Marcos Ana in Memoriam Flipbook PDF


11 downloads 105 Views 2MB Size

Story Transcript

Tiempo de Poesía IInn M Meem moorriiaam m M Maarrccooss A Annaa EEddiittaa:: PPrrooyyeeccttoo

""LLeeeerr eess uunn D Deerreecchhoo""

El 23 de abril del 2016 se lanzaba la Edición anual de Tiempo de Poesía, dedicada al poeta Español Marcos Ana, tanto por la calidad de su obra como por el ejemplo de coherencia entre palabra y actitud vital en defensa de los valores que la sostienen. Quien fuera el preso político que más tiempo pasó en las cárceles de la dictadura franquista, un total de 23 años, fallecía el 24 de noviembre de 2016 a los 96 años de edad, dejándonos su poesía, convertida en una herramienta de resistencia, no sólo para mantener la identidad, la coherencia mental y supervivencia intelectual, si no también la memoria histórica. Desde Leer es un Derecho hemos querido rendirle un sentido homenaje volviendo a publicar los poemas aparecidos en la Edición 2016, al considerarlos como los más representativos, junto con otros dedicados a su memoria, tanto de colaboradores habituales de Tiempo de Poesía, como de otras voces que han querido sumarse a este homenaje. Si Marcos Ana físicamente nos dejó, como dijo Blas de Otero: nos queda la palabra; su palabra...

« Poesía no solamente es crear poemas es defender la Palabra que los sostiene ».

Mar Martínez

"Dinos cómo es un árbol para que no dudemos de que algo en el mundo, fuera de estos muros, sigue luchando contra la infamia, contra la mentira, contra la crueldad demencial de los enemigos de la vida, dinos cómo es y dónde está la justicia para que le arranquemos la venda de los ojos y así pueda ver, por fin, a quienquiera que, de verdad, ha estado sirviendo, pero no nos digan cómo es la dignidad porque ya lo sabemos, porque incluso cuando parecía que no era nada más que una palabra, comprendimos que era la pura esencia de la libertad en su sentido más profundo, ése que nos permite decir contra la propia evidencia de los hechos, que estábamos presos, pero éramos libres."

José Saramago. (Prólogo del libro "Decidme cómo es un árbol" )

¿La Vida...? Decidme cómo es un árbol. Decidme el canto de un río, cuando se cubre de pájaros.

Habladme del mar. Habladme del olor ancho del campo. De las estrellas. Del aire.

Recitadme un horizonte sin cerradura y sin llaves como la choza de un pobre.

Decidme cómo es el beso de una mujer. Dadme el nombre del amor: no lo recuerdo.

¿Aún las noches se perfuman de enamorados con tiemblos de pasión bajo la luna?

¿O sólo queda esta fosa, la luz de una sepultura y la canción de mis losas?

Veintidós años... ya olvido la dimensión de las cosas, su color, su aroma...

Escribo a tientas: “el mar”, “el campo”... Digo “bosque” y he perdido la geometría de un árbol.

Hablo por hablar de asuntos que los años me borraron.

(No puedo seguir: escucho los pasos del funcionario).

Marcos Ana Las Soledades del Muro

A Marcos Ana ¡Ah de la vida! ¿Nadie me responde? Quevedo

No hablo por hablar. Escribo hablando sencillamente: como en un cantar de amigo. Nãzim, Marcos, Lina Odena, Nina van Zandt, compañeros, en la libertad más bella. La libertad del que forja un pueblo libre: Miguel Hernández cavó la aurora. ¡Ah de la vida! Preguntas a tientas: «el mar», «el campo»… Las olas se han vuelto mudas. Veintidós años… Decidme cómo es un árbol. Quién silba arriba en el aire libre.

Quién me recuerda. Quién llama desde el fondo de una mina. Espaciosa y triste España. La libertad por el suelo. Tú la levantas, la apoyas en el hombro del obrero. El olivo y las espigas te dan la mano, se pasan, brisa a brisa, la consigna. Como en un cantar de amigo, escribo lo que me dictan la fábrica y el olivo.

Blas de Otero Que habla de España 1960­164

Botas de Madera A Marcos Ana, compañero

Tus botas tienen suelas de madera, de la madera de los abedules o de los castaños con que se forjan las pavesas de la niñez. Con la sangre caliente de las cocinas escribes entonces tu nombre sobre un árbol. Es esta la inscripción de los supervivientes. La sílaba de las niñas convertida en un aguacero sobre todas las flores de la estepa.

