LOURDES ARIZPE EDITH PÉREZ FLORES COORDINADORAS

SIEMPRE FLOR Y CANTO LAS FLORES EN EL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE MÉXICO siempre flor y canto cuicatl —flor y canto— es una savia que recorr

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SIEMPRE

FLOR Y CANTO

LAS FLORES EN EL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE MÉXICO

siempre flor y canto

cuicatl —flor y canto— es una savia que recorre todos los umbrales de la vida y todas las fisuras sociales en la sociedad mexicana actual. Vivimos rodeados de tantas flores que se nos olvida reparar en ellas. Como patrimonio cultural inmaterial mexicano, se les describe en forma holística, es decir, como parte de un ritual, una ceremonia o una festividad. La flor se convierte en signo, por ejemplo, el cempoalxochitl (la flor que se lleva a los difuntos) y la cuetlaxochitl (nochebuena). Por las sendas de las flores es posible penetrar en los distintos niveles del patrimonio cultural inmaterial para entender la metonimia que conecta diversas percepciones, usos y gozos en torno a las flores.

antropología

SIEMPRE FLOR Y CANTO

La herencia mesoamericana que evoca el difrasismo in xochitl in

SIEMPRE

FLOR Y CANTO LAS FLORES EN EL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE MÉXICO LOURDES ARIZPE

EDITH PÉREZ FLORES COORDINADORAS

SIEMPRE

FLOR

Y CANTO LAS FLORES EN EL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE MÉXICO LOURDES ARIZPE EDITH PÉREZ FLORES COORDINADORAS

MÉXICO

2014

Siempre flor y canto: las flores en el patrimonio cultural inmaterial de México / Lourdes Arizpe, Edith Pérez Flores, coordinadoras. -- Primera edición Páginas: 277 ilustraciones ISBN: 978-607-02-5987-6 (unam) ISBN: 978-607-401-873-8 (map) 1. Flores -- México -- Folclore. 2. Flores -- Aspectos simbólicos -- México. 3. México -- Vida social y costumbres. 4. Propiedad intangible -- México. I. Arizpe S., Lourdes, editor de la compilación. II. Pérez Flores, Edith, editor de la compilación. GR780.S53 2014

Los trabajos para esta publicación se realizaron en el marco del proyecto de investigación sobre patrimonio cultural inmaterial y pluriculturalidad (unam-papiit in302613). Agradecemos el apoyo de la Unidad Regional Morelos de Culturas Populares. Coeditores de la presente edición: Universidad Nacional Autónoma de México Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias Secretaría de Cultura del Estado de Morelos Miguel Ángel Porrúa, librero-editor Primera edición, 22 de septiembre de 2014 © 2014, derechos patrimoniales Universidad Nacional Autónoma de México Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, 04510, México, D.F.

Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias Av. Universidad s/n, Circuito 2. Chamilpa, 62210, Cuernavaca, Morelos www.crim.unam.mx Secretaria técnica: Mercedes Gallardo Enlace técnico: Yuriria Sánchez

ISBN: 978-607-02-5987-6 unam

© 2014, proyecto visual Secretaría de Cultura del Estado de Morelos Hidalgo núm., 239, tercer piso. Colonia Centro, 62000, Cuernavaca, Morelos Coordinación: Miriam Martínez Garza Cuidado de edición: Carlos Mapes | Óscar de Pablo Asesoría en lengua náhuatl: Victorino Torres Nava

© 2014, características tipográficas y de edición Miguel Ángel Porrúa, librero-editor Chihuahua núm. 34. Progreso-Tizapán, Delegación Álvaro Obregón, 01080, México, D.F. www.maporrua.com.mx

