Libro de éxodo El propósito es registrar los acontecimientos de la liberación de Israel, de Egipto y su desarrollo como nación, asimismo a que comprenda el plan que Dios tiene preparado para la humanidad. El libro de éxodo fue escrito por Moisés entre el año 1440 y 1400 a.C. y su propósito fue expandir la palabra de Dios, pero “éxodo” significa salida. Ahora éxodo marcó el final de un período de opresión en los israelitas de Egipto, descendientes de Abraham, en el tiempo de Dios, éste (Génesis 15:13), pues fue cuando comenzó el principio y el cumplimiento del pacto que Dios le hizo a Abraham, y a sus descendientes que habitarían en la tierra prometida, pues deberían multiplicarse para ser una gran nación (Génesis 12:1-3,7). Así que el propósito fue expresar el rápido seguimiento y crecimiento de los descendientes de Jacob en Egipto, hasta el establecimiento de la nación teocrática en su tierra prometida. Como lo afirma 1:8, “Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José”.

Su trasfondo histórico Es bueno resaltar, que está referencia viene por la salida de los hijos de Israel a Egipto. Ahora la palabra “Éxodo” significa “salida,” pues el libro contiene el relato del nacimiento y los primeros años de la vida de Moisés; las diez plagas; el viaje que

realizo de Egipto hasta el Sinaí; la entrada de la ley; y una descripción del tabernáculo. La peregrinación que hicieron los hijos de Israel desde Egipto, hasta la tierra prometida, que hoy se compara con la vida y la peregrinación del nuevo creyente. Además, el capítulo 20, contiene los diez mandamientos, que son la base del código moral de toda la humanidad. Pero cuando Jacob y su familia llegaron a Egipto, fueron bien recibidos y se les rindieron honores, por ser parientes de José, (a pesar de ser un grupo muy reducido). Pero 430 años después los hijos de Israel llegaron a ser esclavos de Egipto, y aumentaron en número, de tal manera que los mismos egipcios vivían atemorizados. Pero como Israel, fue el pueblo que Dios escogió para hacer su pacto, se creía diferente a las demás naciones. De todas formas, Dios les cumple su pacto, por no abandonar a la familia de Jacob, que estaba en Egipto, pues ellos tenían que ser redimidos por la sangre del cordero de la Pascua. Un llamado a la aplicación Por está razón, el profeta Daniel dice: “Mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzara y actuara”. Daniel, 11:32. ¿Aquí usted aprende el carácter y los caminos de Dios? Y conocerás como su poder y soberanía reinan sobre todo. Ahora la pregunta es: ¿usted en su éxodo, si ha visto la manifestación y el poder de

Dios? Y si no es así, debes meditar, hasta que sea motivo de oración para su vida. Porque la Biblia es una revelación progresiva de la verdad, pues presenta la redención, la pascua y la salvación que ofrece el Señor Jesucristo; porque Él representa la verdad que debes aplicar a su vida (1Corintios 5:6-8). ¿Es decir, que si aún es esclavo del pecado? Jesucristo le ofrece la redención de su pecado, a través de su sangre. Por todas estas razones, debes hacerte la siguiente pregunta, ¿Qué imitare de la vida de Moisés? ¿Cómo tratare a las personas y las situaciones difíciles que enfrento? ¿Cuál es la pasión de mi vida? ¿Qué me enseña la relación de Moisés con Dios, y como la aplicare a mi vida?

Esclavitud y libertad Si usted desea lograr la libertad debe observar lo que el señor le dijo a Moisés, “Por tanto dirás a los hijos de Israel: Yo soy Jehová; y yo os sacare de bajo de las tareas pesadas de Egipto, y os librare de su servidumbre y os redimiré con brazo extendido y con juicio grande: y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios: y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto”. Así que, la clave está en los versículos 6:6-7.

