Las Tres Leyes Espirituales de la BIBLIA

Las Tres Leyes Espirituales de la BIBLIA ¿Qué es una ley? El Universo visible tiene leyes. Algunas son visibles y otras invisibles. No obstante, las

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Las Tres Leyes Espirituales de la BIBLIA

¿Qué es una ley? El Universo visible tiene leyes. Algunas son visibles y otras invisibles. No obstante, las leyes del Universo son reales independientemente lasa conozcamos, entendamos o veamos. Existen distintos tipos de leyes: leyes morales o éticas, leyes físicas, leyes bioquímicas, leyes de la genética, leyes de las matemáticas, leyes de las probabilidades, etc. Una ley, es un principio. Un principio que siempre, bajo determinadas condiciones y reglas indefectiblemente se cumple. Precisamente, un milagro, es algo que va mas allá de estas leyes y no se rige por ellas. En la Palabra del Señor existen muchísimos registros de milagros, señales y prodigios que desafiaron las leyes del Universo y de la Naturaleza. Damos algunos ejemplos: JOSUE 10:8. “Y Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos; porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos prevalecerá delante de ti. 9. Y Josué vino a ellos de repente, habiendo subido toda la noche desde Gilgal. 10. Y Jehová los llenó de consternación delante de Israel, y los hirió con gran mortandad en Gabaón; y los siguió por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y

Maceda. 11. Y mientras iban huyendo de los israelitas, a la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó desde el cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca, y murieron; y fueron más los que murieron por las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel mataron a espada. 12. Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón; Y tú, luna, en el valle de Ajalón. 13. Y el sol se detuvo y la luna se paró, Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero. 14. Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel. 15. Y Josué, y todo Israel con él, volvió al campamento en Gilgal.” A este milagro, se le conoce como “el día grande de Josué”. Dios intervino con su gran poder e hizo que un día se alargara y las leyes pre-establecidas se ajustaron a la voluntad soberana de Dios. ¿Qué mas podríamos decir de otros milagros, señales y prodigios que han desafiado las leyes del Universo y de la Naturaleza ante la voluntad soberana del Dios Altísimo? Podríamos recordar cuando El Señor crea los cielos y la tierra de la “nada”. Solo hablo, y fue hecho. Su voz creo y todo se hizo. GENESIS 1: 3.”Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.” O cuando, El Señor, envía un diluvio universal debido a la maldad del hombre, cuyo pensamiento era de continuo el mal. Dios, abre las aguas y sobrenaturalmente “inunda” el mundo de aquel entonces y envía un diluvio destruyendo, en amor, toda vida y preservando a 8 personas: Noé, su esposa, sus tres hijos y las esposas de ellos.

2 SAMUEL 22: 16. “Entonces aparecieron los torrentes de las aguas, Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo; A la reprensión de Jehová, Por el soplo del aliento de su nariz.” GENESIS 6:17. “Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.” Y, que decir de las Plagas que Jehová todopoderoso envió a un Egipto lleno de pecado y rebeldía para con El. EXODO 9: 14. “Porque yo enviaré esta vez todas mis plagas a tu corazón, sobre tus siervos y sobre tu pueblo, para que entiendas que no hay otro como yo en toda la tierra. Capitulo 10: 19. “Entonces Jehová trajo un fortísimo viento occidental, y quitó la langosta y la arrojó en el Mar Rojo; ni una langosta quedó en todo el país de Egipto.” EXODO 15: 19. “Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de a caballo en el mar, y Jehová hizo volver las aguas del mar sobre ellos; mas los hijos de Israel pasaron en seco por en medio del mar.” La lista de milagros realizados por Cristo en carne, durante su ministerio, simplemente en el evangelio de Juan, seria innumerable: el haber convertido seiscientos litros de agua en Vino Finísimo (2); la sanidad del paralitico de Betesda que nunca pudo entrar en el estanque cuando el ángel descendía y de tiempo en tiempo agitaba el agua (5); la multiplicación de los panes y los peces para alimentar a mas de cinco mil hombres sin contar mujeres y niños (6); andar sobre el mar de galilea en medio de una tormenta; sanar a un ciego de nacimiento solo al escupir en tierra, hacer lodo con la saliva,

untárselo en los ojos y ordenarle que se fuera a lavar al estanque de Siloe (9); haber resucitado a un hombre llamado Lázaro que llevaba ya cuatro días de enterrado (12) y cientos de otros milagros no incluidos en los evangelios los cuales simplemente desafían tanto leyes físicas del Universo como de la misma Naturaleza; todo ello se entiende en una palabra: Dios es SOBERANO. Toda ley esta sujeta a EL. JUAN 21: 25. “Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.” En el ámbito espiritual, Dios Soberano a creado TRES LEYES. Estas, al igual que las Físicas, son UNIVERSALES e INMUTABLES. Suceden, independientemente si el hombre esta consiente de ellas o no. Son, las Tres Leyes Espirituales que afectan al hombre interior y tienen repercusión en su destino ETERNO.