Luis Luna

A Marcos Ana Tenía las ojeras holgadas de pasado Y los ojos de neblina, en la voz un grito que nunca fue encerrado y en la piel el sonido del mar y de la rojas cadenas. Un sin vivir para la cárcel, un alba para resistir, un sueño truncado por lo conseguido. Puedo decir que le conocí. que le sigo conociendo. Sus ojos, de neblina, preguntaron muchas veces para qué. A veces los cerraba para verlo ¡Cuanta sangre perdida, compañero! ¡Cuanta para curar ciegos! Y aún ladran, Mientras tanto, Seguiremos cabalgando Seguiremos....

Ángeles Roda 4 de abril, 2016

Diccionario de un preso Breve es el diccionario de los presos. Tiene palabras frías como espadas: Recuento. Muros, cerrojos. El patio. Celda. Sancionado. Muertos, en cruz. El Tribunal. La condena. Losas de piedra. Cemento. Y el “alerta” que deshace la estructura del silencio. Breve es el diccionario de los presos. Tiene palabras que arden en los labios, arrancadas del pecho:

Solidaridad. Amor. Libertad. Patria. Aliento. Creación. Luz. Futuro para todos. Hijos. Mujer. Compañeros. El mundo. La humanidad. La paz. Una bandera, una patria, un pueblo. La amnistía, el mar y el viento para el preso. Con estas pocas palabras sueñan o sufren los presos. Unas las afila el odio, otras las construye el pueblo.

Marcos Ana Las Soledades de Muro

Cárcel es Hoy A Marcos Ana, forjado entre cárceles y versos.

¡Cárcel es hoy la vida cómoda que llevamos, que invita a no hacer nada por el otro! ¡Cárcel es hoy como ayer la envidia, que se alimenta de los triunfos ajenos! ¡Cárcel es hoy como ayer el amor que ata, que no te hace más libre cada día! ¡Cárcel es hoy como ayer la incultura, que nos vuelve fáciles de gobernar! ¡Cárcel es hoy el consumo desmedido, que hace del tener más una bandera! ¡Cárcel es hoy como ayer la religión! que promete paraisos viviendo en el infierno

Aurea Loira

Alma, no llores.

Y no basta decir: “alma, no llores”, si ves a un corazón que va dejando la vida entre furiosos desgarrones. Hay lágrimas que tienen estatura de estrellas indomables y es de acero o de roble su ternura.

Marcos Ana Poemas de la Prisión y la Vida

Poeta siempre A Marcos Ana, pensar y vivir fue todo uno

Poeta siempre, siempre poeta, de verso libre, de vida intensa. Palabras y hechos, hechos y palabras, fiel a sí mismo y a sus ideas. Rejas y campos, campos y rejas, con vida dentro, con vida fuera. Creciendo siempre, siempre creciendo con viejos versos, hizo nuevos versos. Aprendiendo siempre, siempre aprendiendo, de lo importante, de lo pequeño.

Compartiendo vivencias, vivió de nuevo, ya lejos de los muros, viajó muy lejos. Camina con él, con él se acuesta, la memoria viva de todo un pueblo.

Aurea Loira

Voy soñando Soñar; siempre soñar, con banderas y besos; la libertad y el aire soplando en mi cabello. Campo y aire sin fin –oh luz–, sin otro cerco que el amor de unos brazos enlazando mi cuello. Soñar; siempre soñar, con los ojos sin sueño, que soy un hombre vivo... siendo tan solo un preso. Hay árboles y un río fijos en mi recuerdo; una infancia salvaje, un dulce amor ingenuo, y dos nombres grabados en el chopo más viejo.

(El cielo aquella tarde era como un espejo. El choperal tendía, para el amor, senderos. Todo era luz. La gloria de mayo iba en mi pecho. Un vilano de plata se enredó en sus cabellos, acudí tembloroso y con mis dedos trémulos. Sus ojos me invadieron de aroma y sol. El viento, inmóvil, nos miraba: fue aquél mi primer beso). Soñar, siempre soñar que vuelvo a todo aquello, lo que dejé y ya nunca encontraré al regreso.

