BOLETÍN INFORMATIVO DE LA DIÓCESIS DE ORIHUELA-ALICANTE

AÑO XVII N.º 375

6 - 19 de abril de 2014

Las cofradías y la alegría del Evangelio Caminamos hacia la Semana Santa REPORTAJE PÁGS. 8-9

Y además, en este número de NODI encontrarás...

SANTO PADRE FRANCISCO PÁG. 4

OBISPO DIOCESANO PÁG. 3

CRÓNICA DIOCESANA PÁG. 7

LAICOS PÁG. 13

La salvación es un regalo

«Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único» (Jn 3,16)

Toma de posesión del nuevo Consejo Episcopal de la Diócesis

Cofradías y Hermandades en Semana Santa

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DEL 6 AL 19 DE ABRIL DE 2014

Visita Pastoral del Sr. Obispo D. Jesús, nuestro obispo, ya ha comenzado la Visita Pastoral a nuestra Diócesis. Iremos dejando constancia de ella en nuestras páginas. Las imágenes que aquí aparecen son de las parroquias de Benidorm y La Vila: Encuentro con Cofradías de Semana Santa en Benidorm

Misa Estacional en San Jaime de Benidorm

Asamblea en San Jaime de Benidorm

Misa Estacional en San Francisco de Benidorm

Asamblea en San Francisco de Benidorm

Misa Estacional en San Antonio de La Vila Joiosa

Asamblea en San Antonio de La Vila Joiosa

Firma del libro en San Antonio de La Vila Joiosa

Noticias Diocesanas es una publicación de la Delegación de MCS del Obispado de Orihuela-Alicante ‹Diseño y Maquetación: María Córdoba. ‹Imprime: Servicio de Impresión de Levante, S. A. ‹Depósito legal: A-578-1997.

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DEL 6 AL 19 DE ABRIL DE 2014

Carta del Obispo MONS. JESÚS MURGUI

«Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único» (Jn 3,16)

Se

acercan los días Santos, el centro del Año Litúrgico; días para detenernos y meditar lo mucho que Dios nos ha amado a través de la pasión de su Hijo. Los hechos que conmemoramos, acaecidos en Jerusalén, fueron la mayor prueba de amor de parte de Dios, un amor demostrado en la entrega de la vida de su propio Hijo. S. Pablo se sintió personalmente afectado por aquel acontecimiento decisivo, por lo que dirá: «Me amó y se entregó por mí» (Gal 2,20). Cada año al leer estos Días Santos la Palabra de Dios, debe acrecentarse en nosotros la certeza de que Jesús lleva al pleno cumplimiento su misión, así como la historia del pueblo hebreo y nuestra historia. Jesús ha sido enviado por el Padre a revelar el misterio de nuestra salvación, el misterio de amor que se realizará en su muerte de cruz. Acojamos el misterio de Dios que da la vida por todos nosotros; dejémonos amar por Él. Que vuelva a impresionarnos su entrega voluntaria, libre, profundamente libre, de su vida. Así como su paz, el sereno señorío como Jesús vive su pasión e inmolación en la cruz. Él entrega su vida, no se la quitan, y lo hace como aceptación de la voluntad del Padre, así lo afirmará en Getsemaní: «Hágase» (Mt 26,42); así lo vive en toda su pasión. Se nos muestra llevando la cruz con

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Sean, bajo el signo de la cruz estos días, días llenos de su gracia y de su paz. Días de acercarnos a la salvación, al amor que nos ha salvado todo lo que significa de paciencia, de humildad, de reconocimiento de la propia debilidad y también de decisión de seguir, de volver a levantarse. Jesús conquista a los hombres por la cruz, que se convierte en centro de atracción, de referencia, en modelo de vida, en fuente de salvación para toda la humanidad. El hombre es redimido en el signo bendito de la cruz de Cristo; en ese signo es bautizado, confirmado, absuelto, bendecido. El primer signo que la Iglesia traza sobre el recién nacido y el último con el que conforta y bendice al moribundo. el signo con el que implora la bendición y los bienes de Dios sobre las personas, las actividades, las cosas y la misma naturaleza creada por Él. Y va más allá de un símbolo, de un gesto. La vida cristiana nace de la cruz de su Señor, y adhiriéndose al Señor en la cruz, confiando en los méritos de su pasión, puede salvarse. Y esto es tan así que, desde la palabra expresa del mismo Jesús, ser su seguidor significa tomar la cruz; para que llevándola, como Él, con amor y por amor, sea medio de perfección, de santidad; y ese es el camino, pues es la única vía que nos

configura con Cristo muerto y resucitado, vida nuestra. Cuando estos días veamos la cruz en nuestras iglesias y por nuestras calles, que no nos falte el amor en la mirada y la oración en los labios, por todo lo que significa, por todo lo que en ella nuestro Salvador nos ha dado. Acerquémonos a la cruz recordando a María, la Virgen fiel que estuvo, al pie de la Cruz, para acogernos, en la persona de Juan, como Madre, en ese último gesto de Jesús, que ya sin nada, nos dio lo único que le quedaba, a María. Mirémosle en la cruz; pidamos llegar a la confesión del centurión, que al instante de morir el Señor confiesa la divinidad de Jesús: «Verdaderamente este era Hijo de Dios» (Mt 27, 54), afectado por la gracia salvadora que de la cruz procede, gracia capaz de hacer creer a quien no cree. Sean, bajo el signo de la cruz estos días, días llenos de su gracia y de su paz. Días de acercarnos a la salvación, al amor que nos ha salvado. Con mi bendición a todos para esta próxima Semana Santa, ? Jesús Murgui Soriano Obispo de Orihuela-Alicante

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santo padre francisco La salvación es un regalo Martes 25 de marzo de 2014  

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a salvación «no se compra y no se vende» porque «es un regalo totalmente gratuito». Pero para recibirla Dios nos pide tener «un corazón humilde, dócil, obediente». Lo dijo el Papa Francisco, en la misa del martes 25 de marzo, invitando «a hacer fiesta y a dar gracias a Dios» porque «hoy conmemoramos una etapa definitiva en el camino» hacia la salvación «que el hombre ha realizado desde el día que salió del paraíso». Precisamente «por esto hoy hacemos fiesta: la fiesta de este camino de una madre a otra madre, de un padre a otro padre», explicó el Pontífice. E invitó a contemplar «el icono de Eva y Adán, el icono de María y Jesús», y a mirar el curso de la historia con Dios que camina siempre junto a su pueblo. En su reflexión, el Pontífice partió del mandato dado a Adán y Eva: el compromiso de trabajar y dominar la tierra, y ser fecundos. «Es la promesa de la redención —explicó— y con este mandamiento, con esta promesa, comenzaron a caminar, a hacer camino». Un «camino largo», de «muchos siglos», pero que comenzó «con una desobediencia». Adán y Eva, en efecto, «fueron engañados, fueron seducidos. Fueron seducidos por satanás: seréis como Dios». En ellos prevalecieron «el orgullo y la soberbia», en tal medida que «cayeron en la tentación: ocupar el sitio de Dios, con la soberbia suficiente». Es precisamente «esa actitud que sólo satanás tiene totalmente en sí». Adán y Eva «hicieron un pueblo». Y «este camino no lo hicieron solos: con ellos estaba el Señor», que ha acompañado a la humanidad a lo largo de un itinerario «iniciado con una desobediencia y que acabó con una obediencia». Para explicarlo, recordó el Papa Francisco, «el Concilio Vaticano II toma una hermosa frase de san Ireneo de Lyon que dice: el nudo que hizo Eva con su desobediencia lo desató María con su obediencia». Dios, por lo tanto, permanece siempre «con su pueblo en camino: en-

vía a los profetas y envía a las personas que explican la ley». Pero «¿por qué —se preguntó el Pontífice— el Señor caminaba con su pueblo con tanta ternura? Para ablandar nuestro corazón» es la respuesta. Y, en efecto, la Escritura lo recuerda explícitamente: haré de tu corazón de piedra un corazón de carne. El Señor, en sustancia, quiere «ablandar nuestro corazón» para que pueda recibir «la promesa que Él había hecho en el paraíso: por un hombre entró el pecado, por otro Hombre viene la salvación». Y precisamente este «camino tan largo» nos ayudó «a todos a tener un corazón más humano, más cercano a Dios; no tan soberbio, no tan suficiente». «Hoy —explicó el Papa— la liturgia nos habla de este camino de restauración, de esta etapa en el camino de restauración. Y nos habla de obediencia, de docilidad a la Palabra de Dios». Un pensamiento, destacó el Pontífice, que «es muy claro» en la segunda lectura, tomada de la Carta a los Hebreos (10, 4-10): «Es imposible que la sangre de los toros y de los machos cabríos quite los pecados». He aquí, por lo tanto, la afirmación que «la salvación no se compra ni se vende. Se regala, es gratuita». Y porque «nosotros no podemos salvarnos por nosotros mismos, la salvación es un regalo, totalmente gratuita». Como escribe san Pablo, no se compra con «la sangre de los toros y machos cabríos». Y si «no se puede comprar», para «que esta salvación entre en nosotros pide un corazón humilde, un corazón dócil, un corazón obediente, como el de María». Así «el modelo de este camino de salvación es Dios mismo, su Hijo, que no estimó un bien irrenunciable ser igual a Dios —lo dice Pablo— sino que se anonadó a sí mismo y obedeció hasta la muerte y una muerte de cruz». ¿Qué significa entonces «el camino de la humildad, de la humillación»? Significa sencillamente, concluyó el Papa Francisco, «decir: yo soy hombre, yo soy mujer y tú eres Dios. Y seguir adelante, en presencia de Dios, como hombre, como mujer, en la obediencia y en la docilidad del corazón».