La Ley del Pecado y de la Muerte. Romanos 6:23. “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”

El Apóstol Pablo menciona que hay una ley, que recibimos de nuestro padre Adán, la cual es la ley del pecado y de la muerte y habita en este cuerpo pecaminoso de carne. Todo ser humano que nace, ya la posee. Es decir: el bebe mas hermoso, nace padeciendo separación de Dios. Nace siendo enemigo de Dios. Nace, amando lo malo y aborreciendo lo bueno. Nace, siendo prisionero del pecado en la prisión de satán. Nace, sujeto a esta ley. La entienda o no la entienda, la ley del pecado y de la muerte es real. TODO ser humano esta sujeto a esta ley. ¿Qué produce la ley del pecado y de la muerte? Precisamente: MUERTE. El pecado siempre produce muerte. No importa la forma de pecado o clase de pecado. El pecado, siempre pagara en la misma moneda: MUERTE. Dios nos dice lo que es el pecado: infracción de la ley. 1 JUAN 3: 4.”Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.”

Romanos 5: 12. “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 20. Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; 21. para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro.”

Apocalipsis 21: 8. “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.” Algo interesante sobre la Muerte se menciona en esta escritura. TODO ser humano ha mentido. Y, Dios dice que los mentirosos tendrán una recompensa: el lago de fuego. Hay, algo que es afectado por la Ley del Pecado y de la Muerte: nuestro hombre interior. Cuando morimos, “polvo somos y al polvo regresamos”. Es decir; nuestro cuerpo compuesto de carne se descompone y se convierte en alimento para los gusanos. Luego, regresa al polvo de donde una vez fue tomado. Génesis 2: 7. “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.” Pero, hay otro aspecto de nuestro ser. Se conoce como el hombre interior. Este hombre interior es afectado por la Ley del Pecado y de la Muerte. 2 Corintios 4: 16 “Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.” El hombre exterior se desgasta día con día. Mas el interior, nuestro ser, es afectado por esta Ley del Pecado y de la Muerte. Todo aquel que rechaza la Gracia de Dios, que no tiene al HIJO, tendrá la ira de Dios sobre el y será echado al lago de fuego ETERNO. Juan 3: 36. “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de

Dios está sobre él.” Romanos 1: 24. “Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, 26. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, 28. Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; 29. estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; 30. murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, 31. necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; 32. quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.” Estos seres humanos son malos. Han rechazado la Gracia de Dios. Al estar sujetos a la Ley del Pecado y de la Muerte han cobrado lo que su trabajo de maldad les hizo ser dignos: La MUERTE ETERNA. Por ello, es imperativo, que el Creyente en Cristo tenga presente lo que cobra el pecado: MUERTE. Romanos 6: 23. “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”

La Ley de Dios

Esta ley, es la segunda Ley Espiritual descrita en la Biblia. Es la Ley de Dios: los Diez Mandamientos. Esta ley, fue dada a Israel como un capataz. Es decir, la Ley de Dios fue dada al hombre para enseñarle precisamente lo que es pecado. Fue dada, para que simplemente le mostrara la incapacidad que tiene el ser humano en cumplirla. El Ser Humano, no puede, no quiere, ni le interesa obedecerla. Sin embargo, es una Ley Espiritual total y funcionando. No importa si como seres humanos le ignoramos. La Ley de Dios, sirve para juzgar y condenar a todos los pecadores. Y, todos los seres humanos somos pecadores. Romanos 3: 12. “Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. 13. Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; 14. Su boca está llena de maldición y de amargura. 15. Sus pies se apresuran para derramar sangre; 16. Quebranto y desventura hay en sus caminos; 17. Y no conocieron camino de paz. 18. No hay temor de Dios delante de sus ojos. 19. Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;”

