La violencia intrafamiliar

Agresión. Varón. Mujeres. Trabajo. Ciudadanía. Autolimitación. Rol. Núcleo. Sociedad. Psicoloía. Ciudadanía

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INTRODUCCIà N. Ha llegado la hora de reconocer con valentÃ−a y con responsabilidad la contribución de las mujeres en la larga historia de la humanidad que no ha sido menor a la de los hombres, y en la mayorÃ−a de los casos en condiciones más adversas, excluidas de una educación igual, expuestas a la intravaloración, al desconocimiento e incluso al despojo de su aportación intelectual. El darle su lugar a la mujer es un acto de justicia, pero también es una necesidad, los graves problemas que se avecinan en los tiempos en que vivimos, tendrán que ver en su solución, a una mujer cada vez más comprometida que transfigure a una sociedad organizada sobre criterios puramente de eficiencia y productividad, en una que ponga sus fundamentos en lo humano. En cuántas ocasiones ha sido ignorada la labor de la mujer en todos los ámbitos de la vida social, económica, cultural, artÃ−stica y polÃ−tica, mediante su indiscutible aportación a la edificación de estructura económicas y polÃ−ticas más ricas de la humanidad. La historia a veces ignorada y a menudo subterránea de abusos contra las mujeres no puede permanecer asÃ−, el tercer milenio no puede encontrarnos impasibles y resignadas. Es hora de condenar con imaginación y determinación, empleando los medios legislativos apropiados de defensa, para devolver a las mujeres el pleno respeto a su dignidad y a su papel en la sociedad. Al señalar que ha llegado la hora, no es de ninguna manera ignorar el trabajo valeroso de miles de mujeres que han dedicado su vida a la defensa de la dignidad, de la condición femenina mediante la conquista de derechos fundamentales, económicos, polÃ−ticos y sociales. Y que tomaron esta iniciativa en tiempos en que este compromiso era considerado un acto de transgresión, un signo de falta de feminidad, o una manifestación de exhibicionismo; es solo tomar lo hecho y aprender de las experiencias de este gran proceso de liberación de la mujer, todavÃ−a incompleto por tantos obstáculos que en varias partes del mundo se interpolen al pleno reconocimiento de ser mujer. Se debe entender que para recorrer este camino no basta la denuncia, sino todo un proyecto legislativo y de polÃ−tica pública que haga realidad en los hechos y no solo en los discursos o en el papel, la igualdad del hombre y la mujer. El reconocimiento de la ciudadanÃ−a a la mujer se logra en 1953, al reformarse la constitución PolÃ−tica Mexicana, y podemos observar que a más de cuatro décadas de este reconocimiento su participación activa es muy reciente y muy escaso. La pregunta lógica serÃ−a: ¿ Por qué las respuestas podrÃ−an ser muchas: • Una serie de factores, algunos materiales y otros simbólicos, que inhiben su participación. • Por el papel tradicionalmente asignado a las mujeres. • Porque las propias mujeres nos autolimitamos. • Porque en los partidos polÃ−ticos faltan mecanismos para impulsar una mayor presencia femenina. Es un hecho que no hemos tenido las mismas oportunidades que los hombres para acceder a puestos de poder y la principal causa es cultural, por eso deben emerger nuevas formas de expresión y construcción de la identidad femenina y que el ser mujer ya no significa ser solamente madre y esposa, sino también profesionista, polÃ−tica, artista, cientÃ−fica, etc. Alentar un cambio cultural que permita establecer relaciones de pareja más equilibradas y romper con las estructuras con las cuales los hombres y las propias mujeres dificultan o impiden el desempeño de las 1

mujeres en los espacios de poder. En México la norma no corresponde a la realidad, porque aunque se hable de igualdad jurÃ−dica, entre mujeres y hombres, son todavÃ−a muchos los obstáculos y limitaciones por cuestión de género. Por tradición, la principal tarea de la mujer ha sido el hogar, y partiendo de la base de que las demás actividades que pudiera realizar y de las cuales obtenga algún ingreso son solo complementarias y no substituyen su principal que hacer de ama de casa, por eso, su cada vez mayor incorporación a los sectores productivos no ha eliminado las desventajas y cargas históricas de su papel en la sociedad. En los últimos años han aumentado los hogares con jefatura femenina y en condiciones mayores de pobreza, lo que tiene repercusiones en las condiciones de vida y nulas oportunidades de los hijos. En los tres niveles más bajos de ingresos hay una mayor participación femenina con un 67.05<5 la mayor pobreza de las mujeres es por la desigualdad de condiciones con que participan en los mercados de trabajo. Las Mujeres realizan dos jornadas de trabajo: el remunerado y el no remunerado, sin recibir un reconocimiento social. Es preocupante que el porcentaje de mujeres sin instrucción es más elevado que el de los hombres, y que su acceso a los sistemas de salud es muy escaso porque la mayorÃ−a se ocupa en el sector informal sin poder acceder a la seguridad social. El papel de la mujer en el sector productivo tiene que ver con el rol que ha desempeñado en el núcleo social y familiar, por lo que al tener menor preparación y condición más humilde se contratan al margen de la ley labora y en los puestos de menor nivel. En el campo, la mujer tiene poco o nulo acceso a los créditos de desarrollo social y baja participación en los programas de capacitación, esto tiene que ver en gran medida, por su condición de subordinación en el núcleo familiar y el bajo nivel de escolaridad que persiste en las zonas rurales. Los programas que se han aplicado en el campo al ser en su mayorÃ−a de carácter asistencial no han permitido que las mujeres se incorporen a la producción y que obtengan oportunidades de empleo a largo plazo sin contar con la posibilidad de asegurar un futuro para ellas y sus familias. Este breve repaso sobre la situación de la mujer, nos permite reflexionar las diversas formas en que se ejerce violencia, pero sin duda la violencia sexual y la violencia doméstica o familiar es la más terribles y más huellas deja. El tema de la violencia intrafamiliar ha cobrado una importancia cada vez mayor en todos los ámbitos. Si hace poco más de una década era preocupación casi exclusiva de algunas organizaciones no gubernamentales, vinculadas con el movimiento feminista, ahora está presente en la agenda de los gobiernos estatales y federales, asÃ− como de los organismos internacionales. En materia de violencia familiar, debemos buscar una mayor protección a las mujeres y a los menores, como parte incluso de los compromisos firmados por México en diferentes documentos internacionales, incorporar en la legislación civil y penal mecanismos de defensa y sanción, es una necesidad urgente, si tomamos en cuenta que un total de vÃ−ctimas de maltrato familiar, más del 90% son mujeres y menores, y más del 60% de denuncias de violación reportan que el evento fue realizado por alguna persona cercana a la vÃ−ctima, se entenderá entonces la necesidad de incluir en nuestros ordenamientos legales, los mecanismos de defensa que en primer lugar logren que este tipo de conductas ya no se realicen y por otro, que el perpetrador de este tipo de violencia sea sancionado. Todo lo que se diga sobre violencia en las calles, pese a que es enorme y preocupante, podrÃ−amos decir que es un simple juego, comparado con lo que sucede cotidianamente en el núcleo familiar. 2

Niños, niñas y mujeres, jóvenes y adultas son objeto de continuos malos tratos, que en ocasiones llegan a extremos de salvajismo realmente intolerante. En el caso de los pequeños, los autores suelen ser el padre o el padrastro o cualquier otro familiar con el que conviven y también la propia madre, casi siempre todos ellos, vÃ−ctimas de alcoholismo o la drogadicción que los conduce a volcar sus frustraciones en los miembros más indefensos de la familia. Cinco de cada diez mujeres han sufrido agresiones fÃ−sicas en sus hogares, y ocho de cada diez, agresiones verbales. Hay que hacer un esfuerzo para modificar los patrones culturales, “que someten estructuralmente a las mujeres y los niños, como débiles, a situaciones de violencia”. Sin embargo, salvo casos en que el maltrato, la violación y hasta el asesinato, salen a la luz pública, el problema permanece por lo general en lo más oculto, y su gravedad sólo puede advertirse en estudios de autoridades o especialistas de dedicados a la materia. Erradicar este tipo de conductas debe ser prioridad del gobierno, si consideramos que un gran número de menores infractores, cuando llegan a la edad adulta, se convierten en delincuentes y que en su mayorÃ−a proceden de hogares en donde la violencia se vivÃ−a como algo cotidiano, si entendemos que la sociedad no avanza mientras no avancen sus mujeres, haremos que este tipo de conductas sean algo que se repudie y no un hecho natural. El objeto del presente trabajo de Tesis es proponer algunas reformas al Código Penal de Michoacán, para establecer penas severas que conduzcan a reprimir estas conductas antisociales. No hacerlo, nos convertirÃ−a en cómplices de un fenómeno que está detrás de la delincuencia callejera. En efecto, es un hecho comprobado que la violencia que los individuos surgen en el ámbito familiar hace de éstos, al crecer, golpeadores de la mujer y los hijos; eso en el mejor de los casos, porque muchas veces se convierten en delincuentes, como una forma de venganza contra el cuerpo social. La clave para que la mujer enfrente un entorno de agresión y violencia sea la autoestima, y ésta sólo podrá ser fortalecida con educación e instrucción. Iniciemos pues ahora, una gran lucha por la igualdad de oportunidades y por la eliminación de estas conductas. Hagamos oÃ−r nuestra voz y logramos que la promoción y defensa de los derechos sea un asunto de la sociedad porque a todos beneficia y no un asunto sólo de mujeres. Arribemos al tercer milenio como una sociedad más justa, en la que cada cual ocupe el lugar que le corresponde. Por eso, hombres y mujeres, tenemos que asumir seriamente el compromiso de trabajar juntos en la construcción y consolidación de un mundo más equitativo y humanizado, donde ambos sexos gocemos plenamente y sin discriminación de los derechos humanos y libertades fundamentales, que permita hacer efectivo el lema de un ONU, de que: “ el 2000 es el año de la igualdad para la mujer”. Para lograr lo anterior, las mujeres debemos atrevernos a romper definitivamente las cadenas que todavÃ−a nos atan a la sumisión, subordinación, y dependencia, pues como dice una de las más bellas frases del poeta y escritor mexicano, Octavio Paz: “ La mujer vive presa en la imagen que la sociedad masculina le impone; por tanto, sólo puede elegir rompiendo consigo misma ..... si se atreve a amar; A elegir; si se atreve a ser ella misma, debe romper esa imagen con que el mundo la encarcela”. CAPITULOl

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ANTECEDENTES DOCTRINALES DE LA VIOLENCIA DOMESTICA I.1 Hemos escogido el tema de la VIOLENCIA INTRAFAMILIAR O DOMESTICA, porque hemos reflexionado y actuado, Lo hemos aprendido a reconocer en su enorme magnitud, a través de nuestro estudio de investigación, en nuestra actividad profesional y desde el trabajo directo que hemos prestado en servicios a mujeres maltratadas. Acercamos al estudio de la problemática del maltrato domestico en nuestro paÃ−s, asÃ− como en el resto de América Latina, representa un RETO, ya que es un fenómeno recientemente investigado pese a su continuidad en el devenir histórico. La VIOLENCIA DOMESTICA O INTRAFAMILIAR, VIOLENCIA DE GENERO, VICTIMACION DE LA MUJER MALTRATADA Y GOLPEADA, LA GOLPIZA A LA MUJER ETC., nombres todos ellos con los que se conoce al MALTRATO o AGRESIà N en la relación de pareja que no necesariamente se limita al uso de la VIOLENCIA Fà SICA, sino que incluye también todas aquellas manifestaciones que son caracterÃ−sticas como VIOLENCIA PSà QUICA. Se ha identificado a la familia, como el contexto social especifico donde se da el MALTRATO A LA MUJER. Hay que aclarar que al hablar de FAMILIA no nos referimos al modelo de familia conocido compuesto por PADRE, MADRE E HIJOS y legalizado por el vinculo del matrimonio, sino a todas formas de convivencia entre hombre, mujer e hijos, aun cuando no sea permanente. A pesar de que tanto hombres como mujeres pueden ser victimas del maltrato, se ha demostrado que generalmente en su mayorÃ−a las mujeres son victimas de la VIOLENCIA DOMESTICA O INTRAFAMILIAR en nuestro paÃ−s. Generalmente las agresiones se dirigen a las mujeres, niños y ancianos, pero según investigaciones realizadas en diferentes paÃ−ses del mundo son las mujeres las principales victimas de la violencia en el hogar, lo que otorga al problema caracterÃ−sticas peculiares. Hay diferentes motivaciones para tal situación, por una parte los aspectos ideológicos que han marginado a mujeres y niños, considerado como un derecho la corrección fÃ−sica y en caso de exceso, un asunto privado y no grave; y por otra parte la dinámica de sostenimiento que se aprecia en la VIOLENCIA DOMESTICA O INTRAFAMILIAR, es el SILENCIO, una forma de conocer su existencia1. La violencia contra la mujer en la relación domestica de pareja es una de las formas de VIOLENCIA DE GENERO , y la manifestación de las relaciones asimétricas de poder entre hombres y mujeres, una de las expresiones mas dolorosas de la subordinación de la mujer, en las cuales, la mujer es agredida. Se diferencia de otras formas de VIOLENCIA, en que “las mujeres” son blanco de violencia por su sexo, EL FACTOR DE RIESGO DE LA MUJER2. También se define como la agresión en la agresión en la relación de pareja, que no necesariamente se limita al uso de la violencia fÃ−sica, sino que incluye todas aquellas manifestaciones como son: insultos, amenazas, humillaciones, etc., que son caracterizados como violencia psÃ−quica3. A partir de la profundización en los estudios sobre violencia domestica, algunos autores pretenden utilizar el concepto de mujer golpeada, ya que esta identifica a un particular fenómeno con caracterÃ−sticas propias, que lo recortan del “espectro” de la violencia conyugal y sus posibles manifestaciones. (Ferreira 1989) Se denomina MUJER GOLPEADAS, aquella que es victima del abuso fÃ−sico, psicológico, sexual, 4

ejercido contra ella su marido, novio o compañero, con quien comparte su vida y por este medio, la fuerza ha realizar acciones no deseadas, o impide ejecutar aquello que desea. (Serra ,1988). Por ello el concepto de MUJER GOLPEADA, debemos incluirla en los conceptos de violencia INTRAFAMILIAR O DOMESTICA Y DE VIOLENCIA CONYUGAL O DE GENERO contra la mujer. La violencia que los hombres ejercen sobre las mujeres, no podaran ser erradicadas, sin que al mismo tiempo se erradiquen las relaciones desiguales de poder entre los sexos . Esto implica una total reestructuración de la familia tradicional, mientras que no se transforme la división del trabajo dentro de la familia que haya iguales responsabilidades en la crianza de los hijos, el cuidado del hogar y el mantenimiento económico de la familia , las mujeres continuaran careciendo de poder, tanto dentro de la familia como dentro de la sociedad, la violencia contra ellas continuara subsistiendo como problema social. No se pueden tratar los problemas de la mujer y concretamente el caso de la MUJER MALTRATADA en la relación DOMESTICA O INTRAFAMILIAR, no podrá ningún mecanismo actuar satisfactoriamente hasta que el papel femenino sea revisado Ã−ntegramente como parte de todo proceso social4. Existen una serie de costumbres, actitudes y practicas, que impiden la aplicación de las normas que consagran la igualdad del hombre y la mujer. Actualmente y por desgracia las leyes están elaboradas con una actitud paternalista frente a casi todas las actitudes femeninas. Es la VIOLENCIA DOMESTICA, la mas callada y frecuentemente violación a los DERECHOS HUMANOS, por ello algunos paÃ−ses y gracias a Organizaciones de Mujeres, cada vez se promulgan mas y mas leyes, que tienen como finalidad proteger a la mujer maltratada y golpeada en casa. A pesar de los cambios existentes en la actualidad, la ideologÃ−a machista todavÃ−a promueve refuerza y legitimar en nuestra sociedad esta relación jerárquica. Es probable incluso que la modernidad haya acentuado problemas colaterales en mujeres que trabajan y son victimas de maltrato, al tener que enfrentar y esconder este problema socialmente. Es todavÃ−a común la creencia de la superioridad natural del hombre frente a la mujer y justifica por lo tanto que el tenga el derecho de mandarla y castigarla para hacerse obedecer, afirmar su autoridad, corregir malas actitudes o tendencias de ella. Sus actividades de la mujer fuera de casa están motivadas generalmente por la necesidad de complementar un salario que permita a la familia sobrevivir en mejores condiciones o bien, como algo extra que le servirá de distracción, en ambos casos, siempre y cuando no ocasione que desatienda su sagrada función de mujer, esposa y madre. La igualdad reconocida formalmente en los preceptos Constitucionales todavÃ−a nosotras las mujeres no sabemos hasta donde es reconocida. Las mujeres silencian el maltrato de que son objeto, por parte de sus maridos, porque sienten culpa y vergüenza, sin embargo si se animaran a hablar, a presentar una denuncia en contra de el agresor y en la medida que lo hagan, van fisurando la espesa capa de impunidad que parece cubrir todavÃ−a el ejercicio de la VIOLENCIA DOMESTICA5. Eleonore E. Walker opina que existen dos tipos de violencia fÃ−sica y violencia psÃ−quica, y que existe una confusión en el termino de MUJER GOLPEADA Y MALTRATADA, ya que en el segundo de los casos se 5

