Lineamientos de política para el sector profesional de la música sinfónica en Colombia (DOCUMENTO EN CONSTRUCCIÒN)

Lineamientos de política para el sector profesional de la música sinfónica en Colombia (DOCUMENTO EN CONSTRUCCIÒN) Septiembre de 2009 1 Contenido

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Lineamientos de política para el sector profesional de la música sinfónica en Colombia (DOCUMENTO EN CONSTRUCCIÒN)

Septiembre de 2009

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Contenido

Presentación general

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1. Lineamientos de política

4

-

Antecedentes

4

-

Marco normativo

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-

Diagnóstico

15

-

Principios

21

-

Líneas de acción

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2. Aproximación al Plan

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-

Objetivo

22

-

Objetivos específicos

22

-

Estrategia

23

-

Líneas de acción

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-

Presupuesto estimado 2010 - 2014

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Anexo: estándares técnicos de la práctica

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Presentación General

El presente proyecto responde a la recomendación planteada en el CONPES 3802 de 2002 al Ministerio de Cultura, en el sentido de fijar una política encaminada a brindar apoyo decidido y permanente a la música sinfónica en Colombia, con el fin de asegurar de su mejoramiento integral. En efecto, la música sinfónica está plenamente vigente, pues a la vez que está altamente relacionada con las actividades más relevantes de la industria audiovisual, digital, y del entretenimiento, constituye junto con otras expresiones el sustrato de políticas fundamentales de educación musical, de apropiación social y disfrute de la música, y de garantía de la diversidad cultural dentro de la política social para la música en nuestro país. Si bien el Ministerio de Cultura ha desarrollado importantes acciones para responder al mandato del Consejo Nacional de Política Económica y Social, en particular la creación y sostenimiento de la Asociación Nacional de Música Sinfónica y la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, como referente y laboratorio para el desarrollo de los nuevos esquemas de gestión propuestos por el CONPES, urge concliur la tarea planteada, ya que el sector todavía adolece de ausencia de integralidad en la acción de las agrupaciones y organizaciones especializadas en la práctica sinfónica y evidencia debilidades en la sostenibilidad y progresión de las orquestas hacia el nivel profesional. Organismos altamente complejos en su estructura artística y organizacional, las orquestas sinfónicas se perfilan como eje de la práctica profesional de la música, y plantean la necesidad de una política que les aporte una base de ordenamiento, planeación y consolidación, apoyada en el esfuerzo que el Ministerio de Cultura realiza hacia una generalización del emprendimiento como herramienta para el desarrollo los sectores industriales de la cultura.

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Lineamientos de política Antecedentes De ministriles, cantores y atabales, a orquestas, coros y bandas Las prácticas musicales del antiguo continente determinaron el desarrollo de las prácticas culturales y artísticas de las diferentes sociedades de nuestro territorio, desde sus primeros contactos con las comunidades aborígenes en el siglo XV. La penetración cultural ocurrida a través de los procesos iniciales de acción bélica y los posteriores de evangelización, encontró en la música un poderoso vehículo, que a la vez que transformó las prácticas de los habitantes de nuestro actual territorio, fue objeto de transformaciones que hoy verificamos a través de la evidencia viva que nos aporta la enorme pluralidad de expresiones musicales tradicionales de Colombia. Es así como desde el siglo XVI, en las primeras décadas de consolidación de los centros urbanos del territorio que vendría a convertirse posteriormente en el Virreinato de la Nueva Granada, las prácticas musicales asociadas a la liturgia católica y a las actividades públicas de las instituciones civiles y militares españolas, fueron inmediatamente adoptadas por las poblaciones raizales, así como también por las provenientes del África, que desde ese entonces comenzaron a formar parte de este complejo mundo social. Hicieron su aparición en nuestras iglesias y plazas los ministriles, agrupaciones de instrumentistas de vientos tales como las chirimías, cornetas, sacabuches, bajones, flautas, acompañando la música de la liturgia y la música de las ceremonias civiles. También los cantores, formados en la disciplina del canto llano y del canto polifónico litúrgico, quienes luego con el advenimiento de la contrarreforma, se convierten a comienzos del siglo XVII en importante vehículo de evangelización, difundiendo el dogma a través de villancicos, canciones cercanas al gusto popular, en lengua española, acompañados por violines, vihuelas, arpas y flautas que conformaban los instrumentos de la „capilla‟ u orquesta de nuestras catedrales. Junto con ellos, también, los músicos militares, quienes con cajas, redoblantes, pífanos, cornetas, clarines y atabales, acompañaron las gestas de sometimiento de los territorios y, ya entrado el siglo XVIII, serían los portadores de nuevos instrumentos como los clarinetes y fagotes, y de nuevos repertorios seculares cercanos a las comedias y la naciente música para el espectáculo. La música tuvo el nivel de otros oficios y en esa medida se convirtió en profesión adoptada rápidamente por los pobladores indígenas, negros y criollos, quienes se convirtieron en los pilares de las instituciones musicales de nuestro territorio, con la ocasional aparición de maestros de capilla, instrumentistas, profesores o cantores provenientes de Europa. Evidencia de ello nos queda en la pervivencia actual de familias descendientes de los indígenas que adoptaron la profesión de instrumentista en la Colonia, y que hoy ostentan los apellidos Flautero, Trompetero, Bajonero y Organista. Así mismo, aun cuando la chirimía1 renacentista no se conservó por las dificultades tecnológicas para su elaboración, se conserva su nombre en los conjuntos musicales cívicos del occidente colombiano, en los que los clarinetes que las reemplazaron acompañan a los redoblantes –instrumentos por excelencia del anuncio de los bandos-, cumpliendo función idéntica en la animación de las fiestas patronales. También permanece la herencia de la música militar en los conjuntos de pífano y tambor del suroccidente (chirimías o bandas de flautas caucanas), herederos de las bandas militares después de décadas de paso de los ejércitos en nuestras guerras de independencia y conflictos internos, y en la casha wayúu, que aún conserva la fonética renacentista del redoblante militar español, evidencia de un contacto cultural que se remonta al paso de Alonso de Ojeda y Américo Vespucio por la Guajira en 1499. El advenimiento de la música de teatro y de las bandas militares contemporáneas de las guerras napoleónicas, antes, durante y después de nuestro proceso de independencia, dio origen en el Siglo XIX a la creación de bandas militares nacionales y municipales, de orquestas de baile y de orquestas para la ópera, la zarzuela y el teatro musical, primeros desarrollos de la industria del espectáculo, que nació alrededor de espacios como el Coliseo de Comedias, convertido luego en Teatro Nacional o Teatro de Cristóbal Colón. Las 1

Instrumento de viento de madera, de doble caña o lengüeta, de amplio uso en Europa entre los siglos XIII y XVI. Se le considera antecesor del oboe.

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bandas, diseminadas por el país, adoptaron en cada región el lenguaje propio de cada una, de manera que a pesar de estar conformadas por instrumentos idénticos, adquirieron en las sabanas del caribe las sonoridades de la caña de millo, en el sur andino las de las flautas de caña, y en la zona andina central imitaron los sones de los tiples y requintos para la interpretación de bambucos y torbellinos. El país ha tenido pues, desde su origen, a las instituciones musicales y sus conjuntos musicales institucionales como motor del florecimiento de lenguajes musicales únicos y diversos, con la evidencia contundente de que lejos de apagar la llama creadora y de ocultar la identidad particular de cada grupo social, se constituyen en una herramienta para engrandecer su expresión individual y colectiva.

