Los testimonios del Consulado mexicano en La Habana. Una fuente olvidada para la historia del siglo XIX

SECOENClfi Revistadehistorjaycienciassociales Secuencia (1996), 36, septiembre-diciembre, 213-226 ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464 DOI: h

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Secuencia (1996), 36, septiembre-diciembre, 213-226 ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464 DOI: http://dx.doi.org/10.18234/secuencia.v0i36.555

Los testimonios del Consulado mexicano en La Habana. Una fuente olvidada para la historia del siglo XIX Laura Munoz lNSTITUTO MORA

INTRODUCCI6N

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pacados porla importanciaque tradicionalmente ban tenido las relaciones mexicanas con Estados Unidos, los vinculos con otras areas del continente no han sido sufi­ cientemente estudiados. Sin embar­ go, en las Ultimas dos decadas, el area del Caribe adquirio importancia para la politica exterior de Mexico y, para­ lelamente, los estudios acerca de las relaciones entre ambos se incrementa­ ron. La mayoria de esos estudios ha hecho hincapie en los vinculos esta­ blecidos en el periodo colonial. A es­

tos los siguen, en importancia y nurne­ ro, los que analizan la epoca contern­ poranea a partir de los aiios posterio­ res a la revoluci6n cubana. Por ultimo, los trabajos mas escasos han sido los que hacen referenda al siglo XIX. Recientemente, elArchivo General de la Nacion (Mexico) ha puesto a dis­ posicion de sus usuarios unfondo docu­ mental que complementa al del acervo del Archivo Historico Diplomatico de Mexico (Secretaria de Relaciones Ex­ teri.ores) y que constituye una fuente importante para el estudio de las rela­ ciones de Mexico con el Caribe en el siglo XIX. Se trata de los libros copiado­

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num. 36, septiembre-diciembre

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res de la correspondencia del Consu­ lado mexicano en La Habana. Estos li­ bros reflejan todo el periodo que abarca el proceso de formacion y consolida­ cion del Estado nacional en Mexico y de la lucha cubana por su independen­ cia. Ambos paises sufrieron durante ese periodo, con distintas repercusio­ nes, los embates de la politica expan­ sionista de su vecino estaodunidense y el intervencionismo de potencias extranjeras. No obstante que el uso de este tipo de materiales podria conducir a for­ marse una vision parcial de esa rela­ cion ­claro esta, en el caso de que nin­ guna otra fuente fuera consultada­ ofrece, en cambio, la posibilidad de obtener un pormenorizado relato del desarrollo de esas relaciones desde el punto de vista mexicano y nos penni­ te conocer la posici6n que Mexico adopto, sus intereses y sus estrategias. LAS FUENTES

El fondo en cuestion esta formado por mas de 40 tomos que recogen la co­ rrespondencia que el Consulado me­ xicano en La Habana intercambio con la Cancilleria en Mexico desde que fue fundadoen 1838hasta 1922.1Aunque no tengo cifras exactas para todo el periodo, considero que la correspon­ dencia fue abundantisima. Un dato revelador de esto es que en 1907, afio en que ya no era consul el mas pro­ I El tomo que reune exclusivamente cartas enviadas desde Mexico es el AGN, L­(729 .1­5)­34 correspondientc a 1877. En este, como en los siguientes casos, s6~o se citan algunos libros como ejernplo.

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lifico de los corresponsales, y en que por otra parte, el intercambio episto­ lar habia descendido considerablemen­ te, el consulado envi6 a Mexico 596 cartas y recibi6 de la Secretaria 533.2 La comunicaci6n, pues, fue intensa. Primero con la ciudad de Mexico, por ser la sede de la Cancilleria, y despues, en orden decreciente en importancia, con Veracruz, Progreso, Tampico, Isla Mujeres, Isla del Carmen, Coatzacoal­ cos y Campeche.f Libros desiguales tanto por su conte­ nido como por su estado de conserva­ ci6n, reunen en sus paginas un relato detallado de la historia de las relacio­ nes entre los dos paises a lo largo de casi un siglo. Cada tomo refleja la idea que de su labor tenian los c6nsules que estuvieron al frente de la oficina. Asi, encontramos volumenes con cartas que transmiten gran cantidad de infor­ maci6n, al lado de tomos que parecen coleccion ordenada de memoranda, o bien, libros que se refieren exclusi­ vamente a la actividad econ6mica, mientras que otros solo hablan de la situaci6n politica interna de la isla. Los hay que expresan claramente el inte­ res de Mexico por Cuba, o los que muestran la preocupaci6n por los mexicanos que trabajan en las zonas urbanas y en el campo en aquella isla, etc. Algunos de los volumenes estan formados por mas de 800 paginas, y la mayoria no tiene menos de 300. Cada tomo encierra en sus delgadas pagi­ nas de papel cebolla el resultado de la paciente labor de observadores acu­ ciosos. 2 AGN, L­(729.1­5)­29,1906­1907. 3 Ibid.

