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Los asuntos de pareja Cuando uno aborda el tema de una sinastría de pareja, lo puede abordar de dos maneras distintas: 1-Preguntarse si puede haber o no una relación durable con la otra persona. 2-Preguntarse si esa persona es compatible o no con nosotros, y si nos va a hacer felices o no. Aunque no lo parezca, son temas muy distintos. El que una relación cuaje y se mantenga en el tiempo no significa que haya realmente compatibilidad ni felicidad. Y la buena compatibilidad (felicidad) no garantiza en absoluto la atracción entre dos personas. Hemos de partir del principio de que uno lo vive todo en esta vida (incluyendo las relaciones de pareja) partiendo de su propia carta. Por eso vamos a empezar por allí:
1-Las determinaciones natales La casa que define cómo nos relacionamos con los demás y cómo será la gente que nos atraiga es la VII. Por lo tanto, lo primero que vamos a hacer es analizar la VII de esa persona. Para ello miraremos los significadores posibles de la VII: -La cúspide de la casa y los planetas que la aspectan. -El planeta regente y los planetas que lo aspectan. -El planeta presente y los planetas que lo aspectan. -Daremos prioridad a los significadores naturales de la pareja: Venus y la Luna para un hombre; Sol y Marte para una mujer. Ejemplo: -Planeta regente: Júpiter. -Planeta presente: Saturno -Planetas con determinación sobre la VII: 1-Sol aspecta a la cúspide y al planeta presente 2-Marte aspecta a la cúspide y al regente 3-Saturno está en la casa y aspecta al regente. 4-Plutón y Urano aspectan a la cúspide y al regente 5-Neptuno aspecta al regente De todos estos, el Sol y Marte son significadores naturales.
Vamos a buscar ahora los más importantes entre todos esos significadores: 1-Saturno sería el más importante porque: 1
Está en la casa VII. Aspecta al regente de VII, Júpiter. Aspecta a un significador natural (Sol) que aspecta él mismo a la cúspide (Sol en trígono a la cúspide de VII). Como el Sol tiene determinaciones de VII, las da a Saturno. Dispone de otro significador natural (Marte) que también aspecta a la cúspide, asimilando sus determinaciones sobre la VII. 2-Marte sería el segundo significador porque: Es significador natural del hombre en una carta de mujer. Aspecta al planeta regente de VII (Júpiter). Aspecta a la cúspide de VII. Aspecta a otro de los significadores naturales (Sol) que también aspecta a la cúspide. Como el Sol tiene determinaciones de VII por ese aspecto, refuerza las de Marte. 3-El Sol sería otro significador en igualdad de condiciones con Marte porque: Es significador natural del hombre en una carta de mujer. Aspecta al planeta presente en la casa (Saturno). Aspecta a la cúspide de VII. Aspecta a otro de los significadores naturales (Marte) que tiene también determinaciones de VII. 4-Después vendría Júpiter: Es regente de la casa. Aspecta a tres significadores de la casa: Sol, Marte y Saturno. 5-En última instancia dejaríamos a Neptuno, Urano y Plutón que tienen muchos significados sobre la VII (aspecto a la cúspide y a planetas con determinaciones sobre la VII), pero no son significadores naturales ni regentes. Combinando esto diríamos que esa persona tiene tendencias a elegir parejas saturninas-solares o saturninasmarciales. Por lo tanto, elegirá a sus parejas entre aquellos que estén en esa onda. Es imposible que una persona muy venusina o lunar la pueda atraer, porque esa onda no está en su destino. Si, por ejemplo, contactara con alguien que tuviera una maravillosa sinastría con ella, pero fuera una persona sin ninguna impronta de Saturno y/o Marte, no surgiría la atracción. Esa es la principal idea que debemos entender: uno sólo se puede sentir atraído por las personas que le ayudan a cumplir su destino y que encajen con el patrón previo que tiene esa persona. Cada uno de nosotros, cuando sale al “mercado sentimental”, lo hace con un “producto” en la cabeza y va a buscar ese producto. Si vas a comprar lechugas, no volverás a casa con un libro en tu cesta de la compra.
