lección 11 4 al 11 de junio El vestido de bodas «Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús»

lección 11 4 al 11 de junio El vestido de bodas «Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús». Romanos 8: 1

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lección 11 4 al 11 de junio

El vestido

de bodas «Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús». Romanos 8: 1

Introducción Mateo 7: 3; 22: 1-14

sábado 4 de junio

Extravagancias: un motivo para tropezar

¿Cómo te sentirías si tus ropas favoritas fueran consumidas por el fuego ante tu vista? Eso es exactamente lo que le sucedió a Xaio Baoujuan, un corrupto vasallo que estaba a las órdenes del emperador Liangwu de China. Baoujuan era conocido por sus andanzas nocturnas y por sus muchos sombreros y vestidos de colores. Cuando el emperador lo destituyó de su cargo, hizo que quemaran toda la ropa de Baoujuan en presencia de todos los miembros de la corte. Después de aquel suceso, la gente trató de se más comedida.1

Recuerda que no debemos juzgar señalando a quienes consideramos justos o injustos A Baoujuan debe haberle dolido mucho que lo despojaran de sus ricas vestimentas, para luego tener que contemplar la destrucción de las mismas. Los espectadores se reían mientras las llamas devoraban su hermosas ropas. Pero después de todo, él tuvo suerte. Se le dio la oportunidad de ver lo arrogante que era, y lo poco importantes que en realidad eran sus vestimentas. Probablemente muchos de los que presenciaban el incidente, pensaron que Baoujuan merecía que le quitaran todos aquellos trajes y que los destruyeran. Probablemente se ciñeron bien sus «mantos de justicia», al establecer un contraste entre sus personas y la conducta de Baoujaun. Pero al señalarlo con un dedo, estaban en realidad apuntándose a sí mismos con tres de ellos. Abrieron sus ojos para contemplar las faltas de su colega, mientras que pensaban ser mejores que Baoujuan (Mat. 7: 3). La parábola de Mateo 22: 1-14 nos ayuda a entender mejor una actitud que también es reconocida como justicia propia. Al recibir una tercera notificación, los invitados a la fiesta de bodas acudieron. Sin embargo, todos excepto uno llevaban puesto el vestido de bodas que se acostumbraba entregar a los invitados.2 Quienes llevaban el vestido, representan a los verdaderos seguidores de Cristo que han aceptado su manto de justicia. La persona que acudió con su propia vestimenta, representa a aquellos que se denominan cristianos, pero que llevan un vestido de su propia justicia. Dios les ofrece su justicia a todos, aunque no todos la aceptan. Esta semana, estudiaremos la parábola y la dolorosa verdad que indica que no todos aquellos que profesan ser seguidores de Cristo, lo son. Mientras estudias, recuerda que no debemos juzgar señalando a quienes consideramos justos o injustos (Mat. 7: 3). Únicamente Dios está en condiciones de hacer eso. ______________ 1. El emperador Liangwu y Fenyi Street. http://www.njfzm.net /language/english/shownews.asp?id=33 (consulta realizada el 24 de febrero de 2010). 2. Ver: Life Application Study Bible, p. 1698.

Laida Lou Fajardo Laude,, Quezón, Filipinas

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domingo 5 de junio Parábolas, vestidos y el cielo

Logos

Génesis 3: 9-19; Eclesiastés 12: 14; Daniel 7: 10; Mateo 22: 1-14; Apocalipsis 21: 2, 9

