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LITERATURA UNIVERSAL
SEGUNDO DE BACHILLERATO
DE LA ANTIGÜEDAD A LA EDAD MEDIA. EL PAPEL DE LAS MITOLOGÍAS EN LOS ORÍGENES DE LA LITERATURA. BREVE PANORAMA DE LAS LITERATURAS BÍBLICA, GRIEGA Y LATINA. 1.-Introducción. Las raíces de la espiritualidad de Occidente se encuentran en la Biblia. El Antiguo Testamento relata las conflictivas relaciones de Dios con el pueblo hebrero y el Nuevo Testamento está centrado en la vida y en el mensaje de Jesucristo, el Mesías. Las raíces del pensamiento y el arte occidentales están en la civilización griega y en la romana. 2.-Breve panorama de la literatura bíblica. La Biblia, palabra griega que significa “conjunto de libros” fue escrita por diferentes autores, algunos desconocidos, en diferentes lugares y épocas y en distintas lenguas (hebreo, arameo, griego). La Biblia fue el libro fundamental en la Edad Media. Durante esta época circuló en distintas versiones. Una de la más utilizada fue la Vulgata, escrita en latín vulgar por San Jerónimo en el siglo V. En el siglo XVI la traducción de la Biblia a las lenguas romances estuvo en el centro de las luchas religiosas entre católicos y protestantes. Martín Lutero, desafiando la autoridad del Papa, la tradujo al alemán. El Antiguo Testamento constituye la más impresionante obra del pueblo hebreo, una obra que tiene en la historia de la literatura un papel similar al de la literatura grecolatina clásica. El Antiguo Testamento está formado por un conjunto de veinticuatro libros que podemos clasificar en históricos, poéticos, proféticos y gnómicos. Junto con Grecia, Israel es el único pueblo que cultiva la historia. Lo esencial de la historiografía hebrea es su carácter providencialista, debido al cual los sucesos humanos están siempre referidos a la ordenación de Dios. La historiografía hebrea revela una particular concepción que no encontramos en la literatura griega. El Génesis carece de la monstruosa fabulosidad que encontramos en otras concepciones primitivas de los orígenes de la humanidad. A diferencia de otros pueblos cultos, el Génesis nos presenta al Dios único creando al hombre a su imagen y semejanza. El historiador bíblico huye de la deformación mitológica y del relato inverosímil. Los libros poéticos ofrecen un altísimo interés literario. Los Salmos, atribuidos en gran parte al rey poeta David presentan el poder de Dios frente a la miseria del hombre. Los salmos se entonaban con acompañamiento musical y su característica más notable es el paralelismo de las sentencias, recurso que se mantiene en las buenas traducciones. El Libro de Job es una especie de poema dramático cuyo tema es el dolor y la adversidad en el hombre justo. La literatura clásica introduce el tema de la 1
Fortuna, una divinidac pagana que dispone a su antojo de la felicidad del hombre. El Libro de Job es un canto al poder y a la justicia de Dios y a la acomodación del hombre a la providencia divina. El Cantar de los Cantares también puede ser considerado un poema dramático. Bajo una trama que incluye pastores idealizados se oculta una alegoría que ha sido interpretada de diversas maneras (el amor de Dios y el alma, el amor de Cristo a su Iglesia,...) Este libro ejerció un influjo decisivo en la mística cristiana. Los escritos de los profetas se trasmite lo que quería comunicar Dios a su pueblo. Los profetas lanzan terribles invectivas contra el pueblo pecador, le conminan a observar la ley y en medio de un cuadro sombrío de cataclismos u desgracias suelen introducir la esperanza de la llegada de el Mesías. Los libros gómicos o sapienciales del Antiguo Testamento -Proverbios, Eclesiastés, Sabiduría- pertenecen al tipo didáctico de enseñanzas morales breves y lapidarias. El Nuevo Testamento pertenece fundamentalmente a la literatura griega, lengua en la que fue redactado en gran parte. 2.1.