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No.2 Lectura de la imagen Utilización didáctica El lenguaje fotográfico puede ofrecer en la planificación didáctica un recurso visual de amplias posibilidades educativas por su enorme popularización, unido a su fuerte carga motivacional, sus potencialidades para la investigación del entorno, el estudio del medio... La fotografía además emplea un código específico de interpretación y construcción de la realidad, de especial trascendencia en el proceso educativo. Es, al mismo tiempo, un documento de gran valor didáctico y una privilegiada herramienta de trabajo para los alumnos. La aplicación didáctica de la fotografía en el aula, aparte del uso convencional como apoyo a textos, puede orientarse tanto en lo que se ha venido llamando lectura de imágenes, como en el conocimiento del medio en sí mismo, justificado no sólo por su notable influencia social sino por la necesidad de dotar a los alumnos de informaciones básicas sobre este lenguaje gráfico-visual, a fin de que sean capaces de interpretarlo. Según Matilla, la fotografía es por ello una herramienta, un documento y un objeto de trabajo que facilita las actividades creativas en el aula. Cámaras, soportes fotográficos, principios básicos de la imagen, tipos de revelado, laboratorio y utensilios, técnicas artísticas de creación fotográfica... junto con elementos básicos de la imagen como la luz, color, ángulos, perspectiva, puntos de vista, etc. pueden iniciar de una forma innovadora -y no como una cascada de conocimientos técnicos apabullantes- a los alumnos en este apasionante mundo. Por otro lado, no hay que olvidar la fácil y motivadora tarea de hacer fotos prácticamente casi de todo y para todo. El comodín «foto» puede ser un complemento utilísimo en la mayor parte de las materias o especialidades. Es posible además, montar un sencillo laboratorio, que sin
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excesivas complicaciones tecnológicas, descubra a los alumnos el proceso químico de la fotografía y haga posible la realización y producción inmediata. Por tanto, podemos establecer diferentes niveles de utilización didáctica, entre los que podríamos destacar:
a) Lectura de imágenes, fomentando el contacto con el mundo icónico, a través de la interpretación lúdica y reflexiva de los mensajes visuales, mediante lecturas objetivas y subjetivas, así como recreaciones de los mismos. La imagen informa sobre la realidad, pero también tiene que ser una plataforma que potencie la imaginación y creatividad de los alumnos. La lectura de imágenes fotográficas ya comercializadas o impresas en los libros, ya elaboradas por otros alumnos es un óptimo auxiliar didáctico para las distintas especialidades que junto a su fin instrumental, tiene que tener también una finalidad reflexiva.
b) Conocimiento del medio, a través de un estudio -más inductivo que teórico- del lenguaje fotográfico: cámaras (objetivos, diafragmas, visor, obturadores, accesorios...), soportes fotográficos (películas, negativos, diapositivas, emulsiones y líquidos...), tipos de revelado, laboratorios... además de los sistemas de información visual, técnicas de composición de la imagen, creatividad fotográfica, etc. Estos conocimientos no deben tener fin en sí mismos, ni tender a una excesiva profesionalización de los alumnos en estos medios técnicos. Inicialmente lo que se pretende, fundamentalmente centrado en la práctica, es permitir que conozcan los mecanismos que este lenguaje visual pone en funcionamiento. El conocimiento del medio tiene por ello un fin instrumental y funcional, que no debe caer en una excesiva tecnificación, sobre todo si la actividad se plantea a un nivel general como materia común y no como una opcionalidad voluntaria.
c) Hacer fotos es una actividad tan sencilla como ignorada. Sólo requiere simples cámaras o incluso la posibilidad de elaborar manualmente «cámaras oscuras» por los propios alumnos. Sencillas cajas de cartón con orificios son los medios técnicos suficientes para poner en marcha estas rudimentarias cámaras. Pero además en los últimos años, se ha generalizado el uso de los carretes/cámaras que facilitan aún más la labor. Es cierto que los revelados en color aún tienen precios elevados, a veces prohibitivos para los escasos recursos con que se cuenta. En todo caso, no se trata de hacer tomas sin más. El uso creativo de la fotografía en el aula tiene que responder necesariamente a una planificación didáctica donde se recoja detalladamente cuál es la finalidad de las tomas y en qué casos se van a realizar. Las actividades previas y posteriores, así como el «planning» del proceso cobran aquí todo su valor.
