LAS BIBLIOTECAS ESPECIALIZADAS Y LOS INVESTIGADORES: UN ENCUENTRO CON LA BIBLIOTECA ESPECIALIZA EN HISTORIA POLÍTICA DE COLOMBIA DE LA FUNDACIÓN GILBERTO ALZATE AVENDAÑO

Diana Marcela Castaño Zuluaga Fundación Gilberto Alzate Avendaño

Resumen Las características fundamentales de la biblioteca especializada son: la naturaleza y el carácter de su colección, que deberá trascender del espacio físico donde se encuentran, despertando el interés por la indagación y la búsqueda de explicaciones; la clase de usuarios – investigadores que usan las fuentes primarias como recurso para la investigación histórica, la función educadora que cumple a la comunidad que sirve y el bibliotecólogo, que seguirá vinculado a la gestión de la información, siempre y cuando los usuarios lo identifiquen como un referente natural a la hora de necesitar asistencia para el proceso de recuperación, adquisición y gestión de la información. Antecedentes – Historia de la Fundación1 La Fundación Gilberto Alzate Avendaño, establecimiento público distrital del orden descentralizado, adscrito a la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, fue creado por el Concejo de Bogotá hacia finales de 1970 como una entidad de carácter netamente cultural. Durante más de cuatro décadas transcurridas desde su creación, se ha consolidado como uno de los más importantes centros artísticos y culturales de la ciudad y del país, y ha sido escenario y promotora de las más variadas expresiones vinculadas a las artes plásticas, visuales, escénicas, musicales, literarias y audiovisuales, a la vez que ha fomentado vigorosamente la participación y la formación democrática ciudadana a través de debates, foros, seminarios, cátedras y además del servicio de la biblioteca especializada en historia política de Colombia. En los albores de la Fundación, la Biblioteca consistía en una pequeña sala de lectura y una colección que incluía algunos ejemplares de cultura general y enciclopedias que fueron adquiridas gracias a donaciones y a la compra directa de ejemplares. Debido a la frecuente inversión para su 1

Pinto Siabatto, O (2013). Fundación Gilberto Alzate Avendaño 1970-2013. (Documento de trabajo). Bogotá: Fundación Gilberto Alzate Avendaño

consolidación, la Biblioteca fue ampliando su colección de forma paulatina, y es precisamente para el año 1980 que se decide especializar la biblioteca en historia política, fecha cuando se reinaugura con ocasión del 20 aniversario de la muerte del Doctor Gilberto Alzate Avendaño. En los años siguientes la Biblioteca sigue ampliando su catálogo especializado y gracias a la gestión de la señora Yolanda Ronga de Alzate, esposa del Doctor Gilberto Alzate Avendaño, esta llega a ser sede de la Asociación Colombiana de Bibliotecarios, Ascolbi. Para 1999, la Biblioteca contaba ya con alrededor de 2.500 títulos, con los cuales se atendían las necesidades de investigación de universitarios, historiadores, periodistas y público en general, interesados en la política. Debido a su crecimiento constante, se determina mudar la Biblioteca, ubicada en la segunda planta de la edificación, a la primera planta, ya que el peso de los libros estaba averiando la arquitectura de la casa colonial, que se sabe es del siglo XVIII, local que hacia parte de las oficinas del Virrey Espeleta. Para el año 2002, la biblioteca hereda gran parte del acervo bibliográfico de la liquidación de la Biblioteca Ignacio Escallón Cárdenas del Concejo de Bogotá, por aporte directo de la Secretaría de Educación. Se trasladaron entonces un número significativo de títulos de historia política, biografías de estadistas y la totalidad de la colección de publicaciones periódicas que conformaba su hemeroteca, con esto, además de otras donaciones y adquisiciones, la biblioteca especializada de la Fundación quedó conformada por más de 10.000 volúmenes. La donación de la Secretaría de Educación sumó, entre muchas otras publicaciones de importancia, el Registro municipal de Bogotá (1914-1929), La Gaceta de Cundinamarca, los Anales del Congreso y del Concejo de comienzos del siglo XX, una Revista diario de Cundinamarca de 1832, revistas académicas y de opinión muy importantes, informes de entidades distritales y nacionales, además de audiovisuales institucionales. Igualmente dentro de la colección de publicaciones seriadas, la biblioteca de la Fundación cuenta con importantes diarios como Jornada, Diario de Colombia y Eco Nacional (estos dos últimos dirigidos por Gilberto Alzate Avendaño entre los años 1952 y 1959), colecciones que a través del tiempo se han ido completando, así como un gran número de ejemplares de El Tiempo, El Espectador, El Siglo, La República, La Prensa y El Liberal, que datan desde la década de 1930 hasta finales de la década de 1980; incluso hay ejemplares de 1924 y 1925. Si bien las limitaciones de infraestructura física han disminuido el aumento de la colección de diarios, la Biblioteca no ha cejado su empeño por mantener su valiosa colección de revistas: Semana, Nueva Frontera, El Grafico, Alternativa y Cromos, las cuales permiten acceder a información sobre Bogotá y también a la historia del país desde del siglo XIX hasta nuestros días.