incluyen las AGRESIONES PSICOLà GICAS, que regularmente producen trastornos o crisis nerviosas graves6. Con las experiencias familiares a temprana edad, el varón aprende a disminuir y denigrar la figura de la mujer, y a obtener un nivel de autoestima relativamente alto, asimilando un papel sexual estereotipado, generador de violencia. El hijo de un hombre golpeador que exagera en el castigo fÃ−sico con la esposa, transmite un mensaje parental negativo, las bases para conformar un nuevo golpeador. Esto demuestra que el papel social sexista y el comportamiento no son asuntos separados, sino las dos caras de la misma moneda. El Ã−ndice de golpeadores y victimas femeninas es un fenómeno mundial y solo disminuye en ciertas culturas. También Elisa Boulding, nos señala dos tipos de violencia: los golpes que reciben las esposas son caos de VIOLENCIA DE COMPORTAMIENTO, pero las pautas de organización socio-económica y polÃ−tica, que hacen que las mujeres sean victimas de sus maridos, son ejemplos de VIOLENCIA ESTRUCTURAL7. Estas diferencias nos sirven para entender el porque hay un limite culturalmente aceptado, de violencia dentro de una sociedad. El concepto de violencia ESTRUCTURAL, opera tanto en estructuras organizadas e institucionalizadas (la familia) como en los sistemas económicos, culturales o polÃ−ticos. La violencia se instala poco a poco dentro de las relaciones sociales y se esparce sutilmente, hasta invadir el comportamiento. Se genera un sentimiento de inseguridad, hilo conductor que usamos para seguir las idas y venidas de la violencia. Los medios de comunicación son la privacidad fuente de la información sobre la violencia, pues hay una correlación entre noticias violentas e inseguridad. La gran ciudad provoca una presión que genera violencia. El riesgo de ser victima engendra miedo, el espectáculo de la violencia suscita intranquilidad. Las tensiones de la vida cotidiana provocan exasperación y angustia. Se ha comprobado que los varones golpean mas a sus mujeres en momentos de crisis económica nacional, es decir que entre mas escasos son los recursos de una familia, mayor es la violencia que se gestara en sus seno. Los periodos de desempleo son probablemente épocas en que las mujeres reciben mas golpes, ya que la pobreza propicia un estado de tensión. AsÃ− le confirma ese limite culturalmente aceptado de violencia fÃ−sica en la sociedad. La victima de malos tratos es una mujer con baja estima, insegura de si misma que busca en la pareja, una autoridad a veces semipaternal. Se trata de persona con una actitud tolerante que rápidamente que perdona e inicia un nuevo juego en la relación.

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Son torpes para enfrentar sus problemas y fricciones personales, cargando en forma tacita o expresión la culpa de cualquier discusión conyugal. Para que la dinámica tenga lugar es necesario en primer termino, que el grupo opresor se percate que es distinto del oprimido. Esta dinámica esta clara entre el blanco y el negro, el adulto y el niño, el hombre y la mujer. Por otro lado los mitos y actitudes que culturalmente existen sobre la clase victimizada cooperan en el surgimiento del proceso. Es interesante analizar la “incitación” sufrida por parte del hombre golpeador de su pareja. Su precario y vulnerable sentimiento de autoestima lo conduce a reacciones violentas frente a ofensas insignificantes o imaginarias . Son rarÃ−simos los casos de provocaciones por parte de la mujer golpeada8. En la dinámica victimizadora tiene el papel decisivo el aprendizaje de patrones parentales negativos que delinean el comportamiento de un niño de 2 a 8 años de vidas. Los mandatos parentales que se reciben a través de actos cotidianos, no necesariamente son por medio de palabras, los mandatos simbólicos son de los mas aprendibles por el receptor, ( en este caso el niño) ya que poseen una energÃ−a especial. El varón que observo una actitud de desprecio por parte de su figura paterna a todo lo que fuese femenino, ( hermana, tÃ−as, esposa, etc.) será muy difÃ−cil que tenga una actitud positiva y altruista frente a las mujeres que lo rodean. A pesar de tener inteligencia para intuir que ese mandato es negativo, se vitaliza y se desprecio lo femenino. Es muy útil revisar en el caso concreto los mensajes parentales, para entender en forma adecuada las percepciones tanto de las provocaciones, como de los argumentos que conducen el varón a golpear y la mujer a aceptar dicha victimación. Por ello, una de las repercusiones básicas por la presencia de un padre golpeador a la madre, es que los hijos asimilan los prototipos del hogar, es decir el niño golpeara y la niña soportara y esto es inevitable, aun cuando los hijos perciban que ambos papeles son denigrantes. Las agresiones que muestran los niños están directamente relacionadas con los castigos empleados por sus padres. También aprenden de la agresividad de su entorno y uno de los medios mas efectivos es la televisión, especialmente para los varones en el papel de agresor, ya que los protagonistas agresores son varones. La mujer aprende el papel de victima y acepta la violencia. Los niños observan a su madre golpeada incapaz de defenderse y al no entender la reacción la asocian con la imagen de niña golpeada que meció el castigo de la golpiza. Los hijos infravaloran a la madre, la sienten inmadura e insegura y se separan emocionalmente de ella. La madre pierde autoridad y respeto en el hogar, es conocido entonces el hecho de que a los niños les molesta mas la imagen de la victima que la de golpeador, asÃ− los hijos de madres golpeadoras serán golpeadas y psicológicamente incapaces de prevenir la llegada de una generación de esposas maltratadas. En consecuencia, el hogar expone la forma individual, las técnicas y el adiestramiento para usar la violencia; el esposo le pega ala esposa, la esposa al hijo, el hijo al hermano, etc.

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En cualquier relación humana una persona puede proporcionar fuerza, potencia, virtud, (independencia) de la cual otro puede ser capaz de aprender (dependencia), esto es una persona que es independiente puede depender de otro en ciertas necesidades. La mayorÃ−a de las mujeres maltratadas no poseen ninguna de las formas mencionadas. Distintas corrientes teórico feministas han buscado explicar de las relaciones de poder entre los sexos, desde distintos ángulos y uno de los mas aceptados es el de la DIVISIà N DE EL TRABAJO, según el cual la forman de organización material de la sociedad para el trabajo productivo y reproductivo marca distintos lugares de los géneros, que tienen un valor social diferente y por lo mismo provocan asimetrÃ−as de poder, de hecho al indagar los por que de la VIOLENCIA DOMESTICA O INTRAFAMILIAR, contra la mujer, entre hombre golpeadores y mujeres golpeadas, aparecen motivos por incumplimiento de responsabilidades asignadas por la división de trabajo, encontramos que: “me pego porque no tuve lista la comida”, “porque le pedÃ− dinero para los niños”., etc. Otro enfoque en que se ha tratado de explicar, es el punto de vista CULTURISTA, O IDEOLà GICOS-CULTURALES, adquiridos en los procesos de socialización y en el aprendizaje cotidiano de ambos sexos, en sus respectivos roles estereotipados.. En las investigaciones, se piensa que la VIOLENCIA DOMESTICA O INTRAFAMILIAR, se da según el nivel de ingresos, nivel de ingresos, nivel educativo, etc., y que de acuerdo a esto, se produce mayor o menor Ã−ndice de violencia, pero en la realidad vemos que la VIOLENCIA DE GENERO, se presenta en todos los niveles sociales, sin mayores diferencias. Otro de los aspectos son los pilares que configuran LA FEMENEIDAD Y MASCULINIDAD. Por ejemplo, la identidad femenina es la maternidad y la sexualidad, la primera revestida de un halo de santidad y la segunda signada por su peligrosidad. La violencia de Genero se convierte por ello en una poderosa advertencia del hombre para controlar los comportamientos sexuales de las mujeres. La sola sospecha de infidelidad de la mujer provoca comportamientos violentos en su pareja y de ahÃ− que la infidelidad femenina sea un motivo altamente calificado hasta por las propias mujeres. No es fácil establecer la culpabilidad, ni identificar con claridad las causas de la VIOLENCIA CONYUGAL O INTRAFAMILIAR. La estructura social y económica de nuestra sociedad actual se basa en la degradación, el sojuzgamiento y la explotación de las mujeres. Muchos maridos que pegan a sus esposas con ira y frustración, están realmente golpeando un sistema que los entrampa, de una manera peculiar ellos están expresando un deseo de cambio de actitudes de los roles hombre y mujer de la institución matrimonial. Con frecuencia la mujer golpeada se encuentra completamente aislada, avergonzada, turbada y humillada que no puede discutir con nadie su problema. Sola con su temor y su dolor consigo misma y se pregunta que hacer y a donde ir, si en realidad debe hacer algo o ir alguna parte, si tiene hijos entonces suele sentirse particularmente atrapada, suele temer por la seguridad y la salud emocional de sus hijos, y al mismo tiempo se siente insegura ante su incapacidad de sacarlos adelante sola.

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Cuando alcanza su desesperación que la conduce a buscar ayuda, frecuentemente se encuentra ante un rechazo, que ya desde lo sutil hasta la completa hostilidad. Su problema se le parece como algo insoluble y de hecho en cuanto la ayuda y el apoyo que puede esperar de la sociedad, esta en lo cierto. El aislamiento que padece la mujer maltratada, es producto dl obvio desprecio que la sociedad manifiesta por las mujeres victimas de la VIOLENCIA DOMESTICA. DAà OS, RIESGO Y DESVENTAJA EXPERIMENTADOS A CAUSA DE LA VIOLENCIA DOMESTICA: Por efecto de la VIOLENCIA DOMESTICA, las mujeres sufren, fracturas de huesos, abortos, desgarres, cortaduras, moretones, dolores de cabeza, desgarrones de pelo, enfermedades y en algunos casos muerte. Muy a menudo los maridos golpeadores son también padres golpeadores. Las mujeres golpeadoras tienden en ocasiones a agredir a sus hijos, por desesperación, desquite o impotencia. Se crea una especie de circulo vicioso de violencia familiar y a menudo generacional. 1.- DAà OS PSICOLà GICOS: Una mujer maltratada y a menudo generacional. Sus actitudes son defensivas, aflora el egoÃ−smo, la desconfianza, la simulación y la manipulación en sus relaciones personales9. Ante el maltrato las mujeres expresan sentir miedo, desconcierto, dolor, pena, decepción, vergüenza, desvalorización, inferioridad, culpa, inseguridad, impotencia, ira, rebeldÃ−a, odio y arrepentimiento. El miedo, la culpa, la vergüenza y la soledad, son sentimientos ejes que la mayor parte del tiempo se encuentran presentes y se refuerzan con la violencia de que son objeto, provocando una agua desvalorización personal. Los hijos son victimas indirectos del maltrato, sufren inseguridad, nerviosismo, miedos y bajo rendimiento escolar. Las mujeres golpeadas a diferencia de las que no lo son, justifican la violencia, atribuyéndola a otras personas ( amigos, suegras, la otra, etc) o asÃ− mismas, no haber cumplido como mujeres, de esta manera refuerzan y reproducen la violencia, transmitiéndoles a sus hijos las enseñanzas negativas sobre la violencia y la vida misma10. 2.- DAà OS SEXUALES: LA SEXUALIDAD DE LA MUJER MALTRATADA ES VIVIDA PARADà JICAMENTE COMO CASTIGO Y RECOMPENSA. Por un lado se sienten valorizadas en algo por sus maridos o convivientes, y por el otro tener relaciones sexuales con quien las arremete, les genera rechazo miedo, insatisfacción de si mismas. FACTORES QUE INCIDEN EN EL IMPACTO DE LA VIOLENCIA DOMESTICA: a.- FACTORES SOCIECONOMICOS. Son irrelevantes al momento de correlacionarlos con la producción de la violencia contra la mujer. 9

Aun cuando un buen porcentaje de mujeres maltratadas tienen ingresos propios, podemos definir que este factor puede influir en la decisión de la mayorÃ−a de las mujeres para salir de situaciones de violencia domestica, nos referimos a mujeres que dependen económicamente de su pareja. b.- FACTORES CULTURALES. Los niveles educativos de las mujeres golpeadas como los hombres golpeadores, se encuentran en estándares medios, desde empleados domésticos, albañiles, obreros, hasta periodistas, contadores, médicos, abogados, etc. La carencia de servicio y las condiciones socio-económicos contribuyen a que la mujer no decida enfrentar la situación de la violencia en casa, ya que además, existe la desinformación, la falta de fuentes de trabajo, la designación vigente que no les concede a poyo alguno, y la carencia de servicios de ayuda como son los refugios. c.- FACTORES DE ORDEN IDEOLà GICO-CULTURAL. Son los que mas influyen en las mujeres que sufren violencia cuando se trata de tomar una decisión y enfrentarla. Creen que no conviene que sus hijos no tengan un padre, el que dirán, temen quedarse solas, las consecuencias, la reacción familiar, la reacción familiar, la de la sociedad, la falta de una figura masculina ante dicha sociedad. Etc. NECESIDADES HUMANAS INSATISTECHAS O NEGADAS POR LA PRAC TICA DE LA VIOLENCIA DOMESTICA: 1.- LA DE LA LIBERTAD. Porque la practica de la VIOLENCIA EN LA RELACION DE PAREJA, tiende a reforzar el control de las mujeres por sus esposos o convivientes a través de la hostilización. Esto es coherente con el papel asumido por el hombre en la relación de pareja. 2.- LA IDENTIDAD. Puesto que la VIOLENCIA refuerza una identidad subordinada de la mujer frente al hombre. Cuando hay divergencia entre la pareja sobre algún problema, la voluntad del hombre siempre se impone, ya que el considera que tiene mas experiencia, mas conocimientos, mas inteligencia y autoridad ante la mujer, de ello deduce que el tiene que mandar y la mujer obedecer. 3.-LA DE EFECTO. Ya que la violencia contra la mujer es la antitesis de la manifestación de afecto que es negado también a los hijos, en un ambiente hostil. 4.-LA DE COMUNICACIà N Y RELACION. En virtud de que se impide la comunicación humana, con el camino de la violencia. El hombre no acepta reclamos y castiga a la mujer por atreverse a plantearlos. 5.-LA DE PROTECCIà N. Ya que el esposos con la VIOLENCIA no solo provoca desamparo en su familia, sino el estado que invisibiliza el problema negándose a proteger a la mujer y su familia. 6.-LA DE CREACIà N. Las mujeres violentadas se paralizan psicológicamente, se deprimen y atemorizan, impedidas de desarrollar sus potenciales creativos. 7.-LA SUBSISTENCIA Y PARTICIPACIà N. Cuando la VIOLENCIA contra la mujer se convierte en un mecanismo para negar a la mujer el sustento que le corresponde al padre de familia, o cuando impide a la esposa o conviviente participar en organismos, grupos o reuniones fuera del domicilio conyugal. 10

Ante el incumplimiento de responsabilidades por parte del hombre, la mujer tiene que defender los derechos de los hijos, además de los suyos propios, frente al marido y el estado, enfrentándose a una doble responsabilidad y aun doble conflicto. I.2 LA VIOLENCIA DOMESTICA EN EUROPA. Los ideales femeninos en lo que se refiere a los derechos fundamentales negados por siglos a las mujeres, fueron valientemente defendidos desde el siglo XVII en Francia, Inglaterra y E.E.U.U. y poco a poco en todo el mundo. En Europa en la Edad Media, los caballeros y nobles pegaban a sus mujeres tanto como a sus siervos, y los campesinos seguÃ−an con fidelidad los ejemplos de los nobles. La iglesia santificada el sometimiento de las mujeres a sus maridos. Los sacerdotes aconsejaban a las esposas maltratadas a que aprendieran a ganarse buena voluntad de sus maridos y asÃ− fueron mas devotas y obedientes. Para que el mal humor del marido se apaciguara la mujer tenia que probar su sometimiento servil. En la edad media era parte del pensamiento como del sentimiento considerar a las mujeres como una especie aparte, sin los mismos sentimientos, ni la misma capacidad de sufrimientos de los hombres. Aun hoy muchos hombres piensan que las mujeres pueden soportar mas dolor y mas humillación que los hombres, tal despropósito fue reforzado en nuestra época por la doctrina Freudiana que sostiene que las mujeres son innatamente masoquistas. En la época medieval, la doctrina judeocristiana, aprobaba la inferioridad de las mujeres por medio de sus leyes, sometiendo a la mujer a prueba contra la infidelidad mediante tácticas de crueldad y disciplina. En un manual de TeologÃ−a Medieval que se encuentra en el museo Británico, al hombre se le da permiso para castigar a su esposa y pegarle para corregirla. Bernardo de Sierra, en el años de 1427, les sugirió a los hombres de su parroquia, que se reprimieran un poco y trataran a sus esposas con la misma misericordia. En el siglo XVI, el Abad de Branton, se sintió obligado a platear la siguiente cuestión, “No importa cuan grande sea la autoridad del marido no tiene sentido para el que se le permita matar a su esposa”, esta es una muestra de la magnitud de permisibilidad para corregir que se le dio en aquella época al marido. En su libro “ EL PRIMER SEXO” (The first sex), Elizabeth Goold Davis, hace un recuento de los muchos pretextos empleados para quemar vivas en épocas medievales, por amenazas a sus maridos, por contestarle a un cura, por robar, por prostitución, por adulterio, por resultar embarazada fuera del matrimonio, por haber tenido un aborto espontáneo aunque el mismo, hubiera sido producido por un puntaje o golpe propinado por el marido. Los hombres, al incorporar a la cultura dominante sus actitudes inhumanas, evitaban asumir la responsabilidad de sus propias conductas individuales. En Rusia durante el reinado de Ivan a Terrible, en el siglo XVI, la iglesia estatal santifico la opresión de las mujeres al pasar una ordenanza que establecÃ−a, cuando, donde y como un hombre podÃ−a ser mas efectivo en los golpes contra su mujer.