d) El laboratorio consigue también adentrar al alumno de forma práctica a la «aventura» de manipular y revelar sus propias tomas fotográficas. Sin necesidad de sofisticados medios, es
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posible montar un laboratorio de blanco y negro de bajo coste y sencillo manejo en una pequeña sala aislada de la luz.
e) El taller de fotografía, ha de entenderse como elemento aglutinador de todas las actividades previas y como módulo activo y creador vinculado a todas las materias, para ofrecer el lenguaje visual como auxiliar didáctico, como objeto de estudio en sí mismo y especialmente como técnica creativa de trabajo en el aula.
Lectura crítica de imágenes. Es una propuesta que hemos reiterado insistentemente en todos los medios de comunicación que hasta ahora hemos analizado. La realidad es interpretada de manera subjetiva a través de la imagen; por ello el lector ha de recorrer el proceso contrario: de la imagen a la realidad, analizando los contenidos, las intenciones y los valores sociales que el emisor de la imagen ha querido transmitir. Aparici y otros (1987a y 1987c) proponen diferenciar en la lectura de las imágenes una fase objetiva, dedicada al análisis de los elementos básicos de la imagen (línea, punto, forma, luz, color, tono, encuadre, movimiento, tiempo, sonido...), una descripción conceptual de la misma (objetos, personas, localizaciones, ambientes) y un estudio descriptivo global de las imágenes en función de sus características elementales (iconicidad o abstracción, simplicidad o complejidad, monosemia o polisemia, originalidad o redundancia...). Este análisis global permite comprender de forma sistemática los elementos presentes, así como el conjunto de interrelaciones que establecen para transmitir un mensaje global al receptor. Simultánea o posteriormente, es necesario realizar una «lectura subjetiva» de la imagen, basada en el nivel de connotaciones, de sugerencias y de sus potencialidades interpretativas. Alonso y Matilla (1990) proponen también una interesantísima reflexión para el análisis integral de imágenes, centrada en la búsqueda de sistemas, relaciones significativas y códigos simbólicos. La lectura de imágenes se explica esencialmente desde dos teorías: la tipográfica, que sigue un método similar a la lectura de textos verbales, comenzando con el ángulo superior izquierdo, descendiendo franja a franja; y la lectura gestáltica que de la impresión global obtenida por el primer golpe de vista, va centrándose en los diferentes núcleos de interés. En todo caso, el proceso de interpretación y reinterpretación de la imagen ha de fundamentarse en descubrir diferentes códigos, para desvelar el sentido múltiple y connotativo que ésta generalmente tiene. «Espacialidad, gestualidad, escenografía, simbología, luz y color, mediación instrumental y relaciones entre los elementos representados determinan el resultado último de la comunicación, matizados por el contexto informativo más o menos próximo.»
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Rejilla para la exploración de la codificación de mensajes
(Alonso y Matilla (1990) Descripción y Reconocimiento Código espacial Código gestual Código escenográfico Códigos gráficos Código lumínico Código simbólico Relaciones Síntesis Siguiendo muy de cerca las aportaciones de Aparici y García Matilla (1987a y 1987c), podemos establecer también otra metodología de análisis de imágenes en el aula. En todo caso, cada imagen se presta a múltiples particularidades que profesor y alumno han de descubrir. La lectura de imágenes puede ofrecer múltiples dinámicas de trabajo en el aula. Comparar imágenes, lecturas colectivas, análisis en profundidad de campañas multimedia a través de diferentes soportes, trabajos creativos sobre las imágenes, recreación de imágenes con cambios de fotos, textos, invirtiendo roles... Aparici y Matilla (1987a) proponen que esta actividad no debe convertirse en un ejercicio más. «Sólo con una formulación lúdica suficientemente atractiva para profesores y alumnos podrán conseguirse los resultados buscados», esto es, capacitar a los alumnos en la lectura crítica de la imagen para crear los mecanismos de defensa que les permitan eludir la tergiversación y manipulación que desde los medios de comunicación, invaden constante y machaconamente sus conciencias y también sus subconscientes.