INTENCIONES DEL PAPA PARA EL MES DE ABRIL

ŸINTENCIÓN GENERAL

ŸINTENCIÓN MISIONAL

Para que los gobernantes promuevan el cuidado de la creación y la justa distribución de los bienes y recursos naturales.

Para que el Señor Resucitado llene de esperanza el corazón de quienes sufren el dolor y la enfermedad.

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El día del Señor «Yo soy la resurrección y la vida»

«Domingo de Pasión»

6 de abril - Domingo V de Cuaresma

13 de abril - DOMINGO DE RAMOS

Ez 37, 12-14 «...os infundiré mi espíritu y viviréis». Rm 8, 8-11 El que no tiene el espíritu de Cristo no es de Cristo. Jn 11, 3-7.17.20-27.33-45 «Si crees verás la gloria de Dios».

Is 50, 4-7 Mi Señor me ayudaba, por eso no quedaba confundido. Flp 2, 6-11 ...se rebajó hasta someterse incluso a la muerte. Mt 21, 1-11 «¡Hosanna al Hijo de David!».

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os encontramos en lo que podemos llamar el «culmen» de nuestro evangelio. El evangelista Juan, no duda de que Jesús haya devuelto a la vida a su amigo Lázaro; pero, ¿cómo lo interpreta y qué significa? No es tanto la resurrección de Lázaro lo que interesa, sino el misterio de la muerte y de la vida que tiene su fuente en la misma persona de Jesús. Se trata de lo que los hombres buscan, y de lo que Dios ofrece. Y es que Jesús no es para nosotros una figura histórica que existió en un tiempo, sino que sigue existiendo y está presente en nuestras vidas, aunque nuestra mediocridad no lo experimente a veces. Este relato lo debemos ver como una enseñanza poderosa sobre la muerte y la resurrección de Jesús que se prolonga en los cristianos. No se trata de relatar solamente la el hecho de la resurrección de Lázaro, sino de ahondar en lo que Jesús significa para la fe cristiana y concretamente ante el misterio de la muerte. El relato se presenta, bastante humano, y lleno de significaciones. Jesús se entera de que está enfermo su amigo. Pero Jesús no se mueve, sino que se espera hasta que se muera. Y es que las pretensiones eran mostrar cómo Dios considera la muerte física. Jesús quiere enfrentarse con la muerte tal como es, y tal como la consideran los hombres: una tragedia. La muerte, tiene un doble sentido: a) la muerte física, que no le preocupa a Jesús y, por eso, retrasa su llegada, para ver la serenidad con que Jesús la afronta, ya que entiende que la muerte viene a ser el encuentro profundo con el Dios de los vivos. b) La muerte como misterio, de la que Jesús libera. Este simbolismo joánico quiere introducirnos en el misterio de la misma muerte de Jesús. ¿Por qué hace Jesús el milagro? Para que los hombres crean. Para que los hombres crean que hay una vida después de la muerte. Y para hacer entender que la muerte sin esperanza es una muerte que nace del alejamiento de Dios. Los judíos (los no creyentes) no han podido encontrar en Dios toda la fuerza de la vida, porque buscan algo que supera la razón y que solamente se puede encontrar en la fe, en la persona de Jesús. Jesús entra en la esfera de la muerte de los hombres, la esfera de los que no tienen esperanza, la esfera de los que no ponen en Dios todo, la esfera de una religión de tejas j abajo; la esfera de los egoísmos y las miopías. Esta resurrección de Lázaro, no obstante, no tiene sentido más que a la luz de la misma resurrección de Jesús.

Francisco Carlos Carlos

Centenario del S. D. Diego Hernández González

Al

comenzar la guerra civil española, en medio de la persecución religiosa, prendieron fuego a la iglesia parroquial de Javalí Nuevo, la cual dista pocos metros de la casa natal del joven seminarista Diego. Su hermana Loreto recuerda lo ocurrido: «al comienzo de la guerra civil, el 18 de julio de 1936, un albañil abrió un boquete en la Iglesia parroquial apartando el Sagrado Corazón. Entraron otros hombres y después de rociar con gasolina la Iglesia, le prendieron fuego. Como debajo del Corazón de Jesús estaba el Sagrario, porque el párroco al estar enfermo decía allí la misa, a toda prisa Diego entró por el mismo boquete abierto

y quemándose sacó el Santísimo Sacramento del Sagrario. Lo dejó en la casa del Párroco. Al tiempo después de la guerra, la persona que había rociado la Iglesia estando para morir se confesó con él». Ginés, su padre, envió a Dios a la casa de su tía Cesárea, en Ribera de Molina (Murcia), temiendo que fueran a buscarle y tomarlo preso. Durante ese tiempo pintó un cuadro del Sagrado Corazón de Jesús. Aún tenía muy viva en su retina la reciente experiencia. Cada pincelada, probablemente, le recordaba su parroquia en llamas. Aunque a decir verdad, era otra su vivencia. La providencia divina le había introducido, de una manera inesperada, en el ardiente y amoroso Cora-

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oy comienza la gran semana litúrgica que nos conduce a la Pascua, la muerte y resurrección del Señor, centro de nuestra fe cristiana. La Semana Santa, pues, es un tiempo de profundas vivencias religiosas; el misterio del Dios «entregado por nosotros» y la fuerza de su resurrección, como se expresaba San Pablo, nos convocan ante la Cruz que es el triunfo del amor sobre el odio, la esperanza frente a toda desesperación. El evangelio de la entrada en Jerusalén (Mt 21,1-11), con la procesión de la comunidad y los ramos, debe servir para inaugurar la gran semana del cristianismo. Toda la «tradición» y hermosura de los ramos y palmas, nos invita a introducirnos en aquella experiencia de ir a Jerusalén que el profeta de Galilea no podía eludir. Jesús, sin duda, ya sabía lo que le esperaba: el juicio, la condena y la muerte. Todo eso se ha representado y se representa estéticamente muchas veces, pero en torno a aquella Pascua del año 30 no había nada teatral, sino la dura realidad de «alguien» que sabe lo que quiere. Jesús no se deja ilusionar por los gritos de «Hosanna», porque no se sentía Mesías, y menos como algunos lo interpretaron. Estas aclamaciones justificarían más su juicio y su condena ante los poderosos que estaban esperando que llegara el profeta de Galilea a Jerusalén. Y llegó. El relato de la Pasión se confecciona con la perspectiva de la resurrección como victoria de Dios sobre los proyectos de los poderosos o del amor sobre el odio. Esa es la meta, la resurrección, y ni siquiera podrá impedir esta acción de Dios el que las autoridades pusieran guardias en el sepulcro (27,62-66), probablemente un tema apologético de la visión de Mateo en la confrontación que se daba entre judaísmo y cristianismo. El Mesías de Israel, resucitado, es el Mesías de un nuevo pueblo que busca la vida y la felicidad; es la humanidad entera ese nuevo pueblo que no quedará en su sepulcro, en su muerte... sino que el nuevo Mesías garantizará la vida: «Id y haced discípulos a toda la humanidad...», dice el Resucitado (Cf Mt 28,19).

