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LA ILUSTRACIÓN S. XVIII La Ilustración o Siglo de las Luces es un movimiento que surge en la primera mitad del siglo XVIII en Europa y cuyos orígenes se encuentran en dos corrientes del siglo anterior; el racionalismo, que considera que la base del conocimiento humano es la razón, y el empirismo, que fundamenta el saber en la observación y experimentación. Con este periodo acaba el oscurantismo y los privilegios políticos y religiosos. El arte del s. XVIII está marcado por el neoclasicismo, un movimiento que deriva del clasicismo francés y que conlleva a la revalorización del Renacimiento y rechazo del Barroco. Aunque no se identifique totalmente con el neoclasicismo, el arte ilustrado opta por los valores clásicos; personajes universales, finalidad didáctica, valora lo razonable y lo verosímil, y se guía por el buen gusto. En cuanto al lenguaje, predomina el uso de galicismos, siendo claro, sencillo y con un estilo funcional y natural. En la literatura del s: XVIII se distinguen tres estilos: el posbarroco, en el que pervive el gusto barroco durante los primeros años de siglo; el neoclasicismo, que tiene temas sentimentales y didácticos y no mezcla ni formas ni estilos; y el prerromántico que rechaza el racionalismo y ensalza el sentimiento auténtico. La poesía del s. XVIII alcanza valor por su capacidad didáctica. La poesía neoclásica es utilitaria y sigue modelos clásicos y en ella predominan la poesía didáctica como la fábula, una narración protagonizada por animales de la que se extrae una lección moralizante, y la poesía de carácter pedagógico como la oda, la sátira o la epístola. Mientras la poesía prerromántica es intimista y trata temas como la libertad o la naturaleza. La prosa ilustrada más brillante se muestra en ensayos que tratan temas filosóficos, literarios, religiosos, etc. Y en narraciones de tono ensayístico como cuentos y novelas filosóficas. La narrativa suele presentarse como memorias o novelas de viajes y aventuras en forma epistolar. Por otro lado, con el prerromanticismo, surge la novela sentimental, los diarios, y continúa la literatura epistolar. El teatro neoclásico presenta obras didácticas con temas y personajes universales con un estilo uniforme ya que siguen las normas clásicas (separación de géneros, respeto por las tres unidades, etc.) El racionalismo está presente en las obras teatrales. En ESPAÑA, la literatura no alcanza la misma brillantez del siglo anterior, pues el Barroco es un estilo que sigue imitándose. En los tres géneros siguen cultivándose varias tendencias (barroca, neoclásica, y prerromántica). En la poesía destacan Tomas de Iriarte, Samaniego y Juan Meléndez Valdés con Doña Elvira. En prosa, destacan Jovellanos con El delincuente honrado, Feijoo con Cartas eruditas y curiosas y José Cadalso con Cartas Marruecas. Y por último, en teatro el más destacado es Leandro Fernández de Moratín con su obra El sí de las niñas. ROMANTICISMO 1ª MITAD S.XIX El Romanticismo es un movimiento que se desarrolla durante la primera mitad del siglo XIX aunque a finales del s. XVIII ya había nacido en Alemania e Inglaterra. Se trata de un movimiento que exalta los sentimientos y repercute en la cultura, política y sociedad y consideran que el mayor bien del individuo es la libertad. Dada la situación social y política de la época, los románticos expresa la insatisfacción desde actitudes tradicionalistas (que se basan en valores religiosos, patrióticos y tradicionales del Antiguo Régimen) y 1
actitudes revolucionarias (que defienden los principios de igualdad, libertad y fraternidad). El Romanticismo presenta las siguientes caracteristicas: • Individualismo: El romántico se rebela contra todo aquello que limita sus aspiraciones amorosas, sociales o políticas, es decir, contra su yo personal. Por eso, las obras expresan la intimidad del artista desde una visión subjetiva. • Rechazo de la realidad: El romántico frente a la realidad, reacciona de manera frustrada mediante la evasión o la rebeldía. • Defensa de la libertad: Ya que la libertas es la base del pensamiento • Naturaleza: La naturaleza adquiere gran importancia ya que se adapta al estado del ánimo del autor. Son frecuentes los paisajes desolados, intrincados o ásperos. • Nacionalismo: Valoran los rasgos peculiares de su país como la historia, la lengua, las