La imagen como medio Aspectos de la Imagen
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La invención de la Fotografía, revolucionó el campo de la representación gráfica hasta entonces cubierta principalmente por la ilustración y otros procedimientos derivados de los sistemas de estampación como la litografía o el grabado. Sus primeras manifestaciones, todavía tan imperfectas como bellas, ya dieron pie a los intelectuales del siglo XIX, a señalar la verosimilitud (fidelidad o realismo) y la artisticidad (belleza, plásticidad) de lo representado, como características propias de aquella nueva técnica capaz de representar lo visible "no sólo con verdad sino también
con arte", en palabras del pintor Paul Delaroche. Sin querer y sin pretensiones de ningún tipo, parecía quedar así establecida una primera dualidad originaria que señalaba a la Fotografía como fiel sistema de captación y registro de la realidad y como modo de autoexpresión o de arte, la vertiente historicamente más cuestionada, por cuanto un procedimiento puramente "mecánico" (óptico, físico y químico), "que no requería de la intervención de la mano del artista", no podía ser considerado igual que la Pintura. Desde nuestra actualidad, transcurridos poco más de un siglo y medio de historia de la Fotografía, no sólo comprendemos lo acertado de aquella frase, (contrapunto a la celebre "desde hoy la
Pintura ha muerto", que expresara el propio Delaroche al ver los primeros trabajos de Daguerre antes de hacerse pública su invención), sino que sabemos sobradamente, cómo hoy, éstas características primigenias están absolutamente reconocidas y asumidas. Pero la imagen fotográfica en su vertiginoso desarrollo y avance global, aún se hizo acreedora de un nuevo e importante significado procurado por su innegable poder informativo y de sugestión. Sería su capacidad de informar y transmitir ideas y conceptos cargados de infinitas lecturas, lo que la convertían al mismo tiempo en lenguaje universal e indiscutible medio de comunicación. Es en la conjunción de estas características, donde radica el más alto grado de polivalencia de la imagen fotográfica. Y es también en el hábil manejo de ellas, donde reside lo satisfactorio del uso de la imagen como elemento imprescindible dentro de la comunicación gráfica. Como elemento fundamental del diseño, la imagen, (para nosotros, siempre "imagen fotográfica"), representa básicamente el lecho sobre el que nace y se desarrolla la idea, mostrando por sí sóla, todo su poder de atracción visual, de impacto emocional y de transmisión de mensajes. En la actualidad, la imagen fotográfica, directa o manipulada, con o sin aditamentos, constituye la mayor parte del fondo gráfico y publicitario mundial, y no hace falta señalar que la incorporación del nuevo MEDIO DIGITAL, la han convertido en el elemento más importante del diseño gráfico. Toda buena fotografía puede ser la base y el sustento de una buena idea "foto-gráfica". Del conocimiento del medio y de sus técnicas de manipulación, del buen uso de sus posibilidades
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significativas como lenguaje icónico y posiblidades comunicativas dentro del diseño, dependerá el resultado óptimo del proyecto creativo. Elementos Básicos de la Imagen •
El Punto. La Línea.
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El Encuadre: Planos. Puntos de vista. Tamaño y Formato. La luz y el color. El Punto El Punto constituye el Centro de Atención de la Imagen. De alguna forma, toda la imagen nos remite a este centro de atención. Este punto suele ser “la clave” para interpretar las imágenes. Normalmente no coincide con el centro de la imagen sino que se suele situar ligeramente por encima. La Línea •
La línea se puede definir como un punto en movimiento, o como la sucesión de infinitos puntos.
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Por tanto puede servir para guiar la observación, o para forzar la atención.
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Provocan sentimientos y producen en la imagen sensación de perspectiva, movimiento o quietud.
El Encuadre •
Dentro del encuadre de una imagen, vamos a estudiar los siguientes elementos: –
Planos.
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Puntos de Vista o angulación.
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Tamaño y Formato.
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El Encuadre: El Plano •
Plano en el tipo de encuadre que se selecciona para crear un determinado efecto. Estudiaremos los siguientes:
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Plano General Largo.
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Plano General.
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Plano Americano o ¾.