Vida IV - Salva a Cristo Eucaristía del incendio provocado (1936) zón de Cristo, cuya devoción mantuvo y difundió durante toda su vida. «Vamos a darnos al Corazón de Jesús. Mirando esa imagen: con una mano señalando su Corazón, sagrario donde deberíamos pasar el día». Pero sobre todo, dejó una huella interna imborrable: un amor ardiente a Jesucristo y su presencia en el Sagrario. «Cristo en la Eucaristía es fuego que consume y unifica. Es el amor de Dios en acto». Normalmente el Siervo de Dios se refiere a la presencia de Jesús Eucaristía señalando hacia el Sagrario. «Siempre que vea un Sagrario no deje de visitarlo. Puede hacer esto siempre también esto desde su casa, poniéndose de rodillas un momento mirando al Sagrario». Conoce por experiencia

que merece la pena estar dispuesto a perder la vida por Cristo vivo y concreto en el Sagrario: «¡Qué olvidado que está el Sagrario y la casa del Señor en todas partes!», y ahí «nos espera Jesús para contestar a nuestras dudas, alentarnos, curarnos, fortalecernos y consolarnos». Presencia del corazón palpitante de Jesucristo, fuente de confianza y de paz, llamada a la imitación y seguimiento: «Quiero imitar a Jesús en el Sagrario», que se convierte en impulso para comunicar a otros la fe: «Qué hermosa es la vida del silencio con Jesús en el Sagrario. Allí está la fecundidad de la vida espiritual. Hablo mucho más de lo que debo, callar y mirar a Jesús».

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450 Aniversario:

Historia y Catequesis

Los Ejercicios espirituales de D. Félix Herrero Valverde

En

el siglo XIX hemos de destacar el libro que el obispo Herrero Valverde escribió en forma de carta pastoral para la edificación y formación religiosa de los fieles laicos de la diócesis. Su título es el siguiente: «Carta pastoral del ilustrísimo señor don Félix Herrero Valverde, obispo de Orihuela…dispuesta en forma de ejercicios espirituales para cuarenta días de la cuaresma con el fin de facilitar la instrucción en la doctrina

y máximas cristianas a sus diocesanos. Particularmente a los labradores, artesanos, jornaleros y otras personas de ocupación corporal diaria». Dichos ejercicios tuvieron una gran repercusión en la diócesis, pues se utilizaron en las parroquias y en casas particulares de forma genérica prácticamente hasta la primera mitad del siglo XX. Fue publicada por San Antonio María Claret y Clará en su Librería Religiosa y la dio a conocer nacionalmente e in-

ternacionalmente. A D. Félix Herrero le tocó afrontar también la recuperación de las tierras devastadas por los terremotos del año 1829, fundamentalmente Torrevieja, Guardamar, Almoradí y Benejúzar, los pueblos más afectados. La actividad social de este obispo ya se había puesto de manifiesto con la fundación del monasterio de las religiosas de San Francisco de Sales en el año 1825, dedicadas a la instrucción y formación de niñas, y la creación en

4. Visión de conjunto de la acción evangelizadora

L

a evangelización no es una acción más en el conjunto de las acciones que realiza la Iglesia, sino que es la dimensión más importante que incluye todas las acciones que realiza la Iglesia en su pastoral. Podemos decir que en la Iglesia todo está al servicio de la evangelización. Como dijo Pablo VI, en la Iglesia ni siquiera «la vida íntima –la vida de oración, la escucha de la Palabra y las enseñanzas de los apóstoles, la caridad fraterna y el pan compartido no tiene pleno sentido más que cuando se convierte en testimonio, provoca la admiración y la conversión, se hace predicación y anuncio de la Buena Nueva» (EN 15). Veamos la acción evangelizadora que la Iglesia lleva adelante en estos apartados:

a)

Objetivo de la evangelización: el servicio del Reino

Un primer rasgo esencial caracteriza la tarea evangelizadora de la Iglesia: el hecho de no existir para sí misma, sino al servicio de un plan divino que supera con mucho los límites del ámbito eclesial: el proyecto del Reino de Dios. Este proyecto -llamado también plan universal de salvación-, construcción del Cuerpo de Cristo, unidad del género humano, paz mesiánica, vida en plenitud, etc. es el plan grandioso de Dios sobre la humanidad, que en Cristo y por medio del Espíritu, se realiza en la historia. Leyendo bien los evangelios nos damos cuenta el lugar tan amplio e importante que ocupa todo lo relacionado con el Reino: en qué consiste, cómo se manifiesta, la felicidad del que lo acoge (Mt 5, 3-12), las actitudes para pertenecer a Él, cómo se construye, cuál es su ley (Mt 5-7), los mensajeros del Reino (Mt 10) y la perseverancia hasta el final (Mt 24-25). El Reino es don gratuito y misericordioso del Padre que salva y libera al hombre de toda opresión; es invitación a encontrarse con Dios, a acoger su autocomunicación y amarle con todo el corazón, con toda el alma y con todo el ser. Esta manera radicalmente nueva de vivir el encuentro con Dios y con lo humano es posible por la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, y se consu-

maráá all finall d de llos tiempos (1Tes 5 5, 1 1-2), i (1T 2) con lla fatiga y el sufrimiento, con una vida conforme al evangelio, con la renuncia y la cruz, con el espíritu del las bienaventuranzas (EN 10). Queda claro que la Iglesia no se identifica con el Reino de Dios, sino que es «sacramento del Reino», es decir, es en la tierra «el germen y el principio de este Reino» (LG 48). Es signo, o sea, anuncio, presencia germinal del gran proyecto de Dios sobre la humanidad. Siendo esto así, la evangelización está al servicio de la venida y crecimiento de los valores del Reino: la comunión con Dios y con los hombres, la fraternidad, la libertad, la paz, la vida.

b)

Mediaciones eclesiales: diaconía, martyría, liturgia, koinonia

En cuanto depositaria del «misterio» revelado por Dios en Cristo, la Iglesia tiene la misión específica de iluminar y estimular la historia de los hombres, para que se acerque al ideal del Reino. Y así actúa su sacramentalidad por medio de estas cuatro funciones o mediaciones: como formas de ser en el mundo «sacramento» del Reino, cuatro signos evangelizadores: • como Reino realizado en el Amor y el servicio fraterno (signo de la DIACONÍA). • como Reino vivido en la Fraternidad y en la Comunión (signo de la KOINONÍA). • como Reino proclamado en el Anuncio salvífico del Evangelio (signo de la MARTYRÍA).

Historia VI

el año 1827 de un establecimiento benéfico a favor de los pobres y de los que no tenían trabajo. En los terremotos de 1829 el obispo se encargó directamente del traslado de enfermos, se personó en los lugares siniestrados, contribuyó con su economía personal en la ayuda de los afectados y el mismo rey lo puso al frente de la reconstrucción de los pueblos afectados, tarea que llevó a cabo junto al ingeniero urbanístico Agustín de Larramendi.

Catequesis VII

• como Reino celebrado en la Liturgia (signo de la LITURGIA). Diaconía. El signo de la diaconía, con su carga evangelizadora y su riqueza de expresión (amor, servicio, promoción, liberación, solidaridad), responde al deseo de hallar una alternativa a la lógica del dominio y egoísmo humano que envenena la convivencia humana. La comunidad cristiana está llamada a manifestar un mundo nuevo de amor y de servicio, con tal capacidad de entrega a los demás que haga creíble el anuncio evangélico de Dios del amor y del Reino del amor. Koinonía. El signo de la koinonía (comunión, fraternidad, reconciliación, unidad) responde al anhelo de hermandad y de paz de los hombres de todos los tiempos. Debe manifestar un modo nuevo de comunión y de compartir, anuncio de la posibilidad de vivir como her- manos reconciliados y unidos. En un mundo desgarrado por divisiones, discriminaciones y egoísmos, los cristianos están llamados a anunciar la utopía del reino de la fraternidad y de la unión, brindando espacio de libertad, de comprensión, de amor. Martyría. El signo de la martyria o función profética (primer anuncio, catequesis, predicación, reflexión teológica) debe brillar en el mundo como anuncio liberador y clave de interpretación de la vida y de la historia. Ante la demanda de sentido y experiencia del mal, que induce a tantos hombres al fatalismo y a la desesperación, los cristianos deben ser portavoces de esperanza a través del anuncio de Jesús de Nazaret, que revela el amor del Padre e inaugura la venida del Reino. Liturgia. El signo de la liturgia, en sentido amplio, (eucaristía, sacramentos, acciones litúrgicas, devoción, oraciones), abarca el conjunto de ritos, símbolos y celebraciones de la vida cristiana como anuncio y don de salvación. Responde a la exigencia de celebrar la vida y de acoge y expresar en el rito el don de la salvación. En la Eucaristía, sacramentos, fiestas y devociones que jalonan la experiencia de la fe, los cristianos deben anunciar y celebrar, con alegría y agradecimiento, la plenitud liberadora de la vida nueva manifestada en Cristo.

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Crónica Diocesana El pasado 20 de marzo tomó posesión al completo el nuevo Consejo Episcopal de la Diócesis de Orihuela-Alicante

XD. Jesús con el nuevo Consejo Episcopal en el Salón de Actos del Obispado, donde tomaron posesión.