costumbres, la cultura, etc. La literatura del s. XIX es brillante y variada. En nombre de la libertad, los románticos rechazan las normas neoclásicas por lo que se mezclan géneros, se combinan prosa y verso, y se utilizan diversos tipos de metros y estrofas en los poemas. El estilo es vehemente y predomina el uso de un léxico valorativo con numerosas exclamaciones, puntos suspensivos En la poesía, se distinguen dos tendencias; la lírica intimista, que expresa los sentimientos del poeta, y la poesía narrativa, de tema histórico y legendario. En la forma, se usa la polimetría (metros y estrofas variadas) y en los temas se tratan sentimientos como el amor, la tristeza o la soledad, y los grandes ideales que son la libertad y la crítica social y política. En narrativa, destaca la novela, un género que se hizo popular por su difusión en los periódicos. Se desarrollan tres tipos; la novela histórica, la novela sentimental y la novela social. En teatro, el género predominante es el drama y su finalidad es conmover al espectador. De ahí qye se revalorice el teatro de Shakespeare, Lope y Calderón. El drama romántico se caracteriza por la forma; mezcla lo trágico y lo cómico, prosa y verso, y no se respetan las tres unidades. En cuanto a los temas abundan los conflictos en torno al amor y la libertad con final trágico. En ESPAÑA, el romanticismo es un movimiento tardío, breve y superficial. Aún en las primeras décadas del s. XIX perdura el neoclasicismo y aparecen las primeras manifestaciones prerrománticas. En poesía destaca José de Espronceda con Canción del Pirata, Gustavo Adolfo Bécquer con Rimas, y Rosalía de Castro con En las orillas del SAR. En narrativa, José de Espronceda con El estudiante de Salamanca, Ángel de Saavedra con El moro expósito, José Zorrilla con sus Leyendas y Enrique Gil y Carrasco con El señor de Bembibre. En teatro Ángel de Saavedra con Don Álvaro o la fuerza del sino y José Zorrilla con Don Juan Tenorio. También destacan los artículos periodísticos de Mariano José de Larra. REALISMO Y NATURALISMO 2ª MITAD S. XIX El Realismo es un movimiento que aparece durante la segunda mitad del siglo XIX y que refleja la vida cotidiana y social tal como es. Muestra la realidad exterior de forma objetiva. Sus características principales son tres: • sustituye el idealismo romántico por el racionalismo • la verosimilitud de personajes, temas y ambientes con la realidad 2
• la exactitud y objetividad con la que refleja la libertad La literatura realista tiene como tema principal la realidad que rodea al autor quien muestra con gran detallismo descriptivo tanto lo social como lo psicológico. El estilo es sencillo y el lenguaje el coloquial de la época. La poesía de la segunda mitad del siglo XIX es el género más abandonado. A menudo trata temas cotidianos con un estilo prosaico y recoge reflexiones en tono sentencioso. Sin embargo, en narrativa, la novela sigue siendo el género preferido para reflejar la nueva sociedad burguesa. Presenta personajes de distintas clases sociales, con un estilo natural y desde un punto de vista omnisciente. En teatro, predomina la comedia burguesa, que plantea temas contemporáneos. En ESPAÑA, al igual que el Romanticismo, el Realismo llegó con retraso hacia 1808 aunque su literatura Alcanzó gran desarrollo. En lírica destaca Ramón de Campoamor con Doloras; en teatro, Tamayo y Baus con Un drama nuevo, y en narrativa, Juan Valera con Pepita Jiménez, Benito Pérez Galdós con Fortunata y Jacinta y Leopoldo Alas Clarín con La Regenta. El Naturalismo se desarrolla a finales del s. XIX hacia 1870 y viene a ser una derivación de las tendencias realistas. Coincidiendo en este movimiento se desarrollaron unas corrientes antirrealistas; el parnasianismo y el simbolismo. Representa una corriente crítica que denuncia carencias e injusticias sociales con ambientes desagradables y personajes marcados (alcohólicos, tarados, psicópatas). Además de estar de acuerdo con el Realismo en sustituir el idealismo romántico por el racionalismo, el autor se basa en las ciencias experimentales y aplica el determinismo, teoría que afirma que el ser humano no es libre, sino que está condicionado por sus orígenes y su entorno. En literatura, coincide con el realismo en tema (realidad que rodea al autor) estilo sencillo y lenguaje propio de la época. En poesía ocurre lo mismo, es el género