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Los libros de la correspondencia del Consulado mexicano en La Habana, aunque no son una seria completa ­pues faltan los que van de 1856 a 1870­, dan muestra de la variedad de actividades desempefiadas por nues­ tros representantes y nos permiten rastrear el tipo de asuntos de los que se encargaban esas oficinas. Como se ha dicho, ya constituyen un acervo com­ plementario al que posee el Archive Hist6rico Diplomatico, donde se guar­ dan los expedientes personales de los consules y algunas de sus cartas, e in­ cluso el tomo correspondiente al afio 1896 de la serie de Libros Copiado­ res. 4 En conjunto, ambos fondos do­ cumentales brindan un conocimiento amplio del desarrollo de los estrechos vinculos entre Mexico y Cuba. La mayor parte de los libros contie­ nen temas que se vuelven recurrentes y constituyen una guia de los objetivos e intereses de Mexico respecto a Cuba. Ademas de la correspondencia ordina­ ria, los inventarios de la Legaci6n y los libros de caja, se hallan los reportes del movimiento maritimo, del trafico comercial, resefias e informes econo­ micos y politicos. Su lectura nos pro­ porciona los perspectivas de la ac­ cion me:xicana. Por una parte, la que percibimos de la labor de los represen­ tantes mexicanos en Cuba y de la res­ puesta de la poblaci6n a sus activida­ des y, por otra, la que se infiere de la labor de los funcionarios y autorida­ des en Mexico, asi como de las nego­ ciaciones de los cubanos en nuestro pais. 4 AHSRE,

exp. LE2266.

Durante algunos afios, los intereses de Mexico fueron exclusivamente eco­ n6micos, pero en otros, predominaron los politicos. A los gobiemos de Mexi­ co, aunque no tuvieran ambiciones expansionistas, les interesaba, adernas de los beneficios resultantes del buen desarrollo del trafico comercial, tener una presencia en la region. Mas alla del interes por razones de orden econo­ micoygeopolitico, Cuba era para Mexi­ co una valiosa fuente de Informacion. 5 La riqueza de esa informaci6n varia en cada uno de los tomos de acuerdo con el autor de las misivas. Destacan por su minuciosidad las redactadas por Buenaventura Vivo (consul de 1846 a 1853), por Antonio Hoffman Urquia (de 1866 a 1877) y, de manera espe­ cial, las que escrtbio con pasi6n y gus­ to don Andres Clemente Vazquez (de 1886 a 1901). Los TEMAS Como puede apreciarse en el inventa­ rio anexo, los temas que podemos identificar en el conjunto documental constituido por los libros copiadores, y que evidentemente preocupaban a la cancilleria mexicana, son en primer lugar, la situaci6n politica de la isla y el grado de desarrollo de la actividad eco­ n6mica. Por tanto, los informes politi­ cos y las reseiias economicas son los documentos que mas abundan en la correspondencia. 6 La Habana es un 5 Vease por ejemplo AHSRE, exp. 11­9­199. 6 AGN, L­(729.1­5)­12, 1887­1888; ­16, 1889·

1892;­22, 1896­1898;­24, 1888­1890; ·26, 1901­ 1902; ­31, 1908­1909; ­4, 1885­1886, etcetera.

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segundo tema presente de manera re­ gular en la correspondencia del Con­ sulado, ya fuera con propositos solida­ rios, por las implicaciones que tenia para la seguridad de Mexico o por los intereses comerciales de nuestro pais. 7 Otro de los temas relevantes, trata­ do reiteradamente, fue el de las rela­ ciones con Mexico, que revistieron un doble caracter: econ6mico y politico. En cuanto al primer aspecto, encon­ tramos de manera constante durante todo el periodo que cubre la corres­ pondencia, los reportes del movimien­ to maritimo entre los puertos mexica­ nos y el de La Habana, asi como los informes acerca de los montos y pro­ ductos del trafico comercial que se llevaba a cabo con Mexico. Los libros de registro de La Habana dan cuenta precisamente del trafico entre aquel puerto y varios del litoral del Golfo mexicano, de Matamoros a Sisal.8 En el aspecto politico, los temas fueron variando segun el momento y la importancia de los asuntos la que deline6 la correspondencia. En el con­ junto de cuestiones tratadas destaca el problema de la migraci6n de fuerza de trabajo maya a la isla antillana que constituy6, porcierto, uno de los pun­ tos delicados de la relacion entre Mexi­ co y Cuba. La correspondencia dedica algunas paginas a este acontecimiento ya su desarrollo y solucion.? asi como a la situaci6n de los residentes o de los asilados mexicanos en la isla 1 o y, en la 7 8

AGN, L­(729.1·0)­3, 1901­1903. Por ejemplo, AGN, L­(729.1­5)­27, 1901­

1902.

9 AGN, L­(729.1·0)­2, 1899­1901; L(729.l­5)­ 36, 1871­1873; ­4, 1885­1886, entre otros. 10 La cercania deCuba la convirti6 en refu­

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contraparte, a las condiciones de vida

