LA PROSODIA EN DOS FORMAS DE IRONÍA EN ESPAÑOL

LA PROSODIA EN DOS FORMAS DE IRONÍA EN ESPAÑOL María Isabel Becerra Valderrama José Manuel Igoa González Universidad Autónoma de Madrid Resumen: el

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LA PROSODIA EN DOS FORMAS DE IRONÍA EN ESPAÑOL

María Isabel Becerra Valderrama José Manuel Igoa González Universidad Autónoma de Madrid

Resumen: el objetivo de este trabajo es investigar el papel de la prosodia en el reconocimiento de dos formas de ironía en español (hipérbole y pregunta retórica). Asimismo, pretendemos determinar si la prosodia ayuda a discriminar los enunciados irónicos de sentimientos como la tristeza o de enunciados con entonación neutra. Con estos propósitos, se realizaron dos experimentos, uno de discriminación y otro de identificación de intenciones y emociones expresadas por un hablante. Los resultados evidencian que la contribución de la prosodia al reconocimiento de enunciados irónicos es mayor en tareas de discriminación que en tareas de identificación. Por otra parte, los enunciados irónicos con intención de burla se reconocen significativamente mejor que los que tienen una intención crítica.

Introducción La ironía verbal es «una forma de lenguaje no literal donde implicaciones comunicativas del hablante son intencionalmente contradictorias al significado habitual de las palabras» (Bryant y Fox Tree 2005: 257). Por ejemplo, si le decimos a alguien a quien hemos esperado por más de una hora «puntual como siempre» a cambio de «has llegado tarde, como siempre», el significado de las palabras es diferente de su sentido habitual, es decir, la intención no es elogiar la puntualidad, sino por el contrario criticar su llegada con retraso. Y para que el oyente pueda reconocer que la intención del hablante es un reproche a su impuntualidad, debe tener en cuenta algunas claves que le proporciona el mensaje, entre ellas la prosodia. Algunas investigaciones señalan que el tono de voz usado por los hablantes es una clave importante en la identificación de comentarios irónicos, y que características como una entonación especial, la nasalización, un habla exageradamente lenta o un acento muy marcado proporcionan indicios de la intención irónica del hablante (Clark y Gerrig 1984; Kreuz y Roberts 1995). Nuestro presente trabajo se centra en la importancia de la prosodia en el reconocimiento de los enunciados irónicos de dos tipos, la hipérbole y la pregunta retórica, en comparación con enunciados que expresan tristeza y enunciados con una entonación neutra.

1. Aspectos importantes de la ironía La ironía permite a los hablantes criticar, exagerar o bromear sobre algo o alguien sin que nuestro interlocutor nos tome por groseros o descorteses. Es probablemente una de las armas más poderosas en nuestro discurso diario, un dispositivo para ocultar nuestras verdaderas intenciones y para evitar la responsabilidad de lo que decimos. El uso de la ironía es muy

habitual, estamos en contacto con ella a través de los medios de comunicación y la literatura (Schwoebel, Dews, Winner y Srinivas 2000; Bryant y Fox Tree 2002 y 2005), como también en las interacciones diarias con amigos, compañeros de clase o de trabajo o en nuestro entorno familiar (Gibbs 2000: 7). Algunos autores señalan que el uso de la ironía es más frecuente entre personas que tienen algún tipo de relación entre desconocidos, porque se usa para criticar o burlarse del oyente o la situación y se puede interpretar como una agresión si los interlocutores no se conocen. Como se ha mencionado antes, la ironía se usa con mucha frecuencia para burlarse o criticar al otro. La intención del hablante puede ser expresar un sentimiento negativo o una queja hacia el oyente, hacer un comentario humorístico de la situación y algunas veces, aunque con menos frecuencia, expresar sentimientos positivos hacia el oyente. Veamos un ejemplo tomado de la novela El Juego del Ángel (p. 69), de Carlos Ruiz Zafón: -¿Tú crees que Pedro Vidal iba permitir que ese atajo de mediocres estreñidos y envidiosos te pusieran de patitas en la calle sin hacer nada? -Una palabra suya al director seguramente hubiese cambiado las cosas. -Lo sé. Por eso fui yo quien le sugirió que te despidiese- dijo Vidal. Sentí como si acabase de darme una bofetada. -Muchas gracias por el empujón- improvisé.