más abandonado. En narrativa, además de la novela que incorpora ambientes, personajes marginales y conflictos sociales a su temática, aparece otro género, el cuento. También continúa escribiéndose una novela posromántica que se interesa sobre todo por los sentimientos. Y en teatro se refleja una actitud crítica y se renueva la escena. En ESPAÑA, este movimiento produce una gran polémica que inició Emilia Pardo Bazán con su obra La cuestión palpitante, en la que mostraba su rechazo hacia el determinismo. Los autores más destacados siguen siendo Galdós, Clarín y Blasco Ibáñez. MODERNISMO Y GENERACIÓN DEL 98 Desde finales del siglo XIX surgen en España corrientes de tipo inconformista relacionadas con la crisis de la conciencia burguesa originada tras las pérdidas de las colonias en 1878. En un principio se llamaron modernistas a los jóvenes partidarios de una nueva literatura pero poco a poco se fueron diferenciando dos movimientos: los modernistas y la Generación del 98 aunque algunos prefieren incluirlos en un solo movimiento. El Modernismo es un movimiento que se manifiesta como una actitud de rebeldía y un afán de renovar todos los ámbitos de la vida y el arte. Como movimiento estético, se relaciona con el mundo de la bohemia, que 3
implica el rechazo de las normas sociales y morales, la automarginación y el desprecio por la vulgaridad y mediocridad. La Generación del 98, además de ser considerada una variante del modernismo, hace referencia a un grupo de escritores que en su juventud expresaron su profundo desagrado ante la sociedad de la Restauración y proclamaron la necesidad de cambios sociales, culturales y estéticos. En cuanto a la trayectoria, uno de los rasgos importantes del grupo, es la evolución desde posturas juveniles radicales hacia posturas conservadoras en la madurez. Estos autores son seis: Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Ramiro de Maeztu, Valle Inclán, Azorín y Jacinto Benavente. Ambos movimientos reflejan la crisis de fin de siglo donde predomina un sentimiento de desarraigo existencial, así como el rechazo del presente, del positivismo, del materialismo, y de la literatura realista, con un deseo de renovación social, ético y estético de forma subjetiva. Sin embargo, ambos movimientos tienen distintos antecedentes: Los modernistas son influidos por autores románticos, poesía francesa y modernismo americano, y los del 98, por los ilustrados, Larra, regeneracionistas y krausistas. Además, el modernismo se desarrolla en el interior y exterior de España con un gusto por lo particular, mientras que los del 98 desarrollan una literatura castellana con una reflexión sobre España. En cuanto a los temas, los modernistas tratan temas tradicionales de diversas culturas con tendencia a la evasión y al intimismo en tono sensual y vitalista, y los del 98 tratan el tiempo como tema principal, denunciando la decadencia moral y social en tono meditativo. El lenguaje es rico y sensorial en el modernismo y sencillo y personal en la Generación del 98, pero los modernistas optan por el gusto hacia lo brillante y evocador y los del 98 por los arcaísmos y formas dialectales. Hay que destacar también que a diferencia de los noventayochistas, el estilo modernista supuso una renovación no solo en el lenguaje y los recursos expresivos sino también en la métrica (uso de versos y estrofas poco usuales: pie quebrado, verso libre, alejandrinos). Se consigue cierta musicalidad mediante recursos fónicos (aliteraciones, anáforas) recursos léxicos (cultismos, voces exóticas, adjetivos ornamentales) riqueza de imágenes e importantes sinestesias. La literatura modernista se expresa en la lírica y prosa poética con autores como Rubén Darío con Azul, Prosas Profanas, Cantos de vida y esperanza; Antonio Machado con Campos de Castilla, y Soledades; Juan Ramón Jiménez con Arias Tristes y Valle Inclán con Sonatas. Mientras, los autores de la Generación del 98 desarrollan sobre todo novela y ensayo; Miguel de Unamuno con San Manuel bueno martir (N) y En torno al casticismo (E), Azorín con La voluntad (N), Pio Baroja con El árbol de la ciencia (N) y Maeztu con Hacia otra España (E). También destacan en el teatro, Valle Inclán con Luces de bohemia con la que intenta una absoluta renovación del teatro, Jacinto Benavente con Los intereses creados y Carlos Arniches con La señorita de Trévelez.