Las instituciones musicales y la modernización del estado Así como la importancia de la música en la penetración cultural de la evangelización determinó el florecimiento de las capillas musicales en los centros urbanos de nuestro territorio durante la colonia, así también después del proceso de independencia, la modernización del estado laico en su desprendimiento de la estructura social y económica de la Colonia, trajo consigo el florecimiento de instituciones musicales de la mano con el fortalecimiento de la educación, de la ingeniería, del comercio, de la exploración y la explotación de los recursos nacionales. A mediados del siglo se crearon sociedades filarmónicas en Bogotá, Medellín y Cartagena, en las que músicos aficionados, granadinos y extranjeros, comerciantes e industriales, conformaron orquestas para la realización de conciertos públicos con repertorios contemporáneos de música sinfónica y ópera, en plena vigencia. Fue la transición de la música de la sala doméstica a la sala de concierto. Para las primeras décadas del siglo XX se inició la construcción de teatros públicos y privados para la presentación de conciertos, espectáculos musicales, ópera, comedias, zarzuela, teatro de variedades y para acoger la naciente industria del cine. Simultáneamente surgieron escuelas, academias y conservatorios de música en las capitales departamentales, en cuyo interior se conformaron orquestas sinfónicas de carácter profesional. La más visible fue en su momento la Orquesta Sinfónica Nacional, creada en 1934 a partir de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio creada por Guillermo Uribe Holguín en 1910. Para la segunda mitad del siglo XX, las principales capitales del país habían conformado su institucionalidad musical, en el modelo generalizado de los grandes centros urbanos internacionales, en tres ámbitos:

Educativo, con la creación de conservatorios como la Academia Nacional de Música (Bogotá, 1882 Conservatorio Nacional de Música, 1910), el Instituto de Bellas Artes de Medellín (1924), el Conservatorio de Cali (1933), la Academia de Música del Atlántico (1914), la Academia de Música de Ibagué (1906), la Escuela Departamental de Música del Huila (1951), Instituto Musical de Cartagena (1889), Conservatorio de Música de Manizales (1938), Conservatorio de Música de Popayán (1934), entre otros.

De infraestructura, a través de la construcción de teatros públicos apropiados para las artes escénicas, como el Teatro Colón (1892) y el Teatro Municipal (1890) en Bogotá, el Teatro Bolívar (1917) y el teatro Pablo Tobón Uribe (1952) en Medellín, el Teatro Municipal (1927) en Cali, el Teatro Municipal (1904) y el Teatro Amira de la Rosa (1982) en Barranquilla, el Teatro Heredia (1911) en Cartagena, el Teatro Municipal (1927) en Popayán, el Teatro Tolima (1938) en Ibagué, el Teatro Santander (1932) en Bucaramanga y el Teatro Los Fundadores (1965) de Manizales.

Orquestal profesional, con la conformación de orquestas estables adscritas a instituciones públicas de cultura

o educación, como la Orquesta Sinfónica Nacional (1936), la Orquesta Filarmónica de Bogotá (1967), Orquesta Sinfónica de Antioquia (1946), Orquesta Sinfónica del Valle (1936?), Orquesta Sinfónica del Tolima, Orquesta Filarmónica de Barranquilla (1943).

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Las instituciones musicales de cara al siglo XXI Las transformaciones en la gestión pública de la cultura en Colombia en la última década del siglo XX y la primera del siglo XXI generaron condiciones para el debilitamiento progresivo de las agrupaciones sinfónicas de carácter profesional, constituidas mayoritariamente en su origen como conjuntos musicales institucionales de las organizaciones públicas de educación y cultura o de las instituciones públicas de nivel superior de los centros urbanos o los entes territoriales más prominentes -incluido el nivel nacional. Por una parte, la migración de un concepto de cultura asociado a las manifestaciones más tradicionales de las artes canónicas occidentales (ópera, ballet, teatro de repertorio, orquestas sinfónicas, canto lírico, música de cámara, museos), hacia un concepto de cultura entendida como un conjunto de expresiones de grupos humanos y comunidades, ha modificado los principios y estrategias de desarrollo cultural del sector público en Colombia. A partir del reconocimiento del país como pluricultural plasmado en la Constitución Poítica de 1991, el énfasis de la acción pública de cultura se transforma dejando de ser el Estado el responsable de proveer una 'cultura oficial' al conjunto de la población, para ser el garante de las condiciones para que las diferentes comunidades desarrollen y circulen sus expresiones. Por otra parte, la modernización y racionalización del gasto público, en el sector cultural, dio como resultado la suspensión generalizada de los contratos de los artistas que ejercián sus funciones en dichas instituciones, en calidad de trabajadores oficiales o empleados públicos. Para el caso de la música sinfónica, esto generó la liquidación de las orquestas Sinfónica de Antioquia (1994), Sinfónica del Valle, Sinfónica de Colombia (2002), la Banda Sinfónica Distrital de Bogotá (2000), la Banda Sinfónica Nacional (2002), las Bandas Departamentales de Bolívar, Cesar, Norte de Santander, Quindío, Santander y Tolima, entre otras. El fenómeno no es exclusivo de Colombia, pues en las mismas décadas se vieron procesos de „privatización‟ o modificación del carácter público de los proyectos orquestales o instituciones culturales (como los teatros de ópera, por ejemplo), en naciones en las que se originó la música orquestal, tales como Italia, Austria y Alemania, esta última en particular luego de la caída del Muro de Berlín. En Colombia, las iniciativas institucionales de promoción de la enseñanza musical como mecanismo para fortalecer el conocimiento, la práctica y el disfrute de la música fueron plasmadas en el Plan Nacional de Música para la Convivencia, que desde su formulación en el año 2002 ha dinamizado la práctica de la música en las diferentes regiones del país en formatos colectivos, con especial énfasis en las prácticas de bandas y música tradicional, priorizando la atención a municipios y regiones alejados de los grandes centros urbanos. En el documento de diagnóstico orquestal 2 realizado para determinar el estado de los proyectos orquestales de carácter educativo y su aporte en los impactos del PNMC se afirma que “la política pública, durante los dos últimos gobiernos, ha producido un efecto positivo en el crecimiento del número de proyectos orquestales y agrupaciones dentro de ellos. Entre el 2002 y el 2007 se crearon 34 proyectos orquestales.” Este dinamismo evidenciado en el crecimiento de los proyectos sinfónicos con orientación social y educativa gracias a la efectiva implementación del PNMC, contrasta con la situación crítica que se enuncia, la cual afecta estructuralmente a las instituciones que dentro de los agentes del campo musical sinfónico, tienen la función de ser los espacios de desarrollo y desempeño artístico, laboral e intelectual de los profesionales de la práctica musical. En vista de las anteriores dificultades y a raíz de los procesos de organización sectorial promovidos por el Ministerio de Cultura dentro de los lineamientos de fortalecimiento del Sistema Nacional de Cultura, se creó desde el año 2007 el Comité Nacional Sinfónico (llamado inicialmente „Comité Orquestal‟), que se ha constituido progresivamente como un espacio de encuentro entre las diferentes organizaciones generadoras de proyectos sinfónicos de carácter profesional, y que se afianza como un espacio de construcción participativa para la concertación de las políticas públicas que favorezcan el desarrollo del sector profesional de la música.

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Diagnóstico Orquestal: Consolidación, Análisis e Interpretación, Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Económicas Centro de Investigaciones para el Desarrollo-CID, Bogotá, 2007

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Marco normativo 1. Legislativo Constitución Política de Colombia de 1991

Artículo 7: “El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación colombiana.” Artículo 8: “Es obligación del Estado y de las personas proteger las riquezas culturales y naturales de la Nación.”

Artículo 70: “El Estado tiene el deber de promover y fomentar el acceso a la cultura de todos los

colombianos en igualdad de oportunidades, por medio de la educación permanente y la enseñanza científica, técnica, artística y profesional en todas las etapas del proceso de creación de la identidad nacional. La cultura en sus diversas manifestaciones es fundamento de la nacionalidad. El Estado reconoce la igualdad y dignidad de todas las que conviven en el país. El Estado promoverá la investigación, la ciencia, el desarrollo y la difusión de los valores culturales de la Nación.” Reglamentado por la Ley 397 de 1997

Artículo 71: “La búsqueda del conocimiento y la expresión artística son libres. Los planes de desarrollo

económico y social incluirán el fomento a las ciencias y, en general, a la cultura. El Estado creará incentivos para personas e instituciones que desarrollen y fomenten la ciencia y la tecnología y las demás manifestaciones culturales y ofrecerá estímulos especiales a personas e instituciones que ejerzan estas actividades.” Reglamentado por la Ley 397 de 1997

Artículo 355: “Ninguna de las ramas u órganos del poder público podrá decretar auxilios o donaciones en

favor de personas naturales o jurídicas de derecho privado.” Desarrollado por los Decretos Nacionales 777 de 1992 y 2459 de 1993. “El Gobierno, en los niveles nacional, departamental, distrital y municipal podrá, con recursos de los respectivos presupuestos, celebrar contratos con entidades privadas sin ánimo de lucro y de reconocida idoneidad con el fin de impulsar programas y actividades de interés público acordes con el Plan Nacional y los planes seccionales de Desarrollo.” Ley General de Cultura 397 de 1997

Artículo 1: “La cultura, en sus diversas manifestaciones, es fundamento de la nacionalidad y actividad propia

de la sociedad colombiana en su conjunto, como proceso generado individual y colectivamente por los colombianos. Dichas manifestaciones constituyen parte integral de la identidad y la cultura colombianas. El Estado impulsará y estimulará los procesos, proyectos y actividades culturales en un marco de reconocimiento y respeto por la diversidad y variedad cultural de la Nación colombiana. El desarrollo económico y social deberá articularse estrechamente con el desarrollo cultural, científico y tecnológico. El Plan Nacional de Desarrollo tendrá en cuenta el Plan Nacional de Cultura que formule el Gobierno. Los recursos públicos invertidos en actividades culturales tendrán, para todos los efectos legales, el carácter de gasto público social.”

