,541 ,000 ,131 ,020 ,238 ,000 ,480 ,000 ,411 ,000 ,459 ,000

1,000 . ,647 ,000 ,655 ,000 ,371 ,000 ,645 ,000 ,694 ,000 ,170 ,003 ,532 ,000 ,390 ,000 ,006 ,912 ,189 ,001 ,207 ,000 ,451 ,000 ,500 ,000 ,043 ,451 ,235 ,000 ,462 ,000 ,451 ,000 ,409 ,000

1,000 . ,522 ,000 ,232 ,000 ,519 ,000 ,591 ,000 ,226 ,000 ,512 ,000 ,296 ,000 -,199 ,000 ,184 ,001 ,231 ,000 ,513 ,000 ,481 ,000 ,277 ,000 ,228 ,000 ,341 ,000 ,393 ,000 ,317 ,000

1,000 . ,480 ,000 ,722 ,000 ,510 ,000 ,214 ,000 ,594 ,000 ,520 ,000 ,134 ,018 ,219 ,000 ,283 ,000 ,322 ,000 ,532 ,000 -,034 ,544 ,256 ,000 ,454 ,000 ,492 ,000 ,379 ,000

1,000 . ,428 ,000 ,328 ,000 ,049 ,382 ,364 ,000 ,535 ,000 ,264 ,000 ,120 ,035 ,162 ,004 ,087 ,131 ,442 ,000 -,254 ,000 ,296 ,000 ,253 ,000 ,346 ,000 ,282 ,000

1,000 . ,578 ,000 ,344 ,000 ,578 ,000 ,428 ,000 ,137 ,016 ,349 ,000 ,393 ,000 ,278 ,000 ,580 ,000 ,007 ,897 ,145 ,011 ,461 ,000 ,328 ,000 ,429 ,000

1,000 . ,225 ,000 ,445 ,000 ,318 ,000 ,028 ,616 ,255 ,000 ,272 ,000 ,351 ,000 ,506 ,000 ,024 ,678 ,139 ,014 ,457 ,000 ,320 ,000 ,478 ,000

Casillas con valores ennegrecidos corresponde a correlaciones no significativas Casilla en blanco correlación significativa α = 0,01 (bilateral) Casilla en gris correlación significativa α = 0,05 (bilateral)

anexos 277

(Continuación)Anexo AnexoVV4.4 (Continuación) 4.5 Coeficientes de correlación de Kendall entre descriptores D13 D1 D2 D3 D4 D5 D6 D7 D8 D9 D10 D11 D12 D13 D14 D15 D16 D17 D18 D19 D20 D21 D22 D23 D24 D25

Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral) Coef. Correl. Sig. (bilateral)

D14

D15

D16

1,000 . ,490 ,000 -,048 ,389 ,152 ,007 ,237 ,000 ,349 ,000 ,448 ,000 ,046 ,409 ,215 ,000 ,296 ,000 ,394 ,000 ,322 ,000

1,000 . ,121 ,030 -,040 ,481 ,016 ,771 ,241 ,000 ,353 ,000 -,245 ,000 ,283 ,000 ,258 ,000 ,404 ,000 ,216 ,000

1,000 . ,160 ,004 ,167 ,003 -,219 ,000 ,088 ,119 -,503 ,000 -,010 ,854 ,080 ,155 ,017 ,766 ,067 ,235

D17

D18

D19

D20

D21

D22

D23

D24

1,000 . ,055 ,341 ,328 ,000 ,049 ,388 -,059 ,297 ,244 ,000 -,029 ,605 ,204 ,000

1,000 . ,213 ,000 ,238 ,000 ,255 ,000 ,303 ,000 ,378 ,000 ,187 ,001

1,000 . ,012 ,831 ,117 ,039 ,393 ,000 ,269 ,000 ,433 ,000

1,000 . ,039 ,491 -,007 ,897 ,061 ,283 ,002 ,966

1,000 . ,174 ,002 ,445 ,000 ,159 ,005

1,000 . ,234 ,000 ,610 ,000

1,000 . ,203 ,000

1,000 ,233 ,000 -,043 ,446 ,002 ,972 ,645 ,000 ,633 ,000 ,063 ,269 ,330 ,000 ,163 ,004 -,089 ,113 ,186 ,001 -,092 ,104 ,185 ,001

