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La tesis: ciencia, epistemología, protocolo, técnicas y sobretodo un modo de vida. Este esfuerzo por aclarar qué es vivir una tesis de grado, involucrará toda nuestra atención intelectual, moral y literaria para poder siquiera bosquejar en este breve curso de inducción un contexto. El elaborar una tesis de grado, no es posible planamente exponer sus quehaceres en un sentido de algo estático, la investigación científica avanza cada día, sin embargo, sus protocolos documentales para presentar los resultados, tales como, artículo científico, ensayo, revisión y la tesis entre otros, sus cambios son relativamente más lentos; su epistemología responde a revoluciones científicas; sus medios de comunicación de resultados cambian muy rápido; bases de datos, Web de revistas, registros DOI, sistemas de alerta, entre otros, hacen su poner que elaborar una tesis es un asunto de vivir la ciencia. Como ejemplo, introducimos algunas tareas comunes al construir una tesis, que la definen como la actividad dialógica racional de sostener una hipótesis de verdad por medios intelectuales, morales, técnicos, epistémicos, argumentales, documentales entre otros muchos recursos necesarios.
Revisión del estado del arte
Esta actividad nos permite justificar la existencia intersubjetiva de problemas científicos y determinar el tópico que nos limitara la parcela de la realidad (tema de tesis) que pretenderemos explorar con la ciencia.
Plantear un problema en términos especializados
Desde la naturaleza del tipo de problema que estamos con la intensión de explorar, valuaremos en términos teóricos la pertinencia de las variables, premisas dentro de una ideología, con el fin de componer un argumento que declare el problema que atenderá nuestro trabajo de investigación.
Hipótesis, preguntas de investigación
Proposiciones sobre la realidad, que nos permiten la posibilidad de llegar a discutir y proponer una conclusión.
Valores epistémicos
Son el contexto moral del compromiso de la ciencia con el hombre, honradez intelectual, respeto a los referentes teóricos y metodológicos que exige el problema. El compromiso con la verdad, con la libertad de conciencia y con el respeto total a los derechos de autor.
Referente filosófico
Identificar los digestos de las ideologías de la verdad, sistemas de conceptos que permiten interrogarnos e interrogar la realidad, la acción científica y su marco moral.
Esta propuesta que se pone a su consideración, no pretende sustituir tanta literatura en materia de redacción científica, en elaboración de argumentos y estilos documentales de presentación del protocolo de tesis; su alcance es muy modesto, sólo pretende contribuir a orientar los esfuerzos de los estudiantes universitarios al transitar del proceso de investigación científica al de elaboración de la tesis, es decir, es tan común que los novel confundan estos términos, como si fuera lo mismo reportar hallazgos científicos que pensar con el lenguaje de la ciencia. I. II. III. IV. V. VI. VII. VIII. IX. X.
Concepto de ciencia Proceso de investigación Diferencia entre información, conocimiento y sabiduría de la ciencia Marco teórico Problema‐Hipótesis Metodología Análisis de resultados Discusión Conclusiones Informe final de investigación: Tesis
Sesión 22 de Noviembre de 2010. I. Concepto de ciencia
La ciencia es una tradición, con terminología, sintaxis y pragmática propia de una exploración dialógica racional de la realidad (mediante proposiciones) donde los sujetos que la realizan son un ser sensible que conoce y actúa. Observadores de fenómenos (apariencias), constructores de conceptos y proposiciones, movidos por intenciones. El conocimiento de los hechos es producto de la relación sujeto/objeto, entre explorador y lo explorado (la realidad). Lo real de acuerdo a la separación hecha por Descartes entre mente y realidad, es todo lo que existe independientemente de nuestras mentes y de cualquier sujeto. Realidad puede definirse como el universo de todas las cosas reales, es decir, un conjunto que al final es irreal, dado que su interpretación humana es mediante el lenguaje y este último nunca será la cosa en sí. El realismo es la tesis de que hay cosas reales, de acuerdo con Bunge, filosóficamente está constituido por siete principios (http://es.wikipedia.org/wiki/Mario_Bunge ): Realismo ontológico: el mundo exterior existe independientemente del sujeto cognoscente. Realismo gnoseológico: Es posible conocer el mundo. Todo conocimiento de los hechos (experiencia) es incompleto, falible y mucho de él es indirecto. Realismo semántico: Algunas proposiciones se refieren a (tratan de) hechos. Algunas de estas proposiciones (fácticas) son aproximadamente verdaderas; en principio, toda aproximación es perfectible. Realismo metodológico: La mejor estrategia para explorar el mundo es el método científico (cientificismo). Realismo axiológico: Hay valores objetivo, aquellos que están arraigados en necesidades biológicas y sociales; tales como la salud, el conocimiento, la seguridad, la paz, la protección ambiental y la equidad. Realismo moral: Hay hechos morales, tales como las acciones generosas y egoísta; la solidaridad, la democracia, el derecho. Un hecho moral se define como un hecho que impone un problema moral a una persona en una cultura determinada. Un problema moral es el que requiere de la invención o aplicación de una regla moral para su resolución. Realismo práctico: Hay pares objetivos (medios‐fines), tales como: trabajo, bienestar; conocimiento, eficacia, y participación, democracia. Es decir que hay medios objetivamente más eficientes que otros para lograr un determinado fin, teniendo la responsabilidad de no dañar a terceros.