El

pasado 20 de marzo tomó posesión al completo el nuevo Consejo Episcopal de la Diócesis de Orihuela-Alicante. Y ha sido ante un salón de actos del Obispado lleno hasta la bandera para recibir al nuevo vicario general y a los renovados vicarios de zona o episcopales. Dichos cargos se hacían públicos por parte del obispo, D. Jesús Murgui, el pasado 6 de febrero, pero no ha sido hasta día 20 de marzo cuando han to-

mado posesión de ellos llevando a cabo el acto de profesión de fe y el juramento de fidelidad. De este modo, el durante 16 años vicario general de la Diócesis, D. Francisco Conesa, ha dado el relevo a D. José Luis Úbeda, que, tras cerca de cuatro años como párroco de la Basílica de Santa María de Elche asume a partir de hoy este nuevo reto. En este acto han tomado posesión también el resto del nuevo Consejo Episcopal, que queda

El vicario general es, dentro de la jerarquía de la Iglesia Católica, un auxiliar del obispo en su diócesis, nombrado por éste y que le ayuda en el gobierno de ésta. Actúa con la autoridad del obispo en todo el territorio y conjunto de personas de la diócesis. Los vicarios episcopales por su parte se responsabilizan en este caso de una zona o sector de una diócesis en nombre del obispo.

del siguiente modo: al frente de la vicaría I, correspondiente a la Vega Baja del Segura, entra D. Jesús Ortuño Rodríguez, en sustitución de D. José Antonio Gea; en la vicaría II, Alicante, D. Francisco Isidro Hernández Escamilla, que ha tomado el relevo a D. Fernando Rodríguez Trives; en la zona III, Bajo Vinalopó, continúa D. Vicente Javier Martínez Martínez. Por otra parte, D. Francisco José Beltrán Antón, ha sustituido a D. José Abellán Martínez en la vicaría IV, que enmarca el Alto y Medio Vinalopó. Y finalmente, La Marina, correspondiente a la vicaría V, cuenta a partir de hoy con D. Juan José Ortega Verano como vicario episcopal, relevando a D. Juan Francisco Agost, Agost. D. Jesús Murgui, nuestro obispo, ha querido aprovechar la oportunidad para expresar de nuevo su gratitud a los vicarios salientes «por sus importantes servicios a la Diócesis, asistiendo y ayudando al ministerio episcopal de D. Victorio Oliver, D. Rafael Palmero y de un servidor, a lo largo de años. Personalmente he sido testigo de su dedicación y amor a la Diócesis; de su ayuda inestimable a los Obispos diocesanos que en estos últimos tiempos hemos servido a la Iglesia de Dios en Orihuela-Alicante». «También es ocasión para pedir a Dios que, además de premiar a quienes terminan hoy su impagable tarea en el Consejo Episcopal, asista y sostenga a los que va a ocupar su lugar» ha añadido monseñor Murgui. El obispo diocesano ha hecho referencia también en este acto al llamamiento del papa Francisco a ser una Iglesia «en salida», incidiendo en que es algo que «debe pesar mucho en el trabajo del nuevo Consejo Episcopal y de las otras instancias llamadas a ayudar a precisar y a aplicar las prioridades de la pastoral diocesana que tenemos ante nosotros como tarea de los tiempos inmediatos». El obispo diocesano, D. Jesús Murgui, ha expresado su gratitud a los vicarios salientes y ha pedido a Dios que «asista y sostenga a los que van a ocupar su lugar»

Cuando la fe y la tradición van unidas

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entro del calendario Litúrgico tenemos días importantes, celebraciones que nos recuerdan siempre a Quien tenemos ese cariño que nos hace sentirnos felices, con paz y fuerza para el día a día junto al prójimo: la familia, los amigos y compañeros de trabajo… Se acerca la Pascua y seguramente todos los adultos recordemos esos días con anhelo pensando en nuestras madres y abuelas: cómo prepa-

raban la comida y todos lo necesario para el Domingo de Pascua, siendo niños/as, con impaciencia y mucha ilusión. Deberíamos seguir esas tradiciones también a nivel particular en nuestras casas; se lo debemos a nuestros padres, que fueron los primeros catequistas para nosotros. ¡Feliz y profunda Semana Santa! Gaby Robles Liebhart

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dossier

Las cofradías y la alegría del evangelio Caminamos hacia la Semana Santa

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Ser cofrade es ser portador de un mensaje de AMOR Y VIDA, fruto de la generosa entrega de Jesús, el Hijo de Dios. Palabra encarnada para dar cumplimiento a la promesa hecha por el Padre tras el pecado de Adán y Eva, anunciando que del linaje de la mujer, saldría Aquel que derrotaría definitivamente a la serpiente (Gen 3,15)

n octubre de 2012, nuestra Diócesis, bajo el lema «En el corazón del mundo», organizaba el Primer Congreso de Laicos, al que asistimos más de setecientas personas. Fruto de ese Congreso, fue el Plan Diocesano de Pastoral para el trienio 20112014, basado en tres objetivos o dimensiones importantes de la vida del cristiano como son la «vocacional», «la bíblica» y «la evangelizadora». El 24 de noviembre del pasado año, el Papa Francisco, firmaba su primera Exhortación Apostólica «Evangelii Gaudium». «La Alegría del Evangelio» en la que el Papa, nos recuerda de forma insistente, algo que se nos repite todos los días en la celebración de la Santa Misa, que leemos todos los días en nuestras casas y, que quizás por ello, por ser tan manido, ha caído en el olvido y, no es otra cosa, que el Evangelio, ha sido, es y será una BUENA NOTICIA. Un Plan de Pastoral y una Exhortación, del que el mundo cofrade no está excluido puesto que las Cofradías y las Hermandades, somos parte activa de la vida de la Parroquia y, en ese sentido no debemos olvidar que la Parroquia está enclavada en el barrio, forma parte del barrio, participa de la vida de los vecinos, y en esa gran comunidad vecinal, nosotros los cofrades y hermanos que nos sentimos y llamamos cristianos, tenemos que dar

testimonio de nuestra fe, como dice el Apóstol Santiago, «no sólo de palabra sino con obras». Lo que significa, salir de nuestro entorno y adentrarnos en la vida cotidiana de nuestro pueblo… conocer sus problemas, sus necesidades e intentar en lo posible, poner nuestro granito de arena, para ayudar a aliviar los sinsabores que producen en nuestros vecinos los contratiempos que nos presenta la vida. Ser cofrade cristiano, conlleva el compromiso de ser «cirineo» de los que más nos necesitan, de aquellos que más sufren por razones de enfermedad, de soledad, de pobreza, de desavenencias familiares…; situaciones por desgracia muy comunes en nuestros días y ante las que no podemos ni debemos mirar a otro lado. Ser cofrade es ser portador de un mensaje de AMOR Y VIDA, fruto de la generosa entrega de Jesús, el Hijo de Dios. Palabra encarnada para dar cumplimiento a la promesa hecha por el Padre tras el pecado de Adán y Eva, anunciando que del linaje de la mujer, saldría Aquel que derrotaría definitivamente a la serpiente, Gen 3,15. Ser cofrade es ser colaborador en la tarea evangelizadora de la Iglesia en los diferentes ambientes en los que nos encontremos, porque, no debemos olvidar que las cofradías y hermandades,

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formamos parte del «Corazón del Mundo», al que hace referencia el Plan Pastoral de la Diócesis. Todo cofrade o hermano, tiene que aportar la «Alegría del Evangelio». Decía al principio, que uno de los grandes problemas, una de las grandes carencias que tenemos los cristianos del siglo XXI, es el de creernos realmente, que el Evangelio, es una BUENA NOTICIA. Una BUENA NOTICIA, que nos debe llenar cada día, en cada momento de nuestra vida, que nos transforme en, personas alegres, capaces de transmitir la alegría de una Noticia, que nos invita a todos los hombres y mujeres, a vivir como auténticos hermanos, hijos de un mismo Padre, que no se cansa de salir a nuestro encuentro para ofrecernos una y otra vez, la posibilidad de cambiar nuestros corazones