ISBN: 978-607-401-873-8 map

Los textos contenidos en este libro se presentaron en el diplomado Cultura y Desarrollo realizado en el crim-unam de agosto a diembre de 2012, con la participación de antropólogos, biólogos, estudiantes y gestores culturales de varias comunidades de Morelos. Unificamos sin acentos y en cursivas, todos los vocablos en las variantes del náhuatl como otra lengua. Se respeta la ortografía empleada por los autores y se incluyen las marcas del plural de la sistematización actual de la escritura. (lap | epf) Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta del contenido de la presente obra, sin contar previamente con la autorización expresa y por escrito de los editores, en términos de lo así previsto por la Ley Federal del Derecho de Autor y, en su caso, por los tratados internacionales aplicables. IMPRESO EN MÉXICO | PRINTED IN MEXICO

w w w. m a p o r r u a . c o m . m x

CONTENIDO PRESENTACIÓN Margarita Velázquez. ............................................................................... 15

PREFACIO Cristina Faesler Bremer...................................................................... 17

INTRODUCCIÓN En todo umbral y fisura social en México, siempre flores Lourdes Arizpe..................................................................................................... 21

Flores que han conservado su nombre en náhuatl, convirtiéndose en nahuatlismos del español de México. .......................................................................... 29

ORIGEN Y SIMBOLISMO Cempoalxochimeh y “tegajián” en la fiesta de Miquiztli en Ocotepec, Morelos Lourdes Arizpe. .......................................................................................... 35

La flor en la poesía náhuatl Rocío de los Ángeles Ávila Olvera........................................................................... 53

Los usos sociales y simbólicos de las flores entre los nahuas del Alto Balsas, Guerrero Catharine Good Eshelman..................................................................................................... 67

El cambio de flor: trueque de aromas, formas, texturas y colores en Amilcingo y Huazulco, Morelos Edith Pérez Flores................................................................................................................................ 85

El uso del yahutli o flor de pericón en la “fiesta de octubre”, celebración del ciclo agrícola en Tetelcingo, Morelos Rosa Liliana Abúndez Benítez.................................................................................... 105

Las flores en el vestido de la mujer zapoteca y la fiesta patronal de Ixtepec, Oaxaca Ana Laura Toledo Vásquez. ................................................................................................. 117

TEXTOS COMPLEMENTARIOS I. Acocoxochitl, acocotli, cohuanenepilii o dalia, la flor nacional Mario Gerardo Pérez Pérez.................................................................................. 133

II. Ritualidad y prácticas sociales: uso de las flores en Coatetelco, Morelos Héctor Jiménez Cruz........................................................................................................ 139 10

CONTENIDO

III. La flor de cempoalxochitl en el xochimamastle de Xoxocotla, Morelos Ulises Joel Terán Ibarra............................................................................................ 145

EL TIEMPO DE LAS FINITAS FLORES La flor, elemento constitutivo de los patios y la vida comunitaria María Elizabeth Hernández Vázquez Luis Miguel Morayta Mendoza. ................................................................................ 153

Las flores: percepción y simbolismo entre los habitantes de Tepoztlán, Morelos Yarah Navarrete Ayala. ............................................................................................................ 167

Los xochiteros de Xoxocotla Martín Ramírez

..................................................................................................................................

183

Las flores medicinales en Morelos y el noroeste de México: diferencias en el conocimiento etnomédico tradicional Miriam Lizeth López Vázquez..................................................................................... 195

En los sembradíos de flores: la Flor más Bella del Ejido Carolina Buenrostro Pérez. ........................................................................................... 205

CONTENIDO

11

El tiempo de las finitas flores: prácticas culturales en torno a la elaboración de coronas fúnebres y arreglos florales en el Mercado de Jamaica Adriana Martínez Méndez................................................................................................. 221

El Mercado Merced Flores: ¿cederán las vivas xochimes frente a las eternas flores? Montserrat Núñez Ortiz....................................................................................................... 233

Las flores comestibles María de Jesús Ordóñez....................................................................................................... 247

TEXTOS COMPLEMENTARIOS I. Factores antropogénicos y su relación con las especies del género Tillandsia en el bosque tropical de San Andrés de la Cal, en Tepoztlán, Morelos Perla Sarai Flores Hernández........................................................................ 261

II. Plantas acuáticas en el estado de Morelos Omar Benítez Cortés. ...................................................................................................... 265

III. Imagen y memoria del cultivo de la rosa. Una construcción social del paisaje José Jesús Álvarez Gutiérrez........................................................................ 269

SOBRE LOS AUTORES

.............................................................................................