-Temas de la Biblia. Los temas bíblicos están presentes en nuestra tradición cultural. La lucha entre el bien y el mal está representada por la presencia de ángeles buenos, que se mantienen fieles a Dios, y de ángeles malos, que se rebelan contra la autoridad divina. Los ángeles buenos está capitaneados por San Miguel y los ángeles malos por Luzbel. Milton, poeta inglés del siglo XVII relata esta lucha en su poema El Paraíso perdido. Rafael Alberti, poeta español de la Generación de 1927 utiliza estos dos tipos de ángeles para simbolizar las fuerzas contradictorias que luchan en el interior del ser humano en su libro de poemas Sobre los ángeles. Los ángeles son intermediarios entre Dios y los hombres a los que suelen comunica mensajes los mensajes divinos. Esta función de mensajero es la que asume el arcángel san Gabriel cuando anuncia a María que va a concebir al Mesías y otro ángel es el encargado de tranquilizar a José, el marido de María, sobre la posible infidelidad de ésta apareciéndose en sueños. El sueño es un medio muy utilizado para las revelaciones angélicas. Miguel de Unamuno utiliza a un personaje al que llama Ángela (mensajera) para contarnos la historia de don Manuel, su “evangelio” en San Manuel Bueno, mártir. El tema de los beneficios o perjuicios del conocimiento tiene su raíz en la prohibición que hace Dios a Adán y a Eva de comer del fruto del árbol de la Ciencia del Bien y del Mal. Eva, tentada por el diablo en forma de serpiente, decide comer del árbol de la Ciencia. En este momento se le caen las escamas de los ojos y empieza a ver la verdad. La consecuencia es la expulsión del Paraíso y la maldición divina: Adán trabajará y comerá el pan con el sudor de su frente y Eva parirá con dolor. La relación entre la 2
inconsciencia y la felicidad por un lado y el conocimiento y el dolor por, otro, será retomado por Pío Baroja en su novela El árbol de la Ciencia y por Miguel de Unamuno en su nivola San Manuel Bueno, mártir. Ambos se basan en la idea del filósofo alemán Arthur Schopenhauer de que vivimos en el peor de los mundo posibles, donde lo que predomina es el dolor. La inteligencia sólo sirve para ser más consientes del sufrimiento. Es preferible aturdirse con la inacción o con la hiperactividad. En el principio de la tradición bíblica está una prohibición que no es respetada, es decir hay una transgresión. Esta transgresión genera una culpa y la necesidad de una redención. Por otro lado el Paraíso bíblico tiene rasgos comunes con el locus amoenus que el Renacimiento heredará de la cultura clásica. La etapa previa a la pérdida del Paraíso se corresponde con la Edad de Oro de la Antigüedad. Es bien conocido el discurso que pronuncia don Quijote ante unos cabreros sobre la perdida edad de oro y la actual edad de hierro (Don Quijote, I, cap. XI). Tras la pérdida del Paraíso (que para algunos escritores es la pérdida de la infancia) se inicia el mito de la búsqueda de la Tierra Prometida, trabajo que se encomienda a Moisés y que se relata principalmente en el Éxodo. El enfrentamiento entre Caín y Abel ha servido a lo largo de la historia para analizar la envidia y la violencia. Lo utiliza Antonio Machado, poeta de la generación de 1927 para ejemplificar el enfrentamiento fratricida entre los españoles, el enfrentamiento de “las dos Españas” que desembocó en la Guerra Civil(1936-1939). La historia de Caín y Abel inicia el debate sobre la forma que tiene Dios de recompensar a los hombres. Este tema será central en El libro de Job. La cuestión es la siguiente: ¿Es Dios justo a la hora de repartir premios y castigos? ¿Por qué el aparentemente malvado goza de una vida de privilegios mientras que el justo es castigado con la miseria? En el Génesis Dios crea el mundo con la palabra. Este hecho ha llevado a algunos escritores a hablar del poder creador de las palabras, el poder para crean universos lingüísticos. El caso extremo es el de Juan Ramón Jiménez, que se considera dios de un mundo creado por él. El Diablo, el ángel caído, es el símbolo de la transgresión, de la rebeldía y de la marginalidad para los románticos. El diablo es el personaje romántico por excelencia tal y como se presenta en el mito de don Juan Tenorio y en, por ejemplo, El Estudiante de Salamanca, de José de Espronceda. El diablo habita en el infierno. Éste ha pasado de ser considerado un lugar común donde los pecadores purgan sus pecados por toda la eternidad, tal y como se presenta en la Divina Comedia de Dante a ser un lugar interior que todos llevamos dentro, como se plantea en Crimen y Castigo de Fiodor Dostoievski o en el libro de poemas de Rimbaud Una temporada en el infierno. El tema de la doble naturaleza del hombre, de la tensión entre el bien y el mal es la base de la novela de Robert Louis Stevenson El extraño caso del doctor Jeklly y Mister Hyde. 3
