Los Cuentos del Doctor Sajama
HISTORIAS , N ARRACIONES Y L EYENDAS DE CURAHUARA DE C ARANGAS EJERCICIOS DE I MPROVISACIÓN E SCRITA CONTRA RELOJ F RAGMENTOS DE E MOCIONES Y P ENSAMIENTOS CRE ACTIVOS CONSEJOS DE S ALUD , H IGIENE Y C UIDADO P ERSONAL Recopilación, revisión y composición de Estilo Yolanda Consejo Vargas Diseño de portada y empaginación Guido Ripamonti Apoyo y trascripción de textos Bruno Savransky Willaldea, Centro Cultural Itinerante
Título: Los cuentos del Doctor Sajama. Recopilación, revisión y composición de Estilo Yolanda Consejo Vargas, Willaldea (México). Diseño de la portada y empaginación Guido Ripamonti, Willaldea (Italia). Apoyo y trascripción de textos Bruno Savransky, Willaldea (Argentina). WILLALDEA, Centro Cultural Itinerante www.willaldea.com Institución promotora del proyecto y financiador de la presente obra: CECI (Centro Canadiense de Estudios y Cooperación Internacional). Directorio:
Fotografías, Estampas y Dibujos: Willaldea, acervo particular. H. Alcaldía Municipal de Curahuara de Carangas. CECI (Centro Canadiense de Estudios y Cooperación Internacional). Colegio Nacional Mixto «Mariscal Andrés de Santa Cruz», Curahuara de Carangas. Unidad Educativa «Elizardo Pérez», Curahuara de Carangas.
1ra. Edición mayo del 2006. Casa Editora: Impreso en
Índice
Agradecimientos Introducción
HISTORIAS, NARRACIONES Y LEYENDAS DEL LUGAR Historias de Curahuara... Don Luis Alarcón Pérez.
Dicen que de mucho tiempo... Don Ezequiel Luna.
Relato... Doña María Flores Rocha.
Ese cerro es Monterani... Doña Eugenia Fernández Quispe.
Había una novenita... Doña Flora Pérez Tapia.
Curahuara y... Don Ponciano Garnica.
El zorro y el cóndor El fin del mundo La espada de oro Historia del cerro de Curahuara El cóndor, la cholita y el picaflor Leyenda del Regimiento «Tocopilla» El Sajama y sus romances El caballero, su mujer, el burro y el zorro El rico y el pobre Los cerros encantados La kuja misteriosa La wuallata y el zorro La luna y el sol Sara y el río La pluma de oro
EJERCICIOS DE IMPROVISACIÓN ESCRITA CONTRA RELOJ Una amistad verdadera... Saúl Abel Chambi Mamani.
Un viejo, un cóndor y un puma... Maryori Ruth Cañari Portillo.
¡Vida!... Rianeth Juaniquina.
FRAGMENTOS DE EMOCIONES Y PENSAMIENTOS CREACTIVOS Karina Callejas C. Lourdes Zuleta A. Rianneth Juaniquina. Gimena Alarcón Valiente. Sonia Huanca Paco.
Adela Ramírez Núñez. Nely Madani. Gady Porco Villca, Javier y Basilia Huarachi Colque. ¿Cuando sea grande? Nicolás Villca Flores, Alejandro Alfredo Villca, Johnny Fidel Condori Apasa, Jhordy Crispin, Valeria Ana Mamani Luna, Jhoselín Yuskaya Gutiérrez Ancasi y más...
CONSEJOS DE SALUD, HIGIENE Y CUIDADO PERSONAL ¿Cómo mejoramos la higiene personal? LAS AVENTURAS DEL ZORRO ANTOÑO Sucio y Limpio (UNICEF-PROANDES)
¿Qué agua debemos tomar? LETRINA SECA Ediciones Educativas Agua y Saneamiento
Fuentes de Información
Agradecimientos
A
Curahuara de Carangas… A su tierra, valles, cerros,
ríos y torrentes, ermitas, desfiladeros, paisajes y horizontes que tutelan e inspiran místicas sensaciones... Al H. Alcalde Municipal de Curahuara Sr. Rómulo Alconz y a todo su equipo de trabajo. Gracias por el interés volcado y la ayuda proporcionada. A los integrantes del CECI (Centro Canadiense de Estudios y Cooperación Internacional), por las valiosísimas labores desplegadas no sólo en esta localidad, si no en distintos puntos de Bolivia... Al Colegio Nacional Mixto «Mariscal Andrés de Santa Cruz». A la Sra. Directora María Cristina Téllez Mamani, por su flexibilidad y cooperación. Asimismo, a los profesores: Lourdes, Karina, Joseph, José, Alex ...
Y muy especialmente a la profesora Rianeth Juaniquina Ch. A la directora de la Unidad Educativa «Elizardo Pérez»: Profesora Andrea Tangara Rocha, por su valiosa asesoria con el aimara. ... Y gracias a todos y cada uno de los pedagogos que buscan y proveen más y mejores herramientas para favorecer el proceso educativo de estas nuevas generaciones… A Audrey Pinsonnault... A los jóvenes talleristas: Pablo, Gimena, Nely, Adela, Saúl, José, Sonia, Basilia, Gady… Ojalá que continúen volcando, en la medida de sus talentos, todo lo mejor de ustedes… A los pobladores de Curahuara... A quienes se detuvieron en las calles o en las praderas, para relatarnos sus memorias. Y por supuesto, a quienes sin conocernos nos abrieron las puertas de su vida en palabras... Y por último, a los que desde lejos acompañan muy de cerca la travesía de Willaldea en su etapa itinerante por América Latina… Gracias. Willaldea.
Introducción
M
uchos niños, adolescentes y jóvenes de Curahuara de
Carangas, Bolivia (Departamento de Oruro, provincia Sajama), desconocen las historias, narraciones y leyendas de su lugar de origen. E inevitablemente, con la muerte de sus antecesores, como abuelos, padres, tíos o parientes cercanos, este gran tesoro también perecerá. Es por ello que quisimos recoger toda la información necesaria para editar un libro. Willaldea (Centro Cultural Itinerante): como organizadora, investigadora y coordinadora del material humano y editorial. El CECI (Centro Canadiense de Estudios y Cooperación Internacional): como financiador y promotor del proyecto. Y la Honorable Alcandía Municipal de Curahuara de Carangas: como apoyo importantísimo para alcanzar dicho fin.
... Fue a partir del Taller de Escritura Creativa, con la realmente valiosa participación de alumnos y profesores del Colegio Nacional Mixto «Mariscal Andrés de Santa Cruz», que pudimos recolectar importantes ingredientes, tanto propios, como del dominio común. Nos hemos reunido en la Carpa Azul de Willaldea (ubicada temporalmente para tal propósito en el patio del APCI); durante un periodo de tres semanas, en el que desarrollamos al interno del grupo (diez a quince personas de entre 11 y 40 años), ejercicios individuales de improvisación escrita y oral, juegos y dinámicas grupales, estudios, charlas, encuentros y más. Pero igualmente, hemos tenido el privilegio de acudir a las fuentes directas de información, como por ejemplo: tocamos puerta tras puerta efectuando entrevistas privadas a la gente dentro de sus hogares. O bien, interrogamos a algunos de los ancianos en la feria sabatina bisemanal, donde participa todo el pueblo en un clima festivo y peculiar. A la par, interceptamos a hombres y mujeres que caminaban por las calles típicamente desérticas y a los pastores de llamas, ovejas y vacas, allá, en los valles y montañas que abrazan la bella Curahuara. El resultado es: un libro simple, sencillo, básico. Que intenta resguardar las tradiciones orales del lugar, aportando un estilo muy particular, en el que además se vinculen Consejos de Salud, Higiene y Cuidado Personal, con el medio, para educar a niños, adolescentes y jóvenes. Pero sobre todo, presentamos un libro que se gesta desde los herederos del futuro por venir, hacia y para ellos mismos...
Yolanda Consejo Vargas (Facilitadora del taller de Escritura Creativa) Curahuara de Carangas, Bolivia. Mayo del 2006.
Historias Narraciones y Leyendas del lugar
Capítulo dividido en dos partes: 1.Con los chicos y chicas del taller de Escritura Creativa, entrevistamos a personas (utilizando un grabador), tanto en sus casas, como en las calles y valles o dentro de sus tienditas... Las grabaciones las hemos trasladado en papel intentando respetar su viva voz. Ya que consideramos que es auténtica herencia de hombres y mujeres mayores, valiosísima gente común de Curahuara… 2.Con el grupo de Escritura Creativa, en coparticipación con los alumnos del Colegio Mixto «Mariscal Andrés de Santa Cruz»… Y la oportuna exhortación de su profesora Rianeth Juaniquina, recolectamos aproximadamente setenta trabajos de investigación con las memorias de abuelos, padres y familiares que habitan en pueblados aledaños1. A continuación de leer diversas, enriquecidas y en muchos casos opuestas interpretaciones sobre las historias, narraciones y leyendas de Curahuara, obtuvimos una síntesis (extrayendo los más tradicionales, puntuales y reiterados datos), para luego ordenar, interpretar y poder conformar este capítulo…
«No olvides que para saber quien eres y quien serás… Es importante recordar quien fuiste y quienes fueron tus antecesores»
1 Aproximadamente el 60% de los estudiantes de Curahuara de Carangas viene a la escuela de lunes a viernes. Sin embargo, recién comienza el fin de semana, retornan a sus comunidades y poblados para convivir y apoyar en los quehaceres familiares.
