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Este proyecto ha sido financiado por la Dirección General de Economía Social. Medida: Difusión y promoción de la Economía Social. CONSEJERÍA DE ECONOMÍA, INNOVACIÓN, CIENCIA Y EMPLEO. JUNTA DE ANDALUCÍA.
La Vivienda del Siglo XXI. Cooperativa de Viviendas. El acceso a una vivienda a la medida de cada persona, es posible. Autora: Zoraya Sultán Regalado www.viviendasiglo21.coop © FEDECCON 2012
ÍNDICE. PRESENTACIÓN. ANTECEDENTES: 1. LAS DIFICULTADES DE ACCESO A LA VIVIENDA EN LA ACTUALIDAD.
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2. LOS CAMBIOS EN LOS HÁBITOS DE LA SOCIEDAD ACTUAL. NUEVOS TIPOS DE FAMILIA.
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3. EL ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA VIVIENDA COLECTIVA.
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4. EL COOPERATIVISMO: EMPRENDER EN COLECTIVIDAD.
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PROPUESTAS: 1. EL PLANEAMIENTO Y LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO: UNA HERRAMIENTA PARA CREAR CIUDAD.
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2. LA COOPERATIVA DE VIVIENDAS: LA VIVIENDA ACCESIBLE.
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3. ARQUITECTURA Y CONSTRUCCIÓN SOSTENIBLE, USO SOSTENIBLE.
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4. LA PERSONALIZACIÓN DE LA VIVIENDA COLECTIVA.
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5. NUEVO CONCEPTO DE VIVIENDA COLECTIVA: LA VIDA EN COMUNIDAD.
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CONFERENCIAS: 1. JUAN A. MÁRQUEZ DOMÍNGUEZ.
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2. JOSE MANUEL JURADO ALMONTE.
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3. MARINA LORA CHAPELA.
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4. RUBEN ALONSO MALLÉN (La Panadería).
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5. DAVID H. FALAGÁN (Laboratorio Vivienda Siglo XXI).
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6. ÁNGELA LARA GARCÍA (Mazetas).
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7. RAÜL ROBERT (Sostrecívic).
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8. AURORA MORENO GONZÁLEZ (Los Milagros).
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CONCLUSIONES.
PRESENTACIÓN. La España del año 2012, que actualmente vivimos, ha evolucionado mucho con respecto a hace 30 años. La sociedad actual es más igualitaria, avanzada y democrática. Sin embargo, seguimos a la cola de Europa en muchos aspectos. Entre ellos, el acceso a la vivienda. En este punto, es necesario recordar el Artículo 47 de la Constitución Española: "Todos los Españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada y los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las medidas pertinentes para hacer efectivo este Derecho. Sin embargo, la realidad de la sociedad española es muy distinta. Es de todos, conocido el actual problema de acceso a la vivienda que existe en nuestro país. Es una realidad, la imposibilidad de muchas familias españolas para acceder a una vivienda, dada la diferencia existente entre las rentas que perciben y el coste que supone tener una vivienda en propiedad o en alquiler. “El alojamiento es una necesidad humana prioritaria, como el alimento y el agua, y una condición esencial de la vida civilizada. Cuando se comprendan estas verdades, se reconocerá el problema de estar sin hogar como lo que verdaderamente es: una afrenta contra la dignidad humana y la denegación de un derecho humano básico”. En palabras de Lord Scarman, presidente del Consejo del Reino Unido para el Año Internacional del Refugio para las Personas sin Hogar. En este documento queremos poner de manifiesto la imperiosa necesidad que tiene nuestra sociedad de solucionar un problema básico para la vida: el acceso a la vivienda. Analizaremos la situación actual y el origen de algunos conceptos. Aportaremos algunas vías por donde seguir trabajando de cara a un futuro un poco más justo y trataremos de ofrecer algunas opciones alternativas a la promoción de viviendas tradicional, como es la construcción en cooperativa. En un intento de analizar el problema y buscar soluciones, la Federación Andaluza de Cooperativas de Consumidores y Usuarios, Fedeccon, llevó a cabo la organización de unas jornadas de conferencias en el mes de Junio de 2012, en las que se debatieron varios temas relacionados con el concepto “vivienda” desde muchos puntos de vista; técnico, urbanístico, humano, de colectividad, en cooperativa… y en el presente documento vamos a recoger los puntos fundamentales de las ponencias expuestas. Finalmente, sacaremos unas conclusiones y dejaremos abierta una vía de análisis a una situación que viene perdurando en el tiempo y que no parece que los poderes públicos quieran enfrentar en la actualidad.
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ANTECEDENTES: 1. LAS DIFICULTADES DE ACCESO A LA
VIVIENDA EN LA ACTUALIDAD. La dificultad para acceder a una vivienda por parte de grandes colectivos sociales es un problema que ha venido agravándose los últimos años en España. Como consecuencia, la emancipación de las personas jóvenes se retrasa cada vez más impidiendo así el desarrollo de nuevas unidades familiares y, por tanto, de la sociedad en sí misma. Se trata de un bloqueo en toda regla en el proceso de crecimiento de nuestra sociedad. Existen otras culturas en las que, varias generaciones de la misma familia conviven en una misma vivienda. Sin embargo y desde el desarrollo de nuestra sociedad, no es lo habitual entre las familias españolas. Hasta que en los últimos años de crisis económica, el aumento del número de personas desempleadas ha provocado numerosos desahucios, ejecuciones de hipotecas, rupturas de contratos de alquiler, y en definitiva, pérdidas de la vivienda habitual. Todas estas familias que se han quedado sin hogar, en su mayoría han tenido que buscar refugio en las viviendas de sus familiares más cercanos, volviendo por tanto a este tipo de convivencia intergeneracional que en otras culturas sigue siendo habitual, como comentábamos anteriormente, pero que en España hace muchos años que había dejado de ser necesario. La imposibilidad de acceder a una vivienda, en realidad no es un problema nuevo, ni tan siquiera contemporáneo, sino que ha sido una cuestión que ha acompañado al hombre a lo largo de su historia. Ya en la Roma clásica, la especulación era una práctica común y extendida entre las clases dominantes como una forma de expropiación sobre la plebe de las ciudades. En el caso concreto de Andalucía, en la última década, la población ha crecido en unos 800.000 habitantes, lo que ha supuesto un crecimiento del 10% de la población. A esta situación se une la fuerte subida del precio del suelo, muy por encima de la inflación y por tanto, por encima del sueldo medio del ciudadano. Toda esta sucesión de acontecimientos ha devenido en que muchas personas hayan quedado fuera del mercado libre de viviendas. Este
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problema, es una de las mayores preocupaciones de los andaluces en la actualidad, junto con el creciente aumento del paro y la crisis económica en general. En la actualidad, hay muchos andaluces con problemas de acceso a la vivienda. Jóvenes con empleo con edades comprendidas entre 18 y 35 años, que quieren emanciparse pero sus ingresos no son suficientes para adquirir una vivienda o simplemente alquilarla. Se trata, posiblemente, de la llamada “generación de los mileuristas”. Familias numerosas, monoparentales, las que tienen un miembro en situación de dependencia, mayores de 65 años y todas las que tienen características concretas y especiales o se encuentran en riesgo de exclusión social. Es por todo lo anterior deseable que las instituciones públicas trabajen para la consecución de una situación social en la que verdaderamente las familias andaluzas y españolas puedan acceder a una vivienda digna, que se adapte a su estructura familiar, en función de sus circunstancias económicas, tanto en la compra como en el alquiler, según cada familia decida libremente.