y de traba]o de los cubanos que vinie­

ron a Mexico.U El movimiento separatista de Yuca­ tan y sus repercusiones aparecen men­ cionados con sumo cuidado en los despachos de los afios cuarenta.P Las cuestiones consulares ocupan muchas paginas de la documentaci6n. Por tanto, hay gran cantidad de certi­ ficaciones de nacionalidad ( que de­ notan un movimiento continuo e im­ portante de mexicanos por el area), 13 recibos de envio de mercancias y ma­ nifiestos de trafico de embarcaciones, manifiestos generales, facturas, regis­ tros de pasaportes, poderes yotros do­ cumentos, patentes de sanidad, matri­ culas, correspondencia con algunos viceconsulados, con autoridades de Ia isla y con el extranjero y, por supues­ to, con el ministro mexicano de Rela­ ciones Exteriores.t+ En los tomos que resguardan las 110­ tas elaboradas hacia finales del siglo xix, encontramos una nueva linea te­ matica que hace referencia a la imagen de Mexico en el exterior. Sohre todo, en las cartas de la ultima decada hay re­ petidas menciones acerca de la opi­ gio de muchos mexicanos de distinta filiaci6n partidaria involucrados en la politica interna quienes desde ahi enviaban proclamas, mani­ flestos, etc. AGN, L­(729.1­5)­38, 1878­1880. 11 AGN, L­(729.1­0)­2, 1899­1901; L­(729.1­ 5)·23, 1897­1898; ­24, 1888­1890; ­28, 1902­ 1903. '2 AGN, L­029.1­0)­35, 1838­1856. 13 AGN, L­029.1­5)­11, 1888­1891. 14 AGN, L­(729.1­0)­3, 1901­1903; L­(729.1­ 5)­5, 1892­1897; ­6, 1897­1901; ­11, 1888­1891; ­13, 1886·1887;­14, 1888­1890; ­15, 1888­1889; ·25, 1899­1905.

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ni6n que sobre Mexico y su gobiemo se difundian en la Isla.l? Por ultimo, otro de los temas abor­ dados en los documentos en cuestion, se refiere a los intereses geopoliti­ cos de Mexico por el area. De hecho, una de las mayores preocupaciones de Mexico en las ultimas decadas del siglo XIX fue la posible anexi6n de Cu­ ba a Estados Unidos. El consul de Mexi­ co en La Habana, en ese entonces Don Andres Clemente Vazquez, cruz6 una nutrida correspondencia con el secre­ tario de Relaciones Exteriores de Me­ xico para informarle acerca de los avances en esa politica y conocer las instrucciones que orientarian su ac­ tuacion. Cuando consider6 que eso no era suficiente y que la seguridad del pals estaba comprometida, viajo a Mexico para recibir los lineamientos que normaran su proceder. t6 A la vuelta del siglo, hubo un cambio fundamental en la correspondencia, que bien pudo deberse a los diferentes intereses del gobierno mexicano. La correspondencia, antes detallada y fun­ damentalmente politica, se dedic6 casi de manera exclusiva a cuestiones ad­ ministrativas y al envio de resefias co­ merciales, con los datos acerca de los rubros y montos de las exportaciones de Mexico hacia Cuba. 11

15 AGN, L­(729.1·5)­15, 1888­1889; ·17, 1890· 1891; ­31, 1908­1909. !6 AGN, L­029.1­5)­35, 1838­1856; ­16, 1889· 1892; ·17, 1890·1891; ­24, 1888­1890. 17AGN,L­009.1·5)­25,1899­1905y­26, 1901­ 1902.

1As RELACIONES .

A partir del material informativo que ofrecen los distintos tomos de la co­ rrespondencia podrian desarrollarse varios temas de investigaci6n: el desa­ rrollo de Cuba en el siglo XIX, el rnovi­ miento anexionista cubano y los inte­ reses mexicanos, las consecuencias de la guerra de Castas, las relaciones entre Mexico y Cuba, etc. Nos interesa destacar, en este trabajo, algunas 11­ neas que pueden seguirse para ana­ lizar el ultimo tema sefialado. A primera vista, pareciera que en el siglo XIX las relaciones con el Caribe eran ajenas a los intereses de Mexico. Sin embargo, en diferentes momentos de la vida politica mexicana esas rela­ ciones, y en particular con Cuba, fue­ ron significativas para nuestra politica exterior. Del gobierno de Iturbide al de Porfirio Diaz, la preocupaci6n mexi­ cana por Cuba obedeci6 a diferentes intereses: ya fuera para preservar la in­ tegridad nacional, proteger cl comer­ cio, impedir el contrabando, reafir­ mar la solidaridad, fomentar la coope­ racion, etc. Sin embargo, el principal y mas constante interes fue la preten­ sion de resguardar la seguridad del pais, del asedio espafiol en los prime­ ros afios de vida independiente, de las ambiciones de potencias extranjeras mas adelante, y hacia finales del siglo XIX, de las desembozadas acciones de Estados Unidos. El Interes mexicano por Cuba tuvo en el siglo XIX dos grandes momentos divididos por el reconocimiento espa­ fiol a la independencia de Mexico. En la primera etapa, anterior al reconoci­ miento, el interes de Mexico por la Isla

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fue mas activo y estuvo encaminado a que aquella lograra su ernancipacion del dominio colonial espafiol. En lase­ gunda etapa, los vinculos con Cuba se inscribieron en el marco de las relacio­ nes oficiales con Espana, adquirieron un caracter diplomatico y todas las ac­ ciones abiertas de apoyo oficial a la lu­ cha independentista de la isla fueron abandonadas. Los gobiemos mexica­ nos adoptaron una posicion de neu­ tralidad ante los disturbios dornesti­ cos cubanos. La valiosa perspectiva de conjunto que ofrece la nutrida co­ leccion se refiere a este segundo pe­ riodo, iniciado despues del reconoci­ miento espafiol, Aunque el primer encargado del Consulado, Don Manuel Cespedes, fue designado en 1837, 18 las relaciones oficiales se iniciaron en realidad al afio siguiente cuando Juan Fernandez de la Vega y Mata fue nombrado y reconoci­ do como consul mexicano en La Haba­ na.'? Desde entonces y hasta que la ernbajada fue establecida en los pri­ meros afios del siglo xx, hubo en todo momento una oficina consular en La Habana encargada de realizar diferen­ tes tareas y tramites, lo que habla de relaciones constantes, incluso en epo­ cas en que Mexico y Espana no tuvie­ ron relaciones. tQue buscaba Mexico al entablar relaciones con Cuba? Del analisis de la correspondencia enviada a la cancille­ !B Don Manuel Cespedes no fue reconocido por las autoridades espafiolas como consul mexicano porque era cubano de nacimiento. 19 Adernas de Ia correspondencia, vease Jam· bien Losprimeros consutados de Mexico 18231872, SRE, Mexico, 1974 (Colecci6n Archive Hist6rico Diplomatico).