NOVECENTISMO Y VANGUARDIAS A partir de 1914 surgen nuevos aires ideológicos y literarios, destacando entre ellos, movimientos como el 4
Novecentismo y las vanguardias que coinciden en su afán de modernizar el pensamiento y el arte. El Novecentismo surge hacia 1910 cuando un grupo de jóvenes intelectuales pretenden modernizar la sociedad y acercarla a Europa. Su auge se produce en la década de 1920 y sus características principales son: • Intelectualismo: Defienden la racionalidad y el rigor intelectual. • Europeismo: Pretender la modernización intelectual del país y su vinculación a la cultura europea; por ello, critican el tradicionalismo. • Presencia en la vida cultural y política: Aprovechan los resortes del poder (prensa, instituciones y política) para influir en la sociedad. • Ideal Universalista: Muestran su preferencia por la cultura urbana, que se opone al ruralismo de los noventayochistas. • Esteticismo: Se tiende a un arte sereno y claro inspirado en los modelos clásicos. • Preocupación formal: Se admiran las obras bien hechas aunque sean un arte minoritario e intelectual. La literatura novecentista se caracteriza por ser una literatura depurada en la forma y en los contenidos. Su estilo muestra una gran preocupación formal que huye de lo fácil y tiende a un lenguaje selectivo y minoritario. Los géneros más utilizados son la prosa poética, el ensayo y la poesía. Dentro del ensayo y el periodismo destacan Ortega y Gasset con su obra La deshumanización del arte, y Eugenio D'ors con Glosario. En narrativa, sobresalen Gabriel Miró con El obispo leproso y Ramón López de Ayala con Tigre Juan, El curandero de su honra o El bosque animado; y en lírica Juan Ramón Jiménez con Diario de un poeta recién casado. Por otro lado se encuentran las Vanguardias o Ismos (cubismo, futurismo, dadaísmo,) que se iniciaron en Europa en torno a la Primera Guerra Mundial y cuyo nacimiento se da con Ramón Gómez de la Serna sobre 1908. Los más desarrollados fueron el creacionismo, difundido por Vicente Huidobro que influyó sobre autores como Gerardo Diego; el ultraísmo, una vanguardia autóctona que se basa en la metáfora; y el surrealismo y rehumanización que recoge angustia, emociones y rebeldía. Ramón Gómez de la Serna es la figura central de las vanguardias y su obra más destacada es Greguerías. GENERACIÓN DEL 27 Fue un grupo de poetas que surgieron en la década de 1920 coincidiendo con las vanguardias. El nombre Generación del 27 alude al año en que se celebró el homenaje a Góngora con la participación de casi todos los componentes del grupo que son nueve: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico Garcia Lorca, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Luís Cernuda, Rafael Alberti y Miguel Hernández. Estos poetas mostraron inquietudes y gustos comunes que los diferenciaban de los demás escritores del momento: todos ellos son edades similares; tienen una gran cultura gracias a su origen familiar acomodado; tuvieron gran amistad entre ellos en la Residencia de Estudiantes de Madrid; participaron en acontecimientos culturales y colaboraron en las mismas revistas con la intención de modernizar la poesía reconociendo a Ortega y a Juan Ramón Jiménez; crearon un lenguaje generacional en el que cultivaban la metáfora; consideraron la poesía en su vertiente estética y comparten su admiración por lo clásico y lo moderno. La Generación del 27 aúna lo tradicional y lo renovador, lo culto y lo popular, el interés por la literatura hispánica y las europeas. De la literatura tradicional valoran tanto lo culto como lo popular; entre los clásicos cultos prefieren a Góngora, Lope, Quevedo; de la literatura popular aprecian El Cancionero, El Romancero y las canciones tradicionales; y de la poesía más cercana aprecian a Juan Ramón Jiménez, Rubén Darío,De las vanguardias toman lo novedoso, lo original, lo provocador, así como la variedad de métricas y 5