Hoy, la Biblioteca cuenta con 111.000 volúmenes aproximadamente, de los cuales hay más de 10.000 catalogados, conformados por la colección de libros y la hemeroteca, en los cuales pueden ser consultados entre otros, temas relacionados con administración pública; aspectos sociales, históricos y culturales de Colombia y de Bogotá; biografías de próceres de la Independencia, líderes políticos y mujeres heroínas de la historia nacional; ciencias políticas; conflicto armado; derechos humanos; desplazamiento forzado; estudios regionales; justicia y paz; movimientos sociales; planes de desarrollo de los diferentes gobiernos; historia política; partidos políticos; violencia; estudios constitucionales y jurídicos entre muchos otros; además de las publicaciones propias de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, que se centran en la cultura política y en los trabajos de investigación artística realizados por la Gerencia de Artes Plásticas. Actualmente la Biblioteca dispone de dos salas de consulta y una cómoda sala de tertulia. Biblioteca especializada La Unesco define la biblioteca especializada “como aquellas bibliotecas que dependen de una asociación, servicio oficial, departamento, centro de investigación, sociedad erudita asociación profesional, museo, empresa… o cualquier otro tipo de organismo y cuyos acervos pertenezcan en su mayoría a una rama particular, por ejemplo: ciencias naturales, sociales, historia, etc.,”2a diferencia de los centros de documentación cuyos materiales son producto de la gestión de la institución. Según Buonocore (1967) las características fundamentales para concebir la biblioteca especializada son: La naturaleza y el carácter de su colección La clase de usuarios que usan la colección La función educadora que cumple a la comunidad que sirve Como complemento a las consideraciones anteriores es preciso decir que otra característica a tener en cuenta para suponer el normal desarrollo de una biblioteca especializada es: El bibliotecólogo Las bibliotecas especializadas “tratan de concentrar información de cada campo, se ocupan de una pequeña parte del saber, pero de manera profunda y específica, responden al desarrollo tecnológico actual, hecho que a su vez

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García Aylurdu, A. (1998). Bibliotecas especializadas: mesa redonda. Jornadas mexicanas de biblioteconomía p. 423-4

requiere recursos humanos altamente capacitados para prestar servicio también especializado”3 El usuario de este tipo de bibliotecas, es un usuario ocasional, esporádico, que hace uso de la biblioteca cuando está llevando a cabo investigaciones, por tanto en su mayoría, son usuarios con una formación académica elevada y unos requerimientos especializados. Si el usuario encuentra sus necesidades de información satisfechas seguramente será multiplicador de los servicios y colecciones, fortaleciendo con otros investigadores la imagen de la biblioteca. El objetivo de la biblioteca no sólo será fomentar el desarrollo de la investigación, sino que también debe proporcionar información de actividades culturales, difusión de conferencias, seminarios o talleres sobre temas relacionados con la especialización de la biblioteca, además de ser un lugar de encuentro de académicos e investigadores que puedan intercambiar experiencias. La colección de la biblioteca pertenece un tema específico, sin embargo tendrá todos los recursos de información existentes a su disponibilidad (Bibliográfico, hemerográfico, iconográfico, audiovisual). Del profesional a cargo de la biblioteca, dependerán todos y cada uno de los servicios que allí se presten, ya que usualmente estas unidades de información solo son manejadas por una o dos personas. Así como también dependerán de él, las actividades de selección, procesamiento, análisis, difusión, redes sociales, inventarios, etc., como lo afirman Latorre Zacarés y Sanchis Pérez (1998) “El dinamismo de las bibliotecas especializadas depende casi agobiantemente del personal que tiene al frente y su capacidad de darse a conocer”.4 Ahora bien, la atención personalizada es lo que hace la diferencia entre una biblioteca especializada y una biblioteca pública, el usuario requiere algo específico, un dato puntual, y es allí donde puede sacar ventaja de lo explícito de la colección y dependerá de la destreza del profesional de la biblioteca orientarlo hacia otros materiales, derivándose un mejor servicio de referencia y orientación, adicionalmente esta relación directa permite al bibliotecólogo tener mayor conocimiento de los vacíos de información que posee la colección e incidirá directamente en la selección y adquisición de materiales. En conclusión el bibliotecólogo deberá tener conocimiento especial y puntual de la materia, del fondo bibliográfico, del perfil de usuarios y un conjunto de habilidades, actitudes y valores que le permitan trabajar de forma eficiente.