2-Cuándo se producen los encuentros sentimentales Se producen cuando los significadores de VII de esa persona están activos en la carta, bien sea por: -Una progresión secundaria o una simbólica -Una dirección primaria -Una profección -Una configuración universal -Un tránsito -Una fardaria Cuantos más factores coincidan y cuanto más importantes sean, más importante será la relación. Un simple tránsito puede dar una aventura, pero no un matrimonio. Obviamente, hay también un factor edad y social. Es decir: si estos factores se activan a una edad demasiado temprana o tardía, o cuando la persona ya tiene un compromiso difícil de romper, lo más probable es que deje pasar el tren. 2
Vamos a ver unos ejemplos sobre la carta anterior: 1-Primera relación de pareja a los 16 años (6 años de duración) Nativa
Primera pareja
Hemos visto que para esa nativa los principales significadores de la VII eran Saturno, Marte y el Sol. En este caso la primera pareja es un Leo (Sol) con ascendente Capricornio (Saturno), pero, además, tiene un Sol aspectado por Saturno y Marte. Marte, a su vez, está en trígono con recepción por exaltación a la cúspide de I y en sextil con mala recepción (equivalente pues a una cuadratura) a la cúspide de VII. Esto indica que Marte potenciará mucho la personalidad, pero, al mismo tiempo, dañará la relación de pareja. En resumen: la nativa ha cumplido con su pulsión interna de buscar a una persona de impronta Solar-MarcialSaturnina. Ha “comprado” el producto que estaba condicionada a comprar.
¿Cuándo empezó la relación? Progresiones secundarias -Marte (significador de la VII) estaba sobre Venus natal (significador natural de enamoramiento). -Mercurio (regente natal de I) se oponía a Júpiter (regente de VII) -La Luna activaba la T cuadrada natal (Marte-Júpiter-Neptuno-Urano) con su conjunción a Júpiter (regente de VII). De todo esto lo más importante es la secundaria de Marte-Venus. La progresión de la Luna sobre el regente natal de VII es importante, porque, aunque activa ese punto cada 7 años, esta vez lo hace al mismo tiempo que hay una progresión secundaria del regente natal del ascendente (Mercurio) opuesto al de VII (Júpiter) y un tránsito de Urano y Júpiter a Júpiter del radix que veremos en la RS. Las secundarias funcionan sobre todo si están reforzadas por la RS. Vamos por lo tanto a cotejarlas con la RS.
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Progresiones secundarias
RS Como se puede observar, la conjunción de Marte-Venus de las secundarias está activada por el trígono de los mismos en la RS (Venus sobre su posición natal). Por otro lado, en secundarias en esas fechas pasaba la Luna sobre Júpiter (regente natal de VII). Esto está activado por el tránsito de conjunción de Urano y el de trígono de Júpiter. Saturno estaba cuadrado con el Sol (como en el natal), pero ya cerca de hacer el trígono a Júpiter, y Neptuno transitaba la VII. Es decir: todos los planetas natales con determinación sobre la VII (menos Plutón) estaban activados: Marte, Júpiter, Urano, Neptuno, Saturno, Sol. La franja en verde es el espacio de profección de la VII que caía en la I de RS. 4
Profecciones Es importante lo que hemos visto arriba de que el espacio de profección de la VII cayera en la I de RS, pues los significados anteriores indicaban que se activaba el tema del amor, no que se iniciara una relación. Uno puede enamorarse sin alcanzar sus objetivos. En cambio, si hay relación entre la VII y la I entre la profección y la RS, sí hay relación de pareja. En la carta de al lado tenemos la carta de la profección ya más avanzada, para la fecha de inicio de la relación y vemos que el ascendente profectado estaba sobre Júpiter natal (regente de VII) que activaba la Luna en secundarias y los tránsitos citados.
2-Segunda relación de pareja y boda a los 25 años Nativa
Pareja
Vimos antes que la nativa tenía tendencia a buscar parejas solares-marciales-saturninas. La segunda pareja tiene un Sol saturnino (es un Acuario) aspectado por Saturno y Marte. Pero tiene, además, un Marte en I aspectado por Urano-Neptuno-Júpiter y Plutón. Si comparamos esto con el regente de VII de la nativa, vemos que es Júpiter (en domicilio de Marte) aspectado por Urano-Neptuno-Marte y Plutón. Es decir: intervienen los mismos planetas: Marte, Urano, Neptuno, Júpiter y Plutón. Hay pues una total concordancia entre las determinaciones de pareja de 5
la una y la personalidad del otro. Y es que nos olvidamos a menudo que la astrología es descriptiva: la gente que te rodea es como la muestra tu carta.