Artículo 2: “Las funciones y los servicios del Estado en relación con la cultura se cumplirán en conformidad

con lo dispuesto en el artículo anterior, teniendo en cuenta que el objetivo primordial de la política estatal sobre la materia son la preservación del Patrimonio Cultural de la Nación y el apoyo y el estímulo a las personas, comunidades e instituciones que desarrollen o promuevan las expresiones artísticas y culturales en los ámbitos locales, regionales y nacional.”

Artículo 17: “El Estado a través del Ministerio de Cultura y las entidades territoriales, fomentará las artes en

todas sus expresiones y las demás manifestaciones simbólicas expresivas, como elementos del diálogo, el intercambio, la participación y como expresión libre y primordial del pensamiento del ser humano que construye en la convivencia pacífica.”

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Artículo 70: “Promover y fomentar el acceso a la cultura de todos los colombianos en igualdad de

oportunidades, por medio de la educación permanente y la enseñanza científica, técnica, artística y profesional en todas las etapas del proceso de creación y de la identidad nacional.”

Ley 950 de 2004. Por medio de la cual se modifica la Ley 590 de 2000 sobre promoción del desarrollo de la micro, pequeña y mediana empresa colombiana. Esta ley sustenta varios documentos y políticas, en particular el Plan Nacional para las Artes, y tiene por objeto promover el desarrollo integral de las micro, pequeñas y medianas empresas en consideración a sus aptitudes para la generación de empleo, el desarrollo regional, la integración entre sectores económicos y el aprovechamiento productivo de pequeños capitales.

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2. Documentos técnicos y de política Plan Nacional de Cultura 2001 – 2010

Campos de política: - Participación - Campo de creación y memoria - Campo de diálogo cultural

Políticas: -

Garantizar el derecho a la creación en condiciones de libertad, equidad y dignidad. Reconocer y fortalecer la creación, la producción y la investigación cultural, así como las formas inéditas de expresión. Propender por la dignidad social y económica de los agentes del sector en los diversos campos de la creación, la producción, la investigación y la gestión cultural. Democratizar las oportunidades de disfrute y de goce creativo de las expresiones culturales. Promover el uso creativo y la apropiación crítica de los lenguajes estético-expresivos de lo artístico. Fomentar la apropiación creativa de las memorias. Recrear y proteger la pluralidad de las memorias.

Herramientas: Planeación:

1. Reconocer el Plan Nacional de Cultura como marco referente en la definición de los sucesivos planes de desarrollo.(2003- 2006 y 2007-2010) 2. Integrar las perspectivas de los planes territoriales y sectoriales con las del Plan Decenal y los respectivos planes de desarrollo cultural de gobierno

Gestión:

1. Evaluar y adecuar la estructura y funcionamiento del Ministerio de Cultura en relación con los propósitos y políticas del Plan Nacional

2. Redefinir y consolidar la institucionalidad cultural del Estado en los entes territoriales 3. Evaluar el Sistema Nacional de Cultura en el marco de las perspectivas contenidas en el Plan Nacional de Cultura

Organización:

1. Estimular procesos organizativos no gubernamentales del sector cultural con respeto a su autonomía y sus propios modelos. 2. Contribuir al fortalecimiento de redes sociales, telemáticas e institucionales 3. Habilitar en las organizaciones espacios de presentación de propuestas e iniciativas que contribuyan a su presencia e interlocución en el espacio de lo público.

Infraestructura:

Realizar un plan de equipamiento de elementos e implementación de programas culturales básicos para municipios y regiones, a través de la cooperación interinstitucional e internacional.

Formación:

Adelantar un plan de formación de actores individuales, colectivos e institucionales en los fundamentos y políticas del Plan Nacional de Cultura.

Información:

Rediseñar el SINIC a través de un mecanismo integral de registro, clasificación, interpretación y circulación de la información cultural. 9

Legislación: 1. Completar la reglamentación de la Ley General de Cultura según las prioridades de la política cultural formuladas en el Plan Nacional de Cultura. 2. Promover la formulación de nuevas legislaciones relacionadas con prioridades del sector cultural e intereses poblacionales y territoriales. 3. Legislación y derechos sobre la creación y la memoria cultural individual y colectiva, seguridad social.

Financiación:

Diseño y puesta en marcha de un sistema integral de financiación para el sector cultural, que identifique y articule las diferentes fuentes de recursos y los mecanismos para su eficiente ejecución.

Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010 Concibe a la cultura como un elemento de convivencia y como un pilar de la estructura social del país. La cultura como convivencia busca el fortalecimiento del tejido social que permita recuperar la confianza ciudadana en las instituciones, el respeto a los derechos humanos, el fomento del pluralismo y la participación ciudadana de cultura. La cultura como estructura social del país tiene como objetivo la consolidación de una identidad cultural que sirva de herramienta para la cohesión social de los ciudadanos colombianos. Dentro de las estrategias planeadas un Plan Nacional para la Música Sinfónica desarrollará las siguientes: - Consolidar el Sistema Nacional de Cultura - Fortalecer el Sistema Nacional de Información Cultural - Plan Nacional de Música para la Convivencia - Conservación del patrimonio cultural - Programa nacional de estímulos - Programa nacional de concertación - Plan Nacional para las Artes

Conpes 3208 de 2002. Lineamientos de una política de apoyo a la música sinfónica en Colombia “III. Bases para definir la acción del gobierno: lineamientos de una política de apoyo y estímulo a la música

sinfónica

Los propósitos generales de las nuevas políticas son tres: (i) maximizar el impacto de los recursos, (ii) lograr una distribución regional más equitativa y (iii) asignar los recursos con criterios meritocráticos y transparentes. En este contexto, las líneas de acción y las políticas propuestas por el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Cultura se centrarán en: 1. Brindar apoyo financiero a agrupaciones musicales, bandas u orquestas, de tipo sinfónico que estén asociadas a procesos de formación y capacitación, y se encuentren vinculadas a instituciones académicas, según sus méritos y logros. 2. Destinar recursos (y, en última instancia, constituir un fondo especial) para la financiación de agrupaciones musicales de tipo sinfónico escogidas según sus méritos y logros. 3. El Ministerio de Cultura será el encargado de fijar los criterios básicos de selección de sus integrantes, el cronograma y contenido de sus funciones y actividades, y el régimen jurídico aplicable para su funcionamiento y financiación. Para la creación de esta agrupación, el Ministerio de Cultura tendrá en cuenta lo dispuesto en los artículos 95 y 96 de la Ley 489 de 1998 en lo referente a las asociaciones entre entidades públicas y la constitución de asociaciones y fundaciones para el cumplimiento de las actividades propias de las entidades públicas con participación de particulares.