Para adentrarnos en el concepto de ciencia como tradición práctica del pensar y el sentir, para este seminario taller, ponemos a su disposición el documento que se discutirá en la actividad A) en la URL: http://dieumsnh.qfb.umich.mx/ciencias.htm
Actividad A: Leer detenidamente el texto citado, apoyándose de diccionarios y demás literatura, con el fin de que pueda tener una interpretación correcta, que le permita participar de una discusión en grupo en la siguiente inmediata sesión. Sesión 23 de Noviembre de 2010. II. Proceso de Investigación El protocolo de investigación de Tesis y el proceso de investigación están estrechamente vinculados. La Tesis como protocolo documental es un medio de planificación de la investigación científica, dado que sin él se estaría investigando de manera desordenada, esta planificación puede corregirse hasta el punto que no nos bloque en el avance. La investigación como proceso es mucho más compleja que comprender el protocolo de investigación, porque a través de este proceso se realiza el método por el cual el investigador tendrá necesariamente que transitar hasta llegar a obtener los resultados que le permitan evaluar la hipótesis de investigación. Proceso 1. Visualización textual del objeto de estudio, sus conceptos filosóficos y marco teórico, donde se da la construcción del problema como objeto de investigación científico. Generalmente cuando el tesista tiene poca experiencia, esta visualización tiene lugar primeramente en una revisión o estado del arte sobre un tópico científico y en seguida en la elaboración de un anteproyecto de investigación que le permite planear el comienzo de la actividad de investigación. La tesis como protocolo es una textualidad argumentativa, que de acuerdo con la norma NTC 1486, se integra por: Preliminares TAPA O PASTA 1.2 GUARDAS 1.3 CUBIERTA 1.4 PORTADA 1.5 PÁGINA DE ACEPTACIÓN 1.6 PÁGINA DE DEDICATORIA 1.7 PÁGINA DE AGRADECIMIENTOS 1.8 CONTENIDO 1.9 LISTAS ESPECIALES 1.10 GLOSARIO 1.11 RESUMEN
Texto o cuerpo 2.1 INTRODUCCIÓN 2.2 CAPÍTULOS 2.3 CONCLUSIONES 2.4 RECOMENDACIONES
Complementarios
BIBLIOGRAFÍA • BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA • ÍNDICES • ANEXOS URL de apoyo:
http://www.uceva.edu.co/ingenieria/images/norma/ntc1486.pdf http://www.pascualbravo.edu.co/buzon/orfi.alzate/Normas%20icontec.pdf http://literatura.uniminuto.edu/images/pdf/normasapa.pdf La tesis como composición escrita del pensar, es un cuerpo argumentativo, constituido por terminología especializada, proposiones, premisas y conclusiones. Para definir algunas características del análisis que da forma a la prosa del tesista, debemos estudiar la relación ciencia versus escritura. El contenido de la prosa, constituye una categoría semántica autónoma, que no se reduce a la descripción o a la prescripción. Una misma semántica puede sugerir diferentes interpretaciones plausibles. Del mismo modo la actividad teórico normativa (prescriptiva) puede ser sometida a la paráfrasis resultando diferentes explicaciones de ella. Para cada caso, apuntamos siempre a una faceta reflexiva de segundo orden, que es propia de la ciencia. Nuestro asunto de fondo nos conduce a preguntarnos: ¿cuál es el método adecuado para acometer tal tarea?. Nos apoyaremos en la opción estructuralista (formalista), la versión contemporánea ha ampliado su contexto de acción más allá de lógica como instrumento para evaluar la teoría empírica, no renuncia al formalismo matemático sino que lo trasciende. Desde aquí, los estructuralistas dirían que la tarea propia de la actividad del tesista es la de generar una gramática de la ciencia, la de ofrecer un modelo de interpretación teórica, un armazón conceptual y un modo de vida gobernado por los valores de la ciencia. En gran medida para el tesista la relación del enfoque estructuralista con su objeto de estudio es una teoría narrativa, es la misma experiencia que mantiene ésta con su objeto de investigación, la cual, en rigor, no consiste en una paráfrasis y una nueva argumentación de los hechos, sino en una nueva visión de los objetos científicos, en una propuesta emocional para contemplar unos fenómenos de cierta manera, sin renunciar a la experiencia epistémica expresada en la teoría científica formal. Es habitual que la tesis elabore una nueva propuesta de representación teórica bajo nuevas luces del objeto representado, donde las representaciones alternativas y diferentes no implican arbitrariedad, sino tensión o puesta en relieve de aspectos diferentes del mismo objeto. Esta idea es expresada a través del análisis de la diferencia existente entre “representación de” y “representación como” y puede hablarse incluso, con sentido, de estilos fraseológicos en la prosa del tesista y de la faceta creativa e inventiva de recursos documentales para iluminar aspectos o matices no vistos bajo perspectivas alternativas. Ofrece, desde la aparente neutralidad política,
una gramática de la ciencia, puede o no comprometerse con una escuela determinada en nombre de la pluralidad. De hecho, reconocemos que la literatura convencional universitaria en México, gran parte de esta tiene como atributo la pobreza que impide valorar y analizar uno de los aspectos más importantes de la empresa científica, la vivencia científica misma y los motivos de los científicos, más allá del análisis de los productos finales, es decir, enfocarse en las teorías científicas y sus mensurando de la realidad. Por tanto, en esta literatura no se dice nada acerca de cómo se elaboran, nada acerca de los procesos de idealización, del rol de la experimentación en la construcción teórica, nada acerca de los enigmas científicos, ni sugieren nuevas vías para la imaginación y creatividad científica, nada, finalmente de cómo se admiten las teorías científicas para continuar el diálogo en la ciencia. La prosa del tesista, no son epistemologías simplemente, sino narrativas sobre lo qué es la ciencia, ambas la caracterizan como una actividad con un objetivo de verdad, con unos criterios sociales, etc. Y tales narrativas van acompañadas de diferentes modos de ver la ciencia, hacia sus valores y hacia las condiciones de aceptación por aparte de la comunidad epistémica en cuestión. La definición de la prosa como tarea fraseológica de la actividad científica, es una actitud crítica y en gran medida es la propia práctica científica. Si bien es actitud crítica, si no la dotamos de contexto se convierte en una expresión vacía, causa de su generalización, por ello, se intenta definir tal actitud asociada a la narrativa empirista de la ciencia, con un empirismo nuevo, alejado de la idea que reduce el pensar al vivir. Es decir, en el sentido de la característica posracionalista constructiva de la actividad científica moderna, el tesista construye narrativas de la experiencia de la actividad científica. Van Fraassen1 nos apoyará en nuestro recorrido deconstructivo de los conceptos y por los supuestos asociados a la creencia de equiparar las leyes con el orden natural y la teoría en un orden determinístico natural, para reorientarnos a ver la actividad científica como la tarea constructora de modelos fraseológicos de los fenómenos a partir de lo que es actual y observable, al abordaje de teorías o hipótesis como adecuadas.2 Esto supone la incursión en la manera de hacer ciencia y evitar los peligros de la instauración en el dogma, una actitud necesaria ante los prolegómenos, al afirmar que sólo cuando el científico interrumpe su adormecimiento dogmático, éste logra innovar teóricamente. Los procesos de aceptación de las teorías científicas no constituyen el final de un proceso de escritura de la prosa del tesista, no nos tumbamos a adorar a ellas, las teorías no son respuestas a enigmas en las que podamos descansar, la imagen de la narrativa científica como una práctica creativa, innovadora, constructiva y mediadora, su educación racional y aceptación de los tesistas se produce a través del proceso mismo de construcción y mediación experimental características de la práctica cotidiana de las diferentes disciplinas. En otras palabras, los compromisos con estos marcos teóricos son por sustentación y desarrollo, compromisos con líneas de investigación que asumen la interpretación de los fenómenos con las categorías sentadas en una corriente del pensamiento. O mejor, supone considerar estas líneas y teorías o marcos interpretativos como
