LOS PÁJAROS DE D. ANTONIO

ES EL PERIÓDICO DE MENOS CIRCULACIÓN DE ESPAÑA PAGO ADELANTADO.—Madrid: Trimestre, 1 pDseta; Ano, 4 . Provincias: Trimosire, 1,26 pesetas; Afio. 4,50

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ES EL PERIÓDICO DE MENOS CIRCULACIÓN DE ESPAÑA PAGO ADELANTADO.—Madrid: Trimestre, 1 pDseta; Ano, 4 . Provincias: Trimosire, 1,26 pesetas; Afio. 4,50 Extranjero: Trimestre. 2 trancos; Año, 7;50.—Dirección: LOPE DE VEGA 39 y 4-I. Administración: SEnR-^wo. BS

NÚMERO SUELTO, 10 c é n t i m o s

ANO XII

MADMD, 4: DE AGOSTO DEa907

NUM. 610

LOS PÁJAROS DE D. ANTONIO vlAUBA.—LOS TENGO MUY BIEN AMAESTRADOS. AHORA LES DOY SUELTA; PERO YA VERA USTED COMO • UELVEN EN OCTUBRE. UBDEÓN.—SI, SI... iNO ESTÁN MALOS PAJAROSI

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COBRABLES E IHCOBRABLES.

SOUCITENSE TARIFAS EH LA ADmniSTRAClOM SERRAPiO 55 >nADRiD. La fama universal que en muy poco tiempo ha conquistado la P O S M A L I N A por los resultados lesastrosos de su financiera eficacia, colocan á dicho específico en primera línea entre sus similares i^cendistas.

POSMALINA (G. Oíd Brandy) Entre otras cosas muy recomendables puede felicitarse mucha gente de que gracias á este producto farmacéutico hayan vuelto á subir los francos de un modo considerable. Esta es su mejor recomendación. •

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EL MEJOR, EL M A S E S P U M O S O É HIGIÉNICO DE LOS JABONES ES EL

JABOH HIÉL DE VACA

EL SUSPIRO DEL MORO GRAN BAZAR DB CASABLANCA Se liquidan por traspaso de parte á parte, casi de balde, las existencias de los europeos, especialmente franceses. Hay un gran surtido en cabezas de corte garantizado. Pídase el catálogo de la Conferencia de Álfifcciras, aunque es completamente inútil. Se habla alemái. Se admiten corredores y agentes con buenas referencias del Bajá.

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m«"fSl

¡¡YA LO SABÉIS, CRISTIANOS!!

/AARCA L A

iCASABLAliCA!

GIRALDA

S O L I C Í T E S E E N L A S P R I N C I P A L E S P E R F U M E R Í A S D E ESPAÑA

Y EXÍJASE SIEMPRE LA MARCA REGISTRADA Agentes generatet tn la H,fpública Mexicana: S. CASAL Y C » , Apartado 2,630. México. Jmportadoret en ta Habana: l E L F E N I X i . D E HIERRO Y C - , O W ^ » , 6 8 . ' vpoTtaienM en Santiago dt CtAa: GOYA. G U T I É R R E Z Y C." (S. e n C ) , Sagarra, Baja, núm. 9. Jmporladore$ tn Bacooi Jliret GARCÍA H E R M A N O S Y CARBALLO Alinaccnde ^ [ P u m . . . l ¿Qué es eso...? [Unos tirites...1 Dándole gusto á los déos los apreciables moritos cazan á los europeos... N o hay manera de atajarles ni se sienten dominados... [Quisiéramos pem^trarles y somos los p e n e t i a d o s . . . ! N o temo su odio inclemtnic ni'su enojo, ni sus i r a s . . . L o s i e n t o . . . [por la eminente Conferencia de AlgecirasI

TRATADO EN PUERTA. GUERRA A LA VUELTA D ealmente, los diplomáticos no son hombres de mucha suerte para sacar Tratados de pila. iVaya si tienen mala pata los individuos del Protocolol