El tema de la posesión diabólica ha sido ampliamente tratada por el cine. La semilla del diablo, de Roman Polanski, El exorcista, de Willian Friedkin, El corazón del ángel, de Alan Parker y más recientemente Paranormal Activity de Oren Peli nos introducen en la siempre inquietante aparición del mal en nuestras vidas cotidianas. En el Evangelio de Mateo puedes leer cómo Jesús libra a dos endemoniados de sus diablos (Mt 8, 28-34) ¿Qué hay en el fondo de la naturaleza humana? Para Jean Jaques Rousseau el ser humano es bueno por naturaleza y es la sociedad la que lo pervierte. A una conclusión muy distinta llega William Goldsmith en su novela El señor de las moscas: unos adolescentes extraídos de la sociedad y colocados en la naturaleza sin la supervisión de los adultos evolucionan inevitablemente hacia el crimen y la violencia. Satán se rebela y es condenado sin redención posible. Adán y Eva se rebelan, pero para ellos hay redención, a través del amor de Dios, que promete enviar a un Mesías para que limpie a la humanidad del pecado original. El tema del amor divino se desarrolla en El Cantar de los Cantares, libro que sirve de base para la expresión de la unión del alma con Dios, tema esencial de la mística española, principalmente del Cántico espiritual de San Juan de la Cruz. La idea de culpa y de castigo se concreta en el tema del Juicio Final. El Apocalipsis de San Juan explicita las señales que preceden al final del mundo y a la celebración de este juicio, que ya ha sido pronosticado por los profetas. 3.-Breve panorama de la literatura griega y latina. 3.1.-El literatura.
papel
de
las
mitologías
en
los
orígenes
de
la
Los temas de la antigua literatura imaginativa griega están tomados, casi exclusivamente de las leyendas y las tradiciones mitológicas que desde tiempo inmemorial conservaba el pueblo heleno. La leyenda y el mito constituyen la fuente constante de los escritores griegos. La leyenda y el mito forman el núcleo de la poesía coral, la trama de la poesía épica y la intriga de la tragedia griega. Sólo cuando la literatura griega ha alcanzado la madurez aparece la comedia, donde se critican las costumbres contemporáneas y hay que esperar a los periodos tardíos para encontrar la pura invención de asuntos. Los mitos y las leyendas forman un caudal de bellísimas ficciones vinculadas a determinadas creencias o símbolos religiosos. Son narraciones llenas de peripecias y de elementos maravillosos, episodios de amor y de muerte con un profundo significado simbólico (en el siglo XX Sigmund Freud utiliza el mito de Narciso, la historia de Edipo, de Electra para explicar los procesos de la mente humana) que transcurren en un mundo y en una época ideales en las que las divinidades, los semidioses y los héroes poblaban la tierra en constante trasiego con el más allá, y 4
relizaban sus hazañas, sufrían sus trabajos y reaccionaban con amor, odio, envidia, orgullo, ...como simples mortales. Para los griegos todo este mundo mitológico constituía una especie de prehistoria de su país. Algunas de estas leyendas versaban sobre largas y terribles guerras como el asedio de Troya, cuyo prólogo fueron los amores de Paris y Helena y su epílogo las dificultades de Ulises para regresar a Ítaca. Otras relataban la truculenta historia del linaje de Tebas, con la terrible historia de Edipo y de sus hijos Etéocles y Polinices y de su hija Antígona. Las peripecias de Perseo, las aventuras de Teso y Heracles, las navegaciones de Jasón y sus amores con Medea e infinidad de invenciones más le dan a los mitos griegos una extraordinaria diversidad. Los mitos eran constantemente reelaborados por los escritores, por lo que circulan diversas versiones de los mismos, en ocasiones contradictorias. Sorprende la persistencia de estas historias, quizás porque son relatos enraizados en el inconsciente colectivo de la humanidad. Ya en el siglo XX Ulysses, de James Joyce sigue en parte el esquema narrativo y los temas de la Odisea. 