guías hipotéticas expertas que nos orientan en una dirección que nunca sabremos si es la verdad. Esta imagen del experto investigador que guía nuestras ideas se revela muy productiva ya que pone el acento en las actitudes hacia los modelos e hipótesis más que en sus contenidos y permite, al tiempo, valorar los procesos de cambio de las ideas, como un proceso racional de libre elección y no un mero ajuste o actualización de la información ante nueva evidencia tal si se tratara de una teoría probabilista de la decisión. Nosotros estamos del lado que sostiene que la investigación no es probabilismo de redes bayesianas propio de la inteligencia artificial, y hacemos del voluntarismo jamesiano, la bandera de la propuesta literaria del tesista: afirmamos que la verdad depende de las exigencias prácticas de la vida de los hombres, inclusive su ausencia está en detrimento de la razón, por tanto, la voluntad es la base para el juicio, la moralidad, la determinación intersubjetiva de la verdad. Nos inspiramos para la prosa del profesor escritor en los trabajos de P. Feyerabend3 este compromiso con un marco interpretativo no impide que se renuncie a la elaboración de marcos teóricos alternativos. Muy al contrario, una idea de progreso que hace más énfasis en cómo somos capaces de alzarnos sobre los hombros de los éxitos pasados que en el hecho, también innegable, de que el aprendizaje depende crucialmente de la exploración de hipótesis empíricas rivales. En otras palabras, existe una necesidad de avance en la investigación científica pero no una necesidad de suspender la aceptación de la ciencia actual mientras avanzamos. El valor del avance es, por otro lado, también resultado de una imagen del mundo expresada más que en términos especializados, en las actitudes hacia las afirmaciones empíricas, una actitud de alejamiento o indiferencia respecto a ellas, ya que todas deben prepararse para rendirse a la fortuna de la experiencia futura. “El hombre es un campo de investigación en el que aún hoy día puede observarse un número de indeterminado de fenómenos antes nunca vistos a los cuales todavía no se ha dado nombre”. Arnold Gehlen, El hombre 4 En conclusión, el tesista invita a considerar la ciencia y nuestra realidad como un complejo sistema de diferentes dominios no relacionados en ninguna forma sistemática o uniforme previa, parece erigirse en la imagen más adecuada que puedan construir los hombres de nuestro mundo y nuestra ciencia a la luz de la literatura especializada. El tesista se ha encontrado clásicamente en una perspectiva poco reconocida en la sociedad: no siendo el mismo un científico se encarga, sin embargo, del estudio y la educación en ciencias. Tan paradójica situación ha hecho que los propios científicos lo acusen unas veces de inutilidad, porque la ciencia puede funcionar sin su ayuda, y otras veces de injerencia, de dar imágenes distorsionadas de su actividad precisamente porque los tesistas no son practicantes consolidados de la ciencia. Esto se debe en gran medida a la imagen generalizada que provoca la Concepción Heredada que, con el fin de conseguir supremacía y autonomía para la filosofía de la ciencia, centro su tarea en su carácter de reflexión de segundo orden, con capacidad de análisis de los métodos y resultados de la ciencia mediante un método específico y distintivo de la ciencia.
La Concepción Heredada de la ciencia de Putnam, 1962 se define:5 “La concepción heredada se puede asumir como paradigma en lo que respecta a la forma de entender la ciencia y la tecnología (respecto de su contenido así como en lo referido a su organización interna como comunidad de científicos), pero también acerca de lo que han de ser la política científico‐tecnológica, el cambio tecnoeconómico y el papel de la sociedad en todo ello así como la forma de su interacción. Para ello se basaba en dos eventos históricos que habían tenido lugar antes de las formulaciones inicial de la Concepción Heredada6, Zubiri, Lakatos y la crisis gödeliana del fundamento matemático y los nuevos desarrollos de la lógica, en cuya resolución jugó un papel fundamental el recurso de métodos metamatemáticos y el análisis lógico. Ya Aristóteles había visto que el análisis lógico era eficaz en la resolución de crisis internas del conocimiento científico. Aunado a esto, la aparición del giro lingüístico que parte del supuesto de que el conocimiento es un reflejo fiel y neutral de lo conocido, preconizaba el estudio del lenguaje en que se describe la realidad y se dice que el conocimiento es la forma más objetiva e intersubjetiva de analizar la realidad del hombre. La Concepción Heredada asignaba la tarea central al tesista, que consistía en el análisis y, por tanto, en la reconstrucción de la estructura lógica de las teorías científicas mediante métodos metamatemáticos. Al incorporarse el giro lingüístico, la exigencia depara en el análisis lógico del discurso científico, las teorías tienen la misma estructura que sus formulaciones verbales. La educación de la ciencia resultante pretendía ser una reflexión sobre la naturaleza y características del conocimiento científico, pues intentaba establecer sus condiciones necesarias y suficientes para su validez. Esta forma de entender la ciencia, introducía, sin embargo, una fuerte tendencia a lo memorístico y a lo enciclopédico. La actividad del aprendizaje de la ciencia, debe observarse más allá de los números procesos lógicos de análisis, situando la discusión entre los contextos constituidos en la actividad de invención de una teoría y los contextos de justificación de la misma, los cuales, estos últimos se caracterizan por procesos de armazón deductiva, contrastación, rechazo o aceptación de una teoría. Los procesos del primero, no influyen sobre la forma o aplicación de la teoría, ni sobre su evaluación cognitiva. Por ello, por error sólo el contexto de justificación interesa al tesista. Esta idea limita la actividad del tesista a la simple formación de las teorías construidas y formuladas al paso de la historias de las ideas científicas. Su estudio escolar no profundiza en la estructura lógica de las teorías, de esta manera la Concepción Heredada hacia ver a las teorías como ideas aisladas y estáticas, negando la dinámica tan importante de los aspectos vivenciales de la actividad científica de invención, concediendo sólo una importancia secundaria al escenario externo: nos referimos a la filosofía de la ciencia, la psicología de la actividad científica, la lingüística, entre muchos otros. Esta idea empobrecida de la ciencia, postulaba que el conocimiento científico es el más verdadero y genuino; mientras que el conocimiento vivencial ordinario, si se le parecía al primero en su objetividad, en decidibilidad, en su intersubjetividad y en su racionalidad (propiedades del