Es ésta una de las peticiones que “Vivienda Siglo XXI” hace desde su plataforma como iniciativa social y de interés público. Queremos remover las conciencias y proponer fórmulas para el nacimiento de una corriente de cambio en lo referente al mercado de la vivienda en España.
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2. LOS CAMBIOS EN LOS HÁBITOS DE LA
SOCIEDAD ACTUAL. NUEVOS TIPOS
DE FAMILIA. Según las actuales tendencias demográficas, existen dos factores que están cambiando la composición de la población occidental. Uno de ellos es la tercera edad y el otro la inmigración de otros países. Estos cambios demográficos están rompiendo la estructura de la sociedad española que existía hasta hace unos años. La unidad familiar “tipo” tiende a desaparecer y la sociedad se divide en nuevos y amplios subgrupos tales como personas que viven solas (solteros, separados…), parejas sin hijos, familias monoparentales y personas mayores ya sean solas o en pareja, todos ellos con referencias étnicas y culturales muy diversas. Todas estas unidades familiares tendrían sus propias preferencias sobre cómo querrían que fuera su vivienda habitual, qué necesidades tendrían, pero casi todos ellos preferirían un apartamento en un entorno urbano. Parece que las razones que justifican las preferencias hacia un entorno urbano con respecto a las urbanizaciones con jardín en las afueras, son la existencia de infraestructuras públicas, servicios, oferta cultural y de ocio variada y un entorno con facilidades para los discapacitados. Parece ser que en el norte de Europa y en Estados Unidos, la sociedad se está volviendo más dinámica y las personas no se apegan tanto a una vivienda sino que cambian con regularidad su lugar de residencia debido a la movilidad que ocasiona el trabajo. En España la población está menos dispuesta a abandonar su círculo más cercano por una oportunidad de trabajo. La mayoría de los españoles afirma no haber cambiado nunca de residencia por motivos laborales y el 40%, según encuestas consultadas, sigue viviendo en el mismo municipio en el que nacieron. Sin embargo, la coyuntura económica actual está haciendo replantearse a los españoles la movilidad por motivos laborales y una gran mayoría de la población desempleada estaría ahora dispuesta a mudarse por un empleo dentro de España o incluso a otro país. Curiosamente, los jóvenes de entre 18 y 30 años son los que hasta el momento han experimentado una menor movilidad geográfica por motivos laborales. No obstante, en este momento un 88,8% cambiarían su lugar de residencia por una oportunidad profesional. En nuestro país, está muy arraigada la costumbre de tener una vivienda en propiedad. Según una empresa de estudios de opinión, que recogía sus datos recientemente, casi un 85 % de la población española prefiere adquirir la vivienda
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en propiedad en contra de vivir de alquiler. Este dato viene a demostrar que a pesar de la coyuntura económica que vivimos, la mentalidad del español es difícil de cambiar, ya que se trata de una costumbre muy arraigada y que se ha transmitido de generación en generación como la mejor opción de vida y será algo que costará mucho modificar. Aunque podría pensarse lo contrario, la idea de adquirir vivienda en propiedad está bastante arraigada entre la población joven, ya que, a pesar de la actual crisis económica y la escalada del desempleo, casi el 80 % de la población entre los 18 y los 30 años, prefiere optar por la compra antes que por otro medio de acceso a la vivienda. Sin embargo, aunque el colectivo joven español desearía en su mayoría comprarse una vivienda, la realidad es bien distinta y casi el 50 % de entre 18 y 30 años, viven actualmente con sus progenitores, porque no se pueden permitir el acceso a una vivienda propia o porque no se lo plantean en la actualidad. Con respecto a la vivienda ideal de los españoles, resulta tener no menos de 120 m2, plaza de garaje, trastero y jardín. Mientras que la superficie media de la vivienda española es de 96 m2, sin plaza de garaje, ni trastero, ni jardín. Para vivir, el lugar preferido por los españoles son las ciudades medianas o pequeñas (40 %). A continuación y en este orden prefieren las urbanizaciones (20 %), los zonas rurales (17 %) y, por último, las grandes ciudades (16 %). Son éstas algunas pinceladas de las características del usuario de la vivienda en España. Observamos cómo dentro de la heterogeneidad de las familias españolas, compartimos muchas ideas preconcebidas y ataduras culturales que de alguna u otra forma nos impiden avanzar como sociedad hacia nuevas formas de habitar.
Desde “Vivienda Siglo XXI” creemos que es probable que la actual situación económica pueda llegar a modificar en parte ciertas tendencias de vida, al menos, en cuanto a la necesidad de salir de España para acceder al trabajo. Esta situación, impensable hace pocos años, podría ser tristemente el desencadenante de nuevos cambios y tendencias en la demografía española.
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3. EL ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA VIVIENDA COLECTIVA. Desde el origen del hombre hasta la actualidad, la vivienda ha ido experimentando una evolución formal, funcional y programática paralela a la evolución del ser humano, que se ha ido desarrollando en el tiempo y se ha interpretado en las diferentes culturas. La vivienda como tal, ha pasado por muchas etapas. Desde la cueva del humano primitivo, pasando por la casa romana, la casa medieval, la casa del renacimiento, la vivienda a partir de la ilustración, la vivienda del movimiento moderno, y así llegamos hasta la vivienda contemporánea. El concepto de vivienda colectiva nació a finales del siglo XIX y principios del XX para dar respuesta al alojamiento de un usuario “tipo”, es decir, no conocido. Por primera vez nacía un planteamiento muy diferente. Considerar al habitante de la vivienda como un individuo genérico. Este hecho se produjo como consecuencia del crecimiento de las ciudades y por una serie de cambios sociales, en gran parte, motivados por la industrialización. Fueron los arquitectos del movimiento moderno los que sentaron las bases que permitirían investigar durante décadas sobre cómo dar respuesta a un alojamiento colectivo de forma lo más eficaz y rápida posible. El esquema principal consistía en repetir un modelo de vivienda un número determinado de veces en un espacio limitado. En España, a raíz del retraso industrial, no se dio el fenómeno de las “ciudades carbón”, núcleos poblacionales que surgieron entorno a las industrias en la Europa del siglo XIX, principalmente en Gran Bretaña. Sin embargo, en el territorio español, el crecimiento de las ciudades se produjo al iniciarse la subdivisión de las viviendas unifamiliares, la elevación de plantas, la colmatación de parcelas, etc, lo cual dio lugar a una verdadera crisis de los servicios de las ciudades, al haber quedado su estructura urbana y de viarios, completamente obsoleta. A partir de la segunda mitad del siglo XIX nacen las nuevas formas de crecimiento de la ciudad en España. El ensanche, la anexión del extrarradio, la reforma interior y los barrios de ciudad jardín. Destacan casos como el de Barcelona, donde se aprueba el plan Cerdá que planteó su ensanche con un trazado ortogonal uniforme, con tres ejes oblicuos; el de Madrid, que también se trazó de forma ortogonal pero que incorporaba la segregación social desde su concepción. En Barcelona Cerdá intentó evitar dicha segregación a través de la uniformidad del trazado, sin embargo, esta situación acabaría imponiéndose. Los ensanches de Bilbao y San Sebastián también destacan por sí mismos.
