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Las necesidades de potasio en el olivar
El crecimiento del Fruto Tan sólo los olivares que cuentan con una disponibilidad equilibrada de nutrientes tienen la capacidad para desarrollar su potencial genético para producir frutos abundantes con calidad excelente. A través de la fertilización se garantiza al olivar la disponibilidad de los nutrientes en las cantidades que se necesitan en cada una de sus fases fenológicas. Tras la fecundación en el olivo se produce un rápido proceso de división celular de la mayor parte de los tejidos presentes en la aceituna. En estos procesos la disponibilidad de nutrientes, como el potasio y agua, juegan un papel fundamental en la formación, maduración y calidad final del fruto. En una etapa inicial el tejido que muestra un mayor grado de desarrollo es el endocarpo (hueso), mientras que el mesocarpo (pulpa) y el exocarpo (piel), incrementan su tamaño de forma menos apreciable. El estrés hídrico y nutricional durante este período produce huesos de menor tamaño que pueden dar lugar a frutos con relaciones pulpa / hueso anormalmente elevadas que pueden comprometer la viabilidad del fruto. En una etapa intermedia el crecimiento del fruto se hace cada vez más lento, el embrión y el endocarpo (hueso) alcanzan su tamaño final, terminando la fase de endurecimiento (del hueso). Es en esta fase donde comienza a formarse la síntesis del aceite y su acumulación en las células de la pulpa, siendo la disponibilidad de agua y nutrientes los que determinarán el tamaño final del fruto y su contenido en aceite. La ausencia de potasio en esta etapa produce frutos más pequeños y contenidos grasos más bajos. Esta fase finaliza a comienzos de otoño, cuando los frutos sufren los primeros cambios en su pigmentación. En la etapa final el crecimiento del fruto y la acumulación de aceite se reducen de forma notable llevándose a cabo los procesos de maduración. -1-
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Una vez que la pulpa alcanza el tamaño definitivo el fruto puede mostrar oscilaciones de peso como consecuencia de las fluctuaciones en su humedad. En esta etapa de maduración y calidad final del fruto el potasio juega un papel fundamental al intervenir sobre el tamaño del fruto y la acidez del jugo. Como podemos deducir del texto anterior es fundamental mantener unos niveles suficientes en las reservas de potasio desde el comienzo de la primera etapa. El olivo, como veremos más adelante, acumula el potasio en sus órganos de reserva poniéndolo a disposición de la planta en los momentos de mayor consumo, por lo que debe ser suministrado previamente.
Potasio para mayores rendimientos con calidad El potasio es el macroelemento esencial que en mayor cantidad extrae el cultivo del olivo. Es de vital importancia en la nutrición del olivo ya que son indispensables grandes cantidades de este elemento para el desarrollo vegetativo y, sobre todo, para la fructificación. Los requerimientos de potasio en el olivo no sólo son elevados sino que su esencial participación en importantes procesos metabólicos lo hacen el macronutriente con mayor influencia directa en la calidad del fruto y del aceite. Las funciones del potasio en la planta son muy numerosas. Se conoce que este elemento juega un papel vital en los procesos de la fotosíntesis y en la activación de numerosos sistemas enzimáticos (moléculas que aceleran las reacciones químicas), como síntesis de hidratos de carbono y grasas. Su alta movilidad en la planta permite que el potasio se traslade de célula a célula o de tejido viejo a nuevo en desarrollo o a órganos en desarrollo. Un óptimo suministro de potasio al olivar favorece: √ La acumulación de sustancias de reserva en los jugos celulares (hidratos de carbono). -2-
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√ El transporte de asimilados desde las hojas hacia otros órganos de la planta (frutos, entre otros). √ La acumulación de aceite en la aceituna y el calibre de la misma. √ La adecuada regulación del balance hídrico de la planta, especialmente importante cuando el agua es el factor limitante (olivo de secano). √ La resistencia a periodos de baja disponibilidad de agua, estrés por sequía y calor excesivo. √ La resistencia a heladas (por el aumento de la concentración salina de los jugos celulares). √ La resistencia a parásitos, enfermedades y salinidad del suelo fortaleciendo los mecanismos de la resistencia natural de las plantas. √ La eficiencia en el uso del nitrógeno a través de una conversión más rápida del nitrógeno en proteínas. √ La eficiente utilización de la humedad del suelo. √ Previene el estrés inducido por la presencia de sodio y cloro en muchos cultivos.