Los resultados de la desnudez (Gén. 3: 9-19) Cuando Adán y Eva desobedecieron una orden directa de Dios, fueron despojados de sus vestimentas espirituales de inocencia. De allí que se dispusieran a confeccionar un vestido de hojas de higuera con el fin de cubrir su desnudez. Lamentablemente para Adán y Eva, y para el resto de la humanidad, el pecado nos ha desahuciado ante los ojos de Dios. Nada de lo que intentemos puede rehabilitarnos para que entremos a su reino, participando en la celebración del Novio y su esposa. El juicio venidero (Ecle. 12: 14; Dan. 7: 10; Mat. 22: 1-8) Dios no tolerará por siempre la maldad que continúa fluyendo como un río desbordado, desde aquel infausto día en el Edén. Viene un tiempo cuando todos serán juzgados y el pecado será removido del planeta por toda la eternidad. Los libros del juicio serán abiertos y los motivos de cada acción serán dados a conocer. Podemos confiar que los resultados no responderán a alguna trampa o engaño. Se nos asegura que todo se hará correctamente, ya que él lo ha revelado en la parábola de la fiesta de bodas. Él nos concede la oportunidad de aceptar el vestido de bodas de su justicia. Todos deberán acudir ante Dios para ser juzgados por sus obras. No podremos utilizar excusas si no hemos vivido en la forma apropiada. Para hacer lo anterior debemos: 1. Reconocer que todo esfuerzo humano es inútil; 2. Que debemos poner a Dios ante todo lo demás; 3. Que todo lo bueno que recibimos proviene de Dios; 4. Reconocer que Dios juzgará tanto las acciones buenas como las malas. 5. Saber que Dios juzgará la calidad de la vida de cada uno.1 La invitación del evangelio (Mat. 22: 1-8) La invitación para participar en la fiesta de bodas del Rey fue primeramente extendida a los judíos. Ellos fueron los escogidos originalmente por Dios para llevar al mundo una invitación para ser salvos. Pero ellos la rechazaron sin valorar mucho los esfuerzos realizados por el rey y sus siervos, y el amor que implicaba extenderles dicha invitación. El rey, motivado por el amor, decide darles otra oportunidad. Nuevamente los invita. De nuevo, lo único que hacen es despreciar al rey y a su invitación. No tan solo rechazaron la invitación, sino que mataron también a sus mensajeros. Como nación, el pueblo judío rechazó a Jesús como su rey. Ellos rechazaron el manto de justicia que él deseaba entregarles con el fin de cubrir sus pecados y de permitirles participar en su fiesta de bodas. Más bien, el juicio les llegó mediante la destrucción de Jerusalén. La invitación a los gentiles (Mat. 22: 9-14; Apoc. 21: 2, 9) Después que la nación judía rechazara el mensaje del evangelio, la invitación se les extendió a los gentiles. Esto quiere decir, a todo aquel que no es judío, incluyéndote a ti y a mí. 108

Si queremos entrar al reino, y asistir a la fiesta de bodas preparada por el rey, debemos humillarnos y aceptar no solo esa invitación del rey sino llevar el obligatorio traje de bodas. Con el fin de entrar, debemos llevar el manto de justicia que el rey les entrega a todos los que manifiestan su fe en él como salvador. Únicamente la justicia de Cristo, representada por el traje de bodas, nos permitirá entrar a su reino.

El rey, motivado por el amor, decide darles otra oportunidad. Debido a que el traje de bodas refleja la justicia de Cristo, el rechazo del mismo representa el rechazo de los rasgos de carácter que convierten a hombres y mujeres en hijos e hijas de Dios. Al igual que los invitados en la parábola, no tenemos nada apropiado en nuestro vestuario que podamos llevar a dicha fiesta. Seremos aceptados en la presencia de Dios, únicamente cuando estemos revestidos de la perfecta justicia de Cristo, en virtud a sus méritos. Este es el vestido blanco que se aconseja compren los cristianos (ver Apoc. 3: 18; 19: 8).2 Únicamente un carácter que refleje a Jesús, y que se desarrolle mediante su poder, nos capacitará para el reino. Hoy en día, Cristo continúa enviando invitaciones para la fiesta de bodas. Él aun entrega vestidos de bodas a quienes aceptan su invitación. Si aceptamos el traje de su justicia, permitiéndole que cubra nuestros pecados, él nos dejará entrar al cielo a la fiesta de bodas que Dios está preparando. PARA COMENTAR 1. ¿Has aceptado el vestido que ofrece Jesús? ¿Por qué?, o ¿por qué no? 2. ¿Por qué serán juzgadas nuestras acciones si somos salvos por gracia mediante la fe en Jesús nuestro salvador? 3. ¿Qué significa la perfección Cristiana? ¿Qué rasgos de carácter nos capacitan para convertirnos en hijos e hijas de Dios? ¿Cómo se desarrollan dichos rasgos? 4. Los versículos que siguen también incluyen metáforas relacionadas a las vestimentas y a la justicia y la salvación. ¿Cuál de los siguientes versículos te apela más? ¿Por qué? Salmo 132: 16: Isaías 61: 10; Apocalipsis 3: 4, 5; 19: 7, 8. 5. Lee acerca de otra vestimenta en Apocalipsis 17: 4 y 18: 6. ¿En que sentido contrastan dichos vestidos con los estudiados esta semana? ______________ 1. Ver: Life Application Study Bible, pp. 1150, 1151. 2. Ver comentario sobre Apocalipsis 3: 18, 19, en: Comentario bíblico adventista, t. 5.