Historias de Curahuara… Por Don Luis Alarcón Pérez, 53 años.
(…) Yo les voy a decir sobre el cerro Monterani, que en aimara significa Markaqullu: el cerro del pueblo. El Monterani es peruano. Su historia es que antes los cerros andaban de acá para allá. Entonces llegaron dos enamorados, Monterani y T’ikhapani. Y él se quedó aquí por que le gustó a T’ikhapani... Y se asentaron allí donde los ven... (...) Por estas tierras había un bastón de oro. Porque Curahuara en aimara significa Qhuriwara, bastón de Oro. Por que Qhuri es oro y wara es bastón. Y es por este bastón que aquí se asentó el primer pueblo… Eso fue en la iglesita que está más arribita… Pero como no había agua, pues se bajaron aquí… ¡Aquí sí hay agua! ... Y se inauguró el pueblo de Curahuara de Carangas con su iglesita y todo… Mi abuelo fue quien la ha construido. ¡Se tardaron mucho tiempo! Por que la construían y se caía, la construían y se caía… Se caían las paredes… Por esto plantaron cuatro manos bien adentro. En cada uno de sus cuatro pilares para sostenerla… Por eso ya no se cayó y seguirá allí… Sostenida… (…) Antes de la Revolución, aquí en Curahuara había un cuartel de los carabineros. Y había muchos rehenes… Iban por la leña al cruce... Para sus necesidades…
Pero un día, fueron a recoger leña y como los encarcelados eran hartos y poquitos los policías, pues los han amarrado, los dejaron allí y se fueron… Dicen que se fueron para Chile por un túnel subterráneo por debajo del Monterani. ¡Y que llegaron a Arica! Pero no todos, sólo dos. ... Ese tiempo era frío y la mayoría se congeló en el camino… Sólo dos llegaron a Arica… ¡Y no se supo más!...
Dicen que de mucho tiempo… Relatos de Don Ezequiel Luna.
(...) En aquel tiempo la gente buscaba tierra para hacer un pueblo. Han buscado en diferentes lugares: Markachawi, Markiriwi y en otros tantos sitios. Pero dicen que aquí, en Machaqmarka, allá arriba donde hay una iglesita... ¡Pues que allí tenía que ser el pueblo! Y como era un poco arriba pues lo han bajado para venir acá. ¡Así se ha fundado este pueblo de Curahuara de Carangas! ... Que en aimara significa Qhuriwara de Kharankhas… Y Kharankhas quiere decir los nervios pelados… (…) Antes, también dicen que andaban (caminaban) los cerros. Ese cerro de Monterani, es del Perú. Y estaba de visita, le gustó el lugar y se quedó… En aquel tiempo ha habido una gran lucha con los españoles… [En ese tiempo el Monterani era como un cuartel. Y se conoce que hay un agujero que sale de arriba y de abajo. Esto era toda una estrategia para luchar y para la guerra… Todo eso era una fortaleza para poder luchar] (...) Entonces, llegaron los españoles, después de Cristóbal Colón. Y los Aimaras era ricos en oro y plata. Y a los Españoles les interesaron nuestras riquezas… Y pues fue la conquista y la dominación… ¡Y después se retiraron y pues quedamos aquí!... ¡Eso es todo lo que se sabe!
Relato… Doña María Flores Rocha, 78 años.
Cuando era pequeñita no había camino, ni carro en el camino… Ahora ya no tengo papá, ni mamá… Antes era diferente… Con burro había que andar... Y llamitas hay que andar….
Ese cerro es Monterani… Relato en aimara por Doña Eugenia Fernández Quispe, 80 años. Traducción Javier Mamani Estrada, 31 años.
… Sí, ese cerro se llama Monterani. Y allá al frente hay otro cerro de la mujer, T’ikhapani, donde hay muchas leyendas y costumbres… Al Monterani lo llaman como un hombre… Allá hacen sus cultos, los wak’as (lugar ritual donde se hacen las ch’allas), asisten allí las autoridades originarias con un poncho blanco…
… De la iglesia no sé nada, yo vivía aquí abajo en Pampa... Pregúntele a la familia Pérez, ellos vivían allí y saben…
Había una novenita… Por Doña Flora Pérez Tapia, 76 años.
(...) Había una allá, arriba en el Monterani. ¡Ya no hay! Yo he conocido el Monterani cuando era chica, íbamos allá arriba… De la escuela nos llevaban… Y se podía ver la novenita blanca, bien pintadita en el medio. ¡Ahora ya no hay! No hay mayordomo para cuidarla… En cambio, el Monterani era igualito. No ha cambiado. Igualito así y sin gradas… Luego yo me fui a vivir a la Paz, un tiempito… Pero vine a ver a mis papás y me he quedado… Antes Curahuara, era vacío… Mi casa era canto, canto… canto… No había locales, ni casas… Después han aumentado… ¡No había ni colegio!... Había una sola escuela… Y no había cárcel… (...) Sólo antes habían venido aquí los confinados, pero antes… Era buena la gente en el cuartel. Se llamaban «El Regimiento Andino»… Y venían castigados aquí al cuartel… Buena gente también ha venido castigada por la Revolución… Y después esa gente se han escapado… Iban a traer leña en carro y en un de esas, al chofer lo agarraron. Se han escapado… Desde Sajama hasta Chile… ¿Dónde se habrán ido?
Otros se murieron en la frontera… Se han desaparecido, pues... Por el frioí
Y después de la Revolución, todo cambió… Y hubo una Reforma Agraria... Tampoco les tocó tierra a mis papás. Pero ya no me acuerdo…
Curahuara y… Por Don Ponciano Garnica, 58 años.
(...) Nuestros abuelos al pie del cerro del Monterani. Ellos venían caminando, en ese tiempo desde muy lejos . Y ellos encontraron una vara de oro… No se sabe de donde ha caído o si alguien la ha hecho perder… Pero qhuri, significa oro y wara, vara… Pues bien, Curahuara es el nombre de lo que nuestros abuelos aquí encontraron… Uy! En esos tiempos eran pocos y venían desde lejos, muy lejos… Queriendo agruparse en una población para protegerse de invasiones. ¡Aspiraban hacer unas poblaciones! Marka es termino aimara y significa pueblo… Pues ellos querían hacer: Chukimarka, Markachawi, Markamarka… Entonces la primera capilla en donde construyeron era allá arriba… En Machaqmarka (pueblo nuevo). Pero el problema era el agua, había que ir lejos y era muy arriba… ¡Y les gustaba, pero no era tan bueno!.. Pero ya antes habían visto este lugar, con unas vertientes… Y no se ponían de acuerdo: sí era más allá o más pa’ acá… Y entre los fundadores estaban los abuelos Ladama y Cachaga. Dicen, que para no pelear, rodaron una piedra y donde legara la piedra, pues allí sería construida una nueva iglesita. (...) Empujaron con toda su fuerza en el nombre de su dios y rodó y rodó y llegó donde está actualmente la iglesia.
Entonces allí construyeron la iglesia que ven… Después vino la plaza, las calles… ¡Muy cortas! Porque ellos no creían que Curahuara iba a ser tan grande e importante como hoy... (...) Y ves ese cerro, el Monterani. Es pues de la palabra montero o bien sombrero, gorro… El cerro tenía una forma como una gorra militar… Ahora es como decir que el cerro era el patrono del regimiento, el patrono del cuartel. ¡Mucha gente tenía esa creencia! Y cuando los jóvenes venían desde lejos a prestar su servicio al cuartel, pues entonces los padres encomendaban al cerro (conocido también como pukara), para que los protegiera… Y éste amparaba a sus hijos… Así es que el cerro se convierte en dueño del cuartel y representa la gorra militar… (...) Monterani o pukara, es un cerro interesante y de renombre, que no es cualquier cerro… Es la deidad para pedir cosas, pues es poderoso… Pukara era una fortaleza, por que en viejos tiempos había invasiones...Ya que los Aimaras y los Quechuas pues se peleaban por el dominio. Los Quechuas venía a invadir a los aimaras... Y los aimaras le daban la replica a los Quechuas… ¡Nunca pudieron vivir juntos, son como collas y cambas! Con ciertos miramientos, diferencias y hasta discriminación… Pero,esto fue antes de la lucha en contra de los españoles.
