LIGHT IN AUGUST. William Faulkner. Copyright 1932, by William Faulkner Random House, Inc., New York. Harrison Smith and Robert Haas, in 1932

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Faulkner’s Light

tr. Enrique Sordo

LIGHT IN AUGUST

LUZ DE AGOSTO

by

de

William Faulkner

5

William Faulkner

tr. de Enrique Sordo 10 Copyright 1932, by William Faulkner Random House, Inc., New York. Harrison Smith and Robert Haas, in 1932.

Alfaguara, S. A., Madrid, 2002 España

PUBLISHER’S NOTE The text of this 15 edition of Light in August has been photographed from, and is therefore identical with, a copy of the first printing. Publication date was October 6, 1932. 20

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Chapter 1

1.

SITTING beside the road, watching 30 Sentada en la orilla de la carretera, con los ojos the wagon mount the hill toward her, Lena clavados en la carreta que sube hacia ella, Lena thinks, ‘I have come from Alabama: a fur piensa: «He venido desde Alabama: un buen trepiece. All the way from Alabama acho de camino. A pie desde Alabama hasta aquí. walking. A fur piece.’ Thinking although Un buen trecho de camino.» Mientras piensa todavía I have not been quite a month on the road 35 no hace un mes que me puse en camino y heme I am already in Mississippi, further from aquí ya, en Mississippi. Nunca me había encontrado tan lejos de casa. Nunca, desde que home than I have ever been before. I am tenía doce años, me había encontrado tan lenow further from Doane’s Mill than I have jos del aserradero de Doane. been since I was twelve years old. 40 Hasta la muerte de su padre y de su madre, She had never even been to Doane’s ni siquiera había estado en el aserradero de Mill until after her father and mother Doane. Sin embargo, los sábados, siete u ocho died, though six or eight times a year she veces al año, iba a la ciudad en la carreta. Veswent to town on Saturday, in the wagon, in a mail-order dress and her bare feet flat 45 tida con un trajecito de confección, colocaba in the wagon bed and her shoes wrapped de plano sus pies descalzos en el fondo de la in a piece of paper beside her on the seat. carreta y sus botas en el pescante, junto a ella, She would put on the shoes just before envueltas en un pedazo de papel. Se ponía sus the wagon reached town. After she got to botas justo en el momento de llegar a la ciudad. be a big girl she would ask her father to 50 Cuando ya era algo mayor, le pedía a su padre stop the wagon at the edge of town and que detuviera la carreta en las cercanías de la she would get down and walk. She would ciudad para que ella pudiese descender y continot tell her father why she wanted to walk nuar a pie. No le decía a su padre por qué quein instead of riding. He thought that it was ría caminar en lugar de ir en el carruaje. El pab e c a u s e o f t h e s m o o t h s t r e e t s , t h e 55 dre creía que era por el empedrado bien unido sidewalks. But it was be cause she de las calles, por las aceras lisas. Pero Lena lo believed that the people who saw her and hacía con la idea de que, al verla ir a pie, las whom she passed on foot would believe personas que se cruzaban con ella pudiesen that she lived in the town too. creer que vivía también en la ciudad. 60 When she was twelve years old her Tenía doce años cuando su padre y su mafather and mother died in the same dre murieron, el mismo verano, en una casa de summer, in a log house of three rooms troncos compuesta de tres habitaciones y de un and a hall, without screens, in a room zaguán. No había rejas en las ventanas. El cuarto en lighted by a bugswirled kerosene lamp, 65 que murieron estaba alumbrado por una lámpara de the naked floor worn smooth as old petróleo cercada por una nube de insectos revoloteantes; silver by naked feet. She was the suelo desnudo, pulido como vieja plata por el roce de youngest living child. Her mother died los pies descalzos. Lena era la menor de los hijos vifirst. She said, “Take care of paw.” Lena vos. Su madre murió primero: «Cuida de tu padre», did so . Then one day her father said, 70 dijo. Después, un día, su padre le dijo: «Vas a ir al aserradero de Doane con McKinley. “You go to Doane’s Mill with McKinley. 1

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headstone lápida

bemused 1 desconcertado, perplejo, stupefied, bewildered, aturdido, absorto, pasmado; 2 planted with a profusion of,

athwart adv. 1 obliquely, aslant, athwart at an oblique angle; “the sun shone aslant into his face” 2 athwart at right angles to the center line of a ship 3 across 4 in oposition to 5 perversely; awry; wrongly.

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Prepárate para marchar. Tienes que estar lisYou get ready to go, be ready when he ta cuando él llegue.» Y murió. McKinley, el comes.” Then he died. McKinley, the hermano, llegó en una carreta. Enterraron al brother, arrived in a wagon. They buried padre, una tarde, bajo los árboles, detrás de the father in a grove behind a country c h u r c h o n e a f t e r n o o n , w i t h a p i n e 5 una iglesia aldeana, y colocaron una tabla de abeto a guisa de piedra sepulcral. Al día siheadstone. The next morning she guiente, por la mañana, Lena partió hacia el asedeparted forever, though it is possible rradero de Doane, en la carreta, con that she did not know this at the time, McKinley. Y en aquel momento tal vez no sosi n t h e w a g o n w i t h M c K i n l e y, f o r Doane’s Mill. The wagon was borrowed 10 pechaba que se iba para siempre. La carreta era prestada, y el hermano había prometido deand the brother had promised to return volverla al caer la tarde. it by nightfall. The brother worked in the mill. All the men in the village. worked in the mill or for it. It was cutting pine. It had been there seven years and in seven years more it would destroy all the timber within its reach. Then some of the machinery and most of the men who ran it and existed because of and for it would be loaded onto freight cars a n d m o v e d a w a y. B u t s o m e o f t h e machinery would be left, since new pieces could always be bought on the installment plan—gaunt, staring, motionless wheels rising from mounds of brick rubble and ragged weeds with a quality profoundly astonishing, and gutted b o i l e r s lifting their rusting and unsmoking stacks with an air stubborn, baffled and bemused upon a stumppocked scene of profound and peaceful desolation, unplowed, untilled, gutting slowly into red and choked ravines beneath the long quiet rains of autumn and the galloping fury of vernal equinoxes. Then the hamlet which at its best day had borne no n a m e l i s t e d o n P o s t o ff i c e D e p a r t m e n t annals would not now even be remembered by the hookwormridden heirs-at-large who pulled the buildings down and buried them in cookstoves and winter grates.

El hermano trabajaba en el aserradero. To15 dos los hombres del pueblo trabajaban en el aserradero o para él. Serraban abetos. Hacía siete años que el aserradero estaba allí y, dentro de otros siete, toda la región se encontraría talada. Entonces, una parte de la maquinaria y la ma20 yoría de los hombres que la hacían funcionar, y que sólo existían para ella o a causa de ella, serían cargados en vagones de mercancías y transportados a otro lugar. Pero, como podían comprarse a plazos las piezas de recambio, una 25 parte del material se quedaría allí: grandes ruedas inmóviles, descarnadas, mirando al cielo con un aire de profundo asombro, entre pedazos de ladrillo y zarzas enmarañadas; calderas calcinadas, alzando con gesto 30 testarudo, sorprendido y cansado unos tubos que ya no humeaban y que se enmohecían en medio de un paisaje erizado de tocones de árboles, un paisaje de destilación, tranquilo, apacible, inculto, tierra convertida en erial don35 de, lentamente, unos arroyos estancados y rojizos se iban ahondando con las largas lluvias tranquilas del otoño y con el furor galopante de los equinoccios de primavera. Y llegaría el día en el cual la aldea, que ni siquiera en los tiem40 pos de su prosperidad figuraba en los anuarios de Correos y Telégrafos, acabaría por ser olvidada hasta por los miserables saqueadores de ocasión que derribarían los cobertizos para quemarlos a trozos en sus cocinas y, durante el in45 vierno, en sus estufas.

There were perhaps five families there when Lena arrived. There was a track and a station, and once a day a mixed train fled shrieking through it. The train could be stopped with a red flag, but by ordinary it appeared out of the devastated hills with apparitionlike suddenness and wailing like a banshee, athwart and past that little less-thanvillage like a forgotten bead from a broken string. The brother was twenty years her senior. She hardly remembered him at all when she came to live with him. He lived in a four room and unpainted house with his labor- and child-ridden wife. For almost half of every year the sister-in-law was either lying in or recovering. During this time Lena did all the housework and took care of the other children. Later she, told herself, ‘I reckon that’s why I got one so quick myself.’

En la época en que llegó Lena, no vivían allí más de cinco familias. Había una vía férrea y una estación por la que, una vez al día, pasaba un rugiente tren mixto. Se le podía detener con una bandera roja, pero casi siempre salía de las taladas colinas súbitamente, como una aparición, y, gimiendo igual que un alma en pena, cruzaba aquel modesto embrión de aldea, la perla olvidada de un collar roto. Lena tenía veinte años menos que su hermano. Apenas le recordaba cuando se fue a vivir con él. El hermano habitaba en una casa de madera sin pulir, de cuatro habitaciones, con su mujer, a la que los embarazos y los trabajos de la maternidad habían agotado. Cada año, durante casi tres meses, la cuñada estaba en la cama o convaleciente. Durante aquel tiempo, Lena llevaba la casa y cuidaba de los otros niños. Mis tarde se dijo a sí misma «Creo que ésta debe de ser la causa de que yo haya tenido uno tan pronto.»

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She slept in a lean-to room at the back 70 Lena dormía en una tejavana, detrás of the house. It had a window which she de la casa. Allí sólo había una ventana, 2

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que ella aprendió a abrir y cerrar en la learned to open and close again in the oscuridad, sin hacer ruido, aunque pridark without making a sound, even mero compartía la tejavana con el mayor though there also slept in the lean-to de sus sobrinos, después con los dos room at first her oldest nephew and then the two oldest and then the three. She had 5 mayores y luego con los tres. Pero no lived there eight years before she opened abrió la ventana por primera vez hasta the window for the first time. She had not que pasaron ocho años. Y apenas la hubo opened it a dozen times hardly before she abierto doce veces cuando se dio cuenta discovered that she should not have opened de que habría sido mejor no abrirla nunit at all. She said to herself, ‘That’s just my 10 ca. Se dijo así misma: «Cosas de mi mala luck.’ suerte.» T h e s i s t e r- i n - l a w t o l d t h e b r o t h e r. Then he remarked her changing shape, which he should have noticed some time before. He was a hard man. Softness and gentleness and youth (he was just forty) and almost everything else except a kind of stubborn and despairing fortitude and the bleak heritage of his bloodpride had been sweated out of him. He called her whore. He accused the right man (young bachelors, or sawdust Casanovas anyway, were even fewer in number than families) but she would not admit it, though the man had departed six months ago. She just repeated stubbornly, “He’s going to send for me. He said he would send for me”; unshakable, sheeplike, having drawn upon that reserve of patient and steadfast fidelity upon which the Lucas Burches depend and trust, even though they do not intend to be present when the need for it arises. Two weeks later she climbed again through the window. It was a little difficult, this time. ‘If it had been this hard to do before, I reckon I would not be doing it now,’ she thought. She could have departed by the door, by daylight. Nobody would have stopped her. Perhaps she knew that. But she chose to go by night, and through the window. She carried a palm leaf fan and a small bundle tied neatly in a bandanna handkerchief. It contained among other things thirty-five cents in nickels and dimes. Her shoes were a pair of his own which her brother had given to her. They were but slightly worn, since in the summer neither of them wore shoes at all. When she felt the dust of the road beneath her feet she removed the shoes and carried them in her hand.

unflagging adj. 1 unfailing, unceasing; «unfailing loyalty»; «unfailing good spirits»; «unflagging courtesy» 2 indefatigable, tireless, unwearying showing sustained enthusiastic action with unflagging vitality; «an indefatigable advocate of equal rights»; «a tireless worker»; «unflagging pursuit of excellence»

She had been doing that now for almost four weeks. Behind her the four weeks, the evocation of far, is a peaceful corridor paved with unflagging and tranquil faith and peopled with kind and nameless faces and voices: Lucas Burch? I don’t know. I don’t know of anybody by that name around here. This road? It goes to Pocahontas. He might be there. It’s possible. Here’s a wagon that’s going a piece of the way. It will take you that far; backrolling now behind her a long monotonous succession of peaceful and undeviating changes from day to dark and dark to day again, through which she advanced in identical and anonymous and deliberate wagons as though through a 3

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La cuñada se lo dijo a su hermano. Y el hermano advirtió entonces el cambio en la silueta de Lena, cosa que habría debido advertir mucho antes. Era un hombre duro. El sudor de su frente había arrastrado consigo la ternura, la mansedumbre, la juventud (tenia justamente cuarenta años) y casi todo lo demás, no dejándole otra cosa que una especie de energía terca, desesperada, y la austera herencia del orgullo de su sangre. La llamó puta. Acusó al verdadero culpable (por lo demás, los jóvenes solteros y los Casanovas de pega eran bastante menos numerosos que las familias), pero Lena no quiso admitirlo hasta seis meses después de que el hombre se hubiese ido de allí. Se contentó con repetir obstinadamente: «Vendrá a buscarme. Me ha dicho que vendrá a buscarme»; inquebrantable, borreguil, vivía con esa reserva de paciencia y de constante felicidad con la que cuentan los Lucas Burch, incluso cuando no tienen la menor intención de estar allí el día en que sea necesario. Quince días después, Lena volvió a salir por la ventana. Esta vez fue algo más difícil. «Si hace unos meses me hubiese resultado tan difícil, creo que no habría tenido que hacerlo ahora», pensó. _____ ______ ______________ ______ _____ ______ Nadie le habría impedido marcharse. Tal vez ella ya lo sabía, pero prefirió hacerlo de noche y por la ventana. Llevaba consigo un abanico de hojas de palma y un pequeño hatillo, cuidadosamente anudado con un pañuelo de colores. Contenía, entre otras cosas, treinta y cinco centavos en monedas de cinco y de diez centavos. Iba calzada con unas botas que habían sido de su hermano y que éste le había dado. Estaban casi nuevas porque, por lo común, ni ella ni su hermano llevaban botas. Cuando Lena sintió bajo sus pies el polvo de la carretera, se quitó las botas y las llevó en la mano.

Pronto haría cuatro semanas que caminaba así. Tras ella, esas cuatro semanas, la sensación de lejos, se estiraban como un apacible corredor, pavimentado de una confianza tranquila y firme, y lleno de rostros, de voces anóni60 m a s y c o r d i a l e s : ¿ L u c a s B u r c h ? N o l e c o n o z c o . N o c o n o z co por a q u í a n a d i e c o n e s e n o m b re . ¿ E s t a carretera? Es la que va a Pocahontas. Es posible que lo encuentre allí Esa ca65 rreta va hac ia allá. La llevará, si quiere. Ahora, detrás de ella, se desarrolla una larga y monótona sucesión de cambios regulares y apacibles, de días que se hacen noches, de noches que se hacen días, a lo largo de los cuales Lena ha 70 avanzado, obstinadamente, en unas carretas anónimas, idénticas, como a través de sucesivas

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tr. Enrique Sordo reencarnaciones de ruedas chirriantes, de orejas caídas, como en algo que avanzase siempre, y sin hacer progresos, por los costados de una urna.

succession of creakwheeled and limpeared avatars, like something moving forever and without progress across an urn. The wagon mounts the hill toward her. She passed it about a mile back down the road. It was standing beside the road, the mules asleep in the traces and their heads pointed in the direction in which she walked. She saw it and she saw the two men squatting beside a barn beyond the fence. She looked at the wagon and the men once: a single glance allembracing, swift, innocent and profound. She did not stop; very likely the men beyond the fence had not seen her even look at the wagon or at them. Neither did she look back. She went on out of sight, walking slowly, the shoes unlaced about her ankles, until she reached the top of the hill a mile beyond. Then she sat down on the ditchbank, with her feet in the shallow ditch, and removed the shoes. After a while she began to hear the wagon. She heard it for some time. Then it came into sight, mounting the hill. The sharp and brittle crack and clatter of its weathered and ungreased wood and metal is slow and terrific: a series of dry sluggish reports carrying for a half mile across the hot still pinewiney silence of the August afternoon. Though the mules plod in a steady and unflagging hypnosis, the vehicle does not seem to progress. It seems to hang suspended in the middle d i s t a n c e f o r e v e r a n d f o r e v e r, s o infinitesimal is its progress, like a shabby bead upon the mild red string of road. So much is this so that in the watching of it the eye loses it as sight a n d s e n s e d r o w s i l y m e rg e a n d b l e n d , like the road itself, with all the peaceful and monotonous changes between darkness and day, like already measured thread being rewound onto a spool. So that at last, as though out of some trivial and unimportant region beyond even distance, the sound of it seems to come slow and terrific and without meaning, as though it were a ghost travelling a half mile ahead of its own shape. ‘That far within my hearing before my seeing,’ Lena thinks. She thinks of herself as already moving, riding again, thinking then it will be as if I were riding for a half mile before I even got into the wagon, before the wagon even got to where I was waiting, and that when the wagon is empty of me again it will go on for a half mile with me still in it. She waits, not even watching the wagon now, while thinking goes idle and swift and smooth, filled with nameless kind faces and voices: Lucas Burch? You say you tried in Pocahontas? This road? It goes to Springvale. You wait here. There will be a wagon passing soon that will take you as far as it goes. Thinking, ‘And if he is going all the way to Jefferson, I will be riding. within the hearing of Lucas Burch 4

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La carreta que ascendía por la cuesta se acercó a ella. Lena la había adelantado, camino abajo, a una milla de allí. Estaba detenida en el borde de la carretera. Las mulas dormían entre los varales, con la cabeza apuntada hacia la dirección que seguía Lena. Ella la vio, y vio también a los dos hombres, puestos en cuclillas cerca del granero, detrás de la valla. Echó una ojeada a la carreta y a los hombres; una ojeada única, circular, rápida, inocente y profunda. No se detuvo. Al parecer, los hombres que estaban detrás de la valla ni siquiera notaron que les había mirado; a ellos y a la carreta. Lena no se volvió tampoco. Desapareció lentamente, con las botas sin atar alrededor de sus tobillos. Al cabo de una milla, cuando llegó a lo alto de la cuesta, se sentó en el borde de la cuneta, con los pies en el fondo poco profundo, y se quitó las botas. Un momento después comenzó a oír la carreta. La estuvo oyendo durante algún tiempo, hasta que apareció a media cuesta. La madera y el metal, faltos de grasas, corroídos por las intemperies, crujen y se bambolean, agudos y secos, lentamente, tremendamente; es una serie de detonaciones secas, indolentes, que se oyen a seiscientos metros en el cálido silencio, sosegado y balsámico, de este atardecer de agosto. Aunque las mulas se afanan, en una especie de hipnosis constante e inflexible, la carreta no parece avanzar. Tan ínfimo es su avance que parece como si estuviese suspendida en medio del camino, como una perla descolorida enhebrada en el hilo rojizo de la carretera. Tan cierto es esto que, aun mirándola, los ojos la pierden cuando la vista y los sentidos se empañan lentamente y se difuminan, igual que la misma carretera con la sucesión sosegada y monótona de las noches y de los días, como un hilo ya medido que se embobinase de nuevo en el carrete. Tan cierto es que se diría también que, desde el fondo de una región trivial, insignificante, más allá incluso de toda idea de distancia, el sonido parece llegar, lento, terrible, desprovisto de sentido, como si fuese un doble que precediera seiscientos metros a su propio cuerpo. «Puedo oírla desde tan lejos antes de verla», piensa Lena. Se ve ya en camino, sobre la carreta, pensando y será como si avanzase en la carreta quinientos metros antes de subir a ella, antes incluso de que llegue al lugar en donde estoy, y después que haya bajado de ella se alejará, conmigo dentro, durante quinientos metros más Y espera, ya sin mirar siquiera a la carreta, mientras sus pensamientos se encadenan, ociosos, rápidos, fáciles, llenos de rostros, de voces cordiales: ¿Lucas Burch? ¿Dice usted que le ha buscado en Pocahontas? ¿Esta carretera? Lleva a Springvale. Espere aquí. Pasará una carreta que la llevará un buen trecho de camino y piensa: «Y si va hasta Jefferson, Lucas Burch podrá oírme antes, incluso, de

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excited y excitado conllevan la idea de alegre, entusiasta, pero excited tiene más denotaciones, como nervioso, agitado, acalorado, emocionante. To excite y excitar se refieren a estimular, entusiasmar, pero to excite significa además emocionar / conmover, poner nervioso / agitado, provocar [emociones], instigar [desórdenes], alborotar [gente], y to get excited es acalorarse. A su vez, excitar se usa para to raise [dudas], arouse [curiosidad, apetito]. Excitedly significa agitada- o acaloradamente. Don’t get excited = no te pongas nervioso.

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poder verme. Oirá la carreta, pero no lo before his seeing. He will hear the wagon, sabrá. Así que habrá alguien que estará en but he won’t know. So there will be one sus oídos antes de estar en sus ojos. Y enwithin his hearing before his seeing. And then he will see me and he will be excited. X tonces me verá, y se quedará muy confuso. A n d s o t h e r e w i l l b e t w o w i t h i n h i s 5 Y tendrá a dos dentro de sus ojos antes de que haya podido recordar.» seeing before his remembering.’ Acuclillados en la sombra, contra la pared While Armstid and Winterbottom were del establo de Winterbottom, Armstid y squatting against the shady wall of Winterbottom’s stable, they saw her pass 10 Winterbottom la vieron pasar por la carretera. Vieron en seguida que era joven, y que estaba in the road. They saw at once that she was encinta, y que no era de la región. young, pregnant, and a stranger. “I —Me pregunto en dónde le habrán hecho w o n d e r w h e r e s h e g o t t h a t b e l l y, ” esa barriga —dijo Winterbottom. Winterbottom said. 15 —Me pregunto cuánto tiempo hará que la “I wonder how far she has brought it pasea —dijo Armstid. afoot,” Armstid said. —Va a visitar a alguien que vive más aba“Visiting somebody back down the road, I reckon,” Winterbottom said. 20 jo, supongo. —No creo. Yo lo habría oído decir. Desde luego no es a ninguno de por aquí. Yo había oído hablar de ello.

“I reckon not. Or I would have heard. And it ain’t nobody up my way, neither. I would have heard that, too.” 25

—Supongo que sabe a dónde va — dijo Winterbottom—. Por la forma de andar, lo parece.

“I reckon she knows where she is going,” Winterbottom said. “She walks like it.”

—No tardará mucho en tener compañía — “ S h e ’ l l h a v e c o m p a n y, b e f o r e s h e 30 dijo Armstid. goes much further,” Armstid said. La mujer se alejaba, lentamente, agobiaT h e w o m a n h a d n o w g o n e o n , s l o w l y, da por una carga sobre cuya naturaleza nadie with her swelling and unmistakable podía engañarse. Ni uno ni otro la vieron burden. Neither of them had seen her s o m u c h a s g l a n c e a t t h e m w h e n s h e 35 echar una sola mirada hacia ellos, mientras pasaba con su vestido informe, de un azul passed in a shapeless garment of desteñido, llevando en una mano su abanico faded blue, carrying a palm leaf de palma y, en la otra, su pequeño hatillo. fan and a small cloth bundle. —Seguro que no viene de muy cerca — “ S h e a i n ’t come from nowhere close,” Armstid said. “She’s hitting that lick like 40 dijo Armstid—. Por la forma de andar se ve que lo ha hecho mucho tiempo y que todavía she’s been at it for a right smart while and le queda mucho por recorrer. had a right smart piece to go yet.” —Vendrá a ver a alguien de por aquí —dijo “She must be visiting around here somewhere,” Winterbottom said. 45 Winterbottom. “I reckon I would have heard about it,” Armstid said. The woman went on. She had not looked back. She went out of sight up the road: swollen, slow, deliberate, unhurried and tireless as augmenting afternoon itself. She walked out of their talking too; perhaps out of their minds too. Because after a while Armstid said what he had come to say. He had already made two previous trips, coming in his wagon five miles and squatting and spitting for three hours beneath the shady wall of Winterbottom’s barn with the timeless unhaste and indirection of his kind, in order to say it. It was to make Winterbottom an offer for a cultivator which Winterbottom wanted to sell. At last Armstid looked at the sun and offered the price which he had decided to offer while lying in bed three nights ago. “I know of one in Jefferson I can buy at that figure,” he said.

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—Si fuese así, lo habría oído decir —dijoArmstid. La mujer se alejaba. No había vuelto la cabeza. Cuando llegó a lo alto de la pendiente desapareció, hinchada, lenta, resuelta, sin prisa ni fatiga, como la misma progresión de la tarde. Desapareció también de su conversación, y también, acaso, de su mente. Porque, al cabo de un rato, Armstid dijo lo que había venido a decir. Ya había venido dos veces para decir aquello, lo cual suponía, cada vez, cinco millas en carreta y tres horas dedicadas a escupir, acurrucado a la sombra, pegado a la pared del granero de Winterbottom, con esa lenta indecisión de las gentes de su especie, para las cuales no cuenta el tiempo. Se trataba de discutir el precio de un escarificador que Winterbottom deseaba vender. Finalmente, Armstid miró al sol y ofreció el precio que, tres noches antes, tendido en su cama, había decidido ofrecer: —Sé que hay uno en Jefferson que podría conseguir por ese precio —dijo.

“ I r e c k o n y o u b e t t e r b u y i t , ” 70 —Creo que harías muy bien en comprarWi n t e r b o t t o m s a i d . “ I t s o u n d s l i k e a lo —dijo Winterbottom —. Parece una bue5

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bargain.”

—Tenlo por seguro —dijo Armstid. Escu“Sho,” Armstid said. He spat. He pió, miró de nuevo al sol y se levantó: looked again at the sun, and rose. —Bueno, supongo que lo mejor será que “We l l , I r e c k o n I b e t t e r g e t o n t o w a r d 5 vuelva a casa. home.”

sparse occurring, growing, or settled at widely spaced intervals; not thick or dense. Scanty, 1. escaso, disperso, esparcido, ralo 2. vacío, esporádico

candid franco, sincero, honesto, abierto, justo, imparcial: she’s been very candid about the difficulties, ha sido muy honesta al exponer las dificultades candid camera cámara indiscreta

Subió a su carreta y despertó a las He got into his wagon and waked the mulas. O más bien las puso en movimules. That is, he put them into motion, since only a negro can tell when a mule 10 miento, porque sólo un negro es capaz de decir cuándo las mulas duermen o i s a s l e e p o r a w a k e . Wi n t e r b o t t o m n o . Wi n t e r b o t t o m l e s i g u i ó h a s t a l a followed him to the fence, leaning his walla, sobre la cual se acodó. arms on the top rail. “Yes, sir,” he said. —Claro que sí. Yo mismo compraría ese “I’d sho buy that cultivator at that figure. If you don’t take it, I be dog if I ain’t a 15 escarificador a ese precio. Si tú no lo haces, yo sería un tonto si no fuese a comgood mind to buy it, myself, at that price. prarlo. Y ese que lo vende, ¿no tendrá, por I reckon the fellow that owns it ain’t got casualidad, un par de mulas que cuesten a span of mules to sell for about five esos cinco dólares? dollars, has he?” 20 —Tenlo por seguro —dijo Armstid. “Sho,” Armstid said. He drove on, the Y se alejó. La carreta reanuda su lento wagon beginning to fall into its slow and estrépito, devorador de kilómetros. Tampoco mile-consuming clatter. Neither does he él vuelve la cabeza y al parecer tampoco mira look back. Apparently he is not looking ahead either, because he does not see the 25 hacia adelante, porque no advierte a la mujer sentada en la cuneta, a la orilla de la carretewoman sitting in the ditch beside the road ra, hasta que la carreta casi ha llegado a lo until the wagon has almost reached the top alto de la cuesta. En el momento en que of the hill. In the instant in which he reconoce el vestido azul no podría decir si la recognises the blue dress he cannot tell if she has ever seen the wagon at all. And 30 mujer ha visto la carreta. Y tampoco habría podido adivinar nadie si él ha visto a la muno one could have known that he had ever jer, viéndoles acercarse el uno al otro, sin looked at her either as, without any apariencia de progreso, mientras la carreta se semblance of progress in either of them, arrastra implacablemente hacia ella, envuelthey draw slowly together as the wagon crawls terrifically toward her in its slow 35 ta en su lenta y palpable aureola de somnolencia, de polvo rojo, en el que los firmes palpable aura of somnolence and red dust cascos de las mulas se mueven como en un in which the steady feet of the mules move sueño, al ritmo desordenado de los crujientes dreamlike and punctuate by the sparse jingle of harness and the limber bobbing arneses y de los leves sobresaltos de sus oreof jackrabbit ears, the mules still neither 40 jas de liebre. Cuando se detienen, las mulas asleep nor awake as he halts them. no están ni dormidas ni despiertas. From beneath a sunbonnet of faded Por debajo de una capellina de un azul blue, weathered now by other than formal mustio, desteñida ya por algo más que por el s o a p a n d w a t e r, s h e l o o k s u p a t h i m 45 agua y el jabón de lavadero, la mujer le mira quietly and pleasantly: young, tranquilamente, amablemente, joven, complapleasantfaced, candid, friendly, and alert. X ciente, cándida, amistosa y alertada. TodaShe does not move yet. Beneath the faded vía no se mueve. Bajo el ajado vestido, del garment of that same weathered blue her mismo desteñido azul, su cuerpo deformado body is shapeless and immobile. The fan 50 permanece inmóvil. El abanico y el fardillo and the bundle lie on her lap. She wears están sobre sus rodillas. No lleva medias. Sus no stockings. Her bare feet rest side by pies descalzos reposan, uno junto a otro, en side in the shallow ditch. The pair of la cuneta. Cerca, no están más inertes que dusty, heavy, manlooking shoes beside ellos, bajo el polvo, las dos pesadas botas them are not more inert. In the halted 55 masculinas. Armstid sigue sentado en la dewagon Armstid sits, humped, bleacheyed. tenida carreta, encorvado, con ojos incoloros. He sees that the rim of the fan is bound Ve que el abanico está minuciosamente ribeneatly in the same faded blue as the teado con el mismo azul desteñido de la sunbonnet and the dress. capellina y el vestido. 60 “How far you going?” he says. —¿Hasta dónde quiere ir? —pregunta Armstid. “I was trying to get up the road a —Trataba de adelantar un poco antes de que pieceways before dark,” she says. She sea de noche —dice ella. rises and takes up the shoes. She climbs 65 Lena se incorpora, coge sus botas. Sube a la slowly and deliberately into the road, carretera, lentamente, pero con decisión, y luego approaching the wagon. Armstid does not se acerca a la carreta. Armstid no baja a ayudarla. descend to help her. He merely holds the Se limita a mantener el tiro inmóvil mientras ella team still while she climbs heavily over trepa pesadamente por la rueda y coloca sus botas the wheel and sets the shoes beneath the 70 bajo el pescante. Y la carreta reanuda su marcha. seat. Then the wagon moves on. “I thank —Se lo agradezco —dice Lena—. An6

Faulkner’s Light you,” she says. “It was right tiring afoot.”

tr. Enrique Sordo dar así, a pie, fatiga mucho.

Aparentemente, Armstid no la ha miApparently Armstid has never once rado bien ni una sola vez. Sin embargo, looked full at her. Yet he has already seen that she wears no wedding ring. 5 ya se ha dado cuenta de que no lleva alianza. Ahora no la mira. La carreta conHe does not look at her now. Again the tinúa con su lento traqueteo. wagon settles into its slow clatter. —¿Viene de muy lejos? —dice Armstid. “How far you come from?” he says. Lena exhala el aliento. Más que un suspiro S h e e x p e l s h e r b r e a t h . I t i s n o t a 10 es una espiración sosegada, como para expresigh so much as a peaceful expiration, sar un sosegado asombro. as though of peaceful astonishment. —Ahora me parece un buen trecho de ca“ A r i g h t g o o d p i e c e , i t s e e m s n o w. I mino. Vengo de Alabama. come from Alabama.” 15 —¿De Alabama? ¿En su estado? ¿Dónde “Alabama? In your shape? Where’s está su familia? your folks?”

limber 1 adj. 1 lithe, agile, nimble. 2 flexible. Ágil, flexible; he’s very limber for his age, está muy agil para su edad v. (usu. foll. by up) 1 tr. make (oneself or a part of the body etc.) supple. 2 intr. warm up in preparation for athletic etc. activity. limber up vi entrar en calor limber up (sports) vi hacer precalentamient limber 2 n. the detachable front part of a gun-carriage, consisting of two wheels, axle, pole, and ammunition-box. Armón de artillería v. 1 tr. attach a limber to (a gun etc.). 2 intr. fasten together the two parts of a gun-carriage.

Lena ya no le mira. She does not look at him, either. “I’m — Tr a t o d e e n c o n t r a r l e p o r a q u í . looking to meet him up this way. You 20 Ta l v e z l o c o n o z c a u s t e d . S e l l a m a might know him. His name is Lucas Lucas Burch. Por ahí me dijeron que Burch. They told me back yonder a ways estaba en Jefferson, empleado en un that he is in Jefferson, working for the aserradero. planing mill.” 25 —¿Lucas Burch? “ L u c a s B u r c h . ” A r m s t i d ’s t o n e i s El tono de Armstid es casi idéntico al suyo. almost identical with hers. They sit side Están sentados, codo con codo, en el pescante by side on the sagging and desfondado y con los muelles rotos. El hombre brokenspringed seat. He can see her hands upon her lap and her profile beneath the 30 puede ver las manos de la mujer, colocadas en el regazo, y su perfil bajo la capellina. Lo ve de sunbonnet; from the corner of his eye he reojo. Lena parece atenta a la carretera que transsees it. She seems to be watching the road curre entre las ágiles orejas de las mulas. as it unrolls between the limber ears of the mules. “ A n d y o u c o m e a l l t h e w a y —Y ha hecho usted todo ese camino, tal h e r e , a f o o t , b y y o u r s e l f , h u n t i n g f o r 35 como está, sin ninguna compañía, sólo para him?” encontrarle? She does not answer for a Lena tarda un momento en moment. Then she says: responder. Después dice: “ F o l k s h a v e b e e n k i n d . T h e y 40 —La gente ha sido buena. Sí, have been right kind.” muy buena conmigo, ya lo creo. “Womenfolks too?” From the corner of —¿También las mujeres? his eye he watches her profile, thinking I Con el rabillo del ojo el hombre obserdon’t know what Martha’s going to say 45 va su perfil pensando no sé lo que Martha thinking, ‘I reckon I do know what va a decir pensando: «Pero sí sé lo que M a r t h a ’s g o i n g t o s a y. I r e c k o n Martha va a decir. Creo que, a veces, las womenfolks are likely to be good without mujeres pueden ser buenas sin parecer being very kind. Men, now, might. But it’s compasivas. Los hombres también, quizás. only a bad woman herself that is likely to 50 Pero sólo una mujer mala sabe compadebe very kind to another woman that needs cer a otra mujer que necesita compasión.» the kindness’ thinking Yes I do. I know Pensando sí, ya lo sé. Sé exactamente lo exactly what Martha is going to say. que Martha va a decir. S h e s i t s a l i t t l e f o r w a r d , 55 Lena está un poco inclinada hacia adequite still, her profi l e lante en su asiento, muy serena, con el perq u i t e s t i l l , h e r c h e e k . fil muy quieto, y la mejilla... “ It’s a strange thing,” she says. —Es extraño... —dice. “ H o w f o l k s c a n l o o k a t a s t r a n g e 60 —¿Extraño el que la gente, al ver a una muyoung gal walking the road in your shape chacha desconocida recorrer los caminos en su esand know that her husband has left her?” tado, comprenda que la ha abandonado su marido? She does not move. The wagon now has a Lena no se mueve. La carreta sigue ahokind of rhythm, its ungreased and ra una especie de ritmo. Su madera gastada, o u t r a g e d w o o d o n e w i t h t h e s l o w 65 sin engrasar, se confunde con el lento atarafternoon, the road, the heat. “And you decer, con la carretera y con el calor. aim to find him up here.” —¿Piensa encontrarle por aquí? She does not move, apparently Lena no se mueve. Parece atenta a la cawatching the slow road between the ears 70 rretera, lenta entre las orejas de las mulas, atenof the mules, the distance ta tal vez a la distancia, cortada en forma de 7

Faulkner’s Light perhaps roadcarved and definite. “ I reckon I’ll find him. It won’t be hard. He’ll be where the most folks are gathered together, and the laughing and joking is. He always was a hand for that.” 5

tr. Enrique Sordo carretera, definida. —Creo que lo encontrare. No será difícil. Estará en un lugar en donde la gente se reúna, en donde la gente ría, en donde se bromee. Nunca es el último en eso.

Armstid gruñe, con un tono brusco, huraño. Armstid grunts, a sound savage, —¡Yiiiá, mulas! —dice. Y se dice a si brusque. “Get up, mules,” he says; he says mismo, medio pensando, medio en voz alta: to himself, between thinking and saying aloud: ‘I reckon she will. I reckon that 10 «Me parece que tiene razón. Creo que ese mozo se dará cuenta de que se ha equivocafellow is fixing to find that he made a bad do el día en que se detuvo en este lado de mistake when he stopped this side of Arkansas, e incluso de Texas.» Arkansas, or even Texas.’ El sol baja. Ya sólo estará una hora por T h e s u n i s s l a n t i n g , a n h o u r 15 encima del horizonte, por encima de la ráa b o v e t h e h o r i z o n n o w, a b o v e t h e pida caída de la tarde de verano. La aveniswift coming of the summer da comienza en la carretera, más en calma night. The lane turns from the aún que la carretera misma. road, quieter even than the road. —Ya hemos llegado —dice Armstid. “Here we are,” Armstid says. 20 La mujer se agita en el acto. Se The woman moves at once. She inclina y toma sus botas. Al parereaches down and finds the shoes; cer no quiere retrasar al carruaje apparently she is not even going to delay the wagon long enough to put them on. “I 25 n i e l t i e m p o d e c a l z á r s e l a s . —Le estoy muy agradecida dice—. Me ha thank you kindly,” she says. “It was a hecho un gran favor. help.” La carreta se detiene de nuevo. La mujer se The wagon is halted again. The w o m a n i s p r e p a r i n g t o d e s c e n d . 30 apresura a descender. —Aunque llegue antes de que sea de noche “Even if you get to Varner ’s store before al almacén de Varner, todavía le faltarán doce sundown, you’ll still be twelve miles millas hasta Jefferson —dice Armstid. from Jefferson,” Armstid says. Lena sujeta, torpemente, con una mano, sus S h e h o l d s t h e s h o e s , t h e b u n d l e , 35 botas, su hatillo, su abanico. Conserva la otra the fan awkwardly in one hand, the mano libre, para ayudarse a bajar. other free to help her down. —Creo que será mejor que continúe —dice. “I reckon I better get on,” she says. Armstid no la toca. A r m s t i d d o e s n o t t o u c h h e r. “ You 40 — Venga a pasar la noche en casa — come on and stay the night at my house,” dice—. Allí hay mujeres. Hay una muhe says; “where womenfolks—where a jer que podrá... si usted... Ande, venga. woman can ... if you—You come on, now. Mañana por la mañana, a primera hora, I’ll take you on to Varner ’s first thing in the morning, and you can get a ride into 45 la llevaré hasta la tienda de Varner. Es sábado y seguramente habrá alguien que town. There will be somebody going, on vaya hacia allá. Por una noche, no se le a Saturday. He ain’t going to get away on va a escapar. Si es que está en Jefferson, you overnight. If he is in Jefferson at all, todavía estará mañana. he will still be there tomorrow.” 50 Ella está sentada, tranquila, con sus She sits quite still, her possessions cosas en la mano, dispuesta a descender. gathered into her hand for dismounting. She is looking ahead, to where the road Mira ante sí, hacia donde la carretera hace curves on and away, crossslanted with una curva y se aleja, rayada de sombras. shadows. “I reckon I got a few days left.” 55 —Creo que todavía tengo algunos días... “ S h o . Yo u g o t p l e n t y o f t i m e y e t . —Desde luego. Tiene todo el tiempo que Only you are liable to have some quiera. Sólo que, de un momento a otro, podría company at any time now that can’t encontrarse con un compañero que no sabría w a l k . Yo u c o m e o n h o m e w i t h m e . ” 60 andar solo. Venga a casa conmigo. He puts the mules into motion without Hace arrancar a las mulas sin aguantar la waiting for a reply. The wagon enters respuesta. La carreta se adentra en la avenida, the lane, the dim road. The woman sits en el sombrío camino. La mujer se vuelve a hunback, though she still holds the fan, the dir en el pescante, sin abandonar su abanico, su bundle, the shoes. 65 hatillo y sus botas. “I wouldn’t be beholden,” she says. “I wouldn’t trouble.”

—No quisiera que se preocupasen por mí —dice—. No quisiera molestar.

“ S h o , ” A r m s t i d s a y s . 70 —No molestará —dice “ Yo u c o m e o n w i t h m e . ” A r m s t i d — , v e n g a c o n m i g o . Ve n g a . 8

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Las mulas caminan rápidamente por primera For the first time the mules move swiftly vez, sin que nadie las apremie. of their own accord. “Smelling corn,” —Huelen el maíz —dice Armstid, que Armstid says, thinking, ‘But that’s the piensa: «En esto se conoce a la mujer. Ella woman of it. Her own self one of the first ones to cut the ground from under a sister 5 misma sería capaz de despellejar a otra mujer, pero se pasea sin la menor vergüenza woman, she’ll walk the public country por delante de todo el mundo, porque sabe herself without shame because she knows que la gente, los hombres, la protegerán, that folks, menfolks, will take care of her. No se preocupa de las demás mujeres. No She don’t care nothing about womenfolks. It wasn’t any woman that got her into what 10 es ninguna mujer quien la ha puesto en lo que ella ni siquiera llama un apuro. Pershe don’t even call trouble. Yes, sir. You fectamente. En cuanto una de ellas se casa, just let one of them get married or get into o se ve metida en un lío sin estar casada, en trouble without being married, and right seguida la veréis salirse de su casta, abanthen and there is where she secedes from the woman race and species and spends 15 donar el sexo femenino y pasar el resto de su vida tratando de unirse a la casta de los the balance of her life trying to get joined hombres. Por eso beben, y fuman, y reclaup with the man race. That’s why they dip man el derecho de voto.» snuff and smoke and want to vote.’ When the wagon passes the house and goes on toward the barnlot, his wife is watching it from the front door. He does not look in that direction; he does not need to look to know that she will be t h e r e , i s t h e r e . ‘ Ye s , ’ h e t h i n k s w i t h sardonic ruefulness, turning the mules into the open gate, ‘I know exactly what s h e i s g o i n g t o s a y. I r e c k o n I k n o w exactly.’ He halts the wagon, he does not need to look to know that his wife is now in the kitchen, not watching now; just waiting. He halts the wagon. “You go on to the house,” he says; he has already descended and the woman is now climbing slowly down, with that inward listening deliberation. “When you meet somebody, it will be Martha. I’ll be in when I feed the stock.” He does not watch her cross the lot and go on toward the kitchen. He does not need to. Step by step with her he enters the kitchen door also and comes upon the woman who now watches the kitchen door exactly as she had watched the wagon pass from the front one. ‘I reckon I know exactly what she will say,’ he thinks. He takes the team out and waters and stalls and feeds them, and lets the cows in from the pasture. Then he goes to the kitchen. She is still there, the gray woman with a cold, harsh, irascible face, who bore five children in six years and raised them to man—and womanhood. She is not i d l e . H e d o e s n o t l o o k a t h e r. H e goes to the sink and fills a pan from the pail and turns his sleeves back. “Her name is Burch,” he says. “At least that’s what she says the fellow’s name is that she is hunting for. Lucas Burch. Somebody told her back down the road a ways that he is in Jefferson now.” He begins to wash, his back to her. “S h e c o m e a l l t h e w a y f r o m A l a b a m a , alone and afoot, she says.”

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Cuando la carreta pasa por delante de la casa para ir hasta la cochera, su mujer está vigilando desde la puerta de entrada. Armstid no mira en esa dirección. No necesita mirar para saber que ella ha de estar allí, que ya está allí: «Sí —piensa, con melancólica ironía, mientras hace girar a las mulas hacia la verja abierta—, sé exactamente lo que va a decir. Claro que lo sé: exactamente.» Detiene la carreta. No necesita mirar para saber que su mujer está ahora en la cocina, que ya vigila, que espera. Detiene la carreta: —Vaya a la casa —dice (él ha descendido ya, y la mujer desciende también, lentamente, con un aire resuelto que parece escuchar en su interior)—. Cuando encuentre a alguien, será Martha. En cuanto limpie a las bestias y les eche el pienso, iré yo también. No la mira cuando atraviesa el corral y se dirige a la cocina. No es necesario. La sigue paso a paso, franquea con ella la puerta de la cocina, se acerca a la mujer que ahora vigila desde la puerta de la cocina del mismo modo que, hace un momento, desde la puerta de entrada, veía pasar a la carreta. «Creo —piensa Armstid— que sé exactamente lo que va a decir» Desengancha sus mulas, las abreva, las lleva a la cuadra y les da de comer. Después va al prado en busca de las vacas para hacerlas entrar. Y en seguida, se dirige a la cocina. Allí está siempre ella, la mujer gris, de rostro frío, duro, irascible, la mujer que, en seis años, le ha dado cinco hijos a los que luego ha convertido en hombres y en mujeres. La mujer que nunca está ociosa. Armstid no la mira. Se acerca al fregadero, toma el cubo, vierte agua en una palangana y se arremanga la camisa. —Se apellida Burch —dice—. Al menos así dice que se llama el hombre que busca, un tal Lucas Burch. Alguien le ha dicho en el camino que ahora está en Jefferson. De espaldas, comienza a lavarse. —Viene de Alabama. Ha hecho todo el camino a pie. Y completamente sola, según dice.

Mrs. Armstid does not look around. La señora Armstid no mira a su alrededor. She is busy at the table. “She’s going to Está atareada con la mesa. quit being alone a good while before she —Va a dejar de estar sola mucho tiempo sees Alabama again,” she says. 70 antes de que regrese a Alabama —dice.

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___________ _ _ _ ___ “Or that fellow Burch either, I reckon.” X _ ____________ Armstid está muy ocupado con el agua y el He is quite busy at the sink, with the soap jabón del fregadero. Siente cómo le mira ella, and water. And he can feel her looking at cómo le mira la nuca, los hombros, por debajo him, at the back of his head, his shoulders in the shirt of sweatfaded blue. “She says 5 de la camisa azul que el sudor ha desteñido: —Dice que alguien le ha dicho allá abajo, that somebody down at Samson’s told her en la tienda de Samson, que hay un individuo there is a fellow named Burch or que se apellida Butch, o algo parecido, que something working at the planing mill in trabaja en el aserradero de Jefferson. Jefferson.” 10 —Y ella cree que va a encontrarlo. “And she expects to find him there. ¡Esperándola, con la casa amueblada y Waiting. With the house all furnished and todo! all.” Armstid no sabría decir ahora, por el soniH e c a n n o t t e l l f r o m h e r v o i c e i f 15 do de su voz, si su mujer le mira o no; se enjuga s h e i s w a t c h i n g h i m o r n o t n o w. H e con un saco de harina partido en dos. towels himself with a split floursack. — Ta l v e z l e e n c u e n t r e . S i l o q u e “ M a y b e s h e w i l l . I f i t ’s r u n n i n g a w a y él quiere es darle esquinazo, me pafrom her he’s after, I reckon he’s going t o f i n d o u t h e m a d e a b a d m i s t a k e 20 r e c e q u e v a a d a r s e c u e n t a q u e s e h a equivocado deteniéndose antes de hawhen he stopped before he put the ber puesto el Mississippi en medio. Mississippi River between them.” Y ahora sí sabe que ella le mira; A nd now he knows that she is watching ella, la mujer gris, ni gorda ni delgahim: the gray woman not plump and not t h i n , m a n h a r d , w o r k h a r d , i n a 25 da, dura ante el hombre, dura ante el trabajo, brusca y huraña, con su suelta serviceable gray garment worn savage ropa gris, las manos en las caderas y and brusque, her hands on her hips, her un rostro semejante al de los generales face like those of generals who have vencidos en la batalla. been defeated in battle. 30 —¡Ah, los hombres! —dice “You men,” she says. —¿Qué quieres que hagamos con ella? “What do you want to do about it? ¿Ponerla en la calle? ¿O mandarla a dormir Turn her out? Let her sleep in the barn maybe?” 35 al granero? “ Yo u m e n , ” s h e s a y s . “ Yo u d u r n m e n .”

—¡Ah, los hombres! —dice ella—. ¡Los cochinos hombres!

Entran al mismo tiempo en la cocina, T h e y e n t e r t h e k i t c h e n t o g e t h e r , 40 pero la señora Armstid va delante. Se acerca though Mrs. Armstid is in front. She goes directamente al fogón. Lena se queda de pie straight to the stove. Lena stands just cerca de la puerta. Ahora lleva la cabeza deswithin the door. Her head is uncovered cubierta. Sus cabellos están bien alisados. now, her hair combed smooth. Even the blue garment looks freshened and rested. 45 Hasta su vestido azul parece más fresco, más descansado. Mira a la señora Armstid, que, She looks on while Mrs. Armstid at the delante del fogón, hace entrechocar los círstove clashes the metal lids and handles culos de metal y maneja los haces de leña the sticks of wood with the abrupt con la brusca violencia de un hombre. savageness of a man. “I would like to —Me gustaría mucho ayudarla —dice Lena. help,” Lena says. 50 La señora Armstid ni siquiera vuelve la caMrs. Armstid does not look beza. Hurga furiosamente en su hornillo. around. She clashes the stove s a v a g e l y. —Hágame el favor de quedarse donde está. “ Yo u s t a y w h e r e y o u a r e . Yo u k e e p o f f y o u r f e e t n o w , a n d 55 Cuanto menos tiempo esté ahora de pie, más se retrasará el momento en que tendrá que estar you’ll keep off your back a while acostada. longer maybe.” — Te n g a l a b o n d a d d e d e j a r m e “It would be a beholden kindness to let me help.” 60 a y u d a r l e . —Se quedará donde está. Hace treinta años “You stay where you are. I been doing que hago esto, tres veces por día. Ya pasó el this three times a day for thirty years now. tiempo en que necesitaba ayuda. The time when I needed help with it is Se atarea en su hornillo, sin volverse. done passed.” She is busy at the stove, 65 —Armstid dice que se apellida usnot backlooking. “Armstid says your ted Burch. name is Burch.” “Yes,” the other says. Her voice is __ __ __ _ __ __ __ __ __ __ _ __ __ quite grave now, quite quiet. She sits quite 70 __ __ __ __ _ __ __ __ __ __ __ _ __ __ still, her hands motionless upon her lap. __ __ __ __ _ __ __ __ __ __ __ _ __ __ 10

Faulkner’s Light

tr. Enrique Sordo

And Mrs. Armstid does not look around __ __ __ __ _ __ __ __ __ __ __ _ __ __ either. She is still busy at the stove. It __ __ __ __ _ __ __ __ __ __ __ _ __ __ appears to require an amount of attention __ __ __ __ _ __ __ __ __ __ __ _ __ __ out of all proportion to the savage finality X __ __ __ __ __ __ __ _ __ __ __ __ __ __ _ with which she built the fire. It appears 5 __ __ __ __ __ __ _ __ __ __ __ __ __ _ __ to engage as much of her attention as if it __ __ __ __ __ _ __ __ __ were an expensive watch.

__ __ _ __ __ __ __ __ __ _ __ __ __ __ “Is your name Burch yet?” Mrs. __ __ _ __ __ Armstid says. 10

rattle hacer sonar como una carraca ; batir o sacudir con ruido; desatinar, atolondrar, atarantar, aturdir, aturrullar, correr, proferir, articular rápidamente; (mar.) atar con rebenques. - v. intr. zurri(a)r, matraquear, rechinar, sonar, guachapear, zangolotearse, repiquetear; charlatanear, parlotear; (mec.) ratear, moverse o funcionar con ruido desapacible: to rattle away, parlotear; rodar a distancia, haciendo ruido; to rattle down (mar.) arreglar los flechastes. s. rechin(ad)o, rechinamiento, zumba, zurrido; sonajero, sonajillas, matraca; carraca; bramadera; cascabel del crótalo; parla, charla; (in the throat), estertor; rattlebrained, rattle-headed, rattle-pated, ligero de cascos, casquivano; voluble, voltario; rattlehead, ratttepate o rattleskull

L a m u c h a c h a t a r d a e n r e s p o n d e r. The young woman does not answer at La señora Armstid no hurgonea ya, once. Mrs. Armstid does not rattle the pero sigue dándole la espalda. De stove now, though her back is still toward the younger woman. Then she turns. They 15 p r o n t o , s e v u e l v e . S e m i r a n , s ú b i t a mente desnudas, observándose recíl o o k a t o n e a n o t h e r, s u d d e n l y n a k e d , procamente: la muchacha en su silla, watching one another: the young woman con sus cabellos alisados y sus manos in the chair, with her neat hair and her inertes en el regazo; la vieja vuelta a inert hands upon her lap, and the older one beside the stove, turning, motionless 20 m e d i a s , c e r c a d e l f o g ó n , i n m ó v i l t a m bién, con un mechón rebelde de cabetoo, with a savage screw of gray hair at llos grises en la base del cráneo y una the base of her skull and a face that might cara que parece tallada en arenisca. Y have been carved in sandstone. Then the la más joven comienza a hablar: younger one speaks. 25 —No he dicho la verdad. No me apellido “I told you false. My name is not Burch. Me llamo Lena Grove. Burch yet. It’s Lena Grove.” Se miran. La voz de la señora Armstid no They look at one another. Mrs. Armstid’s voice 30 es ni fría ni cálida. ___________ _________ is neither cold nor warm. It is not anything at all. X —Y quiere reunirse con él para po“A n d s o y o u w a n t t o c a t c h u p w i t h der llamarse Burch antes de que sea dehim so your name will be Burch in masiado tarde. ¿No es eso? time. Is that it?” Lena ha bajado los ojos, como para vigilar Lena is looking down now, as though 35 las manos que están en su regazo. Su voz es watching her hands upon her lap. Her mate, huraña. Y sin embargo está serena: voice is quiet, dogged. Yet it is serene. “I —Creo que no necesito que Lucas me don’t reckon I need any promise from p r o meta nada. Sólo la mala suerte le Lucas. It just happened unfortunate so, that he had to go away. His plans just 40 obligó a marcharse. Las cosas no salieron bien para que pudiese llevarme con never worked out right for him to come él, como era su intención. Creo que ni back for me like he aimed to. I reckon me él ni yo necesitamos prometer nada. and him didn’t need to make word Cuando se dio cuenta, aquella noche, promises. When he found out that night 45 que tenía que irse, él... that he would have to go, he—” —Se dio cuenta qué noche? ¿La noche en que usted le habló del chiquillo?

“Found out what night? The night you told him about that chap?” The other does not answer for a moment. Her face is calm as stone, but not hard. Its doggedness has a soft quality, an inwardlighted quality of tranquil and calm unreason and detachment. Mrs. Armstid watches her. Lena is not looking at the other woman while she speaks. “He had done got the word about how he might have to leave a long time before that. He just never told me sooner because he didn’t want to worry me with it. When he first heard about how he might have to leave, he knowed then it would be best to go, that he could get along faster somewhere where the foreman wouldn’t be down on him. But he kept on putting it off. But when this here happened, we couldn’t put it off no longer then. The foreman was down on Lucas because he didn’t like him because Lucas was young and full of life all the time and the foreman wanted Lucas’ job to give it to a 11

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La otra tarda un momento en responder. Su rostro está quieto como una piedra, pero sin dureza. Aunque arisco, no deja de tener dulzura; refleja una luz interior, apacible, serena, llena de un alejamiento sin razón. La señora Armstid la observa. Lena habla, sin mirar a la otra mujer: —Le habían dicho algo, tiempo atrás, de esa posible partida. Pero él no me dijo nada antes para no inquietarme. Desde que supo que tendría que marchar, comprendió que sería mejor irse, que podría triunfar mejor en un lugar en donde el capataz no estuviese tan pendiente de él todo el tiempo. Aunque siempre lo retrasaba. Pero, cuando yo me vi así, no pudimos retrasarlo más tiempo. El capataz estaba siempre pendiente de Lucas porque le odiaba, porque Lucas era joven y lleno de entusiasmo, todo el tiempo, y porque el capataz quería la plaza de Lucas para dársela a uno de sus primos. Lucas no quería decirme nada para no inquietarme. Pero,

Faulkner’s Light cousin of his. But he hadn’t aimed to tell me because it would just worry me. But when this here happened, we couldn’t wait any longer. I was the one that said for him to go. He said he would stay if I said so, whether the foreman treated him right or not. But I said for him to go. He never wanted to go, even then. But I said for him to. To just send me word when he was ready for me to come. And then his plans just never worked out for him to send for me in time, like he aimed. Going away among strangers like that, a young fellow needs time to get settled down. He never knowed that when he left, that he would need more time to get settled down in than he figured on. Especially a young fellow full of life like Lucas, that likes folks and jollifying, and liked by folks in turn. He didn’t know it would take longer than he planned, being young, and folks always after him because he is a hand for laughing and joking, interfering with his work unbeknownst to him because he never wanted to hurt folks’ feelings. And I wanted him to have his last enjoyment, because marriage is different with a young f e l l o w, a l i v e l y y o u n g f e l l o w, a n d a woman. It lasts so long with a lively young fellow. Don’t you think so?” Mrs. Armstid does not answer. She looks at the other sitting in the chair with her smooth hair and her still hands lying upon her lap and her soft and musing face. “Like as not, he already sent me the word and it got lost on the way. It’s a right far piece from here to Alabama even, and I ain’t to Jefferson yet. I told him I would not expect him to write, being as he ain’t any hand for letters. ‘You just send me your mouthword when you are ready for me,’ I told him. ‘I’ll be waiting.’ It worried me a little at first, after he left, because my name wasn’t Burch yet and my brother and his folks not knowing Lucas as well as I knew him. How could they?” Into her face there comes slowly an expression of soft and bright surprise, as if she had just thought of something which she had not even been aware that she did not know. “How could they be expected to, you see. But he had to get settled down first; it was him would have all the trouble of being among strangers, and me with nothing to bother about except to just wait while he had all the bother and trouble. But after a while I reckon I just got too busy getting this chap up to his time to worry about what my name was or what folks thought. But me and Lucas don’t need no word promises between us. It was something unexpected come up, or he even sent the word and it got lost. So one day I just decided to up and not wait any longer.”

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“How did you know which way to go when you started?”

cuando yo me vi así, no pudimos esperar más. Fui yo quien le dijo que se fuese. Ni siquiera así se quería ir. El me dijo que se quedaría si yo quería, aunque el capataz le tratase mal. Pero le dije que se fuese. Ni siquiera así se quería marchar. Pero yo le dije que lo hiciese. Que me enviase sólo unas palabras en cuanto quisiera que me fuese con él. Y después, sus cosas no han salido como él quería para hacer que me reuniese con él, como era su intención. Hace falta tiempo para situarse cuando uno se va, de ese modo, a vivir entre extraños. El no sabía nada de eso cuando se marchó; no sabía que necesitaría más tiempo de lo que se figuraba para situarse. Sobre todo un muchacho lleno de vida como Lucas, un muchacho que disfruta con la compañía y las diversiones, un muchacho que gusta a la gente. El no sabía que necesitaría más tiempo de lo que pensaba porque es joven, y la gente anda siempre tras él, porque siempre está dispuesto a reír, a divertirse, interrumpiendo su trabajo, muy en contra suya, porque a él nunca le ha gustado contrariar a nadie. Y yo quería que se divirtiese bien por ultima vez, porque el matrimonio no es igual para una mujer que para un muchacho joven, un muchacho que es joven y está lleno de entusiasmo. Eso dura mucho tiempo, para un muchacho con entusiasmo, ¿no le parece? La señora Armstid no responde. La mira, sentada en su silla, con sus cabellos alisados, y sus manos tranquilas en el regazo y su dulce rostro soñador. —También podría ser que me hubiese avisado ya y que el aviso se perdiera por el camino. Hay un buen trecho, sólo desde aquí hasta Alabama; y todavía no estoy en Jefferson. Le dije que no contaba con que me escribiera, porque las cartas no son su fuerte. «Cuando estés dispuesto, me lo tendrás que decir por alguien; porque yo, dije, estaré ya lista.» Los demás me molestaban un poco, al principio, después que él se fue, porque todavía no me llamaba Burch y porque mi hermano y su familia no conocían a Burch tan bien como yo. ¿Cómo iban a conocerle? (Lentamente, una expresión de sorpresa, feliz y dulce, aparecía en su rostro, como si acabase de pensar en alguna cosa que ni siquiera sabía que ignoraba hasta entonces.) ¿Cómo iban a conocerle? Pero primero tenía que situarse. El sí que tendría todas las dificultades, encontrándose en medio de extraños, y yo no tenía que ocuparme de nada, salvo de esperar, mientras que él tenía todas las dificultades y todos los problemas. Sólo al cabo de cierto tiempo comprendí que ya estaba demasiado ocupada con traer al mundo al chiquillo para inquietarme por mi nombre y por lo que la gente pensase. Pero, Lucas y yo no necesitamos promesas entre nosotros. Algo imprevisto ha tenido que suceder; o tal vez me envió el recado y se ha perdido. Así que, entonces, un día, decidí que no podía esperar más tiempo. —¿Y cómo sabía en qué dirección ir cuando emprendió el viaje?

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Lena contempla sus manos. Ahora se

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diffidence, self-doubt, self-distrust lack of selfconfidence inseguridad, falta de confianza en uno mismo

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mueven, y pliegan, en un ensueño m o v i n g n o w, p l a i t i n g w i t h r a p t absorto, un trozo de falda. Ninguna bemusement a fold of her skirt. It is not desconfianza, ninguna timidez: un simple diffidence, shyness. It is apparently reflejo distraído de la mano, sin duda. some musing reflex of the hand alone. —He preguntado todo el tiempo. Con un “I jus t k e pt asking. With Lucas a 5 muchacho como Lucas, que es joven y está lleno lively young fellow that got to know de vida, y que intima fácilmente y pronto, yo folks easy and quick, I knew that sabía que en todos los lugares por donde hubiewherever he had been, folks would se pasado se acordarían de él. Así que pregunté remember him. So I kept asking. And f o l k s w a s r i g h t k i n d . A n d s u r e 10 por todas partes. Y la gente ha sido muy buena. Así que, lo que hay de seguro es que hace dos enough, I heard two days back on the días, en la carretera, me dijeron que estaba en road that he is in Jefferson, working Jefferson, empleado en el aserradero. for the planing mill.” La señora Armstid mira el rostro incliMrs. Armstid watches the lowered 15 nado. Tiene las manos apoyadas en las caface. Her hands are on her hips and she deras y mira a la muchacha con una exprewatches the younger woman with an sión de desprecio frío e impersonal. expression of cold and impersonal —¿Y cree que estará allí cuando usted llecontempt. “And you believe that he will be there when you get there. Granted that 20 gue? Eso suponiendo que haya estado allí alguna vez... ¿Que, al saber que está usted en he ever was there at all. That he will hear la misma ciudad que él, seguirá allí todavía a you are in the same town with him, and la hora en que se pone el sol? still be there when the sun sets. El rostro inclinado de Lena es grave e impasiLena’s lowered face is grave, quiet. 25 ble. Su mano se detiene. Ahora reposa, inmóvil, Her hand has ceased now. It lies quite still sobre el regazo, como si estuviese muerta. Su on her lap, as if it had died there. Her voz es calmosa, apacible, obstinada: voice is quiet, tranquil, stubborn. “I —Creo que, cuando un niño llega, toda la reckon a family ought to all be together when a chap comes. Specially the first 30 familia debe estar reunida. Sobre todo si es el primero. Creo que el Señor me ayudará. one. I reckon the Lord will see to that.” —Y yo también creo que será El quien ten“And I reckon He will have to,” Mrs. drá que hacerlo —dice la señora Armstid brusArmstid says, savagely, harshly. Armstid is in bed, his head propped up a little, 35 camente, con violencia. Armstid está en la cama, con la cabeza un watching her across the footboard as, still poco alzada. La ve cómo se inclina, totalmendressed, she stoops into the light of the te vestida, a la luz de la lámpara, y cómo buslamp upon the dresser, hunting violently ca rabiosamente en un cajón. Saca de allí una in a drawer. She produces a metal box and unlocks it with a key suspended about her 40 caja de metal y la abre con una llave colgada de su cuello, y roma una bolsa de lienzo, y la neck and takes out a cloth sack which she abre, y saca de ella un pequeño gallo de poropens and produces a small china effigy celana con una rendija en el lomo. Suenan unas of a rooster with a slot in its back. It monedas cuando la mujer lo toma, lo vuelca y jingles with coins as she moves it and upends it and shakes it violently above the 45 lo sacude violentamente encima de la cómoda, haciendo salir por la rendija una escueta top of the dresser, shaking from the slot lluvia de calderilla. Armstid, desde su cama, coins in a meagre dribbling. Armstid in la mira: the bed watches her. —¿Qué vas a hacer con el dinero de tus hue“What are you fixing to do with your 50 vos a estas horas de la noche? —dice. eggmoney this time of night?” he says. —Es mío, supongo. Puedo hacer con él lo “I reckon it’s mine to do with what I que me dé la gana —se inclina bajo la lámpara, like.” She stoops into the lamp, her face h a r s h , b i t t e r. “ G o d k n o w s i t w a s m e 55 el rostro duro, amargo.. Dios sabe lo que yo he padecido para criarlos. Que lo que es tú, no has sweated over them and nursed them. You levantado ni el dedo meñique. never lifted no hand.”

shattering destrozado, hecho añicos, abrumador, arrollador, anonadante, trastornador, demoledor, tremendo, estremecedor

—Tienes razón —dice el hombre—. “ S h o , ” h e s a y s . “ I r e c k o n i t a i n ’t any human in this country is going to 60 Creo que no hay ningún cristiano en la región que se atreva a disputarte tus gallinas; dispute them hens with you, lessen it’s a no ser las zarigüeyas y las serpientes. Ni the possums and the snakes. That ese gallo tampoco —añade. r o o s t e r b a n k , n e i t h e r, ” h e s a y s . Así es. Porque, agachándose bruscamente, Because, stooping suddenly, she jerks of f one shoe and strikes the china b a n k 65 la mujer se arranca uno de sus zapatos y da con a single shattering blow. From the bed, X él un solo golpe_____ en la figurilla de porcelana, que se desmorona. Desde su cama, bien reclining, Armstid watches her gather estirado, Armstid la ve recoger las monedas esthe remaining coins from among the parcidas entre los cascos. La mujer las mete, china fragments and drop them with the o t h e r s i n t o t h e s a c k a n d k n o t i t a n d 70 con las otras, en la bolsa, que anuda y vuelve a anudar tres o cuatro veces, con un gesto reknot it three or four times with 13

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savage finality.

definitivo y encorajinado.

“You give that to her,” she says. “And — L e d a r á s e s t o — d i c e — . Y, e n come sunup you hitch up the team and cuanto salga el sol, engancharás y take her away from here. Take her all the 5 t e l a l l e v a r á s d e a q u í . C o n d ú c e l a way to Jefferson, if you want.” h a s t a J e ff e r s o n s i q u i e r e s . “I reckon she can get a ride in from Varner ’s store,” he says.

—Supongo que en la tienda de Varner podrá encontrar a alguien que la lleve —dice el hombre.

10 La señora Armstid se levantó antes del alba y Mrs. Armstid rose before day and preparó el almuerzo. Ya estaba servido en la mesa cooked breakfast. It was on the table cuando Armstid volvió de ordeñar las vacas. when Armstid came in from milking. —Ve a decirle que venga a comer —dijo la “Go tell her to come and eat,” Mr s . A r m s t i d s a i d . W h e n h e a n d 15 señora Armstid. Cuando regresó a la cocina con Lena, la seLena returned to the kitchen, Mrs. ñora Armstid ya se había ido. Lena echó una Armstid was not there. Lena mirada alrededor del cuarto, haciendo, en el looked about the room once, umbral de la puerta, una pequeña pausa (mepausing at the door with less than a p a u s e , h e r f a c e a l r e a d y f i x e d i n 20 nos que una pausa), con el rostro inmovilizado en una expresión dispuesta a la sonrisa, dispuesan expression immanent with ta a las palabras, a unas palabras preparadas de smiling, with speech, prepared antemano, Armstid estaba seguro de ello. Pero speech, Armstid knew. But she no dijo nada: la pausa fue menos que una pausaid nothing; the pause was less than a pause. 25 sa. —Comamos antes de salir —dijo Armstid— “Let’s eat and get on,” Armstid said. . Todavía tiene que andar un buen trecho. “You still got a right good piece to go.” El hombre la veía comer con aquella misHe watched her eat, again with the t r a n q u i l a n d h e a r t y d e c o r u m o f 30 ma dignidad tranquila y cordial que la muchacha había demostrado la noche precedente, dul a s t n i g h t ’s s u p p e r, t h o u g h t h e r e rante la cena. Ahora, sin embargo, había en was now corrupting it a quality of aquella dignidad una discreción cortés y casi polite and almost finicking afectada que la corrompía. Después, el hombre restraint. Then he gave her the k n o t t e d c l o t h s a c k . S h e t o o k i t , 35 le dio la bolsa de tela bien anudada. Ella la tomó, con el rostro feliz, cálido, aunque moderadaher face pleased, warm, though not mente sorprendido. very much surprised. —¡Oh, qué buena ha sido! —dijo—. Pero “Why, it’s right kind of her,” she said. “But I won’t need it. I’m so nigh there now.” 40 no lo necesitaré. Ya casi he llegado. —Creo que será mejor que lo guarde. Supongo que habrá advertido usted que a Martha no le gusta que no se haga su voluntad.

“I reckon you better keep it. I reckon you done noticed how Martha ain’t much on being crossed in what she aims to do.”

45 —¡Qué buena ha sido! —dijo Lena. “It’s right kind,” Lena said. She tied Guardó el dinero en su hatillo y se cuthe money up in the bandanna bundle brió con la capellina. La carreta esperaand put on the sunbonnet. The wagon ba. Cuando descendían por la avenida, was waiting. When they drove down the lane, past the house, she looked back at 50 Lena se volvió para mirar la casa. —Qué buenos han sido los dos — it. “It was right kind of you all,” she dijo. said. —Ha sido cosa de ella —dijo Armstid—. “She done it,” Armstid said. “I reckon I can’t claim no credit.” 55 Me parece que a mí no me debe nada. —De todos modos, han sido muy buenos. Tendrá que decirle adiós de mi parte. Esperaba verla yo misma, pero...

“It was right kind, anyway. You’ll have to say goodbye to her for me. I had hopened to see her myself, but …” 60 “Sho,” Armstid said. “I reckon she was busy or something. I’ll tell her.”

—Claro que sí... Debía de estar ocupada en algo. Yo se lo diré.

Llegaron al almacén cuando el sol salía. Los They drove up to the store in the early sunlight, with the squatting men 65 hombres acuclillados escupían ya sobre los escalones gastados de la veranda. La vieron desalready spitting across the heelgnawed cender del pescante de la carreta, lentamente, porch, watching her descend slowly and con precaución, el hatillo y el abanico en la carefully from the wagon seat, carrying mano. Tampoco esta vez se molestó Armstid en the bundle and the fan. Again Armstid did not move to assist her. He said from X 70 ayudarla. Desde lo alto de su asiento, dijo: the seat: “This here is Miz Burch. She —Esta es la señora Burch. Quisie14

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tr. Enrique Sordo r a i r a J e ff e r s o n . S i a l g u n o v a h o y h a cia allá, ella le agradecería mucho que la llevase.

wants to go to Jefferson. If anybody is going in today, she will take it kind to ride with them.”

Lena posó en la tierra sus pesadas boShe reached the earth, in the heavy, 5 tas polvorientas. Y alzó los ojos hacia él, dusty shoes. She looked up at him, con la expresión serena, apacible. serene, peaceful. “It’s been right kind,” —Ha sido usted muy bueno —dijo. she said. “Sho,” Armstid said. “I reckon y o u c a n g e t t o t o w n n o w. ” H e l o o k e d d o w n a t h e r. T h e n i t seemed an interminable while that he watched his tongue seek w o r d s , thinking quiet and swift, thought fleeing A man. All men. He will pass up a hundred chances to do good for one chance to meddle where meddling is not wanted. He will overlook and fail to see chances, o p portunities, for riches and fame and well-doing, and even sometimes for evil. But he won’t fail to see a chance to meddle. Then his tongue found words, he listening, perhaps with the same astonishment that she did: “Only I wouldn’t set too much store by ... store in ...” thinking She is not listening. If she could hear words like that she would not be getting down from this wagon, with that belly and that fan and that little bundle, alone, bound for a place she never saw before and hunting for a man she ain’t going to ever see again and that she has already seen one time too many as it is. “ — a n y t i m e y o u a r e p a s s i n g b a c k t h i s w a y, tomorrow or even tonight …”

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—Bien, bien —dijo Armstid—; creo que ahora podrá llegar a la ciudad. Bajó su mirada hacia ella, y le pareció entonces que un tiempo interminable transcurría mientras vigilaba su lengua, ocupada en buscar sus palabras, pensando rápida y calladamente pensamientos volantes Un hombre. Todos los hombres, Dejarán escapar cien ocasiones de hacer el bien por una ocasión de mezclarse en negocios de los demás sin que nadie se lo pida. Descuidarán, se olvidarán de ver oportunidades, ocasiones de riqueza, de reputación, de beneficio y a veces hasta de perjuicio; pero no perderán nunca una ocasión de intervenir Luego, su lengua halló las palabras y, más asombrado que la propia Lena, se oyó a sí mismo: — P e r o y o , e n s u l u g a r, n o m e f i a ría demasiado con ... demasiado de... Mientras pensaba Ella no me escucha. Si pudiese oír estas palabras, no desc e n d e r í a d e l a c a r re t a , s o l a , c o n u n v i e n t re a s í ; y e s e a b a n i c o , y e s e h a t i llo, camino de un lugar que no conoc e , y e n b u s c a d e u n h o m b re a l q u e no volverá a ver y al que ya vio una vez de más. «Si alguna vez vuelve a pasar por aquí, mañana, incluso esta tarde... »

“I reckon I’ll be all right now,” she —Creo que todo se arreglará —dijo ella— said. “They told me he is there.” 40 . Me han dicho que él está allí. He turned the wagon and drove back home, sitting hunched, bleacheyed, on the sagging seat, thinking, ‘It wouldn’t have done any good. She would not have believed the telling and hearing it any more than she will believe the thinking that’s been going on all around her for . . . I t ’s f o u r w e e k s n o w, s h e s a i d . N o more than she will feel it and believe it now. Setting there on that top step, with her hands in her lap and them fellows squatting there and spitting past her into the road. And not even waiting for them to ask her about it before she begins to t e l l . Te l l i n g t h e m o f h e r o w n a c c o r d about that durn fellow like she never had nothing particular to either hide or tell, even when Jody Varner or some of them will tell her that that fellow in Jefferson at the planing mill is named Bunch and not Burch; and that not worrying her either. I reckon she knows more than even Martha does, like when she told Martha last night about how the Lord will see that what is right will get done.’

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Armstid hace que gire su carreta y vuelve, encorvado, los ojos pálidos, sentado en el pescante hundido, y piensa: «Eso no habría solucionado nada. Ella no me habría creído si me hubiese oído decírselo, como tampoco creería todos los pensamientos cuyo centro ha sido desde... ya hace cuatro semanas ahora, ha dicho ella. Como tampoco lo oirá, ni lo creerá en este momento. Y ella está allí, sentada en el escalón más alto, con las manos en el regazo, entre esos muchachos en cuclillas que escupen, cerca de ella, sobre la carretera. Y ella ni siquiera ha esperado a que la interroguen para empezar a contarles, a hablarles de ese modo, como si nunca hubiese tenido nada especial que ocultar o que decir, incluso cuando Jody Varner u otro le diga que ese muchacho del aserradero, allá en Jefferson, se llama Bunch y no Burch. Y esto no la atormentará tampoco. Me parece que ella sabe mucho más que la propia Martha; como ayer noche, cuando le dijo a Martha que el Señor se encargaría de hacer que sucediese lo que es justo.»

It required only one or two Han bastado una o dos preguntas para que questions. Then, sitting on the top step, 70 Lena, sentada en el más alto escalón, con el abathe fan and the bundle upon her lap, nico y el hatillo sobre sus rodillas, relate de nue15

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tr. Enrique Sordo vo su historia con la paciente y transparente recapitulación del niño que miente; y los hombres, con sus monos de trabajo, la escuchan tranquilamente, en cuclillas a su alrededor.

Lena tells her story again, with that patient and transparent recapitulation of a lying child, the squatting overalled men listening quietly. 5

—Ese muchacho se llama Bunch —dice Varner—. Y hará como unos siete años que trabaja en el aserradero. ¿Cómo sabe usted que Burch está también allí?

“That fellow’s name is Bunch,” Varner says. “He’s been working there at the mill about seven years. How do you know that Burch is there too?”

bemused 1 desconcertado, perplejo, stupefied, bewildered, aturdido, absorto, pasmado; 2 planted with a profusion of,

10 Ella mira hacia la carretera, en dirección a She is looking away up the road, in the Jefferson. Su rostro está tranquilo, atento, un direction of Jefferson. Her face is calm, waiting, poco despegado, pero sin nada de ausente: a little detached without being bemused . “I reckon he’ll be there. At that planing —Creo que estará allí, en ese aserram i l l a n d a l l . L u c a s a l w a y s d i d l i k e 15 dero. A Lucas le han gustado siempre el excitement. He never did like to live cambio y la novedad. Nunca le ha gusquiet. That’s why it never suited him tado una vida tranquila. Por eso no le b a c k a t D o a n e ’s M i l l . W h y h e — w e convino nunca el aserradero de Doane. decided to make a change: for money and Por eso decidió... decidimos cambiar: excitement.” 20 por el dinero y por la novedad. “For money and excitement,” Varner —Por el dinero y por la novedad —dijo Varsays. “Lucas ain’t the first young buck ner—. Lucas no es el primer mocoso que, por that’s throwed over what he was bred to el dinero y por la novedad, ha dejado de hacer do and them that depended on him doing 25 aquello para lo que había nacido y ha abandoit, for money and excitement.” nado a los que dependían de que lo hiciese. But she is not listening apparently. She sits quietly on the top step, watching the road where it curves away, empty and mounting, toward Jefferson. The squatting men along the wall look at her still and placid face and they think as Armstid thought and as Varner thinks: that she is thinking of a scoundrel who deserted her in trouble and who they believe that she will never see again, save his coattails perhaps already boardflat with running. ‘Or maybe it’s about that Sloane’s or Bone’s Mill she i s t h i n k i n g , ’ Va r n e r t h i n k s . ‘ I r e c k o n that even a fool gal don’t have to come as far as Mississippi to find out that whatever place she run from ain’t going to be a whole lot different or worse than the place she is at. Even if it has got a brother in it that objects to his sister ’s nightprowling,’ thinking I would have done the same as the brother; the father would have done the same. She has no mother because fatherblood hates with love and pride, but motherblood with hate loves and cohabits. She is not thinking about this at all. She is thinking about the coins knotted in the bundle beneath her hands. She is remembering breakfast, thinking how she can enter the store this moment and buy cheese and crackers and even sardines if she likes. At Armstid’s she had had but a cup of coffee and a piece of cornbread: nothing more, though Armstid pressed her. ‘I et polite,’ she thinks, her hands lying upon the bundle, knowing the hidden coins, remembering the single cup of coffee, the decorous morsel of strange bread; thinking with a sort of serene pride: ‘Like a lady I et. Like a lady travelling. But now I can buy sardines too if I should so wish.’ 16

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Pero, aparentemente, Lena no escuchaba. Sentada tranquilamente sobre el más alto escalón, mira aquel sitio en donde la carretera tuerce vacía y ascendente, hacia Jefferson. Los hombres, en cuclillas contra la pared miran su rostro encalmado y plácido y piensan lo que Armstid pensaba y lo que Varner piensa: que sueña con un bribón que la ha dejado en apuros y a quien ellos saben muy bien que no volverá a ver jamás, a no ser, tal vez, los faldones de su chaqueta tensados por el viento de la carrera. «Quizás se refiera a los aserraderos de Sloane o de Bone —piensa Varner—. Me parece que ni una idiota necesitaría venir hasta el Estado de Mississippi para darse cuenta de que el lugar que ha dejado no difiere apenas del lugar en que está ahora. Aunque tenga allí un hermano que le echa en cara lo que zascandilea por las noches. Y, al mismo tiempo, piensa yo habría hecho igual que el hermano; el padre habría hecho lo mismo. Ella no tiene madre, porque la sangre paterna odia, llena de amor y de orgullo, mientras que la sangre materna, llena de odio, ama y cohabita

Lena no piensa nada de eso. Piensa en el dinero guardado en el hatillo que está bajo sus manos. Recuerda su primer almuerzo, piensa que puede entrar en la tienda, en aquel instante mismo, y comprar queso y bizcochos 60 y hasta sardinas, si le apetecen. En casa de Armstid sólo tomó una taza de café y un pedazo de pan de maíz; nada más, aunque Armstid insistió. «He comido muy educadamente», piensa, las manos sobre el 65 fardillo, sabiendo que éste contiene las monedas ocultas, recordando su única taza de café y el decoroso trozo de pan ajeno, soñando con una especie de tranquilo orgullo: «Como una dama, he comido como una dama. Como una 70 dama de viaje. Pero ahora puedo comprar también mis sardinas, si me apetecen.» 55

Faulkner’s Light

covert covert 1 a shelter, esp. a thicket hiding game, escondite, guarida, cobijo, refugio, albergue. 2 a feather covering the base of a bird’s flight-feather. adj.disimulado, secreto, encubierto; secret or disguised (a covert glance; covert operations).

tr. Enrique Sordo

So she seems to muse upon the Así, Lena parece soñar, con los ojos clamou n t i n g r o a d w h i l e t h e s l o w s p i t t i n g vados en la carretera que sube, mientras los a n d s q u a t t i n g m e n w a t c h h e r covertly, hombres puestos en cuclillas escupen lenbelieving that she is thinking about the 5 tamente, vigilándola desde abajo, persuaman and the approaching crisis, when in didos de que piensa en el hombre, en el reality she is waging a mild battle with acontecimiento que se acerca, cuando en that providential caution of the old earth realidad sólo libra una batalla tímida con of and with and by which she lives. This la prudencia providencial de esta vieja siet i m e s h e c o n q u e r s . S h e r i s e s a n d 10 rra de la cual, con la cual y por la cual vive. w a l k i n g a l i t t l e a w k w a r d l y, a l i t t l e Esta vez resulta victoriosa. Se levanta y, con c a r e f u l l y, s h e t r a v e r s e s t h e r a n k e d un paso algo torpe, no sin cierta precaución, battery of maneyes and enters the store, cruza la enfilada batería de ojos de hombre th e c l e r k f o l l o w i n g . ‘ I ’ m a - g o i n g y entra en la tienda, seguida del dependient o d o i t , ’ s h e t h i n k s , e v e n w h i l e 15 te. «Lo voy a hacer —piensa en el momento o r d e r i n g t h e cheese and crackers ; mismo en que pide el queso y los bizco‘I’m a-going to do it,’ saying chos—. Lo voy a hacer; y dice en voz alta: a l o u d : “And a box of sardines.” She calls —Y una lata de sardinas (ella pronuncia them sour-deens . “A nickel box.” sourdines), una lata de cinco centavos. 20 “ We a i n ’ t g o t n o n i c k e l —No tenemos sardinas de cinco centavos sardines,” the clerk says. —dice el dependiente—. Las sardinas valen “Sardines is fifteen cents.” He quince centavos. (También él pronuncia also calls them sour-deens. sourdines.) 25 Lena vacila: She muses. “What have you got in a —¿Qué tiene usted, en lata, por can for a nickel?” cinco centavos? “ A i n ’t got nothing except —Nada, salvo betún. Y no creo que shoeblacking. I don’ t reckon you want 30 sea eso lo que usted quiere. Al menos, that. Not to eat, noway.” para comer. “I reckon I’ll take the fifteen cent —En ese caso, creo que cogeré las de quince centavos. ones, then.” She unties the bundle and Abre su hatillo y la bolsa anudada. the knotted sack. It requires some time 35 Necesita algún tiempo para deshacer los to solve the knots. But she unties them nudos. Pero los deshace, pacientemenp a t i e n t l y, o n e b y o n e , a n d p a y s a n d te, uno a uno. Paga, vuelve a anudar la knots the sack and the bundle again and bolsa y el paquete, y se va con sus comtakes up her purchase. When she pras. Cuando reaparece en la veranda, emerges onto the porch there is a wagon 40 hay una carreta detenida al pie de la esstanding at the steps. A man is on the calera. Un hombre está sentado en el seat. pescante. “ H e r e ’s a w a g o n g o i n g t o t o w n , ” —Ahí tiene una carreta que va a la ciudad they tell her. “He will take you in.” 45 —le dicen—. Puede llevarla. Her face wakes, serene, slow, warm. “Why, you’re right kind,” she says.

Su rostro se anima, sereno, calmo, cálido. —Si tiene usted la bondad...

The wagon moves slowly, steadily, as 50 La carreta avanza lentamente, pero sin if here within the sunny loneliness of pausa, como si en la soledad llena de sol de the enormous land it were outside of, la inmensa campiña escapase a las leyes del beyond all time and all haste. From tiempo y de la prisa. Hay doce millas desde Varner ’s store to Jefferson it is twelve el almacén de Varner hasta Jefferson. miles. “Will we get there before dinner 55 —¿Llegaremos antes de la hora de comer? time?” she says. —dice Lena. The driver spits. “We mought,” he says.

El conductor escupe. —Podría ser —dice.

60 Apparently he has never looked at Probablemente no la ha mirado h e r, n o t e v e n w h e n s h e g o t i n t o t h e todavía, ni siquiera cuando subió a wagon. Apparently she has never looked l a c a r r e t a , y, a l p a r e c e r, e l l a t a m p o at him, either. She does not do so now. co le ha mirado, ni le mira ahora. “I reckon you go to Jef ferson a right 65 —Supongo que va usted a menudo a smart.” Jefferson. El dice: He says, “Some.” The wagon —Más de una vez. creaks on. Fields and woods seem to La carreta avanza entre crujidos. Campos y h a n g i n s o m e i n e s c a p a b l e m i d d l e 70 bosques parecen suspendidos a una distancia distance, at once static and fluid, inevitable, mediatizadora. Parecen a la vez es17

Faulkner’s Light

tr. Enrique Sordo táticos y fluidos, rápidos como espejismos. Y sin embargo, la carreta los deja atrás.

q u i c k , l i k e m i r a g e s . Ye t t h e w a g o n passes them.

—¿Por casualidad no conocerá en Jefferson “I reckon you don’t know anybody in Jef ferson named Lucas Burch.” 5 a un tal Lucas Burch? —¿Burch?

“Burch?”

— Vo y a l l í e n s u b u s c a . Tr a b a j a e n “I’m looking to meet him there. He works at the planing mill.” 10 e l a s e r r a d e r o . —No —dice el carretero—. Creo que no “No,” the driver says. “I don’t know le conozco. Pero hay más de una persona that I know him. But likely there is a en Jefferson a quien no conozco. Probaright smart of folks in Jefferson I don’t know. Likely he is there.” 15 blemente estará allí. “I’ll declare, I hope so. Travelling is getting right bothersome.”

—Ojalá; así lo espero. El carretero la mira.

X _________________________________

_________________________________ T h e d r i v e r d o e s n o t l o o k a t h e r. 20 — ¿ Vi e n e d e s d e l e j o s , d e e s e m o d o , “How far have you come, looking for X en busca de él? him?” —Desde Alabama. Un buen trecho de cami“ F r o m A l a b a m a . I t ’s a r i g h t f a r 25 no. piece.”

casual (En) 1 accidental; due to chance. 2 not regular or permanent; temporary, occasional (casual (temporal) work; a casual affair). 3 a unconcerned, uninterested (was very casual about it). b made or done without great care or thought (a casual remark). c acting carelessly or unmethodically (a la ligera). 4 (of clothes) informal. (Distraídamente, a la ligera, relajadamente, rápidamente) casual (Es) 1. adj. Que sucede por casualidad, por accidente. 2. Der. V. condición casual. 3. Der. Ar. Aplícase a las firmas o decretos judiciales concebidos para impedir atentados. 4. Gram. Perteneciente o relativo al caso.

casual ‹inspection› superficial; a casual acquaintance = un conocido, una conocida; casual sex = relaciones sexuales promiscuas (chance) ‹visit/reader› ocasional (informal) ‹chat› informal; ‹clothes› de sport, informal (unconcerned) ‹attitude/tone› despreocupado; ‹remark› hecho al pasar (not regular) ‹employment/labor› eventual, ocasional casual 1 (encuentro) fortuito 2 (visita) ocasional 3 (persona) despreocupado, tranquilo 4 (charla) informal, intranscendente 5 (trabajo) eventual / (Agr.) casual worker, jornalero temporal 6 (ropa) (de) sport, informal

Él no la mira. Habla con tono indiferente: —¿Cómo la han dejado marchar sus padres en ese estado?

He does not look at her. His voice is quite casual. “How did your folks come to let you start out, in your shape?” 30 “My folks are dead. I live with my brother. I just decided to come on.”

—Mis padres han muerto. Vivo con mi hermano. Fui yo quien decidió partir.

—Entiendo. El le ha dicho que venga a “I see. He sent you word to come to 35 buscarle a Jefferson. Jefferson.” Ella no responde. Bajo la capellina, el S h e d o e s n o t a n s w e r. H e c a n s e e hombre puede ver su perfil inmóvil. La cabeneath the sunbonnet her calm profile. rreta avanza, lentamente, fuera del tiempo. The wagon goes on, slow, timeless. The red and unhurried miles unroll beneath 40 Rojas y sin prisa, las millas se deslizan bajo los firmes cascos de las mulas, bajo el rethe steady feet of the mules, beneath the chinar, bajo el crujir de las ruedas. El sol creaking and clanking wheels. The sun está ahora justamente sobre su cabeza. La stands now high overhead; the sombra de la capellina cae sobre sus rodishadow of the sunbonnet now falls a c r o ss her lap. She looks up at the sun . 45 llas. Ella levanta los ojos hacia el sol. Me parece que es hora de comer —dice. “I reckon it’s time to eat,” she says. He El la observa con el rabillo del ojo mienwatches from the corner of his eye as tras ella desempaqueta el queso, los bizcochos she opens the cheese and crackers and y las sardinas. Lena se los ofrece. the sardines and offers them. 50 —No tengo ganas de tomar nada —dice él. “I wouldn’t care for none,” he says. “I’d take it kind for you to share.”

—Me gustaría que lo compartiese conmigo.

—No tengo ninguna gana. No se preocupe. “I wouldn’t care to. You go ahead 55 Coma. and eat.” Lena comienza a comer. Come She begins to eat. She eats s l o w l y, s t e a d i l y, s u c k i n g t h e r i c h despaciosamente, sin interrumpirse, mientras sardine oil from her fingers with slow 60 relame, con una voluptuosidad lenta y comand complete relish. Then she stops, not pleta, los dedos untados en el espeso aceite de abruptly, yet with utter completeness, las sardinas. Después, se detiene de pronto, her jaw stilled in midchewing, a bitten pero sin brusquedad. Su mandíbula se agita cracker in her hand and her face lowered débilmente. En su mano, un bizcocho empea little and her eyes, blank, as if she 65 zado. Ha bajado la cabeza, los ojos vacíos, were listening to something very far como si escuchase algo muy lejos, o tan cerca away or so near as to be inside her. Her que lo siente dentro de sí misma. Su rostro ha face has drained of color, of its full, perdido el color, el pleno ardor de su sangre, y hearty blood, and she sits quite still, permanece sentada, sin moverse, escuchando, hearing and feeling the implacable and 70 sintiendo la tierra implacable e inmemorial, immemorial earth, but without fear or pero sin temor ni alarma. «Por lo menos de18

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ben de ser gemelos», se dice a si misma, silenalarm. ‘It’s twins at least,’ she says to ciosamente, sin mover los labios. Después, el herself, without lip movement, without espasmo desaparece. Lena reanuda su comisound. Then the spasm passes. She eats da. La carreta no se ha detenido. El tiempo no again. The wagon has not stopped; time has not stopped. The wagon crests the 5 se ha detenido. La carreta salva la última cuesta, y ven la humareda. final hill and they see smoke. —Jefferson —dice el carretero.

“Jefferson,” the driver says.

—Entonces —dice ella—, ¿ya “ Well, I’ll declare,” she says. “We 10 casi hemos llegado? are almost there, ain’t we?” Esta vez es el hombre el que no escucha. It is the man now who does not hear. Mira enfrente de él, por encima del valle, He is looking ahead, across the valley toward the town on the opposite ridge. 15 hacia la ciudad, hacia la otra vertiente. Siguiendo su tralla que señala, Lena divisa dos Following his pointing whip, she sees columnas de humo: una, en la cima de la gran two columns of smoke: the one the chimenea, densa, pesada como el humo del heavy density of burning coal above a carbón; la otra, una gran columna amarilla tall stack, the other a tall yellow column standing apparently from among a clump 20 que parece salir de un bosquecillo, a alguna distancia, más allá de la ciudad. of trees some distance beyond the town. —Es una casa que se quema —dice el “ T h a t ’s a h o u s e b u r n i n g , ” t h e d r i v e r carretero—. ¿Lo ve? says. “See?” Pero ella, a su vez, no parece ni escuchar ni oír. But she in turn again does not seem 25 —Dios mío, Dios mío —dice—. ¡Cuando to be listening, to hear. “My, my,” she pienso que sólo hace cuatro semanas que me says; “here I ain’t been on the road but puse en camino y ya estoy en Jefferson! ¡Dios four weeks, and now I am in Jefferson mío, Dios mío! ¡Cuánto camino se puede haa l r e a d y. M y, m y. A b o d y d o e s g e t around.” 30 cer, a pesar de todo!

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decent respetable, bueno, que se precie, que parece de lo más sensato, cordial, amable, limpio, correcto, adecuado, módico decent adj. 1 a conforming with current standards of behaviour or propriety. b avoiding obscenity. 2 respectable. 3 acceptable, passable; good enough. 4 Brit. kind, obliging, generous (was decent enough to apologize). decent es uno de esos adjetivos muy usados, tal vez abusados, en inglés moderno; se usa para satisfactorio / pasable, adecuado [salario, alimento], módico [precio], simpático / amable, presentable / ‘visible’ [en ropa, aseo]. A su vez, decente parece enfatizar la idea moral de honradez en las personas, como honest, honorable, respectable, y también la idea de limpieza en las cosas como clean, tidy, neat [aseado].

baleful [influence, presence] funesto, siniestro; [look, stare] torvo, hosco baleful 1 (esp. of a manner, look, etc.) gloomy, menacing. 2 harmful, malignant, destructive. baleful adj. torvo, ceñudo, funesto 1 baleful, forbidding, menacing, minacious, minatory, ominous, sinister, threatening, ugly threatening or foreshadowing evil or tragic developments; «a baleful look»; «forbidding thunderclouds»; «his tone became menacing»; «ominous rumblings of discontent»; «sinister storm clouds»; «a sinister smile»; «his threatening behavior»; «ugly black clo 2 baleful, baneful deadly or sinister; «the Florida eagles have a fierce baleful look»

2.

Chapter 2 45 BYRON BUNCH knows this: It was one Friday morning three years ago. And the group of men at work in the planer shed looked up, and saw the stranger standing there, watching them. They did not know how long he had been there. He looked like a tramp, yet not like a tramp either. His shoes were dusty and his trousers were soiled too. But they were of decent serge, sharply creased, and his shirt was soiled but it was a white shirt, and he wore a tie and a stiffbrim straw hat that was quite new, cocked at an angle arrogant and baleful above his still face. He did not look like a professional hobo in his professional rags, but there was something definitely rootless about him, as though no town nor city was his, no street, no walls, no square of earth his home. And that he carried his knowledge with him always as though it were a banner, with a q u a l i t y r u t h l e s s , l o n e l y, a n d a l m o s t proud. “As if,” as the men said later, “he was just down on his luck for a time, and that he didn’t intend to stay down 19

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He aquí lo que sabía Byron Bunch: fue un viernes por la mañana, hacía tres años. Los hombres, en el taller de acepillado, levantaron los ojos y vieron al forastero, de pie, mirándoles. No sabían cuánto tiempo llevaba allí. Tenía el aspecto de un vagabundo y, sin embargo, no era exactamente igual que un vagabundo. Sus zapatos estaban polvorientos y su pantalón estaba también sucio. Pero era de una sarga decorosa, con una raya bien marcada; y su camisa estaba sucia, pero era una camisa blanca; y llevaba una corbata, y un sombrero de paja casi nuevo cuya inclinación insolente daba a su rostro inmóvil un aire inquietante. No tenía el aspecto de un vagabundo profesional con ropa profesional, pero había en él algo de desarraigado, como si no perteneciera a ninguna ciudad, como si no tuviese una calle, una pared, una pulgada de terreno de los que se pudiese decir que eran su casa. Y era como si llevase constantemente consigo todo lo que sabía, del mismo modo que se lleva una bandera; con algo de cruel, de solitario, de altanero. «Como si atravesase una racha de mala suerte que esperaba que se acabase pronto, sin importarle un ápice

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la manera de salir de ella», dijeron los on it and didn’t give a damn much how hombres después. Era joven. Y Byron les he rose up.” He was young. And Byron observaba: de pie, con un cigarrillo en la watched him standing there and looking comisura de los labios, inclinando un at the men in sweatstained overalls, with a cigarette in one side of his mouth and 5 poco, a causa del humo, su rostro sombrío, impregnado de una calma desdeñosa, conhis face darkly and contemptuously still, tinuaba mirando a los hombres con sus bludrawn down a little on one side because sas manchadas de sudor. Al cabo de un rato, of the smoke. After a while he spat the escupió su colilla sin llevar a ella la mano cigarette without touching his hand to it and turned and went on to the mill 10 y, dando media vuelta, se dirigió hacia la oficina del aserradero. Los hombres de bluoffice while the men in faded and sas desteñidas y sucias miraban su espalda con worksoiled overalls looked at his back una expresión indignada y sorprendida. «Haw i t h a s o r t o f b a f f l e d o u t r a g e . “ We bría que pasarle un poco por la acepilladora ought to run him through the planer,” the foreman said. “Maybe that will take 15 —dijo el capataz—; tal vez así se le quitara ese gesto que lleva en la cara.» that look off his face.” Los hombres no sabían quién era. NaThey did not know who he was. die le había visto nunca. «Además, es basNone of them had ever seen him b e f o r e . “ E x c e p t t h a t ’s a p r e t t y r i s k y 20 tante arriesgado hacer un gesto así en público —dijo uno de los hombres—. A lo look for a man to wear on his face in mejor se olvida de que puede encontrarse public,” one said: “He might forget con algún tipo a quien no le guste nada ese and use it somewhere where somebody gesto.» Luego, dejaron de pensar en ello; won’t like it.” Then they dismissed h i m , f r o m t h e t a l k , a n y w a y. T h e y w e n t 25 o, por lo menos, de hablar de ello. Reanudaron su trabajo entre el torbellino y el reback to their work among the whirring chinamiento de las correas y de las bielas. and grating belts and shafts. But it was Pero no habían transcurrido diez minutos not ten minutes before the mill cuando el gerente del aserradero entró con superintendent entered, with the stranger behind him. 30 el desconocido. —Déle trabajo a este hombre —le dijo “Put this man on,” the al capataz—. Dice que sabe superintendent said to the foreman. “He manejar una pala. Póngale en says he can handle a scoop, anyhow. You can put him on the sawdust pile.” 35 e l m o n t ó n d e v i r u t a . Los otros no interrumpieron su trabajo y, The others had not stopped work, yet sin embargo, no había ninguno en el cobertithere was not a man in the shed who was zo que no observase al forastero, con sus ronot again watching the stranger in his s o i l e d c i t y c l o t h e s , w i t h h i s d a r k , 40 pas sucias de hombre de ciudad, su rostro sombrío, intolerable, y su gesto de desprecio insufferable face and his whole air of tranquilo y frío. El capataz le echó una ojeacold and quiet contempt. The foreman looked at him, briefly, his gaze as cold da rápida, tan fría como las de los otros. as the other ’s. “Is he going to do it in —Es que va a trabajar vestithem clothes?” 45 d o a s í ? “ T h a t ’s his business,” the superintendent said. “I’m not hiring his clothes.”

—Eso es cosa suya —dijo el gerente—. No es su ropa lo que yo contrato.

50 “Well, whatever he wears suits me if —¡Ah! Por mí, ¿sabe?, que se vista como it suits you and him,” the foreman said. quiera; a mí me da igual, si a usted le conviene “All right, mister,” he said. “Go down y a él también —dijo el capataz—. yonder and get a scoop and help them —Bien, caballero —dijo—, vaya a buscar una fellows move that sawdust.” 55 pala y ayude a esos hombres a quitar la viruta. The newcomer turned without a El recién llegado dio media vuelta word. The others watched him go down sin decir una palabra. Los otros le vieto the sawdust pile and vanish and ron acercarse al montón de viruta, desr e a p p e a r w i t h a s h o v e l a n d g o t o w o r k . 60 aparecer y reaparecer con una pala, y The foreman and the superintendent poner luego manos a la obra. El capataz w e r e t a l k i n g a t t h e d o o r. T h e y p a r t e d y el gerente charlaban en la puerta. Se a n d t h e f o r e m a n r e t u r n e d . “His separaron y el capataz entró. name is Christmas,” he said. —Se llama Christmas —dijo. 65 “His name is what?” one said. —Se llama cómo? —dijo alguien. “Christmas.”

—Christmas.

“Is he a foreigner?”

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—¿Es extranjero?

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petulance no es petulancia, sino malhumor, ma1 genio, irritabilidad, mientras que petulancia sugiere insolence, arrogance, flippancy. Insolencia, atrevimiento o descaro. Vana y ridícula presunción. De modo paralelo, petulant es malhumorado, irritable, de ma1 genio, enojadizo, caprichoso, quisquilloso; y petulante se usa para arrogant, vain, smug [presumido], insolent, flippant. En la misma linea, petulantly es de mal humor, mientras que petulantemente se refiere a insolently. petulant malhumorado,irritable, de mal genio, enojadizo caprichoso, quisquilloso petulante arrogante, insolente, presumido, smug smug engreído, pagado de sí mismo, petulante. Exhibiting or feeling great or offensive satisfaction with oneself or with one’s situation; self-righteously complacent: “the smug look of a toad breakfasting on fat marsh flies” (William Pearson). smugly con aires de suficiencia

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“Did you ever hear of a white man named Christmas?” the foreman said.

—¿Habéis conocido alguna vez a un blanco el nombre de Christmas?

“I never heard of nobody a-tall named it,” the other said. And that was the first time Byron remembered that he h a d e v e r t h o u g h t h o w a m a n ’s n a m e , which is supposed to be just the sound for who he is, can be somehow an augur of what he will do, if other men can only read the meaning in time. It seemed to him that none of them had looked especially at the stranger until they heard his name. But as soon as they heard it, it was as though there was something in the sound of it that was trying to tell them what to expect; that he carried with him his own inescapable warning, like a flower its scent or a rattlesnake its rattle. Only none of them had sense enough to recognise it. They just thought that he was a foreigner, and as they watched him for the rest of that Friday, working in that tie and the straw hat and the creased trousers, they said among themselves that that was the way men in his country worked; though there were others who said, “He’ll change clothes tonight. He won’t have on them Sunday clothes when he comes to work in the morning.”

—Yo nunca he conocido a nadie con un 5 nombre como ése —dijo el otro. Y, por primera vez, Byron comprendió que el nombre de un hombre, considerado en general como simple interpretación sonora de lo que es ese hombre, puede ser también, en 10 cierto modo, un presagio de lo que hará, si se puede leer a tiempo el significado. A Byron le pareció que, antes de haber oído su nombre, ninguno de los obreros había prestado gran atención al forastero. Pero, 15 en cuanto lo oyeron, tuvieron la impresión de que había algo en la sonoridad de la palabra que se esforzaba en hacerles comprender lo que debían esperar; como si el hombre llevase consigo una advertencia in20 separable, lo mismo que una flor lleva su perfume o un crótalo el rumor de su cola. Pero nadie podía descifrar el sentido. Simplemente pensaban que era extranjero; y, aquel viernes, mientras le veían trabajar, 25 con su corbata, su sombrero de paja y su pantalón con raya, decían entre ellos que probablemente en su país se trabajaba así. Sin embargo, hubo otros que dijeron: «Ya se cambiará esta noche. Mañana por la ma30 ñana no vendrá a trabajar endomingado de ese modo.»

Saturday morning came. As the late La mañana del sábado llegó. Apenas arrivals came up just before the whistle entraron, justo ant e s del toque de sireblew, they were already saying, “Did 35 n a , l o s r e t r a s a d o s y a d i j e r o n : « E s t á he—Where—” The others pointed. The aquí él...? ¿Dónde...?» Los otros señanew man was standing alone down at the laban con el dedo. El nuevo obrero essawdust pile. His shovel was beside taba allí, de pie, solo, y tenía las mishim, and he stood in the same garments mas ropas que la víspera, su sombrero o f y e s t e r d a y, w i t h t h e a r r o g a n t h a t , 40 petulante, su cigarrillo en la boca. «Ya smoking a cigarette. “He was there when estaba ahí cuando nosotros llegamos we come,” the first ones said. “Just decían los que vinieron primero. De standing there, like that. Like he hadn’t pie, como ahora. Como si no se hubienever been to bed, even.” se metido en la cama.» 45 He did not talk to any of them at all. El hombre no habló con nadie, y naAnd none of them tried to talk to him. die trató de hablarle. Pero todos sentían But they were all conscious of him, of su presencia, su espalda sólida (trabathe steady back (he worked well enough, jaba bastante bien, con una especie de with a kind of baleful and restrained 50 constancia restringida e inquietante), steadiness) and arms. Noon came. With sus brazos. Llegó el mediodía. Solamenthe exception of Byron, they had te Byron había traído comida. Los debrought no lunch with them today, and más reunieron sus cosas, y se dispusiethey began to gather up their belongings ron a salir, hasta el lunes. Byron se fue preparatory to quitting until Monday. 55 con su almuerzo al cobertizo donde esByron went alone with his lunch pail to taba la bomba. Era allí donde los obrethe pump house where they usually ate, ros comían habitualmente. Se sentó. and sat down. Then something caused Luego, algo le hizo alzar los ojos. No him to look up. A short distance away lejos de él, el extranjero, recostado en the stranger was leaning against a post, 60 u n p o s t e , f u m a b a . B y r o n c o m p r e n d i ó smoking. Byron knew that he had been que estaba ya allí cuando él entró y que there when he entered, and would not ni siquiera se tomaría la molestia de even bothe r t o g o a w a y. O r w o r s e : t h a t marcharse. O peor aún, que había entrah e h a d c o m e t h e r e d e l i b e r a t e l y, do allí deliberadamente, sin hacer más i g n o r i n g B y r o n a s i f h e w e r e a n o t h e r 65 caso de Byron que de otro pilar. p o s t . “ A i n ’ t y o u g o i n g t o k n o c k o ff ? ” —¿Es que piensa usted trabajar más? —dijo B y r o n said. Byron. The other expelled smoke. Then El otro lanzó una bocanada de h e l o o k e d a t B y r o n . H i s f a c e was 70 h u m o . D e s p u é s m i r ó a B y r o n . S u r o s gaunt , t h e f l e s h a l e v e l d e a d t r o e r a descarnado. La carne tenía el tinte liso 21

Faulkner’s Light parchment color. Not the skin: the flesh itself, as though the skull had been molded in a still and deadly regularity and then baked in a fierce oven. “How much do they pay for o v e r t i m e ? ” h e s aid. And then Byron knew. He knew then why the other worked in the Sunday clothes, and why he had had no lunch with him either yesterday or today, and why he had not quit with the others at noon. He knew as well as if the man had told him that he did not have a nickel in his pockets and that in all likelihood he had lived on cigarettes for two or three days now. Almost with the thought Byron was offering his own pail, the action as reflex as the thought. Because before the act was completed the man, without changing his indolent and contemptuous attitude, turned his face and looked once at the proffered pail through the drooping smoke of the cigarette. “I ain’t hungry. Keep your muck.”

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y muerto del pergamino. No la piel: la carne misma, como si el cráneo hubiese sido modelado con una regularidad inmóvil y muerta, y pasado luego por un horno recalentado. —¿A cuánto se pagan las horas suplementarias? —dijo. Entonces, Byron comprendió. Comprendió por qué el hombre trabajaba con sus ropas de domingo, por qué ni ayer ni hoy había comido con él y por qué no había salido con los demás al mediodía. Comprendió, tan claramente como si el hombre se lo hubiese dicho, que no tenía ni un cuarto en el bolsillo y que, sin duda alguna, vivía de cigarrillos desde hacía dos o tres días. Apenas formado este pensamiento, Byron le ofreció su propia fiambrera, acción tan refleja como el pensamiento. La acción no había acabado cuando el hombre, sin modificar su actitud de desprecio indolente, volvió la cabeza y, a través de las espirales de humo, echó una ojeada sobre la fiambrera abierta. —No tengo hambre. Guárdese su bazofia.

M o n d a y m o r n i n g c a m e a n d B y r o n 25 La mañana del lunes dio la razón proved himself right. The man came to a Byron. El hombre llegó con un work in new overalls, and with a paper mono nuevo y con su comida en una bag of food. But he did not squat with bolsa de papel. Pero no se acuclilló them in the pump house to eat at noon, con los otros, cerca de la bomba, a and the look was still on his face. “Let 30 m e d i o d í a , y s u r o s t r o s i g u i ó c o n it stay there,” the foreman said. “Simms servando la misma expresión. ain’t hiring his face anymore than his —Dejadle tranquilo —dijo el capataz—. clothes.” Simms no ha contratado su cara y su ropa. S i m m s h a d n ’t h i r e d t h e s t r a n g e r ’s tongue, either, Byron thought. At least, Christmas didn’t seem to think so, to act so. He still had nothing to say to anyone, even after six months. No one knew what he did between mill hours. Now and then one of his fellow workers would pass him on the square down town after supper, and it would be as though Christmas had never seen the other before. He would be wearing then the new hat and the ironed trousers and the cigarette in one side of his mouth and the smoke sneering across his face. No one knew where he lived, slept at night, save that now and then someone would see him following a path that came up through the woods on the edge of town, as if he might live out that way somewhere. This is not what Byron knows now. This is just what he knew then, what he heard and watched as it came to his knowledge. None of them knew then where Christmas lived and what he was actually doing behind the veil, the screen, of his negro’s job at the mill. Possibly no one would ever have known if it had not been for the other stranger, Brown. But as soon as Brown told, there were a dozen men who admitted having bought whiskey from Christmas for over two years, meeting him at night and alone in the woods behind an old colonial plantation house two miles from town, in which a middle-aged 22

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Simms tampoco había contratado la lengua del extranjero, pensó Byron. Por lo menos eso era lo que Christmas parecía pensar, por su modo de obrar. Seis meses transcurrieron sin que le dijese una sola palabra 40 a nadie. Nadie sabía lo que hacía fuera de sus horas de trabajo. A veces, después de cenar, uno de sus camaradas le encontraba en la plaza, en la parte baja de la ciudad. Christmas se comportaba siempre como si 45 nunca se hubieran visto. A esa hora, llevaba generalmente su sombrero nuevo y su pantalón planchado, y, en una esquina de la boca, el cigarrillo, cuyo humo parecía reírse sarcásticamente delante de su cara. 50 Nadie sabía dónde vivía, dónde dormía por las noches. Sin embargo, de cuando en cuando, se le veía seguir un sendero que se perdía en los bosques, en los límites de la ciudad, como si viviese por allí. 55 Todo esto no es, ni remotamente, lo que Byron sabe ahora; es lo que sabía entonces, lo que oía contar, lo que iba observando poco a poco. Nadie, por aquella época, sabia dón60 de vivía Christmas, ni lo que hacía realmente, detrás de la cortina, detrás de la pantalla de su oficio de negro en el aserradero. Tal vez no se habría sabido nunca sin el otro forastero, sin Brown. Pero, 65 en cuanto Brown habló, una docena de hombres confesaron que, desde hacía dos años, le compraban su whisky a Christmas. Se encontraban con él, por la noche, a dos millas de la ciudad, en 70 los bosques, detrás de una vieja casa de estilo colonial en la que una solterona,

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la señorita Burden, vivía completamenspinster named Burden lived alone. But te sola. Pero ni siquiera los que le comeven the ones who bought the whiskey praban el whisky sabían que Christmas did not know that Christmas was vivía en una cabaña de negro totalmenactually living in a tumble down negro cabin on Miss Burden’s place, and that 5 te en ruinas, en la propiedad de la señorita Burden, y que vivía solo desde hahe had been living in it for more than cía dos años. two years. Then one day about six months ago another stranger appeared at the mill as Christmas had done, seeking work. He was young too, tall, already in overalls which looked as though he had been in them constantly for some time , and he looked as though he had been travelling light also. He had an alert, weakly handsome face with a small white scar beside the mouth that looked as if it had been contemplated a great deal in the mirror, and a way of jerking his head quickly and glancing over his shoulder like a mule does in front of an automobile in the road, Byron thought. But it was not alone backwatching, alarm; it seemed also to Byron to possess a quality of assurance, brass, as though the man were reiterating and insisting all the while that he was afraid of nothing that might or could approach him from behind. And when Mooney, the forem a n , s a w t h e n e w h a n d , B y r o n believed that he and Mooney had the same thought. Mooney said: “ We l l , S i m m s i s s a f e f r o m h i r i n g anything at all when he put that fellow on. He never even hired a whole pair of pants.”

Después, un buen día, hacía unos seis 10 meses, otro forastero se presentó en el aserradero en busca de trabajo como Christmas hiciera antes. También era joven y alto, y llevaba un mono de obrero que no parecía haberse quitado desde mucho tiempo atrás. 15 También tenía aspecto de haber viajado sin equipaje. Su rostro despabilado tenía una belleza algo blanda. En un ángulo de la boca se veía una pequeña cicatriz blanca que, probablemente, había sido contemplada en el es20 pejo muchas veces. Y tenía un modo de mover la cabeza, bruscamente, y de mirar por encima de su hombro, que recordaba lo que hacen las mulas en el camino cuando pasa un automóvil, pensaba Byron. Pero no sólo 25 era una mirada hacia atrás, un movimiento de temor. Byron también veía en ella una cierta seguridad, un cierro descaro, como si el hombre insistiese, se obstinase en querer demostrar que no tenía el menor miedo de 30 lo que pudiera amenazarle por detrás. Y cuando Mooney, el capataz, vio al nuevo obrero, Byron comprendió que Mooney pensaba lo mismo que él. Mooney dijo: —Bueno, Simms parece estar muy seguro 35 de sus buenos contratos cuando ha admitido a ese muchacho. Ni siquiera ha contratado a un par completo de pantalones.

“That’s so,” Byron said. “He puts me —Es verdad —dijo Byron—. Me i n m i n d o f o n e o f t h e s e c a r s r u n n i n g 40 h a c e p e n s a r e n e s o s c o c h e s q u e v a n along the street with a radio in it. You por las calles con un aparato de racan’t make out what it is saying and the dio. No se puede comprender lo que car ain’t going anywhere in particular dicen. No van ni en una ni en otra diand when you look at it close you see r e c c i ó n y, s i s e l o s m i r a d e c e r c a , s e 45 v e q u e n o h a y n a d i e d e n t r o . that there ain’t even anybody in it.” “ Ye s , ” M o o n e y s a i d . “ H e —Sí —dijo Mooney—. Me hace pensar en un puts me in mind of a horse. Not caballo. No en un caballo vicioso. En un caballo a mean horse. Just a worthless inútil, sencillamente... Tiene muy buen aspecto horse. Looks fine in t h e 50 cuando pasta, pero agacha las orejas en cuanto alpasture, but it’s always do guien se acerca a la talanquera con un ronzal. Coalways got a sore hoof when rre bastante, eso sí; pero, cuando llega la hora de hitchingup time comes.” engancharlo, siempre tiene un casco enfermo. “But I reckon maybe the mares like 55 —Si, pero a veces, hay yeguas que lo him,” Byron said. encuentran muy de su gusto. “Sho,” Mooney said. “I don’t reckon —Desde luego —dijo Mooney—. Pero éste he’d do even a mare any permanent no creo que haga daño, ni siquiera a una yegua, 60 por mucho tiempo. harm.” The new hand went to work down in El recién llegado se puso a trabajar con the sawdust pile with Christmas. With a Christmas en el montón de viruta. Se hacía nolot of motion to it, telling everybody tar mucho, contándole a todo el mundo quién who he was and where he had been, in a 65 era y de dónde venía, con un tono y de un modo tone and manner that was the essence of que revelaban la naturaleza misma del hombre, the man himself, that carried within que sugerían la confusión y la menitself its own confounding and tira. Aunque era muy cierto —pensamendacity. So that a man put no more ba Byron— que nadie creía demasiabelief in what he said that he had done 70 d o e n l o q u e a f i r m a b a q u e h a b í a h e than in what he said his name was, c h o n i e n e l n o m b r e q u e d e c í a l l e v a r. 23

Faulkner’s Light Byron thought. There was no reason why his name should not have been Brown. It was that, looking at him, a man would know that at some time in his life he would reach some crisis in his own foolishness when he would change his name, and that he would think of Brown to change it to with a kind of gleeful exultation, as though the name had never been invented. The thing was, there was no reason why he should have had or have needed any name at all. Nobody cared, just as Byron believed that no one (wearing pants, anyway) cared where he came from nor where he went nor how long he stayed. Because wherever he came from and wherever he had been, a man knew that he was just living on the country, like a locust. It was as though he had been doing it for so long now that all of him had become s c a t t e r e d a n d d i ff u s e d a n d n o w t h e r e was nothing left but the transparent and weightless shell blown oblivious and without destination upon whatever wind. He worked some, though, after a fashion. Byron believed that there was not even enough left of him to do a good, shrewd job of shirking. To desire t o s h i r k [ e l u d i r ], e v e n , s i n c e a m a n must be better than common to do a good job of malingering, the same as a good job at anything else: of stealing and murdering even. He must be aiming at some specific and definite goal, working toward it. And he believed that Brown was not. They heard how h e w e n t a n d l o s t h i s e n t i r e f i r s t w e e k ’s pay in a crap game on the first Saturday night. Byron said to Mooney: “I am surprised at that. I would have thought that maybe shooting dice would be the one thing he could do.”

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Nada impedía que se llamase Brown. Pero, al mirarle, se comprendía que, en un momento de su vida, su propia estupidez había debido llegar al máximo, y que entonces había cambiado de nombre y elegido el de Brown con una especie de exaltación radiante, como si fuera un nombre que nadie había tenido todavía. Nadie se inquietaba por ello, y Byron creía también que nadie (por lo menos nadie que usase calzones) se preocupaba por saber de donde venía, o a dónde iba, o cuánto tiempo se quedaría allí. Porque poco importaban el sitio de donde venía, los lugares en los que había vivido; se sabía que vivía por la región exactamente igual que un saltamontes. Se tenía la impresión de que hacía esto desde hacía tanto tiempo que su cuerpo se había dispersado, desparramado, y que, ahora, sólo quedaba de él una concha transparente e ingrávida que el primer viento que llegase enviaría a mariposear sin objeto en el olvido. Sin embargo, trabajaba un poco, a su manera. Byron pensaba que ya ni siquiera le quedaba bastante personalidad para escurrir el bulto decididamente, cínicamente. Ni siquiera para desear escurrir el bulto, porque un hombre debe salirse de lo común para poder hacer tanto en la simulación como en cualquier otra cosa (robo o incluso asesinato), un buen trabajo. Debe tender hacia algún objetivo específico y definido, y esforzarse en llegar a ese objetivo. Y él pensaba que no era éste el caso de Brown. Se supo que la noche del primer sábado había perdido a los dados su paga de la primera semana. Byron le dijo a Mooney: — E s o m e e x t r a ñ a . Yo h a b r í a d i cho que los dados eran lo único que s a b í a m a n e j a r.

—¿Ése? —dijo Mooney—. ¿Qué te hace “Him?” Mooney said. “What makes pensar que podría hacer alguna trampa, si recoyou think that he could be good at any ger la viruta de madera ya resulta demasiado kind of devilment when he ain’t any good at anything as easy as shovelling 50 difícil para él? ¿Que podría engañar a alguien con algo tan difícil de manejar como un par de sawdust? that he could fool anybody dados, cuando no puede manejar algo tan senwith anything as hard to handle as a pair cillo como una pala? of dice, when he can’t with anything as Luego, añadió: easy to handle as a scoop?” Then he —Bueno, supongo que no debe desespesaid, “Well, I reckon there ain’t any man 55 rar de ganarle a alguno por la mano. Porque, so sorry he can’t beat somebody doing por lo menos, siempre le gana a Christmas something. Because he can at least beat cuando se trata de no hacer nada. that Christmas doing nothing at all.” —Desde luego –dijo Byron—. Creo “ S h o , ” B y r o n s a i d , “ I r e c k o n t h a t 60 que ser bueno es la cosa más fácil para being good is about the easiest thing in un holgazán. the world for a lazy man.” “I reckon he’d be bad fast enough,” __ __ __ __ _ __ __ __ __ __ __ _ __ __ Mooney said, “if he just had somebody 65 __ __ __ __ _ __ __ __ __ __ __ _ __ __ X __ __ __ _ to show him how.” “ We l l , h e ’ l l f i n d t h a t f e l l o w X _ __ __ __ __ __ _ __ __ __ __ __ __ _ __ somewhere, sooner or later,” Byron said. __ __ __ __ __ _ __ __ __ __ __ __ _ __ __ They both turned and looked down at the 70 Los dos se volvieron y miraron hasawdust pile, where Brown and cia la pila de viruta donde Brown y 24

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Christmas labored, the one with that brooding and savage steadiness, the other with a higharmed and erratic motion which could not have been fooling even itself. 5

Christmas trabajaban, el uno con su regularidad pensativa y hosca, el otro con su gesticulación exuberante y alocada que no habría podido engañar a nadie, ni siquiera así mismo.

“I reckon so,” Mooney said. “But if I aimed to be bad, I’d sho hate to have him for my partner.”

—Quizás tengas razón —dijo Mooney—. Pero si yo tuviese la idea de tirar por el mal camino, creo que le escogería a él como compañero. 10

Like Christmas, Brown came to work in the same clothes which he wore on the street. But unlike Christmas, he made no change in his costume for some time. “He’ll win just enough in that crap game some Saturday night to buy a new suit and still have fifty cents in nickels to rattle in his pocket,” Mooney said. “And on the next Monday morning we ain’t going to see him again.” Meanwhile Brown continued to come to work in the same overalls and shirt in which he had arrived in Jefferson, losing h i s w e e k ’s p a y i n t h e S a t u r d a y n i g h t dice game or perhaps winning a little, greeting either the one or the other with the same shouts of imbecile laughter, joking and chaffing with the very men who in all likelihood were periodically robbing him. Then one day they heard that he had won sixty dollars. “Well, that’s the last we’ll see of him,” one said. “I don’t know,” Mooney said. “Sixty dollars is the wrong figure. If it had been either ten dollars or five hundred, I reckon you’d be right. But not just s i x t y. H e ’ l l j u s t f e e l n o w t h a t h e i s settled down good here, drawing at last somewhere about what he is worth a week.” And on Monday he did return to work, in the overalls; they saw them, Brown and Christmas, down at the sawdust pile. They had been watching the two of them down there from the day when Brown went to work: Christmas jabbing his shovel into the sawdust slowly and steadily and hard, as though he were chopping up a buried snake (“or a man,” Mooney said) and Brown leaning on his shovel while he a p p a r e n t l y t o l d C h r i s t m a s a s t o r y, a n anecdote. Because presently he would l a u g h , s h o u t w i t h l a u g h t e r, h i s h e a d backflung, while beside him the other man worked with silent and unflagging savageness. Then Brown would fall to again, working for a time once again as fast as Christmas, but picking up less and less in the scoop until at last the shovel would not even touch the sawdust in its flagging arc. Then he would lean upon it again and apparently finish whatever it was that he was telling Christmas, telling to the man who did not even seem to hear his voice. A s i f t h e o t h e r w e r e a m i l e a w a y, o r spoke a different language from the one he knew, Byron thought. And they would be seen together down town on Saturday 25

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Como Christmas, Brown vino a trabajar con la misma ropa que llevaba en la calle, sólo que, al contrario que Christmas, necesitó algún tiempo para poder cambiarla. «Uno de estos sábados —dijo Mooney— ganará a los dados lo suficiente para poder comprarse un traje nuevo y para que todavía le queden cincuenta centavos de calderilla que le suenen en el bolsillo; y el lunes siguiente, ya no le veremos.» Sin embargo, Brown continuaba yendo al trabajo con el mismo mono y la misma camisa que el día de su llegada a Jefferson. El sábado por la noche, perdía a los dados su salario de la semana. Tal vez ganaba algunas veces. En ambos casos, rompía a reír, con la misma risa imbécil, bromeando y chanceándose con unos hombres que, según todas las apariencias, le robaban periódicamente. Luego, un buen día, se supo que había ganado sesenta dólares. «Vaya —dijo alguno—, seguro que ésta es la última vez que le vemos.» —No lo sé —dijo Mooney—. Sesenta dólares es un mal número. Si fuesen diez dólares o cinco dólares, tal vez tendrías razón; pero no con sesenta. Se va a considerar, sencillamente, como definitivamente instalado aquí, donde al fin puede ganar lo que merece casi cada semana. Y el lunes, Brown estaba en el trabajo con su mono acostumbrado. Les veían a los dos, a Brown y a Christmas, junto a la pila de virutas. Les vigilaban a los dos desde el día en que Brown había sido contratado. Christmas hincaba su pala en la viruta, lentamente, regularmente, como si cortase en rodajas una serpiente enterrada (o un hombre, dijo Mooney). En cuanto a Brown, apoyado en su pala, sin duda le contaba a Christmas una historia, una anécdota. En efecto; rompía a reír bruscamente, a aullar de risa, con la cabeza echada hacia atrás, mientras que, a su lado, el otro hombre trabajaba con su eterna constancia, huraña y silenciosa. Luego, Brown reanudaba su trabajo. Durante cierto tiempo trabajaba tan activamente como Christmas, pero cada vez cogía menos viruta con la pala, que acababa, en su trayectoria languideciente, por no rozar siquiera el montón. Entonces, se apoyaba de nuevo en ella y, al parecer, concluía lo que le había comenzado a contar a Christmas, al hombre que ni siquiera parecía oír su voz. Como si el otro —pensaba Byron— le hablase a más de una milla o hablase una lengua diferente de la que él sabía. Y, a veces, se les veía juntos, el sábado, en la parte baja de la ciu-

Faulkner’s Light evening sometimes: C h r i s t m a s i n h i s neat, soberly austere serge-and-white and the straw hat, and Brown in his new suit (it was tan, with a red crisscross, and he had a colored shirt and a hat like Christmas’ but with a colored band) talking and laughing, his voice heard clear across the square and back again in echo, somewhat as a meaningless sound in a church seems to come from everywhere at once. Like he aimed for everybody to see how he and Christmas were buddies, Byron thought. And then Christmas would turn and with that still, sullen face of his walk out of whatever small gathering the sheer empty sound of Brown’s voice had surrounded them with, with Brown following, still laughing and talking. And each time the other workmen w o u l d s a y, “ We l l , h e w o n ’ t b e b a c k o n the job Monday morning.” But each Monday he was back. It was Christmas who quit first.

seemly adjective becoming, comely, comme il faut, decent, decorous, conforming to propriety or good taste; decorous, suitable, properly, digno seemly according with custom or propriety; «her becoming modesty»; «comely behavior»; «it is not comme il faut for a gentleman to be constantly asking for money»; «a decent burial»; «seemly behavior»

He quit one Saturday night, without warning, after almost three years. It was Brown who informed them that Christmas had quit. Some of the other workers were family men and some were b a c h e l o r s a n d t h e y w e r e o f d i ff e r e n t ages and they led a catholic variety of lives, yet on Monday morning they all came to work with a kind of gravity, almost decorum. Some of them were young, and they drank and gambled on Saturday night, and even went to Memphis now and then. Yet on Monday morning they came quietly and soberly to work, in clean overalls and clean shirts, waiting quietly until the whistle blew and then going quietly to work, as though there were still something of Sabbath in the overlingering air which established a tenet that, no matter what a man had done with his Sabbath, to come quiet and clean to work on Monday morning was no more than seemly and right to do. That is what they had always remarked about Brown. On Monday morning as likely as not he would appear in the same soiled clothes of last week, and with a black stubble that had known no razor. And he would be more noisy than ever, shouting and playing the pranks of a child of ten. To the sober others it did not look right. To them it was as though he had arrived naked, or drunk. Hence it was Brown who on this Monday morning notified them that Christmas had quit. He arrived late, but that was not it. He hadn’t shaved, either; but that was not it. He was quiet. For a time they did not know that he was even present, who by that time should have had half the men there cursing him, and some in good earnest. He appeared just as the whistle blew and went straight to 26

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dad: Christmas, con su traje de sarga limpio, de una sobriedad austera, y su sombrero de paja, y Brown, con su ropa nueva (un traje pardo con cuadros rojos), una camisa de color y un sombrero como el de Christmas, pero con una cinta de color. Brown charlaba y reía con Christmas. Su voz resonaba, clara, en la plaza, donde se repetía en ecos, con un sonido tan vacío de sentido como esos ruidos que se oyen en una iglesia y que parecen salir de todos los rincones a la vez. Como si quisiera que todo el mundo viese bien que Christmas y él eran amigos, pensaba Byron. Después, Christmas se volvía y, el rostro siempre tranquilo y arisco, se salía del grupo, a veces muy pequeño, que Brown, por el solo efecto de su verborrea, había atraído a su alrededor. Y Brown le seguía, riendo, hablando siempre. Y, cada vez, los demás obreros decían: «Bueno, esta vez sí que no irá al trabajo el lunes por la mañana.» Pero todos los lunes por la mañana estaba allí. Fue Christmas el primero que se marchó. Se marchó un sábado por la tarde, sin avisar, al cabo de unos tres años. Fue Brown el que anunció que Christmas se había ido. Entre los demás obreros había padres de familia, solteros, hombres de todas las edades que llevaban unas vidas muy diferentes; ________ _______ __________ _______ ____ sin embargo, el lunes todos llegaban al trabajo con una especie de dignidad, un cierto decoro. Entre ellos, los había muy jóvenes. Bebían y jugaban la noche del sábado. Incluso iban a Memphis de cuando en cuando. Y no obstante, el lunes por la mañana todos llegaban al trabajo silenciosamente, sobriamente, con trajes limpios y camisas limpias. Aguardaban el toque de sirena y se ponían tranquilamente a trabajar como si un resto de Sabbat flotase todavía, retrasado en el aire, como para subrayar el principio de que, sea lo que sea lo que un hombre haya podido hacer de su domingo, la única cosa decente que puede hacer el lunes es acudir a su trabajo tranquilo y limpio. Eso era lo que ellos habían observado siempre en Brown. El lunes por la mañana había muchas probabilidades de que apareciese con las mismas ropas sucias de la semana precedente y con una barba cerrada que no había conocido a la navaja. Y hacía más ruido que nunca, con unos gritos y unas travesuras de niño de diez años. A los otros, tan pacíficos, esto no les parecía decente. Para ellos, era como si Brown hubiese llegado desnudo o borracho. Ahora bien, aquel lunes fue Brown quien les anunció que Christmas se había marchado. Llegó tarde, pero no era eso. Tampoco se había afeitado, pero no era eso: estaba tranquilo. Durante cierto tiempo, nadie advirtió siquiera que estaba allí. Cuando la mitad de los hombres ya estaban maldiciendo y diciendo pestes de él (y algunos de buena fe), había aparecido justo en el momento en que la sirena sonaba y fue directamente

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hacia el montón de viruta, donde se puso a the sawdust pile and went to work trabajar sin decir nada, ni siquiera cuando uno without a word to anyone, even when de los hombres le dirigió la palabra. Entonone man spoke to him. And then they ces se dieron cuenta de que estaba solo, de saw that he was down there alone, that Christmas, his partner, was not there. 5 que Christmas, su camarada, no estaba allí. Cuando llegó el capataz, alguien dijo: When the foreman came in, one said: —Al parecer ha perdido usted a uno de “Well, I see you have lost one of your sus aprendices de fogonero. apprentice firemen.” Mooney miró hacia el lugar en que Brown M o o n e y l o o k e d d o w n t o w h e r e 10 removía el montón de viruta como si removieBrown was spading into the sawdust pile se huevos. Escupió brevemente. as though it were eggs. He spat briefly. —Sí, ha hecho fortuna demasiado pronto. “Yes. He got rich too fast. This little old Este mísero oficio no ha podido retenerle. job couldn’t hold him.” 15 —¿Ha hecho fortuna? —dijo un hombre. “Got rich?” another said. —Si no ha sido él, habrá sido el otro — “One of them did,” Mooney said, dijo Mooney sin dejar de mirar a Brown—: still watching Brown. “I saw them yesterday riding in a new car. He”—he 20 Ayer les vi paseando con un coche nuevo. Era él (con la mirada indicaba a Brown), era él jerked his head toward Brown—”was quien conducía. _______________ ________ driving it. I wasn’t surprised at that . Lo que me sorprende es que hoy haya I am just surprised that even one of them uno trabajando. come to work today.” 25 —Bueno, creo que, con los tiempos que “ We l l , I d o n ’t r e c k o n S i m m s w i l l corren, Simms encontrará fácilmente alhave any trouble finding a man to fill guien que le reemplace —dijo el otro. his shoes in these times,” the other said. —Eso sería fácil en cualquier “He wouldn’t have any trouble doing 30 m o m e n t o — d i j o M o o n e y. that at any time,” Mooney said. —Me daba la impresión de que trabajaba bastante bien.

“It looked to me like he was doing pretty well.”

—¡Ah! —dijo Mooney—. Ya entiendo. “Oh,” Mooney said. “I see. You are 35 ¿Hablas de Christmas? talking about Christmas.” —¿De quién habla usted, entonces? ¿Es que Brown le ha dicho que se marcha también?

“Who were you talking about? Has Brown said he is quitting too?” 40 “You reckon he’s going to stay down there, working, with the other one riding around town all day in that new car?”

— ¿ Te f i g u r a s q u e s e v a a q u e d a r aquí, trabajando, mientras el otro se pasea en su coche nuevo?

—¡Oh! (el otro también miraba a Brown). “ O h . ” T h e o t h e r l o o k e d a t B r o w n 45 Me gustaría saber de dónde sacaron ese cotoo. “I wonder where they got that che nuevo. car.” —A mí, no —dijo Mooney—. Lo que me “ I d o n ’t , ” M o o n e y s a i d . “ W h a t I wonder is, if Brown is going to quit at 50 gustaría saber es si Brown se va a largar al mediodía o si trabajará hasta las seis. noon or work on until six o’clock.” —Pues yo —dijo Byron—, si pudiese ga“Well,” Byron said, “if I could get nar lo suficiente para comprarme un coche nuerich enough out here to buy a new 55 vo, también me largaría. automobile, I’d quit too.” Uno o dos obreros miraron a Byron. SonOne or two of t he o t h e r s l o o k e d rieron levemente. at Byron. They smiled a little. —Seguro que no ha sido aquí donde se han “They never got that rich out here,” o n e s a i d . B y r o n l o o k e d a t h i m . “ I 60 hecho ricos —dijo uno de ellos. Byron le miró. reckon Byron stays out of —Me parece que Byron es demasiado inomeanness too much himself to cente para darse cuenta de lo que hace la gente keep up with other folks’,” the —dijo el otro. Los dos miraron a Byron. other said. They looked at Byron. —Brown es lo que se podría llamar un servi“ B r o w n i s w h a t y o u m i g h t c a l l a 65 dor público. Antes, Christmas les hacía ir por public servant. Christmas used to las noches allá abajo, a los bosques demake them come way out to them trás de la casa de la señorita Burden. woods back of Miss Burden’s place, Ahora, Brown se lo entrega en plena ciuat night; now Brown brings it right i n t o t o w n f o r t h e m . I h e a r t e l l h o w 70 dad. He oído decir que, si conoces la contraseña, le puedes comprar en cualif you just know the pass word, you 27

Faulkner’s Light can buy a pint of whiskey out of his shirt front in any alley on a Saturday night.”

tr. Enrique Sordo quier callejón, el sábado por la noche, una pinta de whisky que saca de la pechera de su camisa.

—Y cuál es la contraseña? —dijo otro—. “ W h a t ’s t h e p a s s w o r d ? ” a n o t h e r 5 ¿Setenta y cinco centavos? said. “Six bits?” Byron looked from face to face. “Is that a fact? Is that what they are doing?” 10 “That’s what Brown is doing. I don’t know about Christmas. I wouldn’t swear to it. But Brown ain’t going to be far away from where Christmas is at. Like to like, as the old folks say.” 15

Byron les mira, primero a uno, después a otro: —Pero es verdad? ¿Es eso lo que hacen? —Es eso lo que hace Brown. De Christmas no sé nada. No me atrevería a jurarlo. Pero Brown no estará nunca muy lejos de Christmas. Dios los cría y ellos se juntan, como suele decirse.

—Es cierto —dijo otro—. Creo que “ T h a t ’s a f a c t , ” a n o t h e r s a i d . nunca se llegará a saber si Christmas “Whether Christmas is in it or not, I está metido en ello. No es de los que reckon we ain’t going to know. He ain’t going to walk around in public with his 20 s e p a s e a n e n p ú b l i c o c o n e l c u l o a l aire, como Brown. pants down, like Brown does.” “He ain’t going to need to,” Mooney said, looking at Brown.

—No necesitará hacerlo —dijo Mooney mirando a Brown.

25 Y Mooney tenía razón. Hasta el mediodía And Mooney was right. They observaron a Brown, solo, allá abajo, junto al watched Brown until noon, down there montón de viruta. Luego, la sirena sonó, y toat the sawdust pile by himself. Then the maron sus fiambreras, y se sentaron en cuclillas whistle blew and they got their lunch pails and squatted in the pump shed and 30 bajo el cobertizo de la bomba, y se pusieron a comer. Brown entró, sombrío, con una cara began to eat. Brown came in, glum, his enfurruñada y ofendida a la vez, como la cara face at once sullen and injured looking, de un niño, y se puso en cuclillas entre ellos, like a child’s, and squatted among them, con las manos colgándole entre las rodillas. his hands dangling between his knees. He had no lunch with him today. 35 Tampoco aquel día había traído su comida. “Ain’t you going to eat any dinner?” one said.

—¿Qué? ¿No vas a comer nada? —le dijo alguien.

—¿Bazofia fría en una cochina lata de “ C o l d m u c k o u t o f a d i r t y l a r d 40 b u c k e t ? ” B r o w n s a i d . “ St a r t i n g i n a t grasa? —dijo Brown—. ¡Empezar con el daylight and slaving all day like a durn alba, mantenerse vivo todo el día como un nigger, with a hour off at noon to eat negro y una hora justa al mediodía para comer cold muck out of a tin bucket.” basura fría en un cacharro de hojalata! 45 “Well, maybe some folks work like —Es posible que haya gentes que trathe niggers work where they come bajen como los negros trabajan en su refrom,” Mooney said. “But a nigger gión —dijo Mooney—. Pero un negro no wouldn’t last till the noon whistle, seguiría aquí, ni siquiera hasta la sirena w o r k i n g o n t h i s j o b l i k e s o m e w h i t e 50 del mediodía, si trabajase como trabajan folks work on it.” ciertos blancos. But Brown did not seem to hear, to Pero Brown, en cuclillas, con su rostro sombe listening, squatting with his sullen brío y sus manos colgantes, no parecía oír, no face and his dangling hands. It was as 55 parecía escuchar. Se habría dicho que no escuthough he were not listening to any save chaba a nadie, salvo a sí mismo. Se habría dihimself, listening to himself: “A fool. cho que sólo se escuchaba a sí mismo: «Un idioA man is a fool that will do it.” ta. El hombre que hace eso es un idiota.» “You are not chained to that scoop,” 60 —Nadie te ha amarrado a tu pala —dijo Mooney said. Mooney. “You durn right I ain’t,” Brown said.

—¡No faltaría más! —dijo Brown.

T h e n t h e w h i s t l e b l e w. T h e y w e n t 65 S o n ó l a s i r e n a . Vo l v i e r o n a l t r a back to work. They watched Brown bajo. Observaron a Brown, en su down at the sawdust pile. He would dig pila de virutas. Cavaba en ella dufor a while, then he would begin to slow, rante un momento, después comenmoving slower and slower until at last zaba a frenar, a ir cada vez más desh e w o u l d b e c l u t c h i n g t h e s h o v e l a s 70 p a c i o h a s t a e l m o m e n t o e n q u e m a though it were a riding whip, and they nejaba la pala como si fuese una 28

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tr. Enrique Sordo fusta; y todos veían que hablaba solo. «Porque no tiene a nadie a quien contárselo», dijo alguno.

could see that he was talking to himself. “Because there ain’t nobody else down there for him to tell it to,” one said.

—No es eso —dijo Mooney—. Es que ‘ I t ’s n o t t h a t , ” M o o n e y s a i d . “ H e 5 todavía no se ha convencido a sí mismo. hasn’t quite convinced himself yet. He No ha llegado todavía... ain’t quite sold yet.” —¿No ha llegado a qué?

“Sold on what?” 10

—No ha llegado a comprender que es aún más estúpido de lo que yo me figuraba —dijo Mooney.

“ O n t h e i d e a t h a t h e ’s a b i g g e r fool than even I think he is,” Mooney said.

Por la mañana, Brown no apareció. The next morning he did not appear. 15 —De ahora en adelante, su dirección será “His address from now on will be the la de la barbería —dijo uno. barbershop,” one said. —O la del callejón que hay detrás —dijo “Or that alley just behind it,” another said. 20 otro. —Creo que aún le veremos otra v e z — d i j o M o o n e y — . Ve n d r á p o r aquí a cobrar su jornal.

“I reckon we’ll see him once more,” Mooney said. “He’ll be out here once more to draw his time for yesterday.”

25 Y eso fue lo que hizo. Llegó a eso de las Which he did. About eleven o’clock once. Llevaba su traje nuevo y su sombrero de he came up. He wore now the new suit paja, y se detuvo cerca del cobertizo, y se quedó and the straw hat, and he stopped at the allí, de pie, viendo trabajar a los hombres. Igual shed and stood there looking at the working men as Christmas had done on 30 que Christmas había hecho, tres años antes; como si hasta las actividades que el maestro había adopthat day three years ago, as if somehow tado en su vida anterior actuasen, sin que él se the very attitudes of the master ’s dead life diese cuenta, sobre los dóciles músculos del motivated, unawares to him, the willing alumno, que había aprendido demasiado pronto muscles of the disciple who had learned too quick and too well. But Brown merely 35 y demasiado bien. Pero así como el maestro había aparecido silencioso y sombrío, fatal como contrived to look scattered and emptily una serpiente, Brown sólo conseguía mostrar un swaggering where the master had looked aire descarriado, perdido en el vacío. sullen and quiet and fatal as a snake. —¡Duro, adelante, montón de esclavos, po“L a y i n t o i t , y o u s l a v i n g b a s t a r d s ! ” B r o w n s a i d , i n a 40 bres hijos de puta! —dijo Brown con una voz alta y jovial que quedaba cortada por la fila de merry, loud voice cropped los dientes. with teeth. Mooney miró a Brown. Y los Mooney looked at Brown. Then Brown’s teeth didn’t show. “You ain’t 45 d i e n t e s d e B r o w n d e s a p a r e c i e r o n . —¿No me dirás eso a mí? —dijo calling me that,” Mooney said, “are M o o n e y. you?” El móvil rostro de Brown sufri ó u n o Brown’s mobile face performed one of those instantaneous changes which 50 d e s u s h a b i t u a l e s c a m b i o s ________ ______ . Como si estuviera tan desparramado, tan they knew. Like it was so scattered and so lightly built that it wasn’t any trouble blandamente constituido que pudiese modififo r even him to change it, Byron thought. carlo sin el menor esfuerzo, pensaba Byron. —No estaba hablando con usted — “I wasn’t talking to you,” 55 dijo Brown. Brown said. —¡Ah, ya entiendo! —Mooney hablaba con tono despreocupado, casi amable —. Llamabas hijos de puta a los demás.

“Oh, I see.” Mooney’s tone was quite p l e a s a n t , e a s y. “ I t w a s t h e s e o t h e r fellows you were calling a bastard.” 60 Immediately a second one said: “ Were you calling that at me?”

Uno de los demás dijo en seguida: —¿Me llamabas eso a mí?

—Estaba hablando solo, sencillamente — “I was just talking to myself,” Brown 65 dijo Brown. said. — Va y a , a l f i n h a s d i c h o l a v e r d a d “Well, you have told God’s truth for por primera vez en tu vida —dijo once in your life,” Mooney said. “The Mooney—. Es decir, la mitad de la verhalf of it, that is. Do you want me to come up there and whisper the other half 70 d a d . ¿ Q u i e r e s a c e r c a r t e p a r a q u e y o t e diga al oído la otra mitad? in your ear?” 29

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loll 1 colgar (parte del cuerpo), pender 2 repantigarse (postura, estado de ánimo) loll 1 intr. stand, sit, or recline in a lazy attitude. 2 intr. (foll. by out) (of the tongue) hang out. 3 tr. (foll. by out) hang (one’s tongue) out. 4 tr. let (one’s head or limbs) rest lazily on something.

restive adj. 1 fidgety; restless, marked by impencience or uneasiness 2 (of a horse) refusing to advance, stubbornly standing still or moving backwards or sideways or stubbirnly resisting control; balky, remiso, renuente, repropio (caballo indocil) jibbing; refractory. 3 (of a person) unmanageable; rejecting control. restive adj. 1. Uneasily impatient under restriction, opposition, criticism, or delay. 2. Resisting control; difficult to control. 3. Refusing to move. Used of a horse or other animal. Usage Note: Restive is properly applied to a feeling of impatience or uneasiness induced by external coercion or restriction, and is not a general synonym for restless: The government has done nothing to ease export restrictions, and domestic manufacturers are growing restive (not restless but impatient). The atmosphere in the office was congenial, but after five years I began to grow restless (not restive but unmanageable). See also Funk&Wagnalls Synonyms

And that was the last they saw of him at the mill, though Byron knows and remembers now the new car (with presently a crumpled fender or two) about the town, idle, destinationless, and constant, with Brown lolling behind the wheel and not making a very good job of being dissolute and enviable and idle. Now and then Christmas would be with him, but not often. And it is now no secret what they were doing. It is a byword among young men and even boys that whiskey can be bought from Brown almost on sight, and the town is just waiting for him to get caught, to produce from his raincoat and offer to sell it to an undercover man. They still do not know for certain if Christmas is connected with it, save that no one believes that Brown alone has sense enough to make a profit even from bootlegging, and some of them know that Christmas and Brown both live in a cabin on the Burden place. But even these do not know if Miss Burden knows it or not, and if they did, they would not tell her. She lives in the big house alone, a woman of middleage. She has lived in the house since she was born, yet she is still a stranger, a foreigner whose people moved in from the North during R e c o n s t r u c t i o n . A Ya n k e e , a l o v e r o f negroes, about whom in the town there is still talk of queer relations with negroes in the town and out of it, despite the fact that it is now sixty years since her grandfather and her brother were killed on the square by an exslaveowner over a question of negro votes in a state election. But it still lingers about her and about the place: something dark and outlandish and threatful, even though she is but a woman and but the descendant of them whom the ancestors of the town had reason (or thought that they had) to hate and dread. But it is there: the descendants of both in their relationship to one another ghosts, with between them the phantom of the old spilled blood and the old horror and anger and fear.

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Y aquélla fue la última vez que le vieron en el aserradero. Pero Byron conocía, y lo recuerda ahora, el automóvil nuevo (que en seguida tuvo torcido el parachoques). Se le veía vagar por la ciudad constantemente, inútil, sin rumbo, conducido cómodamente por Brown, que no sabía muy bien cómo representar su papel de hombre ocioso, disoluto, envidiable. Algunas veces, no muchas, Christmas va con él. Ahora, sus actividades no son ningún secreto. Todos los jóvenes (incluso los niños) saben que es posible, en cualquier momento, comprarle whisky a Brown; y la ciudad está esperando cada día que lo capturen, que saque una botella de su i m permeable y se la ofrezca a un policía de paisano. Nadie está muy seguro todavía de que Christmas sea su cómplic e , a u n q u e n o hay quien crea que Brown sea capaz, solo, de obtener beneficios con alcohol d e c o n t r a b a n d o . H a y q u i e n e s s a b e n q u e C h r istmas y Brown viven juntos en una cabaña, dentro de la propiedad de la señorita Burden. Pero ni ésos siquiera saben si la señorita Burden lo sabe o no. Por otra parte, no lo dirían si lo supieran. Es una mujer de mediana edad que vive sola en la gran casa. Vive en aquella casa desde que nació y, sin embargo, se la sigue considerando una forastera cuyos padres llegaron del Norte durante la Recontrucción. Una yanqui, una negrófila. En la ciudad aún corren rumores de extrañas relaciones con negros de la localidad y de otras partes. Sin embargo, pronto hará sesenta años que su padre y su hermana murieron, en la plaza mayor, a manos de un ex propietario de esclavos y a causa de una discusión sobre el voto de los negros en las elecciones del Estado. Pero aunque sólo es una mujer descendiente de unas personas a las que los antepasados del pueblo odiaron o temieron con motivo (o sin él), aún flota sobre ella y sobre su casa algo siniestro, extraño e inquietante. Pero el hecho es éste: los descendientes de las dos partes están enfrentados con los fantasmas recíprocos y siempre separados por el espectro de la sangre antaño vertida, del antiguo horror, de la cólera y del miedo.

If there had been love once, man or Si el amor ha existido alguna vez, cualw o m a n w o u l d h a v e s a i d t h a t B y r o n 55 quier hombre o cualquier mujer tendría raB u n c h h a d f o rg o t t e n h e r. O r s h e zón para creer que Byron Bunch lo ha olvi(meaning love) him, more like—that dado. O más bien él (el amor) ha olvidado a small man who will not see thirty again, este hombrecillo que ya no cumplirá la who his spent six days of every week treintena y que, desde hace siete años, pasa f o r s e v e n y e a r s a t t h e p l a n i n g m i l l , 60 seis días de la semana en el taller de f e e d i n g b o a r d s i n t o t h e m a c h i n e r y. acepillado, introduciendo tablones en las Saturday afternoons too he spends máquinas. Pasa también allí sus tardes de sát h e r e , a l o n e n o w, w i t h t h e o t h e r bado, solo, mientras los demás obreros calleworkmen all down town in their Sunday jean por la ciudad con sus trajes de domingo clothes and neckties, in that terrific and 65 y sus corbatas, presas de esa ociosidad terriaimless and restive idleness of men ble, reticente y sin objeto de los hombres habituados al trabajo. who labor. Byron dedica sus tardes de sábado a On these Saturday afternoons he l o a d s t h e f i n i s h e d b o a r d s i n t o 70 cargar las tablas acabadas en los vagones de mercancías, porque, solo, no puefreight cars, since he cannot 30

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intercourse 1 trato, relaciones, communication or dealings between individuals, nations, etc. 2 sexual intercourse, acto sexual, coito. 3 communion between human beings and God.

nondescript [building, furniture] corriente [colour] indefinido [person, clothes, face] (= unremarkable) anodino (= uninteresting) insulso; soso (informal) nondescript adj. anodino, soso: he wears nondescript suits, lleva ropa muy sosa

operate the planer alone, keeping his own time to the final second of an imaginary whistle. The other workmen, the town itself or that part of it which remembers or thinks about him, believe that he does it for the overtime which he receives. Perhaps this is the reas on. Man knows so little about his fellows. In his eyes all men or women act upon what he believes would motivate him if he were mad enough to do what that other man or woman is doing. In fact, there is but one man in the town who could speak with any certainty about Bunch, and with this man the town does not know that Bunch has any intercourse, since they meet and t a l k o n l y a t n i g h t . T h i s m a n ’s n a m e i s H i g h t o w e r. Tw e n t y - f i v e y e a r s a g o he was minister of one of the p r i n c i p a l c h u r c h e s , p e r h a ps the principal church. This man alone knows where Bunch goes each Saturday evening when the imaginary whistle blows (or when Bunch’s huge silver watch say s that it has blown). Mrs. Beard, at whose boarding house Bunch lives, knows only that shortly after six o’clock each Saturday Bunch enters, bathes and changes to a suit of cheap ser ge which is not new, eats his supper and saddles the mule which he stables in a shed behind the house which Bunch himself patched up and roofed, and departs on the mule. She does not know where he goes. It is the minister Hightower alone who knows that Bunch rides thirty miles into the country and spends Sunday leading the choir in a country church—a service which lasts all day long. Then some time around midnight he saddles the mule again and r i d e s b a c k t o J e f f e r s o n a t a s t e a d y, allnight jog. And on Monday morning, in his clean overalls and shirt he will be on hand at the mill when the whistle blows. Mrs. Beard knows only that f r o m S a t u r d a y ’s s u p p e r t o M o n d a y ’s breakfast each week his room and the mule’s homemade stable will be vacant. Hightower alone knows where he goes and what he does there, because two or three nights a week Bunch visits Hightower in the small house where the ex-minister lives alone, in what the town calls his disgrace—the house unpainted, small, obscure, poorly lighted, mansmelling, manstale. Here the two of them sit in t h e m i n i s t e r ’s s t u d y, t a l k i n g q u i e t l y : the slight, nondescript man who is utterly unaware that he is a man of mystery among his fellow workers, and the fifty-year-old outcast who has been denied by his church.

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de manejar la acepilladora. Y él mismo vigila la hora, hasta el segundo final en que suena un imaginario toque de sirena. Los otros obreros, la ciudad misma, o al menos esa parte de la ciudad que se acuerda de él, que piensa en él, creen que hace eso por aumentar un poco el salario que percibe. Tal vez sea ésta la razón. El hombre sabe muy poco de su prójimo. A nuestros ojos, los hombres y las mujeres obran por los mismos motivos que nos empujarían a nosotros si estuviésemos lo bastante locos para obrar como ellos. En realidad, sólo hay un hombre en toda la ciudad, que podría hablar de Bunch sin correr el peligro de equivocarse demasiado; y la ci u dad no sabe que Bunch y ese hombre se conocen, ya que sólo se ven y se hablan por las noches. Ese hombre se llam a H i g h t o w e r. Ve i n t e a ñ o s a n t e s e r a pastor en uno de los templos más importantes, en el más importante tal vez. Sólo este hombre sabe a dónde va Bunch todos los sábados por la tarde, a la hora en que la sirena imaginaria suena (o cuando el gran reloj de plata de Bunch le avisa de que debería haber sonado). La señora Beard, que regenta la pensión familiar en que vive Bunch, sólo sabe que, cada sábado, un poco después de las seis, Bunch entra en casa, toma un baño, se endosa un modesto traje de sarga muy usado, cena, ensilla la mula que encierra en el cobertizo de la parte trasera de la casa (cobertizo que él mismo ha reparado y cubierto) y se aleja montado en la mula. La señora Beard no sabe a dónde va. Sólo el pastor Hightower sabe que Bunch recorre treinta millas campo a través y pasa su domingo dirigiendo el coro de una iglesia rural... un oficio que dura todo el día. Después, hacia la media noche, Bunch ensilla de nuevo su mula y regresa a Jefferson, trotando toda la noche sin punto de reposo. Y el lunes por la mañana, con su mono muy limpio y su camisa, está en su puesto, en el aserradero, a la hora del toque de sirena. La señora Beard sabe únicamente que, cada semana, entre la cena del sábado y el desayuno del lunes, su habitación y la improvisada cuadra están vacías. Sólo Hightower sabe a dónde ha ido y lo que allí hace, porque dos o tres noches por semana, Bunch visita a Hightower en la casa en donde el pastor vive, solo con lo que la ciudad llama su desgracia...; una casita pequeña, oscura, mal alumbrada, mal pintada, que huele a hombre y a cerrado. Es allí, en el despacho del pastor, donde ambos charlan apaciblemente: el h o m b r e c i l l o insignificante q u e n i s i quiera sospecha hasta qué punto le consideran misterioso sus compañeros, y el quincuagenario marginado que ha sido repudiado por la iglesia.

Then Byron fell in love. He fell in Y Byron se ha enamorado. Se ha enamoralove contrary to all the tradition of his 70 do en contra de todas las tradiciones de su eduaustere and jealous country raising cación provinciana, austera y celosa, que exige 31

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del objeto amado la inviolabilidad física. Aquewhich demands in the object physical llo ocurrió el sábado por la tarde, cuando estainviolability. It happens on a Saturday ba solo en el aserradero. Allá abajo, a unas dos afternoon while he is alone at the mill. millas, la casa seguía ardiendo; el humo amaTw o m i l e s a w a y t h e h o u s e i s s t i l l b u r n i n g , t h e y e l l o w s m o k e s t a n d i n g 5 rillo se elevaba sobre el horizonte, recto como un obelisco. Habían visto el fuego antes del mestraight as a monument on the horizon. They saw it before noon, when the diodía, cuando el humo comenzaba a asomar smoke first rose above the trees, before por encima de los árboles, antes del toque de the whistle blew and the others sirena, antes de que se fuesen los demás. d e p a r t e d . “ I r e c k o n B y r o n ’ l l q u i t 10 —Hoy es seguro que Byron deja también t o o , t o d a y, ” t h e y s a i d . “ W i t h a f r e e el trabajo —dijo uno—. No es fácil poder ver fire to watch.” gratis un incendio como ése. “It’s a big fire,” another said. “What —Es un gran incendio —dijo otro—. ¿Dóncan it be? I don’t remember anything out 15 de podrá ser? Por ese lado no recuerdo que haya that way big enough to make all that nada lo bastante grande para hacer tanto humo. smoke except that Burden house.” A no ser la casa Burden. “Maybe that’s what it is,” another —Tal vez sea ella —dijo otro—. Mi padre said. “My pappy says he can remember 20 dice que recuerda que, hace cincuenta años, la how fifty years ago folks said it ought gente decía que deberían prenderle fuego, con to be burned, and with a little human fat un poco de grasa humana al principio para que meat to start it good.” ardiese mejor. “ M a y b e y o u r p a p p y s l i p p e d o u t 25 —A lo mejor ha sido tu papá el que se ha there and set it afire,” a third said. dado una vuelta por allí para prenderle fuego T h e y l a u g h e d . T h e n t h e y w e n t back —dijo un tercero. Se rieron. Luego, reanudato work, waiting for the whistle, ron el trabajo, esperando el toque de sirena, paus i n g n o w a n d t h e n t o l o o k a t t h e deteniéndose de vez en cuando para mirar el s m o k e . A f t e r a w h i l e a t r u c k l o a d e d 30 humo. Al cabo de un rato, llegó un camión carw i t h l o g s d rove in. They asked the truck gado de troncos de árbol. Preguntaron al chodriver, who had come through town. fer, que había atravesado la ciudad. “Burden,” the driver said. “Yes. That’s —Burden —dijo el chofer—. Si, ése es el the name. Somebody in town said that the 35 nombre. En la ciudad han dicho que el sheriff sheriff had gone out there too.” ha ido a dar una vuelta por allí. “ Well, I reckon Watt Kennedy likes —Vaya, estoy seguro de que a Watt to watch a fire, even if he does have to Kennedy le gusta ver un incendio, aunque tentake that badge with him,” one said. 40 ga que llevar la chapa consigo —dijo uno. “From the way the square looks,” the —Por lo que vi y oí en la driver said, “he won’t have much plaza, no creo que tenga que trouble finding anybody he wants out buscar mucho si quiere detethere to arrest.” 45 n e r a a l g u i e n .

tow 1 n. to take in tow, remolcar 2 v. t. remolcar in tow en compañía de in tow a remolque tow hook gancho de remolque tow hook gancho de sirga tow truck remolque towhead 1 : a low alluvial island or shoal in a river : SANDBAR 2 : a head of hair resembling tow especially in being flaxen or tousled; also : a person having such a head of hair tow-head tow-coloured or unkempt hair, pelo de estopa. tow-coloured (of hair) very light. tow 2 n. 1 the coarse and broken part of flax or hemp prepared for spinning. 2 a loose bunch of rayon etc. strands. tow 3 1 : a rope or chain for towing 2 a : the act or an instance of towing b : the fact or state of being towed 3 a : something towed (as a boat or car) b : a group of barges lashed together and usually pushed 4 a : something (as a tugboat) that tows b : SKI TOW - in tow 1 : under guidance or protection 2 : in the position of a dependent or devoted follower or admire

The noon whistle blew. The others departed. Byron ate lunch, the silver watch open beside him. When it said one o’clock, he went back to work. He was alone in the loading shed, making his steady and interminable journeys b e t w e e n t h e s h e d a n d t h e c a r, w i t h a piece of folded tow sack upon his shoulder for a pad and bearing upon the pad stacked burdens of staves which another would have said he cold not r a i s e n o r c a r r y, w h e n L e n a G r o v e walked into the door behind him, her face already shaped with serene anticipatory smiling, her mouth already shaped upon a name. He hears her and turns and sees her face fade like the dying agitation of a dropped pebble in a spring.

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“You ain’t him,” she says behind her fading smile, with the grave astonishment of a child.

La sirena de mediodía sonó. Todo el mundo se fue, menos Byron, que se puso a comer, con el reloj de plata abierto junto a él. Cuando el reloj marcó la una, volvió a su labor. Estaba solo en el cobertizo de carga. Iba y venía regularmente, inacabablemente, entre el cobertizo y el camión, con un trozo de tela de saco doblada en el hombro a modo de almohadilla; y trasladaba a cuestas unas pilas de tablas que nadie le hubiese creído capaz de levantar y de transportar. Fue entonces cuando Lena Grove apareció en la puerta, detrás de él, con el rostro ya todo iluminado con una sonrisa anticipada y la boca modelándose para pronunciar una palabra. Byron la oyó, se volvió hacia ella y vio que su rostro se extinguía como las últimas ondas producidas por un guijarro caído en un estanque. —Usted no es él —dice ella, por detrás de su rostro extinguido, con el grave asombro de un niño.

70 “No , m a ’ a m , ” B y r o n s a y s . H e 32

—No señora —dice Brown; se detiene y se

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tr. Enrique Sordo vuelve a medias, con las tablas en equilibrio sobre su hombro—. Creo que no. ¿Pero quién es el que yo no soy?

pauses, half turning with the balanced staves. “I don’t reckon I am. Who is it I ain’t?” “Lucas Burch. They told me—”

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—Lucas Burch. Me habían dicho... —Lucas Burch?

“Lucas Burch?”

—Me habían dicho que le encontraría aquí. “They told me I would find him out Lena habla con una especie de serenidad here.” She speaks with a kind of serene 10 desconfiada, observándole sin pestañear, como suspicion, watching him without si creyese que trata de engañarla. blinking, as if she believes that he is —Cuanto más me acercaba a la ciudad, más trying to trick her. “When I got close to se empeñaban en llamarle Bunch en lugar de town they kept a-calling it Bunch instead of Burch. But I just thought they 15 Burch. Pero yo creía que era solamente porque lo pronunciaban mal. O que era yo, algunas vewas saying it wrong. Or maybe I just ces, la que no lo entendía bien. heard it wrong.”

loins lomos, costados, caderas, ijadas, riñones, flancos, espaldas, región lumbar, entrañas

—Sí, señora —dice Byron—. Está bien di“ Ye s , m a ’ a m , ” h e s a y s . “ T h a t ’ s w h a t i t i s : B u n c h . B y r o n B u n c h . ” 20 cho: Bunch, Byron Bunch. La mira, todavía con las tablas en equiWith the staves still balanced on librio sobre su hombro; mira el cuerpo dehis shoulder he looks at her, at formado, las caderas macizas, el polvillo h e r s w o l l e n b o d y, h e r h e a v y l o i n s , rojizo sobre esas grandes botas de hombre at the red dust upon the man’s h e a v y s h o e s u p o n h e r f e e t . “ A r e 25 que lleva puestas. —Es usted la señora Burch? you Miz Burch?” She does not answer at once. She stands there just inside the door, watching him intently but without alarm, with that untroubled, faintly baffled, faintly suspicious gaze. Her eyes are quite blue. But in them is that shadow of the belief that he is trying to deceive her. “They told me away back on the road that Lucas is working at the planing mill in Jefferson. Lots of them told me. And I got to Jefferson and they told me where the planing mill was, and I asked in town about Lucas Burch and they said, ‘Maybe you mean Bunch’; and so I thought they had just got the name wrong and so it wouldn’t make any difference. Even when they told me the man they meant wasn’t dark complected. Yo u a i n ’ t t e l l i n g m e y o u d o n ’t k n o w Lucas Burch out here.”

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Ella tarda en responder. Se queda allí, quieta, en la puerta, mirándole con intensidad, pero sin alarma, con su mirada impasible, un poco desorientada, levemente suspicaz. Sus ojos son muy azules. Pero se ve en ellos la sombra del pensamiento de que trata de engañarla. —Me dijeron allá, por el camino, que Lucas trabajaba en el taller de carpintería de Jefferson. Me lo han dicho montones de personas. Y he llegado a Jefferson, y me han indicado dónde estaba el aserradero, y pregunté en la ciudad por Lucas Burch, y me dijeron: «Querrá usted decir Bunch.» Así que creía que no sabían bien el nombre, cosa que no tenía mucha importancia. Incluso después me dijeron que el hombre en cuestión no era moreno. ¿Me va usted a decir que no conoce por aquí a un tal Lucas Burch?

Byron puts down the load Byron deposita su fardo de tablas en una o f s t a v e s , i n a n e a t s t a c k , 50 pulcra pila, totalmente dispuesta para ser carready to be taken up again. gada de nuevo. “No, ma’am. Not out here. Not no —No, señora. Por aquí no. No hay ningún Lucas Burch out here. And I know Lucas Burch por aquí. Y yo conozco a todos all the folks that work here. He los muchachos que trabajan en este lugar. Clam a y w o r k s o m e w h e r e i n t o w n . O r 55 ro que a lo mejor trabaja en otra parte, en la at another mill.” ciudad o en algún otro taller. “Is there another planing mill?”

—¿Hay otro taller de carpintería?

“No, ma’am. There’s some sawmills, 60 —No, señora. Pero hay almacenes de maa right smart of them, though.” dera, y hasta más de uno. She watches him. “They told me back Ella le observa. down the road that he worked for the —Allá, en la carretera, me dijeron que planing mill.” 65 trabajaba en la carpintería. “I don’t know of any here by that —No conozco por aquí a nadie con ese name,” Byron says. “I don’t recall none nombre —dijo Byron—. En realidad, no hay named Burch except me, and my name más Burch que yo. Y ni siquiera me Llamo is Bunch.” 70 Burch, sino Bunch.

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Ella sigue observándole, con una expresión She continues to watch him with that en la que se lee más la desconfianza del presente expression not so much concerned for que la inquietud del futuro. Después, respira. No t h e f u t u r e a s s u s p i c i o u s o f t h e n o w. es un suspiro: es que respira, sencillamente; una Then she breathes. It is not a sigh: she just breathes deeply and quietly once. 5 sola vez, reposadamente, profundamente. —Entonces... dice, y se vuelve a medias y “ We l l , ” s h e s a y s . S h e h a l f t u r n s a n d ve a su alrededor las maderas acepilladas, las glances about, at the sawn boards, the tablas apiladas—... me parece que me voy a stacked staves. “I reckon I’ll set down sentar un rato. Es muy fatigoso andar por las a while. It’s right tiring, walking over them hard streets from town. It seems 10 calles de la ciudad, tan duras. Creo que me he cansado más andando por la ciudad que en todo like walking out here from town tired el camino que he recorrido desde Alabama. me more than all that way from Alabama Se dirige hacia un montoncito de did.” She is moving toward a low stack t a blas. of planks. 15 —Espere —dice Byron; y se lanza hacia “ Wa i t , ” B y r o n s a y s . H e a l m o s t adelante, salta casi, y hace que resbale dessprings forward, slipping the sack pad de su hombro el saco de arpillera; la mujer from his shoulder. The woman arrests se detiene un momento, antes de sentarse, y herself in the act of sitting and Byron spreads the sack on the planks. “You’ll 20 Byron extiende el saco sobre las tablas—. Así estará mejor. set easier.” “Why, you’re right kind.” She sits down.

—¡Ah, qué amable es usted! Se sienta.

25 —Creo que así estará un poco me“ I r e c k o n i t ’ l l s e t a l i t t l e e a s i e r,” jor —dice Byron, y saca del bolsillo su Byron says. He takes from his pocket the reloj de plata y lo mira; después, se silver watch and looks at it; then he too sienta también, en la otra punta del sits, at the other end of the stack of lumber. “I reckon five minutes will be 30 montón de tablas—. Creo que son cinco minutos... about right.” “Five minutes to rest?” she says.

—¿Cinco minutos para descansar? —dice ella.

“Five minutes from when you come 35 —Cinco minutos desde que ha llegain. It looks like I done already started do usted. Me parece que he empezado ya resting. I keep my own time on Saturday mi descanso. Los sábados por la tarde evenings,” he says. cuento el tiempo yo mismo. ” A n d e v e r y t i m e y o u s t o p f o r a 40 —¿Y tiene en cuenta cada minuto minute, you keep a count of it? How will que se detiene? ¿Quién va a saber que they know you stopped? A few minutes se ha detenido? Unos minutos más no wouldn’t make no difference, would it?” tienen importancia, ¿no cree usted? “ I r e c k o n I a i n ’t p a i d f o r s e t t i n g 45 —Pero no me pagan por estar sentado — down,” he says. “So you come from dice Byron—. ¿De modo que viene usted de Alabama.” Alabama? She tells him, in his turn, sitting on Ahora es ella quien habla, sentada sobre the towsack pad, heavybodied, her face 50 el almohadón de arpillera, con el cuerpo pequiet and tranquil, and he watching her sado y el rostro sereno y quieto. Él escucha, as quietly; telling him more than she muy tranquilo también. Ella le dice más de lo knows that she is telling, as she has been que cree decirle, como ha venido haciéndolo doing now to the strange faces among con todas las caras desconocidas entre las whom she has travelled for four weeks 55 cuales ha viajado, durante cuatro semanas, with the untroubled unhaste of a change con la lentitud imperturbable de un cambio of season. And Byron in his turn gets de estación. Y Byron, a su vez, concibe tamthe picture of a young woman betrayed bién la imagen de una muchacha traicionada and deserted and not even aware that she y abandonada, que ni siquiera se da cuenta has been deserted, and whose name is 60 de que ha sido abandonada ni de que no se not yet Burch. apellida todavía Burch. “No, I don’t reckon I know him,” he —No, creo que no le conozco —dijo Byron, says at last. “There ain’t anybody but me al fin—. De todos modos, aquí, esta tarde, sólo out here this evening, anyway. The rest 65 estoy yo. Todos los demás se han ido allá, proof them are all out yonder at that fire, bablemente a ver el incendio. more than like.” He shows her the Y le indica la columna de humo amariyellow pillar of smoke standing tall and llo que sube muy recta sobre los árboles, windless above the trees. por el aire en calma. 70 “ We c o u l d s e e i t f r o m t h e w a g o n —Lo vimos desde la carreta, antes de en34

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before we got to town,” she says. “It’s a right big fire.”

trar en la ciudad —dice ella—. Debe de ser un gran fuego.

“It’s a right big old house. It’s been there a long time. Don’t nobody live in it but one lady, by herself. I reckon there are folks in this town will call it a j u d g m e n t o n h e r, e v e n n o w. S h e i s a Yankee. Her folks come down here in the Reconstruction, to stir up the niggers. Two of them got killed doing it. They say she is still mixed up with niggers. Visits them when they are sick, like they was white. Won’t have a cook because it would have to be a nigger cook. Folks say she claims that niggers are the same as white folks. That’s why folks don’t never go out there. Except one.” She is watching him, listening. Now he does not look at her, looking a little aside. “Or maybe two, from what I hear. I hope they was out there in time to help her move her furniture out. Maybe they was.”

—Es una casa vieja y grande. Hace 5 tiempo que existe. No vive en ella nadie, únicamente una señora completamente sola. Seguro que ahora mismo estarán diciendo en el pueblo que es un castigo de Dios. Es una yanqui. Su familia vino aquí, 10 durante la Reconstrucción, para agitar a los negros. Dos de sus parientes murieron por ello. Se dice que ella se mezcla todavía en cosas de los negros. Les va a ver cuando están enfermos, como si fuesen blancos. 15 No quiere tener cocinera porque tendría que ser negra. Dicen que asegura que los negros son como los blancos. Por eso no va nadie a verla. Sólo un hombre.. Lena le observa, mientras le escucha. El 20 no la mira. Mira un poco de reojo. —...o quizás dos, según dicen. Espero que hayan llegado a tiempo para ayudarle a sacar los muebles. A lo mejor ya estaban allí. 25 —¿Quiénes son?

“Maybe who was?”

—Dos muchachos que se llaman Joe y que “Two fellows named Joe that live out viven muy cerca de ella: Joe Christmas y Joe that way somewhere. Joe Christmas and Joe Brown.” 30 Brown. “ J o e C h r i s t m a s ? T h a t ’s a f u n n y name.”

—Joe Christmas? Es un nombre muy raro.

—También él es un tipo muy raro... De nuevo desvía un poco los ojos para no “ H e ’s a f u n n y f e l l o w. ” A g a i n h e 35 encontrarse con el rostro interesado de Lena. looks a little aside from her interested —Su socio, Brown, tampoco es coface. “His partner ’s a sight, too. Brown. r r i e n t e . Ta m b i é n t r a b a j a b a a q u í . P e r o He used to work here too. But they done s e l a rg a r o n l o s d o s . Y c r e o q u e t o d o s q u i t n o w, b o t h o f t h e m . W h i c h a i n ’ t nobody’s loss, I reckon.” 40 h e m o s s a l i d o g a n a n d o . La mujer está sentada en su almohaThe woman sits on the towsack dón de arpillera, interesada, tranquila. pad, interested, tranquil. The two of Era como si los dos estuviesen sentados, them might be sitting in their Sunday c l o t h e s , i n s p l i n t c h a i r s o n t h e 45 una tarde de domingo, delante de una casa de campo, en butacas de anea, sopatina-smooth earth before a co u n t r y bre la tierra lisa y apisonada. cabin on a Sabbath afternoon. —¿Su socio también se llama Joe? “Is his partner named Joe too?” “ Ye s , m a ’ a m . J o e B r o w n . B u t I 50 —Si señora. Joe Brown. Es posible reckon that may be his right name. que no sea su verdadero nombre. Pero Because when you think of a fellow cuando se piensa en alguien que se llanamed Joe Brown, you think of a ma Joe Brown se ve en seguida a un bob i g m o u t h e d f e l l o w t h a t ’s a l w a y s cazas que siempre se está riendo y que l a u g h i n g a n d t a l k i n g l o u d . A n d s o I 55 habla muy alto. Por eso creo que es su reckon that is his right name, even if Joe verdadero nombre. Aunque parece deBrown does seem a little kind of too masiado corto, y demasiado fácil, para quick and too easy for a natural name, ser un nombre real. Pero yo estoy segus o m e h o w. B u t I r e c k o n i t i s h i s , a l l ro de que es el suyo. Porque, si sólo se right. Because if he drew time on his 60 tratase de hablar mucho, Brown, a estas mouth, he would be owning this here horas, ya sería el dueño del aserradero. mill right this minute. Folks seem to like De todos modos, la gente parece aprehim, though. Him and Christmas get ciarle. Al menos, él y Christmas se enalong, anyway.” tienden muy bien. 65 She is watching him. Her face is still Ella le observa. Su rostro sigue estanserene, but now is quite grave, her eyes do sereno, pero ahora es más grave, sus quite grave and quite intent. What do ojos son más graves y atentos. him and the other one do?” —Y qué hacen, esos dos? 70 “ N o t h i n g t h e y h a d n ’t o u g h t t o , I —Nada malo, supongo. Por lo me35

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nos, todavía no les han trincado. reckon. At least, they dint been caught Brown trabajaba aquí, si así puede deat it yet. Brown used to work here, cirse, todo el tiempo que le quedaba some; what time he had off from después de reírse y gastar bromas a la laughing and playing jokes on folks. But C h r i s t m a s h a s r e t i r e d . T h e y l i v e o u t 5 g e n t e . P e r o C h r i s t m a s s e f u e . Vi v e n j u n t o s a l l á a b a j o , e n n o s é q u é l u g a r, yonder together, out there somewhere cerca de la casa que está ardiendo. Me where that house is burning. And I have han hablado de cómo se ganaban la heard what they do to make a living. But v i d a . P e r o e n p r i m e r l u g a r, e s o n o e s that ain’t none of my business in the f i r s t p l a c e . A n d i n t h e s e c o n d p l a c e , 10 a s u n t o m í o , y e n s e g u n d o l u g a r, s u e l e haber muy poco de verdad en lo que la most of what folks tells on other folks gente cuenta. A mí no me parece que ain’t true to begin with. And so I reckon soy mejor que los demás. I ain’t no better than nobody else.” Lena le observa. Ni parpadea siquiera. She is watching him. She is not even 15 —Y dice que se apellida Brown? blinking. “And he says his name is Esto podría ser una pregunta, pero Brown.” It might have been a question, Lena no aguarda la respuesta: b u t s h e d o e s n o t w a i t f o r a n a n s w e r. —¿Qué historias ha oído contar “What kind of tales have you heard about what they do?” 20 s o b r e l o q u e h a c e n ? —No me gusta ofender a nadie — “I would injure no man,” Byron says. dice Byron—. Creo que no debería de “I reckon I ought not to talked so much. hablar tanto. Lo cierto es que, en cuanFor a fact, it looks like a fellow is bound t o g e t i n t o m i s c h i e f s o o n a s h e q u i t s 25 to un muchacho deja de trabajar, puede meterse en algún lío. working.” —¿Qué clase de historias? —dice Lena. “What kind of tales?” she says. She No se ha movido. Su voz es tranquila. Y has not moved. Her tone is quiet, but Byron is already in love, though he does 30 Byron ya se ha enamorado de ella, aunque todavía no lo sabe. No la mira. Pero siente que not yet know it. He does not look at her, aquellos ojos graves, intensos, están clavados feeling her grave, intent gaze upon his en su rostro, en su boca. face, his mouth. “Some claim they are selling whiskey. Keeping it hid out there where that house is burning. And there is some tale about Brown was drunk down town one Saturday night and he pretty near told something that ought not to been told, about him and Christmas in Memphis one night, or on a dark road close to Memphis, that had a pistol in it. Maybe two pistols. Because Christmas come in quick and shut B r o w n u p a n d t o o k h i m a w a y. Something that Christmas didn’t want t o l d , a n y w a y, a n d t h a t e v e n B r o w n would have had better sense than to told if he hadn’t been drunk. That’s what I heard. I wasn’t there, myself.” When he raises his face now he finds that he has looked down again before he even met her eyes. He seems to have already a foreknowledge of something now irrevocable, not to be recalled, who had believed that out here at the mill alone on Saturday afternoon he would be where the chance to do hurt or harm could not have found him.

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“What does he look like?” she says.

—Hay quien dice que venden whisk y, y que lo tienen escondido allí, donde se quema la casa. Y también se cuenta que un sábado en que Brown andaba borracho por la ciudad, llegó a decir algo que más le valdría no haber dicho: una historia sobre él y sobre Christmas, en Memphis, una noche; o en la carretera, cerca de Memphis. Había un revólver en el asunto, tal vez dos. Pero Christmas llegó en seguida, hizo callar a Brown y le sacó de allí. Era algo que Christmas no quería que se contase, y que Brown no habría contado nunca sin estar borracho. Eso es lo que han dicho. Yo no estaba allí. Cuando levanta la cabeza se da cuenta de que ha bajado los ojos para que sus miradas no tengan tiempo de cruzarse. Es como si ya tuviera el presentimiento de algo irreparable, de algo que no puede ser revocado. Él, que creía que aquí, solo en el aserradero, un sábado por la tarde, no cor r í a n i n g ú n r i e s g o d e h e r i r, d e h a c e r daño a nadie... —Cómo es él? —dice ella.

“Christmas? Why—”

—¿Quién, Christmas? ¿Por qué...? 65

“I don’t mean Christmas.”

—No hablo de Christmas.

“Oh. Brown. Yes. Tall, young. Dark —¡Ah, Brown! Sí. Es alto, joven, mocomplected; womenfolks calls him reno. Las mujeres le encuentran muy guahandsome, a right smart do, I hear tell. 70 po. Más de una, según dicen. No pierde A big hand for laughing and frolicking ocasión de reír, y de divertirse, y de ha36

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tr. Enrique Sordo cer bromas a la gente. Pero yo... Su voz se detiene. No se atreve a mirarla. Porque siente que aquellos ojos, sobrios e inmóviles, están clavados en su rostro.

and playing jokes on folks. But I ...” His voice ceases. He cannot look at h e r , f e e l i n g h e r s t e a d y, s o b e r g a z e upon his face. 5

—Joe Brown —dice ella—. ¿Tiene una pequeña cicatriz blanca aquí, muy cerca de la boca?

“Joe Brown,” she says. “Has he got a little white scar right here by his mouth?”

Byron no puede mirarla. Permanece quieAnd he cannot look at her, and he 10 to, sentado sobre el montón de tablas. Ahora ya sits there on the stacked lumber when it es demasiado tarde; ahora quisiera haberse coris too late, and he could have bitten his tado la lengua de un mordisco. tongue in two. 15

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25 Chapter 3

3.

Desde la ventana de su escritorio pueFROM his study window he can see de ver la calle. No está lejos, porque el the street. It is not far away, since the l a w n i s n o t d e e p . I t i s a s m a l l l a w n , 30 cuadro de césped no es ancho. Sólo es un cuadrito de césped en el que crecen mecontaining a half dozen lowgrowing dia docena de arces enanos. La casa, un maples. The house, the brown, modesto bungalow parduzco y mal pintaunpainted and unobtrusive bungalow is do, es pequeña también. Unas matas de mirsmall too and by bushing crape myrtle and syringa and Althea almost hidden 35 tos, de celindas y de aireas la ocultan casi por completo; sólo dejan un hueco, que es save for that gap through which from the por donde él observa la calle. La casa está study window he watches the street. So tan escondida, que la luz del farol que hay hidden it is that the light from the corner en la esquina de la calle apenas la roza. street lamp scarcely touches it. 40 Desde la ventana puede ver el rótulo que From the window he can also see the él llama su monumento. Está colocado en el sign, which he calls his monument. It is ángulo del jardín, a poca altura, dando frenplanted in the corner of the yard, low, te a la calle. Tiene un metro de largo y cuafacing the street. It is three feet long a n d , e i g h t e e n i n c h e s h i g h — a n e a t 45 renta centímetros de alto. Es un rectángulo muy neto que los transeúntes sólo ven por oblong presenting its face to who passes un lado. Él, en cambio, sólo lo ve por deand its back to him. But he does not trás. Pero no necesita leerlo, porque el día need to read it because he made the sign que comprendió que era necesario ganar diw i t h h a m m e r a n d s a w, n e a t l y, a n d h e painted the legend which it bears, neatly 50 nero para poder alimentarse, calentarse y vestirse, hizo él mismo el rótulo con una sietoo, tediously, when he realised that he rra y un martillo, cuidadosamente, y cuidawould have to begin to have to have dosamente también, meticulosamente, pintó money for bread and fire and clothing. en él las palabras que lleva. Cuando salió When he quitted the seminary he had a small income inherited from his father, 55 del seminario tenía unas pequeñas rentas que le venían de su padre. En cuanto tuvo su iglewhich, as soon as he got his church, he sia, comenzó a enviarlas, al recibir los cheforwarded promptly on receipt of the ques trimestrales, a una institución de quarterly checks to an institution for Memphis para jóvenes arrepentidas. Después delinquent girls in Memphis. Then he lost his church, he lost the Church, and 60 fue expulsado de su iglesia, fue expulsado de la Iglesia; y la cosa más penosa que, a su the bitterest thing which he believed juicio, había tenido que soportar en su vida that he had ever faced—more bitter even than the bereavement and the shame— —más penosa aún que la interdicción y la was the letter which he wrote them to vergüenza— fue la carta que escribió para say that from now on he could send them 65 avisar de que, en lo sucesivo, sólo podría but half the sum which he had enviar la mitad de lo que hasta entonces hapreviously sent. bía enviado siempre. So he continued to send them half of Por consiguiente, continuó enviando la a revenue which in its entirety would 70 mitad de una renta que, en su integridad, le little more than have kept him. “Luckily, habría bastado, aunque muy justamente, para 37

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vivir. «Afortunadamente, hay cosas que puethere are things which I can do,” he said do hacer», se dijo entonces. Y ahí el rótulo, at the time. Hence the sign, carpentered carpinteado cuidadosamente por él mismo, y neatly by himself and by himself por él mismo escrito con fragmentos de vilettered, with bits of broken glass contrived cunningly into the paint, so 5 drio diestramente mezclados con la pintura de modo que, por la noche, al resplandor del that at night, when the corner street farol, las letras centelleasen y recordasen la lamp shone upon it, the letters glittered idea de Navidad: with an effect as of Christmas: REV. GAIL HIGHTOWER, D.D. Art Lessons Hand-painted Xmas & Anniversary Cards Photographs Developed

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Reverendo Gail Hightower, D.D. Lecciones de artes de adorno. Tarjetas de Navidad y de Aniversario pintadas a mano. Trabajos fotográficos.

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loiter idle, hogazanear, merodear, zanganear, deambular loitered travelled indolently & with long pauses loitering parsimonioso, cachazudo, loiterer lingerer someone who lingers aimlessly in or about a place, curioso

But that was years ago, and he had had no art pupils and few enough Christmas cards and photograph plates, and the paint and the shattered glass had weathered out of the fading letters. They were still readable, however; though, like Hightower himself, few of the townspeople needed to read them anymore. But now and then a negro nursemaid with her white charges would loiter t h e r e a n d s p e l l t h e m a l o u d w i t h that vacuous idiocy of her idle and illiterate kind, or a stranger happening along the quiet and remote and unpaved and little-used street would pause and read the sign and then look up at the small, brown, almost concealed house, and pass on; now and then the stranger would mention the sign to some acquaintance in the town. “ O h , y e s , ” t h e f r i e n d w o u l d s a y. “Hightower. He lives there by himself. He come here as minister of the Presbyterian church, but his wife went bad on him. She would slip off to Memphis now and then and have a good time. About twenty-five years ago, that was, right after he come here. Some folks claimed he knew about it. That he couldn’t or wouldn’t satisfy her himself and that he knew what she was doing. Then one Saturday night she got killed, in a house or something in Memphis. Papers full of it. He had to resign from the church, but he wouldn’t leave Jefferson, for some reason. They tried to get him to, for his own sake as well as the town’s, the church’s. That was pretty bad on the church, you see. Having strangers come here and hear about it, and him refusing to leave the town. But he wouldn’t go away. He has lived out there on what used to be the main street ever since, by himself. At least it ain’t a principal street anymore. T h a t ’s s o m e t h i n g . B u t t h e n h e d o n ’ t worry anybody anymore, and I reckon most folks have forgot about him. Does his own housework. I don’t reckon anybody’s even been inside that house i n t w e n t y - f i v e y e a r s . We d o n ’ t k n o w why he stays here. But any day you pass along there about dusk or nightfall, you can see him sitting in the window. Just sitting there. The rest of the time folks won’t hardly see him around the place 38

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Pero de esto hacía ya mucho tiempo, y nunca había tenido alumnos, y había hecho muy pocas tarjetas de Navidad y placas fotográficas; y la pintura y el vidrio machacado se habían desconchado sobre las letras descoloridas. Sin embargo, todavía se podían leer; pero la gente de la ciudad no tenía más necesidad de hacerlo que el propio Hightower. De vez en cuando, no obstante, una nodriza negra, con sus niños blancos, se detenía para descifrarlas en voz alta, con ese aire vacío y estúpido de las personas de su especie, ociosas e ignorantes. Y a veces, algún forastero que se encontraba en la calma de aquella calle alejada, desierta y sin pavimentar, se detenía para leer el rótulo, alzaba los ojos hacia la pequeña casa parda y semioculta y después se alejaba. De cuando en cuando podía ocurrir que el forastero mencionase el rótulo a algún amigo de la ciudad. «¡Ah, si! Hightower. Vive allí, solo. Llegó aquí como pastor de una iglesia presbiteriana. Pero su mujer le jugó una mala pasada, de vez en cuando se largaba a Memphis de picos pardos. Esto fue hace unos veinticinco años, poco después de que llegara aquí. Algunos pretenden que él estaba al corriente. Que no podía o no quería satisfacerla él mismo y que sabía lo que ella hacía. Y después, un sábado por la noche, la mujer se mató en alguna parte, en una casa de Memphis. Los periódicos no hablaban de otra cosa. Hightower se vio forzado a abandonar la iglesia, pero, por alguna razón, no quiso salir de Jefferson. Trataron de obligarle, en su propio interés y en interés de la ciudad y de la iglesia. No era agradable para la iglesia, como usted comprenderá, que viniesen forasteros y oyesen hablar de aquello. Pero él se negaba a abandonar la ciudad. No quería irse. Desde entonces vive allá abajo, completamente solo, en lo que fue antaño calle mayor. Pero ahora ya no lo es, y algo es algo. Pero el hombre no molesta a nadie y estoy seguro de que la mayor parte de la gente le ha olvidado. Se hace él mismo las labores domésticas. Yo creo que nadie ha entrado en esa casa desde hace veinticinco años. No se sabe por qué continúa allí. Pero, si pasa usted por esa calle, cualquier día, a la caída de la tarde, podrá verle, sentado junto a su ventana. Eso es, sentado, sin hacer nada. El resto del tiempo no se le ve casi nunca, salvo al-

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at all, except now and then working in his garden.”

guna vez, cuando trabaja en su jardín.»

So the sign which he carpentered and lettered is even less to him than it is to the town; he is no longer conscious of it as a sign, a message. He does not remember it at all until he takes his place in the study window just before dusk. Then it is just a familiar low oblong shape without any significance at all, low at the street end of the shallow lawn; it too might have grown up out of the tragic and inescapable earth along with the low spreading maples and the shrubs, without help or hindrance from him. He no longer even looks at it, as he does not actually see the trees beneath and through which he watches the street, waiting for nightfall, the moment of night. The house, the s t u d y, i s d a r k b e h i n d h i m , a n d h e i s waiting for that instant when all light has failed out of the sky and it would be night save for that faint light which daygranaried leaf and grass blade reluctant suspire, making still a little light on earth though night itself has come. Now, soon, he thinks; soon, now. He does not say even to himself: “There remains yet something of honor and pride, of life.”

Así pues, el rótulo que él carpinteó y es5 cribió significa aún menos para él que para la ciudad. Ya no lo considera como un rótulo, como un mensaje. Lo olvida hasta el momento en que se sienta junto a la ventana de su escritorio cuando empieza el crepúsculo. 10 Y entonces el rótulo, desde su punto de vista, no es más que una forma rectangular, familiar, sin ninguna significación, colocada a poca altura al final del angosto césped, a orillas de la calle. Muy bien habría podido 15 nacer de la tierra trágica e inevitable, como habían nacido los arbustos, los arces con sus ramas desplegadas, sin que él los ayudase ni les pusiese obstáculos. Ya incluso ni lo mira, como tampoco mira los árboles a través de 20 los cuales observa la calle esperando la caída de la noche, el momento en que la noche llega. Tras él, la casa, el escritorio, están en sombras; y él aguarda el instante en que toda la luz haya desaparecido del cielo y en que 25 todo esté oscuro, sin ese débil resplandor que todavía retienen la hoja y la brizna de hierba, el débil resplandor que se retrasa un instante sobre la tierra cuando ya ha caído totalmente la noche. Ahora, en seguida, pien30 sa; en seguida, ahora. Y no dice, ni siquiera para sí mismo: «Aún queda un poco de orgullo y de honra, un poco de vida.»

When Byron Bunch first came to Jef ferson seven years and saw that little sign, Gail Hightower D.D. Art Lessons Christmas C a rd s Photographs Developed, he thought, D.D. What is D.D.,’ and he asked and they told him it meant Done Damned. Gail Hightower Done Damned in Jefferson anyway, they told him. And how Hightower had come straight to Jefferson from the seminary, refusing to accept any other call; how he had pulled every string he could in order to be sent to Jefferson. And how he arrived with his young wife, descending from the train in a state of excitement already, talking, telling the old men and women who were the pillars of the church how he had set his mind on Jefferson from the first, since he had first decided to become a minister; telling them with a kind of glee of the letters he had written and the worrying he had done and the influence he had used in order to be called here. To the people of the town it sounded like a horsetrader ’s glee over an advantageous trade. Perhaps that is how it sounded to the elders. Because they listened to him with something cold and astonished and dubious, since he sounded like it was the town he desired to live in and not the church and the people who composed the church, that he wanted to serve. As if he did not care about the people, the living people, about whether they wanted him here or not. And he being young too, and the old men and the old women trying to talk down his

Cuando, siete años antes, Byron Bunch 35 llega por primera vez a Jefferson y ve el rótulo: Gail Hightower, D.D. Lecciones de artes de adorno. Tarjetas de Navidad Trabajos fotográficos, piensa: «D.D. ¿Qué quiere decir D.D.?» Y lo pregunta, y le dicen que aquello 40 significa Done Damned (Condenado para siempre). Gail Hightower Condenado para Siempre; en Jefferson, por lo menos, así se lo dicen. Y también le dicen que Hightower vino a Jefferson directamente del seminario, des45 pués de rechazar todas las demás plazas que le ofrecieron. Que para venir a Jefferson había tocado los resortes que tenía a mano. Llegó con su joven esposa, lleno de agitación al descender del tren. Habló, les contó a los an50 cianos caballeros y a las ancianas damas, puntales de su iglesia, que había puesto sus miras en Jefferson desde el instante mismo en que decidió hacerse pastor. Les habló de todas las cartas que escribió, de todos los es55 fuerzos que hizo, de todas las influencias que puso en juego para que le destinasen a este lugar. A la gente de la ciudad, todo aquello les recordaba un poco al tratante de ganado que se vanagloria de haber hecho un buen 60 negocio. Tal vez fue éste el mismo efecto que produjo a los miembros del consistorio. Le escucharon con cierta frialdad, cierto asombro y cierto escepticismo, porque parecía interesarle más vivir en la ciudad que servir al 65 templo y a sus fieles. Como si no le importasen las personas, las personas vivas, ni el saber si estas personas deseaban o no que ocupase aquel puesto. Además era joven, y los ancianos caballeros y las ancianas damas tra70 taron de apaciguar su agitación jubilosa recordándole los problemas serios de la igle-

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excited y excitado conllevan la idea de alegre, entusiasta, pero excited tiene más denotaciones, como nervioso, agitado, acalorado, emocionante. To excite y excitar se refieren a estimular, entusiasmar, pero to excite significa además emocionar / conmover, poner nervioso / agitado, provocar [emociones], instigar [desórdenes], alborotar [gente], y to get excited es acalorarse. A su vez, excitar se usa para to raise [dudas], arouse [curiosidad, apetito]. Excitedly significa agitada- o acaloradamente. Don’t get excited = no te pongas nervioso.

dependable responsable, cumplidor, fiable, de confianza

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sia, las responsabilidades del templo y las gleeful excitement with serious matters suyas propias. Y también le cuentan a Byron of the church and its responsibilities and que, seis meses después de su llegada, el johis own. And they told Byron how the ven pastor seguía aún muy agitado, que todayoung minister was still excited even after six months, still talking about the 5 vía hablaba de la Guerra Civil y de su abuelo, un oficial de caballería que murió en la guerra, y del C i v i l Wa r a n d h i s g r a n d f a t h e r , a incendio de los almacenes de avituallamiento que cavalryman, who was killed, and about el general Grant tenía en Jefferson, y que hablaba G e n e r a l G r a n t ’s s t o r e s b u r n i n g i n tanto que lo que decía acababa por no tener ninJefferson until it did not make sense at all. They told Byron how he seemed to 10 gún sentido. Le cuentan a Byron que en el púlpito hablaba de la misma manera, que mostraba en el talk that way in the pulpit too, wild too púlpito la misma extravagancia y que hablaba de in the pulpit, using religion as though la religión como si fuese un sueño. No una pesadiit were a dream. Not a nightmare, but lla, sino algo que iba mucho más aprisa que las something which went faster than the words in the Book; a sort of cyclone that 15 palabras de la Escritura, una especie de ciclón que ni siquiera tenía necesidad de tocar _____ did not even need to touch the actual la tierra. Y tampoco les gustó aquello a los anciaearth. And the old men and women did nos caballeros y a las ancianas damas. not like that, either. It was as if he couldn’t get religion and that galloping cavalry and his dead grandfather shot from the galloping horse untangled from each other, even in the pulpit. And that he could not untangle them in his private life, at home either, perhaps. Perhaps he did not even try to at home, Byron thought, thinking how that is the sort of thing that men do to the women who belong to them; thinking that that is why women have to be strong and should not be held blamable for what they do with or for or because of men, since God knew that b e i n g a n y b o d y ’s w i f e w a s a t r i c k y enough business. They told him how the wife was a small, quietlooking girl who at first the town thought just had nothing to say for herself. But the town said that if Hightower had just been a more dependable kind of man, the kind of man a minister should be instead of being born about thirty years after the only day he seemed to have ever lived in—that day when his grandfather was shot from the galloping horse—she would have been all right too. But he was not, and the neighbors would hear her weeping in the parsonage in the afternoons or late at night, and the neighbors knowing that the husband would not know what to do about it because he did not know what was wrong. And how sometimes she would not even come to the church, where her own husband was preaching, even on Sunday, and they would look at him and wonder if he even knew that she was not there, if he had not even forgot that he ever had a wife, up there in the pulpit with his hands flying around him and the dogma he was supposed to preach all full of galloping cavalry and defeat and glory just as when he tried to tell them on the street about the galloping horses, it in turn would get all mixed up with absolution and choirs of martial seraphim, until it was natural that the old men and women should believe that what he preached in God’s own house o n G o d ’s o w n d a y v e rg e d o n a c t u a l sacrilege. 40

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Se diría que ni siquiera en el púlpito conseguía hacer una distinción entre la religión, la carga de caballería y su difunto abuelo, muerto en su caballo puesto al galope. Y que, acaso, tampoco podía hacer esta distinción en su hogar, en su vida privada. Y Byron piensa que a lo mejor en su casa ni siquiera lo intentaba. Y piensa que era esa clase de cosas las que los hombres hacen a las mujeres que les pertenecen, y que ésa es la razón de que las mujeres tengan que ser fuertes, y que no se las debe censurar por lo que hacen con los hombres, por ellos, a causa de ellos, pues bien sabe Dios que ser la mujer de alguien no es nada fácil. Le dicen a Byron que la esposa del pastor era una mujer pequeña, de aspecto vulgar, y que, a primera vista, dio a la ciudad la impresión de no tener gran cosa a su favor. Pero la ciudad también le dice que si Hightower hubiese sido un poco más equilibrado, si se hubiese comportado como un pastor debe comportarse, en lugar de haber venido al mundo unos treinta años después del único día en que parecía haber vivido de verdad —el día en que su abuelo había muerto montado en su caballo al galope—, también su mujer habría sido como se debe ser. Pero él no era esa clase de hombre y, a veces, por la tarde o ya entrada la noche, los vecinos oían llorar a la muchacha en la casa rectoral, y los vecinos sabían que el marido no podría evitarlo porque no conocía el origen del mal. Algunas veces, aunque fuese domingo, la muchacha se abstenía de ir al templo donde predicaba su marido, y la gente le miraba a él, preguntándose si habría advertido que ella no estaba allí, si aquel hombre, encaramado allá arriba en su púlpito, y que hacía revolotear las manos a su alrededor, no habría acabado por olvidar que tenía una mujer. Los dogmas que creía predicar se llenaban de cargas de caballería, de visiones de derrotas y de glorias, del mismo modo que cuando en la calle se esforzaba en describir las cargas de caballería sus relatos se mezclaban con absoluciones, con coros de serafines guerreros. Por eso era natural que los ancianos caballeros y las ancianas damas pensasen que lo que él predicaba el día del Señor y en la propia casa del Señor se parecía mucho a un sacrilegio.

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flurry n. 1 (de viento, nieve, granizo) ráfaga: snow flurries are expected tonight, se esperan nevascas esta noche 2 agitación: there has been a flurry of protests, hubo una oleada de protestas. flurry 1 a gust or squall (of snow, rain, etc.). 2 a sudden burst of activity. 3 a commotion; excitement; nervous agitation (a flurry of speculation; the flurry of the city). - confuse by haste or noise; agitate, aturullar furry adj (animal, etc) peludo a furry rabbit, un conejo peludo (juguete) de peluche. (voz) espesa, sarrosa, saburrosa furry 1 of or like fur. 2 covered with or wearing fur. 3 : thick in quality , espesa, sarrosa, saburrosa

And they told Byron how after about a year in Jefferson, the wife began to wear that frozen look on her face, and when the church ladies would go to call Hightower would meet them alone, in his shirt sleeves and without any collar, in a flurry, and for a time it would seem as though he could not even think what they had come for and what he ought to do. Then he would invite them in and excuse himself and go out. And they would not hear a sound anywhere in the house, sitting there in their Sunday dresses, looking at one another and about the room, listening and not hearing a sound. And then he would come back with his coat and collar on and sit and talk with them about the church and the sick, and they talking back, bright and quiet, still listening and m a y b e w a t c h i n g t h e d o o r, m a y b e wondering if he knew what they believed that they already knew.

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Y le cuentan a Byron que la mujer, un año después de que llegase a Jefferson, comenzó a mostrar en su rostro una mirada fija. Y cuando las damas de la parroquia iban a ver a Hightower, él las recibía solo en mangas de camisa, sin cuello, muy agitado, y, durante un instante, parecía no entender siquiera el objeto de aquella visita ni lo que tenía que hacer. Luego, les rogaba que entrasen, se disculpaba y desaparecía. Y ellas no oían ni un ruido en toda la casa. Sentadas, todas ellas vestidas con ropas de domingo, se miraban unas a otras, y miraban a su alrededor, escuchaban y no oían nada. Después, él volvía con su levita y su cuello. Se sentaba y hablaba con ellas del templo y de los enfermos, y ellas respondían, animadas y tranquilas, sin dejar de escuchar, tal vez vigilando la puerta, talvez preguntándose si aquel hombre sabía lo que ellas creían ya saber.

25 The ladies quit going there. Soon they did not even see the minister ’s wife on the street. And he still acting like there was nothing wrong. And then she would be gone for a day or two; they would see her get on the early train, with her face beginning to get thin and gaunted as though she never ate enough and that frozen look on it as if she were not seeing what she was looking at. And he would tell that she had gone to visit her people downstate somewhere, until one day, during one of her absences, a Jefferson woman shopping in Memphis saw her walking fast into a hotel there. It was one Saturday that the woman returned home and told it. But the next day Hightower was in the pulpit, with religion and the galloping cavalry all mixed up again, and the wife returned Monday and the following Sunday she came to church again, for the first time in six or seven months, sitting by herself at the rear of the church. She came every Sunday after that for a while. Then she was gone again, in the middle of the week this time (it was in July and hot) and Hightower said that she had gone to see her folks again, in the country where it would be cool; and the old men, the elders, and the old women watching him, not knowing if he believed what he was telling or not, and the young people talking behind his back.

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Las damas dejaron de visitarle. Y casi al mismo tiempo no volvieron a ver en la calle a la esposa del pastor. Y ella seguía comportándose como si todo marchara bien. Después, comenzó a ausentarse y a estar fuera durante un día o dos. La veían partir en el tren de la mañana, con la cara enflaquecida, descarnada, como si no comiera lo suficiente, y aquella mirada que no parecía ver lo que estaba mirando. Y él decía que su mujer había ido a ver a su familia, en algún lugar del sur del Estado. Pero un día, durance una de sus ausencias, una mujer de Jefferson que había ido a hacer unas compras a Memphis, la vio entrar apresuradamente en un hotel. Era un sábado. La mujer contó la cosa en cuanto regresó a casa. Sin embargo, al día siguiente, Hightower estaba en el púlpito, con su mezcla de religión y de cargas de caballería, y su mujer regresó el lunes y al domingo siguiente volvió al templo por primen vez en seis o siete meses, y se sentó totalmente sola en el fondo de la iglesia. Después de aquello, durante cierto tiempo, asistió al templo todos los domingos. Luego desapareció de nuevo, esta vez a media semana (era en julio y hacía mucho calor) y Hightower dijo que había ido a visitar a su familia al campo, donde hacía fresco; y los ancianos caballeros, los miembros del consistorio y las ancianas damas le observaban sin saber si creer o no creer lo que decía. Y los jóvenes murmuraban a sus espaldas.

60 But they could not tell whether he Tampoco él habría podido decir si él mishimself believed or not what he told mo creía o no creía lo que les contaba, ni si them, if he cared or not, with his aquello le importaba o no, con la costumbre religion and his grandfather being shot que tenía de mezclar su religión con su abuefrom the galloping horse all mixed up, 65 lo muerto en su caballo al galope, como si la as though the seed which his grandfather simiente que el abuelo le había transmitido had transmitted to him had been on the estuviese también sobre el caballo aquella nohorse too that night and had been killed che y hubiese muerto también; como si, para too and time had stopped there and then la simiente, el tiempo se hubiese detenido allí; for the seed and nothing had happened 70 como si, desde entonces, nada hubiese naciin time since, not even him. do en el tiempo, ni siquiera él mismo. 41

Faulkner’s Light The wife returned before Sunday. It was hot; the old people said that it was the hottest spell which the town had ever known. She came to church that Sunday and took her seat on a bench at the back, alone. In the middle of the sermon she sprang from the bench and began to scream, to shriek something toward the pulpit, shaking her hands toward the pulpit where her husband had ceased talking, leaning forward with his hands raised and stopped. Some people nearby tried to hold her but she fought them, and they told Byron how she stood there, in the aisle now, shrieking and shaking her hands at the pulpit where her husband leaned with his hand still raised and his wild face frozen in the shape of the thundering and allegorical period which he had not completed. They did not know whether she was shaking her hands at him or at God. Then he came down and approached and she stopped fighting then and he led her out, with the heads turning as they passed, until the superintendent told the o r g a n i s t t o p l a y. T h a t a f t e r n o o n t h e elders held a meeting behind locked doors. The people did not know what went on behind them, save that Hightower returned and entered the vestry room and closed the door behind him too.

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La mujer regresó antes del domingo. Hacía calor. Los viejos decían que nunca se había conocido en la ciudad una ola de calor como aquélla. La mujer fue al oficio aquel domingo y ocupó su sitio en el banco del fondo. Y en medio del sermón saltó de su banco y comenzó a gritar, a vociferar algo dirigiéndose al púlpito, donde su marido había dejado de hablar y se inclinaba hacia adelante, con las manos en el aire, inmóvil. Las personas que estaban junto a ella trataron de dominarla, pero ella continuó debatiéndose. Y le cuentan a Byron que se quedó en pie, vociferando, agitando las manos hacia el púlpito en el que su marido seguía inclinado, con la mano levantada y el rostro despavorido, como pasmado en el párrafo tonante y alegórico que no había podido terminar. Nadie sabía si era a él o a Dios a quien la mujer mostraba el puño. Entonces, el pastor descendió y se acercó a ella, y ella dejó de debatirse y él la condujo hacia fuera. Todas las cabezas se volvieron a su paso hasta el momento en que el presidente del consistorio le dijo al organista que tocara. Aquella misma tarde, los miembros del consistorio se reunieron a puerta cerrada. Nunca se supo lo que allí ocurrió, pero Hightower volvió, entró en la sacristía y cerró también la puerta.

35 But the people did not know what had happened. They only knew that the church made up a sum to send the wife to an institution, a sanatorium, and that Hightower took her there and came back and preached the next Sunday, as usual. The women, the neighbors, some of whom had not entered the parsonage in months, were kind to him, taking him dishes now and then, telling one another and their husbands what a mess the parsonage was in, and how the minister seemed to eat like an animal—just when he got hungry and just whatever he could find. Every two weeks he would go and visit his wife in the sanatorium, but he always returned after a day or so; and on Sunday, in the pulpit again, it was as though the whole thing had never happened. The people would ask about her health, curious and kind, and he would thank them. Then Sunday he would be again in the pulpit, with his wild hands and his wild rapt eager voice in which like phantoms God and salvation and the galloping horses and his dead grandfather thundered, while below him the elders sat, and the congregation, puzzled and outraged. In the fall the wife came home. She looked better. She had put on a little flesh. She had changed more than that, even. Perhaps it was that she seemed chastened now; awake, anyway. Anyhow she was now like the ladies had wanted her to be all the time, as they believed 42

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Pero nunca se supo lo que había ocurrido. Sólo se supo que la iglesia había destinado una cierta suma para enviar a la mujer a una institución, a un sanatorio, y que Hightower la llevó, regresó y predicó como de costumbre el domingo siguiente. Las vecinas, algunas de las cuales no habían puesto los pies en la casa rectoral desde hacía meses, fueron muy amables con él. Le llevaron comida de vez en cuando, y se contaron unas a otras, y les contaron a sus maridos, el desorden que había en la casa rectoral, y que el pastor comía como los animales: lo que podía encontrar y solamente cuando tenía hambre. Cada quince días iba a ver a su mujer al sanatorio, y regresaba siempre uno o dos días después. Y el domingo subía al púlpito como si no hubiese sucedido nada. La gente, amable y curiosa, le preguntaba por la salud de su mujer y él se lo agradecía. Y el domingo, de nuevo al púlpito, con sus gestos desordenados y su voz violenta y apasionada, en la que se arremolinaban y giraban a la vez, como fantasmas, Dios y la salvación, su abuelo difunto y los caballos galopantes. Bajo él, los miembros del consistorio y los feligreses est a b a n s e n t a d o s , a s o m b r a d o s y m o l e s t o s . E n o t o ñ o , la mujer regresó. Tenía mejor aspecto. Había engordado un poco. Y también había sufrido unos cambios más profundos que éstos. Tal vez era que estaba más tranquila o, por lo menos, más despierta. El caso es que ahora era como las damas habían deseado siempre que fuese, como ellas

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consideraban que tenía que ser la esposa that the minister ’s wife should be. She de un pastor. Asistía con regularidad a los attended church and prayer meeting oficios, y las damas la visitaban, y ella regularly, and the ladies called upon her les devolvía sus visitas, sentada, tranquiand she called upon them, sitting quiet a n d h u m b l e , e v e n i n h e r o w n h o u s e , 5 la y modesta mientras ellas le decían cómo debía dirigir su casa, cómo tenía que ir while they told her how to run it and vestida y las comidas que debía hacerle a what to wear and what to make her su marido husband eat. It might even be said that they forgave her. No crime or transgression had been actually named and no penance had been actual ly set. But the town did not believe that the ladies had forgot those previous mysterious trips, with Memphis as their destination and for that purpose regarding which all had the same conviction, though none ever put it into words, spoke it aloud, since the town believed that good women don’t forget things easily, good or bad, lest the taste and savor of forgiveness die from the palate of conscience. Because the town believed that the ladies knew the truth, since it believed that bad women can be fooled by badness, since they have to spend some of their time not being suspicious. But that no good woman can be fooled by it because, by being good herself, she does not need to worry anymore about hers or anybody else’s goodness; hence she has plenty of time to smell out sin. That was why, they believed, that good can fool her almost any time into believing that it is evil, but that evil itself can never fool her. So when after four or five months the wife went away again on a visit and the husband said again that she had gone to visit her people, the town believed that this time even he was not fooled. Anyway, she came back and he went on preaching every Sunday like nothing had happened, making his calls on the people and the sick and talking about the church. But the wife did not come to church anymore, and soon the ladies stopped calling on her; going to the parsonage at all. And even the neighbors on either side would no longer see her about the house. And soon it was as though she were not there; as though everyone had agreed that she was not there, that the minister did not even have a wife. And he p r e a c h i n g t o t h e m e v e r y S u n d a y, n o t even telling them now that she had gone to visit her people. Maybe he was glad of that, the town thought. Maybe he was glad to not have to lie anymore.

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Casi se hubiera podido decir que la habían perdonado. Nunca se mencionó ningún crimen, ninguna infracción, y ningún castigo había sido aplicado. Pero la ciudad no creía que las damas hubiesen olvidado los misteriosos viajes a Memphis, con una finalidad en la que todas estaban de acuerdo. Sin embargo, nadie dijo nada, nadie expresó su opinión en voz alta, porque la ciudad estaba segura de que las mujeres honestas nunca perdonaban tan fácilmente las cosas, ni las buenas ni las malas, y porque no quería que el gusto y el sabor del perdón desapareciesen del paladar de su conciencia. Porque la ciudad creía que las damas sabían la verdad, porque también creía que, si las mujeres culpables pueden engañarse en materia de pecado, ya que ocupan buena parte de su tiempo esforzándose en no ser sospechosas, las mujeres honestas, por el contrario, no pueden engañarse, porque, al ser honestas de por sí, no tienen que preocuparse de la propia honestidad ni de la de las demás y, por consiguiente, disponen de mucho tiempo para olfatear el pecado. Ésa es la razón —según creía la ciudad— de que el bien pueda engañarlas casi siempre haciéndolas creer que es el mal, mientras que el mal verdadero nunca puede engañarlas. Así que cuando, al cabo de cuatro o cinco meses, la mujer del pastor se ausentó de nuevo, cuando el marido dijo de nuevo que había ido a ver a su familia, la ciudad pensó que, por una vez, ni siquiera el marido había sido engañado. Fuese como fuese, la mujer volvió y él siguió predicando todos los domingos como si nada hubiera ocurrido, y visitando a la gente y a los enfermos, y hablando de su iglesia. Pero la mujer no asistió más al templo y las señora dejaron en seguida de visitarla, de ir a la casa rectoral. E incluso los vecinos de enfrente dejaron de verla alrededor de la casa. Y poco tiempo después era como si ella ya no estuviese allí, como si todo el mundo se hubiese puesto de acuerdo en que ella no estaba allí y en que el pastor nunca había estado casado. Y él seguía predicando los domingos y ya no les decía que ella había ido a visitar a la familia. La ciudad pensó que acaso era feliz. Que acaso era feliz por no tener ya que mentir.