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Al hombre hasta se le permitÃ−a matar a su esposa o aun siervo si ello se hacia con propósitos disciplinarios, como no existÃ−an restricciones, los maridos se excedÃ−an hasta alcanzar limites irracionales. De este modo la crueldad fÃ−sica y hasta el asesinado pueden convertirse en cuestiones de permisibilidad y de costumbre. Casi medio siglo después, muchas mujeres rusas desesperadas se revelaron contra el tratamiento, lucharon, actuando en forma enardecida, mataron a sus maridos en venganza por todas las injusticias que habÃ−an tenido que padecer. Si bien no existÃ−a una ley que regulara el asesinato de sus esposas, si habÃ−a la que prohibÃ−a la de los maridos, como castigo las mujeres eran enterradas vivas hasta morir, de pie quedando solo sus cabezas encima. Las condiciones de vida de las mujeres rusas continuo hasta el advenimiento de Pedro el Grande, a finales del siglo XVII, quien instituyo algunas reformas, trato de que las mujeres salieran de su segregación, ordenando que fueran invitadas a las reuniones publicas, permaneciendo en los mismos salones que sus maridos. También introdujo la idea del matrimonio por propia relación, y no por arreglo de los padres. El derecho de las mujeres casadas a la total propiedad y control de su propio matrimonio. Desafortunadamente estas reformas no alcanzaron a la totalidad del pueblo, pero aun asÃ− la naturaleza de las reformas son notables por lo que implican de su desarrollo en aquella época. En 1917, cuando los bolcheviques asumieron el poder, otorgaron a las mujeres derechos legales y polÃ−ticos, además les aseguraron el acceso a todas las esferas económicas y culturales de la sociedad rusa. Basándose en la teorÃ−a de Engels que sustentaba que la igualdad entre hombres y mujeres seria imposible en tanto a la mujer le estuviera vedado el acceso al trajo social productivo y estuviera restringida a las labores domesticas, por ello la entonces Rusia intento romper con la familia como empresa económica tradicional. Posteriormente las funciones familiares referidas al cuidado domestico fueron reemplazadas por instituciones progresivas, tales como comedores sociales, guarderÃ−as, lavanderÃ−as, legislaciones que abolÃ−an la ilegitimidad, la liberación de las leyes sobre aborto y la simplificación de los procedimientos de matrimonio y divorcio. Estas reformas drásticas tuvieron poca vida en Rusia, en 1943, el concepto de matrimonio como contrato entre dos individuos iguales y libres, fue revertido, el divorcio fue mas fácil, el aborto nuevamente fue colocado fuera de la ley. Para 1944 se abolió la coeducación en las escuelas y fue remplazado por educación separada para niños y niñas, para prepararlos a sus diferentes roles en el matrimonio. Ese mismo año se aumento la ayuda del Estado a las madres y se impuso a los ciudadanos solteros o con familias pequeñas. Para 1968 ya se habÃ−a simplificado el divorcio para matrimonios sin hijos que estuvieran dispuestos a solicitarlo. Este complemento vuelco de la polÃ−tica rusa, revivió el concepto paternalista del matrimonio y la familia, desde los años treinta hasta el presente se ha conducido una vigorosa campaña a través de la cual se les 12

hace saber a las mujeres casadas sobre sus responsabilidades en el hogar y se promueven las caracterÃ−sticas femeninas y masculinas. Pero el hecho subyacente real es que, cuado hay necesidad de que las mujeres participen en la fuerza de trabajo como paso con la situación inmediatamente posterior a la revolución rusa, entonces la propaganda acentuaba la necesidad de independencia de las mujeres trabajadoras, pero en cambio cuando fue necesario el crecimiento de la población fueron enviados de vuelta al hogar de clichés relacionados con la belleza de la maternidad. En la década de 1880 en Inglaterra se establecieron ciertos cambios por los cuales se permitÃ−a que una mujer a quien su marido hubiera golpeado permanentemente hasta poner en peligro su vida, pudiera separarse si bien no DIVORCIARSE. EN 1895, SE APROBO TAMBIà N UNA LEY EN Inglaterra prohibiendo a los maridos vender a sus esposas o hijas, para que fueran utilizadas en la prostitución pero solo si ellas eran menores de 16 años. En 1891, se aprobó también una ley en Inglaterra prohibiendo a los maridos encerrar bajo llave a sus esposas. Las reformas legales en otras partes del mundo fueron aun mas lentas que en Inglaterra. En Francia el Código Napoleónico admitÃ−a conceptos feudales y arcaicos como; “A las mujeres, al igual que los nogales, a de pegárseles todos los dÃ−as”. En 1924, una corte fallo en el sentido de que el marido no tenia ningún derecho de pegarle a su esposa. En 1945, la mujer francesa, adquirió el derecho al voto y que se aprobara una Ley que estableciera igual pago por igual trabajo, en tratándose del sexo femenino. En 1966, la mujer francesa casada obtiene el derecho a tener trabajo, gastar e invertir sus ganancias y abrir cuentas bancarias sin permiso del marido11. En los paÃ−ses como la India o China que mantienen un violento control de la natalidad, queda muy claro por estadÃ−stica, que existe un mayor porcentaje de fetos femeninos abortados, en relación con los fetos masculinos. El problema del maltrato a las esposas o convenientes se haya convertido en un problema social, que despierta el interés internacional, se debe a la tarea pionera de la inglesa ERIN PIZZEY quien hacia bastante tiempo que habÃ−a tomado conciencia del aislamiento que padecen las mujeres golpeadas. Muchas mujeres maltratadas manifiestan que sus vecinos saben lo que sucede, pero hacen cosa para ignorar el asunto, algunos cruzan la calle para evitar ser testigos de un incidente de violencia domestica, otros suben el volumen de sus televisores. En asÃ− que en el año de 1971, con la ayuda de un pequeño grupo de personas, estableció un CENTRO ASESOR en Londres, el centro tenia como objetivo ser un lugar de reunión para mujeres con sus hijos, escapando de sus problemas de maltrato y tener un espacio donde discutir problemas comunes. Sucedió que la mayorÃ−a que acudieron fueron mujeres golpeadas que no tenÃ−an donde recurrir, asÃ− que como prioridad se vio la necesidad de crear un REFUGIO, entonces conocido como BATTERED WIVES CENTER ( CENTRO PARA ESPOSAS GOLPEADAS).

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I.3 LA VIOLENCIA DOMESTICA EN AMERICA. Los españoles se impusieron como un grupo dominante sobre una sociedad indÃ−gena claramente estratificada, cuyos usos matrimoniales contribuyeron a definir las relaciones sexuales y matrimoniales entre las dos etnias, españoles e indias y que desgraciadamente prevalecen en la actualidad. En cuanto a los antecedentes españoles, se pueden definir a base de la preferencia por el casamiento dentro del mismo nivel social, la subordinación de la mujer y la moral social distinta para hombres y mujeres. El MATRIMONIO EN EL SIGLO XVII, era una de las formas mas importantes de alianza, sobre todo entre grupos poderosos, pues se establecÃ−an lazos de parentesco que en ocasiones servia para tejer redes de poder. Dentro de la familia no solo habÃ−a solidaridad y cariño, sino también existÃ−a una compleja red de micropoderes; el esposo que dominaba a la esposa, el padre que dominaba a los hijos, los hermanos que dominaban a las hermanas, etc12. El fin primordial de la célula familiar era la descendencia, de la cual los progenitores debÃ−an cuidar en lo moral y económico. El pilar de esta organización era el varón, que como padre de familia tenia la potestad y a la vez era el depositario del derecho divino que le permitÃ−an dirigir a la prole y llevarla por el camino del bien. Por su parte la madre con amor y honestidad, fidelidad y diligencia, debÃ−a ayudar a su cónyuge en esas tareas, a pesar de su papel secundario, ella también poseÃ−a ( con cierta medida) derechos educativos13. Es asÃ− que en América Latina; indias, mestizas y blancas, integradas por su ocupación o riqueza a las diferentes clase que componÃ−an la sociedad, soportaban asÃ−, los diferentes grados de inferioridad, opresión o aislamiento, a que las reducÃ−a su situación histórica, es por eso que ante las nuevas circunstancias que surgieron en sus paÃ−ses, como consecuencia de su emancipación polÃ−tica, fueron un poderoso elemento de inquietud, ligado a las grandes transformaciones que se producen. Caracterizadas todas por los prejuicios y condiciones que se daban en los estratos o clases a que pertenecÃ−an, de algún modo apoyaron siempre y estuvieron en alianza con los grupos que se disputaban el poder; de la alta posición, movidas por el clero a favor del partido conservador y militarista; las de clase media apoyando los proyectos liberales de reforma económica y polÃ−tica fluctuando siempre entre sus intentos de avanzar y llegar a la revolución social, entre temores y desconfianza hacia las clases populares por lo que conservan de su formación anterior, las campesinas, indÃ−genas y mestizas, apoyando por instinto las luchas del pueblo trabajador contra las clases que oprimÃ−an. En esta lucha, empezaron justo las mujeres a cobrar conciencia de su ser y de su proyección social14. Los últimos años han sido testigos de algunas modificaciones en las legislaciones de nuestros paÃ−ses. En los paÃ−ses de América Latina, la mujer tuvo y por ello aun mantiene una situación de vulnerabilidad, todas las mujeres estuvieron de una y otra forma afectadas por uno o varios tipos de discriminación, ya que existen evidencias históricas de su presencia en su pasado, donde el uso de la agresión cumplÃ−a, la función de mantener a las mujeres en el lugar que les estaba asignado socialmente en la jerarquÃ−a familiar, controlando su movilidad fÃ−sica y su sexualidad. La vida de la mujer Latinoamericana históricamente hablando ha estado inscrita en lo privado, en la casa y al servicio de los demás, y aunque la vida moderna la ha empujado a salir de las cuatro paredes, las actitudes tanto de las mujeres como de la sociedad en muchas ocasiones siguen siendo las mismas, considerando que lo 14

mas importante es su hogar y que los suyos vivan satisfactoriamente. En Latinoamérica, estudios antropológicos señalan la capacidad explicativa de los conceptos del machismo y marianismo y sus contenidos ideológicos, que hacen referencia a la agresividad, arrogancia e intransigencia de los hombres, frente a un modelo de perfección y superioridad espiritual a la cual las mujeres deben aspirar a través de la maternidad, abnegación, la sumisión y la obediencia. Ambas expresiones hacen sugerencias a estereotipos culturales que dotan a hombres y mujeres de atributos y conductas, que son eficaces en la constitución de las identidades genéricas, permeando y definiendo formas de ser y modos de relación entre los sexos. Durante los últimos quince años, muchos paÃ−ses de Latinoamérica vieron emerger su lucha de liberación nacional y comenzaron el proceso de sanción de nuevas constituciones, que toman en cuenta la discriminación que afecta a la población femenina y asumen la realidad de la VIOLENCIA DOMESTICA que se ejerce en su contra, en el seno de la familia. Las experiencias de Nicaragua, Brasil, Filipinas, por nombrar solo unas cuantas, ofrecen algunas ideas para definir estrategias que las mujeres puedan adaptar a su propia realidad. El elemento clave de la estrategia es estructurar una coalición de individuos y organizaciones que puedan: 1.-Preparar un borrador “manifiesto” sobre los contenidos claves que necesitan ser incluidos en la Constitución para garantizar la igualdad de las mujeres. 2.- Organizar una campaña de educación publica y estimular la comprensión masiva del tema para conseguir el apoyo popular. 3.- Después presentar un manifiesto a la Asamblea Constitucional o Asamblea Constituyente. 4.- Nuestras esperanzas están cifradas en que la ley fundamental este encabezada asÃ−: “Nosotros el pueblo ( incluyendo mujeres)”... Muchas mujeres reaccionan de manera negativa o, al menos con desconfianza frente a la posibilidad de una reforma constitucional. Se preguntaran si se lograran cambios, si los cambios repercutirÃ−an de modo efectivo sobre su vida, si ale la pena el esfuerzo. A continuación a modo de ejemplo, anotamos algunas respuestas que las mujeres dieron al ser entrevistadas por el boletÃ−n DIALOGO MUJER, ante la posibilidad de una Reforma Institucional, y del nombramiento de una Asamblea Constituyente, (conocida como Constituyente en Colonia). & Seguimos siendo ciudadanas de “segunda” a pesar de haber avanzado en los derechos laborales, educativos y jurÃ−dicos. & No solo necesitamos normas sobre MUJER Y FAMILIA; la reforma es a fondo, en justicia, en la economÃ−a, no queremos que se nos de atole con el dedo. & Hay derechos de carácter universal, que no se contemplan en la Constitución Nacional. & DeberÃ−a haber leyes para castigar a los violadores y a los esposos abusadores, porque son muy enclenques, sobre todo para aquello que nos perjudica a las mujeres y a los menores. 15

& Las mujeres no necesitan leyes sino hacer cumplir las que hay y mas organización. & Somos mas que la mitad. Nuestro espacio de lucha en la Reforma Constitucional es muy amplio. & Se debe exigir mayor amplitud y pluralismo en la democracia, o sea que no solo exista democracia representativa que es sufragio universal sino que también participen los sectores marginados de la polÃ−tica, los indÃ−genas, las mujeres y demás organizaciones populares. & Necesitamos garantÃ−as sobre la salud para todos los colombianos, debe considerarse en la nueva Constitución la salud reproductiva. Es algo que nos afecta mucho a las mujeres. & Que se cambie la concepción de la mujer es mama ella sola, ni el esposo, ni el estado asumen la responsabilidad de la maternidad. Con esto nada mas las mujeres meterÃ−amos un gol con la Constituyente15. La marginación y discriminación de la mujer se da en Latinoamérica en los siguientes aspectos: a.- LA LEGISLACIà N. b.- LA FAMILIA. c.- EL TRABAJO. d.- LA EDUCACIà N (de 800 mil analfabetas, 500 mil son mujeres). e.- LAS COSTUMBRES ( la sociedad es machista) f.- TOMA DE DECISIONES. g.- LOS PUESTOS DE DIRECCIONES. h.- LOS ORGANISMOS GREMIALES. i.- SOCIEDAD DE CONSUMO Y MEDIOS DE COMUNICACIà N. j.- SERVICIOS COMUNITARIOS. k.- ORGANISMOS INTERNACIONALES.16 . En Estados Unidos, los primeros pobladores Europeos continuaron asumiendo las mismas actitudes hacia las mujeres que habÃ−an tenido en Europa. La legislación basada en la doctrina de la Common Law Inglesa, (Comin), explÃ−citamente, permitÃ−a que el marido le pegara a ala esposa , sin embargo, existÃ−an restricciones y la tendencia general en los Estados mas jóvenes era que se declaraba ilegal pegar a las esposas. En ningún Estado al hombre se le permitÃ−a pegarle a su esposa “siempre que la vara no tuviera mas de una pulgada de grosor”. En 1874, en Missisipi se le permitÃ−a al esposo administrarle “solo castigo moderado a la esposa en caso de emergencia”.