temas. En cuanto a la trayectoria, aunque cada componente del grupo evoluciona de forma distinta, se pueden distinguir tres periodos: hasta 1927, se impone el ideal de poesía pura de Juan Ramón Jiménez y la influencia vanguardista; de 1928 a la Guerra Civil; comienza la rehumanización con la influencia surrealista; y tras la Guerra Civil; el grupo está deshecho y tratan el tema del exilio, reflejando la angustia existencial y las preocupaciones éticas y morales. Entre las aportaciones poéticas de la Generación destaca la imagen irracional que es la base expresiva de la poesía y la métrica por el uso de versículo y verso libre. Entre los autores destacan: • Pedro Salinas con La voz a ti debida • Jorge Guillén con Cántico • Gerardo Diego con Soria • Fdco. Garcia Lorca con Poeta en Nueva York • Dámaso Alonso con Hijos de la ira • Vicente Aleixandre con La destrucción o el amor • Luis Cernuda con La realidad y el deseo • Rafael Alberti con Sobre los ángeles • Miguel Hernández con El rayo que no cesa Cabe destacar el teatro poético de Lorca y Alberti que tratan el enfrentamiento entre el individuo y el entorno. Destacan: • Fdco. Garcia Lorca con La casa de Bernarda Alba • Rafael Alberti con Adefesiol TEATRO ANTERIOR A 1936 El teatro anterior a 1936 se ve afectado por la crisis de la conciencia burguesa originada tras la pérdida de las colonias americanas. El teatro de esta época se puede dividir en el teatro que triunfa y el teatro anterior. Dentro del teatro que triunfa, que fue representado por los modernistas y los de la generación del 98, destacamos los siguientes tipos, todos ellos teatros de tipo comercial, alejado de las nuevas corrientes dramáticas europeas: • Alta Comedia (o comedia burguesa): Presenta temas de la actualidad con una leve ironía y de forma elegante. Destaca Jacinto Benavente con Los intereses creados. • Teatro Poético: Su origen es el teatro modernista y presenta obras inspiradas en el drama romántico histórico. Los versos tienen poco valor y sus autores tienen ideologías tradicionales. Destaca Eduardo Marquina con El rey trovador. • Teatro Costumbrista (o teatro cómico): Recrea ambientes pintorescos con tipos populares. Destacan Carlos Arniches con La señorita de Trévelez y Pedro Muñoz Seca con La venganza de Don Mendo. Sin embargo, el teatro innovador, que fue representado por dramaturgos por la Generación del 98, no consiguió la misma brillantez que el anterior. Destacaron autores como:
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• Miguel de Unamuno con Fedra y Soledad • Azorín con Lo invisible • Valle Inclán con Luces de bohemia, Divinas palabras, Martes de Carnaval Por otra parte, encontramos el teatro en la época vanguardista y de la Generación del 27 a: • Rafael Alberti con Noche de Guerra en el Museo del Prado • Max Aub con Crimen, Espejo de avaricia • Alejandro Casona con Prohibido suicidarse en primavera • Ramón de la Serna con El laberinto • Fdco. Garcia Lorca con La casa de Bernarda Alba y Bodas de sangre
LITERATURA DE POSGUERRA AÑOS 40 Y ANTECEDENTES La pobreza intelectual de los primeros años de posguerra se debe a la muerte y al exilio de numerosos escritores y al clima de censura. En esta época conviven tanto una literatura triunfalista como una literatura existencial. En el género lírico hay antecedentes de los años 30 con una poesía propagandística utilizada por los republicanos y los franquistas. Tras el exilio de numerosos poetas, permanecen en España algunos componentes de la Generación del 27, junto a la nueva Generación del 36, compuesta por poetas que habían participado en la guerra, por eso son llamados la Generación Escindida. Tras la guerra se marcan dos tendencias poéticas: • la poesía arraigada, de carácter neoclasicista, estuvo representada por los de la Generación del 36, llamados juventud creadora, que aspiraba a una serenidad renacentista. Valoran las formas clásicas (soneto) y tratan el tema amoroso, religioso y patriótico. Destacan Luis Rosales con La casa encendida y Leopoldo Panero con La estancia vacía • La poesía existencial o desarraigada, en tono trágico y sencillo, manifiesta la angustia, el disgusto y la desesperación del ser humano ante un mundo caótico. El tema religioso adquiere un tono existencial y el lenguaje es directo y apasionado. Destacan Dámaso Alonso con Hijos de la ira, y Vicente Aleixandre con La sombra del paraíso. En el género narrativo se rompe con la narrativa social de los años 30 y abundan tres tipos de narraciones de carácter tradicionalista; la novela ideológica, la novela realista clásica, y la novela humorista que tuvo como autores a Wenceslao. Pero la más destacada es la novela existencial, de tono pesimista y personajes desorientados y tristes. Su tema es la incertidumbre de los destinos humanos. Destacan siete autores: • Camilo José Cela con La familia de Pascual Duarte • Carmen Laforet con Nada • Miguel Delibes con Las ratas • Ana María Matute con Pequeño teatro Del exilio: • Ramón J. Sender con Réquiem por un campesino español • Arturo Barca con La forja • Max Aub con Los campos 7