1,000 ,725 ,000 ,031 ,585 ,291 ,000 ,011 ,840 -,088 ,117 ,231 ,000 -,039 ,494 ,208 ,000

Casillas con valores ennegrecidos corresponde a correlaciones no significativas Casilla en blanco correlación significativa α = 0,01 (bilateral) Casilla en gris correlación significativa α = 0,05 (bilateral)

278 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Anexo VV4.5 Anexo 4.6 Resultados del Análisis Factorial KMO y prueba de Bartlett Medida de adecuación muestral de Kaiser-Meyer-Olkin.

,903

Prueba de esfericidad de Bartlett

Chi-cuadrado aproximado

3775,889

gl

300

Sig.

,000

anexos 279

(Continuación) Anexo V4.5 (Continuación) Anexo V 4.6 Varianza total explicada Suma de las saturaciones al cuadrado de la

Autovalores iniciales

rotación

Componente Total

% de la

%

Total varianza acumulado 1 10,337 41,350 41,350 7,225 2 2,996 11,985 53,335 3,456 3 2,768 11,071 64,406 3,030 4 1,207 4,830 69,236 2,056 5 ,927 3,708 72,943 1,834 6 ,861 3,445 76,389 1,496 7 ,700 2,798 79,187 8 ,631 2,523 81,710 9 ,594 2,377 84,087 10 ,528 2,111 86,198 11 ,436 1,746 87,944 12 ,378 1,510 89,454 13 ,342 1,367 90,821 14 ,326 1,304 92,125 15 ,285 1,140 93,265 16 ,261 1,046 94,311 17 ,241 ,965 95,276 18 ,217 ,869 96,145 19 ,177 ,708 96,853 20 ,163 ,652 97,504 21 ,146 ,586 98,090 22 ,142 ,570 98,660 23 ,127 ,506 99,166 24 ,109 ,438 99,604 25 ,099 ,396 100,000 Método de extracción: Análisis de Componentes principales.

% de la varianza

% acumulado

28,899 13,826 12,120 8,224 7,337 5,983

28,899 42,725 54,845 63,069 70,406 76,389

280 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

(Continuación) Anexo V4.5

(Continuación) Anexo V 4.6 Matriz de componentes rotados Componente 1

2

3

4

5

6

Duradero / Efímero

,864

,122

,101

,057

,217

,120

Fuerte / Débil

,841

,176

,084

-,221 ,147

,159

Resistente / Nada resistente

,836

,172

,170

-,108 ,272

,069

Robusto / Endeble

,820

,088

,124

-,322 ,080

,121

Irrompible / Rompible

,782

,040

,181

,078

-,015

Profesional / Bricolaje

,724

,298

,187

-,066 ,017

,165

Alta calidad / Baja calidad

,712

,292

,362

,144

,213

,017

Bueno / Malo

,706

,405

,174

,155

,148

,180

Bien acabado / Mal acabado

,635

,447

,195

,231

,121

-,040

Duro / Blando

,600

,005

-,098 -,394 ,071

,183

Adherente / Deslizante

,597

,338

,301

-,034

Seguro / Inseguro

,515

,481

-,153 ,288

-,052 ,262

Agradable / Desagradable

,147

,845

,126

,060

,145

,075

Atractivo / Repelente

,181

,819

,246

,059

,072

-,050

Proporcionado / Desproporcionado

,236

,665

-,166 ,163

,063

,098

Cómodo / Incómodo

,345

,599

,074

,342

,097

,286

Moderno / Clásico

,193

,085

,899

,070

,092

-,002

De diseño / Convencional

,161

,067

,887

,089

,096

-,065

Sofisticado / Simple

,180

,038

,875

-,139 ,071

-,078

Ligero / Pesado

,069

-,124 ,113

,896

,010

,038

Fino / Basto

-,137 ,353

,185

,734

,100

,007

No vibra / Vibra

,306

,140

,126

,021

,841

,049

Antirrebote / Rebota

,386

,138

,124

,032

,777

,095

Clava fácilmente / No clava fácilmente

,168

,076

-,078 -,020 ,103

,928

Eficaz / Ineficaz

,504

,326

-,155 -,116 ,005

,536

,047

Método de extracción: Análisis de componentes principales. Método de rotación: Normalización Varimax con Kaiser. La rotación ha convergido en 7 iteraciones.