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4. Puesta en marcha de procesos de capacitación y entrenamiento de músicos y directores. En particular se hará énfasis en la cofinanciación de intercambios internacionales (que permitan el acceso a créditos y becas), la realización de seminarios (convocados por el Ministerio de Cultura o por las entidades académicas asociadas a las agrupaciones musicales), y la participación de comisiones, dentro del territorio nacional y en el exterior, para atender invitaciones de otras orquestas. 5. Promoción de agrupaciones musicales de carácter sinfónico en los ámbitos regional, departamental y municipal con el propósito de realizar giras, conciertos didácticos y funciones especiales dentro y fuera del país. El Ministerio de Cultura será el encargado de definir los criterios de selección de las agrupaciones con base en convocatorias que atiendan la trayectoria, naturaleza, origen y méritos musicales de las agrupaciones participantes. 6. Adquisición de instrumentos musicales, materiales afines, partituras, software y demás herramientas necesarias para el desarrollo creativo de la actividad musical. 7. El sistema de méritos y resultados que se empleará en la asignación de los recursos tendrá en cuenta los siguientes aspectos: a) La voluntad asociativa de los músicos y directores integrados a proyectos pedagógicos. Los proyectos pedagógicos deberán estar vinculados a procesos de formación permanente y comprometidos con la formación de nuevas generaciones. En suma, los músicos que no dejen de aprender y de enseñar tendrán prioridad. b) Los méritos de músicos y directores. La conformación de la agrupación nacional tendrá en cuenta los talentos, la competencia y la versatilidad de los interpretes.

IV. Recomendaciones El Ministerio de Cultura y el Departamento Nacional de Planeación –DNP– recomiendan al CONPES: 1. Aprobar los lineamientos de política del presente documento. 2. Solicitar al Ministerio de Hacienda y Crédito Público, al Departamento Nacional de Planeación y al Ministerio de Cultura destinar durante todo el cuatrenio, los recursos que actualmente reciben tanto la Orquesta Sinfónica de Colombia como la Banda Sinfónica Nacional a la financiación de las actividades propias de las agrupaciones musicales de tipo sinfónico. 3. Solicitar al Ministerio de Cultura la elaboración e implementación de un sistema de control y seguimiento para los proyectos financiados a través de dichos recursos. 4. Solicitar al Ministerio de Cultura: a. La elaboración de un estudio para la reestructuración de la planta de trabajadores oficiales que componen la Orquesta Sinfónica de Colombia y la Banda Sinfónica Nacional y la implantación de un nuevo esquema jurídico que permita la conformación de una agrupación de esta misma naturaleza que convoque a los músicos y directores que por sus méritos profesionales y su excelencia académica merecen formar parte de la primera institución sinfónica del país. b. Concurrir con las entidades de naturaleza pública, privada o mixta, y las autoridades departamentales, municipales y académicas, al diseño de unas políticas concertadas que potencien la eficiente asignación de los recursos y el desarrollo de proyectos.” Conpes 3162 de 2002. Lineamientos para la sostenibilidad del Plan Nacional de Cultura 2001 – 2010 “Hacia una ciudadanía democrática cultural”. Recomienda la realización de acciones para la reorganización del sector en las áreas de información (estadísticas, indicadores e investigación), legislación, financiación y gestión del sector (fomento a las industrias culturales, formación de públicos, apoyo a las mipymes culturales y a organizaciones y creadores, establecimiento de alianzas e identificación de recursos propios del sector). 11

Conpes 3409 de 2006. Lineamientos para el fortalecimiento del Plan Nacional de Música para la Convivencia. Establece, entre otras líneas de acción, las siguientes funciones para el Plan en la línea de Gestión: fomentar el fortalecimiento institucional (desarrollos legislativos, organización de la planta pública para la gestión de la música), sectorial (Consejos Nacional de la Música y redes de festivales, coros, cantaoras, jazz, etc.) y comunitario en torno a la escuela de música (juntas de padres de familia, desarrollo de asociaciones comunitarias). Fomentar, así mismo, la articulación del Sistema de la Música en Colombia: consejos, universidades, industria, agrupaciones e instituciones públicas. En el mismo sentido, enuncia la necesidad de establecer alianzas con la Fundación Nacional Batuta y la ANMS para el logro de sus propósitos. Un Plan Nacional para la Música Sinfónica responde y desarrolla las recomendaciones del documento CONPES 3802 de 2002, en la promoción de una política que garantice las coondiciones para el fortalecimiento estructural y permanente de la música sinfónica, formulado de manera concertada, con mecanismos para la garantía de los recursos, para su optimización en términos de impacto y de distribución equitativa y descentralizada. El PNMS responde y desarrolla las recomendaciones del documento CONPES 3409 de 2006, en el fomento a la organización del sector, de sus espacios participativos y sus espacios de acción articulada de los agentes. El PNMS responde al documento CONPES 3162 de 2002, «Lineamientos para la sostenibilidad del Plan Nacional de Cultura: 2001-2010». El PNMS desarrolla el Plan Nacional para las Artes 2005-2010 y el Plan Estratégico 2007-2010 de la actual administración en materia de definición de políticas, fortalecimiento del Sistema Nacional de Cultura, fomento a la creación y el emprendimiento y preservación del patrimonio. El PNMS es derivación de la Ley de Patrimonio 1185 del 12 de marzo de 2008, en lo relacionado con la definición de patrimonio inmaterial y la necesidad de establecer incentivos para el mismo, siendo la música sinfónica, en los formatos de orquestas, coros y bandas sinfónicas, uno de los más importantes componentes de la producción musical nacional en sus más elevadas manifestaciones. El PNMS responde a los demandas de la Ley 307 de 2009 que adopta la Convención de la UNESCO para la Protección y Promoción de la Diversidad de Expresiones Culturales del país. El PNMS se sustenta además en la Ley 590 de 2000, modificada mediante la Ley 950 de 2004, que promueve el desarrollo integral de las micro, pequeñas y medianas empresas en consideración a sus aptitudes para la generación de empleo, el desarrollo regional, la integración entre sectores económicos y el aprovechamiento productivo de pequeños capitales. Dadas las alianzas contempladas para la implementación de la Política Nacional para el sector sinfónico profesional, son base para sus desarrollos las leyes y programas de los sectores de salud, deporte, protección social, turismo, educación, este último particularmente el nivel superior; así como acciones como promoción de la imagen de Colombia en el exterior y el comité técnico para la competitividad y la mesa de competitividad de las artes escénicas, amparado por la política nacional para la competitividad de las industrias culturales que reconoce al sector sinfónico y otras prácticas afines (como la ópera y el canto lírico) como subsectores constitutivos y representativos de este ámbito.

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Diagnóstico 1. Un país con cultura sinfónica Tal como se enuncia en los antecedentes históricos, Colombia tiene una tradición musical que fundamenta su diversidad en la apropiación temprana de las prácticas occidentales de música colectiva, y en el permanente diálogo entre éstas y las muy diversas expresiones culturales que cubren el territorio. Pese a las transformaciones que han resultado en el debilitamiento del sector profesional de la práctica, la labor que el Ministerio de Cultura ha adelantado desde el año 2002 con la implementación del Plan Nacional de Música ha propiciado la aparición de nuevos proyectos sinfónicos de base, en los niveles de fundamentación educativa, que ya comienzan a generar efectos en el aumento de la demanda de profesionales docentes y en el aumento de la oferta laboral de jóvenes especializados en las diferentes disciplinas de esta práctica. El inventario orquestal realizado en el año 2006 por la profesora Guadalupe Gil, de acuerdo con las recomendaciones del Comité Orquestal, arrojó una primera identificación de 106 proyectos orquestales, en 65 instituciones de 19 departamentos, contabilizando 3892 integrantes de los proyectos estudiados. Lo anterior no incluyó las orquestas de la red Batuta, la cual realizó su propio proceso de inventario que dio como resultado la identificación de 30 proyectos orquestales desarrollados en 20 centros, que atienden a 1027 niños y jóvenes. Lo anterior resulta en un censo inicial de 136 orquestas en 85 instituciones, con un total de 4919 integrantes. De ellas, existe un número de 7 que cumplen con actividades permanentes, con remuneración total de sus integrantes, y con el formato orquestal completo, las cuales conformarían el núcleo de orquestas profesionales del país, desde la perspectiva de la vinculación laboral y generación de empleo. Son ellas: ORQUESTA ORQUESTA ORQUESTA ORQUESTA ORQUESTA ORQUESTA ORQUESTA

FILARMÓNICA DE MEDELLÍN SINFÓNICA EAFIT SINFONICA JUVENIL DE COLOMBIA FILARMÓNICA DE BOGOTA SINFÓNICA NACIONAL DE COLOMBIA FILARMÓNICA DEL VALLE DEL CAUCA DE LA UNIVERSIDAD DEL TOLIMA

2. Estudios existentes – línea de base El documento Diagnóstico Orquestal: Consolidación, Análisis e Interpretación , fue elaborado en el año 2007 por el Centro de Investigaciones para el Desarrollo de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia, a partir de la fase inicial consistente en el inventario ya mencionado del año 2006, el cual aportó información que permitió una descripción comparativa de los proyectos. El documento aporta herramientas metodológicas y conclusiones iniciales, que permiten determinar líneas de base para la formulación de la política. Si bien el estudio anota quie la información disponible tiene vacíos (como por ejemplo la situación financiera de los proyectos orquestales, información necesaria para orientar la distribución de los recursos públicos de acuerdo con prioridades, necesidades y criterios de selección) arroja algunas que se consideran determinantes:

Tamaño del sector: La muestra del diagnóstico la constituyen 136 agrupaciones o proyectos orquestales, en 65 instituciones identificadas en el censo 2006.