En este ejemplo uno de los personajes expresa una queja, dándole las gracias a su interlocutor por ser él quien sugirió su despido. Lo anterior nos muestra que cuando el hablante usa la ironía, su intención es producir un efecto humorístico en el otro, porque quien es irónico recurre al humor para criticar a su interlocutor. Entonces la percepción del oyente no es tan negativa como cuando se hace una crítica de manera directa (Dews, Kaplan y Winner 1995: 366). Para comunicar sus intenciones el hablante puede recurrir a diferentes formas de ironía, entre las que se encuentran la hipérbole y la pregunta retórica (Gibbs, 2000; Kreuz y Roberts 1995), aunque muchos estudios asumen que la forma más común de ironía es el sarcasmo y algunos incluso aluden al sarcasmo para referirse a la ironía. El hablante que formula una pregunta retórica no espera una respuesta; en realidad la pregunta implica tanto afirmaciones de humor como de crítica (Gibbs, 2000: 12); por ejemplo, imaginemos una situación en la que dos amigos están hablando en un bar y uno le responde siempre con monosílabos «sí» o «no». Entonces el hablante le dice a su interlocutor ¿siempre eres tan comunicativo? con la pretensión de dirigir una crítica a la actitud de su compañero. Como afirma Escandell (1988), en la pregunta retórica el interlocutor no espera ningún tipo de respuesta, ya que la pregunta parece contenerla en sí misma. La retoricidad es una propiedad exclusivamente pragmática basada en los supuestos compartidos por los hablantes y en su capacidad de inferencia. Por lo tanto, en la pregunta retórica se espera que el hablante razone y acepte la respuesta que es obvia. En la hipérbole, el hablante se vale de una exageración de la realidad para expresar sus intenciones. Diversas investigaciones (Kreuz, 1996; Kreuz y Roberts, 1995) señalan que el uso de la exageración es un indicador claro de la intención irónica. El uso de un adverbio seguido de una expresión positiva expresa algo diferente del significado del enunciado en sí mismo. Por ejemplo, cuando alguien que lleva horas haciendo cola para comprar una entrada ve llegar a un conocido que le saluda y se cuela delante, el que lleva tiempo esperando le podría decir: «Eres increíblemente considerado». En este ejemplo, el uso del adverbio implica una intención irónica, en este caso censurar o criticar a quien se ha colado. La hipérbole y la pregunta retórica permiten al oyente reconocer las intenciones del hablante porque el uso de la exageración y de la interrogación retórica está estrechamente asociado con la ironía. En estudios como el realizado por Gibbs (2000), en donde se grabaron