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Arteara-Fernández, F. (s.f). Bibliotecas universitarias versus bibliotecas especializadas. Revista de bibliotecología y ciencia de la información 4 Latorre Zacarés, I. Sanchis Pérez, E. (1998). La atención a usuarias y usuarios en las bibliotecas especializadas. VI Jornadas españolas de documentación. Valencia

La colección de la Biblioteca Especializada en Historia Política de Colombia Puntualmente el acervo de la biblioteca especializada en historia política de Colombia no tiene que ver con la actividad principal de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, como recurrentemente ocurre con otras instituciones que tienen este tipo de bibliotecas, aunque si se acoge a la misión de la fundación de promover la cultura política ciudadana en Bogotá. La Biblioteca tiene varios enfoques, ya que desde su inicio se creó como biblioteca pública, diez años después se especializo en historia política y gracias a la actualización continua y a la donación del concejo de Bogotá, tiene algunas colecciones patrimoniales, en su mayoría revistas y periódicos desde finales del siglo XIX. La colección de la biblioteca está conformada por: Colección general y de referencia Hemeroteca Colección FUGA Colección iconográfica Colección de audiovisuales La colección general y de referencia cuenta aproximadamente con 10.000 ejemplares de libros que abarcan ensayos, biografías, crítica, legislación y temas técnicos sobre la historia política de Colombia; publicaciones producidas desde finales del siglo XIX. La colección está en permanente actualización a través de la adquisición de novedades y recibo de donaciones. La hemeroteca está conformada aproximadamente por más de 100.000 unidades de periódicos, revistas y publicaciones seriadas sobre el acontecer nacional, editadas tanto por universidades e instituciones públicas y privadas dedicadas a la investigación. La colección de publicaciones periódicas es la más usada por los investigadores y usuarios en general ya que a través de ellas se puede hacer el análisis del acontecer nacional, regional y distrital. En los periódicos de publicación nacional, se pueden medir las tendencias políticas, comparando una misma noticia a partir de la visión liberal y conservadora de los periódicos, también es posible hacer el análisis de un periódico, como el tipo de papel, la calidad, la cantidad de hojas (desabastecimiento de papel), políticas de censura (por ejemplo las actuaciones de los periódicos El Tiempo y el Espectador con la aparición de El Intermedio y El Independiente durante el año 1957, época de la dictadura del General Rojas Pinilla, como periódicos alternativos ante la censura a que fueron sometidos), la clase de editores, los nombres de los directores de las publicaciones. Se puede evidenciar como se hacía la distribución de las noticias, los costos de vida, costos de la publicaciones, empresas distribuidoras, etc., lo que permite hacer el seguimiento a la evolución de un periódico determinado desde sus primeras