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ria identificamos la indole diversa de sus intereses: a) Preservar la

seguridad del pats.

Nunca dejo de considerarse al Caribe, y en especial a Cuba, una region de la que dependia la seguridad de Mexico. Cualquier cambio en la relacion de Cu­ ba con otros paises podia afectar la situacion mexicana, sobre todo si Es­ tados Unidos se apoderabade Ia isla.s? b) Obtener informacion. Tanto de la situacion politica intema de la isla como de los movimientos de los pai­ ses extranjeros en la region. Al revisar la correspondencia, encontramos que una de las principales funciones del Consulado mexicano era servir de puesto de observacion desde el cual se informara a Mexico acerca de los acontecimientos politicos locales y de la region en general, de los vaivenes de la politica intemacional e, inclu­ so, de la repercusion queen ella tenia lo ocurrido en Europa.U Para ello, se requeria de los informes politicos, las resefias econ6micas, la remesa de periodicos publicados en la isla y de cuanta nota hiciera referenda a los temas citados, todo lo cual le permitia a la Cancilleria formarse una opinion acerca del momenta politico que se vivia y de las posibles implicaciones en la fonnaci6n y consolidacion del Estado nacional y le daba, asimismo, elementos para normar su actividad. c)Procurarse reconocimiento. Esto fue particularmente evidente durante el conflicto entre liberales y conserva­ 20 AGN, L­(729.1·0)·3, 1901­1903; ·12, 1887· I888;L·029.1·5H9, 1891­1892;­20, 1895­1896. 21 AGN, L­(729.1­5)­35, 1838­1856; ·36, 1871· 1873; ·16, 1889­1892; ·27, 1901­1903.

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dores, al iniciarse la segunda mitad del siglo XIX. Ambos grupos y sus gobier­ nos paralelos, el liberal de Juarez y el conservador de Zuloaga, nombraron representantes en la isla para hacerse cargo de las tareas inherentes al Consu­ lado y con objeto de recabar el recono­ cimiento para sus respectivos gobier­ nos. El gobierno espafiol reconoci6 primero al gobierno conservador y, en su momento, al imperio de Maximi­ liano. d) Limitarel contrabando. Median­ te el establecimiento de viceconsula­ dos en el Caribe en general yen varias ciudades portuarias de Cuba, se inten­ t6 controlar el trafico comercial y ma­ ritimo en la region pues a partir de la decada de 1840, la desastrosa situa­ ci6n econ6mica del erario nacional era mayory la recaudaci6n de las adua­ nas del Golfo, donde se encontraban los puertos maritimos mas importan­ tes por el volumen del traflco comer­ cial, era cada vez menor. e) Recaudar ingresos. Sin preten­ der afirmar que las oficinas consulares en las islas del Caribe eran un sosten para el erario nacional, si podemos decir que uno de los criterios para es­ tablecer oficinas consulares fue tratar de recuperar los ingresos que se per­ dian porque no se tenia un buen con­ trol sobre el trafico comercial legal y, por supuesto, menos del ilegal, que se movia por el Caribe. La oficina de La Habana fue una de las que mejor cum­ pHeron esa funci6n, logrando ingre­ sos importantes durante varios afios. De hecho, el Consulado de La Habana es uno de los mejores ejemplos de una oficina recaudadora de recursos para la Hacienda mexicana. Situaci6n de Los

bonanza registrada en los cortes de caja enviados a la Secretaria de Rela­ ciones Exteriores, 22 que se transfor­ m6 en saldos negativos al entrar en funcionamiento la red ferrocarrilera que uni6 a Mexico con Estados Uni­ dos, transportando volurnenes impor­ tantes de mercancias: materias primas en un sentido, y bienes manufactura­ dos en el contrario. 23 f) Mantener el traftco comercial y marittmo entre ambos patses. Cuba

era la intermediaria del comercio es­ pafiol con America y el paso obligado de las rutas maritimas que unian a Mexico ya Europa. El intercambio co­ mercial de Mexico con Cuba se incre­ mento considerablemente y La Haba­ na fue el puerto mas importante para ese comercio durante todo el siglo XIX. 24 Las relaciones de buques que entraban y salian de los puertos cuba­ nos procedentes de o con destino a Mexico se enviaban con cierta perio­ dicidad. 25 Las reseiias comerciales elaboradas por el Consulado mexicano en La Ha­ bana informan acerca de los montos y gran variedad de articulos que Mexico exportaba a la isla por esos afios, entre ellos productos agricolas (henequen, frijol, ajo, cafe, garbanzo, platano, etc.) y ganado (caballos, asnos, mulas yva­ 22

AGN, L­(729.1­0)­3, 1901­1903.