So nobody saw her when she got on Nadie la vio cuando tomó el tren aquel the train that Friday, or maybe it was viernes (o tal vez era un sábado), el mismo Saturday, the day itself. It was Sunday día del acontecimiento. Fue el domingo morning’s paper which they saw, telling 65 cuando el periódico de la mañana informó a how she had jumped or fallen from a todo el mundo de que, en la noche del sábahotel window in Memphis Saturday do, había saltado, o se había caído, por una night, and was dead. There had been a ventana de un hotel de Memphis, y de que man in the room with her. He was había muerto. En la habitación, estaba con a r r e s t e d . H e w a s d r u n k . T h e y w e r e 70 ella un hombre. Le detuvieron. Estaba boregistered as man and wife, under a rracho. Se habían inscrito como marido y 43

Faulkner’s Light fictitious name. The police found her rightful name where she had written it herself on a piece of paper and then torn it up and thrown it into the waste basket. The papers printed it, with the story: wife of the Reverend Gail Hightower, of J e ff e r s o n , M i s s i s s i p p i . A n d t h e s t o r y told how the paper telephoned to the husband at two A.M. and how the husband said that he had nothing to say. And when they reached the church that Sunday morning the yard was full of Memphis reporters taking pictures of the church and the parsonage. Then Hightower came. The reporters tried to stop him but he walked right through them and into the church and up into the pulpit. The old ladies and some of the old men were already in the church, horrified and outraged, not so much about the Memphis business as about the presence of the reporters. But when Hightower came in and actually went up into the pulpit, they forgot about the reporters even. The ladies got up first and began to leave. Then the men got up too, and then the church was empty save for the minister in the pulpit, leaning a little forward, with the Book open and his hands propped on either side of it and his head not bowed either, and the Memphis reporters (they had followed him into the church) sitting in a line in the rear pew. They said he was not watching his congregation leaving; he was not looking at anything. They told Byron about it; about how at last the minister closed the Book, carefully, and came down into the empty church and walked up the aisle without once looking at the row of reporters, like the congregation had done, and w e n t o u t t h e d o o r. T h e r e w e r e s o m e photographers waiting out in front, with the cameras all set up and their heads under the black cloths. The minister had evidently expected this. Because he emerged from the church with an open hymn book held before his face. But the cameramen had evidently expected that t o o . B e c a u s e t h e y f o o l e d h i m . Ve r y likely he was not used to it and so was easily fooled, they told Byron. One of the cameramen had his machine set up to one side, and the minister did not see that one at all, or until too late. He was keeping his face concealed from the one in front, and next day when the picture came out in the paper it had been taken from the side, with the minister in the middle of a step, holding the hymn book before his face. And behind the book his lips were drawn back as though he were smiling. But his teeth were tight together and his face looked like the face of Satan in the old prints. The next day he brought his wife home and buried her. The town came to the ceremony. It was not a funeral. He did not take the body to the church at all. He took it 44

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mujer, con un nombre falso. La policía descubrió su verdadero nombre, escrito por ella en un trozo de papel que después había roto y tirado a la papelera. Los periódicos lo imprimieron con todas sus letras al contar el suceso: esposa del reverendo Gail Hightower, de Jefferson, Mississippi. Y la información decía que el diario telefoneó al marido a las dos de la madrugada, y que el marido respondió que no tenía nada que decir. Y cuando los fieles llegaron aquel domingo a la iglesia, el patio ya estaba lleno de reporteros de Memphis, que fotografiaban el templo y la casa rectoral. Luego llegó Hightower Los reporteros trataron de abordarle, pero él no les hizo caso, entró en la iglesia y subió al púlpito. Las ancianas damas y algunos de los ancianos caballeros estaban ya dentro de la iglesia, horrorizados e indignados, no tanto por el asunto de Memphis como por la presencia de los reporteros. Pero cuando Hightower entró y subió al púlpito, dejaron de pensar en los reporteros. Las damas fueron las primeras en levantarse y salir. Luego, los hombres se levantaron también y el templo se quedó vacío. Sólo quedaron en él Hightower, en el púlpito, ligeramente inclinado hacia adelante, con las manos apoyadas junto a la Biblia abierta, una a cada lado, y la cabeza todavía erguida, y unos periodistas de Memphis, que tras haberle seguido hasta el interior de la iglesia, se habían sentado en hilera en el último banco. Luego dijeron que no miraba a los feligreses que salían. Que no miraba a nada. Se lo cuentan todo, a Byron. Le cuentan que, finalmente, el pastor cerró su Biblia con mucho cuidado y volvió a bajar a su templo vacío. Luego, tras recorrer la nave central sin mirar a la hilera de periodistas, —lo mismo que habían hecho los feligreses, franqueó la puerta. Fuera le esperaban los fotógrafos, con sus cámaras preparadas y las cabezas bajo el paño negro. Era evidente que el pastor se había dado cuenta de todo aquello, porque salió de la iglesia tapándose la cara con el salterio abierto que sostenía en sus manos. Pero también era evidente que los fotógrafos esperaban aquello, porque le engañaron. Probablemente él no estaba acostumbrado a esas cosas y le pudieron engañar con toda facilidad, le dijeron a Byron. Uno de los fotógrafos tenía su máquina emplazada de lado, y el pastor no la vio o la vio demasiado tarde. El ocultaba la cara para el otro, para el que estaba enfrente. Y al día siguiente apareció una fotografía, tomada de costado, en la que se veía al pastor caminando, con el salterio delante de la cara. Y, detrás del libro, se veían sus labios separados, como si sonriese. Pero sus dientes estaban apretados y su rostro recordaba el rostro de Satanás que se ve en los grabados antiguos. Al día siguiente, trajo a casa a su mujer y la enterró. La ciudad acudió a la ceremonia. No hubo oficio fúnebre. Hightower no llevó el cuerpo a la iglesia. Lo Llevó

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directamente al cementerio, y se disstraight to the cemetery and he was ponía a leer él mismo en la Biblia preparing to read from the Book himself cuando se acercó otro pastor y le quiwhen another minister came forward and t ó e l l i b r o d e l a s m a n o s . Muchas pertook it from his hand. A lot of the people, the younger ones, remained after 5 sonas, las más jóvenes, se quedaron contemplando la tumba después de que he and the others had gone, looking at Hightower y los demás se fueron. the grave. Después, hasta los miembros de las demás Then even the members of the other churches knew that his own had asked 10 iglesias supieron que la iglesia de Higtower le había rogado que presentase la dimisión y que him to resign, and that he refused. The él se negó a hacerlo. El domingo siguiente, munext Sunday a lot of them from the other chos miembros de las demás iglesias fueron a churches came to his church to see what aquélla para ver lo que iba a pasar allí. would happen. He came and entered the church. The congregation as one rose 15 Hightower llegó y entró en el templo. Su feligresía, como movida por un resorte, se levantó and walked out, leaving the minister and y salió, dejando al pastor con la gente de las those from the other churches who had otras iglesias, que había ido allí como se va aun c o m e a s t h o u g h t o a s h o w. S o h e espectáculo. Y Hightower, entonces, predicó a preached to them, as he had always preached: with that rapt fury which they 20 aquella gente, del modo en que siempre había predicado, con aquella fogosidad apasionada had considered sacrilege and which que se consideró sacrílega y que a la gente de those from the other churches believed las demás iglesias le parecía demencial. to be out and out insanity. He would not resign. The elders asked the church board to recall him. But after the story, the pictures in the papers and all, no other town would have him either. There was nothing against him personally, they all insisted. He was just unlucky. He was just born unlucky. So the people quit coming to the church at all, even the ones from the other churches who had come out of curiosity for a time: he was no longer even a show now; he was now only an outrage. But he would reach the church at the old hour each Sunday morning and go to the pulpit, and the congregation would rise and leave, and the loafers and such would gather along the street outside and listen to him preaching and praying in the empty church. And the Sunday after that when he arrived the door was locked, and the loafers watched him try the door and then desist and stand there with his face still not bowed, with the street lined with men who never went to church anyway, and little boys who did not know exactly what it was but that it was something, stopping and looking with still round eyes at the man standing quite motionless before the locked door. The next day the town heard how he had gone to the elders and resigned his pulpit for the good of the church.

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Hightower se negaba a dimitir. Se solicitó del consistorio que le enviasen a otro lugar. Pero, después del escándalo, de las fotografías en los periódicos y de todo lo demás, ninguna otra ciudad le aceptaba. Todo el mundo insistía en que no había nada personal contra él. El hombre no había tenido suerte, eso era todo. Había nacido con la negra. Y dejaron de ir al templo hasta las gentes de las otras iglesias, que durante cierto tiempo habían acudido a ella por curiosidad. Aquello ya ni siquiera era un espectáculo; no era más que un escándalo. Pero él seguía yendo a su iglesia cada mañana de domingo a la misma hora, y subía al púlpito, y los feligreses se levantaban y salían, y los papanatas se reunían fuera, en la calle, para oírle predicar y rezar en su iglesia desierta. Y un domingo, cuando llegó, encontró cerrada la puerta, y los papanatas vieron cómo intentaba abrirla, cómo renunciaba en seguida a ello y cómo se quedaba allí, con la cabeza siempre levantada, en aquella calle llena de hombres que no iban nunca a la iglesia y de mozalbetes que no sabían exactamente lo que pasaba, pero que, olfateando que pasaba algo, se detenían para mirar, con unos ojos muy abiertos, al hombre que permanecía en pie, inmóvil, delante de la puerta cerrada.

Then the town was sorry with being La ciudad supo al día siguiente que glad, as people sometimes are sorry for 60 Hightower había ido a ver a los miembros del those whom they have at last forced to consistorio y les había presentado su dimisión do as they wanted them to. They para bien de la iglesia, y la ciudad lamentó thought of course that he would go sentirse satisfecha, lo mismo que esas personas away now, and the church made up a que a veces compadecen a los que han forzado collection for him to go away on and 65 a hacer lo que ellas deseaban que hiciesen. Se settle somewhere else. Then he refused pensó, naturalmente, que el pastor se iría a vito leave the town. They told Byron of vir a otra parte. Pero el caso es que se negó a the consternation, the more than dejar la ciudad. Le cuentan a Byron la consteroutrage, when they learned that he had nación que se apoderó de todos cuando se supo b o u g h t t h e l i t t l e h o u s e o n t h e b a c k 70 que había comprado la casita de la calle en donstreet where he now lives and has lived de ahora vivía y en la que siempre vivió des45

Faulkner’s Light ever since; and the elders held another meeting because they said that they had given him the money to go away on, and when he spent it for something else he had accepted the money under false pretences. They went to him and told him so. He asked them to excuse him; he returned to the room with the sum which had been given him, to the exact penny and in the exact denominations, and insisted that they take it back. But they refused, and he would not tell where he had got the money to buy the h o u s e w i t h . S o b y t h e n e x t d a y, t h e y told Byron, there were some who said that he had insured his wife’s life and then paid someone to murder her. But everyone knew that this was not so, including the ones who told and repeated it and the ones who listened when it was told. But he would not leave the town. Then one day they saw the little sign which he had made and painted himself and set in his front yard, and they knew that he meant to stay. He still kept the cook, a negro woman. He had had her all the time. But they told Byron how as soon as his wife was dead, the people seemed to realise all at once that the negro was a woman, that he had that negro woman in the house alone with h i m a l l d a y. A n d h o w t h e w i f e w a s hardly cold in the shameful grave before the whispering began. About how he had made his wife go bad and commit suicide because he was not a natural husband, a natural man, and that the negro woman was the reason. A n d t h a t ’s a l l i t t o o k ; a l l t h a t w a s l a c k i n g . B y r o n l i s t e n e d q u i e t l y, thinking to himself how people everywhere are about the same, but that it did seem that in a small town where evil is harder to accomplish, where opportunities for privacy are scarcer, that people can invent more of it in other people’s names. Because that was all it required: that idea, that single idle word blown from mind to mind. One day the cook quit. They heard how one night a party of carelessly masked men went to the minister ’s house and ordered him to fire her. Then they heard how the next day the woman told that she quit herself because her employer asked her to do something which she said was against God and nature. And it was said that some masked men had scared her into quitting because she was what is known as a high brown and it was known that there were two or three men in the town who would object to her doing whatever it was which she considered contrary to God and nature, since, as some of the younger men said, if a nigger woman considered it against God and nature, it must be pretty bad. A n y w a y, t h e m i n i s t e r c o u l d n ’ t — o r didn’t—get another woman cook. 46

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pués del día aquél. Y los miembros del consistorio se reunieron de nuevo, asegurando que le habían dado dinero para que se marchase y que el hecho de haberlo empleado en una cosa muy distinta constituía un abuso de confianza. Fueron a verle y se lo explicaron. El solicitó licencia para salir un momento de la habitación y volvió a entrar en seguida en ella con la suma que los miembros del consistorio le habían dado. Les devolvió los mismos billetes que había recibido, hasta el último céntimo, e insistió para que los tomaran. Pero ellos se negaron. Y Hightower no dijo de dónde había sacado el dinero para comprar la casa. Por eso, al día siguiente —le cuentan a Byron— hubo quien dijo que Hightower había hecho un seguro de vida a su mujer y que luego pagó a alguien para que la asesinara. Pero todo el mundo sabía que eso no era verdad, incluidos los que lo decían y lo repetían, y los que prestaban oído a lo que éstos contaban. Hightower se obstinaba en quedarse en la ciudad. Y un buen día pudo verse el rótulo que había hecho, pintado por él mismo y colocado en el jardín frontero de la casa. Y todos comprendieron que había decidido no marcharse de allí. Seguía teniendo su cocinera que era una negra. La había tenido siempre. Pero le cuentan a Byron que, en cuanto su mujer murió, la gente pareció darse cuenta de pronto de que la negra era una mujer y de que esa mujer negra estaba sola con él en la casa durante todo el día. Y apenas se había enfriado su mujer en su tumba vergonzante cuando las murmuraciones comenzaron: Hightower había empujado a su mujer a la locura y al suicidio porque no era un marido normal, un hombre normal, y la causa de ello era la negra. Ya no faltaba nada: la historia quedaba completa. Byron oyó aquello en silencio, pensando para sí mismo que la gente es igual en todas panes, pero que, según parece, es en las pequeñas ciudades —en las que el mal es más difícil de cometer, más difícil de guardar en secreto— donde las gentes llegan a inventar más historias de unos y de otros; basta con una cosa: tener una idea, una sola y única idea, y susurrarla al oído de los demás. Un día, la cocinera se marchó. Se supo que, cierta noche, un grupo de hombres más o menos enmascarados se presentó en casa del pastor y le ordenó que pusiera en la calle a su cocinera. También se supo que, al día siguiente, la mujer dijo que se había ido por su propia voluntad, porque su amo le pidió que hiciera algo que, según ella, era contrario a Dios y a la naturaleza. Y se dijo que los hombres enmascarados la habían aterrorizado para que se marchase de la casa, porque la cocinera era lo que se llama una morena clara y se sabía que había dos o tres hombres en la ciudad que se opondrían a que hiciese lo que ella consideraba contrario a Dios y a la naturaleza, puesto que, como decían los más jóvenes, para que una negra considere que alguna cosa es contraria a Dios y a la naturaleza, esa cosa tiene que ser terriblemente mala. El caso es que el pastor no pudo —o no quiso— tomar otra cocinera. Quizás los

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puny 1 undersized. 2 weak, feeble. 3 petty, enclenque; endeble (chétif), weak, insignificante, mezquina, canijo puny 1. Of inferior size, strength, or significance; weak: a puny physique; puny excuses. 2. Chiefly Southern U.S. Sickly; ill.

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hombres habían asustado aquella noche a Possibly the men scared all the other todas las negras de la ciudad. Así que, dunegro women in town that same night. rante algún tiempo, Hightower cocinó él So he did his own cooking for a while, mismo, hasta que un día se supo que había until they heard one day that he had a negro man to cook for him. And that 5 tomado un cocinero negro. Aquello fue el colmo. La misma noche, unos hombres, no finished him, sure enough. Because that enmascarados esta vez, se apoderaron del neevening some men, not masked gro y lo azotaron. Y, cuando Hightower se either, took the negro man out and despertó a la mañana siguiente, encontró whipped him. And when Hightower w a k e d t h e n e x t m o r n i n g h i s s t u d y 10 rotos los cristales de la ventana de su escritorio y, en el suelo, un ladrillo con un papel window was broken and on the floor escrito en el que se le ordenaba que lay a brick with a note tied to it, abandonase la ciudad antes de la puesta del commanding him to get out of town sol. El papel estaba firmado con las siglas by sunset and signed K.K.K. And he d i d n o t g o , a n d o n t h e s e c o n d 15 K.K.K. Y él no se fue, y, a la mañana siguiente, un hombre lo encontró en el bosque, a una morning a man found him in the milla de la ciudad. Había sido atado a un árwoods about a mile from town. He bol y golpeado hasta que perdió el conocih a d b e e n t i e d to a tree and beaten miento. unconscious. 20 Hightower se negó a decir quién lo haHe refused to tell who had done it. bía hecho. La ciudad sabía que se equivoThe town knew that that was wrong, and caba, y algunos hombres vinieron a verlo some of the men came to him and tried y trataron de persuadirle para que dejase again to persuade him to leave Jefferson, for his own good, telling him 25 la ciudad, por su propio bien, porque, según ellos, la próxima vez lo matarían. Pero that next time they might kill him. But Hightower se negó a irse. Y ni siquiera quihe refused to leave. He would not even so mencionar el hecho de que le habían talk about the beating, even when they golpeado, aunque le prometieron que se offered to prosecute the men who had d o n e i t . B u t h e w o u l d d o n e i t h e r. H e 30 perseguiría a los culpables. Pero él no quería ni una cosa ni otra, ni marcharse ni hawould neither tell, nor depart. Then all blar. Después, de repente, todo el asunto of a sudden the whole thing seemed to pareció calmarse como se calma un mal blow away, like an evil wind. It was as though the town realised at last that he viento. Fue como si, por fin, la ciudad se would be a part of its life until he died, 35 diese cuenta de que Hightower formaría and that they might as well become parte de ella hasta el día en que muriera y reconciled. As though, Byron thought, de que era mejor hacer las paces con él. the entire affair had been a lot of people Como si todo el asunto —piensa Byron— performing a play and that now and at no hubiese sido más que una comedia relast they had all played out the parts 40 presentada por mucha gente. Ahora, cuanwhich had been allotted them and now do todos habían terminado de interpretar they could live quietly with one another. los papeles que les fueron encomendados, They let the minister alone. They would podrían vivir en paz los unos con los otros. see him working in the yard or the Dejaron tranquilo al pastor. Se le veía trag a r d e n , a n d o n t h e s t r e e t a n d i n t h e 45 bajar en su patio o en su jardín, se le veía stores with a small basket on his arm, también en las calles, en las tiendas, con and they would speak to him. They knew un cestillo colgado del brazo, y la gente le that he did his own cooking and hablaba. Se sabía que guisaba y arreglaba housework, and after a while the la casa y, al cabo de algún tiempo, los ven e i g h b o r s b e g a n t o s e n d h i m d i s h e s 50 cinos comenzaron a enviarle comida. Se again, though they were the sort of trataba de la clase de comida que habrían dishes which they would have sent to a enviado a una familia indigente del asep o o r m ill family. But it was food, and rradero, pero no dejaba de ser comida, y wellmeant. Because, as Byron thought, people la intención era buena. Porque la gente forget a lot in twenty years. ‘Why,’ he thinks, 55 —piensa Byron— es capaz de olvidar mu‘I don’t reckon there is anybody in Jefferson chas cosas en veinte años. «Creo —pienthat knows that he sits in that window from sa— que en Jefferson soy el único que sabe sundown to full dark every day that comes, que, todos los días que Dios nos envía, Hightower except me. Or what the inside of that está allí, sentado junto a aquella ventana, desde h o u s e l o o k s l i k e . A n d t h e y d o n ’t e v e n 60 que empieza el crepúsculo hasta que se hace toknow that I know, or likely they’d take talmente de noche. El único que sabe cómo es la us both out and whip us again, since casa por dentro. Los otros no saben siquiera que folks don’t seem to forget much yo lo sé; y es mejor así, puesto que si lo supieran, longer t h a n t h e y r e m e m b e r : tal vez se verían obligados a cogernos a los dos B e c a u s e t h e r e i s o n e o t h e r t h i n g , 65 para azotarnos de nuevo, porque la gente no olwhich ca me into Byron’s own knowledge vida mucho más tiempo que el que recuerda.» Y and observation, in his own time since hay otra cosa que Byron ha sabido y observado he came to Jefferson to live. desde que vino a vivir a Jefferson. H i g h t o w e r r e a d a g r e a t d e a l . T h a t 70 Hightower leía mucho. Es decir, que Byron is, Byron had examined with a kind había examinado, con una especie de conster47

Faulkner’s Light of musing and respectful consternation the books which lined the study walls: books of religion and history and science of whose very existence Byron had never heard. One day about four years ago a negro man came running up to the minister ’s house from his cabin on the edge of town immediately behind it, and said that his wife was at childbed. Hightower had no telephone and he told the negro to run next door and c a l l a d o c t o r. H e w a t c h e d t h e n e g r o go to the gate of the next house. But instead of entering, the negro stood there for a time and then went on up the street toward town, walking; Hightower knew that the man would walk all the way to town and then spend probably thirty minutes more g e t t i n g i n t o u c h w i t h a d o c t o r, i n h i s fumbling and timeless negro fashion, instead of asking some white woman t o t e l e p h o n e f o r h i m . Then he went to his kitchen door and he could hear the woman in the not so distant cabin, wailing. He waited no longer. He ran down to the cabin and found that the woman had got out of bed, for what reason he never learned, and she was now on her hands and knees on the floor, trying to get back into the bed, screaming and wailing. He got her back into the bed and told her to lie still, frightened her into obeying him, and ran back to his house and took one of the books from the study shelf and got his razor and some cord and ran back to the cabin and delivered the child. But it was already dead; the doctor when arrived said that she had doubtless injured it when she left the b e d w h e r e H i g h t o w e r f o u n d h e r. H e a l s o a p p r o v e d o f H i g h t o w e r ’s w o r k , and the husband was satisfied too. ‘But it was just too close to that other business,’ Byron thought, ‘even despite the fifteen years between them.’ Because within two days there were those who said that the child was Hightower ’s and that he had let it die d e l i b e r a t e l y. B u t B y r o n b e l i e v e d t h a t even the ones who said this did not believe it. He believed that the town had had the habit of saying things about the disgraced minister which they did not believe themselves for too long a time to break themselves of it. ‘Because always,’ he thinks, ‘when anything gets to be a habit, it also manages to get a right good distance away from truth and fact.’ And he remembers one evening when he and Hightower were talking together and Hightower said: “They are good people. They must believe what they must believe, especially as it was I who was at one time both master and servant of their believing. And so it is not for me to outrage their believing nor for Byron Bunch to say that they are 48

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nación meditativa y respetuosa, los libros que tapizaban las paredes del escritorio: libros de religión, de historia y de ciencia de los que Byron lo ignoraba todo, hasta la existencia. Un día, hacía unos cuatro años, un negro llegó corriendo a casa del pastor. Era un negro que vivía en una cabaña del lindero del bosque, exactamente detrás de la casa del pastor, y dijo que su mujer estaba a punto de parir. Hightower no tenía teléfono. Le dijo al negro que fuese a casa de los vecinos y llamase a un médico. Vio que el negro se acercaba a la verja de la casa vecina, y que, en lugar de entrar, se quedó allí plantado, durante un momento, y luego subió por la calle, sin apresurarse, en dirección a la ciudad. Hightower comprendió que aquel hombre, antes que pedirle a una mujer blanca que telefonease para él, había preferido hacer el camino a pie y perder probablemente una media hora buscando a un médico, con esa forma de actuar de los negros que, como no tienen noción del tiempo, no saben tomar una decisión. Entonc e s , Hightower se dirigió hacia la puerta de su cocina y desde allí pudo oír los gemidos de la mujer en la cercana cabaña. No quiso esperar más. Corrió a la cabaña y vio que la mujer se había levantado, aunque nunca supo para qué. Estaba en el suelo, a cuatro patas, tratando de volver a subir a la cama. Gemía, lanzaba agudos gritos. Él la ayudó a meterse en el lecho y le dijo que estuviese tranquila. La asustó un poco para que obedeciese y volvió corriendo a su casa. Allí tomó un libro de uno de los estantes, cogió su navaja de afeitar y un cordón, y luego regresó a toda prisa a la cabaña y asistió al parto. Pero el niño nació muerto. Cuando el médico llegó, dijo que la madre le había herido, probablemente, cuando saltó de la cama en la postura que Hightower la había hallado. Aprobó igualmente el trabajo del pastor. Y el marido se mostró también muy complacido. «Pero esto sucedió demasiado pronto después de lo otro —piensa Byron—, aunque ya habían transcurrido quince años.» Porque, dos días después, comenzaron a decir que el niño era de Hightower y que lo había dejado morir a propósito. Pero Byron cree que ni los mismos que lo contaban se lo creían. Cree que la ciudad se había acostumbrado a contar, a propósito del pastor, unas historias en las que nadie creía. «Porque —piensa Byron— cuando alguna cosa se conviene en costumbre, siempre está a mucha distancia de la verdad y de los hechos.» Y recuerda una noche en que Hightower y él charlaban. «Es buena gente —dijo entonces Hightower—. Tienen que creer lo que creen que deben creer». Pero, sobre todo, teniendo en cuenta que, durante algún tiempo, fui yo el maestro y servidor de sus creencias, no me corresponde a mí criticar lo que ellos creen, ni Byron Bunch es nadie para poder decir que están equivocados. Porque todo lo que un hombre tiene derecho a espe-

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rar es que se le deje vivir en paz entre wrong. Because all that any man can sus conciudadanos.» Esto sucedía poco hope for is to be permitted to live tiempo después de que Byron se hubiera quietly among his fellows.” That was enterado de lo ocurrido, poco después de soon after Byron had heard the story, s h o r t l y a f t e r t h e e v e n i n g v i s i t s t o 5 que comenzaran sus visitas nocturnas al escritorio de Hightower. Y Byron aún se Hightower ’s study began and Byron still preguntaba por qué el otro se quedó en wondered why the other remained in Jefferson, y allí, donde casi podía ver, Jefferson, almost within sight of, and donde casi podía oír la iglesia que le hawithin hearing of, the church which had d i s o w n e d a n d e x p e l l e d h i m . O n e 10 bía repudiado y desposeído. Una noche, Byron se lo preguntó. evening Byron asked him. —Por qué pasa usted la tarde de los sá“Why do you spend your Saturday bados trabajando en el aserradero mientras afternoons working at the mill while o t h e r m e n a r e t a k i n g p l e a s u r e d o w n 15 los demás se divierten en la ciudad? —dijo Hightower. town?” Hightower said. “ I d o n ’ t k n o w, ” B y r o n s a i d . “ I reckon that’s just my life.”

—No lo sé —dijo Byron—. Supongo que mi destino es ése.

20 —Pues bien, yo también supongo que mi “And I reckon this is just my life, destino es éste —dijo el otro. too,” the other said. ‘But I know now «Pero ahora comprendo la razón —piensa why it is,’ Byron thinks. ‘It is because Byron—. Es porque un hombre teme más a lo a fellow is more afraid of the trouble he might have than he ever is of the trouble 25 que pueda sobrevenirle que a los sufrimientos que ya ha padecido. Prefiere aferrarse a los suhe’s already got. He’ll cling to trouble frimientos que ya ha padecido para no arrieshe’s used to before he’ll risk a change. garse a un cambio. Sí. Un hombre hablará de Yes. A man will talk about how he’d like su deseo de escapar a los vivos. Pero los más to escape from living folks. But it’s the dead folks that do him the damage. It’s 30 peligrosos son los muertos. Porque de los muertos no se puede escapar; de los muertos que the dead ones that lay quiet in one place yacen tranquilamente en alguna parte y que no and don’t try to hold him, that he can’t tratan de retenerlo.» escape from.’

precarious adj. 1 uncertain; dependent on chance (makes a precarious living). 2 insecure, perilous (precarious health). precario a ADJ [salud] precarious; [situación] precarious, difficult; [economía, democracia] unstable; [vivienda] poor, inferior; [medios] unpredictable, reduced b SM precarious state; vivir en precario to live from hand to mouth, scrape a living

puny adj. 1 undersized. 2 weak, feeble. 3 petty. puny adj enclenque, endeble, lamentable, miserable puny 1. Of inferior size, strength, or significance; weak: a puny physique; puny excuses. 2. Chiefly Southern U.S. Sickly; ill. puny 1 runty, shrimpy (used especially of persons) of inferior size 2 inferior in strength or significance; «a puny physique»; «puny excuses»

extraneous of external origine, externo, unrelated to, ajenos a

Ahora, la tarde ya ha pasado, y rápida, como They have thundered past now and 35 fulminada, se desvanece silenciosamente en el crashed silently on into the dusk; night ocaso. Ya es plena noche. Sin embargo, él tohas fully come. Yet he still sits at the davía está allí, sentado ante la ventana de su s t u d y w i n d o w, t h e r o o m s t i l l d a r k escritorio. Tras él, la oscuridad de la habitabehind him. The street lamp at the corner flickers and glares, so that the 40 ción. El farol de la esquina parpadea y luce, creando la ilusión de que la sombra dentada de bitten shadows of the unwinded maples los arces, que ninguna brisa agita, se estremece seem to toss faintly upon the August suavemente sobre las tinieblas de agosto. El darkness. From a distance, quite faint puede oír en la lejanía, muy difuminadas y no though quite clear, he can hear the sonorous waves of massed voices from 45 obstante precisas, las ondas sonoras de las voces reunidas en la iglesia. El sonido es a la vez the church: a sound at once austere and austero y cálido, humilde y orgulloso. Como rich, abject and proud, swelling and una armoniosa marea, se hincha y decrece en la falling in the quiet summer darkness sombra de la noche de estío. like a harmonic tide. 50 Luego ve a un hombre que se acerca por la Then he sees a man approaching calle. Cualquier otro día de la semana habría along the street. On a week night he reconocido la silueta, la forma, el porte, la mawould have recognised the figure, the nera de andar. Pero un domingo por la noche, shape, the carriage and gait. But on Sunday evening, and with the echo of 55 y con el eco de los cascos fantasmales martilleando en el silencio del escritorio anethe phantom hooves still crashing gado de crepúsculo, observa calladamente la soundlessly in the duskfilled study, he lamentable silueta que avanza a pie, con esa watches quietly the puny, unhorsed destreza artificial y precaria de los animales figure moving with that precarious and m e r e t r i c i o u s c l e v e r n e s s o f a n i m a l s 60 que se mantienen en equilibrio sobre sus patas traseras, esa destreza de que está tan balanced on their hinder legs; that pomposamente orgulloso el animal—hombre cleverness of which the man animal is y que, sin embargo, le traiciona constantemente so fatuously proud and which a causa de las leyes naturales, como la graveconstantly betrays him by means of natural laws like gravity and ice, and 65 dad o el hielo, y también a causa de los cuerpos extraños que él mismo ha inventado: aub y t h e v e r y extraneous objects which tomóviles, muebles en la oscuridad, hasta los he has himself invented, like motor cars residuos de sus propios alimentos arrojados en and furniture in the dark, and the very el suelo o en el pavimento. Y al ver al hombre refuse of his own eating left upon floor or pavement; and he thinks quietly how 70 de la calle, que pasa bajo el rótulo, franquea la verja y se acerca a la casa, Hightower piensa right the ancients were in making the 49

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serenamente en la razón que tenían los antihorse an attribute and symbol of guos cuando convertían el caballo en un atriwarriors and kings, when he sees the buto y un símbolo de los guerreros y de los man in the street pass the low sign and reyes. Inclina el busto hacia adelante y obserturn into his gate and approach the house. He sits forward then, watching 5 va al hombre que avanza por el sombrío sendero hacia la oscuridad de la puerta. Oye que the man come up the dark walk toward el hombre tropieza pesadamente en las tiniethe dark door; he hears the man stumble blas con el primer escalón. «Byron Bunch — heavily at the dark bottom step. “Byron dice—. ¡Byron Bunch, en la ciudad un dominBunch,” he says. “In town on Sunday n i g h t . B y r o n B u n c h i n t o w n o n 10 go por la noche! ¡Byron Bunch, en la ciudad siendo domingo! Sunday.”

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Chapter 4

Están sentados, frente a frente, uno a THEY sit facing one another across 25 cada lado de la mesa. El escritorio está iluthe desk. The study is lighted now, by a minado ahora por una lámpara de pantalla greenshaded reading lamp sitting upon verde colocada sobre la mesa. Hightower the desk. Hightower sits behind it, in an está sentado detrás, en un viejo sillón basancient swivel chair, Byron in a straight chair opposite. Both their faces are just 30 culante; Byron, frente a él, en una silla recta. Sus dos rostros están justamente en el without the direct downward pool of borde del charco luminoso que cae de la panlight from the shaded lamp. Through the talla. Por la ventana abierta llega el rumor open window the sound of singing from de los cánticos de la iglesia lejana. Byron the distant church comes. Byron talks in a flat, level voice. 35 habla con una voz mate, monocorde. “It was a strange thing. I thought that if there ever was a place where a man would be where the chance to do harm could not have found him, it would have been out there at the mill on a Saturday evening. And with the house burning too, right in my face, you might say. It was like all the time I was eating dinner and I would look up now and then and see that smoke and I would think, ‘Well, I won’t see a soul out here this evening, anyway. I ain’t going to be interrupted this evening, at least.’ And then I looked up and there she was, with her face all fixed for smiling and with her mouth all fixed to say his name, when she saw that I wasn’t him. And I never knowed any better than to blab the whole thing.” He grimaces faintly. It is not a smile. His u p p e r l i p j u s t l i f t s m o m e n t a r i l y, t h e movement, even the surface wrinkling, travelling no further and vanishing almost at once. “I never even suspicioned then that what I didn’t know was not the worst of it.”

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—Fue extraño. Yo creía que, si había un lugar en el mundo en el que no vendría a tentarme la ocasión de hacer el mal, ese lugar tenía que ser el aserradero un sábado por la tarde. ¡Y con aquella casa ardiendo delante de mis narices, como suele decirse! Aunque estaba comiendo, alzaba de vez en cuando los ojos, veía aquella humareda y pensaba: «Seguro que esta tarde no veré por aquí alma viviente, seguro que nadie me molestará hoy.» Y luego, levanté los ojos y, ¿qué es lo que vi? A ella, con la cara a punto de sonreír, con la boca dispuesta a decir su nombre cuando se dio cuenta de que yo no era él. Y no se me ocurrió otra cosa que contarle toda la historia. Byron hace una ligera mueca. No es una sonrisa. Su labio superior se alza un instante. Pero el movimiento no va más allá y el fruncimiento superficial de la piel se interrumpe casi en el acto. —Entonces, ni siquiera sospeché que lo peor no era lo que yo ignoraba.

— Tenía que ser un acontecimiento “It must have been a strange thing that could keep Byron Bunch in extraordinario lo que retuviese a Byron Bunch Jefferson over Sunday,” Hightower says. 65 en Jefferson, siendo domingo —dijo “But she was looking for him. And you Hightower—. Pero si ella le busca y usted la helped her to find him. Wasn’t what you ayudó a encontrarlo, ¿no hizo lo que ella dedid what she wanted, what she had come seaba? ¿No era eso lo que venía a buscar, desall the way from Alabama to find?” de un rincón remoto de Alabama? 70 “I reckon I told her, all right. I —Yo se lo dije, efectivamente. De eso 50

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no cabe duda. Viéndola allí, mirándome, senreckon it ain’t any question about that. tada, con el vientre hinchado, observándoWi t h h e r w a t c h i n g m e , s i t t i n g t h e r e , me con unos ojos a los que ningún hombre swolebellied, watching me with them habría podido mentir aunque hubiese querieyes that a man could not have lied to if h e h a d w a n t e d . A n d m e b l a b b i n g o n , 5 do hacerlo, me puse a charlatanear. Y con aquel humo justamente delante de mi cara, with that smoke right yonder in plain como si ella lo hubiera puesto allí para adsight like it was put there to warn me, vertirme, para que retuviese la lengua... Pero to make me watch my mouth only I never had the sense to see it.” no tuve el talento de comprenderlo. 10 “Oh,” Hightower says. “The house —¡Ah, la casa que se quemó ayer! that burned yesterday. But I don’t see —dice Hightower—. Pero no veo ninany connection between—Whose house guna relación entre.... ¿Qué casa era was it? I saw the smoke, myself, and I é s a ? Yo t a m b i é n v i e l h u m o , y s e l o a s k e d a p a s s i n g n e g r o , b u t h e d i d n ’ t 15 p r e g u n t é a u n n e g r o q u e p a s a b a , p e r o know.” no lo sabía. “That old Burden house,” Byron —La vieja casa de Burden —dijo Byron. says. He looks at the other. They look Y mira al otro. Se miran mutuamente. at one another. Hightower is a tall man, 20 Hightower es alto, y antes era delgado. Pero hoy and he was thin once. But he is not thin no lo es. Su piel tiene el color de la arpillera, y n o w. H i s s k i n i s t h e c o l o r o f f l o u r la parte superior de su cuerpo hace pensar, por sacking and his upper body in shape is su forma, en una bolsa, llena a medias, que collike a loosely filled sack falling from his gase desde sus escuálidos hombros hasta sus gaunt shoulders of its own weight, upon 25 rodillas. Luego, Byron dice: —¿No ha oído hablar de ello todavía? h i s l a p . T h e n B y r o n s a y s , “ Yo u a i n ’ t El otro le observa. Y Byron dice, con tono heard yet.” The other watches him. He ensimismado: says in a musing tone: “That would be —Muy propio de mí. Decir en dos for me to do too. To tell on two days to two folks something they ain’t going to 30 días, a dos personas, algo que esas personas preferirían no haber oído y que no want to hear and that they hadn’t ought tenían ninguna necesidad de saber. to have to hear at all.” —¿Qué cree usted que yo prefe“What is this that you think I will not want to hear? What is it that I have not 35 r i r í a n o o í r ? ¿ Q u é e s l o q u e t o d a vía no he oído? heard?” —No hablo del incendio —dice Byron—. Ellos escaparon del incendio.

“Not the fire,” Byron says. “They got out of the fire all right.” 40 “They? I understood that Miss Burden lived there alone.”

—Ellos? Yo creía que la señorita vivía sola.

Byron le mira otra vez, durante un Again Byron looks at the other for a moment. But Hightower ’s face is merely 45 instante. Pero el rostro de Hightower sólo muestra un gran interés. grave and interested. “Brown and —Brown y Christmas —dice Byron. Christmas,” Byron says. Still El rostro de Hightower no cambia. H i g h t o w e r ’s f a c e d o e s n o t c h a n g e i n — ¿ Ta m p o c o s a b e e s o ? — d i c e e x p r e s s i o n . “ Yo u a i n ’ t h e a r d t h a t , e v e n , ” B y r o n s a y s . “ T h e y l i v e d o u t 50 B y r o n — . B r o w n y C h r i s t m a s v i vían allí. there.” “Lived out there? They boarded in the house?”

— ¿ Vi v í a n a l l í ? ¿ E n a q u e l l a casa?

55 —No. Detrás, en una vieja cabaña de ne“No. In a old nigger cabin in the gros. Christmas la había arreglado hace tres back. Christmas fixed it up three years años. Desde entonces vivió siempre allí. ago. He’s been living in it ever since, with folks wondering where he slept at X ___________________ _______________ _ night. Then when him and Brown set up 60 __ ____ L u e g o , c u a n d o s e a s o c i ó c o n Brown, lo llevó con él. together, he took Brown in with him.” —¡Ah! —dice Hightower—. Pero no “Oh,” Hightower said. “But I don’t entiendo... Si ellos se encontraban bien allí, y see ... If they were comfortable, and 65 si la señorita Burden no... Miss Burden didn’t—” —Creo que se entendían bien. Vendían “I reckon they got along. They were whisky y tenían el cuartel general en esa selling whiskey, using that old place for cabaña. Un buen camuflaje. Yo no creo a headquarters, a blind. I don’t reckon s h e k n e w t h a t , a b o u t t h e w h i s k e y . 70 que ella supiera eso, el asunto del whisky. Al menos, la gente no sabe si lo sabía Leastways, folks don’t know if she ever 51

Faulkner’s Light knew or not. They say that Christmas started it by himself three years ago, just selling to a few regular customers that didn’t even know one another. But when he took Brown in with him, I reckon Brown wanted to spread out. Selling it by the half a pint out of his shirt bosom i n a n y a l l e y a n d t o a n y b o d y. S e l l i n g what he never drunk, that is. And I reckon the way they got the whiskey they sold would not have stood much looking into. Because about two weeks after Brown quit out at the mill and taken to riding around in that new car for his steady work, he was down town drunk one Saturday night and bragging to a crowd in the barbershop something about him and Christmas in Memphis one night, or on a road close to Memphis. Something about them and that new car hid in the bushes and Christmas with a pistol, and a lot more about a truck and a hundred gallons of something, until Christmas come in quick and walked up to him and jerked him out of the chair . And Christmas saying in that quiet voice of his, that ain’t pleasant and ain’t mad either: ‘You ought to be careful about drinking so much of this Jefferson hair tonic. It’s gone to your head. First thing you know you’ll have a hairlip.’ Holding Brown up he was with one hand and slapping his face with the other. They didn’t look like hard licks. But the folks could see the red even through Brown’s whiskers when Christmas’ hand would come away between licks. ‘You come out and get some fresh air,’ Christmas says. ‘You’re keeping these folks from w o r k i n g . ’ ” He m u s e s . H e s p e a k s a g a i n : “And there she was, sitting there on them staves, watching me and me blabbing the whole thing to her, and her watching me. And then she says, ‘Did he have a little white scar right here by his mouth?’ ”

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o no. Dicen que Christmas empezó solo, hace tres años, y que sólo se lo vendía a unos cuantos clientes _____ que ni siquiera se conocían entre ellos. Pero, en cuanto se asoció con Brown, supongo que Brown quiso ampliar el negocio. Vendiéndoselo a cualquiera, ¿sabe?; por medias pintas, que sacaba de la pechera de su camisa en una callejuela. Es decir, vendiendo lo que no podía beber. Y me parece que es mejor no examinar a fondo cómo conseguían el whisky que vendían. Porque, quince días después de dejar el aserradero para hacer sus viajes de negocios en un automóvil nuevo, Brown, que estaba muy borracho, un sábado por la tarde, comenzó a fanfarronear en la ciudad, en la barbería, delante de un montón de genre, y a vanagloriarse de algo que les había sucedido, a él y a Christmas, una noche en Memphis, o en una carretera cercana a M emphis. Algo en que figuraba el coche nuevo, escondido en unos matorrales, y Christmas con un revólver, y luego un camión c o n cien galones de a l g o . P e r o e n e s e m o m e n t o ; C h r i s t m a s llegó a toda prisa, _______ ________ ___ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ ___ _______ y l e dijo con su voz tranquila, esa v o z q u e no tiene nada de suave, pero tampoco de violenta: «Deberías procurar beber u n p oco menos de esa loción capilar que hay en Jefferson. Se te sube a la cabeza. Cuando menos lo esperes, te despertarás con la boca partida.» Con una mano sujetaba a Brown y, con la otra le abofeteaba. No parecía pegar muy fuerte, pero cada vez que la mano se apartaba entre una bofetada y otra, se podía ver la cara enrojecida de Brown debajo de su b a r b a . « Va m o s a t o m a r un poco el aire —dijo Christmas—. N o d e j a s t r a b a j a r a los muchachos.» Byron medita un momento y luego continúa: —Y ella estaba allí, mirándome, sentada sobre aquellas tablas, y yo contándole toda la historia. Y ella mirándome. Entonces dijo: «?Tiene una pequeña cicatriz blanca aquí, muy cerca de fa boca?»

—Y Brown es el hombre en cuestión “And Brown is the man,” —dice Hightower. E s t á s e n t a d o , m u y Hightower says. He sits m o t i o n l e s s , w a t c h i n g B y r o n w i t h 50 quieto, mirando a Byron con una especie de sereno asombro. No hay nada de milia s o r t o f q u i e t astonishment. There tante en su actitud, ningún indicio de mois nothing militant in it, nothing of ralidad ultrajada. Es como si oyese cono u t r a g e d m o r a l i t y. I t i s a s t h o u g h h e tar lo que habían hecho personas de otra raza. were listening to the doings of people o f a d i f f e r e n t r a c e . “ H e r h u s b a n d a 55 «¡Su marido es un contrabandista! ¡Vaya, vaya, vaya!» Y sin embargo, Byron puede ver, bootlegger. Well, well, well.” Yet Byron detrás del rostro del pastor, alguna cosa lacan see in the other ’s face something tente, a punto de despertar, alguna cosa que latent, about to wake, of which el propio Hightower no sospecha, como si en Hightower himself is unaware, as if something inside the man were trying to 60 su interior hubiera algo que tratara de prevenirle, de prepararl e . P e r o B y r o n p i e n warn or prepare him. But Byron thinks sa que sólamente es el reflejo de lo that this is just the reflection of what que él sabe ya, de lo que está a punhe himself already knows and is about t o d e d e c i r. to tell. 65 —Y, antes de darme cuenta de ello, se lo “And so I had already told her before había dicho todo. Habría querido cortarme la I knew it. And I could have bit my lengua, incluso entonces, cuando creía que ya tongue in two, even then, even when I no quedaba nada que decir. thought that that was all.” He is not Byron ya no mira al pastor. Por la ventalooking at the other now. Through the 70 na, en la noche silenciosa, llega débil, y sin w i n d o w, f a i n t y e t c l e a r, t h e b l e n d e d 52

Faulkner’s Light organ and voices come from the distant church, across the still evening. I wonder if he hears it too , Byron thinks. Or maybe he has listened to it so much and so long that he don’t even hear it anymore. Don’t even need to not listen . “And she set there all the evening while I worked, and the smoke dying away at last, and me trying to think what to tell her and what to do. She wanted to go right on out there, for me to tell her the way. When I told her it was two miles she just kind of smiled, like I was a child or something. ‘I done come all the way from Alabama,’ she said. ‘I reckon I ain’t going to worry about two miles more.’ And then I told her ...” His voice ceases. He appears to contemplate the floor at his feet. He looks up. “I lied, I reckon. Only in a way it was not a lie. It was because I knowed there would be folks out there watching the fire, and her coming up, trying to find him. I didn’t know myself, then, the other. The rest of it. The worst of it. So I told her that he was busy at a job he had, and that the best time to find him would be down town after six o’clock. And that was the truth. Because I reckon he does call it work, carrying all them cold little bottles nekkid against his chest, and if he ever was away from the square it was just because he was a little behind in getting back or had just stepped into a alley for a minute. So I persuaded her to wait and she set there and I went on working, trying to decide what to do. When I think now how worried I was on what little I knowed, now when I know the rest of it, it don’t seem like I had anything then to worry me at all. All day I have been thinking how easy it would be if I could just turn back to yesterday and not have any more to worry me than I had then.” “I still cannot see what you have to worry about,” Hightower says. “It is not your fault that the man is what he is or she what she is. You did what you could. All that any stranger could be expected to do. Unless ...” H is voice ceases also. Then it dies away on that inflection, as if idle thinking had become speculation and then something like concern. Opposite him Byron sits without moving, his face lowered and grave. And opposite Byron, Hightower does not yet think love. He remembers only that Byron is still young and has led a life of celibacy and hard labor, and that by Byron’s telling the woman whom he has never seen possesses some disturbing quality at least, even though Byron still believes that it is only pity. So he watches Byron now with a certain narrowness neither cold nor warm, while Byron continues in that flat voice: about how at six o’clock he had still decided on nothing; that when he and Lena reached the square he was still undecided. And now there begins to 53

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embargo neto, el sonido combinado del órgano y de los cánticos de la iglesia lejana. Me pregunto si él lo oye también —piensa Byron—; o si tal vez lo ha oído tanto, durante tanto tiempo, que ya no lo escucha, que ya no tiene necesidad de escucharlo. —Y ella estuvo allí toda la tarde, mientras yo trabajaba; y el humo, por fin, había disminuido y yo pensaba en lo que debía decirle, en lo que debía hacer. Ella quería ir allí directamente. Me preguntaba el camino. Cuando le dije que aquello estaba a dos millas, esbozó una especie de sonrisa, como si yo fuese un niño o algo así. «Vengo desde un lugar perdido de Alabama —dijo—. No me voy a preocupar ahora por dos millas más… Y entonces se lo dije... La voz de Byron se extingue. Parece contemplar el suelo que hay bajo sus pies. Levanta los ojos. —Creo que le mentí. Pero, por otra parte, no fue una mentira. Era que yo sabía que allí habría mucha genre, viendo el incendio, y para ella, llegar allí, tratar de encontrarlo... En aquel momento yo no sabía el resto. El resto del asunto, lo peor del asunto. Entonces le dije que él estaba muy ocupado con su trabajo y que el mejor momento para encontrarle sería en la plaza, a eso de las seis. Aquello era verdad. Porque creo que se puede llamar trabajar a llevar en el pecho sus pequeñas botellas frías, pegadas a la piel; y que si, por azar, no estaba allí entonces, sería porque se había retrasado un poco o porque acababa de desaparecer, por un minuto, en alguna callejuela. Así que la convencí de que esperase, y ella se quedó allí, sentada, y yo continué trabajando, tratando de decidir lo que debía hacer. Cuando pienso ahora cuánto me atormentaba lo poco que sabía, ahora que ya sé el resto, me parece que entonces no tenía motivos para preocuparme. Pensé todo el día en lo fácil que sería si pudiese volverme a ayer y no tener más motivo de inquietud que el que tenía entonces. —Sigo sin comprender por qué se preocupa tanto —dice Hightower—. No tiene usted la culpa de que ese hombre sea como es. Ha hecho usted lo que ha podido. Todo lo que se puede esperar de un extraño. A no ser que... La voz de Hightower también se extingue. Muere en aquella inflexión, como si el pensamiento indiferente se hubiese convertido en meditación y, después, en un sentimiento próximo a la ansiedad. Frente a él, Byron está sentado, inmóvil, con el rostro inclinado y serio. Y Hightower, frente a Byron, sólo piensa en la palabra amor. Y únicamente recuerda que Byron es joven todavía, que siempre ha Llevado una vida de soltero, de trabajo obstinado, y que, según el relato de Byron, la mujer que él no ha visto todavía posee, por lo menos, un elemento turbador, aunque Byron siga creyendo que sólo inspira piedad. Comienza, entonces, a observar a Byron más estrechamente, sin frialdad ni calor. Y Byron continúa hablando con su voz sin timbre: le cuenta cómo, a las seis de la tarde, no había decidido nada todavía. ________ _____ ____ ___ ___ __ __ _______ _____________ __ __ ____ ___ ______ Y es entonces cuando la expresión

Faulkner’s Light c o m e i n t o H i g h t o w e r ’s p u z z l e d expression a quality of shrinking and f o r e b o d i n g a s B y r o n t a l k s q u i e t l y, telling about how he decided after they reached the square to take Lena on to M r s . B e a r d ’s. A n d B y r o n t a l k i n g quietly, thinking, remembering: It was like something gone through the air, the evening, making the familiar faces of men appear strange, and he, who had not yet heard, without having to know that something had happened which made of the former dilemma of his innocence a matter for children, so that he knew before he knew what had happened, that Lena must not hear about it. He did not even have to be told in words that he had surely found the lost Lucas Burch; it seemed to him now that only crassest fatuousness and imbecility should have kept unaware. It seemed to him that fate, circumstance, had a warning in the sky all day long in that pillar of yellow smoke, and he too stupid to read it. And so he would not let them tell—the men whom they passed, the air that blew upon them full of it—lest she hear too. Perhaps he knew at the time that she would have to know, hear, it sooner or later; that in a way it was her right to know. It just seemed to him that if he could only get her across the square and into a house his responsibility would be discharged. N o t r e s p o n s i b i l i t y f o r t h e evil to which he held himself for no other reason than that of having spent the afternoon with her while it was happening, having been chosen by circumstance to represent Jefferson to her who had come afoot and without money for thirty days in order to reach there. He did not hope nor intend to avoid that responsibility. I t was just to give himself and her time to be shocked and surprised. He tells it quietly, fumbling, his face lowered, in his flat, inflectionless voice, w h i l e a c r o s s the desk Hightower watches him with that expression of shrinking and denial.

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sorprendida de Hightower comienza a teñirse de reticencia, de presentimiento, mientras Byron habla reposadamente, le cuenta cómo decidió, al llegar a la ciudad, que sería mejor llevar a Lena a casa de la señora Beard. Y Byron habla reposadamente. Piensa, recuerda. Parecía como si en el aire de la noche hubiera algo que ponía en los rostros familiares de los hombres un aspecto extraño, y como si él —sin saber nada aún, sin tener necesidad de saber que había sucedido algo que transformó el primer dilema de su inocencia en un hecho infantil— supiera ya, antes de saber lo que había sucedido, que Lena no debía ser puesta al corriente. No tenía necesidad de que le dijeran con palabras que, sin ninguna duda, había encontrado al Lucas Burch perdido. Y ahora le parecía que sólo la estupidez, la imbecilidad más crasa, podían haberle dejado en aquella ignorancia. Le parecía que la fatalidad, las circunstancias, habían puesto allí, en el cielo, durante todo el día, aquella columna de humo amarillo a modo de advertencia. Y él, tan estúpido que no supo leer el significado. Así que no les dejó que hablaran —(a los hombres que pasaban hasta el aire parecía lleno del asunto)— por temor a que ella lo oyese. Tal vez sabía Byron entonces que ella tendría que enterarse tarde o temprano; que, en cierto modo, tenía derecho a saberlo. Pero le parecía que, sólo con lograr que Lena cruzase la plaza y entrase en una casa, él se vería libre de responsabilidad. No de su responsabilidad por el mal del que se consideraba culpable a causa de la tarde que había pasado con ella mientras la cosa sucedía. Fueron las circunstancias las que le eligieron a él para representar a Jefferson ante aquella mujer que había viajado durante treinta días, a pie y sin dinero, hasta alcanzar aquella meta. Byron no esperaba, no trataba de librarse de aquella responsabilidad. La había contraído, precisamente, para dar tiempo a que, tanto él como ella, estuviesen preparados para la conmoción y la sorpresa. Byron cuenta todo esto reposadamente, con vacilaciones, el rostro inclinado y una voz monocorde y sin timbre, mientras que, desde el otro lado de la mesa, Hightower le mira con aquella expresión de reticencia y de negación.

Llegaron por fin a la pensión familiar y enThey reached the boarding house at last and entered it. It was as though she traron. Ella parecía tener también un presentif e l t f o r e b o d i n g t o o , w a t c h i n g h i m a s 55 miento cuando, de pie en el vestíbulo, le miró y they stood in the hall, speaking for the habló por primera vez: first time: “What is it them men were —Qué era lo que contaban aquellos hombres? ¿Qué decían trying to tell you? What is it about that sobre la casa quemada? burned house?” 60 —¡Ah, nada! —dijo Byron en un tono “It wasn’t anything,” he said, his que l e p a r e c i ó s e c o y s u p e r f i c i a l — . voice sounding dry and light to him. “Just something about Miss Burden got Sólo que la señorita Burden ha resulhurt in the fire.” tado herida en el incendio. 65 “How got hurt? How bad hurt?” —¿Herida? ¿Gravemente herida? “I reckon not bad. Maybe not hurt at —Supongo que no. A lo mejor no all. Just folks talking, like as not. Like tiene nada. Habladurías de la gent h e y w i l l . ” H e c o u l d n o t l o o k a t h e r, 70 t e . L e s g u s t a m u c h o h a b l a r. meet her eyes at all. But he could feel No podía mirarla, sostener su mirada. Pero 54

Faulkner’s Light her watching him, and he seemed to hear a myriad sounds: voices, the hushed tense voices about the town, about the square through which he had hurried her, where men met among the safe and familiar lights, telling it. The house too seemed filled with familiar sounds, but mostly with inertia, a terrible procrastination as he gazed down the dim hall, thinking Why don’t she come on. Why don’t she come on Then Mrs. Beard did come: a comfortable woman, with red arms and untidy grayish hair. “This here is Miz Burch,” he said. His expression was almost a glare: importunate, urgent. “She just got to town from Alabama. She is looking to meet her husband here. He ain’t come yet. So I brought her here, where she can rest some before she gets mixed up in the excitement of town. She ain’t been in town or talked to anybody yet, and so I thought maybe you could fix her up a place to get rested some before she has to hear talking and ...” His voice ceased, died, recapitulant, urgent, importunate. Then he believed that she had got his meaning. Later he knew that it was not because of his asking that she refrained from telling what he knew that she had also heard, but because she had already noticed the pregnancy and that she would have kept the matter hidden a n y w a y. S h e l o o k e d a t L e n a , o n c e , completely, as strange women had been doing for four weeks now. “How long does she aim to stay?” Mrs. Beard said.

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sentía que ella le observaba. Y le parecía oír una miríada de sonidos: unas voces, las voces de la ciudad, sordas y tensas, aquellas voces a través de las cuales la hizo cruzar rápidamente la plaza, donde los hombres se reunían y conversaban entre las luces protectoras y familiares. También la casa parecía llena de sonidos familiares, pero sobre todo de inercia, de una morosidad terrible, mientras él miraba hacia el fondo del vestíbulo pensando por qué no vendrá, por qué no vendrá. Por fin llegó, la señora Beard. Era una mujer acogedora, de brazos rojos y cabellos grises y en desorden. —Le presento a la señora Burch —dijo Byron; tenía una expresión casi hosca, impertinente, apremiante—. Acaba de llegar de Alabama. Viene a reunirse con su marido. El no ha llegado todavía. Por eso la he traído aquí, para que descanse un poco antes de meterse en la agitación de la ciudad. Todavía no conoce la ciudad, ni ha hablado con nadie. Por eso he pensado que usted podría encontrar algún sitio donde pueda descansar antes de que empiecen a contarle cosas... La voz se interrumpió, murió, reticente, apremiante, importuna. Byron creyó entonces que la señora Beard había comprendido. Luego supo que, si la mujer se abstuvo de decir lo que Byron sabía que también ella había oído, no fue porque él se lo pidió, sino porque ya había advertido el embarazo y quiso mantener el secreto de todas maneras. La señora Beard miró a Lena una sola vez, de arriba abajo, lo mismo que habían hecho, desde hacía cuatro semanas, todas las mujeres desconocidas. —¿Cuánto tiempo tiene la intención de quedarse?

40 “Just a night or two,” Byron said. —Una noche o dos, solamente —dijo “Maybe just tonight. She’s looking to Byron—. Quizá esta noche nada más. Viene a meet her husband here. She just got in, buscar a su marido y acaba de llegar. Todavía and she ain’t had time to ask or no ha tenido tiempo de informarse. i n q u i r e — ” H i s v o i c e w a s s t i l l 45 Su voz seguía siendo reticente, recapitulant, meaningful . Mrs. Beard llena de implicaciones. Era a él a quien miwatched him now. He thought that she raba ahora la señora Beard. Byron creyó que was still trying to get his meaning. But la mujer trataba todavía de comprender lo what she was doing was watching him que él quería decir. Pero ella sólo le miraba grope, believing (or about to believe) 50 escrutadoramente, creyendo (o dispuesta a that his fumbling had a different reason creer) que sus vacilaciones tenían una razón and meaning. Then she looked at Lena y un sentido diferentes. Después, miró de again. Her eyes were not exactly cold. nuevo a Lena. Sus ojos no eran fríos, realBut they were not warm. mente. Pero tampoco tenían calor. 55 “I reckon she ain’t got any business —Creo que, por el momento, trying to go anywhere right now,” she no debe tratar de ir a ningún sisaid. tio —dijo. “ T h a t ’s w h a t I t h o u g h t , ” B y r o n 60 —Eso creo yo también —dijo Byron s a i d , q u i c k l y, e a g e r l y. “ Wi t h a l l t h e rápidamente, intensamente—. Con los talk and excitement she might have to comadreos que pudieran decirle y con listen to, after not hearing no talk and toda la agitación que hay por ahí. Si esta excitement ... If you are crowded tonight, noche lo tiene todo lleno, podría darle 65 usted mi habitación. I thought she might have my room.” “ Ye s , ” Mrs. Beard said —Sí —dijo en seguida la señora Bead—. i m m e d i a t e l y. “ Yo u ’ l l b e t a k i n g o u t i n Como de todos modos usted se marchará dena f e w m i n u t e s , a n y w a y. Yo u w a n t h e r tro de unos minutos.... ¿Quiere que ocupe su t o h a v e y o u r r o o m u n t i l y o u g e t b a c k 70 habitación hasta que usted regrese el lunes por Monday morning?” la mañana? 55

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—Esta noche no me voy —dijo Byron sin “I ain’t going tonight,” Byron desviar la mirada—. Esta vez me veo en la ims a i d . H e d i d n o t l o o k a w a y. “ I posibilidad de irme. won’t be able to go this time.” He Byron miraba fijamente aquellos ojos fríos, looked straight into cold, already 5 incrédulos ya. Y la señora Beard le observaba, disbelieving eyes, watching her in t u r n a su vez, intentando leer sus pensamientos. trying to read his own, believing that Byron estaba convencido de que ella leía los she read what was there instead of que realmente tenía y no los que creía ver. Se what she believed was there. They say t h a t i t i s t h e p r a c t i c e d l i a r w h o c a n 10 suele decir que sólo puede engañar el embustero empedernido. Pero a menudo ocurre que el deceive. But so often the practiced and embustero empedernido y crónico sólo se mienchronic liar deceives only himself; it te a sí mismo. El hombre cuyas mentiras se acepis the man who all his life has been tan más fácilmente es aquel que, durante toda selfconvicted of veracity whose lies find quickest credence. 15 su vida, ha tenido fama de veraz. —¡Oh! —dijo la señora Beard, mirando de nuevo a Lena—. ¿No tiene ningún conocido en Jefferson?

“Oh,” Mrs. Beard said. She looked at Lena again. “Ain’t she got any acquaintances in Jefferson?” 20

—No conoce a nadie fuera de Alabama —dijo Byron—. Pero lo más probable es que el señor Burch llegue mañana por la mañana.

“She don’t know nobody here,” Byron said. “Not this side of Alabama. Likely Mr. Burch will show up in the morning—”

25 —AAh! —dijo la señora Beard—. ¿Y dón“Oh,” Mrs. Beard said. de dormirá usted? “Where are you going to sleep?” Luego, sin esperar la respuesta, añadió: But she did not wait for an —Creo que, por esta noche, podré montar a n s w e r . “ I reckon I can fix her up a cot in my room for tonight. If she won’t 30 una cama para ella en mi habitación, si ella no tiene inconveniente. object to that.” —Eso sería perfecto —dijo Byron—. Perfecto.

“That’ll be fine,” Byron said. “It’ll be fine.”

35 Cuando sonó la campana de la cena, todo When the supper bell rang, he was estaba arreglado. Byron había podido hablar all prepared. He had found a chance to con la señora Beard. Nunca había empleado speak to Mrs. Bea r d . H e h a d s p e n t more time in inventing that lie tanto tiempo para inventar una mentira. Y ni t h a n a n y y e t . And then it was not 40 siquiera era necesario. Lo que él trataba de necessary; that which he was trying to shield ocultar era su propia protección. was its own protection. “Them men will be —Los hombres hablarán en la mesa —dijo la talking about it at the table,” Mrs. Beard señora Beard—. Creo que una mujer en su situasaid. “I reckon a woman in her shape ción (y que además está buscando a un marido (and having to find a husband named 45 que se llama Burch, pensaba con gélida ironía) Burch at the same time , she thought with no tiene necesidad de escuchar más cosas sobre dry irony) ain’t got no business listening las canalladas de los hombres. Tráigala usted más to any more of man’s devilment. You tarde, cuando todos hayan cenado ya. bring her in later, after they have all et.” Y eso fue lo que Byron hizo. Lena W h i c h B y r o n d i d . L e n a a t e h e a r t i l y 50 comió de nuevo con buen apetito, aunagain, with that grave and hearty que sin perder su decoro serio y sincedecorum, almost going to sleep in her ro; pero, antes de haber terminado, casi plate before she had finished. se cayó dormida sobre el plato. “It’s right tiring, travelling is,” she 55 —iCómo cansa viajar! —exexplained. plicó. “You go set in the parlor and I’ll fix your cot,” Mrs. Beard said.

—Vaya a sentarse en el salón mientras preparo su cama —dijo la señora Beard. 60

“I’d like to help,” Lena said. But even Byron could see that she would not; that she was dead for sleep.

—Me gustaría ayudarla —dijo Lena. Pero hasta Byron vio que no podría hacerlo, porque se caía de sueño.

“ Yo u g o s e t i n t h e p a r l o r, ” M r s . 65 —Siéntese en el salón —dijo la señora Beard said. “I reckon Mr. Bunch won’t Beard—. Estoy segura de que el señor Byron mind keeping you company for a minute querrá hacerle compañía durante uno o dos or two.” minutos. “ I d i d n ’ t d a r e l e a v e h e r a l o n e , ” 70 —No me atreví a dejarla sola —dice Byron; Byron says. Beyond the desk Hightower Hightower sigue inmóvil al otro lado de la 56

Faulkner’s Light has not moved. “And there we was setting, at the very time when it was all coming out down town at the sheriffs office, at the very time when Brown was telling it all; about him and Christmas and the whiskey and all. Only the whiskey wasn’t much news to folks, not since he had took Brown for a partner. I reckon the only thing folks wondered about was why Christmas ever took up with Brown. Maybe it was because like not only finds like; it can’t even escape from being found by its like. Even when it’s just like in one thing, because even them two with the same like was d i ff e r e n t . C h r i s t m a s d a r e d t h e l a w t o make money, and Brown dared the law because he never even had sense enough to know he was doing it. Like that night in the barbershop and him drunk and talking loud until Christmas kind of run in and dragged him out. And Mr. Maxey said, ‘What do you reckon that was he pretty near told on himself and that other one?’ and Captain McLendon said, ‘I don’t reckon about it at all,’ and Mr. Maxey said, ‘Do you reckon they was a c t u a l l y h o l d i n g u p s o m e b o d y e l s e ’s liquor truck?’ and McLendon said, ‘Would it surprise you to hear that that fellow Christmas hadn’t done no worse than that in his life?’ “That’s what Brown was telling last night. But everybody knew about that. They had been saying for a good while that somebody ought to tell Miss Burden. But I reckon there wasn’t anybody that wanted to go out there and tell her, because nobody knowed what was going to happen then. I reckon there are folks born here that never even saw her. I don’t reckon I’d wanted to go out there to that old house where nobody ever saw her unless maybe it was folks in a passing wagon that would see her now and then standing in the yard in a dress and sunbonnet that some nigger women I know wouldn’t have wore for its shape and how it made her look. Or maybe she already knew it. Being a Yankee and all, maybe she didn’t mind. And then couldn’t nobody have known what was going to happen. “And so I didn’t dare leave her alone until she was in bed. I aimed to come out and see you last night, right away. But I never dared to leave her. Them other boarders was passing up and down the hall and I didn’ t know when one of them would take a notion to come in and start talking about it and tell the whole thing; I could already hear them talking about it on the porch, and her still watching me with her face all fixed to ask me again about that fire. And so I d i d n ’ t d a r e l e a v e h e r. A n d w e w a s setting there in the parlor and she couldn’t hardly keep her eyes open then, and me telling her how I would find him 57

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mesa—. Y allí estábamos sentados en el mismo momento en que todo se desarrollaba en la oficina del sheriff, en el preciso instante en que Brown lo revelaba todo: lo de él mismo, lo de Christmas, lo del whisky, todo. Lo que no era una novedad para nadie era lo del whisky, sobre todo desde que Brown había tomado parte en el asunto. Supongo que lo único que debió de asombrar a la gente era el que Christmas se hubiera asociado con Brown. Es posible que fuera, no sólo porque siempre se acaba uno encontrando a alguien de la misma calaña, sino también porque no se puede evitar que el de la misma calaña le encuentre a uno. Aunque, a veces, el parecido sólo exista en un aspecto, porque Christmas y Brown, a pesar de sus rasgos comunes, eran muy diferentes. Christmas desafiaba a la ley para ganar dinero, mientras que Brown desafiaba a la ley porque ni siquiera era capaz de darse cuenta de que la hacía. Como, por ejemplo, aquella noche, en la barbería, cuando Brown, estando borracho, empezó a contarlo todo hasta que Christmas se lo llevó a la calle. Y el señor Maxcy dijo entonces: «¿Qué creen ustedes que iba a contarnos sobre él y el otro tipo?»; y el capitán McLendon dijo: «No tengo ni idea»; y el señor Maxcy dijo: «¿Creen ustedes que se habrían atrevido realmente a llevarse el camión de alcohol de otro contrabandista?»; y McLendon dijo: «¿Les sorprendería oír que ese Christmas ha hecho algo mucho peor que eso en su vida?»

«Eso es lo que Brown declaró ano35 c h e . P e r o t o d o e l m u n d o s a b í a e s o . Hace tiempo que se decía que habría que advertir a la señorita Burden. Pero supongo que no hubo nadie a quien le apeteciese ir a decírselo, 40 p o r q u e n a d i e s u p o n í a e n t o n c e s l o q u e i b a a p a s a r. S u p o n g o q u e h a y p o r a h í personas que nunca han visto a la señorita Burden. Creo que a mí tampoco me habría gustado ir a aquella vieja casa donde 45 nadie la veía nunca, de no ser alguien que pasase por allí en su coche y pudiese verla, de cuando en cuando, plantada en el jardín, con un vestido y una pamela que algunas negras que yo conozco no se atreverían a llevar. ___ X 50 ________________________________ E s posible que ella lo supiera. Como es yanqui, es posible que no le importara Pero nadie sospechaba lo que iba a suceder después. 55 —Así que, como decía, no me atreví a dejar a Lena hasta que se fue a la cama. Yo tenía intención de venir a verle a usted en seguida. Pero no me atreví a dejarla. 60 Los demás huéspedes iban y venían por el pasillo y yo temía que alguno de ellos se detuviera a hablar con ella y le contase toda la historia. Les oía charlar en la veranda, y ella seguía mirándome, y se le veía en la 65 cara que estaba dispuesta a interrogarme de nuevo a propósito del incendio. Así que no quería dejarla. Y allí estábamos, sentados en el salón; ella apenas podía mantener abiertos los ojos y yo le decía que le 70 ayudaría a encontrarlo, pero que ahora tenía que ir a hablar con un pastor amigo mío

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que también le ayudaría para que el homfor her all right, only I wanted to come bre supiese que ella había llegado. Y ella and talk to a preacher I knowed that seguía sentada, con los ojos cerrados, could help her to get in touch with him. mientras yo hablaba, sin saber que yo saAnd her setting there with her eyes c l o s e d w h i l e I w a s t e l l i n g h e r , n o t 5 bía que ella y el individuo en cuestión no estaban casados todavía. Porque ella creía knowing that I knew that her and that que había engañado a todo el mundo. Y me fellow wasn’t married yet. She thought preguntó qué clase de hombre era aquel a s h e h a d f o o l e d e v e r y b o d y. A n d s h e quien yo quería hablarle de ella. Y se lo asked me what kind of a man it was that I aimed to tell about her to and I told 10 dije, y ella seguía allí, sentada, con los ojos cerrados, hasta que al fin le dije: «No ha her and her setting there with her eyes oído ni una sola palabra de lo que acabo closed so that at last I said, ‘You ain’t de decirle.» Y ella, despertándose un poco, heard a word I been saying’ and she kind pero con los ojos cerrados, dijo: «¿Todavía of roused up, but without opening her e y e s , a n d s a i d , ‘ C a n h e s t i l l m a r r y 15 puede casar a la gente?» Y yo le dije: «¿Cómo? ¿Puede qué?» Y ella dijo: «¡Es folks?’ and I said, ‘What? Can he what?’ todavía lo bastante pastor para poder caand she said, ‘Is he still enough of a sar a la gente?»» preacher to marry folks?’ ” Hightower has not moved. He sits erect behind the desk, his forearms parallel upon the armrests of the chair. He wears neither collar nor coat. His face is at once gaunt and flabby; it is as though there were two faces, one i m p o s e d u p o n t h e o t h e r, l o o k i n g o u t from beneath the pale, bald skull surrounded by a fringe of gray hair, from behind the twin motionless glares of his spectacles. That part of his torso visible above the desk is shapeless, almost monstrous, with a soft and sedentary obesity. He sits rigid; on his face now that expression of denial and flight has become definite. “Byron,” he says; “Byron. What is this you are telling me?”

Hightower no se ha movido. Sigue sentado, muy tieso, detrás de la mesa, con los antebrazos paralelos, apoyados en la butaca. No tiene ni cuello ni chaqueta. Su cara es a la vez descarnada y 25 fofa. Como si tuviera dos rostros superpuestos que mirasen por debajo del cráneo pálido y calvo coronado por la franja del reflejo doble e inmóvil de sus gafas. La parte de su cuerpo que puede ver30 se por encima de la mesa es informe, casi monstruosa, invadida por una obesidad blanda y sedentaria. Está sentado, rígido. Y, en su rostro, aquella expresión de resistencia, de huida, se ha definido. —Byron —dice—. Byron, 35 ¿por qué me cuenta todo eso? 20

Byron se calla. Mira a Hightower tranquilamente, Byron ceases. He looks quietly at the o t h e r , w i t h a n e x p r e s s i o n o f 40 con una expresión de conmiseración y de piedad. —Porque sabía que usted no sabía commiseration and pity. “I knowed you nada todavía. Sabía que tenía que ser yo had not heard yet. I knowed it would be quien se lo contase. for me to tell you.” They look at one another. “What is 45 it I haven’t heard yet?”

Se miran ambos. —¿Qué es lo que yo no sabía todavía?

—El asunto de Christmas. El asunto de ayer “About Christmas. About yesterday y de Christmas. Christmas es de sangre negra. and Christmas. Christmas is part nigger. About him and Brown and yesterday.” 50 El asunto de Christmas y de Brown, lo de ayer. —¿De sangre negra? —dice Hightower. “Part negro,” Hightower says. His Su voz suena leve, trivial, como la pelusa voice sounds light, trivial, like a thistle de un cardo cayendo en el silencio, sin ruido, bloom falling into silence without a sound, without any weight. He does not 55 sin peso. Pero no se mueve. Durante algunos instantes, no se mueve. Luego, parece que, en move. For a moment longer he does not todo su cuerpo, como si cada parte de él fuese move. Then there seems to come over tan móvil como los rasgos de su rostro, apareh i s w h o l e b o d y, a s i f i t s p a r t s w e r e ce la misma contracción, la misma resistencia. mobile like face features, that shrinking and denial, and Byron sees that the still, 60 Y Byron ve que el gran rostro tranquilo y fofo se ha humedecido de sudor súbitamente. Pero flaccid, big face is suddenly slick with la voz sigue siendo leve y calmosa. sweat. But his voice is light and calm. —¿Qué es eso de ayer, eso de Christmas y “What about Christmas and Brown and yesterday?” he says. de Brown? —dice. 65 The sound of music from the distant Hace ya tiempo que ha cesado el sonido church has long since ceased. Now de la música en la iglesia lejana. Ahora no there is no sound in the room save the hay sonidos en la habitación, salvo un chisteady shrilling of insects and the rriar continuo de insectos y el monótono son m o n o t o n o u s s o u n d o f B y r o n ’s v o i c e . 70 de la voz de Byron. Detrás de su mesa, Beyond the desk Hightower sits erect. Hightower sigue sentado y rígido. La parte 58

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tr. Enrique Sordo baja de su cuerpo, oculta por la mesa, presenta, entre sus palmas apoyadas paralelamente sobre la mesa, el aspecto de un ídolo oriental.

Between his parallel and downturned palms and with his lower body concealed by the desk, his attitude is that of an eastern idol. 5 “It was yesterday morning. There was a countryman coming to town in a wagon with his family. He was the one that found the fire. No: he was the second one to get there, because he told how there was already one fellow there when he broke down the door. He told about how he come into sight of the house and he said to his wife how it was a right smart of smoke coming out of that kitchen, and about how the wagon come on and then his wife said, ‘That house is afire.’ And I reckon maybe he stopped the wagon and they set there in the w agon for a while, looking at the smoke, and I reckon that after a while he said, ‘It looks like it is.’ And I reckon it was his wife that made him get down and go and see. ‘They don’ t k n o w i t ’s a f i r e , ’ s h e s a i d , I r e c k o n . ‘You go up there and tell them.’ And he got out of the wagon and went up onto the porch and stood there, hollering ‘Hello. Hello’ for a while. He told how he could hear the fire then, inside the house, and then he hit the door a lick with his shoulder and went in and then he found the one that had found that fire first. It was Brown. But t h e c o u n t r y m a n d i d n ’t k n o w t h a t . H e just said it was a drunk man in the hall that looked like he had just finished falling down the stairs, and the countryman said, ‘Your house is afire, mister,’ before he realised how drunk the man wa s. And he told how the drunk man kept on saying how there wasn’t nobody upstairs and that the upstairs was all afire anyway and there wasn’t any use trying to save anything from up there. “But the countryman knew there couldn’t be that much fire upstairs because the fire was all back toward the kitchen. And besides, the man was too drunk to know, anyway. And he told how he suspected there was something wrong from the way the drunk man was trying to keep him from going upstairs. So he started upstairs, and the drunk fellow trying to hold him back, and he shoved the drunk man away and went on up the stairs. He told how the drunk man tried to follow him, still telling him how it wasn’t anything upstairs, and he said that when he come back down again and thought about the drunk fellow, he was gone. But I reckon it was some time before he remembered to think about Brown again. Because he went on up the stairs and begun hollering again, opening the doors, and then he opened the right door and he found her.”

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—Fue ayer por la mañana. Un campesino se dirigía hacia la ciudad en su carreta, con su familia. El fue el primero que vio el incendio. O, mejor dicho, no, fue el segundo, porque según él, después de haber derribado la puerta se dio cuenta de que allí ya había alguien. Cuenta que, en cuanto vieron la casa, le dijo a su mujer que salía demasiado humo de la chimenea de aquella cocina. La carreta continuó su marcha y su mujer le dijo: «En esa casa hay fuego.» Y yo supongo que detuvieron la carreta y que se quedaron allí un momento mirando el humo, y me figuro que, después, el hombre dijo: « P a r e c e q u e s í . » F u e l a m u j e r, p r o b a blemente, quien le dijo que bajase y f u e s e a v e r. « N o s a b e n q u e h a y f u e g o » — d e b i ó d e d e c i r — . « Ti e n e s q u e i r a avisarles.» Y él bajó de la carreta, se acercó a la veranda y se paró allí. Gritó: «¡Eeeeh, eeeh!», durante un momento. Y él cuenta que podía oír el fuego en el interior de la casa. Así que empujó con el hombro la puerta y entró; y fue entonces cuando encontró al que había descubierto el fuego antes que él. era Brown. Pero eso no lo sabía el campesino. Sólo dijo que era un borracho y que parecía que acababa de caer rodando por las escaleras. «¡Eh señor! ¡Su casa está ardiendo!», dijo el campesino, antes de comprender hasta qué punto estaba borracho aquel hombre. Y cuenta que el hombre repetía obstinadamente que no había nadie en el primer piso, que además todo estaba en llamas y que no merecía la pena salvar nada. «Pero el campesino sabía que el fuego no podía ser tan violento allá arriba, porque lo que ardía era la parte trasera de la casa, hacia la cocina. Además, el hombre estaba demasiado borracho para darse cuenta. Y cuenta que sospechó que debía de haber algo turbio en todo aquello al ver la manera en que el borracho se esforzaba en impedirle que subiese. Entonces, empezó a subir y el borracho trató de retenerle. Dio un empujón al borracho y continuó subiendo. Y cuenta que el borracho trató de seguirle, repitiéndole que arriba no había nada. Y dice que, cuando bajó y se acordó del borracho, éste había desaparecido. Pero yo supongo que no pensó inmediatamente en el borracho. Porque subió de nuevo la escalera, dando gritos y abriendo las puertas, hasta que, finalmente, abrió la puerta que debía y la encontró.»

He ceases. Then there is no sound in 70 Byron se calla. No hay ningún ruido en la the room save the insects. Beyond the habitación, salvo el de los insectos. Por la 59

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ventana abierta llega la estridulación de los open window the steady insects pulse insectos, incansable, monótona, innumerable. and beat, drowsy and myriad. “Found —¿La encontró? —dice Hightower—. ¿A h e r, ” H i g h t o w e r s a y s . “ I t w a s M i s s la señorita Burden? Burden he found.” He does not move. No se mueve al decirlo. Byron no le mira. Byron does not look at him, he might 5 Acaso mira, mientras habla, sus manos, apoyabe contemplating his hands upon his lap das en las rodillas. while he talks. “She was lying on the floor. Her head had been cut pretty near off; a lady with the beginning of gray hair. The man said how he stood there and he could hear the fire and there was smoke in the room itself now, like it had done followed him in. And how he was afraid to try to pick her up and carry her out because her head might come clean off. And then he said how he run back down the stairs again and out the front without even noticing that the drunk fellow was gone, and down to the road and told his wife to whip the team on to the nearest telephone and call for the sheriff too. And how he run back around the house to the cistern and he said he was already drawing up a bucket of water before he realised how foolish that was, with the whole back end of the house afire good now. So he run back into the house and up the stairs again and into the room and jerked a cover off the bed and rolled her onto it and caught up the corners and swung it onto his back like a sack of meal and carried it out of the house and laid it down under a tree. And he said that what he was scared of happened. Because the cover fell open and she was laying on her side, facing one way, and her head was turned clean around like she was looking behind her. And he said how if she could just have done that when she was alive, she might not have been doing it now.”

—Estaba tendida en el suelo, con la ca10 beza casi seccionada: una señora con los cabellos casi grises. El hombre dice que se quedó allí quieto, y que podía oír el fuego, y que ahora había humo en la habitación, como si el humo le hubiese seguido. Y dice 15 que no se atrevió a levantarla y sacarla de allí porque la cabeza habría podido desprenderse del todo. Y también cuenta que se lanzó escaleras abajo, que salió casi sin advertir que el borracho había desaparecido, y 20 que, en cuanto llegó a la carretera, le dijo a su mujer que arrease a la yunta hasta la primera cabina telefónica que encontrase para avisar al sheriff. El, mientras tanto, volvió corriendo hasta. la cisterna, y dice que ya 25 estaba sacando un cubo de agua cuando se dio cuenta de lo estúpido que era, porque toda la parte trasera de la casa estaba ahora envuelta en llamas. Entonces fue corriendo a la casa, subió la escalera, entró en la ha30 bitación y, tomando una de las mantas de la cama, envolvió a la mujer en ella y, después, asiendo la manta por las cuatro puntas, se la cargó a la espalda, como si fuese un saco de harina, la sacó de la casa y la 35 depositó en el suelo, debajo de un árbol. Y dice el hombre que, lo que él temía, ocurrió. Se entreabrió la manta y apareció la mujer, echada sobre un costado, pero con la cabeza totalmente al revés, como 40 si estuviera mirando hacia atrás. Y dice que, si la mujer pudiera haber hecho aquello en vida, probablemente no lo estaría haciendo ahora.»

Byron ceases and looks, glances once, at the man beyond the desk. Hightower has not moved. His face about the twin blank glares of the spectacles is sweating quietly and steadily. “And the sheriff come out, and the fire department come too. But there wasn’t nothing it could do because there wasn’t any water for the hose. And that old house burned all evening and I could see the smoke from the mill and I showed it to her when she come up, because I didn’t know then. And they brought Miss Burden to town, and there was a paper at the bank that she had told them would tell what to do with her when she died. It said how she had a nephew in the North where she come from, her folks come from. And they telegraphed the nephew and in two hours they got the answer that the nephew would pay a thousand dollars’ reward for who done it.

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Byron se detiene y echa una mirada al otro. Hightower sigue sin moverse, al otro lado de la mesa. En torno de los brillos paralelos y muertos de sus gafas, su rostro suda lenta y constantemente. —Y llegó el sheriff, y llegaron también los bomberos. Pero no pudieron hacer nada, porque no había agua en las tuberías. La vieja casa ardió todo el día, y yo pude ver el humo desde el aserradero, y se lo mostré a ella cuando llegó, porque, en aquel momento, no sabía nada todavía. Se llevaron a la ciudad a la señorita Burden, y había un papel en el banco en el que, según ella había dicho, se indicaría lo que tenían que hacer después de su muerte. Y el papel decía que tenía un sobrino en el Norte, en el lugar de donde ella había venido y de donde era oriunda toda su familia. Y telegrafiaron al sobrino y, dos horas después, el sobrino respondió y dijo que ofrecía una recompensa de mil dólares al que encontrase al culpable.

“And Christmas and Brown were «Y Christmas y Brown habían desapaboth gone. The sheriff found out how 70 recido. El sheriff descubrió que alguien visomebody had been living in that cabin, vía en aquella cabaña e, inmediatamente, 60

Faulkner’s Light and then right of f everybody begun to tell about Christmas and Brown, that had kept it a secret long enough for one of them or maybe both of them to murder that lady. But nobody could find either one of them until last night. The countryman didn’t know it was Brown that he found drunk in the house. Folks thought that him and Christmas had both run, maybe. And then last night Brown showed up: He was sober then, and he come onto the square about eight o’clock, wild, yelling about how it was Christmas that killed her and making his claim on that thousand dollars. They got the officers and took him to the sheriff ’s office and they told him the reward would be his all right soon as he caught Christmas and proved he done it. And so Brown told. File told about how Christmas had been living with Miss Burden like man and wife for three years, until Brown and him teamed up. At first, when he moved out to live in the cabin with Christmas, Brown said that Christmas told him he had been sleeping in the cabin all the time. Then he said how one night he hadn’t gone to sleep and he told how he heard Christmas get up out of bed and come and stand over Brown’s cot for a while, like he was listening, and then he tiptoed to the door and opened it quiet and went out. And Brown said how he got up and followed Christmas and saw him go up to the big house and go in t h e b a c k d o o r, l i k e e i t h e r i t w a s l e f t open for him or he had a key to it. Then Brown come on back to the cabin and got into bed. But he said how he couldn’t go to sleep for laughing, thinking about how smart Christmas thought he was. And he was laying there when Christmas come back in about a n hour. Then he said how he couldn’t keep from laughing no longer, and he says to Christmas, ‘You old son of a gun.’ Then he said how Christmas got right still in the dark, and how he laid there laughing, telling Christmas how he w a s n ’t s u c h a s l i c k o n e a f t e r a l l a n d joking Christmas about gray hair and about how if Christmas wanted him to, he would take it week about with him paying the house rent.

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todo el mundo comenzó a hablar de Christmas y de Brown, ya que el secreto fue guardado el tiempo suficiente para que uno de ellos o los dos juntos hubiesen podido asesinar a aquella señora. Pero, hasta ayer por la noche, nadie consiguió dar con ellos. El campesino no sabía que era Brown el hombre que encontró borracho en la casa. La gente pensó que, tanto él como Christmas, podrían haber huido. Pero después, ayer por la noche, Brown reapareció. No había bebido, y llegó a la plaza a eso de las ocho, medio enloquecido, gritando que era Christmas el que la había matado y reclamando los mil dólares. Avisaron a la policía y lo llevaron a la oficina del sheriff Y le dijeron que la recompensa le sería entregada en cuanto echasen mano a Christmas y él probase que éste había sido el autor del crimen. Entonces, Brown lo contó. Contó que Christmas había vivido con la señorita Burden, como marido y mujer, durante tres años, hasta el momento en que Brown y él se asociaron. Al principio, cuando Brown fue a vivir con Christmas a la cabaña —contó Brown—, Christmas le aseguró que siempre había dormido en aquella cabaña. Pero luego — contó—, una noche que no podía dormir, oyó que Christmas se levantaba, se acercaba a la cama de Brown y se inclinaba, como si escuchase. Después, se dirigió de puntillas hacia la puerta. La abrió cautelosamente y salió. Y Brown contó que él también se levantó, y que siguió a Christmas, y que le vio dirigirse hacia la casa grande y entrar en ella por la puerta trasera, como si la hubieran dejado abierta para él o como si él tuviera la llave. Y, luego, Brown regresó a la cabaña y se volvió a acostar. Pero contó que no se pudo dormir de tanto reírse pensando en lo astuto que Christmas se creía. Y estaba allí, acostado, cuando Christmas volvió una hora después, aproximadamente. Y contó que, como no podía contener la risa, le dijo a Christmas: «¡So sinvergüenza!» Contó que Christmas se había quedado inmóvil en la oscuridad, mientras que él, sin dejar de reír, le decía a Christmas que no era tan astuto como se creía. Y se burló de él a propósito de los cabellos grises y le dijo que, si Christmas quería, podrían alternarse cada semana para pagar el alquiler de la cabaña.

“Then he told how he found out that «Después contó que aquella noche hanight that sooner or later Christmas was bía comprendido que, tarde o temprano, going to kill her or somebody. He said Christmas la mataría, a ella o a otro cualhe was laying there, laughing, thinking 60 quiera. Dice Brown que se quedó en la that Christmas would just maybe get cama, riéndose, creyendo que Christmas back in bed again, when Christmas se acostaría en seguida. Pero Christmas struck a match. Then Brown said he quit encendió una cerilla. Brown dice que enlaughing and he laid there and watched tonces dejó de reír. Desde la cama, vio Christmas light the lantern and set it on 65 que Christmas encendía la lámpara y la t h e b o x b y B r o w n ’s c o t . T h e n B r o w n colocaba sobre un cajón, cerca del catre said how he wasn’t laughing and he laid de Brown. Y Brown dice que se le quitathere and Christmas standing there by ron las ganas de reír. Se quedó quieto, y the cot, looking down at him. ‘Now you Christmas, plantado junto a él le miraba. got a good joke,’ Christmas says. ‘You 70 «Ahora sabes una buena historia —dijo can get a good laugh, telling them in the Christmas—. Mañana por la noche podrás 61

Faulkner’s Light barbershop tomorrow night.’ And Brown said he didn’t know that Christmas was mad and that he kind of said something back to Christmas, not meaning to make him mad, and Christmas said, in that still way of his: ‘You don’t get enough sleep. You stay awake too much. Maybe you ought to sleep more,’ and Brown said, ‘How much more?’ and Christmas said, ‘Maybe from now on. And Brown said how he realised then that Christmas was mad and that it wasn’t no time to joke him, and he said, ‘Ain’t we buddies? What would I want to tell something that ain’t none of my business? Can’t you trust me?’ and Christmas said, ‘I don’t know. I don’t care, neither. But you can trust me.’ And he looked at Brown. ‘Can’ t you trust me?’ and Brown said he said ‘Yes.’ And he told then about how he was afraid that Christmas would kill Miss Burden some night, and the sheriff asked him how come he never reported his fear and Brown said he thought how maybe by not saying nothing he could stay out there and prevent it, without having to bother the officers with it; and the sheriff kind of grunted and said that was thoughtful of Brown and that Miss Burden would sholy appreciate it if she knowed. And then I reckon it begun to dawn on Brown that he had a kind of rat smell too. Because he started in telling about how it was Miss Burden that bought Christmas that auto and how he would try to persuade Christmas to quit selling whiskey before he got them both into trouble; and the officers watching him and him talking faster and faster and more and more; about how he had been awake early Saturday morning and saw Christmas get up about dawn and go out. And Brown knew where Christmas was going, and about seven o’clock Christmas come back into the cabin and stood there, looking at Brown. ‘I’ve done it,’ Christmas says. ‘Done what?’ Brown says. ‘Go up to the house and see,’ Christmas says. And Brown said how he was afraid then, but that he never suspected the truth. He just said that at the outside all he expected was that maybe Christmas just beat her some. And he said how Christmas went out again and then he got up and dressed and he was making a fire to cook his breakfast when he happened to look out the door and he said how all the kitchen was afire up at the big house.

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“ ‘What time was this?’ the sheriff says.

reírte un rato si la cuentas en la barbería.» Y Brown dice que no sabía que Christmas estaba encolerizado y que le contestó cualquier cosa con intención de irritarle, y que Christmas le dijo, con su tranquilo tono de siempre: «No duermes bastante. Estás despierto demasiado tiempo. Creo que deberías dormir más.» Y Brown dijo: «¿Cuánto más?» Y Christmas dijo: «A partir de ahora siempre, quizás.» Y Brown dice que comprendió entonces que Christmas estaba irritado y que no era el momento de bromear con él. Y dijo: «¿Es que no somos camaradas? ¿Por qué habría de ir a contar algo que no es asunto mío? ¿No te fías de mí?» Y Christmas dijo: «No lo sé. Y además, no me importa. Pero tú sí que te fías de mí»; y miró a Brown: «¿Verdad que te fías de mí?» Y Brown respondió: «Sí”» Y entonces Brown contó que había pasado mucho miedo pensando en que Christmas iba a matar cualquier noche a la señorita Burden, y el sheriff le pregunto por qué no le había comunicado ese temor, y Brown dijo que creía que, no diciendo nada, podría quedarse allí a impedir el crimen sin tener que molestar a la policía; y el sheriff dejó escapar una especie de gruñido y dijo que eso había sido muy amable de su parte y que la señorita Burden se lo habría agradecido, sin duda, si lo hubiese sabido. Y entonces supongo que Brown comenzó a darse cuenta de que el juez había olfateado algo, porque empezó a contar que fue la señorita Burden quien le compró el coche a Christmas, y que él trató de convencer a Christmas de que dejase de vender el whisky antes de que les ocurriese algo a los dos. Y los policías le miraban. Y él hablaba cada vez más y cada vez más rápido. Y contó que, como el sábado se había despertado muy temprano, vio que Christmas se levantaba y salía al amanecer. Y Brown sabía hacia donde iba Christmas y, a eso de las siete, Christmas regresó a la cabaña y, allí plantado, miró a Brown. «Ya está hecho», dijo Christmas. «¿Hecho qué?», dijo Brown. «Ve a la casa, ya lo verás», dijo Christmas. Y Brown dijo que entonces tuvo miedo, pero que no sospechó la verdad. Dijo que, en un principio, creyó que Christmas le había pegado un poco. Y dijo que Christmas volvió a salir. Y que él se levantó y se vistió, y que estaba a punto de encender el fuego para calentar su desayuno cuando miró hacia la puerta, y dijo que, en aquel momento, toda la cocina de la casa grande estaba ya ardiendo. —¿Qué hora era? —dijo el sheriff.

65 “ ‘About eight o’clock, I reckon,’ Brown says. ‘When a man would naturally be getting up. Unless he is rich. And God knows I ain’t that.’

—Creo que alrededor de las ocho —dijo Brown—. La hora en que un hombre suele levantarse, a menos que sea rico. Y bien sabe Dios que ése no es mi caso. 70

“ ‘And that fire wasn’t reported until 62

—¿Y los bomberos fueron avisados ha-

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nigh eleven o’clock,’ the sheriff says. ‘And that house was still burning at t h r e e P. M . Yo u m e a n t o s a y a o l d wooden house, even a big one, would need six hours to burn down in?’ 5

cia las once? —dijo el sheriff—. ¿Y la casa estaba ardiendo todavía a las tres de la tarde? ¡Quiere hacerme creer que una vieja barraca de madera, por muy grande que sea, tardaría seis horas en quemarse?

Y Brown estaba allí, mirando a un lado y a “And Brown was setting there, otro, en medio de todas aquellas personas que looking this way and that, with them hacían círculo a su alrededor, que le observafellows watching him in a circle, h e m m i n g h i m i n . ‘ I ’ m j u s t t e l l i n g y o u 10 ban, que le asediaban. «Le estoy diciendo la verdad —dijo Brown—. Como usted me ha t h e t r u t h , ’ B r o w n s a y s . ‘ T h a t ’s w h a t pedido.» Miraba a un lado y a otro, movía la you asked for: He was looking this way cabeza. Luego, por decirlo de algún modo, coand that, jerking his head. Then he menzó a gritar: «¿Cómo quiere usted que sepa kind of hollered: ‘How do I know what t i m e i t w a s ? D o y o u e x p e c t a m a n 15 la hora que era? ¿Es que se figura que un hombre que hace el trabajo de un negro en un asedoing the work of a nigger slave at a rradero es lo bastante rico para comprarse un sawmill to be rich enough to own a reloj?» watch?’ —Hacía seis semanas que ya no trabaja“ ‘ Yo u a i n ’ t w o r k e d a t n o 20 ba usted en el aserradero, ni en ninguna parte sawmill nor at anything else in six —dijo el jefe de policía—. Y un hombre que weeks,’ the marshal says. ‘And a puede permitirse el lujo de pasear todo el día man that can afford to ride around en un coche nuevo, también puede permitirall day long in a new car can afford t o p a s s t h e c o u r t h o u s e o f t e n e n o u g h 25 se el lujo de pasar, de cuando en cuando, por delante del tribunal para mirar el reloj y sato see the clock and keep up with ber la hora que es. the time.’ — Ya l e h e d i c h o q u e e s e c o c h e n o “ ‘It wasn’t none of my car, I tell y o u ! ’ B r o w n s a y s . ‘ I t w a s h i s . S h e 30 e r a mío —dijo Brown—. Era suyo. Se lo bought it and give it to him; the woman X compró ella. ______________ Fue la mujer que asesinó la que se lo regaló. he murdered give it to him.’ —Po c o i m p o r t a — d i j o e l s h e r i ff — . “ ‘That’s neither here nor there,’ the sheriff says. ‘Let him tell the rest of it.’ 35 D é j a l e q u e a c a b e s u h i s t o r i a . —Y Brown continuó, hablando cada “ And so Brown went on then, talking vez más fuerte, cada vez más rápido, louder and louder a n d f a s t e r a n d f a s t e r , como si, hasta que lograse apoderarse l i k e h e w a s t r y i n g t o h i d e J o e Brown behind what he was telling on Christmas 40 de los mil dólares, quisiera ocultar a Joe Brown detrás de lo que iba a contar sountil Brown could get his chance to m a k e bre Christmas. Es realmente increíble a grab at tha t thousand dollars. I t b e a t s ese modo que tiene la gente de figurarall how some folks think that se que ganar u obtener dinero es un juemaking or getting money is a kind o f g a m e w h e r e t h e r e a r e n o t a n y r u l e s 45 go en el que no existen reglas. Brown dijo que, incluso después de haber desat all. He told about how even when cubierto el fuego, nunca llegó a creer he saw the fire, he never dreamed that que la mujer estuviese todavía en la she would still be in the house, let casa, y menos aún que estuviese muera l o n e d e a d . He said how he never e v e n t h o u g h t t o l o o k i n t o t h e h o u s e 50 ta. Dijo que no se le ocurrió siquiera mirar dentro de la casa, que sólo pensó at all; that he was just figuring on en la manera de apagar el fuego. how to put out the fire. “ ‘And that was round eight A.M.,’ the sheriff says. ‘Or so you claim. And Hamp Waller ’s wife never reported that fire until nigh eleven. It took you a right smart while to find out you couldn’t put out that fire with your bare hands.’ And Brown sitting there in the middle of them (they had locked the door, but the windows was lined with folks’ faces against the glass) with his eyes going this way and that and his lip lifted away from his teeth. ‘Hamp says that after he broke in the door, there was already a man inside that house,’ the sheriff says. ‘And that that man tried to keep him from going up the stairs.’ And him setting there in the center of them, with his eyes going and going. 63

—Y era hacia las ocho de la mañana, 55 según dice usted —dijo el sheriff—. Y la mujer de Damp Waller no avisó del incendio hasta las once. Tuvo usted tiempo de comprender que no podía apagar el fuego así, sólo con sus dos manos. Y Brown allí sentado en medio de ellos 60 (habían cerrado la puerta con llave, pero las ventanas estaban llenas de cabezas que miraban a través de los cristales), con la mirada huyendo de un lado a otro y el labio superior 65 arremangado sobre los dientes. —Hamp dijo que, después de haber forzado la puerta, encontró a un hombre que ya estaba en la casa —dijo el sheriff—, y que aquel hombre trató de impedir que subiese. 70 Y él allí, sentado en medio de ellos, mirando a todas partes.

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“I r e c k o n h e w a s d e s p e r a t e b y t h e n . I reckon he could not only see that thousand dollars getting further and further away from him, but that he could begin to see somebody else getting it. I reckon it was like he could see himself with that thousand dollars right in his hand for somebody else to have the spending of it. Because they said it was like he had been saving what he told them next for just such a time as this. Like he had knowed that if it com e to a pinch, this would save him, even if it was almost worse for a white man to admit what he would have to admit than to be accused of the murder itself. ‘That’s right,’ he says. ‘Go on. Accuse me. Accuse the white man that’s trying to help you with what he knows. Accuse the white man and let the nigger go free. Accuse the white and let the nigger run.’ “ ‘Nigger?’ ‘Nigger?’

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Creo que, en aquel momento, había todas las esperanzas. Creo que no sólo veía cómo se alejaban cada vez más aquellos mil dólares, sino que, además, comenzaba a ver que algún otro se los apropiaba. Como si ya se hubiese visto con aquellos mil dólares en la mano y otro empezase a gastárselos. Porque, según me han contado, parecía que había guardado para aquel preciso instante lo que les iba a revelar. Como si hubiera sabido que, en el momento decisivo, aquello le salvaría; aunque, para un blanco, hasta una acusación de asesinato hubiese sido menos grave que admitir lo que iba a tener que admitir. Eso es —dijo—, continúen. Acúsenme, acusen a un blanco que trata de ayudarles con lo que sabe. Acusen al blanco y dejen al negro en libertad. Acusen al blanco y dejen que el negro se escape.

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—¿El negro? —dijo el sheriff—. ¿Qué negro?

“It’s like he knew he had them then. Fue como si Brown comprendiese que ahora Like nothing they could believe he had los tenía cogidos. Como si nada de lo que se le podía done would be as bad as what he could 30 suponer culpable fuese tan grave como las revelatell that somebody else had done. ciones sobre otro que estaba a punto de hacer. ‘You’re so smart,’ he says. ‘The folks, —¡Son ustedes muy listos! —dijo— in this town is so smart. Fooled for three . ¡Los habitantes de esta ciudad son toyears. Calling him a foreigner for three dos muy listos! ¡Se han dejado engañar years, when soon as I watched him three 35 d u r a n t e t r e s a ñ o s ! To m a r l e p o r u n days I knew he wasn’t no more a extranjero, durante tres años, cuando a foreigner than I am. I knew before he mí me bastaron tres días para darme even told me himself.’ And them cuenta de que no era más extranjero que watching him now, and looking now and yo. Lo sabía muy bien antes de que me then at one another. 40 lo dijese él mismo. “ ‘ Yo u b e t t e r b e c a r e f u l w h a t Y entonces todos le observaban, mirándose you are saying, if it is a white los unos a los otros. man you are talking about,’ the —Le aconsejo que mida sus palabras si está m a r s h a l s a y s . ‘ I d o n ’ t c a r e i f h e 45 hablando de un blanco —dijo el jefe de policía—. is a murderer or not.’ Me importa poco que sea un asesino o no. “ ‘I’m talking about Christmas,’ Brown says. ‘The man that killed that white woman after he had done lived with her in plain sight of this whole town, and you all letting him get further and further away while you are accusing the one fellow that can find him for you, t h a t k n o w s w h a t h e d o n e . H e ’s g o t nigger blood in him. I knowed it when I first saw him. But you folks, you smart sheriffs and such. One time he even admitted it, told me he was part nigger. Maybe he was drunk when he done it: I don’t know. Anyway, the next morning after he told me he come to me and he says (Brown was talking fast now, kind of glaring his eyes and his teeth both around at them, from one to another), he said to me, “I made a mistake last night. Don’t you make the same one.” And I said, “How do you mean a m i s t a k e ? ” a n d h e s a i d , “ Yo u t h i n k a minute,” and I thought about something he done one night when me and him was 64

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—Hablo de Christmas —dijo Brown—, del hombre que ha matado a la mujer blanca después de haber vivido con ella durante tres años, descaradamente, delante de las narices de toda la ciudad. Y, mientras ustedes acusan al único hombre que puede ayudarles a encontrarlo, el único que sabe lo que ha hecho, él se larga, se aleja cada vez más. Christmas tiene sangre negra. Me saltó a la vista en cuanto le vi. ¡Pero ustedes, ustedes los sheriff y compañía, se creen tan listos! Una vez, me lo confesó él mismo. _______________________ Tal vez estaba algo borracho cuando me lo dijo, no lo sé. Pero, de todas formas, a la mañana siguiente de habérmelo confesado, vino a verme y me dijo (Brown hablaba de prisa, haciendo que sus ojos y sus dientes reluciesen ante cada uno de ellos, ante todos ellos, uno tras otro), y me dijo: «Anoche cometí un error. No vayas a cometer tú otro» y yo dije: ¿un error? ¿ A qué te refieres?» y él dijo: «Sólo tienes que pensarlo un minuto.» Y yo pensé en algo que me hizo una noche en que está-

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bamos los dos en Memphis. Y yo sabía que in Memphis and I knowed my life mi vida no valdría ni un centavo si le traiwouldn’t be worth nothing if I ever crossed him and so I said, “I reckon I cionaba. Entonces, le dije: «Creo que sé a lo know what you mean. I ain’t going to que re refieres. No me voy a meter en lo que m e d d l e i n w h a t a i n ’ t n o n e o f m y 5 no me importa. Que yo sepa, nunca lo he hebusiness. I ain’t never done that yet, that cho.» Ustedes habrían dicho lo mismo que I know of.” ‘And you’d have said that, yo dije si se hubiesen visto a solas con él, too,’ Brown says, ‘way out there, alone allí, en aquella cabaña, donde nadie podría in that cabin with him and nobody to oírles si pedían auxilio. También ustedes h e a r y o u i f y o u w a s t o h o l l e r. Yo u ’ d 10 habrían tenido miedo, como yo lo tuve. Y have been scared too, until the folks you esto, para que luego se vuelvan contra ti las was trying to help turned in and accused personas a las que tratas de ayudar y te acuyou of the killing you never done.’ And sen de un asesinato que no has cometido.» there he sat, with his eyes going and »Y allí seguía, sentado, con los ojos siempre going, and them in the room watching 15 en movimiento, mientras los otros, los de la sala, him and the faces pressed against the le observaban, y los de fuera, las caras pegadas a window from outside. la ventana, le miraban también. “ ‘ A n i g g e r, ’ t h e m a r s h a l s a i d . ‘ I —¡Un negro! —dijo el jefe de polia l w a y s t h o u g h t t h e r e w a s s o m e t h i n g 20 cía—. Siempre pensé que en ese indifunny about that fellow.’ viduo había algo extraño. “ T h e n t h e s h e r i ff t a l k e d t o B r o w n Entonces el sheriff se dirigió de nuevo a Brown: again. ‘And that’s why you didn’t tell —¿Y por eso ha esperado hasta w h a t w a s g o i n g o n o u t t h e r e u n t i l 25 h o y p a r a v e n i r a c o n t a r n o s l o q u e tonight?’ pasaba allí? “And Brown setting there in Y Brown, sentado en medio de ellos, the midst of them, with his lips con el labio arremangado y la pequeña s n a r l e d b a c k a n d t h a t l i t t l e s c a r 30 cicatriz en la esquina de la boca, blanby his mouth white as a popcorn. ca como las palomitas de maíz. ‘You just show me the man that would a —Me gustaría conocer al que no hubiese done dif ferent,’ he says. ‘That’s a l l I hecho lo mismo —dijo—. No pido más que eso. ask. Just show me the man that would Enséñenme al que, habiendo vivido con él el a lived with him enough to know him 35 tiempo suficiente para conocerle como yo le colike I done, and done dif ferent.’ nozco, habría obrado de otro modo. “ ‘Well,’ the sheriff says, ‘I believe —Bueno —dijo el sheriff—, empiezo a you are telling the truth at last. You go creer que ha acabado usted por decir la veron with Buck, now, and get a good sleep. 40 dad. Ahora vaya con Buck y eche un sueño. I’ll attend to Christmas.’ Yo me ocuparé de Christmas. “ ‘I reckon that means the jail,’ —Creo que eso quiere decir que me mete Brown says. ‘I reckon you’ll lock me up en la cárcel —dijo Brown—. Me encierra usted in jail while you get the reward.’ 45 y se mete la recompensa en el bolsillo. “ ‘You shut your mouth,’ the sheriff —Cierre la boca —dijo el sheriff, sin cósays, not mad. ‘If that reward is yours, lera—. Si esa recompensa le corresponde, yo I’ll see that you get it. Take him on, mismo me encargaré de que se la entreguen. 50 Llévatelo, Buck. Buck.’ “The marshal come over and touched El policía se acercó a Brown y le puso una mano Brown’s shoulder and he got up. When en el hombro. Brown se levantó. Cuando franthey went out the door the ones that had quearon la puerta, los que habían estado mirando b e e n w a t c h i n g t h r o u g h t h e w i n d o w 55 por la ventana se arremolinaron a su alrededor: crowded up: ‘Have you got him, Buck? —¿Ya le habéis cazado, Buck? ¿Fue Is he the one that done it?’ él quién lo hizo? “ ‘No,’ Buck says. ‘You boys get on —No —dijo Buck—. Ahora, marchaos a 60 casa, muchachos. Id a acostaros. home. Get on to bed, now.’ ” B y r o n ’s v o i c e c e a s e s . I t s f l a t , La voz de Byron se detiene. Su habla inflectionless, country. bred singsong monótona, campesina, sin inflexiones, exdies into silence. He is now looking at pira en el silencio. Ahora mira a Hightower with that look compassionate 65 Hightower, con sus ojos turbados, comand troubled and still, watching across pasivos y pacíficos. Mira al hombre que the desk the man who sits there with his está detrás de la mesa, sentado, con los ojos eyes closed and the sweat running down cerrados y la cara llena de unos sudores que his face like tears. Hightower speaks: parecen lágrimas. Hightower habla: “Is it certain, proved, that he has negro 70 —¿Es seguro, está probado que ese hombre blood? Think, Byron; what it will mean tiene sangre negra? Piense un poco, Byron. Pien65

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tr. Enrique Sordo se lo que le ocurrirá, si lo atrapan, cuando la gente.... Pobre hombre... ¡Pobre humanidad!

when the people—if they catch ... Poor man. Poor mankind.”

—Eso es lo que Brown dice —dice Byron “ T h a t ’s w h a t B r o w n s a y s , ” B y r o n s a y s , h i s t o n e q u i e t , s t u b b o r n , 5 con su voz tranquila, obstinada, convencida— . Se puede asustar a un mentiroso lo bastante convinced. “And even a liar can be para que diga la verdad, igual que, si se tortuscared into telling the truth, same as ra a un hombre honrado, se le puede hacer decir a honest man can be tortured into una mentira. telling a lie.” 10 —Si —dice Hightower; está sentado, “Yes,” Hightower says. He sits with rígidos con los ojos cerrados—. Pero no his eyes closed, erect. “But they have le han atrapado todavía. ¡No le han atranot caught him yet. They have not pado todavía, Byron! caught him yet, Byron.” 15 Byron tampoco mira al otro: Neither is Byron looking at the —Todavía no. Según las últimas noticias. other. “Not yet. Not the last I heard. Hoy han sacado los perros policías. Pero, seThey took some bloodhounds out there gún las últimas noticias, no le han detenido totoday. But they hadn’t caught him when I heard last.” 20 davía. —¿Y Brown?

“And Brown?” “Brown,” Byron says. “Him. He went with them. He may have helped Christmas do it. But I don’t reckon so. I reckon that setting fire to the house was about this limit. And why he done that, if he did, I reckon even he don’t know. Unless maybe he thought that if the whole thing was just burned up, it would kind of not ever been at all, and then him and Christmas could go on riding around in that new car. I reckon he figured that what Christmas committed was not so much a sin as a mistake.” His face is musing, d o w n l o o k i n g ; a g a i n i t c r a c k s f a i n t l y, with a kind of sardonic weariness. “I reckon he’s safe enough. I reckon she can find him now any time she wants, provided him and the sheriff ain’t out with the dogs. He ain’t trying to run— not with that thousand dollars hanging over his head, you might say. I reckon he wants to catch Christmas worse than any man of them. He goes with them. They take him out of the jail and he goes along with them, and then they all come back to town and lock Brown up again. I t ’s r i g h t q u e e r. K i n d o f a m u r d e r e r trying to catch himself to get his own reward. He don’t seem to mind though, except to begrudge the time while they ain’t out on the trail, the time wasted setting down. Yes. I’ll tell her tomorrow. I’ll just tell her that he is in hock for the time being, him and them two dogs. Maybe I’ll take her to town where she can see them, all three of them hitched to the other men, a-straining and yapping.”

— ¿ B r o w n ? — d i c e B y r o n — . Ta m 25 b i é n h a i d o c o n e l l o s . Ta l v e z a y u d ó a Christmas. Pero yo no lo creo. Creo que lo más que pudo hacer fue prend e r f u e g o a l a c a s a . Y, s i l o h i z o , n i é l mismo debe de saber por qué lo hizo. 30 A n o s e r q u e p e n s a s e q u e , s i t o d o s e quemaba, sería como si no hubiese ocurrido nada, y que Christmas y él podrían continuar paseándose en su coche nuevo. Creo que se imagina que 35 l o q u e C h r i s t m a s c o m e t i ó f u e m á s u n error que un pecado. El rostro de Byron está pensativo, inclinado hacia el suelo. Después, se altera ligeramente, con una especie de 40 f a t i g a s a r d ó n i c a . —Creo que Brown no tiene mucho que temer —continúa—. Creo que, ahora, ella podrá encontrarle cuando quiera, siempre que el sheriff y él no hayan salido con los 45 perros. No tratará de escapar.... al menos mientras esos mil dólares estén pendientes. Supongo que desea más que nadie que atrapen a Christmas. Y les acompaña. Le sacan de la cárcel y él les acompaña, y luego, vuel50 ven todos a la ciudad y le encierran de nuevo. Es algo poco corriente. Algo así como si un asesino tratase de atraparse a sí mismo para embolsarse la recompensa que ofrecen por él. Pero eso no parece molestarle. Sólo 55 se queja cuando le dejan en paz, y les reprocha el tiempo que pierden. Si, mañana se lo diré a ella. Le diré que, por el momento, lo están utilizando, que están utilizando a los dos perros y a él. Tal vez la lleve a la ciudad 60 para que pueda verlos a los tres, sujetos por los otros hombres, tirando de sus cadenas, ladrando.

“You haven’t told her yet.”

—¿Todavía no se lo ha dicho? 65

“ I a i n ’ t t o l d h e r. N o r h i m . B e c a u s e —No se lo he dicho. Ni a él tampoco. he might run again, reward or no Porque podría escaparse otra vez, con rereward. And maybe if he can catch compensa o sin recompensa. Y si puede Christmas and get that reward, he will atrapar a Christmas y embolsarse la recomm a r r y h e r i n t i m e . B u t s h e d o n ’ t k n o w 70 pensa es posible que se case a tiempo. Pero yet, no more than she knowed ella no sabe nada todavía, no sabe más de 66

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lo que sabía ayer, cuando bajó en la plaza yesterday when she got down from de aquella carreta. Cuando bajó con el vienthat wagon on the square. tre hinchado, lentamente, de aquella carreSwolebellied, getting down slow from ta, en medio de todas aquellas caras descothat strange wagon, among them s t r a n g e f a c e s , t e l l i n g h e r s e l f w i t h a 5 nocidas, diciendo para sí misma, con una especie de asombro tranquilo, aunque no kind of quiet astonishment, only I debía de estar muy asombrada, creo yo, don’t reckon it was any astonishment puesto que vino lentamente, a pie, y nunca in it, because she had come slow and se preocupó mucho de reflexionar: «¡Cuanafoot and telling never bothered her: ‘ M y, m y. H e r e I h a v e c o m e c l e a n f r o m 10 do pienso que he venido directamente de Alabama y que ahora, no hay duda, estoy Alabama, and now I am in Jefferson por fin en Jefferson!» at last, sure enough.’”

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25 5.

Chapter 5 IT was after midnight. Though Christmas had been in bed for two hours, he was not yet asleep. He heard Brown before he saw him. He heard Brown approach the door and then blunder into it, in silhouette propping himself erect in the door. Brown was breathing heavily. Standing there between his propped arms, Brown began to sing in a saccharine and nasal tenor. The very longdrawn pitch of his voice seemed to smell of whiskey. “Shut it,” Christmas said. He did not move and his voice was not raised. Yet Brown ceased at once. He stood for a m o m e n t l o n g e r i n t h e d o o r, p r o p p i n g himself upright. Then he let go of the door and Christmas heard him stumble into the room; a moment later he bl undered into something. There was an interval filled with hard, labored breathing. T h e n B ro w n f e l l t o t h e f l o o r w i t h a tremendous clatter, striking the cot on which Christmas lay and filling the room with l o u d a n d i d i o t l a u g h t e r.

Había pasado la medianoche. Aunque 30 Christmas llevaba más de dos horas en la cama, todavía no dormía. Oyó a Brown antes de verle. Oyó que Brown se acercaba a la puerta y tropezaba. Su silueta, muy rígida, se apoyó contra la 35 puerta. Brown respiraba ruidosamente. Puesto en pie, sosteniéndose con los dos brazos, se puso a cantar con una voz de t e n o r, d u l z o n a , n a s a l y d e u n a c e n t o arrastrado que parecía oler a whisky. —Cállate —dijo Christmas; sin mo40 verse, sin levantar la voz. S i n e m b a r g o , B r o w n s e c a l l ó e n el acto. Se quedó un momento apoyado en la puerta, tratando de erguirse. Luego dejó la 45 puerta y Christmas le oyó titubear en la habitación. Un instante después, chocó con algo. Despué s , n a d a , s ó l o X una respiración dura, penosa. Final mente, con un estrépito espantoso, Brown 50 se desplomó y rodó por los suelos , tropeX zando con la cama en que Christmas se encontraba y llenando la habitación con los estallidos de una risa idiota.

Christmas rose from his cot. Invisible beneath him Brown lay on the floor, laughing, making no effort to rise. “Shut it!” Christmas said. Brown still laughed. Christmas stepped across Brown and put his hand out toward where a wooden box that served for table sat, on which the lantern and matches were kept. But he could not find the box, and then he remembered the sound of the breaking lantern when Brown fell. He stooped, astride Brown, and found his collar and hauled him out from beneath the c o t a n d r a i s e d B r o w n ’s h e a d a n d began to strike him with his flat hand, short, vicious, and hard, until Brown ceased laughing.

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Christmas se levantó. Bajo él, invisible, Brown yacía en el suelo, riéndose, sin hacer ningún esfuerzo para levantarse. —Cállate —dijo Christmas. Brown continuó riendo. Christmas saltó 60 por encima de él y extendió el brazo en dirección al cajón que les servía de mesa y sobre el cual estaban la lámpara y las cerillas. Pero no pudo encontrar el cajón, y entonces X recordó el ruido de vidrios rotos producido 65 por Brown en su caída. Se agachó, con una pierna a cada lado de Brown. Encontró el cuello de su camisa y lo sacó a rastras de debajo de la cama. Luego levantó la cabeza de Brown y comenzó a asestarle, con la mano 70 extendida, golpecitos secos y crueles hasta que Brown dejó de reír.

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drool drivel, slobber babear, babosear, caersele la baba o show much pleasure or infatuation, perder la baba drooler 1 baboso : a person who dribbles; «that baby is a dribbler; he needs a bib» 2. Someone that asks stupid simple questions on a forum that everyone and their dog has already asked because they are too fucking lazy to search or open their damn eyes. 3. Someone that drools. drooler n. A handicapped person, may or may not be mentally handicapped. Describes the semblence of drool in conjunction with a lack of motor skills.

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Brown estaba fofo. Christmas le alzó la caBrown was limp. Christmas held his beza, renegando en voz baja, como en un murhead up, cursing him in a voice level as whispering. He dragged Brown over to mullo. Arrastró a Brown hasta la otra cama y le the other cot and flung him onto it, face up. 5 echó boca arriba en ella. Brown empezó a reír Brown began to laugh again. Christmas put de nuevo. Christmas le plantó su mano abierta his hand flat upon Brown’s mouth and nose, sobre la boca y sobre la nariz. Luego le apretó shutting his jaw with his left hand while las mandíbulas con la mano izquierda mientras with the right he struck Brown again with que, con la derecha, le abofeteaba otra vez, con those hard, slow, measured blows, as if he 10 los mismos golpes secos, lentos y cadenciosos, were meting them out by count. Brown had como si los contase a medida que los daba. stopped laughing. He struggled. Beneath Brown había dejado de reír Se debatía. Y mienChr i s t m a s ’ s h a n d h e b e g a n t o m a k e tras luchaba, comenzó a lanzar, bajo la mano a choked, gurgling noise, de Christmas, un sonido ahogado, gorgoteante struggling. Christmas held him X 15 _________. Christmas le sujetó hasta que cesó de emitir aquel sonido y se quedó quieto. Entonu n t i l he ceased and became still. T h e n ces, Christmas aflojó ligeramente la mano. Christmas slacked his hand a little. —Vas a estar tranquilo ahora, ¿verdad? — “ Wi l l y o u b e q u i e t n o w ? ” h e s a i d . dijo. “ Wi l l y o u ? ” 20 Brown empezó a debatirse otra vez. Brown struggled again. “Take your black hand off of me, you damn niggerblooded— —¡Quita tu sucia mano de ahí, puerco mestizo...! La mano apretó. Y Christmas, con ” The hand shut down again. Again la otra mano, le golpeó la cara de nueChristmas struck him with the other h a n d u p o n t h e f a c e . B r o w n c e a s e d 25 vo. Brown se calló y se quedó inmóvil, y Christmas aflojó la mano. Al cabo de and lay still again. Christmas slacked un rato, Brown comenzó a hablar con his hand After a moment Brown un tono avieso, no muy fuerte: s p o k e , i n a tone cunning, not loud: —Eres un negro, ¿entiendes? Me lo has “ Yo u ’ r e a n i g g e r , s e e ? Yo u s a i d s o y o u r s e l f . Y o u t o l d 30 dicho tú mismo. Tú me lo has dicho. En cambio, yo soy blanco. Soy bl... me. But I’m white. I’m a wh— La mano apretó. Brown volvió a debatir” The hand shut down. Again Brown se. Y a emitir, bajo la mano, un sonido apagastruggled, making a choked whimpering do, quejumbroso. Babeaba por entre los desound beneath the hand, drooling upon t h e f i n g e r s . W h e n h e s t o p p e d 35 dos del otro. Cuando se calló, la mano se aflojó. Entonces se quedó quieto, respiranstruggling, the hand slacked. Then he do pesadamente. lay still, breathing hard. —¿Vas a quedarte quieto ahora? —dijo Christmas.

“ Will you now?” Christmas said. 40 “ Ye s , ” B r o w n s a i d . H e b r e a t h e d noisily. “Let me breathe. I’ll be quiet. Let me breathe.” Christmas slacked his hand but he did not remove it. Beneath it Brown b r e a t h e d e a s i e r, h i s b r e a t h c a m e a n d w e n t e a s i e r, w i t h l e s s n o i s e . B u t Christmas did not remove the hand. He stood in the darkness above the prone b o d y, w i t h B r o w n ’s b r e a t h a l t e r n a t e l y hot and cold on his fingers, thinking q u i e t l y, S o m e t h i n g i s g o i n g t o h a p p e n to me. I am going to do something. Wi t h o u t r e m o v i n g h i s l e f t h a n d f r o m B r o w n ’s f a c e h e c o u l d r e a c h w i t h h i s right across to his cot, to his pillow beneath which lay his razor with its five inch blade. But he did not do it. Perhaps thinking had already gone far enough and dark enough to tell him This is not the right one. Anyway he d i d n o t r e a c h f o r t h e r a z o r. A f t e r a time he removed his hand from B r o w n ’s f a c e . B u t h e d i d n o t g o a w a y. He still stood above the cot, his own breathing so quiet, so calm, as to make no sound even to himself. Invisible t o o , B r o w n b r e a t h e d q u i e t e r n o w, a n d after a while Christmas returned and sat upon his cot and fumbled a 68

—Sí —dijo Brown; respiraba ruidosamente—. Déjame respirar. Estaré quieto. Déjame respirar. 45

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Christmas aflojó la mano, pero no la quitó. Por debajo de ella, Brown respiraba más desahogadamente. La respiración iba y venía, más fluida, menos ruidosa. Pero Christmas no quitaba su mano. Seguía allí, de pie, en la oscuridad, encima del cuerpo tendido. Entre sus dedos, la respiración de Brown se alternaba, cálida y fría, mientras él pensaba tranquilamente Algo va a sucederme, tengo que hacer algo. Sin apartar su mano izquierda de la cara de Brown, podía alcanzar con la derecha el borde de la otra cama, la suya, bajo cuya almohada estaba su navaja de afeitar, con sus doce centímetros de hoja. Pero no hizo nada. Tal vez su pensamiento era ya lo bastante lejano, lo bastante profundo, para decirle No, éste no. El caso es que no trató de coger la navaja. Al cabo de un rato, apartó su mano del rostro de Brown. Pero no se alejó. Se quedó allí, junto a la cama, con una respiración tan tranquila, tan suave, que ni él mismo la oía. Brown, invisible también, respiraba ahora más regularmente y, al cabo de un instante, Christmas regresó a su cama y se sentó en ella. Tomó a tientas, del pan-

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talón que colgaba en la pared, un cigarricigarette and a match from his trousers llo y una cerilla. Al resplandor de la cerihanging on the wall. In the flare of the lla, Brown apareció. Antes de apagarla, match Brown was visible. Before Christmas levantó la cerilla y miró a taking the light, Christmas lifted the m a t c h a n d l o o k e d a t B r o w n . B r o w n l a y 5 Brown. Brown yacía desplomado sobre la espalda, con un brazo colgando hasta el on his back, sprawled, one arm suelo. Tenía la boca abierta y, mientras d a n g l i n g t o t h e f l o o r. H i s m o u t h w a s Christmas le observaba, comenzó a ronopen. While Christmas watched, he car. began to snore. 10 Christmas encendió el cigarrillo y, Christmas lit the cigarette and lanzando la cerilla hacia la puerta, miró snapped the match toward the open cómo la llama se extinguía en el espadoor, watching the flame vanish in midair. Thin he was listening for the X cio. Después esperó el ruido levísimo, l i g h t , t r i v i a l s o u n d w h i c h t h e d e a d 15 i n s i g n i f i c a n t e , q u e l a c e r i l l a a p a g a d a match would make when it struck the iba a producir al caer al suelo. Le pafloor; and then it seemed to him that he reció oírlo. Y le pareció, sentado en su heard it. Then it seemed to him, sitting cama, en la habitación oscura, que oía on the cot in the dark room, that he was una miríada de sonidos igualmente lehearing a myriad sounds of no greater 20 ves.... voces, murmullos, susurros: de volume—voices, murmurs, whispers: of árboles, de tinieblas, de tierra; de pertrees, darkness, earth; people: his own sonas; su propia voz; otras voces que voice; other voices evocative of names evocaban nombres, tiempos y lugares and times and places—which he had de los que había tenido conciencia toda been conscious of all his life without 25 su vida, sin saberlo, y que eran su vida knowing it, which were his life, thinking misma. Y pensaba Quizás Dios tamGod perhaps and me not knowing that bién, y yo ignorando también esto. Potoo He could see it like a printed día verlo como una frase impresa, resentence, fullborn and already dead, cién nacida y ya muerta Dios me ama God loves me too , like the faded and 30 también como las letras desteñidas, law e a t h e r e d l e t t e r s o n a l a s t y e a r ’s vadas por la lluvia, de un cartel del año billboard, God loves me too. anterior D i o s m e ama también. He smoked the cigarette down without once touching it with his hand. H e s n a p p e d i t t o o t o w a r d t h e d o o r. Unlike the match, it did not vanish in m i d n i g h t . H e w a t c h e d i t t w i n k l e an d over and through the door. He lay back on the cot, his hands behind his head, as a man lies who does not expect to sleep, thinking I have been in bed now since ten o’clock and I have not gone to sleep. I do not know what time it is but it is later than midnight and I have not yet been asleep “It’s because she started praying over me,” he said. He spoke aloud, his voice sudden and loud i n t h e d a r k r o o m , a b o v e B r o w n ’s drunken snoring. “That’s it. Because she started praying over me.”

Fumó su cigarrillo sin tocarlo con 35 la mano ni una sola vez. Lo lanzó hacia la puerta. Al revés que la cerilla, el cigarrillo no se extinguió en su vuelo. Lo vio chisporrotear y serpentear sobre el hueco de la puerta. Se echó so40 bre la cama, con las manos bajo la nuca, como se tiende un hombre que no espera dormir, pensando Me he acostado a las diez y no he dormido. No sé la hora que es, pero es más de mediano45 che y todavía no he dormido «Es porque ella ha empezado a rezar por mí», dijo. Habló alto, con una voz que sonó repentina y fuerte en la habitación oscura, por encima de los ronquidos de 50 b o r r a c h o d e B r o w n . « E s e s o . P o r q u e ella ha empezado a rezar por mí.»

He rose from the cot. His bare feet made no sound. He stood in the darkness, in his underclothes. On the other cot Brown snored. For a moment Christmas stood, his head turned toward the sound. Then he went on toward the door. In his underclothes and barefoot he left the cabin. It was a little lighter outdoors. Overhead the slow constellations wheeled, the stars of which he had been aware for thirty years and not one of which had any name to him or meant anything at all by shape or brightness or position. Ahead, rising from out a close mass of trees, he could see one chimney and one gable of the house. The house itself was invisible and dark. No light shown and no sound came from it when he approached and

Se levantó. Sus pies descalzos no hacían ningún ruido. Se quedó plantado en la oscuridad, en paños menores. En la otra cama, Brown roncaba. Christmas se quedó un instante así, de pie, con el rostro vuelto hacia el sonido. Luego se dirigió hacia la puerta. En paños menores, con los pies descalzos, salió de la cabaña. Afuera había un poco más de claridad. Sobre su cabeza giraban las lentas constelaciones, las estrellas que conocía desde hacía treinta años y cuyos nombres no existían para él, no significaban nada para él, ni por su forma, ni por su brillo, ni por su posición. Delante de él, saliendo de un espeso bosquecillo, podía distinguir una chimenea y un aguilón de la casa. Pero la casa misma era invisible y negra. Ni la luz, ni un ruido, mientras él se acercaba y se detenía

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gutter 1 (de una casa) canalón; (on roof) canaleta f, canalón m desagüe 2 (en la calle) alcantarilla, cuneta: someone was lying in the gutter, alguien estaba tendido en la cuneta 3 (los) barrios bajos (lowest section of society) the ~ el arroyo, desagüe; (before n) the ~ press la prensa sensacionalista

tr. Enrique Sordo

bajo la ventana del cuarto donde ella dorstood beneath the window of the room mía, pensando si ella duerme también, si where she slept, thinking If she is asleep es que ella duerme. Las puertas nunca estoo. If she is asleep The doors were taban cerradas con llave; así que, a cualnever locked, and it used to be that at whatever hour between dark and dawn 5 quier hora, entre la noche y el alba, cuando el deseo le acuciase, podía entrar en la that the desire took him, he would enter casa, subir a la alcoba y, caminando con the house and go to her bedroom and firmeza en las tinieblas, llegar hasta la take his sure way through the darkness cama. A veces la encontraba despierta, to her bed. Sometimes she would be awake and waiting and she would speak 10 y _______ ella le llamaba por su nombre. Otras veces tenía que despertarla con su his name. At others he would waken her mano dura y brusca y, a veces también, la with his hard brutal hand and sometimes poseía duramente, bruscamente, antes de take her as hard and as brutally before que ella estuviese totalmente despierta. she was good awake. 15 That was two years ago, two years Hacía dos años que esto duraba. Ahora b e h i n d t h e m n o w, t h i n k i n g P e rh a p s tenían dos años tras de sí. Christmas piensa t h a t i s w h e re o u t r a g e l i e s . P e rh a p s I Quizás la ofensa sea esa. Quizás he llegado believe that I have been tricked, fooled. a creer que he sido timado, engañado. Que T h a t s h e l i e d t o m e a b o u t h e r a g e , 20 ella me ha mentido con respecto a su edad, about what happens to women at a con respecto a lo que les sucede a las mujecer tain age He said, aloud, solitary, in res a cierta edad Solo en las tinieblas, debathe darkness beneath the dark window: jo de la ventana oscura, dijo en voz alta: «No “She ought not to started praying over debería haberse puesto a rezar por mí. Yo no me. She would have been all right if she 25 habría tenido nada que reprocharle si no se hadn’t started praying over me. It was hubiese puesto a rezar por mí. No es culpa not her fault that she got too old to be suya si ahora se ha hecho demasiado vieja y any good any more. But she ought to si ya no sirve para nada. Pero habría debido have had better sense than to pray over tener más sentido común y no ponerse a reme.” He began to curse her. He stood 30 zar por mí.» Comenzó a maldecirla. Plantado beneath the dark window, cursing her allí, de pie, bajo la ventana oscura, la insulwith slow and calculated obscenity. He taba con una obscenidad lenta, calculada. No was not looking at the window. In the miraba la ventana. En las tinieblas apenas less than halflight he appeared to be empalidecidas, parecía observar su propio watching his body, seeming to watch it 35 cuerpo. Parecía contemplar cómo se volvía turning slow and lascivious in a lascivo, lentamente, entre aquel susurro de inwhispering of gutter filth like a mundicias del arroyo, co m o u n c a d á v e r drowned corpse in a thick still black ahogado en el espeso encenagamiento nep o o l o f m o r e t h a n w a t e r. H e t o u c h e d gro de algo que era más que agua. Con la h i m s e l f w i t h h i s f l a t h a n d s , h a r d , 40 palma de sus duras manos, se tocó, ascendrawing his hands hard up his abdomen dió a lo largo de su vientre y de su pecho, and chest inside his undergarment. It bajo su ropa interior que sólo se mantenía was held together by a single button at en su sitio con el botón de arriba. Hubo the top. Once he had owned garments un tiempo en que su ropa interior tenía towith intact buttons. A woman had sewed 45 dos los botones intactos. Una mujer se los them on. That was for a time, during a cosía. __ _ ______________ __________ __ time. Then the time passed. After that X _ _____ Pero ese tiempo acabó. Luego, llegó a sustraer su ropa de la colada fahe would purloin his own garments from miliar para que aquella mujer no pudiethe family wash before she could get to them and replace the missing buttons. 50 se apoderarse de ella y reemplazar los botones que faltaban. Cuando ella se le When she foiled him he set himself adelantaba, se esforzaba en recordar los deliberately to learn and remember botones que faltaban y que habían sido which buttons were missing and had reemplazados. Y, de un golpe de cortaplumas, been restored. With his pocket knife and with the cold and bloodless deliberation 55 con la d e c i s i ó n c r u e l y f r í a d e u n of a surgeon he would cut off the c i r u jano, separaba entonces los botobuttons which she had just replaced. nes que ella acababa de coserle. His right hand slid fast and smooth Su mano derecha resbaló, rápida y lisa como as the knife blade had ever done, up the 60 la hoja una navaja, hasta la abertura de su ropa. opening in the garment. Edgewise it Con el canto de la mano dio un golpe, ligero y struck the remaining button a light, rápido, sobre el único botón. Cuando la ropa le swift blow. The dark air breathed upon resbaló por las piernas, la n o c h e s o p l ó s o him, bre athed smoothly as the garment bre él, sopló suavemente; la fresca slipped down his legs, the cool mouth of 65 b o c a d e l a s t i n i e b l a s , l a s u a v e l e n darkness, the soft cool tongue. Moving g u a f r í a . C u a n d o c o m e n z ó a a n d a r, again, he could feel the dark air like water; p u d o s e ntir la noche como si fuese agua. he could feel the dew under his feet as Bajo sus pies sentía el rocío como nunca lo he had never felt dew before. He passed había sentido hasta entonces. Franqueó la t h r o u g h t h e b r o k e n g a t e a n d s t o p p e d 70 valla rota y se detuvo al borde de la carretebeside the road. The August weeds were ra. La hierba de agosto le llegaba hasta me70

Faulkner’s Light thightall. Upon the leaves and stalks dust of a month of passing w a g o n s l a y. T h e r o a d r a n b e f o r e him. It was a little paler than the darkness of trees and earth. In one d i r e c t i o n t o w n l a y. I n t h e o t h e r t h e r o a d r o s e t o a h i l l . A f ter a time a l i g h t b e g a n t o g r o w b e y o n d t h e h i l l, defining it. Then he could hear the car. He did not move. He stood with his hands on his hips, naked, thighdeep in the dusty weeds, while the car came over the hill and approached, the lights full upon him. He watched his body grow white out of the darkness like a Kodak print emerging from the liquid. He looked straight into the headlights as it shot past. From it a woman’s shrill voice flew back, shrieking. “White bastards!” he shouted. “That’s not the first of your bitches that ever saw …” But the car was gone. There was no one to hear, to listen. It was gone, sucking its dust and its light with it and behind it, sucking with it the white woman’s fading cry. He was cold now. I t w a s a s t h o u g h h e h a d m e r e l y come there to be present at a finality, and the finality had now occurred and he was free again. He returned to the house. Beneath the dark window he paused and hunted and found his undergarment and put it on. There was no remaining button at all now and he had to hold it together as he returned to the cabin. Already he could hear Brown snoring. He stood for a w h i l e a t t h e d o o r, m o t i o n l e s s a n d silent, listening to the long, harsh, uneven suspirations ending each in a choked gurgle. ‘I must have hurt his nose more than I knew,’ he thought. ‘Damn son of a bitch.’ He entered and went to his cot, preparing to lie down. He was in the act of reclining when he stopped, halted, halfreclining. Perhaps the thought of himself lying there until daylight, with the drunken man snoring in the darkness and the intervals filled with the myriad voices, was more than he could bear. Because he sat up and fumbled quietly beneath his cot and found his shoes and slipped them on and took from the cot the single half cotton blanket which composed his bedding, and left the cabin. About three hundred yards away the stable stood. It was falling down and there had not been a horse in it in thirty years, yet it was toward the stable that he went. He was walking quite fast. He was thinking now, aloud now, ‘Why in hell do I want to smell horses?’ Then he said, fumbling: “It’s because they are not women. Even a mare horse is a kind of man.”

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dio muslo. En las hojas, en los tallos, el polvo de las carretas que pasaban se había acumulado durante un mes. La carretera corría ante él. Era un poco más pálida que la oscuridad de los árboles y de la tierra. La ciudad se extendía a un lado; por el otro lado, la carretera subía _____. Al cabo de un rato, una luz fue aumentando en lo alto de la cuesta y dibujó los contornos de la colina. Después, pudo oír el coche. No se movió. Se quedó allí, plantado, con las manos en las caderas, desnudo, hundido hasta medio muslo en la hierba polvorienta. El coche apareció en la cima de la colina y se fue acercando, con los faros cayendo de lleno sobre él. Vio cómo su cuerpo, muy blanco, salía de las tinieblas, igual que una prueba fotográfica que emerge del baño. Miró a los faros, de frente, cuando el coche pasó. Del coche brotó una aguda voz de mujer, un grito penetrante. «Malditos cerdos blancos —gritó él—. No es la primera vez que una de vuestras zorras me ve...» Pero el coche había desaparecido. Ya no había nadie que le oyese, que le escuchase. El coche había desaparecido, aspirando, tras él, su luz, aspirando en sí mismo el grito decreciente de la mujer blanca. Ahora tenía frío. Era como si hubiese ido allí para asistir a algún acontecimiento ineluctable. Y como si, después de producido el acontecimiento, fuese libre de nuevo. Volvió a la casa. Bajo la ventana sombría, se detuvo, buscó, encontró sus ropas interiores y se las puso. Ya no quedaba ningún botón en ellas y tuvo que sostenerlas con la mano mientras regresaba a la cabaña. Ya llegaban hasta él los ronquidos de Brown. Se quedó un momento en la puerta, inmóvil, silencioso, escuchando el soplo prolongado, áspero, desigual, que en cada espiración concluía con un borboteo estrangulado. «He debido estropearle la nariz más de lo que creía —pensó—. ¡Maldito hijo de zorra!» Entro y se dirigió hacia su cama, dispuesto a acostarse. Estaba a punto de tenderse, cuando se detuvo, media acostado ya. Tal vez no podía soportar la idea de quedarse allí, acostado hasta que fuese de día, con el borracho roncando en las tinieblas y oyendo, en los intervalos, la miríada de voces. Se incorporó y, sentado, buscó tranquilamente bajo la cama. Encontró sus zapatos, se los calzó y, tomando la única manta que constituía su ropa de cama, salió de la cabaña. El establo se hallaba a unos trescientos metros. Estaba medio en ruinas y no había visto caballos desde hacía treinta años. Sin embargo, Christmas se dirigió al establo. Andaba bastante rápido. Ahora pensaba, pensaba en voz alta: «¿Por qué diablos tengo ganas de oler a caballo?» Pero añadió, tanteando: «Es porque no son mujeres. Hasta una yegua es una especie de hombre.»

He slept less than two hours. When 65 Durmió menos de dos horas. Cuando he waked dawn was just beginning. se despertó, el día apenas despuntaba. Ly i n g i n t h e s i n g l e b l a n k e t u p o n t h e Tendido en su manta, sobre el suelo desloosely planked floor of the sagging and igual del antro sombrío y ruinoso en el gloomy cavern acrid with the thin dust que flotaba, junto al olor acre, débilmenof departed hay and faintly ammoniac 70 te amoniacal, del polvillo del heno ya deswith that breathless desertion of old aparecido, esa soledad muerta de las vie71

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tr. Enrique Sordo jas cuadras, podía ver, hacia el este, por la ventana sin postigos, el cielo rosado donde brillaba, alta y pálida, la estrella matutina del pleno verano.

stables, he could see through the shutterless window in the eastern wall the primrose sky and the high, pale morning star of full summer.

5 Se sentía descansado, como si hubieHe felt quite rested, as if he had se dormido profundamente durante ocho slept an unbroken eight hours. It was horas. Aquello provenía de que su sueño the unexpected sleep, since he had not había sido inesperado, porque ya pensaba expected to sleep at all. With his feet a g a i n i n t h e u n l a c e d s h o e s a n d t h e 10 que no podría dormir nunca. Con los zapatos desatados en los pies y su manta folded blanket beneath his arm he plegada bajo el brazo, descendió la escadescended the perpendicular ladder, lera perpendicular, tanteando con el pie feeling for the rotting and invisible los escalones podridos e invisibles, barungs with his feet, lowering himself f r o m r u n g t o r u n g i n o n e h a n d e d 15 jando de travesaño en travesaño, colgado swoops. He emerged into the gray and de una mano. Salió al amanecer gris y yellow of dawn, the clean chill, amarillo, a la frescura pura, que aspiró breathing it deep. profundamente. The cabin now stood sharp against the increasing east, and the clump of trees also within which the house was hidden save for the single chimney. The dew was heavy in the tall grass. His shoes were wet at once. The leather was cold to his feet; against his bare legs the wet grass blades were like strokes of limber icicles. Brown had stopped snoring. When Christmas entered he could see Brown by the light from the eastern window. He breathed q u i e t l y n o w. ‘ S o b e r n o w, ’ C h r i s t m a s thought. ‘Sober and don’t know it. Poor bastard. He looked at Brown. ‘Poor bastard. He’ll be mad when he wakes up and finds out that he is sober again. Ta k e h i m m a y b e a w h o l e h o u r t o g e t back drunk again.’ He put down the blanket and dressed, in the serge trousers, the white shirt a little soiled n o w, t h e b o w t i e . H e w a s s m o k i n g . Nailed to the wall was a shard of mirror. In the fragment he watched his dim face as he knotted the tie. The stiff hat hung on a nail. He did not take it down. He took instead a cloth cap from another nail, and from the floor beneath his cot a magazine of that type whose covers bear either pictures of young women in underclothes or pictures of men in the act of shooting one another with pistols. From beneath the pillow on his cot he took his razor and a brush and a stick of shaving soap and put them into his pocket.

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La cabaña, ahora, se destacaba crudamente sobre el claror del oriente, lo mismo que el bosquecillo en el que la casa se escondía, con la excepción de su única chimenea. En las altas hierbas pesaba el rocío. Sus zapatos se mojaron en seguida. Sentía en sus pies el frío del cuero. Sobre sus piernas desnudas, las briznas de hierba húmedas parecían livianas estalagmitas. Brown ya no roncaba. Al entrar, Christmas pudo ver a Brown al resplandor del este, que entraba por la ventana. Respiraba apaciblemente. «Ya está sereno, ahora —pensó Christmas—. Ya está sereno y no lo sabe. ¡Pobre idiota!» Miró a Brown: «¡Pobre idiota! Al despertar se va a poner furioso al darse cuenta de que no está borracho. Quizás necesite una hora larga para estar borracho otra vez.» Christmas dejó la manta y se vistió. Se puso su pantalón de sarga, su camisa blanca, un poco ajada ya, su corbata de pajarita. Fumaba. Un espejo roto estaba colgado en la pared. Mientras se hacía el nudo de la corbata, contempló en el trozo de vidrio su rostro impreciso. El sombrero de paja colgaba en un clavo. No lo tomó. Tomó, de otro clavo, una gorra de paño, y recogió del suelo, junto a su cama, una de esas revistas cuya cubierta presenta siempre muchachas semidesnudas u hombres a punto de matarse unos a otros a tiros de revólver De debajo de la almohada de su cama sacó su navaja barbera, una brocha y una barra de jabón de afeitar. Se lo metió todo en el bolsillo.

When he left the cabin it was quite Era casi de día cuando abandonó la calight. The birds were in full chorus. This baña. Los pájaros cantaban a voz en grito. time he turned his back on the house. Esta vez volvió la espalda a la casa. Pasó He went on past the stable and entered 60 por delante del establo y entró en el prado the pasture beyond it. His shoes and his que se extendía tras él. Sus zapatos y las pertrouser legs were soon sopping with neras de su pantalón se empaparon en seg r a y d e w. H e p a u s e d a n d r o l l e d h i s guida con el rocío gris. Se detuvo, arremantrousers gingerly to his knees and went gó cuidadosamente los bajos del pantalón o n . A t t h e e n d o f t h e p a s t u r e w o o d s 65 hasta las rodillas y reanudó la marcha. Al began. The dew was not so heavy here, final del prado, el bosque comenzaba. El roand he rolled his trousers down again. cío ya no era tan denso, y Christmas se bajó After a while he came to a small valley las perneras de su pantalón. Al cabo de un in which a spring rose. He put down the rato llegó a un pequeño valle por el que comagazine and gathered twigs and dried 70 rría un arroyo. Posó la revista, recogió unas brush and made a fire and sat, his back ramas y maleza seca, encendió una pequeña 72

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fogata y se sentó, con la espalda apoyada en against a tree and his feet to the blaze. un árbol y los pies junto a la llama. Casi en Presently his wet shoes began to steam. seguida, sus zapatos húmedos comenzaron Then he could feel the heat moving up a ahumar. Luego, pudo sentir cómo el calor his legs, and then all of a sudden he opened his eyes and saw the high sun 5 le subía por las piernas, y de pronto, abriendo los ojos, vio que el sol estaba muy alto y and that the fire had burned completely que la hoguera se había apagado. Comprenout, and he knew that he had been dió que se había dormido. «¡Dios santo! — asleep. ‘Damned if I haven’t,’ he pensó—. ¡Dios santo! Me he dormido otra thought. ‘Damned if I haven’t slept again.’ 10 vez.»

tingling hormigueo, cosquilleo, comezón, estremecimiento, A n. 1 prickling, tingle, a prickling somatic sensation as from many tiny pricks, B adj. 1 tickling, titillating a tingling feeling of excitement (as from teasing or tickling), an agreeable arousal , exciting by touching lightly so as to cause laughter or twitching movements 2 prickling, stinging, causing or experiencing a painful shivering feeling as from many tiny pricks; “a prickling blush of embarrassment”; “the tingling feeling in a foot that has gone to sleep”; “a stinging nettle”; “the stinging windblown sleet” tingle picar, escocer v 1 intr. a feel a slight prickling, stinging, or throbbing sensation. b cause this (the reply tingled in my ears). 2 tr. make (the ear etc.) tingle. Reteñir, zumbar, vibrar, turbar, sentir comezón, titilar

Esta vez había dormido más de dos hoHe had slept more than two hours ras, puesto que el sol brillaba sobre el mismo this time, because the sun was shining arroyo, chispeando, espejeando en el agua indown upon the spring itself, g l i n t i n g and glancing upon the ceaseless water. 15 cesante. Se levantó, combó los riñones He rose, stretching his cramped and derrengados y rígidos y se estiró para desenstiffened back, waking his tingling tumecer sus músculos anquilosados. Sacó de muscles. From his pocket he took the su bolsillo la navaja barbera, la brocha, el r a z o r, t h e b r u s h , t h e s o a p . K n e e l i n g jabón. Arrodillado junto al arroyo, se afeibeside the spring he shaved, using the 20 tó. La superficie del agua le servía de eswater ’s surface for glass, stropping the pejo. Afiló sobre un zapato su larga y brilong bright razor on his shoe. llante navaja. He concealed the shaving things and Escondió sus utensilios de aseo y la rethe magazine in a clump of bushes and 25 vista en un zarzal y rehizo el nudo de su put on the tie again. When he left the corbata. Cuando dejó la fuente, tomó una spring he bore now well away from the dirección diametralmente opuesta a la de la house. When he reached the road he was casa. Alcanzó la carretera a más de quiniena half mile beyond the house. A short tos metros de la casa. A poca distancia de distance further on stood a small store 30 allí había una tienda pequeña que tenía una with a gasoline pump before it. He bomba de gasolina. Entró en la tienda, y una entered the store and a woman sold him mujer le vendió bizcochos secos y una lata crackers and a tin of potted meat. He de carne en conserva. Regresó al arroyo, a returned to the spring, the dead fire. la hoguera apagada. 35 He ate his breakfast with his back Comió, apoyado en el árbol, mientras leía against the tree, reading the magazine la revista. Antes sólo había leído un relato while he ate. He had previously read but X _______ . C o m e n z ó e l s e g u n d o , y l e y ó l a r e v i s t a d e cabo a rabo, como una noone story; he began now upon the s e c o n d o n e , r e a d i n g t h e m a g a z i n e 40 vela. De cuando en cuando, alzaba los ojos de la página y, sin dejar de masticar, straight through as though it were a miraba las hojas acribilladas de sol que novel. Now and then he would look up formaban una bóveda sobre la torrentera. from the page, chewing, into the sunshot «A lo mejor lo he hecho ya —pensó—. leaves which arched the ditch. ‘Maybe I h a v e a l r e a d y d o n e i t , ’ h e t h o u g h t . 45 A h o r a , a l o m e j o r y a n o h a y a q u e h a cerlo.» Le parecía que podía ver el día ‘Maybe it is no longer now waiting to dorado abrirse apaciblemente ante él, be done.’ It seemed to him that he could como un pasillo, como una tapicería, see the yellow day opening peacefully sobre un claroscuro tranquilo, nada inon before him, like a corridor, an arras, into a still chiaroscuro without urgency. 50 q u i e t a n t e . L e p a r e c í a q u e , m i e n t r a s é l estaba sentado allí, el día dorado le It seemed to him that as he sat there the contemplaba lánguidamente, como un yellow day contemplated him drowsily, gato amarillo acostado y somnoliento. like a prone and somnolent yellow cat. S i g u i ó l e y e n d o . Vo l v í a l a s p á g i n a s s i n Then he read again. He turned the pages in steady progression, though now and 55 p a u s a , a u n q u e , d e v e z e n c u a n d o , p a recía detenerse en una página, en una then he would seem to linger upon one línea, tal vez en una palabra. Entonpage, one line, perhaps one word. He ces no alzaba los ojos. No se movía, would not look up then. He would not aparentemente detenido, inmovilizado move, apparently arrested and held immobile by a single word which had 60 p o r u n a s i m p l e p a l a b r a q u e t o d a v í a n o había tomado forma; todo su ser susperhaps not yet impacted, his whole pendido por aquella simple y trivial being suspended by the single trivial combinación de letras en el espacio combination of letters in quiet and calmo y lleno de sol. Flotando así , i n sunny space, so that hanging motionless and without physical weight he seemed 65 m ó v i l , i n g r á v i d o , p a r e c í a v e r que el tiempo transcurría bajo to watch the slow flowing of time é l , l e n t a m e n t e , y ___________________ beneath him, thinking All I wanted was p e a c e , t h i n k i n g , ‘ S h e o u g h t n o t t o X _______ p e n s a b a: « N o d e b e r í a h a b e r empezado a rezar por mí.» started praying over me.’ 70 Cuando llegó al último relato, dejó de When he reached the last story he 73

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prod 1 tr. poke with the finger or a pointed object. Pinchar, aguijonear 2 tr. stimulate to action. Enpujar o alentar a alguien a hacer algo 3 intr. (foll. by at) make a prodding motion. n. 1 a poke or thrust. 2 a stimulus to action. 3 a pointed instrument.

expose (to) y exponer se refieren a poner a la vista, exhibir, mostrar, arriesgar, pero cada voz aiiade matices nuevos: to expose recalca la idea negativa de divulgar / revelar / sacar a la luz [secretos, ideas], desenmascarar [fraude, delito], descubrir / demostrar [falsedad, debilidad], mientras que exponer es más positivo para to explain / detail [ideas]. Exposition es exposición [exhibición, feria de muestras, explicación], pero oexposición se aplica también a exposure [a1 sol, a1 aire, fotos], danger / risk [peligro], exposé Fechos, ideas]. World’s fair es exposicidn universal / mundial.

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leer y contó las páginas que quedaban. stopped reading and counted the Luego miró al sol y siguió leyendo. Ahora remaining pages. Then he looked at the leía como un hombre que fuera contansun and read again. He read now like a do por la calle las grietas del pavimenman walking along a street might count the cracks in the pavement, to the last 5 to. Leyó así hasta la última página, hasta la última palabra del final. Entonces and final page, the last and final word. se levantó y, acercando una cerilla a la Then he rose and struck a match to the revista, la movió pacientemente hasta que m a g a z i n e a n d p ro d d e d i t p a t i e n t l y until it was consumed. With the quedó totalmente consumida. A continuación s h a v i n g t h i n g s i n h i s p o c k e t h e w e n t 10 volvió a guardar en el bolsillo sus utensilios on down the ditch. de aseo y se adentró en la torrentera. After a while it broadened: a smooth, sandblanched floor between steep shelving walls choked, flank and crest, with brier and brush. Over it trees still arched, and in a small cove in one flank a mass of dead b r u s h l a y, f i l l i n g t h e c o v e . H e b e g a n to drag the brush to one side, c l e a r i n g t h e c o v e a n d exposing a short h a n d l e d s h o v e l . Wi t h t h e s h o v e l h e began to dig in the sand which the brush had concealed, exhuming one by one six metal tins with screw tops. He did not unscrew the caps. He laid the tins on their sides and with the sharp edge of the shovel he pierced them, the sand beneath them darkening as the whiskey spurted and poured, the sunny solitude, the air, becoming redolent with alcohol. He emptied them thoroughly, unhurried, his face completely cold, masklike almost. When they were all empty he tumbled them back into the hole and buried them roughly and dragged the brush back. and hid the shovel again. The brush hid the stain but it could not hide the scent, the smell. He looked at the sun again. It was now afternoon.

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Al cabo de un instante, la quebrada se ensanchó. El suelo era uniforme, cubierto de una arena blanca, entre dos paredes cortadas a pico y ahogadas de arriba abajo por las zarzas y la maleza. Los árboles seguían formando una bóveda y, en una de las paredes, se abría una cavidad llena de ramas muertas. Christmas apartó la maleza, desembarazó la cavidad y puso al descubierto una pala de mango corto. Comenzó a cavar con la pala en la arena que ocultaban las zarzas y sacó, uno a uno, cinco recipientes de metal con tapones atornillados. No desatornilló las cápsulas, sino que, tumbando los bidones en el suelo, los perforó con la arista cortante de la pala. La arena, bajo ellos, adquirió un tinte oscuro cuando el whisky brotó, comenzó a manar e impregnó el aire, la soledad llena de luz, con el olor del alcohol. Christmas vació los bidones cuidadosamente, sin apresurarse, con el rostro totalmente frío, casi como una máscara. Cuando los recipientes se quedaron vacíos los echó en el agujero, los enterró toscamente, entreabrió las zarzas y escondió la pala. La maleza disimulaba la mancha, pero no podía disimular el olor, el aroma. ______ ______ _________ ____

A las siete de aquella misma tarde, Christmas At seven o’clock that evening he was estaba en la ciudad, en un restaurante, en una in town, in a restaurant on a side street, callejuela. Cenó allí, sentado en un taburete sin reseating his supper, sitting on a backless s t o o l a t a f r i c t i o n s m o o t h w o o d e n 45 paldo, ante un mostrador de madera que el roce había pulimentado. Christmas comía. counter, eating. At nine o’clock he was standing outside the barbershop, looking through the window at the man whom he had taken for a partner. He stood quite still, with his hands in his trousers and cigarette smoke drifting across his still face and the cloth cap worn, like the stiff hat, at that angle at once swaggering and baleful. So cold, so baleful he stood there that Brown inside the shop, among the lights, the air heavy with lotion and hot soap, gesticulant, thickvoiced, in the soiled redbarred trousers and the soiled colored shirt, looked up in midvoice and with his drunken eyes looked into the eyes of the man beyond the glass. So still and baleful that a negro youth shuffling up the street whistling saw Christmas’ profile and ceased whistling and edged away and slid past behind him, turning, l o o k i n g b a c k o v e r h i s s h o u l d e r. B u t Christmas was moving himself now. It was as if he had just paused there for 74

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A las nueve, plantado frente a la barbería, miraba a través del cristal al hombre que había elegido como socio. Estaba inmóvil, con las manos en los bolsillos. El humo de su cigarrillo pasaba por delante de su rostro tranquilo. Llevaba su gorra de lana igual que su sombrero de paja, con un aire a la vez insolente y siniestro. Frío y siniestro cuando, dentro de la tienda, en medio de las luces, en un ambiente anegado en el tufo de las lociones y del jabón caliente, vestido con su sucio pantalón de rayas rojas y su camisa también sucia, Brown, gesticulante y con la lengua espesa, levantó la vista y, con la voz cortada y una mirada de ebrio, encontró los ojos del hombre clavados en él por detrás del cristal. Inmóvil y siniestro cuando, al ver el perfil de Christmas, un joven negro que deambulaba por la calle silbando, dejó de silbar, se apartó y se deslizó por detrás de él, volviendo la cabeza, mirando por encima del hombro. Pero ahora, Christmas ya se movía. Era como si sólo se hubiese detenido para dar tiem-

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accrete v. 1 intr. grow together or into one. 2 intr. (often foll. by to) form round or on, as round a nucleus. 3 tr. attract (such additions).

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Brown to look at him.

po a que Brown le entreviese.

He went on, not fast, away from the square. The street, a quiet one at all times, was deserted at this hour. It led down through the neg ro section, Freedman Town, to the station. At seven o’clock he would have passed people, white and black, going toward the square and the picture show; at half past nine they would have been going back home. But the picture show had not turned out yet, and he now had the street to himself. He went on, passing still between the homes of white people, from street lamp to street lamp, the heavy shadows of oak and maple leaves sliding like scraps of black velvet across his white shirt. Nothing can look quite as lonely as a big man going along an e m p t y s t r e e t . Ye t t h o u g h h e w a s n o t large, not tall, he contrived somehow to look more lonely than a lone telephone pole in the middle of a desert. In the wide, empty, shadowbrooded street he looked like a phantom, a spirit, strayed out of its own world, and lost.

Andando sin prisa, se alejó de la plaza. La calle, siempre pacífica, estaba a aquella hora totalmente desierta. Conducía a la estación, a través de Freedman Town, el barrio negro . A las siete, Christmas podría haber encontrado allí a algunas personas, blancas y negras, camino de la plaza o del cine. A las nueve y media, todos regresarían a casa. Pero el cine no había terminado todavía y Christmas tenía la calle para él solo. Ahora caminaba todavía entre casas de blancos. De un far o l a o t r o , l a s s o m b r a s a n chas de las hojas de los robles y de los arces se deslizaban sobre su camisa blanca como cintas de terciopelo negro. No hay nada que parezca tan solitario como un hombre corpulento en u n a c a l l e abandonada. Sin embargo, aunque Christmas no era ni grueso ni alto, llegaba a parecer más solo que un poste telegráfico aislado en medio del desierto. En la ancha calle vacía, rayada de sombras, parecía un fantasma, un ánima en pena que, salida de su propio reino, se hubiese perdido.

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Then he found himself. Without his being aware the street had begun to slope and before he knew it he was in F r e e d m a n To w n , s u r r o u n d e d b y t h e summer smell and the summer voices of invisible negroes. They seemed to enclose him like bodiless voices murmuring, talking, laughing, in a language not his. As from the bottom of a thick black pit he saw himself enclosed by cabinshapes, vague, kerosenelit, so that the street lamps themselves seemed to be further spaced, as if the black life, the black breathing had compounded the substance of breath so that not only voices but moving bodies and light itself must become fluid and accrete slowly from particle to particle, of and with the now ponderable night inseparable and one.

Después, Christmas se reconoció. No 30 se había dado cuenta de que la calle empezaba a descender. Y, bruscamente, se encontró el Freedman Town, envuelto en los olores de verano, en las voces de verano de los negros invisibles. Parecían 35 ceñirle como voces sin cuerpo, susurrando, hablando, riendo en un lenguaje que no era el suyo. Como si estuviera en el fondo negro de un pozo, se vió cercado por las siluetas de las cabañas, vagas, 40 alumbradas con petróleo. H a s t a l o s f a roles parecían haberse esparcido, como si la vida negra, el aliento negr o compusieran la sustancia respirable, de modo que, no solamente las voces, sino los 45 cuerpos animados, la luz misma, parecían estar fluidificados, haberse agregado lentamente, partícula a partícula, a la noche ahora grávida, indivisible y unánime.

He was standing still now, breathing quite hard, glaring this way and that. About him the cabins were shaped blackly out of blackness by the faint, sultry glow of kerosene lamps. On all sides, even within him, the bodiless fecundmellow voices of negro women murmured. It was as though he and all other manshaped life about him had been returned to the lightless hot wet primogenitive Female. He began to run, glaring, his teeth glaring, his inbreath cold on his dry teeth and lips, toward the next street lamp. Beneath it a narrow and rutted lane turned and mounted to the parallel street, out of the black hollow. He turned into it running and plunged up the sharp ascent, his heart hammering, and into the higher street. He stopped here, panting, glaring, his heart thudding as if it could n o t o r would not yet believe that the air

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Inmóvil, erguido, jadeante, Christmas miraba a todos lados. Gracias al resplandor vago y humoso de las lámparas de petróleo, las cabañas, a su alrededor, se destacaban de las tinieblas. En todas partes, hasta dentro de él mismo, murmuraban las voces incorpóreas, fecundas y mullidas como mujeres negras. Era como si él mismo y toda la vida viril de su alrededor hubiesen entrado en las Tinieblas cálidas, en las tinieblas húmedas de la Mujer original. Con los ojos relucientes, los dientes brillantes y un aliento frío sobre sus dientes y sus labios secos, Christmas echó a correr hasta el farol más próximo. Al pie de aquel farol, una callejuela estrecha y llena de baches y revueltas, ascendía desde la oscuridad de la hondonada negra hasta la calle paralela. Christmas se adentró en ella corriendo y, con el corazón desbocado, trepó por la escarpada pendiente hasta la calle superior. Luego se detuvo, ahogado, con los ojos chispeantes y el corazón desbocado, como si ese corazón no pudiese creer, no quisiese creer

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tr. Enrique Sordo todavía que el aire, ahora, era el aire duro y frío de la ciudad blanca.

now was the cold hard air of white people.

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Then he became cool. The negro smell, the negro voices, were behind and b e l o w h i m n o w. To h i s l e f t l a y t h e square, the clustered lights: low bright birds in stillwinged and tremulous suspension. To the right the street lamps marched on, spaced, intermittent with bitten and unstirring branches. He went on, slowly again, his back toward the square, passing again between the houses of white people. There were people on these porches too, and in chairs upon the lawns; but he could walk quiet here. Now and then he could see them: heads in silhouette, a white blurred garmerited shape; on a lighted veranda four people sat about a card table, the white faces intent and sharp in the low light, the bare arms of the women glaring smooth and white above the trivial cards. ‘That’s all I wanted,’ he thought. ‘That don’t seem like a whole lot to ask.’

Y Christmas se calmó. El olor de negro, 5 las voces de los negros, estaban ahora detrás y debajo de él. A la izquierda, estaban la plaza, los racimos de luz, pájaros brillantes volando bajo, trémulos y suspendidos, con las alas inmóviles. A la derecha, los fa10 roles huían, espaciados, alternados con ramas recortadas e inmóviles. Avanzó lentamente, dando la espalda a la plaza, pasando de nuevo entre las casas de los blancos. También aquí había gente en las butacas de 15 las verandas, en el césped. Pero aquí se podía caminar tranquilo. De cuando en cuando podía verles: cabezas en sombras chinescas, siluetas desvaídas, vestidas de blanco. En una veranda iluminada, cuatro per20 sonas jugaban a las cartas, con los absortos rostros, de un blanco crudo, en la luz de la lámpara baja, y los brazos desnudos de las mujeres, relucientes, suaves y claros, encima de las triviales cartas. «He aquí todo lo 25 que yo quería —pensaba Christmas—. Y no era mucho pedir.»

This street in turn began to slope. But it sloped safely. His steady white shirt and pacing dark legs died among long shadows bulging square and huge against the August stars: a cotton warehouse, a horizontal and cylindrical tank like the torso of a beheaded mastodon, a line of freight cars. He crossed the tracks, the rails coming momentarily into twin green glints from a switch lamp, glinting away again. Beyond the tracks woods began. But he found the path unerringly. It mounted, among the trees, the lights of the town now beginning to come into view again across the valley where the railroad ran. But he did not look back until he reached the crest of the hill. Then he could see the town, the glare, the individual lights where streets radiated from the square. He could see the street down which he had come, and the other street, the one which had almost betrayed him; and further away and at right angles, the far bright rampart of the town itself, and in the angle between the black pit from which he had fled with drumming heart and glaring lips. No light came from it, f r o m h e r e n o b r e a t h , n o o d o r. I t j u s t lay there, black, impenetrable, in its garland of Augusttremulous lights. It m i g h t h a v e b e e n t h e o r i g i n a l q u a r r y, abyss itself. His way was sure, despite the trees, the darkness. He never once lost the path which he could not even see. The woods continued for a mile. He emerged into a road, with dust under his feet. He could see now, the vague spreading world, the horizon. Here and there faint windows glowed. But most of the cabins were dark. Nevertheless his blood began again, talking and talking. He walked 76

También aquella calle comenzaba a subir. Pero

X ahora era una pendiente segura. Su _____ camisa

30 blanca, sus piernas negras en movimiento, morían entre las sombras que se elevaban cuadradas, enormes, hacia las estrellas de agosto: un almacén de algodón, un depósito horizontal y cilíndrico que parecía el torso 35 de un mastodonte decapitado; una fila de vagones de mercancías. Christmas atravesó las vías, los rieles donde, momentáneamente, brillaba el doble reflejo verde de una luz de cambio de agujas que se perdía a lo lejos. 40 Más allá de los rieles comenzaban los bosques. Pero Christmas encontró el sendero sin vacilar. Ascendió entre los árboles. Las luces de la ciudad aparecieron de nuevo y, por el fondo del valle, se perdía la vía del ferro45 carril. Pero Christmas no volvió la cabeza hasta que llegó a lo alto de la colina. Entonces pudo ver la ciudad, las luces individuales, allí donde las calles irradiaban de la plaza. Podía ver la calle por donde había veni50 do, y la otra calle, la que casi le había traicionado, y, más lejos, en el ángulo de la derecha, la muralla lejana y brillante de la ciudad misma, y, en el vértice del ángulo, el hueco negro de donde había huido con el co55 razón desbocado y los labios ardiendo. Ninguna luz venía de allí, ningún aliento, ningún olor. El hueco sí estaba, sencillamente, negro impenetrable en su trémula guirnalda de luces de agosto. Aquel agujero era como la 60 cantera original, el auténtico abismo de la nada. Christmas caminaba con paso firme, a pesar de los árboles y de las tinieblas. Nunca se salió del sendero, aunque ni siquiera podía verlo. Los bosques se extendían a 65 lo largo de una milla. Desembocó en una carretera. Sintió el polvo bajo sus pies. Ahora podía ver el mundo vago que se abría ante él, el horizonte. Aquí y allá brillaban unas pálidas ventanas. Pero la mayor parte de las 70 cabañas estaban a oscuras. No obstante, su sangre comenzó de nuevo a hablar, a hablar.

Faulkner’s Light fast, in time to it; he seemed to be aware that the group were negroes before he could have seen or heard them at all, before they even came in sight vaguely against the defunctive dust. There were five or six of them, in a straggling body yet vaguely paired; again there reached him, above the noise of his own blood, the rich murmur of womenvoices. He was walking directly toward them, walking fast. They had seen him and they gave to one side of the road, the voices ceasing. He too changed direction, crossing toward them as if he intended to walk them down. In a single movement and as though at a spoken command the women faded back and were going around him, giving him a wide berth. One of the men followed them as if he were driving them before him, looking over his shoulder as he passed. The other two men had halted in the road, facing Christmas. Christmas had stopped also. Neither seemed to be moving, yet they approached, looming, like two shadows drifting up. He could smell negro; he could smell cheap cloth and sweat. The head of the negro, higher than his own, seemed to s t o o p , o u t o f , t h e s k y, a g a i n s t t h e s k y. “ I t ’s a w h i t e m a n , ” h e s a i d , w i t h o u t t u r n i n g h i s h e a d , q u i e t l y. “ W h a t y o u w a n t , w h i t e f o l k s ? Yo u l o o k i n g f o r somebody?” The voice was not threatful. Neither was it servile.

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Caminaba aprisa, con un ritmo igual. Incluso antes de que se destacasen vagamente sobre el polvillo agonizante, Christmas comprendió que el grupo estaba formado por negros, aunque aún no podía distinguirlos ni oírlos. Eran cinco o seis, dispersos y, sin embargo, más o menos emparejados. Y de nuevo, dominando el rumor de su propia sangre, percibió un cálido murmullo de voces femeninas. Iba directo a su encuentro. Iba muy deprisa. Ellos le vieron y se colocaron en la orilla de la carretera. Las voces callaron. Christmas también cambió de dirección y, cruzando la carretera, caminó hacia ellos como para atropellarlos. Con un solo movimiento, como obedeciendo a una voz de mando, las mujeres se hicieron a un lado y, pasando junto a él muy apartadas, le cedieron el campo. Uno de los hombres las siguió, como si las empujase por delante de él. Sin dejar de andar, miraba por encima del hombro. Los otros dos hombres se habían detenido en la carretera, dando cara a Christmas. Christmas se detuvo también. Ninguno de ellos parecía moverse y, sin embargo, se aproximaban, como un espejismo, como unas sombras a la deriva. H a s t a Christmas llegaba el olor a negro, a ropas toscas, a sudor. La cabeza del negro, más alta que la suya, pareció inclinarse, fuera del cielo, contra el cielo. —Es un blanco —dijo suavemente, sin volver la cabeza—. ¿Qué es lo que quiere, blanco? ¿Busca a alguien? La voz no tenía nada de amenazador, nada de servil tampoco. — Ve n a q u í , J u p e — d i j o e l que había seguido a las mujeres.

“Come on away from there, Jupe,” the one who had followed the women said. 40 “Who you looking for, cap’m?” the negro said. “Jupe,” one of the women said, her voice a little high. “You come on, now.”

—¿A quién busca, jefe? —dijo el negro. —Jupe —dijo una de las mujeres, con voz un poco aguda—, no te quedes ahí, vámonos.

45 Durante un instance, las dos cabezas, la clara For a moment longer the two heads, the y la oscura, mezclando sus alientos, parecían eslight and the dark, seemed to hang tar suspendidas de las tinieblas. Después, la cabesuspended in the darkness, breathing upon za del negro pareció flotar y desaparecer. Un viento one another. Then the negro’s head seemed to float away; a cool wind blew from 50 fresco sopló de alguna parte. Christmas se volvió lentamente y, viendo cómo se disolvían, cómo se somewhere. Christmas, turning slowly, desvanecían de nuevo en la carretera pálida, adwatching them dissolve and fade again into virtió que tenía una navaja barbera en la mano. the pale road, found that he had the razor No estaba abierta. No era por miedo. in his hand. It was not open. It was not from —¡Perras! —dijo en voz bastante alta—. fear. “ B i t c h e s ” h e s a i d , q u i t e l o u d . 55 ¡Hijos de perra! “Sons of bitches!” El viento soplaba, oscuro y frío. Hasta el The wind blew dark and cool; the polvo estaba frío, a través de los zapatos. dust even through his shoes was cool. ‘What in hell is the matter with me?’ he 60 «¿Qué es lo que tengo, Dios?», pensó thought. He put the razor back into his Christmas. Volvió a meter la navaja en el bolpocket and stopped and lit a cigarette. sillo y se detuvo para encender un cigarrillo. He had to moisten his lips several times Para poder sostenerlo tuvo que humedecer los to hold the cigarette. In the light of the labios varias veces. Al resplandor de la cerim a t c h h e c o u l d w a t c h h i s o w n h a n d s 65 lla pudo ver que sus manos temblaban. shake. ‘All this trouble,’ he thought. «¡Cuántas complicaciones!», pensó. «¡Cuán“All this damn trouble,” he said aloud, tas malditas complicaciones!», dijo en voz walking again. He looked up at the stars, alta, reanudando la marcha. Levantó los ojos the sky. ‘It must be near ten now,’ he hacia las estrellas, hacia el cielo. «Deben de t h o u g h t ; a n d t h e n a l m o s t w i t h t h e 70 ser ya cerca de las diez», pensó. Luego, casi thought he heard the clock on the al mismo tiempo, oyó que sonaban diez cam77

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c o u r t h o u s e t w o m i l e s a w a y. S l o w, panadas en el reloj del juzgado, a unas dos measured, dear the ten strokes came. He millas de allí. Los diez toques de campana counted them, stopped again in the vibraron, lentos, rítmicos, claros. Christmas lonely and empty road. ‘Ten o’clock,’ he los contó y se detuvo de nuevo en la carretethought. ‘I heard ten strike last night 5 ra vacía y solitaria. «Las diez —pensó—, ayer too. And eleven. And twelve. But I también oí tocar las diez. Y las once. Y las didn’t hear one. Maybe the wind had doce. Pero no oí la una. Tal vez había camchanged.’ biado el viento.» When he heard eleven strike tonight he was sitting with his back against a tree inside the broken gate, while behind him again the house was dark and hidden in its shaggy grove. He was not thinking Maybe she is not asleep either tonight He was not thinking at all now; thinking had not begun now; the voices had not begun now either. He just sat there, not moving, until after a while he heard the clock two miles away strike twelve. Then he rose and moved toward the house. He didn’t go fast. He didn’t think even then, Something is going to happen. Something is going to happen to me.

Cuando, aquella noche, oyó tocar las once, estaba sentado, apoyado cont r a u n á r b o l , c e r c a d e l a v a l l a r o t a , y, tras él, se alzaba la casa, negra, escondida en su espesa arboleda. Esta vez 15 n o p e n s a b a t a l v e z e l l a t a m p o c o d u e r me N o p e n s a b a e n n a d a . E l p e n s a m i e n to no había empezado todavía. Las voces tampoco habían empezado. Y él se quedó allí, sentado, sin moverse, has20 t a e l m o m e n t o e n q u e o y ó q u e , a l o l e jos, el reloj daba las once. Entonces se levantó y se dirigió hacia la casa. No iba deprisa. Ni siquiera entonces p e n s ó Va a s u c e d e r a l g o. M e v a a s u 25 c e d e r a l g o 10

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Chapter 6

garble v.tr. 1 unintentionally distort or confuse (facts, messages, etc.). tergiversar, embrollar 2 a mutilate in order to misrepresent. b make (usu. unfair or malicious) selections from (facts, statements, etc.) adj. incomprensible, indescifrable, confuso,

dietitian dietista

M E M O RY believes before knowing remembers. Believes longer than recollects, longer than knowing even wonders. Knows remembers believes a corridor in a big long g arbled cold echoing building of dark red brick sootbleakened by more chimneys than its own, set in a grassless cinderstrewnpacked compound surrounded by smoking factory purlieus and enclosed by a ten foot steel-and-wire fence like a penitentiary or a zoo, where in random erratic surges, with sparrowlike childtrebling, orphans in identical and uniform blue denim in and out of remembering but in knowing constant as the bleak walls, the bleak windows where in rain soot from the yearly adjacenting chimneys streaked like black tears.

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6. La memoria cree antes de que el conocimiento recuerde. Cree mucho más tiempo que recuerda, mucho más tiempo del que tarda el conocimiento en preguntarse. Conoce, recuerda, cree un pasillo en un largo edificio frío, arruinado, lleno de ecos, un largo edifico de ladrillos de un tojo sombrío manchados por la lluvia de más chimeneas que las suyas, construido sobre una especie de aglomerado de carbonillas sin una brizna de hierba, rodeado de fábricas humeantes y ceñido por una cerca de alambre de tres metros de altura, como una penitenciaría o un jardín zoológico. Y, allí dentro, con un piar infantil de gorriones, unos huérfanos uniformemente vestidos con tela azul surgen en visiones locas y furtivas, desaparecen, después, de la memoria, pero quedan constantemente en el conocimiento, tan constantemente como las paredes frías, las ventanas frías donde la lluvia de carbón de las chimeneas vecinas corre en regueros de lágrimas negras.

In the quiet and empty corridor, En el pasillo callado y vacío, a la hora during the quiet hour of early afternoon, 60 tranquila del comienzo de la tarde, él parecía he was like a shadow, small even for five una sombra, pequeño incluso para sus cinco y e a r s , s o b e r a n d q u i e t a s a s h a d o w. años, discreto y silencioso como una sombra. Another in the corridor could not have Cualquiera que hubiese estado en el pasillo no said just when and where he vanished, habría sabido decir exactamente cuándo y dóninto what door, what room. But there 65 de había desaparecido aquella sombra, por qué was no one else in the corridor at this puerta, en qué habitación. Pero no había nadie hour. He knew that. He had been doing en el pasillo a aquella hora. El lo sabía. Pronto this for almost a year, ever since the day haría un año que lo hacía, desde el día en que, when he discovered by accident the por azar, descubrió la pasta dentífrica que usa70 ba la mujer encargada del refectorio. toothpaste which the dietitian used.

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Faulkner’s Light Once in the room, he went directly on his bare and silent feet to the washstand and found the tube. He was watching the pink worm coil smooth and cool and slow onto his parchmentcolored finger when he heard footsteps in the corridor and then voices j u s t b e y o n d t h e d o o r. P e r h a p s h e r e c o g n i s e d t h e d i e t i t i a n ’s v o i c e . Anyway, he did not wait to see if they were going to pass the door or not. With the tube in his hand and still silent as a shadow on his bare feet he crossed the room and slipped beneath a cloth curtain which screened of f one corner of the room. Here he squatted, among delicate shoes and suspended soft womangarments. Crouching, he heard the dietitian and her companion enter the room. The dietitian was nothing to him yet, save a mechanical adjunct to eating, food, the diningroom, the ceremony of eating at the wooden forms, coming now and then into his vision without impacting at all except as something of pleasing association and pleasing in herself to look at—young, a little fullbodied, smooth, pink-and-white, making his mind think of the diningroom, making his mouth think of something sweet and sticky to eat, and also pink-colored and surreptitious. On that first day when he discovered the toothpaste in her room he had gone directly there, who had never heard of toothpaste either; as if he already knew that she would possess something of that nature and he would find it. He knew the voice of her companion also: It was that of a young interne from the county hospital who was assistant to the parochial doctor, he too a familiar figure about the house and also not yet an enemy. He was safe now, behind the curtain. When they went away, he would replace the toothpaste and also leave. So he squatted behind the curtain, hearing without listening to it the woman’s tense whispering voice: “No! No! Not here. Not now. They’ll catch us. Somebody will—No, Charley! Please!” The man’s words he could not understand at all. The voice was lowered too. It had a ruthless sound, as the voices of all men did to him yet, since he was too young yet to escape from the world of women for that brief respite before he escaped back into it to remain until the hour of his death. He heard other sounds which he did know: a scuffing as of feet, the t u r n , o f t h e k e y i n t h e d o o r. “ N o , C h a r l e y ! C h a r l e y, p l e a s e ! P l e a s e , Charley!” the woman’s whisper said. He heard other sounds, rustlings, whisperings, not voices. He was not listening; he was just waiting, thinking without particular interest or attention 79

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Una vez en la habitación, se dirigió, con los pies descalzos y silenciosos, directamente hacia el tocador en donde se encontraba el tubo. Estaba mirando cómo se retorcía el gusano rosado, suave, fresco, lento, sobre su dedo color de pergamino, cuando oyó pisadas en el pasillo, y luego voces, justamente detrás de la puerta. Acaso reconoció la voz de la mujer. Pero, fuese como fuese, no esperó a saber si entraban o no. Con el tubo en la mano, siempre silencioso como una sombra, con los pies descalzos, cruzó la habitación y se deslizó por debajo de una cortina que cerraba un rincón del cuarto. Y se acuclilló entre unos zapatos delicados y la suavidad de la ropa interior femenina que estaba allí colgada. Y acuclillado oyó entrar en la habitación a la encargada del refectorio y a su acompañante. Para él, entonces, aquella mujer no era más que un accesorio mecánico de la acción de comer, de los alimentos, del refectorio, de la ceremonia de las comidas sobre los bancos de madera; un accesorio que a veces cruzaba por su campo visual sin impresionarle más que como algo agradable por asociación de ideas, agradable de ver en sí misma. Joven, regordeta, suave, rosa y blanca, traía a su mente la imagen del refectorio, le ponía en la boca la idea de algo dulce y untuoso, rosa también, y clandestino. El día en que descubrió la pasta dentífrica en su habitación fue derecho hacia ella; él, que ni siquiera había oído hablar de pasta dentífrica. Era como si ya supiese que la mujer tenía algo de esa naturaleza y que lo encontraría allí. Conocía también la voz del acompañante. Era la de un interno del hospital del condado que ayudaba al médico de la parroquia, un rostro familiar en la casa y que todavía no era el de un enemigo. Ahora detrás de la cortina, se sentía seguro. Cuando los otros se fuesen, volvería a poner en su sitio la pasta dentífrica y se iría él también. Así que seguía en cuclillas detrás de la cortina, oyendo, sin escuchar, el murmurar ardiente de la mujer. «¡No! ¡No! ¡Aquí no! ¡Ahora no! Podrían descubrirnos. Alguien podría... ¡No, Charley, por favor!» En cuanto a las palabras del hombre, no podía comprenderlas. La voz también era baja. Tenía un tono brusco, como lo tenían para él, en aquella época, todas las voces de hombre, pues aún era muy joven para escaparse del mundo de las mujeres y disfrutar de un breve respiro, tras el cual tendría que volver a él y quedarse dentro de él hasta la hora de su muerte. Oyó otros ruidos conocidos, un roce de pies, la vuelta de una llave en la cerradura. «¡No, Charley! ¡Charley, te lo ruego! ¡Te lo ruego, Charley!», susurraba la mujer. Oyó otros ruidos, roces, murmullos, pero no palabras. No escuchaba. Simplemente esperaba, pensando, sin prestar atención, sin ningún interés particular, que era una hora muy

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tr. Enrique Sordo rara de meterse en la cama. Y, de nuevo, el murmullo desfalleciente de la mujer pasó a través de la cortina leve: «¡Tengo miedo! ¡Date prisa! ¡Date prisa!»

that it was a strange hour to be going to b e d . A g a i n t h e w o m a n ’s f a i n t i n g whisper came through the thin curtain: “I’m scared! Hurry! Hurry!” 5 He squatted among the soft womansmelling garments and the shoes. He saw by feel alone now the ruined, once cylindrical tube. By taste and not seeing he contemplated the cool invisible worm as it coiled onto his finger and smeared sharp, automatonlike and sweet, into his mouth. By ordinary he would have taken a single mouthful and then replaced the tube and left the room. Even at five, he knew that he must not take more than that. Perhaps i t w a s the animal warning him that more would make him sick; perhaps the human being warning him that if he took more than that, she would miss it. This was the first time he had taken more. By now, hiding and waiting, he had taken a good deal more. By feel he could see the diminishing tube. He began to sweat. Then he found that he had been sweating for some time, that for some time now he had been doing nothing else but sweating. He was not hearing anything at all now. Very likely he would not have heard a gunshot beyond the curtain. He seemed to be turned in upon himself, watching himself sweating, watching himself smear another worm of paste into his mouth which his stomach did not want. Sure enough, it refused to go d o w n . M o t i o n l e s s n o w, u t t e r l y contemplative, he seemed to stoop above himself like a chemist in his laboratory, waiting. He didn’t have to wait long. At once the paste which he had already swallowed lifted inside him, trying to get back out, into the air where it was cool. It was no longer sweet. In the rife, pinkwomansmelling, obscurity behind the curtain he squatted, pinkfoamed, listening to his insides, waiting with astonished fatalism for what was about to h a p p e n t o h i m . T h e n it happened. He said to himself with complete and passive surrender: ‘Well, here I am.’

crencha. 1. f. Raya que divide el cabello en dos partes. 2. f. Cada una de estas partes.

dietitian dietista amorous relating sexual love, apasionado, sensual, amatorio, enamoradizo, mujeriego, philandering womanizing, having amorous affair amorous adj. 1 showing, feeling, or inclined to sexual love. 2 of or relating to sexual love. Mujeriego, enamoradizo, apasionado, sensual, excitado. cariñoso es loving, gentle, tierno

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Y él en cuclillas, entre los zapatos y las sedosas prendas interiores impregnadas de olor a mujer. Vio, sólo por el tacto, que el tubo antes cilíndrico era aplastado ahora. Por el gusto, sin ver, contempló el gusano fresco, invisible, que se enroscaba en su dedo y que, automáticamente, le embadurnaba la boca con su sabor áspero y azucarado. En cualquier otra ocasión no lo habría comido más que una vez y luego habría colocado el tubo sobre el tocador y se habría marchado. A pesar de sus cinco años, sabía que no debía tomar más que eso. Tal vez su instinto animal le advertía que, si t o m a b a m á s , _______ __________ _________ __________ __________ __________ _______ l a m u j e r s e d a r í a cuenta. Era la primera vez que había tomado más. Escondido y esperando, había tomado ahora mucho más. Vio, por el tacto, que el tubo disminuía. Comenzó a transpirar. Advirtió entonces que ya hacía mucho tiempo que sudaba, que desde hacía un rato no podía hacer otra cosa que sudar. Ahora ya no oía nada. Detrás de su cortina, ni siquiera habría oído un tiro de fusil. Parecía haberse metido dentro de sí mismo. Parecía mirar cómo sudaba, mirar cómo su boca se iba embadurnando con otro gusano de pasta que su estómago rechazaba, con otro gusano que, de seguro, no conseguiría descender. Inmóvil, ahora, absolutamente contemplativo, parecía inclinado sobre sí mismo, como un alquimista en su laboratorio, esperando. La espera no fue larga. Bruscamente, la pasta que ya había tragado se sublevó dentro de él, en un esfuerzo por salir, para encontrarse otra vez al aire libre. Ya no era azucarada. En la oscuridad impregnada del olor rosa de mujer, estaba acuclillado detrás de la cortina, con una espuma rosa en los labios, oyendo a sus entrañas, esperando con un fanatismo atónito lo que le iba a suceder. Y aquello llegó. Entonces se dijo a sí mismo, con un abandono de una pasividad completa: «¡Bueno, ya está!»

When the curtain fled back he did Cuando la cortina fue arrancada, ni siquiera not look up. When hands dragged him 55 levantó la vista. Cuando las manos le sacaron violently out of his vomit he did not violentamente de su vómito, no se resistió. Se resist. He hung from the hands, limp, dejó agarrar por aquellas dos manos, flácido, mirando con la boca abierta, con unos ojos vidriolooking with slackjawed and glassy sos de idiota, el rostro que ya no era blanco y rosa, idiocy into a face no longer smooth pink-and-white, surrounded now by wild 60 sino que estaba encuadrado por unos cabellos bárbaramente desgreñados, aquellos mismos cabellos cuand dishevelled hair whose smooth bands once made him think of candy. yas crenchas lisas solían hacerle pensar en los bombones. “You little rat!” the thin, furious voice «Tú, pequeña rata! —silbó la voz delgada y furiosa—. hissed; “you little rat! Spying on me! X ¡ P e q u e ñ a r a t a ! _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ ¡ C o c h i 65 n o b a s t a r d o n e g r o ! » You little nigger bastard!” La encargada del refectorio tenía veintiThe dietitian was twentyseven—old enough to have to take siete años. Era lo bastante adulta para arriesa f e w a mor o u s r i s k s b u t s t i l l y o u n g garse en algunas aventuras amorosas y lo base n o u g h t o a t t a c h a g r e a t d e a l o f 70 tante joven todavía para conceder una extreimportance not so much to love, but to mada importancia no tanto al amor como al 80

Faulkner’s Light being caught at it. She was also stupid enough to believe that a child of five not only could deduce the truth from what he had heard, but that he would want to tell it as an adult would. So when during the following two days she could seem to look nowhere and be nowhere without finding the child watching her with the profound and intent interrogation of an animal, she foisted upon him more of the attributes of an adult: she believed that he not only intended to tell, but that he deferred doing it deliberately in order to make her suffer more. It never occurred to her that he believed that he was the one who had been taken in sin and was being tortured with punishment deferred and that he was putting himself in her way in order to get it over with, get his whipping and strike the balance and write it off. By the second day she was well nigh desperate. She did not sleep at night. She lay most of the night now tense, teeth and hands clenched, panting with fury and terror and worst of all, regret: that blind fury to turn back time just for an hour, a second. This was to the exclusion of even love during the time. The young doctor was now even less than the child, merely an instrument of her disaster and not even that of her salvation. She could not have said which she hated most. She could not even say when she was asleep and when she was awake. Because always against her eyelids or upon her retinae was that still, grave, inescapable, parchmentcolored face watching her. On the third day she came out of the coma state, the waking sleep through which during the hours of light and faces she carried her own face like an aching mask in a fixed grimace of dissimulation that dared not flag. On the third day she acted. She had no trouble finding him. It was in the corridor, the empty corridor during the quiet hour a f t e r d i n n e r. H e w a s t h e r e , d o i n g nothing at all. Perhaps he had followed her. No one else could have said if he were waiting there or not. But she found him without surprise and he heard and turned and saw her without surprise: the two faces, the one no longer smooth pink-and-white, the other grave, sobereyed, perfectly empty of everything except waiting. ‘Now I’ll get it over with,’ he thought.

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temor de ser sorprendida haciéndolo. Era lo suficientemente estúpida para creer que un niño de cinco años podría deducir la verdad de lo que había oído, y de sentir, como un adulto, la necesidad de contarlo todo. Por esa razón, durante los dos días siguientes, cuando le parecía que no podía mirar a ninguna parte, ir a ninguna parte, sin encontrar al niño observándola con ese aire de profunda e intensa perplejidad de los animales, le colmó también con otros atributos de adulto: se figuró que, no sólo tenía la intención de hablar, sino que retrasaba expresamente el momento de hacerlo con el fin de que ella padeciese más. No se le ocurrió pensar que era precisamente el niño quien, figurándose que había sido sorprendido en pecado, se atormentaba con la idea del castigo diferido; y que, si se lo encontraba con tanta frecuencia, era porque el niño quería acabar de una vez, recibir los latigazos y, después de saldada la cuenta, no pensar más en ello. Al finalizar el segundo día, la mujer había llegado al límite de la desesperación. Ni siquiera dormía. Durante la mayor parte de la noche estaba crispada, apretando los dientes y las manos, jadeando de rabia y de terror y, lo que aún era peor, de arrepentimiento: un ciego furor de volver atrás, aunque sólo fuese una hora, un segundo. Hasta el amor estaba excluido durante aquel lapso de tiempo. Ahora, el joven médico contaba para ella menos que el niño. Ya no era más que el instrumento de su desgracia, no el de su salvación. No habría sabido decir a cuál de los dos odiaba más. Ni siquiera habría sabido decir cuándo estaba dormida y cuándo estaba despierta. Porque siempre, pegado a sus párpados y a su retina, veía, vigilándola, el pequeño rostro inmóvil, grave, inevitable, color de pergamino. Al tercer día salió de aquel estado comatoso, sonambúlico, durante el cual, a las horas de la luz y de los rostros, ella llevaba su propia cara como una máscara dolorosa, fijada en una mueca de disimulo que no se atrevía a borrar. Al tercer día comenzó a actuar. No le fue difícil encontrar al niño. Lo encontró en el pasillo, en el pasillo vacío, durante la tranquila hora de la siesta. Estaba allí, sin hacer nada. Quizá la había seguido. Nadie habría podido decir si la esperaba o no. Pero ella no se sorprendió nada de encontrarlo, y él la oyó, y se volvió, y no se sorprendió al verla: dos rostros, uno que ya no era ni dulce, ni blanco y rosa, y otro que estaba serio, con la mirada tranquila, totalmente vacío de todo, excepto de espera. «Por fin se acabará todo», pensó el niño.

“ L i s t e n , ” s h e s a i d . —Escucha —dijo ella. Then she stopped, looking at him. It was Luego se calló, con los ojos clavados as though she could not think what to say 65 en él. Como si ya no tuviera nada que next. The child waited, still, motionless. decir. El niño esperaba, callado, inmóSlowly and gradually the muscles of his vil. Lentamente, gradualmente, los músbackside were becoming flat and rigid culos de su espalda se iban poniendo plaand tense as boards. “Are you going to nos, rígidos, tensos como tablas. _______ 70 ____________________ tell?” she said. X

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Faulkner’s Light He didn’t answer. He believed that anyone should have known that the last thing in the world he would do would be to tell about the toothpaste, the vomit. He was not looking at her face. He was watching her hands, waiting. One of them was clenched inside her skirt pocket. Through, the cloth he could see that it was clenched hard. He had never been struck with a fist. Yet neither had he ever waited three days to be punished. When he saw the hand emerge from the pocket he believed that she was about to strike him. But she did not; the hand just opened beneath his eyes. Upon it lay a silver dollar. Her voice was thin, urgent, whispering, though the corridor was empty about them. “You can buy a lot with this. A whole dollar.” He had never seen a dollar before, though he knew what it was. He looked at it. He wanted it as he would have wanted the bright cap from a beer bottle. But he did not believe that she would give it to him, because he would not give it to her if it were his. He didn’t know what she wanted him to do. He was waiting to get whipped and then be released. Her voice went on, urgent, tense, fast: “A whole dollar. See? How much you could buy. Some to eat every day for a week. And next month maybe I’ll give you another one.”

2 (as corded adj.) a (of cloth) ribbed. b provided with cords. c (of muscles) standing out like taut cords. sarmentosa, nudosa, veteada, ramificada, sinuosa, fibroso, nervudo

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El niño no respondió. Pensaba que todos deberían haber comprendido que por nada del mundo se le ocurriría hablar de lo de la pasta dentífrica, de lo del vómito. No le miraba la cara, le miraba las manos, y esperaba. Una de ellas estaba crispada en el fondo del bolsillo de la falda A través de la tela se podía ver que estaba fuertemente crispada. El niño no había recibido nunca un puñetazo. Tampoco había esperado nunca tres días a que le castigasen. Cuando vio que la mano salía del bolsillo creyó que iba a golpearle. Pero no; la mano no hizo más que abrirse delante de sus ojos. Había en ella un dólar de plata. Con una voz delgada, apremiante, la mujer murmuró, a pesar de que el pasillo estaba desierto a su alrededor: —Con eso podrás comprar un montón de cosas. ¡Un dólar! Era la primera vez que el niño veía un dólar, aunque no ignoraba lo que era. Lo miró. Lo deseaba como habría deseado la cápsula brillante de una botella de cerveza. Pero no creía que ella se lo diese, porque él no lo habría dado si lo hubiese tenido. No sabía lo que ella quería que hiciese. Esperaba que le golpeasen y que le dejasen en libertad después. La voz continuó, apremiante, tensa, rápida: — U n d ó l a r. ¿ L o v e s ? ¡ P o d r á s comprar muchas cosas! Cosas de com e r, t o d o s l o s d í a s , d u r a n t e u n a s e mana. Y el mes que viene a lo mejor te doy otro.

He did not move nor speak. He might 35 El niño no se movía, no hablaba. Parecía have been carven, a large toy: small, esculpido, como un gran juguete: pequeño, inmóstill, round headed and round eyed, in vil, la cabeza redonda, los ojos redondos, el deoveralls. He was still with astonishment, lantal. El asombro, la sorpresa, la rebeldía le peshock, outrage. Looking at the dollar, he trificaban. Con los ojos fijos en el dólar, le pares e e m e d t o s e e r a n k e d t u b e s o f 40 cía ver muchos tubos de pasta dentífrica apilados, toothpaste like corded wood, endless X en filas, como troncos de árboles, intermiand terrifying; his whole being coiled nables, terroríficos. Todo su ser se contrajo in a rich and passionate revulsion. “I en una revulsión profunda, apasionada. don’t want no more,” he said. ‘I don’t —No quiero más —dijo—. Nunca que45 rré más —pensó. never want no more,’ he thought. Then he didn’t dare even look at her Después, no se atrevió ni a mirarla a la cara. face. He could feel her, hear her, her long Podía sentirla, verla, a ella y su respiración anshuddering breath. Now it’s coming , h e gustiosa Ya está. Ahora va a ser pensó como un thought in a flashing instant. But she didn’t 50 relámpago. Pero ella ni siquiera lo zarandeó. Se even shake him. She just held him, hard, limitó a agarrarlo fuertemente, sin zarandearlo, not shaking him, as if her hand too como si sus manos tampoco supieran qué partididn’t know what it wanted to do next. do tomar. La mujer tenía el rostro tan cerca del Her face was so near that he could feel rostro del niño que éste sentía su aliento en la her breath on his cheek. He didn’t need 55 mejilla. No tenía necesidad de alzar los ojos para to look up to know what her face looked saber cuál era la expresión de su cara. like now. “Tell!” she said. “Tell, then! —¡Entonces cuéntalo! —dijo ella— Yo u l i t t l e n i g g e r b a s t a r d ! Yo u n i g g e r . ¡Cuéntalo, cochino mestizo! ¡Maldito bastard!” bastardo negro! 60 That was the third day. On the fourth Esto ocurría el tercer día. El cuarto día, day she became quite calmly and la mujer se volvió totalmente y pacíficamencompletely mad. She no longer planned te loca. Ya no haría proyectos. Sus acciones at all. Her subsequent actions followed se redujeron a obedecer a una especie de adia kind of divination, as if the days and 65 vinación, como si lo días y las noches de inthe unsleeping nights during which she somnio durante los cuales había alimentado, had nursed behind that calm mask her bajo su máscara, su temor y su furor, hubiefear and fury had turned her psychic sen desarrollado en ella unas virtudes psíquialong with her natural female cas que vinieran a sumarse a la infalibilidad i n f a l l i b i l i t y f o r t h e s p o n t a n e o u s 70 natural de la mujer para concebir escomprehension of evil. pontáneamente el mal. 82

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dingy

dirty-looking, sucio, drab, dull-coloured, lúgubre.

terse breve, conciso

S h e w a s q u i t e c a l m n o w. S h e h a d escaped for the moment from even ur g e n c y. I t w a s a s t h o u g h n o w s h e h a d time to look about and plan. Looking about the scene her glance, her mind, her thought, went full and straight and instantaneous to the janitor sitting in the door of the furnace room. There was no ratiocination in it, no design. She just seemed to look outside herself for one moment like a passenger in a car, and saw without any surprise at all that small, dirty man sitting in a splint chair in a sootgrimed doorway, reading through steelrimmed spectacles from a book upon his knees—a figure, almost a fixture, of which she had been aware for five years now without once having actually looked at him. She would not have recognised his face on the street. She would have passed him without knowing him, even though he was a man. Her life now seemed straight and simple as a corridor with him sitting at the end of it. She went to him at once, already in motion upon the dingy path before she was aware that she had started. He was sitting in his splint chair in the doorway, the open book upon his knees. When she approached she saw that it was the Bible. But she just noticed this, as she might have noticed a fly upon his leg. “You hate him too,” she said “You’ve been watching him too. I’ve seen you. Don’ t say you don’t.” He looked up at her face, the spectacles propped now above his brows. He was not an old man. In his present occupation he was an incongruity. He was a hard man, in his prime; a man who should have been living a hard and active life, and whom time, circumstance, something, had betrayed, sweeping the hale body and thinking of a man of forty-five into a backwater suitable for a man of sixty or sixty-five. “You know,” she said. “You knew before the other children started calling him Nigger. You came out here at the same time. You weren’t working here a month before that Christmas night when Charley found him on the doorstep yonder. Tell me.” The janitor ’s face was round, a little flabby, quite dirty, with a dirty stubble. His eyes were quite clear, quite gray, quit e cold. They were quite mad too. But the woman did not notice that. Or perhaps they did not look mad to her. So they faced one another in the coalgrimed doorway, mad eyes looking into mad eyes, m a d v o i c e t a l k i n g t o mad voice as calm and quiet and terse as two conspirators. “I’ve watched you for five years.” She believed that she was telling the truth. “Sitting here in this very chair, w a t c h i n g h i m . Yo u n e v e r s i t h e r e except when the children are outdoors. But as soon as they come out, you bring this chair here to the door and 83

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Se volvió muy pacífica. Por el momento, se había liberado incluso del sentimiento de urgencia. Era como si ahora tuviese tiempo de cambiar de opinión y de trazar sus planes. Miró a su alrededor y su mirada, su mente, su pensamiento fueron inmediatamente, directamente hacia el conserje sentado a la puerta del cuarto en el que se encontraba el calorífico. Sin ningún razonamiento, sin ningún designio. La mujer pareció, simplemente, mirar un instante fuera de sí misma, igual que un viajero mira por la ventanilla de un vagón, y vio, sin la menor sorpresa, a aquel hombrecito sucio, sentado en una butaca de rejilla en el hueco de una puerta negra de hollín, ocupado en leer, a través de sus lentes de montura metálica, un libro abierto sobre sus rodillas. Figura, objeto casi, de la que tenía conciencia desde hacía cinco años, sin haberla mirado realmente ni una sola vez. En la calle, no habría reconocido su rostro. Habría pasado junto a él sin prestarle atención, aunque se trataba de un hombre. La vida le parecía ahora recta y sencilla, como un pasillo en cuyo final se encontraba sentado aquel hombre. La mujer se dirigió en seguida hacia él y, antes incluso de advertir que se ponía en movimiento, ya se había adentrado en el sucio sendero que conducía a la puerta ante la cual estaba sentado el hombre en la butaca de rejilla, con un libro abierto en las rodillas. Al acercarse, la mujer vio que era la Biblia. Pero advirtió esto como habría advertido una mosca posada sobre la pierna del hombre. —Usted también le detesta —dijo ella—. También usted le vigila. Yo lo he visto. No diga que no. El hombre alzó los ojos hacia ella, después de haberse puesto los lentes en la frente. El hombre no era viejo. En su actual oficio, parecía incongruente. En su juventud tuvo que ser un hombre rudo, un hombre que sin duda llevó una vida ruda y activa, pero a quien el tiempo, las circustancias, algo, había traicionado, arrastrando el cuerpo robusto, el pensamiento de un hombre de cuarenta años, a aquella especie de remanso mucho más adecuado para un hombre de sesenta. —Usted lo sabe —dijo ella—. Lo sabía antes de que los otros niños empezasen a tratarlo de negro. Usted llegó aquí al mismo tiempo que él. Apenas hacía un mes que usted estaba aquí cuando Charley lo encontró allá abajo, la noche de Navidad, en los escalones de la puerta. Conteste. El rostro del hombre era redondo, un poco blanco, mal afeitado, de aspecto sucio. Sus ojos eran claros, grises, fríos. Un poco de loco, también. Pero la mujer no lo notó. O tal vez a ella no le parecían de loco. Así que comenzaron a mirarse en medio del hueco de la puerta negra de hollín: ojos de loco hundiéndose en ojos de loco, voz de loco hablando a una voz de loco, ambas tan calmadas, tan apacibles, tan concisas como dos conspiradoras. —Hace cinco años que le observo —ella se figuraba que decía la verdad—, sentado ahí, en esa misma silla, vigilándolos. Usted sólo se sienta ahí cuando los niños están fuera. En cuanto ellos salen, coloca su silla delante de esa puerta y se sienta en ella para poder observarle. Le observa y oye

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cómo los demás le llaman negro. Eso es sit in it where you can watch them. lo que usted hace. Lo sé muy bien. Vino Wa t c h i n g h i m a n d h e a r i n g t h e o t h e r aquí sólo para eso, para vigilarle y c h i l d r e n c a l l i n g h i m N i g g e r. T h a t ’s odiarle. En cuanto él llega, ya está uswhat you are doing. I know. You came here just to do that, to watch him and 5 ted aquí, preparado. Quizás fue usted mismo quien lo trajo y lo dejó allí, en hate him. You were here ready when he los escalones. Bueno, de todas formas, came. Maybe you brought him and left usted sabe. Y yo también necesito saber. him on the step yonder yourself. But En cuanto él hable, me echarán a la caa n y w a y y o u k n o w. A n d I ’ v e g o t t o know. When he tells I will be fired. And 10 lle. Y Charles podría quizás... seguramente... Dígamelo. Dígamelo todo en Charle y m a y — w i l l — Te l l m e . Te l l m e , seguida. n o w.” —¡Ah! —dijo el conserje—. Yo sabía que “Ah,” the janitor said. “I knowed he would be there to catch you when God’s 15 él estaría allí para sorprenderla cuando Dios señalara la hora. Lo sabía. Y sé que Dios lo time came. I knowed. I know who set envió como signo y condena de las porquehim there, a sign and a damnation for rías de las mujeres. bitchery.” —Sí, estaba detrás de la cortina. Tan “ Ye s . H e w a s r i g h t b e h i n d t h e 20 cerca como lo está usted ahora. Ahora, dícurtain. As close as you are. You tell me, gamelo. He visto sus ojos cuando le mira. now. I’ve seen your eyes when you look Le he observado. Durante cinco años. at him. Watched you. For five years.” —Ya lo sé —dijo él—. Sé lo que es el mal. “I know,” he said. “I know evil. Ain’t 25 ¿No fui yo quien hizo el mal y lo lanzó por esos I made evil to get up and walk God’s mundos de Dios? Una contaminación ambulanw o r l d ? A w a l k i n g p o l l u t i o n i n G o d ’s te ante la misma cara de Dios, eso es lo que he own face I made it. Out of the mouths hecho. Por boca de los niños. El nunca lo ha of little children He never concealed it. You have heard them. I never told them 30 ocultado. Usted los ha oído. Yo nunca les he dicho que lo digan, que le llamaran conforme a su to say it, to call him in his rightful verdadera naturaleza, por el nombre de su connature, by the name of his damnation. I denación. Yo nunca se lo dije. Ellos lo sabían ya. never told them. They knowed. They was Lo habían aprendido, pero no por mí. Me contold, but it wasn’t by me. I just waited, on His own good time, when He would 35 tenté con esperar la hora que Él considerase oportuna, la hora en que Él quisiera revelárselo a Su see fitten to reveal it to His living mundo de los vivos. Y la hora ha llegado. He world. And it’s come now. This is the aquí el signo, escrito de nuevo en el pecado de sign, wrote again in womansinning and las mujeres y de sus porquerías. bitchery.” 40 —Sí. Pero, ¿qué debo hacer? Dígamelo. “Yes. But what must I do? Tell me.” —Esperar. Como yo he esperado. He espe“ Wa i t . L i k e I w a i t e d . F i v e y e a r s rado cinco años a que el Señor se moviera y me I waited for the Lord to move and s h o w H i s w i l l . A n d H e d o n e i t . Yo u 45 manifestase Su voluntad. Y Él lo ha hecho. Eswait too. When He is ready for it He pere usted también. Cuando Él se halle dispueswill show His will to them that have to a ello, manifestará Su voluntad a los que tiethe say-so.” nen que pronunciar la última palabra. “ Y e s . T h e s a y - s o . ” T h e y 50 —Si, la última palabra. g l a r e d at one another, still, breathing Se miraban, inmóviles, respirando sin agiquietly. tación. “The madam. When He is ready, He —La directora. Cuando Él esté dispuesto, will reveal it to her.” 55 se lo revelará. “You mean, if the madam knows, she will send him away? Yes. But I can’t wait.”

—¡Quiere usted decir que si la directora lo sabe la expulsará? Sí, pero yo no puedo esperar. 60

“No more can you hurry the Lord God. Ain’t I waited five years?”

—Usted tampoco debe apremiar al Señor. ¿No he esperado yo cinco años?

She began to beat her hands La mujer comenzó a golpear ligeramente sus l i g h t l y t o g e t h e r . “ B u t d o n ’ t y o u 65 dos manos, una contra la otra. s e e ? T h i s m a y b e t h e L o r d ’s w a y. —¿Pero no comprende? Quizás es la volunFor you to tell me. Because you tad del Señor, como usted dice. Porque usted sabe. k n o w. M a y b e i t ’s H i s w a y f o r y o u Quizás es la voluntad del Señor que usted me lo to tell me and me to tell the diga para que yo se lo repita a la directora. m a d a m . ” H e r m a d e y e s w e r e q u i t e 70 Sus ojos de loca estaban bastante tranquicalm, her mad voice patient and los, su voz era tranquila y apacible. Sólo sus 84

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calm: it was only her light unceasing hands.

manos se agitaban ligeramente, incesantemente.

“ Yo u ’ l l w a i t , t h e s a m e a s I w a i t e d , ” h e s a i d . “ Yo u h a v e f e l t t h e w e i g h t o f t h e L o r d ’s r e m o r s e f u l h a n d for maybe three days. I have lived under it for five years, watching and w a i t i n g for His own good time, because my sin is greater than your sin.” Though he was looking directly at her face he did not seem to see her at all, his eyes did not. They looked like they were blind, wide open, icecold, fanatical. “To what I done and what I suffered to expiate it, what you done and are womansuffering ain’t no more than a handful of rotten dirt. I done bore mine five years; who are you to hurry Almighty God with your little womanfilth?”

—Usted esperará como he esperado yo mis5 mo —dijo él—. Durante tres días tal vez ha sentido usted, toda llena de remordimientos, el peso de la mano del Señor. Pero yo he vivido bajo ese peso durante cinco años, vigilante, esperando Su buena voluntad, porque mi pecado, el 10 mío, es más grave que el pecado de usted. Aunque la miraba a la cara, no parecía verla, al menos con sus ojos. Muy abiertos, congelados, fanáticos, sus ojos la miraban como si fuesen ciegos. —Comparado con lo que yo he hecho, 15 con lo que yo he sufrido para expiarlo, lo que usted ha hecho, su sufrimiento de mujer, sólo supone un puñado de lodo corrompido. Yo he llevado mi carga durante cinco 20 años. ¿Quién es usted para apremiar a Dios con sus pequeñas inmundicias de mujer?

S h e t u r n e d , a t o n c e . “Well. You don’t have to tell me. I know, anyway. I’ve known it all the time that he’s part nigger.” She returned to the house. She did not walk fast now and she yawned, terrifically. ‘All I have to do is to think of some way to make the madam believe it. He won’t tell her, back me up.’ S h e y a w n e d a g a i n , t r e m e n d o u s l y, h e r face emptied now of everything save yawning and then emptied even of yawning. She had just thought of something else. She had not thought of it before, but she believed that she had, had known it all the while, because it seemed so right: he would not only be removed; he would be punished for h a v i n g g i v e n h e r t e r r o r a n d w o r r y. ‘They’ll send him to the nigger orphanage,’ she thought ‘Of course. They will have to.’

Ella se volvió bruscamente: —Después de todo, no necesita usted decírmelo. Ya lo sé. Siempre he sabido que tiene sangre negra. Regresó a la casa. Ahora no caminaba tan deprisa y bostezaba terriblemente: «Sólo puedo hacer una cosa: inventar un medio de hacérselo creer a la directora. El no se lo dirá nunca. Nunca me apoyará.» Bostezó de nuevo, inmensamente, con el rostro repentinamente vacío, vacío de todo, excepto del bostezo, y después vacío hasta del bostezo mismo. Ahora acababa de pensar otra cosa. No había pensado en ello antes, pero creía que lo había pensado, que lo había sabido siempre, puesto que le parecía muy justo: el niño no sólo sería expulsado, sino castigado también por haberla aterrorizado, por haberla atormentado.7 «Lo enviarán al orfelinato de negros —pensó—. Naturalmente. Tendrán que hacerlo.»

She did not even go to the matron at once. She had started there, but instead of turning toward the office door she saw herself passing it, going on toward the stairs and mounting. It was as though she followed herself to see where she was going. In the corridor, quiet and empty now, she yawned again, with utter relaxation. She entered her room and locked the door and took off her clothes and got into bed. The shades were drawn and she lay still, in the more than halfdark, on her back. Her eyes were closed and her face was empty and smooth. After a while she began to open her legs and close them slowly, feeling the sheets flow cool and smooth over them and then flow warm and smooth again. Thinking seemed to hang suspended between the sleep which she had not had now in three nights and the sleep which she was about to receive, her body open to accept sleep as though sleep were a man. ‘All I need do is to make the ma dam believe,’ she thought. And then she thought, He will look just like a pea in a pan full of coffee beans.

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Ni siquiera fue entonces a ver a la di45 rectora. Tuvo, en principio, esa intención, pero en lugar de doblar ante la puerta del despacho, advirtió que la pasaba de largo, que continuaba hacia la escalera y que subía por ella. Era como si se siguiese a sí 50 misma para ver a dónde iba. En el pasillo, tranquilo y vacío, bostezó de nuevo, con un alivio total. Entró en su habitación, cerró la puerta con llave, se desnudó y se metió en la cama. Las persianas estaban bajadas 55 y ella estaba tendida boca arriba, inmóvil, en una oscuridad casi completa. Sus ojos estaban cerrados, su cara apacible y vacía. Al cabo de un rato entreabrió las piernas, las cerró después, lentamente, sintiendo que 60 resbalaban sobre ellas las sábanas frescas y lisas, y que luego resbalaban otra vez, lisas y cálidas ahora. Su pensamiento parecía suspendido entre el sueño que huía de ella desde hacía tres noches y el sueño que 65 se disponía a disfrutar, con el cuerpo abierto, preparado para recibirlo como habría recibido a un hombre. «Sólo puedo hacer una cosa: convencer a la directora», pensó. Luego, pensó Parecerá exactamente un gui70 sante en una cazuela llena de granos de café.

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prediction y predicción se usan para predecir, conjeturar el fbturo, y prediction se usa para pronóstico [tiempo, economía, etc.], profecía. To predict [forecast] es predecir, pronosticar, prever, profetizar, aunque también se usa to foresee para predecir, prever. Who predicted the fall of the Roman Empire? = ¿Quién predijo la caída del Imperio Romano? / I predict she’ll be a success at the party. = Pronostico que ella tendrá éxito en la fiesta. / He was clever enough to foresee this shortage of materials. = Era bastante inteligente para prever esta escasez de materiales.

That was in the afternoon. At nine that evening she was undressing again when she heard the janitor come up the c o r r i d o r, t o w a r d h e r d o o r. S h e d i d n o t , could not, know who it was, then s o m e h o w s h e d i d k n o w, h e a r i n g t h e steady feet and then a knock at the door which already began to open before she could spring to it. She d i d n ’ t c a l l ; s h e s p r a n g t o t h e d o o r, putting her weight against it, holding i t t o . “ I ’ m undressing!” she said in a t h in , a g o n i s e d v o i c e , k n o w i n g w h o it was. He didn’t answer, his weight firm and steady against the c r a w l i n g d o o r , b e yond the crawling gap. “You can’t co m e i n h e r e ! ” s h e cried, hardly louder than a w h i s p e r . “ D o n ’ t y o u k n o w t h ey . . . ” Her voice was panting, fainting, and d e s p e r a t e . H e d i d n o t a n s w e r. S h e tried to halt and hold the slow i n w a r d c r a w l i n g o f t h e d o o r. “ L e t m e get some clothes on, and I’ll come out t h e r e . Wi l l y o u d o t h a t ? ” S h e s p o k e in that fainting whisper, her tone light, inconsequential, like that of o n e s p e a k i n g t o a n u n p re d i c t a b l e child or a maniac: soothing, cajoling: “ Yo u w a i t , n o w. D o y o u h e a r ? Wi l l y o u w a i t , n o w ? ” H e d i d n o t a n s w e r. The slow and irresistible crawling of the door did not cease. Leaning against it, wearing nothing save her undergarment, she was like a puppet in some burlesque of rapine and d e s p a i r. L e a n i n g , d o w n l o o k i n g , immobile, she appeared to be in deepest thought, as if the puppet in the midst of the scene had gone astray within itself. Then she turned, r e l e a s i n g t h e d o o r, a n d s p r a n g b a c k t o the bed, whipping up without looking at it a garment and whirling to face t h e d o o r, c l u t c h i n g t h e g a r m e n t a t h e r breast, huddling. He had already entered; apparently he had been watching her and waiting during the whole blind interval of fumbling and interminable haste.

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Esto ocurría por la tarde. A las nueve de aquella misma noche, cuando se estaba desnudando de nuevo, oyó que el conserje caminaba por el pasillo y se dirigía hacia su puerta. Ella no lo sabía, no podía saber quién era, y sin embargo, estaba segura de ello sólo con oír los pasos regulares y, luego, los golpes en la puerta, que comenzó a abrirse antes de que hubiera tenido tiempo de precipitarse a sujetarla. Pero no llamó. Saltó hacia la puerta y se apoyó en ella, con todo su peso, para mantenerla cerrada. «Me estoy desnudando», dijo, con una voz débil, agonizante, sabiendo quién estaba allí. El no respondió, pero empujaba, con una presión firme y continua, sobre la puerta que cedía, que ensanchaba lentamente su resquicio. —¡Usted no puede entrar aquí! —grito ella con una voz que parecía un murmullo—. ¿No sabe que...? La voz desesperada jadeaba, desfallecía. El no respondió. La mujer trató de detener, de impedir la lenta progresión de la puerta. —Déjeme que me cubra un poco y saldré. ¿Quiere? La mujer hablaba con ese tono desfalleciente, leve, distanciado que se emplea con las personas de reacciones imprevisibles, con los niños, con los locos; un tono apaciguador, engatusador. —Espere un poco, ¿oye? ¿Quiere esperar un poco? Él no respondió. La puerta seguía reptando, lenta, irresistible. Apoyada contra ella, vestida únicamente con su combinación, la mujer era como una marioneta en una parodia burlesca de rapto y de desesperación. Apuntalada, inmóvil, con la cabeza agachada, parecía sumergida en pensamientos profundos, como si la marioneta, en pleno centro del escenario, se hubiese perdido dentro de sí misma. Luego se volvió y, dejando la puerta abierta, saltó hacia la cama, cogió al vuelo un vestido, giró sobre sí misma y dio cara a la puerta, protegida, oculta por el vestido que sostenía crispadamente sobre su pecho. El hombre había entrado. La había observado, sin duda, y había esperado durante aquel corto instante de vacilación ciega y de prisa infinita.