Sus retos En éste libro figuran los registros de la devastación de Egipto, causada por las diez plagas y la enorme derrota del ejército del Faraón en el Mar Rojo, aunque esto no debe dar lugar a especulación, por imaginar que el registro no es auténtico en sus términos históricos. Porque la historiografía egipcia no permitía que se registraran los momentos y las derrotas penosas de sus faraones. Pero Josué si registro sus conquistas en las escrituras, específicamente las de las tres ciudades, que Israel destruyó y quemo (Josué. 6:24; 8:28; 11:11-13). Después de todo, Israel se apoderó y habitó sus propiedades y la conquista se caracterizó como una guerra destructora. Ahora la fecha de la marcha de Israel a Canaán, no fue confirmada, pero al examinar los niveles extensivos del incendio en estas ciudades fue registrado más tarde. Por está razón, en los registros bíblicos del Oriente Medio, se encuentran la esclavitud hebrea, las plagas, el éxodo y la conquista, pues la evidencia arqueológica corrobora la fecha temprana. Por ejemplo: todos los faraones del siglo XV dejaron evidencia sobre el interés de levantar construcciones en el bajo Egipto. Obviamente que estos proyectos fueron accesibles a Moisés en la región de Gosén.

Igualmente el significado tipológico del tabernáculo, ha ocasionado muchas reflexiones. Por la ingenuidad al unir cada artículo y cada pieza de ese material de construcción, aunque puede parecer extremadamente intrigante, pero si las afirmaciones y referencias del NT no apoyaran tales eslabones y tipologías, entonces la precaución hermenéutica no gobernara. Ahora bien, la estructura y ornamentación del tabernáculo es la eficiencia y su belleza son para encontrar ese significado escondido y ese simbolismo fundamento. Pero la manera y el sistema de sacrificios y la adoración del tabernáculo, no son las tipificas y significativas de la obra redentora del Mesías venidero que enseña el NT. Su temas teológico En el tiempo de Dios, el éxodo marcó el final de un período de opresión para los descendientes de Abraham (Génesis. 15:13), pues se constituyó el principio del cumplimiento, la promesa del pacto dado a Abraham, ya que sus descendientes no solo residirían en la tierra prometida, sino que también se multiplicarían en una gran nación (Génesis. 12:1-3, 7). Así que, el propósito del libro es expresar y rastrear el rápido crecimiento de los descendientes de Jacob desde Egipto hasta el establecimiento de la nación teocrática de la tierra prometida.

Sin embargo, el momento apropiado fue el Monte Sinaí y las planicies de Moab, porque allí fue donde Dios dio a los israelitas la legislación de la ley, pues la necesitaban para vivir apropiadamente en Israel, como el pueblo escogido de Dios. Ya que por esto, eran distintos del resto de las naciones (Deuteronomio. 4:7, 8; Romanos. 9:4, 5) Pues Dios les revelo a los israelitas su soberanía, majestad, bondad, santidad, gracia y misericordia, como único señor del cielo y la tierra. Así que el registro del éxodo y los acontecimientos que siguieron también son temas importantes de otras revelaciones bíblicas, según el (Salmo105:25-45; 106:6-27; Hechos. 7:17-44; 1 Corintios 10:1-13; Hebreos. 9:1-6; 11:23-29). EL ANTIGUO EGIPTO De él solo conocemos sus pirámides, la esfinge, la escritura jeroglífica y los tesoros de sus gobernantes. El Nilo: Sabemos que en el rio Nilo, habría un árido desierto, y ese rio, cada año, se desborda y, cuando volvía a su cauce normal, dejaba atrás una fértil capa de barro negro. En estas franjas fértiles crecía gran variedad de granos. Y a cada lado de esa faja verde se extiende el desierto. Su historia: La historia de Egipto y de sus familias reales (los “faraones”) data de antes del año 3000 a.C. cabe resaltar que Egipto es una de las civilizaciones más antiguas, pues el ser humano habito en el valle del Nilo desde la edad de piedra. Antes