23 AGN, L­(729.1­0)­2, 1899­1901. 24 Por lo menos, ya lo era en los afios

veinte y para los serenta, seguia manteniendo su Im­ portancia. Vease Ines Herrera Canales, El comercio exterior de Mexico. 1821·1875, El Cole­ gio de Mexico, Mexico, 1977 (Centro de Estudios Historicos. Nueva Serie 25). 25 AGN, L­(729.1­0}2 1899­1901; L­(729.1·5} 24, 1888­1890; ·27, 1901­1902.

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LA

HABANA

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220 Grabados del Taller Tiempo Extra Editores. Fotografía de Mónica Velasco. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de las imágenes publicadas en este número de la revista Secuencia, 36. Las imágenes fueron contratadas y/o donadas de forma exclusiva para esta publicación.

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cas). Entre las importaciones mexica­ nas destacan aceitunas, pasas, cigarri­ llos y puros, asi como muebles para la vida cotidiana, tejidos, encajes y uten­ silios. Los puertos dedicados a ese co­ mercio que era trasladado por embar­ caciones estadunidenses, noruegas, inglesas, espafiolas, francesas y alema­ nas fueron Progreso, Campeche, Tla­ cotalpan, Veracruz y Tampico.F' g)

Interes geopotitico por el area.

En el siglo XIX, la supervivencia poli­ tica y el establecimiento del Estado nacional fueron Ios objetivos funda­ mentales de Mexico. Para ello debi6 desplegar habilmente, entre otras co­ sas, una politica exterior apropiada. En ella el Caribe no fue la region prio­ ritaria, pero en la medida en que era la Havede acceso al territorio, nunca fue desatendida. Cuba era importante por su posicion geografica, en la cual con­ taba la significaci6n politica y que fue­ ra, ademas, paso de la ruta maritima comercial. Aunque Mexico no tuviera recursos para sostener una presencia en el area, no podia obviar la impor­ tancia que dicha zona tenia para pai­ ses mas desarrollados de Europa, yen especial para Estados Unidos, que al apoderarse de la isla cerrarian la salida natural de Mexico. Asi pues, hacia la segunda mitad del siglo XIX, paralela­ mente a la politica estadunidense cada vez mas agresiva e interesada en la zona del Caribe y en particular en Cu­ ba, Mexico, para mantener su presen­ cia en el area, aprovecho el estableci­ miento de los viceconsulados. En la isla, los de Puerto Cardenas (1859), Santiago (1860), Matanzas (1853) y 26 AGN, L­029.1­5)­26,

Los

1901­1902.

TESTIMONIOS DEL CONSULADO

Trinidad, 27 y en general, en la region caribeiia, los de Carlota Amalia en Saint Thomas (1855); Fort de France, Martini­ ca (?); Sanjuan de Puerto Rico (1848), y Kingston, en Jamaica (1855). Hacia finales del siglo XIX, durante el regi­ men porfirista, el gobiemo mexicano extendi6 el establecimiento de ofici­ nas comerciales y consulares en la re­ gion caribeiia. zs El interes por Cuba a fines del siglo XIX readquiri6 importancia geopolitica para Mexico, que buscaba jugar el pa­ pel de "potencia media" en el area en funci6n de la relacion con Estados Unidos y de la defensa de la sobera­ nia, ligada en cierta medida, segun se creia, a la suerte de la region. Las representaciones se hicieron a cuenta de ricos comerciantes locales que pagaban la instalaci6n de las oflci­ nas y se hacian cargo de la representa­ ci6n enviando continuamente infor­ mes politicos, ademas de extender las patentes necesarias a las embarcacio­ nes, los pasaportes a los viajeros, de­ fender a mexicanos en determinadas situaciones, hacerse cargo de algunos tramites juridicos, impulsar el comer­ cio de esas islas con Mexico, etc.29Va­ 27 AHSRE,

exp. LE 1796 (1). Desde 1853 habia

sido viceconsul en MatanzasJuan Crespo de la

Serna. Le sucedio en 1860, Leon Crespo. En 1860 en Santiago, el viceconsulfuejuan Rafecas. 28 Laura Munoz, El Caribe en la perspectiua mexicana, XVIII conferencia de la Caribbean Studies Association celebrada en Kingston­Geho Rios,Jamaica, del 23 al 28 de mayo de 1993. Una version corregida aparecera en la revista Romines, de Puerto Rico. 29 Podemos citar entre esos ricos comercian­ tes que ejercieron el cargo de consules o vice­ consules a: Francisco Antonio de Bada, en Sagua la Grande (1901); Pablo Bory de la Cruz, en San·

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LA

HABANA

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rias de esas representaciones ernpeza­ ron como oficinas comerciales. Los encargados no eran en realidad diplo­ maticos representando a un pais; no obstante, en mas de una ocasion exce­ dieron el ambito consular y actuaron como diplornaticos. De hecho, a prin­ cipios de la decada de 1890, el consul A. C. Vazquez fue nombrado decano del cuerpo diplomatico acreditado en La Habana. Casualidad o no, en los casos en que los encargados no eran comerciantes, sus informes fueron mejores. La per­ cepcion de la labor que debian cum­ plir y de los objetivos a lograr respon­ dio adecuadamente a los intereses de los gobiemos mexicanos. Entre los miembros de este grupo, podemos citar a Buenaventura Vivo, uno de los primeros en no conformarse con una actuacion meramente administrativa; a Ramon Carballo, de tendencia con­ servadora, pero atento desde su pers­ pectiva a los intereses de Mexico en la region y, porsupuestoaDonA. C. Vaz­ quez, que se cornporto siempre como un diplomatico, y aunque haya cum­ plido tambien con las funciones de agente comercial, su principal carac­ teristica fue la defensa de los intereses mexicanos en la region. Sus despa­ chos son precisos, lucidos y retratan al dlplomatico que fue.

tia\o de Cuba; Jose Ma. Alonso, comerciante comisionista y corredor de buques, en Cien­ fuegos; Leandro Gonzalez Alcorta en Pinar del Rio; Antonio Ramos Valderas en Santa Clara yen Matanzas Agustin Penichet (1903); Miguel Llu­ ria en Cardenas (1902­1907), y Miguel Mufiiz y Pia, en Manzanillo (1908­1909).

