Las ventosas como sistema de protección en el arranque de bombas de pozo

Tema D: Estructuras Hidráulicas Las ventosas como sistema de protección en el arranque de bombas de pozo V.B. Espert Alemany Catedrático de Ingenierí
Author:  Julio Flores Soto

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Tema D: Estructuras Hidráulicas

Las ventosas como sistema de protección en el arranque de bombas de pozo V.B. Espert Alemany Catedrático de Ingeniería Hidráulica. ITA. Universidad Politécnica de Valencia [email protected] J. García-Serra García Catedrático de Ingeniería Hidráulica. ITA. Universidad Politécnica de Valencia. [email protected] E. Cabrera Marcet Catedrático de Mecánica de Fluidos. ITA. Universidad Politécnica de Valencia. [email protected] V.J. Espert Canet Becario. ITA. Universidad Politécnica de Valencia. [email protected]

1 Introducción En los bombeos de agua desde pozo es habitual que la altura geométrica de impulsión alcance valores entre decenas y centenas de metros. Esta altura geométrica es la suma de la profundidad del agua en el pozo más la diferencia de cotas entre la boca del pozo y el depósito de impulsión. En estos casos se utilizan bombas multicelulares con un determinado número de rodetes iguales en serie, figura 1, todos unidos al mismo eje y disponiéndose el motor de accionamiento en la parte inferior de la bomba (motor sumergido). El rotor del motor se acopla directamente al eje de accionamiento de la bomba, y todo el conjunto tiene un diámetro exterior reducido para que se pueda introducir en el interior de la perforación, dejando suficiente espacio para que circule el agua entre el entubado y el motor o la bomba. Ventosa Tubería de impulsión Válvula de retención

Bomba multicelular

Motor

Figura 1

Acoplamiento motor-bomba en impulsiones desde pozo

Tema D: Estructuras Hidráulicas

En estos casos el grupo motor-bomba se encuentra sumergido a suficiente profundidad para que los descensos del agua en el pozo aseguren siempre una sumergencia mínima en la boca de aspiración de la bomba. El grupo cuelga del tramo de tubería de impulsión del interior del pozo, el cual se fija a la placa que cierra la boca del pozo. En estas circunstancias ni la bomba ni el motor se encuentran directamente accesibles para su reparación y mantenimiento, necesitándose extraer completamente el tramo de tubería instalado dentro del pozo, o columna vertical, para llevar a cabo estas operaciones sobre el grupo motor-bomba. Este proceso de extracción condiciona la posición en la cual se va a instalar la válvula de retención asociada a la bomba. Dicha válvula se puede instalar directamente a la salida de la bomba formando parte del cuerpo de la misma. Desde el punto de vista funcional ésta es la mejor disposición, aunque cuando por trabajos de reparación o mantenimiento del grupo sea necesario extraer el tramo de tubería de dentro del pozo, junto con el grupo motor-bomba, si la válvula de retención cierra adecuadamente la columna vertical a elevar estará llena de agua, con un peso de todo el conjunto que será en general considerable. Otra posibilidad es instalar la válvula de retención en la tubería de impulsión pero a la salida del pozo, como se indica en la figura 1. En estos casos los trabajos de reparación o mantenimiento de esta válvula son mucho más fáciles, al estar directamente accesible. Además, en caso de tener que elevar la columna vertical para acceder al grupo motor-bomba, dicha columna estará vacía de agua, con la consiguiente reducción de peso del conjunto. Pero tras la parada del grupo, y después de cerrarse la válvula de retención, la columna de agua entre esta válvula y la bomba se romperá si la profundidad del agua es mayor de unos 10 m. En este caso el tramo de tubería dentro del pozo está actuando como un barómetro de agua, pues tiene el extremo superior cerrado por acción de la válvula de retención, y el extremo inferior abierto en el interior del agua sobre cuya superficie libre actúa la presión atmosférica. Así, el agua dentro de este tramo de tubería descenderá hasta una altura que equilibre la presión atmosférica (del orden de 10 m sobre el nivel del agua en el pozo), habiendo por encima y hasta la válvula de retención vapor de agua con una presión igual a la tensión de vapor a la temperatura que corresponda. Cuando estando la instalación en estas condiciones se vuelva a poner en marcha la bomba, ésta empezará a impulsar agua a una tubería que se encuentra con una columna de agua relativamente corta, y a una presión absoluta en su parte superior muy baja, por lo cual el caudal impulsado y la velocidad en la tubería serán inicialmente altos. Así la columna de agua sobre la bomba irá creciendo rápidamente de tamaño, condensando a la vez el vapor de agua que hay por encima, hasta que dicha columna se encuentre con la válvula de retención cerrada. En este momento el agua chocará contra la válvula de retención, produciendo una oscilación de presión por golpe de ariete que puede alcanzar valores importantes.