Hn cuantas gestiones intervienen,-en cuantos solemnes actos de pacificación danzan, ¡zasl surgen en seguida graves conflictos. N o bien han dado la vuelta á la esquina, ni más ni menos que nuestra clásica pareja de Orden público, cuando ya están las naciones liadas á la greña en medio del arroyo. Recientemente estuvieron un mes en Algeciras arreglándoles la casa á los hijos del Profeta, estudiando el magno problema marroquí, los más avisados ministros de las cancillerías. Un mes de labor formidable, de estudio prolijo y lato, ¡ay, sí, muy latol, para desentrañar, ¡Alá lo sabel, mil diversas cuestiones; todo un complicadísimo enredo; con paciencia ejemplar ¡sima, dando Una de cal marroquí y otta de arena europea; concediendo y regateando prudentemente, para no despertar recelos ni suspicacias entre las naciones concurrentes á la Conferencia; tolerando que los moros les tuteasen, y hasta les gastasen ciertas chirigotas de mal gusto entre los cristianos; haciendo, en fin, un trabajo funambulesco sobre el alambre internacional, y todo ¿para qué? Pues á la vista está; para que se haya desencolado nuevamente lo que aún no hace mucho tiempo acababan de componer con tanta paciencia. Los sucesos de Casablanca son el mejor comentario á uno de los extremos principales de la Conferencia. Y es que á los diplomáticos, todos los chalecos que cortan les salen cortos. Los desagradables y sangrientos sucesos han determinado una violenta y enérS^ca protesta, reclamando Francia la ne-

cesidad rápida de una intervención que castigue duramente á laskábilas que k'^biJaron—como diría Pérez Zúniga—ese atentado. Las matanzas de Casablanca han venido á interrumpir el seráfico veraneo de nuestro insigne amigo el ministro de Estado, que disfrutaba tranquilamente en San Sebastián en la contemplación de los peces de- colores y de las cocineras de anchos flancos. Así que á Allendcsalazar le ha contrariado mucho la noticia. «iQué lástima, se dijo; un verano que había empezado tan bien para mil [Cuando el mercado estaba en alzal» Pero como la tiranía del deber es ineludible, el ministro, en previsión de lo que pudiera ocurrir y para ponerse al corriente, se dirigió á casa del embajador de Francia para ver que se hacía en este asunto, porque él no tenía la cabeza para nada. Por fin. Allende convino en que lo mejor de todo era enviar á las costas de Marruecos un barquito de guerra español. Allende pensó en el Terror, nada más á propósito para imponerse desde el primar momento. Pero lo que más le preocupa en estos momentos es tener que formular una reclamación enérgica. Porque es lo que él dice: «¿Cómo se formulará una reclamación enérgica? ¡Para eso hay que tener carácterl» ¡Y él es tan infeliz, tan afable, tan bondadoso...! Se comprende su vacilación, lo difícil de su empeño. Y le compadecemos.

Por fortuna suya, parece que nosotros nos limitaremos á seguir el acuerdo de Francia y de Italia. Así que Allende ya no tiene que in* dignarse más que en segundo término. De la Conferencia de La Haya no sa* bemos qué trastorno sobrevendrá, porque aún no se ha terminado; pero ya, jya verán ustedes cómo se arma algún lío internacional! A raíz de la famosa Conferencia de la Paz, saltó y vino la guerra ruso-japo-^ nesa. N o puestos en vigor aún los acuerdos de la Conferencia de Algeciras sobreviene lo de Casablanca. «No hay función sin tarasca», dice uh refrán castellano; ni trastorno alguno quf no vaya precedido de la tarasca de la diplomacia. Que donde pone la mano, pone la bala.