273

PRESENTACIÓN MARGARITA VELÁZQUEZ

P

ara construir un mundo sustentable se necesita una nueva perspectiva de la relación entre culturas y ecosistemas. No hay ecosistemas que no hayan sido modificados, una y otra vez, por las prácticas culturales de quienes los explora-

pág i n a s a n t e r i o r e s

Clemolitos y cempoalxochitl en el mercado © lo u r d e s a r i z p e La flor de pericón para corretear el mal © h é c to r j i m é n e z Sembradío de cempoalxochitl “chino” en Amilcingo, Morelos © alejandro hernández Niño “boyero” lleva en ofrenda el agua de la cueva © e d i t h p é r e z f lo r e s < Flor biznaga que naces al sol © e d i t h p é r e z f lo r e s

ron, utilizaron y hoy quieren protegerlos. Y no hay culturas que no se hayan edificado a través de una co-evolucion con el habitat geo-bio-físico en el que anidaron. Por ello es importante hacer visible las concepciones que, a lo largo de la historia, distintos pueblos han tenido de los recursos naturales que los rodean. En este libro se han escogido las flores, para indagar cómo se nombran, cómo se intercambian, cómo se utilizan en la vida ritual, social, literaria y económica 15

de una región. Para hacer consciente, en la vida cotidiana, la presencia de las flores que han sido cultivadas con especial sensibilidad a lo largo de la historia en Morelos y en muchas otras regiones de México desde la época mesoamericana. Sensibilidad que lleva a la creación de símbolos, espejos y transparencias cognitivas en las que un elemento natural, como las flores, hablan otro lenguaje. A través de las formas, los colores, los aromas y las texturas de las flores se transmiten mil y un mensajes culturales. Más todavía, en México, cuando la herencia de las culturas indígenas abre y cierra las puertas de la vida y de la muerte. Lo que importa, y mucho, es que esa herencia todavía está vigente y, al igual que los nahuatlismos, permea las culturas de Mexico. Pero no existe en un lugar abstracto, sino que existe en las manos que recuerdan lo que hacían los abuelos, en los cuerpos que todavía saben qué flores se pueden comer, en los ojos que combinan el amarillo de las cempoalxochime, el púrpura del “púrpura” y el blanco de los alcatraces para que a sus difuntos les guste regresar a verlos. Cómo no realizar las investigaciones antropológicas con las personas que tienen esos saberes, esos cuerpos, esa estética y que saben colocar las emociones en las redes de entendimiento de las flores? Por eso este libro se escribió durante el “Diplomado sobre Cultura, Patrimonio y Desarrollo”, con mujeres y hombres, antropólogos, literatos, arquitectos, maestros y los propios creadores culturales de algunos pueblos de Morelos. Así se conserva la gran diversidad de miradas y saberes que caracteriza a las culturas de México. La ciencia actual, además, reconoce que la mirada del observador altera el fenómeno que está observando. Con más razón en la ciencia social que, hoy en día, sabe que construye su interpretación a través de la relación con aquéllos a quienes estudia. Redes de saberes, reflejos de miradas, este libro hace evidente la infinita posibilidad de la ciencia, el arte y la cultura. Siempre flor y canto.

mv Directora Unam-Crim

PREFACIO CRISTINA FAESLER BREMER

P

ocos son los objetos de estudio que, como las flores, pueden resumir de manera tan diáfana el entorno natural del mexicano, su relación productiva con este entorno y las manifestaciones estéticas y rituales que se levantan sobre esa

relación. En una palabra, su vida. De este modo, aun cuando las flores son el hilo colorido que conecta los artículos que componen este esfuerzo de reflexión colectiva, su verdadero tema es precisamente el ser humano, y en particular el que está ubicado en las circunstancias geográficas e históricas del centro de México. En sus páginas, las flores dejan de ser meros órganos de fecundación vegetal para transformarse en sorprendentes objetos sociales, 17