He still wore the overalls and he Llevaba el mismo delantal, pero ahora tenow wore his hat. He did not nía un sombrero. No se lo quitó. De nuevo sus remove it. Again his cold mad gray ojos grises y fríos no parecían verla, no paree y e s d i d n o t s e e m t o s e e h e r, t o l o o k 55 cían mirarla. at her at all. “If the Lord Himself —Aunque fuese el Señor mismo quien entracome into the room of one of se en la alcoba de una de vosotras —dijo—, seyou,” he said, “you would guiríais pensando que era para alguna porquería. b e l i e v e H e c o m e i n b i t c h e r y.” He Y añadió: said, “Have you told her ?” 60 —Se lo ha dicho ya? The woman sat on the bed. She La mujer estaba sentada en la cama. Pareseemed to sink slowly back upon it, cía hundirse en ella lentamente, aferrada al vesclutching the garment, watching him, tido. Le observaba con cara lívida. her face blanched. “Told her?” 65 —Si se lo he dicho? “What will she do with him?”

—¿Qué va a hacer con él?

“Do?” She watched him: those —Hacer con quién? bright, still eyes that seemed not to look 70 Ella le observaba, observaba aquellos ojos at her so much as to envelop her. Her quietos y brillantes que más parecían envol86

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tr. Enrique Sordo verla que mirarla. Ella entreabrió la boca, como una idiota.

mouth hung open like the mouth of an idiot.

—¿A dónde va a enviarle? “Where will they send Ella no respondió. him to?” She didn’t answer. 5 —No me mienta. No mienta al Señor Le “Don’t lie to me, to the Lord God. enviarán al orfelinato de los negros. They’ll send him to the one for niggers.” Ella cerró la boca. Era como si al fin comHer mouth closed; it was as if she had prendiese de lo que hablaba el hombre. discovered at last what he was talking —Sí, he reflexionado. Le enviarán al asilo about. “Ay, I’ve thought it out. They’ll 10 de niños negros. send him to the one for nigger children.” Ella no respondió, pero ahora le observaba She didn’t answer, but she was watching con los ojos todavía un poco inquietos, pero him now, her eyes still a little fearful también cautelosos, calculadores. El también but secret too, calculating. Now he was l o o k i n g a t h e r. ; h i s e y e s s e e m e d t o 15 la miraba ahora. Sus ojos parecían contraerse contract upon her shape and being. sobre su forma, sobre todo su ser. “ Answer me, Jezebel!” he shouted. —¡Mírame, Jezabel! —gritó. “ S h h h h h h h h h ! ” s h e s a i d . “ Ye s . —S s s s s . . . —d i j o e l l a — . S í . 20 Tendrán que hacerlo, cuando lo descubran... They’ll have to. When they find ...” “Ah,” he said. His gaze faded; the eyes released her and enveloped her again. Looking at them, she seemed to see herself as less than nothing in them, trivial as a twig floating upon a pool. Then his eyes became almost human. He began to look about the womanroom as if he had never seen one before: the close room, warm, littered, womanpinksmelling. “Wo m a n f i l t h , ” h e s a i d . “Before the face of God.” He turned and went out. After a while the woman rose. She stood for a time, clutching the garment, motionless, idiotic, staring at the empty door as if she could not think what to tell herself to do. Then she ran. She sprang to the d o o r, f l i n g i n g h e r s e l f u p o n i t , crashing it to and locking it, leaning against it, panting, clutching the turned key in both hands.

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Su mirada se apagó. Sus ojos la abandonaron para envolverla de nuevo. Cuando los miraba, la mujer creía verse a sí misma en ellos, menos que nada, tan insignificante como una briznilla flotando en el agua de un estanque. Después, los ojos se hicieron casi humanos. El hombre comenzó a mirarlo todo en aquella alcoba de mujer, como si nunca hubiera visto ninguna: habitación cerrada, cálida, con su desorden lleno de un olor rosa de mujer. —Estiércol, inmundicias de mujer —dijo— . Ante la misma cara de Dios. Dio media vuelta y se fue. Al cabo de un instante, la mujer se levantó. Estuvo un momento de pie, con las manos crispadas en su vestido, inmóvil, estúpida, los ojos fijos en la puerta vacía, como si no fuese capaz de imaginar el consejo que podría darse a sí misma. Después corrió, saltó hacia la puerta, se echó sobre ella, la cerró de un golpe, apuntalada en ella, dio vuelta a la llave, jadeante, con las dos manos crispadas sobre la llave.

At breakfast time the next morning 45 A la mañana siguiente, a la hora del desathe janitor and the child were missing. yuno, el portero y el niño habían desaparecido No trace of them could be found. The sin dejar el menor rastro. La policía fue avisada police were notified at once. A side door inmediatamente. Se comprobó que una puerta was found to be unlocked, to which the lateral, cuya llave tenía el portero, había que50 dado abierta. janitor had a key.

dietitian dietista

“ I t ’s b e c a u s e h e k n o w s , ” t h e dietitian told the matron. “Knows what?” “That that child, that Christmas b o y, i s a n i g g e r. ”

— E s o e s p o r q u e l o s a b e — d i j o la encargada del refectorio. 55

—Sabe qué? —dijo la directora. —Que ese niño, el pequeño Christmas, es un negro.

“ A w h a t ? ” t h e m a t r o n s a i d . 60 —Un qué? —dijo la directora. B a c k t h r u s t i n h e r c h a i r, s h e g l a r e d a t Derrumbada en su sillón, la directora mirathe younger woman. “A ne—I don’t ba a la joven con un gesto aterrado. believe it!” she cried. “I don’t —¿Un ne...? No lo creo —gritó—. ¡No lo believe it!” creo en absoluto! 65 “ Yo u d o n ’ t h a v e t o b e l i e v e i t , ” t h e —No está usted obligada a creerlo —dijo other said. “But he knows it. He stole la otra—. Pero él sí que lo sabe. Y lo ha raptado him away because of it.” por eso. T h e m a t r o n w a s p a s t f i f t y, f l a b b y 70 La directora ya había pasado de la faced, with weak, kind, frustrated cincuentena. Tenía un rostro blanco, con unos 87

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ojos inseguros, débiles, vencidos. eyes. “I don’t believe it!” she said. —No lo creo —dijo. But on the third day she sent for the Pero, tres días después, hizo buscar a la dietitian. She looked as if she had encargada del refectorio. Tenía aspecto de no not slept in some time. The dietitian, o n t h e c o n t r a r y , w a s q u i t e f r e s h , 5 haber dormido desde hacía tiempo. La joven, por el contrario, estaba fresca y despejada. Perquite serene. She was still unshaken maneció impasible cuando la directora le cowhen the matron told her the news, municó la noticia: el hombre y el niño habían that the man and the child had been sido encontrados. found. “At Little Rock,” the matron —En Little Rock —dijo la directora—. Tras a i d . “ H e t r i e d t o p u t t h e c h i l d i n t o 10 tó de hacer que el niño entrase en un orfelinato an orphanage there. They thought he de allí. Le tomaron por un loco y no le perdiewas crazy and held him until the ron de vista hasta que llegó la policía. police came.” She looked at the La directora miró a la joven. y o u n g e r w o m a n . “ Yo u t o l d m e . . . T h e —Me dijo usted... el otro día, me dijo uso t h e r d a y y o u s a i d . . . H o w d i d y o u 15 ted que... ¿Cómo lo sabía? know about this?” La joven no apartó la vista. T h e d i e t i t i a n d i d n o t l o o k a w a y. “ I —No lo sabía. No tenía ni idea. Sadidn’t. I had no idea at all. Of course I k n e w i t d i d n ’ t m e a n a n y t h i n g w h e n 20 bia, naturalmente, que el hecho de que los otros niños le llamaran «negro» no signithe other children called him ficaba gran cosa. Nigger—” —¿Negro? —dijo la directora—. ¿Los otros “Nigger?” the matron said. “The other children?” 25 niños?

dietitian dietista

“They have been calling him Nigger for years. Sometimes I think that children have a way of knowing things that grown people of your and my age don’t see. Children, and old people like him, like that old man. That’s why he always sat in the door yonder while they were playing in the yard: watching that child. Maybe he found it out from hearing the other children call him Nigger. But he might have known beforehand. If you remember, they came here about the same time. He hadn’t been working here hardly a month before the night—that Christmas, don’t you remember—when Ch—they found the baby on the doorstep?” S h e s p o k e s m o o t h l y, w a t c h i n g t h e baffled, shrinking eyes of the older woman full upon her own as though she could not remove them. The d i e t i t i a n ’s e y e s w e r e b l a n d a n d innocent. “And so the other day we were talking and he was trying to tell me something about the child. It was something he wanted to tell me, tell somebody, and finally he lost his nerve maybe and wouldn’t tell it, and so I left him. I wasn’t thinking about it at all. It had gone completely out of my mind when— ” Her voice ceased. She gazed at the matron while into her face there came an expression of enlightenment, sudden comprehension; none could have said if it were simulated or not. “ W h y, t h a t ’s w h y i t . . . W h y, I s e e i t a l l , n o w. W h a t h a p p e n e d j u s t t h e d a y before they were gone, missing. I was i n t h e c o r r i d o r, g o i n g t o m y r o o m ; i t was the same day I happened to be talking to him and he refused to tell me whatever it was he started to tell, when all of a sudden he came up and stopped me; I thought then it was funny because I had never before seen him inside the house. And he 88

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—Hace años que le llaman «negro». He llegado a creer que los niños tienen un don que les permite adivinar cosas que las personas mayores, de su edad o de la mía, no pueden ver. Los niños y las gentes de edad, como él, como ese viejo. Por eso se sentaba siempre, ahí afuera, delante de la puerta, cuando jugaban en el patio: para observar al niño. Tal vez lo descubrió al oír a los otros niños llamarle «negro». O tal vez ya lo sabía antes. ________ __________ _______ _______ _________ ______ No hacía un mes que trabajaba aquí cuando aquella noche, la noche de Navidad, ¿recuerda...? cuando Ch... cuando encontraron al niño en la escalera de la entrada. Hablaba suavemente, observando los ojos de la otra, los ojos asombrados, temerosos, que se clavaban en los suyos como si ella no fuese capaz de apartarlos. Los ojos de la joven eran dulces e inocentes. —Y, el otro día, estábamos charlando, y me pareció que él tenía algo que decirme sobre el niño. Era algo que quería decirme, que quería decir a alguien. Y al final le faltó valor, se negó a decírmelo y yo me fui. No volví a pensar en ello. Aquello se me había ido por completo de la memoria cuando... Su voz se cortó. Miró a la directora y su rostro pareció iluminarse como si acabase de comprender: nadie habría podido decir si era simulado o no. —Pero... entonces... por eso me... ¡Claro! Ahora lo comprendo todo. Lo que pasó precisamente el día de su desaparición. Yo estaba en el pasillo, iba a mi cuarto. Fue el mismo día que estuvimos charlando y él se negó a terminar lo que había empezado a contarme. De pronto, se acercó a mí y me detuvo. Aquello me pareció muy raro, porque nunca le había visto en el interior de la casa. Y me dijo... hablaba

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como un loco. Tenía el aspecto de un s a i d — h e s o u n d e d c r a z y, h e l o o k e d loco. Yo tenía miedo, demasiado miec r a z y. I w a s s c a r e d , t o o s c a r e d t o do para poder moverme, y él estaba move, with him blocking the corridor—he said, ‘Have you told her allí, delante de mí, bloqueando el pay e t ? ’ a n d I s a i d , ‘ To l d w h o ? To l d w h o 5 sillo... Me dijo: «¿Se lo ha dicho?» Y what?’ and then I realised he meant yo dije: «¿A quién? ¿A quién y qué?» you; if I had told you that he had Y después comprendí que pensaba en tried to tell me something about the usted... que quería saber si yo le había child. But I didn’t know what he dicho a usted que él quiso decirme algo m e a n t f o r m e t o t e l l y o u a n d I w a n t e d 10 con respecto al niño. Pero yo no sabía to scream and then he said, ‘What lo que él pensaba que habría podido dewill she do if she finds it out?’ and I cirle, y tenía ganas de pedir socorro, y didn’t know what to say or how to get luego, él dijo: «¿Qué hará ella, si lo a w a y f r o m h i m a n d t h e n h e s a i d , ‘ Yo u sabe?» Y yo no sabía qué decirle, ni d o n ’ t h a v e t o t e l l m e . I k n o w w h a t 15 cómo me libraría de él, y él agregó: she will do. She will send him to the «No necesita decírmelo. Sé lo que hará. one for niggers.’ ” Le enviará al orfelinato de los negros.» “For negroes?”

—¿Al orfelinato de los negros? 20

“ I d o n ’t s e e h o w w e f a i l e d t o s e e i t a s l o n g a s w e d i d . Yo u c a n l o o k a t h i s f a c e n o w, h i s e y e s a n d h a i r. O f c o u r s e i t ’s t e r r i b l e . B u t t h a t ’s w h e r e 25 he will have to go, I suppose.”

harried acosado

—No comprendo cómo hemos estado tanto tiempo sin darnos cuenta. No hay más que mirar su cara, sus ojos, sus cabellos. Es terrible, evidentemente. Pero supongo que tendrá que ir allí.

Behind her glasses the weak, Detrás de las gafas, los ojos débiles, turtroubled eyes of the matron had a bios, de la directora tenían una expresión de acorralamiento, una expresión paralizada, harried, jellied look, as if she were t r y i n g t o f o r c e t h e m t o s o m e t h i n g 30 c o m o s i i n t e n t a r a o b l i g a r l o s a h a beyond their physical cohesiveness. cer algo físicamente imposible. “But why did he want to take the —¿Pero por qué ha querido secueschild away?” trar al niño? “ We l l , i f y o u w a n t t o k n o w w h a t I t h i n k , I t h i n k h e i s c r a z y. I f y o u could have seen him in the corridor that ni—day like I did. Of course i t ’s b a d f o r t h e c h i l d t o h a v e t o g o to the nigger home, after this, after growing up with white p e o p l e . I t ’s n o t h i s f a u l t what he i s . B u t i t ’s n o t o u r f a u l t , e i t h e r — ” She ceased, watching the matron. Behind the glasses the older woman’s eyes were still harried, weak, hopeless; her mouth was trembli n g a s s h e s h a p e d speech with it. Her words were hopeless too, but they were decisive enough, determined enough.

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— B u e n o , s i usted q u i e r e m i o p i n i ó n , creo que está loco. ¡Si le hubiera visto, en el pasillo, aquella noc... aquel día...! Evidentemente, no será nada agradable para el niño tener que ir a un 40 asilo de negros después de haber estado en éste, después de haber sido educado con blancos. Si es así, él no tiene la culpa. Ni nosotros tenemos la culpa, tampoco. Se interrumpió, con los ojos puestos en la 45 directora. Detrás de las gafas, los ojos de la otra mujer seguían acorralados, débiles, desamparados. Su boca temblaba, como para esbozar un discurso. Sus palabras también eran desamparadas, pero, no obstante, se sentía en ellas la de50 cisión, una cierta determinación.

“ We m u s t p l a c e h i m . We m u s t —Hay que colocarle en casa de alguien. Hay que colocarle en seguida. ¿Qué solicitudes place him at once. What applications tenemos? Haga el favor de acercarme el fichehave we? If you will hand me the file 55 ro... …” Cuando el niño se despertó, alguien When the child wakened, he was being carried. It was pitchdark and cold; le llevaba. Estaba muy oscuro y hacía he was being carried down stairs by mucho frío. Le bajaban en silencio, con s o m e o n e w h o m o v e d w i t h s i l e n t a n d 60 c u i d a d o i n f i n i t o . P r e n s a d o e n t r e é l y infinite care. Pressed between him and uno de los brazos que le sotenían, haone of the arms which supported him bía un bulto. El sabía que era su ropa. was a wad which he knew to be his No gritó, no hizo ningún ruido. Sabía clothes. He made no outcry, no sound. dónde estaba por el olor, era el aire de He knew where he was by the smell, the 65 l a e s c a l e r a q u e u n í a l a p u e r t a l a t e r a l air, of the back stairway which led down con el dormitorio en donde él, hasta to the side door from the room in which donde llegaba su memoria, había ocuhis bed had been one among forty others pado una de las cuarenta camas. Tamsince he could remember. He knew also bién sabía, por el olor, que la persona by smell that the person who carried him 70 que le llevaba era un hombre. Pero no was a man. But he made no sound, lying hizo ningún ruido, permaneció tan in89

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as still and as lax as while he had been asleep, riding high in the invisible arms, moving, descending slowly toward the side door which gave onto the playground. 5

móvil, con tanto abandono como si durmiese. Avanzando por lo alto, entre los brazos invisibles, iba descendiendo lentamente hacia la puerta lateral que daba al patio de recreo.

H e d i d n ’t k n o w w h o w a s c a r r y i n g him. He didn’t bother about it because he believed that he knew where he was going. Or why, that is. He didn’t bother about where either, yet. It went back two years, to when he was three years old. One day there was missing from among them a girl of twelve named Alice. He had liked her, enough to let her mother him a little; perhaps because of it. And so to him she was as mature, almost as large in size, as the adult women who ordered his eating and washing and sleeping, with the d i fference that she was not and never w o u l d b e h i s e n e m y. O n e n i g h t s h e waked him. She was telling him goodbye but he did not know it. He was sleepy and a little annoyed, never full awake, suffering her because she had always tried to be good to him. He didn’t know that she was crying because he did not know that grown people cried, and by the time he learned t h a t , m e m o r y h a d f o r g o t t e n h e r. H e went back into sleep while still suffering her, and the next morning she w a s g o n e . Va n i s h e d , n o t r a c e o f h e r left, not even a garment, the very bed in which she had slept already occupied by a new boy. He never did know where she went to. That day he listened while a few of “the older girls who had helped her prepare to leave in that same hushed, secret sibilance in which a half dozen young girls help prepare the seventh one for marriage told, still batebreathed, about the new dress, the new shoes, the carriage which had f e t c h e d h e r a w a y. H e k n e w t h e n t h a t she had gone for good, had passed beyond the iron gates in the steel fence. He seemed to see her then, grown heroic at the instant of vanishment beyond the clashedto gates, fading without diminution of size into something nameless and splendid, like a sunset. It was more than a year before he knew that she had not been the first and would not be the last. That there had been more than Alice to vanish beyond the clashedto gates, in a new dress or new overalls, with a small neat bundle less large sometimes than a shoebox. He believed that that was what was happening to him now. He believed that he knew now how they had all managed to depart without leaving any trace behind them. He believed that they had been carried out, as he was being, in the dead of night.

No sabía quién le llevaba, y esto le importaba muy poco porque creía saber a dónde iba. O, más bien, por qué iba. Y no le importaba tampoco saber a dónde. Aquello le hacía v o l v e r a t r á s d o s años, a la época en que él tenía tres. Un día, cierta niña de doce años llamada Alice desapareció. El la había querido mucho, la había querido lo bastante para dejarla que le mimase un poco; o tal vez por eso. Y le parecía muy mayor, casi tan mayor como las mujeres que le daban de comer, que le lavaban y le metían en la cama, con la diferencia de que l a n i ñ a l e d e s p e r t ó . _______ _________ _________________ ______________ L e vino a d e c i r a d i ó s , p e r o é l n o l o s a b í a . Te n í a s ueño y gruñó un poco. Despierto a med i a s , la dej ó h a c e r , p o r q u e s i e m pre se había esforzado en ser buena con él. No sabía que la niña lloraba, porque aún no sabía que l a s p e r s o n a s m a y o r e s lloran y, cuando lo supo, su memoria la había olvidado. Se volvió a dormir tolerándola junto a él y, al día siguiente por la mañana, la niña se había ido. Se había esfumado, sin dejar la menor huella, ni siquiera un vestido. Incluso la cama donde ella dormía estaba ocupada ya por un niño nuevo. Nunca llegó a saber a dónde había ido. Aquel día oyó hablar a algunas de las «mayores» que le habían ayudado a preparar la marcha, con manos susurrantes, afelpadas, sigilosas, como seis muchachas que hiciesen los preparativos para el matrimonio de una séptima. Las oyó hablar, con voces siempre ahogadas, del vestido nuevo, de los zapatos nuevos, del coche que había venido a buscarla. Comprendió entonces que se había ido para siempre, que había franqueado para siempre la verja de hierro, la cerca de alambre. Entonces le pareció que la veía desaparecer, como una heroína, por detrás de la chirriante cancela, y esfumarse, sin disminuir de tamaño, en un resplandor que él no habría podido llamar por su nombre, en una especie de puesta de sol. H a s t a u n a ñ o d e s pués no supo que no había sido la primera y que no sería la última. Que Alice no era la única que desaparecía así, detrás de la cancela chirriante, con un vestido nuevo o un delantal nuevo, y un pequeño hatillo, a veces no más grande que una caja de zapatos. El c r e í a , a h o r a , q u e h a b í a l l e g a d o s u t u rno. Ahora creía saber cómo habían conseguido desaparecer todos sin dejar rastro. Creía que se los habían llevado como le llevaban ahora a él en lo más profundo de la noche.

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Now he could feel the door. It was Podia sentir la puerta: estaba allí, quite near now; he knew to the exact 70 muy cerca. Sabía cuántos escalones innumber how many more invisible steps visibles tenía que descender aún el hom90

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sentient sensible insentient adjective (rare) lacking consciousness or senses; inanimate, inerte, insensible

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bre que le llevaba, siempre con sus remained to which in turn the man who precauciones infinitas, silenciosas. Podia carried him would lower himself with sentir en su mejilla el aliento del homthat infinite and silent care. Against his bre, tranquilo, rápido y caliente. Bajo él, c h e e k h e c o u l d f e e l t h e m a n ’s q u i e t , fast, warm breathing; beneath him he 5 podia sentir los brazos llenos, rígidos, y el blando fardo en donde él sabia que iba could feel the tense and rigid arms, the su ropa, recogida a tientas en la oscuriwadded lu mp w h i c h h e k n e w w a s h i s dad. El hombre se detuvo. Se agachó lueclothing caught up by feel in the dark. go, y los pies del niño se balancearon y The man stopped. As he stooped the c h i l d ’s f e e t s w u n g d o w n a n d t o u c h e d 10 tocaron el suelo. Al contacto de la madera, de un frío de acero, sus dedos se encot h e f l o o r, h i s t o e s c u r l i n g a w a y f r o m gieron. El hombre habló por primera vez: the ironcold planks. The man spoke, for —Quédate de pie —dijo. the first time. “Stand up,” he said. Y el niño, entonces, supo quién era. Then the child knew who he was. 15 Reconoció al hombre inmediatamente, He recognised the man at once, sin la menor sorpresa. La sorpresa habría without surprise. The surprise would sido para la directora si hubiese sabido h a v e b e e n t h e m a t r o n ’s i f s h e h a d hasta qué punto el niño conocía al homknown how well he did know the man. He did not know the man’s name and 20 bre. No conocía el nombre del hombre y, durante aquellos tres últimos años que in the three years since he had been a había vivido como un pequeño ser dotasentient creature they had not spoken do de sensibilidad, no había hablado con a hundred words. But the man was a él ni cien palabras. Pero, en la vida del more definite person than anyone else in his life, not excepting the girl Alice. 25 niño, el hombre era el personaje más definido; más definido, incluso, que Alice. Even at three years of age the child Ya a los tres años, el niño comprendió knew that there was something between que había entre ellos algo que no era them that did not need to be spoken. He necesario expresar. Sabía que nunca haknew that he was never on the playground for instant that the man was 30 bía podido estar en el patio sin que el hombre le observase desde su silla, en la not watching him from the chair in the puerta del cuarto de las calderas, y sabía f u r n a c e r o o m d o o r, a n d t h a t t h e m a n que el hombre le observaba con una atenwas watching him with a profound and ción profunda, obstinada. Si el niño huunflagging attention. If the child had b e e n o l d e r h e w o u l d p e r h a p s h a v e 35 biese tenido más edad, acaso habría pensado Me odia y me tiene miedo. Tanto, t h o u g h t , He hates me and fears me. So que no puede perderme de vista. Tenienmuch so that he cannot let me out of do la edad que tenía, pero con un vocahis sight . With more vocabulary but no bulario más completo, habría podido more age he might have thought, That is why I am different from the others: 40 pensar Por eso soy diferente de los otros: porque él me está observando siempre. because he is watching me all the time . Aceptaba el hecho. Tampoco se asombró He accepted it. So he was not cuando llegó a comprender que el homsurprised when he found who it was bre le había cogido mientras dormía, que who had taken him, sleeping, from h i s b e d a n d c a r r i e d h i m d o w n s t a i r s ; 45 le había sacado de la cama y le había llevado hasta allí abajo. De pie, cerca de la as, standing beside the door in the puerta, en la oscuridad profunda y fría, cold pitch dark while the man helped mientras el hombre le ayudaba a vestirhim put on his clothes, he might se, habría podido pensar Me odia lo suh a v e t h o u g h t , He hates me enough even to try to prevent something that is about 50 ficiente para impedir que alguna cosa que me amenace no se produzca. to happen to me coming to pass. He dressed obediently, shivering, as swiftly as he could, the two of them fumbling at the small garments, getting them on him somehow. “ Yo u r shoes,” the man said, in that dying whisper. “Here.” The child sat on the c o l d f l o o r, p u t t i n g o n t h e s h o e s . T h e man was not touching him now, but the child could hear, feel, that the man was stooped too, engaged in something. ‘ H e ’s p u t t i n g o n h i s s h o e s t o o , ’ h e thought. The man touched him again, groping, lifting him to his feet. His shoes were not laced. He had not learned to do that by himself yet. He did not tell the man that he had not laced them. He made no sound at all. He just stood there and then a bigger garment enveloped him completely—by its smell he knew 91

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Se vestía dócilmente, tiritando, tan deprisa como le era posible. Ambos procuraban desenredar la ropa, ponerla de la mejor manera. —Tus zapatos —dijo el hombre con su voz desfalleciente. —Aquí están. El niño se sentó en el suelo frío y se calzó sus zapatos. El hombre ya no le tocaba, pero el niño podía oír, podía sentir que el hombre estaba agachado también, haciendo algo. «Se pone sus zapatos también», pensó el niño. El hombre volvió a asirle a tientas y le hizo ponerse en pie. Los cordones de sus zapatos no estaban atados. Todavía no había aprendido a hacerlo solo. No le dijo al hombre que no los había atado. No hacía ningún ruido. Seguía allí, en pie, cuando, de pronto, le envolvió por completo una prenda más amplia. Comprendió, por

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el olor, que pertenecía al hombre. Y se sinthat it belonged to the man—and then tió llevado de nuevo. La puerta se abrió, se he was lifted again. The door opened, entreabrió. El aire helado se precipitó por inyawned. The fresh cold air rushed in, ella, junto con la luz de los faroles. El niño and light from the lamps along the street; he could see the lights and the 5 podía ver las luces y la blancura de las paredes de una fábrica y, sobre las estrellas, blank factory walls and the tall las altas chimeneas sin humo. La cerca de unsmoking chimneys against the stars. alambre se destacaba sobre los faroles como Against the street light the steel fence un desfile de soldados famélicos. Atravewas like a parade of starved soldiers. As they crossed the empty playground his 10 saron el patio. Los pies colgantes del niño oscilaban al ritmo de los pasos del hombre, dangling feet swung rhythmically to the y los cordones de los zapatos le golpeaban m a n ’s s t r i d i n g , t h e u n l a c e d s h o e s en los tobillos. Llegaron a la verja de hieflapping about his ankles. They reached rro y salieron. the iron gates and passed through. 15 El tranvía no se hizo esperar. Si hubieThey did not have to wait long se tenido más edad, el niño habría advertif o r t h e s t r e e t c a r. I f h e h a d b e e n do la precisión con que el hombre había calolder he would have remarked how culado su tiempo. Pero no se sorprendió por well the man had timed himself. But h e d i d n ’ t w o n d e r o r n o t i c e . H e j u s t 20 ello. No lo advirtió. Estaba allí, de pie, junto al hombre, en la esquina de la calle, con stood on the corner beside the man, sus zapatos desatados, envuelto hasta los in the unlaced shoes, enveloped to talones en la chaqueta del hombre, con los t h e h e e l s i n t h e m a n ’s c o a t , h i s e y e s ojos muy abiertos, de par en par, y la carita round and wide, his small face still, a w a k e . T h e c a r c a m e u p , t h e r o w o f 25 serena y despierta. El tranvía llegó —hilera de cristales—, chirriando al detenerse, windows, jarring to a stop and zumbando cuando subieron ellos. Estaba humming while they entered. It was casi vacío, pues eran cerca de las dos. El a l m o s t e m p t y, s i n c e t h e h o u r w a s p a s t hombre advirtió entonces los zapatos y los two o’clock. Now the man noticed the u n l a c e d s h o e s a n d l a c e d t h e m , t h e c h i l d 30 ató, bajo al mirada atenta del niño que, sentado, inmóvil en el banco, estiraba las watching, quite still on the seat, his legs piernas rígidamente delante de él. La esthrust straight out before him. The tación estaba lejos y el niño, que ya había s t a t i o n w a s a l o n g d i s t a n c e a w a y, a n d h e ido otras veces en tranvía, se quedó dorhad ridden, on a streetcar before, so w h e n t h e y r e a c h e d t h e s t a t i o n h e w a s 35 mido. Cuando se despertó era ya de día y hacía un buen rato que estaban en el tren. asleep. When he waked it was daylight Era la primera vez que iba en tren, pero and they had been on the train for some nadie lo habría supuesto. Estaba sentado, time. He had never ridden on a train muy tranquilo, igual que en el tranvía. La before, but no one could have told it. He s a t q u i t e s t i l l , a s i n t h e s t r e e t c a r , 40 chaqueta del hombre le cubría por completo, excepto las piernas estiradas y la cabec o m p l e t e l y e n v e l o p e d i n t h e m a n ’s c o a t za. Miraba el campo que iba transcusave for his outthrust legs and his head, watching the country—hills and trees rriendo, las colinas, los árboles, las vaand cows and such—that he had never cas; el campo, que él veía por primera vez. s e e n b e f o re f l o w i n g p a s t . W h e n t h e m a n 45 Cuando el hombre vio que estaba despierto, sacó la comida envuelta en un trozo de saw that he was awake he produced food papel de periódico. Era pan con jamón f r o m a p i e c e o f n e w s p a p e r. I t w a s b r e a d , dentro. «Toma», dijo el hombre. El niño with ham between. “Here,” the man said. cogió el pan y se lo comió, mientras miraHe took the food and ate, looking out the 50 ba por la ventanilla. w i n d o w. He said no word, he had shown no surprise, not even when on the third day the policemen came and got him and the man. The place where they now were was no different from the one which they had left in the night—the same children, with different names; the same grown people, with different smells: he could see no more reason why he should not have stayed there than why he should ever have left the first one. But he was not surprised when they came and told him again to get up and dress, neglecting to tell him w h y o r w h e r e h e w a s g o i n g n o w. Perhaps he knew that he was going b a c k ; p e r h a p s w i t h h i s c h i l d ’s clairvoyance he had known all the while what the man had not: that it would not, could not, last. On the train 92

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No decía nada. Nunca pareció asombrarse, ni siquiera cuando, al tercer día, los agentes de policía fueron a detenerles. El lugar en que se encontraban ahora no difería en nada del que habían dejado aquella noche: los mismos niños con nombres diferentes, las mismas personas mayores con olores diferentes. El niño no veía razón para permanecer en aquel segundo orfelinato, como tampoco la veía para haber dejado el primero. Pero no se sorprendió cuando vinieron a decirle de nuevo que se levantase y se vistiese, sin decirle para qué, sin decirle a dónde le llevarían esta vez. Quizás sabía que regresaba. Quizás, con su clarividencia de niño, había sabido siempre lo que el hombre no supo: que aquello no duraría, no podía durar. Una vez en el tren, volvió a ver las mismas coli-

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nas, los mismos árboles, las mismas vaagain he saw the same hills, the same cas, pero en otro sentido, en dirección trees, the same cows, but from another opuesta. El policía le dio de comer. Aunside, another direction. The policeman que no lo había sacado envuelto en un gave him food. It was bread, with ham between, though it did not come out of 5 trozo de periódico, también era pan con jamón dentro. El niño se dio cuenta de a scrap of newspaper. He noticed that, ello, pero no dijo nada, tal vez no penbut he said nothing, perhaps thought só nada. nothing. Then he was home again. Perhaps he expected to be punished upon his return, for what, what crime exactly, he d i d n o t e x p e c t t o k n o w, s i n c e h e h a d already learned that, though children can accept adults as adults, adults can never accept children as anything but adults too. He had already forgot the toothpaste affair. He was now avoiding the dietitian just as, a month ago, he had been putting himself in her way. He was so busy avoiding her that he had long since forgot the reason for it; soon he had forgotten the trip too, since he was never to know that there was any connection between them. Now and then he thought of it, hazily and v a g u e l y. B u t t h a t w a s o n l y w h e n h e would look toward the door to the furnace room and remember the man who used to sit there and watch him and who was now gone, completely, without leaving any trace, not even the splint chair in the doorway, after the fashion of all who departed from there. Where he may have gone to also the child did not even think or even wonder. One evening they came to the schoolroom and got him. It was two w e e k s b e f o r e C h r i s t m a s . Tw o o f t h e young women—the dietitian was not one—took him to the bathroom and washed him and combed his damp hair and dressed him in clean overalls and fetched him to the matron’s office. In the office sat a man, a stranger. And he looked at the man and he knew before the matron even spoke. Perhaps memory knowing, knowing beginning to remember; perhaps even desire, since five is still too young to have learned enough despair to hope. Perhaps he remembered suddenly the train ride and the food, since even memory did not go much further back than that. “Joseph,” the matron said, “how would you like to go and live with some nice people in the country?”

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Y se encontró de nuevo en su antigua casa. Quizás esperaba ser castigado a su regreso, aunque no esperaba saber nunca por qué, por qué delito exactamente, pues ya había aprendido que, si los niños pueden concebir a los adultos como adultos, los adultos, en cambio, sólo pueden concebir a los niños como adultos también. Ya había olvidado la aventura de la pasta dentífrica. Ahora evitaba a la encargada del refectorio, del mismo modo que antes se atravesaba constantemente en su camino. Estaba tan ocupado en evitarla que había olvidado la razón hacía ya tiempo. No tardó en olvidar también el viaje, porque nunca sabría que había una relación entre ambas cosas. De vez en cuando, pensaba en él de una manera vaga, brumosa. Pero solamente cuando miraba hacia la puerta del cuarto de las calderas y recordaba al hombre que tenía costumbre de sentarse allí y que ahora había desaparecido, lo mismo que hacían todos los que dejaban la casa, sin dejar rastro, ni siquiera la silla del umbral. ¿Adónde se había ido? El niño no lo pensó, ni siquiera se preocupó por ello. Una tarde vinieron a buscarle al _________ Fue quince días antes de Navidad. Dos mujeres jóvenes —la encargada del refectorio no era ninguna de ellas— le llevaron al cuarto de baño, le lavaron, peinaron sus cabellos húmedos, le pusieron un traje limpio y le condujeron al despacho de la directora. Un hombre estaba sentado en el despacho: un extraño. Miró al hombre y comprendió, incluso antes de que la directora hablase. Acaso era el conocimiento que da la memoria, el conocimiento que comienza a recordar; deseo, tal vez, también; porque, a los cinco años, se es demasiado joven para haber podido desesperar hasta el punto de saber esperar. Tal vez recordaba súbitamente el viaje en ferrocarril y lo que había comido, puesto que su memoria apenas llegaba más allá. —Joseph —dijo la directora—, ¿qué te parecería si te enviásemos a vivir al campo con unas personas muy buenas?

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Él estaba allí, de pie, con las orejas y la H e s t o o d t h e r e , h i s e a r s a n d f a c e 60 cara rojas y ardientes por los efectos del jared and burning with harsh soap and bón áspero, de las toallas ásperas, con su traharsh towelling, in the stir new je nuevo, muy tieso, y escuchaba al forasteo v e r a l l s , l i s t e n i n g t o t h e s t r a n g e r. ro. Le vio de una ojeada. Un hombre grueHe had looked once and saw a t h i c k i s h m a n w i t h a c l o s e b r o w n 65 so, con una barba oscura muy corta y unos cabellos muy cortos también, aunque el úlbeard and hair cut close though not timo corte no parecía muy reciente. Los per e c e n t l y. H a i r a n d b e a r d b o t h h a d a los de la barba tenían algo de duro, de vigoh a r d , v i g o r o u s q u a l i t y, u n s i l v e r e d , roso. Ninguna hebra blanca, como si la pigas though the pigmentation were i m p e r v i o u s t o t h e f o r t y a n d m o r e 70 mentación fuese impenetrable a los cuarenta y tantos años que su rostro revelaba. Sus years which the face revealed. The 93

Faulkner’s Light decent respetable, bueno, que se precie, que parece de lo más sensato, cordial, amable, limpio, correcto, adecuado, módico decent adj. 1 a conforming with current standards of behaviour or propriety. b avoiding obscenity. 2 respectable. 3 acceptable, passable; good enough. 4 Brit. kind, obliging, generous (was decent enough to apologize). decent es uno de esos adjetivos muy usados, tal vez abusados, en inglés moderno; se usa para satisfactorio / pasable, adecuado [salario, alimento], módico [precio], simpático / amable, presentable / ‘visible’ [en ropa, aseo]. A su vez, decente parece enfatizar la idea moral de honradez en las personas, como honest, honorable, respectable, y también la idea de limpieza en las cosas como clean, tidy, neat [aseado].

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ojos eran claros y fríos. Llevaba un traje de eyes were lightcolored, cold. He un color negro, rígido y correcto. En su rowore a suit of hard, decent black. On his knee rested a black hat held dilla descansaba un sombrero negro. Lo sosin a blunt clean hand shut, even on tenía con una mano limpia, tosca, cerrada t h e s o f t f e l t o f t h e h a t , i n t o a f i s t . 5 en forma de puño incluso sobre el suave fielAcross his vest ran a heavy silver tro del sombrero. Una pesada cadena de rewatch chain. His thick black shoes loj, de plata, cruzaba su chaleco. Sus gruewere planted side by side; they had sos zapatos negros reposaban el uno junto been polished by hand. Even the al otro. Habían sido lustrados a mano. Inc h i l d o f f i v e y e a r s , l o o k i n g a t h i m , 10 cluso aquel niño de cinco años comprendía, knew that he did not use tobacco al mirarle, que no usaba tabaco y que, seguhimself and would not tolerate it in ramente, no permitía que lo usase nadie. Pero others. But he did not look at the el niño no miraba al hombre a causa de sus man because of his eyes. ojos. 15 He could feel the man looking at Sin embargo, podía sentir cómo le mihim though, with a stare cold and intent raba el hombre a él, con una fijeza fría e and yet not deliberately harsh. It was intensa, aunque sin dureza intencionada. the same stare with which he might Era la misma mirada con la que habría pohave examined a horse or a second hand 20 dido examinar un caballo o un arado de p l o w, c o n v i n c e d b e f o re h a n d t h a t h e ___________ _______ _______ X ocasión, ______ convencido de antemano de que would see flaws , convinced beforehand cerraría el trato. Su forma de hablar era that he would buy. His voice was deliberate, decidida, extraña, reflexiva: la forma de infrequent, ponderous; the voice of a man w h o d e m a n d e d t h a t h e b e l i s t e n e d t o 25 hablar de un hombre que pide ser escuchado con más silencio que atención. n o t s o much with attention but in silence. —¿Y tampoco puede usted, o no “A n d y o u e i t h e r c a n n o t o r w i l l quiere usted, darme alguna infornot tell me anything more mación sobre su familia? about his parentage.” 30 La directora no le miraba. Detrás de las The matron did not look at him. gafas, sus ojos parecían coagulados, al meBehind her glasses her eyes apparently nos por algún tiempo. Se apresuró a responhad jellied, for the time at least. She der, tal vez se apresuro demasiado: s a i d i m m e d i a t e l y, a l m o s t a l i t t l e t o o —Nosotros no nos esforzamos en desimmediately: “ We m a k e n o e f f o r t t o 35 cubrir a las familias. Como ya le he dicho, ascertain their parentage. As I told el niño fue encontrado en los escalones, deyou before, he was left on the lante de la puerta, la víspera de Navidad. doorstep here on Christmas eve will Hará cinco años dentro de quince días. Si be five years this two weeks. If the c h i l d ’ s p a r e n t a g e i s i m p o r t a n t t o 40 usted concede tanta importancia a la cuestión de familia sería mejor que no adoptase you, you had better not adopt one a nadie. at all.” —No es exactamente eso lo que quería “I would not mean just that,” the stranger said. His tone now was a little 45 decir —dijo el forastero. Su tono era ahora algo más conciliador. Procuró excusarse sin placative. He contrived at once to renunciar ni a un átomo de su convicción— apologise without surrendering one jot . Esperaba poder hablar con la señorita of his conviction. “I would have thought Atkins (era el nombre de la encargada del to talk with Miss Atkins (this was the dietitian’s name) since it was with her I 50 refectorio), puesto que fue ella quien trató conmigo el asunto. have been in correspondence.” La voz de la directora se hizo de nuevo Again the matron’s voice was fría y apresurada, y se alzó sin esperar sicold and immediate, speaking a l m o s t b e f o r e h i s h a d c e a s e d : “ I 55 quiera a que el hombre hubiese acabado. —Creo que yo puedo informarle socan perhaps give you as much bre este niño tan bien como la señorita information about this or any other of Atkins. Igual que sobre todos los demás. our children as Miss Atkins can, since Oficialmente, ella sólo debe ocuparse del her official connection here is only with the diningroom and kitchen. It just 60 refectorio y de la cocina. Es una completa casualidad el que, en esta ocasión, haya happened that in this case she was kind tenido la bondad de servirnos de secretaenough to act as secretary in our ria para escribirle a usted. correspondence with you.” —No tiene importancia —dijo el foras“ I t ’ s n o m a t t e r , ” t h e s t r a n g e r 65 tero—, no tiene importancia... Sólo que has a i d . “ I t ’ s n o m a t t e r. I h a d j u s t bía pensado que... thought …” —¿Qué había pensado? Nunca forza“ J u s t t h o u g h t w h a t ? We f o r c e n o o n e t o t a k e o u r c h i l d r e n , n o r d o w e 70 mos a nadie a que se quede con nuestros niños. Ni forzamos tampoco a los niños a force the children to go against their 94

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tr. Enrique Sordo irse contra su voluntad si sus razones son válidas. Son ambas partes las que tienen que entenderse. Nosotros nos limitamos a aconsejar...

wishes, if their reasons are sound ones. That is a matter for the two parties to settle between themselves. We o n l y a d v i s e . ”

tyke, 1 a small child, especially a boy, fry, nestling,child a young person of either sex; «she writes books for children»; «they’re just kids»; «`tiddler’ is a British term for youngsters» 2 peasant, barbarian, boor, churl, Goth, tike a crude uncouth ill-bred person lacking culture or refinement 3 a mongrel, perro mestizo, chucho

jolt a) N (= jerk) sacudida f; (= sudden bump) choque; to give sb a jolt (fig) dar un susto a alguien b) VT [vehicle] sacudir; [+ person, elbow] empujar (ligeramente), sacudir (levemente); to jolt sb out of his complacency hacer que algn se dé cuenta de la necesidad de hacer algo c) VI [vehicle] traquetear, dar tumbos

ordeal se conserva en inglés y se usa mucho actualmente para prueba severa, experiencia penosa, dificultad tremenda. ordalía o juicio de Dios alude al sometimiento ritual a prácticas destinadas a establecer la certeza, principalmente con fines judiciales.

5 —Sí —dijo el forastero—. No tiene “ Ay, ” t h e s t r a n g e r s a i d . “ I t ’s n o importancia, ya le digo. Estoy seguro de que m a t t e r, a s I j u s t s a i d t o y o u . I ’ v e n o el pequeño nos conviene. Encontrará un doubt the t y k e will do. He will find a buen hogar, con la señora McEachern y congood home with Mrs. McEachern and me. We are not young now, and we like 10 migo. Ya no somos jóvenes y nos gusta la tranquilidad. No encontrará ni cocina refiquiet ways. And he’ll find no fancy nada ni ociosidad. Ni tampoco mucho trafood and no idleness. Nor neither more bajo, sólo el que pueda hacer. Estoy seguro work than will be good for him. I make de que, con nosotros, a pesar de sus anteceno doubt that with us he will grow up t o f e a r G o d a n d a b h o r i d l e n e s s a n d 15 dentes, aprenderá a vivir en el temor de Dios y a detestar la ociosidad y el orgullo. vanity despite his origin.” Thus the promissory note which he had signed with a tube of toothpaste on that afternoon two months ago was recalled, the yet oblivious executor of it sitting wrapped in a clean horse blanket, small, shapeless, immobile, on the seat of a light buggy jolting through the December twilight up a frozen and rutted lane. They had d r i v e n a l l t h a t d a y. A t n o o n t h e m a n had fed him, taking from beneath the seat a cardboard box containing country food cooked three days ago. But only now did the man speak to him. He spoke a single word, pointing up the lane with a mittened fist which clutched the whip, toward a single light which shown in the dusk. “Home,” he said. The child said nothing. The man looked down at him. The man was bundled too against the cold, squat, big, shapeless, somehow rocklike, indomitable, not so much ungentle as ruthless. “I said, there is your home.” S t i l l t h e c h i l d d i d n ’ t a n s w e r. H e h a d never seen a home, so there was nothing for him to say about it. And he was not old enough to talk and say n o t h i n g a t t h e s a m e t i m e . “ Yo u w i l l find food and shelter and the care of Christian people,” the man said. “And the work within your strength that will keep you out of mischief. For I will have you learn soon that the two abominations are sloth and idle thinking, the two virtues are work and the fear of God.” Still the child said nothing. He had neither ever worked nor feared God. He knew less about God than about work. He had seen work going on in the person of men with rakes and shovels about the playground six days each week, but God had only o c c u r r e d o n S u n d a y. A n d t h e n — s a v e for the concomitant ordeal of cleanliness—it was music that pleased the ear and words that did not trouble the ear at all—on the whole, pleasant, even if a little tiresome. He said nothing at all. The buggy jolted on, the stout, wellkept team eagering, homing, barning.

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De este modo, el pagaré que el niño había firmado, dos meses antes, con un tubo de pasta dentífrica, fue anulado. Y el firmante, que ya había olvidado, envuelto en una manta de caballo, pequeño, informe, sentado muy quieto en el pescante de una ligera calesa que traqueteaba en el crepúsculo de diciembre, se adentró por una carretera helada y excavada por las rodadas. Marcharon durante todo el día. Al mediodía, el hombre le dio de comer. Había sacado de debajo del asiento una caja de cartón llena de comida campesina, preparada tres días antes. Luego, fue el único momento en que el hombre le habló. Sólo dijo dos palabras, señalando, con un puño enguantado y cerrado sobre el látigo, una única luz que brillaba en el atardecer, al final del camino. —Nuestra casa —dijo. El niño no dijo nada. El hombre bajó los ojos hacia él. También se había arropado contra el frío y se alzaba, fornido, macizo, informe, con algo de roca, indomable, más insensible que severo. —Digo que ya estamos en casa. El niño no respondió. Como nunca había tenido casa, no podía hablar de ello. Y era todavía demasiado joven para saber hablar sin decir nada. —Aquí encontrarás la comida, el techo y los cuidados de dos buenos cristianos —dijo el hombre—. Y el trabajo, dentro del límite de tus fuerzas, impedirá que te comportes mal. Porque he de enseñarte en seguida que hay dos abominaciones: la pereza y el vagabundeo. Y dos virtudes: el trabajo y el temor de Dios. El niño seguía sin decir nada. Nunca había trabajado ni temido a Dios. Todavía ignoraba más a Dios que al trabajo. Había visto el trabajo en forma de personas armadas de rastrillos y de palas, allá en el patio, seis días por semana. Pero Dios sólo llegaba el domingo. Y entonces —excepción hecha del ceremonial de aseo acostumbrado—, eran la música que complacía el oído y las palabras que dejaban al oído indiferente; es decir, algo agradable, pero un poco aburrido. No dijo ni una palabra. La calesa se bamboleaba. Las mulas, bien mantenidas, vigorosas, se apresuraban, al olor de la casa, al olor del establo.

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Había algo más que sólo recordó There was one other thing which he después, cuando la memoria dejó de was not to remember until later, when conservar su rostro, de conservar los memory no longer accepted his face, recuerdos superficiales. Fue en el desaccepted the surface of remembering. T h e y w e r e i n t h e m a t r o n ’s o ff i c e ; h e 5 pacho de la directora. De pie, inmóvil, evitando los ojos del extraño, que senstanding motionless, not looking at the tía fijos en él, esperaba que el extraño s t r a n g e r ’s e y e s w h i c h h e c o u l d f e e l expresase lo que sus ojos pensaban. Y upon him, waiting for the stranger to al fin lo dijo. say what his eyes were thinking. Then —Christmas. Un nombre de pagano. i t c a m e : “ C h r i s t m a s . A h e a t h e n i s h 10 Sacrílego. Ya arreglaremos eso. name. Sacrilege. I will change that.” —Está usted en su perfecto derecho — “That will be your legal right,” the dijo la directora—. Lo que nos interesa no matron said. “We are not interested in what they are called, but in how they 15 es cómo les van a llamar, sino cómo les van a tratar. are treated.” Pero el forastero no escuchaba a nadie, But the stranger was not listening to del mismo modo que no se dirigía a nadie. anyone anymore than he was talking to —A partir de ahora, se llamará anyone. “From now on his name will be 20 McEachern. McEachern.” —Estará muy bien que le dé su nombre —dijo la directora.

“That will be suitable,” the matron said. “To give him your name.”

25 —Comerá mi pan, practicará mi religión “He will eat my bread and he will —dijo el forastero—. ¿Por qué no habría de observe my religion,” the stranger said. llevar mi nombre? “Why should he not bear my name?” El niño no escuchaba. Aquello no le The c h i l d w a s n o t l i s t e n i n g . H e w a s n o t b o t h e r e d . H e d i d n o t e s p e c i a l l y 30 preocupaba nada. Le importaba lo mismo que si el hombre hubiese dicho que el día care, anymore than if the man had era muy caluroso cuando, en realidad, no lo said the day was hot when it was not era. Ni siquiera se molestó en decirse a sí hot. He didn’t even bother to say to mismo Yo no me llamo McEachern, me llah i m s e l f , M y n a m e a i n ’t M c E a c h e r n . M y n a m e i s C h r i s t m a s . T h e r e w a s n o 35 mo Christmas Era inútil preocuparse de eso tan pronto. Tenía tiempo de sobra para haneed to bother about that yet. There cerlo. was plenty of time. —Efectivamente, ¿por qué no? —dijo la “Why not, indeed?” the matron said. 40 directora.

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50 Chapter 7

7.

Y la memoria sabe esto; veinte años desAND memory knows this; twenty pués, la memoria cree todavía Fue aquel día years later memory is still to believe, On this day I became a man . 55 cuando me hice un hombre. La habitación austera y limpia estaba The clean, Spartan room was redolent of Sunday. In the windows the impregnada de domingo. En las ventanas, las clean, darned curtains stirred faintly in cortinas limpias y zurcidas ondulaban ligea breeze smelling of turned earth and 60 ramente bajo la brisa llena del olor de las crabapple. Upon the yellow imitation tierras labradas y de las manzanas silvestres. oak melodeon with its pedals padded Sobre el armonio amarillo, imitación de ébawith pieces of frayed and outworn no, de pedales recubiertos con jirones carpet sat a fruitjar filled with larkspur. deshilachados de alguna vieja alfombra, haThe boy sat in a straight chair beside 65 bía un bocal lleno de espuelas de caballero. the table on which was a nickel lamp El niño estaba sentado en una silla recta, and an enormous Bible with brass delante de la mesa en la que podían verse clasps and hinges and a brass lock. He una lámpara de níquel, y una enorme Biblia wore a clean white shirt without a con broches y charnelas de cobre y una cecollar. His trousers were dark, harsh, 70 rradura de cobre. El niño llevaba una camiand new. His shoes had been polished sa sin cuello, blanca y limpia, y un pantalón 96

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oscuro, áspero y nuevo. Sus zapatos acabarecently and clumsily, as a boy of eight ban de ser lustrados, torpemente, como un would polish them, with small dull niño de ocho años puede hacerlo, con zonas patches here and there, particularly mates aquí y allá, sobre todo alrededor de about the heels, where the polish had f a i l e d t o o v e r l a p . U p o n t h e t a b l e , 5 los tacones, allí donde el betún no había resbalado. Sobre la mesa, ante él, estaba abierto facing him and open, lay a Presbyterian un catecismo presbiteriano. catechism. McEachern estaba de pie junto a la mesa. McEachern stood beside the t a b l e . H e w o r e a c l e a n , g l a z e d s h i r t , 10 Vestía una camisa almidonada, muy limpia, y el mismo pantalón negro que llevaba el día and the same black trousers in en que el niño le vio por primera vez. Sus which the boy had first seen him. cabellos rígidos, húmedos, sin una hebra His hair, damp, still unsilvered, was plateada, estaban cuidadosamente peinados combed clean and stiff upon his r o u n d s k u l l . H i s b e a r d w a s a l s o 15 sobre el cráneo redondo..Su barba también estaba peinada y muy húmeda aún. combed, also still damp. —No has intentado aprenderlo —dijo. “You have not tried to learn it,” he said. El niño no levantó los ojos. No se movió, The boy did not look up. He did not move. But the face of the man was not 20 tan impasible como el rostro del hombre. —Lo he intentado. more rocklike. “I did try.” “Then try again. I’ll give you another hour.” F r o m h i s p o c k e t M c E a c h e r n took a thick silver watch and laid it face up on the table and drew up a second straight, hard chair to the table and sat down, his clean, scrubbed hands on his knees, his h e a v y p o l i s h e d s h o e s s e t s q u a r e l y. O n them were no patches where the polish had failed to overlap. There had been last night at suppertime, t h o u g h . A n d l a t e r t h e b o y, u n d r e s s e d for bed and in his shirt, had received a whipping and then polished them again. The boy sat at the table. His face was bent, still, expressionless. Into the bleak, clean room the springfilled air blew in fainting gusts. That was at nine o’clock. T h e y h a d been there since eight. There were churches nearby, but th 7e Presbyterian church was five miles away; it would take an hour to drive it. At half past nine Mrs. McEachern came in. She was dressed, in black, with a bonnet—a small woman, entering timidly, a little hunched, with a beaten face. She looked fifteen years older than the rugged and vigorous husband. She did not quite enter the room. She just came within the door and stood there for a moment, in her bonnet and her dress of rusty yet often brushed black, carrying an umbrella and a palm leaf fan, with something queer about her eyes, as if whatever she saw or heard, she saw or heard through a more immediate manshape or manvoice, as if she were the medium and the vigorous and ruthless husband the control. He may have heard her. But he neither looked up nor spoke. She turned and went away.

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—Bien, vuelve a empezar. Te doy una hora más. McEachern sacó de su bolsillo un g r a n r e l o j d e p l a t a y l o c o l o c ó a b i e rto sobre la mesa. Luego, acercó a la mesa otra silla, recta y fuerte, y se sentó, con sus manos limpias y bien restregadas sobre las rodillas, y sus zapatos relucientes bien aplomados en el suelo. Ya no se veían en ellos las zonas por donde no se había deslizado el betún. Sin embargo, las habían tenido, la víspera, a la hora de cenar. Y más tarde, cuando el niño estaba a punto de meterse en la cama, fue azotado y tuvo que lustrarlos de nuevo. Ahora el niño estaba sentado ante la mesa. Su rostro inclinado estaba inmóvil, sin expresión. El aire, saturado de primavera, entraba a bocanadas languidecientes en aquella sala de una limpieza austera y gélida. Eran las nueve. Estaban allí desde hacía nueve horas. Había varios templos en las proximidades, pero el templo presbiteriano estaba a cinco kilómetros. Se tardaba una hora en llegar a él con la calesa. A las nueve y media, apareció la señora McEachern. Estaba vestida de negro y tocada con una capota. Se adelantó tímidamente, pequeña, algo encorvada, con el rostro fatigado. Tenía quince años más que su rudo y vigoroso marido. No entró del todo en la sala. Se adelantó hasta la puerta y permaneció allí un momento, con su capota y su vestido de un negro ya amarillento, pero cepillado con mucha frecuencia, con su sombrilla y su abanico de hojas de palma, y algo extraño en los ojos, como si sólo pudiese ver y oír a través de una forma de hombre, de una voz de hombre más inmediata, como si no fuese más que el médium para la voluntad activa de su vigoroso y cruel marido. Él la oyó, tal vez; pero no la miró ni le dijo nada. La mujer dio media vuelta y desapareció.

Exactly on the dot of the hour A la hora exacta, McEachern leM c E a c h e r n r a i s e d h i s h e a d . “ D o y o u 70 v a n t ó l a c a b e z a . know it now?” he said. —¿Te lo sabes ahora? —preguntó. 97

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tr. Enrique Sordo El niño no se movió. —No —dijo.

The boy did not move. “No,” he said. M c E a c h e r n r o s e , d e l i b e r a t e l y, without haste. He took up the watch and closed it and returned it to his pocket, looping the chain again t h r o u g h h i s s u s p e n d e r. “ C o m e , ” h e said. He did not look back. The boy followed, down the hall, toward the rear; he too walked erect and in silence, his head up. There was a very kinship of stubbornness like a transmitted resemblance in their backs. Mrs. McEachern was in the kitchen. She still wore the hat, still carried the umbrella and the fan. She was watching the door when they passed it. “Pa,” she said. Neither of them so much as looked at her. They might not have heard, she might not have spoken, at all. They went on, in steady single file, the two backs in their rigid abnegation of all compromise more alike than actual blood could have made them. They crossed the back yard and went on toward the stable and entered. McEachern opened the crib door and stood aside. The boy entered the crib. McEachern took from the wall a harness strap. It was neither new nor old, like his shoes. It was clean, like the shoes, and it smelled like the man smelled: an odor of clean hard virile living leather. He looked down at the boy.

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McEachern se levantó con aire resuelto, pero sin prisa. Cogió su reloj, lo cerró y lo guardó en el bolsillo, volviendo a pasar la cadena por su tirante. —Ven —dijo. No se volvió. El niño le siguió a lo largo del pasillo hasta la parte trasera de la casa. El también caminaba erguido y silencioso, con la cabeza alta. Las espaldas de ambos ofrecían un verdadero parentesco de obstinación, una especie de parecido hereditario. La señora McEachern estaba en la cocina. Todavía tenía puesto su sombrero y seguía llevando su sombrilla y su abanico. Vigilaba la puerta, cuando ellos pasaron. —Papá —dijo. Ni el uno ni el otro le dispensaron una mirada. Tal vez no la oyeron. Tal vez ella no había dicho nada. Sus dos espaldas se alejaron, una tras otra, con su rígido rechazo de toda concesión, más semejantes que si estuvieran unidas por los vínculos de sangre. Atravesaron el corral y se dirigieron hacia el establo, en el cual entraron. McEachern abrió la puerta del granero y desapareció. El niño entró. McEachern cogió una correa de arnés que estaba colgada en la pared. Una correa ni nueva, ni vieja, como sus zapatos. Estaba limpia, como los zapatos, y tenía el mismo olor que el hombre: un olor a cuero limpio, duro, viril viviente. El hombre miro al niño.

“Where is the book?” he said. The —¿Dónde está el libro? —dijo. b o y s t o o d b e f o r e h i m , s t i l l , h i s f a c e 40 El niño estaba frente a él, en pie, inmócalm and a little pale beneath the vil, con el rostro impasible y un poco pálido smooth parchment skin. “You did not bajo el suave pergamino de la piel. bring it,” McEachern said. “Go back —¿No lo has traído? Vuelve a buscarlo. and get it.” His voice was not unkind. Su voz no era hostil. No tenía nada de It was not human, personal, at all. It 45 humano ni de personal. Era simplemente was just cold, implacable, like written fría, implacable, como las palabras escritas or printed words. The boy turned and o impresas. El niño dio media vuelta y sawent out. lió. W h e n h e r e a c h e d t h e h o u s e 50 Cuando llegó a la casa, la señora Mrs. McEachern was in the McEachern estaba en el pasillo. h a l l . “Joe,” she said. He did not —Joe —dijo. answer. He didn’t even look at her, at El niño ni la miró siquiera. Ni siquiera vio her face, at the stiff movement of one su rostro, el gesto rígido de su mano levantahalf lifted hand in stiff caricature of the 55 da a medias, torpe caricatura del gesto más tiersoftest movement which human hand no que la mano humana puede hacer. El niño can make. He walked stiffly past her, pasó por delante de ella, tieso, con la exprerigidfaced, his face rigid with pride sión rígida y el rostro endurecido por el orguperhaps and despair. Or maybe it was llo tal vez, o por la desesperación. O tal vez vanity, the stupid vanity of a man. He 60 por la vanidad, la estúpida vanidad de un homgot the catechism from the table and bre. Cogió el catecismo que estaba en la mesa returned to the stable. y volvió al establo. McEachern was waiting, holding the McEachern le esperaba, con la correa en la mano. s t r a p . “ P u t i t d o w n , ” h e s a i d . T h e 65 —Ponlo en el suelo —dijo. boy laid the book on the floor. El niño posó el libro en el suelo. “ N o t t h e r e , ” McEachern said, —Ahí no —dijo McEachern sin acalorarwithout heat. “You would believe that se—. Tú te figuras, naturalmente, que el suelo a s t a b l e f l o o r, t h e s t a m p i n g p l a c e o f de una cuadra, la tierra pisoteada por los anibeasts, is the proper place for the word 70 males, es el lugar que le conviene a la palabra of God. But I’ll learn you that, too.” de Dios. Pero yo te enseñaré eso también. 98

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tr. Enrique Sordo Recogió él mismo el libro y lo colocó en un anaquel. —Bájate el pantalón —dijo—. No hay por qué ensuciarlo.

He took up the book himself and laid it on a ledge. “ Ta k e d o w n y o u r p a n t s , ” h e s a i d . “We’ll not soil them.”

5 Y el niño permaneció erguido, con el Then the boy stood, his trousers pantalón sobre los pies y las piernas descollapsed about his feet, his legs nudas por debajo de la corta camisa. Estarevealed beneath his brief shirt. He ba allí, en pie, esbelto y erguido. Cuando stood, slight and erect. When the s t r a p f e l l h e d i d n o t f l i n c h , n o q u i v e r 10 la correa golpeó, no rechistó siquiera. Ningún estremecimiento agitó su rostro. Mipassed over his face. He was looking raba recto ante sí, con esa expresión de calstraight ahead, with a rapt, calm ma y de éxtasis que tienen los monjes en expression like a monk in a picture. los cuadros. McEachern comenzó a golMcEachern began to strike m e t h o d i c a l l y, with slow a n d 15 pear, metódicamente, con una fuerza lenta, calculada, sin acaloramiento ni cólera. deliberate force, still without heat or Hubiera sido difícil decir cuál de aquellos a n g e r. I t w o u l d h a v e b e e n h a r d t o s a y dos rostros mostraba más éxtasis, más calwhich face was the more rapt, more ma, más convicción. calm, more convinced. 20 Golpeó diez veces; después, se detuvo. He s t r u c k t e n t i m e s , t h e n h e —Coge el libro —dijo—. Deja tu pantastopped. “Take the book,” h e lón donde está. said. “Leave your pants be.” Le tendió el catecismo al niño. El niño He handed the boy the catechism. T h e b o y t o o k i t . H e s t o o d s o , 25 lo tomó y siguió de pie, muy erguido, levantando la cara y el libro en la actitud de la erect, his face and the pamphlet exaltación. Si no hubiese sido por la ausenlifted, his attitude one of cia de sobrepelliz, se le habría podido toexaltation. Save for surplice he mar por un niño de coro católico que tuviemight have been a Catholic choir b o y , w i t h f o r n a v e t h e l o o m i n g a n d 30 se, a modo de nave, las profundidades sombrías del granero, el tabique de tablas rugoshadowy crib, the rough planked sas detrás del cual, en medio de un olor seco wall beyond which in the con tufos de amoníaco, el ganado se agitaammoniac and dryscented obscurity ba, de vez en cuando, en la oscuridad, entre beasts stirred now and then with snorts and indolent t h u d s . 35 g r u ñ i d o s y m o v i m i e n t o s p e r e z o s o s . McEachern se sentó, rígido, sobre la McEachern lowered himself stiffly tapa de un arcón de avena, con las pierto the top of a feed box, nas separadas, una mano sobre la rodispreadkneed, one hand on his knee lla, su reloj de plata en la otra, su rosand the silver watch in the other p a l m , h i s c l e a n , b e a r d e d f a c e a s f i r m 40 t r o a s e a d o y b a r b u d o t a n d u r o c o m o piedra esculpida y la mirada fríamente as carved stone, his eyes ruthless, cruel, pero sin nada de hostil. cold, but not unkind. Estuvieron así una hora. Antes del fiThey remained so for another hour. Before it was up Mrs. McEachern came 45 nal de esa hora, la señora McEachern apareció en la puerta de la casa. Pero no to the back door of the house. But she habló. Simplemente se quedó allí, con la did not speak. She just stood there, mirada vuelta hacia el establo, con su looking at the stable, in the hat, with sombrero, su sombrilla y su abanico. the umbrella and the fan. Then she went 50 Después, entró en la casa. back into the house. Again on the exact second of the hour McEachern returned the watch to his pocket. “Do you know it now?” he s a i d . T h e b o y d i d n ’ t a n s w e r, r i g i d , erect, holding the open pamphlet before his face. McEachern took the book from between his hands. Otherwise, the boy di d n o t m o v e a t a l l . “ R e p e a t y o u r c a t e c h i s m , ” M c E a c h e r n s a i d. The boy stared straight at the wall before him. His face was now quite white despite the smooth rich pallor of his skin. Carefully and deliberately McEachern laid the book upon the ledge and took up the strap. He struck ten times. When he finished, the boy stood for a moment longer motionless. He had had no breakfast yet; neither of them had eaten breakfast yet. Then the boy staggered and would have 99

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Y, de nuevo, cuando fue la hora exacta, McEachern volvió a guardar su reloj en el bolsillo. —¿Te lo sabes ahora? —dijo. Rígido, erguido, con el libro abierto delante de la cara, el niño no respondió. McEachern le quitó el libro de las manos. Sin esto, el niño no se habría movido. —Recita tu catecismo —dijo McEachern. El niño tenía los ojos clavados en la pared que estaba frente a él. Su rostro, ahora, estaba casi lívido, a pesar del tinte suave y cálido de la piel. Con un gesto deliberado, McEachern colocó cuidadosamente el libro en el anaquel y tomó la correa. Golpeó diez veces. Cuando terminó, el niño permaneció un instante inmóvil. No había comido. Ni el uno ni el otro habían comido. Después, el niño se tambaleó, y se habría desplomado si el hombre no le hubiese cogido por el brazo

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tr. Enrique Sordo para sostenerle. — Ve n — d i j o M c E a c h e r n t r a t a n do de conducirlo hacia el arcón—. Siéntate.

fallen if the man had not caught his arm, holding him up. “Come,” McEachern said, trying to lead him to the feed box. “Sit down here.” 5

—No —dijo el niño. Y comenzó a sacudir el brazo para librarse de la mano del hombre. McEachern lo soltó.

“No,” the boy said. His arm began to jerk in the man’s grasp. McEachern released him. “Are you all right? Are you sick?” 10

—No —dijo el niño. Su voz era débil, su rostro estaba lívido.

“No,” the boy said. His voice was faint, his face was quite white. “Take the book,” McEachern said, putting it into the boy’s hand. Through the crib window Mrs. McEachern came i n t o v i e w, e m e r g i n g f r o m t h e h o u s e . She now wore a faded Mother Hubbard and a sunbonnet, and she carried a cedar bucket. She crossed the window without looking toward the crib, and vanished. After a time the slow creak of a well pulley reached them, coming with a peaceful, startling quality upon t h e S a b b a t h a i r. T h e n s h e a p p e a r e d again in the window, her body balanced now to the bucket’s weight in her hand, and reentered the house without looking toward the stable.

—Qué tienes? ¿Estás enfermo?

—Coge el libro —dijo McEachern poniéndoselo en la mano. La señora McEachern vino desde la casa y pasó por delante de la ventana del granero. Ahora llevaba un sencillo vestido sin ta20 lle y una capellina, y sostenía en la mano un cubo de madera. Pasó por delante de la ventana sin mirar hacia el interior del granero y desapareció. Al cabo de un instante oyeron el chirrido lento de la rueda del 25 pozo. Llegaba hasta ellos, súbito y apacible, en el aire sabático. Luego, la mujer volvió a pasar por delante de la ventana, esta vez balanceando el cuerpo por el peso del cubo que llevaba, y entró de nuevo en la casa sin 30 una mirada hacia el establo. 15

Y, de nuevo, una hora después exactamenAgain on the dot of the hour te, McEachern apartó los ojos de su reloj. McEachern looked up from the watch. “Have you learned it?” he said. The boy —¿Lo has aprendido? —dijo. d i d n o t a n s w e r, d i d n o t m o v e . W h e n 35 El niño no respondió, no se movió. McEachern approached he saw that the Cuando McEachern se aproximó, vio que boy was not looking at the page at all, el niño no miraba la página; vio que tethat his eyes were quite fixed and quite nía los ojos inmóviles, extraviados. blank. When he put his hand on the Cuando cogió el libro, advirtió que el book he found that the boy was clinging 40 niño se aferraba a él como a una cuerda to it as if it were a rope or a post. When o a un poste. Cuando McEachern le McEachern took the book forcibly from arrancó por la fuerza el libro de las mahis hands, the boy fell at full length to nos, el niño se desplomó cuan largo era the floor and did not move again. y se quedó inmóvil en el suelo. 45 When he came to it was late Cuando volvió en sí, la tarde tocaba a su afternoon. He was in his own bed in the fin. Estaba en su cama, en la habitación attic room with its lowpitched roof. The abuhardillada, debajo del tejado. La habitaroom was quiet, already filling with ción estaba tranquila, llena ya de crepúscutwilight. He felt quite well, and he lay 50 lo. El niño se sentía bien y, durante un mofor some time, looking peacefully up at mento, permaneció tendido, mirando tranthe slanted ceiling overhead, before he quilamente el techo que se inclinaba sobre su cabeza, sin advertir la forma que estaba became aware that there was someone sitting beside the bed. It was sentada junto a la cama. Era McEachern. McEachern. He now wore his everyday 55 Llevaba ahora sus ropas de diario; no el clothes also—not the overalls in which mono que se ponía para ir a las tierras, sino he went to the field, but a faded dean una camisa limpia, desteñida, sin cuello, y shirt without a collar, and faded, clean un pantalón caqui, limpio y desteñido. k h a k i t r o u s e r s . “ Yo u a r e a w a k e , ” h e —Ya te has despertado —dijo. Adelantó said. His hand came forth and turned 60 la mano y apartó las mantas—. back the cover. “Come,” he said. —Ven. The boy did not move. “Are you going to whip me again?”

El niño no se movió. —Va a pegarme otra vez?

65 “Come,” McEachern said. “Get up.” —Ven —dijo el hombre—. Levántate. The boy rose from the bed and stood, El niño se levantó y esperó, delgado y thin, in clumsy cotton underclothes. torpe en su ropa interior de algodón. McEachern was moving also, t h i c k l y, McEachern también se removía pesadamenwith clumsy, musclebound movements, 70 te, con movimientos desmañados, as if at the expenditure of tremendous anquilosados, como si le costase un gran 100

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flout 1 tr. express contempt for (the law, rules, etc.) by word or action; mock; insult (flouted convention by shaving her head). flout no prestar atención a, [ law] incumplir, desobedecer, desacatar, burlarse, pasar por alto Usage often confused with flaunt. flaunt ostentar, hacer alarde, show off 1 (often refl.) display ostentatiously (oneself or one’s finery); show off; parade (liked to flaunt his gold cuff-links; flaunted themselves before the crowd). 2 intr. (often foll. by at) mock or scoff at.

heaving embravecido, palpitante; jadear, palpitar, subir y bajar heave A) (= lift) gran esfuerzo (para levantar etc); (= pull) tirón, jalón (LAm) (on de); (= push) empujón m; (= throw) echada, tirada B) VT (= pull) tirar, jalar (LAm); (= drag) arrastrar; (= carry) llevar; (= lift) levantar (con dificultad); (= push) empujar; (= throw) lanzar, tirar; he heaved himself to a sitting position se incorporó con gran esfuerzo; to heave a sigh dar or echar un suspiro, suspirar; to heave a sigh of relief suspirar aliviado C) VI 1 [chest, bosom] palpitar 2 (= pull) tirar, jalar (LAm) (at, on de) 3 (= retch) hacer arcadas; her stomach was heaving le daban arcadas, se le revolvía el estómago 4 (Naut) (pt, pp hove) (= move) virar; (= pitch) cabecear; (= roll) balancearse; to heave in(to) sight aparecer

e f f o r t ; t h e b o y, w a t c h i n g w i t h the amazeless interest of a child, saw the man kneel slowly and heavily beside the bed. “Kneel down,” McEachern said. The boy knelt; the two of them knelt in the close , twilit room: the small figure in c u t d o w n u n d e r w e a r, t h e r u t h l e s s m a n who had never known either pity or d o u b t . M c E a c h e r n b e g a n t o p r a y. H e prayed for a long time, his voice droning, soporific, monotonous. He asked that he be forgiven for trespass against the Sabbath and for lifting his hand against a child, an orphan, who was dear to God. He asked that the child’s stubborn heart be softened and that the sin of disobedience be forgiven him also, through the advocacy of the man whom he had flouted and disobeyed, requesting that Almighty be as magnanimous as himself, and by and through and because of conscious grace.

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esfuerzo. El muchacho, que le miraba con ese interés sin asombro de los niños vio que el hombre se arrodillaba lentamente, pesadamente, junto a la cama. —De rodillas —dijo McEachern. El niño se arrodilló. Los dos estaban de rodillas en la habitación agobiante, anegada de crepúsculo; el pequeño, con su ropa interior achicada, y el hombre inflexible, que ignoraba la piedad y la duda. McEachern comenzó a rezar. Rezó largo tiempo, como canturreando, con una voz soporífera, monótona. Pidió perdón por no haber santificado el Sabbat por haber levantado la mano contra un niño, un huérfano caro al corazón de Dios. Pidió que el corazón endurecido del niño se ablandase, que el pecado de desobediencia le fuese perdonado también gracias a la intercesión del mismo hombre al que había provocado, al que había desobedecido. Rogó al Todopoderoso que fuese tan magnánimo como él mismo, en nombre y por efecto de Su gracia consciente.

25 He finished and rose, heaving to his Cuando hubo terminado, se volvió a pofeet. The boy still knelt. He did not ner penosamente en pie. El niño continuó move at all. But his eyes were open (his arrodillado. No se movía. Pero sus ojos estaface had never been hidden or even ban abiertos (nunca había ocultado, ni siquielowered) and his face was quite calm; 30 ra agachado, la cabeza), y su rostro, muy secalm, peaceful, quite inscrutable. He reno; sereno y apacible, impenetrable. Oyó heard the man fumble at the table on que el hombre buscaba a tientas sobre la mesa which the lamp sat. A match scraped, en donde estaba la lámpara. Frotó una cerispurted; the flame steadied upon the lla, y la cerilla se inflamó. La llama se wick, beneath the globe upon which the 35 inmovilizó sobre la mecha, bajo el globo donman’s hand appeared now as if it had de la mano del hombre apareció ahora como been dipped in blood. The shadows empapada en sangre. Las sombras oscilaron whirled and steadied. McEachern lifted antes de inmovilizarse. McEachern cogió algo something from the table beside the que había encima de la mesa, cerca de la lámlamp: the catechism. He looked down 40 para. Era el catecismo. Bajó la cabeza hacia at the boy: a nose, a cheek jutting, el niño: una nariz, una mejilla saliente que granitelike, bearded to the caverned parecía de granito, barbuda hasta la órbita a n d s p e c t a c l e d e y e s o c k e t . “ Ta k e t h e cavernosa que se abría detrás de los lentes. book,” he said. —Toma el libro —dijo. 45 It had begun that Sunday morning Todo había empezado aquel dominbefore breakfast. He had had no go por la mañana, antes del primer albreakfast; likely neither he nor the man muerzo. No habían almorzado. Probahad once thought of that. The man blemente ni uno ni otro habían pensado himself had eaten no breakfast, though 50 en ello. El hombre no había almorzado, he had gone to the table and demanded aunque se acercó a la mesa y pidió la absolution for the food and for the bendición para los alimentos y para la necessity of eating it. At the noon meal necesidad de comer. En la comida del he had been asleep, from nervous mediodía se durmió de fatiga nerviosa. exhaustion. And at supper time neither 55 Y, a la hora de cenar, ni el uno ni el otro of them had thought of food. The boy pensaron en comer. El niño ni siquiera did not even know what was wrong with sabía la causa de su malestar, porque se him, why he felt weak and peaceful. sentía débil y sosegado. That was how he felt ás he lay in 60 Era así como se sentía, acostado en bed. The lamp was still burning; it was su cama. La lámpara ardía todavía. La now full dark outside. Some time had noche ya había caído por completo. A elapsed, but it seemed to him that if he pesar del lapso de tiempo transcurrido, turned his head he would still see the le parecía que, si volvía la cabeza, vería t w o o f t h e m , h i m s e l f a n d t h e m a n , 65 aún a los dos, al hombre y a sí mismo, kneeling beside the bed, or anyway, in de rodillas junto a la cama, o, por lo methe rug the indentations of the twin nos, la marca de los dos pares de rodipairs of knees without tangible llas en la alfombra, sin sustancia tangisubstance. Even the air seemed still to ble. El aire mismo parecía segregar aquee x c r e t e t h a t m o n o t o n o u s v o i c e a s o f 70 lla voz monótona de alguien que habla someone talking in a dream, talking, en sueños, que habla, suplica, discute 101

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tr. Enrique Sordo con una Presencia que ni siquiera podría dejar una huella fantasma sobre una alfombra real.

adjuring, arguing with a Presence who could not even make a phantom indentation in an actual r u g .

El niño reposaba así, tendido sobre la esHe was lying so, on his back, his 5 palda, con las manos cruzadas sobre el pehands crossed on his breast like a tomb cho, como una estatua sepulcral, cuando effigy, when he heard again feet on the volvió a oír unos pasos en la estrecha escacramped stairs. They were not the lera. No eran los pasos del hombre. Había man’s; he had heard McEachern drive a w a y i n t h e b u g g y, d e p a r t i n g i n t h e 10 oído cómo McEachern se iba en su calesa, se alejaba en el crepúsculo para recorrer tres twilight to drive three miles and to a kilómetros hasta un templo que no era preschurch which was not Presbyterian, to biteriano, pero en el cual podría hacer peniserve the expiation which he had set tencia por su falta de la mañana. himself for the morning. 15 Sin volver la cabeza, el niño oyó a la seWi t h o u t t u r n i n g h i s h e a d t h e b o y ñora McEachern subir penosamente por la heard Mrs. McEachern toil slowly up the stairs. He heard her approach across escalera. La oyó caminar por el suelo del cuarthe floor. He did not look, though after to. No la miró, aunque, al cabo de un instana time her shadow came and fell upon 20 te, su sombra se alargó en la pared y así pudo the wall where he could see it, and he verla. Y vio que llevaba algo. Era una bandesaw that she was carrying something. ja con alimentos. La mujer posó la bandeja It was a tray of food. She set the tray sobre la cama. El niño no le había dirigido ni on the bed. He had not once looked at una mirada. No se había movido. her. He had not mov e d . “ J o e , ” s h e 25 —Joe —dijo la mujer. said. He didn’t move. “Joe,” El niño no se movió. she said. She could see that his —Joe —dijo ella. La mujer podía ver que eyes were open. She did not el niño tenía los ojos abiertos de par en par. touch him. Pero no le tocó. 30 “I ain’t hungry,” he said. —No tengo hambre —dijo el niño. She didn’t move. She stood, her Ella no se movió. Se quedó allí, de pie, hands folded into her apron. She didn’t con las manos envueltas en su delantal. No seem to be looking at him, either. She 35 parecía mirarle tampoco, Parecía hablar a la seemed to be speaking to the wall pared del otro lado de la cama. beyond the bed. “I know what you —Sé lo que piensas. No es eso. Él no me think. It ain’ t that. He never told me to ha dicho que te lo traiga. He sido yo la que bring it to you. It was me that thought ha pensado en ello. Él no lo sabe. No es él t o d o i t . H e d o n ’t k n o w. I t a i n ’t a n y 40 quien te manda esto. food he sent you,” He didn’t move. His El niño no se movió. Su rostro era graface was calm as a graven face, looking ve como un rostro esculpido. Miraba el ánup at the steep pitch of the plank ceiling. gulo agudo que formaba el techo de madera. “ Yo u h a v e n ’ t e a t e n t o d a y . S i t u p — N o h a s c o m i d o h o y. S i é n t a t e y a n d e a t . I t w a s n ’ t h i m t h a t t o l d m e 45 c o m e . N o h a s i d o é l q u i e n m e h a d i to bring it to you. He don’t know cho que te lo traiga. No lo sabe. He it. I waited until he was gone and esperado a que se fuese, y después te then I fixed it myself.” lo he preparado yo misma. He sat up then. While she watched him he rose from the bed and took the tray and carried it to the corner and turned it upside down, dumping the dishes and food and all onto the floor. Then he returned to the bed, carrying the empty t r a y a s t h o u g h i t w e r e a m o n s t r a n c e a n d h e t h e b e a r e r, his surplice the cutdown undergarment which had been bought for a man to wear. She was not w a t c h i n g h i m n o w, t h o u g h s h e h a d n o t moved. Her hands were still rolled into her apron. He got back into bed and lay again on his back, his eyes wide and still upon the ceiling. He c o u l d s e e h e r m o t i o n l e s s s h a d o w, shapeless, a little hunched. Then it w e n t a w a y. H e d i d n o t l o o k , b u t h e could hear her kneel in the corner, gathering the broken dishes back into t h e t r a y. T h e n s h e l e f t t h e r o o m . I t was quite still then. The lamp burned 102

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Entonces el niño se sentó. Mientras ella le observaba, saltó de la cama, tomó la bandeja y, llevándola a un rincón, la volcó, tirándolo todo al suelo, platos y comida. En seguida regresó hacia la cama, llevando la bandeja _____ como si fuera un ostensorio y él su portador, revestido, a falta de sobrepelliz, con su ropa interior recortada, comprada en otro tiempo para un hombre. Ella ya no le miraba, aunque no se había movido. Sus manos continuaban envueltas en su delantal. El niño volvió a la cama y se acostó de nuevo boca arriba, con los ojos abiertos de par en par, siempre clavados en el techo. Podía ver la sombra de la mujer, inmóvil, informe, ligeramente encorvada. Después, la sombra desapareció. No la miró, pero pudo oír cómo se arrodillaba en el rincón, cómo recogía los trozos de los platos y los colocaba sobre la bandeja. Después salió de la habitación. Todo estaba en silencio. La lámpara

Faulkner’s Light flit 1 move lightly, softly, or rapidly (flitted from one room to another). 2 fly lightly; make short flights (flitted from branch to branch). 3 Brit. colloq. leave one’s house etc. secretly to escape creditors or obligations. 4 esp. Sc. & N.Engl. change one’s home; move. revolotear: the butterflies flitted around the flowers, las mariposas revoloteaban alrededor de las flores

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steadily above the steady wick; on the wall the flitting shadows of whirling moths were as large as birds. From beyond the window he could smell, feel, darkness, spring, the earth. 5

ardía tranquilamente con su mecha inmóvil. En la pared, las sombras palpitantes de las falenas eran como grandes pájaros. Por la ventana, el niño podía sentir, percibir, las tinieblas, la primavera, la tierra.

Sólo tenía ocho años entonces. Fue muHe was just eight then. It was chos años después cuando la memoria supo years later that memory knew what he aquello que él recordaba, muchos años deswas remembering; years after that n i g h t w h e n , a n h o u r l a t e r , h e r o s e 10 pués de aquella noche en la que, una hora más tarde, se había levantado de la cama y, from the bed and went and knelt in arrodillándose en el rincón (no como se hathe corner as he had not knelt on the bía arrodillado antes en la alfombra), sobre rug, and above the outraged food los alimentos sucios, los había comido con kneeling, with his hands ate, like a savage, like a dog. 15 sus manos, como un salvaje, como un perro. El día iba cayendo. Tendría que haber esIt was dusk; already he should have tado ya muy cerca de su casa, muy lejos de been miles toward home. Although his Saturday afternoons were free, he had donde se encontraba. Aunque el sábado por never before been this far from home 20 la tarde estuviese libre, nunca se había enthis late. When he reached home he contrado todavía tan tarde a tan gran distanwould be whipped. But not for what he cia de su casa. Cuando llegase le pegarían. might have or might not have done Pero no por lo que habría podido hacer, o during his absence. When he reached no hacer, durante su ausencia. Inocente de h o m e h e w o u l d r e c e i v e t h e s a m e 25 todo pecado, recibiría, en cuanto llegase a whipping though he had committed no la casa, los mismos correazos que si sin as he would receive if McEachern McEachern le hubiese sorprendido en flahad seen him commit it. grante delito. But perhaps he did not yet know himself that he was not going to commit the sin. The five of them were gathered quietly in the dusk about the sagging doorway of a deserted sawmill shed where, waiting hidden a hundred yards away, they had watched the negro girl enter and look back once and then vanish. One of the older boys had arranged it and he went in fast. The others, boys in identical overalls, who lived within a three mile radius, who, like the one whom they knew as Joe McEachern, could at fourteen and fifteen plow and milk and chop wood like grown men, drew straws for turns. Perhaps he did n ot even think of it as a sin until he thought of the man who would be waiting for him at home, since to fourteen the paramount sin would be to be publicly convicted of v i r g i n i t y. His turn came. He entered the shed. It was dark. At once he was overcome by a terrible haste. There was something in him trying to get out, like when he had used to think of toothpaste. But he could not move at once, standing there, smelling the woman, smelling the negro all at once; enclosed by the womanshenegro and the haste, driven, having to wait until she spoke: a guiding sound that was no particular word and completely unaware. Then it seemed to him that he could see her—something, prone, abject; her eyes perhaps. Leaning, he seemed to look down into a black well and at the bottom saw two glints like reflection of dead stars. He was moving, because his foot touched her . 103

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Pero tal vez no sabía él mismo que no cometería el pecado. Estaban reunidos los cinco, a media luz, junto a la puerta ruinosa de un aserradero abandonado. Ocultos a cien metros de allí habían visto a la joven negra entrar y desaparecer después de echar una ojeada a su alrededor. Uno de los mayores, el que había ideado la cosa, fue el que entró primero. Los demás lo sortearon a la hierba más corta. Todos iban vestidos con blusas parecidas. Vivían en un radio de tres millas y, lo mismo que el que ellos conocían por el nombre de Joe Eachern, todos podían, a sus catorce o quince años, labrar la tierra, ordeñar, cortar madera, como hombres hechos. Tal vez él no se había dado cuenta de que aquello era un pecado hasta el instante en que se le representó el hombre que le esperaba en casa, puesto que, a los catorce años, el pecado supremo era más bien el ser abiertamente acusado de virginidad. Su turno llegó. Entró en el cobertizo. Estaba oscuro. En seguida se sintió asaltado por una prisa terrible. Había dentro de él algo que quería salir, como cuando pensaba en la pasta dentífrica. Pero, en primer lugar, no pudo pensar. Se quedó allí, plantado, sintiendo el olor a mujer al mismo tiempo que el olor a negra, prisionero de la mujer negra y de su prisa, atraído, forzado a esperar que ella hablase: ruido conductor que no era verdaderamente una palabra y que le cogió de improviso. Entonces le pareció que podía distinguirla. Una cosa quieta, abyecta; sus ojos tal vez. Al inclinarse, creyó mirar en un pozo oscuro y, allá, en el fondo, vio dos resplandores como el r e f l e j o d e e s t r e l l a s m u e r t a s . Av a n z ó , puesto que la t r o p e z ó c o n e l p i e .

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Luego la tocó de nuevo, le dio un puntaThen it touched her again because he pié. La golpeó violentamente, golpeando kicked her. He kicked her hard, kicking en y a través de un sofocado gemido de into and through a choked wail of sorpresa y de miedo. Ella comenzó a grisurprise and fear. She began to scream, he jerking her up, clutching her by the 5 tar, mientras él la hacía levantarse sacudiéndola por el brazo, lanzándole granarm, hitting at her with wide, wild des golpes salvajes, golpeando la voz tal blows, striking at the voice perhaps, vez, pero sintiendo la carne, prisionero de feeling her flesh anyway, enclosed by la mujer negra y de su prisa. the womanshenegro and the haste. 10 Después ella huyó delante de su puño, y Then she fled beneath his fist, él mismo retrocedió corriendo cuando los and he too fled backward as the otros cayeron sobre él, en un montón, agaothers fell upon him, swarming, rrándose, luchando, mientras él replicaba, grappling, fumbling, he striking b a c k , h i s b r e a t h h i s s i n g w i t h r a g e 15 con el aliento sibilante de rabia y de desesperación. Entonces fue el olor de macho lo a n d d e s p a i r. T h e n i t w a s m a l e h e que sintió, lo que sintieron todos, y, en alsmelled, they smelled; somewhere guna parte, detrás de ellos, la hembra que beneath it the She scuttling, huía, vociferante. Ellos pateaban, vacilaban, screaming. They trampled and s w a y e d , s t r i k i n g a t w h a t e v e r h a n d 20 golpeando lo que sus manos, lo que sus cuerpos podían alcanzar, y, finalmente, todos en or body touched, until they all un montón, se derrumbaron sobre él. Y no went down in a mass, he obstante, con el rostro lleno de lágrimas, luu n d e r n e a t h Ye t h e s t i l l s t r u g g l e d , chaba, peleaba aún. Ahora ya no era una fighting, weeping. There was no S h e a t a l l n o w . T h e y j u s t f o u g h t ; i t 25 cuestión de Hembra. Peleaban, simplemente. Era como si un gran viento limpio hubiewas as if a wind had blown among se soplado sobre ellos. Le mantenían en el them, hard and clean. They held suelo, reducido a la impotencia. h i m d o w n n o w, h o l d i n g h i m h e l p l e s s . “ W i l l y o u q u i t n o w ? We g o t y o u . —Vamos, ¿te rendirás ahora? Te tene30 mos. ¿Juras que te rendirás? Promise to quit now.” “No,” he said. He heaved, twisting.

—No —dijo él. Se retorcía, jadeante.

“ Q u i t , J o e l Yo u c a n ’ t f i g h t a l l o f —Ya está bien, Joe. No puedes pelear u s . D o n ’ t n o b o d y w a n t t o f i g h t y o u , 35 contra todos nosotros. Además, ninguno tiea n y w a y. ” ne ganas de pelear contigo. “No,” he said, panting, struggling. —No —dijo él, luchando, sin aliento. None, of them could see, tell who was Ni unos ni otros podían reconocerwho. They had completely forgot about 40 se. Habían olvidado por completo a la the girl, why they had fought, if they muchacha, habían olvidado por qué pehad ever known. On the part of the leaban, suponiendo que lo hubiesen saother four it had been purely automatic bido alguna vez. Por parte de los otros and reflex: that spontaneous cuatro, había sido como un reflejo pucompulsion of the male to fight with or 45 ramente automático. El impulso esponbecause of or over the partner with táneo que impulsa al macho a luchar con which he has recently or is about to o por la que tiene o a quien va a fornicopulate. But none of them knew why car. Pero ninguno de ellos sabía por qué he had fought. And he could not have había peleado. No habrían podido decirtold them. They held him to the earth, 50 lo. Le mantenían contra el suelo, hatalking to one another in quiet, strained blando a la vez, sin prisa, con voces esvoices. tranguladas. “Some, of you all back there get —Tú, el de atrás, suéltale. Lueaway. Then the rest of us will turn him 55 g o n o s o t r o s l e s o l t a r e m o s t o d o s a l loose at the same time.” mismo tiempo. “Who’s got him? Who is this I’ve got?”

—¿Quién lo tiene sujeto? ¿A quién estoy sujetando yo?

60 “Here; turn loose. Now wait: —Vamos. Soltadle. No, esperad. Yo le here he is. Me and—” Again the sujeto. Yo y... mass of them surged, struggled. La masa surgió de nuevo, luchó. Le suT h e y h e l d h i m , a g a i n . “ We g o t h i m jetaron de nuevo. h e r e . Yo u a l l t u r n l o o s e a n d g e t o u t . 65 —Ya le tenemos. Soltadle todos y larGive us room.” gaos. Dejadnos sitio. Two of them rose and backed away, Dos de ellos se levantaron y retrocei n t o t h e d o o r. T h e n t h e o t h e r t w o dieron hacia la puerta. Después, los otros seemed to explode upward out of the 70 dos, corriendo ya, parecieron proyectados earth, the duskfilled shed, already fuera del suelo, fuera del cobertizo anega104

Faulkner’s Light running. Joe struck at them as soon as he was free, but they were already clear. Lying on his back he watched the four of them run on in the dusk, slowing, turning to look back. He rose and emerged from the shed. He stood in the door, brushing himself off, this too purely automatic, while a short distance away they huddled quietly and looked back at him. He did not look at them. He went on, his overalls duskcolored in the dusk. It was late n o w. . T h e e v e n i n g s t a r w a s r i c h a n d heavy as a jasmine bloom. He did not look back once. He went on, fading, phantomlike; the four boys w h o w a t c h e d h i m h u d d l e d q u i e t l y, their faces small and pale with dusk. From the group a voice spoke s u d d e n l y, l o u d : “ Ya a a h ! ” H e d i d n o t look back. A second voice said q u i e t l y, c a r r y i n g q u i e t l y, d e a r : “ S e e you tomorrow at church, Joe.” H e d i d n ’t a n s w e r. H e w e n t o n . N o w and then he brushed at his overalls, m e c h a n i c a l l y, w i t h h i s h a n d s .

bide 1 remain; stay 2 dwell; “You can stay with me while you are in town”; “stay a bit longer—the day is still young” ; remaining, staying, long time dwelling , unhesitating, in awarding, al acecho To bide one’s time= esperar la hora propicia

mockingbird = sinsonte : pájaro que tiene cientos de cantos variados y melodiosos, imitativos de los de otros pájaros ; bird noted for its ability to mimic other birds, (sinsonte)

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do de sombra. En cuanto se sintió libre, Joe trató de golpearles, pero ya estaban lejos. Tendido sobre la espalda, vio cómo los cuatro huían en el crepúsculo, se detenían luego y miraban hacia atrás. - - - - - -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - El no les miró. S e fue con sus ropas de trabajo teñidas de crepúsculo. Era tarde. El lucero vespertino brillaba, opulento y pesado como una flor de jazmín. El no se volvió ni una sola vez. Se alejó, se esfumó como una sombra. Los cuatro muchachos que le observaban se habían agrupado lentamente. Sus rostros parecían pequeños y pálidos en la media luz. De pronto, una sonora voz salió del grupo. «¡Yeeeh!» No se volvió. Otra voz habló sosegadamente, y le llegó, tranquila y clara. «Hasta mañana en la iglesia, Joe.. » No respondió. Continuó su marcha. De cuando en cuando, maquinalmente, se sacudía la ropa con las dos manos.

Cuando llegó a ver la casa, todo resWhen he came in sight of home plandor había desaparecido por poniente. all light had departed from the w e s t . I n t h e p a s t u r e b e h i n d t h e 30 En el prado, detrás de la granja, había un manantial, un bosquecillo de sauces que barn there was a spring: a clump se sentía en la oscuridad, que se oía pero of willows in the darkness smelt que no se veía. Al acercarse a él, las flauand heard but not seen. When he tas de los sapos se detuvieron, como cuerapproached the fluting of young f r o g s c e a s e d l i k e s o m a n y s t r i n g s 35 das cortadas simultáneamente por unas tijeras. Se arrodilló. Estaba demasiado oscut with simultaneous scissors. curo para que pudiese distinguir su cabeHe knelt; it was too dark to za, ni siquiera en silueta. Se bañó la cara, discern even his silhouetted head. lavó sus ojos hinchados. Reemprendió la He bathed his face, his swollen e y e . H e w e n t o n , c r o s s i n g t h e 40 marcha y se dirigió, a través del prado, hacia la luz de la cocina. La luz parecía pasture toward the kitchen light. observarle, estar al acecho, preñada de It seemed to watch him, biding amenazas, como un ojo. and threatful, like an eye. When he reached the lot fence he stopped, looking at the light in the k i t c h e n w i n d o w. H e s t o o d t h e r e f o r a while, leaning on the fence. The grass was aloud, alive with crickets. Against the dewgray—earth and the dark bands of trees fireflies drifted and faded, erratic and random. A mockingbird sang in a tree beside the house. Behind him, in the woods beyond the spring, two whippoorwills whistled. Beyond them, as though beyond some ultimate horizon of s u m m e r, a h o u n d h o w l e d . T h e n h e crossed the fence and saw someone sitting quite motionless in the door to the stable in which waited the two cows which he had not yet milked.

Cuando llegó a la valla del corral se detuvo, con los ojos fijos en la luz de la ventana de la cocina. Estuvo así un momento, apoyado en la valla. La hierba susurraba, hirviente de saltamontes. Sobre el 50 fondo de tierra, gris de rocío, sobre la sombría cortina de árboles, brillaban las luciérnagas, se apagaban, fantásticas e imprevistas. Un sinsonte cantaba en un árbol cerca de la casa. Detrás de él, en el bos55 q u e , d o s c h o t a c a b r a s s i l b a b a n . M á s lejos, como al otro lado de un último horizonte de verano, un perro aullaba. Entonces, franqueó la valla y vio a alguien sentado, inmó60 v i l , d e l a n t e d e l a p u e r t a d e l e s t a b l o en donde estaban las dos vacas que él no había ordeñado. 45

He seemed to recognise McEachern No pareció sorprendido al reconow i t h o u t s u r p r i s e , a s i f t h e w h o l e 65 c e r a M c E a c h e r n , c o m o s i l a s i t u a c i ó n situation were perfectly logical and fuese absolutamente lógica, razonareasonable and inescapable. Perhaps he b l e , i n e v i t a b l e . Ta l v e z p e n s ó e n t o n was thinking then how he and the man ces que el hombre y él siempre podían could always count upon one another, contar el uno con el otro, depender el depend upon one another; that it was 70 u n o d e l o t r o ; y e n q u e l a ú n i c a the woman alone who was i m p r e v i s i b l e e r a l a m u j e r. Y é l , que 105

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stolid impasible; imperturbable (pejorative) terco 1 lacking or concealing emotion or animation. 2 not easily excited or moved. stol·id Etymology: Latin stolidus dull, stupid : having or expressing little or no sensibility : UNEMOTIONAL synonym see IMPASSIVE imperturbable, flemático, con sosiego, impasible estólido = estúpido, dimwitted (falto de razón), necio, insensato, bobo. DRAE = falto de razón y discurso.

unpredictable. Perhaps he saw no incongruity at all in the fact that he was about to be punished, who had refrained from what McEachern would consider the cardinal sin which he could commit, exactly the same as if he had committed it. McEachern did not rise. He still sat, s t o l i d and rocklike, hi s s h i r t a w h i t e b l u r i n t h e d o o r ’ s black yawn. “I have milked and fed,” he said. Then he rose, d e l i b e r a t e l y. P e r h a p s t h e b o y k n e w that he already held the strap in his hand. It rose and fell, deliberate, numbered, with d e l i b e r a t e , f l a t r e p o r t s . T h e b o y ’s body might have been wood or stone; a post or a tower upon which the sentient part of him mused like a hermit, contemplative a n d r e m o t e with ecstasy and selfcrucifixion.

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no había cometido lo que McEachern consideraría sin duda como el más grave de los pecados mortales, acaso no vio nada de incongruente en el hecho de ir a ser castigado exactamente igual que si lo hubiera cometido. McEachern no se levantó. Siguió allí, sentado, _______ sólido como un peñasco. Su camisa se destacaba como un halo blanco sobre la negrura de la puerta entornada. —Las he ordeñado y les he echado el pienso —dijo. Luego se levantó, con aire decidido. El muchacho tal vez sabía que ya tenía la correa en la mano. La tira de cuero se elevó y volvió a caer con una regularidad calculada, con un sonido sordo y rítmico. El cuerpo del muchacho podría haber sido de madera o de piedra: un pilar o una torre sobre los que la parte sensible de Joe soñaba como un ermitaño, contemplativa y perdida en el éxtasis y en la crucifixión voluntaria.

As they approached the kitchen they Cuando se acercaron a la cocina, camiw a l k e d s i d e b y s i d e . W h e n t h e l i g h t 25 naban codo con codo y, cuando la luz de la from the window fell upon them the ventana cayó sobre ellos, el hombre se detuman stopped and turned, leaning, vo y se volvió, inclinado, curioso: peering. “Fighting,” he said. “What was — ¿ Te h a s p e l e a d o ? — d i j o — . it about?” ¿Por qué? 30 T h e b o y d i d n o t a n s w e r. H i s f a c e Joe no respondió. Su rostro estaba tranwas quite still, composed. After a while quilo, sereno. Respondió al cabo de un rato. he answered. His voice was quiet, cold. Su voz era tranquila y fría. “Nothing.” —Por nada. 35 They stood there. “You mean, you Estaban de pie los dos. can’t tell or you won’t tell?” The boy —Es decir, que no puedes o no quieres d i d n o t a n s w e r. H e w a s n o t l o o k i n g confesarlo. El muchacho no respondió. No down. He was not looking at anything. bajó los ojos. No miraba a ningún sitio. “ T h e n , i f y o u d o n ’ t k n o w y o u a r e a 40 —Entonces, si no lo sabes, eres un imf o o l . A n d i f y o u w o n ’t t e l l y o u h a v e bécil. Y si no quieres decirlo, es que has been a knave. Have you been to a hecho alguna golfería. ¿Has estado con una woman?” mujer? “No,” the boy said. The man looked 45 —No —dijo el muchacho. at him. When he spoke his tone was El hombre le miró. Hablaba con una voz musing. abstraída. “You have never lied to me. That I —Nunca me has mentido. Al meknow of, that is.” He looked at the boy, 50 n o s , q u e y o s e p a — m i r a b a a l m u c h a at the still profile. “Who were you cho, su sereno perfil—. ¿Con quién fighting with?” te has pegado? “There was more than one.”

—Había más de uno. 55

“Ah,” the man said. “You left marks on them, I trust?”

—¡Ah! —dijo el hombre—. Espero que les hayas dejado alguna señal.

“I don’t know. I reckon so.”

—No lo sé. Probablemente. 60

“Ah,” the man said. “Go and wash. Supper is ready.”

—¡Ah! —dijo el hombre—. Anda, ve a lavarte. La comida está lista.

When he went to bed that night Cuando el muchacho se metió en la cama h i s m i n d w a s m a d e u p t o r u n 65 aquella noche, estaba decidido a huir. Se a w a y. H e felt like an eagle: hard, sentía como un águila, duro, suficiente, posufficient, potent, remorseless, strong . deroso, sin remordimientos y lleno de vigor. But that passed, though he did Pero aquello no duró mucho tiempo, aunnot then know that, like the que ignoraba entonces que, para él como e a g l e , h i s o w n f l e s h a s w e l l a s 70 para el águila, su propia carne y el espacio all space was still a cage. entero nunca serían más que una jaula. 106

Faulkner’s Light McEachern did not actually miss the heifer for two days. Then he found the new suit where i t w a s h i d d e n i n the barn; on examining it he knew that it had never been worn. He found the suit in the forenoon. But he said nothing about it. That evening he entered the barn where Joe was milking. Sitting on the low stool, his h e a d b e n t a g a i n s t t h e c o w ’s f l a n k s , t h e boy’s body was now by height at least the body of a man. But McEachern did not see that. If he saw anything at all, it was the child, the orphan of five years who had sat with the still and alert and unrecking passiveness of an animal on the seat of his buggy on t h a t December evening twelve years ago. “ I d o n ’ t s e e y o u r h e i f e r, ” M c E a c h e r n s a i d . J o e d i d n ’ t a n s w e r. H e b e n t a b o v e the bucket, above the steady hissing of milk. McEachern stood behind a n d above him, looking down at him. “I said, your heifer has not come up.”

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McEachern tardó dos días en advertir la desaparición de la becerra. Luego, encontró en la granja el traje nuevo, en el lugar donde estaba colgado. Al examinarlo vio que no había sido usado nunca. Encontró el traje por la mañana. Pero no dijo nada. Aquella noche entró en el establo donde Joe estaba ordeñando. Sentado en el bajo taburete, con la cabeza apoyada en el ijar de la vaca, el cuerpo del muchacho tenía ahora casi la misma talla que el de un hombre. Pero McEachern no se fijó en eso. Si vio algo fue al niño, al huérfano de cinco años que, doce años antes, estaba sentado en el pescante de su carricoche con la pasividad sosegada, atenta y desdeñosa de un animal. —No veo a la becerra —dijo McEachern. Joe no respondió. Se encorvó sobre el cubo, sobre el chorro continuo de leche. Detrás de él, McEachern le dominaba. Le miraba desde arriba. —Acabo de decirte que tu becerra no está ahí. — Ya l o s é — d i j o J o e — . S u p o n g o que ha ido al arroyo. Ya iré a buscarla yo, puesto que es mía.

“I know it,” Joe said. “I reckon she is down at the creek. I’ll look after her, being as she belongs to me.” 30

—¡Ah! —dijo McEachern sin levantar la voz—. El arroyo, y de noche, no es precisamente un lugar para una vaca de cincuenta dólares.

“Ah,” McEachern said. His voice was not raised. “The creek at night is no place for a fifty d o l l a r c o w. ” 35

—Peor para mí si desaparece —dijo Joe—. Era mi vaca.

“It’ll be my loss, then,” Joe said. “ I t w a s m y c o w.”

—Era? —dijo McEachern—. ¿Has dicho “ Wa s ? ” M c E a c h e r n s a i d . “ D i d y o u 40 era mi vaca? say was my cow?” Joe no levantó los ojos. Por entre sus Joe did not look up. Between his dedos, la leche caía sin interrupción en fingers the milk hissed steadily into the el cubo. Oyó que, tras él, McEachern pail. Behind him he heard McEachern move. But Joe did not look around until 45 se removía. Pero Joe no se volvió hasta que la leche dejó de manar. Entonces the milk no longer responded. Then he miró hacia atrás. McEachern estaba senturned. McEachern was sitting on a tado en un tronco, junto a la puerta. w o o d e n b l o c k i n t h e d o o r. “ Yo u h a d —Será mejor que vayas antes a casa a better take the milk on to the house 50 llevar la leche —dijo. first,” he said. Joe, puesto en pie, balanceaba el cubo. Su voz era huraña, pero tranquila. —Iré a buscarla mañana por la mañana.

Joe stood, the pail swinging from his hand. His voice was dogged though quiet. “I’ll find her in the morning.” 55 “Take the milk on to the house,” McEachern said. “I will wait for you here.”

—Lleva la leche a casa —dijo McEachern—. Te esperaré aquí.

Joe aún permaneció un momento For a moment longer Joe stood there. Then he moved. He emerged and 60 i n m ó v i l . D e s p u é s , e m p e z ó a a n d a r. Salió de allí y se dirigió a la cocina. went on to the kitchen. Mrs. La señora McEachern entró cuando él McEachern came in as he was setting posaba el cubo sobre la mesa. the pail onto the table. “Supper is —La cena está lista —dijo ella—. r e a d y, ” s h e said. “Has Mr. McEachern 65 ¿Ha vuelto McEachern? come to the house yet?”

tentative vacilante, cauteloso tentative 1 done by way of trial, experimental. 2 hesitant, not definite (tentative suggestion; tentative acceptance).

J o e w a s t u r n i n g a w a y, b a c k t o w a r d Joe se dirigía ya hacia la puerta. t h e d o o r. “ H e ’ l l b e i n s o o n , ” h e s a i d . —No tardará —dijo. He could feel the woman watching Podía sentir cómo le observaba la muh i m . S h e s a i d , i n a t o n e t e n t a t i v e , 70 jer. Y ella dijo, con un tono a la vez ansioso anxious: y tímido. 107

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“You’ll have just time to wash.”

—Tienes el tiempo justo para lavarte.

“We’ll be in soon.” He returned to —En seguida vendremos. the barn. Mrs. McEachern came to the 5 Regresó al establo. La señora McEachern door and looked after him. It was not dio un paso hacia la puerta para observarle. yet full dark and she could see her Todavía no era totalmente de noche y la husband standing in the barn door. She mujer podía ver a su marido, de pie en la did not call. She just stood there and puerta del establo. No le llamó. Se contentó watched the two men meet. She could 10 con observar el encuentro de los dos homnot hear what they said. bres. No podía oír lo que decían. “She will be down at the creek, you say?” McEachern said.

—¿Decías que debe de estar en la orilla del arroyo? —dijo McEachern. 15

“I said she may be. This is a goodsized pasture.”

—Decía que tal vez esté allí. El prado es grande.

“Ah,” McEachern said. Both their —¡Ah! —dijo McEachern; las dos voces voices were quiet. “Where do you think 20 eran tranquilas—. ¿Donde crees tú que pueshe will be?” de estar? “ I d o n ’ t k n o w. I a i n ’ t n o c o w. I don’t know where she might be.”

marshy pantanoso

—No lo sé. Yo no soy una vaca. No sé dónde puede estar.

25 M c E a c h e r n m o v e d . “ We ’ l l g o McEachern se movió. see,” he said. They entered the —Pues vamos a verlo —dijo. pasture in single file. The creek Entraron en el prado, el uno tras el otro. was a quarter of a mile distant. El riachuelo estaba a trescientos metros. A g a i n s t t h e d a r k b a n d o f t r e e s 30 Sobre la cortina oscura de los árboles que lo where it flowed fireflies winked bordeaban, las luciérnagas parpadeaban, se and faded. They reached these apagaban. Los hombres llegaron a los árbotrees. The trunks of them were les. Los troncos estaban ahogados por una choked with marshy undergrowth, maleza pantanosa que dificultaba la marcha h a r d t o p e n e t r a t e e v e n b y d a y . 35 incluso en pleno día. “ C a l l h e r, ” M c E a c h e r n s a i d . J o e —Llámala —dijo McEachern. d i d n o t a n s w e r. H e d i d n o t m o v e . Joe no respondió, no se movió. Estaban They faced one another. frente a frente. “She’s my cow,” Joe said. “You gave her 40 —Es mi vaca —dijo Joe—. Usto me. I raised her from a calf because you ted me la dio. La he criado porgave her to me to be my own.” que usted me la dio. “Yes,” McEachern said. “I gave her —Sí —dijo McEachern—. Te la di. to you. To teach you the responsibility 45 P a r a e n s e ñ a r t e l a r e s p o n s a b i l i d a d d e of possessing, owning, ownership. The poseer, de tener, de ser propietario. La responsibility of the owner to that responsabilidad que el propietario tiewhich he owns under God’s sufferance. ne para con lo que posee por la volunTo teach you foresight and tad de Dios. Para enseñarte a prever, a 50 acrecentar. Llámala. aggrandisement. Call her.” For a while longer they faced one another. Perhaps they were looking at one another . Then Joe turned and went on along the marsh, McEachern following. “Why don’t you call her?” he said. Joe did not answer. He did not seem to be watching the marsh, the creek, at all. On the contrary he was watching the single light which marked the house, looking back now and then as if he were gauging his distance from it. They did not go fast, yet in time they came to the boundary fence which marked the end of the pasture. It was now full dark. When he reached the fence Joe turned and stopped. Now he looked at the other. Again they stood face to face. Then McEachern said: “What have you done with that heifer?”

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Siguieron frente a frente aún durante un instante. Quizás se estaban mirando de hito en hito. Después, Joe dio la vuelta y comenz ó a c a m i n a r a l o l a rg o d e l p a n t a n o . McEachern le siguió. —Por qué no la llamas? —dijo. _________ Joe no p a r e c í a m i r a r n i a l p a n t a no ni al arroyo. Al contrario: obs e r v a b a l a ú n i c a l u z que había en la casa, volviéndose de cuando en cuando como para calcular la distancia que le separaba de ella. No iban muy rápidos, sin embargo. Llegaron a la valla que señalaba el final del pasto. Ahora ya era totalmen te de noche. Cuando llegó a la valla, Joe se volvió y se detuvo. _______ ____ _________ ____ _ E s t a b a n o t r a v e z f r e n t e a frente. McEachern dijo entonces: —¿Qué has hecho de tu becerra?

Faulkner’s Light “I sold her,” Joe said. “Ah. You sold her. And what did you get for her, might I ask?”

tr. Enrique Sordo —La he vendido —dijo Joe. —¡Ah, la has vendido! ¿Y qué es lo que te han dado por ella, si me permites la pregunta?

5 No podían distinguir sus caras. Sólo They could not distinguish one e r a n unas sombras, casi de la misma estatura, aunanother ’s face now. They were just shapes, almost of a height, though McEachern qu e M c E a c h e r n f u e s e m á s g r u e s o . E n c i was the thicker. Above t h e w h i t e b l u r m a d e la mancha blanca de la camisa, la cao f h i s s h i r t M c E a c h e r n ’ s h e a d 10 beza de McEachern parecía una de esas bolas resembled one of the marble de mármol que suelen verse sobre los monumenc a n n o n b a l l s o n C i v i l Wa r m o n u ments. tos conmemorativos de la Guerra Civil. — E r a m i v a c a . _________ Si no era “ I t w a s m y c o w , ” J o e s a i d . “If she wasn’t mine, why did you tell me she was? mía, ¿por qué me dijo usted que me perteneWhy did you give her to me?” 15 cía? ¿Por qué me la dio? “ Yo u a r e q u i t e r i g h t . S h e w a s —Tienes razón. Te pertenecía. Todavía your own. I have not yet chidden no te he reñido por haberla vendido, siemyou for selling her, provided you pre que hayas obtenido un buen precio por g o t a g o o d p r i c e . A n d e v e n i f y o u 20 ella. Y, aunque te hayan timado en el trato, were beat in the trade, which with cosa que es muy probable con un mozalbete a boy of eighteen is more than like de dieciocho años, tampoco te reñiré por to be so, I will not chide you for ello. Aunque habría sido mejor que hubiethat. Though you would better ses pedido consejo a alguien que conociese h a v e a s k e d t h e a d v i c e o f s o m e o n e 25 un poco más el mundo. Pero tienes que older in the ways of the world. But aprender, como aprendí yo mismo. Lo que you must learn, as I did. What I te pregunto es dónde has puesto el dinero ask is, Where have you put the para que no se pierda. money for safekeeping?” Joe didn’t Joe no respondió. Se miraban los dos a n s w e r . T h e y f a c e d o n e a n o t h e r . 30 cara a cara. “ Yo u g a v e i t t o y o u r f o s t e r m o t h e r t o —¿Quizás se lo has dado a tu madre keep for you, belike?” adoptiva para que te lo guarde? “ Ye s , ” J o e s a i d . H i s m o u t h s a i d —Sí —dijo Joe. i t , t o l d t h e l i e . H e h a d n o t 35 Fue su boca la que dijo aquello, la que intended to answer at all. He pronunció la mentira. El no tuvo intención heard his mouth say the word de responder así. Oyó que su boca decía with a kind of la palabra con una especie de sorpresa inshocked a s t o n i s hment. Then it was too late. dignada. Pero ya era demasiado tarde. 40 “ I g a v e it to her to put away,” he said. —Se lo he dado para que me lo guarde —dijo. “Ah,” McEachern said. He —¡Ahl —dijo McEachern. sighed; it was a sound almost Y suspiró. Era casi un suspiro de satisluxurious, of satisfaction and facción, de victoria. v i c t o r y . “And you will doubtless say 45 —Y sin duda vas a decirme que ha also that it was your fostermother who sido tu madre la que te ha comprado ese bought the new suit which I found hid traje nuevo que he encontrado escondii n t h e l o f t . Yo u h a v e r e v e a l e d e v e r y do en el henil. Ya habías demostrado toother sin of which you are capable: dos los pecados que eras capaz: pereza, sloth, and ingratitude, and irreverence 50 ingratitud, irreverencia y blasfemia. Y and blasphemy. And now I have taken ahora te he cogido en flagrante delito you in the remaining two: lying and de los otros dos: mentira y lujuria. ¿Para lechery. What else would you want with qué va a servirte un traje nuevo, si no a new suit if you were not whoring?” es para ir de picos pardos? A n d t h e n h e a c k n o w l e d g e d t h a t t h e 55 Y en ese momento se dio cuenta de que child whom he had adopted twelve el niño que habían adoptado doce años anyears ago was a man. Facing him, the tes era ya un hombre. Cara a cara, casi totwo of them almost toe to toe, he struck cándose con los dedos de los pies, el homat Joe with his fist. bre golpeó a Joe con el puño cerrado. 60 Joe took the first two blows; Joe encajó los dos primeros golpes. Tal vez perhaps from habit, perhaps from por la costumbre, o acaso por la sorpresa. Pero surprise. But. he took them, feeling los encajó, sintió los dos puños huesudos del twice the man’s hard fist crash into his hombre aplastarle la cara. Casi en seguida dio face. Then he sprang back, crouched, licking 65 un paso atrás y se agachó, jadeante, lamiendo blood, panting. They faced one another. su sangre. Estaban frente a frente. “Don’t you hit me again,” he said. X —No vuelva a empezar —dijo. Later, lying cold and rigid in his bed Más tarde, en su buhardilla, tendido i n t h e a t t i c , h e h e a r d t h e i r v o i c e s 70 en su cama, frío y rígido, oyó sus voces, coming up the cramped stairs from the que llegaban desde abajo por la estrecha 109

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room beneath.

—Se lo he comprado yo —decía la se“I bought it for him!” Mrs. ñora McEachern—. Te lo aseguro. Se lo he McEachern said. “I did! I bought it with my butter money. You said that I 5 comprado con mis ahorros. Tú me dijiste que podía tenerlo... que podía gastarlo... Simón, could have—could spend—Simon! Simón. Simon!” —Mientes peor todavía que él —dijo “You are a clumsier liar than even h e , ” t h e m a n s a i d . H i s v o i c e c a m e , 10 el hombre. Su voz mesurada, ronca, sin cólera, ascendía por la escalera hasta la measured, harsh, without heat, up the cama en que Joe estaba acostado. Pero cramped stair to where Joe lay in bed. Joe no lo escuchaba—. ¡De rodillas! ¡De He was not listening to it. “Kneel rodillas! ¡DE RODILLAS, MUJER! Es a down. Kneel down. KNEEL DOWN, W O M A N . A s k g r a c e a n d p a r d o n o f 15 Dios, no a mí, al que hay que pedirle gracia y perdón. God; not of me.” Ella siempre había tratado de ser buena She had always tried to be kind to con él, desde aquella primera noche de dihim, from that first December evening t w e l v e y e a r s a g o . S h e w a s w a i t i n g o n 20 ciembre, doce años antes. Esperaba al pie de la veranda (criatura paciente, borrosa, sin the porch—a patient, beaten creature nada que revelase su sexo, excepto la falda without sex demarcation at all save the y el cuidado moño de cabellos grisáceos), neat screw of graying hair and the cuando el carricoche llegó. Parecía que, en skirt—when the buggy drove up. It was a s t h o u g h i n s t e a d o f h a v i n g b e e n 25 lugar de haber sido sutilmente asesinada y transformada por el hombre invisible y beasubtly slain and corrupted by the to en algo que iba más allá del fin que éste ruthless and bigoted man into se había propuesto y del que ella no se daba something beyond his intending and cuenta, hubiese sido obstinadamente martiher knowing, she had been hammered s t u b b o r n l y t h i n n e r a n d t h i n n e r l i k e 30 llada, laminada, día tras día, como un metal pasivo y maleable, hasta no ser más que una some passive and dully malleable reducción de esperanzas vagas, de deseos metal, into an attenuation of dumb frustrados, indecisos y pálidos hoy, como hopes and frustrated desires now faint cenizas apagadas. and pale as dead ashes. 35 Cuando el carricoche se detuvo, ella se When the buggy stopped she came adelantó como si ya lo tuviese todo prepaforward as though she had already rado de antemano, todo ensayado: cómo le planned it, practiced it: how she bajaría del pescante, cómo le llevaría haswould lift him down from the seat and c a r r y h i m i n t o t h e h o u s e . H e h a d 40 ta la casa. El niño nunca había sido llevanever been carried by a woman since do en brazos por una mujer desde que he was big enough to walk. He aprendió a andar. Resbaló entre las manos squirmed down and entered the house de la mujer, entró en la casa por su propio on his own feet, marched in, small, pie y avanzó, muy pequeño, informe dens h a p e l e s s i n h i s w r a p p i n g s . S h e 45 tro de sus ropas. Ella le siguió, inclinada followed, hovering about him. She sobre él. Hizo que se sentase. Era como si made him sit down; it was as though velase por él con una especie de solicitud she hovered about with a kind of enternecida, con un aire a la vez descons t r a i n e d a l e r t n e s s , a n a i r b a ff l e d a n d certado y atento, esperando el momento de a l e r t , w a i t i n g t o s p r i n g i t a g a i n a n d 50 volver a empezar y de tratar que el niño try to make himself and her act as she obrase, y de obrar ella misma, como había had planned for them to act. Kneeling imaginado que obrarían los dos. Arrodillabefore him she was trying to take off da delante de él, intentaba quitarle los zahis shoes, until he realised what she patos. Cuando el niño se dio cuenta de lo w a n t e d . H e p u t h e r h a n d s a w a y a n d 55 que la mujer quería hacer, le apartó las maremoved the shoes himself, not nos y se quitó él mismo los zapatos, pero setting them onto the floor though. He sin pon e r l o s e n e l s u e l o . L o s c o n s e r held to them. S h e s t r i p p e d o f f h i s vó en la mano. Ella le quitó las mestockings and then she fetched dias y fue a buscar después un barrea b a s i n o f h o t w a t e r , f e t c h e d i t 60 ñ o d e a g u a c a l i e n t e . L o t r a j o c o n t a n so immediately that anyone but ta rapidez que sólo un niño podía dea child would have known that jar de comprender que lo debió de teshe must have had it ready and ner preparado todo el día, mientras w a i t i n g a l l d a y p r o b a b l y. H e esperaba. Fue entonces cuando el s p o k e f o r t h e f i r s t t i m e , t h e n . 65 n i ñ o h a b l ó p o r p r i m e r a v e z . “ I done washed just yesterday,” he said. —Me los lavé ayer —dijo. She didn’t answer. She knelt before Ella no respondió. Estaba de rodillas him while he watched the crown of her delante de él y el niño le miraba la cima h e a d a n d h e r h a n d s f u m b l i n g a l i t t l e 70 de la cabeza, las manos que se afanaban, clumsily about his feet. He didn’t try un poco torpes, en torno a sus pies. Ya 110

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no intentó ayudarla. No sabía qué era lo t o h e l p h e r n o w. H e d i d n ’ t k n o w que ella quería hacer, ni siquiera cuando what she was trying to do, not even estaba sentado con sus pies fríos en el when he was sitting with his cold agua caliente. No sabía que no habría f e e t i n t h e w a r m w a t e r. H e d i d n ’ t know that th a t w a s a l l , b e c a u s e i t f e l t 5 nada más, porque aquello era demasiat o o g o o d. He was waiting for the rest of do bueno. É l e s p e r a b a l a c o n t i n u a it to begin; the part that would not be ción, la parte que ya no sería agrapleasant, whatever it would be. This had dable, fuese la que fuese. Aquello no never happened to him before either. le había sucedido nunca aún. 10 Later she put him to bed. For two Más tarde, la mujer le metió en la years almost he had been dressing and cama. Hacía ya casi dos años que el niño undressing himself, unnoticed and se vestía y se desnudaba solo, sin que unassisted save by occasional Alices. nadie le prestase atención o le ayudase, He was already too tired to go to sleep 15 excepto Alice algunas veces. Estaba deat once, and now he was puzzled and masiado fatigado para dormirse en seguih e n c e nervous, waiting until she went da y se sentía agitado, sorprendido, esout so he could sleep. Then she did not perando que la mujer se fuese para pogo out. Instead she drew a chair up to der dormir. Pero ella no se fue. Al conthe bed and sat down. There was no fire 20 trario: colocó una silla junto a la cama y in the room; it was cold. She had a se sentó. No había ningún fuego en la hashawl now about her shoulders, bitación. Hacía frío. La mujer tenía ahohuddled into the shawl, her breath ra un chal sobre los hombros, se arropavaporising as though she were smoking. ba con él, con el aliento convertido en A n d h e b e c a m e w i d e a w a k e n o w. H e 25 vapor, como si fumase. Y él no se dorwas waiting for the part to begin which mía. Esperaba el comienzo de la parte he would not like, whatever it was; que no le iba a gustar, fuese la que fuewhatever it was that he had done. He se. No sabía que ya no habría nada más. didn’ t know that this was all. This had Y aquello también era algo que no le hanever happened to him before either. 30 bía ocurrido nunca. It began on that night. He believed that it was to go on for the rest of his life. At seventeen, looking back he could see now the long series of trivial, clumsy, vain efforts born of frustration and fumbling and dumb instinct: the dishes she would prepare for him in secret and then insist on his accepting and eating them in secret, when he did not want them and he knew that McEachern would not care anyway; the times when, like tonight, she would try to get herself between him and the punishment which, deserved or not, just or unjust, was impersonal, both the man and the boy accepting it as a natural and inescapable fact until she, getting in the way, must give it an odor, an attenuation, and aftertaste.

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Fue aquella noche cuando empezó todo. El niño creyó que todo duraría hasta el fin de sus días. Ahora, a los diecisiete años, recordando el pasado, podía ver una larga serie de esfuerzos vanos, torpes, triviales, nacidos de frustraciones, de tanteos, de oscuros instintos: los platos que ella preparaba para él, en secreto, y que le quería hacer aceptar y comer en secreto, y que él no aceptaba sabiendo que a McEachern todo aquello no le importaría nada; las numerosas veces en que, como aquella noche, la mujer había tratado de interponerse entre él y el castigo que, merecido o no, justo o injusto, era impersonal y aceptado por el hombre y por el niño como un hecho natural e inevitable, hasta el momento en que, al intervenir ella, adquiría un olor, una atenuación, un resabio.

Sometimes he thought that he would A veces había tenido la idea de detell her alone, have her who in her círselo a ella sola, de hacérselo saber — helplessness could neither alter it nor a ella que, en su impotencia, no podía ignore it, know it and need to hide it 55 alterarlo, ni ignorarlo—, y obligarla a from the man whose immediate and ocultárselo al hombre, cuya reacción, inpredictable reaction to the knowledge mediata y previsible, lo anularía de tal would so obliterate it as a factor in modo, como factor de sus relaciones, que their relations that it would never nunca más se hablaría de ello. De decirappear again. To say to her in secret, 60 le en secreto, en pago secreto de todos in secret payment for the secret dishes los platos secretos que él no deseaba: which he had not wanted: “Listen. He —Escuche. Él dice que ha criado un says he has nursed a blasphemer and an blasfemo y un ingrato. Le desafío a usingrate. I dare you to tell him what he ted a que le diga qué es lo que ha criahas nursed. That he has nursed a nigger 65 d o . Q u e h a c r i a d o a u n n e g r o b a j o s u beneath his own roof, with his own propio techo, con sus propios alimenfood at his own table.” tos y en su propia mesa. Because she had always been Porque ella siempre había sido buena k i n d t o h i m . T h e m a n , t h e h a r d , 70 para él. El hombre, el hombre duro, justo, just, ruthless man, merely implacable, esperaba únicamente que él 111

Faulkner’s Light depended on him to act in a certain way and to receive the as certain reward or punishment, just as he could depend on the man to react in a certain way to his own certain doings and misdoings: It was the woman who, with a woman’s a f f i n i t y a n d i n s t i n c t f o r s e c r e c y, for casting a faint taint of evil about the most trivial and innocent a c t i o n s . Behind a loose board in the wall of his attic room she had hidden a small hoard of money in a tin can. The amount was trivial and it was apparently a secret to no one but. her husband, and the boy believed that he would not have cared. But it had never been a secret from him. Even while he was still a child she would take him with her when with all the intense and mysterious caution of a playing child she would creep to the attic and add to the hoard meagre and infrequent and terrific nickels and dimes (fruit of what small chicanery and deceptions with none anywhere under the sun to say her nay he did not know), putting into the can beneath his round grave eyes coins whose value he did not even recognise. It was she who trusted him, who insisted on trusting him as she i n s i s t e d o n h i s e a t i n g : b y c o n s p i r a c y, in secret, making a secret of the very fact which the act of trusting was s u p p o s e d t o e x e m p l i f y. It was not the hard work which he hated, nor the punishment and injustice. He was used to that before he ever saw either of them. He expected no less, and so he was neither outraged nor surprised. It was the woman: that soft kindness which he believed himself doomed to be forever victim of and which he hated worse than he did the hard and ruthless justice of men. ‘She is trying to make me cry,’ he thought, lying cold and rigid in his bed, his hands beneath his head and the m o o n l i g h t f a l l i n g a c r o s s h i s b o d y, hearing the steady murmur of the man’s voice as it mounted the stairway on its first heavenward stage; ‘She was trying to make me cry. Then she thinks that they would have had me .”

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obrase de un determinado modo y que recibiese una recompensa o un castigo no menos determinados. El niño, igualmente, podía estar seguro de que el hombre reaccionaría de un determinado modo, según sus propias buenas o malas acciones. Pero la mujer, en cambio, tenía esa disposición, ese instinto que tienen las mujeres para el disimulo, para encontrar una vaga sombra de mal en las acciones más triviales, más inocentes... Detrás de una tabla suelta de la pared de la buhardilla en donde él dormía, la mujer había escondido unos pequeños ahorros en una caja de hojalata. La suma era insignificante, y sólo era un secreto para su marido, y el niño pensaba que, al marido, aquello le habría importado muy poco. Pero nunca había sido un secreto para él. Incluso cuando todavía era muy pequeño, la mujer le llevaba consigo cuando, con la prudencia intensa y misteriosa de un niño que juega, subía al granero y añadía a su enjuto tesoro, raro, terrible, unas monedas de cinco y de diez centavos (fruto de aquellas trapacerías, de aquellos enredos, que nadie bajo el sol le había obligado a hacer), metiendo en la caja, mientras él la contemplaba con sus ojos serios y muy abiertos, unas monedas de las que él no sabía ni el valor. Era ella la que tenía confianza en él, del mismo modo que se obstinaba en hacerle comer: por conspiración, secretamente, haciendo un secreto de aquel mismo acto que suponía ejemplar por el hecho de demostrar su confianza. No era el trabajo duro lo que él odiaba; no eran tampoco los castigos ni la injusticia. Ya estaba acostumbrado a ello, incluso antes de conocer a sus padres adoptivos. No esperaba menos y, por consiguiente, no se sentía ni ultrajado ni sorprendido. Era la mujer: aquella tierna bondad de la cual se creía condenando a ser siempre la víctima y a la que odiaba más que a la justicia dura e inflexible de los hombres. «Trata de hacerme llorar», pensaba, tendido en su cama, frío y rígido, con las manos bajo la nuca y el cuerpo bañado por la luz de la luna, mientras oía el murmullo continuo de la voz del hombre ascendiendo por la escalera en su primera etapa hacia el cielo. «Trata de hacerme llorar. Y se imagina que es así como podrían sujetarme.»

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Chapter 8

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MOVING quietly, he took the rope from its hiding place. One end of it was already prepared for making fast inside the window. Now it took him no time at all to reach the ground and to return; now, with more than a year of practice, he could mount the rope hand over hand, without once touching the wall of the house, with the shadowlike agility of a cat. Leaning from the window he let the free end whisper down. In the moonlight it looked not less frail than a spider skein. Then, with his shoes tied together and strung through his belt behind him, he slid down the rope, passing swift as a shadow across the window where the old people slept. The rope hung directly before the window. He drew it tautly aside, flat against the house, and tied it. Then he went on through the moonlight to the stable and mounted to the loft and took the new suit from its hiding place. It was wrapped in paper, carefully. Before unwrapping it he felt with his hands about the folds of the paper. ‘He found it,’ he thought. ‘He knows.’ He said aloud, whispering: “The bastard. The son of a bitch.”

Sin hacer ruido, sacó la cuerda de su escondrijo. Uno de sus extremos ya estaba dispuesto para ser atado a la ventana. Había llegado a un punto en que podía llegar al suelo y subir de nuevo en un abrir y cerrar de ojos. Ahora, después de más de un año de entrenamiento, podía trepar por la cuerda, a fuerza de puños, con la agilidad espectral de un gato y sin tocar ni una sola vez la pared de la casa. Inclinado sobre la ventana, dejó arrastrarse el cabo de la cuerda hasta que llegó abajo. A la luz de la luna, parecía tan tenue como un hilo de araña. Después, con sus zapatos atados juntos y colgados de su cinturón, se dejó resbalar a lo largo de la cuerda y pasó, rápido como una sombra, por delante de la ventana donde los dos viejos dormían. La cuerda colgaba exactamente por delante de la ventana. Tiró de ella hacia un lado, la tensó pegada a la pared y la ató. Después, a la luz de la luna, se dirigió al establo, subió al henil y sacó el traje de su escondite. El traje estaba cuidadosamente envuelto en papel. Antes de desenvolverlo, tanteó con los dedos los pliegues del papel. «Lo ha encontrado —pensó—, lo sabe.» Y dijo en voz alta, en un susurro: «Cerdo! ¡El muy hijo de puta!»

H e d r e s s e d i n t h e d a r k , s w i f t l y. H e was already late, because he had had to give them time to get to sleep after all the uproar about the heifer, the uproar which the woman had caused by meddling after it was all over, s e t t l e d f o r t h e n i g h t , a n y w a y. T h e bundle included a white shirt and a tie. He put the tie into his pocket, but he put on the coat so that the white shirt would not be so visible in the moonlight. He descended and emerged from the stable. The new cloth, after his soft, oftenwashed overalls, felt rich and harsh. The house squatted in the moonlight, dark, profound, a little treacherous. It was as though in the moonlight the house had acquired personality: threatful, deceptive. He passed it and entered the lane. He took from his pocket a dollar watch. He had bought it three days ago, with s o m e o f t h e m o n e y. B u t h e h a d n e v e r owned a watch before and so he had forgot to wind it. But he did not need the watch to tell him that he was already late.

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Se vistió rápidamente en la oscuridad. Andaba ya retrasado, porque tuvo que esperar a que se durmiesen después de toda la agitación causada por el asunto de la becerra. Era la mujer quien había ocasionado aquella agitación cuando ya todo estaba acabado, arreglado, al menos para toda la noche. El paquete contenía también una camisa blanca y una corbata. Metió la corbata en el bolsillo y se puso la chaqueta con el fin de que la camisa blanca no resultase demasiado visible a la luz de la luna. Descendió del henil y salió del establo. El paño nuevo, después de sus chaquetones reblandecidos por los frecuentes lavados, le parecía opulento y áspero. La casa reposaba, sumergida en el claro de la luna, sombría, profunda, ligeramente pérfida. Era como si, bajo la luz de la luna, la casa adquiriese una personalidad amenazadora, traidora. Pasó por delante de ella y se adentró en el sendero. Sacó del bolsillo un reloj de un dólar. Lo había comprado, tres días antes, con una parte del dinero. Pero, como era la primera vez que tenía un reloj, se había olvidado de darle cuerda. Pero no tenía necesidad de reloj para saber que ya iba retrasado.

60 The lane went straight beneath the El sendero se estiraba muy recto, bajo la moon, bordered on each side by trees luna, bordeado a ambos lados por unos árwhose shadowed branches lay thick boles cuyas ramas, espesas y precisas como and sharp as black paint upon the mild si fuesen de pintura negra, se extendían en d u s t . H e w a l k e d f a s t , t h e h o u s e n o w 65 sombras chinescas sobre la suavidad del behind him, himself now not visible polvo. El muchacho caminaba deprisa, defrom the house. The highroad passed jando tras él la casa, aquella casa para la cual, the lane a short distance ahead. He ahora, era invisible. Muy cerca, delante de expected at any moment to see the car él, el sendero desembocaba en la carretera r u s h p a s t , s i n c e h e h a d t o l d h e r t h a t i f 70 principal. El muchacho esperaba ver, de un he were not waiting at the mouth of the momento a otro, cómo aparecía el automó113

Faulkner’s Light lane, he would meet her at the schoolhouse where the dance was being held. But no car passed, and when he reached the highroad he could hear nothing. The road, the night, were e m p t y. ‘ M a y b e s h e h a s a l r e a d y passed,’ he thought. He took out the dead watch again and looked at it. The watch was dead because he had had no chance to wind it. He had been made late by them who had given him no opportunity to wind the watch and so know if he were late or not. Up the dark lane, in the now invisible house, the woman now lay asleep, since she had done all she could to make him l a t e . H e l o o k e d t h a t w a y, u p t h e l a n e ; he stopped in the act of looking and thinking; mind and body as if on the same switch, believing that he had seen movement among the shadows in the lane. Then he thought that he had not, that it might perhaps have been something in his mind projected like a shadow on a wall. ‘But I hope it is him,’ he thought. ‘I wish it was him. I wish he would follow me and see me g e t i n t o t h e c a r. I w i s h h e w o u l d t r y t o follow us. I wish he would try to stop me.’ But he could see nothing in the l a n e . I t w a s e m p t y, i n t e r m i t t e n t w i t h treacherous shadows. Then he heard, from far down the road toward town, t h e s o u n d o f t h e c a r. L o o k i n g , h e s a w presently the glare of the lights.

casual (En) 1 accidental; due to chance. 2 not regular or permanent; temporary, occasional (casual (temporal) work; a casual affair). 3 a unconcerned, uninterested (was very casual about it). b made or done without great care or thought (a casual remark). c acting carelessly or unmethodically (a la ligera). 4 (of clothes) informal. (Distraídamente, a la ligera, relajadamente, rápidamente) casual (Es) 1. adj. Que sucede por casualidad, por accidente. 2. Der. V. condición casual. 3. Der. Ar. Aplícase a las firmas o decretos judiciales concebidos para impedir atentados. 4. Gram. Perteneciente o relativo al caso.

casual ‹inspection› superficial; a casual acquaintance = un conocido, una conocida; casual sex = relaciones sexuales promiscuas (chance) ‹visit/reader› ocasional (informal) ‹chat› informal; ‹clothes› de sport, informal (unconcerned) ‹attitude/tone› despreocupado; ‹remark› hecho al pasar (not regular) ‹employment/labor› eventual, ocasional casual 1 (encuentro) fortuito 2 (visita) ocasional 3 (persona) despreocupado, tranquilo 4 (charla) informal, intranscendente 5 (trabajo) eventual / (Agr.) casual worker, jornalero temporal 6 (ropa) (de) sport, informal

She was a waitress in a small, dingy, back street restaurant in town. Even a casual adult glance could tell that she would never see thirty again. But to Joe she probably did not look more than seventeen too, because of her smallness. She was not only not tall, she was slight, almost childlike. But the adult look saw that the smallness was not due to any natural slenderness but to some inner corruption of the spirit itself: a slenderness which had never been young, in not one of whose curves anything youthful had ever lived or lingered. Her hair was dark. Her face was prominently boned, always downlooking, as if her head were set so on her neck, a little out of line. Her eyes were like the button eyes of a toy animal: a quality beyond even hardness, without being hard.

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vil, porque le había dicho que si él no estaba esperándola al final del sendero, se encontrarían en el salón de la escuela donde se iba a celebrar el baile. Pero no pasaba ningún coche y, cuando llegó a la carretera, no oyó nada. La carretera y la noche estaban vacías. «Tal vez ya ha pasado», pensó. Sacó de nuevo su reloj muerto y lo miró. El reloj estaba muerto porque no había podido darle cuerda. Iba retrasado por culpa de ellos, de los mismos que le habían impedido darle cuerda a su reloj y saber así si iba retrasado o no. Al otro extremo del sendero oscuro, en la casa ahora invisible, la mujer dormía, después de habérselas arreglado para retrasarle. Miró en aquella dirección, hacia el final del sendero. Y dejó de mirar y de pensar al mismo tiempo, como si su cuerpo y su mente fuesen movidos, por así decirlo, por la misma palanca. Creía haber visto que algo se removía entre las sombras del sendero. Pero en seguida pensó que se había equivocado. Tal vez había visto aquella cosa en su mente, proyectada como una sombra sobre la pared. «Pero me gustaría que fuese él — pensó—. Me gustaría mucho que fuese él. Quisiera que me siguiese, que me viese subir al coche, quisiera que tratara de seguirnos. Quisiera que tratara de detenerme.» Pero no pudo ver nada en la senda. Estaba vacía, cortada a trechos por sombras traidoras. Entonces oyó a lo lejos, por la carretera, en la dirección de la ciudad, el ruido del coche. Miró y pronto divisó el reflejo de los faros. Era camarera de un ínfimo restaurante situado en una callejuela apartada de la ciudad. Cualquier adulto, incluso con una ojeada accidental, habría visto en seguida que la muchacha no cumpliría ya los treinta. Pero era tan bajita que Joe creía, probablemente, que no tenía más de diecisiete años. No sólo era bajita, sino también menuda, casi como una niña. Pero la mirada adulta veía con claridad que aquella pequeñez no se debía a una esbeltez natural, sino a alguna corrupción interior del espíritu: una esbeltez que nunca había sido joven, en cuyas redondeces no había vivido nunca nada joven, ni había quedado nada joven. Tenía los cabellos negros, la cara huesuda, siempre inclinada hacia el suelo, como si la cabeza estuviera colocada así, un poco desviada de la línea del cuello. Sus ojos parecían los ojos de vidrio de un animal de trapo; eran algo más que duros, aunque sin tener verdadera dureza.

It was because of her smallness that Era su pequeñez lo que hizo que h e e v e r a t t e m p t e d h e r , a s i f h e r 60 J o e l a c o r t e j a s e , c o m o s i s u p e q u e ñ e z smallness should have or might have debiese o pudiese protegerla contra protected her from the roving and los ojos inquiridores y rapaces de la predatory eyes of most men, leaving his mayoría de los hombres, dándole así chances better. If she had been a big más oportunidades de éxito. Si hubiew o m a n h e w o u l d n o t h a v e d a r e d . H e 65 s e s i d o m á s a l t a , J o e n o s e h a b r í a a t r e would have thought, ‘It won’ t be any vido nunca. Habría pensado: «¿Para use. She will already have a fellow, a qué? Seguro que ya tiene otro, algún man.’ hombre.» I t b e g a n i n t h e f a l l w h e n h e w a s 70 Aquello había comenzado en otoño, seventeen. It was a day in the middle cuando Joe tenía diecisiete años. Fue un 114

Faulkner’s Light of the week. Usually when they came to town it would be Saturday and they would bring food with them—cold dinner in a basket purchased and kept for that purpose—with the intention of spending the day. This time McEachern came to see a lawyer, with the intention of finishing his business and being home again by dinnertime. But it was almost twelve o’clock when he emerged onto the street where Joe waited for him. He came into sight looking at his watch. Then he looked at a municipal clock in the courthouse tower and then at the sun, with an expression of exasperation and outrage. He looked at Joe also with that expression, the open watch in his hand, his eyes cold, fretted. He seemed to be examining and weighing for the first time the boy whom he had raised from childhood. Then he turned. “Come,” he said. “It can’t be helped now.”

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día, mediada la semana. Habitualmente no iban a la ciudad más que el sábado, y se llevaban la comida (una comida fría, en un cesto comprado y conservado para este menester), con la intención de pasar toda la tarde en la ciudad. Aquel día, McEachern había ido a consultar a su abogado, pensando terminar sus asuntos a tiempo para volver a casa a la hora de almorzar. Pero ya era cerca del mediodía cuando apareció en la calle donde Joe le esperaba. Llegó mirando su reloj. Y en seguida, con un aire excesivo de exasperación, miró el reloj municipal, en la torre del Palacio de Justicia, y, después, el sol. Miró a Joe con la misma expresión, con el reloj abierto en la mano y los ojos fríos, disgustados. Parecía como si examinase, como si sopesase por primera vez al muchacho que él había criado desde la infancia. Después dio media vuelta. —Ven —dijo—. Ahora no podemos hacer otra cosa.

T h e t o w n w a s a r a i l r o a d d i v i s i o n 25 La ciudad se encontraba en un nudo de point. Even in midweek there were enlaces ferroviarios. Incluso a media semamany men about the streets. The na, había muchos hombres en las calles. Toda whole air of the place was masculine, la atmósfera de la plaza era masculina. Las transient: a population even whose gentes tenían aspecto de estar allí de paso: h u s b a n d s w e r e a t h o m e o n l y a t 30 una población en la que hasta los maridos intervals and on holiday—a sólo estaban en casa a intervalos y durante population of men who led esoteric las vacaciones, una población de hombres lives whose actual scenes were que llevaban unas vidas esotéricas cuyos removed and whose intermittent escenarios estaban lejos, hombres cuya prep r e s e n c e w a s p a n d e r e d t o l i k e t h a t o f 35 sencia intermitente era alcahueteada como patrons in a theatre. la de los «caballos blancos» de un teatro. Joe had never before seen the place to which McEachern took him. It was a restaurant on a back street—a narrow dingy doorway between two dingy windows. He did not know that it was a restaurant at first. There was no sign outside and he could neither smell nor hear food cooking. What he saw was a long wooden counter lined with backless stools, and a big, blonde woman behind a cigar case near the front and a clump of men at the far end of the counter, not eating, who all turned as one and looked at him and McEachern when they entered, through the smoke of cigarettes. Nobody said anything at all. They just looked at McEachern and Joe as if breathing had stopped with talking, as if even the cigarette smoke had stopped and now drifted aimlessly of its own weight. The men were not in overalls and they all wore hats, and their faces were all alike: not young and not old; not farmers and not townsmen either. They looked like people who had just got off a train and who would be gone tomorrow and who did not have any address.

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Joe no había visto nunca aquel lugar a donde McEachern le llevó. Era un restaurante de una callejuela, una puerta angosta y sucia entre dos casas sucias. En primer lugar, él no sabía que aquello era un restaurante. No había ningún rótulo en el exterior, y no percibía ni olores ni ruidos de cocina. Sólo veía un largo pasillo de madera con una hilera de taburetes sin respaldo, y una mujer gorda y rubia junto a la puerta, tras una vitrina llena de cigarros; y un grupo de hombres en el extremo más alejado del mostrador, un grupo de hombres que no comían y que se volvieron todos a la vez para verles entrar a través del humo de sus cigarrillos. Nadie dijo nada. Todos se contentaron con mirar a McEachern y a Joe, como si hubiesen dejado de respirar al mismo tiempo que dejaron de hablar, como si hasta el humo de los cigarrillos se hubiese detenido y, sin rumbo, derivase ahora por su propio peso. Ninguno de aquellos hombres iba vestido con blusa de campesino, y todos llevaban sombrero, y sus caras eran muy parecidas: ni jóvenes ni viejos, ni campesinos ni gente de ciudad. Tenían el aire de las personas que acababan de descender del tren y que mañana ya se habían ido, de las personas que no tienen dirección.

Sitting on two of the backless stools Sentados ante el mostrador en dos tabuat the, counter, McEachern and Joe ate. retes sin respaldo, McEachern y Joe comían. J o e a t e f a s t b e c a u s e M c E a c h e r n w a s 70 Joe comía rápidamente porque McEachern eating fast. Beside him the man, even comía rápidamente. El hombre, sentado jun115

Faulkner’s Light in the act of eating, seemed to sit in a k i n d o f s t i ff b a c k e d o u t r a g e . T h e f o o d which McEachern ordered was simple: quickly prepared and quickly eaten. But Joe knew that parsimony had no part in this. Parsimony might have brought them here in preference to another place, but he knew that it was a desire to depart quickly that had chosen the food. As soon as he laid down his knife and fork, McEachern said, “Come,” already getting down from his stool. At the cigar counter McEachern paid the brasshaired woman. There was about her a quality impervious to time: a belligerent and d i a m o n d s u r f a c e d r e s p e c t a b i l i t y. S h e had not so much as looked at them, even when they entered and even when M c E a c h e r n g a v e h e r m o n e y. St i l l without looking at them she made the c h a n g e , c o r r e c t l y a n d s w i f t ly, sliding the coins onto the glass counter almost before McEachern had offered the bill; herself somehow definite behind the f a l s e g l i t t e r o f t h e c a r e f u l h a i r, t h e careful face, like a carved lioness guarding a portal, presenting respectability like a shield behind which the clotted and idle and equivocal men could slant their hats and their thwartfacecurled cigarettes. McEachern counted his change and they went out, into the stre et. He was looking at Joe again. He said: “I’ll have you remember that place. The r e a r e p l a c e s i n t h i s world where a man may go but a b o y, a y o u t h o f y o u r a g e , m a y n o t . That is one of them. Maybe you should never have gone there. But you must see such so you will know what to avoid and shun. Perhaps it was as well that you saw it with me present to explain and warn you. And the dinner there is cheap.” “What is the matter with it?” Joe said.

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to a él, muy tieso, aunque ocupado en comer, tenía un aire de dignidad ofendida. McEachern había pedido algo sencillo, algo que se guisase pronto y se comiese pronto. Pero Joe sabía que la tacañería no tenía nada que ver con ello. Tal vez la tacañería les había llevado allí, en lugar de a otro sitio, pero Joe sabía que era el deseo de marcharse cuanto antes lo que había dictado la elección de los platos. En cuanto hubo posado su tenedor y su cuchillo, McEachern, que se bajaba ya de su taburete, le dijo: «Vamos.» Delante de la vitrina de los cigarros, McEachern pagó a la mujer de cabellos cobrizos. Había en ella, también, algo inaccesible, una respetabilidad beligerante, de superficie diamantina. Ni siquiera les había mirado, ni cuando entraron, ni cuando McEachern le entregaba el dinero. Y sin mirarles tampoco, la mujer devolvió el cambió, correctamente, rápidamente, haciendo resbalar las monedas sobre el mostrador de cristal, casi sin dar tiempo a que McEachern presentase su billete. Exhibía, en cierto modo, detrás del falso reflejo de su cabellera bien cuidada, un rostro prudente, semejante al de una leona esculpida que guarda su pórtico, haciendo de su respetabilidad un escudo tras el cual los hombres allí reunidos, ociosos y equívocos, podían variar a su gusto el ángulo de sus sombreros y de sus cigarrillos, cuyas volutas les rayaban el rostro. McEachern contó su moneda y ambos salieron a la calle. El hombre miró de nuevo a Joe y dijo: —Quiero que recuerdes este lugar. En este mundo hay muchos sitios a los que un hombre puede ir, pero donde un muchacho, un joven como tú, no puede entrar. Este es uno de ellos. Quizás habría sido mejor que no hubieses entrado nunca en él. Pero conviene que veas cosas como ésta para que aprendas a reconocer lo que debes rehuir, evitar. Quizás ha sido mejor así, que vinieses conmigo, para que yo te lo explicase y te pusiese en guardia. Además, se come barato. —¡Qué hay de malo en ese sitio? —dijo Joe.

50 “That is the business of the town —Eso no te importa. Eso le importa a la and not of yours. You will only mark ciudad. Pero fíjate bien en lo que te digo: te my words: I’ll not have you go there prohíbo venir aquí, a no ser que vengas conagain unless I am with you. Which will migo. Cosa que no volverá a ocurrir. La not be again. We’ll bring dinner next 55 próxima vez, salgamos temprano o no, traetime, early or no early.” remos nuestro almuerzo.

demure (= modest) recatado; (= coy) tímido y algo coqueto demure adj. 1 composed, quiet, and reserved; modest. 2 affectedly shy and quiet; coy. 3 decorous (a demure high collar). RECATADO, pundoroso, discreto demur 1 (often foll. by to, at) raise scruples or objections. 2 Law put in a demurrer. Objetar, poner reparos — n. (usu. in neg.) 1 an objection (agreed without demur). 2 the act or process of objecting.

That was what he saw that day while He aquí lo que vio Joe aquel día, mienhe was eating swiftly beside the tras comía rápidamente junto al hombre inu n b e n d i n g a n d q u i e t l y o u t r a g e d m a n , 60 flexible y tranquilamente ofendido, aislathe two of them completely isolated at dos ambos en el centro del mostrador. En the center of the long counter with at un extremo se encontraba la mujer del caone end of it the brasshaired woman bello cobrizo; en el otro, el grupo de homand at the other the group of men, and bres y, también, la camarera, con su rostro t h e w a i t r e s s w i t h h e r d e m u r e a n d 65 grave e inclinado, y sus gruesas manos, downlooking face and her big, too big, sus manos demasiado gruesas que colohands setting the plates and cups, her caban los platos y las tazas, y su cabeza head rising from beyond the counter at erguida que, detrás del mostrador, no soabout the height of a tall child. Then bresalía más que la de un niño alto. Deshe and McEachern departed. He did not 70 pués, McEachern y él salieron. Y Joe penexpect ever to return. It was not that saba que no volvería nunca allí. No por116

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que McEachern se lo hubiera prohibido, McEachern had forbidden him. He just sino porque creía que su vida no le prodid not believe that his life would ever porcionaría ocasiones de hacerlo. Era algo again chance there. It was as if he said así como si se dijese a sí mismo: «Estas to himself, ‘They are not my people. I c a n s e e t h e m b u t I d o n ’ t k n o w w h a t 5 personas no son como yo. Puedo verlos, pero no sé lo que hacen, ni por qué lo hathey are doing nor why. I can hear them cen. Puedo oírles, pero no sé lo que dicen, but I don’t know what they are saying ni por qué lo dicen, ni a quién se lo dicen. nor why nor to whom. I know that there Sé que no vienen solamente a comer, que is something about it beside food, eating. But I don’t know what. And I 10 hay otra cosa. Pero no sé qué es esa otra cosa. Y no lo sabré nunca.» never will know.’

demure (= modest) recatado; (= coy) tímido y algo coqueto demure adj. 1 composed, quiet, and reserved; modest. 2 affectedly shy and quiet; coy. 3 decorous (a demure high collar). RECATADO, pundoroso, discreto demur 1 (often foll. by to, at) raise scruples or objections. 2 Law put in a demurrer. Objetar, poner reparos — n. (usu. in neg.) 1 an objection (agreed without demur). 2 the act or process of objecting.

So it passed from the surface of thinking. Now and then during the next six months he returned to town, but he did not again even see or pass the restaurant. He could have. But he didn’t think to. Perhaps he did not need to. More often that he knew perhaps thinking would have suddenly flowed into a picture, shaping, shaped: the long, barren, somehow equivocal counter with the still, coldfaced, violenthaired woman at one end as though guarding it, and at the other men with inwardleaning heads, s m o k i n g s t e a d i l y, l i g h t i n g a n d throwing away their constant cigarettes, and the waitress, the woman not much larger than a child going back and forth to the kitchen with her arms overladen with dishes, having to pass on each journey within touching distance of the men who leaned with their slanted hats and spoke to her through the cigarette smoke, murmured to her somewhere n e a r m i r t h o r e x u l t a t i on, and her face musing, demure, downcast, as if she had not heard. ‘I don’t even know what they are saying to her,’ he thought, thinking I d o n ’t e v e n k n o w t h a t w h a t t h e y a re saying to her is something that men do not say to a passing child ; believing, I do not know yet that in the instant of sleep the eyelid closing prisons within the eye’s self her face demure, pensive; tragic, sad, and young; waiting, colored with all the vague and formless magic of y o u n g d e s i r e . T h a t a l re a d y t h e re i s something for love to feed upon: that sleeping I know now why I struck refraining that negro girl three years ago and that she must know it too and be proud too, with waiting and pride.

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Y aquello desapareció de la superficie de sus pensamientos. De vez en cuando, durante los seis meses siguientes, volvió a ir a la ciudad, pero no vio el restaurante, ni pasó por delante de él. Habría podido hacerlo. Pero no se le ocurrió. Tal vez no lo necesitaba. Tal vez, más a menudo de lo que creía, su pensamiento podía transformarse de pronto en un cuadro, vago al principio, más preciso después: el largo mostrador desnudo, un poco equívoco, en uno de cuyos extremos aparecía, inmóvil y fría, la mujer del cabello cobrizo, que parecía vigilarlo, mientras que, en el otro extremo, estaban los hombres, con la cabeza gacha, fumando sin cesar, encendiendo y arrojando sus eternos cigarrillos, y la camarera, la mujer no más alta que un chiquillo, yendo y viniendo del comedor a la cocina, con los brazos cargados de platos, obligada, cada vez que pasaba, a rozar a todos los hombres, que se inclinaban, con el sombrero sobre la oreja, y le hablaban a través del humo de sus cigarrillos, le murmuraban cosas con un aire casi alegre, exultante, y ella, con el rostro ausente, grave, inclinado, como si no hubiera oído nada. «Ni siquiera sé lo que le dicen», pensaba Joe, pensando. Ni siquiera sé que le dicen cosas que los hombres no dicen a un niño que pasa, creyendo no sé todavía que, en el momento del sueño, el párpado que desciende, encierra, en el mismo ojo, el rostro grave y pensativo de aquella mujer; trágica, triste y joven; llena de espera, coloreada por toda la magia vaga e informe del primer deseo. Que ya hay algo para alimentar el amor. Que, dormido, sé ahora por qué reprimiéndome, golpeé a aquella muchacha negra hace tres años; y que ella también debe de saberlo, y estar orgullosa también, en su altiva espera

So he did not expect to see her Así pues, no esperaba volver a verla nunagain, since love in the young requires ca, porque el amor, en los jóvenes, no neceas little of hope as of desire to feed sita más esperanza que deseo para alimenu p o n . Ve r y l i k e l y h e w a s a s m u c h 60 tarse. Probablemente, se sintió tan sorprensurprised by his action and what it dido de su acción, de lo que ésta significaba inferred and revealed as McEachern y revelaba, como el propio McEachern se would have been. It was on Saturday hubiese sentido. Esta vez, era un sábado de t h i s t i m e , i n t h e s p r i n g n o w. H e h a d primavera. Acababa de cumplir dieciocho turned eighteen. Again McEachern had 65 años. McEachern había ido de nuevo a ver a to see the lawyer. But he was prepared su abogado. Pero esta vez iba bien provisto. now. “I’ll be there an hour,” he said. —Tengo para una hora dijo—. Puedes “You can walk about and see the town.” dar una vuelta y ver la ciudad. Again he looked at Joe, hard, Miró a Joe de nuevo, duramente, con recalculating, again a little fretted, like 70 flexión, un poco nervioso, como un hombre a just man forced to compromise justo que se ve obligado a aceptar un com117

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promiso entre la justicia y la sentencia. between justice and judgment. “Here,” — To m a — d i j o , a b r i ó s u m o n e d e he said. He opened his purse and took ro y sacó una moneda de diez centaa c o i n f r o m i t . I t w a s a d i m e . “ Yo u vos—. Procura no regalársela al primight try not to throw it away as soon as you can find someone who will take 5 m e r o q u e t e n g a g a n a s d e e l l a . E s e x traño —dijo, incómodo, con los ojos i t . I t ’s a s t r a n g e t h i n g , ” h e s a i d fijos en Joe—, se diría que el homfretfully, looking at Joe, “but it seems bre sólo puede aprender el valor del impossible for a man to learn the value dinero aprendiendo antes a gastarlo. of money without first having to learn t o w a s t e i t . Yo u w i l l b e h e r e i n o n e 10 Ti e n e s q u e e s t a r a q u í d e n t r o d e u n a hora. h o u r.” He took that coin and went straight to the restaurant. He did not even put the coin into his pocket. He did it without plan or design, almost without volition, as if his feet ordered his action and not his head. He carried the dime clutched hot and small in his palm as a child might. He entered the screen door, clumsily, stumbling a little. The blonde woman behind the cigar case (it was as if she had not moved in the six months, not altered one strand of her hard bright brassridged hair or even her dress) watched him. At the far end of the counter the group of men with their tilted hats and their cigarettes and their odor of barbershops, watched him. The proprietor was among them. He noticed, saw, the proprietor for the first time. Like the other men, the proprietor wore a hat and was smoking. He was not a big man, not much bigger than Joe himself, with a cigarette burning in one corner of his mouth as though to be out of the way of talking. From that face squinted and still behind the curling smoke from the cigarette which was not touched once with hand until it burned down and was spat out and ground beneath a heel, Joe was to acquire one of his own mannerisms. But not yet. That was to come later, when life had begun to go so fast that accepting would take the place of knowing and believing. Now he just looked at the man who leaned upon the counter from the inward side, in a dirty apron which he wore as a footpad might assume for the moment a false beard. The accepting was to come later, along with the whole sum of entire outrage to credulity: these two people as husband and wife, the establishment as a business for eating, with the successive imported waitresses clumsy with the cheap dishes of simple food as business justified; and himself accepting, taking, during his brief and violent holiday like a young stallion in a state of unbelieving and ecstatic astonishment in a hidden pasture of tired and professional mares, himself in turn victim of nameless and unnumbered men.

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Joe tomó la moneda y se fue directo al restaurante. Ni siquiera guardó el dinero en el bolsillo. Lo hizo sin premeditación ni designio, casi sin voluntad, como si fuesen sus pies los que le guiasen, y no su cabeza. Tenía la moneda bien apretada, pequeña y cálida, en la mano, como hacen los niños. Torpemente, tropezando un poco, empujó la puerta enrejada. La mujer rubia, detrás de la vitrina de cigarros (era como si no se hubiese movido desde hacía seis meses, ni cambiado un pelo de su cabellera de duros reflejos cobrizos, ni siquiera mudado de vestido), le miraba. En el otro extremo del mostrador, los hombres, con el sombrero sobre la oreja, con sus cigarrillos y su olor a barbería, le miraban. El propietario estaba con ellos. Joe notó, vio al propietario, por primera vez. Como los demás hombres, el propietario llevaba un sombrero y fumaba. No era alto, no era mucho más alto que Joe. Tenía un cigarrillo encendido en el rincón de la boca, como para no estorbar el paso de las palabras. Joe debió de adquirir uno de sus tics de aquel rostro, equívoco e inmóvil detrás de las volutas del cigarrillo que la mano no tocaba nunca antes de que estuviese acabado y escupido y aplastado con el tacón. Esto no ocurrió hasta más adelante, cuando la vida empezó a transcurrir más aprisa y la aceptación vino a reemplazar al conocimiento y a la memoria. Ahora se limitaba a mirar al hombre que se inclinaba detrás del mostrador, que llevaba puesto, absurdamente, un delantal sucio, lo mismo que un ladrón podría llevar circunstancialmente una barba postiza. La aceptación iba a venir más tarde, al mismo tiempo que la suma de todo lo que por el momento parecía un insulto a la credulidad: la idea de que aquellas dos personas podían ser marido y mujer, aquella casa un restaurante con camareras sucesivamente importadas, que apenas sabían manejar las bandejas de comida barata y que justificaban el negocio, y él mismo, durante aquel asueto breve y violento, un joven semental, incrédulo, asombrado y hechizado, en una pradera secreta, llena de yeguas profesionales y fatigadas; él mismo, víctima a su vez de unos hombres sin número y sin nombre.

But that was not yet. He went to the Pero esto no sucedió todavía. Fue al counter, clutching the dime. He mostrador, apretando su moneda en la believed that the men had all stopped 70 mano. Le pareció que todos los hombres talking to watch him, because he could habían dejado de hablar para mirarle, 118

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porque ahora no podía oír nada, salvo hear nothing now save a vicious frying un desagradable crepitar de fritura des o u n d f r o m b e y o n d t h e k i t c h e n d o o r, trás de la puerta de la cocina, pensando t h i n k i n g She’s back there. That’s why I Ella está allí, detrás, ¡por eso no la veo! don’t see her. He slid onto a stool. He b e l i e v e d t h a t t h e y w e r e a l l w a t c h i n g 5 Se encaramó en un taburete. Él creía que todo el mundo le miraba. Creía que, dehim. He believed that the blonde trás de sus cigarros, la mujer rubia le woman behind the cigar case was miraba, y también el propietario, ante looking at him, and the proprietor too, cuyo rostro el humo del cigarrillo le paacross whose face now the smoke of the cigarette would have become quite still 10 recía que se había quedado inmóvil en su perezosa combustión. El propietario in its lazy vaporing. Then the dijo entonces una palabra, una sola paproprietor spoke a single word. Joe labra. Joe vio que ni se había movido, knew that he had not moved nor ni tocado su cigarrillo: touched the cigarette. “Bobbie,” he —¡Bobbie! —dijo. said. 15 A man’s name. It was not thinking. I t w a s t o o f a s t , t o o c o m p l e t e : S h e ’s gone. They have got a man in her place. I have wasted the dime, like he said . He believed that he could not leave now; that if he tried to go out, the blonde woman would stop him. He believed that the men at the back knew this and were laughing at him. So he sat quite still on the stool, looking down, the dime clutched in his palm. He did not see the waitress until the two overlarge hands appeared upon the counter opposite him and into sight. He could see the figured pattern of her dress and the bib of an apron and the two bigknuckled hands lying on the edge of the counter as completely immobile as if they were something she had fetched in from the kitchen. “Coffee and pie,” he said.

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Her voice sounded downcast, quite empty. “Lemon cocoanut chocolate.” 40

Un nombre de hombre. Aquello ni siquiera fue un pensamiento. Fue demasiado rápido, demasiado completo Ella se ha ido. Han puesto a un hombre en su lugar. He despilfarrado mis diez centavos como él me dijo Creía que ya no podía marcharse, que la mujer rubia le detendría si trataba de salir. Se figuraba que los hombres del mostrador sabían todo esto y se burlaban de él. Así que se quedó quieto en su taburete, con los ojos bajos y la moneda apretada en su mano. No vio a la camarera hasta que las dos manos demasiado grandes aparecieron sobre el mostrador, frente a él y bajo sus ojos. Podía ver los dibujos de su vestido y el pero del delantal y las dos manos de gruesos nudillos posadas sobre el borde del mostrador, tan completamente inmóviles como las cosas que traían de la cocina. —Un café y una tarta —dijo. La voz de la mujer sonó, cansada, casi vacía: —¿Limón, coco, chocolate?

A juzgar por la altura de donde salía la In proportion to the height from voz, parecía imposible que aquellas manos which her voice came, the hands fuesen de ella. could not be her hands at all. —Sí —dijo Joe. “ Ye s , ” J o e s a i d . 45 The hands did not move. The voice did not move. “Lemon cocoanut chocolate. Which kind.” To the others they must have looked quite strange. Facing one another across the dark, stained, greasecrusted and frictionsmooth counter, they must have looked a little like they were praying: the youth countryfaced, in clean and Spartan clothing, with an awkwardness which invested him with a quality unworldly and innocent; and the woman opposite him, downcast, still, waiting, who because of her smallness partook likewise of that quality of his, of something beyond flesh. Her face was highboned, gaunt. The flesh was taut across her cheekbones, circled darkly about the eyes; beneath the lowered lids her eyes seemed to be without depth, as if they could not even reflect. Her lower jaw seemed too narrow to contain two rows of teeth.

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Las manos no se movieron. La voz no se movió tampoco: —¿Limón, coco, chocolate? ¿Qué prefiere? Los demás debían de encontrarles bastante raros. Cara a cara, uno a cada lado del mostrador negruzco, manchado, grasiento, brillante del roce, parecía que estaban rezando: el muchacho, con su rostro campesino, sus ropas limpias y austeras y una torpeza que le revestía de algo irreal, de inocencia, y la mujer que aguardaba frente a él, sombría, inmóvil, y que, por su pequeñez, parecía participar de algo que él mismo tenía, algo que estaba más allá de la carne. La mujer tenía el rostro huesudo, enjuto. Sobre los pómulos, la piel estaba tensa, con cercos negros alrededor de los ojos. Bajo los párpados caídos, los ojos no parecían tener profundidad, como si ni siquiera pudiesen reflejar una imagen. la mandíbula inferior parecía demasiado estrecha para contener dos hileras de dientes.

70 “Cocoanut,” Joe said. His mouth 119

—Coco —dijo Joe.

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Sólo había hablado su boca e inmediatasaid it, because immediately he wanted mente habría deseado desdecirse. No tenía to unsay it. He had only the dime. He más de diez centavos. Había mantenido tan had been holding it too hard to have apretada la moneda que ni siquiera llegó a realised yet that it was only a dime. His h a n d s w e a t e d a b o u t i t , u p o n i t . H e 5 darse cuenta de que era de diez centavos. Su mano sudaba sobre ella y alrededor de ella. Y believed that the men were watching él se imaginaba que los hombres le observahim and laughing again. He could not ban, se reían de nuevo. No podía oírles y no hear them and he did not look at them. les miraba. Pero se lo figuraba. Las manos But he believed that they were. The h a n d s h a d g o n e a w a y. T h e n t h e y 10 habían desaparecido. Pero volvieron a mostrarse en seguida, para poner ante él un plato returned, setting a plate and a cup y una taza. Joe, entonces, la miró de frente. before him. He looked at her now, at –Cuánto es la tarta? —dijo. her face. “How much is pie?” he said. —La tarta son diez centavos. “ P i e i s t e n c e n t s . ” S h e w a s j u s t 15 La muchacha estaba justamente frente a standing there before him, beyond the él, al otro lado del mostrador, con sus gruecounter, with her big hands again lying sas manos posadas de nuevo sobre la madeon the dark wood, with that quality ra oscura, con aquel aire fatigado, expectanspent and waiting. She had; never l o o k e d a t h i m . H e s a i d , i n a f a i n t , 20 te. No le había mirado todavía. Joe dijo, con voz desfallecida, desesperada: desperate voice: —Creo que no voy a tomar café.

“I reckon I don’t want no coffee.”

La muchacha permaneció un momento F o r a w h i l e s h e d i d n o t m o v e . 25 sin moverse. Después, una de sus gruesas Then one of the big hands manos se desplazó y cogió la taza de café. moved and took up the coffee Mano y taza desaparecieron. Joe se quedó cup; hand and cup vanished. He inmóvil, sentado, también con los ojos basat still, downlooking too, w a i t i n g . T h e n i t c a m e . I t w a s 30 jos, esperando. Y lo que esperaba llegó, no del propietario, sino de la mujer que estaba not the proprietor. It was the detrás de la vitrina de los cigarros. woman behind the cigar case. —¿Qué ocurre? —dijo. “What’s that?” she said. —No quiere café —dijo la camarera. “ H e d o n ’ t w a n t t h e c o f f e e , ” t h e 35 Su voz progresaba mientras hablaba, waitress said. Her voice, speaking, como si no se hubiese detenido a considerar moved on, as if she had not paused at la cosa. Era una voz átona, tranquila. La voz the question. Her voice was flat, quiet. de la otra mujer también era sosegada. The other woman’s voice was quiet too. 40 —¿No había pedido un café? “Didn’t he order coffee too?” she said. —No —dijo la camarera, con aquella voz “No,” the waitress said, in that level igual, siempre en movimiento, que se alejavoice that was still in motion, going away. “I misunderstood.” 45 ba—. Le entendí mal. When he got out, when his spirit wrung with abasement and regret and passionate for hiding scuttle d past the cold face of the woman behind the cigar case, he believed that he knew he would and could never see her again. He did not believe that he could bear to see her again, even look at the street, the dingy doorway, even from a distance, again, n o t t h i n k i n g y e t , I t ’s t e r r i b l e t o b e y o u n g . I t ’s t e r r i b l e . Te r r i b l e . W h e n Saturdays came he found, invented, reasons to decline to go to town, with McEachern watching him, though not with a c t u a l s u s p i c i o n y e t . H e p a s s e d the days by working hard, too hard; McEachern contemplated the work with suspicion. But there was nothing which the man could know, deduce. Working was permitted him. Then he could get the nights passed, since he would be too tired to lie awake. And in time even the despair and the regret and the shame grew less. He did not cease to remember it, to react it. But now it had 120

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Cuando Joe salió, cuando su mente torturada de vergüenza, de pesar de un deseo frenético de esconderse, pasó fugazmente por delante del rostro frío de la mujer de los cigarros, tuvo la impresión de que nunca querría, nunca podría volver a verla. Pensaba que ya nunca podría soportar su vista, ni siquiera mirar en la calle, aunque fuese de lejos, su aspecto lamentable. No pensaba todavía Es terrible ser joven. Es terrible. Terrible. Todos los sábados encontraba, inventaba razones para no tener que ir a la ciudad, y McEachern le observaba, aunque sin sospechar nada todavía. Joe pasaba sus días trabajando duramente demasiado duramente. McEachern contemplaba su trabajo con desconfianza. Pero en su trabajo no había nada que el hombre pudiese comprender o deducir. El trabajo le estaba permitido. Y así, las noches pasaban, porque estaba demasiado fatigado para quedarse despierto. Con el tiempo, hasta la desesperanza, el pesar y la vergüenza se atenuaron. Joe no cesaba de recordar, de reconstruir el escenario. Pero

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become wornout, like a gramophone record: familiar only because of the worn threading which blurred the voices. After a while even McEachern accepted a fact. He said: 5

ahora estaba gastado, como un disco de gramófono, y sólo era reconocible por el desgaste que debilitaba las voces. Al cabo de cierto tiempo, hasta el mismo McEachern aceptó la cosa. Dijo:

— Te e s t o y o b s e r v a n d o d e s d e h a c e “I have been watching you lately. And tiempo. Y ahora, o debo dudar de mis pronow there is nothing for it but I must pios ojos o creer que por fin comienzas a misdoubt my own eyes or else believe that at last you are beginning to accept 10 aceptar lo que el Señor ha tenido a bien concederte. Pero no quiero que mis feliciwhat the Lord has seen fit to allot you. taciones te produzcan ideas de orgullo. But I will not have you grow vain because Todavía tendrás tiempo y ocasión (e incliI have spoken well of it. You’ll have time nación también, sin ninguna duda) de haand opportunity (and inclination too, I don’t doubt) to make me regret that I have 15 cer que me arrepienta de haber hablado así. De volver a caer en la holgazanería y en la spoken. To fall into sloth and idleness ociosidad. Sin embargo, la recompensa ha again. However, reward was created for sido creada para el hombre, lo mismo que man the same as chastisement. Do you see el castigo. ¿Ves aquella becerra? Desde that heifer yonder? From today that calf is your own. See that I do not later regret 20 hoy, es tuya. Procura que no tenga que lamentar el habértela dado. it.” Joe le dio las gracias. Entonces pudo Joe thanked him. Then he could mirar a la becerra y decir en alta voz: «Es l o o k a t t h e c a l f a n d s a y, a l o u d : “ T h a t b e l o n g s t o m e . ” T h e n h e l o o k e d a t i t , 25 mía.» Después la miró de nuevo. Lo que pasó por su mente fue demasiado rápido, demaand it was again too fast and too siado completo para ser un pensamiento No complete to be thinking: That is not es un regalo. No es ni siquiera una promea gift. It is not even a promise: it is sa, es una amenaza pensando: «Yo no la he a t h re a t ; t h i n k i n g , ‘ I d i d n ’t a s k f o r i t . H e g a v e i t t o m e . I d i d n ’ t a s k f o r 30 pedido. Me la ha dado él. Yo no la he pedido», creyendo Bien sabe Dios que me la he it,’ believing, God knows, I have ganado can mi trabajo. earned it. Fue un mes después, un sábado por la mañana. It was a month later. It was Saturday —Yo creía que ya no te gustaba la cium o r n i n g . “ I t h o u g h t y o u d i d n o t l i k e 35 dad —dijo McEachern. town anymore,” McEachern said. —Supongo que ir una vez más no me “I reckon one more trip won’t hurt me,” Joe said. He had a half hará daño —dijo Joe. dollar in his pocket. M r s . 40 Tenía medio dólar en el bolsillo. La seMcEachern had given it to him. He ñora McEachern se lo había dado. Él hahad asked for a nickel. She insisted bía pedido cinco centavos. La mujer int h a t h e t a k e t h e h a l f d o l l a r. H e t o o k sistió para que tomase cincuenta. Joe coit, holding it on his palm, cold, gió la moneda y la dejó en la mano, fríac o n t e m p t u o u s l y. 45 mente, con desprecio. “I suppose not,” McEachern said. ____________ ______ ____ ________ __ “You have worked hard, too. But town _ _ _____ _______________ _____ _______ is no good habit for a man who has yet X _ ___ _____ __________ ______ _______ ___ to make his way.” 50 _ ______ _____ He did not need to escape, though he would have, even by violence perhaps. But McEachern made it e a s y. H e w e n t t o t h e r e s t a u r a n t , f a s t . H e e n t e r e d w i t h o u t s t u m b l i n g n o w. The waitress was not there. Perhaps h e s a w, n o t i c e d t h a t s h e w a s n ’t . H e stopped at the cigar counter, behind which the woman sat, laying the half d o l l a r o n t h e c o u n t e r. “ I o w e a nickel. For a cup of coffee. I said pie and coffee, before I knew that pie was a dime. I owe you a nickel.” He d i d n o t l o o k t o w a r d t h e r e a r. T h e m e n were there, in their slanted hats and with their cigarettes. The proprietor was there; waiting, Joe heard him at last, in the dirty apron, speaking past the cigarette:

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Se habría escapado, hasta por violencia si hubiese sido preciso, pero no tuvo necesidad de hacerlo. La señora McEachern se lo facilitó. Corrió directamente al restaurante. Entró, sin tropezar esta vez. La camarera no estaba allí. Tal vez él vio, notó que no estaba. Se detuvo en el mostrador de los cigarros, tras el cual reinaba la mujer, y puso su medio dólar sobre el cristal: —Debo cinco centavos. De una taza de café. Pedí una tarta y una taza de café antes de saber que la tarta costaba diez centavos. Le debo cinco centavos. No miró hacia el fondo. Los hombres estaban allí, con el sombrero sobre la oreja y el cigarrillo en los labios. El dueño también estaba allí. Mientras esperaba, Joe le oyó decir, hablando por detrás del cigarrillo y siempre cubierto por su mandil sucio:

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tr. Enrique Sordo —¿Qué pasa? ¿Qué es lo que quiere?

“What is it? What does he want?” “He says he owes nickel,” the woman wants to give Bobbie Her voice was quiet. The voice was quiet.

—Dice que le debe cinco centavos a Bobbie a Bobbie —dijo la mujer—. Quiere dar cinco said. “He a n i c k e l . ” 5 centavos a Bobbie. Su voz era sosegada La voz del dueño era proprietor ’s sosegada.

—¡Por todos los diablos! —dijo. “ Well for Christ’s sake,” he said. To Joe the room was full of listening. He 10 Joe tuvo la impresión de que toda la sala heard, not hearing; he saw, not looking. estaba llena de orejas que escuchaban. Oía sin He was now moving toward the door. escuchar, veía sin mirar. Entonces echó a anThe half dollar lay on the glass counter. dar hacia la puerta. El medio dólar estaba soEven from the rear of the room the bre el cristal de la caja. Hasta desde el fondo proprietor could see it, since he said, 15 de la sala, el patrón podía verlo, porque dijo. “ W h a t ’s t h a t f o r ? ” —Para pagar qué? “He says he owes for a cup of cof fee,” the woman said.

—Dice que debe una taza de café —dijo la mujer.

20 Joe had almost reached the Joe estaba casi en la puerta. door. “Here, Jack,” the man —¡Eh, Jack! —dijo el hombre. said. Joe did not stop. “Give Joe no se detuvo. him his money,” the man said, —Dale su dinero —dijo el hombre, con f l a t v o i c e d , n o t y e t m o v i n g . 25 voz neutra, sin moverse. The cigarette smoke would El humo del cigarrillo, que no era agitacurl still across his face, do por ningún movimiento, serpenteaba apaunwinded by any movement. ciblemente delante de su cara. “Give it back to him,” the man said. —Devuélveselo —dijo el hombre—. No “ I d o n ’ t k n o w w h a t h i s r a c k e t i s . B u t 30 sé lo que está urdiendo su cabeza, pero aquí he can’t work it here. Give it back to no quiero trucos. Devuélveselo. Lo mejor h i m . Yo u b e t t e r g o b a c k t o t h e f a r m , que puedes hacer es volver a la granja, Hiram. Maybe you can make a girl Hiram. A lo mejor puedes pagar a una chica, there with a nickel.” con esos cinco centavos. 35 Now he was in the street, sweating Joe se encontró en la calle, sudando su t h e h a l f d o l l a r, t h e c o i n s w e a t i n g h i s medio dólar, la moneda sudando en su mano, hand, larger than a cartwheel, más grande al tacto que una rueda de carref e e l i n g . H e w a l k e d i n l a u g h t e r. H e ta. Caminaba en medio de las risas. Las rih a d p a s s e d t h r o u g h t h e d o o r u p o n i t , 40 sas de los hombres que le habían acomupon the laughing of the men. It pañado hasta la puerta. Y que le barrían, le swept and carried him along the arrastraban por la calle. Después, en seguistreet; then it began to flow past him, da, le adelantaron, se extinguieron y le ded y i n g a w a y, l e t t i n g h i m t o e a r t h , jaron caer al suelo, al adoquinado. La camap a v e m e n t . H e a n d t h e w a i t r e s s w e r e 45 rera y él estaban frente a frente. La muchaf a c i n g o n e a n o t h e r. S h e d i d n o t s e e cha caminaba deprisa, con la vista baja, vesh i m a t o n c e , w a l k i n g s w i f t l y, tida con un vestido y un sombrero negros, y downlooking, in a dark dress and a en un principio no le vio. Cuando se detuhat. Again, stopped, she did not even vo, él ni siquiera la miró; ya la había miral o o k a t h i m , h a v i n g a l r e a d y l o o k e d a t 50 do, con una ojeada de conjunto, lo mismo him, allseeing, like when she had set que cuando le había puesto la tarta y la taza t h e c o f f e e a n d t h e p i e o n t h e c o u n t e r. de café en el mostrador. La muchacha dijo: She said, “Oh. And you come back to —¡Ah! Y habrá vuelto usted para darme give it to me. Before them. And they el dinero. Y delante de todos. Y se habrán k i d d e d y o u . We l l , s a y. ” 55 burlado de usted. ¡Es increíble! “I thought you might have had to pay for it, yourself. I thought—”

—Pensé que se lo harían pagar a usted. Pensé que...

“Well, say. Can you tie that. Can you, now.” 60

—¡Es increíble, es el colmo! ¡Palabra!

Estaban cara a cara, pero no se miraThey were not looking at one another, ban, Debían de parecer dos monjes que standing face to face. To another they must se encuentran en un sendero del jardín have looked like two monks met during the hour of contemplation in a garden path. 65 durante la hora de meditación. —Así que yo pensé... “I just thought that I …” —¿Dónde vive usted? —dijo ella—. ¿En el campo? ¡Es increíble! ¿Cómo se llama?

“Where do you live?” she said. “In the country? Well, say. What’s your name?” 70 “It’s not McEachern,” he said. “It’s 122

—No me apellido McEachern —dijo—,

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Christmas.”

sino Christmas.

“Christmas? Is that your name? Christmas? Well, say.”

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On the Saturday afternoons during and after adolescence he and the other four or five boys hunted and fished. He s a w g i r l s o n l y a t c h u r c h , o n S u n d a y. They were associated with Sunday and with church. So he could not notice them. To do so would be, even to him, a retraction of his religious hatred. But he and the other boys talked about girls. Perhaps some of them—the one who arranged with the negro girl that afternoon , f o r i n s t a n c e —k n e w. “ T h e y all want to,” he told the others. “But sometimes they can’ t.” The others did not know that. They did not know that all girls wanted to, let alone that there were times when they could not. They thought dif ferently. But to admit that they did not know the latter would be to admit that they had not discovered the former. So they listened while the b o y t o l d t h e m . “ I t ’s s o m e t h i n g t h a t happens to them once a month.” He described his idea of the physical ceremony. Perhaps he knew. Anyway he was graphic enough, convincing enough. If he had tried to describe it as a mental state, something which he only believed, they would not have listened. But he drew a picture, physical, actual, to be discerned by the sense of smell and even of sight. It moved them: the temporary and abject helplessness of that which tantalised and frustrated desire; the smooth and superior shape in which volition dwelled doomed to be at stated and inescapable intervals victims of periodical filth. That was how the boy told it, with the other five listening q u i e t l y, l o o k i n g a t o n e a n o t h e r , questioning and secret. On the next Saturday Joe did not go hunting with them. McEachern thought that he had already gone, since the gun was missing. But Joe was hidden in the barn. He stayed there all that day. On the Saturday following he did go, but alone, early, before the boys called for him. But he did not hunt. He was not three miles from home when in the late afternoon he shot a sheep. He found the flock in a hidden valley and stalked and killed one with the gun. Then he knelt, his hands in the yet warm blood of the dying beast, trembling, drymouthed, backglaring. Then he got over it, recovered. He did not forget what the boy had told him. He just accepted it. He found that he could live with it, side by side with it. It was as if he said, illogical and desperately calm, All right. It is so, then. But not to me. Not in my life and my love. Then it was three or four years ago and he had for gotten it, in the sense that a fact is 123

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Todos los sábados por la tarde, durante su adolescencia y después de ella, iba a cazar o a pescar con otros cuatro o cinco muchachos. A las chicas, sólo las veía el domingo, en la iglesia. En su mente, las chicas estaban asociadas con Dios y con la Iglesia. Por eso no podía prestarles atención. Porque eso hubiera sido, incluso para él, una retractación de sus odios religiosos. Pero, con los demás muchachos, hablaba de mujeres. Entre ellos, los había que estaban enterados; por ejemplo el que tramó aquel día el asunto de la negra. «Todas tienen ganas —les decía a los otros—, pero a veces no pueden.» Los otros no sabían eso. No sabían que todas las mujeres tienen ganas. Y todavía sabían menos que, a veces, no pueden. Ellos tenían ideas distintas. Pero admitir que no sabían el segundo punto era como admitir que no habían descubierto el primero. Así es que escuchaban lo que les explicaba su compañero. «Es algo que les pasa una vez al mes.» Les describió la idea que tenía del fenómeno físico. Tal vez estaba enterado. Al menos era bastante claro, bastante persuasivo. Si hubiera tratado de describir aquello como un estado mental, como una cosa en la que sólo él creía, no le habrían escuchado. Pero les pintaba un cuadro físico, realista, que se podía percibir con el olfato e incluso con la vista. Esto les impresionaba: aquella impotencia temporal y abyecta de lo que, a la vez, excitaba y frustraba el deseo; la forma delicada y superior en que residía la voluntad, condenada a ser, a intervalos fijos e inevitables, víctima de una inmundicia periódica. Eso era lo que el muchacho les explicaba, mientras los otros cinco le escuchaban en silencio, mirándose los unos a los otros, inquisidores y secretos. El sábado siguiente, Joe no fue a cazar con ellos. McEachern creyó que ya se había ido, porque la escopeta no estaba en casa. Pero Joe estaba escondido en el establo. Se quedó allí todo el día. El sábado siguiente sí salió, pero solo, muy temprano, antes de que sus compañeros vinieran a buscarle. Y no cazó. A la caída de la tarde, a unas tres millas de la casa, mató a una oveja. Encontró el rebaño en un valle escondido. Se puso al acecho y disparó contra uno de los animales. Después, temblando, con la boca seca, mirando constantemente hacia atrás, se arrodilló y mojó las manos en la sangre. Después se recobró, se rehizo. No olvidó lo que el muchacho le había dicho. Aceptó el hecho, simplemente. Se dio cuenta de que podía vivir con aquel hecho junto a él. Como si se hubiera dicho, ilógica y desesperadamente tranquilo Muy bien. Era así. Pero no para mí. No en mi vida ni en mi amor. Transcurrieron tres o cuatro años y él lo olvidó, en el sentido en que un hecho es olvidado en cuanto sucumbe a la

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tr. Enrique Sordo insistencia que pone a la mente en el trance de considerarlo como ni verdadero ni falso.

forgotten when it once succumbs to the mind’s insistence that it be neither true nor false.

Volvió a ver a la camarera la noche He met the waitress on the Monday 5 del lunes que siguió al sábado en que night following the Saturday on which había querido pagar su taza de café. Enhe had tried to pay for the cup of tonces no tenía todavía la cuerda. Salió cof fee. He did not have the rope then. por la ventana y saltó desde una altura He climbed from his window and d r o p p e d t h e t e n f e e t t o t h e e a r t h a n d 10 de tres metros. Hizo a pie las cinco millas que le separaban de la ciudad. No walked the five miles into town. He did pensó en absoluto en la forma de volver not think at all about how he would get a su habitación. back into his room. Llegó a la ciudad y se dirigió a la esquiH e r e a c h e d t o w n a n d w e n t t o t h e 15 na en que ella le había citado. Era una escorner where she had told him to wait. quina tranquila, y él había llegado demasiaIt was a quiet corner and he was quite do pronto, pensando Tengo que acordarme. early, thinking I will have to remember. Dejar que me enseñe lo que debo hacer y To let her show me what to do and how to do it and when. To not let her find 20 cómo hacerlo y cuándo hacerlo. Y no dejarle que vea que no lo sé, que cuento con ella out that I don’t know, that I will have para que me lo enseñe. to find out from her . Hacía ya más de una hora que esHe had been waiting for over an hour when she appeared. He had been 25 p e r a b a c u a n d o e l l a a p a r e c i ó . J o e s e había anticipado una hora. Ella llet h a t e a r l y. S h e c a m e u p o n f o o t . S h e gó y se plantó ante él. Salió de la oscame and stood before him, small, with curidad, pequeña, con la vista baja, that air steadfast, waiting, con su aire firme y expectante. downlooking, coming up out of the —Ya estoy aquí —dijo ella. darkness. “Here you are,” she said. 30 —He venido lo más pronto que he podido. Tuve que esperar a que ellos se acostasen. Tenía miedo de llegar tarde.

“I got here soon as I could. I had to wait for them to go to sleep. I was afraid I would be late.” 35

—¿Hace mucho que esperas? ¿Cuánto tiempo?

“Have you been here long? How long?”

—No lo sé. He corrido durante casi todo “ I d o n ’ t k n o w. I r a n , m o s t o f t h e w a y. I was afraid I would be late.” 40 el camino. Tenía miedo de llegar tarde. —¿Has corrido? ¿Tres millas?

“You ran? All them three miles?”

—Cinco, no tres.

“It’s five miles. It’s not three.” 45

—¡Es increíble! “Well, say.” Then they did not talk. Después, callaron. Se quedaron quieThey stood there, two shadows facing tos, dos sombras enfrentadas. Más de un o n e a n o t h e r. M o r e t h a n a y e a r l a t e r, año después, recordando aquella noche, remembering that night, he said, suddenly knowing, It was like she was 50 Joe se dijo, comprendiendo de pronto. Es como si esperase que la pegara. waiting for me to hit her. “Well,” she said. —Muy bien —dijo ella. He had begun now to tremble a Joe temblaba un poco. Podía senl i t t l e . H e c o u l d s m e l t h e r, s m e l l t h e 55 t i r l a , s e n t i r s u e s p e r a : i n m ó v i l , r e s i g waiting: still, wise, a little weary; nada, un poco cansada; pensando Ella thinking She’s waiting for me to star t espera que comience y yo no sé cómo and I don’t know how Even to himself c o m e n z a r. E n t o n c e s , h a s t a a é l m i s m o his voice sounded idiotic. “I reckon it’s le pareció estúpida su voz: late.” 60 —Me parece que es tarde. “Late?”

—¿Tarde?

“I thought maybe they would be waiting —Pensaba que a lo mejor te esperafor you. Waiting up until you …” 65 ban... que esperaban a que tú... “ Wa i t i n g f o r . . . Wa i t i n g f o r . . . ” —Esperarme.... esperarme... Her voice died, ceased. She said, not Su voz murió, cesó. Luego dijo, sin movermoving; they stood like two shadows: se (estaban allí quietos, como dos sombras): “ I l i v e w i t h M a m e a n d M a x . Yo u 70 —Vivo con Mame y con Max. Ya sabes. k n o w. T h e r e s t a u r a n t . Yo u o u g h t t o En el restaurante. Allí, donde fuiste aquel 124

Faulkner’s Light remember them, trying to pay that nickel ...” She began to laugh. There was no mirth in it, nothing in it. “When I think of that. When I think of you coming in there, with that nickel.” Then she stopped laughing. There was no cessation of mirth in that, either. The still, abject, downlooking voice reached him. “I made a mistake tonight. I forgot something.” Perhaps she was waiting for him to ask her what it was. But he did not. He just stood there, with a still, downspeaking voice dying somewhere about his ears. He had forgot about the shot sheep. He had lived with the fact which the older b o y h a d t o l d h i m t o o l o n g n o w. Wi t h the slain sheep he had bought immunity from it for too long now for it to be alive. So he could not understand at first what she was trying to tell him. They stood at the c o r n e r. I t w a s a t t h e e d g e o f t o w n , w h e r e t h e s t r e e t b e c a m e a road that ran on beyond the ordered and measured lawns, between small, random houses and barren fields—the small, cheap houses which compose the purlieus of such towns. She said, “Listen. I ’ m s i c k t o n i g h t . ” H e d i d n o t understand. He said nothing. Perhaps he did not need to understand. Perhaps he had already expected some fateful mischance, thinking, ‘It was too good to be true, anyway’; thinking too fast for even thought: In a moment she will vanish. She will not be. And then I will be back home, in bed, not having left it at all. Her voice went on: “I forgot about the day of the month when I told you M o n d a y n i g h t . Yo u s u r p r i s e d m e , I g u e s s . T h e r e o n t h e s t r e e t S a t u r d a y. I f o r g o t w h a t d a y i t w a s , a n y h o w. Until after you had gone.”

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día a pagar los cinco centavos... Se echó a reír. A reír sin alegría, sin nada. —Cuando pienso en aquello... Cuando pienso cómo llegaste allí, con tus cinco centavos... Después, la muchacha dejó de reír. No fue una ausencia de alegría tampoco. Su voz le llegó queda, servil, humilde. —Esta noche me he equivocado. He olvidado una cosa. La muchacha esperaba, quizás, que él le preguntase lo que era. Pero Joe no lo hizo. Siguió allí, inmóvil, cerca de la voz sosegada, baja, que moría en algún sitio alrededor de sus oídos. Había olvidado la oveja muerta. Hacía demasiado tiempo que vivía con el hecho que el muchacho mejor informado le revelara. Hacía demasiado tiempo que la muerte de la oveja le había dado la inmunidad contra el hecho para que el hecho pudiese estar vivo todavía. Así que no comprendió en un principio lo que ella trataba de decirle. Siguieron de pie en la esquina de la calle. Estaban en el límite de la ciudad, allí donde la calle, convirtiéndose en carretera, se perdía más allá de los praderíos cuidados y medidos, entre tierras sin cultivar y casitas esparcidas, las pequeñas casas baratas que componen el suburbio de esa clase de ciudades. Y la muchacha dijo: —Escucha, esta noche estoy indispuesta. Joe no comprendió. No dijo nada. Quizás no tenía necesidad de comprender. Quizás esperaba ya alguna aciaga desventura, pensando «Era demasiado bonito para ser verdad», pensando demasiado rápido para que llegase a ser un pensamiento. Dentro de un instante va a desaparecer. Y no estará aquí. Y yo estaré de vuelta en mi casa, en mi cama, como si nunca hubiese salido. La muchacha continuó: —Cuando te dije que el lunes por la noche, no pensé en la fecha del mes. Creo que me cogiste de sorpresa. Así en la calle, el sábado... Me olvidé del día que era. Hasta después, cuando ya te habías ido.

His voice was as quiet as hers. “How El dijo, con la misma voz tranquila: sick? Haven’ t you got some medicine —Cómo indispuesta? ¿No tienes en casa at home that you can take?” 50 algún remedio que puedas tomar? “Haven’t I got ...” Her voice died. —¿Si no tengo en casa...? —Su voz se S h e s a i d , “ W e l l , s a y. ” S h e s a i d extinguió; luego dijo—: ¡Es increíble! —y suddenly: “It’s late. And you with four bruscamente—: Ya es tarde y tienes que anmiles to walk.” 55 dar tus cuatro millas. “I’ve already walked it now. I’m here —Ya las he andado. Estoy aquí —Joe han o w. ” H i s v o i c e w a s q u i e t , h o p e l e s s , blaba en voz baja, desilusionada—. Sí, creo c a l m . “ I r e c k o n i t ’s g e t t i n g l a t e , ” h e que es tarde. s a i d . T h e n s o m e t h i n g c h a n g e d . N o t 60 Después, algo se transformó. La muchalooking at him, she sensed something cha, sin mirarle, presintió algo antes de que before she heard it in his hard voice: la voz dura lo expresara: “What kind of sickness have you got?” —¿Qué clase de indisposición tienes? S h e d i d n ’t a n s w e r, a t o n c e . T h e n 65 Ella tardó en responder. Después, suas h e s a i d , s t i l l , d o w n l o o k i n g : “ Yo u vemente y con los ojos bajos, dijo: h a v e n ’t e v e r h a d a s w e e t h e a r t , y e t . I ’ l l —¿No has tenido nunca una amiguita? b e t y o u h a v e n ’ t . ” H e d i d n ’ t a n s w e r. Sospecho que no. “ H a v e y o u ? ” H e d i d n ’ t a n s w e r. S h e Joe no respondió. m o v e d . S h e t o u c h e d h i m f o r t h e f i r s t 70 —¿Verdad que no? time. She came and took his arm, Joe no respondió. Ella hizo un movi125

Faulkner’s Light l i g h t l y, i n b o t h h a n d s . L o o k i n g d o w n , he could see the dark shape of the lowered head which appeared to have been set out of line a little on the neck when she was born. She told him, halting, clumsily, using the only words which she knew perhaps. But he had heard it before. He had already fled backward, past the slain sheep, the p r i c e p a i d f o r i m m u n i t y, t o t h e afternoon when, sitting on a creek bank, he had been not hurt or astonished so much as outraged. The arm which she held jerked free. She did not believe that he had intended to strike her; she believed otherwise, in f a c t . B u t t h e r e s u l t w a s t h e s a m e . As he faded on down the road, the shape, t h e s h a d o w, s h e b e l i e v e d t h a t h e w a s running. She could hear his feet for some time after she could no longer see him. She did not move at once. She s t o o d a s h e h a d l e f t h e r, m o t i o n l e s s , downlooking, as though waiting for the blow which she had already received.

suave (En) adj.1 (of a person, esp. a man) smooth; polite; sophisticated. Afable, amable fino, cortés, diplomático / zalamero. 2 (of a wine etc.) bland, smooth. Engolado, elegante y desenvuelto o amable, cortés, fino, zalamero suave (Sp) 1. adj. Liso y blando al tacto, en contraposición a tosco y áspero. 2. Blando, dulce, grato a los sentidos. 3. V. espíritu, manjar suave. 4. fig. Tranquilo, quieto, manso. 5. fig. Lento, moderado. 6. fig. Dócil, manejable o apacible. Aplícase, por lo común, al genio o natural. Smooth, soft, mild, mellow.

He was not running. But he was walking fast, and in a direction that was taking him further yet from home, from the house five miles away which he had left by climbing from a window and which he had not yet planned any way of reentering. He went on down the road fast and turned from it and sprang over a fence, into plowed earth. Something was growing in the furrows. Beyond were woods, trees. He reached the woods and entered, among the hard trunks, the branchshadowed quiet, hardfeeling, hardsmelling, invisible. In the notseeing and the hardknowing as though in a cave he seemed to see a diminishing row of suavely shaped urns in moonlight, blanched. And not one was perfect. Each one was cracked and from each crack there issued something liquid, deathcolored, and foul. He touched a tree, leaning his propped arms against it, seeing the ranked and moonlit urns. He vomited.

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miento. Le tocó por primera vez. Le cogió por un brazo, levemente, con las dos manos. Joe, mirando hacia abajo, podía ver la sombra oscura de la cabeza, inclinada como si la tuviese, de nacimiento, ligeramente desviada del cuello. La muchacha se lo explicó, con varias pausas, torpemente, tal vez con las únicas palabras que conocía. Pero Joe había oído aquello antes. Y ya había huido al pasado, por encima de la oveja muerta, precio pagado por la inmunidad, hasta aquella tarde en que, sentado a la orilla del río, se había sentido más indignado que sorprendido y herido. Con una sacudida, liberó el brazo que ella asía. La muchacha no creyó en absoluto que él hubiera tratado de pegarle. En realidad, creyó otra cosa muy diferente. Pero el resultado fue el mismo. Cuando Joe —su forma, su sombra— desapareció por la carretera, creyó que iba corriendo. El ruido de sus pasos le continuó llegando algún tiempo después de que cesara de verle. Pero tardó un rato en moverse. Se quedó donde el la había dejado, inmóvil, con la cabeza gacha, como esperando el golpe que ya había recibido. Joe no corría. Pero caminaba deprisa, y en una dirección que le alejaba aún más de su hogar, de la casa que había dejado, a cinco millas de allí, saltando por la ventana y sin pensar de qué manera podría volver a entrar en ella. Andaba muy rápido por la carretera cuando, de pronto, apartándose de ella, saltó por encima de una cerca a una tierra labrada. Algo crecía en los surcos. Más lejos había un bosque, árboles. Joe llegó al bosque y se adentró en él, entre los troncos rugosos, bajo la sombra acogedora de las ramas, sombra de olores densos y violentamente sensuales. En aquella oscuridad, en aquella violencia, le pareció ver, como una caverna, una hilera de urnas de formas suaves que iban disminuyendo al alejarse, blancas de claridad lunar. No había ninguna intacta. Estaban todas rajadas. Y, de cada raja manaba algo líquido, color de muerte, algo repugnante. Tocó un árbol, se apoyó en él con los dos brazos doblados y, contemplando la hilera de urnas iluminadas por la luna, comenzó a vomitar.

On the next Monday night he had El lunes siguiente ya tenía la cuerda. Esthe rope. He was waiting at the same peró en la misma esquina. Había llegado corner; he was quite early again. Then 55 también demasiado pronto. Y la vio. La muhe saw her. She came up to where he chacha se acercó a él. stood. “I thought maybe you wouldn’ t —Creía que no ibas a venir — be here,” she said. dijo ella. “ D i d y o u ? ” H e t o o k h e r a r m , 60 drawing her on down the road.

—¿De veras? La tomó del brazo, se la llevó hacia la carretera.

“Where are we going?” she said. He —¿Dónde vamos? —dijo ella. didn’t answer, drawing her on. She had Joe no respondió. Tiraba de la mujer. Ella to trot to keep up. She trotted clumsily: 65 tenía que correr para seguirle. Trotaba toran animal impeded by that which pemente, animal trabado por lo que la difedistinguished her from animals: her renciaba de los animales: sus tacones, sus heels, her clothes, her smallness. He ropas, su baja estatura. Joe la hizo salir de drew her from the road, toward the la carretera, acercarse a la cerca que él hafence which he had crossed a week ago. 70 bía franqueado ocho días antes. “Wait,” she said, the words jolting from —Espera —dijo ella, con la voz 126

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h e r m o u t h . “ T h e f e n c e — I c a n ’t — “ A s she stooped to go through, between the strands of wire which he had stepped over, her dress caught. He leaned and jerked it free with a ripping sound. 5

entrecortada—, la cerca... No puedo más... Al encorvarse para pasar entre los alambres de espino que Joe había saltado, su vestido se enganchó. Joe se inclinó y, de un tirón, la libertó con un ruido de desgarramiento.

—Te compraré otro —dijo él. “I’ll buy you another one,” he said. La muchacha no dijo nada. Se dejó meShe said nothing. She let herself be half dio llevar, medio arrastrar, por entre los tiercarried and half dragged among the growing plants, the furrows, and into 10 nos brotes y los surcos, hasta llegar al bosque, hasta los árboles. the woods, the trees. He kept the rope, neatly coiled, behind the same loose board in his attic room where Mrs. McEachern kept her hoard of nickels and dimes, with the difference that the rope was thrust further back into the hole than Mrs. McEachern could reach. He had g o t t h e i d e a f r o m h e r. S o m e t i m e s , with the old couple snoring in the room beneath, when he lifted out the silent rope he would think of the paradox. Sometimes he thought about telling her; of showing her where he kept hidden the implement of his sin, having got the idea, learned how and w h e r e t o h i d e i t , f r o m h e r. B u t h e knew that she would merely want to help him conceal it; that she would want him to sin in order that she could help him hide it; that she would at last make such a todo of meaningful whispers and signals that McEachern would have to suspect something despite himself.

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Escondió la cuerda, cuidadosamente arrollada, en la buhardilla, detrás de la misma tabla suelta donde la señora McEachern ocultaba las monedas de cinco y diez centavos que iba atesorando. Pero la cuerda estaba tan profundamente hundida en el agujero que la señora McEachern no podía alcanzarla. Era a ella a quien le debía esta idea. A veces, mientras la anciana pareja roncaba abajo, mientras él iba soltando la silenciosa cuerda, Joe pensaba en esa paradoja. A veces, sentía ganas de decírselo a ella, de mostrarle el lugar donde escondía el instrumento de su pecado, puesto que era ella la que le había dado la idea, la que le había enseñado cómo y dónde esconderlo. Pero Joe sabía que aquello sólo serviría para darle ganas de ayudarle a ocultar la cuerda, y que ella desearía verle pecar para poder ayudarle a esconderla y que, además, se entregaría a tal exuberancia de murmullos y de elocuentes signos que McEachern, a su pesar, no tendría más remedio que olfatear algo raro.

Y Joe comenzó a robar, a tomar dinero Thus he began to steal, to take del escondrijo. Es muy posible que ella no money from the hoard. It is very p o s s i b l e t h a t t h e w o m a n d i d n o t 40 le hubiese sugerido la idea, que nunca hubiese mencionado el dinero delante de él. Es suggest it to him, never mentioned posible, incluso, que él ni siquiera se diese money to him. It is possible that he did cuenta de que utilizaba dinero para pagar sus not even know that he was paying with placeres. Lo que ocurría es que, durante money for pleasure. It was that he had w a t c h e d f o r y e a r s M r s . M c E a c h e r n 45 años, había visto a la señora McEachern esconder dinero en un determinado lugar. Y hide money in a certain place. Then he que después, cuando también él tuvo necehimself had something which it was sidad de ocultar algo, lo puso en el lugar que necessary to hide. He put it in the sabía más seguro. Cada vez que escondía o s a f e s t p l a c e w h i c h h e k n e w. E a c h t i m e he hid or retrieved the rope, he saw the 50 sacaba la cuerda, veía la caja de hojalata que contenía el dinero. t i n c a n c o n t a i n i n g m o n e y.

tawdry [jewellery] de oropel, de relumbrón; [clothes] chabacano, hortera; [decor] charro, hortera; [place, town] chabacano; [affair, business] sórdido tawdry — adj. 1 showy but worthless. 2 overornamented, gaudy, vulgar. Escabroso, — n. cheap or gaudy finery. shabby (ropa) gastado, viejo, raído 2 (barrio, casa) pobre, en mal estado: it’s one of the shabbiest areas of town, es una de las zonas más degradadas de la ciudad 3 (persona) desharrapado 4 (una acción) mezquino

The first time he took fifty cents. He debated for some time between fifty cents and a quarter. Then he took the fifty cents because that was the exact s u m h e n e e d e d . Wi t h i t h e b o u g h t a stale and flyspecked box of candy from a man who had won it for ten cents on a punching board in a store. He gave it to the waitress. It was the first thing which he had ever given her. He gave it to her as if no one had ever thought of giving her anything before. Her expression was a little strange when she t o o k t h e tawdr y, shabby box into her big hands. She was sitting at the time on her bed in her bedroom in the small house where she lived with the man and woman called Max and Mame. One night about a week before the man came 127

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La primera vez cogió cincuenta centavos. Dudó un momento entre cincuenta y veinticinco. Y cogió los cincuenta, porque era exactamente la cantidad que necesitaba. Le sirvieron para comprar una vieja caja de bombones, moteada de cagadas de mosca, a un hombre que la había ganado en una tienda por diez centavos en un juego de azar. Se la ofreció a la camarera. Nunca le había regalado nada. Se la dio como si él fuese la primera persona que hubiera pensado en regalarle algo. Con un aire un poco extraño, la mujer tomó con sus dos grandes manos la caja pintarrajeada y descolorida. Estaba sentada sobre su cama, en la habitación, en la pequeña casa donde vivía con el hombre y la mujer a los que ella llamaba Max y Mame. Una noche —hacía de ello cosa de una semana— el hombre entró en la habita-

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tr. Enrique Sordo ción. Ella se estaba desnudando. Sentada sobre la cama, levantaba los brazos. El hombre entró en la habitación y se apoyó en la cómoda, con el cigarrillo en los labios.

into the room. She was undressing, sitting on the bed while she removed her stockings. He came in and leaned against the bureau, smoking. 5

—Un rico granjero —dijo—. El John Jacob Astor de la vaquería.

“ A r i c h f a r m e r, ” h e s a i d . ‘ J o h n Jacob Astor from the cowshed.”

La mujer se había tapado, sentada en la She had covered herself, sitting on the bed, still, downlooking. “He pays 10 cama, inmóvil, con la cabeza gacha. —Me paga. me.” —¿Con qué? ¿No ha gastado todavía sus “ Wi t h w h a t ? H a s n ’t h e u s e d u p t h a t cinco centavos? —La miró—. ¡Un montón nickel yet?” He looked at her. “A setup f o r h a y s e e d s . T h a t ’s w h a t I b r o u g h t 15 de billetes por un grano de avena! ¿Para esto te traje yo de Memphis? Querrás tamy o u d o w n h e r e f r o m M e m p h i s f o r. bién, uno de estos días, que te dé de comer Maybe I’d better start giving away por nada. grub too.” —No lo hago durante el tiempo que tra“ I ’ m n o t d o i n g i t o n y o u r 20 bajo para usted. time.” —Evidentemente. No te lo puedo pro“Sure. I can’t stop you. I just hate hibir. Pero me disgusta verlo, eso es todo. to see you. A kid, that never saw a w h o l e d o l l a r a t o n e t i m e i n h i s l i f e . 25 Un mozalbete que no ha visto un dólar en su vida. En esta ciudad, llena de tipos carWi t h t h i s t o w n f u l l o f g u y s m a k i n g gados de pasta que te tratarían como es good jack, that would treat you debido. right.” “Maybe I like him. Maybe you hadn’t thought of that.” He looked at h e r, a t t h e s t i l l a n d l o w e r e d c r o w n o f her head as she sat on the bed, her hands on her lap. He leaned against the bureau, smoking. He said, “Mame!” After a while he said again, “Mame! Come in here.” The walls were thin. After a while the big blonde woman came up the hall, without haste. They could both hear her. She entered. “Get this,” the man said. “She says maybe she likes him b e s t . I t ’s R o m e o a n d J u l i e t . For sweet Jesus!”

—A lo mejor me gusta. Quizás usted no ha pensado en eso. El hombre miró la coronilla quieta e inclinada de su cabeza. La mujer seguía sentada en la cama, con las manos en el regazo. 35 Él estaba apoyado contra la mesa, con el cigarrillo entre los labios. Dijo: —¡Mame! Al cabo de un rato, repitió: —¡Mame! ¡Ven aquí! Los tabiques eran muy delgados. La 40 gorda rubia no tardó en acercarse, sin prisa, por el pasillo. Los dos pudieron oírla. Al fin entró. —Escúchame —dijo el hombre—. Dice 45 que está encaprichada por ese mocoso. ¡Santo Cristo! Romeo y Julieta. 30

La mujer rubia miró la cabeza morena de The blonde woman looked at the la camarera. dark crown of the waitress’ head. —¿Y qué? —dijo. “What about that?” 50 —Nada. Todo perfecto. Max Confrey presenta a la señorita Bobbie Allen, especialista en jóvenes.

“ N o t h i n g . I t ’s f i n e . M a x C o n f r e y presenting Miss Bobbie Allen, the youth’s companion.” 55 “Go out,” the woman said.

—Vete —dijo la mujer.

—Sí. Sólo había venido a traerle el cam“Sure. I just brought her bio de cinco centavos. c h a n g e f o r a n i c k e l . ” H e went o u t . T h e w a i t r e s s h a d n o t m o v e d . T h e 60 Salió. La camarera no se había moviblonde woman went to the bureau and do. La mujer rubia se acercó a la cómoda leaned against it, looking at the y se apoyó en ella, con los ojos puestos en o t h e r ’s l o w e r e d h e a d . la cabeza inclinada. “Does he ever pay you?” she said. 65 The waitress did not move. “Yes. He pays me.”

—Te ha pagado alguna vez? La camarera no se movió. —Sí. Me paga.

T h e b l o n d e w o m a n l o o k e d a t h e r, 70 La gruesa rubia la miró, apoyaleaning against the bureau as Max had da en la cómoda, igual que Max. 128

Faulkner’s Light done. “Coming all the way down here from Memphis. Bringing it all the way down here to give it away. The waitress did not move. “I’m not 5 hurting Max.”

tr. Enrique Sordo — Ve n i r d e M e m p h i s p a r a e s o . Tr a e r l a d e M e m p h i s p a r a r e g a l a r l a después. La camarera no se movió. —Yo no perjudico a Max.

La mujer rubia miró la cabeza inclinada. LueThe blonde woman looked at the other’s go, dio la vuelta y se dirigió hacia la puerta. lowered head. Then she turned and went —Arréglate como puedas, pero no lo toward the door. “ S e e t h a t y o u d o n ’ t , ” 10 vuelvas a hacer —dijo—. Eso no va a durar she said. “This won’t last mucho. En estas ciudades pequeñas eso no f o r e v e r. T h e s e l i t t l e t o w n s w o n ’ t dura mucho tiempo. Lo sé muy bien. Yo tamstand for this long. I know. I bién vengo de una ciudad pequeña. came from one of them.” 15 Sentada en la cama, sosteniendo enSitting on the bed, holding the tre las manos la miserable caja de bomcheap, florid candy box in her hands, bones ilustrada, continuó allí, sentada, she sat as she had sat while the blonde igual que cuando la gruesa rubia le estawoman talked to her. But it was now Joe who leaned against the bureau and 20 ba hablando. Pero ahora era Joe quien la miraba, apoyado en la cómoda. La camalooked at her. She began to laugh. She rera se echó a reír. Se rió con la chillona laughed, holding the gaudy box in her caja entre sus manos de gruesos nudillos. b i g k n u c k l e d h a n d s . J o e w a t c h e d h e r. Joe la miraba. La vio levantarse y pasar He watched her rise and pass him, her face lowered. She p a s s e d t h r o u g h t h e 25 por delante de él con la cabeza baja. Franqueó la puerta y llamó a Max por su door and called Max by name. Joe had nombre. Joe no había visto nunca a Max, never seen Max save in the restaurant, salvo en el restaurante, con su sombrero in the hat and the dirty apron. When y su delantal sucio. Cuando Max entró, Max entered he was not even s m o k i n g . H e t h r u s t o u t h i s h a n d . 30 ni siquiera fumaba. Le tendió la mano. —¿Cómo va eso, Romeo? —dijo. “How are you, Romeo?” he said. Joe apenas reconoció al hombre que le Joe was shaking hands almost estrechaba la mano. before he had recognised the man. “My —Me la ha traído Joe —dijo. name’s Joe McEachern,” he said. The 35 La mujer rubia entró a su vez. También blonde woman had also entered. It was era la primera vez que Joe la veía fuera del also the first time he had even seen her restaurante. La vio entrar sin dejar de mirarsave in the restaurant. He saw her enter, la, sin dejar de mirar cómo la camarera abría watching her, watching the waitress open the box. She extended it. 40 la caja. La ofreció. “Joe brought it to me,” she said.

—Me la ha traído, Joe —dijo.