2

Las ventosas en las estaciones de bombeo

Una solución a este problema es la instalación de una ventosa aguas arriba de la válvula de retención, como podemos ver en la figura 1. Tras la parada de la bomba y el cierre de la válvula de retención, la ventosa se abrirá cuando la presión en el punto donde está instalada descienda por debajo de la presión atmosférica (figura 2-a). Al abrirse la ventosa y entrar aire, la columna de agua caerá y vaciará el tramo de tubería hasta el nivel de agua en el pozo, quedando dentro de esta tubería aire a presión atmosférica.

Obturador pv < patm

pv > patm

pv > patm

Dispositivo de apoyo

QQ w agua

a.- Admisión de aire

Figura 2

Qagua Q

Qagua = 0 Qw = 0

w

b.- Expulsión de aire

c.- Orificio cerrado

Funcionamiento de una ventosa.

Tema D: Estructuras Hidráulicas

En la siguiente puesta en marcha de la bomba, el agua impulsada hará salir el aire a través de la ventosa, figura 2-b, hasta cerrar el orificio de salida por flotación del obturador al final de la expulsión de aire. En estas condiciones la capacidad de expulsión de aire de la ventosa debería ser reducida, evitando que este aire se expulse con facilidad. De esta manera la columna de agua que sube por la tubería llevará una velocidad baja, y cuando se cierre la ventosa al final de la expulsión de aire el golpe de ariete que se produzca por efecto de dicho cierre no originará una sobrepresión elevada. A su vez, en este momento la columna de agua en movimiento abrirá la válvula de retención y se establecerá el punto de funcionamiento correspondiente. Un dispositivo capaz de admitir un caudal de aire importante al interior de una tubería cuya presión tiende a ser menor que la atmosférica, y expulsar un caudal de aire pequeño del interior de la tubería cuando la presión en la misma llegue a ser mayor que la atmosférica, puede estar constituido por un aductor de gran diámetro y un ventosa bifuncional de diámetro reducido, figura 3 (Campbell, 1983). De esta manera la admisión se realizará conjuntamente por la asociación del aductor y de la ventosa (figura 3-a), mientras que la expulsión se realizará solamente por la ventosa de diámetro reducido (figura 3-b). Admisión de aire

Aductor

Expulsión de aire

Admisión de aire Aductor

Ventosa bifuncional

Purgador

Purgador

Tubería de impulsión

Tubería de entronque

Ventosa bifuncional

Qaire

Válvula de retención

Tubería de entronque

Válvula de retención

Qagua

Qagua

b.- Expulsión de aire

a.- Admisión de aire

Figura 3

Qaire

Tubería de impulsión

Asociación de un aductor y una ventosa de diámetro reducido

Otro dispositivo que puede conseguir estos efectos sería una ventosa de cierre controlado. En ella, la admisión de aire se realiza con toda la sección de paso abierta. Sin embargo, durante la expulsión, si la velocidad del aire expulsado es menor que un determinado valor, esta expulsión se realiza por toda la sección de paso. Pero si la velocidad alcanza un determinado valor, el flujo de aire arrastra un obturador que cierra la sección de paso y deja abierto un orificio de diámetro reducido, practicado en el obturador, el cual reducirá el caudal de expulsión y, a su vez, la velocidad a la que se moverá la columna de agua que sube por la tubería de impulsión. En la figura 5 se presenta la forma de las curvas características de ventosas convencionales y de cierre controlado.