222

CONCLUSIONES

Son pocos los documentos que en for­ ma aislada tienen una significacion especial y valiosa, pero en conjunto nos proporcionan una vision integral de una relacion que fue constante du­ rante todo el siglo XIX, a diferencia de lo que ocurrio con otros paises latinoa­ mericanos y del Caribe. Si bien es cierto que Mexico no tenia ambiciones expansionistas por la region del Caribe, es indudable que le interesaba tener una presencia alli, Esa actitud se pone de manifiesto en la documentaci6n reunida en el fondo comentado. Destaca en todo el mate­ rial reunido en los libros copiadores, la actitud oficial mexicana de neutrali­ dad hacia Cuba y la estrategia seguida en las relaciones con la isla, caracteri­ zada por la negociaci6n diplomatica en todos aquellos casos que ameritaban una definici6n politica de Mexico. INVENTARIO DE LA CORRESPONDENCIA DEL CONSULADO MEXICANO EN LA HABANA, 1838­1922

La correspondencia

del Consulado me­ xicano en La Habana pertenece al fon­ d~ocumental Relaciones Exteriores. Para elaborar el inventario se respeto la clasificaci6n creciente original, que no responde a una secuencia cronolo­ gica. Se adjunta, al final, una lista orde­ nada cronol6gicamente.

L­ 029.1­0)­2, 1899­1901. Es uno de los libros con mas informacion sobre los diversos temas que se tratan en la correspondencia: situaci6n politica de Cuba; los trabajadores mayas en la isla; LAURA MUNOZ

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cortes de caja; relaci6n de buques despa­ chados a Mexico y notas sobre tcimites consulares. L­ 029­1­0) ­3, 1901­1903. El libro contiene cortes de caja y notas so­ b re tramites consulares. Uno de los re­ mas fundarnentales tratados en este tomo se refiere a los intereses de Mexico por la situaci6n cubana y por la presencia esta­ dunidense. L­ 029­1­0)­4, 1885­1886. Las notas de este libro tratan sobre cues­ tiones de sanidad (cuarentenas, campa­ fias de salud, etc.). Tambien se habla de la emigracion de cubanos a Yucatan y de los tramites para la proteccion a rnexica­ nos en Cuba. Destaca el analisis de la st­ tuacion econ6mica de la isla. L­ 029.1­5)­5, 1892­1897. Registro detallado y cuidadoso de los in­ gresos y egresos del Consulado. Contie­ ne notas sobre trarnites consulares. L­ 029­1­5) ­6, 1897­1901. Informes de las embarcaciones que ha­ cian las travesias a puertos mexicanos; informes de los ingresos econ6micos y actividades del Consulado. L­ (729.1­5)­7, 1904­1905. Es un Iibro incompleto con gran cantidad de hojas desprendidas. Contiene notas sobretramites consulares. L­ 029.1­5) ­9, 1907­1908. Fundamentalmente reune infonnes poli­ ticos. L­029.1­5)­10, 1917­1918. Indice de la correspondencia enviada por el Consulado mexicano en los dos afios sefialados. L­ 029.1­5) ­11, 1888­1891. Re(me certificaciones y notas sobre otros tramites consulares. L­ 029.1­5) ­12, 1887­1888. (reservado) El tema mas importante de la correspon­ dencia de este volumen es la posible anexi6n de Cuba a Estados Unidos. Hay informes politicos sobre la isla, reportes de embarcaciones y notas consulares.

L­ 029.1­5)­13, 1886­1887. Notas consulares e informes politicos y economicos de Cuba. L­ 029.1­5)­14, 1888­1890. Notas de tcimites consulares. L­ 029.1­5) ­15, 1888­1889. Reporte sobre embarcaciones cuyo des­ tino eranlos puertos mexicanos, cuestio­ nes de sanidad, situaci6n del Consulado, cones de caja y cambios politicos en la isla. Noticias sobre Mexico y opinion so­ bre el pais. L­ 029.1­5)­16, 1889­1892. Varlas misivas sobre la posible anexi6n de Cuba a Estados Unidos, situacion de la isla y relacion con Espana. Contiene in­ fonnes sobre la region y noticias sobre Mexico publicadas en los periodicos cu­ banos. Cortes de caja. L­029.1­5)­17, 1890­1891. Opiniones de los peri6dicos cubanos sobre la situacion de Mexico. Noticias acerca de la posible anexi6n cubana a Estados Unidos. Gran cantidad de despa­ chos que revelan el interes mexicano por Cuba y su desarrollo econ6mico y poli­ tico. Cortes de caja. L­ 029.1­5) ­18, 1891­1893. Basicamente cortes de caja, y manifies­ tos de las embarcaciones que se dirigian a puertos mexicanos. L­ 029.1­5)­19, 1891­1892. Correspondencia acerca de cuentas y cortes de caja, gastos de oficio, temores por la revolucion en Cuba, crisis moneta­ ria en la isla, noticias de viceconsulados, impresos interesantes, varias notas sobre enfennedades epidemicas de la epoca. L­ 029.1­5) ­20, 1895­1896. Acerca de la revoluci6n en la isla y la po­ sici6n oficial que Mexico deberia adop­ tar. Cortes de caja. L­ CT29.l­5)­21, 1896­1897. Texto en mal estado. Notas consulares. L­ 029.1­5)­22, 1896­1898. Notas acerca de la insurreccion en Cuba. Asimismo se hace referenda a la cues­