La mujer rubia echó una ojeada a la caja. The blonde woman looked at the b o x , o n c e . S h e d i d n o t e v e n m o v e 45 Ni siquiera movió la mano. —Gracias —dijo. her hand. “Thanks,” she said. The El hombre, a su vez, miró la caja sin ademan also looked at the box, lantar la mano. without moving his hand. “Well, well, well,” he said. “Sometimes 50 —¡Vaya, vaya, vaya —dijo—. A veces NaviChristmas lasts a good while. Hey, Romeo?” dad dura mucho tiempo, ¿verdad, Romeo? Joe had moved a little away from the Joe se había apartado un poco de bureau. He had never been in the house la cómoda. Era la primera vez que se before. He was looking at the man, with encontraba en aquella casa. Miraba al o n h i s f a c e a n e x p r e s s i o n a l i t t l e 55 h o m b r e c o n e l r o s t r o l l e n o d e u n a e x placative and baffled though not presión plana y desorientada, pero sin alarmed, watching the man’s inscrutable alarma. Observaba la cara simiesca e and monklike face. But he said nothing. indescifrable del hombre. Pero no dijo It was the waitress who said, nada. Fue la camarera quien dijo: 60 “If you don’t like it, you don’t have —Si no les gustan, no tienen por qué coto eat it.” He watched Max, watching merlos. Joe miraba a Max; miraba a Max his face, hearing the waitress’ voice; mientras oía la voz de la camarera, la voz de the voice downlooking: “Not doing you los ojos bajos. nor nobody else any harm ... Not on his 65 —Esto no les perjudica.. Ni a ustedes ni time ...” He was not watching her nor a nadie... No lo hago en las horas que trabat h e b l o n d e w o m a n e i t h e r. H e w a s jo para ustedes... watching Max, with that expression Joe no la miraba, como tampoco miraba puzzled, placative, not afraid. The a la mujer rubia. Miraba a Max, con una exb l o n d e w o m a n n o w s p o k e ; i t w a s a s 70 presión de asombro, perpleja, sin temor. La though they were speaking of him and mujer rubia comenzó a hablar. Era como si 129

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tr. Enrique Sordo hablasen de él en su presencia en una lengua que supiesen que él no comprendía.

in his presence and in a tongue which they knew that he did not know.

—Bueno, vámonos —dijo la mujer ru“Come on out,” the blonde woman said. 5 bia. —¡Vaya por Dios! —dijo el hombre—. Ahora que iba a invitar a Romeo a una copa por cuenta de la casa.

“For sweet Jesus,” Max said. “I was just going to give Romeo a drink on the house.” 10

—¿La quiere tomar él? —dijo la mujer rubia; hasta cuando le hablaba directamente a Joe parecía seguir hablando con Max—. ¿Le apetece un trago?

“Does he want one?” the blonde woman said. Even when she addressed Joe directly it was as if she still spoke to Max. “Do you want a drink?” 15 “Don’t hold him in suspense because of his past behavior. Tell him i t ’s on the house.”

—No le hagas padecer a causa de su conducta pasada. Dile que es por cuenta de la casa.

—No lo sé —dijo Joe—. No lo he pro“I don’t know,” Joe said. “I never 20 bado nunca. tried it.” —¿Nunca ha probado una ronda a costa “Never tried anything on the del dueño? —dijo Max—. ¡Vaya por Dios! house,” Max said. “For sweet Jesus.” Desde que entró, no había mirado H e h a d n o t l o o k e d a t J o e o n c e a g a i n 25 a Joe ni una sola vez. De nuevo era after he entered the room. Again it was como si hablasen delante de él, a proas if they talked at and because of him, pósito de él, en un lenguaje que no in a language which he did not comprendía. understand. 30 —Vámonos —dijo la mujer rubia—. Vá“Come on,” the blonde woman said. monos ya. “Come on, now.” They went out. The blonde woman had never looked at him at all, and the man, without looking at him, had never ceased. Then they were gone. Joe stood beside the bureau. In the middle of the floor the waitress stood, downlooking, with the open box of candy in her hand. The room was close, smelling of stale scent. Joe had never seen it before. He had not believed that he ever would. The shades were drawn. The single bulb burned at the end of a cord, shaded by a magazine page pinned about it and already turned brown from the heat. “It’s all right,” he said. “It’s all right.” She didn’t answer nor move. He thought of the darkness outside, the night in which they had been alone before. “Let’s go,” he said.

Salieron. La mujer rubia no le había di35 rigido ni una mirada, y el hombre, sin mirarle, nunca había dejado de hacerlo. Joe estaba de pie, junto a la cómoda. La camarera estaba en medio de la habitación, con su cabeza agachada y su caja de bombones 40 en la mano. La habitación olía a cerrado, a vagos indicios de perfume. Joe no la había visto nunca. No había creído nunca que la vería. Las persianas estaban bajadas. La única bombilla ardía colgada de un cordón y 45 teniendo por pantalla una hoja de revista sujeta a su alrededor con alfileres y ya tostada por el calor. —Está bien, está bien —dijo Joe. La camarera no respondió, no se movió. 50 Joe pensó en la oscuridad de fuera, en la noche, donde ya habían estado juntos y solos. —Vamos —dijo.

“Go?” she said. Then he looked at —¿Vamos? —dijo ella. Joe la miró, entonces. her. “Go where?” she said. “What for?” 55 —¿Vamos? ¿A dónde? —dijo ella—. ¿Para qué? S t i l l h e d i d n o t u n d e r s t a n d h e r. H e Joe seguía sin comprenderla. La miró, watched her come to the bureau and set cuando ella se aproximó a la cómoda y dethe box of candy upon it. While he positó allí la caja de bombones. Y la contiwatched, she began to take her clothes nuó mirando mientras ella comenzaba a quioff, ripping them off and flinging them 60 tarse la ropa, a arrancársela, a tirarla por el down. suelo. Joe dijo: He said, “Here? In here?” It was the —¿Aquí? ¿Aquí, en esta habitación? first time he had ever seen a naked Aunque la consideraba su amante desde woman, though he had been her lover 65 hacía un mes, era la primera vez que veía a for a month. But even then he did not una mujer desnuda. Pero, ni siquiera en aquel even know that he had not known what momento, se dio cuenta de que ignoraba lo to expect to see. que tendría que haber esperado ver. That night they talked. They lay in 70 Aquella noche hablaron. Estaban acosthe bed, in the dark, talking. Or he tados en la oscuridad y hablaron. O más 130

Faulkner’s Light talked, that is. All the time he was thinking, ‘Jesus. Jesus. So this is it. He lay naked too, beside her, touching her w i t h h i s h a n d a n d t a l k i n g a b o u t h e r. Not about where she had come from and what she had even done, but about her body as if no one had ever done this before, with her or with anyone else. It was as if with speech he were learning about women’s bodies, with the curiosity of a child. She told him about the sickne s s o f t h e f i r s t n i g h t . I t d i d n o t s h o c k h i m n o w. L i k e t h e nakedness and the physical shape, it was like something which had never happened or existed before. So he told her in turn what he knew to tell. He told about the negro girl in the mill shed on that afternoon three years ago. He told her quietly and p e a c e f u l l y, l y i n g b e s i d e h e r, t o u c h i n g h e r. P e r h a p s h e c o u l d n o t even have said if she listened or not. T h e n h e s a i d , ‘ Yo u n o t i c e d m y s k i n , my hair,” waiting for her to answer, h i s h a n d s l o w o n h e r b o d y.

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bien habló él. No dejaba de pensar «¡Dios mío, Dios mío, entonces es así». Estaba acostado, desnudo también, al lado de ella. La tocaba con sus manos, hablaba de ella. No de la ciudad de donde había venido, ni siquiera de lo que la muchacha había hecho, sino de su cuerpo, como si nadie hubiese hecho aquello antes que él, ni con ella ni con otras. Parecía que, al hablar, se documentaba sobre el cuerpo de las mujeres con la curiosidad de un niño. Y ella le habló de su indisposición de la primera noche. Y, esta vez, Joe no se escandalizó. Como con la desnudez y la forma física, le parecía que aquello era algo que no había sucedido nunca, que aún no había existido. Y le contó, a su vez, lo que tenía que contar. Le contó el asunto de la negra, en el cobertizo del aserradero, tres años antes. Se lo contó tranquilamente, sosegadamente, tendido junto a ella, tocándola. Quizás no habría podido decir si ella le escuchaba o no. Después dijo: —¿Haz notado mi piel, mi pelo? Lo dijo esperando una respuesta, acariciándole el cuerpo lentamente con su mano.

La muchacha murmuró también: She whispered also. “Yes. I thought —Sí. He pensado que podías ser exmaybe you were a foreigner. That you never come from around here.” 30 tranjero. Que no eras de la región. —No, es otra cosa. Es algo más que extranjero. No podrás adivinarlo.

“It’s different from that, even. More than just a foreigner. You can’t guess.” “What? How more different?”

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—¿Qué? ¿Qué otra cosa? Adivina.

“Guess.”

Sus voces eran plácidas. Todo era soseTheir voices were quiet. It w a s s t i l l , q u i e t ; n i g h t n o w 40 gado, apacible. La noche, normal ya, exenta de deseo, de avidez. known, not to be desired, pined —No sé. ¿Qué es lo que eres? f o r. “ I c a n ’t . W h a t a r e y o u ? ” La mano iba, lenta y suave, a lo largo His hand was slow and quiet on h e r i n v i s i b l e f l a n k . H e d i d n o t 45 del costado invisible. Joe tardó en responder. No porque tratase de intrigarla. answer at once. It was not as if he Parecía como si ya no recordara lo que w e r e t a n t a l i s i n g h e r. I t w a s a s i f h e iba a decir. La muchacha repitió la prejust had not thought to speak on. She gunta. Entonces él le dijo: a s k e d h i m a g a i n . T h e n h e t o l d h e r. “I got some nigger blood in me.” 50 —Tengo sangre negra. Then she lay perfectly still, Ella siguió tendida, perfectamente inmówith a different stillness. But vil, pero con una inmovilidad diferente. Pero he did not seem to notice it. He Joe no pareció darse cuenta. Estaba acostal a y p e a c e f u l l y t o o , h i s h a n d 55 do, quieto también, y acariciándola con su slow up and down her flank. mano, suavemente, el costado. “You’re what?” she said. —¿Tienes qué? —dijo ella. “I think I got some nigger blood in —Creo que tengo sangre negra. m e . ” H i s e y e s w e r e c l o s e d , h i s h a n d 60 Joe tenía los ojos cerrados. Su mano iba slow and unceasing. “I don’t know. I y venía suavemente. believe I have.” —No lo sé. Pero creo que la tengo. She did not move. She said at once: “You’re lying.” 65 “All right,” he said, not moving, his hand not ceasing.

Ella no se movió. En seguida dijo: —Mientes. —Como tú quieras —dijo él, sin moverse, sin detener su mano.

“I don’t believe it,” her voice said 70 —No lo creo dijo ella en las in the darkness. tinieblas. 131

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tr. Enrique Sordo —Como tú quieras —dijo él, sin detener su mano.

“All right,” he said, his hand not ceasing.

El sábado siguiente, Joe tomó otro medio dólar en el escondrijo de la señora McEachern y se lo dio a la camarera. Uno o dos días después, tuvo razones para creer que la señora McEachern había advertido la desa10 parición de las monedas y que sospechaba que era él quien las había cogido. Porque ella esperó el momento en que sabía que McEachern no vendría a interrumpirles y, entonces, le dijo: —Joe. 15 Joe se detuvo y la miró, sabiendo que ella no le miraría. Y la mujer, sin mirarle, con voz blanca, átona, dijo: —Ya sé que un muchacho que se va ha20 ciendo mayor necesita dinero, más dinero que el que te da pa... McEachern. Joe la miró hasta que su voz se detuvo, se apagó. Al parecer esperó hasta que se apagase. Entonces dijo: 25 —¿Dinero? ¿Qué quieres que haga con “Money? What do I want with él? money?” The next Saturday he took another half dollar from Mrs. McEachern’s hiding place and gave it to the waitress. A day or two later he had reason to believe that Mrs. McEachern had missed the money and that she suspected him of having taken it. Because she lay in wait for him until he knew that she knew that McEachern would not interrupt them. Then she said, “Joe.” He paused and looked at her, knowing that she would not be looking at him. She said, not looking at him, her voice flat, level: “I know how a young man growing up needs money. More than p—Mr. McEachern gives you. ...” He looked at her, until h e r v o i c e c e a s e d a n d d i e d a w a y. A p p a re n t l y h e w a s w a i t i n g f o r i t t o cease. Then he said,

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El sábado siguiente ganó dos dólares On the next Saturday he earned two dollars chopping wood for a neighbor. He 30 cortando leña para el vecino. Y mintió cuando McEachern le preguntó a dónde lied to McEachern about where he was iba y en dónde había estado y lo que hagoing and where he had been and what bía hecho. Le dio el dinero a la camarehe had done there. He gave the money to ra. McEachern descubrió que había trathe waitress. McEachern found out about the work. Perhaps he believed that Joe 35 bajado. Quizás creyó que Joe había escondido el dinero. Quizás se lo había had hidden the money. Mrs. McEachern dicho la señora McEachern. may have told him so. Joe se veía con la camarera en su haPerhaps two nights a week Joe and the waitress went to her room. He did 40 bitación una o dos veces por semana. En principio ignoraba que otros hombres lo not know at first that anyone else had ever done that. Perhaps he believed that habían hecho ya. Tal vez creía que hasome peculiar dispensation had been bían concedido una dispensa especial en m a d e i n h i s f a v o r, f o r h i s s a k e . Ve r y su favor, para su interés. Es indudable l i k e l y u n t i l t h e l a s t h e s t i l l b e l i e v e d 45 que, hasta el fin, creyó que tenía que dothat Max and Mame had to be placated, minar a Max y a Mame, no por el hecho not for the actual fact, but because of en sí mismo, sino a causa de su presenhis presence there. But he did not see cia en casa de ellos. them again in the house, though he Pero no los volvió a ver en la casa, knew that they were there. But he did 50 aunque sabía que estaban allí. Aunque no not know for certain if they knew that habría sabido decir si ellos sabían que he was there or had ever returned after él estaba allí o que había vuelto, después the night of the candy. de la noche de los bombones. Usually they met outside, went somewhere else or just loitered on the way to where she lived. Perhaps he believed up to the last that he had suggested it. Then one night she did not meet him where he waited. He waited until the clock in the courthouse struck twelve. Then he went on to where she lived. He had never done that before, though even then he could not have said that she had ever forbidden him to come there unless she was with him. But he went there that night, expecting to find the house dark and asleep. The house was dark, but it was not asleep. He knew that, that beyond the dark shades of her room people were not 132

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Generalmente se encontraban en la calle, iban a algún sitio o bien se dirigían a casa de la muchacha vagando por las calles. Quizás Joe creyó hasta el fin que era él quien había sugerido esto. Luego, una noche, ella 60 no acudió al lugar donde le había citado. Joe esperó a que el reloj del Palacio de Justicia diese las doce y se dirigió después hacia la casa donde la muchacha vivía. Nunca lo había hecho. Sin embargo, no habría sabido 65 decir, ni siquiera aquella noche, si era ella la que le había prohibido ir solo a su casa. Pero aquella noche sí fue, esperando encontrar la casa oscura y dormida. Y la casa estaba oscura, pero ella no dormía. Joe lo sabía. 70 Sabía que, detrás de las persianas negras de su habitación, había personas que no dor-

Faulkner’s Light asleep and that she was not there alone. How he knew it he could not have said. Neither would he admit what he knew. ‘ I t ’s j u s t M a x , ’ h e t h o u g h t . ‘ I t ’s j u s t Max.’ But he knew better. He knew that there was a man in the room with her. He did not see her for two weeks, though he knew that she was waiting for him. Then one night he was at the corner when she appeared. He struck her, without warning, feeling her flesh. He knew then what even yet he had not believed. “ O h , ” s h e c r i e d . H e struck her again. “Not here!” she whispered. “Not here!” Then he found that she was crying. He had not cried since he could r e m e m b e r. H e c r i e d , c u r s i n g h e r , striking her. Then she was holding him. Even the reason f o r s t r i k i n g h e r w a s gone then. “Now, now,” she said. “Now, now.” They did not leave the corner even that night. They did not walk on loitering nor leave the road. They sat on a sloping grassbank and talked. She talked this time, telling him. It did not take much telling. He could see now what he discovered that he had known all the time: the idle men in the restaurant, with their cigarettes bobbing as they spoke to her in passing, and she going back and forth, constant, downlooking, and abject. Listening to her voice, he seemed to smell the odorreek of all anonymous men above dirt. Her head was a little lowered as she talked, the big hands still on her lap. He could not see, of course. He did not have to see. “I thought you knew,” she said.

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mían y que ella no estaba sola. No habría podido decir cómo la sabía. Tampoco quería admitir que lo sabía. «Será Max», pensó; pero sabía muy bien que no era así. Sabía que había un hombre en la habitación, un hombre que estaba con ella. Estuvo quince días sin volver a verla, aunque sabía que ella le esperaba. Después, una noche, estaba en su esquina habitual cuando la muchacha llegó. La pegó sin previo aviso, sintió el contacto de su carne. Joe supo entonces que todavía no le había creído. —Oh! —exclamó ella. ¿ Joe la golpeó de nuevo. —Aquí no —murmuró ella—, aquí no. Entonces se dio cuenta de que ella lloraba. Joe no recordaba haber llorado nunca. Pero entonces también lloró, mientras la insultaba, mientras la golpeaba. La muchacha logró sujetarle. Hasta la causa de que le pegase acababa de desaparecer. —Basta, basta —dijo ella—, basta, basta.

Aquella noche no abandonaron la es25 quina. No vagabundearon, no se apartaron de la carretera. Se sentaron en un ribazo cubierto de hierba y hablaron. Esta vez fue ella la que habló más, la que contó cosas. El no tenía mucho que decir. 30 Ahora veía lo que comprendió que había sabido siempre: los hombres ociosos del restaurante, con su cigarrillo temblequeando en los labios cuando le hablaban al pasar junto a ella; y ella, yen35 do y viniendo, con la cabeza baja, con su constante servilismo. Al oír su voz, le parecía estar sintiendo el olor de todos los hombres anónimos de la tierra. La muchacha bajaba un poco la cabeza al hablar, 40 con sus dos grandes manos en el regazo. Joe no podía ver No había nada que ver. —Creí que lo sabías —dijo ella.

“No,” he said. “I reckon I didn’t . ”

—No —dijo él—. Creo que no lo sabía. 45

“I thought you did”

—Yo creía que sí.

“No,” he said. “I don’t reckon I did.”

—No, creo que no lo sabía.

Tw o w e e k s l a t e r h e h a d b e g u n t o smoke, squinting his face against the smoke, and he drank too. He would drink at night with Max and Mame and sometimes three or four other men and usually another woman or two, sometimes from the town, but usually strangers who would come in from Memphis and stay a week or a month, as waitresses behind the restaurant counter where the idle men g a t h e r e d a l l d a y. H e d i d n o t a l w a y s know their names, but he could cock his hat as they did; during the evenings behind the drawn shades of t h e d i n i n g r o o m a t M a x ’s h e c o c k e d i t so and spoke of the waitress to the others, even in her presence, in his loud, drunken, despairing young voice, calling her his whore. Now a n d t h e n i n M a x ’s c a r h e t o o k h e r t o d a n c e s i n t h e c o u n t r y, a l w a y s c a r e f u l 133

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Quince días después, Joe comenzó a fumar, haciendo muecas por detrás del humo. También empezó a beber. Bebía por la noche, con Max y Mame, y, a veces, con tres o cuatro hombres y, generalmente, con una o dos mujeres. Algunas veces venían de la ciudad, pero lo normal es que fuesen forasteras, de Memphis. Se quedaban allí una semana, o un mes, como camareras, detrás del mostrador del restaurante donde los hombres desocupados estaban reunidos todo el día. Joe no siempre sabía sus nombres, pero podía, igual que ellos, inclinar su sombrero sobre la oreja. Por la noche, en casa de Max, detrás de las persianas cerradas del comedor, lo inclinaba también y, con su voz joven, sonora, vinosa, patética, hablaba a los demás de la camarera, incluso cuando ella estaba presente. La llamaba su puta. A veces la llevaba a los bailes de los pueblos, en el coche de Max, poniendo siempre mucho cuidado para que McEachern no se en-

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dour duro, inflexible, hosco; severe, stern,

or sullenly obstinate in manner or appearance.

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terase. «Me pregunto —le decía a la muthat McEachern should not hear chacha— qué sería lo que le pondría más about it. “I don’t know which he furioso: tú o el baile.» Una vez tuvieron que would be madder at,” he told her; “at meterlo en la cama, borracho perdido, en you or at the dancing.” Once they had t o p u t h i m t o b e d , h e l p l e s s , i n t h e 5 aquella casa en la que, durante bastante tiempo, ni siquiera imaginó que podría enhouse where he had not even ever trar. A la mañana siguiente la camarera le dreamed at one time that he could llevó en el coche, antes de que amaneciese, e n t e r. T h e n e x t m o r n i n g t h e w a i t r e s s para que pudiese entrar en su casa sin ser drove him out home before daylight s o h e c o u l d g e t i n t o t h e h o u s e b e f o r e 10 sorprendido. Y durante el día. McEachern le observó todo el tiempo, con un ai r e he was caught. And during the day de aprobación, pero lleno de rencor McEachern watched him with dour y de acritud. and grudging approval. —Todavía te queda mucho tiempo para “But you have still plenty of time 15 hacerme lamentar lo de la becerra —dijo to make me regret that heifer,” McEachern. McEachern said.

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30 Chapter 9 McEACHERN lay in bed. The room was dark, but he was not asleep. He lay beside Mrs. McEachern, whom he did believe to be sleeping, thinking fast and hard, thinking, ‘The suit has been worn. But when. It could not have been during the day, because he is beneath my eyes, except on Saturday afternoons. But on any Saturday afternoon he could go to the barn, remove and hide the fit clothing which I r e q u i r e h i m t o w e a r, a n d t h e n d o n apparel which he would and could need only as some adjunct to sinning.’ It was as if he knew then, had been told. That would infer then that the garments were worn in secret, and therefore in all likelihood, at night. And if that were so, he refused to believe that the boy had other than one purpose: lechery. He had never committed lechery himself and he had not once failed to refuse to listen to anyone who talked about it. Ye t w i t h i n a b o u t t h i r t y m i n u t e s o f intensive thinking he knew almost as m u c h o f J o e ’s d o i n g s a s J o e h i m s e l f could have told him, with the exception o f n a m e s a n d p l a c e s . Ve r y l i k e l y h e would not have believed those even from Joe’s mouth, since men of his kind usually have just as firmly fixed convictions about the mechanics, the theatring of evil as about those of good. Thus bigotry and clairvoyance were practically one, only the bigotry was a little slow, for as Joe, descending on his rope, slid like a fast shadow across the open and moonfilled window 134

9. McEachern estaba en la cama. Pero, 35 aunque la habitación estaba a oscuras, no dormía. Estaba en la cama junto a la señora McEachern, a la que creía dormida, y pensaba rápidamente, intensamente. «El traje ha sido usado. ¿Pero cuándo? Durante el 40 día no ha podido ser, porque nunca le pierdo de vista, salvo el sábado por la tarde. Pero cualquier sábado por la tarde ha podido ir al establo, quitarse la ropa que yo le hago llevar, esconderla y endosarse el traje 45 que no necesitaría ponerse si no tratase de añadir algo a sus pecados» Era como si ya lo supiese, como si se lo hubiesen dicho. Todo parecía indicar que aquella ropa era usada en secreto y, muy probablemente, por 50 la noche. Y, en ese caso, se negaba a admitir que el muchacho pudiese tener otro propósito que el de la lujuria. McEachern no había caído nunca en la lujuria, y siempre se negó a escuchar a los que hablaban de 55 ella. Y sin embargo, al cabo de media hora de intensa meditación, sabía casi tanto sobre los actos de Joe como Joe mismo, a excepción de los nombres y de los lugares. Y era muy probable que no lo hubiese creí60 do, puesto en boca del propio Joe, porque los hombres de su especie suelen tener, en lo que concierne al mecanismo y a la escenificación del mal, unas convicciones tan firmemente ahincadas como las que con65 ciernen al bien. De este modo, la santurronería y la clarividencia se confundían, por decirlo de algún modo; pero la santurronería era un poco más lenta. Ésa fue la razón de que, cuando Joe, bajando por la 70 cuerda, se deslizó como una rápida sombra por la ventana abierta y blanca de luna tras

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de la cual McEachern estaba acostado, b e h i n d w h i c h M c E a c h e r n l a y, McEachern no le reconociese en el acto. McEachern did not at once recognise También es posible que no creyese lo que h i m o r p e r h a p s b e l i e v e w h a t h e s a w, veía, a pesar de que podía distinguir hasta even though he could see the very rope itself. And when he got to the window 5 la cuerda. Cuando llegó a la ventana, Joe ya había retirado la cuerda, la había atado Joe had already drawn the rope back y se dirigía hacia el establo. Cuando and made it fast and was now on his McEachern le vio por la ventana, sintió algo way toward the barn. As McEachern parecido a la sensación de ofensa pura e imwatched him from the window, he felt something of that pure and impersonal 10 personal que experimentaría un juez si viese a un hombre que se jugaba la cabeza ante outrage which a judge must feel were el jurado inclinarse y escupir en la manga he to see a man on trial for his life lean del fiscal. and spit on the bailiff ’s sleeve. Hidden in the shadows of the lane halfway between the house and the road, he could see Joe at the mouth of the lane. He too heard the car and saw it come up and stop and Joe get into it. Possibly he did not even care who else was in it. Perhaps he already knew, and his purpose had been merely to see in which direction it went. Perhaps he believed that he knew that too, since the car could have gone almost anywhere in a country full of possible destinations with roads that led to them. Because he turned now back toward the house, walking fast, in that same pure and impersonal outrage, as if he believed so that he would be guided by some greater and purer outrage that he would not even need to doubt personal faculties. In carpet slippers, without a hat, his nightshirt thrust into his trousers and his braces dangling, he went straight as an arrow to the stable and saddled his big, old, strong white horse and returned back down the lane and to the road at a heavy gallop, though Mrs. McEachern from the kitchen door called his name when he rode out of the lot. He turned into the road at that slow and ponderous gallop, the two of them, man and beast, leaning a little stiffly forward as though in some juggernautish simulation of terrific speed though the actual speed itself was absent, as if in that cold and implacable and undeviating conviction of both omnipotence and clairvoyance of which they both partook known destination and speed were not necessary.

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Oculto en la sombra, a medio camino entre la casa y la carretera, pudo ver a Joe al final del sendero. Oyó, también, el coche. Le vio llegar, detenerse. Vio cómo Joe subía a él. Es posible que ni se preocupase siquiera de saber quién iba con el muchacho. Tal vez lo sabía ya, tal vez su intención no era otra que la de saber en qué dirección iban. Tal vez creyó que también sabía esto, pues el coche habría podido ir a cualquier parte, en aquella región donde había una carretera que conducía hacia cada posible destino. Porque regresó hacia casa, con un paso vivo, empujado por aquella sensación de ofensa pura e impersonal, como si creyese, con el fin de ser guiado por una ofensa todavía mayor, todavía más pura, que ya no tenía por qué dudar de sus facultades personales. En zapatillas, sin sombrero, con el camisón metido dentro del pantalón y los tirantes colgando, se dirigió hacia el establo, directo como una flecha. Allí, ensilló su gran caballo blanco, todavía robusto a pesar de su edad, y, con un pesado galope, recorrió el sendero hasta la carretera, sin prestar atención a la señora McEachern, que le llamó, desde la puerta de la cocina, cuando salía del corral. Entraron en la carretera con el mismo galope, lento, macizo, ambos inclinados hacia adelante; el hombre y el caballo, un poco rígidos, como si hiciesen un simulacro fanático de velocidad terrible, aunque en realidad no fuesen tan rápidos; como si, dominados los dos por la convicción fría, implacable, imparable, de que eran clarividentes y todopoderosos, ya no necesitasen ni la velocidad ni un destino concreto.

55 He rode at that same speed straight Galopó al mismo paso y en derechura to the place which he sought and which hasta el lugar que buscaba y que enconhe had found out of a whole night and tró en plena noche y casi a la mitad del almost a whole half of a county, though condado. Sin embargo, no estaba tan leit was not that far distant. He had gone 60 jos. Apenas había recorrido cuatro millas hardly four miles when he heard music cuando oyó música delante de él. Luego ahead and then he saw beside the road vio, a un lado de la carretera, luces en una lights in a school house, a oneroom escuela, edificio con una sola pieza. Sabuilding. He had known where the bía dónde se encontraba aquella escuela, b u i l d i n g w a s , b u t h e h a d h a d n e i t h e r 65 pero no tenia por qué saber, y nadie se lo reason nor manner of knowing that había indicado, que allí se daba un baile. there would be a dance held in it. But Sin embargo, fue derecho a aquel local. he rode straight to it and into the Penetró entre las sombras dispersas de los random shadows of parked cars and coches, de las carretas, de los caballos enbuggies and saddled horses and mules 70 sillados y de las mulas que llenaban el which filled the grove which bosquecillo en cuyo centro estaba la es135

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cuela Echó pie a tierra casi sin esperar a surrounded the school, and dismounted que el caballo se hubiera detenido. Ni lo almost before the horse had stopped. ató siquiera. Descendió y, en zapatillas, He did not even tether it. He got down, con los tirantes colgando, con su cabeza and in the carpet slippers and the dangling braces and his round head and 5 redonda y su corta barba ofendida, corrió hacia la puerta abierta, hacia las ventahis short, blunt, outraged beard ran nas abiertas de donde salía la música y toward the open door and the open por donde las sombras, a la luz de los canwindows where the music came and diles de petróleo, pasaban en una especie where kerosenelit shadows passed in a certain orderly uproar. 10 de orgía rítmica. Perhaps, if he were thinking at all, he believed that he had been guided and were now being propelled by some militant Michael Himself as he entered the room. Apparently his eyes were not even momentarily at fault with the sudden light and the motion as he thrust among bodies with turned heads as, followed by a wake of astonishment and incipient pandemonium, he ran toward the youth whom he had adopted of his own free will and whom he had tried to raise as he was convinced was right. Joe and the waitress were dancing and Joe had not seen him yet. The woman had never seen him but once, but perhaps she remembered him, or perhaps his appearance now was enough. Because she stopped dancing and upon her face came an expression v e r y l i k e h o r r o r, w h i c h J o e s a w a n d turned. As he turned, McEachern was upon them. Neither had McEachern ever seen the woman but once, and very l i k e l y t h e n h e h a d n o t l o o k e d a t h e r, just as he had refused to listen when men spoke of fornication. Yet he went s t r a i g h t t o h e r, i g n o r i n g J o e f o r t h e moment. “Aw a y, Jezebel!” he said. His voice thundered, into the shocked silence, the shocked surrounding faces beneath the kerosene lamps, into the ceased music, into the peaceful moonlit night of young summer. “Away, harlot!” Perhaps it did not seem to him that he had been moving fast nor that his voice was loud. Very likely he seemed to himself to be standing just and rocklike and with neither haste nor anger while on all sides the sluttishness of weak human men seethed in a long sigh of terror about the actual representative of the wrathful and retributive Throne. Perhaps they were not even his hands which struck at the face of the youth whom he had nurtured and sheltered and clothed from a child, and perhaps when the face ducked the blow and came up again it was not the face of that child. But he could not have been surprised at that, since it was n o t t h a t c h i l d ’s f a c e w h i c h h e w a s concerned with: it was the face of Satan, which he knew as well. And when, staring at the face, he walked steadily toward it with his hand still raised, very likely he walked toward it in the furious and dreamlike exaltation of a martyr who has already been 136

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Si en aquel momento, al entrar en la sala, pensaba algo, quizás pensaba que había sido conducido hasta allí y que era empujado ahora por algún arcángel San Miguel. Probablemente, sus ojos ni por un instante quedaron deslumbrados por la brusca luz y por el movimiento cuando, abriéndose paso a codazos entre los cuerpos de cabezas vueltas y seguido por una estela de asombros y de protestas, corrió hacia el muchacho que él había adoptado voluntariamente y al que había tratado de educar de acuerdo con los principios que él creía buenos. Joe y la camarera bailaban, y Joe no le había visto todavía. La mujer sólo le había visto antes una vez, pero tal vez le recordaba, o tal vez le bastó con su aspecto de ahora. Pero lo cierto es que dejó de bailar y que apareció en su rostro una especie de expresión de horror que Joe advirtió en seguida. Joe se volvió. Y cuando se volvía, McEachern llegó hasta ellos. McEachern también había visto una sola vez a la mujer y probablemente no la había mirado, del mismo modo que no escuchaba a los hombres cuando hablaban de fornicación. Sin embargo, fue directo a ella, sin ocuparse, por el momento, de Joe. —¡Fuera de aquí, Jezabel! —gritó. Su voz tronó en el silencio sorprendido, en la multitud de rostros sorprendidos, bajo las lámparas de petróleo, en la música interrumpida, en la noche serena y llena de luna del recién nacido verano. —¡Fuera de aquí, ramera! Ta l v e z a é l n o l e p a r e c i ó q u e h a bía obrado tan aprisa y que su voz era tan fuerte. Era muy probable que tuviese la impresión de estar allí, plantado, como un simple peñasco, sin prisa ni cólera, mientras rezumaban por todas partes las inmundicias de l a d e b i l i d a d h u m a n a e n u n l a rg o s u s piro de terror en torno al actual rep r e s e n t a n t e d e l Tr o n o d e l a c ó l e r a y l a r e t r i b u c i ó n . Ta l v e z n i s i q u i e r a fueron sus manos las que abofetearon al muchacho que él había alimentado, cobijado y vestido desde la infanc i a y, t a l v e z , c u a n d o e l r o s t r o e s q u i vó el golpe y se levantó de nuevo, no era el rostro de aquel niño. Pero esto no le habría sorprendido, porque no era el rostro del niño lo que le preocupaba, sino el de Satán, que tan bien conocía. Y cuando, mirando fijamente aquella cara, avanzó resueltamente hacia ella, con la mano todavía alzada, avanzó también, con la e x a l t a c i ó n f u r i o s a e i r r e a l d e u n m á r-

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absolved, into the descending chair which Joe swung at his head, and into nothingness. Perhaps the nothingness astonished him a little, but not much, and not for long. 5

tir ya absuelto, hacia la silla que, balanceada por Joe, le abatió en la n a d a . Ta l v e z l a n a d a l e a s o m b r ó u n poco; pero no mucho ni por mucho tiempo.

Después, para Joe, todo se precipiT h e n t o J o e i t a l l r u s h e d a w a y, tó, rugió y se extinguió, dejándole allí, roaring, dying, leaving him in the en medio de la sala, con la silla rota en center of the floor, the shattered chair clutched in his hand, looking down at 10 la mano y los ojos puestos en su padre adoptivo. McEachern yacía de espalhis adopted father. McEachern lay on das. Ahora parecía muy sosegado. Pahis back. He looked quite peaceful now. recía dormir, con su cabeza obtusa, inHe appeared to sleep: bluntheaded, domable hasta en el reposo, y la sanindomitable even in repose, even the b l o o d o n h i s f o r e h e a d p e a c e f u l a n d 15 gre en su frente también quieta y tranquila. quiet. Joe was breathing hard. He could hear it, and also something else, thin and shrill and far away. He seemed to listen to it for a long time before he r e c o g n i s e d i t f o r a v o i c e , a w o m a n ’s voice. He looked and saw two men holding her and she writhing and struggling, her hair shaken forward, her white face wrung and ugly beneath the splotches of savage paint, her mouth a small jagged [indented] hole filled with shrieking. “ C a l l i n g m e a harlot!” she screamed, wrenching a t t h e m e n w h o h e l d h e r. “ T h a t o l d son of a bitch! Let go! Let go!” Then her voice stopped making words again and just screamed; she writhed and threshed, trying to bite the hands of the men who struggled with her. St i l l c a r r y i n g t h e s h a t t e r e d c h a i r J o e w a l k e d t o w a r d h e r. A b o u t t h e walls, huddling, clotted, the others watched him the girls in stiff offcolors and mail-order stockings and heels; the men, young men in illcut and boardlike garments also f r o m t h e m a i l - o r d e r, w i t h h a r d , r u i n e d hands and eyes already revealing a heritage of patient brooding upon endless furrows and the slow buttocks of mules. Joe began to run, b r a n d i s h i n g t h e c h a i r. “ L e t h e r g o ! ” he said. At once she ceased struggling and turned on him the f u r y, t h e s h r i e k i n g , a s i f s h e h a d just seen him, realised that he was also there.

seethe 1 estar furioso 2 boil out, bullir, hervir: the square was seething with tourists, la plaza rebosaba de turistas 3 intr. (of a liquid) seethe, foam violently (the churning sea). 5 tr. agitate or move (liquid) vigorously, causing it to foam.

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Joe jadeaba. Podía oído y oír también otra cosa, algo muy frágil, punzante y lejano. Algo que pareció escuchar mucho tiempo antes de reconocer que era una voz, una voz de mujer. Miró y vio a dos hombres que la sujetaban. Ella se debatía, luchaba, con los cabellos sobre los ojos, el rostro lívido, torcido y feo bajo las manchas de un tosco maquillaje y la boca como un pequeño agujero dentado lleno de gritos: —¡Llamarme ramera a mí! —chillaba, retorciéndose en los brazos de los hombres que la contenían—. ¡Maldito viejo, hijo de puta! ¡Dejadme! ¡Dejadme! Luego, la voz dejó de formar palabras y comenzó a aullar. La mujer se retorcía, luchaba, tratando de morder las manos de los hombres que peleaban con ella. Sin soltar la silla rota, Joe se precipitó a su lado. Pegados a la pared, todos amontonados, los otros le miraban: las mujeres con sus atuendos tiesos y chillones, sus medias compradas por correo y sus zapatos de tacón; los hombres, con sus trajes mal cortados, rígidos, también comprados por correo, y sus manos callosas, maltratadas, y sus ojos que revelaban ya una herencia de meditación paciente sobre los surcos interminables y las grupas lentas de las mulas. Joe comenzó a correr, blandiendo la silla. —¡Dejadla!—dijo. La mujer dejó inmediatamente de debatirse y volvió hacia él su furor y sus gritos como si acabara de verle en aquel momento, como si acabara de darse cuenta de que él estaba también allí.

—¡Y tú! ¡Eres él, el que me ha traído “ A n d y o u ! Yo u b r o u g h t m e h e r e . aquí, cochino gañán, maldito, hijo de puta! Goddamn bastard clodhopper . Bastard ¡Unos malditos hijos de perra, eso es lo que you! Son of a bitch you and him too. Putting him at me that never ever saw— 60 sois, tú y él! ¡Echarle contra mí, que ni siquiera le había visto nunca...! ” Joe did not appear to be running at Joe no parecía correr hacia nadie en paranyone in particular, and his face was ticular y, bajo la silla enarbolada, su cara quite calm beneath the uplifted chair. estaba casi tranquila. Los otros retrocedieThe others fell back from about the w o m a n , f r e e i n g h e r , t h o u g h s h e 65 ron, soltaron a la mujer, que continuó retorciéndose los brazos como si no se hubiese continued to wrench her arms as if she dado cuenta de que ya estaba libre. did not yet realise it. —¡Fuera de ahí! —gritó Joe. “Get out of here!” Joe Dio media vuelta, agitando la silla. Y sin s h o u t e d . H e w h i r l e d , s w i n g i n g 70 embargo, su rostro seguía tranquilo. the chair; yet his face was still 137

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dapple 1 tr. mark with spots or rounded patches of colour or shade. 2 intr. become marked in this way. 1 a dappled effect. 2 a dappled animal, esp. a horse. dappled moteado

quite calm. “Back!” he said, though no one had moved toward him at all. They were all as still and as silent as the man on the floor. He swung the chair, backing now toward the door. “Stand back! I said I would kill h i m s o me day! I told him so!” He swung the chair about him, calmfac ed, backing toward the d o o r. “ D o n ’t a o n e o f y o u m o v e , n o w, ” h e said, looking steadily and ceaselessly at faces that might have been masks. Then he flung the chair down and w h i r l e d a n d s p r a n g o u t t h e d o o r, i n t o soft, dappled moonlight. He overtook the waitress as she was getting into the car in which they had come. He was panting, yet his voice was calm to o : a s l e e p i n g f a c e m e r e l y b r e a t h i n g h ard enough to make sounds. “Get on back to town,” he said. “I’ll be there soon as I ...” A p p a r e n t l y he was not aware of what he was saying nor of what was happening; when the woman turned suddenly in the door of the car and began to beat him in the face he did not move, his voice did not change: “Ye s . That’s right. I’ll be there soon as I—” Then he turned and ran, while she was still striking at him.

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—Atrás —dijo, aunque nadie se había adelantado. Estaban todos tan inmóviles, tan silenciosos como el hombre que yacía en el suelo. Joe blandía la silla y retrocedía ahora hacia la puerta. —¡Atrás! ¡Siempre dije que le matarla algún día! ¡Se lo había dicho! Con el rostro tranquilo, hacía girar la silla a su alrededor, sin dejar de retroceder hacia la puerta. —Que no se mueva nadie —dijo, sin quitar los ojos de aquellas caras que también habrían podido ser máscaras. Luego, dejó caer su silla y, dando media vuelta, se precipitó por la puerta hacia el suave rayo de luna que atravesaba un cielo aborregado. Alcanzó a la camarera cuando subía al coche que les había traído. Joe jadeaba, pero su voz era tranquila: un rostro adormecido que respiraba lo bastante fuerte para emitir sonidos. — Vu e l v e a l a c i u d a d d i j o — . Yo i r é e n c u a n t o . . . Aparentemente, no se daba cuenta de lo que decía ni de lo que pasab a . C u a n d o l a m u j e r, v o l v i é n d o s e bruscamente en la portezuela del coche, comenzó a golpearle en la cara, no se movió, su voz no cambió. —Sí, eso es. Me reuniré contigo en cuanto... —Y, mientras ella le seguía pegando, dio media vuelta y echó a correr.

I He could not have, known Joe no podía saber en dónde había dejaw h e r e M c E a c h e r n h a d l e f t t h e 35 do McEachern el caballo. Ni siquiera podía horse, nor for certain if it was saber si había traído el caballo. Sin embare v e n t h e r e . Ye t h e r a n s t r a i g h t t o go, corrió directamente hacia él, empujado it, with something of his adopted por una fe bastante parecida a la que su paf a t h e r ’s c o m p l e t e f a i t h i n a n dre adoptivo tenía en la infalibilidad de los i n f a l l i b i l i t y i n e v e n t s . H e g o t o n t o 40 acontecimientos. Montó de un salto en el it and swung it back toward the animal y lo condujo hacia la carretera. El road. The car had already turned coche, que había dado la vuelta, huía ya por into the road. He saw the taillight ella. Joe vio cómo disminuían y se apagad i m i n i s h a n d d i s a p p e a r. ban sus luces traseras. 45 The old, strong, farmbred horse El viejo y vigoroso caballo, criado en la returned home at its slow and steady granja, regresó a casa con un trote lento y rec a n t e r. T h e y o u t h u p o n i t s b a c k r o d e gular. Sobre su lomo, el muchacho se sostel i g h t l y , b a l a n c e d l i g h t l y, l e a n i n g nía casi sin peso, ligeramente balanceado, w e l l f o r w a r d , e x u l t i n g p e r h a p s a t 50 inclinado hacia adelante, quizás exultante en that moment as Faustus had, of aquel momento, como Fausto, ante la idea de having put behind now at once and haber dejado tras él, de una vez y para siemfor all the Shalt Not, of being free pre, el No Harás Eso, ante la idea de sentirse a t l a s t o f h o n o r a n d l a w. I n t h e al fin libre del hombre y de la ley. Con el m o t i o n t h e s w e e t s h a r p s w e a t o f t h e 55 movimiento se desprendía el olor del sudor h o r s e b l e w, s u l p h u r i c ; t h e i n v i s i b l e del caballo, un olor dulzón, agrio, sulfúrico. wind flew past. He cried aloud, El invisible viento pasaba. Joe gritó: “I have done it! I have done it! I told —¡Ya está! ¡Ya lo hice! ¡Les había dithem I would!” cho que lo haría! 60 He entered the lane and rode Penetró en la senda y, sin disminuir la through the moonlight up to the marcha, llegó a la casa bajo la luz de la luna. house without slowing. He had Había creído que todo estaría oscuro, pero thought it would be dark, but it was se equivocó. No se detuvo. Ahora, la cuerda n o t . H e d i d n o t p a u s e ; t h e c a r e f u l 65 providencial y oculta ya formaba parte de and hidden rope were as much a part su vida muerta, de su vida anterior. Lo misof his dead life now as honor and mo que el honor y la esperanza, lo mismo hope, and the old wearying woman que la enojosa vieja que durante trece años who had been one of his enemies for había sido uno de sus enemigos y que, ahot h i r t e e n y e a r s a n d w h o w a s n o w 70 ra, despierta, le esperaba. La luz brillaba en awake, waiting for him. The light la habitación que la vieja compartía con 138

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McEachern, y ella estaba de pie en la puerwas in hers and McEachern’s ta, con un chal sobre su camisón. bedroom and she was standing in the —Joe —dijo ella. door, with a shawl over her Joe entró rápidamente en la galería. Su nightdress. “Joe?” she said. He came d o w n t h e h a l l f a s t . H i s f a c e l o o k e d 5 rostro era el mismo que había visto McEachern en el momento en que la silla se as McEachern had seen it as the abatía sobre él. Quizás la mujer no podía chair fell. Perhaps she could not yet verle bien aún. see it good. “What is it?” she said. —¿Qué es lo que pasa? Papá ha salido a “Paw rode away on the horse. I h e a r d … ” S h e s a w h i s f a c e t h e n . B u t 10 caballo. Le he oído... Fue entonces cuando pudo ver su cara. she did not even have time to step Pero ni siquiera tuvo tiempo de retroceder. back. He did not strike her; his hand El no la golpeó. Le asió un brazo casi suaon her arm was quite gentle. It was vemente: Sólo un simple gesto para apartarjust hurried, getting her out of the p a t h , o u t o f t h e d o o r . H e s w e p t h e r 15 la de su camino, de la puerta. La echó a un lado, lo mismo que si hubiese corrido una aside as he might have a curtain cortina. a c r o s s t h e d o o r. “ H e ’s a t a d a n c e , ” h e s a i d . “ G e t a w a y, o l d w o m a n . ” S h e t u r n e d , clutching the shawl with one hand, her other against the door face as she fell back, watching him as he crossed the room and began to run up the stairs w h i c h m o u n t e d t o h i s a t t i c . Wi t h o u t stopping he looked back. Then she could see his teeth shining in the lamp. “ A t a d a n c e , y o u h e a r ? H e ’s n o t dancing, though.” He laughed back, into the lamp; he turned his head and his laughing, running on up the stairs, vanishing as he ran, vanishing upward from the head down as if he were running headfirst and laughing into something that was obliterating him like a picture in chalk being erased from a blackboard.

—Ha ido al baile —dijo—. ¡Quítate de 20 en medio, vieja! Ella dio la vuelta, con una mano crispada sobre su chal y la otra apoyada en el batiente de la puerta, mientras que, retrocediendo, le veía cruzar la habitación y dirigirse a 25 la escalera que conducía a la buhardilla. Sin detenerse, Joe la vio tras él. Y la mujer pudo ver sus dientes, que brillaban al resplandor de la lámpara. —Al baile, ¿entiendes? Pero no para bailar. Su carcajada agitó la lámpara. Después, 30 volviendo a la vez su cabeza y su risa, trepó por la escalera y desapareció sin dejar de correr, desapareció allá arriba, la cabeza primero, como si se riese, como si corriese, con 35 la cabeza baja, sobre algo que le borraba como se borra un dibujo hecho con tiza sobre un tablero negro.

She followed, toiling up the stairs. She began to follow almost as soon as h e p a s s e d h e r, a s i f t h a t i m p l a c a b l e ur gency which had carried her husband away had returned like a cloak on the shoulders of the boy and had been p a s s e d f r o m h i m i n t u r n t o h e r. S h e dragged herself up the cramped stair, clutching the rail with one hand and the s h a w l w i t h t h e o t h e r. S h e w a s n o t speaking, not calling to him. It was as though she were a phantom obeying the command sent back by the absent master. Joe had not lighted his lamp. But the room was filled with refracted moonglow, and even without that very likely she could have told what he was doing. She held herself upright by the wall, fumbling her hand along the wall until she reached the bed and sank onto it, sitting. It had taken her some time, because when she looked toward where the loose plank was, he was already approaching toward the bed, where the m o o n l i g h t f e l l d i r e c t l y, a n d s h e watched him empty the tin can onto the bed and sweep the small mass of coins and bills into his hand and ram the hand into his pocket. Only then did he look at her as she sat, backfallen a little now, propped on one arm and holding the shawl with the other hand. “I didn’t ask you for it,” he said. “Remember

La mujer le siguió, subió penosamente 40 los escalones. En cuanto él hubo pasado junto a ella, la mujer comenzó a seguirle, como si aquella prisa implacable que antes arrastrara a su marido volviese ahora, echada como una pieza de ropa sobre los 45 hombros del muchacho, y se depositara en ella. La mujer se izó por la angosta escalera, aferrada con una mano al balaustre y con la otra al chal. No hablaba, no le llamaba. Era como un fantasma que obede50 ciese las órdenes del señor ausente. Joe no había encendido la lámpara. Pero la habitación estaba llena de los reflejos de la luna y, aun sin ellos, la mujer habría podido decir lo que el muchacho estaba haciendo. 55 Se sostenía en pie recostándose en la pared, siguiendo la pared a tientas hasta que supo que había llegado a la cama y se dejó caer en ella. Joe había necesitado cierto tiempo; porque, cuando la mujer miró ha60 cia el lugar en que se encontraba la tabla suelta, se acercaba ya a la cama, donde el claro de luna caía de lleno. Y la mujer le vio vaciar la caja sobre la cama, rastrillar el pequeño montón de monedas y de bille65 tes con la mano y hundirla mano llena en el bolsillo. Fue entonces cuando Joe la miró, sentada, un poco echada ya, apoyada sobre un brazo y la otra mano crispada sobre el chal. 70 —No se lo he pedido —dijo—. Recuerde bien esto. No se lo he pe-

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dido porque tenía miedo de que no that. I didn’t ask, because I was afraid me lo diese. Lo he cogido por las you would give it to me. I just took it. buenas. No lo olvide. Don’t forget that.” He was turning Se volvió en seguida, antes incluso almost before his voice ceased. She w a t c h e d h i m t u r n i n t o t h e l a m p l i g h t 5 de que su voz hubiera callado. Al resplandor de la lámpara que subía desde which fell up the stair, descending. He abajo por la escalera, la mujer le vio dar passed out of sight, but she could still media vuelta y bajar. Pudo oír su rápihear him. She heard him in the hall do paso por el pasillo y, luego, el galoagain, fast, and after a while she heard the horse again, galloping; and after a 10 pe del caballo otra vez. Después, el ruido del galope dejó de oírse. while the sound of the horse ceased. A clock was striking one somewhere when Joe urged the now spent old horse through the main street of town. The horse had been breathing hard for some t i m e n o w, b u t J o e s t i l l h e l d i t a t a stumbling trot with a heavy stick that fell rhythmically across its rump. It was not a switch: it was a section of broom handle which had been driven into Mrs. McEachern’s flower bed in front of the house for something to grow on. Though the horse was still going through the motion of galloping, it was not moving much faster than a man could walk. The stick too rose and fell with the same spent and terrific slowness, the youth on the horse’s back leaning forward as if he did not know that the horse had flagged, or as though to lift forward and onward the failing beast whose slow hooves rang with a measured hollow sound through the empty and moondappled street. It—the horse and the rider—had a strange, dreamy effect, like a moving picture in slow motion as it galloped steady and flagging up the street and toward the old corner where he used to wait, less urgent perhaps but not less eager, and more young. The horse was not even trotting now, on stiff legs, its breathing deep and labored and rasping, each breath a groan. The stick still fell; as the progress of the horse slowed, the speed of the stick increased in exact ratio. But the horse slowed, sheering into the curb. Joe pulled at its head, beating it, but it slowed into the curb and stopped, shadowdappled, its head down, trembling, its breathing almost like a human voice. Yet still the rider leaned forward in the arrested saddle, in the attitude of terrific speed, beating the horse across the rump with the stick. Save for the rise and fall of the stick and the groaning respirations of the animal, they might have been an equestrian statue strayed from its pedestal and come to rest in an attitude of ultimate exhaustion in a quiet and empty street splotched and dappled by moonshadows.

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Un reloj daba la una en algún sitio en el momento en que Joe apremiaba al caballo extenuado en la calle principal del pueblo. Ya hacía tiempo que el caballo jadeaba. Pero Joe lo mantenía a un trote vacilante con ayuda de un grueso palo que dejaba caer acompasadamente sobre la grupa. No era una fusta. Era un trozo de mango de escoba que la señora McEachern había clavado, a modo de rodrigón, en el arriate de flores que estaba frente a la casa. Aunque el caballo hiciese aún los movimientos del galope, apenas iba más rápido que un hombre a pie. El palo se levantaba y bajaba también, con la misma lentitud terrible y extenuada, y el muchacho, inclinado sobre el cuello del caballo, no parecía advertir que el animal flaqueaba. Era como si quisiese levantar, empujar hacia delante al caballo, cuyos cascos producían un sonido hueco y rítmico en la calle desierta y moteada de luna. Y los dos, el caballo y el caballero, ofrecían un aspecto extraño e irreal, como una película a cámara lenta, mientras trotaban sin pausa, a pesar de su fatiga, por la calle y hacia la esquina en que él tenía costumbre de esperarla, menos apresurado tal vez, pero no menos ávido, y más joven.

Ahora, el caballo ya ni siquiera trotaba 45 sobre sus patas rígidas. Su respiración era honda, penosa, lenta, y cada aliento parecía un gruñido. El palo seguía golpeando. La rapidez del bastón aumenta en razón inversa del avance del animal. Pero el caba50 llo aminoraba el paso, iba derivando hacia la acera. Joe tiró de las riendas mientras lo azotaba, y el animal aminoró el paso junto a la acera y se detuvo, salpicado de sombras, con la cabeza gacha, tembloroso, con 55 la respiración semejante a una voz humana. Y no obstante, el jinete continuó en la silla, inclinado hacia delante, en la postura de una velocidad terrible, hostigando con su palo la grupa del caballo. Sin el vaivén 60 del palo, sin la respiración ronca del animal, se les habría podido tomar por una estatua ecuestre que, extraviada de su pedestal, hubiese ido a reposar, con la actitud del agotamiento final, en una calle tranquila y 65 desierta, moteada, salpicada de sombras lunares.

Joe descended. He went to the Joe echó pie a tierra. Cogió al caballo h o r s e ’s h e a d a n d b e g a n t o t u g i t , a s i f por las riendas y comenzó a tirar de él, como h e w o u l d d r a g i t i n t o m o t i o n b y m a i n 70 si, con su solo esfuerzo, pretendiera ponerstrength and then spring onto its back. lo de nuevo en movimiento antes de montar 140

Faulkner’s Light The horse did not move. He desisted; he seemed to be leaning a little toward the horse. Again they were motionless: the spent beast and the youth, facing o n e a n o t h e r, t h e i r h e a d s q u i t e n e a r, a s if carved in an attitude of listening or of prayer or of consultation. Then Joe raised the stick and fell to beating the horse about its motionless head. He beat it steadily until the stick broke. He continued to strike it with a fragment not much longer than his hand. But perhaps he realised that he was inflicting no pain, or perhaps his arm grew tired at last, because he threw the stick away and turned, whirled, already in full stride. He did not look back. Diminishing, his white shirt pulsing and fading in the moonshadows, he ran as completely out of the life of the horse as if it had never existed. He passed the corner where he used to wait. If he noticed, thought, at all, he must have said, My God how long. How long ago that was. The street curved into the gravel road. He had almost a mile yet to go, so he ran not fast but c a r e f u l l y, s t e a d i l y, h i s f a c e lowered a little as if he contemplated the spurned road beneath his feet, his elbows at his s i d e s l i k e a t r a i n e d r u n n e r. T h e road curved on, moonblanched, bordered at wide intervals by the s m a l l , r a n d o m , n e w, t e r r i b l e l i t t l e houses in which people who came yesterday from nowhere and tomorrow will be gone wherenot, dwell on the edges of towns. They were all dark save the one toward which he ran. He reached the house and turned from the road, running, his feet measured and loud in the late silence. Perhaps he could see already the waitress, in a dark dress for travelling, with her hat on and her bag packed, waiting. (How they were to go anywhere, by what means depart, likely he had never thought.) And perhaps Max and Maine too, likely undressed— Max coatless or maybe even in his undershirt, and Maine in the light blue kimono—the two of them bustling about in that loud, cheerful, seeingsomeone-of f way. But actually he was not thinking at all, since he had never told the waitress to get ready to leave at all. Perhaps he believed that he had told her, or that she should know, since his recent doings and his future plans must have seemed to him simple enough for anyone to understand. Perhaps he even believed that he had told her he was going home in order to get money when she got into the car.

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otra vez en la silla. El caballo no se movió. Joe desistió y pareció inclinarse levemente hacia el animal. Estaban otra vez inmóviles, como esculpidos, el extenuado caballo y el muchacho, cara a cara, cabeza contra cabeza, como con el oído al acecho o en una actitud de oración o de consulta. Luego, Joe levantó el palo y comenzó a golpear al animal en todo el contorno de su cabeza inmóvil. Lo golpeó sin cesar hasta que el palo se rompió. Y continuó golpeándolo con un trozo no más largo que la mano. Quizás se dio cuenta entonces de que no le causaba ningún dolor, o tal vez fue que se cansó su brazo, porque tiró el palo muy lejos, se volvió, giró bruscamente sobre sí mismo y echó a andar a toda velocidad. Ni siquiera miró hacia atrás. Su silueta se empequeñecía, su camisa blanca palpitaba, se desvanecía entre las sombras de la luna. Huía lejos de la vida del caballo como si éste no hubiese existido nunca.

Pasó por la esquina donde tenía cos25 tumbre de esperar. Si lo advirtió, si pensó en ello, sin duda fue para decirse Dios mío, cuánto tiempo, cuánto tiempo hace de aquello. La calle hacía una curva, se convertía en un camino de grava. Toda30 vía le faltaba cerca de una milla, así que comenzó a correr pausadamente, pero con ritmo, con regularidad, los codos en los costados, como un corredor profesional, y la cabeza un poco inclinada, como 35 para contemplar bajo sus pasos la lamentable carretera. La carretera ondulaba, blanca de luna, bordeada a grandes trechos por aquellas horribles casitas blancas, dispersas y nuevas, donde vive la 40 gente que ayer llegó de ninguna parte y que mañana se irá a ninguna parte, esa gente que habita en los límites de las ciudades. Todas las casas estaban oscuras, menos aquella hacia la cual corría. 45 Llegó a la casa y salió de la carretera. Corría. Sus pies resonaban, pesados y acompasados en el silencio. Quizás creía ver ya a la camarera que esperaba, 50 vestida de negro para el viaje, con el sombrero puesto y la maleta preparada (probablemente nunca había pensado en cómo podrían marcharse, en la manera de irse). Quizás creía ver también a Max y 55 a Mame, desvestidos sin duda —Max en mangas de camisa, tal vez en camiseta, y Mame con su quimono azul pálido—, atareados ambos, con esa especie de alegría ruidosa que preside las despedidas. 60 P e r o , e n r e a l i d a d , J o e n o p e n s a b a e n nada, porque nunca le había dicho a la camarera que se preparase para marchar. O quizás creía que se lo había dicho, o que ella tenía que saberlo, puesto que sus 65 recientes actos y sus proyectos futuros debían de parecerle lo bastante sencillos para ser comprendidos por cualquiera. Quizás hasta se figuraba haberle dicho, cuando la muchacha subía al coche, que 70 iba a su casa a buscar dinero.

Faulkner’s Light He ran onto the porch. Heretofore, even during his heyday in the house, his impulse had been always to glide from the road and into the shadow of the porch and into the house itself where he was expected, as swiftly and inconspicuously as possible. He knocked. There was a light in her room, and another at the end of the hall, as he had expected; and voices from beyond the curtained windows too, several voices which he could discern to be intent rather than cheerful: that he expected too, thinking Per haps they think I am not coming. That damn horse. That damn horse He knocked again, louder, putting his hand on the knob, shaking it, pressing his face against the curtained glass in the front d o o r. T h e v o i c e s c e a s e d . T h e n t h e r e was no sound whatever from within the house. The two lights, the lighted shade to her room and the opaque curtain in the door, burned with a steady and unwavering [fixed] glare, as if all the people in the house had suddenly died when he touched the knob. He knocked again, with scarce interval between; he was still knocking when the door (no shadow had fallen upon the curtain and no step had approached beyond it) fled suddenly and silently from under his rapping hand. He was already stepping across the threshold as if he were attached to the door, when Max emerged from behind it, blocking it. He was completely dressed, even to the hat. “We l l , w e l l , w e l l , ” h e s a i d . H i s voice was not loud, and it was almost as if he had drawn Joe swiftly into the hall and shut the door and locked it before Joe knew t h a t h e w a s i n s i d e . Ye t h i s v o i c e h e l d a g a i n t h a t a m b i g u o u s q u a l i t y, that quality hearty and completely empty and completely without pleasure or mirth, like a shell, like something he carried before his face and watched Joe through it, which in the past had caused Joe to look at Max with something between puzzlement a n d a n g e r. “ H e r e ’ s R o m e o a t last,” he said. “The Beale Street Playboy.” Then he spoke a little louder, saying Romeo quite loud. “ Come in and meet the folks.”

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Corrió bajo el porche. Hasta entonces, incluso en los mejores días de su vida en la casa, siempre había tenido tendencia a deslizarse, todo lo rápido y discretamente que le fuera posible, desde la carretera hasta la s o m b r a d e l p o r c h e y, d e s d e a l l í , h a s ta la casa en donde le esperaban. Llamó. Había luz en la habitación, y otra, como él suponía, en el fondo del pasillo. Y también voces, detrás de las ventanas con cortinas, varias voces que le parecieron más intensas que a l e g r e s . Ta m b i é n s u p o n í a e s t o , p e n s a n d o Q u i z á s c re e n q u e n o v e n d r é . Ese maldito caballo. Ese maldito caballo. Llamó de nuevo, más fuerte, zarandeando el picaporte con la mano, el rostro pegado al cristal encortinado de la puerta de entrada. Las voces se callaron. Y en la casa no se oyó ningún ruido. Las dos luces, la persiana iluminada de su habitación y la cortina opaca de la entrada, ardían con un resplandor continuo, inmóvil, como si todas las personas de la casa hubieran muerto súbitamente cuando él tocó el llamador de la puerta. Llamó de nuevo, con golpes precipitados. Aún golpeaba cuando la puerta (ninguna sombra había aparecido en la cortina, nadie parecía haberse acercado) se abrió bruscamente y sin ruido bajo la mano que golpeaba. Se adelantaba por el umbral, como si estuviera atado a la puerta, cuando apareció Max, obstruyendo la entrada. —¡Vaya, vaya, vaya! —dijo Max. Su voz no era alta y fue como si el hombre absorbiera a Joe, rápidamente, hacia el pasillo, para cerrar la puerta con llave antes de que Joe se diese cuenta de que había entrado. Y sin embargo, la voz de Max tenía aún aquella calidad ambigua, a la vez cordial y totalmente vacía, totalmente desprovista de satisfacción, de alegría, y que era como una concha, como algo que llevase delante de la cara, algo a cuyo través mirase a Joe: aquel aire que explicaba por qué, en otro tiempo, Joe miraba a Max con una mezcla de asombro y de cólera. —¡Vaya, vaya, vaya! Ya tenemos aquí a nuestro Romeo —dijo—, el chico travieso de Beale Street. Luego elevó la voz un poco y dijo «Romeo» aún más alto: —Entra. Ven a saludar a la gente.

Joe was already moving toward the Joe se dirigía ya hacia la puerta que d o o r w h i c h h e k n e w, v e r y n e a r l y 60 conocía. Había echado a correr de nuerunning again, if he had ever actual l y vo, suponiendo que hubiese dejado de stopped. He was not listening to Max. hacerlo alguna vez. No escuchaba a He had never heard of Beale Street, that Max. Nunca había oído hablar de Beale three or four Memphis city blocks in Street, esas tres o cuatro manzanas de c o m p a r i s o n w i t h w h i c h H a r l e m i s a 65 Memphis junto a las cuales Harlem sólo movie set. Joe had not looked at sería un decorado de cine. Joe no haanything. Because suddenly he saw the bía mirado nada. Porque, de pronto, vio blonde woman standing in the hall at a la mujer rubia, de pie en el fondo del the rear. He had not seen her emerge vestíbulo. No la vio aparecer por el pai n t o t h e h a l l a t a l l , y e t i t w a s e m p t y 70 s i l l o , q u e s i n e m b a rg o e s t a b a v a c í o when he entered. And then suddenly cuando él entró. Y de pronto, la vio 142

Faulkner’s Light she was standing there. She was dressed, in a dark skirt, and she held a hat in her hand. And just beyond an open dark door beside him was a pile of luggage, several bags. Perhaps he did not see them. Or perhaps looking saw once, faster than thought, I didn’t think she would have that many. Perhaps he thought then for the first time that they had nothing to travel in, t h i n k i n g How can I carry all those But he did not pause, already turning toward the door which he knew. It was only as he put his hand on the door that he became aware of complete silence beyond it, a silence which he at eighteen knew that it would take more than one person to make. But he did not pause; perhaps he was not even aware that the hall was empty again, that the blonde woman had vanished again without his having seen or heard her move. He opened the door. He was running now; that is, as a man might run far ahead of himself and his knowing in the act of stopping stock still. The waitress sat on the bed as he had seen her sitting so many times. She wore the dark dress and the hat, as he had expected, known. She sat with her face lowered, not even looking at the door when it opened, a cigarette burning in one still hand that looked almost monstrous in its immobility against the dark dress. And in the same instant he saw the second man. He had never seen the man before. But he did not realise this now. It was only later that he remembered that, and remembered the piled luggage in the dark room which he had looked at for an instant while thought went faster than seeing. The stranger sat on the bed too, also smoking. His hat was tipped forward so that the shadow of the brim fell across his mouth. He was not old, yet he did n o t l o o k y o u n g e i t h e r. H e a n d M a x might have been brothers in the sense that any two white men strayed suddenly into an African village might look like brothers to them who live there. His face, his chin where the light fell upon it, was still. Whether or not the stranger was looking at him, Joe did not know. And that Max was standing just behind him Joe did not know either. And he heard their actual voices without knowing what they said, without even listening: Ask him.

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allí, de pie. Llevaba una falda negra y tenía un sombrero en la mano. Y, en el oscuro hueco de una puerta abierta cerca de él, había una pila de equipaje, varias maletas. Quizás Joe no las vio. O quizás las vio con una ojeada más veloz que el pensamiento. Nunca hubier a c re í d o q u e t u v i e s e t a n t a s . Q u i z á s pensó, por primera vez, que no tenían medio de transporte, pensando Cómo podré llevar todo esto. Pero, sin detenerse, se dirigía ya hacia la puerta que conocía. Apenas había puesto la mano en la puerta cuando advirtió el silencio que reinaba detrás de ella. A pesar de sus dieciocho años, sabía muy bien que aquel silencio no podía ser producido por una sola persona. Pero no se detuvo. Quizás no se dio cuenta de que el vestíbulo estaba otra vez vacío, de que la mujer rubia había desaparecido otra vez sin que él la viese ni la oyese moverse.

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Abrió la puerta. Y corrió; es decir, corrió como un hombre puede correr por delante de sí mismo después del momento en que se ha parado en seco. La camarera estaba sentada en la cama como Joe la había visto 30 tantas veces. Tenía puestos su vestido oscuro y su sombrero, con él esperaba, con él sabía. Estaba sentada con la cabeza baja y ni siquiera miró hacia la puerta cuando ésta se abrió. Un cigarrillo ardía en su mano, una 35 mano tan sosegada que parecía casi monstruosa, inmóvil sobre el vestido oscuro. Y en aquel mismo instante, Joe vio al otro hombre. Nunca había visto a aquel hombre, pero al principio no se dio cuenta de ello. Fue 40 mucho después cuando lo recordó, cuando recordó los equipajes amontonados en la habitación oscura que había entrevisto un instante cuando su pensamiento iba más rápido que su vista. 45 El desconocido también estaba sentado en la cama y también fumaba. Tenía el sombrero echado sobre los ojos y la sombra del ala le caía sobre la 50 boca. No era viejo y, sin embargo, no tenía un aspecto joven. Max y él habrían podido ser hermanos, en el sentido en que los indígenas podrían tomar por hermanos a dos blancos aislados 55 súbitamente en un poblado de Africa. Su cara, su barbilla, sobre la cual caía la luz, estaban inmóviles. Joe no sabía si el desconocido le miraba. Y no sabía tampoco que Max estaba allí, de pie, 60 justamente detrás de él. Y Joe oyó sus voces sin saber lo que decían, sin escucharlas siquiera. Pregúntale,

How would he know. Perhaps he ¿Cómo quieres que lo sepa?. Quizás Joe oyó heard the words. But likely not. Likely 65 las palabras. Pero no era seguro. Lo seguro they were as yet no more significant era que no tenían más sentido para él que el than the rasping of insects beyond the que tenían el choque de los insectos al otro closedrawn window, or the packed bags lado de la ventana herméticamente cerrada o which he had looked at and had not yet las maletas apiladas que antes había mirado seen. He cleared out right after w a rd, 70 y todavía no había visto. Dice Bobbie que se Bobbie said , largó inmediatamente después. 143

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tr. Enrique Sordo Quizás lo sepa. Tratemos de saber al menos, si es posible, lo que nos hace huir.

He might know. Let’s find out if we can just what we are running from, at least.

Aunque Joe no se había movido desde que Though Joe had not moved since he 5 entró en el cuarto, siguió corriendo. Cuando entered, he was still running. When Max le tocó en el hombro se volvió como si le Max touched his shoulder he turned as hubieran detenido en plena carrera. Ni siquieif he had been halted in midstride. He ra había advertido que Max estaba en la habihad not been aware that Max was even in the room. He looked at Max over his 10 tación. Miró a Max por encima de su hombro con una especie de furioso fastidio. shoulder with a kind of furious — Vamos, muchacho, cuenta —dijo a n n o y a n c e . “ L e t ’s h a v e i t , k i d , ” M a x Max—. ¿Dónde está? said. “What about it?” “What about what?” Joe said.

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—Dónde está quién? —El viejo. ¿Crees que lo has liquidado? Háblanos claro. ¿No querrás que Bobbie se meta en un lío, verdad?

“ T h e o l d g u y. D o y o u t h i n k y o u croaked him? Let’s have it straight. You don’t want to get Bobbie in a jam.” 20

—Bobbie? —dijo Joe, pensando Bobbie, Bobbie. Y se volvió, sin dejar de correr. Esta vez, Max le sujetó por el hombro, aunque sin dureza.

“Bobbie,” Joe said, thinking, Bobbie. Bobbie. He turned, running again; this time Max caught his shoulder, though not hard. 25

—Vamos —dijo Max—. ¿Es que no estás entre amigos? ¿Has acabado con él?

“Come on,” Max said. “Ain’t we all friends here? Did you croak him?”

—¿Acabado? —dijo Joe, con ese tono “Croak him?” Joe said, in that fretted tone of impatience and restraint, 30 nervioso de impaciencia contenida que tienen las personas cuando un niño las reas if he were being detained and tiene y les pregunta. questioned by a child. El desconocido habló: T h e s t r a n g e r s p o k e . —¿Se ha muerto ese tipo al que tú tum“ T h e o n e y o u c r o w n e d w i t h t h e c h a i r. 35 baste de un silletazo? Is he dead?” “Dead?” Joe said. He looked at the s t r a n g e r. W h e n h e d i d s o , h e s a w t h e waitress again and he ran again. He a c t u a l l y m o v e d n o w. H e h a d completely dismissed the two men from his mind. He went to the bed, dragging at his pocket, on his face an expression both exalted and victorious. The waitress did not look at him. She had not looked at him once since he entered, though very l i k e l y h e h a d c o m p l e t e l y f o rg o t t h a t . She had not moved; the cigarette still burned in her hand. Her motionless hand looked as big and dead and pale as a piece of cooking meat. Again s o m e o n e g r a s p e d h i m b y t h e s h o u l d e r. I t w a s t h e s t r a n g e r n o w. T h e s t r a n g e r a n d M a x s t o o d s h o u l d e r t o s h o u l d e r, looking at Joe.

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—Muerto? —dijo Joe. Miró al desconocido. Al mismo tiempo vio a la camarera y comenzó a correr de nuevo. Ahora se movía de verdad. Había expulsado por completo de su mente a los dos hombres. Se dirigió hacia la cama, metiendo la mano en el bolsillo. En su cara había una expresión a la vez exaltada y victoriosa. La camarera no le miró. No le había mirado ni una sola vez desde que entró, pero Joe, indudablemente, había olvidado este detalle. La camarera no se había movido. El cigarrillo seguía quemándose entre sus dedos. Su mano inmóvil parecía tan gruesa, tan muerta, tan pálida como un pedazo de carne dispuesto para ser cocido. Alguien le cogió otra vez por el hombro. era el desconocido, esta vez. El desconocido y Max estaban hombro con hombro, mirando fijamente a Joe.

“Quit stalling,” the stranger said. —Bueno, basta ya —dijo el desconoci“If you croaked the guy, say so. It can’t 60 do—. Si te has cargado a ese tipo dilo de be any secret long. They are bound to una vez. Eso no puede esconderse mucho hear about it by next month at the tiempo. Antes de un mes lo sabrá todo el outside.” mundo. “I don’t know, I tell you!” Joe said. 65 —Os digo que no lo sé —respondió Joe; He looked from one to the other, fretted les miraba alternativamente, nervioso, pero but not yet glaring. “I hit him. He fell no furioso todavía—. Le golpeé. Se cayó. down. I told him I was going to do it Ya le había dicho que algún día lo haría. someday.” He looked from one to the Miraba alternativamente los dos o t h e r o f t h e s t i l l , a l m o s t i d e n t i c a l 70 r o s t r o s i n m ó v i l e s , c a s i i d é n t i c o s . C o faces. He began to jerk his shoulder menzó a sacudir el hombro bajo la 144

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tr. Enrique Sordo mano del desconocido.

under the stranger ’s hand.

Max habló: —Entonces, ¿a qué has venido aquí?

Max spoke. “What did you come h e r e f o r, t h e n ? ” 5 “What did—” Joe said. “What did I ...” he said, in a tone of fainting amazement, glaring from face to face with a sort of outraged yet still patient exasperation. “What did I come for? I came to get Bobbie. Do you think that I—when I went all the way home to get the money to get married—” Again he completely for got, dismissed them. He jerked free and turned to the woman with once more that expression o b l i v i o u s , e x a l t e d , a n d p r o u d . Ve r y likely at that moment the two men were blown as completely out of his life as two scraps of paper. Very likely he was not even aware when Max went to the door and called and a moment later the blonde woman entered. He was bending above the bed upon which sat the immobile and downlooking waitress, stooping above her, dragging the wadded mass of coins and bills from his pocket, onto her lap and onto the bed b e s i d e h e r. “ H e r e ! L o o k a t i t . L o o k . I’ve got. See?”

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—¿Que a qué... ? ¿Que a qué...? —dijo Joe—. ¿Que a qué he...? —dijo con una voz en la que se extinguía la sorpresa y mirando las dos caras con una especie de exasperación indignada, aunque paciente todavía—. ¿Que a qué he venido aquí? He venido a buscar a Bobbie. ¿Creéis que yo...? ¡He ido hasta la casa a buscar el dinero para casarnos! Los olvidó de nuevo, los borró por completo. Se desasió con una sacudida y se volvió hacia la mujer. Tenia otra vez aquella expresión de olvido, exaltada y orgullosa. No cabía duda de que, en aquel instante, los dos hombres habían desaparecido de su vida como dos trozos de papel arrastrados por el viento. No cabía duda de que ni siquiera advirtió que Max se dirigía hacia la puerta y llamaba, ni de que, un momento después, entraba la mujer rubia. Joe estaba inclinado sobre la cama en que la camarera estaba sentada, inmóvil, con la cabeza baja. Inclinado sobre ella, sacó de su bolsillo las monedas y los billetes y los arrojó sobre su regazo y sobre la cama, al lado de ella. —¡Toma! ¡Mira! ¡Mira! Es mío. ¿Ves?

Después, una ráfaga le envolvió de nueThen the wind blew upon him vo, una ráfaga como la de la sala de la esagain, like in the school house three cuela, tres horas antes, entre las caras estuhours ago among the gaped faces t h e r e o f w h i c h h e h a d f o r t h e t i m e 35 pefactas que Joe había olvidado entonces. Le pareció que soñaba, quieto, erguido ahobeen oblivious. He stood in a quiet, dreamlike state, erect now where the ra, en el lugar en que la camarera le había upward spring of the sitting waitress dejado al levantarse como con un resorte, y had knocked him, and saw her, on her Joe la vio, allí de pie, recoger las monedas f e e t , g a t h e r u p t h e w a d d e d a n d 40 esparcidas y los puñados de billetes, y lanscattered money and fling it; he saw zarlos más lejos. Vio, sin emoción, su cara quietly her face strained, the mouth descompuesta, su boca vociferante, sus ojos screaming, the eyes screaming too. vociferantes también. De todos ellos, Joe era He alone of them all seemed to el único que se sentía sosegado y tranquilo. h i m s e l f q u i e t , c a l m ; h i s v o i c e a l o n e 45 Y sólo su voz era la única lo bastante repoquiet enough to register upon the ear: sada para poder quedar registrada en el oído. “You mean you won’t?” he said. “You —Eso significa que no quieres? —dijo— mean, you won’ t ? ” . ¿Quieres decir que no quieres? I t w a s v e r y m u c h l i k e i t h a d b e e n 50 La escena se parecía mucho a la que se in the school house: someone holding había desarrollado en la sala de la escuela: her as she struggled and shrieked, alguien la sujetaba, mientras ella se debatía, her hair wild with the jerking and vociferaba, con la cabeza despeinada por las tossing of her head; her face, even sacudidas, y la cara, y la boca misma, conh e r m o u t h , i n c o n t r a s t t o t h e h a i r a s 55 trastando con el pelo, tan inerte como una still as a dead mouth in a dead face. boca muerta en un rostro muerto. “Bastard! Son of a bitch! Getting me —¡Cerdo! ¡Hijo de puta! ¡Hacerme una into a jam, that always treated you faena así! ¡A mí, que siempre te he tratado like you were a white man. A white como si fueses un blanco! ¡Un hombre blanman!” 60 co! But very likely to him even yet it Pero era muy probable que, para él, todo was just noise, not registering at all: aquello no fuese más que ruido, un ruido just a part of the long wind. He just desprovisto de sentido. Un golpe de viento. stared at her, at the face which he had 65 Joe la miraba; miraba aquel rostro que veía never seen before, saying quietly por primera vez, y decía sosegadamente (en (whether aloud or not, he could not voz alta o no, no habría podido decirlo), con have said) in a slow amazement: Why, un lento asombro: Y yo he matado por ella, I committed murder for her. I even stole y hasta he robado por ella como si acabase for her , as if he had just heard of it, 70 de oírlo decir, como si acabase de pensar en thought of it, been told that he had ello. Como si acabasen de decirle que lo 145

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done it.

había hecho.

Then she too seemed to blow out of his life on the long wind like a third scrap of paper. He began to swing his arm as if the hand still clutched the shattered chair. The blonde woman had been in the room some time. He saw her for the first time, without surprise, having apparent ly materialised out of thin air, motionless, with that diamondsurfaced tranquillity which invested her with a respectability as implacable and calm as the white lifted glove of a policeman, not a hair out of place. She now wore t h e p a l e b l u e kimono over the dark garment for travelling. She said quietly: “ Ta k e h i m . L e t ’s g e t o u t o f h e r e . There’ll be a cop out here soon. They’ll know where to look for him.”

Después, también ella pareció desaparecer de su vida, arrastrada por la ráfaga como un tercer trozo de papel. Joe hizo oscilar los brazos, igual que si su mano sostuviera aún la silla rota. Hacía tiempo que la mujer rubia estaba en la habitación. Pero él la vio entonces por primera vez, sin sorpresa, como si se hubiese materializado en el aire leve. La mujer rubia estaba allí, inmóvil, con aquella calma diamantina que le daba una respetabilidad tan implacable, tan pacífica como el guante alzado de un policía. Ni un solo cabello sobresalía de los demás. La mujer rubia llevaba ahora su quimono azul pálido sobre su vestido negro de viaje. Dijo tranquilamente: —Cogedle. Vámonos de aquí. Los polis pueden aparecer de un momento a otro. Sabrán muy bien dónde encontrarle.

Perhaps Joe did not hear her at all, nor the screaming waitress: “ He told me himself he was a nigger! The son of a bitch! Me f—ing for nothing a nigger son of a bitch that would get me in a jam with clodhopper police. At a clodhopper dance!” Perhaps he heard only the long wind, as, swinging his hand as though it still clutched the chair, he sprang forward upon the two men. Very likely he did not even know that they were already moving toward him. Because with something of the exaltation of his adopted father he sprang full and of his o w n a c c o r d i n t o t h e s t r a n g e r ’s f i s t . P e r h a p s h e d i d n o t f e e l e i t h e r b l o w, though the stranger struck him twice in t h e f a c e b e f o r e h e r e a c h e d t h e f l o o r, where like the man whom he had struck down, he lay upon his back, quite still. But he was not out because his eyes were still open, looking quietly up at them. There was nothing in his eyes at all, no pain, no surprise. But apparent ly he could not move; he just lay there with a profoundly contemplative expression, looking quietly up at the two men, and the blonde woman still as immobile and completely finished and surfaced as a cast statue. Perhaps he could not hear the voices either, or perhaps he did and they once more had no more significance than the dry buzzing of the steady insects beyond the window:

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Quizás Joe no la oyó, como tampoco había oído los gritos de la camarera: —El mismo me dijo que era negro. ¡El hijo de puta! ¡Cuando pienso que me he dejado acariciar por ese cochino negro para que luego me metiese en un lío con su policía de palurdos! ¡Y en un baile de palurdos! Quizás Joe sólo oyó la ráfaga cuando, levantando las manos como si todavía blandiese la silla, se lanzó sobre los dos hombres. Ignoraba, probablemente, que ellos ya se acercaban a él, porque, con una exaltación muy semejante a la de su padre adoptivo, se arrojó de lleno, y por su propia iniciativa, contra el puño del desconocido. Aunque el desconocido le golpeó, dos veces en pleno rostro, quizás no sintió ninguno de los dos golpes antes de desplomarse al suelo, en donde, igual que el hombre que él había derribado, se quedó tendido sobre la espalda, sin moverse. Pero no había perdido el conocimiento, porque sus ojos estaban abiertos y les miraban tranquilamente. No había nada en sus ojos, ni color, ni sorpresa. Pero, según todas las apariencias, no podía moverse. Se limitaba a estar allí, acostado, con una expresión contemplativa, mirando tranquilamente, encima de él, a los dos hombres y a la mujer rubia siempre tan inmóvil, tan totalmente compuesta y pulida como una estatua de bronce. Quizás no podía oír tampoco las voces, o quizás las oía y tampoco esta vez tenían para él más sentido que el zumbido seco y continuo de los insectos al otro lado de la ventana:

Jorobar así a la chica más amable que Bitching up as sweet a little setup 60 se pueda imaginar as I could have wanted. No debería acercarse nunca a las putas

He ought to stay away from bitches.

out of thin air por arte de magia, de la nada thin air a state of invisibility or non-existence (vanished into thin air).

No puede evitarlo. Nació demasiado cerHe can’t help himself. He was born 65 ca de una too close to one. ¿ E s r e a l m e n t e u n n e g ro ? N o l o p a re c e

Is he really a nigger? He don’t look like one. 70 T h a t ’s w h a t h e t o l d B o b b i e o n e 146

Eso es lo que le dijo una noche a

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tr. Enrique Sordo Bobbie. Pero apostaría algo a que ni ella ni él saben de verdad lo que el es. Esos cerdos campesinos pueden ser cualquier cosa.

night. But I guess she still don’t know any more about what he is than he does. These countr y bastards are liable to be anything.

5 Pues vamos a verlo, vamos a ver si tiene We’ll find out. We’ll see if his blood sangre negra. is black . Lying peaceful and still Joe Joe, tendido, apacible, inmóvil, vio cómo watched the stranger lean down and lift el desconocido se inclinaba, le levantaba la his head from the floor and strike him again in the face, this time with a short 10 cabeza y le golpeaba en pleno rostro, esta vez con un breve golpe seco. Al cabo de un inss l a s h i n g b l o w. A f t e r a m o m e n t h e tante, Joe se lamió el labio, tímidamente, de licked his lip a little, somewhat as a la forma en que lamería un niño la cuchara child might lick a cooking spoon. He de la salsa. Vio cómo se volvió a alzar la mano watched the stranger ’s hand go back. But it did not fall. 15 del desconocido, que no cayó de nuevo. Ya basta. Larguémonos a Memphis.

That’s enough. Let’s get on to Memphis.

Sólo otra vez. Joe, tranquilo, miraba tranJust one more. Joe lay quietly a n d w a t c h e d t h e h a n d . T h e n M a x 20 quilamente la mano del desconocido. Después, Max se unió al desconocido y se incliwas beside the stranger, stooping nó también Necesitamos un poco más de t o o . We ’ l l n e e d a l i t t l e m o r e b l o o d sangre para estar seguros. to tell for sure. Claro que si Y no necesitará molestarSure. He don’t need to wor ry. This 25 se. Esto también es a cuenta de la casa. one is on the house too . Pero la mano no cayó de nuevo. La muThe hand did not fall. Then the jer rubia estaba allí también. Sujetó por la blonde woman was there too. She was holding the stranger ’s lifted arm by the 30 muñeca el brazo levantado del desconocido He dicho que ya basta. wrist. I said that will do .

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Chapter 10 45 KNOWING not grieving remembers a thousand savage and lonely streets. They run from that night when he lay and heard the final footfall and then the final door (they did not even turn the light out) and then lay quietly, on his back, with open eyes while above the suspended globe burned with aching and unwavering [fixed] glare as though in the house where all the people had died. He did not know how long he lay there. He was not thinking at all, not suffering. Perhaps he was conscious of somewhere within him the two severed wireends of volition and s e n t i e n c e l y i n g , n o t t o u c h i n g n o w, waiting to touch, to knit anew so that he could move. While they finished their preparations to depart they stepped now and then across him, like people about to vacate a house forever will across some object which they intend to leave. Here Bobbie here kid h e re’s your comb you forgot it here’s Romeo’s chicken feed too Jesus he must have tapped the Sunday school till on 147

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El conocimiento (no el pesar) recuerda mil calles salvajes y desiertas. Comenzaron aquella noche en que, tendido en el suelo, oyó los últimos pasos, el último portazo (ni siquiera apagaron la luz). Y él siguió tendido sobre la espalda, tranquilo, con los ojos abiertos, mientras que, por encima de él, el globo suspendido brillaba con un resplandor doloroso y fijo, como en una casa en la que todos los habitantes estuviesen muertos. No sabía cuánto tiempo llevaba allí. No pensaba. No sufría. Quizás sentía en alguna parte de sí mismo los dos extremos cortados de los hilos de la voluntad y de la sensibilidad. Ahora estaban separados y él esperaba el momento en que se tocaran y se anudaran de nuevo y le permitieran moverse. Mientras los otros acababan sus preparativos de marcha, habían pasado de vez en cuando por encima de él, como las personas que están a punto de abandonar una casa pasan por encima de un objeto que tienen la intención de dejar. mira bobble aquí tienes tu peine lo habías olvidado y aquí está el capital de romeo. Dios santo ha d e b i d o d e a s a l t a r l a c a j a d e l p a t ro n a -

Faulkner’s Light the way out its Bobbie’s now didn’t you see him give it to her didn’t you see old b i g h e a r t e d t h a t ’s r i g h t p i c k i t u p k i d you can keep it as an installment or a souvenir or something what don’t she w a n t i t w e l l s a y t h a t ’s t o o b a d n o w that’s tough but we can’t leave it lay here on the floor it’ll rot a hole in the floor it’s already helped to rot one hole pretty big for its size pretty big for any size hey Bobbie hey kid sure I’ll just keep it for Bobbie like hell you will well I mean I’ll keep half of it for Bobbie leave it there you bastards what do you want with it it belongs to him well for sweet Jesus what does he want with it he doesn’t use money he doesn’t need it ask Bobbie if he needs money they give it to him that the rest of us have to pay for it leave it there I said l i k e h e l l t h i s a i n ’t m i n e t o l e a v e i t ’s Bobbie’s it ain’t yours neither unless sweet Jesus you’re going to tell me he owes you jack too that he has been f— ing you too behind my back on credit I said leave it go chase yourself it ain’t but five or six bucks apiece ; Then the blonde woman stood above him and s t o o p i n g , h e w a t c h i n g q u i e t l y, s h e lifted her skirt and took from the top of her stocking a flat folded sheaf of banknotes and removed one and stopped and thrust it into the fob pocket of his trousers. Then she was gone. get on get out of here you ain’t ready yet yourself you got to put that kimono in and close your bag and powder your face again bring my bag and hat in here go on now and you take Bobbie and them other bags and get in the car and wait for me and Max you think I’m going to leave either one of you here alone to steal that one off of him too go on now get out of here ;

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to es de bobbie no has vista que se lo d a b a n o l e h a s v i s t o m u y g e n e ro s o rec ó g e l o p e q u e ñ a l o p u e d e s g u a rd a r c o m a i n v e r s i ó n c o m o re c u e rd o c o m o quieras es lástima sería estúpido no se puede dejar eso en el suelo acabar í a p o r h a c e r u n a g u j e ro e s o e s y a h a e m p e z a d o a h a c e r u n a g u j e ro u n a g u j e ro d e m a s i a d o g r a n d e p a r a s u t a m a ño para cualquier tamaño eh bobbie e h p e q u e ñ a c l a ro q u e s i y o l o g u a rd a r é p a r a b o b b i e y o e s t á s l o c o q u i e ro d e c i r q u e g u a rd a r é l a m i t a d p a r a bobbie dejad eso ahí hijos de puta qué vais a hacer no es de él ah recristo qué iba a hacer él con ello él no usa dinero n o l o n e c e s i t a p re g u n t a a b o b b i e s i n e c e s i t a d i n e ro s e l o d a m o s y s o m o s n o s o t ro s l o s q u e p a g a m o s p o r é l dejadlo ahí os digo maldita sea como si no fuera mío no es tuyo tampoco a menos que me digas que por casualid a d t e d e b í a d i n e ro a t i a e s p a l d a s m í a s t e l o h a b r í a re g a l a d o t e h e d i cho que lo dejes ahí te vas a fastidiar no nos tocan más que cinco o seis dól a re s a c a d a un o . E n t o n c e s l a m u j e r rubia se colocó junto a él y se inclinó. Joe la observaba tranquilamente. La mujer se levantó la falda y sacó de la parte alta de su media un aplastado fajo de billetes de banco. Retiró uno de ellos y lo metió en el bolsillo del reloj de Joe. Una vez hecho esto, se m a r c h ó v a m o s a s al i r d e a q u í t o d a vía no estás lista tienes que doblar ese quimono y cerrar la maleta y que empolvarte un poco la jeta t r á e m e m i m a l e t a y m i s o m b rero vamos adelante llévate a bobbie y espéranos en el coche a Max y a mí c o n l a s d e m á s m a l e t a s o s c re é i s q u e os voy a dejar aquí solos para que l e ro b é i s t ú t a m b i é n l á rg a t e ;

45 Then they were gone: the final Y se fueron: los últimos pasos, el último f e e t , t h e f i n a l , d o o r. T h e n h e h e a r d portazo. Luego, Joe oyó cómo el ruido del the car drown the noise of the coche ahogaba el rumor de los insectos, insects, riding above, sinking to the cómo el zumbido dominaba el rumor, cómo l e v e l , s i n k i n g b e l o w t h e l e v e l s o 50 descendía después a su altura, cómo se hathat he heard only the insects. He cía aún más bajo; y después, sólo oyó el rulay there beneath the light. He mor de los insectos. Estaba allí, tendido bajo could not move yet, as he could la luz. Todavía no podía moverse, pero polook without actually seeing, hear día mirar, sin ver, sin oír, sin darse realmenw i t h o u t a c t u a l l y k n o w i n g ; t h e t w o 55 te cuenta. Los dos cabos del hilo no se hawireends not yet knit as he lay bían empalmado aún y Joe, tendido en el p e a c e f u l l y, l i c k i n g h i s l i p s n o w a n d suelo, se lamía los labios de cuando en cuanthen as a child does. do, a la manera de un niño. T h e n t h e w i r e e n d s k n i t a n d m a d e 60 Después, los dos cabos del hilo se emconnection. He did not know the exact palmaron y el contacto se restableció. No instant, save that suddenly he was sabía el segundo exacto, pero de pronto tuvo aware of his ringing head, and he sat conciencia de que su cabeza le zumbaba. Se up slowly, discovering himself again, sentó lentamente y recobró sus sentidos. getting to his feet. He was dizzy; the 65 Luego se puso en pie. Estaba aturdido. La room went round him, slowly and habitación giraba lentamente, suavemente, lo smoothly as thinking, so that thinking mismo que el pensamiento, y el pensamiensaid, Not yet. But he still felt no pain, to decía Todavía no P e r o s e g u í a s i n d o not even when, propped before the lor; ni siquiera lo sintió cuando, apob u r e a u , h e e x a m i n e d i n t h e g l a s s h i s 70 y a d o e n l a m e s a , e x a m i n ó e n e l e s p e j o swollen and bloody face and touched su cara hinchada y sangrante, ni si148

Faulkner’s Light his face. “Sweet Jesus,” he said. “They sure beat me up.” He was not thinking yet; it had not yet risen that far, I reckon I better get out of here. I reckon I better get out of here. He went toward the door, his hands out before him like a blind man or a sleepwalker. He was in the hall without having remembered passing through the door, and he found himself in another bedroom while he still hoped perhaps not believed that he was moving toward the front door. It was small too. Yet it still seemed to be filled with the presence of the blonde woman, its very cramped harsh walls bulged outward with that militant and diamondsurfaced respectability. On the bare bureau sat a pint bottle almost full o f w h i s k e y. H e d r a n k i t , s l o w l y, n o t feeling the fire at all, holding himself upright by holding to the bureau. The whiskey went down his throat cold as molasses, without taste. He set the empty bottle down and leaned on the bureau, his head lowered, not thinking, waiting perhaps without knowing it, perhaps not even waiting. Then the whiskey began to burn in him and he began to shake his head slowly from side to side, while thinking became one with the slow, hot coiling and recoiling of his entrails: ‘I got to get out of here. He reentered the hall. Now it was his head that was clear and his body that would not behave. He had to coax it along the hall, sliding it along one wall toward the front, thinking, ‘Come on, now; pull yourself together. I got to get out.’ Thinking If I can just get it outside, into the air, the cool air, the cool dark He watched his hands fumbling at the door, trying to help them, to coax and control them. ‘Anyway, they didn’t lock it on me,’ he thought. ‘Sweet Jesus, I could not have got out until morning then. It never would have opened a window and climbed through it. He opened the door at last and passed out and closed the door behind him, arguing again with his body which did not want to bother to close the door, having to be forced to close it upon the empty house where the two lights burned with their dead and unwavering [fixed] glare, not knowing that the house was empty and not caring, not caring anymore for silence and desolation than they had cared for the cheap and brutal nights of stale oftused glasses and stale oftused beds. His body was acquiescing better, becoming docil e . H e s t e p p e d f r o m the dark porch, into the moonlight, and with his bloody head and his empty stomach hot, savage, and courageous with whiskey, he entered the street which was to run for fifteen years.

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quiera cuando se tocó la cara. «¡Santo D i o s q u é p a l i z a m e h a n d a d o ! » To d a v í a n o p e n s a b a . To d a v í a n o e s t a b a allí Creo que lo mejor sería que me largase de aquí creo que lo mejor sería que me largase de aquí Se dirigió hacia la puerta con las manos extendidas hacia delante, como un ciego o un sonámbulo. Se encontró en el pasillo sin haber advertido que había franqueado la puerta, se encontró en otra alcoba cuando pensaba, quizás sin creerlo, que se dirigía hacia la puerta de la calle. La alcoba era pequeña. S i n e m b a rg o , a ú n p a r e c í a l l e n a d e l a presencia de la mujer rubia. Hasta las paredes, en su estricta dureza, parecían como hinchadas de aquella respetabilidad militante de superficie diamantina. Sobre la cómoda desguarnecida había una botella de whisky, Joe bebió lentamente sin sentir la quemazón del licor. El whisky le corrió por la garganta, frío como la melaza, insípido. Posó la botella vacía y se apoyó en la cómoda, con la cabeza baja, no pensando, esperando, quizás sin saberlo, quizás ni siquiera esperando. Después, el whisky comenzó a quemarle, mientas el pensamiento acompañaba la lenta y cálida torsión de sus entrañas. «Tengo que salir de aquí.» Vo l vió al pasillo. Ahora era su cabeza la que estaba clara y su cuerpo el que se comportaba mal. Tuvo que estimularlo a lo largo del pasillo, hacer que se deslizase pegado a una de las paredes, hacia la puerta, pensando: «Vamos, adelante, domínate, recobra el ánimo, hay que sa lir de aquí.» Si al menos pudiese sacarlo fuera, al aire frío, a la noche fresca. Joe observaba sus manos, que t a n t e a b a n s o b r e l a p u e r t a . Tr a t a b a d e ayudarlas, de alentarlas, de controlarlas. «Bueno, por lo menos no han cerrado con llave», pensaba. «Dios mío, si lo hubieran hecho no habría podido salir antes de amanecer. Nunca habría conseguido abrir una ventana y saltar por ella. Por fin logró abrir la puerta, y salió, y cerró la puerta tras él, discutiendo aún con su cuerpo, que se resistía al esfuerzo de cerrar la puerta y al que tuvo que forzar para que la cerrase sobre la casa vacía donde las dos luces brillaban, muertas y fijas, sin saber, sin inquietarse porque la casa estuviese vacía, tan indiferentes al silencio y a la desolación como lo estaban antes a las noches sórdidas y brutales, a las viejas copas siempre en movimiento, a las viejas camas siempre ocupadas. Su cuerpo obedecía mejor, se iba haciendo más dócil. Joe abandonó el porche sombrío, entró en el claro de luna y, con la cabeza sangrante y el estómago vacío, ardiente, salvaje y valiente por el efecto del whisky, se adentró en aquella calle que no iba a volver a ver hasta quince años después.

Hubo momentos en los que el whisky T h e w h i s k e y d i e d a w a y i n t i m e 70 parecía evaporarse, y otros en los que se and was renewed and died again, but 149

Faulkner’s Light the street ran on. From that night the thousand streets ran as one street, with imperceptible corners and changes of scene, broken by intervals of begged and stolen rides, on trains and trucks, and on country wagons with he at twenty and twenty-five and thirty sitting on the seat with his still, hard face and the clothes (even when soiled and worn) of a city man and the driver of the wagon not knowing who or what the passenger was and not daring to ask. The street ran into Oklahoma and Missouri and as far south as Mexico and then back north to Chicago and Detroit and then back south again and at last to Mississippi. It was fifteen years long: it ran between the savage and spurious board fronts of oil towns where, his inevitable serge clothing and light shoes black with bottomless mud, he ate crude food from tin dishes that cost him ten and fifteen dollars a meal and paid for them with a roll of banknotes the size of a bullfrog and stained too with the rich mud that seemed as bottomless as the gold which it excreted. It ran through yellow wheat fields waving beneath the fierce yellow days of labor and hard sleep in haystacks beneath the cold mad moon of September, and the brittle stars: he was in turn laborer, m i n e r, p r o s p e c t o r , g a m b l i n g t o u t ; h e e n l i s t e d i n t h e a r m y, s e r v e d f o u r months and deserted and was never caught. And always, sooner or later, the street ran through cities, through an identical and wellnigh interchangeable section of cities without remembered names, where beneath the dark and equivocal and symbolical archways of midnight he bedded with the women and paid t h e m w h e n h e h a d t h e m o n e y, a n d when he did not have it he bedded anyway and then told them that he was a negro. For a while it worked; that was while he was still in the south. It was quite simple, quite e a s y. U s u a l l y a l l h e r i s k e d w a s a cursing from the woman and the matron of the house, though now and then he was beaten unconscious by other patrons, to waken later in the street or in the jail.

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renovaba para evaporarse una vez más, pero la calle no acababa nunca. Desde aquella noche, los miles de calles se alargaron hasta no ser más que una, con sus esquinas imperceptibles, con cambios de decorado rotos de cuando en cuando por trayectos en coche que él solicitaba, por trayectos furtivos en ferrocarril, en camiones, en carretas de campesinos donde, a los veinte, a los veinticinco, a los treinta años, se sentaba en el pescante, con su rostro duro e impasible, y sus ropas de hombre de ciudad (aunque estuviesen gastadas y sucias). Y el conductor de la carreta no sabía quién era o lo que era el viajero y no se atrevía a preguntárselo. La calle pasó a través de los estados de Oklahoma y de Missouri, descendió hacia el sur, hasta México, y luego subió de nuevo al norte, a Chicago y a Detroit, antes de descender una vez más y detenerse al fin en el estado de Mississippi. La calle tuvo una longitud de quince años. Pasó entre las fachadas de madera, salvajes y traidoras, de las ciudades petroleras. Un fango sin fondo manchó sus inevitables trajes de sarga y sus zapatos claros. Comió alimentos crudos en platos de hojalata, comidas que le costaban de diez a quince dólares que él pagaba con su fajo de billetes grueso como una rama gigante, sucio también por aquel barro lujuriante y tan inagotable como el oro que producía. Pasó entre campos de trigo amarillos que ondulaban bajo los implacables días amarillos, días de trabajo y de sueño profundo en los montones de heno bajo la fría palidez de la luna loca de septiembre y de las estrellas parpadeantes. Joe fue, sucesivamente, obrero, minero, buscador de oro, gancho para las casas de juego. Se alistó en el ejército, sirvió cuatro meses, desertó y no fue nunca hallado. Y siempre, más tarde o más temprano, la calle acababa atravesando ciudades, barrios idénticos y casi intercambiables, de nombres olvidados, donde, bajo la oscura bóveda, equívoca y simbólica, de la medianoche, se acostaba con mujeres a las que pagaba cuando tenía dinero. Y, cuando no tenla dinero, se acostaba también con ellas y entonces les decía que era negro. Aquello le dio resultado durante cierto tiempo, cuando estaba en el Sur. Era muy sencillo, muy fácil. Generalmente, sólo se arriesgaba a los insultos de la mujer y de la patrona. Sin embargo, otras veces era molido a golpes por el patrón y no volvía en sí hasta mucho más tarde, en medio de la calle o en la cárcel.

Joe vivía así cuando estaba en lo That was while he was still in the 60 que se podría llamar el Sur relativo. (comparatively speaking) south. Una noche, el sistema fracasó. Se leBecause one night it did not work. He vantó de la cama y le dijo a la mujer rose from the bed and told the woman que tenía sangre negra. t h a t h e w a s a n e g r o . “ Yo u a r e ? ” s h e —Eres negro? —dijo ella—. Yo creía que said. “I thought maybe you were just 65 eras italiano o algo así. another wop or something.” She looked La mujer le miró sin gran interés; desat him, without particular interest; then pués pareció ver algo en su cara. she evidently saw something in his —Bueno, ¿y qué? No estás mal. Me haf a c e : s h e s a i d , “ W h a t a b o u t i t ? Yo u l o o k a l l r i g h t . Yo u o u g h t t o s e e n t h e 70 bría gustado que vieses al morenito que salió hace un momento, justo antes de que tú shine I turned out just before your turn 150

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entrases (la mujer le miraba; ahora estaba came.” She was looking at him. She was más tranquila). Y además, ¿qué te has creíquite still now. “Say, what do you think do que es este chamizo? ¿El hotel Ritz? this dump is, anyhow? The Ritz hotel?” E n t o n c e s l a m u j e r s e c a l l ó . O b s e rThen she quit talking. She was watching his face and she began to 5 vó su cara y comenzó a retroceder; lentamente, delante de él. Le miró con move backward slowly before him, las facciones tirantes, con la boca staring at him, her face draining, her a b i e r t a a p u n t o d e g r i t a r. Y g r i t ó . F u e mouth open to scream. Then she did ron necesarios dos policías para suscream. It took two policemen to subdue him. At first they thought that 10 j e t a r l e . E n u n p r i n c i p i o c r e y e r o n q u e la mujer estaba muerta. the woman was dead. He was sick after that. He did not know until then that there were white women who would take a man with a black skin. He stayed sick for two years. Sometimes he would remember how he had once tricked or teased white men into calling him a negro in order to fight them, to beat them or be beaten; now he fought the negro who called him white. He was in the north now, in Chicago and then Detroit. He lived with negroes, shunning white people. He ate with them, slept with them, belligerent, unpredictable, uncommunicative. He now lived as man and wife with a woman who resembled an ebony carving. At night he would lie in bed beside her, sleepless, beginning to breathe deep and hard. He would do it deliberately, feeling, even watching, his white chest arch deeper and deeper within his ribcage, trying to breathe into himself the dark odor, the dark and inscrutable thinking and being of negroes, with each suspiration trying to expel from himself the white blood and the white thinking and being. And all the while his nostrils at the odor which he was trying to make his own would whiten and tauten, his whole being writhe and strain with physical outrage and spiritual denial.

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Después de aquello estuvo enfermo. Hasta aquel día no había sospechado nunca que algunas mujeres blancas se entregaban a los negros. Estuvo enfermo durante dos años. A veces recordaba que, un día, había obligado, provocado a unos blancos para que le llamasen negro y poder pelearse con ellos, golpearles o ser golpeado. Ahora se peleaba con los negros que le llamaban blanco. Ahora estaba en el Norte, en Chicago y, después, en Detroit. Frecuentaba a los negros y evitaba a los blancos. Combativo, misterioso, reservado, comía con ellos, dormía con ellos. Vivía entonces maritalmente con una mujer que parecía una estatua de ébano. Por la noche, acostado junto a ella, despierto, comenzaba a veces a respirar muy fuerte. Lo hacía a propósito, sabiendo, mirando incluso cómo se hinchaba su pecho blanco, cómo se hinchaba, se hacía más ancho, cada vez más ancho, bajo la caja torácica. Se esforzaba en aspirar el olor a negro, el pensamiento, la naturaleza oscura, indescifrable de los negros, y procuraba, en cada espiración, expeler lejos de sí la sangre blanca, el pensamiento, la naturaleza blanca. Y cada vez que lo hacía, con el olor que trataba de asimilar, las aletas de su nariz blanqueaban y se contraían, y todo su ser se descomponía, se tensaba bajo la rebelión del cuerpo y el rechazo de la mente.

45 He thought that it was loneliness Joe creía que trataba de escapar de la sowhich he was trying to escape and not ledad, no de sí mismo. Pero la calle contihimself. But the street ran on: catlike, nuaba. El, como un gato, no concedía la one place was the same as another to menor importancia a los lugares. Pero en him. But in none of them could he be 50 ninguna parte encontraba la paz. Y la calle quiet. But the street ran on in its moods continuaba, con sus cambios de carácter, con and phases, always empty: he might sus fases, pero siempre vacía. Joe habría have seen himself as in numberless podido verse a sí mismo como en innumeraavatars, in silence, doomed with bles avatares, condenado al movimiento, m o t i o n , d r i v e n b y t h e c o u r a g e o f 55 empujado por la valentía de una desesperaflagged and spurred despair; by the ción fustigada, espoleada; por la desesperadespair of courage whose opportunities ción de una valentía cuyas ocasiones debían had to be flagged and spurred. He was ser fustigadas, espoleadas. Entonces tenía thirty-three years old. treinta y tres años. 60 One afternoon the street had Una tarde, la calle se transformó en una become a Mississippi country road. carretera rural del estado de Mississippi. He had been put off a southbound Cuando llegó a la pequeña ciudad acababa freight train near a small town. He de ser expulsado de un tren de mercancías d i d n o t k n o w t h e n a m e o f t h e t o w n ; 65 que se dirigía hacia el sur. Joe no conocía he didn’t care what word it used for el nombre de la ciudad. Le importaba muy name. He didn’t even see it, poco la palabra que servía para nombrarla. a n y w a y. H e s k i r t e d i t , f o l l o w i n g t h e Por lo demás, ni siquiera la vio. La rodeó a woods, and came to the road and través de los bosques y, al llegar a la carrel o o k e d i n b o t h d i r e c t i o n s . I t w a s 70 tera, miró en las dos direcciones. La carrenot a gravelled road, though it tera, aunque no estaba pavimentada, pare151

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cía bastante transitable. Joe vio unas cabalooked to be fairly well used. He ñas de negros, esparcidas por aquí y por saw several negro cabins scattered allá, en el borde de la carretera. Luego, a h e r e a n d t h e r e a l o n g i t ; t h e n h e s a w, unos quinientos metros, vio una casa más about a half mile away, a larger h o u s e . I t w a s a b i g h o u s e s e t i n a 5 grande, una vasta construcción que se alzaba en medio de un bosquecillo, una mangrove of trees; obviously a place of sión que sin duda había gozado antaño de some pretensions at one time. But un gran prestigio. Pero ahora los árboles now the trees needed pruning and necesitaban ser podados y la casa no había the house had not been painted in y e a r s . B u t h e c o u l d t e l l t h a t i t w a s 10 sido pintada desde hacía muchos años. Joe se dio cuenta de que estaba habitada, y hainhabited, and he had not eaten in cía veinticuatro horas que no había comitwenty-four hours. ‘That one might do. «Algo encontraré allí», pensó. do,’ he thought. Pero no se aproximó a ella inmediatamenBut he did not approach it at once, 15 te, aunque la tarde declinaba ya. Al contrathough the afternoon was drawing on. rio: volvió la espalda y caminó en dirección Instead he turned his back upon it and opuesta, con su camisa de un blanco sucio, went on in the other direction, in his su pantalón de sarga muy gastada, sus zapasoiled white shirt and worn serge t r o u s e r s a n d h i s c r a c k e d , d u s t y , 20 tos de ciudad cuarteados y polvorientos, su gorra de paño inclinada en arrogante ángulo townshaped shoes, his cloth cap set at sobre su barba de tres días. Y, sin embargo, an arrogant angle above a three-day’s ni siquiera así tenía el aspecto de un vagastubble. Yet even then he did not look bundo, por lo menos para el negrito que enlike a tramp; at least apparent ly not to the negro boy whom he met presently 25 contró en seguida en la carretera balanceando un cubo de hojalata. Joe detuvo al niño. coming up the road and swinging a tin —¿Quién vive en aquella casa grande de bucket. He stopped the boy. “Who lives allá abajo? in the big house back there?” he said. “That where Miz Burden stay at.”

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—Es la señorita Burden la que vive allí. —¿Los señores Burden?

“Mr. and Mrs. Burden?”

— N o , s e ñ o r. N o h a y n i n g ú n s e ñ o r “No, sir. Ain’t no Mr. Burden. Ain’t nobody live there but her.” 35 Burden. Sólo está ella. —¡Ah, una vieja, supongo!

“Oh. An old woman, I guess.”

—No, señor. La señorita Burden no es “No, sir. Miz Burden ain’t old. Ain’t young neither.” 40 vieja. Tampoco es joven. —¿Y vive sola allí? ¿No tiene miedo?

“And she lives there by herself. Don’t she get scared?”

—¿Quién quiere usted que le haga daño, “Who going to harm her, right here 45 aquí, en la ciudad? La protege la gente de at town? Colored folks around here color de por aquí. looks after her.” —¿La gente de color la protege?

“Colored folks look after her?” 50

De pronto, fue como si el niño At once it was as if the boy had hubiese cerrado una puerta entre él closed a door between himself and the y el hombre que le interrogaba. man who questioned him. “I reckon —Por aquí nadie querrá hacerle daño. ain’t nobody round here going to do her no harm. She ain’ t harmed nobody.” 55 Ella nunca ha hecho daño a nadie. —Claro —dijo Christmas—. Por ese lado, ¿a qué distancia está la ciudad más cercana?

“I guess not,” Christmas said. “How far is it to the next town over this way?” 60 “ ’Bout thirty miles, they say. You ain’t fixing to walk it, is you?”

—Dicen que a unas treinta millas. ¿No pensará usted hacer a pie todo ese camino?

“No,” Christmas said. He turned —No —dijo Christmas. t h e n , g o i n g o n . T h e b o y l o o k e d a f t e r 65 Dio media vuelta y se alejó. El negro le him. Then he too turned, walking miró un momento. Luego, también reanudó again, the tin bucket swinging la marcha, balanceando el cubo junto a sus against his faded flank. A few steps ropas descoloridas. Después de dar unos later he looked back. The man who pasos, miro hacia atrás. El hombre que le h a d q u e s t i o n e d h i m w a s w a l k i n g o n , 70 había interrogado se alejaba a un paso regusteadily though not fast. The boy lar, pero sin prisa. El niño continuó andan152

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do, con su ropa ajada, remendada, achicada. went on again, in his faded, patched, Iba descalzo. En seguida empezó a arrastrar scant overalls. He was barefoot. los pies. Siguió andando, levantando el polPresently he began to shuffle, still vo rojizo alrededor de sus escuálidas canimoving forward, the red dust rising a b o u t h i s l e a n , c h o c o l a t e c o l o r e d 5 llas color de chocolate, alrededor de los bajos de su pantalón deshilachado y demasiashanks and the frayed legs of the too do corto. Y entonces comenzó a salmodiar, short overalls; he began to chant, sin melodía, sólo sobre una nota, pero con tuneless, rhythmic, musical, though ritmo y musicalidad: on a single note: 10 Diles a todos esos, Say don’t didn’t. a todos los que quieren Didn’t don’t who. el pastel de la negrita Want dat yaller gal’s diles que no se escondan. Pudden don’t hide. 15 Acostado en una maraña de ramajes, a Ly i n g i n a t a n g l e o f s h r u b b e r y a cien metros de la casa, Christmas oyó un hundred yards from the house, reloj lejano que daba las nueve y después Christmas heard a far clock strike nine las diez. Ante él se alzaba la casa, maciza, and then ten. Before him the house bulked square and huge from its mass 20 cuadrada, por entre los árboles. Había luz en una de las ventanas, en el primer piso. La of trees. There was a light in one persiana no estaba echada y Christmas powindow upstairs. The shades were not día ver que la luz salía de una lámpara de drawn and he could see that the light petróleo, y podía ver, de cuando en cuando, was a kerosene lamp, and now and then he saw through the window the shadow 25 cómo pasaba, sobre la pared del fondo, la sombra móvil de una persona. Pero no llegó of a moving person cross the further a ver a la persona misma. Al cabo de algún wall. But he never saw the person at all. tiempo, la luz se apagó. After a while the light went out. The house was now dark; he quit watching it then. He lay in the copse [soto], on his belly on the dark earth. In the copse the darkness was impenetrable; through his shirt and trousers it felt a little chill, close, faintly dank, as if the sun never reached the atmosphere which the copse held. He could feel the neversunned earth strike, slow and receptive, against him through his c l o t h e s : g r o i n , h i p , b e l l y, b r e a s t , forearms. His arms were crossed, his forehead rested upon them, in his nostrils the damp rich odor of the dark and fecund earth. He did not look once again toward the dark house. He lay perfectly still in the copse for more than an hour before he rose up and emerged. He did not creep. There was nothing skulking nor even especially careful about his approach to the house. He simply went quietly as if that were his natural manner of moving and passed around the now dimensionless bulk of the house, toward the rear, where the kitchen would be. He made no more noise than a cat as he paused and stood for a while beneath the window where the light had shown. In the grass about his feet the crickets, which had ceased as he moved, keeping a little island of silence about him like thin yellow shadow of their small voices, began again, ceasing again when he moved with that tiny and alert suddenness. From the rear of the house a single storey wing projected. ‘That will be the kitchen,’ he thought. ‘Yes. That will be it.’ He walked without sound, moving 153

Ahora, la casa estaba a oscuras. Christmas dejó de mirar. Se quedó tendido allí, en la espesura, boca abajo sobre la tierra oscura y la hojarasca. En la espesura, la oscuridad era impenetrable. A través de su 35 camisa y de su pantalón sentía una frescura leve, íntima, vagamente húmeda, como si el sol no hubiese penetrado nunca en la atmósfera de la espesura. A través de su ropa podía sentir que la tierra ignorada por el sol 40 palpitaba, lenta y receptiva, contra él, contra sus riñones, sus caderas, su pecho, su vientre, sus antebrazos. Su frente descansaba sobre los brazos cruzados. El olor húmedo y embriagador de la tierra negra y fecunda 45 le llenaba el olfato. 30

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Ya no miró ni una sola vez hacia la casa oscura. Permaneció acostado, completamente inmóvil, durante más de una hora, antes de levantarse y salir de la enramada. No se arrastró. No hubo nada de furtivo, ni siquiera de prudente, en su aproximación a la casa. Fue hacia allí tranquilamente, como si tuviese costumbre de caminar así, y, rodeando la masa ahora informe de la mansión, se dirigió por la fachada posterior hacia donde debía de encontrarse la cocina. En silencio, como un gato, se detuvo un instante bajo la ventana donde la luz había brillado. En la hierba, alrededor de sus pies, los saltamontes, que se habían callado al sentir sus pasos, formando en torno a él un islote de silencio como un reflejo amarillo y mate de sus pequeñas voces, comenzaron a cantar de nuevo. Cuando se movió, se volvieron a callar con la misma prontitud, ligera, alertada. Detrás de la casa había un ala de una sola planta. «Debe de ser la cocina —pensó—. Sí. Tiene que serlo.» Avanzó sin ruido, evolucionando dentro de su islote de in-

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sectos bruscamente silenciosos. Podía disin his tiny island of abruptly ceased tinguir una puerta en la pared de la cociinsects. He could discern a door in the na. Si hubiese intentado abrirla, se habría kitchen wall. He would have found it dado cuenta de que no estaba cerrada con unlocked if he had tried it. But he did not. He passed it and paused beneath a 5 llave. Pero no lo intentó. Pasó por delante y se detuvo bajo la ventana. Antes de haw i n d o w. B e f o r e h e t r i e d i t h e cer nada recordó que no había visto rejas remembered that he had seen no screen en la ventana iluminada del primer piso. in the lighted window upstairs. The window was even open, propped open with a stick. ‘What do you think about that,’ he thought. He stood beside t h e w i n d o w, h i s h a n d s o n t h e s i l l , b r e a t h i n g q u i e t l y, n o t l i s t e n i n g , n o t hurrying, as if there were no need for haste anywhere under the sun. ‘Well. We l l . We l l . W h a t d o y o u k n o w a b o u t t h a t . We l l . We l l . We l l . ’ T h e n h e climbed into the window; he seemed to flow into the dark kitchen: a shadow returning without a sound and without locomotion to the allmother of obscurity and darkness. Perhaps he thought of that other window which he had used to use and of the rope upon which he had had to rely; perhaps not.

10 A d e m á s , l a v e n t a n a e s t a b a a b i e r t a , tenía un listón que la mantenía a b i e r t a . « ¡ Va y a ! » , p e n s ó . S e q u e d ó junto a la ventana, con la mano sobre el resalto, respirando tranquila15 m e n t e , s i n e s c u c h a r, s i n a p r e s u r a r se, como si la prisa siempre hubiese s i d o i n ú t i l e n e s t e m u n d o . « ¡ Va y a , v a y a , v a y a ! M i r a p o r d o n d e . . . ¡ Va y a , vaya, vaya!» Después, se izó a la 20 v e n t a n a . P a r e c i ó r e s b a l a r p o r l a c o cina oscura, como una sombra que, sin ruido, sin movimiento, regresase a las tinieblas del seno materno. Quizás pensó en aquella otra ventana 25 q u e é l h a b í a u s a d o y e n l a c u e r d a e n que tuvo que cortar; o quizás no.

Ve r y l i k e l y n o t , n o m o r e t h a n a c a t would recall another window; like the cat, he also seemed to see in the darkness as he moved as unerringly toward the food which he wanted as if he knew where it would be; that, or were being manipulated by an agent w h i c h d i d k n o w. H e a t e s o m e t h i n g from an invisible dish, with invisible fingers: invisible food. He did not care what it would be. He did not know that he had even wondered or tasted until his jaw stopped suddenly in midchewing and thinking fled for twenty-five years back down the street, past all the imperceptible corners of bitter defeats and more bitter victories, and five miles even beyond a corner where he used to wait in the terrible early time of love, for someone whose name he had forgot; five miles even beyond that it went, I’ll know it in a minute. I have eaten i t b e f o r e , s o m e w h e re . I n a m i n u t e I will memory clicking knowing I see I s e e I m o re t h a n s e e h e a r I h e a r I s e e my head bent I hear the monotonous dogmatic voice which I believe will n e v e r c e a s e g o i n g o n a n d o n f o re v e r and peeping I see the indomitable b u l l e t h e a d t h e c l e a n b l u n t b e a rd t h e y too bent and I thinking. How can he be so nothungry and I smelling my mouth and tongue weeping the hot salt of waiting my eyes tasting the hot s t e a m f ro m t h e d i s h . “ I t ’s p e a s , ” h e said, aloud. “For sweet Jesus. Field peas cooked with molasses.”

Probablemente no. Como tampoco un gato recuerda otra ventana. También como los gatos, Christmas parecía ver en la oscuridad cuando se deslizó hacia los alimentos que deseaba, con un paso tan seguro como si ya supiese dónde estaba, o como si le empujase un agente desconocido y bien informado. Con sus dedos invisibles tomó algo de una bandeja invisible. Comida invisible. No se preocupó por saber lo que era. No se dio cuenta de que se lo había preguntado, de que lo había probado, hasta el minuto mismo en que, al detenerse súbitamente su mandíbula, su pensamiento voló a la calle, retrocedió hasta veinticinco años antes, pasó por delante de todas las esquinas imperceptibles, testigos de derrotas amargas, de victorias más amargas aún, y se detuvo cinco millas más allá de una esquina donde, en aquella terrible época de su primeros amores, él tenía la costumbre de esperar a alguien cuyo nombre había olvidado. A cinco millas de aquella esquina se detuvo su pensamiento Lo sabré dentro de un minuto. Ya he comido esto en alguna parte. Dentro de un minuto lo sabré una memoria en marcha que sabe. Lo veo lo veo hago más que ver oigo la voz dogmática que parece que no se va a detener nunca oigo que habla y habla siempre y mirando por debajo veo la cabeza redonda indomable y la barba recién recor tada inclinada también y pienso cómo es posible que él no tenga hambre y yo lleno del olor de mi boca, de mi lengua llorando la sal caliente de la espera paladeando con los ojos el vaho cálido del guiso «¡Son guisantes! —gritó en voz muy alta—. ¡Ah Dios, son guisantes cocidos con melaza!»

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More of him than thinking may have Posiblemente su pensamiento no habeen absent; he should have heard the bía volado solo: ya hacía algunos instansound before he did, since whoever was tes que debería haber oído el ruido, porc r e a t i n g i t w a s t r y i n g n o m o r e f o r 70 que la persona que lo producía parecía silence and caution than he had. desdeñar, lo mismo que él, la prudencia 154

Faulkner’s Light Perhaps he did hear it. But he did not move at all as the soft sound of slippered feet approached the kitchen from the house side of it, and when he did at last turn suddenly, his eyes g l o w i n g s u d d e n l y, h e s a w a l r e a d y beneath the door which entered the house itself, the faint approaching light. The open window was at his hand: he could have been through it in a single step almost. But he did not move. He didn’t even set down the d i s h . H e d i d n o t e v e n c e a s e t o c h e w. Thus he was standing in the center of the room, holding the dish and chewing, when the door opened and the woman entered. She wore a faded dressing gown and she carried a candle, holding it high, so that its light fell upon her face: a face quiet, grave, utterly unalarmed. In the soft light of the candle she looked to be not much past thirty. She stood in the door. They looked at one another for more than a minute, almost in the same attitude: he with the dish, she with the candle. He had stopped chewing now.

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y el silencio. Pero Christmas no se movió cuando, desde el interior de la casa, se acercó a la cocina un leve ruido de pies con zapatillas. Y cuando, por fin, se volvió bruscamente, con los ojos brillantes de pronto, vio que, por debajo de la puerta que daba acceso a la casa, se acercaba una débil luz. La ventana abierta estaba al alcance de su mano, habría podido llegar a ella de un salto. Pero no se movió. Ni siquiera dejó el plato. Ni siquiera dejó de masticar. Esperó, de pie en medio de la pieza, con el plato en la mano, masticando. Y la puerta se abrió, y la mujer apareció. Estaba vestida con un camisón descolorido y llevaba una vela. Levantó la vela lo más alto que pudo, de modo que la luz cayó de lleno sobre su rostro, un rostro tranquilo, serio, sin ninguna muestra de inquietud. Al suave resplandor de la vela no parecía tener más de treinta años. La mujer se quedó de pie en la puerta. Ambos se miraron durante más de un minuto, casi en la misma actitud, él con el plato, ella con la palmatoria. Christmas había dejado de masticar.

—Si ha venido aquí sólo a comer, en“If it is just food you want, y o u w i l l f i n d t h a t , ” s h e s a i d i n 30 contrará todo lo que necesita —dijo la mujer en un tono sosegado, bastante profundo a voice calm, a little deep, y con un matiz de frialdad. quite cold.

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Chapter 11 45

A la luz de la vela, en el resplandor suaBY the light of the candle she did ve que caía sobre su silueta con bata flotannot look much more than thirty, in the te de mujer que se prepara para dormir, no soft light downfalling upon the parecía tener más de treinta años. Cuando la softungirdled presence of a woman prepared for sleep. When he saw her by 50 vio a la luz del día, Christmas comprendió que tenía más de treinta años. Y después fue daylight he knew that she was better ella misma quien le dijo que tenía cuarenta, than thirty-five. Later she told him that «lo que lo mismo puede querer decir cuas h e w a s f o r t y. ‘ W h i c h m e a n s e i t h e r renta y uno que cuarenta y nueve, de la maforty-one or forty-nine, from the way she said it,’ he thought. But it was not 55 nera en que lo dice», pensó Christmas. Pero no fue la primera noche cuando la mujer le that first night, nor for many dijo esto, ni tampoco en el transcurso de succeeding ones, that she told him that bastantes noches siguientes. much even. Por otra parte, la mujer le decía pocas S h e t o l d h i m v e r y l i t t l e , a n y w a y. 60 cosas. Nunca hablaban mucho y, cuando lo They talked very little, and that casually, even after he was the lover hacían, era incidentalmente, incluso después o f h e r s p i n s t e r ’s b e d . S o m e t i m e s h e de que Christmas empezase a compartir con could almost believe that they did not ella su lecho de solterona. A veces, Christmas t a l k a t a l l , t h a t h e d i d n ’ t k n o w h e r a t 65 casi habría podido creer que no hablaban all. It was as though there were two nada en absoluto. Era como si hubiese en people: the one whom he saw now and ella dos personas: la que él veía ahora y duthen by day and looked at while they rante el día, la que él miraba cuando camspoke to one another with speech that biaban frases que no significaban nada, port o l d n o t h i n g a t a l l s i n c e i t d i d n ’t t r y 70 que ellos no querían ni pretendían que sigto and didn’t intend to; the other with nificasen algo, y aquella otra con quien se 155

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whom he lay at night and didn’t even see, speak to, at all.

acostaba por las noches y a la que nunca veía y a la que nunca hablaba.

Even after a year (he was working at the planing mill now) when he saw her by day at all, it would be on Saturday afternoon or Sunday or when he would come to the house for the food which she would prepare for him and leave upon the kitchen table. Now and then she would come to the kitchen, though she would never stay while he ate, and at times she met him at the back porch, where during the first four or f i v e m o n t h s o f h i s r e s i d e n c e in the cabin below the house, they would stand for a while and talk almost like strangers. They always stood: she in one of her apparently endless succession of clean calico house dresses and sometimes a cloth sunbonnet like a countrywoman, and he in a clean white shirt now and the serge trousers creased now every week. They never sat down to talk. He had never seen her sitting save one time when he looked through a downstairs window and saw her writing at a desk in the room. And it was a year after he had remarked without curiosity the volume of mail which she received and sent, and that for a certain period of each forenoon she would sit at the worn, scarred, rolltop desk in one of the scarceused and sparsely furnished downstairs r o o m s , w r i t i n g s t e a d i l y, b e f o r e h e learned that what she received were business and private documents with fifty different postmarks and what she sent were replies—advice, business, financial and religious, to the presidents and faculties and trustees, and advice personal and practical to young girl students and even alumnae, of a dozen negro schools and colleges through the south. Now and then she would be absent from home three and four days at a time, and though he could now see her at his will on any night, it was a year before he learned that in these absences she visited the schools in person and talked to the teachers and the students. Her business affairs were conducted . by a negro lawyer in Memphis, who was a trustee of one of the schools, and in whose safe, along with her will, reposed the written instructions (in her own hand) for the disposal of her body after death. When he learned t h a t , h e u n d e r s t o o d t h e t o w n ’s attitude toward her, though he knew that the town did not know as much as he did. He said to himself: ‘Then I won’t be bothered here.’

Y más aún al cabo de un año (para 5 entonces ya trabajaba él en el aserradero), porque no la veía de día, excepto el sábado por la tarde, o el domingo, o cuando iba a la casa a buscar la comida que ella le preparaba y que dejaba so10 b r e l a m e s a d e l a c o c i n a . D e v e z e n cuando, la mujer venía a la cocina, pero no se quedaba nunca allí cuando Christmas comía. A veces lo encontraba bajo el porche, en la parte posterior de la 15 casa. Durante los tres o cuatro meses que siguieron a su instalación en la cabaña cercana a la casa, solían encontrarse allí alguna vez y, durante un instante, hablaban como dos extraños. Siempre permanecían de pie, 20 ella con una de sus limpísimas batas caseras de algodón, de las que parecía tener un número infinito, y tocada a veces, como una campesina, con una capellina de jardín, y él con su camisa siempre blanca ahora y su 25 pantalón cuidadosamente planchado todas las semanas. Nunca se sentaban para hablar. Christmas sólo la había visto sentada una vez, cierto día en que, al mirar por una de las ventanas de la planta baja, la descubrió 30 escribiendo ante una mesa. Y fue un año después cuando observó, sin la menor curiosidad, la ingente correspondencia que ella recibía y enviaba. Advirtió entonces que la mujer concluía sus mañanas en un cuarto 35 apenas amueblado y que no utilizaba casi nunca. Sentada ante un viejo escritorio, todo desgastado y lleno de cicatrices, la mujer escribía afanosamente. Pero hasta mucho después no supo que el correo que la mujer 40 recibía consistía en papeles de negocios, en documentos privados cubiertos de cincuenta sellos diferentes, y que el correo que la mujer enviaba eran sus respuestas: opiniones, consejos financieros y religiosos a di45 rectores, profesores, consejeros de una docena de escuelas y de colegios negros del Sur, así como consejos personales y prácticos a jóvenes estudiantes y hasta a antiguos alumnos. A veces sucedía que se ausentaba 50 durante tres o cuatro días y, aunque él podía verla cualquier noche, hasta al cabo de un año no supo que, durante aquellas ausencias, la mujer visitaba personalmente las escuelas y conversaba con los pro55 fesores y con los alumnos. Sus negocios estaban en manos de un notario negro de Memphis que era miembro del consejo de Administración de una de aquellas escuelas. En su caja fuerte se guardaban, junto 60 a su testamento, las instrucciones manuscritas en las que indicaban lo que quería que se hiciese después de su muerte con su cadáver. Cuando Christmas supo todo esto comprendió la actitud de la ciudad 65 para con ella, aunque también supo que la ciudad no sabía tanto como él. Y se dijo a sí mismo: «lo que sí es seguro es que aquí no me molestará nadie.»

O n e d a y h e r e a l i s e d t h a t s h e h a d 70 Un día se dio cuenta de que la mujer never invited him inside the house no le había pedido nunca que entrase en 156

Faulkner’s Light proper. He had never been further than the kitchen, which he had already entered of his own accord, thinking, liplifted, ‘She couldn’ t keep me out of here. I guess she knows that.’ And he had never entered the kitchen by day save when he came to get the food which she prepared for him and set out upon the table. And when he entered the house at night it was as he had entered it that first night; he felt like a thief, a robber, even while he mounted to the bedroom where she waited. Even after a year it was as though he entered by stealth to despoil h e r v i rg i n i t y e a c h time anew. It was as though each turn of dark saw him faced again with the necessity to despoil again that which he had already despoil ed—or never had and never would. Sometimes he thought of it in that w a y, r e m e m b e r i n g t h e h a r d , u n t e a r f u l and unselfpitying and almost manlike y i e l d i n g o f t h a t s u r r e n d e r. A s p i r i t u a l privacy so long intact that its own instinct for preservation had immolated it, its physical phase the strength and fortitude of a man. A dual personality: the one the woman at first sight of whom in the lifted candle (or perhaps the very sound of the slippered approaching feet) there had opened before him, instantaneous as a landscape in a lightningflash, a horizon of physical security and adultery if not pleasure; the other the mantrained muscles and the mantrained habit of thinking born of heritage and environment with which he had to fight up to the final instant. There was no feminine vacillation, no coyness of obvious desire and intention to succumb at last. It was as if he struggled physically with another man for an o b j e c t o f n o a c t u a l v a l u e t o e i t h e r, and for which they struggled on principle alone.

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la casa propiamente dicha. El nunca había ido más allá de la cocina, en la que ya había entrado por propia iniciativa, pensando, con el labio levantado: «Nunca podrá impedirme que venga. Ella lo sabe muy bien, creo yo.» Y nunca había entrado en la cocina durante el día, salvo para tomar la comida que ella le preparaba y dejaba sobre la mesa. Y cuando entraba en la casa por la noche, lo hacía del mismo modo que cuando entró la primera noche. Hasta cuando subía a la alcoba en la que ella le esperaba, tenía la sensación de ser un ladrón, un ratero. Incluso después de un año, parecía entrar siempre por sorpresa para quitarle su virginidad. Era como si, en cada retorno a las tinieblas, se viese ante la necesidad de quitar lo que ya había quitado... o lo que nunca había quitado ni quitaría nunca. A veces Christmas pensaba así, recordando aquella rendición, una rendición sin lágrimas ni compasión, una rendición casi masculina en su dureza. Un aislamiento espiritual conservado intacto durante tanto tiempo que su propio instinto de conservación lo había inmolado, presentando en su fase física la fuerza y el valor de un hombre. Una doble personalidad: una de ellas, la mujer cuya visión, al resplandor de la vela (o quizás hasta el rumor de pies en zapatillas que se acercaban), le había revelado, bruscamente, como un paisaje a la luz de un relámpago, un horizonte de seguridad física y de corrupción, si no de placer; la otra, una mujer con los músculos adiestrados como los de un hombre, con la costumbre de pensar también como un hombre, resultado del atavismo y del entorno, cosas contra las cuales había tenido que luchar Joe hasta el último instante. Ninguna vacilación femenina, ningún falso pudor, ningún fingimiento de deseo evidente y de intención de dejarse conquistar al fin. Para Joe fue como si luchase físicamente con otro hombre por la posesión de un objeto que no tenía valor ni para el uno ni para el otro, y por el cual se peleaban por principio.

50 When he saw her next, he thought, ‘My God. How little I know about women, when I thought I knew so much.’ It was on the very next day; looking at her, being s p o k e n t o b y h e r, i t w a s a s t h o u g h what memory of less than twelve hours knew to be true could never h a v e h a p p e n e d , t h i n k i n g Under her clothes she can’t even be made so that it could have happened. He had not started to work at the mill th en. Most of that day he spent lying on his back on the cot which she had loaned him, in the cabin which she had given him to live in, smoking, his hands beneath his head. ‘My God,’ he thought, ‘it was like I was the woman and she was the man.’ But that was not right, either. Because she had resisted to the very last. But it was not woman resistance, that 157

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Cuando la volvió a ver, pensó: «Dios santo, ¡yo que creía conocer tan bien a las mujeres! ¡Qué poco las conocéis!» Fue al día siguiente. Mientras la miraba, mientras ella le hablaba, Joe tenía la impresión de que, lo que le aseguraba su memoria, el hecho de que había llegado apenas doce horas antes, no podía ser cierto, pensando Bajo su bata, ni siquiera puede estar hecha de modo que la cosa haya podido producirse. Por entonces, todavía no había empezado a trabajar en el aserradero. Pasó la mayor parte de aquel día fumando, tendido, con las manos bajo la cabeza, en el catre que la mujer le había prestado, en la cabaña que la mujer le había dado para que viviese en ella. «Dios santo —pensaba Joe—, era como si yo fuese la mujer y ella el hombre.» Pero tampoco esto era exacto, porque ella había resistido hasta el último segundo. Sólo

Faulkner’s Light resistance which, if really meant, cannot be overcome by any man for the reason that the woman observes no rules of physical combat. But she had resisted fair, by the rules that decreed that upon a certain crisis one was defeated, whether the end of resistance had come or not. That night he waited until he saw the light go out in the kitchen and then come on in her room. He went to the house. H e d i d n o t g o i n e a g e r n e s s , b u t in a quiet rage. “I’ll show her,” he said aloud. He did not try to be quiet. He entered the house boldly and mounted the stairs; she heard him at once. “Who is it?” she said. But there was no alarm i n h e r t o n e . H e d i d n ’ t a n s w e r. H e mounted the stairs and entered the room. She was still dressed, turning, watching the door as he entered. But she did not speak to him. She just watched him as he went to the table and blew out the lamp, thinking, ‘Now she’ll run.’ And so he sprang forward, toward the door to intercept her. But she did not flee. He found her in the dark exactly where the light had lost her, in the same attitude. He began to tear at her clothes. He was t a l k i n g t o h e r, i n a t e n s e , h a r d , l o w voice: “I’ll show you! I’ll show the bitch!” She did not resist at all. It was almost as though she were helping him, with small changes of position of limbs when the ultimate need for help arose. But beneath his hands the body might have been the body of a dead woman not y e t s t i ff e n e d . B u t h e d i d n o t d e s i s t ; though his hands were hard and urgent it was with rage alone. ‘At least I have made a woman of her at last,’ he thought. ‘Now she hates me. I have taught her that, at least.’ The next day he lay again all day long on his cot in the cabin. He ate nothing; he did not even go to the kitchen to see if she had left food for him. He was waiting for sunset, dusk. ‘ T h e n I ’ l l b l o w, ’ h e t h o u g h t . H e d i d not expect ever to see her again. ‘ B e t t e r b l o w, ’ h e t h o u g h t . ‘ N o t g i v e her the chance to turn me out of the c a b i n t o o . T h a t m u c h , a n y w a y. N o white woman ever did that. Only a nigger woman ever give me the air, turned me out.’ So he lay on the cot, smoking, waiting for sunset. Through the open door he watched the sun slant and lengthen and turn copper. Then the copper faded into lilac, into the fading lilac of full dusk. He could hear the frogs then, and fireflies began to drift across the open frame of the door, growing brighter as the dusk faded. Then he rose. He owned nothing but the razor; when he had put that into his pocket, he was ready to travel one mile or a thousand, wherever the street of the imperceptible corners should c h o o s e t o r u n a g a i n . Ye t w h e n h e 158

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que no era una resistencia de mujer, esa resistencia que, cuando es verdadera, no puede ser vencida por ningún hombre por la sencilla razón de que la mujer no observa ninguna regla en el combate. Y ella había resistido lealmente, de acuerdo con las reglas que deciden que, al llegar a cierto punto, se está vencido, aunque la resistencia no haya terminado. Aquella noche, Joe esperó a que la luz se apagase en la cocina y se encendiese en la alcoba. Entonces se dirigió a la casa. Fue sin impaciencia, pero con una rabia fría. «Ya verás», dijo en voz alta. No intentó calmarse. Entro en la casa con seguridad, con desenvoltura. Subió las escaleras. Ella le oyó en seguida. «Quién está ahí?», preguntó. No había alarma en su voz. La mujer estaba vestida todavía. Se volvió hacia la puerta, cuando Joe entró. Pero no dijo nada. Se limitó a mirarle cuando se acercó a la mesa y sopló sobre la lámpara. Y Joe pensó: «Ahora, querrá huir.» Entonces saltó hacia la puerta para cortarle el paso. Pero ella no intentó huir. Joe la encontró en la oscuridad, exactamente en el mismo lugar donde la luz la había dejado y en la misma actitud. Comenzó a arrancarle la ropa. Habló con una voz intensa, dura, ahogada. «¡Ahora verás! ¡Ahora vas a ver, zorra!» La mujer no ofreció ninguna resistencia. Incluso pareció ayudarle, cambiando ligeramente la posición de sus hombros cuando, en el minuto final, la ayuda se hizo necesaria. Pero era como si las manos de Joe sólo sostuviesen un cadáver de mujer que aún no estuviera rígido. Joe no renunció. Sus manos eran duras, brutales y ansiosas, pero de rabia únicamente. «Al menos habré conseguido convertirla en mujer», pensó. «Ahora me odia. Al menos le he enseñado algo.» Al día siguiente, Joe estuvo todo el día tendido en su catre. No comió nada. Ni siquiera fue a la cocina a ver si ella le había preparado algo. Esperaba la puesta del sol, el crepúsculo. «Entonces me largaré», pensaba. Creía que nunca la volvería a ver. «Será mejor largarse —pensaba—. Para no darle el gusto de echarme de esta cabaña. Eso sí que no. Eso no me lo ha hecho nunca una blanca. Sólo una negra me puso en la calle, me echó a patadas.» Así que siguió acostado en su camastro, fumando, esperando la puesta del sol. Por la puerta abierta miraba cómo el sol descendía, se alargaba, adquiría unos tonos de cobre. Después, el cobre se volvía malva, ese malva evanescente del pleno crepúsculo. Joe pudo oír a las ranas, y los cocuyos comenzaron a rayar el hueco de la puerta, cada vez más luminosos a medida que aumentaba la oscuridad. Entonces, Joe se levantó. Lo único que poseía era su navaja barbera. En cuanto la hubo guardado en su bolsillo se encontró dispuesto a viajar, a hacer un kilómetro o mil kilómetros, a irse al lugar donde se alargaba la calle de las esquinas imperceptibles. Y sin embargo,

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wreak v.tr. 1 (usu. foll. by upon) give play or satisfaction to; put in operation, inflingir (vengeance or one’s anger etc.); llevar a cabo

contumely n. contumelia = oprobio, injuria u ofensa dicha a una persona en su cara, Injuriosamente, ofensivamente insolent or reproachful language or treatment. 2 disgrace.

moved, it was toward the house. It was as though, as soon as he found that his feet intended to go there, that he let go, seemed to float, surrendered, thinking All right All right floating, r i d i n g a c r o ss the dusk, up to the house and onto the back porch and to the door by which he would enter, that was never locked. But when he put his hand upon it, it would not open. Perhaps for the moment neither hand nor believing would believe; he seemed to stand there, quiet, not yet thinking, watching his hand shaking the door, hearing the sound of the bolt on the inside. He t u r n e d a w a y q u i e t l y. H e w a s n o t y e t raging. He went to the kitchen door. He expected that to be locked also. But he did not realise until he found that it was open, that he had wanted it to be. When he found that it was not locked it was l i k e a n i n s u l t . I t w a s a s though some enemy upon whom he had wreaked his utmost of violence and contumely stood, unscathed and unscathed, and contemplated him with a musing and insufferable contempt. When he entered the kitchen, he did not approach the door into the house proper, the door in which she had appeared with the candle on the night when he first saw her. He went directly to the table where she set out his food. He did not need to see. His hands saw; the dishes were still a little warm, thinking S e t o u t f o r t h e n i g g e r. For the nigger. He seemed to watch his hand as if from a distance. He watched it pick up a dish and swing it up and back and hold it there while he breathed deep and slow, intensely cogitant. He heard his voice say aloud, as if he were playing a game: “Ham,” and watched his hand swing and hurl the dish crashing into the wall, the invisible wall, waiting for the crash to subside and silence to flow completely back before taking up another one. He held this dish poised, sniffing. This one required some time. “Beans or greens?” he said. “Beans or spinach? ... All right. Call it beans.” He hurled it, hard, waiting until the crash ceased. He raised the third dish. “Something with onions,” he said, thinking This is fun. W h y d i d n ’t I t h i n k o f t h i s b e f o r e ? “ Wo m a n ’s m u c k. ” H e h u r l e d i t , h a r d a n d s l o w, h e a r i n g t h e c r a s h , w a i t i n g . Now he heard something else: feet within the house, approaching the door. ‘She’ll have the lamp this time,’ he thought thinking If I were to look now, I could see the light under the door As his hand swung up and back. Now she has almost reached the door “Potatoes,” he said at last, with judicial finality. He did not look around, even when he heard the bolt in the door and heard the door inyawn and light fell upon him where he stood with the dish poised. “Yes, it’s potatoes,” he said, in 159

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cuando se puso en marcha, se dirigió hacia la casa. Como si, al advertir que sus pies le llevaban hacia ella, se hubiese dejado llevar, flotante, vencido, pensando Muy bien, muy bien flotante, yendo por el crepúsculo hacia la casa, hacia el porche, hacia aquella puerta por la que podría entrar, aquella puerta cuyo cerrojo nunca había sido echado. Pero la puerta, cuando puso en ella la mano, no quiso abrirse. Quizás, en aquel momento, ni la mano ni la mente quisieron creerlo. Joe se quedo allí, de pie, quieto, sin pensar todavía, viendo cómo su mano sacudía la puerta, oyendo el ruido del cerrojo en el interior. Joe se fue tranquilamente. No estaba todavía furioso. Se dirigió hacia la puerta de la cocina. Esperaba encontrarla cerrada también, pero se dio cuenta de que lo había esperado hasta después de encontrarla abierta. Cuando vio que no estaba cerrada con llave, se sintió insultado. Como si un enemigo en el que hubiese desahogado sus últimas violencias, sus últimas injurias, estuviera allí, indemne, mirándole con aire pensativo, despreciativo, intolerante. Cuando entró en la cocina no se acercó a la puerta que daba a la casa, a la puerta por donde ella había aparecido la primera noche, con su vela en la mano. Fue directo a la mesa donde le dejaba la comida. No necesitaba verla. Sus manos veían. Los platos estaban tibios todavía. Y él pensaba Lo has dejada ahí para el negro. Para el negro. Era como si observase su mano a distancia. Vio que su mano asía un plato, lo alzaba y lo mantenía en el aire mientras él, intensamente absorto, respiraba lentamente, profundamente. Oyó que su voz decía en tono alto, como si estuviese jugando a algún juego: «Jamón», y vio que su mano, con todas sus fuerzas, lanzaba el plato contra la pared, contra la pared invisible, y esperaba a que el ruido cesara, a que volviese el silencio, para coger otro. Levantó el segundo plato reposadamente y lo olfateó. Esta vez necesitó más tiempo. «¿Alubias o judías verdes? —dijo—. ¿Alubias o espinacas? bueno. Digamos alubias.» Lo lanzó violentamente y esperó que el ruido cesara. Levantó el tercer plato. «Algo con cebollas», dijo, pensando Es muy divertido. ¿Como no se me ha ocurrido antes? «Comistrajos de mujer.» Lanzó el plato violentamente, sin prisa, oyó el ruido, esperó. Entonces oyó otra cosa, unos pasos dentro de la casa, unos pasos que se aproximaban a la puerta. «Esta vez traerá la lámpara», pensó, pensando Si ahora mirase, vería la raya de luz por debajo de la puerta y su mano blandía el plato a h o r a e s t á e n l a p u e r t a « P a t a t a s » , d i j o a l f in, como si pronunciase una sentencia. No miró a su alrededor ni cuando oyó que se abría el pestillo de la puerta, ni cuando la puerta se abrió, inundando de luz el lugar en que él estaba con el plato en la mano. «Si, son patatas», dijo con el tono absorto

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y distraído de un niño que juega solo. Joe the preoccupied and oblivious tone of pudo, al mismo tiempo, ver y oír el desa child playing alone. He could both trozo. Después, la luz desapareció. Oyó see and hear this crash. Then the light que la puerta se entornaba de nuevo, oyó went away; again he heard the door yawn, again he heard the bolt. He had 5 de nuevo el pestillo. Todavía no había mirado a su alrededor. Cogió el plato siguiennot yet looked around. He took up the te. «Remolacha —dijo—; de todos modos next dish. “Beets,” he said. “I don’t no me gustan las remolachas.» like beets, anyhow.”

ordeal se conserva en inglés y se usa mucho actualmente para prueba severa, experiencia penosa, dificultad tremenda. ordalía o juicio de Dios alude al sometimiento ritual a prácticas destinadas a establecer la certeza, principalmente con fines judiciales.

The next day he went to work at the planing mill. He went to work on F r i d a y. H e h a d e a t e n n o t h i n g n o w s i n c e We d n e s d a y n i g h t . H e d r e w n o pay until Saturday evening, working overtime Saturday afternoon. He ate Saturday night, in a restaurant downtown, for the first time in three days. He did not return to the house. For a time he would not even look toward it when he left or entered the cabin. At the end of six months he had worn a private path between the cabin and the mill. It ran almost stringstraight, avoiding all houses, entering the woods soon and running straight and with daily increasing definition and precision, to the sawdust pile where he worked. And always, when the whistle blew at five t h i r t y, h e r e t u r n e d b y i t t o t h e c a b i n , to change into the white shirt and the dark creased trousers before walking the two miles back to town to eat, as if he were ashamed of the overalls. Or perhaps it was not shame, though very likely he could no more have said what it was than he could have said that it was not shame.

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He no longer deliberately avoided looking at the house; neither did he deliberately look at it. For a while he believed that she would send for him. ‘She’ll make the first sign,’ he thought. But she did not; after a while he believed that he no longer expected it. Yet on the first time that he deliberately looked again toward the house, he felt a shocking surge and fall of blood; then he knew that he had been afraid all the time that she would be in sight, that she had been watching him all the while with that perspicuous and still contempt; he felt a sensation of sweating, of having surmounted an o r d e a l . ‘ T h a t ’s o v e r, ’ h e t h o u g h t . ‘ I have done that now.’ So that when one day he did see her, there was no shock. P e r h a p s h e w a s p r e p a r e d . A n y w a y, there was no shocking surge and drop of blood when he looked up, completely by chance, and saw her in the back yard, in a gray dress and the sunbonnet. He could not tell if she had been watching him or had seen him or were watching him now or not. ‘You don’ t bother me and I don’t bother you,’ he thought, thinking I dreamed it. It didn’t happen. She has nothing under her clothes so that it could have happened.

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Al día siguiente fue contratado en el aserradero. Comenzó a trabajar el viernes. No había comido nada desde el miércoles por la noche. No recibió su paga hasta la noche del sábado, después de haber hecho horas extraordinarias por la tarde. El sábado por la noche cenó en un pequeño restaurante de la parte baja de la ciudad. Era la primera vez que comía desde hacía tres días. No volvió a la casa. Durante algún tiempo, ni siquiera miraba hacia aquel lado cuando salía de la cabaña o regresaba a ella. Al cabo de seis meses, sus pies habían trazado, entre la cabaña y el aserradero, una senda privada que descendía casi en línea recta, evitando las casas, cortando camino a través del bosque y desembocando directamente, cada vez más marcada, en el montón de virutas donde él trabajaba. Y cada día, en cuanto sonaba la sirena de las cinco y media, Joe regresaba a la cabaña por aquella senda. Se ponía su camisa blanca y su pantalón negro, y rehacía las dos millas que le separaban de la ciudad para ir a cenar. Era como si le diese vergüenza llevar su mono de trabajo. Quizás no era vergüenza, pero lo más probable era que no supiese decir lo que era, como tampoco habría podido decir que no se trataba de vergüenza. El hecho de que no mirase a la casa no era intencionado. Como tampoco era intencionado el hecho de mirarla. Durante algún tiempo creyó que ella iría en su busca. «Será ella quien dé el primer paso», pensaba. Pero ella no lo dio. Y llegó un momento en que Joe imaginó que aquello ya no le importaba. Sin embargo, la primera vez que miró hacia la casa deliberadamente sintió que el corazón le latía de un modo extraño. Y entonces comprendió que siempre había temido que ella se presentase. Comprendió que ella le había estado observando todo aquel tiempo con su lúcido y sosegado desdén. Joe tuvo la sensación de transpirar, de haber superado una dura prueba. «Se acabó —pensó—. Ya no hay nada que hacer.» Así que, el día en que la vio, no se sintió turbado. Quizás estaba preparado. El hecho es que no le palpitó el corazón cuando levantó la mirada, totalmente por azar, y la vio en el corral, detrás de la casa, vestida de gris y tocada con su capellina. Joe no habría sabido decir si ella le había advertido, si le había visto, si le miraba o no. «Tú no me molestas y yo no te molesto», pensó Lo he soñado. Aquello no sucedió. No tiene nada debajo de la ropa que haya podido hacer que aquello sucediera.

Faulkner’s Light He went to work in the spring. One evening in September he returned home and entered the cabin and stopped in midstride, in complete astonishment. She was sitting on the cot, looking at him. Her head was bare. He had never seen it bare before, though he had felt in the dark the loose abandon of her hair, not yet wild, on a dark pillow. But he had never seen her hair before and he stood staring at it alone while she watched him; he said suddenly to himself, in the instant of moving again: ‘She’s trying to. I had expected it to h a v e g r a y i n i t S h e ’s t r y i n g t o b e a w o m a n a n d s h e d o n ’ t k n o w h o w. ’ Thinking, knowing She has come to talk to me Two hours later she was still talking, they sitting side by side on the cot in the now dark cabin. She told him that she was forty-one years old and that she had been born in the house yonder and had lived there ever since. That she had never been away from Jef ferson for a longer period than six months at any time and these only at wide intervals filled with homesickness for the sheer boards and nails, the earth and trees and shrubs, which composed the place which was a foreign land to her and her people; when she spoke even now, after forty years, among the slurred consonants and the flat vowels of the land where her life had been cast, New England talked as plainly as it did in the speech of her kin who had never left New Hampshire and whom she had seen perhaps three times in her life, her forty years. Sitting beside her on the dark cot while the light failed and at last her voice was without source, s t e a d y, i n t e r m i n a b l e , p i t c h e d a l m o s t like the voice of a man, Christmas thought, ‘She is like all the rest of them. Whether they are seventeen or forty-seven, when they finally come to surrender completely, it’s going to be in words.’ Calvin Burden was the son of a minister named Nathaniel Burrington. The youngest of ten children, he ran away from home at the age of twelve, before he could write his name (or would write it, his father believed) on a ship. He made the voyage around the Horn to California and turned Catholic; he lived for a year in a monastery. Ten years later he reached Missouri from the west. Three weeks after he arrived he was married, to the daughter of a family of Huguenot stock which had emigrated from Carolina by way of Kentucky. On the day after the wedding he said, “I guess I had better settle down.” He began that day to settle down. The wedding celebration was still in progress, and his first step was to formally deny allegiance to the Catholic church. He did this in a saloon, insisting that every one present 161

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Había comenzado a trabajar en primavera. Una noche de septiembre, cuando regresó a su cabaña, se detuvo en el umbral, con un pie en el aire, totalmente estupefacto. Sentada en el camastro, la mujer le miraba. Tenía la cabeza descubierta. Era la primera vez que él veía con la cabeza descubierta, aunque había sentido, en la oscuridad de la almohada, el blando abandono de su cabellera todavía en orden. Pero nunca había visto sus cabellos y ahora los miraba fijamente. Y, de pronto, cuando ella se iba a mover, se dijo a sí mismo: «Ella trata de Yo creía que lo tenía algo gris Ella trata de ser mujer, pero no sabe cómo hacerlo.» Pensando, comprendiendo Ha venido a hablarme. Dos horas después, la mujer hablaba todavía, sentada junto a él en el camastro, en la cabaña, oscura ahora. Le dijo que tenía cuarenta y un años, que había nacido allí, en la casa, y que siempre había vivido en ella. Que nunca había estado más de seis meses fuera de Jefferson, y que, cuando había estado fuera, en intervalos muy alejados entre sí, sus ausencias siempre habían estado llenas de nostalgia de las tablas y de los clavos, de la tierra, de los árboles, de los arbustos que constituían aquel lugar que, para ella y para su familia, era una tierra extraña. Cuando hablaba, como lo hacía ahora, al cabo de cuarenta años, por debajo de las consonantes arrastradas y de las vocales llanas de la región a donde el destino la había llevado, el acento de Nueva Inglaterra se percibía tan claramente como en los miembros de la familia que nunca habían salido de New Hampshire y a los que quizá ella no había visto más de tres visto en cuarenta años. Sentado junto a la mujer, sobre la cama en sombras, mientras la luz se extinguía, mientras la voz de la mujer, con su acento sin origen, fluía regular, interminable, timbrada casi como una voz de hombre, Christmas pensaba, «Es como las demás. Es igual que tengan diecisiete años o cuarenta y siete, el día que se deciden a entregarse por completo, siempre lo hacen con palabras.» Calvin Burden era hijo de un pastor llamado Nathaniel Burrington. Era el más joven de diez hermanos y, a los doce años de edad, se escapó en un barco sin saber siquiera escribir su nombre (sin querer saberlo, como creía su padre). Fue a California, después de doblar el cabo de Hornos, y se hizo católico. Vivió un año en un monasterio. Diez años después dejó el Oeste para ir a afincarse en el estado de Missouri. A las tres semanas de su llegada se casó con una muchacha cuya familia, de estirpe hugonote, había emigrado de Carolina pasando por Kentucky. Al día siguiente de la boda dijo: «Quizás sería mejor que me instalase aquí.» Y el mismo día comenzó a instalarse. No había acabado todavía la celebración del casamiento cuando el recién casado abjuró formalmente del catolicismo. Lo hizo en una taberna y pidió con insistencia a todas las personas que estaban allí que le escuchasen y

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vivid puede traducirse por vivo [sentido figurado] o vívido, ya tenga relación con vivo (brasas vivas), claro, gráfico [relato], intenso [recuerdo], brillante [color] o vívido si tiene sentido poético de vivaz, eficaz, vigoroso, de ingenio agudo Flower shop is back in business, providing a vivid contrast to destruction [L.A. Times, 9-2-92]. = Ya está abierta una florería que se había cerrado, ofreciendo un contraste gráfico frente a la destrucción. / This Picasso’s painting has vivid colors. = Este cuadro de Picaso tiene colores intensos. / I remember vividly the windmills. = Recuerdo gráficamente los molinos de viento. / The house was painted a vivid green. = La casa estaba pintada de un verde brillante.

listen to him and state their objections; he was a little insistent on there being objections, though there were none; not, that is, up to the time when he was led away by friends. The next day he said that he meant it, anyhow; that he would not belong to a church full of frogeating slaveholders. That was in Saint Louis. He bought a home there, and a year later he was a father. He said then that he had denied the Catholic church a year ago for the sake of his son’s soul; almost as soon as the boy was born, he set about to imbue the child with the religion of his New England forebears. There was no Unitarian meetinghouse available, and Burden could not read the English Bible. But he had learned to read in Spanish from the priests in California, and as soon as the child could walk Burden (he pronounced it Burden now, since he could not spell it at all and the priests had taught him to write it laboriously so with a hand more apt for a rope or a gunbutt or a knife than a pen) began to read to the child in Spanish from the book which he had brought with him from California, interspersing the fine, sonorous flowing of mysticism in a foreign tongue with harsh, extemporised dissertations composed half of the bleak and bloodless logic which he remembered from his father on interminable New England Sundays, and half of immediate hellfire and tangible brimstone of which any country Methodist circuit rider would have been proud. The two of them would be alone in the room: the tall, gaunt , Nordic man, and the small, dark, vivid child who had inherited his m o t h e r ’s b u i l d a n d c o l o r i n g , l i k e people of two different races. When the boy was about five, Burden killed a man in an argument over slavery and had to take his family and move, leave Saint Louis. He moved westward, “to get away from Democrats,” he said. The settlement to which he moved consisted of a store, a blacksmith shop, a church and two saloons. Here Burden spent much of his time talking politics and in his harsh loud voice cursing slavery and slaveholders. His reputation had come with him and he was known to carry a pistol, and his opinions were received without comment, at least. At times, especially on Saturday nights, he came home, still full of straight whiskey and the sound of his own ranting. Then he would wake his son (the mother was dead now and there were three daughters, all with blue eyes) with his hard hand. “I’ll learn you to hate two things,” he would say, “or I’ll frail the tar out of you. And those things are hell and slaveholders. Do you he a r me ? ” 162

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que presentasen sus objeciones. Insistió un poco en el punto de que esperaba objeciones, pero nadie se las hizo, al menos hasta el momento en que sus amigos se lo llevaron. Al día siguiente aseguró que se trataba de una broma y que estaba harto de pertenecer a una iglesia llena de franchutes esclavistas. Esto ocurría en Saint Louis. Calvin Burden compró una casa en aquella ciudad y, un año después, fue padre. Entonces dijo que, un año antes, había renegado de la Iglesia católica por la salvación del alma de su hijo. Apenas había nacido el niño cuando su padre emprendió la tarea de inculcarle la religión de sus antepasados de Nueva Inglaterra. No había templo unitario en la ciudad y Burden no podia leer la Biblia en inglés. Pero, en California, los sacerdotes le habían enseñado a leer español y, en cuanto el niño aprendió a andar, Burden (ahora pronunciaba Burden, porque ignoraba la ortografía de la palabra y los sacerdotes le habían enseñado a escribirla, a duras penas, con una mano más hecha para manejar un aparejo, una culata de fusil o un cuchillo, que una pluma), Burden comenzó a leer al niño, en español, páginas del libro que había traído consigo de California. Y durante el curso de misticismo, interpolaba en las bellas sonoridades extrañas unas austeras disertaciones improvisadas, compuestas en parte con la lógica terrible y helada que le había enseñado su padre en el transcurso de los interminables domingos de Nueva Inglaterra, y en parte con las llamas infernales inmediatas y con tangibles lluvias de azufre que causarían envidia a cualquier pastor metodista que fuese predicando a través de los campos. Estaban los dos solos en la habitación: el hombre de tipo nórdico, alto y enjuto, y el niño moreno y vivaz que había heredado de su madre la forma y el color. Parecían pertenecer a dos razas diferentes. El niño tenía cinco años cuando Burden mató a un hombre en el transcurso de una discusión sobre la esclavitud. Tuvo que huir de allí, llevándose a su familia. Tuvo que abandonar Saint Louis. Se dirigió hacia el Oeste, «para alejarse de los demócratas», según decía. El pueblo en donde se detuvo estaba formado por una tienda, una herrería, una iglesia y dos tabernas. Burden pasaba en ellas la mayor parte de su tiempo, hablando de política con su voz ronca y sonora, maldiciendo a la esclavitud y a los esclavistas. Su fama le había seguido. Se sabía que llevaba una pistola y se aceptaban sus opiniones. O, por lo menos, no eran comentadas. A veces, sobre todo los sábados por la noche, volvía a casa repleto aún de whisky puro y del sonido de sus propias palabras. Entonces, con su mano ruda, despertaba a su hijo (la madre ya había muerto por aquella época, y tenía tres hijas, todas ellas con los ojos azules). «Hay dos cosas que te enseñaré a odiar —decía—, si no quieres que te sacuda la badana. Y esas dos cosas son el infierno y los esclavistas. Me entiendes?» Y el niño decía:

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tr. Enrique Sordo —Sí, le entiendo por fuerza. Vaya a acostarse y déjeme dormir.

“Yes,” the boy would say. “I can’t help but hear you. Get on to bed and let me sleep.” He was no proselyter, m i s s i o n a r y. S a v e f o r a n o c c a s i o n a l minor episode with pistols, none o f w h i c h r e s u l t e d f a t a l l y, h e confined himself to his own blood. “Let them all go to their own benighted hell,” he said to his children. “But I’ll beat the loving God into the four of you as long as I can raise my arm.” That would be on Sunday, each S u n d a y when, washed and clean, the children in calico or denim, the father in his broadcloth frockcoat bulging over the pistol in his hip pocket, and the collarless plaited shirt which the oldest girl laundered each Saturday as well as the dead mother ever had, they gathered in the clean crude parlor while Burden read from the once gilt and blazoned book in that language which none of them understood. He continued to do that up to the time when his son ran away from home. The son’s name was Nathaniel. He ran away at fourteen and did not return for sixteen years, though they heard from him twice in that time by wordof-mouth messenger. The first time was from Colorado, the second time from Old Mexico. He did not say what he was doing in either place. “He was all right when I left him,” the messenger said. This was the second messenger; it was in 1863, and the messenger was eating breakfast in the kitchen, bolting h i s f o o d w i t h d e c o r o u s c e l e r i t y. T h e three girls, the two oldest almost grown now, were serving him, standing with arrested dishes and softly open mouths in their full, coarse, clean dresses, about the crude table, the father sitting opposite the messenger across the table, his head propped on his single hand. The other arm he had lost two years ago while a member of a troop of partisan guerilla horse in the Kansas fighting, and his head and beard were grizzled now. But he was still vigorous, and his frockcoat still bulged behind over the b u t t of the heavy pistol. “He got into a little trouble,” the messenger said. “But he was still all right the last I heard.”

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No era un misionero. Ni hacía proselitismo. Salvo algunos incidentes, acompañados de tiros de pistola, ninguno de los cuales fue mortal, limitaba sus actividades a la familia propia. —D e j a d q u e t o d o s s e v a y a n a las tinieblas —les decía a sus hijos—. En cuanto a mí, mientras me queden fuerzas para levantar el brazo, os inculcaré a garrotazos el amor de Dios. A los cuatro. Esto lo decía el domingo, todos los domingos. Aquel día, los niños, lavados y limpios, iban vestidos de lienzo o de algodón. El padre llevaba su levita de grueso paño, levantada por detrás por la culata de la pistola, y una camisa blanca, llena de pliegues y sin cuello, que su hija mayor le planchaba cada domingo tan cuidadosamente como antes lo hacia su difunta madre. Se reunían todos en el salón austero y limpio, y Burden leía entonces unas páginas del libro, antaño blasonado y dorado, en un lenguaje que ninguno de ellos comprendía. Lo siguió haciendo hasta el día en que su hijo se escapó. Su hijo se llamaba Nathaniel. Se escapó a los catorce años y estuvo dieciséis sin volver a casa. Dos veces tuvieron noticias de él por boca de un mensajero. La primera vez, las noticias vinieron de Colorado, la segunda vez de México. No les decía nada de lo que hacía en aquellos lugares. «Estaba muy bien cuando yo le dejé», dijo el mensajero. Era el segundo mensajero. Era el año 1863 y el mensajero desayunaba en la cocina, atracándose con una rapidez llena de decoro. Junto a la mesa rústica, las tres hijas (las dos primeras eran ya mayores) le servían, de pie, con los platos en la mano y la boca ligeramente entreabierta. Llevaban unas batas blancas, toscas y limpias. El padre estaba sentado en frente del mensajero, al otro lado de la mesa, con la frente apoyada en su única mano. Había perdido la otra dos años antes, en los combates de Kansas, cuando formaba parte de un escuadrón de las guerrillas. Su barba y sus cabellos estaban grises ahora. Pero todavía era vigoroso, y la culata de su pistola seguía levantando por detrás los faldones de su levita. —Ha tenido pequeños problemas —dijo el mensajero—. Pero se encontraba bien según las últimas noticias.

60 “Trouble?” the father said.

—¿Problemas? —dijo el padre.

“He killed a Mexican that claimed —Mató a un mexicano que le acusaba de h e s t o l e h i s h o r s e . Yo u k n o w h o w haberle robado su caballo. Ya sabe cómo trat h e m S p a n i s h a r e a b o u t w h i t e m e n , 65 tan esos españoles a los blancos, aunque no even when they don’t kill Mexicans.” maten a ningún mexicano. The messenger drank some coffee. El mensajero bebió un sorbo de café. “But I reckon they have to be kind of —Aunque supongo que necesitan un strict, with the country filling up poco de severidad, en un país que se está w i t h t e n d e r f e e t a n d a l l . — T h a n k 70 llenando de mocosos sin experiencia. Le y o u k i n d l y, ” h e s a i d , a s t h e o l d e s t quedo muy agradecido —dijo el mensajero 163

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easterner an inhabitant of an eastern area (Costa Este); especially of the U.S., a dude, tío, tipo.

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a la mayor de las muchachas, que le echaba girl slid a fresh stack of corn en el plato una nueva pila de tortas de maíz— cakes onto his plate; “yessum, I . ¡Oh, no se moleste, el azúcar está aquí! Por can reach the sweetening fine.— otra parte, la gente aseguraba que el caballo Folks claim it wasn’t the M e x i c a n ’ s h o r s e n o w a y s . C l a i m 5 no pertenecía al mexicano. Decían que el mexicano no había tenido nunca un caballo. the Mexican never owned no Pero imagino que los españoles tienen que horse. But I reckon even them mostrarse un poco severos con todos esos Spanish have got to be strict, with tipos del Este, que ya le están dando al Oesthese Easterners already giving t h e We s t s u c h a b a d n a m e . ” 10 te una mala reputación. El padre gruñó. The father grunted. “I’ll be —Ya lo sabía yo. Y sabía yo que, si hay bound. If there was trouble jaleos por esos lugares, él estaría siempre en there, I’ll be bound he was in it. Y o u t e l l h i m , ” h e s a i d v i o l e n t l y , 15 medio de ellos. Dígale usted —añadió violentamente— que, si deja que esos malditos “if he lets them yellowbellied curas cobardes le embauquen, le mataré yo priests bamboozle him, I’ll shoot mismo, de igual manera que mataría a un him myself quick as I would a rebelde. Reb.” 20 —Dígale usted que venga —dijo la “ Yo u t e l l h i m t o c o m e o n b a c k hija mayor—. Eso es lo que tiene que h o m e , ” t h e o l d e s t g i r l s a i d . “ T h a t ’s decirle. what you tell him.” —Sin duda —dijo el mensajero—. Cla“ Ye s s u m , ” t h e m e s s e n g e r s a i d . 25 ro que se lo diré. Ahora voy al Este, a India“I’ll shore tell him. I’m going east na, por algún tiempo. Pero le veré en cuanto to Indianny for a spell. But I’ll see regrese. Pueden estar tranquilos, se lo diré. him soon as I get back. I’ll shore No se me olvidará. También me encargó que tell him. Oh, yes; I nigh forgot. He s a i d t o t e l l y o u t h e w o m a n a n d k i d 30 les dijera que la mujer y el pequeño están muy bien. was fine.” —¿La mujer y el pequeño de quién? — dijo el padre.

“Whose woman and kid?” the father said. 35

—Suyos —dijo el mensajero—. Le repito mi agradecimiento por sus bondades. Buenos días a todos.

“His,” the messenger said. “I thank you kindly again. And good-bye all.” They heard from the son a third time before they saw him again. They heard him shouting one day out in front of the house, though still some distance away. It was in 1866. The family had moved again, a hundred miles further west, and it had taken the son two months to find them, riding back and forth across Kansas and Missouri in a buckboard with two leather sacks of gold dust and minted coins and crude jewels thrown under the seat like a pair of old shoes, before he found the sod cabin and drove up to it, shouting. Sitting in a chair before the cabin door was a man. “ T h e r e ’s f a t h e r , ” N a t h a n i e l s a i d t o the woman on the buckboard seat beside him. “See?” Though the father was only in his late fifties, his sight had begun to fail. He did not d i s t i n g u i s h h i s s o n ’s f a c e u n t i l t h e buckboard had stopped and the sisters had billowed shrieking through the door. Then Calvin rose; he g a v e a l o n g , b o o m i n g s h o u t. “ We l l , ” N a t h a n i e l s a i d ; “ h e r e we are.”

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Tuvieron noticias del hijo una tercera vez, antes de que volvieran a verle. Y un día oyeron que, a alguna distancia de la casa, alguien llamaba a voces. Era en 1866. La familia se había trasladado de nuevo, cien millas más hacia el Oeste, y el hijo tardó dos meses en encontrarles. Había recorrido en todos los sentidos el río Kansas y el estado de Missouri, en una carreta en la que llevaba, metidas bajo el pescante como un par de botas viejas, unas bolsas de cuero llenas de polvo de oro, de monedas y de toscas joyas. Al fin acabó encontrando la cabaña de adobe. Y se acercó a ella dando gritos. Un hombre estaba sentado en una silla delante de la puerta. —Ese es mi padre —dijo Nathaniel a la mujer que iba sentada junto a él en el pescante—. ¿Le ves? Aunque el padre no había cumplido aún los sesenta años, su vista comenzaba a flaquear. No reconoció el rostro de su hijo hasta que la carreta se detuvo y las muchachas se precipitaron hacia ella como un torbellino. Entonces, Calvin se levantó y, con todas sus fuerzas, lanzó un grito. —Bueno, ya estamos aquí —dijo Nathaniel.

Calvin was not speaking sentences Calvin no articuló ninguna frase. at all. He was just yelling, cursing. S e l i m i t ó a g r i t a r, a m a l d e c i r, a r u g i r. “I’m going to frail the tar out of you!” 70 « ¡ Te v o y a s a c u d i r e l p o l v o ! ¡ C h i c a s ! h e r o a r e d . “ G i r l s ! Va n g i e ! B e c k ! ¡ Va n g i e , B e c k , S a r a h ! » P e r o l a s c h i 164

Faulkner’s Light Sarah!” The sisters had already emerged. They seemed to boil through the door in their full skirts like balloons on a torrent, with shrill cries, above which the father ’s voice boomed and roared. His coat—the frockcoat of Sunday or the wealthy or the retired— was open now and he was tugging at something near his waist with the same gesture and attitude with which he might be drawing the pistol. But he was merely dragging from about his waist with his single hand a leather strap, and flourishing it he now thrust and shoved through the shrill and birdlike hovering of the women. “I’ll learn you yet!” he roared. “I’ll learn you to run away!” The strap fell twice across Nathaniel’s shoulders. It fell twice before the two men locked.

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c a s y a e s t a b a n a l l í . C o n s u s l a rg a s f a l das, salieron por la puerta como globos sobre un torrente, lanzando unos agudos gritos que eran dominados por la voz tonante, rugiente de su padre. El padre llevaba desabrochada la ropa —la levita de los domingos, una levita de rico o de jubilado— y buscaba algo en su cintura, con el gesto del q u e b u s c a u n r e v ó l v e r. P e r o s e l i m i t ó a soltar su cinturón de piel y a esgrimirlo, precipitándose en medio de las tres mujeres que brincaban como páj a r o s y l a n z a b a n a g u d o s g r i t o s . « ¡ Ya t e e n s e ñ a r é y o ! — r u g í a — . ¡ Ya t e e n señaré yo a escaparte de casa!» La correa se abatió por dos veces sobre los hombros de Nathaniel. Cayó dos veces antes de que los dos hombres se abrazaran.

En cierto sentido, era como un juego; una It was in play, in a sense: a kind of especie de juego mortal, mitad en serio, mideadly play and smiling seriousness: tad en broma, el juego entre dos leones, que the play of two lions that might or might not leave marks. They locked, the 25 lo mismo habría podido dejar marcas que no dejarlas. Estaban allí, de pie, cara contra strap arrested: face to face and breast cara, pecho contra pecho: el viejo entrecano, to breast they stood: the old man with con su rostro demacrado y sus ojos claros h i s g a u n t, g r i z z l e d f a c e a n d h i s p a l e de Nueva Inglaterra, diferente de todos los New England eyes, and the young one who bore no resemblance to him at all, 30 aspectos del muchacho de nariz aguileña y de dientes blancos que su sonrisa descubría. with his beaked nose and his white —Basta ya —dijo Nathaniel—. ¿No ve teeth smiling. “Stop it,” Nathaniel said. usted que nos están mirando desde ahí, des“Don’ t you see who’s watching yonder de la carreta? in the buckboard?” 35 Ninguno de ellos había mirado aún a They had none of them looked at the la carrera. En el pescante estaban sentabuckboard until now. Sitting on the seat dos una mujer y un muchacho de unos was a woman and a boy of about twelve. doce años. El padre echó una ojeada a la The father looked once at the woman; he did not even need to see the boy. He 40 mujer. Ni siquiera necesitó mirar al niño. Se limitó a mirar a la mujer, y su mandíjust looked at the woman, his jaw bula cayó como si hubiese visto un especslacked as if he had seen a ghost. tro. «Evangelina», dijo. Se parecía tanto “Evangeline!” he said. She looked a su difunta mujer que podrían haber paenough like his dead wife to have been h e r s i s t e r. T h e b o y w h o c o u l d h a r d l y 45 sado por hermanas. El muchacho, que probablemente, apenas recordaba a su remember his mother at all, had taken madre, había elegido a una mujer que era for wife a woman who looked almost casi exactamente como ella. exactly like her. —Es Juana —dijo—. Y el que está con “ T h a t ’s J u a n a , ” h e s a i d . “ T h a t ’s 50 ella es Calvin. Hemos venido aquí para caCalvin with her. We come home to get sarnos. married.” After supper that night, with the woman and child in bed, Nathaniel told them. They sat about the lamp: the f a t h e r, t h e s i s t e r s , t h e r e t u r n e d s o n . There were no—ministers out there where he had been, he explained; just priests and Catholics. “So when we found that the chico was on the way, she begun to talk about a priest. But I wasn’t going to have any Burden born a heathen. So I begun to look around, to humor her. But first one thing and then another come up and I couldn’t get away to meet a minister; and then the boy came and so it wasn’t any rush anymore. But she kept on worrying, about priests and such, and so in a couple of years I heard how there was 165

Aquella noche, después de cenar, cuan55 do la mujer y el niño se acostaron, Nathaniel se lo contó todo. Estaban sentados alrededor de la lámpara: el padre, las hijas, el hijo recobrado. Por donde ellos vivían no había ningún pastor —explicó el hijo—, sólo cu60 ras católicos. —Así que, cuando ella se dio cuenta de que había un chico en camino, comenzó a hablar del pastor. De que yo no iba a permitir que un Burden naciese como un pa65 gano. Entonces, para tranquilizarla, decidí ir en busca de un pastor. Pero, entre una cosa y otra, lo cierto es que no pude ir en busca de un pastor, y el chico nació, y ya no había necesidad de apresurarse. Pero ella 70 continuó atormentándose, hablando de pastores y de todo eso, hasta que, al cabo de

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dos años, me enteré de que un pastor blanto be a white minister in Santa Fe on a co tenía que venir un día a Santa Fe. Liac e r t a i n d a y. S o w e p a c k e d u p a n d mos el petate y nos largamos, y llegamos a started out and got to Santa Fe just in tiempo para ver el polvo que dejaba atrás time to see the dust of the stage that was carrying the minister on away. So 5 la diligencia que se llevaba al pastor. Entonces, nos quedamos allí, esperando, y, al we waited there and in a couple more cabo de dos años, se nos presentó en Texas years we had another chance, in Texas. una nueva ocasión. Sólo que, esta vez, yo Only this time I got kind of mixed up estaba demasiado ocupado con unos guarwith helping some Rangers that were cleaning up some kind of a mess where 10 dias forestales que tenían que aclarar algo sobre un policía que había sido atacado en some folks had a deputy treed in a una sala de baile. Luego, cuando aquello dance hall. So when that was over we se arregló, decidimos venir a casarnos aquí. just decided to come on home and get Y aquí estamos. married right. And here we are.” 15 The father sat, gaunt , grizzled, and El padre estaba sentado debajo de la lámaustere, beneath the lamp. He had been para, enjuto, entrecano, austero. Había esculistening, but his expression was chado, pero con aire ausente, con una espebrooding, with a kind of violently cie de expresión ensimismada y somnolienta; s l u m b e r i n g c o n t e m p l a t i v e n e s s a n d 20 con una especie de asombro indignado. bewildered outrage. “Another damn —Otro maldito Burden de pelo negro — black Burden,” he said. “Folks will dijo—. La gente creyó que yo había encubierto a think I bred to a damn slaver. And now una sudista, ¡y ahora es él quien me trae una! El hijo escuchaba tranquilamente, sin inhe’s got to breed to one, too.” The son listened quietly, not even attempting to 25 tentar siquiera explicarle a su padre que su mujer no era una sudista, sino una española. tell his father that the woman was —Es el diablo quien trae todos esos aborSpanish and not Rebel. “Damn, tos morenos. Es el peso de la cólera de Dios lowbuilt black folks: low built because lo que les impide crecer y si son morenos es of the weight of the wrath of God, black because of the sin of human bondage 30 porque el pecado de la esclavitud humana les mancha la carne y la sangre. staining their blood and flesh.” His Su mirada era vaga, fanática, convencida. gaze was vague, fanatical, and —Pero ahora, los negros son tan libres convinced. “But we done freed them como los blancos. Todos van a perder su n o w, b o t h b l a c k a n d w h i t e a l i k e . They’ll bleach out now. In a hundred 35 color y, dentro de cien años, cuando todos se hayan vuelto blancos, tal vez les dejemos years they will be white folks again. entrar en América. Then maybe we’ll let them come back into America.” He mused, smoldering, El hombre se quedó pensando, absorto, inmóvil. immobile. “By God,” he said suddenly, —Dios sea loado —dijo de pronto—; “he’s got a man’s build, anyway, for all 40 pero está construido como un hombre, a pehis black look. By God, he’s going to sar de ser moreno. Dios sea loado, será tan be as big a man as his grandpappy; not grande como su abuelo; no un aborto como a runt like his pa. For all his black dam su padre. Aunque su madre sea morena y él and his black look, he will.” también sea moreno. 45 She told Christmas this while La señorita Burden le contó todo esto a they sat on the cot in the darkening Christmas. Sentados ambos sobre la cama, cabin. They had not moved for over en la cabaña cada vez más oscura. Hacía casi a n h o u r. H e c o u l d n o t s e e h e r f a c e una hora que no se movían. Christmas ya no a t a l l n o w ; h e s e e m e d t o s w i n g 50 podía ver el rostro de la mujer. Apenas esf a i n t l y, a s t h o u g h i n a d r i f t i n g b o a t , cuchaba y le parecía que la voz le mecía upon the sound of her voice as upon dulcemente, como un navío a la deriva. Le some immeasurable and drowsing parecía balancearse sobre aquella paz peace evocative of nothing of any adormecedora e infinita que sugería la idea m o m e n t , s c a r c e l i s t e n i n g . “ H i s n a m e 55 de nada, de ningún momento. «El chico se w a s C a l v i n , l i k e g r a n d p a ’s , a n d h e llamaba Calvin como su abuelo y era tan alto was as big as grandpa, even if he was como su abuelo, pero moreno como la famid a r k l i k e f a t h e r ’s m o t h e r ’s p e o p l e lia materna de su madre y como su padre. a n d l i k e h i s m o t h e r. S h e w a s n o t m y Pero su madre no era mi madre. Calvin y yo m o t h e r : h e w a s j u s t m y h a l f b r o t h e r . 60 no éramos más que hermanastros. Mi abueGrandpa was the last of ten, and lo fue el último de diez hermanos, mi padre father was the last of two, and el último de dos y Calvin el último de toCalvin was the last of all.” He had dos.» Calvin apenas había cumplido los veinjust turned twenty when he was te años cuando fue muerto en la ciudad, a k i l l e d i n t h e t o w n t w o m i l e s a w a y b y 65 dos millas de su casa, por un soldado confean exslaveholder and Confederate derado, un antiguo propietario de esclavos soldier named Sartoris, over a llamado Sartoris, durante una discusión soquestion of negro voting. bre el asunto del voto de los negros. S h e t o l d C h r i s t m a s a b o u t t h e 70 La señorita Burden le habló a graves—the b r o t h e r ’s , the Christmas de las tumbas —las tumbas de 166

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su hermano, de su abuelo, de su padre y g r a n d f a t h e r ’s , t h e f a t h e r ’s a n d h i s t w o de las dos mujeres—, que se hallaban sowives—on a cedar knoll in the pasture bre una colina cubierta de cedros, en la a half mile from the house; listening pradera, a seiscientos metros de la casa. Y quietly, Christmas thought. ‘Ah. She’ll take me to see them. I will have to go.’ 5 Christmas, mientras escuchaba apaciblemente, pensaba: «Ah, me llevará a verlas! But she did not. She never mentioned Tendré que ir.» Pero se equivocaba. La the graves to him again after that night mujer sólo le habló de las tumbas aquel when she told him where they were and día, cuando le dijo en dónde estaban y que that he could go and see them for h i m s e l f i f h e w i s h e d . “ Yo u p r o b a b l y 10 podía ir a verlas si quería. —Además —dijo ella—, probablec a n ’ t f i n d t h e m , a n y w a y, ” s h e s a i d . mente no podrá encontrarlas, porque, “Because when they brought el día en que nos trajeron al abuelo y grandfather and Calvin home that a Calvin, mi padre esperó a la noche evening, father waited until after dark a n d b u r i e d t h e m a n d h i d t h e g r a v e s , 15 p a r a e n t e r r a r l e s y l u e g o e s c o n d i ó l a s tumbas, niveló el terreno y lo cubrió levelled the mounds and put brush and todo con ramas y hojarasca. things over them.” —¿Las escondió? —dijo Christmas.

“Hid them?” Christmas said. 20

sensible se refiere a cuerdo, razonable, acertado [gusto, idea, plan], sensato, módico [precio], prudente, lógico, consciente, práctico / cómodo [ropa, calzado], mientras que el español sensible traduce sensitive, feeling, sentient, regrettable, noticeable / marked, sizable, deplorable, tender, sore [adolorido]. Sensibility es sensibilidad, en el sentido de habilidad de sentir, receptividad, en el mundo personal, y además precisión, en el mundo mecánico; el plural sensibilities se usa para susceptibilidad, sentimientos delicados, delicadeza; a su vez, sensibilidad traduce sensitivity, como percepción por los sentidos, radio, TV, foto.

There was nothing soft, feminine, mournful and retrospective in her voice. “So they would not find them. Dig them up. Maybe butcher them.” She went o n , h e r v o i c e a l i t t l e impatient, explanatory: “ T h e y h a t e d u s h e r e . We w e r e Ya n k e e s . F o r e i g n e r s . Wo r s e t h a n foreigners: enemies. Carpetbaggers. And it—the Wa r — s t i l l t o o c l o s e f o r e v e n t h e ones that got whipped to be very s e n s i b l e. Stirring up the negroes to murder and rape, they called it. T h r e a t e n i n g w h i t e s u p r e m a c y. S o I suppose that Colonel Sartoris was, a town hero because he killed with two shots from the same pistol an old onearmed man and a boy who had never even cast his first vote. Maybe t h e y w e r e r i g h t . I d o n ’ t k n o w. ”

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La mujer hablaba con una voz en la que no se advertía nada de suave, nada de femenino, nada de doloroso y retrospectivo. —Para que no las encontrasen. Para impedir que los desenterrasen, que los mutilasen quizás. La mujer continuó, con algo de impaciente en el tono. Explicó: —Por aquí nos odiaban. Éramos extranjeros, éramos yanquis. Peores que extranjeros, unos enemigos, gentes del Norte. Y la Guerra Civil era todavía tan reciente que los que fueron vencidos no habían recobrado aún su sentido común. Consideraban que veníamos a incitar a los negros al asesinato y a la violación, y que éramos un peligro para la supremacía de los blancos. Así que yo supongo que el coronel Sartoris fue considerado como un héroe municipal porque había matado de dos tiros a un viejo manco y a un muchacho que aún no tenía la edad de votar. Quizás tenían razón. No lo sé.

“Oh,” Christmas said. “They might —¡Oh! —dijo Christmas—. ¿Habrían sido h a v e d o n e t h a t ? d u g t h e m u p a f t e r t h e y 45 capaces de hacer eso? ¿Desenterrarlos después were already killed, dead? Just when de haberlos matado, cuando ya estaban muerdo men that have different blood in tos? Entonces, ¿cuándo dejarán de odiarse los them stop hating one another?” hombres de razas diferentes? “When do they?” Her voice ceased. S h e w e n t o n : “ I d o n ’ t k n o w. I d o n ’t know whether they would have dug them up or not. I wasn’t alive then. I was not born until fourteen years after Calvin was killed. I don’t know what men might have done then. But father thought they might have. So he hid t h e g r a v e s . A n d t h e n C a l v i n ’s m o t h e r died and he buried her there, with Calvin and grandpa. And so it sort of got to be our burying ground before we knew it. Maybe father hadn’t planned to bury her there. I remember how my mother (father sent for her up to New Hampshire where some of our kin people still live, soon after C a l v i n ’s m o t h e r d i e d . H e w a s a l o n e here, you see. I suppose if it hadn’t been for Calvin and grandpa buried o u t y o n d e r, h e w o u l d h a v e g o n e a w a y ) told me that father started once to 167

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—¿Cuándo? —la mujer se interrumpió, para proseguir luego—: No lo sé. No sé si los habrían desenterrado o no. Yo no había nacido. No nací hasta catorce años después de la muerte de Calvin. No sé lo que los hombres habrían podido hacer entonces. Mi madre lo creía posible. Por eso ocultó las tumbas. Después, la madre de Calvin murió, y él la enterró allá arriba, con Calvin y el abuelo. Así, casi sin darnos cuenta, aquello se convirtió en nuestro cementerio. Quizás mi padre no había pensado nunca en enterrarla en aquel lugar. Recuerdo haber oído contar a mi madre (poco tiempo después de la muerte de la madre de Calvin, mi padre la hizo venir de New Hampshire, donde todavía vivían algunos de nuestros parientes. Se sentía solo aquí, compréndalo usted. Supongo que, si no hubiese sido porque Calvin y el abuelo estaban enterrados aquí, se habría

Faulkner’s Light m o v e a w a y, w h e n C a l v i n ’ s m o t h e r d i e d . B u t s h e d i e d i n t h e s u m m e r, a n d it would have been too hot then to take her back to Mexico, to her people. So he buried her here. Maybe t h a t ’s w h y h e d e c i d e d t o s t a y h e r e . O r maybe it was because he was getting old too then, and all the men who had f o u g h t i n t h e Wa r w e r e g e t t i n g o l d a n d the negroes hadn’t raped or murdered a n y b o d y t o s p e a k o f . A n y w a y, h e buried her here. He had to hide that grave too, because he thought that someone might see it and happen to r e m e m b e r C a l v i n a n d g r a n d f a t h e r. H e couldn’t take the risk, even if it was all over and past and done then. And the next year he wrote to our cousin in New Hampshire. He said, ‘I am fifty years old. I have all she will ever need. Send me a good woman for a w i f e . I d o n ’t c a r e w h o s h e i s , j u s t s o she is a good housekeeper and is at least thirty-five years old.’ He sent t h e r a i l r o a d f a r e i n t h e l e t t e r . Tw o months later my mother got here and t h e y w e r e m a r r i e d t h a t d a y. T h a t w a s quick marrying, for him. The other time it took him over twelve years to get married, that time back in Kansas when he and Calvin and Calvin’s mother finally caught up with g r a n d f a t h e r. T h e y g o t h o m e i n t h e middle of the week, but they waited until Sunday to have the wedding. They had it outdoors, down by the creek, with a barbecued steer and a keg of whiskey and everybody that they could get word to or that heard about it, came. They began to get there Saturday morning, and on Saturday night the preacher came. All t h a t d a y f a t h e r ’s s i s t e r s w o r k e d , m a k i n g C a l v i n ’s m o t h e r a w e d d i n g gown and a veil. They made the gown out of flour sacks and the veil out of some mosquito netting that a saloon keeper had nailed over a picture b e h i n d t h e b a r. T h e y b o r r o w e d i t f r o m him. They even made some kind of a s u i t f o r C a l v i n t o w e a r. H e w a s t w e l v e then, and they wanted him to be the r i n g b e a r e r. H e d i d n ’t w a n t t o . H e found out the night before what they intended to make him do, and the next day (they had intended to have the wedding about six or seven o’clock the next morning) after everybody had got up and eaten breakfast, they had to put off the ceremony until they could find Calvin. At last they found him and made him put on the suit and t h e y h a d t h e w e d d i n g , w i t h C a l v i n ’s mother in the homemade gown and the mosquito veil and father with his hair s l i c k e d w i t h b e a r ’s g r e a s e a n d t h e carved Spanish boots he had brought back from Mexico. Grandfather gave t h e b r i d e a w a y. O n l y h e h a d b e e n going back to the keg of. whiskey every now and then while they were 168

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ido), recuerdo haberle oído contar a mi madre que la madre de Calvin murió en el momento en que mi padre se disponía a irse. Pero ella murió en verano, y habría hecho demasiado calor para llevarla a México, en donde estaba su familia. Por eso la enterró aquí. Quizás fue eso lo que le decidió a quedarse. O quizás fue que se iba haciendo viejo, todos los que habían tomado parte en la guerra se iban haciendo viejos, y los negros no habían violado ni asesinado a nadie importante. Fuera por lo que fuera, el caso es que la enterró aquí. También tuvo que esconder la tumba, porque pensó que alguien podría verla y acordarse de Calvin y del abuelo. No quería correr ese riesgo, aunque todo hubiera pasado ya, aunque todo estaba acabado y más que acabado. Y al año siguiente escribió a nuestro primo el de New Hampshire y le dijo: «Tengo cincuenta años. Envíame una mujer buena para casarme con ella. Tengo todo lo que una mujer pueda necesitar. No me importa quién sea, siempre que tenga menos de cincuenta años y sea una buena ama de casa.» Envió, con la carta, el importe del billete del ferrocarril. Dos meses más tarde, mi madre llegó, y se casaron el mismo día que llegó. Para él, aquél era un matrimonio expeditivo. La otra vez necesitó doce años para casarse; aquella vez de Kansas, cuando él y Calvin y la madre de Calvin fueron a ver al abuelo. Aquella vez llegaron mediada la semana, pero la boda no se celebró hasta el domingo. La hicieron al aire libre, en la orilla del arroyo, con una barbacoa de gamo y un barril de whisky, y acudieron todos los que pudieron avisar o se enteraron de la boda. Empezaron a llegar el sábado por la mañana y el sábado por la noche llegó el pastor. Las hermanas de mi padre trabajaron durante todo aquel día para hacerle un vestido de novia y un velo a la madre de Calvin. El vestido lo hicieron con sacos de harina y el velo con un mosquitero que el dueño de la taberna había puesto sobre un cuadro que tenía detrás del mostrador. También hicieron una especie de traje para Calvin. Calvin tenía doce años entonces y querían que fuese el que llevara el anillo, pero él no quería. La noche anterior se había enterado de lo que querían que hiciera y al día siguiente (habían decidido celebrar la boda a las seis o a las siete de la mañana), después que todo el mundo se levantó y desayunó, hubo que retrasar la ceremonia hasta que Calvin fuese encontrado. Lo encontraron por fin, le hicieron ponerse el traje y la boda se celebró: la madre de Calvin con su vestido hecho en casa y su mosquitero, mi padre con el pelo estirado con grasa de oso y con unas botas españolas de cuero repujado que había traído de México. El que hizo la entrega de la novia fue mi abuelo. Sólo que, mientras los demás buscaban a Calvin, él se había acercado con bastante frecuencia al barril de whis-

Faulkner’s Light hunting for Calvin, and so when his time came to give the bride away he made a speech instead. He got off on Lincoln and slavery and dared any man there to deny that Lincoln and the negro and Moses and the children of Israel were the same, and that the Red Sea was just the blood that had to be spilled in order that the black race might cross into the Promised Land. It took them some time to make him stop so the wedding could go on. After the wedding they stayed about a month. Then one day father and g r a n d f a t h e r w e n t e a s t , t o Wa s h i n g t o n , and got a commission from the government to come down here, to help with the freed negroes. They c a m e t o J e f f e r s o n , a l l e x c e p t f a t h e r ’s s i s t e r s . Tw o o f t h e m g o t m a r r i e d , a n d the youngest one went to live with one of the others, and grandfather and father and Calvin and his mother came here and bought the house. And then what they probably knew all the time was going to happen did happen, and father was alone until my mother came from New Hampshire. They had never even seen one another before, not even a picture. They got married the day she got here and two years later I was born and father named me Joanna a f t e r C a l v i n ’s m o t h e r. I d o n ’ t t h i n k h e even wanted another son at all. I can’t remember him very well. The only time I can remember him as s o m e b o d y, a p e r s o n , w a s w h e n h e t o o k me and showed me Calvin’s and g r a n d p a ’s g r a v e s . I t w a s a b r i g h t d a y, in the spring. I remember. how I didn’t want to go, without even knowing where it was that we were going. I didn’t want to go into the cedars. I don’t know why I didn’t want to. I couldn’t have known what was in there; I was just four then. And even if I had known, that should not have frightened a child. I think it was s o m e t h i n g a b o u t f a t h e r, s o m e t h i n g that came from the cedar grove to me, through him. A some thing that I felt that he had put on the cedar grove, and that when I went into it, the grove would put on me so that I would never b e a b l e t o f o r g e t i t . I d o n ’ t k n o w. B u t he made me go in, and the two of us standing there, and he said, ‘ R e m e m b e r t h i s . Yo u r g r a n d f a t h e r a n d brother are lying there, murdered not by one white man but by the curse which God put on a whole race before your grandfather or your brother or me or you were even thought of. A race doomed and cursed to be forever a n d e v e r a p a r t o f t h e w h i t e r a c e ’s doom and curse for its sins. Remember that. His doom and his c u r s e . F o r e v e r a n d e v e r. M i n e . Yo u r m o t h e r ’s . Yo u r s , e v e n t h o u g h y o u a r e a child. The curse of every white child that ever was born and that ever will 169

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ky y, cuando llegó el momento de entregar a la novia, en lugar de entregarla, pronunció un discurso. Comenzó hablando de Lincoln y de la esclavitud, y desafió a todo el que se atreviera a negar que Lincoln y los negros y Moisés y los hijos de Israel eran una misma cosa o que el Mar Rojo no era la sangre que tuvo que ser derramada para que la raza negra pudiera entrar en la Tierra Prometida. Necesitaron algún tiempo para conseguir que callase y que continuara la ceremonia. Se quedaron allí un mes, después de la boda. Luego, un día, mi padre y mi abuelo fueron al Este, a Washington, y obtuvieron del gobierno un nombramiento para que viniesen aquí en ayuda de los negros emancipados. Y vinieron todos a Jefferson, todos menos las hermanas de mi padre. Dos de ellas se casaron, y la más joven se fue a vivir con una de las otras, y mi abuelo y mi padre y Calvin y la madre de Calvin vinieron aquí y compraron esta casa. Luego sucedió lo que probablemente ya habían previsto ellos, y mi padre se quedó solo hasta el momento en que mi madre llegó de New Hampshire. Nunca se habían visto, ni siquiera en fotografía. Se casaron el día mismo en que ella llegó y, dos años después, vine yo al mundo y mi padre me dio el nombre de Joanna en recuerdo de la madre de Calvin. No creo que quisiera nunca tener otro hijo. No me acuerdo bien de él. Sólo le recuerdo como alguien, como una persona, cuando recuerdo el día en que me llevó a ver las tumbas de Calvin y de mi abuelo. Era un hermoso día de primavera. Recuerdo que yo no quería ir, aunque no sabía a lo que íbamos. No quería ir a la colina de los cedros. Solo tenía cuatro años entonces. No sabía por qué no quería ir. Pero, aunque hubiese sabido a lo que íbamos, no había en ello nada que pudiera asustar a una niña. Creo que tenía miedo de algo que venía de mi padre, de algo que me venía, a través de él, de la colina de tos cedros, de algo que yo sentía que él había puesto en la colina de los cedros y que, cuando yo fuese allí, la colina de los cedros pondría dentro de mí y no podría olvidarlo nunca. No sé. Pero mi padre me obligó a acompañarle, y allí estábamos ya los dos, de pie, cuando él me dijo: «Acuérdate de esto. Tu abuelo y tu hermano descansan aquí, no asesinados por un blanco, sino por la maldición que Dios dejó caer sobre toda una raza mucho antes de que nadie pensara en mi abuelo, ni en tu hermano, ni en mí, ni en ti. Sobre una raza maldita condenada para siempre a ser una parte de la condenación, de la maldición de la raza blanca por sus pecados. Acuérdate de esto. Su condenación y su maldición eternas. La mía. La de tu madre. La tuya, aunque sólo seas una niña. La maldición de todo niño blanco, nacido y por nacer. Nadie puede escapar. Y yo dije. «¿Tampoco yo?» y él dijo: «Tampoco tú. Tú

Faulkner’s Light be born. None can escape it.’ And I said, ‘Not even me?’ And he said, ‘Not even you. Least of all, you.’ I had seen and known negroes since I c o u l d r e m e m b e r. I j u s t l o o k e d a t t h e m as I did at rain, or furniture, or food or sleep. But after that I seemed to see them for the first time not as people, but as a thing, a shadow in which I lived, we lived, all white people, all other people. I thought of all the children coming forever and ever into the world, white, with the black shadow already falling upon them before they drew breath. And I seemed to see the black shadow in the shape of a cross. And it seemed like the white babies were struggling, even before they drew breath, to escape from the shadow that was not only upon them but beneath them too, flung out like their arms were flung out, as if they were nailed to the cross. I saw all the little babies that would ever be in the world, the ones not yet even born—a long line of them with their arms spread, on the black crosses. I couldn’t tell then whether I saw it or dreamed it. But it was terrible to me. I cried at n i g h t . A t l a s t I t o l d f a t h e r, t r i e d t o t e l l him. What I wanted to tell him was that I must escape, get away from u n d e r t h e s h a d o w, o r I w o u l d d i e . ‘ You c a n n o t , ’ h e s a i d . ‘ Yo u m u s t s t r u g g l e , rise. But in order to rise, you must raise the shadow with you. But you can never lift it to your level. I see that n o w, w h i c h I d i d n o t s e e u n t i l I c a m e down here. But escape it you cannot. T h e c u r s e o f t h e b l a c k r a c e i s G o d ’s curse. But the curse of the white race is the black man who will be forever G o d ’s c h o s e n o w n b e c a u s e H e o n c e cursed Him.’ ” Her voice ceased. Across the vague oblong of open door fireflies drifted. At last Christmas said:

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menos que los otros.» Yo había visto, había conocido negros desde que tuve uso de razón. Para mí eran algo así como la lluvia, los muebles, la comida, el sueño. Pero, después de aquello, me parecía que los veía por primera vez, no como personas, sino como una cosa, como una sombra en la que yo vivía, en la que nosotros vivíamos, en la que vivíamos los blancos, todo el mundo. Pensaba en todos los niños que venían al mundo, en los niños blancos, amenazados por aquella sombra negra antes incluso de que hubiesen comenzado a respirar. Y me parecía ver que la sombra negra tomaba la forma de una cruz. Y me parecía ver a los recién nacidos de los blancos luchar, antes incluso de haber podido respirar, luchar para huir de aquella sombra que no sólo estaba sobre ellos, sino también bajo ellos, extendida como sus brazos, como si sus brazos estuvieran clavados en la cruz. Veía a todos los niños de este mundo, incluso a aquellos que no habían nacido todavía, en una larga fila, con los brazos abiertos sobre las cruces negras. Entonces no podía decir si los veía o si los soñaba , p e r o a q u e l l o m e a t e r r o r i zaba. Gritaba por las noches. Acabé por decirlo, por tratar de decírselo a mi padre. Quería decirle que me morir í a s i n o p o d í a e s c a p a r, s a l i r d e d e b a jo de aquella sombra. «Es imposible — d i j o é l — . Ti e n e s q u e l u c h a r, q u e l e vantarte. Pero sólo podrás levantarte si levantas contigo la sombra. Y nunca podrás levantarla hasta tu nivel. Ahora lo veo. Antes de venir aquí no l o h a b í a v i s t o . N o , n o p o d r á s e s c a p a r. La maldición de la raza negra viene de Dios. Pero la maldición de la raza blanca es el negro, que será eternamente el elegido de Dios porque un día l e m a l d i j o . » La señorita Burden dejó de hablar. Por el impreciso rectángulo de la puerta abierta pasaban los cocuyos. Al fin, Christmas dijo:

“There was something I was going — Yo quería preguntarle t o a s k y o u . B u t I g u e s s I k n o w t h e 50 a l g o , p e r o c r e o q u e a h o r a c o answer myself now.” nozco la respuesta. S h e d i d n o t s t i r. H e r v o i c e w a s quiet. “What?”

La señorita Burden no se movió. Su voz era tranquila: 55 —¿Qué? — “Why your father never killed that ¿Por qué su padre no mató a aquel homfellow—what’s his name? Sartoris.” bre? ¿Cómo se llamaba? ¿Sartoris? “Oh,” she said. Then there was —¡Ah! —dijo ella. s i l e n c e a g a i n . A c r o s s t h e d o o r t h e 60 El silencio, de nuevo. Por delante de la f i r e f l i e s d r i f t e d a n d d r i f t e d . “ Yo u puerta pasaban los cocuyos una y otra vez. would have. Wouldn’t you?” —Usted lo habría hecho, ¿verdad? “ Ye s , ” he said, at once, —Sí —dijo Christmas rápidamente—. immediately. Then he knew that she was 65 Lo habría hecho en seguida. looking toward his voice almost as if Se dio cuenta de que ella le miraba, que she could see him. Her voice was miraba hacia donde estaba él, como si pualmost gentle now, it was so quiet, so diera verle. Ahora su voz era casi dulce, still. mansa, reposada: 70 “You don’ t have any idea who your —¿De verdad no sabe nada de sus pa170

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parents were?”

Si la señorita Burden hubiese podido ver su If she could have seen his face she rostro, lo habría visto sombrío, concentrado. would have found it sullen, brooding. —No. Salvo que uno de ellos tenía san“Except that one of them was part 5 gre negra. Ya se lo he dicho. nigger. Like I told you before.” Ella siguió mirándole. Christmas lo adShe was still looking at him; her vertía por su voz. Era una voz sosegada, imvoice told him that. It was quiet, i m p e r s o n a l , i n t e r e s t e d w i t h o u t b e i n g 10 personal, interesada, pero sin curiosidad. —¿Cómo lo sabe? curious. “How do you know that?” Christmas tardó un momento en H e d i d n ’t a n s w e r f o r s o m e t i m e . r e s p o n d e r. L u e g o d i j o : Then he said: “I don’t know it.” —No lo sé. A g a i n h i s v o i c e c e a s e d ; b y i t s 15 Y se calló. Por el sonido, la señorita sound she knew that he was Burden supo que Christmas había vuelto la l o o k i n g a w a y, t o w a r d t h e d o o r. cabeza, que miraba hacia la puerta. Su cara His face was sullen, quite still. estaba triste, inmóvil. Se movió un poco y Then he spoke again, moving; his v o i c e n o w h a d a n o v e r t o n e , 20 comenzó a hablar de nuevo. Su voz tenía ahora una especie de doble tono: sin alegría, pero unmirthful yet quizzical, a t algo burlona, a la vez sarcástica y grave: once humorless and sardonic: —Si no soy negro, he perdido el tiempo “If I’m not, damned if I haven’t estúpidamente. wasted a lot of time.” 25 Ella pareció meditar también, tranquila, S h e i n t u r n s e e m e d t o m u s e n o w, respirando apenas. Sin nada retrospectivo, quiet, scarcebreathing, yet still wit h sin compadecerse así misma. nothing of selfpity or retrospect: —Yo también he pensado a menudo en “I had thought of that. Why father d i d n ’ t s h o o t C o l o n e l S a r t o r i s . I t h i n k 30 ello. ¿Por qué no mató mi padre al coronel Sartoris? Creo que fue porque tenía sangre that it was because of his French francesa. blood.” —¿Sangre francesa? —dijo Christmas— “French blood?” Christmas said. “ D o n ’ t e v e n F r e n c h m e n g e t m a d 35 . ¿Es que los franceses no pierden la cabeza ni siquiera cuando un hombre mata, en un when a man kills his father and his mismo día, a su padre y a su hijo? Apuesto son on the same day? I guess your algo a que su padre era religioso. Quizás se f a t h e r m u s t h a v e g o t r e l i g i o n . Tu r n e d había hecho pastor. p r e a c h e r, m a y b e . ” 40 La señorita Burden no respondió en seShe did not answer for a time. The guida. En alguna parte ladraba un perro, suafireflies drifted; somewhere a dog ve, triste, lejano. b a r k e d , m e l l o w, s a d , f a r a w a y . “ I —También he pensado en eso —dijo thought about that,” she said. “It was a l l o v e r t h e n . T h e k i l l i n g i n u n i f o r m 45 ella—. Para entonces ya se había acabado la matanza de hombres con uniformes y banand with flags, and the killing without deras, y la matanza de hombres sin uniforuniforms and flags. And none of it mes ni banderas. Y todo aquello no había doing or did any good. None of it. And servido de nada. De nada. Y nosotros érawe were foreigners, strangers, that thoug h t , d i f f e r e n t l y f r o m t h e p e o p l e 50 mos extranjeros, gentes de otro país y que no tenían las mismas ideas que las gentes a whose country we had come into cuya tierra habíamos venido a vivir sin que without being asked or wanted. And nadie nos lo pidiese, sin que nadie lo deseahe was French, half of him. Enough ra. Y mi padre era francés. Francés a meF r e n c h t o r e s p e c t a n y b o d y ’s l o v e f o r t h e l a n d w h e r e h e a n d h i s 55 dias, lo bastante francés para respetar la región en donde él y los suyos han nacido, y people were born and to understand para comprender que un hombre siempre está t h a t a m a n w o u l d h a ve to act as the obligado a obrar como se le ha enseñado en land where he was born had trained him su país natal. Creo que fue por eso. to act. I think that was it.” 60

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Chapter 12

Así comenzó el segundo período. Fue In this way the second phase como si Christmas hubiese caído en una albegan. It was as though he had fallen i n t o a s e w e r. A s u p o n a n o t h e r l i f e h e 5 cantarilla. Le parecía contemplar otra vida cuando, al mirar el pasado, recordaba aquelooked back upon that first hard and lla primera rendición, dura, masculina, aquemanlike surrender, that surrender lla rendición dura y terrible como la disgreterrific and hard, like the breaking gación de un esqueleto espiritual cuyas fidown of a spiritual skeleton the very s o u n d o f w h o s e s n a p p i n g f i b e r s 10 bras, al deshacerse, produjesen un sonido casi perceptible por el oído. Y aquello discould be heard almost by the minuía en gran medida la importancia de la physical ear, so that the act of capitulación. Era algo así como cuando un capitulation was anticlimax, as when general, al día siguiente de la última bataa defeated general on the day after t h e l a s t b a t t l e , s h a v e d o v e r n i g h t a n d 15 lla, después de haberse afeitado durante la noche y de haber quitado de sus botas el with his boots cleaned of the mud of barro del combate, entrega su espada a la combat, surrenders his sword to a delegación de los vencedores. committee. The sewer ran only by night. The days were the same as they had ever been. He went to work at half past six in the morning. He would leave the cabin without looking toward the house at all. At six in the evening he returned, again without even looking toward the house. He washed and changed to the white shirt and the dark creased trousers and went to the kitchen and found his supper waiting on the table and he sat and ate it, still without having seen her at all. But he knew that she was in the house and that the coming of dark within the old walls was breaking down something and leaving it corrupt with waiting. He knew how she had spent the day; that her days also were no different from what they had always been, as if in her case too another person had lived them. All day long he would imagine her, going about her housework, sitting for that unvarying period at the scarred desk, or talking, listening, to the negro women who came to the house from both directions up and down the road, following paths which had been years in the wearing and which radiated from the house like wheelspokes. What they talked about t o h e r h e d i d n o t k n o w, t h o u g h h e h a d watched them approaching the house in a manner not exactly secret, yet purposeful, entering usually singly though sometimes in twos and threes, in their aprons and headrags and now a n d t h e n w i t h a m a n ’s c o a t t h r o w n about their shoulders, emerging again and returning down the radiating paths not fast and yet not loitering. They would be brief in his mind, thinking Now she is doing this. Now she is doing that not thinking much about h e r. H e b e l i e v e d t h a t d u r i n g t h e d a y she thought no more about him than he d i d a b o u t h e r, t o o . E v e n w h e n a t n i g h t , in her dark bedroom, she insisted on telling him in tedious detail the trivial matters of her day and insisted on his telling her of his day in turn, it was in the fashion of lovers: that imperious 172

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La alcantarilla sólo corría durante la noche. Los días no habían cambiado. Salía hacia el trabajo a las seis y media de la mañana. Dejaba la cabaña sin mirar siquiera a la casa. A las seis de la tarde regresaba y tampoco miraba a la casa. Se lavaba, se cambiaba de ropa, se ponía su camisa blanca y su pantalón negro bien planchado, iba a la cocina y encontraba su cena, que le aguardaba sobre la mesa. Se sentaba y comía sin haber visto siquiera a la mujer. Pero sabía que estaba allí, en la casa, y que la proximidad de la noche en las viejas paredes destruía algo que se corrompía en la espera. Sabía lo que ella había hecho durante la jornada. Sabía que sus jornadas eran lo que habían sido siempre, como si, también en su caso, las hubiese vivido otra persona. Se la imaginaba durante todo el día, arreglando la casa, sentada durante un lapso de tiempo invariable ante el viejo escritorio descantillado, o bien hablando con las negras, escuchando a las mujeres negras que llegaban a su casa desde todos los puntos por senderos que el tiempo había trazado y que irradiaban de la casa como los radios de una rueda. Christmas no sabía lo que las mujeres negras venían a decirle, aunque las había observado cuando se acercaban a la casa con una actitud que revelaba, si no un secreto, algún propósito determinado. Por lo común entraban solas, aunque a veces lo hacían dos o tres juntas, con sus mandiles y sus pañuelos en la cabeza, a l g u n a s c o n u n a c h a q u e t a de h o m b r e echada sobre los hombros, y luego salían y se marchaban por los senderos radiales, sin prisa, pero sin lentitud tampoco. Christmas no pensaba mucho tiempo en aquellas mujeres, pensando Ahora ella está haciendo esto, ahora está hacienda esto otro sin pensar demasiado en ella misma. Christmas suponía que, durante el día, la mujer no pensaba en él más de lo que él pensaba en ella. Cuando, por las noches, en la habitación a oscuras, la mujer se obstinaba en contarle, con un fastidioso detallismo, hasta los más pequeños acontecimientos de su día, y cuando insistía para que él, a su vez, contase los del suyo, lo hacía a la manera de los amantes: con la imperiosa, la insa-

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and insatiable demand that the trivial ciable exigencia de expresar con palabras los dedetails of both days be put into words, talles más insignificantes de ambos días, sin que without any need to listen to the ni de una parte ni de la otra existiese la menor oblitelling. Then he would finish his gación de escuchar el relato. Después, Christmas s u p p e r a n d g o t o h e r w h e r e s h e w a i t e d . 5 acababa su cena y se reunía con la mujer donde O f t e n h e w o u l d n o t h u r r y. A s t i m e ella le esperaba. Casi nunca se apresuraba. Con el went on and the novelty of the second tiempo, cuando la novedad de aquel segundo pephase began to wear off and become ríodo estuvo saciada hasta llegar a convenirse en habit, he would stand in the kitchen una costumbre, Christmas se solía quedar en la d o o r a n d l o o k o u t a c r o s s t h e d u s k a n d 10 puerta de la cocina, con la mirada perdida más allá see, perhaps with foreboding and del crepúsculo, y veía, quizá como un presagio, premonition, the savage and lonely como un presentimiento, la calle salvaje y solitastreet which he had chosen of his own ria que él había elegido voluntariamente y que will, waiting for him, thinking This is le aguardaba, pensando Mi vida no es esto. Yo n o t m y l i f e . I d o n ’t b e l o n g h e re. 15 no pertenezco a este mundo. At first it shocked him: the abject fury of the New England glacier exposed suddenly to the fire of the New England biblical hell. Perhaps he was aware of the abnegation in it: the imperious and fierce urgency that concealed an actual despair at frustrate and irrevocable years, which she appeared to attempt to compensate each night as if she believed that it would be the last night on earth by damning herself forever to the hell of her forefathers, by living not alone in sin but in filth. She had an avidity for the forbidden wordsymbols; an insatiable appetite for the sound of them on his tongue and on her own. She revealed the terrible and impersonal curiosity of a child about forbidden subjects and objects; that rapt and tireless and detached interest of a surgeon in the physical body and its possibilities. And by day he would see the calm, coldfaced, almost manlike, almost middleaged woman who had lived for twenty years alone, without any feminine fears at all, in a lonely house in a neighborhood populated, when at all, by negroes, who spent a certain portion of each day sitting tranquilly at a desk and writing tranquilly for the eyes of both youth and age the practical advice of a combined priest and banker and trained nurse. During that period (it could not be called a honeymoon) Christmas watched her pass through every avatar of a woman in love. Soon she more than shocked him: she astonished and bewildered him. She surprised and took him unawares with fits of jealous rage. She could have had no such experience at all, and there was neither reason for the scene nor any possible protagonist: he knew that she knew that. It was as if she had invented the whole thing d e l i b e r a t e l y, f o r t h e p u r p o s e o f p l a y i n g i t o u t l i k e a p l a y. Ye t s h e d i d i t w i t h s u c h f u r y, w i t h s u c h convincingness and such conviction, that on the first occasion he thought 173

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Al principio, aquello le extrañó: aquel abyecto furor del glaciar de Nueva Inglaterra que se exponía de pronto a las llamas del infierno bíblico de Nueva Inglaterra. Quizás tenía conciencia de toda la abnegación que ocultaba aquel ardor: aquella prisa imperiosa y feroz, ocultando la desesperación sincera de tantos años irrevocablemente frustrados, que, cada noche, como si fuese su última noche sobre la tierra, se esforzaba en reanudar, condenándose para siempre en el infierno de sus antepasados y viviendo, no sólo en el pecado, sino también en la inmundicia. La señorita Burden buscaba con avidez los símbolos verbales prohibidos y manifestaba un insaciable apetito por oír su sonido en la boca de Christmas o en la suya. Mostraba esa curiosidad terrible e impersonal que siente el niño por todos los temas, por todos los objetos prohibidos; ese interés apasionado, infatigable y generoso que siente el cirujano por el cuerpo y por todas las posibilidades del cuerpo. Y Christmas veía durante el día a aquella mujer cuya juventud ya había quedado atrás, aquella mujer tranquila, casi masculina, que vivía sola desde hacía veinte años, valiente como un hombre, en una casa aislada cuyos alrededores estaban habitados —cuando lo estaban— por negros. La veía pasando una parte de sus días sentada apaciblemente ante su escritorio, redactando apaciblemente, para uso de jóvenes y adultos, sus retahilas de consejos prácticos como si fuese a la vez un sacerdote, un banquero y una enfermera diplomada.