Flotador secundario (limita la velocidad de expulsión del aire) Flotador utilizado como purgador Flotador principal Soporte del flotador

Flujo de aire

Figura 4

Ventosa de cierre controlado

Tema D: Estructuras Hidráulicas

a) Ventosa convencional

Figura 5

3

b) Ventosa de cierre controlado

Curvas características de ventosas convencionales y de cierre controlado

Otras utilizaciones de las ventosas

En las instalaciones hidráulicas a presión, sean impulsiones, aducciones o redes de distribución de agua, las ventosas se utilizan, en general, para la extracción del aire de las conducciones en la primera puesta en marcha de la instalación o con posterioridad a los trabajos de reparación de tuberías, para la entrada de aire a las conducciones en las operaciones de vaciado, o como sistemas de protección frente a transitorios hidráulicos para evitar depresiones. En los casos de llenado y vaciado de tuberías las ventosas son imprescindibles. Sin embargo, como sistemas de protección frente a transitorios hidráulicos las ventosas pueden provocar picos de presión importantes en el momento del cierre del obturador, los cuales pueden sobrepasar la resistencia mecánica de las tuberías. Además, el aire que ha entrado al interior del conducto a través de la ventosa en el momento de la depresión puede desplazarse a lo largo del conducto y terminar saliendo por una ventosa diferente a la de entrada, o bien quedar atrapado en algún punto del conducto con consecuencias imprevisibles. Por ello solamente se admiten las ventosas como sistema de protección frente a transitorios hidráulicos en los casos en que es imprescindible su concurso, esto es, en los bombeos desde pozo como se ha visto en apartados anteriores, y en caso de rotura de tuberías (Espert et al, 2008). En este último caso la depresión originada por la rotura puede causar presiones negativas en alguna parte de la instalación, con el consiguiente peligro de colapso de tuberías si éstas no se protegen adecuadamente. En el resto de casos, la protección de las instalaciones frente a las depresiones originadas por los transitorios hidráulicos se deberá conseguir con otros sistemas, como la instalación de calderines, chimeneas de equilibrio, tanques unidireccionales, válvulas de cierre controlado, etc (Koelle, 2004). En general, la elección de las ventosas a instalar en un sistema hidráulico a presión se basa en una serie de reglas prácticas que se pueden resumir de la siguiente manera: Se dispondrá una ventosa en cada uno de los puntos altos de la instalación, a distancias máximas del orden de 500 m, antes y/o después de una válvula de seccionamiento, y a la salida de las estaciones de bombeo. El diámetro nominal de la ventosa es del orden de la doceava parte del diámetro nominal de la tubería donde se instala. La velocidad del aire expulsado, a la presión de expulsión y para la sección nominal de la ventosa, no es conveniente que supere el valor de 40 m/s para evitar el posible cierre de la ventosa, por arrastre cinético del obturador, antes de finalizar la expulsión El hecho de que se apliquen estas reglas para la elección de las ventosas no exime de la simulación del funcionamiento del sistema en régimen transitorio, cuyo objetivo es comprobar el efecto de las ventosas en la

Tema D: Estructuras Hidráulicas

instalación. La razón es que las ventosas son dispositivos que pueden introducir en el sistema picos de presión importantes en el momento del cierre. Y, si se eligen las ventosas mediante las reglas prácticas que hemos indicado, no hay ninguna garantía de que tales picos de presión no se produzcan.