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ti6n rnonetaria en la isla y a las posibles repercusiones en el comercio entre Cuba y Mexico. Cortes de caja. L­ (729.1­5) ­23, 1897­1898. Algunos de los temas tratados en este vo­ lumen son: Cuba y Estados Unidos, condi­ ciones de vida de trabajadores cubanos en Mexico, comercio entre Mexico y la Isla, cortes de caja, etcetera. L­ (729.1­5) ­24, 1888­1890. Informes mensuales de movimiento ma­ ritimo, informes sobre la autonomia de Cuba, noticias sobre Mexico, situaci6n politica de la isla e intereses de Mexico, emigraci6n de cubanos a Mexico, cortes de caja, la guerra entre Estados Unidos y Espafia. L­ (729.1­5)­25, 1899­1905. Contiene cortes de caja y notas sobre tra­ mites consulares. L­ (729.1­5) ­26, 1901­1902. Reseiias comerciales de la isla, movimien­ to maritimo, cortes de caja, trafico de es­ clavos negros a Yucatan, montos de im­ portaciones de Mexico hacia Cuba. L­ (729.1­5)­27, 1901­1902. Resefias comerciales, movimiento ma­ ritimo, informes sobre la actividad co­ mercial entre Mexico y la isla, cortes de caja e informes sobre la situaci6n interna de la isla, elecci6n de Estrada Palma y formaci6n de su gabinete. L­ (729.1­5) ­28, 1902­1903. Asuntos consulares e informaci6n co­ mercial. L­ (729.1­5) ­29, 1906­1907. Situaci6n econ6mica y politica de Cuba, informes acerca del protectorado norte­ americano, cortes de caja y gran cantidad de cartas a diferentes puertos mexica­ nos. L­ (729.1­5)­30, 1906­1907. Notas consulares. L­ (729.1­5)­31, 1908­1909. Noticias sobre Mexico, informes acerca de las actividades econ6micas y situa­ cion politica de Cuba.

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L­ (729.1­5)­32, 1909­1910. El volumen recoge las carta que se en­ viaban del Consulado a otros consulados o a particulares. Hay referencias al impul­ so otorgado al trafico comercial. L­ (729.1­5) ­33, 1922. Libro de caja. L­ (729.1­5)­34, 1877 (aunque la tapa dice 1887). Casi todo el tomo es correspondencia en­ viada al Consulado por la Cancilleria mexi­ cana. L­ (729.1­5)­35, 1838­1856. Es uno de los volumenes mas importan­ tes de la colecci6n. Ofrece informaci6n detallada de varios afi.os, a partir del es­ tablecimiento del Consulado. Hay re­ portes de los movimientos de potencias extranjeras en el Caribe, reseiias del de­ sarrollo econ6mico de Cuba enviadas re­ gularmente, notas relacionadas con el comercio y transporte de mercancias, in­ formes politicos, registro de trafico mari­ timo hacia Mexico, presencia de exila­ dos mexicanos en la isla, reseiias deacon­ tecimientos en Yucatan y Campeche, notas acerca de la situaci6n politica de algunas islas de la region y de los movi­ mientos en Nueva Orleans, noticias acer­ ca de los enviados mexicanos a Washing­ ton, notas consulares. L­(729.1­5)­36, 1871­1873. Volumen elaborado por el representante del gobierno de Juarez en la isla. Existia una correspondencia paralela del gobier­ no imperial. Este libro reline resefias de Iasaonctas provenientes de Europa (gue­ rra franco­prusiana), habla de la situa­ ci6n politica de la isla de manera detalla­ da y de la introducci6n de colonos mexicanos a Cuba, procedentes de Yu­ catan. La correspondencia de Hoffman Urquiza incluye noticias procedentes de America Latina, manifiestos y facturas. L­ (729.1­5)­37, 1876­1883. Temas consulares en todo el volumen (proteccion a mexicanos, corresponden­