¿Cuándo se produjo la boda? Progresiones secundarias Las progresiones secundarias son notables: -Sol en trígono a Saturno natal en VII (ambos significadores de la VII). -Mercurio (regente del ascendente) opuesto a Júpiter (regente de VII). -Descendente sobre Saturno en VII y en sextil a Júpiter (regente de VII) y cuadrado al Sol natal. -La Luna progresada en X (estatus social) en sextil a Saturno natal en VII.
RS Si cotejamos la RS con las secundarias, vemos que: -El DS está partil sobre el DS de las secundarias, en sextil a Júpiter natal y cuadratura al Sol natal. -Venus está donde estaba Mercurio en secundarias (regente natal de I), opuesto a Júpiter (regente natal de VII). Aparte de esto, han actuado dos configuraciones universales: -Saturno-Plutón sobre Júpiter natal (tres planetas con determinaciones de VII). -Conjunción Júpiter-Urano en la VII natal.
Se pueden aportar muchos más ejemplos, pero harían este trabajo muy farragoso. Lo importante pues es recordar unas cuantas cosas:
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-Cada uno nace con un patrón mental sobre las relaciones de pareja. La carta describe ese patrón mental y a las personas que encajarán con él. Obsérvese cómo los dos significadores naturales aquí eran el Sol (y la primera pareja fue un Leo, signo del Sol) y Marte en Acuario (y la segunda pareja ha sido un Acuario-Aries). -La atracción depende más de la adecuación a ese patrón que de la compatibilidad, ya que el nativo busca ante todo cumplir con su programación. -Las posibles parejas aparecen cuando los significadores natales de VII están muy activos. Esa activación no necesita ser a través de buenos aspectos ni de planetas benéficos. Si uno tiene una “programación” tensa para las relaciones de pareja, las iniciará en momentos de tensión. Y los planetas que la inicien son los que llevan una carga de VII en esa carta.
3-La compatibilidad Al hacer una sinastría entre dos cartas, uno debe partir pues, como ya hemos dicho antes, de los significadores de la pareja para esa persona, pues cada uno tenderá a relacionarse con aquellos que encajen en su programación personal. Ahora bien, entre los diversos candidatos algunos, además de encajar, serán más compatibles con el nativo y otros lo serán menos. Pero, ¿qué se entiende por “compatibilidad”? En los libros de sinastrías encontramos listas de “buenos” y “malos” aspectos y te dirán que si Saturno del otro está cuadrado con tu Luna, jamás te podrá atraer esa persona. En cambio, si Venus del otro hace un trígono a tu Luna, tendréis un amor dulce y tierno. Esto es mentira. La gente se suele sentir atraída por quien le “mueve”. ¿Cómo te puede “mover” otro? Puede ser por la compatibilidad o porque de alguna manera responde a tus pulsiones internas. Pero básicamente el protocolo es éste: 1-Nos atrae la gente que está en la misma “onda” que nosotros. Si, por ejemplo, uno tiene una Luna saturnina, le atraerá gente que tenga una Luna saturnina (por signo o aspecto). Lo mismo pasa con los demás planetas personales (Sol, Marte, Venus, Mercurio). Nos atraen porque responden a los mismos impulsos que nosotros y coincidimos con ellos. Un buen o mal aspecto puede hacer esa compatibilidad más fácil o más complicada, pero no son necesarios. Por ejemplo: si mi Mercurio está en Tauro, seré más compatible intelectualmente con alguien que tenga a Mercurio en Tauro o Libra, o aspectado por Venus (aunque no haya aspecto entre nuestros dos Mercurios). Si, encima, la Venus del otro hace un aspecto a mi Mercurio, la compatibilidad será mayor. En el amor, el orden de preferencia es: la Luna (es lo más importante en la compatibilidad), Sol, Ascendente, Marte y Venus, Mercurio. 2-Las tendencias que compartimos con los demás pueden ser para bien o para mal. Uno puede buscar al otro para ser feliz o para torturarse juntos. Por eso no todos los aspectos tienen la misma importancia, sino que son claves aquellos que refuerzan una tendencia natal. Por ejemplo: si no tengo el Sol aspectado por Urano y el Urano de otro hace cuadratura a mi Sol, tenderé a huir de esa persona porque me resultará irritante. En cambio, si mi propio Sol está mal aspectado por Urano y el Urano del otro le hace un mal aspecto, me sentiré impelido hacia esa persona para vivir con ella esa mala experiencia. Si mi Luna natal no tiene ninguna relación con Júpiter, no me atraerá especialmente una persona cuyo Júpiter haga un buen aspecto a mi Luna. En cambio, si mi Luna natal sí tiene relación con Júpiter, buscaré a gente cuyo Júpiter la beneficien. Queremos que los demás nos den lo que ya tenemos. 