3.2.-La literatura griega 3.2.1.-Homero y Hesíodo. Se atribuyen a este autor dos poemas épicos, la Iliada y la Odisea, compuestos entre el 800 y el 700 antes de Cristo. La Iliada se centra en el asedio de Troya que, según la tradición, duró diez años. Homero nos presenta una de sus últimas fases y una serie de episodios que transcurren en cincuenta y un días. Homero desarrolla un conflicto humano para un público que conoce perfectamente la leyenda. El conflicto se inicia cuando Agamenón, jefe de las fuerzas griegas, se apropia de Briseida, la esclava de Aquiles. Éste se retira irritado a su tienda y contempla impasible cómo el ejército griego pierde enfrentamiento tras enfrentamiento con los troyanos. La muerte de su amigo Patroclo le hace volver a tomar las armas. El regreso de Aquiles siembra el terror en el bando troyano hasta que se enfrenta en combate singular con Héctor, el mejor d ellos capitanes de Troya. La Odisea sintetiza diez años de aventuras de Ulises (en griego Odiseo), uno de los capitanes de la guerra de Troya que sufre innumerables contratiempos para regresar a Ítaca. El libro tiene tres partes: las pesquisas de Telémaco, el hijo de Ulises, en busca de su padre, las navegaciones del héroe y la venganza que toma éste de los pretendientes que, en ausencia suya, pretendían casarse con Penélope. El relato de sus navegaciones constituye una serie de maravillosas aventuras, como la de los lotófagos, los lestrigones, Circe, Polifemo, el descenso al mundo de los muertos, en las que el héroe vence con su astucia y prudencia los poderes de los dioses adversarios. 5
Homero, que escribió en el siglo IX a.C. Relata acontecimientos pasados cuyo fondo histórico se remonta al siglo XXII. El mundo homérico es ideal y humano al mismo tiempo. Las divinidades mitológicas intervienen de un modo decisivo en los acontecimientos que acaecen en la tierra y en las acciones de los hombres. El pensar y el actuar humanos se supeditan a la suprema voluntad de los dioses. Éstos descienden a la tierra, adoptan figuras humanas, luchan en las batallas, protegen a sus favoritos, se encolerizan con un pueblo, con un linaje, con un solo hombre. La estructura de las epopeyas homéricas ofrece un notable carácter dramático. Cuando un personaje toma la palabra su parlamento ocupa versos enteros, sin incisos narrativos y su intervención es anunciada mediante fórmulas fijas. Ello ha llevado a suponer que la Ilíada y la Odisea fueron representadas dramáticamente. Durante el Romanticismo se defendió la idea de que Homero no existió y que sus obras fueron una creación colectiva del pueblo, concepto éste tan querido por los románticos. Lo más prudente es pensar que Homero concibió sus poemas como una sucesión de episodios con unidad individual que eran recitados por varios aedos. Esta unidad individual podría malograrse al juntarlos todos de la forma en que hoy los leemos. Hesíodo, que vive alrededor del 7oo a.C., escribe su Teogonía o Genealogía de los dioses. Intenta en esta obra sistematizar racionalmente los principales mitos del pueblo griego, desde las sombras del caos hasta la lucha de los titanes y la victoria de Zeus. La obra está dominada por un acendrado pesismismo, que presenta la voluntad de los dioses como justificación de ciertas miserias de los hombres. Si Homero presenta la lucha de los héroes, Hesíodo refleja en Los trabajos y los días la lucha del campesino con la tierra, la gesta del campesino que pertenece a una sociedad que necesita del trabajo para vivir. El pesimismo del poeta busca su razón de ser en el mito: Prometeo quiso sustraer a los hombres a la voluntad de Zeus, Pandora derramó toda suerte de dolores por el mundo, y de ahí las penas de la vida humana y la necesidad del trabajo. La justicia, por otra parte, se ve constantemente ofendida por la rapacidad de los poderosos. 3.2.-La lírica griega clásica. Las primeras manifestaciones de la lírica griega que se conservan se deben a poetas cultos de nombre conocido, conscientes de su labor y dominadores de la técnica poética. La poesía lírica se acompañaba de música y de danza, por lo que era más un espectáculo que una lectura, y su expresión o recitado se verificaba frente a un público.