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conversaciones entre amigos y compañeros de facultad, las preguntas retóricas y las hipérboles se percibían como burla y como crítica de alguna persona, objeto o evento, aunque predominaba la función de burla para las dos formas de ironía. Pero, ¿cómo puede el oyente recocer las intenciones de burla o crítica irónica del hablante? La significación de la ironía depende tanto de los rasgos paralingüísticos usados por los hablantes en la producción de las mismas como del conocimiento compartido, la información situacional, las normas y las expectativas sociales que tienen los participantes en la conversación cuando expresan sus intenciones usando enunciados irónicos. La prosodia es una clave importante de cara a la interpretación del discurso porque su rol comunicativo esta más allá de la forma gramatical del enunciado, y gracias a ella el hablante añade, potencia o cambia el significado de los enunciados verbales en las distintas interacciones que comparte a diario en diferentes contextos. La prosodia es uno de los principales rasgos fonéticos que varía dentro de una misma lengua. El estudio de la prosodia se ocupa de analizar y representar formalmente aquellos elementos suprasegmentales del habla, como son la acentuación, el ritmo y la entonación. Esta última incluye aspectos relacionados con el tono, la duración y la intensidad. El tono tiene como correlato acústico la frecuencia fundamental (f0), los hablantes pueden elegir hablar en un tono alto o bajo, al igual que subir o bajar de tono (Nooteboom, 1997: 642). La cantidad, cuyo correlato acústico es la duración, permite distinguir entre sonidos largos y breves cuando el hablante usa la lengua. Por último, la intensidad, que comúnmente se denomina volumen, presenta como correlato acústico la amplitud de la onda sonora. Se mide en decibelios (dB) y depende de condiciones externas a la emisión del enunciado. Clark y Gerrig (1984) señalan que el tono de voz facilita al oyente el reconocimiento del carácter irónico del enunciado, porque cuando el oyente asume un tono de voz diferente al habitual está expresando alguna actitud o sentimiento. En esta misma línea, en una investigación de Anolli, Ciceri e Infantino (2002) se encontraron diferencias en los patrones de entonación relacionados con el contexto (cooperativo y conflictivo). Estos autores presentaron variaciones en el tono, la intensidad y la articulación cuando querían expresar enunciados irónicos, lo que permite observar cómo el hablante elige la entonación irónica más efectiva y adecuada para expresar sus intenciones cuando usa la ironía. Por otra parte, algunas investigaciones se han centrado en el estudio de los cambios acústicos que pueden corresponder a un tono de voz irónico (Cheang y Pell, 2008; Rockwell, 2000 y 2007; Bryant y Fox Tree, 2002, 2005). Estos investigadores realizaron tareas de análisis de los valores de f0, duración e intensidad, así como tareas de percepción de enunciados irónicos de tipo sarcástico. Los resultados señalan que las variaciones en los rasgos de tono, duración e intensidad son las claves acústicas que indican una entonación sarcástica. Según estos estudios, estos rasgos asociados a las intenciones sarcásticas y la interacción con el contexto lingüístico son los factores que determinan cómo el hablante proyecta el mensaje sarcástico. Diferentes claves prosódicas como la variación en el tono, la intensidad, el ritmo, la duración y las cualidades de la voz están disponibles para que tanto el oyente como el hablante puedan producir y comprender enunciados irónicos. Además, las claves prosódicas nos proporcionan otra información sobre el hablante, como sus emociones y actitudes con respecto al tema, el interlocutor o la situación. La prosodia puede añadir información estrictamente lingüística o modificar el significado del contenido literal del enunciado. La situación comunicativa, la elección de las unidades lingüísticas y unas claves acústicas específicas como el «tono de voz» ayudan al hablante a reconocer cuándo la ironía es intencionada. Este trabajo que exponemos a continuación se ha realizado con el objetivo de analizar la contribución de la prosodia a la compresión de los enunciados irónicos de tipo pregunta retórica e hipérbole. Un segundo objetivo del trabajo ha sido determinar si la prosodia ayuda a

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discriminar enunciados irónicos de otros que expresan sentimientos como la tristeza o de enunciados con entonación neutra. Así pues, nos proponemos: 1) Analizar la contribución de la prosodia a la compresión de enunciados irónicos de dos clases: hipérboles y preguntas retóricas. 2) Determinar si la prosodia ayuda a discriminar enunciados irónicos de sentimientos (como la tristeza) o de enunciados con entonación neutra. 3) Comprobar el peso relativo de la prosodia en la identificación de intenciones irónicas con matiz de burla o de crítica en hipérboles y preguntas retóricas. Partiendo de estos objetivos, llevamos a cabo dos experimentos de reconocimiento y comprensión de enunciados presentados sin contexto discursivo, en los que se emplearon dos tareas complementarias de discriminación (Experimento 1) e identificación de intenciones comunicativas (Experimento 2). En ambos experimentos se contrastaron dos versiones de cada enunciado en pruebas separadas: una primera prueba en la que se presentaba el contorno de entonación de los enunciados sin contenido segmental y, por tanto, sin significado (condición de «contorno de f0»), y una segunda prueba en la que se presentaban los enunciados intactos (condición de «frase normal»). Seguidamente exponemos el método y los resultados de estos dos experimentos.

2. Método 2.1. Experimento de discriminación 2.1.1. Participantes La muestra estuvo compuesta por 28 sujetos adultos (13 hombres y 15 mujeres) con estudios universitarios y edades comprendidas entre los 20 y 40 años. Todos ellos participaron en el experimento de manera voluntaria.