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...que nos transforme en, personas alegres, capaces de transmitir la alegría de una Noticia, que nos invita a todos los hombres y mujeres, a vivir como auténticos hermanos, hijos de un mismo Padre, que no se cansa de salir a nuestro encuentro para ofrecernos una y otra vez, la posibilidad de cambiar nuestros corazones

muchas veces de piedra, por corazones de carne, que sientan la necesidad de amar a todos, incluso a los que nos caen mal o nos llevamos mal. La meta de todo cofrade o hermano que se sienta realmente cristiano, es buscar cada día, el significado de Evangelio. Tomar conciencia que realmente el Evangelio, es una Buena Noticia, que nos tiene que llenar de alegría, pero de una alegría contagiosa, no impositiva. El Papa Francisco, dedica dentro de su Exhortación «Evangelii Gaudium» un apartado dedicado a «La fuerza evangelizadora de la piedad popular». Al respecto, el Santo Padre, define la Piedad Popular, como «verdadera expresión de la acción misionera espontánea del Pueblo de Dios, Se trata de una realidad en permanente desarrollo, donde el Espíritu Santo, es el Agente principal». El Papa Pablo VI, en su Exhortación Apostólica «Evangelii Nuntandi» da un impulso decisivo, cuando afirma que «la piedad popular refleja una sed de Dios que solamente los pobres y sencillos pueden conocer y, que aumenta la capacidad de generosidad y sacrificio hasta el heroísmo, cuando se trata de manifestar la fe». Concluye el Papa Francisco este apartado afirmando que «en la piedad popular, por ser fruto del Evangelio inculturado, subyace una fuerza activamente evangelizadora que no podemos menospreciar, porque sería desconocer la obra del Espíritu Santo. Mas bien, estamos llamados a alentarla y fortalecerla». Sobre ello, quiero recordar las palabras pronunciadas por el Vicario General de Valencia, el Rvdo. D. Vicente Fontestad, durante la homilía pronunciada en la Misa del VI Encuentro Interdiocesano de Cofradías y Hermandades de Semana Santa», en la que afirmaba de forma contundente que «gracias a las cofradías y hermandades, la gente se entera de que llega la Semana Santa», por lo que nos animaba a seguir con nuestra tarea evangelizadora, acompañando el anuncio con una formación personal. La prueba más palpable del AMOR que Dios nos tiene, que sale a nuestro encuentro para abrazar-

nos y curarnos las heridas de nuestros pecados, la tenemos en la parábola del Buen Samaritano que todos recordáis, aunque quizás, por haberla leído y escuchado tantas veces, podemos caer en la tentación de oír, pero no escuchar. Muchas veces acudimos a la oración con la esperanza de que Dios, nos conceda o nos diga aquello que nosotros pedimos o queremos oír. «No se trata de orar para satisfacer determinadas necesidades, sino para descubrir que Dios es Padre y llama a todos los hombres a la comunión con él y en él.» El lavatorio de pies realizado por Cristo momentos antes de la institución de la Eucaristía, sigue estando vigente hoy en día. Me atrevería a decir que es más necesario si cabe, por cuanto en estos tiempos tan difíciles que estamos viviendo, el Señor nos invita que, al igual que hizo él, en la Última Cena, nos quitemos el manto, nos ciñamos la toalla, echemos el agua de nuestro amor, de nuestro perdón, de nuestra misericordia en la jofaina y lavemos con los ojos puestos en el mismo Cristo, los pies a nuestros hermanos, a los que queremos y a los que no queremos. Tomando como base el lema del Plan Diocesano de Pastoral para este curso, «Revitalizar la Parroquia», como Presidente de la Junta Diocesana de Cofradías y Hermandades de Semana Santa, he pedido a los cofrades y a mí mismo, que tomemos conciencia de que «La Cofradía, la Hermandad, no puede vivir su fe en solitario sino en COMUNIDAD. Una comunidad, integrada por los diferentes grupos que forman parte de la Parroquia y en la que nosotros debemos iintegrarnos como miembros activos, como creyentes, como cristianos que buscamos a Dios a través de su Palabra encarnada, nuestro Señor Jesucristo, que vino a rescatarnos de la muerte para darnos nueva vida y, cuyo sacrificio, martirio, Pasión, Muerte y Resurrección celebraremos en los próximos días. José Vicente Mas Zaplana Presidente Junta Diocesana Cofradías y Hermandades de Semana Santa

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Crónica Diocesana Crónica de la Jornada Diocesana de Catequistas 2014

El

domingo 9 de marzo, y bajo un sol espléndido, se celebró la Jornada anual de Catequistas. La parroquia de San Francisco de Asís de Benidorm nos abrió las puertas, y sobre todo el corazón, a más de mil catequistas procedentes de las cinco Vicarias de la Diócesis de Orihuela-Alicante. Después de la acogida, recogida de material y entrega de bolsas en consigna, nos reunimos en el templo parroquial para tener un momento de ambientación con cantos a cargo de José María Ramón Gil. Un matrimonio joven de Elche nos hizo una semblanza del sacerdote diocesano Diego Hernández con motivo del centenario de su nacimiento y su proceso de canonización. Tras este primer momento, comenzamos la oración inicial que nos dirigió D. Aurelio Ferrándiz, director del Secretariado de Catequesis. Iniciamos la oración de alabanza con el Salmo 16. Se proclamó un fragmento del libro de Hechos de los apóstoles en donde se narra la vida de la primera comunidad cristiana. Para finalizar la oración inicial recitamos la oración del Aniversario de los 450 años de la creación de la Diócesis. Seguidamente pasamos a los patios del Colegio Puig Campana en donde se

XD. Aurelio Ferrándiz, Dtor. del Secretariado de Catequesis rodeado de asistentes.

formaron 92 grupos de trabajo y se profundizó en un decálogo de actitudes para evangelizadores sacado de la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium. Los comentarios de todos los participantes, al finalizar estos, fueron todos muy positivos. La comida como siempre fue un tiempo muy alegre y fraternal. El culmen de esta Jornada lo constituyó la Santa Misa que fue presidida por nuestro Obispo D. Jesús y concelebrada por más de una veintena de sacerdotes. Dos pebeteros, un precioso Cristo y dos velas abrían la procesión hacia el altar. En su homilía D. Jesús nos habló de la victoria de Jesucristo que llegó a través de la obediencia al Padre. El camino de la libertad es el camino de la Cruz. Sin esfuerzo y sin lucha no se consigue

nada. Esta Cuaresma, nos dijo, es una nueva oportunidad que nos da el Señor para convertirnos. El ayuno, la oración y la limosna nos ayudarán a ello, nuestra actitud debe ser: «Señor, misericordia, hemos pecado». Después refiriéndose a la catequesis y recuperando algunas ideas que nos ha dado el Papa Francisco en su Exhortación apostólica, escogió las siguientes: «Recuperar el gusto de la Misión»; «nada de desánimos»; «confiar en el Señor»; «estar cerca de la gente y el tú a tú», es decir, el toque personal, mirando, acercándonos, interesándonos por el otro, por el hermano. Luego nos narró su gratificante experiencia con el Papa Francisco en la reciente Visita Ad limina. La sencillez y cercanía del Papa hacen mucho bien. El Papa me

ha dado un mensaje para vosotros y dijo: «Reconozco vuestra historia, vuestras raíces, vuestros esfuerzos durante esto 450 años. También destacó la importancia de la transmisión de la fe a través de la familia, las vocaciones y los pobres». Terminó dando gracias por la fe, por esta cuaresma que estamos empezando a vivir y tenemos que aprovechar para nuestra conversión. Nos animó a pedir al Señor todo lo que necesitamos y a renovar nuestra consagración como catequistas. Al finalizar la misa agradeció la colaboración del Coro, del Secretariado de catequesis y de todas las parroquias, catequistas y sacerdotes que han hecho posible algo tan maravilloso. Sobre las seis de la tarde y en medio de una gran ovación despedíamos a nuestro Obispo. Terminaba un encuentro que nos ha hecho ver que la Iglesia está más viva que nunca. Y que la alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús (Evangelii Gaudium). Los catequistas estamos dispuestos a seguir el mandato misionero de Jesús: «Id y haced discípulos a todos los pueblos» (Mt 28,19). Loli Fernández Hernández Parroquia «Buen Pastor», Benidorm

«Tu vida es misión» Actividad apostólica con niños y adolescentes

XFoto de grupo con D. Pascual Candela (Consiliario de la Asociación Misioneros de la Esperanza) al centro.