3-Solemos buscar a gente que activa los puntos clave de nuestra carta. Muchas veces son los puntos más duros de esa carta. Cuando más duro sea ese punto, más tenderemos a activarlo. Por eso es importante ver si esa mala experiencia nace de nosotros o del otro. Si nace de nosotros, la repetiremos con otras personas. Si nace del otro, la ruptura nos librará de ello. A menudo culpamos a los demás, pero no nos damos cuenta de que sólo nos han dado aquello que andábamos buscando. Lo natural es que cuando una persona haga un aspecto muy malo a nuestra carta tengamos tendencia a huir de ella (eso es lo lógico y lo recomendable), pero, si estamos con7
dicionados interiormente a buscar esa mala experiencia, ese aspecto nefasto será al contrario lo que nos hará engancharnos a ella. Por eso primero se interpreta la carta natal, buscando los puntos fuertes y débiles de cada uno y después se interpretan las similitudes y aspectos de la sinastría siguiendo las pautas habituales (Júpiter y Venus facilitan, Saturno frustra etc.) para ver si mantienen, mejoran o empeoran las determinaciones natales. Lo normal es matnernerlas y hay que evitar empeorarlas. Comparemos ahora las dos cartas anteriores (advierto al lector que uso los orbes clásicos de los planetas, no de los aspectos): Nativa
Luna
Primera pareja
Nativa A
Pareja B
Compatibilidad
Aspectos
En XI Signo jupiterino Cuadrada con Saturno Conjunta al Sol
En IX Signo venusino Sextil a Saturno Sextil a Urano y Venus
Lunas saturninas
Saturno de B cuadra a la Luna de A Venus de A en sextil a la Luna de B
A nivel emocional (Luna) comparten la tendencia a buscar la frustración (ambos tienen una Luna aspectada por Saturno) y la realizarán juntos. La cuadratura del Saturno de él al de ella incrementa la frustración de la nativa. Como podemos ver, era peor la determinación natal de ella y será peor la experiencia para ella. Ella cumple por lo tanto a través de él su necesidad de que la machaquen emocionalmente. El trígono de Venus de A a la Luna de B es muy importante, pues ella aporta a la Luna de él la dosis venusina que necesita (tiene una Luna en domicilio de Venus y sextil a Venus), por lo que la relación emocionalmente será más gratificante para él y satisfará su necesidad de cariño (Venus) y de tener mujeres atractivas (Luna-Venus, Venus en VII). Es también importante que la Venus de A caiga en la I de B, pues es el mismo eje donde está la Venus natal de él (en VII). Él cumple a través de ella su destino Luna-Venus. Nativa A
Sol En XI Signo jupiterino Cuadrado a Saturno Sextil a Marte Conjunto a la Luna Trígono al DS Trígono a Urano
Pareja B En VIII Signo solar Sextil a Júpiter Trígono a Saturno Cuadratura a Marte
Compatibilidad Sol jupiterino Sol marcial Sol saturnino
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Aspectos Júpiter de A en sextil al Sol de B Saturno de A en trígono al Sol de B Saturno de B en cuadratura al Sol de A
Un Sol en Piscis y uno en Leo no son parecidos a primera vista, pero sí lo son por el toque jupiterino, saturnino y marcial que comparten. A tiene el Sol cuadrado con Saturno. Eso indica una tendencia a relacionarse con hombres inmorales, con graves defectos o fracasados, o, al menos, hombres que no están a la altura. El Saturno de B cuadra al Sol de ella, así que comparten un destino de fracaso (Saturno) que ella vivirá a través de él. Aquí también es peor la determinación de la nativa y la sinastría será también peor para ella. Ese destino viene sobre todo de la mujer: de hecho, el hombre fracasó estrepitosamente mientras estaba con ella (empezó estudiando arquitectura y acabó trabajando de albañil), pero, después de la ruptura, consiguió una posición social algo más holgada, aunque con fracasos cada vez que intentó ascender. Ella por lo tanto cumple a través de él su tendencia a relacionarse con hombres fracasados y decepcionantes. No obstante, ambos son personas amantes de la buena vida y generosos (Júpiter) y comparten ese rasgo juntos, reforzándolo mutuamente. El sextil del Júpiter de ella al Sol de él le facilita a él cumplir su destino de prosperidad, pues esa relación mejoró su estatus social.