Malou Escasa, Baler, Aurora, Filipinas

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lunes 6 de junio

Testimonio

Efesios 5: 27

Sin mancha ni arruga Siempre creo en la importancia de usar lo que sea apropiado para cada momento y ocasión. Pero considerando la misericordia de Dios, me pregunto si no era suficiente asistir a la fiesta de bodas. A continuación hay una respuesta para mi interrogante. «El vestido de boda de la parábola representa el carácter puro y sin mancha que poseerán los verdaderos seguidores de Cristo. A la iglesia “le fue dado que se vista de lino fino, limpio y brillante”, “que no tuviese mancha, ni arruga, ni cosa semejante”.

«La verdad ha de implantarse en el corazón». El lino fino, dice la Escritura, “son las justificaciones de los santos”. Es la justicia de Cristo, su propio carácter sin mancha, que por la fe se imparte a todos los que lo reciben como Salvador personal».1 «No es suficiente que creamos que Jesús no es un impostor, y que la religión de la Biblia no consiste en fábulas arteramente compuestas. Podemos creer que el nombre de Jesús es el único nombre debajo del cielo por el cual el hombre puede ser salvo, y sin embargo, no hacer de él, por la fe, nuestro Salvador personal. No es suficiente creer la teoría de la verdad. No es suficiente profesar fe en Cristo y tener nuestros nombres registrados en el libro de la iglesia».2 «El hombre que vino a la fiesta sin vestido de bodas representa la condición de muchos de los habitantes de nuestro mundo actual. Profesan ser cristianos, y reclaman las bendiciones y privilegios del Evangelio; no obstante no sienten la necesidad de una transformación del carácter. Jamás han sentido verdadero arrepentimiento por el pecado. No se dan cuenta de su necesidad de Cristo y de ejercer fe en él. No han vencido sus tendencias heredadas o sus malos hábitos cultivados. Piensan, sin embargo, que son bastante buenos por sí mismos, y confían en sus propios méritos en lugar de esperar en Cristo».3 «La verdad ha de implantarse en el corazón. Ha de dominar la mente y los afectos. Todo el carácter debe ser amoldado por las declaraciones divinas. Cada jota y tilde de la Palabra de Dios ha de ser puesto en práctica en la vida diaria».4 PARA COMENTAR 1. ¿Cuál es la medida de una fe genuina? 2. ¿Piensas que Cristo te juzgará aceptable para asistir a la fiesta de bodas? ¿Por qué?, o ¿por qué no? ______________ 1. Palabras de vida del gran Maestro, p. 252. 2. Ibíd., p. 254. 3. Ibíd., p. 256. 4. Ibíd., p. 254. 110

Sheryll Ann F. Manese, Silang, Cavite, Filipinas

Salmo 40: 8; Juan 15: 10

Evidencia

martes 7 de junio

El vestido de bodas

El Instituto de Tecnología de Massachusetts tiene un lema peculiar: Mens et manus. Esta frase significa la mente y la mano. La parábola del vestido de bodas presenta una idea similar. El llamado del rey a la fiesta se les extiende a todos. Pero el que piense asistir debe tener una doble intención. 1. Un propósito (la mente). La invitación a la fiesta es para todo el que desee asistir. Los que aceptan dicha invitación, tienen razones específicas para hacerlo, razones mentales.