Y todos alrededor del pukara, que es como su dios acogedor… Pues que construyen unas murallas… Era su fortaleza… una, dos, tres… ¡Varias! Pero ahora ya no quedan muchas. Las piedras se fueron trasladando en las mismas casas, escuelas, oficinas, todo eso para hacer el pueblo… ¡Ahora el Monterani ya no es el mismo, antes tenia hartas murallas protectoras! (...) Y al final los españoles llegaron… Y ante los Aimaras y los Quechuas les dijeron: - ¡Pues ni tu, ni tú!…. Yo, el Reino de España – Y se dio la colonia…
Carlos Núñez
¿La Revolución del 52? (...) El promotor fue Víctor Paz Estensoro, joven valiente en tiempo de la guerra del Chaco… Mi padre fue con él. Muchos de Curahuara fueron. ¡Pero ahora ya ni existen! Y cuando volvieron de la lucha, venían hablando en quechua y en guaraní… Y dicen que los hijos de criollos eran valientes sólo de la boca. Ellos ordenaban y se escondían atrás de los troncos, los que pelearon fueron nuestros padres… A mi papá lo elevaron de cargo por que hablaba castellano. Y cuando terminó la guerra del Chaco, Paz Estensoro dijo que la gente del campo valía más que la de la ciudad… Así que iniciaron el movimiento desde el campo… Y vinieron al campo… Y no es que muchos de Curahuara participaron en la Revolución del 52. Es que Curahuara se menciona en la historia por que aquí hubo un cuartel… Pero no pasaron muchos presos, por que no había camino… Yo vi algunos que venían a pie… Los bajaban del avión y a patadas llegaron… Sólo había un único puesto militar… Nadie sabía donde estaban… Los familiares no sabían porque Curahuara era lejos... ¡Y no se supo mucho!... Sólo ellos supieron…
El zorro y el cóndor H
abía una vez dos personajes que vivían en el cerro «Doctor
Sajama»: un zorro y un cóndor. El zorro era entrador1 y para todo quería competir. En cambio el cóndor, era tranquilo y mucho más simpático que aquel mamífero. Además el cóndor tenía una novia muy linda y ambos estaban muy enamorados. Esto por supuesto, le causaba cierta envidia al zorro y no lo podía esconder. Un día el zorro le dijo al cóndor en presencia de su amada: - ¡El Sajama es muy alto! ¿Será posible ir y venir hasta el amanecer?... Se me ocurre que podríamos competir usted y yo para ver quien llega primero -. A lo que el cóndor razonó: - ¿Está seguro de lo que dice Sr. Zorro? A ver dígame… ¿Usted qué va a tender?2 -. - Yo mi cola. ¿Y usted? - ¡Entonces yo tenderé mis amplias alas! Dijo el cóndor irguiéndose. - …Además si usted llega en primer lugar, podrá comerme. ¡Y si yo le gano, pues yo me lo devoraré! Aseguró el zorro satisfecho de su propuesta. Dicho esto se inició la competencia y mientras iniciaban el ascenso del «Doctor Sajama» comenzó a nevar furiosamente, por lo que ambos se iban gritando durante el trayecto para ver por donde andaban. Así pasaron muchas horas... Entre tanto el cóndor sacudía sus inmensas alas para darse calor, en cambio el zorro, meneaba su pobre colita, pero esta no le alcanzaba para protegerse contra el
frío intenso de la tormenta.Y por un largo, largo rato, ambos se perdieron la pista, cuando en un revoloteo, el avispado cóndor vio la figura del zorro. Estaba inmóvil en el barranco. ¡Yacía muerto! Ni su colita, ni su hocicote, pudieron salvarlo de sus presunciones. De este modo el cóndor y su enamorada esperaron a que saliera el sol, para devorarse enterito al astuto zorrito. Empezando por la dulce y sabrosita colita... Cuento redactado por el niño: Pablo Alvarado Aguilar, 13 años.
Basilia Huarachi Colque
1 2
Entrador, entiéndase localmente como busca pleitos. Tender, entiéndase específicamente como poner a prueba.
El fin del mundo T
iempo atrás, en cierto lugar del altiplano se albergaba una
población Inca. Todo era muy provechoso para ellos: su organización social, el desarrollo de sus labores productivas, la fertilidad de sus tierras, sus excelentes especies animales, la instrucción de sus hijos, etcétera. Mas sin embargo, tenían algo que los distinguía de otras culturas, algo que los hacía fuera de lo común. Y esto era que dicha tribu desarrollaba todas sus actividades bajo la luz de la luna. ¡Estaban esperando sabiamente el nacimiento del sol y con éste, la extinción de toda su estirpe! Así vivieron tranquilos, aguradando el gran día, durante muchos, pero muchos años. La mayoría de ellos confiaba en que el sol un día surgiría por el oeste. Y por tal razón, todas sus casas estaban construidas con las puertas y ventanas en dirección este. Hasta que acostumbrados a la espera, llegó de improviso el momento en que el sol infinito surgió con toda su magnitud por el lado este. Y todos, todos los pobladores de aquella raza inca murieron sin tiempo a la reflexión… Todos, excepto uno, quien al percatarse de la situación, escapó ágilmente rumbo a las colinas y se escondió en el túnel que había a mitad de un cerro. Este Inca, el único sobreviviente, se acostumbró a dormir de día y estar despierto durante las noches. Y todas, todas las
madrugadas cuando la luz de la luna iluminaba su jornada, se encaminaba hasta el río más cercano donde se abastecía de agua. De esta forma se las arregló durante un tiempo. Pero al pasar los meses los pobladores de una comarca vecina, se percataron de la existencia del solitario inca. Y hallándose curiosos por sus misteriosas rutinas, se reunieron para ir a su encuentro, saber sus secretos y conocer su rostro sombrío. La noche siguiente como frecuentemente ocurría, el inca salió de su cueva en dirección del río. Lo que este hombre no sospechaba, es que otros hombres con sus perros lo estaban esperando para atraparlo y llevarlo con ellos… Y después de una ardua, pero pacífica persecución, le amarraron y le trasportaron hasta la iglesia de su pueblo. Ya ahí dentro quisieron por principio conocer su nombre y apellidos. Pero lo más extraño, es que el inca no tenía apellidos. Y como para ellos era indispensable tener uno, pues le asignaron inmediatamente el apellido «Pérez». En un primer momento al inca le sorprendió la actitud de esa gente, pero como nunca le hicieron daño y denotaban claramente una sana curiosidad y una gran preocupación de que no estuviera solo allá en el cerro, pues... ¡Le acomodó la situación y decidió quedarse a vivir con ellos! Poco a poco Pérez se fue acostumbrando a la vida en comunidad, a sus códigos, a sus hábitos, a su nuevo apellido y por supuesto, a dormir con la luna y despertarse con el sol... Y una noche a la luz de la luna, conoció a una bella joven oriunda del lugar, con quien más tarde se casó y formaron velozmente la gran familia Pérez… Si conoces alguien con el apellido Pérez, es posible que sea descendiente de este inca escurridizo… Leyenda escrita por: Gimena Alarcón Valiente, 16 años.
La espada de oro S
e dice que en Curahuara1 tiempo atrás, vivían felices unos Incas.
Hasta que un día llegaron los españoles para invadir sus tierras… Y poco a poco se dio la conquista. Empero también se murmura por ahí, que de este hecho histórico surgió un romance venerable: Resulta que durante el periodo de colonización, un joven inca se enamoró perdidamente de la hija de un general español. Y que la chica le correspondía con la mayor sinceridad. Pero al enterarse de dicha situación, el padre de la joven mandó reunir a todo su ejército y remitió estrictas órdenes de muerte en contra aquel indígena descarriado. Entonces al iniciarse la pesquisa, el pueblo Inca se unió para defender a los tiernos tórtolos (enamorados). Suscitándose como era de esperarse, una batalla entre dominantes y dominados. Para su defensa, los incas situaron una fortaleza en la cima del Monterani, donde por cierto, se resguardaba un tesoro muy valioso: la espada de oro2. Y en consecuencia, se inició una doble contienda... Por un lado, matar al indio irreverente para evitar el mestizaje y por el otro, conseguir la preciada joya. A la sazón se produjo una gran lucha. Sin embargo, los españoles venían muy bien armados y dieron muerte uno a uno a los miembros de la tropa nativa. Y al llegar al pico del Monte, se encontraron con el custodio de la espada, quien obviamente era aquel chico enamorado.
Al ver este al poderoso regimiento español y sentir muy de cerca la muerte, tomó aguerridamente la espada y se arrojó valeroso por un hueco que había en medio de la montaña. Consagrando con este acto, no sólo la espada, si no la dignidad de una raza sometida. Lamentablemente el tierno romance entre estos dos enamorados concluyó con guerra y muerte. Dicen además que nunca se encontraron los restos ni del muchacho, ni de la espada. Sin embargo la dominación y el mestizaje sucedieron… Pero por si acaso los herederos de esta leyenda, cuentan su memoria con alusión de honorabilidad. Leyenda escrita por: Gimena Alarcón Valiente, 16 años.
Ana Blanca Beltrán Paco 1
Curahuara proveniente de aimara Qhuriwara. O bien: qhuri, oro y wara, vara. 2 Además de esta versión se conocen dos más: El bastón de oro y La estrella de oro. Pero la más popular es seguramente La espada de oro, ya que cierra lógicamente por su carácter belicoso.
Historia del cerro de Curahuara
A
ntes al cerro de Curahuara se le conocía como María T’ikhapani…
Un día María T’ikhapani conoció a un joven galante y de hermosa cabellera, con corte en forma de hongo. Su nombre por supuesto es Monterani. Ambos, María y Monterani se gustaron, se hicieron novios en muy poco tiempo y se juraron amor eterno. Otro día viajando juntos, Monterani le dijo a María que esta planicie le agradaba para quedarse… Y ella,observando el paisaje aceptó la propuesta, pues abrigaba la misma sensación que él… Pero cuando ellos llegaron aquí, no había aldea o población alguna. Entonces, Monterani abrazando a su amada, le dijo: - ¡Te prometo que algún día, a tus faldas... Se construirá una bella e importante ciudad! -. ... Y tiempo después sus palabras se hicieron realidad, pues se fundó la bella Curahuara de Carangas…
Por cierto, se dice por allí que antes de que llegaran a Curahuara Monterani y María, tuvieron un hijo... Al cual no se sabe por que razón abandonaron muy cerca de Sajama.¡Y este se quedó llorando por mucho, mucho tiempo!... Hoy tampoco se sabe mucho de su descendiente, pero parece que es de color blanco como su mamá… ¿Tú sabes quién podrá ser? Leyenda escrita por: Carlos Núñez N.