¡VAYA CALORI p r I asunto del día, mejor dicho, de todos los días que van á sucederse, es el calor. El calor, á cambio de sus molestias insoportables, nos ofrece una pequeña compensación. La de alejarnos por una temporada de la vida política, poniendo en precipitada fuga á cuantos se empeñan en hacer nuestra felicidad, aunque casi siempre nos lia cen otra cosa muy distinta. Gracias al calor, senadores, diputado'' y ministros se ausentan de Madrid, dejándonos en dulce calma. Este verano, el hombre de veraneo mi distinguido, es Osma.

UNA EXCURSIÓN A ANDALUCÍA

CAUNEZ.—iCREES TU, GEDEON. QUE LLEVAMOS BASTANTE DINERO? GEDEÓN.-SL HOMBRE, SI... QUINIENTAS PESETAS PARA EL VJAJE, QUINIENTAS PARALA FONDA, MIL PARA EL «PERNALES»...

DEPORTE MARROQUÍ NUEVOS EJERCICIOS DE TIRO AL BLANCO EN CASABLANCA D . Guillermo Oíd Brandy va á tener cl honor de alternar en Carlsbad con dos ilustres personalidades: el rey de Inglaterra y Clemenceau. ¡Como quien dicel Sí, nuestro gran hacendista va á codearse con ellos, á departir con ellos como si fuese de su propia condición. jQué chico le va á parecer Maura! ¡Seguramente suben los francos como elocuente y expresivo testimonio de admiración! Ya se sabe que á los pocos días de subir Osma subieron también los cambios, ¿Puede darse mayor cortesía? ¡Oh, qué hombre tan afortunadol ¡Con qué envidia lo verá D. Segís! jHacer su cura de aguas mano á mano con cl Rey de Inglaterra y Clemenceaul Con razón los demás ministros de

Maura se consideran seres inferiores, desde que han tenido noticia de que Osma es el elegido por la fortuna.. Un hombre que va á beber quizá en el mismo vaso que el Soberano de Inglaterra, que va á conocer sus secretos, es indiscutiblemente el futuro jefe del partido. El único peligro que corremos con esta visita de Osma á Carlsbad, es que Clemenceau, enamorado de su talento financiero, nos le rapte para su. Consejo de ministros, traduciéndole al francés. ¡No lo permitan los diosesl ¿Qué sería de nosotros sin D . Guillermo? ¿Qué de la Azucarera? ¿Qué de los pobres francos? N o , Osma volverá al regazo materno de Maura, más crecido, eso sí; pero cada vez más adicto. _, El calor influye poderosamente, mas

en los ánimos débiles, según dice ur amigo nuestro; los seres viriles son superiores á las variaciones termométricas, y lo mismo toman el sol en verano que se bañan en agua frappée en tiempc frío. En esas calles verán ustedes caballeroi que se salen en verano como algunos botijos; esto es, que se rezuman y llevan la prueba de su abundante y fácil transpiración en la espalda de Ja cazadora. Hasta el sueño es, con este calor que se nos ha entrado de par en par, más tenaz y molesto. Y los políticos también, que sienten la imperiosa necesidad de las interviús. Con el calor todo vive. ¡Vaya calori

¡tSl papel vale más! {NOTAS

BIBLIOGRÁFICAS)