La Ley del Espíritu de Vida en Cristo

Esta es la tercera ley descrita en la Palabra de Dios. Es la Ley del Espíritu que da Vida en Cristo Jesús. Es la Ley de la Gracia. Romanos 8:1. “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 2. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. 3. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; 4. para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.” Esta Ley es la que vence las otras dos leyes. Es decir: Dios, en su Amor dio a Su Hijo Jesucristo, para que TODO AQUEL que CREA en El, tenga esta bendición. El hombre nace en pecado (Ley del Pecado y Muerte). Dios, le indica lo que es pecado a través de Su Ley (Ley de Dios). Mas, hubo alguien que en su vida cumplió y magnifico la Ley de Dios: Cristo. Y, así condeno al pecado en la carne (Romanos 8:4). La escritura dice que Cristo vino para cumplir la Ley. Es en este sentido en que Cristo cumple la ley: para condenar al pecado en carne.

Mateo 5: 17. “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.” Es en Su Obediencia para con Dios, que el único que pudo venir para magnificar la Ley de Dios, es Cristo. Es mas, en una ocasión que registra el Evangelio de Juan, leemos que ni siquiera los lideres religiosos de Israel pudieron señalar a Nuestro Salvador Jesucristo algún error en el cumplimiento de la Ley de Dios. Juan 8: 3. “Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, 4. le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. 5. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? 6. Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. 7. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. 8. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. 9. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. 10. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? 11. Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.” Cristo es y ha sido el único en poder cumplir y magnificar la Ley de Dios.

La Justificación Divina El capitulo cinco de la Epístola a los Romanos, la cual nos habla de la JUSTIFICACION, es para los capítulos tres y cuatro de la misma epístola, lo que el Capitulo ocho es para los capítulos seis y siete. Es decir, Romanos 5, nos habla de cómo Dios, que es Justo y Verdadero, justifica en la Persona y Obediencia de Cristo a todo pecado que es alcanzado en Su Gracia. La Gracia de Dios, descrita en Romanos 8, nos muestra que al ser alcanzados por la Gracia de Cristo, no solo nos saca de la realidad heredada de nuestro padre Adán: pecado y muerte. Sino que nos traslada a la luz de Su Admirable Reino Celestial, librándonos de la Ley de Dios. Una Ley, que solo servía para señalar el pecado y al pecador mas nunca lo salvaba. La Ley de Dios, podría condenar al mejor de nosotros pero nunca salvaría al peor de nosotros. Volvemos a repetir esto ultimo con el fin de enfatizar lo que hace la Ley de la Libertad en Cristo Jesús: “La Ley de Dios, solo servía para señalar el pecado y condenar al pecador. No salvaba a nadie, porque nadie podía guardarla. La Ley de Dios era un capataz. Y, como capataz, solo podía condenar al MEJOR de Nosotros y nunca salvar a Pero de Nosotros.” Pero, Gracias sea a Dios Todopoderoso, que En CRISTO, tenemos y nos regimos bajo una tercera LEY: La Ley de la Libertad en Cristo Jesús. Esta Ley, nos libera de la esclavitud del Pecado y de la Muerte. Nos, libera del capataz que es la Ley de Dios. Y, nos hace ser justificados en JESUCRISTO.

¿Qué pues haremos? Romanos 8.1. “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 2. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. 3. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; 4. para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 5. Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. 7. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8. y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. 9. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.” Ahora, que hemos creído en el Nombre del Hijo de Dios: JESUCRISTO vivimos y nos regimos bajo esta Ley. Una Ley de Libertad (de la ley del pecado y de la muerte y de la Ley de Dios ) y de VIDA. Cristo vino para que EN EL, tengamos Vida y Vida en ABUNDANCIA. Vida Espiritual. El que tiene al Hijo, lo tiene TODO. Todo lo que el hombre necesita en esta vida lo tiene en la persona de Cristo.

Gracias damos a Nuestro Amado Señor Jesucristo que nos amo, estando aun en pecados y delitos y se entrego así mismo por nosotros. La Ley del Espíritu de Vida en Cristo Jesús nos salvo aun estando nosotros muertos. Romanos 5: 1. “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2. por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 3. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4. y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; 5. y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. 6. Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9. Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 11. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.” Por ello, tengamos la Mente de Cristo. Su Ley del Espíritu de VIDA en Cristo Jesús es la que nos da VIDA ETERNA. Filipenses 2: 1. “Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del

Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, 2. completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. 3. Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 4. no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. 5. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,”

   

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