Ascendente
Nativa A Signo de Mercurio Sextil del Sol Trígono de Urano Trígono de Marte Cuadratura de Plutón
Pareja B Signo de Saturno Cuadratura de Luna Trígono de Marte
Compatibilidad Marte
Aspectos Luna de A en mal sextil a asc. de B y trígono a su DS Mercurio de A cuadrado a ascendente de B Venus de B en sextil a ascendente de A Mercurio de B cuadrado a ascendente de A con buena recepción
B tiene un conflicto de la Luna con el eje I-VII. La Luna hace una cuadratura con mala recepción al Asc. Eso a él (Asc.) le hace inestable emocionalmente y veleta, infantil e inmaduro. En cambio, la cuadratura de la Luna al DS es con buena recepción y eso hace que sus parejas (DS) sean maternales y protectoras. El sextil de la Luna de ella con mala recepción a su Asc. y en buen trígono a su DS refuerza ambas tendencias: le ayuda a él a seguir siendo infantil (mal aspecto de la Luna al Asc.) y hace que encuentre una madre en su pareja (buen aspecto al DS). También se puede comprobar cómo la forma de ser mercurial de A es incompatible con la personalidad de B: no le interesa él intelectualmente. En cambio, él sí encuentra interés intelectual en la forma de ser de ella (su Mercurio está en cuadratura con buena recepción al Asc. de ella)
Venus
Nativa A En X Signo saturnino Oposición de Urano Sextil de Mercurio
Pareja B En VII Signo solar Conjunción a Urano Sextil a la Luna Cuadratura a Neptuno y Júpiter
Compatibilidad Venus uraniana
Aspectos Urano de A conjunto a Venus de B Neptuno-Júpiter de A cuadrados a Venus de B Urano de B opuesto a Venus de A Marte de B cuadrado a Venus de A
Son compatibles en la tendencia a vivir el amor (Venus) de una forma libre (Urano), lo cual lleva al desastre (Urano en mal aspecto a Venus en las dos cartas). Para ambos, Urano tiene determinaciones sobre la VII: tendencia a la ruptura de pareja. El Urano de cada uno hace un mal aspecto a Venus del otro. Esto es un destino compartido, así que cada uno dará al otro la experiencia del fracaso de no saber combinar amor y libertad, y una ruptura de pareja traumática. El punto negro de la carta de B es Venus en VII mal aspectada por Urano, Neptuno y Júpiter. A le va a hacer vivir esa mala experiencia a través de los aspectos. Si bien ambos entendían el amor como algo libre (VenusUrano), él le añadía el hecho de usar esa libertad para tener muchas aventuras sentimentales (Venus-Neptuno). A le va a facilitar esa tendencia a través de su mal aspecto de Neptuno. Curiosamente, el Neptuno de ella está sobre el MC de él, así que es la imagen pública de él (MC) la que se verá empañada. B hacía mucha publicidad de sus infidelidades y eso acabó dañando su imagen. Él vivirá por lo tanto a través de ella su destino de ser infiel y de perjudicar su reputación por sus devaneos. 9
Marte
Nativa A En IX Signo saturnino Sextil al Sol Cuadratura a Urano y Neptuno-Júpiter
Pareja B En IV Signo venusino Cuadratura al Sol Cuadratura a Urano Cuadratura a Venus
Compatibilidad Marte solar Marte uraniano
Aspectos Venus de A cuadrada a Marte de B Urano de A cuadrado a Marte de B Luna de A en sextil a Marte de B Neptuno-Júpiter de B cuadrados a Marte de A Venus de B opuesta a Marte de A
Comparten ambos una tendencia a los estallidos de Marte-Urano, y, de hecho, ella refuerza en él esa tendencia (el Urano de ella cuadra al Marte de él), por lo que la relación será tormentosa. El punto negro de la carta de ella es la T cuadrada entre Marte-Urano-Júpiter-Neptuno que él activa completamente. Por otro lado, se puede observar cómo él tiene un Marte venusino nefasto (está exiliado en Tauro) y los malos contactos Marte-Venus son respectivos. Hay por lo tanto un conflicto entre la sexualidad (Marte) y el amor (Venus). A no tiene conflicto entre el amor y el sexo (Venus y Marte), pero B sí y lo vivirá en esa relación.