Arminda Chuquichambi Condori
El cóndor, la cholita y el picaflor E
ste era un cóndor poderosísimo, jefe de todas las aves. Quien
además vivía en una lejana e impresionante cueva, en el medio de un barranco. Un día una cholita muy joven pastoreaba sus corderitos bastante cerca de los dominios del ave. Al ver éste a la hermosa muchachita, utilizó todos sus poderes para convertirse en un refinado caballero y como humano, poder acercarse a ella. Pues bien, poco a poquito y día tras día, fue ganándose su amistad. Hasta que una mañana, cansado de tanto conversar, le pidió un abrazo y después otro más fuerte y otro y otro más… Y como es de suponerse, entre abrazo y abrazo, la cholita seducida se olvidó de sus animalitos y le fue siguiendo hasta donde el cóndor tenía su refugio… Entonces transcurrieron varios días y la pastorcita no llegó a su casa. Su mamá sufriendo y llorando, pensaba que algo malo podía haberle ocurrido. Pero casualmente, un picaflor muy atento, se acercó a la madre diciéndole: - ¿Oye mujer por qué lloras con tanto sentimiento? - Resulta que mi hija: una bella jovencita ha desaparecido con todo el rebaño - contestó ella enjuagándose las lágrimas.
- ¡No llores! A tu hija yo la he visto… ¡No te preocupes! Está sana y salva en aquél barranco Al escuchar estas palabras, la madre suspirando le imploró que la trajera de vuelta. El colibrí1 accedió con gusto y se dirigió presuroso a los dominios del cóndor. Y cuando llegó vio a la muchacha y le dijo:
Basilia Huarachi Colque
- Oye niña, tu madre está penando por tu ausencia. Ven, sube a mi espalda que yo te llevaré de vuelta -. Así que cuando el mallku2 volvió a su guarida y observó que su cholita había desaparecido, furioso congregó a todas las aves. Pero extrañamente faltaba una, el picaflor. E inmediatamente se elevó en su busca… Hallándolo sospechosamente indiferente y paradito en una rama...Y con su gran intuición el cóndor preguntó sin vacilación:
- Oye pajarillo… ¿Dónde está la pastora? Y sin recibir respuesta, repicó... - ¿Dónde está mi pastora? ¿Dónde está? Pero el ave silenciosa como si no tuviera oídos, levantó vuelo en dirección del molino. Suscitándose allí, entre aspas y filos, una gran pelea… Resulta que el picaflor en su despreocupación, fue tragado vivo por el carroñero… Sin embargo en las entrañas de este animalote, el astuto pajarito vislumbró un pequeño agujerito… Sí, la cola del mallku. Y este, con tanto movimiento interior, se atoró entre las grandes láminas de acero... Recuperando ambos su libertad, después de una increíble hazaña. Dicen que el cóndor y el picaflor no volvieron nunca a dirigirse la palabra... Dicen también que la cholita después de esta trágica experiencia, regresó a su casa y a sus antiguas tareas como pastora de corderos… ¡Siempre muy lejos de los caballeros! ... Pero se comenta por ahí, que el picaflor es chiquito y ágil, desde su intrépida huída... Y que el cóndor tiene su cabeza pelada, por el corte de aquellas aspas afiladas…
1
Colibrí o picaflor son sinónimos. En países como en México es más conocido como colibrí. En Argentina, Chile y Bolivia como picaflor. 2 Mallku, voz aimara para decir cóndor.
Leyenda del Regimiento «Tocopilla» E
n el año 1900, se construyó el cuartel de Curahuara de Carangas, Bolivia (Provincia Sajama del departamento de Oruro), bajo la presidencia del General José Manuel Pando. Misma que fungió como Unidad de Frontera con la República de Chile. Al año 1949, se crea el Regimiento «Illimani», R. de infantería. Al año 1951, dicha unidad se traslada, por órdenes del Presidente General Ballivián, rumbo a los centros mineros de Uncia y Latavi, a razón de las condiciones sociales que vivía el país, quedando nuevamente abandonadas sus instalaciones al poco tiempo. En el año 1952, durante la Presidencia del Doctor Don Víctor Paz Estensoro, el establecimiento de este Destacamento se convierte en un campo de concentracion para presos políticos, a la orden de la policía nacional. En seguida se construyó una pista de aterrizaje donde llegaban aviones con prisioneros para el cumplimiento de sus penas… Se dice por allí que los para-militares cometían asesinatos y torturas con los cautivos. Y que sus cuerpos eran sepultados vivos y de pie, en los alrededores de la iglesia de Curahuara. Si tienes curiosidad y prestas atención, en la actualidad las viviendas cercanas a la torre del cuartel están muy cargadas de energía… Y dicen que por las noches se escuchan ruidos, pasos, risas y suspiros… ¿Serán los muertos-vivos? Leyenda investigada y escrita por: Jesica Fernández Medina Celi.
El Sajama y sus romances Los amoríos de este cerro son muchos, tantos que no se sabe en realidad cuántos son… Sajama es hermano de Illampu e Ilimani (su consentida). Unos dicen que es un «doctor» por que viste bata blanca. Otros que gusta de estar con su poncho limpio. Y algunos más aseguran que ocupa una chalina de puma y un chulo blanco de nieve… Pero en lo que todos coinciden es que es un cerro muy galante, chulero1 y borrachín.
Pues bien, estos cuentos son los que se dicen por allí…
H
ace muchos años, Sajama, un cerro apuesto y adulador se enamoró de Anallajchi, una hermosa mujer. Como es de suponerse se hicieron novios, se casaron y al poco tiempo tuvieron un hijo. Un hijo conocido como el niño Qullu. Pero la felicidad no les duró demasiado, pues Sajama puso sus ojos en la mujer del monte Parinacota: Pomarapi. Al enterarse de esto, Anallajchi tomó al niño Qullu y se fue muy lejos… Y nunca más regresó.
En cambio Parinacota estaba tan encolerizado, que retó al Sajama a una pelea. Lamentablemente quien salió derrotado fue Parinacota al perder un pedazo de su cabeza… Se dice que este pedazo cayó a la orilla del mar y formó un peñasco en Arica, una ciudad que está en Chile. También se dice que el cerro Huayna Sajama, pequeño en altura, es su hijo natural del Sajama.
S
abías que… Por un lío de faldas el Sajama y el Sabaya sostuvieron una temible contienda. El Sajama salió ileso y triunfador, pero el Sabaya recibió un corte permanente, dejando huellas ensangrentadas, como rocas coloradas en torno a éste… ¿Te haz fijado en las piedras que rodean al Sabaya?
O
tros relatan que un amigo del Sajama en venganza o por traición, mandó una plaga de gusanos2 en otra disputa de amor… En aquellas condiciones el Sajama se agitó y tembló para derribarlos. Pero los animalillos estaban bien pegados. De inmediato tomó ánimo, escribió una carta y mandó llamar al zorro, encomendándole un mensaje para su querida hermana, quien se encuentra en la Paz. Al llegar este carnívoro a los pies de Illimani, cumplió su comisión… Recibiendo a su vez, una ollita de barro con la advertencia de que quedara sellada hasta su destino final. Pero como es de imaginarse, el »Athoj» 3 curioso, destapó anticipadamente la vasijilla y de ella emanó una nube con un poco de nieve4. Asustado, tapó la encomienda y se dirigió al Sajama. El zorro entregó inmediatamente aquella vasija y al partirla en dos, emanó una potente ráfaga de viento, lluvia y nieve que duró muchos, pero muchos días. ¡Eliminando efectivamente a la plaga detestable!
En pago por sus servicios este zorro recibió una llamita. Hoy en día algunos pastores dicen que el zorro hurta su rebaño como recuerdo de aquel pasado. ¡Pero que el favor ya está pagado! Se piensa también que desde ese día, el Sajama emblanquecido adoptó el calificativo de «Doctor»… Y por la esforzada batalla que libró entre parásitos y tormentas, su figura se quedó un poco chueco… Por cierto, si algún día subes a la punta del Sajama, deberás abrigarte muy bien… Pues dicen que últimamente algunos gringos han trepado y han encontrado la muerte… Leyenda escrita y completada con las versiones de: Sonia Huanca Paco, 11 años. Pablo Alvarado Aguilar, 13 años. Maryori Ruth Cañari Portillo, 14 años. Irma Chuquichambi Cruz, 12 años. José Luis Cruz Callejas, 12 años.