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En 1892 surge el concepto de ciudad lineal que sustituiría al ensanche como modo de trazado de ciudades en el proyecto de Arturo Soria. Consistía en que la ciudad naciera a partir de una amplia avenida central en la que habría un gran número de dotaciones comerciales y escolares. La ciudad sería saludable, organizada y bien comunicada y aunque la vivienda unifamiliar denotaría las diferencias sociales, no se relegaría a las clases más humildes a los suburbios. Durante la segunda república (1931-1939) se trata de potenciar el uso de las cooperativas para mejorar la problemática de la vivienda obrera, tanto a nivel regional como estatal. El actual parque de viviendas vacías y secundarias no es algo nuevo. Por el contrario, comenzó a formarse en la época del desarrollismo. Se fue extendiendo por los diferentes gobiernos y está claramente relacionado con la importancia que el sector de la construcción ha tenido siempre en la situación económica española. Los diferentes planes de vivienda que se han ido sucediendo a lo largo de los años han intentado dar solución al problema de acceso a la vivienda de muchos sectores de la población española y por otro lado a proporcionar empleo y riqueza a la sociedad. La influencia de la construcción en el producto interior bruto, en el número de desempleados y la relación indirecta con otros sectores, han marcado siempre las distintas políticas de vivienda que han utilizado siempre la construcción, en exceso en algunos casos, como motor económico del país.
Desde la iniciativa “Vivienda Siglo XXI”, proponemos la diversificación del sector de la vivienda y la búsqueda de nuevos productos que se adecuen a los nuevos tipos de usuarios que han ido apareciendo con el tiempo y que en muchas ocasiones no encuentran satisfechas sus necesidades habitacionales y de vida.
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4. EL COOPERATIVISMO: EMPRENDER EN COLECTIVIDAD. Cada año, Naciones Unidas elige un tema que considera, entre todos sus miembros, fundamental para el desarrollo de las poblaciones y la construcción de un mundo mejor. Este año, 2012, ha resultado ser el año de las cooperativas. “Las cooperativas tienen un potencial enorme para enfrentar los asuntos del desarrollo socio-económico y contribuir para alcanzar los objetivos de desarrollo convenidos internacionalmente, incluidos los Objetivos de Desarrollo del Milenio”, afirma Naciones Unidas. “Las empresas cooperativas hacen contribuciones muy valiosas para la reducción de la pobreza, la generación de empleo y la integración social, y con la celebración de este año se propone aumentar el conocimiento público de todas estas contribuciones”, en palabras del organismo internacional. La Asamblea General de la ONU reconoce, que “las cooperativas, en sus distintas formas, promueven la máxima participación posible de todas las personas en el desarrollo económico y social, incluidos las mujeres, los jóvenes, las personas de edad, las personas con discapacidad y las personas indígenas, son cada vez más un factor clave del desarrollo económico y social y contribuyen a la erradicación de la pobreza”. Además de instar a los gobiernos para que promuevan el cooperativismo, hace especial hincapié en que “sigan examinando, según proceda, las disposiciones jurídicas y administrativas que rigen las actividades de las cooperativas a fin de promover su crecimiento y sostenibilidad, en un entorno socio-económico que evoluciona con rapidez, entre otras cosas, estableciendo para las cooperativas condiciones equiparables a las de otras empresas comerciales y sociales, incluidos incentivos fiscales apropiados y el acceso a los servicios y mercados financieros”. El año internacional ofrece una oportunidad para mostrar el impacto de las grandes y también de las pequeñas y medianas cooperativas que mejoran significativamente la vida de las personas en el mundo. El cooperativismo o movimiento cooperativo, tal y como ha llegado a nuestros días, como movimiento social, comienza a desarrollarse en Europa a partir de los últimos años del siglo XVIII, fortaleciéndose durante el siglo XIX. Durante estos años, el movimiento cooperativo fue perfilándose y adquiriendo sus principios fundamentales y ha llegado a nuestros días difundiéndose de tal modo que hay países cuya legislación recoge la obligación del gobierno de fomentarlo.
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El cooperativismo lleva implícitos una serie de valores y principios que caracterizan y distinguen a las cooperativas de los demás tipos de asociaciones que existen, y que lo convierten en “uno de los medios más eficaces para el desarrollo económico, social, cultural, y democrático de los habitantes de un país”. (Ley 6756 de Asociaciones Cooperativas, capítulo 1). Los principios cooperativos nacieron con las llamadas “reglas áureas” de la cooperación propuestos por los Pioneros de Rochdale. En principio se planteó un modelo de sociedades de ayuda mutua, que más tarde se convertirían en sindicatos. Es en esos momentos cuando nacerían las primeras cooperativas de consumo, de ahorro y de crédito. Dichos principios originalmente eran: “adhesión libre, un voto por persona, repartición de los excedentes en forma proporcional a los servicios utilizados, interés limitado del capital, neutralidad política y religiosa, venta al contado y desarrollo de la educación” (Mayorga, 1988). Algunos pensadores aportaron a través de sus escritos y filosofía, las ventajas de la cooperación humana como instrumento para alcanzar la superación de las personas, la justicia social y el bienestar de las clases necesitadas. La importancia de los principios cooperativos es tal que en 1966 quedaron recogidos por la Alianza Internacional de las Cooperativas resultando como se describen a continuación:
1. Libre adhesión y retiro voluntario: La inscripción en cualquier cooperativa debe ser totalmente libre, voluntaria y abierta a todas las personas que así lo deseen y que quieran hacer uso de los servicios que la cooperativa les brinda, a la vez que aceptan las responsabilidades y obligaciones que ello implica. 2. Derecho de voz y un voto por persona: Las cooperativas como asociaciones democráticas que son, deben garantizar a todos los asociados el derecho de participar igualitariamente en las decisiones y responsabilidades de la cooperativa. Esto implica igualdad de derecho y obligaciones. 3. Pago de un interés limitado a los aportes hechos al capital social: Debe existir una tasa limitada al capital por aportaciones si éste recibe interés. 4. Distribución de los excedentes: Los excedentes generados por la cooperativa pertenecen a sus asociados, en este sentido los mismos asociados serán quienes decidirán el destino de los excedentes. Así, los excedentes pueden distribuirse según se decida a: 1) la expansión de las actividades de la cooperativa, 2) se destinan a la prestación de servicios comunes y, 3) los excedentes se distribuyen entre los asociados en forma proporcional a los servicios utilizados. 5. Labor educativa: Es un deber de las cooperativas promover los principios y filosofía del cooperativismo entre sus empleados, asociados y en la comunidad en general.
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6. Cooperación entre cooperativas: Con el objeto de cumplir aún mejor sus fines y favorecer sus intereses, las cooperativas deben en la medida de lo posible brindarse ayuda entre ellas. La organización administrativa, económica y financiera de las cooperativas está muy estructurada y regulada. Existen organismos reguladores que controlan la actividad con objeto de que ésta sea lo más eficiente posible. Las leyes actuales conceden a las cooperativas ciertos privilegios y exenciones fiscales. Pero dichos privilegios los recibe la asociación y no los asociados como personas físicas. Finalmente, es necesario recordar que las cooperativas ofrecen una serie de ventajas. Algunas de ellas se derivan de sus mismos principios, estructura y forma de funcionamiento, y otras se deben a los privilegios que la legislación les otorga. Algunas de ellas son:
1. Permite unir esfuerzos e intereses en una misma dirección, con objetivos y estrategias definidas. 2. Permite una adecuada división y especialización del trabajo, agrupa las actividades en unidades prácticas basadas en prioridades, similitud de operación e importancia del elemento humano. 3. Tiene prioridad en concursos y licitaciones públicas.