4 Simulación del comportamiento de las ventosas mediante el programa ALLIEVI El comportamiento de las ventosas en una instalación durante el funcionamiento en régimen transitorio se puede simular mediante el programa ALLIEVI. Este programa es un paquete informático, desarrollado en el ITA de la Universidad Politécnica de Valencia, cuyo objetivo es simular el régimen transitorio en un sistema hidráulico a presión. Este programa aplica el método de las características a lo largo de las conducciones, junto con adecuadas condiciones de contorno en los nudos donde se unen los diferentes elementos del sistema. De esta manera se pueden simular los efectos transitorios tanto en tubería simple como en redes malladas o ramificadas, las cuales pueden incluir entre sus componentes depósitos, estaciones de bombeo, turbinas, válvulas, descargas a la atmósfera, y sistemas de protección tales como calderines, chimeneas de equilibrio, tanques unidireccionales, ventosas, etc. El modelo de cálculo utilizado para simular el transitorio hidráulico no admite que el aire que entra a través de las ventosas circule por el interior de la conducción, sino que lo supone como acumulado junto a la ventosa por la que ha entrado, desde donde saldrá cuando la presión en este punto sea superior a la atmosférica. De esta manera se supone que la tubería está siempre llena de agua. Esta es una práctica habitual en este tipo de programas, ante la dificultad prácticamente insalvable de conocer con exactitud la posición real de las bolsas de aire, y si ocupan toda o sólo la parte superior de la sección transversal de la conducción. En la figura 6 se indica el esquema de una de las ventosas acopladas a la conducción. Si admitimos que el aire en el interior de la conducción evoluciona de manera isoterma, las expresiones que definen el volumen de aire junto a la ventosa en el instante de cálculo n + 1 serán las siguientes (Wylie y Streeter, 1982):

(

)

(

n +1 n +1 n +1 n +1 n +1 Q atm = f e Z MN − H MN si H MN < Z MN ; Q atm = − f s H MN − Z MN

(

∀ np+1 = ∀ np + Q Nn + Q Nn +1 − Q Mn − Q Mn +1

(H

n +1 MN

)

(

)

) si

n +1 H MN ≥ Z MN

) ∆2t

(2)

(

* n * * n n +1 − Z MN + p atm ∀ np+1 = H MN − Z MN + p atm ∀ np + p atm Qatm + Qatm

siendo: fe = Curva característica de la ventosa para el flujo de entrada fs = Curva característica de la ventosa para el flujo de salida Patm = Presión atmosférica en valor absoluto

∀ p = Volumen de aire junto a la ventosa, a la presión interior de la conducción Qatm Ventosa C+

CVp

QM

QN HM = HN = HMN

M

Figura 6

ZMN

(1)

N

Ventosa para la simulación del transitorio hidráulico

) ∆2t

(3)

Tema D: Estructuras Hidráulicas

Para el cálculo del transitorio en el instante n + 1, las expresiones (1) a (3) se resuelven simultáneamente con las ecuaciones C+ y C- aplicadas respectivamente a las secciones M y N, las cuales provienen de aplicar el método de las características. En el caso de bombeo desde pozo, el aire admitido por la ventosa tras la parada de la bomba ocupa la parte superior del tramo vertical de tubería entre la bomba y la válvula de retención, figura 7, y ello puede ser tenido en cuenta por el modelo de cálculo utilizado. De esta manera, el programa ALLIEVI evalúa en cada paso de tiempo la longitud de tubería del interior del pozo que ocupa el volumen de aire ∀ p , así como la longitud de la columna de agua en el interior de esta tubería. En la parada de la bomba la longitud de la columna de agua irá disminuyendo hasta anularse, a la vez que el volumen de aire aumenta por efecto de la admisión a través de la ventosa. Por otra parte, en el arranque de la bomba la columna de agua va aumentando de longitud por efecto del bombeo, lo que hace disminuir el volumen de aire conforme éste va siendo expulsando por la ventosa. Admisión en parada