,351

,278

anexos 281

Anexo VV4.6 Anexo 4.7 Resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del grado de ajuste de la variable Factor, con cada uno de los niveles del factor fase, con una distribución normal,

F1 Calidad-Robustez

F2 Ergonomía-Estética

F3 Innovación

F4 Ligereza

F5 Efectos dinámicos

F6 Eficacia

N

Fase 1

Fase 2

Fase 3

Fase 4

48

48

48

48

Z de Kolmogorov-Smirnov

,824

,734

,710

,737

Sig. asintót. (bilateral)

,506

,654

,695

,648

48

48

48

48

Z de Kolmogorov-Smirnov

,640

,749

,870

,763

Sig. asintót. (bilateral)

,808

,629

,436

,606

N

N

48

48

48

48

Z de Kolmogorov-Smirnov

1,031

,816

,465

1,035

Sig. asintót. (bilateral)

,238

,519

,982

,235

48

48

48

48

Z de Kolmogorov-Smirnov

,643

,558

,444

,738

Sig. asintót. (bilateral)

,802

,914

,989

,648

48

48

48

48

Z de Kolmogorov-Smirnov

,535

,826

,873

1,384

Sig. asintót. (bilateral)

,937

,502

,430

,043*

48

48

48

48

Z de Kolmogorov-Smirnov

,515

1,056

,694

1,035

Sig. asintót. (bilateral)

,953

,215

,721

,235

N

N

N

p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad y concluimos que todos los factores, salvo el Factor 5 en la fase 4, se ajustan a una distribución normal

282 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

(Continuación) Anexo V 4.7 Resultados de la prueba de W de Mauchly para comprobar la homogeneidad de las varianzas entre los niveles del factor Fase en cada una de las variables (Factores)

* p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de homogeneidad de varianza, por tanto sólo la variable Factor 5 cumple con el supuesto de esfericidad

anexos 283

AnexoVV4.6 (Continuación) Anexo 4.7 Resultados del ANOVA de medidas repetidas utilizando el estadístico de contraste de Greenhouse-Geisser Suma de tipo III Factor 1 Calidad Robustez Factor 2 Ergonomía Estética Factor 3 Innovación

cuadrados

gl

Media cuadrática

F

Sig.

1,178

2,572 0,458

1,309 ,275

5,626

2,508 2,243

4,077 ,013*

1,261

2,555 0,494

2,185 ,103

Factor 4 Ligereza

9,691

2,028 4,779

7,365 ,001*

Factor 6 Eficacia

2,433

2,278 1,068

1,313 ,274

* p ≤ 0,05, rechazamos la hipótesis nula de igualdad de medias, por tanto la integración sensorial desarrollada a través de cada una de las fases, incide en los factores 2 Ergonomía Estética y el Factor 4 Ligereza

(Continuación) Anexo V 4.7 (Continuación) V4.6 Resultados del ANOVA de medidas repetidas utilizando el estadístico de contraste de Lambda de Wilks

Valor Factor 5 Efectos

,795

F

Gl de la hipótesis

3,872 3,000

Gl del error

Sig.

Eta al cuadrado parcial

45,000 ,015* 0,205

Parámetro de no centralidad Parámetro 11,616

Potencia observada

,790

dinámicos * p ≤ 0,05, rechazamos la hipótesis nula de igualdad de medias, por tanto la integración sensorial desarrollada a través de cada una de las fases, incide en el Factor 5 Efectos dinámicos

284 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Anexo VV4.7 Anexo 4.8 Resultados de la prueba de Kolmogorov-Smirnov para la comprobación del grado de ajuste de las distribuciones de la variable Factor con cada uno de los niveles del factor tipo de usuario con una distribución normal.