conocimiento científico) era tomado en cuenta. La objetividad, la entenderemos como aquello que constituye un objeto, más allá de la influencia del aparato cognitivo con el que se observa, de los supuestos y deseos de los observadores. La evaluación de una proposición, que permite concluir falsedad o verdad la llamaremos decidibilidad. Cuando una verdad provisional en el tiempo es producto de un consenso público, es decir, independiente de los sujetos individuales, decimos que hay intersubjetividad. Cuando un constructo proposicional que representa conocimiento hipotético está justificado por la lógica matemática, es revisable en contraste con la evidencia y permite realizar una crítica racionalista dialógica decimos que hay en él racionalidad. La Concepción Heredada concebía al criterio empirista de la experiencia como la última autoridad y garantía de un buen conocimiento. Lo genuino como rasgo del conocimiento se determinaba por lo decidible a posteriori, negando otras formas de conocimiento genuino a priori, como las matemáticas. Con la aparición de la concepción lingüística, lo genuino se amplió a la valuación fraseológica de los significados y su contrastación con los hechos para validar la verdad o falsedad del conocimiento científico. Validación que debe ser objetiva e intersubjetiva, es decir de criterio neutral pero de crítica feroz. La Concepción Heredada hace suyo el giro lingüístico y con ello le dice a la educación de la ciencia la importancia capital que tiene en la educación la formación del lenguaje especializado. Además, la educación de la ciencia debe hacer del lenguaje artificial (matemáticas) el aparato cognitivo para replantear, deconstruir y reconstruir las teorías científicas. Al superar la Concepción Heredada, el lenguaje además de su sintaxis lógica y semántica ligada los hechos, los términos se abrieron a su construcción semántica metaempírica, donde todas las frases podían evaluarse en relación a la realidad o la posibilidad de otras realidades términos tan comunes en la química y la biología sintética. Una frase tiene sentido sí y sólo si puede correlacionarse empíricamente o como razón pura, a partir de las matemáticas que pueden demostrar. Poincaré nos decía que las frases o argumentos matemáticos poseen semántica aunque no conexión empírica, por ello no pueden ser correlacionados con los hechos, sin embargo, la matemática posee en cuanto por ser tautología, lo objetivamente demostrable. La tesis resulta que como actividad sustantiva de formación científica, reconstruye teorías como estructuras sintácticas, es decir, armazones lógicas que sostienen términos no lógicos (conceptos); resultando que deja ver a las teorías como un conjunto de frases (proposiciones), organizadas por una ideología y problematizadas lingüísticamente; así las frases son unidades o premisas independientes una de las otras, aunque las unen relaciones de deductibilidad, unas guardan observables empíricos, otras hipotéticos o son singulares o universales; pero finalmente son hipótesis falseables. El número de frases que integra una teoría es variable y de posibilidad infinita. En un método metamatemático las frases representan un sistema que da forma a la teoría, axiomatizados y derivados como teoremas presentan a las leyes u otras teorías. Frases constituidas por términos no lógicos, distintos a observables las llamaremos freses teóricas (las leyes). Mientras que las frases que significan a algo independiente a lo teórico y encuentran su falseabilidad en la experiencia propia del experimento científico (frases empiristas). Una frase teórica generalmente es muy compleja en su armazón lógica, pero su rasgo distintivo es su
semántica ontológica. Esta frase teórica se refiere a algo en la realidad, sobre un conjunto de hechos inobservables susceptibles de falseabilidad con relación a la realidad. Cuando la frase teórica no es de la posición realista, es generalmente de tipo instrumental, es decir, de combinación de términos observacionales que vinculan eventos que permiten organizar la experiencia, pero no son falseables. Ambas frases, la teórica y la empirista están separadas, en sus sentidos realistas o instrumentalista, un tesista debe crear un puente deductivo entre las frases teóricas y sus derivados observacionales que permiten explicar la teoría en función de sus términos empíricos. Al complejizarse la terminología científica, se hace ahora indispensable en la deconstrucción de teorías, los tesauros, diccionarios especializados, reglas de traducción fraseológica y sistemas de redacción, estilos y manuales de composición escrita. Al conjunto de frases, es decir el parágrafo, representa la unidad argumental que nos dice hipotéticamente cómo será la realidad si estas frases fueran verdad. Esto implica que cada proposición sea verdadera ya sea por confrontación directa con los hechos, o por referencia al contenido que la describe principalmente en el artículo de investigación original. Al no estar en condiciones de verificación total, debemos en un grado de medida confirmar las fuentes y verificar el significado de los términos en fuentes afines. La idea de progreso de los estudiantes de ciencias que verdaderamente hacen una tesis, es un progreso acumulativo, no de volumen de contenidos, sino en el número de experiencias en la deconstrucción y reconstrucción de teorías mediante reducciones epistémicas entre estas, mediante la reducción por correlación semántica de términos teóricos deriva su apoyo observacional. Quiere decir, que cualquier desarrollo teórico en la historia que esta conservado en teorías posteriores afirma su solidez y la vigencia de sus términos. La acumulación continua de conocimientos y sus mensurables de control observacional, harán de la experiencia del estudiante universitario un profesional, emocional y racionalmente preparado para interpretar la extensión de la teoría a los hechos, a través de una vía epistémica. Tradicionalmente la Concepción Heredada se autolimitaba a estudiar cómo se habían construido las teorías, rechazando la epistemología que posibilitaba la renovación teórica, marginando a los estudiantes de la práctica real y sus problemas en la actividad cotidiana de la ciencia, lo peor ocurre cuando estos problemas lógicos que ella misma genera son reducidos a simples ejercicios escolares; o a enunciados aislados que dan lugar a la aplicación parcial de una teoría. Este cambio en la educación superior de las ciencias rechaza y modifica los supuestos básicos del conocimiento científico como agentes estáticos; la educación de la ciencia y sus métodos están a favor de un aprendizaje de la semántica, estructura de las teorías y su epistemología que les da forma. Lo que se pretende con la tesis es elaborar una teoría de la racionalidad científica dentro de un ejercicio de la razón, para ello la educación de la ciencia no debía ser simplemente el análisis estructural lógico de las teorías, sino la recuperación y el análisis del método, y por tanto la lógica que interesa reproducir, es la que guía la racionalidad de la práctica de los científicos. La epistemología le dice a la educación en ciencias sobre aspectos tan importantes como la diferencia entre conocimiento científico y el común; la teoría del conocimiento y los límites de su