Lidia Andrea Apaza Ch. 1
Chulero o chuliru, entiéndase localmente como mujeriego. Unos dicen que fueron gusanos, sarteneros o tujos muy grandes. 3 Athoj, Atuc, Antuñu son sinónimos de zorro. 4 Cuentan que desde entonces por las alturas de un desaguadero llamado Kachaque, siempre caen agua y nieve anticipadamente… 2
El caballero, su mujer, el burro y el zorro
U
na vez un caballero y su esposa fueron a la feria de animales,
compraron un burrito y se lo llevaron a su casa. Muy alegres lo adornaron con cascabeles y lanas de color. Pero para su tranquilidad, el hombre le dijo a su mujer: - ¡En la noche vas a amarrar a este burro con esta soga Y ella lo enlazó… Cuando cayó la madrugada y los esposos estaban profundamente dormidos, un zorro inteligente, entrándose por la ventana, desató la soga, llevó de paseo al asno y antes de que amaneciera lo regresó. Al despertarse la mujer lo fue a mirar al animalito, pero encontró que la soga estaba desatada. Para la noche se aseguró de que esa soga quedara bien trabada... Pero esa noche lo mismo ocurrió… Y así pasaron muchas veces más… Entonces la mujer le dijo al burro: - No entiendo… Pero de esto tú no digas nada -.
Otros días más pasaron y el misterio de la cuerda sucedía y sucedía… La mujer desesperada tomó al burro, se lo llevó lejos y de rodillas le suplicó una explicación. Y en un gesto de confianza el burro le contó: que todas las noches un zorro lo llevaba a caminar con la intención de quedárselo un día… En contra parte la mujer hizo guisar con gusanos una quinua. Y a petición del burrito le colocó el batido en sus orejas y en su nariz, lo mandó a atar y se fue a dormir. Como de costumbre a la misma hora, el zorro fue a desatarle, pero al ver por naríz y orejas una gran cantidad de gusanos, pensó que se había muerto y estaba en descomposición. Luego le amarró muy bien la soga y nunca más regresó... Fue entonces que el Caballero, su mujer y el burro vivieron muy, pero muy contentos sin la visitas nocturnas del zorro… Leyenda escrita por: Gady Porco Villca, 12 años.
Edwin
El rico y el pobre
E
stos eran dos hermanos, uno era rico y el otro muy pobre. El
más grande, poseía una gran fortuna y de vez en cuando, se burlaba de su hermano pequeño... En cambio éste trabajaba todo el día, era humillado por la gente y sufría mucho. Pero tenía la esperanza de irse al valle y cambiar de vida. Así que tomó a su burrito y emprendió el viaje entusiasmado. Empero, justo antes de arribar a su destino, se le apareció en la apachata (lugar elevado), un hombre que interceptándolo dijo: - ¿A dónde vas? - Estoy viniendo al valle a trabajar - contestó muy educado. - ¡No vayas!.. Yo te voy a regalar esta bolsita.Pero prométeme que no la vas a abrir hasta llegar a tu casita inquiró el hombre muy seguro de sus palabras... Seducido y agradecido por el obsequio, el pobre regresó en compañía de su burrito. Y al entrar a su casa como le había indicado aquél caballero, abrió la bolsa que contenía una importante cantidad en oro y plata... Así, feliz y contento, al día siguiente compró animales, casas, autos, en fin, todo lo que nunca había tenido...
Inmediatamente por el pueblo se corrió el rumor de que el pobre se había hecho rico. Entonces su hermano mayor, fue en su busca para enterarse de la suerte de sus fortunas. Y al llegar a la nueva casa de su nuevo hermano rico, se encontró con un inesperado recibimiento y un deseo sincero de amistad. Y entre plática y plática, el menor le contó al mayor lo que había ocurrido. ... Y antes del anochecer, el rico ya se había disfrazado de pobre para ir al encuentro del mago. Ocurriendo lo que tenía que ocurrir: el hombre misterioso le ofreció un regalo, pero esta vez no era un saquito, era una flor, con la advertencia de llevarla sobre la cabeza hasta entrar a su casa. Y así aconteció. Sin embargo a unos metros de la puerta, el rico, al sentir un escosor inaguantable, se rascó y enseguida se transformó en un venado muy cornudo... Así que, sí ves a una Taruka 1 por mucha atención... Sus cuernos son como florecientes...
Carlos Crispin Colque
1
Taruka o venado. Del aimara al castellano.
Los cerros encantados H
ace mucho tiempo en la República del Perú, una pareja de
jóvenes estaba muy enamorada. La chica tenía sus padres y una hermana gemela que vivían junto a ella. Pero el padre al enterarse los quiso separar, porque no le gustaba mucho ese pretendiente… Un día la pareja decepcionada, se escapó rumbo a Curahuara y pasaron muchos días de felicidad. Hasta que otro día el padre, después de haberlos buscado por todo Bolivia, los encontró aquí, en nuestro pueblo. Y los novios al verle entrar iracundo decidieron encantarse en dos cerros para siempre. Desde entonces estos cerros existen en nuestro pueblo de Curahuara de Carangas. ¿Sus nombres? T’ikhapani y Monterani. Leyenda escrita por: Juan Carlos Cruz Ch. 12 años.
La kuja misteriosa C
uando había muy poca gente en Curahuara, una kuja (alma), intranquila salía por las noches del cementerio… Y si ésta, en su recorrido pasaba por una casa donde habitaba una familia, alguien de sus miembros fenecía. Sin embargo, un día murieron muchas personas. Dicen que a la kuja se le ocurrió pasar por la iglesia, donde había reunida bastante gente… ¡Y todos encontraron su fin! Entonces los habitantes del lugar le fueron a buscar para amarrarle en la iglesia de Totora, pero ella, esa noche había ido a la iglesia de Curahuara. Y al enterarse fueron en su busca y cuando volvía despreocupada de su paseo nocturno, uno de los perseguidores le vio y se le arrojó con fuego… ¡Quemándola todita!...
Desde ese entonces la kuja desapareció… Pero la gente recuerda con respeto a todas las kujas que se llevó al cementerio… Leyenda escrita por: Elmer Porco Calle.
La wuallata y el zorro
E
n una ocasión estaban sobre el un arroyo, una wuallata1 con
sus cuatro crías. Cuando de pronto un zorro que los observa se acercó a la madre y le comentó: - Señora wuallata : ¿Por qué sus crías son tan lindas? Y la wuallata le respondió… - Son tan lindas porque las tosté en el horno caliente y las saqué después de media hora. Y me salieron así de bonitas -. - Gracias, haré lo mismo que usted - contestó el zorro. De inmediato el zorro se fue a donde sus hijos e hizo lo mismo que dijo la señora wuallata. Así que calentó bien el horno, metió a sus crías y esperando media hora para retirarlos del fuego, lo que nunca imaginó, es que sus hijos resultaron negros y reventados. Con esta situación el zorro lloró y lloró y lloró. Y corrió a buscar al ave en el arroyo. Pero al volver a ver a sus crías tan bellas, se encolerizó y exclamó: - ¡Me mentiste! Mis hijos han reventado. Pero en venganza te comeré. A tí y a tus hermosos hijos.
Entonces, la wuallata y sus bebes nadaron asustados hasta la mitad del lago. Y como el zorro no podía alcanzarlos les dijo: - ¡Tomaré toda el agua para atraparlos! ... Y comenzó a lamer el agua y tomó y tomó hasta sentir su estómago reventar, pero el lago tenía todavía mucho líquido.El zorro continuó bebiendo hasta casi vaciar el fondo. De pronto al saltar sobre los patos, una paja lo punzó...Y el zorrito gordo, reventó y murió. Leyenda escrita y complementada con las versiones de: Norah Chuquichambi Villca. Rubén Alfredo Mamani. Wilsón Cruz Callejas.
Claudin R. N.
1
Wuallata o huallata, ave que vive en las orillas de lagunas, bojedales y charcos. Es una especie de pato… Y es muy perseguida por su carne.