Desde “Vivienda siglo XXI” se pretende dar a conocer el esfuerzo y la ilusión con el que trabajan las cooperativas y proponerlas como opción de vida en muchos campos en los que podrían ser una solución a la actual situación de estancamiento económico en España.
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PROPUESTAS: 1. EL PLANEAMIENTO Y LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO: UNA
HERRAMIENTA PARA CREAR CIUDAD. Hay un debate constante en el panorama social y político de nuestro país y especialmente de Andalucía, sobre el rechazo hacia modelos urbanísticos implantados en los últimos años en nuestro territorio, ya que han acarreado la destrucción de espacios y paisajes no recuperables o de muy lenta y difícil recuperación. Dichos modelos urbanísticos, han permitido un alto consumo de un bien insustituible como es el territorio, han ocasionado un alto consumo de energía y agua potable, han provocado grandes problemas de movilidad, han convertido en ineficaces a las infraestructuras existentes, no respondiendo a criterios de cohesión social y deteriorando uno de los mayores valores de nuestro territorio: el medio ambiente. La ordenación del territorio y las funciones urbanísticas, son en realidad las funciones públicas que deben garantizar el acceso a una vivienda digna para toda la ciudadanía, la lucha contra la especulación, la protección de los valores ambientales en el espacio rural y urbano, y la garantía de la protección de los intereses públicos en el proceso de creación de ciudad. Esta obligación de proteger el territorio, vincula también a los municipios que deben ejercer sus competencias de ordenación urbanística actuando siempre conforme a las normas y planes de ordenación del territorio y respetando firmemente la legislación urbanística autonómica correspondiente. Las competencias planificadoras de los poderes públicos autonómicos deben seguir el interés general y no limitarse a atender propuestas de crecimiento basadas en la demanda de un mercado concreto que además viene inducida por los propios agentes que intervienen en la promoción, con lo que, el proceso posterior que debe existir de participación pública, resulta ser práctica o totalmente inexistente. Finalmente, cuando se reacciona, es tarde y el territorio ha perdido sus valores ambientales y paisajísticos. Esta situación descrita, es una realidad que ha ocurrido muchas veces en el territorio andaluz, sobre todo litoral, y que no se debe permitir.
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Crear ciudad no consiste simplemente en generar, por simple agregación, suelo urbano sin otro límite que la capacidad inversora de los agentes que intervienen en el proceso, aunque se prevean algunas infraestructuras y servicios adecuados. Crear ciudad es algo más. Se trata un compromiso con la ciudadanía para dar respuesta a las necesidades vitales, sociales, culturales y económicas de los habitantes de las poblaciones. Supone también, cohesionar el territorio, que a veces queda excesivamente compartimentado y fragmentado por los distintos usos del suelo, más allá de los límites de cada término municipal, impulsando la prestación de servicios entre municipios e implementando las infraestructuras con criterios de eficacia, eficiencia y sostenibilidad. Dada la situación actual de descontento y debido a las experiencias anteriores, es necesario que, de forma coordinada con los agentes sociales, los poderes públicos lideren modelos alternativos que faciliten el desarrollo económico de la sociedad, pero no a costa de perder valores territoriales. Las comunidades autónomas deben ejercer sus competencias ya que, el cumplimiento de los objetivos constitucionales en el ámbito territorial, ambiental y del patrimonio histórico, trasciende muchas veces los territorios incluidos en las divisiones municipales. Es también imprescindible impulsar la participación ciudadana y el debate público entorno a la formulación de los planteamientos urbanísticos más importantes, de forma que las propuestas de ordenación de los poderes públicos lleguen con la mayor transparencia posible a la ciudadanía. Habría incluso que pensar si se sería conveniente realizar consultas populares no vinculantes a cerca de dichos planteamientos urbanísticos con la finalidad de que los poderes públicos pudieran conocer las prioridades de los ciudadanos. El estado deberá velar por el correcto desarrollo de los procesos urbanísticos en base a la legislación existente, diseñando políticas de coordinación, estableciendo las bases para un correcto funcionamiento de los programas e impulsando medidas destinadas a garantizar los derechos de las personas y del medio ambiente. Se hace necesario que desde los poderes públicos se promueva un debate continuado en el tiempo sobre los temas territoriales para evaluar situaciones, hacer propuestas y asumir compromisos. En dicho debate debería darse participación, en la medida de lo posible, a los agentes sociales interesados en esta cuestión tales como universidades, asociaciones ecologistas, empresariales, colegios profesionales relacionados con la materia tales como arquitectos, arquitectos técnicos, etc. Es necesario crear una nueva conciencia, no del problema, pues ya existe, si no de la necesidad de afrontarlo con urgencia.
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Los planes de ordenación del territorio y los urbanísticos constituyen un poderoso instrumento para la defensa de los valores constitucionales relacionados con la vivienda, el urbanismo, la protección del patrimonio histórico y el medio ambiente. Será necesario afrontar con prontitud, el reto de redactarlos comprometiéndose con dichos valores. La solidaridad interterritorial e intergeneracional y la participación, son imprescindibles si queremos garantizar los derechos constitucionales.
Es éste uno de los grandes retos de este siglo y desde la iniciativa “Vivienda Siglo XXI” queremos aportar al menos el clima de debate y sembrar algunas ideas de cambio y mejora para un futuro no muy lejano.
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2. LA COOPERATIVA DE VIVIENDAS: LA
VIVIENDA ACCESIBLE.