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ajo el lema «Tu vida es misión» los días 15 y 16 de marzo tuvo lugar una actividad apostólica con niños y adolescentes en el campamento de la Carrasqueta. El encuentro estuvo organizado por los grupos de monitores y catequistas de Postcomunión de las Parroquias de

Ntra. Sra. de los Ángeles y de la Sagrada Familia de Alicante junto con el Centro Infantil-Juvenil de Misioneros de la Esperanza. Un grupo de padres de los Ángeles se encargó de las tareas de cocina. La programación de las actividades giró en torno a descubrir la llamada que Jesús nos hace a cada

uno de nosotros a cumplir una misión. Se invitó a los participantes a descubrir esa llamada en el propio grupo al que pertenecen que es donde se les cuida y se les transmite la fe y los valores de la Buena Noticia de Jesús. Fueron dos días de convivencia donde la oración y la reflexión se alternaron con el senderismo, los talleres y los juegos. La Eucaristía del domingo estuvo presidida por el Consiliario de la Asociación Misioneros de la Esperanza D. Pascual Candela el cual nos dirigió unas palabras muy emotivas de agradecimiento sincero porque la fuerza de la oración le había permitido seguir viviendo «su misión» en medio de nosotros cuando está en fase de recuperación de su enfermedad. El Espíritu Santo actuó creando un ambiente de concordia, comunión y fraternidad entre niños, monitores y padres haciéndonos sentir a todos como miembros de esa gran familia que es la Iglesia de Orihuela-Alicante. Este encuentro lo podríamos calificar como una buena práctica de evangelización donde los propios jóvenes son apóstoles de otros jóvenes y donde se suma el esfuerzo y la colaboración apostólica entre varios ámbitos de evangelización con una implicación directa de los padres en la actividad. Parroquia Ntra. Sra. de los Ángeles Parroquia Sagrada Familia Centro Infantil-Juvenil MIES

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ducación Encuentro de Alumnos de Religión de Primaria «Sigue sus huellas»

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«La comunicación y la transmisión de la Fe en la familia», charla impartida por Pasqual Mestre, historiador y profesor y Cecilia Terol, médico. Alicante: Parroquia Inmaculada del Plá. Domingo, 6 de abril a las 10:30 h. «Querernos para educar», charla impartida por Elena Bermúdez Ochoa, socióloga y psicoterapeuta. Villena: Parroquia Nuestra Señora de La Paz. Martes, 8 de abril a las 20:30 h. «Pautas para enfocar la educación afectivo sexual en la

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on gran ilusión os presentamos el III Encuentro de Alumnos de Religión de 6º de Primaria y 1º de Secundaria. Al igual que en cursos anteriores, y para celebrar el 450 aniversario de nuestra Diócesis, tiene lugar en las instalaciones del Monte Tossal de Alicante el próximo viernes 4 de abril. La experiencia de estos dos últimos años ha sido muy rica y ha dado mucho fruto, motivando a los alumnos de ambos cursos y brindando una mañana muy dinámica y divertida para ellos. Participando de la Caridad de la Iglesia, pues cada alumno pondrá 1€ para Cáritas. Consideramos que puede ser muy interesante la coincidencia de alumnos de 6º de primaria y de 1º de ESO de la misma zona, con el fin de que los niños conozcan a sus futuros profesores del Instituto y también a los que serán sus compañeros. En estas edades, como bien sabéis, el sentirse perteneciente a un grupo y tener contactos con más alumnos de la

Acciones formativas del (IFE): familia», charla impartida por Marina Blanco, licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación. Elche: Colegio Nuestra Señora del Carmen. Jueves, 10 de abril a las 20 h. Organiza: Asociación de Padres del Colegio Ntra. Sra. del Carmen. «Aspectos médicos y forenses de la Pasión y Muerte de Cristo»: charla impartida por José Manuel Högle, Médico y Pediatra. Alicante: Real Liceo Casino. Viernes, 11 de abril a las 19 h. Organiza: Fundación de Ser-

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vicios Familiares de la Comunidad Valenciana. CINE–FÓRUM: Comprométete «Un casamiento inolvidable…» Dirigida por Alessandro D´Alatri. Presentan: Santiago Villuendas, médico y Elena Bermúdez socióloga. Alicante. Sala Ámbito Cultural del Corte Inglés, Avda. Federico Soto, 1-3, 1 planta. Lunes, día 28 de abril de 18 a 20:45. Organiza: Fundación de Servicios Familiares de la C. Valenciana.

materia, alienta y anima mucho a los alumnos a continuar cursando la asignatura de religión cuando pasan al instituto. Nuestro trabajo y la realización de estas actividades que lo refuerzan, se verán fructificadas por la gracia del Señor, que no deja de asistir a los que con ánimo le sirven. Hagamos de este nuestro tercer encuentro un momento memorable del cual todos saldremos enriquecidos y con más fuerza para continuar nuestra tarea en las aulas. Confiamos en vuestro empeño e ilusión. Recordaros que podéis seguir el calendario de actividades, noticias y comunicados a través de nuestra web:

www.educoporti.es. El calendario de todo el año ya está puesto. Un saludo a cada uno de vosotros/ as, quedando todo el equipo de la ERE a vuestra disposición para cualquier cosa que necesitéis. Unidos en el Corazón de Cristo con la ayuda de la Virgen María.

Casa de espiritualidad «Betania» Durante el mes de ABRIL: 5 sábado: Retiro espiritual familias (de 11:30 h. a 17:00 h.) 10 jueves: Retiro espiritual sacerdotes (11:00 h.-14:00 h.) 12 viernes: Oración de la Cruz en Betania (21:00 h.) Pequeña Familia de Betania Partida de Orito, 51 03679. ORITO, Monforte del Cid (Alicante) Tfnos. 965 621 558 – 672 217 365

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Vida Consagrada

Pastoral Vocacional

Cadena de oración por las vocaciones 2014 Del 5 al 11 de mayo «Si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará» (Jn 16, 23)

Os

presentamos esta iniciativa, en la que no se pretende otra cosa que rezar por las vocaciones. Este año, en el que celebramos el V Aniversario en nuestra diócesis, tenemos una gran NOVEDAD. Este año no vamos a ser solamente nosotros, sino que nos vamos a unir todas las Diócesis de la Provincia Eclesiástica de Valencia. Por eso, vamos a alargar la cadena, entre todos, durante casi un mes. Os dejamos a continuación toda la información. ¿Te animas a esta humilde iniciativa de Rezar por las Vocaciones?

¿QUÉ ES? Una semana de oración continua con ocasión de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones (JMOV). En nuestra Diócesis estaremos rezando 7 días de la semana, las 24 horas, en turnos de 30 minutos. ¿CÓMO SE HACE? Tienes que elegir un día y una hora de esa semana para rezar por las vocaciones. Da igual donde estés: en la Iglesia, en tu casa, en tu convento, en tu trabajo… Lo importante es que reces por las vocaciones. Puedes hacer cualquier tipo de oración,

pero ofrécela y pídele al Señor por las vocaciones. Cuando ya lo tengas claro, usa uno de los medios para apuntarse que te ponemos a continuación. Si te apuntas en la web, no te olvides de seleccionar primero la Diócesis a la que perteneces. En la página web tenéis materiales que os pueden servir para rezar, y cuando te apuntes también los recibirás. ¿QUIÉN PUEDE PARTICIPAR? Para todos los cristianos de nuestra Diócesis (laicos, sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas…), parroquias, movimientos, asociaciones, familias, comunidades religiosas, institutos seculares, monasterios… Para ancianos, adultos, jóvenes, adolescentes… Todo el mundo puede unirse a esta cadena. ¿CUÁNDO ES? Para nuestra Diócesis será en mayo. Comenzamos el lunes 5 (00’00h) hasta el domingo 11 (23’59h). Esta semana se clausurará con una oración especial que se realizará en el Seminario de Orihuela, el domingo 11 de mayo a las 19’45h. ¿CÓMO ME APUNTO? Tienes que enviar tu nombre y apellidos, domicilio, correo electrónico,

Oremos por las vocaciones

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teléfono y día y hora en que quieres rezar, y te puedes apuntar: √ Por internet: www.elsov.com y www.yorezoporlasvocaciones.com √ Por e-mail: [email protected] √ En tu parroquia, movimiento o asociación. √ Por teléfono: 685 423 944 (de lunes a viernes de 10 a 13h) √ Por correo: Dirigirse a: Cadena de oración por las Vocaciones. Seminario Diocesano. Explanada San Miguel 1 (Apdo. 2), 03300. ORIHUELA (Alicante).

Recuerda...

• Lunes de 17 a 20h en la Parroquia Ntra. Sra. de Gracia (Alicante) • Siempre con cita en: [email protected] • O llamando al 685 423 944 de lunes a viernes de 10 a 13h.

ueridos diocesanos: El Señor nos alentó a que rogáramos con insistencia al Dueño de la Mies (Lc 10,2). Buscando en primer lugar el deseo de cumplir su voluntad y como respuesta a la crisis vocacional en la que estamos inmersos, quisiera animaros de corazón a uniros a este proyecto: el de rezar al Señor por las vocaciones. Ya, en distintas ocasiones, el Secretariado de Orientación Vocacional de la Diócesis (SOV) ha promovido esta preciosa iniciativa. En este año nos uniremos también a toda la Provincia Eclesiástica, formando una gran cadena de oración. Será el SOV el que a través de su página web nos mostrará los modos de poder responder a esta iniciativa comunitaria. El Señor nos espera. Será, sin duda, un precioso gesto éste, al que yo mismo me uno y os invito. Muchas Gracias. ? Jesús Murgui Soriano Obispo de Orihuela-Alicante

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Formación laicos Cofradías y Hermandades en Semana Santa Gracias a las cofradías llega a la calle esta noticia y muchas personas, al menos una vez al año, sienten la llamada de Jesús. Nuestro mayor deseo sería que sirviera para que se implicaran en la vida parroquial y que todos supiéramos manifestar en nuestra vida diaria la fe en Dios

XRepresentación de la Flagelación. Guardamar.