> Mastuerzo, flor comestible con alas de mariposa © edith pérez f lo r e s

por medio de los cuales los hombres y las mujeres de esta región se relacionan productiva y simbólicamente entre sí y con la naturaleza. Así, centrándose en las poblaciones del estado de Morelos, aunque sin circunscribirse exclusivamente a ellas, las reflexiones que componen este volumen nos ofrecen un espejo, a un tiempo poético y científicamente riguroso, donde mirar lo que somos y lo que hemos sido colectivamente. Por eso, la Secretaría de Cultura del estado no podía sino apoyar con entusiasmo el florecimiento de este extraordinario proyecto, agradeciendo en particular la lucidez y la sensibilidad de las antropólogas Lourdes Arizpe y Edith Pérez Flores, quienes concibieron y coordinaron este esfuerzo.

cfb Secretaria de Cultura del Estado de Morelos

[Cuernavaca, Morelos, 2014]

< Enmarcando los rostros: rebozos y flores © e d i t h p é r e z f lo r e s

INTRODUCCIÓN

EN TODO UMBRAL Y FISURA SOCIAL EN MÉXICO, SIEMPRE FLORES LOURDES ARIZPE

as flores acompañan el surgimiento de las ihuan huitze nocuepan xochime aman xochime iztaque ihuan chichiltique quiyecanan nohui’ ihuan ninemi’ ipan inxihuio’ aman motlatzotzonal quinpactia xochime ihuan xochime quinmatequia ahuixtli’ ihuan motlahuil nechyecana’ Noxochihuan tehua’ tiquipia’ Ihuan moxochihuan nehua’ niquimpia1

L

culturas. Para la escenificación de la epopeya de Gilgamesh, el rey de la antigua Mesopotamia, se recrean campos de girasoles. El mármol de los muros del Taj Mahal está cubierto de bajorrelieves que representan

flores y enredaderas. El Gulistan de Saadi, la joya de la literatura persa, se traduce como El jardín de rosas. En el poema clásico in-

“Mi camino es guiado por las flores;/ ahora las flores blancas y rojas/ guían mi camino/ y ando sobre sus pétalos;/ ahora tu música alegra a las flores/ y las flores son regadas por el rocío./ Y tu iluminar me guía./ Mis flores tú las posees/ y tus flores yo las tengo”. Ramírez, Alfredo, s/a, “Una flor blanca y una roja las hiciste llegar a mis manos”, en Siete poemas en náhuatl de Xalitla, Guerrero. Traducción: Fernando Nava. unam, Instituto de Investigaciones Históricas. Disponible en http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/revistas/nahuatl/pdf/ecn19/319.pdf Consulta: 6 de septiembre de 2013. 1

glés El Paraíso perdido, de John Milton, se evocan las “flores dignas del Paraíso”. La palabra francesa bouquet se utiliza en muchas otras lenguas para denotar los pequeños ramos florales. La herencia mesoamericana que evoca el difrasismo in xochitl, in cuicatl —flor y canto— es una savia que recorre todos los umbrales de la vida y todas las fisuras sociales en la 21

> Tlacololero en Zumpango del Río, Guerrero © carolina buenrostro

sociedad mexicana actual. Vivimos rodeados de

Esta fue justamente la labor a la que nos abo-

tantas flores que se nos olvida reparar en ellas.

camos los participantes en el Diplomado sobre

Como patrimonio cultural inmaterial mexicano,

Cultura, Patrimonio y Desarrollo, que se llevó a

se les describe en forma holística, es decir, como

cabo en el Centro Regional de Investigaciones

parte de un ritual, una ceremonia o una festividad.

Multidisciplinarias de la Universidad Nacional

La flor se convierte en signo, por ejemplo, el cem-

Autónoma de México (crim-unam), en Cuernavaca,

poalxochitl (la flor que se lleva a los difuntos) y la

Morelos, en 2012. Investigadores, estudiantes y

cuetlaxochitl (nochebuena).

promotores culturales de varios pueblos de More-

2

Una mayor aventura es seguir las sendas de

los son los autores de los capítulos de este libro. La

las flores, desde las percepciones culturales que de

presencia y el uso de las flores en los rituales estu-

ellas tenemos los mexicanos de hoy hasta los albo-

diados, tanto de dicho estado como de otras regio-

res de los significados de las xochime en las cultu-

nes del país, dan cuenta de la gran imaginación y

ras originarias de Mesoamérica. Por estas sendas

el gusto por los sentidos que despiertan las flores

nos es posible penetrar en los distintos niveles del

en las distintas prácticas del patrimonio cultural

patrimonio cultural inmaterial para entender la

inmaterial de México.