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Sin embargo en el año de 1894, hasta esto fue derogado. En 1884, la Corte de Carolina del Norte estableció que el marido no tenia ningún derecho a castigar a su esposa, bajo ninguna circunstancia. Esta noticia parecÃ−a demasiado buena para ser cierta y efectivamente la corte continuaba diciendo: “si no hubiera infringido un daño permanente a su esposa y no hubiera mala intención, ni habÃ−a pruebas de que el marido habÃ−a actuado con crueldad o violencia que resultara peligrosa para su cónyuge”, “ es mejor correr la cortina, cerrar los ojos y dejar que las partes olviden y perdonen.”. Como resultado de esta reglamentación, una Corte menor de Carolina del Norte, doce años mas tarde declaro, que no se podÃ−a levantar una acusación criminal en contra de un marido, al menos que la golpiza hubiera sido tan grande, que trajera como consecuencia un daño permanente sobre la esposa o que hubiera puesto en peligro su vida y que se probara fuera de toda duda razonable que hubo mala intención. Hacia 1880, la Corte Suprema de Carolina del Norte, eliminó las restricciones que aun daban margen de permisibilidad a los esposos para agredir a su pareja, y se les prohibió cometer el mas mÃ−nimo ataque en su contra. Evidentemente la prohibición todavÃ−a existe pero si se aplica o no, es otra historia. Tenemos un ejemplo poco alentador ocurrido en el año de 1972, en Carolina del Norte, en donde el acusado habÃ−a baleado a su esposa, aun cuando habÃ−a errado. EL CARGO DE ATAQUE CON AGRAVANTES. Fue disminuido, al de ATAQUE SIMPLE a pesar de que el marido intento asesinar a la esposa. En Estados Unidos desde el año de 1975, la mayorÃ−a de los estados permiten que las mujeres demanden a sus esposos o convivientes que las lastimen, pero, lamentablemente en la practica resulta tan dificultoso llegar a juicio a causa de la burocracia y el sistema que prevalece, es casi como si la legislación no existiera en la mayorÃ−a de los Estados. Para poder formular cargos contra el marido, el daño que la mujer tiene que probar que se le ha infringido, debe ser MAS SERIO que cualquier otro caso de LESIONES O ASALTO. Después de la segunda guerra mundial. (Rosie the riverter) “Rosi la Remachadora”, fue la heroÃ−na durante la guerra y un lastre para la economÃ−a de la posguerra, cuando se le visualizo como una neta competidora para los trabajos tradicionalmente masculinos. En la década de los 60s, el presidente John F. Kennedy, nombro una comisión nacional sobre el ESTATUS DE LAS MUJERES, presidida por Eleonor Rossewlt y en los años de 1964 y 1965, el congreso aprobó una ley impidiendo la discriminación de las mujeres en el empleo, y estableciendo un igual pago por igual trabajo. En Estados Unidos en su mayor parte el contrato matrimonial permanece intacto. Aunque en el ultimo siglo existe una tendencia hacia la reforma legal, LA GOLPIZA hacia las esposas continua sin freno en todo el mundo, aun cuando en este paÃ−s no esta mas legalmente perdonada, continua siendo IGNORADA, como problema social. 1.4 LA VIOLENCIA DOMESTICA EN Mà XICO. La familia indÃ−gena en el antiplanocentral de México, durante la época prehispánica, se presenta como una célula social caracterizada por una gran solidez17. 17

Entre los macehuales la familia era monogámica y estaba vinculada por fuertes lazos a una institución gentilicia llamada CALPULLI. A través de núcleos familiares formados por padre, madre e hijos, los calpulli crecÃ−an y se reproducÃ−an asegurando para la sociedad las relaciones necesarias para producción que el sistema requerÃ−a para perdurar. Basta recordar el CODICE MENDOCINO que en una de sus partes, muestra claramente como a través de la familia el infante recibÃ−a la experiencia necesaria para integrarse al sistema. Por otro lado se han conservado algunos de los huhuetlahtolli con que los macehuales amonestaban a sus hijos, en ellos se hace evidente la transmisión de preceptos morales, cuya función era educar al pequeño escucha al sistema18. La clase dominante estaba constituida por familias nobles que eran todas de naturaleza poligámica, que le permitÃ−an al grupo de los PIPILTIN, mantenerse en la cúspide social. La familia es la célula donde se ha observado la génesis de la división del trabajo atendiendo a la edad y el sexo de los individuos y la gestación de algunos, sino es que los primeros fenómenos de explotación. Estrechamente relacionados con lo económico, en el seno de la familia se observan una serie de relaciones entre los que se encuentran las de poder. No podÃ−a ser ajeno nuestro paÃ−s a los cambios cruciales que se dan en el mundo, cuando surge esta etapa de transición que se origina con la Revolución Industrial y la Revolución Francesa de finales del siglo XVIII. AsÃ− la Guerra de Independencia, no fue sino el comienzo de la disolución de la vieja sociedad colonial formada y sostenida para honra y provecho de los hijos de España. Mas la guerra de Hidalgo, como es sabido, no solo fue un cambio polÃ−tico, implico la destrucción de un sistema de gobierno y con el, la de instituciones e ideas que lo mantenÃ−an, para abrir paso a un nuevo tipo de organización acorde con la sociedad emancipada. Este proceso de organización se tradujo a una era de revolución continua, que ataca no solo la organización administrativa, militar y eclesiástica anterior que tendÃ−a a rehacerse; ataca la vida entera de la sociedad y llega hasta lo mas intimo del hombre, de su propia familia, de sus costumbres y formas de su vida en general. Las consecuencias fueron fatales para la población en su conjunto, pero llegaron a ser mas duros aun para las mujeres y niños, en quienes repercutió directamente todo horror de la guerra y los dolores que acompañan al cambio. Las mujeres en calidad de inferiores, ( tal como vivÃ−an en la época anterior), sin derechos, sin instrucción, sin protección de ninguna especie, se vieron de inmediato absorbidas por las nuevas formas de trabajo que surgÃ−an, pronto se ven reducidas a un nuevo tipo de esclavitud que tenia como base la miseria, la ignorancia y mas que la organización la desorganización familiar. En teorÃ−a mostrabase la industria como la puerta salvadora que habÃ−a de arrancar a las mujeres pobres de la prostitución y la servidumbre; no obstante si habÃ−a sido aceptada a las fabricas modernas del paÃ−s, era porque dada su miseria y desamparo, tÃ−midamente se conformaban con un salario inferior al del hombre19.

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Después de proclamada la Constitución de 1824, que teóricamente hacia libres e iguales en derechos a maestros, oficiales y aprendices, a artesanos y artesanas, a hombres y mujeres y niños, en suma los gremios prevalecieron con sus mismas practicas hasta ser liquidados por las leyes de Reforma y la Constitución de 1857. De todo aquello que en esta etapa reclamaron la igualdad de la mujer para incorporarla al trabajo en aras de un feminismo extraviado, que empieza entonces también a formularse, podrÃ−a pensarse aquello que decÃ−a Engels de un sector de las feministas inglesas:... “partidarias del derecho formal de la mujer a ser explotada por los capitalistas de modo tan limitado como os hombres, están interesadas en su mayor parte, directa o indirectamente en la explicación capitalista de ambos sexos20”. Parte trabajaba en los obrajes y talleres al lado de sus padres, hermanos y maridos, sujetas a las relaciones y limitaciones que su situación de clase y su condición de mujer imponÃ−a. La mujer como consecuencia de sus funciones especificas y de su papel en la producción y en el hogar, necesitaba entonces igual que hoy, no solo la igualdad de derechos, requerÃ−a una PROTECCIà N ESPECIAL igual que los niños, esto es un trato DIFERENTE Y PREFERENCIAL. Rompiendo su encierro o el nuevo enclaustramiento a que las redujo la fabrica, hacia el final del siglo XIX, núcleos de mujeres trabajadoras luchaban indistintamente por las ideas liberales o por los principios socialistas para lograr mejores condiciones de vida, de trabajo, de educación, contra sus explotadores que las mantenÃ−an en los niveles de hambre. No existÃ−a aun mucha diferencia entre los ideales de la clase media y los de la clase obrera; y son justamente maestras normalistas y obreras en alianza con campesinas asalariadas que empiezan a delinear las aspiraciones y demandas de la mujer trabajadora. Admira su entrega y valor que las anima para romper con prejuicios añejos, con normas establecidas por leyes y por las costumbres, por la religión y por la familia; asombra su resistencia a las burlas, a las sátiras de que son objeto, a los ataques, a las persecuciones emprendidas contra aquellas primeras maestras examinadas, contra aquella que se atrevió a ser medico, contra aquellas primeras maestras estudiar contadurÃ−a, a ser dentista o a formar un una orquesta de mujeres, contra aquella que fue capaz de inscribirse en la preparatoria para luego ser ABOGADA, profesión como las otras concebida solo para los hombres21. En la primera mitad del siglo, habÃ−an aparecido algunas publicaciones redactadas por escritores que veladamente trataban asuntos como el de la igualdad jurÃ−dica de la mujer con el nombre o como el de su educación, siguiendo tal vez los pasos de EL PENSAMIENTO MEXICANO, entre ellos destacaron EL ABANICO (Zacatecas 1826), EL CALENDARIO DE SEà ORITAS MEXICANAS (1838), EL SEMANARIO DE SEà ORITAS MEXICANAS (1841-1842), LA REVISTA MEXICANA (1846)22. LA MUJER (1880), LA FAMILIA (1880), VIOLETAS (1883-1884), EL PREGRESISTA (VERACRUZ, 1887), EL ALBUM DE LA MUJER (Veracruz, 1887), EL CORREO DE LAS DOCE (Veracruz). VIOLETA DE MONTERREY, LA MUJER MEXICANA (1904-1908), que expresan toda la fuerza incontenible de la mujer transformada en revolucionada y de la cual son magnÃ−ficos ejemplos Juana B. Gutiérrez de Mendoza y Dolores Jiménez y Muro23. Que lucha tremenda sostuvo la mujer para llegar al punto de ser aceptada como ser social en toda su integridad. Cuantas batallas silenciosas contra el orgullo exagerado del hombre y sus deseos de someterla y mantener su dominación, cuantas luchas contra la ignorancia, la malicia o codicia varoniles que producÃ−an cientos de artÃ−culos, libros y hasta experimentos cientÃ−ficos para probar su inferioridad e impedir que gozara de los derechos sociales, económicos y polÃ−ticos mas elementales.

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En nuestro paÃ−s son los viejos liberales apoyaban y orientan la lucha de la mujer y Trabajadora . Gracias a esta lucha, Plotino Rhodakanaty, en 1876, puede hablar de socialismo a las obreras; gracias a ella el Congreso Obrero anuncia que se ocupara de mejorar las condiciones de trabajo de las mujeres de esa época, haciéndose eco de los propósitos que impulsan la Asociación Internacional que Marx dirigÃ−a en Londres y que era ya receptáculo de un movimiento femenino ampliamente desarrollado en Francia, Inglaterra, España y Estados Unidos. Ecos de este habÃ−an llegado ya a nuestro paÃ−s. Altamirano y luego Ignacio RamÃ−rez trabajan en beneficio de las mexicanas de este periodo. El ilustre patricio, RamÃ−rez, al analizar el movimiento trabajador por el que Europa se transformaba, abordo la cuestión femenina. Vio el movimiento emancipador de la mujer como consecuencia de la democracia y vio la participación femenina como factor determinante en la industria, el comercio, las ciencias, la polÃ−tica, la educación y las artes. Considero esta emancipación ligada a las clases medias y también a la educación. Desde que la mujer se instruye, decÃ−a, invade las academias, las oficinas, la industria, el comercio y hasta la milicia. Declarándose partidario de esta lucha, responde a las objeciones que se hacÃ−an pesar sobre el movimiento femenino. DecÃ−a RamÃ−rez que la iglesia lo condenaba, el gobierno expresaba juicios morales y actitudes polÃ−ticas que hacÃ−an dudar de su interés sincero por el bienestar de las mexicanas. Resumiendo el pensamiento de los viejos luchadores como Lizardi, Tdeo Ortiz, Zavala, Altamirano, Vigil, Sosa; Rivapalacio; pedÃ−a RamÃ−rez para ellas, instrucción y trabajo. Su regeneración tenia que ir a la par que la indÃ−gena, que la del peón esclavizado y que la del negro de las sociedades atrasadas o desarrolladas. En el siglo de las luces, Montesquieu hizo ver como la condición de la mujer en las sociedades, dependÃ−a siempre de los principios adoptados en la organización de los gobiernos; el desarrollo capitalista permitió después a Marx y Engels, percibir en estos principios formas ideológicas generadas por un modo de producción determinando de igual manera que las instituciones sociales , como la familia y el matrimonio cuya ESTRUCTURA Y FUNCION OBEDECEN AL GRADO DE DESARROLLO ECONOMICO, SOCIAL Y POLà TICO ALCANZADO POR UNA SOCIEDAD25. Ligado por consiguiente, la vida de la mujer y la organización familiar en nuestro paÃ−s en el siglo XIX, a las condiciones propias de la era colonial y a las que surgieron con el advenimiento de la Guerra de Independencia, no podÃ−a ser otra imagen de la anarquÃ−a enseñoreada a lo largo y ancho de nuestro territorio, de la miseria, explotación y desigualdades sociales. La mujer, en el centro de esta lucha, como esposa, madre, hermana, hija o novia de los contendientes, recibió teóricamente, el impacto violento de nociones que chocaron con su propio ser, acostumbrada como estaba desde hacia siglos de un modo casi natural a obedecer, a callar, a reprimir sus deseos, a ocultar sus sentimientos, a ensordecer, a no pensar, a no protestar y en los extremos a “MORIR CALLANDO”26. Y es que en el orden de las cosas estaba según la visión friega y judÃ−a recogida por el medievo 20

novohispano, que lo mas perfecto debÃ−a regir a lo imperfecto, lo inferior debÃ−a doblegarse a lo superior. La igualdad espiritual proclamada por el cristianismo nada tenia que ver con el eterno pupilaje a que la iglesia condenaba a la mujer, al indio y al esclavo, consagrando su servidumbre, sujetándola casada o soltera a la autoridad del padre, del hermano mayor, del marido, o del pariente varón mas cercano. El matrimonio única causa de emancipación en lo familiar, la hacia en realidad caer dentro de la orbita del poder del marido, tan omnimodo como lo era del propio padre. Solo el estado de viudez al menos en teorÃ−a, permitÃ−a a las mujeres de gozar de sus derechos civiles; no obstante, la experiencia manifiesta constantemente que la mujer viuda regresaba al hogar paterno... su “inferioridad” no le hacia posible vivir en libertad; de hecho, por la situación en la que vivÃ−a, la propia mujer sentÃ−a su “inhabilidad” para ser libre y preferÃ−a ser protegida. En la sociedad colonial, la mujer como el indio y el esclavo fue declarada inferior, sometida a la explotación en la calidad de objeto y a la tutela varonil por causa de su inferioridad27. La vida matrimonial lejos de ser par la mujer la consecución de sus ilusiones y esperanzas, toma base en una verdadera miseria domestica en que la relación de explotación del hombre hacia su esposa e hijos, la impreparacion femenina y las múltiples negativas que de la sociedad tenia la mayor parte, empeoraba sobre todo, la situación de las mujeres proletarias. Por mas que se diga que las leyes produjeron el mejoramiento, siendo como eran respuesta a los clamores de las trabajadoras y de las mujeres ilustradas de la época que demandaban al estado dictar leyes que permitieran su emancipación, en realidad significaron bastante poco en la rehabilitación femenina... La mujer menor de edad, sin derecho y representación, continuamente reaparecÃ−a contradiciendo los esfuerzos de los legisladores, por ejemplo: la ley del 26 de marzo de 1894, establece el deslinde de tierras, daba a todos los cuidados el derecho a denunciar tierras, exceptuando a corporaciones, a menores, a MUJERES, a criminales y extranjeros. HOMBRE ANIMAL RACIONAL. EL QUE PIENSA QUE CON SU LIBERTAD, DECIDE SI SE CONVIERTE EN PERSONA. MUJER Y DERECHOS HUMANOS: Hablar de Derechos Humanos, es referirse al patrimonio común e inalienable de toda la humanidad, toda vez que los mismos guardan relación directa con el ser humano. El reconocimiento de lo que hoy dÃ−a constituyen estos derechos, es el resultado de miles de años de sacrificio y frustraciones sufridos por el genero humano, desde que se estableció la diferencia entre gobernantes y gobernados/as, lo que también equivale a decir, de aquellos, que a través del poder polÃ−tico, y económico principalmente, han utilizado la fuerza para imponer su criterio, frente a aquellos/as que han carecido de estos elementos de dominación. De esta manera podemos asegurar que los Derechos Humanos son derechos inherentes a nuestra naturaleza y sin los cuales no podemos vivir como seres humanos. CARACTERà STICAS DE LOS DERECHOS HUMANOS: “Los derechos humanos tienen determinadas caracterÃ−sticas, iguales en todas partes del mundo, son las siguientes”: 1.- Son innatos y congénitos, porque todos los seres humanos nacemos con ellos. 2.- Son universales, en cuanto se extienden a todo el genero humano, en todo tiempo y lugar. 21