2.1.2. Materiales Se usaron 48 enunciados (creados a partir de 6 preguntas retóricas y 6 hipérboles) de un corpus empleado en experimentos anteriores. Estos enunciados fueron grabados por un locutor entrenado con cuatro entonaciones diferentes (burla, crítica, tristeza y neutra). El locutor tenía la variedad de castellano de Madrid. Los enunciados fueron grabados empezando por la entonación neutra, seguida de las de burla, crítica y finalmente tristeza. Se le pidió a nuestro locutor que leyera según su propia intuición acerca de la entonación requerida en cada caso. Los enunciados fueron modificados con el programa PRAAT para crear una versión con el contorno de entonación desprovisto de contenido segmental («contorno f0»), a fin de contrastar esta versión con la oración intacta («frase normal»). Los enunciados se ordenaron por pares, para crear 16 pares con entonación del mismo tipo y 32 con entonación diferente.

2.1.3. Procedimiento Se administraron dos pruebas con una variación entre ellas. En la primera (contorno de f0), los sujetos escuchaban los enunciados sólo con el contorno de entonación; en la segunda, oían las

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frases con la información lingüística completa («frase normal»). El objetivo era evaluar si los sujetos eran capaces de determinar si los enunciados de cada par eran iguales o diferentes con respecto a la intención o emoción que estaban comunicando. Para ello, los participantes escuchaban cada par de enunciados separados por un ruido (a fin de advertir las diferencias entre cada uno) y marcaban en la hoja de respuesta si eran iguales o diferentes. Debido a la posible dificultad que podía entrañar esta primera prueba, se permitió a los participantes escuchar hasta tres veces cada par de enunciados si así lo requerían.

2.1.4 Resultados Presentamos por separado los resultados correspondientes a pares de enunciados «iguales» y pares de enunciados «diferentes». Los datos aparecen expresados en términos de proporción de aciertos. Asimismo se calculó la proporción de errores inducidos por cada una de las intenciones alternativas. 1) Discriminación de enunciados iguales Los pares de enunciados iguales eran siempre enunciados con un contenido lingüístico distinto, pero con la misma intención o actitud del hablante. Comparación entre condiciones de «contorno f0» y «frase normal» En la comparación entre las condiciones de «contorno de f0» y la «frase normal» se da un rendimiento significativamente mejor en el reconocimiento del par de enunciados como iguales cuando se dispone de información lingüística, en comparación con la condición de contorno de entonación. Además, la condición de crítica irónica presenta un peor rendimiento en la identificación de los enunciados como iguales (véase Figura 1). La mejora significativa del rendimiento en las oraciones con información lingüística se aprecia especialmente en las hipérboles de burla irónica y tristeza y en las preguntas retóricas de burla, crítica y tristeza. (véase Figura 2)

Figura 1

Figura 2

2) Discriminación de enunciados diferentes En las condiciones de discriminación entre enunciados diferentes, se presentaban pares de enunciados con contenido lingüístico distinto y un perfil de entonación asimismo diferente.

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Comparación entre condiciones de «contorno f0» y «frase normal» Los resultados muestran pocos cambios de rendimiento en la tarea de discriminación de pares diferentes cuando se añade información lingüística (con la única excepción de las hipérboles de tristeza). Por otra parte, se da un mejor rendimiento en la discriminación de enunciados de burla irónica, tanto en hipérboles como en preguntas retóricas (véanse Figuras 3 y 4).

Figura 3

Figura 4

3) Interferencia Los datos que se presentan en este apartado expresan la proporción de errores generados por una intención comunicativa alternativa a la correcta en cada caso. Con estos datos pretendemos evaluar cuál de las intenciones o actitudes provocaba más errores en las respuestas de los sujetos al discriminar si los enunciados de cada par eran iguales o diferentes. Los resultados muestran una mayor proporción de errores (interferencia) causados por competidores de burla y crítica (véase Figura 5). Otro dato a destacar en la comparación entre condiciones de «contorno f0» y «frase normal» fue el patrón inverso hallado entre hipérboles y preguntas retóricas de burla y crítica en función del tipo de información suministrada en los enunciados (contorno de f0 o frase normal), dado que la inducción de errores fue mayor en la condición de «contorno de f0» para las hipérboles de esas categorías y menor en esa misma condición en el caso de las preguntas retóricas (véase Figura 6).