3

metonimia que conecta diversas percepciones, usos

El punto de partida es que las flores, con la

y gozos en torno a las flores. Se estima que existen

riqueza de simbolismos y connotaciones que les

alrededor de 24 mil especies de plantas en México

atribuían las culturas originarias, se encuentran

y, al adquirir conciencia del gran valor de nuestro

siempre en el centro de las manifestaciones cultura-

entorno natural, es sumamente importante conocer

les: en los ritos, las danzas, la arquitectura, los inter-

a las flores y, sobre todo, la diversidad de formas en

cambios, las ceremonias propiciatorias, las esceni-

que se conciben, usan y gozan en los ritos y festivi-

ficaciones, las festividades, la vestimenta, el adorno

dades en nuestro país.

de edificios, los traspatios y en el tlecuil (fogón). En otras palabras, ante la gran biodiversidad y mega-

2 De cempoalli (veinte) y xochitl (flor). Planta herbácea anual, de olor penetrante y flores grandes y amarillas, que florece de octubre a noviembre. Se le conoce también como “flor de muerto”, cempoal, cempoalxochitl y clavel de las Indias. 3 Xochimeh es el plural en náhuatl de xochitl.

22

LOURDES ARIZPE

culturalidad de México, es comprensible que las flores sean fundamentales para expresar sentimientos y deseos en una infinidad de rituales. No sorprende,

dice la historiadora Brígida von Mentz: “Desde

LAS FLORES ACOMPAÑAN EL SURGIMIENTO DE LAS CULTURAS. PARA LA ESCENIFICACIÓN DE LA EPOPEYA DE GILGAMESH, EL REY DE LA ANTIGUA MESOPOTAMIA, SE RECREAN CAMPOS DE GIRASOLES.

los palacios de los señores de Cuauhnáhuac se entregaban y enviaban a Tenochtitlan, en época de la Triple Alianza, grandes cantidades de flores y de objetos suntuarios elaborados de pluma y algodón”.4 Y refiere también otras fuentes, según las cuales los tlahuicas de la Tierra Caliente “andaban demasiadamente ataviados y con rosas en las manos”.5 En la actualidad, Morelos es uno de los estados que más exporta flores; gracias a ellas, muchos de sus habitantes viven de esta industria literalmente floreciente. ¿DE DÓNDE VIENEN LAS FLORES?

por lo tanto, que la vida en las sociedades meso-

Símbolo de belleza, perfección y pureza, las flores

americanas se haya construido sobre la base cul-

son también portadoras de ambivalencia. El mon-

tural del difrasismo in xochitl, in cuicatl, el cual

je japonés Shinran, fundador de la secta budista

permea todavía la vida de todos los mexicanos con

Jodo Shinshu, concluye su obra Kyogyoshinsho

esa combinación de colores, aromas, sabores, tex-

con un pasaje del Sutra de la guirnalda: “Al ver a

turas y sonidos. Las flores originarias tienen tam-

Buda realizar varias prácticas, algunas dan lugar

bién sabores y, como sabemos, muchas de ellas

a una mente buena y otras a una mente mala, pero

están presentes en la gastronomía.

Buda comprende a todas”. El rey Salomón, en el

Debido a que es imposible abarcar todas esas

célebre Cantar de los cantares, evoca “los lirios

presencias y usos, en el presente texto nos cen-

del valle” y se refiere a sí mismo como “la rosa

tramos en los portadores de culturas en el esta-

de Sharon”, advirtiendo que “como el lirio entre

do de Morelos y algunos otros sitios del país. ¿Por qué Morelos? Para responder, retomemos lo que 24

LOURDES ARIZPE

Von Mentz, Brígida, 2008: 43. Idem.