lenguaje ante la realidad; la incertidumbre de las observaciones, dentro de un sistema de fraseologías que recogen los criterios de intersubjetividad, racionalidad, decidibilidad y objetividad. Cuando parase que finalmente hemos avanzado en una alternativa pedagógica para escribir un tesis, un problema crucial salta a la vista, se trata de la psicología y la sociología a luz del posracionalismo, que reivindica el descubrimiento, con un interés heurístico de la investigación para hacer de la educación en ciencias una práctica real del quehacer científico. La tarea del profesor asesor de tesis no es buscar criterios de justificación y demostración a priori, sino describir y explicar los que funcionan de hecho en la actividad científica. El tesista no puede limitarse a analizar los productos documentales de la ciencia, debe considerar toda la actividad científica, como un aparato social de comunicación, de emociones humanas y de epistemología. Donde las teorías no son islas, sino ventanas de observación conceptual y algo más que un conjunto de frases lógicamente relacionadas. Dada la complejidad de la armazón que integra las teorías debemos dotarlas de contexto para que los valores epistémicos puedan guiar respectivamente el aprendizaje de la naturaleza. El desarrollo del aprendizaje de la ciencia no es acumulativo, en principio es revolucionario y después es evolutivo. El carácter global de este aprendizaje es determinado por el marco teórico y su estructura, si es revolucionario es un cambio completo de paradigma; mientras que si es evolutivo los cambios son graduales y progresivos en el tipo de experiencia en que se viven los aprendizajes. Esto sugiere un aprendizaje adaptativo en la interacción con los valores epistémicos y todo producto generado finalmente será reflejo de la realidad en la que se vivió la experiencia científica. Actividad B: Leer detenidamente los textos: El oficio de la escritura. URL: http://dieumsnh.qfb.umich.mx/precedimiento_de_escritura.htm, Producir explicaciones. URL: http://dieumsnh.qfb.umich.mx/actividad_dos_pe.htm, apoyándose de diccionarios y demás literatura, con el fin de que pueda tener una interpretación correcta, que le permita participar de una discusión en grupo en la siguiente inmediata sesión. Sesión 24 de Noviembre de 2010. II Diferencia entre información, conocimiento y sabiduría de la ciencia La racionalidad científica clásica siempre ha valorado, privilegiado, defendido y propugnado la objetividad del conocimiento, el determinismo de los fenómenos, la experiencia sensible, la cuantificación aleatoria de las medidas, la lógica formal aristotélica y la verificación empírica. Pero la complejidad de las nuevas realidades emergentes durante este siglo (genómica y proteómica), su fuerte interdependencia y sus interacciones ocultas, por una parte, y, por la otra, el descubrimiento de la riqueza y dotación insospechada de la capacidad creadora y de los procesos cognitivos del cerebro humano, postulan una nueva conciencia y un paradigma de la racionalidad acorde con ambos grupos de realidades. Es deber de la ciencia ofrecer una explicación rigurosa y completa de la complejidad de los hechos que componen el mundo actual e idear teorías y modelos intelectualmente satisfactorios para
nuestra mente inquisitiva. Esto exigirá estructurar un paradigma epistémico que coordine e integre, en un todo coherente y lógico, los principios o postulados en que se apoyan los conocimientos que se presentan con fuerte solidez, estabilidad y evidencia, ya sea que provengan de la filosofía, de la ciencia o del arte. Pero la interdependencia de las realidades exigirá que este paradigma vaya más allá de la multidisciplinariedad y llegue a una verdadera interdisciplinariedad, lo cual constituirá un gran desafío para la ciencia del siglo XXI. Para 1900 Max Plack, con su trabajo inicia la mecánica cuántica, pero es hasta la conferencia de Solvay 1927 que se enmarca de manera más formal la teoría cuántica. Esta teoría constituye un radical rompimiento con la tradición física anterior, porque aseguró que la naturaleza no se constituye fuera del saber. Sin embargo, los fundadores de la teoría estipularon, cautamente que la teoría no muestra la verdad total en este sentido, como una descripción construida como sólo una manera de calcular acerca del futuro del conocimiento sobre información básica provista de información pasada de un fenómeno natural. La era moderna se creó probablemente con la obra de Descartes, cuando este ilustre personaje separó la concepción mente‐materia para cualquier evento. Este movimiento liberó a la ciencia de los dogmas religiosos y del constreñimiento de los primeros años, y les permitió a los científicos introducirse en las más importantes regularidades matemáticas del mundo físico observado. El propio Descartes concede que la interacción mente y materia ocurre dentro de los confines de un cerebro humano, pero el carácter determinístico del mundo físico especificado por la mecánica de Newton parecían gobernar completamente fuera de la mente e incluso dentro de nuestros cerebros, cualquier interferencia de la mente con las ideas del funcionamiento de la materia se descartaba. Así la idea de un universo totalmente mecánico, controlado por leyes físicas universales, se volvió el único dogma de la ciencia. Puede imaginarse rápidamente que dentro del entorno dominado por tal pensamiento habría una fuerte oposición a las demandas radicales de los fundadores de la teoría cuántica que señala que los conocimientos humanos conscientes deben tomarse como la base de nuestra teoría fundamental de la naturaleza. Todavía la oposición a este cambio profundo en el pensamiento fue menos feroz que lo que uno podría haber supuesto. Pero en el extremo nadie discutió que el resto de las ciencias que nosotros podemos explorar y la teoría cuántica en términos prácticos descansaron en ángulo recto con el hecho de introducción de la innovación teórica. El cambio filosófico fue importante porque reformuló la economía, la tecnología y la vida social, a partir de que se inculcó en las mentes de académicos y técnicos la teoría cuántica. Los nuevos modelos del pensamiento y cálculos que ellos engendraron trajo bellamente en la medida que aterrizaron estos pensamientos en problemas prácticos específicos, una pregunta: ¿cómo hacer para traer a las culturas esta visión de la naturaleza? Hay algunos físicos descontentos con el éxito práctico y quieren entender lo que el éxito práctico de estas reglas computacionales están diciéndonos sobre el mundo en el que vivimos, los esfuerzos por lograr semejante reto, actualmente han trastocado la economía, la sociología, las artes y la actual revolución del conocimiento biológico.