La invitación para ir al cielo se presenta ante todos. 2. Preparación. Los que piensan asistir deben hacer los preparativos necesarios. Dichos preparativos se desprenden de una decisión. Las razones que motivan la asistencia, influyen en la forma en la que se prepararán. Nuestra mente nos proporciona los motivos para aceptar la invitación del rey. Nuestras manos traducen esos motivos y los llevan a la acción (preparativos). Los resultados de esa combinación de «mano y mente», nos definirá ante los demás, y aun más importante, ante el rey. La invitación así como nuestra aceptación, no deben permanecer tan solo en el pensamiento. Deben también afectar a nuestras manos. El conocimiento no lo es todo. Hacer preparativos para la fiesta es una parte integral de nuestra jornada en la tierra. La invitación para ir al cielo se presenta ante todos. Sin embargo, no llegaremos al cielo si no nos preparamos para ello. Conocer dicha invitación debe dar paso a la acción. A las acciones previamente definidas por Dios y manifestadas a través de Cristo. Una amiga me pidió que actuara como dama en su boda. Como ella pertenece a una familia mixta, chinos y filipinos; quería que se observaran las prácticas culturales chinas durante el almuerzo y la ceremonia de bodas. Yo era la única filipina en el cortejo, por lo que ella me tuvo que instruir al respecto. Por ejemplo, durante el almuerzo no se debe usar un vestido oscuro. Ya que conocía dicha regla (mente) me propuse vestirme en la forma correcta (mano). Aquel deseo se convirtió en algo práctico. Por lo tanto, la preparación, el lema de la mente y la mano define nuestra amistad, mostrando lo profunda que es nuestra relación. PARA COMENTAR 1. ¿Qué preparaciones has realizado con el fin de asistir a la fiesta del Señor? 2. ¿Habrá un momento cuando tu mente piense algo y tus manos actúen en forma diferente? ¿Por qué existirán dichas diferencias?

Kristine Sarah Poblete, Tarlac, Filipinas

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miércoles 8 de junio

Cómo actuar

El vestido de bodas perfecto

Mateo 22: 1-14

Hacer planes para una boda, o para asistir a la fiesta de bodas del Cordero en el cielo, es algo parecido. Define tu boda. ¿Será algo formal, semiformal o informal? Tu vestido debe ir acorde con el tipo de boda que celebrarás. La parábola de la fiesta de bodas de Dios, muestra que también debemos prepararnos para dicho acontecimiento, en manera especial respecto a lo que llevaremos puesto.

Dios nos aconseja que compremos un vestido blanco de los que él vende Decide la fecha y el día. Nadie sabe exactamente cuándo vendrá Jesús. Sin embargo, su Palabra nos recuerda que él regresará un día y que debemos mantenernos atentos, mientras nos ocupamos en hacer buenas obras. Asegúrate de que los accesorios y los colores son los correctos. Esto les dará tiempo a los encargados de hacer los ajustes necesarios. Un traje de novia puede necesitar varios ajustes. La flores, los zapatos y los trajes de los participantes deben ser seleccionados. Cuando Dios diga que ha llegado el momento de celebrar la fiesta, Jesús vendrá y se llevará consigo a todos los que estén vestidos de su justicia. Considera otros factores limitantes. Algunas iglesias especifican los detalles de los vestidos o la decoración del templo. Recuerda que la modestia no es enemiga de la belleza. Si queremos asistir a la fiesta de bodas del cielo, no debemos llevar los harapos de nuestra justicia, sino el vestido completo de la justicia que Cristo nos ofrece gratuitamente. El vestido será blanco. Lo mismo se podría decir en el caso de un segundo matrimonio. Todo lo bueno que pudiéramos hacer no nos hará más aptos para participar en la boda celestial. No podemos implementar ningún remedio para el pecado. Más bien, Dios nos aconseja que compremos un vestido blanco de los que él vende (Apoc. 3: 18). Esa es la justicia de Cristo, el único remedio para el pecado. Ese vestido es a prueba de toda mancha de pecado porque ha sido lavado en su sangre. Si recibimos alguna herida en la batalla con el pecado, pídele a Dios que te sane. Si Satanás señala que no vales nada, eleva tu vista a Jesús, tu justicia.

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Jeneva Dalida-Genebago, Manila, Filipinas

Opinión Mateo 22: 1-14

jueves 9 de junio

El vestido de un cristiano genuino

A mi hermana le gusta el color anaranjado. Su bulto escolar, sus camisas, su ropa de hacer ejercicios, sus sábanas; hasta su motocicleta es anaranjada. Por eso no me sorprendió que el color que ella seleccionara para su boda fuera el mandarina, un tono un poco más brillante que el anaranjado. Tuve que pensarlo dos veces antes de ponerme un vestido color mandarina. Habría preferido usar uno rosado. Así que conversé con mi hermana. No tenía intenciones de rechazar su decisión, pero era exac-