publicaciones hasta finales del siglo XX o en una época puntual como es el caso del periódico La Jornada que era publicada por Jorge Eliecer Gaitán. Se encuentran también las publicaciones oficiales, ordenanzas distritales y departamentales, Gaceta del Congreso y de Cundinamarca, Anales del Congreso y la Cámara, Registro municipal y las ordenanzas en donde se puede realizar un seguimiento a las políticas públicas que han marcado la historia del país y del distrito, así como información referente a la población, las actividades económicas, culturales, políticas y religiosas en general. Con la colección de revistas, nos podemos acercar a la visión política y cultural de principios del siglo XX, entre muchos otros temas, es posible realizar un seguimiento del arte colombiano a través de publicaciones como El Grafico, que ilustró cada uno de sus números con pinturas de los principales artistas de la misma época. En 1952, la Revista Lámpara, publicación que fue de la petrolera ESSO, desarrolla una labor de divulgación de las artes plásticas, su primer fotógrafo de cabecera fue Leo Matiz y tuvo participación de los pintores y escultores Eduardo Ramírez Villamizar, Omar Rayo, Peter Aldor, Fernando Botero, Alejandro Obregón y Enrique Grau. En el caso especifico de la revista El Grafico, entre otras similares, dan cuenta de cómo evolucionan las expresiones artísticas, como pasa de la acuarela a la fotografía, del blanco y negro al color, de un desarrollo por esquemas a algo más grafico, además de cómo el formato de las revistas, con el tiempo pasa de tamaño tabloide a un tamaño menor como el carta, caso que también se ve en la revista Nueva Frontera de tinte liberal dirigida por el ex presidente Lleras Restrepo. La colección de la FUGA, está constituida por los libros, catálogos y revistas producidos por la entidad, además de la literatura gris, presente en las cátedras de historia y cátedras Bogotá que hace la fundación anualmente sobre diversos temas. Por otra parte, existe la colección iconográfica la cual está compuesta por más de 800 caricaturas originales elaboradas por Hernando Turriago Riaño más conocido por los investigadores y especialistas como “Chapete”, durante los años 1950 a 1980, publicadas en su mayoría en el diario El Tiempo, en donde se puede evidenciar las tendencias políticas y sociales de la época, con una gran dosis de sarcasmo, ejemplo: Chapete se burla constantemente de Álvaro Gómez Hurtado, caricaturizándolo como mico, al General Rojas Pinilla lo tilda de Gurrupin y exalta la labor de Lleras Camargo y Lleras Restrepo, demostrando su tendencia política, lo que permite un estudio profundo de las situaciones diversas de la sociedad bogotana y colombiana. La colección audiovisual dispone de materiales publicados por la Alcaldía Mayor de Bogotá y otras entidades distritales, además de las grabaciones de eventos realizados por la FUGA relacionados con foros, debates, conferencias y conversatorios. El proceso de desarrollo de colecciones

Los criterios de selección de material, están enmarcados en la política de gestión de colecciones en la cual se tiene en cuenta información especializada y temas de actualidad política, económica, cultural como por ejemplo: Agro (2013 cuando estallo corrupción), Memoria (proceso de paz, reparación), Conflicto fronteras (San Andres – Nicaragua). Adicionalmente, se tiene en cuenta la información retrospectiva, para poder completar colecciones, (es necesario tener en cuenta la diferencia entre una 1 ed., 2 ed., una reimpresión, un original, una edición facsimilar, el prologo por quien fue escrito, o si es un ejemplar firmado por el autor) y se presta especial atención a productores de información como las altas cortes, procuraduría, contraloría, veeduría, personería, boletines informativos de las entidades oficiales. Por otra parte, existe una relación estrecha con libreros y librerías tradicionales ya que estos se han especializado en ser localizadores de ejemplares escasos como primeras ediciones, libros antiquísimos o bellamente ilustrados, contribuyendo “de manera valiosa y significativa a la difusión y a la democratización del saber, del conocimiento y de la cultura, ya que se han destacado por su capacidad para orientar y coayudar a la adquisición de libros”5. La adquisición de materiales se realiza por medio de los canales tradicionales: compra, canje y donación, este último se solicita a entidades públicas documentos que evidencien la gestión y sirvan para la construcción de políticas públicas que demuestren a futuro la historia política en Colombia, como ejemplo están los planes de gobierno, de gestión, sobre localidades, que en otras unidades de información no son relevantes o difundidas. En el proceso de análisis, descripción y clasificación, se pone especial atención en realizar una descripción bibliográfica completa, en donde se hace un profundo análisis del contenido, elaborando resúmenes que permitirán una mayor concreción y delimitación de la información. La evaluación de las colecciones es un tema constante, debido a la necesidad de especializar la colección, identificando la importancia histórica y cultural de los materiales, de lo cual se genera un expurgo, asegurando el cumplimiento de la función y objetivos de la biblioteca y manteniendo viva la colección y el tamaño adecuado del fondo documental. La realización de inventarios y avalúos de las colecciones permitirá el conocimiento y descubrimiento de obras que corresponden a una colección de patrimonio documental (Semana cómica, Chapete, Cromos desde sus inicios, Grafico, publicaciones oficiales desde 1832).