4 5

las espinas, así es mi compañera entre las hijas”.

las fiestas de los pueblos;

En las culturas del Hemisferio Norte, las flores

los solares de las casas;

marcan el delirio corporal del paso del invierno

los jardines;

a la primavera.

las salas de las casas;

En cambio, en las latitudes tropicales, como

los manantiales;

es el caso de gran parte de Mesoamérica, las flores

los sitios en las carreteras en donde alguien murió;

están siempre, aunque surgen en estaciones de-

las velaciones de muertos;

terminadas. Es muy significativo que, en náhuatl,

las procesiones hacia el cementerio, y

el término xihuitl se utilice para referirse a los co-

los caminos para que regresen los difuntos.

lores verde y azul, pero también a las ofrendas. Es admirable la metonimia de significados que nos

Resulta también interesante consultar los

arroja ese vocablo, que comparte así la polisemia

nombres de los lugares de México que incluyen la

que el gran poeta estadounidense Ezra Pound tan-

palabra “flor”. Hay 32 poblados de Morelos, Puebla,

to admiraba en la escritura china.

Guerrero, Hidalgo, Veracruz y Chiapas cuyo nom-

Puede decirse que los mexicanos cubrimos

bre incorpora el vocablo xochi: Xochitla-Xochitlán

de flores, de alegrías y de mitotes todos los um-

(Donde abundan las flores), Xochitepec (Cerro de

brales de la vida: el nacimiento, el matrimonio

flores), Xochimilco (Lugar de las milpas de flores),

y la muerte; al igual que todos los intersticios

Xochicalco (Lugar de la casa del florecimiento),

sociales que se prestan a tragedias y fricciones:

Xochistlahuaca (Valle de flores), Xochinanacatlán

investiduras, conmemoraciones, celebraciones y

(Lugar donde abundan las flores), Xochihuehuet-

ofrendas. Así, las flores están presentes en:

lán (Lugar de las flores antiguas o lugar de flores de los viejos) y Axochiapan (Flores de agua en la-

los alumbramientos y bautizos;

guna). Queda demostrada, tal y como la confirman

las bodas y aniversarios;

las crónicas más tempranas de la época colonial, la

los actos ceremoniales de gobierno;

gran importancia que la cultura nahua y, en gene-

las visitas e invitaciones a comer;

ral, las culturas de Mesoamérica, le otorgaban a las

los ritos espirituales;

flores. INTRODUCCIÓN

25

Valga mencionar que esta predilección por las

aún, poinsettia.6 Y, desde luego, está la acocoxo-

flores se extendió también a la nueva cultura mes-

chitl, acocotli, cohuanenepilli o dalia, que mere-

tiza. Diez poblados se llaman Las Flores y dos más

ció la alta distinción de ser la flor nacional de

llevan por nombre La Flor, sin contar los casos

México.

< Nenúfar en Tepoztlán, Morelos © lo u r d e s arizpe

7

como Fortín de las Flores, una ciudad entre Ve-

La centralidad de la flor en el discurso me-

racruz y Puebla, en la que, por cierto, hasta hace

soamericano —o, en todo caso, en las culturas

poco tiempo se podía nadar en albercas cubiertas

nahuas— se reflejó en la extraordinaria poesía en

de gardenias.

náhuatl, punto de partida de muchos de los filamentos culturales vinculados con el uso actual de

ORIGEN Y SIMBOLISMO

las flores en los ritos y las festividades. Además, los

DE LAS PRÁCTICAS CULTURALES

grupos originarios de muchas regiones de México,

EN TORNO A LAS FLORES

como los nahuas del Alto Balsas, o los zapotecos

En la primera parte de este libro exploramos los

del Istmo, además de los pueblos tlahuicas de Mo-

orígenes históricos de las referencias hacia

relos, han persistido en reinventar el simbolismo

las flores en rituales, festividades civiles y reli-

de las flores en magníficas artesanías, vestidos, ar-

giosas, e incluso, la indumentaria. En todos los

cos y adornos caseros, ritos agrícolas y de propi-

casos, los avatares de los términos en náhuatl

ciación de lluvia, entre muchos otros usos.