Figura 5

Figura 6

6

2.2. Experimento de identificación 2.2.1. Participantes La muestra estuvo compuesta por 21 estudiantes de cuarto año de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid (18 mujeres y 3 hombres) con edades comprendidas entre 20 y 30 años.

2.2.2. Materiales Se emplearon 50 enunciados (25 hipérboles y 25 preguntas retóricas) en cuatro versiones (burla irónica, crítica irónica, tristeza y neutra). Al igual que en el primer experimento, estos enunciados fueron modificados con el programa PRAAT para crear versiones de los mismos con el contorno de entonación sin contenido segmental («contorno f0»). Los materiales fueron los mismos que se usaron en la prueba de discriminación.

2.2.3. Procedimiento Del mismo modo que en el primer experimento, se administraron 2 pruebas: en la primera («contorno f0») los sujetos escuchaban sólo el contorno de entonación; en la segunda oían las frases con la información lingüística completa («frase normal»). En cada ensayo se escuchaba un solo enunciado. El objetivo de esta prueba era evaluar si los sujetos eran capaces de identificar la actitud o emoción comunicada por el enunciado eligiendo entre dos opciones disponibles. Para ello escuchaban cada enunciado (hasta tres veces si así lo precisaban) y marcaban en la hoja de respuesta la emoción o intención que intentaba comunicar el hablante.

2.2.4. Resultados Los datos se analizaron teniendo en cuenta la proporción de aciertos de los participantes y la proporción de errores inducidos por la intención alternativa.

1) Proporción de aciertos en la tarea de identificación Comparación entre condiciones de «contorno f0» y «frase normal» Según se aprecia al comparar los datos de las Figuras 7 y 8, el nivel de acierto en la identificación de la intención comunicativa es mayor cuando se dispone de información lingüística completa. Esta mejora del rendimiento fue mayor en las preguntas retóricas que en las hipérboles, según se observa al comparar los datos de las Figuras 9 y 10. Por otra parte, el rendimiento en el reconocimiento de intenciones comunicativas es similar en las hipérboles y las preguntas retóricas. Por último, cuando sólo se disponía de la entonación del enunciado (contorno de f0) se dio una mejor identificación de las intenciones de burla y crítica irónicas con respecto a los enunciados con entonación neutra y de tristeza (Figura 7).

7

Contorno de f0

Frase normal

1,0

1,0

0,9

0,9

0,8

0,8

0,7

0,7

0,6 0,5

hipérbole

0,4

pregunta

0,3

0,6 0,5

hipérbole

0,4

pregunta

0,3

0,2

0,2

0,1

0,1

0,0

burla

0,0

crítica tristeza neutra

burla

crítica tristeza neutra

Figura 7

Figura 8

Hipérboles

Preguntas retóricas

1,0

1,0

0,9

0,9

0,8

0,8

0,7

0,7

0,6

burla

0,6

burla

0,5

crítica

0,5

crítica

0,4

neutra

0,4

neutra

0,3

0,3

0,2

tristez z a 0,2

0,1

0,1

0,0

tristez za

0,0

contorno f0

frase normal

contorno f0

Figura 9

frase normal

Figura 10

2) Interferencias en la tarea de identificación Se pretendía evaluar qué intenciones o actitudes provocan más errores en las respuestas de los sujetos en la tarea de identificación. Esta interferencia se presenta cuando los sujetos elegían de forma errónea entre dos posibilidades que tenían en la hoja de respuestas (burla-crítica, burlatristeza, crítica-neutra, etc.), la que creían que era la intención o emoción expresada. Los resultados se expresan en proporciones de error.