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Plano Medio.
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Primer Plano.
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Plano Detalle.
El Encuadre: De Vista •
Angulación normal
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Picado.
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Contrapicado
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A vista de gusano
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A vista de pájaro
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Angulación inclinada
Tamaña y Formato Tamaño: es la dimensión real de la imagen o la fotografía. Formato: es la proporción existente entre el lado vertical y el horizontal de la imagen. Por tanto pueden ser: - Formato corto: los dos lados iguales. -Formato largo: un lado más grande que otro. La Luz y El Color •
La Luz: puede ser de dos tipos:
-Tonal o plana: sirve para iluminar la imagen. Para que pueda ser visible. -Claro-oscuro: se juega con zonas iluminadas y con zonas sombrías en la misma imagen. El Color: sirven pata transmitir emociones. De forma general se suelen diferenciar en:
• -Fríos
-Cálidos
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Principios Básicos de la Imagen: Sus Características •
Iconicidad y Abstracción.
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Sencillez y Complejidad.
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Monosémica y Polisémica.
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Originalidad y Redundancia.
Sencillez y Complejidad •
Sencilla: La imagen presenta una lectura fácil.
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Compleja: requiere de un análisis profundo para llegar a comprender su significado.
Monosémica y Polisémica •
Monosémica: la imagen cobra un significado unívoco.
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Polisémica: la imagen puede remitir a varios significados.
Originalidad y Redundancia •
Original: la imagen representa elementos nuevos con los que no estamos familiarizados.
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Redundante: captamos realidades que ya hemos percibido con anterioridad.
Estrategias para la Lectura de Imágenes •
Las imágenes hay que leerlas tanto a nivel connotativo, como a nivel denotativo. A nivel denotativo: A nivel connotativo:
A nivel Denotativo. Lectura Objetiva
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Descripción detallada de lo que se ve en la imagen.
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Analizar los elementos Básicos de la imagen.
Y analizar los principios Básicos de la imagen; es decir, sus características. Método Panofsky Erwin Panofsky (Hannover, 30 de marzo de 1892 - Princeton (Nueva Jersey), 14 de marzo de 1968) fue un historiador del arte y ensayista alemán., exiliado en los EE. UU. Su obra más conocida es Estudios sobre iconología, pero sus monografías sobre Durero, Tiziano, los artistas flamencos o el arte funerario son trabajos fundamentales en la estética del siglo XX. Para Panofsky la Historia del Arte es una ciencia en la que se definen tres momentos inseparables del acto interpretativo de las obras en su globalidad: la lectura del sentido fenoménico de la imagen; la interpretación de su significado iconográfico; y la penetración de su contenido esencial como expresión de valores. El arte medieval y el del Renacimiento (que estudió profundamente), han quedado definidos en su libro Renaissance and Renascences in Western Art. Su magno trabajo, con los historiadores del arte R. Klibansky y F. Saxl, Saturno y la melancolía, ha sido una base fundamental sobre la que se ha discutido desde finales del siglo XX la tristeza en la cultura europea. Considera que el Historiador del Arte ha de indagar y a descubrir las analogías instrínsecas entre fenómenos en apariencia tan distintos como la literatura, la filosofía, las artes y los acontecimientos políticos y religiosos. La iconología, el método de estudio que surgió hace más de cien años, ideado por Aby Warburg para descubrir el significado de las obras de arte visual, llegó a otro nivel en la visión de Erwin Panofsky dotándola de una comprensión que va más allá de lo meramente formal y acercándose más al contenido. La potencialidad de este método de estudio radica en rebasar a la realidad fáctica para adentrarnos a la simbología espacial. Aunque ésta suele tener caminos oscuros, laberínticos y complejos, tiene la capacidad de permitirnos conocer lo que está por debajo de la superficie visual. Este historiador y crítico de arte alemán centró primeramente sus estudios en el arte de Alberto Durero. Su maestro, Aby Warburg quizá fue la persona más importante e influyente en sus investigaciones y quien dio pie a la búsqueda de un método de interpretación que viera más allá. En 1931 Panofsky recibe la invitación de la Universidad de Nueva York como profesor visitante, en Alemania el partido Socialdemócrata sube al poder en 1933 y las perspectivas sombrías sobre la