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De los distintos géneros líricos existentes en la Antigüedad, interesa al lector contemporáneo la Oda o Canción. Es la llamada poesía mélica monódica, que consiste en la expresión de afectos y pasiones personales, desligados de toda intención moralizadora o crítica. El tema de esta poesía es la vida interior del poeta. El centro geográfico de este tipo de poesía es la isla de Lesbos, donde viven, en el siglo VII, sus mejores representantes, Alceo y Safo. En Safo la poesía se concreta a la pura expresión del sentimiento. Sus temas se reducen al amor y a la belleza. Su arte es sobrio y sincero. La expresión del amor resulta ingenua y audaz y su pasión es tan dulce como ardiente. Es la primera vez que en nuestro mundo europeo se describen con tanta verdad los efectos del amor. 3.3.-El teatro griego. La tragedia tiene su origen en el ditirambo, un himno religioso dedicado a Dionisos, o Baco, dios del vino. En las fiestas consagradas a esta divinidad se formaba un coro de campesinos disfrazados de sátiros para entonar cánticos que eran interrumpidos por exclamaciones y comentarios del director o corifeo. En estos himnos se narraban las aventuras de Dionisos, sus largas peregrinaciones por la tierra, sus desdichas y sus alegrías. En el siglo VI se introdujo un actor que dialogaba con el corifeo frente al coro, con lo que surgió el drama propiamente dicho. En el año 534 Pisístrato dispuso que en las fiestas dionisiacas, que se celebraban todas las primaveras en Atenas, se hicieran representaciones dramáticas compuestas de tres tragedias y un drama satírico. El público se colocaba en unas galerías semicirculares (el téatron) frente al templo de Dionisos. En el origen de la comedia probablemente también esté el culto a Dionisos. Los campesinos se entregaban al baile y a la alegría mediante diversiones llamadas comos dentro de un ambiente burlesco y licencioso. La tragedia, en cambio, presenta problemas de moral y de conducta que no tienen solución, como ocurre con Edipo o con Antígona, personajes situados ante situaciones sin salida. La esencia de la tragedia griega es la lucha del hombre contra lo irremediable. Esquilo toma sus temas de la mitología y expone el mito a lo largo de tres obras perfectamente encadenadas. El mito le permite a Esquilo desarrollar hondos problemas religiosos o morales basados en una trama perfectamente conocida por el espectador. El problema que le acucia es el de los hombres sujetos a un destino, lo que genera una serie de conflictos que ha heredado de sus antepasados y que probablemente se extenderán a sus descendientes. 7
La acción dramática se extiende sobre un linaje y por esta razón Esquilo la desarrolla en tres obras. La Orestíada es la única trilogía que nos ha llegado íntegra. La forman las obras Agamemnón, Las coéforas y Las Euménides. Se desarrolla en ellas el dramático destino de los Atridas, desde el regreso de Agamemnón de la guerra de Troya y su asesinato a manos de Egisto, el amante de su esposa Clitemnestra hasta la venganza del hijo Orestes, que mata al usurpador Egisto y a su propia madre, lo que le acarrea la tortura de las erinias, que persiguen al matricida y a las que un veredicto del tribunal de Atenas convierten en protectoras de la ciudad, con el nombre de euménides. Los crímenes, perpetrados por seres impelidos por el destino, se encadenan inexorablemente y acaban con una expiación y una solución jurídica: la transformación de las erinias (fuerzas de la venganza) en euménides (divinidades benevolentes). Sófocles, como Esquilo, extrae sus temas de la mitología, pero a diferencia de su predecesor, está más interesado en ahondar en la psicología de sus personajes, presentándolos desde distintos puntos de vista. En sus obras encontramos un profundo análisis del alma humana cuyo motivo constante es el dolor. Sus personajes ya no son semidioses y su atención se centra en un solo individuo, no en un linaje, por lo que abandona la trilogía. Los personajes de Sófocles, aun a pesar de estar tomados de los mitos, ya no tienen el carácter irreal y semidivino de los de Esquilo sino que responden al tipo humano ideal que se creó en la Atenas de Pericles. En su teatro se dramatiza el aforismo Sus personaje siguen estando sujetos al destino, pero éste deja de ser la fuerza esencial de la tragedia. Los personajes se hacen humanos y pueden