Mercurio
Nativa A En XI Signo de Marte Sextil a Venus Trígono a Urano
Pareja B En VIII Signo de Mercurio Conjunto a Plutón Sextil a Neptuno
Compatibilidad No hay ninguna compatibilidad intelectual.
Aspectos Júpiter-Neptuno de A en sextil (mala recepción) a Mercurio de B Urano y Saturno de B en trígono a Mercurio de A Luna de B opuesta a Mercurio de A
Son Mercurios muy distintos y poco compatibles. Él de ella es más inquisitivo y el de él más imaginativo. Cada uno refuerza esa tendencia en el otro, pero eso no sirve de nada ya que le hace ser más como es él mismo, no los hace acercarse al otro. Si reflexionamos sobre qué lección vital representa cada uno para el otro: -Ella vivirá con él la experiencia de la cuadratura de Saturno a la Luna y el Sol (frustración y fracaso, miedos y sentimiento de inferioridad que las repetidas infidelidades de su pareja aumentaron). También vivirá la experiencia de Venus-Urano y comprobará que no se puede dar carta blanca a una pareja si ésta no la sabe utilizar. También experimentará el tener una pareja infiel (Júpiter-Neptuno) y la ira (MarteUrano). Ahora bien, hay otras experiencias de las que se librará al romper la pareja: la inestabilidad emocional del otro (Luna-Asc.), sus conflictos entre el amor y el sexo (Venus-Marte) etc. -El también tenía una tendencia al fracaso y la frustración (Saturno-Luna-Sol), pero menor (los aspectos no son tan malos), así que, después de la ruptura podrá reencauzar mejor su vida dentro de sus límites: no necesita ya fracasar tanto y puede recuperar su autoestima. Ahora bien, siguió siendo veleta e inestable (Asc.-Luna) y continuó con sus devaneos.
Pasemos ahora a la compatibilidad con la segunda pareja: Luna
Nativa A
Pareja B
Compatibilidad
Aspectos
En XI Signo jupiterino Cuadrada con Saturno Conjunta al Sol
En VIII Signo jupiterino Conjunta a Saturno Cuadrada al Sol Cuadrada a Plutón Trígono a Urano Trígono al Asc.
Toque de Júpiter Toque de Saturno Toque del Sol
Luna de A en sextil a Venus de B Luna de A en trígono a Saturno y Júpiter de B Luna de B en trígono al Sol de A Luna de B en conjunción al eje I-VII de A Luna de B en trígono a Urano de A Luna de B en sextil a Marte de A
Como se puede ver, hay una fuerte coincidencia en el toque jupiterino y saturnino de ambas Lunas. Esto es reforzado por el aspecto de la Luna de A en trígono a Júpiter y Saturno de B. Se puede deducir de ello que, aun10
que ambos sean personas con tendencia a la frustración emocional, lo llevarán algo mejor juntas (dentro de sus límites). El toque jupiterino les hace sintonizar en una energía más expansiva. Ambos tienen un mal aspecto Sol-Luna indicando patrones equivocados en la relación hombre-mujer. Esto puede mejorar gracias al trígono de la Luna de B al Sol de A. De hecho, la relación de pareja les ha ayudado a mejorar sus arquetipos masculinos y femeninos. A no tiene una Luna uraniana, pero B sí y consigue que A le aporte ese toque con el trígono del Urano de A a la Luna de B. Esta manera de B de vivir las emociones (Luna) sin trabas (Urano) que lleva a un desapego emocional y una tendencia a no implicarse emocionalmente con la gente es permitida por el trígono del Urano de ella. Esa parte es propia del destino de B y es él quien la aporta, involucrando a su pareja en ello. Otra cosa que nace de él es el aspecto Luna-ascendente-descendente, identificando así a la pareja con sus emociones y atribuyendo, muy a su pesar, un rol materno a su cónyuge. Él lo consigue eligiendo a una persona cuyo DS está casi partil sobre su Luna. No obstante, como esto no forma parte del destino de A (al contrario, tiene una cuadratura de la Luna a Saturno en VII), acabará procurando liberarse de ese papel maternal. Vemos que en esta parte hay un destino contradictorio entre ambos (el de él es el de encontrar una esposa-madre y el de ella negarse a ser madre de su marido) y lo cumplirán ambos alternativamente a lo largo de los años. Nativa