Contorno de f0

Frase normal 1,0

1,0

0,9

0,9

0,8

0,8

0,7

0,7

0,6

0,6 0,5

hipérbole

0,5

hipérbole

0,4

pregunta

0,4

pregunta

0,3

0,3

0,2

0,2

0,1

0,1

0,0

0,0

burla

crítica

tristeza neutra

Figura 11

burla

crítica

tristeza neutra

Figura 12

8

Hipérboles

Preguntas retóricas

1,0

1,0

0,9

0,9

0,8

0,8

0,7

0,7

0,6

burla

0,6

burla

0,5

crítica

0,5

crítica

0,4

neutra

0,4

neutra

0,3

0,3

0,2

tristez z a 0,2

0,1

0,1

tristez za

0,0

0,0

contorno f0

frase normal

Figura 13

contorno f0

frase normal

Figura 14

Comparación entre condiciones de «contorno f0» y «frase normal» Según se puede apreciar en las Figuras 11 a 14, cuando se dispone de información lingüística completa se reduce significativamente la proporción de errores en todas las condiciones. Esta reducción de errores afecta de manera similar a hipérboles y preguntas retóricas (véanse Figuras 13 y 14). Por otra parte, y como dato singular, los enunciados con entonación de tristeza provocan en líneas generales menos interferencias en la identificación de intenciones comunicativas.

Conclusiones Los resultados obtenidos en el presente estudio ponen de manifiesto que la prosodia (en particular las propiedades melódicas del enunciado) ejerce una influencia parcial sobre el reconocimiento de la intención comunicativa. El contorno de entonación desprovisto de información segmental y lingüística no resulta en general suficiente para identificar las intenciones comunicativas. En la tarea de identificación, así como en la discriminación de pares iguales, el número de aciertos fue mayor, tanto en hipérboles como en preguntas retóricas, cuando se presentan los enunciados completos (frase normal). Por otra parte, en la tarea de discriminación de pares diferentes existen pocos cambios respecto de aquella en la que se añade información lingüística, lo que parece indicar que la prosodia proporciona información al oyente independientemente de la información lingüística. Por consiguiente, si las claves prosódicas funcionan tanto independientemente como en interacción con otras claves y existe una prosodia irónica específica, podemos concluir, de acuerdo con Cheang y Pell (2007), que la ironía verbal viene caracterizada por una gran variedad de factores. Una de las funciones sociales asociadas a la ironía es el humor (Dews et al., 1995). Estos autores nos dicen que puede ser útil para el hablante ser divertido cuando tal vez está siendo crítico. Es más probable que los hablantes identifiquen el humor como un objetivo comunicativo de la ironía que de los enunciados literales. La ironía puede ser más divertida que el lenguaje literal por la sorpresa producida por la discrepancia entre lo que se dice y se quiere significar. Los resultados de nuestro estudio señalan que entre los enunciados irónicos, los de burla son los que mejor se identifican y discriminan, si bien la información del contorno de f0

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no resulta suficiente para identificarlos. En este mismo sentido apuntan los resultados de Gibbs (2000), quien observó que las preguntas retóricas y las hipérboles se entienden a la vez como burla y como crítica de alguna persona, objeto o evento, si bien predomina la función de burla en ambas formas de ironía. Por nuestra parte, en ambos experimentos los enunciados de crítica irónica presentan tasas menores de identificación que de discriminación, aunque provocan interferencias de magnitud similar a las burlas. Entre las dos formas de ironías usadas, hipérboles y preguntas retóricas, se aprecian pocas diferencias en el patrón general de resultados, aunque debemos subrayar que las hipérboles de burla y de crítica en el experimento de discriminación y las hipérboles de burla en el de identificación muestran un mejor rendimiento. El uso de la exageración es un indicador de las intenciones irónicas de los hablantes, y a tenor de nuestros resultados, esta propiedad de los enunciados tiene mayor peso que la retoricidad (asociada a las preguntas) en el reconocimiento de los enunciados irónicos. En conclusión, este trabajo sugiere que las claves entonativas de la prosodia permiten a los oyentes discriminar intenciones irónicas de sentimientos como la tristeza o de enunciados con entonación neutra. En el experimento de discriminación podemos observar cómo la prosodia funciona hasta cierto punto de manera independiente a la información lingüística, mientras que en el de identificación, este parámetro interactúa con la información lingüística. En líneas generales, la intención que se reconoce peor en la ironía es la burla.

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