3.- Son absolutos, porque su respeto se puede reclamar indeterminadamente a cualquier persona o autoridad. 4.- Son necesarios, porque sus existencia deriva de la propia naturaleza del ser humano. 5.- Son inalienables, porque pertenecen en forma indisoluble a la esencia misma del ser humano. 6.- Son inviolables, porque ninguna persona o autoridad puede actuar legÃ−timamente en contra de ellos, salvo las justas limitaciones que pueden imponerse a su ejercicio, de acuerdo con las exigencias del bien común de la sociedad. 7.- Son imprescriptibles, porque forman un conjunto inseparable de derechos. 28.- Internet: http:// www.derechos. Org/Koaga/viii/staff.htw1? violencia-intrafamiliar. INFLUENCIA DEL FEMINISMO EN LOS DERECHOS DE LA MUJER. Es un hecho innegable que la condición jurÃ−dica de la mujer a nivel mundial, ha logrado cambios fundamentales, como resultado del tiempo y de las modificaciones sobrevenidas en las costumbres sociales y polÃ−ticas de la humanidad, y en gran parte debido a la influencia y desarrollo mundial de los movimientos liberacionistas femeninos. Las mujeres, a través de las distintas épocas, hemos desplegado grandes esfuerzos de reflexión y acción, en la búsqueda de lograr el reconocimiento expreso y especifico de nuestros derechos humanos. De ello existen numerosos antecedentes históricos, como son principalmente entre otros: 1789.- El primer hito histórico más importante del feminismo, se produjo en 1789, durante la Revolución Francesa, cuando las mujeres de Paris, mientras marchaban hacia Versalles y al grito de “Libertad, igualdad y fraternidad” exigieron por vez primera el derecho al voto para la mujer. 1791.- La “Declaración de los derechos de la Mujer y de la CiudadanÃ−a”, redactada y presentada a la Asamblea Nacional Francesa, por la activista francesa Olimpia de Gouges, declaración que postula la dignidad de las mujeres, y por consiguiente, el reconocimiento de sus derechos y libertades fundamentales, cuya defensa le costo perder la vida en la guillotina y sus compañeras fueron recluidas en hospicios para enfermos mentales, convirtiéndose asÃ− en las primeras martires de la causa y los movimientos feministas. 1792.- La inglesa Mary Wollstoncraft, publicó el libro “reivindicación de los derechos de la mujer”, uno de los manifiestos feministas mas radicales de la historia, inspirado sobre la base de cambiar la idea de que la mujer no solo existe para la satisfacción y el placer de el hombre, propuso en dicho libro que la mujer recibiera el mismo tratamiento que aquel en educación, derechos polÃ−ticos, en el trabajo y que además fuera juzgada por los mismos patrones morales. 1866.- Las mujeres logran un triunfo, cuando el Primer Congreso de la Asociación Internacional de Trabajadores, aprobó una resolución relativa al trabajo profesional de la mujer, documento que desafÃ−o abiertamente la tradición de que el lugar de las mujeres era el hogar. 1908.- Mas de 130 mujeres obreras ofrendan su vida el 8 de marzo de 1908, cuando se produjo un incendio en una fabrica textil en Nueva York, donde se habÃ−an encerrado para reclamar iguales derechos laborales que los hombres, dando surgimiento a la celebración del “DÃ−a Internacional de la Mujer”. 1911.- El 8 de marzo de 1911, se celebro por primera vez en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, el DÃ−a Internacional de la Mujer, donde mas de un millón de hombres y mujeres asistieron a diversas manifestaciones, exigiendo, además del derecho de voto y ejercer cargos públicos, el derecho al trabajo y 22

ala formación profesional, asÃ− como el fin de la discriminación en el trabajo. 1913.- Se realizo en San Pettesburgo (Rusia), la primera manifestación del DÃ−a Internacional de la Mujer, a pesar de la intimidación policial. 1952.- La Organización de Naciones Unidas (ONU), INSTITUYE EL 8 DE MARZO COMO “DÃ−a Internacional de la Mujer”. 1981.- Se efectúa en julio de 1981, el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Bogota Colombia, donde se proclama del dÃ−a 25 de noviembre, como fecha conmemorativa del dÃ−a internacional de la “LA NO VIOLENCIA CONTRA LA MUJER” convirtiéndose en una conmemoración internacional; además fue esta una ocasión propicia para la reflexión, par la denuncia contra las distintas formas de violencia que se ejerce contra las mujeres, como un espacio para promover una cultura de paz entre los miembros de la familia, principalmente entre hombre y mujeres en sus relaciones de pareja. 1994.- Por iniciativa de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), en resolución aprobada el 9 de junio de 1994, en la VII Sesión Plenaria, la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, aprueba la “Convención Interemericana para Prevenir, sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer”. 1995.- La ONU realiza en Beijing, China la “IV Conferencia Mundial sobre la Mujer”, cuyo objetivo fue analizar y discutir ampliamente la situación de las mujeres en el mundo, e identificar las acciones prioritarias a realizarse para mejorar su condición de género29. Como se aprecia de la sÃ−ntesis cronológica anterior, ha sido muy amplia la gama de documentos y hechos históricos que han enriquecido y consolidado los movimientos feministas a nivel mundial, que han contribuido al desarrollo, promoción y respeto de los derechos humanos de las mujeres. LOS DERECHOS HUMANOS EN LA FAMILIA. Es innegable que a través de los siglos, la concepción patriarcal que ha prevalecido en el mundo, ha sido plasmada en, los distintos instrumentos nacionales e internacionales, al considerar al hombre (varón) como paradogma de la humanidad, situación que se ha reflejado en los derechos humanos, en su lenguaje, en sus ideas, valores, costumbres y hábitos, pues los mismos solo tienen como referencia a una parte de la humanidad: la masculina, a través de cuyos sentimientos y pensamientos se nos ha ubicado en la sociedad, como seres inferiores, sumisas y dependientes, sin derecho a nuestra propia identidad genérica. Es precioso conceptuar el termino patriarcado, el cual debe ser entendido como la SupremacÃ−a masculina institucionalizada. Desde su surgimiento, el cual según parece se origino en Mesopotamia en el cuarto milenio antes de Cristo, se fue extendiendo gradualmente por el mundo, el Patriarcado también ha tenido numerosos desafÃ−os; no obstante ha sido el feminismo el primer movimiento que lo desafÃ−a propiamente como tal, el exigir las mujeres ser tratadas como seres humanos con todos los derechos que el varón, como son: el derecho a la integridad fÃ−sica, es decir a la integridad fÃ−sica, es decir a la integridad de nuestros cuerpos, el derecho al trabajo, a la educación, a la cultura, al acceso al poder, el derecho a una vida sexual y reproductiva plena y sana, el derecho a ser tratadas con dignidad; en fin a gozar efectivamente en igualdad de condiciones y oportunidades, de los derechos que gozan los hombres. Los distintos movimientos de mujeres a nivel mundial, han continuado la labor de promoción y vigencia efectiva de nuestros derechos y libertades fundamentales, luchando por una reformulación global de los Derechos Humanos con perspectiva de genero, con fundamento en que si bien es cierto que el reconocimiento de los derechos humanos comprende de manera general al hombre y a la mujer, también es cierto que realidad practica evidencia que los instrumentos internacionales y los mecanismos de derechos humanos , invisibilizan las necesidades, deseos y demandas de las mujeres, pues tales instrumentos no toman en cuenta 23

sus necesidades, pues sus derechos humanos son sistemáticamente violados, además de ser victimizadas por ser mujeres, sin que tales hechos sean considerados como violación a los derechos humanos. Es asÃ−, que entre los conceptos de “derechos humanos, mujer y violencia”, existe una vinculación muy intima, porque aunque parezca obvio que los derechos humanos de la mujer, están teórica y formalmente contenidos en el concepto de derechos humanos, nuestro mundo cotidiano revela unan realidad muy diferente. El hecho es que la gran mayorÃ−a de las legislaciones internas e internacionales, convenios, acuerdos y tratados, se puede constatar que las cuestiones especificas de las mujeres reciben tratamiento secundario y marginal, por cuanto los mismos solo tienen como referencia a una parte de la humanidad; el sexo masculino, que es considerado como “lo principal” de lo humano. Lo anterior encuentra su explicación, en que dichos documentos fueron elaborados en foros constituidos mayoritariamente por hombres, representantes de un modelo ideológico eminentemente patriarcal y no es de sorprender entonces, que no hayan tomado en cuenta nuestra manera de sentir, pensar, luchar y vivir. Esta es la razón de que los movimientos de mujeres, se hayan instalado en rebeldÃ−a en el escenario interno e internacional, denunciando el desprecio a nuestros derechos y exigiendo que las diferencias biológicas entre los sexos, no se traduzcan en desigualdades en el plano social, jurÃ−dico, polÃ−tico, económico, familiar, etc. En ese sentido, consideramos que el logro mas visible del genero femenino, es el de haber colocado en la agenda publica mundial, la temática de la mujer en todos sus aspectos, especialmente la referida a la violencia contra la mujer como una violación a sus derechos humanos. La violencia contra la mujer, constituye un grave problema social a nivel mundial que ha sido hasta las ultimas décadas, considerando común problema del ámbito privado, no siendo hasta años mas recientes, ante las constantes demandas de las mujeres y de grupos femeninos organizados, que se ha logrado ponerlo en la palestra publico, para tratar de prevenirlo, erradicarlo y sancionarlo. LA DISCRIMINACION Y VIOLACIà N SISTEMATICA DE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES: Una gran cantidad de paÃ−ses, recogen en sus Constituciones, el principio de igualdad de derechos entre mujeres y hombres, por lo que se dice que no existen normas discriminatorias; sin embargo, cuando se hace un análisis integral de los sistemas jurÃ−dicos, queda claramente evidenciado que existe igualdad en teorÃ−a y desigualdad en la practica, por lo que la igualdad sigue siendo una quimera para la gran mayorÃ−a de las mujeres del mundo. Sin embargo, en la realidad se produce una gran cantidad de actos violatorios a los derechos humanos de la mujer como son: A).- VIOLACIà N AL DERECHO A LA INTEGRIDAD PERSONAL. & La violencia fÃ−sica, psÃ−quica, sexual y económica que acontece en las relaciones de pareja y en la familia, que en la mayorÃ−a de los casos terminan en homicidio, suicidio o feminicidio. & El abuso sexual y el estupro, especialmente el incesto. & La violencia social a nivel de la comunidad en general, incluidas las violaciones, los abusos sexuales, el hostigamiento e intimidación sexual en el trabajo, en instituciones educativas, en la administración de justicia y en otros ámbitos. & El asesinato de mujeres, especialmente los practicados por maridos, es-maridos, concubinos y enamorados. 24

& Las mutilaciones genitales de que son objeto millares de mujeres en el mundo, por razones religiosas sin fundamento alguno. & La impunidad de los agresores y las absoluciones fundamentadas en conceptos legitimadores de la opresión de la mujer por parte del hombre. Un hecho relevante, es que no obstante la mujer es victima de la violencia en el hogar, en el trabajo, en la sociedad, es también la principal promotora de la paz. B) VIOLACIONES AL DERECHO A LA LIBERTAD. & Violaciones a la libertad del desarrollo de la personalidad, pues desde el nacimiento, las mujeres son limitadas en su desarrollo en todos los ámbitos, a través de una influencia cultural que estimula la dependencia, subordinación y discriminación, asÃ− como el pleno ejercicio de sus derechos como persona. & Violaciones a la libertad de expresión, conciencia, religión, reunión, asociación, y movilización, pues se espera que la mujer subordine su pensamiento y sus acciones a los de el hombre, sea este su padre, esposo, amante, hermano e incluso hasta sus hijos. & Violaciones a la libertad de movimiento fuera del matrimonio, cuando el esposo o compañero no permite a la mujer que trabaje, estudie o salga sin su autorización. & Control de la sexualidad y del cuerpo de la mujer. Especialmente en varias regiones de México, las mujeres no pueden decidir sobre el numero de hijos, ni el momento en que desea tenerlos o no, y en muchos casos, requieren para esterilizarse autorización del compañero o esposo. C) VIOLACIONES AL DERECHO A LA IGUALDAD. & Se producen violaciones en el acceso al sistema judicial y a la administración de justicia, especialmente en los casos de violación, abuso sexual y violencia intrafamiliar, donde los procedimientos son inadecuados y hay un gran desconocimiento del manejo de este tipo de situaciones por parte de los funcionarios/as y en la mayorÃ−a de los casos, las victimas resultan victimarias, al ser consideradas culpables de la violencia ejercida en su contra. & Se viola el derecho a la igualdad, cuando se niega o se limita el acceso de la mujer a la toma de decisiones y al poder polÃ−tico en igualdad de derechos y oportunidades con el hombre. De los señalamientos anteriores, es que se produce entonces, la estrecha relación entre “ los derechos humanos, mujer y violencia”, por ello, se hace necesario trabajar en una formulación de la legislación, dando énfasis en los derechos humanos de las mujeres y de los niños, elaborando y promulgando nuevas leyes no solo en el ámbito penal, sino también en el civil, administrativo y de procedimientos, destinados a prevenir, erradicar y sancionar la violencia contra la mujer y los menores en todas sus formas y expresiones. 1.5 RETO PARA LOS ACTIVISTAS DE DERECHOS HUMANOS. Una de las metas mas importantes de la campaña a favor de los derechos humanos de la mujer es conseguir apoyo concreto para el principio de que los derechos humanos son universales e indivisibles. El movimiento internacional de derechos humanos se enfrenta a otros retos. Debe asegurarse de que su mensaje llegue a todos, y especialmente a las mujeres, quienes no han disfrutado del derecho a la educación. Las tasas de analfabetismo son muchos entre las mujeres que entre los hombres. Debe garantizarse que los derechos humanos en los roles familiares se respeten y promuevan dentro de sus propias filas y que se integren en su investigación y sus campañas; y sobre todo el movimiento internacional de Derechos Humanos debe elaborar técnicas y actuaciones preventivas que podrÃ−an ayudar 25

a obtener las violaciones de los Derechos Humanos en el núcleo familiar. La declaración sobre la “ELIMINACIà N DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER”, de la ONU establece que esta abarca, además de la violencia perpetrada por el Estado, la violencia fÃ−sica, sexual y psicológica en el ámbito familiar, incluidas las palizas, el abuso sexual de las hijas en el hogar, la violencia fuera del ámbito conyugal y la violencia ligada a la explotación; la violencia fÃ−sica, sexual, y psicológica tiene lugar dentro de la comunidad general, incluida la violación, los abusos sexuales, el acoso sexual y la intimidación en el trabajo, en las instituciones educativas y en cualquier otro lugar, la trata de mujeres y la prostitución forzada30. La amplitud y gravedad de tales practicas debe ser reconocida para pode abordar en toda su amplitud el contexto en el que se producen las violaciones de los derechos humanos contra las mujeres. La violencia domestica, por ejemplo, es un problema internacional. En gran parte de los paÃ−ses del mundo, es la causa de la mayorÃ−a de los ataques violentos contra las mujeres. En muchos sigue siendo la principal fuente de violencia contra la mujer, aun estando prohibida por la legislación . En algunos, hombres tienen derecho a pegar a sus esposas, en muchos pueden hacerlo sin temor a ser castigados y es incontable el numero de paÃ−ses en los que este problema no recibe un tratamiento serio. El problema de la violencia domestica atraviesa fronteras, culturales y clases. 1.6 INSTRUMENTOS JURà DICOS QUE RECONOCEN LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS MUJERES: Es importante reconocer los esfuerzos realizados por las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos, en la realización de importantes conferencias mundiales en los que se ha abordado el tema de la mujer, con resultados muy positivos, asÃ− como la aprobación de diversos instrumentos jurÃ−dicos y convenciones internacionales, tendientes a corregir la situación de desigualdad y de garantizar la protección de los derechos humanos de las mujeres. A continuación se detallan los mas relevantes: INSTRUMENTOS INTERNACIONALES: & Convención Interamericana sobre concesión de los Derechos PolÃ−ticos a la Mujer, aprobada en la Novena Conferencia Internacional Americana, celebrada en el año de 1948,. AquÃ− se establece con las partes contratantes que el derecho al voto y a ser electo/a para un cargo publico no deberá negarse o restringirse por razones de sexo. & Convención sobre Nacionalidad de la Mujer Casada, aprobada por la Asamblea General de la ONU, el 29 de enero de 1957. Esta convención establece que ni la celebración, ni la disolución del matrimonio entre nacionales y extranjeros, afectara automáticamente la nacionalidad de la mujer. & Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer; fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 18 de diciembre de 1979. Con esta convención se dio un gran paso hacia la meta de la igualdad de derechos para la mujer, al consagrar que la discriminación contra la mujer es una injusticia y constituye una ofensa a la dignidad humana. & Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar, la Violencia contra la Mujer, fue aprobada el 9 de junio de 1994. Representa otro valioso instrumento jurÃ−dico para las mujeres, pues establece a nivel mundial, los parámetros legales en torno a la violencia contra la mujer y al cual quedan sujetos todos los paÃ−ses signatarios de dicha convención.