Sol
Nativa A En XI Signo jupiterino Cuadrado a Saturno Sextil a Marte Trígono al DS Trígono a Urano Conjunto a la Luna
Pareja
Pareja B En XII Signo saturnino Cuadrado a Saturno Sextil a Marte Cuadrado con la Luna Trígono a Neptuno Opuesto a Plutón
Compatibilidad Saturno Marte Luna
Aspectos Sol de A: trígono a la Luna, Saturno, Júpiter y Urano de B Sol de B conjunto a Venus de A Sol de B opuesto a Plutón de A Sol de B en trígono a Júpiter de A. Sol de B en sextil a Saturno de A
De nuevo la nativa ha ido a buscar a una persona con un Sol saturnino y marcial (sus determinaciones natales de VII). Recibe de B la dosis de Saturno, Júpiter y Urano que necesita con los tres trígonos de B. Es importante ver cómo ambos tienen Soles mal aspectados por Saturno y el Saturno del otro les hace un buen aspecto. Eso no resuelve el problema ya que ambos viven mal esa energía, pero permite una ligera evolución. De hecho, vivirán 11
ambos la experiencia del fracaso y de los miedos e inseguridades, pero se ayudarán mutuamente a mejorarlo. Es un destino compartido. Por otro lado, cada uno aporta una energía propia que no tiene el otro, pero la consigue en él: A tiene un Sol en trígono a Urano (por lo que tiende a ser muy independiente y a buscar sendas menos trilladas, con posiciones políticas tirando a anarquistas) y Urano de B hace un trígono a su Sol: por un lado, a A le gusta la independencia (Urano) de B y, por otro, B favorece y alimenta las tendencias anarquistas de A con las que se identifica (es un Acuario). El Sol de A está en signo jupiterino y el Júpiter de ambos aspecta al Sol del otro. En este caso es A (la más jupiterina) la que enseña a B el valor del confort y le aporta prosperidad (Júpiter). B tiene un Sol opuesto a Plutón y Plutón de A le hace una oposición, reforzando sus tendencias natales a ser acaparador, celoso y obsesivo.
Ascendente
Nativa A Signo de Mercurio Sextil del Sol Sextil de Urano Trígono de Marte Cuadratura de Plutón
Pareja B Signo de Marte y Marte en I Cuadratura de Venus Trígono de la Luna
Compatibilidad Marte
Aspectos Asc. de A opuesto a la Luna de B Asc. de A cuadrado con Plutón de B Asc. de A cuadrado con Sol de B Asc. de B conjunto a Mercurio de A Asc. de B sextil a Marte de A Asc. de B trígono a Urano de A
Los caracteres no son muy compatibles, salvo en lo de Marte (son ambos directos y expeditivos), pero eso en realidad sólo cumple la determinación de ella a tener parejas marciales (Marte natal aspecta a la cúspide de VII y al regente de VII). No obstante, cada uno saca del otro a través de los aspectos las energías a las que está acostumbrado. Él saca el toque luna con su Luna sobre el DS de ella, convirtiendo a su pesar a su pareja en una segunda madre. Ella saca el toque Urano con su Urano en trígono al asc. de él, arrastrándolo a su forma de pensar uraniana y a la libertad de pensamiento. A su vez, aunque el hombre no sea mercurial, el Mercurio de ella en conjunción al asc. de él permite una aproximación mental.
Venus
Nativa A En X Signo saturnino Oposición de Urano Sextil de Mercurio
Pareja B En X Signo saturnino Cuadratura al eje I-VII
Compatibilidad En X Signo saturnino
Aspectos Venus de A conjunta a Mercurio de B Venus de A cuadrada a Saturno de B Venus de B sextil a Luna de A Venus de B cuadrada a Mercurio de A
Son Venus muy parecidas (en X y en signo de Saturno). No obstante, la Venus de A necesita un contacto de Mercurio y por eso es doble el aspecto Venus-Mercurio entre ambas cartas. Esto forma parte del destino de ella (no de él), y por eso es ella la que le aporta a él el contacto con el arte y la belleza (Venus de A conjunta a Mercurio de B). En cambio, él a menudo se hará el remolón (cuadratura de su Venus al Mercurio de ella) o incluso lo obstaculizará (cuadratura de su Saturno).