El potasio en el balance hídrico e intercambio de gases de la planta Una función básica muy importante del potasio dentro de la planta es la de regular la entrada de dióxido de carbono (CO2) y del oxígeno (O2) en las hojas a través de los estomas, regulando la apertura de los estomas (ostiolos), facilitando de esta manera el intercambio gaseoso. El potasio posee una función general como regulador del movimiento de agua en las células vegetales participando en el reajuste osmótico (permite la circulación de agua) de las plantas sometidas a estrés hídrico. En situaciones de estrés por déficit de agua el potasio interviene reduciendo la transpiración cerrando los estomas, evitando las pérdidas de agua y por tanto haciendo a la planta menos vulnerable a la sequía.
Épocas de aplicación de potasio en olivar. -3-
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El potasio es requerido en mayor medida desde la etapa de formación del hueso hasta las etapas de formación de aceite y maduración del fruto, siendo estas épocas la de mayor consumo y por tanto más rápida reducción de las reservas. Es fundamental suministrar potasio desde inicio del consumo para mantener elevadas las reservas y por tanto las disponibilidades de potasio ya que en su mayoría es suministrado desde los órganos de reserva. En primavera, verano y otoño aprovechando los tratamientos fitosanitarios ("repilo" y "prays") para aumentar la resistencia a parásitos y enfermedades. En épocas de baja temperatura al aplicar abonos de alto contenido en potasio aumentaremos la resistencia al frío. En la etapa de formación del hueso de la aceituna para mantener un equilibrio y una adecuada relación en la formación del endocarpo, mesocarpo y exocarpo. En verano y en otoño la extracción por parte del olivo de potasio es muy elevada debido a las altas temperaturas y la falta de agua, lo que provoca un gran consumo de potasio que es necesario reponer. Tras un período de gran producción, en los que se producen altas extracciones, es necesario suministrar la cantidad de potasio consumida ya que la necesidad de potasio en el árbol aumenta a medida que se desarrolla el fruto (el olivo actúa como sumidero acumulando en la aceituna madura grandes cantidades de potasio). En estos casos se aconseja la aplicación de un abonado rico en potasio aún cuando los niveles en hoja en el mes de julio hayan sido adecuados.
Deficiencias de potasio Aunque los análisis de suelo de un gran porcentaje de las zonas productoras de aceite de oliva presenten contenidos medios de potasio, el olivar puede presentar deficiencias debido a: • • •
Baja disponibilidad para la planta a través de la fijación por arcillas expansivas del potasio de la solución del suelo y del intercambiable. Inhibición de la absorción de potasio por una alta disponibilidad de Ca (antagonismo) en suelos alcalinos (calizos). Pérdidas de potasio por lixiviación en suelos arenosos por su baja capacidad de retención (sorción). -4-
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Escasa humedad del suelo en plantaciones de secano que limita la difusión del potasio en la disolución del suelo e impide su absorción por las raíces.
La deficiencia de potasio y los niveles bajos de potasio en hojas son generalizadas en buena parte del olivar, cuyos árboles muestran claros síntomas visuales de carencia que no debemos confundir con los producidos en ocasiones por la falta de boro (sólo clorosis apicales). Cuando empieza a manifestarse en la planta la deficiencia de potasio, el elemento que está almacenado en las hojas viejas tiende a desplazarse hacia las más jóvenes para cubrir sus necesidades. Son, pues, las hojas viejas las que presentan los primeros síntomas carenciales. Los estados carenciales de potasio en el olivo se manifiestan inicialmente con un moteado de manchas cloróticas de color verde claro a amarillento que comienza en los bordes y en el ápice de las hojas y que puede proseguir con amplias necrosis, cayendo las hojas más tarde. Así mismo, se registra también una reducción del vigor y la rigidez de la planta que, ante cualquier déficit de agua se marchitará rápidamente. La carencia de potasio en el olivo no aparece de forma inmediata y tarda en corregirse, por lo que es conveniente vigilar estos niveles periódicamente y emplear medidas correctoras con anterioridad.
Lucha ante estados carenciales de potasio La recuperación de estados de deficiencia severa de potasio es difícil y lenta y sólo se supera tras varios años de aplicación continuada de fertilización potásica. Las aplicaciones foliares adecuadas de este elemento pueden ayudar a corregir las carencias de potasio y mantener sus niveles adecuados en la hoja. Las aportaciones de potasio por vía foliar mediante: √ Lebben K (potasa líquida). √ Lebben Gel K-46 (NPK líquido alto potasio en forma de gel). √ Rolvan 10.5.40 (NPK soluble exento de cloro y de alto contenido en potasio). √ Grunn 10.3.43 (NPK soluble de alto contenido en potasio), aportan un contenido óptimo de potasio fácilmente asimilable en las fases de máxima demanda de este elemento y aseguran una mejora de la producción y un mayor rendimiento graso del aceite. -5-
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Estas formulaciones permiten además su utilización en otros cultivos con altas exigencias en potasio como cítricos, otros frutales y hortícolas para mejorar la calidad final del fruto, el color, tamaño y acidez.
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