Durante aquel período (que no podría ser 55 llamado una luna de miel), Christmas la vio pasar por todos los avatares de la mujer enamorada. Muy pronto, lo que antes sólo le pareció extraño comenzó a asombrarle, a volverle loco. La mujer se vio presa de sú60 bitas y furiosas crisis de celos. Habría podido ahorrarse aquellas escenas, puesto que no había fundamento para ellas ni protagonista que las motivase. Christmas sabía muy bien que ella lo sabía. Era como si hubiera tra65 mado el asunto con todos sus detalles, intencionadamente, para poder interpretarlo como una comedia. Pero lo interpretaba con tanta furia, con tanta convicción, con tanta fuerza persuasiva que, la primera vez 70 que lo hizo, Christmas creyó que era víctima de una alucinación; y, la tercera vez, pen-

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só que estaba loca. La mujer reveló un insthat she was under a delusion and the tinto para la intriga tan inesperado como third time he thought that she was infalible. Insistió para que tuviesen algún mad. She revealed an unexpected and lugar en donde esconder cartas y papelitos. infallible instinct for intrigue. She i n s i s t e d o n a p l a c e f o r c o n c e a l i n g 5 Fue en una estaca agujereada de una empalizada que rodeaba el establo semiderruido. notes, letters. It was in a hollow Christmas no la vio nunca depositar allí su fence post below the rotting stable. carta y, no obstante, ella insistía para que He never saw her put a note there, yet fuese a mirar cada día. Y, cuando Christmas she insisted on his visiting it daily; w h e n h e d i d s o , t h e l e t t e r w o u l d b e 10 lo hacía, la carta estaba allí. Cuando no lo hacía y le mentía, descubría que había tenthere. When he did not and lied to dido algunas trampas para sorprenderle en her, he would find that she had flagrante delito de mentira. Y entonces coalready set traps to catch him in the menzaba a gritar y a llorar. lie; she cried, wept. 15 A veces, las notas le pedían que esperaSometimes the notes would tell him se hasta cierta hora para acudir a aquella casa not to come until a certain hour, to that en la que, antes que él, hacía años que no house which no white person save entraba ningún blanco y en la que, desde himself had entered in years and in w h i c h f o r t w e n t y y e a r s n o w s h e h a d 20 veinte años atrás, ella dormía sola todas las noches. Durante una semana entera, la sebeen all night alone; for a whole week ñorita Burden le obligó a trepar por la venshe forced him to climb into a window tana cuando iba a verla. Christmas lo hizo. t o c o m e t o h e r. H e w o u l d d o s o a n d A veces tenía que buscarla a oscuras por toda sometimes he would have to seek her about the dark house until he found her, 25 la casa, y acababa encontrándola oculta en un armario, en una habitación vacía, espehidden, in closets, in empty rooms, rando, jadeante, con las pupilas brillando en waiting, panting, her eyes in the dark las tinieblas como los ojos de un gato. A glowing like the eyes of cats. Now and veces le citaba bajo determinados arbustos, then she appointed trysts beneath certain shrubs about the grounds, where 30 en el interior de la finca, y entonces la encontraba allí, desnuda, o con la ropa hecha he would find her naked, or with her jirones, presa de los terribles tormentos de clothing half torn to ribbons upon her, la ninfomanía, y su cuerpo relucía mientras in the wild throes of nymphomania, her hacía lentos gestos, mientras adoptaba posbody gleaming in the slow shifting from one to another of such formally erotic 35 turas eróticas que sólo un Beardsley del siglo de Petronio habría podido dibujar. Enattitudes and gestures as a Beardsley of vuelta en el claroscuro palpitante que ninthe time of Petronius might have guna pared limitaba, la mujer se desencadedrawn. She would be wild then, in the naba entonces, con su suelta cabellera cuclose, breathing halfdark without walls, with her wild hair, each strand of which 40 yos mechones parecían vivir independientewould seem to come alive like octopus mente como los tentáculos de un pulpo, con tentacles, and her wild hands and her sus manos como enloquecidas y su aliento breathing: “Negro! Negro! Negro!” jadeante: ¡Negro! ¡Negro! ¡Negro!» Wi t h i n s i x m o n t h s s h e w a s completely corrupted. It could not be said that he corrupted her. His own life, for all its anonymous promiscuity, had been conventional enough, as a life of healthy and normal sin usually is. The corruption came from a source even more inexplicable to him than to her. In fact, it was as though with the corruption which she seemed to gather from the air itself, she began to corrupt him. He began to be afraid. He could not have said of what. But he began to see himself as from a distance, like a man being sucked down into a bottomless morass. He had not exactly thought that yet. What he was now s e e i n g w a s t h e s t r e e t l o n e l y, s a v a g e , and cool. That was it: cool; he was thinking, saying aloud to himself sometimes, “I better move. I better get away from here.”

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Al cabo de seis meses, la mujer se había pervertido por completo. No se podría decir que fue Christmas el que la pervirtió, porque su propia vida, con sus promiscuidades anónimas, había sido siempre bastante convencional, como lo es, por lo común, toda vida de pecados sanos y normales. En realidad, más bien parecía que era ella la que, con aquella corrupción que parecía tomar del aire, comenzaba a pervertirlo a él. Christmas se sentía un poco asustado, aunque no habría sabido decir por qué. Pero comenzó a verse así mismo, como a cierta distancia, con el aspecto de un hombre atraído hacia un abismo sin fondo. Sin embargo, Christmas todavía no pensaba en eso exactamente. Lo que ahora veía era la calle solitaria, salvaje y fresca. Si, era eso: fresca. Y pensaba, y se decía a veces, en voz alta, así mismo: «Debería irme. Debería irme de aquí.»

But something held him, as the Pero algo le retenía, porque un fatafatalist can always be held: by lista siempre puede ser retenido: por cucuriosity, pessimism, by sheer inertia. 70 riosidad, por pesimismo o por simple inerMeanwhile the affair went on, cia. Mientras tanto su relación conti174

Faulkner’s Light submer ging him more and more by the imperious and overriding fury of those nights. Perhaps he realised that he could not escape. Anyway, he stayed, watching the two creatures that struggled in the one body like two moongleamed shapes struggling drowning in alternate thr oes upon the surface of a black thick pool beneath the last moon. Now it would be that still, cold, contained figure of the first phase who, even though lost and damned, remained somehow impervious and impregnable; then it would be the other, the second one, who in furious denial of that impregnability strove to drown in the black abyss of its own creating that physical purity which had been preserved too long now even to be lost. Now and then they would come to the black surface, locked like sisters; t h e b l a c k w a t e r s w o u l d d r a i n a w a y. Then the world would rush back: the room, the walls, the peaceful myriad sound of in sects from beyond the summer windows where insects had whirred for forty years. She would stare at him then with the wild, despairing face of a stranger; looking at her then he paraphrased himself: “She wants to pray, but she don’t know how to do that either.”

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She had begun to get fat.

nuaba, hundiéndole cada vez más, imperiosa bajo la agotadora furia de las noches. Quizás comprendía que no podía escapar de ello. Y seguía allí, observando a las dos criaturas en lucha dentro de un solo cuerpo, luchando, sumergiéndose por turno bajo la superficie de un agua espesa y negra al resplandor de la última luna. A veces era aquella forma sosegada, fría, reservada, del primer período y que, aunque perdida y condenada, permanecía en cierto modo inaccesible, inexpugnable. Otras veces era la otra forma, la segunda, que, en un furioso deseo de negar ese carácter inexpugnable, se esforzaba en ahogar en el abismo negro de su propia creación aquella pureza física conservada demasiado tiempo para que pudiera desaparecer alguna vez. A veces, entrelazadas como hermanas, las dos formas aparecían en la superficie negra, y las aguas negras se retiraban entonces, y el mundo reaparecía de golpe: la alcoba, las paredes, el apacible susurro de miríadas de insectos detrás de las ventanas de verano en las que, desde hacía cuarenta años, revoloteaban los insectos. En aquellos momentos la mujer le miraba con el rostro enloquecido, desesperado, de una extraña. Y él la miraba entonces, parafraseando: «Ella querría rezar, pero tampoco sabe cómo hacerlo.» La señorita Burden había empezado a engordar.

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import what is implied, sense, importance, meaning, purport, transcendence

The end of this phase was not sharp, not a climax, like the first. It merged into the third phase so gradually that he could not have said where one stopped and the other began: It was s u m m e r b e c o m i n g f a l l , w i t h a l r e a d y, like shadows before a weltering sun, the chill and implacable import of autumn cast ahead upon summer; something of dying summer spurting again like a dying coal, in the fall. This was over a period of two years. He still worked at the planing mill, and in the meantime he had begun to sell a little w h i s k e y, v e r y j u d i c i o u s l y, r e s t r i c t i n g himself to a few discreet customers none of whom knew the others. She did not know this, although he kept his stock hidden on the place and met his clients in the woods beyond the pasture. Very likely she would not have objected. But neither would Mrs. McEachern have objected to the hidden rope; perhaps he did not tell her for the same reason that he did not tell Mrs. McEachern. Thinking of Mrs. McEachern and the rope, and of the waitress whom he had never told where the money came from which he gave to her, and now of his present mistress and t h e w h i s k e y, h e c o u l d a l m o s t b e l i e v e that it was not to make money that he sold the whiskey but because he was doomed to conceal always something from the women who surrounded him. Meanwhile he would see her from a 175

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Aquel período no terminó, como el primero, en una crisis aguda. Se fue transformando en un tercer período, tan gradualmente que no se habría podido decir dónde acababa el uno y comenzaba el otro. Era como el verano en el momento en que el otoño se anuncia, semejante a unas sombras que pasan por delante de un sol que declina, ya con el primer estremecimiento del otoño implacable proyectado sobre el verano agonizante: algo de un estío agonizante que, como una brasa todavía roja, se reavivan en el otoño. Aquello duró dos años. Christmas seguía trabajando en el aserradero y había empezado a vender un poco de whisky, muy comedidamente, limitándose a unos cuantos clientes discretos que no se conocían entre ellos. La señorita Burden lo ignoraba, a pesar de que Christmas escondía su mercancía dentro de la propiedad y de que citaba a los clientes en el bosque, al final de la pradera. Es probable que, si la señorita Burden lo hubiera sabido, no le habría hecho ninguna objeción. Como tampoco se habría opuesto la señora McEachern a la cuerda escondida. Podría ser que Christmas no le hubiese dicho nada por la misma razón que le impidió decírselo a la señora McEachern. Cuando pensaba en la señora McEachern y en la cuerda, en la camarera a la que nunca le había dicho de dónde venía el dinero que le daba, y, ahora, en su amante actual y en el whisky, casi estaba a punto de creer que, si vendía whisky, no lo hacía por ganar dinero, sino porque estaba condenado para siempre a ocultarles algo a las mujeres que vivían jun-

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to a él. Mientras tanto, la veía a veces en distance now and then in the daytime, pleno día, desde lejos, en algún lugar de la about the rear premises, where moved propiedad. Bajo sus ropas limpias y austearticulate beneath the clean, austere ras, sentía moverse, articulada en toda su garments which she wore that rotten richness ready to flow into putrefaction 5 riqueza, aquella podredumbre presta a licuarse al menor toque, como esas cosas que creat a touch, like something growing in a cen en los pantanos. Y ella nunca miraba swamp, not once looking toward the hacia allí, hacia él y hacia la cabaña. Y cuancabin or toward him. And when he do Christmas pensaba en la otra personalithought of that other personality that seemed to exist somewhere in physical 10 dad, en la que parecía existir en alguna parte, sumergida en una total oscuridad física, darkness itself, it seemed to him that tenía la sensación de que lo que veía ahora, what he now saw by daylight was a a plena luz, era el fantasma de una persona phantom of someone whom the night que había sido asesinada por su hermana sister had murdered and which now moved purposeless about the scenes of 15 nocturna y que ahora erraba, desamparada, por los lugares antes apacibles, despojada old peace, robbed even of the power of hasta de la capacidad de lamentarse. lamenting. Of course the first fury of the second phase could not last. At first it had been a torrent; now it was a tide, with a flow and ebb. During its flood she could almost fool them both. It was as if out of her knowledge that it was just a flow that must p r e s e n t l y r e a c t w a s b o r n a w i l d e r f u r y, a fierce denial that could flag itself and him into physical experimentation that transcended imagining, carried them as though by momentum [impulso] alone, bearing them without volition or plan. It was as if she knew somehow that time was short, that autumn was almost upon her, without knowing yet the exact significance of autumn. It seemed to be instinct alone: instinct physical and instinctive denial of the wasted years. Then the tide would ebb. Then they would be stranded as behind a dying mistral, upon a spent and satiate beach, looking at one another like strangers, with hopeless and reproachful (on his part with weary: on hers with despairing) eyes.

Naturalmente, el furor inicial del segun20 do período no podía durar. El torrente del principio se había transformado en marea, con su flujo y su reflujo. Cuando la marea subía, la señorita Burden todavía podía engañarse a sí misma y engañar a Christmas. 25 Era como si, ante el presentimiento de la reacción que se produciría tras el flujo, naciesen un furor más salvaje y una negación feroz que les empujaban a ambos a unas experimentaciones físicas que trascendían de 30 lo imaginable, que les arrastraban por simple dinamismo, que les obligaban a obrar sin objeto ni voluntad. Era como si ella supiese que el tiempo estaba limitado, que la sombra del otoño ya casi caía sobre ella, aunque 35 ella ignorara el sentido exacto de aquel otoño. Era, al parecer, una cuestión de instinto, de instinto físico, una negación instintiva de tantos años perdidos. Luego, la marea bajaba. Entonces tenían los dos el aspecto de 40 haber encallado, después de extinguido el mistral, en una playa agotada, saturada, donde se miraban el uno al otro como extraños, con ojos desalentados, llenos de reproches, los ojos del hombre pesados de fatiga, los 45 ojos de la mujer colmados de desesperación.

But the shadow of autumn was u p o n h e r. S h e b e g a n t o t a l k a b o u t a child, as though instinct had warned her that now was the time when she must either justify or expiate. She talked about it in the ebb periods. At first the beginning of the night was always a flood, as if the hours of light and of separation had damned up enough of the wasting stream to simulate torrent for a moment at least. But after a while the stream became too thin for that: he would go to her now with reluctance, a stranger, already backlooking; a stranger he would leave her after having sat with her in the dark bedroom, talking of s t i l l a t h i r d s t r a n g e r. H e n o t i c e d n o w h o w, a s t h o u g h b y p r e m e d i t a t i o n , t h e y met always in the bedroom, as though they were married. No more did he have to seek her through the house; t h e n i g h t s w h e n h e m u s t s e e k h e r, hidden and panting and naked, about the dark house or among the

Pero la sombra del otoño ya caía sobre ella. Entonces comenzó a hablar de un niño, como si hubiese comprendido por instinto que la hora de la justificación o del castigo había llegado. Hablaba de un niño en los períodos de reflujo. Al principio, la noche siempre empezaba con la marea creciente, como si las horas de luz y de separación hubiesen represado lo bastante las aguas para convertirlas luego en un torrente, al menos por un instante. Pero, muy pronto, el caudal de la corriente fue demasiado escaso para aquella transformación. Y entonces, Christmas sólo se acercaba a ella a regañadientes, como un desconocido, mirando hacia atrás. Y como un desconocido la dejaba, después de haber estado sentado junto a ella, en la alcoba oscura, hablando de un tercer desconocido. Christmas advirtió que, ahora, al parecer por una especie de premeditación, se reunían siempre en la alcoba, como si estuvieran casados. Ya no tenía que buscarla por toda la casa. Las noches en que tenía que buscarla, oculta, jadeante y desnuda, en las tinieblas de la casa

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tr. Enrique Sordo o bajo los arbustos del parque abandonado, estaban ahora tan muertas como la hueca empalizada del establo.

shrubbery of the ruined park were as dead now as the hollow fencepost below the barn. That was all dead: the scenes, the faultlessly played scenes of secret and m o n s t r o u s d e l i g h t a n d o f j e a l o u s y. Though if she had but known it now, she had reason for jealousy. He made trips every week or so, on business, he told her. She did not know that the business took him to Memphis, where he betrayed her with other women, women bought for a price. She did not know it. Perhaps in the phase in which she now was she could not have been convinced, would not have listened to proof, would not have cared. Because she had taken to lying sleepless most of the night, making up the sleep in the afternoons. She was not sick; it was not h e r b o d y. S h e h a d n e v e r b e e n b e t t e r ; her appetite was enormous and she weighed thirty pounds more than she had ever weighed in her life. It was not that that kept her awake. It was something out of the darkness, the earth, the dying summer itself: something threatful and terrible to her because instinct assured her that it would not harm her; that it would overtake and betray her completely, but she would not be harmed: that on the contrary, she would be saved, that life would go on the same and even better, even less terrible. What was terrible was that she did not want to be saved. “I’m not ready to pray yet,” she said a l o u d , q u i e t l y, r i g i d , s o u n d l e s s , h e r eyes wide open, while the moon poured and poured into the window, filling the room with something cold and irrevocable and wild with regret. “Don’ t make me have to pray yet. Dear God, let me be damned a little longer, a little while.” She seemed to see her whole past life, the starved years, like a gray tunnel, at the far and irrevocable end of which, as unfading as a reproach, her naked breast of three short years ago ached as though in a g o n y, v i rg i n and crucified; “Not yet, dear God. Not yet, dear God.”

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Todo aquello había muerto: las escenas, las escenas impecablemente interpretadas, las escenas de misterios, de placeres monstruosos y de celos. No obstante, si la señorita Burden lo hubiese sabido, tendría ahora suficientes motivos para estar celosa. Christmas se ausentaba casi cada semana en viajes de negocios, según decía. La señorita Burden no sabía que esos negocios le llevaban a Memphis y que allí la engañaba con otras mujeres, con mujeres a las que pagaba. Ella no lo sabía. En el período en el que ahora se encontraba quizás no se habría dejado convencer, no habría escuchado las pruebas, quizás Llena de una total indiferencia. Había adquirido la costumbre de estar acostada sin dormir la mayor parte de la noche y sólo cogía el sueño por la tarde. No estaba enferma. No se trataba de su cuerpo. Nunca se había encontrado mejor que ahora. Su apetito era excelente y pesaba quince kilos más de lo que había pesado en su vida. Pero no era eso lo que la mantenía en vela. Era algo que venía de las tinieblas, de la tierra, de la misma agonía del verano; algo amenazador, terrible para ella, porque el instinto le advertía que ese algo no le haría ningún daño, pero que la dominaría, que la traicionada completamente, aunque sin hacerle daño; que, por el contrario, la iba a salvar y que la vida continuaría como antes, incluso mejor que antes, menos terrible. Lo que tenía de terrible era que ella no quería ser salvada. «Todavía no estoy dispuesta a rezar», decía en voz alta, tranquilamente, rígida, inmóvil, con los ojos muy abiertos, mientras la luna fluía, fluía por la ventana y llenaba la alcoba de algo frío, irrevocable, de algo enloquecido de arrepentimientos. «No me obligues a rezar. ¡Oh, Dios mío, deja que siga en pecado más tiempo, un poco más aún!» Toda su vida pasada, sus años hambrientos, le parecían un túnel gris en cuyo final lejano e irrevocable, su pecho, tan inmarcesible como un reproche, su pecho desnudo de tres años atrás —¡tres años tan cortos!—, agonizaba de dolor, virgen y crucificado. «¡Todavía no, Dios mío! ¡Oh, Dios mío, todavía no!»

Así que, cuando Christmas se acercaba S o w h e n h e n o w c a m e t o h e r , 55 a ella, después de las correspondientes muesafter the passive and cold and tras de cariño, pasivas y frías, de simple háseemly transports of sheer habit she bito, la señorita Burden comeazaba a hablar began to speak of a child. She talked de un niño. En un principio habló de él about it impersonally at first, d i s c u s s i n g c h i l d r e n . P e r h a p s i t w a s 60 impersonalmente, habló de los niños en general. Quizás era una simple argucia, una sheer and instinctive feminine simple picardía femenina. De todos modos, cunning and indirection, perhaps Christmas tardó bastante tiempo en advern o t . A n y w a y, i t w a s s o m e t i m e tir, no sin cierto asombro, que la señorita before he discovered with a kind of s h o c k t h a t s h e w a s d i s c u s s i n g i t a s 65 Burden hablaba de ello como de una posibilidad, como de una idea práctica. Christmas a p o s s i b i l i t y, a p r a c t i c a l t h o u g h t . H e respondió en el acto: No. said No at once. —¿Por qué no? —dijo ella. “Why not?” she said. She looked Le miró, insegura. Christmas pensó a t h i m , s p e c u l a t i v e . H e w a s 70 rápidamente, pensando Quiere que me case thinking fast, thinking She wants 177

Faulkner’s Light t o b e m a r r i e d . T h a t ’s i t . S h e w a n t s a c h i l d n o m o re t h a n I d o . ‘ I t ’s j u s t a trick,’ he thought. ‘I should have known it, expected it. I should have cleared out of here a year ago.’ But he was afraid to tell her this, to let the word marriage come between them, come aloud, thinking, ‘She may not have thought of it, and I will just put the notion in her head.’ She was watching him. “Why not?” she said. And then som e t h i n g i n h i m f l a s h e d W h y n o t ? It would mean ease, security, for the rest of your life. You would never have to move again. And you might as well be married to her as this t h i n k i n g , ‘ N o . I f I g i v e i n n o w, I w i l l d e n y a l l t h e t h i r t y years that I have lived to make me what I chose to be.’ He said:

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con ella. Eso es lo que quiere. No quiere tener un hijo, ni yo tampoco lo quiero «No es más que una añagaza —pensó Christmas—, tendría que haberme dado cuenta, que habérmelo esperado. Tendría que haberme largado de aquí hace un año.» Pero no se atrevió a decirlo. Tenía miedo de que la palabra matrimonio, en su forma sonora, viniera entonces a interponerse entre ellos, pensando: «Quizás no se le haya ocurrido y sólo serviría, entonces, para metérselo en la cabeza.» Ella le observaba. —¿Por qué no? —dijo. Entonces, algo cruzó por él como un relámpago ¿Por qué no? Sería la comodidad, la seguridad para toda la vida. No tendría que vagabundear más. Y lo mismo da estar casado que esto pensando: «No, ceder ahora sería renegar de los treinta años que he tardado en hacerme lo que decidí ser.» Dijo:

—De tener un hijo, creo que lo “If we were going to have one, I deberíamos haber tenido hace uno o guess we would have had one two years ago.” 25 d o s a ñ o s . —Entonces no lo queríamos.

“We didn’t want one then.”

—Tampoco lo queremos ahora —dijo “We don’t want one now, either,” he said. 30 Christmas. Esto sucedía en septiembre. Y poco T h a t w a s i n S e p t e m b e r. J u s t a f t e r después de Navidad, ella le dijo que estaChristmas she told him that she was ba encinta. Ni siquiera había acabado de pregnant. Almost before she ceased to speak, he believed that she was lying. 35 contar la historia cuando Christmas supo que mentía. Entonces comprendió que esHe discovered now that he had been peraba aquella revelación desde hacía tres expecting her to tell him that for three años. Así que, en cuanto la miró a la cara, months. But when he looked at her vio que no era verdad. Le pareció que ni face, he knew that she was not. He b e l i e v e d t h a t s h e a l s o k n e w t h a t s h e 40 ella misma lo creía. Pensó: «Ahora vendrá was not. He thought, ‘Here it comes. lo otro. Ahora me dirá: cásate conmigo. She will say it now: marry. But I can at Pero siempre me queda el recurso de larleast get out of the house first.’ garme antes de esta casa.» But she did not. She was sitting quite still on the bed, her hands on her lap, her still New England face (it was still the face of a spinster: prominently boned, long, a little thin, almost manlike: in contrast to it her plump body was more richly and softly animal than ever) lowered. She said, in a tone musing, detached, impersonal: “A full measure. Even to a bastard negro child. I would like to see f a t h e r ’ s a n d C a l v i n ’s f a c e s . T h i s will be a good time for you to run, i f t h a t ’s w h a t y o u w a n t t o d o . ” B u t it was as though she were not listening to her own voice, did not intend for the words to have any actual meaning: that final upflare of stubborn and dying summer upon which autumn, the dawning of halfdeath, had come unawares. ‘It’s o v e r n o w, ’ s h e t h o u g h t q uietly; ‘finished.’ Except the waiting, for one month more to pass, to be sure; she had learned that from the negro women, that you could not always tell 178

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Pero ella no lo dijo. Estaba sentada en el borde de la cama, muy sosegada, con las manos sobre el regazo, inclinando su rostro de Nueva Inglaterra (había conservado su rostro de solterona, largo, huesudo, un poco demacrado y casi masculino, que contrastaba con su cuerpo relleno, más opulentamente, más blandamente animal que nunca). Luego, con tono reflexivo, distante, impersonal, dijo: —Gran decisión. Hasta para un pequeño bastardo negro. Me gustaría ver la cara de mi padre y de Calvin. Ha llegado el momento de que te escapes, si es eso lo que tienes en la cabeza. Pero era como si no escuchase su propia voz, como si no esperase a que las palabras tuviesen un sentido: la última llamarada del estío tardío y agonizante, sobre el cual había caído de improviso el otoño, la aurora de la media muerte. «Ahora ya se ha acabado todo», pensó tranquilamente. «Todo ha terminado.» To d o , s a l v o l a e s p e r a , u n m e s a ú n , para estar segura. Las mujeres negras le habían enseñado eso, que no se pod í a s a b e r a n t e s d e d o s m e s e s . Te n d r í a

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que esperar otro mes, estar atenta al until after two months. She would have calendario. Hizo una cruz en el calento wait another month, watching the dario para estar segura, para evitar c a l e n d a r. S h e m a d e a m a r k o n t h e c u a l q u i e r e r r o r. P o r l a v e n t a n a d e l a calendar to be sure, so there would be n o m i s t a k e ; t h r o u g h t h e b e d r o o m 5 alcoba vio cómo transcurría el mes. Las primeras escarchas habían caído window she watched that month ya y las hojas comenzaban a amariaccomplish. A frost had come, and l l e a r. E l d í a m a r c a d o e n e l c a l e n d a r i o some of the leaves were beginning to llegó y pasó. La señorita Burden se turn. The marked day on the calendar c a m e a n d p a s s e d ; s h e g a v e h e r s e l f 10 c o n c e d i ó a s í m i s m a o t r a s e m a n a p a r a estar doblemente segura. Como no era another week, to be doubly sure. She una sorpresa, no sintió ningún gozo. was not elated, since she was not «Estoy encinta», dijo en voz alta, sensurprised. “I am with child,” she said, cillamente. q u i e t l y, a l o u d . 15 «Me marcharé mañana», se dijo ‘I’ll go tomorrow,’ he told himself, Christmas el mismo día. «Me iré el domint h a t s a m e d a y. ‘ I ’ l l g o S u n d a y, ’ h e go —pensó—. Esperaré a cobrar el jornal thought. ‘I’ll wait and get this week’s de la semana y me largaré.» Esperó con imp a y, and then I am gone: He began to l o o k f o r w a r d t o S a t u r d a y, p l a n n i n g 20 paciencia a que llegase el sábado y comenzó a pensar en un lugar a donde ir. No la where he would go. He did not see her vio en toda la semana. Esperaba que ella all that week. He expected her to send fuese en su busca. Cuando entraba en su for him. When he entered or left the cabaña y cuando salía de ella procuraba no cabin he would find himself avoiding l o o k i n g t o w a r d t h e h o u s e , a s h e h a d 25 mirar hacia la casa, como durante la primera semana que siguió a su llegada. Ni during the first week he was there. He siguiera se daba cuenta de ello. De vez en did not see her at all: Now and then he cuando veía a las negras, con sus would see the negro women, in indescriptibles atuendos, indiferentes a los nondescript garments against the a u t u m n c h i l l , c o m i n g o r g o i n g a l o n g 30 primeros días del otoño; las veía ir y venir por las holladas sendas, entrar y salir de the worn [old, in bad repair] paths, la casa. Pero eso era todo. Cuando llegó entering or leaving the house. But that el sábado, no se fue. «Me conviene reunir was all. When Saturday came, he did todo el dinero posible —pensó—. Si a ella not go. ‘Might as well have all the jack I c a n g e t , ’ h e t h o u g h t . ‘ I f s h e a i n ’ t 35 no le corre prisa que me largue, no sé por qué habría de correrme prisa a mí. Espeanxious for me to clear out, no reason raré hasta el sábado próximo.» why I should be. I’ll go next Saturday.’ He stayed on. The weather remained cold, bright and cold. When he went to bed now in his cotton blanket, in the draughty cabin, he would think of the bedroom in the house, with its fire, its ample, quilted, lintpadded covers. He was nearer to selfpity than he had ever been. ‘She might at least send me another blanket,’ he thought. So might he have bought one. But he did not. Neither did she. He waited. He waited what he thought was a long time. Then one evening in February he returned home and found a note from her on his cot. It was brief; it was an order almost, directing him to come to the house that night. He was not surprised. He had never yet known a woman who, without another man available, would not come around in time. And he knew now that tomorrow he would go. ‘This must be what I have been waiting for,’ he thought; ‘I have Just been waiting to be vindicated.’ When he changed his clothes, he shaved also. He prepared himself like a bridegroom, unaware of it. He found the table set for him in the kitchen, as usual; during all the time that he had not seen her, that had never failed. He ate and went upstairs. He did n o t h u r r y . ‘ We g o t a l l n i g h t , ’ h e thought. ‘It’ll be something for her to think about tomorrow night and the 179

Se quedó. El tiempo siguió siendo frío. 40 Luminoso y frío. Ahora, cuando se metía en la cama, bajo su manta de algodón, en la cabaña llena de corrientes de aire, pensaba en la alcoba, en la casa, en su fuego encendido, en sus amplios cubrepiés 45 enfundados y llenos de pespuntes. Nunca había sentido tantas ganas de compadecerse a sí mismo. «Al menos podría enviarme otra manta», pensaba. Habría podido comprar otra él mismo, pero no lo 50 hizo. Ni ella tampoco. Esperó. Esperó lo que a el le pareció mucho tiempo. Después, una noche de febrero, al regresar a la cabaña, encontró una nota de la señorita Burden sobre su camastro. Una nota bre55 ve, casi una orden, en la que le decía que fuese a la casa aquella misma noche. No se sorprendió. Sabía por experiencia que las mujeres, cuando no hay otro hombre, acaban por volver. Y entonces se sintió 60 seguro de que partiría al día siguiente. «Sin duda era eso lo que yo esperaba —pensó— . He esperado mi desquite, así de sencillo.» Se cambió de ropa y se afeitó. Sin darse cuenta, se acicaló como un novio. 65 Encontró su cubierto preparado en la cocina, como de costumbre. Y así había sido cada noche, durante todo el tiempo en que no la vio. Comió y subió al primer piso. Sin apresurarse. «Tenemos toda la noche 70 por delante —pensar—. Podrá reflexionar sobre ello a su gusto mañana por la noche, y

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next one, when she finds that cabin empty. She was sitting before the fire. She did not even turn her head when he entered. “Bring that chair up with you,” she said. 5

woo, 1 court, romance, solicit make amorous advances towards; «John is courting Mary» 2 court seek someone’s favor; «China is wooing Russia» 1 : to sue for the affection of and usually marriage with : court 2 : to solicit or entreat especially with importunity 3 : to seek to gain or bring about

la noche siguiente, cuando vea que la cabaña está vacía.» La señorita Burden estaba sentada cerca del fuego y ni siquiera volvió la cabeza cuando Christmas entró. —Acerque esa silla —dijo.

Así fue como comenzó el tercer período. This was how the third phase began. En un principio, Christmas se sintió más sorIt puzzled him for a while, even more prendido que las otras dos veces. El esperathan the other two. He had expected eagerness, a kind of tacit apology; or 10 ba una cierta ansiedad, una especie de tácita defensa o, a falta de eso, una aquiescencia lacking that, an acquiescence that que sólo esperaba ser solicitada. Pero lo que wanted only to be wooed. He was encontró fue una desconocida que, con la prepared to go that length, even. What sosegada firmeza de un hombre, apartó su he found was a stranger who put aside w i t h t h e c a l m f i r m n e s s o f a m a n h i s 15 mano cuando él, empujado al fin por una especie de desesperación atónita, se decidió hand when at last and in a kind of a tocarla. baffled desperation he went and —Si tienes algo que decirme t o u c h e d h e r. “ C o m e o n , ” h e s a i d , “ i f —dijo él—, vamos. Siempre hay o u h a v e s o m e t h i n g t o t e l l m e . We always talk better afterward. It won’ t 20 b l a m o s m e j o r d e s p u é s . N o t e n g a s miedo, no le haré ningún daño al h u r t t h e k i d , i f t h a t ’s w h a t y o u h a v e niño. been afraid of.” Ella le detuvo con una sola frase. She stayed him with a single word; for the first time he looked at her face: 25 Christmas la vio de frente por primera vez. Vio un rostro frío, distante, fanático. he looked upon a face cold, remote, and —¿Se da usted cuenta de que está fanatic. “Do you realise,” she said, despilfarrando su vida? —dijo ella. “that you are wasting your Y él se quedó allí, sentado, mirándola, life?” And he sat looking at her l i k e a s t o n e , a s i f h e c o u l d n o t 30 como petrificado, como si no pudiese dar crédito a sus oídos. believe his own ears. It took him some time to comprehend what she meant. She did not look at him at all. She sat looking into the fire, her face cold, still, brooding, talking to him as if he were a stranger, while he listened in outraged amazement. She wanted him to take over all her business affairs— the correspondence and the periodical visits—with the negro schools. She had the plan all elaborated. She recited it to him in detail while he listened in mounting rage and amazement. He was to have complete charge, and she would be his secretary, assistant: they would travel to the schools together, visit in the negro homes together; listening, even with his anger, he knew that the plan was mad. And all the while her calm profile in the peaceful firelight was as grave and tranquil as a portrait in a frame. When he left, he remembered that she had not once mentioned the expected child.

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Tardó algún tiempo en comprender lo que ella quería decir. La señorita Burden no le miraba; contemplaba el fuego, y su rostro estaba pensativo, frío. Y le hablaba como a un extraño, y él escuchaba, aturdido e indignado. La señorita Burden quería que se encargase de todos sus asuntos en lo referente a las escuelas negras: la correspondencia y las visitas periódicas. Había elaborado todo el plan. Se lo explicó detalladamente. Christmas, mientras escuchaba, sentía que la rabia ascendía en su interior junto con el asombro. Se encargaría de todo y ella le serviría de secretaria, de ayudante. Irían juntos a inspeccionar las escuelas, a visitar a los negros en sus casas. Y Christmas, al escuchar aquello, comprendió, a pesar de su ira, que el plan era una locura. Entretanto, al apacible resplandor del fuego, la señorita Burden ofrecía un perfil tranquilo, tan grave y quieto como un retrato en su marco. Y cuando Christmas salió, recordó que la mujer no había mencionado ni una sola vez al niño que esperaba.

He did not yet believe that she was Christmas no creía aún que estaba loca. mad. He thought that it was because she Creía que era porque estaba encinta, y creía was pregnant, as he believed that was 60 que, si no se había dejado tocar, era por eso. why she would not let him touch her. Intentó discutir con ella. Pero fue como si He tried to argue with her. But it was discutiera con un árbol. La señorita Burden like trying to argue with a tree: she did ni siquiera se molestó en refutarle. Se liminot even rouse herself to deny, she just tó a escuchar tranquilamente, y luego habló listened quietly and then talked again 65 otra vez, con la misma voz monótona, fría, in that level, cold tone as if he had como si él no hubiera dicho nada. Cuando, never spoken. When he rose at last and por fin, se levantó para irse, Christmas adwent out he did not even know if she virtió que ella ni siquiera se había dado cuenwas aware that he had gone. ta de su desaparición. 70 He saw her but once more within the Durante los dos meses siguientes, 180

Faulkner’s Light next two months. He followed his daily routine, save that he did not approach the house at all now, taking his meals downtown again, as when he had first gone to work at the mill. But then, when he first went to work, he would not need to think of her during the day; he hardly ever thought about her. Now he could not help himself. She was in his mind so constantly that it was a l m o s t a s i f h e w e r e l o o k i n g a t h e r, there in the house, patient, waiting, i n e s c a p a b l e , c r a z y. D u r i n g t h e f i r s t phase it had been as though he were outside a house where snow was on the ground, trying to get into the house; during the second phase he was at the bottom of a pit in the hot wild darkness; now he was in the middle of a plain where there was no house, not even snow, not even wind. He began now to be afraid, whose feeling up to now had been bewilderment and perhaps foreboding a n d f a t a l i t y. H e n o w h a d a p a r t n e r i n his whiskey business: a stranger named Brown who had appeared at the mill one day early in the spring, seeking work. He knew that the man was a fool, but at first he thought, ‘At least he will have sense enough to do what I tell him to do. He won’t have to think himself at all’; it was not until later that he said to himself: ‘I know now that what makes a fool is an inability to take even his own good advice.’ He took Brown because Brown was a stranger and had a certain cheerful and unscrupulous readiness about him, and not overmuch personal courage, knowing that in the hands of a judicious man, a coward within his own limitations can be made fairly useful to anyone except himself. His fear was that Brown might learn about the woman in the house and do something irrevocable out of h i s o w n u n p r e d i c t a b l e f o l l y. H e w a s afraid that the woman, since he had avoided her, might take it into her head to come to the cabin some night. He had not seen her but once since F e b r u a r y. T h a t w a s w h e n h e s o u g h t her to tell her that Brown was coming to live with him in the cabin. It was on Sunday. He called her, and she came out to where he stood on the b a c k p o r c h a n d l i s t e n e d q u i e t l y. “ Yo u didn’t have to do that,” she said. He didn’t understand then what she meant. It was not until later that thinking again flashed, complete, like a p r i n t e d s e n t e n c e : She thinks that I brought him out here to keep her off. She believes that I think that with him there, she won’t dare come down to the cabin; that she will have to let me alone.

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Christmas no la vio más que una vez. Continuó en su misma rutina diaria, salvo que ahora ya no se acercaba a la casa. Comía en la ciudad, como en otro tiempo, como cuando acababa de entrar en el aserradero. Pero en aquella época no se veía obligado a pensar en ella durante el día y apenas lo hacía. Ahora, en cambio, no podía evitarlo. La tenía en la memoria tan constantemente que le parecía verla, esperando allá, en la casa, paciente, inevitable y loca. En el transcurso del primer período, Christmas era como un hombre que, a la intemperie en una tierra cubierta de nieve, se esforzara en entrar en una casa; en el segundo período estaba en el fondo de un abismo, en unas tinieblas ardientes y salvajes; ahora se encontraba en medio de una llanura en la que no había casas, ni siquiera nieve, ni siquiera viento. Empezaba a tener miedo; él, cuyos sentimientos hasta entonces sólo habían sido asombro, presentimiento acaso y fatalidad. Para su negocio de whisky acababa de asociarse con otro, con un forastero llamado Brown que, al encontrarse sin trabajo, se había presentado en el aserradero ya mediada la primavera. Christmas sabía que aquel hombre era un imbécil, pero al principio pensó: «En fin, tendrá que pensar por su cuenta.» Fue más tarde cuando se dijo: «Ahora sé que lo que convierte en imbécil a un hombre es su incapacidad para seguir los buenos consejos que se da a sí mismo.» Se asoció con Brown porque Brown no era de la región, porque era activo, alegre y sin escrúpulos, porque era probable que no pecase por exceso de valor. Pues Christmas sabía que, en manos de un hombre razonable, hasta un cobarde puede, dentro de los límites de sus facultades, prestar a veces unos servicios apreciables para todo el mundo, excepto para él mismo. Sólo tenía un temor: que Brown, al conocer la historia de la mujer de la casa, hiciese algo irreparable, empujado por alguna idea estúpida e inesperada. Tenía miedo de que la mujer, ahora que él la rehuía, se presentase otra vez, alguna tarde, en la cabaña. Desde el mes de febrero, sólo la vio una vez: cuando él fue a decirle que Brown iba a vivir en la cabaña. Era un domingo. Christmas la llamó, y ella salió al porche donde él estaba y le escuchó tranquilamente. «Eso no era necesario», d i j o l a m u j e r. E n a q u e l m o m e n t o , Christmas no comprendió lo que había q u e r i d o d e c i r. F u e b a s t a n t e d e s p u é s cuando, al reflexionar sobre ello, la idea surgió completa dentro de él, como s i e s t u v i e r a i m p r e s a : C re e q u e l e h e traído conmigo para mantenerla alejada. Cree que, con su presencia, espero impedir que baje a la cabaña, obligarla a que me deje en paz.

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De este modo se asentó en su mente la

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convicción, el temor de lo que la mujer puwhat she might do, into his own mind diera hacer, figurándose que él se lo había by believing that he had put it into sugerido. Pensó que, puesto que la mujer hers. He believed that, since she had había tenido aquella idea, la presencia de t h o u g h t t h a t , t h a t B r o w n ’s p r e s e n c e would not only not deter her: it would 5 Brown no sólo no la detendría, sino que, por el contrario, la incitaría a venir a la cabaña. be an incentive for her to come to the Y como, al cabo de un mes, la mujer no hacabin. Because of the fact that for over bía hecho nada, no se había movido, a month now she had done nothing at Christmas llegó a la conclusión de que ahoall, made no move at all, he believed that she might do anything. Now he too 10 ra sería muy capaz de hacer cualquier cosa. Y también él, ahora, permanecía en vela toda lay awake at night. But he was thinking, la noche. Pero pensaba: «Tengo que hacer ‘I have got to do something. There is algo. Hay algo que acabaré haciendo.» something that I am going to do.’

revulsion repugnance, asco, repulsión, distaste noun dislike, horror, disgust, loathing, aversion, displeasure, antipathy, abhorrence, repugnance, odium, disfavour, detestation

So he would trick and avoid Brown in order to reach the cabin first. He expected each time to find her waiting. When he would reach the cabin and find it empty, he would think in a kind of impotent rage of the urgency, the lying and the haste, and of her alone and idle in the house all day, with nothing to do save to decide whether to betray him at once or, torture him a little longer. By ordinary he would not have minded whether Brown knew about their relations or not. He had nothing in his nature of reticence or of chivalry toward women. It was practical, material. He would have been indifferent if all Jefferson knew he was her lover: it was that he wanted no one to begin to speculate on what his private life out there was because of the hidden whiskey which was netting him thirty or forty-dollars a week. That was one reason. Another reason was vanity. He would have died or murdered rather than have anyone, another man, learn what their relations had now become. That not only had she changed her life completely, but that she was trying to change his too and make of him something between a hermit and a missionary to negroes. He believed that if Brown learned the one, he must inevitably learn the other. So he would reach the cabin at last, after the lying and the hurry, and as he put his hand on the door, remembering the haste and thinking that in a moment he would find that it had not been necessary at all and yet to neglect which precaution he dared not, he would hate her with a fierce revulsion of dread and impotent rage. Then one evening he opened the door and found the note on the cot.

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Así que encontraba mil pretextos para despistar a Brown y llegar el primero a la cabaña. Cada vez que lo hacía esperaba encontrar allí a la mujer. Y cuando llegaba a la cabaña y la hallaba vacía, pensaba, con una especie de rabia impotente, en la urgencia, en la mentira, en la prisa y en aquella mujer todo el día ociosa y sola en la casa, sin más preocupación que la de decidir si le iba a traicionar en seguida o si le convenía prolongar la tortura por algún tiempo. En cualquier otra circunstancia, le habría resultado indiferente el que Brown conociese sus relaciones. Christmas no era, por naturaleza, nada hipócrita e ignoraba la caballerosidad para con las damas. Se trataba de una razón práctica, material. No le importaba en absoluto que todo Jefferson supiese que era amante de aquella mujer, pero no quería que comenzasen a hurgar en su vida privada a causa del whisky clandestino, que le proporcionaba de treinta a cuarenta dólares semanales. Esa era una de las razones. La otra era el orgullo. Habría preferido morir asesinado a soportar la idea de que alguien, otro hombre, supiese en lo que se habían convertido aquellas relaciones y que, no sólo había cambiado la mujer, sino que la mujer también trataba de cambiarle a él, de convertirle en algo así como en un ermitaño y en un misionero para negros. Christmas pensaba que, si Brown se enteraba de un lado del asunto, se enteraría también, inevitablemente, del otro. Así que mentía y se apresuraba a llegar a su cabaña y, ante el pensamiento de que en cualquier instante podría darse cuenta de que todo aquello no era necesario (aunque tampoco creyese que debía descuidar aquella precaución), la odiaba en un furioso arranque de rabia asesina e impot e n t e . Y, una tarde, abrió la puerta y encontró la nota sobre el camastro.

He saw it as soon as he entered, Lo advirtió en cuanto entró, cuadralying square and white and profoundly 60 do, blanco, profundamente misterioso soinscrutable against the dark blanket. He bre la manta oscura. Ni siquiera se tomó did even stop to think that he believed el trabajo de pensar que ya sabía lo que he knew what the message would be, era el mensaje, lo que prometía. No exwould promise. He felt no eagerness; perimentaba ninguna prisa. Se sentía alih e f e l t r e l i e f . ‘ I t ’ s o v e r n o w , ’ h e 65 viado. «Se acabó —pensaba, sin coger el thought, not yet taking up the folded papel—. Esto va a volver a ser como anpaper. ‘It will be like it was before now. tes. Sin historias de negros ni de niños. No more talking about niggers and Al fin se ha dado cuenta. Ha comprendibabies. She has come around. She has do que con aquella idea no llegaría a ninworn the other out, seen that she was 70 guna parte. Ha acabado por ver que lo getting nowhere. She sees now that que ella necesita, lo que ella desea, es 182

Faulkner’s Light what she wants, needs, is a man. She wants a man by night; what he does by d a y l i g h t d o e s n o t m a t t e r. H e s h o u l d have realised then the reason why he h a d n o t g o n e a w a y. H e s h o u l d h a v e seen that he was bound just as tightly by that small square of still undivulging paper as though it were a lock and chain. He did not think of that. He saw only himself once again on the ver ge of promise and delight. It would b e q u i e t e r t h o u g h , n o w. T h e y w o u l d both want it so; besides the whiphand which he would now have. ‘All that foolishness,’ he thought, holding the yet unopened paper in his hands; ‘all that damn foolishness. She is still she and I am still I. And now, after all this damn foolishness’; thinking how they would both laugh over it tonight, later, afterward, when the time for quiet talking and quiet laughing came: at the whole thing, at one another, at themselves.

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un hombre. Quiere un hombre por la noche. Y no le importa nada lo que ese hombre haga durante el día.» Christmas habría debido comprender entonces por qué no se había ido. Habría debido ver que aquel trocito de papel todavía cerrado le ataba más fuertemente que lo que podrían atarle unos grilletes y una cadena. Pero estas ideas no se le ocurrieron. Sólo se volvió a ver en la víspera de promesas y de placeres nuevos. Aunque todo sería más sosegado ahora. Lo querrían así los dos. Por lo demás, ahora sería él quien sostuviera el látigo. «¡Qué estúpido es todo esto! —pensaba, todavía con el papel doblado en la mano—. ¡Que montón de sandeces! Después de tanta tontería, ella sigue siendo ella y yo sigo siendo yo.» Y pensó que se iban a reír mucho los dos, aquella noche, más tarde, cuando llegase el momento en que pudieran charlar tranquilamente, reírse tranquilamente, reírse de todo, reírse el uno del otro, reírse de sí mismos.

25 No abrió la nota. La puso a un He did not open the note at all. He l a d o . Y, s i l b a n d o , s e l a v ó , s e a f e i put it away and washed and shaved and tó y se cambió de ropa. Brown enchanged his clothes, whistling while he tró antes de que hubiese acabado. did so. He had not finished when —Bueno, bueno, bueno —dijo Brown. B r o w n c a m e i n . “ We l l , w e l l , w e l l , ” 30 Christmas no dijo nada. Se anudaba la Brown said. Christmas said nothing. He corbata ante el fragmento de espejo que estawas facing the shard of mirror nailed ba colgado en la pared. Brown, alto, delgato the wall, knotting his tie. Brown had do, con sus sucias ropas de trabajo y los ojos stopped in the center of the floor: a tall, lean, young man in dirty overalls, with 35 curiosos en su bello rostro sombrío y blando, se había quedado plantado en medio de la piea dark, weakly handsome face and za. Tenía junto a la boca una pequeña cicacurious eyes. Beside his mouth there triz blanca, como un chorrito de saliva. Al was a narrow scar as white as a thread cabo de un momento, Brown dijo: of spittle. After a while Brown said: —Parece que vas a salir. “Looks like you are going somewhere.” 40 —¿De veras? —dijo Christmas sin “Does it?” Christmas said. He did volverse; silbaba, con monotonía y connot look around. He whistled vicción, una melodía en tono menor, de monotonously but truly: something in minor, plaintive and negroid. 45 estilo negro. —Creo que no vale la pena que me lave —dijo Brown—, puesto que tú ya estás listo.

“I reckon I won’t bother to clean up none,” Brown said, “seeing as you are almost ready.” 50 Christmas looked back at him. “Ready for what?”

Christmas se volvió hacia él: —¿Listo para qué?

“Ain’t you going to town?”

—No vas a la ciudad? 55

“Did I ever say I was?” Christmas said. He turned back to the glass.

—¿De donde lo has sacado? —dijo Christmas mirándose al espejo.

“Oh,” Brown said. He watched the —¡Ah! —dijo Brown (mirab a c k o f C h r i s t m a s ’ s h e a d . “ We l l , I 60 b a l a n u c a d e C h r i s t m a s ) — . reckon from that that you’re going on Entonces es que vas a algún private business.” He watched asunto personal (observaba a Christmas. “This here’s a cold night to Christmas). Está la noche muy be laying around on the wet ground fresca para tumbarse en la tiewithout nothing under you but a thin 65 r r a m o j a d a c o n u n a c h i c a f l a gal.” ca como único colchón. “Ain’t it, though?” Christmas said, —¿Verdad que sí? —dijo Christmas silwhistling, preoccupied and unhurried. bando, tranquilo y pensativo. Se volvió, He turned and picked up his coat and 70 tomó su chaqueta y se la puso. Brown seput it on, Brown still watching him. He guía observándole. Christmas se dirigió ha183

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w e n t t o t h e d o o r. “ S e e y o u i n t h e cia la puerta. morning,” he said. The door did not —Hasta mañana —dijo. close behind him. He knew that Brown La puerta no se cerró tras él. Sabía que was standing in it, looking after him. Brown, allí plantado, le seguía con la miBut he did not attempt to conceal his 5 rada. Pero ni siquiera trató de ocultar su purpose. He went on toward the house. destino. Se dirigió directamente hacia la ‘Let him watch,’ he thought. ‘Let him casa. «Que me mire —pensó—, que me follow me if he wants to.’ siga, si eso le divierte.»

sympathy no es simpatia, sino pésame, condolencia, comprensión, compasión, afinidad, lástima, acuerdo, apoyo, mientras que simpatía traduce charm, affection, liking, attraction, friendliness / warmth [ambiente], fondness.

tentative vacilante, cauteloso, incierto, indeciso tentative 1 done by way of trial, experimental. 2 hesitant, not definite (tentative suggestion; tentative acceptance).

The table was set for him in the kitchen. Before sitting down he took the unopened note from his pocket and laid it beside his plate. It was not enclosed, not sealed; it sprang open of its own accord, as though inviting him, insisting. But he did not look at it. He began to eat. He ate without haste. He had almost finished when he raised his head suddenly, listening. Then he rose and went to the door through which he had entered, with the noiselessness of a cat, and jerked the door open suddenly. Brown stood just outside, his face leaned to the door, or where the door had been. The light fell upon his face and upon it was an expression of intent and infantile interest which became surprise while Christmas looked at it, then it recovered, falling back a little. Brown’s voice was gleeful though quiet, cautious, conspiratorial, as if he had already established his alliance and sympathy with Christmas, unasked, and without waiting to know what was going on, out of loyalty to his partner or perhaps to abstract man as o p p o s e d t o a l l w o m a n . “ We l l , w e l l , well,” he said. “So this is where you tomcat to every night. Right at our front door, you might say—” Wi t h o u t s a y i n g a w o r d C h r i s t m a s struck him. The blow did not fall hard, because Brown was already in innocent and gleeful backmotion, in midsnicker as it were. The blow cut his voice short o ff ; m o v i n g , s p r i n g i n g b a c k w a r d , h e vanished from the fall of light, into the darkness, from which his voice came, still not loud, as if even now he would not jeopardise his partner ’s business, but tense now with alarm, astonishment: “Don’t you hit me!” He was the taller of the two: a gangling shape already in a ludicrous diffusion of escape as if he were on the point of clattering to earth in complete disintegration as he stumbled backward before the steady and still silent a d v a n c e o f t h e o t h e r. A g a i n B r o w n ’s voice came, high, full of alarm and s p u r i o u s t h r e a t : “ D o n ’t y o u h i t m e ! ” This time the blow struck his shoulder as he turned. He was r u n n i n g n o w. H e r a n f o r a h u n d r e d yards before he slowed, looking back. Then he stopped and turned. “ Yo u d u r n y e l l o w b e l l i e d w o p , ” h e said, in a tentative tone, jerking his h e a d i m m e d i a t e l y, a s i f h i s v o i c e had made more noise, sounded 184

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En la cocina, la mesa estaba puesta. Antes de sentarse, sacó del bolsillo el papelito doblado y lo colocó junto a su plato. El papelito no tenía sello, ni siquiera sobre, y se abrió por sí solo, como si insistiese, como si le tentase. Pero Christmas ni siquiera lo miró. Empezó a comer, sin apresuramiento. Ya casi había terminado cuando, súbitamente, levantó la cabeza, con el oído atento. Luego se levantó calladamente, como un gato, se dirigió a la puerta por donde había entrado y la abrió de un golpe. Detrás estaba Brown, con la mejilla apoyada en la puerta o, más exactamente, en el lugar en que se encontraba la puerta cuando estaba cerrada. La luz le inundó el rostro. Ante la mirada de Christmas, la expresión de interés intenso e infantil se transformó en sorpresa. Luego, Brown se rehizo y retrocedió un paso. Su voz era alegre, pero con algo de prudente, con un tono de conspiración, como si ya estuviese de acuerdo con Christmas, como, sin que nadie se lo pidiera y sin esperar a saber de qué se trataba, ofreciese su apoyo y su simpatía por lealtad a s u s o c i o o , q u i z á s , p o r lealtad al hombre en sentido abst r a c t o , e n f r e n t a d o a l a m u j e r. —Bueno, bueno, bueno... —dijo—. De modo que es aquí donde el gato viejo la corre cada noche. Como quien dice a la puerta de casa. Sin decir una palabra, Christmas le asestó un puñetazo. El golpe no fue muy violento, porque Brown hizo un movimiento de retroceso inocente y divertido, como si se tratase de un juego. Pero el golpe le cortó la palabra. Dio un salto y desapareció de la zona iluminada y entró en la oscuridad, de donde salió su voz, crispada de alarma y de asombro, pero no muy fuerte, como si aún tratase de no perjudicar el negocio de su asociado. —¡No se te ocurra pegarme! Brown era el más alto de los dos. Su silueta larguirucha, como si estuviese a punto de caer al suelo en completa desintegración, trataba de escapar, retrocediendo ante el avance del otro, un avance regular y todavía silencioso. Y su voz aguda se alzó de nuevo, llena de espanto y de falsas amenazas. —¡No se te ocurra pegarme! Esta vez el golpe le alcanzó en un hombro en el momento de volverse. Luego echó a correr y corrió casi cien metros antes de aminorar la velocidad y de mirar hacia atrás. Después se detuvo. —¡Cochino italiano, jeta amarilla! —dijo en tono provocativo. E inmediatamente volvió la cabeza, como si su voz hubiera hecho más ruido, hubiese

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sonado más fuerte de lo que habría querido. louder, than he had intended. There En la casa no se oía el menor ruido. La puerta was no sound from the house; the de la cocina se había vuelto a cerrar, estaba kitchen door was dark again, closed oscura de nuevo. Brown alzó un poco la voz: again. He raised his voice a little: —¡Maldito italiano, jeta amarilla! ¡Ya te “ Yo u d u r n y e l l o w b e l l i e d w o p ! I ’ l l 5 enseñaré yo con quién re la juegas! learn you who you are monkeying No se oía ningún ruido en ninguna parwith.” There came no sound te. Hacía frío. Brown dio media vuelta y rea n y w h e r e . I t w a s c h i l l y. H e t u r n e d gresó a la cabaña, murmurando entre dienand went back to the cabin, mumbling to himself. 10 tes. When Christmas reentered the kitchen he did not even look back at the table on which lay the note which he had not yet read. He went on through the door which led into the house and on to the stairs. He began to mount, not fast. He mounted steadily; he could now see the bedroom door, a crack of light, firelight, beneath it. He went steadily on and put his hand upon the door. Then he opened it and he stopped dead still. She was sitting at a table, beneath the lamp. He saw a figure that he knew, in a severe garment that he knew—a garment that looked as if it had been made for and worn by a careless man. Above it he saw a head with hair just beginning to gray drawn gauntly back to a knot as savage and ugly as a wart on a diseased bough. Then she looked up at him and he saw that she wore steelrimmed spectacles which he had never seen before. He stood in the door, his hand still on the knob, quite motionless. It seemed to him that he could actually hear the words inside him: You should have read t h a t n o t e . Yo u s h o u l d h a v e re a d t h a t note thinking, ‘I am going to do something. Going to do something.’

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Cuando Christmas volvió a entrar en la cocina no miró siquiera hacia la mesa donde estaba la nota que aún no había leído. Cruzó la puerta que comunicaba con la casa y llegó a la escalera. Comenzó a subir, sin apresurarse. Subió con paso firme y regular, y vio la puerta de la habitación bajo la cual se filtraba una raya de luz, el resplandor del fuego. Siguió subiendo y puso la mano sobre el picaporte. Abrió la puerta y se detuvo. La mujer estaba sentada ante una mesa debajo de la lámpara. Christmas vio una figura conocida, vestida con ropas austeras y conocidas... unas ropas que parecían haber sido usadas por un hombre descuidado. Sobre esas ropas vio una cabeza de cabellos entrecanos, muy estirados hacia arras y retorcidos luego en un moño tosco y feo que era como una excrescencia en una rama enferma. La mujer le miró y Christmas pudo ver que llevaba unas gafas con montura de acero que él nunca había visto. Permaneció allí, inmóvil, con la mano en el picaporte. Le pareció estar oyendo realmente, dentro de sí mismo, las palabras Tendrías que haber leído era nota. Tendrías que haber leído era nota pensando: «Voy a hacer algo. Voy a hacer algo.»

He was still hearing that while he Todavía las oía cuando, de pie junto a stood beside the table on which papers la mesa llena de papeles ante la cual seguía were scattered and from which she had 45 sentada la señorita Burden, escuchaba las not risen, and listened to the calm barbaridades que, con su voz tranquila y enormity which her cold, still voice fría, le iba diciendo ella. La boca de la muunfolded, his mouth repeating the jer vertía las palabras sosegadamente, mienwords after her while he looked down tras él miraba aquellos enigmáticos y desat the scattered and enigmatic papers 50 parramados papeles, dejando que sus penand documents and thinking fled samientos se devanasen, lentamente ociosmooth and idle, wondering what this sos, preguntándose lo que sería aquel papaper meant and what that paper meant. pel, lo que diría aquel otro. “To school,” his mouth said. —¿A la escuela? —dijo la boca de Christmas. 55 “Yes,” she said. “They will take you. —Sí —dijo ella—. Le aceptarán por Any of them will. On my account. You consideración a mí. En cualquiera de can choose any one you want among ellas. Puede elegir la que le guste más. them. We won’t even have to pay.” Ni siquiera tendremos que pagar. 60 “ To s c h o o l , ” h i s m o u t h s a i d . “ A —A la escuela —decía su boca—. ¡Yo, a nigger school. Me.” una escuela de negros! “ Ye s . T h e n y o u c a n g o t o —Sí. Y luego podrá ir a Memphis. PoM e m p h i s . Yo u c a n r e a d l a w i n 65 drá aprender derecho en el bufete de Peebles. P e e b l e s ’s o f f i c e . H e w i l l t e a c h y o u El le enseñará derecho. Y entonces podrá l a w. T h e n y o u c a n t a k e c h a r g e o f a l l encargarse de todas las cuestiones legales y the legal business. All this, all that he todo eso. Todo lo que hace Peebles, todo lo does, Peebles does.” que Peebles le enseñe. 70 “And then learn law in the office of —Y luego estudiar derecho en la academia 185

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tr. Enrique Sordo de un abogado negro —decía su boca.

a nigger lawyer,” his mouth said. drivel memez, tontería, papanatería, silly nonsense; twaddle A noun 1 drool, dribble, drivel, slobber saliva spilling from the mouth 2 drivel, garbage a worthless message B decir tonterías verb 1 drivel, drool, slabber, slaver, slobber, dribble let saliva drivel from the mouth; «The baby drooled» babosear

—Sí. Y después dejaré en sus ma“Yes. Then I will turn over all the nos todos mis asuntos, todo mi dinebusiness to you, all the money. All of i t . S o t h a t w h e n y o u n e e d m o n e y f o r 5 r o . To d o . D e m o d o q u e c u a n d o n e c e site dinero para usted mismo podrá... yourself you could ... you would know Sabrá cómo... Los abogados saben how; lawyers know how to do it so that arreglárselas para... Y le ayudará a it ... You would be helping them up out salir de las tinieblas, y nadie podría of darkness and none could accuse or b l a m e y o u e v e n i f t h e y f o u n d o u t . . . 10 a c u s a r l e , n i h a c e r l e r e p r o c h e s s i l e descubrieran... Aunque no lo devueleven if you did not replace ... but you va... Podría devolverlo y nadie lo sacould replace the money and none bría nunca... would ever know. ...” —¡Pero una escuela de negros, un pica“ B u t a n i g g e r c o l l e g e , a n i g g e r 15 pleitos negro! —decía la voz de Christmas lawyer,” his voice said, quiet, not apaciblemente, sin ánimo de discutir, como even argumentative; just promptive. la voz de un apuntador. No se miraban; ella They were not looking at one no había levantado la vista desde que another; she had not looked up since he entered. 20 Christmas entró. —¿Se lo dirá usted?

“Tell them,” she said.

—¿Decirles a los negros que yo tam“ Te l l n i g g e r s t h a t I a m a n i g g e r too?” She now looked at him. Her face 25 bién soy negro? ¿Yo ? La señorita Burden le miró ahora con un was quite calm. It was the face of an rostro impasible, con un rostro de anciana. old woman now. — Te n d r á q u e d e c í r s e l o . P a r a q u e “Yes. You’ll have to do that. So they w o n ’ t c h a r g e y o u a n y t h i n g . O n m y 30 n o l e h a g a n p a g a r. P o r c o n s i d e r a c i ó n a mí. account.” Then it was as if he said suddenly to his mouth: ‘Shut up. Shut up that drivel . Let me talk.’ He leaned down. She did not move. Their faces were not a foot apart: the one cold, dead white, fanatical, mad; the other parchmentcolored, the lip lifted into the shape of a soundless and rigid snarl. He said quietly: “You’re old. I never noticed that before. An old woman. You’ve got gray in your hair.” She struck him, at once, with her flat hand, the rest of her body not moving at all. Her blow made a flat sound; his blow as close upon it as echo. He struck with his fist, then in that long blowing wind he jerked her up from the chair and held her, facing him, motionless, not a flicker upon her still face, while the long wind of knowing rushed down upon him. “You haven’t got any baby,” he said. “You never had one. There is not anything the matter with you except b e i n g o l d . Yo u j u s t g o t o l d a n d i t happened to you and now you are not a n y g o o d a n y m o r e . T h a t ’s a l l t h a t ’s wrong with you.” He released her and struck her again. She fell huddled onto the bed, looking up at him, and he struck her in the face again and standing over her he spoke to her the words which she had once loved to hear on his tongue, which she used to say that she could taste there, murmurous, obscene, caressing. “That’s all. You’re j u s t w o r n o u t . Yo u ’ r e n o t a n y g o o d anymore. That’s all.”

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Entonces fue como si Christmas le hubiera dicho súbitamente a su boca: «Cállate, ya has dicho bastantes tonterías. Déjame hablar a mi.» Se inclinó. La señorita Burden no se movió. Sus dos caras no estaban a más de cincuenta centímetros una de otra; la una, fría, lívida, fanática, alucinada; la otra, de color de pergamino, con el labio arremangado en un rictus silencioso y rígido. Christmas dijo suavemente: «Eres vieja. No lo había notado hasta ahora. Una anciana. Tienes el pelo gris.» La señorita Burden, de pronto, le dio una bofetada, sin mover el resto del cuerpo. El golpe produjo un sonido mate, al que siguió, como un eco, el golpe que él le devolvió inmediatamente. La golpeó con el puño y, luego, mientras la gran ráfaga soplaba, la levantó de la silla y la mantuvo frente a él, inmóvil e impasible, mientras el gran viento del conocimiento le azotaba con sus ráfagas. —Tú no estás encinta —dijo—. Ni lo has estado nunca. Lo que te ocurre es que te has hecho vieja, nada más. Eso es lo que te ocurre, que ya no sirves para nada. Lo que te ocurre no es más que eso. La soltó y la golpeó otra vez. La mujer cayó sobre la cama. Le miró, y él la golpeó en la cara de nuevo e, inclinado sobre ella, le dijo las palabras, los murmullos obscenos y acariciadores que antes ella gustaba de escuchar en sus labios, donde según decía, podía saborearlos, sentirlos en su lengua. —Eso es todo. Estás acabada. No sirves para nada. No es más que eso.

70 She lay on the bed, on her side, her 186

La señorita Burden yacía en la cama, con

Faulkner’s Light head turned and looking up at him across her bleeding mouth. “ Maybe it would be better if we both were dead,” she said.

tr. Enrique Sordo la cabeza vuelta y levantaba hacia él la mirada, por encima de su boca sangrante. —Tal vez sería mejor que los dos nos hubiéramos muerto —dijo.

5 En cuanto abría la puerta podía He could see the note lying on the ver la esquela sobre la manta. Enblanket as soon as he opened the door. tonces se acercaba, la cogía y la Then he would go and take it up and abría. Recordaba ahora la estaca open it. He would now remember the h o l l o w f e n c e p o s t a s s o m e t h i n g o f 10 a g u j e r e a d a d e l a c e r c a c o m o a l g o que hubiese existido en una vida which he had heard told, as having anterior que él no vivió nunca. El taken place in another life from any papel, la tinta, la forma, la dimenthat he had ever lived. Because the sión, nada había cambiado. Las paper, the ink, the form and shape, were t h e s a m e . T h e y h a d n e v e r b e e n l o n g ; 15 m i s i v a s n u n c a f u e r o n l a r g a s . A h o ra tampoco lo eran. Pero ahora ya they were not long now. But now there no contenían nada que sugiriese was nothing evocative of unspoken unas promesas tácitas, unos placepromise, of rich and unmentionable res ardientes e innombrables. Ahodelights, in them. They were now b r i e f e r t h a n e p i t a p h s a n d m o r e t e r s e 20 r a e r a n m á s b r e v e s q u e u n e p i t a f i o , más secas que una orden. [br e v e ] than commands. Por lo común, su actitud inicial His first impulse would be to not go. e r a l a d e n o i r. C r e í a q u e n o s e He believed that he dared not go. Then he knew that he dared not fail to go. 25 a t r e v í a a i r. L u e g o c o m p r e n d í a q u e n o s e a t r e v í a a n o i r. P e r o a h o r a He would not change his clothes now. ya ni se molestaba en cambiarse de In his sweatstained overalls he would ropa. Con su mono manchado de traverse the late twilight of May and s u d o r, a t r a v e s a b a e l c r e p ú s c u l o d e enter the kitchen. The table was never set with food for him now. Sometimes 30 m a y o y e n t r a b a e n l a c o c i n a . Ya n o tenía la mesa puesta. A veces, al he would look at it as he passed and he p a s a r, m i r a b a l a m e s a y p e n s a b a : would think, ‘My God. When have I sat «Dios mío, ¿cuándo he comido yo down in peace to eat.’ And he could not en paz?» No podía recordarlo. remember. 35 Entraba en la casa y subía por la He would go on into the house and e s c a l e r a . Ya p o d í a o í r l a v o z . L a v o z mount the stairs. Already he would be aumentaba a medida que subía, hasta hearing her voice. It would increase as que llegaba a la puerta de la alcoba. he mounted and until he reached the door to the bedroom. The door would 40 L a p u e r t a e s t a b a c e r r a d a c o n l l a v e y be shut, locked; from beyond it the la voz sonaba tras ella, monótona, inmonotonous steady voice came. He variable. Christmas no podía discould not distinguish the words; only t i n g u i r l a s p a l a b r a s ; l o ú n i c o q u e p e rthe ceaseless monotone. He dared not cibía era aquella monotonía incesantry to distinguish the words. He did not 45 t e . N o t r a t a b a d e e n t e n d e r l a s p a l a dare let himself know what she was at. bras. Ni se atrevía a decirse a sí misSo he would stand there and wait, and mo lo que la mujer estaba diciendo. after a while the voice would cease and Y se quedaba allí, y esperaba, y al she would open the door and he would cabo de un momento la voz se callaenter. As he passed the bed he would 50 b a , s e a b r í a l a p u e r t a y C h r i s t m a s e n look down at the floor beside it and it traba. Al pasar junto a la cama solía would seem to him that he could mirar al suelo, a un lado, y le parecía distinguish the prints of knees and he distinguir la huella de las rodillas, y would jerk his eyes away as if it were volvía bruscamente la cara como si death that they had looked at. 55 f u e r a l a m u e r t e l o q u e h a b í a v i s t o . Likely the lamp would not yet be La lámpara no estaba encendida casi lighted. They did not sit down. Again nunca. Hablaban de pie, como acostumbrathey stood to talk, as they used to do ban a hacerlo dos años antes, de pie en la t w o y e a r s a g o ; s t a n d i n g i n t h e d u s k 60 penumbra mientras ella reanudaba la miswhile her voice repeated its tale: “… ma historia «.. bueno, no vaya a la escuela not to school, then, if you don’ t want si no quiere... Se puede prescindir de eso... to go ... Do without that ... Your soul. su alma... expiación por...» Frío, inmóvil, Expiation of …” And he waiting, cold, Christmas esperaba que la señorita Burden still, until she had finished: “... hell ... 65 terminase.«...El infierno... para siempre... forever and ever and ever …” para siempre jamás...» “No,” he said. And she would —No, decía él. l i s t e n a s q u i e t l y, a n d h e k n e w t h a t Y ella le escuchaba con la misma trans h e w a s n o t c o n v i n c e d a n d s h e 70 quilidad, y él sabía que no estaba convenk n e w t h a t h e w a s n o t . Ye t n e i t h e r cida, y ella sabía que él tampoco lo esta187

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loins lomos, caderas, ijares, ijadas, riñones, espaldas, costados

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ba. Sin embargo, ninguno de los dos cesurrendered; worse: they would día. Peor aún: no podían separarse. not let one another alone; he Christmas ni siquiera podía irse. Y permaw o u l d n o t e v e n g o a w a y. A n d t h e y necían ambos un poco más en la paz de would stand for a while longer in t h e q u i e t d u s k p e o p l e d , a s t h o u g h 5 aquel crepúsculo que poblaban, como salidas de sus costados, miríadas de los fanfrom their loins, by a myriad tasmas de los pecados y los placeres muerghosts of dead sins and delights, tos. Y se miraban mutuamente, mientras l o o k i n g a t o n e a n o t h e r ’s s t i l l a n d sus rostros se iban desvaneciendo, fatigaf a d i n g f a c e , w e a r y, s p e n t , a n d indomitable. 10 dos, consumidos y tercos. Después, Christmas se iba. Y la Then he would leave. And before the puerta no se cerraba tras él, la llave door had shut and the bolt had shot to no era echada, y volvía a oír la voz mobehind him, he would hear the voice a g a i n , m o n o t o n o u s , c a l m , a n d 15 n ó t o n a , a p a c i b l e y d e s e s p e r a d a . Y n o se atrevía a averiguar ni a sospechar despairing, saying what and to what or lo que la voz decía, a quién o a qué se whom he dared not learn nor suspect. dirigía. Y cuando, tres meses después, And as he sat in the shadows of the sentado en la sombra del jardín abanruined garden on that August night three months later and heard the clock 20 d o n a d o a q u e l l a n o c h e d e a g o s t o , o y ó a lo lejos el reloj del juzgado que daba in the courthouse two miles away strike las diez y luego las once, se figuró, paten and then eleven, he believed with radójicamente tranquilo, que él sólo calm paradox that he was the era el agente pasivo de aquella fatalivolitionless servant of the fatality in w h i c h h e b e l i e v e d t h a t h e d i d n o t 25 d a d e n l a q u e é l s e i m a g i n a b a n o c r e e r. S e d e c í a a s í m i smo me vi obligado a believe. He was saying to himself I had hacerlo hablando ya en pretérito me vi oblito do it already in the past tense; I had gado a hacerlo. Ella misma lo dijo. to do it. She said so herself . She had said it two nights ago. He f o u n d t h e n o t e a n d w e n t t o h e r. A s h e mounted the stairs the monotonous voice grew louder, sounded louder and clearer than usual. When he reached the top of the stairs he saw w h y. T h e d o o r w a s o p e n t h i s t i m e , a n d she did not rise from where she knelt beside the bed when he entered. She did not stir; her voice did not cease. Her head was not bowed. Her face was lifted, almost with pride, her attitude of formal abjectness a part of the pride, her voice calm and tranquil and abnegant in the twilight. She did not seem to b e a w a r e t h a t h e h a d entered until she finished a p e r i o d . T h e n s h e t u r n e d her head. “Kneel with me,” she said. “No,” he said.

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La señorita Burden lo había dicho dos noches antes. Christmas había encontrado la esquela y había ido a la casa. A medida que subía por la escalera la voz se hinchaba, se hacía más fuerte, más clara que de costumbre. 35 Cuando llegó al rellano comprendió por qué. La puerta estaba abierta aquella noche. Cuando Christmas entra, la señorita Burden no se levantó del lugar en donde estaba arrodillada, al lado de la cama. No se movió, y la voz 40 continuó hablando. No inclinaba la cabeza. La levantaba casi con orgullo, y su actitud de humildad convencional formaba parte de aquel mismo orgullo. La voz seguía oyéndose, sosegada, tranquila en el crepús45 culo. La mujer no pareció advertir que él estaba allí hasta que llegó al final de una frase. Entonces, volvió la cabeza. —Arrodíllese a mi lado —dijo. 50

“Kneel,” she said. “You won’t even need to speak to Him yourself. just kneel. Just make the first move.”

—No —dijo Christmas. —Arrodíllese —dijo ella—. No tendrá que dirigirse a Él. Bastará con que se arrodille. Dé el primer paso.

55 “No,” he said. “I’m going.”

—No —dijo él—. Me voy.

She didn’t move, looking back and Sin moverse, la mujer volvió la cabeza y up at him. “Joe,” she said, “will you levantó los ojos hacia él. s t a y ? Wi l l y o u do that much?” 60 —Quédese, Joe. Quédese al menos, ¿quiere? “Yes,” he said. “I’ll stay. But make it fast.”

—Bien —dijo él. Me quedaré. Pero dése prisa.

S h e p r a y e d a g a i n . S h e s p o k e 65 La señorita Burden reanudó el rezo. Haq u i e t l y, w i t h t h a t a b j e c t n e s s o f blaba reposadamente, con la misma humipride. When it was necessary to use llación orgullosa. Cuando tenía que emplear the symbolwords which he had aquellos símbolos verbales que le habían taught her, she used them, spoke enseñado, los empleaba, los pronunciaba t h e m f o r t h r i g h t a n d w i t h o u t 70 decididamente, sin vacilaciones, y se dirihesitation, talking to God as if He gía a Dios como si hablase a un hombre, 188

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como si en la alcoba hubiera dos hombres. were a man in the room with two Hablaba de sí misma y de Christmas como other men. She spoke of herself de dos personas extrañas, y su voz era moand of him as of two other people, nótona, suave, asexuada. Después, se detuher voice still, monotonous, s e x l e s s . T h e n s h e c e a s e d . S h e r o s e 5 vo. Se levantó tranquilamente. De pie en la penumbra, se miraron cara a cara. Esta vez, q u i e t l y. T h e y s t o o d i n t h e t w i l i g h t , ni siquiera le hizo ninguna pregunta. Y f a c i n g o n e a n o t h e r. T h i s t i m e s h e Christmas ni siquiera tuvo que responder. Al did not even ask the question; he cabo de un instante, la señorita Burden dijo d i d n o t e v e n n e e d t o r e p l y. A f t e r a time she said quietly: 10 despaciosamente: —Ahora sólo queda una cosa por hacer.

“Then there’s just one other thing to do.”

—Si, sólo queda una cosa por hacer, una “There’s just one other thing to do,” he said. 15 sola. ‘ S o n o w i t ’s a l l d o n e , a l l f i n i s h e d , ’ he thought quietly, sitting in the dense shadow of the shrubbery, hearing the last stroke of the far clock c e a s e a n d d i e a w a y. I t w a s a s p o t w h e r e h e h a d o v e r t a k e n h e r, f o u n d h e r on one of the wild nights two years ago. But that was in another time, another life. Now it was still, quiet, the fecund earth now coolly suspirant. The dark was filled with the voices, myriad, out of all time that he had known, as though all the past was a flat pattern. And going on: tomorrow night, all the tomorrows, to be a part of the flat pattern, going on. He thought of that with quiet astonishment: going on, m y r i a d , f a m i l i a r, s i n c e a l l t h a t h a d ever been was the same as all that was to be, since tomorrow to-be and had-been would be the same. Then it was time.

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«Así que, ahora, ya ha concluido todo», pensaba Christmas, tranquilamente, sentado en la sombra espesa de los arbustos. Oyó tintinear y desvanecerse la última campanada del reloj lejano. En aquel mismo sitio la había encontrado, la había alcanzado, en una de sus noches salvajes. Pero aquello sucedía en otro tiempo, en otra vida. Ahora todo estaba inmóvil, todo era apacible. La tierra respiraba, fresca y fecunda. Miríadas de voces poblaban la oscuridad, voces de todas las épocas que Christmas había conocido, como si todo el pasado formase un dibujo plano. Y aquello iba a continuar mañana por la noche, todas las mañanas que iban a formar parte del dibujo... Iba a continuar... Reflexionó sobre ello con una sorpresa inmóvil: continuar, miríadas, todo le sería familiar, puesto que todo lo que había sido era semejante a todo lo que iba a ser, porque el mañana por venir y el mañana pretérito serían semejantes. Ya era la hora.

Se levantó. Salió de la sombra y, roHe rose. He moved from the shadow 40 deando la casa, se dirigió a la cocina. La and went around the house and entered casa estaba oscura. Christmas no había ido the kitchen. The house was dark. He a la cabaña desde el amanecer y no sabía had not been to the cabin since early si ella le habría dejado alguna esquela, si morning and he did not know if she had left a note for him or not, expected him 45 le esperaba o no. Sin embargo, no hizo el or not. Yet he did not try for silence. It menor esfuerzo para ser silencioso. Era was as if he were not thinking of sleep, como si no pensase en el sueño, como si of whether she would be asleep or not. le importase muy poco que la mujer durHe mounted the stairs steadily and miera o no. Subió la escalera con paso dee n t e r e d t h e b e d r o o m . A l m o s t a t o n c e 50 cidido y entró en la alcoba. Casi en el acto, she spoke from the bed. “Light the la mujer habló desde su cama. lamp,” she said. —Encienda la lámpara —dijo. “It won’t need any light,” he said.

—No necesitaré luz —dijo el. 55

“Light the lamp.”

—Encienda la lámpara.

“No,” he said. He stood over the —No —dijo él. bed. He held the razor in his hand. Y se inclinó sobre la cama. Tenía su naB u t i t w a s n o t o p e n y e t . B u t s h e d i d 60 vaja en la mano. Pero no la había abierto not speak again and then his body todavía. Ya no dijo nada más, y tuvo la senseemed to walk away from him. It sación de que su propio cuerpo le abandowent to the table and his hands laid naba, de que su cuerpo se acercaba a la mesa; the razor on the table and found the y sus manos posaron la navaja en la mesa, y l a m p a n d s t r u c k t h e m a t c h S h e w a s 65 encontraron la lámpara y frotaron una cerisitting up in the bed, her back against lla. La mujer estaba sentada en la cama, con the headboard. Over her nightdress la espalda apoyada en la cabecera. Sobre su she wore a shawl drawn down across camisón llevaba un chal, ceñido alrededor her breast. Her arms were folded upon del pecho. Sus manos estaban cruzadas sot h e s h a w l , h e r h a n d s h i d d e n f r o m 70 bre el chal y sus piernas estaban ocultas. sight. He stood at the table. They Christmas estaba de pie junto a la mesa. Se 189

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l o o k e d a t o n e a n o t h e r.

miraban de frente.

“Will you kneel with me?” she said. “I don’t ask it.”

—¿Quiere arrodillarse a mi lado? —dijo ella—. Yo no se lo pido. 5 —No —dijo él.

“No,” he said.

—Yo no se lo pido. No soy yo quien se lo pide. Arrodíllese a mi lado.

“I don’t ask it. It’s not I who ask it. Kneel with me.” 10

—No. Se miraban. —Joe —dijo ella—, por última vez. No They looked at one another. “Joe,” soy yo quien se lo pide, téngalo en cuenta. she said, “for the last time. I don’t ask it. Remember that. Kneel with me.” 15 Arrodíllese a mi lado. “No.”

“No,” he said. Then he saw her arms unfold and her right hand come forth from beneath the shawl.—It held an old style, single action, cap-andball revolver almost as long and heavier than a small rifle. But the shadow of it and of her arm and hand on the wall did not waver at all, the shadow of both monstrous, the cocked hammer monstrous, backhooked and viciously poised like the arched head of a snake; it did not waver at all. And her eyes did not waver at all. They were as still as the round black ring of the pistol muzzle. But there was no h e a t i n t h e m , n o f u r y. T h e y w e r e c a l m and still as all pity and all despair and all conviction. But he was not watching them. He was watching the shadowed pistol on the wall; he was watching when the cocked shadow of t h e h a m m e r f l i c k e d a w a y. Standing in the middle of the road, with his right hand lifted full in the glare of the approaching car, he had not actual ly expected it to stop. Yet it did, with a squealing and sprawling suddenness that was almost ludicrous. I t w a s a s m a l l c a r, b a t t e r e d a n d o l d . When he approached it, in the reflected glare of the headlights two young faces seemed to float like two softcolored and aghast balloons, the nearer one, the g i r l ’s , b a c k s h r u n k i n a s o f t , w i d e h o r r o r. B u t C h r i s t m a s d i d n o t n o t i c e this at the time. “How about riding with you, as far as you go?” he said. They said nothing at all, looking at him with that still and curious horror which he did not notice. So he opened the door to enter the rear seat.

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—No —dijo él. Entonces, Christmas vio que los brazos de la mujer se soltaban y que su mano derecha aparecía sobre el chal. Sostenía una vieja pistola de pistón, casi tan larga y tan pesada como un fusil pequeño. Pero, igual que la sombra de la mano y del brazo, la sombra del arma no se movía sobre la pared. Sombras monstruosas, y monstruoso también el percutor montado, encorvado hacia atrás con la pérfida actitud de la serpiente que se dispone a saltar. Pero todo aquello estaba inmóvil. Los ojos de la mujer estaban inmóviles igualmente, tan inmóviles como la boca redonda y negra de la pistola. No reflejaban ningún ardor, ninguna cólera. Estaban tranquilos y quietos. Parecían no ser más que piedad, desesperación, convicción. Pero Christmas no los miraba. Christmas miraba la sombra de la pistola en la pared. La miraba todavía cuando la sombra del percutor montado se desvaneció súbitamente.

Plantado en el centro de la carretera, levantó la mano derecha frente a las luces del coche que se aproximaba. Lo cierto es que no esperaba que se detuviese. Sin embargo, lo hizo, con un patinazo 45 brusco y chirriante que casi parecía cómico. Era un coche pequeño, viejo y destartalado. Cuando Christmas se acercó, en el resplandor de los faros dos rostros jóvenes parecieron flotar como dos globos 50 pálidos y espantados. El más próximo, el de la muchacha, retrocedía presa de un terror callado y hondo. Pero, en aquel momento, Christmas no lo advirtió. —¿Pueden llevarme hasta dónde vayan? —dijo. 55 Los otros no respondieron. Seguían mirándole con aquel mismo horror callado y curioso que él no notaba. Abrió la portezuela y se sentó en el asiento trasero. 40

When he did so, the girl began to 60 La muchacha, entonces, comenmake a choked wailing sound which zó a emitir una especie de queja sowould be much louder in a moment, as focada, que en seguida aumentaría, fear gained courage as it were. Already cuando su miedo adquiriese más vathe car was in motion; it seemed to leap l o r. E l c o c h e y a e s t a b a e n m a r c h a . forward, and the boy, without moving 65 P a r e c i ó a r r a n c a r d e u n s a l t o , y e l his hands from the wheel or turning his muchacho, sin soltar el volante, sin head toward the girl hissed: “Shut up! mirar a la mujer bisbiseó: «Sss, cáHush! It’s our only chance! Will you llate. Es nuestra única oportunidad. hush now?” Christmas did not hear this ¡Cállate, por favor!» Christmas e i t h e r . H e w a s s i t t i n g b a c k n o w, 70 t a m p o c o e n t e n d i ó e s t o . E s t a b a s e n completely unaware that he was riding tado detrás, sin sospechar ni remo190

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d i r e c t l y b e h i n d d e s p e r a t e t e r r o r. H e only thought with momentary interest that the small car was travelling at a pretty reckless speed for a narrow country road. 5

tamente que iba tan cerca de un terror desesperado. Sólo pensaba que el pequeño automóvil iba a demasiada velocidad por un camino vecinal muy estrecho. —¿A dónde va esta carretera? —dijo.

“How far does this road go?” he said.

El muchacho se lo dijo, nombrando aqueThe boy told him, naming the same town which the negro boy had named 10 lla misma ciudad que le había nombrado el negrito la tarde en que, tres años antes, hato him on that afternoon three years bía visto Jefferson por primera vez. La voz ago, when he had first seen Jef ferson. del muchacho era seca y leve: The boy’s voice had a dry, light quality. —¿Quiere ir allí? “Do you want to go there, cap’m?” 15 —Bueno —dijo Christmas—. “ A l l r i g h t , ” C h r i s t m a s s a i d . “ Ye s . S i , s í . M e c o n v i e n e . ¿ Va n u s t e Ye s . T h a t w i l l d o . T h a t w i l l s u i t m e . des allí? Are you going there?” “Sure,” the boy said, in that light, flat tone. “Wherever you say.” Again the girl beside him began that choked, murmurous, small-animallike moaning; a g a i n t h e b o y h i s s e d a t h e r, h i s f a c e still rigidly front, the little car rushing and bouncing onward: “Hush! Shhhhhhhhhhh. Hush! Hush!” But again Christmas did not notice. He saw only the two young, rigidly forwardlooking heads against the light glare, into which the ribbon of the road rushed swaying and fleeing. But he remarked both them and the fleeing road without curiosity; he was not even paying attention when he found that the boy had apparent ly been speaking to him for some time; how far they had come or where they were he did not know. The boy’s diction was slow now, recapitulant, each word as though chosen simply and carefully and spoken slowly and clearly for the ear of a foreigner: “Listen, cap’m. When I turn off up here. It’s just a short cut. A short cutof f to a better road. I am going to take the cutoff. When I come to the short cut. To the better road. So we can get there quicker. See?”

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—Desde luego —dijo el muchacho en su tono monocorde y leve—. Donde usted quiera. Junto a él, la muchacha reanudó su murmullo quejumbroso, ahogado, casi animal. Y el muchacho la hizo callar de nuevo, con el rostro siempre impasible, mientras el pequeño automóvil avanzaba brincando. «¡Silencio! Ssss. Cállate.» Pero Christmas seguía sin darse cuenta de nada. Sólo veía las dos jóvenes cabezas, mirando fijamente hacia adelante, rígidas y oscuras sobre la luz de los faros que seguía la cinta de la carretera en un movimiento rápido y ondulante. Pero Christmas les miraba a los dos, así como al deslizamiento de la carretera, sin la menor curiosidad. Y aún estaba distante, distraído, sin saber la distancia recorrida ni el lugar en donde estaba, cuando advirtió que debía de hacer mucho tiempo que el muchacho le hablaba. Ahora, la pronunciación del muchacho era lenta, contenida. Cada sencilla palabra era elegida cuidadosamente y enunciada lentamente, claramente, como si le escuchase un extranjero. — E s c u c h e . . . Vo y a g i r a r a h í . . . E s un atajo, un atajo para alcanzar una c a r r e t e r a m e j o r. Vo y a t o m a r e l a t a jo... Para poder llegar allá más rápido, ¿comprende?

“ A l l r i g h t , ” C h r i s t m a s s a i d . 50 —Bueno —dijo Christmas. The car bounced and rushed on, El coche saltó, se precipitó. Se inclinaswaying on the curves and up ba en las curvas, trepaba por las cuestas y the hills and fleeing down las bajaba luego casi volando, como si la tieagain as if the earth had rra hubiese desaparecido de pronto bajo las d r o p p e d f r o m u n d e r t h e m . M a i l 55 ruedas. Los buzones de correos, encaramaboxes on posts beside the road dos en sus postes al borde de la carretera, rushed into the lights and aparecían de pronto en la luz de los faros flicked past. Now and then they para desaparecer en seguida. De vez en cuanpassed a dark house. Again the do pasaban por delante de una casa oscura. boy was speaking: 60 El muchacho hablaba de nuevo. “Now, this here cutof f I was telling —Mire, ya estamos en el desvío que yo y o u a b o u t . I t ’s r i g h t d o w n h e r e . I ’ m le decía. Es aquel de allá abajo. Voy a togoing to turn into it. But it don’ t mean marlo. Pero eso no quiere decir que cambie I am leaving the road. I am just going 65 el itinerario. Sólo voy a desviarme un poco a little way across to a better road. para salir a una carretera mejor. ¿Me comSee?” prende? “All right,” Christmas said. Then —Bueno —dijo Christmas. Y sin for no reason he said: “You must live 70 n i n g u n a r a z ó n , a ñ a d i ó — : Vi v i r á n u s around here somewhere.” tedes por aquí, ¿no? 191

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Esta vez fue la muchacha quien habló. Now it was the girl who Se volvió bruscamente hacia él. Su pequeño spoke. She turned in the seat, rostro estaba lívido de angustia y de terror, whirling, her small face wan w i t h s u s p e n s e a n d t e r r o r a n d 5 impregnado de una desesperación ciega de rata enloquecida. blind and ratlike desperation: —Sí, sí, vivimos aquí los dos —excla“ We d o ! ” s h e c r i e d . “ We b o t h mó—. Vivimos los dos un poco más allá, y do! Right up yonder! And when ya ve, cuando mi padre y mis hermanos... my pappy and brothers—” Her Su voz calló, cortada en seco. Christmas v o i c e c e a s e d , c u t s h o r t o f f ; 10 vio cómo la mano del muchacho se pegaba a C h r i s t m a s s a w t h e b o y ’s h a n d la parte inferior del rostro de la chica, y que clapped upon her lower face las manos de la chica se aferraban a la muand her hands tugging at the ñeca del muchacho y la sacudían. Y bajo la wrist while beneath the hand i t s e l f h e r s m o t h e r e d v o i c e 15 mano pegada a su rostro, la voz sofocada se estrangulaba, tartamudeaba. Christmas se choked and bubbled. Christmas inclinó hacia ellos. sat forward. —Aquí —dijo—. Bajaré aquí. Pueden “Here,” he said. “I’ll get out here. You can let me out here.” 20 dejarme aquí. —Ves? ¿Ves lo que has hecho? —dijo el “Now you’ve done it!” the boy muchacho a su vez, con un débil tono, lleno c r i e d , t o o , t h i n l y, w i t h d e s p e r a t e también de rabia desesperada—. Si te hurage too. “If you’d just kept quiet—” 25 bieses estado callada... “S t o p t h e c a r, ” C h r i s t m a s s a i d . “ I ain’t going to hurt either of you. I just want to get out.” Again the car stopped with sprawling suddenness. But the engine still raced, and the car leaped forward again before he was clear of the step; he had to leap forward running for a few steps to recover his balance. As he did so, something heavy and hard struck him on the flank. The car rushed on, fading at top speed. From it floated back the girl’s shrill wailing. Then it was gone; the darkness, the now impalpable dust, came down again, and the silence beneath the summer stars. The object which had struck him had delivered an appreciable blow; then he discovered that the object was attached to his right hand. Raising the hand, he found that it held the ancient heavy pistol. He did not know that he had it; he did not remember having picked it u p a t a l l , n o r w h y. B u t t h e r e i t w a s . ‘And I flagged that car with my right hand,’ he thought ‘No wonder she ... they …’ He drew his right hand back to throw, the pistol balanced upon it. Then he paused, and he struck a match and examined the pistol in the puny dying glare. The match burned down and went out, yet he still seemed to see the ancient thing with its two loaded chambers: the one upon which the hammer had already fallen and which had not exploded, and the other upon which no hammer had yet fallen but upon which a hammer had been planned to fall. ‘For her and for me,’ he said. His arm came back, and threw. He heard the pistol crash once through undergrowth. Then there was no sound again. ‘For her and for me.’

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—Paren —dijo Christmas—. No voy a hacerles ningún daño. Sólo pretendo bajar. El coche se detuvo otra vez con un súbito patinazo. Pero el motor continuaba en marcha y, sin haberle dado apenas tiempo para descender, el coche arrancó de un brinco. Christmas tuvo que saltar y correr algunos pasos para recuperar el equilibrio. Entonces, algo pesado y duro le golpeó en el costado. El auto huía, desaparecía a toda velocidad. La aguda queja de la muchacha parecía flotar detrás como una estela. Desapareció todo, y Christmas se sintió envuelto en la oscuridad, en el polvo ahora impalpable y en el silencio, bajo las estrellas del verano. El objeto que chocó contra su costado le había dado un fuerte golpe. Christmas descubrió entonces que el objeto estaba unido a su mano derecha. Levantó la mano y vio que tenía en ella la gran pistola de pistón. No sabía que se la había llevado. No recordaba haberla cogido, ni por qué la había cogido. Pero estaba allí. «Y le hice señales a ese coche con esta mano —pensó—. No me extraña que ella... que ellos...» Alzó la mano y balanceó la pistola como si quisiera lanzarla. Después se detuvo y, encendiendo una cerilla, examinó la pistola a la débil luz de la llamita agonizante. La cerilla se quemó, se apagó y, sin embargo, Christmas creyó ver aún la vieja arma con sus dos cámaras cargadas: aquella sobre la cual había caído ya el percutor y que no había disparado, y la otra, sobre la cual no había caído todavía el percutor, aunque se había planeado que cayera. «Para ella y para mí», dijo Christmas. Su brazo describió una curva hacia atrás y otra hacia delante para lanzar algo. Christmas oyó cómo caía la pistola en la maleza. Luego, el silencio se hizo de nuevo. «Para ella y para mí.»

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gutted destripado, despanzurrado, eventrado, eviscerado, desvalijado, quebrado, erosionado, arrebatado, saqueado, derruido

casual (En) 1 accidental; due to chance. 2 not regular or permanent; temporary, occasional (casual (temporal) work; a casual affair). 3 a unconcerned, uninterested (was very casual about it). b made or done without great care or thought (a casual remark). c acting carelessly or unmethodically (a la ligera). 4 (of clothes) informal. (Distraídamente, a la ligera, relajadamente, rápidamente) casual (Es) 1. adj. Que sucede por casualidad, por accidente. 2. Der. V. condición casual. 3. Der. Ar. Aplícase a las firmas o decretos judiciales concebidos para impedir atentados. 4. Gram. Perteneciente o relativo al caso.

casual ‹inspection› superficial; a casual acquaintance = un conocido, una conocida; casual sex = relaciones sexuales promiscuas (chance) ‹visit/reader› ocasional (informal) ‹chat› informal; ‹clothes› de sport, informal (unconcerned) ‹attitude/tone› despreocupado; ‹remark› hecho al pasar (not regular) ‹employment/labor› eventual, ocasional casual 1 (encuentro) fortuito 2 (visita) ocasional 3 (persona) despreocupado, tranquilo 4 (charla) informal, intranscendente 5 (trabajo) eventual / (Agr.) casual worker, jornalero temporal 6 (ropa) (de) sport, informal

Chapter 13

13.

WITHIN five minutes after the countrymen found the fire, the people began to gather. Some of them, also on the way to town in wagons to spend S a t u r d a y, a l s o s t o p p e d . S o m e c a m e afoot from the immediate neighborhood. This was a region of negro cabins and gutted and outworn fields out of which a corporal’s guard of detectives could not have combed ten people, man, woman or child, yet which now within thirty minutes p r o d u c e d , a s t h o u g h o u t o f t h i n a i r, parties and groups ranging from single individuals to entire families. Still others came out from town in racing and blatting [berreantes] cars. Among these came the sherif f of the county—a fat, comfortable man with a hard, canny head and a benevolent aspect—who thrust away those who crowded to look down at the body on the sheet with that static and childlike amaze with which adults contemplate their own inescapable portraits. Among them the casual Yankees and the poor whites and even the southerners who had lived for a while in the north, who believed aloud that it was an anonymous negro crime committed not by a negro but by N e g r o a n d w h o k n e w, b e l i e v e d , a n d hoped that she had been ravished too: at least once before her throat was cut and at least once afterward. The sheriff came up and looked himself once and t h e n s e n t t h e b o d y a w a y, h i d i n g t h e poor thing from the eyes.

Un cuarto de hora después de que los campesinos descubrieran el incendio, la gente comenzó a aglomerarse. Algunos que también iban en carreta a pasar el sábado en la ciudad, se detuvieron igualmente. Otros vinieron a pie desde los alrededores inmediatos. Era una comarca de cabañas de negros, de campos estériles, exhaustos y llenos de zanjas en los que, en tiempo normal, un ejército de policías no habría podido descubrir a diez personas juntas, hombres, mujeres o niños. Y he aquí que, en media hora, la comarca había hecho brotar, como nacidos del aire, a grupos que iban desde el individuo aislado hasta la familia entera. Incluso llegaban de la ciudad, en coches vel o c e s y ruidosos. Entre ellos estaba el sheriff del condado, un hombre gordo y opulento, con una cabeza tan dura como astuta y aspecto bonachón. Apartó a los que se empujaban para ver el cadáver tendido sobre la sábana. Todos mostraban ese asombro petrificado e infantil que se apodera de los adultos cuando contemplan su propio e inevitable retrato. Entre ellos se encontraban yanquis, blancos míseros y hasta meridionales que habían vivido cierto tiempo en el Norte y que expresaban en voz alta su opinión de que se trataba de un crimen de negro, cometido, no por un negro, sino por el Negro. Sabían, creían y esperaban que la mujer hubiese sido también violada, al menos una vez antes de tener la cabeza cortada y al menos otra vez después. El sheriff se acercó y echó también una ojeada. Después de lo cual ordenó que se llevaran el cadáver, que sustrajeran a las miradas aquellos tristes restos.

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45 Then there was nothing for them to look at except the place where the body had lain and the fire. And soon nobody could remember exactly where the sheet had rested, what earth it had covered, and so then there was only the fire to look at. So they looked at the fire, with that same dull and static amaze which they had brought down from the old fetid caves where knowing began, as though, like death, they had never seen fire before. Presently the fire-truck came up g a l l a n t l y, w i t h n o i s e , w i t h w h i s t l e s a n d b e l l s . I t w a s n e w, p a i n t e d r e d , with gilt trim and a handpower siren and a bell gold in color and in tone serene, arrogant, and proud. About it hatless men and youths clung with the astonishing disregard of physical laws that flies possess. It had mechanical ladders that sprang to prodigious heights at the touch of a hand, like opera hats; only there’ was now 193

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Entonces ya sólo se podía ver el lugar en donde había reposado el cuerpo. Y el incendio. Al poco rato todos habían olvidado el emplazamiento exacto que habían tenido la sábana, la porción de tierra que la sábana había cubierto, y entonces ya sólo les quedaba el incendio. Así es que contemplaron el incendio, con aquella misma pasividad atónita y estúpida que se habían traído de las antiguas y fétidas cavernas donde el entendimiento naciera. Como si fuese la primera vez que viesen un incendio, que viesen la muerte. Después llegó la bomba de incendios, fogosa, con un gran ruido de sirena y de campana. Era una bomba nueva, pintada de rojo, con listas doradas, y una sirena de mano y una campana dorada de timbre claro, insolente y orgulloso. Unos hombres y unos muchachos de cabeza descubierta se aferraban a la bomba con el asombroso desprecio de las leyes físicas que caracteriza a las moscas. La bomba contaba con escaleras automáticas que, al contacto de la mano, podían alcanzar alturas de vértigo, como sombreros de copa plegables. Pero aquel día no había nada sobre lo que

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canvass 1 hacer campaña electoral 2 hacer encuestas 3 verb. trans. they’ve been canvassing support for the project, han estado recabando ayuda para el proyecto 4 sondear canvass 1 obsolete : to toss in a canvas sheet in sport or punishment 2 a : to examine in detail; specifically : to examine (votes) officially for authenticity b : DISCUSS, DEBATE 3 : to go through (a district) or go to (persons) in order to solicit orders or political support or to determine opinions or sentiments intransitive verb : to seek orders or votes : SOLICIT sondear canvasser persona que recaba personalmente votos durante una campaña electoral

musty con olor a humedad 1 mouldy. 2 of a mouldy or stale smell or taste. 3 stale, antiquated (musty old books).

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elevarse. La bomba también contaba con nothing for them to spring to. It unos rollos de manguera, limpios y vírgehad neat and virgin coils of hose nes, que recordaban los anuncios de las evocative of telephone trust compañías telefónicas en las revistas popuadvertisements in the popular m a g a z i n e s ; b u t t h e r e w a s n o t h i n g 5 lares. Pero allí no había nada hacia donde orientarlas ni nada que pudiese correr por to hook them to and nothing to flow dentro de ellas. Así que los hombres de cathrough them. So the hatless men, beza descubierta, que habían abandonado sus who had deserted counters and mostradores y sus oficinas, descendieron de desks, swung down, even including t h e o n e w h o g r o u n d t h e s i r e n . T h e y 10 la bomba. Y descendió también el que hacía sonar la sirena. Se acercaron todos y se les came too and were shown several mostraron los diversos lugares donde se sudifferent places where the sheet ponía que había estado la sábana. Y alguhad lain, and some of them with nos, que tenían su revólver en el bolsillo, pistols already in their pockets b e g a n t o c a n v a s s a b o u t f o r 15 comenzaron ya a buscar una víctima a quien poder crucificar. s o m e o n e t o c r u c i f y. B u t t h e r e w a s n ’ t a n y b o d y. S h e h a d lived such a quiet life, attended so to her own affairs, that she bequeathed to the town in which she had been born and lived and died a f o r e i g n e r, a n o u t l a n d e r, a k i n d o f heritage of astonishment and outrage, for which, even though she had supplied them at last with an emotional barbecue, a Roman holiday almost, they would never forgive her and let her be dead in peace and quiet. Not that. Peace is not that often. So they moiled and clotted, believing that the flames, the blood, the body that had died three years ago and had just now begun to live again, cried out for vengeance, not believing that the rapt infury of the flames and the immobility of the body were both affirmations of an attained bourne beyond the hurt and harm of man. Not that. Because the other made nice believing. Better than the shelves and the counters filled with longfamiliar objects bought, not because the owner desired them or admired them, could take any pleasure in the owning of them, but in order to cajole or trick other men into buying them at a profit; and who must now and then contemplate both the objects which had not yet sold and the men who could buy them but had not yet done so, with anger and maybe outrage and maybe despair too. Better than the musty offices where the lawyers waited lurking among ghosts of old lusts and lies, or where the doctors waited with sharp knives and sharp drugs, telling man, believing that he should believe, without resorting to printed admonishments, that they labored for that end whose ultimate attainment would leave them with nothing whatever to do. And the women came too, the idle ones in bright and sometimes hurried garments, with secret and passionate and glittering looks and with secret frustrated breasts (who have ever loved death better than peace) to print with a myriad small hard heels 194

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Pero allí no había nadie. La mujer había llevado una vida tan tranquila, tan ocupada en sus propios asuntos, que legaba a la ciudad en la que había nacido, en la que había vivido y en la que había muerto como una extranjera, una especie de herencia de asombro y de ultraje que no le perdonarían nunca y por culpa de la cual nunca la dejarían gozar en paz de la muerte, aunque les hubiese ofrecido, para terminar, una gran fiesta emocional, casi una orgía romana. Eso sí que no. La paz no se obtiene así como así. Y por esa razón se reunían, se empujaban, creyendo en que las llamas, la sangre, el cuerpo que había muerto tres años antes y que empezaba a vivir de nuevo, clamaban venganza. Ignoraban que la furia de las llamas y la inmovilidad del cadáver no eran más que las afirmaciones de un límite alcanzado, más allá del cual los hombres no pueden infligir ni heridas ni dolor. Eso si que no. Porque la otra idea era más agradable. Más agradable que los anaqueles y los mostradores llenos de objetos familiares desde hacía mucho tiempo, comprados, no porque el comprador los deseara o los admirara, o porque encontrase alguna satisfacción en poseerlos, sino porque quería engañar, incitar a otras personas para que se los comprasen a más alto precio; y los objetos que no habían sido vendidos, y las personas que habrían podido comprarlos y que no lo habían hecho, tenían que ser mirados de cuando en cuando con ira, tal vez con ultraje, tal vez también con desesperación. Mas agradable que los bufetes polvorientos donde los hombres de leyes aguardaban al acecho, entre los fantasmas de antiguas lujurias, de antiguas mentiras. Más agradable que los consultorios donde los doctores esperaban, con sus drogas y sus afilados escalpelos, diciendo al enfermo, y figurándose que el enfermo debía creerlo (sin recurrir a anuncios impresos), que sólo trabajaban con un fin y que, una vez alcanzado este fin, se quedarían sin nada que hacer. Y las mujeres también llegaron, las mujeres ociosas, con vestidos claros y a veces apresuradamente puestos, con sus miradas furtivas, apasionadas y brillantes, y sus senos misteriosos y frustrados (siempre habían preferido la muerte a la paz). Y, con sus múltiples y pequeños tacones, las mujeres imprimían al final del

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to the constant murmur Who did it? Who did it? periods such as perhaps Is he still free? Ah. Is he? Is he? The sheriff also stared at the flames with exasperation and astonishment, since there was no scene to investigate. He was not yet thinking of himself as having been frustrated by a human agent. It was the fire. It seemed to him that the fire had been selfborn for that end and purpose. It seemed to him that that by and because of which he had had ancestors long enough to come himself to be, had allied itself with crime. So he continued to walk in a baf fled and fretted manner about that heedless monument of the color of both hope and catastrophe until a deputy came up and told how he had discovered in a cabin beyond the house, traces of recent occupation. And immediately the countryman who had discovered the fire (he had not yet got to town; his wagon had not progressed one inch since he descended from it two hours ago, and he now moved among the people, wildhaired, gesticulant, with on his face a dulled, spent, glaring expression and his voice hoarsed almost to a whisper) remembered that he had seen a man in the house when he broke in the door. “A white man?” the sherif f said.

murmullo continuo ¿Quién la ha hecho? ¿Quién lo ha hecho? unos puntos tal vez como éstos: ¿Está todavía en libertad? ¿Ah, todavía esté libre? Dígame, dígame. 5

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E l s h e r i ff i g u a l m e n t e , c o n t e m p l a b a l a s l l a m a s c o n e x a s p e r a c i ó n y s o rpresa, pues no tenía ningún lugar en d o n d e i n v e s t i g a r. A ú n n o t e n í a l a s e n sación de haber fracasado por culpa de un agente humano. Era por culpa del fuego. Le parecía que el fuego se había prendido espontáneamente con ese único objeto. Le parecía que el fuego, gracias al cual había tenido antepasados el tiempo suficiente para q u e é l m i s m o p u d i e r a e x i s t i r, s e h a bía aliado con el crimen. Continuó, pues, caminando, con aspecto perplejo y atareado, hasta que un policía vino a decirle que había descubierto, en una cabaña próxima a la casa, huel l a s d e o c u p a c i ó n r e c i e n t e . Y, e n s e guida, el campesino que había descubierto el fuego (todavía no había ido a la ciudad, su carreta no había avanzado ni una pulgada desde que bajara de ella dos horas antes, y ahora se agitaba, con el rostro impregnado de una expresión embrutecida, agotada, atareada, y la voz tan ronca que sólo era un murmullo) recordó que había encontrado un hombre dentro de la casa cuando empujó la puerta. —¿Un blanco? —dijo el sheriff:

“ Ye s , s i r. B l u m p i n g a r o u n d i n t h e — S í , s e ñ o r. Ta m b a l e á n d o s e e n e l hall like he had just finished falling vestíbulo, como si acabara de caer down the stairs. Tried to keep me from por las escaleras. Quería impegoing upstairs at all. Told me how he 40 d i r m e q u e s u b i e s e . M e d e c í a q u e y a had already been up there and it wasn’t había subido él y que arriba no hanobody up there. And when I come back b í a n a d i e . Y, c u a n d o v o l v í a b a j a r , down, he was gone.” ya se había ido. T h e s h e r i ff l o o k e d a b o u t a t t h e m . 45 “Who lived in that cabin?”

El sheriff miró a su alrededor. —¿Quien vivía en esa cabaña?

“ I d i d n ’t k n o w a n y b o d y d i d , ” t h e — Yo l a c r e í a i n h a b i t a b l e — deputy said. “Niggers, I reckon. She dijo el agente—. Unos negros, m i g h t h a v e h a d n i g g e r s l i v i n g i n t h e 50 p r o b a b l e m e n t e . Q u i z á s e l l a t a m house with her, from what I have heard. bién tenía negros en la casa, seWhat I am surprised at is that it was g ú n h e o í d o d e c i r. L o q u e m e e x this long before one of them done for traña es que esto nole haya suceher.” dido antes. 55 “ G e t m e a n i g g e r, ” t h e s h e r i f f —Tráigame un negro —dijo el sheriff. said. The deputy and two or three El agente, ayudado por dos o tres homo t h e r s g o t h i m a n i g g e r. “ W h o ’s bres, le trajo un negro. been living in that cabin?” the —¿Quién vivía en esa cabaña? —dijo el sheriff said. 60 sheriff. “I don’t know, Mr. Watt,” the negro said. “I ain’t never paid it no mind. I ain’t even knowed anybody lived in it.”

— N o l o s é , s e ñ o r Wa t t — d i j o e l negro—. Nunca me he fijado. Ni siquiera sabía que viviese alguien. 65

“Bring him on down here,” the sheriff said.

—Llevadle allí —dijo el sheriff.

Los curiosos estaban agrupados alredeThey were gathering now about dor del sheriff del agente y del negro. En los the sheriff and the deputy and the n e g r o , w i t h a v i d e y e s u p o n w h i c h t h e 70 ojos ávidos había comenzado a debilitarse la simple prolongación de las llamas casi sheer prolongation of empty flames 195

Faulkner’s Light had begun to pall, with faces i d e n t i c a l o n e w i t h a n o t h e r. I t w a s a s if all their individual five senses had become one organ of looking, like an apotheosis, the words that flew among them wind- or air-engendered Is that him? Is that the one that did i t ? S h e r i f f ’s g o t h i m . S h e r i f f h a s already caught him The sheriff l o o k e d a t t h e m . “ G o a w a y, ” h e s a i d . “All of you. Go look at the fire. If I need any help, I can send for you. Go o n a w a y. ” He turned and led his party down to the cabin. Behind him the repulsed ones stood in a clump and watched the three white men and the negro enter the cabin and close the d o o r. B e h i n d t h e m i n t u r n t h e d y i n g f i re roared, filling the air though not louder than the voices and much more u n s o u r c e l e s s B y G o d , i f t h a t ’s h i m , w h a t a re w e d o i n g , s t a n d i n g a ro u n d h e re ? M u rd e r i n g a w h i t e w o m a n t h e black son of a None of them had ever entered the house. While she was alive they would not have allowed their wives to call on her. When they were younger, children (some of their fathers had done it too) they had called after her on the street, “Nigger lover! Nigger lover!”

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extinguidas y todos los rostros eran idénticos. Era como si los cinco sentidos de todas aquellas personas se hubiesen reducido a uno solo: la vista, como en una apoteosis; las palabras que circulaban entre ellas parecían nacidas del aire y del viento ¿Es él? ¿Fue él quien lo hizo? El «sheriff» le ha atrapado. Ya le ha atrapado el «sheriff» El sheriff les miró. —Lárguense todos —dijo—. Fuera de aquí todos. Vayan a ver el fuego. Si necesito a alguien lo iré a buscar. Váyanse. Se dio la vuelta y se dirigió con su grupo hacia la cabaña. Detrás de él, los que había despedido se reunieron de nuevo y vieron a los tres blancos y al negro entrar en la cabaña y cerrar la puerta. Detrás de ellos, el fuego agonizante roncaba a intervalos, llenando el aire de un rumor tan fuerte como las voces, pero de origen más definido Por Cristo, si ha sido él, ¿qué hacemos aquí? Asesinar a una blanca, el negro hijo de... Ninguno de ellos había entrado nunca en la casa. Cuando la mujer vivía, no habrían permitido nunca que sus esposas fueran a visitarla. Cuando eran más jóvenes, cuando eran niños (y los padres de algunos de ellos lo habían hecho también) la apostrofaban por la calle y la llamaban «¡Negrófila! ¡Negrófila!»

In the cabin the sheriff sat down En la cabaña, el sheriff se dejó caer o n o n e o f t h e c o t s , h e a v i l y. H e pesadamente sobre uno de los camastros. s i g h e d : a t u b o f a m a n , w i t h t h e 35 Suspiró. Parecía un barril, y tenía la inercia c o m p l ete and rocklike inertia of a t u b . petrificada y total de los barriles. “Now, I want to know who lives in this —Ahora quiero saber quién vive en esta cabin,” he said. cabaña —dijo. “I done told you I don’t know,” the negro said. His voice was a little sullen, quite alert, covertly alert. He watched the sheriff. The other two white men were behind him, where he could not see them. He did not look back at them, not so much as a glance. He was watching the sheriff ’s face as a man watches a mirror. Perhaps he saw it, as in a mirror, before it came. Perhaps he did not, since if change, flicker, there was in the sheriff ’s face it was no more than a flicker . But the negro did not look back; there came only into his face when the strap fell across his back a wince, sudden, sharp, fleet, jerking up the corners of his mouth and exposing his momentary teeth like smiling. Then his face smoothed again, inscrutable.

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—Ya le he dicho que no lo sé —dijo el negro. Había algo de mal humor en su voz que, sin embargo, estaba alerta, secretamente alerta. Observaba el rostro del sheriff. Los otros dos blancos estaban detrás de él. El 45 negro no miró hacia atrás ni una sola vez. Observaba el rostro del sheriff como se observa un espejo. Y, como en un espejo, tal vez vio aquello antes de que sucediese. O acaso no lo vio, porque hubo un cam50 bio, un parpadeo, sólo un parpadeo, en el rostro del sheriff. Pero el negro no miró hacia atrás. Cuando la correa se abatió sobre sus espaldas, sólo un estremecimiento le recorrió la cara, un encogimiento repen55 t i n o , a g u d o , r á p i d o , q u e c o n t r a j o l a s comisuras de sus labios y descubrió momentáneamente los dientes, como en una sonrisa. Después, su rostro se distendió, indescifrable de nuevo. 60 “I reckon you ain’t tried hard —Temo que no has tratado intensamenenough to remember,” the sheriff said. te de recordarlo —dijo el sheriff. “I can’t remember because I can’t —N o p u e d o r e c o r d a r l o q u e n o s é k n o w, ” t h e n e g r o s a i d . “ I d o n ’t e v e n 65 — d i j o e l n e g r o — . N i s i q u i e r a v i v o live nowhere near here. You ought to cerca de aquí. Ustedes, blancos, deknow where I stay at, white folks.” berían saber en dónde vivo. “ M r. B u f o r d s a y s y o u l i v e —El señor Buford dice que vives en r i g h t d o w n t h e r o a d y o n d e r , ” t h e 70 esta carretera, precisamente allí, más abasheriff said. jo —dijo el sheriff. 196

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tr. Enrique Sordo —Hay mucha gente que vive en esta carretera. El señor Buford debería saber dónde vivo yo.

“Lots of folks live down that r o a d . M r. B u f o r d o u g h t t o k n o w where I stay at.”

5 —Miente —dijo el agente, que se llama“He’s lying,” the deputy said. His ba Buford. Era él quien manejaba el cintuname was Buford. He was the one who rón, sosteniéndolo por el extremo opuesto a wielded the strap, buckle end outward. la hebilla. Lo mantenía preparado, con los He held it poised. He was watching the sheriff ’s face. He looked like a spaniel 10 ojos en el rostro del sheriff. Parecía un podenco que espera que le ordenen tirarse al waiting to be told to spring into the agua. water. —Quizás sí, quizás no —dijo el sheriff. “Maybe so; maybe not,” the Miró al negro mientras reflexionas h e r i f f s a i d . H e m u s e d u p o n t h e 15 ba. No se movía. Enorme, inerte, aplasnegro. He was still, huge, taba los muelles del camastro. inert, sagging the cot springs. —Creo que no ha entendido todavía que “I think he just don’t realise yet that no tengo ganas de reírme. Eso, sin hablar I ain’t playing. Let alone them folks o u t t h e r e t h a t a i n ’ t g o t n o j a i l t o p u t 20 de esa gente que está ahí, que ni siquiera tienen una cárcel donde meterle en caso de him into if anything he wouldn’t like que sucediera algo que no le iba a gustar s h o u l d c o m e u p . T h a t w o u l d n ’t b o t h e r nada. Aunque nadie se molestaría en meto put him into a jail if they had one.” terle en la cárcel si la hubiera. Perhaps there was a sign, a signal, in Quizás hubo un signo, una señal en h i s e y e s a g a i n ; p e r h a p s n o t . P e r h a p s 25 sus ojos. Quizás el negro lo vio. La the negro saw it; perhaps not. The c o r r e a v o l v i ó a c a e r, l a h e b i l l a v o l strap fell again , t h e b u c k l e vió a marcar la espalda del negro. r a k i n g a c r o s s t h e n e g r o ’s b a c k . —¿Recuerdas ahora? —dijo el sheriff. “You remember yet?” the sheriff said. 30 —Son dos blancos —dijo el negro; “ I t ’s t w o w h i t e m e n , ” t h e n e g r o su voz era fría, sin expresión, sin said. His voice was cold, not sullen, not nada—. No sé quiénes son, ni lo que anything. “I don’t know who they is nor hacen. No es asunto mío. No les he viswhat they does. It ain’t none of my business. I ain’t never seed them. I just 35 to nunca. Sólo he oído decir que había dos blancos que vivían aquí. No me inheard talk about how two white men teresaba saber quiénes eran. Es todo lo lived here. I didn’ t care who they was. que sé. Puede usted sangrarme a golAnd that’s all I know. You can whup the pes, pero eso es todo lo que sé. blood outen me. But that’s all I know.” 40 El sheriff suspiró de nuevo. A g a i n t h e s h e r i ff s i g h e d . “ T h a t ’ l l do. I reckon that’s right.” —Basta —dijo—. Creo que es verdad. “ I t ’s t h a t f e l l o w C h r i s t m a s , t h a t —Hay uno llamado Christmas used to work at the mill, and another 45 q u e t r a b a j a e n e l a s e r r a d e r o c o n fellow named Brown,” the third man otro tipo a quien llaman Brown — said. “You could have picked out any dijo el tercer hombre—. Cualquier man in Jefferson that his breath smelled persona de Jefferson que tenga un right and he could have told you that poco de olfato le podría decir lo much.” 50 m i s m o . “ I r e c k o n t h a t ’s r i g h t , t o o , ” t h e s h e r i ff s a i d . He returned to town. When the crowd realised that the sheriff was departing, a general exodus began. It was as if there were nothing left to look at now. The body had gone, and now the sheriff was going. It was as though he carried within him, somewhere within that inert and sighing mass of flesh, the secret itself: that which moved and evoked them as with a promise of something beyond the sluttishness of stuffed entrails and monotonous days. So there was nothing left to look at now but the fire; they had now been watching it for three hours. They were now used to it, accustomed to it; now it had become a permanent part of their 197

—Creo que eso también es cierto —dijo el sheriff. 55

Regresó a la ciudad. Cuando la muchedumbre se dio cuenta de que el sheriff se iba, fue un éxodo general. Era como si ya no hubiese nada que mirar. El cadáver ya se lo habían llevado y ahora se iba 60 también el sheriff. Y era como si se llevase consigo, en algún lugar de aquella masa de carne inerte y quejumbrosa, el secreto mismo, lo que les emocionaba, lo que les agitaba, como una promesa de 65 algo que superaría la inmundicia de sus panzas repletas y la monotonía de sus días. Así que, ahora, ya no había nada que ver, excepto el fuego. Y ya hacía tres horas que lo contemplaban. Se habían 70 acostumbrado a él. El incendio se había convertido en un elemento permanente de

Faulkner’s Light lives as well as of their experiences, standing beneath its windless column of smoke taller than and impregnable as a monument which could be returned to at any time. So when the caravan reached town it had something of that arrogant decorum of a procession behind a catafalque, the sherif fs car in the lead, the other cars honking and b l a t t i n g b e h i n d i n t h e s h e r i f f ’s a n d their own compounded dust. It was held up momentarily at a street intersection near the square by a country wagon which’ had stopped to let a passenger descend. Looking out, the sheriff saw a young woman climbing slowly and carefully down from the wagon, with that careful a w k w a r d n e s s o f a d v a n c e d p r e g n a n c y. Then the wagon pulled aside; the caravan went on, crossing the square, where already the cashier of the bank had taken from the vault the envelope which the dead woman had deposited with him and which bore the inscription To b e o p e n e d a t m y d e a t h . J o a n n a Burden The cashier was waiting at the sheriffs office when the sheriff came in, with the envelope and its contents. This was a single sheet of paper on which was written, by the sam e h a n d which inscribed the envelope Notify E. E. Peebles, Attorney,— B e a l e S t . , M e m p h i s , Te n n . , a n d N a t h a n i e l B urrington,—St. Exeter, N. H. That was all.

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“This Peebles is a nigger lawyer,” the cashier said.

sus vidas y de sus aventuras mientras estaban bajo la columna de humo inmóvil, tan alto y tan inexpugnable como uno de esos monumentos a los que se puede volver siempre que se desee. Y cuando la caravana llegó a la ciudad presentaba en cierto modo el aspecto y la pompa de un conejo detrás de un ataúd. El coche del sheriff iba en cabeza y los demás coches le seguían, zumbando y tocando los cláxones, mezclando su polvareda con la que levantaba el coche del sheriff. En una esquina de la calle, el cortejo fue inmovilizado un instante por una carreta que se había detenido para que se bajase alguien. Por la ventanilla, el sheriff divisó a la muchacha que descendía por la carreta, lentamente, con precaución, con la prudente torpeza de un embarazo avanzado. Después, la carreta arrancó de nuevo. Y la caravana pasó y cruzó la plaza, donde el cajero del banco había retirado ya de la caja fuerte el sobre que la difunta le había confiado y que llevaba esta inscripción: Para abrir después de mi muerte. Joanna Burden. E l s h e r i f f e n t r ó e n s u o f i c i na. El cajero le estaba esperando con el sobre y su contenido. Era una simple hoja de papel con unas palabras escritas por la misma mano que escribiera la frase del sobre. Av i s a d a E . E . P e e b l e s , A t t o r n e y — B e d e St r e e t , M e m p h i s , Te n n . , y a N a t h a n i e l B u r r i n g t o n St . E x e t e r, N . Eso era todo. —Ese Peebles es un abogado negro — dijo el cajero

40 “Is that so?” the sheriff said.

—¿De veras? —dijo el sheriff.

“Yes. What do you want me to do?”

—Sí. ¿Qué quiere usted que haga?

“I reckon you better do what the paper says,” the sheriff said. “I reckon maybe I better do it myself.” He sent two wires. He received the Memphis reply in thirty minutes. The other came two hours later; within ten minutes afterward the word had gone through the town that Miss Burden’s nephew in New Hampshire offered a thousand dollars’ reward for the capture of her murderer. At nine o’clock that evening the man whom the countryman had found in the burning house when he broke in the front door, appeared. They did not know then that he was the man. He did not tell them so. All they knew was that a man who had resided for a short time in the town and whom they knew as a bootlegger named Brown, and not much of a bootlegger at that, appeared on the square in a state of excitement, seeking the sheriff. Then it b e g a n t o p i e c e t o g e t h e r. T h e s h e r i f f knew that Brown was associated somehow with another man, another stranger named Christmas about whom, despite the fact that he had lived in 198

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—Supongo que hay que hacer lo que dice el papel —dijo el sheriff—. Supongo que sería mejor que lo hiciese yo mismo. Envió dos telegramas. Recibió la respuesta de Memphis al cabo de media hora. La otra llegó dos horas después. Diez minutos más tarde, corría por la ciudad el rumor de que el sobrino de la señorita Burden ofrecía una recompensa de mil dólares al que encontrase al asesino. A las nueve de la noche se presentó un hombre. Era el que el campesino había encontrado en la casa en llamas cuando abrió la puerta de entrada. No sabían todavía que en él. Y él no se lo dijo. Sólo sabían una cosa: que aquel hombre vivía en la ciudad desde hacía poco y que era un contrabandista de alcohol llamado Brown (por otra parte, un contrabandista bastante malo). Había llegado a la plaza en un estado de gran agitación. Buscaba al sheriff. E n t o n c e s c o m e n z a r o n a coordinarse las cosas. El sheriff sabía que aquel hombre era, en cierto modo, socio de otro hombre, otro forastero, llamado Christmas del que todavía se sabía menos que de

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Brown, aunque hacía tres años que Jefferson for three years, even less was vivía en Jefferson. Hasta entonces known than about Brown; it was only no se había enterado el sheriff de now that the sheriff learned that que Christmas vivía, desde hacía Christmas had been living in the cabin behind Miss Burden’s house for three 5 t r e s a ñ o s , e n l a c a b a ñ a c e r c a n a a l a casa de la señorita Burden. Brown years. Brown wanted to talk; he q u e r í a h a b l a r. I n s i s t í a r u i d o s a m e n t e insisted on talking, loud, urgent; it en ello. En seguida se podía ver que appeared at once that what he was lo que codiciaba era la recompensa doing was claiming the thousand dollars’ reward. 10 d e m i l d ó l a r e s . “You want to turn state’s evidence?” the sheriff asked him.

cringe 1 encogerse 2 avergonzarse: her manners make me cringe, sus modales me hacen sentir vergüenza ajena 3 figurado reptar cringe A verb 1 flinch, squinch, funk, shrink, wince, recoil, quail draw back, as with fear or pain; «she flinched when they showed the slaughtering of the calf» 2 fawn, crawl, creep, cower, grovel show submission or fear (servil o temerosa), totally submissive cringe 1 shrink back in fear or apprehension; cower. 2 (often foll. by to) behave obsequiously. Agacharse, encogerse, rebajarse cower v. intr. 1 crouch or shrink back, esp. in fear; cringe 2 cringing adj rastrero, servil, agazpado, amedrentadado, cowering, muerto de la vergüenza 3 cringing n vergüenza

cower agazaparse, agacharse, amedrentarse, acobardarse, alebrarse=echarse en le suelo pegándose contra él como las liebres. cower encogerse 1 fawn, crawl, creep, cringe, grovel show submission or fear 2 huddle, cower crouch or curl up; «They huddled outside in the rain» cower 1 crouch or shrink back, esp. in fear; cringe. 2 stand or squat in a bent position.

—¿Quiere ser testigo de la acusación? — le preguntó el sheriff.

—No quiero ser testigo de nadie —dijo “ I d o n ’ t w a n t t o t u r n n o t h i n g , ” 15 Brown, con un tono brusco y ronco, el rosBrown said, harsh, hoarse, a little tro un poco extraviado —. Sé quién ha hewild in the face. “I know who done cho eso y en cuanto tenga la recompensa, it and when I get my reward, I’ll hablaré. tell.” 20 —Échele mano al tipo y recibirá la “You catch the fellow that done it, recompensa —dijo el sheriff. Y para mayor seand you’ll get the reward,” the sherif f guridad, hizo que le metieran en el calabozo. said. So they took Brown to the jail for —Aunque me parece que no es safekeeping. “Only I reckon it ain’t no actual need of that,” the sheriff said. 25 n e c e s a r i o — d i j o e l s h e r i f f — . P o r que, en mi opinión, mientras pue“I reckon as long as that thousand da oler esos mil dólares, no hay dollars is where he can smell it, you quien le haga salir de aquí. couldn’t run him away from here.” Después de que se llevaran a Brown, W h e n B r o w n w a s t a k e n a w a y, s t i l l hoarse, still gesticulant and outraged, 30 que seguía furioso, gesticulante y ronco, el sheriff telefoneó a la ciudad vethe sheriff telephoned to a neighboring cina, en donde tenían una pareja de petown, where there was a pair of rros policías. Los perros llegaron al día bloodhounds. The dogs would arrive on siguiente, en el tren de la mañana. the early morning train. 35 En el sombrío andén, en el triste amaneAbout the bleak platform, in the sad cer de aquella mañana de domingo, treinta o dawn of that Sunday morning, thirty or cuarenta hombres esperaban la llegada del forty men were waiting when the train tren, cuyas ventanillas iluminadas pasaron came in, the lighted windows fleeing and jarring to a momentary stop. It was 40 ante ellos y se detuvieron por un instante con gran estrépito. Era un tren rápido que no a fast train and it did not always stop siempre se detenía en Jefferson. Se detuvo at Jefferson. It halted only long justamente el tiempo necesario para que desenough to disgorge the two dogs: a cendieran los dos perros: un millar de costhousand costly tons of intricate and c u r i o u s m e t a l g l a r i n g a n d c r a s h i n g u p 45 tosas toneladas de metal extrañamente complicado que llegó, centelleante y rechinante and into an almost shocking silence y que, en un silencio casi sorprendente, llefilled with the puny sounds of men, to no de un miserable rumor de voces humavomit two gaunt and cringing nas, vomitó en el andén dos fantasmas phantoms whose droopeared and mild f a c e s g a z e d w i t h s a d a b j e c t n e s s a b o u t 50 desgarbados y amedrentados cuyas pacíficas cabezas de orejas colgantes, contemplaban, a t t h e w e a r y, p a l e f a c e s o f m e n w h o con un servilismo tristón, las pálidas caras had not slept very much since night de unos hombres que hacía dos noches que before last, ringing them about with apenas dormían y que les rodearon con una something terrible and eager and i m p o t e n t . I t w a s a s i f t h e v e r y i n i t i a l 55 actitud terrible, intensa e impotente. Era como si la injuria inicial del asesinato arrasoutrage of the murder carried in its trara en su estela, y diera a todos los actos wake and made of all subsequent subsiguientes, un algo de monstruoso, paraactions something monstrous and dójico y falso, contrario a la fe, a la razón y paradoxical and wrong, in themselves 60 a la naturaleza. against both reason and nature. El sol salía en el momento justo en que It was just sunrise when the posse la fuerza pública llegaba a la cabaña, por reached the cabin behind the charred detrás de las minas calcinadas y ya frías de and now cold embers of the house. T h e d o g s , e i t h e r g a i n i n g c o u r a g e 65 la casa. Los perros, sea porque la luz y el calor les envalentonaban, sea porque experifrom the light and warmth of the sun mentaban el contagio del intenso nerviosisor catching the strained and tense mo en el que se encontraban los hombres, excitement from the men, began to comenzaron a saltar y a ladrar alrededor de surge and yap about the cabin. S n u f f i n g l o u d l y a n d a s o n e b e a s t t h e y 70 la cabaña. Jadeaban ruidosamente, y, como de común acuerdo, emprendieron su carretook a course, dragging the man who 199

Faulkner’s Light held the leashes. They ran side by side for a hundred yards, where they stopped and began to dig furiously into the earth and exposed a pit where someone had buried recently emptied food tins. They dragged the dogs away by main strength. They dragged them some distance from the cabin and made another cast. For a short time the dogs moiled, whimpering, then they set off again, fulltongued, drooling, and dragged and carried the running and cursing men at top speed back to the cabin, where, feet planted and with backflung heads and backrolled eyeballs, they bayed the empty doorway with the passionate abandon of two baritones singing Italian opera. The men took the dogs back to town, in cars, and fed them. When they crossed the square the church bells were ringing, slow and peaceful, and along the streets the decorous people moved sedately beneath parasols, carrying Bibles and prayerbooks. T h a t n i g h t a y o u t h , a c o u n t r y b o y, and his father came in to see the sheriff. The boy told of having been on the way home in a car late Friday night, and of a man who stopped him a mile or two beyond the scene of the murder, with a pistol. The boy believed that he was about to be robbed and even killed, and he told how he was about to trick the man into permitting him to drive right up into his own front yard, where he intended to stop the car and spring out and shout for help, but that the man suspected something and forced him to stop the car and let him out. The father wanted to know how much of the thousand dollars would become theirs.

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ra, arrastrando a los hombres que sostenían las coreas. Corrieron uno junto a otro un centenar de metros y después se detuvieron y comenzaron a arañar furiosamente la tierra. Así descubrieron una fosa donde alguien había enterrado recientemente unas latas de conserva vacías. Hubo que emplear la fuerza para apartarlos de allí. Se les arrastró hasta cierta distancia de la cabaña y se les dejó que buscasen de nuevo. Durante un instante, los perros se agitaron gimoteando, y luego se dispararon, babeantes, con las lenguas colgando, a toda velocidad, de nuevo hacia la cabaña, arrastrando a los hombres, que corrían y maldecían. Y al llegar a la cabaña, los perros se plantaron ante la puerta abierta y, alzando la cabeza y poniendo los ojos en blanco, comenzaron a aullar con la apasionada entrega de dos barítonos de ópera italiana. Los hombres se llevaron los perros a la ciudad, en un coche, y les dieron de comer. Cuando atravesaban la plaza, las campanas de la iglesia tañían lentamente, apaciblemente y, en las calles, los dignos ciudadanos caminaban gravemente bajo sus sombrillas, con biblias y libros de oraciones en la mano.

Aquella noche, un muchacho, un 30 j o v e n c a m p e s i n o , y s u p a d r e , f u e r o n a v e r a l s h e r i ff . E l m u c h a c h o c o n t ó que, la noche del viernes, cuando volvía a casa, bastante tarde, había sido detenido por un hombre armado de 35 u n a p i s t o l a a u n a o d o s m i l l a s d e l l u gar del crimen. El muchacho creyó que le iba a desvalijar o quizás a matarle. Y contó que se le había ocurrido la idea de engañar al hombre lle40 v á n d o l e a l c o r r a l d e s u p r o p i a c a s a , donde, después de detener el coche, habría saltado de él pidiendo socorro. Pero el hombre había desconfiado de algo y le obligó a detener el coche 45 p a r a p o d e r b a j a r. E l p a d r e i n t e n t ó s a ber lo que les correspondería de los mil dólares.

“ Yo u c a t c h h i m a n d w e ’ l l —Atrápenlo primero. Ya veremos —dijo s e e , ” t h e s h e r i f f s a i d . S o t h e y 50 el sheriff. waked the dogs and put them Entonces despertaron a los perros y los into another car and the youth hicieron subir a otro coche, y el muchacho showed them where the man les indicó el lugar donde el hombre había h a d g o t o u t , a n d they cast the bajado. Los perros comenzaron a husmear e dogs, who charged immediately into the 55 inmediatamente se lanzaron al bosque, donwoods and with their apparent de, con su olfato al parecer infalible para el infallibility for metal in any form, metal en todas sus formas, no tardaron en found the old pistol with its two loaded encontrar la vieja pistola con su dos cámachambers almost at once. ras cargadas. 60 “It’s one of them old Civil War, cap—Es una de esas viejas armas de pistón and-ball pistols,” the deputy said. “One del tiempo de la Guerra Civil —dijo el ayuof the caps has been snapped, but it dante del sheriff—. Uno de los tiros ha sido never went off. What do you reckon he disparado, pero el proyectil no salió. ¿Qué was doing with that?” 65 demonios estaría haciendo con esto? “Turn them dogs loose,” the sheriff —Suelten a los perros —dijo el sheriff— said. “Maybe them leashes worry . Quizás les molesten las correas. them.” They did so. The dogs were free Y soltaron a los perros. Ahora estaban n o w ; t h i r t y m i n u t e s l a t e r t h e y w e r e 70 libres. Y, media hora después, estaban perlost. Not the men lost the dogs; the didos. No fueron los hombres quienes per200

Faulkner’s Light dogs lost the men. They were just across a small creek and a ridge, and t h e m e n c o u l d h e a r t h e m p l a i n l y. T h e y w e r e n o t b a y i n g n o w, w i t h p r i d e a n d assurance and perhaps pleasure. The sound which they now made was a longdrawn and hopeless wailing, while steadily the men shouted at t h e m . B u t a p p a re n t l y t h e a n i m a l s c o u l d n o t h e a r e i t h e r. B o t h v o i c e s were distinguishable, yet the belllike and abject wailing seemed to come from a single throat, as though the two beasts crouched flank to flank. After a while the men found them so, crouched in a ditch. By that time their voices sounded almost like the voices of children. The men squatted there until it was light enough to find their way back to the cars. Then it was Monday morning. The temperature began to rise M o n d a y. O n Tu e s d a y, t h e n i g h t , t h e d a r k n e s s a f t e r t h e h o t d a y, i s c l o s e , still, oppressive; as soon as Byron enters the house he feels the corners of his nostrils whiten and tauten with the thick smell of the stale, mankept house. And when Hightower approaches, the smell of plump unwashed flesh and unfresh clothing—that odor of unfastidious sedentation, of static overflesh not often enough bathed—is well nigh overpowering. Entering, Byron thinks as he has thought before: ‘That is his right. It may not be my way, but it is his way and his right.’ And he remembers how once he had seemed to find the answer, as though by inspiration, divination: ‘It is the odor of goodness. Of course it would smell bad to us that are bad and sinful.’

sober adj. & n. 1 not affected by alcohol, sobrio. 2 not given to excessive drinking of alcohol. 3 moderate, well-balanced, tranquil, sedate, serio, formal, sensato, sereno. 4 not fanciful or exaggerated (the sober truth, la pura verdad). 5 (of a colour etc.) quiet and inconspicuous, discreto. — v.tr. & intr. 1 (often foll. by down, up) make or become sober or less wild, reckless, enthusiastic, visionary, serenarse, calmarse, etc. (a sobering thought). 2 Decir con seriedad

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dieron a los perros, sino los perros quienes perdieron a los hombres. Se encontraban exactamente al otro lado de un riachuelo, detrás de una escarpadura, y los hombres podían oírlos muy distintamente. Ahora ya no ladraban con orgullo, con seriedad, con gozo tal vez. El sonido que ahora emitían era un largo lamento monótono, desesperado. Mientras tanto, los hombres no dejaban de llamarlos a grandes gritos. Pero los animales, probablemente, no podían oírles. Sus dos voces eran reconocibles, y sin embargo, el servil lamento, con sonido de campana, parecía salir de una sola garganta, como si los dos animales estuviesen agazapados uno junto a otro. Al cabo de un rato, los hombres los encontraron así, agazapados en una zanja. Sus voces parecían entonces voces de niños. Los hombres se acurrucaron hasta que hubo la suficiente luz para volver a sus coches. Era ya la mañana del lunes. El lunes, la temperatura comienza a subir. El martes, tras el calor del día, la noche, la oscuridad, es sofocante, inmóvil, oprimente. Apenas ha entrado en la casa, cuando Byron siente que las aletas de su nariz se distienden con el denso olor a rancio de aquella casa mal cuidada por un hombre. Y cuando Hightower se le acerca, el olor a carne grasa y mal lavada y a ropa sucia —el olor del abandono sedentario, del exceso de carne estática insuficientemente bañada— resulta casi insoportable. Byron, al entrar, piensa lo que ya ha pensado antes: «Está en su derecho. Este no es mi modo de vivir, sino el suyo. Está en su derecho.» Y recuerda que cierto día había creído encontrar la repuesta, como por inspiración, por adivinación. «Es el olor de la santidad. Es natural que nos parezca desagradable a los que somos malos, a los que estamos manchados por el pecado.»

They sit again opposite one another 45 Otra vez están sentados frente a frente, in the study, the desk, the lighted lamp, en el cuarto de trabajo de Hightower. La between. Byron sits again on the hard mesa y la lámpara les separan. Byron está chair, his face lowered, still. His voice sentado de nuevo en la silla dura. Agacha la is sober , stubborn: the voice of a man cabeza, inmóvil. Su voz es sobria, inflexis a y i n g s o m e t h i n g w h i c h w i l l b e n o t 50 ble: la voz de un hombre que dice algo only unpleasing, but will not be desagradable e increíble. believed. “I am going to find another — Vo y a b u s c a r o t r o s i t i o p a r a place for her. A place where it will be ella. Un sitio donde esté menos more private. Where she can ...” a la vista, donde pueda... 55 Hightower watches his lowered Hightower observa su rostro inclinado: face. “Why must she move? When —Para qué hacerla cambiar si se encuenshe is comfortable there, with a tra bien donde está, con una mujer cerca para woman at hand if she should need caso de necesidad? o n e ? ” B y r o n d o e s n o t a n s w e r . H e 60 Byron no responde. Sigue sentado, insits motionless, downlooking; his móvil, con la cabeza baja. Al mirarle, face is stubborn, still; looking at it, Hightower piensa: «Es que suceden muchas Hightower thinks, ‘It is because so cosas. Demasiadas cosas. Eso es. El hombre m u c h h a p p e n s . To o m u c h h a p p e n s . realiza, engendra más de lo que puede o de T h a t ’s i t . M a n p e r f o r m s , e n g e n d e r s , 65 lo que debería soportar. Así es como descuso much more than he can or should bre que puede soportarlo todo. Eso es. Eso h a v e t o b e a r . T h a t ’s h o w h e f i n d s es lo terrible, el hecho de que pueda soport h a t h e c a n b e a r a n y t h i n g . T h a t ’s i t . tarlo todo, todo.» Observa a Byron. That’s what is so terrible. That he —Se va a ir de allí solamente por causa c a n b e a r a n y t h i n g , a n y t h i n g . ’ H e 70 de la señora Beard? watches Byron. “Is Mrs. Beard the Byron sigue sin levantar la cabeza. Si201

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tr. Enrique Sordo gue hablando con el mismo tono quedo, tenaz.

only reason why she is going to move?”

—Necesita un lugar donde Still Byron does not look up, speaking in that still, stubborn voice: 5 p u e d a s e n t i r s e c a s i c o m o e n s u c a s a . Ya l e f a l t a p o c o t i e m “She needs a place where it will be kind po, y en una pensión donde of home to her. She ain’t got a whole casi todos son hombres... Una lot more time, and in a boarding house, habitación tranquila para where it’s mostly just men ... A room w h e r e i t w i l l b e q u i e t w h e n h e r t i m e 10 c u a n d o l l e g u e e l m o m e n t o , s i n un pasillo lleno de tratantes comes, and not every durn horsetrader de ganado y de jurados del or courtjury that passes through the tribunal... hallway ...” —Comprendo —dijo Hightower; y miró “ I s e e , ” H i g h t o w e r s a y s . H e 15 el rostro de Byron —. Y usted quiere que la w a t c h e s B y r o n ’s f a c e . “ A n d y o u albergue aquí. want me to take her in here.” Byron trató de hablar, pero el otro contiByron makes to speak, but the other nuó, con su voz fría y uniforme: goes on: his tone too is cold, level: —Es imposible, Byron. Si hubiera otra “ I t w o n ’ t d o , B y r o n . I f t h e r e w e r e 20 mujer aquí, en la casa... Es una lástima, con another woman here, living in the codas estas habitaciones, y esta tranquilidad. h o u s e . I t ’s a s h a m e t o o , w i t h a l l t h e Y pienso en ella, créame. No en mí. Me imroom here, the quiet. I’m thinking of porta muy poco lo que dirían, lo que pensah e r, y o u s e e . N o t m y s e l f . I w o u l d n o t care what was said, thought.” 25 rían ... “I am not asking that.” Byron does not look up. He can feel the other watching him. He thinks He knows that is not what I meant, too. He knows. He just said that. I know what he is t h i n k i n g . I re c k o n I e x p e c t e d i t . I reckon it is not any reason for him to t h i n k d i f f e re n t f ro m o t h e r f o l k s , e v e n about me “I reckon you ought to know that.” Perhaps he does know it. But Byron does not look up to see. He talks on, in that dull, flat voice, downlooking, while beyond the desk H i g h t o w e r, s i t t i n g a l i t t l e m o r e t h a n erect, looks at the thin, weatherhardened, laborpur ged face of the man opposite him. “I ain’t going to get you mixed up in it when it ain’t none of your trouble. You haven’t even seen her, and I don’t reckon you ever will. I reckon likely you have never seen him to know it either. It’s just that I thought maybe ...” His voice ceases. Across the desk the unbending minister looks at him, waiting, not of fering to help him. “When it’s a matter of notdo, I reckon a man can trust himself for advice. But when it comes to a matter of doing, I reckon a fellow had better listen to all the advice he can get. But I ain’t going to mix you up in it. I don’t want you to worry about that.”

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—No es eso lo que quiero. Byron no levanta los ojos. Sabe que el otro le está observando. Y piensa El sabe muy bien, además, que no es eso lo que quiero decir. Lo sabe. Ha dicho eso porque sí, por decir algo. Yo sé lo que piensa. Creo que me lo esperaba. Después de todo, no hay razón para que piense de modo diferente a los demás, aunque se trate de mí «Me parece que debería saberlo». Tal vez lo sabe. Pero Byron no levanta los ojos para ver. Con la cabeza baja, continúa hablando con la misma voz sorda, monocorde, mientras que, al otro lado de la mesa, Hightower, sentado un poco más que erguido en su sillón, mira el rostro demacrado del hombre que tiene enfrente, el rostro curtido por la intemperie, agotado por el trabajo. —No quiero mezclarle en esto. Al fin y al cabo, no es cosa que le importe. Ni siquiera ha visto a esa mujer. Y no creo que la vea nunca. Sólo había pensado que, quizás... Su voz se detiene. Al otro lado de la mesa, el pastor inflexible le mira, espera, sin ayudarle. — C u a n d o s e t r a t a d e n o o b r a r, u n hombre sólo necesita su propio cons e j o . P e r o c u a n d o s e t r a t a d e o b r a r, creo que debe pedir todos los consejos que pueda. Pero no quiero mezclarle a usted en esto. No quiero que se preocupe por ello.

“I think I know t h a t , ” 60 —Lo sé muy bien —dice Hightower; Hightower says. He watches the y observa el rostro inclinado. o t h e r ’s d o w n l o o k i n g f a c e . ‘ I a m «Yo ya no pertenezco al mundo de los not in life anymore,’ he thinks. vivos —piensa—. Por eso es inútil que tra‘That’s why there is no use in te de intervenir, de mezclarme en el asune v e n t r y i n g t o m e d d l e , i n t e r f e r e . 65 to. Byron no me entendería, como tampoHe could hear me no more than co me entendería cualquier otro hombre, t h a t m a n a n d t h a t w o m a n ( a y, a n d cualquier otra mujer (o cualquier otro that child) would hear or heed me niño). No me prestarían atención si intenif I tried to come back into life.’ tase volver a ocupar mi sitio en la vida. “But you told me she knows that he is 70 —Pero usted me dijo que la mujer sabe here.” que él está aquí. 202

Faulkner’s Light

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—Sí —dice Byron, “Yes,” Byron says, brooding. “Out pensativamente—. Allí, en el aserrathere where I thought the chance to harm dero, me sentía seguro, creía que no ere a man or woman or child could not have found me. And she hadn’t hardly got 5 s e p o d í a p r e s e n t a r l a o c a s i ó n d e h a cer daño a nadie. ¡Y en cuanto ella there before I had to go and blab the llegó, le conté toda la historia! whole thing.” —No es eso lo que quiero decir. Usted “I don’t mean that. You didn’t know yourself, then. I mean, the rest of it. 10 mismo, en aquel momento, no lo sabía. Quiero decir todo lo demás. El y... ese... About him and the—that ... It has been Hace ya tres días. Ella debe de saberlo, se three days. She must know, whether you lo haya dicho usted o no. Debe de haberlo told her or not. She must have heard by oído contar. now.” 15 —Christmas —Byron sigue sin levan“Christmas.” Byron does not look tar la vista—. No le he dicho nada más up. “I never said any more, after she desde que ella mencionó la pequeña ciasked about that little white scar by his catriz blanca cerca de la boca. Mientras mouth. All the time we were coming to t o w n t h a t e v e n i n g I w a s a f r a i d s h e 20 la llevaba por la ciudad, tuve miedo de que me preguntase. Procuré encontrar would ask. I would try to think up algo que contar para impedir que me hithings to talk to her about so she would ciese más preguntas. Pero siempre he not have a chance to ask me any more. creído que ella sabía. Que aunque yo traAnd all the time I thought I was k e e p i n g h e r f r o m f i n d i n g o u t t h a t h e 25 taba de impedir que descubriera que, no sólo había huido dejándola embarazada, had not only run off and left her in sino que había cambiado de nombre para trouble, he had changed his name to que no le encontrase, y que ahora, al enkeep her from finding him, and that contrarle, lo que encontraba era un connow when she found him at last, what s h e h a d f o u n d w a s a b o o t l e g g e r, s h e 30 trabandista de alcohol, ella ya sabía. Sabía que era un holgazán... already knew i t . A l r e a d y k n e w t h a t Y Byron, en una especie de ensueño penhe was a nogood.” He says now, sativo, agrega: w i t h a k i n d o f m u s i n g a s t o n i s h m e n t: —Ni siquiera tuve necesidad de ocultár“I never even had any need to keep it f r o m h e r, t o l i e i t s m o o t h . I t w a s l i k e 35 selo, de mentir para suavizar las cosas. Era como si ella ya supiese de antemano lo que she knew beforehand what I would say, le iba a decir, la mentira que le iba a decir. t h a t I w a s g o i n g t o l i e t o h e r. L i k e s h e Como si ya hubiese pensado en ello por su had already thought of that herself, cuenta y no me creyese de antemano, antes and that she already didn’t believe it b e f o r e I e v e n s a i d i t , a n d t h a t w a s a l l 40 incluso de que yo hablase. Pero la parte de ella que sabía la verdad, a esa parte, nunca right too. But the part of her that knew habría podido engañarla... the truth, that I could not have fooled Byron busca, tantea las palabras. El homanyway ...” He fumbles, gropes, the bre inflexible que está detrás de la mesa no unbending man beyond the desk w a t c h i n g h i m , n o t o f f e r i n g t o h e l p . 45 intenta ayudarle. “It’s like she was in two parts, and one —Es como si ella estuviera hecha de of them knows that he is a scoundrel. dos partes. Una de esas partes sabe que But the other part believes that when a Brown es un granuja, pero la otra cree que, man and a woman are going to have a cuando un hombre y una mujer van a tener child, that the Lord will see that they 50 un hijo, el Señor cuidará de que los dos are all together when the right time estén juntos cuando llegue el momento. comes. Like it was God that looks after Como si Dios vigilase a las mujeres para women, to protect them from men. And protegerlas de los hombres. Y si el Señor if the Lord don’t see fit to let them two no considera conveniente hacer que las dos parts meet and kind of compare, then I 55 partes se reúnan y se equilibren, yo tamain’t going to do it either.” poco podría hacerlo. “Nonsense,” Hightower says. He —Absurdo —dice Hightower. Y mira, l o o k s a c r o s s t h e d e s k a t t h e o t h e r ’s por encima de la mesa, a Byron quieto, still, stubborn, ascetic face: the face of 60 obstinado, con rostro ascético: el rostro del a hermit who has lived for a long time ermitaño que ha vivido mucho tiempo en in an empty place where sand blows. un desierto donde soplan las ráfagas de “The thing, the only thing, for her to arena—. Lo que esa mujer debe hacer es d o i s t o g o b a c k t o A l a b a m a . To h e r una cosa, una sola cosa: volver a Alabama, people.” 65 a su familia. “I reckon not,” Byron says. He says —Yo creo que no —dice Byron; lo dice it immediately, with immediate finality, bruscamente, con una decisión súbita, como as if he has been waiting all the while si hiciese mucho tiempo que esperaba aquel for this to be said. “She won’ t need to 70 momento—. No tendrá necesidad de hacerlo. do that. I reckon she won’t need to do Creo que no tendrá necesidad de hacerlo. 203

Faulkner’s Light

tr. Enrique Sordo No levanta los ojos. Pero siente que el otro le mira.

that.” But he does not look up. He can feel the other looking at him.

—¿Es que Br... Brown sabe que ella está “Does Bu—Brown know that she is in Jef ferson?” 5 en Jefferson? For an instant Byron almost smiles. His lip lifts: a thin movement almost à shadow, without mirth. “He’s been too busy. After that thousand dollars. It’s right funny to watch him. Like a man that can’ t play a tune, blowing a horn right loud, hoping that in a minute it will begin to make music. Being drug across the square on a handcuff every twelve or fifteen hours, when likely they couldn’t run him away if they was to sick them bloodhounds on him. He spent Saturday night in jail, still talking about how they were trying to beat him out of his thousand dollars by trying to make out that he helped Christmas do the killing, until at last Buck Conner went up to his cell and told him he would put a gag in his mouth if he didn’t shut up and let the other prisoners sleep. And he shut up, and Sunday night they went out with the dogs and he raised so much racket that they had to take him out of jail and let him go too. But the dogs never got started. And him hollering and cussing the dogs and wanting to beat them because they never struck a trail, telling everybody again how it was him that reported Christmas first and that all he wanted was fair justice, until the s h e r i ff t o o k h i m a s i d e a n d t a l k e d t o him. They didn’t know what the sheriff said to him. Maybe he threatened to lock him back up in jail and not let him g o w i t h t h e m n e x t t i m e . A n y w a y, h e calmed down some, and they went on. They never got back to town until late Monday night. He was still quiet. Maybe he was wore out. He hadn’t slept none in some time, and they said how he was trying to outrun the dogs so that the sheriff finally threatened to handcuff him to a deputy to keep him back so the dogs could smell something beside him. He needed a shave already when they locked him up Saturday night, and he needed one bad by now. I reckon he must have looked more like a murderer than even Christmas. And h e w a s c u s s i n g C h r i s t m a s n o w, l i k e Christmas had done hid out just for meanness, to spite him and keep him from getting that thousand dollars. And they brought him back to jail and locked him up that night. And this morning they went and took him out again and they all went off with the dogs, on a new scent. Folks said they could hear him hollering and talking until they were clean out of town.”

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Durante un instante, Byron esboza casi una sonrisa. Su labio se arremanga: un leve movimiento, casi una sombra, sin alegría. —Está demasiado ocupado. Corre detrás de esos mil dólares. Resulta divertido verle. Es como un hombre que, incapaz de tocar una melodía, sopla muy fuerte en una trompeta con la esperanza de que, dentro de unos minutos, aquello se convertirá en música. Cruza la plaza, cada doce o quince horas, con las manos esposadas, cuando lo cierto es que no conseguirían que se escapara aunque le echasen detrás los perros. Ha pasado la noche del sábado en el calabozo y no ha cesado de repetir que querían impedirle que cobrase los mil dólares tratando de probar que había ayudado a Christmas a cometer el asesinato; hasta que Buck Conner tuvo que ir a su calabozo y decirle que le iba a amordazar si no se callaba y dejaba dormir a los demás presos. Entonces se calló como un muerto. Y el domingo, cuando salían con los perros, Brown organizó tal escándalo que tuvieron que sacarle y llevarle con ellos. Pero los perros no querían hacer nada, y Brown gritaba y maldecía a los perros, y quería pegarles porque no encontraban la pista, y seguía repitiendo que era él quien había denunciado a Christmas y que sólo quería una cosa: justicia. Hasta que el sheriff le llamó aparte y le habló. No se sabe lo que el sheriff le dijo. Tal vez le amenazó con encerrarle de nuevo en el calabozo y con no llevarle con ellos la próxima vez. El caso es que se calmó y continuaron la búsqueda. No volvieron a la ciudad hasta el lunes por la noche. Brown estaba muy tranquilo entonces. Quizás estaba cansado. Hacía tiempo que no había dormido y al parecer corría tanto con los perros que el sheriff tuvo que amenazarle con hacer que uno de sus agentes le pusiera las esposas con el fin de contenerle y de permitir a los perros que olfateasen algo que no fuese él. El sábado por la noche, cuando le encerraron, ya necesitaba un afeitado. Y ahora lo necesitaba mucho más. Supongo que tenía más aspecto de asesino que el propio Christmas. Y Brown maldecía ahora a Christmas, como si Christmas se escondiera por pura maldad, para mofarse de él e impedir que recibiera los mil dólares de la recompensa. Y le llevaron a la cárcel y le tuvieron encerrado toda la noche. Y esta mañana le han sacado y se han ido con los perros a buscar una nueva pista. Parece ser que se le oyó gritar y hablar durante mucho tiempo después que se alejaron de la ciudad.

“And she doesn’t know that, you —¿ Y d i c e q u e e l l a n o s a b e n a d a s a y. You say you have kept that from 70 d e e s o ? ¿ D i c e q u e s e l o h a o c u l t a her. You had rather that she knew him do? Prefiere usted que la muchacha 204

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sober adj. & n. 1 not affected by alcohol, sobrio. 2 not given to excessive drinking of alcohol. 3 moderate, well-balanced, tranquil, sedate, serio, formal, sensato, sereno. 4 not fanciful or exaggerated (the sober truth, la pura verdad). 5 (of a colour etc.) quiet and inconspicuous, discreto. — v.tr. & intr. 1 (often foll. by down, up) make or become sober or less wild, reckless, enthusiastic, visionary, serenarse, calmarse, etc. (a sobering thought). 2 Decir con seriedad

tr. Enrique Sordo

to be a scoundrel than a fool: is that it?”

le crea un bribón, no un idiota, ¿verdad?

B y r o n ’s f a c e i s s t i l l a g a i n , n o t smiling now; it is quite sober . “I don’t know. It was last Sunday night, after I came out to talk to you and went back home. I thought she would be asleep in bed, but she was still sitting up in the parlor, and she said, ‘What is it? What has happened here?’ And I didn’t look at her and I could feel her looking at me. I told her it was a nigger killed a white woman. I didn’t lie then. I reckon I was so glad I never had to lie then. Because before I thought, I had done said ‘and set the house afire.’ And then it was too late. I had pointed out the smoke, and I had told her about the two fellows named Brown and Christmas that lived out there. And I could feel her watching me the same as I can you n o w, a n d s h e s a i d , ‘ W h a t w a s t h e nigger ’s name?’ It’s like God sees that they find out what they need to know out of men’s lying, without needing to ask. And that they don’t find out what they don’ t need to know, without even knowing they have not found it out. And so I don’t know for sure what she knows and what she don’t know. Except that I have kept it from her that it was the man she is hunting for that told on the murderer and that he is in jail now except when he is out running with dogs the man that took him up and befriended him. I have kept that from her.”

La cara de Byron ha recobrado su quietud. Ya 5 no sonríe. Está llena de una expresión muy sobria. —No lo sé. El domingo pasado, la noche en que vine a hablar con usted, volví a casa. Creía que la iba a encontrar dormida, pero todavía estaba 10 s e n t a d a e n e l s a l ó n . Y m e d i j o . « ¿ Q u é o c u r r e ? ¿ Q u é h a p a s a d o ? » Yo n o l a miraba y sentía que ella me miraba a mí. Le dije que era un negro que había asesinado a una blanca. Esta vez 15 n o l e m e n t í . P o r q u e , c a s i s i n p e n s a rlo, agregué: «... y que ha prendido f u e g o a la casa.» Y ya era demasiado tarde. Cuando le había mostrado el humo le había hablado de los dos tipos que vi20 vían allí: Christmas y Brown. Y sentí que ella me miraba como me mira usted ahora. Y me dijo: «¿Cómo se llama el negro?» Se diría que Dios dispone que ellas averigüen lo que necesitan saber en las 25 mentiras de los hombres, s i n n e c e s i d a d d e p r e g u n t a r. Y q u e n o a v e r i g ü e n l o q u e n o q u i e r e n s a b e r, a u n q u e u n o n i siquiera se da cuenta de que no lo han averiguado. Por eso no sé lo 30 q u e e l l a s a b e y l o q u e e l l a i g n o r a . Sólo sé que le he ocultado que el que ha denunciado al asesino es el hombre a quien ella busca, y que ahora está en la cárcel cuando no 35 s a l e a p e r s e g u i r c o n l o s p e r r o s a l hombre que le había albergado y que era su amigo. Esto no se lo he dicho.

—¿Y qué hará usted ahora? ¿A dónde “And what are you going to do now? 40 quiere ir ella? Where does she want to move?” “She wants to go out there and wait for him. I told her that he is away on business for the sherif f. So I didn’t lie altogether. She had already asked me where he lived and I had already told h e r. A n d s h e s a i d t h a t w a s t h e p l a c e where she belonged until he came back, because that is his house. She said that’s what he would want her to do. And I couldn’t tell her different, that that cabin is the last place in the world he would want her to ever see. She wanted to go out there, as soon as I got home from the mill this evening. She had her bundle all tied up and her bonnet on, waiting for me to get home. ‘I started once to go on by myself,’ she said. ‘But I wasn’t sho I knowed the w a y.’ And I said ‘Yes; only it was too late today and we would go out there tomorrow,’ and she said, ‘It’s a hour till dark yet. It ain’ t but two miles, is it?’ and I said to let’s wait because I would have to ask first, and she said, ‘Ask w h o ? A i n ’ t i t L u c a s ’s h o u s e ? ’ a n d I could feel her watching me and she said, ‘I thought you said that that was where Lucas lived,’ and she was watching me and she said, ‘Who is this 205

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—Ella quiere ir a donde esté él y esperarle. Le he dicho que estaba fuera de la ciudad, que ha ido a arreglar unos asuntos que le ha encargado el sheriff. Así que no he mentido del todo. Ella ya me había preguntado dónde vivía Brown y yo se lo había dicho. Y me dijo que era allí donde tenía que ir a esperarle, puesto que era su casa. Y dijo que eso era lo que a él le gustaría que hiciese. No pude decirle lo contrario, que aquella cabaña era el último lugar del mundo donde él querría verla. Y ella quería ir la misma tarde, en cuanto yo regresara del aserradero. Había anudado su hatillo y se había puesto su capellina, y me esperaba para que la llevase a casa de Brown. «Hubiese ido yo sola —me dijo—, pero no estaba muy segura del camino.» Y yo dije «sí», pero que hoy era demasiado tarde, y que iríamos mañana y ella dijo: «Nos queda todavía una hora antes de que sea de noche. Son dos millas, ¿verdad?» Le dije que esperáramos un poco, que tenía que informarme. «¿Informarse de qué? ¡No es la casa de Lucas?» Y yo podía sentir cómo me observaba, y dijo: «Creía que usted me había dicho que era allí conde vivía Lucas.» Y ella me observaba, y dijo:

Faulkner’s Light

tr. Enrique Sordo «Quién es ese pastor a quien le habla de mí todo el tiempo?»

preacher you keep on going to talk to about me?’ ”

—¿Y la va a dejar que vaya a vi“And you are going to let her go out there to live?” 5 vir allí? — Q u i z á s f u e s e l o m e j o r. A l l í e s “It might be best. She would be taría tranquila y más lejos de todas private out there, and she would be las habladurías mientras dure el away from all the talking until this business is over.” 10 a s u n t o . —O dicho de otro modo, que ella tiene esa idea y que usted no va detenerla. Que usted no quiere detenerla.

“You mean, she has got her mind set on it, and you won’t stop her. You don’t want to stop her.,” 15

Byron no alza los ojos. —Después de todo, es su casa. Brown no tendrá nunca más hogar que ése... Y Brown es su...

Byron does not look up. “In a way, it is his house. The nighest thing to a home of his own he will ever own, I reckon. And he is her …” 20

—¡Allá lejos, sola, y con un niño a punto de nacer! Las casas más próximas, cabañas de negros, a más de quinientos metros... Hightower observa el rostro de Byron.

“Out there alone, with a child coming. The nearest house a few negro cabins a half mile away.” He watches B y r o n ’s f a c e . 25 “I have thought of that. There are ways, things that can be done …”

—Ya he pensado en eso. Hay algunos medios, algunas cosas que se podrían hacer...

—¿Qué cosas? ¿Qué puede usted hacer “What things? What can you do to protect her out there?” 30 para protegerla? Byron tarda en responder. No levanta los ojos. Byron does not answer at once; he Cuando habla, lo hace con una voz obstinada: does not look up. When he speaks his —Hay cosas que un hombre puevoice is dogged. “There are secret things a man can do without being evil, 35 d e h a c e r a e s c o n d i d a s s i n q u e s e a n malas, reverendo. Importa poco lo Reverend. No matter how they might que la gente piense. look to folks.” —No creo que usted pueda hacer “I don’t think that you could do a n y t h i n g t h a t w o u l d b e v e r y e v i l , 40 nada malo, Byron, aunque podría pensarlo la gente. Pero, ¿tiene usted la preByron, no matter how it looked to tensión de decirme exactamente qué folks. But are you going to undertake proporción del mal hay en la apariencia to say just how far evil extends into the del mal, dónde se detiene el mal entre appearance of evil? just where between doing and appearing evil stops?” 45 la acción y la apariencia?

sober adj. & n. 1 not affected by alcohol, sobrio. 2 not given to excessive drinking of alcohol. 3 moderate, well-balanced, tranquil, sedate, serio, formal, sensato, sereno. 4 not fanciful or exaggerated (the sober truth, la pura verdad). 5 (of a colour etc.) quiet and inconspicuous, discreto. — v.tr. & intr. 1 (often foll. by down, up) make or become sober or less wild, reckless, enthusiastic, visionary, serenarse, calmarse, etc. (a sobering thought). 2 Decir con seriedad

belie [hopes] defraudar; [words] contradecir, desmentir

—No —dice Byron, y se mueve levemente; “No,” Byron says. Then he moves habla como si él también se despertase—. Espeslightly; he speaks as if he too were ro que no. Creo que trato de hacer lo mejor que waking: “I hope not. I reckon I am t r y i n g t o d o t h e r i g h t t h i n g b y m y 50 se puede hacer, según mis propias luces. «He aquí la primera mentira que me ha lights.”—‘And that,’ Hightower thinks, dicho —piensa Hightower—, la primera men‘is the firt lie he ever told me. Ever told tira que ha dicho a alguien, hombre o mujer, anyone, man or woman, perhaps y tal vez a sí mismo.» Mira, por encima de la including himself.’ He looks across the desk at the stubborn, dogged, sober face 55 mesa, el rostro obstinado, huraño y sobrio que todavía no le ha mirado. «Pero quizás that has not yet looked at him. ‘Or maybe it no sea ni una mentira, puesto que él no is not lie yet because he does not know sabe que lo es.» himself that it is so.’ He says: Y habla ahora con una especie de falsa brus“Well.” He speaks now with a kind of 60 quedad, que es desmentida por sus carrillos spurious brusqueness which, flabbyjowled and darkcaverneyed, his face belies. flácidos y por sus ojos oscuros y cavernosos. “ T h a t i s s e t t l e d , t h e n . Yo u ’ l l t a k e —Muy bien. Ya está arreglado. La her out there, to his house, and lleva usted allí, a la casa donde él vive, y o u ’ l l s e e t h a t s h e i s c o m f o r t a b l e 65 y s e o c u p a d e q u e e s t é c ó m o d a m e n t e and you’ll see that she is not instalada, y de que nadie la moleste d i s t u r b e d u n t i l t h i s i s o v e r. A n d hasta que todo haya acabado. Y desthen you’ll tell that man—Bunch, pués, le dice a ese hombre, a Burch o Brown—that she is here.” Brown, que ella está allí. 70 “And he’ll run,” Byron says. He —Y Brown escapará —dice Byron. 206

Faulkner’s Light

suffuse 1 (of colour, moisture, etc.) spread from within to colour or moisten (a blush suffused her cheeks). 2 cover with colour etc. Impregnar, saturar, bañar, inundar, empañar suffuse 1 (of colour, moisture, etc.) spread from within to colour or moisten (a blush suffused her cheeks). 2 cover with colour etc. suffuse [light] bañar [colour, flush] teñir [delight, relief] inundar suffused with light bañado de luz

tr. Enrique Sordo

No ha levantado los ojos, pero padoes not look up, yet through him there rece que le invade una ola de exaltaseems to go a wave of exultation, of ción, de triunfo. No puede dominarla, triumph, before he can curb and hide ocultarla. Es demasiado tarde para ini t , w h e n i t i s t o o l a t e t o t r y. F o r t h e moment he does not attempt to curb it; 5 t e n t a r l o . P o r e l m o m e n t o , n o i n t e n t a dominarla. Se ha vuelto también en su backthrust too in his hard chair, silla y mira, por primera vez, al paslooking for the first time at the tor con un rostro confiado, audaz y minister, with a face confident and bold a n d suf fused. The other meets his gaze desbordante. Hightower sostiene su steadily. 10 m i r a d a s i n p e s t a ñ e a r. “Is that what you want him to —¿Es eso lo que usted querría que hido?” Hightower says. They sit so in ciese? —dice Hightower. the lamplight. Through the open Están sentados debajo de la lámpara. El w i n d o w c o m e s t h e h o t , m y r i a d 15 cálido silencio de la noche sofocante entra silence of the breathless night. por la ventana abierta. “Think what you are doing. You are attempting —Piense en lo que hace, Byron. Intenta usto come between man and wife.” ted interponerse entre el marido y la mujer. Byron has caught himself. His face 20 B y r o n s e h a r e c o b r a d o . Ya n o t i e n e is no longer triumphant. But he looks una expresión triunfante. Pero mira fisteadily at the older man. Perhaps he jamente al viejo. Quizás ha tratado tried to catch his voice too. But he también de dominar la voz, pero no lo cannot yet. “They aint man and wife ha logrado todavía. yet,” he says. 25 —Todavía no son marido y mujer —dice. “Does she think that? Do you —¿Cree ella eso? ¿Cree usted que ella believe that she will say that?” They diría eso? Se miran. l o o k a t o n e a n o t h e r. “ A h , B y r o n , —¡Ah, Byron, Byron! ¿Qué son unas Byron. What are a few mumbled words 30 cuantas palabras murmuradas torpemente before God, before the steadfastness of delante de Dios frente a la tenacidad de una a woman’s nature? Before that child?” mujer? ¿Qué son frente a ese niño? “ We l l , h e m a y n o t r u n . I f h e g e t s —Bueno, quizás no se escape, si cobra that reward, that money. Like enough 35 esa recompensa. Es probable que, con esos he will be drunk enough on a thousand mil dólares, se emborrache lo bastante para dollars to do anything, even marry.” hacer cualquier cosa, hasta para casarse. “Ah, Byron, Byron.”

—¡Ah, Byron, Byron! 40

“Then what do you think we—I ought to do? What do you advise?”

—Entonces, ¿qué cree usted que debemos... que debo hacer? ¿Qué me aconseja usted?

“Go away. Leave Jefferson.” They —Que se vaya, que deje Jefferson. look at one another. “No,” Hightower 45 Se miran. says. “You don’t need my help. You are —No —dice Hightower—, usted no nealready being helped by someone cesita que yo le ayude. Le está ayudando alstronger than I am.” guien mucho más fuerte que yo. For a moment Byron does not speak. 50 Byron se queda callado un momento. Se T h e y l o o k a t o n e a n o t h e r , s t e a d i l y. miran fijamente. “Helped by who?” —¿Quién me está ayudando ? “By the devil,” Hightower says.

—El diablo —dice Hightower. 55

‘And the devil is looking after him , «Y el diablo se ocupa de él también», too,’ Hightower thinks. He is in piensa Hightower. Va camino de su casa midstride, halfway home, his laden con el cestillo de la compra colgado del small market basket on his arm. ‘Him, brazo. «De él también. De él también», too. Him, too,’ he thinks, walking. It 60 piensa sin dejar de caminar. Hace calor. is hot. He is in his shirt sleeves, tall, Está en mangas de camisa. Sus piernas with thin blackclad legs and spare, parecen más finas embutidas en el pantalón negro. Sus hombros y sus brazos son gaunt arms and shoulders, and with enjutos, descarnados, y su vientre, enorthat flabby and obese stomach like some monstrous pregnancy. The shirt is 65 me, bambolea su monstruosa obesidad. Su camisa es blanca, pero ajada. El cuello white, but it is not fresh; his collar is está sucio, lo mismo que la corbata de litoiled, as is the white lawn cravat nón blanco, torpemente anudada. Y hace carelessly knotted, and he has not dos o tres días que no se ha afeitado. Su shaved for two or three days. His p a n a m a h a t i s s o i l e d , a n d b e n e a t h i t , 70 panamá está sucio y por debajo de él aparecen los bordes de un sucio pañuelo cobetween hat and skull against the heat, 207

Faulkner’s Light

rank2 1 (= smelly) maloliente, apestoso; to smell rank oler mal 2 (= utter) [hypocrisy, injustice] manifiesto, absoluto; [beginner, outsider] completo, puro clutter 1 a crowded and untidy collection of things. 2 an untidy state. v.tr. (often foll. by up, with) crowd untidily, fill with clutter. clutter 1 nombre (de papeles, etc) revoltijo, desorden: can you move your clutter?, ¿puedes quitar tus trastos? 2 verbo transitivo to clutter (up), abarrotar, atestar, estar plagado his desk is always cluttered, su mesa siempre está desordenada to be crowded untidily clatter 1 a rattling sound as of many hard objects struck together. 2 noisy talk. 1 intr. a make a clatter. b fall or move etc. with a clatter. 2 tr. cause (plates etc.) to clatter.

tr. Enrique Sordo

locado entre el sombrero y el cráneo para the edge and corners of a soiled combatir el calor. Ha ido a la ciudad, handkerchief protrude. He has been to como suele hacerlo dos veces por sematown to do his semiweekly marketing, na, para hacer sus compras. Desmadejawhere, gaunt, misshapen, with his gray stubble and his dark spectacleblurred 5 do, informe, con su bata gris, sus ojos ocultos tras los cristales ahumados, sus eyes and his blackrimmed hands and manos ribeteadas y el acre olor de carne t h e r a n k manodor of his sedentary and unwashed flesh, he entered the one sedentaria y mal lavada, ha entrado en el odorous and cluttered store which he almacén oloroso y atestado, el único alpatronised and paid with cash for what 10 macén de que es cliente, y ha pagado al he bought. contado todas sus compras. “Well, they found that nigger ’s trail at last,” the proprietor said.

—Al fin han encontrado la pista de ese negro —dice el propietario. 15

“Negro?” Hightower said. He became utterly still, in the act of putting into his pocket the change from his purchases.

—¿Ese negro? —dice Hightower. Se queda inmóvil en el momento de guardar en el bolsillo las monedas que acaban de devolverle.

20 “That bah—fellow; the murderer. I said all the time that he wasn’t right. Wa s n ’ t a w h i t e m a n . T h a t t h e r e w a s something funny about him. But you 25 can’t tell folks nothing until—”

—Ese hij... Ese hombre, el asesino. Siempre dije que había algo raro en él... que no era blanco... que tenía algo de extraño. Pero a la gente no se le puede decir nada hasta que...

“Found him?” Hightower said.

—¿Han encontrado la pista? —dice Hightower.

“You durn right they did. W h y, the —Claro que la han encontrafool never even had sense enough to get 30 d o . A e s e i d i o t a n i s i q u i e r a s e out of the county. Here the sheriff has le ocurrió salir del condado. been telephoning all over the country El sheriff ha telefoneado a for him, and the black son—uh was todo la región y el maldito right here under his durn nose all the hijo de... estaba aquí, delante 35 d e s u s n a r i c e s . time.” “And they have …” He leaned f o r w a r d a g a i n s t t h e c o u n t e r, a b o v e his laden basket. He could feel the counter edge against his stomach. It felt solid, stable enough; it was more like the earth itself were r o c k i n g f a i n t l y, p r e p a r i n g t o m o v e . Then it seemed to move, like something released slowly and without haste, in an augmenting s w o o p , a n d c l e v e r l y, s i n c e t h e e y e was tricked into believing that the dingy shelves ranked with flyspecked tins, and the merchant h i m s e l f b e h i n d t h e c o u n t e r, h a d n o t moved; outraging, tricking sense. And he thinking, ‘I wont! I wont! I h a v e b o u g h t i m m u n i t y. I h a v e p a i d . I have paid.’ quibble 1 a petty objection; a trivial point of criticism. Nimiedad 2 a play on words; a pun. 3 an evasion; an insubstantial argument which relies on an ambiguity etc. objeción de poco peso, poca monta use quibbles, argue about trivial points. discutir por nimiedades

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—Y le han... Hightower se inclina sobre el mostrador, por encima de su cesto repleto. La arista del mostrador, que Hightower puede sentir en su vientre, le produce una sensación de solidez y de estabilidad. Más bien le parece que es la tierra la que oscila lentamente, la que se prepara para moverse. Después le parece que el mostrador oscila poco a poco, como algo que uno va soltando gradualmente, sin apresuramiento y con mucha habilidad; pues la vista se engaña allí, cree que los sucios anaqueles con sus latas de conserva, moteadas de cagadas de mosca, y el comerciante mismo, detrás del mostrador, no se han movido. Sensación ofensiva, equívoca. Y Hightower piensa: ¡No, no! He comprado la inmunidad. He pagado. He pagado.»

—Todavía no le han cogido —dice el “They ain’t caught him yet,” the comerciante—. Pero no tardarán en hacerlo. proprietor said. “But they will. The Esta mañana, al amanecer, el sheriff ha llesheriff taken the dogs out to the c h u r c h b e f o r e d a y l i g h t t h i s 60 vado los perros a la iglesia. No llevan más de seis horas de retraso y pensar que ese morning. They ain’t six hours pobre imbécil no ha tenido inteligencia b e h i n d h i m . To t h i n k t h a t t h e d u r n para... Si no hubiese otras pruebas, ésa basfool never had no better sense ... taría para demostrar que es un negro... s h o w h e i s a n i g g e r, e v e n i f n o t h i n g —Y luego, el comerciante dice: e l s e . … ” T h e n t h e p r o p r i e t o r w a s 65 —Esto es todo por hoy? saying, “Was that all today?” —¿Cómo? —dije Hightower—. ¿Cómo?

“What?” Hightower said. “What?” “Was that all you wanted?”

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—Que si no necesita usted algo más.

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—No, no. Ya está. “Yes. Yes. That was ...” He began Y entonces comienza a hurgar en su to fumble in his pocket, the proprietor bolsillo mientras el comerciante le obwatching him. His hand came forth, serva. Su mano aparece, vacilante. Se still fumbling. It blundered upon the counter, shedding coins. The proprietor 5 abate sobre el mostrador, desparrama las monedas. El comerciante detiene tres stopped two or three of them as they que están a punto de caer al suelo. were about to roll of f the counter. —¿Para qué es ese dinero? —dice el “ W h a t ’s t h i s f o r ? ” t h e p r o p r i e t o r said. 10 comerciante. “ F o r t h e . . . ” H i g h t o w e r ’s h a n d fumbled at the laden basket. “For—”

—Para los... —la mano de Hightower palpa el cesto—. Para ...

— Ya m e H a p a g a d o u s t e d — e l c o “You already paid.” The proprietor 15 merciante observa con curiosidad—. w a s w a t c h i n g h i m , c u r i o u s . “ T h a t ’s Esto es su cambio. Acabo de dárseyour change here, that I just gave you. l o . E l c a m b i o d e s u d ó l a r. . . For the dollar bill.”

quibble a) objeción de poca monta b) hacer objeciones de poca monta; to quibble over or about sth discutir por algo sin importancia

—¡Ah, sí, sí! —dice Hightower— “ O h , ” H i g h t o w e r s a i d . “ Ye s . I . . . 20 . Sí... Sólo quería... I just—” The merchant was El comerciante recoge las monedas. Se las gathering up the coins. He handed entrega. Cuando la mano de su cliente toca la them back. When the customer ’s suya, la siente fría como el hielo. hand touched his it felt like ice. 25 — E s e s t e c a l o r — d i c e e l c o m e r“ I t ’s t h i s h o t w e a t h e r , ” t h e ciante—. Agota a cualquiera. ¿Quieproprietor said. “It does wear a man re descansar aquí un poco, antes de out. Do you want to set down a spell volver a casa? before you start home?” But Hightower P e r o , a l p a r e c e r, H i g h t o w e r n o l e apparent ly did not hear him. He was 30 oye. Se dirige ya hacia la puerta, seguimoving now, toward the door, while the do por la mirada del comerciante. Crumerchant watched him. He passed za la puerta y sale a la calle, con su cesto through the door and into the street, the colgado del brazo. Camina rígido, caubasket on his arm, walking stiffly and carefully, like a man on ice. It was hot; 35 teloso, como quien camina sobre hielo. H a c e m u c h o c a l o r. U n v a h o c á l i d o a s heat quivered up from the asphalt, ciende del asfalto y envuelve los fagiving to the familiar buildings about miliares edificios de la plaza en una the square a nimbus quality, a quality especie de halo, en un claroscuro vivo, of living and palpitant chiaroscuro. Someone spoke to him in passing; he 40 p a l p i t a n t e . A l g u i e n l e h a b l a a l p a s a r. Ni siquiera lo advierte. Camina pendid not even know it. He went on, sando y él también . Y él también Anda thinking And him too. And him too w a l k i n g f a s t n o w, s o t h a t w h e n h e más deprisa ahora y llega sofocado a turned the corner at last and entered la esquina de la callejuela muerta y that dead and empty little street where 45 vacía donde se encuentra su casa muerhis dead and empty small house waited, ta y vacía. «Es el calor», le repite la he was almost panting. ‘It’s the heat,’ s u p e r f i c i e d e s u c e r e b r o . Y s i n e m b a rthe top of his mind was saying to him, go, hasta en la calle tranquila donde reiterant, explanatory. But still, even in y a c a s i n a d i e s e d e t i e n e p a r a m i r a r, t h e q u i e t s t r e e t w h e r e s c a r c e a n y o n e 50 p a r a r e c o r d a r e l r ó t u l o , t a n c e r c a d e s u ever paused now to look at, remember, casa, de su santuario, Hightower oye the sign, and his house, his sanctuary, que, desde las profundidades de su cealready in sight, it goes on beneath the rebro, llegan aquellas palabras engatop of his mind that would cozen and ñosas, calmantes: «No, no. He compras o o t h e h i m : ‘ I w o n t . I w o n t . I h a v e 55 d o l a i n m u n i d a d » A h o r a s o n c o m o p a b o u g h t i m m u n i t y. I t i s l i k e w o r d s labras pronunciadas en voz alta, palaspoken aloud now: reiterative, patient, bras reiteradas, pacientes, justificatijustificative: ‘I paid for it. I didn’t vas. «He pagado por ello. No he regateado el precio. Nadie me lo podrá requibble about the price. No man can s a y t h a t . I j u s t w a n t e d p e a c e ; I p a i d 60 prochar. Todo lo que yo quería era paz. Y l a p a g u é s i n r e g a t e a r.» t h e m t h e i r p r i c e w i t h o u t q u i b b li n g . ’ L a c a l l e t i e m b l a , p a r e c e f l o t a r. The s t r e e t s h i m m e r s a n d s w i m s ; h e Hightower está sudando, pero, ahora, hasta has been sweating, but now even the el calor de mediodía le da una impresión air of noon feels cool upon him. T h e n s w e a t , h e a t , m i r a g e , a l l , 65 de frescor. Y después, el sudor, el calor, el espejismo, todo, se precipita, se funde en rushes fused into a finality which una finalidad que destruye toda lógica, toda abrogates all logic and justification justificación, como los destruiría el fuego. and obliterates it like fire would: I «No quiero. No quiero.» will not! I will not! 70 Cuando, al caer la noche, sentado ante When, sitting in the study window 209

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la ventana de su escritorio, ve a Byron enin the first dark, he saw Byron pass into trar en la luz del farol y salir de ella, se inand then out of the street lamp, he sat corpora súbitamente en su silla. Y no porsuddenly forward in his chair. It was que le sorprenda ver a Byron a esa hora. not that he was surprised to see Byron Al principio, cuando reconoce la t h e r e , a t t h a t h o u r. A t f i r s t , w h e n h e 5 silueta, piensa Ah, ya sabía yo que first recognised the figure, he thought vendría esta noche. No está en su Ah. I had an idea he would come naturaleza soportar la apariencia tonight. It is not in him to support even del mal. Y mientras piensa esto se the semblance of evil It was while he w a s t h i n k i n g t h a t t h a t h e s t a r t e d , s a t 10 s o b r e s a l t a , s e i n c o r p o r a . D e s p u é s de haber reconocido la silueta que forward: for an instant after se acerca a plena luz cree por un recognizing the approaching figure in momento que se ha equivocado. Sin the full glare of the light he believed embargo, sabe que no se equivoca, that he was mistaken, knowing all the while that he could not be, that it could 15 q u e n o p u e d e s e r n a d i e m á s q u e Byron, puesto que ya ha franqueabe no one except Byron, since he was do la verja del jardín. already turning into the gate. To n i g h t B y r o n i s c o m p l e t e l y changed. It shows in his walk, his carriage; leaning forward Hightower says to himself As though he has l e a r n e d p r i d e , o r d e f i a n c e B y r o n ’s head is erect, he walks fast and erect; suddenly Hightower says, almost aloud: ‘He has done something. He has taken a step.’ He makes a clicking sound with his tongue, leaning in the dark window, watching the figure pass swiftly from sight beyond the window and in the direction of the porch, the entrance, and where in the next moment Hightower hears his feet and then his knock. ‘And he didn’t offer to tell me,’ he thinks. ‘I would have listened, let him think aloud to me.’ He is already crossing the room, pausing at the desk to turn on the light. He goes to the front d o o r. “It’s me, Reverend,” Byron says.

Hay un gran cambio en Byron. Se ad20 vierte en su aspecto, en su modo de andar. Inclinado hacia delante, Hightower se dice a sí mismo Como si hubiese conocido de pronto el orgullo o la desconfianza. Byron camina con la cabeza levantada. Camina 25 erguido y con rápido paso. De repente, Hightower dice casi en voz alta: «Ha hecho algo. Ha empezado a actuar.» Hace chasquear la lengua, inclinado en la ventana oscura, con los ojos clavados en la figura 30 que, atravesando rápidamente el rectángulo de la ventana, se adelanta hacia el porche, hacia la entrada de la casa donde Hightower, un minuto después, oye sus pasos y su llamada. «No se ofreció a contár35 melo —piensa—. Le habría escuchado, le habría dejado pensar en voz alta delante de mí.» Cruza la habitación, se detiene junto a la mesa para encender la lámpara. Y va hacia la puerta de entrada. 40 —Soy yo, reverendo —dice Byron.

“I recognised you,” Hightower says. — Ya l e h a b í a r e c o n o c i d o — d i c e “Even though you didn’t stumble on the Hightower—. Aunque esta vez no haya trobottom step this time. You have entered 45 pezado en el escalón. Ya ha venido usted a this house on Sunday night, but until esta casa algún domingo por la noche, pero tonight you have never entered it hasta hoy, Byron, no había entrado nunca sin without stumbling on the bottom step, tropezar en el escalón. Byron.” This was the note upon which Es la nota que habitualmente acompaña B y r o n ’s c a l l s u s u a l l y o p e n e d : t h i s 50 la llegada de Byron: una actitud un poco sufaintly overbearing note of l e v i t y and perior, en la que la ligereza se alía con la warmth to put the other at his ease, and cordialidad para hacer que el visitante se on the part of the caller that slow and sienta cómodo; y, por parte del visitante, una countrybred diffidence [timidez] lenta desconfianza campesina, que es una which is courtesy. Sometimes it would 55 forma de la cortesía. A veces, Hightower tieseem to Hightower that he would ne la sensación de atraer a Byron a la casa actual ly hale Byron into the house by simplemente con un soplo de aire cuera judicious application of pure breath, damente aplicado, como si Byron llevase una as though Byron wore a sail. vela. 60 But this time Byron is already Pero esta vez, Byron ha entrado anentering, before Hightower has finished tes que Hightower haya podido termih i s s e n t e n c e . H e e n t e r s i m m e d i a t e l y, nar su frase. Ha entrado en seguida, con with that new air born somewhere ese talante nuevo, a medio camino enbetween assurance and defiance. “And 65 tre la seguridad y la desconfianza. I reckon you are going to find that you —Y estoy seguro de que habrá notado hate it worse when I don’t stumble than que prefiere verme entrar tropezando que when I do,” Byron says. sin tropezar —dice Byron. “ I s t h a t a h o p e , o r i s i t a t h r e a t , 70 —Es una esperanza o una amenaza, Byron?” Byron? 210

Faulkner’s Light “ We l l , I d o n ’ t m e a n i t t o b e a threat,” Byron says.

tr. Enrique Sordo —No tengo ninguna intención de amenazar —dice Byron.

—¡Ah! —dice Hightower—. Dicho “Ah,” Hightower says. “In other 5 de otro modo, que no tiene ninguna words, you can offer no hope. Well, I e s p e r a n z a q u e o f r e c e r. B i e n , y a e s t o y am forewarned, at least. I was p r e v e n i d o . Ya e s t a b a p r e v e n i d o d e s forewarned as soon as I saw you in the de que le vi a la luz del farol. Pero, street light. B u t a t l e a s t y o u a r e g o i n g t o t e l l m e a b o u t i t . W h a t y o u h a v e 10 a l m e n o s , m e h a b l a r á u s t e d . M e d i r á lo que ha hecho ya, aunque antes no already done, even if you didn’t see creyera oportuno decírmelo. fit to talk about it beforehand.” Se acercan a la puerta del cuarto de traThey are moving toward the study bajo. Byron se detiene. Se vuelve y levanta d o or . B y r o n s t o p s ; h e l o o k s b a c k and up at the taller face. 15 los ojos hacia el rostro que está detrás de él. —¿De modo que ya lo sabe? ¿Que ya se “ T h e n y o u k n o w, ” h e s a y s . “ Yo u lo han contado? —aunque no ha movido la have already heard.” Then, though his cabeza, ya no mira a Hightower—. Después head has not moved, he is no longer looking at the other. “ Well,” he says. 20 de todo... —dice—. Después de todo —repite—, el hombre tiene derecho a hablar. Y He says: “Well, any man has got a free la mujer también. Pero me gustaría saber tongue. Woman too. But I would like quién se lo ha dicho. No es que me averto know who told you. Not that I am güence. Ni que haya tenido la intención de ashamed. Not that I aimed to keep it f r o m y o u . I c o m e t o t e l l y o u m y s e l f , 25 ocultárselo. He venido a decírselo en cuanto he podido. when I could.” Están exactamente delante de la puerta They stand just without the door to de la habitación iluminada. Hightower adthe lighted room. Hightower sees now t h a t B y r o n ’ s a r m s a r e l a d e n w i t h 30 vierte entonces que los brazos de Byron están cargados de paquetes, de envoltorios con bundles, parcels that look like they aspecto de contener comestibles. might contain groceries. “What?” —¿Qué? —dice Hightower—. ¿Que es Hightower says. “What have you come lo que ha venido a contarme? Pero entre usto tell me?—But come in. Maybe I do know what it is already. But I want to 35 ted. Quizás ya sé de qué se trata. Pero quiero ver su cara cuando me lo diga. Ya ve ussee your face when you tell me. I ted que yo también prevengo, Byron. forewarn you too, Byron.” T h e y Entran en la habitación iluminada. Los enter the lighted room. The paquetes son, evidentemente, de comesbundles are groceries: he has b o u g h t a n d c a r r i e d t o o m a n y 40 tibles. Hightower ha llevado demasiados él mismo para no saberlo. l i k e t h e m h i m s e l f n o t t o k n o w. “Sit down,” he says. —Siéntese —dice.

sober adj. & n. 1 not affected by alcohol, sobrio. 2 not given to excessive drinking of alcohol. 3 moderate, well-balanced, tranquil, sedate, serio, formal, sensato, sereno. 4 not fanciful or exaggerated (the sober truth, la pura verdad). 5 (of a colour etc.) quiet and inconspicuous, discreto. — v.tr. & intr. 1 (often foll. by down, up) make or become sober or less wild, reckless, enthusiastic, visionary, serenarse, calmarse, etc. (a sobering thought). 2 Decir con seriedad

“No,” Byron says. “I ain’t going to —No —dice Byron—. No estaré mucho tiempo. s t a y t h a t l o n g . ” H e s t a n d s , s o b e r , 45 Está de pie, sobrio, reservado, con contained, with that air compassionate su habitual aspecto de bondad, pero still, but decisive without being también con un aire de decisión sin arroassured, confident without being gancia, de confianza sin exceso de seassertive: that air of a man about to do guridad: el aire de un hombre que va a something which someone dear to him 50 hacer algo que una persona querida no will not understand and approve, yet comprenderá, no aprobará, y que él sabe which he himself knows to be right just que es justo, lo mismo que sabe que el as he knows that the friend will never amigo opinará lo contrario. Dice: see it so. He says: “You ain’t going to — N o l e v a a g u s t a r. P e r o n o like it. But there ain’t anything else to 55 h a y m á s r e m e d i o . E s p e r o q u e v e a do. I wish you could see it so. But I las cosas de ese modo, aunque lo reckon you can’t. And I reckon that’s dudo. Pero no he podido hacer all there is to it.” otra cosa. A c r o s s t h e d e s k , s e a t e d a g a i n , 60 Hightower, que se ha sentado al otro lado Hightower watches him gravely. “What de la mesa, le mira gravemente. have you done, Byron?” —¿Qué ha hecho usted, Byron? Byron speaks in that new voice: that Byron habla con ese tono nuevo, ese tono voice brief, terse, each word definite 65 breve, conciso, en el que cada palabra desof meaning, not fumbling. “I took her taca limpiamente, sin vacilaciones. out there this evening. I had already —Esta tarde la he llevado allí. Antes fixed up the cabin, cleaned it good. She ya había arreglado, limpiado bien la casa. is settled now. She wanted it so. It was Ahora está instalada allí. Era lo que ella the nearest thing to a home he ever had 70 quería. Nunca ha tenido otro hogar, nunand ever will have, so I reckon she is ca tendrá otro y supongo que tiene dere211

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sensible se refiere a cuerdo, razonable, acertado [gusto, idea, plan], sensato, módico [precio], prudente, lógico, consciente, práctico / cómodo [ropa, calzado], mientras que el español sensible traduce sensitive, feeling, sentient, regrettable, noticeable / marked, sizable, deplorable, tender, sore [adolorido]. Sensibility es sensibilidad, en el sentido de habilidad de sentir, receptividad, en el mundo personal, y además precisión, en el mundo mecánico; el plural sensibilities se usa para susceptibilidad, sentimientos delicados, delicadeza; a su vez, sensibilidad traduce sensitivity, como percepción por los sentidos, radio, TV, foto.

entitled to use it, especially as the o w n e r a i n ’t u s i n g i t n o w. B e i n g d e t a i n e d e l s e w h e r e , y o u m i g h t s a y. I know you ain’t going to like it. You can name lots of reasons, good ones. You’ll say it ain’t his cabin to give to her. All right. Maybe it ain’t. But it ain’t any living man or woman in this country or state to say she can’t use it. You’ll say that in her shape she ought to have a woman with her. All right. There is a nigger woman, one old enough to be sensible, that don’t live over two hundred yards away. She can call to her without getting up from the chair or the bed. You’ll say, but that ain’t a white woman. And I’ll ask you what will she be getting from the white women in J e ff e r s o n a b o u t t h e t i m e t h a t b a b y i s due, when here she ain’t been in Jef ferson but a week and already she can’t talk to a woman ten minutes before that woman knows she ain’t married yet, and as long as that durn scoundrel stays above ground where she can hear of him now and then, she ain’t going to be married. How much help will she be getting from the white ladies about that time? They’ll see that she has a bed to lay on and walls to hide her from the street all right. I don’t mean that. And I reckon a man would be justified in saying she dont deserve no more than that, being as it wasn’ t behind no walls that she got in the shape she is in. But that baby never done the choosing. And even if it had, I be durn if any poor little tyke, having to face what it will have to face in this world, deserves—deserves more than— better than—But I reckon you know what I mean. I reckon you can even say it.” Beyond the desk Hightower watches him while he talks in that level, restrained tone, not once at a loss for words until he came to something still too new and nebulous for him to more than feel. “And for the third reason. A white woman out there alone. You ain’t going to like that. You will like that least of all.” “Ah, Byron, Byron.”

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cho a aprovecharse de ello, sobre todo cuando el propietario no lo usa. Porque le retienen en otro lugar, por decirlo de algún modo. Sé que usted no lo aprobará. Puede usted darme un montón de razones, de buenas razones. Me dirá, puesto que esa cabaña no le pertenece, yo no debería habérsela dado. Está bien. Tal vez sea cierto. Pero no hay ni un ser humano que viva por aquí, ni en todo el estado de Mississippi, que sea capaz de decir que esa muchacha no tiene derecho a habitarla. Me dirá usted que, en su estado, tendría que tener a otra mujer junto a ella. Muy bien. Hay una negra, una negra lo bastante vieja para tener un poco de sentido común, que vive a menos de cien metros. Puede llamarla sin moverse de su silla o de su cama. Me dirá usted que no es una blanca. Y yo le preguntaré lo que podría esperar esa muchacha de las mujeres blancas de Jefferson cuando el niño nazca. Sólo hace ocho días que está en Jefferson y no es capaz de hablar diez minutos con otra mujer sin que esa otra mujer comprenda que no está casada. Cuando llegue el momento, ¿qué ayuda puede esperar de las blancas? ¡Oh, sí! Ya sé que se cuidarán de que tenga una cama y unas paredes para esconderla a la gente de la calle. No me refiero a eso. Y hasta sería disculpable decir que eso es lo que se merece, teniendo en cuenta que no fue detrás de las paredes donde se ganó la figura que ahora tiene. Pero el niño no fue consultado. Y aunque lo hubiese sido, dudo que el pobre crío, con la perspectiva que le espera en este mundo, merezca... merezca más que... En fin, estoy seguro de que usted me comprende, que usted mismo podría decirlo. Y Hightower, desde el otro lado de la mesa, observa, oye hablar a esa voz uniforme, contenida, que sólo se encuentra escasa de palabras cuando llega a algo demasiado nuevo, demasiado impreciso para que pueda hacer algo más que sentirlo. —Y llego al tercer punto: una blanca, sola, allí. Eso tampoco le g u s t a r á a u s t e d . To d a v í a l e g u s t a r á menos que lo otro. —¡Ah, Byron, Byron!

B y r o n ’ s v o i c e i s n o w d o g g e d . 55 Ahora la voz de Byron es desapacible. Ye t h e h o l d s h i s h e a d u p s t i l l . “ I Pero sigue con la cabeza alta. a i n ’ t i n t h e h o u s e w i t h h e r. I g o t a —No vivo en la cabaña con ella. Tengo t e n t . I t a i n ’ t c l o s e , n e i t h e r. J u s t una tienda. Y no está demasiado cerca. Sólo where I can hear her at need. And I lo suficiente para que pueda oírla si me nef i x e d a b o l t o n t h e d o o r . A n y o f 60 cesita. Y he colocado un cerrojo en la puerthem can come out, at any time, ta. Venga quien venga, y a la hora que venand see me in the tent.” ga, me encontrará en mi tienda. “Ah, Byron, Byron.” 65 “I know you ain’t thinking what —Ya sé que usted no piensa lo que la most of them think. Are thinking. mayoría de la gente pensaría, lo que está ya I know you would know better, pensando. Sé que usted tiene demasiado seneven if she wasn’t—if it wasn’t tido común para pensar en eso, igual que si f o r — I k n o w y o u s a i d t h a t b e c a u s e 70 ella no estuviese allí... Sólo que... Sé que of what you know that the others usted dice eso porque sabe lo que van a pen212

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will think.”

sar los otros.

Hightower sits again in the attitude of the eastern idol, between his parallel arms on the armrests of t h e c h a i r. “ G o a w a y, B y r o n . G o a w a y. Now. At once. Leave this place forever, this terrible place, this terrible, terrible place. I can read you. Yo u w i l l t e l l m e t h a t y o u h a v e j u s t learned love; I will tell you that you have just learned hope. That’s all; h o p e . T h e o b j e c t d o e s n o t m a t t e r, n o t to the hope, not even to you. There is but one end to this, to the road that you are taking: sin or marriage. And y o u w o u l d r e f u s e t h e s i n . T h a t ’s i t , God forgive me. It will, must be, marriage or nothing with you. And you will insist that it be marriage. Yo u w i l l c o n v i n c e h e r ; p e r h a p s y o u already have, if she but knew it, would admit it: else, why is she content to stay here and yet make no effort to see the man whom she has come to find? I cannot say to you, Choose the sin, because you would not only hate me: you would carry t h a t h a t r e d s t r a i g h t t o h e r. S o I s a y, G o a w a y. N o w. A t o n c e . Tu r n y o u r f a c e n o w, a n d d o n ’ t l o o k b a c k . B u t not this, Byron.”

Hightower ha vuelto a adoptar la posición de un ídolo oriental, con sus brazos estirados paralelamente sobre los brazos del sillón. —Márchese, Byron. Márchese. Ahora mismo. En seguida. Abandone para siempre ese lugar, ese lugar terrible, ese Lugar terrible, terrible... Puedo leer en usted. Me va usted a decir que acaba de saber lo que es el amor. Y yo le diré que lo que acaba de saber, justamente, es lo que es la esperanza. El objeto no tiene importancia, ni para la esperanza, ni siquiera para usted. Sólo hay un final en todo esto, un solo final en el camino que usted ha emprendido: el pecado o el matrimonio. Y usted, precisamente usted, no es hombre para aceptar el pecado. Que Dios me perdone. Con un hombre como usted, tendrá que ser el matrimonio o nada. Y usted insistirá para que sea el matrimonio. La convencerá. Tal vez la ha convencido ya. Sólo es necesario que ella lo sepa, que ella quiera admitirlo. Si no fuese así, cómo podría ser feliz permaneciendo así, sin hacer ningún esfuerzo para encontrar al hombre que ha venido a buscar? Yo no puedo decirle: escoja el pecado, porque, no sólo me odiaría, sino que, además, haría caer ese odio sobre ella. Por eso le digo: Váyase. Ahora. En seguida. Vuelva la cara y no mire hacia atrás. ¡Pero eso no, Byron!

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Se miran. They look at one another. “I knew —Ya sabía yo que no le iba a gustar — you would not like it,” Byron says. “I 35 dice Byron—. Creo que he hecho bien en reckon I done right not to make myself no sentarme, en no comportarme como un a guest by sitting down. But I did not invitado. Pero no me esperaba eso. Que expect this. That you too would turn usted ataque también a una mujer deshonagainst a woman wronged and betrayed—” 40 rada y traicionada. —Una mujer que tiene un hijo no es “No woman who has a child is ever nunca traicionada. El marido de la mabetrayed; the husband of a mother, dre, sea el padre o no lo sea, ya es un whether he be the father or not, is a l r e a d y a c u c k o l d . G i v e y o u r s e l f a t 45 c o r n u d o . A p r o v e c h e a l m e n o s d e u n a least the one chance in ten, Byron. If probabilidad entre diez, Byron. Si quiey o u m u s t m a r r y, t h e r e a r e s i n g l e re usted casarse, hay mujeres solteras, women, girls, virgins. It’s not fair that muchachas vírgenes. No es justo que se you should sacrifice yourself to a sacrifique por una mujer que ya eligió woman who has chosen once and now 50 una vez y que ahora quiere renegar de su wishes to renege that choice. It’s not elección. No es justo. No es justo. Dios right. It’s not just. God didn’t intend no se propuso eso cuando instituyó el it so when He made marriage. Made it? matrimonio. ¿Pero lo instituyó +Él? Lo Women made marriage.” instituyeron las mujeres. 55 “Sacrifice? Me the sacrifice? It —¿Sacrificarme? ¿Sacrificarme yo? Me seems to me the sacrifice—” parece que el sacrificio... N o t t o h e r. F o r t h e L e n a G r o v e s —No se sacrifique por ella. Para las there are always two men in the world 60 Lena Grove siempre hay dos hombres en and their number is legion: Lucas el mundo, y su número constituye legión. Burches and Byron Bunches. But no Los Lucas Burch y los Byron Bunch. Pero Lena, no woman, deserves more than no existe ninguna mujer, no existe ninguone of them. No woman. There have na Lena que merezca tener a los dos. Ha been good women who were martyrs to 65 h a b i d o m u j e r e s b u e n a s q u e h a n s i d o brutes, in their cups and such. But what martirizadas por brutos, por borrachos por woman, good or bad, has ever suffered ejemplo. ¿Pero qué mujer, buena o mala, from any brute as men have suffered ha sufrido con un bruto tanto como los f r o m g o o d w o m e n ? Te l l m e t h a t , hombres han sufrido con las mujeres? Byron.” 70 Respóndame, Byron.

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Y hablan tranquilamente, sin calor, T h e y s p e a k q u i e t l y, w i t h o u t h e a t , tomándose tiempo para pesar sus palabras, g i v i n g p a u s e t o w e i g h o n e a n o t h e r ’s como dos hombres ya inexpugnables en la words, as two men already firmeza de sus convicciones. impregnable, each in his own —Es probable que tenga usted razón — conviction will. “I reckon you are 5 dice Byron—. De todas formas, no soy yo right, ” By r o n s a y s . “ A n y w a y, i t a i n ’t quien debe decirle que se equivoca. Y creo for me to say that you are wrong. And I que tampoco es usted quien debe decirme don’t reckon it’s for you to say that I que me equivoco, aunque sea cierto. am wrong, even if I am.” 10 —No —dijo Hightower. “No,” Hightower says. —Aunque sea cierto —dijo Byron—. Así “Even if I am,” Byron says. que lo mejor será que me despida de usted. “So I reckon I’ll say good Y agrega tranquilamente: n i g h t . ” H e s a y s , q u i e t l y : 15 —Tengo un buen trecho de camino has“It’s a good long walk out ta allí. there.” —Sí —dice Hightower—. En otros tiem“ Ye s , ” H i g h t o w e r s a y s . “ I u s e d t o walk it myself, now and then. It must 20 pos yo iba por allí de vez en cuando. Deben de ser tres millas. be about three miles.” —Dos –dijo Byron. “ Tw o m i l e s , ” B y r o n s a y s . “ We l l . ” Entonces, se vuelve. Hightower no se He turns. Hightower does not move. Byron shifts the parcels which he has 25 mueve. Byron, que no ha soltado sus paquetes, los cambia de brazo. not put down. “I’ll say good night,” he —Buenas noches. Espero verle says, moving toward the door. “I reckon pronto. I’ll see you, sometime soon.” —Sí —dijo Hightower—. Si puedo ser“ Ye s , ” H i g h t o w e r s a y s . “ I s t h e r e 30 le útil en algo... Si necesita algo, sábanas, anything I can do? Anything you need? mantas, por ejemplo... bedclothes and such?” —Muchas gracias. Creo que tiene bas“I’m obliged. I reckon she has a plenty. There was some already there. 35 tantes. Algunas ya estaban allí. Muchas gracias. I’m obliged.” —Y avíseme, ¿quiere? Si sucede algo. “And you will let me know? If Si el niño... ¿Ha hablado usted ya con alanything comes up. If the child— Have you arranged for a doctor?” 40 gún médico? —También me ocuparé de ello.

“I’ll get that attended to.”

—¿Pero ha visto a alguno? ¿Ha apala“But have you seen one yet? Have you engaged one?” 45 brado a alguno? —Pienso ocuparme de todo eso. Le tendré al corriente.

“I aim to see to all that. And I’ll let you know.” Then he is gone. From the window again Hightower watches him pass and go on up the street, toward the edge of town and his two mile walk, carrying his paperwrapped packages of food. He passed from sight walking erect and at a good gait; such a gait as an old man already gone to flesh and short wind, an old man who has already spent too much time sitting down, could not have kept up with. And Hightower leans there in the window, in the August heat, oblivious of the odor in which he lives—that smell of people who no longer live in life: that odor of overplump desiccation and stale l i n e n as though a precursor of the tomb— listening to the feet which he seems to hear still long after he knows that he cannot, thinking, ‘God bless him, God h e l p h i m ’ ; t h i n k i n g To b e y o u n g . To b e y o u n g . T h e re i s n o t h i n g e l s e l i k e i t : 214

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Y se va. Desde la ventana, H i g h t o w e r l e v e p a s a r, a v a n z a r p o r la calle para salir de la ciudad y recorrer sus dos millas con sus alimentos envueltos en papeles. Desaparec e , c a m i n a n d o e rg u i d o y a b u e n paso, un paso que un viejo gordo y ya corto de aliento, un viejo que ha pasado ya demasiado tiempo sentad o , n u n c a h a b r í a p o d i d o s e g u i r. Y Hightower se queda allí, inclinado sobre la ventana, en el calor de agosto, olvidado del olor en el que vive, ese olor de las personas que no viven ya en este mundo, ese olor de desecación obesa, de ropa interior sucia, que es como un signo precursor de la tumba. Escucha aquellos pasos que cree oír, incluso mucho tiempo después de saber que ya es imposible que los oiga. Y piensa: «Dios le bendiga. Dios le bendiga» pensando S e r j o v e n . S e r

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baleful [influence, presence] funesto, siniestro; [look, stare] torvo, hosco baleful 1 (esp. of a manner, look, etc.) gloomy, menacing. 2 harmful, malignant, destructive. baleful adj. torvo, ceñudo, funesto 1 baleful, forbidding, menacing, minacious, minatory, ominous, sinister, threatening, ugly threatening or foreshadowing evil or tragic developments; «a baleful look»; «forbidding thunderclouds»; «his tone became menacing»; «ominous rumblings of discontent»; «sinister storm clouds»; «a sinister smile»; «his threatening behavior»; «ugly black clo 2 baleful, baneful deadly or sinister; «the Florida eagles have a fierce baleful look»

t h e re i s n o t h i n g e l s e i n t h e w o r l d H e is thinking quietly: ‘I should not h a v e g o t o u t o f t h e h a b i t o f p r a y e r. ’ Then he hears the feet no longer. He hears now only the myriad and interminable insects, leaning in the w i n d o w, b r e a t h i n g t h e h o t s t i l l r i c h maculate smell of the earth, thinking of how when he was young, a youth, he had loved darkness, of walking or sitting alone among trees at night. Then the ground, the bark of trees, became actual, sa v a g e , f i l l e d with, evocative of, strange and b a l eful half delights and half terrors. He was afraid of it. He feared; he loved in being afraid. Then one day while at the seminary he realised that he was no longer afraid. It was as though a door had shut somewhere. He was no longer afraid of darkness. He just hated it; he would flee from it, to walls, to a r t i f i c i a l l i g h t . ‘ Ye s , ’ h e t h i n k s . ‘ I should never have let myself get out o f t h e h a b i t o f p r a y e r. ’ H e t u r n s f r o m t h e w i n d o w. O n e w a l l o f t h e s t u d y is lined with books. He pauses before them, seeking, until he finds the one which he wants. It is Te n n y s o n . I t i s d o g e a r e d . H e h a s h a d i t e v e r s i n c e t h e s e m i n a r y. H e s i t s beneath the lamp and opens it. It does not take long. Soon the fine galloping language, the gutless swooning full of sapless trees and dehydrated lusts begins to swim smooth and swift and peaceful. It is better than praying without having to bother to think aloud. It is like listening in a cathedral to a eunuch chanting in a language which he does not even need to not understand.

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j o v e n . N o h a y n a d a p a re c i d o . N o h a y n a d a p a re c i d o e n e l m u n d o . Y piensa serenamente «No debería haber perdido la costumbre de rezar». Después deja de oír los pasos. Ya solamente oye las miríadas interminables de insectos. Apoyado en la ventana, respira el cálido, feraz, sosegado, manchado olor de la tierra, recordando cuánto le gustaba de joven la oscuridad, cuánto le gustaba pasear y sentarse bajo los árboles por la noche. El suelo, la corteza de los árboles adquirían entonces un carácter de actualidad salvaje. Le parecían hinchados, sugeridores de semivoluptuosidades, de semiterrores, extraños y siniestros. Temía a todo aquello. Sentía miedo. Y le gustaba aquella sensación de miedo. Después, en el seminario, un día, se dio cuenta de que ya no tenía miedo. Era como si una puerta se hubiese cerrado en alguna parte. Ya no tenía miedo de las tinieblas. Las odiaba, solamente. Y huía de ellas, se refugiaba entre las paredes, en la luz artificial. «No —piensa—, no debería haber perdido la costumbre de rezar.» Se aparta de la ventana. Una de las paredes de la habitación está cubierta de libros. Se detiene delante de ellos. Y busca, hasta que encuentra el que desea. Es Te n n y s o n . Las páginas están abarquilladas. Lo tiene desde que estudiaba en el seminario. Se sienta bajo la lámpara y lo abre. No transcurre mucho tiempo. Muy pronto, el hermoso lenguaje galopante, el lánguido desmayo lleno de árboles sin savia y de excesos deshidratados, comienza a flotar, suave, rápido y apacible. Esto es mejor que la oración y no tiene que preocuparse de pensar en voz alta. Le parece escuchar, en una catedral, a un eunuco que salmodia en una lengua que ni siquiera necesita no comprender.

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50 Chapter 14

14.

“THERE’S somebody out there in —Hay alguien allí, en aquella cabaña — that cabin,” the deputy told the sherif f. dijo el ayudante del sheriff—. No alguien “Not hiding: living in it.” 55 que se esconde, sino alguien que vive allí. “Go and see,” the sheriff said.

—Vamos a ver —dijo el sheriff.

The deputy went and returned.