Marcos Ana Te Llamo desde el Muro

Menos 23 (A Marcos Ana) Soñar, soñando sin ojos, sin sueños, que hay árboles y un río fijos en tus recuerdos. Y un viento de primavera miraba tu primer beso. Soñar que el mundo era más que aquel patio envuelto por el cielo y no por el estaño. Pero tu mundo es cuadrado, donde giran los hombres sin espacio. Qué desazón tendría tu alma al pedir que te explicaran cómo es un árbol cuando se cubre de pájaros. Cómo el canto de un río, el olor del campo, las estrellas y el aire.

Tú donaste al mundo: una bandera, un amor, algunos versos. Y del patio gris, las piedras lacerantes y las rejas que fue costado abierto. Mientras sus paredes continúan girando, tu corazón, clavado se desnuda, Y clama que tiene la forma gris del patio, donde aún giran y giran hombres sin descanso

Ana Isabel Pérez Pizarro Sentir Vivo

Hasta las piedras La piedra silente llora; el muro cerril, el hierro de los cerrojos, las losas. Las cadenas, ya gastadas, sus eslabones deshojan. Hasta el carcelero siente un alma bajo su ropa. (Pero hay un reloj terrible que estanca sus negras horas con odio y sangre en la esfera sin alba de sus mazmorras). La vida entera nos llama. Vierten lágrimas las rocas. Se abren las casas. Esperan en los umbrales mil rosas.

¡Nuestro amor reclama el niño con su voz de tiernas hojas! La libertad va dejando de voz en voz, clamorosa, los resplandores de un grito como una estrella en la boca. (Pero hay un reloj terrible –ciego Caín sin aurora– que en su noche de odio y sangre sigue estancando las horas. Guadañas son sus agujas en un cadalso de sombras).

Marcos Ana Te Llamo desde el Muro

Se Nace por Amor Se nace por amor, Y la esperanza te ayuda a resucitar. La voz de la cárcel, Poeta entre rejas.

Cuántos crepúsculos robados, Para encontrar un solo amanecer. La poesía te abrazó, En una tormenta de tortura. Nadie como tú, Para soñar en una libertad, Donde el vértigo, Se adueñó de su abrazo.

Vivir en las sombras, Por defender la igualdad, De un alma que quiso volar, Como pájaro por un cielo, Que se tiñó de nubes, De borrascas de silencio. Los versos no te olvidan, En ese infinito Donde ahora viven tus musas.

Pero tranquilo, Tus poemas siguen vivos, Como un pasado presente, En la tinta de una pluma, Que como sangre derramada, Pregonará el record más vergonzoso, Impuesto por quien se creyó Dios, Y no llego nunca a ser humano.

Emilio Girón Romero (El herejepoeta)

Tu Huella A Marcos Ana, fiel a si mismo

Dejas tu huella lejos del púlpito, de cardenales de mira estrecha. Dejas tu huella lejos de reyes de princesas, de la nobleza. Dejas huella lejos del poder, siempre ávido que nos acecha. Dejas tu huella lejos de patriotas, terratenientes, de tanta guerra. Dejas tu huella lejos de hipócritas, de los dictadores que traen miseria. Dejas tu huella en muchos pueblos, donde llevaste tu vida entera. Dejas tu huella, tu huella ilustre, el eco de tu voz, reclamando justicia.

Dejas tu huella en cada poema, que toca la piel y quema por dentro. Dejas tu huella, en muchos amigos, hijos de compañeros de cautiverio, esperando por carta respuesta. Dejas tu huella, hombre y poeta grabada para siempre en la memoria, de los que se cruzaron en tu camino.

Aurea Loira

Mi casa y mi corazón Si salgo un día a la vida mi casa no tendrá llaves: abierta siempre a los hombres, al sol y al aire. Que entren la noche y el día. Y la lluvia azul. La tarde. El rojo pan de la aurora. El campo: sus verdes mástiles. Que la amistad no detenga sus pasos en mis umbrales. Ni la golondrina, el vuelo. Ni el amor, sus labios. Nadie. La casa y el corazón

Marcos Ana Te Llamo desde el Muro

Cárceles Invisibles A Marcos Ana, que sabe tanto de cárceles como de libertad

!Cárceles invisibles nos rodean, cercando la vida con sus muros! ¡Cárceles invisibles nos enseñan, inferencia frente al dolor ajeno! ¡Cárceles invisibles que levantan, nuevos muros de la vergüenza! ¡Cárceles invisibles que ocultan, intereses en guerras y miseria! ¡Cárceles invisibles nos ahogan, impidiendo pedir que halla justicia! ¡Cárceles invisibles nos educan, en un liberalismo, nada liberador!