Expulsión en arranque Llenado en arranque

Vp

Válvula de retención cerrada

Vaciado en parada

Figura 7

Funcionamiento de la ventosa en arranque o parada de bomba de pozo

En el caso del arranque de la bomba de pozo la válvula de retención se abrirá en el momento en que la presión de aguas arriba supere la de aguas abajo, y ello se puede producir bien tras el cierre de la ventosa por la sobrepresión originada por el correspondiente golpe de ariete, o bien antes de finalizar la expulsión del aire en caso de que la presión de expulsión llegue a superar la presión de aguas abajo. En esta última situación el aire que aún quede por expulsar escapará hacia el sistema a través de la válvula de retención abierta, pudiendo quedar atrapado en algún punto singular de la instalación o ser expulsado por el purgador de otra u otras ventosas. Sin embargo en este caso el programa ALLIEVI asume que después de abrirse la válvula de retención, si queda aire por expulsar éste permanecerá junto a la ventosa y terminará siendo expulsado a través de la misma, sin permitírsele escapara hacia la instalación. Y ello por la dificultad que entraña el seguir mediante cálculos el movimiento de las bolsas de aire por el interior del sistema, lo cual resulta imposible en la mayor parte de los casos.

5 Caso de estudio Como aplicación de los conceptos vistos hasta ahora vamos a presentar el caso de la puesta en marcha de una estación de bombeo dotada de 4 + 1 grupos verticales multicelulares en paralelo, con la bomba sumergida y el motor elevado a la altura del piso de la estación de bombeo. Este es un caso semejante al de la instalación de bombas de pozo, pues para cada grupo la válvula de retención se encuentra a la altura del piso de la estación de bombeo, estando el nivel del agua en el depósito de aspiración varios metros por debajo de la válvula de retención. Para este caso los datos de partida son: - Punto de funcionamiento nominal por grupo: Qb = 1’121 m3/s, Hb = 316 m, ηb = 87’61 %, Pacc = 3.966’5 kW - Sistema de protección constituido por tres calderines de vejiga conectados al colector de impulsión de la estación de bombeo. El volumen total de cada calderín es de 35 m3, siendo el volumen de gas en condiciones de régimen de 12’26 m3 - El resto de datos de la impulsión aparecen en la figura 8

Tema D: Estructuras Hidráulicas

Vertido superior 657’20 m 654 m Depósito impulsión

Tubería impulsión DN = 1.800 mm L = 15.386 m

Ventosa por grupo

3 Calderines de 35 m3

376’20 m Depósito aspiración 370 m

Válv. Ret. por grupo 5 Grupos Columna vertical por grupo paralelo DN = 600 mm, L = 10 m 367’50 m