En el género teatral destacaron Alejandro Casona con La dama de alba, Max Aub con Morir por cerrar los ojos, y Rafael Alberti con El árbol florido. En ESPAÑA, los géneros dominantes son la comedia del entretenimiento y el drama ideológico de los cuales surgirán el teatro humorístico (teatro del absurdo) que tiene como destacados a Jardiel Poncela con Eloisa está debajo de un almendro y a Miguel Mihura con Tres sombreros de copa; y el drama ideológico con Antonio Buero Vallejo con Historia de una escalera, y Alfonso Sastre con Escuadra hacia la muerte LITERATURA DE POSGUERRA AÑOS 50: EL REALISMO SOCIAL Durante la década de los años 50, aparecen actitudes críticas que serán recogidas por la literatura realista y testimonial, mostrando la realidad conflictiva y el compromiso social. La poesía social de los años 50, es una evolución de la poesía existencial que pasa de expresar la angustia individual a la solidaridad con los demás. Destacan Gabriel Celaya con Cantos Íberos y Blas de Otero con Ancia y Pido la paz y la palabra. Ambas obras dan un testimonio de la realidad y de su entorno social; es una literatura de urgencia que se considera un instrumento para transformar la sociedad mediante la denuncia de la injusticia y la solidaridad con los demás. Los temas tratados son los que afectan a la colectividad, el estilo es sencillo y expresivo y el lenguaje coloquial. En cuanto a la narrativa, la novela abandona la visión existencial y recoge las nuevas preocupaciones sociales. El tema es la sociedad española (dureza de la vida en el campo, la burguesía, etc.) y el estilo es sencillo con un lenguaje directo con pocas descripciones y los personajes representativos. El tiempo es breve y desaparecen los comentarios del autor en las obras.
Destacan: • Ignacio Aldecoa con El fulgor y la sangre • López Salinas con La mina • López Pacheco con Central eléctrica • Juan Goytisolo con Juego de manos • Ramón Sánchez Ferlosio con El Jarama • Carmen Martín Gaite con Entre visillos • Juan García Goytisolo con Nuevas amistades Hay que destacar las dos tendencias del realismo social que son el objetivismo, un testimonio de la época en el que el autor no aparece y narra como una cámara fotográfica. El protagonista es colectivo. Y el realismo crítico, que pretende denunciar las injusticias sociales en el que participa el autor. En cuanto al teatro, es una evolución del teatro de los años 40; se hace un teatro crítico con nuevos dramaturgos que surgen durante esta época: • Alfonso Sastre • A. Buero Vallejo • Antonio Gala • Carlos Múñiz • Lauro Olmo • Martín Recuerda 8
• Rodríguez Méndez • Rodríguez Búdez AÑOS 60 LA RENOVACIÓN DE LA NOVELA A partir de 1960 aparecen las primeras críticas a la literatura realista social por su pobreza estilística y esquematismo temático. En todos los géneros se tiende a la renovación de temas y formas y comienza el declive del realismo. Los poetas que marcan la lírica de los años 60 componen la Generación de los 50 o también conocida como Promoción del 55. Componen el grupo Ángel González, Jose Manuel Caballero Bonald, Jose Ángel Valente, Francisco Brines, Claudio Rodríguez, Carlos Sahún y los poetas de la Escuela de Barcelona: Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral, Alfonso Costafreda, y José Agustín Goytisolo. Todos ellos comparten unas características que los diferencian de los poetas sociales: Predominan los temas que tratan sobre la experiencia personal y temas intimistas (amor, soledad, amistad, recuerdos); la actitud crítica se manifiesta en ellos como una reflexión ética, se alejan del tono político y aparece la expresión irónica; y por último tienden a valorar