La luna y el sol C
uando caía una nevada intensa, hace mucho pero mucho tiempo
en las planicies y los montes de los Carangas...Los comunarios se preguntaban: «¿Por qué sale el sol unos minutos y luego es palidecido por la Luna?»... Ya en el pueblo Pedro, un criador de llamas, veía como una figura se llevaba a sus animalitos y desaparecía entre las sombras. Y al día siguiente contó lo que le paso a sus familiares. Entonces esa misma noche estuvieron junto a la fogata esperando a los ladrones... La noche pasó y pasó mientras Pedro y su hemano Juan no pudieron aguantar el sueño. Juan se despertó de repente, mirando a todos lados y rápidamente se levantó y fue a cuidar a sus llamas, pero algo sorprendente paso delante de él, era una adivina de manto de oro, cabellos negros como los barrancos de Pomarapi, bellos ojos de tristeza acongojante y un aura azul que reflejaba celestialidad... ¡De pronto se acercó a Juan y Juan cayó por la impresión! Ella le dijo estas palabras: «Dentro de siete meses, siete días y siete horas, llegaran a esta región dos hombres vestidos con fastuosas túnicas. Una amarilla y otra blanca. Estos hombres son divinidades que han venido a juzgar a los hombres malos y a premiar aquellos hombres que hayan hecho el bien por su comunidad. Es por eso que cuando lleguen se mezclarán con tus comunarios y las tierras de esta región serán verdes, con llanuras frondosas, ríos
cristalinos, lagos azul del cielo, sus ganados se multiplicará y serán el pueblo más importante de los Carangas... Pero esto tiene un precio: sí en este tiempo, tú, Juan, hablas con alguien, persona o cosa... mis señores la Luna y el Sol castigarán por siete siglos a tu pueblo». Al escuchar esto Juan se estremeció terriblemente y juró, por el bien de su pueblo no hablar en siete meses, siete días y siete horas... Y la adivina regalándole dos llamas consagró ese anuncio desapareciendo como una explosión vibrante hacia los cielos. Juan sorprendido pensaba y pensaba y después se preguntó en silencio: ¿Cómo podría comunicarse con sus familiares? ¿Qué sería de sus padres, de su hermano Pedro? ¿Qué sería de Sara su prometida en matrimonio?... ¡No podría casarse, ni poder compartir lo que le había pasado!... En verdad su juramento era muy sagrado. Al día siguiente Pedro despertó y se fue a arrear las llamas en su corral, pero veía a Juan muy preocupado y le preguntó y volvíó a preguntarle que le había pasado, pero él no respondía. Así al llegar a la casa, cerca de Humaphusa (donde el río brilla), sus padres queriendo saber más le preguntaban una y otra vez sobre los ladrones y Pedro solo respondía. En cambio Juan permaneció callado y meditabundo... Entonces pasaron varios días cuando Don Jacinto, un ganadero de Choquemarka, vino con una caravana de llamas y ovejas por el pueblo, pero llegando cerca de la casa de Juan se detuvo al ver las dos llamas nuevas de Juan. Por supuesto se acercó y quiso comprarlas ofreciendo cueros, cabezas de llama, ovejas, en fin una gran cantidad de cosas por ellas, pero Juan no las quería vender. Sin embargo sus familiares necesitaban mucho de ese trueque y Juan misteriosamente permanecía negando. Pasaron tres días cuando el ganadero volvió a la estancia de Juan y se encontró con sus padres. Al ver que éste no estaba llegaron a un buen trato y el ganadero se llevó a las dos llamas a cambio de unas pieles finísimas y mucho más. Al volver Juan buscó a sus animalitos y sin respuesta lógica lloró y lloró. Tal rabia sentía que cada noche al no poder hablar, envejeció y envejeció y envejeció hasta quedar sin fuerzas tirado en cama. Sus familiares sin
comprender habían llegado a la conclusión de que era una enfermedad mortal. Y una noche, entre sueños, Juan vío a su madre pasar por el pueblo dirigiéndo sus pasos hacia el río Yarake. De inmediato despertó y presentió lo peor, pero lo peor había pasado, ciertamente: su madre había muerto dejándole como recuerdo una manta vieja y sucia. Y Juan en su dolor recordó aquella vieja promesa. Pasaron los días y fue el comienzo del séptimo mes, del séptimo día y la primera hora cuando la mañana aclaraba y varias luces de colores cayeron a la tierra ... Y la promesa se cumpliría... Ya a lo lejos se veían dos personajes de túnicas largas, que se acercaban al pueblo cargando, cada uno, un pequeño bulto. la gente den Curahuara estaba feliz y celebraba el 21 de Junio «la entrada del Sol y el inició del año Aimara». Todos se reunían alrededor de una fogata para crear y ofrendar un ritual con muchas piedras blancas y el feto de una llama. Con todo esto las comuninidades se sentían reconocidas y agradecidas con el Sol por dar la luz, la energía y la vida a sus habitantes y con la Luna que daba la energía y luz en las noches tanto a animales y hombres. Pero Juan los veía y sabía de su promesa. Todavía no podía hablar hasta las siete horas. Sin embargo algo lo sorprendió de sobremanera, entre la gente y la fogata brillaban dos pieles hermosas, sí eran las pieles de sus llamas que estaban por ser quemadas por el Amauta mayor.Y pasaba el tiempo y sólo faltaba un minuto para terminar con la promesa, cuando se escuchó un grito estremecedor que lo detuvo todo. Sí, era la voz de Juan quien había roto su palabra. Entonces en el silencio más brillante el Sol habló y dijo: «Cuando haya mucho calor y se sofoquen, cuando no haya agua que tomar por que la secaré»... Y la luna dijo:
Acuérdense de Juan quien no pudo cumplir una promesa a la madre tierra» Es por ello que desde entonces cuando hace mucho sol, hace una intensa calor que quema nuestros cuerpos. Y cuando es de noche, el frió es tan potente que congela todo a su paso... Y no deja producir elementos agrícolas, ni ganado. Trabajo de investigación y autoría: profesor Lic. Alex Ramiro Sarmiento.
Patricia Chuquichambi
Sara y el río
F
ue hace mucho tiempo, tanto que ya no se acuerdan de qué
tiempo pasó... Cuando un viajero llegado a Curahuara de Sara Sara, viniendo muy cansado depués de tanto andar y sin encontrar donde alojarse, en su desesperación se albergó en una pequeña iglesita llamada Santa Bárbara. Preguntando si alguien moraba, se entró con mucho temor, dejó sus cosas y cerró las puertas de templo. Buscó fuego y encendió a algunas maderas secas y leñas que encontró. De inmediato algo sorprendente apareció ante sus ojos: siete imágenes religiosas de la localidad, pero la más bella era una santa que llevaba un mantón guinda con flecos amarillos, acompañada por adornos de sol y luna, rodeada con un cinturón que entre medio llevaba una imagen de dos llamas, además en su cabeza colgaba un adorno de plumas color azul intenso como el cielo. ¡Parecía que era realmente humana! El viajero quedó atónito por varias horas y se sintió verdaderamente acompañado. Pero antes del amanecer sintió un estremecimiento cuando las puertas y ventanas se abrieron ante un viento de dolor y lamento. El hombre cerró los ojos pero una mujer parecida a la imagen de la pared, se detuvo frente a él. Y al
cabo de unos minutos de silencio éste preguntó: «¿Quién eres? ¿De dónde has salido? ¿Por qué estaba allí a su lado?» Y respondiendo ella dijo: - Me llamó Sara y estoy aquí por un castigo de mi prometido, quien no pudo guardar una promesa. Me encuentro prisionera en este atrio y vagaré hasta que alguien rompa mi hechizo -. - ¿Cuál hechizo? - inquirió el viajero. Y Sara explicó que estaría en libertad hasta que alguien colocara hojas de coca y coa sobre una mesa para ofrendarla a la luna y al Sol, derramando además sangre sobre la tierra. Pero había también una condición, que el hombre o mujer que la ayudara, debería cerrar los ojos para no verla. Y si por casualidad la mirase, otras serían sus condenas. De inmediato y sin dudar el viajero se dirigió a Tomarapi para encontrarse con un anciano que le proporcionaría coca, coa y sangre. Enterándose que estas materias eran a cambio de su juventud y que al usarlas de buen modo, contaría con unos minutos para despedirse de la vida. Si no la muerte sería inmediata. Con estas palabras y sin faltar a su promesa, el hombre retornó rumbo a Santa Bárbara, sintiendo más que nunca el castigo del sol sobre su piel y la noche oscura en su contra. Así apuró su arribo, encendió una fogata e inició el trato con sol y luna, y echando la coa entre las brasas, él se convirtió en anciano y acullicando coca con mucha lentitud, cerró sus ojos para que la imagen saliese de su prisión. Al poco, escuchó al viento silenciarse y a la luna asomarse con gran brillo. Pero como sólo viviría algunos minutos más decidió abrir sus ojos para admirar una última vez a la mujer de carne y hueso. Entonces tuvo frente a él su figura esbelta, su cabellera negra y sus ojos cafés profundos que volcaron su ternura en una nueva condena... Ahora la bella mujer se convertía en agua y éste en prisionero del santuario. Es por ello que cerca de Curahuara esta el Río Sulloma, donde mora la mujer y llora llenando el rio con sus lágrimas.
Y dicen que en eterna venganza invita a cualquier viajero para ahogarlo entre sus aguas... En cuanto al anciano dicen que se convirtió en joven y va caminando por todos lados para descubrir como deshacer el hechizo de su hija Sara. Trabajo de investigación y autoría: profesor Lic. Alex Ramiro Sarmiento.
Elizabeth Paco Condori
La pluma de oro E
s cierto que por ahí observamos en el cielo aves volando, pero
en la región de los Carangas el que domina el aire es el cóndor que vuela y vuela en busca de una pluma perdida... Y que algún aventurero le sacó para realizar todos sus deseos... Escuchando esto Julián, un joven impetuoso, salió en busca del cóndor andino con plumas de oro mientras iba recorriendo varios lugares comenzado las palestras de Kalachua, donde lo esperaba una pequeña vertiente con agua vitificante. Pues bien Julián buscó en Kalachua y vió pinturas rupestres o rastros que lo llevarían a un mapa del nido del cóndor de oro. Así tres días perdido en las cavernas y con sólo un cebo como luz encontró un mapa de Carangas escrito con la sangre de Martín Capurata Candor Villca, Mallku de todos los Carangas. En éste describía lugares fantásticos de Carangas como los Pukaras, que sería la senda a la cual debería llegar... Así Julián pasó por Cosapa, Lagunas y por último Sajama donde se encontró con el nido del cóndor de oro cerca de las aguas termales de Sajama, después de atravezar un río, un risco y una piedra circular en lo alto de la montaña sur del Tata Sajama. Con ánimo Julián siguió su camino hasta llegar a unos miles de metros en las alturas, pero como había tomado agua de Kalachua el trecho y la subida era más fácil. Continuando su ascenso encontró siete ramas y en las siete ramas, siete plumas: una de «cobre» que
daría la vida eterna a quien la poseyese; otra de «oro» que todo lo que tocara se convertiría en oro; una de «plata» que salvaría la vida o vidas de los seres amados; otra de «bronce» que fabricaría muchas riquezas para su pueblo, levantaría las cosechas, los animales serían mejores y vivirían más tiempo... una más de «hierro» que haría ríos grandes y caudalosos, montañas altas y llenas de riquezas minerales; «la pluma de la verdad» que concedería poderes para poder volar por los aires, y la última «una pluma color rojo» que a través de ella sería fácil interpretar los sueños y sus designios. Con todo esto Julián no supo que pluma tomar y pensó y siguió pensando hasta el anochecer cuando el frió era matador. De pronto el gran cóndor llegó y Julián se escondió entre las ramas grandes durante toda la madrugada. A la mañana siguiente mientras el cóndor dirmía, Julián tomo la pluma de oro y corrió, y siguió corriendo hasta llegar a la ciudad de piedra cerca de Curahuara, donde sacó la pluma y esta se convirtió en un emisario del cielo, quien hablando le prometió todo el oro del mundo o su vida eterna... Julián lo pensó mucho y por último se dijo: - ¿Para qué me servirá el oro si no viviré por mucho tiempoY decidió por vivir la vida eterna. Inmediatamente el emisario le concedió su pedido convirtiéndolo en una estatua de oro que vivirá muchos siglos en la ciudad de piedra cerca de Curahuara. Se dice que el cóndor busca todavía su pluma de oro y si en la ciudad de piedra encuentran una estatua de oro: es Julián el ambicioso... Trabajo de investigación y autoría: profesor Lic. Alex Ramiro Sarmiento.