N Profesionales

Z de KolmogorovSmirnov Sig. asintót. (bilateral) N

Aficionados

Z de KolmogorovSmirnov Sig. asintót. (bilateral) N

Estudiantes

Z de KolmogorovSmirnov Sig. asintót. (bilateral)

Factor 1

Factor 2

Factor 3

Factor 4

Factor 5

Factor 6

64

64

64

64

64

64

1,397

,567

,904

1,031

,814

1,024

,040*

,905

,387

,238

,522

,245

64

64

64

64

64

64

,690

1,132

1,450

,408

,927

1,295

,728

,154

,030*

,996

,357

,070

64

64

64

64

64

64

,793

1,011

,956

,533

,670

,938

,556

,259

,320

,939

,761

,343

* p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de normalidad y concluimos que las variables (Profesionales Factor 1 y Aficionados Factor 3) no se ajustan a una distribución normal

anexos 285

(Continuación)Anexo AnexoVV4.7 (Continuación) 4.8 Resultados de la prueba de Levene para comprobar la homogeneidad de varianzas en cada una de la variables (Factores) con respecto al factor (Perfil de usuario) Factores

Estadístico de Levene

gl1

gl2

Sig.

F1 Calidad-Robustez

8,934

2

189

,000

F2 ErgonomíaEstética F3 Innovación

,006

2

189

,994*

6,879

2

189

,001

F4 Ligereza

9,610

2

189

,000

F5 Efectos dinámicos

4,777

2

189

,009

F6 Eficacia

4,493

2

189

,012

* p ≤ 0,05 rechazamos la hipótesis de homogeneidad de varianza, por tanto sólo la variable Factor 2 Ergonomía-Estética cumple con el supuesto de esfericidad

286 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

(Continuación) Anexo V 4.8 Resultados del ANOVA para las variables (Factores) de un solo factor (Perfil de usuarios)

* p ≤ 0,05, rechazamos la hipótesis nula de igualdad de medias, el tipo de perfil influye en la integración sensorial para F2 Ergonomía-Estética, F4 Ligereza y F5 Efectos dinámicos

anexos 287

(Continuación) 4.8 (Continuación) Anexo AnexoVV4.7 Resultados del ANOVA para las variables (Factores) de un solo factor (Perfil de usuarios) por los métodos de Welch y de Brown-Forsythe cómo alternativa a la violación de la homogeneidad de varianzas Estadísticoa

gl1

gl2

Sig.

F1 Calidad

Welch

1,603

2

120,274

,205

Robustez

Brown-Forsythe

2,011

2

164,498

,137

F2 Ergonomía

Welch

3,129

2

125,983

,047*

Estética

Brown-Forsythe

3,196

2

188,901

,043

F3 Innovación

Welch

,704

2

124,176

,497

Brown-Forsythe

,670

2

174,188

,513

Welch

3,380

2

123,077

,037*

Brown-Forsythe

4,063

2

163,633

,019

F5 Efectos

Welch

9,162

2

122,833

,000*

dinámicos

Brown-Forsythe

7,822

2

175,045

,001

F6 Eficacia

Welch

1,480

2

124,769

,232

Brown-Forsythe

1,654

2

179,567

,194

F4 Ligereza

* p ≤ 0,05, rechazamos la hipótesis nula de igualdad de medias, el tipo de perfil influye en la integración sensorial para F2 Ergonomía-Estética, F4 Ligereza y F5 Efectos dinámicos

288 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

presentación 289

Del id quas sum dolupti sunt mint quasinciisit aliquibus alic te nus, expella quatque velestiae sum dolo tem. Et re exere, core ped mod minctia simporepedis repe volorero inum hil ipsaernat as perunto id eseni aligendescia vent autempo sanderro bearchil in et elenti cullaborecte mint labor moluptaquunt que viderrum aut dis repedig enimagnatia num nimposse ipsus ex et aliquod molut etuscimet, occuscipsaes nulla doluptasi volent harum dolo con pro esequae corepe voluptature aut lamendit molorectat ditam que ipsam, natusam qui andi doluptaessi nullaceatem non pro quis moluptibusae voluptiat volupta volore exeress equiae nimporem fugia prae aciusapita poreicab id quatios audignis qui sanimo in cuptatis eaquiat. Dam reptatus. Rate commodi gnihitas maximus, officilis ea sus

290 aportaciones de la semántica del producto al diseño de herramientas

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.