El agente fue allí y volvió. 60

“It’s a woman. A young woman. And —Es una mujer. Una muchacha. Parece she’s all fixed up to live there a good haberse instalado como para vivir bastante spell, it looks like. And Byron Bunch tiempo. Y Byron Bunch está acampado en is camped in a tent about as far from una rienda, no más lejos de la cabaña de lo t h e c a b i n a s f r o m h e r e t o t h e p o s t - 65 que nosotros estriamos de la oficina de cooffice.” rreos. “ B y r o n B u n c h ? ” t h e s h e r i ff s a y s . —¿Byron Bunch? —dijo el sheriff—. ¿Y “Who is the woman?” “I don’ t know. quién es esa mujer? She is a stranger. A young woman. She 70 —No lo sé. No es de aquí. Es una mutold me all about it. She begun telling chacha. Me lo ha contado todo. No hice más 215

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que entrar en la cabaña y ya me estaba conme almost before I got inside the cabin, tando su historia, como si fuera un discurso like it was a s p e e c h . L i k e s h e h a d preparado, un discurso que estuviese acosdone got used to telling it, done tumbrada a repetir. Como si tuviera ese hágot into the habit. And I reckon she h a s , c o m i n g h e r e f r o m o v e r i n 5 bito. Y supongo que ha debido de tenerlo desde el día en que dejó Alabama para ir en Alabama somewhere, looking for busca de su marido. Al parecer, él se había her husband. He had done come on ido antes que ella, en busca de trabajo. Al ahead of her to find work, it seems cabo de cierto tiempo, ella se puso en camilike, and after a while she started o u t a f t e r h i m a n d f o l k s t o l d h e r o n 10 no. Y por la carretera, la gente le dijo que el hombre estaba aquí. Y en ese momento enthe road that he was here. And tró Byron y dijo que él me lo podría expliabout that time Byron come in and car. Dijo que tenía la intención de hablar con he said he could tell me about it. usted. Said he aimed to tell you.” 15 —¿Byron Bunch? —dijo el sheriff. “Byron Bunch,” the sheriff says. —Sí —dijo el ayudante; y agregó—: La “ Ye s , ” t h e d e p u t y s a y s . H e s a y s : chica espera un niño. No tardará mucho en “ S h e ’s f i x i n g t o h a v e a k i d . I t a i n ’ t going to be long, neither.” 20 tenerlo. —¿Un niño? —dijo el sheriff; miró a su “A kid?” the sheriff says. He looks ayudante—: ¿Y de Alabama? De sabe Dios a t t h e d e p u t y. “ A n d f r o m A l a b a m a . dónde. Pero no se puede decir que es de From anywhere. You can’t tell me that about Byron Bunch.” 25 Byron Bunch. —Ni yo trato de decírselo. No he dicho “No more am I trying to,” the deputy que sea de Byron. Por lo demás, tampoco s a y s . “ I a i n ’ t s a y i n g i t ’s B y r o n ’s . Byron dice que sea suyo. Le repito solamente Leastways, Byron ain’t saying it’s his. I’m just telling you what he told me.” 30 lo que él me dijo. —¡Ah! —dijo el sheriff—. Ya comprendo por qué está en esa cabaña. El niño es de uno de esos dos tipos. ¿Es de Christmas quizás?

“Oh,” the sheriff says. “I see. W h y s h e i s o u t t h e r e . S o i t ’s o n e o f t h e m fellows. It’s Christmas, is it?” 35

guffaw v.i. reírse a carcajadas: the man guffawed during the performance, el hombre se reía a carcajadas durante la función; soltar una carcajada guffawing: laughing in a loud, vulgar manner guffaw utter a coarse or boisterous laugh. boisterous 1(of a person) rough; noisily exuberant. 2 (of the sea, weather, etc.) stormy, rough.

“No. This is what Byron told me. He took me outside and told me, w h e r e s h e c o u l d n ’ t h e a r. H e s a i d h e aimed to come and tell you. It’s B r o w n ’s . O n l y h i s n a m e a i n ’ t B r o w n . I t ’s L u c a s B u r c h . B y r o n t o l d m e . About how Brown or Burch left her o v e r i n A l a b a m a . To l d h e r h e w a s j u s t coming to find work and fix up a h o m e a n d t h e n s e n d f o r h e r. B u t h e r time come nigh and she hadn’t heard from him, where he was at or anything, so she just decided to not w a i t a n y l o n g e r. S h e s t a r t e d o u t afoot, asking along the road if anybody knowed a fellow named Lucas Burch, getting a ride here and there, asking everybody she met if they knew him. And so after a while somebody told her how there was a fellow named Burch or Bunch or something working at the planing mill in Jefferson, and she come on h e r e . S h e g o t h e r e S a t u r d a y, o n a wagon, while we were all out at the murder, and she come out to the mill and found it was Bunch instead of Burch. And Byron said he told her that her husband was in Jefferson before he knew it. And then he said she had him pinned down and he had to tell her where Brown lived. But he ain’t told her that Brown or Burch is mixed up with Christmas in this killing. He just told her that Brown was away on business. And I reckon 216

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—No. Verá usted lo que me ha dicho Byron. Me llevó fuera y empezó a contármelo todo en cuanto estuvo lo bastante lejos para que ella no pudiese oírle. Me dijo que quería venir a hablar con usted. El niño es de Brown. Sólo que su nombre no es Brown. Se llama Lucas Burch. Byron me lo ha dicho. Me ha contado cómo Brown, o Burch, abandonó allá, por Alabama, a la chica. Le dijo que iba a buscar trabajo y a poner una casa y que en seguida la mandaría venir. Pero la chica estaba a punto de cumplir y todavía no había sabido nada de él. Ni siquiera sabía dónde estaba, nada. Entonces no quiso esperar más. Salió de su pueblo a pie, preguntando a lo largo del camino si conocían a un muchacho llamado Lucas Burch. De vez en cuando le ofrecían un asiento en alguna carreta, y a todos los que encontraba les preguntaba si le conocían. Y después, un día alguien le dijo que había un muchacho llamado Burch, o Bunch, o algo así, que trabajaba en el aserradero de Jefferson. Y vino hacia aquí. Llegó el sábado en una carreta, en el momento en que todos estábamos allí con lo del crimen, y luego se fue al taller, y se encontró con que allí estaba Bunch, y no Burch. Y dijo Byron que él mismo, sin darse cuenta, le dijo que su marido estaba en Jefferson. Y que entonces se vio cogido y no tuvo otro remedio que decirle donde vivía Brown. Pero no le dijo que Brown, o Burch, estaba mezclado con Christmas en el caso del asesinato. Sólo

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le dijo que Brown estaba ausente por ney o u c a n c a l l i t b u s i n e s s . Wo r k , gocios. Bueno, supongo que se puede llaa n y w a y. I n e v e r s a w a m a n w a n t a mar negocios a eso. Trabajo es, por lo thousand dollars badder and suffer menos. Nunca había visto a un hombre more to get it, than him. And so she s a i d t h a t B r o w n ’ s h o u s e w a s b o u n d 5 con tanta gana de tener mil dólares y trabajar tan duramente para tenerlos. Y ento be the one that Lucas Burch had tonces ella le dijo a Byron que la casa de promised to get ready for her to live Brown era, seguramente, la que Burch le in, and so she moved out to wait until había prometido. Así que se fue allí, a Brown come back from this here b u s i n e s s h e i s a w a y o n . B y r o n s a i d 10 esperar el día en que Brown regrese de su viaje de negocios. Byron dice que no lo he couldn’t stop her because he pudo evitar, porque no quería decirle la didn’t want to tell her the truth about verdad con respecto a Brown, después de Brown after he had already lied to haberle mentido, por así decirlo. Y dice her in a way of speaking. He said he a i m e d t o c o m e a n d t e l l y o u a b o u t i t 15 que ya habría hablado con usted si usted no hubiese descubierto las cosas demasiab e f o r e n o w, o n l y y o u f o u n d i t o u t t o o do pronto, antes de que él la hubiese insquick, before he had got her settled talado del todo. down good.” “Lucas Burch?” the sheriff says.

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—¿Lucas Burch? —dijo el sheriff. —Yo también me sorprendí un poco —dijo el ayudante—. ¿Qué piensa usted hacer?

“I was some surprised, myself,” the deputy says. “What do you aim to do about it?”’

25 —Nada —dijo el sheriff —. N o c r e o “Nothing,” the sheriff says. “I que allí puedan perjudicar a nadie. Y reckon they won’t do no harm out there esa casa no es mía, no puedo decirles And it ain’t none of my house to tell que salgan de ella. Y, como Byron le her to get out of it. And like Byron told h e r, B u r c h o r B r o w n o r w h a t e v e r h i s 30 ha dicho, Burch, o Brown, o como diablos se llame, estará ocupado todavía name is, is going to be right busy for a bastante tiempo. while longer yet.” —Le hablará a Brown de la muchacha?

“Do you aim to tell Brown about her?” 35

—Creo que no —dijo el sheriff—. Eso “I reckon not,” the sheriff says. “It ain’t any of my business. I ain’t no me concierne. No me interesan las mujeinterested in the wives he left in res que ha abandonado en Alabama o en cualAlabama, or anywhere else. What I am quier otro sitio. Lo que me interesa es el interested in is the husband he seems to 40 marido que parece haber tenido él desde que have had since he come to Jefferson.” llegó a Jefferson.

sober adj. & n. 1 not affected by alcohol, sobrio. 2 not given to excessive drinking of alcohol. 3 moderate, well-balanced, tranquil, sedate, serio, formal, sensato, sereno. 4 not fanciful or exaggerated (the sober truth, la pura verdad). 5 (of a colour etc.) quiet and inconspicuous, discreto. — v.tr. & intr. 1 (often foll. by down, up) make or become sober or less wild, reckless, enthusiastic, visionary, serenarse, calmarse, etc. (a sobering thought). 2 Decir con seriedad

The deputy guffaws. “I El ayudante soltó una carcajada. reckon that’s a fact,” he —Es verdad —dijo. s a y s . H e s o b e r s , m u s e s . “ I f h e 45 Luego se tranquilizó, y meditó: don’t get that thousand dollars, I «Si no consigue esos mil dólares, reckon he will just die.” creo que se morirá.» “I reckon he won’t,” the sheriff says.

—Lo dudo —dijo el sheriff. 50

A t t h r e e o ’ c l o c k We d n e s d a y morning a negro rode into town on a saddleless mule. He went to the sheriff ’s home and waked him. He had come direct from a negro church twenty m i l e s a w a y, w h e r e a r e v i v a l m e e t i n g was in nightly progress. On the evening before, in the middle of a hymn, there had come a tremendous noise from the rear of the church, and turning the congregation saw a man standing in the door. The door had not been locked or even shut yet the man had apparent l y grasped it by the knob and hurled it back into the wall so that the sound crashed into the blended voices like a pistol shot. Then the man came swiftly up the aisle, where the singing had stopped short off, toward the pulpit where the preacher leaned, his hands still raised, his mouth still open. Then 217

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El miércoles, a las tres de la madrugada, un negro entró en la ciudad montado a pelo en una mula; se dirigió a casa del sheriff y le despertó. Venía directamente de una iglesia de negros situada a veinte millas de distancia y en la que se había celebrado un servicio nocturno. La víspera; por la tarde, en medio de un cántico, se oyó un ruido tremendo en el fondo de la iglesia y, al volverse a mirar, los fieles vieron a un hombre de pie en la puerta. La puerta no estaba atrancada, ni siquiera cerrada y, al parecer, el hombre la había agarrado por el picaporte y la había lanzado contra la pared produciendo un ruido que restalló entre las voces armónicas c o m o u n t i r o d e r e v ó l v e r. E l c á n t i c o cesó bruscamente y el hombre avanzó por la nave hacia el púlpito en el que se inclinaba el predicador, con las manos

Faulkner’s Light they saw that the man was white: In the thick, cavelike gloom which the two oil lamps but served to increase, they could not tell at once what he was until he was halfway up the aisle. Then they saw that his face was not black, and a woman began to shriek, and people in the rear sprang up and began to run toward the door; and another woman on the mourners’ bench, already in a semihysterical state, sprang up and whirled and glared at him for an instant with white rolling eyes and screamed, “ I t ’s t h e d e v i l ! I t ’s S a t a n h i m s e l f ! ” Then she ran, quite blind. She ran straight toward him and he knocked her down without stopping and stepped over her and went on, with the faces gaped for screaming falling away before him, straight to the pulpit and put his hand on the minister. “ Wa s n ’ t n o b o d y b o t h e r i n g h i m , even then,” the messenger said. “It was all happening so fast, and nobody knowed him, who he was or what he wanted or nothing. And the women hollering and screeching and him done retch into the pulpit and caught Brother Bedenberry by the throat, trying to snatch him outen the pulpit. We c o u l d s e e B r o t h e r B e d e n b e r r y talking to him, trying to pacify him quiet, and him jerking at Brother Bedenberry and slapping his face with his hand. And the womenfolks screeching and hollering so you couldn’t hear what Brother Bedenberry was saying, cep he never tried to hit back nor nothing, and then some of the old men, the deacons, went up to him and tried to talk to him and he let Brother Bedenberry go and he whirled and he knocked seventy year old Pappy Thompson clean down into the mourners’ pew and then he retch down and caught up a chair and whirled and made a pass at the others until they give back. And the folks still yelling and screeching and trying to get out. Then he turned and clumb into the pulpit, where Brother Bedenberry had done clumb out the other side, and he s t o o d t h e r e — h e w a s a l l m u d d y, h i s pants and his shirt, and his jaw black with whiskers—with his hands raised l i k e a p r e a c h e r. A n d h e b e g u n t o c u r s e , hollering it out, at the folks, and he cursed God louder than the women screeching, and some of the men trying to hold Roz Thompson, Pappy T h o m p s o n ’s d a u g h t e r ’s b o y, t h a t w a s six foot tall and had a razor nekkid in his hand, hollering, ‘I’ll kill him. Lemme go, folks. He hit my g r a n d p a p p y. I ’ l l k i l l h i m . L e m m e g o . Please lemme go,’ and the folks trying to get out, rushing and trompling in the aisle and through the door, and him in the pulpit cursing God and the men dragging Roz Thompson out 218

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todavía en alto y la boca aún abierta. Los fieles vieron que el hombre era blanco. En la sombra densa y cavernosa que las dos lámparas de petróleo no hacían más que aumentar, no supieron qué clase de hombre era hasta que le vieron llegar a media nave. Entonces vieron que no tenía la cara negra; una mujer empezó a gritar y los que estaban al fondo se levantaron de un salto y corrieron hacia la puerta. Otra mujer saltó del banco de las plañideras y, en un estado medio histérico, se puso a girar, con los ojos en blanco, y gritó: «¡Es el diablo, es el mismísimo Satanás!» Y, como ciega, se lanzó hacia él. El hombre la derribó de un puñetazo sin detenerse, pasó sobre ella, siguió caminando hacia el púlpito y puso la mano sobre el pastor, mientras las caras abiertas para gritar se eclipsaban a ambos lados. —Nadie le molestó —dijo el inf o r m a n t e — . To d o s u c e d i ó m u y d e prisa y nadie sabía quién era el hombre, ni lo que quería, ni nada. Las mujeres gritaban y daban alaridos. Y el hombre se fue derecho al púlpito, agarró por el cuello al Hermano Bedenberry y trató de sac a r l o d e l p ú l p i t o . Vi m o s q u e e l Hermano Bedenberry le hablaba intentando apaciguarle y que el hombre le sacudía y le abofeteaba. Las mujeres daban tales gritos que no se oía lo que decía el Hermano B e d e n b e r r y, p e r o s e v e í a q u e n o l e devolvía los golpes. Al fin, unos cuantos hombres del consistorio, los más viejos, se acercaron al hombre e intentaron hablarle. El hombre soltó al Hermano B e d e n b e r r y, s e v o l v i ó y t u m b ó a l tío Thompson, que tiene setenta años y cayó sobre el banco de las plañideras. Luego agarró una silla, l a h i z o g i r a r y l a rg ó u n g o l p e a l o s otros, que se echaron atrás. La gente seguía gritando. El hombre subió al púlpito, del que había bajado, por e l o t r o l a d o , e l H e r m a n o B e d e n b e r r y, y se plantó con las manos en alto c o m o u n p r e d i c a d o r. Te n í a e l p a n t a lón y la camisa manchados de barro y la cara ennegrecida por la barba. Y comenzó a maldecir a gritos a la gente y blasfemar con voz que sobresalía por encima de los gritos de las mujeres. Unos cuantos fieles trataban de contener a Roz Thompson, hijo de una hija del tío Thompson, que tiene seis pies de estatura y que, con una navaja de afeitar en la mano, aullaba: «Le mato. Dejadme. Ha pegado a mi abuelo. Le mato. D e j a d m e . P o r f a v o r, d e j a d m e . » Y l a g e n t e c o r r í a , t r a t a n d o d e h u i r, y s e atropellaba en la nave y en la puerta, y el hombre seguía blasfemando, y se llevaron a Roz a la fuerza, y Roz seguía pidiendo que le dejaran.

Faulkner’s Light backwards and Roz still begging them to let him go. But they got Roz out and we went back into the bushes and him still hollering and cursing back there in the pulpit. Then he quit after a while and we seed him come to the door and stand there. And they had to hold Roz again. He must have heard. the racket they made holding Roz, because he begun to laugh. He stood t h e r e i n t h e d o o r, w i t h t h e l i g h t b e h i n d him, laughing loud, and then he begun to curse again and we could see him snatch up a bench leg and swing it back. And we heard the first lamp bust, and it got dim in the church, and then we heard the other lamp bust and then it was dark and we couldn’t see him no. more. And where they was trying to hold Roz a terrible racket set up, with them hollerwhispering, ‘Hold him! Hold him! Ketch him! Ketch h i m ! ’ T h e n s o m e b o d y h o l l e r e d , ‘ H e ’s done got loose,’ and we could hear Roz running back toward the church and D e a c o n Vi n e s s a y s t o m e , ‘ R o z w i l l kill him. Jump on a mule and ride for t h e s h e r i f f . Te l l h i m j u s t w h a t y o u seen.’ And wasn’t nobody bothering h i m , c a p t a i n , ” t h e n e g r o s a i d . “ We never even knowed him to call his name. Never even seed him before. And we tried to hold Roz back. But Roz a big man, and him done knocked down Roz’ seventy year old grandpappy and Roz with that nekkid razor in his hand, not caring much who else he had to cut to carve his path back to the church where that white man was. But ‘fore God we tried to hold Roz.”

headlong: rashly recklessly, hastily, impetuously, impetuously acting rashly or with sudden energy, moving forcefully or rapidly; rushingly actingly violently in advance or attack; swiftly. de cabeza, de bruces, precipitadamente

That was what he told, because that w a s w h a t h e k n e w. H e h a d d e p a r t e d immediately: he did not know that at the time he was telling it, the negro Roz was lying unconscious in a neighboring cabin, with his skull fractured where Christmas, just inside the now dark door, had struck him with the bench leg when Roz plunged into the church. Christmas struck just once, hard, savagely, at the sound of running feet, the thick shape which rushed h e a d l o n g t h r o u g h t h e d o o r w a y, a n d heard it without pause plunge on crashing among the overturned benches and become still. Also without pausing Christmas sprang out and to the earth, where he stood lightly poised, still grasping the bench leg, cool, not even breathing hard. He was quite cool, no sweat; the darkness cool upon him. The churchyard was a pallid crescent of trampled and beaten earth, shaped and enclosed by undergrowth and trees. He knew that the undergrowth was full of negroes: he could feel the eyes. ‘Looking and looking,’ he thought. ‘Don’t even know they can’t see me.’ He breathed 219

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Al fin sacaron a Roz y nosotros nos ocultamos entre los matorrales mientras el hombre seguía maldiciendo y gritando en la puerta. Tuvieron que contener a Roz de nuevo. El hombre debió de oír el escándalo que armab a R o z , p o r q u e s e e c h ó a r e í r. P e r maneció en la puerta, con la luz a sus espaldas y riéndose en voz alta. Luego comenzó a maldecir de nuevo y le vimos que agarraba un banco y lo lanzaba hacia el fondo; y oímos el ruido de la lámpara que se rompía. La iglesia quedó medio a oscuras, luego oímos el ruido que hizo la otra lámpara al romperse y la iglesia quedó a oscuras y ya no pudimos verle. Y en el lugar en que tenían sujeto a Roz, se levantó un estrépito terrible. Roz gritaba: «Agarradle, agarradle, agarradle.» Alguien gritó «Se ha escapado»; y oímos que Roz corría hacia la parte de atrás de la i g l e s i a . Y Vi n e s , u n o d e l o s m i e m bros del consistorio, se me acercó y m e d i j o . « R o z l e v a a m a t a r. M o n t a en una mula y vete a ver al sheriff. Cuéntale lo que has visto.» Y nadie le ha hecho nada, capitán —dijo el negro—. Ni siquiera sabemos cómo se llama. No le hemos visto nunca. Hemos hecho lo posible por sujetar a Roz, pero Roz es un hombre muy fuerte y el hombre había tumbado al abuelo de Roz, que tiene setenta años, y Roz tenía una navaja de afeit a r e n l a m a n o y n o l e i m p o r t a b a c o rtar a alguno para abrirse paso hasta la iglesia en la que estaba el blanco. Dios sabe que hemos hecho lo posible por sujetar a Roz. Eso fue lo que el negro contó, porque eso era lo que sabía; y se marchó inmediatamente. Cuando estaba contándolo, no sabía que Roz yacía en aquel momento sin conocimiento en una cabaña con fractura de cráneo producida por el golpe que le dio Christmas en la oscuridad, detrás de la puerta, con la pata del banco, cuando Roz irrumpió en la iglesia. Christmas no dio más que un golpe violento, salvaje, en dirección al ruido de pasos, a la sombra abultada que se precipitó por la puerta en actitud de atacar y oyó que Roz se desplomaba con estrépito sobre los bancos volcados y que se quedaba inmóvil. Sin hacer ninguna pausa, Christmas se tiró al suelo y permaneció quieto un momento, esgrimiendo la pata de banco. Ni siquiera jadeaba. No sudaba; estaba fresco, le refrescaba la oscuridad. El atrio de la iglesia era una lívida media luna de tierra batida y pisoteada, rodeada por matorrales y árboles. Christmas sabía que los matorrales estaban llenos de negros, sentía sus miradas. «Mirar y mirar —pensó—. Ni siquiera saben que no pueden verme.» Respiro profundamente y observó, con curiosidad, que

Faulkner’s Light deeply; he found that he was hefting t h e b e n c h l e g , c u r i o u s l y, a s t h o u g h trying its balance, as if he had never touched it before. ‘I’ll cut a notch in i t t o m o r r o w, ’ h e t h o u g h t . H e l e a n e d the leg carefully against the wall beside him and took from his shirt a cigarette and a match. As he struck the match he paused, and with the yellow flame spurting punily into life he stood, his head turned a little. It was hooves which he heard. He heard them come alive and grow swift, diminishing. “A mule,” he said aloud, not loud. “Bound for town with the good news.” He lit the cigarette and flipped the match away and he stood there, smoking, feeling the negro eyes upon the tiny living coal. Though he stood there until the cigarette was smoked down, he was quite alert. He had set his back against the “wall and he held the bench leg in his right hand again. He smoked the cigarette completely down, then he flipped it, twinkling, as far as he could toward the undergrowth where he could feel the negroes crouching. “Have a butt, boys,” he said, his voice sudden and l o u d i n t h e s i l e n c e . I n t h e u n d e rg r o w t h where they crouched they watched the cigarette twinkle toward the earth and glow there for a time. But they could not see him when he departed, nor which way he went. At eight o’clock the next morning the sheriff arrived, with his posse and the bloodhounds. They made one capture immediately, though the dogs had nothing to do with it. The church was deserted; there was not a negro in sight. The posse entered the church and looked quietly about at the wreckage. Then they emerged. The dogs had s t r u c k s o m e t h i n g i m m e d i a t e l y, b u t before they set out a deputy found, wedged into a split plank on the side of the church, a scrap of paper. It had been obviously put there by the hand of man, and opened, it proved to be an empty cigarette container torn open and spread smooth, and on the white inner side was a pencilled message. It was raggedly written, as though by an unpractised hand or perhaps in the dark, and it was not long. It was addressed to the sheriff by name and it was unprintable—a single phrase—and it was unsigned. “Didn’t I tell you?” one of the party said. He was unshaven too and muddy, like the quarry which they had not yet even seen, and his face looked strained and a little mad, with frustration, outrage, and his voice was hoarse, as though he had been doing a good deal of unheeded shouting or t a l k i n g r e c e n t l y. “ I t o l d y o u a l l t h e time! I told you!”

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todavía sostenía la pata del banco, como tratando de mantenerla en equilibrio, como si no la hubiera tocado antes. «Le haré una muesca mañana», pensó. Y dejándola cuidadosamente contra la pared, sacó de la camisa un cigarrillo y un fósforo. Al encender el fósforo hizo una pausa y mientras la llama amarilla se avivaba, volvió ligeramente la cabeza. Lo que oyó fue el ruido de cascos, un ruido que aumentó rápidamente y que luego fue disminuyendo. «Una mula», dijo en voz alta, no muy alta. «A la ciudad, a llevar las buenas noticias.» Encendió el cigarrillo, arrojó el fósforo y permaneció quieto fumando; y sintió que las miradas de los negros se concentraban en el diminuto carboncillo vivo. Permaneció quieto hasta terminar el cigarrillo, pero se mantenía alerta, de espaldas a la pared y con la pata de banco e n l a m a n o d e r e c h a . Te r m i n ó d e l t o d o el cigarrillo y lo arrojó, parpadeante, lo más lejos que pudo, al matorral donde estaba seguro de que los negros se agazapaban. «Ahí va una colilla para vosotros, negros», dijo bruscamente, con una voz que resonó en el silencio. Desde el matorral en el que estaban agazapados, los negros contemplaron el cigarrillo, que brilló en la tierra durante un momento. Pero no vieron cuándo se marchó Christmas, ni en qué dirección se había ido. El sheriff llegó a las ocho de la mañana del día siguiente con sus hombres y sus perros. E inmediatamente hicieron una descubierta, en la que los perros no intervinieron. La iglesia estaba desierta; no había ningún negro a la vista. El grupo entró, examinó detenidamente los destrozos y salió. Los perros habían husmeado algo en seguida y estaban impacientes. Pero antes de salir, un policía encontró un pedazo de papel en la rendija de una tabla que estaba suelta en una de las paredes de la iglesia. No había duda de que alguien lo había puesto allí; al desdoblarlo, resultó ser la envoltura de un paquete de cigarrillos, roto y extendido, en cuyo revés blanco se veía un mensaje escrito con lápiz. La escritura era muy torpe, como de una mano poco práctica o como de haber sido escrita en la oscuridad, y el mensaje no era largo. Contenía una frase única e impublicable y estaba dirigido personalmente al sheriff. No llevaba firma. «¿No se lo había dicho yo?», exclamó uno del grupo. También estaba sin afeitar y lleno de barro, como la presa que no había visto aún; tenía una expresión tensa y rabiosa, de frustración y de ofensa, y una voz ronca como de haber gritado y hablado mucho recientemente sin que le hicieran caso. «Se lo he estado diciendo todo el tiempo. Se lo he dicho.»

70 “Told me what?” the sheriff said, in 220

—¿Qué es lo que me has dicho? —pre-

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guntó el sheriff con voz fría y tranquila, dia cold, level voice, bearing upon the rigiendo al otro una mirada fría y tranquila other a gaze cold and level, the y con el mensaje escrito a lápiz en la mano— pencilled message in his hand. “What . ¿Qué es lo que has dicho, y cuándo? did you tell me when?” The other El otro, ofendido, desesperado, casi looked at the sheriff, outraged, 5 en el límite de la paciencia, miró al desperate, frayed almost to endurance’s sheriff. Y la policía pensó al mirarle: «Si limit; looking at him, the deputy no obtiene la recompensa, se muere.» El thought, ‘If he don’ t get that reward, otro miraba al sheriff con la boca abierhe will just die.’ His mouth was open t h o u g h v o i c e l e s s a s h e g l a r e d a t t h e 10 ta, una boca de la que no salía ningún sonido, y una expresión de asombro, de sheriff with a kind of bated and perplejidad y de incredulidad. unbelieving amaze. “And I done told — Ta m b i é n y o t e h e d i c h o — l e you, too,” the sheriff said, in his bleak, dijo el sheriff , con su voz tranquila quiet voice, “if you don’ t like the way I am running this, you can wait back in 15 y s i n m a t i z — q u e , s i n o t e g u s t a l a forma en que llevo el asunto, puet o w n . T h e r e ’s a g o o d p l a c e t h e r e f o r des esperar en el pueblo y no tienes you to wait in. Cool, where you won’ t necesidad de tostarte al sol. ¿No te stay so heated up like out here in the he dicho eso? Habla. sun. Ain’t I told you, now? Talk up.” 20 El otro cerró la boca y desvió la miThe other closed his mouth. He rada como haciendo un tremendo esfuerl o o k e d a w a y, a s t h o u g h w i t h a zo. Y como haciendo un tremendo estremendous effort; as though with a fuerzo, replicó con voz sofocada: t r e m e n d o u s e ff o r t h e s a i d “ Ye s ” i n a —Sí. d r y, suffocated voice. 25 E l s h e r i ff s e v o l v i ó p e s a d a m e n t e T h e s h e r i f f t u r n e d h e a v i l y, estrujando el mensaje: c r u m p l i n g t h e m e s s a g e . “ Yo u t r y t o keep that from slipping your mind —Entonces procura meterte eso en el again, then,” he said. “If you got any 30 cerebro. Si es que lo tienes —dijo el mind to even slip on you.” They were sheriff. ringed about with quiet, interested Al sol naciente, estaban todos en círfaces in the early sunlight. “About culo, con caras interesadas—. Y Dios which I got the Lord’s own doubts, if sabe que tengo mis dudas acerca de eso, you or anybody else wants to know.” 35 por si alguien quiere saberlo. Some one guffawed, once. “Shet up that Alguien soltó una carcajada. n o i s e , ” t h e s h e r i f f s a i d . “ L e t ’s g e t —Silencio —dijo el sheriff—. Y vagoing. Get them dogs started, Bufe.” mos. Que empiecen los perros. The dogs were cast, still on leash. 40 Los perros, sujetos con correas, dieron They struck immediately. The trail was inmediatamente con la pista, fácil de seguir good, easily followed because of the a causa del rocío. Al parecer el fugitivo no dew. The fugitive had apparently made había hecho ningún esfuerzo para ocultarla. no effort whatever to hide it. They Vieron hasta las huellas de sus rodillas y de could even see the prints of his knees 45 sus manos en el sitio en que se había arroand hands where he had knelt to drink dillado para beber en el arroyo. from a spring. “I never yet knew a —Nunca he conocido a un asesino murderer that had more sense than that más hábil para saber lo que van a hacer about the folks that would chase him,” los que le persiguen —dijo el ayudante t h e d e p u t y s a i d . “ B u t t h i s d u r n f o o l 50 del sheriff—. Pero ese imbécil no paredon’t even suspect that we might use ce haber pensado que podíamos utilizar dogs.” los perros. “We been putting dogs on him once —Le estamos echando los perros a day ever since Sunday,” the sheriff 55 desde el domingo y hasta ahora no lo said. “And we ain’t caught him yet.” hemos atrapado —dijo el sheriff. “Them were cold trails. We ain’t had Eran pistas viejas. No hemos tenido una a good hot trail until today. But he’s reciente hasta hoy. Pero al fin ha cometido made his mistake at last. We’ll get him 60 una equivocación. Hoy le cazamos. Probat o d a y. B e f o r e noon, maybe.” blemente antes del mediodía. “I’ll wait and see, I reckon,” the s h e r i ff s a i d .

— Ya sheriff.

lo

veremos

—dijo

el

65 “You’ll see,” the deputy said. “This —Ya lo verá —dijo el ayudante—. Esta trail is running straight as a railroad. I pista es recta como la vía del tren. Casi could follow it, myself almost. Look podría seguirla yo mismo. Mire aquí. Se here. You can even see his footprints. ven las huellas de sus pies. El muy imbéT h e d u r n f o o l a i n ’ t e v e n g o t e n o u g h 70 cil no tiene ni el sentido común suficiensense to get into the road, in the dust, te para caminar por la carretera, por el 221

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tr. Enrique Sordo polvo, por donde han caminado otras personas, por donde no pueden olerle los perros. Los perros encontrarán el final de las huellas antes de las diez.

where other folks have walked and where the dogs can’ t scent him. Them dogs will find the end of them footprints before ten o’clock.” 5

mill intransitive verb 1 : to hit out with the fists 2 : to move in a circle or in an eddying mass; move in an aimless manner, esp. in a confused mass; also : WANDER 3 : to undergo milling verb transitive verb 1 : to subject to an operation or process in a mill: as a : to grind into flour, meal, or powder b : to shape or dress by means of a rotary cutter c : to mix and condition (as rubber) by passing between rotating rolls 2 : to give a raised rim or a ridged or corrugated edge to (a coin) 3 : to cut grooves in the metal surface of (as a knob) mill around arremolinarse mill grind with a mill; «mill grain» mill move about in a confused manner ; movérse por todas partes

Which the dogs did. Presently the trail bent sharply at right angles. They followed it and came onto a road, which they followed behind the lowheaded and eager dogs who, after a short distance, swung to the roadside where a path came down from a cotton house in a n e a r b y f i e l d . T h e y b e g a n t o b a y, milling, tugging, their voices l o u d , m e l l o w, r i n g i n g ; w h i n i n g and surging with excitement. “ W h y, the durn fool!” the deputy s a i d . “He set down here and rested: here’s his footmarks: them same rubber heels. He ain’t a mile ahead right now! Come on, boys!” T h e y w e n t o n , t he leashes taut, the dogs baying, the men moving now at a trot. The sheriff turned to the unshaven man.

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Y la encontraron. La pista dobló de pronto en ángulo recto. La siguieron y llegaron a una carretera por donde avanzaron detrás de los perros, que iban con la cabeza baja y llenos de ansiedad. Un poco más lejos, los perros se lanzaron hacia uno de los lados de la carretera, en dirección a un sendero que bajaba de un cobertizo de algodón, junto a un campo próximo. Los perros tiraban de las correas y se pusieron a girar y a ladrar con unos ladridos sonoros, cálidos y vibrantes, gimiendo y moviéndose llenos de excitación. —El muy imbécil —dijo el ayudante—. Aquí se ha sentado a descansar. Ahí están las huellas de sus pies: los mismos tacones de goma. No está a más de una milla de distancia. Vamos, muchachos. Y siguieron avanzando al trote, mientras los perros ladraban tirando de las correas. El sheriff se volvió hacia el hombre mal afeitado:

“Now’s your chance to run ahead and —Ahora es el momento. Adelántacatch him and get that thousand dollars,” te y atrápale, si es que quieres los mil he said. “Why don’t you do it?” 30 d ó l a r e s . Va m o s , a q u é e s p e r a s ? The man did not answer; none of El otro no replicó. A ninguno de ellos le them had much breath for talking, quedaba mucho aliento para hablar, sobre todo particularly when after about a mile cuando, a eso de una milla más adelante, los t h e d o g s , s t i l l s t r a i n i n g a n d b a y i n g , 35 perros, que seguían tirando y ladrando, salieturned from the road and followed a ron de la carretera y se adentraron por un senpath which went quartering up a hill dero que trepaba por una colina y se perdía en and into a corn field. Here they un campo de maíz. Al llegar allí, dejaron de stopped baying, but if anything their ladrar, pero su ansiedad parecía crecer. Los e a g e r n e s s s e e m e d t o i n c r e a s e ; t h e 40 hombres les seguían, corriendo. Detrás de los m e n w e r e r u n n i n g n o w. B e y o n d t h e tallos de maíz, que tenían la altura de un homheadtall corn was a negro cabin. bre, vieron una cabaña de negros. “ H e ’s i n t h e r e , ” t h e s h e r i ff s a i d , —Está ahí dentro, dijo el sheriff, sacandrawing his pistol. “Watch yourselves do el revólver—. Cuidado, muchachos. Senow, boys. He’ll have a gun now.” 45 guro que está armado. It was done with finesse and skill: the house surrounded by concealed men with drawn pistols, and the sheriff, followed by the deputy, getting himself for all his bulk swiftly and smartly flat against the cabin wall, out of range of any window. Still flat to the wall he ran around the corner and kicked open the door and sprang, pistol first, into the cabin. It contained a negro child. The child was stark naked and it sat in the cold ashes on the hearth, eating s o m e t h i n g . I t w a s a p p a re n t l y a l o n e , though an instant later a woman appeared in an inner door, her mouth open, in the act of dropping an iron skillet. She was wearing a pair of man’s shoes, which a member of the posse identified as having belonged to the fugitive. She told them about the white man on the road about daylight and how h e h a d s w a p ped shoes with her, taking i n e x c h a n g e a p a i r o f h e r h u s b a n d ’s brogans which she was we a r i n g a t t h e t i m e . T h e s h e r i f f l i s t e n e d. 222

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La cosa se hizo con habilidad: los hombres rodearon la cabaña pistola en mano y ocultándose, y el sheriff, seguido de su ayudante, se deslizó ágilmente, a pesar de su corpulencia, pegado a la pared, fuera del campo visual de las ventanas. Y pegándose a la pared, dobló la esquina, abrió la puerta de una patada y entró en la cabaña con la pistola por delante. Encontró un negrito. Estaba desnudo como un gusano. Sentado en las cenizas frías del hogar, comía algo. Al parecer, estaba solo. Pero después apareció por una puerta interior una mujer que se quedó con la boca abierta y estuvo a punto de dejar caer una cacerola de hierro. Calzaba un par de zapatos de hombre que uno de los del grupo identificó como pertenecientes al fugitivo. La negra les habló de un blanco con quien se había encontrado en la carretera al amanecer y que le había cambiado el calzado, llevándose las abarcas que ella tenía puestas y que eran de su marido. El sheriff escuchaba atentamente.

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—Esto sucedió cerca de un cobertizo de “That happened right by a cotton algodón, verdad? house, didn’t it?” he said. She told La negra dijo que sí. h i m Ye s . H e r e t u r n e d t o h i s m e n , t o El sheriff volvió a reunirse con sus homthe leashed and eager dogs. He l o o k e d d o w n a t t h e d o g s w h i l e t h e 5 bres y con los perros, y miró a los perros mientras los hombres le hacían preguntas y men asked questions and then luego se callaban con los ojos fijos en él. ceased, watching him. They Los hombres vieron que el sheriff guardaba watched him put the pistol back el revólver y que, dándose la vuelta, asestainto his pocket and then turn and k i c k t h e d o g s , o n c e e a c h , h e a v i l y . 10 ba un puntapié a cada perro: —Llevaos a estos cochinos chuchos a la “Get them durn eggsuckers on back ciudad. to town,” he said.

snub rebuff, repulse, igonre, repel snub v. 1 rebuff or humiliate with sharp words or a marked lack of cordiality. 2 check the movement of (a boat, horse, etc.) esp. by a rope wound round a post etc. snub 1. To ignore or behave coldly toward; slight. 2. To dismiss, turn down, or frustrate the expectations of. 3. Nautical a. To check the movement of (a rope or cable running out) by turning it quickly about a post or cleat. b. To secure (a vessel, for example) in this manner. 4. To stub out (a cigarette, for example). snub nose a short turned-up nose. nariz respingona, roma, chata, unusually short snub nose a short turned-up nose =respingona. snub-nosed having a snub nose. nariz puntiaguda snub-nosed de nariz respingona (turned-up), Respingona es aquella cuya punta tira hacia arriba. Chata es la la nariz poco prominente y como aplastada. Flat nose = Nariz chata.

But the sheriff was a good officer. He knew as well as his men that he would return to the cotton house, where he believed that Christmas had been hidden all the while, though. he knew now that Christmas would not be there when they returned. They had some trouble getting the dogs away from the cabin, so that it was in the hot brilliance of ten o’clock that they surrounded the cotton house carefully and skillfully and quietly and surprised it with pistols, quite by the rules and without any particular hope; and found one astonished and terrified field rat. Nevertheless the sheriff had the dogs— they had refused to approach the cotton house at all; they refused to leave the road, leaning and straining against the collars with simultaneous and reverted heads pointed back down the road toward the cabin from which they had been recently dragged away—brought up. It took two men by main strength to fetch them up, where as soon as the leashes were slacked, they sprang as one and rushed around the cotton house and through the very marks which the fugitive’s legs had left in the tall and s t i l l d e w e d w e e d s i n t h e h o u s e ’s s h a d o w, a n d r u s h e d l e a p i n g a n d straining back toward the road, dragging the two men for fifty yards before they succeeded in passing the leashes about a sapling and snubbing the dogs up. This time the sherif f did not even kick them.

P e r o e l s h e r i ff e r a u n b u e n f u n c i o 15 n a r i o . S a b í a , t a n b i e n c o m o s u s h o m bres, que había que volver al cobertizo de algodón donde creía que Christmas había estado oculto durante todo aquel tiempo, aunque también 20 s a b í a q u e y a n o e s t a r í a a l l í c u a n d o l l e garan. Les costó bastante trabajo llevarse de la cabaña a los perros. Y ya caía sobre ellos la ardiente luminosidad de las diez cuando cercaron el co25 b e r t i z o d e a l g o d ó n . L o h i c i e r o n c a u telosa y hábilmente, aunque con gran esperanza. Y sólo hallaron una rata campesina, asombrada y aterrorizada. S i n e m b a rg o , e l s h e r i ff h i z o l l e v a r l o s 30 p e r r o s , q u e s e h a b í a n n e g a d o a a c e rcarse al cobertizo y ahora se negaban a abandonar la carretera, dando tirones, casi estrangulándose con los collares y mirando hacia atrás, en direc35 c i ó n a l a c a b a ñ a d e l a q u e l e s h a b í a n arrancado a la fuerza. Se necesitaron d o s h o m b r e s p a r a c o n t e n e r l o s . Y, e n cuanto les aflojaron las correas, dier o n u n s a l t o y, r o d e a n d o e l c o b e r t i z o , 40 s e p r e c i p i t a r o n h a c i a l a s h u e l l a s q u e las piernas del fugitivo habían dejado en las altas hierbas empapadas de roc í o q u e c r e c í a n a l a s o m b r a d e l c o b e rt i z o y, d a n d o s a l t o s y t i r o n e s , s e l a n 45 z a r o n h a c i a l a c a r r e t e r a , a r r a s t r a n d o a los hombres, que tuvieron que andar un trecho de cincuenta metros hasta que consiguieron arrollar las correas a un árbol y detener a los perros. Esta 50 v e z e l s h e r i f f n o l e s d i o p u n t a p i é s .

At last the noise and the alarms, the sound and fury of the hunt, dies away, dies out of his hearing. He was not in the cotton house when the man and the dogs passed, as the sheriff believed. He paused there only long enough to lace up the brogans: the black shoes, the black shoes smelling of negro. They looked like they had been chopped out o f i r o n ore w i t h a d u l l a x e . L o o k i n g down at the harsh, crude, clumsy shapelessness of them, he said “Hah” through his teeth. It seemed to him that he could see himself being hunted by white men at last into the black abyss which had been waiting, trying, for thirty years to drown him and into which now and at last he had actual l y entered, bearing now upon his ankles the definite and ineradicable gauge of

El bullicio, las alarmas, el ruido y la furia de la persecución se alejan de sus oídos, se desvanecen por f i n . C h r i s t m a s n o e s t a b a e n e l c o b e rtizo de algodón cuando pasaron los hombres y los perros, como creía el sheriff. Sólo se había detenido el tiempo necesario para atarse los zapatones, las negras botas que olían a negro y que parecían talladas en un mineral de hierro con un hacha poco afilada. Christmas mira su grosera, cruda y torpe falta de forma y dice entre dientes: «Ah.» Le parece verse acosado al fin por los blancos hacia el abismo negro que le espera, que trata de absorberle desde hace treinta años y en el que entra ahora, llevando en los tobillos el i n d i c a d o r d e nivel, preciso e indestructi-

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tr. Enrique Sordo ble, de aquella negra marea ascendente.

its upward moving.

tentative vacilante, cauteloso

Es la aurora, la luz del amanecer, ese It is just dawn, daylight: that gray instante gris y solitario lleno de suave and lonely suspension filled with the peaceful and tentative waking of birds. X 5 __________ despertar de los pájaros. El aire The air, inbreathed, is like spring water. que respira es como el agua de un manantial. He breathes deep and slow, feeling with Christmas respira lenta y profundamente, y each breath himself diffuse in the siente que, con cada aspiración, se disuelve neutral grayness, becoming one with en la grisalla neutra, se funde con esta solel o n e l i n e s s a n d q u i e t t h a t h a s n e v e r 10 dad y con esta quietud que nunca han conoknown fury or despair. ‘That was all I cido la rabia y la desesperación. «Eso es lo wanted,’ he thinks in a quiet and slow que quería —piensa, con un asombro tranquiamazement. ‘That was all, for thirty lo y sosegado—. Eso es lo que he querido years. That didn’t seem to be a whole durante treinta años. No me parece mucho pe15 dir, en treinta años.» lot to ask in thirty years.’ He has not slept very much since We d n e s d a y, a n d n o w We d n e s d a y h a s come and gone again, though he does not know it. When he thinks about time, it seems to him now that for thirty years he has lived inside an orderly parade of named and numbered days like fence pickets, and that one night he went to sleep and when he waked up he was outside of them. For a time after he fled on that Friday night he tried to keep up with the days, after the old habit. Once, after lying all night in a haystack, he was awake in time to watch the farm house wake. He saw before daylight a lamp come yellowly alive in the kitchen, and then in the gray yetdark he heard the slow, clapping sound of an axe, and movement, manmovement, among the waking cattle sounds in the nearby barn. Then he could smell smoke, and food, the hot fierce food, and he began to say over and over to himself I have not eaten since I have not eaten since trying to remember how many days it had been since Friday in J e ff e r s o n , i n t h e r e s t a u r a n t w h e r e h e had eaten his supper, until after a while, in the lying still with waiting until the men should have eaten and gone to the field, the name of the day, of the week seemed more important than the food. Because when the men were gone at last and he descended, emer ged, into the level, jonquilcolored s u n a n d w e n t t o t h e k i t c h e n d o o r, h e didn’t ask for food at all. He had intended to. He could feel the harsh words marshaling in his mind, just behind his mouth. And then the gaunt , leatherhard woman come to the door and looked at him and he could see shock and recognition and fear in her eyes and while he was thinking She knows me. She has got the word too he heard his mouth saying quietly: “Can you tell me what day this is? I just want to know what day this is.”

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Desde el miércoles apenas ha dormido. Y otro miércoles ha llegado y ha pasado sin que él se dé cuenta. Cuando piensa en el tiempo, le parece que durance treinta años ha vivido en medio de un cortejo bien ordenado de días provistos de nombre y número, como los postes de una cerca. Y que una noche se ha quedado dormido y que, al despertar, ha comprobado que ya no estaba en medio de ellos. Desde que huyó aquel viernes, siguiendo una vieja costumbre, ha intentado algunas veces llevar la cuenta de los días. Una vez, después de haber dormido toda la noche en un almiar, se despertó a tiempo para contemplar el despertar de la granja. Antes del amanecer vio que se encendía una luz amarillenta en la cocina; y luego, en aquel gris que seguía siendo oscuridad, oyó el ruido lento y seco de un hacha y, en el establo próximo, un movimiento, un movimiento humano entre los ruidos del ganado que despierta. Después olió a humo y a comida, a comida fuerte y caliente, y empezó a repetirse a sí mismo No he comido desde, no he comido desde tratando de recordar cuántos días habían transcurrido desde aquel viernes en que había cenado en el restaurante de Jefferson; y luego, al cabo de un rato, mientras esperaba muy quieto hasta que los hombres hubieran comido y salido al campo, el nombre del día de la semana le pareció más importante que la comida. Así que, cuando los hombres se marcharon por fin, él descendió, salió al sol amarillo y blanco, llegó a la puerta de la cocina y no pidió comida. Había tenido intención de pedirla. Sentía que las rudas palabras se le ordenaban en la mente, se le formaban en el fondo de la boca. Pero cuando la mujer flaca, curtida, salió a la puerta y le miró, Christmas vio la sorpresa y el temor en sus ojos y comprendió que le había reconocido. Y, mientras pensaba Sabe quién soy. Ha oído hablar de mí oyó que su boca pronunciaba tranquilamente: «¿Puede usted decirme en qué día de la semana estamos? Sólo quiero saber qué día es hoy.»

65 La mujer tenía una cara tan demacrada “What day it is?” Her face was como la suya, una cuerpo tan seco como el gaunt as his, her body as gaunt a n d a s suyo, tan infatigable, tan extenuado… tireless and as driven. She said: “You —¿Qué día... ? Largo de aquí. Es martes. get away from here! It’s Tuesday! You get away from here! I’ll call my man!” 70 Largo de aquí. Váyase o llamo a mi marido.

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Faulkner’s Light He said, “Thank you,” quietly as the door banged. Then he was running. He did not remember starting to run. He thought for a while that he ran because of and toward some destination that the running had suddenly remembered and hence his mind did not need to bother to remember why he was running, since the running was not difficult. It was quite easy, in fact. He felt quite light, weightless. Even in full stride his feet seemed to stray slowly and lightly and at deliberate random across an earth without solidity, until he fell. Nothing tripped him. He just fell full length, believing for a while that he was still on his feet and still running. But he was down, lying on his face in a shallow ditch at the edge of a plowed field. T h e n h e s a i d s u d d e n l y, “ I r e c k o n I better get up.” When he sat up he found that the sun, halfway up the sky, now shone upon him from the opposite direction. At first he believed that he was merely turned around. Then he realised that it was now evening. That it was morning when he fell running and that, though it seemed to him that he had sat up at once, it was now evening. ‘I have been asleep,’ he thought. ‘I have slept more than six hours. I must have gone to sleep running without knowing it. That is what I did.’

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Christmas dijo «Gracias» en voz baja, a la vez que cerraba la puerta de un golpe. Luego se dio cuenta de que estaba corriendo. No recordaba cuándo había empezado a correr. Durante un momento pensó que corría con algún objeto, hacia algún destino que el acto de correr le había recordado súbitamente y que, por eso, su mente no necesitaba preocuparse de por qué corría, ya que correr no era difícil. En realidad era muy fácil. Se sentía ligero. Ingrávido. Aunque corría a toda velocidad, le pareció marchar lentamente, levemente, al azar, sobre un suelo sin consistencia. Después, cayó. No tropezó con nada. Cayó, simplemente, todo lo largo que era, creyendo por un momento que todavía se sostenía sobre sus piernas, figurándose que aún corría. Pero estaba caído de bruces en una zanja poco profunda situada al borde de un campo labrado. De pronto se dijo: «Lo mejor que puedo hacer es levantarme.» Y cuando se sentó vio que el sol, mediado en el cielo, le daba por otro lado. Al principio creyó que le habían dado vuelta a él. Luego comprendió que ahora era el anochecer, que era por la mañana cuando se había caído y que, aunque creía haberse levantado en el acto, era ya de noche. «He dormido —pensó—. He dormido más de seis horas. He debido de quedarme dormido corriendo, sin darme cuenta. Seguro que es eso lo que he hecho.»

35 He felt no surprise. Time, the spaces of light and dark, had long since lost orderliness. It would be e i t h e r o n e n o w, s e e m i n g l y a t a n instant, between two movements of the eyelids, without warning. He could never know when he would pass from o n e t o t h e o t h e r, w h e n h e w o u l d f i n d that he had been asleep without remembering having lain down, or find himself walking without remembering having waked. Sometimes it would seem to him that a night of sleep, in h a y, i n a d i t c h , b e n e a t h a n a b a n d o n e d roof, would be followed immediately by another night without interval of d a y, w i t h o u t l i g h t b e t w e e n t o s e e t o flee by; that a day would be followed by another day filled with fleeing and ur g e n c y, w i t h o u t a n y n i g h t b e t w e e n o r any interval for rest, as if the sun had not set but instead had turned in the sky before reaching the horizon and r e t r a c e d i t s w a y. W h e n h e w e n t t o sleep walking or even kneeling in the act of drinking from a spring, he could never know if his eyes would open next upon sunlight or upon stars.

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No se sintió nada sorprendido. Hacía ya tiempo que el tiempo, los espacios de Luz y de oscuridad, habían perdido para él toda su regularidad. Ahora podía ser de día, podía ser de noche en el mismo instante, entre dos parpadeos, sin anuncio previo. No sabía ya cuándo pasaba de la noche al día, cuándo descubriría que había estado dormido sin recordar haberse acostado, o cuándo se encontraría andando sin recordar haberse despertado. A veces le parecía que, tras una noche de dormir en un almiar, en una zanja, en un cobertizo abandonado, vendría inmediatamente otra noche sin intervalo diurno, sin que entre ellas hubiera luz que le alumbrara en la huida. Le parecía que cada día iría seguido de otro día lleno de huida y de prisa, sin que entre ellos mediara la noche ni hubiese un intervalo para el descanso, como si el sol, en lugar de ponerse, dando la vuelta en el cielo antes de llegar al horizonte, hiciese hacia atrás el mismo camino. Cuando se quedaba dormido caminando, o incluso arrodillándose para beber en un arroyo, nunca sabía si sus ojos, al abrirse, se encontrarían con el sol o con las estrellas.

Durante cierto tiempo tuvo mucho For a while he had been hungry all 65 hambre y recogía y comía fruta podrida the time. He gathered and ate rotting y agusanada. De cuando en cuando se and wormriddled fruit; now and then he deslizaba en un campo y, arrastrándose, crept into fields and dragged down and arrancaba mazorcas de maíz duras como gnawed ripened ears of corn as hard as potato graters. He thought of eating all 70 ralladores. Sólo pensaba en comer, imaginaba platos, alimentos. Se acordaba de the time, imagining dishes, food. He 225

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decent respetable, bueno, que se precie, que parece de lo más sensato, cordial, amable, limpio, correcto, adecuado, módico decent adj. 1 a conforming with current standards of behaviour or propriety. b avoiding obscenity. 2 respectable. 3 acceptable, passable; good enough. 4 Brit. kind, obliging, generous (was decent enough to apologize). decent es uno de esos adjetivos muy usados, tal vez abusados, en inglés moderno; se usa para satisfactorio / pasable, adecuado [salario, alimento], módico [precio], simpático / amable, presentable / ‘visible’ [en ropa, aseo]. A su vez, decente parece enfatizar la idea moral de honradez en las personas, como honest, honorable, respectable, y también la idea de limpieza en las cosas como clean, tidy, neat [aseado].

distress n. 1 ( pain) dolor; (anguish) angustia, congoja, aflicción; to be in great distress estar sufriendo mucho 2 (danger) peligro; to be in distress [ship] estar en peligro 3 (poverty) miseria; to be in financial distress pasar apuros económicos v. (physically) doler; (mentally) afligir, angustiar; (Med) agotar, fatigar, alterar, inquietarse distressing angustiante, inquietante, (causing anxiety) ansioso, angustioso, inquietante, alarmante, preocupante.

clatter estrépito n. a rattling noise (often produced by rapid movement); “the shutters clattered against the house”; “the clatter of iron wheels on cobblestones” v. clatter hacer ruido estrepitoso, clack, brattle make a rattling sound; “clattering dishes” 1 : to make a rattling sound 2 : to talk noisily or rapidly 3 : to move or go with a clatter pound, thump

would think of that meal set for him on the kitchen table three years ago and he would live again through the steady and deliberate backswinging of his arm as he hurled the dishes into the wall, with a kind of writhing and excruciating agony of regret and remorse and rage. Then one day he was no longer hungry. It came sudden and peaceful. He felt cool, quiet. Yet he knew that he had to eat. He would make himself eat the rotten fruit, the hard corn, chewing it slowly, tasting nothing. He would eat enormous quantities of it, with r e s u l t a n t c r i s e s o f b l e e d i n g f l u x . Yet immediately afterward he would be obsessed anew with the need and the urge to eat. It was not with food that h e w a s o b s e s s e d n o w, b u t w i t h t h e necessity to eat. He would try to remember when he had eaten last of cooked, of decent food. He could feel, remember, somewhere a house, a cabin. House or cabin, white or black: he could not remember which. Then, as he sat quite still, with on his gaunt, sick, stubbled an expression of rapt bemusement, he smelled negro. Motionle s s ( h e w a s s i t t i n g a g a i n s t a tree beside a spring, is head back, his hands upon his lap, his face worn and peaceful) he smelled and saw negro dishes, negro food. “It was in a room. He did not remember how he got there. But the room was filled with flight and abrupt consternation, as though people had fled it recently and s u d d e n l y a n d i n f e a r. H e w a s s i t t i n g at a table, waiting, thinking of nothing in an emptiness, a silence filled with flight. Then there was food before him, appearing suddenly between long, limber black hands fleeing too in the act of setting down the dishes. It seemed to him that he c o u l d h e a r w i t h o u t hearing them wails of terror and distress quieter than sighs all about him, with the sound of the chewing and the swallowing. ‘It was a cabin that time,’ he thought. ‘And they were afraid. Of their brother afraid.’ That night a strange thing came into his mind. He lay ready for sleep, without sleeping, without seeming to need the sleep, as he would place his stomach acquiescent for food which it did not seem to desire or need. It was strange in the sense that he could discover neither derivation nor motivation nor explanation for it. He found that he was trying to calculate the day of the week. It was as though now and at last he had an actual a n d u r g e n t n e e d t o s t r i k e o ff t h e accomplished days toward some purpose, some definite day or act, without either falling short or overshooting. He entered the coma state which sleeping had now become with the need in his mind. When he 226

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las cenas que encontraba en la mesa de la cocina, tres años antes y, con una especie de angustia, una intolerable agonía de pena, remordimiento y rabia, revivía de nuevo el firme y resuelto balanceo del brazo lanzando los platos contra la pared. Un día, de pronto, pacíficamente, dejó de sentir hambre. Se sentía fresco y tranquilo. Sin embargo, sabía que necesitaba comer. Y hacía esfuerzos para comer fruta podrida y maíz duro, masticando lentamente, sin sentir el sabor de nada. Comía cantidades enormes, con las consiguientes crisis de diarrea sanguinolenta, e inmediatamente después se obsesionaba de nuevo con la necesidad, con el ansia de comer. No era la comida lo que ahora le obsesionaba, sino la necesidad de comer. Procuraba recordar cuándo había comido caliente por última vez. Le parecía sentir, recordar, una casa, una cabaña situada en alguna parte. No recordaba si era casa o cabaña, ni si era blanca o negra. Y cuando permanecía sentado, con una expresión de perplejidad en su exangüe cara de enfermo ennegrecida por la barba, le parecía oler a negro. En su inmovilidad (sentado contra un árbol, junto a un arroyo, la cabeza hacia atrás, las manos sobre las rodillas, agotada y apacible la cara) olía, veía platos de negros, comida de negro. Se encontraba en una habitación. No recordaba cómo había entrado en ella. Pero en la habitación se palpaba la huida y la súbita consternación, como si sus ocupantes hubieran huido aterrorizados reciente y bruscamente. Se encontraba sentado ante una mesa, esperando sin pensar en nada, en un vacío, en un silencio lleno de huida. Y delante tenía una comida que había aparecido de pronto, traída por unas negras manos largas y sinuosas que huían también en cuanto colocaban los platos. Junto a los ruidos de la masticación y de la deglución le parecía oír, sin que los oyera, unos gemidos de terror y de d o l o r más leves que unos su s p i r o s . «Aquella vez fue una cabaña —pensó—. Y tenían miedo. ¡ Te m í a n a s u h e r m a n o ! » Aquella noche pasó por su cerebro una cosa extraña. Se había acostado para dormir, pero no dormía; le parecía que no tenía necesidad de dormir como cuando hacía que su estómago aceptara una comida que no parecía desear ni necesitar. La cosa era extraña en el sentido de que no le podía encontrar derivación, motivación ni explicación. Se descubrió tratando de calcular el día de la semana. Como si ahora sintiera, por fin, la urgente y real necesidad de tachar los días transcurridos en busca de una meta, hacia un día o un acto determinados, sin quedarse corto ni pasarse de la cuenta. Y cayó en aquel estado comatoso que ahora había sustituido al sueño, cuando aquella necesidad le había entrado en el cerebro. Cuando se despertó, en el gris

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tr. Enrique Sordo rocío del amanecer, la necesidad había cristalizado de tal forma que ya no le parecía extraña.

waked in the dewgray of dawn, it was so crystallised that the need did not seem strange anymore. It is just dawn, daylight. He rises and descends to the spring and takes f r o m h i s p o c k e t t h e r a z o r, t h e b r u s h , the soap. But it is still too dim to see his face clearly in the water, so he sits beside the spring and waits until he can see better. Then he lathers his face with t h e h a r d , c o l d w a t e r , p a t i e n t l y. H i s hand trembles, despite the urgency he feels a lassitude so that he must drive himself. The razor is dull; he tries to whet [afilar/estimular] it upon the side of one brogan, but the leather is ironhard and wet with dew. He shaves, after a fashion. His hand trembles; it is not a very good job, and he cuts himself three or four times, stanching the blood with the cold water until it stops. He puts the shaving tools away and begins to walk. He follows a straight line, disregarding the easier walking of the ridges. After a short distance he comes out upon a road and sits down beside it. It is a quiet road, a p p e a r i n g a n d v a n i s h i n g q u i e t l y, t h e pale dust marked only by narrow and infrequent wheels and by the hooves of horses and mules and now and then by the print of human feet. He sits beside it, coatless, the once white shirt and the once creased trousers muddy and stained, his gaunt face blotched with patches of stubble and with dried blood, shaking slowly with weariness and cold as the sun rises and warms him. After a time two negro children appear around the curve, approaching. They do not see him until he speaks; they halt, dead, looking at him with whiterolling eyes. “What day of the week is it?” he repeats. They say nothing at all, staring at him. He moves his head a little. “Go on,” he says. They go on. He does not watch them. He sits, apparently musing upon the place where they had stood, as though to him they had in moving merely walked out of two shells. He does not see that they are running. Then, sitting there, the sun warming h i m s l o w l y, h e g o e s t o s l e e p w i t h o u t knowing it, because the next thing of which he is conscious is a terrific clatter of jangling and rattling wood and metal and trotting hooves. He opens his eyes in time to see the wagon whirl slewing around the curve beyond and so out of sight, its occupants looking back at him over their shoulders, the whiphand of the driver rising and falling. ‘They recognised me too,’ he thinks. ‘Them, and that white woman. And the negroes where I ate t h a t d a y. A n y o f t h e m c o u l d h a v e captured me, if that’s what they want. Since that’s what they all want: for me 227

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Amanece, sale el sol. Christmas se levanta, baja al arroyo y saca del bolsillo la navaja, la brocha y el jabón. Como está demasiado oscuro todavía para poder verse la cara en el agua, se sienta junto al arroyo y espera a ver mejor. Luego se jabona pacientemente las mejillas con el agua dura y fría. Le tiembla la mano. A pesar de su prisa, siente una lasitud que le obliga a esforzarse. La navaja no corta. Procura afilada sobre el cuero de una bota, pero el cuero está duro como el hierro y mojado de rocío. Se afeita como puede. Su mano tiembla y no lo hace muy bien; se corta tres o cuatro veces. Contiene la sangre con agua fría, hasta que deja de brotar. Guarda las cosas de afeitar y reanuda la marcha. Sigue una línea recta, desdeñando los surcos, por los que caminaría con más facilidad. A poco de andar llega a una carretera y se sienta en la cuneta. Es una carretera tranquila que se alarga y desaparece tranquilamente. El polvo blanquecino sólo está marcado por huellas de ruedas estrechas y escasas, de cascos de caballos y de mulas y, de vez en cuando, por huellas de pies humanos. Sentado en la cuneta, sin chaqueta, embarrados y manchados la camisa que en un tiempo fue blanca y el pantalón que en un tiempo estuvo bien planchado, con manchas de barba y de sangre coagulada en la cara flaca, tiembla de cansancio y de frío. Sale el sol y empieza a calentarle. Al cabo de un taro aparecen en la curva dos niños negros que caminan hacia él. No le ven hasta que él les habla. Se detienen en seco, poniendo los ojos en blanco. —¿Qué día de la semana es hoy? — les dice Christmas. Los niños le miran y no contestan. Christmas menea ligeramente la cabeza. —Seguid —les dice. Y siguen. Christmas no les mira. Al parecer se queda absorto contemplando el sitio en que habían estado; le parece que, al irse, no habían hecho más que salir de dos conchas. No ve que han echado a correr.

Y sentado al sol, que le calienta lentamente, se queda dormido sin darse cuenta. La primera cosa de que tiene conciencia es un terrible estrépito de madera y metal que crujen y 60 c h i r r í a n y d e c a s c o s q u e t r o t a n . Abre los ojos a tiempo para ver la carreta que desaparece en la curva. Los ocupantes se vuelven para mirarle por encima del hombro. El 65 c a r r e t e r o l e v a n t a y d e j a c a e r l a mano que sostiene el látigo. « Ta m b i é n é s o s m e h a n r e c o n o c i d o —piensa—. Ésos y aquella mujer blanca... Y los negros de la caba70 ñ a e n q u e c o m í a y e r . C u a l q u i e r a de ellos me podía haber captura55

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do, si es eso lo que quieren. Pero to be captured. But they all run first. cuando me presento dispuesto a They all want me to be captured, and decir «Aquí estoy» Sí, yo diría then when I come up ready to say Here a q u í e s t o y, e s t o y c a n s a d o , c a n s a I am Yes I would say Here I am I am tired I am tired of r unning of having to 5 d o d e t e n e r q u e l l e v a r m i v i d a como si fuera una cesta de huevos carry my life like it was a basket of e c h a n a c o r r e r. C o m o s i h u b i e r a eggs they all run away. Like there is a una regla para capturarme, y rule to catch me by, and to capture me capturarme así fuera contrario a that way would not be like the rule says.’ 10 l a r e g l a » . Se oculta en el matorral. Esta vez está So he moves back into the bushes. alerta y oye el ruido de la carreta antes de This time he is alert and he hears the que aparezca. Y no se muestra hasta que tiewagon before it comes into sight. He does not show himself until the wagon 15 ne la carreta frente a él. En ese momento da un paso adelante y grita: «¡Eh!» La carreta is abreast of him. Then he steps forth se detiene con una sacudida. Y la cabeza del a n d s a y s , “ H e y. ” T h e w a g o n s t o p s , carretero negro se estremece también. En su j e r k e d u p . T h e n e g r o d r i v e r ’s h e a d cara asoma primero la sorpresa y, después, jerks also; into his face also comes the astonishment, then the recognition and 20 el reconocimiento y el terror. —¿Qué día es hoy? —le pregunta t h e t e r r o r. “ W h a t d a y i s t h i s ? ” Christmas. Christmas says. The negro glares at him, slackjawed. “ W- w h a t y o u s a y ? ” 25

El negro le mira con la boca abierta: —¿Qué dice? —¿Qué día de la semana es hoy? ¿Jueves? ¿Viernes? ¡Qué día? No te voy a hacer nada.

“What day of the week is this? Thursday? Friday? What? What day? I am not going to hurt you.” 30

—Viernes —contesta el negro—. ¡Oh, Dios mío, es viernes!

“ I t ’s F r i d a y, ” t h e n e g r o s a y s . “ O Lawd God, it’s Friday.”

—Viernes —repite Christmas y mueve de “ F r i d a y, ” C h r i s t m a s s a y s . A g a i n h e j e r k s h i s h e a d . “ G e t o n . ” 35 nuevo la cabeza —. Sigue. C a e e l l á t i g o , a r r a n c a n l a s m u l as The whip falls, the mules surge f o r w a r d. Th i s w a g o n t o o w h i r l s f r o m y la carreta se pi e r d e d e v i s t a a sight at a dead run, the whip rising and t o d a velocidad, mientras el látigo se lefalling. But Christmas has already vanta y cae. Pero Christmas ha dado ya la 40 vuelta y ha penetrado en el bosque. turned and entered the woods again.

lurk merodear, estar al acecho 1 [person] (= lie in wait) estar al acecho, merodear; (= hide) estar escondido; I saw him lurking around the building lo vi merodeando or al acecho por el edificio 2 [danger] acechar; [doubt] persistir

Again his direction is straight as a s u r v e y o r ’s l i n e , d i s r e g a r d i n g h i l l a n d v a l l e y a n d b o g . Ye t h e i s n o t hurrying. He is like a man who knows where he is and where he wants to go and how much time to the exact minute he has to get there in. It is as though he desires to see his native earth in all its phases for the first or the last time. He had grown to m a n h o o d i n t h e c o u n t r y, w h e r e l i k e the unswimming sailor his physical shape and his thought had been molded by its compulsions without his learning anything about its actual shape and feel. For a week now he has lurked and crept among its secret places, yet he remained a foreigner to the very immutable laws which earth must obey. For some time as he walks steadily on, he thinks that this is what it is—the looking and seeing—which gives him peace and unhaste and quiet, until suddenly the true answer comes to him. He feels dry and light. ‘I don’t have to bother about having to eat anymore,’ he thinks. ‘That’s what it is.’

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Sin preocuparse por las colinas, los valles o los pantanos, camina recto como una cadera de agrimensor. Pero no se apresura. Camina como un hombre que sabe dónde está, a dónde quiere ir y cuánto tiempo —con una exactitud de minutos— le falta para llegar. Se diría que por primera y última vez quiere ver su tierra natal en todas sus fases. Fue en esta región donde se hizo hombre, fue en esta región donde —tal como un marino que no sabe nadar— su forma física y su pensamiento fueron moldeados por las diversas fuerzas de la región misma, sin que nunca llegase a conocer la verdadera forma y las verdaderas sensaciones. Ahora hace una semana que acecha, que se arrastra por sus partes más secretas y, sin embargo, sigue completamente ajeno a esas leyes inmutables que la tierra debe obedecer. Camina un rato con paso firme y piensa que eso, el mirar, el ver, es lo que le proporciona paz y tranquilidad, lo que hace que no se apresure. Pero, de pronto, le llega la verdadera respuesta. Se siente seco y ligero. «En adelante no tengo que preocuparme de comer —piensa—. Eso es, ya está.»

By noon he has walked eight miles. 70 A mediodía ya ha recorrido ocho miHe comes now to a broad gravelled llas. Llega a una ancha carretera empe228

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drada. Esta vez la carreta se detiene suaroad, a highway. This time the wagon vemente cuando Christmas levanta la stops quietly at his raised hand. On the mano. En la cara del carretero negro no face of the negro youth who drives it hay sorpresa ni reconocimiento. there is neither astonishment nor —¿A dónde va esta carreta? —dice recognition. “Where does this road 5 Christmas. go?” Christmas says. —A Mottstown. A donde voy yo.

“Mottstown. Whar I gwine.”

— ¡ M o t t s t o w n ? ¡ Ta m b i é n t ú v a s a “ M o t t s t o w n . Y o u g o i n g t o 10 Jefferson? El joven se rasca la cabeza: Jefferson too?” — N o s é d ó n d e e s t á e s o . Vo y a Mottstown.

The youth rubs his head. “Don’t know whar that is. I gwine to Mottstown.” 15

— ¡ A h ! — d i c e C h r i s t m a s — . Ya comprendo. tú no vives por aquí.

“Oh,” Christmas says. “I see. You don’t live around here, then.”

—No, señor. Vivo dos condados más “Naw, sir. I stays two counties back yonder. Been on the road three days. I 20 allá. Hace tres días que estoy en el camino. Voy a Mottstown a buscar un ternero gwine to Mottstown to get a yellin calf que ha comprado mi padre. ¿Quiere ir a p a p p y b o u g h t . Yo u w a n t e r g o t o Mottstown? Mottstown?” “Yes,” Christmas says. He mounts to the seat beside the youth. The wagon moves on. ‘Mottstown,’ he thinks. J e f f e r s o n i s o n l y t w e n t y m i l e s a w a y. ‘Now I can let go for a while,’ he thinks. ‘I haven’t let go for seven days, so I guess I’ll let go for a while.’ He thinks that perhaps, sitting, with the w a g o n ’s m o t i o n t o l u l l h i m , h e w i l l sleep. But he does not sleep. He is not sleepy or hungry or even tired. He is somewhere between and among them, suspended, swaying to the motion of the wagon without thought, without feeling. He has lost account of time and d i s t a n c e ; p e r h a p s i t i s a n h o u r l a t e r, perhaps three. The youth says:

—Sí —contesta Christmas. Y sube al pescante, junto al joven. La carreta arranca. «Mottstown — piensa Christmas—. Jefferson no está más que a veinte millas. Ahora puedo 30 descansar un rato. Hace siete días que no descanso, de modo que puedo hacerlo un rato.» Piensa que tal vez se duerma mecido por el movimiento de la carreta. Pero no se duerme. No tiene sueño. Ni 35 hambre tampoco. Ni siquiera cansancio. Se halla suspendido entre esas necesidades, balanceado por el movimiento de la carreta, sin pensar, sin sentir. Ha perdido la noción del tiempo y de la distancia. Quizás 40 hace una hora que está en este vehículo; o quizá tres. El joven dice: 25

—Mottstown. Ya estamos.

“Mottstown. Dar tis.” Looking, he can see the smoke l o w o n t h e s k y, b e y o n d a n imperceptible corner; he is entering it again, the street which ran for thirty years. It had been a paved street, where going should be fast. It had made a circle and he is still inside of it. Though during the last seven days he has had no paved street, yet he has travelled further than in all the thirty years before. And yet he is still inside the circle. ‘And yet I have been further in these seven days than in all the thirty years,’ he thinks. ‘But I have never got outside that circle. I have never broken out of the ring of what I have already done and cannot ever undo,’ h e t h i n k s q u i e t l y, s i t t i n g o n t h e s e a t , with planted on the dashboard before him the shoes, the black shoes smelling of negro: that mark on his ankles the gauge definite and ineradicable of the black tide creeping up his legs, moving from his feet upward as death moves.

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Al mirar, Christmas ve la humareda que planea sobre el cielo, muy baja, más allá de una esquina imperceptible. Y he aquí que está entrando de nuevo en la calle que dura desde hace treinta años. Alguna vez había sido una calle pavimentada, una de esas calles por las que se puede correr mucho. La calle había descrito un círculo y Christmas continúa en su interior. Aunque en los últimos días no ha dispuesto de calle pavimentada, ha viajado más que en los treinta años anteriores. Y, no obstante, sigue dentro del círculo. «Y sin embargo me he alejado más en estos siete días que en los otros treinta años —piensa—. Pero nunca he salido del círculo. Nunca he podido romper ese círculo de lo que ya he hecho y no puedo deshacerlo, piensa tranquilamente. Está sentado en el pescante, y delante de él, en el guardabarros, puede ver sus zapatos, los zapatos negros que huelen a negro: aquella marca sobre sus tobillos, el indicador de nivel preciso e indestructible de la marea negra que le va subiendo por las piernas, que le sube desde los pies hasta la cabeza, lo mismo que sube la muerte.

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Chapter 15

Aquel viernes, el día en que Christmas ON that Friday when Christmas was 10 fue capturado en Mottstown, la ciudad concaptured in Mottstown, there lived in taba entre sus habitantes a un matrimonio the town an old couple named Hines. de ancianos llamado Hines. Eran muy vieThey were quite old. They lived in a jos. Vivían en un pequeño bungalow del basmall bungalow in a neighborhood of negroes; how, upon what, the town in 15 rrio negro y la mayor parte de la ciudad no sabía cómo ni de qué vivían los viejos, porgeneral did not know since they que parecían vegetar en un estado de pobreappeared to live in filthy poverty and za inmunda y de absoluta ociosidad. La ciucomplete idleness, Hines, as far as the dad sabía que Hines no trabajaba de una town knew, not having done any work, steady work, in twenty-five years. 20 manen regular desde hacía veinticinco años.

preclude impedir, excluir, descartar; to make impossible by necessary consequence : rule out in advance his injury precludes him from being on the national team, la lesión le impide formar parte del equipo nacional

They came to Mottstown thirty years ago. One day the town found the woman established in the small house where they had lived ever since, though for the next five years Hines was at home only once a month, over the weekend. Soon it became known that he held some kind of a position in Memphis. Exactly what, was not known, since even at that time he was a secret man who could have been either thirty-five or fifty, with something in his glance coldly and violently fanatical and a little crazed, precluding questioning, curiosity. The town looked upon them both as being a little touched—lonely, gray in color, a little smaller than most other men and women, as if they belonged to a different race, species— even though for the next five or six years after the man appeared to have come to Mottstown to settle down for good in the small house where his wife lived, people hired him to do various odd jobs which they considered within his strength. But in time he stopped this, too, The town wondered for a while, how they would live now, then it forgot to speculate about this just as later when the town learned that Hines went on foot about the county, holding revival services in negro churches, and that now and then negro women carrying what were obviously dishes of food would be seen entering from the rear the house where the couple lived, and emerging emptyhanded, it wondered about this for a time and then forgot it. In time the town either forgot or condoned, because Hines was an old man and harmless, that which in a young man it would have crucified. It just said, “They are crazy; crazy on the subject of negroes. Maybe they are Ya n k e e s , ” a n d l e t i t g o a t t h a t . O r perhaps what it condoned was not the man’s selfdedication to the saving of negro souls, but the public ignoring of the fact of that charity which they received from negro hands, since it is 230

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Habían llegado a Mottstown treinta años antes. Un día, la ciudad encontró a la mujer ya instalada en la casita donde siempre vivieron desde entonces. Durante los cinco primeros años, Hines sólo iba a su casa una vez al mes para pasar un fin de semana. Pronto se supo que tenía una especie de empleo en Memphis. En qué consistía ese empleo nadie lo sabía, porque Hines ya era entonces un hombre muy reservado. Lo mismo podía tener treinta y cinco años que cincuenta. Y había en su mirada un brillo frío y cruel, algo de fanático que detenía las preguntas y desanimaba a los curiosos. La ciudad les consideraba a ambos como un poco tocados. Solitarios, grises, un poco más bajos que la mayoría de los hombres y de las mujeres, parecían pertenecer a una raza, a una especie diferente. Sin embargo, los cinco o seis primeros años después de que el hombre se instalase definitivamente en Memphis, en aquella casita donde ya vivía la mujer, la gente de la ciudad le proporcionó trabajo en diversas obras que, según dicha gente, podían entrar dentro del límite de sus fuerzas. Pero llegó un día en que también dejó de hacer aquella clase de trabajos. La ciudad se preguntó durante algún tiempo cómo iban a poder vivir. Después, ya no volvió a pensar en ello. Asimismo, algo más tarde, cuando la ciudad supo que Hines recorría a pie el condado para organizar mítines en las iglesias negras, cuando la ciudad advirtió que, de vez en cuando, unas negras, que llevaban lo que no podía ser otra cosa que vituallas, entraban por detrás de la casa en que la pareja vivía y salían luego con las manos vacías, también se asombró durante algún tiempo y dejó luego de pensar en ello. Como Hines era viejo e inofensivo, la ciudad acabó por olvidar, por disculpar lo que habría censurado si se tratase de un hombre joven. Se limitaba a decir: «Están locos, cuando se trata de negros se vuelven locos. Quizás son yanquis.» Y no se habló más de ellos. Por lo demás, lo que la ciudad perdonaba no era, tal vez, la consagración de Hines a la salvación de los negros, sino la ignorancia pública del hecho de que el hombre recibiera la caridad de los negros, pues una

Faulkner’s Light slough: n 1 cenagal 2 n abismo (tristeza) 3 (skin) vt mudar la piel slough off v mudar slough n. 1 any outer covering that can be shed or cast off (such as the cast-off skin of a snake) 2 a stagnant swamp (especially as part of a bayou) 3 a hollow filled with mud 4 gangrene, sphacelus necrotic tissue; a mortified or gangrenous part or mass v. 1 shed, molt, exuviate, moult, cast off hair, skin, horn, or feathers; «out dog sheds every Spring» *** slouch 1. andar o sentarse encorvado 2. nombre with a slouch, con los hombros caídos, encorvado, she’s no slouch, no es manca slouch hat a hat with a wide flexible brim. *** sough make a moaning (gemir, mugir), whistling, or rushing sound as of the wind in trees etc. susurro : 1. m. Ruido suave y remiso que resulta de hablar quedo.2. fig. Ruido suave y remiso que naturalmente hacen algunas cosas.)

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a happy faculty of the mind to slough that which conscience refuses to assimilate.

de la más felices facultades de la mente humana es la de poder ignorar lo que la conciencia se niega a asimilar.

So for twenty-five years the old couple had had no visible means of support, the town blinding its collective eye to the negro women and the covered dishes and pans, particularly as some of the dishes and pans had in all likelihood been borne intact from white kitchens where the women cooked. Perhaps this was a part of the mind’s s l o u g hi n g . A n y w a y t h e town did not look, and for twenty-five years now the couple had lived in the slack backwater of their lonely isolation, as though they had been two muskoxen strayed from the north pole, or two homeless and belated beasts from beyond the glacial period.

Así pues, durante veinticinco años, la anciana pareja pareció no tener ningún medio de subsistencia. La ciudad cerró sus ojos colectivos ante las negras, ante sus platos y sus cacerolas tapadas, tanto más cuanto que, po10 siblemente, muchos de aquellos platos y aquellas cacerolas llegaban intactos de las cocinas de los blancos donde aquellas mujeres negras eran cocineras. Quizás aquello era una parte de lo que la mente ignoraba. 15 Sea como fuere, la ciudad hacía la vista gorda y, desde veinticinco años atrás, la pareja vivía en el agua estancada de su aislamiento solitario, como dos ciervos almizcleros extraviados en el polo norte o como dos ani20 males anteriores al período glaciar que hubieran perdurado en el tiempo.

The woman was hardly ever seen at all, though the man—he was known as Uncle Doc—was a fixture about the square: a dirty little old man with a face which had once been either courageous, or violent—either a visionary or a supreme egoist—collarless, in dirty blue jean clothes and with a heavy piece of handpeeled hickory worn about the grip dark as walnut and smooth as glass. At first, while he held the Memphis position, on his monthly visits he had talked a little about himself, with a selfconfidence not alone of the independent man, but with a further quality, as though at one time in his life he had been better than independent, and that not long ago. There was nothing beaten about him. It was rather that confidence of a man who has had the controlling of lesser men and who had voluntarily and for a reason which he believed that no other man could question or comprehend, changed his life. But what he told about himself and his present occupation did not make sense, for all its apparent coherence. So they believed that he was a little crazy, even then. It was not that he seemed to be trying to conceal one thing by telling another. It was that his words, his telling, just did not synchronise with what his hearers believed would (and must) be the scope of a single individual. Sometimes they decided that he had once been a minister. Then he would talk about Memphis, the city, in a vague and splendid way, as though all his life he had been incumbent there of some important though still nameless m u n i c i p a l o ff i c e . “ S u r e , ” t h e m e n i n Mottstown said behind his back; “he was railroad superintendent there. Standing in the middle of the street crossing with a red flag every time a t r a i n p a s s e d , ” o r “ H e ’s a b i g newspaperman. Gathers up the papers from under the park benches.” They did

A la mujer se la veía muy raras veces, pero el hombre —al que llamaban Tío Doc— era uno de los personajes más celebres de la plaza mayor. Se trataba de un hombrecillo sucio, con un rostro que en otro tiempo había debido respirar el valor o la violencia, rostro de visionario o de gran egoísta. No usaba cuello. Sus ropas, siempre sucias, eran de dril azul, y siempre llevaba en la mano un grueso garrote de nogal pelado, negro como el árbol del que procedía, reluciente como un cristal y gastado por la empuñadura. Al principio, cuando tenía su empleo en Memphis, hablaba un poco de sí mismo durante sus visitas mensuales. Y hablaba, no sólo con la seguridad de un hombre independiente, sino también con algo más, como si en una época de su vida, una época no muy lejana, hubiera tenido algo más que independencia. No tenía nada de perro apaleado, sino más bien la seguridad de un hombre acostumbrado a vigilar a seres inferiores a él pero que tuvo que cambiar de vida por una razón que, según él, nadie le preguntaría ni entendería. Sin embargo, a pesar de su aparente coherencia, lo que decía de sí mismo no tenía mucho sentido. También se creía, incluso en aquella época, que estaba un poco loco. No era que tratase de ocultar alguna cosa contando otra distinta. Pero sus palabras, sus relatos, no encajaban bien con lo que sus oyentes consideraban que era, o que debía ser, la vida de un solo hombre. Además, el hombre hablaba de Memphis, de la ciudad, de un modo vago y espléndido, como si hubiese pasado en ella toda su vida en algún empleo municipal importante, aunque anónimo. «Seguro que era inspector de ferrocarriles», decían, a su espalda, los hombres de Mottstown. «Vigilaría un paso a nivel o agitaría una bandera roja cada vez que pasara el tren.» O bien: «Es un gran periodista. Recoge los periódicos en los bancos de los paseos públicos.»

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tr. Enrique Sordo Pero no le decían esto a la cara, ni siquiera los más audaces, ni siquiera los que mantenían a duras penas su fama de ingeniosos.

not say this to his face, not the boldest among them, not the ones with the most precariously nourished reputations for wit. 5 Then he lost the Memphis job, or quit it. One weekend he came home, and when Monday came he did not go a w a y. A f t e r t h a t h e w a s d o w n t o w n a l l day long, about the square, u n t a l k a t i v e , d i r t y, w i t h t h a t f u r i o u s and preclusive expression about the eyes which the people took for insanity: that quality of outworn violence like a scent, an odor; that fanaticism like a fading and almost extinct ember, of some kind of twofisted evangelism which had been one quarter violent conviction and three quarters physical hardihood. So they were not so surprised when they learned that he was going about the c o u n t y, u s u a l l y o n f o o t , p r e a c h i n g i n negro churches; not even when a year later they learned what his subject was. That this white man who very nearly depended on the bounty and charity of negroes for sustenance was going singlehanded into remote negro churches and interrupting the service to enter the pulpit and in his harsh, dead voice and at times with v i o l e n t o b s c e n i t y, p r e a c h t o t h e m humility before all skins lighter than theirs, preaching the superiority of the white race, himself his own exhibit A, in fanatic and unconscious paradox. The negroes believed that h e w a s c r a z y, t o u c h e d b y G o d , o r having once touched Him. They probably did not listen to, could not understand much of, what he said. Perhaps they took him to be God Himself, since God to them was a white man too and His doings also a little inexplicable. He was downtown that afternoon when Christmas’ name first flew up and down the street, and the boys and men—the merchants, the clerks, the idle and the curious, with countrymen in overalls predominating—b e g a n t o run. Hines ran too. But he could not run fast and he was not tall enough to see over the clotted shoulders when he did arrive. Nevertheless he tried, as brutal and intent as any there, to force his way into the loud surging group as though in a resurgence of the old violence which had marked his face, clawing at the backs and at last striking at them with the stick until men turned and recognised him and held him, struggling, striking at them with the heavy stick. “Christmas?” he shouted. “Did they say Christmas?”

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Luego perdió su empleo de Memphis; o tal vez renunció a él. Un día, al final de una semana, regresó a su casa y, cuando llegó el lunes, no volvió a marcharse. A partir de aquel día se le veía diariamente por el centro de la ciudad, en la plaza, sombrío y mugriento, con la mirada llena de aquella expresión furiosa, hostil, que la gente tomaba por locura: aquel aire de violencia desvanecida, semejante a un perfume, a un olor; aquel fanatismo parecido a una brasa que se apaga poco a poco, una especie de evangelismo de dos caras, con una cuarta parte de ferviente convicción y tres cuartas partes de intrepidez física. Así que nadie se sorprendió cuando se supo que recorría el condado, generalmente a pie, para predicar en las iglesias negras. Ni siquiera se asombró nadie cuando, un año después, se conoció el tema de sus sermones. Porque aquel blanco que, para subsistir, dependía casi exclusivamente de la generosidad, de la caridad de los negros, iba solo hasta las iglesias negras más apartadas. Y allí, interrumpiendo el oficio para subir al púlpito, predicaba a los negros, con su voz ronca, muerta, algunas veces con grandes obscenidades, la humildad ante todas las pieles más claras que las de ellos. Inconscientemente paradójico en su fanatismo, les predicaba la superioridad de la raza blanca, presentándose él mismo como el mejor ejemplo. Los negros le creían loco. Pensaban que la mano de Dios le había tocado o que quizás era él quien había tocado a Dios. Lo más probable es que no escuchasen o que no pudiesen comprender lo que el hombrecillo decía. Tal vez le tomaban por el mismo Dios, puesto que, para ellos, Dios era también un hombre blanco cuyos caminos eran siempre un tanto impenetrables. La tarde en que el nombre de Christmas rodó por primera vez de un extremo de la calle al otro, el hombre estaba en el centro de la ciudad. Y cuando los niños, los hombres, — comerciantes, empleados, ociosos, curiosos y, sobre todo, campesinos con sus monos de trabajo— comenzaron a correr, Hines corrió también. Pero no podía correr mucho y, cuando llegó, no era lo bastante alto para ver por encima de aquel muro de hombros y de cabezas. Sin embargo, como si aquella antigua brutalidad que le había marcado el rostro se despertase nuevamente, intentó, tan brutal e impaciente como los demás, abrirse paso en la aglomeración que se estaba formando con gran tumulto. Arañaba la espalda de las personas y acababa golpeándolas con su bastón, hasta el momento en que unos hombres se volvieron, le reconocieron y le sujetaron. Y él se debatió, dando gritos y golpeándoles con su garrote: —Christmas? ¿Habéis dicho Christmas?

70 “Christmas!” one of the men who 232

—¡Christmas! —le gritó uno de los que

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tr. Enrique Sordo le sujetaban, volviendo hacia él sus rasgos tensos y fulminantes—. ¡Sr. Christmas! El negro blanco que asesinó a esa mujer en Jefferson la semana pasada.

held him cried back, his face too strained, glaring. “Christmas! That white nigger that did that killing up at Jef ferson last week!”

5 Hines miró al hombre. Una barba blanHines glared at the man, his ca le espumaba ligeramente la desdentada toothless mouth lightly foamed boca. Después, volvió a debatirse violentawith spittle. Then he struggled mente y a maldecir. Menudo, con sus hueagain, violent, cursing: a frail l i t t l e o l d m a n w i t h t h e l i g h t , f r a i l 10 sos tan frágiles y ligeros como los de un niño, el viejecito trataba de liberarse con bones of a child, trying to fight ayuda de su garrote. Intentaba abrirse cafree with the stick, trying to club mino hasta el centro del grupo, donde estahis way into the center where the ba el preso con la cara ensangrentada. captive stood bleeding about the —¡Calma, Tío Doc! —le decían los f a c e . “ N o w, U n c l e D o c ! ” t h e y s a i d , 15 que le sujetaban—. ¡Ya le han cogido, holding him; “now, Uncle Doc. They got ya no se escapará! ¡Calma! him. He can’t get away. Here, now.”

shards cascotes

But he struggled and fought, cursing, his voice cracked, thin, his mouth slavering, they who held him struggling too like men trying to hold a small threshing hose in which the pressure is too great for its size. Of the entire group the captive was the only calm one. They held Hines, cursing, his old frail bones and his stringlike muscles for the time inherent with the fluid and supple fury of a weasel. He broke free of them and sprang forward, burrowing, and broke through and came face to face with the captive. Here he paused for an instant, glaring at the captive’s face. It was a full pause, but before they could grasp him again he had raised the stick and struck the captive once and he was trying to strike again when they caught him at last and held him impotent and raging, with that light, thin foam about his lips. They had not stopped his mouth. “Kill the bastard!” he cried. “Kill him. Kill him.”

Pero él se debatía, luchaba, maldecía, 20 con la voz enronquecida y tenue, con la boca descompuesta, mientras que los que le sujetaban luchaban también, como si tratasen de orientar una manga de agua agitada por una presión demasiado fuerte. De 25 todo el grupo, únicamente el detenido permanecía tranquilo. Sujetaban al maldiciente Hines, cuyos pequeños huesos, cuyos músculos delgados como cuerdas se agitaban dominados por la rabia flexible y flui30 da de una comadreja. Se escapó, dio un salto hacia delante y, empujando a todo el mundo, se abrió paso y llegó frente al preso. Entonces se detuvo, con los ojos clavados en aquel hombre. Fue una inmovilidad to35 tal; pero, antes de que pudiesen sujetarle de nuevo, levantó su bastón y golpeó al detenido. Y se disponía a golpearle otra vez cuando lograron apoderarse de él. Loco de rabia, con una ligera baba en las comisuras 40 de los labios, se encontró reducido a la impotencia. Pero su boca seguía libre: —¡Matadle! —gritaba— ¡Matadle! ¡Matad a ese hijo de puta! ¡Matadle!

Thirty minutes later two men brought him home in a car. One of them drove while the other held Hines up in the back seat. His face was pale now beneath the stubble and the dirt, and his eyes were closed. They lifted him bodily from the car and carried him through the gate and up the walk of rotting bricks and shards of concrete, to the steps. His eyes were open now, but they were quite empty, rolled back i n t o h i s s k u l l u n t i l t h e d i r t y, b l u i s h whites alone showed. But he was still quite limp and helpless. Just before they reached the porch the front door opened and his wife came out and closed the door behind her and stood there, watching them. They knew that it was his wife because she came out of the house where he was known to live. One of the men, though a resident of the town, had never seen her before. “What is it?” she said.

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Media hora después, dos hombres le llevaron en un coche a su casa. Uno de ellos conducía, mientras que el otro mantenía sentado a Hines en el asiento trasero. Ahora tenía la cara muy pálida, bajo la barba mal afeitada y la suciedad, y llevaba cerrados los ojos. Le sacaron del coche como a un paquete y, franqueando la verja, le llevaron, por el sendero de cemento y de ladrillos partidos, hasta los escalones de la veranda. Los ojos del viejo, ahora abiertos, estaban vacíos, vueltos de tal modo que sólo se veía la esclerótica, sucia y azulenca. Pero él seguía fláccido e inconsciente. Justo en el momento en que llegaban a la veranda, se abrió la puerta de entrada y la mujer apareció. Cerró la puerta tras ella y se quedó allí plantada, mirándoles. Los hombres comprendieron que era su mujer porque había salido de la casa donde sabían que vivía el viejo. Uno de los dos, aunque era de la ciudad, no la había visto nunca. —¿Qué le pasa? —dijo la mujer.

—No tiene nada —dijo el primero “He’s all right,” the first man said. “We just been having a right smart of 70 d e l o s h o m b r e s — . S ó l o q u e h a h a b i do mucha excitación en el centro de excitement downtown a while ago, and 233

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l a c i u d a d y, c o n e s t e c a l o r y t o d o e s o , with this hot weather and all, it was a ha sido demasiado para él. little too much for him.” She stood La mujer era pequeña y regordeta, y tebefore the door as if she were barring nía una cara redonda que parecía una torta t h e m f r o m t h e h o u s e — a d u m p y, f a t l i t t l e w o m a n w i t h a , r o u n d f a c e l i k e 5 de masa sucia antes de entrar en el horno. Sus escasos cabellos estaban recogidos en dirty and unovened dough, and a tight un apretado moño. screw of scant hair. “They just caught —Acaban de detener a un negro. A un tal that nigger Christmas that killed that Christmas, el que mató a la señora de Jefferson lady up at Jefferson last week,” the man said. “Uncle Doc just got a little upset 10 la semana pasada —dijo el hombre—. Eso ha trastornado un poco a Tío Doc. over it.” La mujer de Hines estaba ya volviéndoMrs. Hines was already turning se como para abrir la puerta. Y, como expliback, as though to open the door. A s t h e f i r s t m a n s a i d l a t e r t o h i s 15 có más tarde el primero de los hombres a su compañero, en el momento de volverse se companion, she halted in the act of detuvo como si alguien le hubiera golpeado turning, as if someone had hit her ligeramente lanzándole una piedrecita. lightly with a thrown pebble. —¿A quién han detenido? —dijo ella. “Caught who?” she said. 20 —A Christmas. Al asesino negro. “Christmas,” the man said. “That Christmas. nigger murderer. Christmas.” La mujer se había quedado al borde She stood at the edge of the porch, l o o k i n g d o w n a t t h e m w i t h h e r g r a y, 25 de la veranda y les miró desde arriba, con su cara gris, inmóvil. «Como si ya still face. “As if she already knew what supiera lo que le iba a decir —dijo desI would tell her,” the man said to his pués el hombre a su compañero al volcompanion as they returned to the car. ver al coche—. Como si quisiera que “Like she wanted all at the same time f o r m e t o t e l l h e r i t w a s h i m a n d i t 30 yo le dijera al mismo tiempo que era él y que no era él.» wasn’t him.” —Qué cara tiene?

“What does he look like?” she said.

—No me he fijado mucho —dijo el “ I n e v e r n o t i c e d m u c h , ” t h e m a n 35 hombre—. Le hicieron sangrar un said. “They had to bloody him up some, poco al agarrarle. Es un tipo joven. catching him. Young fellow. He don’t No tiene más aspecto de negro que yo. look no more like a nigger than I do, La mujer les miraba desde arriba. e i t h e r. ” T h e w o m a n l o o k e d a t t h e m , d o w n a t t h e m . B e t w e e n t h e t w o m e n 40 Hines, entre los otros dos hombres, se sostenía ya sobre sus piernas y balbuceaba H i n e s s t o o d o n h i s o w n l e g s n o w, entre dientes, como si fuese a despertar. muttering a little now as if he were —¿Qué quiere usted que hagamos con waking from sleep. “What do you want el Tío Doc? —dijo el hombre. us to do with Uncle Doc?” the man said. 45 La mujer no contestó. «Como si ni siShe did not answer that at all. It was quiera hubiera reconocido a su marido», dijo as though she had not even recognised después el hombre a su compañero. her husband, the man told his —¿Qué van a hacer con él? — companion later. “What are they going 50 d i j o l a m u j e r . to do with him?” she said. —¿Con él? ¡Ah, con el negro! Eso l o d e c i d i r á n e n J e ff e r s o n . E s d e a q u e lla jurisdicción.

“Him?” the man said. “Oh. The nigger. That’s for Jefferson to say. He belongs to them up there.” 55 She looked down at them, gray, still, remote. “Are they going to wait on Jefferson?”

La mujer les miró, gris, inmóvil, distante. —Van a esperar a lo que diga Jefferson?

“They?” the man said. “Oh,” he —Si van a esperar? Ah, bueno; si said. “Well, if Jefferson ain’t too long 60 Jefferson no tarda demasiado... —y el homabout it.” He shifted his grip on the old bre agarró a Hines por el brazo, un poco más man’s arm. “Where do you want us to arriba que antes. put him?” The woman moved then. She —A dónde quiere usted que le llevemos? descended the steps and approached. La mujer se movió al fin, bajó los escalones “ We l l tote him into the house for you,” 65 y se acercó. the man said. —Le meteremos en casa —dijo el hombre. “I can t o t e him,” she said. She and —Le meteré yo sola —dijo la muHines were about the same height, j e r. Hines y ella eran casi de la misma t h o u g h s h e w a s t h e h e a v i e r . S h e 70 estatura, pero ella era más fuerte que grasped him beneath the arms. él. Le agarró por debajo de los brazos. 234

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—Eupheus —dijo a media voz—. “Eupheus,” she said, not Eupheus. loud; “Eupheus.” She said Y luego se dirigió a los hombres: to the two men, quietly: —Suéltenlo. Yo lo sostendré. “Let go. I got him.” They Los hombres le soltaron. Hines, ahora, released him. He walked a 5 podía andar un poco. Los hombres vieron little now. They watched que la mujer le hacía subir los escalones y her help him up the steps franquear la puerta. La mujer ni siquiera and into the door. She did miró hacia atrás. not look back. 10 —No nos ha dado ni las gracias —dijo “She never even thanked us,” the el segundo de los dos hombres —. Creo que second man said. “Maybe we ought to habríamos hecho mejor llevándonoslo y entake him back and put him in jail with cerrándole con el negro, puesto que parece t h e n i g g e r, s i n c e h e s e e m e d t o k n o w him so well.” 15 conocerle tan bien. —Eupheus —dijo el primero de los hom“Eupheus,” the first man said. bres—. ¡Eupheus! Me he pasado quince años “Eupheus. I been wondering for fifteen preguntándome cómo se podía llamar. years what his name might be. Eupheus.” 20 Eupheus. —Anda, vamos. No quisiera perderme nada.

“ C o m e o n . L e t ’s g e t o n b a c k . We might miss some of it.”

El primero de los hombres miró hacia la T h e f i r s t m a n l o o k e d a t t h e 25 casa, hacia la puerta cerrada por donde hahouse, at the closed door through bía desaparecido la pareja: which the two people had vanished. —Ella le conoce, le conoce también. “She knowed him too.” “Knowed who?”

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—Conoce a quién? —Al negro. A Christmas.

“That nigger. Christmas.”

— Va m o s — v o l v i e r o n a l a u t o m ó “Come on.” They returned to the car. “What do you think about that durn 35 vil—. ¿Que te parece, ese imbécil? Viene aquí, al centro de la ciudad, a veinf e l l o w, c o m i n g r i g h t i n t o t o w n h e r e , te millas del lugar donde ha... y se pone within twenty miles of where he done a pasear, calle arriba y calle abajo, hasit, walking up and down the main street ta que alguien le reconoce. Ojalá le until somebody recognised him. I wish it had been me that r e c o g n i s e d h i m . I 40 hubiera reconocido yo. Los mil dólares me hubieran servido para muchas could have used that thousand cosas. Pero nunca he tenido suerte. dollars. But I never do have any luck.” El coche arrancó. El primero de los The car moved on. The first man was hombres seguía mirando hacia atrás, hastill looking back at the blank door t h r o u g h w h i c h t h e t w o p e o p l e h a d 45 cia la puerta por donde había desaparecido la pareja. d i s a p peared.

solicitude traduce solicitud, como cuidado, afán, ansiedad, pero solicitud es la voz común para request, application [para trabajos, cheques], y solicitous traduce solícito, como diligente, deseoso, gustoso, pero a veces rebaja su significado a inquieto, aprensivo, receloso, molesto. solicitous ansioso, aprensivo, atento, esmerado, receloso, solícito=diligente, cuidadoso, diligente [pronto, presto, activo], cuidadoso, gustoso, inquieto, aprensivo, receloso solicitude n. 1 the state of being solicitous; solicitous behaviour. 2 anxiety or concern. Cuidado, afán, ansiedad, solicitousness, a feeling of excessive concern, preocupación, ansiedad, atención

In the hall of that little house dark and small and ranklyodored as a cave, t h e o l d c o u p l e s t o o d . T h e o l d m a n ’s spent condition was still little better than coma, and when his wife led him to a chair and helped him into it, it seemed a matter of expediency and concern. But there was no need to return and lock the front door, which she did. She came and stood over him for a while. At first it seemed as if she were just watching him, with concern and solicitude. Then a third person would have seen that she was trembling violently and that she had lowered him into the chair either before she dropped him to the floor or in order to hold him prisoner until she could speak. She leaned above him: dumpy, obese, gray in color, with a face like that of a drowned corpse. When she spoke her voice shook and she strove with it, shaking, her hands clenched upon the arms of the chair in which he half lay, 235

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La anciana pareja estaba de pie en el zaguán de aquella pequeña casa, oscura, estrecha, con fuerte olor a moho, a cueva. El estado de agotamiento del viejo era muy parecido al coma, y cuando la mujer le llevó hasta una butaca y le ayudó a sentarse, le pareció que era lo único que podía hacer. E n c a m b i o , no era necesario atrancar la puerta; pero lo hizo. Luego regresó junto a é l y, d u r a n t e u n m o m e n t o , p a r e c i ó que sólo le vigilaba, con ansiedad y solicitud. Luego, cualquiera habría notado que temblaba violentamente y que le había sentado en la butaca, sea por miedo a que se le cayese al suelo, sea por tenerle como prisionero hasta que pudiera hablarle. Se inclinó sobre él, rechoncha, gris, con el rostro semejante al de un ahogado. Su voz tembló al hablar, y trató de dominarse, temblando, con las manos crispadas sobre los brazos de la butaca en donde el hombre estaba repantigado. Y la mujer dijo,

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con su voz temblorosa, contenida: her voice shaking, restrained: —Eupheus. Escúchame. Tienes que “Eupheus. You listen to me. You got to escucharme. No te he molestado nunlisten to me. I ain’t worried you before. ca. En treinta años no te he molestado. In thirty years I ain’ t worried you. But now I am going to. I am going to know 5 Pero ahora tengo que hacerlo. Quiero saberlo. Y me lo vas a decir. ¿Qué hiand you got to tell me. What did you ciste con el niño de Milly? do with Milly’s baby?”

drool ooze, drivel, slobber, babear, babosear, caersele la baba o show much pleasure or infatuation, perder la baba drooler 1 baboso : a person who dribbles; «that baby is a dribbler; he needs a bib» 2. Someone that asks stupid simple questions on a forum that everyone and their dog has already asked because they are too fucking lazy to search or open their damn eyes. 3. Someone that drools. drooler n. A handicapped person, may or may not be mentally handicapped. Describes the semblence of drool in conjunction with a lack of motor skills.

Through the long afternoon they clotted about the square and before the jail—the clerks, the idle, the countrymen in overalls; the talk. It went here and thereabout the town, dying and borning again like a wind or a fire until in the lengthening shadows the country people began to depart in wagons and dusty cars and the townspeople began to move supperward. Then the talk flared again, momentarily revived, to wives and families about supper tables in electrically lighted rooms and in remote hill cabins with kerosene lamps. A n d on the next day, the slow, pleasant country Sunday while they squatted in their clean shirts and decorated suspenders, with peaceful pipes about country churches or about the shady dooryards of houses where the visiting teams and cars were tethered and parked along the fence and the womenfolks were in the kitchen, getting dinner, they told it again: “He don’t look any more like a nigger than I do. But it must have been the nigger blood in him. It looked like he had set out to get himself caught like a man might set out to get married. He had got clean away for a whole week. If he had not set fire to the house, they might not have found out about the murder for a month. And they would not have suspected him then if it hadn’t been for a fellow named Brown, that the nigger used to sell whiskey while he was pretending to be a white man and tried to lay the whiskey and the killing both on Brown and Brown told the truth.

Durante toda la larga tarde, la muche10 dumbre se apretujó en la plaza y delante de la cárcel: empleados, curiosos, campesinos con sus manos de trabajo. Y comenzaron los rumores, que recorrieron la ciudad por todas partes, extinguiéndose, renaciendo, 15 como el fuego o el viento, hasta el momento en que, bajo las sombras que se alargaban, los campesinos comenzaron a irse en sus carretas o en sus coches polvorientos y las gentes de la ciudad pensaron en sus cenas. 20 Entonces, los rumores flamearon de nuevo, resucitados momentáneamente por las mujeres, por las familias que cenaban en torno a las mesas, en salas alumbradas por la electricidad y en cabañas alumbradas por el 25 petróleo, perdidas en las colinas lejanas. Al día siguiente, un largo y grato domingo campesino, con sus camisas limpias, sus tirantes abigarrados, sus pipas pacificas, todavía seguían hablando, 30 sentados alrededor de las iglesias del condado y en los patios sombreados de las casas. Los carros con sus caballos o sus mulas enganchados, los coches de los visitantes, se alineaban en reposo a 35 lo largo de los vallados; y, en las cocinas, las mujeres preparaban la comida. «No parece más negro que yo, pero debe tener sangre negra en las venas. Es como si se hubiese dejado coger a propósito, 40 igual que un hombre se casa a propósito. Hacía una semana que nadie le veía. Si no hubiese prendido fuego a la casa, quizás se habría tardado más de un mes en descubrir el crimen. Y nunca le ha45 bría acusado ese individuo, ese Brown al que el negro utilizaba para vender su whisky mientras él trataba de pasar por blanco y de cargar el whisky y el crimen sobre Brown, suponiendo que 50 Brown haya dicho la verdad.»

“Then yesterday morning he come into Mottstown in broad daylight, on a Saturday with the town full of folks. He went into a white barbershop like a white man, and because he looked like a white man they never suspected him. Even when the bootblack saw how he had on a pair of second hand brogans that were too big for him, they never suspected. They shaved him and cut his hair and he payed them and walked out and went right into a store and bought a new shirt and a tie and a straw hat, with some of the very money he stole from the woman he murdered. And then he walked the streets in broad daylight, like he owned the town, walking back and forth with people passing him a dozen times and not knowing it, until Halliday saw him

« Y, m i r a p o r d ó n d e , l l e g a a Mottstown ayer por la mañana, en pleno día y un sábado, cuando la ciudad está llena de gente, y entra en la tienda de un barbero blanco igual que un blanco y, como tiene aspecto de blanco, nadie se da cuenta. Ni siquiera se sospecha nada cuando el limpiabotas ve que tiene un par de abarcas demasiado grandes para él. Le afeitan. Le cortan el pelo. Y él paga, y sale, y va directo al almacén para comprarse una camisa y una corbata y un sombrero de paja con el dinero que robó a su víctima. Y después comienza a deambular por las calles, en pleno día, como si la ciudad le perteneciese. Va y viene por entre la gente, y la gente se cruza con él una docena de veces sin reconocerle hasta el momento en que Halliday le ve, corre tras el y le sujeta

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excited y excitado conllevan la idea de alegre, entusiasta, pero excited tiene más denotaciones, como nervioso, agitado, acalorado, emocionante. To excite y excitar se refieren a estimular, entusiasmar, pero to excite significa además emocionar / conmover, poner nervioso / agitado, provocar [emociones], instigar [desórdenes], alborotar [gente], y to get excited es acalorarse. A su vez, excitar se usa para to raise [dudas], arouse [curiosidad, apetito]. Excitedly significa agitada- o acaloradamente. Don’t get excited = no te pongas nervioso.

excited y excitado conllevan la idea de alegre, entusiasta, pero excited tiene más denotaciones, como nervioso, agitado, acalorado, emocionante. To excite y excitar se refieren a estimular, entusiasmar, pero to excite significa además emocionar / conmover, poner nervioso / agitado, provocar [emociones], instigar [desórdenes], alborotar [gente], y to get excited es acalorarse. A su vez, excitar se usa para to raise [dudas], arouse [curiosidad, apetito]. Excitedly significa agitada- o acaloradamente. Don’t get excited = no te pongas nervioso.

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diciéndole: «¿No se llama usted and ran up and grabbed him and said, Christmas?» Y el negro dice que sí. No ‘ A i n ’t y o u r n a m e C h r i s t m a s ? ’ a n d t h e trata de negarlo. No trata de hacer nada... nigger said that it was. He never No se comportó nunca como un blanco, denied it. He never did anything. He n e v e r a c t e d l i k e e i t h e r a n i g g e r o r a 5 ni como un negro. Así fue, ya ven. Y eso fue lo que puso tan furiosa a la gente. white man. That was it. That was what Imagínense: un asesino que se pasea por made the folks so mad. For him to be la ciudad, bien trajeado, como desafiana murderer and all dressed up and do a todo el mundo, cuando tendría que walking the town like he dared them t o t o u c h h i m , w h e n h e o u g h t t o h a v e 10 haber estado huyendo, vagando por los bosques, intentando esconderse, sucio y been skulking and hiding in the woods, lleno de lodo. Parecía como si ni siquiemuddy and dirty and running. It was ra él supiese que era un asesino, y melike he never even knew he was a nos aún un negro. m u r d e r e r, l e t a l o n e a n i g g e r t o o . 15 Y entonces Halliday (debía de estar “And so Halliday (he was obcecado con la idea de los mil dólares y e x c i t e d , thinking about that thousand había pegado ya dos o tres puñetazos en dollars, and he had already hit the la cara del negro, y el negro, por primera nigger a couple of times in the face, a n d t h e n i g g e r a c t i n g l i k e a n i g g e r f o r 20 vez, se comportó como un negro, encajando los golpes sin decir nada, sombrío, the first time and taking it, not saying tranquilo, contentándose con sangrar), y anything: just bleeding sullen and entonces Halliday le sujetaba y le insulquiet)—Halliday was hollering and taba, cuando ese viejo que se llama Tío holding him when the old man they c a l l U n c l e D o c H i n e s c o m e u p a n d 25 Doc Hines se acercó y empezó a golpear al negro con su bastón, tan fuerte que los begun to hit the nigger with his dos hombres tuvieron que sujetarle para walking stick until at last two men had que se estuviese quieto. Y en seguida se to hold Uncle Doc quiet and took him lo llevaron en coche a su casa. Nadie lleh o m e i n a c a r. N o b o d y k n e w i f h e r e a l l y d i d k n o w t h e n i g g e r o r n o t . H e 30 gó a saber si el viejo conocía al negro o no le conocía. Se había acercado j u s t c o m e h o b b l i n g u p , s c r e e c h i n g , ‘Is renqueando y gritando: «¿Se llama his name Christmas? Did you say Christmas? ¿Habéis dicho que se llama Christmas?’ and shoved up and took Christmas?» Empujó a todo el mundo y, one look at the nigger and then begun to beat him with the walking stick. He 35 después de mirar al negro, empezó a darle golpes con su garrote. Era como si esacted like he was hypnotised or tuviese hipnotizado o algo así. Tuvieron something. They had to hold him, and que sujetarle y reducirle. Ponía los ojos his eyes rolling blue into his head and en blanco y la baba le caía de la boca, y slobbering at the mouth and cutting with that stick at everything that come 40 golpeaba con su garrote a todo lo que podía alcanzar, y luego, de repente, se into reach, until all of a sudden he kind derrumbó. Entonces aquellos dos homof flopped. Then two fellows carried bres le llevaron en coche a su casa, y him home in a car and his wife come out an d t o o k h i m i n t o t h e h o u s e , a n d salió su mujer y lo metió en la casa, y t h e t w o f e l l o w s c o m e o n b a c k t o t o w n . 45 los dos hombres volvieron a la ciudad. They didn’t know what was wrong No sabían lo que el viejo tenía, ni por qué w i t h h i m , t o g e t s o excited after the se había puesto de aquel modo después n i g g e r w a s caught, but anyway they que atraparon al negro, y, bueno, que esthought that he would be all right now. But taban seguros de que se repondría en sehere it was not a half an hour before he 50 guida. Pero resulta que, media hora deswas back downtown again. He was pure pués, estaba otra vez en la ciudad. Ahora crazy by now, standing on the corner and sí que parecía un loco de atar. Se plantó yelling at whoever would pass, calling en una esquina de la plaza, insultando a them cowards because they wouldn’t take todos los que pasaban, llamándoles cobarthe nigger out of jail and hang him right 55 des porque no querían sacar al negro de then and there, Jefferson or no Jefferson. la cárcel para colgarle; así, sin más, ni He looked crazy in the face, like somebody Jefferson ni nada. Tenía una cara de loco, that had done slipped away from a crazy como alguien que se ha escapado de un house and that knew he wouldn’t have manicomio y que sabe que le queda muy much time before they come and got him 60 poco tiempo antes de que le vuelvan a enagain. Folks say that he used to be a cerrar. Algunos decían que, en otros tiempreacher, too. pos, fue predicador. “He said that he had a right to kill Decía que tenía derecho a matar al the nigger. He never said why, and he 65 negro. No dijo nunca por qué, y estaba was too worked up and crazy to make demasiado agitado, demasiado enloquesense even when somebody would stop cido para hablar sensatamente, ni sihim long enough to ask a question. quiera con los que se tomaban el trabaThere was a right good crowd around jo de hacerle preguntas. Así que se forhim by then, and him yelling about how 70 mó un gran grupo a su alrededor, y el it was his right to say first whether the viejo gritaba que era él quien tenía de237

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nigger should live or should die. And folks were beginning to think that maybe the place for him was in the jail w i t h t h e n i g g e r, w h e n h e r e h i s w i f e come up. 5

recho a decidir si el negro debía vivir o debía morir. Y la gente empezaba a preguntarse si aquel hombre no debería estar en la cárcel con el negro, cuando llegó su mujer.

“There are folks that have lived in Mottstown for thirty years and haven’ t ever seen her. They didn’t know who she was then until she spoke to him, because the ones that had seen her, she was always around that little house in Niggertown where they live, in a mother hubbard and one of his woreout hats. But she was dressed up now. She had on a purple silk dress and a hat with a plume on it and she was carrying a umbrella and she come up to the crowd where he was hollering and yelling and she said, ‘Eupheus.’ He stopped yelling then and he looked at her, with that stick still raised in his hand and it kind of shaking, and his jaw dropped slack, slobbering. She took him by the arm. A lot of folks had been scared to come nigh him because of that stick; he looked like he might hit anybody at any minute and not even knowed it or intended it. But she walked right up under the stick and took him by the arm and led him across to where there was a chair in front of a store and she set him down in the chair and she said, ‘You stay here till I come back. Don’t you move, now. And you quit that yelling.’

Hay personas que viven en Mottstown desde hace treinta años y no la habían visto nunca. Supieron que era ella cuando le habló, porque, incluso los que la conocían, la habían visto siempre cerca de su casa, en el barrio negro donde vivían, vestida con una bata suelta y con un viejo sombrero de su marido, y ahora llevaba un vestido de seda morado y un sombrero con una pluma, y un paraguas en la mano. Se acercó al grupo donde estaba el viejo insultando y vociferando, y le dijo: «¡Eupheus!» El viejo dejó de vociferar y luego la miró, con el bastón en alto, temblando, y con la boca abierta y babeante. La mujer lo cogió por el brazo. Había allí mucha gente que tenía miedo de acercarse a causa del bastón, porque parecía que el viejo podía golpear con él, en cualquier momento, a quienquiera que fuese, sin darse cuenta de lo que hacía y sin querer hacerlo. Pero la mujer se colocó justamente debajo del bastón, agarró al viejo de un brazo, lo llevó hasta donde había una silla, delante de un almacén, y lo sentó en la silla y le dijo: «Quédate aquí hasta que yo vuelva. No t e m u e v a s . Y d e j a d e g r i t a r.»

“And he did. He sho did. He set right there where she put him, and she n e v e r l o o k e d b a c k , n e i t h e r. T h e y a l l noticed that. Maybe it was because folks never saw her except around home, staying at home. And him being a kind of fierce little old man that a man wouldn’ t cross without he thought about it first. Anyhow they were surprised. They hadn’t even thought of him taking orders from anybody. It was like she had got something on him and h e h a d t o m i n d h e r. B e c a u s e h e s a t down when she told him to, in that chair, not hollering and talking big now, but with his head bent down and his hands shaking on that big walking stick and a little slobber still running out of his mouth, onto his shirt.

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Y Tío Doc se calló y se quedó sentado donde ella lo había dejado, y la m u j e r n i s i q u i e r a v o l v i ó l a v i s t a . To dos lo vieron. Es posible que fuera porque la gente sólo la había visto cerca de su casa y porque él era un hombre de muy mal genio al que nadie se atrevería a irritar sin pensarlo bien, pero lo cierto es que se llevaron una sorpresa. Nadie creía que Tío Doc fuera de esa clase de hombres que acata órdenes. Se habría dicho que ella sabía algo de él y que él tenía que obedecerla. En cuanto ella le dijo que se sentara en la silla y que no gritara, el hombre se sentó, con la cabeza baja. Le temblaban las manos sobre el gran bastón y le caía la baba sobre la camisa.

“She went straight to the jail. There La mujer se dirigió a la cárcel. Como was a big crowd in front of it, because de Jefferson había llegado el aviso de que Jef ferson had sent word that they were 60 estaban en camino para llevarse al negro, on the way down to get the nigger. She ya había una muchedumbre enfrente. La walked right through them and into the mujer atravesó el grupo, entró en la cárjail and she said to Metcalf, ‘I want to cel y le dijo a Metcalf: «Quiero ver al see that man they caught.’ hombre que han detenido». 65 “ ‘What do you want to see him for?’ —¿Para qué quiere usted verle? —dijo Metcalf said. Metcalf “ ‘I ain’t going to bother him,’ she —No voy a molestarle. said. ‘I just want to look at him.’ 70 S ó l o q u i e r o v e r l e .

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Metcalf le contestó que había mu“Metcalf told her there was a right cha gente que quería lo mismo y que smart of other folks that wanted to do sabía que ella no tenía intención de that, and that he knew she didn’ t aim a y u d a r l e a e s c a p a r, p e r o q u e é l n o e r a to help him escape, but that he was just the jailer and he couldn’t let anybody 5 n a d a m á s q u e e l c a r c e l e r o y q u e n o p o día dejar pasar a nadie sin permiso del in without he had permission from the s h e r i ff . Q u i e t a c o n s u v e s t i d o m o n d o , sheriff. And her standing there, in that tan quieta que la pluma de su sombrepurple dress and the plume not even ro ni siquiera oscilaba, dijo: nodding and bending, she was that still. —¿Dónde está el sheriff? ‘Where is the sheriff ? ’ she said. 10 “ ‘He might be in his office,’ M e t c a l f s a i d . ‘ Yo u f i n d h i m a n d g e t permission from him. Then you can see the nigger.’ Metcalf thought that that would finish it. So he watched her turn and go out and walk through the crowd in front of the jail and go back up the street toward the square. The plume was nodding now. He could see it nodding along above the fence. And then he saw her go across the square and in to the courthouse. The folks didn’t know what she was doing, because Metcalf hadn’ t had time to tell them what happened at the jail. They just watched her go on into the courthouse, and then Russell said how he was in the office and he happened to look up and there that hat was with the plume on it just beyond the window across the counter. He didn’t know how long she had been standing there, waiting for him to look up. He said she was just tall enough to see over the counter, so that she didn’t look like she had any body at all. It just looked like somebody had sneaked up and set a toy balloon with a face painted on it and a comic hat set on top of it, like the Katzenjammer kids in the funny paper. ‘I want to see the sheriff,’ she says.

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—Quizás esté en su despacho —contestó Metcalf. Encuéntrele, pídale un permiso y entonces podrá ver al negro. Metcalf creyó que con eso había terminado. Y vio que la mujer salía, cruzaba por entre los grupos estacionados enfrente y avanzaba por la calle hacia la plaza. Ahora sí que balanceaba la pluma. Metcalf vio cómo se balanceaba a lo largo de la cerca. Luego vio que la mujer cruzaba la plaza y entraba en el juzgado. La gente no sabía lo que estaba haciendo, porque Metcalf no había tenido tiempo para contarles lo que sucedía en la cárcel. Y vieron cómo entraba en el juzgado. Russell contó luego que se encontraba en su oficina y que levantó la cabeza y que vio el sombrero, con su pluma, detrás del mostrador, junto a la ventana. No sabía cuánto tiempo llevaba la mujer esperando a que él levantara la cabeza. Dice que la mujer tenía justamente la estatura necesaria para poder ver por encima del mostrador, de modo que producía la impresión de carecer de cuerpo. Era como si alguien hubiera entrado furtivamente y hubiera colocado sobre las tablas un globito de goma, con una cara pintada y un sombrero grotesco encima, como hacían los pequeños Katzenjammer en la historieta cómica. —Quiero ver al sheriff— dijo la m u j e r.

“ ‘He ain’t here,’ Russell says. ‘I’m —No está —dijo Russell—. Soy su ayuhis deputy. What can I do for you?’ 45 dante. ¿Qué desea usted? “ H e s a i d s h e d i d n ’t a n s w e r f o r a while, standing there. Then she said, ‘Where can I find him?’

Russell dice que la mujer tardó en contestarle y que luego preguntó: —¿Dónde podría encontrarle?

50 “ ‘He might be at home,’ Russell —Quizá esté en su casa. Ha estado muy says. ‘He’s been right busy, this week. ocupado toda la semana, a veces hasta de Up at night some, helping those noche, ayudando a la policía de Jefferson. Jef ferson officers. He might be home Estará echando un sueñecito. O quizá no... taking a nap. But maybe I can—’ But 55 Pero ella ya se había ido. he said that she was already gone. He Russell dice que miró por la vensaid he looked out the window and tana y que la vio cruzar la plaza y watched her go on across the square doblar la esquina en dirección a la and turn the corner toward where the casa del sheriff. Dice que se quedó sheriff lived. He said he was still trying 60 t r a t a n d o d e r e c o r d a r l a , d e p e n s a r to place her, to think who she was. q u i é n p o d r í a s e r. “She never found the sheriff. But it La mujer no encontró al sheriff. was too late then, anyway. Because the De todos modos era ya demasiado s h e r i f f w a s a l r e a d y a t t h e j a i l , o n l y 65 t a r d e . E l s h e r i f f e s t a b a e n l a c á r Metcalf hadn’t told her, and besides she cel; sólo que Metcalf no se lo hahadn’t got good away from the jail b í a d i c h o y, a d e m á s , a p e n a s s e a l e before the Jef ferson officers came up jó ella de la cárcel cuando aparein two cars and went into the jail. They cieron los policías de Jefferson en came up quick and went in quick. But 70 d o s c o c h e s . L l e g a r o n c o n p r i s a y the word had already got around that entraron deprisa. Pero había corri239

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sensible se refiere a cuerdo, razonable, acertado [gusto, idea, plan], sensato, módico [precio], prudente, lógico, consciente, práctico / cómodo [ropa, calzado], mientras que el español sensible traduce sensitive, feeling, sentient, regrettable, noticeable / marked, sizable, deplorable, tender, sore [adolorido]. Sensibility es sensibilidad, en el sentido de habilidad de sentir, receptividad, en el mundo personal, y además precisión, en el mundo mecánico; el plural sensibilities se usa para susceptibilidad, sentimientos delicados, delicadeza; a su vez, sensibilidad traduce sensitivity, como percepción por los sentidos, radio, TV, foto.

they were there, and there must have been two hundred men and boys and women too in front of the jail when the two sheriffs come out onto the porch and our sheriff made a speech, asking the folks to respect the law and that him and the Jefferson sheriff both promised that the nigger would get a quick and fair trial; and then somebody in the crowd says, ‘Fair, hell. Did he give that white woman a fair trial?’ And they hollered then, crowding up, like they were hollering for one another to the dead woman and not to the sherif fs. But the sheriff kept on talking quiet to them, about how it was his sworn word given to them on the day they elected him that he was trying to keep. ‘I have no more sympathy with nigger murderers than any other white man here,’ he says. ‘But it is my sworn oath, and by God I aim to keep it. I don’t want no trouble, but I ain’t going to dodge i t . Yo u b e t t e r s m o k e t h a t f o r a w h i l e .’ And Halliday was there too, with the sheriffs. He was the foremost one about r e a s o n a n d n o t m a k i n g t r o u b l e . ‘ Ya a a h , ’ somebody hollers; ‘we reckon you don’t want him lynched. But he ain’t worth any thousand d o l l a r s t o u s . H e a i n ’t w o r t h a t h o u s a n d d e a d matches to us.’ And then the sheriff says quick: ‘What if Halliday don’t want him killed? Don’t we all want the same thing? H e r e i t ’s a l o c a l c i t i z e n t h a t w i l l g e t t h e reward: the money will be spent right here in Mottstown. Just suppose it was a Jefferson man was going to get it. Ain’t that right, m e n ? A i n ’t t h a t s e n s i b l e ? ’ H i s v o i c e sounded little, like a doll’s voice, like even a big man’s voice will sound when he is talking not against folks’ listening but against their already half-made-up minds. “ A n y w a y, that seemed to convince them, even if folks did know that Mottstown or nowhere else was going to see enough of that thousand dollars to fat a calf, if Halliday was the one that had the spending of it. But that did it. Folks are funny. They can’t stick to one way of thinking or doing anything unless they get a new reason for doing it ever so often. And then when they do get a new reason, they are liable to c h a n g e a n y h o w. S o t h e y d i d n ’t g i v e back exactly; it was like when before that the crowd had kind of milled from the inside out, now it begun to mill f r o m t h e o u t s i d e i n . A n d t h e s h e r i ffs knew it, the same as they knew that it might not last very long, because they went back into the jail quick and then came out again, almost before they had time to turn around, with the nigger between them and five or six deputies following. They must have had him ready just inside the jail door all the time, because they come out almost at 240

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do el rumor de que se encontraban allí, porque ya había unos doscientos hombres y niños y hasta mujeres frente a la cárcel cuando los d o s s h e r i ff s s a l i e r o n a l a p u e r t a y el nuestro pronunció un discurso pidiendo a la gente que respetara la ley y añadiendo que él y el sheriff d e J e ff e r s o n p r o m e t í a n q u e e l n e gro sería sometido a un proceso rápido y justo. Alguien del grupo gritó: «¿Justo? ¡Mierda! ¿Dio él un trato justo a la mujer?» Y la gente se apretujó, gritando, como si gritasen cosas a la mujer muerta y no a los sheriffs. Pero el sheriff siguió hablándoles sosegadamente y les dijo que lo que trataba de hacer era cumplir la palabra que les había dado el día que le eligieron. «No tengo por los asesinos negros más simpatías que cualquiera de los blancos presentes. No quiero jaleos, pero tampoco los temo. Pensad eso un momento.» Con los sheriffs estaba también Halliday, que era el partidario más convencido de la razón y de la tranquilidad. «Si, ya comprendemos que a usted no le interesa que le linchen —gritó uno—. Pero para nosotros no vale mil dólares. No vale ni mil cerillas apagadas.» Y el sheriff dijo inmediatamente: «¿Y qué? Tampoco Halliday quiere que se le mate. ¿No queremos todos lo mismo? Es un vecino de aquí el que va a cobrar la recompensa. Suponed que fuera uno de Jefferson el que la cobrara. ¿No es justo eso? ¿No se cae de su peso ?» Su voz sonaba tan débil como una voz de muñeca, como sonaría cualquier voz de persona adulta que tuviese que hablar, no en contra de la opinión de sus oyentes, sino en contra de unas mentes llenas de ideas preconcebidas. De todos modos pareció convencerles. Aunque todo el mundo sabía que, si era Hallyday quien cobraba esos mil dólares, Mottstown, o cualquier otra ciudad, no vería de ellos ni lo bastante para tomar un trago. La cosa es que el sheriff acertó. La gente es rara. No puede aferrarse a un modo de pensar o de hacer algo, a no ser que, con cierta frecuencia, encuentren una nueva razón para ello. Y cuando encuentran una nueva razón, es muy posible que cambien. De modo que no es que se echaran exactamente atrás, sino que así como, antes de aquello, la gente había analizado la cosa de dentro afuera, ahora empezaba a analizarla de fuera adentro. Los sheriffs lo sabían, como sabían que era posible que aquello no durara mucho. Y entraron rápidamente en la cárcel y, antes de que la muchedumbre tuviera tiempo de dar media vuelta, volvieron a salir con el negro en medio y seguidos de cinco o seis policías. Probablemente le tuvieron todo el tiem-

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once, with the nigger between them with his face sulled up and his wrists handcuffed to the Jefferson sheriff; and the crowd kind of says, ‘Ahhhhhhhhhhhhh.’ 5

po muy cerca, porque salieron casi inmediatamente, y el negro en medio. Su cara era hosca. Iba esposado por la muñeca al sheriff de Jef ferson. Y de la multitud salió un «¡Ahhhhhhhhhh!»

“They made a kind of lane down to the street, where the first Jef ferson car was waiting with the engine running and a man behind the wheel, and the sheriffs were coming along without wasting any time, when she come up again, the woman, Mrs. Hines. She was shoving up through the crowd. She was so lowbuilt that all the folks could see was that plume kind of bumping along s l o w, l i k e s o m e t h i n g t h a t c o u l d n o t have moved very fast even if there w a s n ’ t a n y t h i n g i n t h e w a y, a n d t h a t couldn’t anything stop, like a tractor. She shoved right on through and out into the lane the folks had made, right out in front of the two sheriffs with the nigger between them, so that they had to stop to keep from running over her. Her face looked like a big hunk of putty and her hat had got knocked sideways so the plume hung down in front of her face and she had to push it back to see. But she didn’t do anything. She just stopped them dead for a minute while she stood there and looked at the nigger. She never said a word, like that was all she had wanted and had been w o r r y i n g f o l k s f o r, l i k e t h a t w a s t h e reason she had dressed up and come to town: just to look that nigger in the face once. Because she turned and begun to burrow back into the crowd again, and when the cars drove off with the nigger and the Jefferson law and the folks looked around, she was gone. And they went back to the square then, and Uncle Doc was gone too from the chair where she had set him and told him to wait. But all of the folks didn’t go straight back to the square. A lot of them stayed there, looking at the jail like it might have been just the nigger ’s shadow that had come out.

La gente les abrió paso hasta la calle, donde esperaba el primer coc h e d e l o s d e J e ff e r s o n , c o n e l m o tor en marcha y un hombre en el vol a n t e . L o s s h e r i ff s n o q u e r í a n p e rder tiempo. Y en esto apareció la mujer de Hines, abriéndose paso entre la muchedumbre. Era tan pequeña que lo único que la gente vio de ella fue la pluma que avanzaba lentamente y dando una especie de saltos, como algo que no pudiera avanzar deprisa, aunque no encontrara ningún obstáculo, y que, como un tractor, no pudiera detenerse. Se abrió camino por el paso abierto por la gente y con su cara de masa y el sombrero tan torcido por el ajetreo que la pluma le caía hacia adelante y tuvo que enderezarla, se plantó ante los dos sheriff s que llevaban al negro y que tuvieron que detenerse para no atropellarla. Pero no hizo nada más que detenerse en seco un minuto y mirar al negro. Como si lo único que quisiera y por lo que había molestado a la gente, la única razón de que se hubiera vestido y venido al pueblo, fuera la de mirar al negro una vez a la cara. No dijo una palabra. En seguida se volvió, se perdió otra vez entre la multitud y, c u a n d o l o s a u t o m ó v i l e s s e f u e r o n con el negro y la justicia de Jefferson, ella ya se había marchado. La gente volvió, también, a la plaza. Tío Doc había desaparecido de la silla en que su mujer le había dejado diciéndole que la esperara. Pero no todos volvieron en seguida a la plaza. Muchos se quedaron donde estaban, mirando a la cárcel, como si sólo hubiera salido de ella la sombra del negro.

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“They thought that she had taken Creyeron que la mujer había llevado Uncle Doc home. It was in front of a Tío Doc a casa. La cosa sucedía frente D o l l a r ’s s t o r e a n d D o l l a r t o l d a b o u t al almacén de Dollar, y Dollar contó que how he saw her come back up the street 55 había visto venir a la mujer a la cabeza ahead of the crowd. He said that Uncle de la muchedumbre y que Tío Doc seguía Doc had not moved, that he was still sin moverse, sentado en la silla en que sitting in the chair where she had left ella le había dejado, como hipnotizado. him like he was hypnotised, until she Y que cuando ella se le acercó y le tocó come up and touched his shoulder and 60 en el hombro, se levantó y se marcharon he got up and they went on together juncos, y Dollar les siguió con la mirawith Dollar watching him. And Dollar da. Y Dollar dijo que, a juzgar por la said that from the look on Uncle Doc’s expresión de la cara de Tío Doc, era en face, home was where he ought to be. su casa donde debería estar. 65 “Only she never took him home. Pero la mujer no le llevó a casa. Al After a while folks saw that she wasn’ t cabo de un rato, la gente vio que no se having to take him anywhere. It was proponía llevarle a ninguna parte. Se like they both wanted to do the same hubiera dicho que los dos querían hat h i n g . T h e s a m e t h i n g b u t f o r d i ff e r e n t 70 cer lo mismo. Lo mismo, pero por rareasons, and each one knew that the zones diferentes, como si cada uno su241

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piera que el motivo del otro era distino t h e r ’s r e a s o n w a s d i ff e r e n t a n d t h a t to y que, cualquier cosa que hiciese uno w h i c h e v e r o f t h e m g o t h i s w a y, i t de los dos, tendría graves consecuenwould be serious for the other one. cias para el otro. Como si los dos lo Like they both knew it without saying it and that each was watching the 5 supieran sin decirlo, y cada uno de ellos vigilara al otro, como si los dos o t h e r, a n d t h a t t h e y b o t h k n e w t h a t s h e supieran que la que en definitiva dirigiwould have the most sense about ría la marcha sería ella. getting them started. “They went straight to the garage w h e r e S a l m o n k e e p s h i s r e n t c a r. S h e did all the talking. She said they w a n t e d t o g o t o J e ff e r s o n . M a y b e t h e y never dreamed that Salmon would charge them more than a quarter apiece, because when he said three dollars she asked him again, like maybe she could not believe her ears. ‘T h r e e dollars,’ Salmon says. ‘I couldn’t do it for no l e s s . A n d t h e m s ta n d i n g t h e r e and Uncle Doc not taking any part, like he was waiting, like it wasn’t any concern of his, like he knew that he wouldn’t need to bother: that she would get them there.

La pareja se dirigió al garaje en donde Salmon guarda su coche de alquiler. La que habló fue la mujer. Dijo que querían ir a Jefferson. Es posible que nunca imaginaran que Salmon les iba a pedir más de veinti15 cinco centavos por persona, porque cuando Salmon dijo que Tres dólares, se lo preguntó de nuevo como si no pudiera creer a sus propios oídos. —Tres dólares. No puedo hacerlo por 20 menos —dijo Salmon. La pareja se quedó allí, quieta. Tío Doc no tomaba parte en la conversación, como si estuviera esperando, como si aquello no le concerniera, como si supiera que no tenía 25 necesidad de preocuparse y que su mujer conseguiría que llegaran a Jefferson. 10

—No puedo pagar tanto —dijo la mujer.

“ ‘I can’t pay that,’ she says.

—Sólo lo conseguirá más ba“ ‘ Yo u w o n ’ t g e t i t d o n e n o 30 rato por ferrocarril. Les cobracheaper,’ Salmon says. ‘Unless by the rán cincuenta y dos centavos a railroad. They’ll take you for fifty-two cada uno. Pero la mujer se alecents apiece.’ But she was already jaba ya, y Tío Doc la seguía going away, with Uncle Doc following her like a dog would. 35 c o m o u n p e r r o . Esto sucedía a eso de las cuatro. La “That was about four o’clock. Until gente les vio sentados, hasta las seis, en six o’clock the folks saw them sitting on a bench in the courthouse yard. They un banco del patio del juzgado. Sin hawere not talking: it was like each one 40 blarse, como si cada uno de ellos ni sinever even knew the other one was quiera supiera que el otro estaba allí. there. They just sat there side by side, Sentados, simplemente, uno junto a otro, with her all dressed up in her Sunday ella vestida de domingo y tal vez disfruclothes. Maybe she was enjoying tando al verse tan elegante y en el cenherself, all dressed up and downtown 45 tro de la ciudad la tarde del sábado. Es all Saturday evening. Maybe it was to posible que aquello fuera para ella lo her what being in Memphis all day mismo que sería para otros pasar el día would be to other folks. entero en Memphis. “They set there until the clock struck six. Then they got up. Folks that saw it said she never said a word to him; that they just got up at the same time like two birds do from a limb and a man can’t tell which one of them give the signal. When they walked, Uncle D o c w a l k e d a l i t t l e b e h i n d h e r. T h e y crossed the square this way and turned into the street toward the depot. And t h e f o l k s k n e w t h a t t h e r e w a s n ’t a n y train due for three hours and they wondered if they actual ly were going somewhere on the train, before they found out that they were going to do something that surprised the folks more than that, even. They went to that little café down by the depot and ate supper, that’ hadn’t even been seen together on the street before, let alone eating in a café, since they come to Jefferson. But that’s where she took him; maybe they 242

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Cuando el reloj dio las seis se levantaron. Dicen que la mujer no dijo ni una palabra a su marido y que se levantaron los dos al mismo tiempo, como dos pájaros alzan el vuelo desde una rama sin que se pueda decir cuál de ellos dio la señal. Y cuando caminaban, Tío Doc caminaba un poco más atrás que ella. Cruzaron la plaza y entraron en la calle que conduce a la estación. La gente sabía que hasta dentro de tres horas no pasaba ningún tren e hizo conjeturas acerca de si irían realmente en tren a alguna parte. Pero pronto vieron que iban a hacer algo que les iba a sorprender más. Tío Doc y su mujer, a los que hasta entonces nadie había visto juntos en la calle, y mucho menos comiendo en un café, desde que llegaron a Mottstown, entraron a cenar en una cantina cercana a la estación. Allí fue donde le llevó ella; es posible que tuvieran miedo de

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perder el tren si comían en el pueblo. were afraid they would miss the train Antes de las seis y media estaban los dos if they ate downtown. Because they sentados en sus taburetes delante del were there before half past six o’clock, mostrador, comiendo lo que ella había sitting on two of them little stools at t h e c o u n t e r , e a t i n g w h a t . s h e h a d 5 pedido sin consultar para nada con su marido. La mujer preguntó al depenordered without asking Uncle Doc diente a qué hora pasaba el tren para about it at all. She asked the café man Jefferson y el hombre le contestó que a about the train to Jefferson and he told la dos de la madrugada. her it went at two A.M. ‘Lots of —Esta noche van a pasar muchas e x c i t e m e n t i n J e f f e r s o n t o n i g h t , ’ h e 10 cosas en Jefferson. Si alquilan ustedes says. ‘You can get a car downtown and un automóvil están en Jefferson en tres be in Jef ferson in forty-five minutes. cuartos de hora. No necesitan esperar Yo u d o n ’ t n e e d t o w a i t u n t i l t w o al tren hasta las dos —dijo, tomándoo’clock on that train.’ He thought they w e r e s t r a n g e r s m a y b e ; h e t o l d h e r 15 los quizá por forasteros y señalándoles en qué lado estaba la ciudad. which way town was. L a m u j e r n o d i j o n a d a ; y, c u a n d o “ B u t s h e d i d n ’t s a y a n y t h i n g a n d terminaron de comer, pagó, sacando de they finished eating and she paid him, a nickel and a dime at a time out of a 20 un trapo anudado que extrajo del paraguas una moneda de cinco centavos pritied up rag that she took out of the mero y una de diez después, mientras umbrella, with Uncle Doc setting there Tío Doc la miraba con una mirada perand waiting with that dazed look on his dida de sonámbulo. Luego se fueron. El face like he was walking in his sleep. T h e n t h e y l e f t , a n d t h e c a f é m a n 25 empleado de la cantina creyó que iban a seguir su consejo e ir al pueblo a althought they were going to take his quilar un automóvil, pero les vio atraadvice and go to town and get that car vesar las vías y encaminarse a la estawhen he looked out and saw them going ción. Hubo un momento en que pensó on across the switch tracks, toward the depot. Once he started to call, but he 30 llamarles, pero no lo hizo. «Me parece que he comprendido mal. Es posible didn’ t. ‘I reckon I misunderstood her,’ que quisieran tomar el tren de las nuehe says he thought. ‘Maybe it’s the nine ve en otra dirección», pensó. o’clock southbound they want.’ “They were sitting on the bench in the waiting room when the folks, the drummers and loafers and such, begun to come in and buy tickets for the southbound. The agent said how he noticed there was some folks in the waitingroom when he come in after supper at half past seven, but that he never noticed particular until she come to the ticket window and asked what time the train left for Jefferson. He said he was busy at the time and that he just g l a n c e d u p a n d s a y s , ‘ T o m o r r o w, ’ without stopping what he was doing. Then he said that after a while something made him look up, and there was that round face watching him and that plume still in the window, and she says, “ ‘I want two tickets on it.’

Tío Doc y su mujer seguían sentados en un banco de la sala de espera cuando la gente —viajantes, ociosos y gente parecida— empezó a sacar billetes para el tren que iba hacia el Sur. El empleado dice 40 que, cuando regresó de cenar a las siete y media, notó que había algunas personas en la sala de espera, pero que no observó nada de particular hasta que la mujer de Hines se acercó a la ventanilla y pregun45 tó a qué hora salía el tren para Jefferson. Dice que en aquel momento estaba ocupado y que, levantando la cabeza, contestó. «Mañana», sin dejar de hacer lo que estaba haciendo. Y que, al cabo de un 50 rato, algo le hizo levantar la vista, y que allí estaban la cara redonda, mirándole, y la pluma, inmóvil en la ventanilla; y que la mujer dijo: 35

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—Quiero dos billetes para ese tren.

“ ‘That train is not due until two —No llega hasta las dos de la mao’clock in the morning,’ the agent says. ñana —dijo el empleado, que no la He didn’ t recognise her either. ‘If you reconoció—. Si quieren llegar antes want to get to Jefferson anytime soon, 60 a J e ff e r s o n m á s l e s v a l e i r a l c e n t r o you’d better go to town and hire a car. y alquilar un automóvil. ¿Saben usDo you know which way town is?’ But tedes en qué lado está la ciudad? he said she just stood there, counting Dice que la mujer seguía allí plantada, nickels and dimes out of that knotted contando monedas de cinco y diez centarag, and he came and gave her the two 65 vos que sacaba del trapo anudado. Y que le tickets and then he looked past her dio los dos billetes y miró un poco más allá through the window and saw Uncle Doc por la ventanilla, y que, al ver a Tío Doc, and he knew who she was. And he said supo quién era la mujer. Y dice que siguiehow they sat there and the folks for the ron sentados, y que llegó la gente para el southbound come in and the train come 70 tren que iba en la otra dirección, y que el and left and they still set there. He said tren llegó y salió, y la pareja seguía senta243

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da. Dice que Tío Doc parecía estar dormihow Uncle Doc still looked like he was do o haber tomado alguna droga o cosa paasleep, or doped or something. And then recida. El tren se marchó, pero algunos no the train went, but some of the folks se fueron hacia la ciudad, sino que se qued i d n ’t g o b a c k t o t o w n . T h e y s t a y e d there, looking in the window, and now 5 daron mirando por la ventana y, de cuando en cuando, entraban y miraban a Tío Doc y and then they would come in and look a su mujer, que seguían sentados en el banat Uncle Doc and his wife setting on the co. Hasta que el empleado apagó la luz de b e n c h , u n t i l t h e a g e n t t u r n e d o ff t h e la sala de espera. lights in the waitingroom. 10 Algunos se quedaron todavía. Miran“Some of the folks stayed, even do por la ventana, podían verlos a los after that. They could look in the dos, sentados en la oscuridad. Es posiwindow and see them setting there in ble que sólo vieran la pluma y la cabeza the dark. Maybe they could see the p l u m e , a n d t h e w h i t e o f U n c l e D o c ’s 15 blanca de Tío Doc. Y después, Tío Doc empezó a desperezarse. No parecía sorhead. And then Uncle Doc begun to prendido de encontrarse en aquel lugar, wake up. It wasn’t like he was surprised ni tampoco de estar en un lugar en donto find where he was, nor that he was de no habría querido estar. Se levantó, where he didn’t want to be. He just roused up, like he had been coasting for 20 simplemente. Como si, después de haber corrido mucho tiempo a rueda libre, nea long time now, and now was the time cesitase ahora poner el motor en marcha. to put on the power again. They could Se oyó que ella le decía «Shhhhhh... hear her saying ‘Shhhhhhh. Shhhhhh » y que él lanzaba grandes griShhhhhhhhh,’ to him, and then his voice would break out. They were still 25 tos. Cuando el empleado entró a encensetting there when the agent turned on der la lámpara y a decirles que el tren de the lights a n d t o l d t h e m t h a t t h e t w o las dos iba a llegar, ellos seguían allí, o’clock train was coming, with her sentados, y la mujer le decía a Tío Doc: saying ‘Shhhhhhh. Shhhhhhhhhhh’ like «Shhhhhh... Shhhhhh» como si fuese un t o a b a b y, a n d U n c l e D o c h o l l e r i n g , 30 niño, y Tío Doc vociferaba: ‘Bitchery and abomination! —¡Puterío y abominación! ¡AbominaAbomination and bitchery!’ ” ción y puterío!»

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Chapter 16 WHEN his knock gets no response, Byron leaves the porch and goes around the house and enters the small, enclosed back yard. He sees the chair at once beneath the mulberry tree. It is a canvas deck chair, mended and faded and sagged so long to the shape of H i g h t o w e r ’s b o d y t h a t e v e n w h e n empty it seems to hold still in ghostly embrace the o w n e r ’s obese shapelessness; approaching, Byron thinks how the mute chair evocative of disuse and supineness and shabby remoteness from the world, is somehow the symbol and the being too of the man himself. That I am going to disturb again,’ he thinks, with that faint lift of lip, thinking Again? The disturbing I have done him, even he will see that that disturbing is nothing now. And on S u n d a y a g a i n . . B u t t h e n I re c k o n Sunday would want to take revenge on him too, being as Sunday was invented by folks.

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Cuando Byron llama y no obtiene respuesta, sale del porche y, rodeando la casa, penetra por detrás en un pequeño patio cerrado. Ve inmediatamente la silla que está bajo la morera. Es una tumbona de cubierta de barco, remendada, desteñida y hundida por el cuerpo de Hightower desde hace tanto tiempo que, incluso vacía, parece seguir conteniendo, en un abrazo espectral, la informe obesidad de su propietario. Mientras se acerca, Byron piensa que aquella silla muda, sugeridora de desuso, de pereza, de miserable alejamiento del mundo, es, en cierto modo, el símbolo e incluso la realidad del propio hombre. «Y voy a perturbar todo esto otra vez», piensa Byron, con su ligero arremangamiento del labio pensando ¿Otra vez? Hasta él se dará cuenta de que lo que le he perturbado no era nada comparado con lo que le perturbaré ahora. Y, además, en domingo otra vez. Pero supongo yo que, como el domingo ha sido inventado por los hombres, también al domingo le gustará vengarse de él.

He comes up behind the chair and 70 Se acerca a la silla por detrás y sumerge looks down into it. Hightower is asleep. su mirada en ella. Hightower está dormido. 244

Faulkner’s Light Upon the swell of his paunch, where the white shirt (it is a clean and fresh one now) balloons out of the worn black trousers, an open book lies face d o w n . U p o n t h e b o o k H i g h t o w e r ’s hands are folded, peaceful, benignant, almost pontifical. The shirt is made after an old fashion, with a pleated though carelessly ironed bosom, and he wears no collar. His mouth is open, the loose and flabby flesh sagging away from the round orifice in which the stained lower teeth show, and from the still fine nose which alone age, the defeat of sheer years, has not changed. Looking down at the unconscious face, it seems to Byron as though the whole man were fleeing away from the nose which holds invincibly to something yet of pride and courage above the sluttishness of vanquishment like a for gotten flag above a ruined fortress. Again light, the reflection of sky beyond the mulberry leaves, glints and glares upon the spectacle lenses, so that Byron cannot tell just when H i g h t o w e r ’s e y e s o p e n . H e s e e s o n l y the mouth shut, and a movement of the folded hands as Hightower sits up. “ Ye s , ” h e s a y s ; “ y e s ? W h o i s — O h , Byron.”

sober adj. & n. 1 not affected by alcohol, sobrio. 2 not given to excessive drinking of alcohol. 3 moderate, well-balanced, tranquil, sedate, serio, formal, sensato, sereno. 4 not fanciful or exaggerated (the sober truth, la pura verdad). 5 (of a colour etc.) quiet and inconspicuous, discreto. — v.tr. & intr. 1 (often foll. by down, up) make or become sober or less wild, reckless, enthusiastic, visionary, serenarse, calmarse, etc. (a sobering thought). 2 Decir con seriedad

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Un libro abierto reposa, boca abajo, sobre la hinchazón de su abdomen, en el lugar en que la camisa blanca (hoy limpia y recién puesta) sale del pantalón negro gastado. Las manos de Hightower están cruzadas sobre el libro, apacibles, benévolas, casi pontificales. La camisa está hecha según la última moda, con pechera plisada, pero mal planchada. No tiene cuello. Hightower tiene la boca entreabierta y la carne fofa y fláccida cuelga alrededor del orificio redondo, en el que aparecen, amarillentos, los dientes inferiores. Cuelga, también, de la nariz, todavía fina, única parte de aquel rostro que la edad y los estragos de unos años penosos no han cambiado todavía. Byron, mirando la cara inconsciente, tiene la sensación de que el hombre entero huye lejos de aquella nariz que se mantiene, invencible, con un resto de orgullo, de valor, que se alza por encima de la pasividad de la derrota como una bandera olvidada sobre una fortaleza en ruinas. La luz, el reflejo del cielo a través de las hojas de la morera, espejea y reluce sobre los cristales de las gafas, y Byron no puede decir exactamente cuándo abre Hightower los ojos. Sólo ve la boca que se cierra y un movimiento de las manos cruzadas cuando Hightower se incorpora. —¿Sí? —dice—. ¿Si»? ¿Quién está ahí?... ¡Ah, Byron!

Byron le mira gravemente. Pero Byron looks down at him, his face no con compasión. Ni con nada: quite grave. But it is not compassionate now. It is not anything: it is just quite 35 s i m p l e m e n t e c o n u n a e x p r e s i ó n sober and quite determined. He says, sobria, decidida. Sin ninguna inwithout any inflection at all: “They flexión en la voz, Byron dice: c a u g h t h i m y e s t e r d a y. I d o n ’t r e c k o n — L e d e t u v i e r o n a y e r. S u p u s e q u e you have heard that any more than you usted no lo sabía, como tampoco supo heard about the killing.” 40 l o d e l a s e s i n a t o . “Caught him?”

—¿Le detuvieron?

“Christmas. In Mottstown. He came —A Christmas. En Mottstown. Ent o t o w n , a n d n e a r a s I c a n l e a r n , h e 45 t r ó e n l a c i u d a d y, s e g ú n m e h a n d i stood around on the street until cho, estuvo paseando por las calles somebody recognised him.” hasta que le reconocieron. “Caught him.” Hightower is sitting —¡Detenido! —ahora, Hightower u p i n t h e c h a i r n o w. “ A n d y o u h a v e 50 e s t á s e n t a d o e n s u s i l l a — . Y h a v e come to tell me that he is—that they nido usted a decirme que está... que have ...” le han... “No. Ain’t anybody done anything — N o . To d a v í a n o l e h a n h e c h o to him yet. He ain’t dead yet. He’s in 55 n a d a . T o d a v í a e s t á v i v o . E n l a the jail. He’s all right.” c á r c e l . To d o v a b i e n . “ A l l r i g h t . Yo u s a y t h a t h e i s a l l — ¡ To d o v a b i e n ! ¡ D i c e u s t e d q u e right. Byron says that he is all right— todo va bien! ¡Byron dice que todo Byron Bunch has helped the woman’s 60 v a b i e n . . . ! B y r o n B u n c h h a a y u d a d o paramour sell his friend for a thousand al amante de la mujer a vender a su dollars, and Byron says that it is all amigo por mil dólares, y Byron dice right. Has kept the woman hidden from que todo va bien. Ha ocultado la muthe father of her child, while that— jer al padre del niño mientras el S h a l l I s a y, o t h e r p a r a m o u r, B y r o n ? 65 o t r o . . . ¿ l e l l a m a r é a m a n t e , B y r o n ? Shall I say that? Shall I refrain from ¿ Vo y a d e c i r e s a p a l a b r a ? ¿ O c u l t a r é the truth because Byron Bunch hides la verdad porque Byron Bunch la it?” oculta? “If public talking makes truth, then 70 —Si la verdad está hecha por la voz púI reckon that is truth. Especially when blica, entonces ésa es la verdad. Sobre todo 245

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tr. Enrique Sordo cuando se enteren de que he conseguido que metiesen a los dos en la cárcel.

they find out that I have got both of them locked up in jail.”

—¿A los dos?

“Both of them?’ 5

—A Brown también. Aunque me pa“Brown too. Though I reckon most rece que la mayor parte de la gente ha folks have about decided that Brown acabado por comprender que ese homwasn’t anymore capable of doing that b r e n o e r a m á s c a p a z d e m a t a r, o d e killing or helping in it than he was in c a t c h i n g t h e m a n t h a t d i d d o i t o r 10 a y u d a r a m a t a r, q u e d e a t r a p a r a l c r i minal. Pero todo el mundo podrá dehelping in that. But they can all say that cir que Byron Bunch ha conseguido Byron Bunch has now got him locked que le encierren. up safe in jail.”

reconcile v.tr. 1make friendly again after an estrangement. 2 (usu. in refl. or passive; foll. by to) make acquiescent or contentedly submissive to (something disagreeable or unwelcome) Acostrumbrado a (was reconciled to failure). 3 settle (a quarrel etc.). 4 a harmonize; make compatible. b show the compatibility of by argument or in practice (cannot reconcile your views with the facts).

“ A h , y e s . ” H i g h t o w e r ’s v o i c e shakes a little, high and thin. “Byron Bunch, the guardian of p u b l i c w e a l a n d m o r a l i t y. T h e gainer, the inheritor of rewards, since it will now descend upon the morganatic wife of— Shall I say that too? Shall I read Byron there too?” Then he begins to cry, sitting huge and lax in the sagging c h a i r . “ I d o n ’ t m e a n t h a t . Yo u k n o w I don’t. But it is not right to bother me, to worry me, when I have—when I have taught myself to stay—have been taught by them to stay— That this should come to me, taking me after I am old, and reconciled to what they deemed—” Once before Byron saw him sit while sweat ran down his face like tears; now he sees the tears themselves run down the flabby cheeks like sweat.

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—¡Ah, sí! exclamó Hightower, con una voz frágil, aguda y temblona—. Byron Bunch, guardián de la moralidad y del bien público, el ganador, el heredero de las recompensas, porque esa recompensa recaerá ahora en la esposa m o rg a n á t i c a d e . . . ¡ D i r é t a m b i é n e s o ? ¿Mezclará también a Byron en eso? Y entonces, Hightower comienza a llorar, enorme y fofo en su tumbona hundida. —No, no he querido decir eso. Usted lo sabe muy bien. Pero no está bien que venga a perturbarme, a atormentarme así, cuando he aprendido a estar... cuando ellos me han enseñado a estar... ¡Que esto me suceda cuando ya soy viejo, cuando me he reconciliado con lo que ellos querían...! Byron le había visto ya en otras ocasiones con las gotas de sudor corriendo por su rostro como si fuese lágrimas, pero esta vez lo que corría por las fláccidas mejillas eran lágrimas que parecían gotas de sudor.

—Ya lo sé. Es muy poca cosa. Moles“I know. It’s a poor thing. A poor tarle por tan poca cosa. Pero, al principio, t h i n g t o w o r r y y o u . I d i d n ’t k n o w. I didn’t know, when I first got into it. Or 40 cuando me metí en este asunto, no lo sabía. I would have ... But you are a man of Si no, no habría... Pero usted es un hombre God. You can’t dodge that.” de Dios. No puede sustraerse a... “I am not a man of God. And not —Yo no soy un hombre de Dios. Y no t h r o u g h m y o w n d e s i r e . R e m e m b e r 45 por mi propio deseo. Recuerde bien esto. that. Not of my own choice that I Si he dejado de ser un hombre de Dios no am no longer a man of God. It was ha sido por mi voluntad. Ha sido por la voby the will, the more than behest luntad, casi sería mejor decir por la orden, [instancia], of them like you and de todas las personas como usted, como ella l i k e h e r a n d l i k e h i m i n t h e j a i l 50 y como él, ese que está en la cárcel, y como yonder and like them who put him todos los que le han encerrado para satisfathere to do their will upon, as they cer sus deseos a costa de él, como los sadid upon me, with insult and tisficieron a costa mía, con la violencia y violence upon those who like them el insulto, para satisfacer sus deseos en sew e r e c r e a t e d b y t h e s a m e G o d a n d 55 res que, igual que ellos, fueron creados por were driven by them to do that Dios y a los que obligaron a hacer aquello which they now turn and rend them por lo que ahora reniegan de ellos y les torfor having done it. It was not my turan. No ha sido por mi voluntad. No lo choice. Remember that.” olvide. 60 “I know that. Because a man ain’ t —Ya lo sé, porque las oportunidades g i v e n t h a t m a n y c h o i c e s . Yo u m a d e que se le dan al hombre para elegir no son your choice before that.” Hightower tan numerosas. Su elección ya estaba hel o o k s a t h i m . “ Yo u w e r e g i v e n y o u r cha —Hightower le mira —. Le dieron a choice before I was born, and you took 65 elegir antes de que yo hubiese nacido, y it before I or her or him either was usted eligió entonces, cuando ni yo, ni born. That was your choice. And I ella, ni tampoco él habíamos nacido. Fue reckon them that are good must suff e r usted quien eligió. Y yo creo que los buefor it the same as them that are bad. The nos deben sufrir tanto como los malos. same as her, and him, and me. And the 70 Tanto como ella, tanto como él, tanto same as them others, that other como yo. Y esa otra mujer, igual que las 246

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tr. Enrique Sordo demás.

woman.”

—¿Esa otra mujer? ¿Otra mujer? ¿Es “That other woman? Another que mi vida tiene que ser violada, es que woman? Must my life after fifty years be violated and my peace destroyed by 5 mi paz tiene que ser destruida por dos mujeres perdidas, Byron? two lost women, Byron?” —Esa otra mujer no es una mujer perdi“This other one ain’t lost now. She da. Ha estado perdida durante treinta años, has been lost for thirty years. But she is found now. She’s his grandmother.” 10 pero se ha reencontrado. Es su abuela. —¿Abuela de quién?

“Whose grandmother?”

—La abuela de Christmas— dijo Byron.

“Christmas’,” Byron says. 15 Waiting, watching the street and the g a t e f r o m t h e d a r k s t u d y w i n d o w, Hightower hears the distant music when it first begins. He does not know that he expects it, that on each Wednesday and Sunday night, sitting in the dark w i n d o w, h e w a i t s f o r i t t o b e g i n . H e knows almost to the second when he should begin to hear it, without recourse to watch or clock. He uses neither, has needed neither for twentyf i v e y e a r s n o w. H e l i v e s d i s s o c i a t e d f r o m m e c h a n i c a l t i m e . Ye t f o r t h a t reason he has never lost it. It is as though out of his subconscious he produces without volition the few crystallizations of stated instances by which his dead life in the actual world had been governed and ordered once. Wi t h o u t r e c o u r s e t o c l o c k h e c o u l d know immediately upon the thought just where, in his old life, he would be and what doing between the two fixed moments which marked the beginning and the end of Sunday morning service and Sunday evening service and prayer service on Wednesday night; just when he would have been entering the church, just when he would have been bringing to a calculated close prayer or sermon. So before twilight has completely faded he is saying to h i m s e l f N o w t h e y a re g a t h e r i n g , approaching along streets slowly and t u r n i n g i n , g re e t i n g o n e a n o t h e r : t h e gro u p s , t h e c o u p l e s , t h e s i n g l e o n e s . There is a little informal talking in the church itself, lowtoned, the ladies constant and a link sibilant with fans, nodding to arriving friends as they pass in the aisle. Miss Carruthers (she was his organist and she has been dead a l m o s t t w e n t y y e a r s ) is among them; soon she will rise and enter the organloft Sunday evening prayer meeting. It has seemed to him always that at that hour man approaches nearest of all to God, nearer than at any other hour of all the seven days. Then alone, of all church gatherings, is there something of that peace which is the promise and the end of the Church. The mind and the heart purged then, if it is ever to be; the week and its whatever disasters finished and summed and expiated by the stern and formal fury 247

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Desde la oscura ventana de su escritorio, Hightower espera, vigila la calle y la verja, y oye la música lejana que comienza. Hightower no sabe que la espera, que todos los miércoles y domingos por la noche, sentado en la oscura ventana, espera que comience. Sabe casi al segundo cuándo deberá comenzar a oírla. No necesita de reloj de bolsillo ni de reloj de pared. No los utiliza nunca, hace veinticinco años que no los necesita. Vive sin contacto con la medida del tiempo. Sin embargo, y por la misma razón, siempre ha tenido conciencia del tiempo. Es como si, con su subconsciente, pudiera producir involuntariamente las escasas cristalizaciones de instantes estáticos que regularon, ordenaron en este mundo su vida muerta. No tenía necesidad de reloj para saber en seguida, sólo con pensarlo, dónde se encontraría él a aquella hora precisa en su antigua vida, lo que estaría haciendo entre los dos límites fijos que señalan el comienzo y el final de los oficios del domingo por la mañana y el domingo por la noche, y de la oración del miércoles por la noche. Habría podido decir exactamente en qué momento habría entrado en la iglesia, y exactamente cuándo habría dado a su oración o a su sermón un final calculado de antemano. Así que, antes de que el crepúsculo se desvanezca por completo, se dice a sí mismo Ahora se reúnen, ahora avanzan lentamente por las calles, entran, se saludan unos a otros, los grupos, las parejas, las personas solas. Hablan con familiaridad, incluso en la iglesia, en voz baja, las señoras agitan sin cesar sus abanicos, cuchichean, saludan con la cabeza a los amigos que entran y pasan por la nave central. La señorita Carruthers (era su organista. Hacía veinte años que había muerto) está entre ellas. En seguida se levantará y se dirigirá hacia el órgano. Oración del domingo por la noche. Siempre le ha parecido que es a esta hora cuando el hombre está más cerca de Dios, más cerca que a ninguna otra hora de los siete días. Es entonces, y no en ninguno de los demás oficios, cuando se siente algo de esa paz que constituye la promesa y el fin último de la Iglesia. Es entonces cuando la mente y el corazón son purgados, si es que lo son alguna vez. Es el final de la semana y de todos los desastres que la semana ha podido traer consigo. Todo ha sido concluido, sumado y expiado por la pa-

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of the morning service; the next week and its whatever disasters not yet born, the heart quiet now for a little while beneath the cool soft blowing of faith and hope. 5

sión austera y ceremoniosa del oficio matutino. La semana siguiente y sus posibles desastres no han nacido todavía. Al soplo suave y fresco de la fe y de la esperanza, el corazón se apacigua por unos instances.

Sitting in the dark window he seems to see them Now they are g a t h e r i n g , e n t e r i n g t h e d o o r. T h e y a re n e a r l y a l l t h e re n o w A n d t h e n h e b e g i n s t o s a y, “ N o w. N o w, ” l e a n i n g a little forward; and then, as though it had waited for his signal, the music b e g i n s . T h e o rg a n s t r a i n s c o m e r i c h and resonant through the summer night, blended, sonorous, with that quality of abjectness and sublimation, as if the freed voices themselves were assuming the shapes and attitudes of crucifixions, ecstatic, solemn, and p r o f o u n d i n g a t h e r i n g v o l u m e . Ye t even then the music has still a quality stern and implacable, deliberate and without passion so much as immolation, pleading, asking, for not love, not life, forbidding it to others, demanding in sonorous tones death as though death were the boon, like all Protestant music. It was as though they who accepted it and raised voices to praise it within praise, having been made what they were by that which the music praised and symbolised, they took revenge upon that which m a d e t h e m s o b y m e ans of the praise itself. Listening, he seems to hear within it the apotheosis of his own h i s t o r y, h i s o w n l a n d , h i s o w n environed blood: that people from which he sprang and among whom he lives who can never take either pleasure o r c a t a s t r o p h e o r e s c a p e f r o m e i t h e r, without brawling over it. Pleasure, ecstasy, they cannot seem to bear: their escape from it is in violence, in drinking and fighting and praying; catastrophe too, the violence identical and apparently inescapable And so why should not their religion drive them to crucifixion of themselves and one another? he thinks. It seems to him that he can hear within the music the declaration and dedication of that which they know that on the morrow they will have to do. It seems to him that the past week has rushed like a torrent and that the week to come, w h i c h w i l l b e g i n t o m o r r o w, i s t h e abyss, and that now on the brink of cataract the stream has raised a single b l e n d e d a n d s o n o r o u s a n d a u s t e r e c r y, not for justification but as a dying salute before its own plunge, and not to any god but to the doomed man in the barred cell within hearing of them and of the two other churches, and in whose crucifixion they too will raise a c r o s s . ‘ A n d t h e y w i l l d o i t g l a d l y, ’ h e s a y s , i n t h e d a r k w i n d o w. H e f e e l s his mouth and jaw muscles tauten with s o m e t h i n g p r e m o n i t o r y, s o m e t h i n g

Sentado en la oscura ventana, Hightower cree verles Ahora se reúnen, franquean la puerta, ya están allí casi todos, ahora Luego comienza a decir: «¡Ahora! ¡Ahora!» inclinándose un poco. Y entonces, como si hubiese estado esperando esa señal, la música comienza. Las ondas del órgano se elevan, opulentas, sonoras, en la noche de verano. En los entrelazados de sus sonoridades hay algo de humilde y de sublime, como si las voces mismas, ya liberadas, adquiriesen la forma, la actitud de crucifixiones extáticas, solemnes y profundas a medida que se inflan los crescendos. Y sin embargo, incluso entonces, la música, como toda música protestante, sigue teniendo algo de severa, de implacable, de terminante. Las ondas sonoras, con más de inmolación que de pasión, solicitan, imploran la negación del amor, la negación de la vida, prohíben el amor, y la vida a los demás, reclaman la muerte, como si la muerte fuese el mayor de los bienes. Es como si, tras haber sido formados por aquello mismo que la música alaba y simboliza, los que lo aceptan y entonan sus alabanzas se sirviesen de estas mismas alabanzas para vengarse de lo que les ha hecho lo que son. Al escuchar esa música, a Hightower le parece percibir la apoteosis de su propia historia, de su propio país, de su propia sangre, de aquellas gentes de las que él ha salido y entre las cuales vive y que nunca pueden gozar de un placer o sufrir por una catástrofe, ni evitarlos tampoco, sin comenzar a discutir sobre ellos. Placer, éxtasis: esas gentes parecen incapaces de soportarlos. Y para evadirse de ellos sólo conocen la violencia, la embriaguez, las batallas, la oración. Y para las catástrofes lo mismo: una violencia idéntica y, al parecer, inevitable Y en esas condiciones, ¿por q u é n o l e s e m p u j a r á l a re l i g i ó n a crucificarse a sí mismos, a crucificarse mutuamente? Hightower cree oír en la música la declaración, la dedicatoria de ese acto que ellos saben que mañana tendrán que realizar. Y le parece que la semana que se termina ha huido como un torrente, y que la semana siguiente, la que va a comenzar mañana, es el abismo, y que ahora, en el borde de la catarata, el torrente ha lanzado un grito único, sonoro, austero, no para justificarse, sino para decir un último adiós antes de la caída, para saludar por última vez, no a un dios, sino al hombre encerrado en su celda enrejada, tan cerca que puede oír, no sólo esta iglesia, sino también los otros dos templos que asimismo plantarán su cruz para crucificarle. «Y lo harán con alegría», dice Hightower, sentado en su oscura ventana. Y siente que los músculos de su boca, de sus mandíbulas, se contraen bajo la acción de una especie de presentimiento, el presentimiento de algo aún más

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Faulkner’s Light more terrible than laughing even. ‘Since to pity him would be to admit selfdoubt and to hope for and need pity t h e m s e l v e s . T h e y w i l l d o i t g l a d l y, g l a d l y. T h a t ’s w h y i t i s s o t e r r i b l e , terrible, terrible.’ Then, leaning forward, he sees three people approach and turn into the gate, in silhouette now against the street lamp, among the shadows. He has already recognised Byron and he looks at the two who follow him. A woman and a man he knows them to be, yet save for the skirt which one of them wears they are almost interchangeable: of a height, and of a width which is twice that of ordinary man or woman, like two bears. He begins to laugh before he can prepare to stop it. ‘If Byron just had a handkerchief about his head, and earrings,’ he thinks, laughing and laughing, making no sound, trying to prepare to stop it in order to go to the door when Byron will knock.

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terrible que la risa. «Y lo harán con alegría, porque tener piedad de él sería como admitir la duda de sí mismos, la esperanza, la necesidad de la piedad para sí mismos. Por eso lo harán con alegría. Y por eso es tan terrible, tan terrible, tan terrible.. Y entonces se inclina y ve que se acercan tres personas. Cruzan la verja. Sus siluetas se destacan sobre el resplandor del farol, entre las sombras. Hightower ha reconocido ya a Byron, y observa a las dos personas que le siguen. Advierte que una de ellas es una mujer y la otra un hombre, aunque, si no fuese por la falda que una de ellas lleva, casi sería posible intercambiarlas. Su anchura, su volumen parecen ser el doble que los de las personas normales. Parecen dos osos. Hightower se ríe sin tener siquiera tiempo para evitarlo. «Solo falta que Byron llevase un pañuelo en la cabeza y aros en las orejas», piensa riéndose, con una risa sin ruido, porque se esfuerza en contenerla para ir hacia la puerta en la que Byron va a llamar.

25 Byron leads them into the study—a dumpy woman in a purple dress and a plume and carrying an umbrella, with a perfectly immobile face, and a man incredibly dirty and apparently incredibly old, with a tobaccostained goat’s beard and mad eyes. They enter not with diffidence, but with something puppetlike about them, as if they were operated by clumsy springwork. The woman appears to be the more assured, or at least the more conscious, of the two of them. It is as though, for all her frozen and mechanically moved inertia, she had come for some definite purpose or at least with some vague hope. But he sees at once that the man is in something like coma, as though oblivious and utterly indifferent to his whereabouts, and yet withal a quality latent and explosive, paradoxically rapt and alert at the same time. “ T h i s i s h e r, ” B y r o n s a y s q u i e t l y. “This is Mrs. Hines.” They stand there, motionless: the woman as though she had reached the end of a long journey and now among strange faces and surroundings waits, quiet, glacierlike, like something made of stone and painted, and the calm, rapt yet latently furious and dirty old man. It is as though neither of them had so much as looked at him, with curiosity or without. He indicates chairs. Byron guides the woman, who lowers herself carefully, clutching the umbrella. The man sits at once. Hightower takes his chair beyond the desk. “What is it she wants to talk to me about?” he says.

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Byron les conduce al escritorio. A la mujer de rostro totalmente inmóvil, rechoncha en su vestido morado, con su pluma y su paraguas; al hombre increíblemente sucio, increíblemente viejo, con su barbita manchada de tabaco y sus ojos de loco. Entran, no con recelo, sino con algo de marionetas accionadas por unos toscos resortes. La que parece más segura de las dos, o por lo menos más c o n s c i e n t e , e s l a m u j e r. C o m o s i a pesar de su inercia helada, como mecánicamente movida, hubiera venido con un propósito determinado o, por lo menos, con una vaga esperanza. Pero Hightower ve en seguida que el hombre está en una especie de coma, ausente y totalmente indiferente a lo que le rodea. No obstante, Hightower siente en él algo explosivo, algo paradójicamente absorto y alerta a la vez.

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—Es ella, es la señora Hines —dice sosegadamente Byron. Hines y su mujer están inmóviles; la mujer, como si hubiera llegado al fin de un largo viaje, silenciosa, glacial, como una estatua de piedra policroma, y 55 esperara ahora entre caras y lugares desconocidos; y el viejo, mugriento, tranquilo, absorto y todo lleno, no obstante, de una furia latente. Se diría que ni uno ni otro han dirigido una mirada a Hightower, con curiosidad o 60 sin ella. Hightower les ofrece unas sillas. Byron conduce a la mujer, que se sienta con muchas precauciones, apretando el paraguas. El hombre se sienta bruscamente. Hightower ocupa su silla detrás del escritorio. 65 —¿Qué quiere decirme esta mujer? — pregunta.

The woman does not move. La mujer no se mueve. Al pareApparent ly she has not heard. She is cer no ha oído. Se halla en el estado l i k e s o m e o n e w h o h a s p e r f o r m e d a n 70 d e q u i e n , t r a s h a c e r u n v i a j e p e n o s o arduous journey on the strength of a y en cumplimiento de una promesa, 249

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se abandona después y espera. promise and who now ceases —Este es el Reverendo Hightower. completely and waits. “This is him,” Cuénteselo. Dígale lo que quiere que sepa Byron says. “This is Reverend —dice Byron. Hightower. Tell him. Tell him what you Y e l l a l e m i r a , c o n e l r o s t r o m u e rwant him to know.” She looks at Byron 5 to. Si hay alguna vida detrás de ese when he speaks, her face quite blank. rostro, es una vida anulada por su If there is inarticulateness behind it, misma inmovilidad; si hay alguna esarticulateness is nullified by the peranza, algún deseo, esa esperanza, immobility of the face itself; if hope or y e a r n i n g , n e i t h e r h o p e n o r y e a r n i n g 10 e s e d e s e o n o s e m a n i f i e s t a n . —Cuéntele. Dígale por qué ha veshow. “Tell him,” Byron says. “Tell him n i d o , p a r a q u é h a v e n i d o a J e ff e r s o n why you came. What you came to —dice Byron. Jef ferson for.” —Porque... —dice la mujer con “ I t w a s b e c a u s e — ” s h e s a y s . H e r 15 una voz brusca y profunda, casi voice is sudden and deep, almost harsh, ronca pero fuerte, como si estuviethough not loud. It is as though she had ra asombrada de haber hecho tanto not expected to make so much noise ruido. Se calla, como sorprendida, when she spoke; she ceases in a sort of astonishment as though at the sound of 20 c o m o s i e l s o n i d o d e s u p r o p i a v o z la hubiese interrumpido, y mira a her own voice, looking from one to the los dos. other of the two faces. —Dígamelo —dice Hightower—. Trate “Tell me,” Hightower says. “Try to tell me.” 25 de decírmelo. —Porque... —y la voz cesa brusca“It’s because I …” Again the voice mente, muere otra vez, ronca pero ceases, dies harshly though still not siempre débil, muerta por su propio raised, as though of its own astonishment. It is as if the three words 30 a s o m b r o . C o m o s i a q u e l l a s p a l a b r a s fueran un obstáculo automático que la were some automatic impediment which voz no pudiese salvar. Y les parece verher voice cannot pass; they can almost la animándose a sí misma para salvarwatch her marshalling herself to go lo—. Dejé de verle antes de que empearound them. “I ain’ t never seen him when he could walk,” she says. “Not for 35 zase a andar —dice—. No le he visto en treinta años. Nunca le volví a ver. thirty years I never saw him. Never Nunca le vi andar por su propio pie ni once walking on his own feet and le oí decir su nombre... calling his own name—” —¡Puterío y abominación! —grita “ B i t c h e r y a n d a b o m i n a t i o n ! ” t h e 40 súbitamente el hombre con voz sonora, man says suddenly. His voice is high, fuerte, penetrante. shrill, strong. “Bitchery and Y se calla. Sólo ha salido de su esabomination!” Then he ceases. Out of tado sonambúlico para gritar las tres his immediate and dreamlike state he shouts the three words with outrageous 45 p a l a b r a s c o n u n a o f e n s i v a b r u s q u e d a d and prophetlike suddenness, and that is de profeta. Nada más. Hightower le all. Hightower looks at him, and then mira, luego mira a Byron. Y Byron at Byron. Byron says quietly: dice reposadamente: “He is their daughter ’s child. He— 50 —Christmas es hijo de su hija. ” with a slight movement of the head Este —y con un ligero movimiento de he indicates the old man, who is now cabeza señala al viejo, que mira a watching Hightower with his bright, Hightower con sus brillantes ojos de mad glare—“he took it right after it was loco —lo cogió en cuanto nació y se b o r n a n d c a r r i e d i t a w a y. S h e d i d n ’ t 55 l o l l e v ó . S u m u j e r n u n c a s u p o l o q u e know what he did with it. She never había hecho con él. Ni siquiera sabía even knew if it was still alive or not si estaba vivo hasta el momento en until—” que... The old man interrupts again, with 60 El viejo interrumpe de nuevo con la misthat startling suddenness. But he does ma brusquedad. Pero esta vez no grita. Hanot shout this time: his voice now is as bla en un tono tan tranquilo y tan sensato c a l m a n d l o g i c a l a s B y r o n ’s o w n . H e como el de Byron; claramente, como a petalks clearly, just a little jerkily: “Yes. queñas sacudidas: Old Doc Hines took him. God give Old 65 —Sí. El viejo Doc Hines se lo lleDoc Hines his chance and so Old Doc vó. Dios le dio a Doc Hines la oportuHines give God His chance too. So out nidad de obrar y Doc se la dio a Él of the mouths of little children God también. Dios manifestó su voluntad used His will. The little children por boca de los niños. Los niños le grihollering Nigger! Nigger! at him in the 70 t a b a n : « ¡ N e g r o , n e g r o ! » e n p r e s e n c i a hearing of God and man both, showing de Dios y de los hombres, manifestan250

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God’s will. And Old Doc Hines said to do la voluntad de Dios. Y el viejo Doc God, ‘But that ain’t enough. Them Hines dijo a Dios: «Con eso no basta. children call one another worse than Los niños se llaman cosas peores que n i g g e r,’ a n d G o d s a i d , ‘ Yo u w a i t a n d «negro».» Y Dios dijo: «Espera y veyou watch, because I ain’t got the time 5 r á s , p o r q u e n o p u e d o p e r d e r e l t i e m p o t o w a s t e n e i t h e r w i t h t h i s w o r l d ’s con todos los puteríos y las inmunsluttishness and bitchery. I have put the d i c i a s d e l m u n d o . Ya l o h e m a r c a d o y mark on him and now I am going to put ahora le voy a dar el conocimiento. Y the knowledge. And I have set you there te he puesto a ti para que le vigiles y to watch and guard My will. It will be 10 p a r a q u e s e c u m p l a m i v o l u n t a d . A t i yours to tend to it and oversee.’ ” His te corresponde verle, mirarle.» voice ceases; his tone does not drop at Su voz cesa, sin bajar el tono. Su all. His voice just stops, exactly like voz se detiene en seco, como cuanwhen the needle is lifted from a do la mano de alguien que no escup h o n o g r a p h r e c o r d b y t h e h a n d o f 15 c h a u n d i s c o l e v a n t a l a a g u j a d e l someone who is not listening to the gramófono. Hightower vuelve los record. Hightower looks from him to ojos hacia Byron, también con una Byron, also almost glaring. mirada casi de loco. “What’s this? What’s this?” he says. 20

—¿Qué es eso? ¿Qué es eso? —dice.

“I wanted to fix it so she could come — Yo h a b r í a p r e f e r i d o a r r e g l a r l a and talk to you without him being cosa de manera que ella viniera a haalong,” Byron says. “But there wasn’ t blar con usted sin que él estuviera prea n y w h e r e t o l e a v e h i m . S h e s a y s s h e 25 s e n t e — d i c e B y r o n — . P e r o n o s a b í a has to watch him. He was trying down dónde dejarlo. Ella dice que tiene que in Mottstown yesterday to get the folks vigilarle. Ay e r, sin darse cuenta, intenworked up to lynch him, before he even tó incitar a la gente de Mottstown para knew what he had done.” que lincharan a Christmas. 30 “ Ly n c h h i m ? ” H i g h t o w e r s a y s . —¿Lincharle? exclama Hightower—. “Lynch his own grandson?” ¿Linchar a su propio nieto? “That’s what she says,” Byron says —Eso es lo que ella dice contesta levelly. “She says that’s what he come 35 Byron en el mismo tono—. Dice que por up here for. And she had to come, with eso ha venido con él. Y ha tenido que him to keep him from doing it.” traérselo para evitar que lo haga. The woman speaks again. Perhaps she has been listening. But there is no more expression on her face now than when she entered; woodenfaced, she speaks again in her dead voice, with almost the suddenness of the man. “For fifty years he has been like that. For more than fifty years, but for fifty years I have suffered it. Even before we were married, he was always fighting. On the very night that Milly was born, he was l o c k e d u p i n j a i l f o r f i g h t i n g . T h a t ’s what I have bore and suffered. He said he had to fight because he is littler than most men and so folks would try to put on him. That was his vanity and his pride. But I told him it was because the devil was in him. And that some day the devil was going to come on him and him not know it until too late, and the devil was going to say, ‘Eupheus Hines, I have come to collect my toll.’ That’s what I told him, the next day after Milly was born and me still too weak to raise my head, and him just out of jail again. I told him so: how right then God had given him a sign and a warning: that him being locked up in a jail on the very hour and minute of his d a u g h t e r ’s b i r t h w a s t h e L o r d ’s o w n token that heaven never thought him fitten to raise a daughter. A sign from God above that town (he was a 251

La mujer habla otra vez. Quizás ha esta40 do escuchando. Pero su cara de madera tiene la misma expresión que cuando entró. Y habla con su voz muerta, casi con la brusquedad de un hombre. —El está así desde hace cincuenta 45 a ñ o s . M á s d e c i n c u e n t a . P e r o y a l e h e a g u a n t a d o d u r a n t e c i n c u e n t a . Ya a n tes de casarnos estaba siempre de pelea. La noche en que nació Milly estaba encerrado en la cárcel por una 50 b r o n c a . E s o e s l o q u e h e t e n i d o q u e a g u a n t a r y s u f r i r. E l c r e í a q u e t e n í a que pelear porque es más pequeño que los demás y decía que la gente trataba de aprovecharse. Ponía en ello su 55 v a n i d a d y s u o r g u l l o , p e r o y o l e d e cía que la causa era que tenía el diablo en el cuerpo y que un día, sin que él se enterara, el diablo le iba a dominar y a decir: —«Eupheus Hines: 60 v e n g o a c o b r a r m e m i s d e r e c h o s . » E s o es lo que le dije al día siguiente de n a c e r M i l l y, c u a n d o y o e s t a b a t a n d é bil que no podía levantar la cabeza y él acababa de salir de la cárcel. Le 65 d i j e q u e e l e s t a r e n l a c á r c e l a l a h o r a y el minuto en que nacía su hija era la advertencia que le hacía Dios de que no le consideraba digno de tener una hija. La señal del Dios de las Al70 t u r a s p a r a d e c i r l e q u e l a c i u d a d ( é l e r a entonces guardafrenos de ferrocarril)

Faulkner’s Light brakeman then, on the railroad) was not doing him anything but harm. And he took it so himself then, because it was a sign, and we moved away from the towns then and after a while he got to be foreman at the sawmill, doing well because he hadn’t begun then to take G o d ’s n a m e i n v a i n a n d i n p r i d e t o justify and excuse the devil that was in h i m . S o w h e n L e m B u s h ’s w a g o n passed that night coming home from the circus and never stopped to let Milly out and Eupheus come back into the house and flung the things out of the drawer until he come to the pistol, I said, ‘Eupheus, it’s the devil. It’s not Milly’s safety that’s quicking you now,’ and he said, ‘Devil or no devil. Devil or no devil,’ and he hit me with his hand and I laid across the bed and watched him—” She ceases. But hers is on a falling inflection, as if the machine had run down in midrecord. Again Hightower looks from her to Byron with that expression of glaring amazement.

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sólo podía hacerle daño. Y él lo aceptó porque era una señal, y fue entonces cuando renunciamos a vivir en las ciudades, y al cabo de cierto tiempo llegó a ser capataz de un aserradero y a p r o s p e r a r, p o r q u e n o h a b í a e m p e z a do todavía a tomar en vano el santo nombre del Señor y a justificar y excusar orgullosamente al diablo que llevaba dentro. Así que, cuando la carreta de Lem Bush pasó una noche de vuelta del circo y no se detuvo p a r a q u e b a j a r a M i l l y, E u p h e u s e n t r ó e n c a s a y h u rg ó e n l o s c a j o n e s e n b u s c a d e l r e v ó l v e r. Y y o l e d i j e : «Eupheus: es el diablo y no la suerte de Milly lo que te agita tanto.» Y él m e c o n te s t ó : « D i a b l o o n o d i a b l o » y me dio una bofetada, y entonces caí sobre la cama y le miré. L a mujer se calla. Su voz cesa en una inflexión decreciente, como si al gramófono se le hubiera agotado la cuerda en la mitad del disco. Y Hightower vuelve de nuevo la mirada a Byron, con la misma expresión de petrificado asombro.

“ T h a t ’s h o w I h e a r d i t t o o , ” B y r o n —Eso es lo que yo oí también —dice says. “It was hard for me to get it Byron—. Y al principio no podía coms t r a i g h t t o o , a t f i r s t . T h e y w e r e l i v i n g 30 prenderlo. El matrimonio vivía entonces at a sawmill that he was foreman of, en un aserradero de Arkansas, en el que over in Arkansas. The gal was about Hines era capataz. La chica tenía unos eighteen then. One night a circus dieciocho años. Una noche pasó un cirpassed the mill, on the way to town. co por delante del aserradero, camino de I t w a s D e c e m b e r a n d t h e r e h a d b e e n a 35 la ciudad. Era en diciembre y había llolot of rain, and one of the wagons vido mucho; una de las caravanas se atasbroke through a bridge close to the có al cruzar un puente cercano al aserramill and the men come to their house dero y los hombres del circo fueron a to wake him up and borrow some despertarles y les pidieron prestada una 40 palanca para desatascar el vehículo. l o g tackle to get the wagon out—” “ I t ’ s G o d ’s a b o m i n a t i o n o f womanflesh!” the old man cries suddenly. Then his voice drops, lowers; it is as though he were merely gaining a t t e n t i o n . H e t a l k s a g a i n r a p i d l y, h i s tone plausible, vague, fanatic, speaking of himself again in the third person. “He knowed. Old Doc Hines knowed. He had seen the womansign of God’s abomination already on her, under her clothes. So when he went and put on his raincoat and lit the lantern and come back, she was already at the door, with a raincoat on too and he said, ‘You get on back to bed,’ and she said, ‘I want to go too,’ and he said, ‘You get on back inside that room,’ and she went back and he went down and got the big tackle from the mill and got the wagon out. Till nigh daybreak he worked, believing she had obeyed the command of the father the Lord had given her. But he ought to knowed. He ought to k n o w e d G o d ’s a b o m i n a t i o n o f womanflesh; he should have knowed the walking shape of bitchery and abomination already stinking in God’s s i g h t . Te l l i n g O l d D o c H i n e s , t h a t knowed better, that he was a Mexican. When Old Doc Hines could see in his 252

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—¡Es la abominación divina de la carne de mujer! —grita súbitamente el viejo. Después su voz desciende, se apaga. Se diría que sólo ha querido atraer la atención. Y luego sigue, velozmente, en un tono natural, vago, fanático, hablando de sí mismo en tercera persona— . El viejo Doc Hines sabía. Había visto ya en ella el signo de la divina abominación de la carne de mujer, había visto el signo debajo de su ropa. Y cuando se puso el impermeable y encendió la lámpara y regresó, ella estaba en la puerta, también con impermeable y él le dijo: «Vete a la cama», y ella contestó: «También yo quiero ir allí», y él le dijo: «Vete a esa habitación.» Y ella entró y él se fue al aserradero, cogió una gran palanca y consiguió sacar al carromato. Trabajó hasta el amanecer creyendo que ella había obedecido la orden paterna que le había dado el Señor. Pero tendría que haber sabido, debería haber sabido la divina abominación de la carne de mujer, debería haber reconocido la forma ambulante del puterío y de la abominación que hedían ya en presencia de Dios. ¡Atreverse a decirle al viejo Doc Hines que el hombre era mexicano cuando el viejo Doc Hines podía ver en la cara del

Faulkner’s Light face the black curse of God Almighty. Telling him—”

tr. Enrique Sordo hombre la negra maldición de Dios Todopoderoso! ¡Decírselo a él...!

“What?” Hightower says. He speaks —¿Qué? —exclama Hightower en voz loudly, as if he had anticipated having 5 alta, como comprendiendo de antemano que t o d r o w n t h e o t h e r ’s v o i c e b y s h e e r tenía que ahogar la voz del otro a la fuerza volume. “What is this?” del volumen—. ¿Qué quiere decir con eso? “It was a fellow with the circus,” —Era uno de los del circo —dijo Byron says. “She told him that the man 10 B y r o n — . L a c h i c a l e d i j o q u e e r a u n was a Mexican, the daughter told him mexicano; se lo dijo cuando el padre la when he caught her. Maybe that’s what atrapó. Es posible que él se lo hubiera the fellow told the gal. But he”—again dicho a la chica. Pero él —dijo Byron, he indicates the old man—“knew señalando al viejo— sabía, no sé cómo, s o m e h o w t h a t t h e f e l l o w h a d n i g g e r 15 que el individuo tenía sangre negra. Es blood. Maybe the circus folks told him. posible que se lo dijeran los del circo. I don’t know. He ain’t never said how No lo sé. Nunca ha dicho cómo se entehe found out, like that never made any ró, como si ese detalle no tuviera imdif ference. And I reckon it didn’t, after portancia. Y creo que, después de la the next night.” 20 noche siguiente, no la tuvo. “The n e x t n i g h t ? ” “I reckon she slipped out that night when the circus was stuck. He says she did. Anyway, he acted like it, and what he did could not have happened if he h a d n ’ t k n o w n a n d s h e h a d n ’t s l i p p e d out. Because the next day she went in to the circus with some neighbors. He let her go, because he didn’t know then that she had slipped out the night before. He didn’t suspect anything even when she came out to get into the n e i g h b o r ’s w a g o n w i t h h e r S u n d a y dress on. But he was waiting for the wagon when it came back that night, listening for it, when it came up the road and passed the house. like it was not. going to stop to let her out. And he ran out and called, and the neighbor stopped the wagon and the gal wasn’ t in it. The neighbor said that she had left them on the circus lot, to spend the night with another girl that lived about s i x m i l e s a w a y, a n d t h e n e i g h b o r wondered how Hines didn’t know about it, because he said that the gal had her grip with her when she got into the wagon. Hines hadn’t seen the grip. And she—” this time he indicates the stonefaced woman; she may or may not be listening to what he is saying—“she says it was the devil that guided him. She says he could not have known anymore than she did, where the gal was then, and yet he come into the house and got his pistol and knocked her down across the bed when she tried to stop him and saddled his horse and rode of f. And she said he took the only short cut he could possibly have taken, choosing it in the dark, out of a half a dozen of them, that would ever have caught up with them. And yet it wasn’t any possible way that he could have known which road they had taken. But he did. He found them like he had known all the time just where they would be, like him and the man that his gal told him was a Mexican had made a 253

—¿La noche siguiente? L a c h i c a s e e s c a p ó , a l p a r e c e r, l a 25 misma noche en que se detuvo el circo. Por lo menos eso dice Hines. De todos modos Hines obró como si la escapada existiera y lo que hizo no habría podido suceder si él no lo hubiera sabido y si 30 ella no se hubiera escapado. Al día siguiente, la chica fue al circo con unos vecinos. Hines la dejó ir, porque entonces no sabía que se había escapado la n o c h e A n t e r i o r. N i s i q u i e r a s o s p e c h ó 35 nada cuando apareció con el vestido dominguero para subir al carro del vecino. Pero, por la noche, se quedo aguardando a que regresara el carro, esperando oír el ruido, y el carro vino por la 40 carretera y pasó por delante de la casa como si no fuera a detenerse para que bajara Milly. Hines echó a correr dando voces y el vecino detuvo el carro, pero la chica no venía en él. El vecino le dijo 45 que Milly les había dejado en el emplazamiento del circo, diciéndoles que iba a pasar la noche en casa de otra chica, a unas seis millas de distancia. Y dijo el vecino que le extrañaba que Hines no lo 50 supiera, porque cuando la chica subió al carro llevaba una maleta. Y Hines no vio la maleta. Y ella —esta vez Byron señala el rostro inmóvil de la mujer, que es posible que escuche lo que él dice, 55 aunque también es posible que no— dice que el que le guió fue el diablo. La mujer dice que su marido no podía estar más enterado que ella de dónde podía estar la chica entonces y que, sin em60 bargo, entró en casa, tomó el revólver y la derribó a ella sobre la cama cuando trató de detenerle, y ensilló un caballo y se fue. Y dice que Hines tomó el único atajo que podía tomar para alcanzar65 les, eligiéndolo en la oscuridad entre media docena. Y que, no obstante, no podía saber qué camino habían tomado. Pero lo sabía. Les encontró como si hubiera sabido en todo momento el lugar 70 exacto donde estaban, como si estuviera citado allí con el hombre que la chica

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date to meet there. It was like he knew. decía que era mexicano. Como si supieIt was pitch dark, and even when he ra dónde tenían que estar. La noche era caught up with a buggy, there wasn’t oscura como boca de lobo y cuando any way he could have told it was the Hines alcanzó el cochecillo no había o n e h e w a n t e d . B u t h e r o d e r i g h t u p 5 modo de saber si era el que él buscaba; b e h i n d t h e b u g g y, t h e f i r s t b u g g y h e pero Hines cabalgó hasta el cochecillo, had seen that night. He rode up on the el primero que vio aquella noche, se puso right side of it and he leaned down, still a su derecha, se inclinó en la oscuridad in the pitch dark and without saying a total y, sin decir una palabra, sin deteword and without stopping his horse, 10 ner el caballo, agarró al hombre, que lo and grabbed the man that might have mismo habría podido ser un desconocibeen a stranger or a neighbor for all he do o un vecino, teniendo en cuenta lo que could have known by sight or hearing. Hines podía saber por sus ojos o por sus Grabbed him by one hand and held the oídos. Lo agarró con una mano, y con la pistol against him with the other and 15 otra, a quemarropa, le pegó un tiro que shot him dead and brought the gal back lo mató. Y se trajo a la chica a casa, a la home behind him on the horse. He left grupa del caballo, dejando al hombre y the buggy and the man both there in the al cochecillo en la carretera. Había vuelroad. It was raining again, too.” to a empezar a llover. 20 He ceases. At once the woman Y cuando se calla Byron, la mujer rombegins to speak, as though she has been pe instantáneamente a hablar, como si huwaiting with rigid impatience for Byron biera estado esperando, con tensa impato cease. She speaks in the same dead, ciencia, a que Byron se callara. Habla en l e v e l t o n e : t h e t w o v o i c e s i n 25 el mismo tono muerto y monótono. Las dos monotonous strophe and antistrophe: voces son como estrofas y antiestrofas, dos two bodiless voices recounting voces sin cuerpo que relatan, como en sueños, algo realizado en un país sin dimendreamily something performed in a siones por seres inmateriales. region without dimension by people — Yo e s t a b a t e n d i d a e n l a c a m a y without blood: “I laid across the bed 30 le oí que salía y oí que el caballo saand I heard him go out and then I heard lía del establo y pasaba al galope por the horse come up from the barn and delante de la casa. Me quedé así, sin pass the house, already galloping. And desnudarme, contemplando la lámpaI laid there without undressing, watching the lamp. The oil was getting 35 r a . C o m o e l p e t r ó l e o i b a b a j a n d o , a l cabo de un rato me levanté, fui a la low and after a while I got up and took cocina, la llené, limpié la mecha, me it back to the kitchen and filled it and desnudé y me eché en la cama dejancleaned the wick and then I undressed do la lámpara encendida. Seguía lloand laid down, with the lamp burning. It was still raining and it was cold too 40 v i e n d o y h a c i a f r í o . A l c a b o d e c i e r t o tiempo oí que el caballo se detenía en and after a while I heard the horse come la veranda y me levanté, me puse el back into the yard and stop at the porch chal y les oí entrar en casa. Oí los paand I got up and put on my shawl and I s o s d e E u p h e u s , y l u e g o l o s d e M i l l y, heard them come into the house. I could h e a r E u p h e u s ’ f e e t a n d t h e n M i l l y ’s 45 q u e s e a p r o x i m a b a n p o r e l v e s t í b u l o . Cuando se abrió la puerta, Milly se feet, and they come on down the hall quedó quieta, con la cara y el pelo to the door and Milly stood there with mojados por la lluvia, lleno de barro the rain on her face and her hair and el vestido nuevo y los ojos cerrados. her new dress all muddy and her eyes shut and then Eupheus hit her and she 50 E u p h e u s l a g o l p e ó y M i l l y c a y ó a l suelo y se quedó quieta con la misma fell to the floor and laid there and she expresión que tenía cuando estaba de d i d n ’t l o o k a n y d i f f e r e n t i n t h e f a c e pie. Y de pie en la puerta, mojado y than when she was standing up. And sucio de barro, Eupheus me dijo: «DeEupheus standing in the door wet and muddy too and he said, ‘You said I was 55 c í a s q u e y o e s t a b a h a c i e n d o l a o b r a del diablo. Pues bien, te traigo la úla t t h e d e v i l ’ s w o r k . We l l , I h a v e tima cosecha del diablo. Pregúntale lo b r o u g h t y o u b a c k t h e d e v i l ’s l a i d b y que tiene dentro. Pregúntale.» Hacía crop. Ask her what she is toting now m u c h o f r í o . Yo e s t a b a m u y c a n s a d a y i n s i d e h e r. A s k h e r. A n d I w a s t h a t tired, and it was cold, and I said, ‘What 60 l e d i j e : « ¿ Q u é h a s u c e d i d o ? » Y é l m e c o n t e s t ó : « Ve a l l í , m i r a e n e l b a r r o y happened?’ and he said, ‘Go back lo verás». Es posible que le hiciera yonder and look down in the mud and creer que era mexicano. Pero a mí no you will see. He might have fooled her me ha engañado. Ni a ella tampoco. that he was a Mexican. But he never fooled me. And he never fooled her. He 65 N o h a t e n i d o n e c e s i d a d . U n a v e z m e dijiste que el diablo me dominaría y never had to. Because you said once me reclamaría sus derechos. Pues that someday the devil would come bien, ya lo ha hecho. Mi mujer me ha down on me for his toll. Well, he has. dado una puta. Pero, cuando ha lleMy wife has bore me a whore. But at least he done what he could when the 70 g a d o e l t i e m p o d e c o b r a r, e l d i a b l o h a hecho al menos lo mejor que podía time come to collect. He showed me the 254

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right road and he held the pistol steady.’

hacer: me enseñó el camino y a sosten e r e l r e v ó l v e r s i n t e m b l a r, .

“And so sometimes I would think how the devil had conquered God. Because we found out Milly was going to have a child and Eupheus started out to find a doctor that would fix it. I believed that he would find one, and sometimes I thought it would be better so, if human man and woman was to live in the world. And sometimes I hoped he would, me being that tired and all when the trial was over and the circus owner come back and said how the man really was part nigger instead of Mexican, like Eupheus said all the time he was, like the devil had told Eupheus he was a nigger. And Eupheus would take the pistol again and say he would find a doctor or kill one, and he would go away and be gone a week at a time, and all the folks knowing it and me trying to get Eupheus to lets move away because it was just that circus man that said he was a nigger and maybe he never knew for certain, and besides he was gone too and we likely wouldn’t ever see him again. But E u p h e u s w o u l d n ’ t m o v e , a n d M i l l y ’s time coming and Eupheus with that pistol, trying to find a doctor that would do it. And then I heard how he was in jail again; how he had been going to church and to prayer meeting at the dif ferent places where he would be trying to find a doctor, and how one night he got up during prayer meeting and went to the pulpit and begun to preach himself, yelling against niggers, for the white folks to turn out and kill them all, and the folks in the church made him quit and come down from the pulpit and he threatened them with the pistol, there in the church, until the law came and arrested him and him like a crazy man for a while. And they found out how he had beat up a doctor in another town and run away before they could catch him. So when he got out of jail and got back home Milly’s time was about on her. And I thought then that he had give up, had seen God’s will at last, because he was quiet about the house, and one day he found the clothes me and Milly had been getting ready and kept hid from him, and he never said nothing except to ask when it would be. Every day he would ask, and we thought that he had give up, that maybe going to them churches or being in jail again had reconciled him like it had on that night when Milly was born. And so the time come and one night Milly waked me and told me it had started and I dressed and told Eupheus to go for the doctor and he dressed and went out. And I got everything ready and we waited and the time when Eupheus and the doctor should have got back come and passed and Eupheus

«A veces yo llegaba a creer que el 5 diablo había triunfado sobre Dios. Cuando descubrimos que Milly estaba embarazada, Eupheus comenzó a buscar un médico que arreglara el asunto. Creí que encontraría alguno y había veces en 10 que pensaba que, si el hombre y la mujer han de vivir en el mundo, sería mejor así. A veces tenía la esperanza de que encontraría alguno y estaba muy cansada cuando llegó el momento final: el 15 dueño del circo volvió por allí y dijo que el hombre tenía sangre negra y que no era mexicano, tal como había dicho Eupheus, tal como el diablo le había dicho a Eupheus. Eupheus tomó de nue20 vo el revólver y dijo que o encontraba un médico o mataba a uno. Y se marchaba y no volvía a veces en una semana y la gente estaba enterada y yo procuraba convencer a Eupheus de que nos mudá25 ramos, porque eso de que el hombre fuera negro lo había dicho el dueño del circo y tal vez no estuviera seguro y que, además, el hombre se había ido y era muy posible que no volviéramos a ver30 le. Pero Eupheus no quería marcharse de allí y a Milly se le acercaba el momento y Eupheus se pasaba la vida buscando, revólver en mano, un médico que arreglara el asunto. Después supe que le ha35 bían metido de nuevo en la cárcel. Supe que entraba en todas las iglesias a buscar un médico, cuando todos estaban rezando, y que una noche se levantó en medio de los rezos, subió al púlpito y 40 empezó a predicar atacando a los negros e incitando a los blancos a que les mataran. Los fieles le hicieron callar y bajar del púlpito, y él les amenazó con el revólver en plena iglesia, y vino la jus45 ticia y le detuvo, y estuvo una temporada como loco. Luego se averiguó que en otro pueblo había dado una paliza a un médico y que se había escapado antes de que le cogieran. Cuando salió de la 50 cárcel, Milly estaba a punto de librar. Y entonces, como lo veía tranquilo en casa, yo creía que quizás había aceptado ya la voluntad de Dios, que quizá había cedido. Un día encontró la canas55 tilla que Milly y yo habíamos preparado a escondidas de él. Y él sólo habló para preguntar qué día iba a ser el nacimiento. Preguntaba todos los días y nosotras creíamos que había cedido, que 60 quizá el frecuentar iglesias y el haber estado en la cárcel le había acostumbrado a la idea, como la noche en que nació Milly. Después, cuando llegó el momento, Milly me despertó una noche y 65 me dijo que ya había empezado. Y yo me vestí y le dije a Eupheus que fuera en busca de un médico y Eupheus se vistió y salió. Yo lo tenía todo preparado, y esperamos. Y pasó la hora en que el mé70 dico y Eupheus deberían haber llegado y ni siquiera había llegado Eupheus.