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Berdugo Cotera, E. (2012) Vida social e influencia cultural de los libreros de Bogotá 1960 – 2007. Bogotá: Universidad Autónoma de Colombia

Preservación y conservación de los materiales El objetivo fundamental de la preservación y conservación de los materiales, es servir de salvaguarda de la información, ya que por la propia naturaleza del soporte y su antigüedad, se encuentran en grave peligro de desaparición, pues en el momento de publicación de los mismos se pensaba en un consumo inmediato y no en una previsión de conservación a largo plazo. Las condiciones del entorno ambiental y el deterioro biológico también repercuten en el deterioro de las colecciones, las cuales se encuentran expuestas a diversos factores como: Condiciones del entorno ambiental Humedad Temperatura Sistemas de entrada y salida de aire Microclima Contaminación atmosférica Deterioro biológico Plagas bibliófagas El uso constante por parte de investigadores, ayuda al proceso de deterioro de los materiales, no solo por su manipulación sino también por la reproducción de los mismos, lo que supone, un fuerte impacto de luz en el material. Para mitigar el deterioro se realizan los siguientes procesos: Conservación Protocolo de limpieza: debe ser exhaustico debido a la antigüedad de los materiales, algunos son colección patrimonial Restauración Oxidación Acidificación natural Materias primas de baja calidad Manipulación Preservación Encuadernación Cambio a otros soportes Una vez realizados los procesos de restauración, se recurre al uso de las tecnologías, digitalizando los materiales, además de servir también como base para nuevos proyectos: Técnicas de reproducción Uso de la tecnología: Proyectos de biblioteca digital y repositorio institucional, digitalización, software bibliográfico, biblioteca

con resultados de búsqueda intuitivo (como lo hace Google), herramientas de búsqueda amigables, descubridores.

Los investigadores de la Biblioteca Especializada en Historia Política de Colombia de la FUGA El proceso que lleva a cabo el usuario-investigador se fundamenta en la necesidad de soportar la tesis de una investigación, definiendo un contexto histórico. En este sentido las fuentes primarias se constituyen en un material que permite ratificar datos que generalmente se referencian en las otras fuentes (libros especializados, bases de datos), además de mostrar diferentes puntos de vista sobre un mismo hecho histórico y generalmente amplían, ilustran y/o corroboran la investigación. Las fuentes primarias “son documentos, objetos, libros o imágenes que sobrevivieron el paso del tiempo y que, cuando se les estudia, nos ayudan a tener una visión sobre cómo era la vida en el momento histórico en que se produjeron”,6ayudando al usuario-investigador a contextualizar y argumentar sus investigaciones. El investigador histórico, generalmente conoce la procedencia de las diferentes fuentes primarias y las épocas en que estas existieron, por quien fueron dirigidas, etc., esto les ayuda a entender el contexto político, intelectual y cultural en que fueron publicadas. Para realizar el análisis de una fuente primaria será necesario: Conocer qué tipo de documento es: periódicos, discursos, mapas, fotografías, registros sonoros, caricaturas, diarios, correspondencia privada, etc. Lugar de publicación Autor Fecha de publicación, fechas extremas Audiencia Frecuencia de la publicación Análisis de la fuente: Intención, circunstancias que motivaron su escritura y/o publicación, que información revela el texto, propósito, uso de imágenes, etc. Relación del contenido de la fuente con la investigación. Elabora esquemas de su argumentación, extrae citas textuales. Al realizar el análisis y comparación de diversas publicaciones, el investigador hace una síntesis de la situación y reconstruye a partir de todas ellas como sucedieron las cosas, actuando casi como un detective, buscando evidencias en las fuentes primarias, determinando puntos de acuerdo y discordancia. 6

Biblioteca Nacional de Colombia. (s.f.) Uso y análisis de fuentes en Huellas digitales