Ante el panorama actual de dificultad de acceso a la vivienda por parte de un gran número de familias españolas, la cooperativa de viviendas se plantea como una alternativa muy a tener en cuenta a la hora de adquirir una vivienda, ya sea libre o protegida. El régimen fiscal que regula las cooperativas y la reducción de costes que puede suponer, las convierte en una opción muy favorable. La cooperativa de viviendas puede ser cooperativa de trabajo, constituida por un grupo de trabajadores profesionales de la construcción que se organizan en cooperativa para construir sus viviendas o, más frecuentemente, cooperativa de consumidores, es decir, personas necesitadas de este bien primordial que se organizan y asocian en cooperativa para contratar a los profesionales que construyen las viviendas. Éstas últimas son las tradicionales cooperativas de viviendas, legalmente facultadas para adquirir, parcelar y urbanizar terrenos y, en general, desarrollar todas aquellas actividades que sean necesarias para cumplir con su fin social: la construcción y puesta en funcionamiento de una o varias viviendas. Una cooperativa de viviendas es un tipo de cooperativa cuyo objeto social es el de proporcionar a sus socios viviendas, locales u otros bienes inmuebles, partiendo de la adquisición del suelo y urbanizándolo si fuera necesario. Las cooperativas de viviendas, como sociedades promotoras de viviendas, se han consolidado como uno de los mejores medios para acceder a una vivienda asequible y de calidad. Los socios que constituyan la sociedad cooperativa de viviendas deben ser personas físicas que necesiten alojamiento para sí mismos o para sus familiares. También es posible crear una cooperativa de viviendas en régimen de protección oficial, para lo cual sería necesario la participación de una gestora que se encargaría de promover la actuación y velar porque se cumplieran los requisitos autonómicos correspondientes, aunque una vez constituida la cooperativa, serían los socios los que tomarían las decisiones, no la gestora. El régimen fiscal de las cooperativas se encuentra recogido en la ley de cooperativas de cada comunidad autónoma. En Andalucía, se trata de la ley 14/2011 de 23 de Diciembre de Sociedades Cooperativas Andaluzas. También
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quedan reguladas por la ley de carácter estatal Ley 20 /1990 de 19 de Diciembre de Régimen fiscal de la cooperativas. Algunos beneficios fiscales destacables son las exenciones y reducciones en algunos impuestos como son el impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos y el impuesto de Sociedades. Las cooperativas que se consideren protegidas gozarán además de bonificaciones como la del 95 % sobre la cuota del impuesto sobre Actividades Económicas. Por todo lo anterior, el sector de las cooperativas de viviendas tiene una gran importancia en España. Forma parte de su economía social y desempeña un papel articulador en el sector inmobiliario. Se trata de una forma alternativa de hacer vivienda social. Las cooperativas de viviendas permiten el cumplimiento del mandato constitucional de facilitar al ciudadano el acceso a una vivienda digna. Existen varios factores que hacen del sistema cooperativo más competitivo con respecto al sistema tradicional de promoción de vivienda y son los siguientes: a. La reducción del coste de la construcción pues el cooperativista y futuro habitante de la vivienda hace las funciones de promotor. b. Al tratarse de un sistema democrático y participativo, son los destinatarios finales de las viviendas los que toman las decisiones sobre el desarrollo de todo el proceso constructivo y de puesta en marcha, con lo que el control sobre el producto que está pagando el cooperativista es claro y no existe en ninguna otra fórmula de adquisición de una vivienda. c. El sistema cooperativo de construcción de viviendas proporciona un equilibrio natural entre la oferta y la demanda al estar asegurada la adjudicación de cada vivienda al socio correspondiente. El sistema cooperativo de construcción de viviendas nos da también la oportunidad de tratar de equilibrar el mercado de venta de viviendas con el de alquiler de las mismas, a través del sistema de cooperativa en cesión de uso, modelo aún nuevo en España pero que se empieza a utilizar en algunas poblaciones. Este modelo pretende ofrecer soluciones tangibles y realistas al problema de acceso a la vivienda de muchas familias en el panorama español. En definitiva, queremos presentar las cooperativas de viviendas como una vía de acceso a la vivienda para las familias españolas. Las cooperativas de viviendas tienen una larga lista de valores que hemos venido enumerando en este escrito y que en este año 2012, año internacional de las cooperativas, llegarán a un gran número de personas que desconocen las bondades de este sistema de acceso a la vivienda. Será necesario que las administraciones públicas presten toda la colaboración posible en el fomento de dicho sistema cooperativo, y apuesten
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por retomar acuerdos y convenios entre las distintas instituciones para que el mercado de las cooperativas de viviendas avance hacia adelante resultando una solución real para los problemas de acceso al hábitat existente en España.
En “Vivienda Siglo XXI” apostamos por el sistema cooperativo de construcción de viviendas y creemos firmemente en que puede aportar soluciones en la situación actual de dificultad en que se encuentra el mercado español de la vivienda.
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3. ARQUITECTURA Y CONSTRUCCIÓN SOSTENIBLE, USO SOSTENIBLE.
En la actualidad, el gran impacto que la construcción supone en el medio ambiente, es un tema que nos preocupa a todos. No solo a los sectores relacionados sino también al ciudadano de a pié que es cada vez más respetuoso con su hábitat. La arquitectura y la construcción sostenible pretenden reducir al máximo dicho impacto y preparar al edificio para que su uso no implique un derroche de energía sino, más bien, que sea eficiente. Del mismo modo, la sostenibilidad en la edificación ofrece una serie de ventajas medioambientales y socioeconómicas. La conciencia de la sostenibilidad ha llegado a tal punto que se ha convertido en toda una corriente arquitectónica cuya finalidad es la de proyectar edificios sostenibles al máximo, de forma que el respeto al medio ambiente sea cada vez mayor en nuestra sociedad. La arquitectura sostenible se puede definir como una combinación entre el uso de alta tecnología en la construcción y el uso de materiales naturales y reciclados y energías renovables. Es también la arquitectura que tiene en cuenta el impacto que tiene el edificio durante todo su ciclo de vida, considera los recursos que va a utilizar, el uso de agua y otras energías que va a demandar y finalmente, qué se puede hacer con los residuos resultantes de su derribo cuando finalice su vida útil. También debe plantearse el impacto ambiental de todos los procesos que intervienen en la construcción de un edificio, como la fabricación de los materiales, las técnicas de construcción, el impacto en el entorno del edificio, etc. La eficiencia energética es fundamental. Se debe diseñar el edificio, ya desde el proyecto, de forma que consuma la menor energía posible en su construcción y en su uso diario, una vez esté en funcionamiento. A la misma vez que el uso del edificio resulta sostenible, la calidad de vida de sus ocupantes mejora de forma sustancial debido a la calidad de los materiales utilizados y al confort que proporciona el uso de energías limpias y renovables. Teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad desarrollada y al haber tomado conciencia de los efectos desastrosos que podría provocar en el planeta
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el uso indiscriminado de los recursos naturales, la sociedad ha comenzado a replantearse todos los procesos de producción industrial. La construcción, uno de los sectores clave, ha sido uno de los que más interés ha puesto en modificar hábitos y procesos. El desarrollo de gran número de proyectos respetuosos con los criterios comentados, nos ha permitido comprobar la viabilidad económica de los planteamientos y las grandes ventajas medioambientales y de ahorro a medio y largo plazo que suponen. Sin embargo y a pesar de las ventajas demostradas, la arquitectura y la construcción sostenibles son, en gran parte, un concepto de gran proyección mediática pero no una realidad tangible en los edificios de las ciudades españolas. El carácter rígido de la construcción, la limitada capacidad económica de las iniciativas y la escasa conciencia social, han provocado que la sostenibilidad no haya terminado de instalarse del todo en el sector de la construcción. Será necesaria una ardua labor de concienciación de todas las partes para que, un concepto que nos llega a diario y con el que cada vez estamos más familiarizados, se implante definitivamente en los procesos constructivos de nuestro país.
Uno de los planteamientos fundamentales de la iniciativa “Vivienda Siglo XXI” ha sido, desde el primer momento, la implantación definitiva de los criterios de sostenibilidad en la edificación, en este caso, de vivienda en cooperativa. Debe ser un valor añadido, aunque imprescindible, a nuestro parecer, en la construcción de viviendas en sistema cooperativo.
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4. LA PERSONALIZACIÓN DE LA
VIVIENDA COLECTIVA.