Ejercicios de Improvisación Escrita contra reloj
Capítulo resultante: El taller de Escritura Creativa a través de juegos orales y escritos, en una dinámica cuya estructura primordial es: El límite de tiempo El uso de frases sueltas de cuentos, o fotografías de gente y lugares ajenos, o palabras, acotaciones o motivos que favorezcan y estimulen impulsos creativos. Resultando complejo, pero a la vez divertido, buscar entre una idea y la otra una ilación más lógica e inscribirla en el papel. Hemos seleccionado tres de treinta ejercicios, que sin posterior arreglo, tienen y contienen una combinación que cierra por si sola. Debido al breve tiempo del taller y a las muchas tareas que elegimos concluir, del resto de los Ejercicios de Improvisación Escrita contra reloj, hemos seleccionado frases sueltas para componer otro capítulo posterior.
Una amistad verdadera...
E
n el corazón de una llanura1… vivían dos enanos que se querían
mucho. Uno se llamaba Tontín y el otro Tentín. Ambos trabajaban en una mina donde sacaban oro y plata y los vendían después en la ciudad. Cada sábado Tontín y Tentín iban a saludar a su tío Melitón, quien vivía en el bosque. Y los días de visita Don Melitón les esperaba sentadito en la puerta de su casa mientras fumaba su gran pipa. Una de esas mañanas, como siempre, los enanos fueron a la casa de su tío. Y mientras Don Melitón fumaba se hizo repentinamente un gran silencio2... Todos habían sido testigos de un estruendoso ruido. Era como si el tiempo se hubiese detenido. De inmediato Tontín, Tentín y Don Melitón salieron a ver que había ocurrido. Era un elefante al que se le había caído un tronco encima de su trompa y necesitaba ayuda. Así que los tres se pusieron a liberarle. Ya fuera de peligro el elefante les dio las gracias y les dijo que si se podía quedar con ellos, porque habían sido muy buenos. Ellos aceptaron inmediatamente pensando que podría servirles de medio de transporte. Y le prometieron cuidarlo y alimentarlo muy bien…
Así se fueron a pasear muy felices los cuatro, en una mañana de domingo, en plena primavera3.
Autor: Saúl Chambi Mamani, 12 años.
NOTA: Los enunciados en negrillas fueron asignados dentro del Ejercicio de improvisación escrita contra reloj.
1
Texto introductorio… Texto intermedio, fragmento del cuento «Los Acorralados», de «Toki» Talquenca Guakinchay (alias) Armando Tejada Gómez. Autor de canciones, poeta de fuste y narrador español. 3 Texto a elegir de entre tres enunciados, todos fragmentos de cuentos. 2
Un viejo, un cóndor y un puma E
n el corazón de una llanura, vivían un cóndor y un puma. Al
cóndor le gustaba comer carne podrida y al puma le gustaba comer una presa fresca y con sabor… Un día el cóndor le preguntó al puma: - ¿Qué haces para comer una presa tan rica? Y el puma le respondió… - ¡Me gusta correr y correr y después atrapar una llama gorda y grande! - Pues fíjate que yo tengo muy mala suerte, pues no puedo correr, sino volar - y el puma se rió… En ese instante se sobrevino un gran milagro y es que al cóndor, una persona le dio un cordero y se hizo repentinamente un silencio... Pero no fue un milagro, fue un tipo llamado Don Melitón, quien al fumar asustaba a todo el mundo… Así pasaron los días cuando de pronto, Don Melitón estaba muy aburrido en su casa y decidió dar un paseo dirigiéndose a una montaña conocida como Doctor Sajama… Pero en el fondo, la situación era más que un paseo, en realidad quería ir a pedirle un deseo al Sajama… Entonces cuando llegó a la montaña se encontró con un zorro que llevaba un cajón… - ¿Qué llevas allí? - preguntó el viejo Melitón.
El zorro le dijo… - El Doctor Sajama me dijo que lleve este regalo a su hermana Illimani, quien se encuentra en La Paz… Ya que él está muy cansado, pues su poncho es blanco, pesado y muy frío. Dice que ya no quiere ver a nadie -… - ¿Por qué? - Volvió a cuestionar el viejo. - Porque las nevadas y lluvias sólo se detienen ahí. Y siempre, siempre hace frío - respondió el zorro despidiéndose… Fue entonces que Don Melitón se puso muy triste pues intuyó que su pedido era muy poco importante para el gran Sajama y volvió a su casa y nunca más regresó… El viejo Melitón pasó sus últimos días fumando y fumando y fumando… Y parece que el único que lo recuerda todavía es un cóndor que vive agradecido. Autora: Maryori Ruth Cañari Portillo, 14 años.
NOTA: Dicho ejercicio fue seleccionado íntegro, ya que contiene tres enunciados previamente estructurados como principio, medio y final
¡Vida!
A
veces las flores llegan a marchitarse rápidamente porque la
vida ha dejado suelto el hielo de la muerte… Hace doce años nueve muchachos se tomaron una fotografía, pero nadie se dio cuenta lo que sus rostros expresaban. Años después cierto día, Javier, el más pequeño de aquella pandilla, recordó que esa foto se la tomaron el día que ganaron en un campeonato deportivo. ¡En ese momento sintió ganas de llorar pues aún veía en los ojos de sus amigos ese fuego intenso que cada uno tenía para vivir, para realizar sus sueños! Sueños que al final nadie pudo cumplir, debido a su trágica muerte en un accidente automovilístico. ¡Desde entonces, Javier decidió vivir la vida sin perder tiempo!... Mucho después se hizo sacerdote. Javier creía con profunda fe, que su servicio a Dios era una misión en su vida. Y que a partir de eso, podría llegar a mucha gente y comunicar a todos y cada uno, que deberían cumplir sus sueños… Vivir como si cada día fuese el último suspiro en el calendario de cada vida… Pero no sólo eso: a Javier también se le ocurrió, como sacerdote, construir un arca. No precisamente como la de Noé, pero esta también fue construida con madera. Y puso en su mando a tres hombres buenos que cada día pescaban para ayudar a la gente que lo necesitaba. Poco a poco y gracias a su esfuerzo, lograron abrir una fábrica de tejidos, que acogió gente necesitada de trabajo...
Javier era inmensamente feliz pues lograba cumplir muchos sueños. Siempre con más expectativas y que con el tiempo se multiplicaron en muchos y más barcos, llamados las Arcas de los Sueños… Javier siempre decía a cada instante: Carper Diem (aprovecha el momento), si no quieres vivir con interrogantes... Sólo vive, pero vive desde que sale el sol porque en cualquier instante llegará el atardecer y se llevará lo que más tú quieres…2 Autora: Profesora Rianeth Juaniquina, 24 años.
NOTA: Este ejercicio deviene de una serie de fotografías cuyo objetivo consistió en inventarse una cronología e unidad y traducir las imágenes en palabras.
Fragmentos de Emociones y Pensamientos CreActivos
Capítulo tres: Como se menciona en el análisis del Capítulo anterior, los siguientes Fragmentos de Emociones y Pensamientos CreActivos, son resultante también de los Ejercicios de Improvisación Escrita contra reloj, pero después de haber tomado alguna de sus partes, analizarla y reordenarla, presumiéndose menos ingenuos. En la presente sección quisimos sugerir un juego entre las emociones y pensamientos como frases o enunciados activos. Es decir, dimitir de su carácter improvisado y neutral (muchas veces sin dirección), para trasforse en frases activas y dirigidas a un objetivo: los sueños y deseos palpitantes de niños, adolescentes y jóvenes de Curahuara de Carangas.
E
n el corazón de una llanura inmensa, se divisa el espíritu de un hombre solitario caminando… Avanzando sobre el infinito horizonte de una gran montaña azul. Allá, donde el sol emite rayos de fuego como espadas que van cortando el monte tierno... Aquí, donde brota de la tierra el agua que da vida a hombres, plantas y animales.
… Y juntos gozan de este maravilloso regalo de la madre tierra.