El problema radical que nos ocupa aquí reside en el hecho de que nuestro aparato conceptual biológico, el que creemos riguroso —centrado en la objetividad, el principio de causalidad, el determinismo, la experiencia, la lógica formal, la verificación—, resulta corto, insuficiente e inadecuado para simbolizar o modelar realidades que se nos han ido imponiendo la cultura, ya sea en el mundo subatómico de la física, como en el de las ciencias de la vida y en las ciencias sociales. Para representarlas adecuadamente necesitamos conceptos muy distintos a los actuales y mucho más interrelacionados, capaces de darnos explicaciones globales y unificadas. Debido a esto, en las tres primeras décadas del siglo XX, los físicos hacen una revolución de los conceptos fundamentales de la física; esta revolución implica que las exigencias e ideales positivistas no son sostenibles ni siquiera en la física: Einstein relativiza los conceptos de espacio y de tiempo (no son absolutos, sino que dependen del observador) e invierte gran parte de la física de Newton; Heisenberg introduce el principio de indeterminación o de incertidumbre (el observador afecta y cambia la realidad que estudia) y acaba con la objetividad; Pauli formula el principio de exclusión (hay leyes‐sistema que no son derivables de las leyes de sus componentes) que nos ayuda a comprender la aparición de fenómenos cualitativamente nuevos y nos da conceptos explicativos distintos, característicos de niveles superiores de organización; Niels Bohr establece el principio de complementariedad: puede haber dos explicaciones opuestas para los mismos fenómenos físicos y, por extensión, quizá, para todo fenómeno; Max Planck, Schrödinger y otros físicos, descubren, con la mecánica cuántica, un conjunto de relaciones que gobiernan el mundo subatómico, similar al que Newton descubrió para los grandes cuerpos, y afirman que la nueva física debe estudiar la naturaleza de un numeroso grupo de entes que son inobservables, ya que la realidad física ha tomado cualidades que están bastante alejadas de la experiencia sensorial directa. Por esto, el mismo Heisenberg dice que "la realidad objetiva se ha evaporado" y que "lo que nosotros observamos no es la naturaleza en sí, sino la naturaleza expuesta a nuestro método de interrogación"7, es decir, el sueño del hombre de una realidad determinista, dejó el paso al caos de la naturaleza. En el sentido racional de ver a los datos empíricos de la naturaleza como fabricados fuera de la mente, se defiende, que la experiencia de los últimos setenta años hacen pensar en la racionalidad de tomar esta interpretación en serio: más en serio que los fundadores de la teoría cuántica las tomó en su momento. Básicamente, ellos dijeron, cautamente, que el formalismo matemático es una herramienta útil por formar expectativas sobre nuestro saber futuro en base a nuestro pasado. Esa demanda ha sido ahora abundantemente incorporada, también en campos muy lejos del estrecho confín de las físicas atómicas. Esta revolución que trajo la teoría cuántica, ahora está en estrecha relación con la teoría de la información, que en mucho juntas son la proteómica, la genómica y otras muchas área de la biología y la salud humana. La entropía e información a menudo están en conflicto en la literatura. Una comprensión precisa matemática e intuitiva de la noción de información y su relación con la entropía es crucial para las aplicaciones, por ejemplo, en la biología molecular, y desde luego vital para un cambio del espíritu
curricular de formación en los laboratorios de Q.F.B., comencemos para aclarar este cambio de paradigma de laboratorio, partiremos del concepto original de entropía dado por Shannon 1948 y de principio es necesario distinguir los conceptos de partícula y símbolo. Con la partícula es posible obtener cambios conformacionales que afectan la función de las proteínas y mediante el símbolo de un alfabeto polipéptido o nucleótido es posible obtener la información de mutaciones o la arquitectura de diseño que constituyen en un proceso biológico la proteína. La partícula es estudiada en su dinámica física por la termodinámica y la física estadística, mientras el símbolo es abordado en un escenario descrito por la mecánica de códigos en la promisoria área llamada teoría de la bioinformación. Es importante entender la diferencia entre entropía en el ámbito de la teoría de la información y en el de la termodinámica para comenzar adentrarnos en este campo del conocimiento relacionado fuertemente con el diseño de nuevas drogas y pruebas de robustez mutacional, entre sus principales aplicaciones. Uso de incertidumbre de Shannon La teoría de entropía de Shannon, es una medida de incertidumbre sobre la identidad de los objetos de un conjunto. Aunque suele usarse entropía e incertidumbre como términos intercambiables, estas nunca pueden decir información.8 Hay una relación simple entre los conceptos de entropía dentro de la teoría de la información y el de la termodinámica de Boltzman‐Gibbs. La entropía de Shannon o incertidumbre se define con respecto a un observador particular sobre el estado de un sistema. El ejemplo más simple de un sistema de estados es una variable aleatoria ‐random‐ objeto matemático que puede pensarse como un dado de N lados diferentes, es decir, la probabilidad de cualquier lado o estado de N tiene la misma posibilidad de ocurrir para todos los estados de N. En el campo biológico podemos pensar convenientemente en un polímero de longitud fija (número fijo de monómeros) que pueden asumir un estado cualquiera de n posibles estados donde cada posible sucesión corresponde a un posible estado. Así para una sucesión hecha de monómeros de tamaño L de un alfabeto de tamaño D, tendríamos N=DL. Diríamos que la incertidumbre calculada describe la observación efectuada sobre la verdadera identidad de la molécula (entre un número muy grande de moléculas preparadas idénticamente: conjunto o totalidad), dado que solo tiene el observador cierta cantidad de conocimiento probabilístico. La molécula hipotética juega el papel de una variable random, si tenemos dada su distribución de probabilidad ‐el conjunto de probabilidades p1,…,pN para encontrar sus posibles estados‐. Esta molécula random, la de notaremos con “X” que contendrá los nombres x1,…,xN de sus N estados. Si X tiene xi estados con probabilidad pi,…,pN, entonces la entropía H de X es dada por la formula de Shannon: N
H ( X ) pi log pi i 1
La base logarítmica corresponde a la unidad escogida para medir información. De manera análoga Shannon define la entropía de una función de distribución continua en una distribución de densidad:
H p ( x ) log p ( x ) dx
Con N dimensiones de distribución p(x1,…,xN)
H ... ( x1 ,..., xN ) log p( x1 ,..., xN )dx1...dxN Si fuera el caso de dos argumentos “x” y “y” la entropía de p(x,y) estaría dada por:
H ( X , Y ) p( x, y ) log p( x, y )dxdy No hemos especificado hasta aquí la base del logaritmo para las formulas anteriores. Especificando la base se asigna unidades a la incertidumbre. A veces es conveniente usar el número de posibles estados de X como la base del logaritmo (para el caso binario cero‐uno la base 2 es la conveniente) ¿Cómo aprendemos nosotros algo en la vida de un sistema? Hay dos opciones: obtenemos la distribución de probabilidad usando conocimiento previo (por ejemplo, tomando parte del sistema y obteniendo teóricamente los demás estados) o haciendo medidas sobre él, esta última vía no nos permitiría conocer todos los estados, situación que asume los estados con la misma probabilidad. En ambos casos, la diferencia entre la entropía máxima y la entropía restante después de que nosotros: o hemos hecho nuestras mediciones o hemos examinado el sistema, es la cantidad de información que nosotros tenemos sobre el sistema. La definición que nos conduce este pensamiento es definir a la información como una cantidad relativa. Mide la diferencia de incertidumbre, en el caso anterior entropía, antes y después de la medición, y así nunca puede ser absoluta, como lo es para el caso físico de energía potencial. De hecho, no es una analogía mala para referirse a la entropía como “la información potencial”, porque potencialmente toda la entropía de un sistema puede transformarse en información (por ejemplo por medición). Si analizamos más profundamente la ecuación de H(X) y además se mide en bits, una interpretación de incertidumbre relacionada con los números más pequeños “1,0” o “si, no”, una pregunta necesaria sería sobre el promedio para identificar el estado de una variable aleatoria X. Debido a que esta serie de signos de interrogación si/no pueden pensarse como una descripción de la variable aleatoria, la entropía H(X) también puede verse como la longitud de la descripción más corta de X9. En el caso en que nada es conocido acerca de X, esta entropía es dada por H ( X ) log N , que puede asumirse como el valor máximo de H(X). Esto ocurre si todos los estados son igualmente probables: pi=1/N; i =1,…,N. Si algo –más allá del número posible de estados N‐ es conocido sobre X, esto reduce nuestro número necesario interrogaciones, o la
longitud de medición necesaria para describir X. Si por ejemplo yo conozco que el estado X= x7, es muy probable que mi incertidumbre sobre X va a ser más pequeña. Información En el análisis anterior, la información era la diferencia entre la máxima entropía y la entropía real del sistema. En un sentido más general, la información mide la cantidad de correlación entre dos sistemas y reduce la diferencia en entropías en casos especiales. Para definir propiamente información, nos permitiremos introducir otra variable aleatoria o molécula llamada Y que puede estar en los estados y1,…,yM, con probabilidades p1,…,pM. Ahora podemos junto con la entropía H(Y) introducir la entropía de juntura –intercepción‐, H(XY) mide la incertidumbre en la juntura – unión‐ del sistema XY –que puede estar en N M estados‐. Si X y Y son variables aleatorias independientes –por ejemplo, dos dados que se tiran independientemente‐ . La entropía de la juntura será justo la suma de las entropías de cada una de las variables aleatorias. No para que se unan X y Y de algún modo. Por ejemplo, imagine dos monedas que se pegan a una cara. Entonces la cabeza de una moneda siempre implicara las colas –ir detrás de‐ para la otra y viceversa. Encolándolas juntas, las dos monedas pueden asumir sólo dos estados, no cuatro y la entropía de la unión es igual a la entropía de una de las monedas. Lo mismo es válido para la unión de dos moléculas no ligadas al azar. Observe primero que esas moléculas –DNA, proteínas‐ no se ligan al azar, en segundo lugar, el ligado es efectuado por especificidad mutua que requiere de esa parte de la secuencia de una de las moléculas actuando recíprocamente con la secuencia de otra, para que la entropía de la juntura del par sea mucho menos que la entropía de la sumas de cada una. Realmente este encadenamiento introduce fuertes correlaciones entre los estados X y Y: si yo sé el estado de una, yo puedo hacer predicciones fuertes sobre el estado de la otra molécula. La información que una molécula contiene acerca de la otra es dada por: I(X : Y)=H(X:Y)= H(X) + H(Y) – H(XY) Es decir, la información es la suma de las entropías de cada una, menos la entropía de la juntura. Las entrañas entre X y Y en la notación para la información estándar; se supone así, recuerde lector que la información es una cantidad simétrica: lo que X sabe de Y, es la entropía condicional. Dicho de otra manera, la entropía de X condicionada sobre Y, es la entropía de X dada Y, esto se denota por H(X/Y) y se lee H de X dada Y, y se calcula como: H(X/Y) = H(XY) –H(Y) Esta fórmula es auto explicativa: la incertidumbre que yo tengo sobre X si Y es conocida, es exclusivamente la incertidumbre sobre el sistema de la juntura menos la incertidumbre sobre Y. Si deseáramos conocer la entropía Y sin tomar en cuenta X, el concepto se llama entropía marginal. El concepto de entropía condicional podemos rescribirlo: I(X : Y)= H(X) – H(X/Y)
Ya hemos analizado el caso de las variables independientes H(X/Y)= H(X) + H(Y), en el que la información es una medida de la desviación de independencia. De hecho, la cantidad de mediciones exactas de la entropía de X o Y es reducida por el conocimiento de la otra variable respectivamente. Sí yo tengo un saber 0 de las moléculas, me permite hacer predicciones más exactas sobre la otra: esto es lo que queremos decir a través de información en un lenguaje ordinario. Notar que esta definición reduce en el ejemplo dado en líneas atrás –información como diferencia entre entropías‐ si solo las correlaciones posibles están entre X y Y, mientras en la ausencia de la otra molécula es equiprobable – significa que cualquier sucesión es igualmente probable‐. En este caso la entropía marginal H(X) debe ser máxima (H(X)= log N) y la información es la diferencia entre la máxima y la real entropía ‐es decir condicional‐, como dijimos antes. La entropía en la termodinámica R. P. Feynman sigue presente, con sus aportaciones al mundo de la física, vectores, grupos y espacios se agrupan alrededor del concepto de partícula10, que diremos de inicio de una manera breve, es diferente con la teoría de Shannon basada en el símbolo11. Misma teoría que ahora describe la complejidad de los genomas12. Comentaremos que la entropía termodinámica de Boltzmann‐Gibbs, matemáticamente son muy similares sólo que la distribución de probabilidad pi es dada por la distribución Boltzmann de relevancia por el concepto de grados de libertad –posición y cantidad de movimiento‐:
( p, q )
1 E ( p , q ) / kT e , Z
y la cantidad termodinámica se hace dimensional al multiplicar las dimensiones de incertidumbre de Shannon por la constante de Boltzmann. Se dice que no se puede medir todos los grados de libertad termodinámicos de forma continua porque es imposible que el aparato de medición al tener una resolución finita pueda afectar el sistema‐ dicho por Schrödinger‐. Más importante aún, el equilibrio termodinámico asume que todas las entropías de un sistema aislado están en su máximo, así que no hay ninguna correlación en sistemas en equilibrio termodinámico, y por consiguiente allí no hay información. Esto es importante para nuestro propósito, porque implica un corolario: la información contenida en los genomas biológicos garantiza que la vida de un sistema está lejos del equilibrio termodinámico. La teoría de la información puede verse así como un tipo de termodinámica lejos del equilibrio. No olvidar que definimos información como la cantidad de correlación entre dos sistemas, como el instrumento que mide la cantidad de entropía entre dos sistemas y la información sobre la que un sistema tiene de otro. La información siempre es acerca de algo, si no puede especificar qué información es ese algo, entonces estamos tratando con entropía y no con información. Podíamos llamar a la entropía como el borde en una situación de abuso del lenguaje: “información inútil”. Recordar que la discusión previa da entender que la información es sólo definida como relativa a un sistema de