El carácter rígido de la vivienda colectiva es algo intrínseco a esta tipología que difícilmente podríamos separar de su naturaliza original. Como ya se ha comentado anteriormente, para la concepción de la vivienda colectiva, se hace necesario imaginar un usuario tipo con el que poder generar un patrón de vida. Pero este supuesto es totalmente irreal en la actualidad ya que sería realmente difícil encontrar a dos usuarios iguales en un mismo edificio de viviendas colectivo. La vivienda de cada persona es el lugar donde se desarrolla gran parte de su vida, su refugio, se almacén, su particular parcela de espacio en el mundo. La heterogeneidad de las familias en la actualidad, hace que los usuarios quieran, desde el primer momento que ocupan la vivienda, transformarla y adaptarla a sus necesidades. Aparecen nuevas formas familiares y con ellas se enriquece el espectro de posibles habitantes de la vivienda colectiva: parejas con o sin hijos, personas solas, ancianos, estudiantes, trabajadores que comparten vivienda, etc. La forma de vida de cada usuario permite que, en cada caso, aparezca un programa propio como son la sala de juegos, el despacho, la sala de estudio, el taller, etc. En la actualidad, el usuario tipo que se toma en consideración en una promoción de viviendas habitual, suele ser la familia estándar, formada por dos padres y dos hijos. A partir de este esquema familiar surge el patrón de vivienda tipo, que normalmente tiene una superficie media unos 90 m2, cocina, salón, tres dormitorios y dos baños. Cualquier diferencia que se quisiera realizar en este esquema, tendría que ser por intervención directa posterior del propio usuario. Existe por tanto una incongruencia total entre la rigidez de la tipología media de vivienda y la heterogeneidad de los modos de vida de las familias y sus exigencias de funcionamiento. La alternativa a la clásica planta rígida de vivienda colectiva es la transformabilidad, concepto definido en la tesis titulada: Hábitats transformables: Adaptación al cambio de los modos de habitar y flexibilidad en el proyecto de vivienda colectiva; para optar al título de Arquitecto y al grado de Máster en Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Chile. El concepto de transformabilidad se entiende como la capacidad de la vivienda colectiva de cambiar en el tiempo, por medio de tres conceptos básicos: flexibilidad, diversidad y variabilidad.
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La utilización de estos conceptos en la concepción de un proyecto de vivienda colectiva, daría lugar a una planta transformable. La flexibilidad de la planta, proporcionaría un grado de libertad al proyecto que permitiría distintos modos de vida. Utilizaría recursos como la movilidad de elementos, la homogeneidad espacial y la adaptación de elementos. La flexibilidad podría ser física (elasticidad en la disposición espacial) o tecnológica (aporte de soluciones constructivas novedosas). La diversidad aplicada a la planta de la vivienda pretende dar lugar a una variedad de elementos, búsqueda de la diferenciación combinando espacios, elementos tecnológicos y elementos móviles e incluso agrupando usos en los mismo espacios. Por último, la variabilidad supone no definir los espacios, sino más bien dar lugar a la incertidumbre de la forma. Sería la dinámica del uso cotidiano la que daría lugar a la variación de las formas y los recintos. Existirían dos tipos de variabilidad; reversible (cambios espaciales según el ciclo de actividades diarias) e irreversible (definir los espacios inicialmente y mantenerlos en el tiempo). La transformabilidad podría ser interna y externa. La interna se entiende como la que tiene lugar dentro de los límites marcados de la vivienda y la externa es la que se da fuera de éstos. En la transformabilidad interna se definen tres tipologías: a. Planta Libre: ausencia de distribución o partición espacial (loft). b. Planta móvil: la que contiene uno o varios elementos móviles que permiten la subdivisión del espacio en recintos menores y de tamaños diversos (tabiques móviles, puertas correderas, muebles, aparatos, etc). c. Planta de recinto neutro: es aquella que aunque tiene habitaciones y espacios definidos, es capaz de ofrecer diversidad por la equivalencia o diferenciación en el tamaño de sus espacios. Se trata de sucesiones de recintos con una o más aberturas que permiten y definen un recorrido característico.
Desde “Vivienda Siglo XXI” proponemos aplicar la transformabilidad, en mayor o menor medida, a los proyectos de vivienda colectiva, de forma que, las familias españolas puedan adaptarse mejor a sus espacios habitacionales. Permitamos que el usuario de la vivienda pueda encontrar en su casa el espacio que realmente se adapte a sus necesidades de vida. Será necesario que las nuevas iniciativas de creación de vivienda colectiva, se conciencien realmente de la necesidad que existe de avanzar en este campo. Creemos igualmente que las cooperativas de viviendas son un buen campo de cultivo para sembrar estas ideas y verlas germinar finalmente como casas adaptables a cada unidad familiar.
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5. NUEVO CONCEPTO DE VIVIENDA COLECTIVA: LA VIDA EN
COMUNIDAD. En la actualidad, el trabajo, las comunicaciones, las obligaciones, el tiempo, son factores que nos hacen vivir deprisa, ausentes, casi alienados. A veces, ni tan siquiera prestamos atención a nuestro entorno, ni a las personas que nos rodean, vecinos, tenderos de nuestro barrio, etc. Las nuevas tecnologías provocan en parte esta sensación de ensimismamiento que padecemos. Internet, con las redes sociales y los distintos medios de comunicación, provocan que a veces pasemos varios días sin salir de nuestras casas. La realidad es que los edificios residenciales donde vivimos, tampoco ayudan a proporcionar un clima muy diferente. Nuestras viviendas, en la mayoría de los casos, forman parte de edificios plurifamiliares en bloque, que constan de las viviendas en sí, un portal de acceso lo más pequeño posible y la comunicación vertical (escalera y ascensor), además de los espacios reservados para el registro de las instalaciones. Aunque somos conscientes de que no podría llevarse a cabo en todos los casos, pensamos que en muchos de ellos, el planteamiento de edificio de viviendas podría ofrecer otros espacios alternativos a los básicos de comunicación, que pudieran proporcionar al habitante de la vivienda otros usos, tal vez, impensables para él si no existe previamente. Hablamos de espacios para usos comunitarios, tales como espacios de encuentro, de juego para niños, de reuniones comunitarias e incluso de usos más concretos como son dotaciones públicas tales como bibliotecas, guarderías, ludotecas, talleres sociales, etc. En Barcelona, en los últimos años, se han llevado a cabo actuaciones de vivienda social en alquiler sobre suelo dotacional de forma que las viviendas conviven con los equipamientos. En concreto estos ejemplos estaban dirigidos a jóvenes y personas mayores y los equipamientos eran bibliotecas, colegios, asociaciones culturales, etc. Poder contar con el suelo dotacional para la construcción de viviendas, amplía las posibilidades de intervención de las distintas administraciones y la cercanía entre las viviendas y los equipamientos trae consigo una cohesión social muy necesaria en las actuales ciudades españolas.
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Los estudios realizados por el equipo de Josep María Montaner y Zaida Muxí Martínez llegan a concretar la superficie de espacio comunitario e indican que a partir de las 12 viviendas es recomendable 20 m2, como mínimo, en espacio comunitario privativo o público, según el caso concreto. La propuesta de “Vivienda Siglo XXI” pretende recuperar la vida en comunidad que en la mayoría de las ciudades españolas se ha perdido en la actualidad. Incorporar espacios comunitarios en los edificios de vivienda colectiva proporcionará el ambiente necesario para que las personas volvamos a convivir entre nuestros vecinos. Las administraciones públicas deben entender que es necesario crear una ciudad cohesionada desde el propio edificio de vivienda y para ello es muy necesario acercar el equipamiento al ciudadano en su mismo lugar de residencia.
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CONFERENCIAS: Los días 19 y 26 de Junio de 2012, la iniciativa “Vivienda Siglo XXI” llevó a cabo la celebración de dos jornadas técnicas sobre vivienda en cooperativa. Además del concepto en sí de cooperativa de vivienda, se trataron temas fundamentales relacionados con el desarrollo de la misma, como son el urbanismo y la ordenación del territorio, el aspecto social, geográfico y analítico del habitar humano, las nuevas líneas de trabajo en diseño de vivienda colectiva, las cooperativas de uso y disfrute, la necesaria tendencia sostenible de la construcción y la arquitectura, así como algunos ejemplos de iniciativas que funcionan en la actualidad como cooperativas de vivienda y que nos prestaron, por un momento, sus ilusiones y objetivos cumplidos. A continuación, resumimos brevemente las presentaciones que llevaron a cabo cada uno de los ponentes y que pueden descargarse en la página web de Vivienda Siglo XXI.