XProcesión de la Dolorosa. Crevillent.

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XNuestro Padre Jesús Nazareno. Guardamar.

uando se publique esta edición del NODI estaremos ya a las puertas de la Semana Santa tras una Cuaresma que habrá estado llena de actividades organizadas por Parroquias y Cofradías. En pocos días miles de cofrades saldrán a las calles de nuestra Diócesis a acompañar a las imágenes de su devoción, los ensayos de costaleros y músicos recibirán su premio. Serán muchas las personas que saldrán al encuentro de estos cortejos y nuestras ciudades se inundarán de procesiones. Una periodista que no destaca precisamente por su militancia cristiana definió este fenómeno en España como algo inexplicable sólo con criterios antropológicos (la costumbre, la moda), sólo una causa mayor, que para mí es la Fe lo explica. Otra cosa es que esta Fe necesite estar más meditada. Así mismo esta periodista afirmaba, con razón, que se puede saber lo que cuesta, pero no lo que vale, porque si hubiera que pagar el trabajo voluntario realizado sería imposible sacar a la calle las procesiones. Pues aprovechando el momento voy a reflexionar sobre el motivo que nos lleva a los cofrades a esto. No se trata de hacer una «laudatio» sobre las cofradías, simplemente quiero explicar cuál es

su función y utilidad para la Iglesia en el siglo XXI. Hay dos motivos clásicos. Desde sus orígenes las cofradías y hermandades han tenido una doble función: el culto público y la caridad. Esas funciones son las que siguen realizando en la actualidad. El culto público a las imágenes titulares en las procesiones, en las misas, triduos, etc.…Y la caridad, que en estos tiempos es imprescindible mantener mediante la colaboración con Cáritas y que este último año ha tenido iniciativas como los conciertos benéficos y «ensayos solidarios» en los que se han recogido alimentos, etc. Iniciativas como estas considero que son muy importantes para volver a las raíces de las hermandades y para concienciar a los cofrades de la situación y conocer la realidad a la que se enfrentan a diario en las Parroquias. Culto público y caridad son complementarios e imprescindibles para mantener la esencia de las cofradías. Las cofradías son también asociaciones que están incardinadas en las parroquias desde sus orígenes, forman parte de ellas y con sus altibajos permanecen con independencia de párrocos o presidentes. Son un ejemplo de permanencia dentro de la Iglesia, porque somos Iglesia. La mayoría de las hermandades están ligadas a las parroquias a la que pertenecen colaborando con ellas a lo largo del año. Y por último, las cofradías son útiles a la Iglesia en una realidad nueva. Estamos en una sociedad cambiante, en la que parece que lo «políticamente correcto» es el relativismo y arrinconar lo religioso, que resulta muy molesto. Y en este campo de cultivo hay unas organizaciones numerosas y formadas por gentes de diversas clases sociales que están extendidas por pueblos y ciudades (desde el centro a los barrios), y que con ilusión sacan a Dios por las calles. Con ello las cofradías ya están haciendo su principal labor actual anunciar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Gracias a las cofradías llega a la calle esta noticia y muchas personas, al menos una vez al año, sienten la llamada de Jesús. Nuestro mayor deseo sería que sirviera para que se implicaran en la vida parroquial y que todos supiéramos manifestar en nuestra vida diaria la fe en Dios. José Vicente Gómez Blasco Secretario de la Junta Diocesana de Cofradías y Hermandades de Semana Santa

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Liturgia Algunas indicaciones litúrgicas para la Semana Santa y el Triduo Pascual II Después de la Misa vespertina del Jueves Santo, introducción de todo el Triduo Pascual, éste se desarrolla del siguiente modo:

El VIERNES SANTO (Día 1º del Triduo)

Esposa postrada ante quien la amó hasta tal extremo. La Cruz, iluminada por los rayos de la resurrección, se presenta como trono de gloria e instrumento de victoria. Esta unión de amor y participación del fruto redentor se hace realidad en la Comunión, que es el memorial de su Pasión, nos llena de gracia y nos da la prenda de la gloria futura. La imagen de Cristo en la Cruz quedará presidiendo las iglesias y ante ella se hará genuflexión hasta el comienzo de la Vigilia Pascual.

El SÁBADO SANTO (Día 2º del Triduo)

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a Iglesia, meditando sobre la Pasión de su Señor y Esposo y adorando la Cruz, conmemora su nacimiento del costado de Cristo dormido en la Cruz e intercede por la salvación de todo el mundo. Siguiendo una antiquísima tradición, en este día no se celebra la Eucaristía. Es muy recomendable que se celebre en las iglesias el Oficio de lectura y las Laudes con participación de los fieles. El Viernes Santo hay que observar el ayuno (como signo exterior de nuestra participación en el sacrificio del Señor) y la abstinencia. Se recomienda que el ayuno se prolongue también durante el Sábado santo, para llegar con el espíritu ligero y abierto a la alegría de la Pascua. La «Celebración litúrgica de la pasión del Señor», en las primeras horas de la tarde, está marcada por una enorme sobriedad. Cristo aparece como el Siervo de Dios, anunciado por los profetas, el Cordero que se sacrifica por la salvación de todos. Al inicio, el sacerdote se postra en completo silencio y en profunda oración para significar tanto la humillación del «hombre terreno», como la tristeza y el dolor de la Iglesia. El centro y cúlmen de la Liturgia de la Palabra es la proclamación de la Pasión según san Juan. La Oración Universal tiene hoy especial significado y solemnidad: la Iglesia-Esposa, viendo la entrega del amor del Esposo, desea ardientemente que no sea inútil su Sangre y que todos los hombres participen de su salvación. El rito de la Adoración de la Cruz es la expresión plástica de lo proclamado en las lecturas, y de la

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a Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, meditando su pasión y muerte, su descenso a los infiernos y esperando con la oración y el ayuno su resurrección. También acompaña en oración silenciosa a María en su Soledad. Se recomienda la celebración del Oficio de Lectura y de las Laudes con participación del pueblo, o, al menos, una celebración de la Palabra o un ejercicio piadoso, para que el sentido de este día no pase inadvertido a los fieles. Hoy la Iglesia se abstiene absolutamente del sacrificio de la Misa (quedando por ello desnudo el altar). La sagrada Comunión puede darse solamente como viático a los moribundos. En el centro de los ritos iniciales está el cirio pas-

El DOMINGO DE PASCUA (Día 3º del Triduo)

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e inaugura con la Vigilia Pascual en la noche santa de la Resurrección. Según

una antiquísima tradición, ésta es una noche de vela, en que la Iglesia espera la resurrección del Señor y la celebra con los sacramentos de la iniciación cristiana. Toda la Vigilia debe hacerse durante la noche (ni tan temprano que empiece antes del inicio de la noche, ni tan tarde que concluya después del alba).

cual, símbolo de Cristo resucitado: para la veracidad del signo ha de ser de cera, nuevo cada año, único, relativamente grande, nunca ficticio, para que pueda evocar realmente que Cristo es la luz del mundo. A su luz se escucha el solemne anuncio de la Pascua (el canto del Pregón Pascual). La Liturgia de la Palabra, en que es recordada toda la historia de la salvación, desde la creación hasta la resurrección de Cristo, consta de nueve lecturas: siete del Antiguo Testamento y dos del Nuevo (epístola y evangelio). A cada lectura del A.T. le sigue un salmo responsorial y una oración. Las lecturas del A.T. pueden reducirse, pero se leen al menos tres, sin omitir nunca el capítulo 14 del Éxodo (tercera). Terminada la última lectura del A.T. se encienden las velas del altar, se entona el «Gloria» y se hacen sonar las campanas. Después de la lectura de la Epístola se canta el «Aleluya» con el salmo 117, tal como aparece en el Leccionario. Sigue la celebración con la Liturgia Bautismal. En las iglesias parroquiales se hace la bendición del agua bautismal (aunque no haya bautizos) y en las iglesias no parroquiales, la bendición del agua común. Todos los fieles renuevan las promesas bautismales y reciben la aspersión del agua. Por último se celebra la Eucaristía con la máxima solemnidad, en la que Cristo, el Cordero Pascual, resucitado de la muerte, se hace alimento para que nosotros vivamos de Él y por Él. Hay que favorecer que los grupos particulares tomen parte en la celebración común de la Vigilia pascual de suerte que todos los fieles, formando una única asamblea, puedan experimentar más profundamente el sentido de pertenencia a la comunidad eclesial. La Misa del día de Pascua se debe celebrar con la mayor solemnidad. En lugar del acto penitencial, es muy conveniente hacer la aspersión con el agua bendecida durante la Vigilia. Durante toda la cincuentena de Pascua el cirio pascual se coloca junto al ambón o junto al altar y para los bautizos ha de usarse el agua bendecida en la Vigilia.