reaccionar y cambiar en función d ellas contingencias. Antígona presenta el conflicto entre el rey Creonte y la joven Antígona, que desobedece las órdenes de aquel y entierra el cadáver de su hermano Polinices, quien ha sido declarado enemigo de la patria y por lo tanto, su cadáver debe ser pasto de las aves de rapiña. Las leyes del amor fraternal se oponen a las leyes de la ciudad. Antígona se adelanta a la muerte que le espera por transgredir la ley mediante el suicidio. En Edipo Rey Edipo, hijo de Layo, a quien los dioses le habían prohibido tener descendencia, mata a su padre y se casa con su madre, Yocasta. La fuerza dramática de la tragedia estriba en el hecho de que un hombre bueno, un gobernante justo y una persona amante de la vida familiar es arrastrado por su destino al mayor grado de abyección y a la más mísera de las ruinas. Eurípides se muestra escéptico en cuanto al contenido religioso de las antiguas creencias. El concepto de culpa está ausente de su teatro. En él los dioses y los héroes tienen los mismos defectos que los hombres, reaccionan como ellos y no se encuentran sometidos al destino sino que poseen su propia conciencia subjetiva y se rebelan contra la injusticia que proviene del más allá. Los personajes de Eurípides pierden en 8
grandeza y ganan en humanidad. Sus sentimientos y sus pasiones constituyen el auténtico conflicto y en ocasiones adquieren caracteres patológicos. Los personajes se convierten casi en caricaturas: en Eurípides Menelao es un loco, Helena una cortesana, Orestes un criminal, Casandra una neurasténica, Jasón un oportunista, Medea una sabihonda. Los antiguos héroes pasan a ser humanos miserables. Frente a la gravedad de la tragedia se destaca el espíritu satírico de la comedia. Mientras que la tragedia se basa en el mito, en la comedia el autor inventa el asunto y su trama. La tragedia se desarrolla en tiempos remotos; Aristófanes nos sitúa en la calle de la Atenas en la que vive, poblada de personajillos ambiciosos, ridículos, fatuos, ignorantes, murmuradores, malvados o piadosos. La vida cotidiana se convierte así en un espectáculo para hacer reír a un público formado por los mismos personajillos que salen en escena. Los personajes de Aristófanes dicen lo que todos piensan pero no se atreven a expresar en voz alta. En Las nubes presenta a Sócrates como un personaje extravagante y maniático. En Los caballeros satiriza la política dominante en su tiempo y a los gobernantes. 3.4.-La prosa griega clásica. El cultivo de la prosa en posterior al de la poesía. La historia y la filosofía son los dos géneros más considerables de la prosa griega clásica. En ella falta algo equivalente a la novela moderna y el teatro se escribe exclusivamente en verso. A Esopo, un personaje semimítico, se le atribuían breves relatos en prosa con intención moralizadora. Las fábulas esópicas está protagonizadas por animales que obran y hablan como hombres. Fueron muy populares en su época y su influencia ha permanecido inalterada hasta nuestros días. Para los griegos el más remoto pasado era la mitología y la leyenda heroica. Nadie dudaba de que las cosas ocurrieron como narraban los poetas. Cuando Grecia se consolida y se enfrenta con el mundo exterior la historia empieza a ser la narración de hechos contemporáneos para memoria del futuro. Herodoto narra las guerras entre los griegos y los persas. Para él, como para Homero, los hechos humanos dependen de la inmediata voluntad de los dioses. Tucídides, sin embargo, se propone explicar las acciones de los hombres a base de móviles humanos. Con los griegos se inaugura la reflexión sobre la realidad. Platón es el creador de diálogo filosófico son los primeros en reflexionar sobre el sentido de las cosas. Para Platón (h.427-347 a.C.) el verdadero mundo es el de las Ideas y lo que observamos en el mundo presente son sólo sombras de éstas. Así lo expresa en el mito de la caverna, recogido en su obra La República. La 9