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JUAN ANTONIOMÁRQUEZ
DOMÍNGUEZ, Doctor en geografía y catedrático de la Universidad de Huelva, nos hizo plantearnos la realidad de la vivienda desde el punto de vista más teórico, para llevarnos a profundizar acerca de la naturaleza del hombre, la formación de las ciudades y los tipos de vivienda. Nos hizo reflexionar sobre la situación actual del mercado de la vivienda y sobre los nuevos tipos de familia y, en consecuencia, de habitar. Nos planteó la necesidad de deconstruir el territorio como forma de replantearnos las ideas preconcebidas y mirar hacia delante con nuevos objetivos. Finalmente, nos expuso las estrategias del desarrollo territorial para acabar con una frase que resume a la perfección el sentido y el fondo de su discurso: “La deconstrucción es una tarea difícil, donde el territorio y el lugar tienen las claves para hacer, de nuevo, la casa un lugar habitable y no solo un bien de consumo”.
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JOSE MANUEL JURADO
ALMONTE, Doctor en geografía y profesor titular de la Universidad de Huelva, llevó a cabo un repaso de los conceptos fundamentales que condicionan el urbanismo y la ordenación del territorio en España y más concretamente en el caso de Andalucía. Realizó un exhaustivo estudio del sistema de planeamiento territorial andaluz, así como expuso las causas de la situación de crisis que sufre el sector inmobiliario y las relaciones directas con un excesivo y descontrolado desarrollo urbanístico. Reflexionó acerca del impacto medioambiental que en los últimos años ha tenido el desarrollo territorial en España, sobre la necesidad de que la previsión de crecimiento de los planes urbanísticos esté claramente justificada y la importancia de que se lleve a cabo con criterios de sostenibilidad ambiental. Por último, recalcó la importancia del planeamiento urbanístico en el desarrollo social, económico y ambiental de los municipios y apostó por la búsqueda del equilibrio entre un racional aprovechamiento del suelo y el respeto al medio ambiente y los recursos naturales, como son, el territorio y el agua. Como objetivo fundamental, la cohesión social y medioambiental.
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MARINA LORA CHAPELA, Arquitecta, Máster en Gestión Social del Hábitat, Máster en Ciudad y Arquitectura Sostenible y colaboradora de iniciativas como “coopdeusosevilla” y “masqueunacasa”, nos habló sobre el caso concreto de cooperativas de vivienda en cesión de uso y disfrute, partiendo del análisis básico de la gestión social del hábitat, requisito imprescindible para el desarrollo de la sociedad. Tras hacer un conciso análisis sobre las dificultades para acceder a la vivienda en la actualidad, tratando conceptos como segregación del territorio, fractura y exclusión social, aporta datos sobre las diferencias con otros países europeos y expone la realidad del aumento del precio de la vivienda en los últimos años. A continuación, nos hace ver las características concretas del modelo de cooperativa de vivienda en cesión de uso y disfrute, enumerando sus ventajas y particularidades. Como ejemplo, nos muestra experiencias en otros países y también algunos casos en España. Nos propone la cultura comunitaria como opción de vida y trabajo, destacando el poder de la gestión colectiva y el control social del espacio comunitario. Reivindica una democracia más participativa como alternativa al actual sistema claramente obsoleto. Para terminar, nos dibuja una ciudad sostenible que rehabilita inmuebles en desuso, diversifica su trama urbana, aumenta la eficacia de los ciclos y fomenta la participación ciudadana. Podríamos resumir la presentación en una frase “Compromiso con el ciudadano”.
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RUBEN ALONSO MALLÉN, Arquitecto, de La Panadería, Arquitectura y Diseño, nos expuso el modo en que tratan el concepto de vivienda, considerándolo un proceso en el que pueden intervenir ideas como la autogestión, el cooperativismo, el diseño colaborativo, la adaptabilidad de la vivienda y los valores del uso, la vida en comunidad y los recursos comunitarios. Nos ilustró sobre alguno de los proyectos en los que han investigado a cerca de la apertura en el proceso de diseño, dejando abiertas ciertas posibilidades en obra para que el inquilino pueda adaptar su vivienda a su modo de vida. Sus reflexiones giran también entorno a que el inquilino pueda configurar el volumen interno de la vivienda en función de sus necesidades de vida y familiares. Proponen una visión integral de la vivienda donde son fundamentales la flexibilidad espacial, la participación y la organización y gestión, todo ello bajo criterios que proporcionen accesibilidad, habitabilidad y bien estar social, y más globalmente, dentro de un proceso sostenible. Todo ello conforma un mapa de estrategias habitacionales dentro del concepto “Vivienda como proceso”. Como propuesta final, nos invitan a participar en la plataforma online de procesos colectivos de vivienda con la que pretenden reconducir los recursos colectivos, el conocimiento y la potenciación comunitaria en favor de reunir experiencias y plantear cuestiones para finalmente llegar a conclusiones y entre todos generar un clima de análisis que en algún momento se traduzca en iniciativas interesantes.
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DAVID H. FALAGÁN, Arquitecto, Máster en Teoría e Historia de la Arquitectura y profesor del Máster Laboratorio de la vivienda del siglo XXI en la ETSAB-UPC, nos enumeró las líneas principales del contenido del Máster que desarrolla en la actualidad. Partiendo de un estudio pormenorizado de las circunstancias que envuelven la realidad social del momento, profundiza en cuatro conceptos fundamentales como son la ciudad, la sociedad, los recursos y la tecnología. A partir de estos cuatro grandes temas, realiza una clasificación de las viviendas como si de un producto manufacturado se tratara. De ese modo, en lo que se refiere a sociedad, las categorías de clasificación son la adecuación a grupos familiares, accesibilidad, desjerarquización, espacios de trabajo y espacios de almacenamiento. En la ciudad, la clasificación resulta en base a la situación urbana, valores de proximidad, relación con el espacio público, convivencia de usos y espacios intermedios. En la tecnología, incidencia en la formalización, adecuación tecnológica e instalaciones, agrupación de áreas húmedas, adaptabilidad e innovación tecnológica. Por último, en cuanto a recursos, aprovechamiento pasivo y activo, ventilación cruzada, eficiencia y residuos y reciclaje. A continuación, nos muestra multitud de ejemplos de vivienda colectiva en los que va desgranando cada uno de los conceptos anteriormente expuestos.
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ÁNGELA LARA GARCÍA, Arquitecta, Máster en energías renovables, arquitectura y urbanismo y perteneciente a la Sociedad Cooperativa Andaluza de Arquitectos, Mazetas, nos hace una introducción a cerca del origen de dicho grupo como sociedad cooperativa en la que todos sus miembros tienen un interés común en la ecología y entorno al cual, gira toda su actividad. Nos muestra gráficamente sus principales líneas de trabajo: la arquitectura ecológica, el paisaje y el territorio, el diseño del agua y el hábitat coaching. Nos enumera algunos ejemplos sobre bioconstrucción, actuaciones sobre el territorio como propuestas de ajardinamiento y dispositivos tecnovegetales, algunas intervenciones sobre gestión del agua y por último, el proceso de hábitat coaching. Habla sobre la propuesta de crear una red de relocalización de recursos y finalmente, nos ilustra sobre varios ejemplos de arquitectura y construcción sostenible en vivienda colectiva.