Marte
Nativa A En IX Signo saturnino Sextil al Sol Cuadratura a Neptuno Cuadratura a Júpiter Oposición a Urano Sextil al DS
Pareja B En I Signo de Marte Sextil al Sol Oposición a Neptuno Cuadratura a Júpiter Cuadratura a Urano Trígono a Plutón
Compatibilidad Sextil al Sol Oposición a Neptuno Cuadratura a Júpiter Cuadratura a Urano
Aspectos Marte de A sextil a Luna de B Marte de A cuadrado a Neptuno de B Marte de A opuesto a Urano de B Marte de B trígono a Saturno de A Marte de B opuesto a Júpiter de A Marte de B en trígono a Plutón de A
Ambos Martes coinciden en los malos aspectos de Júpiter, Urano y Neptuno. Como para ambos Marte tiene determinaciones de VII y Marte está en la I de él, define a la pareja. Esto es lo peor de la sinastría, pues, a través de 12
la pareja, A vivirá una faceta distinta de esa T cuadrada de la que había vivido en su primera relación. Tendrá que aprender a lidiar con el autoritarismo de Marte.
Mercurio
Nativa A En XI Signo de Marte Sextil a Venus Trígono a Urano
Pareja B En XI Signo de Saturno Sextil a Marte Conjunto al Sol Trígono a Neptuno Oposición a Plutón Cuadratura a Saturno
Compatibilidad Marte
Aspectos Mercurio de A conjunto al ascendente de B Mercurio de A cuadrado a Venus de B Ambos Mercurios en sextil Mercurio de B conjunto a Venus de A Mercurio de B en sextil a Saturno de A
Son Mercurios distintos, pero compatibles en lo marcial y en el aspecto entre ellos. Como el de ella es venusino, sacará de su pareja ese toque a regañadientes (lo cual indica que le arrastrará a actividades intelectuales artísticas). El de él es saturnino, y el sextil del Saturno de ella no mejora esto, pues incide en la conciencia de sus problemas intelectuales. La lección vital de esa relación es, obviamente, Marte. Las determinaciones natales de ella a tener una pareja del carácter de Marte mal aspectado con Urano, Júpiter y Neptuno se cumplen perfectamente a través de la personalidad marcial del hombre. Esa es la tarea a realizar: aprender a canalizar esta energía. No obstante, el trígono del Saturno en VII de A al Marte en I de B (y a su Plutón natal) aportó la llave y permitió con el tiempo el control y la contención de esa dinámica. Saturno es un planeta que se desarrolla en la madurez, y nos enseña a decir NO con firmeza y a poner límites a Marte. De entre los planetas que hacen difícil la vida a los demás (Marte, Saturno y Plutón), contrariamente a las apariencias, Marte es el más ingenuo. No es consciente de estar gritando o avasallando, criticando, insultando o despotricando y cree que lo normal es que él mande y los demás obedezcan. El único planeta capaz de ponerle muros de contención con serenidad es Saturno. Como se ha podido ver en este ejemplo: -Cada uno busca a personas que encajen con sus determinaciones natales. -Esa coincidencia con las determinaciones natales puede ser con una parte de ellas, y cada vez aprenderemos una lección con esa persona. En el caso de la primera pareja, se trataba de aprender los peligros de Urano-Venus y los de Neptuno en asuntos de pareja. En el de la segunda, el objetivo era aprender a librarse de la energía negativa de Marte y su tendencia al despotismo. Cada persona representa pues una oportunidad para mejorar nuestros problemas personales sirviéndonos de espejo. -A su vez, cada uno impone al otro su destino y le hace actuar a menudo de una forma que no es propia de él, para bien o para mal. Es importante distinguir bien en la sinastría qué es lo que nos corresponde, ya que, en el caso de una ruptura de pareja, volveríamos a repetir esas pautas de comportamiento, pero también qué es lo que viene del otro y si nos conviene o no. Si lo que te viene del otro es un trígono de Júpiter, será bueno, pero si lo que te viene es una cuadratura de Plutón a tu Venus (que no estaba en tu carta), no estás obligado a vivir esa experiencia y tal vez te convenga romper esa relación. No conviene cargar con más dolor del que nos corresponde. -Las relaciones de pareja importantes se inician o formalizan cuando están activos los significadores de la pareja de esa persona.
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