de la época de Abraham, poderosos faraones habían conquistado hasta las regiones al sur del Sudán. Entre 1700 y 1650 a.C., así que Egipto fue invadido por un gran grupo de extranjeros. Y muchos de ellos eran semitas (gente de raza y lengua similares a las de los patriarcas israelitas). Pero pronto conquistaron a Egipto, desde su capital al nordeste del delta del Nilo, los gobernantes emitas (llamados “hicsos”) controlaron un imperio que abarcaba la mayoría del territorio egipcio y toda Palestina. Es por ello, que algunos estudiosos opinan que fue un faraón quien protegió a José (Génesis capítulos 41-50).Cerca del año 1550 a.C., el imperio hico fue derrotado. Luego Amosis I, fundó una nueva dinastía de faraones. Y su imperio se expandió, alcanzando su máxima extensión en los reinados de Tutmosis III, y Ramsés II. Pero un considerable número de intérpretes creen que el faraón del éxodo fue Ramsés II (Éxodo 5-14). Los fabricantes de adobes: Los faraones necesitaban ladrillos ara construir sus ciudades reales. Para ellos hacían que los hombres escavanaran la arcilla y la mezclaran con paja. Y con esa mezcla, llenaban los moldes de madera y los ponían al sol para que la mezcla se secara y endureciera. (Éxodo 5:7-19). Ese mismo método se emplea todavía en algunos países. su escritura: La idea de la escritura, fue inventada en Babilonia entre el 3500 y el 3000 a.C., y rápidamente los faraones necesitaban ladrillos a Egipto. Así fue como los sacerdotes egipcios, inventaron su propio sistema de expresar ideas por medio de dibujos (“jeroglíficos”). Es por esto, que lo que sabemos proviene de los jeroglíficos del antiguo Egipto, que fueron encontrados en edificios, monumentos, libros, cartas y crónicas y escritos con un estilo manuscrito abreviado, llamado “hierático”. Los vestidos: Las vestiduras egipcias eran de lino, pues los hombres usaban faldas; como las mujeres, eran vestidos largos

con grandes tirantes en los hombros. Pero los ricos vestían prendas especiales, usaban pesadas pelucas y joyería (anillos, brazaletes, collares y cintas para la cabeza). Tambien mantenían su piel suave con aceite, usaban maquillaje negro para los ojos y perfumes. Sus hábiles artesanales: El rey y su corte, empleaban muchos artesanos hábiles, pintores, escultores, orfebres y plateros. Como los egipcios creían que la vida después de la muerte era muy similar a la vida presente, llenaban las tumbas de los difuntos con hábitos familiares y pinturas que reproducían escenas de la vida cotidiana. Los dioses egipcios: Los antiguos egipcios tenían muchos dioses: “dioses” que gobernaban los fenómenos naturales, “dioses” de la verdad, justicia y la sabiduría, entre otros. Así que el rey del mundo la ultratumba (el mundo de los muertos) era Osiris, quien tenía las llaves de la vida después de la muerte. Es decir, que el faraón era el intermediario entre los dioses y las personas, pero en los templos, los sacerdotes servían a los “dioses” como si se tratase de reyes humanos. Pero la gente común solo podía ver las imágenes de las grandes divinidades en los días festivos, cuando las sacaban en procesión.

"Dios salvador redime a su pueblo" Contiene 40 capítulos, 1.213 versículos. Titulo: “De esclavitud a libertad” Versículos Claves “Dijo luego Jehová, bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias , ven, por tanto, ahora, te enviare a faraón, para saque de Egipto mi pueblo, los hijos de Israel”, (3:710.

“Por tanto dirás a los hijos de Israel: Yo soy Jehová; y yo os sacare de bajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre y os redimiré con brazo extendido y con juicio grande: y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios: y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto” (6:6-7). Este estudio tiene el siguiente contenido: 1). Israel es liberado de su esclavitud en Egipto (1:1-15-21). 2). Los israelitas caminan hacia el monte Sinaí (15:22-18:27). 3). El pacto de Dios en el Sinaí (19:1-24:18). 4). Los mandatos para la construcción del tabernáculo (25:131:17). 5). El becerro de oro y la renovación del pacto (31:18-34:35). 6). La construcción del Tabernáculo (35:1-40:38).

Así que el libro de Éxodo, juega un papel importante en el resto de la historia bíblica, puesto que cuenta la historia básica de Dios, cuando salvo a su pueblo de la servidumbre y les dio la Ley, para que sea un pueblo en su presencia. También sirve como diseño para el prometido "segundo éxodo" en Isaías (especialmente capítulos 40-66), y por consiguiente, la propia partida de Jesús (éxodo) que sería cumplida en Jerusalén (Lucas 9:30-31, que habla en presencia de Moisés y Elías).