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RAÜL ROBERT, Presidente y socio fundador de la Cooperativa Sostrecívic, nos presentó la asociación, como un modelo social de acceso al hábitat. El objetivo fundamental era contarnos el ejemplo de cooperativa que han desarrollado bajo el nombre de Techo Cívico y que actualmente está declarada como asociación de utilidad pública. Sostrecívic es una cooperativa mixta de usuarios y de viviendas en cesión de uso, considerada especialmente protegida. Se entiende como un nuevo modelo de acceso a la vivienda que consigue ser más efectivo a la hora de velar por el derecho a la vivienda de las personas. La integración social, la innovación tecnológica y los espacios colectivos son algunos de los logros obtenidos por la asociación cooperativa Sostrecívic. El objetivo fundamental de la cooperativa es la de implantar el modelo en cesión de uso, que supone que la propiedad de la vivienda pertenece a la cooperativa y sus socios gozan de un derecho de uso indefinido, transmisible y asequible. Nos habla de los actuales problemas de acceso a la vivienda, desde los innumerables desalojos que se vienen produciendo en la actualidad, hasta la realidad de las más de tres millones de viviendas vacías que hay en España, pasando por los miles de personas que demandan una vivienda y que no pueden acceder a ella. Finalmente, nos mostró las actuales líneas de trabajo y proyectos que están desarrollando encaminados a conseguir cuatro objetivos fundamentales: reducir el coste de la vivienda, activar el patrimonio en desuso, autonomía e integración social y el ahorro energético.
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AURORA MORENO
GONZÁLEZ, Presidenta de la Cooperativa “Los Milagros” que gestiona el Residencial Santa Clara, consiguió darnos a todos los presentes, una lección sobre cómo perseguir los sueños. Se trata de una persona que puede demostrarnos que si persistes en el empeño de conseguir un objetivo concreto, al final, se puede cumplir. El origen del actual Residencial Santa Clara, gestionado por la Cooperativa Los Milagros, fue el deseo de Aurora y varios de sus familiares y amigos, de crear un lugar en el que pudieran vivir de forma independiente pero con todos los servicios cubiertos, a partir de cierta edad. Debía ser un lugar agradable, ubicado en un entorno natural y sobre todo, tendría que ser accesible económicamente. La respuesta a los deseos de Aurora y sus familiares y amigos fue la cooperativa de viviendas. De ese modo, en el año 1991, se funda la sociedad cooperativa andaluza “Los Milagros”. De esta manera, un grupo de hombres y mujeres, estaban sentando las bases de lo que puede ser una tipología edificatoria que satisfaga realmente las necesidades de muchas personas mayores, que no terminan de encajar en las tradicionales residencias de ancianos repartidas por el territorio español. El objetivo principal del residencial consiste en que los cooperativistas vivan en apartamentos independientes que ellos mismos decoran, incluso con los muebles que tenían en sus viviendas, con el fin de que se sientan realmente en casa. Que cada apartamento se adapte a su habitante y no al contrario. Se trata de respetar el estilo de vida de cada persona y la libertad de un segmento de la población, que no por ser mayores deben perder su dignidad y sus costumbres. Los servicios comunes, como comedor, limpieza, servicios médicos, etc. serían sufragados por la cooperativa. Se trata de un modelo de autogestión. Los usuarios y cooperativistas deciden, a través de su participación activa, los pasos a dar. En definitiva, esta iniciativa de carácter integral, supone un ejemplo en todos los ámbitos. Tan solo sería necesario que las administraciones públicas se hicieran eco de los beneficios que ofrece el sistema en cuestión y adaptaran de alguna forma la normativa actual para acoger esta nueva figura que realmente no tiene cabida como tal en la actualidad. Sin embargo, éste puede ser el futuro de las personas mayores en Europa en los próximos años. Gracias a Aurora y su grupo de emprendedores por perseverar e iniciar el camino.
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CONCLUSIONES. Para concluir, queremos poner de manifiesto el compromiso de la Federación Andaluza de Cooperativas de Consumidores y Usuarios, Fedeccon, de continuar este camino, que no ha hecho más que empezar, para tratar de buscar soluciones concretas al problema de acceso a la vivienda que tiene gran parte de la población española y, especialmente, la andaluza. Queremos aunar fuerzas entre todas las instituciones y grupos sociales implicados en el problema, para darle forma a un futuro en el que cada familia tenga realmente una vivienda a la medida de sus circunstancias familiares. Será necesario trabajar desde la administración pública aunque también desde la calle para crear una nueva conciencia social acerca del problema y sus posibles soluciones. Apostar por la construcción de vivienda en régimen cooperativo puede facilitar al usuario final el proceso de obtener una vivienda, así como, será más viable la posibilidad de crear una vivienda personalizada para cada unidad familiar. La arquitectura y la construcción sostenibles deben ser, igualmente, una prioridad a la hora de plantearse cualquier iniciativa de vivienda colectiva. Será también un verdadero reto conseguir que el planeamiento urbano proporcione soluciones eficientes a los problemas del territorio. Y de igual manera, será crucial el objetivo de crear ciudad, no como proceso de urbanización, sino como espacio conciliador, fomentando la proximidad y la mezcla de usos. Debemos llenar la ciudad de “espacios múltiples” donde las personas de distintas edades y situaciones personales, tengan más posibilidades de desarrollar su cotidianidad con facilidad. Apostamos por los proyectos que pretenden dar vida a los barrios con intervenciones de rehabilitación urbana y reutilización de espacios en desuso. Se deben diversificar las tipologías de vivienda en los distintos barrios, diversificar los usos de los locales comerciales de planta baja en los edificios de vivienda colectiva, del mismo modo que se deben mezclar las actividades de ocio, trabajo, dotacional y comercial. Destacamos también la necesidad de crear espacios comunitarios, aprovechando incluso los espacios residuales tipo azoteas, locales de planta baja, zonas de paso, etc, con un objetivo claro, la socialización de las personas y la cohesión social. La iniciativa “Vivienda Siglo XXI” apuesta porque es posible un mercado de la vivienda más justo, sostenible, equitativo, flexible, y asequible. Tan solo el buen hacer de todas las partes implicadas, permitirá que se cumpla.
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Este proyecto ha desarrollado una página web, bajo la denominación www.viviendasiglo21.coop para dar apoyo al mismo, fomentar la participación de los diferentes interlocutores, organizaciones sociales y empresariales, instituciones públicas y colegios profesionales, así como la transferencia de ideas y conocimientos entre los interesados. Un foro de participación abierto, que tendrá continuidad en el tiempo vinculado a otras iniciativas de la FEDERACIÓN ANDALUZA DE EMPRESAS COOPERATIVAS DE CONSUMIDORES Y USUARIOS (FEDECCON) en el ámbito del cooperativismo de Vivienda.
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CRÉDITOS. Edita: Federación Andaluza de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (FEDECCON). Coordinación Técnica: Sytia Arquitectura S. L. P. Textos: Zoraya Sultán Regalado. Diseño gráfico: Sytia Informática S. L. Edición: Octubre 2012.
Este proyecto ha sido financiado por la Dirección General de Economía Social.
Medida: Difusión y promoción de la Economía Social. CONSEJERÍA DE ECONOMÍA, INNOVACIÓN, CIENCIA Y EMPLEO. JUNTA DE ANDALUCÍA.