alternan con los castellanizados para dar cuenta de la cultura bilingüe que pervive en muchas

EL TIEMPO DE LAS FINITAS FLORES

regiones del país, así como aquellas culturas con

En la segunda parte del libro exponemos la gran

múltiples lenguas originarias. En muchos lu-

diversidad de formas en las que se cultivan las flo-

gares se impone el nombre originario, como

res, el conocimiento etnomédico que entrañan y

ocurre con la cempoalxochitl; en otros ha predo-

su simbolismo atribuido por la gente de los pue-

minado el nahuatlismo del español de México

blos. Este simbolismo se extiende también al

(véase el cuadro al final de esta introducción), y en otros más termina por dominar el nombre europeo, por ejemplo, la nochebuena o, peor

6 La flor fue patentada por William Poinsett, embajador de Estados Unidos en México. 7 Véase el cuadro de Mario Gerardo Pérez Pérez en este libro.

INTRODUCCIÓN

27

Cuetlaxochitl, flor que juntas mis ancestros © lo u r d e s

patrimonio cultural inmaterial actual, en progra-

solo dura del amanecer hasta el anochecer”. De

mas nacionales como “La flor más bella del ejido”,

ahí que sea tan atinado preguntarse por el tiempo

arizpe

en Xochimilco. Ello sin contar su valor comercial,

de las finitas flores. ¿Cederán las vivas xochimes

ya sea para fines de exportación o para consumo

frente a las flores artificiales, eternas?

local en los mercados, en forma de arreglos para celebraciones o como coronas fúnebres.

El tiempo terminará, se cortará la vida, se acabarán las flores vivas, pero quedarán

Las flores encierran una paradoja que también nos conmueve. Así lo expresa el poeta Pierre

el signo,

Ronsard (1524-1585) en un soneto en el que invita

el símbolo,

a una niña a mirar la rosa, que esa mañana abrió

el patrimonio cultural

su corola, para descubrir que perdió ya su tez, pa-

y la vida intangible.

recida a la suya. El poeta se lamenta: “Oh, es verdadera madrastra la naturaleza, ya que una flor 28

LOURDES ARIZPE

[Cuernavaca, Morelos, 2013]

FLORES QUE HAN CONSERVADO SU NOMBRE EN NÁHUATL, CONVIRTIÉNDOSE EN NAHUATLISMOS DEL ESPAÑOL DE MÉXICO1 COYOLSÚCHIL O COYOLXOCHITL. De coyolli (cascabel) y xochitl(flor). Planta trepadora de raíz tuberosa y vistosas flores coloradas en racimo o ramilletes, que produce como fruto una cápsula con tres semillas rojas; perteneciente a la familia de las amarilidáceas (Bomarea hirtela). JILOSÚCHIL. De xilotl ( jilote) y xochitl (flor): xilo-xochitl. 1. Tepachera. 2. Este nombre se aplica a otro arbusto que igualmente pertenece a la familia de las leguminosas, más conocido como chacamalxochitl (flor de guacamaya, flor de San Francisco y tabachín). 3. Asimismo, el nombre se aplica a un árbol de hasta 35 metros de altura, de corteza lisa y verdosa, de la familia de las bombacáceas (Bombax ellipticum). Se le llama también ceiba, coquito y pochote. JOCOSÚCHIL. De xococ (agrio) y xochitl (flor): xoco-xochitl. Árbol que mide de 9 a 12 metros de altura, de fruto globoso, aromático y útil como condimento; perteneciente a la familia de las mirtáceas (Pimenta dioica o Pimenta officinalis). Se le conoce desde la época colonial como pimienta de Tabasco.

