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BIOGRAFIA DE MAHOMA Arabia en el siglo VII su población, formada fundamentalmente por pastores nómadas, se organizaba en multitud de tribus independientes que profesaban creencias religiosas politeístas y animistas. Solo en algunas religiones costeras se podía la agricultura, lo cual dio origen a las poblaciones sedentarias. Ese era el caso de la región de Hedjaz, transitada además por caravanas de comerciantes y enlace marítimo entre India y el Mediterráneo. En el Hedjaz estaba la ciudad más importante de la península, La Meca, paso obligado de aquel comercio marítimo y terrestre. Allí se veneraba la Piedra Negra, un fragmento de roa basáltica considerada sagrada por todos los árabes y custodiada, junto con otros ídolos, en el santuario de la Kaaba. El fundador del Islam fue Mahoma que vivió entre los años 570 y 632. Huérfano de padre antes de nacer y más tarde huérfano de madre, se ocupo de su educación su tío Abou−Talitb. Existen muchas leyendas sobre la niñez de Mahoma en las que el arcángel San Gabriel esta presente. Pasó los años siendo pastor y en acompañar las caravanas, hasta que se casó con una viuda rica, Khadija, con quien tuvo tres hijos y cuatro hijas, de cuyos negocios se ocupó, llevando una vida tranquila y próspera durante quince años. Después de su muerte se casó con Sawdah; y al poco tiempo con Aisha, hija de Abu Bakr quien posteriormente sucedería a Mahoma. Según algunos hadices, Aisha contaba con seis años cuando fue prometida al profeta, que tenía cincuenta y cuatro, aunque el matrimonio se consumó cuando ella tuvo nueve. Más tarde se casó con Hafsa, con Zaynab (que era la mujer de su hijo adoptivo Zaid), Ramlah, hija de un líder que combatió a Mahoma y con Umm Salama, viuda de un combatiente musulmán. También se casó con una cristiana de nombre María y con una judía de nombre Safiah. Posteriormente tuvo varias otras esposas, de número impreciso entre éstas nueve reseñadas que afirman casi todos los expertos como seguras, y las más de veinte que algunos le estiman. Algunas de estas mujeres eran esposas de seguidores de Mahoma muertos en batalla, mientras que otras eran hijas de sus aliados. En el 610, la aparición del arcángel san Gabriel vino a turbar la meditación de Mahoma en una cueva del monte Hira, invitándole predicar una nueva religión. Según la leyenda, fue transportado en un caballo alado al templo de Jerusalén y luego subió al séptimo cielo, donde conversó con Alá. Aunque no sabia escribir, conocía el judaísmo y el cristianismo y supo transmitir el mandato divino. Comenzó a predicar, formándose en seguida a su alrededor un pequeño núcleo de musulmanes, principalmente parientes suyos. Al principio no se manifestó oposición alguna, pero cuando comenzó a aumentar el número de adeptos al tiempo que su crítica a la religión politeísta practicada por los habitantes de La Meca se radicalizaba, la oligarquía mercantil de la ciudad desató una persecución virulenta contra el predicador y sus seguidores. A su vez los cristianos le juzgaban por profeta falso, para comprender el génesis de la revolución religiosa indiciada por Mahoma. Mahoma se vio obligado a huir y el 16 de julio del año 622, año d la Hégira, y fecha inicial del calendario islámico. En Medina se convirtió en jefe político y religioso y en el 630 conquisto La Meca, donde convirtió a las gentes humildes y más tarde conquistó Siria, consolidando su autoridad en toda la península Arábiga, reorganizando su administración y sustituyendo el orden tribal clásico por una nueva legislación religiosa.
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Tras una corta enfermedad, Mahoma falleció el 8 de junio de 632 en la ciudad de Medina a la edad de 63 años. Durante los siglos VII y VIII, los musulmanes consiguieron una gran expansión del Islam impulsados por la fuerza de su fe. Los primeros sucesores de Mahoma fueron familiares o amigos íntimos que adoptaron el titulo de califa o sucesor del profeta, uniendo así en su persona la máxima dignidad política y religiosa. Bajo un mandato, los árabes conquistaron Sira, Palestina, Egipto y Mesopotamia. Esta etapa se la conoce como el califato perfecto. La dinastía Omeya trasladó la capital a Damasco y llevó al califato a su máxima expansión. Desde la península Ibérica hasta el valle del río Indo y desde la orilla del mar Negro hasta el desierto del Sáhara. Con los abasíes, la expansión se detuvo y la capital se situó en Bagdad; en el 1258 los mongoles toman Bagdad y es el fin de los abasíes.
El Corán es el libro sagrado de los mahometanos, según los cuales contiene las revelaciones hechas por Dios al profeta Mahoma. Es la fuente del derecho y el código civil de los muslismes. Consta de ciento catorce suras o capítulos, de extensión muy desigual, con títulos a menudo difíciles de entender, algunos son tan largos como el libro del génesis, mientras otros son tan cortos como dos o tres párrafos. Contiene dogmas, leyendas, historia, fábulas, mezcla de superstición y religión, preceptos o máximas de economía política y doméstica; descripciones imaginarias del cielo y el infierno, el Juicio Final; doctrinas sobre la resurrección de los cuerpos, finalmente una amalgama de las tradiciones judaicas y cristianas con las leyendas musulmanas. A los mahometanos, fragmentos del Corán les sirven de oraciones y aun de talismanes que alimentan la superstición. En el Corán se recogen cinco obligaciones: • Profesión de fé: No hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta. • Orar cinco veces al día hacia la Meca. • Peregrinar al menos una vez en la vida a la Meca • Dar limosna a los pobres. • Ayunar en el mes de Ramadán desde el alba al atardecer. Y cinco prohibiciones: 2
• Beber alcohol. • Comer carne de cerdo. • Se acepta la poligamia. Todos los musulmanes son iguales: no hay clero
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