Carácter de las agrupaciones por modalidad: Dicho censo identifica únicamente 4 proyectos sinfónicos de

carácter profesional, 4 proyectos de nivel superior con proyección permanente a la comunidad, incidencia regional y remuneración de sus integrantes, 21 programas de educación formal, 44 asociados a procesos de educación no formal para población infantil y juvenil, y el resto caracterizados como de educación informal o sin información. Sobre su carácter público o privado de las instituciones, se han inventariado 33 organizaciones privadas, 28 organizaciones públicas y 4 mixtas. 13

Articulación con el PNMC: El documento concluye que “los énfasis dados en los objetivos misionales de los proyectos, son consistentes con los lineamientos del Plan Nacional de Música para la Convivencia, que ha buscado de manera explícita fortalecer y crear escuelas de música de educación no formal (44 de los 85 proyectos orquestales son de educación no formal). De igual modo, el mayor número de los proyectos orquestales conceden una mayor importancia a la formación en valores sociales (32 proyectos).”

Cobertura por habitante: El estudio arroja un promedio de 0.9 proyectos orquestales por cada 100 mil habitantes en el conjunto de ciudades y municipios contemplados en el universo de estudio. El promedio se reduce a 0.5 en las grandes ciudades, mientras en pequeños municipios pasa de 1.0, y en ciudades como Popayán y Tunja está por encima de 2.0.

Cobertura de personal docente: En los proyectos de carácter educativo (que constituyen el 97% de la

muestra), el estudio arroja un promedio de 5.8 docentes por agrupación para el total de las 136 agrupaciones registradas en el estudio. Sin embargo, muchas de ellas tienen menos de 4 docentes en promedio, lo que indica un déficit frente a las necesidades que supone la formación en los 4 grupos de instrumentos (maderas, vientos, cuerdas y percusión), si se toma como estándar mínimo un docente por cada grupo de instrumentos, considerando la especificidad de la técnica y la enseñanza de cada uno. Si se considera que una orquesta sinfónica típica debe tener entre 13 y 15 diferentes instrumentos, el déficit resulta más pronunciado.

Cantidad de integrantes: en el conjunto de las 136 agrupaciones orquestales registradas en el estudio, se observa un promedio de 33 integrantes por agrupación. A la luz de los estándares técnicos de la práctica, es un promedio claramente insuficiente, que indica que la mayoría de los proyectos no pueden desarrollar una práctica que aborde repertorios amplios, o que sirva como referente técnico y profesional de la actividad. Para la línea base, podrían establecerse como referencia los estándares enunciados en el anterior capítulo – adoptados por la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia-, con un número de 75 como un promedio de referencia, sobre el cual las agrupaciones orientarían sus esfuerzos para incrementar las coberturas. Dotación de materiales musicales e instrumentos: La dotación de repertorios en los proyectos orquestales se anuncia como „insuficiente‟ y el estado de los instrumentos, para los proyectos de un alto número de municipios es crítico.

Asistencia de público a actividades de divulgación : Para municipios con déficit cultural en el campo de la música instrumental, podría considerarse el registro de Buenaventura como el promedio de asistencia de público sobre el cual podría compararse la gestión de los proyectos orquestales en materia de difusión. De igual modo, para las ciudades con cierta tradición en proyectos orquestales, el referente de Barranquilla, que presenta una asistencia promedio por encima de 3 mil personas por presentación, se tendría en cuenta para alcanzar registros similares en otras ciudades y municipios con actividad orquestal comparable. Generación de empleo: Sobre empleo remunerado, dice el estudio citado: “en los proyectos se obtuvo información de 53 proyectos orquestales, con un total 1.208 empleos remunerados en todo el país, con tipo de vinculación de contrato laboral 452 empleos, 519 con contrato de prestación de servicios y sin información de tipo de vinculación, 237 empleos. Corresponden por áreas de desempeño, al área docente 573 empleos, al área artística 445 empleos, al área administrativa 158 empleos. Los 32 restantes corresponden a empleos con funciones que combinan el desempeño en diversas áreas (administrativodocente, artístico-docente, etc).”

Producciones y ediciones: En el estudio se relaciona a 17 proyectos orquestales que produjeron 25 ediciones fonográficas de discos compactos, entre el 2004 y 2006 inclusive. En el mismo lapso se prujeron 10 videos en 8 proyectos, y tres ediciones musicales de partituras o libros.

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3. Identificación de problemas Se enuncian a partir de los ámbitos de acción o gestión pertinentes enunciados en el Plan Nacional de Cultura 2001 - 2010, con miras a la identificación posterior de estrategias y líneas de acción en estos mismos ámbitos: Organización:

- Debilidad en los vínculos entre los diferentes niveles y modalidades de proyectos musicales y ausencia de funcionamiento sistémico entre los agentes del Sistema Nacional de la Música. El documento de trabajo de 2008 titulado “El Plan Nacional de Música para la Convivencia y el Sistema de la Música en Colombia” generado por la Dirección de Artes del MC, presenta el siguiente panorama en relación con el estado actual del Sistema: “En la actualidad el sistema musical de Colombia presenta serias fracturas y brechas donde se corta el flujo de energía, se desconocen, se desperdician esfuerzos, se pierden inversiones o, lo que es peor, cesa la energía, y por ello podemos hablar de degradación o de desequilibrios latentes o explícitos en el campo musical. No es el objetivo detenernos ahora en analizar las debilidades del campo musical en sus diferentes componentes, comunitario, formativo, productivo, o en la secuencia y en sus articulaciones que va de la información, a la investigación, la formación, la producción, la circulación y la apropiación, señalemos aquí solamente, que las posibilidades de generación de una industria de la música no se han logrado desarrollar, los apoyos a la producción, la circulación y la apropiación critica son todavía insuficientes, y en lo referente a la formación musical, el esfuerzo debe seguir creciendo, si queremos en un mediano plazo haber logrado fortalecer el sistema de la música en Colombia. En la formación, componente de base, como en el de la información sobre el campo musical, debemos lograr dar saltos en los próximos tres años que restan de la segunda fase del Plan Nacional de Música para la Convivencia y articular a estos avances significativos los componentes de divulgación, apropiación social y producción. En efecto, el ciclo educativo musical es muy débil, centralizado e inequitativo. El servicio educativo no se corresponde con el significado que tiene la música para los diferentes contextos en Colombia. Si buscamos una educación con pertinencia, la música es un elemento que debe estar presente en nuestras escuelas. La prospectiva de la Educación Artística en Colombia, estudio adelantado en 2005 por la Universidad Externado de Colombia, indica que ésta solo representa el 2% de la educación superior. De este 2% estamos perdiendo muchos profesionales que migran al exterior o se acumulan en las grandes capitales, por causa de la carencia de medios profesionales estables.” “El sector cultural (El Plan Nacional de Música, Batuta, las escuelas privadas y las Casas de Cultura) a partir de 2002 emprende la construcción de la cobertura municipal pero todavía, en 2007, su desarrollo resulta apenas indicativo frente a la tarea de cubrir equitativamente a la población infantil y juvenil. De acuerdo a las cifras actuales, entre el PNMC y BATUTA, se alcanza a cubrir el aproximadamente el 1% de la población infantil del país.” La información aportada por el diagnóstico orquestal del CID evidencia una alta cantidad de organismos operadores de las actividades, con énfasis en aquéllos de carácter educativo o social. Menos del 3% de los proyectos tienen carácter profesional, situación que evidencia varias debilidades en la continuidad entre los diferentes procesos de la cadena de valor de la música. Por una parte, como lo manifiesta el estudio, hay carencia manifiesta de personal profesional que atienda las necesidades de formación de los proyectos educativos, cuya cobertura además sigue siendo insuficiente. Adicionalmente, en términos de número de integrantes, dotación de materiales e instrumentos, las agrupaciones (aún las de carácter profesional) no registran el cumplimiento de los estándares internacionales de la práctica. Por último, como también lo advierte el documento generado por la Dirección de Artes, las oportunidades laborales para los profesionales que deberían garantizar el cubrimiento y la calidad de la formación, y la generación de documentos y materiales musicales desde la perspectiva de la creación, no resultan lo suficientemente efectivas para garantizar su vinculación permanente al sistema como generadores de la fase productiva del sistema (en términos de bienes y servicios artísticos, intelectuales y educativos).