Fragmento de una improvisación escrita contra reloj. Profesora Karina Callejas C.
E
n el corazón de una llanura nace la mágica sensación del sol… En el corazón de una llanura se siente al viento mensajero de ensueños. Y con el viento, el sol, la paja brava. Los compañeros de la llanura. …Late el corazón de una llanura en los pechos de las llamas, las vicuñas y los animales que aquí viven… Y… por supuesto… Esta llanura también refleja el rostro del campesino, las grietas de sus talones, sus labios quebrajados y sus manos secas y marchitas por el trabajo…
Fragmento de una improvisación escrita contra reloj. Profesora Lourdes Zuleta A.
V
ida
Vivir… A veces las flores llegan a marchitarse rápidamente por que la misma vida ha dejado suelto el hilo de la muerte… … Sólo vive Pero vive desde que sale el sol Ya que en cualquier instante llegará el atardecer Que muchas veces te quita lo que más quieres
Fragmento de una improvisación escrita contra reloj, derivada de una sucesión de fotografías. Profesora Rianeth Juaniquina
C
urahuara…
E
s de color café.... Así se ve todos los días, no cambia
mucho. Y cuando subo al cerro por las tardes pasa un viento limpio, con un sonido suave y natural. En Curahuara: Qalachuwa y Cielito Lindo1 son los lugares mas bellos… Porque están en lo más alto de Curahuara… Y por que desde ahí se puede observar el pueblo, la iglesia… No existe otra maravilla como esta… Te encanta cuando al mirar puedes decir: Oh!.. ¡Qué maravilloso! No encuentro un lugar triste o feo. Pero me gustaría que se mejoraran algunas cosas porque se están cayendo. ¡Sobre todo para que se vea más ordenado y limpio! Y si yo fuera Alcalde Municipal por un día… Habría más árboles tal vez, alegrarían la plaza. Pondría más monumentos… Podría ser con figuras de los animales del lugar… También mejoraría la cancha del pueblo. Y haría un estadio… Y a la H. Alcaldía Municipal la haría más llamativa, quizás con otra construcción más grande, con bibliotecas y salas enormes. (...) El plato más rico es: el chicharrón, con mote y papa. Y también chuño (ch’uñu) y Watia (waja) con cordero. Autora: Gimena Alarcón Valiente, 16 años.
1
El cielito lindo, es el cerro T’ikhapani...
E
l Sajama
E
s lindo porque está nevado en la punta… ¡Muy lindo, brillante!...
El lugar más feo es el cuartel… ¡Hay que arreglarlo y no contaminar! Y otro lugar más feo es el basurero… ¡Sucio es! Yo, si fuera Alcalde Municipal: pues cambiaría los colegios, las casas, la plaza, los postes de las luces, la avenida, las calles y otras cosas más que se podían construir y cambiar. Pienso que en Curahuara se vería todo mejor de color naranja y amarillo claro. Y yo me sentiría mejor si todos los días comiera: Chairo (chayru), el pollo a la Watia (waja) y el asado… (...) También me gusta el sonido de los coches frente a mi casa… ¡Si hubiera más sería más lindo!
Autora: Sonia Huanca Paco, 11 años.
M
arkajawira…
E
se lugar no me gusta por que una vez eran como las 7:30 de la noche y yo venía de mi campo a Curahuara. Entonces se me aparecieron unos duendes, tipo personas pequeñas, que venían hacia mí con sus espaditas… ¡Y me asustaron mucho! Ese lugar se llama Markajawira. ¡Ese día llegué a mi casa bien asustada! En cambio el Cielito Lindo es el mejor lugar, porque van todos los jóvenes saliendo del colegio para mirar todo Curahuara. Me encantaría que los tres colegios cambien y se unan. Especialmente el Elizardo Pérez y Mariscal Sta. Cruz… Desde los profesores y los compañeros. ¡Siempre chocamos! No nos llevamos bien. Eso es lo que cambiaría primero y después otras cosas… Lo mejor para comer es el Chairo (chayru). Se prepara así: 1.- Colocas todo tipo de verduras primero 2.- Luego las mueles 3.- El chuño lo pelas y la papa 4.- Lo pones a la olla ... Y sale un buen plato que me gusta mucho y me encanta comer. Ah, me olvidé de la carne que se pone junto con las verduras... ¡Esito sería!... Para mi Curahuara es color café y también los cerros y las calles… Y cuando los pájaros cantan y silban, nos llenan de alegría. Autora: Adela Ramírez Núñez, 18 años.
M
i Curahuara…
E
n Curahuara está Qalachuwa, tiene una Virgen bella y un agüita baja de la piedra para que la bebas. Hay lindas piedras verdes, pastizales. ¡Me gusta! En cambio el cementerio no me agrada, porque hay gente muerta. Cuando alguien se muere allí lo entierran… Me gustaría que hubiera alcantarillado, muchos no tenemos. Y también un teatro para jóvenes… Mi comida favorita es el Charquecán (ch’arkikanka) (carne seca asada), porque tiene carne de llama, llama. Curahuara es medio café… Porque no hay mucha pintura. Es del color de las casas y la tierra. Y hay un sonido de la trompeta que escucho en las mañanas, viene del cuartel… ¡Me gusta ese sonido, es bueno para Curahuara!...
Autora: Nely Mamani, 13 años.
L
a propia Curahuara…
P
orque es toda bella. Y desde Curahuara ves al Sajama…
Es bonito, nevado y muy frío. La plaza también es linda… No nos gusta el cerro Monterani, porque es como un sombrero y tiene muchas plantas y a veces está sucio… ¡Hay que limpiar su basura! Dice Gady: - ¡Yo si fuera profesora, les daría libros a los alumnos para que lean! Dice Javier: - ¡Cambiaría todo el pueblo, asfaltaría las calles! Dice Basilia: - Yo mandaría ha hacer un teatro rapidísimo! Las mejores comidas son el Sajta de pollo y las que se venden en la feria de Curahuara… Hay dos colores que le pertenecen al lugar, el blanco y el azul celeste… ¡Siempre todo es de esos dos colores! Y la música es el mejor sonido de mi tierra…
Autores: Gady Porco Villca, 12 años Javier Paulo Huarachi Colque, 13 años Basilia Hurachi Colque, 12 años
¿Cuando sea grande?...
En Curahuara cuando estoy ciego, me veo muy grande… Nicolás Villca Flores, 11 años. … Yo me iré a Cuba y seré doctor especialista. Alejandro Alfredo Villca, 12 años. (...) Estudiar en la universidad de antropólogo. Johnny Fidel Condori Apasa, 11 años. … El lugar más bonito de Curahuara es el paisaje. Y el más feo, los perros … Jhordy Crispin, 9 años. … Sería como una doctora para curar a mi mamá o papá. Valeria Ana Mamani Luna, 11 años. (...) Feliz porque voy a ser científica y ayudar a las personas. Jhoselín Yuskaya Gutiérrez Ancasi, 10 años.
Los lugares más lindos: Qalachuwa, la escuela, la plaza, el Cielito Lindo…
Lugares más feos: baño, basural, cementerio, cuartel… A Curahuara le falta: un parque, duchas, baño, alcantarillado, árboles, plantas… Me imagino siendo grande: enfermera, chofer, profesor, directora, estudiante…
Yesica Fernandez Medina Celi
Fuentes de Información
Nuestros primeros y más importantes manantiales de investigación fueron: Las fuentes directas, en encuentros públicos y privados con abuelos, padres o tutores de niños, adolescentes y jóvenes de Curahuara de Carangas. Quienes digna y venerablemente, custodian sus memorias… Los ensayos e Investigaciones orales y escritas de los participantes del Taller de Escritura Creativa y de los alumnos y profesores del Colegio Nacional Mixto «Mariscal Andrés de Santa Cruz». ————————--------------------------------------------— Antología Universal de la Narrativa Contemporánea, Editora Librograf, Argentina 1992. Cartilla: Letrina Seca, Uso y Mantenimiento. Ediciones Educativas Agua y Saneamiento. Ministerio de Servicios y Obras Públicas, Viceministerio de Servicios Básicos. Re-edición Génesis, La Paz – Bolivia, mayo 2004. Diccionario: LAROUSSE Diccionario de Sinónimos, Antónimos e ideas afines, Editorial Offset, México 2000. Folleto: Conozcamos los animales del Sajama, «SARJAMAN ANIMALANAKAPAU» Servicio Nacional de áreas protegidas del Parque Nacional Sajama para el programa de Educación Ambiental, Edición SERNAP, La Paz – Bolivia 2001. Folleto: Organizados, limpios, bien alimentados, productivos y felices.OPS (Organización Panamericana de la Salud) y OMS (Organización Mundial de la Salud) Centécimo aniversario (página # 6), Edobol, 2002.
Guía: Ch´ichitaq Llimphutaq. Sucio y Limpio «Aventuras del Atuq Antoño». UNICEF PROANDES, Edobol, 1997. Manual: Prof. Cornelio Choque S. Manual de Castellano, Quechua, Aymara, Editorial Nazca Cochabamba – Bolivia, 2004. Revista SODIS: Desinfección Solar del Agua. RED SODIS para América Latina No. 12, publicación cuatrimestral (página # 7). Edición Fundación Sodis. septiembre de 2005. Tríptico: Glosario de Términos Ambientales. Aimara – Quechua. PRODENA
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