Aurea Loira

¡ Libertad que Miedo Das ! A Marcos Ana

¡Libertad, bonito nombre,

no eres fácil de alcanzar.

libertad que miedo das!

Libertad, de pensamiento,

Libertad, que nos exiges,

que nos dé alas para volar.

elegir por donde andar.

Libertad, nombre prohibido,

Libertad, música viva,

que se vuelve a pronunciar.

que acaricia con sus notas.

Libertad, ya sin fronteras,

Libertad, hueles a campo,

que detengan su caminar.

y a brisa fresca del mar.

Libertad, que nos enseñe,

Libertad, pides justicia,

a los demás respetar.

para que luego halla paz.

Libertad, no tienes precio,

Libertad, sabor intenso,

nada te puede igualar.

que mi boca ansía probar.

¡Libertad, bonito nombre,

Libertad, que se construye,

libertad que miedo das!

con cimientos de verdad. Libertad, sueño de muchos,

Aurea Loira

Norma Quiero que mis poemas tengan hueso y estructura de piedras palpitantes; verlos siempre de pie (torres errantes de la vida y el hombre), por su peso. Capaces de ser bala y de ser beso, cantos de paz o puños resonantes; azules como el rayo o verdeantes como olivo maduro... Que su espeso son a metal, colmena o bosque herido, suba desde mi sangre, tensamente, a otro labio desierto y perseguido. ¡Versos con alma y versos con simiente, con atléticos hombros y un erguido pueblo de corazones por su frente!

Marcos Ana Te Llamo desde el Muro

Al Compañero y Poeta Marcos Ana «Si salgo un día a la vida mi casa no tendrá llaves» Marcos Ana

Secuestraron, compañero, tu libertad pero no pudieron nunca arrebatarte la dignidad que tu mirada lavaba cada día en ese trocito de cielo desde un patio Día y noche resistiendo cada envite de la ignorancia disfrazada de odio con que otros ocultaban su miedo no pudieron con esas pavesas donde tú veías y guardabas estrellas que quisiste sembrar para que la memoria no quedara yerma.

Mar Martínez 16 02 17

Hablaré por vosotros. Excavaré con mi palabra hasta encontraros en las sangrantes raíces sumergidas de vuestros corazones enterrados. Hablaré por vosotros. Reconstruiré la voz de vuestros labios, su semilla final, la de aquel grito constelado de estrellas y balazos. Hablaré por vosotros. Y extenderé el secreto que os dejaron en la oquedad terrible de los ojos la voz estremecida de los astros. Hablaré por vosotros. Jamás olvidaré aquellas madrugadas, los últimos abrazos, las gargantas de vuestra dignidad amordazadas.

Marcos Ana Poemas de la Prisión y de la Vida

Marcos Ana, un ejemplo de coherencia poética y personal Entre los escritores que han hecho de su vida y su obra un ejemplo de coherencia, destaca el poeta español Fernando Macarro Castillo, conocido como Marcos Ana; seudónimo formado mediante la unión del nombre de sus padres. Nació en enero de 1920 en un pueblo de Salamanca (España). Finalizada la guerra civil española, cuyo comienzo en 1936 lo señaló el golpe de estado del General Franco, fue detenido junto a millares de demócratas y luchadores por la libertad de su país, ingresando en prisión en 1939 y condenado a muerte, aunque su pena sería conmutada por “cadena perpetua”. Como dice en su poema titulado Autobiografía: Mi pecado es terrible: quise llenar de estrellas el corazón del hombre. Fue el preso político que pasó más tiempo en las cárceles de la dictadura franquista: 23 años; donde sufrió hambre, torturas, períodos