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- Debilidad organizacional en los proyectos sinfónicos Los agentes del sector acusan debilidades en el aspecto organizacional, en dos registros: La organización del sector, en la perspectiva de un sistema Nacional de Música, se presenta aún como un conglomerado de agentes individuales, con necesidades de articulación efectiva entre modalidades (proyectos profesionales, educativos de nivel superior, medio y básico, educativos formales y no formales), entre niveles territoriales (nacional, departamental, municipal), carácter jurídico (públicos, privados, mixtos). La organización interna de las organizaciones y proyectos, en diferentes aspectos: La complejidad y especificidad (particularidades) de la práctica orquestal sinfónica dificulta su inserción en los esquemas organizacionales propios de otros ámbitos (sector público, sector académico, sector empresarial). Lo anterior sugiere el desarrollo de organizaciones con estructuras que respondan a la especificidad de su acción, requiriendo un cierto grado de autonomía como dispositivo cultural, no subsidiario de otros organismos, que les permita desarrollar los procesos particulares del trabajo artístico musical y de la generación de los bienes y servicios culturales que le son propios. Las limitaciones para la financiación estable y suficiente de los proyectos no permiten su adecuado desarrollo organizacional, tanto en lo referente a su planta musical como en lo referente a su equipo administrativo y de gestión. Lo anterior agravado por la ausencia de espacios de formación especializada en las diferentes disciplinas gerenciales y técnicas asociadas a estas prácticas, lo cual limita las posibilidades de desarrollo de modelos empresariales exitosos. Creación:

- Debilitamiento de la vigencia y apropiación social de las expresiones artísticas asociadas al formato orquestal sinfónico Las transformaciones en la estética predominante en la cultura de los centros urbanos principales del país han dejado atrás la capacidad de las organizaciones especializadas en el repertorio orquestal sinfónico para generar productos artísticos atractivos para las audiencias que no tienen antecedentes de contacto con estos lenguajes artísticos. Adicionalmente, el crecimiento exponencial de la oferta de espectáculos en vivo, cuya apropiación social es incentivada de manera masiva a través de los medios de comunicación y la industria publicitaria, genera para estas expresiones una fuerte competencia en su consolidación como opciones estéticas y de oferta cultural. Lo anterior es particularmente sensible en el caso de las poblaciones urbanas con edades inferiores a los 30 años, cuyos referentes artísticos y culturales están fuertemente condicionados por la exposición a los medios masivos de comunicación (especialmente radiodifusión y televisión directa o por suscripción), y cuya condición urbana, aun cuando aumenta sus posibilidades de acceso a información, disminuye su posibilidad de relación con expresiones históricas o regionales más diversas. Información: -

Ausencia de una herramienta unificada que aporte información confiable y suficiente sobre la actividad sinfónica

Si bien existen levantamientos de información sobre el sector, la ausencia de un sistema de información unificado no permite obtener la información necesaria para la planeación, ejecución y seguimiento de los planes, programas y proyectos del subsector.

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Legislación: - Ausencia del sector profesional sinfónico como objeto de fomento en la política pública para el sector

musical.

Si bien en un sentido amplio la totalidad de las expresiones musicales de la nación estarían cobijadas por las políticas, programas y proyectos de fomento y fortalecimiento de la música, el énfasis en la implementación de la política pública para la música ha estado claramente determinado hacia los proyectos de carácter educativo y social. Este énfasis se evidencia en la determinación de las metas del PNMC, que identifican la consolidación de las escuelas municipales de música como mecanismo para la garantía del acceso de niños y jóvenes a la educación musical, como condición para el mayor conocimiento, práctica y disfrute de la música. Si bien se enuncian de manera genérica acciones para el fortalecimiento de iniciativas profesionales, especialmente en aspectos de formación, de generación de MiPymes e industrias culturales, no se establecen bases para la sostenibilidad de las organizaciones profesionales de carácter sinfónico, que en razón de sus características organizacionales y del tipo de bienes y servicios culturales y educativos que generan, no permiten considerarlas en el rango de las organizaciones sostenibles a partir de la generación de ingresos propios como única fuente. Se evidencia la necesidad, expresa entre las herramientas del Plan Decenal, de formulación de nuevas legislaciones relacionadas con prioridades de este sector, de acuerdo con sus necesidades e intereses poblacionales y territoriales. Financiación:

- Debilidades estructurales de los proyectos sinfónicos de nivel profesional. La desvinculación de las agrupaciones profesionales del sector sinfónico de la institucionalidad pública, ha generado un fenómeno de debilitamiento que se ha manifestado en una tendencia a la desaparición de este tipo de agrupaciones. Las transformaciones en la gestión pública de la cultura en Colombia en las últimas dos décadas generaron condiciones para el debilitamiento progresivo de la institucionalidad de las agrupaciones profesionales de carácter sinfónico, constituidas mayoritariamente en su origen como conjuntos musicales institucionales de las organizaciones públicas de educación y cultura o de las instituciones públicas de nivel superior de los centros urbanos o los entes territoriales más prominentes -incluido el nivel nacional. Por una parte, la migración de un concepto de cultura asociado a las manifestaciones más tradicionales de las artes canónicas occidentales (ópera, ballet, teatro de repertorio, orquestas sinfónicas, canto lírico, música de cámara, museos), hacia un concepto de cultura entendida como un conjunto de expresiones de grupos humanos y comunidades, ha modificado los principios y estrategias de desarrollo cultural del sector público en Colombia. A partir del reconocimiento del país como pluricultural plasmado en la Constitución Poítica de 1991, el énfasis de la acción pública de cultura se transforma dejando de ser el Estado el responsable de proveer una 'cultura oficial' al conjunto de la población, para ser el garante de las condiciones para que las diferentes comunidades desarrollen y circulen sus expresiones. Por otra parte, la modernización y racionalización del gasto público, en el sector cultural, dio como resultado la suspensión generalizada de los contratos de los artistas que ejercián sus funciones en dichas instituciones, en calidad de trabajadores oficiales o empleados públicos. Para el caso de la música sinfónica, esto generó la liquidación de las orquestas Sinfónica de Antioquia (1994), Sinfónica del Valle, Sinfónica de Colombia (2002), la Banda Sinfónica Distrital de Bogotá (2000), la Banda Sinfónica Nacional (2002), las Bandas Departamentales de Bolívar, Cesar, Norte de Santander, Quindío, Santander y Tolima, entre otras. Así, las instituciones públicas asociadas a la generación de productos artísticos o culturales (orquestas, bandas y coros públicos, compañías institucionales de danza, ballet, teatro) dieron paso a la creación de 17

entes privados o mixtos que compiten con una gran diversidad de organizaciones culturales generadoras de proyectos, por los estímulos e incentivos que las instituciones públicas de cultura otorgan a través de diversos mecanismos en los diferentes niveles (central, departamental y municipal o distrital). Para el caso de los proyectos sinfónicos, los altos costos asociados a la vinculación estable de los profesionales necesarios para la conformación de orquestas, hacen inviable la subsistencia y operación permanente de los proyectos que no tengan una provisión alta y estable de recursos. Las dificultades en el mercadeo de los bienes y servicios culturales que pueden ser objeto del trabajo de una orquesta sinfónica no permiten a éstos una sostenibilidad basada mayoritariamente en recursos propios, lo cual genera la necesidad de dependencia de una fuente estable de subsidio, aportado generalmente por la institucionalidad pública del sector cultural, o por programas académicos que vinculan a los profesionales en calidad de docentes. Lo anterior evidencia la necesidad, planteada en las herramientas del Plan Decenal, de diseño y puesta en marcha de un sistema integral de financiación para el sector, que identifique y articule las diferentes fuentes de recursos y los mecanismos para su eficiente ejecución.