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& Conferencia Internacional de Población y Desarrollo, realizada en El cairo en 1994, representa también un avance mas a nivel mundial, en el reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres, al plasmarse un Programa de Acción que establece especialmente, los derechos de salud sexual y derechos reproductivos, y en el área de violencia contra la mujer. & Cuarta Conferencia Mundial de Beijing, ha sido una de las conferencias mundiales de mayor importancia que haya organizado la ONU, y con seguridad la mayor de las conferencias especializadas en asuntos de la mujer, celebrada del 4 al 15 de Septiembre de 1995, en Beijing China, que contó con la participación de casi 50,000, personas, de las cuales mas de las dos terceras partes fueron mujeres. El resultado de esta conferencia se puede sintetizar en dos documentos de suma importancia a saber: • La Declaración de Beijing: es una declaración conjunta, adoptada por los Estados Miembros de la ONU que participaron en la Conferencia, que resume las posiciones y los proyectos de medidas acordadas en la Plataforma de Acción, declaración que expresa la determinación de los gobiernos, de desarrollar e intensificar esfuerzos y acciones tendientes al logro de los objetivos de las Estrategias de Nairobi orientadas hacia el futuro; promover la independencia económica de la mujer y fomentar un desarrollo sostenible enfocado hacia la persona, a través de la educación, la capacitación y la atención primaria de la salud, igualmente expresa la determinación de los gobiernos de garantizar a estas el disfrute de condiciones de igualdad de sus derechos humanos y libertades fundamentales. • La plataforma de Acción; es un programa dirigido a potenciar el papel de la mujer en la sociedad, en el que se proponen los objetivos y medidas estratégicas que deben adoptar durante los próximos 5 años los gobiernos, la comunidad internacional, el sector privado, las organizaciones no gubernamentales, para acelerar la promoción, protección y fortalecimiento de los derechos humanos de las mujeres31. A NIVEL SOCIAL: Los principales derechos humanos consagrados en nuestra Constitución, se pueden sintetizar asÃ−: & Derecho a la vida, por el cual toda persona tiene derecho a que se respete su vida, desde el momento de la concepción y a lo largo de toda su existencia. & Derecho a la integridad personal, según el cual toda persona tiene derecho a que se respete su integridad fÃ−sica, psÃ−quica y moral, por lo que nadie puede ser sometido a torturas ni a tratos crueles. & Prohibición de la esclavitud y servidumbre, por lo que se prohÃ−be que el ser humano sea considerado esclavo y que las mujeres sean objeto de trafico sexual. También se prohÃ−be que alguien tenga forzosamente que trabajar en determinada profesión o actividad. & Derecho a la protección de la honra y de la dignidad, según el cual toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad. & Derecho a la libertad de conciencia y de religión, por lo cual toda persona tiene derecho a elegir, expresar y practicar su religión y sus creencias religiosas. & Derecho a la reunión y de la libertad de asociación, según el cual toda persona tiene derecho a reunirse y asociarse libre y pacÃ−ficamente, sin que pueda ser obligada a pertenecer a una asociación determinada. & Derecho a la propiedad privada, según el cual se tiene derecho a disfrutar de los bienes a titulo individual o colectivo y a no ser despojado de nuestras propiedades sin una razón justificada. & Derecho de circulación y residencia, que implica transitar por el territorio del paÃ−s, y residir donde se considere conveniente. 27

& Derechos civiles y polÃ−ticos que comprenden participar en los asuntos públicos, votar y ser elegida/a y a tener acceso a las funciones publicas. & Derecho a tener un desarrollo progresivo en los aspectos económicos, sociales y culturales; que no son mas que los derechos a la educación, a una adecuada alimentación y a la salud, a la vivienda digna, a un trabajo equitativamente remunerado y ejercerlo en las mejores condiciones, a practicar y disfrutar el deporte y las actividades artÃ−sticas y culturales. CAPITULO II VIOLENCIA INTRAFAMILIAR. • Un asunto de Interés Público. La familia ha sido definida como la célula básica de la sociedad. Es precisamente en el seno familiar en donde los seres que forman parte de ese núcleo humano, deben encontrar el amor, la solidaridad y la protección que les permitan desenvolverse de manera sana y equilibrada ante la sociedad en su conjunto. Los individuos unidos por vÃ−nculos de parentesco y que comparten un espacio fÃ−sico común forman lo que generalmente se conoce como “hogar”, concepto desde luego más amplio y profundo que el de vivienda, que se refiere meramente al “techo” que cobija a un núcleo humano. Pero muy lamentable es el caso de supuestos “hogares” en los que algunos de los miembros de familia, en vez de encontrar seguridad, apoyo, respeto y afecto se ven expuestos a constantes maltratos y vejaciones que vulneran profundamente sus más elementales derechos humanos. Ahora bien, es importante señalar que la violación de los derechos humanos se relaciona en forma directa con la distribución desigual del poder y la autoridad. AsÃ−, los grupos más débiles resultan los más agredidos. En el caso de la familia, con los menores, los ancianos, los incapacitados y las mujeres quienes más sufren los agravios y se ven expuestos al fenómeno conocido como “violencia familiar”, “violencia intrafamiliar”, “violencia hogareña”, o, “violencia doméstica”, problema muy relacionado con la práctica de lo que en México conocemos como “machismo”. Toda esta terminologÃ−a es relativamente reciente; no asÃ− el maltrato fÃ−sico, psico-emocional, y sexual del que, desde siempre, han sido vÃ−ctima los miembros más vulnerables en el seno de los mal llamados “hogares”, tanto en México, como en todo el mundo; motivo por el cual este tema, se ha constituido en unos de los principales dentro de las agendas de la IV Conferencia Mundial de la Mujer (efectuada en PekÃ−n, china, durante el mes de setiembre de 1995), y de otras importantes reuniones de carácter internacional auspiciadas por la ONU. De dichas reuniones se han derivado trascendentes Convenciones y Tratados que ha sido ratificados por muestro paÃ−s y que constituyen el punto de referencia y de compromiso para avanzar en la legislación nacional y en los programas respectivos. Durante los últimos 20 años, gracias al trabajo de diversos grupos de mujeres y de organizaciones no gubernamentales interesados en la violencia que se genera dentro de la familia, fue posible en México, exponer a la luz pública este problema, que siendo de carácter social, tiende a permanecer oculto por timidez, tenemos, necesidad económica u otras razones de las vÃ−ctimas. La agresión doméstica tradicionalmente era considerada como asunto de interés privado que competÃ−a únicamente a la familia afectada. Las agresiones fÃ−sicas a menores se concebÃ−an con frecuencia como una forma de “corregir” o “educar” por parte de los padres madres u otros familiares 28

cercanos, muchos de los cuales obraban reproduciendo las supuesta formas de “educación” de que, a su vez ellos mismos habÃ−an sido vÃ−ctimas, originándose asÃ−, un cÃ−rculo vicioso que en múltiples ocasiones ha sido fuente generadora de la violencia en las calles, y hasta de la delincuencia juvenil y adulta, que tanto nos preocupa hoy en dÃ−a. Respecto a la violencia ejercida hacia las mujeres por parte de sus cónyuges, lo peor del asunto es que muchas de ellas la aceptan y todavÃ−a la soportan, por ignorancia, como una forma de convivencia “normal”, lamentando, si acaso la “mala suerte” de haberles tocado maridos golpeadores, pero resignándose, con una mal entendida abnegación, a los abusos y vejaciones que “el destino les ha deparado”. Del análisis de muchos casos individuales se desprende otro hecho preocupante: un considerable número de mujeres dejadas fÃ−sicamente por sus parejas repetÃ−an agresiones, a su vez, en sus hijos, también mediante golpes severos castigos, producto de sus propias frustraciones y el enojo hacia quien con actitudes machistas, incluso las obligaban a tener hijos, frecuentemente no deseados. AquÃ− es necesario mencionar que, aunque en lo general, quienes sufren de violencia fÃ−sica presentan heridas, hematomas, hemorragias, contusiones, excoriaciones, fracturas, quemaduras, pérdida de dientes etc., en ocasiones las huellas de las agresión al no ser necesariamente visibles en la parte exterior del cuerpo, tienden a ser ocultadas o minimizadas tanto por los agresores como por las vÃ−ctimas. El daño moral, sin embargo, las desgarra hasta lo más profundo de su ser y allÃ− permanece latente. Más sutil, pero tanto o más grave que el maltrato fÃ−sico, por las profundas y duraderas secuelas (a veces para toda la vida) que deja en el ser humano, es la violencia psico-emocional. Es violencia psico-emocional la conducta ejercida en deshonra, descrédito o menosprecio al valor personal o dignidad, trato humillante y vejatorio, hostigamiento, aislamiento, y en el caso especÃ−fico de la esposa o concubina, la vigilancia constante provocada por los celos exacerbados o desconfianza extrema, asÃ− como la amenaza de secuestro de los hijos, la privación de medios económicos indispensables, y en general, todo aquello que ocasione daño emocional que perjudica y perturba el sano desarrollo de los familiares sujetos a maltrato. Las vÃ−ctimas de esta terrible forma de violencia llegan a requerir de largos y complejos tratamiento a fin de superar sus traumas, y a menudo, ni aún asÃ− logran rehabilitarse completamente. De lo expresado hasta ahora, podemos concluir que: “Toda agresión fÃ−sica, psicológica o sexual que se produce reiteradamente por cualquiera de los individuos que conforman la familia en contra otra miembro de la misma, constituye violencia familiar”. Se trata de un abuso al interior del núcleo familiar, que lleva a cabo quien por razones económicas, fÃ−sica, o culturales, tiene un posición de privilegio y por lo cual las mujeres y los niños son las principales vÃ−ctimas, Si no se les detiene, tiende a repetirse e incrementar su intensidad y frecuencia. Este es un problema que se manifiesta en todos los niveles y clases sociales. 2.2 Violencia en casa. La violencia doméstica es uno de los fenómenos sociales más extendidos y a la vez más silenciados. Sus dimensiones polÃ−ticas, sociales y personales nos remiten de manera indefectible a abordar sus funciones y sus efectos dentro de una cultura basada en una clara desvalorización de las mujeres y de todo lo considerado femenino. El maltrato intrafamiliar es la peor de las violencias y un hecho vergonzante, porque constituye el más grande atentado a la integridad y dignidad humana. 29

La violencia intrafamiliar es un parteaguas en la clasificación de la condición humana, quienes la viven y padecen en el seno del hogar, sean niños, adolescentes o adultos, pertenecen a un subgrupo distinto. Para estos, tanto el presente como un futuro son nociones empañadas por la cruda realidad. El ámbito generado en torno al mundo de la agresión deviene terribles dificultades para cualquier tipo de desarrollo. Quienes crecen en medio de la violencia tiene menos oportunidades de edificar una vida digna. De esta forma el hogar, que se supone un entorno seguro y de acogida, se ha tornado en el lugar donde las mujeres están más expuestas a la violencia. Este tipo de agresión ha sido definido como “todo acto cometido con el uso de la fuerza fÃ−sica o moral, de manera recurrente, en contra de un miembro de la familia por otro integrante de la misma, y que atenta contra la integridad fÃ−sica, psÃ−quica o ambas, independientemente de que pueda producir o no lesiones”. Sus manifestaciones implican, por una parte, agresiones fÃ−sicas como golpes de diversa intensidad, con las manos, con instrumentos o armas; quemaduras; intento de ahorcamiento; heridas; excoriaciones; contusiones; fracturas; dislocaciones; abuso y violación sexual; y por otra, violencia psicológica, a través de ofensas, humillación, descalificación, chantaje, amenazas de tipo económico emocionales, control de lo que se dice o se hace, etc. En casos extremos pero no inhabituales, puede llegarse al asesinato de la mujer. Las repercusiones de la violencia intrafamiliar no deben estudiarse sólo en relación a su efecto mediato: la preocupación fundamental son los daños que siembra. Deja más secuelas la desarticulación social futura de la mujer o de los niños (as) agredidos que el dolor o las cicatrices momentáneas. Mientras que las heridas a la moral y a la dignidad suelen ser imperecederas, las fÃ−sicas, en general, salvo en casos de agresividad extrema. Sanan. Se sabe que la depresión es muy frecuente en mujeres sujetas a violencia verbal o fÃ−sica; la adicción a drogas o alcohol en esta población es también común. De hecho, en Estados Unidos, entre el 30 y 40 por ciento de las mujeres maltratadas intentan, al menos en una ocasión, suicidarse. A su vez, estudios realizados en los vástagos de estos hogares demuestran que una proporción alta repetirá con sus parejas la misma relación y tendrán desajustes sociales y problemas con las autoridades. Es posible afirmar que dentro de las dinámica familiar, la madre, ya sea por temor, por preservar la moral del apellido o la “santidad” d la casa, o bien por haber sido copartÃ−cipe en los abusos, no solÃ−a denunciar la violencia hacia sus hijos. Los niveles de violencia sólo disminuirán al tratar el origen del problema. En cambio, la consecución de tal idea rebasa las fronteras de lo imposible; implica modificar de raÃ−z las conductas sociales que ha propiciado la hegemonÃ−a masculina y la desigual relación de género. AsÃ− las familias se organizan preferentemente en torno al poder de los integrantes del sexo masculino; por tanto se estructuran a partir de fuertes lazos de dominación y de notables desigualdades en las relaciones de poder, que afectan a las mujeres; el rol que se les asigna en la vida conyugal supone sumisión, dependencia y la aceptación de la autoridad indiscutible del hombre y de un conjunto de normas y conductas que limitan su desarrollo. En este contexto, los hombres pueden castigar a las mujeres o controlar sus expresiones, su movilidad, o su sexualidad. La violencia doméstica contra la mujer se usa, entonces como instrumento de poder afianzar dicha autoridad masculina, y para sancionar el supuesto “no cumplimiento” por parte de la mujer de lo que socialmente se le ha encomendado. De tal forma que el no servir la comida a tiempo, o no planchar una camisa correctamente son excusas “inadmisibles” desde la óptica de roles asignados en forma estereotipada. Asimismo lo serÃ−a cualquier acto de “insubordinación” por parte de la mujer. Encuadrar en nuestro medio la magnitud, los tipos y los sitios de la violencia serÃ−a óptimo, pues permitirÃ−a conocer la magnitud del problema. Miedo, inseguridad, amenazas, e incultura, son algunos de los factores que impiden conocer el problema en todas sus dimensiones. Amén del desasosiego generado por los datos previos, y del infinito circuito de la violencia, la tarea se 30

complica cuando se leen las conclusiones de diversos estudios que aseveran que los abusos son más comunes en las familias pobres. Estos hallazgos, en nuestro medio, son signos de mal agüero: la disminución de la violencia intrafamiliar depende de la erradicación de la pobreza. Aunado a la triste realidad económica que envuelve a numerosas familias, es poco probable que en el futuro cercano disminuya la violencia intrafamiliar en México. Entre el machismo, la ausencia de polÃ−ticas sociales adecuadas, la violencia callejera, y la pobreza económica e intelectual, la familia mexicana se encuentra apresada. Sólo si se cambian parcial o mayormente las condiciones anteriores, los niños (as) y mujeres maltratadas podrán ver modificado su entorno. La violencia doméstica que se presenta habitualmente en forma cÃ−clica, puede durar muchos años, y mientras pasa el tiempo la escala de agresiones aumenta. “Hay mujeres que llevan insertas 10, 15 y 20 años en relaciones violentas, pero no pueden salir de ellas sin apoyo directo o asesorÃ−a de otras mujeres u organizaciones. En algunos casos la mujer logra salir de este cÃ−rculo nefasto, pero la persecución del esposo o pareja persiste, especialmente porque dicho escape es visualizado por éste como la mayor traición. Diversas estadÃ−sticas recopiladas en nuestro PaÃ−s señalan que un porcentaje importante de las mujeres golpeadas que buscan ayuda médica han sido violentadas después de haber salido del hogar. Varias de ellas, incluso, son asesinadas cuando intentan alejarse de la pareja5. 2.3 El costo de la violencia doméstica. “Según un estudio del Banco Mundial, uno de cada cinco dÃ−as laborables que pierden las mujeres por razones de salud es el resultado de problemas relacionados con la violencia doméstica. “Los efectos en la propia mujer vÃ−ctima de la violencia son los más inmediatamente visible: gastos en salud, ausentismo laboral, disminución de ingresos para el grupo familiar. Pero ello constituyen apenas la punta de iceberg frente a los costoso que el problema tiene para la sociedad, como su impacto global en los sistemas de salud, aparatos policiales y régimen judicial”6. A) UN MAL TRANSFERIBLE……. Un impacto importante se observa en la salud materna durante el embarazo, por los severos efectos que tienen en los hijos por nacer. Las agresiones fÃ−sicas y psicológicas provocan mayores tasas de mortalidad prenatal e infantil, y problemas de salud que acortan la vida activa de las mujeres. La violencia se convierte también en gran medida en una escuela que prolonga y perpetúa el mal: cuándo los niños son vÃ−ctimas o testigos de abusos, tienden a repetir esas conductas. B) EL FACTOR POBREZA ……. Otros estudios analizan la relación entre la violencia doméstica y otras variables socioeconómicas, como la violencia social y la pobreza. En México por ejemplo, los casos de violencia fÃ−sica son cinco veces más frecuentes en los grupos de bajos ingresos, mientras que la violencia fÃ−sica grave es siete veces más común entre los pobres, relación que se he verificado también en otros paÃ−ses. Hay evidencia, de que las mujeres golpeadas son más pobres. Las mujeres vÃ−ctimas de violencia fÃ−sica grave perciben menos de la mitad de los ingresos laborales que las mujeres no vÃ−ctimas.