]M uestro buen amigo Ruiz Contrcras, padre adoptivo de la famosa Claudina en Bspaña y América, nos remítela última historia de la simpática muchacha, pidiéndonos un bombo N o es nuestra costumbre bombear ningún libro, y mucho menos si nos lo pide un amigo; pero ¡caracoles...! la lectura de Ctaudina sola, ó, mejor dicho, de Tatito sentimental (ya que con este último nombre salió á la publicidad el libro), nos ha convencido, rindiendo la natural dureza de nuestro carácter. Téngase esta nueva Claudina por bombeada, y nuestro amigo quede satisfecho... ¡Es realmente deliciosa, amena y ¡conmovedora esta narración sencilla que hemos leído de un sorbo para aplacar la led propia de estos días terribles!. N o vacilamos en recomendar su lectura á todo el mundo, hombres y mujeresgrandes y chicos, sin excluir á los niños / militares sin graduación... Pero particularmente se la recomendamos á los in'elices que tienen estragado el paladar á causa de otras novelas pseudo willescas, y á cuantos asqueados por las cosas de nuestra «vida política» conservan un-imal sabor de boca que no desaparece ni aun con las ventajas del proyecto de los azúcares. [El retiro sentimental...! jQué falta nos lace que practiquen esa dulce frase alguiQs de nuestros genios actuales...! ¡Vamos, Sr. La Cierva, Sr. Osma...! Anímense ustedes, qué demonio...! Una ctiradita á tiempo vale más que una coninuación forzosa... ¡Oh, si D. Antonio quisiera seguir los a>n5ejos de los que bien le estiman...! ¡El luyo sí que sería un retiro sentimental...! Aquí en Madrid, por obra y gracia de la svolución urbana, el Retiro está muy abandonado en verano... Las niñas románticas y los pollos entusiastas suelen refugiarse en el paseo de Recoletos, donde Séneca es cobrador de sillas, como diría nuestro óptimo y refulgente compañero Cristóbal de Castro... Puede asegurarse, pues, que si no Retiro, tenemos Recoletos sentimental... [Oh, dulce, graciosa, ingenua y adorable Claudina! Tu soledad debe envidiarsel Y en todo caso se te hará justicia. Porque después de aquellos jaleos con tu colaborador, y en presencia de este libro luyo, queda demostrado que hiciste bien en retirarte, prefiíiendo estar sola en vez de mal acompañada^

...y armas al hombro Oomo estamos al principio de Jas «Jmperiosas vacaciones», este año retrasadas por diversos motivos, aún no ha empezado á desparramarse el Gobierno por esos mundos de Dios, según es uso y costumbre tradicional. El mismo D. Antonio todavía no sabe iónde pasará el verano. Por ahora se limita á hacer excursiones dominicales, como cualquier individuo del gremio de mercería...

i^iíada más natural, después de todo... Como viajero y como gobernante, Maura no es más que eso... ¡Un excursionista dominical! > ^

1 os ministros permanecen en Madrid, excepto el de jornada, si bien apenas sabemos, no ya que se encuentran entre nosotros, pero ni siquiera que existen... De vez en vez leemos con cierta sorpresa en los periódicos: «Mañana se celebrará Consejo...» Y por la noticia nos enteramos de que hay consejeros supervivientes... Están, sin duda, metidos en sus respectivos departamentos y allí duermen tranquila y sosegadamente en espera de los tiempos de fatiga parlamentaria... H e aquí las diferencias de la fauna, anotadas ya por los hombres de ciencia... Ciertas especies de animales duermen durante la época de los iríos, mientras que algunas especies políticas reposan en la estación délos calores... > ^

p o r más que buscando en la zoología un ejemplo aplicable á nuestras costumbres, y salvando, naturalmente, ias comparaciones, aquí vivimos todos los estíos en plena íabula de la cigarra y la hormiga. Ahora es cuando los románticos de la política emprenden sus viajes de propaganda, y los personajes de la oposición hacen sus importantes declaraciones en los balnearios y en las playas... Cantando, ¡a cigarra pasó el verano entero...

El Gobierno, en cambio, se mete en su concha, se calla y prepara los proyeciiros que le convienen. Hace, en ñn, sus provisiones. aüít para el invierno.