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Principios Sistema Nacional de la Música El reconocimiento de las artes, y en particular de la música como responde a un enfoque sistémico por lo que despliega estrategias que atienden el conjunto del campo musical en sus diferentes componentes. “La riqueza musical de Colombia no es una ilusión, sin embargo su vitalidad no depende exclusivamente de la potencia cultural y natural de las poblaciones, el Estado en sus diferentes niveles debe intervenir apara preservarla, promoverla y fomentarla” “El sistema musical al que nos referimos está relacionado con el concepto sociológico de campo, por el cual se designa una actividad social conformada por agentes y organizaciones que interactúan entre sí de tal manera que como partes no pueden existir aisladamente, su posibilidad depende del conjunto. La música como expresión cultural de todas las gentes, la música como parte integral de la educación y la música como producción musical de organizaciones culturales o de la industria, constituye un campo de relaciones que hacen parte esencial de una sociedad.” “No todos los sistemas se expresan en un organismo visible y fuertemente reglamentado. Este es el caso del sistema musical colombiano. La modernidad desarrolló la institucionalidad y reglamentación de las prácticas creativas, y en Colombia se generaron por este influjo conservatorios y orquestas. Sin embargo, con la caída de los límites de occidente, nuestro campo cultural se ensanchó y ha vivido crisis al tiempo que la búsqueda de una nueva institucionalidad del campo musical acorde con la noción de identidad abierta, multicultural y pluriétnica que nos caracteriza.”

Campos de política del Plan Nacional de Cultura 2001 - 2010 Se establecen como principio los campos de política definidos por el Plan Nacional de Cultura: Participación Entendida tanto desde la perspectiva del derecho de las poblaciones al acceso a las más diversas expresiones musicales asociadas a la práctica sinfónica, en un marco de equidad poblacional y territorial, como también desde la perspectiva de la construcción participativa de las políticas públicas para el sector, en el reconocimiento de los espacios de organización política de los sectores profesional, social y comunitario que constituye Creación y memoria Consideradas desde la perspectiva de la generación de producción simbólica, a través de la creación permanente en las disciplinas de la composición musical, la producción intelectual asociada a la investigación y los desarrollos teóricos sobre esta práctica, la interpretación musical individual y colectiva, la realización de arreglos o adaptaciones que propicien la apropiación social de diferentes contenidos artísticos y culturales, y la dirección musical. Por otra parte, la difusión de los repertorios musicales que constituyen el patrimonio de la humanidad, y de la obra de los creadores nacionales cuya obra debe ser documentada, preservada y difundida. Diálogo cultural Entendido desde la apropiación de los repertorios académicos, experimentales, tradicionales y populares, y la infinita posibilidad de confluencia de lenguajes artísticos a través de la renovación de repertorios que den cuenta de la diversidad soclai y poblacional del país.

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Líneas de acción Se plantea el desarrollo de líneas de acción, estructuradas de acuerdo con las herramientas propuestas en el Plan Decenal: Planeación: Desarrollo conceptual del Sistema Nacional de Música como herramienta de planeación y ordenmiento de la política nacional para el campo musical, con la consecuente elaboración del Plan Nacional para la Música Sinfónica. Gestión: Reconocimiento y empoderamiento de la Asociación Nacional de Música Sinfónica y la Fundación Nacional Batuta como aliados estratégicos en la formulación, implementación y seguimiento de la Política y el Plan. Organización: Estímulo a los procesos organizativos no gubernamentales del sector cultural con respeto a su autonomía y sus propios modelos (Comité Sinfónico Nacional, Red Nacional de Orquestas) Estímulo al desarrollo de modelos administrativos propios y a la ejecución de proyectos emprendimiento Infraestructura: Realizar, dentro del plan, estrategias de aseguramiento de las condiciones necesarias para el desarrollo de los proyectos sinfónicos profesionales en términos de infraestructura física, informática y técnica. Información: Implementación del Sistema de Información de la Música dentro del SINIC, a través de un mecanismo integral de registro, clasificación, interpretación y circulación de la información cultural. Legislación: Formulación de nuevas iniciativas normativas que favorezcan la integración de los proyectos sinfónicos profesionales a los avances logrados en la inserción de los proyectos para niños y jóvenes en la política pública para el sector musical, y la consolidación de los proyectos sinfónicos profesionales, en su carácter de referente y garante de la calidad de los sistemas musicales municipales, departamentales y nacionales. Financiación: Diseño y puesta en marcha de un sistema integral de financiación para el sector cultural, que identifique y articule las diferentes fuentes de recursos y los mecanismos para su eficiente ejecución. Asegurar, mediante esfuerzos legislativos, fuentes estables y suficientes de financiación pública, así como también esquemas de incentivos y exenciones tributarias que favorezcan la inversión y apoyo del sector privado.

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Aproximaciones a un Plan Nacional para la Música Sinfónica Objetivo Promoción y consolidación (reconocimiento y empoderamiento) de proyectos sinfónicos profesionales en Colombia, en su calidad de referentes y núcleo dinamizador del sistema nacional de música, y de los sistemas departamentales y municipales, organismos culturales escenciales para la garantía de los derechos de la población colombiana a la calidad de vida (equidad, derecho al acceso libre, participación),la preservacion y renovación de la diversidad en un marco del diálogo intercultural, y producción de riqueza material e inmaterial.

Objetivos específicos 1. Consolidar a 2012, a partir de los procesos existentes, 9 proyectos sinfónicos profesionales regionales que aseguren en sus respectivos territorios la organización de los sistemas musicales a través de la articulación efectiva de los actores existentes, así como también favorezcan y aseguren la calidad, la diversidad, la proyección laboral y el impacto de los procesos artísticos y de educación musical en esos territorios. Regiones: Antioquia (OFIM - EAFIT), Eje cafetero (Caldas), Valle del Cauca (Proartes), Cauca, Norte de Santander, Santander, Centro sur (Tolima), Caribe occidental (Cartagena). 2. Consolidar a 2014, a partir de los procesos existentes, 3 proyectos sinfónicos profesionales en otros municipios de las mismas regiones atendidas en la fase anterior: Eje cafetero (Pereira), Centro sur (Neiva), Caribe (Barranquilla) 3. Promover, a 2014, la conformación de 7 nuevas organizaciones sinfónicas regionales de carácter profesional, que integren las iniciativas existentes, y adelanten las acciones necesarias para la generación de los procesos ausentes en el territorio correspondiente (ej. Programas de educación superior, espacios de circulación de los repertorios, centros de documentación, entre otros). Regiones: Centro oriente (Boyacá – Cundinamarca), Pacífico norte (Chocó), Caribe oriental (Magdalena, Guajira, Cesar), Sabanas (Córdoba y Sucre), Orinoquia (Meta), Amazonia, Sur andino (Nariño). 4. Puesta en marcha del Subsistema de Información de la Música que será desarrollado como módulo del SINIC, como herramienta para la planeación, investigación y promoción de la movilidad y circulación de las actividades productivas del sector. 5. Consolidar la Asociación Nacional de Música Sinfónica como agente de la organización participativa de las instituciones del sector, como coordinador de la Red Nacional de Orquestas, como laboratorio de desarrollo de modelos artísticos y productivos para el sector nacional de la música sinfónica, y como agente para el seguimiento de la ejecución de las políticas, planes y programas públicos para sector.

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Estrategias Organización del Sistema Nacional de Música Desarrollo técnico de los parámetros que permitan identificar los agentes, espacios y procesos del Sistema Nacional de Música, de manera que pueda ser adoptada como herramienta conceptual para el ordenamiento y estructura de la política nacional para el campo musical. La necesidad de una visión sistémica de la práctica musical y su apropiación social, hace necesario considerar la acción articulada de los diferentes actores del campo musical, así como de los diferentes procesos de la cadena de valor de la música, como condición para su efectiva generación de la producción simbólica y económica que garantizará su efecto sostenible de transformación social. En este marco general, se determinarán las características de los agentes, espacios y procesos del subsistema de música sinfónica.