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Universidad alemana aunadas a las raíces judías de éste, lo forzaron a dejar sus cátedras en la Universidad de Hamburgo y establecerse en los Estados Unidos de Norte América hasta su muerte el 14 de marzo de 1968, sustentando un puesto permanente en el Insitute for Advanced Study de la Universidad de Princeton desde 1935 junto a otros eruditos como Albert Einstein o Charles de Tolnay. Dice Enrique Lafuente que lo propio de Panofsky es la atención, aguda y compleja, que lo lleva a hacer conexiones entre fenómenos históricos y categorías formales. Así es la iconología, una conexión de las imágenes con su entorno histórico. Si bien Panofsky no descarta a la iconografía como la “…la rama de la historia del arte que se ocupa del asunto o significación de las obras de arte, en contraposición a su forma.” (Panofsky, 2008a, p. 45), como herramienta útil, si la considera limitante, pues ésta sólo recopila, describe y clasifica las imágenes sin tomar en cuenta una interpretación de éstas. Por ello el sufijo de “grafía” (del verbo griego graphein que significa escribir) se convierte en el sufijo “logía” (de logos que significa pensamiento o razón) para dotar a la iconografía de un acto interpretativo, es decir, la iconología. La iconología tiene un fin muy claro, el de descifrar los significados ocultos, y para ello Panosfky describe que el proceso de interpretación se lleva a cabo en tres niveles secuenciales. No se puede omitir o brincar ninguno de estos puesto son requisito necesario para acceder al siguiente y que en su totalidad descifren e interpreten la imagen. El primero de estos requisitos es la descripción pre-iconográfica donde se trata de identificar las formas puras (figuras, colores, elementos, cualidades físicas), la representación de objetos naturales (humanos, animales, plantas) y sus significados primarios o naturales (los gestos, posturas o actividades); describe lo que perciben los sentidos de acuerdo a una experiencia práctica. Así la pre-iconografía es el mundo de los motivos artísticos. Aunque la descripción preiconográfica no garantiza su exactitud se aproxima a ésta cuando se ubica en condiciones históricas variables. En el segundo nivel, la iconografía, la forma pasa a ser una imagen que se explica y clasifica dentro de una cultura determinada. Este nivel nos exige un bagaje cultural muy amplio y una capacidad de investigación profunda puesto se debe tener una familiaridad con temas y conceptos específicos para utilizarlos junto con nuestros pensamientos asociativos y así comprender lo que nuestros sentidos han captado previamente. En otras palabras, se trata de asociar los motivos artísticos de la pre-iconografía con temas, conceptos, historias o alegorías, lo que constituye el campo de la iconografía que “…en el sentido más estricto presupone una identificación correcta de
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los motivos.” (Panofsky, 2008b, p. 17)Sin embargo, al igual que la descripción pre-iconográfica, tampoco garantiza su exactitud, por lo que que su principio correctivo de interpretación se fija en la historia de los tipos (condiciones y circunstancias) y un análisis de las tendencias generales a través de los temas y conceptos específicos. Finalmente tenemos el nivel llamado por Panofsky de la significación intrínseca o de contenido. Este nivel de la iconología corresponde a descubrir significados ocultos, que están en lo más profundo del inconsciente individual o colectivo y donde Panosfky dice que exige una intuición sintética, la cual tiene su principio correctivo bajo una investigación del entorno histórico de la obra y quien la creó. Tendencias políticas, poéticas, religiosas, filosóficas y sociales tanto del artista como de su entorno, país y tiempo en el que se lleve a cabo la obra. Erwin Panofsky desarrolló el método de estudio de las obras de arte que rebasa a la forma para llevarla a un plano de interpretación del significado y darle un sentido, que no se quede en la mera descripción que sólo identifica, sino que llegue a ser historia, porque recurre a ella para entenderla, y más que estudiarla, es interpretarla. Aunque el campo favorito de estudio de Panofsky para aplicar este método fue el Renacimiento ya hace más de cuatro décadas, éste no está caduco ni obsoleto para poder ser aplicado en la interpretación de imágenes de fotógrafos de finales del siglo XX y principios del XXI .
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