Recordemos la moraleja, no sin hacer constar que muchas veces suele resultar un poquito desigual... Testará también de hormiga el perínclito La Cierva? ¡Bien quisiera no dedicarse más que á las labores propias de su sexo ministerial y gubernativo...! Bien quisiera, pero... Precisamente por imposiciones de su asagrado ministerio», tiene que de^ticarse á dar conferencias á los chicos de la Prensa, para enterarles de un porción de cosas y para rectificar las noticias que lo merecen. ¡Y qué conferencias! ¡Todas son líricas! Está, pues, hecho un perfecto cantor. ¡Una cigarral Sólo que, ¡ayl, esta cigarra no vale un cigarro. O un pitillo, para decirlo con más exactitud. I a más interesante de sus conferencias ha sido la dedicada al aplaudido Pernales. Esta podría figurar, por derecho propio, entre las que llamamos t'e extensión universitaria. Habló cl Sr. La Cierva del bandolerismo en general, de los bandidos de Andalucía, del propio Pernales y de sus antecesores, de la persecución organizada... Y, como era natural, negó las obser vaciones de algunos picaros periodistas relativas al amparo que prestan al bando-

lero por aquellos campos ciertos y determinados elementos caciquiles... También aseguró que el actual Gobierno no es responsable de nada. Bueno. Enterados. Pero, ¿cuándo acabamos con ese nue vo ejemplar de los tiempos clásicos? ¿Cuándo echamos la mano, ó un pai de dedos siquiera, ai eminente Pernalesl Y" con respecto á lo que dicen los picaros periodistas,' crea el señor ministro de la Gobernación que no estar muy descaminados, Claro es que nosotros no vamos s creer, como algunos queridos compañeros, que el Pernales es un personaje influyente en Estepa y sus alrededores, ni que pueda intervenir en las elecciones, ctcéíera, e t c . . N o . En cambio le suponemos lo bastante práctico para poner en orden conveniente sus asuntos, á fin de que no le ocurrí nunca el menor contratiempo. Su divisa es muy regeneradora: «Menos política y más administración.» El Pernales es un hombre á la moderna, Y" si el Sr. La Cierva se siente cigarra, es decir, se dedica al canto que alegra las calurosas tardes del estío, ¿poi qué no imiran su ejemplo sus compañero: de Gabinete? ¡Olí, qué dulces serian U* c i n c i c n r ; de \i cítara al son ó del i>'>Ui-J, de esos gratos viruñas que forman el p í e s e m e Mir-íaieriol

¡También hemos voto á cAnur nos otros, sin poderlo r^mcdnr! ¡Ycllostan cailüdos! N'onossotpründe,. Estos mauritar^os piiíu'jdCJ; d s seiíoa y en vez de caniar, r^r::an. ¿Serán responsos lo C\A< rezan p«.r si. gunos mueitos que cr,rj:.mos vivos? ^

embargo, silencios más expreH ay,sivossin que muchos cantos. Véase, por ejemplo,el CJSO de Osma,. calla, pero trabaja. ¿No es el trabajo una canción..-segur dicen los que no trabajan nunca? Lo que ocurre es que D . Guillermo labora, pero su labor resulta á la inversa- . ¡Cada golpe de trabajo ministerial suben un entero los cambios! ¡Que descanse, señor,, que descanse lord Latisbury, á ver si así también descansamos todos! p e r o no es necesaria nuestra súplica. P . Guillermo va á descansar unos días, y en Carlsbad nada menos, como los grandes personajes. Allí va á coincidir con un rey, con un canciller, con un presidente del Consejo... ¡Rediez con Osma...! ¡Parece nada y ya es coincidente! A nosotros, la verdad, nos parece mucha coincidencia. Y no creemos en los arreglos comerciales que se esperan de su prodigioso numen diplomático. Wliliam, ya desgravado el vino y perdida su afición antigua..- ¡es hombre al agua! Y menos mal que en Carlsbad hay buenos nadadores y hasta chalecos salvavidas...

EL SUCESO DE LA SEMANA ¿FUÉ CRIMEN?, OsMA.—ES VERDAD QUE LA HE PEGADO UNA PALIZA... iPERO 'DICEN LOS MÉDICOS QUE MURIÓ DE Slí MUERTE NATURAL*

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