Promoción y concertación de la inversión pública en los diferentes niveles del Estado Aseguramiento de la inversión pública para el fortalecimiento de los proyectos sinfónicos de carácter profesional, de manera que actúen como dinamizadores, garantes y generadores de los procesos de organización, formación, creación, producción y circulación que sustentan la cadena de valor de la música, con criterios de equidad poblacional y territorial.

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Líneas de acción 1. Organización Fomentar procesos y herramientas organizativas específicas que aumenten la capacidad del sector para la generación de capitales político y económico. En lo político: -

Generar las capacidades para la operación de la Red Nacional de Orquestas, como espacio para la articulación, intercambio de experiencias y trabajo colectivo de las organizaciones del sector.

-

Fortalecer el Comité Sinfónico Nacional como espacio de participación y concertación de las políticas nacionales y locales para el sector.

En lo económico: -

Documentación de los modelos administrativos actuales de los proyectos orquestales.

-

Desarrollo e implementación de modelos administrativos flexibles, innovadores y eficientes, que caractericen los proyectos sinfónicos como un prototipo de industria cultural.

-

Asegurar la participación de la Red de Orquestas en el Comité de Competitividad de las Industrias Culturales.

En lo musical: -

Desarrollar los estándares de la práctica y de la actividad profesional de la música sinfónica en Colombia (ver anexo).

2. Creación y memoria -

Impulsar la renovación y ampliación de los repertorios de los proyectos sinfónicos, afianzando el concepto de la Orquesta Sinfónica como el conjunto artístico más complejo, evolucionado y de mayores posibilidades creativas en la música universal.

-

Generar líneas de estímulo, en concordancia con el Programa Nacional de Estímulos y otros programas públicos y privados de fomento a la creación musical, para las diferentes formas de creación asociadas a la práctica sinfónica (composición, interpretación, arreglos y adaptaciones, dirección).

-

Impulsar la innovación en los imaginarios musicales asociados al repertorio sinfónico: incursión en repertorio contemporáneo, popular, tradicional, proyectos multidisciplinarios como cine, teatro, danza, artes visuales.

-

Impulsar el desarrollo de iniciativas y proyectos que amplíen el espectro de acción de la música sinfónica, acercándola a las industrias nuevas tecnologías.

-

Generar líneas de estímulo y apoyo para la documentación, preservación, valoración y difusión del repertorio sinfónico patrimonial colombiano.

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3. Circulación y apropiación social -

Promover el desarrollo de temporadas estables de programación en los principales centros urbanos del territorio nacional, garantizando el derecho de la población al acceso a las manifestaciones artísticas y culturales asociadas a la música sinfónica, dentro de los principios de diversidad y diálogo intercultural.

-

Promover la atención a diferentes grupos sociales y poblacionales, que garanticen la ampliación de públicos para el repertorio sinfónico, con énfasis especial en las poblaciones de niños, jóvenes y adultos jóvenes.

-

Promover la creación de clubes de amigos, redes sociales u organizaciones de públicos afines a la música sinfónica.

-

Promover la cobertura territorial de la oferta de música sinfónica, mediante la realización de giras y actividades presenciales en los municipios y regiones que no cuentan con proyectos sinfónicos de carácter profesional.

-

Movilización de la circulación en medios masivos, medios digitales, sustratos móviles, redes sociales.

4. Infraestructura -

Promover la realización de convenios y mecanismos de articulación de las organizaciones sinfónicas profesionales con la animación y operación de la infraestructura cultural pública (teatros, museos), de los buienes de interés cultural (iglesias), los espacios públicos y las nuevas estructuras regionales (centros de convenciones), de sus respectivos ámbitos territoriales

5.

Financiación

-

Fortalecimiento de la línea de fomento al desarrollo sinfónico profesional en el Programa Nacional de Concertación que garantice la inversión para la promoción de proyectos, en concordancia con los objetivos específicos planteados, en los siguientes niveles: - Proyectos profesionales regionales - Proyectos mixtos profesional / universitario con proyección regional - Proyectos regionales – nuevos centros

-

Desarrollo de procesos de concertación regional con suscripción de convenios que, en el marco de la herramienta conceptual del Sistema Nacional de Música, aseguren la cofinanciación estable y oportuna de los proyectos por parte de administraciones departamentales, municipales, distritales, universidades públicas y privadas, empresa privada, garantizando la sostenibilidad económica de los proyectos regionales.

-

Desarrollo de un módulo para el seguimiento de los proyectos, de su cumplimiento de metas y sus indicadores sociales y financieros, dentro del Sistema de Información de la Música.

-

Desarrollo de parámetros e identificación de fuentes de recursos que permitan garantizar la estabilidad en los tiempos y montos de financiación de la Asociación Nacional de Música Sinfónica desde el nivel central de la administración, en su calidad de referente y dinamizador del Sistema Nacional de Música para el subsector sinfónico. La inversión del nivel central constituirá para la ANMS el principal soporte de su gestión, el cual le permitirá adelantar los procesos requeridos como parte de su función en el Sistema, así como también le aportará la base mínima para la generación de los bienes y servicios culturales.

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Anexo Estándares técnicos de la práctica La práctica sinfónica, resultado de cerca de cuatro siglos de desarrollo de la actividad musical de la cultura occidental, establece unos estándares de desempeño que apuntan a la forma más compleja de agrupación musical acústica y en vivo. Tanto la enseñanza musical, como las prácticas consolidadas de creación y ejecución musical han sido moldeadas a partir de la estructura del conjunto orquestal sinfónico, traspasando las fronteras culturales y estableciéndose como referente no solamente en los países de occidente sino en las naciones de los cinco continentes. Esta estructura determina una configuración de la agrupación, que condiciona sus posibilidades de trabajo a variables que limitan su flexibilidad: Conformación de la orquesta y número de integrantes: la estructura musical que permite un equilibrio entre las diferentes fuerzas o componentes organológicos (secciones) tiene unos mínimos necesarios, que oscilan entre los 40 y los 96 integrantes, dependiendo de la amplitud del repertorio que se pretenda abordar. Así mismo, el equilibrio entre estas fuerzas exige la conformación precisa de la agrupación en términos de su composición instrumental, exigiendo ésta al menos la presencia de 15 diferentes instrumentos: flautas, oboes, clarinetes, fagotes, cornos, trompetas, trombones, tubas, percusión, piano, arpa, violines, violas, violonchelos y contrabajos. Se presenta, como referencia, la planta estándar para la realización de obras del repertorio de comienzos del siglo XX (tomada del orgánico de la 7a. sinfonía de Gustav Mahler).

Así mismo, se presentan como referencia los tamaños de agrupación que permiten la ampliación de la planta orquestal, manteniendo coherencia en términos del equilibrio entre secciones y los requerimientos de los repertorios históricos de diferentes épocas. Lo anterior, mostrando que aunque la planta artística de una agrupación sinfónica profesional no tiene un número fijo o determinado de integrantes, su conformación debe tener un equilibrio preciso, y determina el repertorio ya creado que pueda abordar. Ver anexo „Referentes para la planeación de proyectos sinfónicos‟.

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Nivel de desempeño: la exigencia técnica de los repertorios propios de la agrupación, así como también los niveles de dificultad individual esperados de los integrantes de la agrupación, condicionan los resultados artísticos a la disponibilidad de ejecutantes de alto nivel y experiencia. Estabilidad y continuidad de la práctica: Los resultados artísticos están condicionados al logro de estándares de ejecución colectiva que requieren de un trabajo de ensamble entre sus integrantes que no puede lograrse fácilmente sin contar con una estabilidad en la selección de integrantes que conforman el conjunto y en la continuidad de su trabajo colectivo. Lo anterior limita la posibilidad de que un proyecto orquestal sea flexible en su número de integrantes, en sus estándares profesionales y en sus esquemas de funcionamiento, generando unos mínimos requerimientos que, traducidos en términos de necesidades de fuerza laboral, obligan a la conformación de nóminas numerosas y de alto costo.

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