información de algo, por consiguiente nunca es absoluta. En este punto es donde el signo o símbolo se reconoce distinto del concepto teórico de partícula en la física estadística. Sabiduría Souza, J. F. de (2008). Sistematización: un instrumento pedagógico en los proyectos de desarrollo sustentable. Santa Fe de Bogotá, Revista Internacional Magisterio, No 33, Junio‐Julio 200813. Aquí se cita un aparte del artículo. La sabiduría se configura como la más amplia expresión de la intelección humana; el conocimiento como un trozo de la sabiduría, y la ciencia, como una forma particular de conocimiento. Esto se constituye, junto con las artes, en las cuatro formas de saber humano que se distinguen y se conectan. La sabiduría incluye dimensiones cognitivas, éticas, estéticas, técnicas y políticas (Lyotard, 1990). Estas dimensiones de la sabiduría pueden ser desagregadas en tres grandes grupos o dimensiones: la cognitiva, la instrumental u operativa, y la dimensión ético‐política‐estética. Tal como enseña Lyotard (1990:43), el conocimiento es “el conjunto de los enunciados que denotan o describen objetos, con exclusión de los demás enunciados, y susceptibles de ser declarados verdaderos o falsos, con exclusión de todos los otros enunciados”. En tanto que la ciencia, siendo apenas un tipo particular de conocimiento, se constituye en un “subconjunto de conocimientos. También ella hecha de enunciados denotativos impondrá dos condiciones suplementarias para su aceptación: que los objetos a los que se refiera sean accesibles de modo recurrente, y por tanto en las condiciones de observación explícita; que se pueda decidir si cada uno de estos enunciados pertenece o no al lenguaje considerado pertinente por los especialistas” (Lyotard, 1990: 44). El conocimiento científico es así sólo una de las distintas expresiones del conocimiento (filosófico, religioso, popular, etc.) y la ciencia es sólo una modalidad específica del conocimiento científico. Mientras que la sabiduría contiene una dimensión de conocimiento marcada por los aspectos políticos, éticos, estéticos y técnicos que deben ser identificados por su contenido y elaborados en su producción. Siendo así, como afirma Lyotard (1990:94) la sabiduría se caracteriza por las “ideas de saber‐hacer, saber‐vivir, saber‐oír, etc. Se trata entonces de competencias que exceden la determinación de un único criterio de verdad y que comprenden criterios de eficiencia (cualificación técnica), de justicia y/o suerte (sabiduría ética), de belleza sonora, cromática (sensibilidad auditiva, visual…)”. Las cuatro formas de intelección humana (sabiduría, conocimiento, ciencia y arte) se interrelacionan y se mezclan pero tienen características propias por las cuales pueden ser diferenciadas, pero no separadas. La sabiduría pues, es una cosmovisión que garantiza a cada uno más allá de la capacidad de actuar, la condición que “busca asegurar su caminata y permanecer justo en todo instante y dueño absoluto de sí mismo” permitiendo “el
movimiento espontáneo que nos liga a nosotros en la desgracia y en la suerte, en el egoísmo y en la generosidad” (Merleau‐Ponty, 1957: 28). REFERENCIAS: Lyotard, J. F. (1990). La condición postmoderna: informe sobre el saber. México: REI. Merlenau‐Ponty, M. (1957). Fenomenología de la percepción. México: Fondo de Cultura Económica. Actividad C: Leer detenidamente el textos: El artículo sistematización de experiencias: construcción de sentido desde una perspectiva crítica. URL: http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/1942/194214466001.pdf. apoyándose de diccionarios y demás literatura, con el fin de que pueda tener una interpretación correcta, que le permita participar de una discusión en grupo en la siguiente inmediata sesión. Sesión 25 de Noviembre de 2010. III Marco teórico “En el conocimiento se hallan frente a frente la conciencia y el objeto. El conocimiento se presenta como una relación entre estos dos miembros, que permanecen en ella eternamente separados el uno del otro. La correlación ente sujeto y objeto es irrompible dentro del conocimiento”14 El concomimiento es movimiento de la mente, no los productos de este movimiento: artículos, tesis, ensayos, … Saltar de los datos que forman la información a las hipótesis que dan forma al conocimiento es el paso más difícil, el desafío que prueba si cuajaron los estudiantes de ciencias en científicos, la inducción, la deducción y el constructivismo son las distintas formas de saltar de los datos a la elaboración de marcos teóricos, sin embargo este último, el constructivismo puede no saltar de datos empíricos exclusivamente, puede partir de datos teóricos derivados de argumentos matemáticos, y construir paradigmas de las posibilidades de la realidad. El marco teórico, lo hay para identificar el estado del arte respecto a un tópico de investigación, que permita elaborar el planteamiento del problema; para sostener un instrumento matemático y tecnológico para producir un ensayo experimental; o para derivar en una nueva línea de investigación. Un marco teórico es un cuerpo de proposiciones que argumentan hipotéticamente sobre la realidad. Con éste se sostiene a la investigación misma, tal como si se tratara de una estructura de información sobre la realidad, se describe como un sistema de argumentos que exponen los fundamentos de verdad que respaldan la investigación; se divide en marco histórico‐ideológico, filosófico conceptual; instrumental‐tecnológico; marco epistemológico‐metódico. IV. Plantea miento del Problema e Hipótesis Es un minitexto de tesis formado por premisas (variables) y conclusión parcial, sin embargo, es el verdadero motivo de la investigación científica. Aquí se identifica al problema en sí, sus aspectos conceptuales, ideológicos, técnicos,…, concretos que le dan forma, sus actores y variables;
categoría de análisis dentro de una declaración del problema. Al redactarse el planteamiento del problema se logra dar una mayor confiabilidad científica y academia de que se trata de un problema original, requisito necesariamente indispensable para llamar al proceso de investigación Tesis. Derivando del planteamiento del problema, la definición del problema que nos indicara el qué se estudia, el objeto u objetos de investigación. Los objetivos de investigación son enunciados claros y precisos acerca del fruto principal que se persigue, se deben escribir por separado con verbos como conocer, comprender, aplicar, analizar, sintetizar, evaluar, explicar. Formular la Hipótesis, es la actividad de componer una proposición, de suponer que algún fenómeno registra determinado comportamiento, de acuerdo con la lógica formal, para descubrir cualquier verdad a partir de varias hipótesis que nos permiten valuar un rango de verdad científica. Las hay hipótesis descriptivas, con una o más variables (como esta fuera del alcance de esta introducción dejamos al lector documentarse sobre los diferentes tipos de hipótesis). Para lograr tales fines, el problema planteado nos induce a determinar un método orientado al diseño de desafiar la hipótesis. V. Metodología Es en esta etapa de la proceso de investigación donde proponemos el cómo llevar a cabo la investigación, justificando la estrategia epistemológica, técnica y de procesamiento de los datos. El diseño del ensayo estadístico, presentación de algoritmos de procesamiento; instrumental de mediciones y justificación de rangos de derivas; modelos de interpretación y comprobación de resultados. Se fundamenta la naturaleza de la información generada por los ensayos teóricos y empíricos en sus límites en la aproximación a la realidad. VI. Análisis de resultados VII. Discusión VIII. Conclusiones IX. Informe de investigación: Tesis Estos apartados nos apoyaremos en el magnífico trabajo de ROBERT A. DAY Cómo escribir y publicar
trabajos científicos URL: http://dieumsnh.qfb.umich.mx/ciees2009/7805680‐Como‐escribir‐y‐ publicar‐trabajos‐cientificos.pdf Diccionario de partículas discursivas Sistemas de alerta Bases de datos Normas y estilos de publicación
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