El manto de su justicia es como un uniforme. tamente lo que estaba haciendo. Abrió desmesuradamente los ojos cuando escuchó mi comentario, preguntando si yo hablaba en serio. Así que rápidamente le dije que se olvidara de mi petición. No deseaba echar a perder aquel día tan especial. Tampoco quería que los demás pensaran que yo era una persona egoísta. Aquella experiencia me ayudó a entender la parábola del vestido de bodas. Muchas personas afirman estar del lado de Dios, pero sus acciones demuestran lo contrario. La vida cristiana debe ser un medio natural para el desarrollo del carácter. El vestido de bodas representa la justicia divina. Por lo tanto, cuando aceptamos su justicia, él nos concede su poder para que seamos transformados. Muchos tratan de justificarse a sí mismos, creyendo que si Dios es amor y misericordia, él entenderá y aceptará sus imperfecciones pecaminosas. Sin embargo, eso está muy lejos de la verdad. El manto de su justicia es un gran privilegio que la gente recibe, Es como una especie de uniforme que se puede identificar con facilidad. la gente espera que los cristianos sean amantes, bondadosos, ayudadores y obedientes a su Palabra como su salvador lo fue; de la misma forma que esperan que la novia lleve un vestido especial. El mismo acto de «llevar ese vestido», implica que nos hemos sometido a él. Quizá prefiramos otra vestimenta, y a lo mejor utilicemos una diferente por algún tiempo. Pero, si lo hacemos será en contra de la voluntad de Cristo. En nuestra vida cristiana, hacer uso de manto de justicia equivale a prestarle obediencia a él. PARA COMENTAR 1. ¿Se echarán de ver nuestras acciones, si usamos o no el manto de justicia de Cristo? 2. ¿Qué quiso decir Jesus al final del relato de la fiesta de bodas, cuando afirma:«Porque muchos son los invitados, pero pocos los escogidos» (Mat. 22: 14)? 3. ¿Qué incidentes de tu vida te ayudan a entender mejor la parábola que hemos estudiado esta semana?

Richelle L. Elisan, Las Piñas, Filipinas

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viernes 10 de junio

Exploración

Una invitación despreciada

Hebreos 2: 3; Apocalipsis 16: 15

PARA CONCLUIR Jesús describió de varias maneras las respuestas de aquellos que no fueron aceptados en el reino. El constructor necio de Mateo 7: 26, 27; los que confiaban en sus buenas obras de Mateo 7: 21-23; los que protestaban en Mateo 25: 41-45. En cada caso, los rechazados no supieron apreciar, ni tampoco reconocer el incalculable valor de la salvación que se les ofreció. Jesús lo ilustra al comparar la vida eterna con la ganancia del mundo entero (Mat. 16: 25, 26). La razón principal para el rechazo estriba en no valorar cabalmente el don ofrecido. No existe una excusa válida, de allí la respuesta del hombre que no llevaba el traje de bodas. No supo qué decir. CONSIDERA • Invitar a un amigo o amiga a la iglesia, o a un grupo pequeño. Puedes también hacer planes para invitar a personas con las que normalmente no tienes mucho contacto a un almuerzo. • Diseñar una invitación que Dios le dirige a los seres humanos, con el fin de que se alisten para ir al cielo a vivir con él. Compártela con un amigo, describiendo cómo te sientes respecto a la invitación divina. • Seleccionar un himno, o una pieza musical, que posea un especial significado en tu relación con Jesús. Escúchala, y medita en lo especial que es Jesús para ti. • Utilizar un pedazo de tela para escribir una frase en el mismo. Luego lee Isaías 64: 6. • Tomar un pedazo de trapo y escribe en el mismo todas las cosas que te impiden aceptar la oferta del manto de justicia de Jesús. Ora pidiéndole a Dios que cambie ese trapo por su manto de justicia. • Parafrasear el relato del vestido de bodas, colocándolo en un ambiente moderno. Prepárate para compartirlo durante la Escuela Sabática. PARA CONECTAR Génesis 3: 7, 21 y Apocalipsis 3: 18. Al leer estos versículos, compara y contrasta las vestimentas que se mencionan en ellos. ¿Cuál era el propósito de cada una? Carlyle B. Haynes, Dios envía un joven (APIA, 1994); Morris Venden, How Jesus Treated People (Pacific Press, 1986); Ravi Zacharias, Recapture the Wonder (Integrity: Brentwood, 2003).

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Audrey Andersson, Lindesberg, Suecia

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