Figura 8

Datos de la impulsión para el caso de estudio

Para esta impulsión el fabricante de las bombas recomienda la instalación de una ventosa de DN 50 mm aguas arriba de la válvula de retención de cada grupo. Las tuberías son de acero helicosoldado, y uno de los condicionantes de diseño es que las tuberías que constituyen la columna vertical de cada grupo, el colector de impulsión, y al menos la primera parte de la tubería de impulsión, son de PN 40. Por ello se trata de determinar si la presión máxima que se alcanza en la columna vertical por efecto del cierre de las ventosas supera o no la presión de 40 bar, límite máximo de presión de trabajo en la parte de la instalación aguas abajo de los grupos. Se ha simulado el transitorio originado por el arranque sucesivo de los cuatro grupos principales mediante el programa ALLIEVI. Los grupos arrancan a intervalos de 30 s, con un arranque lineal de cada uno de ellos de duración 2’5 s. El incremento de tiempo utilizado es de 0’01 s, con un tiempo de cálculo de 120 s. Para el funcionamiento de las ventosas de DN 50 mm se han considerado las curvas características indicadas en la figura 5-a. En la figura 9 se presentan gráficamente los resultados de la simulación para el arranque del grupo 1. Se puede ver que la válvula de retención de este grupo abre en el instante 2’24 s, mientras que la ventosa cierra en el instante 2’34 s. Ello indica que al abrirse la válvula de retención aún queda aire junto a la ventosa, parte del cual puede pasar a la tubería de impulsión. Además, el caudal máximo de aire expulsado en condiciones atmosféricas es de 12’42 m3/s, siendo la presión máxima junto a la ventosa de 450’5 mca. En la figura 10 se presenta la evolución de las presiones en cada una de las ventosas por el arranque sucesivo de los grupos. Vemos que las presiones máximas en las ventosas son similares entre sí, con un valor máximo de 488’0 mca = 47’9 bar junto a la ventosa del grupo 3. Estas presiones máximas se producen en el momento del cierre de la correspondiente ventosa, y son mayores que la presión máxima de trabajo del material de las tuberías (PN 40). Por otra parte si tenemos en cuenta que, cuando se expulsa el caudal máximo atmosférico por la primera ventosa (12’42 m3/s), la presión interior es de 440 mca (figuras 9-c y 9-d), la velocidad de expulsión del aire será de 145’1 m/s si admitimos una evolución isoterma. Este valor es bastante mayor que el límite de 40 m/s recomendado, por lo que se presume el cierre cinético de las ventosas antes de finalizar la expulsión.

8’0

100 Apertura relativa (%)

Longitud (m)

Tema D: Estructuras Hidráulicas

7’0 6’0 5’0 4’0 3’0

Ventosa cierra en t = 2’34 s

80

60

40

2’0

Válvula de retención abre en t = 2’24 s

20

1’0 0’0 0’00

0’25

0’50

0’75

1’00

1’25

1’50

1’75

2’00

2’25 2’50 Tiempo (s)

0 0’00

0’25

14’0 Qmáx = 12’42 m3/s

12’0

1’00

1’25

1’50

1’75

2’00

2’25 2’50 Tiempo (s)

500 Pmax = 450’5 mca 400

10’0 300

8’0 6’0

200

Ventosa cierra en t = 2’34 s

4’0

100

2’0 0’0 0’00

0’25

0’50

0’75

1’00

1’25

1’50

1’75

2’00

0 0’00

2’25 2’50 Tiempo (s)

0’25

c) Caudal aire expulsado por ventosa

0’50

0’75

1’00

1’25

1’50

1’75

2’00

2’25 2’50 Tiempo (s)

d) Presión interior en ventosa

Resultados del transitorio por arranque del grupo 1. Caso de estudio Presión (mca)

Presión (mca)

Figura 9 500 Pmax = 450’5 mca

400

500 Pmax = 465’2 mca

400

300

300

200

200

100

100

0

0 0’0

20’0

40’0

60’0

80’0

100’0

0’0

120’0 Tiempo (s)

500

20’0

40’0

60’0

80’0

100’0

120’0 Tiempo (s)

b) Presión en ventosa grupo 2 Presión (mca)

a) Presión en ventosa grupo 1 Presión (mca)

Caudal expulsado (m3/s)

0’75

b) Apertura válvula de retención Presión (mca)

a) Longitud columna de aire

0’50

Pmax = 488’0 mca

400

500 Pmax = 446’9 mca

400

300

300

200

200

100

100

0

0 0’0

20’0

40’0

60’0

c) Presión en ventosa grupo 3

Figura 10

80’0

100’0

120’0 Tiempo (s)

0’0

20’0

40’0

60’0

80’0

d) Presión en ventosa grupo 4 Presiones en ventosas por arranque sucesivo de los grupos. Caso de estudio

100’0

120’0 Tiempo (s)