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Faulkner’s Light wasn’t back neither and I waited until the doctor would have to get there pretty soon and then I went out to the front porch to look and I saw Eupheus setting on the top step with the shotgun across his lap and he said, ‘Get back i n t o t h a t h o u s e , w h o r e ’s d a m , ’ a n d I said, ‘Eupheus,’ and he raised the shotgun and said, ‘Get back into that house. Let the devil gather his own crop: he was the one that laid it by.’ And I tried to get out the back way and he heard me and run around the house with the gun and he hit me with the barrel of it and I went back to Milly and he stood out side the hall door where he could see Milly until she died. And then he come in to the bed and looked at the baby and he picked it up and held it up, higher than the lamp, like he was waiting to see if the devil or the Lord would win. And I was that tired, setting by the bed, looking at his shadow on the wall and the shadow of his arms and the bundle high up on the wall. And then I thought that the Lord had won. But now I don’t know. Because he laid the baby back on the bed by Milly and he went out. I heard him go out the front door and then I got up and built up the fire in the stove and heated some milk.” She ceases ; h e r h a r s h , dr o n i n g voice dies. Across the desk Hightower watches her: the still, stonefaced woman in the purple dress, who has not moved since she entered the room. Then she begins to speak again, without moving, almost without lip movement, as if she were a puppet and the voice that of a ventriloquist in the next room. “And Eupheus was gone. The man that owned the mill didn’t know where he had gone to. And he got a new foreman, but he let me stay in the house a while longer because we didn’t know where Eupheus was, and it coming winter and me with the baby to take care of. And I didn’t know where E u p h e u s w a s a n y m o r e t h a n M r. Gillman did, until the letter came. It was from Memphis and it had a post office moneypaper in it, and that was all. So I still didn’t know. And then in November another moneypaper came, without any letter or anything. And I was that tired, and then two days before Christmas I was out in the back yard, chopping wood, and I come back into the house and the baby was gone. I hadn’t been out of the house an hour, and it looked like I could have seen him when he come and went. But I didn’t. I just found the letter where Eupheus had left it on the pillow that I would put between the baby and the edge of the bed so he couldn’ t roll off, and I was that tired. And I waited, and after Christmas Eupheus come home, and he wouldn’t tell me. He just said that we 256

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Pero seguí esperando, creyendo que el doctor no podía tardar y salí a la puerta del porche para mirar, y vi a Eupheus allí sentado, en el úl t i m o e s c a l ó n , con la escopeta cruzada en las rod i l l a s y m e d i j o : « Vu é l v e t e a c a s a , m a d r e d e p u t a . » Yo l e d i j e « ! E u p h e us!» Y Eupheus levantó la escopeta y dij o : « Vu é l v e t e a c a s a . Q u e e l diablo recoja su propia cosecha; fue él q u i e n l a s e m b r ó . » Yo i n t e n t é s a l i r p o r la puerta trasera, pero Eupheus me oyó, dio la vuelta a la casa con su escopeta y me golpeó con el cañón, y yo volví al lado de Milly. Eupheus se qued ó e n l a p u e r t a d e l corredor, mirando a Milly hasta que Milly murió. Luego se acercó a la cama, miró al niño, lo cogió y lo levantó por encima de la lámpara, como si esperara para ver quién iba a triunfar, el diablo o el Señor. Yo estaba muy cansada, me senté en la cama y contemplé la sombra de Eupheus en la pared y la sombra de sus brazos y el pequeño paquete allá en lo alto. Y pensé que había vencido el Señor Pero ahora ya no lo sé. Porque Eupheus dejó al niño sobre la cama, junto a Milly, y salió. Le oí salir por la puerta de entrada y luego me levanté, encendí el hornillo y calenté l e c h e . La mujer se calla. Su voz ronca, canturreante, se extingue. Y Hightower observa, desde el otro lado de la mesa, a la mujer de rostro de masa, inmóvil, con su vestido morado, a la mujer que no se ha movido desde que entró en la habitación. Luego la mujer empieza de nuevo a hablar, sin moverse, casi sin mover los labios, como si fuera una marioneta y la voz fuera emitida por un ventrílocuo desde la habitación contigua: —Y Eupheus desapareció. El dueño del aserradero no sabía a dónde se había ido y contrató un nuevo capataz, pero en consideración a que se acercaba el invierno y a que yo tenía que cuidar al niño, me permitió que me quedara algún tiempo más e n l a c a s a . Yo n o s a b í a m u c h o m á s que el señor Gillman sobre el paradero de Eupheus hasta que llegó la c a r t a . Ve n í a d e M e m p h i s y s ó l o c o n tenía un cheque postal. Nada más. Yo n o h a b í a p r o g r e s a d o n a d a . L u e go, en noviembre, llegó otro cheque, sin carta, sin nada. Y yo me sentía muy fatigada. Dos días antes de Navidad estaba en el corral cortando l e ñ a y, c u a n d o e n t r é e n c a s a , e l n i ñ o había desaparecido. No había estado fuera ni una hora y me parecía imposible no haber visto a Eupheus a l e n t r a r o a l s a l i r. P e r o n o l o v i . Sobre la almohada que yo había puesto entre el niño y el borde de la cama para que el niño no pudiera caerse, encontré una carta. Y yo me sentía muy cansada, pero esperé. Eupheus volvió a casa después de Navidad y no quiso decirme nada. Lo

Faulkner’s Light were going to move, and I thought that he had already took the baby there and he had come back for me. And he wouldn’t tell me where we were going to move to but it didn’t take long and I was worried nigh crazy how the baby would get along until we got there and he still wouldn’t tell me and it was like we wouldn’t ever get there. Then we got there and the baby wasn’t there and I said, ‘You tell me what you have done with Joey. You got to tell me,’ and he looked at me like he looked at Milly that night when she laid on the bed and died and he said, ‘It’s the Lord God’s abomination, and I am the instrument of His will.’ And he went away the next d a y. a n d I d i d n ’t k n o w w h e r e h e h a d gone, and another moneypaper came, and the next month Eupheus come home and said he was working in Memphis. And I knew he had Joey hid somewhere in Memphis and I thought that that was something because he could be there to see to Joey even if I wasn’t. And I knew that I would have to wait on Eupheus’ w i l l t o k n o w, a n d e a c h t i m e I w o u l d think that maybe next time he will take me with him to Memphis. And so I waited. I sewed and made clothes for Joey and I would have them all ready when Eupheus would come home and I would try to get him to tell me if the clothes fit Joey and if he was all right and Eupheus wouldn’t tell me He would sit and read out of the Bible, loud, without nobody there to hear it but me, reading and hollering loud out of the Bible like he believed I didn’ t believe what it said. But he would not tell me for five years and I never knew whether he took Joey the clothes I made or not. And I was afraid to ask, to worry at him, because it was something that he was there where Joey was, even if I wasn’t. And then after five years he came home one day and he said, ‘We are going to move,’ and I thought that now it would be, I will see him again now; if it was a sin, I reckon we have all paid it out now, and I even forgave Eupheus. Because I thought that we were going to Memphis this time, at l a s t . B u t i t w a s n o t t o M e m p h i s . We c o m e t o M o t t s t o w n . We h a d t o p a s s through Memphis, and I begged him. It was the first time I had ever begged him. But I did then, just for a minute, a second; not to touch him or talk to him or nothing. But Eupheus wouldn’t. We never even left the depot. We got of f of one train and we waited seven hours without even leaving the depot, until the other train come, and we come to Mottstown. And Eupheus never went back to Memphis to work anymore, and after a while I said, ‘Eupheus,’ and he looked at me and I said, ‘I done waited f i v e y e a r s a n d I a i n ’t n e v e r b o t h e r e d you. Can’t you tell me just once if he is dead or not?’ and he said, ‘He is 257

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único que me dijo fue que nos iríamos a otro lugar, y yo pensé que habría dejado allí al niño y que venía a buscarme. No quiso decirme tamp o c o h a c i a d o n d e í b a m o s y, a u n q u e no tardamos mucho en llegar, estaba muerta de miedo por lo que le podía pasar al niño hasta nuestra llegada y el viaje se me hizo interminable. Cuando llegamos y vi que el niño no estaba allí, le dije: «Dime q u é h a s h e c h o c o n J o e y. Ti e n e s q u e decírmelo.» Eupheus me miró como había mirado a Milly la noche en que dio a luz y murió, y contestó: «Es la abominación de Nuestro Señor y yo soy el instrumento de su voluntad.» Y se marchó al otro día. No supe a dónde. Llegó otro cheque postal y al mes siguiente apareció Eupheus en casa y me dijo que estaba trabajand o e n M e m p h i s . Yo c r e í a q u e h a b í a ocultado a Joey en Memphis, en alguna parte, y que eso era algo, ya que él podría verlo aunque yo no lo viera. Y sabía que tenía que esperar hasta que a Eupheus le diera la gana de decírmelo, y siempre estaba pensando en que la próxima vez me llevaría a Memphis. Y esperé. Cosía r o p a p a r a J o e y y, c a d a v e z q u e Eupheus venía a casa, procuraba que me dijera si la ropa tendría la medida de Joey y si Joey estaba bien, pero Eupheus no me decía ni una palabra. Se sentaba y leía su Biblia en voz alta. No había nadie que pudiera oírle más que yo, pero la leía a gritos, como si pensara que yo no creía lo que decía. Pero no me dijo ni una palabra en cinco años y ni siquiera supe si le llevaba a Joey las r o p a s q u e y o l e h a c í a . Te n í a m i e d o de preguntarle, de molestarle, porque pensaba que ya era algo que él estuviera donde estaba Joey aunque yo no estuviese. Y luego, al cabo de cinco años, vino un día a casa y me dijo: «Nos mudamos.» Pensé que al fin iba a volver a ver a Joey; si era un pecado, lo habíamos expiado ya; y hasta perdoné a Eupheus creyendo que aquella vez iríamos, por fin, a Memphis. Pero no fuimos a M e m p h i s . Vi n i m o s a M o t t s t o w n . Te n í a m o s q u e p a s a r p o r M e m p h i s y, por primera vez en mi vida, le supliqué que me dejara verlo un minuto, un segundo, que no le tocaría, ni le hablaría, ni nada. Eupheus se negó. No salimos de la estación. Bajamos de un tren y esperamos siete horas sin salir de la estación hasta que llegó el otro tren y vinimos a Mottstown. Y Eupheus no volvió a t r a b a j a r e n M e m p h i s y, a l c a b o d e a l gún tiempo, le dije: «Eupheus.» Eupheus me miró y le dije: «No te he molestado en cinco años. ¿Quieres decirme de una vez si el niño vive o ha muerto?» Y él me contes-

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dead,’ and I said, ‘Dead to the living tó: «Ha muerto.» Y yo le dije: «¿Ha world, o r just dead to me? If he is just muerto para el mundo de los vivos o dead to me, even. Tell me that much, nada más que para mí? Si sólo ha because in five years I have not bothered muerto para mí, dímelo.» Y Eupheus you,’ and he said, ‘He is dead to you and 5 d i j o : « H a m u e r t o p a r a t i y p a r a m í y to me and to God and to all God’s world para Dios y para el reino de Dios por forever and ever more.’ ” siempre jamás.» She ceases again. Beyond the desk Hightower watches her with that quiet and desperate amazement. Byron too is motionless, his head bent a little. The three of them are like three rocks above a beach, above ebbtide, save the old man. He has been listening now, almost attentively, with that ability of his to flux instantaneously between complete a t t e n t i o n t h a t d o e s n o t s e e m t o h e a r, and that comalike bemusement in which the stare of his apparently inverted eye is as uncomfortable as though he held them with his hand. He cackles, suddenly, bright, loud, mad; he speaks, incredibly old, incredibly dirty. “It was the Lord. He was there. Old Doc Hines give God His chance too. The Lord told Old Doc Hines what to do and Old Doc Hines done it. Then the Lord said to O l d D o c H i n e s , ‘ Yo u w a t c h , n o w. Wa t c h M y w i l l a - w o r k i n g . ’ A n d O l d Doc Hines watched and heard the mouths of little children, of God’s own fatherless and motherless, putting His words and knowledge into their mouths even when they couldn’t know it since they were without sin yet, even the girl ones without sin and bitchery yet: Nigger! Nigger! in the innocent mouths of little children. ‘What did I tell you?’ God said to Old Doc Hines. ‘And now I’ve set My will to working and now I’m gone. There ain’t enough sin here to keep Me busy because what do I care for the fornications of a slut, since that is a part of My purpose too,’ and Old Doc Hines said, ‘How is the f o r n i c a t i o n s o f a s l u t a p a r t o f Yo u r purpose too?’ and God said, ‘You wait and see. Do you think it is just chanceso that I sent that young doctor to be the one that found My abomination laying wrapped in that blanket on that doorstep that Christmas night? Do you think it was just chanceso that the Madam should have been away that night and give them young sluts the chance and call to name him Christmas in sacrilege of My son? So I am gone now, because I have set My will a-working and I can leave you here to watch it. So Old Doc Hines he w a t c h e d . a n d h e w a i t e d . F r o m G o d ’s own boiler room he watched them children, and the devil’s walking seed unbeknownst among them, polluting the earth with the working of that word on him. Because he didn’t play with. t h e o t h e r c h i l d r e n n o m o r e n o w. H e stayed by himself, standing still, and then Old Doc Hines knew that he was listening to the hidden warning of 258

Y la mujer se calla de nuevo. Detrás de 10 la mesa Hightower la observa, con un asombro reposado, desesperanzado. También Byron está inmóvil, con la cabeza baja. Los tres son como tres rocas en una playa con la marea baja. En cuanto al vie15 jo, ha estado escuchando casi con atención, con su habilidad para pasar instantáneamente de una atención perfecta que no parece oír a ese estado de abstracción semejante al coma y en el cual la mirada fija 20 de sus ojos, aparentemente invertidos, es tan desagradable de ver como si los tuviera en la mano. Y de pronto, el viejo, increíblemente viejo e increíblemente sucio, con una voz sonora y loca, habla: —Fue el Señor. El Señor estaba allí. 25 El viejo Doc Hines le dio su oportunidad. El Señor dijo al viejo Doc Hines lo que tenía que hacer, y el viejo Doc Hines lo hizo. Luego el Señor dijo al viejo Doc 30 Hines: «Ahora mira, mira y verás cómo se cumple mi voluntad.» Y el viejo Doc Hines observó y vio que los niños, los huérfanos de Dios, sin darse cuenta, puesto que todavía no conocían el pecado y 35 hasta las chicas estaban limpias de pecado y de puterío, ponían en sus bocas inocentes las palabras de Dios y lo que Dios sabía, cuando le llamaban: «¡Negro! ¡Negro!» «¿Qué te había dicho?», le pregun40 tó Dios al viejo Doc Hines. «Ahora que mi voluntad se va a cumplir, me voy. No hay aquí bastante pecado para preocuparme por ello. Porque, ¿qué me importan las fornicaciones de alguna inmunda, si son 45 también parte de mis designios?» Y el viejo Doc Hines preguntó: «¿Cómo pueden ser parte de vuestros designios las fornicaciones de una inmunda?» Dios contestó: «Espera y lo verás. ¿Crees que 50 fue casualidad el que yo enviara a aquel médico joven para que encontrara mi abominación envuelta en una manta, a la puerta de aquella casa, en aquella noche de Navidad? ¿Crees que fue casualidad el que la 55 directora se encontrara ausente aquella noche y que las jóvenes inmundas tuvieran oportunidad de llamarle Christmas, en un sacrilegio para con mi Hijo? Ahora me voy, porque mi voluntad se 60 va a cumplir y te dejo a ti para que vigiles.» Y el viejo Doc Hines vigiló y esperó. Desde el cuarto de la caldera de Dios vigiló a los niños y la ambulante semilla del diablo que todos ignoraban y que 65 contaminaba la tierra por el efecto de aquella palabra que le arrojaban a la cara. Porque, ahora, Christmas no jugaba ya con los demás niños. Permanecía solo, muy quieto. Y el viejo Doc Hines sabía 70 que oía dentro de sí mismo la amenaza oculta de la maldición de Dios, y el vie-

Faulkner’s Light God’s doom, and Old Doc Hines said to him, ‘Why don’t you play with them other children like you used to?’ and he didn’t say nothing and Old Doc Hines said, ‘Is it because they call you nigger?’ and he didn’t say nothing and Old Doc Hines said, ‘Do you think you are a nigger because God has marked your face?’ and he said, ‘Is God a nigger too?’ and Old Doc Hines said, ‘He is the Lord God of wrathful hosts, His will be done. Not yours and not mine, because you and me are both a part of His purpose and His vengeance.’ And he went away and Old Doc Hines watched him hearing and listening to the vengeful will of the Lord, until Old Doc Hines found out how he was watching the nigger working in the yard, following him around the yard while he worked, until at last the nigger said, ‘What you watching me for, boy?’ and he said, ‘How come you are a nigger?’ and the nigger said, ‘Who told you I am a nigger, you little white trash bastard?’ and he says, ‘I ain’t a nigger,’ a n d t h e n i g g e r s a y s , ‘ Yo u a r e w o r s e than that. You don’t know what you are. And more than that, you won’t never k n o w. Yo u ’ l l l i v e a n d y o u ’ l l d i e a n d y o u w o n ’ t n e v e r k n o w, ’ a n d h e s a y s , ‘God ain’t no nigger,’ and the nigger says, ‘I reckon you ought to know what God is, because don’ t nobody but God know what you is.’ But God wasn’t t h e r e t o s a y, b e c a u s e H e h a d s e t H i s will to working and left Old Doc Hines to watch it. From that very first night, when He had chose His own Son’s sacred anniversary to set it a-working on, He set Old Doc Hines to watch it. It was cold that night, and Old Doc Hines standing in the dark just behind the corner where he could see the doorstep and the accomplishment of the L o r d ’s w i l l , a n d h e s a w t h a t y o u n g doctor coming in lechery and fornication stop and stoop down and raise the Lord’s abomination and tote it into the house. And Old Doc Hines he followed and he seen and heard., He watched them young sluts that was desecrating the Lord’s sacred anniversary with eggnog and whiskey i n t h e M a d a m ’s a b s e n c e , o p e n t h e blanket. And it was her, the Jezebel of t h e d o c t o r , t h a t w a s t h e L o r d ’s instrument, that said, ‘We’ll name him Christmas,’ and another one said, ‘What Christmas. Christmas what,’ and God said to Old Doc Hines, ‘Tell them,’ and they all looked at Old Doc Hines with the reek of pollution on them, hollering, ‘Why, it’s Uncle Doc. Look what Santa Claus brought us and left on the doorstep, Uncle Doc,’ and Old Doc Hines said, ‘His name is Joseph,’ and they quit laughing and they looked at Old Doc Hines and the Jezebel said, ‘How do you know?’ and Old Doc Hines said, ‘The Lord says so,’ and 259

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jo Doc Hines le dijo: «Por qué no juegas ya con los demás como jugabas antes?» Y Christmas no respondió nada, y el viejo Doc Hines le dijo «¿Es porque te llaman negro?» Y Christmas no contestó. Y el viejo Doc Hines le dijo: «¿Crees que eres negro porque Dios te ha marcado la cara?» Y Christmas preguntó: «¿También Dios es negro?» Y el viejo Doc Hines le contestó: «Dios es el Señor, el Dios de los Ejércitos, y su voluntad se hará. No la tuya ni la mía, porque tú y yo somos parte de sus designios, parte de su venganza.» Christmas se alejó. Y el viejo Doc Hines le observaba y veía que escuchaba la voluntad vengadora del Señor. El viejo Doc Hines observó que se dedicaba a mirar al negro que trabajaba en el patio y a seguirle mientras trabajaba, hasta que el negro le dijo una vez: «¿Por qué me miras, muchacho?» Y Christmas le preguntó: «¿Por qué eres negro?» Y el negro le dijo: «¿Quién te ha dicho que soy negro, maldito bastardo blanco?» Y Christmas le contestó: «Yo no soy negro.» Y el negro le dijo: «Tú eres peor que negro. No sabes lo que eres. Y más que eso: nunca lo sabrás. Vivirás, morirás y no lo sabrás nunca.» Y Christmas le dijo: «Dios no es negro.» Y el negro le contestó: «Tú deberías saber lo que es Dios, porque Dios es el único que sabe lo que eres tú.» Pero Dios no estaba allí para decirlo, porque había puesto su voluntad en marcha y se había ido, dejando al viejo Doc Hines de vigilante. Desde la primera noche, desde que eligió el aniversario de su propio Hijo para poner su voluntad en marcha, había dejado al viejo Doc Hines de vigilante. Aquella noche hacía frío. Y el viejo Doc Hines estaba allí, en la oscuridad, justo en la esquina, desde donde podía ver la escalera y cómo iba a cumplirse la voluntad del Señor; y vio que el joven médico venía de la lujuria y de la fornicación y que se agachaba para recoger la abominación de Dios y que la metía en la casa. El viejo Doc Hines le siguió, y vio y oyó. Vio que las jóvenes inmundas, que en ausencia de la directora profanaban con ponches de huevo y whisky el sagrado aniversario del Señor, abrían la manta. Y fue ella, la Jezabel del médico, la que hizo de instrumento del Señor y dijo: «Le Llamaremos Christmas.» Y otra dijo: «¿Christmas qué?» Y Dios dijo al viejo Doc Hines: «Díselo tú.» Y todas ellas, exhalando un vaho de inmundicia, miraron al viejo Doc Hines y gritaron: «¡Si es el Tío Doc! Mire lo que Santa Claus nos ha traído, lo que nos ha dejado en la puerta.» Y el viejo Doc Hines dijo: «Se llama Joseph.» Y ellas cesaron de reír y miraron al viejo Doc Hines, y la Jezabel dijo: «¿Cómo lo sabe usted?» Y el viejo Doc Hines contestó: «Lo dice el Señor.» Y se echaron de nuevo a reír, gritando: «Está en la Escritura: Christmas, el hijo de Joe, Joe el hijo de

Faulkner’s Light then they laughed again, hollering, ‘It is so in the Book: Christmas, the son of Joe. Joe, the son of Joe. Joe C h r i s t m a s , ’ t h e y s a i d , ‘ To J o e Christmas,’ and they tried to make Old D o c H i n e s d r i n k t o o , t o t h e L o r d ’s abomination, but he struck the cup aside. And he just had to watch and to wait, and he did and it was in the Lord’s good time, for evil to come from evil. And the doctor ’s Jezebel come running from her lustful bed, still astink with s i n a n d f e a r. ‘ H e w a s h i d b e h i n d t h e bed,’ she says, and Old Doc Hines said, ‘ Yo u u s e d t h a t p e r f u m e d s o a p t h a t tempted your own undoing, for the Lord’s abomination and outrage. Suffer it,’ and she said, ‘You can talk to him. I h a v e s e e n y o u . Yo u c o u l d p e r s u a d e him,’ and Old Doc Hines said, ‘I care no more for your fornications than God does,’ and she said, ‘He will tell and I will be fired. I will be disgraced.’ Stinking with her lust and lechery she was then, standing before Old Doc Hines with the working of God’s will on her that minute, who had outraged the house where God housed His f a t h e r l e s s a n d m o t h e r l e s s . ‘ Yo u a i n ’t nothing,’ Old Doc Hines said. ‘You and all sluts. You are a instrument of God’s wrathful purpose that nere a sparrow can fall to earth. You are a instrument of God, the same as Joe Christmas and Old Doc Hines. And she went away and Old Doc Hines he waited and he watched and it wasn’t long before she come back and her face was like the face of a ravening beast of the desert. ‘I fixed him,’ she said, and Old Doc Hines said, ‘How fixed him,’ because it was not anything that Old Doc Hines d i d n ’t k n o w b e c a u s e t h e L o r d d i d n o t keep His purpose hid from His chosen instrument, and Old Doc Hines said, ‘You have served the foreordained will of God. You can go now and abominate H i m i n p e a c e u n t i l t h e D a y, ’ a n d h e r face looked like the ravening beast of the desert; laughing out of her rotten colored dirt at God. And they come and took him away. Old Doc Hines saw him go away in the buggy and he went back to wait for God and God come and He said to Old Doc Hines, ‘You can go too n o w. Yo u h a v e d o n e M y w o r k . T h e r e is no more evil here now but womanevil, not worthy for My chosen instrument to watch.’ And Old Doc Hines went when God told him to go. But he kept in touch with God and at night he said, ‘That bastard, Lord,’ and God said, ‘He is still walking My earth,’ and Old Doc Hines kept in touch with God and at night he said, ‘That bastard, Lord,’ and God said, ‘ H e i s s t i l l w a l k i n g M y earth,’ and Old Doc Hines kept in touch with God and one night he wrestled and he strove and he cried aloud, ‘That bastard, Lord! I feel! I feel the teeth and the fangs of 260

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Joe, Joe Christmas», dijeron. «A la salud de Joe Christmas», y trataron de que también el viejo Doc Hines bebiera a la salud de la abominación de Dios, pero el viejo Doc Hines derramó el vaso. Y el viejo Doc Hines ya sólo tenía que vigilar y esperar (y vigiló y esperó porque así estaba dispuesto por Dios) a que el mal saliese del mal. Y la Jezabel del médico vino un día corriendo de su cama de lujuria, hediendo todavía a pecado y a miedo: «Christmas estaba escondido detrás de la cama», le dijo, y el viejo Doc Hines dijo: «Has usado ese jabón perfumado que te llevó a la perdición, lo has empleado para abominación del Señor y para ofenderle. Soporta las consecuencias.» Y ella dijo: «Usted puede hablar con él. Ya le he visto hacerlo. Podría persuadirle.» Y el viejo Doc Hines le dijo: «No me importan sus fornicaciones más de lo que le importan a Dios.» Y ella dijo: «Lo va a contar y me echarán. Será mi deshonra.» La voluntad de Dios se cumplía en ella en aquel instante, se cumplía sobre la mujer que había ultrajado la casa en que Dios albergaba a sus huérfanos y que ahora estaba delante del viejo Doc Hines hediendo a lujuria y a impudor. «Tú no eres nada, dijo el viejo Doc Hines; ni tú ni todas las inmundas como tú. Sólo sois un instrumento de la venganza de Dios, sin el cual ni siquiera un gorrión se puede caer del nido. Sois un instrumento de Dios, lo mismo que Joe Christmas y que el viejo Doc Hines.» Y la Jezabel se alejó, y el viejo Doc Hines esperó y vigiló y no pasó mucho tiempo antes de que volviera la Jezabel con una cara como la de los animales feroces del desierto. «Ya lo he arreglado», dijo, y el viejo Doc Hines le preguntó: «¿Cómo?», pues no se trataba de algo que el viejo Doc Hines ignorara, ya que el Señor no ocultaba sus propósitos al instrumento que había elegido. Y el viejo Doc Hines le dijo: «Has servido a la voluntad preestablecida del Señor. Ahora puedes ir a ofenderle en paz hasta el Día del Juicio.» Y cuando se rió de Dios a través de la roja inmundicia de su boca, su cara parecía la de una voraz fiera del desierto. Y luego vinieron y se lo llevaron. El viejo Doc Hines vio que se lo llevaban en una carreta y regresó a esperar a Dios, y Dios vino y le dijo: «Tú también puedes irte. Has hecho mi trabajo. Aquí sólo hay pecados de mujeres y no vale la pena que el instrumento elegido por mí se quede a vigilar.» Y el viejo Doc Hines se fue en cuanto el Señor le dijo que se fuera. Pero siguió comunicándose con Dios y, por las noches, le decía: «¿Y ese bastardo, Señor?» Y Dios decía: «Todavía camina por la superficie de mi tierra.» Y el viejo Doc Hines siguió comunicándose con Dios y una noche se rebeló, luchó, gritó: «¿Y el bastardo, Señor? ¡Lo siento! ¡Siento los dientes, los colmillos del mal!» Y el

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tr. Enrique Sordo Señor dijo: «Es ese bastardo. Tu obra no está acabada aún. Ese bastardo es una inmundicia, una abominación en la faz de mi tierra.»

evil!’ and God said, ‘It’s that bastard. Yo u r w o r k i s n o t d o n e y e t . H e ’s a pollution and a abomination on My earth.’ ” 5

muse on contar, reflexionar, meditar, elucubrar 1 intr. a (usu. foll. by on, upon) ponder, reflect. b (usu. foll. by on) gaze meditatively (on a scene etc.). 2 tr. say meditatively. knead v.tr. 1 a work (a yeast mixture, clay, etc.) into dough, paste, etc. by pummelling. b make (bread, pottery, etc.) in this way. 2 blend or weld together (kneaded them into a unified group). 3 massage (muscles etc.) as if kneading. Amasar, masajear

The sound of music from the distant church has long since ceased. Through the open window there comes now only the peaceful and myriad sounds of the summer night. Beyond the desk Hightower sits, looking more than ever like an awkward beast tricked and befooled of the need for flight, brought now to bay by those who tricked and fooled it. The other three sit facing him; almost like a jury. Two of them are also motionless, the woman with that stonevisaged patience of a waiting rock, the old man with a spent quality like a charred wick of a candle from which the flame has been violently b l o w n a w a y. B y r o n a l o n e s e e m s t o possess life. His face is lowered. He seems to muse upon o n e h a n d w h i c h lies upon his lap, the thumb and forefinger of which rub slowly together with a kneading motion while he appears to watch with musing absorption. When Hightower speaks, Byron knows that he is not addressing him, not addressing anyone in the room at all. “What do they want me to do?” he says. “What do they think, hope, believe, that I can do?”

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Hace tiempo que ha cesado el sonido de la música en la iglesia lejana. Por la ventana abierta ya sólo llega la miríada de ruidos apacibles de la noche de verano. Hightower está sentado detrás de su mesa. Ahora parece más torpe que nunca, más torpe que un animal al que hubieran burlado, engañado en su necesidad de huida, acorralado ahora por los que le habían burlado, engañado. Los otros tres están allí, sentados frente a él, casi como los miembros de un jurado. Dos de ellos también están inmóviles: la mujer de rostro amasado, inmóvil como una roca que espera; el viejo, casi agotado, como la mecha carbonizada de una vela cuya llama hubiese sido soplada demasiado bruscamente. Sólo Byron parece estar vivo. Baja la cabeza. Parece contemplar un a d e s u s m a n o s apoy a d a e n s u s r o d i l l a s . J u n t a s u s d e dos índice y pulgar y los frota como s i a m a s a r a a l g o . P a r e c e r e f l e x i o n a r, perdido en su meditación. Cuando Hightower habla, Byron sabe que no es a él a quien se dirige, que no se dirige a nadie que esté en la habitación. —¿Qué quieren que haga? —dice Hightower—. ¿Qué creen, qué piensan, que esperan que puedo hacer yo?

35 Then there is no sound; neither the Ningún sonido le responde. man nor the woman have heard, Aparentemente, ni el hombre ni la apparent l y. Byron does not expect the mujer le han oído. Byron no cuenman to hear. ‘He don’t need any help,’ ta con lo que el hombre oiga. «No he thinks. ‘Not him. It’s hindrance he 40 n e c e s i t a a y u d a — p i e n s a — , s i n o needs’; thinking remembering the más bien que le encierren.» Piencomastate of dreamy yet maniacal sa, recuerda aquel estado comatosuspension in which the old man had s o d e s u s p e n s i ó n m e d i t a b u n d a y, moved from place to place a little no obstante, alienada en la que el b e h i n d t h e w o m a n s i n c e h e h a d m e t 45 v i e j o h a e s t a d o . « L o q u e n e c e s i t a them twelve hours ago. ‘It’s es que le encierren. Me parece que h i n d r a n c e h e n e e d s . I r e c k o n i t ’s a no sólo sería ella la que se alegragood thing for more folks than her ría de que se le impidiese hacer that he is wellnigh helpless.’ He is d a ñ o . » M i r a a l a m u j e r. Y d i c e w a t c h i n g t h e w o m a n . H e s a y s q u i e t l y, 50 s u a v e m e n t e , c a s i t i e r n a m e n t e : a l m o s t g e n t l y : “Go on. Tell him what —Ande, dígale lo que quiere decirle. El you want. He wants to know what you reverendo quiere saber lo que usted quiere want him to do. Tell him.” que haga. Dígaselo.

tentative vacilante, cauteloso tentative 1 done by way of trial, experimental. 2 hesitant, not definite (tentative suggestion; tentative acceptance).

“ I t h o u g h t m a y b e — ” s h e s a y s . 55 —He pensado que tal vez... She speaks without stirring. Her La mujer habla sin moverse. Su voz voice is not tentative so much as es más torpe que tímida, como si se vier u s t y, a s i f i t w e r e b e i n g f o r c e d t o ra obligada a expresar una cosa ajena try to say something outside the al mundo de las cosas que se pueden p r o v i n c e o f b e i n g s a i d a l o u d , o f 60 decir en voz alta, una de esas cosas que being anything save felt, known. sólo se pueden sentir o conocer. “Mr. Bunch said that maybe—” —El señor Bunch me ha dicho que tal vez... “What?” Hightower says. He —¿Qué? —dice Hightower. Habla secas p e a k s s h a r p l y , i m p a t i e n t l y , h i s 65 mente, con la aguada voz llena de impacienvoice a little high; he too has not cia. Tampoco él se ha movido. Está derrummoved, sitting back in the chair, bado en su sillón, con las manos apoyadas his hands upon the armrests. en los brazos del mismo. “What? That what?” —He pensado... 70 “I thought ...” The voice dies again. La voz se apaga de nuevo. Por la ventana 261

Faulkner’s Light Beyond the window the steady insects w h i r r. T h e n t h e v o i c e g o e s o n , f l a t , toneless, she sitting also with her head bent a little, as if she too listened to the voice with the same quiet intentness: “He is my grandson, my girl’s little boy. I just thought that if I . . . i f h e . . . ” B y r o n l i s t e n s q u i e t l y, t h i n k i n g I t ’s r i g h t f u n n y. Yo u ’ d t h i n k they had done got swapped somewhere. Like it was him ‘that had a nigger grandson waiting to be hung The voice goes on. “I know it ain’t right to b o t h e r a s t r a n g e r. B u t y o u a r e l u c k y. A b a c h e l o r, a s i n g l e m a n t h a t could grow old without the despair of love. But I reckon you couldn’t never see it even if I could tell it right. I just thought that maybe if it could be for one day like it hadn’t happened. Like folks never k n e w h i m a s a m a n t h a t h a d k i l l e d ...” The voice ceases again. She has not stirred. It is as though she listened to it cease as she listened to it begin, with the same interest, the same quiet unastonishment.

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llega el zumbido continuo de los insectos. Luego, la voz sigue hablando, plana, átona. La mujer también está sentada, con la cabeza un poco agachada, como si escuchase su propia voz con el mismo tranquilo interés. —Es mi nieto, el hijo de mi hija. He pensado que si yo... que si él... Byron escucha tranquilamente, pensando Es curioso. Se diría que le han cambiado. Se diría que es él quien tiene un nieto negro a punto de ser colgado La voz continúa: —Ya sé que no debería venir a molestar a un desconocido. Pero usted tiene suerte. Un soltero. Un hombre solo que ha podido envejecer sin llegar a conocer la desesperación de amar. Aunque estoy segura de que usted no podría comprenderlo, por muy bien que se lo explicara. He pensado que si, sólo por un día, las cosas pudieran ser como si no hubiese pasado nada, como si la gente no hubiera descubierto que es él el asesino... La voz cesa de nuevo. La mujer no se ha movido. Se diría que oye detenerse a su propia voz como antes la ha oído comenzar, con el mismo interés, con la misma tranquila indiferencia.

—Continúe —dice Hightower con la mis“Go on,” Hightower says, in that high impatient voice; “go on.” 30 ma voz aguda e impaciente—. ¡Continúe! “I never saw him when he could walk and talk. Not for thirty years I never saw him. I am not saying he never did what they say he did. Ought not to suffer for it like he made them that loved and lost suffer. But if folks could maybe just let him for one day. Like it hadn’t happened yet. Like the world never had anything against him yet. Then it could be like he had just went on a trip and grew man grown and come back. If it could be like that for just o n e d a y. A f t e r t h a t I w o u l d n o t interfere. If he done it, I would not be the one to come between him and what he must suff e r. Just for one day, you see. Like he had been on a trip and come back, telling me about the trip, without any living earth against him yet.” “Oh,” Hightower says, in his shrill, high voice. Though he has not moved, though the knuckles of the hands which grip the chairarms are taut and white, there begins to emerge from beneath his clothing a slow and repressed quivering. “Ah, yes,” he says. “That’s a l l . T h a t ’s s i m p l e . S i m p l e . S i m p l e . ” Apparent ly he cannot stop saying it. “Simple. Simple.” He has been speaking in a low tone; now his voice rises. “What is it they want me to do? What must I do now? Byron! Byron? What is it? What are they asking of me now?” Byron has risen. He now stands beside the desk, his hands on the desk, facing Hightower. Still Hightower does not move save for that steadily increasing quivering of his flabby 262

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—Nunca le he visto, después que empezó a andar, a hablar. No le he visto nunca desde hace treinta años. Y no digo que no haya hecho lo que dicen que ha hecho. Que no deba sufrir como él hizo sufrir a los que le quisieron y le perdieron. Pero si, por ejemplo, le pudieran dejar libre sólo un día... Como si aquello no hubiese sucedido todavía. Como si el mundo no tuviese nada contra él todavía. Entonces sería algo así como si hubiese salido de viaje y hubiera regresado hecho un hombre... Si eso pudiera hacerse, sólo por un día... Después, no me interpondría. Si ha hecho eso, no sería yo la que se interpusiera entre él y lo que debe sufrir. Sólo un día, ¿entiende usted? Como si hubiese vuelto de un viaje, un viaje que él me contaría, y sin que nadie tuviera nada contra él todavía. —¡Ah! —dijo Hightower con su voz alta, aguda. Aunque no se ha movido, los nudillos de los dos que se crispan en los brazos del sillón están tensos y blancos, y un estremecimiento refrenado comienz a a i n s i n u a r s e lentamente bajo sus ropas—. ¡Ah, ya! ¿Eso es todo? Es sencillo. Muy sencillo, muy sencillo. —Ha hablado en un tono bajo, pero ahora levanta la voz—. ¿Qué quieren que haga yo? ¿Qué es lo que tengo que hacer? Byron, Byron, ¿qué es lo que me piden ahora? Byron se ha levantado. Está de pie junto a la mesa, con las manos sobre la mesa, de cara a Hightower. Hightower sigue sin moverse. Aunque el estremecimiento continuo, creciente, hace temblar su enorme cuerpo fofo.

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—¡Ah, claro! Debería habérmelo figubody. “Ah, yes. I should have known. rado. Es Byron el que va a pedírmelo. It will be Byron who will ask it. I Tendría que haberlo adivinado. Esto hashould have known. That will be bía que dejarlo para Byron y para mí. ¡Vareserved for Byron and for me. Come, come. Out with it. Why do you hesitate 5 mos, vamos! ¡Hable! ¿Por qué duda usted ahora? now?” Byron baja la mirada hacia la mesa, haByron looks down at the desk, at his cia sus manos que están sobre la mesa: hands upon the desk. “It’s a poor thing. —Es algo muy triste, algo muy triste. A poor thing.” 10 —¡Ah! ¿Compasión ahora, después “Ah. Commiseration? After this de tanto tiempo? ¿Compasión por mí o long time? Commiseration for me, or por Byron? Vamos, hable. ¿Qué quiere for Byron? Come; out with it. What do y o u w a n t m e t o d o ? F o r i t i s y o u : I 15 que haga? Porque es usted el que lo quiere, ya lo sé. Lo se desde el principio. ¡Ah, know that. I have known that all along. Byron, Byron! ¡Qué gran dramaturgo haAh, Byron, Byron. What a dramatist bría sido usted! you would have made.” —Querrá usted decir qué gran batería, qué “Or maybe you mean a drummer, a 20 gran agente de ventas, qué gran dependiente de agent, a salesman,” Byron says. “It’s a comercio... —dice Byron—. Es algo muy trispoor thing. I know that. You don’t need te, ya lo sé. No necesita usted decírmelo. to tell me.” —Pero yo no soy tan clarividente como “But I am not clairvoyant, like you. 25 usted. Usted parece saber lo que yo podría You seem to know already what I could responderle y, sin embargo, no se atreve a tell you, yet you will not tell me what decirme lo que quiere que sepa. ¿Quiere usyou intend for me to know. What is it ted que vaya a confesarme culpable del criyou want me to do? Shall I go plead guilty to the murder? Is that it?” 30 men? ¿Eso es lo que quiere? B y r o n ’s f a c e c r a c k s w i t h t h a t grimace faint, fleeting, sardonic, weary, without mirth. “It’s next to that, I reckon.” Then his face sobers; it is quite grave. “It’s a poor thing to ask. God knows I know that.” He watches his slow hand where it moves, preoccupied and trivial, upon the desk top. “I mind how I said to you once that there is a price for being good the same as for being bad; a cost to pay. And it’s the good men that can’t deny the bill when it comes around. They can’t deny it for the reason that there ain’t anyway to make them pay it, like a honest man that gambles. The bad men can deny it; that’s why don’t anybody expect them to pay on sight or any other time. But the good can’ t. Maybe it takes longer to pay for being good than for being bad. And it won’t be like you haven’t done it before, haven’ t already paid a bill like it once before. It oughtn’t to be so bad now as it was then.” “Go on. Go on. What is it I am to do?”

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El rostro de Byron se crispa en una mueca vaga, fugaz, sardónica, cansada, sin alegría. —Algo parecido a eso. Luego, su rostro se serena, se vuelve casi grave. —Es algo muy triste de pedir. Bien sabe Dios que me doy cuenta de ello. Y contempla su mano que, preocupada y trivial, se mueve un poco sobre la mesa. —Recuerdo que una vez le dije que hay que pagar el mismo precio por ser bueno que por ser malo, que hay que pagar lo que cuesta. Y son los buenos los que no pueden rechazar la cuenta cuando se la presentan. Por la sencilla razón de que les pueden obligar a pagarla. Es como un hombre honrado que juega. Los malos, en cambio, pueden rechazar las cuentas. Porque nadie espera que vayan a pagarla, ni en el acto, ni nunca. Pero los buenos no pueden hacer eso. Es posible que se tarde más tiempo en pagar por ser bueno que por ser malo. Y esto no es como si ya lo hubiera hecho usted, como si usted hubiera pagado ya alguna vez una cuenta de esta clase. —Siga, siga. ¿Qué debo hacer?

Byron watches his slow and Byron, con gesto pensativo, mira su ceaseless hand, musing. “He ain’t never 60 mano lenta, inquieta. admitted that he killed her. And all the —Christmas no ha confesado haberla evidence they got against him is matado. Y la única prueba que hay contra él Brown’s word, which is next to none. es la palabra de Brown, que es lo mismo que You could say he was here with you that decir ninguna. Usted podría decir que night. Every night when Brown said he 65 Christmas estaba aquí, en su casa, la noche watched him go up to the big house and aquélla... y todas las noche que Brown prego in it. Folks would believe you. They tende haberle visto subir a la casa grande y w o u l d b e l i e v e t h a t , a n y w a y. T h e y entrar en ella. La gente le creería. Por lo would rather believe that about you menos le creerían en eso. Preferirían creerle than to believe that he lived with her 70 a usted que creer que Christmas vivía like a husband and then killed her. And maritalmente con ella y que luego la mató. 263

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tr. Enrique Sordo Ahora, usted ya es viejo. Ahora no harían nada que pudiese hacerle daño. Y creo que usted ya está acostumbrado a todas las demás cosas que podrían hacerle.

y o u a r e o l d n o w. T h e y w o u l d n ’ t d o anything to you about it that would hurt you now. And I reckon you are used to everything else they can do.” 5 “Oh,” Hightower says. “Ah. Ye s . Ye s . T h e y w o u l d b e l i e v e i t . That would be very simple, very good. Good for all. Then he will be restored to them who have suffered because of him, and Brown without the reward could be scared into making her child legitimate and then into fleeing again and forever this time. And then it would be just her and Byron. Since I am just an old man who has been fortunate enough to grow old without having to learn the despair of love.” He is shaking, steadily; he looks up n o w. I n t h e l a m p l i g h t h i s f a c e looks slick, as if it had been oiled. Wrung and twisted, it gleams in the lamplight; the yellowed, oftwashed shirt which was fresh this morning is damp with sweat. “It’s not because I can’t, don’t dare t o , ” h e s a y s ; “ i t ’s b e c a u s e I w o n ’t ! I won’t! do you hear?” He raises his hands from the chairarms. “It’s because I won’t do it!” Byron does not move. His hand on the desk top has ceased; he watches the other, t h i n k i n g I t a i n ’t m e h e i s s h o u t i n g a t . I t ’s l i k e h e k n o w s t h e re i s s o m e t h i n g n e a re r h i m t h a n m e t o c o n v i n c e o f t h a t Because now Hightower is shouting, “I w o n ’t d o i t ! I w o n ’t ! ” w i t h h i s h a n d s raised and clenched, his face sweating, his lip lifted upon his clenched and rotting teeth from about which the long sagging of flabby and p u t t y c o l o r e d f l e s h f a l l s a w a y. Suddenly his voice rises higher yet. “Get out!” he screams. “Get out of my house! Get out of my house!” Then he falls forward, onto the desk, his face between his extended arms and his clenched fists. As, the two old people moving ahead of him, Byron looks back from the door, he sees that Hightower has not moved, his bald head and his extended and clenchfisted arms lying full in the pool of light from the shaded lamp. Beyond the open window the sound of insects has not ceased, not faltered.

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—¡Oh, claro! —dice Hightower—. Claro, claro. La gente lo creería. Sería muy fácil. Excelente. Excelente para todo el mundo. Christmas sería devuelto a los que han sufrido por él. Y a Brown, sin su recompensa, se le podría asustar para que reconociese al niño y para que se marchase en seguida, esta vez para siempre. Y entonces sólo quedarían Lena y Byron. Al fin y al cabo, yo no soy más que un viejo que ha tenido la suerte de envejecer sin haber conocido la desesperación de amar... Un temblor continuo agita a Hightower. Ha alzado los ojos. A la luz de la lámpara, su cara reluce como si la hubiesen untado con aceite. Torturada, contorsionada, brilla al resplandor de la lámpara. La amarillenta camisa, tantas veces lavada y que estaba limpia por la mañana, está ahora empapada de sudor. —No es que no pueda, que no me atreva a hacerlo —dice—. Es que no quiero, ¿entiende? No quiero. Y levanta las manos de los brazos del sillón. —Es porque no quiero hacerlo. Byron no se mueve. Sobre la mesa, la mano está quieta. Byron mira al otro hombre, pensando No grita contra mí. Es como si supiera que tiene que convencer a a l g o q u e e s t á m á s c e rc a d e é l . Porque ahora, con las manos lev a n tadas, crispadas, sudoroso el rostro, el labio levantado sobre sus dientes picados a cuyo alrededor cuelgan l o s l a rg o s c a r r i l l o s d e c a r n e f o f a y c o lor de masilla, Hightower grita: —¡No quiero hacerlo! ¡No quiero! De pronto, su voz se eleva más aún: —¡Salgan! —grita—. ¡Salgan de mi casa! ¡Salgan de mi casa! Y luego cae de bruces sobre la mesa, con la cara entre sus brazos extendidos y sus puños cerrados. Cuando Byron, precedido por los dos viejos, se vuelve desde el umbral de la puerta, ve que Hightower no se ha movido. Su cabeza calva, sus brazos extendidos y sus puños cerrados quedan dentro del charco de la luz que cae de la pantalla. Al otro lado de la ventana abierta, el zumbido de los insectos no ha cesado, no se ha debilitado.

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tr. Enrique Sordo 17.

Chapter 17

Esto sucedía la noche del domingo. El T H AT w a s S u n d a y n i g h t . L e n a ’s hijo de Lena nació la mañana siguiente. child was born the next morning. It was j u s t d a w n w h e n B y r o n s t o p p e d h i s 5 Despuntaba el alba cuando Byron detuvo el galope de su mula frente a la casa que galloping mule before the house which había dejado apenas seis horas antes. he had quitted not six hours ago. He Echó pie a tierra y corrió por el estrecho sprang to the ground already running, sendero que conducía a la sombría veranand ran up the narrow walk toward the dark porch. He seemed to stand aloof 10 da. A pesar de su prisa, era como si se observase así mismo desde lejos, pensando, and watch himself, for all his haste, con una ausencia de sorpresa un tanto iróthinking with a kind of grim nica: «Byron Bunch ayudando a traer un unsurprise: ‘Byron Bunch borning a niño al mundo. Si hace quince días me baby. If I could have seen myself now t w o w e e k s a g o , I w o u l d n o t h a v e 15 hubiese visto haciendo este papel, no habría dado crédito a mis ojos. Les habría believed my own eyes. I would have dicho que mentían.» told them that they lied.’ La ventana detrás de la cual, seis hoThe window was dark now beyond w h i c h s i x h o u r s a g o h e h a d l e f t t h e 20 ras antes, había dejado al pastor, estaba oscura ahora. Sin dejar de correr volvía m i n i s t e r. R u n n i n g , h e t h o u g h t o f t h e a ver el cráneo calvo, los puños cerrabald head, the clenched hands, the dos, el cuerpo fofo caído sobre la mesa. prone flabby body sprawled across the «Me figuro que no habrá dormido mucho. desk. ‘But I reckon he has not slept m u c h , ’ h e t h o u g h t . ‘ E v e n i f h e a i n ’t 25 Aunque no haya tenido que hacer de... de...» No podía hallar la palabra «parteplaying—playing—’ He could not think ra» que sabía que Hightower habría emof the word midwife, which he knew pleado. «Me parece que ya no necesito that Hightower would use. ‘I reckon I saberlo», pensó;» Un hombre que corre don’t have to think of it,’ he thought. ‘Like a fellow running from or toward 30 hacia un fusil o que se aleja de él no tiene tiempo de preguntarse si la palabra a gun ain’t got time to worry whether que sirve para designar lo que hace es the word for what he is doing is courage valor o cobardía.» or cowardice.’ The door was not locked. Apparent ly he knew that it would not be. He felt his way into the hall, not quiet, not attempting to be. He had never been deeper into the house than the room where he had last seen the owner of it sprawled across the desk in the full downglare of the lamp. Yet he went almost as straight to the right door a s i f h e k n e w, o r c o u l d s e e , o r w e r e being led. ‘That’s what he’d call it,’ he thought, in the fumbling and hurried dark. ‘And she would too.’ He meant Lena, lying yonder in the cabin, already beginning to labor. ‘Only they would both have a different name for whoever did the leading.’ He could hear H i g h t o w e r s n o r i n g n o w, b e f o r e h e entered the room. ‘Like he ain’t so much upset, after all,’ he thought. Then he thought immediately: ‘No. That ain’t right. That ain’t just. Because I don’t believe that. I know that the reason he is asleep and I ain’ t asleep is that he is an old man and he can’ t stand as much as I can stand.’

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La puerta no estaba cerrada con llave. Byron ya sabía probablemente, que no lo estaría. Y avanzó a tientas por el pasillo, haciendo ruido, sin tratar siquiera de no hacerlo. Nunca había pasado, en aquella casa, más allá del cuarto en donde había visto al dueño caído sobre la mesa, iluminado de lleno por la Lámpara. Y sin embargo, no se equivocó de puerta. Fue allí tan directamente como si la conociese, como si la pudiera ver, como si alguien le guiase. «Eso es lo que diría él —pensaba Byron, tanteando apresuradamente en las tinieblas—. Y lo que también ella diría.» Se refería a Lena, yacente en la cama, presa ya de los primeros dolores. «Sólo que cada uno de ellos emplearía una palabra diferente para designar al que me guía.» Ahora ya podía oír los ronquidos de Hightower, antes de entrar en la habitación. «Pues no parece tan disgustado», pensó. Después, pensó inmediatamente: «No. Eso no está bien, eso no es justo. Porque no lo creo. Yo sé que, si él duerme y yo no duermo, es porque él es más viejo y tiene menos resistencia que yo.»

He approached the bed. The still Byron se acercó a la cama, cuyo ocupaninvisible occupant snored profoundly. te, todavía invisible, roncaba profundamenThere was a quality of profound and te. Y en aquellos ronquidos había algo muy c o m p l e t e s u r r e n d e r i n i t . N o t o f 65 profundo, de total renuncia. De renuncia, no exhaustion, but surrender, as though he de fatiga, como si Hightower hubiese perdihad given over and relinquished do por completo el dominio de esa mezcla completely that grip upon that blending de orgullo, de esperanza, de vanidad, de teof pride and hope and vanity and fear, mor, de vigor para aferrarse, sea a la derrothat strength to cling to either defeat. 70 ta, sea a la victoria; esa mezcla de la que or victory, which is the I-Am, and the está compuesto el Yo soy, esa mezcla que, 265

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cuando se renuncia a ella, suele desembocar relinquishment of which is usually casi siempre en la muerte. De pie, junto a la death. Standing beside the bed Byron cama, Byron pensaba todavía Es algo muy thought again A poor thing. A poor triste. Algo muy triste. Ahora le parecía que thing It seemed to him now that to wake the man from that sleep would be the 5 despertar al hombre de aquel sueño era el más cruel daño que le había hecho hasta ensorest injury which he had ever done tonces. «Pero no soy yo el que espera —penhim. ‘But it ain’t me that’s waiting,’ he só—. Bien lo sabe Dios. Porque estoy seguthought. ‘God knows that. Because I ro de que Él también me ha vigilado últimareckon He has been watching me too lately, like the rest of them, to see what 10 mente, como me han vigilado todos los demás, para ver lo que iba a hacer.» I will do next.’ Tocó al durmiente sin rudeza, pero con He touched the sleeper, not roughly, decisión. Los ronquidos cesaron bajo la mano b u t f i r m l y. H i g h t o w e r c e a s e d i n m i d s n o r e ; b e n e a t h B y r o n ’s h a n d h e 15 de Byron. Y Hightower, con toda su obesidad, se incorporó y se sentó bruscamente: surged hugely and suddenly up. “Yes?” —¿Sí? ¿Qué? ¿Quién está ahí? ¿Quién he said. “What? Who is it? Who is es? there?” —Soy yo —dijo Byron—. Byron otra “It’s me,” Byron said. “It’s Byron 20 vez. ¿Se ha despertado ya? again. Are you awake now?” —Si. ¿Qué....

“Yes. What—”

—Sí —dijo Byron—. Ella dice que ha “Yes,” Byron said. “She says it’s about 25 llegado el momento. due now. That the time has come.” —¿Ella?

“She?”

—Dígame dónde está la luz... La señora Hines. “ Te l l m e w h e r e t h e l i g h t . . . M r s . 30 —Está allí. Yo voy a buscar al médico. Hines. She is out there. I am going on Pero me parece que tardaré bastante. Usted f o r t h e d o c t o r. B u t i t m a y t a k e s o m e puede llevarse mi mula. Creo que el trayecto time. So you can take my mule. I reckon no será demasiado largo para usted. ¿Tiene you can ride that far. Have you still got your book?” 35 todavía su libro? T h e b e d c r e a k e d a s H i g h t o w e r m o v e d . “ Book? My book?”

La cama crujió con el movimiento que hizo Hightower. —¿El libro? ¿Mi libro?

40 —El libro que usted utilizó cuando nació “The book you used when that aquel negrito. He querido recordárselo por si nigger baby came. I just wanted to acaso necesitaba llevarlo con usted. Por si remind you in case you would need to acaso yo no llegara a tiempo con el médico. t a k e i t w i t h y o u . I n c a s e I d o n ’t g e t back with the doctor in time. The mule 45 Mi mula está ahí, en la verja. Conoce el camino. Yo iré a pie a la ciudad en busca del is out at the gate. He knows the way. I médico. Volveré allí en cuanto pueda. will walk on to town and get the doctor. Y dando la vuelta, cruzó de nuevo la I’ll get back out there as soon as I can.” habitación. Pudo oír, sentir al hombre He turned and recrossed the room. He could hear, feel, the other sitting up in 50 sentado en la cama. Se detuvo en medio del cuarto sólo el tiempo necesario para the bed. He paused in the middle of the encontrar la lámpara que colgaba de un floor long enough to find the suspended alambre y encender la luz. Cuando la luz light and turn it on. When it came on he was already moving on toward the se encendió, ya avanzaba Byron hacia la door. He did not look back. Behind him 55 puerta. No volvió la cabeza. Oyó detrás he heard Hightower ’s voice: de él la voz de Hightower: “Byron! Byron!” He didn’t pause, didn’t answer.

—¡Byron, Byron! Pero no se detuvo. Ni respondió.

60 Dawn was increasing. He walked Estaba amaneciendo. Se alejó rápidarapidly along the empty street, mente por la calle desierta, bajo los esbeneath the spaced and failing street paciados faroles. Alrededor de las luces lamps about which bugs still whirled agonizantes todavía revoloteaban, chocaa n d b l u n d e r e d . B u t d a y w a s g r o w i n g ; 65 ban los insectos. Pero la luz aumentaba. when he reached the square the Cuando llegó a la plaza, las fachadas del façade of its eastern side was in lado de levante recortaban sobre el cielo s h a r p r e l i e f a g a i n s t t h e s k y. H e w a s sus limpios perfiles. Byron pensó rápit h i n k i n g r a p i d l y. H e h a d m a d e n o damente. No había acordado nada con a r r a n g e m e n t w i t h a d o c t o r. N o w a s h e 70 ningún médico. Sin dejar de caminar, se walked he was cursing himself in all maldecía a sí mismo, presa de la misma 266

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crass grossly stupid solicitude traduce solicitud, como cuidado, afán, ansiedad, pero solicitud es la voz común para request, application [para trabajos, cheques], y solicitous traduce solícito, como diligente, deseoso, gustoso, pero a veces rebaja su significado a inquieto, aprensivo, receloso, molesto. solicitous ansioso, aprensivo, atento, esmerado, receloso, solícito=diligente, cuidadoso, diligente [pronto, presto, activo], cuidadoso, gustoso, inquieto, aprensivo, receloso solicitude n. 1 the state of being solicitous; solicitous behaviour. 2 anxiety or concern. Cuidado, afán, ansiedad, solicitousness, a feeling of excessive concern, preocupación, ansiedad, atención

the mixed terror and rage of any actual young father for what he now believed to have been crass and c r i m i n a l n e g l i g e n c e . Ye t i t w a s n o t exactly the solicitude of an incipient father. There was something else behind it, which he was not to r e c o g n i s e u n t i l l a t e r. I t w a s a s t h o u g h there lurked in his mind, still obscured by the need for haste, something which was about to spring full clawed upon him. But what he was thinking was, ‘I got to decide quick. He delivered that nigger baby all right, they said. But this is different. I ought to done it last week, seen ahead about a doctor instead of waiting, having to e x p l a i n n o w, a t t h e l a s t m i n u t e , hunt from house to house until I find one that will come, that will believe the lies that I will have to t e l l . I b e d o g i f i t don’t look like a man that has done a s m u c h l y i n g lately as I have could tell a lie now that anybody would believe, man or woman. But it don’t look like I can. I reckon it just ain’t in me to tell a good lie and do i t w e l l . ’ H e w a l k e d r a p i d l y, h i s fo o t s t e p s h o l l o w a n d l o n e l y i n the empty street; already his decision was made, without his e v e n b e i n g a w a r e o f i t . To h i m there was nothing eit h e r o f paradox or of comedy about it. It had entered his mind too quickly and was too firmly established there when he b e c a m e a w a r e o f i t ; his feet were already obeying it. They were taking him to the home of the same doctor who had arrived too late at the delivery of the negro child at which Hightower had officiated with his razor and his book. The doctor arrived too late this time, also. Byron had to wait for him t o d r e s s . H e w a s a n o l d i s h m a n n o w, a n d f u s s y, a n d s o m e w h a t d i s g r u n t l e d a t h a v i n g b e e n w a k e n e d a t t h i s h o u r. Then he had to hunt for the switch key to his car, which he kept in a small metal strong box, the key to which in turn he could not find at once. Neither would he allow Byron to break the lock. So when they reached the cabin at last the east was primrosecolor and there was already a hint of the swift sun of summer. And again the two men, both older n o w, m e t a t t h e d o o r o f a o n e - r o o m cabin, the professional having lost again to the amateur, for as he entered the door, the doctor heard t h e i n f a n t c r y. T h e d o c t o r b l i n k e d a t t h e m i n i s t e r, f r e t f u l l y. “ We l l , doctor,” he said, “I wish Byron had told me he had already called you in. I’d still be in bed.” He thrust past t h e m i n i s t e r , e n t e r i n g . “ Yo u s e e m t o 267

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mezcla de terror y de rabia qué sentiría un joven padre ante lo que él consideraba ahora una estúpida y criminal negligencia. Sin embargo, no se trataba exactamente de la solicitud de un joven padre. Detrás de este sentimiento había otra cosa, una cosa que sólo reconocería más tarde. Era como si, en su cerebro, todavía nublado por la necesidad de apresurarse, hubiese algo que estaba a punto de lanzarse sobre él con todas sus afiladas garras. Pero lo que Byron pensaba e r a : « Te n g o q u e d e c i r l o e n s e g u i d a . Hightower, según dicen, asistió muy bien a aquella negra. Pero ahora es distinto. Yo tendría que haberlo hecho la semana pasada, ponerme de acuerdo con un médico, en lugar de esperar, de tener que explicarlo en el último minuto, de ir llamando de puerta en puerta hasta que encuentre a uno que quiera ir, que quiera creer las mentiras que tendrá que contarle. La verdad es que, después de mentir tanto como he mentido en los últimos días, debería ser capaz de inventar ahora unas mentiras que engañasen a todo el mundo, a hombres y a mujeres. Pero no confío en ello. Probablemente no está dentro de mi carácter el inventar una buena mentira y el contarla bien.» Caminaba muy rápido. Sus pasos resonaban, huecos, solitarios, en la calle desierta. No se daba cuenta de que su decisión estaba ya tomada. No veía en ella nada de paradójico ni de cómico. La idea había penetrado con demasiada rapidez en su mente. Y ya se había asentado firmemente allí cuando empezó a tener conciencia de ella. Era esa decisión la que dirigía sus paso s . S u s p i e s l e l l e v a b a n a casa de aquel mismo doctor que llegó demasiado tarde al nacimiento del negrito, cuando Hightower había actuado con su navaja de afeitar y con su libro. También esta vez llegó el médico cuando todo había terminado. Byron tuvo que aguardar a que el médico se vistiera. Ya no era joven y se aturdía un poco y protestaba porque le hubieran despertado a aquella hora. Tuvo que ir en busca de la llave, que estaba guardada en una pequeña caja de caudales metálica. Y también tardó en encontrar la llave de la caja de caudales. Se opuso también a que Byron hiciera saltar la cerradura. Así que, cuando, al fin, llegaron a la cabaña, el cielo, por oriente, tenía un color de malvarrosa y se adivinaba ya la inmediata aparición del sol de verano. Los dos hombres, ahora más viejos, se encontraron de nuevo en la puerta de una cabaña compuesta de una sola habitación. El profesional había sido vencido otra vez por el aficionado. En efecto: en cuanto el médico cruzó la puerta, oyó el vagido del recién nacido. Miró al pastor, frunciendo el ceño: —Bien, doctor —dijo—. Si Byron me hubiera dicho al menos que ya le había llamado a usted, me habría quedado en la cama. Pasó por delante de Hightower y entró.

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excited y excitado conllevan la idea de alegre, entusiasta, pero excited tiene más denotaciones, como nervioso, agitado, acalorado, emocionante. To excite y excitar se refieren a estimular, entusiasmar, pero to excite significa además emocionar / conmover, poner nervioso / agitado, provocar [emociones], instigar [desórdenes], alborotar [gente], y to get excited es acalorarse. A su vez, excitar se usa para to raise [dudas], arouse [curiosidad, apetito]. Excitedly significa agitada- o acaloradamente. Don’t get excited = no te pongas nervioso.

have h a d b e t t e r l u c k t h i s t i m e t h a n you did the last time we consulted. Only you look about l i k e y o u n e e d a d o c t o r y ourself. Or m a y b e i t ’s a c u p o f c of f e e y o u n e e d . ” H i g h t o w e r s a i d s o mething, but the doctor had gone on, without stopping to listen. He entered the room, where a young woman whom he had never seen before lay wan and spent on a narrow army cot, and an old woman in a purple dress whom he had also never seen before, held the child upon her lap. There was an old man asleep on a s e c o n d c o t i n t h e s h a d o w. W h e n t h e doctor noticed him, he said to himself that the man looked like he was dead, so profoundly and peacefull y d i d h e sleep. But the doctor did not notice the old man at once. He went to the old woman who held the child. “Well, well,” he said. “Byron must have been excited. He never told me the whole family would be on hand, g r a n d p a a n d g r a n d m a t o o .” The woman looked up at him. He thought, ‘She looks about as much alive as he does, for all she is sitting up. Don’t look like she has got enough gumption to know she is even a parent, let alone a grandparent.’ “Yes,” the woman said. She looked up at him, crouching over the child. Then he saw that her face was not stupid, vacuous. He saw that at the same time it was both peaceful and terrible, as though the peace and the terror had both died long ago and come to live again at the same time. But he remarked mainly her attitude at once like a rock and like a crouching beast. She jerked her head at the man; for the first time the doctor looked full at him where he lay sleeping upon the other cot. She said in a whisper at once cunning and tense with fading terror: “I fooled him. I told him you would come in the back way this time. I fooled him. But now you are here. You can see to Milly now. I’ll take care of Joey.” The n t h i s f a d e d . W h i l e h e watched, the life, the vividness, faded, fled suddenly from a face that looked too still, too dull to ever have harbored it; now the eyes questioned him with a gaze dumb, inarticulate, baffled as she crouched. over the child as if he had offered to drag it from her. Her movement roused it perhaps; it cried once. Then the b a f f l e m e n t t o o f l o w e d a w a y. I t fled as smoothly as a shadow; she looked down at the child, musing, wooden faced, l u d i c r o u s . “ I t ’s J o e y, ” s h e s a i d . “ I t ’s m y M i l l y ’s l i t t l e b o y. ”

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—Según parece, hoy ha tenido más suerte que la última vez que nos reunimos en consulta... Pero es usted el que tiene más aspecto de necesitar un médico. A menos que lo que necesite sea una buena taza de café. Hightower dijo algo; pero el médico, sin detenerse, había entrado ya en la habitación, donde una muchacha que no había visto nunca yacía, pálida y extenuada, en un estrecho camastro, y donde una vieja con un traje morado, y a la que tampoco había visto nunca, tenía al niño en sus rodillas. En la sombra, sobre otro camastro, dormía un viejo. Cuando el médico le vio tan profundamente, tan apaciblemente dormido, pensó que era como si estuviese muerto. Pero en seguida dejó de mirar al viejo. Y se acercó a la vieja que sostenía al niño. — ¡ Va y a , v a y a ! B y r o n d e b í a d e estar muy excitado. No me dijo que estaba aquí toda la familia, incluidos el abuelo y la abuela. La mujer levantó los ojos hacia él. Y el médico pensó: « Hace bien en estar sentada. No parece mucho más viva que él. Y está demasiado chocha para darse cuenta de que es madre, y menos aún de que es abuela.» —Si —dijo la mujer. Le miraba, inclinada sobre el niño. Entonces, el médico se dio cuenta de que su rostro no era ni estúpido ni vacío. Vio que era a la vez apacible y terrible, como si la apacibilidad y el terror, muertos desde hacía mucho tiempo, hubiesen resucitado de pronto y a la vez. Pero lo que más le llamó la atención fue su actitud, una actitud de roca y, a la vez, de animal agazapado. La mujer meneó la cabeza indicando al hombre. El médico miró por primera vez de frente hacia el otro camastro, donde el hombre dormía. Y la mujer, con un murmullo en el que había astucia y, también, el estremecimiento de un resto de temor, dijo: —Le he engañado. Le he dicho que esta vez usted iba a entrar por detrás. Le he engañado. Pero ya está usted aquí. Podrá atender a Milly. Y yo me ocuparé de Joey. Y todo se desvaneció. Bajo la mirada del médico, la vida, la vivacidad se desvanecieron, desaparecieran de un rostro que parecía demasiado tranquilo, demasiado muerto para haber podido tener alguna vez ni siquiera el reflejo de ellas. Ahora, la mujer le interrogaba con la mirada, con una expresión absurda, inarticulada, asombrada, mientras se encorvaba, agazapada detrás del niño, como si el médico se dispusiera a quitárselo. Quizás fue aquel movimiento lo que despertó al niño, que lanzó un solo grito. Entonces, el asombro se desvaneció a su vez. Se desvaneció suavemente, como una sombra. La mujer bajó los ojos hacia el niño, pensativa, con su rostro amasado, cómico. —Es Joey —dijo—, el niño de mi querida Milly.

And Byron, outside the door where 70 Y Byron, delante de la puerta donde se he had stopped as the doctor entered, había quedado cuando el médico entró, oyó 268

Faulkner’s Light heard that cry and something terrible happened to him. Mrs. Hines had called him from his tent. There was something in her voice so that he put on his trousers as he ran almost, and he passed Mrs. Hines, who had not undressed at all, in the cabin door and ran into the room. Then he saw her and it stopped him dead as a wall. Mrs. Hines was at his elbow, talking to him; perhaps he answered; talked back. Anyway he had saddled the mule and was already galloping toward town while he still seemed to be looking at her, at her face as she lay raised on her propped arms on the cot, looking down at the shape of her body beneath the sheet with w a i l i n g a n d h o p e l e s s t e r r o r. H e s a w that all the time he was waking Hightower, all the time he was getting the doctor started, while somewhere in him the clawed thing lurked and waited and thought was going too fast to give him time to think. That was it. Thought too swift for thinking, until he and the doctor returned to the cabin. And then, just outside the cabin door where he had stopped, he heard the child cry once and something terrible happened to him. He knew now what it was that seemed to lurk clawed and waiting while he crossed the empty square, seeking the doctor whom he had neglected to engage. He knew now why he neglected to engage a doctor beforehand. It is because he did not believe until Mrs. Hines called him from his tent that he (she) would need one, would have the need. It was like for a week now his eyes had accepted her belly without his mind believing. ‘Yet I did know, believe,’ he thought. ‘I must have knowed, to have done what I have done: the running and the lying and the worrying at folks.’ But he saw now that he did not believe until he passed Mrs. Hines and looked into the cabin. When Mrs. Hines’ voice first came into his sleeping, he knew what it was, what had happened; he rose and put on, like a pair of hurried overalls, t h e n e e d f o r h a s t e , k n o w i n g w h y, knowing that for five nights now he had been expecting it. Yet still he did not believe. He knew now that when he ran to the cabin and looked in, he expected to see her sitting up; perhaps to be met by her at the door, placid, unchanged, timeless. But even as he touched the door with his hand he heard something which he had never heard before. It was a moaning wail, loud, with a quality at once passionate and abject, that seemed to be speaking clearly to something in a tongue which he knew was not his tongue nor that of any man. Then he passed Mrs. Hines in the door and he saw her lying on the cot. He had never seen her in bed before and he believed 269

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aquel grito y le sucedió algo terrible. Estaba en su tienda cuando la señora Hines le llamó con una voz tan rara que se puso los pantalones casi mientras corría. En la puerta de la cabaña pasó por delante de la señora Hines, que no se había desnudado, y entró. Y entonces la vio, y se detuvo en seco, como ante una pared. La señora Hines estaba junto a él y le hablaba. Quizás él le respondió, le habló también. Pero el caso es que ensilló su mula y comenzó a galopar hacia la ciudad. Le parecía verla todavía, ver su rostro, cuando, incorporada en la cama, apoyada en sus brazos, Lena miraba con un terror quejumbroso, desesperado, el bulto que hacía su cuerpo bajo la sábana. Byron tenía ante él esta visión mientras despertaba a Hightower, mientras convencía al médico para que le acompañase, mientras aquella cosa agarrada en su interior parecía esperar. Pero su pensamiento iba demasiado deprisa para que tuviese tiempo de pensar. Sí, estaba bien eso: un pensamiento demasiado rápido para que tuviese tiempo de pensar. Aquello duró hasta el momento en que el médico y él llegaron a la cabaña. Y entonces, justamente a la entrada de la cabaña, en donde se habían detenido, oyó al niño lanzar un solo grito y le sucedió algo terrible. Ahora sabía lo que era aquella cosa que, agarrada dentro de él, estaba al acecho mientras cruzaba la plaza desierta en busca del doctor al que había olvidado avisar. Ahora sabía por qué había descuidado avisar al doctor de antemano. Era porque, hasta el momento en que la señora Hines le llamó, no creía que él (o ella) tendría necesidad de uno. Como si, desde hacía una semana, sus ojos hubiesen aceptado la forma de su vientre sin que su mente lo creyera. «Sin embargo, yo sabía, creía —pensaba—. Tenía que saberlo para hacer lo que hice: correr, mentir, molestar a la gente.. Pero ahora comprendía que no lo había creído verdaderamente hasta que, pasando por delante de la señora Hines, entró en la cabaña. La primera vez que la voz de la señora Hines le llegó a través de su sueño, él ya sabía lo que era, lo que había sucedido, y se levantó y se revistió de la necesidad de apresurarse como si se pusiera a toda prisa un mono de mecánico. Y sabía por qué. Sabía que, desde hacía cinco noches, lo esperaba. Y sin embargo, aún no lo creía. Y ahora sabía que, cuando acudió a la cabaña y miró dentro de ella, esperaba encontrar a Lena sentada, encontrarla quizás de pie ante la puerta, plácida, siempre la misma, fuera del tiempo. Pero en cuanto tocó la puerta con su mano, oyó algo que todavía no había oído nunca. Era un gemido quejumbroso, fuerte, que tenía algo de humilde y de apasionado a la vez, una queja que parecía hablar a algo, claramente, en una lengua que él sabía que no era su lengua ni la de ningún hombre. Después cruzó la puerta, por delante de la señora Hines, y vio a Lena tendida en su cama. No la había visto todavía en una cama y creía que, cuando la viese así (si alguna vez la veía), Lena esta-

Faulkner’s Light that when or if he ever did, she would be tense, alert, maybe smiling a little, and completely aware of him. But when he entered she did not even look at him. She did not even seem to be aware that the door had opened, that there was anyone or anything in the room save herself and whatever it was that she had spoken to with that wailing cry in a tongue unknown to man. She was covered to the chin, yet her upper body was raised upon her arms and her head was bent. Her hair was loose and her eyes looked like two holes and her mouth was as bloodless now as the pillow behind her, and as she seemed in that attitude of alarm and surprise to contemplate with a kind of outraged unbelief the shape of her body beneath the covers, she gave again that loud, abject, wailing cry. Mrs. Hines was now bending over her. She turned her head, that wooden face, across her purple shoulder. “Get,” she said. “Get for the doctor. It’s come now.”

headlong: rashly recklessly, hastily, impetuously, impetuously acting rashly or with sudden energy, moving forcefully or rapidly; rushingly actingly violently in advance or attack; swiftly. de cabeza, de bruces, precipitadamente

He did not remember going to the stable at all. Yet there he was, catching his mule, dragging the saddle out and clapping it on. He was working fast, yet thinking went slow enough. He knew why now. He knew now that thinking went slow and smooth with calculation, as oil is spread slowly upon a surface above a brewing storm. ‘If I had known then,’ he thought. ‘If I had known then. If it had got through then.’ He thought this quietly, in aghast despair, regret. ‘Yes. I would have turned my back and r o d e t h e o t h e r w a y. B e y o n d t h e knowing and memory of man forever and ever I reckon I would have rode.’ But he did not. He passed the cabin at a gallop, with thinking going smooth and steady, he not yet knowing why. ‘If I can just get past and out of hearing before she hollers again,’ he thought. ‘If I can just get past before I have to hear her again.’ That carried him for a while, into the road, the hardmuscled small beast going fast now, thinking, the oil, spreading steady and smooth: ‘I’ll go to Hightower first. I’ll leave the mule for him. I must remember to remind him about his doctor book. I mustn’t forget that,’ the oil said, getting him that far, to where he sprang from the still running mule and into H i g h t o w e r ’s h o u s e . T h e n h e h a d s o m e t h i n g e l s e . ‘ N o w t h a t ’s d o n e , ’ thinking Even if I can’t get a regular doctor That got him to the square and then betrayed him; he could feel it, clawed with lurking, thinking Even if I don’t get a regular doctor. Because I have never believed that I would need one. I didn’t believe It was in his mind, galloping in yoked and headlong paradox with the need for haste while he helped the old doctor hunt for the key to the strongbox in order to get the 270

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ría ansiosa, alerta, levemente sonriente y acaso totalmente consciente de su presencia. Pero, cuando entró, ella ni le miró siquiera. Ni siquiera parecía haber advertido que la puerta se había abierto, que había algo o alguien en la habitación, además de ella y de esa cosa a la cual había dirigido aquel grito gimiente en una lengua que los hombres desconocían. Estaba cubierta hasta el cuello, pero su busto incorporado se apoyaba en sus brazos y su cabeza se inclinaba hacia delante. Sus cabellos estaban despeinados y sus ojos parecían dos agujeros y su boca estaba ahora tan exangüe como la almohada que tenía detrás. Y mientras que, en aquella actitud de alarma y de sorpresa, parecía contemplar, con una especie de incredulidad ofendida, la forma de su cuerpo tendido bajo las mantas, lanzó de nuevo aquel gran grito gemebundo, humilde. La señora Hines se inclinó entonces sobre ella, y luego volvió la cabeza, con el rostro de masa encima de su hombro morado. —Váyase ya —dijo—. Vaya a buscar al médico. Ha llegado el momento. Byron no recordaba haber ido al est a b l o . Y s i n e m b a rg o , e s t u v o a l l í , p o r que tomó la mula, cogió la silla y la colocó en su sitio. Luego cabalgó a toda prisa, pero su pensamiento se desarrollaba lentamente, suavemente, con cálculo, como el aceite cuando es vertido poco a poco sobre unas aguas agitadas. «Si lo hubiese sabido entonces —pensaba Byron—, si lo hubiese sabido entonces, si lo hubiese comprendido.. Pensaba esto mansamente, con una desesperación y un pesar consternados. «Sí, habría vuelto la grupa. Habría huido hacia el lado opuesto. Lejos de la memoria, lejos del conocimiento de los hombres. Si, creo que habría huido para siempre.» Pero no lo hizo. Pasó al galope por delante de la cabaña. Sus pensamientos seguían fluyendo sosegadamente, pero aún no sabía.. «Ojalá pueda pasar antes de que grite. Ojalá pueda pasar y alejarme antes de oírla otra vez.» Este pensamiento le acompañó hasta la carretera. Ahora, el musculoso animal avanzaba con rapidez. Byron pensaba (el aceite se desparramaba suavemente y sin pausa). «Iré antes a casa de Hightower Le dejaré la mula. No debo olvidar decirle que coja su libro de medicina. No debo olvidarlo —decía el aceite mientras le conducía a casa del pastor, en la que entró tras haberse apeado en marcha de la mula—. Ya está hecho, pensó, pensando ___________ ________ ____________ ___________ ____________ _____________________________ _____ _____________ _____ Aunque no pueda encontrar a un verdadero médico. Porque nunca creí que iba a necesitar uno. Nunca lo creí. Y este pensamiento le llenaba la mente y galopaba, paradójicamente emparejado con la obligación de apresurarse, mientras buscaba, con el viejo médico, la llave de la caja de caudales. La encontraron por

Faulkner’s Light switch key for the car. They found it at last, and for a time the need for haste went hand in hand with movement, speed, along the empty road beneath the empty dawn that, or he had surrendered a l l r e a l i t y, a l l d r e a d a n d f e a r, t o t h e doctor beside him, as people do. Anyway it got him back to the cabin, where the two of them left the car and approached the cabin door, beyond which the lamp still burned: for that interval he ran in the final hiatus of peace before the blow fell and the clawed thing overtook him from b e h i n d . T h e n h e h e a r d t h e c h i l d c r y. Then he knew. Dawn was making fast. He stood quietly in the chill peace, the waking quiet—small, nondescript, whom no man or woman had ever turned to look at twice anywhere. He knew now that there had been something all the w h i l e w h i c h h a d protected him against believing, with the believing protected him. W i t h s t e r n and austere astonish m e n t h e thought It was like it was not until M r s . H i n e s c a l l e d m e a n d I h e a rd h e r a n d s a w h e r f a c e a n d k n e w t h a t B y ron Bunch was nothing in this world to her r i g h t t h e n , t h a t I f o u n d o u t t h at she is not a virgin And he thought that that was terrible, b u t t h a t w a s n o t a l l . There was something else. His head was not bowed. He stood q u i t e s t i l l i n t h e a u g m e n t i ng dawn, while thinking went quietly And this too is reserved for me, as R e v e re n d H i g h t o w e r s a y s . I ’ l l h a v e t o t e l l h i m n o w. I ’ l l h a v e t o t e l l L u c a s B u rc h I t w a s n o t u n s u r p r i s e n o w. I t was something like the terrible and irremediable despair of adolescence W h y, I d i d n ’t e v e n b e l i e v e u n t i l n o w t h a t h e w a s s o . I t w a s l i k e m e , a n d h e r, and all the other folks that I had to g e t m i x e d u p i n i t , w e re j u s t a l o t o f words that never even stood for a n y t h i n g , w e re n o t e v e n u s , w h i l e a l l the time what was us was going on and going on without even missing the lack o f w o rd s . Ye s . I t a i n ’t u n t i l n o w t h a t I e v e r b e l i e v e d t h a t h e i s L u c a s B u rc h . T h a t t h e re e v e r w a s a L u c a s B u rc h . ‘Luck,’ Hightower says; ‘luck. I don’t know whether I had it or not.’ But the doctor has gone on into the cabin. Looking back for another moment, Hightower watches the group about the c o t , h e a r i n g s t i l l t h e d o c t o r ’s c h e e r y voice. The old woman now sits quietly, yet looking back at her it seems but a moment ago that he was struggling with her for the child, lest she drop it in her d u m b a n d f u r i o u s t e r r o r. B u t n o l e s s furious for being dumb it was as, the child snatched almost from the mother ’s body, she held it high aloft, her heavy, bearlike body crouching as she glared at the old man asleep on the cot. He was sleeping so when 271

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fin, y durante algún tiempo, la obligación de apresurarse fue a la par con el movimiento, con la prisa misma, por la carretera vacía, por el alba vacía. Era exactamente eso, a no ser que, como suele hacer la gente, hubiese abandonado toda la realidad, todo el temor, todo el terror en manos del médico que iba junto a él. Sea como fuere, el pensamiento le llevó hasta la cabaña, donde ambos descendieron del coche y se dirigieron hacia la puerta, detrás de la cual seguía ardiendo la lámpara. En aquel instante, Byron corrió por la última laguna de paz antes de que sintiera el golpe, antes de que aquella cosa armada de garras le aferrase por detrás. Fue entonces cuando oyó el grito del niño. Y comprendió, supo. Amanecía rápidamente. Y Byron estaba allí, en pie, mansamente, en la paz friolera, en el tranquilo despertar; él, pequeño, indefinible, hacia el cual nadie, ni hombre ni mujer, se había vuelto mosca para mirarle por segunda vez. Ahora sabía que siempre había tenido algo que le protegía de la obligación de creer o que, haciéndole creer, también le había protegido. Con un asombro austero, rígido, Byron pensó Podría decirse que si la señora Hines no me hubiera llamado, si yo no hubiera oído a Lena, si no hubiera visto su cara, si yo no hubiera comprendido que en aguel momento Byron Bunch no era nada para ella, nunca me habría dado cuenta de que no es virgen. Y esto —pensó Byron— era terrible; pero no era todo. Había otra cosa. Byron no bajaba la cabeza, permanecía allí, de pie, mansamente, en el amanecer creciente, y pensaba muy tranquilo Y esto también me estaba reservado, como dice el reverendo Hightower. Tengo que decírselo. Tengo que decírselo a Lucas Burch. Ahora, este pensamiento ya no se presentaba en él. como algo natural, sino más bien como la desesperación terrible, irremediable, de la adolescencia. Era él, pero hasta ahora nunca había creído que él fuese él. Tenía la sensación de que ella y yo y todas las personas que tuve que mezclar en este asunto, sólo éramos palabras, detrás de las cuales no había nada, que nosotros ni siquiera éramos nosotros, mientras que lo que éramos seguía siendo, seguía siendo siempre, sin que ni siquiera lamentásemos que no hubiera palabras para designarnos. Sí, hasta ahora no he creído que él fuese Lucas Burch, que existiera realmente un Lucas Burch.

—¡Suerte! —dice Hightower— ¡Suerte! Queda por saber si la he tenido o no. Pero el médico ha entrado en la cabaña. Hightower aún vuelve un momento la cabeza y mira al grupo que está junto a la cama y 60 sigue oyendo la voz jovial del médico. La vieja está ahora sentada, muy tranquila, y sin embargo, mientras la mira, le parece que ha transcurrido muy poco tiempo desde que luchaba con ella para quitarle el niño porque 65 temía que lo dejase caer en su furia aterrorizada y estúpida. Estupidez que no atenuaba la furia cuando, tras haber casi arrancado al niño de las entrañas de su madre, le levantó muy alto, mirando al viejo que dormía en su 70 camastro. Su pesado cuerpo, que parecía dispuesto a saltar, recordaba al de un oso. El

Faulkner’s Light Hightower arrived. He did not seem to breathe at all, and beside the cot the woman was crouching in a chair when he entered. She looked exactly like a rock poised to plunge over a precipice, and for an instant Hightower thought S h e h a s a l re a d y k i l l e d h i m . S h e h a s taken her precautions well beforehand this time Then he was quite busy; the old woman was at his elbow without his being aware of it until she snatched the still unbreathing child and held it aloft, glaring at the old sleeping man on the other cot with the face of a tiger. Then the child breathed and cried, and the woman seemed to answer it, also in no known tongue, savage and triumphant. Her face was almost maniacal as he struggled with her and took the child from her before she dropped it. “See,” h e s a i d . “ L o o k ! H e ’s q u i e t . H e ’s n o t going to take it away this time.” Still she glared at him, dumb, beastlike, as though she did not understand English. B u t t h e f u r y, t h e t r i u m p h , h a d g o n e from her face: she made a hoarse, whimpering noise, trying to take the child from him. “Careful, now,” he said “ Wi l l y o u b e c a r e f u l ? ” S h e n o d d e d , whimpering, pawing lightly at the child. But her hands were steady, and he let her have it. And she now sits with it upon her lap while the doctor who had arrived too late stands beside the cot, talking in his cheerful, testy voice w h i l e h i s h a n d s a r e b u s y. H i g h t o w e r turns and. goes out, lowering himself carefully down the broken step, to the earth like an old man, as if there were something in his flabby paunch fatal and highly keyed, like dynamite. It is now more than dawn; it is morning: already the sun. He looks about, pausing; he calls: “Byron.” There is no a n s w e r. T h e n h e s e e s t h a t t h e m u l e , which he had tethered to a fence post nearby, is also gone. He sighs. ‘Well,’ he thinks. ‘So I have reached the point where the crowning indignity which I am to suffer at Byron’s hands is a twomile walk back home. That’s not worthy of Byron, of hatred. But so often our deeds are not. Nor we of our deeds. He walks back to town slowly—a gaunt, paunched man in a soiled panama hat and the tail of a coarse cotton nightshirt thrust into his black trousers. ‘Luckily I did take time to put on my shoes,’ he thinks. ‘I am tired,’ he thinks, fretfully. ‘I am tired, and I shall not be able to sleep.’ He is thinking it fretfully, wearily, keeping time to his feet when he turns into his gate. The sun is now high, the town has wakened; he smells the smoke here and there of cooking breakfasts. ‘The least thing he could have done,’ he thinks, ‘since he would not leave me the mule, would have been to ride ahead and start a fire in my stove for me. Since he 272

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viejo ya dormía así cuando Hightower llegó. No parecía respirar. Y junto a la cama, cuando llegó Hightower, encontró a la mujer, agazapada en una silla, como una roca en equilibrio al borde de un precipicio. Y, durante un instante, Hightower pensó Le ha matado ya. Esta vez ha tomado sus precauciones de antemano Después, tuvo mucho que hacer. La vieja estuvo a su lado, sin que él se diese cuenta, hasta el momento en que cogió al niño que no respiraba todavía, y le levantó en el aire mientras lanzaba sobre el viejo dormido una mirada de tigresa. Después, el niño respiró, y lloró, y la mujer pareció responderle en una lengua también desconocida, salvaje y triunfante. La mujer parecía una demente cuando Hightower forcejeó con ella y le quitó el niño para evitar que le dejase caer. «Mire. Mire —le dijo—. Está muy tranquilo. Esta vez no se lo llevará.» Sin embargo, la mujer no apartaba la vista de Hightower. Le miraba fijamente, con una estupidez animal, como si no comprendiera el inglés. Pero la furia, el triunfo, habían desaparecido de su rostro. Emitió un sonido ronco, quejumbroso, y trató de recobrar el niño. «Cuidado, mucho cuidado —dijo Hightower—. ¿Tendrá usted cuidado?» Lloriqueante, la vieja asintió con la cabeza y, con gran precaución, comenzó a manosear al niño. Pero sus manos ya no temblaban y Hightower dejó de prestarle atención. Y ahora todavía le tiene en sus rodillas, mientras el médico, retrasado, está junto a la cama, hablando con un tono jovial y tosco, con las manos muy atareadas. Hightower da media vuelta y sale. Desciende los partidos escalones con mucho cuidado, como un viejo, como si en su fofa panza hubiese algo fatal, extremadamente tenso, algo como dinamita. El amanecer ha concluido. Ya es de día, el sol ha salido. Se detiene, mira a su alrededor, llama: «¡Byron!» No responde nadie. Hightower ve entonces que la mula que él había atado a una estaca de la cerca también ha desaparecido. Y suspira: «Bien —piensa—. Heme aquí ante el último de los ultrajes de Byron. Ha llegado hasta el extremo de obligarme a hacer dos millas a pie para volver a casa. Esto no es digno de Byron. Pero ocurre a menudo que nuestras acciones no parecen ser dignas de nosotros. Ni nosotros dignos de nuestras acciones.»

Hightower reemprende lentamente el camino de la ciudad. Desmadejado, panzudo, camina bajo su panamá sucio. Ha embutido lo mejor que ha podido los faldones de su camisón de algodón en el pantalón negro. 60 «Afortunadamente me tomé el tiempo necesario para ponerme los zapatos —piensa—. Estoy cansado —piensa, lleno de desazón—; estoy cansado y no podré dormir.» Esta idea le desazona. Cruza la verja con el 65 mismo paso fatigado. El sol está ya muy alto. La ciudad se despierta. De aquí y de allá le llega el olor de los primeros desayunos. «Ya que no ha querido dejarme la mula, habría podido precederme y venir a encenderme el 70 hornillo. Era lo menos que podría haber hecho, ya que consideró que un paseo de dos 55

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thinks it better for my appetite to take a two-mile stroll before eating.’

millas antes de desayunar me abriría el apetito.»

He goes to the kitchen and builds a fire in the stove, slowly, clumsily; as clumsily after twenty-five years as on the first day he had ever attempted it, and puts cof fee on. ‘Then I’ll go back to bed,’ he thinks. ‘But I know I shall not sleep. But he notices that his thinking sounds querulous, like the peaceful whining of a querulous woman who is not even listening to herself; then he finds that he is preparing his usual hearty breakfast, and he stops quite still, clicking his tongue as, though in displeasure. ‘I ought to feel worse than I do,’ he thinks. But he has to admit that he does not. And as he stands, tall, misshapen, lonely in his lonely and illkept kitchen, holding in his hand an iron skillet in which yesterday’s old grease is bleakly caked, there goes through him a glow, a wave, a surge of something almost hot, almost triumphant. ‘I showed them!’ he thinks. ‘Life comes to the old man yet, while they get there too late. They get there for his leavings, as Byron would say.’ But this is vanity and empty pride. Yet the slow and fading glow disregards it, impervious to reprimand. He thinks, ‘What if I do? What if I do feel it? triumph and pride? What if I do?’ But t h e w a r m t h , t h e g l o w, e v i d e n t l y d o e s not regard or need buttressing either; neither is it quenched by the actual i t y of an orange and eggs and toast. And he looks down at the soiled and empty dishes on the table and he says, aloud now: “Bless my soul. I’m not even going to wash them now.” Neither does he go to his bedroom to try sleep. He goes to the door and looks in, with that glow of purpose and pride, thinking, ‘If I w e r e a w o m a n , n o w. T h a t ’s w h a t a woman would do: go back to bed to rest.’ He goes to the study. He moves like a man with a purpose now, who for twenty-five years has been doing nothing at all between the time to wake and the time to sleep again. Neither is the book which he now chooses the Te n n y s o n : t h i s t i m e a l s o h e c h o o s e s food for a man. It is Henry IV and he goes out into the back yard and lies down in the sagging deck chair beneath the mulberry tree, plumping solidly and heavily into it. ‘But I shan’ t be able to sleep,’ he thinks, ‘because Byron will be in soon to wake me. But to learn just what else he can think of to want me to do, will be almost worth the waking.’

Hightower va a la cocina y enciende el 5 hornillo lentamente, torpemente, tan torpemente como el primer día que lo hizo, hace veinticinco años. Pone su café al fuego. «Y luego me volveré a acostar —piensa—. Pero ya sé que no me dormiré.» Y observa que 10 sus pensamientos tienen un tono quejumbroso, algo así como las quejas de una mujer doliente que ni siquiera escucha lo que ella misma dice. Después advierte que se está preparando un desayuno bastante más sóli15 do que los de costumbre, y entonces se detiene. Hace chasquear su lengua, como si se sintiera contrariado. «No debería encontrarme tan bien», piensa. Pero tiene que admitir que no se encuentra mal. Y de pie, alto, infor20 me, solitario en su cocina vacía y mal cuidada, sosteniendo en la mano una cazuela a la que la grasa del día anterior se ha adherido en siniestros coágulos, se siente atravesado por un resplandor, por una ola, por un 25 impulso, por una especie de calor, por una sensación casi de triunfo. «Se lo he demostrado —piensa—. La vida puede renacer todavía en el viejo, cuando los demás llegan demasiado tarde. ¡Cuando llegan en busca 30 de sus restos, como diría Byron! Aunque todo esto no es más que vanidad y vacuo orgullo.» Pero el resplandor, lento, cada vez más pálido, no deja de brillar, permanece insensible al reproche. Hightower piensa: 35 «¿Y qué? ¿Qué importa? ¿Qué importa que sea una sensación de orgullo y de triunfo? ¿Y qué?» Pero el calor, el resplandor, no necesitan ya que se los alimente. El resplandor ya no se apaga ni con la realidad de una 40 naranja, de unos huevos y de unas rodajas de pan tostado. Y Hightower mira, por encima de la mesa, los platos vacíos y sucios, y dice, esta vez en voz alta: «Que Dios me perdone. Pero no voy a lavarlos ahora.» Y 45 tampoco va a su alcoba a intentar dormir. Llega hasta la puerta, mira la habitación, todavía lleno de aquel resplandor de orgullo y con un propósito muy definido. «¡Si fuese una mujer! Lo que haría ahora una mujer 50 sería acostarse, descansar.» Y va hacia su escritorio. Ahora actúa como un hombre que tiene un propósito; él, que, desde hace veinticinco años, no ha hecho nada entre la hora de levantarse y la de acostarse. Y esta vez 55 no es Tennyson el libro que elige. Esta vez elige un alimento de hombre: Enrique IV. Y va hacia el patio, y se tiende, bajo la morera, en su tumbona de lona hundida. Y se derrumba en ella, gordo y pesado. «Pero no po60 dré dormir —piensa—, porque Byron no va a tardar en venir a despertarme. Pero sólo por saber lo que va a pedirme esta vez ya merece la pena estar despierto».

H e g o e s t o s l e e p s o o n , a l m o s t 65 Hightower se duerme rápidamente, casi immediately, snoring. Anyone pausing en el acto. Cualquiera que se hubiese deteto look down into the chair would have nido para mirar hacia su silla habría visto, seen, beneath the twin glares of sky in por debajo de los reflejos mellizos del sol the spectacles, a face innocent, en sus gafas, una cara apacible, inocente, p e a c e f u l , a n d a s s u r e d . B u t n o o n e 70 confiada. Pero nadie se detiene. No obstancomes, though when he wakes almost te, cuando se despierta, casi seis horas des273

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loins lomos, caderas, ijares, ijadas, riñones, espaldas, costados

six hours later, he seems to believe that someone has called him. He sits up a b r u p t l y, t h e c h a i r c r e a k i n g b e n e a t h him. “Yes?” he says. “Yes? What is it?” But there is no one there, though for a moment longer he looks about, seeming to listen and to wait, with that air forceful and assured. And the glow is not gone either. ‘Though I had hoped to sleep it of f , ’ he thinks, thinking at once, ‘No. I don’ t mean hoped . W h a t i s i n m y t h o u g h t i s f e a red . A n d s o I have surrendered too,’ he thinks, quiet, still. He begins to rub his hands, gently a t f i r s t , a l i t t l e g u i l t i l y. ‘ I h a v e surrendered too. And I will permit m y s e l f . Ye s . P e r h a p s t h i s t o o i s reserved for me. And so I shall permit myself.’ And then he says it, thinks it That child that I delivered. I have no namesake. But I have known them before this to be named by a grateful mother for the doctor who officiated. B u t t h e n , t h e r e i s B y ro n . B y r o n o f course will take the pas of me. She will have to have others, more remembering the young strong body from out whose travail even there shone something t r a n q u i l a n d u n a f r a i d . M o re o f t h e m . Many more. That will be her life, her d e s t i n y. T h e g o o d s t o c k p e o p l i n g i n tranquil obedience to it the good earth; from these hearty loins without hurr y or haste descending mother and d a u g h t e r. B u t b y B y ro n e n g e n d e r e d next. Poor boy. Even though he did let me walk back home.

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pués, tiene la impresión de que alguien le ha llamado. Se incorpora súbitamente. La silla cruje bajo él. «¿Sí? —dice—. Si? ¿Quién está ahí?» Pero no hay nadie. Sin embargo, durante algunos segundos más, mira a su alrededor. Parece escuchar, esperar, con el mismo gesto de confianza enérgica. El resplandor continúa allí. «Yo esperaba, sin embargo, que se disiparía cuando me durmiese», piensa. E inmediatamente después. «No, no he querido decir esperaba. En realidad, temía. Así que me he sometido, que también yo me he sometido», piensa, sosegado, calmo. Y comienza a frotarse las manos, primero suavemente, después con un aire algo culpable. «Me he sometido también. Y voy a permitirme... Sr. Quizás esto también me estaba reservado. Así que voy a permitirme...» Y entonces, Hightower lo dice, lo piensa Ese niño a quien he ayudado a venir al mundo. Nadie lleva mi nombre. Pero yo he conocido a alguno cuya agradecida madre le dio el nombre del médico que le asistió en el parto. Sí, pero está Byron. Byron se me va a adelantar, naturalmente. Será necesario que la muchacha tenga otros, que tenga más. Recuerda el cuerpo joven, vigoroso que, incluso en medio de sus esfuerzos, revelaba tranquilidad, valor. Otros. Muchos más. Esa será su vida, su destino. La buena raza, en sumisa obediencia a la buena tierra: madre, hija, descendiendo sin prisa, sin precipitación, de ese vientre poderoso. Pero la próxima vez engendradas por Byron. Pobre muchacho. Que hasta me ha hecho regresar a pie.

He enters the house. He shaves and Hightower entra en la casa, se afeita, removes the nightshirt and puts on the 40 se quita el camisón y se pone la camisa shirt which he had worn yesterday, and que llevaba la víspera, y un cuello, y su a collar and the lawn tie and the panama corbata de lino y su panamá. Necesita hat. The walk out to the cabin does not menos tiempo para subir hasta la cabaña take him as long as the walk home did, que el que necesitó para bajar, aunque even though he goes now through the 45 ahora camina a través del bosque, donde woods where the walking is harder. ‘I el andar es más difícil. «Debería hacer must do this more often,’ he thinks, esto más a menudo», piensa bajo el sol feeling the intermittent sun, the heat, intermitente. Y siente el calor, el olor salsmelling the savage and fecund odor of vaje y fecundo de la tierra, el bosque, el the earth, the woods, the loud silence. 50 silencio: «He aquí otra costumbre que ‘I should never have lost this habit, nunca tendría que haber perdido. Pero too. But perhaps they both come back quizás un día vuelvan a mí las dos costo me, if this itself be not the same tumbres, aunque esto sea muy diferente prayer.’ de la oración.» 55 He emerges from the woods at the Sale del bosque por el otro extremo del far side of the pasture ‘behind the prado, por detrás de la cabaña. Más allá cabin. Beyond the cabin he can see the de ésta, puede ver el bosquecillo donde se clump of ees in which the house had alzaba la casa grande, donde la casa granstood and burned, though from here he 60 de ardió. Sin embargo, desde donde está, cannot see the charred and mute embers no puede ver los restos calcinados, silenof what were once planks and beams. ciosos, de lo que antes fueron tablas y vi‘Poor woman,’ he thinks. ‘Poor, barren gas. «Pobre mujer —piensa—. ¡Pobre muwoman. To have not lived only a week jer estéril! No haber podido vivir una selonger, until luck returned to this place. 65 mana más para ver que la felicidad volvía Until luck and life returned to these a estos lugares. Para ver que la felicidad y barren and ruined acres.’ It seems to la vida volvían a estos lugares estériles y him that he can see, feel, about him the desolados.» Cree ver a su alrededor unos ghosts of rich fields, and of the rich fantasmas de campos fértiles, la vida rica fecund black life of the quarters, the 70 y lujuriante de los negros de la plantación, mellow shouts, the presence of fecund las voces cálidas, la presencia de mujeres 274

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fecundas, la múltiple chiquillería women, the prolific naked children in hormigueando, desnuda, delante de las the dust before the doors; and the big puertas, y la gran casa, ruinosa, resonante house again, noisy, loud with the treble de los gritos de tres generaciones. Llega a shouts of the generations. He reaches the cabin. He does not knock; with his 5 la cabaña. No llama. Mientras su mano abre la puerta, grita con una voz jovial, hand already opening the door he calls casi atronadora: in a hearty voice that almost booms: —¿Puede entrar el doctor? “Can the doctor come in?” No hay nadie en la cabaña, salvo la maT h e c a b i n i s e m p t y s a v e f o r t h e 10 dre y el hijo. La madre está sentada en la cama mother and child. She is propped up on y le da el pecho al chiquillo. Cuando entra the cot, the child at breast. As Hightower, la muchacha sube la sábana y cuHightower enters, she is in the act of bre su seno desnudo mientras mira hacia la drawing the sheet up over her bared b o s o m , w a t c h i n g t h e d o o r n o t w i t h 15 puerta, sin temor, pero con interés, y el rostro inmovilizado en una expresión serena y alarm at all, but with alertness, her face cálida, como si se preparase a sonreír. Pero fixed in an expression serene and warm, Hightower ve que todo esto se desvanece. as though she were about to smile. He —Creía que... —dice ella. sees this fade. I thought—” she says. 20 —¿Qué es lo que creía? —dice, truena “Who did you think?” he says, Hightower. booms. He comes to the cot and looks Se aproxima a la cama y mira. A ella y d o w n a t h e r , a t t h e t i n y, w e a z e n e d , a la cara del niño, a la minúscula, arrugaterracotta face of the child which seems t o h a n g s u s p e n d e d w i t h o u t b o d y a n d 25 da cara color de barro cocido, que parece colgada del seno sin cuerpo y que no se still asleep from the breast. Again she ha despertado. Lena sube algo más la sádraws the sheet closer, modest and bana, púdica, sosegada, mientras que, tranquil, while above her the gaunt, desde arriba, el hombre grande, calvo, paunched, bald man stands with an expression on his face gentle, beaming, 30 ventrudo, la mira con gesto amable, con and triumphant. She is looking down at un aire radiante, triunfal. Lena bajó los the child. ojos hacia el niño. “ I t l o o k s l i k e h e j u s t c a n ’t g e t —Parece que no puede acostumc a u g h t u p . I t h i n k h e i s a s l e e p a g a i n 35 b r a r s e . C r e o q u e s e h a d o r m i d o y, e n and I lay him down and then he hollers cuanto le acuesto, empieza a gritar y and I have to put him back again.” tengo que cogerlo otra vez. “You ought not to be here alone,” —No debería quedarse sola aquí —dice h e s a y s . H e l o o k s a b o u t t h e r o o m . 40 Hightower, mirando alrededor de la habi“Where—” tación—. ¿Dónde...? “ S h e ’s g o n e , t o o . To t o w n . S h e —Ella se ha ido también. A la ciudad. d i d n ’ t s a y, b u t t h a t ’s w h e r e s h e h a s No me lo ha dicho, pero sé que ha ido allí. g o n e . H e s l i p p e d o u t , a n d w h e n s h e 45 El hombre se escapó y, cuando ella deswoke up she asked me where he was and pertó, me preguntó que dónde estaba, y I told her he went out, and she followed yo le dije que había salido, y ella se fue him.” tras él. “ To t o w n ? S l i p p e d o u t ? ” T h e n 50 —Se escapó? ¿A la ciudad? —Y luego h e s a y s “ O h ” q u i e t l y. H i s f a c e i s añade: ¡Ah!», tranquilamente, con el rostro g r a v e n o w. lleno de gravedad. “ S h e w a t c h e d h i m a l l d a y. A n d h e w a s w a t c h i n g h e r. I c o u l d t e l l i t . H e was making out like he was asleep. She thought that he was asleep. And so after dinner she gave out. She hadn’t rested any last night, and after dinner she set in the chair and dozed. And he w a s w a t c h i n g h e r, a n d h e g o t u p f r o m the other cot, careful, winking and squinching his face at me. He went to t h e d o o r, s t i l l w i n k i n g a n d s q u i n t i n g back at me over his shoulder, and tiptoed out. And I never t r i e d to stop him n o r w a k e h e r, n e i t h e r . ” She looks at Hightower, her eyes grave, wi d e . “ I w a s scared to. He talks funny. And the way he was looking at me. Like all the winking and squinching was not for me 275

—Le vigiló todo el día. Y él también la 55 vigilaba a ella. Yo le veía: fingía dormir, y ella creía que dormía, y después de cenar no pudo más y cayó dormida. La noche anterior no descansó nada y, después de cenar, se sentó en la silla y se adormiló. Y él la 60 observaba, y se levantó de la otra cama con mucho cuidado. Guiñaba un ojo, me miraba y hacía muecas. Se dirigió hacia la puerta, guiñando y muequeando hacia mí por encima de su hombro y salió a la calle de punti65 llas. Y yo no intenté detenerle ni despertarla a ella tampoco. Lena mira a Hightower con sus ojos graves y muy abiertos: —Yo también tenía miedo. El hom70 bre decía cosas extrañas. Y yo estaba aquí, acostada, con el niño, cuando, al

Faulkner’s Light to not wake her up, but to tell me what would happen to me if I did. And I was scared to. And so I laid here with the baby and pretty soon she jerked awake. And then I knew she hadn’t aimed to go to sleep. It was like she come awake already running to the cot where he had been, touching it like she couldn’t believe he had done got away. Because she stood there at the cot, pawing at the blanket like maybe she thought he was mislaid inside the blanket somewhere. And then she looked at me, once. And she wasn’t winking and squinting, but I nigh wished she was. And she asked me and I told her and she put on her hat and went out.” She looks at H i g h t o w e r . “ I ’ m g l a d s h e ’s g o n e . I reckon I ought not to say it, after all she done for me. But …”

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cabo de un rato, la mujer se despertó sobresaltada. Y entonces comprendí que nunca había tenido la intención de dormir. Era como si se hubiese despertado al mismo tiempo que corría hacia la cama en donde el hombre había estado acostado. La mujer tanteaba, como si no acabase de creer que él ya no estaba allí. Así que se quedó allí, junto a la cama, palpando la manta como si creyese que quizás estaba en algún sitio, escondido debajo. Después me echó una mirada. No guiñaba, no hacía muecas, pero yo habría preferido que lo hiciese. Me preguntó, y yo le dije lo que había pasado. Entonces se puso su sombrero y salió. Lena mira a Hightower. —Me alegro de que se haya ido. Quizás no debería decirlo, después de todo lo que ella ha hecho por mí. Pero...

Hightower está de pie junto a la Hightower stands over the cot. He cama. Su rostro está muy serio. Es does not seem to see her. His face is como si hubiese envejecido diez very grave; it is almost as though it had grown ten years older while he stood 25 a ñ o s d e s d e q u e e n t r ó . O c o m o s i s u rostro fuese ahora su verdadero rosthere. Or like his face looks now as it tro y no un rostro ajeno a él, como should look and that when he entered el que tenía cuando entró. the room, it had been a stranger to —¿A la ciudad? —dice; luego, sus ojos i t s e l f . “ To t o w n , ” h e s a y s . T h e n h i s eyes wake, seeing again. “Well. It can’t 30 se reaniman: ve de nuevo—. Bueno; allí, nosotros no podemos hacer nada —dice—. be helped now,” he says. “Besides, the Además, la gente de la ciudad, la gente senmen downtown, the sane ... there will sata... A veces se encuentra alguno... ¿Por be a few of them. ... Why are you glad qué se alegró usted cuando se fueron? they are gone?” 35 Lena baja los ojos. Sus manos vagan alShe looks down. Her hand moves rededor de la cabeza del niño, sin tocarlo, a b o u t t h e b a b y ’s h e a d , n o t t o u c h i n g en un gesto instintivo, inútil y, al parecer, it: a gesture instinctive, unneeded, inconsciente. apparently unconscious of itself. —La mujer ha sido buena. Más por bue“ S h e h a s b e e n k i n d . M o r e t h a n k i n d . 40 Holding the baby so I could rest. She na. Cogía al niño para que yo pudiese deswants to hold him all the time, cansar. Quería tenerlo siempre, sentada ahí, s e t t i n g t h e r e i n t h a t c h a i r — Yo u ’ l l en esa silla... Tendrá usted que perdonarme, have to excuse me. I ain’t once ni siquiera le he dicho que se siente... —Lena i n v i t e d y o u t o s e t ” S h e w a t c h e s h i m 45 ve cómo acerca a la cama una silla y se sienta as he draws the chair up to the cot Sentada ahí, desde donde podía vigilar and sits down. “... Setting there la cama en la que el hombre fingía dormir. where she could watch him on the L e n a mi r a a H i g h t o w e r c o n o j o s cot, making out that he was asleep.” interrogantes, ansiosos. S h e l o o k s a t H i g h t o w e r ; h e r e y e s a r e 50 —La mujer se empeña en llamarle Joey, questioning, intent. “She keeps on y el niño no se llama Joey...Y ella se empec a l l i n g h i m J o e y. W h e n h i s n a m e ña... a i n ’ t J o e y. A n d s h e k e e p s o n . . . ” S h e Lena, esta vez, mira a Hightower con watches Hightower. Her eyes are ojos atónitos, interrogantes, dubitativos. p u z z l e d n o w, q u e s t i o n i n g , d o u b t f u l . 55 —Se empeña en hablar de... Me parece “She keeps on talking about— She is que no sabe muy bien en dónde está. Y me m i x e d u p s o m e w a y. A n d s o m e t i m e s I embrollo yo misma, a fuerza de escucharla... get mixed up too, listening, having de no tener más remedio que escucharla. to …” Her eyes, her words, grope, Sus ojos, sus palabras buscan, fumble. 60 t a n t e a n . “Mixe d u p ? ”

—¿Se embrolla usted?

“She keeps on talking about him —Siempre está hablando del niño como l i k e h i s p a w a s t h a t … t h e o n e i n 65 si su padre fuese... ese que está en la cárcel, jail, that Mr. Christmas. She keeps ese tal Christmas. Siempre está repitiendo on, and then I get mixed up and it’s eso. Y yo me embrollo. Algunas veces me like sometimes I can’t—like I am parece que no puedo... que yo no soy la mismixed up too and I think that his pa ma. Y también llego a tener la sensación de i s t h a t M r . — M r . C h r i s t m a s t o o — ” 70 que su padre es ese Christmas... She watches him; it is as though she Lena le mira. Parece estar haciendo un 276

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increíble esfuerzo. makes a tremendous effort of some —Pero sé muy bien que eso no kind. “But I know that ain’t so. I know es verdad. Sé que eso es una tont h a t ’s f o o l i s h . I t ’s b e c a u s e s h e k e e p s tería. Y he acabado embrollándoon saying it and saying it, and maybe I ain’ t strong good yet, and I get mixed 5 m e p o r q u e n o e s t o y m u y f u e r t e . Pero tengo miedo... up too. But I am afraid. …” —¡De qué?

“Of what?”

—No me gusta estar tan embrollada. Y “ I d o n ’ t l i k e t o g e t m i x e d u p . 10 tengo miedo de que esa mujer consiga emAnd I. am afraid she might get brollarme de verdad. Dicen que, a veces, me mixed up, like they say how cuando una se pone a bizquear, después ya you might cross your eyes and no puede dejar de hacerlo... Pues así... t h e n y o u c a n ’ t u n c r o s s … ” She Lena deja de mirarle. No se mueve. Pero sto ps looking at him. She does not move. 15 siente que Hightower la mira She can feel him watching her. —Dice usted que el niño no se llama Joey... ¿Cómo se llama?

“You say the baby’s name is not Joe. What is his name?” 20 For a moment longer she does not look at Hightower. Then she looks up. She says, too immediately, too easily: “I ain’t named him yet.”

Lena sigue un momento sin mirar a Hightower. Después alza los ojos. Y dice, demasiado súbitamente, demasiado fácilmente: —Todavía no le he puesto nombre.

25 Y Hightower sabe por qué. Le parece And he knows why. It is as though que la ve por primera vez desde que enhe sees her for the first time since he tró. Advierte, por primera vez, que la muentered. He notices for the first time chacha se ha peinado y, también, que se that her hair has been recently combed and that she has freshened her face too, 30 ha refrescado la cara. Y ve, medio ocultos debajo de la sábana, como si ella los and he sees, half hidden by the sheet, hubiera ocultado allí apresuradamente al as if she had thrust them hurriedly there verle entrar, un peine y un fragmento de when he entered, a comb and a shard un espejo roto. of broken mirror. “When I came in, you —Cuando entré, usted esperaba a alw e r e e x p e c t i n g s o m e o n e . A n d i t w a s 35 guien. No era a mí. ¡A quién esperaba? not me. Who were you expecting?” Lena no aparta los ojos. Su rostro no reShe does not look away. Her face is fleja ni inocencia ni doblez. Pero tampoco neither innocent nor dissimulating. N e i t h e r i s i t p l a c i d a n d s e r e n e . 40 es plácido, tampoco está sereno: —¿Qué a quién esperaba? “Expecting?” —¿Era a Byron Bunch? “ Wa s i t B y r o n B u n c h y o u Lena no aparta los ojos. El rostro de expected?” Still she does not l o o k a w a y . H i g h t o w e r ’ s f a c e i s 45 Hightower es sereno, seguro, amable. Y s o b e r , f i r m , g e n t l e . Ye t i n i t i s sin embargo, se advierte en él un poco that ruthlessness which she has de aquella crueldad que Lena ha podido seen in the faces of a few good ver en la cara de algunas de las buenas p e o p l e , m e n u s u a l l y, w h o m s h e personas que ha conocido, sobre todo en h a s k n o w n . H e l e a n s f o r w a r d a n d 50 la de los hombres. Hightower se inclina lays his hand on hers where it y coloca su mano sobre la de Lena, la supports the child’s body. mano que sujeta al cuerpo del niño. “ Byron is a good man,” he says. —Byron es un buen hombre —dice. “ I r e c k o n I k n o w t h a t , w e l l a s 55 —Creo que yo sé eso más que nadie. Es anybody. Better than most.” mejor que la mayoría de las personas. “And you are a good woman. Will —Y usted es una buena chica... Usted b e . I d o n ’ t m e a n — ” h e s a y s q u i c k l y. será... No quiero decir... —dice inmediataThen he ceases. “I didn’ t mean—” 60 mente, luego se detiene—: No quería decir... “I reckon I know,” she says.

—Creo que lo sé —dijo ella.

“No. Not this, This does not matter. —No, no es eso. Eso no tiene importanThis is not anything yet. It all depends 65 cia. No es nada todavía. Todo depende de lo on what you do with it, afterward. With que haga usted después. De lo que usted haga yourself. With others.” He looks at her; consigo misma y con los demás. she does not look away. “Let him go. La mira. Ella no aparta los ojos. Send him away from you.” They look —Déjelo que se vaya. Aléjelo de usted. a t o n e a n o t h e r . “ S e n d h i m a w a y , 70 Se miran. d a u g h t e r. Yo u a r e p r o b a b l y n o t m u c h —Aléjelo, hija mía. Probablemente no 277

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tiene usted ni la mitad de los años que él, more than half his age. But you have pero ha vivido dos veces más que él. Y no already outlived him twice over. He will la alcanzará nunca, porque ha perdido denever overtake you, catch up with you, masiado tiempo. Y también eso, su nada, because he has wasted too much time. A n d t h a t t o o , h i s n o t h i n g , i s a s 5 es tan irremediable como el todo de usted. El no puede volver atrás y hacer, como irremediable as your all. He can no tampoco usted puede volver atrás y desmore ever cast back and do, than you hacer. Usted ha tenido un hijo que no es c a n c a s t b a c k a n d u n d o . Yo u h a v e a de él, que es de un hombre que no es él. manchild that is not his, by a man that is not him. You will be forcing into his 10 Introducirá usted, por fuerza, en su vida a dos hombres y solamente el tercio de una life two men and only the third part of mujer. Y él merece, por lo menos, que la a woman, who deserves at the least that nada en que vive desde hace treinta y cinthe nothing with which he has lived for co años sea violada (si tiene que ser violathirty-five years be violated, if violated it must be, without two witnesses. Send 15 da) sin la presencia de los testigos. Aléjelo. him away.” —No soy yo la que tiene que hacerlo. El “That ain’t for me to do. He is free. es libre. Dígaselo. Yo nunca he hecho nada Ask him. I have not tried once to hold him.” 20 para retenerlo. —En efecto. Probablemente no habría “That’s it. You probably could not podido retenerlo si lo hubiese intentado. have held him, if you had tried to. En efecto. Si usted hubiese sabido cómo That’s it. If you had known how to try. But then, if you had known that, you 25 intentarlo. Pero si usted hubiese sabido eso, no estaría aquí ahora, en esa cama, would not be here in this cot, with this con ese niño en los brazos. ¿No quiere child at your breast. And you won’t usted alejarlo? ¿No quiere decirle lo que s e n d h i m a w a y ? Yo u w o n ’ t s a y t h e hay que decirle? word?” 30 —No puedo decir más de lo que ya he di“I can say no more than I have said. cho. Y le he dicho que no, hace cinco días. And I said No to him five days ago.” —¿Que no?

“No?” 35

—Me pidió que me casara con él. Sin esperar más. Y yo le dije que no.

“He said for me to marry him. To not wait. And I said No.”

—¿Y le diría ahora que no?

“Would you say No now?” 40

Lena le mira fijamente. —Si, se lo diría ahora.

S h e l o o k s a t h i m s t e a d i l y. “ Ye s . I would say it now.”

Hightower suspira, enorme, informe. Su He sighs, huge, shapeless; his f a c e i s a g a i n s l a c k , w e a r y . “ I 45 rostro está otra vez distendido, cansado. —Le creo. Continuará diciéndoselo hasta b e l i e v e y o u . Yo u w i l l c o n t i n u e el momento en que haya visto... to say it until after you have Hightower sigue mirándola. Y su mirada seen ...” He looks at her again; es dura, ardiente. again his gaze is intent, hard. —¿Dónde está Byron? “Where is he? Byron?” 50 She looks at him. After a while s h e s a y s q u i e t l y : “ I d o n ’t k n o w. ” She looks at him; suddenly her f a c e i s q u i t e e m p t y, a s t h o u g h something which gave it actual solidity and firmness were b e g i n n i n g t o drain out of it. Now there is nothing of dissimulation nor alertness nor caution in it. “This morning about ten o’clock he came back. He didn’ t come in. He just came to the door and he stood there and he j u s t l o o k e d a t m e . A n d I h a d n ’t s e e n him since last night and he hadn’ t seen the baby and I said, ‘Come and see him,’ and he looked at me, standing there in the door, and he said, ‘I come to find out when you want to see him,’ and I said, ‘See who?’ and he said, ‘They may have to send a deputy with 278

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Lena le mira. Al cabo de un instante le dice, muy tranquila: —No lo sé. L e m i r a . Y, d e p r o n t o , s u r o s t r o se vacía, como si lo que le daba su solidez, su firmeza, comenzara a retraerse. Ahora ya no hay ningún disimulo, ninguna cautela, ninguna prudencia en ese rostro. — Vi n o e s t a m a ñ a n a , a e s o d e l a s diez. Pero no entró. Sólo se acercó a la puerta y se quedó allí; sólo me miró. No le había visto desde la noche pasada. Y él no había visto al niño y le dije: «Entre a verlo.» Y él me miró, plantado ahí, en la puerta, y dijo: «Vengo para que me diga cuándo quiere verlo.» Y yo dije: «¿Ver a quién?» Y él dijo: «Quizás hagan que le acompañe un policía, pero puedo convencer a Kennedy para que le

Faulkner’s Light him but I can persuade Kennedy to let him come,’ and I said, ‘Let who come?’ and he said, ‘Lucas Bunch,’ and I said, ‘Yes,’ and he said, ‘This evening? Will that do?’ and I said, ‘Yes,’ and he went away. He just stood there, and then he went away.” While he watches her with that despair of all men in the presence of female tears, she begins to cry. She sits upright, the child at her breast, crying, not loud and not hard, but with a patient and hopeless abjectness, not hiding her face. “And you worry me about if I said No o r n o t a n d I already said No and you worry me and worry me and now he is already gone. I will never see him again.” And he sits there, and she bows her head at last, and he rises and stands over her with his hand on her bowed head, thinking Thank God, God help me. Thank God, God help me.

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deje venir.» Y yo dije: «¿Dejar venir a quién?» Y él me dijo: «A Lucas Burch.» Y yo dije. «Sí.» Y él dijo: «¿Esta tarde? ¿Le parece bien?» Y yo dije: «Sí» Estaba ahí, plantado. Y luego, se fue. Y Lena comienza a llorar, mientras Hightower la mira con ese desconcierto que sienten los hombres ante los llantos de las mujeres. Lena está sentada, muy erguida, con el niño en los brazos, y llora suavemente, sin violencia, pero con una humildad paciente, desesperada, sin esconder la cara. —Y viene usted a atormentarme para saber si le he dicho si o no, y yo ya le he dicho que no, y usted viene a atormentarme, y él se ha ido. Ya no lo volveré a ver. Y Hightower sigue allí, sentado, y Lena acaba por inclinar la cabeza, y él se levanta, se queda de pie junto a ella, con una mano sobre la cabeza inclinada, pensando Gracias, Dios mío. Dios mío, protégeme. Gracias, Dios mío. Dios mío, protégeme.

Encuentra en el bosque el sendero H e f o u n d C h r i s t m a s ’ o l d p a t h 25 que Christmas utilizaba para bajar al through the woods to the mill. He did aserradero. No sabía que estaba allí, not know that it was there, but when he pero, cuando ve la dirección en que el found in which direction it ran, it sendero corre, le parece, en su triunseemed like an omen to him in his e x u l t a t i o n . H e b e l i e v e s h e r , b u t h e 30 fo, que es un presagio. Cree lo que ella ha dicho, pero quiere corroborar la inwants to corroborate the information formación por el simple gusto de oírla for the sheer pleasure of hearing it otra vez. Son las cuatro en punto cuanagain. It is just four o’clock when he do llega al aserradero. Se informa en reaches the mill. He inquires at the office. 35 l a o f i c i n a . —¿Bunch? —le dicen—. No le encontrará aquí. Se fue esta mañana.

“ B u n c h ? ” t h e b o o k k e e p e r, s a y s . “You won’t find him here. He quit this morning.” 40 “I know, I know,” Hightower says.

—Ya lo sé, ya lo sé —dice Hightower.

“Been with the company for seven —Hacía siete años que trabajaba aquí. years, Saturday evenings too. Then this Incluidas las tardes de los sábados. Y de morning he walked in and said he was 45 pronto, esta mañana, vino a decirme que se quitting. No reason. But that’s the way iba. Sin ninguna razón. Pero esta gente de these hillbillies do.” las colinas obra siempre así. “Yes, yes,” Hightower says. “They —Sí, sí —dice Hightower—. Pero son are fine people, though. Fine men and 50 buena gente, los hombres y las mujeres. women.” He leaves the office. The road Sale de la oficina. La carretera que lleva to town passes the planer shed, where a la ciudad pasa por delante del cobertizo de Byron worked. He knows Mooney, the acepillar en donde Byron trabajaba. foreman. “I hear Byron Bunch is not Hightower conoce a Mooney, el capataz. Se with you anymore,” he says, pausing. 55 detiene y dice: “ Ye s , ” M o o n e y s a y s . “ H e —Acaban de decirme que Byron Bunch quit this morning.” But ya no trabaja aquí. Hightower is not listening; the —Es cierto. Se fue esta mañana —dice overalled men watch t h e 60 Mooney. shabby, queershaped, notPero Hightower no escucha. Los homquite-familiar figure looking bres vestidos con monos miran a aquella fiwith a kind of exultant interest gura lamentable, extraña, que no conocen. at the walls, the planks, the Le ven cómo contempla, con una especie de c r y p t i c m a c h i n e r y w h o s e v e r y 65 interés triunfante, las paredes, las tablas, las being and purpose he could not máquinas misteriosas cuya naturaleza, cuya have understood or even utilidad no habría podido comprender ni learned. “If you want to see aprender. him,” Mooney says, “I reckon —Si quiere verle —dice Mooney—, creo y o u ’ l l f i n d h i m d o w n t o w n a t 70 que lo encontrará en el centro de la ciudad, the courthouse.” en el juzgado. 279

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tr. Enrique Sordo —¿En el juzgado?

“At the courthouse?”

—Si, señor. El gran jurado se reúne hoy. “ Ye s , s i r. G r a n d j u r y m e e t s t o d a y . S p e c i a l c a l l . To i n d i c t t h a t 5 Sesión extraordinaria. Para la acusación del asesino. m u r d e r e r. ” “ Ye s , y e s , ” H i g h t o w e r s a y s . “ S o h e i s g o n e . Ye s . A f i n e y o u n g m a n . G o o d d a y, g o o d d a y, g e n t l e m e n . Goodday to you.” He goes on, while the men in overalls look after him for a time. His hands are clasped behind h i m . H e p a c e s o n , t h i n k i n g q u i e t l y, p e a c e f u l l y, s a d l y : ‘ P o o r m a n . P o o r f e l l o w. N o m a n i s , c a n b e , j u s t i f i e d in taking human life; least of all, a w a r r a n t e d o f f i c e r, a s w o r n s e r v a n t o f his fellowman. When it is sanctioned publicly in the person of an elected officer who knows that he has not himself suffered at the hands of his victim, call that victim by what name you will, how can we expect an individual to refrain when he believes that he has suffered at the hands of his victim?’ He walks on; he is now in his own street. Soon he can see his fence, the signboard; then the house beyond the rich foliage of August. ‘So he departed without coming to tell me goodbye. After all he has done for me. Fetched to me. Ay ; g i v e n , r e s t o r e d , t o m e . I t w o u l d seem that this too was reserved for me. And this must be all.’

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—Sí, sí —dice Hightower—. De modo que se ha ido. Sí. Un buen muchacho. Buenas tardes, buenas tardes, señores. Buenas tardes a todos. Y se va, y los hombres vestidos con sus monos le miran durante un rato. Hightower cruza sus manos en la espalda y piensa serenamente, tristemente: «Pobre hombre. Pobre muchacho. No hay, no puede haber excusa para un hombre que quita la vida a otro, sobre todo cuando ese hombre es un funcionario, un servidor jurado de sus semejantes. Cuando se ve que un funcionario sanciona públicamente la muerte sin haber sufrido personalmente a manos de su víctima, cómo esperar que un ciudadano particular se domine cuando cree que ha sufrido a manos de su víctima?» Y sigue caminando. Está ahora en su calle. Puede ver en seguida la verja, el rótulo y, por fin, la casa, detrás del opulento follaje de agosto. —Así que se ha ido sin decirme adiós. Después de todo lo que me ha hecho. De todo lo que ha ido a pedirme. ¿Qué estoy diciendo? De todo lo que me ha dado, de todo lo que me ha devuelto. Al parecer, también esto me estaba reservado. Y supongo que ya se acabó todo. Pero no se acaba. Todavía hay otra cosa que le está reservada.

But it is not all. There is one thing more reserved for him. 40

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Chapter 18 s c u f f raspar, rayar intransitive verb 1 a : to walk without lifting the feet : SHUFFLE b : to poke or shuffle a foot in exploration or embarrassment 2 : to become scratched, chipped, or roughened by wear transitive verb 1 : 3 CUFF 2 a : to scrape (the feet) along a surface while walking or back and forth while standing b : to poke at with the toe 3 : to scratch, gouge, or wear away the surface of

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18.

Cuando Byron llegó a la ciudad se enWHEN Byron reached town he teró de que no podía ver al sheriff antes del found that he could not see the sherif f mediodía, porque el sheriff estaría ocupauntil noon, since the sheriff would be e n g a g e d a l l m o r n i n g w i t h t h e s p e c i a l 55 do toda la mañana con la sesión extraordinaria del gran jurado. Grand Jury. “You’ll have to wait,” they —Tendrá usted que esperar —le dijeron. told him. —Sí dijo Byron—. Ya sé cómo.

“Yes,” Byron said. “I know how.” 60

—¿Ya sabe cómo qué? “Know how what?” But he did not No respondió. Salió de la oficina del answer. He left the sheriff ’s of fice and sheriff y se detuvo bajo los soportales que stood beneath the portico which faced estaban frente a la fachada del sur de la plathe south side of the square. From the s h a l l o w , f l a g g e d t e r r a c e t h e s t o n e 65 za. En la angosta galería enlosada se alzaban las columnas de piedra rosa y los arcos, columns rose, arching, weathered, corroídos por las intemperies, manchados stained with generations of casual por generaciones de salivazos de tabaco. tobacco. Beneath them, steady and Bajo los soportales, vulgares, constantes, constant and with a grave p u r p o s e l e s s n e s s ( a n d w i t h h e r e a n d 70 graves en su ociosidad (también, aquí y allá, inmóviles o charlando entre ellos con la there, standing motionless or talking to 280

Faulkner’s Light one another from the sides of their mouths, some youngish men, townsmen, some of whom Byron knew as clerks and young lawyers and even merchants, who had a generally identical a u t h o r i t a t i v e a i r, l i k e p o l i c e m e n i n disguise and not especially caring if the disguise hid the policeman or not) countrymen in overalls moved, with almost the air of monks in a cloister, speaking quietly among themselves of money and crops, looking quietly now and then upward at the ceiling beyond which the Grand Jury was preparing behind locked doors to take the life of a man whom few of them had ever seen to know, for having taken the life of a woman whom even fewer of them had known to see. The wagons and the dusty cars in which they had come to town w e r e ra n k e d a b o u t t h e s q u a r e , a n d along the streets and in and out of the stores the wives and daughters who had come to town with them moved in clumps, slowly and also aimlessly as cattle or clouds. Byron stood there for quite a while, motionless, not leaning against anything—a small man who had lived in the town seven years yet whom even fewer of the country people than knew either the murderer or the murdered, knew by n a m e o r h a bit. Byron was not conscious of this. H e d i d n o t c a r e n o w, t h o u g h a w e e k ago it would have been different. Then he would not have stood here, where any man could look at him and perhaps recognise him: Byron B u n c h , t h a t w e e d e d a n o t h e r m a n ’s l a i d b y c ro p , w i t h o u t a n y h a l v e r s . The fellow that took care of another m a n ’s w h o re w h i l e t h e o t h e r f e l l o w was busy making a thousand dollars. And got nothing for it. Byron Bunch that protected her good name when the woman that owned the good name and the man she had given it t o h a d b o t h t h r o w n i t a w a y, t h a t g o t t h e o t h e r f e l l o w ’s b a s t a rd b o r n i n peace and quiet and at Byron B u n c h ’s e x p e n s e , a n d h e a r d a b a b y c r y o n c e f o r h i s p a y. G o t n o t h i n g f o r it except permission to fetch the other fellow back to her soon as he got done collecting the thousand d o l l a r s a n d B y r o n w a s n ’t n e e d e d a n y m o r e . B y ro n B u n c h ‘ A n d n o w I c a n g o a w a y, ’ h e t h o u g h t . H e b e g a n to breathe deep. He could feel himself breathing deep, as if each time his insides were afraid that next breath they would not be able to give far enough and that something terrible would happen, and that all the time he could look down at himself breathing, at his chest, and see no movement at all, like when dynamite first begins, g a t h e r s i t s e l f f o r t h e n o w N o w N O W, 281

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comisura de la boca, había gente joven, muchachos de la ciudad, algunos de los cuales sabía Byron que eran dependientes, jóvenes abogados e incluso comerciantes, todos ellos impregnados de autoridad, como policías disfrazados a los que les es igual que el disfraz oculte al policía o no), unos campesinos de blusa iban y venían. En cierto modo, parecían monjes en un claustro. Hablaban apaciblemente entre ellos; de cosechas, de dinero. De vez en cuando miraban hacia arriba, hacia el techo sobre el cual los miembros del jurado, a puerta cerrada, se disponían a cercenar la vida de un hombre al que la mayoría de ellos no conocían, ni siquiera de vista, porque ese hombre había cercenado la vida de una mujer a la que un número todavía más considerable de ellos no había visto jamás. Las carretas y los coches cubiertos de polvo en los que habían venido estaban alineados alrededor de la plaza y a ambos lados de las calles adyacentes. Las mujeres y las muchachas que les habían acompañado entraban y salían de las tiendas, en grupos, lentamente y sin ningún propósito concreto, como el ganado o como las nubes. Byron permaneció un momento inmóvil, sin apoyarse en nada; él, un hombre modesto que hacía siete años que vivía en la ciudad y cuyas costumbres eran aún menos conocidas de los campesinos que las del asesino o que las de la víctima.

35 Pero Byron no tenía conciencia de ello. Y ahora le daba igual, aunque una semana antes probablemente se habría comportado de otro modo. Una semana antes no habría estado allí, donde todo el mundo podia verlo, 40 reconocerlo acaso: Byron Bunch, el que ha binada la cosecha de otro sin compartirla a medias. El individuo que ha cuidado de la puta de otro mientras ese otro se dedicaba a ganar mil dólare s . 45 Y t o d o e l l o p a r a n a d a . B y ro n B u n c h , que ha velado por la reputación de la m u j e r, c u a n d o l a m u j e r t e n í a e s a reputación y el hombre a quien se la c o n f i ó a p e n a s s e h a b í a n p re o c u p a d o 50 por ella. Byron Bunch, que ha procurado que el bastardo de ese tipo nazca en paz y tranquilamente y a su costa, y que por todo pago, ha oído al niño gritar una sola vez. Byron Bunch que, a 55 cambio, ha sido admitido para conducir hasta la mujer al otro individuo tan pronto como éste haya cobrado los mil dólares y Byron Bunch ya no sea necesario, Byron Bunch... «Y ahora, ya pue60 do irme», pensó. Y comenzó a respirar profundamente, y se sintió a sí mismo respirando profundamente como si, cada vez que respiraba, tuviera miedo de que sus pulmones no pudieran aspi65 rar bastante aire en la próxima inspiración, como si temiese que iba a suceder algo terrible, como si pudiese mirarse siempre a sí mismo, mirar su pecho sin ver en él ningún movimiento. 70 Así, como cuando la dinamita se prepara para el ahora, Ahora, AHORA, sin

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que cambie la forma exterior del cartuthe shape of the outside of the stick cho. Y la gente que pasaba no podía does not change; that the people who advertir ningún cambio. Seguía siendo passed and looked at him could see el hombre humilde a quien nadie mirano change: a small man you would n o t l o o k a t t w i c e , t h a t y o u w o u l d 5 ría nunca dos veces, de quien nadie sospecharía nunca que había hecho lo que never believe he had done what he hizo, que había sentido lo que sintió, had done and felt what he had felt, el hombre humilde que había creído que who had believed that out there at allí, solo en el aserradero, un sábado the mill on a Saturday afternoon, a l o n e , t h e c h a n c e t o b e h u r t c o u l d 10 por la tarde, no corría ningún peligro de hacer daño. not have found him. He was walking among the people. ‘I got to go somewhere,’ he thought. He could walk in time to that: ‘I got to go somewhere.’ That would get him along. He was still saying it when he reached the boardinghouse. His room faced the street. Before he realised that he had begun to look toward it, he was looking away. ‘I might see somebody reading or smoking in the window,’ he thought. He entered the hall. After the bright morning, he could not see. at once. He c o u l d s m e l l w e t l i n o l e u m , s o a p . ‘ I t ’s still Monday,’ he thought. ‘I had forgot t h a t . M a y b e i t ’s n e x t M o n d a y. T h a t ’s what it seems like it ought to be.’ He did not call. After a while he could see b e t t e r. H e c o u l d h e a r t h e m o p i n t h e back of the hall or maybe the kitchen. Then against the rectangle of light which was the rear door, also open, he s a w M r s . B e a r d ’s h e a d l e a n i n g o u t , then her body in full silhouette, advancing up the hall. “Well,” she said, “it’s Mister Byron Bunch. Mister Byron Bunch.”

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Caminaba entre la gente. «Tengo que ira alguna parte», pensaba. ¿Por qué no ir al compás de esta frase? Tengo que ir a alguna parte. Esto le ayudaría a caminar. Y todavía repela aquellas palabras cuando llegó a su pensión. Su habitación daba a la calle. Antes de que se hubiera dado cuenta de que la miraba, desvió la vista. «Podría ver a alguien leyendo o fumando en la ventana», pensó. Entró en el vestíbulo. En el primer momento, viniendo de la viva luz de la mañana, no pudo ver nada. Sintió el olor del linóleo húmedo y del jabón. «Todavía es lunes —pensó—. Lo había olvidado. O tal vez es el lunes próximo. Creo que es así.» No llamó. Al poco rato comenzó a ver. Oía la escoba al final del pasillo, quizás en la cocina. Después, en el rectángulo de luz formado por la puerta del fondo, también abierta, distinguió la cabeza de la señora Beard, que se inclinaba, y luego su cuerpo, en sombra chinesca, que avanzaba por el pasillo. —Vaya —dijo la señora Beard—. Pero si es el señor Byron Bunch. ¡El señor Byron Bunch!

40 —Sí —dijo él, pensando «una mujer gor“Yessum,” he said, thinking, ‘Only a fat lady that never had much more da que nunca ha tenido más preocupaciones trouble than a mopping pail would hold que su cubo y su cepillo no debería tratar de ought not to try to be ...’ Again he could ser … tampoco esta vez pudo encontrar la not think of the word that Hightower 45 p a l a b r a q u e H i g h t o w e r s a b r í a , q u e would know, would use without having Hightower emplearía sin tener siquiera que to think of it. ‘It’s like I not only can’t pensar en ella. «Se diría que, no solamente do anything without getting him mixed no puedo hacer nada sin contar con él, sino up in it, I can’t even think without him que ni siquiera puedo pensar sin su ayuda.» to help me out.’—“Yessum,” he said. 50 —Sí, señora —dijo, y se quedó And then he stood there, not even able allí, sin poder decirle que había veto tell her that he had come to say nido a despedirse de ella. «O tal vez goodbye. ‘Maybe I ain’t,’ he thought. no vengo a eso —pensó—. Cuando ‘I reckon when a fellow has lived in one uno ha vivido siete años en una habiroom for seven years, he ain’t going to 55 t a c i ó n , c u e s t a m u c h o d e j a r l a e n u n g e t m o v e d i n o n e d a y. O n l y I r e c k o n d í a . P e r o n o c r e o q u e p u e d a i m p e d i rt h a t a i n ’t g o i n g t o i n t e r f e r e w i t h h e r le que alquile esa habitación.» renting out his room.’—“I reckon I owe —Creo que le debo algo del alquiyou a little room rent,” he said. ler —dice. 60 She looked at him: a hard, La mujer le mira. Tiene un rostro duro, comfortable face, not unkind satisfecho, pero no exento de cierta bondad. either. “Rent for what?” she —¿Qué alquiler? —dice—. Yo creía que said. “I thought you was settled. ya estaba instalado, que estaba decidido a D e c i d e d t o t e n t f o r t h e s u m m e r. ” 65 acampar en su tienda durante todo el verano. She looked at him. Then she told La mujer le mira, y luego le habla. Le h i m . S h e d i d i t g e n t l y, d e l i c a t e l y , habla amablemente, delicadamente, con considering. “I don e a l r e a d y consideración: collected the rent for that —Ya he cobrado el alquiler de su habiroom.” 70 tación.

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scour 1 [floor] fregar, restregar (esp LAm) 2 (= search) registrar; we scoured the countryside for him hicimos una batida por el campo buscándole scour 1 a cleanse or brighten by rubbing, esp. with soap, chemicals, sand, etc. b (usu. foll. by away, off, etc.) clear (rust, stains, reputation, etc.) by rubbing, hard work, etc. (scoured the slur from his name). 2 (of water, or a person with water) clear out (a pipe, channel, etc.) by flushing through. 3 hist. purge (the bowels) drastically

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—¡Ah! —dijo Byron—. Sí, ya entiendo. Sí. “ O h , ” h e s a i d . “ Ye s . I s e e . Y mira sosegadamente la escalera, cuYe s . ” H e l o o k e d q u i e t l y u p t h e bierta con linóleo de rayas bien fregado, un s c o u r e d , l i n o l e u m s t r i p p e d s t a i r w a y, scuffed bare by the aid of his own feet. linóleo a cuyo desgaste han contribuido When the new linoleum was put down 5 sus propios pies. Cuando se colocó el three years ago, he had. been the first nuevo linóleo, tres años antes, él fue el of the boarders to mount upon it. “Oh,” primer huésped que lo pisó. he said. “Well, I reckon I better ...” —Bueno —dijo—. Entonces, sería mejor que... She answered that t o o , 10 La mujer también le respondió ahora; i m m e d i a t e l y, n o t u n k i n d . “ I bruscamente, pero sin dureza. tended to that. I put everything —Ya me he ocupado de eso. He puesto you left in your grip. It’s back in en su maleta todo lo que usted dejó. La mamy room. If you want to go up and leta está en mi habitación. Pero, si quiere, look for yourself, though?” 15 puede subir usted mismo y echar un vistazo. “No. I reckon you got every ... Well, I reckon I …”

—No. Estoy seguro de que usted habrá recogido todo lo que... Entonces, creo que yo...

She was watching him. “You men,” 20 La mujer le miraba. she said. “It ain’t a wonder womenfolks —¡Ah, los hombres! —dijo—. No me get impatient with you. You can’t even extraña que las mujeres pierdan la pacienknow your own limits for devilment. cia con ustedes. Ni siquiera conocen usWhich ain’ t more than I can measure tedes el límite de sus granujadas. Y eso on a pin, at that. I reckon if it wasn’ t 25 que se podrían medir con un alfiler. Si no for getting some woman mixed up in it fuese porque siempre encuentran alguna to help you, you’d ever one of you be mujer en su camino, todos ustedes subidrug hollering into heaven before you rían al Paraíso antes de cumplir los diez was ten years old.” años. 30 “I reckon you ain’t got any call to —No creo que tenga usted nada que desay anything against her,” he said. cir en contra de ella —dijo Byron. “ N o m o r e I a i n ’t . I d o n ’t n e e d t o . Don’t no other woman need to that is g o i n g t o . I a i n ’ t s a y i n g t h a t i t a i n ’t been women that has done most of the talking. But if you had more than mansense you would know that women don’t mean anything when they talk. I t ’s m e n f o l k s t h a t t a k e t a l k i n g serious. It ain’t any woman that believes hard against you and her. Because it ain’t any woman but knows that she ain’t had any reason to have to be bad with you, even discounting t h a t b a b y. O r a n y o t h e r m a n r i g h t n o w. She never had to. Ain’t you and that preacher and ever other man that knows about her already done everything for her that she could think to want? What does she need to b e b a d f o r ? Te l l m e t h a t . ”

—No, claro que no. No tengo necesidad 35 de hacerlo. Como tampoco lo tienen las mujeres que lo hacen. No niego que sean las mujeres las que más han murmurado. Pero si usted tuviese algo más que un cerebro de hombre, sabría que las mujeres, cuando ha40 blan, nunca quieren decir nada, que hablan por hablar. Son los hombres los que toman las palabras en serio. No hay ni una sola mujer que les censure; ni a ella ni a usted. Porque todas las mujeres saben muy bien que 45 la muchacha no tenía motivos para comportarse mal con usted. Esto sin hablar del niño. Ni para comportarse mal con cualquier otro, por el momento. No tenía por qué hacerlo. ¿Es que usted y ese pastor y todos los hom50 bres que conocen su historia no han hecho ya por ella todo lo que ella podía desear? ¿Por qué iba a comportarse mal? Me gustaría saberlo.

“ Ye s , ” B y r o n s a y s . H e w a s n o t 55 —Sí —dijo Byron; y ahora la mirada—. looking at her now. “I just come …” Yo venía concretamente para... She answered that too, La mujer también respondió a esto, antes b e f o r e i t w a s s p o k e n . “ I reckon de que Byron hubiese terminado de hablar. y o u ’ l l b e l e a v i n g u s s o o n . ” S h e w a s 60 —Creo que usted nos va a dejar muy watching him. “What have they done this pronto —la mujer le miraba—. ¿Qué ha ocumorning at the courthouse?” rrido esta mañana en el tribunal? “I don’t know. They ain’t finished —No lo sé. No habían terminado todayet.” 65 vía. “I bound that, too. They’ll —Ya me lo suponía. Tardarán todo el take as much time and trouble tiempo que puedan, y gastarán todo el dineand county money as they can ro del condado que les sea posible, para arrec l e a n i n g u p w h a t u s w o m e n c o u l d 70 glar un asunto que nosotras las mujeres hahave cleaned up in ten minutes bríamos arreglado en diez minutos la misma 283

Faulkner’s Light

tr. Enrique Sordo

noche del sábado. ¡Hay que ser un animal Saturday night. For being such a para hacer eso! No es que Jefferson le vaya fool. Not that Jefferson will miss a echar de menos. Se arreglará muy bien sin him. Can’t get along without él. ¡Pero hay que ser un animal para creer him. But being fool enough to b e l i e v e t h a t k i l l i n g a w o m a n w i l l 5 que el matar a una mujer puede reportarle a un hombre más beneficios que los que el do a man anymore good than matar a un hombre puede reportarle a una killing a man would a woman. ... mujer! ¿Ahora, seguramente, pondrán al otro I reckon they’ll let the other one en libertad? g o , n o w. ” 10 —Sí, supongo que sí. “Yessum. I reckon so.” —Y durante cierto tiempo creye“And they believed for a while that he ron que era un cómplice... Y hora le helped do it. And so they will give him that thousand dollars to show it ain’t any 15 d a r á n s u s m i l d ó l a r e s p a r a d e m o s t r a rl e q u e n o l e g u a r d a n r e n c o r. Y e n t o n hard feelings. And then they can get ces podrán casarse, ¿no es así? married. That’s about right, ain’t it?” —Sí —Byron sentía que ella le observa“ Ye s s u m . ” H e , c o u l d f e e l h e r watching him, not unkindly. 20 ba sin ninguna hostilidad. —Eso es... Y supongo que usted nos de“And so I reckon you’ll be jará. Imagino que usted tendrá la impresión leaving us. I reckon you kind of de que ya no tiene nada que hacer en feel like you have wore out Jefferson, don’t you?” 25 Jefferson, ¿verdad? —Algo parecido. Creo que es necesario que me vaya.

“Something like that. I reckon I’ll move on.”

—En fin... Jefferson es una buena “Well, Jefferson’s a good town. But 30 ciudad. Pero no tan buena como para i t a i n ’t s o g o o d b u t w h a t a f o o t l o o s e que un bohemio como usted no pueda man like you can find in another one encontrar en cualquier otra unos líos y enough devilment and trouble to keep unas historias de qué ocuparse... Pueh i m o c c u p i e d t o o . . . . Yo u c a n l e a v e your grip here until you are ready for 35 de dejar su maleta aquí, si quiere, hasta que se vaya a ir. it, if you want.” He waited until noon and after. He waited until he believed that the s h e r i f f h a d f i n i s h e d h i s d i n n e r. T h e n h e w e n t t o t h e s h e r i f f ’s h o m e . H e would not come in. He waited at the door until the sheriff came out—the fat man, with little wise eyes like bits of mica embedded in his fat, still face. They went aside, into the shade of a tree in the yard. There was no seat there; neither did they squat on their heels, as by ordinary (they were both countrybred) they would have done. The sheriff listened quietly to the man, the quiet little man who for seven years had been a minor mystery to the town and who had been for seven days wellnigh a public outrage and a ffront.

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Byron esperó hasta el mediodía, incluso algo más, hasta el momento en que creyó que el sheriff habría acabado de comer. Y entonces fue a la casa del sheriff. No quiso entrar. Esperó delante de la puerta hasta que salió el sheriff, aquel hombre gordo, con ojillos como trozos de mica incrustados en su cara grasa e inmóvil. Los dos hombres se apartaron a un rincón del patio, bajo la sombra de un árbol. Allí no había sillas. Pero tampoco se acuclillaron sobre sus talones como habrían hecho en cualquier otra ocasión, porque los dos se habían criado en el campo. El sheriff escuchó apaciblemente al hombre, a aquel hombre humilde y apacible que, desde hacía siete años, fue para la ciudad un pequeño misterio sin la menor importancia y que, desde hacía siete días, estaba muy cerca de constituir un ultraje y un desafío públicos.

“I see,” the sheriff said. “You think the —Entiendo —dijo el sheriff—. A usted le time has come to get them married.” 60 parece que sería el momento de casarlos. “I don’t know. That’s his business and —No lo sé. Eso es asunto suyo, y tamhers. I reckon he better go out and see bién de ella. Pero creo que, por lo menos, her, though. I reckon now is the time for debería ir a verla. Creo que es el momento that. You can send a deputy with him. I 65 de hacerlo. Usted podría hacer que le told her he would come out there this acompañara un policía. Yo le he dicho que evening. What they do then is her iría a verla esta tarde. Lo que hagan ellos business and hisn. It ain’t mine.” después es cosa de ellos. No mía. “ S h o , ” t h e s h e r i ff . s a i d . “ I t a i n ’ t 70 —Indudablemente —dijo el yourn.” He was looking at the other ’s sheriff—. No es cosa de usted. 284

Faulkner’s Light

tr. Enrique Sordo ¿Y usted Byron?

profile. “What do you aim to do now, Byron?”

hamper [+ efforts, work] dificultar; entorpecer [+ movement] obstaculizar; impedir hamper cesto; canasta generalmente con tapa hamper Naut. necessary but cumbersome equipment on a ship hamper A noun 1 a basket usually with a cover 2 shackle, bond, trammel, trammels a restraint that confines or restricts freedom (especially something used to tie down or restrain a prisoner) B verb 1 hamper, halter, cramp, strangle; dificultar, obstaculizar prevent the progress or free movement of; «He was hampered in his efforts by the bad weather»; «the imperilist nation wanted to strangle the free trade between the two small countries» 2 handicap, hinder, put at a disadvantage; «The brace I have to wear is hindering my movements»

qué

hará

ahora,

—No lo sé. “ I d o n ’ t k n o w. ” H i s f o o t m o v e d Byron miraba uno de sus pies, con el cual slowly upon the earth; he was watching 5 arañaba lentamente en el suelo. it. “I been thinking about going up to —He pensado ir a Memphis. Hace tres Memphis. Been thinking about it for a años que lo pienso. Tal vez lo haga. En estas couple of years. I might do that. There ciudades pequeñas no hay nada. ain’t nothing in these little towns.” 10 —Es cierto, Memphis no está mal para “Sho. Memphis ain’t a bad town, for los que prefieren las grandes ciudades. Y them that like city life. Of course, you como usted no está atado por una familia ni ain’t got any family to have to drag tiene que cargar con nadie... Si yo hubiese around and hamper you. I reckon if I had been a single man ten years ago I’d 15 estado soltero hace diez años, creo que también lo habría hecho. Probablemente, a eshave done that too. Been better off, tas alturas, no estaría donde estoy... Suponmaybe. You’re figuring on leaving right go que piensa marcharse pronto. away, I reckon.” —En seguida —alzó los ojos y los vol“ S o o n , I r e c k o n . ” H e l o o k e d u p , 20 vió a bajar. Y dijo—: Esta mañana he dejathen down again. He said: “I quit out do el aserradero. at the mill this morning.” “ S h o , ” t h e s h e r i ff s a i d . “ I f i g u r e d you hadn’t walked all the way in since twelve and aimed to get back out there by one o’clock. Well, it looks like—” He ceased. He knew that by night the Grand Jury would have indicted Christmas, and Brown—or Burch— would be a free agent save for his bond to appear as a witness at next month’s court. But even his presence would not be absolutely essential, since Christmas had made no denial and the sheriff believed that he would plead guilty in order to save his neck. ‘And it won’ t do no harm, anyway, to throw the scare of God into that durn fellow, once in his life,’ he thought. He said: “I reckon that can be fixed. Of course, like you s a y, I will have to send a deputy with him. Even if he ain’t going to run so long as he has any hope of getting some of that reward money. And provided he don’t know what he is going to meet when he gets there. He don’t know that yet.”

—Claro —dijo el sheriff—. Ya imagina25 ba yo que no haría todo este camino a partir de las doce con la intención de volver a la una. Bien, parece que... Se calló. Sabía que, aquella noche, la acusación habría concluido y que 30 Brown o Burch sería puesto en libertad, con la obligación de comparecer como testigo en la sesión del mes siguiente. Aunque su presencia no sería absolutamente indispensable, puesto que 35 C h r i s t m a s n o h a b í a n e g a d o n a d a y e l sheriff estaba convencido de que se confesaría culpable con el fin de salvar el cuello. «Y no estará nada mal inculcarle el temor de Dios a ese muchacho, al 40 menos una vez en su vida», pensó. —Creo que podremos arreglar eso. Naturalmente, como usted dice, habrá que enviar a un policía con él. Aunque no tendrá ninguna gana de largarse mientras haya al45 guna esperanza de cobrar parte de la recompensa. Y contando con que no sepa lo que se va a encontrar cuando llegue allí. ¿No sabe nada todavía?

“No,” Byron said. “He don’t know that. 50 —No —dijo Byron—. No sabe nada. No He don’t know that she is in Jefferson.” sabe que la muchacha está en Jefferson. “So I reckon I’ll just send him out —Entonces, no hablemos más. Le manthere with a deputy. Not tell him why: do allá con un agente. Sin decirle para qué. j u s t s e n d h i m o u t t h e r e . U n l e s s y o u 55 Le mando allá, sencillamente. A no ser que want to take him yourself.” quiera llevarle usted mismo. “No,” Byron said. “No. No.” But he did not move.

—No —dijo Byron—. No, no. Pero no se movió. 60

“I’ll just do that. You’ll be gone by that time, I reckon. I’ll just send a d e p u t y w i t h h i m . Wi l l f o u r o ’ c l o c k do?”

—Lo haré así, simplemente. Para entonces, usted se habrá marchado ya, sin duda. Haré que le acompañe un policía. ¿Le parece bien a las cuatro? 65

“It’ll be fine. It’ll be kind of you. It’ll be a kindness.”

—Muy bien. Es usted muy amable. Ha sido usted muy bueno.

“Sho. Lots of folks beside me has —No hablemos más de eso. Montones b e e n g o o d t o h e r s i n c e s h e c o m e t o 70 de personas han sido buenas para ella, desJ e f f e r s o n . We l l , I a i n ’t g o i n g t o s a y de que llegó a Jefferson. Bien, no voy a de285

Faulkner’s Light g o o d b y e . I r e c k o n J e ff e r s o n w i l l s e e y o u a g a i n s o m e d a y. N e v e r k n o w e d a man yet to live here a while and then leave it for good. Except maybe that f e l l o w i n t h e j a i l y o n d e r. B u t h e ’ l l plead guilty, I reckon. Save his neck. Ta k e i t o u t o f J e f f e r s o n t h o u g h , anyway. It’s right hard on that old lady that thinks she is his grandmother. The old man was downtown when I come home, hollering and ranting, calling folks cowards because they wouldn’t take him out of jail right then and there and lynch him.” He began to chuckle, heavily. “He better be careful, or Percy Grimm’ll get him with that army of h i s . ” H e s o b e r e d . “ I t ’s r i g h t h a r d o n her. On women.” He looked at Byron’s profile. “It’s been right hard on a lot of us. Well, you come back some day s o o n . M a y b e J e ff e r s o n w i l l t r e a t y o u better next time.” At four o’clock that afternoon, hidden, he sees the car come up and stop, and the deputy and the man whom he knew by the name of Brown get out and approach the cabin. Brown is not h a n d c u f f e d n o w, a n d B y r o n w a t c h e s them reach the cabin and sees the deputy push Brown forward and into the door. Then the door closes behind Brown, and the deputy sits on the step and takes a sack of tobacco from his pocket. Byron rises to his feet. ‘I can go now,’ he thinks. ‘Now I can go.’ His hiding place is a clump of shrubbery on the lawn where the house once stood. On the opposite side of the dump, hidden from the cabin and the road both, the mule is tethered. Lashed behind the worn saddle is a battered yellow suitcase which is not leather. He mounts the mule and turns it into the road. He does not look back.

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cirle adiós. Jefferson volverá a verle cualquier día, estoy seguro. Todavía no conozco a nadie que, después de haber vivido aquí algún tiempo, se haya marchado para siempre. Quizás con la excepción del individuo que está en la cárcel. Se confesará culpable, supongo. Para salvar el cuello. Para sacarlo de Jefferson, al menos. Es muy duro para esa vieja que cree ser su abuela. El viejo estaba en la plaza cuando yo volvía a casa. Gritaba y se agitaba. Trataba a todo el mundo de cobarde porque no le sacaban de la cárcel para lincharle —el sheriff dejó escapar una risita sarcástica y sorda—. Que tenga cuidado, porque Percy Grimm y su banda podrían echarle mano —dejó de reír—. Será muy duro para la mujer, para las mujeres. El sheriff miró de reojo a Byron: —Ha sido muy duro para muchos. En fin, algún día volverá usted por aquí. Quizás Jefferson le trate un poco mejor la próxima vez.

A las cuatro de la tarde, desde su es25 condite, ve cómo llega y se detiene el coche. El policía y el hombre que él conocía con el nombre de Brown descienden de él y se acercan a la cabaña. Brown no lleva esposas. Y Byron les ve 30 llegar a la cabaña, y ve que el agente empuja a Brown y le hace entrar. Luego, la puerta se cierra detrás de Brown, y el agente se sienta en el umbral y saca del bolsillo una petaca de tabaco. Byron 35 se levanta. «Ahora me puedo ir —piensa—. Me puedo ir ahora.» Su escondite es una mata de arbustos que ha crecido en el césped donde antes se alzaba la casa. Al otro lado de la mata, invisible 40 desde la cabaña y desde la carretera, está atada su mula. Detrás de su gastada montura, hay una vieja maleta amarilla. No es una maleta de cuero. Byron monta en la mula y la dirige hacia la carre45 tera. No vuelve la cabeza.

The mild red road goes on beneath La carretera, de un suave tono rojo, asthe slanting and peaceful afternoon, ciende, trepa por una colina en la paz de la m o u n t i n g a h i l l . ‘ We l l , I c a n b e a r a tarde declinante. «Bueno, una cuesta; pohill,’ he thinks. ‘I can bear a hill, a man 50 dré soportarla —piensa—. Soportar una can.’ It is peaceful and still, familiar cuesta es algo que un hombre puede hacer.» with seven years. ‘It seems like a man Todo es apacible y tranquilo en el camino, can just about bear anything. He can en este camino impregnado de la familiarieven bear what he never done. He can dad que se ha ido formando en siete años. even bear the thinking how some things 55 «Al parecer, un hombre puede soportarlo is just more than he can bear. He can todo. Incluso puede soportar aquello que even bear it that if he could just give nunca ha hecho. Incluso puede soportar la down and cry, he wouldn’t do it. He can idea de que, si pudiese echarse a llorar, no even bear it to not look back, even lo haría. Incluso puede soportar la idea de when he knows that looking back or not 60 no mirar atrás, aunque sabe que mirar atrás looking back won’t do him any good.’ o no mirar vendría a ser la misma cosa.» The hill rises, cresting. He has La carretera asciende, llega a la cima de never seen the sea, and so he thinks. la colina. Byron nunca ha visto el mar y pien‘ I t i s l i k e t h e e d g e o f n o t h i n g . L i k e 65 sa: «Es como el borde de la nada. Si franonce I passed it I would just ride right quease ese borde caería verticalmente en la off into nothing. Where trees would nada. Caería allí donde los árboles parecelook like and be called by something rían cualquier cosa menos árboles y tendrían else except trees, and men would look otro nombre, allí donde las personas serían l i k e a n d b e c a l l e d b y s o m e t h i n g e l s e 70 algo diferentes de las personas y se llamaexcept folks. And Byron Bunch he rían de otro modo en lugar de llamarse per286

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portentous adj. 1 grandiloquent, overblown, pompous, pontifical, portentous puffed up with vanity; «a grandiloquent and boastful manner»; «overblown oratory»; «a pompous speech»; «pseudo-scientific gobbledygook and pontifical hooey»- Newsweek 2 fateful, foreboding(a), portentous of ominous significance 3 portentous, prodigious of momentous or ominous significance; «such a portentous...monster raised all my curiosity»Herman Melville; «a prodigious vision» portentous : boding evil, threatening, siniestro, de mal agüero, ominoso, portentoso maravilloso, prodigioso

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sonas. Y Byron Bunch ni siquiera tendría que wouldn’t even have to be or not be ser o no ser Byron Bunch. Byron Bunch y Byron Bunch. Byron Bunch and his su mula reducidos a nada por su vertiginosa mule not anything with falling fast, caída, hasta el momento en que empezasen until they would take fire like the R e v e r e n d H i g h t o w e r s a y s a b o u t t h e m 5 a arder, como el reverendo Hightower dice que les sucede a esas rocas que, de rápidas rocks running so fast in space that they que van por el espacio, se inflaman y se contake fire and burn up and there ain’t sumen sin dejar ni una carbonilla que pueda even a cinder to have to hit the caer sobre la tierra.» ground.’ 10 Pero he aquí que detrás de la cima de la But then from beyond the hill colina comienza a surgir lo que Byron sabía crest there begins to rise that which muy bien que estaba allí: los árboles que son he knows is there: the trees which are árboles, la distancia terrible, monstruosa, trees, the terrific and tedious d i s t a n c e w h i c h , b e i n g m o v e d b y 15 que él, llevado por un motor de sangre, debe recorrer eternamente entre dos horizontes, blood, he must compass forever and entre dos horizontes inevitables de la tierra ever between two inescapable implacable. Y surgen sin cesar, y no tienen horizons of the implacable earth. nada de siniestro, nada de amenazador. Sí, Steadily they rise, not portentous, n o t t h r e a t f u l . T h a t ’ s i t . T h e y a r e 20 es eso. No saben que él está allí. «Ni lo saben ni les importa: ignorano b l i v i o u s o f h i m . ‘Don’t know and cia, indiferencia —piensa—, me parece don’t care,’ he thinks. ‘Like they were que dicen Muy bien. Dices que sufres. Muy saying All right. Yo u say you suffer. All bien. Pero, en primer lugar, si lo sabemos right. But in the first place, all we got is your naked word for it. And in the second 25 es porque tú lo dices. Y en segundo lugar, place, you just say that you are Byron tú sólo nos dices que eres Byron Bunch. Y Bunch. And in the third place, you are en tercer lugar, tú sólo eres el hombre que just the one that calls yourself Byron se llama a si mismo Byron Bunch, hoy, Bunch today, now, this minute. ... ‘Well,’ ahora, en este instante... Bien —piensa, he thinks, ‘if that’s all it is, I reckon I 30 si no es más que eso, creo que puedo permight as well have the pleasure of not mitirme el placer de no poder soportar una being able to bear looking back too.’ He mirada atrás.» Byron detiene su mula y se halts the mule and turns in the saddle. vuelve hacia atrás sobre la silla. He did not realise that he has come so far and that the crest is so high. Like a shallow bowl the once broad domain of what was seventy years ago a plantation house lies beneath him, between him and the opposite ridge upon which is Jefferson. But the plantation is broken now by random negro cabins and garden patches and dead fields erosion gutted and choked with blackjack and sassafras and persimmon [caqui] and brier [zarzal]. But in the exact center the clump of oaks still stand as they stood when the house was built, though now there is no house among them. From here he cannot even see the scars of the fire; he could not even tell where. it used to stand if it were not for the oaks and the position of the ruined stable and the cabin beyond, the cabin toward which he is looking. It stands full and quiet in the afternoon sun, almost toylike; like a toy the deputy sits on the step. Then, as Byron watches, a man appears as though by magic at the rear of it, already running, in the act of running out from the rear of the cabin while the unsuspecting deputy sits quiet and motionless on the front step. For a while longer Byron too sits motionless, half turned in the saddle, and watches the tiny figure flee on across the barren slope behind the cabin, toward the woods.

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No se había dado cuenta de que hubiese llegado tan lejos y de que la colina fuese tan alta. Como una vasija poco profunda, el viejo y amplio campo que setenta años antes era una plantación, se extiende ahora a sus pies entre él y la colina opuesta, la colina en que Jefferson fue construido. Pero, ahora, la plantación está parcelada por una diseminación de cabañas de negros, de cuadros de jardín, de campos muertos socavados por las arroyadas, sofocadas por las carrascas, por el sasafrás, por los nísperos y por los brezos. Aunque en el centro exacto continúa alzándose el bosquecillo de robles, como en los tiempos en que la casa se construyó allí mismo. Pero la casa ha desaparecido. Desde el lugar en que Byron mira no puede distinguir las huellas del incendio. Ni siquiera habría podido ver dónde estaba la casa si no estuvieran allí los robles, el establo en minas y, un poco más lejos, la cabaña, aquella cabaña hacia la cual mira. La cabaña está allí, tranquila y quieta bajo el sol de la tarde. Después, mientras Byron mira, aparece por detrás de la casa, como por arte de magia, un hombre que corre, que huye corriendo por detrás de la cabaña, mientras que, por delante de ella, sentado en el umbral, está el agente, que no sospecha nada, que espera, muy tranquilo, sin moverse. También Byron permanece inmóvil un momento, vuelto a medias en la silla, y mira la pequeña figura que, por la árida pendiente, por detrás de la cabaña, huye hacia el bosque.

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Entonces, un viento frío, atrafagado,

Faulkner’s Light blow through him. It is at once violent and peaceful, blowing hard away like chaff or trash or dead leaves all the desire and the despair and the hopelessness and the tragic and vain imagining too. With the very blast of it he seems to feel himself rush back and empty again, without anything in him now which had not been there two weeks ago, before he ever saw her. The desire of this moment is more than desire: it is conviction quiet and assured; before he is aware that his brain has telegraphed his hand he has turned the mule from the road and is galloping along the ridge which p a r a l l e l s t h e r u n n i n g m a n ’s c o u r s e when he entered the woods. He has not even named the man’s name to himself. He does not speculate at all upon where the man is going, and why. It does not once enter his head that Brown is fleeing again, as he himself had predicted. If he thought about it at all, he probably believed that Brown was engaged, after his own peculiar fashion, in some thoroughly legitimate business having to do with his and L e n a ’s d e p a r t u r e . B u t h e w a s n o t thinking about that at all; he was not thinking about Lena at all; she was as completely out of his mind as if he had never seen her face nor heard her name. He is thinking: ‘I took care of his woman for him and I borned his child for him. And now there is one more thing I c a n d o f o r h i m . I c a n ’t m a r r y t h e m , b e c a u s e I a i n ’ t a m i n i s t e r. A n d I m a y n o t c a n c a t c h h i m , b e c a u s e h e ’s got a start on me. And I may not can whip him if I do, because he is bigger than me. But I can try it. I can try to do it.’

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parece atravesarle. Un viento a la vez violento y suave, que desparrama, como briznas de paja, como residuos vegetales, como hojas muertas, todos sus deseos, sus desesperaciones, sus sueños trágicos y demenciales y su miseria irremediable. Bajo las embestidas de la ráfaga, le parece que es empujado hacia atrás, ahora vacío de nuevo, sin nada en él de lo que era quince días atrás, antes del día en que la encontró. En este instante, su deseo es más que deseo: es una convicción serena, segura. Antes de darse cuenta de que su cerebro ha mandado a su mano, hace que la mula dé la vuelta y galopa a lo largo de la cima, paralelamente a la dirección que llevaba el hombre cuando entró en el bosque. Ni siquiera se dice así mismo el nombre del hombre. No se pregunta a dónde va el hombre ni por qué se escapa. Ni una sola vez le viene a las mientes que Brown, huye de nuevo, como él había predicho. Si esta idea le hubiese rozado, probablemente habría pensado que Brown según su costumbre, estaba ocupado en algún asunto perfectamente legítimo y concerniente a su partida y a la partida de Lena. Pero no piensa en ello ni por un instante. No piensa en Lena. Lena está ausente de su memoria tan totalmente como si no la hubiese visto nunca, como si nunca hubiese oído pronunciar su nombre. Y piensa: He cuidado a su mujer por él y he ayudado a que su hijo viniera al mundo por él. Y ahora todavía hay una cosa que puedo hacer por él. No puedo casarlos, porque no soy pastor. Y tal vez no pueda alcanzarle, porque me saca mucha ventaja. Y si le alcanzo, tal vez no pueda darle una paliza, porque es más alto que yo. Pero puedo intentarlo. Puedo tratar de hacerlo.

W h e n t h e d e p u t y c a l l e d f o r 45 Cuando el policía fue a buscarlo a su him at the jail, Brown asked at celda, Brown le preguntó en seguida que a once where they were going. dónde tenían que ir. Vi s i t i n g , t h e d e p u t y t o l d h i m . —De visita —dijo el agente. Brown held back, watching the deputy Brown retrocedió y miró al agente con w i t h h i s h a n d s o m e , s p u r i o u s l y b o l d 50 su bello rostro falsamente audaz. face. “I don’t want to visit nobody —No quiero ver a nadie —dijo—. Soy here. I’m a stranger here.” un desconocido en esta región. “ Yo u ’ d b e s t r a n g e a n y w h e r e y o u —Tú serás un desconocido en cualquier w a s a t , ” t h e d e p u t y s a i d . “ E v e n a t 55 parte. Hasta en tu casa —dijo el agente—. home. Come on.” Vamos, en marcha. “I’m a American citizen,” Brown —Soy un ciudadano americano —dijo said. “I reckon I got my rights, even if Brown—. Tengo mis derechos, supongo; I d o n ’ t w e a r n o t i n s t a r o n m y 60 aunque no lleve una estrella de hojalata en galluses.” los tirantes. “Sho,” the deputy said. “That’s what —Pues claro que sí —dijo el agente—. I am doing now: helping you get your Precisamente por eso estoy yo aquí. Para rights.” 65 ayudarte a obtener lo que te corresponde. B r o w n ’ s f a c e l i g h t e d : i t w a s a f l a s h . “Have they— Are they going to pay—”

El rostro de Brown se iluminó: fue como el reflejo de un relámpago. —¿Es que van a...? ¿Es que van a pagarme? 70

“That reward? Sho. I’m going to 288

¿La recompensa? Naturalmente. Te voy

Faulkner’s Light

tr. Enrique Sordo a llevar a un sitio en el que, si te deben una recompensa, puedes estar seguro de que te la pagarán.

take you to the place myself right now, where if you are going to get any reward, you’ll get it.”

Brown se serenó y echó a andar. Pero seBrown sobered. But he moved, 5 guía mirando al policía con ojos recelosos. though he still watched the deputy —Es una manera extraña de hacer las suspiciously. “This here is a funny way cosas —dijo—. Me tienen metido en la cárto go about it,” he said. “Keeping me cel mientras esos hijos de puta tratan de shut up in jail while them bastards tries to beat me out of it.” 10 birlarme el dinero. —Me parece que todavía no han “ I r e c k o n t h e b a s t a r d a i n ’t b e e n parido al hijo de puta que te pueda whelped yet that can beat you at b i r l a r a l g o — d i j o e l a g e n t e — . Va anything,” the deputy said. “Come on. They’re waiting on us.” 15 m o s , n o s e s p e r a n . Salieron de la cárcel. El resplandor del They emerged from the jail. In the sol hizo que Brown guiñase los ojos. Miró a sunlight Brown blinked, looking this un lado y a otro; y, luego, miró hacía atrás way and that, then he jerked his head up, looking back over his shoulder with 20 por encima del hombro, como hacen los caballos. El coche les esperaba junto a la acethat horselike movement. The car was ra. Sosegado, circunspecto, Brown miró el waiting at the curb. Brown looked at coche y luego al policía. Y dijo: t h e c a r a n d t h e n a t t h e d e p u t y, q u i t e —¿Adonde vamos con ese coche? sober, quite wary. “Where are we going in a car?” he said. “It wasn’ t too far for 25 E s t a m a ñ a n a e l j u z g a d o n o e s t a b a l o bastante lejos para llevarme en come to walk to the courthouse this che. morning.” —Watt ha enviado el coche para que “ Watt sent the car to help bring back the reward in,” the deputy said. “Get 30 nos ayude a recoger la recompensa —dijo el agente—. Sube. in.” Brown lanzó un gruñido: B r o w n g r u n t e d . “ H e ’s d o n e g o t —Se ha vuelto muy amable de remighty particular about my comfort all of a sudden. A car to ride in, and no 35 p e n t e . U n c o c h e p a r a c i r c u l a r y s i n e s posas. Y sólo un individuo para imhandcuffs. And. just one durn fellow to pedir que me escape. keep me from running away.” —Yo no te impido que te escapes —dijo “I ain’t keeping you from running,” the deputy said. He used in the act of 40 el agente, interrumpiendo la operación de poner el coche en marcha—. ¿Tienes ganas s t a r t i n g t h e c a r. “ Yo u w a n t t o r u n de escapar? now?” Brown le miró fijamente, con una miraBrown looked at him, glaring, sullen, outraged, suspicious. “I see,” he 45 da sombría, ofendida, recelosa. —Entiendo —dijo—. Ese es su truco. s a i d . “ T h a t ’s h i s t r i c k . Tr i c k m e i n t o Empujarme para que me largue y poder él running and then collect that thousand cobrar los mil dólares. ¿Qué comisión le ha dollars himself. How much of it did he prometido? promise you?” 50 —¿A mí? Yo cobraré lo mismo que tú; “Me? I’m going to get the same as ni un centavo más, ni un centavo menos. you, to a cent.” Brown miró largo rato al agente. Luego, For a moment longer Brown g l a r e d a t t h e d e p u t y . H e c u r s e d , 55 renegó sin ningún motivo, de un modo violento y blando a la vez. pointless, in a weak, violent way. —Vamos —dijo—. Si hemos de ir, va“ C o m e o n , ” h e s a i d . “ L e t ’s g o i f we are going.” mos cuanto antes. T h e y d r o v e o u t t o t h e s c e n e o f t h e 60 Fueron hasta el lugar del crif i r e a n d t h e m u r d e r. A t s t e a d y, men y del incendio. Brown, a inalmost timed intervals Brown jerked tervalos casi regulares, volvía la his head up and back with that cabeza como lo haría una mula que movement of a free mule running in corriese delante de un automóvil f r o n t o f a c a r i n a n a r r o w r o a d . 65 p o r u n a c a r r e t e r a e s t r e c h a . “What are we going out here for?” —¿Qué venimos a hacer aquí? “To get your reward,” the deputy said. “Where am I going to get it?”

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—Venimos a buscar tu recompensa. 70

—¿Dónde me la van a dar?

Faulkner’s Light “In that cabin yonder. It’s waiting for you there.”

tr. Enrique Sordo —Allí, en aquella cabaña. Allí te está esperando.

Brown miró a su alrededor y vio los resBrown looked about, at the blackened embers which had once been 5 tos calcinados de lo que había sido una casa, y luego, tranquila y agobiada bajo el fuerte a house, at the blank cabin in which he sol, la mísera cabaña en la que había vivido had lived for four months sitting durante cuatro meses. Tenía una expresión weathered and quiet in the sunlight. His grave y alertada: face was quite grave, quite alert. — To d o e s t o e s b a s t a n t e r a r o . S i “There’s something funny about this. If 10 Kennedy se figura que va a pisotear mis Kennedy thinks he can tromple on my derechos sólo porque lleva una cochina rights, just because he wears a durn estrella de hojalata... little tin star …” —Camina —dijo el agente—. Por si la “Get on,” the deputy said. “If you 15 recompensa no te conviene, te voy a esperar don’t like the reward, I’ll be waiting aquí para llevarte a la cárcel cuando quieto take you back to jail any time you ras. En el momento que quieras. want. Just any time you want.” He Empujó a Brown, abrió la puerta de la pushed Brown on, opening the cabin d o o r a n d p u s h i n g h i m i n t o i t a n d 20 cabaña, le empujó otra vez hasta que entró, cerró la puerta tras él y se sentó en el closing the door behind him and sitting umbral. on the step. Brown heard the door close behind him. He was still moving forward. Then, in the midst of one of those quick, jerking, allembracing looks, as if his eyes could not wait to take in the room, he stopped dead still. Lena on the cot watched the white scar beside his mouth vanish completely, as if the ebb of blood behind it had snatched the scar in passing like a rag from a clothesline. She did not speak at all. She just lay there, propped on the pillows, watching him with her sober eyes in which there was nothing at all— j o y, s u r p r i s e , r e p r o a c h , l o v e — w h i l e over his face passed shock, astonishment, outrage, and then downright terror, each one mocking in t u r n a t t h e t e l l t a l e l i t t l e w h i t e s c a r, while ceaselessly here and there about the empty room went his harried [acosado] and desperate eyes. She watched him herd them by will, like two terrified beasts, and drive them up to meet her own. “Well, well,” he said. “ We l l , w e l l , w e l l . I t ’ s L e n a . ” S h e watched him, holding his eyes up to hers like two beasts about to break, as if he knew that when they broke this time he would never catch them, turn them again, and that he himself would be lost. She could almost watch his mind casting this way and that, c e a s e l e s s , h a r r i e d, t e r r i f i e d , s e e k i n g words which his voice, his tongue, could speak. “If it ain’t Lena. Yes, sir. So you got my message. Soon as I got here I sent you a message last month as soon as I got settled down and I thought it had got lost—It was a fellow I didn’t know what his name was but he said he would take— He didn’t look reliable but I had to trust him but I thought when I gave him the ten dollars for you to travel on that he …” His voice died somewhere behind his d e s p e r a t e e y e s . Ye t s t i l l s h e c o u l d watch his mind darting and darting as 290

Brown oyó que la puerta se cerraba 25 tras él. Siguió avanzando. Y entonces, cuando echaba una ojeada rápida, brusca, circular, como si sus ojos no pudiesen aplazar la completa inspección de la cabaña, se detuvo en seco, como petrifi30 cado. Lena, desde su camastro, vio que la pequeña cicatriz blanca que tenía junto a la boca se desvanecía súbitamente, como si la sangre, afluyendo por detrás, la hubiera arrancado al pasar, igual que se 35 arranca la ropa puesta a secar en un tendedero. Lena no dijo nada. Siguió allí, quieta, recostada en sus almohadas, mirándole con unos ojos serenos en los que no había nada, ni alegría, ni sorpresa, ni 40 reproche, ni amor, mientras que por la cara del hombre pasaban sucesivamente el asombro, la ofensa y el terror, cada uno de esos sentimientos burlándose por turno de la pequeña y delatora cicatriz blan45 ca, mientras que sus ojos de acosado, de desesperado, seguían mirando sin reposo la habitación desnuda. —¡Vaya, vaya! ¡Vaya, vaya, vaya! ¡Pero si es Lena! —dijo. Y Lena vio que trataba de dominar sus 50 ojos como se domina a dos animales espantados, para obligarlos a encontrarse con los de ella, y como si supiera que, si no los dominaba ahora, no podría dominarlos nunca 55 y se vería perdido. Y Lena creía ver que la acosada y espantada mente de Brown iba de un lado para otro, perdida, errabunda, buscando unas palabras que su voz, que su lengua pudiesen pronunciar. —Pues sí que es Lena. Claro que sí. En60 tonces, ¿recibiste mi recado? En cuanto llegué aquí te envié un recado. El mes pasado, en cuanto me instalé. Yo creía que se había perdido. No sabía el nombre de aquel tipo, 65 pero me prometió que te lo entregaría. No me inspiraba mucha confianza, pero no tuve más remedio que confiar en él. Pensé que, como le di los diez dólares para sus gastos de viaje, él... La voz murió en alguna parte, detrás de 70 los ojos desesperados. Sin embargo, Lena

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tack 1 NOUN 1 a short sharp-pointed nail with a large flat head 2 (Brit) (NZ) a long loose temporary stitch used in dressmaking tack 2 NOUN 1 (Naut) the course of a boat sailing obliquely into the wind, expressed in terms of the side of the boat against which the wind is blowing ? on the port tack 2 a course of action or a policy ? telling her to get off my back hadn’t worked, so I took a different tack tack VERB (Naut) to steer (a boat) on a zigzag course, so as to make progress against the wind tack3 NOUN riding harness for horses, including saddles and bridles tack I nombre 1 tachuela 2 Cost hilván 3 Náut bordada figurado to change tack, cambiar de táctica 4 arreos II verbo transitivo 1 Cost hilvanar 2 to tack (down), clavar con tachuelas 3 clavar con chinchetas: he tacked the note to her door, fijó la nota en su puerta con chinchetas III vi Náut hacer una bordada tack 1. pegar, clavar, colgar, fijar con chinchetas 2. hilvanar=dar meras puntadas muy espaciadas zurcir =dar puntadas muy juntas y cuidadosascomo de encaje (lacey)= darn 1 v. 1 mend (esp. knitted material, or a hole in it) by interweaving yarn across the hole with a needle. 2 embroider with a large running stitch.

tr. Enrique Sordo

aún podía ver cómo su mente se disparaba, without pity, without anything at all, se disparaba. Le miró con sus ojos graves, she watched him with her grave, fijos, intolerables. Le miró cómo tanteaba, unwinking, unbearable gaze, watched cómo daba rodeos, cómo esquivaba, hasta him fumble and flee and t a c k until at last all that remained in him of pride, 5 el momento en que todo lo que quedaba de orgullo en él, todo el orgullo herido que era of what sorry pride the desire for su afán de justificación, acabó por desajustification was, fled from him and left parecer, dejándolo desnudo. Entonces, Lena him naked. Then for the first time she habló por primera vez. Su voz era apacible, spoke. Her voice was quiet, unruffled 10 uniforme, fría: [imperturbable] , cool. —Ven aquí —dijo—. Ven. No te va a “Come over here,” she said. “Come morder. on. I ain’ t going to let him bite you.” Cuando Brown se movió, fue para When he moved he approached on t i p t o e . S h e s a w t h a t , t h o u g h s h e w a s 15 a p r o x i m a r s e d e p u n t i l l a s . L e n a l o a d virtió, aunque ya no le miraba. Pero now no longer watching him. She knew lo sabía, como sabía que ahora estathat just as she knew that he was now ba de pie, presa de una especie de pástanding with a kind of clumsy and nico torpe y desconfiado, de pie jundiffident awe above her and the sleeping child. But she knew that it was 20 t o a e l l a y j u n t o a l n i ñ o d o r m i d o . Pero Lena sabía que no era a causa not at and because of the child. She del niño. Sabía que ni siquiera había knew that in that sense he had not even v i s t o a l n i ñ o . L e n a p o d í a v e r, s e n t i r seen the child She could still see, feel, todavía que su mente trabajaba, trahis mind darting and darting. He is g o i n g t o m a k e o u t l i k e h e w a s n o t 25 b a j a b a Va a s i m u l a r q u e n o t i e n e m i e d o — p e n s a b a L e n a — . N o l e d a r á v e rafraid she thought. He will have no güenza mentir para ocultarme su more shame than to lie about being miedo, lo mismo que no tiene miedo afraid, just as he had no more shame c u a n d o s e t r a t a d e m e n t i r. than to be afraid because he lied . 30 —Vaya, vaya —dijo Brown—. Mira por “Well, well,” he said. “So there it is, sho enough.” donde... Estás aquí. “ Ye s , ” s h e s a i d . “ W i l l y o u s e t —Sí —dijo Lena—. ¿Quieres sentarte? down?” The chair which Hightower had 35 La silla que Hightower había acercadrawn up was still beside the cot. He do seguía allí, junto a la cama. Brown lo had already remarked it. She had it all había advertido. Lo tenía todo preparaready for me he thought. Again he do para mí —pensó. Y comenzó a malcursed, soundless, badgered, furious. decir en silencio, acosado, furioso Los Them bastards. Them bastards But his 40 muy hijos de puta, los muy hijos de puta face was quite smooth when he sat Pero, cuando se sentó, su rostro estaba down. casi tranquilo. “Yes, sir. Here we are again. Same —Pues sí. Ya estamos otra vez juntos, as I had planned it. I would have had it 45 como yo lo había planeado. Me habría gusall fixed up ready for you, only I have tado que todo estuviese arreglado cuando tú b e e n s o b u s y l a t e l y. W h i c h r e m i n d s llegases, pero ya ves, no he tenido tiempo. me—” Again he made that abrupt, Y esto me recuerda que... mulelike, backlooking movement of the Hizo de nuevo aquel brusco movimienhead. She was not looking at him. She 50 to, aquel movimiento de mula que mira hasaid cia atrás. Lena no lo miraba. Dijo: “There is a preacher here. That has already come to see me.”

— H a y a q u í u n p a s t o r. Ya h a v e n i d o a verme.

55 “That’s fine,” he said. His voice was —¡Perfecto! —dijo Brown. loud, hearty. Yet the heartiness, like the Su voz era sonora, jovial. Sin embargo, tantimbre, seemed to be as impermanent as to la jovialidad como el timbre fueron tan efíthe sound of the words, vanishing, meros como las palabras. Todo se desvaneció, leaving nothing, not even a definitely 60 no quedó nada, ni siquiera un pensamiento destated thought in the ear or the belief. finido en el oído o en el entendimiento. “ T h a t ’s j u s t f i n e . S o o n a s I g e t —Perfecto. En cuanto haya c a u g h t u p w i t h a l l t h i s business— ” puesto al día mis asuntos... He jerked his arm in a gesture vague, Agitó los brazos con un gesto vago, embracing, looking at her. His face was 65 circular, sin dejar de mirarla. Su rossmooth and blank. His eyes were bland, tro liso no tenía expresión. Su mirada alert, secret, yet behind them there era suave, cautelosa, secreta, pero en lurked still that quality harried el fondo de ella quedaba un poco de aquel brillo acosado, desesperado. Pero [acosado] and desperate. But she was 70 Lena no le miraba. not looking at him.

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Faulkner’s Light

piddling [sum, amount] ridículo, irrisorio piddle v. & n. — v.intr. 1 colloq. urinate (used esp. to or by children). 2 work or act in a trifling way. 3 (as piddling adj.) colloq. trivial; trifling. — n. colloq. 1 urination. 2 urine (used esp. to or by children).

tr. Enrique Sordo

“What kind of work are you doing now? At the planing mill?”

—¿En qué trabajas ahora? ¿En el aserradero?

He watched her. “No. I quit that.” His eyes watched her. It was as though they were not his eyes, had no relation to the rest of him, what he did and what he said. “Slaving like a durn nigger ten h o u r s a d a y. I g o t s o m e t h i n g o n t h e s t r i n g n o w t h a t m e a n s m o n e y. N o t n o l i t t l e p i d d l i n g f i f t e e n c e n t s a h o u r. And when I get it, soon as I get a few little details c l e a r e d u p , t h e n you and me will …” Hard, intent, secret, the eyes watched her, her lowered face in profile. Again she heard that faint, abrupt sound as he jerked his head up and back. “ A n d t h a t r e m i n d s me—”

Brown la observaba. —No. Eso lo dejé. Sus ojos la observaban. Era como si no fuesen sus ojos, como si sus ojos no tuviesen ninguna relación con el resto de su persona, con lo que él hacía, con lo que él decía. —¿Deslomarse como un negro diez ho10 ras diarias? No. En este momento tengo entre manos algo que me dará dinero, y no los miserables quince centavos a la hora. Y en cuanto haya acabado con eso, y en cuanto 15 arregle otros dos o tres pequeños detalles, tú y yo, bueno, bueno, nos... Sus ojos, duros, intensos, secretos, la miraban, miraban el perfil de su cabeza inclinada. Lena oyó el ruido sú20 bito, leve, cuando Brown alzó de nuevo la cabeza y miró hacia atrás. —Esto me recuerda que... 5

Lena no se había movido. Dijo: She had not moved. She said: —¿Cuándo será eso, Lucas? “ W h e n w i l l i t b e , L u c a s ? ” T h e n s h e 25 Lena, entonces, pudo oír, sentir una c o u l d h e a r, f e e l , u t t e r s t i l l n e s s , u t t e r inmovilidad total, un silencio absoluto. silence. —¿Cuando qué?

“When will what be?” 30 “ Yo u k n o w. L i k e y o u s a i d . Back home. It was all right for just me. I never minded. But it’s d i f f e r e n t n o w. I r e c k o n I g o t a right to worry now.” 35

—Lo sabes muy bien. Lo que tú me dijiste. Allá, en el pueblo. Si estuviese sola, no me importaría. Yo estaba muy bien. Pero ahora es diferente. Creo que tengo motivos para preocuparme.

—¡Ah, eso! Eso. No te preocu“Oh, that,” he said. “That. Don’t pes por eso. Déjame que liquide you worry about that. Just let me get ese asunto y que consiga el dithis here business cleaned up and get m y h a n d s o n t h a t m o n e y. I t ’s m i n e b y 40 n e r o . M e c o r r e s p o n d e . N i n g ú n hijo de puta podrá... right. There can’t nere a bastard one Se calló. Había empezado a levanof them—” He stopped. His voice had tar la voz como si, olvidando en donb e g u n t o r i s e , a s t h o u g h h e h a d f o rg o t de estaba, se hubiese puesto a pensar where he was and had been thinking a l o u d . H e l o w e r e d i t ; h e s a i d : “ Yo u 45 e n v o z a l t a . B a j ó e l t o n o y d i j o : —Déjalo de mi cuenta. No te preocujust leave it to me. Don’t you worry pes. Hasta ahora no te he dado motivos para n o n e . I a i n ’t n e v e r g i v e y o u n o r e a s o n que te preocupes, ¿verdad? Contéstame. y e t t o w o r r y, h a v e I ? Te l l m e t h a t . ” —No. Nunca me he preocupado. Sabía “ N o . I n e v e r w o r r i e d . I k n o w e d I 50 que podía confiar en ti. could depend on you.” —Claro que lo sabías. Y esos hijos de “Sho you knowed it. And puta de aquí... Esos... these here bastards—these Brown se levantó de la silla. h e r e — ” H e h a d r i s e n f r o m t h e 55 —Esto me recuerda que... chair. “Which reminds me—” Lena no le miró. Ni habló tampoco She neither looked up nor spoke cuando él, plantado allí, la miró con los while he stood above her with those e y e s h a r r i e d , d e s p e r a t e , a n d 60 mismos ojos acosados, desesperados e imimportunate. It was as if she held portunos. Era como si ella le retuviese y him there and that she knew it. And como si supiese que le retenía; y que le that she released him by her own devolvía su libertad por propia iniciativa, w i l l , d e l i b e r a t e l y. deliberadamente. 65 “I reckon you are right busy now, —Entonces, supongo que tendrás muthen.” chas cosas que hacer. “For a fact, I am. With all I got to —Muchas. Con todas la preocupaciones b o t h e r m e , a n d t h e m b a s t a r d s — ” S h e 70 que tengo, y esos hijos de puta... was looking at him now. She watched Lena le miraba, ahora. Miraba cómo él 292

Faulkner’s Light him as he looked at the window in the rear wall. Then he looked back at the closed door behind him. Then he looked at her, at her grave face which had either nothing in it, or everything, all knowledge. He lowered his voice. “I got e n e m i e s h e r e . F o l k s t h a t don’t want me to get what I done earned. So I am going to—” Again it was as though she held him, forcing him to trying him with, that f i n al lie at which even his sorry dregs of pride revolted; held him neither with rods nor cords but with something against which his lying blew trivial as leaves or trash. But she said nothing at all. She just watched him as he went on’ tiptoe to the window and opened it without a s o u n d . T h e n h e l o o k e d a t h e r. Perhaps he thought that he was safe then, that he could get out the window before she could touch him with a physical hand. Or perhaps it was some sorry tagend of shame, as a while ago it had been pride. B e c a u s e h e l o o k e d a t h e r, s t r i p p e d naked for the instant of verbiage and deceit. His voice was not much louder than a whisper: “It’s a man outside. In front, waiting for me.” Then he was gone, through the w i n d o w, w i t h o u t , a s o u n d , i n a s i n g l e motion almost like a long snake. From beyond the window she heard a single faint sound as he began to run. Then only did she move, and then but t o s i g h o n c e , p r o f o u n d l y.

tr. Enrique Sordo

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volvía sus ojos hacia la ventana que estaba en el fondo del cuarto. Después, Brown miró tras él, hacia la puerta cerrada. Luego la miró a ella. Miró su rostro grave, serio, que lo mismo podía no saber nada que saberlo todo, que conocerlo todo. Brown bajó la voz: —Tengo enemigos aquí. Gente que no quiere que yo reciba lo que he ganado. Así que voy a... De nuevo era como si ella le retuviese, como si le obligase a aquella mentira, como si le pusiese a prueba con aquella mentira final, una mentira contra la cual se revelaban hasta los tristes restos de su orgullo; como si lo retuviese, no con barrotes o cadenas, sino con algo contra lo cual su mentira soplaba como sobre hojas o sobre paja. Lena se limitó a mirarle cuando Brown se acercaba de puntillas a la ventana y la abría sin hacer ruido. Después la miró. Tal vez pensó que ahora estaba salvado, que podía saltar por la ventana antes de que ella pudiese tocarlo físicamente con la mano. O tal vez fue que sintió un pobre resto de vergüenza, como antes había sentido un pobre resto de orgullo. El caso es que la miró, incapaz en aquel momento de toda palabrería y de toda mentira. Su voz no fue más que un murmullo: —Afuera, delante de la puerta, hay un hombre esperándome... Y despareció por la ventana, sin un ruido, con un solo movimiento que parecía el de una larga serpiente. Lena oyó por la ventana un solo y tenue ruido cuando Brown comenzó a correr. Entonces, Lena se movió un poco, sólo para dejar salir un profundo suspiro.

“ N o w I g o t t o g e t u p a g a i n , ” s h e 40 —Ahora tendré que levantarme —dijo en said, aloud. voz alta. When Brown emerges from the woods, onto the railroad right-of-way, he is panting. It is not with fatigue, though the distance which he has covered in the last twenty minutes is almost two miles and the going was not smooth. Rather, it is the snarling and malevolent breathing of a fleeing animal: while he stands looking both ways along the empty track his face, his expression, is that of an animal fleeing alone, desiring no fellowaid, clinging to its solitary dependence upon its own muscles alone and which, in the pause to renew breath, hates every tree and grassblade in sight as if it were a live enemy, hates the very earth it rests upon and the very air it needs to renew breathing.

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Cuando Brown emerge del bosque y encuentra la vía del ferrocarril, está jadeando. Pero no es un jadeo de fatiga, a pesar de que, en veinticinco minutos, ha recorrido cerca de dos millas por un penoso camino. Es más bien la respiración ruidosa, amenazadora, de animal que huye. Allí plantado, mirando en ambas direcciones de los rieles vacíos, tiene el aspecto, la expresión, de un animal que, al huir solo, porque no desea ayuda de nadie, aferrado a la solitaria fe que tiene en sus músculos, odia, en el momento de recobrar el aliento, a cada árbol, a cada brizna de hierba, como si fuesen enemigos vivos; odia hasta la tierra que está hollando, hasta el aire que necesita para recobrar el aliento.

He has struck the railroad within Ha llegado a la vía a unos cientos de mea few hundred yards of the point at tros del punto en que se proponía hacerlo. which he aimed. This is the crest of Está en lo alto de una pendiente donde los a g r a d e w h e r e t h e n o r t h b o u n d 65 trenes de mercancías que se dirigen hacia el freights slow to a terrific and norte aminoran la marcha y se arrastran escrawling gait of almost less than that trepitosamente, a una velocidad casi inferior of a walking man. A short distance a la de un hombre que va al paso. Delante ahead of him the twin bright threads de él, a poca distancia, los rieles brillantes y a p p e a r t o , h a v e b e e n c u t s h o r t o f f a s 70 gemelos parecen cortados en seco, como con though with scissors. un tijeretazo. 293

Faulkner’s Light For a while he stands just within the screen of woods beside the right-ofw a y, still hidden. He stands like a man in brooding and desperate calculation, as if he sought in his mind for some last desperate cast in a game already lost. After standing for a moment longer in an attitude of listening, he turns and runs again, through the woods and paralleling the track. He seems to know exactly where he is going; he comes presently upon a path and follows it, still running, and emerges into a clearing in which a negro cabin sits. He approaches the front, walking now. On the porch an old negro woman is sitting, smoking a pipe, her head wrapped in a white cloth. Brown is not running, but he is breathing fast, h e a v i l y. H e q u i e t s i t t o s p e a k . “ H i , A u n t y, ” h e says, “who’s here?”

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The old negress removes the pipe. “Ise here. Who wanter know?” 25

Durante un instante, Brown se oculta al borde de la vía, tras una cortina de árboles. Parece un hombre que medita y calcula sin esperanza, como si se esforzara en imaginar una jugada desesperada en una partida ya perdida. Y después de permanecer un momento inmóvil, a la escucha, da la vuelta y reemprende su carrera a través del bosque, paralelamente a los rieles. Llega en seguida a un sendero, lo sigue sin dejar de correr y desemboca en un claro donde se alza una cabaña de negros. Se acerca a ella, ahora ya lentamente. En la veranda está sentada una vieja negra, con su pipa entre los dientes y la cabeza envuelta en un trapo blanco. Brown ya no corre, pero respira muy deprisa, pesadamente. Se sosiega para poder hablar: —¡Oiga, tiíta! ¡Hay alguien aquí? La vieja negra se quita la pipa de la boca: —Yo. ¿Por qué?

—Tengo que mandar un recado a la ciu“I got to send a message dad. Es muy urgente. back to town. In a hurry.” Brown controla su respiración para poHe holds his breathing d o w n t o t a l k . “ I ’ l l p a y . 30 der hablar: —Pagaré lo que sea. ¿No hay nadie aquí Ain’t there somebody here que pueda hacerlo? that can take it?” —Si es tan urgente, sería mejor que fue“If it’s all that rush, you better tend to it yourself.” 35 se usted mismo. —Le digo que pagaré. “ I ’ l l p a y, I t e l l y o u ! ” h e s a y s . H e Habla con una especie de paciencia speaks with a kind of raging patience, furiosa, conteniendo la voz, el aliento: holding his voice, his breathing, down. —Un dólar, si va rápido. ¿No hay na“A dollar, if he just goes quick enough. 40 die aquí que quiera un dólar? ¿Alguno Ain’t there somebody here that wants de sus chicos? to make a dollar? Some of the boys?” La vieja lo mira y fuma. Su viejo rostro The old woman smokes, watching h i m . Wi t h a n a g e d a n i n s c r u t a b l e 45 impenetrable, oscuro como la noche, parece midnight face she seems to contemplate contemplarlo con un distanciamiento casi him with a detachment almost godlike divino, sin la menor simpatía. but not at all benign. “A dollar cash?” —¿Un dólar al contado? He makes a gesture indescribable, 50 Brown hace un gesto indescriptible, un of hurry and leashed rage and gesto de prisa, de rabia contenida, casi de something like despair. He is about to desesperación. Está a punto de volver la esturn away when the negress speaks palda, pero la vieja vuelve a hablar. again. “Ain’t nobody here but me and —Aquí no hay nadie. Sólo yo y los dos the two little uns. I reckon they’d be 55 pequeños. Pero creo que serán demasiado too little for you.” pequeños para usted. Brown turns back. “How Brown se vuelve: little? I just want somebody —¿Cómo de pequeños? Lo que yo quiet h a t c a n t a k e a n o t e t o t h e 60 ro es alguien que pueda llevarle un recado sheriff in a hurry and—” urgente al sheriff y... “The sherif f ? Then you come to the —¿ A l s h e r i ff ? E n t o n c e s s e h a e q u i wrong place. I ain’t ghy have none of vocado usted de sitio. Ninguno de los m i n e m o n k e y i n g a r o u n d n o s h e r i ff . I 65 m í o s i r á n u n c a , j a m á s , a d a r v u e l t a s done had one nigger that thought he a l r e d e d o r d e l s h e r i ff . C o n o c í a u n knowed a sheriff well enough to go and n e g r o q u e c r e í a c o n o c e r a u n s h e r i ff visit with him. He ain’t never come lo bastante bien para hacerle una vib a c k , n e i t h e r. Yo u l o o k s o m e w h e r e sita. Y fue. Y no volvió nunca. Buselse.” 70 q u e e n o t r a p a r t e .

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Pero Brown se aleja ya. No corre de But Brown is already moving away. i n m e d i a t o . To d a v í a n o h a p e n s a d o e n He does not run at once. He has not yet c o r r e r. E n a q u e l m o m e n t o n o p u e d e thought about running again; for the pensar en nada. Su rabia, su impotenmoment he cannot think at all. His rage and impotence is now almost ecstatic. 5 cia, casi llegan al éxtasis. Ahora parece meditar sobre la infalibilidad perfecHe seems to muse now upon a sort of ta, infinita, de sus imprevisibles fracatimeless and beautiful infallibility in sos. Como si el mismo hecho de ser una his unpredictable frustrations. As víctima tan constante de ellos lo elethough somehow the very fact that he should be so consistently supplied with 10 vase, en cierto modo, por encima de las mezquindades, de las esperanzas y de them elevates him som e h o w a b o v e t h e los deseos humanos que esos fracasos petty human hopes and desires which ahogan y anulan. Por eso la negra tiet h e y a b r o g a t e a n d n e g ative. Hence the ne que gritar dos veces antes de que él negress has to shout twice at him before h e h e a r s a n d t u r n s . S h e h a s s a i d 15 la oiga y se vuelva. La negra no dice nada. No se ha movido. Solamente ha nothing, she has not moved: she llamado. Luego dice: m e r e l y s h o u t e d . S h e says, “Here one —Aquí hay uno que le hará el recado. will take it for you.” S t a n d i n g b e s i d e t h e p o r c h n o w, materialised apparent ly from thin air, is a negro who may be either a grown imbecile or a hulking youth. His face is black, still, also quite inscrutable. They stand looking at one another. Or rather, Brown looks at the negro. He. cannot tell if the negro is looking at him or not. And that too seems somehow right and fine and in keeping: that his final hope and resort should be a beast that does not appear to have enough ratiocinative power to find the town, let alone any given individual in it Again Brown makes an indescribable gesture. He is almost running now, back toward the porch, pawing at his shirt pocket. “I want you to take a note to town and bring me back an answer,” he says. “Ca n y o u d o i t ? ” B u t h e d o e s n o t l i s t e n f o r a r e p l y. H e h a s t a k e n f r o m his shirt a scrap of soiled paper and a chewed pencil stub, and bending over the edge of the porch, he writes, laborious and hurried, while the negress watches him:

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Delante de la veranda, como materializado de pronto en el aire vacío, se ve a un negro cuya expresión podría ser lo mismo la de un adulto, imbécil que la de un niño precozmente desarrollado. Su rostro negro está inmóvil y también es indescifrable. Se miran. O, más bien, es Brown quien mira al negro. No podría decir si el negro le mira a él o no. Y también esto, en cierto modo, parece justo, y bien, y en armonía con todo lo demás: que su última esperanza, que su último recurso, dependan de un bruto que ni siquiera parece tener inteligencia para encontrar la ciudad y menos aún para encontrar en ella a alguien. Brown hace de nuevo su gesto indescriptible. Ahora casi corre hacia la veranda, mientras hurga en el bolsillo de su camisa. —Quiero que lleves esta nota a la ciudad y que me traigas la respuesta dice—. ¿Puedes hacerlo? Pero no espera la contestación. Ha sacado de su bolsillo un sucio trozo de papel y una punta mordisqueada de lápiz e, inclinado sobre la barandilla de la veranda, escribe apresuradamente, penosamente, mientras la negra le mira:

Mr. Wat Kenedy Dear sir please give Señor Wat Kennedy querido señor aga barer My reward Money for captain fabor entregar al portador mi dinero de la reMurder Xmas rapp it up in Paper 4 compensa por el asesino Crismas enbuelto en given it toe barer yrs truly 50 un papel para dar al portador Su serbidor He does not, sign it, He snatches it No firma. Levanta el papel, lo up, glaring at it, while the negress contempla, mientras la negra lo watches him. He glares at the dingy and observa. Contempla el papel inoi n n o c e n t p a p e r , a t t h e l a b o r e d a n d 55 c e n t e y s u c i o , e l g a r r a p a t e o l a b o hurried pencilling in which he had rioso y apresurado en el que consucceeded for an instant in snaring his seguía encerrar, por un instante, whole soul and life too. Then he claps su alma y su vida. Después, lo it down and writes not Sined but All a p o y a d e n u e v o y e s c r i b e no firmar i g t Yo u n o w h o a n d f o l d s i t 60 d o p e ro u s t e z s a b e d e q u i é n e s . L o and gives it to the negro. pliega y se lo da al negro. “Take it to the sheriff. Not to nobody —Llévale esto al sheriff. No se lo des a else. You reckon you can find him?” ningún otro. ¿Crees que podrás encontrarle: “If the sheriff don’t find him first,” 65 —A no ser que el sheriff no lo encuenthe old negress says. “Give it to him. tre a él primero... —dice la vieja negra—. He’ll find him, if he is above ground. Déselo. Le encontrará, si no está muerto. Git your dollar and go on, boy.” Coge tu dólar y vete, muchacho. T h e n e g r o h a d s t a r t e d a w a y. H e 70 El negro emprende el camino. Pero se stops. He just stands there, saying detiene. Se queda inmóvil, si decir nada, 295

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sin mirar nada. Sobre la veranda, la vieja nothing, looking at nothing. On the negra continúa sentada. Fuma y mira la cara porch the negress sits, smoking, del hombre blanco: un rostro débil, unos looking down at the white man’s rasgos de lobo, una cara bella y aceptable, weak, wolflike face: a face h a n d s o m e , p l a u s i b l e , b u t d r a w n n o w 5 pero transformada ahora en una máscara fatigada, desconfiada, por un cansancio que by a fatigue more than physical, es algo más que físico. into a spent and vulpine mask. “I —Creía que tenía usted prisa —dice la t h o u g h t y o u w a s i n a h u r r y, ” s h e negra. says. 10 —Sí —dice Brown sacando una mo“Yes,” Brown says. He takes a coin n e d a d e l b o l s i l l o — . To m a . S i m e t r a e s from his pocket. “Here. And if you bring la contestación antes de una hora, te me back the answer to that inside of an daré otras cinco como ésta. hour, I’ll give you five more like it.” 15 — Ve t e , n e g r o . N o t i e n e s t o d o e l “Git on, nigger,” the woman says. día. ¿Quiere que le traiga la contesta“ Yo u a i n ’t g o t a l l d a y. Yo u w a n t t h e ción aquí mismo? answer brought back here?” Brown la mira. Después, la cautela, la For a moment longer Brown looks 20 vergüenza, todo, reaparece otra vez. at her. Then again caution, shame, all —No, aquí no. Llévamela allí, a flees from him. “No. Not here. Bring it lo alto de la cuesta. Sigue los rieles to the top of the grade yonder. Walk up hasta que yo te llame. Y no te quitathe track until I call to you. I’ll be w a t c h i n g y o u a l l t h e t i m e t o o . D o n ’ t 25 r é e l o j o d e e n c i m a . N o l o o l v i d e s . ¿Me entiendes? you forget that. Do you hear?” -----------------------------“You needn’t to worry,” the negress -------------------------------says. “He’ll git there with it and git X back with the answer, if don’t nothing 30 - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - ----------------------stop him. Git on, boy.” El negro sigue su marcha. Pero The negro goes on. But something apenas ha andado seiscientos metros does stop him, before he has gone a h a l f m i l e . I t i s a n o t h e r w h i t e m a n , 35 c u a n d o a l g o l e d e t i e n e . E s o t r o b l a n co, con una mula leading a mule. “Where?” Byron says. “Where did you see him?”

—¿Dónde? —dice Byron—. ¿Dónde le has visto?

40 —Allí. En aquella casa. “Just now. Up yon at de house.” The Y el blanco continúa andando, tiranwhite man goes on, leading the mule. do del ronzal de su mula. El negro le The negro looks after him. He did not mira. No le ha enseñado la nota al blanshow the white man the note because t h e w h i t e m a n d i d n o t a s k t o s e e i t . 45 co porque el blanco no le ha dicho que se la enseñase; tal vez ha sido porque Perhaps the reason the white man did no sabía que él tenía una nota. Quizás not ask to see the note was that the son éstos los pensamientos del negro, white man did not know that he had a porque, durante un instante, su rostro note; perhaps the negro is thinking this, b e c a u s e f o r a w h i l e h i s f a c e m i r r o r s 50 refleja a l g o t e r r i b l e y p r o f u n d a m e n t e something terrific and subterraneous. Then oscuro. Luego, todo se ilumina. Llait clears. He shouts. The white man turns, m a . E l b l a n co se vuelve, se detiene: halting. “He ain’t dar now,” the negro —Pero ya no está allí —dice el negro— shouts. “He say he gwine up ter de . Me ha dicho que me esperaba en lo alto de railroad grade to wait.” 55 la cuesta, cerca del tren. “Much obliged,” the white man says. The negro goes on.

—Muchas gracias —dice el blanco. Y el negro se aleja.

Brown returned to the track. He was 60 Brown volvió a seguir la dirección de n o t r u n n i n g n o w. H e w a s s a y i n g t o la vía. Ahora ya no corría. Se iba dicienhimself, ‘He won’t do it. He can’t do do: «No lo hará. No puede. Sé que no poit. I know he can’t find him, can’t get drá encontrarlo, conseguirlo y trait, bring it back. He called no names, érmelo.» No decía nombres. No pensaba t h o u g h t n o n a m e s . I t s e e m e d t o h i m 65 en nombres. Le parecía que todos, el nenow that they were all just shapes like gro, el sheriff, el dinero, eran solamente chessmen—the negro, the sheriff, the formas, como figuras de ajedrez movidas money, all—unpredictable and without sin razón, de un modo imprevisible, por reason moved here and there by an un adversario que podía adivinar sus moO p p o n e n t w h o c o u l d r e a d h i s m o v e s 70 vimientos antes de que los hiciera y que before he made them and who created creaba espontáneamente unas reglas que 296

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él estaba obligado a seguir, pero no el spontaneous rules which he and not the adversario. Cuando Brown se apartó de Opponent, must follow. He was for the los rieles y penetró en el matorral próxitime being even beyond despair as he mo a la cima de la pendiente, se enconturned from the rails and entered the underbrush near the crest of the grade. 5 traba más allá de los límites de la desesperación. Ahora caminaba sin prisa, evaHe moved now without haste, gauging luando la distancia, como si no existiera his distance as though there were en el mundo, o al menos en su vida, otra nothing else in the world or in his life cosa que hacer. Eligió un sitio y se senat least, save that. He chose his place and sat down, hidden from the track but 10 tó. Desde allí podía ver, sin ser visto, lo que pasaba en la vía. where he himself could see it. ‘ O n l y I k n o w h e w o n ’t d o i t , ’ h e thinks. ‘I don’t even expect it. If I was to see him coming back with the money in his hand, I would not believe it. It wouldn’t be for me. I would know that. I would know that it was a mistake. I would say to him ‘You go on. You are looking for somebody else beside me. You ain’t looking for Lucas Burch. No, s i r, L u c a s B u r c h d o n ’t d e s e r v e t h a t m o n e y, t h a t r e w a r d . H e n e v e r d o n e nothing to get it. No, sir.’ He begins to laugh, squatting, motionless, his spent face bent, laughing. ‘Yes, sir. All Lucas Burch wanted was justice. Just justice. Not that he told, them bastards the murderer ’s name and where to find him only they wouldn’t try. They never tried because they would have had to give Lucas Burch the money. Justice.’ Then he says aloud, in a harsh, tearful voice: “Justice. That was all. Just my rights. And them bastards with their little tin stars, all sworn everyone of them on oath, to protect a American citizen.” He s a y s i t h a r s h l y, a l m o s t c r y i n g w i t h rage and despair and fatigue: “I be dog if it ain’t enough to make a m a n t u r n d o w n r i g h t b o w l s h e y v i c k .” Thus he hears no sound at all until Byron speaks directly behind him:

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«Pero yo sé que no lo hará — p i e n s a B r o w n — . Ya n o c u e n t o c o n ello. Si le viese venir con el dinero en la mano, ni siquiera lo creería. No sería para mí. Estoy seguro. Creería que había algún e r r o r . Y l e d i r í a Ve t e . N o e s a m í a quien tú buscas. No buscas a Lucas B u rc h . N o , n o , L u c a s B u r c h n o m e re c e e s e d i n e ro , e s a re c o m p e n s a . Nunca ha hecho nada para que se la d e n . N o , n o Y comienza a reír, en cuclillas, inmóvil. Baja su fatigada cabeza y ríe. «Sí, perfectamente. Lucas Burch sólo quería una cosa: la justicia. No es que no les dijera a esos hijos de puta el nombre del asesino y dónde podrían encontrarlo; es que ellos no quisieron intentarlo. No lo intentaron nunca, porque habrían tenido que pagar a Lucas Burch. Justicia.» Luego comienza a hablar en voz alta, una voz amarga, lacrimosa: —Justicia. Nada más que justicia. Sólo lo que me deben, simplemente. ¡Y esos hijos de puta, con sus estrellitas de hojalata y su juramento de proteger los derechos de los ciudadanos norteamericanos! Y dice esto amargamente, casi llorando de rabia, de desesperación y de fatiga: —¡Así me muera si no hay motivos para volverse bolchevique! Luego, el silencio. Hasta que Byron le habla, casi junto a él.

45 “Get up onto your feet.”

—¡Vamos, ponte de pie!

It does not last long. Byron knew N o f u e m u y l a rg o . B y r o n l o s a b í a . that it was not going to. But he did not S i n e m b a rg o , n o h a d u d a d o . F u e t r e hesitate. He just crept up until he could 50 p a n d o p o r l a c u e s t a h a s t a q u e l o v i o . see the other, where he stopped, Y se detuvo, mirando aquella forma looking at the crouching and unwarned acurrucada que no se había dado cuenfigure. ‘You’re bigger than me,’ Byron ta de nada. «Eres más fuerte que yo — thought. ‘But I don’t care. You’ve had pensó Byron—, pero no me importa. e v e r y o t h e r a d v a n t a g e o f m e . A n d I 55 S i e m p r e m e h a s l l e v a d o v e n t a j a , p e r o d o n ’ t c a r e a b o u t t h a t n e i t h e r. Yo u ’ v e tampoco me importa. En nueve meses done throwed away twice inside of nine has desdeñado dos veces lo que yo months what I ain’ t had in thirty-five nunca he tenido en treinta y cinco years. And now I’m going to get the años. Y ahora me vas a dar una paliza h e l l b e a t o u t o f m e a n d I d o n ’t c a r e 60 d e t o d o s l o s d i a b l o s , p e r o t a m p o c o e s o about that, neither.’ me importa.» It does not last long. Brown, No dura mucho. Brown, girando sowhirling, takes advantage of his bre sí mismo, se aprovecha de su proastonishment even. He did not believe 65 pio asombro. No creía que un hombre that any man, catching his enemy que sorprende sentado a su enemigo sitting, would give him a chance to get pudiese permitirle que se levantase, on his feet, even if the enemy were not aunque el enemigo no fuera el más corthe larger of the two. He would not pulento de los dos. Él mismo lo había have done it himself. And the fact that 70 hecho. Y el hecho de que el más débil the smaller man did do it when he de los dos lo haya hecho, cuando él 297

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mismo no lo habría hecho, le parecía would not have, was worse than insult: peor que un insulto: era ridículo. Así it was ridicule. So he fought with even que peleó más salvajemente que si a more savage fury than he would have Byron le hubiera saltado encima sin if Byron had sprung upon his back w i t h o u t w a r n i n g : w i t h t h e b l i n d a n d 5 avisar. Peleó con el valor ciego, desesperado, de una rata hambrienta hostidesperate valor of a starved and gada en un rincón. cornered rat he fought. La pelea no duró más de dos minutos. Y It lasted less than two minutes. Then B y r o n w a s l y i n g q u i e t l y a m o n g t h e 10 Byron se encontró tendido mansamente entre los matorrales quebrados y pisoteados, broken and trampled undergrowth, notando que la sangre fluía mansamente, bleeding quietly about the face, hearing oyendo los chasquidos de la maleza que no the underbrush crashing on, ceasing, tardaron en cesar, en desvanecerse en el sifading into silence. Then he is alone. H e f e e l s n o p a r t i c u l a r p a i n n o w, b u t 15 lencio. Y se encontró solo. No sentía ningún dolor y, lo que aún era mejor, ninguna better than that, he feels no haste, no prisa, ninguna urgencia de hacer algo, de ir u r g e n c y, t o d o a n y t h i n g o r g o a alguna parte. Se quedó allí, tendido, sananywhere. He just lies bleeding and grando, muy tranquilo, sabiendo que, denquiet, knowing that after a while will be time enough to reenter the world and 20 tro de un momento, todavía podría regresar al mundo, al tiempo. time. Ahora ya no se pregunta hacia dónde He does not, even wonder where habrá ido Brown. Ya no tiene que pensar, Brown has gone. He does not have to think about Brown now. Again his mind 25 por el momento, en Brown. Su mente está de nuevo llena de formas apacibles, pareciis filled with still shapes like discarded das a juguetes infantiles, rotos y amontonaand fragmentary toys of childhood dos en el rincón de un armario olvidado donpiled indiscriminate and gathering de el polvo se acumula apaciblemente: quiet dust in a forgotten closet— Brown. Lena Grove. Hightower. Byron 30 Brown, Lena Grover, Hightower, Byron Bunch, todos ellos parecidos a pequeños Bunch—all like small objects which objetos que nunca han vivido y con los cuahad never been alive, which he had les jugó en su infancia, y los rompió y los played with in childhood and then abandonó. Byron yace así cuando oye el silbroken and forgot. He is lying so when he hears the train whistle for a crossing 35 bato del tren en un paso a nivel, a seiscientos metros de allí. a half mile away.

tentative vacilante, cauteloso tentative 1 done by way of trial, experimental. 2 hesitant, not definite (tentative suggestion; tentative acceptance).

This rouses him; this is the world a n d t i m e t o o . H e s i t s u p , s l o w l y, t e n t a t i v e l y . ‘ A n y w a y, I a i n ’t b r o k e anything,’ he thinks. ‘I mean, he ain’ t broke anything that belongs to me.’ It i s g e t t i n g l a t e : i t i s t i m e n o w, w i t h distance, moving, in it. ‘Yes. I’ll have to be moving. I’ll have to get on so I can find me something else to meddle w i t h . ’ T h e t r a i n i s c o m i n g n e a r e r. Already the stroke of the engine has shortened and become heavier as it begins to feel the grade; presently he can see the smoke. He seeks in his pocket for a handkerchief. He has none, so he tears the tail from his shirt and dabs at his face gingerly, listening to the short, blasting reports of the locomotive exhaust just over the grade. He moves to the edge of the undergrowth, where he can see the t r a c k . T h e e n g i n e i s i n s i g h t n o w, almost headon to him beneath the spaced, heavy blasts of black smoke. It has an effect of terrific nomotion. Yet it does move, creeping terrifically up and over the crest of the grade. Standing now in the fringe of bushes he watches the engine approach and pass him, laboring, crawling, with the rapt and boylike absorption (and perhaps yearning) of his country raising. It passes; his eye moves on, watching the cars as they in turn crawl 298

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Y esto le despierta. Es el regreso del mundo y del tiempo. Y se levanta, lentamente, tímidamente. «Al menos, no hay nada roto —piensa—. Quiero decir que no hay nada roto que me pertenezca.» Ya es tarde; el tiempo ha vuelto y, con él, la distancia, el movimiento. «Sí, tengo que seguir. Tengo que buscar algo en qué mezclarme.» El tren se acerca. El ritmo de la máquina ha disminuido ya, se hace más sordo a medida que trepa por la pendiente. Byron ya puede ver el humo. Busca un pañuelo en su bolsillo. No tiene ninguno. Rasga el faldin de su camisa y se enjuga la caza cuidadosamente, mientras escucha el estrepitoso y entrecortado jadeo de la locomotora en lo alto de la pendiente. Byron se acerca al borde del matorral, desde donde puede ver la vía. Y ve la máquina, casi enfrente de él, bajo las espesas bocanadas de humo negro. La máquina produce una impresión atemorizante de inmovilidad. Y sin embargo avanza, se arrastra, implacable, hasta la cima de la cuesta. Byron, de pie, en la linde del bosque, ve acercarse a la máquina, pasar por delante de él penosamente. La mira con un aire de atención absorta, tal vez ávida, infantil, que revela su condición campesina. La máquina pasa. Byron la sigue con los ojos, observa los vagones que aparecen luego y que van trasponiendo la cima de

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tr. Enrique Sordo la cuesta. Y de pronto, por segunda vez en aquel día, Byron vea un hombre que parece materializarse en el aire vacío. Un hombre que corre.

up and over the crest, when for the second time that afternoon he sees a man materialise apparent ly out of air, in the act of running. 5 Even then he does not realise what Brown is about. He has progressed too far into peace and solitude to wonder. He just stands there and watches Brown run to the train, stooping, fleeing, and grasp the iron ladder at the end of a car and leap upward and vanish from sight as though sucked into a vacuum. The train is beginning to increase its speed; he watches the approach of the car where Brown vanished. It passes; clinging to the rear of it, between it and the next car, Brown stands, his face leaned out and watching the bushes. They see one another at the same moment: the two faces, the mild, nondescript, bloody one and the lean, harried , desperate one contorted now in a soundless shouting above the noise of the train, passing one another as though on opposite orbits and with an effect as of phantoms or apparitions. S till Byr on is not thinking. “Great God in the mountain,” he says, with childlike and almost ecstatic astonishment; “he sho knows how to jump a train. He’s sho done that before.” He is not thinking at all. It is as though the moving wall of dingy cars were a dyke beyond which the world, time, hope unbelievable and certainty incontrovertible, waited, giving him y e t a l i t t l e m o r e o f p e a c e . A n y w a y, when the last car passes, moving fast n o w, t h e w o r l d r u s h e s d o w n o n h i m like a flood, a tidal wave.

outstrip dejar atrás, sobrepasar

It is too huge and fast for distance and time; hence no path to be retraced, leading the mule for a good way before he remembers to get on it and ride. It is as though he has already and long since outstripped himself, already waiting at the cabin until he can catch up and e n t e r . And then I will stand there and I will ... He tries it again: Then I will stand there and I will ... But he can get no further than that. He is in the road a g a i n n o w, a p p r o a c h i n g a w a g o n homeward bound from town. It is about six o’clock. He does not give up, however. Even if I can’t seem to get an y further than that: when I will open the door and come in and stand there. And then I will. Look at her. Look as her. Look at her— The voice speaks again:

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“—excitement, I reckon.”

Ni siquiera entonces comprende lo que Brown va a hacer. Ha penetrado demasiado, hace poco, en la paz y en la soledad para llegar a preguntárselo. Se conforma con mirar cómo Brown corre hacia el tren, encorvado, subrepticio; con mirar cómo se ase a la escalerilla de hierro de la plataforma de un vagón, cómo salta dentro de este y desaparece, igual que si hubiese sido aspirado por el vacío. El tren acelera. Byron ve que se acerca el vagón en el que Brown ha desaparecido. El vagón pasa. Colgado entre dos vagones, alargando el cuello, Brown escruta la maleza. Y ambos hombres se ven al mismo tiempo, se miran mutuamente a las caras: la una apacible, impersonal, ensangrentada; la otra enjuta, acosada, desesperada, contorsionada en aquel instante con un grito que es ahogado por el estrépito del tren. Y aquellos dos rostros, que siguen órbitas opuestas, se cruzan como dos fantasmas, como dos apariciones. Byron sigue sin pensar. —¡Santo Dios! —dice, con un asombro pueril, casi extático—. Seguro que no es la primera vez que lo hace. Sabe subir a un tren en marcha. Byron no piensa en nada. Es como si la pared móvil de los viejos vagones desvencijados fuese un dique tras el cual el mundo, el tiempo, la esperanza inverosímil y la indiscutible certeza estuvieran esperando, reservándole todavía algunos minutos de paz. Y cuando el último vagón pasa, rápidamente ya, el mundo se precipita sobre él, como un torrente desbordado o como un maremoto. Y todo es tan enorme, tan rápido, tan insólito, que la distancia y el tiempo desaparecen dentro de ello. De ahí que Byron no vuelva a caminar por el mismo sendero. Tira del ronzal de su mula y hasta un rato después no piensa en montar en ella y cabalgar. Era como si hiciese tiempo que se hubiera despojado de sí mismo y como si ya estuviera esperando, delante de la cabaña, el instante en que lograría decidirse a entrar. Y entonces me quedaré allí y ... Prueba de n u e v o : E n t o n ces me quedaré allí y ... Pero no pasa de ahí. Ahora está ya en la carretera. Se acerca a una carreta que viene de la ciudad. Son alrededor de las seis. Sin embargo, no renuncia. Aunque no consiga hac e r m á s q u e e s o : re t ando abra la p u e rt a , c u a n d o e n t re y m e p l a n t e a l l í , e n t o n ces... podré Mirarla. Mirarla. Mirarla... De nuevo la voz habla. —...un jaleo, me imagino.

65 “ W h a t ? ” B y r o n s a y s . —¿Qué? —dice Byron. The wagon has halted. He is right La carreta se ha detenido. Está junto a beside it, the mule stopped too. On the él. Su mula también se ha detenido. Desde wagon seat the man speaks again, in his el pescante, el hombre sigue hablando, con 70 su voz monótona y quejosa. flat, complaining voice:

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tr. Enrique Sordo —Qué mala suerte. Justo en el momento en que me iba para casa. Ya se me ha hecho tarde.

“Durn the luck. Just when I had to get started for home. I’m already late.”

—¿De qué jaleo me habla? —dice “Excitement?” Byron says. “What excitement?” 5 Byron. El hombre lo mira: —A juzgar por su cara, se diría que también usted se ha encontrado con algún jaleo.

The man is looking at him. “From your face, a man would say you had been in some excitement yourself.” 10

—Me he caído —dice Byron—. ? Es que hay jaleo en la ciudad?

“I fell down,” Byron says. “What excitement in town this evening?”

—Ya suponía que usted no lo sabría. “I thought maybe you hadn’ t heard. A b o u t a n h o u r a g o . T h a t n i g g e r , 15 Hace cosa de una hora. Ese negro, Christmas. Le han matado. Christmas. They killed him.”