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cia oficial y con particulares, y sobre mo­ vimiento maritime). L­ (729.1­5) ­38, 1878­1880. Temas consulares. Destaca la correspon­ dencla acerca de los mexicanos en Cuba. L­ (729.1­5)­39, 1882. Importante por la cantidad de reseiias comerciales y politicas enviadas men­ sualmente. Incluye correspondencia con temas consulares y acerca de los aconte­ cimientos significativos en la isla, entre los que destaca la emigraci6n china. L­ (729.1­5)­40, 1884­1889. Refine correspondencia minuciosa so­ bre la situaci6n interna de Cuba y asuntos consulares firmada por el consul Andres Clemente Vazquez. L­ (729.1­5) ­41, 1885­1886. Se encuentran en este tomo varios mani­ fiestos y cortes de caja. La corresponden­ cia esta firmada por Gilberto Crespo como consul. Hay un predominio de copias de certificaciones, noticias de entrada y sa­ lida de buques, informes de los pasapor­ tes visados en el Consulado (consignan­ do nombre, origen y destino ). Se encuen­ tran varias cartas que se ocupan de trans­ mitir informaci6n acerca de c6mo mejo­ rar la agricultura y la ganaderia. L­ (729.1­5) ­42, 1885­1886. Libro copiador de la correspondencia del Consulado con las autoridades de la isla. Informa adernas sobre tramites con­ sulares, juridicos, testamentaria, mani­ fiestos, etcetera. L­ (729.1­5)­43, 1888­1891. Este volumen reune cortes de caja y ma­ nifiestos. L­ (729.1­5)­44, 1901. Se trata fundamentalmente de la corres­ pondencia del Consulado con las autori­ dades rnexicanas sobre diversos temas. Otra parte de las cartas hace referenda a problemas consulares. L­ (729.1­5) ­45, 1901­1905. Son acuses de recibo de corresponden­ cia y tramites consulares. Es el primer

Los

tomo en el que la correspondencia esta escrita a maquina. L­ (729.1­5) ­46, 1902­1904. Este volumen esta constituido por la co­ rrespondencia que da cuenta de los tra­ mites consulares, el intercambio episto­ lar con los viceconsulados en otras ciudades cubanas y por cortes de caja. L­ (729.1­5)­47, 1902­1904. Este tomo tambien concentra las comu­ nicaciones acerca de asuntos consulares, correspondencia con otras oficinas e in­ formaci6n. L­ (729.1­5)­48, 1902­1905. Se recopilan en este tomo fundamental­ mente documentos consulares. L­ (729.1­5)­49, 1903­1904. Algunos de los temas tratados en la co­ rrespondencia de este volumen son: con­ sulares (diligencias para auxiliar a com­ patriotas mexicanos en Cuba, irunigrantes para Mexico, movimientos de buques, intestados), informaci6n econ6mica (re­ vista mercantil de la situaci6n cubana) e informaci6n sobre la isla. La correspon­ dencia esta firmada por el consul Palo­ mino. L­ (729.1­5)­50, 1905­1906. Como en los anteriores volurnenes, la correspondencia concentra inform es eco­ n6micos, cortes de caja, reportes acerca del movimiento de buques, otros asun­ tos consulares, informaci6n econ6mica sobre Cuba (cuesti6n bancaria) e infor­ mes politicos. Destaca la informaci6n acerca de las declaraciones del presiden­ te estadunidense Roosevelt. L­ (729.1­5) ­51, 1906­1909. Ultimo de los tomos de la corresponden­ cia remitida por el Consulado de Mexico en La Habana. Renne cortes de caja, re­ portes del movimiento maritime hacia Mexico, acerca del control de la fiebre amarilla y la correspondencia con autori­ dades mexicanas, principalmente con la Secretaria de Hacienda. Aunque hay algunos to mos cuyos afios se

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sobreponen, el orden cronol6gico de los libros copiadores de la correspondencia del consulado es el siguiente: L­(729.1­5)­35, 1838­1856. L­(729.1­5)­36, 1871­1873. L­(729.1­5)­37, 1876­1883. L­(729.1­5)­34, 1877. L­CT29.1­5)­38, 1878­1880. L­CT29.l­5)­39, 1882. L­CT29. l­5)­40, 1884­1889. L­CT29.1­5)­4, 1885­1886. L­(729.1­5)­41, 1885­1886. L­CT29.l­5)­42, 1885­1886. L­CT29.1­5)­13, 1886­1887. L­(729.1­5)­12, 1887­1888. L­(729.1­5)­15, 1888­1889. L­(729.1­5)­14, 1888­1890. L­(729.1­5)­24, 1888­1890. L­(729.1­5)­11, 1888­1891. L­(729.1­5)­43, 1888­1891. L­(729.1­5)­16, 1889­1892. L­(729.1­5)­17, 1890­1891. L­(729.1­5)­19, 1891­1892. L­(729.1­5)­18, 1891­1893. L­(729.1­5)­5, 1892­1897. L­(729.1­5)­20, 1895­1896.

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L­(729.1­5)­21, 1896­1897. L­(729.1­5)­22, 1896­1898. L­(729.1­5)­23, 1897­1898. L­(729.1­5)­6, 1897­1901. L­(729.1­5)­2, 1899­1901. L­(729.1·5)­44, 1901. L­(729.1­5)­25, 1899­1905. L­(729.1­5)­26, 1901a1902. . L­CT29.l­5)­27, 1901­1902. L­CT29.l­5)­28, 1902­1903. L­CT29.1­5)­3, 1901­1903. L­(729.1­5)­45, 1901­1905. L­(729.1­5)­46, 1902­1904. L­CT29.1­5)­47, 1902­1904. L­(729.1­5)­48, 1902­1905. L­(729.1­5)­49, 1903­1904. L­(729.1­5)­7, 1904­1905. L­(729.1­5)­50, 1905­1906. L­(729.1­5)­29, 1906­1907. L­(729.1­5)­30, 1906­1907. L­(729.1­5)­51, 1906­1909. L­(729.1­5)­9, 1907­1908. L­(729.1­5)­31, 1908­1909. L­CT29.1­5)­32, 1909­1910. L­CT29.l­5)­10, 1917­1918. L­(729.1­5)­33, 1922.

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