Tema D: Estructuras Hidráulicas

Se concluye con ello que la instalación de las ventosas de DN 50 mm no es una solución adecuada para la expulsión del aire de la columnas verticales en el arranque de las bombas del caso de estudio. Con ventosas de mayor diámetro se podría expulsar mayor caudal de aire con menor presión interior, pero ello provocaría mayor sobrepresión por golpe de ariete en el cierre de las ventosas. Y con ventosas de menor diámetro se expulsaría menor caudal de aire y quedaría mayor volumen de aire en la columna cuando se abra la válvula de retención, pasando mayor cantidad a la tubería de impulsión. Y todo ello sin contar con un posible cierre cinético a velocidades de expulsión elevadas. Por estos motivos, la solución propuesta fue instalar una bomba de vacío para extraer el aire de las columnas verticales previamente a la puesta en marcha de los grupos. Las ventosas permitirán la entrada de aire a las columnas verticales tras la parada de las bombas. Pero previamente al arranque las ventosas se desconectan de la instalación y será la bomba de vacío la encargada de extraer el aire. Una vez los grupos en marcha se conectan de nuevo las ventosas para permitir la entrada de aire en la siguiente parada de grupos.

6 Conclusiones En los bombeos desde pozo, en los cuales la válvula de retención se instala a la salida de dicho pozo, una ventosa aguas arriba de la válvula de retención permite la entrada de aire a la columna vertical tras la parada del grupo. De esta manera se evita que dicha columna vertical entre en depresión, e incluso que se produzca separación de la columna líquida con presiones cercanas al cero absoluto entre el líquido y la válvula de retención cerrada. En estos casos, al poner en marcha el grupo, el aire de la columna vertical se expulsa por la ventosa cerrándose ésta al final de la expulsión y abriéndose posteriormente la válvula de retención para establecer el flujo por la tubería de impulsión. Esta situación puede dar origen a picos de presión elevados al cerrarse la ventosa, los cuales pueden superar la presión máxima de trabajo del tramo de tubería aguas arriba de la válvula de retención. A su vez, la válvula de retención podría abrirse antes de finalizar la expulsión del aire, bien por la propia presión de expulsión o bien por el cierre cinético de la ventosa, lo cual permitiría el paso del aire remanente hacia la tubería de impulsión. Esos problemas aconsejan simular el comportamiento de la ventosa antes de instalarla, con objeto de comprobar su funcionamiento en el arranque del grupo, y aceptarla o sustituirla por otro sistema de protección según los resultados que se obtengan. En un caso de estudio se presentan los resultados de la simulación del arranque de una estación de bombeo dotada de grupos verticales en disposición similar al caso de bombeo desde pozo. En este caso la instalación de ventosas como sistema de extracción del aire de las columnas verticales fue desaconsejada ya que de los resultados de la simulación se deduce que se pueden presentar los tres tipos de problemas apuntados: exceso de presión por cierre de la ventosa, apertura de la válvula de retención antes de terminar la expulsión, y posible cierre cinético por exceso de velocidad de expulsión. En su lugar se aconsejó la instalación de una bomba de vacío para la extracción del aire de las columnas verticales, previamente a la puesta en marcha de los grupos.

7 Bibliografía Campbell, A. (1983). The effect of air valves on surge in pipelines. Proceedings of the 4th International Conference on Pressure Surges. Bath (UK). Espert, V.B.; García-Serra, J.; Koelle, E. (2008). The use of air valves as protection devices in pressure hydraulic transients. Proceedings of the 10th International Conference on Pressure Surges. Edinburgh (UK). Koelle, E. (2004). An Overview of the Methods for Transient Control and of the Effectiveness of the Protection Equipment and Device Specifications: Cases and Accidents. Published in The Practical Application of Surge Analysis for Design and Operation. 9th International Conference on Pressure Surges. Volume. I (Murray, S.J., Ed.), BHR Group Limited, Bedfordshire (UK). pp. 13-31. Wylie, E.B.; Streeter, V.L. (1982). Fluid Transients. FEB Press, Ann Arbor (Michigan).

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