duplicación del mundo en un más acá imperfecto y un más allá perfecto hace que Platón sea un filósofo fácilmente asimilable por el Cristianismo. Fray Luis de León, como muchos otros escritores del Renacimiento, utiliza el pensamiento platónico como base de su poema Oda a Pedro Salinas. La filosofía de Platón está expresada en forma de diálogos en los que varios personajes suelen discutir con Sócrates, que es el portador de la verdad. En El Banquete Platón explica el origen del amor con el mito de los hombres dobles, a los que Zeus castiga con la división por querer ser como ellos (el paralelismo con el castigo infligido a Eva y a Adán por comer del Árbol de la Ciencia es evidente). La fuerza que impulsa a cada mitad en busca de su otra mitad es el amor. También Prometeo es castigado por robarle a los dioses el fuego y el lenguaje, atributos, sobre todo este último, que nos acerca a la divinidad. Lo cuenta Platón en su diálogo Protágoras. 3.3.-La literatura latina. Los escritores latinos imitan conscientemente los modelos griegos. Solamente en la elocuencia, en la sátira y en la historia se advierte una fundamental originalidad, por lo que puede afirmarse que la cultura griega y la romana son una misma cosa. 3.3.1.-El teatro latino. Plauto (254-184 a.C.) es fundamentalmente un autor cómico que pretende hacer reír y que para mantener la atención del auditorio presenta una acción intrincada hasta el extremo. Terencio (184-159 a.C.) pretende, sin embargo, crear una especie de comedia burguesa y sentimental en el que interesa el fino análisis psicológico de los personajes. Su teatro aspira a agradar a los círculos de gente culta y la trama tiende a resaltar el refinamiento de la moral y la dignidad de las costumbres. 3.3.2.-La literatura latina de la época imperial. Virgilio (71-19 a.C.) Su primera obra, las Bucólicas, está formada por diez églogas en las que poetas disfrazados de pastores se expresan con ingeniosa sensibilidad. La naturaleza descrita por Virgilio sustituirá durante siglos a la contemplación inmediata del paisaje. En la égloga cuarta se anuncia el nacimiento de un niño que verá desparecer la edad de hierro y conducirá al mundo a la edad de oro. San Agustín vio en esta égloga el anuncio del nacimiento de Jesús. Esta égloga, que presenta sorprendentes similitudes con el capítulo II de Isaías, convirtió a Virgilio en nexo de unión entre la cultura clásica y la bíblica. Tras las Bucólicas Virgilio escribe las Geórgicas, que trata del cultivo de los campos, de los árboles, de los animales y de las abejas. El mundo irreal y refinado de las Bucólicas es sustituido por el mundo real del trabajo de una tierra que exige 10
sudores y amor. En el poema épico la Eneida Virgilio quiso dar una idea trascendente de Roma, de su pasado y de su futuro haciendo a los romanos descendiente de los troyanos y a Augusto y a César herederos directos de Venus y de su hijo Eneas. Eneas huye de la Troya destruida por los griegos, pasa por Cartago, donde tiene amores con la reina Dido y llega a Italia, donde obtiene la mano de Lavinia, hija del rey Latino. Los personajes de Virgilio no tienen el carácter fabuloso de los homéricos. En Virgilio lo sobrenatural está subordinado a lo real. Ovidio (48 a.C.-18 d.C.) Es uno de los poetas latinos más influyentes a través de los siglos. En su juventud cultivó la poesía amorosa y en su madurez convirtió la mitología griega en pura poesía; luego, desterrado al mar Negro, lloró su desgracia en composiciones subjetivas llenas de sentimiento, de introspección y de verdad. Sus primeras obras son eróticas. En Amores canta los fingidos amores con una dama fingida con un punto de caricatura y mucho de malicia seudosidáctica. En las Heroidas reúne dieciocho cartas ficticias de otros tantos enamorados mitológicos (Penélope a Ulises, Dido a Eneas, Medea a Jasón) y de Safo a Faón. Los temas son, en esencia, los males de ausencia y los celos por sospechadas infidelidades. En los dos primeros libros de su Arte de Amar Ovidio enseña a los hombres cómo se conquista el amor de las mujeres y en el tercero da consejos a las mujeres para conservar el amor de los hombres. En sus Remedios del amor expone de forma burlesca la manera correcta de desenamorarse. En su poema Metamorfosis, expone una especie de historia universal de la mitología a base de la narración de 250 leyendas entrelazadas en las cuales se verifica una transformación o metamorfosis (Dafne en laurel, Narciso en flor, Atlas en montaña, etcétera). A Ovidio sólo le interesa el valor poético del mito y, a la manera de Eurípides, humaniza las pasiones y los conflictos de los dioses. Durante su destierro en el mar Negro escribió Tristes y sus Epístolas, libros escritos con la intención de que su destierro sea perdonado, lo que sin duda merma su valor literario.
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