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C) MAS TRABAJO, MENOS ABUSO ……. Los datos más recientes aportados por el INEGI, derivados de estadÃ−sticas realizadas en nuestro paÃ−s, muestran que una manera de reducir la violencia doméstica es la mayor participación d la mujer en la fuerza laboral, fenómeno que al mismo tiempo estimula el desarrollo económico de un paÃ−s. Dichos datos determinaron que son vÃ−ctimas de violencia fÃ−sica grave el 41% de las mujeres que no trabajan en forma remunerada, mientras que entre las que sÃ− trabaja por un pago, (y lo hacen además fuera del hogar) la violencia fÃ−sica grave sólo afectó 10% por ciento. Por otra parte, las mujeres que reciben ingresos no laborales son significativamente menos susceptibles al maltrato fÃ−sico por parte del cónyuge. La otra cara de la moneda es que las mujeres que no cuentan con ningún ingreso propio (especialmente las que trabajan sin remuneración en negocios familiares) son más frecuentemente vÃ−ctimas de violencia doméstica. La magnitud de la violencia, enraÃ−za profunda y persistentemente en el tejido social, ha alertado a los gobiernos la necesidad de acción. Mejorar la condición de la mujer y desarrollar su potencial económico es una de las vÃ−as para alcanzar un crecimiento no sólo más equitativo y más sustentable sino también más justo y más humano. D) CIFRAS ALARMANTES ……. “Desafortunadamente, de acuerdo a estadÃ−sticas proporcionadas por el Centro de Atención a la violencia Intrafamiliar (CAVI), y por la Asociación Mexicana Contra la Violencia hacia las Mujeres A.C. revelan que cada dÃ−a la violencia doméstica va en aumento": • Casi el 60 por ciento de la mujeres que viven en pareja sufren algún tipo de violencia doméstica y más del 10 por ciento agresión fÃ−sica grave. • Casi el 60 por ciento de las mujeres que viven en pareja sufren algún tipo de violencia doméstica ya más del 10 por ciento agresión fÃ−sica grave. • Más del 20 por ciento de las mujeres ha sido vÃ−ctima de abuso fÃ−sico, un 10 por ciento ha sufrido abuso sexual, y un 34 por ciento, abuso psicológico. • El 55 por ciento de las residentes en barrios pobres han sido golpeadas por sus parejas. • El 37% de las mujeres golpeadas por sus esposos llevan 20 años o más soportando abusos de este tipo. • El 33 por ciento de las mujeres entre los 16 y 49 años, son vÃ−ctimas de violencia fÃ−sica severa, (golpes, lanzamiento de objetos, uso de instrumentos punzocortantes en cualquier parte de su cuerpo y quemaduras.) • El 45 % de las mujeres sufren amenazas, gritos, insultos, o presencian destrucción de sus bienes personales. • Los hijos de vÃ−ctimas de violencia fÃ−sica severa abandonan la escuela 4 años antes que el promedio general. • El 41 por ciento de las mujeres que no trabajan en forma remunerada son vÃ−ctimas de violencia grave, mientras que sólo el 10 por ciento de las que trabajan fiera de sus casas y perciben ingresos lo 32

son. • à nicamente de enero a mayo de 1997, el 35 por ciento de las denuncias recibidas en las agencias del Ministerio Público en todo el paÃ−s, se refirieron a casos de violencia intrafamiliar, teniendo por vÃ−ctimas a mujeres de entre 13 y 34 años de edad “7 Pero la violencia doméstica es mucho más que números e Ã−ndices de prevalencia, es necesario profundizar en el impacto social a diferentes niveles, tanto a la mujer, a los hijos testigos de violencia, al agresor y a la sociedad en general. CAPITULO III MEXICO : SU VIOLENCIA DOMESTICA 3.1.- Antecedentes. En México, al igual que en otros paÃ−ses del mundo, la violencia doméstica es un problema social de gran impacto que afecta a un gran número de mujeres, menores, discapacitados, ancianos (as), y a la sociedad en general. Al igual que otras regiones, este tipo de violencia atraviesa fronteras raciales, religiosas, educativas y socioeconómicas. En nuestro paÃ−s, esta problemática se empezó a reconocer como fenómeno significativo a partir de finales de los años setentas cuando el movimiento feminista visibilizó al maltrato a mujeres como un problemas de gran impacto social, y es asÃ− como a principios de los años ochentas se organizan grupos de mujeres que empezaron a proveer servicios y apoyo a mujeres maltratadas, de esos esfuerzos se desprendieron las primeras cifras de maltrato a mujeres. Es a partir de los años noventas, cuando se empieza retomar la violencia doméstica como sujeto de estudio y se llevan a cabo las primeras investigaciones. De entonces a la fecha se han venido realizando diferentes estudios, sin embargo, hasta el momento no existen cifras con representatividad nacional que nos permita conocer su prevalencia en las diferentes zonas del paÃ−s, además existe un vacÃ−o de información acerca de las caracterÃ−sticas y dinámicas de la relación de abuso. A pesar de ello, los datos nos señalan: A) La importancia del fenómeno como un problema social emergente de gran impacto, familiar y social. • La alta prevalencia de maltrato a mujeres por parte de sus parejas. • La severidad del daño tanto fÃ−sico como mental de las vÃ−ctimas de la violencia. • La importancia de seguir investigando las caracterÃ−sticas y efectos acumulativos de la violencia. • La insuficiencia de servicios de atención especializados en nuestro paÃ−s. • La necesidad de capacitar y sensibilizar al personal de salud e impartición de justicia para identificar, atender y canalizar a las mujeres maltratadas que acuden a los servicios buscando ayuda. • La necesidad de desarrollar polÃ−tica públicas y cambios legislativos que garanticen la seguridad de las vÃ−ctimas de la violencia doméstica.8” 3.2.- Datos de Investigaciones sobre violencia Doméstica.

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Durante el año de 1998, en el Centro de Investigación y Lucha contra la Violencia doméstica 8 CECOVID A.C.) se atendieron un total de 728 casos de mujeres maltratadas, se tomó una muestra representativa y se obtuvieron los siguientes datos: • Una de cada nueve tenÃ−an nivel licenciatura y una de cada veinticuatro era analfabeta; la mayorÃ−a tenÃ−a estudios medios (secundaria y/o nivel técnico.) • el 75% de los casos, las mujeres colaboran al sostenimiento económico de la familia; solo una de cada cuatro era totalmente “dependiente” de la economÃ−a del marido. • Dos de cada diez habÃ−a intentado suicidarse. • La mayorÃ−a se caso por presiones familiares o sociales, pero sin el deseo explÃ−cito de unirse a esa pareja. • El 80% experimentó abandono, discriminación o rechazo en la infancia. • Muchas mujeres refieren deterioro fÃ−sico en diversos grados, que coincide con el desarrollo de la relación de maltrato. En su contraparte, mujeres que logran salir de la relación de abuso, señalan que lo primero que recuperan es la salud. El centro de Atención a la violencia Intrafamiliar (CAVI) fue el primer centro de la procuradurÃ−a General de Justicia del Distrito Federal especializado en la atención de éstos casos; fue fundado en 1990 y desde el inicio, su volumen de casos ha ido en aumento; por ejemplo en el segundo semestre de 1993, un total de 4,055b casos fueron atendidos, se seleccionaron 2,157 de los cuales 90% eran mujeres, sus edades fluctuaban entre 21 y 40 años, 42% eran amas de casa, el cónyuge fue el agresor en el 81% de los casos. En 1995 atendió 18,646 personas, con un promedio diario de 51.08 personas, para 1996 la cifra aumentó a 19,403 con un promedio de atención diaria de 53.01. En 1994 se creó el Centro de Atención a la Mujer (CAM) en Tlanepantla, Estado de México; en su primer año atendió 1,987 personas mientras que en 1995 recibió 2,108, de las cuales 95% eran mujeres. Este Centro es el único que cuenta con el servicio de albergue temporal, que aunque es un espacio limitado, en 1998 alojó a 65 mujeres, en promedio con 4 hijos, que permanecieron allÃ− hasta 10 dÃ−as, tiempo máximo permitido. En 1997 la Asociación Mexicana contra la Violencia A.C., 8COVAC) realizó una encuesta de opinión en nueve ciudades del paÃ−s; el 21% de las personas entrevistadas manifestó conocer por lo menos a una persona que ha sufrido violencia intrafamiliar y el 64% de los casos señalo que las vÃ−ctimas habÃ−an sido mujeres, además que el principal agresor fue el esposo, en la gran mayorÃ−a de los casos. En el Estado de MICHOACAN, en un estudio realizado durante el segundo semestre de 1998, en el Hospital Civil de Morelia, llegaron 400 mujeres con huellas visibles de maltrato fÃ−sico. En una encuesta aplicada a 400 mujeres de esta ciudad, el 67% reconoce que la violación sexual se da dentro del matrimonio. 3.3.- Impacto Social de la violencia doméstica. En México los datos existentes señalan a la violencia intrafamiliar como la principal causa de abandono del hogar en niños de la calle. En cuanto al impacto de los menores algunos estudios señalan que la exposición constante a la violencia desde temprana edad impacta en sus capacidades cognoscitivas, emocionales y sociales; haciéndolos susceptibles a presentar sÃ−ntomas psicosomáticos, estados depresivos y psicóticos, maltrato fÃ−sico y 34

emocional dentro del hogar, ser abusados sexualmente, presentar bajo rendimiento escolar, tener problemas de conducto y de adicciones, lo cuál entre otras graves consecuencias puede convertir ala menor en un infractor. AquÃ− es importante señalar, que los menores que son testigos de violencia, a parte de presentar los diferentes tipos de afectaciones antes señaladas, juegan un papel importante en la transmisión intergeneracional de la violencia, hipótesis actualmente en debate, que plantea que al haber sido testigo de violencia entre sus padres, el individuo muy probablemente será golpeador en la vida adulta. 3.4.- Las repercusiones en la salud de la mujer violentada. “Es un hecho innegable que la exposición a la violencia afecta el nivel fÃ−sico y mental de las mujeres inmersas en relaciones de abuso, las investigaciones realizadas en otros paÃ−ses señalan que las mujeres golpeadas muestran mayor propensión que las no golpeadas a utilizar el sistema médico, acudir a las salas de emergencia, tomar drogas bajo receta, padecer de alcoholismo y farmacodependiencia, intentar suicidarse y requerir tratamiento psiquiátrico. Los padecimientos asociados con el maltrato incluyen dolor de cabeza crónico, dolor abdominal, dolor muscular, infecciones vaginales recurrentes, alteraciones del sueño, trastornos de la alimentación, fracturas, luxaciones, depresión, embarazos no deseados, dolor pélvico crónico, asma, abuso de drogas y alcohol, contagio de enfermedades sexualmente transmisibles incluyendo el SIDA.9” En nuestro contexto se llevó a cabo un estudio en el Hospital Civil de esta ciudad de Morelia, en el cuál se entrevisto a un total de 110 mujeres del servicio de maternidad, el 33% fueron violentadas durante el embarazo, la mayorÃ−a por sus parejas o exparejas. Se demostró que las mujeres maltratadas son más propensas a abortar, tres veces más propensas a tener complicaciones en el parto y 4 veces más propensas a tener bebés de bajo peso al nacer, la diferencia en peso entre los hijos de mujeres maltratadas y las no maltratadas fue de 560 gramos. AsÃ− como también se ha comprobado que los hijos de estas mujeres son 40 veces más propensos a morir en el primer año de vida. Sin embargo, a pesar de lo abrumador de estos datos, es necesario señalar que los efectos a largo plazo para los menores afectados por la violencia desde la etapa intrauterina es aún desconocido, ya que se ignoran los efectos acumulativos de la violencia en este tipo de casos. Se ha demostrado que las mujeres golpeadas tienen una posibilidad de 4 a 5 veces mayor de necesitar tratamiento psiquiátrico que las no golpeadas, y una posibilidad 5 veces mayor de intentar suicidarse. Por otro lado, las situaciones de maltrato extremo general distorsiones mentales importantes como la minimización, la negación, la disociación o separación de la mente del cuerpo durante los momentos de mayor intensidad de los golpes, mecanismo de defensa de las mujeres para sobrevivir a los incidentes. Esta situación les impide, en muchos casos, reconocer la magnitud del peligro en la cuál se encuentran ellas y su familia, de modo que no saben cómo protegerse, cuándo pedir ayuda, dónde recurrir en casos de emergencia. Esta situación se agrava si no existen recursos comunitarios para apoyar de manera integral a la mujer en este tipo de circunstancias. Con respecto al uso de drogas y alcohol por parte de las mujeres maltratadas se ha encontrado que la violencia conyugal es el mayor predictivo de alcoholismo en las mujeres. Además los estudios reflejan que la mayorÃ−a de las mujeres golpeadas que beben alcohol, comienzan a hacerlo en forma excesiva, una vez que comienza el abuso. 3.5.- El Horrible CÃ−rculo. Las mujeres que se mantienen en una relación de maltrato suelen presentar el sÃ−ndrome de la mujer maltratada, que corresponde a un conjunto de sÃ−ntomas que se manifiesta en forma simultánea o 35