de aislamiento de varios meses, hacinamiento, y un largo a la vez que terrible etcétera. Todas las noches era testigo de las conocidas como “sacas” ­separación de presos para ser fusilados­ y escuchaba las detonaciones al amanecer. Jamás olvidaré aquellas madrugadas, los últimos abrazos... Hijo de trabajadores agrícolas, dejó la escuela a los 13 años. Su afición a la lectura se inició en la cárcel con libros de clásicos de la literatura española ­ Quevedo, Lope de Vega, Calderón­ permitidos por el régimen y que circulaban en la prisión. A pesar de no estar autorizada su lectura, tuvo acceso al Quijote y obras introducidas clandestinamente de Rafael Alberti, Miguel Hernández o Federico García Lorca. En Marcos Ana, la literatura en general y la poesía en particular, tanto propia como ajena, se convierten en medio de resistencia, no sólo para mantener la identidad y la coherencia mental y supervivencia intelectual, sino también la memoria histórica. Como dice el poeta chileno Juan Gelman, "la poesía es resistencia contra el mundo sombrío". ¿Qué mundo más sombrío que el de una cárcel? ¿Qué mayor forma de resistencia para aquel preso político? Durante su prepiplo por las cárceles españolas, coincidió con escritores como Buero Vallejo o Miguel Hernández. Como afirma en sus memorias, prologadas por el Nobel José Saramago y tituladas "Decidme como es un árbol" –verso tomado del poema, “¿La Vida?”, "Convertimos las cárceles en universidades. Éramos un estado dentro del Estado…." Por este carácter de resistencia, su obra ha sido calificada como poesía de trinchera. El Catedrático de Literatura

Española Contemporánea, Manuel Aznar Soler (Marcos Ana, un poeta en el Penal de Burgos, 2002) señala: "su poesía es grito y denuncia, poemas arrancados del alma, versos no sólo de pena y dolor, de angustia y sufrimiento, sino también y ante todo de ansia de luz y vida, de paz y libertad, de lucha y esperanza". Fue liberado en 1962, gracias a una campaña internacional de prensa surgida a raíz de la publicación de sus poemas fuera de España y promovida por la recién fundada “Amnistía Internacional”, junto a personalidades como Pablo Neruda. Marchó al exilio en Francia, donde ­gracias al apoyo de personalidades del mundo de la cultura francesa y españoles exiliados, creó y dirigió el “Centro de Información y Solidaridad con España” (CISE) con Picasso como Presidente de Honor. Recorrió Europa y Sudamérica pronunciando conferencias y organizando campañas de solidaridad con los exiliados y opositores al franquismo. Este centro, que mantuvo su actividad hasta el final de la dictadura, organizó la defensa de los derechos humanos, así como la ayuda moral y material a todas las víctimas de la represión política. Por dicha actividad, unida a su trabajo poético, fue calificado como el "trovador de los represaliados". El poema "Hablaré por vosotros", es un buen ejemplo de ello: Hablaré por vosotros. Reconstruiré la voz de vuestros labios, su semilla final, la de aquel grito constelado de estrellas y balazos. A pesar de aquel terrible pasado, Marcos Ana siempre mostró un espíritu de reconciliación, que nos recuerda a otro luchador de la

libertad encarcelado también durante largos años, nos estamos refiriendo a Nelson Mandela. Así lo demuestran sus palabras pronunciadas en el “Mahatma Gandhi Hall” de Londres, en junio de 1962, al poco tiempo de ser liberado: "La única venganza a la que yo aspiro es a ver triunfantes los nobles ideales de libertad y justicia social, por los que hemos luchado y por los que millares de demócratas españoles perdieron la libertad o su vida". Marcos Ana, según afirmamos en el título, es un ejemplo de coherencia entre palabra poética y actitud vital. Su obra es un ejemplo de resistencia, al igual que su actividad pública. Poco tiempo antes de su fallecimiento, que tuvo lugar el 24 de noviembre de 2016 a los 96 años, era habitual verle ­pese a su avanzada edad­ por las calles de Madrid en manifestaciones reivindicativas de la libertad y la justicia social, por cuya lucha fue encarcelado y por la que escribió sus poemas. Su fallecimiento nos deja no solamente sus palabras, nos deja su ejemplo.

Antonio Ureña Publicado en Panorama Cultural.co.com 23 de abril de 2016

« hay quienes luchan toda la vida, esos son los imprescindibles. ».

Bertol Brech

Retrato del poeta Marcos Ana por el pintor Alejandro Cabeza Colección del Museo Luis González Robles (Universidad de Alcalá de Henares). Reproducción autorizada por el autor

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.