la expresión poética con lenguaje natural y antirretórico. Autores obras: • Ángel González con Palabras sobre palabra • Claudio Rodríguez con Don de la soledad • J. Agustín Goytisolo con Años decisivos • Jaime Gil de Biedma con Poemas póstumos • Francisco Brines con Palabras a la oscuridad La narrativa realista decae y surge la experimentación de nuevas formas narrativas. Se toma como modelo la novela de los años 20 en Europa y Norteamericana y posteriormente la novela hispanoamericana con autores como Gabriel García Márquez y Mariano Vargas Llosa. En conjunto, se tiende a una novela más compleja, de difícil lectura y minoritaria. La renovación afecta a diversos aspectos del relato como el punto de vista, el tiempo, la estructura, etc. Autores y obras más destacados: • Luís Martín Santos con Tiempo de silencio • Juan Goytisolo con Señas de identidad • Miguel Delibes con Cinco horas con Mario • Juan Marsé con Últimas tardes con Teresa • Juan Benet con Volverás a la Región • G. Torrente Ballester con La saga fuga de J.B.
En el teatro, se produce una evolución del realismo social pero mantiene esa visión crítica y se alejará el realismo social en cuanto al lenguaje tan violento. Destacan: • Antonio Gala con Los verdes campos del Edén • Lauro Olmo con La camisa • Carlos Múñiz con El tintero • J. Martín Recuerda con Los salvajes de Puente San Gil
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AÑOS 70 EL EXPERIMENTALISMO Es el movimiento literario propio de la década de 1970 de carácter experimental y minoritario que acaba definitivamente con el realismo. Sus autores son conocidos como venecianos o novísimos, Generación del 68 y Generación de los 70. El grupo se define por estas características: • Son poetas nacidos tras la guerra Civil, cuya infancia transcurre en la posguerra, pero que se han formado en la cultura de masas (cine, música, radio, tv) • En sus obras abundan las referencias culturales; tanto la cultura de masas como de la alta cultura (literaria y artística) además de la poesía culturista. • Combinan el tono grave con actitudes provocadoramente frívolas. • Se preocupan por la renovación del estilo; experimentan nuevas formas expresivas, vanguardistas, sobre todo surrealistas. • Introducen elementos modernistas, exóticos y artificiosos. • Combinan temas intimistas, con temas sociales o políticos con ironía y humor. • Reflejan una actitud pesimista y escéptica. La narrativa de los 70 no alcanza la misma brillantez que la poesía. Tiende a la modernización aunque se vuelve a ciertos aspectos de la novela tradicional y trata temas como las preocupaciones existenciales y otros temas intimistas. EL teatro experimental, de tono vanguardista, es el promotor del teatro independiente formado por compañías de actores y directores. Posee influencias de dramaturgos europeos de la segunda mitad del siglo XX y autores del teatro del absurdo. En el teatro espectáculo, el texto literario pierde importancia en beneficio de la escenografía, emplea un lenguaje alegórico y se incorporan los efectos especiales. Los autores más destacados del género lírico son Pere Gimferrer con Arde el mar y Guillermo Carnero con Dibujo de la muerte. En narrativa, son importantes Luis Goytisolo, J. Jose Millás y Eduardo Mendoza. Y en teatro Fernando Arrabal con Pic−Nic, Francisco Nieva con Coronada y el toro y Els Comediants, La fura del Baus, etc. DESDE LOS AÑOS 80 A LA ACTUALIDAD En general, con la dictadura de finales de siglo, se abandonaron las formas experimentales tanto en el ámbito vanguardista como en el culturista. Trata sobre todo una literatura intimista. En poesía, se vuelve a la Promoción del 55 y se toma como maestros a Jaime Gil de Biedma y Francisco Brines. Se distinguen varias tendencias: • Neosimbolismo o Neoromanticismo intimista, representado por Clara Janés y Antonio Colinas. • Vanguardismo Experimental basado en el surrealismo. Destacan Fernando Beltrán y F. Grande. • Culturalismo Clasicista o Barroco, destacan Guillermo Carnero y Luis Alberto de Cuenca. • Minimalismo o Poesía Conceptual, que rechaza el exceso verbalista. Destaca Julia Castillo. • Poesía de la experiencia, de ambiente urbano. Destaca Juan Luis Panero y Luis García Montero.