Damián L. Abad Irles, DELEGADO DIOCESANO DE LITURGIA

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cáritas Jueves Santo: Día del Amor Fraterno

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res dones se celebran en este día: La Eucaristía, el sacerdocio ministerial y el mandamiento y el don de la caridad. Desde nuestra Cáritas Diocesana de Orihuela-Alicante, donde próximamente cumpliremos 50 años, venimos desarrollando nuestra labor continuada, como acción caritativa y social de la Iglesia. Nuestra misión como comunidad cristiana es llevar el Amor de Dios a los que sufren, promoviendo el desarrollo integral de las personas, especialmente de los más pobres y excluidos, siendo testimonio de la fraternidad de la comunidad cristiana y optando por una sociedad más solidaria, justa y participativa. Es imprescindible, la participación conjunta de toda la comunidad cristiana, que propicie la acogida, solidaridad, atención y promoción de las personas, para que siguiendo los criterios de Doctrina Social de la Iglesia, movidos por la Fraternidad, Justicia, Paz, Solidaridad y Dignidad para todos, realicemos una acción transformadora, capaz de integrar a las personas empobrecidas en la sociedad, y para ello en nuestra Caritas Diocesana disponemos de diversos Programas (Empleo, Mu-

jer, Personas sin hogar, VIH-Sida, Cooperación Internacional, etc.) y numerosos Proyectos (Nicolás, Paloma, Café contigo, Lactancia, Prevención violencia de género, Apoyo escolar, Guardería, Construyendo hogar, Mayores, Huertos Urbanos, Gema, Isla, Tabita, Pavirre, más diferentes talleres de formación), realizados gracias a vuestra generosidad y al esfuerzo y dedicación de trabajadores y los más de 1.500 voluntarios que, con su entrega y Amor, hacen posible esta encomiable misión. Con todo ello, nuestro compromiso no debe anclarse exclusivamente en la ayuda asistencial o en los programas de promoción, debemos centrarnos en las personas, acogiéndolas, escuchándolas y valorándolas con su forma de ser y de pensar, para poder ofrecerles todo nuestro Amor. Jesús nos dijo: «Lo que hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, me lo hicisteis a mí» (Mt 25,40), y también: «Dad y se os dará, con la misma medida con que midáis, se os medirá» (Lc 6, 36-38). Que esto nos haga reflexionar para seguir construyendo espacios de esperanza y podamos convertirnos en una sola familia humana, capaz de seguir mostrando nuestra fe a través de nuestras obras, por ello animo a todos los fieles y a la sociedad de nuestra Diócesis, en general, a que siga mostrándonos su apoyo y generosidad, tan necesaria, para cubrir estos alarmantes índices de pobreza. Muchas gracias.

La formación de los voluntarios de Cáritas

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er voluntario en Cáritas es un privilegio que pone de relieve lo mejor que guardamos en nuestro corazón, porque somos capaces de ver a Cristo en la persona necesitada, en la persona débil, en los pequeños de nuestro mundo. Y descubrir que nos duele su dolor y sentimos el destrago de su hambre y la soledad de su suerte. Todo esto es Cáritas, la caridad de la Iglesia, el amor que se desprende de la doctrina que el Señor nos ha dejado escrita. Y para penetrar en su profundidad necesitamos preparación, necesitamos una formación que se va desgranando en cada rincón de nuestra Diócesis. Durante tres viernes, por la mañana, en Cáritas Interparroquial de San Vicente del Raspeig, nos hemos reunido muchos voluntarios de distintas parroquias, para discernir, junto a la animadora de la Vicaría II, cuál es nuestro rol en estos momentos y qué es lo que nos pide Cristo durante la crisis y fuera de la crisis, con los de nuestro pueblo y con los que llegaron de otros países, qué cantidad de recursos hemos de compartir y cuantas injusticias hemos de denunciar. Pero, sobre todo, no hemos de olvidar la actitud que nos pide el Papa Francisco de cordialidad, amabilidad, paciencia, comprensión y complicidad, con la alegría de sabernos cristianos, o sea de Cristo y en su Iglesia, donde cabemos todos. Si no eres voluntario de Cáritas ya, hazte, prueba, acude a un cursito de formación y descubrirás la parte más amable del ser humano, la que te da paz y una satisfacción que en nada se parece a todo lo que puedes comprar con dinero. M.ª Ángeles Amorós

Jaime Pérez Director Cáritas Diocesana Orihuela-Alicante

HOGAR * RESPONSABILIDAD CIVIL* AUTOMÓVILES * ACCIDENTES Obispado de Orihuela-Alicante 965 204 909 (lunes y miércoles de 9:00 a 12:00) [email protected] Plaza de l’Almoina, 5 46003 Valencia Tel: 963 152 154 / Fax: 963 152 155 [email protected] www.umas.es

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La Última Mirad al suelo PUNT

(Hch. 1, 10-11 / Mc. 16, 15-20)

FINAL

LUIS LÓPEZ

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Hombres de Galilea, ¿Qué hacéis ahí mirando al cielo? Éste que ha sido llevado, este mismo Jesús vendrá como le habéis visto subir al cielo». Les quería decir que no se quedaran así, mirando al cielo; que miraran al suelo, a la tierra, a la vida, a los problemas. Porque ahora la misión comenzada por Jesús estaba en la tierra. Ahora, vosotros sois Jesús. Qué bien lo ha recordado el papa Francisco en su exhortación Evangelii gaudium: hay que salir, hay que mirar a la vida, hay que ir a las periferias. Y nosotros, a veces, embobados en el más allá, como si el camino de salvación estuviera más allá. Que no. Que está en el más acá. La tentación la teníamos servida, ¡qué bien poder irse con Jesús, ascender con él al cielo! Y así, de paso, nos librábamos de este mundo tan convulsionado por el paro, la división, la corrupción, la injusticia y la desigualdad. Pero es que Jesús nos ha llamado para quedarnos. Este mundo tan despreciable, a veces, no todo es malo, es el que Dios ha elegido para encarnarse, para quedarse. Encarnó a su Hijo, tomó la carne de este mundo y, desde él, había que transformarla. Por eso, ahora que Dios ha querido meterse en el alma humana, hasta el final, nosotros no podemos quedarnos mirando al cielo. La tarea está en la tierra y hay que quedarse mirando a suelo. Hay que conocer la tarea de Jesús, en ella la voluntad de Dios, y en su camino encontrar nuestro camino. Pues aunque parezca que Jesús ha subido al cielo (que sí que ha subido), su vida, su persona, sus sentimientos, han quedado escondidos en lo más profundo de la tierra y del corazón del hombre. El mundo es ese sagrario permanente, presente en el corazón del hombre. A veces hay que buscarlo, despertarlo, sacarlo de lo escondido de la vida humana, para ponerlo en el centro de nuestra mirada y atención. Y para eso, sumergirnos en la ciudad, lanzarnos a la calle para gritar, convencidos, que Jesús llevaba razón, que la verdad no pudieron robársela y la bondad no pudieron vencerla. Su proyecto para el hombre, el Reino de Dios, está en marcha, es realizable. El reto de la Ascensión de Jesús se ha quedado con nosotros. Aquel momento, como hicieron los Apóstoles (Mc. 16,15-20), fue una invitación de Jesús a mirar al suelo, metiéndonos en el pueblo hasta transformarlo, desde abajo, desde dentro. Así lo hizo Jesús, que se rebajó hasta lo más hondo, hasta meterse en la muerte. Y esa fue la encarnación de Jesús. Y no fue para tiempo parcial, temporal. Era para siempre. Por eso su espíritu, que no su persona, permanece con nosotros. Ahora nos toca a nosotros vivir la «pasión por el Reino de Dios». Pero si nos quedamos encerrados en los templos es como si nos quedáramos mirando al cielo y añorando la ascensión. Ahora hemos de salir y despertar en los hombres el sueño de Jesús, su Reino. Para eso hemos de mirar al suelo. El encuentro con Jesús es terrenal, es el lugar donde se encarnó, y para los hombres a los que amó. Allí donde está su espíritu, anclado para siempre, hemos de mirar. Aquí permanece y aquí ha de ser encontrado.

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agenda

5 11 de abril Encuentro de Alumnos ERE. 5 12 de abril Encuentro Diocesano de Jóvenes con el Obispo. 5 13 de abril DOMINGO DE RAMOS. 5 14 de abril Misa Crismal.

5 17 de abril JUEVES SANTO. 5 18 de abril VIERNES SANTO. Santos Lugares. 5 19 de abril SÁBADO SANTO.

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