combinada. Algunas veces en forma más intensa que en otras. Este sÃ−ndrome se manifiesta a lo largo de tres fases: • La fase de tensión. • La fase de agresión. • La fase de conciliación o arrepentimiento, también llamada de “luna de miel”. La continuidad de éstas etapas va formando un ciclo de comportamiento, llamado ciclo de violencia doméstica. • La fase de tensión se caracteriza por una escalada gradual de tensión que se manifiesta en actos que aumentan la fricción y los conflictos en la pareja, como insultos, abuso fÃ−sico, etc. La pareja maltratadora expresa insatisfacción y hostilidad pero no en extremo o un forma explosiva. La mujer intenta calmar, complacer, o al menos, no hacer aquello que le pueda molestar al cónyuge, lo que fomenta la creencia irreal de que ella puede controlar la agresión. Pero esto sigue aumentando y eventualmente será incapaz de continuar controlando el comportamiento hostil y se dará curso a la agresión. • La fase de agresión está caracterizada por abusos fÃ−sicos, sexuales y psÃ−quicos. Cada uno de estos abusos produce a su vez varios sÃ−ntomas en las vÃ−ctimas. Esta fase aguda termina cuando el agresor detiene el abuso, obteniendo al mismo tiempo una reducción fÃ−sica de la tensión antes vivida. • La fase de conciliación o “luna de miel” es la etapa en la cual el maltratador se excusa y arrepiente, llora, se arrodilla, pide perdón, trata de ayudar a su vÃ−ctima, le muestra consideración y remordimientos con regalos o promesas de cambio o de que no se volverá a repetir. No hay tensión, no hay violencia; y le permite ver el lado “bueno” de su pareja, creyendo que ella puede ayudar a cambiarlo. Sin embargo, cabe señalar que con el transcurso del tiempo, en este tipo de relaciones de maltrato, la fase de tensión se repite más, y la de reconciliación se reduce. Cuando disminuye mucho o desaparece la conciliación, es cuando algunas mujeres reconocen a su pareja como agresor, sienten que tienen un problema y es cuando buscan ayuda; hasta este momento pueden hacer transcurrido muchos años. Si este ciclo no se rompe a tiempo, las agresiones se repetirán con más frecuencia y más intensidad, es decir con mayor gravedad y riesgo para la mujer, terminando muchas veces este ciclo, a l momento de la muerte de la vÃ−ctima. El abuso fÃ−sico, además de las lesiones que pueden ser evidentes, es posible que provoquen una tensión permanente, agotamiento, alteraciones de sus hábitos alimenticios y anemia. El abuso sexual, produce sÃ−ntomas similares a los de una mujer violada por un extraño: depresión, sentido de derrota, y un dolor emocional que la deja vencida. El abuso psicológico, que puede exteriorizarse con insultos, humillaciones, desvalorización, y amenazas, produce un desgaste psÃ−quico agudo y una sensación de estar enloqueciendo. Esto reduce la capacidad para protegerse y sienta las bases para que aparezcan otros sÃ−ntomas similares a los que han sido observados en prisioneros polÃ−tico de campos de concentración que han sufrido torturas. Se trata de crear y mantener un clima de terror, de manera que se pueda tener a la vÃ−ctima bajo control. Esto lleva también a que la mujer renuncie a su libertad y a su voluntad, convirtiéndose asÃ− en una sobreviviente que se somete obedeciendo para “salvarse” del sufrimiento. Este clima de terror produce en muchas vÃ−ctimas sÃ−ntomas fÃ−sicos como dificultades respiratorias, palpitaciones, angina de pecho, incontinencia urinaria, diarreas, dolores de cabeza, entre mucho otros. A nivel psicológico, produce desorientación, somnolencia o insomnio, tensión, ansiedad, indefensión, irritabilidad, distorsión de la realidad, desarrollo de una idea ilusoria de que agresor cambiará, intentos de 36

suicidio, etc. Dentro de todo este cuadro de comportamiento, se mantiene un instinto de conservación; de manera que la vÃ−ctima desarrolla sus propios mecanismos de defensa o más bien de supervivencia. Algunas de éstos mecanismos se observan en personas que se encuentran bajo amenaza y peligro permanente y recurren a ellos en situaciones de desesperación. Algunos ejemplos de lo anterior, podrÃ−an ser: • Desarrollar algunas simpatÃ−a con el agresor, defendiéndolo, protegiéndolo, o justificándolo. Es por esto que viendo esto de afuera, no se entiende por qué una mujer protege a quien la maltrata, negando lo que sucede, o retirando denuncias. • Dejar de sentir y de pensar. La mujer se anula como persona y centra su vida alrededor de las demandas y necesidades del agresor. Las mujeres que sobreviven a la violencia dÃ−a a dÃ−a y permanecen en la relación de maltrato no son cobardes, como muchas personas podrÃ−amos pensar. Hay que ser muy valientes y fuertes para resistir todo ello. Sin embargo necesitamos reconstruirnos de tal manera que ayudemos a esas mujeres a recuperar la autoestima perdida o que nunca tuvieron. Ayudarlas a buscar apoyo y consejerÃ−a en albergues y organizaciones de mujeres que entienden toda esta problemática, sin cuestionamientos o prejuicios, para su recuperación o sanación. CAPITULO IV PROPUESTA DE EDICIONES AL CODICO PENAL DEL ESTADO DE MICHOACAN, EN RELACION A LA VIOLENCIA ENTRAFAMILIAR Como ya hemos definido anteriormente, la violencia Familiar, se define como “cualquier acto cometido por uno de los integrantes del grupo familiar que dañe seriamente la vida, el cuerpo, el estado emocional, el bienestar o liberta de otro de sus miembros.” Desde esta perspectiva, la violencia familiar es un delito y por consiguiente debe de ser considerado como tal. A nivel jurÃ−dico, la violencia familiar es recurrente por que las leyes en este aspecto son muy flexibles, esto quiere decir que: 1.- Lo agentes del Ministerio Público investigadores, al no detectar huellas visibles graves de violencia en la vÃ−ctima, no le dan la debida importancia que el caso requiere. 2.- en ciertas ocasiones se argumenta la culpabilidad de la vÃ−ctima (que ella dio motivos ) y que el trato que les otorga constituye una nueva agresión que las obliga a no continuar con el proceso, y regresan nuevamente al lugar donde la historia volverá a repetirse. 3.- Los agentes del Ministerio Público en su mayorÃ−a, carecen de sensibilidad para tratar a las mujeres, lo que contribuye al abandono del trámite. 4.- Los trámites son largos, burocráticos, penosos y realizan en condiciones poco adecuadas.

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5.- En ocasiones la corrupción impide que los infractores sean castigados como debiera. 6.- La violencia familiar como tal, no está considerada en el Código penal vigente, se hace referencia a ella en el capÃ−tulo II art. 276, del tÃ−tulo decimosexto: Delitos contra la vida y la salud, en donde se señala lo siguiente: Art. 276.Si el ofendido fuera ascendiente, descendiente, pupilo, cónyuge o concubino del autor de las lesiones y estas fuera causadas dolosamente, se aumentara hasta dos años de prisión la sanción que corresponderÃ−a con arreglo a los artÃ−culos precedentes, y multa de dos mil pesos, siempre que no se trate de los previstos en la fracción I del artÃ−culo 270, que a continuación se presenta: Art. 270.Al responsable del delito de lesiones que no pongan en peligro la vida se le sancionara: 1.- con prisión de 15 dÃ−as a 6 meses y multa de diez a cien dÃ−as de salario mÃ−nimo, cuando las lesiones no impidan al ofendido dedicarse a sus actividades habituales más de quince dÃ−as o causen enfermedad que no dure más de ese tiempo. II.- Con prisión de seis meses a dos años y multa de cincuenta a doscientos dÃ−as de salario mÃ−nimo, cuando las lesiones impidan al ofendido dedicarse a sus actividades habituales más de quince dÃ−as o la enfermedad dure un lapso mayor de ese tiempo, siempre que esa circunstancia sea temporal. III.- Con prisión de dos a ocho años y multa de cien a quinientos dÃ−as de salario mÃ−nimo, cuando las lesiones dejen al ofendido una cicatriz en la cara permanentemente. IV.- Con prisión de cinco a diez años y multa de cien a quinientos dÃ−as de salario mÃ−nimo, cuando las lesiones produzcan debilitamiento, disminución o perturbación de las funciones, órganos, o del uso de la palabra o de las facultades mentales, y V.- con prisión de ocho a quince años y multa de cien a quinientos dÃ−as de salario mÃ−nimo, si la lesión de ja al ofendido una enfermedad mental o corporal; pérdida o inutilización de un miembro, sentido o función, pérdida permanente del uso de la palabra; deformidad incorregible, incapacidad permanente para el trabajo o la perdida de la capacidad para engendrar o concebir. Como se puede observar, la ley no es clara, ya que enfatiza un solo aspecto de la violencia familiar, que son las lesiones fÃ−sicas, pero deja de lado que la violencia familiar se ejerce contra la integridad de la persona. La violencia fÃ−sica provoca una alteración general de las condiciones de salud de la vÃ−ctima, debido a un estado depresivo mayor, que se caracteriza por: 1.- Animo deprimido durante la mayor parte del dÃ−a. 2.- Notable disminución de interés en todas o casi todas las actividades habituales. 3.- Aumento o pérdida significativa de peso, o disminución o incremento del apetito. 4.- Insomnio o hipersomnia casi todos los dÃ−as. 5.- Agitación o retraimiento psicomotor, casi todo el dÃ−a.

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6.- Fatiga o pérdida de energÃ−a durante el dÃ−a. 7.- Sentimientos excesivos o inadecuados de inutilidad o culpa. 8.- Disminución de la capacidad para concentrarse o indecisión. 9.- Ideas de muerte, o ideas de suicidio recurrentes. El sÃ−ndrome mencionado, tiene una correlación lineal con alteraciones somáticas, de los sistemas cardiovascular, digestivo, nervioso, respiratorio y endocrino, que al ser recurrentes devienen en enfermedades. Ante tales circunstancias, Propongo: 1.- Que se considere a la violencia familiar como un delito que debe ser sancionado, ya que, cada vez más se pone en riesgo la unidad fundamental de la sociedad : La Familia. 2.- Que se adicione un capÃ−tulo especial que tipifique claramente la violencia familiar como un delito y que establezca claramente la penalidad que corresponde según el agresor y la magnitud de la agresión y sus implicaciones. 3.- Que este capÃ−tulo considere el problema de la violencia familiar desde una perspectiva integral, es decir, que contemple todos los aspectos que influyan en ella (jurÃ−dica, polÃ−tico, social, y psicológico ) al mismo tiempo que considere la consecuencia en la totalidad de la persona y no solamente desde los rastros visibles que dejan los golpes. 4.- Tomando en cuenta estas múltiples alteraciones al estado general de la salud de las mujeres, es de considerarse un apartado especial dentro de nuestro Código penal, ya que hasta el momento no se ha tomado en cuenta lo referente a la reparación de daño, tanto económico como apoyo psicoterapéutico, médico y otros que se generen en el proceso de recuperación. Por lo anteriormente citado, es que propongo nuevamente, que se adicione un capÃ−tulo especial que tipifique a la violencia familiar, en el que se establezca claramente la penalidad que corresponde según el agresor, la magnitud de la agresión y sus implicaciones. PROPUESTA: TITULO DECIMOSEXTO Delitos contra la vida y la salud. CapÃ−tulo VIII Violencia Familiar . Art. 291 bis.Bajo el nombre de violencia familiar se comprende el uso de la fuerza fÃ−sica o moral, el maltrato constante, los golpes recurrentes, las amenazas, las lesiones, las injurias, la difamación y cualquier otro daño producido por una persona en contra de otra, cuando causen un prejuicio o menoscabo a la integridad fÃ−sica o psicológica del sujeto pasivo. Fracción I.39

Comete el delito de violencia familiar el responsable de cualquier acto de los señalados en el párrafo que precede en agravio de : 1.- Su cónyuge o pareja a la que esté unida fuera del matrimonio. 2.- sus parientes consanguÃ−neos en lÃ−nea recta sin limitación de grados. 3.- sus parientes colaterales dentro del cuarto grado. 4.- sus parientes afines a los parientes consanguÃ−neos de la pareja a la que este unido fuere del matrimonio. 5.- sus parientes civiles o por adopción, ya sea que se trate del adoptante o del adoptado. 6.- Cualquier otro pariente menor, incapaz, o anciano, que este sujeto a su patria potestad, custodia, guarda, protección, educación, instrucción o cuidado. Fracción II.Cuando se trata de situaciones de violencia familiar, la autoridad competente podrá acordar cualesquiera de las siguientes medidas de protección: • Ordenar al presunto agresor que salga inmediatamente del domicilio común. Si se resiste, se hará intervenir al orden público. • Fijarle a la persona agredida un domicilio diferente del común, que la proteja de agresiones futuras, si asÃ− se solicita. • Ordenar el allanamiento de la morada cuando, por violencia familiar, se arriesgue gravemente la integridad fÃ−sica, sexual, patrimonial, o psicológica de cualquiera de sus habitantes. Esta medida se efectuará conforme a lo dispuesto en el Código de Procedimientos Penales. • Prohibir que se introduzca o se mantengan armas en la casa habitación, cuando se utilicen para intimidar o causar daño a alguna de las personas citadas en la fracción I de este artÃ−culo. • Decomisar las armas en posesión del presunto agresor. • Suspenderle provisionalmente al presunto agresor, la guarda, crianza, y educación de sus hijos menores de edad. • Ordenar al presunto agresor abstenerse de interferir en cualquier forma, en el ejercicio de la guarda, crianza y educación de sus hijos. • Suspenderle al presunto agresor el derecho de visitar a sus hijos en caso de agresión sexual contra menores de edad. • Confiar la guarda protectora a quien la autoridad judicial considere idóneo para esa función, cuando la vÃ−ctima sea menor de edad, discapacitada fÃ−sica o mental, o se trate de una persona, que no pueda valerse por sÃ− misma. • Prohibir al presunto agresor, que perturbe o intimide a cualquier integrante del grupo familiar. k) Prohibir el acceso del presunto agresor al domicilio permanente o temporal de la persona agredida y a su lugar de trabajo o estudio. • Fijar una obligación alimentaria provisional, una vez fijada, de oficio se testimoniarán pruebas y se remitirán a la autoridad judicial correspondencia. • Ordenar al presunto agresor, que se abstenga de interferir en el uso y disfrute de los instrumentos de trabajo de la persona agredida. Cuando esta sea discapacitada, el presunto agresor no deberá interferir en el uso y disfrute de instrumentos indispensables para que la vÃ−ctima pueda valerse por sÃ− misma o integrarse a la sociedad. • Ordenar al presunto agresor, la reparación en dinero efectivo de los daños ocasionados a la persona 40

agredida o a los bienes que le sea indispensables para continuar su vida normal. Se incluyen gastos de traslado, reparaciones a la propiedad, alojamiento y gasto médicos. El monto se hará efectivo con el mismo proceso, mediante el embargo y remate de los bienes necesarios para cubrir los daños ocasionados a juicio de la autoridad judicial competente. • Emitir una orden de protección y auxilio policial, dirigida a la autoridad Seguridad Pública. La vÃ−ctima portará copia de esta orden para que pueda acudir a la autoridad más cercada, en caso de amenaza o agresión fuera de su domicilio. De incumplirse una o varias de estas medidas contraviniendo una orden emanada de la autoridad judicial competente, ésta podrá dar testimonio a la agencia correspondiente, para que se siga el juicio por el delito desobediencia a la autoridad. Las medidas de protección no podrán durar menos de un mes ni más de seis, excepto la consignada en el inciso C) del artÃ−culo anterior. Sin embargo, al vencer el plazo y a solicitud de parte, la autoridad competente podrá ordenar prorrogarlo una sola vez por igual periodo. CONCLUSIONES. PRIMERA.- Ser mujer en el mundo de hoy, no es tarea fácil. Constituye un gran desafÃ−o en la larga lucha por el pleno reconocimiento y vigencia de nuestros derechos, en el que hemos tenido que superar con valentÃ−a, inteligencia y paciencia una infinidad de obstáculos, muchos de los cuales subsisten todavÃ−a; pero no por ello debemos detenernos. Es necesario seguir ese proceso de lucha por obtener nuestra visibilidad como ser social, cultural, polÃ−tico, y productor de riqueza, y tener voz y voto, en todas las instancias de deliberación, que interfieren directa o indirectamente con la condición de vida de todas las personas; por la integración y plena participación de las mujeres en el desarrollo de nuestros pueblos, que nos permitan, fundamentadas en una claridad de propósitos, intervenir decisivamente en la construcción de n nuevo mundo más equitativo y humanizado. SEGUNDA.- La magnitud de los costos de la violencia, enraÃ−za produda y persistentemente en el tejido social. Mejorar la condición de la familia y desarrollar su potencial económico es una de las vÃ−as para alcanzar un crecimiento no sólo más equitativo y más sustentable sino también más junto y más humano. TERCERA.- La educación es fundamental para facultar polÃ−ticamente a la mujer, y es además, una inversión de alto rendimiento para el desarrollo general de la sociedad, pues al educar a la mujer se educa a toda la familia; de allÃ− la importancia de que se promueva un plan de acción estratégica, tendiente a la eliminación del analfabetismo entre las mujeres. La educación de la mujer es una herramienta eficaz para combatir os estereotipos sexuales y las conductas discriminatoria en su contra, permitiéndole un mejor disfrute de sus derechos humanos. CUARTA.- De los datos anteriormente expuestos en este trabajo de Tesis, se desprende que la violencia doméstica es un problema psico-social de gran impacto en México, por lo tanto se deben involucrar a grandes sectores de la sociedad como el de la salud, de los derechos humanos, el legal, el educativo, el académico, y la sociedad civil; y no verse como un problema privado, como todavÃ−a se le considera. QUINTA.- Es necesario insistir en la urgencia de legislar a nivel estatal a favor de las vÃ−ctimas de la violencia intrafamiliar, esto representarÃ−a un gran avance para evitar consecuencias fatales, como el homicidio y suicido, sin embargo no hay que perder de vista el desarrollo de estrategias preventivas, las cuales deben incluir a la población de jóvenes de ambos sexos, la sensibilización al personal de salud y prestadores de servicios judiciales y legales, información sobre el tema en las escuelas a diferentes niveles, la implementación de programas de rehabilitación para hombres golpeadores paralelos a los servicios de atención a mujeres maltratadas. 41

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