Uno de los objetivos finales del investigador siempre será “el adoptar una perspectiva crítica ante cualquier recuento que trate de presentarse como una narración “absoluta” del pasado”,7 así como poner especial atención a los diferentes términos o expresiones que encuentre en las diversas fuentes de información, contextualizándolas en la época en la que fueron escritas para hacer una interpretación acertada de la misma. Conclusiones La difusión de la colección es una de las tareas más importantes ya que facilitara un mejor conocimiento de sus fondos y de los medios con que cuenta los usuarios-investigadores para recuperar la información. Los usuarios-investigadores tienen especial preferencia por la consulta del documento original lo cual se podrá aprobar con las condiciones que permitan mantener y preservar la información, realizando un análisis documental derivado de un proceso intelectual que facilite el acceso puntual a un documento. Además de preservar, conservar, incrementar los fondos documentales y promoverlos, es necesario hacer investigaciones sobre los mismos, con el fin de dar visibilidad a las colecciones y crear herramientas que faciliten el análisis y recuperación de información. Se deberá facilitar una plataforma tecnológica integrada a los usuariosinvestigadores con acceso al texto completo y que permita buscar palabras dentro del texto, además de incluir resúmenes e índices detallados que les faciliten la consulta de las fuentes. Podemos empoderar las bibliotecas y hacerlas competitivas en el mundo empresarial a través de la filtración y análisis de la información para que esta pueda ser utilizada para la toma de decisiones. La información es concebida como recurso estratégico, por tal motivo es indispensable saber escoger entre la multitud de fuentes, garantizando a los investigadores y/o instituciones ocupar un lugar privilegiado en una sociedad altamente competitiva. El bibliotecólogo será un emprendedor, un gestor de la información que a través de actividades como la investigación, se acercara a la inteligencia competitiva útil para todos los sectores económicos. La labor del bibliotecólogo, seguirá vinculada a la gestión de la información, siempre y cuando los usuarios nos identifiquen como uno de los referentes naturales a la hora de necesitar asistencia para el proceso de recuperación, adquisición y gestión de la información.

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Wineburg, S. (1999) Pensando como un historiador

Es importante resaltar la pertinencia de la hemerografía como fuente para la investigación histórica y la reconstrucción como tal de la historia política regional y nacional. Es necesario realizar convenios de cooperación interinstitucional con universidades, centros de investigación y entidades del distrito con el propósito de ayudar y colaborar en proyectos conjuntos que contribuyan a la recuperación de nuestro patrimonio documental, a través de actividades relacionadas con la conservación y divulgación de las colecciones.

Referencias Arteara-Fernández, F. (s.f). Bibliotecas universitarias versus bibliotecas especializadas. Revista de bibliotecología y ciencia de la información. Bolivia. Recuperado de: http://saludpublica.bvsp.org.bo/textocompleto/bvsp/boxp75/revbib/v6n8/v 6n8a04.pdf Berdugo Cotera, E. (2012) Vida social e influencia cultural de los libreros de Bogotá 1960 – 2007. Bogotá: Universidad Autónoma de Colombia Biblioteca Nacional de Colombia. (s.f.) Uso y análisis de fuentes en Huellas digitales. Recuperado de: http://www.bibliotecanacional.gov.co/ultimo/index.php?idcategoria=3865 0 Buonocore, D. (1967). Curso latinoamericano de documentación e información educativa: documentos previos. Buenos Aires: Secretaria de cultura y educación García Aylurdu, A. (1998). Bibliotecas especializadas: mesa redonda. Jornadas mexicanas de biblioteconomía p. 423-4 Inajara, J. (s.f.). La información secundaria. Revista emprendedores. Recuperado de: http://www.mcgrawhill.es/bcv/guide/capitulo/8448199251.pdf Latorre Zacarés, I. Sanchis Pérez, E. (1998). La atención a usuarias y usuarios en las bibliotecas especializadas. VI Jornadas españolas de documentación. Valencia. Recuperado de: http://eprints.rclis.org/archive/00004192/ Moradiellos, E. (2008) El oficio del historiador. Madrid: Siglo XXI editores Pinto Siabatto, O (2013). Fundación Gilberto Alzate Avendaño 1970-2013. (Documento de trabajo). Bogotá: Fundación Gilberto Alzate Avendaño

Wineburg, S. (1999) Pensando como un historiador. Recuperado de: http://www.bibliotecanacional.gov.co/ultimo/index.php?idcategoria=3980 0 Serra, E. (2004). Las competencias profesionales del bibliotecario – documentalista en el siglo XXI. XV Jornadas asociación de bibliotecarios y bibliotecas de arquitectura, construcción y urbanismo. Barcelona.