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En narrativa, se vuelve a la novela intimista y tradicional, con una estructura simple y lineal y unos personajes claros. Se recupera la importancia de la historia y los argumentos. Se escriben cuentos y artículos periodísticos. Se distinguen varios tipos de novelas en la que destacan los siguientes autores: • Novela Histórica: Eduardo Mendoza con La verdad sobre el caso Savolta. • Novela Experimental: Miguel Espina con Escuela de Mandarines. • Novela Lírica: Julio Llamazares con El río del olvido. • Novela de Intriga: Arturo Pérez Reverte con La tabla de Flandes. En teatro a partir de los años 80, se afianza el teatro de autor y se abandonan las formas extremas del experimentalismo, aunque subsiste el teatro− espectáculo. Triunfa el tema de la guerra y las obras realistas: Tipos de teatro: • Teatro de tipo tradicional: Representado por Fernando Fernán Gómez con su obra Las bicicletas son para el verano, y José Sanchos Sinisterra con ¡Ay Carmela! • Teatro Farsa: recoge elementos del esperpento y del sainete y suele plantear temas conflictivos (paro, drogas, etc.) Destaca Jose Luis Alonso de Santos con Bajarse al moro. • Teatro experimental: En general, es un teatro de grupo y destaca La Fura del Baus. LA LITERATURA HISPANOAMERICANA DEL SIGLO XX La literatura de los países hispanoamericanos sigue las tendencias de la española hasta el siglo XIX cuando alcanzan su independencia. A finales del siglo XIX, se produce la unión de esta literatura con el modernismo, que se manifiesta como un movimiento de afirmación política y cultural. Alcanza su plenitud con Rubén Darío. En la poesía se distinguen varias corrientes poéticas en la que destacan los siguientes autores: • Poesia Intimista y Costumbrista: César Vallejo con Poemas Humanos y P. Neruda con Trilce. • Poesía Vanguardista de los años 20: Octavio Paz con Salamandra. • Poesia Pura: José Gorostiza y Eduardo Carranza. • Poesía de la Negritud: Nicolás Guillén con Sóngoro Cosongo. En la narrativa, se distinguen tres grandes etapas: • REALISMO TRADICIONAL: Hasta la década de 1940 se mantuvo la novela realista, heredad del siglo XIX que plantea problemas sociales y humanos situados en una naturaleza salvaje. Destaca Doña Bárbara de Rómulo Gallegos. Después surge la novela indigenista, que denuncia la explotación del indio por parte de los blancos. Destaca Huasipungo de Jorge Icaza. • REALISMO MÁGICO: Entre 1940 y 1950 apareció un grupo de escritores que combinan el realismo con elementos fantásticos, por lo que también se les conoce por los creadores de lo real maravilloso. Predominan los ambientes urbanos, el planteamiento de preocupaciones existenciales y el deseo de innovación formal. Autores y obras: ♦ Miguel Ángel Asturias con El señor presidente ♦ Alejo Carpentier con El siglo de las luces ♦ Jorge Luis Borges con El Aleph 11
♦ Juan Rulfo con Pédro Páramo • NOVELA EXPERIMENTAL: Entre 1960 y 1980 se publican una serie de novelas innovadoras en la forma que intensifican las tendencias del realismo mágico. Sus autores profundizan en la experimentación de nuevas formas narrativas. Autores y obras: ♦ Ernesto Sábato con El túnel ♦ Julio Córtazar con Rayuela ♦ Carlos Fuentes con La muerte de Artemio Cruz ♦ Gabriel García Márquez con Cien años de soledad ♦ Mario Vargas Llosa con La ciudad y los perros
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