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Chapter 19 30

Aquella noche, a la hora de la cena, ABOUT the suppertables on that en torno a sus mesas, las gentes de la ciuMonday night, what the town wondered dad no se asombraban tanto de la evasión was not so much how Christmas had de Christmas como del escondrijo que escaped but why when free, he had taken refuge in the place which he did, 35 éste había elegido una vez libre. Tenía que saber que allí sería descubierto en seguiwhere he must have known he would be da, y la gente se preguntaba por qué, cuancertainly run to earth, and why when do lo descubrieron, no se había entregathat occurred he neither surrendered do ni había resistido. Era como si hubienor resisted. It was as though he had set out and made his plans to passively 40 se decidido disponerlo todo para suicidarse pasivamente. commit suicide. ¿Por qué había acabado refugiándose en There were many reasons, casa de Hightower? Las opiniones discrepaopinions, as to why he had fled to H i g h t o w e r ’ s h o u s e a t t h e l a s t . 45 ban al respecto. Se aducían razones diversas. «Cada oveja con su pareja.» La cosa más “ L i k e t o l i k e , ” t h e e a s y, t h e sencilla, la más inmediata, decían algunos, immediate, ones said, remembering recordando las antiguas historias que aún the old tales about the minister. corrían a cuenta del pastor. Otros creían que Some believed it to have been s h e e r c h a n c e ; o t h e r s s a i d t h a t t h e 50 había sido por casualidad. Otros explicaban que el hombre había dado pruebas de su taman had shown wisdom, since he lento al hacerlo así, porque a nadie se le hawould not have been suspected of bría ocurrido ir a buscarlo a casa del pastor b e i n g i n t h e m i n i s t e r ’s h o u s e a t a l l si alguien no le hubiera visto cruzar el patio if someone had not seen him run a c r o s s t h e b a c k y a r d a n d r u n i n t o 55 de la parte trasera de la casa y entrar corriendo en la cocina. the kitchen. Sin embargo, Gavin Stevens sostiene una Gavin Stevens though had a teoría diferente. Stevens es el fiscal del disd i f f e r e n t t h e o r y. H e i s t h e D i s t r i c t A t t o r n e y, a H a r v a r d g r a d u a t e , a P h i 60 trito. Hizo sus estudios en Harvard y es miembro de la sociedad Phi Beta Kappa. Es Beta Kappa: a tall, loosejointed alto, desgarbado, y fuma en su eterna pipa, man with a constant cob pipe, with fabricada con una mazorca de maíz. Tiene an untidy mop of irongray hair, una pelambrera gris acero, revuelta y enrewearing always loose and un p r e s s e d d a r k g r a y c l o t h e s . H i s 65 dada, y siempre va vestido con un traje gris oscuro, holgado y mal planchado. Su famifamily is old in Jefferson; his lia es una de las más antiguas de Jefferson. ancestors owned slaves there and Sus antepasados poseían esclavos y su abuehis grandfather knew (and also lo los conocía (y los odiaba, y felicitó al hated, and publicly congratulated C o l o n e l S a r t o r i s w h e n t h e y d i e d ) 70 coronel Sartoris cuando murieron) al abueMiss Burden’s grandfather and lo y al hermano de la señorita Burden. 300

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Stevens sabe tratar con facilidad a los b r o t h e r. H e h a s a n e a s y q u i e t w a y campesinos, a los electores y a los jurados. with country people, with the voters De cuando en cuando, es posible verle, duand the juries; he can be seen now rante toda una tarde de verano, acuclillado and then squatting among the o v e r a l l s o n t h e p o r c h e s o f c o u n t r y 5 entre las gentes de blusa o mono, en los porches de las tiendas del pueblo. Sabe hablarstores for a whole summer les, en su mismo lenguaje, de nada en absoafternoon, talking to them in their luto. own idiom about nothing at all.

moribund: (color) desvaído

decent respetable, bueno, que se precie, que parece de lo más sensato, cordial, amable, limpio, correcto, adecuado, módico decent adj. 1 a conforming with current standards of behaviour or propriety. b avoiding obscenity. 2 respectable. 3 acceptable, passable; good enough. 4 Brit. kind, obliging, generous (was decent enough to apologize). decent es uno de esos adjetivos muy usados, tal vez abusados, en inglés moderno; se usa para satisfactorio / pasable, adecuado [salario, alimento], módico [precio], simpático / amable, presentable / ‘visible’ [en ropa, aseo]. A su vez, decente parece enfatizar la idea moral de honradez en las personas, como honest, honorable, respectable, y también la idea de limpieza en las cosas como clean, tidy, neat [aseado].

hack I n. 1 corte 2 pey & hum (periodista) gacetillero 3 (caballo) jamelgo II v.tr. cortar a hachazos to hack sthg/sb to pieces, hacer trizas algo/a alguien III vi Inform piratear

On this Monday night there descended from the nine o’clock southbound train a college professor from the neighboring S tate University, a schoolmate of Stevens’ at Harvard, come to spend a few days of the vacation with his friend. When he descended from the train he saw his friend at once. He believed that Stevens had come down to meet him until he saw that S tevens was engaged with a queerlooking old couple whom he was putting on the train. Looking at them, the professor saw a little, dirty old man with a short goat’s beard who seemed to be in a state like catalepsy, and an old woman who must have been his wife—a dumpy creature with a face like dough beneath a nodding and soiled white plume, shapeless in a silk dress of an outmoded shape and in color regal and moribund. For an instant the professor paused in a sort of astonished interest, watching S tevens putting into the woman’s hand, as into the hand of a child, two railroad tickets; moving again and approaching and still unseen by his friend, he overheard Stevens’ final words as the flagman helped the o l d p e o p l e i n t o t h e v e s t i b u l e : “ Ye s , yes,” Stevens was saying, in a tone soothing and recapitulant; “he’ll be on the train tomorrow morning. I’ll see to it. All you’ll have to do is to arrange for the funeral, the cemetery. You take Granddad on home and put him to bed. I’ll see that the boy is on the train in the morning.” Then the train began to move and Stevens turned and saw the professor. He began the story as they rode to town and finished it as they sat on the veranda of Stevens’ home, and there recapitulated. “I think I know why it was, why he ran into Hightower ’s house for refuge at the last. I think it was his g r a n d m o t h e r. S h e h a d j u s t b e e n w i t h him in his cell when they took him back to the courthouse again; she and the grandfather—that little crazed old man who wanted to lynch him, who came up here from Mottstown for that purpose. I don’t think that the old lady had any hope of saving him when she came, any actual hope. I believe that all she wanted was that he die ‘ decent ,’ as she put it. Decently hung by a Force, a principle; not burned or hacked or dragged dead by a Thing. I think she came here just to watch that old man, lest he be the straw that started the 301

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La n o c h e d e a q u e l l u n e s , u n p r o fesor de la Universidad más próxima descendió del tren de las nueve. En Harvard, había sido compañero de p r o m o c i ó n d e St e v e n s y v e n í a a p a sar unos días de vacaciones en casa d e é s t e . Vi o a s u a m i g o a p e n a s b a j ó d e l t r e n . C r e y ó q u e St e v e n s h a b í a i d o a esperarle, pero pronto advirtió que estaba ocupándose de una pareja de extraños viejos, a los que hacía subir al tren. El profesor les echó una ojeada y vio a un viejecito sucio, con barbilla de cabra, que parecía en estado cataléptico, y una vieja que debía de ser su mujer: una criatura rechoncha, con un rostro que parecía hecho de masa bajo una oscilante, blanca y sucia pluma, informe dentro de un vestido de seda pasado de moda y de un color tan majestuoso c o m o a g o n i z a n t e . E l p r o f e s o r, p o r u n i n s tante, se sintió invadido de una asombrada c u r i o s i d a d . Vi o q u e S t e v e n s p o n í a e n l a m a n o d e l a m u j e r, i g u a l q u e s i l o h i c i e r a c o n un niño, dos billetes de ferrocarril. El prof e s o r s e a d e l a n t ó y, s i n s e r v i s t o p o r s u a m i go, oyó las últimas palabras de Stevens en el momento en que el empleado ayudaba a los dos viejos a subir a la plataforma: —Sí, sí —repetía Stevens, con tono tranquilizador—. En el tren de mañana por la mañana. Yo me encargaré de ello. Usted sólo tendrá que ocuparse de los funerales y del cementerio. Lleve al abuelo a casa y hágale que se acueste. Yo me ocuparé de que el muchacho llegue en el tren de mañana por la mañana.

Después, el tren se puso en marcha y 50 Stevens se volvió y vio al profesor. Comenzó a contarle la historia en el coche que les llevaba a la ciudad y la terminó cuando estaban sentados en el porche de la casa de Stevens, donde éste recapituló: 55 —Creo saber por qué lo hizo, por qué eligió la casa de Hightower como último refugio. Creo que fue por su abuela. La vieja acababa de estar un momento con él, en su celda, cuando vinieron a buscarlo para con60 ducirle al juzgado. Ella y el abuelo, ese viejecito loco que quería lincharle y que vino a Mottstown solamente para eso. No creo que la vieja tuviera ninguna esperanza de salvarle cuando vino aquí. Ninguna esperanza autén65 tica. A mi juicio, todo lo que ella quería era que muriese decentemente, como ella dijo. Ahorcado decentemente por una Fuerza, por un principio, y no quemado, despedazado, arrastrado por una Cosa después de su muer70 te. Creo que la mujer sólo vino aquí para vigilar al viejo, por temor a que éste fuese

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la gota que desbordase el vaso, porque no hurricane, because she did not dare let se atrevía a perderlo de vista. Y no es que him out of her sight. Not that she dudara de que Christmas fuese su nieto, comdoubted that Christmas was her prende? Pero no tenía ninguna esperanza. Ni grandchild, you understand. She just didn’t hope. Didn’t know how to begin 5 sabía cómo comenzar a tenerla. Supongo que, al cabo de treinta años, la máquina de to hope. I imagine that after thirty years la esperanza necesita más de veinticuatro the machinery for hoping requires more horas para volver a arrancar, para ponerse than twenty-four hours to get started, otra vez en marcha. to get into motion again. 10 »Pero yo creo que, después que arranca “But I believe that, having got físicamente con el torrente de locura y de started physically by the tide of the old fanatismo del viejo, la mujer se había dejaman’s insanity and conviction, before do arrastrar por ella sin darse cuenta siquieshe knew it she had been swept away too. So they came here. They got here 15 ra. Así que los dos vinieron aquí. Llegaron en el primer tren, a eso de las tres, en la on the early train, about three o’clock mañana del domingo. La vieja ni siquiera Sunday morning. She made no attempt intentó ver a Christmas. Quizás estaba vito see Christmas. Perhaps she was gilando al viejo. Pero no lo creo. Ni tamwatching the old man. But I don’t think s o . I d o n ’ t t h i n k t h a t t h e h o p i n g 20 poco creo que la máquina de la esperanza se hubiese puesto ya en marcha. Ni siquiemachine had got started then, either. I ra creo que comenzase a funcionar antes de don’t think that it ever did start until la mañana en que nació el niño. Un niño that baby was born out there this nacido ante sus propios ojos. Y varón ademorning, born right in her face, you might say; a boy too. And she had never 25 más. La vieja no había visto antes a la madre. Y al padre menos aún, lo mismo que a seen the mother before, and the father su nieto, al que no había visto nunca desde at all, and that grandson whom she had que se hizo hombre. Para ella, tampoco never seen as a man; so to her those existían ya aquellos treinta años.» Se bothirty years just were not. Obliterated w h e n t h a t c h i l d c r i e d . N o l o n g e r 30 rraron en cuanto el niño comenzó a llorar. Ya no existían. existed. “It was all coming down on her too fast. There was too much reality that her hands and eyes could not deny, and too much that must be taken for granted that her hands and eyes could not prove; too much of the inexplicable that hands and eyes were asked too suddenly to accept and believe without proof. After the thirty years it must have been like a person in solitary blundering suddenly into a room full of strange people all talking at once and she casting desperately about for anything that would hold sanity together by choosing some logical course of action which would be within her limitations, which she could have some assurance of being able to perform. Until that baby was born and she found some means by which she could stand alone, as it were, she had been like an ef figy with a mechanical voice being hauled about on a cart by that fellow Bunch and made to speak when he gave the signal, as when he took her last night to tell her story to Doctor Hightower.

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Todo iba cayendo sobre ella demasiado deprisa. Se le presentaban demasiadas cosas reales que sus manos y sus ojos no podían negar y se veía obligada a aceptar demasiadas cosas que sus manos y sus ojos no podían probar; sus ojos y sus manos se veían en la necesidad de aceptar súbitamente y de creer sin pruebas demasiadas cosas inexplicables. Después de treinta años le tenía que resultar como a la persona que entra inadvertidamente en una habitación llena de gente desconocida y que habla a la vez mientras ella —para no perder el juicio— dirige miradas desesperadas en busca de algo que le permita elegir un modo lógico de proceder que esté dentro de sus limitaciones, algo que tenga la seguridad de poder realizar. Hasta que encontró en el nacimiento del niño un medio de sostenerse sola, había sido como una especie de estatua con voz mecánica, a la que Bunch llevaba de un lado para otro en un carro y la hacía hablar cuando le hacía la señal de hacerlo, como la pasada noche, cuando la llevó a que le contase la historia al reverendo Hightower.

60 »Y todavía andaba a tientas, trataba de “And she was still groping, you see. encontrar algo que aquella mente, que al paShe was still trying to find something recer no había funcionado mucho durante which that mind which had apparent ly treinta años, pudiera creer, admitir como not run very much in thirty years, could believe in, admit to be actual , real. And 65 verdadero, como real. Y creo que donde lo encontró por primera vez fue en casa de I think that she found it there, at Hightower. Allí encontró a alguien a quien H i g h t o w e r ’s , f o r t h e f i r s t t i m e : poder contárselo, a alguien que la escuchasomeone to whom she could tell it, who se. Es muy probable que fuera la primera would listen to her. Very likely that was the first time she had ever told it. And 70 vez que lo contara. Y es muy probable que ella misma se diera cuenta de ello por privery likely she learned it herself then 302

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mera vez, que lo viera en conjunto y como for the first time, actually saw it whole realidad a la vez que Hightower. Por eso and real at the same time with no me extraña que en aquel momento se H i g h t o w e r. S o I d o n ’ t t h i n k i t i s s o armara un lío, no sólo con el niño, sino con strange that for the time she got not only the child but his parentage as well 5 los padres del niño, puesto que en la cabaña ya no existían aquellos treinta años; ni mixed up, since in that cabin those que se le presentaran de un modo muy conthirty years did not exist—the child and fuso el niño y el padre del niño, al que no its father whom she had. never seen, había visto nunca, y su propio nieto, al que and her grandson whom she had not seen since he was a baby like the other, 10 no había visto desde que era un niño como el otro, y cuyo padre, a su vez, no había and whose father likewise to her had existido nunca para ella. No me extraña never existed, all confused. And that, tampoco que, cuando se empezó a mover la when hope did begin to move in her, esperanza dentro de ella, pensara inmediashe should have turned at once, with that sublime and boundless faith of her 15 tamente en el pastor, con esa sublime e ilimitada fe que tienen los de su clase en los kind in those who are the voluntary servidores voluntarios e intermediarios ofislaves and the sworn bondsmen of ciales de la oración. prayer, to the minister. “ T h a t ’s w h a t s h e w a s t e l l i n g Christmas in the jail today, when the old man, watching his chance, had slipped away from her and she followed him to town and found him on the street corner again, mad as a hatter and completely hoarse, preaching lynching, telling the people how he had g r a n d f a t h e r e d t h e d e v i l ’s s p a w n a n d h a d k e p t i t i n t r u s t f o r t h i s d a y. O r perhaps she was on her way to see him in the this when she left the cabin. Anyway she left the old man alone as soon as she saw that his audience was more interested than moved, and went on to the sherif f. He had just got back from dinner and for a while he could not understand what she wanted. She must have sounded quite crazy to him, with that story of hers, in that hopelessly respectable Sunday dress, planning a jailbreak. But he let her go to the jail, with a deputy. And there, in the cell with him, I believe she told him about Hightower, that Hightower could save him, was going to save him. “ B u t o f c o u r s e I d o n ’t k n o w w h a t she told him. I don’t believe that any man could reconstruct that scene. I don’t think that she knew herself, p l a n n e d a t a l l w h a t s h e w o u l d s a y, because it had already been written and worded for her on the night when she bore his mother, and that was now so long ago that she had learned it beyond all forgetting and then forgot the words. Perhaps that’s why he believed her at once, without question. I mean, because she did not worry about what t o s a y, a b o u t p l a u s i b i l i t y o r t h e possibility of incredulity on his part: that somewhere, somehow, in the shape or presence or whatever of that old outcast minister was a sanctuary which would be inviolable not only to officers and mobs, but to the very irrevocable past; to whatever crimes had molded and shaped him and left him at last high and dry in a barred cell with the shape of an incipient executioner everywhere he looked. 303

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»Eso es lo que la vieja le estaba contando a Christmas hoy, en la cárcel, cuando el viejo, que estaba esperando una oportunidad, se le escapó. Su mujer lo buscó por la ciudad y se lo encontró de nuevo en una esquina, loco de atar, predicando con voz ronca el linchamiento, diciendo a la gente que Christmas era un hijo del diablo vigilado por él hasta entonces. O quizá se lo encontró en el camino cuando se marchó de la cabaña para ir a la cárcel a ver a Christmas. Lo cierto es que cuando vio que los que la escuchaban mostraban más interés que emoción, dejó solo al viejo y se encaminó a ver al sheriff. El sheriff acababa de cenar y al principio no comprendió lo que quería la vieja, que con su relato y su vestido dominguero absurdamente respetable debió de parecerle una loca que planeaba la evasión de Christmas. Pero le permitió que fuese al calabozo acompañada por un agente. Y creo que, a solas con Christmas en la celda, habló de Hightower y le dijo que Hightower podía salvarle, iba a salvarle. »Claro que no sé lo que le dijo. No creo que haya nadie que pueda reconstruir la escena. No creo que ni ella misma supiera ni hubiera planeado lo que le iba a decir. Lo tenía grabado dentro, con todas las letras, desde el día en que parió a la madre de Christmas, y aquello había sucedido hacía tanto tiempo que lo sabía a prueba de toda clase de olvidos, pero había olvidado las palabras. Y ésa fue la razón de que él la creyera instantáneamente, sin ninguna duda. Quiero decir que, como ella no se preocupaba de lo que decía ni de que él lo considerara plausible, posible o increíble, Christmas pudo creer que en alguna parte, no sabía cómo, había visto en la persona, o en la presencia, o en lo que fuera del viejo pastor paria, un santuario que, no sólo sería inviolable para la polilla y para la turba, sino también para su propio e irrevocable pasado, cualesquiera que fueran los crímenes que lo hubieran moldeado, dado forma, arrojándolo después a una celda enrejada en la que se perfilaba por todas partes ante su vista la sombra del verdugo.

Faulkner’s Light “And he believed her. I think that is what gave him not the courage so much as the passive patience to endure and recognise and accept the one opportunity which he had to break in the middle of that crowded square, manacled, and run. But there was too much running with him, stride for stride with him. Not pursuers: but himself: years, acts, deeds omitted and committed, keeping pace with him, stride for stride, breath for breath, thud for thud of the heart, using a single heart. It was not alone all those thirty years which she did not know, but all those successions of thirty years before that which had put that stain either on his white blood or his black blood, whichever you will, and which killed him. But he must have run with b e l i e v i n g f o r a w h i l e ; a n y w a y, w i t h hope. But his blood would not be quiet, let him save it. It would not be either one or the other and let his body save itself. Because the black blood drove him first to the negro cabin. And then the white blood drove him out of there, as it was the black blood which snatched up the pistol and the white blood which would not let him fire it. And it was the white blood which sent him to the minister, which rising in him for the last and final time, sent him against all reason and all reality, into the embrace of a chimera, a blind faith in something read in a printed Book. Then I believe that the white blood deserted him for the moment. Just a second, a flicker , allowing the black to rise in its final moment and make him turn upon that on which he had postulated his hope of salvation. It was the black blood which swept him by his own desire beyond the aid of any man, swept him up into that ecstasy out of a black jungle where life has already ceased before the heart stops and death is desire and fulfillment. And then the black blood failed him again, as it must have in crises all his life. He did not kill the minister. He merely struck him with the pistol and ran on and crouched behind that table and defied the black blood for the last time, as he had been defying it for thirty years. He crouched behind that overturned table and let them shoot him to death, with that loaded and unfired pistol in his hand.”

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»Y la creyó. Creo que fue eso lo que le dio el valor, o más bien la paciencia pasiva, para soportar y reconocer y utilizar la única oportunidad que se le presentó de avanzar esposado por en medio de la gente que llenaba la plaza y echar a correr. Pero había demasiadas cosas que corrían con él, paso a paso con él, no persiguiéndolo, sino dentro de él mismo. Años, acciones, actos omitidos y cometidos que corrían a la par que él, paso a paso, aliento a aliento, latido a latido de un solo corazón. No eran sólo aquellos treinta años que la v i e j a n o c o n o c í a , s i n o o t r o s p e rí o d o s anteriores de treinta años que le habían manchado de su sangre blanca —o su sangre negra, como se quiera— y que lo mataron. Durante cierto trecho debió correr creyendo; o, por lo menos, con esperanza. Pero la sangre no le dejaba en paz, no le dejaba salvarse. Su sangre no se decidía a ser de un color o de otro y a dejar que el cuerpo se salvara por sí mismo. La sangre negra le llevó primero a la cabaña de un negro. Y la sangre blanca le sacó de allí, como si hubiera sido la negra la que esgrimió la pistola y la blanca la que no le permitió disparar. Y fue la sangre blanca la que, alzándose en él por última vez, contra toda razón y realidad, presa de una quimera, de una fe ciega en algo leído en la Biblia, le impulsó a ir a casa del pastor. Y creo que la sangre blanca le abandonó un momento, un segundo, un parpadeo que aprovechó la sangre negra para alzarse en el momento final y hacer que él se volviera contra aquello a lo que había confiado su esperanza de salvación. Fue la sangre negra la que le arrastró por su propia voluntad a donde no podía ayudarle nadie, la que le arrastró a aquel éxtasis de selva negra en donde la vida cesa antes de que se detenga el corazón y donde la muerte es deseo y plenitud. Y la sangre negra le falló de nuevo, como ha debido de fallarle en todas las crisis de su vida. No mató al pastor. No le dio más que un golpe con el revólver y corrió a agazaparse detrás de la mesa y a desafiar a la sangre negra por última vez, como la había estado desafiando durante treinta años. Se agazapó detrás de la mesa derribada y se dejó matar a tiros sin utilizar la pistola cargada que tenía en la mano.»

60 En aquella época vivía en el pueblo In the town on that day lived a un joven llamado Percy Grimm que teyoung man named Percy Grimm. He nía unos veinticinco años y era capitán was about twenty-five and a captain in de la guardia nacional del estado. Nació the State national guard. He had been born in the town and had lived there all 65 en la ciudad y, salvo los períodos veraniegos de campamento, había vivido his life save for the periods of the siempre en ella. Era demasiado joven summer encampments. He was too para tomar parte en la Gran Guerra. Sin young to have been in the European embargo, hasta 1921 o 1922 no se había War, t h o u g h i t w a s n o t u n t i l 1 9 2 1 o r ‘22 that he realised that he would never 70 dado cuenta de que nunca les perdonaría a sus padres por ello. Su padre, que era f o rg i v e h i s p a r e n t s f o r t h a t f a c t . H i s 304

Faulkner’s Light f a t h e r, a h a r d w a r e m e r c h a n t , d i d n o t understand this. He thought that the boy was just lazy and in a fair way to become perfectly worthless, when in reality the boy was suffering the terrible tragedy of having been born not alone too late but not late enough to have escaped first hand knowledge of the lost time when he should have been a man instead of a child. And now, with the hysteria passed away and the ones who had been loudest in the hysteria and even the ones, the heroes who had suf fered and served, beginning to look at one another a little askance, he had no one to tell it, to open his heart to. In fact, his first serious fight was with an exsoldier who made some remark to the effect that if he had to do it again, he would fight this time on the German side and against France. At once Grimm took him up. “Against America too?” he said.

forego be earlier in time, anteciede, preceder foregone adj (resultado) conocido de antemano a foregone judgment, un juicio ya decidido it was a foregone conclusion fue un final anunciado it was a foregone conclusion resultado cantado

inevitable result or conclusion

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ferretero, no le comprendió. Creía que el muchacho era un gandul que llevaba camino de convertirse en un perfecto inútil, cuando, en realidad, el muchacho no sólo sufría la tragedia de haber nacido demasiado tarde, sino también la de no haber nacido lo bastante tarde para librarse de la conciencia del tiempo perdido, del tiempo en que debía haber sido un hombre en lugar de un niño. Ahora pasada la histeria y cuando los más histéricos y hasta los otros, los que habían servido y padecido, empezaban a mirarse mutuamente con mirada torva, no tenía con quien hablar de ello, a quien abrirle el corazón. En realidad, su primera pelea seria fue la que tuvo con un veterano cuando éste manifestó que, si tuviera que luchar de nuevo, esta vez lo haría al lado de Alemania y contra Francia. Grimm le hizo frente en el acto. —¿Contra los Estados Unidos también? —le preguntó.

—Si los Estados Unidos son tan idiotas “ I f A m e r i c a ’ s f o o l e n o u g h t o 25 como para ayudar de nuevo a Francia, tamhelp France out again,” the bién —contestó el soldado. soldier said. Grimm struck him at Grimm, menos fuerte que el soldado y once; he was smaller than the sin tener aún los veinte años, le asestó un soldier, still in his teens. The r e s u l t w a s f o r e g o n e ; e v e n G r i m m 30 puñetazo. El resultado estaba previsto, probablemente lo tenía previsto el mismo doubtless knew that. But he took Grimm. Pero Grimm no recibió su castigo his punishment until even the hasta el momento en que el propio soldado soldier begged the bystanders to pidió a los espectadores que sujetaran al hold the boy back. And he wore t h e s c a r s o f t h a t b a t t l e a s p r o u d l y 35 muchacho. Y Grimm ostentó las cicatrices de aquella batalla con el mismo orgullo con as he was later to wear the uniform itself for which he had que había de usar más tarde el uniforme por blindly fought. el que había luchado tan ciegamente. It was the new civilian-military act which saved him. He was like a man who had been for a long time in a swamp, in the dark. It was as though he not only could see no path ahead of him, he knew that there was none. Then suddenly his life opened definite and clear. The wasted years in which he had shown no ability in school, in which he had been known as lazy, recalcitrant, without ambition, were behind him, forgotten. He could now see his life opening before him, uncomplex and inescapable as a barren corridor, completely freed now of ever again having to think or decide, the burden which he now assumed and carried as bright and weightless and martial as his insignatory brass: a sublime and implicit faith in physical courage and blind obedience, and a belief that the white race is superior to any and all other races and that the American is superior to all other white races and that the American uniform is superior to all men, and that all that would ever be required of him in payment for this belief, this privilege, would be his own life. On each national holiday that had any martial flavor whatever he dressed in his captain’s uniform and came down town. And those who saw him 305

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Lo que le salvó fue la nueva ley militar. Grimm era como un hombre que hubiese vivido mucho tiempo en un pantano, en las tinieblas. No sólo no veía ningún camino ante él, sino que estaba convencido de que no había ninguno. Pero, de pronto, se le abrió la vida de un modo claro y definido. Los años perdidos, en los que no había demostrado ninguna disposición para el estudio y durante los cuales era conocido como un vago recalcitrante y falto de ambición, quedaban ahora atrás, olvidados. Y vio que se le abría una vida sin complejidad e inevitable como un pasillo desierto. Ahora se sentía completamente libre, sin tener que decidir ni que pensar. Y la carga que asumía y que habría de llevar era tan brillante, tan liviana y tan marcial como el cobre de sus insignias. Una fe sublime e implícita en el valor físico y en la obediencia ciega, en la convicción de que la raza blanca es superior a todas las demás razas, y de que la raza americana es superior a todas las demás razas blancas, y de que el uniforme americano es superior a todos los hombres, y de que lo único que se le exigiría en pago de su creencia, de ese privilegio, sería su propia vida. En cada fiesta nacional que tuviera algún aspecto bélico, se ponía su uniforme de capitán y bajaba al centro de la ciudad. Y los que le veían,

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recordaban aún aquel día de la pelea con remembered him again on the day of the el veterano, mientras él, resplandeciente, fight with the exsoldier as, glittering, con la insignia de tirador (era buen tirawith his marksman’s badge (he was a dor) y sus galones, grave, erguido, se pafine shot) and his bars, grave, erect, he walked among the civilians with about 5 seaba entre los civiles con el aire entre belicoso y embarazado de un muchacho him an air half belligerent and half the orgulloso. selfconscious pride of a boy. No era miembro de la Legión AmeriHe was not a member of the A m e r i c a n L e g i o n , b u t t h a t w a s h i s 10 cana. Pero la culpa de ello la tenían sus padres, no él. En cuanto trajeron a parents’ fault and not his. But when Christmas de Mortstown aquel sábado por Christmas was fetched back from la tarde, Grimm había ido ya a visitar al Mottstown on that Saturday afternoon, comandante del grupo local. Su idea, sus he had already been to the commander of the local Post. His idea, his words, 15 palabras, fueron simples y directas: —Tenemos que mantener el orden — were quite simple and direct. “We got dijo—. La ley tiene que seguir su curto preserve order,” he said “We must let so. La ley y la nación. Ningún civil tiet h e l a w t a k e i t s c o u r s e . T h e l a w, t h e ne derecho a condenar a un hombre a nation. It is the right of no civilian to sentence a man to death. And we, the 20 muerte. Los que tenemos que ocuparnos de eso somos nosotros, los soldas o l d i e r s i n J e ff e r s o n , a r e t h e o n e s t o dos de Jefferson. see to that.” —¿Y cómo sabe usted que alguien “How do you know that anybody is p l a n n i n g a n y t h i n g d i f f e r e n t ? ” t h e 25 planea algo diferente? ¿Ha oído usted algo? —le preguntó el comandante de legion commander said. “Have you la Legión. heard any talk?” “I don’ t know. I haven’t listened.” He didn’t lie. It was as though he did not attach enough importance to what might or might not have been said by the civilian citizens to lie about it. “That’s not the question. It’s whether or not we, as soldiers, that have worn the uniform, are going to be the first to state where we stand. To show these people right off just where the government of the country stands on s u c h t h i n g s . T h a t t h e r e w o n ’t b e a n y need for them even to talk.” His plan was quite simple. It was to form the legion Post into a platoon, with himself in command vide his active commission. “But if they don’t want me to command, that’s all right too. I’ll be second, if they say. Or a sergeant or a corporal.” And he meant it. It was not vain glory that he wanted. He was too sincere. So sincere, so humorless, that the legion commander withheld the flippant refusal he was about to make.

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—No sé nada. No he oído nada. No mentía. No parecía dar la suficiente importancia a lo que pudieran haber dicho o no haber dicho los c i v i l e s p a r a t e n e r q u e m e n t i r. —No se trata de eso. Se trata de saber si nosotros, los soldados, vamos a ser o no los primeros en decir dónde estamos, en mostrar a la gente desde el primer momento quién tiene el gobierno en esta clase de asuntos. De ese modo la gente no tendrá n i s i q u i e r a n e c e s i d a d d e h a b l a r. Su plan era muy sencillo. Consistía en formar con la Legión un pelotón mandado por él en consideración a hallarse en servicio activo. —Pero si no quieren que lo mande yo, no importa. Si quieren seré el segundo; o sargento, o cabo. Y era sincero. No buscaba la vanagloria. Era demasiado sincero, tan s i n c e r o , t a n f a l t o d e h u m o r, q u e e l c o mandante de la Legión contuvo la m o r d a z r e s p u e s t a q u e l e i b a a d a r.

“I still don’t think that there is any —No creo que haya necesidad de nada need of it. And if there was, we would 55 de eso. Si la hubiera, tendríamos que acall have to act as civilians. I couldn’ t tuar como civiles. Yo no puedo utilizar la use the Post like that. After all, we are Legión de esa manera. Al fin y al cabo, ahonot soldiers now. I don’t think I would, ra no somos soldados. Y creo que no lo haif I could.” ría aunque pudiera hacerlo. 60 Grimm looked at him, without Grimm, más que con rabia, le miró como a n g e r, b u t r a t h e r a s i f h e w e r e s o m e si fuera un insecto. kind of bug. “Yet you wore the uniform —Pero usted ha vestido uniforme en once,” he said, with a kind of patience. otros tiempos —dijo con una especie de paHe said: “I suppose you won’t use your 65 ciencia. Y añadió—: Supongo que no emauthority to keep me from talking to pleará su autoridad para impedir que hable them, will you? As individuals?” con ellos en calidad de particulares. “No. I haven’t any authority to do —No. En primer lugar no tengo autorithat, anyway. But just as individuals, 70 dad para eso. Pero con carácter particular, mind. You mustn’t use my name at all.” ¿eh? No utilice mi nombre para nada. 306

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suave (En) adj.1 (of a person, esp. a man) smooth; polite; sophisticated. Afable, amable fino, cortés, diplomático / zalamero. 2 (of a wine etc.) bland, smooth. suave (Sp) 1. adj. Liso y blando al tacto, en contraposición a tosco y áspero. 2. Blando, dulce, grato a los sentidos. 3. V. espíritu, manjar suave. 4. fig. Tranquilo, quieto, manso. 5. fig. Lento, moderado. 6. fig. Dócil, manejable o apacible. Aplícase, por lo común, al genio o natural.

Then Grimm gave him a shot on his own account. “I am not likely to do that,” he said. Then he was gone. That was Saturday, about four o’clock. For the rest of that afternoon he circulated about the stores and offices where the legion members worked, so that by nightfall he had enough of them also worked up to his own pitch to compose a fair platoon. He was indefatigable, restrained yet forceful; there was something about him irresistible and prophetlike. Yet the recruits were with the commander in one thing: the of ficial designation of the legion must be kept out of it—whereupon and without deliberate intent, he had gained his original end: he was now in command. He got them all together just before suppertime and divided them into squads and appointed officers and a staf f; the younger ones, the ones who had not gone to France, taking proper fire by now. He addressed them, briefly, coldly: “... order ... course of justice ... let the people see that we have worn the uniform of the United States ... And one thing more.” For the moment now he had descended to familiarity: the regimental commander who knows his men by their first names. “I’ll leave this to you fellows. I’ll do what you s a y. I thought it might be a good thing if I wear my uniform until this business is settled. So they can see that “Uncle Sam is present in more than spirit.”

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Y Grimm le dijo: —No tengo esa costumbre —y se fue. Esto era el sábado, a eso de las cuatro. Grimm dedicó el resto de la tarde a recorrer comercios y oficinas donde trabajaban miembros de la Legión. Y para el anochecer les había calentado l o s c a s c o s a l o s n e c e s a r i o s p a r a f o rmar un pelotón como es debido. Grimm era incansable, pero sabía contenerse; emanaba de él una especie de poder irresistible, como de profeta. No obstante, sus reclutas estaban de acuerdo con su comandante en un detalle: el nombre oficial de la Legión no debía ser mencionado para nada en este asunto. Así que, sin hacerlo expresamente, había conseguido sus fines: ahora era él el jefe. Antes de cenar los reunió, los dividió en escuadras y nombró oficiales y suboficiales. Los jóvenes, los que no habían ido a Francia, iban a foguearse. Les dirigió unas palabras breves y frías: —...el orden.. el curso de la justicia... que vea la gente que hemos vestido el uniforme de los Estados Unidos... Y una cosa más... Y por un momento descendió a la familiaridad del jefe de regimiento que conoce a sus hombres por los nombres de pila. —Quiero que lo decidáis vosotros. Haré lo que queráis. He pensado que convendría que yo vistiese el uniforme hasta que se arregle este asunto. Para que vean que el Tío Sam se halla presente en algo más que en espíritu.

—¡Pero si no está presente! —dijo “ B u t h e ’s n o t , ” o n e s a i d q u i c k l y, rápidamente uno que era uña y carne del coimmediately; he was of the same cut as the commander, who by the way was not 40 mandante, que, entre paréntesis, no estaba alli. Esto no es asunto del gobierno. Me present. “This is not government trouble yet. Kennedy might not like it. parece que a Kennedy no le va a gustar. T h i s i s J e ff e r s o n ’s t r o u b l e , n o t Esto es asunto de Jefferson y no de WasWashington’s . ” hington. 45 “Make him like it,” Grimm said. —Haced que le guste —dijo Grimm—. “What does your legion stand for, if not ¿Para qué está vuestra Legión si no para for the protection of America and proteger a los Estados Unidos y a los norAmericans?” teamericanos? 50 “No,” the other said. “I reckon we —No —contestó el otro—. Mejor será que better not make a parade out of this. We no convirtamos esto en un desfile. Podemos can do what we want without that. hacer lo que nos parezca sin necesidad de eso. Better. Ain’t that right, boys?” Será mejor, ¿no es así, muchachos? 55 “All right,” Grimm said. “I’ll do as —Bien —dijo Grimm—. Se hará y o u s a y. B u t e v e r y m a n w i l l w a n t a como queráis—. Cada hombre querrá una p i s t o l . We ’ l l h a v e a s m a l l a r m s ’ pistola. Dentro de una hora tendremos inspection here in one hour. Every man aquí inspección de armas cortas. Tienen will report here.” 60 que venir todos. “What’s Kennedy going to say about pistols?” one said.

—¿Qué va a decir Kennedy de las pistolas? —preguntó uno.

“ I ’ l l s e e t o t h a t , ” G r i m m s a i d . 65 — Yo m e e n c a r g o d e e s o — d i j o “Report here in one hour exactly, Grimm—. Dentro de una hora justa towith side arms.” He dismissed dos aquí con las armas. them. He crossed the quiet square Y después de despedirlos cruzó la tranquit o t h e s h e r i f f ’s o f f i c e . T h e s h e r i ff la plaza en dirección al despacho del sheriff. w a s a t h o m e , t h e y t o l d h i m . 70 Allí le dijeron que el sheriff estaba en su casa. “ A t home?” he repeated. “Now? What’s —¿En casa? —dijo—. ¿Ahora? ¿Qué 307

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he doing at home now?”

hace ahora en casa?

“Eating, I reckon. A man as big as him has got to eat several times a day.”

—Supongo que comer. Un hombre de su tamaño necesita comer varias veces al día.

5 —En casa —repitió Grimm. “At home,” Grimm repeated. He did No le brillaron los ojos. Miraba con not glare; it was again that cold and la expresión fría e indiferente con que detached expression with which he had había mirado al comandante de la Lel o o k e d a t t h e l e g i o n c o m m a n d e r. “Eating,” he said. He went out, already 10 gión. «Comiendo… repitió saliendo con paso vivo. Volvió a cruzar la plaza siwalking fast. He recrossed the empty lenciosa y vacía. La gente estaba cenansquare, the quiet square empty of do traquilamente en aquella pacífica people peacefully at suppertables about ciudad de un pacífico país. Se dirigió a that peaceful town and that peaceful country. He went to the sheriff ’s home. 15 casa del sheriff. El sheriff le dijo en el acto que no. The sheriff said No at once. —¿Quince o veinte individuos paseán“Fifteen or twenty folks milling dose por el pueblo con una pistola en el bolaround the square with pistols in their pants? No, no. That won’t do. I can’ t 20 sillo? No y no. Nada de eso. No puedo permitirlo. Eso no puede ser. Déjeme que dirihave that. That won’t do. You let me ja este asunto. run this.” Grimm sostuvo un momento la mirada For a moment longer Grimm looked at the sheriff . Then he turned, already 25 del sheriff y, volviéndose, se alejó deprisa. —Si es así como lo quiere usted, bien. walking fast again. “All right,” he said. No me meteré con usted y, por lo tanto, no “If that’s the way you want it. I don’t se meta usted conmigo —dijo. interfere with you and you don’t No sonaba a amenaza. Era demasiado interfere with me, then.” It didn’t sound like a threat. It was too flat, too 30 apagado, demasiado definitivo; le faltaba ardor. Y siguió caminando deprisa. El final, too without heat. He went on, sheriff le siguió con la mirada y le llarapidly. The sheriff watched him; then mó. Grimm se volvió. he called. Grimm turned. —Deje usted también su pistola en casa, t o o , ” 35 ¿me oye? —le dijo el sheriff. me?” Grimm no contestó y continuó andando. went El sheriff le siguió con la mirada y con el him ceño fruncido hasta que lo perdió de vista. 40 Aquella noche, el sheriff fue al centro That evening after supper the sheriff went back downtown—something he después de cenar, cosa que no había hecho had not done for years save when desde hacía muchos años, salvo cuando le urgent and inescapable business called. requerían asuntos urgentes e ineludibles. He found a picket of Grimm’s men at 45 Delante de la cárcel encontró a un grupo de the jail, and another in the courthouse, los hombres de Grimm, delante del juzgado and a third patrolling the square and otro, y un tercero en la plaza y las calles the adjacent streets. The others, the adyacentes. Y según le dijeron, los otros, las relief, they told the sheriff, were in the reservas, se hallaban en la oficina algodonera c o t t o n o f f i c e w h e r e G r i m m w a s 50 en la que trabajaba Grimm y que era algo así employed, which they were using for an como el puesto de mando. En la calle eno r d e r l y r o o m , a P. C . T h e s h e r i ff m e t contró a Grimm, que daba una vuelta de insGrimm on the street, making a round of pección. i n s p e c t i o n . “ C o m e h e r e , b o y, ” t h e —Venga aquí, muchacho. sheriff said. Grimm halted. He did not 55 Grimm se detuvo, pero no se acercó. El approach; the sheriff went to him. He que se acercó a él, y le palpó la cadera con patted Grimm’s hip with a fat hand. “I su mano gorda, fue el sheriff. told you to leave that at home,” he said. —Ya le he dicho que dejara eso en casa Grimm said nothing. He watched the —Grimm no contestó. Sus ojos estaban al s h e r i f f l e v e l l y. T h e s h e r i f f s i g h e d . 60 nivel de los del sheriff. El sheriff lanzó “Well, if you won’t, I reckon I’ll have un suspiro—. Bueno, si no quiere, tendré to make you a special deputy. But you que nombrarle policía especial. Pero no ain’t to even show that gun unless I tell va a enseñar ese revólver hasta que yo no you to. You hear me?” se lo diga, ¿me oye? 65 “Certainly not,” Grimm said. “You, —Naturalmente que no —dijo Grimm—. certainly—wouldn’t want me to draw it Estoy seguro de que a usted no le gustaría que if I didn’t see any need to.” lo sacara mientras no tuviera necesidad. “ Yo u l e a v e y o u r s a t h o m e , t h e s h e r i f f s a i d . “ Yo u h e a r G r i m m d i d n ’ t a n s w e r. H e on. The sheriff watched out of sight, frowning.

“I mean, not till I tell you to.”

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—He dicho que mientras no se lo diga yo.

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tr. Enrique Sordo —Muy bien —contestó Grimm inmediatamente, sin calor, con paciencia— . Eso es lo que hemos dicho los dos. No se preocupe. Allí estaré.

“ C e r t a i n l y, ” G r i m m s a i d , w i t h o u t h e a t , p a t i e n t l y, i m m e d i a t e l y. “ T h a t ’s w h a t w e b o t h s a i d . D o n ’ t y o u w o r r y. I’ll be there.” 5 L a t e r, a s t h e t o w n q u i e t e d f o r t h e night, as the picture show emptied and the drug stores closed one by one, Grimm’s platoon began to drop of f too. He did not protest, watching them coldly; they became a little sheepish, defensive. Again without knowing it he had played a trump card. Because of the fact that they felt sheepish, feeling that somehow they had fallen short of his own cold ardor, they would return tomorrow if just to show him. A few remained; it was Saturday night anyhow, and someone got more chairs from somewhere and they started a poker game. It ran all night, though from time to time Grimm (he was not in the game; neither would he permit his second in command, the only other there who held the equivalent of commissioned r a n k, to engage) sent a squad out to make a patrol of the square. By this time the night marshal was one of them, though he too did not take a hand in the game. Sunday was quiet. The poker game ran quietly through that day, broken by the periodical patrols, while the quiet church bells rang and the congregations gathered in decorous clumps of summer colors. About the square it was already known that the special Grand Jury w o u l d m e e t t o m o r r o w. S o m e h o w t h e very sound of the two words with their evocation secret and irrevocable and something of a hidden and unsleeping and omnipotent eye watching the doings of men, began to reassure Grimm’s men in their own makebelieve. So quickly is man unwittingly and unpredictably moved that without knowing that they were thinking it, the town had suddenly accepted Grimm with respect and perhaps a little awe and a deal of actual faith and confidence, as though somehow his vision and patriotism and pride in the town, the occasion, had been quicker and truer than theirs. His men anyway assumed and accepted this; after the sleepless night, the tenseness, the h o l i d a y, t h e s u t t e e o f v o l i t i o n ’ s surrender, they were almost at the pitch where they might die for him, if occasion rose. They now moved in a grave and slightly aweinspiring reflected light which was almost as palpable as the khaki would have been which Grimm wished them to wear, wished that they wore, as though each time they returned to the orderly room they dressed themselves anew in suave and austerely splendid scraps of his dream.

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Más tarde, a medida que el pueblo se apaciguaba para pasar la noche, que los cines se vaciaban y que las tiendas iban cerrando una a una, el pelotón de Grimm empezó también a disolverse. Grimm lo observó y no protestó; su gente se había vuelto un poco borreguil, se mantenía a la defensiva. Y de nuevo, sin darse cuenta, había jugado una carta de triunfo. Como su gente se había sentido un poco borreguil y se daba cuenta de que no había estado a la altura del frío ardor del jefe, al día siguiente volverían, aunque no fuera más que para demostrarle lo que eran. Sólo quedaron unos cuantos. era noche de sábado y alguien trajo más sillas de alguna parte e iniciaron una partida de póker que duró toda la noche, aunque, de cuando en cuando, Grimm (que no participaba en la partida y que no dejaba participar al segundo, único que tenía categoría equivalente a la de oficial) enviaba una compañía a que patrullara por la plaza. A esa hora uno de los que figuraban era el jefe de serenos, que no jugaba. El domingo fue tranquilo. La partid a d e p ó k e r, i n t e r r u m p i d a p o r r o n d a s periódicas, siguió todo el día mientras tañían pacíficamente las campanas, y los feligreses —decoroso montón de colores veraniegos— se congregaban en las iglesias. En la plaza se sabía ya que al día siguiente se reuniría un gran jurado especial. Sólo el sonido de esas dos palabras, que ya sugería algo concreto e irrevocable, algo como un ojo oculto y omnipotente, siempre abierto sobre los actos humanos, reafirmó a los hombres de Grimm en sus propias fantasías. El hombre se impresiona sin darse cuenta de un modo imprevisible; y la ciudad, sin saber que pensaba en ello, aceptó súbitamente a Grimm con respeto, quizá con temor y con un tono de verdadera fe y de confianza, como si su visión, su patriotismo y su orgullo hubieran sido más activos y más verdaderos que los suyos. Los hombres de Grimm aceptaron esto como la cosa más natural; después de una noche sin dormir, de la tensión, de la vocación, de la inmolación de su voluntad, habían Llegado casi a ese punto en que habrían dado la vida por él si se presentara la ocasión. Caminaban ahora envueltos en un halo de luz ligeramente amenazadora, en un resplandor que resultaba tan palpable como podría serlo el caqui que Grimm quería que vistieran, que hubieran vestido, como si cada vez que volvían al puesto de mando se vistieran de nuevo con suaves jirones autoritariamente espléndidos del sueño de Grimm.

Faulkner’s Light This lasted through Sunday night. The poker game ran. The caution, the surreptitiousness, which had clothed it was now gone. There was something about it too assured and serenely confident to the braggadocio; tonight when they heard the marshal’s feet on the stairs, one said, “Ware M.P.’s” and for an instant they glanced at one another with hard, bright, daredevil eyes; then one said, quite loud: “Throw the son of a bitch out,” and another through pursed lips made the immemorial sound. And so the next m o r n i n g , M o n d a y, w h e n t h e f i r s t country cars and wagons began to g a t h e r, t h e p l a t o o n w a s a g a i n i n t a c t . And they now wore uniforms. It was their faces. Most of them were of an age, a generation, an experience. But it was more than that. They now had a profound and bleak gravity as they stood where crowds milled, grave, austere, detached, looking with. blank, bleak eyes at the slow throngs who, feeling, sensing without knowing, drifted before them, slowing, staring, so that they would be ringed with faces rapt and empty and immobile as the faces of cows, approaching and drifting on, to be replaced. And all morning the voices came and went, in quiet question and answer: “There he goes. That young fellow with the automatic pistol. H e ’s t h e c a p t a i n o f t h e m . S p e c i a l officer sent by the governor. He’s the head of the whole thing. Sheriff ain’t got no say in it today.”

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Aquello duró toda la noche del domingo. La partida de póker seguía. La cautela, la clandestinidad en que se había envuelto, desaparecieron. Había en ello una confianza demasiado firme y serena para ser jactancia; y aquella noche, cuando oyeron los pasos del jefe de la guardia nocturna, se miraron unos a otros con ojos duros, brillantes y desafiadores. Y uno de ellos dijo: —¡Echad fuera a ese cerdo! Y otro frunció los labios y lanzó el ruido inmemorial. A la mañana siguiente, cuando empezaban a reunirse las primeras carretas y automóviles que venían del campo, el pelotón seguía estando intacto. Y se presentaron de uniforme. El uniforme eran sus caras. La mayoría de ellos eran de la misma edad, de la misma generación y tenían la misma experiencia. Pero era más que eso. Plantados con una profunda y fría gravedad, graves, austeros, indiferentes ante la multitud que se movía, contemplaban con ojos fríos e inexpresivos los grupos que pasaban lentamente ante ellos y que sintiendo algo, comprendiendo sin saber, se detenían a mirarles y acababan por formar un anillo de caras absortas, carentes de expresión e inmóviles como las de las vacas, acercándose y retirándose para ser sustituidas por otras. Y durante toda la mañana, las voces iban y venían en preguntas y respuestas: «Allí va. El joven de la pistola automática. Es el capitán, el oficial especial que ha enviado el gobernador. Es el que manda en todo esto. El sheriff no pinta hoy nada.»

Later, when it was too late, Grimm 40 Más tarde, cuando era ya demasiado tartold the sheriff: “If you had just de, Grimm dijo al sheriff: listened to me. Let me bring him out of —Si usted me hubiera escuchado a mí, si that cell in a squad of men, instead of me hubiera dejado sacarlo de la celda con una sending him across the square with one escolta en lugar de mandarlo a través de la pladeputy and not even handcuffed to him, 45 za —con un solo policía y sin esposarlo siin all that crowd where that damned quiera— por en medio de la muchedumbre, B u f o r d d i d n ’t d a r e s h o o t , e v e n i f h e entre la cual ese maldito Buford no se ha atrecould hit a barn door.” vido a disparar, aunque no podía fallar. “ H o w d i d I k n o w h e a i m e d t o 50 —¿Cómo iba yo a suponer que tenía la break, would think of trying it intención de escaparse, que se le iba a ocuright then and there?” the sheriff rrir en aquel momento y en aquel sitio? — said. “When Stevens had done dijo el sheriff—. Stevens me había dicho told me he would plead guilty and que se confesaría culpable y que sería contake a life sentence.” 55 denado a cadena perpetua. But it was too late then. It was all P e r o y a e r a d e m a s i a d o t a r d e . To d o over then. It happened in the middle of había sucedido ya. Había sucedido en the square, halfway between the medio de la plaza, a mitad de camino s i d e w a l k a n d t h e c o u r t h o u s e , i n t h e 60 e n t r e l a a c e r a y e l j u z g a d o , e n t r e u n midst of a throng of people thick as on tropel de gente, denso como el de un Fair Day, though the first that Grimm día de feria. Y Grimm no se había enknew of it was when he heard the terado de nada hasta que oyó los dos deputy’s pistol twice, fired into the air. disparos de pistola hechos al aire por He knew at once what had happened, 65 e l p o l i c í a . A u n q u e e n a q u e l m o m e n t o though he was at the time inside the estaba dentro del juzgado, comprendió courthouse. His reaction was definite en el acto de qué se trataba. Su reacand immediate. He was already running ción fue clara e inmediata. Echó a cotoward the shots when he shouted back rrer y gritó por encima del hombro al over his shoulder at the man who had 70 q u e , d e s d e h a c í a c a s i c u a r e n t a y o c h o tagged him now for almost forty-eight horas, le servía medio de ayudante, 310

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tr. Enrique Sordo medio de ordenanza: —Toca la sirena de incendios —dijo.

hours as half aide and half orderly: “Turn in the fire alarm!”

—¿La sirena de incendios? —preguntó “The fire alarm?” the aide said. “What—” 5 el ayudante—. ¿Que...? — To c a l a s i r e n a d e i n c e n d i o s — “ Tu r n i n t h e f i r e a l a r m ! ” G r i m m le grita Grimm—. No importa lo que shouted back. “It don’t. matter what folks piense la gente; así sabrán que algo... think, just so they know that something ...” He did not finish; he was gone. 10 Y n o t e r m i n ó . S e h a b í a i d o . He ran among running people, overtaking and passing them, since he had an objective and they did not; they were just running, the black, blunt, huge automatic opening a way for him like a plow. They looked at his tense, hard, young face with faces blanched and gaped, with round, toothed orifices; they made one long sound like a murmuring sigh: “There ... went that way ...” But already Grimm had seen the deputy, running, his pistol aloft in his hand. Grimm glanced once about and sprang forward again; in the throng which had evidently been pacing the deputy and the prisoner across the square was the inevitable hulking youth in the uniform of the Western Union, leading his bicycle by the horns like a docile cow. Grimm rammed the pistol back into the holster and flung the boy aside and sprang onto the bicycle, with never a break in motion.

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Corrió entre la gente, alcanzándolos y adelantándolos porque tenía un objetivo y ellos no y se limitaban a correr; y la enorme pistola automática, negra y contundente, se abría camino como un arado. La gente le miraba la cara, tensa, dura y joven, con caras pálidas y bocas —redondos orificios dentados— abiertas, y le dirigía un largo rumor que parecía un suspiro: —Allí... ha ido por allí... Grimm había visto al policía corriendo con la pistola en alto, y, después de mirar en torno, se había lanzado hacia adelante. Entre la multitud que había seguido los pasos al policía y al preso cuando cruzaron la plaza, se hallaba el inevitable muchachote de uniforme de la Western Union que llevaba la bicicleta por los cuernos como a una vaca dócil. En un único movimiento sin pausas, Grimm metió la pistola en la pistolera, apartó al muchacho a un lado y montó en la bicicleta.

35 Aunque la bicicleta no tenía boThe bicycle possessed neither horn nor cina ni timbre, la gente le sentía sin bell. Yet they sensed him somehow and saber cómo y le abría paso; y tammade way; in this too he seemed to be served by certitude, the blind and bién en esto parecía servirle la cieu n t r o u b l e d f a i t h i n t h e r i g h t n e s s a n d 40 g a y s e r e n a f e e n l a j u s t i c i a e i n f a l i infallibility of his actions. When he bilidad de sus actos. Cuando alcanovertook the running deputy he slowed the zó al policía que corría, frenó la vebicycle. The deputy turned upon him a face locidad. El policía volvió hacia él sweating, gaped with shouting and una cara sudorosa y una boca abierr u n n i n g . “ H e t u r n e d , ” t h e d e p u t y 45 t a p a r a g r i t a r y c o r r e r : screamed. “Into that alley by—” —Ha doblado por aquella calle... “ I k n o w, ” G r i m m s a i d “ Wa s h e handcuffed?”

—Ya lo sé —dijo Grimm—. ¿Está esposado? 50

“Yes!” the deputy said The bicycle leaped on.

—Sí —contestó el policía. La bicicleta dio un paso adelante.

‘Then he can’t run very fast,’ Grimm thought. ‘He’ll have to hole up soon. Get out of the open, anyway. He turned into the alley, fast. It ran back between two houses, with a board fence on one side. At that moment the fire siren sounded for the first time, beginning and mounting to a slow and sustained scream that seemed at last to pass beyond the realm of hearing, into that of sense, like soundless vibration. G r i m m w h e e l e d o n , t h i n k i n g s w i f t l y, l o g i c a l l y, w i t h a k i n d o f f i e r c e a n d constrained joy. ‘The first thing he will want is to get out of sight,’ he thought, looking about. On one hand the lane was open, on the other stood the board fence six feet high. At the end it was

«Entonces no puede correr mucho», pen55 só Grimm. «Pronto tendrá que esconderse. O, por lo menos, salir del campo abierto.» Dobló por la callejuela a buena velocidad. La callejuela pasaba por entre dos casas; en uno de los lados había una valla de madera. 60 En aquel momento sonó por primera vez la sirena de incendios que empezó y ascendió hasta un lento y continuado gemido que parecía pasar de lo audible a lo táctil como una vibración sin sonido. Grimm pedaleaba pen65 sando rápida y lógicamente, con una especie de feroz y sofrenada alegría. «Lo primero que querrá será perderse de vista», pensó mirando en derredor. Era una callejuela abierta por uno de los lados. Al otro lado 70 había una valla de seis pies de altura, cortada al final por un portón de madera que

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Faulkner’s Light cut short off by a wooden gate, beyond which was a pasture and then a deep ditch which was a town landmark. The tops of tall trees which grew in it just showed above the rim; a regiment could hide and deploy in it. “Ah,” he said, aloud. Without stopping or slowing he swept the bicycle around and pedalled back down the lane toward the street which he had just quitted. The wail of t h e s i r e n w a s d y i n g n o w, d e s c e n d i n g back into hearing again, and as he slowed the bicycle into the street he saw briefly the running people and a car bearing down upon him. For all his pedalling the car overtook him; its occupants leaned shouting toward his set, forwardlooking face. “Get in here!” they shouted. “In here!” He d i d n o t a n s w e r. H e d i d n o t l o o k a t them. The car had overshot him, slowing; now he passed it at his swift, silent, steady pace; again the car speeded up and passed him, the men leaning out and looking ahead. He was going fast too, silent, with the delicate swiftness of an apparition, the implacable undeviation of Juggernaut or Fate. Behind him the siren began again its rising wail. W hen next the men in the car looked back for him, he had vanished completely. He had turned full speed into another lane. His face was rocklike, calm, still bright with that expression of fulfillment, of grave and reckless j o y. This lane was more rutted than the other, and deeper. It came out at last upon a barren knoll where, springing to earth while the bicycle shot on, falling, he could see the full span of the ravine along the edge of town, his view of it broken by two or three negro cabins which lined the edge of it. He was quite motionless, still, alone, fateful, like a landmark almost. Again from the town behind him the scream of the siren began to fall.

soaring encumbrándose, remontándose, creciente

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daba a un prado, y, más lejos, a una profunda zanja que marcaba el límite de la ciudad. Por encima de la valla se veían las copas de los árboles grandes; allí se podía ocultar y desplegar un regimiento. «Ah», dijo en voz alta. Sin detenerse y sin frenar la velocidad, dio la vuelta con su bicicleta y pedaleó callejuela abajo hacia la calle de la que había venido. El gemido de la sirena se iba extinguiendo, volviendo de nuevo a lo audible. En cuanto apareció otra vez en la calle, Grimm vio a la gente que corría y un automóvil que se acercaba a gran velocidad. A pesar de todo su pedaleo, el automóvil lo alcanzó en seguida. Sus ocupantes le gritaron a su cara tensa que miraba hacia adelante: —Suba aquí. Venga. Grimm no replicó ni les miró. El automóvil le había pasado; ahora lo pasó él, con su marcha rápida, silenciosa y firme; el automóvil aceleró la velocidad y volvió a pasarle. Los ocupantes miraban al frente sacando la cabeza. Grimm avanzó, también deprisa y silencioso, con la delicada rapidez de una aparición, con la implacable línea recta de lo dogmático o del Destino. La sirena volvió a lanzar allá detrás su gemido creciente. Cuando los ocupantes del automóvil volvieron otra vez la cabeza para ver dónde estaba Grimm, éste había desaparecido por completo.

Había doblado a toda velocidad por otra callejuela. Su cara, firme como una roca, seguía teniendo una brillante expresión de plenitud, una grave e incontenible alegría. La ca40 l l e j u e l a e r a m á s a c c i d e n t a d a q u e l a o t r a . Y m á s l a rg a . A l l l e g a r a u n a cima pelada, saltó rápidamente y la bicicleta cayó al suelo. Desde allí veía en toda su extensión, cortada 45 p o r d o s o t r e s c a b a ñ a s d e n e g r o s , l a barranca que delimitaba da ciudad. Permaneció quieto. En su soledad, parecía un mojón fatal. En la ciudad descendía otra vez el gemido de 50 l a s i r e n a . 35

De pronto vio a Christmas Then he saw Christmas. He saw the que, pequeño por la distancia, man, small with distance, appear up out s u rg í a d e u n a z a n j a c o n l a s m a of the ditch, his hands close together. A s G r i m m w a t c h e d h e s a w t h e 55 n o s j u n t a s . L a s m a n o s d e l f u g i tivo relucieron al sol como el fugitive’s hands glint [flash, destello] chispazo de un heliógrafo y a once like the flash of a heliograph as Grimm le pareció oír la jadeanthe sun struck the handcuffs, and it te y desesperada respiración seemed to him that even from here he c o u l d h e a r t h e p a n t i n g a n d d e s p e r a t e 60 d e l h o m b r e q u e n i s i q u i e r a a s í era libre. Luego, la figura echó breath of the man who even now was a correr y desapareció detrás not free. Then the tiny figure ran again de la cabaña de negros más cerand vanished beyond the nearest negro cana. cabin. 65 Grimm echó también a correr veGrimm ran too now. He ran swiftly, lozmente, pero no tenía prisa, ni yet there was no haste about him, no hizo ningún esfuerzo. No había en e ffort. There was nothing vengeful él nada de vengativo, de furioso, de about him either, no fury, no outrage. Christmas saw that, himself. Because 70 o f e n d i d o . E l m i s m o C h r i s t m a s l o notó. Porque los dos hombres se mifor an instant they looked at one 312

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raron un instante, casi cara a cara, another almost face to face. That was en el momento en que Grimm doblawhen Grimm, running, was in the act of ba corriendo la esquina de la cabapassing beyond the corner of the cabin. ña. En aquel momento Christmas At that instant Christmas leaped from the rear window of it, with an effect as 5 s a l t a b a p o r l a v e n t a n a t r a s e r a , c o n las manos en alto y esposadas, que of magic, his manacled hands high and relucían como si estuvieran ardiennow glinting as if they were on fire. do. Y durante un instante se miraFor an instant they glared at one ron, uno deteniéndose en el acto de another, the one stopped in the act of crouching from the leap, the other in 10 e n c o g e r s e a l c a e r , e l o t r o e n p l e n a carrera, antes de que su velocidad midstride of running, before Grimm’s le llevara a trasponer la esquina. En momentum [impulso] carried him past aquel instante Grimm vio que the corner. In that instant he saw that Christmas llevaba un gran revólver Christmas now carried a heavy nickelplated pistol. Grimm whirled and 15 n i q u e l a d o ; y v o l v i é n d o s e r á p i d a mente, dobló la esquina y sacó la turned and sprang back past the corner, pistola. drawing the automatic. Y pensó rápidamente, con calma, con H e w a s t h i n k i n g s w i f t l y, c a l m l y, w i t h t h a t q u i e t j o y : ‘ H e c a n d o t w o 20 una mansa alegría: «Puede hacer dos cosas: ir otra vez hacia la zanja u ocultarthings. He can try for the ditch again, se en los alrededores de la cabaña hasta or he can dodge around the house until que uno de los dos reciba un balazo. Y one of us gets a shot. And the ditch is la zanja está al lado de la cabaña en la on his side of the house: He reacted i m m e d i a t e l y . H e r a n a t f u l l s p e e d 25 que él está.» Reaccionando inmediatamente, corrió a toda velocidad hacia la around the corner which he had just esquina que acababa de doblar. Lo hizo turned. He did it as though under the como bajo una protección mágica o proprotection of a magic or a providence, videncial, como si supiera que or as if he knew that Christmas would not be waiting there with the pistol. He 30 Christmas no había de estar allí esperándole con el revólver; y dobló la otra ran on past the next corner without esquina sin detenerse. pausing. H e w a s b e s i d e t h e d i t c h n o w. H e stopped, motionless in midstride. Above the blunt, cold rake of the automatic his face had that serene, unearthly luminousness of angels in church windows. He was moving again almost before he had stopped, with that lean, swift, blind obedience to whatever Player moved him on the Board. He ran to the ditch. But in the beginning of his plunge downward into the brush that choked the steep descent he turned, clawing. He saw now that the cabin sat some two feet above the earth. He had not noticed it before, in his haste. He knew now that he had lost a point. That Christmas had been watching his legs all the time beneath the house. He said, “Good man.”

Se encontró junto a la zanja y se 35 d e t u v o . S o b r e e l f r í o y a m e n a z a d o r c a ñón de su automática, su cara tenía la luminosidad extraterrenal de los ángeles en los vitrales de las iglesias. Antes de haberse detenido, y en rápida, 40 á g i l y c i e g a o b e d i e n c i a a l o s m o v i m i e n t o s q u e e l j u g a d o r, q u i e n q u i e r a que fuese, hacía en el tablero, estaba a v a n z a n d o d e n u e v o . C o r r í a a o c u l t a rse en la zanja, pero en el momento de 45 d e s c e n d e r p o r e n t r e l o s m a t o r r a l e s q u e cubrían la pendiente se volvió, clavando los dedos en el suelo. Se había dado cuenta de que la cabaña estaba a sesenta centímetros de altura sobre el 50 s u e l o y q u e , p o r l o t a n t o , C h r i s t m a s l e había estado viendo los pies por debajo. Y se dijo: «Es un tipo listo.»

His plunge carried him some distance before he could stop himself and climb back out. He seemed indefatigable, not flesh and blood, as if the Player who moved him for pawn likewise found him breath. Without a pause, in the same surge that carried him up out of the ditch again, he was running again. He ran around the cabin in time to see Christmas fling himself over a fence three hundred yards away. He did not fire, because Christmas was now running through a small garden and straight toward a house. Running, he saw Christmas leap up the back steps and enter the house. “Hah,” Grimm said. “The p r e a c h e r ’s house. Hightower ’s house.”

Su impulso le había arrastrado a al55 guna profundidad antes de poder detenerse y de volver a trepar hacia atrás. Parecía incansable, ni de carne ni de hueso; como si el Jugador que lo movía como a un peón le diera también aliento. Y sin 60 hacer una pausa, con el mismo impulso que le había sacado de la zanja, siguió corriendo y dio la vuelta a la cabaña a tiempo de ver que Christmas saltaba por encima de una cerca a trescientas yardas 65 d e d i s t a n c i a . N o l e d i s p a r ó p o r q u e Christmas corría en aquel momento por un jardincillo hacia una casa. Y mientras corría, Grimm le vio subir la escalera trasera y entrar en la casa: —¡Ah! —exclamó—. La casa del pre70 dicador. La casa de Hightower.

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Sin detener su carrera, desvió el caHe did not slow, though he swerved mino, dio la vuelta a la casa y salió a la and ran around the house and to the calle. El automóvil que le había adelanstreet. The car which had passed him and lost him and then returned was just 5 tado, lo había perdido y había vuelto; estaba justamente en el sitio en que el where it should have been, just where Jugador había querido que estuviera y se the Player had desired it to be. It detuvo sin que se le hiciera ninguna sestopped without signal from him and ñal. De él bajaron tres hombres. Grimm, t h r e e m e n g o t o u t . Wi t h o u t a w o r d Grimm turned and ran across the yard 10 sin decir una palabra, dio media vuelta y corrió a través del patio en dirección a and into the house where the old la casa en donde vivía el viejo pastor en disgraced minister lived alone, and the desgracia. Los tres hombres le siguieron three men followed, rushing into the y entraron atropelladamente en el vestíhall, pausing, bringing with them into i t s s t a l e a n d c l o i s t r a l d i m n e s s 15 b u l o , l l e v a n d o c o n s i g o a l a r a n c i a y claustral penumbra algo del brutal sol de something of the savage summer verano que habían dejado atrás. sunlight which they had just left.

furious y furioso indican un estado mental de rabia, cólera, enojo; la discrepancia entre las dos lenguas está en que furioso pone énfasis en la pérdida de la razón, y una buena traducción es insane, out of one’s mind, mientras que furious acentúa la parte violenta que acompaña a la cólera; por eso algunas interpretaciones son furibundo,airado, febril, violento, frenético, a toda furia = con intensidad y vehemencia.

Los hombres irradiaban la salvaje It was upon them, of them: its shameless savageness. Out of it their 20 l u z d e l s o l q u e , e n u n a i n c o r p ó r e a suspensión, flotaba como un halo sofaces seemed to glare with bodiless bre sus cabezas cuando se agacharon suspension as though from haloes as a l e v a n t a r d e l s u e l o a H i g h t o w e r, c o n they stooped and raised Hightower, his la cara ensangrentada. Christmas le face bleeding, from the floor where C h r i s t m a s , r u n n i n g u p t h e h a l l , h i s 25 h a b í a d e r r i b a d o d e s p u é s d e h a b e r c o rrido por el vestíbulo, con las manos raised and armed and manacled hands esposadas en alto, sosteniendo un refull of glare and glitter like lightning vólver que despedía chispas y rayos, bolts, so that he resembled a vengeful como un dios vengativo y furioso que and furious god pronouncing a doom, had struck him down. They held the old 30 p r o n u n c i a b a u n a m a l d i c i ó n . P u s i e r o n man on his feet. al viejo de pie. “Which room?” Grimm said, shaking him. “Which room, old man?”

—¿A qué habitación ha ido? —le preguntó Grimm, sacudiéndolo. 35

“Gentlemen!” Hightower said. Then he said: “Men! Men!”

—¡Señores! —dijo Hightower; y añadió—: ¡Hombres! ¡Hombres!

“Which room, old man?” Grimm —¿A qué habitación, viejo? —le gritó shouted. 40 Grimm. They held Hightower on his Sostuvieron de pie a Hightower. En el feet; in the gloomy hall, after the vestíbulo, sombrío después del deslumbrasunlight, he too with his bald miento del sol de la calle, también Hightower h e a d a n d h i s b i g p a l e f a c e 45 parecía terrible, con su cabeza calva y su ancha cara pálida y estriada de sangre: streaked with blood, was terrible. “ M e n ! ” h e c r i e d . “Listen to me. He was —Oídme, hombres. Christmas estaba here that night. He was with me the night aquí aquella noche. Estaba conmigo la noof the murder. I swear to God—” che del crimen. Lo juro ante Dios... 50 “Jesus Christ!” Grimm cried, his —¡Cristo! —gritó Grimm con la young voice clear and outraged like voz clara y el tono indignado de un sathat of a young priest. “Has every cerdote joven—. ¿Es que todos los preacher and old maid in Jefferson curas y todas las solteronas de t a k e n t h e i r p a n t s d o w n t o t h e 55 J e ff e r s o n s e h a n b a j a d o l o s p a n t a l o n e s yellowbellied son of a bitch?” He flung por ese hijo de puta? —y apartando a the old man aside and ran on. u n l a d o a l v i e j o , e c h ó a c o r r e r. It was as though he had been merely Se habría dicho que sólo había esw a i t i n g f o r t h e P l a y e r t o m o v e h i m 60 p e r a d o a q u e e l J u g a d o r l o m o v i e r a d e again, because with that unfailing nuevo, porque, con la misma infalible certitude he ran straight to the kitchen certidumbre de antes, se dirigió direca n d i n t o t h e d o o r w a y, a l r e a d y f i r i n g , t a m e n t e a l a c o c i n a y, d e s d e l a p u e r t a , almost before he could have seen the empezó a disparar casi antes de ver t a b l e o v e r t u r n e d a n d s t a n d i n g o n i t s 65 q u e l a m e s a e s t a b a c o l o c a d a d e p a r a edge across the corner of the room, and peto en un ángulo y que las manos brithe bright and glittering hands of the llantes y chispeantes del hombre agaman who crouched behind it, resting zapado detrás se apoyaban en el borde upon the upper edge. Grimm emptied s u p e r i o r. G r i m m d e s c a rg ó e l c a rg a d o r the automatic’s magazine into the table; 70 d e s u a u t o m á t i c a c o n t r a l a m e s a ; a l later someone covered all five shots guien cubrió más tarde los cinco agu314

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loins lomos, caderas, ijares, ijadas, riñones, espaldas, costados

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with a folded handkerchief.

jeros con un pañuelo doblado.

But the Player was not done yet. When the others reached the kitchen they saw the table flung aside now and Grimm stooping over the body. When they approached to see what he was about, they saw that the man was not dead yet, and when they saw what Grimm was doing one of the men gave a choked cry and stumbled back into the wall and began to vomit. Then Grimm too sprang back, flinging behind him the bloody butcher knife. “Now you’ll let white women alone, even in hell,” he said. But the man on the floor had not moved. He just lay there, with his eyes open and empty of everything save consciousness, and with something, a s h a d o w, a b o u t h i s m o u t h . F o r a l o n g moment he looked up at them with peaceful and unfathomable and unbearable eyes. Then his face, body, all, seemed to collapse, to fall in upon itself, and from out the slashed garments about his hips and loins the pent black blood seemed to rush like a released breath. It seemed to rush out of his pale body like the rush of sparks from a rising rocket; upon that black blast the man seemed to rise soaring into their memories forever and ever. They are not to lose it, in whatever peaceful valleys, beside whatever placid and reassuring streams of old age, in the mirroring faces of whatever children they will contemplate old disasters and newer hopes. It will be there, musing, quiet, steadfast, not fading and not particularly threatful, but of itself alone serene, of itself alone triumphant. Again from the town, deadened a little by the walls, the scream of the siren mounted toward its unbelievable crescendo, passing out of the realm of hearing.

El Jugador no había acabado todavía. Cuando los demás llegaron a la cocina vieron que la mesa había sido apartada y que Grimm se inclinaba sobre el cuerpo de Christmas. Y cuando se acercaron a ver lo que estaba haciendo Grimm, vieron que Christmas no había muerto aún. Y cuando vieron lo que Grimm estaba haciendo, uno de los hombres profirió un grito ahogado, retrocedió hasta la pared con paso vacilante y empezó a vomitar. Y Grimm se incorporó blandiendo un ensangrentado cuchillo de carnicero. —Ahora dejarás a las mujeres blancas en paz, incluso en el infierno —dijo. El hombre que yacía en el suelo no se había movido. Yacía con los ojos abiertos y vacíos de todo, excepto de conciencia. Algo semejante a una sombra rodeaba su boca. Aquellos ojos pacíficos, insondables e intolerables, los miraron durante un largo rato. Y luego la cara, el cuerpo, todo pareció desplomarse, amontonarse sobre sí mismo. Y de las caderas y de los muslos, a través de la ropa desgarrada, brotó la ola de sangre negra como un aliento bruscamente expirado. La sangre parecía brotar de su cuerpo pálido como brotan las chispas de un cohete que se eleva. Y el hombre pareció elevarse de aquella negra expansión y flotar para siempre en la memoria de aquellos hombres. Cualesquiera que sean los lugares desde donde contemplen los desastres antiguos y las esperanzas nuevas (apacibles valles, arroyos apacibles y tranquilizadores de la vejez, rostros como espejos de los nidos), nunca olvidarán aquello. Estará siempre allí, pensativo, tranquilo, constante, sin palidecer nunca, sin ofrecer nunca nada amenazador, sino sereno por sí mismo, triunfante por sí mismo. Ligeramente apagado por las paredes, en la ciudad crece de nuevo el aullido de la sirena hacia su inverosímil crescendo y se pierde fuera de lo audible.

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Chapter 20

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20.

NOW the final copper light of Es la hora en que la tarde muere con un afternoon fades; now the street último reflejo color de cobre. Es la hora en beyond the low maples and the que, más allá de los arces enanos y del bajo l o w s i g n b o a r d i s p r e p a r e d a n d 60 rótulo, la calle está disponible y vacía, enempty, framed by the study cuadrada por la ventana del escritorio, como window like a stage. un escenario. He can remember how when he was Hightower recuerda que, cuando él era y o u n g , a f t e r h e f i r s t c a m e t o J e f f e r s o n 65 joven, cuando llegó a Jefferson a su salida f r o m t h e s e m i n a r y, h o w t h a t f a d i n g del seminario, la agonía de esta luz cobriza copper light would seem almost le parecía casi perceptible al oído, como la audible, like a dying yellow fall of agonía de un toque de trompetas que expira trumpets dying into an interval of en un intervalo de silencio y de espera, tras s i l e n c e a n d w a i t i n g , o u t o f w h i c h t h e y 70 el cual vuelve a aparecer muy pronto. Enw o u l d p r e s e n t l y c o m e . A l r e a d y, e v e n tonces, incluso antes de que las trompetas 315

Faulkner’s Light before the falling horns had ceased, it would seem to him that he could hear the beginning thunder not yet louder t h a n a w h i s p e r, a r u m o r, i n t h e a i r.

tr. Enrique Sordo agonizantes hubiesen cesado, ya le parecía escuchar el primer retumbo del trueno, apenas más fuerte que un murmullo, que un rumor que pasa con el aire.

5 Pero Hightower nunca se lo había dicho But he had never told anyone a nadie. Ni siquiera a ella, en la época en t h a t . N o t e v e n h e r. N o t e v e n h e r i n que todavía eran los amantes de la noche the days when they were still the (cuando ignoraban aún la vergüenza y los n i g h t ’s l o v e r s , a n d s h a m e a n d d i v i s i o n h a d n o t c o m e a n d s h e 10 disentimientos, cuando ella sabía, y no lo había olvidado a consecuencia de las discuknew and had not forgot with siones, de los pesares y, después, de la desdivision and regret and then esperación), ni siquiera a ella le había dicho d e s p a i r, w h y h e w o u l d s i t h e r e a t por qué la hacía sentarse en esta ventana a this window and wait for nightfall, f o r t h e i n s t a n t o f n i g h t . N o t e v e n 15 esperar el crepúsculo, el minuto en que la noche cae. Ni siquiera a ella, una mujer. La t o h e r, t o w o m a n . The woman. Wo m a n ( n o t t h e s e m i n a r y, a s h e h a d mujer. Mujer (y no el seminario, como creonce believed): the Passive and yó algún tiempo). La Cosa Pasiva y AnóniAnonymous whom God had created ma que Dios había creado para que fuese, t o b e n o t a l o n e t h e r e c i p i e n t a n d 20 no sólo el recipiente, el receptáculo de la receptacle of the seed of his body simiente de su cuerpo, sino también el de su but of his spirit too, which is truth espíritu, que es la verdad o una parte muy or as near truth as he dare próxima a la verdad a la que él no se atreve approach. a acercarse. 25 He was an only child. When he was Hightower era hijo único. Su padre teborn his father was fifty years old, and nía cincuenta años cuando él nació, y su his mother had been an invalid for madre estaba enferma desde hacía casi veinte almost twenty years. He grew up to años. Creció en la creencia de que el mal de believe that this was the result of the 30 su madre era debido a la alimentación con food which she had had to subsist on la que había tenido que contentarse durante during the last year of the Civil War. el último año de la Guerra Civil. Y quizás Perhaps this was the reason. His father era él la razón. Aunque hijo de un hombre had owned no slaves, though he was the que había tenido esclavos, su padre no los son of a man who did own slaves at the 35 tuvo nunca. Y habría podido tenerlos. Pero, time. He could have owned them. But a pesar de haber nacido, de haberse criado y though born and bred and dwelling in de haber vivido en una época y en una rean age and land where to own slaves gión donde era más económico tener esclawas less expensive than not to own vos que no tenerlos, su padre no quería cothem, he would neither eat food grown 40 mer nada que un esclavo hubiese hecho crea n d c o o k e d b y, n o r s l e e p i n a b e d cer o cocer, ni acostarse en una cama que p r e p a r e d b y, a n e g r o s l a v e . H e n c e un negro esclavo le hubiera preparado. Así during the war and while he was absent que, durante la guerra, o cuando él estaba from home, his wife had no garden save fuera de casa, su mujer no tenía más huerto what she could make herself or with the 45 ni jardín que el que ella podía cultivar por infrequent aid of neighbors. And this sí misma o con la ayuda, bastante escasa, aid the husband would not allow her to de los vecinos. Ayuda que, por otra parte, accept for the reason that it could not su marido no le permitía aceptar, con el prebe repaid in kind. “God will provide,” texto de que no podía devolvérsela. «Dios he said. 50 proveerá» decía. “Provide what? Dandelions and ditch weeds?”

—¿Proveerá qué? ¿Cardos y grama?

“Then He will give us the bowels to 55 —En ese caso, El nos dará las entrañas digest them.” necesarias para digerirlos. He was a minister. For a year he had Era pastor. Durante un año, cada mabeen leaving home early each Sunday ñana de domingo había salido muy tempram o r n i n g b e f o r e h i s f a t h e r ( t h i s w a s 60 no de casa, sin que su padre (era antes del before the son’s marriage) who though matrimonio del hijo) descubriese a dónde a member in good standing of the iba. Aunque miembro muy estimado de la Episcopal church had not entered any iglesia episcopaliana, no había puesto nunchurch since the son could remember, ca los pies en un templo, al menos durante d i s c o v e r e d w h e r e h e w e n t . H e f o u n d 65 el tiempo que su hijo podía recordar. Al that the son, then just turned twentyfin descubrió que su hijo, que entonces one, was riding sixteen miles each tenía veintiún años, recorría sesenta miSunday to preach in a small llas a caballo todos los domingos para ir a Presbyterian chapel back in the hills. predicar en una pequeña capilla The father laughed. The son listened to 70 presbiteriana de la montaña. El padre se the laughter as he would if it had been hartó de reír. El hijo escuchó aquella risa 316

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tr. Enrique Sordo como hubiera escuchado una sarta de injurias: con una indiferencia fría y respetuosa, sin decir una palabra. Y el domingo volvió junto a sus feligreses.

shouts or curses: with a cold and respectful detachment, saying nothing. The next Sunday he went back to his congregation. 5

asperse attack the reputation of, calumniate, aspersion difamaciòn

musty con olor a humedad

When the war began, the son was not among the first to go. Neither was he among the last. And he stayed with the troops for four years, though he fired no musket and wore instead of uniform the somber frock coat which he had purchased to be married in and which he had used to preach in. When he returned home in ‘65 he still wore it, though he never put it on again after that day when the wagon stopped at the front steps and two men lifted him down and carried him into the house and laid him on the bed. His wife removed the coat and put it away in a trunk in the attic. It stayed there for twenty-five years, until one day his son opened the trunk and took it out and spread out the carefold folds in which it had been arranged by hands that were now dead. He remembers it now, sitting in the dark window in the quiet study, waiting for twilight to cease, for night and the galloping hooves. The copper light has completely gone now; the world hangs in a green suspension in color and texture like light through colored glass. Soon it will be time to begin to say Soon now. Now soon ‘I was eight then,’ he thinks. ‘It was raining.’ It seems to him that he can still smell the rain, the moist grieving of the October earth, and the musty yawn as the lid of the trunk went back. Then the garment, the neat folds. He did not know what it was, because at first he was almost overpowered by the evocation of his d e a d m o t h e r ’s h a n d s w h i c h l i n g e r e d among the folds. Then it opened, tumbling slowly. To him, the child, it seemed unbelievably huge, as though made for a giant; as though merely from having been worn by one of them, the cloth itself had assumed the properties of those phantoms who loomed heroic and tremendous against a background of thunder and smoke and torn flags which now filled his waking and sleeping life.

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Cuando estalló la guerra, el hijo no fue uno de los primeros en partir. Tampoco fue uno de los últimos. Estuvo en el ejército durante cuatro años, aunque nunca usase un mosquete y aunque, a guisa de uniforme, sólo llevase la levita negra que se compró para casarse y que también le servía para ir a predicar. Cuando volvió a casa, en 1865, todavía la llevaba, pero nunca se la volvió a poner desde aquel día en que se detuvo una carreta delante de la escalinata de entrada y bajaron de ella dos hombres que le metieron en casa y lo depositaron en su cama. Su mujer le quitó la levita y la guardó en un baúl que había en el granero. Y allí estuvo veinticinco años, hasta el día en que su hijo abrió el baúl, la sacó de allí y extendió los dobleces cuidadosamente hechos por unas manos que ya no existían. Hightower recuerda esto ahora, sentado en la oscura ventana, en la calma de su escritorio, esperando el fin del crepúsculo, la noche y la galopada de los cascos. La luz cobriza acaba de extinguirse; el mundo flora en una espera verde, semejante, en color y en textura, a la luz filtrada por un cristal polícromo. Pronto será el momento de comenzar a decir Pronto ahora. Ahora pronto «Entonces yo tenía ocho años —piensa— . Llovía.» Le parece que aún huele la lluvia, la húmeda melancolía de la tierra de octubre y el bostezo mohoso del baúl cuando levanta la tapa. Después, la prenda, con sus pliegues y sus dobleces cuidadosos. Hightower no sabía lo que era, porque, en un principio, le sobrecogió el recuerdo de las manos de su madre difunta que parecían permanecer entre los pliegues. Después la prenda se abrió, se desplegó lentamente. Al niño le pareció de un tamaño increíble, como cortada para un gigante; como si, por el solo hecho de que la hubiese llevado uno de ellos, el paño hubiese adquirido las cualidades de esos fantasmas que se erguían, heroicos y formidables, sobre un fondo de truenos, de humo y de banderas hechas jirones en las que él no cesaba de pensar ni de noche ni de día.

The garment was almost La pieza estaba tan remendada que era unrecognisable with patches. Patches irreconocible. Trozos de cuero que una of leather, mansewn and crude, patches 60 mano de hombre había cosido groseramenof Confederate grey weathered te, trozos de paño gris de los confederados l e a f b r o w n n o w, a n d o n e t h a t s t o p p e d que ahora tenían el color de las hojas sehis very heart: it was blue, dark blue; cas, y un trozo que le llegó directamente al the blue of the United States. Looking corazón: azul, azul oscuro, el azul de los a t t h i s p a t c h , a t t h e m u t e a n d 65 Estados Unidos. Al ver esta pieza, este troa n o n y m o u s c l o t h , t h e b o y, t h e c h i l d zo de paño mudo y anónimo, el muchacho, born into t h e a u t u mn o f h i s mo t h e r ’s el niño nacido de un padre y de una madre a n d f a t h e r ’s l i v e s , w h o s e o rg a n s ya en el otoño de sus vidas, el niño cuyos already required the unflagging care of órganos necesitaban ya la vigilante regulaa Swiss watch, would experience a kind 70 ridad de un reloj suizo, sentía una especie of hushed and triumphant terror which de terror ahogado y triunfante que le ponía 317

Faulkner’s Light

vivid puede traducirse por vivo [sentido figurado] si tiene relación con vivo (brasas vivas), claro, gráfico [relato], intenso [recuerdo], brillante [color] o por vívido si tiene sentido poético de vivaz, eficaz, vigoroso, de ingenio agudo Flower shop is back in business, providing a vivid contrast to destruction [L.A. Times, 9-2-92]. = Ya está abierta una florería que se había cerrado, ofreciendo un contraste gráfico frente a la destrucción. / This Picasso’s painting has vivid colors. = Este cuadro de Picaso tiene colores intensos. / I remember vividly the windmills. = Recuerdo gráficamente los molinos de viento. / The house was painted a vivid green. = La casa estaba pintada de un verde brillante.

tr. Enrique Sordo

left him a little sick.

un poco enfermo.

That evening at supper he would be unable to eat. Looking up, the father, now a man nearing sixty, would find the child staring at him with terror and awe and with something else. Then the man would say, “What have you been into now?” and the child could not answer, could not speak, staring at his father with on his child’s face an expression as of the Pit itself. That night in bed he would not be able to sleep. He would lie rigid, not even trembling, in his dark bed while the man who was his father and his only remaining relative, and between whom and himself there was so much of distance in time that not even the decades of years could measure, that there was not even any physical resemblance, slept walls and floors away. And the next day the child would suffer one of his intestinal fits. But he would not tell what it was, not even to the negro woman who ran the household and who was his mother too and nurse. Gradually his strength would return. And then one day he would steal again to the attic and open the trunk and take out the coat and touch the blue patch with that horrified triumph and sick joy and wonder if his father had killed the man from whose blue coat the patch came, wondering with still more horror yet at the depth and strength of his desire and dread to know. Yet on the very next day, when he knew that his father had gone to call upon one of his country patients and would not possibly return before dark, he would go to the kitchen and say to t h e n e g r o w o m a n : “ Te l l a g a i n a b o u t g r a n d p a . H o w m a n y Ya n k e e s d i d h e kill?” And when he listened now it was without terror. It was not even triumph: it was pride.

Aquella noche fue incapaz de cenar. El padre, que se acercaba entonces a los sesenta años, vio, al levantar los ojos, cómo el niño le miraba con temor, con terror y con algo más. Y el hombre dijo: «¡Qué es lo que has hecho?» Y el niño n o p o d í a r e s p o n d e r, n o p o d í a h a b l a r. Miraba a su padre, y la expresión de su rostro de niño parecía venir del mismo infierno. Aquella noche, en su casa, no pudo dormir. Permanecía tendido, rígido, sin temblar siquiera, en el oscuro lecho, mientras que a lo lejos, más allá de las paredes y de los suelos, dormía el hombre que era su padre y su único pariente, el hombre del que estaba separado por un intervalo de tiempo tan considerable (no se habría podido medir por décadas) que ningún parecido existía entre ellos. Y, al día siguiente, el niño tuvo una de sus crisis intestinales. Pero no quería decírselo a nadie, ni siquiera a la negra que llevaba la casa y que le servía de madre y de nodriza. Recuperó gradualmente sus fuerzas. Luego, se escabulló de nuevo hasta el granero. Abrió el baúl, sacó de él la prenda, tocó el remiendo azul con aquel horror triunfante, con aquel gozo malsano, preguntándose si su padre había matado al hombre a quien había pertenecido la guerrera azul de donde venía el remiendo, preguntándose, con más horror todavía, cuáles eran la profundidad y la fuerza a la vez de su deseo y de su miedo de saber. Sin embargo, al día siguiente, cuando supo que su padre había ido a visitar a uno de sus enfermos en el campo y que no volvería hasta la noche, fue a la cocina y le dijo a la negra: «Háblame de mi abuelo. ¿Cuántos yanquis mató?» Y ahora, cuando escuchaba, ya no sentía terror. Ya ni siquiera se sentía triunfante: se sentía orgulloso.

This grandfather was the single thorn in his son’s side. The son would no more have said that than he would have thought it, anymore than it would ever have occurred to either of them to wish mutually that he had been given a different son or a d i ff e r e n t f a t h e r. T h e i r r e l a t i o n s w e r e peaceable enough, being on the son’s part a cold, humorless, automatically respectful reserve, and on the father’s a bluff, direct, coarsely vivid h u m o r w h i c h l a c k e d less of purport than wit. They lived amicably enough in the two-storey house in town, though for some time now the son had refused, quiet and firm, to eat any food prepared by the slave woman who had raised him from babyhood. He cooked his own food in the kitchen, to the negress’ outraged indignation, and put it on the table himself and ate i t f a c e t o f a c e w i t h h i s f a t h e r, w h o saluted him punctiliously and unfailingly with a glass of Bourbon 318

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Aquel abuelo era la única espina clavada en la vida del padre de Hightower. El hijo no habría dicho esto, ni lo habría pensado, ni tampoco se habrían deseado mutuamente un hijo distinto o un padre distinto. Vivían en unas relaciones bastante tranquilas. El hijo mostraba una reserva fría, sin alegría, automáticamente respetuosa, y el padre, un humor brusco, directo, toscamente abigarrado, al que no le faltaba ni intención ni agudeza. Vivían, pues, en buenos términos, dentro de lo que cabía, en la ciudad, en una casa de dos pisos. Sin embargo, ya hacía algún tiempo que el hijo se negaba a comer, con calma y firmeza, los platos que preparaba la esclava negra que le había criado desde su nacimiento. Se hacía la comida él mismo, con gran indignación de la negra, y colocaba él mismo en la mesa lo que había guisado, y lo comía enfrente de su padre, que le saludaba ceremoniosamente e inevitablemente alzando ante su nariz un vaso

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tr. Enrique Sordo

whiskey: this too the son did not touch and had never tasted.

de whisky, algo que el hijo no bebía nunca, que ni siquiera había probado.

On the son’s wedding day the father surrendered the house. He was waiting on the porch, with the key to the house in his hand, when the bride and groom arrived. He wore his hat and cloak. About him was piled his personal luggage and behind him stood the two slaves which he owned: the negro w o m a n w h o c o o k e d , a n d h i s ‘ b o y, ’ a man older than himself and who did not have one remaining hair, who was the cook’s husband. He was not a planter; he was a lawyer, who had learned law somewhat as his son was to learn medicine, “by main strength and the devil’s grace and luck” as he put it. He had already bought for himself a small house two miles in the country, and his surrey and his matched team stood before the porch waiting while he too stood, his hat tilted back and his legs apart—a hale, bluff, rednosed man with the moustache of a brigand chief— while the son, and the daughter-in-law whom he had never seen before, came up the path from the gate. When he s t o o p e d a n d s a l u t e d h e r, s h e s m e l l e d whiskey and cigars. “I reckon you’ll do,” he said. His eyes were bluff and bold, but kind. “All the sanctimonious cuss wants anyway is somebody that can sing alto out of a Presbyterian hymnbook, where even the good Lord Himself couldn’t squeeze in any music.”

El día de la boda de su hijo, el padre le 5 entregó las llaves de la casa. Esperaba bajo el porche, con las llaves en la mano, cuando los recién casados llegaron. Llevaba puestos su sombrero y su abrigo. Sus efectos personales estaban amontonados a su 10 alrededor y, tras él, aguardaban los dos esclavos que poseía: la negra que hacía la comida, y su boy, un hombre más viejo que él, que ya no tenía ni un pelo en la cabeza y que era el marido de la cocinera. El abue15 lo no era un plantador. Era abogado y había aprendido derecho de forma parecida a como su hijo iba a aprender un día la medicina, «a fuerza de voluntad y con la gracia y la fortuna del diablo», como él de20 cía. Ya había comprado una casita a dos millas de allí en pleno campo. Su coche de dos caballos le esperaba delante del porche. Y él estaba allí plantado, con el sombrero sobre la nuca, las piernas sepa25 radas, vigoroso, brusco, y la nariz roja sobre un largo bigote de capitán de bandidos, mientras su hijo y su nuera; a la que nunca había visto, después de franquear la verja, se acercaban por el sendero. Cuan30 do el viejo se inclinó para saludarla, la recién casada sintió un olor a whisky y a cigarros puros. «Creo que servirá usted», dijo él. Su mirada era áspera y cínica, pero afectuosa. «Al fin y al cabo, lo único que 35 quiere este santurrón es alguien que pueda cantar el solo en esos himnos presbiterianos a los que ni el mismo Dios podría poner un poco de música.»

He drove away in the tasselled s u r r e y, w i t h h i s p e r s o n a l b e l o n g i n g s about him—his clothes, his demijohn, his slaves. The slave cook did not even remain to prepare the first meal. She was not offered, and so not refused. The father never entered the house again alive. He would have been welcome. He and the son both knew this, without it ever being said. And the wife—she was one of many c h i l d r e n o f a g e n t e e l couple who had never got ahead and who seemed to find in the church some substitute for that which lacked upon the dinnertable— liked him, admired him in a hushed, alarmed, secret way: his swagger, his bluff a n d s i m p l e a d h e re n c e t o a simple code. They would hear of his doings though, of how in the next summer after he removed to the country he invaded a protracted al fresco church revival being held in a nearby grove and turned it into a week of amateur horse racing while to a dwindling congregation gaunt, fanaticfaced country preachers thundered anathema from the rustic pulpit at his oblivious and unregenerate head. His reason for not vis i t i n g h i s s o n a n d h i s d a u g h t e r in-law was apparently frank:

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Y se alejó en su coche adornado con borlas, rodeado de todos los bienes que le pertenecían: sus efectos, su damajuana, sus esclavos. La negra ni siquiera se quedó para prepararles la primera comida. Como no fue ofrecida, tampoco fue rechazada. El padre no volvería a entrar en la casa en el resto de su vida. Aunque habría sido muy bien acogido. El padre y el hijo lo sabían sin habérselo dicho nunca. Y la mujer (que formaba parte de los numerosos hijos de un matrimonio distinguido que no había prosperado nunca y que parecía encontrar en la iglesia una compensación de lo que les faltaba en la mesa del comedor), la mujer le quería, le admiraba, de un modo discreto, atento y silencioso. Admiraba su terquedad, su vanidad, su adherencia simple a un simple código. Sin embargo, les llegaban noticias de lo que hacía, de que, por ejemplo, en el verano siguiente a su instalación en el campo, había interrumpido un mitin religioso al aire libre, en un bosque próximo, y lo había transformado en unas carreras de caballos que duraron ocho días. Ante un grupo de fieles que disminuía constantemente, unos apresurados predicadores de mirada fanática lanzaban anatemas, desde lo alto de sus púlpitos rústicos, sobre su mala cabeza. La razón por la que no iba nunca a ver a su hijo y a su nuer a , e r a , s e g ú n é l , m u y f r a n c a :

Faulkner’s Light

tr. Enrique Sordo

«Os aburriría y vosotros me aburriríais “ Yo u ’ d f i n d m e d u l l a n d I ’ d f i n d a mí. Y además, ¿quién sabe? Es posiyou dull. And who knows? the ble que ese santurrón me corrompiera, cuss might corrupt me. Might es posible que me corrompiera en mi corrupt me in my old age into h e a v e n . ” B u t t h a t w a s n o t t h e 5 vejez para mandarme al paraíso.» Pero ésa no era la verdadera tazón. El hijo, reason. The son knew that it was que h a b í a s i d o e l p r i m e r o e n r e c h a z a r n o t , w h o w ou l d h a v e b e e n f i r s t t o fight the aspersion were it to come e s a calumnia si hubiese venido de cualfrom anothe r : t h a t t h e r e w a s q u i e r o t r o , sabía que no era ésa la razón, sabía delicacy of b e h a v i o r a n d 10 que el viejo tenía unos sentimiento delicados y thought in the old man. que se comportaba delicadamente. The son was an abolitionist almost before the sentiment had become a word to percolate down from the North. Though when he learned that the Republicans did have a name for it, he completely changed the name of his conviction without abating his principles or behavior one jot. Even t h e n , n o t y e t t h i r t y, h e w a s a m a n o f Spartan sobriety beyond his years, as t h e o ff s p r i n g o f a n o t o v e r l y p a r t i c u l a r servant of Chance and the bottle often is. Perhaps that accounted for the fact that he had no child until after the war, from which he returned a changed man, ‘deodorised,’ as his dead father would have put it, of sanctity somewhat. Although during those four years he had never fired a gun, his service was not alone that of praying and preaching to troops on Sunday mornings. When he returned home with his wound and recovered and established himself as a doctor, he was only practising the surgery and the pharmacy which he had practised and learned on the bodies of friend and foe alike while helping the doctors at the f r o n t . T h i s p r o b a b l y o f a l l t h e s o n ’s doings the father would have enjoyed the most: that the son had taught himself a profession on the invader a n d d e v a s t a t o r o f h i s c o u n t r y. ‘But sanctity is not the word for h i m , ’ t h e s o n ’s s o n i n t u r n t h i n k s , sitting at the dark window while outside the world hangs in that green suspension beyond the faded trumpets. ‘Grandfather himself would have been the first to confront any man that employed that term.’ It was some throwback to the austere and not dim times not so long passed, when a man in that country had little of himself to waste and little time to do it in, and had to guard and protect that little not only from nature but from man too, by means of a sheer fortitude that did n o t o ff e r, i n h i s l i f e t i m e a n y w a y, physical ease for reward. That was w h e r e h i s d i s a p p r o v a l o f s l a v e r y l a y, and of his lusty and sacrilegious f a t h e r. T h e v e r y f a c t t h a t h e c o u l d and did see no paradox in the fact that he took an active part in a partisan war and on the very side whose principles opposed his own, 320

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El hijo ya era antiesclavista antes de la época en que esta opinión viniese del norte en forma de palabra. Sin embargo, cuando supo que los republicanos tenían una palabra para designar ese sentimiento, cambió el nombre de su convicción sin renunciar a ninguno de sus principios ni cambiar un ápice de su conducta. Por aquella época (aún no había cumplido los treinta años), era un hombre de una sobriedad espartana que no correspondía a su edad, como les suele suceder a los hijos de los que han usado con desenvoltura de la suerte y de la botella. A eso se debió, quizás, que no tuviera un hijo hasta que concluyó la guerra, de la que volvió muy transformado, «desinfectado» en cierto modo de su santidad, como habría dicho su difunto padre. A pesar de que, durante aquellos cuatro años, nunca disparó un tiro de fusil, no se conformó con rezar y predicar a las tropas todos los domingos por la mañana. Cuando volvió a casa, herido, y, después de curarse, se estableció como médico, no hizo más que poner en práctica la cirugía y la farmacia que había aplicado y aprendido en los cuerpos de sus amigos y enemigos cuando ayudaba a los médicos del frente. De todas las acciones de su hijo era ésta, sin ninguna duda, la que le habría complacido más a su padre: el hecho de que su hijo hubiera aprendido sólo una profesión, a costa de los invasores, de los devastadores de su país. «Pero la santidad no es la palabra que más le conviene», piensa, a su vez, el hijo del hijo, sentado en la ventana oscura, mientras que, fuera de ella, el mundo está suspendido en esa espera verde, más allá de las trompetas agonizantes. «El mismo abuelo hubiese sido el primero en reprender a cualquiera que usara ese término.» Era, más bien, una especie de retorno a los tiempos austeros y luminosos, no muy lejanos aún, en que un hombre de esta región tenía poco que despilfarrar y muy poco tiempo para hacerlo, los tiempos en que debía conservar y proteger ese poco, no solamente contra la naturaleza, sino también contra los hombres, y esto simplemente por una fuerza de carácter que, al menos mientras duró su vida, no ofrecía ninguna comodidad física como recompensa. De ahí provenía su desaprobación de la esclavitud y de su padre, libertino y ateo. El mero hecho de no haber visto ninguna paradoja en haber tomado parte activa en una guerra de guerrillas y justamente en el lado donde los principios se oponían diametralmente a los suyos, era bastante prueba de

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tr. Enrique Sordo que había en él dos personalidades separadas y completas, una de las cuales evolucionaba siguiendo las tranquilas reglas de un mundo donde la realidad no existía.

was proof enough that he was two separate and complete people, one of whom dwelled by serene rules in a world where reality did not exist. 5 But the other part of him, which lived in the actual world, did as well as any and better than most. He lived by his principles in peace, and when war came he carried them into war and lived by them there; when there was preaching on peaceful Sundays in quiet groves to be done, he had done it, without any particular equipment for it other than his will and his convictions and what he could pick up as he went along; when there was the saving of wounded men under fire and the curing of them without proper tools, he did that too, again without other equipment save his strength and courage and what he could pick up as he went along. And when the war was lost and the other men returned home with their eyes stubbornly reverted toward what they refused to believe was dead, he looked forward and made what he could of defeat by making practical use of that which he had learned in it. He turned doctor. One of his first patients was his wife. Possibly he kept her alive. At least, he enabled her to produce life, though he was fifty and she past forty when the son was born. That son grew to manhood among phantoms, and side by side with a ghost. T h e p h a n t o m s w e r e h i s f a t h e r, h i s m o t h e r, a n d a n o l d n e g r o w o m a n . T h e father who had been a minister without a church and a soldier w i t h o u t a n e n e m y, a n d w h o i n d e f e a t had combined the two and become a d o c t o r, a s u r g e o n . I t w a s a s t h o u g h the very cold and uncompromising conviction which propped him upright, as it were, between puritan and cavalier, had become not defeated and not discouraged, but w i s e r. A s t h o u g h i t h a d s e e n i n t h e smoke of cannon as in a vision that the layingon of hands meant literally that. As if he came suddenly to believe that Christ had meant that him whose spirit alone required healing, was not worth the having, the saving. That was one phantom. The second was the mother whom he remembers first and last as a thin face and tremendous eyes and a s p r e a d o f d a r k h a i r o n a p i l l o w, w i t h blue, still, almost skeleton hands. If on the day of her death he had been told that he had ever seen her otherwise than in bed, he would not have believed it. Later he remembered differently: he did remember her moving about the house, attending to household affairs. But at eight and nine and ten he thought of her as without legs, 321

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Pero, su otra personalidad, la que habitaba en nuestro mundo actual, se defendía igual, e incluso mejor, que la mayoría de la g e n r e . Vi v í a e n p a z c o n s u s p r i n c i p i o s y, c u a n d o l a g u e r r a e s t a l l ó , se los llevó consigo a la guerra y ajustó a ellos su conducta. Cuando se trataba de predicar el domingo en algún apacible bosque, lo hacía sin más instrumento que su buena voluntad, sus convicciones y lo que iba encontrando por el camino. Y cuando la guerra se perdió, cuando los demás regresaron a casa con los ojos obstinadamente vueltos hacia lo que no podían creer desaparecido, él miraba hacia delante, y sacó todo el partido que pudo de la derrota poniendo en práctica lo que en ella había aprendido. Y se hizo médico. Su mujer fue uno de sus primeros clientes. Posiblemente la mantuvo con vida. Por lo menos la puso en condiciones de crear vida, aunque él tenía cincuenta años y ella más de cuarenta cuando nació su hijo. El hijo que creció entre fantasmas y al lado de un espectro. Los fantasmas eran su padre, su madre y una vieja negra. Su padre, que había sido pastor sin iglesia, soldado sin enemigos, y que, en la derrota, había combinado ambas cosas y se había convertido en médico, en cirujano. Algo así como si, con la convicción helada e inflexible que le mantenía en aquel estado, entre puritano y caballeresco por decirlo así, hubiese aumentado en sabiduría en lugar de dejarse abatir y desanimar. Algo así como si, a través del humo de los cañones, hubiese visto como en una aparición cuál era el sentido literal de la frase «imposición de manos». Algo así como si hubiese comenzado a creer bruscamente que Cristo había querido demostrarle que aquel que sólo necesita ser curado en su espíritu no merece la pena de que se le cure. Ese era el primer fantasma. El segundo era su madre. La recordaba, en primer y último lugar, como un rostro enjuto con unos ojos enormes y una mata de cabellos negros extendida sobre una almohada, y con unas manos azules, inmóviles, unas manos casi de esqueleto. Si el día en que murió su madre le hubiesen dicho a él que la había visto en cualquier otro sitio que no fuera la cama, no lo habría creído. Más tarde, sus recuerdos cambiaron. La recordó yendo y viniendo por la casa, ocupándose de las labores caseras. Pero a los ocho, a los nueve, a los diez años, la veía siempre sin

Faulkner’s Light feet; as being only that thin face and the two eyes which seemed daily to grow bigger and bigger, as though about to embrace all seeing, all life, with one last terrible glare of frustration and suffering and foreknowledge, and that when that finally happened, he would hear it: i t w o u l d b e a s o u n d , l i k e a c r y. A l r e a d y, b e f o r e s h e d i e d , h e c o u l d feel them through all walls. They were the house: he dwelled within them, within their dark and allembracing and patient aftermath of physical betrayal. He and she both lived in them like two small, weak beasts in a den, a cavern, into which now and then the father entered—that man who was a stranger to them both, a foreigner, almost a threat: so quickly d o e s t h e b o d y ’s w e l l b e i n g a l t e r a n d change the spirit. He was more than a s t r a n g e r : h e w a s a n e n e m y. H e s m e l l e d differently from them. He spoke with a d i f f e r e n t v o i c e , a l m o s t i n d i ff e r e n t words, as though he dwelled by ordinary a mo n g d i ff e r e n t s u r r o u n d i n g s and in a different world; crouching beside the bed the child could feel the man fill the room with rude health and unconscious contempt, he too as h e l p l e s s a n d f r u s t r a t e d a s t h e y.

garble v.tr. 1 unintentionally distort or confuse (facts, messages, etc.). tergiversar, embrollar 2 a mutilate in order to misrepresent. b make (usu. unfair or malicious) selections from (facts, statements, etc.) adj. incomprensible, indescifrable, confuso, farfullado, enrevesado

The third phantom was the negro woman, the slave, who had ridden away in the surrey that morning when the son and his bride came home. She rode away a slave; she returned in ‘66 still a slave, on foot now—a huge woman, with a face both irascible and calm: the mask of a black tragedy between s c e n e s . A f t e r h e r m a s t e r ’s d e a t h a n d until she was convinced at last that she would never more see either him or her husband—the ‘boy,’ who had followed the master to the war and who also did not return—she refused to leave the house in the country to which her master had moved and of which he had left in her charge when he rode away. After the father ’s death the son went out, to close the house and remove his f a t h e r ’s p r i v a t e p o s s e s s i o n s , a n d h e offered to make provision for her. She refused. She also refused to leave. She made her own small kitchen garden and she lived there, alone, waiting for her husband to return, the rumor of whose death she refused to believe. It was just r u m o r, v a g u e : h o w, f o l l o w i n g h i s m a s t e r ’s d e a t h i n Va n D o r n ’s c a v a l r y r a i d t o d e s t r o y G r a n t ’s s t o r e s i n Jefferson, the negro had been inconsolable. One night he disappeared from the bivouac. Presently there began to come back tales of a crazy negro who had been halted by Confederate pickets close to the enemy’s front, who told the same garbled s t o r y a b o u t a m i s s i n g master who was being held for r a n s o m b y t h e Ya n k e e s . T h e y c o u l d 322

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piernas ni pies, simplemente con aquel rostro enjuto y aquellos dos ojos que cada día parecían hacerse más anchos, como en un deseo de abarcar todo lo que era posible ver, toda la vida, con una última y terrible mirada de frustración, de sufrimiento y de presentimiento. Y le parecía que, cuando aquello llegase, él lo oiría, y que sería como un sonido, como un llanto. Antes de que ella muriese ya sentía aquellos ojos a través de todas las paredes. Aquellos ojos eran la casa misma. El habitaba en ellos, en su sombrío y paciente renuevo de traición física que se esforzaba en abarcarlo todo. El y su madre vivían entre aquellas paredes, como dos bestezuelas débiles en una guarida, en una caverna, en donde, de cuando en cuando, entraba el padre, aquel hombre que no era nada suyo, un extraño, casi una amenaza. Porque la salud del cuerpo altera y transforma rápidamente el espíritu. El padre era más que un extraño: era un enemigo. Su olor era distinto del de ellos. Hablaba con una voz diferente, casi con palabras diferentes, como si normalmente viviese en un medio diferente, en un mundo diferente. Acurrucado en la cama, el niño sentía que aquel hombre, impotente y frustrado como ellos mismos, llenaba la habitación con su salud robusta, con su desprecio inconsciente.

El tercer fantasma era la negra, aque35 lla esclava que, la mañana en que los recién casados llegaron, se había ido en el coche. Salió como esclava, y volvió, en 1866, también como esclava, pero esta vez a pie. Era una mujer gorda, con un 40 rostro a la vez irascible y tranquilo; la máscara de una tragedia negra durante los entreactos. Después de la muerte de su amo, y hasta el día en que acabó creyendo que nunca más los volvería a ver, 45 a él y a su marido —el boy que siguió a su amo a la guerra y que tampoco regresó—, la negra se negó a dejar la casa de campo donde su amo se había instalado y que dejó a su cargo cuando se fue. Des50 pués de la muerte del padre, el hijo fue a cerrar la casa y a llevarse los efectos personales de su padre. Ofreció a la negra cierta cantidad. La negra la rechazó y también se negó a marcharse. Vivió allí, 55 sola, cultivando su pequeño huerto, esperando el regreso de su marido, porque seguía sin creer los rumores de su muerte. No eran más que rumores, unos rumores vagos; después de la muerte de su 60 amo, en la carga de caballería de Van Dorn para destruir los aprovisionamientos de Grant en Jefferson, el negro se mostró inconsolable. Una noche, se escapó del campamento. 65 Y en seguida se comenzó a decir que un negro loco había sido detenido por un piquete de los confederados muy cerca del enemigo. El negro repetía siempre las m i s m a s confusas historias. Su dueño, 70 decía, había desaparecido, y los yanquis le tenían prisionero con la esperanza de

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obtener un rescate. Ni por un segundo punot make him even entertain for a dieron meterle en la cabeza la idea de que moment the idea that the master tal vez había muerto. «No —decía el nemight be dead. “No, suh,” he would gro—. El amo Gail, no. El no. Nadie se s a y. “ N o t M a r s e G a i l . N o t h i m . D e y w o u l d n ’ t d a r e t o k i l l a H i g h t o w e r. 5 atrevería a matar a un Hightower. Nadie D e y w o u l d n ’ t d a re . D e y g o t ‘ i m h i d se atrevería. Lo han escondido en algún sitio para conseguir lo que él y yo esconsomewhar, tryin’ to sweat outen him dimos, la cafetera de la señora y la banw h a r m e a n d h i m h i d M i s t i s ’ c o ff e e deja de oro. Eso es lo que ellos quiep o t a n d d e g o l e w a i t e r. D a t ’s a l l d e y w a n t s . ” E a c h t i m e h e w o u l d e s c a p e . 10 ren.» Cada vez que le detenían, se escapaba. Después, cierto día, llegó una noThen one day word came back from ticia del ejército federal, según la cual the Federal lines of a negro who had un negro había atacado a un oficial yana t t a c k e d a Ya n k e e o f f i c e r w i t h a qui con una pala y el oficial, para salvar shovel, forcing the officer to shoot him to protect his own life. 15 la vida, se vio obligado a matarlo. La mujer se negó a creer eso duranThe woman would not believe this te mucho tiempo. «Es lo bastante anifor a long time. “Not dat he ain’t fool mal para hacer eso —decía—. Pero si enough to done it,” she said. “He jest a i n ’ t g o t e r n o u g h s e n s e t o k n o w. a 20 h u b i e s e v i s t o a u n y a n q u i n o h u b i e s e s i d o l o b a s t a n t e l i s t o p a r a r e c o n o c e rYa n k e e t o h i t a t w i d a s h o v e l i f h e lo y para atacarle con una pala.» Rewuz to see um.” She said that for pitió esto durante más de un año. Deso v e r a y e a r. T h e n o n e d a y s h e pués, un buen día, llegó a casa del appeared at the son’s home, the h o u s e w h i c h s h e h a d q u i t t e d t e n 25 h i j o , a l a c a s a q u e e l l a h a b í a d e j a d o diez años antes y a la que no había y e a r s a g o a n d h ad not entered since, vuelto nunca. Llevaba todo lo que le carrying her possessions in a handkerchief. pertenecía envuelto en un pañuelo. She walked into the house and said: Entró en la casa y dijo: “ H e r e I i s . Yo u g o t e r n o u g h —Aquí estoy. ¡Tienen bastante leña en w o o d i n d e b o x t e r c o o k s u p p e r 30 el arcén para que pueda hacer la cena? wid?” —Ahora eres libre —dijo el hijo.

“You’re free, now,” the son told her.

—¿Libre? dijo la negra; hablaba con “ F r e e ? ” s h e s a i d . S h e s p o k e w i t h 35 un desprecio tranquilo y pensativo—. still and brooding scorn. “Free? Whut’s ¿Libre? ¿Para qué ha servido la liberfreedom done except git Marse Gail tad? ¿Para matar al amo Gail y para hakilled and made a bigger fool outen cer a Pomp todavía más tonto de lo que Pawmp den even de Lawd Hisself could d o ? F r e e ? D o n ’ t t a l k t e r m e e r b o u t 40 el Señor le hizo? ¡Libre! ¡No me hablen de libertad! freedom.” T h i s w a s t h e t h i r d p h a n t o m . Wi t h this phantom the child (‘and he little better than a phantom too, then,’ that same child now thinks beside the fading window) talked about the ghost. They never tired: the child with rapt, wide, half dread and half delight, and the old woman with musing and savage sorrow and pride. But this to the child was just peaceful shuddering of delight. He found no terror in the knowledge that his grandfather on the contrary had killed men ‘by the hundreds’ as he was told and believed, or in the fact that the negro Pomp had been trying to kill a man when he died. No horror here because they were just ghosts, never seen in the flesh, heroic, simple, warm; while the father which he knew and feared was a phantom which would never die. ‘So it’s no w o n d e r, ’ h e t h i n k s , ‘ t h a t I s k i p p e d a g e n e r a t i o n . I t ’s n o w o n d e r t h a t I h a d no father and that I had already died one night twenty years before I saw light. And that my only salvation must be to return to the place to die where my life had already ceased before it began.’ 323

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Este era el tercer fantasma. Con este fantasma, el niño («poco más que un fantasma él también, por aquella época», piensa hoy aquel mismo niño, sentado en la ventana que se va borrando) hablaba del espectro. No se cansaban de hablar de él: el niño hechizado, entre asustado y extasiado, y la vieja llena de nostalgia, llena de un orgullo reflexivo y salvaje. Para el niño, aquello sólo era un agradable estremecimiento de voluptuosidad. No se asustaba en absoluto al saber que su abuelo había matado a «centenares» de hombres, como le decían y como él creía; o que Pomp, el negro, había intentado matar a un hombre antes de morir. No experimentaba el menor pánico, porque se trataba de unos espectros a los que no había visto nunca en carne y hueso, espectros heroicos, simples y cálidos. Por el contrario, su padre, a quien conocía y a quien temía, era un fantasma que no moriría nunca. «No sería extraño —piensa Hightower— que me hubiese saltado una generación. No sería extraño que yo no tuviera padre y que me hubiese muerto una noche, veinte años antes de haber visto la luz. No sería extraño que sólo pudiera salvarme yendo a morir al lugar donde mi vida ya había cesado antes de haber comenzado realmente.»

Faulkner’s Light W h i l e a t t h e s e m i n a r y, a f t e r h e first came there, he often thought how he would tell them, the elders, the high and sanctified men who were the destiny of the church to which he had willingly surrendered. How he would go to t h e m a n d s a y, “Listen. God must c a l l m e t o J e ff e r s o n b e c a u s e m y l i f e died there, was shot from the saddle of a galloping horse in a Jefferson street one night twenty years before it was ever born.” He thought that he could say that, at first. He believed that they would comprehend. He went there, chose that as his vocation, with that as his purpose. But he believed in more than that. He had believed in the church too, in all that it ramified and evoked. He believed with a calm j o y t h a t i f e v e r t h e r e w a s s h e l t e r, i t would be the Church; that if ever truth could walk naked and without shame or fear, it would be in the s e m i n a r y. W h e n h e b e l i e v e d t h a t h e had heard the call it seemed to him that he could see his future, his life, intact and on all sides complete and inviolable, like a classic and serene vase, where the spirit could be born anew sheltered from the harsh gale of l i v i n g a n d d i e s o , p e a c e f u l l y, w i t h only the far sound of the c i r c u m v e n te d w i n d , w i t h s c a r c e e v e n a handful of rotting dust to be disposed of. That was what the word seminary meant: quiet and safe walls within which the hampered and garmentworried spirit could learn anew serenity to contemplate without horror or alarm its own nakedness.

ingenuity traduce ingenio, inventiva, habilidad, ingeniosidad, artefacto ingenioso [tool], mientras que ingenuidad se usa para candor, frankness, naiveté, openness. Por otra parte, ingenuous equivale a ingenuo, como inocente, franco, sincero, aunque ingenuo puede degenerar en gullible I naïve [crédulo], pero ingenious se usa para hábil [bright], mañoso [gifted], genial [estratagema, truco]. El sustantivo inglés ingenue se refiere a dama joven [de teatro].

‘But there are more things in heaven and earth too than truth,’ he t h i n k s , p a r a p h r a s e s , q u i e t l y, n o t quizzical, not humorous; not unquizzical and not humorless too. Sitting in the failing dusk, his head in its white bandage looming bigger and more ghostly than ever, he thinks, ‘More things indeed,’ thinking how ingenuity was apparently given man in order that he may supply himself in crises with shapes and sounds with which to guard himself from truth. He had at least one thing to not repent: that he had not made the mistake of telling the elders what he had p l a n n e d t o s a y. H e h a d n o t n e e d e d to live in the seminary a year before he learned better than that. And more, worse: that with the learning of it, instead of losing something he had gained, had escaped from something. And that that gain had colored the very face and shape of love.

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Durante su estancia en el seminario, desde que entró en él, imaginaba con frecuencia cómo se lo iba a decir a los miembros del consistorio, a los piadosos personajes que, en la cima de la jerarquía, presidían los destinos de la Iglesia a al cual él se había sometido voluntariamente. Cómo iría a verles y cómo se lo diría: «Óiganme. Dios me va a llamar a Jefferson, porque es allí donde mi vida terminó, sobre la silla de un caballo al galope en una calle de Jefferson, veinte años antes del día de mi nacimiento.» Pensó en primer lugar que podría decirles esto. Creía que le comprenderían. Si había ido allí, si había elegido esta vocación era porque tenía este propósito en la mente. Pero también creía en algo más. Había creído también en la Iglesia, en todas sus ramificaciones y evocaciones. Creía, con un gozo apacible, que si en alguna parte existía un refugio, ese refugio no podía ser otro que la Iglesia; que, si alguna vez la verdad podía caminar, desnuda, sin vergüenza ni temor, sólo podia ser en el seminario. Cuando estuvo persuadido de que tenía verdadera vocación, le pareció que ya podía ver su futura existencia, su vida intacta, completa e inviolable en todos sus lados, como un jarrón clásico y sereno donde el espíritu podría renacer al abrigo de las espantosas tormentas de la vida, renacer en la paz, oyendo el lejano rumor del viento, y morir así, no dejando más que un puñado de ceniza podrida de la que los hombres podrían disponer. Tal era, para él, el sentido de la palabra seminario: unas paredes tranquilas y seguras entre las cuales la mente estorbada, embarazada por sus vestiduras, podría recobrar la serenidad necesaria para contemplar, sin temor ni horror, su propia desnudez.

«Pero hay, en el cielo y en la tierra, muchas 45 otras cosas además de la verdad.» Hightower parafrasea este pensamiento, tranquilamente, sin escepticismo ni humor, pero sin que tampoco se pudiera decir que el humor y el escepticismo estuvieran totalmente ausentes. Sentado a los resplandores agónicos del crepús50 culo, con la cabeza vendada de blanco, más grande, más fantasmal que nunca, Hightower piensa: «Muchas otras cosas, ciertamente», X pensando cómo la ingenuidad había sido concedida al hombre para permitirle, en 55 tiempos de crisis, que se diese a sí mismo unas formas y unos sonidos que le impidieran ver la verdad. Había, al menos, una cosa de la que nunca tendría que arrepentirse: nunca había cometido 60 la falta de decir a los superiores lo que había tenido intención de decirles. Ni siquiera había tenido necesidad de vivir un año en el seminario para comprender la falta que habría cometido. Y algo 65 m á s , a l g o b a s t a n t e p e o r : a l a p r e n d e r esto, en lugar de perder algo, lo había ganado, había evitado algo. Y esa ganancia había iluminado la imagen misma y la forma del amor. 70 She was the daughter of one of the Su mujer era la hija de uno de los 324

Faulkner’s Light ministers, the teachers, in the college. Like himself, she was an only child. He believed at once that she was beautiful, because he had heard of her before he ever saw her and when he did see her he did not see her at all because of the face which he had already created in his mind. He did not believe that she could have lived there all her life and not be beautiful. He did not see the face itself for three years. By that time there had already been for two years a hollow tree in which they left notes for one another. If he believed about that at all, he believed that the idea had sprung spontaneously between them, regardless of whichever one thought of it, said it, first. But in reality he had got the idea not from her or from himself, but from a book. But he did not see her face at all. Ha did not see a small oval narrowing too sharply to chin and passionate with discontent (she was a year or two or three older than he was, and he did not know it, was never to know it). He did not see that for three years her eyes had watched him with almost desperate calculation, like those of a harassed gambler. Then one night he saw her, looked at her. She spoke suddenly and savagely of marriage. It was without preamble or warning. It had never been mentioned between them. He had not even ever thought of it, thought the word. He had accepted it because most of the faculty were married. But to him it was not men and women in sanctified and living p h y s i c a l i n t i m a c y, b u t a d e a d s t a t e carried over into and existing still among the living like two shadows chained together with the shadow of a chain. He was used to that; he had grown up with a ghost. Then one evening she talked suddenly, savagely. When he found out at last what she meant by escape from her present life, he felt no surprise. He was too innocent. “Escape?” he said. “Escape from what?”

headlong: rashly recklessly, hastily, impetuously, impetuously acting rashly or with sudden energy, moving forcefully or rapidly; rushingly actingly violently in advance or attack; swiftly. de cabeza, de bruces, precipitadamente

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pastores, de uno de los profesores de su seminario. Igual que él, no tenía ni hermanos ni hermanas. Hightower creyó en seguida que era hermosa, pues oyó hablar de ella antes de haberla visto y, cuando la vio, no la vio realmente, porque se lo impidió el rostro que él le había puesto dentro de su mente. No podía creer que, habiendo vivido allí toda su vida, habría podido no ser bella. Durante tres años no vio su verdadero rostro. Para entonces, hacía ya dos años que utilizaban un árbol hueco para dejar las notas que uno y otro se escribían. Si él recordaba realmente este detalle, se figuraba que la idea les vino a ambos al mismo tiempo, sin preocuparse de saber quién lo había pensado, quién lo había dicho primero. En realidad, no era ni en ella ni en él donde estaba la idea, sino en un libro. Pero no veía su rostro. No veía el pequeño óvalo de mentón demasiado agudo, con una expresión de desencanto apasionado (ella tenía dos o tres años más que él y él no lo sabía, no iba a saberlo nunca). No vio nunca que, durante tres años, ella le miró con unos ojos llenos de una desesperación calculadora, como los de un jugador arruinado. Después, una tarde, la vio, la miró. Ella habló súbitamente de matrimonio, con brusquedad, sin preámbulos, sin advertencias. Nunca lo habían mencionado antes. Hightower ni siquiera lo había pensado. No había pensado nunca la palabra. La aceptó porque la mayoría de los profesores estaban casados. Pero, para él, el matrimonio no era el hecho de que unos hombres y unas mujeres viviesen en una intimidad física santificada, sino un estado muerto perpetuado entre los vivos, dos sombras encadenadas juntas por la sombra de una cadena. Estaba acostumbrado a ello. Había sido educado por un experto. Luego, una tarde, ella comenzó a hablar, bruscamente, violentamente. Cuando al fin comprendió lo que ella entendía por «la evasión de su vida presente», no sintió la menor sorpresa. Era demasiado inocente: —Evasión? —dijo—. ¿Evasión de qué?

“This!” she said. He saw her —¡De esto! —dijo ella. f a c e f o r t h e f i r s t t i m e a s a 55 Fue entonces cuando él vio por primera vez living face, as a mask before su rostro como un rostro vivo, como una másdesire and hatred: wrung, blind, cara del deseo y del odio, un rostro torturado, h e a d l o n g with passion. Not stupi d : ciego, ardiente de pasión. No estúpido: j u s t b l i n d , r e c k l e s s , d e s p e r a t e. ciego simplemente, audaz y desesperado. “All of it! All! All!” 60 —¡De esto! ¡De todo esto! ¡De todo! ¡De todo! He was not surprised. He believed Hightower no se sorprendió. En seguida at once that she was right, and that he creyó que la mujer tenía razón y que él hajust had not known better. He believed bía dado pruebas de ignorancia. Creyó en at once that his own belief about the 65 seguida que la opinión que siempre había seminary had been wrong all the while. tenido del seminario era falsa desde el prinNot seriously wrong, but false, cipio. No seriamente falsa, sino inexacta, incorrect. Perhaps he had already incorrecta. Quizás había comenzado a dubegun to doubt himself, without dar sin darse cuenta. Quizás fuera ésa la cauknowing it until now. Perhaps that was 70 sa de que no les dijese nunca que tenía que why he had not yet told them why he ir a Jefferson. Se lo había dicho a ella, un 325

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año antes, le había dicho por qué deseaba ir must go to Jefferson. He had told her, allí, por qué tenía que ir. Le había dicho que a year ago, why he wanted to, must, go tenía la intención de darle la razón. Y ella lo there, and that he intended to tell them miraba con aquellos ojos que él no había the reason, she watching him with those eyes which he had not yet seen. “You 5 visto nunca todavía. —Crees que me destinarán allí? —dijo— mean,” he said, “that they would not . ¿Que se las arreglarán para que vaya allí? send me? arrange for me to go? That ¿Que esa razón será suficiente? that would not be reason enough?” “Certainly it wouldn’t,” she said.

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—Claro que no —dijo ella.

—¿Pero por qué? Es la verdad. Tal vez “But why? That’s the truth. Foolish, sea estúpido, pero es la verdad. ¿Y para maybe. But true. And what is the church qué sirve la Iglesia sino para ayudar a los for, if not to help those who are foolish but who want truth? Why wouldn’t they 15 que, aunque sean estúpidos, buscan la verdad? let me go?” — ¡ O h ! Yo , e n e l l u g a r d e e l l o s , “Why, I wouldn’t let you go myself, tampoco te dejaría ir si sólo me dieif I were them and you gave me that as your reason.” 20 s e s e s a r a z ó n . —¡Ah! —dijo—. Ya comprendo. “Oh,” he said. “I see.” But he Pero no lo comprendía exactamente, aund i d n o t s e e , e x a c t l y, t h o u g h . h e que creyese que se había equivocado y que believed that he could have been w r o n g a n d t h a t s h e w a s r i g h t . A n d 25 era ella quien tenía razón. Por eso cuando, al año siguiente, ella le habló repentinamente so when a year later she talked to de matrimonio, de evasión, empleando esas him suddenly of marriage and mismas palabras, Hightower ni se sorprenescape in the same words, he was dió ni se sintió herido. Se conformó con pennot surprised, not hurt. He just t h o u g h t q u i e t l y, ‘ S o t h i s i s l o v e . I 30 sar, tranquilamente: «Entonces, el amor es eso. Ya entiendo. Otro punto en el que me see. I was wrong about it too,’ equivocaba», pensando, como ya había penthinking as he had thought before sado, como pensaría después, como todos los and would think again and as every hombres han pensado: qué falso puede ser other man has thought: how false the m o s t p r o f o u n d b o o k t u r n s o u t t o b e 35 el más profundo de todos los libros cuando se pretende aplicarlo a la vida. when applied to life. H e c h a n g e d c o m p l e t e l y. T h e y planned to be married. He knew now that he had seen all the while that desperate calculation in her eyes. ‘Perhaps they were right in putting love i n t o b o o k s , ’ h e t h o u g h t q u i e t l y. ‘Perhaps it could not live anywhere else.’ The desperation was still in them, but now t h a t t h e r e w e r e d e f i n i t e plans, a day set, it was quieter, mostly calculation. They talked now of his ordination, of how he could get Jefferson as his call. “ We ’ d b e t t e r g o t o w o r k r i g h t a w a y, ” s h e s a i d . H e t o l d h e r t h a t h e had been working for that since he was four years old; perhaps he was being humorous, whimsical. She brushed it aside with that passionate and leashed humorlessness, almost inattention, talking as though to herself of men, names, to see, to grovel to or threaten, outlining to him a campaign of abasement and plotting. He listened. Even the faint smile, whimsical, quizzical, p e r h a p s o f d e s p a i r, d i d n o t l e a v e h i s f a c e . H e s a i d , “ Ye s . Ye s . I s e e . I understand,” as she talked. It was as if he were saying Yes. I see. I see now. T h a t ’s h o w t h e y d o s u c h , g a i n s u c h . That’s the r ule. I see now.

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Hightower cambió por completo. Decidieron casarse. Él sabía ahora que siempre había visto en sus ojos aquella expresión calculadora, desesperada. «Quizás tienen tazón cuando introducen el amor en los libros —pensaba él serenamente—. Quizás no puede vivir en otra parte.» Seguían desesperados, pero, ahora, también había unos proyectos definidos, una fecha fijada. Era una desesperación tranquila, casi totalmente calculada. Ahora hablaba de su ordenación, del modo en que podría conseguir que le enviasen a Jefferson. «Sería mejor que nos pusiésemos a trabajar en seguida», dijo ella. Y él le dijo que estaba trabajando en eso desde que tenía cuatro años; quizás había en esa respuesta un grano de humor, de sarcasmo. Y ella desdeñó todo aquello con su seriedad reprimida, apasionada, que era casi una falta de atención, y habló, como si se hablase a sí misma, de hombres, de personas que había que ver, que había que amenazar, o ante las cuales había que rebajarse. Le esbozó todo un plan de campaña, lleno de humillación y de intrigas. Hightower la escuchaba. Y conservaba constantemente en su cara una sonrisa leve, traviesa, irónica, tal vez desesperada. Y, mientras ella hablaba, él decía: «Sí. Sí. Entiendo. Ya c o m p r e n d o . » C o m o s i hubiese dicho: Si, ya veo. Ahora veo. Esa es la regla. Ahora lo veo

Faulkner’s Light A t f i r s t , w h e n t h e d e m a g o g u e r y, the abasement, the small lying had its reverberation in other small lies and ultimate threats in the form of requests and suggestions among the hierarchate of the Church and he received the call to Jefferson, he forgot how he had got it for the time. He did not remember until after he was settled in Jefferson; certainly not w h i l e t h e t r a i n o f t h e j o u r n e y ’s l a s t stage fled toward the consummation of his life across a land similar to that where he had been born. But it looked different, though he knew that the difference lay not outside but inside the car window against which his face was almost pressed like that of a child, while his wife beside him had also now something of eagerness in her face, beside hunger and desperation. They had been married now not quite six months. They had married directly after his graduation. Not once since then had he seen the desperation naked in her face. But neither had he seen passion again. A n d a g a i n h e t h o u g h t q u i e t l y, w i t h o u t much surprise and perhaps without h u r t : I s e e . T h a t ’s t h e w a y i t i s . M a r r i a g e . Ye s . I s e e n o w . The train rushed on. Leaning to the window, watching the fleeing countryside, he talked in the bright, happy voice of a c h i l d : “ I could have come to Jefferson before, at a l m o s t a n y t i m e . B u t I didn’t. I could have come at any time. There is a difference, you k n o w, b e t w e e n c i v i l i a n a n d m i l i t a r y casualness. Military casualness? Ah, it was the casualness of desperation. A handful of men (he was not an officer: I think that was the only point on which father and old Cinthy were ever in accord: that grandfather wore no sword, galloped with no sword waving in front of the rest of them) performing with the grim levity of schoolboys a prank so foolhardy that the troops who had opposed them for four years did not believe’ that even they would have attempted it. Riding for a hundred miles through a country where every g r o v e a n d h a m l e t h a d i t s Ya n k e e bivouac, and into a garrisoned town—I know the very street that they rode into town upon and then out again. I have never seen it, but I know exactly how it will look. I know exactly how the house that we will someday own and live in upon the street will look. It won’t be at f i r s t , f o r a w h i l e . We w i l l h a v e t o live in the parsonage at first. But soon, as soon as we can, where we can look out the window and see the street, maybe even the hoofmarks or 327

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Al principio, después que su demagogia, su envilecimiento, sus mentiras leves se reflejaron en otras pequeñas mentiras, en amenazas finales en forma de solicitudes, de sugerencias a los grandes jerarcas de la Iglesia; después de haber obtenido al fin la plaza de Jefferson, Hightower olvidó, durante algún tiempo, cómo había llegado allí. No lo recordó hasta después de haberse instalado en Jefferson. No lo recordó, ciertamente, cuando, en su última etapa, el tren le conducía hacia la consumación de su vida a través de una campiña muy semejante a aquella en la que había nacido. Pero el paisaje le parecía diferente. Por lo demás, sabía que la diferencia no estaba en el interior, sino en el exterior del vagón, contra cuyo cristal apretaba su cara como un niño, mientras que, junto a él, su mujer también tenía algo intenso en el rostro, algo que participaba a un tiempo de la desesperación y de la avidez. No hacía aún seis meses que se habían casado. Se casaron en cuanto él salió del seminario. Desde entonces, Hightower no había visto nunca en el rostro de su mujer la desesperación desnuda. Pero tampoco había vuelto a ver en él ningún signo de pasión. Y de nuevo pensaba tranquilamente, sin demasiada sorpresa y quizás sin sentir dolor: Ya veo. El matrimonio es esto. Si Ahora lo veo. El tren avanzaba velozmente. Apoyado en el cristal, Hightower contemplaba la huida del paisaje y hablaba con la voz clara, feliz, de un niño: —Habría podido venir mucho antes a Jefferson, cuando hubiese querido. Pero no lo hice. Podría haber venido cuando hubiese querido. Pero hay una diferencia, ya lo sabes, entre el azar civil y el azar militar. ¿El azar militar? Ah, era el azar de la desesperación. Un puñado de hombres (mi abuelo no era oficial: creo que éste era el único punto en el que mi padre y la vieja Cinthy no se pusieron nunca de acuerdo: en que mi abuelo no llevaba espada, en que galopaba sin blandir la espada al frente de la tropa), un puñado de hombres realizando, con una macabra ligereza de colegiales, una travesura tan locamente audaz que los soldados que tenían enfrente desde hacía cuatro años no podían creer que se hubieran atrevido a hacerla. Galopar a lo largo de cien millas a través de un país donde cada bosquecillo, cada aldea, era un campamento yanqui, para penetrar en una ciudad ocupada por toda una guarnición... Conozco exactamente la calle por donde entraron y salieron. No la he visto nunca, pero sé exactamente el aspecto que tiene. Sé exactamente cómo será la casa que nosotros tendremos un día y donde viviremos. En aquella calle. Tendremos que esperar un poco. Tendremos que vivir primero en la casa rectoral. Pero pronto, en cuanto podamos, estaremos allí, mirando por la ventana, y podremos ver la calle, y quizás también la huella de los cascos, o su forma en el aire,

Faulkner’s Light t h e i r s h a p e s i n t h e a i r, b e c a u s e t h e same air will be there even if the d u s t , t h e m u d , i s g o n e — H u n g r y, gaunt , yelling, setting fire to the store depots of a whole carefully planned campaign and riding out again. No looting at all: n o s t o p p i n g f o r e v e n shoes, tobacco. I tell you, they were not men after spoils and glory; they were boys riding the sheer tremendous tidal wave of desperate living. Boys. Because t h i s . T h i s i s b e a u t i f u l . L i s t e n . Tr y to see it. Here is that fine shape of eternal youth and virginal desire which makes heroes. That makes the doings of heroes border so close upon the unbelievable that it is no wonder that their doings must emerge now and then like gunflashes in the smoke, and that their very physical passing becomes rumor with a thousand faces before breath is out of them, lest paradoxical truth outrage itself. Now this is what Cinthy t o l d m e . A n d I b e l i e v e . I k n o w. It’s too fine to doubt. It’s too fine, too simple, ever to have been invented by white thinking. A negro might have invented it. And if Cinthy did, I still believe. Because even fact cannot stand with it. I don’t know whether g r a n d f a t h e r ’s s q u a d r o n w e r e l o s t or not. I don’t think so. I think t h a t t h e y d i d i t d e l i b e r a t e l y, a s boys who had set fire to an e n e m y ’s b a r n , w i t h o u t t a k i n g s o much as a shingle or a door hasp, might pause in flight to steal a few apples from a neighbor, a friend. Mind you, they were h u n g r y. T h e y h a d b e e n h u n g r y f o r three years. Perhaps they were u s e d t o t h a t . A n y w a y, t h e y h a d just set fire to tons of food and clothing and tobacco and liquors, taking nothing though there had not been issued any order against looting, and they turn now, with all that for background, backdrop: the consternation, the conflagration; the sky itself must h a v e b e e n o n f i r e . Yo u c a n s e e i t , hear it: the shouts, the shots, the shouting of triumph and terror, the drumming hooves, the trees uprearing against that red glare as though fixed too in terror, the sharp gables of houses like the jagged [indented] edge of the exploding and ultimate earth. Now it is a close place: you can feel, hear in the darkness horses pulled short up, plunging; clashes of arms; whispers overloud, hard breathing, the voices still triumphant; behind them the rest of the troops galloping past toward the rallying bugles. That 328

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porque aunque el polvo y el barro hayan cambiado, el aire será siempre el mismo. Hambrientos, flacos, vociferantes, prendieron fuego a los almacenes de vituallas de toda una compañía minuciosamente planeada; y se alejaron en seguida al galope. No saquearon nada, no se detuvieron ni un momento para coger unos zapatos o tabaco. Créeme, no eran hombres que buscasen el botín o la gloria; eran muchachos que galopaban sobre la simple, la formidable ola de una existencia desesperada. Muchachos, casi niños, simplemente. Y eso es hermoso. Escucha. Trata de comprenderlo. En ello se plasma la bella forma de la juventud eterna, del deseo virginal que hace a los héroes. Y eso hace que los actos de los héroes estén tan próximos a lo increíble que no es extraño que esos actos surjan a veces como el fogonazo de los cañones en medio del humo, y que, en el instante en que acontecen, sin dar tiempo a respirar, se conviertan en un rumor de mil rostros, porque si no fuese así, la paradójica verdad estaría en contradicción consigo misma. Lo que me contó Cinthy fue esto. Y yo lo creo. Lo sé. Es demasiado hermoso, demasiado sencillo, para haber sido inventado por el cerebro de un blanco. Un negro sí que podría inventarlo. Y si Cinthy lo inventó, yo seguiría creyéndolo. Porque no hay otro hecho que resista la comparación. No sé si el escuadrón de mi abuelo se había extraviado o no. Yo no lo creo. Creo que lo hicieron deliberadamente, como niños que, tras prender fuego a la granja de un enemigo sin robar ni una tabla ni la tranca de una puert a , p o d r í a n i n t e r r u mp i r s u h u i d a p a ra hurtar algunas manzanas en casa del vecino, en casa de un amigo. Ten en cuent a q u e t e n í a n h a m b r e . Te n í a n h a m b r e desde hacía tres años. Tal vez se habían acostumbrado a ella. Sea como fuere, acababan de prender fuego a toneladas de víveres, de ropas, de tabaco y de alcohol, y no cogieron nada, aunque nadie les hubiera estorbado en el pillaje, y salieron de nuevo dejándolo todo atrás, como telón de fondo: la consternación, la conflagración. Hasta el cielo debía de estar ardiendo. Puedes imaginar aquello, puedes oírlo: los clamores, los disparos, los gritos de triunfo y de terror, el redoble de los cascos, los árboles recortándose sobre el resplandor rojo, como inmovilizados también por el pánico; los tejados puntiagudos de las casas, que parecían la arista dentada de la tierra en su última explosión. Imagínate ahora un lugar cercado: puedes sentir, oír, en la oscuridad, los caballos que se detienen bruscamente, con las cabezas bajas; el tintineo de las armas; los murmullos demasiado ruidosos; las respiraciones jadeantes, las voces que siguen siendo de triunfo, y, detrás de ellos, el resto de la tropa galopando hacia donde los clarines les llaman. Para

Faulkner’s Light you must hear, feel: then you see. Yo u s e e b e f o r e t h e c r a s h , i n t h e abrupt red glare the horses with wide eyes and nostrils in tossing heads, sweatstained; the gleam of metal, the white gaunt faces of living scarecrows who have not eaten all they wanted at one time since they could remember; perhaps some of them had already dismounted, perhaps one or two had already entered the henhouse. All this you see before the crash of the shotgun comes: then blackness again. It was just the one shot. ‘And of course he would be right in de way of hit,’ Cinthy said. ‘Stealin’ chickens. A man growed, wid a married son, gone to a war whar his business was killin’ Ya n k e e s , killed in somebody else’s henhouse wid a han’ful of feathers: Stealing chickens.” His voice was high, childlike, exalted. Already his wife was clutching his arm: S h h h h h h h ! S h h h h h h h h h ! P e o p l e a re looking at you! But he did not seem to hear her at all. His thin, sick face, his eyes, seemed to exude a kind of g l o w. “ T h a t w a s i t . T h e y d i d n ’ t k n o w who fired the shot. They never did k n o w. T h e y d i d n ’t t r y t o f i n d o u t . I t may have been a woman, likely enough the wife of a Confederate s o l d i e r. I l i k e t o t h i n k s o . I t ’s f i n e s o . Any soldier can be killed by the enemy in the heat of battle, by a weapon approved by the arbiters and rulemakers of warfare. Or by a woman in a bedroom. But not with a shotgun, a fowling piece, in a henhouse. And so is it any wonder that this world is peopled principally by the dead? S u r e l y, w h e n G o d l o o k s a b o u t a t t h e i r successors, He cannot be loath to share His own with us.”

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comprenderlo tienes que oír, sentir, ver, antes de los disparos y el rojo resplandor del incendio, los caballos estriados de sudor moviendo las cabezas con los ojos desorbitados y los ollares temblorosos. Tienes que ver los relámpagos de metal, los rostros pálidos, descarnados, de espantajos vivientes que ya no recuerdan cuándo fue la última vez que comieron a placer. Quizás algunos de ellos han desmontado ya. Quizás uno o dos han entrado en el gallinero. Todo esto debes verlo antes de que suene el disparo. Después todo se vuelve negro. Un tiro de escopeta. Uno solo. Y naturalmente, decía Cinthy, él tenía que encontrarse allí, tenían que darle a él, precisamente. A punto de robar unas gallinas. Un hombre de su edad, con un hijo casado, haciendo la guerra para matar yanquis y muerto en un gallinero ajeno con la mano llena de plumas. ¡Robando gallinas!» Hightower hablaba con una voz aguda, exaltada, con una voz de niño. Su mujer comenzó a tirarle del brazo. —¡Shhhhh! ¡Shhhhhhh! ¡La gente nos mira! Pero él no pareció entenderla. Una especie de resplandor parecía irradiar de su fino rostro enfermo, de sus ojos. —Así fue. Nunca se supo quién disparó la escopeta. Nunca lo supieron. Ni intentaron saberlo. Tal vez fue una mujer. Probablemente la mujer de algún soldado confederado. Prefiero creerlo así. Así es más hermoso. A cualquier soldado le puede matar un enemigo en el ardor de una batalla, con un arma aprobada por los árbitros y los autores de los códigos de guerra. O por una mujer, en una alcoba. ¡Pero con una carabina, con una escopeta de caza, en un gallinero! ¿Cómo puede asombrarnos que este mundo esté habitado principalmente por los muertos? Seguramente, cuando Dios contempla a sus sucesores, no puede lamentar el hacernos partícipes de sus bienes.

“Hush! Shhhhhhhhh! They are —¡Shhhhhh! ¡Shhhhhhhh! ¡La gente nos looking at us!” 50 está mirando! Then the train was slowing into the town; the dingy purlieus slid v a n i s h i n g p a s t t h e w i n d o w. H e still looked out—a thin, vaguely untidy man with still upon him something yet of the undimmed glow of his calling, his vocation— quietly surrounding and enclosing and guarding his urgent heart, thinking quietly how surely heaven must have something of the color and shape of whatever village or hill or cottage of which the believer says, This is my own. The train stopped: the slow aisle, still interrupted with, outlooking, then the descent among faces grave, decorous, and judicial: the voices, the murmurs, the broken phrases kindly yet still reserved of 329

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Después, el tren aminoró la marcha antes de llegar a la ciudad. Los míseros suburbios desfilaron por las ventanillas y desaparecieron. Hightower, enjuto, un poco descuidado, seguía mirando por el cristal, todavía con un poco del resplandor ardiente de su primer destino, de su vocación. Apaciblemente, envolvía, encerraba, protegía su corazón ansioso, pensando con calma que, sin duda alguna, el cielo tenía que tener algo del color y de la forma del pueblo, de la colina, de la casa, de esas cosas de las que el creyente puede decir: esto es mío. El tren se detuvo. Entonces vino la marcha lenta a lo largo del pasillo, interrumpida a veces para mirar por las ventanillas. Luego, el descenso al andén, entre caras serias, formales, dignísimas; y las voces, los murmullos, las frases entrecortadas, amables, pero siempre a la

Faulkner’s Light judgment, not yet giving and (let us say it) prejudicial. ‘I admitted that’ he thinks. ‘I believe that I accepted it. But perhaps that was all I did do, God forgive me.’ T h e earth has almost faded from s i g h t . I t i s a l m o s t n i g h t n o w. H i s bandagedistorted head has no depth, no solidity; immobile, it seems to hang suspended above the twin pale blobs which are his hands lying upon t h e l e d g e o f t h e o p e n w i n d o w. H e leans forward. Already he can feel the two instants about to touch: the one which is the sum of his life, which renews itself between each dark and dusk, and the suspended instant out of which the soon will presently begin. When he was younger, when his net was still too fine for waiting, at this moment he would sometimes trick himself and believe that he heard them before he knew that it was time.

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defensiva, frases que se niegan a dar y que (hay que decirlo) tratan de hacer daño. «He admitido eso —piensa Hightower—. Creo que lo he aceptado. Tal vez es lo único que he hecho. Dios me perdone.» La tierra ya es casi invisible. Falta muy poco para que sea de noche. Su cabeza, deformada por el vendaje, no tiene ni volumen ni consistencia. Está inmóvil, parece suspendida sobre los pálidos bulbos gemelos que son sus manos, apoyadas en el borde de la ventana abierta. Hightower se inclina. Ahora puede sentir que los instantes van a entrar en contacto: el que resume toda su vida, el que se renueva cada día entre el crepúsculo y la oscura noche, y el minuto en suspenso de donde saldrá ahora el p r o n t o . C u a n d o era más joven, cuando su red era todavía demasiado fina para que pudiese esperar ese momento, a veces sucedía que se engañaba a sí mismo y que creía oírlos antes de saber que había llegado el momento.

25 ‘Perhaps that is all I ever did, have ever done,’ he thinks, thinking of the faces: the faces of old men naturally dubious of his youth and jealous of the church which they were putting into his hands almost as a father surrenders a bride: the faces of old men lined by that sheer accumulation of frustration and doubt which is so often the other side of the picture of hale and respected f u l l y e a r s — t h e s i d e , b y t h e w a y, which the subject and proprietor of the picture has to look at, cannot escape looking at. ‘They did their part; they played by the rules,’ he thinks. ‘I was the one who failed, who infringed. Perhaps that is the g r e a t e s t s o c i a l s i n o f a l l ; a y, p e r h a p s m o r a l s i n . T h i n k i n g g o e s q u i e t l y, t r a n q u i l l y, f l o w i n g o n , f a l l i n g i n t o shapes quiet, not assertive, not reproachful, not particularly regretful. He sees himself a shadowy figure among shadows, paradoxical, with a kind of false optimism and egoism believing that he would find in that part of the Church which most blunders, dreamrecovering, among the blind passions and the lifted hands and voices of men, that which h e h a d f a i l e d t o f i n d i n t h e C h u r c h ’s cloistered apotheosis upon earth. It seems to him that he has seen it all the while: that that which is destroying the Church is not the outward groping of those within it nor the inward groping of those without, but the professionals who control it and who have removed the bells from its steeples. He seems to see them, endless, without order, e m p t y, s y m b o l i c a l , b l e a k , s k y p o i n t e d not with ecstasy or passion but in adjuration, threat, and doom. He seems to see the churches of the 330

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«Tal vez es lo único que he hecho, nunca he podido hacer otra cosa», piensa Hightower recordando los rostros: rostros de viejos naturalmente dubitativos, que veían su juventud, celosos de la iglesia que ponían en sus manos, algo así como un padre que entrega a una novia; rostros de viejos impregnados de aquella acumulación pura y simple de frustración y de duda que es, con tanta frecuencia, el reverso del cuadro que ofrecen los años robustos y respetados de la madurez (reverso, por otra parte, que el tema y propietario del cuadro está obligado a mirar sin que pueda evitarlo). «Han representado su papel —piensa—. Han observado las reglas. Soy yo quien las ha infringido, el que ha fracasado. Quizá sea ése el mayor pecado contra la sociedad, el más grave pecado, tal vez, contra la moral.» Sus pensamientos fluyen, tranquilos, apacibles. Se deslizan, adquieren forma, mansamente, sin ningún matiz de reivindicación, ni de reproche, ni de pesar siquiera. Se ve a sí mismo como una sombra entre sombras, paradójico, lleno de una especie de optimismo y de egoísmo falsos, creyendo encontrar en aquella parte de la Iglesia que más errores comete (ya despierto de su sueño, rodeado de las pasiones ciegas de los hombres, de sus voces, de sus manos tendidas) lo que no había podido encontrar en el claustro, apoteosis de la Iglesia en este mundo. Le parece que siempre ha visto eso: que lo que destruye a la Iglesia no es el esfuerzo de los que tratan a tientas de entrar en ella o de salir de ella, sino los profesionales que la controlan y que han quitado las campanas de los campanarios. Le parece ver los campanarios, innumerables, desordenados, vacíos, simbólicos, helados, apuntando hacia el cielo, no en señal de éxtasis ni de pasión, sino de abjuración, de amenaza, de maldición. Le parece ver todas las iglesias del mundo

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como una muralla, como una de esas baworld like a rampart, like one of rricadas de la Edad Media, erizadas de esthose barricades of the middleages tacas, muertas y puntiagudas; como una planted with dead and sharpened muralla alzada contra la verdad y contra stakes, against truth and against that p e a c e i n w h i c h t o s i n a n d b e f o r g i v e n 5 esa paz, tan abierta al pecado como al perdón, que es la vida del hombre. which is the life of man. ‘And I accepted that,’ he thinks. ‘I acquiesced. Nay, I did worse: I served it. I served it by using it to forward my own desire. I came here where faces full of bafflement and hunger and eagerness waited for me, waiting to believe; I did not see them. Where hands were raised for what they believed that I would bring them; I did not see them. I brought with me one trust, perhaps the first trust of man, which I had accepted of my own will before God; I considered that promise and trust of so little worth that I did not know that I had even accepted it. And if that was all I did for her, what could I have expected? what could I have expected save disgrace and despair and the face of God turned away in very shame? Perhaps in the moment when I revealed to her not only the depth of my hunger but the fact that never and never would she have any part in the assuaging of it; perhaps at that moment I became her seducer and her murderer, author and instrument of her shame and death. After all, there must be some things for which God cannot be accused by man and held responsible. There must be.’ Thinking b e g i n s t o s l o w n o w. I t s l o w s l i k e a wheel beginning to run in sand, the axle, the vehicle, the power which propels it not yet aware. He seems to watch himself among faces, always among, enclosed and s u r r o u n d e d b y, f a c e s , a s t h o u g h h e watched himself in his own pulpit, from the rear of the church, or as though he were a fish in a bowl. And more than that: the faces seem to be mirrors in which he watches himself. He knows them all; he can read his doings in them. He seems to see reflected in them a figure antic as a showman, a little wild: a charlatan preaching worse than heresy, in utter disregard of that whose very stage he preempted, offering instead of the crucified shape of pity and love, a swaggering and unchastened bravo killed with a shotgun in a peaceful henhouse, in a temporary hiatus of his own avocation of killing. The wheel of thinking slows; the axle knows it now but the vehicle itself is still unaware.

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«Y yo he aceptado eso —piensa—, he asentido a eso. No. He hecho algo peor: me he servido de ello. Me he servido de ello empleándolo para satisfacer mi propio deseo. He venido aquí donde unos rostros desconcertados, ansiosos, ávidos, me esperaban, esperaban la fe. Y no los vi. Donde unas manos se tendían hacia lo que ellas creían que les traía yo. Y no las vi. Yo traía conmigo una sola fe, tal vez la primera fe del hombre. Lo había aceptado de buen grado y ante Dios. A esta fe, a esta promesa, le concedía tan poco valor, que no sabía siquiera que lo había aceptado. Y, si eso fue todo lo que hice por mi mujer, ¿qué podía esperar yo? ¿Qué habría podido esperar, si no la desgracia, la desesperación y el rostro de Dios desviando de mí los ojos, cubierto de vergüenza? Quizás en el momento en que le revelé, no solamente la intensidad de mi ansia, sino también el hecho de que ella nunca, nunca, podría ayudarme a calmarla, quizá en aquel momento me convertí en su seductor, en su asesino, en autor e instrumento de su deshonra y de su muerte. Después de todo, tiene que haber muchas cosas de las que Dios no puede ser considerado responsable y de las que el hombre no podría acusarle. Tiene que haberlas.» Ahora, sus pensamientos van más lentos; lentos como una rueda que comienza a rodar por la arena sin que el eje, el vehículo, el agente motor se den cuenta de ello todavía. Y le parece que se contempla a si mismo entre unas caras, siempre encerrado, cercado en medio de esas caras, como si se contemplase a sí mismo en su púlpito desde el fondo de la iglesia o como un pez en un bocal. Y más que eso: los rostros le parecen espejos en los que se ve a sí mismo. Los conoce todos. Puede leer en ellos sus propios actos. Le parece ver reflejada en ellos una silueta de comediante, una silueta gesticulante y un tanto absurda: un charlatán que predica algo peor que una herejía, sin la menor consideración para aquellos a quienes ha usurpado el escenario, ofreciendo, en lugar del símbolo crucificado de misericordia y de amor, un bravucón desatado y jactancioso, muerto de un tiro de carabina en un pacífico gallinero, durante una pausa temporal de su propio oficio de matar. La rueda de los pensamientos va más lenta; el eje lo sabe ya, pero el vehículo no se ha dado cuenta todavía.

65 He sees the faces which surround Ve cómo los rostros que le rodean rehim mirror astonishment, puzzlement, flejan el asombro, la perplejidad, y desthen outrage, then fear, as if they pués la indignación, y después el mielooked beyond his wild antics and saw do, como si viesen tras él, más allá de b e h i n d h i m a n d l o o k i n g d o w n u p o n 70 sus extravagantes jugueteos, el supremo him, in his turn unaware, the final and y final Rostro, mirándole desde lo Alto 331

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sin que él lo advierta, frío y terrible en supreme Face Itself, cold, terrible su indiferencia omnisciente. Y él sabe because of Its omniscient detachment. que ven más que eso: sabe que ven esa He knows that they see more than that: fe de la que él se ha mostrado indigno y that they see the trust of which he p r o v e d h i m s e l f u n w o r t h y, b e i n g u s e d 5 que ahora es empleada para su castigo. Y le parece que habla con el Rostro: now for his chastisement; it seems to «Tal vez he aceptado más de lo que pohim now that he talks to the Face: día hacer. Pero, ¿es eso un crimen? ¿He “Perhaps I accepted more than I could de ser castigado por eso? ¿He de ser perform. But is that criminal? Shall I be punished for that? Shall I be held 10 responsable de lo que estaba más allá de mis fuerzas?» Y el Rostro: «No la toresponsible for that which was beyond maste por esposa para realizar eso. La my power?” And the Face: “It was not tomaste como un medio de satisfacer tu to accomplish that that you accepted propio egoísmo. Como un instrumento h e r. Yo u t o o k h e r a s a m e a n s t o w a r d your own selfishness. As an instrument 15 para que te destinaran a Jefferson. No para cumplir mis fines, sino para cumto be called to Jefferson; not for My plir los tuyos.» ends, but for your own.”

forbearance 1 a delay in enforcing rights or claims or privileges; refraining from acting; «his forbearance to reply was alarming» 2 patience, longanimity good-natured tolerance of delay or incompetence abstención, templanza, tolerancia, indulgencia, paciencia, perseverancia

¿Es verdad eso? —piensa—. ¿Es que ‘Is that true?’ he thinks. ‘Could t h a t h a v e b e e n t r u e ? ’ H e s e e s h i m s e l f 20 eso ha podido ser verdad?» y se ve a sí mismo en el momento en que el deshonor lleagain as when the shame came. He gó. Recuerda aquella cosa que había preremembers that which he had sensed sentido antes de que sucediese y que había before it was born, hiding it from his expulsado de su pensamiento. Se veía a sí own thinking. He sees himself offer a s a s o p f o r t i t u d e a n d f o r b e a r a n c e 25 mismo ofreciéndose como prenda de paz, de valor, de resignación y de dignidad, haa n d d i g n i t y, m a k i n g i t a p p e a r t h a t h e ciendo creer que renunciaba a su sacerdocio r e s i g n e d h i s p u l p i t f o r a m a r t y r ’s como un mártir, cuando, en aquel mismo reasons, when at the very instant there instante, sentía en su interior un estremeciwas within him a leaping and t r i u m p h a n t s u r g e o f d e n i a l b e h i n d a 30 miento, un impulso triunfante de denegación bajo un rostro que le había traicionado face which had betrayed him, detrás del salterio con que creía ocultarlo believing itself safe behind the lifted del fotógrafo que apretaba el obturador en hymnbook, when the photographer aquel momento. pressed his bulb. 35 Y le parece verse a sí mismo atento, He seems to watch himself, alert, paciente, hábil, jugando bien las cartas, patient, skillful, playing his cards well, haciendo ver que se le forzaba a realimaking it appear that he was being zar, sin quejarse, lo que aún no reconodriven, uncomplaining, into that which he did not even then admit had been his 40 cía como su único deseo desde el día en que entró en el seminario. Y siguió ofredesire since before he entered the ciendo sus prendas de paz como si arroseminary. And still casting his sops as jara fruta podrida a una manada de certhough he were flinging rotten fruit dos: la escasa renta de su padre que sibefore a drove of hogs: the meagre i n c o m e f r o m h i s f a t h e r w h i c h h e 45 guió compartiendo con la institución de Memphis, la resignación con que dejaba continued to divide with the Memphis que le persiguieran, que le sacaran de noinstitution; allowing himself to be che de su cama, que lo arrastraran por el persecuted, to be dragged from his bed bosque y le dieran de bastonazos, soporat night and carried into the woods and b e a t e n w i t h s t i c k s , h e a l l t h e w h i l e 50 tando todo esto ante los ojos y los oídos de la ciudad, sin vergüenza, con el narbearing in the town’s sight and hearing, cisismo paciente y voluptuoso de los without shame, with that patient and mártires, con su aire y su continencia, voluptuous ego of the martyr, the air, con el Hasta cuándo, oh Señor, hasta el the behavior, the How long, O Lord u n t i l , i n s i d e h i s h o u s e a g a i n a n d t h e 55 momento en que una vez en casa, y después de cerrar la puerta, se quitaba su door locked, he lifted the mask with máscara con una exaltación triunfante: voluptuous and triumphant glee: Ah. ¡Ah! Ya está hecho. Ahora ya ha pasaT h a t ’s d o n e n o w. T h a t ’s p a s t n o w. do. Ya está comprado y pagado. That’s bought and paid for now . 60 «Pero entonces era joven —piensa—. ‘But I was young then,’ he thinks. También yo tenía que hacer, no lo que po‘I too had to do, not what I could, but día, sino lo que sabía.» Sus pensamientos, w h a t I k n e w. ’ T h i n k i n g i s r u n n i n g t o o ahora, ruedan demasiado pesadamente; deheavily now; he should know it, sense i t . S t i l l t h e v e h i c l e i s u n a w a r e o f w h a t 65 bería saberlo, sentirlo. Sin embargo, ignoit is approaching. ‘And after all, I have ra lo que se aproxima. «Al fin y al cabo he paid. I have bought my ghost, even pagado. He comprado mi espectro, aunque though I did pay for it with my life. haya tenido que pagarlo con mi vida. ¿Y And who can forbid me doing that? It quién podía impedírmelo? Todo hombre i s a n y m a n ’ s p r i v i l e g e t o d e s t r o y 70 tiene el privilegio de destruirse a sí mishimself, so long as he does not injure mo siempre que no haga daño a nadie, 332

Faulkner’s Light anyone else, so long as he lives to and o f h i m s e l f — ” H e s t o p s s u d d e n l y. Motionless, unbreathing, there comes upon him a consternation which is a b o u t t o b e a c t u a l h o r r o r. H e i s a w a r e of the sand now; with the realization of it he feels within himself a gathering as though for some tremendous effort. Progress now is still progress, yet it is now indistinguishable from the recent past like the already traversed inches of sand which cling to the turning wheel, raining back with a dry hiss that before this should have warned him: ‘... revealed to my wife my hunger, my ego ... instrument of her despair and shame ... and without his having thought it at all, a sentence seems to stand fullsprung across his skull, behind his e y e s : I d o n ’t w a n t t o t h i n k t h i s . I m u s t n o t t h i n k t h i s . I d a re n o t t h i n k t h i s As h e s i t s i n t h e w i n d o w, l e a n i n g f o r w a r d above his motionless hands, sweat begins to pour from him, springing out like blood, and pouring. Out of the instant the sand clutched wheel of thinking turns on with the slow implacability of a mediaeval torture instrument, beneath the wrenched and broken sockets of his spirit, his life: ‘Then, if this is so, if I am the instrument of her despair and death, then I am in turn instrument of someone outside myself. And I know that for fifty years I have not even been clay: I have been a single instant of darkness in which a horse galloped and a gun crashed. And if I am my dead grandfather on the instant of his death, t h e n m y w i f e , h i s g r a n d s o n ’s w i f e . . . the debaucher and murderer of my g r a n d s o n ’s w i f e , s i n c e I c o u l d n e i t h e r let my grandson live or die …”

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siempre que viva para sí mismo y de sí mismo...» Y se detiene bruscamente. Inmóvil, conteniendo la respiración, es presa de una consternación muy cercana al horror. Ahora tiene conciencia de la arena y esta comprobación le da la sensación de que algo se acumula dentro de él como si se preparase para un formidable esfuerzo. Ahora, la progresión sigue siendo progresión. Y, sin embargo, no es posible separarla del pasado reciente. Es como si las pulgadas de arena que ya ha atravesado se pegasen a la rueda en rotación, y como si después volviesen a caer, con un rumor leve y seco que tendría que haber advertido antes. «...Revelé a mi mujer mi ansiedad, mi verdadera naturaleza... instrumento de su desesperación y su deshonra...» Y sin que haya pensado en ello, parece surgir bajo su cráneo, detrás de sus ojos, esta frase: No quiero pensar en eso. No debo pensar en eso. No me atrevo a pensar en eso Sentado ante la ventana, apoyado en sus manos inmóviles, siente que el sudor mana de él, brota de él como si fuese sangre y chorrea. En ese instante, lenta, implacable, como un instrumento de tortura medieval, la rueda enarenada de sus pensamientos gira bajo las junturas desprendidas y retorcidas de su mente, de su vida: «Entonces, si eso es así, si soy el instrumento de su desesperación y de su muerte, soy también el instrumento de alguien que está fuera de mí mismo. Y sé que, durante cincuenta años, ni siquiera he sido arcilla, no he sido más que un instante de tinieblas en el cual galopó un caballo y disparó una escopeta. Y si yo soy mi abuelo muerto en el instante mismo de su muerte, entonces mi mujer, la mujer de su nieto... el seductor y el asesino de la mujer de mi nieto, puesto que no podía dejar que viviera ese nieto, ni dejar que muriese ese nieto...»

45 The wheel, released, seems to rush on with a long sighing sound. He sits motionless in its aftermath, in his cooling sweat, while the sweat pours and pours. The wheel whirls on. It is going fast and smooth now, because it is freed now of burden, of vehicle, axle, all. In the lambent suspension of August into which night is about to fully come, it seems to engender and surround itself with a faint glow like a halo. The halo is full of faces. The faces are not shaped with suffering, not shaped with anything: not horror, pain, not even reproach. They are peaceful, as though they have escaped into an apotheosis; his own is among them. In fact, they all look a little alike, composite of all the faces which he has ever seen. But he can distinguish them o n e f r o m a n o t h e r : h i s w i f e ’s ; townspeople, members of that congregation which denied him, which had met him at the station that day with eagerness and hunger; Byron Bunch’s; the woman with the child; and that of 333

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La rueda, ya liberada, parece acelerar s u m o v i m i e n t o c o n u n l a rg o s o n i d o suspirante. Hightower está sentado, inmóvil en un nuevo remozamiento, refrescado por el sudor, por el sudor que mana, mana. Y la rueda gira. Ahora va veloz y suavemente, porque se ha liberado de todo su peso, vehículo, eje, todo. En la luz de agosto rezagada que la noche está a punto de invadir, la rueda parece engendrar un resplandor pálido, envolverse en él como en un halo. El halo está lleno de rostros. Los rostros no están moldeados por el sufrimiento. No están moldeados por nada: ni por el horror, ni por el dolor. Ni siquiera por el reproche. Son apacibles, como si acabasen de escaparse de una apoteosis. Entre ellos está su propio rostro. En realidad, todos se parecen un poco, están formados con todos los rostros que Hightower ha conocido. Pero puede distinguir a unos y a otros: el rostro de su mujer, los de las gentes de la ciudad, los de los miembros de su parroquia que han renegado de el, los de los que le esperaban en la estación el día de su llegada, ávidos y ansiosos; el

Faulkner’s Light the man called Christmas. This face alone is not clear. It is confused more t h a n a n y o t h e r, a s t h o u g h i n t h e n o w peaceful throes of a more recent, a more inextricable, compositeness. Then he can see that it is two faces which seem to strive (but not of themselves striving or desiring it: he knows that, but because of the motion and desire of the wheel itself) in turn to free t h e m s e l v e s o n e f r o m t h e o t h e r, t h e n fade and blend again. But he has seen now, the other face, the one that is not Christmas. ‘Why, it’s …’ he thinks. ‘I have seen it, recently ... W h y, it’s that . . . b o y. Wi t h t h a t b l a c k p i s t o l , automatic they call them. The one who … into the kitchen where … killed, who fired the ...’ Then it seems to him that some ultimate dammed flood within him breaks and rushes away. He seems to watch it, feeling himself losing contact with earth, lighter and lighter, emptying, floating. ‘I am dying,’ he thinks. ‘I should pray. I should try to pray.’ But he does not. He does not try. ‘With all air, all heaven, filled with the lost and unheeded crying of all the living who ever lived, wailing still like lost children among the cold and terrible stars. … I wanted so little. I asked so little. It would seem ...’ The w h e e l t u r n s o n . I t s p i n s n o w, f a d i n g , without progress, as though turned by that final flood which had rushed out of him, leaving his body empty and lighter than a forgotten leaf and even more trivial than flotsam lying spent and still upon the window ledge which has no solidity beneath hands that have no weight; so that it can be now Now. It is as though they had merely waited until he could find something to pant with, to be rearmed in triumph and desire with, with this last left of honor and pride and life. He hears above his heart the thunder increase, myriad and drumming. Like a long sighing of wind in trees it begins, then they sweep into sight, borne now upon a cloud of phantom dust. They rush past, forwardleaning in the saddles, with brandished arms, beneath whipping ribbons from slanted and eager lances; with tumult and soundless yelling they sweep pas t l i k e a t i d e w h o s e c r e s t i s jagged [indented] with the wild heads of horses and the brandished arms of men like the crater of the world in explosion. They rush past, are gone; the dust swirls skyward sucking, fades away into the night which has fully c o m e . Ye t , l e a n i n g f o r w a r d i n t h e w i n d o w, h i s b a n d a g e d h e a d h u g e a n d without depth upon the twin blobs of his hands upon the ledge, it seems to him that he still hears them: the wild bugles and the clashing sabres and the dying thunder of hooves.

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de Byron Bunch; el de la mujer con su niño; y el de aquel hombre que se llamaba Christmas. Sólo este rostro no está claro. Es más confuso que los otros, como en el trabajo, más sosegado ahora, de una composición más reciente y más inextricable. Hightower descubre entonces que son dos rostros que parecen luchar (no porque luchen o deseen luchar por sí mismos, él lo sabe, sino a causa del movimiento, del deso de la rueda) para liberarse uno de otro, para esfumarse y conformarse de nuevo. Pero acaba de ver otro rostro, el que no es Christmas. «¡Cómo —piensa— ... pero... pero, si yo lo he visto recientemente... Pero si es ese ...ese muchacho. Ese muchacho del revólver negro, automático o como se diga. Ese que... en la cocina donde... muerto. El que tiró...» Después, le parece que se escapa de él, que mana de él una última ola hasta entonces represada. Parece observarla. Siente que pierde su contacto con la tierra, que se vuelve más leve, más ingrávido, que se vacía, que flota. «Me muero —piensa—. Debería rezar. Debería intentar rezar.» Pero no lo hace. No lo intenta: «Entonces, que en el aire y en los cielos resuene el llanto perdido y desdeñado de los que han vivido y siguen gimiendo como niños perdidos entre las estrellas frías y terribles... Yo pedía tan poco...Deseaba tan poco... Se diría que...» La rueda gira. Gira de nuevo, extinguiéndose ahora, borrándose sin avanzar, como empujada por aquel último torrente que ha salido de él, dejando su cuerpo vacío, más liviano que una hoja olvidada, más inútil que un residuo de polvo, caído, extenuado, tranquilo sobre el marco de la ventana, inconsistente bajo unas manos sin peso. Y eso puede llegar ahora, ahora. Ahora. Parece como si sólo hubiesen esperado el instante en que algo le hiciera alentar de nuevo, le hiciera hallar de nuevo algo que reafirman su triunfo y su deseo, con los últimos restos de honor, de orgullo y de vida. Sobre su corazón oye que el trueno aumenta, innumerable, resonante. Comienza como un largo suspiro de viento entre los árboles y luego pasan ellos, conducidos ahora por una nube de polvo fantasmal. Blandiendo sus armas, azotados por las cintas que flotan en sus lanzas inclinadas y ardientes. Pasan en torbellino, encorvados hacia delante sobre sus monturas. En medio del tumulto y de los alaridos mudos, pasan como una ola cuya cresta, igual que el cráter del mundo en explosión, parece dentada por las cabezas salvajes de los caballos y por las armas que blanden los hombres. Giran en torbellino y desaparecen. El polvo se eleva, aspirado hacia el cielo, se borra en la noche que ahora ya es total. Y sin embargo, inclinado sobre la ventana, con su vendada cabeza enorme y sin volumen encima de los bulbos gemelos de sus manos apoyadas, Hightower tiene la impresión de oírlos todavía: los clarines salvajes, el choque de los sables y el trueno agonizante de los cascos de los caballos.

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5 Chapter 21

21.

THERE lives in the eastern part of the state a furniture repairer and dealer who recently made a trip into Tennessee to get some old pieces of furniture which he had bought by correspondence. He made the journey in his truck, carrying with him, since the truck (it had a housedin body with a door at the rear) was new and he did not intend to drive it faster than fifteen m i l e s a n h o u r, c a m p i n g e q u i p m e n t t o save hotels. On his return home he told his wife of an experience which he had had on the road, which interested him at the time and which he considered amusing enough to repeat. Perhaps the reason why he found it interesting and that he felt that he could make it interesting in the retelling is that he and his wife are not old either, besides his having been away from home (due to the very moderate speed which he felt it wise to restrict himself to) for more than a week. The story has to do with two people, passengers whom he picked up; he names the town, in Mississippi, before he entered Tennessee:

En la zona este del estado vive un mueblista que recientemente había hecho un viaje a Tennessee para hacerse cargo de algunos viejos muebles que había comprado por correspondencia. Hizo el viaje en su camión. era un camión nuevo, cerrado, con una puerta detrás; y, como el mueblista no pensaba hacer más de quince millas por hora, se había llevado consigo, para ahorrarse los gastos de hotel, un material completo de campamento. Al volver a casa, le contó a su mujer una aventura que había tenido en la carretera, aventura que debía de haberle interesado mucho, puesto que la consideraba lo suficientemente divertida para ser relatada. Si la encontraba interesante y si pensaba divertir a los demás al contársela era porque, tanto su mujer como él, todavía eran jóvenes, sin contar con que había estado más de ocho días ausente a consecuencia de la moderada marcha que había considerado prudente adoptar. La historia se refería a dos personas que encontró en la carretera y a los que llevó como pasajeros. El mueblista nombró la ciudad, en el estado de Mississippi, un poco antes de entrar en el de Tennessee:

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—Había decidido poner gasolina y “I had done decided to get some gas estaba aminorando la marcha al llegar and I was already slowing into the al surtidor, cuando advertí a aquella mustation when I saw this kind of young, p l e a s a n t f a c e d g a l s t a n d i n g o n t h e 40 chacha, que parecía muy joven y de buen ver y que estaba de pie en una esquina c o r n e r, l i k e s h e w a s w a i t i n g f o r como si esperase que se detuviera alsomebody to come along and of fer her guien que se ofreciera a llevarla. Tenía a ride. She was holding something in algo en los brazos. En principio no pude h e r a r m s . I d i d n ’t s e e w h a t i t w a s a t first, and I didn’t see the fellow that 45 ver lo que era y hasta que se me acercó para hablarme no me di cuenta de que was with her at all until he come up and un hombre estaba con ella. Comencé a spoke to me. I thought at first that I pensar que, si no lo había visto antes, didn’ t see him before was because he era porque no estaba junto a ella. Y luewasn’t standing where she was. Then I saw that he was the kind of fellow you 50 go me di cuenta que era de esa clase de individuos a los que no se les ve a priwouldn’t see the first glance if he was mera vista, aunque estén solos en el fonalone by himself in the bottom of a do de una piscina de cemento vacía. empty concrete swimming pool. «Cuando se me acercó el individuo, yo “ S o h e c o m e u p a n d I s a i d , q u i c k 55 like: ‘I ain’t going to Memphis, if that’s le dije de golpe: «No voy a Memphis, si es what you want. I am going up past eso lo que quieren. Voy más allá de Jackson, Jackson, Tennessee: And he says, en Tennessee.» Y él dijo: “ ‘That’ll be fine. That would just 60 «Me parece muy bien. Es justamensuit us. It would be a accommodation.’ te lo que necesitamos. Nos haría usted And I says, un gran favor.» “ ‘Where do you all want to go to?’ »—¿A dónde quieren ir? And he looked at me, like a fellow that 65 »Y él me miraba como mira un tipo que ain’t used to lying will try to think up no está acostumbrado a mentir y que intenta one quick when he already knows that inventar rápidamente algo, aún sabiendo que he likely ain’t going to be believed. no le van a creer. ‘You’re just looking around, are you?’ »—¿Quieren echar una ojeada al panoI says. 70 rama? —dije yo.

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tr. Enrique Sordo » — S í — d i j o é l — . E s o e s . Va mos viajando. No importa el sitio a donde nos Lleve. Nos hará un g r a n f a v o r.

“ ‘Yes,’ he says. ‘That’s it. We’re just travelling. Wherever you could take us, it would be a big accommodation.’

5 »Entonces les dije que subieran. «Supon“So I told him to get in. ‘I reckon go que no me robarán ni me asesinarán.» El you ain’t going to rob and murder me.’ individuo fue en busca de la muchacha y reHe went and got her and come back. gresó. Entonces vi que lo que llevaba la muThen I saw that what she was carrying was a baby, a critter not yearling size. 10 chacha era un niño, un pequeño que no tenía ni un año. El se preparaba a ayudarla a subir He made to help her into the back of a la trasera del camión cuando yo le dije: “the truck and I says, ‘Whyn’ t one of «¿Por qué no vienen ustedes aquí delante?» you ride up here on the seat?’ and they Y ellos discutieron un poco y después fue ella talked some and then she come and got on the seat and he went back into the 15 la qué vino a sentarse a mi lado. Y él volvió al surtidor y trajo de allí una de esas maletas filling station and got one of these de cartón que imitan la piel, la echó dentro leatherlooking paper suit cases and put del camión y después trepó él. Y nos pusiit into the bed and got in too. And here mos en marcha, con la muchacha en el asienwe went, with her on the seat, holding the baby and looking back now and then 20 to delantero. Llevaba al niño en los brazos y se volvía de vez en cuando para ver si el homto see if he hadn’t maybe fell out or bre se había caído o algo así. something.

strapping adj. (esp. of a person) large and sturdy (robust), brawny, muscular, strong, big

“I thought they was husband and wife at first. I just never thought anything about it, except to wonder how a young, strapping gal like her ever come to take up with him. It w a s n ’t a n y t h i n g w r o n g w i t h h i m . H e looked like a good fellow, the kind that would hold a job steady and work at the same job a long time, without bothering anybody about a raise neither, long as they let him keep on working. That was what he looked like. He looked like except when he was at work, he would just be something found. I just couldn’t imagine anybody, any woman, knowing that they had ever slept with him, let alone having anything to show folks to prove it.”

»Al principio creí que eran marido y 25 mujer. Y no me preocupé mucho más de ellos, excepto cuando me pregunté cómo una muchacha tan joven y tan bien hecha había podido aceptar a un tipo como aquél. Y no es que él tuviera nada malo. 30 Tenía aspecto de buena persona, uno de esos individuos que están mucho tiempo en el mismo puesto de trabajo y que trabajan en el mismo oficio durante mucho tiempo sin fastidiar a los demás pidién35 doles aumentos, y que siguen trabajando allí mientras les dejan. De eso tenía aspecto. Menos en el trabajo, parecía un objeto cualquiera. No era fácil imaginar que nadie, que ninguna mujer se acostara 40 con él y menos aún que tuviese pruebas de que se había acostado.»

¿No te da vergüenza hablar así delante A i n ’t y o u s h a m e d ? h i s w i f e s a y s . de una dama? le dijo su mujer. Estaban charTalking that way before a lady They are 45 lando en la oscuridad. talking in the dark. A n y w a y, I c a n ’t s e e y o u b l u s h i n g any he says. He continues: “I never thought anything about it until that night when we camped. She was sitting up on the seat by me, and I was talking to her, like a fellow would, and after a while it begun to come out how they had come from Alabama. She kept on saying, ‘We come,’ and so I thought she meant her and the fellow in the back. About how they had been on the road nigh eight weeks now. ‘You ain’t had that chap no eight weeks,’ I says. ‘Not if I know color,’ and she said it was just born three weeks ago, down at Jef ferson, and I said, “Oh. Where they l y n c h e d t h a t n i g g e r. Yo u m u s t h a v e been there then,’ and she clammed up. Like he had done told her not to talk about it. I knowed that’s what it was. So we rode on and then it was coming toward night and I said, ‘We’ll be in a t o w n s o o n . I a i n ’t g o i n g t o s l e e p i n town. But if you all want to go on with m e t o m o r r o w, I ’ l l c o m e b a c k t o t h e 336

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De todas maneras, no puedo ver si te pones colorada dijo él. Y luego continuó: «—No me di cuenta de nada hasta el momento en que tuvim o s q u e a c a m p a r. E l l a e s t a b a sentada a mi lado, en el asiento, y yo le hablaba como hubier a h e c h o c u a l q u i e r a , y, a l c a b o de un rato, se puso a contarme que venían de Alabama. Ella decía siempre: «Hemos venido», y entonces yo creí que se refería a ella y al individuo que estaba detrás del camión. Me dijo que ya hacía ocho semanas que caminaban. «Si no me equivoco, no hace ocho semanas que ha tenido usted a ese chiquillo.» Y ella me dijo que había nacido hacía tres semanas, en Jefferson. Entonces yo le dije: «Ah. En esa ciudad en donde han linchado a un negro. Estaría usted allí en aquel momento.» Entonces ella se calló. Como si él le hubiese

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tr. Enrique Sordo dicho que no hablase. Y yo sabía que era eso. Entonces contin u a m o s , y, c u a n d o l l e g ó l a n o che, dije:

hotel for you in the morning about six o’clock,’ and she sat right still, like she was waiting for him to say, and after a while he says,

5 «Pronto llegaremos a una ciudad. Yo no “ ‘I reckon with this here dormiré allí. Pero si ustedes quieren truck house you don’t need to continuar conmigo mañana, iré a buscarworry about hotels,’ and I les al hotel a eso de las seis.» Y ella se never said anything and we w a s c o m i n g i n t o t h e t o w n a n d 10 quedó en silencio, como si esperase que hablase él. Y al cabo de un rato, él dijo: he said, ‘Is this here any size »—¿Es una ciudad grande? town?’ »—No lo sé.—dije yo—. Pero no “ ‘I don’t know,’ I says. ‘I reckon t h e y ’ l l h a v e a b o a r d i n g h o u s e o r 15 d e j a r á d e h a b e r u n a p e n s i ó n o a l g o parecido. something here though.’ And he says, “ ‘I was wondering if they would have a tourist camp.’ And I never said a n y t h i n g a n d h e s a i d , ‘ Wi t h t e n t s f o r hire. These here hotels are high, and with folks that have a long piece to g o . ’ T h e y h a d n ’t n e v e r y e t s a i d w h e r e they was going. It was like they didn’t even know themselves, like they was just waiting to see where they could get to. But I didn’t know that, then. But I knowed what he wanted me to s a y, a n d t h a t h e w a s n ’ t g o i n g t o c o m e right out and ask me himself. Like if the Lord aimed for me to say it, I would say it, and if the Lord aimed for him to go to a hotel and pay maybe three dollars for a room, he would do that too. So I says,

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»—Me estaba preguntando si no habría un campamento de turistas por casualidad —dijo él. »Yo no contesté nada y el hombre continuó: »—Con tiendas para alquilar. Los hoteles son caros y, para personas que todavía tienen mucho camino que andar... »Todavía no me habían dicho a dónde iban. Era como si no lo supiesen ellos mismos, como si esperasen a ver hasta donde podrían llegar. Pero entonces yo no sabía eso. Pero sí sabía lo que él esperaba que dijese y sabía también que no se atrevería a preguntármelo directamente. Como si esperase que yo lo dijese si ésa era la voluntad del Señor, o como si estuviera dispuesto a pagar tres dólares por una habitación si el Señor había decidido que fuesen a un hotel. Entonces, yo dije:

»—La noche está templada. Si ustedes no “ ‘ Well, it’s a warm night. And if tienen demasiado miedo a los mosquitos y you folks don’ t mind a few mosquitoes si no les importa dormir sobre las tablas del and sleeping on them bare boards in the truck.’ And he says, 40 camión... “ ‘Sho. It will be fine. It’ll be mighty fine for you to let her.’ I noticed then how he said her . And I begun to notice how there was something funny and kind of strained about him. Like when a man is determined to work himself up to where he will do something he wants to do and that he is scared to do. I don’ t mean it was like he was scared of what might happen to him, but like it was something that he would die before he would even think about doing it if he hadn’t just tried everything else until he was desperate. That was before I knew. I just couldn’ t understand what in the world it could be then. And if it hadn’t been for that night and what happened, I reckon I would not have known at all when they left me at Jackson.” What was it he aimed to do? the wife says.

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»—Claro que no. Eso sería magnífico. Si usted fuese tan amable que la dejase... »Entonces noté que había dicho la. Y noté también que tenía un aspecto extraño, como si estuviese incómodo. Como cuando un hombre se ha decidid o a h a c e r l o q u e q u i e r e h a c e r, p e r o tiene miedo a hacerlo. Y no quiero decir que pareciese atemorizado por lo que podría sucederle si lo hacía, pero era como si hubiese preferido morirse sólo de pensar en hacerlo sin haber probado desesperadamente todas las demás posibilidades. Esto era antes de que yo lo supiese. En aquel momento yo no tenía ni idea de lo que podría s e r a q u e l l o . Y, a n o s e r p o r l o q u e o c u rrió aquella noche, probablemente seguiría sin saber nada cuando me dejaron en Jackson.» ¿Qué es lo que quería hacer? preguntó la mujer.

65 Yo u w a i t t i l l I c o m e t o t h a t p a r t . Espera un poco. A ver si consigo que lo Maybe I’ll show you, too He continues: comprendas tú también Y el hombre continuó: “So we stopped in front of the store. «Así que nos detuvimos delante del alHe was already jumping out before the macén. El hombre ni siquiera esperó a que truck had stopped. Like he was afraid I 70 el camión se detuviera para saltar al suelo. would beat him to it, with his face all Como si hubiese tenido miedo de que yo me 337

Faulkner’s Light shined up like a kid trying to do something for you before you change your mind about something you promised to do fo r h i m . H e w e n t i n t o the store on a trot and came back with so many bags and sacks he couldn’t see over them, so that I says to myself, ‘ L o o k a h e r e , f e l l o w. I f y o u a r e a i m i n g to settle down permanent in this truck and set up housekeeping.’ Then we drove on and came pretty soon to a likely place where I could drive the t r u c k o ff t h e r o a d , i n t o s o m e t r e e s , a n d he jumps down and runs up and helps her down like she and the kid were made out of glass or eggs. And he still had that look on his face like he pretty near had his mind made up to do whatever it was he was desperated up to do, if only nothing I did or she did beforehand would prevent it, and if she only didn’t notice in his face that he was desperated up to something. But even then I didn’t know what it was.”

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adelantase. Y tenía una cara radiante, como un niño que trata de hacer algo por uno antes de que uno tenga tiempo de cambiar de opinión sobre algo que uno ha prometido hacer por él. Y entró al trote en el almacén, y salió de él con tal cantidad de paquetes y de bolsas que casi no se le veía. Y yo me dije a mí mismo: «Vaya, este individuo ha decidido instalarse para siempre en el camión y está trayendo todo lo necesario.» Luego seguimos adelante y en seguida llegamos a un lugar en el que pude salir de la carretera y aparcar el camión bajo unos árboles. Entonces, el hombre saltó al suelo y corrió a ayudarla a bajar del camión con su mocoso, como si corriesen peligro de romperse, como si fuesen huevos o cristal. Y él seguía teniendo la misma expresión en la cara, aquel aspecto de haberse decidido a hacer algo a lo que le empujaba la desesperación, suponiendo que ni ella ni yo se lo impidiésemos, suponiendo también que ella no viese en su cara que se trataba de desesperación. Pero yo, entonces, todavía no sabía de qué se trataba.» ¿Qué era? dijo la mujer.

What was it? the wife says

Ya te lo he dejado entrever una vez. ¿No I j u s t s h o w e d y o u o n c e . Yo u a i n ’t ready to be showed again, are you? 30 quieres que lo vuelva a intentar? No me importa que lo hagas. I reckon I don’t mind if you don’t. P e ro n o l e v e a l a g r a c i a . ¿ P o r q u é But I still don’t see anything funny in t a rd a b a t a n t o y e s t a b a t a n p re o c u that. How come it took him all that time and trouble, anyway? 35 p a d o ?

skirmish escaramuza, refriega, trifulca

grumpy ill-humoured, gruñón, malhumorado, rezongón, morosely irritable; bad-tempered and unfriendly; churlish, mean, surly, hosco, arisco.

It was because they were not m a r r i e d t h e h u s b a n d s a y s . I t w a s n ’t e v e n h i s c h i l d . I d i d n ’t k n o w i t t h e n , t h o u g h . I d i d n ’t f i n d t h a t o u t u n t i l I h e a rd t h e m t a l k i n g t h a t n i g h t b y t h e f i re, when they didn’t know I heard, I reckon. Before he had done got himself desperated up all the way. But I reckon he was desperate enough, all right. I reckon he was just giving her one more chance He continues: “So there he was skirmishing around, getting camp r e a d y, u n t i l h e g o t m e r i g h t n e r v o u s : him trying to do everything and not knowing just where to begin or something. So I told him to go rustle up some firewood, and I took my blankets and spread them out in the truck. I was a little mad, then, at myself about how I had got into it now and I would have to sleep on the ground with my feet to the fire and nothing under me. So I reckon I was short and grumpy maybe, moving around, getting things fixed, and her sitting with her back to a tree, giving the kid his supper under a shawl and saying ever so often how she was ashamed to inconvenience me and that she aimed to sit up by the fire because she wasn’ t tired noway, just riding all day long and not doing anything. Then he came back, with enough wood to barbecue a steer, and she began to tell him and he went to the truck and taken 338

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Es que no estaban casados dijo el marido. Y el niño ni siquiera era de él. Sólo eso, pero yo todavía no lo sabía. No lo supe basta después cuando aquella noche les oí hablar junto al fuego. Supongo que sin darse cuenta de que yo podía oírles. Antes de que el hombre hubiera llegada al límite de la desesperación. Sin embargo, yo creo que estaba bastante desanimado. Supongo que quería darle una última oportunidad Y continuó: «Así que estaba allí, agitándose mucho, preparando el campamento, agitándose tanto que me impacientaba con su manía de querer hacerlo todo sin saber por dónde empezar. Entonces yo le dije que fuese a recoger leña para encender el fuego, y yo cogí mis mantas y las extendí en el camión. No estaba demasiado contento de mí mismo, de haberme metido en aquel lío. Ya estaba viendo que tendría que dormir en el suelo, con los pies junto al fuego, sin ponerme nada encima. Así que me parece que estaba bastante seco y huraño mientras hacía todos aquellos preparativos. La muchacha estaba recostada en un árbol, dando de comer al niño por debajo de su chal, y no cesaba de repetir que le daba vergüenza causarme tantas molestias, que ella estaría bien sentada al lado del fuego, porque no estaba cansada, ya que había pasado todo el día en el coche sin hacer nada. Y luego, el hombre volvió con leña bastante para asar un buey, y ella le habló y él fue a buscar la maleta al camión, y sacó de ella una manta. Y enton-

Faulkner’s Light out that suitcase and opened it and taken out a blanket. Then we had it, sho enough. It was like those two fellows that used to be in the funny papers, those two Frenchmen that were always bowing and scraping at the other one to go first, making out like we had all come away from home just for the privilege of sleeping on the ground, each one trying to lie faster and bigger than the next. For a while I was a mind to say, ‘All right. If you want to sleep on the ground, do it. Because be durned if I want to.’ But I reckon you might say that I won. Or that me and him won. Because it wound up by him fixing their blanket in the truck, like we all might have known all the time it would be, and me and him spreading mine out before the fire. I reckon he knew that would be the way of it, anyhow. If they had come all the way from south Alabama like she claimed. I reckon that was why he brought in all that firewood just to make a pot of cof fee with and heat up some tin cans. Then we ate, and then I found out.”

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ces, aquello comenzó. Me recordaban a aquellos dos tipos que antes se veían en los periódicos humorísticos, aquellos dos franceses que siempre se estaban haciendo zalemas y que se peleaban para ver quien tenía que pasar primero. Era como si todos nosotros hubiésemos dejado nuestras casas para disfrutar el privilegio de dormir al raso, como si cada uno tratase de acostarse antes y mejor que los demás. Durante un momento, estuve a punto de decirles: «Está bien, si ustedes quieren acostarse en el suelo, no se preocupen. Pero la verdad es que yo no tengo malditas las ganas de hacerlo.» Supongo que podría decirse que fui yo quien ganó. Yo y él. Al final aquello acabó extendiendo su manta dentro del camión, como si hubiésemos sabido siempre que tenía que ser así, y él y yo extendimos la mía fuera, delante del fuego. Estoy seguro de que el hombre sabía que aquello terminaría así, si es verdad que venían desde un rincón de Alabama, como ella pretendía. Me parece que ésa fue la razón de que el hombre trajera toda aquella leña sólo para hacer un poco de café y calentar algunas latas de conserva. Luego, comimos, y entonces fue cuando me enteré.»

¿De qué te enteraste? ¿De lo que él queFound out what? What it was he wanted to do? 30 ría hacer? Not right then. I reckon she had a l i t t l e m o re p a t i e n c e t h a n y o u H e continues: “So we had eaten and I was lying down on the blanket. I was tired, and getting stretched out felt good. I wasn’t aiming to listen, anymore than I was aiming to look like I was asleep when I wasn’t. But they had asked me to give them a ride; it wasn’t me that insisted on them getting in my truck. And if they seen fit to go on and talk without making sho nobody could hear them, it wasn’t any of my business. And that’s how I found out that they were hunting for somebody, following him, or trying to. Or she was, that is. And so all of a sudden I says to myself, ‘Ahah. Here’s another gal that thought she could learn on Saturday night what her mammy waited until Sunday to ask the minister. They never called his name. And they didn’t know just which way he had run. And I knew that if they had known where he went, it wouldn’ t be by any fault of the fellow that was doing the running. I learned that quick. And so I heard him talking to her, about how they might travel on like this from one truck to another and one state to another for the rest of their lives and not find any trace of him, and her sitting there on the log, holding the chap and listening quiet as a stone and pleasant as a stone and just about as nigh to being moved or persuaded. And I says to myself, ‘Well, old fellow, I reckon it ain’t only since she has been riding on the seat of my truck while you rode with your feet hanging out the back end of it that she has travelled out 339

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No inmediatamente. Pero creo que aquella mujer era un poco más paciente que tú. Y el hombre continuó: «Así que comimos y yo me tendí sobre mi manta. Estaba cansado y se estaba bien allí tendido. Yo no tenía ninguna intención de escuchar ni de fingir que dormía cuando no dormía. Pero habían sido ellos los que me habían pedido que les llevara en el camión; no fui yo quien insistió para que montaran. Y si les gustaba charlar sin asegurarse de que nadie les escuchaba, que lo hicieran, eso era cosa suya. Y así fue cómo me enteré de que buscaban a alguien, de que seguían a alguien o, por lo menos, de que trataban de seguirle. Es decir, eso es lo que trataba de hacer ella. Y yo, de repente, me dije a mí mismo: «Vaya, ésta es una de esas que se figura que el sábado por la noche va a aprender lo que la madre ha esperado hasta el domingo para preguntárselo al cura.» Ninguno de ellos pronunció nunca su nombre. Y no sabían exactamente en qué dirección había huido el otro. Y yo sabía que si ellos hubiesen sabido en dónde estaba, no habría sido por culpa del tipo que escapaba. Tardé en comprender esto. Y oí que él le decía que a lo mejor tendrían que viajar así toda la vida, de un camión a otro, de un estado a otro, sin encontrar siquiera su rastro. Y ella le escuchaba sentada sobre un tronco de árbol, con el niño en los brazos, inmóvil como una roca, tranquila como una roca, y casi dispuesta a dejarse convencer y persuadir. Y yo me dije a mí mismo: «Bueno, muchacho, ésta, para ir delante siempre, en su viaje, no ha vacilado en sentarse a mi lado en el camión, mientras que tú ibas detrás con las

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piernas colgando.» Pero no dije nada. in front on this trip.’ But I never said Seguí allí, acostado, mientras ellos haanything. I just lay there and them blaban, mientras él hablaba en voz baja. talking, or him talking, not loud. He El hombre no había pronunciado tampohadn’t even mentioned marriage, neither. But that’s what he was talking 5 co la palabra matrimonio. Y sin embargo, era de eso de lo que hablaba, y ella about, and her listening placid and le escuchaba, sosegada y plácida, como calm, like she had heard it before and si ya lo hubiese oído otras veces y sushe knew that she never even had to piese que ni siquiera tenía que decirle bother to say either yes or no to him. S m i l i n g a l i t t l e s h e w a s . B u t h e 10 sí o no. La muchacha sonreía un poco. Pero el hombre no podía verla. couldn’t see that. “Then he give up. He got up from the log and walked away. But I saw his face when he turned and I knew that he h a d n ’t g i v e u p . H e k n e w t h a t h e h a d just give her one more chance and that now he had got himself desperated up to risking all. I could have told him that he was just deciding now to do what he should have done in the first place. But I reckon he had his own reasons. Anyway he walked off into the dark and left her sitting there, with her face kind of bent down a little and that smile still on it. She never looked after him, n e i t h e r. M a y b e s h e k n e w h e h a d j u s t gone off by himself to get himself worked up good to what she might have been advising him to do all the time, herself, without saying it in out and out words, which a lady naturally couldn’ t do; not even a lady with a Saturday night family.

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»Después, el hombre renunció. Se levantó por detrás del tronco y se alejó. Pero yo vi su cara cuando se dio la vuelta y sabía muy bien que no había renunciado. El hombre sabía que le había brindado una última oportunidad y que ahora, empujado hasta el límite, estaba dispuesto a arriesgarlo todo. Yo habría podido decirle que acababa de decidirse en aquel momento a hacer lo que tendría que haber hecho desde el principio. Pero probablemente tenía sus razones. El caso es que se alejó en la oscuridad, dejándola sola, sentada, con la cabeza un poco inclinada y una sonrisa en los labios. No le miraba. Tal vez sabía que él prefería estar solo para animarse a hacer lo que quizás ella le había aconsejado que hiciera, sin decírselo con palabras, porque esas cosas no puede decirlas una señora, ni siquiera una señora con familia de sábado por la noche.

35 “Only I don’t reckon that was it e i t h e r. O r m a y b e t h e t i m e a n d p l a c e d i d n ’ t s u i t h e r, l e t a l o n e a a u d i e n c e . After a while she got up and looked at me, but I never moved, and then she went and climbed into the truck and after a while I heard her quit moving around and I knew that she had done got fixed to sleep. And I lay there—I had done got kind of waked up myself, now—and it was a right smart while. But I knew that he was somewhere close, waiting maybe for the fire to die down or for me to get good to sleep. Because, sho enough, just about the time the fire had died down good, I heard him come up, quiet as a cat, and stand over me, looking down at me, listening. I never made a sound; I don’t know but I might have fetched a snore o r t w o f o r h i m . A n y w a y, h e g o e s o n toward the truck, walking like he had eggs under his feet, and I lay there and watched, him and I says to myself, ‘Old boy, if you’d a just done this last night, you’d a been sixty miles further south t h a n y o u a r e n o w, t o m y k n o w l e d g e . And if you’d a done it two nights ago, I reckon I wouldn’ t ever have laid eyes on either one of you.’ Then I got a little worried. I wasn’t worried about him doing her any harm she didn’t want done to her. In fact, I was pulling for the little cuss. That was it. I couldn’t decide what I had better do when she would begin to holler. I knew that she 340

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»Pero a mí me parece que tampoco era eso. Tal vez era que ni el lugar ni el momento le convenían. Eso, sin hablar del auditorio. Al cabo de un rato, la muchacha se levantó y me miró. Yo no me había movido. Entonces, trepó al camión y, al cabo de un momento, ya no la oí moverse y comprendí que se había preparado para dormir. Yo seguía acostado —ahora no podía dormirme— y esto duró un rato largo. Pero sabía que él no estaba muy lejos, que tal vez esperaba a que el fuego se apagase o a que yo me durmiera. Porque, cuando el fuego aún no estaba apagado del todo, le oí que se acercaba, sin hacer más ruido que un gato, y que se inclinaba sobre mí y escuchaba atentamente. No lo sé, pero tal vez debería haber dado uno o dos pequeños ronquiditos. Pero, fuese como fuese, el hecho es que el hombre se dirigió hacia el camión como si caminase sobre huevos, y que yo le observaba desde el lugar en que estaba acostado y me decía: «Si hubieses hecho eso la noche pasada, tal vez estarías sesenta millas más al sur de lo que estás ahora. Y creo que si lo hubieses hecho hace dos noches, yo no os habría visto ni al uno ni al otro.» Y luego, comencé a inquietarme un poco. Lo que me inquietaba no era que el hombre hiciese lo que la muchacha no quería. En realidad, yo estaba de parte de aquel pobre infeliz. Desde luego. Sólo que no acababa de decidir lo que debería hacer si la muchacha

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comenzaba a gritar. Estaba seguro de would holler, and if I jumped up and que gritaría. Y si yo corría hacia el carun to the truck, it would scare him off, mión, él sentiría miedo, y si no corría, and if I didn’ t come running, he would sabría que había estado despierto, obknow that I was awake and watching him all the time, and he’d be scared off 5 servándole, y todavía tendría más miedo. Pero no debería haberme preocupaf a s t e r t h a n e v e r. B u t I o u g h t n o t t o do. Tendría que haber sabido eso desde worried. I ought to have known that el minuto en que les vi juntos a los dos, from the first look I’d taken at her and a ella y a él.» at him.” 10 Creo que si tú sabias que no tenias I re c k o n t h e re a s o n y o u k n e w y o u por qué preocuparte era porque ya hanever had to worry was that you had bías adivinado lo que ella haría en un already found out just what she would caso como aquél, dijo la mujer. do in a case like that the wife says. 15 Naturalmente, dijo el marido. Pero tú no Sho the husband says. I didn’t aim tenías por qué saber eso. En fin. En fin... f o r y o u t o f i n d t h a t o u t . Ye s , s i r. I Creía que esta vez había logrado esconder t h o u g h t I h a d c o v e re d m y t r a c k s t h i s mi pensamiento. time. 20 Buena, continúa. ¿Qué es lo que ocurrió? Well, go on. What happened? What do you reckon happened, with a big strong gal like that, without any warning that it was just him, and a durn little cuss that already looked like h e h a d r e a c h e d t h e p o i n t w h e re h e could bust out crying like another baby? He continues: “There wasn’t any hollering or anything. I just watched him climb slow and easy into the truck and disappear and then didn’ t anything happen for about while you could count m a y b e f i f t e e n s l o w, a n d t h e n I h e a r d one kind of astonished sound she made when she woke up, like she was just surprised and then a little put out without being scared at all, and she s a y s , n o t l o u d n e i t h e r : ‘ W h y , M r. Bunch. Ain’t you ashamed. You might have woke the baby, too.’ Then he come out the back door of the truck. Not fast, and not climbing down on his own legs at all. I be dog if I don’t believe she picked him up and set him back outside on the ground like she would that baby if it had been about six years old, say, a n d s h e s a y s , ‘ Yo u g o a n d l a y d o w n n o w , a n d g e t s o m e s l e e p . We g o t another fur piece to go tomorrow.’

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¿ Q u é c re e s t ú q u e p o d r í a o c u r r i r con una buena moza como aquélla, que ni siquiera se daba cuenta de que s e t r a t a b a d e é l , y c o n u n p o b re t o n t o que estaba a punto de ponerse a llorar como un chiquillo? Y continuó: «No hubo ni un grito, nada. Yo vi que el hombre trepaba lentamente al camión y que desaparecía dentro. Y luego, durante el tiempo que se hubiese tardado en contar hasta quince muy despacio, no sucedió nada. Y luego oí una especie de sonido de asombro que la muchacha hizo cuando se despertó, como si estuviera un poco sorprendida, un poco intrigada, pero sin tener miedo. Y la muchacha dijo, no muy fuerte tampoco: «¿Es usted, señor Bunch? ¿No le da a usted vergüenza? Podría haber despertado al niño.» Y entonces, el hombre salió por la puerta de atrás del camión. Y bajó lentamente. Pero no con sus piernas. Que me cuelguen si no estoy convencido de que ella lo levantó y lo dejó en el suelo como si hubiera sido un niño de seis años. Y le dijo: «Ahora, vaya a acostarse y duerma un poco. Mañana nos espera un buen trecho de camino.»

“Well, I was downright ashamed to »A mí me daba vergüenza mirarlo, deslook at him, to let him know that any cubrirle que un ser humano había visto y human man had seen and heard what oído lo que pasó. Palabra que me habría gushappened. I be dog if I didn’t want to find 55 tado encontrar un agujero en el suelo y esthe hole and crawl into it with him. I did conderme en él. Y en parte, eso es lo que for a fact. And him standing there where hice. Y él estaba allí, en el sitio en donde she had set him down. The fire had burned ella lo había dejado. down good now and I couldn’t hardly see Como el fuego estaba casi apagahim at all. But I knew about how I would 60 d o , y o a p e n a s l e v e í a . P e r o s a b í a l o have been standing and feeling if I was q u e h a b r í a s e n t i d o e n s u l u g a r. E s t a r í a him. And that would have been with my con la cabeza baja esperando a que el head bowed, waiting for the Judge to say, j u e z d i j e s e : «L l é v e n s e l o y c u é l g u e n l o ‘Take him out of here and hang him quick.’ cuanto antes.» No hice ningún ruido And I didn’t make a sound, and after a 65 y, a l c a b o d e u n i n s t a n t e , o í q u e s e while I heard him go on off. I could hear iba. Pude oír que crujían los matorrathe bushes popping, like he had just struck les, como si el hombre anduviese a off blind through the woods. And when ciegas a través del bosque. Al amanedaylight came he hadn’t got back. c e r, n o h a b í a v u e l t o . 70 “ Well, I didn’t say anything. I didn’t »No dije nada. No sabía qué decir. Se341

Faulkner’s Light know what to say. I kept on believing that he would show up, would come walking up out of the bushes, face or no face. So I built up the fire and got breakfast started, and after a while I heard her climbing out of the truck. I never looked around. But I could hear her standing there like she was looking around, like maybe she was trying to tell by the way the fire or my blanket looked if he was there or not. But I never said anything and she never said anything. I wanted to pack up and get started. And I knew I couldn’t leave her in the middle of the road. And that if my wife was to hear bout me travelling the country with a goodlooking country gal and a three weeks’ old baby, even if she did claim she was hunting for her husband. Or both husbands now. So we ate and then I said, ‘Well, I got a long road and I reckon I better get started.’ And she never said nothing at all. And when I looked at her I saw that her face was just as quiet and calm as it had ever been. I be dog if she was even surprised or anything. And there I was, not knowing what to do with her, and she done already packed up her things and even swept the truck out with a gum branch before she put in that paper suitcase and made a kind of cushion with the folded blanket at the back end of the truck; and I says to myself, ‘It ain’t any wonder you get along. When they up and run away on you, you just pick up whatever they left and go on.’—‘I reckon I’ll ride back here,’ she says.

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guía creyendo que el hombre aparecería, que iba a salir de los matorrales con la cara que fuese. Así que encendí el fuego y comencé a preparar el desayuno, y, al cabo de un momento, oí que la mujer bajaba del camión. No me di la vuelta. Pero podía oír que ella estaba allí, de pie, mirando a su alrededor, como si sólo con mirar el fuego o mi manta hubiese podido adivinar si el hombre estaba allí o no. Pero no dijo nada. Yo quería recogerlo todo y emprender la marcha. Pero sabía perfectamente que no podía dejarla así, totalmente sola, en medio de la carretera. Y también sabía que si llegaba a oídos de mi mujer que yo estaba viajando con una guapa chica y un niño de tres semanas, por mucho que ella dijera que andaba buscando a su marido... o a sus dos maridos... Así que, comimos y le dije: «Bueno, tengo un largo camino que hacer y me parece que sería mejor que nos marchásemos.» La mujer no dijo nada. Y cuando la miré, vi que seguía teniendo el mismo rostro, sosegado y tranquilo. Que el diablo me lleve si tenía aspecto de estar sorprendida. Y yo seguí allí, sin saber qué hacer. Y ella había recogido ya sus cosas y hasta barrido las tablas del camión con una rama de gomero, antes de meter en él su maleta de cartón. Y luego, con la manta, hizo una especie de almohadón en el suelo del camión, y yo me dije a mí mismo: «No me extraña que te las vayas arreglando. En cuanto te plantan, recoges lo que dejan y sigues haciendo camino...» Entonces ella dijo: »—Creo que me voy a sentar aquí detrás.

»Va a ser un poco duro para el niño —le “ ‘It’ll be kind of rough on the baby,’ 40 dije yo. I says. »—Lo llevaré en brazos —dijo ella.

“ ‘I reckon I can hold him up,’ she says. “ ‘Suit yourself,’ I says. And we drove off, with me hanging out the seat to look back, hoping that he would show up before we got a r o u n d t h e c u r v e . B u t h e n e v e r. Ta l k a b o u t a f e l l o w b e i n g c a u g h t i n the depot with a strange baby on his hands. Here I was with a strange woman and a baby too, expecting every car that come up from behind and passed us to be full of husbands and wives too, let a l o n e s h e r i f f s . We w e r e g e t t i n g c l o s e t o t h e Te n n e s s e e l i n e t h e n and I had my mind all fixed how I would either burn that new truck up or get to a town big enough to have one of these ladies’ welfare societies in it that I could turn her over to. And now and then I would look back, hoping that maybe he had struck out afoot after us, and I would see her sitting there with her face as calm as church, holding that baby up so it could eat and ride the bumps at the same time. Yo u c a n ’ t b e a t t h e m . ” H e l i e s i n t h e 342

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»—Haga lo que le parezca —dije yo. »Y emprendimos la marcha. Y yo me asomaba para mirar hacia atrás con la esperanza de que el hombre apareciese antes de que doblásemos la curva. Pero no apareció. Que no me hablen a mi de ningún hombre al que se ha encontrado en una estación con un niño desconocido en brazos. Allí me tenías a mí, con una desconocida y un niño, esperando ver en todos los coches que nos adelantaban un montón de maridos y mujeres, sin contar a los sheriffs. Nos acercábamos a la frontera de Tennessee y yo estaba completamente resuelto a quemar mi camión nuevo o a detenerme en una ciudad lo suficientemente importante para que hubiese en ella una de sus sociedades de protección de mujeres en donde podría depositarla. Y, de cuando en cuando, miraba hacia atrás con la esperanza de que, a lo mejor, el hombre iba corriendo a pie detrás de nosotros, y la veía a ella, allí, sentada, con una cara tan sosegada como si hubiese estado en la iglesia, sosteniendo al niño de manera que pudiera mamar y resistir al mismo tiempo los bandazos que daba el camión. No hay quien pueda con una mujer.» Y el hombre se ríe, tendido en su cama:

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tr. Enrique Sordo —Palabra de honor. Que el diablo me lleve si hay quien pueda con ellas.

b e d , l a u g h i n g . “ Ye s , s i r . I b e d o g if you can beat them.”

¿Y qué más? ¿Qué hizo ella entonces?

Then what? What did she do then? 5

Nada. Siguió sentada allí, mirando a Nothing. Just sitting there, riding, todas partes, como si fuese la primera vez l o o k i n g o u t l i k e s h e h a d n ’t e v e r s e e n que veía el campo, la carretera, los árbocountr y—roads and trees and fields and les, la tierra, los postes del telégrafo. Y no telephone poles—before in her life. She n e v e r s a w h i m a t a l l u n t i l h e c o m e 10 lo vio hasta que me detuve y el hombre se asomó a la puerta del camión. No había tearound to the back door of the truck.’ nido necesidad de verlo. No tenía más que She never had to. All she needed to do esperar, y ella lo sabía muy bien. was wait. And she knew that. Him?

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Sho. He was standing at the side of the road when we come a ro u n d t h e c u r v e . St a n d i n g t h e re , face and no face, hangdog and determined and calm too, like he had done desperated himself up for the last time, to take the last chance, and that now he knew he w o u l d n ’t e v e r h a v e t o d e s p e r a t e h i m s e l f a g a i n H e c o n t i n u e s : “He never looked at me at all. I just stopped the truck and him already running back to go around to the door where she was sitting. And he come around the back of it and he stood there, and her not even surprised. ‘I done come too far now,’ he says. ‘I be dog if I’m going to quit now.’ And her looking at him like she had known all the time what he was going to do before he even knew himself that he was going to, and that whatever he done, he wasn’ t going to mean it.

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¿Era él? Claro que sí. Allí estaba, en la orilla de la carretera, cuando nos acercamos a la curva. Estaba allí, plantado, sin saber qué cara poner, igual que un perro apaleado, pero tranquilo, y decidido también, como si, por última vez, la desesperación le empujase a jugar su última carta, como si supiera que después de aquello ni siquiera la desesperación le sería necesaria. Y el hombre continuó: «A mí no me miró. Y yo me limité a detener mi camión, y él empezó a correr detrás, hacia la puerta en donde ella estaba sentada. Dio la vuelta, y se quedó allí, y ella ni siquiera parecía sorprendida. «Creo que he andado demasiado —dijo él—; y me parece que voy a renunciar ahora.» Y ella le miraba como si hubiese sabido siempre lo que él iba a hacer antes de que lo supiese él mismo, mucho antes de que él supiese que, hiciera lo que hiciera, lo haría sin querer hacerlo.

40 “ ‘Ain’t nobody never said for you to quit,’ she says.” He laughs, lying i n t h e b e d , l a u g h i n g . “ Ye s , s i r. Yo u can’t beat a woman. Because do you know what I think? I think she was just travelling. I don’t think she had any idea of finding whoever it was she was following. I don’t think she had ever aimed to, only she hadn’t told him yet. I reckon this was the first time she had ever been further away from home than she could walk back before sundown in her life. And that she had got along all right this far, w i t h f o l k s t a k i n g g o o d c a r e o f h e r. And so I think she had just made up her mind to travel a little further and see as much as she could, since I reckon she knew that when she settled down this time, it would likely be for t h e r e s t o f h e r l i f e . T h a t ’s w h a t I think. Sitting back there in that truck, with him by her now and the. baby that hadn’t never stopped eating, that had been eating breakfast now for about ten miles, like one of these dining cars on the train, and her looking out and watching the telephone poles and the fences passing like it was a circus parade. Because after a while I says, ‘Here 343

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»Nadie le ha dicho que renuncie, dijo ella.» El hombre se reía; tendido en su cama, se reía: «Palabra de honor. No hay quien pueda con una mujer. Porque, ¿sabes lo que creo? Creo que ella sólo quería viajar. Creo que no tenía la menor esperanza de encontrar al que decía que estaba siguiendo. Creo que no tenía la menor intención de hacerlo, aunque todavía no se lo había dicho a su acompañante. Creo que era la primera vez en su vida que se encontraba tan lejos de su casa, a una distancia demasiado grande para que pudiese regresar antes de la puesta del sol. Y que hasta entonces se las había arreglado muy bien, porque encontró a personas que se preocuparon por ella. Creo que, si se había decidido a ir un poco más lejos, a ver todas las tierras que pudiese, era porque sabía muy bien que, en cuanto se estableciese en algún sitio, probablemente sería para el resto de su vida. Eso es lo que yo creo. No había más que verla, allí, sentada en el camión, con el hombre a su lado, y el niño que no había dejado de mamar, que, durante casi dos millas, no había dejado de desayunar, como si fuese en el tren, en un vagón—restaurante, y ella dedicada a mirar a todos lados, a ver pasar los postes telegráficos y los cercados como si viese un desfile de circo. Y al cabo de un momento, dije: «Dentro de un momento estaremos en

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c o m e s S a u l s b u r y, ’ a n d s h e s a y s ,

Saulsbury.» Y ella dijo:

“ ‘What?’ and I says,

«¿Qué?» Y yo dije:

“ ‘ S a u l s b u r y, Te n n e s s e e , ’ a n d I 5 »—Saulsbury, Tennessee —y miré halooked back and saw her face. And it cia atrás y le vi la cara. Y parecía que la was like it was already fixed and waiting tenía totalmente dispuesta a la sorpresa, to be surprised, and that she knew that y que sabía que, en cuanto la sorpresa when the surprise come, she was going llegase, le resultaría muy agradable. Y la to enjoy it. And it did come and it did 10 sorpresa llegó, y ella se puso muy consuit her. Because she said, tenta, y entonces dijo: “ ‘My, my. A body does get around. —Dios mío, Dios mío! ¡Cuánto caHere we ain’t been coming from mino se puede hacer! Sólo hace dos Alabama but two months, and now it’s 15 m e s e s q u e s a l í d e A l a b a m a y y a e s t o y already Tennessee.’ ” e n Te n n e s s e e . » THE END.

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45 About the Author WILLIAM FAULKNER, born New Albany, Mississippi, September 25, 1897—died July 6, 1962. Enlisted Royal Air Force, Canada, 50 1918. Attended University of Mississippi. Traveled in Europe 1925-1926. Resident of Oxford, Mississippi, where he held various jobs while trying to establish himself as a writer. First published novel, Soldiers’ Pay, 55 1926. Writer in Residence at the University of Virginia 1957-1958. Awarded the Nobel Prize for Literature 1950. Light in August, Faulkner’s seventh novel, 60 was first published October 6, 1932, by Harrison Smith and Robert Haas. The text of this edition is reproduced photographically from a copy of the first edition.

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