OCELOSÚCHIL. De ocelotl (ocelote) y xochitl (flor). Planta bul-

bosa de hojas largas y angostas, con flores en forma de copa, rojas, anaranjadas y con manchas oscuras; perteneciente a la familia de las iridáceas (Tigridia pavonia). El bulbo es comestible y se le conoce también como ocelosúchil, flor del tigre, tigrillo y cacomite, de cacomitl (etimología desconocida; Sahagún registra cacomitl como “raíz comestible”). SUCHIATE O SOCHIATE. De xochitl (flor) y atl (agua):

xochi-atl. Árbol que mide de 20 a 40 metros de altura, perteneciente a la familia de las hamamelidáceas (Liquidambar macrophillab). Tiene hojas anchas con cinco lóbulos muy marcados y florece de enero a marzo. Su madera se emplea en la elaboración de muebles, en tanto que el tallo sirve de poste para la danza de los voladores. Además de medicinal, su resina se utiliza como incienso en rituales de curación y ceremonias de Días de Muertos. Es una especie propia de los bosques mesófilos de montaña en los estados de Hidalgo y Puebla. También recibe los nombres de somerio y xuchiatl. SÚCHIL. De xochitl, nombre genérico de flor.

1 Montemayor, Carlos. Diccionario del náhuatl en el español de México. México: unam/Programa México Nación Multicultural, 2007. 

SUCHIPAL. Véase xochipal.

INTRODUCCIÓN

29

> Orquídeas silvestres en el cielo © lo u r d e s arizpe

TECOMASÚCHIL. De tecomatl (tecomate) y xochitl (flor): te-

XOCHIPAL O XOCHIPALLI. Planta herbácea de flores anaran-

coma-xochitl. Planta leñosa trepadora de flores amarillas, perteneciente a la familia de las solanáceas (Solandra guttata). También es un árbol de hasta 15 metros de altura, cuyas flores son amarillas, pertenece a la familia de las coclospermáceas (Cochlospermum vitifolium).

jadas empleada antiguamente para teñir; perteneciente a la familia de las compuestas (Cosmos sulphureus). Sahagún registra xochipalli o xuchipalli como “tinte de flores amarillas”.

TENTZONXOCHITL, TENZONSÚCHIL O TENTZONSÓCHITL.

PALABRAS COMPUESTAS

De tentzontli (barba o bigote) y xochitl (flor): tentzon-xochitl. Tepachera. TLIHÓCHITL, TLILSÓCHIL O TLILSÚCHIL. De tliltic (negro) y xochitl (flor): tlil-xochitl. Nombre náhuatl de la vainilla. Planta trepadora que tiene como fruto una vaina con numerosas semillas pequeñas; perteneciente a la familia de las orquidáceas (Vanilla fragrans y Vanilla planifolia). XILOXOCHITL. De xilotl ( jilote) y xochitl (flor). También se

le llama cabellos de ángel, pochote, tepejilosúchil, tentzonsóchal, hierba de la canela y tlacoxiloxochitl.

30

LOURDES ARIZPE

XOCHIVARA. De xochitl (flor) y la voz española “vara”. Bastón ritual hecho con madera de tepozán o de vara dulce, forrado con totomostle y albahaca y adornado con flores, panes y frutas. Entre los nahuas de Acaxochitlán, Hidalgo, sirve para las ceremonias de casamiento y puede ser de diferentes tamaños, según la jerarquía de la persona a quien se le otorga: padrinos, consuegros, tíos, familiares, invitados.

SIEMPRE

FLOR Y CANTO

LAS FLORES EN EL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE MÉXICO

siempre flor y canto

cuicatl —flor y canto— es una savia que recorre todos los umbrales de la vida y todas las fisuras sociales en la sociedad mexicana actual. Vivimos rodeados de tantas flores que se nos olvida reparar en ellas. Como patrimonio cultural inmaterial mexicano, se les describe en forma holística, es decir, como parte de un ritual, una ceremonia o una festividad. La flor se convierte en signo, por ejemplo, el cempoalxochitl (la flor que se lleva a los difuntos) y la cuetlaxochitl (nochebuena). Por las sendas de las flores es posible penetrar en los distintos niveles del patrimonio cultural inmaterial para entender la metonimia que conecta diversas percepciones, usos y gozos en torno a las flores.

antropología

SIEMPRE FLOR Y CANTO

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FLOR Y CANTO LAS FLORES EN EL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE MÉXICO LOURDES ARIZPE

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